Post on 21-Sep-2018
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NOTAS SOBRE LA AlIMENTACION
DEL GANADO DE CERDA
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MINISTERIO DE AGRICULTURA
JESUS ANDREUI n gen i •. r o A g t 6 n o m o
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NOTAS SOBRE LA ALlMENTACIONDEL GANADO DE CERDA
TERCERA EDICION, REVISADA POR
MIGUEL ODRIOZOLA PIETASIngeniero Agrónomo
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ISECCIPN DE PUBLICACIONES, PRENSA Y PROPAGANDA
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En razón de su rápido desarrollo, el cerdo es el animalque exige menor número de unidades nutritivas para aumentar su peso vivo en un número determinado de kilogramos.
Por otra parte, las canales de esta especie animal tienen un rendimiento medio del 80 por 100, mientras que lasdel ganado vacuno oscilan entre el 50 y el 60 por 100 y lasdel lanar no llegan a estas cifras.
En la economía agrícola aprovecha el cerdo los subproductos de la fabricación del queso, la manteca, las harinas, ete., los residuos de la cocina, numerosos productosde la huerta de muy difícil venta y aun ciertos granos Q!Uetienen la misma condición.
A las ventajas señaladas anteriormente que reúne elganado de cerda para producir carne es menester agregarque el gasto que se requiere para instalar su explotaciónes relativamente pequeño, que lo es igualmente la comprade }echon~ para recriar y que antes del año se envían losarñmales al' matadero, resarciendo al criador de los gastosy traba]os realizados.
Ante ventajas tan trascendentales; puede asegurarseque la producción de carne de cerdo ha de ir en aumento,
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con las condiciones de que se eviten sus epízootias, se posean razas robustas y seleccionadas y se sepa racionar aestos animales de manera conveniente., La cantidad de alimentos que requiere el cerdo paraproducir un kilogramo de aumento en su peso vivo, en diferentes edades, ha sido medida en numerosos ensayos, delos que, por su extensión, se citan a continuación los realizados en los Estados Unidos. El cuadro de la página 7resume más de 500 ensayos de alimentación con un conj unto de 2.200 animales.
Los números consignados en el cuadro siguiente muestran cómo crecen las raciones con el desarrollo del animal;pero al mismo tiempo, si la ración consumida se relacionaal peso, es decir, si se considera el consumo de alimentospor cada 100 kilogramos de peso vivo, se observa cómo losanimales jóvenes son los mayores consumidores, disminuyendo su capacidad muy rápidamente con la edad.
El aumento medio diario de peso por cabeza es de 363gramos para cerdos de menos de 23 kilogramos de peso;conforme el animal se desarrolla, va creciendo el aumentode peso diario por cabeza, llegando a 681 gramos para cerdos cuyo peso oscile de 114 a 136 kilogramos. Al pasar 'deeste último peso, los animales disminuyen ya en BU poderde crecimiento. La última columna es ind'lIdablemente lamás interesante para el criador, pues muestra la cantidadde alimentos que necesitan ser consumidos por los animarles para tener 100 kilogramos de aumento de peso. En laprimera edad, con animales menores de 23 kilogramos depeso, el aumento de 100 kilogramos en su peso vivo requiere 293 kilogramos de alimentos concentrados; para animales comprendidos entre 23 y 45 kilogramos de peso, esacifra se eleva a 400 kilogramos, y para animales compren-
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didos entre 136 y 169 kilogramos, la misma cifra alcanzaa 535 kilogramos. En estas experiencias se ha operado conanimales jóvenes. Si se hubiese pasado del último pesoconsignado y el grado de engorde de los animales hubiesesido satisfactorio, la cantidad de alimentos requeridos paraconseguir el aumento de peso de 100 kilogramos habríaalcanzado cifras de mucha mayor consideración.
CANTIDAD DE ALIMENTOS CONSUlrUDOS POR EL CERDO~ RE·LACION CON SU lllQAD Y DESARROLLO, Y LOS' At1KENTOS DE
PESO QUE REALIZA EL .ANDIAL
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7a 23 17 174 1,000 6,0 0.363 -23& 45 3fi 417 l,M4 4,3 0.363 4.0045 a 68 118 f9lS 2,1'79 3,8 0.4" aT68a 91 '79 4088 2,6'79 8,11 O,UlS t8291&114 103 300 2,996 2,9 O,ll8O G8
114 a 136 123 223 3.360 2.7 0,881 1111136 a lllll 1411 lOlI 3,4011 2,4 O•• lI86
La mayor producción- que corresponde al animal jovense debe en parte a su gran capacidad para digerir alimentos, resultando que, después de cubiertas las necesidadespara vivir, resta una gran parte para el crecimiento, ytambién al hecho de que los músculos del animal joven con~ienen mayor cantidad de agua que los del animal maduro.En estos últimos, conforme avanzan en edad y gordura, losmúsculos se hacen más ricos en grasas y pobres en agua.Por las dos causas señaladas, los sucesivos aumentos depeso que experimentan los animales requieren cada vez maryores cantidades de alimentos, por lo que el interés del ga-
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nadero está, generalmente, en hacerlos apropiados para lamatanza en el menor tiempo posible.
Si los piensos están caros, de tal suerte que produzcanpérdida, podrá serle beneficioso al ganadero el prolongardeterminados períodos de crecimiento en espera de precios más ventajosos. En otras ocasiones, con piensos muybaratos y poco ganado, podrá encontrar mayor beneficioengordando los animales al máximo, aun cuando el beneficioque obtenga en los últimos periodos se disminuirámucho.
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A no ser que se trate de cerdos criados llevándolos alpastizal, en general, en la alimentación del cerdo se emplean muy pocos forrajes verdes y mucho grano. Por estacausa, en muchas ocasiones, las raciones que se emplean son muy incompletas, lo que se traduce para elganadero en desarrollos deficientes y un gran gasto dealimentos.
Corno el cerdo se desarrolla en muy poco tiempo, le esnecesaria en la ración una gran cantidad de proteínas, conel fin de que pueda atender al desarrollode sus músculos yórganos internos.
He aquí cómo Ors y Crichton resumen este punto:"Cuanto más joven el animal, más alta debe ser la lla
mada relación de proteína, ésto es, la proporción de proteína al peso total de la ración. Esta relación es 1 : 2,5 en laleche de la cerda, loque ya indica un valor ideal para elcerdo joven. A medida que el animal avanza en su crecímiento, éste es menos rápido y no se requiere una relacióntan estrecha. La siguiente tabla, de Kellner, da idea de lo
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que se considera aproximadamente la mejor relación deproteína a diferentes edades:
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Edad en meses......... 2-3 3-5Relación de proteína. 1: 4,5 1 : 4,9
5-61 : 5,4
6-91 : 5.6
10-121 : 6
Como tipos de alimentos corrientes, la relación es: parael maíz, 1 : 11; para la cebada, 1 : 10; para el salvado fino,1 : 5; para las judías, 1 : 2; ptra la leche desnatada,1 : 0,2. Una ración de cereales, pues, debe ser suplementada por sustancias ricas en proteína para que resulte conveniente,
La clase de proteína es casi tan importante como lacantidad total, pues las proteínas difieren en su composición.. Naturalmente, las de más valor son aquellas cuyacomposición más se parece a las de las proteínas en los tejidos del animal mismo. De todas las proteínas, las de másvalor son las de la leche. Después siguen las derivadas detejidos animales-por ejemplo, con harinas de carne o pescado, sangre desecada-. A medida que el animal crece, elvalor especial de cada proteína disminuye, y probablemente, a partir de los cuatro meses de edad, cualquier raciónmezclada y que contenga suficiente proteína total podrámantener el máximo crecimiento."
En los primeros meses, cuando la cuestión "calidad dela proteína" es de importancia, pueden prevenirse las deficiencias por medio de los citados alimentos de origenanimal y también permitiendo que los cerdos jóvenes salgan un poco a buenos pastizales.
Para los reproductores, el pasto es también muy recomendable. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que elcerdo no puede digerir grandes cantidades de pasto o forrajes verdes. Puede darse como norma que un cerdo de
tamaño medio digiere bien el pasto o forrajes verdes hasta la cantidad de tres kilogramos por cabeza y día.
En el invierno se deben completar las raciones de loscerdos jóvenes y de las cerdas de cría con pequeñas cantidades de buen heno de leguminosas, por los beneficiososresultados que producen al completar la composición delas proteínas de los cereales y también por la gran cantidad que contienen de calcio. Entre ellas, el trébol de losprados se podrá usar en'el Norte, yen el Este y Sur se deberá dar la preferencia al heno de alfalfa.
Las cantidades de heno que deben consumir los cerdosdebe ser limitadas, en razón de la naturaleza de suaparato digestivo; pero el beneficio de sus efectos seproduce siempre, incluso con raciones compuestas de'maíz, harina de linaza y carne seca. En cerdos que han llegado ya al período de ceba, la cantidad que se les debe darde heno de alfalfa es muy moderada.
Con el problema de proteínas para cerdos tiene ciertarelación la utilización y empleo creciente de piensos fermentados en una u otra forma. Muy variables son hoy díalas opiniones sobre este particular. En Rusia parecen haberse usado en gran escala estos alimentos. En 1939, Lewitskij comparó gTlUpOS de cerdos de ceba que recibíananálogos piensos, pero parcialmente tratados con .levaduraen uno de los grupos y sin tal tratamiento en el grupotestigo. El grupo que recibió pienso tratado (30 por 100del pienso total) tuvo mayores aumentos de peso y mejorutilización del pienso que el grupo testigo. El mayor aumento de peso pudo cifrarse en un 7 por 100.
El autor, sin embargo, a base de sus propios resultados y de otros, opina que el efecto favorable descansa so-
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lamente en el carácter más apetitoso del pienso tratado yconsiguiente mayor consumo de alimento.
En 1940, Utechin resumía lo ya experimentado sobreeste punto, indicando que el efecto del tratamiento de piensos por levadura y, de la fermentación consiguiente, consiste en primera línea en el enriquecimiento de los piensos enelementos proteicos de alto valor biológico, suministrados por las células de la propia levadura. Esto, claro es,sin perjuicio de las transformaciones bioquímicas que lafermentación hace sufrir al pienso. La capacidad de fermentación de los piensos depende, naturalmente, de la cantidad de principios solubles (hidratos de carbono, compuestos de nitrógeno, fósforo, calcio, etc.) contenidos enellos y necesarios para el desarrollo de la levadura; perotambién en gran parte de peculiaridades bioquímicas delpienso en cuestión. En los cereales, por ejemplo, de la actividad proteolítica. También, en muchos piensos, de la capacidad de sintetizar nuevos ácidos orgánicos, muy variable deunos a otros piensos. Las pérdidas de sustancias en lafermentación varían como regla, en piensos concentrados,de 1 a 17 por 100, y consisten principalmente en la destrucción de hidratos de carbono. En raíces y tubérculoslas pérdidas suelen ser mucho mayores. El enriquecimiento de nitrógeno en general no es considerable, pues al ladode síntesis de sustancias proteicas hay también destrucciones de ellas'; pero," como ya se dijo, hay aquí siempre unenriquecimiento en valor biológico. Todo ello, como se ve,no es muy categórico si se considera que aun en sí, la cuestión del valor biológico de las distintas proteínas está muylejos hoy día de hallarse planteada en claros y precisostérminos.
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La cuestión de los minerales m-erece gran atención.Ante todo se nos presentan las posibles deficiencias encalcio y fósforo, estrechamente ligadas entre sí. En unanimal de tan rápido crecimiento como el cerdo, estas deficiencias son casi inevitables en los animales de estabulación, que reciben sólo raciones corrientes, e incluso pueden presentarse en animales que se encuentren en el pasto(pastos pobres).
Los efectos respectivos de esas deficiencias no estánaún hoy día bien determinados. La forma más corriente enque se presentan es un reblandecimiento o fragilidad delos huesos, ligado casi siempre con defectos en el andar,piel áspera, mate y sucia y disminución en la actividad delanimal. El crecimiento es retardado en enorme proporción,a veces totalmente detenido. Técnicamente, la deficiencia.ésea puede ser osteoporosis, osteomalacia o raquitismo propiamente dicho. La primera es causada por deficiencia decalcio; sobre las otras hay diversas teorías; se han ligado a veces a deficiencias en vitamina D, pero probablementela verdadera causa, al menos en, cuanto al raquitismo, esdeficiencia en fósforo en forma inorgánica, en cuyo casolas sustancias ricas en vitamina D actuarán sólo como estimulantes de la asimilación del fósforo.
En el lenguaje vulgar tales defectos suelen describirsetodos como raquitísmoj.a veces como reumatismo. Dada sugravedad y frecuencia, se comprende cómo debemos ocupar- .nos de suplementar calcio y fósforo cuando, por no entraren la ración leche, forrajes verdes o productos animales,sospechamos que pueden presentarse deficiencias.
El cerdo también requiere sal común. Las exigencias
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en hierro y yodo son siempre en menos cantidad, y sólo sepresentan en casos especiales.
El mejor método y más sencillo de prevenir deficiencias minerales consiste en poner a disposición del cerdoun pesebre con cuatro departamentos, conteniendo: a) Caliza en polvo. b) Harina de huesos. e) Sal común; y d) Unamezcla de cenizas de madera y carbón. Con esto, el instinto del cerdo basta para que él mismo se suplemente laración.
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La cuestión de las vitaminas es de innegable importancia teórica, pero justo es reconocer que su importanciapráctica suele ser exagerada por la charlatanería, empleada a veces incluso por los expositores de apariencia máscientífica. Quiere decirse con esto que las enfermedadespor carencia son de indudable gravedad y realidad; peroque en los animales domésticos (a diferencia de lo que ocurre en la especie humana) los regímenes de alimentaciónmás usuales suelen cubrir las principales deficiencias.
No puede perderse 'de vista el carácter provisional quehoy día ha de tener toda afirmación en este terreno, ya quecontinuamente se están descubriendo nuevos factores y laclasificación de éstos anda lejos de ser concreta y categórica. Sin embargo, y aunque sea un poco con brocha gorda(inevitable al querer aplicar en la práctica los resultadosde laboratorio), puede decirse que con cerdos normales yen cuya alimentación entre una generosa dosis de un forraje cualquiera verde y crudo, y otra de salvados de trigo, no hay que preocuparse en la práctica, de enfermedadespor carencia.
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De estos dos alimentos, la importancia del primero yase ha indicado en párrafos anteriores. Hay que subrayarque acaso su cuantía, al nivel que excluye enfermedadespor carencia, sea mayor de la "propina verde", que antessolía considerarse suficiente. En ausencia de categóricascifras sobre el particular, procure el ganadero pecar eneste punto por carta de más y no por carta de menos.
Si el alimento verde falta radicalmente o si los cerdosno reciben luz directa del sol, hay que dar, cuando se trata de cerditos jóvenes en fase de rápido crecimiento, algúnpreparado vitamínico, para lo cual puede indicarse queuna cucharada de aceite de hígado de bacalao por cabeza ydía, agregada al pienso, suministrará probablemente lasnecesarias vitaminas A y D.
Por lo que afecta a los salvados de trigo, su utilizacióncomo pienso de cerdos es tan corriente en nuestro país quecasi huelga toda indicación sobre ello. Si, aun faltando estos salvados, la base de la ración la compone la avena obien las patatas, tampoco es probable una carencia alimenticia, con la posible reserva de alguno de los factores contenidos en el compuesto que antes solía llamarse vitamina B2•
Si la base de la alimentación la constituye el maíz, laadición de una cierta cantidad de salvados de trigo pareceindispensable.. Hay que hacer notar además que la presencia en la ración de una cierta dosis (5 por 100 para cerditos pequeños y 10 para 100 para adultos) del salvado llamado de hoja es siempre conveniente, ya que éste actúacomo magnífico regulador del .aparato digestivo.
La composición de raciones apropiadas para alimentarcerdos es de sumo interés' desde otro punto de vista degran importancia para los criadores, que es el referentea las cantidades relativas que es capaz de producir un animal en magro y tocino.. Esta relación del magro al tocino la señala, en primer
término, el individuo y la raza que se explota; pero dentro de ella existe cierta elasticidad e influye la alimentación. Un cerdo joven, en luya ración predominan excesivamente las sustancias no proteicas, no podrá utilizar al máximo la tendencia a producir magro que a esa edad tiene(por falta de las i)roteínas necesarias), y tenderá a utilizar el sobrante de calorías en producción de grasas, menoseconómica en sí, y dará un tipo más graso en el sacrificioque el que normalmente hubiera tenido.'
Otro caso. Un cerdo recibiendo ración muy escasa. Sucrecimiento será lento, y llegará al peso corriente de sacrificio a una edad mucho mayor que la que normalmente hubiera alcanzado. Ahora bien: el cerdo, a medida que avanzaen edad, tiende a producir' más grasa en relación al. magro, y, por tanto, el efecto será, aunque por distinta causa,semejante al del caso anterior.
¿ Debe ser alimentado el cerdo, en ceba, hasta los límitesde su apetito? Así ha venido,diciéndose durante muchotiempo. La tendencia usual en los campos era, en efecto,cebar el cerdo muy lentamente, teniéndole todo el tiempoen una zona poco más alta que la de sostenimiento. Esto,ya se ha explicado antes, trae como consecuencia inevitable una eficiencia menor, y es, por lo tanto, antiecon6mica. Como reacción a estos errores, se marcó aún más la
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tendencia a aconsejar la alimentación al máximo, hasta losextremos límites del apetito.
Experiencias hechas últimamente en Inglaterra y Escocia indican, sin embargo, que tal tendencia ha podido serexagerada, y que si ciertamente alimentar a apetito es máseconómico que alimentar justo por encima del sostenimiento, acaso 10 sea todavía más, limitar la ración algo pordebajo del apetito.
En un experimento hecho por Blissett, • Aberdeen, secomparó un lote de cerdos alimentado a apetito con otroen que cada animal recibía al destete un kilogramo por díade pienso concentrado, y esta ración era aumentada en 125gramos por semana hasta llegar a una ración de tres kilogramos, que no era rebasada. LOS cerdos del lote racionado requirieron, por término medio, 45 kilogramos menosde pienso para alcanzar el peso de matanza, tardaron diezdías más en alcanzarlo y dieron canales de mejor calidad.Los resultados, en conjunto, les son favorables; pero hayque advertir que la restricción de pienso no fué grande,pues muchos cerdos no pasan de hecho, en apetito, de lascantidades suministradas a los cerdos racionados en laexperiencia de Aberdeen.
Todavía más reciente es la experiencia llevada a cabopor Mansfield, en Cambridge. Aquí, la restricción en ellote racionado fué algo más marcada que en la experiencia de Aberdeen. Los cerdos racionados tardaron un mesmás que los no racionados en alcanzar el peso de matanza,dieron canales de mejor calidad y necesitaron,' por término medio, 3,3 kilogramos de pienso por kilogramo de aumento, contra 3,6 en los no racionados.
Hay que advertir, sin embargo, que en es.ta experiencia la restricción no comenzó hasta que los cerdos rebasa-
ron los 30 kilogramos de peso vivo. A partir de este peso, yen un cerdo en ceba, puede haber, en efecto, cierta flexíbílidad del apetito en relación a las exigencias del organís-,mo; pero hasta ese peso, lo difícil, aun con un pienso concentrado, es hacer que el animal coma lo suficiente paracubrir las exigencias momentáneas de la fase aguda de sucrecimiento.
Un modo original de practicar la restricción del apetito fué el de las experiencias de J. Schmidt, en las cuales sesuprimía a los cerdos de ceba una de las dos comidas endos días distintos a la semana, equivaliendo en resumen aun día completo de ayuno. Los cerdos del grupo experimental así tratado acusaron un aumento ligeramente inferior al del grupo testigo; pero la utilización del piensofué marcadamente mejor, ya que, por término medio, necesitaron consumir por cada kilogramo de aumento, 8 por100 menos pienso que los del grupo testigo.
Bünger, en otras experiencias, compara dos grupos, delos que el uno fué alimentado por el sistema llamado de"pesebre lleno", es' decir, que se les repartía todo 10 queeran capaces de consumir hasta la hora del pienso siguiente, y los otros por el sistema de "pesebre vacío", es decir,que sólo se les repartía lo que eran capaces de comer enuna o dos horas a continuación del reparto. Ambos gruposacusaron un mismo aumento de peso, pero el segundo grupo necesitó 6 por 100 menos pienso que el primero para lograr un kilogramo de aumento en el peso vivo.
Se ve que también los experimentadores alemanes sehan preocupado de esta cuestión del apetito. Pero la reducción del consumo de piensos concentrados, con que dicha cuestión se enlaza, venía siendo enfocada en Alemania
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desde otro punto de vista también, es a saber: el fomentocreciente de la ceba de cerdos con raíces y tubérculos.
Las clásicas normas de Lehmann para la ceba a basede patatas y de raíces van siendo incluso rectificadaspor la fuerza de las circunstancias, que exigen un máximo ahorro de cereales. El método de Lehmann consistíaen dar el cereal y la mezcla concentrada como suplementoa las patatas y raíces, suministrando éstas a apetito. Lacantidad de suplemento era mantenida durante la cebaaproximadamente al nivel de un kilogramo por cabeza ydía, del que 700 gramos eran de cereal, y el resto, de los .piensos especiales, para proteínas y minerales. En losúltimos tiempos, empero, se ha llegado, sin inconveniente ninguno, a reducir los 700 gramos de cereal a 200,e incluso a suprimirlos totalmente. En unas recientes experiencias se comprobó, alimentando exclusivamente con patatas y la mezcla concentrada, que los cerdos lograban unaumento de 550 gramos por cabeza y día.
Paralelamente se aprecia también en la ceba alemanauna tendencia a reducir las dosis de proteína, no en los'cerdos sacrificados, como era costumbre, a los 100 kilogramos de peso, sino en aquellos cuya ceba se continúa.
. hasta los 150 kilogramos, y que cada día van siendo másnumerosos, a medida que los requerimientos de grasa parala alimentación imponen la consecución de tipos más intensamente cebados. Se indica, de los 100 kilogramos enadelante, como suficiente la dosis de 150 gramos de concentrados ricos en proteína, en lugar de los 300 gramos,que era norma usual para cerdos hasta los 100 kilogramos.
Pero ya no se detiene la cosa en la amplia utilizaciónde raíces y tubérculos. La atención de los ganaderos alemanes se orienta hacia las grandes masas verdes, y el cer-
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do, tradicionalmente considerado como animal consumidorde piensos, es obligado a adaptarse a un uso creciente deforrajes. Frólich y Lüthge, entre otros muchos experimentadores, han, dedicado atención a este problema. Desus experiencias resulta q.ue de uno a dos kilogramos dealfalfa verde, por cabeza y día, pueden con éxito ser empleados para cerdos en ceba (ya que sus buenos efectospara reproductores eran bien conocidos, y en páginas anteriores se aludió a ello).
Hasta la misma hierba de prados ha sido ensayadapara cerdos en ceba, aunque justo es reconocer que los resultados hasta ahora no pueden considerarse concluyentemente satisfactorios, ya que los aumentos logrados confuertes dosis de hierba de prados quedaron por bajo de losconsignados en la ceba usual. Hay que hacer constar, sinembargo, que se trata aquí de hierba empleada en período intensivo de la ceba, pues en cambio dió buen resultado realizar la ceba en dos períodos. Uno considerado comopreparatorio, con gran uso de forraje y limitado uso depiensos, y otro con proporciones invertidas, que es el período intensivo de la ceba. Huelga decir que este fraccionamiento del clásico método de ceba rápida y sostenida vaen la misma dirección que lo antes señalado haciendo referencia a limitaciones al apetito.
VI
De una manera general queda expuesto que la racióndel ganado de cerda debe componerse de suficientes cantidades de hídrocarburados, proteínas, sales de cal y fósforoy vitaminas. Todos estos principios nutritivos los encuen-
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tran los animales cuando a una ración fundamental, compuesta de cereales (yen algún caso de patatas o raíces), sele agrega la cantidad conveniente de leche desnatada o harinasÑ de carne o pescado, y forrajes verdes, tales como hojas de coles, alfalfa, trébol, etc., sin olvidar un suplemento'mineral.
Como complemento interesante se cree conveniente eldar a conocer tres experiencias recientes, dos de ellas llevadas a cabo en Inglatera y una en Alemania.
La primera ha sido ejecutada por T. J. Shaw, y tuvopor objeto medir los beneficiosos efectos que se obtienencompletando la ración corriente d-e salvados y cebada conalimentos ricos en proteína y con sales de calcio.
El ensayo se efectuó con tres grupos de lechones pertenecientes a la misma raza, cada uno de ellos compuestode seis animales, lo más iguales que se pudieron conseguiren peso, edad y sexo; de suerte que el peso de cada uno deloo grupos era el mismo..
Se tomaron además todas las minuciosas precaucionesnecesarias en ensayos de esta naturaleza; las cochiqueraseran idénticas desde todos los puntos de vista; las camasse renovaban en todas ellas los mismos días; el agua erasuministrada con la oportunidad necesaria, para que nopudiera falsear la cantidad de alimentos consumidos pOI'cada grupo de animales; el alimento se suministraba encantidad bastante para saciar plenamente el apetito de losanimales, permitiéndoles el consumo de los mismos durante treinta minutos, pasados los cuales se recogían y pesaban los sobrantes no consumidos para saber con certezacuánto había comido cada grupo; el peso de cada grupo sedeterminaba periódicamente a la misma hora para todos
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ellos; los alimentos consumidos en toda la duración del en-osayo se compraron antes de que éste diese prineípio, con elfin de que siempre fuesen idénticos, etc.,
Los alimentos que se usaron fueron 108 siguientes:_ """"~ --_ """'_.....-..-COMPOSICION llE LOS ALIMENTOS POR CIENTO
ALI.\IE"TOS ['SAUO."
Protel nu,Oxido Anhidrido
ele culcio. fosfórico._. -----------_...- ------------Harina de cebada .Salvados .Harina de ballena , .
12,77,16,7069,20
0,0480,0360,155
1,0411,6181,602
Un primer grupo, llamado A, recibió la ración, compuesta con las cantidades que siguen de los diversos constituyentes:
454 gramos de salvado.681 ídem de hartúa de cebada,68 ídem de harina. de carne de ballena.11 idem de óxido de calcio.
El segundo grupo, llamado E, recibió la misma raciónqué el A, con excepción del polvo calizo, que se le suprimió.
El tercer grupo, e, recibió la misma ración que el A, menos la harina de carne de ballena.
De esta suerte, el grupo A quedó alimentado con unaración bien compensada en hidrocarbonados, proteínas ysales de cal; el B se alimentó con una ración insuficiente encalcio, y el e, alimentado con salvados, cebada y polvo calizo, tenía una ración deficiente en proteína.
Los resultados obtenidos son los que muestran los cuadros que siguen: el primero, referente a los cuatro primeros meses del ensayo, y el segundo, al período final, hasta que los animales llegaron a alcanzar un peso aproximado para la carnicería.
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Canlidd d. lliPESO MEOIO POR CABEZA EN KG. m.nlJs 111 JI _._ ._ .".... mid 01 "1 lid.
tll""111 del11181.10 d. PIS'·
t.: octubre. 11 [,·lm'ro.
CUADRO 1
Grupo A:
Ración completa ................................. 11,80 73,09 3,8
Grupo B:
Racióp deficiente en cal ...................... 11,94 70,23 4,1
Grupo O:Raclón deficiente en proteína ............ 12,07 60,97 4,7
CUADRO IIAl terminar
11 febrero. ('1 engorde.
Grupo A:
Ra.ción completa ................................. 73,09 96,25 5,4
Grupo B:
Ración de1lclente en cal ..................... 70,23 95.34 6,6
Grupo o:Ra.ción de1lclente en protelna. ............ 60,97 97,16 5,0
El estado de ceba se prosiguió para cada grupo hastaque el peso medio por cabeza, en cada uno de' ellos, alcanzó la cifra conveniente al animal de carnicería, lo cual exigió que la duración total del período de alimentación fuesede ciento cincuenta y cuatro días para el grupo A, cientonoventa y uno para el grupo B y ciento sesenta y ocho parael grupo C.
En el grupo B se empezaron a presentar animales cojos desde la semana undécima, lo que exigió que se diesecarbonato de cal a los animales cuando el mal les impedíael servirse de las patas para procurarse la ración. El ape-
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tito en todos los animales de este grupo fué mucho peorque en los otros dos, lo cual alargó considerablemente elperíodo de alimentación, siendo la consecuencia el que senecesitasen en él las mayores cantidades de alimentos paraconseguir el aumento del kilogramo en el peso vivo.
Es digno de mención el que desde la semana décima delensayo los cerdos de este grupo B se dedicaron a 'lamer ycomerse el revoco de las cochineras.
Los animales del grupo e crecieron lentamente hastala semana vígéaimasegunda y necesitaron una gran cantidad de pienso para. aumentar un kilogramo en su pesovivo; pero después crecieron rápidamente, y los aumentosde peso exigieron, considerando la edad, cantidades de alimentos bastante reducidas, menores que las que exigió elgrupo A, lo que prueba que la ración rica en proteína, tanapropiada en la primera edad, deja de serlo más tarde, resultando más económica para la ceba la compuesta solamente de harina de cebada, salvados y carbonato de cal.
Considerando toda la duración del ensayo, los datosmás importantes recogidos en él se consignan en el cuadro que sígue :
Grupo A. GMlpO n. Grupo C.
CUADRO III
Peso medio por cabeza· al empezar elensayo (10 octubre) U,80
Peao medio por cabeza al 1inallzar elensayo '" •.. 96,211
N'dmero de d1aa necesarios para. alcan.zar el pellO final ..•...... '" '" 1M %
Aumento medio. d1ar1o, de peso porcabeza en kilogramos . O,MIS
KilograDlQS de allmentoe consumidospara aumentar el peso vivo en unkilogramo •.. .,2
11.940
96,84
191 %
0,431
".SIl
12,0'1
97,11
168
O,"
.,6
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Una última observación de importancia: las canalesdel grupo e tuvieron un descuento en el precio por tenermás tocino que las de los grupos A y B; -es decir, que la deficiencia en proteína de la ración se marcó en los animales,no permitiéndoles que desarrollasen sus músculos hastadonde eran capaces.
Los autores de esta experiencia concluyen, de acuerdocon los resultados' obtenidos en el Rowett Instítute, que ladeficiencia de la ración en cal produce en los cerdos unanotable depresión en el apetito, el retardo general del crecimiento, cojeras, parálisis y raquitismo en general. Ladeficiencia de la ración en proteína, si se encuentra bienprovista de cal y ácido fosfórico, se nota en los primerosmeses por el retardo en el desarrollo; pero cuando los animales son más viejos, a causa de sus menores necesidades
.en oeste alimento, se desarrollan normalmente.La harina de carne que se empleó en la experiencia
mencionada se eligió conteniendo muy poca cal. En general, este alimento está bien provisto de cal, por lo quecuando se la usa para compensar las deficiencias de 108 cereales, si se la emplea de suerte que no haya deficiencia enproteína, no" se hace necesario el empleo de ningún compuesto de calcio o fósforo para tener una ración bien compensada. Sin embargo, en razón de la variable composiciónde este alimento, convendrá asegurarse por el análisis deque la harina de .earne que vaya a emplearse contiene cantidades suficientes de los citados compuestos.
El segundo estudio que va a citarse de alimentación decerdos ha sido realizado también en Inglaterra, habiendosido llevado a cabo por T. B. Wood, J. B. 01'1' YC. Crowther,
. Desde 1916 se generalizó en todo el país el uss de racionar a los cerdos completando sus raciones de cereales con
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"harina de pescado. El aumento de consumo 00 este alimento produjo su encarecimiento, por lo que los autores, ensus experiencias metódicas, se propusieron investigar losalimentos que, con ventaja en el precio, podrían sustituir ala harina de pescado.
También les Indujeron a realizar la investigación lasquejas de los carniceros, que a veces se encuentran con animales cuya carne tiene sabor a pescado, por haberse prolongado el uso de la harina de pescado durante el períodode engorde, procurársela a los animales con exceso o contener demasiadas grasas.
Los resultados de la experiencia son interesantes paranuestro país, pues en numerosas comarcas no se disponede subproductos lácteos ni de harinas de carne o pescado,y aun los pastizales para cerdos son improductivos durante la mayor parte del año.
La harina de pescado es rica en proteína, sales minerales y vitaminas. De estas últimas, en vista de los resultados de diferentes ensayos, tienen los experimentadores lasensación de que en la crianza de cerdos se requieren cantidades mínimas, por lo cual los ensayos consistieron encomplementar la ración de cereales con harinas de Iegu- 'minosas y elementos minerales.
Huelga decir que se observaron durante el ensayo todaslas minuciosas precauciones necesarias para que los resultados que se obtuviesen fuesen aprovechables.
En una investigación preliminar se usaron las racionesque se indican en el cuadro que sigue:
Lou- l.'lW;IIElllE\'TES
Cereales,
Harina. de cebada 33,3Salvados 44,4Harina de mata 22.2Harina de pescado ..Harina de habas ..Mezcla mineral .."-a "
ti
Lote 2.' Lole 3.' Lote 4.'. . Cen·IlJ,·s
Ce r e n l e s C"reales -+ harma+ minera- -+ hariun de habas+ nllnera..
les. de habas. l.".32,8 26,1 25,943,7 34,8 34,521,8 17,4 17,2
21.7 21,41,64 1,06._.
2ZL
Lote 5.'Ce r eu l e«-t harina
d.· pescado.
30,040,020,010,0
La mezcla mineral tenía la composición siguiente:
Carbonato de cal 300 partes.Ba! eomün .. 300Oxido de hierro 30Yoduro potásico 1
.La duración de este ensayo fué de catorce semanas, obteniéndose los siguientes resultados:
Los cerdos alimentados con harina de habas adquirieron bastante pronto una especie de artritismo que les impedía el valerse de las patas para alimentarse; su pieldejó de tener el brillo de los animales sanos, cubriéndosede caspa. Aquellos animales que con la harina de habasrecibieron un suplemento mineral resistieron más a la enfermedad, aun cuando, como para. los anteriores, el malimpidió el que se pudieran obtener datos' sobre su desarrollo.
En el' grupo número 1, que se alimentaron solamentecon cereales, enfermaron todos los animales, excepto dos,sirviendo estos últimos de norma para deducir el peso deeste lote. Aun prescindiendo de los enfermos, el cracímíento de este lote fué sumamente deficiente, como puede verse en el cuadro que sigue.
Los animales del lote número 2, alimentados con cerea-
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les y mezcla mineral, se desarrollaron en buena salud yaumentaron de peso mucho más que los del lote número 1.En la primera mitad del ensayo crecieron bastante menosque los alimentados con cereales y harina de pescado; peroen la segunda mitad, en razón de que los animales, por sermás viejos, no tenían necesidad de tanta proteína, amboslotes tuvieron aumentos de peso equivalentes.
Los datos más interesantes recogidos en esta investigación previa fueron los que siguen:
Lote l.'Cereales
Kga.
Aumento de peso por cabeza. en lasseis primeras semanas 12,49
Aumento de peso por cabeza en las.seis semanas últimas 18,12
Aumento de peso por cabeza en losochenta y cuatro dial! '28,61
Aumento. medio por cabeaa y dla O,MO
TE
Lote 2.' Lote 3.'Cereales Cereales+ minera- + harina
les. de pescado
Kg•. Kgo,
lIS,42 22,811
31,G 32.23
48,815 M,158O,5G8 0,6IiO
- =Dos nuevas' series de experiencias confirmaron los re
sultados del cuadro anterior, deduciéndose que la raciónde cereales sola produce aumentos de peso equivalentes del40 al 50 por 100 de los producidos por la ración constituida por cereales y harina de pescado, mientras que la ración compuesta de cereales y mezcla mineral produce aumentos de peso equivalentes del 84 al 86 por 100 de la. ración de cereales y harina de pescado.
Una nueva serie de experimentos comprobó que el raquitismo observado cuando se alimentaban cerdos con cereales y leguminosas podía evitarse aumentando en la ración las dosis de la mezcla mineral, y en este 'caso se obte-
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nían además desarrollos tan considerables como cuandose empleaba la harina de pescado.
Con los datos conseguidos se efectuó una últimaserie de experiencias, con el fin de comparar diferentessustitutivos de la harina de pescado, ensayándose en ellasla harina de habas y las de turtos de cacahuet y soja.
Estos alimentos en comparación fueron agregados auna ración fundamental de cereales, que, para las diversasedades de los animales, se compuso con las cantidades quese expresan a continuación:
PESO "IV,O
13,62 a 31,78 kilogramos .31,78 a 63,56 o' ..
63,56 a 95,34 .
Salvudo.
45 partes.30...15
45 partes.6075
La composición de las raciones fué la que se indica enel cuadro que sigue: .
COMPOS1CION DE LAS RACIONES POR CIENTO EN LAS INVESTIGACIONES FINALES
XL&! !!&_ _ -_. 22!S
AI.DIE~TOS
Lote l." Lole 2.'ilarina <le' Harina de
1'(''''u<lo: habns,
Lolt' 3."Turlo <le
soja.
Lote 4. ~ Lote 5;Tu..lo de TUI'/os d.'
soja y "U·cncnhueto. cnhuete.
Ración fundamentaL .. 90 75.90 81,50 , 86.00 85,20Harina de pescado..... 10,Harina de habas........ 21,00Turto de soja............ 12,50 6,3Turto de cacahuete.... 11,00 5,4Mezcla mineral A ...... 3,1 3,0Mezcla mineral B ...... 3,0Nezcla mineral C ...... 3.10SVi"ZZ----- 'X 7
~-._._-.
Las diferentes mezclas minerales se compusieron comosigue:
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/
A
Caliza en polvo 1,5 partes.Harina de huesos.... 1,25S&I común 0,25OXido férrico 0,25Yoduro potásico 0,0004777 --
==.JI
1.3 partes.1,50,10,250,0004
a.. _*e
1,' ~,1,50.2 -fl0,250,0004
Se tUVO. en cuenta para componer estas mezclas el contenido mineral de.las diferentes raciones, con el fin de quetodos los resultados recibiesen las mismas cantidades deprincipios minerales.
Los resultados obtenidos fueron los que se indican enel cuadro adjunto:
L o T E S
l.-Harina de pescado .2.-Harlna de habas .3.-Turto de soja .4.-Turto de cacahuete ..5.-Turtos de soja y cacahuete ..
Aumento depeso vivo enkg. por ca-heza ). día.
0,5900,6040,636O,Ml50,586
Aumento depeso en relación al lote1:= 100.
10010310810199
AlimentosCOnSUI11 idospor kilo deaumento enel pes-o vivo.
4,00.,003,814,103,98
5ZE
Los resultados del cuadro anterior muestran que sepueden complementar las deficiencias de las raciones decereales con harinas de leguminosas, de suerte que se obtengan tan excelentes resultados en el crecimiento de loscerdos como cuando se emplean las harinas de pescado ocarne, siempre que las primeras sean suplementadas en lacantidad conveniente por una mezcla apropiada de compuestos minerales.
El sacrificio de todos los animales alimentados demostró que no existen diferencias en las carnes y las grasas delos que recibieron harina de pescado o de leguminosas,
(:;.•
1,"~.
"J).
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pero que son superiores a todos ellos las de los animalescriados solamente con cereales y suplemento mineral. Enestos últimos, las grasas son más consistentes y la carnemás fina.
Esta falta de calidad seguramente podrá corregirse sise ensancha la ración en el período de ceba; es decir, si seempieza alimentando a los animales jóvenes con la mezclade cereales, leguminosas y la mezcla mineral, y paulatinamente se va suprimiendo la harina de leguminosas, desuerte que la ceba se realice únicamente con cereales y alimentos análogos.
En cierto modo marca un contraste con las anterioresexperiencias, y por ello precisamente se ha elegido comoejemplo de las tendencias alemanas contemporáneas la experiencia realizada por Kirsch y Jantzon en Konigsberg,en la que tres grupos de cerdos, con un peso vivo medio de45 kilogramos al principio de la experiencia, fueron cebados de tal modo que, junto a una ración básica individual de un kilogramo de cebada y 200 gramos de harinade pescado, recibieron:
Grupo l: Patatas cocidas y remolacha forrajera picada, en relación de uno a dos, dándose el conjunto hasta ellímite del apetito.
Grupo JI: Lo mismo, pero variando la relación de patatas a remolacha, que era en esté grupo de uno a uno, osea a pesos iguales.
Grupo ,111: Lo mismo, pero con una relación ,de dos auno de patatas a remolacha.
Los diarios aumentos de peso por cabeza, hasta alcanzar un peso final de 100 kilogramos, fueron los siguientes:
604 gramos en el grupo l.662 gramos én el grupo n.
30
708 gramos en el grupo lII.Por medio de pruebas. de digestibilidad se comprobó
que para 50 kilogramos de aumento de peso fueron necesarias, en los tres grupos, aproximadamente, las mismascantidades de principios nutritivos digestibles (121 kilogramos de materia orgánica digestible y 16,5 kilogramosde sustancia nitrogenada digestible). Esto significa quelos principios nutritivos digestibles de la remolacha fueron utilizados de un modo igualmente completo que los delas patatas.
El mayor contenido en agua de la remolacha, así comotambién su mayor "lastre" (más fibra y peor digestibilidad), no han ocasionado ninguna desventaja-en las combínaciones que se detallaron.
Un cálculo de los costes de ceba indica el mayor consumo de cebada y harina de pescado (para un determinadoaumento de peso vivo) en los grupos racionados con mayorproporción de remolacha, cosa explicable por la menor materia seca de la ración total y consiguiente prolongaciónde la ceba. Pero este extracoste fué compensado por laconsiderable mayor baratura de la ración de remolachacomparada con la de patatas.
Como resultado de la experiencia los autores indicanque en explotaciones con amplia producción de raíces yproducción más limitada de patatas la dosis de estas últimas para la ceba de cerdos puede ser reducida de tal modoque por cada dos partes de raíces se dé sólo una de pata-'tas, y que esta combinación es perfectamente económica.
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