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VALORACIÓN AMBIENTAL M
La importancia del componente ambiental en el análisis y valoración de las
personas mayores, de su adaptación o de su capacidad funcional esta en relación
con las características tanto de los sujetos como del propio ambiente.
La introducción de modelos interactivos en la explicación del comporta
miento conlleva el prestar más atención a los estímulos ambientales, tanto desde el
punto de vista conceptual, como aplicado y en la investigación.
Modelos teóricos sobre relaciones persona-ambiente en la vejez
Existen algunas características definitorias de esta etapa vital que justifica
rían la formulación de modelos específicos.
La presencia de tres factores diferenciales de la vejez:
1. La relevancia de la dimensión temporal-longitudinal,
2. el cambio o las situaciones de cambio que se producen,
3. la estrecha relación entre salud y el comportamiento.
exigen un tratamiento conceptual particular de las relaciones entre la conducta y
el medio ambiente en la vejez (FDEZ. BALLESTEROS, 1989).
Capítulo 11. Valoración ambiental 203
§li«
La diversidad de formulaciones teóricas ha caracterizado el desarrollo de la
perspectiva ambiental del comportamiento en la vejez. Sin embargo, actualmente
predomina la tendencia a la unificación, ya sea a través de la integración de los
modelos anteriores (CARP, 1987), ya sea a través de la elaboración de modelos que
adaptan formulaciones generales del comportamiento a las condiciones específicas
de la vejez (FDEZ. BALLESTEROS, 1985, 1989; Moos, 1979, 1985).
Por todo ello, se presentan las aproximaciones teóricas más importantes.
1.1. Modelo Ecológico de Lawton
Bajo la denominación de MODELO ECOLÓGICO se encuentra la teoría
elaborada por LAWTON y sus colaboradores (1975), basada en la Teoría de Campo
de LAVIN (1951). De este autor toma Lawton la ecuación formulada para explicar
el comportamiento humano como el resultado de la relación persona-ambiente.
C= f (P. A; P x A)., siendo:
C= Comportamiento objeto de estudio.
A= Ambiente; siguiendo la teoría de MURRAY (1938), como las presiones
ambientales (alfa); «Ambiente Percibido» y (beta) «Ambiente Real».
P= variables de la persona: el nivel o grado de Competencia, definida como
límite teóricamente superior de la capacidad del individuo para funcio
nar en las áreas de la salud biológica, la sensación-percepción, la con
ducta motora y cognición (LAWTON, 1975).
La presión ambiental es percibida por Lawton como la demanda o el grado
de exigencia del ambiente sobre el individuo. La cualidad positiva o negativa de la
interacción entre la persona y el ambiente, puede ser determinada en función del
grado de competencia del sujeto.
El Modelo ecológico sobre la vejez sostiene que la conducta es una función
de la competencia del individuo y la presión ambiental de la situación (LAWTON,
1982; LAWTON y NAHEMOW, 1973). El comportamiento se considera resultado de
una combinación de la presión ambiental de una determinada magnitud, que actúa
sobre el individuo que tiene un grado específico de competencia.
Si la demanda ambiental fuera excesiva en relación con el nivel de compe
tencia de la persona mayor, el resultado sería la aparición de estrés y sus efectos
2 0 4 La valoración de las personas mayores: evaluar para conocer, conocer para intervenir
negativos; si por el contrario, la demanda ambiental fuera escasa, tendría una dis
minución de la competencia por falta de práctica de la misma.
Puede concluirse, por tanto, que el ambiente más favorable sería aquel cuyo
nivel de exigencia se situara en el límite máximo de competencia del sujeto.
A pesar de lo sugerente de este enfoque (CARP, 1987), se requieren esfuer
zos empíricos que traten de probar las predicciones que desde él pueden deri
varse.
1.2. Modelo de la Congruencia de Kahana
Por su parte, Kahana (KAHANA, 1975; KAHANA, LIANG y FELTON, 1980) ela
bora el llamado Modelo de Congruencia, entre las características ambientales y las
necesidades individuales, como forma de comprender el impacto del ambiente
sobre el bienestar y el ajuste de las personas mayores.
Según este modelo, la conducta de una persona está en función de la inte
racción entre sus necesidades y la posibilidad que existe en el ambiente para satis
facer las mismas.
La disonancia entre presión ambiental y necesidad llevará bien al intento del
control de la presión, bien, en su caso, al abandono del ambiente por parte del suje
to. Si por el contrario, la persona no puede controlar el medio y debe permanecer
en él experimentará estrés y malestar. El «Ambiente Óptimo» viene definido por el
grado en el que es congruente con las necesidades del individuo.
Los resultados hallados en un estudio realizado por KAHANA, LIANG y FEL
TON (1980) parecen ser una contrastación empírica de parte de este modelo que
permite justificar su parcial aplicabilidad a situaciones institucionales.
Por otro lado, el modelo de KAHANA constituye una de las principales for
mulaciones teóricas sobre la interacción persona-ambiente en la vejez, no sólo por
el esfuerzo de sistematización que encierra, sino también por el trabajo empírico e,
incluso, las elaboraciones derivadas a partir de él.
Las dificultades de este modelo se deben fundamentalmente a su compleji
dad. En general, el grado de operativización en el Modelo Ecológico y en el de
Congruencia parece insuficiente, y lo que también es importante, en ningún caso
se ha elaborado un sistema de evaluación apropiado que introduzca definiciones
operativas de todas las variables implicadas.
Capítulo 11. Valoración ambiental 2 0 5
1.3. Modelo Ecológico Social de Moos
Moos, en 1974, elaboró un modelo general sobre la relación persona-
ambiente que lo denominó sistema ambiental y personal.
El Modelo Ecológico Social, tiene un amplio rango de aplicabilidad a diver
sos tipos de ambientes: familias, residencias, hospitales, etc., y no es exclusivo de
la vejez.
Los dos sistemas interactúan entre sí e influyen sobre la salud y el bienestar
del individuo a través de la valoración cognitiva y la forma en la que el sujeto res
ponde a las situaciones vitales estresantes. A su vez, la ocurrencia de situaciones
vitales estresantes está en relación con las redes de apoyo social de la persona e
igualmente, estas redes se ven influidas por las situaciones estresantes que ocurren
en la vida.
1.4. Modelo de relación entre factores personales y ambientales y el cambio y la estabilidad de los residentes (Moos y LEEINKE)
Para Moos, los centros residenciales para ancianos pueden ser operati-
vizados desde un mismo marco conceptual desde el que desarrollar sistemas de
evaluación que permitan explorar la influencia de estos ambientes residencia
les sobre la salud y la adaptación. Moos propone un marco teórico que posi
bilite el análisis de los contextos institucionales y su influencia sobre las perso
nas mayores.
En este modelo la relación entre un sistema ambiental y un sistema perso
nal, y a consiguiente adaptación, están mediatizadas por la interpretación cogniti
va del sujeto y las respuestas de afrontamiento.
En el modelo, cada uno de los elementos se compone de distintos factores.
El sistema ambiental incluye el diseño físico del centro, su estructura organizativa,
las caracteísticas del conjunto de los residentes y la calidad de las relaciones inter
personales. El sistema personal abarca las características socio-demográficas del
individuo, sus recursos personales, tales como el estado de salud, sus habilidades
cognitivas y funcionales, y finalmente su autoestima.
1.5. Modelo ecológico-conductual (FDEZ. BALLESTEROS)
Basándose en el modelo propuesto por Moos y MITCHEL (1982), desde una
perspectiva ecológica conductual, Fernández-Ballesteros (1985, 1989) ha propues-
2 0 6 La valoración de las personas mayores: evaluar para conocer, conocer para intervenir
to un modelo para explicar las influencias ambientales, sociales y personales en la
salud y en la conducta en la vejez.
Este modelo reconoce la existencia de una interacción entre variables
ambientales y personales. Se reconocen dos tiempos el presente y el pasado. En el
pasado, se produce una relación del individuo (variables personales) con su entor-
no(variables ambientales) donde se han ido generando sus creencia, actitudes, esti
los de vida. Esa relación pasada sirve de modelo, influye en el presente en la inte
racción entre las variables contextúales (culturales, organizativas, sociodemográfi-
cas, etc.) y personales (creencias, actitudes) derivando así en un nivel de salud y en
pautas conductuales determinadas. Estas conductas generadas además pueden
actuar sobre el ambiente (variables contextúales) y sobre las personales (reperto
rios conductuales).
La categorización de las variables ambientales realizadas por Moos y LEIN-
KE (1979, 1984) ha sido ampliada con otros grupos de variables personales, psi-
cosociales y físicas con la inclusión de potenciales estresores o factores contextúa
les de cambio (FDEZ.-BALLESTEROS, DÍAZ, IZAL y GONZÁLEZ, 1987, 1988).
La contrastación empírica de este modelo ha sido efectuada parcialmente en los
trabajos que se han venido citando, demostrando su utilidad como marco conceptual
de desarrollo de hipótesis y predicciones. Las posibilidades del modelo en cuanto a la
generación de hipótesis o su poder explicativo deben ser, aún, exploradas.
La importancia del componente ambiental en el estudio de la adaptación
durante la vejez está en relación con determinadas características de los individuos
de más edad y lo que es más evidente, el caso de los ancianos que viven en institu
ciones.
De hecho constituyen el más importante fundamento empírico de posibles
intervenciones dirigidas de la modificación ambiental de cara a mejorar las condi
ciones de vida de las personas mayores.
2. Ambiente residencial Como pone de relieve (CARP, 1987) el enfoque de la relación entre ambien
te y vejez, se plantea como respuesta a determinados problemas sociales. Por su
parte la investigación sobre el binomio ambiente-vejez surge, en gran medida,
debido a la necesidad de evaluar el impacto de la institucionalización sobre las per
sonas mayores.
Capítulo 11. Valoración ambiental 207
Por otra parte los estudios iniciados durante la década de los sesenta sobre
los efectos negativos de la institucionalización de las personas mayores y sus posi
bles consecuencias, estrés, pérdida de salud, mortalidad, marcan el comienzo de la
investigación de las relaciones entre el ambiente y la vejez.
Posteriormente, en los años setenta, el interés es este área se extiende al estu
dio de la forma en el que diversos factores ambientales pueden afectar al compor
tamiento de las personas mayores. Paralelamente el diseño y la planificación
ambiental de los centros residenciales para ancianos adquieren gran importancia.
Todo ello condujo al planteamiento de cuestiones teóricas y empíricos desde
distintas disciplinas (arquitectura, psicología ecológica, gerontología social, traba
jo social, etc.,) e incluso se desarrollaron teorías para dar cuenta de las relaciones
entre ambiente y conducta en la vejez (KAHANA, 1975; LAWTON, 1977).
Las relaciones entre ambiente y vejez referidas al ambiente institucional ha
generado bastantes aplicaciones prácticas, esto es fácilmente explicables, ya que el
desarrollo de los estudios resulta más fácil en este tipo de ambientes.
Desde una perspectiva histórica, el estudio sobre la influencia del contexto
institucional en el comportamiento y bienestar de las personas mayores, partió de
la gran importancia del papel desempeñado por el contexto, si bien era concebido
como un macro concepto que no se trataba de operativizar (Moos, 1984).
Desde la perspectiva de los primeros estudios, que consideraba el ambiente
como un concepto global, el objetivo principal consistía en identificar las conse
cuencias de la institucionalización en sí misma, resaltando las más negativas como:
• Los ancianos estaban altamente despersonalizados (COE, 1965; KAHAN y
COE, 1969).
• Aislados (JACOBS, 1969).
• Muy poco vinculados con la comunidad (COE, 1965).
• Tendían a estar depresivos, infelices, intelectualmente ineficaces, dóciles,
sumiso, con una autoimagen negativa y bajo interés por su entorno (LIE-
BERMAN, 1 9 6 9 ) .
El interés por los posibles efectos perjudiciales del traslado de las personas
mayores a instituciones se remonta a los años cincuenta, aunque no hay estudios
documentales sobre este tema (GOFFMAN, 1981).
A comienzos de la década de los sesenta surgió la idea de que el Traslado a
una Institución, en sí mismo, podía tener un impacto significativo, una especie de
2 0 8 La valoración de las personas mayores: evaluar para conocer, conocer para intervenir
D efecto puro del traslado. Esto significó el comienzo de una línea de investigación
centrada en los efectos sobre los ancianos de su traslado a una residencia, traslado
interistitucional, intrainstitucional y, más específicamente sobre la mortalidad de
éstos.
Varios estudios indicaban un incremento de la tasa de mortalidad inmedia
tamente antes y después de la admisión en una institución (CoSTELLO y TANAKA,
1961), mientras que en otros no se hallaba este efecto (MARKUS y cois., 1971).
Así este hallazgo sobre resultados contradictorios ha tratado de explicarse
en la relación con la intervención en el proceso de ciertas variables potencialmen-
te relevantes, tanto personales como ambientales:
• EL GRADO DE CAMBIO AMBIENTAL, debido al ingreso en la insti
tución.
• LA VOLUNTARIEDAD influirá sobre los resultados del mismo.
• Estudios que se han centrado en la posible importancia de la NATURA
LEZA DEL PROPIO AMBIENTE INSTITUCIONAL (LIEBERMAN,
TOBIN y SLOVER, 1971) concluyeron que las características del medio en
el que ingresa el individuo constituyen el determinante principal de los
resultados que se producen.
• LOS EFECTOS DE LA PREPARACIÓN DEL INDIVIDUO PARA SU
INGRESO en el Centro, ZWEIG y CSANK, en 1975 aplicaron un progra
ma de preparación para aliviar la tensión, disminuir la ansiedad y cons
truir expectativas realistas con un grupo de personas mayores de 65 años
que padecían incapacidad crónica y necesitaban constante atención.
• LOS PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN EN LA ADAPTACIÓN
(LETURIA, 1999).
Concluyendo lo contradictorio de los datos con que contamos, debe inter
pretarse en el sentido de que el traslado a una institución si bien puede ser estre
sante, por sí mismo, no incrementa necesariamente la probabilidad de morir
(BOWP, 1983). Más bien parecen existir variables que intervienen en el proceso, e
influyen en los resultados del traslado. PASTALAN, en 1983, resume las variables
según los diferentes estudios:
1. La posibilidad de elección en cuanto al ingreso.
2. El grado de cambio ambiental.
3. El estado de salud del individuo.
Capítulo 11. Valoración ambiental 2 0 9
4. El grado de preparación.
5. La metodología del estudio.
El intento de identificar variables potencialmente relevantes para los
resultados consiguientes al ingreso en una institución ha supuesto no solo el
reconocimiento de la importancia de un enfoque multidimensional, como opo
sición a los enfoques iniciales sino también a puesto de relieve la importancia
de las características ambientales de la institución en relación con la satisfac
toria adaptación del nuevo residente (LIEBERMAN y TOBIN, 1985). De esta
forma a diferencia de los trabajos iniciales en esta área, el ambiente institucio
nal deja de ser considerado como un concepto global y se define en función de
sus características, lo que por otra parte, implica la posibilidad y necesidad de
evaluación.
Las características ambientales son muy importantes en los centros residen
ciales, pues afectan de manera muy relevante a la autonomía, al desempeño diario
y consecuentemente a la satisfacción y calidad de vida de las personas mayores que
viven en los mismos. Estas características ambientales no se limitan a las caracte
rísticas físicas; son también muy relevantes las organizativas, las características de
los residentes y del personal, las relaciones interpersonales y el clima social, entre
las principales (FERNÁNDEZ-BALLESTEROS, et al, 1992).
3. Instrumentos
3 .1 . Sistema de evaluación de residencias de ancianos (SERA) (FDEZ. BALLESTEROS, et al. 1996)
Es a partir de los años sesenta cuando empiezan a surgir diferentes trabajos
empíricos dedicados a la investigación sobre los efectos de la institucionalización.
En todos ellos existía una concepción de la institución como algo unitario que no
necesitaba ser definido.
En los años setenta se da una evolución de las disciplinas psicológicas y el
interés se centra en el ambiente habitado y en las complejas relaciones entre la mul
tiplicidad de características que lo integran y el comportamiento humano, ya que,
los dispares resultados obtenidos y la consiguiente controversia lleve a que los estu
dios empíricos contemplaran un mayor número de variables intervinientes (tanto
ambientales como personales).
2 1 0 La valoración de las personas mayores: evaluar para conocer, conocer para intervenir
Debido a esto, se hace evidente la necesidad de operativizar el ambiente y
evaluar unidades ambientales e interactivas (personas-ambiente) y, por lo tanto, de
contar con una metodología de evaluación que posibilite su adecuado examen.
A pesar de que se ve la necesidad de evaluación, se han desarrollado escasos
avances tecnológicos para dar cuenta del ambiente, y aún menos, de la interacción
entre los aspectos personales y ambientales. El trabajo desarrollado por Moos y
sus colaboradores en el Laboratorio de Ecología Social de la Universidad de Stan-
ford (USA),es una excepción, y supone el más importante esfuerzo para evaluar,
distintos contextos ambientales.
Moos, trató de construir un instrumento que diera cuenta, a diversos nive
les de complejidad, de un determinado ambiente: las residencias de ancianos. En
1979, Moos y Lemke publicaron una primera versión del «Multiphasic Enviro-
mental Assesment Procedure (MEAP)».
En España, desde hace diez años aproximadamente, Fdez. Ballesteros con la
colaboración de Moos, se ha venido ocupando, junto con un equipo de investiga
ción, de la extensión de la evaluación ambiental y su instrumentación en nuestro
país a través del Sistema de Evaluación de Residencias de Ancianos (SERA).
El SERA incluye la adaptación española del MEAP, junto con una serie de
dispositivos de medida que dan cuenta de las variables personales que se conside
ran relevantes en residencias de ancianos. Los dos parten de un modelo teórico
sobre las relaciones ambiente-conducta adaptativa de la vejez. Asumen que un
ambiente habitado integra aspectos físicos, organizativos, socio-demográficos de
los habitantes, psicosociales y personales o conductuales, amén de todas las inte
racciones que se establecen entre todos estos grupos de variables.
Con todo esto, lo que se pretende es resaltar que el SERA da cuenta parcial
del contexto que examina y que siempre podrá ser completado y seguramente, mejo
rado al ampliar el número de dimensiones ambientales y personales seleccionadas.
Todos los instrumentos que componen el SERA tienen en cuenta distintos
aspectos contextúales, personales e interactivos considerados de gran importancia
en centros residenciales para PM:
* Inventario de Características Arquitectónicas y Físicas (ICAF).
# Inventario de Características de Organización y Funcionamiento (ICOF).
• Inventario de Características de Personal y Residentes (ICPR).
• Escala de Valoración (EV).
Capítulo 11. Valoración ambiental 2 1 1
• Escala de Clima Social (ECS).
• Listado de Necesidades (LN).
• Cuestionario de Información Personal (CIP).
• Cuestionario de Satisfacción (CS).
También se han tenido en cuenta las diferentes conceptualizaciones de las
variables, y sobre todo, dando una respuesta a la polémica de la importancia del
«ambiente real» y «ambiente percibido».
En definitiva, es posible diferenciar entre «lo percibido» y «lo real», como
es posible diferenciar entre variables «contextúales» y «personales» del ambiente,
en un esfuerzo por clarificar niveles y tipos de análisis, así como evaluar todo ello,
utilizando distintos procedimientos y fuentes de información.
Utilidad y aplicaciones de la evaluación
• Este sistema de evaluación se puede aplicar en diferentes ámbitos y con
diferentes objetivos:
1. Descripción del medio ambiental: esta evaluación nos proporciona
una descripción comprensiva del funcionamiento de un centro en un
momento determinado. Permite obtener una descripción detallado
del contexto residencial para personas mayores con posibilidades
tanto de cuantificación como de análisis cualitativo de los diferentes
aspectos contextúales: físicos, organizativos, arquitectónicos, funcio
namiento *de residentes y personal y clima social, y aspectos perso
nales: habilidades funcionales, nivel de actividad, salud, satisfacción
y necesidades del contexto.
2. Comparación entre centros: tanto en cuanto a nivel de calidad de los
servicios ofrecidos por éstos como las relaciones entre las diferentes
características.
3. Planificación de intervenciones: permite el establecimiento de presu
puestos de relación que facilitarán la planificación de intervenciones
con el fin de diseñar tratamientos sobre aquellos aspectos del con
texto o personales que se consideren inadecuados.
4. Valoración de cambios ambientales: puede ser administrado en dife
rentes momentos de un centro para comprobar si se han producido
cambios debidos a la implementación de algún programa de inter-
2 1 2 La valoración de las personas mayores: evaluar para conocer, conocer para intervenir
vención, modificación y/o cambio, así como sirve de orientación con
vistas a una modificación o cambio necesario.
5. Proporcionar información sobre:
— Opinión de los residentes y personal que permite identificar pro
blemas y prevenir que alcancen proporciones críticas.
— Conocimiento de las relaciones entre el ambiente y el comporta
miento humano. Los resultados obtenidos de este conocimiento
pueden ser sometidos a manipulaciones estadísticas.
— Nuevos códigos de comunicación comunes entre el personal y los
residentes para poder discutir y analizar el Centro.
— El medio del que van a formar parte los nuevos residentes y
puede servir de guía y orientación.
Resumiendo, el SERA, puede constituir un modo de valorar la calidad de
servicios residenciales ofrecidos a los mayores. Los resultados pueden proporcio
nar al personal directivo y no directivo conocimientos que les ayuden a mejorar su
nivel de eficacia y comprensión del medio en el que desarrollan su trabajo, así
como pueden orientar en la planificación de nuevos Centros o en la implantación
de nuevos programas.
3.2. Descripción de las escalas e inventario del SERA
3.2.1 . Inventario de Características Arquitectónicas y Físicas (ICAF)
Este instrumento es una adaptación del «Physical an Arquitectural Features
Checkist», 1979 (PAF), incluido en el MEAP (Moos y LEMKE, 1979,1984), reali
zada por FDEZ. BALLESTEROS, IZAL y cois. Y evalúa las características arquitectóni
cas y físicas de los centros residenciales para ancianos.
Estas características se describen a través de ocho dimensiones en la que se
recogen aspectos como: localización del centro, características del entorno exterior
o las condiciones ambientales del interior del Centro.
Las técnicas de recogida de datos se realizan a través del Protocolo de Reco
gida de Información. En la cumplimentación de este instrumento han sido la obser
vación, medición de parámetros físicos, consulta de planos así como contacto con
miembros del personal, como es el caso de la persona encargada de mantenimiento.
Capítulo 11. Valoración ambiental 213
En el caso de no existir un plano con las medidas de las diferentes depen
dencias, se necesitará una cinta métrica y otro material necesario para el registro
de la información.
A modo de ejemplo presentamos las gráficas de resultados reales de un Cen
tro Gerontológico, con diferentes niveles de atención para personas mayores autó
nomas y dependientes, pero posiblemente sesgado por el alto nivel de dependencia
y carga asistencial. Como se aprecia en la gráfica el centro presenta problemas en
cuanto a accesibilidad a la comunidad mientras que el resto de aspectos se encuen
tra por encima de la media.
Gráfico 1. Características arquitectónicas y físicas
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3.2.2. Inventario de Características de Organización y Funcionamiento
(ICOF)
Este instrumento es una adaptación del «Policy and Organizational Cha-
racteritics» (POLIF), incluido en el MEAP (Moos y LEMKE, 1979, 1984), evalúa
las características de la organización y funcionamiento de centros residenciales
para ancianos.
• Se describe a través de nueve dimensiones.
2 1 4 La valoración de las personas mayores: evaluar para conocer, conocer para intervenir
1 • Las dos primeras dimensiones reflejan el grado en que la institución exige
a los residentes ciertos requisitos comportamentales.
• Las cuatro dimensiones siguientes examinan la relación entre la libertad
de acción individual y el orden y la estabilidad institucional.
• El último grupo de tres dimensiones pretende dar cuenta de la disponibi
lidad de servicios.
El Protocolo de Recogida de Información se utiliza mediante entrevistas con
el personal directivo y técnico, así como a través de observaciones directas para su
correcta cumplimentación.
Se presentan los resultados del mismo centro gerontológico donde se apre
cia una necesidad de incidir en mejorar el control de los residentes y en los aspec
tos relativos a la intimidad de los mismos.
Gráfico 2. Características de organización y funcionamiento
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3.2.3. Inventario de Características de Personal y Residentes (ICPR)
Este instrumento es una adaptación al SERA del «Resident an Staff Rosouces
Inventary Features» (RESIF), incluido en el MEAP (Moos y LEMKE, 1979, 1984).
Capítulo 11. Valoración ambiental 215
Evalúa las características de los habitantes del Centro, que se ha estudiado.
Las características y dimensiones a las que hace referencia son suprapersonales o
aquellas que definen a los grupos humanos tales como características sociodemo-
gráficos de los residentes, su nivel de actividad y funcionamiento y la utilización de
los servicios y actividades ofrecidas por el Centro.
Para la recogida de esta información ha sido necesario realizar entrevistas
con diferentes miembros del personal como: Trabajadora Social, Gobernanta,
Enfermera, Director, etc. En gráficas se aprecian bajas puntuaciones en habilidades
funcionales y actividades así como alta utilización de servicios de vida diaria debi
do al alto nivel de dependencia de los residentes.
Gráfico 3. Características de los residentes y personal
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3.2.4. Escala de Valoración
La escala de valoración supone una adaptación española del «Rating Scale»,
incluida en el MEAP (Moos, 1984).
La Escala de Valoración evalúa aspectos físicos, organizativos y de personal
o residentes a través de cuatro dimensiones. Dos de éstas están relacionadas con
2 1 6 La valoración de las personas mayores: evaluar para conocer, conocer para intervenir
las características ambientales y las otras dos con los aspectos organizativos de
residentes y/o personal.
La técnica de recogida de información ha supuesto una observación por
parte del evaluador de todos los aspectos a evaluar.
Una vez observado, se ha evaluado cada elemento según una escala de 4
puntos. Para evitar puntuar en una alternativa intermedia se aconseja anotar la
puntuación más baja cuando se tengan dudas sobre cuál de dos puntuaciones es
la más apropiada. Para obtener la puntuación directa, tomando sólo de refe
rencia el Centro que evaluamos, se utiliza el manual de Instrucciones de Correc
ción.
Para dar paso a realizar esta Escala de valoración ha sido necesario tener un
conocimiento más amplio de las dimensiones a evaluar. Para la toma de datos uti
lizamos el Protocolo de Recogida de Información.
3.2.5. Escala de Clima Social
Este instrumento es una adaptación realizada por Fdez. Ballesteros de la
«Sheltered Care Enviromental Scale» (SCES), incluida en el MEAP (Moos,
1984). El objetivo de esta escala es evaluar el ambiente psicosocial de una resi
dencia.
Moos entiende el clima social como «la personalidad de la residencia, como
una abstracción construida desde las percepciones que los habitantes de un con
texto tienen sobre ésta».
La ECS se compone de 63 ítems de respuesta dicotómica (SI/NO) referidos
a aspectos de funcionamiento y estructura de una residencia del tipo que se han
evaluado.
O Las siete subescalas se pueden agrupar en tres dimensiones.
• Relaciones personales.
• Desarrollo personal.
• Mantenimiento y cambio del sistema.
Este cuestionario se aplica a los residentes y personal de forma anónima. La
forma de cumplimentación es de forma autoaplicada para el personal y a través de
una entrevista personal a los residentes con una duración aproximada de 40 minu
tos. Los resultados del ejemplo aparecen en la gráfica.
Capítulo 11. Valoración ambiental 217
Gráfico 5. Escala de clima social
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3.2.6. Listado de Necesidades (LN)
Las necesidades son entendidas como variables del contexto percibido por
sus habitantes, significando la distancia entre lo que el Centro ofrece y sus habi
tantes desean.
• La evaluación de las necesidades tiene una doble utilidad:
• Quejas sobre lo existente.
ü Guía para producir mejoras en los servicios.
El Protocolo de Recogida de Información, se compone de doce elementos
que hacen referencia a los servicios más importantes de los ofertados por el centro.
Se preguntas sobre la posibilidad de mejora de dichos servicios con respues
ta cerrada (SI/NO). En caso de respuesta afirmativa se pasa a formular una res
puesta abierta sobre cómo podrían mejorar tales aspectos.
En las Instrucciones de Corrección se puede calcular el porcentaje de res
puestas afirmativas por los residentes por un lado y el personal por otro, expresa
como propuesta de mejora de los aspectos evaluados.
2 1 8 La valoración de las personas mayores: evaluar para conocer, conocer para intervenir
El Listado de Necesidades por categorías, hace referencia a aspectos de rela
ciones, características arquitectónicas, físicas, de organización, horarios, normas y
todo lo relativo a los deferentes servicios del centro, pudiendo añadir el entrevis
tado aquellos servicios que no aparezcan en la lista.
3.2.7. Cuestionario de Satisfacción
El Cuestionario de Satisfacción tiene como objetivo evaluar el grado o nivel
de satisfacción de los residentes relativo a distintos aspectos del centro en que habi
tan, incluyendo tanto características del centro como relaciones interpersonales.
3.2.8. Cuestionario de Información Personal
La información que nos ofrece el CIP tiene doble utilidad:
1. Conocer con los datos personales individualizados de los residentes de
aspectos como habilidades funcionales, a nivel de actividad, integración
en la comunidad y salud, de forma que facilite la labor interventiva.
2. Contratar con los datos obtenidos sobre los residentes en el ICPR (siem
pre que se aplique el CIP a un número representativo de residentes).
El CIP se compone de 44 elementos y recoge información sobre los aspectos
anteriormente nombrados y considerados de importancia para la población insti
tucionalizada. Para ello se utiliza el Protocolo de Recogida de Información.
También se incluyen otra serie de información relacionada con aspectos
sociodemográficos de los residentes: sexo, edad, estado civil, nivel de educación,
antigüedad en el Centro y motivos por los que ingresaron.
En este cuestionario también se ha utilizado la entrevista, por la dificultad
de los residentes tanto para la compresión como a la hora de la cumplimentación
en la forma autoaplicada.
3.2.9. El Informe
En el informe se recogen los resultados obtenidos de todas las escalas pasa
das e interpretadas para el responsable del Centro.
El objetivo del informe tiene que ver con la utilidad y aplicaciones que el
SERA tiene en Centros para personas mayores como:
• Describir el medio ambiental.
Capítulo 11. Valoración ambiental 2 1 9
• Comparaciones entre percepción de residentes y personal.
• Comparaciones entre variables o dimensiones evaluadas.
• Comparaciones entre centros.
• Valoración de los cambios ambientales y/o personales.
• Identificación de determinantes del clima social.
• Proporcionar información a nuevos residentes y personal.
El informe siempre está sujeto a variaciones que tienen que ver con el inter
valo de tiempo desde que se han pasado los cuestionarios hasta que se han elabo
rado el mismo, con lo cual, aunque se entiende que se trata de lo más aproximado
a la realidad.
Autoevaluación
1. ¿Consideras importante evaluar las características ambientales del centro en que desempeñas tu actividad profesional?
2. ¿ Qué influencia tiene el contexto y el ambiente en el comportamiento de las personas mayores que habitan en él?
3. Reflexiona sobre la relación entre el contexto en que vivimos y la calidad de vida tanto desde el punto de vista más objetivo como del subjetivo.
2 2 0 La valoración de las personas mayores: evaluar para conocer, conocer para intervenir