Pontevedra é boa vila, dá de beber a quen pasa

Para conocer Pontevedra, empezaremos dando un paseo por la zona antigua. Nos fijaremos en sus casas nobles con sus escudos de armas, soportales y plazas.

Partimos de la Basílica de Santa María, construida en el siglo XVI y costeada por el gremio de mareantes. Desplazándonos hacia la Plaza del Teucro nos encontramos

varios Pazos barrocos.

Visitaremos las plazas de Curros Enríquez y Méndez Núñez; nos acercaremos

también a otras plazas como la de la Verdura, o la de la Leña, esta última muy

popular, con soportales, galerías y un cruceiro en el centro.

Seguimos camino y llegamos a la Plaza de la Herrería. Con su bella

fuente del siglo XVI, junto a un amplio espacio, que incluye la Plaza de la

Estrella y los Jardines de Casto San Pedro.

Este es el corazón de Pontevedra, lugar de paseo y ocio para grandes y niños. Aquí también destacamos el convento de San

Francisco, y la iglesia de la Peregrina, nuestra patrona, construida con forma de viera y fachada curva a finales del siglo

XVIII.

Desde aquí, nos dirigimos hacia el río, y tras atravesar el puente de

Santiago, visitamos el Parque de Rosalía de Castro.

Llegaremos a la Isla de las Escultura, gran espacio abierto donde la naturaleza

está muy presente.

Muy cerca encontraremos el Pazo de Congresos y Exposiciones y el campus universitario. Regresaremos a la ciudad por el Puente del Burgo, de origen romano, pero sustituido en el siglo XII por otro de once arcos de medio punto, por donde transcurre el camino jacobeo portugués y aquí nos encontramos la capilla de Santiaguiño del Burgo.

Desde aquí partimos hacia el Mercado de Abastos, restaurado en el año 2003 por

César Portela.Nos acercamos a la Plaza de la Pedreira con el pazo barroco de Mugartegui, sede del Consejo Regulador de la Dominación de Origen Rías Baixas. Pasando por debajo de un arco nos dirigimos al Parador Nacional de Turismo, construido entre los siglos XVI y XVII.

Seguimos camino, por una zona muy concurrida de vinos y tapas, paseando por la Plaza de las Cinco Calles y otras calles típicas llegamos al Teatro Principal del siglo XIX y a la Casa de las Campanas.

Muy cerca la Plaza de España, donde se sitúan la casa Consistorial, también las ruinas góticas de Santo Domingo y espacios verdes que son restos de las antiguas huertas de los dominicos: la Alameda, los Jardines de Colón y los de Vicenti.

Desde aquí vamos a la Plaza de San

José, espacio para la cultura, ya que nos acercamos al Café Moderno, al Centro Cultural Caixa Galicia y al Centro Cultural Caixanova.Casi al final del paseo continuaremos por la Avenida Reina Victoria y San Roque hacia la Plaza de Toros, en cuyas cercanías podemos

visitar algunas antiguas casas de pescadores del barrio A Moureira, muy sencillas pero de gran

belleza.

Volvemos hacia la Alameda, terminamos en la Plaza de Alonso de Fonseca tras recorrer la Avenida de Santa María, donde aparecen las

casas de los Fonseca y Méndez Núñez.El visitante de Pontevedra no debe abandonar la ciudad sin pasear por la orilla de nuestro río

Lérez, donde podemos encontrar zonas muy agradables. Y también la playa fluvial.

No nos marcharemos sin visitar el Museo de Pontevedra: la sede principal la

constituyen dos pazos urbanos del siglo XVIII. Fundado en 1927 es una referencia fundamental

en el panorama museístico gallego, por la importancia y variedad de sus colecciones.

La pequeña ciudad del Lérez es un lugar pensado para toda la familia,

donde los más pequeños pueden disfrutar de la alegría de jugar al aire libre. Por eso, Pontevedra cuenta con parques para los peques como el de Barcelos o el de

la Alameda.

Las fiestas más importantes de Pontevedra son las de su patrona La

Virgen Peregrina, celebrada en el mes de Agosto. En este mes la ciudad se llena de eventos como corridas de toros, ferias, verbenas y conciertos. Un mes después disfrutamos de la Feira Franca donde se representa el esplendor de la Edad Media.

Ismael Cardalda Vidal 6ºA