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Introducción:
Para realizar este trabajo he comparado las 28 creencias fundamentales que
sostiene la Iglesia Adventista del Séptimo Día con las creencias bautistas. En ambos
casos, tanto adventistas como bautistas, hablo de sus vivencias en España y en la
actualidad. Es por ello que mis fuentes fundamentales serán las páginas webs oficiales
de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España y de la Unión Evangélica Bautista
de España. La composición del trabajo es la siguiente: exposición de cada doctrina
adventista y comparación con el pensamiento bautista; tras ello, habrá una breve
conclusión.
Las Santas Escrituras:
Las Santas Escrituras, el Antiguo y el Nuevo Testamento, son la Palabra de Dios
escrita, dada por inspiración divina por intermedio de santos hombres de Dios que
hablaron y escribieron al ser movidos por el Espíritu Santo. En esta Palabra, Dios ha
transmitido al ser humano el conocimiento necesario para la Salvación. Las Santas
Escrituras son la infalible revelación de la voluntad divina. Son la norma para el
carácter, la prueba de la experiencia, la revelación autorizada de doctrinas, y el registro
confiable de la actuación de Dios en la historia. Textos bíblicos que apoyan esto: 2 Pe
1:20-21; 2 Ti 3:16-17; Sal 119:105; Pr 30:5 y 6; Is 8:20; Jn 10:35; 17:17; 1 Ts 2:13;
Heb 4:12.1
Visión Bautista: Creen que la Santa Biblia fue escrita por hombres divinamente
inspirados, pero su autor intelectual es Dios mismo. En Ésta vemos el objeto de la
salvación y el contenido de la verdad, sin mezcla de error. Además, es una fuente
inagotable de inspiración cristiana. Con ella, se examina y se forja el carácter. Textos
1 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Las Santas Escrituras, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
1
bíblicos que apoyan esto: 2 Ti 3:16-17;2 Pe1:21; 2 S 23:2; Hch 1:16; Pr 30:5-6; Jn
12:47; 17:17; Ro 2:12; 3:4; Ap 22:18-19; 1Co 4:3; Lc 10:10, 16; 12:47, 48.2
¿Creen los Adventistas que los escritos de Elena G.White estén a la misma
categoría que la Biblia? No creen que los escritos de Elena White tengan la misma
categoría que la Sagrada Escritura. Tampoco opinan que tenga una aplicación universal,
como lo puede tener la Biblia. Y no se los considera como únicos e inigualables como
patrón por el cual todos los demás escritos son juzgados (esto únicamente se lo dan a la
Biblia).3 ¿Pero es esto cierto? Los Adventistas califican a los escritos de Elena White
como “consejos inspirados por el Señor”, diciendo también que el Espíritu Santo le
reveló acontecimientos importantes, además de darle instrucciones sobre los últimos
días.4 Si esto es cierto, ¿quién se atrevería a criticar o refutar los escritos de Elena White
si son inspirados por Dios al igual que la Biblia? ¿Es posible que estos escritos
inspirados por el Señor contradigan las Sagradas Escrituras?5
Trinidad6
Ambos coinciden en que hay un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, una
unidad de tres Personas coeternas. Creen que Las Escrituras enseñan que hay un Dios
viviente y verdadero.
2 Unión Evangélica Bautista Española, Confesión de Fe, http://www.uebe.es/definicion/ confesion/confesion.htm (Consultado el 26 de noviembre de 2012); Principios bautistas, http://www.uebe.es/definicion.php?opcion=principios (Consultado el 26 de noviembre de 2012) y Adolfo de Silva, Evangélicos Bautistas, ¿Quiénes somos? (Valencia: Unión Evangélica Bautista Española, 2005), pp. 23-25.
3 Antonio Hoekema, Adventismo del Séptimo Día (Grand Rapids, Michigan: ed. Subcomisión Literatura Cristiana, 1977), p. 18.
4 Íbid., p. 20.5 Íbid., p. 20.6 Ver anexo sobre Trinidad.
2
Dios Padre
Dios, el Eterno Padre, es el Creador, el Originador, el Sustentador y el Soberano
de toda la creación. Él es justo y santo, misericordioso y clemente, tardo en airarse, y
grande en constante amor y fidelidad. Tanto Adventistas como Bautistas piensan igual.
Dios Hijo:
Dios, el Hijo Eterno, se encarnó en Jesucristo. Por medio de Él todas las cosas
fueron creadas, se revela el carácter de Dios, se consuma la salvación de la humanidad y
es juzgado el mundo. Verdadero Dios por siempre, también llegó a ser verdaderamente
hombre, Jesús el Cristo. Fue concebido por el Espíritu Santo, y nació de la virgen
María. Vivió y experimentó la tentación como ser humano, y ejemplificó perfectamente
la justicia y el amor de Dios. Jesús sufrió y murió voluntariamente en la cruz en nuestro
lugar por nuestros pecados, fue resucitado de entre los muertos y ascendió para
ministrar en el santuario celestial en nuestro favor. Vendrá de nuevo en gloria para la
liberación final de Su pueblo y la restauración de todas las cosas. Textos bíblicos que
apoyan esto: Lc 1:35; Jn 1:1-3,14; 5:22; 10:30; 14:1-3; 14:9; Co1:15-19; Ro 5:18; 6:23;
1 Co 15:3-4; 2 Co 5:17-19; Fil 2:5-11; Heb 2:9-18; 4:15; 7:25; 8:1-2; 9:28; 1 Pe 2:21;
Ap 22:20.7
Visión Bautista: Envuelve a los creyentes y domina sobre otro cualquier
aspecto de la fe y práctica. Jesucristo es el único que ha recibido autoridad del Dios
Padre. Por ello tiene preminencia absoluta sobre todo lo creado.8 El Adventismo cree
completamente en la deidad de Cristo, pero ¿qué es el santuario celestial del que
hablan?
7 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Dios Hijo, http://adventistas.es /creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
8 Silva, p. 175.
3
Santuario Celestial
Hay un santuario en el Cielo, el tabernáculo verdadero levantado por el Señor y
por el hombre. En él, Cristo intercede en nuestro favor, haciendo accesibles a los
creyentes los beneficios de su sacrificio expiatorio ofrecido una vez para todos en la
cruz. Él es nuestro gran Sumo Sacerdote comenzó su ministerio intercesor en el
momento de su ascensión. En 1844, a final del período profético de los 2.300 días,
inició la segunda y última fase de su ministerio expiatorio. Es una labor de juicio
investigador que forma parte de la disposición final de todo pecado. El juicio
investigador revela a las inteligencias celestiales quiénes de entre los muertos que
duermen en Cristo y por lo tanto, en Él, son juzgados dignos de tener parte en la primera
resurrección. También se hace manifiesto quiénes, de entre los vivos, están morando en
Cristo, guardando los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, y en Él, por lo tanto, están
preparados para ser trasladados a su reino eterno. Este juicio vindica la justicia de Dios
al salvar a aquellos que creen en Jesús. La culminación de este ministerio de Cristo
señalará el fin del tiempo de gracia para los seres humanos, antes del segundo
advenimiento. Textos bíblicos que apoyan esto: Heb 8:1-5; 4:14-16; 9:11-28; 10:19-22;
1:3; 2:16-17; Dn 7:9-27; 8:13-14; 9:24-27; Nm 14:34; Ez 4:6; Lv16; Ap14:6-7; 20:12;
14:12; 22:12.9
Visión Bautista: No perciben esto. El Adventismo enseña que la obra de
salvación no fue completa por medio de la muerte de Jesucristo, y que esa obra la ha
estado completando desde 1844. Podemos decir que Cristo entró al lugar santísimo al
ascender a los cielos, hace más de 1900 años y no en 1844 (Heb. 6:19-20; 8:1-2;
9:11,24). También recalcamos que Cristo hizo la purificación de nuestros pecados al
9 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Santuario Celestial, http://adventistas.es/ creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
4
morir en la cruz y no a partir de 1844 (Heb. 1: 3).10 Además, hablando del camino de la
salvación, los bautistas dicen: “…resucitando después de entre los muertos, y desde
entonces entronizándose en los Cielos…”11
Preguntas sobre Doctrina dice:12 Desde el día de su ascensión hasta el 22 de
octubre de 1844, la obra de Cristo fue comparable al ministerio diario de los sacerdotes
del A.T., y resultó en el perdón de los pecados sin que éstos fuesen borrados. Pero a
partir del 22 de octubre de 1844 Cristo comenzó aquella fase de su ministerio destinada
a borrar los pecados, comparable a la obra del Sumo Sacerdote en el Día de Expiación.”
Pero Dios dice que de nuestros pecados no se acordará más (Heb. 10:17).13
También el Adventismo habla del juicio investigatorio, ¿a qué se refieren?
Durante el tiempo de juicio, que comenzó en 1844 y continúa hasta ahora, se consideran
los nombres de todos los creyentes profesantes muertos y vivos, comenzando por los
primeros. Tras esto se analiza cuidadosamente la vida de cada uno y Cristo aboga por él;
los registros (Ap.20:21) revelarán que sus pecados han sido confesados y perdonados o
no. Dependiendo de esto pasará o no a la primera resurrección.14
Dios Espíritu Santo:
El Espíritu Santo, desempeñó una parte activa con el Padre y el Hijo en la
creación, encarnación y redención. Inspiró a los escritores de las Escrituras. Llama y
convence a los seres humanos y, a aquellos que le responden, les renueva y transforma a
la imagen de Dios. Es la misma percepción de ambos grupos.15
10 José Girón, Los Adventistas del Séptimo Día y sus Doctrinas (Miami, Florida: ed. Vida, 1979), p. 124.
11 Silva, p. 37.12 Hoekema, p. 34.13 Girón, p. 125.14 Hoekema, pp. 34-35.15 Ver anexo sobre Dios Espíritu Santo.
5
La Creación
Dios es el Creador de todas las cosas, y ha revelado en las Escrituras el auténtico
relato de Su actividad creadora. En seis días el Señor hizo “el cielo y la Tierra” y todo lo
que tiene vida sobre la Tierra, y descansó el séptimo día de esa primera semana. De este
modo estableció el Sábado como un memorial permanente de su trabajo creativo
completo. El primer hombre y la primera mujer fueron creados a la imagen de Dios
como coronación de la Creación, se les dio dominio sobre el mundo y se les dio la
responsabilidad de cuidarlo. Textos bíblicos que apoyan esto: Gn.1 y 2; Éx. 20:8-11;
Sal. 19:1-6; 33:6, 9; 104; Heb.11:3; Jn. 1:1-3; Col. 1:16-17.16
Visión Bautista: Los Adventistas creen en la creación del mundo en siete días
literales, por lo que van en contra de todo proceso evolutivo.17 Sin embargo, nosotros
creemos que es una forma de expresión que utiliza el redactor.
Naturaleza del hombre
El hombre y la mujer fueron formados a imagen de Dios con individualidad, con
el poder y la libertad de pensar y actuar. Aunque fueron creados como seres libres, cada
uno es una unidad indivisible de cuerpo, mente y espíritu, dependientes de Dios para la
vida, el aliento y todo lo demás. Cuando nuestros primeros padres desobedecieron a
Dios, negaron su dependencia de Él y cayeron de su elevada posición bajo Dios. La
imagen de Dios en ellos fue desfigurada, pasando a estar sujetos a la muerte. Sus
descendientes comparten esa naturaleza caída y sus consecuencias. Nacen con las
debilidades y tendencias al mal. Pero Dios en Cristo reconcilió consigo al mundo y a
través de su Santo Espíritu restaura en los mortales penitentes la imagen de su Hacedor.
16 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: La Creación, http://adventistas.es/ creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
17 Hoekema, p. 26.
6
Creados para la gloria de Dios, son llamados a amarle y amarse los unos a los otros, y
cuidar del medio ambiente. Textos bíblicos que apoyan esto: Gn. 1:26-28; 2:7,15; 3;
Sal. 8:4-8; 51:5,10; Hch. 17:24-28; Rom. 5:12-17; 2 Co. 5:19,20; 1 Jn 4:7-8, 11, 20.18
Visión Bautista: Creemos que Las Escrituras enseñan que el hombre fue creado
en santidad, imagen de Dios; pero que por la transgresión voluntaria cayó de aquel
estado santo y feliz, por cuya causa todo el género humano es ahora pecador, hallándose
por naturaleza enteramente desprovisto de la santidad que requiere la ley de Dios y por
lo mismo bajo justa condenación. Textos bíblicos que apoyan esto: Gn. 1:27; 3:4-6; Ec.
7:29; Rom. 5:12; 1:20; Sal. 51:5; Ef. 2:3; Ez. 18:20.19 Podemos afirmar que tienen la
misma visión ambos.
El Gran Conflicto:
Toda la humanidad está involucrada en un gran conflicto entre Cristo y Satanás,
en cuanto al carácter de Dios, su Ley y su soberanía sobre el Universo. Ese conflicto se
originó en el Cielo, cuando un ser creado, dotado de libertad de elección, por exaltación
propia se convirtió en Satanás, el adversario de Dios, y guió a la rebelión a una parte de
los ángeles. Él introdujo el espíritu de rebelión en este mundo cuando indujo a Adán y
Eva a pecar. El pecado de la humanidad distorsionó la imagen de Dios en el ser
humano, el desorden en el mundo creado y su eventual devastación en el momento del
diluvio mundial. Observado por toda la Creación, este mundo se convirtió en el
escenario del conflicto universal, del cual será finalmente reivindicado el Dios de amor.
Para asistir a su pueblo en esta controversia, Cristo envía su Santo Espíritu y ángeles
leales para guiar, proteger, y sostenerlos en el camino de la Salvación. Textos bíblicos
18 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Naturaleza del Hombre, http://adventistas.es/ creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
19 Silva, pp. 31-33.
7
que apoyan esto: Ap. 12:4-9; Is. 14:12-14; Ez. 28:12-18; Gn. 3; 6-8; Ro.1:19-32; 5:19-
21; 8:19-22; 2 Pe. 3:6; 1 Co. 4:9; Heb. 1:14.20
Visión Bautista: Hablando de la santificación los Bautistas dicen: “…que la
desarrolla en el corazón fiel la presencia y poder del Santo Espíritu, sellador y
consolador, empleándose continuamente los medios señalados…Palabra de Dios y
también el examen propio, la abnegación, la vigilancia y la oración…”;21 Opino que los
Bautistas opinan igual que el Adventismo, salvo por la palabra “ángeles”. Sería más
adecuado hablar del Espíritu Santo únicamente.
Refiriéndonos también a Satanás y al pecado, los Adventistas enseñan que
Satanás cargará con todos nuestros pecados, como víctima propiciatoria. ¿Es esto
cierto? No, es Cristo quien ha cargado con nuestros pecados y culpas (1 Co. 15:3; Gal.
1:4; 2 Co.5:19, 21; Col. 1:2; 2:14…).22
Vida, muerte y resurrección de Cristo23
En la vida de Cristo, Dios proveyó el único medio de expiación del pecado
humano. Esta postura es igual entre ambos grupos.
La Experiencia de la Salvación24
Aquí vemos la doctrina de la regeneración y la perseverancia de los santos.
20 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: El Gran Conflicto, http://adventistas.es/ creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
21 Silva, pp. 60-61.22 Walter Manuel Montano, Conversaciones con los adventistas (Lima, Perú: ed. El Inca, sin
fecha), pp. 70-71.23 Ver anexo sobre Vida, Muerte y Resurrección.24 Ver anexo sobre La Experiencia de la Salvación.
8
Creciendo en Cristo25
Ambos tienen la misma visión, en la nueva libertad que tienen por medio de
Jesús, somos llamados a crecer en la semejanza de su carácter.
La Iglesia26
Un aspecto distintivo es que ellos se denominan la “iglesia remanente”. Se
consideran la iglesia remanente porque tienen el don del Espíritu. Además defienden
que son la iglesia remanente porque guardan los mandamientos de Dios, en contraste a
otros grupos cristianos; porque tienen el testimonio de Jesucristo (en Ap.19:10 se define
éste como el don del Espíritu, por lo tanto, esto lo vemos en Elena G. White).27
El Remanente y su misión28
Está bastante relacionado al punto anterior, ya que el Adventismo se ve como la
Iglesia Remanente.
Unidad en el cuerpo de Cristo29
Para ambos es una agrupación de fieles que tienen una misma fe y esperanza,
que practican las ordenanzas de Cristo. Este principio es similar entre ambos.
El Bautismo30
25 Ver anexo sobre Creciendo en Cristo.26 Ver Anexo sobre La Iglesia.27 Hoekema, p. 44.28 Ver Anexo sobre El Remanente y su misión.29 Ver anexo sobre Unidad en el Cuerpo de Cristo.30 Ver anexo sobre El Bautismo.
9
En ambos grupos es igual, rechazan el bautismo infantil y sostienen que la fe, el
arrepentimiento y la aceptación de cristo son pre-requisitos para el bautismo, que se
hace por inmersión.31
La Cena del Señor32
Para los dos grupos, representa la conmemoración de la muerte de Jesús,
proclamando así la fe que uno tiene. La preparación para la Cena incluye el examen de
conciencia, arrepentimiento y confesión.33
Dones y Ministerios Espirituales34
Tanto Adventistas como Bautistas conciben este punto de manera similar: Dios
da dones espirituales a los creyentes para el beneficio de la congregación.
El Don de Profecía
Uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este don es una
característica distintiva de la Iglesia remanente y fue manifestado en el ministerio de
Ellen G. White. Como mensajera del Señor, sus escritos son una continua y autorizada
fuente de verdad y proporcionan consuelo, guía, instrucción y corrección a la Iglesia.
Sus escritos también dejan claro que la Biblia es la regla por la que debe ser probada
toda enseñanza y experiencia. Textos bíblicos que apoyan esto: Jl. 2:28-29; Hch. 2:14-
21; Heb.1:1-3; Ap.12:17; 19:10.35
Visión Bautista: Los Bautistas no están de acuerdo con las obras de Elena G.
White, además de hablar de la iglesia remanente. En principios Adventistas anteriores 31 Hoekema, p. 49 y James Giles, En esto creemos (Barcelona: ed. Casa Bautista de
Publicaciones, 1977), p. 72.32 Ver anexo “La Cena del Señor”.33 Silva, p. 81-83 y http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ 34 Ver anexo sobre Dones y Ministerios Espirituales.35 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: El Don de Profecía, http://adventistas.es/
creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
10
hemos estado hablando de Elena G. White y la iglesia remanente, por lo que no volveré
a mencionarlo aquí.
La Ley de Dios
Los grandes principios de la Ley de Dios están incluidos en los Diez
Mandamientos y ejemplificados en la vida de Cristo. Expresan el amor, la voluntad y
los propósitos de Dios respecto la conducta y relaciones humanas, y son vinculantes a
todas las personas de todas las épocas. Esos preceptos constituyen la base del pacto de
Dios con su pueblo y la norma en el juicio de Dios. A través de la intervención del
Espíritu Santo, los Mandamientos señalan el pecado y despiertan el sentido de
necesidad de un Salvador. La Salvación es completamente por gracia y no por obras,
pero el fruto de ella es la obediencia a los Mandamientos. Esta obediencia desarrolla el
carácter cristiano y resulta en un sentido de bienestar. Es una evidencia de nuestro amor
por el Señor y de nuestra preocupación por el prójimo. La obediencia de fe demuestra el
poder de Cristo para transformar vidas, y por lo tanto fortalece el testimonio cristiano.
Textos bíblicos que apoyan esto: Éxodo 20:1-17; Salmo 40:7-8; Mateo 22:36-40;
Deuteronomio 28:1-14; Mateo 5:17-20; Hebreos 8:8-19; Juan 15:7-10; Efesios 2:8-10; 1
Juan 5:3; Romanos 8:3-4; Salmo 19:7-14.36
Visión Bautista: Conforme a lo que esta definición de principio Adventista dice
los Bautistas están de acuerdo, pero si analizamos qué es lo que entienden por ley (hay
dos leyes) hay un distanciamiento. Los Adventistas hablan de ley moral y ley
ceremonial. La ley moral es aquella que se encuentra en el decálogo, mientras que la ley
ceremonial es la ley de Moisés (sacrificios, ritos y ordenanzas exteriores), que concluyó
con la cruz. Sin embargo, esta postura es errónea, ya que uno solo es el dador de la Ley
36 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: La Ley de Dios, http://adventistas.es/ creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
11
(Stg. 4:12; Is. 33:22) y en muchas ocasiones a una ley se la denomina como la otra y
viceversa (ambas expresiones son intercambiables: 1 Cro.16:40; Lc.2:22-23; Heb.
10:28…).37
El Sábado
El bondadoso Creador, después de los seis días de la Creación, descansó el
séptimo día e instituyó el Sábado para todo el mundo como recordativo de la Creación.
El cuarto mandamiento de la inmutable Ley de Dios requiere la observancia de este
séptimo día sábado como día de descanso, adoración y ministerio en armonía con las
enseñanzas y prácticas de Jesús, el Señor del Sábado. El sábado es un día de agradable
comunión con Dios y unos con otros. El sábado es una señal perpetua de su pacto eterno
entre Él y su pueblo. Textos que apoyan esto: Gn. 2:1-3; Éx. 20:8-11; 32:13-17; Lc.
4:16; Is. 56:5-6; 58:13-14; Mt.12:1-12; Mc 1:32; 2:27-28; Ez. 20:12, 20; Dt. 5:12-15;
Heb.4:1-11; Lv. 23:32.
Visión Bautista: los Adventistas imponen la obligación del sábado, pero hasta
qué punto llevan la razón. En el N.T. no se repite este mandamiento, por lo que
debemos hablar de la abrogación del sábado. Os.2:11; Is.1:13-14; Col. 2:16; Ro.14:5-6;
Gal. 4:9-10, entre otros, nos hablan de esto. Una de las objeciones comunes de los
Adventistas es decir que Jesús observó el sábado, sin embargo Él nació bajo la ley
(Gal.4:4) es por ello que hizo esto. Si los Adventistas se rigen con este mandamiento
tendrían que regirse con toda la ley mosaica, y no sólo con una parte.38 En esto difieren,
aunque en la observancia de un día para el Señor coinciden.39
37 Girón, pp. 35-37.38 Íbid., pp. 43-44.39 Silva, pp. 85-87.
12
Mayordomía40
Ya sea Adventistas como Bautistas ven la mayordomía como el privilegio que
Dios nos ha dado para crecer en el amor. La mayordomía abarca desde la consagración
de la vida, hasta las posesiones.
Conducta Cristiana41
Tal como la describen los Adventistas del Séptimo Día de España, en ciertos
puntos parece tender al legalismo o conservadurismo un tanto vigoroso. Asuntos como
la vestimenta o la diversión pueden ser radicales y caer en un “fariseísmo”. La postura
Bautista es la misma a la Adventista, aunque hay que tener en cuenta lo dicho
anteriormente.
Matrimonio y Familia42
La postura que ambos toman es que el matrimonio fue divinamente establecido
en el Edén y confirmado por Jesús. Para el cristiano, el compromiso matrimonial es con
Dios así como con el cónyuge, y solamente debe ser asumido entre parejas que
comparten la misma fe.
La Segunda Venida de Cristo43
Adventistas y Bautistas ven la segunda venida de Cristo como el punto clímax
del Evangelio. Habrá un juicio en el que justos e impíos tomarán un rumbo, debido al
juicio de Dios.
Muerte y Resurrección44
40 Ver anexo sobre Mayordomía.41 Ver anexo sobre Conducta Cristiana.42 Ver anexo sobre Matrimonio y Familia.43 Ver anexo sobre La Segunda Venida de Cristo.44 Ver anexo sobre Muerte y Resurrección.
13
Aquí el Adventismo nos sigue hablando de la segunda venida de Cristo y de la
redención. Concluimos diciendo que ambos coinciden.
El Milenio y el Fin de Pecado
El milenio es el reinado de mil años de Cristo con sus santos en el Cielo entre la
primera y la segunda resurrección. Durante este tiempo serán juzgados los impíos
muertos; la Tierra estará completamente desolada, sin habitantes humanos vivos,
aunque estará ocupada por Satanás y sus ángeles. Al fin de ese período, Cristo con sus
Santos y la Santa Ciudad descenderán del cielo a la Tierra. Los impíos muertos serán
entonces resucitados y, con Satanás y sus ángeles, cercarán la ciudad; pero el fuego de
Dios los consumirá y purificará la Tierra. El Universo será liberado para siempre del
pecado y de los pecadores. Textos bíblicos que apoyan esto: Ap. 20; 21:1-5; 1 Co. 6:2-
3; 2 Pe. 3:7; Jer. 4:23-26; Mal. 4:1; Ez.28:18-19.45
Visión Bautista: vemos que el Adventismo habla de que después de los mil
años el pecado y los pecadores serán aniquilados. Sin embargo, esto es erróneo, ya que
hay muchísimos textos bíblicos que hablan del infierno (Is. 33:14; 2 Pe. 2:4-9; Jn 5:29;
Ap. 19:20; 20:14-15; Lc. 3:17; 12:5; Mc. 9:43-44, 48; Mt. 5:22, 29-30; 10:28…). 46
La Nueva Tierra
Una vez más, Adventistas y Bautistas, están de acuerdo en este punto. Será un
hogar eterno en el que habitará la justicia de Dios y el mimo Dios morará allí.47
Conclusión
45 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: El Milenio y el Fin del Mundo, http://adventistas.es/ creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
46 Montano, pp. 90-91.47 Ver anexo sobre la Nueva Tierra.
14
Este trabajo de investigación ha sido bueno, ya que he aprendido los principios
adventistas, y a la vez bautistas. Este trabajo me ha ayudado a asentar mis bases como
bautista y a repensarme varios puntos.
Durante mucho tiempo, incluso ahora, se ha considerado a los Adventistas del
Séptimo Día como secta. De hecho, no se les ha aceptado en el círculo evangélico. Sin
embargo, estos últimos años, ha habido una pequeña apertura o acercamiento del
Adventismo a las posturas más evangélicas. Podemos o no considerarlos evangélicos,
pero hay algunas doctrinas o principios que nos chirrían cuando las leemos o
escuchamos. Mi opinión es la de no considerarlos evangélicos, ya que difieren en
aspectos como la eternidad, el día de reposo, el don del Espíritu, la ley de Dios y el
Santuario Celestial. Sin embargo, tienen a Jesucristo como su Señor y Salvador, como
el eje de todo. Por ello, no me limitaré a juzgar si entran o no en el canon evangélico,
sino que tendré compasión, en lugar de juicio y recriminación.
Anexo:
15
Trinidad
Hay un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, una unidad de tres Personas
coeternas. Dios es inmortal, omnipotente, omnisciente, por encima de todo
(trascendente), y siempre presente. Es infinito y está más allá de la comprensión
humana, aunque es conocido por su revelación de sí mismo. Es eternamente digno de
alabanza, adoración y servicio por toda la creación. Textos bíblicos que apoyan esto:
Deuteronomio 6:4; Deuteronomio 29:29; Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14; Efesios 4:4-6;
1 Pedro 1:2; 1 Timoteo 1:17; Apocalipsis 14:6 y 7.48
Dios Espíritu Santo
Dios, el Espíritu Santo, desempeñó una parte activa con el Padre y el Hijo en la
Creación, encarnación y redención. Inspiró a los escritores de las Escrituras. Llenó la
vida de Cristo con poder. Llama y convence a los seres humanos; y a aquellos que le
responden, les renueva y transforma a la imagen de Dios. Enviado por el Padre y por el
Hijo para permanecer para siempre con sus hijos, concede dones espirituales a la
Iglesia, la capacita para dar testimonio de Cristo, y en armonía con las Escrituras, la
guía a toda verdad. Textos bíblicos que apoyan esto: Génesis 1:1 y 2; Lucas 1:35; Lucas
4:18; Hechos 10:38; 2 Pedro 1:21; 2 Corintios 3:18; Efesios 4:11 y 12; Hechos 1:8; Juan
14:16-18 y 26; Juan 15:26 y 27; Juan 16:7-13.49
Vida, Muerte y Resurrección
48 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Trinidad, http://adventistas.es/ creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
49 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Dios Espíritu Santo, http://adventistas.es/ creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
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En la vida de Cristo, de perfecta obediencia a la voluntad de Dios, en su
sufrimiento, muerte y resurrección, Dios proveyó el único medio de expiación del
pecado humano, de modo que los que aceptan por fe esa expiación, puedan tener vida
eterna, y toda la Creación comprenda mejor el infinito y santo amor del Creador. Esta
perfecta expiación vindica la justicia de la ley de Dios y la gracia de su carácter; ya que
a la misma vez, condena nuestros pecados, y hace provisión para nuestro perdón. La
muerte de Cristo es sustitutoria y expiatoria, reconciliando y transformando. La
resurrección de Cristo proclama el triunfo de Dios sobre las fuerzas del mal, y para
aquellos que aceptan la expiación les asegura la victoria final sobre el pecado y la
muerte. Declara el señorío de Jesucristo, ante quien se doblará toda rodilla en el cielo y
en la Tierra. Textos bíblicos que apoyan esto: Juan 3:16; Isaías 53; 1 Pedro 2:21-22; 1
Corintios 15:3-4, 20-22; 2 Corintios 5:14-15, 19-21; Romanos 1:4; Romanos 3:25;
Romanos 4:25; Romanos 8:3-4; 1 Juan 2:2; 1 Juan 4:10; Colosenses 2:15; Filipenses
2:6-11.50
La Experiencia de la Salvación
En infinito amor y misericordia, Dios permitió que Cristo, quien no conoció
pecado, se convirtiese en pecado por nosotros, para que en Él fuésemos hechos justicia
de Dios. Guiados por el Espíritu Santo sentimos nuestra necesidad, reconocemos
nuestra pecaminosidad, nos arrepentimos de nuestras transgresiones y ejercemos fe en
Jesús como Señor y Cristo, como Sustituto y Ejemplo. Esta fe que recibe la salvación,
viene a través del poder de la Palabra y es el don de la gracia de Dios. Por medio de
Cristo somos justificados, adoptados como hijos e hijas de Dios y libertados del
dominio del pecado. Por medio del Espíritu, nacemos de nuevo y somos justificados.; el
Espíritu renueva nuestra mente, escribe la ley de amor de Dios en nuestro corazón y se 50 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Vida, Muerte y Resurrección,
http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
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nos da el poder de vivir una vida santa. Permaneciendo en Él, llegamos a ser
participantes de la naturaleza divina y tenemos la seguridad de la salvación, ahora y en
el Juicio. Textos bíblicos que apoyan esto: 2 Corintios 5:17-21; Juan 3:16; Gálatas 1:4;
Gálatas 4:4-7; Tito 3:3-7; Juan 16:8; Gálatas 3:13-14; 1 Pedro 2:21-22; Romanos 10:17;
Lucas 17:5; Marcos 9:23-24; Efesios 2:5-10; Romanos 3:21-26; Colosenses 1:13-14;
Romanos 8:14-17; Gálatas 3:26; Juan 3:3-8; 1 Pedro 1:23; Romanos 12:2; Hebreos 8:7-
12; Ezequiel 36:25-27; 2 Pedro 1:3-4; Romanos 8:1-4; Romanos 5:6-10.51
Creciendo en Cristo
Por su muerte en la cruz Jesús triunfó sobre las fuerzas del mal. Aquél que
subyugó los espíritus demoníacos durante su ministerio terrenal ha quebrantado su
poder y aseguró su destino final. La victoria de Jesús nos da victoria sobre las fuerzas
del mal que aún buscan controlarnos, mientras caminamos con él en paz, gozo y la
seguridad de su amor. Ahora el Espíritu Santo mora en nosotros y nos da fortaleza.
Continuamente comprometidos con Jesús como nuestro Salvador y Señor, somos
liberados de las cargas de nuestros actos pasados. Ya no moramos más en la oscuridad,
miedo de los poderes malignos, ignorancia y el sinsentido de nuestra anterior forma de
vivir. En esta nueva libertad en Jesús, somos llamados a crecer en la semejanza de su
carácter, comunicándonos cada día con Él en oración, alimentándonos de su Palabra,
meditando en ella y en su providencia, cantando alabanzas, reuniéndonos para adorar, y
participando en la misión de la Iglesia. Mientras nos damos a nosotros mismos en
amoroso servicio hacia los que nos rodean y testimoniando acerca de su Salvación, su
presencia constante con nosotros a través del Espíritu transforma cada momento y cada
tarea en una experiencia espiritual. Textos bíblicos que apoyan esto: Salmo 1:1-2;
Salmo 23:4; Salmo 77:11-12; Colosenses 1:13-14; Colosenses 2:6, 14, 15; Lucas 10:17-51 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: La Experiencia de la Salvación, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012)
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20; Efesios 5:19-20; Efesios 6:12-18; 1 Tesalonicenses 5:23; 2 Pedro 2:9; 2 Pedro 3:18;
2 Corintios 3:17-18; Filipenses 3:7-14; 1 Tesalonicenses 5:16-18; Mateo 20:25-28; Juan
20:21; Gálatas 5:22-25; Romanos 8:38-39; 1 Juan 4:4; Hebreos 10:25.52
La Iglesia
La Iglesia es la comunidad de creyentes que confiesan a Jesucristo como Señor y
Salvador. En continuidad con el pueblo de Dios en los tiempos del Antiguo Testamento,
somos llamados a salir del mundo; y nos unimos unimos para adorar, en fraternidad,
para instrucción en la Palabra, para celebrar la Cena del Señor, para servir a toda la
humanidad y para la proclamación mundial del Evangelio. La autoridad de la Iglesia
deriva de Cristo, quien es la Palabra encarnada, y de las Escrituras, que son la Palabra
escrita. La Iglesia es la familia de Dios, adoptados por Él como sus hijos e hijas. Sus
miembros viven fundamentados en el nuevo pacto. La Iglesia es el cuerpo de Cristo,
una comunidad de fe de quien Cristo mismo es la cabeza. La iglesia es la esposa por la
que Cristo murió para poder santificarla y limpiarla. En su regreso triunfante, se la
presentará a sí mismo como una iglesia gloriosa, la fiel de todas las épocas, la compra
de su sangre, sin mancha ni arruga, sino santa y sin tacha. Textos bíblicos que apoyan
esto: Génesis 12:3; Hechos 7:38; Efesios 4:11-15; Efesios 3:8-11; Mateo 28:19-20;
Mateo 16:13-20; Mateo 18:18; Efesios 2:19-22; Efesios 1:22-23; Efesios 5:23-27;
Colosenses 1:17-18.53
El Remanente y Su Misión
La Iglesia universal se compone de todos los que verdaderamente creen en
Cristo; pero, en los últimos días, en tiempo de extendida apostasía, ha sido llamado un
52 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Creciendo en Cristo, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012)
53 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: La Iglesia, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012)
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remanente a fin de guardar los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Este remanente
anuncia la llegada de la hora del Juicio, proclama la salvación por medio de Cristo y
anuncia la proximidad de Su segundo advenimiento. Esta proclamación está
simbolizada por los tres ángeles de Apocalipsis 14; coincide con la obra de juicio en el
cielo, y trae como resultado el arrepentimiento y reforma sobre la Tierra. Cada creyente
es llamado a tener una parte en esta testificación mundial. Textos bíblicos que apoyan
esto: Apocalipsis 12:17; Apocalipsis 14:6-12; Apocalipsis 18:1-4; 2 Corintios 5:10;
Judas 1:3, 14; 1 Pedro 1:16-19; 2 Pedro 3:10-14; Apocalipsis 21:1-14.54
Unidad en el Cuerpo de Cristo
La Iglesia es un cuerpo con muchos miembros, llamados de toda nación, tribu,
lengua y pueblo. En Cristo somos una nueva creación; las diferencias de raza, cultura,
educación, y nacionalidad, y las diferencias entre clases, ricos y pobres, hombre y
mujer, no deben ser divisorias entre nosotros. Todos somos iguales en Cristo, quien a
través de un Espíritu nos ha unido en una fraternidad con Él y los unos con los otros;
tenemos que servir y ser servidos imparcialmente y sin reservas. Mediante la revelación
de Jesucristo en las Escrituras, compartimos la misma fe y esperanza y extendemos un
solo testimonio para todos. Esta unidad encuentra su fuente en la unidad del Dios trino y
uno, que nos adoptó como Sus hijos. Textos bíblicos que apoyan esto: Romanos 12:4-5;
1 Corintios 12:12-14; Mateo 28:19-20; Salmo 133:1; 2 Corintios 5:16-17; Hechos
17:26-27; Gálatas 3:27-29; Colosenses 3:10-15; Efesios 4:14-16; Efesios 4:1-6; Juan
17:20-23.55
El Bautismo
54 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: El Remanente y su Misión, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
55 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Unidad en el cuerpo de Cristo, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
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Por el bautismo confesamos nuestra fe en la muerte y en la resurrección de
Jesucristo y testimoniamos nuestra muerte al pecado y nuestro propósito de andar en
novedad de vida. De este modo aceptamos a Cristo como nuestro Señor y Salvador,
llegamos a pertenecer a su pueblo, y somos aceptados como miembros por Su Iglesia.
El bautismo es un símbolo de nuestra unión con Cristo, el perdón de nuestros pecados y
nuestra recepción del Espíritu Santo. Es por inmersión en agua y es contingente sobre
una afirmación de fe en Jesús y evidencia de arrepentimiento del pecado. Tiene lugar
tras la instrucción en las Santas Escrituras y la aceptación de sus enseñanzas. Textos
bíblicos que apoyan esto: Romanos 6:1-6; Colosenses 2:12-13; Hechos 16:30-33;
Hechos 22:16; Hechos 2:38; Mateo 28:19-20.56
Visión Bautista: Las Escrituras enseñan que el Bautismo cristiano es la
inmersión en agua del que tenga fe en Cristo; hecha en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo; a fin de proclamar, mediante su emblema hermoso, esta fe en el
Salvador crucificado, sepultado y resucitado, y también el efecto de la misma fe, a
saber, la muerte al pecado y la resurrección a nueva vida del fiel, y que el bautismo es
requisito previo para los privilegios de la relación eclesiástica como por ejemplo, la
Cena del Señor.57
La Cena del Señor
La Cena del Señor es una participación en los emblemas del cuerpo y de la
sangre de Jesús, como expresión de fe en Él, nuestro Señor y Salvador. En esta
experiencia de comunión Cristo está presente para fortalecer su pueblo. Al participar,
56 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: El Bautismo, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
57 Unión Evangélica Bautista Española, Confesión de Fe: el Bautismo cristiano, http://www.uebe.es/definicion/ confesion/confesion.htm (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
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gozosamente proclamamos la muerte del Señor hasta que regrese de nuevo. La
preparación para la Cena incluye el examen de conciencia, arrepentimiento y confesión.
El Maestro instituyó la ceremonia del lavamiento de pies para representar una limpieza
renovada, para expresar la disposición de servir unos a otros en humildad semejante a la
de Cristo, y para unir nuestros corazones en amor. El servicio de Comunión o Santa
Cena está abierto a todos los cristianos creyentes. Textos bíblicos que apoyan esto: 1
Corintios 10:16-17; 1 Corintios 11:23-30; Mateo 26:17-30; Apocalipsis 3:20; Juan 6:48-
63; Juan 13:1-17.58
Visión Bautista: Las Escrituras enseñan que la Cena del Señor es cierta
provisión de pan y vino, que representa el Cuerpo y La Sangre de Cristo, y que de ella
participan los miembros de la iglesia reunidos para el efecto, conmemorando así la
muerte de su Señor, proclamando la fe que le tienen, su participación en los
merecimientos de Su sacrificio, su necesidad de que les suministre vida y nutrimiento
espirituales, y su esperanza de la vida eterna en virtud de la resurrección de Cristo de
entre los muertos; y que debe preceder a su observancia el examen detenido de sí propio
por cada partícipe.59
Dones y Ministerios Espirituales
Dios confiere a todos los miembros de su Iglesia, en todas las épocas, dones
espirituales que cada miembro debe emplear en amante ministerio por el bien común de
la Iglesia y de la humanidad. Siendo otorgados por la actuación del Espíritu Santo, el 58 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: La Cena del Señor,
http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).59 Unión Evangélica Bautista Española, Confesión de Fe: La Cena del Señor,
http://www.uebe.es/definicion/ confesion/confesion.htm (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
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cual distribuye a cada miembro como quiere, los dones proveen todas las aptitudes y
ministerios que la Iglesia necesita para cumplir sus funciones divinamente ordenadas.
De acuerdo con las Escrituras incluye tales ministerios como la fe, sanación, profecía,
proclamación, enseñanza, administración, reconciliación, compasión, servicio
abnegado, caridad para ayudar, exhortación y aliento a las personas. Algunos miembros
son llamados por Dios y dotados por el Espíritu para funciones reconocidas por la
Iglesia en ministerios pastorales, evangélicos, apostólicos y de enseñanza,
particularmente necesarios para capacitar a los miembros para el servicio, edificar a la
iglesia para una madurez espiritual y fomentar la unidad de fe y el conocimiento de
Dios. Cuando los miembros emplean esos dones espirituales como fieles mayordomos
de la variada gracia de Dios, la iglesia es protegida de la destructiva influencia de la
falsa doctrina, tiene un crecimiento que proviene de Dios y es edificada con fe y amor.
Textos bíblicos que apoyan esto: Romanos 12:4-8; 1 Corintios 12:9-11, 27-28; Efesios
4:8, 11-16; Hechos 6:1-7; 1 Timoteo 3:1-13; 1 Pedro 4:10-11.60
Mayordomía
Somos mayordomos de Dios, quien nos ha encomendado el tiempo y las
oportunidades, capacidades y posesiones, y las bendiciones de la Tierra y sus recursos.
Reconocemos la propiedad divina por medio del fiel servicio a Él y a nuestros
semejantes, y devolviendo diezmos y dando ofrendas para la proclamación de su
Evangelio y para la manutención y el crecimiento de su iglesia. La mayordomía es un
privilegio que nos ha dado Dios para crecer en amor y en victoria sobre el egoísmo y la
codicia. El mayordomo se regocija en las bendiciones que sobrevienen a los demás
como resultado de su fidelidad. Textos bíblicos que apoyan esto: Génesis 1:26-28;
60 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Dones y Ministerios Espirituales, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
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Génesis 2:15; 1 Crónicas 29:14; Hageo 1:3-11; Malaquías 3:8-12; 1 Corintios 9:9-14;
Mateo 23:23; 2 Corintios 8:1-15; Romanos 15:26-27.61
Visión Bautista: Las iglesias deben ser sostenidas por sus propios miembros. La
entrega generosa y gozosa de los diezmos y ofrendas como parte del culto a Dios es
reconocer la soberanía del Creador sobre sus vidas. "De Dios e la Tierra y su plenitud,
el mundo y los que en él habitan"; por tanto, cada creyente debe ser un inteligente
mayordomo de cuanto es y tiene. Los cristianos están llamados a rendir cuenta de su
mayordomía a Dios, quien es dueño absoluto de todo.62
Conducta Cristiana
Somos llamados para ser un pueblo piadoso, que piensa, siente y actúa de
acuerdo con los principios del Cielo. Para que el Espíritu recree en nosotros el carácter
de nuestro Señor, nos involucramos sólo en aquellas cosas que producirán en nuestra
vida pureza, salud y alegría semejantes a las de Cristo. Esto quiere decir que nuestra
diversión y entretenimiento deberían cumplir la más alta norma del gusto y belleza
cristianos. A la vez que reconocemos las diferencias culturales, nuestro vestido tiene
que ser sencillo, modesto y pulcro, adecuándose a aquellos cuya auténtica belleza no
consiste en adorno externo sino en el incorruptible adorno de un espíritu tranquilo y
afable. También significa que, dado que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo,
debemos cuidarlo de forma inteligente. Con ejercicio y descanso adecuados, debemos
adoptar la dieta más saludable posible y abstenernos de alimentos inmundos
identificados en las Escrituras. Dado que el uso del bebidas alcohólicas, el tabaco, y el
uso irresponsable de drogas y narcóticos son dañinos para nuestra salud, debemos de
61 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: La Mayordomía, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
62 Unión Evangélica Bautista Española, Principios bautistas: Mayordomía http://www.uebe.es/definicion.php?opcion=principios (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
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abstenernos de ellos. En su lugar, debemos participar en cualquier cosa que eleve
nuestros pensamientos y cuerpos a la disciplina de Cristo, quien desea nuestra salud
completa, gozo y bienestar. Textos bíblicos que apoyan esto: Romanos 12:1-2; 1 Juan
2:6; Efesios 5:1-21; Filipenses 4:8; 2 Corintios 10:5; 2 Corintios 6:14-7:1; 1 Pedro 3:1-
4; 1 Corintios 6:19-20; 1 Corintios 10:31; Levítico 11:1-47; 3 Juan 1:2.63
Matrimonio y Familia
El matrimonio fue divinamente establecido en el Edén y confirmado por Jesús
como unión vitalicia entre un hombre y una mujer, en amoroso compañerismo. Para el
cristiano, el compromiso matrimonial es con Dios así como con el cónyuge, y solamente
debe ser asumido entre parejas que comparten la misma fe. El amor mutuo, honor,
respeto y responsabilidad son los elementos que edifican esta relación, que tiene que
reflejar el amor, santidad, proximidad y permanencia de la relación entre Cristo y su
Iglesia. Respecto al divorcio, Jesús enseñó que la persona que se divorcia del cónyuge, a
no ser por causa de fornicación, y se casa con otro, comete adulterio. A pesar de que
algunas relaciones familiares puedan no llegar al ideal, los cónyuges que se
comprometen plenamente el uno al otro en Cristo, deben alcanzar la amorosa unidad
con la guía del Espíritu Santo y los cuidados de la Iglesia. Dios bendice la familia y
quiere que sus miembros se ayuden unos a otros hasta alcanzar completa madurez. Los
padres deben educar sus hijos para amar al Señor y obedecerle. Por su ejemplo y sus
palabras tienen que enseñarles que Cristo disciplina con amor, siempre tierno y
cariñoso, quien desea que se conviertan en miembros de su cuerpo, la familia de Dios.
Incrementar la unión familiar es uno de los cometidos de l mensaje final del Evangelio.
Textos bíblicos que apoyan esto: Génesis 2:18-25; Mateo 19:3-9; Juan 2:1-11; 2
Corintios 6:14; Efesios 5:21-33; Mateo 5:31-32; Marcos 10:11-12; Lucas 16:18; 1 63 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Conducta Cristiana,
http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
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Corintios 7:10-11; Éxodo 20:12; Efesios 6:1-4; Deuteronomio 6:5-9; Proverbios 22:6;
Malaquías 4:5-6.64
La Segunda Venida
La segunda venida de Cristo es la bendita esperanza de la Iglesia, el gran clímax
del Evangelio. La venida del Salvador será literal, personal, visible y global. Cuando Él
regrese, los muertos justos resucitarán, y junto a los vivos justos serán glorificados y
tomados a los cielos, pero los injustos morirán. El casi completo cumplimiento de la
mayoría de profecías, junto con la presente condición del mundo, indican que la venida
de Cristo es inminente. El momento de ese evento no ha sido revelado, y por lo tanto se
nos exhorta a estar preparados en todo momento. Textos bíblicos que apoyan esto: Tito
2:13; Hebreos 9:28; Juan 14:1-3; Hechos 1:9-11; Mateo 24:14; Apocalipsis 1:7; Mateo
24:43-44; 1 Tesalonicenses 4:13-18; 1 Corintios 15:51-54; 2 Tesalonicenses 1:7-10; 2
Tesalonicenses 2:8; Apocalipsis 14:14-20; Apocalipsis 19:11-21; Mateo 24; Marcos 13;
Lucas 21; 2 Timoteo 3:1-5; 1 Tesalonicenses 5:1-6.65
Muerte y Resurrección
La paga del pecado es la muerte. Pero Dios, el único que es inmortal, concederá vida
eterna a sus redimidos. Hasta aquel día, la muerte es un estado inconsciente para todas
las personas. Cuando Cristo, quien es nuestra vida, aparezca, los justos resucitados y los
justos vivos serán glorificados y tomados para encontrarse con su Señor. La segunda
resurrección, la resurrección de los injustos, tendrá lugar mil años después. Textos
bíblicos que apoyan esto: Romanos 6:23; 1 Timoteo 6:15-16; Eclesiastés 9:5-6; Salmo
64 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Matrimonio y Familia, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
65 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: La Segunda Venida, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
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146:3-4; Juan 11:11-14; Colosenses 3:4; 1 Corintios 15:51-54; 1 Tesalonicenses 4:13-
17; Juan 5:28-29; Apocalipsis 20:1-10.66
La Nueva Tierra
En la Nueva Tierra, en que habita la justicia, Dios proveerá un hogar eterno para
los redimidos y un medio ambiente perfecto para la vida eterna, amor, gozo y
aprendizaje en su presencia. Porque allí mismo morará Dios con su pueblo, y el
sufrimiento y la muerte ya habrán pasado. La gran controversia habrá llegado a su fin, y
no habrá más pecado. Todas las cosas, animadas e inanimadas, declararán que Dios es
amor; y Él reinará para siempre. Textos bíblicos que apoyan esto: 2 Pedro 3:13; Isaías 35;
Isaías 65:17-25; Mateo 5:5; Apocalipsis 21:1-7; Apocalipsis 22:1-5; Apocalipsis:
11:15.67
66 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: Muerte y Resurrección, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
67 Iglesia Adventista del Séptimo Día, Creencias: La Nueva Tierra, http://adventistas.es/creeemos/nuestras-creencias/ (Consultado el 26 de noviembre de 2012).
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