Post on 22-Jul-2015
L o mismo que la piel cumple
una función de sostenimiento
del esqueleto y de los
músculos,
el yo-piel cumple la de
mantenimiento del psiquismo.
La función biológica se ejerce
por lo que Winnicot llamó holding;
es decir por la forma como la madre
sostiene el cuerpo del bebé.
La función psíquica se
desarrolla por la
interiorización
del holding materno.
El Yo-piel es una parte de la
madre especialmente sus
manos,
que ha sido interiorizada
y que mantiene
el funcionamiento del
psiquismo.
El Yo-piel como representación psíquica emerge
de los juegos entre el cuerpo de la madre y el
cuerpo del niño, así como de las respuestas de
la madre a las sensaciones y emociones del bebé;
respuestas gestuales, y vocales
Lo mismo que la piel envuelve todo el cuerpo, el Yo-piel pretende envolver todo el aparato psíquico.En este caso, el YO-piel sería una corteza y habría un núcleo de fuerzas pulsando por salir.
Si hay una falla en la función contenedora del Yo-piel
aparecen dos tipos de angustia.
El yo-piel es una estructura virtual en el nacimiento, que se actualiza durante la relación del
lactante con la madre en primera instancia y luego con el entorno
primario.
Excesos o déficits en estos relacionamientos podrían dar
lugar a formas de autismo: primario y secundario
Autismo primario cuando ninguna de las funciones del
Yo-piel han sido adquiridas, ni las de
soporte, ni las de continente
Autismo secundario, el Yo-crustáceo que reemplaza al
contenedor del niño que está ausente y que impide el
engranaje de las funciones del Yo-piel.
La piel humana presenta diferencias
individuales.El yo- piel a través de
estas diferencias asegura la
individuación, aporta el sentimiento de ser único y es un límite
entre el mundo externo y el interior
del niño.
El Yo-piel, posee una primacía sobre todos los sentidos, pues contiene en sí mismo además del tacto distintos sentidos, calor, dolor, contacto, presión; registrando todos los estímulos recibidos del exterior e integrándolos.
El Yo-piel, es objeto de una serie de estímulos: con ocasión
de baños, lavados, frotamientos
,traslados y cuidados.Las madres con sus caricias y
sus juegos; provocan así de manera no consciente, las
primeras excitaciones sexuales del niño despertando así su
placer .
El Yo-piel permite a través de estas
excitaciones externas que recibe el
niño, una recarga de fuerzas que son la
base de los impulsos de vida, de los
sexuales, estímulo del pensamiento, y
desarrollo del psiquismo.
Todas las funciones precedentes están al servicio de
desarrollo del APEGO.
Este comprende el impulso instintivo del niño: a la
succión, al abrazo, a la sonrisa, a la compañía y el
bienestar proporcionado por el contacto piel a piel con la
madre.
Por los movimientos de esta cuando lo lleva, cuando lo
tiene agarrado de ella.
Es el estímulo primordial para propiciar la vida psíquica
del niño.
Autoría Textos: Mónica Corchs
Extraído de: El yo piel de Didie Anzieu,
La segunda piel de Esther Bick
Diseño: Mónica Corchs