Post on 28-Oct-2015
Conflictos en el interior del socialismo. Coyuntura divisionista y génesis
organizativa del Partido Socialista Independiente. 1927-1928.
Pablo Pérez Branda (UNMdP – CONICET)
Los disidentes no tienen doctrina. No los moviliza el concepto. La ambición de
caudillo escisionista trabaja febrilmente esos días para conquistar el armazón del
partido, la adhesión de sus cuadros… (Dardo Cúneo, 1956)
Palabras preliminares
En 1931 Joaquín Coca difundió una imagen de la división socialista de 1927 que
todavía mantiene cierta vigencia: para él la ruptura obedeció a que un grupo de dirigentes
socialistas se vio seducido por las prácticas de la “política criolla” y por las ansias
electoralistas que lo hizo caer en la “tilinguería burguesa.”1 Horacio Sanguinetti discutió
ese argumento a partir de un estudio en el que consideró que el cisma no respondió al
apetito electoral de los escindidos sino “a una divergencia temperamental irreconciliable”
entre los más importantes referentes del Partido Socialista (PS).2 Sin embargo, ni las
impresiones que Coca escribió al calor de los acontecimientos ni los esfuerzos explicativos
de Sanguinetti dieron cuenta de la capacidad de los dirigentes y militantes socialistas que
fundaron el Partido Socialista Independiente (PSI) en 1927 por construir una organización
política competitiva, al menos en la Capital Federal.3
En base a esta carencia explicativa nos avocamos a estudiar la construcción del PSI
desde el punto de vista organizativo. Trazamos como objetivo complejizar los análisis que
1J. Coca sentenció que se trató de “una alianza despreciable entre un grupo de socialistas aburguesados, y facciones oligarcas y conservadoras para destruir la fuerza histórica de los trabajadores”, p.25. Joaquín Coca, El contubernio. Memorias de un diputado obrero, ediciones La Campana, Buenos Aires, 1981. Primera edición: Editorial Claridad, Buenos Aires, 1931.2Horacio Sanguinetti, Los Socialistas Independientes, CEAL, Buenos Aires, 1987, 2 tomos.3El PSI logró alzarse con la primera minoría de Diputados por la Capital Federal en las elecciones generales del 1ero. de abril de 1928 desplazando al PS de esa posición a sólo siete meses de consumada la separación. En las elecciones legislativas de 1930 consiguió la mayoría en el mismo distrito. Sin embargo, no desconocemos que a partir del golpe cívico-militar de 1930 el PSI empezó a delinear una alianza con los sectores antiyrigoyenistas que catapultaron a la Presidencia de la Nación a Agustín P. Justo. El haber formado parte de la coalición gobernante a partir de 1932, tal vez, minó su identidad primera y los debilitó acelerando un desgranamiento constante que concluiría con la desaparición del partido a principio de los años ´40.
reducen el temprano éxito electoral en la Capital Federal del PSI al renombre de sus
principales dirigentes fundamentalmente. Para esto nos preguntamos, en primer término,
qué porción de la estructura organizativa del PS pasó a manos del grupo de dirigentes y
militantes que formó el PSI en 1927. En segundo lugar, nos interrogamos sobre la
capacidad material y política de los independientes para dar rápida forma al nuevo partido
atendiendo los desafíos electorales que tuvo por delante. Ambos puntos decantan, a su vez,
en una pregunta matriz que guió buena parte de este análisis: ¿Cómo consiguieron los
socialistas independientes desplazar al PS de la primera minoría en la Capital Federal en las
elecciones de 1928, a sólo siete meses de fundado el PSI?
Para intentar dar respuesta a nuestros interrogantes estudiamos el conflictivo
momento político desatado en el interior del PS durante la segunda mitad de 1927. Estos
acontecimientos tuvieron como corolario, en algunos casos la expulsión, y en otros la
simple deserción de una porción importante de afiliados. Pondremos el acento en la
coyuntura particular sin desconocer que efectivamente -como sostuvieron Coca y
Sanguinetti- existieron conflictos personales y doctrinarios previos a la división de 1927
entre los referentes principales del socialismo. Algunos de estos conflictos giraron en torno
a los diferentes argumentos respecto de cómo el PS debía posicionarse frente al resto de los
partidos políticos en general, y frente al radicalismo liderado por Hipólito Yrigoyen en
particular; otros conflictos, tal vez “generacionales y personales, se manifestaron en forma
de rebeldía contra la dirección partidaria que se veía sectaria en su puritanismo moral.”4 De
habernos concentrado en esos desencuentros intradirigenciales, deberíamos, quizá,
retrotraernos al momento mismo en que el socialismo argentino se configuró como fuerza
política en 1896 y que le produjo al histórico partido fundado por Juan B. Justo varias
fracturas, además de conflictos entre sus principales figuras.5
4Juan Carlos Portantiero, Juan B. Justo. Un fundador de la Argentina, FCE, Buenos Aires, 1999, pp. 55-57. Halperín Donghi destacó el afán de los futuros independientes por escapar a la irrelevancia política; también, que Antonio de Tomaso había venido mostrando “creciente impaciencia por tomar el relevo del grupo fundador, que por su parte retenía un férreo control del partido [y] estaban mucho menos interesados en revisar las bases doctrinarias e ideológicas de su anterior militancia”. Tulio Halperín Donghi, Vida y muerte de la república verdadera (1910-1930), Ariel, Buenos Aires, 2005, p. 251.5“La historia de un partido político es necesariamente compleja, y ella puede ser concebida privilegiando uno de sus muchos aspectos. Tal vez la manera de dar cuenta de dicha complejidad en el caso del socialismo argentino, es reconstruirla a partir de sus conflictos internos. Estas tensiones permanentes, que sólo en algunos casos condujeron a escisiones, forman parte del entramado característico que permite comprender la historia del partido, desde su fundación hasta la gran escisión de 1958”. Hernán Camarero y Carlos Miguel Herrera (editores), El Partido Socialista en Argentina. Sociedad, política e ideas a través de un siglo, Prometeo, Buenos Aires, 2005, p.10. La división de 1927 fue la quinta escisión que el PS. Sin embargo,
Buscamos aquí, reconstruir de forma detallada los procedimientos concretos y las
disputas materiales que se desarrollaron durante la coyuntura divisionista desde una mirada
que pone el acento en la repartición de los bienes partidarios y la adhesión de los afiliados
socialistas a uno u otro bando. Pretendemos demostrar que dicho reparto inicial fue uno de
los factores que pueden explicar la veloz penetración territorial, que dio temprana
legitimidad al nuevo partido. Vale decir, sostendremos que dos grupos representativos de
socialistas midieron fuerzas durante los meses de junio, julio y agosto de 1927
disputándose, tal vez, el control del PS.6 Pero los perdedores de la compulsa no se fueron
con las manos vacías. Se llevaron consigo buena parte del entramado partidario que
posibilitó la fundación de un nuevo partido con pretensiones de batallar por la hegemonía
del campo socialista.
En segundo término nos concentramos en la etapa de construcción de los distintos
niveles del andamiaje organizativo del PSI. Dimos prioridad a la conformación de una red
de agrupaciones (centros socialistas), como también a la configuración de una estructura de
poder interno que en mucho emuló a la de sus ex compañeros. Los dirigentes del PSI recién
terminaron de redondear los rasgos elementales de su organización durante el del 1er.
Congreso Ordinario del partido que sesionó a fines de enero de 1928. Durante esa etapa
formativa, los escindidos consiguieron, incluso, construir el diario Libertad! que acompasó
la marcha del partido naciente hasta su desaparición.7
Los independientes lograron rápidamente configurar una organización partidaria. La
consecución de una infraestructura sólida -consideramos- obedeció a que buena parte de los
militantes y agrupaciones del PS pasó, en sólo tres meses, a manos de los escindidos. 8 Este
ninguna de las cuatro divisiones anteriores incidió con importancia en el funcionamiento y resultados electorales del tronco original. La primera ruptura fue la separación del Centro Socialista de Balvanera en 1898 que luego volvió al partido; en 1906 rompieron con el PS los sindicalistas revolucionarios que de allí en más comenzarían a crecer como movimiento que reivindicaba su autonomía con respecto a los partidos políticos. La expulsión del dirigente Alfredo Palacios por motivos disciplinarios en 1915 significó la fundación del Partido Socialista Argentino, pero esta agrupación no tuvo mayor difusión y se disolvió rápidamente. Más importante fue la creación del Partido Socialista Internacional en 1918, que luego cambiaría su nombre por el de Partido Comunista en 1921 después de adherir a la Internacional Comunista. 6R. Walter consideró que las causas centrales de la ruptura fueron los enfrentamientos personales por el liderazgo partidario. Richard Walter, The socialist Party of Argentina, 1890-1930, Univ. Of. Texas Press, Austin, 1977.7Los aspectos organizativos y de funcionamiento del diario Libertad! pueden seguirse en nuestro trabajo, Libertad! una empresa, un partido. Aporte sobre los orígenes del Partido Socialista Independiente, 1927 en CD de Actas de las XI Jornadas Interescuelas / Departamento de Historia, Tucumán, 19, 20, 21 y 22 de septiembre de 2007.
impulso inicial les otorgó un hándicap para seguir extendiendo el nuevo partido sobre
bases previas y así posicionarse con fuerza entre la ciudadanía porteña.
Con todo, buscamos echar luz sobre la génesis político-organizativa del PSI,
enfatizando aspectos que han sido (mayormente) dejados de lado por la literatura existente.9
Socialistas en conflicto
Desde el 6 de julio de 1927 siete diputados socialistas por la Capital Federal y tres
por la provincia de Córdoba resolvieron sesionar independientemente con respecto al grupo
parlamentario al que pertenecían.10 Decidieron funcionar como bloque separado a raíz de la
polémica desatada en el interior del PS en mayo de ese mismo año, ante la inminente
aprobación de la ley bonaerense que legalizaba el funcionamiento de establecimientos
públicos de juego. El conflicto comenzó con un pedido del diputado socialista Adolfo
Dickmann para intervenir la provincia de Buenos Aires, principal bastión electoral
yrigoyenista. La maniobra socialista intentaba frenar la legalización del juego bonaerense
en consonancia con la histórica posición de PS en relación con ese tópico, y era apoyada
por los votos antipersonalistas y conservadores que creían a su vez entorpecer con la
iniciativa el inminente triunfo de Hipólito Yrigoyen en las elecciones presidenciales de
abril de 1928. Sin embargo, en una rápida gestión política, el senado provincial con
8“En 1927 los socialistas independientes parecían haberse llevado no sólo una amplia porción del partido, sino también, lo que era igual de grave, una gran parte del apoyo electoral socialista”. Luciano De Privitellio, Vecinos y ciudadanos. Política y sociedad en la Buenos Aires de entreguerras, Siglo XXI, Buenos Aires, 2003, p. 72.9Dicha literatura incluye el citado trabajo de Horacio Sanguinetti fundamentalmente. Sus argumentos, tal vez, fueron una respuesta a los escritos de Joaquín Coca cuyos juicios centrales ya adelantamos. Ambos trabajos son las referencias fundamentales para el abordaje del PSI. En un estudio más reciente Leticia Prislei sugiere problematizar a los cismáticos socialistas del ´27 a partir del rastreo de un “tan difuso como insoslayable nacionalismo” y de “...la búsqueda de una modernización del Socialismo no sólo en su funcionamiento sino en el intento de un aggiornamiento teórico, dado que tienen la percepción de estar atravesando un período de crisis”. Leticia Prislei “Periplos intelectuales, revisionismos y algunas reflexiones sobre el Partido Socialista Independiente”, en Hernán Camarero / Carlos Miguel Herrera (editores) El Partido Socialista en Argentina. Sociedad, política e ideas a través de un siglo, Buenos Aires, Prometeo, 2005, pp. 219-248. Sylvia Saítta se detuvo particularmente en la división socialista de 1927 para tratar la intervención en la vida política argentina del diario Crítica, resaltando importantes vinculaciones entre el periodista uruguayo Natalio Botana y los líderes del nuevo partido. Sylvia Saítta, Regueros de tinta. El diario Crítica en la década de 1920, Sudamericana, Buenos Aires, 1998.10Se trató de los diputados socialistas Antonio de Tomaso, Héctor González Iramain, Augusto Bunge, Alfredo Spinetto, Fernando de Andréis, Edmundo Tolosa, Juan Remedi, Agustín Muzio, Ricardo Belisle y Pedro Revol.
mayoría radical derogó la ley y dejó sin efecto el pedido de intervención del bloque
socialista, el que retiró su moción.11
El diputado Raúl Carballo fustigó desde diferentes medios de prensa (Crítica, La
Nación, El Diario y El Telégrafo) la actuación de su partido por haber propuesto la
intervención de Buenos Aires sin otro motivo que el de “apoyar al contubernio”, al margen
del posterior retiro del proyecto. La actitud de Carballo indujo a que un grupo de
encumbrados dirigentes liderados por Nicolás Repetto y Juan B. Justo pidieran su expulsión
del partido. Sin embargo Raúl Carballo presentó la renuncia a su banca y el 13 de junio, el
Comité Ejecutivo Nacional del Partido Socialista (CE) por mayoría (Justo, Bravo, Repetto,
los hermanos Dickmann, Oddone y Pérez Leirós) resolvió no aceptar la dimisión al
parlamento presentada por el diputado, aunque sugirió expulsarlo del partido apelando al
voto general de los afiliados, en lo que puede ser leído como una especie de medida
ejemplificadora que a la vez legitimase la actuación partidaria.12
Como resultado de estos acontecimientos, un grupo de referentes del PS (Carlos
Manacorda, Héctor González Iramain, Agustín Muzio y Antonio Zaccagnini) renunció al
CE el 1ero. de junio de 1927 disgustados por el accionar de la cúpula partidaria de la que
ellos también formaban parte. La renuncia no respondió -sostenían- a un apoyo explícito a
lo manifestado en las denuncias del diputado Carballo:
no estuvimos ni estamos de acuerdo con las opiniones que sobre intervenciones y
política legislativa socialista que expresó el diputado Carballo en su primera carta, que
La Vanguardia se negó a publicar y que vio la luz en otros diarios, ni tampoco lo
11Varios protagonistas adjudicaron el retiro del pedido de intervención a la entrevista que en 1927 tuvieron Hipólito Yrigoyen y Juan B. Justo para considerar la posibilidad de que este último retirase la moción. Emilio Corbiére aportó dos testimonios al hecho: uno proveniente del ex diputado provincial José E. Rozas y otro del periodista y escritor José P. Barreiro, quien habría escuchado el relato sobre dicha entrevista en la redacción del diario Crítica. Emilio Corbiére, “Juan B. Justo y la cuestión nacional”, en Todo es Historia, Nro. 62, Junio de 1972, p. 14. Véase también, Ana Virginia Persello, El Partido Radical. Gobierno y oposición. 1916-1943, Siglo Veintiuno, Buenos Aires, 2004 y María Dolores Béjar, El régimen fraudulento. La política en la provincia de Buenos Aires, 1930-1943, Siglo veintiuno, Buenos Aires, 2005. 12Raúl Carballo fue expulsado del PS el día 22 de julio de 1927; también fue aceptada la renuncia a su escaño en la Cámara de Diputados. La cúpula partidaria legitimó el pedido de renuncia y la expulsión del diputado por intermedio del voto general de los afiliados socialistas de todo el país que sufragaron entre los días 18 y 22 de julio. En ese referéndum se consultaba a los afiliados: por un lado si era correcto aceptar la renuncia a la banca en el parlamento que tenía Carballo (4149 votos a favor de aceptar la renuncia; 356 en contra de que renuncie; 45 en blanco y 9 anulados). Por otro, se indagaba a los afiliados si había que expulsar a Carballo del PS: 3925 a favor de la expulsión; 580 en contra; 45 en blanco y 9 anulados.
estamos con su actitud que no concuerda con la disciplina necesaria al grupo
parlamentario socialista.13
Argumentaban que se trataba de la negativa de aceptar disidencias hacia el interior
de partido por parte de “la familia reinante” sin permitir utilizar su principal órgano de
prensa como forma de manifestarlas.14
Ciertamente La Vanguardia, dirigida por Américo Ghioldi, le negó a Carballo
publicar la polémica denuncia y también cerró sus páginas a quienes pretendieron fustigar
la actuación socialista. No obstante, Crítica, la empresa periodística propiedad de Natalio
Botana, fue entonces la plataforma de lanzamiento de los primeros ataques públicos de los
dirigentes que no mucho más tarde, el 6 de agosto, oficializaron la formación del PSI.15
A las duras declaraciones que aparecieron el 1ero. de julio de 1927 en el diario de
Natalio Botana le sucedió una nota del día 3 del mismo mes en la revista Crítica y Acción
Nº 5 firmada por 185 afiliados al partido por la Capital Federal que dio impulso y carácter
amplio a la controversia, ya que apoyaba algunas de las manifestaciones de Raúl Carballo.16
13Manifiesto aparecido el 5 de julio de 1927 en Crítica firmado por los diputados Fernando de Andréis, Antonio de Tomaso, Alfredo Spinetto, Pedro Revol, Augusto Bunge, Agustín Muzio, Héctor González Iramain, Edmundo Tolosa, Juan Remedi, Ricardo Belisle, y los Concejales por la Capital Federal Carlos Manacorda y Manuel González Maseda. Recién el 25 de agosto de 1927, a casi un mes de creado el PSI, los diputados nacionales firmantes y escindidos fueron expulsados del PS por intermedio del voto directo de los afiliados (4064 a favor de la expulsión; 252 en contra; 47 en blanco; 35 anulados; 71 abstenidos). Se aprovechó aquella oportunidad también para legitimar la conducta del CE durante el conflicto: 4054 a favor de la conducta del CE; 243 en contra; 47 en blanco; 35 anulados; 90 abstenciones). 14Dentro del PS tres líneas familiares se cruzaron una y otra vez en una trama que abarca cuatro generaciones. Las tres líneas originarias eran Justo-Castro Ramírez, padres de Juan B. Justo; Chertkoff-Demirov, padres de las hermanas Fenia, Adela y Mariana Chertkoff (casadas respectivamente con los Fundadores del PS Repetto, Enrique Dickmann y Juan B. Justo), y finalmente la línea Dickmann-Zalkind, padres de los hermanos Dickmann.15El 1ero. de julio apareció en la 6ta. edición de Crítica un manifiesto titulado “El Partido Socialista y la dictadura interna”, firmado por los diputados Antonio de Tomaso, Héctor González Iramain, Pedro Revol, Alfredo Spinetto, Edmundo Tolosa, Agustín Muzio y los concejales capitalinos Carlos Manacorda y Manuel González Maseda. Allí se trataba a La Vanguardia de funcionar como “una pasquín de facción” dado que “en el Grupo Parlamentario, en el Comité Ejecutivo, y en la Comisión de Prensa, las mismas personas deliberan, juzgan y resuelven”. “No existe, pues, como se ve, la más elemental libertad de opinión y vivimos gobernados por el Supremo Directorio o el Gran Consejo Fascista”. Además, agregaban que “No se quiere dar paso a la juventud que todo lo renueva y se oponen a la pujanza de entusiasmo sano y del idealismo puro, con la calculada indiferencia o el hiriente sarcasmo”.16La revista quincenal Crítica y Acción fue fundada por iniciativa de un grupo de afiliados socialistas (Jacinto Boix, Jorge Boragina, Armando Botto, Nicolás Cubelo, Juan Darrieux, Emilio Ferreras, Carlos Kelly, Ubaldo Mazzaluomo, Atilio Moro, José Paolucci, Luis Pagano, Miguel Pizza, Luis Poggi, Pedro Revol y Germinal Rodríguez) el 1ero. de mayo de 1927. Los propósitos de la revista se fundaban “en que en los actuales momentos parece que una profunda apatía se hubiera apoderado de la masa de afiliados, produciéndose como consecuencia un intenso período de crisis general por la que atraviesa la organización política de los trabajadores (...) No se hace nada ahora con la generosidad y empuje idealista que caracterizó el progreso
A su vez los firmantes se plegaban al grupo de parlamentarios que desde Crítica atacaban
sin descanso a los históricos líderes del PS.
Los hechos confirmaban la consolidación de una tendencia en el interior de la
organización que amenazaba y ponía en entredicho a la coalición dominante, al pretender
discutir, o incluso jaquear, las prácticas políticas de la línea que en ese momento
hegemonizaba los principales órganos de decisión partidarios.17
Frente a las misivas y comunicaciones, la reacción del CE del PS (ya sin oposición
interna por las renuncias antes mencionadas) fue contundente: en su resolución 1ª de la
reunión del 4 de julio se resolvió pedir a los respectivos centros socialistas la expulsión de
los afiliados que firmaron la nota publicada en el Nº 5 de Crítica y Acción, entendiendo el
mensaje como “disolvente y destructivo de la organización y de la vida del Partido”18
Dispuestos a combatir lo que ya era más que un diferendo y a lograr que el
conflictivo estado de cosas no pasara a mayores, la coalición de dirigentes denostados en el
CE salió al cruce de los firmantes (de ambas notas) utilizando todos los recursos partidarios
que tenían a disposición. Así, la Junta Ejecutiva de la Federación Socialista de la Capital
Federal, en la reunión extraordinaria que celebró el 5 de julio, sentenció que quedaba en
evidencia que detrás de las notas difundidas por Crítica se escondían “maniobras
desesperadas de las facciones de la política criolla que se mueven a la sombra por la futura
presidencia.”19 En tanto, la Junta Ejecutiva de la Federación Socialista Bonaerense negó en
su resolución 1ª “que el partido este dominado por una oligarquía como lo afirman algunos
afiliados en documentos conocidos”20 El Comité Electoral de La Plata por su parte, recogió
las recomendaciones de la Federación Socialista Bonaerense, y con mesura, en su
constante de nuestra fuerza, en épocas mejores para su evolución.”17Utilizamos el término tendencia como “conjunto establecido de actitudes” para diferenciarlo de los términos fracción y facción, véase, Giovanni Sartori, Partidos y sistemas de partidos, Alianza, Madrid, 1997, pp. 95-101. Evitamos utilizar el término facción por considerar que la característica fundamental que la distingue frente a, digamos, tendencia, grupos, fracciones o alas es un cierto grado de organización como también cierta longevidad. En el caso que nos convoca, una relativa organización recién es conseguida una vez que un buen número de afiliados al PS se declararon exentos de las obligaciones para con el partido. Finalmente, entendemos por el concepto de coalición dominante, una “integrada por aquellos actores, pertenezcan o no a la organización, que controlan las zonas de incertidumbre más vitales del partido”, véase, Ángelo Panebianco, Modelos de Partido. Organización y poder en los partidos políticos, Alianza, Madrid, 1990, pp. 89-94. 18Resolución Nº 1 del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Socialista, reunión del 4 de julio de 1927. 19Declaración de la reunión extraordinaria de la Junta Ejecutiva de la Federación Socialista de la Capital Federal firmada por Joaquín Coca, Esteban Jiménez, José Luis Pena, Rómulo Bogliolo, Juan Camorera, Salvador Gómez, Vicente Russomanno, Isidoro Ayala, Juan P. Labat y Miguel Navas.20Resolución Nº 1 de la Junta Ejecutiva de la Federación Socialista Bonaerense, 4-7-27.
resolución 3ª llamó “a la mayor cordura y serenidad, velando por la armonía y la unidad del
partido.”21
En un principio los socialistas que controlaban el CE intentaron aislar al grupo de
parlamentarios y afiliados que suscribieron los ataques tratando de minimizar el impacto
del golpe recibido.
El argumento en defensa del CE que difundió La Vanguardia era simple y sensible
al espíritu socialista: se trataba de gentes que poco o nada tenía que ver con la “lucha de
clases” ya que entre los firmantes de las denuncias primaban los profesionales y burgueses
que “se llenan la boca de la labor sindical a la que están entregados y la intensa obra de
doctrina que han realizado”22
Entre los muchos opositores a la actuación partidaria descrita había profesionales y
comerciantes. Pero también los había entre aquellos socialistas fieles a la cúpula partidaria
justista. El supuesto “ascendiente burgués” de los socialistas rebeldes pareció pues una
excusa de ocasión y de defensa frente a lo que se consideraban graves acusaciones. Empero
más urticante parecía resultar a los seguidores de Justo y Repetto que los futuros
independientes recurrieran a parte de la “prensa enemiga del partido” para difundir las
problemáticas inherentes al socialismo que -decían- había que resolver en los centros,
órganos o congresos partidarios.23 Así también lo había entendido la Junta de la Federación
Socialista Bonaerense en su resolución 3ª:
Las reclamaciones y cargos formulados contra las autoridades del Partido deben ser
sustanciadas ante el Congreso Nacional pues él es el órgano estatutario ante quien
corresponde plantear y debe resolver dichos cargos y reclamaciones.24
Rápidamente el CE del PS decidió tomar fuertes medidas que impidieran a los
todavía potenciales cismáticos hacerse del control del partido, ya que temían que la robusta
tendencia sumara más adeptos. Si bien las principales zonas de incertidumbre de la
21Resolución Nº 3 del Comité Electoral de La Plata, 6-7-27.22La Vanguardia, “La situación actual del partido”, 5-7-27.23El XIX Congreso Ordinario del PS estaba convocado para los primeros días de septiembre y debía desarrollarse en la Casa del Pueblo de la Capital Federal. La convocatoria fue modificada el 23 de agosto por el CE, permitiendo participar con todas las atribuciones a los centros que fueron disueltos y luego reconstituidos. El CE del PS realizó un nuevo llamamiento para los días 9,10 y11 de octubre. 24Resolución Nº 3 de la Junta Ejecutiva de la Federación Socialista Bonaerense, 5-7-27.
organización estaban a buen resguardo (CE, Junta Ejecutiva de la Federación Socialista
Bonaerense, Junta Ejecutiva de la Federación Socialista de la Capital y Comisión de
Prensa), muchos de los centros circunscripcionales (base de la pirámide organizativa)
quedaron en manos de los afiliados firmantes y adherentes a las misivas, lo que impedía
disciplinar a esas unidades partidarias. Por consiguiente el CE sugirió la disolución de los
centros “mayoritariamente traidores” por intermedio de un manifiesto fechado el día 6 de
julio. Con ese aval, la Federación Socialista de la Capital Federal y la de provincia de
Buenos Aires decidieron proceder activamente: diluyeron los centros de su jurisdicción
cuyos miembros, en mayoría, no respaldaran la actuación de las autoridades del partido.
Muchos centros fueron disueltos para “velar por la unidad del partido”, ya que podían
quedar en manos de los divisionistas (ver gráfico 1).
Gráfico Nº1. Centros socialistas de la Capital Federal disueltos por el PS durante el mes de julio de 1927.
Fuente: Libertad! y La Vanguardia, julio de 1927.
Para fines de julio de 1927 algunas de esas agrupaciones de la Capital Federal ya
estaban en poder de los miembros del grupo opositor. Ellas no dudaron en autodeclarar la
autonomía y arrogarse la exención de obligaciones para con el PS.
Como puede verse en gráfico 1, el CE del PS perdió el control y debió disolver
varios de los importantes centro de la zona sur de la Capital Federal considerados bastiones
sólidos no sólo por los resultados electorales allí obtenidos históricamente; también, por el
peso simbólico que tenían algunas de esas circunscripciones debido a su sustancia obrera.
Un rápido análisis ecológico nos expone el carácter proverbial del cisma: de las
diez elecciones de diputados que hubo en la Capital federal entre 1912 y 1926, el
socialismo obtuvo su mejor resultado en la circunscripción 4ª (San Juan Evangelista, la
Boca) con diez triunfos, cuyo centro quedó en manos de los separatistas. El mayor
predominio fuera de la Boca se dio en las circunscripciones 2ª (San Cristóbal Sur) y 3ª
(Santa Lucía). En tanto las circunscripciones 6ª, 7ª, 8ª y 15ª fueron históricamente muy
disputadas con la Unión Cívica Radical. De analizar las 8 circunscripciones de la Capital
Federal con “predominio obrero” ( 1ª, 2ª, 3ª, 4ª,6ª, 15ª,17ª y18ª), vemos que seis de los
centros de esas secciones fueron disueltos por el PS. También fueron disueltos los centros
de las circunscripciones 7ª y 8ª donde no existía un predominio nítido entre clase media y
clase obrera.25 Incluso si nos detenemos en los resultados totales de la elección de diputados
de 1926 en la Capital Federal (la última antes de la división) nos encontramos que de los
63.601 votos obtenidos por los socialistas en ese distritos 37.470 (casi un 60%)
pertenecieron a las circunscripciones donde se disolvieron agrupaciones.26
El mapa del poder organizativo del PS se modificó al compás de las resoluciones
que se dieron en los niveles inferiores del partido. Perder dirigentes y viejos afiliados de
nivel barrial -y además perder el centro de circunscripción- implicaba cortar alguno de los
nexos importantes que los unía al electorado y los legitimaba como fuerza política.
En muchos casos, los afiliados díscolos pudieron apropiarse de los locales
partidarios poniéndolos a disposición de asambleas que reunían a buena parte de la
militancia socialista.
El control de los centros capitalinos en mucho dependió también del
posicionamiento de los referentes principales de cada una de las comisiones administrativas
respectivas (Secretario General; Secretario de Actas; Tesorero; Vocales) y la capacidad de
movilización que tuvieron esos hombres para torcer a su favor las decisiones que se
tomaran en las unidades en conflicto.
25Darío Cantón y Jorge Raúl Jorrat , Elecciones en la ciudad 1892-2001, Tomo II (1912-1973) , Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, pp. 212-215. 26Darío Cantón, Materiales para el estudio de la sociología política Argentina, Tomo II, Editorial del Instituto Torcuato Di Tella, Buenos Aires, 1968, p.83.
Tabla Nº 1: Centros declarados autónomos. Cantidad de afiliados rebeldes por centro y secretarios generales
de los centros respectivos (todos ellos afilados luego al PSI).
Centros por sección
declarados autónomos
Cantidadafiliadosrebeldes
Secretario Gral. delCentro /años de afiliación al
PS hasta julio de 1927
3ª 16 Arturo López (15) 4ª 22 U. Mazzalomo (12) 6ª Caballito 13 Pedro Revol (16)8ª 12 Vicente ferraro (19) 9ª 13 Jorge Boragina (23) 10ª 8 Carlos Kelly (11)11ª 15 Cayetano Moreno (15)12ª 11 Emilio Ferreras (13)13ª 11 Fernando De Andréis (15)14ª 9 Atilio Moro (12)16ª Villa Urqui. 28 J. Rouco Oliva (20)
Fuente: La Vanguardia y Crítica y Acción, junio y julio de 1927.
En los centros de la Capital Federal donde no pudieron imponerse quienes ya eran
considerados traidores por sus colegas, los afiliados que se mantuvieron fieles a las
autoridades del CE procedieron a expulsar de su seno a los “socialistas rebeldes”. Se
sumaron a los centros disueltos por la Capital, los de las localidades bonaerenses de
Ayacucho, San Antonio de Areco, Tigre (islas), La plata (2ª), Pilar y Lincoln. En el resto
del país se disolvieron los centros de 1ª y 3ª de Rosario y el centro de General Roca en Rio
Negro.
En la ciudad de Buenos Aires fue entonces donde el grupo rebelde sentó sus bases
de sustentación y definitivamente se convirtió en autónomo del PS. Los “socialistas
renegados” habían declarado la autonomía de once de los centros del PS. De los veintidós
centros que tenía el PS en ese distrito, doce fueron disueltos por orden del CE, y recién a
mediados del mes de septiembre de 1927 el PS logró reconstituirlos a partir de asambleas
realizadas en la Casa del Pueblo donde se eligieron nuevas comisiones administrativas para
empezar a funcionar. Paralelamente el CE autorizó a las nuevas autoridades de
circunscripción electas a alquilar locales para funcionar.
Sin embargo, el tronco original del PS sólo reconoció la pérdida de ocho centros el
todo el país y 467 afiliados de los 1717 que figuraban en sus listas como activos en Capital
Federal.27 El reconocimiento por parte del PS de la pérdida de agrupaciones partidarias,
27La Vanguardia, “Cómo ha repercutido en la masa de afiliados la acción de los traidores”, 12-9-27.
refiere, aunque sin hacerse explícito, a los centros que, en efecto, no pudieron reconstituirse
aún para mediados de septiembre de 1927. Además, hay que tener en cuenta que sólo
consideraron como bajas a aquellos cotizantes con sus pagos al día.
La disputa en los centros socialistas porteños
Pero esa puja por la lealtad de los afiliados y por los bienes partidarios del PS
estuvo plagada de conflictos de todo tipo. Los centros se convirtieron en verdaderas áreas
de turbulencia que dieron como resultado que los tejidos de la organización resultasen
severamente dañados por esta compulsa intrapartidaria a nivel barrial que involucró a todos
los niveles de la militancia capitalina.
Desde La Vanguardia se denunció que los “traidores” de la 3ª circunscripción de la
Capital Federal se habían convertido en “maestros en realizar asambleas clandestinas” ya
que -aunque habían convocado a la reunión del centro como lo estipulaban los estatutos del
partido, publicando el orden del día- suspendieron la asamblea y realizaron otra, una hora
antes sin presencia de oposición. Esa última asamblea decidió elevar una nota firmada por
51 afiliados al diario La Vanguardia y la revista Crítica y Acción:
1-Que no hay que tomar medidas disciplinarias contra los firmanes de las acusaciones
conocidas.
2- Clausurar el local del centro socialista de la 3ª.
3-Cortar toda relación con el CE hasta el próximo Congreso Nacional del Partido.28
También en el centro de la sección 9ª de la Capital Federal se vivió un episodio de
parecidas características. Pero a diferencia del centro de la 3ª, la asamblea de aquella
agrupación fue anunciada tardíamente por el Secretario General de esa agrupación. La
ventaja fue aprovechada por los futuros independientes para asegurarse una mayoría de 23
votos contra 8 y se resolvió “declarar el centro separado del partido.”29
En el local de la 14ª “los confabulados” celebraron una asamblea denunciada de
apócrifa por La Vanguardia. Allí, en vez de declarar la autonomía como hicieron sus pares
de la 9ª, decidieron “expulsar del PS a los afiliados Ángel Giménez, Adolfo Dickmann y 28La Vanguardia, “Los traidores de la tercera”, 11-7-27.29Crítica y Acción, “La situación del partido”, 18-7-27.
Manuel Palacín.” Esta curiosidad fue, como era previsible, catalogada de “¡Asombrosa!”
por el cronista de La Vanguardia.30
Al centro de la 9ª se sumó el de la 10ª cuyos adherentes también se declararon
autónomos del PS por dieciocho votos contra cinco, aunque aquella sección rápidamente
quedó reconstituida por justistas a partir de una asamblea celebrada en la Casa del Pueblo
donde procedieron a expulsar a quienes, un día antes, habían desoído e injuriado los
mandatos del CE.31
Conflictivas y confusas fueron las circunstancias que se vivieron en el centro de la
circunscripción 6ª (Caballito) donde se denunció que la policía de la Capital se había puesto
“al servicio de los traidores” ya que el día 16 de julio una comisión policial desalojó a un
grupo de socialistas que custodiaban el local poniendo en posesión del mismo “al traidor
Revol.”32
El centro de la 15ª (San Bernardo) se había intentado separar del PS. La asamblea de
reconstitución de dicha unidad partidaria, se reunió en el domicilio particular del vocal Luis
Fraschina, convocándose desde La Vanguardia a “los compañeros de ese centro que
quieran continuar en el partido y los simpatizantes que han ofrecido ingresar en nuestras
filas después de que han salido de ellas los traidores.” En este caso, el local quedó en poder
de los afiliados que continuaron en el PS ya que el secretario de la Federación de la Capital
Federal Agustín Coca, acompañado de otros afiliados tomaron aseguraron ese local “contra
la intromisión de ladrones de libros, muebles, etc. que tanto abundan por aquellos
barrios.”33
Es cierto que muchos de los contratos de alquiler de los locales en litigio donde
funcionaban los centros debieron figurar a nombre de integrantes de las comisiones
directivas que decidieron confrontar con parte de la cúpula partidaria. El control de esos
contratos de locación le otorgaba a los rupturistas o a los adeptos al CE una ventaja en caso
de que las resoluciones de las asambleas de las agrupaciones fueran adversas a sus
intereses. Así por caso ocurrió en el local de la circunscripción 8ª, donde la policía
corroboró que el alquiler del inmueble figuraba a nombre del Secretario de Actas del
centro, José Imbellone, que respondía al grupo de los socialistas rebeldes.
30La Vanguardia, “Los traidores de la 14ª”, 11-7-27.31Crítica, “Se profundiza el conflicto socialista”, 17-7-27.32La Vanguardia, “La policía de La capital al servicio de los traidores”, 17-7-27.33La Vanguardia, “Centro de la sección 15ª. Asamblea para hoy”, 10-7-27.
No obstante el factor determinante para que los socialistas separatistas tomaran el
control de las agrupaciones, en esencia, tuvo que ver con que el grupo rebelde contó con
adherentes que -como pudo verse en la tabla 1- encabezaban las comisiones directivas
respectivas y que, por consiguiente, habían sido elegidos por los afiliados de dicho centro.
El poder de las autoridades circunscripcionales parece haber sido más fuerte que el
reivindicado apego por los intereses del partido orgánico y de ideas al momento de
posicionarse frente al conflicto.
Sin embargo no fue así en todos los casos. En efecto, el centro de la sección 15ª
tenía como Secretario General a Alberto Maya (28 años de afiliación) y como Tesorero
Vicente Lanfranco (24 años de afiliación). El Secretario de Actas de ese local era Pablo
Gianone (26 años de afiliación). Los tres veteranos dirigentes formaban parte del grupo
rupturista y sin embargo no pudieron apoderarse del local. El rol de Gianone en la
“defensa” de ese centro sería reivindicado luego desde Libertad!
El fundador del centro de la sección 15ª, cuyo local supo defender sólo contra el
Diputado Coca -amparado en su medalla de legislador- y quince bandoleros más. Se
cuadró como soldado veterano a pesar de los golpes de bastón que con cobardía muy
propia de capitanejo, los sujetos tales le aplicaron alevosamente.34
Antonio de Tomaso y Augusto Bunge pertenecían al centro de la sección 18ª. Sin
embargo esa agrupación siguió formando parte del PS ya que la asamblea convocada falló
en contra de los rebeldes, a pesar de los llamamientos hechos por algunos de quienes eran
considerado líderes de la revuelta. En dicha asamblea, de Tomaso, Bunge, Roberto Noble y
Armando Botto, viéndose perdidos, votaron a favor de sus propias expulsiones. Tampoco
Germinal Rodriguez, en calidad de Secretario General del centro de la 2ª, pudo conseguir
voluntades suficientes para separar aquella agrupación del histórico partido.
En vistas a que se extendía la rebelión, La Vanguardia alertó sobre confirmados
“propósitos divisionistas de un grupo de afiliados” firmantes de un infame declaración que
tenían como objetivo construir un partido sirviente de los intereses de la oligarquía.35 El 7
de julio, sólo faltando un mes para que naciera el PSI, los socialistas de Repetto y Justo 34Libertad!, “Galería de la vieja guardia”, 22-8-27.35La Vanguardia, “La situación actual del partido”, 6-7-27.
anunciaban que se había consumado “la traición” y que “para que ella aparezca menos
negra, los diputados disidentes deben renunciar a sus mandatos.”36
A pesar de las advertencias y llamamientos, quienes renegaron de los mandos
históricos del PS movilizaron una buena cantidad de “afiliados díscolos” durante esos días
para llenar las asambleas de los centros y hacerse del control de buena parte de ellos. Y
para mayor consternación de los indignados socialistas que se quedaron, la información
sobre la realización de algunas de esas asambleas divisionistas circuló en las páginas de
Crítica.37
El nacimiento del PSI
El PSI nació formalmente el 6 de agosto de 1927 por intermedio de un Congreso
Constituyente convocado por los socialistas escindidos ese mismo día para darse un nombre
y un programa, aunque no se avanzó sobre ese último punto. El mandato de aquel cónclave
fue concreto: empezar a edificar el nuevo partido sobre las bases existentes con vistas a las
elecciones generales.
Es tan grande lo que nosotros hemos realizado en este último mes, a pesar de no tener
organización regular de partido; tan enorme la tarea de los afiliados y de los centros de la
Capital Federal; es tan intensa la obra de propaganda llevada a cabo, la obra de
organización espontánea impulsada por la sola fuerza de nuestro entusiasmo, que
podemos firmemente tener confianza en nuestro porvenir (…) yo afirmo sin temor a ser
desmedido, que en el próximo mes de abril -mido bien las palabras que digo- vamos a
ganar la elección a los socialistas del castillo de la Casa del Pueblo.38
Hacia fines del mes de agosto, la nueva fuerza ya tenía establecidos sus propios
centros socialistas con locales en catorce de las veinte secciones de la Capital Federal y
también en varias localidades de la provincia de Buenos Aires. Incluso consiguió organizar
algunos distritos en el resto del país. Mucha de la infraestructura partidaria había sido
36La Vanguardia, “La traición”, 7-7-27.37La relación entre Natalio Botana y los socialistas puede seguirse en el estudio ya citado de Silvia Saítta, Regueros de tinta... pp. 221-238.38Fragmento del discurso de Antonio de Tomaso en el Congreso Constituyente del PSI, 6 de agosto de 1927, en Crítica, “El acierto de una profecía”, 6-5-28.
ganada en disputa, como se ha visto, durante los meses de junio y julio de 1927. Contó
también a partir del 17 de agosto con el diario Libertad! que apareció en forma continuada
hasta 1942, a excepción de una breve clausura (trece días) sufrida durante la dictadura de
Félix Uriburu en octubre de 1930.
El nuevo partido nació con la particularidad de poder ostentar presencia
parlamentaria (diez diputados nacionales y dos concejales por la Capital federal). Además,
engrosaban sus filas un buen número de viejos ex militantes del PS que aportaron
legitimidad y su vez experiencia a la nueva fuerza.39
El impulso inicial, y el éxito relativo que supuso apropiarse de buena parte del
tradicional aparato organizativo socialista, empujó a los independientes a que velozmente
fundasen nuevos centros, tuviesen sus propias bibliotecas -muchas de ellas ya existentes- y
llevasen adelante emprendimientos que ayudaran a financiar las actividades de la nueva
organización.
Organización política, organización electoral
Inicialmente buena parte de las energías de los dirigentes del nuevo partido fueron
puestas en salir a responder desde Libertad! las acusaciones lanzadas por los socialistas que
se habían quedado en el disminuido tronco original. Así, las páginas del diario de los
independientes se llenaron de reproches y contragolpes lanzados contra los más
encumbrados dirigentes justistas que tampoco dudaban en aceptar el convite desde La
Vanguardia. Esas querellas y acusaciones -muy ricas para emprender algún estudio futuro-
no paralizó, sin embargo, el camino emprendido de los independientes por solidificar y
extender su estructura partidaria con vistas a las elecciones generales a desarrollarse el
1ero. de abril de 1928.
39Desde el primer número del diario Libertad!, y hasta finales de noviembre de 1927, el órgano del PSI puso a disposición de sus lectores una sección titulada “Galería de la vieja guardia.” En esas columnas de aparición diaria se detalló quienes era los militantes con amplia trayectoria socialista que habían roto con el tronco partidario original. Una primera aproximación a esta fuente, que consta de 218 breves biografías de afiliados, nos arroja como resultado que la media de años de afiliación al PS entre los biografiados es de 17,6 años en el PS hasta julio de 1927. Otro dato interesante que surge de la pesquisa es que 190 de los 218 afiliados tuvieron algún cargo partidario (aunque más no sea de menor cuantía) durante su trayectoria previa en el PS.
El horizonte político inmediato planteaba un primer test electoral que fue asumido
por la dirigencia escindida aunque sin demasiadas expectativas.40 Debían elegirse, en los
comicios del 27 de noviembre de 1927 en la provincia de Buenos Aires autoridades
municipales (Concejales y Consejeros Escolares) y Concejales capitalinos bajo el régimen
de proporcionalidad. Se presentaba entonces una buena oportunidad para sondear como
había impactado el cisma entre los afiliados y el electorado socialista en ambos distritos.41
Sin bien la nueva fuerza ya contaba hacia fines de agosto de 1927 con presencia
organizativa en varias secciones de esa provincia, el partido no tenía todavía autoridades
formalmente electas, habiendo constituido provisoriamente un Consejo Directivo que
encabezaba como Secretario General Manuel González Maseda y que debía durar hasta que
sesionase el 1er. Congreso Ordinario del partido.42 Se había designado además como
Secretario del Grupo Parlamentario Nacional a Pedro Revol, y en calidad de Secretario del
Grupo Comunal capitalino a Carlos Manacorda. Tampoco contaba aun el PSI con un
programa definitivo, por lo que el Concejo Directivo decidió coordinar y publicitar una
plataforma electoral común que fue avalada por los centros jurisdiccionales que presentaron
listas para las elecciones bonaerenses.43
En sólo tres meses el PSI supo organizarse en dieciséis secciones de la provincia de
Buenos Aires contando con los centros socialistas respectivos. En once secciones, incluso,
pudo presentar listas de candidatos para las elecciones municipales, y en cinco de ellas
consiguió publicitadas victorias frente al PS.44
40Argumentaba Augusto Bunge que “había que seguir las elecciones municipales de la provincia con optimismo pero con cautela” ya que los resultados estarían condicionados por el poco tiempo que había pasado desde que decidieron forma el nuevo partido. Libertad!, “Seamos optimistas pero cautelosos”, 28-11-27.41En la Capital triunfó la U.C.R. con 88.544 votos contra 44.679 del socialismo y 35.237 del socialismo independiente que logró tres bancas por el sistema proporcional. Fueron electos por el PSI en Capital Federal Carlos Manacorda, Manuel González Maseda y Germinal Rodriguez.42Como secretario de actas figuraban, en aquel primer Consejo Directivo, Gonzalo Beschinsky; el tesorero fue Agustín Muzio. Los vocales fueron Juana Begino, Jacinto Boix, Cesar Cichero, Roberto Giusti, Federico Pinedo, Miguel Pizza, Luis Poggi y José Rouco Oliva. Los vocales suplentes fueron Antonio Zaccagnini, Carlos Kelly, Manuel López y José Paolucci. 43Los ítems generales comunes en la plataforma electoral del PSI en los distritos que se presentó a elecciones eran: régimen impositivo, asistencia social, condiciones de trabajo, higiene pública y obras públicas. Libertad!, “Puntos comunes de la plataforma electoral”, 21-11-27.44 El PSI participó en Ayacucho, Avellaneda, Carlos Tejedor, La Plata, General Pueyrredón, Saladillo, Pehuajó, Bahía Blanca, Tres Arroyos, San Antonio de Areco y Lincoln. Consiguió superar al PS en Ayacucho (289 votos), Carlos Tejedor (108 votos) , Saladillo (52 votos), Pehuajó (303 votos) y San Antonio de Areco (86 votos).
El Consejo Directivo del PSI, en ausencia de una federación provincial, designó
para esas elecciones delegados para asesorar a los centros de las secciones que presentaban
listas en una clara prueba de que, si bien eran conscientes de que no mucho se podía esperar
de aquellos resultados electorales capitalinos y bonaerenses, debían apostar el resto en cada
una de las pruebas que se tenía por delante.45
En paralelo a la llegada -sin sorpresas- de los resultados electorales durante la
primera semana de diciembre de 1927, la actividad político-organizacional del partido se
incrementó desde varios flancos. Durante ese mes quedó conformada la Comisión de
Relaciones Gremiales del PSI (con buen anclaje de afiliados en la Federación de
Empleados de Comercio) como así también el Grupo Gráfico Socialista Independiente. Más
importante aún significó la aprobación provisoria de los Principios y Programa de Acción
por parte del Consejo Directivo del partido que había redactado una comisión conformada a
tal fin, asesorada por un delegado electo en cada centro existente.46 El documento quedó
igualmente a la espera de ratificación por parte del 1er. Congreso Partidario que se
desarrollaría, como ya fuese señalado, los días 28 y 29 de enero de 1928.
En materia de penetración territorial, el partido incrementó aceleradamente su
cantidad de centros y sub-comités sobre todo en la Capital federal, e incorporó -según
palabras de Germinal Rodríguez aparecidas en Libertad!- mil nuevos afiliados entre los
meses de enero y febrero de 1928 gracias a la “incesante campaña desarrollada por la
militancia de los centros del PSI.”47
Tabla Nº2. Centros y subcomités pertenecientes al PSI y al PS en la Capital Federal en vísperas de las elecciones de abril de 1928.
Circunscripción Centros PSI Subcomités PSI Centros PS Subcomités PS1ª 7 1 9 -
45En La Plata se designó a Jacinto Boix; en Ayacucho a Gregorio Beschinsky; en Bahía Blanca al Diputado Nacional Agustín Muzzio; en Avellaneda al Diputado Nacional Héctor González Iramain; en Mar del Plata al Concejal Carlos Manacorda y al Diputado Nacional Antonio de Tomaso; en Pehuajó a Felipe Di Tella; en Carlos Tejedor a Antolín Lucendo; en Tres Arroyos al Diputado Nacional Fernando de Andréis; en Saladillo al Diputado Nacional Pedro Revol; en San Antonio de Areco a Tomás Scaglia y en Lincoln a Edmundo Chedufau. 46El Programa de Acción exponía la obra que el PSI consideraba “realizable en tiempo previsible” y se desprendía de los principios. Constaba de siete breves capítulos: reivindicaciones fundamentales, política económica financiera, política social, política educacional, política constitucional, reforma del derecho civil y penal y política internacional. La aprobación del documento no fue unánime. Federico Pinedo, en su calidad de vocal del Consejo directivo voto en disidencia con relación a la aprobación del programa, aunque no hemos podido rastrear en que se fundó dicha decisión. 47Libertad!, “Con gran entusiasmo se trabaja en los centros de nuestro partido”, 28-2-28.
2ª 1 2 1 23ª 1 - 1 24ª 1 1 1 35ª 1 - 1 16ª 2 - 1 -7ª 2 - 2 -8ª 1 1 1 19ª 1 2 1 -10ª 1 - 1 -11ª 1 - 1 -12ª 1 - 1 -13ª 1 - 1 -14ª 1 - 1 -15ª 6 - 4 216ª 3 - 3 -17ª 1 218ª 1 1 1 219ª 1 - 1 -20ª 1 - 1 -
Fuentes: Libertad! y La Vanguardia, marzo 1928.
El vértigo con el que se trabajó por esos días hace pensar que existió enorme interés
por enfrentar, en las mejores condiciones que fuesen posibles, el acto electoral del 1ero. de
abril de 1928, en el cuál depositaban muchas más expectativas que en las pasadas
elecciones municipales capitalinas y bonaerense. Sobre todo por la disputa con sus ex
camaradas por el favor del electorados capitalino.
Ambos partidos socialistas buscaron fortalecer las circunscripciones en las que
había que cubrir mayor territorio y en las que, además, los radicales se habían impuesto en
las elecciones de 1926. Así, la fundación de centros en las circunscripciones 1ª, 15ª y 16ª
fue realmente desproporcionada en relación con las restantes secciones de la Capital
federal.
Gráfico 2: Circunscripciones de la Capital Federal en las que el PS y el PSI organizaron más de un centro en
vísperas de las elecciones de abril de 1928.
Fuente: La Vanguardia y Libertad!, febrero y marzo de 1928.
La paridad de fuerzas muestra lo que se jugaba en aquella elección de abril de 1928:
para los nucleados en el PS tal vez significaba mostrar que la división no había afectado su
poder electoral en la capital del país. Para el nuevo partido significó demostrar que ellos
representaban a los “verdaderos socialistas.” Ambos supieron de antemano que la puja iba a
ser reñida.
La abultada agenda de trabajo veraniego de ambos socialismos sólo se interrumpió
por la sorpresa y consternación que produjo la abrupta muerte de Juan B. Justo ocurrida el 8
de enero de 1928. La noticia fue asumida con profundo pesar por parte de quienes habían
sido sus discípulos y compañeros de ruta durante casi toda su vida política. Días antes, se
reflexionaba desde Libertad!:
El doctor Justo ha sido avaro de su palabra respecto de la división socialista. Una sola
vez en un congreso, se refirió a nosotros y empleo un vocablo amable: dijo deserción en
vez de traición. Desde entonces ha meditado en el silencioso retiro de Los Cardales,
lejos de los ruidos de la ciudad y de las charlas de Coca, en la compañía sedante de los
árboles y ante el espectáculo melancólico y grandioso del crepúsculo. Y ha llegado a la
conclusión de que fue injusto con nosotros.48
48Libertad!, “1928 ¡Vida Nueva!”, 1-1-28.
Al día siguiente de conocerse la luctuosa información, los independientes se
sumaron a los funerales y muestras de dolor por quien “durante treinta años luchó y trabajó
para el pueblo.”49
Recuperada la rutina de trabajo, el PSI puso todas sus energías en la preparación de
su 1er. Congreso Ordinario que se desarrolló a fin del mes de enero. En efecto, el día 10 de
enero fue publicado el orden del día, acompañado con fragmentos tipografiados de las
sesiones del Congreso Constituyente del 6 de agosto de 1927.50 Se instó también a cada
centro del país a que eligiesen delegados.
Además, en materia electoral se siguió trabajando febrilmente: el 15 de enero la
recién creada Comisión de Propaganda Electoral de la Capital Federal ordenó a los centros
de su jurisdicción que designasen delegados respectivos para organizar la propaganda con
vistas a las elecciones generales de abril.
El 1er. Congreso del PSI
En este clima de intensa labor comenzaría a sesionar el Congreso Partidario del PSI
que debía terminar de dar forma a la organización, ratificando o rectificando lo actuado
bajo la responsabilidad de Consejo Directivo. Dicho consejo publicó su informe de gestión
el día 19 de enero.
El muy detallado balance ponía especial atención en los logros organizacionales del
PSI, básicamente en lo que refiere a la penetración territorial del partido. Incluso ordenó:
Teniendo en cuenta el número de centros socialistas independientes de la Provincia de
Buenos Aires, y la necesidad de que en ella se intensifique la propaganda de nuestro
partido, el Consejo Directivo ha resuelto que a continuación de nuestro Congreso
49Libertad!, “Falleció ayer Juan B. Justo”, 9-1-28.50El orden del día constaba de diez puntos: 1-Designación de la comisión de poderes y consideración de su informe. 2- Elección de la mesa directiva del Congreso, compuesta por un presidente, dos vicepresidentes y dos secretarios. 3-Reglamento de discusión para las deliberaciones del congreso. 4- Designación de las comisiones internas. 5-Proyecto de estatuto para el PSI. 6-Proyecto de declaración de principios del PSI. 7-Proyecto de programa de acción del PSI. 8- Plataforma electoral para las elecciones de 1928. 9- Informe del Consejo Directivo y Grupo Parlamentario. 10- Elección de candidatos a miembros del Consejo Directivo.
Nacional, se efectúe el Congreso Constituyente de la Federación Socialista
Independiente de la Provincia de Buenos Aires.51
El Congreso Nacional del PSI comenzó a sesionar el sábado 28 de enero en
presencia de 71 delegados titulares en representación de los centros de todo el país. Como
presidente del Congreso resultó electo el Diputado Héctor González Iramain secundado por
el legislador tucumano Juan Manuel Vera Hernández. Antes de pasar a conformar las
distintas comisiones, se pronunciaron palabras de apertura enfocadas no tanto a la división
socialista, sino a los logros y desafíos inmediatos del partido. Manuel González Maseda, en
calidad de Secretario General del PSI, afirmó en ese sentido: “Podemos decir, sin dejar de
reconocer la posibilidad de errores, que hoy está organizado el partido y puede prepararse
para enfrentar la próxima campaña electoral.”52
Se aprobó también la Plataforma Electoral para las elecciones del 1ero. de abril que
fue elevada al plenario por una comisión avocada a su redacción, como fue también
ratificada la Declaración de Principios y Programa de Acción del partido.
El debate más conflictivo en materia organizacional se dio en relación con la
creación o no de federaciones provinciales. Hubo quienes, como Felipe Di Tella, elevaron
la propuesta de que se suprima la posibilidad de creación de las mismas, y pidieron
centralizar la dirección del partido desde la Capital Federal por medio del Consejo
Directivo. En tanto el delegado José Baliño (La Plata), en contrario a la propuesta de Di
Tella, sostuvo que “no hay otra manera práctica de difundir el socialismo en el interior que
no sea por medio de las Federaciones que deben coordinarlas.”53 Ambas posiciones
cosecharon adeptos que se parapetaron detrás de encendidos discursos. Se optó finalmente,
por una organización de tipo centralizada, que sólo permitió organizar federaciones
respectivas para la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, quedando el resto del
país bajo la dirección del Consejo Directivo con cede en la Capital Federal. La
centralización dejó en evidencia cuales eran los límites y expectativas de la mayoría de los
51Informe del Consejo Directivo del PSI, 19-1-28. El 30 de enero de 1928 quedó Constituida la Federación Socialista Independiente de la Provincia de Buenos Aires. La Junta a cargo estuvo compuesta por Miguel Pizza de Morón; Alberto Albertini de Islas del Tigre; Tomás Oberti de San Antonio de Areco; Alejandro Barrios de Avellaneda; José Baliño y Mario Sciocco de La Plata y José Paolucci de Banfield y Remedios de Escalada. 521er. Congreso Ordinario del PSI, “Informe de Gestión”, 28-1-28.531er. Congreso Ordinario del PSI, “Debate sobre las federaciones Provinciales”, 29-1-28.
dirigentes del PSI: construir un partido fuerte en la Capital Federal que les permitiera
desplazar al PS de la posición que ostentaba.
Finalmente se debatió sobre tablas la propuesta elevada por parte del delegado
informante de la comisión encargada de estudiar la concurrencia a las elecciones
presidenciales, cuyo objeto guardaba una doble significación. Por un lado -se preguntaba el
informe- ¿Qué posibilidades reales tenía el joven partido de hacer una elección digna en
caso de llevar candidatos propios? Por otro, estaba latente la posibilidad de apoyar
formalmente a uno de los candidatos a riesgo de ser acusados de “contubernistas” por
quienes fueron sus compañeros. Así, se sostuvo:
Hay que considerar que nuestro Partido no tiene en éstos momentos -y puede confesarse
con toda franqueza- un carácter nacional en cuanto se refiere a la extensión de sus
organismos. Nuestra representación es limitada y nuestras posibilidades electorales son
todavía más limitadas.54
Como alternativa, el Congreso decidió que el PSI no debía llevar candidatos propios
y debía centralizar sus esfuerzos en la elección de representantes nacionales capitalinos.
El cierre de las sesiones del 1er. Congreso Ordinario Nacional del PSI terminó de
dar forma final a una organización cuyos dirigentes y afiliados construyeron, a marcha
forzada, desde el 7 de agosto de 1927. Los esfuerzos de esos primeros meses rindieron
frutos en las elecciones del 1ero. de abril, donde el PSI consiguió la minoría de diputados
por la Capital Federal, desplazando al PS de esa posición y quedando detrás del
radicalismo.55 El éxito no sólo obedeció al hecho de que presentaron “la mejor lista” de la
Capital, como entusiastamente fuera publicitado por aquellos días desde Crítica. Detrás de
aquellos importantes dirigentes existió toda una pléyade de militantes que dotaron al PSI,
en un breve tiempo, de una estructura organizativa sólida y competitiva.56
541er. Congreso Ordinario del PSI, “Debate sobre la concurrencia a las próximas elecciones nacionales”, 29-1-28.55Los diputados por la minoría que ingresaron al parlamento por el PSI fueron: Héctor González Iramain (51273 votos); Augusto Bunge (50385 votos); Federico Pinedo (50017 votos); Antonio Zaccagnini (49385 votos); Roberto Giusti (49273 votos); Agustín Muzio (49194 votos). No ingresaron Carlos Manacorda, Jacinto Boix, Fernando de Andreis, Raul Carballo, José Rouco Oliva y Manuel González Maseda. El candidato del PS que más votos cosechó fue Enrique Dickmann (45225 votos). 56Crítica, “¡La minoría anunciada y auspiciada por Crítica!”, 5-5-28.
Consideraciones finales
Dimos prioridad en este artículo a la faz organizativa del PSI por considerar uno de
los aspectos que debían ser estudiados para poder dar cuenta de sus tempranos éxitos
electorales en la Capital Federal. Comenzamos desde una consideración historiográfica: si
bien los socialistas independientes tuvieron un derrotero exitoso pero fugaz en la vida
política nacional entre fines de los años ´20 y principio de los ´30, su paso había sido
evaluado con cierto desdén, y otras veces sin demasiada rigurosidad, sobre todo utilizando
a sus dirigentes como chivo expiatorio del “fracaso” socialista. Entendimos entonces que en
el marco de una historia política argentina renovada, y dentro de ella nuevas y fértiles
historias del período de entreguerras, debía insertarse nuestro aporte que intenta revitalizar
el estudio del PSI por considerarlo una de las piezas claves de la política argentina de
aquellos años.
Consideramos que era relevante estudiar de la forma más detallada posible, los
sucesivos pasos que fue dando el grupo escindido del PS para crear un partido competitivo
en la Capital Federal sin que ello implicara alejarse de la tradición organizativa socialista.
Pudimos visualizar qué porción del viejo partido habían quedado en manos de quienes
confrontaron a la coalición dominante del PS y cómo se gestó dicho traspaso. Notamos que
una parte sustantiva de la estructura organizativa del PS quedó -conflictos mediantes- en
manos del grupo divisionista. Esta estructura fue el cimiento para fundar el nuevo partido y
extenderlo rápidamente. La etapa formativa del PSI, como vimos, fue cerrada, en sus
aspectos nucleares, durante las sesiones del 1er. Congreso Ordinario del PSI a fines del mes
de enero de 1928. Para esa fecha, el PSI contaba ya con un partido organizado y con buenas
expectativas para afrontar un desafío electoral en la Capital Federal que marcaría sus
perspectivas a futuro. Pero esas expectativas electorales tuvieron un techo de antemano.
Los dirigentes del PSI desnudaron su falta de interés por expandirse más allá de los límites
de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires. La decisión del Congreso del PSI
de no dotar al partido de una organización federal marcó claramente hacia donde apuntaba
la nueva fuerza política: por un lado hacer foco en la disputa con sus ex compañeros en el
bastión capitalino por ver quienes eran “los verdaderos socialistas”. Por otro, y aquí se
suma la decisión de no presentar candidatos propios a las elecciones presidenciales de abril
de 1928, abrir la posibilidad a futuras alianzas o dar apoyo a candidatos de otros partidos en
el futuro inmediato.