Post on 24-Dec-2015
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Autoservicio ¿Una necesidad?
ediados de Abril de 2014, Praga. Después de una larga tarde conociendo la ciudad, mis amigos
y yo decidimos relajarnos con una buena cerveza en un bar; el cual nos había sido recomendado y quedaba por el centro de la ciudad. Al entrar al lugar se nos asignó una mesa y un tarro vacío a cada uno de los integrantes del grupo; al llegar a la mesa nos encontramos con un sistema con 4 llaves para despachar la cerveza y una pantalla táctil con la que pudimos interactuar para servirnos nuestras propias cervezas en el volumen que cada uno creyera necesario para sí mismo; para al final pagar cada quien la cantidad de cerveza que consumió. Este tipo de servicio tiene un nombre que seguramente todos hemos escuchado y es Autoservicio.
El autoservicio o Self-‐service por su término en inglés es conocido como una forma de servicio donde los productos están al alcance de las personas para que ellas mismas puedan realizar sus compras sin necesidad de asistencia. Tal como es señalado en el libro Fundamentos de Marketing (William J. Stanton, Michael J. Etzel, Bruce J. Walker): “el consumidor debe aprender a orientarse dentro del autoservicio, leer la oferta, seleccionar el producto, decidir su compra y encaminarse al lugar de pago”.
El autoservicio surgió en el año 1916 en Memphis, E.E.U.U. donde Clarence Saunders abrió la tienda llamada “Piggly Wiggly”. La idea era que el vendedor sólo tuviera que cobrar y reponer los estantes. Era en su momento un local muy simple pero con una idea de servicio revolucionario, sin embargo, como pasa con algunas buenas ideas, fue imitada en todo el país a pesar de haber sido
patentada por el mismo Saunders, registrándose varias patentes de diseños de autoservicio hasta llegar al punto de no poder diferenciar la idea original de las imitaciones.
Rápidamente las tiendas de autoservicio comenzaron a inundar a los E.E.U.U. y después al mundo entero. Hoy en día, es un sistema que podemos observar en grandes cadenas de tiendas, ya sea de productos para el hogar, ropa, tecnología, alimentos etc.
Con el paso del tiempo, la idea del autoservicio sigue evolucionando llegando a revolucionar otros tipos de servicio como lo son los bares. Una idea emergente pero que puede tener sin duda, un futuro prometedor.
Interior del primer local de Piggly Wiggly
La economía del autoservicio ha aumentado a lo largo de los años porque esta provee de beneficios a los consumidores, organizaciones y a la economía en su conjunto.
Los consumidores a menudo tienen la opción de elegir la tecnología de autoservicio. En un banco, un cliente puede elegir entre tratar con el cajero en turno y usar el cajero automatizado (ATM); en un hotel, el viajero puede elegir entre usar la máquina expendedora de alimentos y usar el servicio a habitación, por mencionar algunos.
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Los consumidores continúan eligiendo la tecnología de autoservicio por una gran variedad de razones, incluyendo la rapidez, comodidad y facilidad de uso. Un factor importante es que las tecnologías de autoservicio usualmente están en servicio veinticuatro horas al día, los siete días de la semana, en lugar de estar limitado a las jornadas laborales tradicionales.
Cajero automático ATM
Mientras que en las políticas de algunas empresas mantienen la ideología de que sus clientes prefieren el trato cara a cara, esto no siempre es así. Los clientes prefieren tener el control de la situación por medio de las tecnologías de autoservicio y no sentirse apresurados o presionados. En una encuesta a consumidores en el 2009, 44 por ciento de los encuestados indicaron que prefieren usar el quiosco electrónico de un hotel por lo que no tendrían que interactuar con el empleado y hacer largas filas para hacer registro.
También, los pacientes de un hospital prefieren el anonimato y proteger su privacidad al registrar su ingreso en un quiosco electrónico que tratar con una recepcionista. Del mismo modo, gran parte de los consumidores prefieren comprar bienes personales en línea que visitar en persona alguna tienda minorista.
Las empresas deben utilizar la tecnología para ser competitivos en la economía de servicios. La revolución de la tecnología a un
crecimiento significativo en la productividad, y las empresas con el mayor nivel de inversiones en tecnología muestran los niveles más grandes de productividad por trabajador.
Los esfuerzos de las empresas para implementar el autoservicio a veces son vistos como la creación de trabajo para el cliente en el beneficio de la empresa. Sin embargo, este no el caso. Cuando las empresas de mercados competitivos se benefician del autoservicio, estos beneficios pasan a los consumidores en forma de precios más bajos y un mejor servicio.
Es común para muchos mexicanos haber utilizado una máquina de autoservicio, por ejemplo de café o en algún estacionamiento, por mencionar las más comunes, sin embargo, muchos de estos servicios no están restringidos a una máquina, ya quizá es más común encontrar un estacionamiento con un servicio de cobro convencional, es decir un empleado que te entrega un boleto que indica la hora de entrada y uno más encargado de cobrar a la salida. Lo que nos lleva a decir que no vivimos en un país donde la mayoría de los servicios que podrían ser automatizados los son, sin embargo con muchas posibilidades para iniciar proyectos de este tipo.
Si existe interés por desarrollar un proyecto de self-‐service, México es una excelente opción, las autopistas, el transporte público, el servicio de un supervisor, de una asistente médico, de un recepcionista, hasta algunas más ambiciosas como comida rápida o tiendas de autoservicio, los cuales ya han sido implementados en otros países.
Fila para compra de boletos en el STC Metro.
Un claro ejemplo está en la venta de boletos del transporte público (metro) en la ciudad de México, donde en horas pico y/o puntos de alta afluencia existen filas enormes para llegar a las taquillas y realizar el pago. Si bien es imprescindible contar con un cajero (imaginemos un persona que necesite información del servicio, una persona con alteraciones en su agudeza visual o un turista), es necesario integrar máquinas automáticas para la venta de boletos o recarga de tarjetas, algunos países cuentan con boletos electrónicos que pueden ser comprados con sólo enviar un mensaje de texto o hacer una llamada.
Si aún queda la duda si funcionarían en el país, se puede afirmar que México es capaz de utilizar auto servicios, tal es el caso de programas como Ecobici en la ciudad de México o TAG en las autopistas, los cuales no requieren de ninguna persona para su funcionamiento, el inconveniente es que no tiene el suficiente alcance para que sean utilizados por todas las personas, ya que ambas requieren de una suscripción.
No hay que pensar que estos sistemas fomentan el desempleo, sino pensar en primera instancia en los beneficios que traen consigo, beneficios necesarios para las grandes ciudades donde se pierde mucho tiempo llevando a cabo actividades cotidianas que pueden ser automatizadas,
aunque hay que tomar en cuenta que en las mismas, el robo “hormiga” en tiendas de autoservicio ocasiona pérdidas millonarias por lo que la educación de las personas es un factor muy importante para poder implementar este tipo de servicios.
Así vemos cada vez más cercana una ciudad como en la famosa caricatura “Los Supersónicos” donde prácticamente todos los servicios son de autoservicio, donde algún día tan solo con presionar un botón desde casa podamos obtener cualquier cosa que queramos sin necesidad de salir a buscarla y puede ser un futuro que está más cerca de lo que imaginamos.
Los Supersónicos de Hanna Barbera.
Fuentes: https://catmanservices.wordpress.com/2010/11/02/historia-‐del-‐autoservicio-‐en-‐el-‐mundo/
http://www.profeco.gob.mx/revista/publicaciones/adelantos_05/estacionam_pub_jun05.pdf
http://www.holland.com/es/turista/article/febo-‐amsterdam-‐8.html
http://www.elfinanciero.com.mx/empresas/robo-‐hormiga-‐en-‐autoservicios-‐crecera-‐esta-‐temporada-‐hasta-‐140.html