Post on 22-Oct-2015
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Sinopsis ackenzie Wellesley ha pasado su vida evadiendo ser el centro de
atención. En la Secundaria Smith, ella es la extraña chica de tercer
año a la que las personas sólo notan cuando necesitan ayuda con sus
tareas. Hasta que ella, con su bolso, envía a volar a un corpulento jugador de
fútbol y ocasiona un desastroso —sin mencionar no bienvenido— intento de
RCP. Antes de que el día acabe, todo el fiasco está en YouTube. Y luego lo más
extraño sucede. De pronto, Mackenzie es una sensación de internet, con
cuatro millones de visitas y contando. Atrapada en un torbellino de estrellas de
rock, paparazis y diseñadores de ropa, incluso atrapa la atención del chico
más popular de la escuela. Y ahí es cuando la vida se torna realmente
interesante…
M
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Capítulo 1
Traducido por Skye
Corregido por ☽♏єl
robablemente piensas que me conoces... y entiendo por qué.
Probablemente has leído sobre mí en AOL1 o escuchado a Conan O'Brien
o Jon Stewart mencionándome como el remate de una broma. Está bien
si no lo haces. De hecho, lo prefiero así. Pero seamos honestos: todo el mundo
sabe acerca de Mackenzie Wellesley y su torpeza social. Excepto tal vez
algunas personas en Birmaniay Sudán... pero entiendes mi punto.
La cosa es que, a pesar de todo lo que se ha dicho sobre mí (y ha sido mucho),
sólo unas cuantas personas realmente entienden cómo fui capaz de pasar de
ser una aburrida estudiante de secundaria a ser una referencia de la cultura
pop en el período de una semana. Es por eso que incluso me molesto en
explicar. No te preocupes: esto no va a ser una de esas estúpidas
autobiografías de celebridades donde describo mi sórdido pasado y me quejo
mucho, mi pasado no es tan sórdido, y eso es sólo defectuoso.
Permíteme empezar diciendo que nunca he anhelado ser el centro de
atención. Mi hermano menor, Dylan, era siempre el que anhelaba El Gran
Momento. Ya sabes: agarrarlapelota en el tiempo extra con unos pocos
segundos en el reloj para marcar el touchdown ganador. La sola idea de un
estadio lleno de gente mirándome hace que quiera vomitar.
Esto es probablemente debido a mi recital de ballet en la escuela primaria.
Recuerdo cada detalle perfectamente. Mi madre estaba en la audiencia
acunando a un bebé Dylan en su regazo mientras yo saltaba por el escenario.
Yo estaba estirando el cuello, buscando a mi papá en la multitud, y
preocupándome de que no apareciera. Fue entonces cuando miré a los
costados y lo vi justo detrás de las cortinas... besándose con mi instructora de
baile.
1AOL:es una empresa de servicios de Internet y medios con sede en Nueva York.
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Tenemos el recital grabado. Puedes decir que mi mundo se desplomó por la
forma en que mis ojos marrones se ampliaron y mi cabello marrón hasta los
hombros azotó mi rostro mientras miraba de mi padre hacia mi madre
saludando con su mano alegremente. Pero se pone peor, mucho peor. Estaba
congelada mientras que todas las otras niñas giraban y volanteaban a mi
alrededor.
Trastabillé fuera de la formación y, cegada por las luces del escenario, me
tropecé con el cable del sistema de sonido y fui volando directo a las cortinas,
que rápidamente se cayeron y revelaron la cara de succión de papá. Fue
entonces cuando decidí que era mejor ser invisible que caer de cara con un
ridículo tutú rosado.
Freud probablemente diría que sufro de un miedo a las multitudes y a la
atención. Y en este caso concreto creo que Freud podría tener un punto. He
sido paranoica desde ese maldito recital, y el divorcio. Evito ser el centro de
atención. Supongo que se podría decir que me esfuerzo para no ser
identificada. Pero estoy bien con ser una nerd, absolutamente bien con el
hecho de que nunca me inviten a fiestas.
Debo llenar un determinado lugar en mi escuela, la nerd local, y es un papel
que me ha costado mucho esfuerzo crear para mí misma. Y aunque, sí, un día
normal para mí significa tres clases avanzadas, en realidad no es tan malo.
Definitivamente estresante, pero me gusta, sobre todo porque quedará bien
para los comités de ayuda financiera quienes deciden sobre las becas
universitarias.
Así que, sí, soy feliz con mi vida. Tengo amigos, un trabajo y un impresionante
promedio que me impulsará a una universidad sólida... o por lo menos lo era,
hasta que me hice famosa.
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Capítulo 2 Traducido por Little Rose
Corregido por ☽♏єl
y, Kenzie. ¡Nunca adivinarás lo que ocurrió!—Mi mejor amiga, Jane Smith,
ha estado diciéndome eso casi todas las mañanas en el autobús escolar
por los últimos once años. Sí, tiene la desafortunada mala suerte de tener
el nombre más aburrido del mundo. También es la única persona que puede
llamarme de un modo diferente a Mackenzie. Tienes que hacerles concesiones
a los amigos que han estado a tu lado desde el jardín de infantes. Pero ni
siquiera Jane puede llamarme Mack. Ese es un apodo que está fuera de los
límites.
—De acuerdo, ¿qué pasó Jane?—respondí poniendo los ojos en blanco.
Jane rió y acomodó un mechón de su cabello castaño oscuro detrás de la
oreja.
—Entonces, estaba sentada en la biblioteca.
—Estoy impactada.—Jane hacía que Hermione Granger pareciera una vaga
en el área de estudios. Si no tenía su cabeza metida en un libro en la biblioteca
escolar, entonces estaba hojeando otros en la Librería de “Usados para Adictos
a la Ficción”.
—Muy graciosa. Estaba en la biblioteca terminando mi tarea de cálculo
avanzado para mi ingreso a la universidad cuando Josh me preguntó si había
visto BattlestarGaláctica. —Suspiró. No bromeo, suspiró—. Eso significa que le
gusto, ¿verdad?
Volví a poner los ojos en blanco e intenté ignorar el hecho de que mi mejor
amiga estaba prácticamente desmayándose por un chico que quería vivir en
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el World of Warcraft2. Después de todo, ella no puede evitar ser una romántica
sin remedio… como yo no puedo evitar ser una cínica.
—Ajá.
—Luego tuvimos una larga discusión sobre los mejores programas de ciencia
ficción de todos los tiempos.
—Claro.
—Y esto significa…
—Que definitivamente le gustas. —Sé todas mis líneas como mejor amiga
comprensiva. Aunque no debo haberlas dicho con la cantidad requerida de
entusiasmo, porque Jane puso los ojos en blanco.
—No puedo esperar a que Corey vuelva de su competencia de Debates y
Discursos.
Corey ha sido nuestro mejor amigo mutuo desde el sexto grado. Por lo que
cuando nos dijo que era gay, sólo fuimos a más eventos deportivos a elegir
chicos. Y como Jane y yo tenemos horarios de estudio en lugar de vida social,
supongo que tenía sentido que ella quisiera la opinión de Corey.
Sólo me reí mientras llegábamos a la secundaria Smith. No, no la habían
nombrado en honor a Jane, era sólo una desafortunada coincidencia y un
increíblemente aburrido nombre. Pero bueno, aburrido es el mejor adjetivo
para Forest Grove, Oregon, un suburbio afuera de Portland y mi hogar. La
escuela era en realidad nombrada en honor a Alvin y Abigail Smith, quienes
querían ser misioneros hasta que descubrieron que las enfermedades europeas
habían matado a la población nativa. Nada como tener a “Los Misioneros”
como mascota escolar, especialmente cuando representan la destrucción de
toda una cultura. Aunque eso no lo digo. He notado que decir cosas así en
Foster Grove en voz alta no va muy bien.
Como sea, Jane y yo nos dirigimos a nuestros casilleros, cuidadosas de evitar el
área entre los edificios académicos donde los Notables se reunían. Verán, mi
escuela está dividida entre dos grandes clases sociales:
2World of Warcraft: es un videojuego de rol multijugador masivo en línea, que actualmente tiene
alrededor de 10 millones de suscriptores.
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Los Notables (que existen en una esfera de genialidad) y los Invisibles (como…
bueno, lo pueden imaginar). Jane y yo no éramos tan estúpidas como para
meternos en territorio Notable. Cuando eres una miembro del escuadrón nerd,
aprendes a ocultarte y a viajar en grupos. Por lo que estaba fingiendo no
escuchar a Jane quejarse de que cancelaran el show Firefly de Joss Whedon
cuando la más notable de las Notables, Chelsea Halloway, se acomodaba su
larga cabellera rubia sobre su hombro sin cuidado y hacía contacto visual.
En la secundaria Smith, una mirada de Chelsea es lo único que te condena al
infierno eterno. Chelsea tiene un don para sutilmente y con habilidad convertir
a las chicas en parias sociales. Aun así, cuando estás relacionada de alguna
manera con alguien como Logan Beckett (el chico más Notable de la
escuela), normalmente te ves libre de todos los inconvenientes de sufrir las
emboscadas de otros. Por lo que, como su tutora de historia, yo estaba a salvo.
Chelsea normalmente me ignoraba. Este repentino contacto visual era
improcedente.
—Um—dijo Jane incómodamente—. Creo que Chelsea te está mirando.
Por lo que no era sólo yo.
—¿Qué debo hacer? —siseé.
—No lo sé… hablarle, supongo.
Intercambiamos miradas incómodas.
—¿Caminarás allí conmigo, verdad? —susurré. Luego reí desesperadamente
como si hubiera dicho algo tremendamente divertido.
—Um… estarás bien, Kenzie. Te esperaré a poca distancia junto a los casilleros.
Respira… encuentra tu cazadora de vampiros interior o algo.
—Gracias, qué útil —le dije sarcásticamente. Estábamos acercándonos más y
más a Chelsea. Era hora de hablarle… o huir. Por algún motivo mi mente pensó
en: “inocente hasta que se demuestre lo contrario”, y pensé, No sería
estupendo si pudiera ser “genial hasta que se demuestre lo nerd”. Luego
recordé que:
1. La secundaria no funciona así.
2. Ya había demostrado ser una nerd un millón de veces antes.
3. Incluso con la tutoría, mi estatus social no podía empeorar mucho más.
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Sólo podía pensar, oh mierda, cuando Jane me dejó a pocos pasos de
Chelsea. No podía culparla por no querer meterse. Hay un límite para lo que
puedes pedirle a un amigo, incluso un mejor amigo.
Sacudí la cabeza en un neurótico tipo de saludo hacia Chelsea y estaba a
punto de decir algo elegante (como “hola”) cuando mi boca entró en
erupción.
—Entonces… —Mi voz sonó una octava más elevada de lo normal—. ¿Cómo
va? ¿Qué hay de nuevo chicos? ¿Algún plan emocionante para el fin de
semana?
Los “Notables” me miraron disgustados.
—Cierto—dijo Chelsea—. Ansiando el fin de semana. Escucha, necesito ayuda
con un ensayo. Pasaré por lo de Logan y lo llevaré el sábado… si no tienes otros
planes, por supuesto.
Odio como algunas chicas pueden sonar completamente normales mientras
están despedazando el autoestima de alguien. Ella en realidad decía:
—Eres tan perdedora, que estoy completamente segura de que no tienes nada
más que hacer. Por lo que te ordeno que estés a mi disposición. ¡Adiós!
Ella también tenía razón. No tenía vida social, sólo tarea.
—¡Suena genial! —dije emocionadamente. Luego comprendí que sólo los
perdedores se emocionan por la idea de hacer la tarea de alguien más—.
Quiero decir, será… más conveniente en su casa. Matar dos pájaros de un
tiro.—Hice una mueca. Qué cliché tan trillado—. Siempre y cuando a Logan no
le moleste.
Bien, estaba mintiendo. No sería conveniente tenerla cerca cuando Logan
necesitaba concentrarse en la Revolución Americana. Ella probablemente lo
distraería con sus movimientos de cabello y su escote… y no sólo lo digo por mi
envidia de sus pechos y mi falta completa de curvas.
Chelsea se volvió hacia alguien con los labios fruncidos en un puchero. Miré y
sentí mi estómago caer. Por supuesto que Logan Beckett estaría justo ahí
observando silenciosamente a su tutora de historia volverse loca ante un simple
pedido. Porque así funciona mi vida.
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—¿Tu casa a eso de las dos? —Chelsea es pura dulzura—. ¿Cómo te va eso?
Logan observó a Chelsea como si pudiera ver a través de los ruegos seductivos
con sólo una mirada. Lo que era raro dado que yo sabía que habían salido
hace un par de años. Todos habían estado muy sorprendidos cuando la
realeza Notable rompió en séptimo grado. Por supuesto, esa decisión tuvo
mucho más sentido cuando el nuevo novio de Chelsea, un chico de
secundaria, la llevó al baile de bienvenida.
Había habido rumores desde que el novio de Chelsea se fue a la universidad
de que ella y Logan volverían. Corey y Jane incluso habían apostado la fecha.
Por lo que estaba de pie como una idiota mientras la boca de Logan se torcía
en una media sonrisa. Debería haberme sentido aliviada de que estuviera
demasiado ocupado con el flirteo de Chelsea para intentar prestarme
atención, pero era algo bastante insultante. Había sido alejada de mi amiga,
quitada de mi zona de comodidad, y forzada a una sesión de tutoría gratis (sí,
forzada. Chelsea y yo sabíamos qué rumores era capaz de crear si yo me
negaba), sólo para ser completamente ignorada.
Por ese tipo de inconsideración es el por qué veía a Logan Beckett sólo como
una herramienta para mi seguridad social y una paga constante. No es que
importara. Los chicos como Logan no notan a chicas como yo, y si lo hacen es
sólo un ligero interés que sólo dura hasta que ven a alguien con piernas más
largas o mayor escote. Deprimente, pero cierto. Por otra parte, no tenía que
intentar descifrar sus sonrisas torcidas. Me habría sentido mal por Chelsea si ella
no tuviera la personalidad de una barracuda con nada de amabilidad.
Logan Beckett, por otra parte, lo tenía todo: belleza clásica, dinero, estatus
social, y la capitanía del equipo de hockey de la escuela. Pero tendrán que
perdonarme por no estar impresionada. Nacer rico con genética matadora no
es exactamente un logro personal. Y lo único que lo del hockey muestra es que
puede golpear un disco. Inserte ojos en blanco aquí. No que le haya
mencionado esto a Logan. Freud probablemente diría que me estoy
reprimiendo.
Pero en este caso remunera, literalmente, el reprimirme. Necesitaba el trabajo
de tutoría. A este ritmo, sus padres médicos estaban financiando mis libros de
texto y computadora de la universidad. Por lo que estaba decidida a no
arruinarlo.
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—Eso funcionará —dijo Logan aún con la media sonrisa.
Chelsea lo miró hacia arriba. El movimiento hizo que sus pestañas parecieran
más largas, un truco que yo nunca había logrado dominar.
—¿No te molesta la interrupción?
Creí haber atrapado un breve destello de diversión en Logan, como si Chelsea
involuntariamente le hubiera dicho algo muy gracioso.
—Creo poder soportarlo.
—Muy bien entonces. —Sentía que me volvía más tonta a cada segundo—.
Ayudaré a Logan el sábado, desde el mediodía… ¿hasta las tres? —Chelsea
asintió alegremente, por lo que retrocedí, casi tropezando mientras hacía mi
salida—. ¡Genial! Lo anotaré en mi agenda. Nos veremos entonces.
En ese momento vi a Patrick escuchando. Podía prácticamente oír a mi sistema
colapsando. Logan podría no ser mucho para mí, pero había estado
enamorada en secreto de Patrick Bradford por años, desde el día en la escuela
cuando tímidamente me pidió prestado doce dólares para pagar un préstamo
de biblioteca. Ni siquiera me importaba que nunca lo hubiera devuelto, no
cuando me miraba con esos ojos de chocolate derretido.
Por ver a Patrick tan cerca, entré en pánico. Mientras me volvía abruptamente,
mi mochila golpeó fuertemente a un enorme chico del equipo de fútbol. Alex
Thompson estaba metido en una apariencia vigorosa, una apariencia que
disminuía enormemente cuando una debilucha de un metro sesenta y cinco lo
golpeaba. Pero que conste que fue el peso de todos mis libros de clases
avanzadas lo que lo empujo por los escalones de cemento que separaban los
Notables de los Invisibles. Pero sinceramente dudo que estuviera pensando en
su reputación de chico duro cuando lo envié volando y aterrizó con un ruido
sordo.
Me volví loca.
Tropecé, trastabillé, y casi caí sobre él. No vi sangre, pero aún se veía pálido y
tieso. Yo sólo podía pensar: ¡Oh por Dios! ¡Tengo que HACER algo! No me había
dado cuenta que las palabras estaban saliendo de mi boca.
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Arrojé una pierna, sentándome a horcajadas sobre él, y comencé a hacer
compresiones en el pecho. No podía recordar si eso era sólo para ataques al
corazón, pero seguí golpeando. Alterné entre gritar por la enfermera y chillar:
—¿ALGUIEN sabe si estoy haciéndolo bien? ¿ESTOY MATÁNDOLO AHORA
MISMO? ¡¿Puede ALGUIEN asegurarse de que NO ESTÉ MATÁNDOLO AHORA
MISMO?!
Estaba completamente histérica cuando dos fuertes manos atraparon mis
hombros y me quitaron de encima de Alex por la fuerza. El mundo se había
vuelto borroso, como una cámara fuera de foco, y me costaba respirar.
Apenas noté cuando alguien metió mi cabeza entre mis rodillas, como alguna
débil heroína de una tonta novela romántica que podría desmayarse en
cualquier momento. Normalmente, este tipo de asistencia me molestaría. Soy
bastante autosuficiente, muchas gracias. Pero esta no era exactamente una
situación normal.
Alex Thompson no se movía. No parecía respirar. Lo maté, pensé tontamente.
¡Lo maté con mi torpeza! Mis órganos se sentían como si hubieran sido
pulverizados mientras esperaba por algún pequeño signo de vida.
Por lo que estaba sorprendida cuando se sentó solo. Supongo que es algo difícil
moverse cuando aproximadamente sesenta y cinco kilos de mujer se arrojan
sobre ti y comienzan a golpear tu pecho. Podría no parecer mucho, pero soy
sorprendentemente fuerte. Algo que Alex Thompson descubrió de la manera
difícil… y no lo apreciaba exactamente.
—¿Qué demonios te pasa? —Estalló cuando recuperó el aliento—. ¡Jesús, estás
loca!
Estaba tan aliviada de oírlo hablar que sus palabras rebotaron en mí.
—Lo lamento tanto. Lo lamento muchísimo. De veras. ¿Estás bien? Lo lamento.
Fue un accidente. No te vi hasta después de haberte golpeado… frente a
todos. Lo que en realidad fue una mala elección de lugar. No que haya un
lugar adecuado para hacerlo. —Me callé cuando se volvió dolorosamente
claro que no iba a decir algo inteligente—. ¿Necesitas ayuda? ¿O debería
irme? ¿Probablemente debería irme, no?
Alex simplemente me ignoró, se puso de pie y se volvió hacia Logan, cuyas
manos deben haber interrumpido mi intento de RCP.
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—¿Cómo terminaste con una retardada así de tutora, amigo?
Lo que me hizo desear que no se hubiera recuperado, pero antes de que
pudiera decir nada, mis ojos se encontraron con los de Jane. Ella estaba de pie
junto a los casilleros, con una mano sobre su boca, y sabía exactamente lo que
había murmurado, porque es lo mismo que dice cada vez que hago el ridículo.
—Oh, Kenzie.
De alguna manera Jane se las arregló para decir esas palabras con pena,
incredulidad, simpatía, e indulgencia, como si no pudiera creer lo que
acababa de hacer y al mismo tiempo parecer que se lo había visto venir.
Ouch.
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Capítulo 3 Traducido por Dai
Corregido por Yonoestoyloca
o me quedé allí. Escuchar a Logan y a Alex insultarme no era mi idea de
diversión... por lo que huí de la escena.
La campana de advertencia para clases tintineó mientras repetí los
últimos cinco minutos en mi cabeza. Había logrado balbucear, derribar (luego
montar) a un jugador de fútbol, intentar pobremente RCP, y luego balbucear
algo más… una impresionante cantidad de daño social... incluso para mí.
La clase fue una bienvenida distracción de mi imagen de la expresión de Alex,
sorprendida y dolida, cuando se estrelló contra el pavimento. Aunque después
de su estúpido comentario, me sentía decididamente menos culpable. Me
preguntaba cómo había respondido Logan. Tal vez dijo algo así como: "Ella es
útil, hombre". O tal vez culpó a sus padres por la situación; les dijo a todos que
era sólo para sacarlos de su espalda. O tal vez, pensé con amargura, él sólo se
encogió de hombros.
Fue Logan quien me pidió que fuera su tutora, la primera semana de este año
escolar. Él ya estaba atrasado en la lectura y había estado allí con sus arrugas,
con su cabello castaño oscuro cayendo sobre sus ojos azules grisáceos,
esperando a que yo terminara de llenar mi mochila. Lo que me confundió
enormemente, ya que no es una ocurrencia normal que el tío más bueno en la
escuela me espere.
—Um... ¿te puedo ayudar? —Soné como la bibliotecaria de referencia… como
si debiera preguntarle si tenía algún libro atrasado.
—Tal vez —dijo él. Repasé nuestros alrededores con cautela, preguntándome si
otros Notables nos estaban mirando.
Ellos tienden a viajar en grupos.
N
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—Está bien. ¿Ahora mismo? Porque tengo otra clase después de esto... y
supongo que tú también. Así que... ¿es algo que nos tomará tiempo? Porque si
es así, tal vez ahora realmente no es el mejor momento…
—¿Puedes ser mi tutora? —me interrumpió, para mi alivio.
—¿Ahora mismo? Porque la historia de América no puede ser acortada tanto.
Quiero decir, claro, no puede ser tan extensa, por ejemplo, como la historia de
Europa, pero…
Me miró como si yo fuera una completa idiota, lo cual era comprensible dadas
las circunstancias.
—Mis padres están dispuestos a pagarte para que me des clases... si deseas el
trabajo.
Mi boca se abrió, no es realmente la más atractiva de las expresiones.
—¿Tus padres me pagarán para enseñarte la misma materia que estoy
tomando? —le dije con incredulidad.
—Así es. —Él me dio una de sus extensas miradas despectivas—. ¿Puedes
caminar y mirar al mismo tiempo?
Me puse de pie en silencio y me puse la mochila al hombro. Tuve la incómoda
sensación de que debía estarme perdiendo de algo. Sospechaba una trampa.
En serio, ¿cuál era el truco? Chicas ordinarias a la vista como yo (pelo lacio
marrón, ojos marrones, manchas marrones en remeras de venta de garaje) no
somos invitadas a pasar el rato con los Notables. Usadas y destituidas por ellos,
claro, pero no contratadas para un trabajo semipermanente.
—Así que sólo te enseño historia —aclaré—, ¿y recibo dinero por ello?
—¿Estabas esperando alguna otra forma de pago? —Sus formas casuales no
ocultaron su diversión—. Porque si es así…
—Dinero está bien —lo interrumpí, deseando que mis acervos genéticos
irlandeses e italianos no hicieran tan obvio que me estaba sonrojando—. Pero,
¿por qué necesitas un tutor? Pareces razonablemente inteligente.
—Y sólo los atletas realmente estúpidos necesitan tutores, ¿no? —Su diversión se
transformó en disgusto. Me sentí como baba.
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—Eso no es lo que dije —murmuré, aunque la idea me había pasado por la
mente—. ¿Por qué quieres un tutor?
La cara de Logan se volvió frágil.
—No quiero uno. Pero va a tener sentido si tomas el trabajo. Por lo tanto, ¿estás
adentro?
Bueno, sé que se están preguntando por qué acepté la oferta. Pero un trabajo
de tutoría pago significaba que podría dejar de trabajar de canguro. Y, a pesar
de sus defectos, al menos Logan Beckett estaba entrenado para ir al baño.
—¿Por encima del salario mínimo?
—Sí.
—¿Con qué frecuencia?
—Trabajaremos alrededor de mi horario de hockey. Cada dos días y los
sábados.
No pude evitar mirar de nuevo.
—¿En serio?
Suspiró, y su boca se instaló en una línea sombría.
—¿Te parece que estoy bromeando?
Negué con la cabeza y me sentí aún más consciente de mí misma. Quiero
decir, Logan Beckett es un Notable. Y un hombre. El tipo de personas con las
que paso el rato no caen en cualquiera de esos datos demográficos.
—Tienes un trato. —Tal vez no debería haber sido tan apresurada, pero sabía
que Corey y Jane se volverían locos si rechazaba ser la tutora de Logan el raro
Beckett. Ese tipo de cosas puede rescatar una vida social en la escuela
secundaria Smith.
Eso había sido hace unos dos meses. No es una mala racha para una friki como
yo, considerando todas las cosas. Pero esperaba que fuera a pasar más tiempo
antes de que los Notables me señalaran con el dedo. Y las cosas estaban a
punto de ponerse mucho peor.
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Capítulo 4 Traducido por Dai
Corregido por Yonoestoyloca
raté de alcanzar a Logan después de que la campana nos liberara de la
Clase Avanzada de Estados Unidos. No para hablar de lo que había
sucedido con Alex, o para acompañarlo por el pasillo, sino por la estúpida
prueba diagnóstica del Sr. Helm que supuestamente nos mostraría cuán listos
estábamos para el examen nacional si lo tomáramos mañana. Si Logan lo
había hecho bien, yo no tendría que ponerme frenética por Chelsea
estropeando nuestra próxima sesión de estudio. Si, por otra parte, no obtenía el
material, necesitaba llegar a una solución… rápido.
Logan se movía mucho más rápido que yo, probablemente porque no era
desgarbado o torpe, y no cargaba con libros de texto. En realidad, rara vez se
presentaba con una mochila, prefería llevar un cuaderno de espiral con un
lápiz metido dentro. De vez en cuando la pluma estaría fuera de su lugar y
tendría que pedir a alguien cercano uno prestado… que era probablemente el
tema de entrada de muchos diarios de chicas nerds. Probablemente habría
una página entera de: ¡ODM! ¡Mi mano tocó la suya! ¡Se tocaron!
Pobres.
De todos modos, él ya se estaba moviendo por el pasillo lleno cuando salí del
salón de clases, obligándome a gritar:
—¡Hey!—Para llamar su atención. Tal vez debería haber sido más específica
porque una docena de niños se giraron hacia mí y ninguno de ellos era
Logan—. Um... ¡Logan! —Traté de nuevo. Se puso tenso al oír el sonido de mi
voz, como si se hubiera estado moviendo súper rápido en un intento por
evitarme. Lo cual me hizo sentir terrible. No.
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—Hey —dije débilmente cuando lo alcancé—.Así que, um, ¿cómo te fue en la
prueba de diagnóstico? —Podía sentir los ojos de los demás estudiantes
haciendo subir mi presión arterial—. Pensé que era bastante peligroso. La
sección de selección múltiple, en particular, no fue fácil. Supongo que es algo
bueno que el examen real no sea por un tiempo y...
Sí, lo sé. Balbuceo. Estoy trabajando en ello.
Sin embargo, Logan no me interrumpió. Parecía resultarle vagamente
entretenida… como si fuera un experimento científico de pie que luchaba por
controlar las funciones motoras. Sin embargo, me callé a mí misma.
—Así que... um, ¿cómo fue tu prueba? —repetí con torpeza.
Se encogió de hombros y empezó a caminar por el pasillo otra vez.
—Espera, ¿significa eso que salió bien? ¿Es un buen signo? —No lo creía, pero
rara vez estaba de más preguntar.
—Fue una prueba diagnóstica. Estoy diagnosticado.
—Claro, pero necesito ver el diagnóstico.
Logan hizo un gesto con la cabeza en dirección al salón de clase ahora vacío.
—El Sr. Helm nos dijo que no nos sintiéramos presionados a compartir nuestros
resultados. —Su voz era burlonamente solemne.
—Así es. No hay presión para compartirla con los compañeros de clase.
Excepto que yo soy tu tutora. Lo que hace mi trabajo saber cómo lo estás
haciendo. Así que si tan sólo pudiera ver el examen.
No tenía la intención de hacer que la última parte sonara como una pregunta,
pero decirle a Logan Beckett qué hacer no era algo natural para mí. Otra cosa
en la que tenía que trabajar.
Logan mantuvo su prueba fuera de alcance. Soy alta para la estatura normal
de una chica, pero él aún tiene varios centímetros y un montón de músculo
más que yo. No había forma de que la viera a menos que él me la entregara o
que lo pateara muy fuerte en la espinilla. Pensé que debería guardar ese
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movimiento en particular para algo más importante que una prueba de
diagnóstico.
—¿O qué? —preguntó infantilmente. Genial, era como preescolar de nuevo.
—¿O le digo a tus padres?
Maldita sea.
Logan sonrió ante la nota de indecisión en mi voz.
—Así es. Apenas puedes hablar en la escuela pero les vas a decir todo a mis
padres.
—Está bien, probablemente no haría eso. —Decidí probar una falacia
resbaladiza—. Pero si no me muestras, no voy a saber en qué necesitas ayuda,
lo que significa que no voy a ser una buena tutora. Lo que significa que la
prueba AP será más difícil para ti. Y las consecuencias de eso...
—Está bien —dijo Logan, probablemente sólo para hacerme callar—. Te
mostraré la mía si me muestras la tuya.
Genial, nos graduamos a primaria.
—¿Por qué sólo no me muestras tu prueba?
Logan sacudió la cabeza, haciendo que su flequillo cayera atractivamente
sobre sus ojos.
—No. ¿Por qué no me la quieres mostrar? ¿No fuiste capaz de aprobar? —Sus
ojos bailaron ante la idea.
No tenía sentido que nos estancáramos. Abrí mi mochila, saqué la prueba, y la
apreté con fuerza delante de mí.
—Muy bien, a la cuenta de tres.
Logan no me hizo caso y sin esfuerzo cambió las pruebas. Logan había sacado
29 por ciento. Yo había registrado un 98 por ciento. No estoy segura de cuál de
los dos se sentía más incómodo con los resultados.
—Noventa y ocho por ciento. —No parecía sorprendido, sólo impresionado y
medio divertido—. ¿Cómo demonios hiciste eso?
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Examiné la parte superior de mis Converse negros.
—Um... ¿Estudié? —Dios, ¿podría sonar como una idiota más grande?—.
Mucho. Estudié mucho. Historia siempre ha sido mi asignatura favorita, así que...
—Dirigí mi atención a la prueba en mis manos—. Creo que deberíamos tener
una sesión de estudio extra, quizá probar una nueva técnica de estudio o...
Me entregó mi prueba de regreso y asintió de acuerdo.
—¿Qué tal el domingo? —No había ni rastro de una sonrisa en su rostro.
Por lo general trataba de mantener mis domingos libres, así que no estaba
exactamente emocionada por pasarlo hablando de colonos… de nuevo.
—¡Genial! —le dije. Estúpida, estúpida, Mackenzie—. Suena totalmente... um...
genial. Así que sesiones de estudio el sábado y el domingo. Un fin de semana
lleno de historia.
A lo largo de nuestra conversación los dos nos movimos en dirección a los
casilleros. Cuanto más nos acercamos a la escena de mi vergüenza más
reciente, más torpe me sentía, como si un chorro me estuviera elevando varios
centímetros. Y confía en mí, ya soy demasiado alta.
La gente había empezado a darse cuenta de nosotros. Bueno, no de mí, pero
ciertamente de Logan. Los Notables lo saludaban al pasar, y él asentía
casualmente mientras yo trataba de no congelarme o tropezar.
Mi entusiasmo por el estudio me hizo ganar otra de sus miradas "eres un
monstruo divertido de la naturaleza". Me sentí ponerme más roja. Tampoco es
un rubor atractivo. Mi cara se pone más rubicunda, lo que hace que sea más
difícil ver mis pecas, pero no crea ningún otro cambio positivo.
—Bueno —Traté de deshacer algunos daños idiotas—, quiero decir, nadie
realmente espera con interés la tarea durante el fin de semana. Pero debería
ser capaz de hacer hueco en...
¿Por qué los chicos populares por arte de magia aparecen sólo cuando algo
puede ser tomado fuera de contexto para que suene sexual? Spencer, otro
Notable jugador de hockey, se acercó justo a tiempo para cortar a la mitad mi
balbuceo, diciendo:
—Eso es lo que dijo.
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Que admito fue un poco divertido y juvenil en exceso, pero aún así, divertido.
Mi cara se puso otro tono de tomate mientras Logan sonrió y se puso en modo
chico.
—Hey, Spencer, ¿cómo te va?
Al instante me sentí como una tercera rueda. Yo no podía hablar de hockey,
fiestas o cualquier otra cosa Notable. Era mejor para mí sólo mantener la boca
cerrada.
—Acaban de bombardearme con un examen de geometría —dijo Spencer,
imperturbable—. Tal vez la próxima vez, la tomaré a ella prestada.
Spencer sonrió afablemente mientras él me miraba de arriba abajo
apreciándome.
—Dudo que ella sea tu tipo —dijo Logan como si yo no estuviera allí—.
Realmente no quieres a Mack agobiándote por tus calificaciones. Para eso son
los padres. Además, no estoy seguro de lo bien que manejarías la presión.
Acabamos de recibir tu Woodshop que aumentó a una B para que puedas
permanecer en el equipo.
Realmente podría aprender a odiar a Logan Beckett. Para el registro: más
como “tú no eres su tipo", Spencer era un estudiante de Cs consecutivas, y si no
hubiera sido un gran atleta, habría sido expulsado.
Bueno, eso, y si sus padres no hubieran donado un edificio para la escuela. Las
escuelas privadas no son los únicos que responden a un montón de dinero.
Incluso en Oregon, el soborno podía obtenerte cualquier cosa; desde una
discreta rinoplastia hasta los resultados de los exámenes. No es que yo lo
supiera, pero he oído historias... y visto el cable.
El caminar tranquilo de Spencer se convirtió en más encorvado.
—Sabes que odio levantarme temprano para las clases. 8:00 am, eso no está
bien.
—No cuando tienes una resaca de la noche anterior.
—Maldita sea. ¿Vas mañana a la fiesta de Kyle? El fin de semana comienza el
jueves, hombre.
—Hoy es jueves —lo corregí amablemente. Y no, no es así.
21
—¡Eso es genial! Razón de más para que vengas. ¿Estás de baja?
Esperé, con la esperanza de que fuera a decir: “Lo siento, amigo, pero tengo
mucho que estudiar”.
No hubo suerte.
—Estaré allí.
Llegué a mi siguiente clase (AP Gob) y tuve que hacer una salida cortés, lo cual
es difícil de hacer cuando, en primer lugar, los Notables apenas reconocían tu
presencia.
—Así que nos vemos el sábado —le dije a Logan.
—Nos vemos, Mack —dijo sin tan siquiera una mirada, desapareciendo por una
esquina con Spencer antes de que pudiera protestar por el apodo. Odio
cuando la gente me llama Mack. Realmente, realmente lo odio. Me quedé de
pie, sin Notables, con todos los otros nerds AP, murmurando para mí misma:
—Mackenzie no, Mack.
Idiota.
22
Capítulo 5 Traducido por Dai
Corregido por Haushiinka
a cena en la casa de los Wellesley esa noche no fue agradable. No
importaba que me las haya arreglado para sobrevivir el resto del día sin
ningún tipo de encuentros difíciles con Notables… el daño ya estaba
hecho. Cuando llegué a casa, cansada después de un día lleno de actividad
académica y de humillación social, me esperaba un hermano furioso.
—¿En qué demonios estabas pensando? —gritó Dylan.
—Hola a ti también, hermanito —le dije, haciendo hincapié en el "hermanito"
sólo para molestarlo. Ese es mi trabajo como hermana mayor. Ya estaba tan
enfadado que ni siquiera registró mi última ofensa.
—¿Por qué estabas hablando con Chelsea Halloway? ¿No sabes que ella está
fuera de tu alcance?
—¿No quieres decir fuera de tu liga, Dylan? No tengo ningún interés en unirme
a sus filas. Por supuesto, puede que tengas que ir al gimnasio y perder unos
cuantos puntos de CI para realmente encajar. También recomendaría
esteroides. Estoy seguro que tu futuro mejor amigo, Alex Thompson, puede
obtener una receta médica.
—¡Alex Thompson NO usa esteroides! —gritó a la defensiva—. Sólo… no arruines
esto para mí. Tus acciones se reflejan en mí. Así que, ¿por qué no pasas el rato
con Jane y Corey, de acuerdo? Deja la popularidad a personas que realmente
pueden formular oraciones en público. Y por el amor de Dios, ¡no te eches
encima de los jugadores de fútbol!
Está bien, admito que dolió. Que mi hermano en la escuela media me
reprendiera por mi falta de habilidades sociales era lisa y llanamente
vergonzoso.
L
23
—¿Cómo te enteraste de eso de todos modos? —le pregunté, fingiendo ser
indiferente a todo. Parecía completamente disgustado conmigo.
—Estás bromeando, ¿verdad? Cada vez que te humillan, me mandan un
mensaje al respecto. ¿Tienes alguna idea de lo cara que eres? Le debo a
mamá quince dólares al mes por mensajes de texto ilimitados, gracias a ti.
—Sólo lo querías para que tú y tus amiguitos pudieran discutir sobre la minifalda
de Chelsea Halloway. No es que tuvieras una oportunidad en el infierno con
ella. —Le revolví el pelo—. No creo que esté buscando a un hombre más joven
en estos momentos. La escuela media no es exactamente lo que quiere en un
chico-juguete.
Apartó mi mano y frunció el ceño.
—Tengo una mejor oportunidad con ella de la que tú tienes con Logan Beckett.
Asentí estando de acuerdo.
—Bien, de nuevo. Pero aquí está la diferencia: yo no estoy interesado en Logan
Beckett. O alguien en la multitud Notable. —Con excepción de Patrick, pero mi
hermano pequeño realmente no necesitaba saber eso—. Lo que significa que
puedo humillarme, o a ti, en frente de ellos cuando quiera.
Dylan me miró con horror. —No dirás una palabra de mí, ¿entiendes? ¡Ni una
palabra!
Mi madre eligió ese momento para entrar en la habitación. Nuestros gritos el
uno al otro (bueno, más bien Dylan gritándome a mí) habían atraído su
atención.
—¿Qué está pasando? —preguntó tentativamente, como si en realidad no
quisiera saberlo. En honor a la verdad, probablemente no lo quería.
—Nada nuevo. Mackenzie se humilló en público. Una vez más. ¿No puedes
hacer que deje de hacerlo o enviarla a alguna parte? ¡O algo!
—No hay nada malo con tu hermana, Dylan —dijo su mamá con firmeza—. Ella
sólo es especial.
Eso no era lo que yo quería oír.
—Educación especial, tal vez —murmuró Dylan groseramente. Las dos lo
miramos—. Bueno, ¡es verdad! —dijo a la defensiva—. Es por eso que está
24
tomando tantas clases avanzadas. Demasiado mal socialmente, tiene el
coeficiente intelectual de un…
Pero mi madre no lo dejó terminar la frase.
—Vamos todos a calmarnos antes de la cena. Dylan, tu hermana no va a
ninguna parte… acostúmbrate a ello. Y Mackenzie… —Mi madre hizo una
pausa—. ¿Por qué no pruebas un poco más con... um... mezclarte en la
escuela?
Sabes que eres torpe cuando tu madre señala tu ineptitud.
—Vaya, gracias mamá —dije con sarcasmo—. Mezclarme, ¿eh? ¿Sabes qué?
¿Por qué no practico “mezclarme” y desaparecer en estos momentos? —Me
dirigí a subir las escaleras a mi habitación, gritando detrás de mí—: Ahora me
ves. —Y cerré la puerta para representar el “ahora no”.
Pero no podía tener rencor contra mi madre. Así que me enfurruñé sobre mi
tarea durante una hora antes de bajar a poner la mesa, vaciar la basura,
barrer el suelo de la cocina y limpiar la mesada. Así es como funciona la vida
en un hogar con un solo padre, debes cumplir tu parte. Mi mamá realmente no
tenía necesidad de venir a casa del trabajo para hacer frente a estúpidas riñas.
Ella tampoco estaba del todo equivocada. Me “mezclé” más en la escuela al
día siguiente. Yo huí a la biblioteca de la escuela cada vez que alguien
preguntaba sobre el fiasco de RCP a Alex Thompson. El bibliotecario era
bastante bueno por dejarme acampar en la parte posterior con los recién
llegados. Pensé que todo volaría de nuevo. Pensé que si nada grave sucedía el
viernes, luego para el lunes no tendría que tratar de ser invisible. La gente
naturalmente me ignoraría de nuevo.
Sábado por la mañana y todo parecía perfecto. Me desperté temprano,
agarré mis patines, y patiné hasta que mi mente estaba hermosamente en
blanco. La única vez que mi cerebro siempre se calmaba realmente era
cuando dormía o patinaba. Es por eso que visitaba el patio de recreo de la
primaria local por lo menos una vez a la semana. Si no lo hiciera, nunca sería
capaz de mantener ordenado mi estilo de vida súper estructurado.
Luego tuve que prepararme para un encuentro del tipo Notable. Probé una
charla mientras me ponía mis jeans más cómodos. Me dije que no importaba si
Logan Beckett era un atleta engreído, arrogante y molesto, porque yo era una
25
mujer fuerte, segura y capaz que podía tutelarlo endemoniadamente. Que yo
nunca estaría atrapada como camarera en un barrio chungo en Oregon,
tratando de criar a dos hijos por mi cuenta... como mamá. Lo entendería todo
en la universidad, y algún día me gustaría mirar hacia atrás a la escuela
secundaria y pensar: Dios, odié ser la tutora de Logan Beckett. Sin embargo,
valió la pena.
Eso es lo que me dije a mí misma mientras estaba fuera de la casa Hamilton y
esperaba a que Logan me recogiera. No porque me avergüence mi propia
casa, me aseguré mientras paseaba por el borde de la acera como
caminando por la viga de equilibrio. Pero si Logan Beckett llegaba a pensar
que la casa de Hamilton de estilo victoriano era mía... no había nada malo en
ello.
No quería su compasión al ver a mi propia casa llena de malas hierbas,
despintada y estéticamente poco atractiva. Si había una cosa que no podía
soportar, era la simpatía empalagosa de todos después de su divorcio. Todo
fue: "¡Oh, no es tan horrible! ¡Arriba y a la izquierda con la profesora de ballet!
¿Lo que sea que hagas? Ustedes pobres, pobres queridos”. Casi había gritado
cuando las señoras mayores me pellizcaron las mejillas y me aseguraron que
“Papi regresará, cariño”. Él no lo haría, y yo lo necesitaba tanto como a un ojo
negro.
Aunque podría haber usado un coche. De esa manera no habría tenido que
esperar que Logan me recogiera —tarde— luciendo como si la fiesta acabara
de terminar. Incluso agotado, todavía parecía atractivo, sólo una especie de
arruga sexy. Yo debo lucir como la muerte recalentada. Los pocos trasnochos
por estudiar para los exámenes AP del año pasado, me enseñaron que si no
quería que la gente me sugiriera que viera a la enfermera, necesitaba un
mínimo de seis horas de sueño por noche. Menos que eso, y la gente me
preguntaría si estoy enferma.
—¿Quieres algo? —preguntó Logan mientras entraba al estacionamiento de
Starbucks. Yo estaba un poco impresionada de que hubiera sido lo suficiente
educado para preguntar.
Busqué mi billetera en mi mochila.
—Un Frappuccino Mocha sería genial.
—¿De qué tamaño?
26
—Um... ¿uno pequeño? —Está bien, no entendía muy bien cómo funcionaban
los tamaños de Starbucks. No es mi culpa que todo suene enorme.
Acababa de conseguir tener mi billetera en la mano cuando Logan abrió la
puerta del coche.
—¡Espera un segundo! —ordené, mientras buscaba el efectivo para pagar la
factura. Se veía atrapado entre la diversión y la molestia mientras buscaba
centavos.
—No te preocupes por eso.
Muestra cuánto sabía acerca de mí.
Yo siempre pago lo mío. Pero antes de que pudiera protestar, Logan se
alejaba. Consideré seguirlo y empujar mi arrugados billetes de un dólar,
monedas de veinticinco, y de diez centavos sobre el mostrador cuando llegara
el momento de pagar, pero dárselo más tarde parecía un plan menos
embarazoso. Entonces vi a Patrick Bradford caminando hacia mí y dejé de
pensar por completo.
Patrick. Se dirigía hacia mí, y yo esperaba con cada fibra patética de mi ser
que los dos pudiéramos hablar así finalmente se daría cuenta de lo perfecto
que estaríamos juntos. Era una oportunidad que no podía perderme.
Reuniendo todo mi valor, abrí la puerta del coche de Logan y salí a la acera.
—¡Hey, Patrick!
No, yo no era la persona que lo llamó. Me volví para ver a Chelsea Halloway
sentada con sus dos mejores amigas fuera del Starbucks. Jane y yo lo habíamos
apodado el dúo Fake y Bake, ya que Steffani Larson era un producto de Clairol
Rubia, cosméticos MAC, y (se rumoreaba) una cirugía plástica muy discreta, y
Ashley McGrady ha estado visitando camas de bronceado desde sexto grado.
Me pregunté si Starbucks era una tradición Notable después de las fiestas para
contrarrestar el alcohol consumido la noche anterior.
No sabía qué decir. Ningún hombre preferiría pasar tiempo conmigo a disfrutar
del resplandor de su atención, ni siquiera Patrick. No es que Chelsea y Steffani le
hablaran efusivamente como a otros chicos Notables (tos, Logan), pero eso era
de esperarse. Después de todo, Patrick todavía estaba en el borde de la
27
popularidad entre Notable y No Capaz3. Lo que explica por qué sólo asintió
con la cabeza hacia mí y siguió caminando sin decir una palabra. O tal vez
pensó que sería mejor para mí no llegar a la atención Notable.
Las chicas se rieron de algo que Patrick dijo, y yo no podía dejar de desear que
se ahogaran con su café con leche o que sus cerebros se congelaran. Me sentí
como una idiota pegada contra el brillante auto negro de Logan mientras
miraba con la boca abierta a los Notables. No había forma de que el Trío
Malvado me haya echado de menos. Y sin embargo, ninguno de ellos siquiera
saludó con la mano en mi dirección. Yo seguía allí cuando Logan salió
sosteniendo nuestras bebidas.
—¡Logan!
Una vez más, no fui yo. El grito provenía de Chelsea, y ya que estaría inclinada
sobre su ensayo en unas horas, pensé que estaba exagerando. No es que a
Logan pareciera importarle. Él sólo levantó una ceja ante su saludo entusiasta.
Tal vez así es como las chicas como Chelsea consiguen novios: mostrando
mucho entusiasmo y escote.
—Hey, hombre. —Eso vino de Patrick. Traté de no reír. Me parecía tan... forzado,
como si hubiera querido decir: "Oye, amigo. ¿Qué pasa?", pero sabía que iba a
sonar como un idiota, así que se conformaba con ser ligeramente idiota. Lo
cual, en mi opinión, era totalmente adorable.
Tomé una respiración profunda. Bueno, me ordené, tiempo de dejar de ser una
cobarde. En cualquier momento Logan me iba a entregar mi bebida y los otros
Notables no serían capaces de fingir que no me habían visto.
Así que hice el primer movimiento. Caminé hacia el grupo, manteniendo mis
ojos todo el tiempo en el Frappuccino Mocha para que pudiera actuar de
manera fría. Eso no funcionó tan bien cuando estaba en mis manos.
—Um, gracias —murmuré—. Te pagaré más tarde.
—No te preocupes por eso —dijo Logan fácilmente. Supongo que cuando tu
matrícula universitaria se eleva al cuadrado, no tienes que ser tacaño por el
dinero. No pude evitar sentir un poco de envidia. Me parecía tan agradable
gastar dinero sin tener que preguntarse cuánto retrasaría cada artículo su
calendario para comprar una computadora portátil para la universidad.
3No Capaz: Juego de palabras entre estar en el borde de ser “Notable” y “Notable”.
28
—Te pagaré más tarde —insistí.
—Hey, ¿ustedes dos están saliendo o algo así? —dijo Patrick con incertidumbre.
Me atraganté con mi bebida, pero no tenía nada que ver con la risa.
—Muy buena —tituló Chelsea—. ¡Como si ellos dos estuvieran saliendo!
Ella era un encanto. En serio.
—Um, no. No, no, no. —Tal vez debería haber parado después de un solo “no”.
Patrick sonrió y sentí que mis rodillas se debilitaban. Él sólo lucía tan dulce con
sus ojos marrones chocolate todos derretidos —como el Frappuccino Mocha
que tenía en mis manos. Me acerqué un poco más a él. No podía resistirme— la
sonrisa me jalaba.
—Sólo buscábamos algo de café —dijo Logan.
—Sí —confirmé—, porque aumenta el estado de alerta y es un gran agente
para el estudio. ¿Sabías que el café ha sido utilizado como moneda antes?
Patrick sacudió la cabeza lentamente para comunicarme en silencio que
estaba cometiendo un enorme paso en falso. Las chicas me miraban con
incredulidad mientras Logan dio un sorbo a su bebida y parecía divertido.
—¿Por qué íbamos a querer saber eso? —preguntó Chelsea sarcástica.
—Um... ¿porque es interesante?
Mantuve mis ojos en Patrick para que mis entrañas se mantuvieran blandas y
pegajosas. Si congelara el instante me encontraría con una de las miradas frías
del Trío Malvado. Logan puso su mano en mi hombro (callándome al instante) y
dijo:
—Los veo más tarde. —Entonces me dirigió hacia el coche. Esperé hasta que
los dos estuviéramos sentados antes de volverme hacia él.
—Sería genial, ¿verdad?
—Sí, sería genial.
No esperaba que estuviera de acuerdo conmigo. Me miraba fijamente,
evaluándome con sus sospechosos ojos grises, y traté de no retorcerme en el
asiento.
29
A veces se sentía como si él fuera el tutor y yo la que fallaba en las pruebas.
30
Capítulo 6 Traducido por Little Rose
Corregido por Haushiinka
o tenía idea de que te gustaba Patrick. —La voz de Logan tenía sólo un
deje de diversión.
—¿Q-qué te hace pensar eso? —pude murmurar.
—La forma en que te abalanzaste sobre él me dio una pista.
Lo miré pero fallé leyendo su expresión. Había exagerado enormemente un
pequeño momento de incomodidad y parecía tan complacido. ¿Un intento de
seducción? ¿Yo? ¿De qué hablaba?
No era la mejor para aclarar las cosas.
Ante la señal de alarma, miré a Logan fijamente a los ojos.
—Yo no flirteo así. Tengo mejores cosas que hacer con mi tiempo. —Esperaba
que sonara cortante e inteligente—. Ahora, ¿quieres usar tu cerebro o sólo
dejar que se atrofie?
El silencio invadió el auto. Y lo admito: lo tomé personalmente… y me molesté.
No era una broma entre amigos porque NO ÉRAMOS AMIGOS. Él es un Notable
y yo una Invisible, y si de alguna manera había olvidado eso, su análisis de
Starbucks me lo había recordado.
—Muy bien, ¿qué está pasando? —No podía soportar el silencio. Se encogió
de hombros. Qué poco comunicativo era—. ¿Cuál es tu problema?
—Estoy bien —gruñó.
—Mira, no sé qué te pasa, ¡pero supéralo! No puedo ser tu tutora si no me
hablas. Y necesito este trabajo para comprarme una MacBook.
N
31
—¿Es por eso que estás haciendo esto? —preguntó incrédulamente—. Una
portátil.
—Eh… sí —dije—. ¿Por qué creerías que lo hacía, por un Premio Nobel?
Ignoró mi pregunta y simplemente se perdió en sus pensamientos.
—Tiene sentido. Tiene tu nombre escrito en todas partes. —Sonrió por mi obvia
confusión—. Mackenzie ahorrando para una MacBook.
Sentí mis manos tensarse instintivamente y tuve que obligarme a relajarme.
—Muy listo. Nunca oí ese antes… oh, sí, lo hice. Y ni siquiera pienses en usar
Mack.
No creo que estuviera escuchando mientras estacionábamos. Unos momentos
más tardes, estábamos en su cocina con los libros de texto.
—Entonces, la Guerra de Francia e India —volví a intentar—, fue entre…
Logan se pasó una mano por el cabello frustrado y miró el patrón que había
hecho en su cuaderno.
—¿Los franceses y los indios?
—No exactamente.
La exasperación se escribió en toda su cara.
—¿Entonces por qué se la llama la Guerra de Francia e India?
—Bueno, porque los ganadores son los que eligen el nombre.
—Entonces, ¿quién ganó?¿Francia o India?
—Ninguno.
La mirada de disgusto de Logan me hizo añadir rápidamente:
—Ganaron los británicos y los colonizadores. Sería muy largo si se la llamara la
“Guerra de los Británicos” y los colonizadores contra los franceses y los indios. —
Eso me dio una casi sonrisa, por lo que seguí—: Los británicos ganaron con los
colonizadores. Sólo la nombraron la Guerra de Francia y la India porque era
contra quién peleaban.
32
Logan estaba a punto de añadir algo cuando sus padres entraron en el cuarto.
—Hola Mackenzie —me recibió cálidamente su madre—. ¿Cómo va el estudio?
—Hola Sr. y Sra. Beckett —dije, preguntándome si debería llamarlos doctores
Beckett o si eso confundiría las cosas—. Creo que vamos bastante bien. Ahora
sólo estamos repasando lo básico. —Intenté sonar como si todo estuviera bajo
control cuando claramente no lo estaba. Logan se había sacado un 29 por
ciento en su examen diagnóstico. Eso no estaba “bien” en ningún sentido de la
palabra. Parecía que nada de la clase le quedaba. Logan simplemente había
llenado un cuaderno con dibujos. Veía bocetos de compañeros, barcos en
tormentas, y jirafas con cuellos largos saliendo de los márgenes. Genial.
—¿Y cómo están ustedes? —pregunté en un intento por desviar su atención.
—Oh, muy bien —respondió su mamá mientras sacaba rodajas de pavo del
refrigerador y se hacía un sándwich. La casa Beckett era simplemente prístina,
cara, y clásica. Lo que es lo que recibes, supongo, cuando son dos médicos y
un solo hijo en lugar de una mesera criando dos chicos y dependiendo del
apoyo monetario de su ex que la engañó.
—¿Algo emocionante en el hospital?
—Nada demasiado emocionante. Unos chicos con envenenamiento por
alcohol necesitaron lavados de estómago. Al parecer anoche hubo una gran
fiesta.
Incluso los adultos sabían más del tema de las fiestas que yo.
—No podría saberlo —dije honestamente, como la buena estudiante que soy—
. No soy bebedora. No es lo mío.
Logan me miró fijamente a los ojos.
—En serio. Jamás lo hubiera imaginado.
Cretino.
—Bueno, ¿no es refrescante —dijo animadamente su madre—, que conozcas
tus límites y te mantengas en ellos? —Se volvió a su hijo—. A que no es lindo.
—Sí. —Parecía estar conteniendo la risa—. Muy lindo.
Ambos sabíamos que no bebía, no puedes si no te invitan a esas fiestas.
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Casi dije algo cuando el timbre sonó.
—Yo atiendo —dijo el padre de Logan, quien abrió una lata de Coca dietética
y fue a la puerta.
—Hola Sr. Beckett. —Reconocí el tono de pura maldad, una voz femenina
acostumbrada a los engaños y las mentiras. Estoy mintiendo. Sólo sabía que era
de Chelsea Halloway. El resto era sólo una muy bien informada hipótesis.
—Logan, hay una amiga que quiere verte. —El énfasis de su padre implicaba
que quizás “amiga” no era lo mejor para definir esa relación. No que fuera
asunto mío.
Cerré el libro de texto y me preparé mentalmente para lidiar con Chelsea. No
sé qué es lo que tiene la chica (quizá sea el cabello perfectamente peinado o
su maquillaje impecable), pero siempre me intimidó. No importaba si la veía en
la escuela, o en Starbucks, o en la cocina de Logan Beckett, la chica exudaba
superioridad. O lo que fuera la última fragancia de Victoria’s Secret.
—Ey, Chelsea —dije casualmente cuando entró en la cocina. Me puse de pie y
fui hacia las tortitas de banana. Los doctores me habían dicho en mi primer día
de tutoría que me sintiera como en casa, por lo que no tenía que preguntar
cada vez que quería atacar su nevera. Y tengo antojos severos en las tardes.
—Hola —dijo antes de volverse abruptamente hacia la Sra. Beckett con una
deslumbrante sonrisa que decía, soy hermosa y el tipo de chica que quieren ver
con su hijo.
Lame culos.
—¿Cómo ha estado, Sra. Beckett? —preguntó dulcemente.
—Estoy muy bien Chelsea. ¿Y tú?
Chelsea lanzó su cabello detrás de su hombro. Se movía como en un maldito
comercial de Pantene.
—Estoy genial.
—¿Tienen planes con Logan para más tarde, cuando termine su clase con
Mackenzie?
34
Me sorprendió oír mi nombre. Estaba camuflándome con la nevera mientras
tomaba una Coca dietética. Aun así, la señora Beckett no parecía olvidar a la
nerd cuando una popular entraba en el recinto.
—En realidad, Mackenzie me va a ayudar con un ensayo —respondió Chelsea
con seguridad. Ella hacía todo con seguridad. Ella y Logan probablemente
tendrían una descendencia con mucha autoestima.
—¿Estás dispuesta a eso, Mackenzie? —Me preguntó la señora Beckett
amablemente—. ¿No tienes demasiado trabajo?
—Estoy bien —dije. ¿Qué más podía decir? ¿La verdad?
“Perdón Chelsea, pero mi cerebro está frito. Estás por tu cuenta con tu ensayo.
Supongo que eso significa que comenzarás un feo rumor sobre mí en los
vestuarios de las chicas. Debería haber llamado para cancelar, pero no le das
tu número de teléfono a los Invisibles como yo”.
Sí, eso sería fantástico.
—Estoy bien. Logan puede tomarse un descanso, quizá revisar unos apuntes,
mientras ayudo a Chelsea. Luego volveremos a por el libro —dije en cambio.
La señora Beckett asintió mientras terminaba el sándwich.
—Muy bien, bueno, buena suerte. —Y con eso llevó a su marido a la piscina,
dejándome sola con dos Notables. Necesitaba toda la ayuda posible.
35
Capítulo 7 Traducido por Nanami27
Corregido por Mlle_Janusa
o estoy segura de poder ayudarte con esto. ―Lo que, en cuanto a
realizaciones, totalmente apestaba. Simplemente no es razonable
cuando la chica más bonita y popular de la escuela también es
inteligente. Quiero decir, ¡vamos! La chica tenía que tener algunas defectos
(además de su tendencia hacia el mal), de otra manera tendría que sospechar
que era secretamente un ciborg de otro planeta. Pero hasta ahora… nada. Ni
siquiera sabía por qué Chelsea quería que lo mirara, a menos que fuera todo
un pequeño truco para pasar el tiempo con Logan.
—¿Qué pasa con ello? —preguntó a la defensiva. Se enderezó en su silla,
rompiendo la clara visión de su escote que Logan pareció haber estado
disfrutando.
Podía haberle dicho: “¡Nada está mal con ello! Se trata de un ensayo sólido. No
te preocupes, Chelsea, tu profesor de inglés lo amará”, pero eso no sería la
verdad.
—Bueno.—Señalé el libro delante de mí—. ¿Crees que el personaje principal,
Janie, en TheirEyesWereWatchingGod encontró el verdadero amor, no?
—Cierto.
—Bueno, cuando leí el libro, no pensé que se tratara de amor para nada.
Eso definitivamente atrajo su atención.
—¿De qué estás hablando? —Preguntó con disgusto—. Trata de cómo ella
pasa por los hombres equivocados antes de encontrar al correcto. —Esa última
parte era claramente entregada para el beneficio de Logan, con las pestañas
bajas. Incluso yo podía decir que era un “vamos”.
N
36
—Pensé que era patética. —Eso provocó una mueca de Chelsea y una sonrisa
divertida de Logan—. Salta en relaciones abusivas hasta que tiene que disparar
a su marido rabioso. Pensé que el mensaje verdadero era… los chicos son
perros.
Logan levantó las cejas ante la última parte de mi crítica.
—Hey —dijo él con calma—. No es cierto.
—Algunas veces es verdad. No todos los chicos, obviamente, a pesar de que la
compañía presente no podría ser una excepción. —Los ojos de Chelsea
perforaron agujeros en mí, pero Logan sonrió.
—Bueno, gracias —dijo Chelsea, dejando las palabras “por nada” dilatándose
tácitas en el aire.
—Lo siento, no puedo ser más útil. Así que, Logan, ¿cómo está la Guerra de
Francia e India?
—Emocionante —me dijo con cara seria—. Me pregunto cómo es que va a
resultar.
Sonreí.
—Apuesto a que los colonos ganan.
—Vaya manera de arruinar el final. —Cerró su libro de texto, así que tuve que
dar la vuelta al mío hacia la sección correcta.
—En realidad, es bastante genial. Si miras la Batalla de…—Pero Logan no
estaba escuchándome. Chelsea se había inclinado hacia adelante mientras
pretendía concentrarse en su ensayo. Sí, los chicos no son perros. Claro.
El resto de la sesión de tutoría fue bastante tranquilo. Sobre todo porque cada
vez que Logan comenzó a prestarme atención a mí o al texto, Chelsea dejaba
caer su lápiz y tenía que inclinarse todo el camino para recogerlo. O echaba su
pelo largo hacia atrás, de manera que girara suavemente justo de regreso al
frente. Era bastante claro que su ensayo era la última cosa en su mente y que a
Logan no le importaba el espectáculo.
37
Con Logan teniendo la capacidad de atención de un guppy4 mientras
Chelsea pretendía ser una extra en 90210, la sesión de estudio fracasó. Me
sentía como un fracaso. Era bastante obvio que las cosas no estaban
pegando. Así que era realmente una suerte que estuviera haciendo de tutora
con Logan de nuevo el domingo.
Me dejó en frente de la casa Hamilton, y me dirigí a casa una vez el elegante
coche negro desapareció. Dylan estaba esperándome afuera.
Parecía como alguien que hubiera muerto. De verdad. Acogí su expresión
pálida y me eché de lleno en una carrera, ignorando el ruido, ruido, ruido
mientras mi libro de texto se estrellaba contra mi espalda.
—Dylan, ¿qué sucede? ¿Mamá está bien? —grité.
No dijo nada hasta que lo alcancé, y luego simplemente me agarró del brazo y
tiró de mí hacia la casa.
—Tienes que ver esto. —Me llevó directamente hacia nuestra computadora
familiar. Estaba a unos mil millones de años y nos llevó siglos empezar de nuevo.
Dylan apartó el ratón a un lado, y el protector de pantalla de Dylan, mamá y
de mí riendo felizmente en la playa se disolvió. Lo que vi detrás de él me dio
ganas de vomitar todo el pan de plátano que había comido.
Un video de YouTube con una leyenda que anunciaba a todo volumen:
Mackenzie Wellesley: ¡La chica socialmente más torpe jamás vista!
Eso solo me hizo querer acurrucarme en una pequeña bola hasta que mi
mente se adormeciera. El video debajo me hizo sentir aún peor. Era toda la
escena, allí mismo, grabada para el disfrute de millones. Todo lo que Dylan
tenía que hacer era clic y podía revivirlo fotograma a fotograma, viéndome a
mí misma golpear a Alex Thompson con mi mochila, luciendo horrorizada
cuando no respondió, y luego lanzar mi pierna sobre su estómago para que
pudiera intentar hacer RCP. Lo peor de todo, mientras había estado golpeando
su pecho, Alex estaba mirando con horror sin diluir y sorpresa… y débilmente
tratando de defenderse.
4Guppy: es un pez ovovivíparo de agua dulceprocedente de Centroamérica que habita en
zonas de corriente baja de ríos, lagos y charcas.
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¿Cómo no había visto eso? Debí haber estado tan concentrada en mi R CP
que no me di cuenta que estaba tratando de apartarme. Cada vez que se
movía para hacerme bajar, la fuerza de una de mis compresiones
cronometradas lo envió de regreso al cemento. Los altavoces reprodujeron mi
desesperada disculpa en voz alta y clara.
—¿Estás bien? Lo siento. Fue un accidente. No te vi hasta que te derribé… en
frente de todos.
Palidecí. No me había dado cuenta de cuánto había jodido todo. Nunca
querría estar a quince pies de Alex otra vez.
Y debajo del video estaba todo un conjunto de comentarios. El primero se leía
simplemente: ¡Ja! ¡LOL! Qué freak.
Miré a la pantalla en silencio mientras las palabras comenzaron a sonar en mi
cabeza. Quéfreak, quéfreak, quéfreak. Estaba tiendo un momento difícil para
respirar, y sabía que en cualquier momento comenzaría a llorar.
—Sólo hay una solución —dijo Dylan con voz ronca—. Tienes que mudarte. Tal
vez podrías quedarte con… alguien.
No me quedé a escuchar cualquier otra cosa. Me fui directamente a mi
habitación, me metí en la cama, tiré de los cobertores encima de mi cabeza, y
pretendí que estaba muy lejos. Realmente no ayudaba. Si hubiera tenido
alguna idea de lo que me esperaba, nunca habría dejado mi habitación de
nuevo.
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Capítulo 8 Traducido por Skye
Corregido por Mlle_Janusa
amá me dijo que no era un gran problema. No sé si realmente lo
creía, pero me dijo que los chicos populares se sentían intimidado por
mi capacidad intelectual y no debería tomarlo como algo personal.
Cierto. Ese es el por qué la gente se reía de mí en internet.
Mi madre acababa de decirme que nadie miraba YouTube cuando Jane me
llamó para advertirme. No tenía que hacerlo, porque yo seguía corriendo
escaleras abajo cada dos horas para ver cuántas personas más lo habían visto.
Cuando vi el número lanzarse a unos treinta mil me detuve. Cada vez que veía
el número o me desplazaba hacia abajo para ver los nuevos comentarios,
podía sentir mi presión dispararse.
Fue bueno escuchar la tranquila voz de Jane.
—Um, Kenzie—dijo cuando atendí—. Escucha, tenemos que hablar.
—Déjame adivinar. ¿Soy el hazmerreír de la escuela secundaria?
Hizo una pausa, sopesando cuidadosamente sus palabras.
—Bueno, sí...
Siempre puedo contar con que Jane sea honesta.
—Entonces, ¿qué puedo hacer? —pregunté, yendo al grano.
Otra pausa.
—¿Haz un mejor trabajo encontrando a tu caza vampiros interior?
Me quedé mirando el teléfono.
—¿Eso es todo? ¿Ese es tu consejo? ¡Se supone que tienes que encontrar una
manera de arreglarlo todo! Sigue con el programa.
M
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Se echó a reír.
—Lo siento, Kenzie.—Su voz se volvió seria—. ¿Cómo estás manejando esto?
—Me he estado escondiendo en la cama. Estaré bien, sólo es un momento más
de humillación para agregar a la lista.
Jane se echó a reír de nuevo.
—Oh, Kenzie. Ni siquiera es el peor. ¿Recuerdas en la escuela primaria cuando
te tiraste un gas durante yoga?
Ese es el problema de tener amigos que te han conocido siempre: conocen
cada sencillo desliz.
—¿O hace dos años cuando te pusiste nerviosa hablando con el estudiante de
intercambio y acabaste rociando su cara con saliva?
—Sí —dije secamente—. Pero gracias por ese precioso paseo por el carril de la
memoria.
—Sólo estoy diciendo, esto también pasará.
Sonreí.
—Gracias.
—Entonces, ¿cómo fue la sesión de tutoría hoy? Ninguno de los Notables
mencionó el video, ¿verdad?
—No. —Sonreí—. Vi a Patrick en Starbucks.
—Oh, Dios. Amordázame con una cuchara.
Lo cual no era muy justo, ya que la escucho hablar de sus enamoramientos
todo el tiempo. Sigo preguntándole qué tiene en contra de Patrick, pero ella
sólo dice: “Oh, nada”.
Así que opté por ignorar ese pequeño comentario.
—Entonces fui y estudié con Logan. Que fue... raro.
—¡Una conversación entre tú y un Notable se sintió raro! ¡De ninguna manera!
Me eché a reír.
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—Buen punto. Pero esta vez fue diferente.... bueno me dejó subir. Él hizo este
comentario sarcástico acerca de mí lanzándome a Patrick. —Jane dejó
escapar un pequeño jadeo de sorpresa—. ¡No lo hice! Pero aquí está lo raro:
colapsé totalmente.
—¿Cómo es eso? —preguntó con seriedad—. ¿Estás bien?
—Sí. Sólo lo dejé enfadarme. Momentáneamente olvidé que era una persona
Notable y actué más como actúo a tu alrededor.
—Oh, ¿por lo general como un dolor en el culo?
Sonreí.
—Gracias. Eso es muy dulce de tu parte. En serio.
—¿Así que se sorprendió?
Lo pensé.
—Más o menos. Parecía un poco divertido. Creo que realmente rompió parte
de la tensión.
Se hizo el silencio en el otro extremo de la línea.
—No sé lo que eso significa —dijo finalmente.
Me eché a reír.
—No significa nada.
—Ten cuidado, ¿está bien, Kenzie? Porque no puedes transferirte de escuela.
Corey y yo no podemos sobrevivir la secundaria sin ti.
Y es por eso que Jane y yo hemos sido amigas desde la escuela primaria.
—No te preocupes. Voy a estar bien. A menos que Dylan me mate mientras
duermo...
En realidad, esto no me parece que sea imposible. Dylan se había negado a
hablar conmigo. La única razón por la que mamá le dio espacio era porque se
había abstenido de decir malas palabras. Me dijo que era humillante y una
mancha en su vida social, pero en concreto no fueron pronunciadas malas
palabras.
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Así que le di el domingo para refrescarse. Hice mi tarea, di tutoría a Logan, y
esperé a que Dylan se calmara. Pero el lunes no se encontraba con mis ojos
durante el desayuno.
—Buenos días —dije, sólo para romper el hielo.
Dylan gruñó de nuevo sin comprometerse.
—Mira, no es como si yo tuviera algo que ver con este lío. Así que puedes
actuar como un petulante de cinco años de edad, o crecer y ser más
tolerante.
Él me miró con fiereza, sin darse cuenta de lo mucho que se parecía a nuestro
padre cuando su rostro se desencajaba.
Había sido tan pequeño cuando nos abandonó que no reconocía los muchos
gestos que compartían. Y en nuestra familia no hay mayor insulto que una
comparación con papá. Recuerdo la vez que le prometí a Dylan ir a ver su
partido de fútbol y no lo hice. Su expresión había expresado ira y dolor, se
había cepillado el flequillo sudoroso de su rostro y dijo:
—Sacaste el estilo de papá, Mack.—Me había hecho sentir como una mierda
por un mes.
Así que no le dije que se parecía a papá. Acababa de notar el parecido y me
mordí la lengua.
—Por supuesto que no tienes nada que ver con esto, porque eres tan perfecta
—espetó—. ¿Sabes qué quiero? ¡QUE ME DEJES EN PAZ, MIERDA!
No hay nada como una familia solidaria y amorosa en tiempos de crisis. Le dejé
irrumpir fuera de la cocina. No podía ser fácil tener al hazmerreír de la escuela
secundaria como hermana mayor, y yo era un hazmerreír. Parecía tan
apagada ese día en la escuela. El video de YouTube me siguió por los pasillos,
zumbando como un enjambre de moscas desagradable.
Algunos idiotas incluso agarraban a su amigo mientras caminaba por al lado y
gritaban:
—¡Oh. Dios. Mío! ¿Estoy, como, matándolo? —Con voz en falsete. No pensé
que se trataba de una caracterización particular, bien de mí. Agaché mi
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cabeza y consideré la educación en el hogar, por lo menos hasta que ya no
fuera la boba más reconocible de la escuela.
Lo único bueno era que Corey había regresado de su torneo de Discurso y
Debate. Jane claramente lo había puesto al tanto acerca de mi última (y más
grande) humillación, y ambos estaban determinados en distraerme durante el
almuerzo.
—No están mirándote —dijo Jane, irritada cuando una vez más exploré la
cafetería.
La miré fijamente.
—Um, sí, lo están.
—Bueno, sólo un poco. —Corey se encogió de hombros con falsa
indiferencia—. No es un gran problema.
Me dejé caer de nuevo en mi silla.
—Es fácil para ti decirlo. Nadie sigue ofreciéndote enseñarte RCP.
Corey se encogió de hombros otra vez.
—Podría ser peor.
—¿Ah, sí? —desafié—. ¿Cómo?
—Podrían escribir comentarios desagradables acerca de ti en el baño. O
hacerte novatadas en el vestuario. O volcar hielo medio derretido en ti o algo
así.
Corey ha visto demasiados programas de televisión mostrando el abuso geek.
Pero decidí no llevarle la contraria y me concentré en comer mi sándwich.
Cuando llegué a casa, estaba agotada. Cansada de alternativamente
esforzarme por oír los susurros y tratar de bloquearlos por completo. Estaba en el
borde, incluso durante mis clases de AP, y continuamente me sentía como un
bicho examinada bajo el microscopio. Por lo menos no tenía que dar tutoría a
Logan.
Era agradable estar sola en casa. Dylan estaba ocupado con la práctica de
fútbol y mi mamá estaba en el trabajo, así que me preparé un bocadillo,
44
influida por mi música en la cocina, hice algunos quehaceres, y comencé mi
tarea. No pude resistirme a crear una linda pequeña fantasía.
Empezó conmigo graduándome en el agujero infernal que es Smith High
School. Luego me iría a la universidad con una maravillosa beca y volvería sin
mi torpeza social para la reunión de los diez años. Entonces me encontraría con
Chelsea Hallowayaún tomando cursos universitarios en la universidad local. De
todos modos esa era la fantasía.
En la reunión estaría charlando amablemente con todos, y Patrick se daría
cuenta de lo mucho que me extrañaba. Entonces él avanzaría furtivamente
por allí con una copa, esos ojos de chocolate derretido y susurraría una
invitación para dar un paseo. Yo sonreiría divinamente y dejaríamos la multitud
tomados de las manos. Y más tarde esa noche... así, no sería incómodo,
entonces tampoco.
Mi madre llegó a casa cuando estaba alrededor de una hora en mi trabajo AP
Gob. Estaba exhausta, pero comenzó a hacer una enorme cazuela que
proporcionaría sobras suficientes para toda la semana. Ella odiaba cocinar, y
traté de escapar a mi habitación, sabiendo que en menos de cinco minutos
ABBA estaría a todo volumen, los ingredientes estarían por todas partes, y si era
vista, mi ayuda podría ser solicitada. Ya que soy un desastre aún mayor en la
cocina que mi madre, traté de hacer una rápida retirada.
—Mackenzie —gritó mi mamá—, ¿te importaría cortar el...?
El timbre del teléfono nos interrumpió.
—Voy a atenderlo. —Salté por cualquier excusa para no quedar enganchada
al trabajo de la cocina.
—¿Hola?
—¿Está Mackenzie Wellesley disponible?
Me quedé mirando el teléfono con incredulidad. Casi nunca era para mí.
—Um, soy yo.
—Hola. Estoy llamando desde AOL News. Queremos saber lo que piensas sobre
tu vídeo de YouTube.
—Um—contesté—. No sé qué decir al respecto.
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—¿Te parece vergonzoso?
—Por supuesto. —Qué pregunta más estúpida. Como si pudiera ver mi intento
de resucitación cardiopulmonar sin desear que pueda tan sólo hundirme en el
suelo. El recordatorio del video revolvió mi estómago sintiendo nauseas de
nuevo.
—¿Qué, específicamente, te vergüenza más?
Empecé a caminar.
—No lo sé. Probablemente la forma en que Alex comenzó a sacudirse cuando
yo… —El sonido de la risa ahogada me calló.
—Lo siento. —Tosió—. Sólo un par de preguntas más. ¿Cómo te sientes acerca
de ser la nueva chica del cartel de torpeza social?
—Lo siento, ¿soy el qué? No creo ser la chica del cartel de nada.
Escuché una risa en el otro extremo.
—Muy bien, entonces ¿qué se siente saber que tu video ha sido visto un millón
de veces?
Me quedé mirando el teléfono, seguro que había oído mal.
—Perdón —dije educadamente—. ¿Acabas de decir un millón de veces?
—Por supuesto. Desde que el video se subió a YouTube, FAIL Blog, Facebook y
Twitter, ha estado recibiendo mucha atención.
Contuve el aliento. Oxígeno, pensé débilmente, es una buena cosa. Sólo tenía
que asegurarme de conseguir mantenerlo.
Caminé más rápido.
―No estoy segura de que me sienta cómoda con esto.
—Sólo unas preguntas más.—Esta vez no lo sentí como una solicitud, pero no
sabía cómo librarme de la conversación—. ¿Qué se siente ser famosa?
Mi boca se abrió con incredulidad.
—No lo sé. Nunca me ha pasado.
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—Bueno, lo eres.
—No —insistí—. No lo soy.
—Bien —dijo con dulzura—. Entonces, ¿qué se siente tener a
AshtonKutchertwitteando acerca de ti?
—¿ASHTON KUTCHER HIZO QUÉ?
No tenía la intención de gritar. Y sobre todo, no quería dar a Dylan una razón
para venir corriendo a nuestra minúscula oficina.
—¿Me están haciendo una broma en este momento?
—¿No lo sabías? —El hombre AOL sonaba sorprendido, pero se recuperó
rápidamente—. ¿Qué se siente ser el siguiente furor inesperado igual que Susan
Boyle?
—NO soy Susan Boyle. No soy británica.
Prendí la computadora para comprobar la cosa de Twitter, y mientras
esperaba a que la computadora se cargue mi boca trabajaba horas extras.
—No soy NADA como Susan Boyle. Ella tiene un talento innegable. Cualquiera
puede derribar a un jugador de fútbol. —Hice click en Internet Explorer—. Así
que NO soy famosa o importante. Todo esto es una gran broma, y no voy a
caer en ella.
—Mackenzie, ¿qué está pasando? —gritó Dylan.
El único sonido que se oía al otro lado del teléfono era el rat-a-tat de dedos
golpeando furiosamente en un teclado para grabar mis citas. Tipié
“AshtonKutcher, Twitter” en Google y luego estaba congelada mirando las
palabras: Wow este video es divertidísimo. Realmente, mujer, no puedo tener
suficiente. Y con ella un vínculo de...mí.
—Oh, Dios mío. —Cayó el teléfono de mis manos y me tambaleé al baño.
Estaba tan molesta que casi vomité. Afortunadamente, Dylan no me siguió.
Colgó al tipo de AOL y me esperó con una taza de agua en la mano.
—¿Estás bien? —preguntó nerviosamente. Revisé mi reflejo en el espejo del
baño y con seguridad se podría decir que me parecía a la muerte
recalentada. Mi cara estaba tan pálida y demacrada que hacía que Evan
47
Rachel Wood en su Marilyn Manson fase gótica parezca saludable. Había
pánico gritando en mi cabeza y nada tenía sentido. Traté de romperlo,
analizarlo y llegar a un plan, pero terminé agarrando el inodoro. Mi respuesta al
pánico parecía estar conectada a mi estómago.
Tomé el vaso de Dylan, derramando la mitad de él sobre mí, pero me las
arreglé para tomar un largo trago antes de hundirme en el suelo del baño. No
podía sostenerle la mirada.
—Soy. Qué voy a... hay alguna. No, estoy muerta. —Ni siquiera pude terminar
las frases. Dylan vaciló, luego se sentó y sujetó una de mis manos.
—Va a estar bien, Mackenzie.
—No. No lo estará.
Así que se quedó en el suelo, sujetando mi mano, y diciendo lo que ninguno de
los dos creía: todo va a estar bien.
48
Capítulo 9 Traducido por Andy Parth
Corregido por Marce Doyle*
odo estalló a partir de ahí. Mamá nos encontró todavía sentados en el
suelo cuando llamó para cenar. Estábamos ignorando seriamente el timbre
del teléfono. Ella se acercó a responderlo, pero Dylan la detuvo, la llevó a
un lado y le explicó la situación. Todo era tan ridículo, tan imposible, que si no
me viera todavía como si tuviera ambos pies en la tumba, ella no lo hubiera
creído. Yo todavía estaba teniendo problemas para procesarlo mentalmente.
Aparentemente, me había vuelto famosa.
No me quería mover. Nunca. No quería comer, dormir o respirar. Pero sabía que
no podía permanecer en el baño para siempre, ciertamente no sin enloquecer
a mi mamá, y ella ya tenía suficiente con lo que lidiar. Así que me uní a Dylan y
a mamá para cenar, ahogándome con algunos fideos y pretendiendo estar
bien.
Luego caminé a mi habitación, pateé mis zapatos y subí bajo las sábanas con
la ropa puesta.
No grité la mañana siguiente cuando todo vino a estrellarse nuevamente.
Decidí hacer como si nada hubiera pasado. Me vestí normalmente en mis
jeans, Converse negros y una camisa marrón. Iba a mantener todo bien y
normal. Eso duró hasta que subí al autobús y me encontré a Corey
esperándome. Inmediatamente me sentí culpable por no contestar mi teléfono
celular la noche anterior, que era la única razón por la que Corey estaría a tres
metros del autobús. Desde que había aprendido a conducir, no lidiaba con el
transporte público.
—¿Por qué no me llamaste? —demandó—. ¿Estuviste demasiado ocupada
dando entrevistas y volviéndote FAMOSA?
Realmente deseé que no hubiera gritado esa última parte.
T
49
—¿Qué entrevistas? —le pregunté.
—Mackenzie, estuviste por todo AOL. Algo acerca de no ser como Susan Boyle.
Yo sólo lo vi por encima. También estuviste por todo Facebook, Twitter y
YouTube. Todo el mundo en Estados Unidos ha visto ahora ese video. Mi abuela
piensa que es divertido.
Me revolví más abajo en mi asiento.
—Genial.
—La fama no es el punto —dijo Corey, su voz llena de exasperación—. ¿Por qué
no me llamaste?
—Porque realmente deseo que nada de esto esté pasando.
Corey lo entendió y asintió.
—Cierto. Supongo que esto arruina toda la cosa de bajo perfil.
Jane subió al autobús y me entregó una gorra de béisbol.
—Aquí. —Me la puso de un empujón—. Nadie nota a las personas con una
gorra de UCLA5 y pantalones vaqueros. Debería ayudar.
—¿Ayudar con qué? —preguntó Corey.
—A permanecer invisible. —Podía decir que ella quería añadir un “¡Duh!”, pero
se abstuvo. Porque, realmente, ¿quién todavía dice eso?
—¿Por qué Mackenzie debería permanecer escondida?
Jane y yo sólo lo miramos en confusión.
—Está bien, sólo escúchenme —continuó—. Sé que Mackenzie está
acostumbrada a ser invisible, pero qué si ella no lo fuera. ¿Qué si ella en su lugar
fuera esto?
—¿Fuera cómo? —preguntó Jane, escéptica.
Corey sonrió su sonrisa de tengo-un-plan.
5UCLA:University of California, Los Angeles. Es la segunda mejor universidad pública de Estados
Unidos.
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—Está bien, entonces, idealmente Mackenzie permanecería invisible, pero
desde que este video es la cosa más caliente en YouTube, las cosas no sólo
volverán a la normalidad. Los medios te perseguirán Mackenzie. Entonces,
necesitas esconderte a simple vista. Mezclarte con los Notables, de verdad esta
vez, y las personas dejarán de prestar atención. De lo contrario, seamos
realistas, vas a terminar en la lista nacional de las Peores Vestidas.
Bajé la mirada a mis pantalones vaqueros, que estaban algo desgastados y
flojos.
—¿Qué hay de malo con lo que llevo?
Corey sonrió.
—Nada. Los pantalones anchos y las camisas unicolores son un furor en Milán.
—Cállate.
—Mira, el punto es —continuó Corey, ignorándome deliberadamente—, que
necesitas cambiar. Si permaneces normal va a ser malo Mackenzie.
¿Recuerdas cuando vimos She’s all that? Después de que el chico popular
demostrara interés en la artista rarita, ella tuvo que mejorar su estilo para
mezclarse.
—En serio, no puedes estar tomando tus consejos de una película de
FreddiePrinze Jr. filmada en los noventas —protestó Jane—. Piensa en Devil
Wears Prada. La chica linda se vuelve materialista y horrible y hace a un lado a
la gente más importante para ella.
—Sí, pero ¿cuán increíble se veía Anne Hathaway una vez comenzó a usar
ropa bonita? ¡Esa podría ser Mackenzie!
—Pensaré en ello —le dije evasivamente, porque era la única forma de callarlo.
El autobús se detuvo en la escuela secundaria y fue allí cuando tuve mi primer
susto de la mañana. El lugar estaba plagado de reporteros sosteniendo
micrófonos y examinando el cuerpo estudiantil por un rostro en particular… el
mío.
—Sí, creo que deberías hacer eso —dijo Corey mientras los tres
desembarcábamos—. No creo que la gorra de béisbol vaya a sacarte de esto.
51
Está bien, abrirse camino entre los reporteros no era fácil. Ahora entendía por
qué las celebridades siempre están frunciendo el ceño y enloqueciendo por los
paparazzi. Distrae cuando las personas están sobre ti tomando fotos y
preguntando cosas como: “¿Mackenzie, tomarás una clase de RCP?”,
“Mackenzie, ¿qué se siente ser famosa?” e incluso, “Mackenzie, ¿cuál es tu
programa de televisión favorito?”.
Sé que en las películas cuando el presidente está siendo molestado por la
prensa siempre se mantiene caminando con su cabeza abajo diciendo: “Sin
comentarios. Sin comentarios.” Pero eso me parecía estúpido. ¿Por qué no sólo
respondía a las preguntas y terminaba con esto? Excepto que estaba
aprendiendo rápidamente que la prensa no era fácil de tratar. Así que traté de
atravesar la masa de reporteros y responder al mismo tiempo.
—Um, ninguna clase de RCP —murmuré, lo que sólo consiguió volverlos más
molestos.
—¿Qué hay acerca de tu vida amorosa? —gritó alguien.
—¿Cuál vida amorosa? —pregunté.
—¡SIN COMENTARIOS! —gritó Jane, y rápidamente avergonzó al equipo de
fútbol con la forma en que se abrió camino. Apoyada por mis amigos, fuimos
capaces de refugiarnos en la escuela secundaria, dejando un real desastre a
nuestro paso. Todo el mundo estaba mirando y tomando fotos de mi encuentro
con los paparazzi en sus teléfonos celulares. Genial.
Me volví hacia Corey, quien estaba jadeando junto a mí.
—¿Cómo voy a sobrevivir a esto?
Él sonrió.
—¡Vamos, eso fue divertido!
—Sí —me quejé—. Siempre he querido ser acosada en edificios.
Jane me dio un codazo.
—Um, Mackenzie. El Sr. Taylor está viniendo hacia nosotros.
El Sr. Taylor, director de la escuela, es casi una broma. Es grande, de grueso
cuello, y tiene una risa estridente que reverberaba alrededor del pasillo. Su
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orgullo por los equipos de deporte de la escuela no conoce límites, razón por la
cual los chicos como Spencer podían permanecer en el equipo de Hockey a
pesar de sus notas. Nunca antes había necesitado formarme una opinión de él,
desde que me ignoraba completamente.
Se volvió hacia Jane.
—Mackenzie, necesitamos tener una charla.
Corey se burló.
—Entonces probablemente debería estarle hablando a Mackenzie. —Me
señaló—. Ya sabes, la famosa.
—Mackenzie, por supuesto —fanfarroneó—. Ven conmigo.
Corey saludó. Nunca había sido bueno en tratar con las figuras de autoridad,
especialmente aquellas que valoraban la selección del equipo de fútbol sobre
el equipo de debate.
—Sí, señor —dijo él sarcásticamente. Entonces susurró—, buena suerte —en mi
oído antes de arrastrar a Jane.
Sí, esto no era como quería que fuera mi día.
El Sr. Taylor me llevó a su oficina en silencio mientras todo el cuerpo estudiantil
observaba. Las personas siguieron tomando fotos en sus teléfonos celulares
mientras me encogía. El Sr. Taylor le gritó a su secretaria.
—Toma todas mis llamadas.
—Bueno, Mackenzie. Parece que tenemos una, ahm, situación aquí.
Quería decir “No, mierda Sherlock”, pero mantuve mi boca cerrada.
—Francamente, estoy un poco preocupado por su seguridad. —Dejó caer una
copia del Oregonian en mi regazo. El titular decía:
¿Puedes decir embarazoso Mackenzie Wellesley?
Comencé a leer el artículo.
Mackenzie Wellesley de diecisiete años de edad no tenía idea cuando trató de resucitar a un
estudiante de su escuela secundaria, que estaría infundiendo vida en los ciclos de noticias. El
53
video de su accidente ha recibido millones de visitas en línea desde que apareció por primera vez
en YouTube. La escalada de la Srta. Wellesley en el centro de atención nacional fue ayudado
por los twitsde celebridades que van desde Ashton Kutcher hasta el cómico Rainn Wilson de
The Office. Y no esperes que esta chica desaparezca en cualquier momento cercano. “Yo no soy
Susan lunática Boyle”, dijo la Srta. Wellesley, afirmando su individualidad. Suena como que
vamos a estar escuchando acerca de ella y su video durante mucho tiempo.
La mayoría de esta información no era toda nueva. Aun así, leer acerca de mí
misma en el periódico me hacía sentir mareada. Traté de no enloquecer,
realmente lo hice. Me recordé de respirar y llenar mis pulmones de aire.
—Así que, ¿qué quiere hacer acerca de esto? —le pregunté al Sr. Taylor.
Esperaba que dijera: “Bueno, en casos como estos tenemos un procedimiento
establecido en el lugar para minimizar la interrupción a tu vida diaria”. Pero no
lo hizo, porque no hay procedimiento. No hay plan establecido, no hay un
escenario sólo-por-si-acaso para un estudiante volviéndose ridículamente
famoso en un solo fin de semana. Esas cosas simplemente no pasan.
Hasta que me pasó, supuse.
El Sr. Taylor se reclinó en su silla importantemente. Lo que era absurdo porque
obviamente no tenía ningún tipo de control sobre la situación.
—Tu madre estará aquí pronto por lo que podremos conversar los tres.
Instantáneamente, me sentí culpable. Mamá trabaja en este pequeño y lindo
restaurante y emplea largas horas para sobrevivir. Siempre me siento culpable
cuando se interrumpe en el trabajo.
—No tiene que hacer eso —le dije—. Voy a estar bien. Simplemente
trabajaremos en algo y la informaré más tarde.
Tan pronto como esas palabras dejaron mi boca, mamá entró en la oficina en
su traje negro y tacones altos.
—¿Estás bien cariño? —preguntó ella, ignorando al Sr. Taylor por completo.
Mamá siempre ha sido así. Su primera prioridad no es calmar egos irritados… es
mantenernos a Dylan y a mí a salvo.
—Bien, mamá.
El Sr. Taylor aclaró su garganta.
54
—Sra. Wellesley.
—Señorita Wellesley, de hecho —corrigió mamá.
Sr. Taylor decidió tomarlo con calma.
—Bueno, su hija está en un aprieto Srta. Wellesley.
Pensé que esa era la subestimación del siglo.
—Sí, lo está —aceptó mamá tranquilamente—. ¿Qué vamos a hacer al
respecto?
El Sr. Taylor se desinfló como un pez globo.
—Bueno, creo que el asunto más importante en juego es la seguridad de
Mackenzie. Entonces tenemos que considerar la calidad de su educación.
Ahora, revisaré la restricción de la prensa en los terrenos de la escuela, pero
tenemos que evaluar nuestras opciones.
Mamá asintió en acuerdo y dejó que el Sr. Taylor continuara.
—Debido a, ehm, los acontecimientos recientes, podría ser mejor que
Mackenzie alterara un poco su horario. Puede quedarse en las mismas clases
pero hacer su trabajo en privado, en la biblioteca de la escuela, donde no será
distraída… ni una distracción.
Lo miré fijamente.
—¡De ninguna manera! —solté—. ¿Tiene alguna idea de cuantas clases
avanzadas estoy tomando este año? Tres. Si quiere sacarme de Educación
Física está bien, pero no hay forma de que pueda perderme mis otras clases.
Nunca seré capaz de ponerme al día. Entonces no aprobaré los exámenes
nacionales. Y entonces no seré tan atractiva para las becas universitarias. Y
entonces…
El Sr. Taylor me interrumpió.
—Puedo ver que te sientes muy pasional acerca de esto. Sin embargo, no estoy
seguro de que entiendas en lo que te estás metiendo. Es mucha atención
Mackenzie. ¿Estás segura de que no estarías mejor en la biblioteca?
Me enderecé en mi asiento. Sabía lo que había en la tienda para mí. Personas
escondidas tomándome fotos en sus iPhones. Personas susurrando acerca de
55
mi vida amorosa y mi guardarropa. Gente preguntando acerca del estúpido
video.
Pero la universidad lo valdría, y esos exámenes de clases avanzadas serían mi
entrada.
—Estoy segura —dije firmemente—. Este… asunto no va a detenerme de vivir
una vida normal. Mismos amigos, mismo trabajo y las mismas clases. —Escuché
sonar la campana tardía y me levanté de la silla—. Te llamaré de mi celular
después de la escuela mamá. Y gracias por la sugerencia Sr. Taylor, pero ahora
tengo clase.
Y con eso, me fui. Desfilé por los pasillos vacíos determinada a actuar como si
nada hubiera cambiado. No estaba engañando a nadie. Fue mucho más
evidente cuando todas las cabezas en mi clase giraron y me observaron…
incluyendo la de Logan Beckett.
56
Capítulo 10 Traducido por Paaau
Corregido por Marce Doyle*
odo se sintió extraño en clases ese día, en su mayoría porque todos
estaban mirándome a mí y no al Sr. Helm.
Parecían estar esperando por algo, quizás esperando que yo estallara en
lágrimas. Y ya que mi meta en la vida era pasar desapercibida, no estaba
emocionada por estar en la pantalla de todos. Cada movimiento mío era
evaluado y analizado. Para cuando la clase terminó, estaba agotada. Había
estado pretendiendo tanto, que toda mi energía había salido de mi cuerpo.
Quería decirle al Director Taylor que él tenía razón (era demasiada atención) y
devorar algo de helado en casa.
Pero no podía. No quería admitir la derrota. Por lo que no intenté escapar
cuando vi a Logan esperándome afuera de clases.
—Hey —dijo. No “¿estás bien?” o “Así que dime, Mackenzie, ¿qué se siente
saber que Ashton Kutcher te encuentra graciosa?” Sólo “hey”.
—Hola —murmuré. Nunca hablábamos en la escuela, o muy poco. ¿Por qué lo
haríamos? Yo reinaba en clases y él era el rey de los pasillos. No mucho terreno
en común—. ¿Qué pasa?
—¿Aún sigue en pie nuestra sesión de estudio de hoy? —preguntó de forma
casual mientras comenzábamos a caminar con la multitud de estudiantes.
—Por supuesto que sí. —Momentáneamente, dejé de caminar—. No puedo
perder este trabajo. Y en verdad no va a… Hablemos de ello más tarde —me
frené a mí misma cuando nos separábamos para distintas clases.
—Está bien. Fuera de la clase de Helm.
T
57
Y con eso, se fue. Su cabello café y su cuerpo usando vaqueros fueron
absorbidos entre otros chicos vestidos de forma parecida, dejándome
obsesionar por lo que quizá diría en nuestra sesión de estudio.
—Lo siento, Mackenzie, no eres tú…. espera, olvídalo, sí lo eres. No quiero que
mi tutora sea una torpe chica en YouTube.
Aún seguía pensando acerca de eso una hora y media después durante el
almuerzo. Mordí mi burrito esperando que tuviera mejor sabor de cómo se veía:
una hazaña no particularmente difícil, ya que parecía comestible. Corey y
Jane se deslizaron en sus asientos habituales junto a mí, y fue como si nuestra
conversación hubiera sido descongelada tan pronto como estuvimos juntos.
—Está bien, entonces, lo primero que tenemos que hacer es renovar tu ropa —
dijo Corey. Sacó su cuaderno—. Dibujé algunas cosas durante Química. Ahora,
en este te tengo usando vaqueros que muestran ese adorable trasero tuyo, una
camiseta con mucho escote, nota el detalle en ella, con tu cabello suelto.
Señalé mi cola de caballo.
—¿Qué está mal con tener el cabello atado?
—Arruina el estilo —explicó, dando vueltas las páginas hacia otro dibujo—.
Ahora, aquí imaginé el vestido de un azul oscuro.
Jane bufó.
—Porque Mackenzie realmente va a usar un vestido como ese en la escuela…
O en cualquier parte, para el caso. —Lo miró un poco más de cerca—. Aunque
sería muy bonito.
—La vieja Mackenzie no lo haría. Pero la nueva Mackenzie podría ser invitada a
un club o algo así. —Corey señaló la ventana—. Vivimos a quince minutos de
Portland, una ciudad con cultura y clubes. Ya nos hemos perdido muchísimos
conciertos por ser menores de 21. Bueno, ahora podemos entrar. —Estaba tan
emocionado que prácticamente estaba chillando—. ¿Crees que Miley Cyrus
tiene algún problema entrando a clubes? No. Ella siempre puede entrar como
si no fuera la gran cosa.
—Y en esta ecuación, ¿yo soy Miley Cyrus? —dije, incrédula.
58
—Es fiesta en USA, Mackenzie. Mi punto es que deberíamos estar bien
preparados para cualquier cosa.
—Bueno, estoy preparada para dejar esto —dije después de morder mi
burrito—. Voy a buscar una magdalena. ¿Alguien quiere una?
—Sip —dijo Jane—, de canela para mí.
—La añadiré a tu cuenta —le dije con una sonrisa de soslayo. Jane y yo nos
turnábamos para comprar magdalenas hace ya dos años, haciendo imposible
mantener el rastro de la deuda.
Estaba sonriendo todo el camino hasta la fila del almuerzo y luego sonriendo
mientras sacaba mi dinero. Las magdalenas de la cafetería son ridículamente
deliciosas, y es difícil permanecer deprimida con un manojo delicioso en cada
mano.
Que es la razón de por qué no noté la soda derramada en el piso de la
cafetería. Nunca la habría notado si no hubiera sido empujada fuera de la
línea, muy fuerte, mientras hurgaba para pagarle a la cajera.
Todo pasó en cámara lenta. Mi pie resbaló, mi cuerpo se lanzó hacia adelante
y caí al suelo.
Instintivamente, mis manos se dispararon hacia adelante para detenerme, pero
sólo tuvieron éxito en aplastar las magdalenas. Mi billetera explotó en el
impacto y bañó el pegajoso piso a mí alrededor con centavos, cinco centavos,
diez centavos y un puñado de veinticinco centavos mezclados en gran
medida.
No me levanté de inmediato. Mi cabeza había golpeado el piso fuerte en el
camino hacia abajo, y el mundo estaba girando. Por un momento, todo en lo
que pude pensar fue en el dolor. Dios, dolía. Mi cerebro se sentía como si
hubiera sido lanzado en una lavadora en un ciclo de lavado. Sentí brazos
levantándome del suelo y lentamente, me volví consciente de Corey y Jane.
—¿Qué? —comencé, pero Jane me interrumpió.
—Vamos a la enfermería.
Pero Corey no iba a ninguna parte sin una pelea.
59
—¡Idiotas! —gritó él al pequeño grupo de futbolistas riéndose que rodeaban a
Alex Thompson.
Fue entonces cuando me di cuenta que no había tenido una experiencia
vergonzosa al azar en la cafetería: había sido planeado. Y juzgando por la
sonrisa satisfecha en la cara de Chelsea, ella había visto todo listo y no había
dicho una palabra. Nada como un “¡Oh, no! Mackenzie, ¡Cuidado!”
Por lo que yo sabía, Alex Thompson y los otros Notables lo planearon juntos. Mis
ojos escanearon la expresión de los otros Notables alrededor de ella mientras
intentaba pensar más allá del dolor. La mayoría de la mesa se estaba riendo y
probablemente pensando Aquí va esa Torpe Chica de nuevo. Qué perdedora.
Froté la parte posterior de mi cabeza tentativamente, y por primera vez, mis
ojos se encontraron con los de Logan. Ya estaba a medio camino en la
cafetería moviéndose firmemente hacia mí. Registré brevemente como algo
raro que Logan no se sentaba en la mesa de los Notables. No estaba segura de
siquiera haberlo visto ahí, en realidad. Podía sentir la migraña pulsando con el
ritmo de los pasos de Logan mientras caminaba por la cafetería.
Entré en pánico… de nuevo. Lo admitiré ahora. Lo vi y estaba segura de que
me iba a despedir. Miremos los hechos, ¿sí?
1. Es un Notable.
2. Me humillé a mí misma en público, de nuevo.
3. Él tenía una reputación que mantener.
4. Yo no encajaba en esa reputación… para nada.
No podía dejar que me despidiera. Tenía que escapar antes de que estuviera
sin un trabajo o sin un mejor amigo que parecía intentar luchar con un jugador
de fútbol. Tomé el hombro de Corey.
—No importa —dije débilmente—. Salgamos de aquí.
—¿Qué demonios quieres decir con que no importa? —bullía—. ¿Ellos creen
que pueden bloquearte y salirse con la suya? —Juró en voz alta y con
elocuencia, según mi forma de pensar.
Alex Thompson sólo sonrió.
—Venganza. Aunque quizá tengo que pasar un tiempo sobre ella para que
estemos a mano.
60
Me sentí enferma, y no sólo porque mi cabeza estaba zumbando y cada
movimiento mío estaba siendo probablemente filmado. Alex realmente creía
que estaba bien tirarme al suelo y bromear con colocarse sobre mí…
Y todo por un accidente menor. Esta era su forma de demostrar su hombría.
Caminé hacia él con cuidado.
—Ni siquiera pienses en tocarme a mí o a mis amigos de nuevo —le dije con
una voz que logré mantener a la vez fría y constante… Apenas.
—¿O qué? —se burló.
—O te mostraré cuánto daño puede hacer una chica buena —sonreí—.
Créeme, puedo lastimarte sin poner un dedo en tu piel.
Me di la vuelta hacia Corey y Jane, quienes me estaban mirando con la boca
abierta de asombro.
—¿Están listos para irse, chicos?
Ellos asintieron y los tres salimos. Por primera vez en los últimos dos años que
había pasado en la secundaria, me sentí vagamente genial.
Demasiado mal que el sentimiento no durara.
61
Capítulo 11 Traducido por Paaau
Corregido por MaryJane
o manejaste bien. —Intenté descubrir de qué demonios estaba hablando
Logan mientras caminábamos desde el salón de clases del Sr. Helm,
donde habíamos acordado encontrarnos, hacia el estacionamiento al
final del día.
—¿Manejar bien qué? —pregunté, frotando mi sien para combatir la jaqueca
que había llegado a un nivel superior una vez abandoné la cafetería.
—Alex y sus amigos.
Noté que no dijo “mis amigos” y me pregunté qué pensar de eso. Si mi cerebro
no se hubiese sentido cortado en pedacitos, tenso y asado, definitivamente
habría analizado eso por un significado social más profundo. En cambio, sólo
me encogí de hombros.
—Pudo haber sido peor.
Él sonrió, para mi sorpresa.
—No bromees.
No pude evitar sonreír de regreso.
—Tuve la última palabra. ¿Notaste eso? Y en realidad hice una amenaza
bastante convincente. —Intenté no fijarme en la forma en que su cabello
oscuro caía sobre sus ojos mientras abría el auto y me deslizaba dentro—. Sonó
creíble para ti, ¿cierto?
Salió del estacionamiento.
—Seguro, pero dudo que pudieras herir realmente al tipo.
Me incliné contra el asiento.
L
62
—Fue lo primero que se me vino a la mente. Pero supongo que puedo hacer
algo y ganar esto/salirme con la mía. Es difícil creer que la mejor estudiante, o
futura mejor estudiante —Me corregí a mí misma—, fuera la catalizadora de
algo.
Él golpeaba el volante al son de la música.
—Supongo.
—La razón por la que funcionó fue porque dejé la amenaza a su imaginación.
¿Me meteré con su casillero, o su libreta de calificaciones o su expediente
universitario? Imposible saberlo. Lo que imaginamos es generalmente mucho
más intimidante que la realidad. Guerra psicológica.
—Así que lo intimidaste. Personalmente prefiero ser directo.
—¿Qué? —Levanté mi cabeza y me incliné hacia adelante. Había estado
distraída, sin hacer nada, preguntándome cómo sería tener sus manos en mi
cuello, o levantando mi mentón para un beso. Pensamientos que no tenía
derecho de tener acerca de un Notable, particularmente uno que iba a salir
con Chelsea (de nuevo), casarse con ella y llegar a la reunión de los diez años
con su perfecto bebé de seis meses.
—Luchar —aclaró él—. Unos cuantos buenos golpes en el hielo y me siento
mucho mejor.
Imaginé lanzarme sobre Alex en la cafetería, mis manos en puños. Apuesto a
que podría haberle hecho algún daño… antes de ser arrastrada a la
enfermería.
—Soy buena luchando —comenté—. Tuve que aprender a golpear o siempre
estaría viendo la Noche de Fútbol del Lunes.
—¿Hermanos más grandes? —preguntó Logan y me golpeó lo poco que
sabíamos el uno del otro.
—Hermano pequeño. Dylan. Es el quarterback en la escuela media e idolatra a
cualquier chico que use almohadillas.
Logan consideró esto por un segundo.
—¿Delgado? ¿Cabello rojizo?
63
Lo miré fijamente.
—Sí.
Se encogió de hombros.
—Buen chico. Fui su entrenador en el campamento de deportes durante el
verano. Escucha las instrucciones.
—Tus instrucciones, quizás —dije—. No se lanza precisamente a hacerme ningún
favor. Aunque fue bastante genial la otra noche cuando me llamaron de…
Dejé mi frase resbalar mientras finalmente notaba lo que faltaba: la prensa.
Había pasado todo el día temiendo las preguntas de reporteros
obstinadamente persistentes, pero no había nadie alrededor. Había tenido
literalmente quince minutos de fama, antes de convertirme en noticia antigua.
—¡Se han ido! —Pude haber flotado el resto del camino hacia la casa de
Logan.
—¿Quiénes?
—La gente de los periódicos y de la televisión. Despejaron todo. —Me incliné
contra mi asiento con un suspiro de alivio—. Puedo volver a ser una don nadie.
Maravilloso. —Ni siquiera estaba siendo sarcástica.
Logan estacionó en su gran y elegante entrada: toda su vida era
surrealistamente perfecta.
—¿Quieres ser ignorada? —preguntó incrédulo.
—Bueno, sí —dije, afirmando lo obvio—. Si las opciones son entre ser ignorada o
ser ridiculizada y bloqueada en la fila de la cafetería, no es realmente una
decisión difícil.
—¿Qué hay de una tercera opción?
Sólo lo miré fijamente.
—Vamos a la misma secundaria, ¿verdad? Para mí, no hay una tercera opción,
que es la razón por la que estoy estudiando tanto para la universidad. —Logan
no dijo nada mientras salimos del auto—. ¿Cuáles son tus planes? —pregunté
curiosa.
64
—Universidad. En alguna parte. Mis padres quieren que revise su alma mater, la
USC6, pero no estoy seguro de si es para mí.
Asentí.
—Es extraño, ¿verdad? La forma en que los adultos esperan que tengamos
todo resuelto. Cuando entre a la universidad, eso es todo. Tengo que
especializarme en historia, luego ser una historiadora. Cuando, por todo lo que
sé, pueda terminar amando la sociología y mudarme a Australia para estudiar
las culturas aborígenes.
—Así que, ¿culturas aborígenes? —dijo él—. Bueno, no piensas en pequeño.
—Nop. —Estuve de acuerdo mientras caminábamos hacia su casa. Saqué mi
cuaderno y lo dejé frente a nosotros en la mesa de la cocina—. Ahora, ¿en
dónde lo dejamos?
6USC: Universidad del Sur de California.
65
Capítulo 12 Traducido por Nanami27
Corregido por MaryJane
e desperté a la mañana siguiente agotada. Trabajar con Logan en su
AP US acortaba las horas de la tarea para mis otras clases. Tuve un
bote lleno de trabajo debido al AP de Gobierno y estuve operando
en cinco horas de sueño. No soy una persona diurna. Me levanto temprano
físicamente, pero siempre estoy cerca de morder a alguien. Así que, cuando
bajé las escaleras y encontré que Dylan se había terminado la leche, mi mal
humor se oscureció. Saqué algunos Eggos7 y los metí en la tostadora.
Entonces escuché el grito.
Sonaba como que Dylan se había roto una pierna, estirado un tendón, y roto
cada metatarsiano de su pie, todo al mismo tiempo.
—¿Dylan? —grité. Todos mis instintos estúpidos de hermana mayor habían
saltado a toda marcha—. Dylan, ¿qué sucede?
Cuando lo encontré sentando en el cuarto de la computadora, apuntando la
pantalla, pude haberlo matado.
—¿Estás bromeando? Me asustaste como la mierda, idiota.
Él sólo se quedó mirando fijamente, ajeno a mi indignación y siguió apuntando
a la pantalla.
—No me importa lo que dice de mí, ¿está bien? Se acabó. Después de hoy
seré noticia vieja. ¿Entendido?
Pero Dylan sacudió la cabeza e hizo clic en la pantalla.
7Eggos: es una marca de waffles congelados que se distribuye en los Estados Unidos, Cánada y
México.
M
66
Por un segundo estuve confundida. Dylan estaba mirando YouTube, pero en
lugar de mí, la pantalla mostraba el más reciente video musical de la banda de
rock ReadySet.
Supongo que ya saben de ellos. Quiero decir, vamos, es de ReadySet de quien
estamos hablando aquí. Sus canciones han sido bestiales desde que la banda
usó videos musicales inventivos para lanzarse a la popularidad. Por lo menos
has oído hablar de su cantante principal, Timothy Goff, de dieciocho años de
edad, tomando la industria musical como una tormenta.
Todavía estoy impresionada con la forma en que manejaron las imágenes, la
forma brillante en que me trabajaron en el video musical para su canción de
gran energía Going Down. La cámara redujo la velocidad con Alex en medio
del aire antes de que los tambores estallaran en acción en el instante en que
conectó con el suelo. Todo era tan artístico: el cambio de colores del fondo, el
empalme, los primeros planos… todo. Parecía que mi Incidente RPC había sido
coreografiado para la canción. De verdad, las letras encajaban muy bien.
Especialmente las líneas:
Caíste como una chica de un espejo.
Juraste que siempre volverías.
Pero tengo un documento garabateado en marcha.
Dice que te has ido.
Mi expresión, el pánico desnudo en mi rostro, le dio a la canción profundidad
así como humor. Una mezcla perfecta y un éxito instantáneo.
Estaba bien jodida.
—E-eso no significa nada —le dije a Dylan. Pero sabía que estaba equivocada.
Incluso habían incorporado mi “¿ESTOY MATÁNDOLO AHORA MISMO?” a la
canción. Y sonaba genial.
Dylan se encontró con mis ojos. Quizás era la cosa de hermana protectora de
nuevo, pero se veía tan pequeño, solo un enano flacucho con una mata de
pelo rojizo y una rociada de pecas. Y yo estaba sistemáticamente jodiendo su
vida.
67
—Mackenzie —dijo mi nombre lentamente, como si probara cada sílaba—. Un
clip en YouTube puede desaparecer, pero esto… es una historia diferente.
Quería decir que ya había manejado la prensa, muchas gracias. Pero por
mucho que odiara admitirlo, él tenía razón. Mi vida ya era caótica antes de
que la sensación más grande de rock de América me usara como una especie
de musa. Ahora, cualquiera que se hubiera perdido mi momento de vergüenza
extrema podía verlo repitiéndolo sin cesar en MTV-2.
Y la gente querría saber de mí. No ves un genial video musical sin preguntarte
sobre la gente en él. Es por eso que la pareja de novios bailando por el pasillo
se hizo tan famosa. Primero, fue a YouTube, luego AOL, hasta que
repentinamente The Office estaba haciendo una parodia, y la pareja fue
criticada por usar una canción de Chris Brown después de que él famosamente
golpeara a su ex novia Rihanna. Entonces, los recién casados habían ido
a Good Morning America y donado dinero para la prevención de la violencia
conyugal. Todo porque alguien filmó su boda y la publicó en línea. Loco, pero
cierto.
—T-Tengo que ir a la escuela —dije rotundamente. Cuadré los hombros y
caminé directamente hacia la cocina para preparar el café de mamá. Todo el
tiempo me dije a mí misma que pronto sería una adolescente normal yendo a
una escuela secundaria normal fuera de Portland, Oregón. Entonces, ¿qué si
mis quince minutos de fama no habían terminado todavía? Podía sobrevivir
otros quince.
Probablemente.
Lo jugué con frialdad. Le entregué a mamá la taza y le dije que necesitaba
que me dejara en la escuela. Ella tomó un sorbo y asintió. Pero a pesar de que
nunca dijo: “¡Mackenzie, no tengo tiempo para hacer de chofer!”, me sentí
como la mierda. Lo último que necesitaba era más estrés en su vida. Tendría
que hacer las paces con ella con más que una taza de café. Tomó su bebida
mientras yo corría por mi horario, buscando tiempo que pudiera pasar
aspirando, barriendo, y haciendo Windex, después de la escuela, haciendo
tutorías, y tareas, pero antes de la cena.
Los ojos de mamá se aclararon con el café, desprendiéndose de la niebla gris
que viene cuando sólo está medio despierta. Me gustaría haber heredado los
68
ojos de mamá, un azul claro, en lugar de los marrones aburridos de mi papá. Su
cabello rojo flama me hacía pensar en duendes bailando en oro.
—Vamos, entonces —dijo ella.
No había periodistas en nuestra acera o hasta los tobillos en el césped que era
un continuo matorral de malezas. Quizá lo de ReadySet no sería gran cosa
después de todo. Ese pensamiento duró hasta que nos detuvimos en la
escuela.
Era como el día anterior… solo un billón de veces peor.
—Qué demo…
No dejé que mamá terminara. Si miraba al verdadero mar de reporteros, podría
perder los nervios. Abrí la puerta para hacer una carrera por ello. A un metro y
medio del auto estaba perdida en la confusión de trajes de negocios, cámaras
y equipos de sonido. Giré en círculos, buscando desesperadamente a alguien
que conociera, alguien que me ayudara. Estaba llena de pánico, ingenua, y
desprevenida. Un micrófono fue arrojado a mi rostro, y lo agarré mientras
buscaba la salida.
—Mackenzie, ¿qué talla eres?
—¿Eres una fan de ReadySet?
—¿Vas a su concierto del jueves por la noche?
—Um. —¡Demasiadas preguntas!—. Talla, uh, doce, ¿creo? Sí, me gusta
ReadySet. ¿A quién no? Pero no tengo entradas. Probablemente están
agotadas.
—¿Es verdad que estás saliendo con el líder, Timothy Goff?
—He, uh, nunca ni siquiera he conocido al chico. —Tuve la tentación de dejar
caer el micrófono y el perno, pero estaba asustada de ser acusada de algún
daño.
—Mackenzie, ¿qué estás usando?
Me miré a mí misma con incertidumbre.
—Um, ¿jeans?
69
—¿Tienes un diseñador favorito?
Me quedé mirando a la reportera con incredulidad. Se veía tan fina en una
blusa de seda azul oscuro y un traje de chaqueta con pantalones. Y me estaba
preguntado sobre moda.
—Es de una venta de garaje —murmuré—. No…
Pero entonces había toda una nueva serie de preguntas.
—¿Dónde quieres ir a la universidad?
—¿Quién es tu celebridad favorita?
—¿Cómo se siente ser una de las “Chicas Más Torpe de América”?
—¿Estás saliendo con alguien ahora mismo?
No podía procesar lo que estaba escuchando.
—Lo siento —dijo educadamente—. De verdad. Sé que solo están tratando de
hacer sus trabajos, pero necesito llegar a clase. Y me están volviendo loca. —
Me sonrojé y me centré en el micrófono—. Lo siento —repetí—. Pero quieren
uno de los Notables, no a mí. —Podía haberme mordido la lengua por el
desliz—. No tengo ropas de diseño. Nunca me las permitiré. Y con las pruebas
de AP, hacer tutoría, y la secundaria, no puedo tratar con toda esta atención.
—Lo hice sonar como la peste—. Así que, gracias por su tiempo, pero necesito
irme ahora.
Estaba aliviada de ver a una oficial de policía determinada en caminar a
través de las cámaras. Ella parecía un héroe en un programa de policías, con
su paso ligero, sin tonterías al caminar. Probablemente había pasado su carrera
poniéndose a prueba a sí misma hasta que fue la policía más dura de la zona.
Deslizó un brazo para agarrar mi hombro mientras nos dirigíamos a uno de los
edificios.
—Ignóralos —me instruyó mientras los reporteros seguían gritando: “Mackenzie,
¿quiénes son los Notables?” y “¿Es duro vivir con un solo padre en casa?”. Vi su
asentimiento cuando otro oficial de policía se movió para aplicar un perímetro
a los medios de comunicación. Un rápido vistazo sobre mis hombros me dijo
que los medios no habían terminado con sus entrevistas. Todo un círculo de
reporteros escucharon al Trío del Mal. Por el rabillo de mi ojo, vi a Chelsea tirar
70
su cabello en una cascada de oro por su espalda. Lucía como una diosa
mientras yo parecía una geek8. No por primera vez deseé que Chelsea fuera la
famosa en mi lugar.
La mujer policía mantuvo su mano firmemente sujetada en mi hombro hasta
que estuve a salvo de los paparazzi. Incluso dentro del edificio de inglés, no me
abandonó. Me condujo a la fuente más cercana para beber.
—Bebe —ordenó ella. La obedecí instintivamente. Mi boca debió haberse
secado durante mi improvisada entrevista, algo que había dejado de notar.
Justo como no me había dado cuenta de que mis manos estaban temblando
como las alas de un colibrí.
—¿Te sientes mejor? —preguntó, una vez tragué hasta llenarme.
No confiaba en mi voz, así que solo asentí.
—Bien. —Me miró apreciativamente y luego sacudió la cabeza. Pensé que
podía ver lástima en sus ojos—. Próxima vez: cabeza gacha, hombros hacia
atrás, no contacto visual, no vacilar, y estarás bien. Ahora ve a clase.
Estaba siguiendo sus instrucciones cuando gritó:
—Srta. Wellesley.
Me di la vuelta.
—Buena suerte.
No tenía ni idea de lo mucho que la necesitaba.
8Geek: Término utilizado para personas intelectuales, no necesariamente nerds.
71
Capítulo 13 Traducido por Little Rose
Corregido por Micca.F
abía ojos en todas partes. Sin importar hacia donde girara, veía docenas
de miradas en mí. Cada movimiento que hacía era analizado, mi hábito
nervioso de meterme mi cabello detrás de las orejas estaba
documentado. Podía oír el ruido constante de cámaras de celulares, e hice mi
mejor esfuerzo para no encogerme, ocultar mi rostro, o volar al baño de las
chicas.
En todo mi tiempo en la Secundaria Smith, nunca me había sentido tan aislada
y sola.
Al menos ya nadie se burlaba de mí. El mismo imbécil que había imitado mi voz,
ahora me miraba especulativamente sin decir nada. Definitivamente ya no era
una Invisible. Era como si se hubiera creado una nueva categoría sólo para mí:
el Espectáculo. Todos me observaban pero nadie me hablaba. Genial.
Incluso Jane y Corey estaban afectados. Fingían que todo era normal, pero
claramente los intimidaba el nuevo nivel de visibilidad. Jane seguía
escaneando las otras mesas del almuerzo como si esperara un ataque. Como si
alguien fuera a gritar:
—¡ReadySet debería haberme usado a mí en su video musical! —Antes de abrir
fuego en nuestra mesa.
Los adolescentes habían hecho cosas más estúpidas por peores motivos.
—Entonces… —dijo casualmente Corey—. ¿Vas a ir?
Levanté la mirada del panecillo que estaba deshaciendo sistemáticamente en
migajas.
—¿Eh?
H
72
—El concierto de ReadySet mañana. ¿Vas a ir?
—¿Están tocando aquí cerca? —pregunté.
—Portland, Rose Garden, mañana a la noche, siete y media.
Miré a Jane. Ella seguía mirando a los chicos que nos estaban mirando.
Genial.
—De… acuerdo —dije lentamente—. Genial. Pero incluso si no estuviera
agotado, no podría pagar una entrada.
—Esperaba que pudieras usar tus, eh, contactos, para ganarnos unos lugares.
Casi me ahogué con mi coca dietética.
—¿Contactos? No tengo contactos.
—Dado que estás en el video musical, es lógico que estés invitada al show. —
Me sonrió levemente—. Quizá quieras llevar a unos amigos que matarían por ir
a un concierto de ReadySet. Amigos a los que no les importaría conducir a
Portland para el concierto y pagar la gasolina.
—Entiendo —dije, riendo. Es difícil sentirse ofendida por Corey, quizá porque sus
ataques son tan obvios—. Te dejaré saber si surge algo, lo prometo.
Se reclinó en su silla, complacido consigo mismo. Estaba usando una camiseta
lisa y jeans ajustados que de alguna manera no le quedaban raros, lo que era
impresionante dado que la mayoría de los chicos no pueden lograrlo. Corey
movió la cabeza y su flequillo se movió al costado. En serio, se movió. Mi
cabello nunca me obedece así.
—¿Qué hay de ti, Jane? —pregunté—. ¿Algo que quieras que consiga?
—¿Qué? —Volvió a la charla—. Perdón, ¡estaba distraída por el hecho de que
toda la escuela nos está mirando!
—Mira, no hay nada que pueda hacer por la atención. En unos días todo habrá
acabado.
—Mientras tanto, ¿has considerado contratar un estilista?
73
Antes de que pudiera responderle a Corey, Logan se sentó junto a Jane. La
cafetería se silenció por un instante hasta que la ola de susurros volvió. Jane
abrió la boca (de una forma no atractiva debo añadir) mientras lo miraba
sorprendida. Los Notables siempre son una sorpresa en el sistema. Sentía que
había consumido otra dosis de cafeína.
Corey se sentó erguido en su silla pero fingió que la visita de un Notable era
algo diario. Prácticamente podía oír su radar gay explotando, mientras
intentaba averiguar la sexualidad de Logan. Yo creía que era heterosexual,
dado que lo había distraído el escote de Chelsea, pero tengo un radar gay
notablemente malo.
—Hola —dijo suavemente Logan, como si comer una hamburguesa con papas
con unos Invisibles y el Espectáculo no fuera la gran cosa.
—Eh, hola —pude decir. Jane necesitó más tiempo para encontrar su lengua—.
¿Cómo va?
—Bien. —Tomó una papa y se volvió a observar a toda la cafetería
mirándonos—. Esto es algo intenso.
—¿En serio? —No pude evitar decir—. No lo había notado.
Corey me codeó las costillas, pero Logan sólo sonrió. Lentamente él y Jane se
relajaron.
—Entonces… ¿Alex te ha dado más problemas? —preguntó casualmente
Logan.
Esta vez realmente sonreí. La única vez que había visto a Alex en la cafetería
me había dado un gran atracón. Justo como yo quería.
—¡Supongo que mi amenaza de ayer funcionó!! —Codeé a Corey, un poco
más fuerte de lo necesario en venganza—. Te dije que podía manejarlo.
—Sí, que manera de entregar una amenaza vacía —dijo Jane débilmente.
—Probablemente podría contarle a TeenPeople de él o algo así. —Lo consideré
un momento—. Pero no creo tener el coraje.
Corey se detuvo comiendo una pizza. Puede comer más comida chatarra que
yo y meterse en pantalones ajustados talle 4. Los chicos y su estúpido
metabolismo.
74
—Más le vale que te deje en paz, Mackenzie.
Jane y Logan asintieron de acuerdo, lo que fue raro. ¿Por qué le importaría a
Logan Beckett que me molestara un jugador de fútbol? A no ser… quizás quería
más amigos. Pero eso no podía ser. No necesitaba amigos Invisibles,
probablemente ya estaba invitado a suficientes fiestas. Además, no me lo
imaginaba entusiasmado por una noche de películas con nosotros.
—¿Cómo vas con AP US? —le pregunté, para cambiar de tema.
Dios, soy una geek.
—No entendí de qué hablaba Helm hoy.
—Bueno —dije—. ¿Recuerdas el capítulo donde…?
—¿Sesión de estudio después de clase? —me interrumpió—. Me vendría bien el
tiempo extra.
—Eh, claro. —La respuesta fue automática.
—Genial —dijo simplemente—. Nos vemos después de clase. —Luego se volvió
hacia Corey y le preguntó algo sobre Carpintería. Mientras ellos discutían tipos
de madera y herramientas, Jane y yo seguimos con una charla no verbal.
Una leve sacudida de la cabeza significaba que no podía creer lo que estaba
pasando.
Mi encogimiento de hombros en respuesta era que yo tampoco.
Luego Jane miró a Logan antes de dejar que sus ojos se detuvieran
significativamente en mí.
Negué con la cabeza deliberadamente. Yo no soy el tipo de Logan, que es
(por supuesto) alta, esbelta, rubia y generosamente dotada. Es por eso que él y
Chelsea son, obviamente, perfectos el uno para el otro. Justo como yo con
Patrick.
Jane alzó una ceja, y fue algo bueno que los chicos no oyeran mi pequeño
bufido.
El orden social del mundo explotaría antes de que Logan Beckett y yo
tuviéramos algo. Yo tampoco lo veía muy posible.
75
76
Capítulo 14 Traducido por carmen170796
Corregido por Micca.F
o sabía dónde tenía que encontrarlo. Él había dicho “después de
clases”, pero con eso en realidad no me decía nada. Quiero decir,
¿tenía que esperar afuera de Literatura y esperar que saliera? No me
gustaba esa idea. Puede que tema ser el centro de atención, pero no soy
Cenicienta para quedarme esperando. Aprendí hace mucho tiempo que
cuanto más dependes de las personas, ellas usualmente te decepcionan. No
es que creyera que todos los chicos quisieran liarse con instructoras de ballet,
no estoy tan dañada. Sólo sabía que la única persona con la podía contar era
yo misma.
Pero nada de eso me daba una pista de dónde debía encontrar a Logan… o
qué debería decirle.
—Oye, hace tiempo que no te veo.
Sí, probablemente no.
—Entonces esa fue una comida interesante.
Tampoco eso.
—¿Habías consumido algo cuando te sentaste en mi mesa? Porque salir con los
Invisibles va a afectar tu estatus social. Sabes eso, ¿verdad?
Un cabezazo mental.
Todavía estaba buscando cómo iniciar la conversación cuando Logan
apareció, luciendo tan despreocupado como siempre.
—Oye. —Sonrió como si no fuera la molesta tutora que aguantaba para que
sus padres lo dejaran en paz. Me preguntaba por qué se estaba reuniendo
N
77
conmigo en primer lugar. Todavía tenía que hacer una diferencia como su
tutora.
Sin embargo, una sonrisa, incluso una breve, era más que su común
encogimiento de hombros desinteresado. Tal vez estaba buscando que lo
ayudase con Corey, tendríamos que discutir su radar gay más tarde.
—Entonces sobre enseñarte hoy… no estoy segura de que sea una buena idea.
Él me examinó.
—¿Te estás echando para atrás?
—No-o. —Mentalmente estaba gritando, ¡Sí! ¡Los paparazzi podrían estar
esperándome! ¿Estás LOCO?
—Bien. —Él movió su cabeza hacia la salida—. Vamos.
Esperaba que la prensa no estuviera ahí. Que se hubieran ido antes de que la
escuela terminase como el día anterior. Que pudiéramos caminar a su auto sin
que los reporteros de TeenPeople me tomaran fotos en mis jeans raídos y
sudadera.
—¿Entonces escuchaste de…?
Logan nunca tuvo la oportunidad de terminar su oración. Los paparazzi
debieron haberse ido. Quiero decir, hola, ya había dicho demasiado. ¿Qué
estaban esperando los buitres… otra escena, tal vez? Prácticamente podía
verlo.
YO: (Ciega por el flash de las cámaras) ¿Qu-qué?
REPORTERO UNO: Mackenzie, ¿culpas a alguien por tu fama?
REPORTERO DOS: Mackenzie, ¿te arrepientes de tu intento de RCP?
REPORTERO TRES: Mackenzie, ¿qué se siente ser famosa?
YO: Yo… ¡Pucha!
Tropezando con mis pies, me choqué con Logan quien, provocado por el
nuevo grito “¡Bésala!” sonrió y accedió.
Espera, ¿qué?
78
¿De dónde había venido eso? Necesitaba dormir más, esa era la única
explicación. La única que consideré. Freud habría tenido un día de campo,
pero la primera parte de mi guion imaginado había dado en el blanco. La
prensa intervino, y me encontré bajo asedio con preguntas lanzadas como
granadas. Agarré el brazo de Logan para estabilizarme cuando un
camarógrafo me empujó fuerte.
—Sálvate si puedes —grité, para que me escuchase sobre el ruido de las
preguntas. Sin esperar por una respuesta salí corriendo hacia el
estacionamiento y tiré de él detrás de mí.
Me impresioné completamente con mi imitación de una dura policía si-no-te-
mueves-serás-aplastado. Usé mi velocidad para impulsarme a través de la
multitud.
Aun así, las preguntas eran mucho peores de lo que había imaginado.
—¡Mackenzie! ¿Quién es tu amigo?
—¿Están saliendo?
—¿Qué opinas de Crepúsculo? —Esta vez no respondí. Sólo corrí tan rápido
como podía, agradecida de estar usando mis Converse negras. Las piernas
largas de Logan lo empujaron adelante y me dejaron luchando por mantener
el ritmo. Lo cual lastimaba mi ego, dado que no soy floja cuando se trata de
correr la carrera de un kilómetro y medio para educación física.
Es algo bueno que nos agarráramos de la mano o habríamos sido separados.
Un cursi amante del romance podría pensar que era romántico, pero no hay
nada “romántico” en ser golpeada en la cara por el codo de un extraño.
Aun así, llegamos a su auto sin heridas serias. Logan no perdió el tiempo
saliendo de ahí. Condujo cuidadosamente, sólo para asegurarse de que
ningún fotógrafo se convirtiera en un bache, pero manejó rápido. Yo usé los
brazos para tapar mi cara mientras Logan cambiaba de dirección y salía
disparado por las calles para perder al séquito persiguiéndonos.
—¿Sabes lo que estás haciendo? —demandé—. Porque mi conocimiento sobre
persecuciones de autos está limitado a The Bourne Identity. Pensemos bien esto
antes de que cometamos un error.
Logan sacudió su cabeza.
79
—Sé exactamente a dónde estamos yendo.
—Está bien.
Esperé a que dijera algo más. No lo hizo.
—¿Y dónde sería eso?
—Es una sorpresa. —Giró bruscamente y descubrí una nueva apreciación por
mi cinturón de seguridad.
—No soy una gran fan de las sorpresas. He tenido suficientes para que me
duren toda la vida. —Señalé a los paparazzi siguiéndonos para probar mi
punto.
—Creo que te vendrían bien unas más. —Él irrumpió suavemente en la
autopista—. Puedes escoger música.
—Caramba, gracias. —Hurgué en mi mochila, conecté mi iPod al altavoz de
Logan, cambié a mi lista de reproducción, y dejé que la música fluyese.
—¿Wilco? —preguntó, y yo asentí sorprendida. Tal vez él era más rock y menos
deportista de lo que originalmente había asumido.
—Buena elección.
Estaba a punto de preguntarle sobre su gusto musical cuando me di cuenta
que habíamos pasado el Bosque Grove. Por mucho, en realidad. Nos dirigíamos
a la ciudad.
—¿Portland? —Lo miré boquiabierto—. ¿Quieres que los perdamos en Portland?
—¿Tienes una mejor idea?
—Yo, supongo, bueno… yo… no —tartamudeé.
—Entonces ahí lo tienes, Mack.
Estaba muy distraída por la situación como para objetar sobre el apodo.
—Pero… el dinero para la gasolina. Debimos haber…
Logan me interrumpió.
—Mi idea, mi dinero.
80
Lo cual era un gran alivio, porque no podía pagar por la gasolina,
especialmente cuando todavía le debía esa taza de café. Pero también
apestaba completamente. Nunca quise ser el tipo de chica que hace cosas
estúpidas como gorronear a los chicos. No tenía idea de qué hacer sobre el
hábito de Logan de soltar dinero. Voy a tener que mantener una cuenta,
decidí. Y pagarle tan pronto como fuese posible.
—Casi llegamos.
Se detuvo en una cochera.
—Estás bromeando, ¿cierto? ¡Un centro comercial! ¡Me estás trayendo a un
centro comercial! ¿Tienes idea de cuán raro es esto?
—Sí.
Eso fue todo lo que conseguí. Sólo “Sí”. Odio a los chicos y sus estúpidos
monosílabos de respuestas.
—¡Corre! —Seguí su consejo, y los dos entramos corriendo al Centro Lloyd con
los paparazzi siguiéndonos. Es ahí cuando empecé a ver la genialidad de su
plan. Afuera habríamos sido blancos fáciles, pero adentro era más fácil
mezclarse y desparecer. Estaba sorprendida de que la idea no se me hubiera
ocurrido.
—Vamos. —Seguí a Logan hasta que vi la tienda y me detuve.
—No —dije rotundamente—. De ninguna manera.
—Mira —dijo en voz baja—. Es esto. —Señaló el letrero insoportablemente rosa
de Victoria’sSecret—. O eso. —Miré detrás de mí y vi a la prensa examinando el
área.
—Bien. —Me metí con él—. Pero esto me molesta.
Se echó a reír, pero se contuvo rápidamente.
—¿No crees que esto es un poco, um… evidente? —Logan me ignoró, alcanzó
un cajón rosa brillante, y sacó un sujetador morado oscuro.
—Actúa natural —murmuró, y me pasó el sujetador. Después, luciendo como si
hiciera esto todos los días, me jaló dentro de uno de los vestidores. Él se sentó
en el mini sofá luciendo complacido mientras yo lo miraba anonadada.
81
Estaba en Victoria’sSecret, con Logan Beckett, sosteniendo un sujetador
morado, y siendo perseguida por la prensa. Mi vida oficialmente se había
vuelto más rara que una película de Tim Burton.
—Ellos no pensarán en mirar aquí dentro. —Me informó mientras me sentaba en
el piso.
Asentí y me quedé mirando mis pies.
—Entonces, ¿vienes seguido por aquí?
Se río de nuevo, estaba deslumbrada por la simpatía del momento. Era raro,
pero en realidad me estaba divirtiendo. No era algo que esperara que
ocurriese.
—Oh sí. Traigo a todas mis citas aquí. Íntimo, ¿no te parece?
—Buen… ambiente —dije mirando deliberadamente al sujetador y sofá rosa
brillante.
—El rosa es el nuevo azul —contestó—. O eso me han dicho…
Saqué mi aburrido y lacio cabello marrón de mi coleta y lo dejé caer alrededor
de mi cara.
—¡Oh, mi Dios! —Sintonicé mi Notable interior—. ¡También escuché eso! ¡Es un
total como se llame!
—Completamente —dijo, siguiéndome la corriente.
—¿Entonces crees que es seguro irse?
Logan se encogió de hombros.
—Probablemente, pero deberíamos tener un plan.
—¿Un plan?
—Sí, esos reporteros saben cómo nos vemos. Necesitaremos un disfraz. —Él se
estaba divirtiendo mucho con esto.
Me lo quedé mirando con recelo.
—Por supuesto. Qué estúpida, metí mi traje de superhéroe en mi otra mochila
con mi fajo de dinero.
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Logan sacó su billetera, pero no le di la oportunidad de hablar
—Estás bromeando, ¿verdad? No puedes seguir gastando dinero en mí como
un viejo adinerado.
Sí. Le dije la frase “viejo adinerado” a Logan Beckett.
Mátame ahora.
Lo boca de Logan se curvó en una sonrisa.
—Estaba pensando en un préstamo.
—¿Un préstamo? —repetí.
—Sí. Mis padres te pagan diez dólares la hora, ¿cierto? —Asentí mientras él me
pasaba un billete de cincuenta dólares.
—Bueno, ahora me debes cinco horas de tu tiempo.
Suspiré.
—Cinco horas y media, en realidad. Todavía te debo de Starbucks hace unos
días.
Él sonrío.
—Te acordaste.
—Por supuesto. Entonces cinco horas y media… —Hice unos cálculos
mentales—. Si empezamos a estudiar pronto, debería terminar de pagarte para
el final de esta semana. —Asentí con aprobación—. Puedo vivir con eso.
—Sabes, podríamos apuntar el café como un gasto de las clases.
—¿Un gasto de las clases? —repetí escépticamente.
—Sí, la cafeína es un agente de estudio que una vez fue usado como una
forma de moneda.
—Te acordaste. —Estaba sorprendida de que algo que dije se le haya
quedado. Tal vez después de todo no era la peor tutora.
—Por supuesto —repitió, imitándome a la perfección. Yo me reí.
83
—Cinco horas y media y estamos a mano. —No podía deberle dinero. Sólo de
tocar el billete de cincuenta me estaba poniendo nerviosa. O tal vez era la
manera casual en que él lo entregaba.
Ambos me alocaban.
—Esto probablemente no sea necesario. —Traté de devolvérselo—. En serio. Yo
puedo…
Logan pasó una mano por su pelo frustrado, algo que sólo le había visto hacer
mientras miraba sin comprender su libro de historia.
—Mira, sólo tómalo así podemos irnos. Si nos quedamos demasiado tiempo las
personas de la tienda se preguntaran qué estamos haciendo. —Él levantó sus
cejas sugestivamente.
—Está bien —dije rápidamente—. Vamos.
—Encontrémonos en la pista de hielo en 45 minutos.
Salimos del vestidor mientras él agregaba en voz alta:
—No creo que ese sujetador sea para ti. El negro te queda mejor, Mack.
Fruncí el ceño pero sólo vi su espalda mientras me dejaba sola en Victoria’s
Secret con un sujetador en una mano y un billete de cincuenta dólares en la
otra. Justo cuando pensé que las cosas no podían volverse más extrañas…
bueno, supongo que lo hicieron.
84
Capítulo 15 Traducido por mel94_
Corregido por Yonoestoyloca
kay, así que seguí el consejo de Corey. La prensa estaba buscando a
la Mackenzie que habían visto antes; la única sin maquillaje y sin
sentido de la moda. Tenía que lucir a la moda, que no es fácil para
una chica cuyo presupuesto es ajustado. Compré una ceñida camisa de color
morado oscuro que hizo que mis pantalones lucieran menos “holgados y sin
sexo”, como Corey antes los había llamado. De hecho, me veía sexy de una
manera en que podría-hacer-artes-marciales-y-entonces-seguir-adelante-con-
la-cita. Una fina capa de brillo, rímel y sombra de ojos de probadores en
exhibición y era una chica completamente diferente. Es una locura lo que un
poco de maquillaje puede hacer cuando alguien está desesperada por un
disfraz.
La mugre en mi cara se sentía extraña, pero me hizo más fácil dejar la
seguridad de la tienda. Decidí pensar en ello como una pintura de guerra
femenina o como una máscara en Halloween. Hice todo lo posible para dar un
paseo casual por la pista y fingir que era una Notable. En serio. Imaginé que en
lugar de Mackenzie Wellesley, reina de la torpeza, era ChelseyHalloway, reina
de Smith High School. ¿Se desplomaría Chelsea o se caería en la pista de
patinaje de hielo del centro comercial? No. Entonces, yo tampoco.
Incluso Logan tuvo problemas para reconocerme. Su disfraz era una gran
chaqueta gris de apariencia suave, que se suponía era para que se viera como
un niño pijo, excepto que fracasó totalmente. Seguía pareciendo un Notable,
con sus vaqueros bien ajustados y su despeinado cabello oscuro. El suéter le
hacía a sus ojos grises parecer aún más ahumados.
—Bueno —dijo cuando me vio—. Te ves… diferente.
—Y tu aspecto es el mismo.
—Sí, bueno, una mezcla.
O
85
Traté de no respirar. Claro, él no quería llamar la atención, excepto por las
hormonas femeninas adolescentes, donde el radar de chico caliente era de un
radio de doce metros.
—Vamos a por unos patines.
Portland Lloyd Center cuenta con una pequeña pista llena de gente, siempre
he pensado que era parte de su encanto. Parejas y familias patinan juntos en
círculos interminables mientras los niños pequeños vuelan por todas partes.
—Está bien.
Quince minutos después tenía los cordones atados y me preguntaba en qué
me había metido. Si no hacía de su tutora pronto me sentiría culpable por el
préstamo. Nunca antes había hecho historia en el hielo.
—¿Estás seguro de que es un buen plan? —le pregunté escépticamente—. ¿Por
qué no nos sentamos en algún lugar y hablamos sobre la Revolución
americana?
—¿Miedo? —dijo con desafío.
Me dirigí deliberadamente al hielo (tanto como pude ir en patines de hielo) y
me volví bruscamente hacia él.
—¿Vienes o no? Tenemos que estudiar.
Logan estaba en el hielo en cuestión de segundos. Creí que se veía cómodo en
los pasillos de la escuela, pero en el hielo era como si todo su cuerpo estuviera
en extensión de los patines. Cortó frente a mí y giró en un gesto fluido
quedándonos cara a cara.
—Está bien. Dispara.
—¿Quién fue el segundo presidente de Estados Unidos? —le pregunté, mirando
por encima del hombro para asegurarme de que no aplastara por casualidad
a un niño pequeño.
—John Adams. Relájate, sé lo que estoy haciendo.
—¿El tercer presidente?
—Thomas Jefferson.
86
Mis patines temblaron.
—Bien.
—¿Has terminado con las cosas fáciles?
Ahora, eso me tomó por sorpresa.
—Pensé que preferías las cosas fáciles.
Hizo uno pausa para considerarlo.
—Creo que estoy listo para un desafío.
—Okay, te daré un nombre, una fecha, o un evento. Me dirás todo lo que
sabes.
Sentí la inclinación de su cabeza ya que mi atención se centró en la búsqueda
de mi equilibrio. Mi habilidad sobre los patines no era muy buena, aunque
había tenido cuidado para conseguir los patines de hockey. Logan había
levantado una ceja cuando lo miré, pero todo lo que tenía que decir era no
toques el pie y entendió. Las figuras de patinaje con los pies y yo no nos
llevábamos muy bien.
—Samuel Adams.
—Cerveza —respondió con agilidad.
—¿Qué? —Mi cabeza se sacudió demasiado rápido y perdí el equilibrio. Los
estúpidos patines me enviaron a toda velocidad hacia el suelo, que era
exactamente lo que merecía por pensar que podía ser tutora y patinar al
mismo tiempo. Los griegos tenían una palabra para ese tipo de orgullo: la
arrogancia. Y por lo general, se presentó ante una muy larga y dolorosa caída.
—¡Uf! —Caí sobre algo sólido, pero no lo suficientemente frío para ser la pista.
Cuando me di cuenta de que estaba agarrando el nuevo jersey de Logan por
todo lo que valía la pena rápidamente me disculpé—. Lo siento. Me toma un
tiempo adaptarme a estas cosas. Estaría muy bien en patines sobre ruedas,
pero sobre hielo…
—Es un tipo diferente de movimiento —dijo, pero sus ojos parecían cautelosos.
—Sí. —Solté mi agarre de su suéter y me enderecé.
87
—Así que patinas sobre ruedas. —Inclinó la cabeza y me miró—. ¿Cuánto
tiempo has hecho eso?
—Doce años y… —Hice algunos cálculos rápidos—. Cinco meses.
Logan me miró medio divertido.
—Eso es preciso.
—Fue memorable. —No estaba sonriendo.
—¿Qué pasó?
—Bueno, papá se fue. Doce años y cinco meses. Justo después de mi… —
Mantuve la boca cerrada.
—¿Tú qué?
Lo miré con mi intensa mirada de no-quieres-hacer-un-desastre-conmigo.
—Esto no lo puede saber nadie.
—Bien.
—Y nada de risas.
—Hecho.
—Mi recital de ballet —murmuré, deseando que fuese demasiado para él
entender mis palabras.
—¡Hiciste ballet! —exclamó—. ¿En serio?
—¡Me dijiste que no te reirías! Y fue sólo por unos pocos meses. Mamá pensó
que podría ayudar a mi papá, bueno… a aceptar que soy una chica.
Logan ante eso levantó las cejas.
—¿Tenía problemas para entender el concepto?
Sonreí, pero lo sentí un poco forzado.
—Estaba convencido de que sería un niño. No vio mi ecografía porque estaba
seguro de que sería un niño llamado Mack. Tuvieron que ampliarlo a
Mackenzie. Supongo que soy afortunada.
88
—Sí, si hubieran elegido Todd, habría sido difícil.
Reí.
—Sí, de todos modos, me dieron una habitación azul con pelotas y otras cosas.
—¿Lo que nunca usaste?
—Muchos niños no están en los deportes. Yo soy uno de ellos. Papá trató de
jugar a la pelota conmigo, pero no era lo mío. Mi coordinación ojo-mano
siempre ha sido pésima. Así que mamá pensó que sería bueno para mí tratar
de hacer ballet.
—Está bien —dijo Logan lentamente—. No veo dónde los patines encajan.
—Bueno, después del recital, papá se fue. —Convenientemente evité la parte
de él chupando la cara de mi instructora—. No dije nada por una semana. Mi
madre estaba volviéndose loca, tratando de hacerme verbalizar mis
emociones. Entonces dije que prefería ser comida por un elefante que hacer
ballet otra vez.
—¿Un elefante?
—Me gustó la visual. Así que le pedí que me llevara a una tienda de deportes y
escogí la única cosa que no incluía objetos voladores.
—Los patines.
—Sip. Así es como empecé.
Durante el tiempo que le dije esto, se sintió más cómodo con el movimiento de
los patines.
—¿Y tú papá?
—¿Qué pasa con él? —Miré hacia arriba del hielo.
—¿Alguna vez te vio patinar?
—Nop. Comenzó una nueva familia. De vez en cuando, recibimos postales
navideñas, con sus dos hijos, ambos varones. Suena como que es feliz.
—Suena como si fuera un idiota.
Eso me cogió por sorpresa.
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—Eso también. —Reí.
—Todavía puedo llamarte Mack.
Rodé los ojos.
—Por supuesto que lo harás.
—Pero no me gustaría que fueras un chico. —Su sonrisa hizo que mi pulso
aumentara.
—Así que, um, tus padres parecen geniales. —Tenía que decir algo para
romper el coqueto humor. ¿O era la única que lo imaginó? Es difícil saberlo a
ciencia cierta.
Asintió.
—Sí, lo son. Sería bueno tener un hermano, sin embargo. A veces exigen
demasiado.
—¿Quieres decir que ellos harán cosas como contratar tutores por ti? —Puse mi
mano sobre mi boca fingiendo terror—. ¡Qué terrible!
Él sonrío.
—Deberías ver la loca con la que me juntaron. Esta chica con un nombre de
chico es una tremenda…
Le pegué en el brazo antes de que pudiera terminar la frase.
—De vuelta a estudiar. Ahora, Sam Adams. —Él abrió la boca, pero lo corté
antes—. ¡Y no digas cerveza!
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Capítulo 16 Traducido por Aldebarán
Corregido por ☽♏єl
í, estudiamos. Hice un excelente trabajo interrogándolo, luego
completando sus respuestas cuando no sabía un hecho importante. Él en
realidad parecía estar prestando atención, lo que fue un cambio
bienvenido de su típicamente expresión aburrida y tonta. Se sentía como una
fiesta de cumpleaños de la escuela primaria, todo por un momento parecía
simple. Sin prensa, sin ojos fijos mirando, y sin presión.
Creo que Logan también lo disfrutó. Se rió de mí cuando resbalé, pero me
ofreció una mano. Y cuando me sonrió, agarró mi mano, y me impulsó
alrededor en una curva, en cierto modo se sintió como una cita, el tipo donde
un chico quiere pasar tiempo con una chica a la que no le están pagando
para estar allí. Pero por supuesto no lo era. Porque, sin importar lo que la prensa
hizo, yo todavía soy la nerd Mackenzie Wellesley.
Esto duró sólo hasta que fuimos a la zona de comida, todo el asunto de esto
pareciendo una cita. Ahí fue cuando lo arruiné. Estábamos súper relajados,
hablando sobre nuestras películas favoritas, esperando en la fila para la
grasienta comida china, cuando dije que deberíamos sacar nuestros libros de
texto. Lo juro, eso es todo lo que dije, pero él al instante se tensó y puso rígida la
mandíbula.
Esto no debería haber sido un gran problema. Sus padres me estaban pagando
para enseñar, no para imaginar que estaba en una cita con su hijo. De ninguna
manera podría aceptar su dinero si no lo había ganado. Las finanzas podrían
estar ajustadas en mi familia, pero nunca me rebajaría a aceptar dinero que no
merezco. Me volví muy inteligente financieramente. ¿Mi vestido de graduación
de la secundaria? Setenta y cinco centavos en una venta de garaje. Supera
eso, Chelsea Halloway. Bueno, supongo que lo hizo, en un súper hermoso
vestido blanco sin tirantes… pero apuesto a que costó una fortuna.
S
91
De todas formas, tomo el dinero seriamente. Así que después de estirar mi
préstamo de cincuenta dólares para incluir algo de carne y brócoli, saqué mi
libro de texto. También hice una revisión rápida del área y no vi a la prensa, así
que imaginé que estábamos despejados.
—Ok —dije—. Nos quedamos en las ventajas británicas para la guerra. —
Después de girar muchas páginas, encontré el lugar—. Léelo mientras yo como.
Intenté volver a la simpática amabilidad porque una mesa muy pequeña y un
montón de pollo kung pao y arroz era toda lo que me separaba de un Notable
irritado.
—Mira, podemos detener el reloj —dijo fácilmente—. Comamos y luego
seguimos con eso.
—Cinco minutos más —presioné. En la pista de hielo él realmente parecía
entenderlo. Si estaba a punto de conseguir un avance, no iba a dejar que la
comida china se interpusiera en el camino—. Aquí, “Gran Bretaña tenía tres
veces la población de las colonias”.
Mi voz se fue apagando mientras observaba a Logan mirar ferozmente a las
palabras con su boca firmemente cerrada. Su mirada se arrastró lentamente
del lugar que yo había señalado al último.
—¿P… puedes leer? —solté la pregunta sin pensar.
La pura molestia en sus ojos me hizo retroceder instintivamente en mi silla.
—Puedo leer —dijo desafiante. Pero cerró fuertemente su libro de texto.
—Está bien —apuñalé una porción de brócoli—. Pero…
—¿Pero qué? —Claramente no iba a dar una explicación por sí solo.
—Tú dime. —Me forcé a mirarlo a los ojos y estaba aliviada de ver que se veía
más frustrado que cualquier otra cosa—. Obviamente no estás diciéndome
algo que, al ser tu tutora, debería saber.
Dije la última parte rápidamente antes de perder mis nervios. Luego observé
con sorpresa mientras Logan encorvaba su espalda en la silla.
—Soy disléxico —lo dijo calmadamente pero con un obvio rastro de
amargura—. ¿Eso es lo que querías oír?
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—Oh. —Bueno, eso tiene sentido.
—Sí. Oh. —Él rió—. Ahora encajo perfectamente en ese cliché de tonto
deportista que tienes, ¿no es así?
—¿Porque tienes dislexia o porque te quedas mirando los pechos de Chelsea
Halloway?
Oh, Dios. ¿Realmente dije eso?
Él me miró y luego comenzó a reír de verdad.
—Um, lo que quiero decir —me corregí—, es que la dislexia no te hace
estúpido. De hecho, las personas con dislexia a menudo tienen una
coordinación física superior a la promedio, talento artístico, y empatía. —Asentí
hacia su cuaderno lleno de garabatos—. Juzgando el hockey y tus dibujos, diría
que tienes dos de tres.
Logan me miró con incredulidad.
—¿Sabes todo eso de memoria?
—Claro —respondí de manera uniforme—. Tengo una memoria casi
fotográfica. Steven Spielberg, John Lennon, Walt Disney, Steve Jobs… todos
eran disléxicos. Sin mencionar…
—Me hago una idea —interrumpió Logan.
—Correcto. Bueno, entonces, puedes ver que no es nada para estar
avergonzado.
—¿Sí? —Había sólo una insinuación de pregunta en su respuesta de una
palabra.
—Sí. —Lo miré a los ojos, determinada a no arruinarlo—. Pero vamos a necesitar
un nuevo plan de ataque. —Abrí mi cuaderno, destapé mi bolígrafo, y
comencé a anotar—. Vamos a abandonar el libro de texto y echar un vistazo a
más técnicas de aprendizaje auditivas o visuales. —Sin pensarlo empecé a
golpear el bolígrafo contra mi labio inferior—. Hay una mini serie de John
Adams que podría servir. Podemos buscar en la biblioteca de películas
históricas. —Me detuve, notando lo que esos videos harían eventualmente:
reemplazarme—. Puedo ayudarte a elegirlos, si quieres —ofrecí—. Puedes
llamarme al terminar de ver cada uno y podemos discutirlos.
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—O podrías mirarlos conmigo.
—No puedo dejar que tus padres me paguen por ver películas —solté.
—Mack, no es gran cosa.
—Sí, lo es. Estás acostumbrado a desperdiciar dinero. No todos tienen ese lujo, y
me gustan tus padres demasiado como para desplumarlos.
—Bien. Renegociaremos tu pago cuando veamos las películas. Problema
resuelto.
Lo hizo sonar tan razonable, como si no hubiera un enorme abismo de
diferencia social entre nosotros que hiciera raro para mí mirar películas en su
casa.
—Um, supongo que podría funcionar —dije torpemente. ¿Qué más podía
decir? “Logan, los otros Notables, Chelsea en particular, nos harán la vida
incómoda si creen que estamos saliendo. Obtendrás chistes de “vivir
pobremente” y yo tendré comentarios sarcásticos en los vestuarios de chicas.
Sólo te estoy advirtiendo”.
¿Cuán estúpido podría sonar eso? Esto era la secundaria, no el sistema de
castas Hindú, donde los Intocables tienen que evitar “contaminarse” de las
clases bajas. Está bien… tal vez las dos cosas no eran tan diferentes, pero todo
ese estrés sobre la división de los Notables e Invisibles era sólo una estupidez.
Éramos dos adolescentes en la misma clase avanzada de historia. Fin de la
historia.
Logan no parecía darse cuenta de mi vacilación y tomó un gran mordisco del
pollo kung pao. Famélica, ataqué mi propio plato mientras anoté mis ideas de
estudio.
—Deberíamos sacar algunos libros de niños en la biblioteca.
Logan levantó una ceja.
—Realmente sé cómo leer.
—Los libros para niños generalmente hacen un mejor trabajo resaltando el
material, así que me gusta usarlos para revisar.
Él sonrío.
94
—Tienes una memoria fotográfica pero lees libros para niños antes de los
exámenes de clases avanzadas.
—Memoria casi fotográfica, y es bueno para revisar lo básico. Tú sigues
trabajando en tu postura de hockey, ¿cierto? Es el mismo principio.
—Eres una chica extraña.
Lo miré inciertamente con un bocado de brócoli elevado hacia mis labios.
—¿Cómo es eso?
—Listas personas con dislexia, lees libros para niños, y prácticamente inhalas
comida china.
Me encogí de hombros.
—Nada de eso es extraño. Creí que te referías a mis problemas de equilibrio y a
mi tendencia de balbucear alrededor de tus amigos.
—Ahora que lo mencionas… ¿por qué es eso?
—¿Por qué es qué?
—¿Por qué estás tan nerviosa alrededor de las personas? Cuando realmente te
relajas, no eres tan, mmm…
—¿Torpe? —suministré.
—Intimidante.
Mi boca cayó abierta.
—¿Yo? Intimidante. Sí, claro. Y Chelsea Halloway secretamente hace trabajo
voluntario en albergues para gente sin hogar.
Logan rió, luego se puso serio.
—En serio, puedes ser intimidante.
—¿De verdad? —Fue la cosa más extravagante que oí desde que descubrí
que me había convertido en famosa.
95
—Sí. Especialmente en clases. —Logan profundizó su voz en una imitación del
Sr. Helm—. Ah, sí, Mackenzie, ¿le gustaría explicar el impuesto fiscal al resto de
la clase?
Me sonrojé.
—Está bien, tal vez en clases puedo ser un poco intensa. ¡Pero eso no me hace
intimidante!
—¿Ah, no? —Logan estaba realmente calentando el tema—. ¿Y qué tal la vez
que le gritaste al profesor suplente?
—¡No lo hice! —protesté—. E incluso si lo hubiera hecho, se lo merecía. Él estaba
completamente equivocado, pero se quedó allí y dijo: “Uno de nosotros fue a
la universidad y el otro no”. Como si eso cambiara algo —me detuve—. No
estabas en esa clase. ¿Cómo te enteraste de eso?
—Spencer lo mencionó —me dijo con una media sonrisa engreída—. Él dijo que
fuiste muy dura con el chico.
—Él era un tonto con información incorrecta. —Sacudí la cabeza con disgusto.
—Y no crees que eres intimidante.
—Sí, bueno ¡no es como si fuera una Notable!
—¿Qué? —preguntó, y me sentí como una idiota. Porque la regla número uno
acerca de los sobrenombres secretos es que deben permanecer en secreto.
—Tú, Notable. —Señalé con mi tenedor—. Yo, Invisible. —Comí otra porción de
brócoli—. O al menos lo era. Ahora el Dr. Phil quiere hablar conmigo.
Logan casi se ahoga con su Coca.
—¿El Dr. Phil te llamó?
—Algo así. No tengo todos los detalles. Dylan me escribió algo sobre ir al Dr. Phil
o a The View. —Bajé mi tenedor. Mi apetito desapareció con el pensamiento
de aparecer en televisión nacional.
—Pero, ¿no quieres hacerlo? —preguntó.
—¡Por supuesto que no! —lo miré—. Ya soy fenómeno suficiente sin convertirme
oficialmente en La Más Torpe de América.
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—No eres un fenómeno —me dijo Logan. Su apetito se mantuvo inafectado, y
observé con envidia mientras pinchó su último pedazo de pollo—. Extraña, pero
no fenómeno.
—¡Vaya, gracias! —dije sarcásticamente, pero no podía evitar sentirme
halagada. Logan Beckett no creía que yo fuera un fenómeno.
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Capítulo 17 Traducido por carmen170796
Corregido por MaryJane
ebí haber sabido que la prensa no me dejaría en paz. Estaba tan
contenta de que no hubiera fotógrafos alrededor del auto de Logan
que entré sin pensarlo dos veces. Era difícil concentrarme en los
paparazzi cuando estaba con Logan, no por sus miradas sino porque nunca
sabía qué esperar. Él continuaba haciendo comentarios sarcásticos e irónicos
que me podrían haber molestado si no hubieran sido tan divertidos.
Se sentía bien salir con él, por lo cual no noté el problema hasta que Logan
estaba holgazaneando afuera de la casa Hamilton, mientras que a nueve
metros mi casa estaban bajo asedio. Mi césped estaba cubierto de reporteros
de la manera en que mi mamá untaba mantequilla de maní en mis
emparedados de mantequilla de maní y jalea.
Mi mandíbula se abrió.
—¡Oh, mi… sigue conduciendo! —Le ordené a Logan mientras me deslizaba al
piso—. ¡Sólo… vámonos! —No tuve que repetírselo. Logan no despegó
rápidamente, dejando una capa de caucho o algo obvio. Él sólo pasó por mi
casa y no se detuvo hasta que llegamos a la cancha de básquet donde
usualmente patinaba.
—Interesante. —Su flequillo cayó a sus ojos—. Entonces esa es tu casa. —Me
arrastré de vuelta al asiento.
—Escucha, puedo explicarlo.
—Estoy seguro de que tu explicación será estúpida.
—¿Oh sí? —Repliqué, alzando mi barbilla en son de reto—. ¿Y por qué?
—Porque no hay una buena razón para mentir sobre dónde vives.
D
98
—Tampoco hay una buena razón para mentir sobre la dislexia.
Él se giró para fulminarme con la mirada.
—No es lo mismo en absoluto.
—Sí lo es —contesté—. Nosotros no queremos la pena de nadie. Por supuesto,
también quería evitar el robo de bragas del equipo de hockey, pero además
de eso… es lo mismo. —Sus labios se curvaron, y podía decir que estaba
intentando no reírse de mí. Oh, todavía estaba enojado, pero su sentido del
humor no lo había abandonado.
—¿Robo de bragas?
Me encogí de hombros.
—Veo televisión.
—Y demasiadas patéticas películas sobre secundarias.
—Mira, debí haber señalado mi casa antes. Pero las personas hacen cosas
estúpidas. Así que si pudiéramos regresar y me dejaras, eso sería genial.
Logan encendió el motor.
—Quieres que sólo te deje y me vaya.
—Um, sí.
—Cuando tu casa está llena de reporteros.
—Puedo manejarlo —le dije de manera exasperada. Estaba empezando a
hartarme de sentirme débil. Está bien, sí, habitualmente soy débil, pero estaba
controlando la situación. No había dejado que los reporteros, o Alex Thompson,
o Chelsea Halloway, o cualquiera me apartara de vivir mi vida, lo cual
significaba que tenía que ser mucho más fuerte de los que todos pensaban—.
Estaré bien sola.
—Por supuesto. —Logan asintió bruscamente—. No necesitas ayuda. Mi error.
Sabía que estaba siendo insultada, pero no sabía qué responder. Así que lo
miré y le dije:
99
—Realmente deberías sólo dejarme. No quiero que la prensa nos tome fotos y
especulen de mi vida amorosa. —Él asintió mientras el auto volteaba en mi
calle.
—Está bien, sólo un poco más cerca. —Dirigí—. Y… ¡detente! —Corrí a toda
velocidad hacia mi puerta, usando mi mochila como un escudo de la prensa,
antes de que Logan pudiese decir otra palabra. Mi atención estaba centrada
en correr los nueve metros en una sola pieza. Fui bombardeada con preguntas
agresivamente demandantes hasta que sentí que mi cabeza nunca dejaría de
zumbar.
—Mackenzie, ¿quién era ese?
—¿Estabas en una cita?
—¿Estás segura de que no está sólo interesado en tu fama?
La última pregunta casi me hizo reír. La idea de Logan Beckett usándome para
poner su cara en los periódicos era evidentemente ridícula. A Logan
probablemente le gustaba la publicidad tanto como a mí. Tiendo a confiar en
mi instinto en cosas como esa.
Dylan me jaló adentro, no era una hazaña fácil con una multitud de reporteros
y un pasadizo apiñado de paquetes. Parecía como si el contenido de un
camión de la UPS hubiese sido dejado en nuestra casa. Todas las etiquetas
decían lo mismo: “Entrega especial para Mackenzie Wellesley”. Las cosas se
habían vuelto mucho más que raras.
Dylan empujó una de las cajas dentro de mis brazos, y luché por no dejarla
caer.
—¿Qué diablos?
—Pertenece a tu cuarto. —Él levantó una caja también—. Puedes mostrarle
todo esto, lo que sea que sea, a mamá después. Necesitamos ordenarlo antes
de que llegue a casa. —Algunas veces era demasiado fácil pensar en él como
el molesto hermano pequeño y olvidar que le importaba nuestra familia tanto
como a mí.
—Vamos. —Su voz contenía una gran dosis de irritación—. Llegará pronto. —
Levantando la caja, seguí a Dylan. Me quedé boquiabierta cuando vi mi cama
transformada en un pantano de cartas, mensajes y notas adhesivas. Dylan no
100
me dio tiempo para preocuparme. Él sólo dejó caer la caja, después me
espetó que lo imitara.
Nos tomó 45 minutos mover todo arriba, y eso excluyendo un receso para
tomar agua de cinco minutos donde froté mis adoloridos brazos. Después de
todo el transporte, nunca quería volver a ver otra caja. Había sido apuñalada y
empujada por cajas hasta que me sentía como un enorme moretón. Traté de
no gemir cada vez que mi cuerpo expresaba su desagrado conmigo.
Corriendo de los paparazzi, patinando en hielo, y ahora levantando peso con
mis cajas era demasiado esfuerzo físico por un día.
No pude resistir revisar mi pila de paquetes misteriosos. Agarré un par de tijeras y
ataqué una caja con unos golpes deliberados. Después todo lo que pude
hacer fue mirar boquiabierta de la incredulidad.
Temblando, mi mano se estiró y la suave textura de seda se deslizó de modo
provocador por mis dedos. Era sin lugar a dudas la cosa más maravillosa y
sutilmente sexy que nunca había visto. Parecía un vestido que proveería
invencibilidad a quien lo usara. Podía imaginarme a Helena de Troya usándolo,
aunque el vestido podría probablemente lanzar mil barcos solo. Era lindo,
divertido, lo suficiente atrevido para mostrar algo de piernas, y era mío.
Continué acariciando el material, luchando con la urgencia de llorar y reír. La
etiqueta revelaba que era una creación de BCBG Max Azria. Colocando a un
lado el vestido, saqué un par de tacones de la caja. Los examiné como si yo
fuera Cenicienta mirando por primera vez las zapatillas de cristal.
—Oh, mi Dios. —Era todo lo que podía decir mientras me quitaba mis zapatillas
Converse y deslizaba mis pies en los sexy, negros y abiertos tacones. No tenía
idea de cómo los reporteros fueron capaces de descubrir mi talla de zapato,
pero me quedaban perfectamente.
Ahí estaba en mis nuevos zapatos de diseñadores y no podía pararme. No
porque no confiase en el tacón delgado y larguirucho sino porque sabía que
no habría vuelta atrás. Los zapatos eran una prueba innegable de que mi vida
había cambiado, que después de años de buscar en ventas de garaje tenía
algo maravilloso y lujoso. Finalmente tenía algo que era sólo por diversión.
Así que cuando finalmente me puse de pie y giré frente a mi barato espejo
hasta el piso, fue un buen susto. Por primera vez, no podía reconocerme. Me
101
quedé pensando qué tipo de persona podría ser esta nueva chica… y si me
gustaría.
102
Capítulo 18 Traducido por mel94_
Corregido por Haushiinka
e mostré a mi mamá mi ahora-desbordante armario, pero no llamé a
Corey o Jane anoche. Quería evaluar personalmente sus reacciones.
Esperaba que se sorprendieran de ver a su mejor amiga, Mackenzie
Wellesley, presentarse en la escuela vestida con marcas de diseño. Realmente,
marcas de diseño muy lindas. Camisas de Oscar de la Renta, vaqueros de
Calvin Klein y tops de Anthropologie. ¿Mis libros de texto? Sí, los acuno
amorosamente en el interior de un bolso grande de Hobo. Incluso había
aplicado un poco de maquillaje por la mañana, lo justo de brillo en los labios y
sombra de ojos, pero no había manera de que alguien me hiciera aterrizar
sobre “la lista de peores vestidas”. Me había despertado una hora y media
antes de lo habitual para garantizarlo.
Y lo admitiré: era genial aparecer en la escuela luciendo como un millón de
dólares. Caray, podría haber estado llevando un millón de dólares. Bueno, más
bien vale 500 dólares, pero en comparación con mis vaqueros favoritos (de
veinticinco centavos) sin duda se sentían como de un millón. La ropa y
maquillaje tomaron la atención de los medios que parecían más como un
juego de fantasía que de la vida real. Cuando las cámaras estaban sobre mí,
fingía que era elegante sin esfuerzo y no se dieron cuenta de mi exageración
cortés.
Lo más loco fue… creo que lo había conseguido.
Otras cosas fueron definitivamente diferentes. Los chicos me prestaban
atención en los pasillos y la mayor parte de ellos parecían centrados en mi
nuevo look casualmente sexy. O eso, o me había estropeado el delineador de
ojos y todo el mundo pensaba: ¡Hey, mira a la chica mapache! Pero si las lentas
revisiones fueran una indicación, no me parecía a una criatura nocturna.
L
103
Para el momento en que me había comprado mi hamburguesa con queso y
patatas fritas en el almuerzo, mis dos mejores amigos habían procesado mi
conjunto AntiMackenzie.
—¡Te ves muy bien! —declaró Jane fácilmente cuando me senté. Le sonreí
antes de volverme a Corey.
—¿Qué te parece? ¿Demasiado? No te detengas ahora.
Frunció los labios, pensativo.
—Derecho de Jane: caliente, pero no zorra. Eso sí, no frotes tus ojos o parecerás
un desastre caliente. Y deshazte de la cola de caballo.
Saqué mi lazo del pelo y dejé que mi cabello hasta los hombros enmarcara mi
rostro mientras metía una patata francesa en mi boca.
—¿Tienen algún plan para este noche, chicos?
Jane negó con la cabeza con la boca llena de bollo.
—No —dijo Corey con tristeza—. La tarea de siempre.
—Oh, está bien. No estarían interesados en ir al concierto de ReadySet
conmigo, ¿verdad?
La boca de Corey se abrió.
—¿Tienes entradas? ¡Cállate!
Jane sacó un libro de texto.
—Voy a tomarlo como un descanso del estudio. No voy a dejar de estudiar
hasta el concierto, a partir de… ¡ahora!
No podía dejar de sonreír como una idiota.
—Todavía nos puedes dar un paseo esta noche, ¿verdad Corey?
Asintió, sin habla después de su explosión inicial.
—Bien. —Cogí otras dos patatas—. Sería una lástima desperdiciar pases de
backstage.
104
El grito encantado de Corey resonó en toda la cafetería. Prácticamente saltó
de la mesa de la cafetería y me abrazó.
—¡Esto es una locura! ¡No lo puedo creer! ¡Eres la mejor, Mackenzie! Los tienes,
¿verdad? ¡Jodidamente grande!
Excepto que dijo “jodidamente” mientras me daba la vuelta.
—Vamos a quedar a las seis y media para que podamos elegir tu nuevo
vestuario antes del show.
—Me parece bien. Jane, ¿estás?
Agitó la mano distraídamente.
—Sí. Claro. Genial. Ahora tengo que concentrarme.
A Jane le gustaba trabajar su cerebro a tope antes de premiarse con una tarde
libre, un hábito que Corey y yo tratábamos de romper sin éxito.
—¿Cómo vas a hacer para pilotear esto, Mackenzie? —Corey estaba brillando
de la emoción—. ¿Pases para entre bastidores? Eso es una mierda seria.
—Ellos estaban en mi enorme montón de cartas. No creerías las invitaciones
que he estado recibiendo. Cosas como ir a The Tyra Banks Show.
Jane levantó la cabeza.
—¿Es Tyra una de las que hablabas mientras sonreías con los ojos?
—Es sonreír con los ojos —dijo Corey con conocimiento de causa—. ¿Vas a
hacer algo con eso?
—¿Yo? ¿En Tyra? Ella me devoraría entera. —Señalé mi cara—. No te dejes
engañar por los cosméticos. Esto es temporal hasta que la prensa se vaya de mi
espalda. Me tomó casi una hora hacer esto, ya que me estremecía cada vez
que trataba de usar delineador de ojos. Así que no te acostumbres a ella,
amigo.
Él estaba sonriendo cuando me di cuenta de que un par de chicas de primer
año caminaban hasta… nuestra mesa.
—¿Te importa si nos sentamos contigo? —La chica que hablaba tenía el pelo
largo y negro y vestía casualmente caro. No habría parecido fuera de lugar en
105
una portada de revista para adolescentes. Las dos estaban tan elegantes que
parecían más como las chicas de nuestra clase que estudiantes de primer año.
—No, está bien —contesté. ¿Qué más podía decir? “¿No quieres sentarte en la
mesa de los notables para que puedan estar con la élite dentro de unos años?”
Miré a Chelsea. Estaba mirando, con la boca abierta y la hacía parecer como
un pez. A pocos asientos de distancia, Patrick se veía adorable. Mis ojos se
desplazaron a la lejana mesa donde se encontraba Logan sentado con
Spencer. Se encontró con mi mirada y arqueó una ceja. No pude evitar sonreír
mientras me daba cuenta de lo que había hecho por primera vez: había sido
notada por los Notables.
Genial.
Las chicas estaban muy bien una vez que hubieron pasado el look de las
“Princesas Disney”. Melanie era la viva imagen de Pocahontas y Rachel
parecía la sirenita Ariel convertida en humana. Quizá Corey tenía razón sobre
las puertas abiertas gracias a mi torpeza, ya que cinco de nosotros se quejaron
sobre los maestros, la comida de mierda de la cafetería y la tarea que empezó
a sentirse incómoda. No se suponía que debía de sentirse bien. Se suponía que
sería tenso, nervioso y que me obligarían a tratar con mi nauseabundo y pánico
reflejo a causa de ser el centro de atención. Melanie y Rachel parecían
demasiado… inofensivas.
Mi misión de vida había sido pasar desapercibida, algo que había fracasado
para todo el mundo, ahora que me conocían. Las personas que no podían
elegirme de una línea hace una semana le dijeron a los periodistas todo sobre
mí. Y una parte de mí, la parte estúpida, realmente pensó que era genial. No
me malinterpreten, seguía deseando que no hubiera ocurrido, pero la cosa de
la popularidad tenía sus ventajas. Tal vez estaba pasando demasiado tiempo
escuchando a Corey.
O tal vez había pasado demasiados años en el exterior viendo a Chelsea
gobernar la escuela. Ahora podía ejercer un poco de poder. Por primera vez
los shows de televisión sobre la escuela secundaria con disputas entre chicas
por el control de la escuela tenían sentido. Siempre me había preguntado
cómo sería obligar a las niñas a actuar violentamente, pero ahora lo entiendo.
La popularidad es divertida. O por lo menos salir con Melanie y Rachel era
bastante guay. Como no tenía ningún deseo de afeitarme la cabeza (a lo
106
Britney Spears), consumir drogas (a lo Lindsay Lohan) o estrellar un coche (a lo
Shia LaBeouf), pensé que estaba manejando la fama bastante bien.
Todo estaba cambiando: mi armario, mi posición social, mis planes de noche,
todo. No tenía ni idea de cómo había ocurrido, pero mi bien estructurada,
organizada, convencional e invisible vida había sido volteada por completo.
Me imagino a mí misma sentada en el sofá de un terapeuta tratando de
explicar. “Bueno, estaba bien, doctor (menos unos pocos problemas de
abandono) hasta que me hice famosa. Oh, ¿también viste mi video musical?
Genial.”
Ya nada parecía real. Todavía era la misma chica, asistiendo a la misma
escuela, comiendo con los mismos amigos, pero nada de eso parecía que lo
tenía hasta hace una semana. Nada de esto. Y no tenía ni idea de qué hacer
al respecto.
107
Capítulo 19 Traducción SOS por Dai
Corregido por Mlle_Janusa
o sabía qué esperar. Sorprendente, ¿no? Sarcasmo de lado, no podía
imaginar pasar entre bastidores en un concierto de rock. Menos mal
que no estaba asistiendo a solas.
Por supuesto, no estaba muy contenta cuando Corey y Jane se detuvieron en
mi casa, me miraron y me ordenaron que me cambiara.
—¿Qué —me quejé— está mal con lo que usé en la escuela?
Corey me empujó a mi habitación.
—Nada, para la escuela. Se trata de un concierto, Mackenzie.
—Gracias por decir lo obvio, pero no lo veo...
Jane puso los ojos en blanco.
—Sólo hazlo, Kenzie. Es la única manera de hacerlo callar.
Ella tenía razón. Así que me senté en la cama mientras Corey revolvió mi
armario ampliado considerablemente e hizo sonidos agradecidos desde el
interior.
—Mi Dios. ¿Tienes un vestido de Valentino? ¡Eso es ridículo!
—Tú lo estás diciendo —le dije—. No voy a usar algo así de sofisticado, um...
nunca.
Se dio la vuelta.
—Si no te pones un vestido precioso, te voy a matar. Entonces me aseguraré de
que seas enterrada con él.
Me eché a reír.
N
108
—Entonces, ¿qué me obligarás a usar esta noche?
Un par de jeans oscuros fueron arrojados a mi cara, seguido de una camisa
sexy.
—Estás bromeando con esto. —Señalé al escote—. No hay manera de que
pueda quitarme esto.
Jane examinó críticamente la parte superior.
—Me gusta.
Corey levantó un par de zapatos de tacón de cuña.
—No lucirás como una chica de secundaria en estos.
Yo lo miraba nerviosamente.
—Soy una estudiante de secundaria. ¿Qué hay de malo en lucir de mi edad?
Él me dedicó una sonrisa.
—La mayoría de la gente piensa que estás en la escuela media, cariño.
—¡No, no lo hacen! —Me volví a Jane para que lo confirme—. ¿Cierto?
—Bueno, en realidad… —comenzó ella.
—Oh, diablos.
—Es la gran cosa con ojos de ciervo que has estado usando —explicó—. Algo
así como... Bambi.
—¡Luzco como un ciervo!
Jane hizo una pausa.
—Sí, en el buen sentido. Oye, ¿me prestas tus zapatos? —Señaló a mis nuevos
Kate Spadechatos.
Me retorcí en mi nueva ropa.
—Por supuesto. ¿Podemos ir ahora?
Pero Corey había visto el maquillaje que MAC había enviado.
—Oh, diablos —repetí, cuando atacó a mi cara.
109
Cuando Corey finalmente nos declaró listas para el concierto, yo lucía unos
ojos ahumados en serio. Lucía como un vampiro, pero no de la especie
drenaré-toda-tu-sangre. Más de un tipo podría-tentarte-al-mal-camino. Corey
era definitivamente hábil.
Mamá sacó dos fotos cuando entré en la cocina.
—Mamá, ¿quieres ordenarme que me cambie este —hice un gesto a mi
escote— conjunto?
Ella me echó un vistazo y sonrió.
—¡Oh, ese es lindo! No lo había notado antes. ¿Puedes prestármelo alguna
vez?
Lo triste es que apuesto que mamá se vería más sexy en mi nueva ropa que yo.
Es hermosa y consigue citas en el restaurante todo el tiempo.
—Sí —le dije—. Siéntete libre para asaltar el armario siempre.
Esa es la forma en que hemos sido siempre entre nosotras. A veces casi se
siente como si las dos fuéramos padres manteniendo a la familia unida.
—Que la pases bien, cariño. —Metió un mechón de pelo detrás de mi oreja—.
Sé que no hemos hablado mucho de esto. —Asintió con la cabeza a mi ropa.
Había estado tan exhausta después del trabajo, y con la carga adicional de la
prensa, que no habíamos sido capaces de hablar de cómo mi vida estaba
cambiando. Mamá siempre había sido buena encontrando tiempo para Dylan
y para mí. Desde que mi papá se fue, los dos nos hemos acurrucado en el sofá
con grandes tazas de chocolate caliente y analizado cada pequeña parte de
nuestras vidas.
Ella ha asumido el papel de madre, mejor amiga y terapeuta. Pero cuanto más
crezco, me volví más ocupada... y más cosas que no podía compartir. No era
culpa de nadie, en realidad… sólo la forma en que funcionaba.
—Sabes que no tienes que hacer nada que se sienta mal.
Supongo que debe ser difícil de ver a su niña crecer. Y convertirse en una
sensación en Internet al instante.
—Lo sé. —Tiró del dobladillo de la camisa hacia arriba, no es que hiciera
diferencia—. Bueno, excepto por esto. Corey hará un berrinche si me cambio
110
ahora. Vuelvo después del show —le prometí—. Mi tarea está hecha y mi
teléfono celular está cargado. Voy a estar bien.
Asintió y salí de la casa para entrar en el coche de Corey, luchando contra una
mezcla de emoción y nervios. Aun así, fue un gran alivio ver que los paparazzi
habían perdido interés en las visitas a domicilio. Ese día sólo había habido un
puñado de reporteros en la escuela. Mi guardarropa actualizado es algo
llamativo, pero mi fama parecía haberse agotado. Y pronto, muy pronto, sólo
seré una chica más en el fuerte mar de fans de ReadySet.
Me imaginé que mis pases de backstage serían el último regalo de cortesía, y
yo estaba mucho más entusiasmada con el concierto que con cualquier
vestido estúpido (incluso los creados por Valentino). Estaba decidido a sacar el
máximo provecho de ello. Así que traté de actuar cool cuando Corey, Jane y
yo fuimos llevados detrás del escenario por una aficionada a la tecnología con
expresión agobiada a quien no le gustó que otra tarea fuera agregada a su
lista.
Bueno, siempre pensé que es una tontería la forma de actuar de manera
diferente en torno a las celebridades. Nunca he entendido a las niñas que
gritan cosas como "¡ROBERT! DIOS MÍO, ¡ROBERT, TE AMO! “ en los estrenos de
las películas de Crepúsculo, especialmente cuando casi se desmayan si Robert
Pattinson les devuelve la sonrisa. Vamos: es un tipo que pretende “destellar” en
una película.
Ineptos.
Teniendo en cuenta eso, pensé que conocer a la banda no sería nada del otro
mundo. Bueno, algo del otro mundo para mí, por supuesto, pero yo acababa
de actuar cool. Resulta que... no tanto.
La mujer asistente de tecnología llamó a una puerta y, después de recibir una
respuesta gritada, nos dejó entrar y se fue.
La habitación parecía tener un fondo de buen gusto para una sesión de fotos,
todas las paredes de color crema y cómodos sofás de cuero. Botellas de agua
a medio terminar y latas de cerveza llenas en una pequeña mesa de madera
al lado de un enorme recipiente de M&M.
111
—Oh, hey —asintió Timothy Goff hacia nosotros desde el sofá donde observaba
a sus compañeros de banda competir en la Wii—. Me alegro de que hayas
podido venir.
Me tambaleé hacia adelante en mis tacones de cuña color rojo. Timothy Goff
no se había convertido en una sensación del rock sólo por su música. Era
precioso. Mucho más atractivo que Robert Pattinson, en mi opinión. Tenía el
pelo castaño arenoso, con los ojos de un azul claro, y su boca estaba hecha
para sonreír. Una pequeña cicatriz a través de la ceja derecha le impedía ser
hermoso como de un libro de cuentos y añadía un poco de peligro a la
mezcla.
—Oye —le contesté, no muy segura—. Soy Mackenzie. Er, Mackenzie Wellesley.
Um... estos son mis amigos: Jane y Corey.
—Soy Tim —contestó.
Luché con las extrañas ganas de reír, gritar o soltar algo estúpido como "¡Lo sé!"
—Dominic es el que está perdiendo horriblemente con Chris —los presentó, ya
que ni habían levantado la vista de la pantalla. Todos parecían lo
suficientemente jóvenes para ser Notables en la Smith High School. No podía
imaginar cómo sería recorrer el país en una banda de rock a la edad de
diecisiete años. A pesar de que sonaba como infierno en un ensayo de
admisión para la universidad.
—¿Algunos de ustedes quiere jugar tenis en la Wii?
No lo podía creer. Timothy Goff se había presentado como Tim. Como si
pudiéramos decir: "¡Hola, Tim!" o "¿Cómo te va, Tim?" Timothy Goff casualmente
nos estaba invitando a jugar Wii. ¡TIMOTHY GOFF!
Estoy totalmente en blanco. Las palabras me fallaron. Me quedé boquiabierta
mientras que "Tim" actuaba como si fuera perfectamente normal que la gente
se quedara muda en su presencia. Probablemente lo era.
—Estoy dentro.
Para gran sorpresa de todos, Jane se movió hacia el sofá, cogió un
controlador, y comenzó a luchar contra Dominic. Corey y yo intercambiamos
una mirada de sorpresa antes de deslizarnos para ver la competencia.
112
No estoy segura exactamente de cómo la tensión desapareció de la
habitación, pero en un momento yo estaba de pie torpemente al lado del sofá
y luego todo el mundo estaba gritando, aplaudiendo o maldiciendo mientras
que Jane mostraba su impresionante revés. Y aunque, eso sí, Tim fue la primera
celebridad real que conocí, estaba tan relajado que se sentía casi... cómodo.
Bueno, después del shock inicial.
—Yo quería preguntar —dijo mientras Chris desafió a Jane a un partido—, ¿qué
pensaron del video musical?
El exitoso golpe de derecha de Jane me distrae de una respuesta normal.
—Es muy bueno: artístico pero no pretencioso. Me encantaría si no me
incluyera.
Él sonrió, y de repente me preocupé de que mis piernas no me soportaran…
que fuera una de sus fans femeninas desmayadas.
—Sé que la prensa puede ser un poco más... pero cuando vi el video, no me
pude resistir.
En ese momento podría haberme filmado haciendo cualquier cosa y lo habría
perdonado. Yo estaba así de patéticamente deslumbrada.
—Bueno. —Traté de reponerme—. Es una de sus mejores canciones. En el fondo
podría incluso estar halagada. —Hice una pausa para considerarlo—. Con el
tiempo.
—Escuchó Dialectos de los Desempleados un millón de veces cuando el CD
salió —informó Corey a Tim—. Y creó rutinas en patines para cada pista. Confía
en mí, está halagada.
Le di un codazo a Corey en el estómago.
—¡Estaba tratando de lucir cool!
—¿Patinas?
—Sí —le dije, deseando poder decir algo más cool, como ser una jugadora
experta en ukulele... cualquier otra cosa—. Sé que no ha estado de moda
desde los años ochenta. Y seamos honestos: los años ochenta no es una buena
década para inspirarse.
113
—No lo sé... mis pantalones de cuero están ajustados.
Hubo un momento doloroso cuando Corey y yo nos quedamos mirándolo con
horror antes de que Tim se echara a reír.
—Estoy bromeando.
—Oh, gracias a Dios, no creo que ni siquiera tú puedas sacar eso —dijo Corey
mientras inspeccionaba el físico de Tim. Podría haber sido mi imaginación, pero
me pareció que sentía tensión que no tenía nada que ver con torpeza.
Corey rápidamente se sacó de lo que él había estado pensando y sonrió.
—Además, alguien podría arrojarte pintura roja por usar cuero.
—No sería la cosa más rara que me tiraran —admitió Tim—. Por lo general son
sujetadores de mis, eh, demasiado dedicadas fans femeninas. Sin embargo,
una vez estaba en el medio de “Better Off Broken” cuando alguien me arrojó
un pepino. Lo esquive, pero no por mucho.
—Luego estaba el letrero “Cásate conmigo, Timothy” que derribó el pie del
micrófono —añadió Dominic—. Eso fue memorable.
—¿Y recuerdas cuando estalló la sandía? Aunque principalmente es sólo
botellas de agua y ropa interior —comentó Chris, aunque la mayor parte de su
atención estaba en la Wii. Jane anotó otro punto—. Maldita sea. Eres muy
buena en esto.
Ella sonrió con satisfacción, como si fuera elogiada todos los días por un
baterista de una banda de rock.
—Gracias. Deberías verme jugar Robot Unicorn Attack.
Jane con orgullo hizo referencia a su capacidad de jugar juegos de azar en la
computadora. La mayoría de las personas lo encontraba de bichos raros. A mí
me resulta entrañable.
No debería haber funcionado: tres estudiantes de secundaria aburridos (y mi
cepillo con fama de lado, yo era todavía un montón aburrido) no debería
haber encajado tan bien con un trío de estrellas de rock, aunque todos
estábamos bastante cerca en la edad. Al principio me esperaba una rápida
reunión antes de que nos echaran de la habitación. En su lugar, Dominic le
estaba diciendo a Jane que patearía su trasero en el bowling de Wii más tarde,
114
como si fuera obvio que nos quedaríamos después del show. Tim incluso
programó nuestros números en su teléfono celular en caso de que no fuera
capaz de encontrarnos en la locura después del concierto. Es cierto: una de
mis bandas de rock favoritas tenían mi número de celular.
Y el verdadero espectáculo aún no había comenzado.
115
Capítulo 20 Traducido por Skye
Corregido por Marce Doyle*
eadySet sabe cómo organizar un concierto verdaderamente genial.
Corey, Jane y yo estábamos rockeando en los bastidores a un ritmo que
latía rápido y caliente. Hasta el aire parecía que chisporroteaba, y no
estábamos entre la multitud. No empujar a las multitudes, sin codos golpeando
en el estómago, o claustrofobia para nosotros. Sólo yo, mis dos mejores amigos
y una maldita banda impresionante que nos sonrieron entre las canciones...
aunque tal vez sólo se estaban riendo de nuestros estúpidos pasos de baile. De
cualquier manera, me encantó todo.
Justo había tomado un sorbo de agua, cuando Tim empezó a hablar en el
micrófono.
—Hey, Portland, ¿cómo están?
Los aplausos que estallaron hicieron claro que todos la estaba pasando muy
bien.
Tim estaba sudoroso de todos los cantos y el calor sofocante de las luces del
escenario, pero todavía parecía un dios griego, si estos llevaban vaqueros y
camisas de tela escocesa y tocan la guitarra.
—Así que, acabamos de lanzar el CD de Good to Go el mes pasado…
Tuvo que hacer una pausa para que todo el griterío terminara.
—Gracias. Y acabamos de hacer un video musical de Going Down que um,
incluye a Mackenzie Wellesley. Todos lo han visto, ¿cierto?
La respuesta en conjunto de aplausos y abucheos tenía a todos mis músculos
contraídos. Estaba soñando. Tim no podría estar a punto de reírse de mí en el
escenario. ¡Él parecía tan agradable hace sólo unos minutos!
R
116
—Sí, es un video gracioso. Pero yo estaba con ella entre bastidores, y tengo que
decir que no creo que la prensa le haya hecho justicia.
Cerré los ojos. Oh, Dios, él iba a decir: “ella es aún más socialmente torpe de lo
que YouTube da a entender. ¡Esta chica es un bicho raro total!”. Y entonces
tendría que acurrucarme en una pelota pequeña y morir. Tal vez tenga suerte y
una luz del escenario caería sobre mi cabeza.
—Ella no es torpe en absoluto, realmente. Ella es increíble.
Mi cabeza se levantó al oír eso.
—¿Qué? —dije a unos igualmente aturdidos Jane y Corey—. ¿Acaba de decir
que soy increíble?
Salté algo rápido por el dolor en mi brazo.
—¡Ay! —fulminé con la mirada a Corey, que me había pellizcado. Fuerte.
—Definitivamente no estoy soñando.
—Así que nos gustaría que Mackenzie salga al escenario y se una a nosotros
para su canción.
Sonrió, y de alguna manera parecía aún más como Apolo.
—¡Oh, no! No. No —dije entre dientes frenéticamente—. Esto no está pasando.
Miré por encima de él hacia el mar de rostros... y entré en pánico. ¡No podía
dar un paso en el escenario en frente de todo el mundo! No con toda esa
gente evaluándome y sólo mirando fijamente. Los aplausos crecieron de
manera constante por parte del público, y yo estaba jodida.
No se me dio una opción. Corey agarró mi brazo mientras permanecía clavada
en el suelo pronunciando:
—¿Qué? ¡No! Espera, ¿QUÉ? —Y me empujó más allá de las cortinas.
El público se echó a reír mientras me tambaleaba los primeros pocos pasos en
los tacones que comenzaban oficialmente a pellizcar y doler. Realmente me
hubiera gustado que mis amigos fueran más compasivos silenciosos y menos
lancémosla-a-los-leones. Todo mi cuerpo estaba temblando, y podía sentir mis
117
piernas estremecerse como un avión en una seria turbulencia. Hice mi mejor
esfuerzo para centrarme sólo en la cara de Tim, los centelleantes ojos azules
claros, y no en todas las personas detrás de él.
Dominic golpeaba con ritmo mientras caminaba otra vez, algo lento y sólo un
poco sexy. Esto me distrajo lo suficiente como para echarle un vistazo y atrapar
una engreída sonrisa divertida, que no ayudó nada en frenar mi pulso. Me hizo
sonreír cuando hizo un guiño tranquilizador.
—Uno, dos, tres. —Tim hizo el conteo, y la banda estalló en vida.
No tenía la menor idea de lo que debía hacer.
Justo a mí lado, Tim estaba cantando:
—Te sientes como una chica en un espejo. —Y me di cuenta de que me sentía
como Alicia en el País de las Maravillas. Estaba en este mundo nuevo, y seguí
cambiando de friki a famosa luego de vuelta a la condición de perdedora
antes de rodar una vez más a la popularidad. ¿Y la gente en mi vida? Sí, tenía
un montón de Conejos Blancos9 como mi hermano corriendo alrededor. Sólo
que en vez de gritar “¡llego tarde! ¡llego tarde”, decía cosas como “¡estás en
YouTube! ¡estás en YouTube! Y justo cuando me puse a pensar: hmm, tal vez
estoy empezando a controlar esta situación, me gustaría llegar a literalmente
saltar a la luz una vez más.
Me quedé allí. En el escenario. Inmóvil. En la parte posterior de mi cabeza
estaba gritando, ¡Baila, Mackenzie! Balancéate. ¡Haz algo! Pero ni siquiera
podía manejar el más simple de los movimientos. En serio. Tim estaba cantando
para mí, el público estaba gritando sin aliento y toda la atención me hacía
sonrojar. Todavía estaba allí de pie como un idiota cuando Corey me rescató,
lo cual era justo, ya que era su culpa en primer lugar.
Salió corriendo y me giró en sus brazos. Nunca había estado más agradecida
de ver una cara familiar.
Corey y yo habíamos tomado una clase de tango argentino gratis con Jane y
habíamos dejado dos meses más tarde debido a que el instructor era un
asqueroso que bromeaba acerca de salir con chicas adolescentes. Nunca
pensé que las lecciones en realidad serían muy útiles. Corey sólo me había
9El Conejo Blanco: es un personaje de la novela Las aventuras de Alicia en el país de las
maravillasque siempre llega tarde, siempre está corriendo y siempre está apurado.
118
convencido para ir con la promesa de que sería una buena actividad
extracurricular para añadir a mis aplicaciones de la universidad.
Nunca pensé que iría a un concierto de tango. Corey me llevó a una serie de
movimientos de baile resbaladizas como la canción tocada detrás de nosotros.
Mi cuerpo automáticamente respondía a sus movimientos, y pude oír aplausos
mientras el público se lo devoraba. El ritmo cardiaco de Corey era irregular,
pero en lugar de entrar en pánico, me llevó a una caída suave. Estaba mirando
a sus ojos y compartiendo su contagiosa sonrisa mientras que varios miles de
personas observaban.
Entonces, de repente el mundo se enderezó, y estaba girando de sus brazos
hacia el agarre de Tim.
Allí estaba yo, pegada a una titulada estrella de rock mientras cantaba mi
canción, como si fuéramos sólo nosotros dos en el mundo. Y cuando inclinó el
micrófono hacia mí, me uní completamente. Bueno, nunca voy a estar en
American Idol10, pero no tengo una mala voz al cantar. Jane dijo una vez que
era demasiado sensual, pero eso fue hace años, y creo que estaba celosa
porque nunca pudo darle a una nota que salve su vida.
Vi los ojos de Tim ampliarse por la sorpresa, luego centrarse más intensamente
mientras apretaba su agarre en mí. Mi entorno parecía confuso y borroso en los
bordes. Las luces del escenario no son ninguna broma. Estaba ciega, y
prácticamente podía sentir el sudor en mi espalda de una manera no muy
agradable. Estaba realmente contenta de que Corey me haya empujado a
llevar una camiseta que mostraba más piel, ya que estaba hirviendo, por lo
que esperaba el vapor saliendo de mí en oleadas.
Sin embargo, me concentré en la canción, dándole todo lo que tenía, cuando
llegamos a las líneas:
Dijiste, que no había nada de malo en preguntar.
Dijiste, que sólo sería un vistazo,
Y dijiste, no seas una mamá gallina.
Dijiste, que podrías aterrizar en tus pies.
Pero ambos sabemos ahora, 10 American Idol: es un programa de telerrealidad de concursantes cantantes.
119
Tenías que aprender de alguna manera.
Alice, querida, las cosas en los espejos no son lo que parecen.
Deja de arriesgar todo en uno de tus planes lunáticos.
Sonaba bien. Jodidamente bien. No tengo ni idea de cómo lo hace, pero Tim
hace que incluso los cuentos de hadas suenen afilados y vagamente oscuros.
¿La línea de arriesgar todo en planes lunáticos? Sí, me hizo dudar, porque la
canción era mía en más de un sentido. Estaba arriesgando mi vida. Mi
perfectamente ordenada, cruelmente organizada vida estaba en juego. Y por
razones que no podía explicar, no dejaba de ponerla en peligro.
Yo me había presentado a la escuela en vaqueros de diseñador, yo me había
ido detrás del escenario en un concierto de ReadySet, y yo había comenzado
a cantar en el escenario. Claro, había sido impulsada, presionada y empujada
a lo largo del camino, pero lo había hecho todo yo misma.
Probablemente merecía otro de los “oh, Kenzie” de Jane, también.
Por un momento, no sabía qué era más aterrador: que estaba, una vez más,
poniéndome en la línea de atención de los medios, o que parecía no
importarme.
De cualquier manera, definitivamente había caído por el agujero del conejo11.
11Caer por el agujero del conejo: hace referencia a cuando en Alicia en el país de las
maravillas la joven que persigue al conejo blanco, cae a un agujero y descubre un mundo de
maravilla.
120
Capítulo 21 Traducido por carmen170796
Corregido por Yonoestoyloca
i estás esperando el chisme de ReadySet, vas a estar decepcionado.
Después de que violaran mi privacidad, puedo ver por qué las
celebridades odian a los paparazzi. Las personas famosas puede que
entiendan que es una consecuencia de sus ocupaciones, pero eso no lo hace
menos entrometido o molesto.
Así que si bien Tim, Dominic, y Chris no se quedaron girando sus anillos de
castidad después del concierto, la prensa lo hizo parecer mucho más intenso.
Parecían contentos de relajarse con nosotros después de que se habían
bañado y puesto ropa limpia de su tráiler. Los tres no bebimos. Corey no podía
como nuestro conductor designado, y Jane y yo estábamos perfectamente
contentas con beber nuestras Coca Colas. No fue una gran cosa cuando
rechazamos la cerveza que nos ofrecieron. Sin embargo, trajo a colación el
tema de las edades.
—¿Cuántos años tienen chicos? —preguntó Tim de manera especulativa.
—Corey tiene dieciocho, yo diecisiete, y Jane dieciséis, pero todos somos
juniors.
—Es mucha gama para estar en el mismo grado —comentó Dominic.
—Me retuvieron un año —dijo Corey casualmente, como si no fuese una
continua fuente de enojo para él—. Mis padres leyeron un estudio sobre chicos
a quienes les iba mejor académicamente si los retenían en jardín de niños. —Él
se encogió de hombro—. No es tan malo. Por supuesto, estoy atrapado con
estas dos. —Nos señaló a Jane y a mí—. Pero podría ser peor.
—¿Qué hay de ti? —le preguntó Chris a Jane, y yo podía decir que ella estaba
alagada de que él se hubiera tomado el tiempo para hacerle la próxima
S
121
pregunta. Por supuesto, Jane se alaga si apenas dices que te impresionaron sus
habilidades con la Wii. Es de tacto ligero.
—Sólo soy un poco joven para ser junior. Pero nadie se acuerda de eso en la
escuela, dado que Kenzie y yo hemos estado juntas en las mismas clases
desde, ¿qué, segundo grado?
Asentí.
—Sí, desde la primaria Smith.
Ella gruñó, y no pude evitar sonreír. Las experiencias de Jane en la escuela
primaria no habían sido mejores que las mías. Ninguna de nosotras se ponía
nostálgica por los “momentos más simples”.
—¡No me hagas recordar!
Eso instantáneamente atrajo la atención de todos.
—¿Qué pasó? —Chris quería saber.
Jane no parecía saber cómo responder, así que me adelanté para ayudarle.
—El apellido de Jane es Smith, como Jane Smith. Y dado que nuestra ciudad
está obsesionada con ponerle a las cosas el nombre de esta otra familia Smith,
la molestaban un montón con ello. Los niños se burlaban sobre cada parte de
su nombre. Así es como nos volvimos amigas, de hecho.
—Estaba a punto de llorar —interrumpió Jane. Ahora que había terminado la
parte delicada ella estaba bien con compartir la historia—. Algunos chicos me
estaban molestando en el recreo. Seguían diciendo “Tú, Jane. Yo, Tarzán”. —
Ella sonrió—. Realmente de niña me molestaba. De todas formas, Kenzie se
volteó hacia ellos con su mirada lanza rayos de la muerte y dijo: —Ella es Jane,
ustedes son estúpidos.
Tim me lanzó una de sus sonrisas que debían venir con una señal de
advertencia: Podría causar una falla cardiaca en Chicas Normales.
—Eso fue valiente de tu parte.
—Sí, b-bueno —tartamudeé—. He sido débil desde entonces.
Corey resopló.
122
—Cierto. Es por eso que le hiciste bajar la mirada a Alex Thompson cuando él te
empujó en la cafetería: para probar que eres débil. —El sarcasmo escurría de
su lengua—. Y yo que pensaba que estabas defendiéndote.
Él tenía razón en eso, y ese hecho se sentía extrañamente bien. Había estado
defendiéndome en la cafetería y contra un idiota que fácilmente tenía 36 kilos
de músculo más que yo.
Pero no quería mencionarlo frente a ReadySet.
—¿Alguien les está causando problemas chicos? —La voz de Tim era casual,
pero sus ojos nunca dejaron los de Corey.
—Solo unas bobas novatadas —dije rápidamente—. Nada serio. Gracias, por
cierto, por lo que dijiste esta noche. Ya sabes, sobre mí siendo… erm,
asombrosa.
Dominic me dio un vistazo apreciativo.
—Sonabas muy bien ahí arriba.
Chris asintió.
—¿Algún interés en actuar?
Casi me ahogué con mi Coca Cola.
—¿Yo? No. Oh, no. Soy más de estar tras bastidores que en el escenario.
—¿Qué hay de ti? —le preguntó Tim a Jane.
—Yo canto —contestó con una sonrisa en su cara—. Hasta que las personas
empiezan a amenazar con meterme una mordaza por la garganta.
—Puedes cantar realmente fuerte —dijo Corey, animándola amigablemente
con su pie—. Sólo no afinado. Pero aun así eres la campeona en Wii Bowling.
No nos fuimos hasta la 1:30 de la madrugada cuando todos los chicos (Dominic
de mala gana) reconocieron que Jane era la Reina del Wii. Si no hubiera sido
noche de escuela nos habríamos quedado hasta más tarde. Traté de recordar
la última vez que me había divertido tanto con alguien además de Jane y
Corey. Escapando de los paparazzi, escondiéndome en Victoria’s Secret, y
patinando en hielo con Logan, todo eso me vino a la mente, pero sólo porque
estaba cansada después del concierto.
123
Casi me quedé dormida en el auto de Corey, y podía decir por la floja manera
en que Jane pasaba por uno de sus siempre-presentes libros de texto que ella
estaba lista para colapsar.
Así que no tuve tiempo para darle vueltas a mi momento en el centro de la
atención o para preocuparme por cómo sería la escuela al día siguiente. Sólo
entré a mi cuarto, me deslicé en mi cama y dormí como muerta.
Me levanté tarde. Muy tarde. Pensé que no había escuchado mi alarma
mientras corría por mi cuarto recogiendo mis libros, juntaba papeles y la tarea
mientras me ponía mis jeans.
Irrumpí en la cocina luciendo, sinceramente, como el infierno. Me había
olvidado de sacarme el maquillaje la noche anterior y ahora parecía un
demonio. Mi histeria le había agregado una fina capa de sudor a mi pálida
cara y ojos cansados y delineados de negro. Mamá no hizo ningún comentario,
sin embargo. Ella sólo se quedó sentada en la mesa del desayuno mientras yo
trataba de coger unas Pop-Tarts12 de frambuesa para comer en el camino.
—Oh, bien —dijo calmadamente—. Estás despierta. Ahora, siéntate y te haré un
verdadero desayuno. Debemos hablar.
—¡No puedo, mamá! —dije, sintiéndome menos como Alicia en el País de las
Maravillas y más como el Conejo Blanco—. ¡Se me hace tarde!
—Ya sé eso, cariño. Vas a llegar un poco tarde. Ahora siéntate.
No sirve de nada discutir con mamá cuando sabe lo que quiere. Me senté.
—Entonces, ¿cómo estuvo el concierto? —preguntó mientras sacaba huevos
del refrigerador.
Me froté mis ojos, corriendo más el rímel sobrante.
—Estuvo bien, mamá. —Y después porque ella me estaba preparando
verdadera comida, dije—: Conocimos a la banda, y después Jane venció a
todos en la Wii. Nos divertimos un montón. —Lo cual era raro dado que se
suponía que las celebridades fueran Notables con crack, no como… bueno,
personas normales.
12
Pop-Tarts: es el nombre con que se le conoce a unas tartas planas, rectangulares y
prehorneadas hechas por la compañía Kellogg's.
124
—Eso suena bien, cielo.
La observé sospechosamente. A mamá le gustan las palabras de afecto, pero
raramente usa “cariño” y “cielo” uno atrás del otro.
—¿Hay, um, algo que debería saber? —le pregunté.
—Estaba a punto de hacerte la misma pregunta. —Colocó una tostado en el
plato—. Deberías abrir el periódico, cari.
Uh-oh. De “cariño” a “cari”. Nunca una buena señal.
Le di vuelta al periódico y lo miré boquiabierta. Mi foto me devolvía la mirada,
mi cara tenía líneas de concentración mientras estudiaba mi libro. Uno de mis
compañeros de clase debía haber podido vender una de las fotos que habían
tomado durante clases. Era desconcertante verme tan desprevenida.
Pero fue el titular lo que realmente me llegó. Gritaba:
¡El emocionante nuevo romance entre Mackenzie Wellesley y Timothy
Goff!
Abajo había una serie de fotos, la primera era de mí y Tim mientras
cantábamos en el micrófono. Instantáneamente me zambullí en el artículo.
Mackenzie Wellesley de diecisiete años puede que haya pasado de torpe a famosa en menos de
una semana gracias a cierto video en YouTube, pero no ha tenido problemas acostumbrándose a
vivir en la línea rápida… o en volverse noticia con el músico más sexy en la lista de éxitos.
Anoche en el Rose Garden en Portland, Mackenzie mostró su llama por la interpretación en
una rutina de baile coreografiada y una brillante demostración vocal. A pesar de ser
anteriormente considerada tímida frente a la cámara, esta joven ingenua parece estar lista para
entrar al centro de la atención junto a su nuevo novio. ¿Pero tanta atención ya se le ha subido a
la cabeza? Una fuente cercana que prefiera permanecer anónima dice “Mackenzie está yendo por
un camino peligroso. Ella solo está interesada en Timothy Goff como una manera de subir en la
escala social. Lo cambiará de la misma manera que ha estado cambiando de atuendos de
diseñador.”
La Srta. Wellesley ciertamente parece haber capturado el interés del Sr. Goff. Sólo hace dos días
ella dijo: —¿Qué vida amorosa?, pero esta fotografía pinta una escena muy diferente. La misma
fuente interna continuó diciendo. “Creo que las tácticas persigue-chicos de Mackenzie la hacen
un pobre ejemplo para otros. Ella solo va a lastimar a Timothy Goff y a muchos otros en el
proceso. Sus padres deberían haberle enseñado el valor de un poco de autorespeto.”
125
Producto de un hogar roto, la Srta. Wellesley podría preferir reconectarse con su padre antes de
que la verdadera razón por la cual la sensación adolescente Timothy Goff la describe como
“asombrosa” salga a la luz. Tal vez su sensacional canto no fue la única cosa que le ganó una
ovación de pie anoche. Esta vez, el publicista del Sr. Goff prefirió no confirmar o negar su
relación.
—Mamá. —Apenas podía hablar—. No lo hice. Sabes que no soy una puta loca
por los chicos que busca subir socialmente. —Me froté los ojos de nuevo—. No
puedo creer esto. Nunca he besado, pero aun así tengo que asegurarles a
todos que no soy una mujerzuela que se acuesta con estrellas de rock.
—Lenguaje, Mackenzie. —Mamá no toleraba los insultos más allá de lo apto
para menores de trece.
—Bien. Sabes que no soy sexualmente promiscua.
Ella sonrió y sentí como algunos de los nudos de mi estómago se
desenredaban. Mamá tiene un truco para calmarme.
—Sí, lo sé. Cariño, te guste o no las personas van a hablar. Van a mentir y debes
ignorarlas. Crié a una jovencita inteligente e independiente, y no quiero que
dejes que esto te moleste. Ahora, come tus huevos.
Me tragué un bocado.
—Gracias, mamá.
Se me unió en la mesa del desayuno y me miró a propósito a los ojos. Es casi
espeluznante cuán bien puede leerme.
—Confió en ti con los chicos, Mackenzie. Lo que debemos discutir es la última
parte del artículo.
La miré sin expresión.
—¿El concierto? Mamá, sólo fue algo espontáneo que sólo pasó porque Corey
me empujó al escenario.
—No eso, aunque desearía haberlo visto. Siempre has tenido una voz hermosa.
No debiste haberte escondido durante las actuaciones del coro en la Escuela
Intermedia…
—¿Entonces qué es? —interrumpí antes de que me animara a unirme al coro
comunitario.
126
—La parte sobre tu padre.
Me puse rígida como si hubiera sido electrocutada con una pistola eléctrica.
Mamá y yo no hablábamos sobre mi papá. Nunca. No había nada que discutir.
En lo que a Dylan y a mí respecta, él no existe. Todos lo preferíamos de esa
manera.
—¿Qué tiene?
—Cariño, él… bueno, él llamó.
Los huevos que habían estado tan deliciosos hace sólo un segundo ahora se
hundían en mi estómago y espesaban en cemento.
—Él… él te llamó. ¿Cuándo?
—Esta mañana. Es por eso que apagué tu alarma y te dejé dormir. —Ella pasó
su mano tiernamente por mi cabello en un gesto reconfortante y dulce. De la
misma manera en que lo había hecho hace doce años y cinco meses cuando
él nos había dejado. Me sentía enferma.
—Oh sí. —Traté de decir tranquilamente, como si no fuera una gran cosa que
nos hubiera contactado más allá de cheques de manutención—. ¿Qué
quiere?
—Él dijo… —Mamá se levantó para limpiar los platos, un hábito nervioso que
salía a la luz cuando estaba preocupada—. Quería hablar contigo.
Traté de asimilar eso.
—¿Qué hay de Dylan?
Me miró sin expresión.
—¿Qué hay de él?
Y supongo que eso lo decía todo. Por supuesto que papá no preguntó por
Dylan. Él no hubiera llamado si no hubiera sido por mi nueva fama. Así es como
funciona.
Asentí.
—Entonces… eso es. Él llamó y dijo… ¿Qué? ¿Después de doce años él sólo
quiere hablar?
127
Mi mamá torció sus dedos.
—Él está, um preocupado por la reciente prensa.
—Oh, lo siento. —Ahora no podía alejar el rencor—. Puedo ser una puta
siempre y cuando él nunca lea de eso en el periódico.
—¡Lenguaje, Mackenzie!
—¿En serio, mamá? ¡Decir “sexualmente promiscua” no cambia nada!
Se puso tiesa, y sabía que era estúpido de mi parte discutir sobre su Política de
Lenguaje.
—Como hablamos importa, Mackenzie. Ahora, sé que estás enojada. No tienes
ninguna obligación de llamarlo, pero tienes derecho a saber que llamó.
Tenía que hacer algo, así que me serví un vaso de jugo y me senté en silencio.
—Está bien —dije al final—. No voy a llamarlo. Discúlpame por haberte
contestado así.
—Oh, cariño. —Envolvió sus brazos a mí alrededor y la dejé agarrarme. Ella
necesitaba contacto físico tanto como yo. Levantó mi barbilla y me miró a los
ojos—. Me preocupo por ti. Tu trabajo es ser una niña. Veo cuán duro intentas
hacer todo perfecto, y desearía que no sintieras la necesidad de hacer eso. —
Frotó mis hombros—. Está bien, en ocasiones, tomarse un día libre. No te amaré
menos si el puntaje de tu prueba de nivel avanzado no es perfecto.
Patéticamente estaba a punto de llorar.
—Mamá —dije lentamente—. Todo sería diferente si no fuera por mí. Si no me
hubiera tropezado en ese estúpido recital de ballet, no te habrías enterado que
papá te estaba engañando. Él todavía podría estar con nosotros ahora mismo.
Él podría no habernos dejado…
Los dedos de mi mamá se clavaron dolorosamente en mis hombros mientras se
apretaban.
—Si no te hubieras tropezado en ese recital de ballet podría no haberme
enterado… en ese momento. Espero que me hubiera dado cuenta
eventualmente. No cambiaría quién es él, cariño. Me alegra que te cayeras
cuando lo hiciste.
128
Me la quedé mirando con recelo.
—¿En serio?
—¡Sí! —Ella se rió—. Me obligó a mirar mi matrimonio. Y si pudiera volver en el
tiempo, no cambiaría nada. Gracias a ese desastre los tuve a ti y a Dylan, y
ustedes son lo mejor que me ha podido pasar.
Sentí ahora cómo las lágrimas bajaban por mi cara, lenta pero
incesantemente, y no me moví para limpiarlas.
—¿Nada de arrepentimientos?
—Ninguno. —Ella despeinó mi cabello—. Por qué no tomas una ducha mientras
yo asalto tu closet. Después te llevaré a la escuela.
Le sonreí.
—Te amo, mamá.
—Oh, dulzura —dijo—. También te amo.
129
Capítulo 22 Traducción SOS por Lalaemk y Dai
Corregido por Micca.F
legué a la escuela a tiempo para el almuerzo. Mamá me había hecho
modelar unos pocos atuendos más para ella mientras escogía unos pocos
vestidos que consideradamente se ofreció a guardar en su armario
durante un tiempo. Fue divertido hacer cosas de chicas que nos unían. Sobre
todo cuando sacó un poco de mi esmalte de uñas nuevo e insistió en que nos
diéramos mutuamente una manicura y una pedicura. Me di cuenta de que
nuestra conversación sobre papá todavía estaba jugando en su mente, pero
no lo mencionó.
—¡Oh, cariño! —dijo cuando finalmente salí de mi habitación en mis jeans de
Forever 21 y una blusa marca bebe y nos dirigimos hacia el coche—. ¡Te ves
maravillosa!
—Gracias, por todo esto, mamá. La charla incluida. Aunque no creo que
alguna vez debas apagar el despertador otra vez.
—Trato hecho. —Se deslizó suavemente en el asiento del conductor.
—Así que... ¿tuviste que faltar al trabajo hoy para esto?
—No. —Hizo señas hacia la luz—. Mi turno en viernes no empieza hasta las tres,
¿recuerdas?
No lo había hecho, y era un alivio oírlo. Tal vez no debería preocuparme por
ella, pero no podía evitarlo. Esa es la forma en que estoy hecha.
—¿Tienes algún plan para esta noche?
—Tengo que dar tutoría a Logan, probablemente luego tenga que ponerme al
día con las clases que me perdí.
Ella sonrió.
L
130
—Te hubiera dejado en casa, pero entrarías en pánico si te perdieras el resto de
las clases.
Asentí.
—Estoy nerviosa por los apuntes en clase. Supongo que eso me hace neurótica
y obsesiva.
—Lo que te hace —dijo mi madre con firmeza—, es dedicada. —Se estacionó
en la escuela—. Sólo hazme saber si tus planes cambian.
—Lo haré. —Me dirigí directamente a la cafetería para encontrar a Corey y a
Jane.
Lo que no me esperaba era encontrar a mis dos mejores amigos diciéndoles a
un grupo de chicas de primer año sobre el concierto de ReadySet. Melanie y
Rachel estaban allí con algunos de sus amigos. Nuestra mesa en realidad
parecía mucho más emocionante que la de los vecinos. Algo que
probablemente no apreciaría Chelsea Halloway.
Mi entrada provocó una reacción que recorrió toda la cafetería.
—¡Mackenzie! Estábamos hablando sobre el concierto de anoche. —Melanie
se arrimó para hacerme espacio.
—Hay un vídeo tuyo cantando en YouTube. ¡Suena fantástico!
Grandioso. Otro video de mí en YouTube era justo lo que necesitaba.
—Gracias —dije en su lugar. No pensé que ella estuviera diciendo eso porque
era famosa. Por otra parte, ¿qué sabía yo de eso? Tal vez todos ellos estaban
esperando que yo pudiera darles bolsos de diseñador.
No tenía que decir nada más, porque es cuando sucedió algo sin precedentes
en la cafetería de Smith High School.
Chelsea se puso de pie, flanqueada por Fake, Bake, y Patrick y cruzó la
habitación para estar de pie ante la mesa Invisible. Se sentía como un
movimiento de ajedrez bien planificada: Reina a K2.
—¡Hola, Mackenzie! —dijo, como si fuéramos las mejores amigas que
compartían todo, desde el brillo de labios hasta los chismes.
131
—Uh, hola. —Traté de abarcar a los cuatro con este saludo. Patrick me miraba
intensamente, como si estuviera tratando de memorizar cada una de mis
características, así estaría grabada en su memoria. Mi corazón se aceleró y mis
mejillas se ruborizaron mientras me decía a mi romántico interior que Patrick no
se daba cuenta de lo perfectos que seríamos juntos en ¡ESE PRECISO
MOMENTO!
—Tengo que irme pronto. —Chelsea agitó la mano con elegancia, como si yo
le hubiera pedido que se quedara y ella había tenido que declinar
regiamente—. ¡Pero me encanta tu nuevo atuendo!
—Totalmente adorable —agregó Fake con una voz que sonaba
completamente, bueno, falsa.
Apenas resistí el impulso de alisar mi blusa. La regla número uno de combate:
no mostrar debilidad.
—Gracias. —Esperaba que la gente dejara de dar cumplidos para que pudiera
disfrutar de una conversación amistosa—. Ustedes también se ven bien. —Me
detuve antes de añadir—: Como siempre.
—Oh. —Chelsea se rió y se echó el largo y sedoso pelo sobre su espalda—. Eso
es dulce de tu parte. Así que, ¿te veremos en la fiesta de Spencer esta noche?
Él mencionó algo acerca de invitarte.
Apenas y pude evitar mirarla fijamente con la boca abierta.
—Uh, no he oído nada al respecto.
—Bueno, has estado muy ocupada con las celebridades. —Dejó salir otra de su
pequeña perfecta risita que hizo que mi piel se pusiera de gallina—. Esta noche,
a las nueve, ¿de acuerdo? —No esperó a que yo dijera algo en respuesta—.
¡Genial! Nos vemos entonces.
Fake y Bake salieron de la cafetería con ella y me dejaron en una mesa en
silencio con el chico de quien estoy enamorada desde, no sé... ¡SIEMPRE!
—¿Quieres unirte a nosotros? —le pregunté a Patrick torpemente.
Se apartó el flequillo de aspecto suave color rubio sucio de sus ojos color
chocolate caliente y se sentó a mi lado.
132
—Por supuesto —murmuró. Me volví a Corey y a Jane en un intento de poner a
mis hormonas bajo control.
—Entonces. —Corey rompió el incómodo silencio que se había instalado—.
¿Quién cree que esa fue una invitación abierta o sólo para Mackenzie?
Puse los ojos en blanco.
—Por supuesto que no era sólo para mí. Sería demasiado grosero invitarme sólo
a mí delante de otras personas. Ustedes deben estar incluidos. —Me volví a
Patrick para su confirmación—. ¿Verdad?
—Erm. —Lucía como si acabara de preguntarle acerca de la mayor
exportación de la India (telas)—. Spencer hace grandes fiestas, así que... nadie
se dará cuenta.
No fue exactamente la cordial invitación que esperaba. De hecho, olía a
"invisibles serán tolerados si se quedan Invisibles". Pero creo que fue suficiente
para que Melanie, Rachel y las otras chicas se emocionaran. Al instante
comenzaron a debatir qué ropa requiere un evento social como este.
Miré a Jane y a Corey.
—Irán conmigo, ¿verdad?
Jane me miró como si me hubiera vuelto loca.
—Por supuesto. ¡Voy a tomar un avión a Francia, ya que estoy en ello! Ir a un
concierto una noche y a una fiesta la siguiente no se interpone en mi estudio o
mi trabajo, ni nada. —Jane es aún más estricta sobre ese tipo de cosas que yo.
Corey se encogió de hombros.
—Funciona para mí.
De nosotros tres, Corey siempre ha tenido la mayor libertad para hacer lo que
quiera. Ayuda a que su papá y mamá acordaron una crianza liberalista. Hasta
que Corey rompa su confianza, dejarán que él y sus hermanas hagan sus
propias cosas. Son bastante impresionantes de esa manera. Me impresionó
cuando sus padres dejaron que viniera a mi casa para una fiesta de pijamas. Él
se encogió de hombros cuando se lo mencioné. Al parecer, cuando les dijo
que era gay al instante ordenaron camisetas online… aunque Forest Grove no
133
es el lugar más seguro para usar algo que diga: “Apoyo Directo a los Derechos
de los Homosexuales”.
—Si vas, voy a estar allí —me dijo Patrick en voz baja. Y dejé de respirar. Porque,
¿¡cuán romántico es eso!?
—Entonces supongo que tendré que ir.
Sí, ¡yo coqueteaba! ¡Y ni siquiera hice una idiota de mí misma!
Patrick estaba a punto de decirme algo adorable (me di cuenta) cuando
alguien detrás de mí lo distrajo.
—Oh. Hey, Logan.
Logan asintió amablemente a Patrick antes de pasar a Corey.
—Vi tus movimientos del concierto. Bastante impresionante.
Corey le devolvió la sonrisa.
—Eso no fue nada. Tienes que vernos a los tres cuando estamos con una
sobredosis de azúcar y de demasiados episodios de Glee.
Él se rió y se sentó al lado de Jane.
—No te vi en el escenario.
—Corey no fue lo suficientemente rápido como para empujarnos a las dos.
Prefiero hacer mi baile en privado.
—Mackenzie fue genial —le espetó Patrick, rompiendo completamente el flujo
de la conversación. Logan levantó una ceja como si recién me hubiera
notado.
—Sí, Mack estuvo bien. —Eso fue… eso fue todo lo que me dijo antes de
presentarse a Melanie, Rachel y las otras chicas de primer año. Y estaba
extrañamente agradecida de que no hiciera gran cosa de ello. Toda la
atención Notable me hizo sentir un poco bruta. Tal vez si fuera Chelsea amaría
ser el centro de la conversación... pero esa no es la forma en que funciono.
Principalmente porque si yo soy el centro significa que mis amigos están en la
periferia.
134
Las chicas de primer año instantáneamente se enamoraron de Logan, y
exactamente no podía culparlas. Lo hace sin esfuerzo. Yo no podía dejar de
admirar la forma en que hay gente que habla y luego se echa hacia atrás para
dejar que la conversación tome forma. Si esa era una habilidad que su dislexia
lo obligó a perfeccionar, diría que fue un intercambio justo.
—Tengo que salir —dijo Patrick, interrumpiendo la historia de la tía loca de
Melanie. Miré mi reloj. Todavía faltaban más de quince minutos para el final del
almuerzo y no entendía por qué tenía que apresurarse. Por otra parte, tal vez
tenía que discutir una asignación con un profesor.
—Uh, está bien —dije estúpidamente—. Nos vemos más tarde.
—Cuento con ello.
Luego se fue y yo me quedé pensando si tal vez, sólo tal vez, esas fantasías mías
probablemente podrían hacerse realidad.
135
Capítulo 23 Traducido por mel94_
Corregido por MaryJane
ueno, eso fue interesante. —Siempre puedo contar con que Corey diga
algo sólo cuando espero que no comentará. Patrick podría haber dejado
la mesa, pero Logan todavía estaba allí. Le lancé una mirada de
advertencia que ignoró.
—Quiero decir, ese tipo nunca se ha dignado en sentarse con nosotros.
El tono de Corey era de desaprobación, y lo vi intercambiar una mirada con
Jane y luego con Logan. Se sentía demasiado conspirativa para mi gusto.
Sobre todo porque no parecía estar dentro del círculo de la confianza.
Me encogí de hombros.
—Ha sido una semana de novedades.
Mi teléfono sonó, interrumpiendo la réplica de Corey.
—Salvada por el teléfono. —Sonreí mientras lo abría—. ¿Hola?
—Hey, Mackenzie. Soy Tim.
Me quedé completamente en blanco. Me senté y traté de pensar si conocía a
alguien con ese nombre. Si algún “Tim” de la escuela quería hablar conmigo,
¿por qué no sólo se acercaba a la mesa? A menos de que se tratara de algún
acosador espeluznante que había conseguido mi número de teléfono.
Teniendo en cuenta la forma en que mi bandeja de Facebook había
explotado con solicitudes de amistad, no era una idea tan loca.
—Tim —dije hacia Corey y Jane interrogante. Y entonces me di cuenta. Por
supuesto, Timothy Goff: superestrella de rock. Mi vida es una locura.
—Hey, Tim. —Me levanté de mi asiento—. ¿Cómo te va?
B
136
—Estoy bien. Escucha, tenemos la noche libre y… bueno, nos dirigimos de
nuevo a Los Ángeles mañana para… estamos programados para estar en
Ellen13 antes de establecer algunas canciones para nuestro próximo CD… —Le
oí respirar con exasperación—. Estoy haciéndolo mal. Me estaba
preguntando… ¿crees que Corey está libre?
No podía haber estado más sorprendida si Jane me hubiera golpeado con una
pistola eléctrica.
—¿Libre? —repetí.
—Dios, no debería estar haciéndolo así. Es patético. Lo siguiente que sabrás es
que voy a deslizarle a Corey un papel diciéndole lo mucho que me gusta con
tres cajas para comprobarlo. Vamos a pretender que esto no ha ocurrido.
—Espera —dije, tratando de evitar la sobrecarga de información.
—Sé que voy demasiado rápido, pero pensé que ya que me voy pronto, podría
hacer mi movimiento ahora. Pero estoy muy equivocado, ¿no? Es probable
que esté saliendo con alguien. Dios, ¡tiene novia!
—Um, s-soltero —tartamudeé, tratando de procesar el hecho de que una
estrella de rock parecía necesitar mi ayuda con su vida amorosa—. Totalmente
soltero.
—Oh. —Eso le detuvo por un segundo—. Así que crees que le interesaría…
—Creo que “interesado” es un eufemismo. —Sonreí hacia Corey ya que él y
Jane estaban pendientes de cada palabra.
—¿En serio? —Tim sonaba sorprendido, aliviado y contento—. Pensé que tal
vez… pero no estaba seguro.
Hubo una pausa mientras procesaba lo que había dicho.
—Gracias, Mackenzie. Tuve una buena sensación de ti desde el momento en
que nos conocimos.
Me eché a reír.
—¿En serio? ¿Y qué sensación fue esa?
13Ellen: Famoso programa de televisión en EEUU.
137
—Que eres la chica de al lado que no sabe lo grande que es en realidad.
—Aw, me sonrojo —le dije divertida observando que mis mejillas se sentía más
rojas de lo que habían estado cuando Patrick coqueteó conmigo. Tal vez
porque sabía que con Tim no había ningún objetivo oculto. Él es mucho más
famoso, talentoso, popular y rico que yo. Así que cuando él dice que soy
grande, me hace pensar que tal vez tiene un punto.
La campana de cinco minutos de advertencia sonó.
—Escucha, tengo que irme. Hablamos más tarde, Tim.
Cerré el teléfono y volví a encontrar a todos mirándome. Incluso Logan no
parecía tan imperturbable. Por otra parte, no todos los días se oye a una nerd
hablar con una estrella de rock sobre su mejor amigo.
No iba a dejar que Corey, o cualquier otro, averiguara lo que Tim me había
pedido. Él merece oírlo de Tim cuando tenga la valentía de llamarlo.
—Así que, Mackenzie. —Melanie rompió el atónito silencio—. ¿Aún vas a ir a la
fiesta?
Me acordé de lo que mi mamá me había dicho durante el desayuno, la parte
sobre la necesidad de ser un niño de vez en cuando.
—Sí —contesté. Presa de una idea compulsiva, decidí seguirla. Le sonreí
ampliamente a Melanie, Rachel y a las dos nuevos estudiantes, Isobel y Claire—
. Si a Corey no le importa ir con nosotras a la fiesta. Ustedes son más que
bienvenidos para estar listos en mi casa.
Corey asintió en consentimiento mientras arrancaba un pedazo de papel de mi
cuaderno y anotaba mi número celular y dirección. Se lo entregué a Melanie.
—Probablemente voy a necesitar que me salven de convertirme en un
Roadkill14 —dije bromeando, aunque era muy consciente de que este era un
resultado plausible. Agarré mis libros—. Logan, te veré después de clases para
la tutoría.
—Quedamos en el estacionamiento. —Eso fue todo lo que dijo antes de que un
grito de Spencer se fusionara con la multitud.
14Roadkill: Hace referencia a los animales atropellados por vehículos.
138
Capté un suspiro de Isobel y apenas resistí decir: “Lo sé”. A pesar de que una
pequeña voz en mi cabeza continuaba gritando, pero él es un NOTABLE, no
significaba que no pudiera darse cuenta de su atractivo físico. Así que sí, podía
entender a dónde estaba yendo Isobel.
Había demasiado en lo que obsesionarse en vez de algún chico. En realidad,
había demasiadas cosas con las que obsesionarse que con algún chico…
excepto Patrick.
Jane tiró de mi chaqueta antes de que pudiera ir a AP Gob.
—Kenzie, estarás bien, ¿verdad? ¿No deberíamos preocuparnos por ti o algo?
Mis amigos son los mejores.
—No te preocupes —le aseguré—. Lo tengo todo bajo control.
Tuve que correr desde una clase a otra para conseguir las asignaciones que
había perdido durante mis cortas vacaciones de salud mental. A veces ser
responsable apesta. Me sentí un poco culpable por hacer a Logan esperarme
en su coche…. Hasta que vi que Chelsea le hacía compañía. Probablemente
agradecía la oportunidad de estar con sus, ejem, atractivos sin mí alrededor.
Inmediatamente cortaron la conversación cuando notaron mi presencia.
—Lo siento, llego tarde —dije, sintiéndome como una tercera rueda intrusa.
Chelsea se volvió hacia mí, y esperé a que dijera algo horrible. Algo como:
“Está bien, no te echábamos de menos”. Las chicas como Chelsea pueden salir
diciendo cosas así, pero no lo hizo. En cambio, su ceño se transformó en una
sonrisa demasiado ansiosa.
—¡Hey, Mackenzie! —¡En realidad me dio un abrazo! Fue demasiado rápido
para que retrocediera, así que me quedé allí—. ¡Tenemos que hablar de la
fiesta de esta noche! ¿Quieres prepararte conmigo?
Sí, así que no había visto lo que venía.
—Yo… um, ya hice planes para eso —dije gentilmente con la remota
posibilidad de que Chelsea nunca antes hubiera sido rechazada—. Lo siento.
—Oh, está bien. —Hizo un gesto con la mano como si hubiera esperado esa
respuesta todo el tiempo—. Sólo pensé que necesitarías un poco de compañía,
139
de todos modos. —Le disparó una mirada a Logan, una mirada expresiva que
desconcertó la mierda de mí, no sin antes anunciar—. ¡Buena suerte con el
estudio!
Esperé hasta que ella se fue.
—Bueno, eso fue raro.
Logan se encogió de hombros.
—No tan extraño como tú en YouTube. Nuevas fiestas, partidos y famosos… Me
sorprende que todavía me des tutoría.
Sus palabras me empaparon. Tenía razón: podía tratar de hacer dinero
mediante la capitalización de mi fama. Pero esa no era yo.
—No creo que vaya a dejar mi trabajo —le dije mientras subía al auto.
—Podrías —respondió él, con tanta indiferencia que me pregunté si quería que
dejara de ser su tutora, si esta era la forma de decírmelo sutilmente—. Ese
nuevo video con ustedes cantando está recibiendo una gran cantidad de
visitas.
—Eso se debe a Tim, no a mí. Nunca podría ser cantante. Ni uno real que realiza
tours y actúa en vivo. Si Corey no me hubiese empujado, jamás me hubiera
subido al escenario. Jane y yo estamos mejor con libros de texto.
—Si tú lo dices. —Se encogió de hombros—. ¿Por qué vas a la fiesta de esta
noche?
Traté de alejar el dolor sordo que provenía de mí cansado por la falta de sueño
cerebro.
—Mira, no sé por qué voy a ir. Podría decir que es para demostrar algo, o
porque quiero ir, porque ésta puede ser la última vez que me inviten a una
fiesta y no quiero preguntarme por qué me la perdí. Pero la verdad es que no lo
sé. Estoy improvisando. —Abrí mi mochila, saqué mi libro de historia—. Así que
vamos a concentrarnos en las cosas que tienes que entender. Ahora los
artículos de la Confederación…
140
Capítulo 24 Traducido por Miranda.
Corregido por MaryJane
ólo habíamos estado estudiando durante una hora cuando mi móvil
empezó a sonar al ritmo de I Need A Hero. Bastante alto.
Logan levantó las cejas.
—¿Timothy Goff?
Sacudí la cabeza y respondí suavemente.
—Hey, Corey. —Entonces aparté el teléfono mientras sus chillidos emocionados
perforaban el aire.
—¡Mackenzie! Nunca creerás quién acaba… ¡no me lo creo! Oh Dios mío,
podría simplemente hiperventilar o morir de puro asombro ahora mismo. Nunca
adivinarás quién acaba de llamarme.
—Tim —dije el nombre con tanta sencillez que lo hizo callar—. Entonces,
¿dónde van a ir a cenar los dos esta noche?
—En Portland. No sé adónde todavía. Él tiene una reunión con su productor o
algo hasta las ocho, así que tenemos una cena tardía y postre.
Verdaderamente tenemos que prepararnos juntos. No puedo estar tan nervioso
ahora en mi cita. Y ya que Jane ha decidido que necesita memorizar cada
fórmula matemática en el universo descubierto esta noche, te necesito.
No pude evitar reír.
—Estoy encantada de ser tu segunda opción.
—¡Yo también! —Estaba tan contento que dudé si había captado el pequeño
deje de sarcasmo—. ¡Te veo más tarde!
Apagué el móvil y sonreí, sabiendo que caminaría por su habitación por al
menos quince minutos antes de que su ritmo cardíaco empezara a disminuir.
Corey iba a ir a su primera cita, yo iba a ir a mi primera fiesta (y probablemente
SS S
141
a una cita con Patrick), y Jane estaba… Jane estaba centrándose en los
deberes por la noche, lo cual era aburrido pero parecía ser lo que ella quería.
Era difícil de creer que un vídeo de YouTube podría destruir mi vida y entonces
de alguna manera hacer que todo sea perfecto.
—Entonces la llamada de teléfono de hoy era sobre Corey.
Casi había olvidado que Logan estaba aquí. Había mucha emoción que
absorber, me sentía como una esponja en un huracán.
—Sí, Tim y Corey van a salir en una cita. —Sacudí la cabeza con feliz
incredulidad—. Es una locura, pero si alguien puede sacar adelante una
relación a larga distancia con una estrella de rock, ese es Corey. Por supuesto
es sólo una cita pero…. —Miré mi mano donde mis dedos ya se habían
cruzado—. Podría pasar.
—¿Y a ti te parece bien eso?
—¡Um, no! Mi mejor amigo tiene una cita con alguien amable, talentoso, y
caliente. Estoy más que “bien” con eso. ¡Estoy encantada!
—Sí, ¿pero no te gustaría tener tú la cita?
—¿Quiero salir con alguien que cumple con los criterios antes mencionados?
Por supuesto. Pero eso no cambia cómo me siento por Corey. Ya sabes, Jane y
yo siempre pensamos que sería el primero de nosotros en ir a una cita. Nunca
supusimos que sería con una estrella de rock, pero… aun así teníamos razón.
Logan parecía considerar todo esto.
—Fue lindo de tu parte invitar a las estudiantes de primer año.
No tenía ni idea de lo que estaba hablando.
—¿Eh?
—A tu casa, para lo que sea que hacen las chicas antes de una fiesta. Pensé
que podrías descartarlas por Chelsea.
Hice lo que pude para no burlarme.
—De acuerdo, primero que todo: nunca haría eso. Las chicas son agradables. Y
no puedo perderme el ritual de preparación, o entonces seré la única en
142
deportivas y vaqueros. —Señalé con significancia mi vestimenta más
moderna—. Mi lema todavía es combinar.
Él sonrió.
—Pobre Mack, tiene que vestirse para el baile.
Lo fulminé con la mirada pero sin verdadero bochorno.
—Ríete, pero tú nunca has llevado tacones.
Levantó una ceja.
—Bueno, eso es una suposición. —Lo miré y su sonrisa se arqueó—. Pero tienes
razón, no los he llevado.
—Bueno —balbuceé. Su diversión obvia hizo que sus ojos azules vibraran aún
más. Claramente necesitaba dormir más si era incapaz de pensar cualquier
cosa qué decir a Logan.
—Los tacones, eh, duelen. Un montón. Son divertidos durante unos cinco
minutos, pero después… ya no tanto. —Genial, estaba balbuceando. Justo
cuando pensé que Logan ya no tenía el poder de reducirme hasta la
incoherencia—. En Europa, alrededor del 1400, estos matadores zapatos de
plataforma llegaron a ser muy populares. En realidad las mujeres necesitaban
sirvientes y bastones para ayudarles a andar, lo que debía apestar. Bueno, ¿de
qué estábamos hablando?
—Chelsea y las chicas de primer año. —Logan se reclinó en su silla, y mis
músculos empezaron a relajarse mientras imitaba la postura.
—Ah, sí. Me gustan las chicas de primer año. Bueno, en realidad no las
conozco, pero parecen agradables. Una de las chicas nuevas de la comida,
Isobel, ¿puede ser? Parece tranquila, pero la vi hablando con Jane… así que
eso es bueno. Y Corey cambiará de opinión, así que será genial. Simplemente
no hubiera sido… —busqué la palabra adecuada— casual con Chelsea. Así
que no es como si fuera un gran sacrificio para mí dejarla plantada.
—Las chicas tienen mucho drama.
—En mi opinión objetiva, los chicos son bastante más complicados.
—¿Objetiva, eh?
143
—Oh, sí —dije—. Una observación imparcial.
Él rió, pero entonces su tono cambió a mucho más serio.
—¿Qué te confunde en particular?
Vale, lo admito, estuve súper tentada a gritar: ¡TÚ! ¿¡Por qué eres tan
complicado!? Pareces inteligente y amable, pero entonces te veo con Chelsea
Halloway y es obvio que todavía no has roto con ella. Que no tiene sentido ya
que ella rompió contigo por alguien más popular, ¡lo que debería darte una
pista sobre el modo en que trabaja! Pero cuando ella se acercó, cuando yo
aún era Invisible, tú simplemente entraste en el brillo de su atención. ¿Por qué
sigues cambiando de un chico amable a un Notable y de nuevo amable de
modo que no tengo NI IDEA DE QUÉ PERSONA ERES REALMENTE? ¡¿Por qué eso,
eh, Logan?!
Sabiamente mantuve mi boca cerrada.
—No hay especificaciones. Simplemente confusión general. Hablando de
generales, durante la Revolución Americana…
Y lo distraje con historia.
Era raro que Logan me llevara a casa cuando ambos sabíamos que lo vería
más tarde en una fiesta oficial de Notables. Y aun así, me llevó fuera de modo
que podía intercambiar ropa de diseñador. Ahora Chelsea estaba actuando
amablemente y extraños se estaban sentando en mi mesa del almuerzo. Era
difícil creer que mi vida pudiera ser tan dramáticamente diferente en una
semana.
—Yo, eh, te veré esta noche.
Bueno, supongo que es bueno saber que todavía soy rara.
Logan asintió y parecía como si fuera a decir algo grande, algo importante,
porque tomó una profunda respiración y llegó hasta:
—Escucha… —Cuando Corey se apoyó con fuerza en la bocina a modo de
saludo.
—No importa —dijo—. Te veo más tarde.
Y entonces se fue.
144
Prometo que si Corey no hubiera sido temporalmente exento del
comportamiento racional debido a los nervios de la primera cita, lo hubiera
matado. Y sinceramente dudaba que me hubiera arrepentido del asesinato.
145
Capítulo 25
Traducido por Miranda.
Corregido por☽♏єl
e estoy volviendo loco, Mackenzie! ¡Me estoy VOLVIENDO LOCO! —
Eso era claramente obvio. Corey estaba merodeando por mi
habitación mientras se tocaba su pelo con nervios.
—Quizá debería cancelar. Esto es una mala idea. Quiero decir, ¿qué va a ver
un chico como Timothy Goff en alguien como yo?
Resoplé.
—Oh, no sé… quizá un dulce, inteligente y maravilloso chico que resulta ser
INCREÍBLEMENTE CALIENTE. —Golpeé su trasero una vez, un signo de amistad
que había hecho durante años, simplemente para verlo saltar con sorpresa—.
¿He mencionado recientemente que quiero que seas el padre de mis hijos?
El rió.
—Quedamos en que es el último recurso. —Nuestra broma privada ya lo estaba
relajando.
—Va a ser genial. —Señalé hacia mi armario—. Relájate dándome órdenes.
Esta será la última vez que te dejo vestirme como tu propia muñeca Barbie. —El
timbre sonó, y lo dejé rebuscando entre los zapatos.
—¡Ya voy! —grité. Pero Dylan llegó antes a la puerta.
—Eh…hola. —Melanie estaba en la puerta con una bolsa de lona y una
expresión confundida. Comprobó la dirección que le había dado—. ¿Esta es la
casa de Mackenzie? —Dylan simplemente la miró mientras yo abría la puerta y
fingía no darme cuenta de la extensión de su rubor Wellesley.
¡M
146
—Hola, Melanie. ¡Me alegro de que pudieras venir! —Empujé a Dylan a un lado
de modo que ella pudiera entrar al recibidor—. Este es mi hermano, Dylan.
Dylan, Melanie.
—Sí, hola. —La voz de Dylan bajó una octava—. Creo que nos conocimos en
un partido de fútbol el año pasado. —Eso me hizo dar cuenta que su sonrojo
podría no ser simplemente una reacción hormonal ante una chica súper guapa
sino por abrir la puerta a esta chica en específico.
—Oh, cierto. —Era imposible decir si Melanie lo recordaba o estaba fingiendo—
. Es bueno verte de nuevo. —Se giró hacia mí—. Gracias por invitarme a venir.
Sonreí.
—No me lo agradecerás cuando Corey ponga sus manos sobre ti. Está loco por
hablar con alguien con estilo. —Melanie rió, un suave, cálido sonido que era el
opuesto a la risa de Chelsea.
—Suena peligroso.
Señalé las escaleras.
—La primera puerta a la derecha.
Dylan sólo pudo desenredar sus cuerdas vocales cuando la puerta de mi
habitación se cerró tras ella.
—¿Por qué no me dijiste que invitaste a Melanie Morris?
Levanté las cejas.
—No tengo que informarte, hermanito. Mamá está de acuerdo en dejarme ir a
una fiesta esta noche. Así que vas a tener que lidiar con ello.
Empecé a pasarlo cuando agarró mi brazo.
—¿Vas a una fiesta esta noche?
—Eso es lo que dije.
—Debería ir contigo.
Lo miré con incredulidad.
147
—Seguro. Por supuesto que debería llevar a mi hermanito a mi primera fiesta de
la secundaria. Gran idea.
Él se sonrojó.
—Vamos, Mackenzie. No soy el embarazoso de la familia.
—Sip. Aun así no vas.
—Por favor. —Sabía que le dolía decirlo—. Por favor, ¿puedo ir contigo?
Burlarme de él era más divertido cuando no me ponía esos ojos de cachorrito.
El mocoso sabía que era difícil para mí decir no cuando me miraba así.
—De ninguna forma. Mamá nunca te daría permiso.
Él sonrió.
—¿Quieres apostar? Si le digo que estoy preocupado por ti, caerá en un
instante.
Suspiré.
—Dylan, no voy a…
Pero él me interrumpió antes de que pudiera terminar.
—Estoy preocupado por ti, Mackenzie. Es una fiesta, y tú no tienes un buen
historial social. Necesitas a alguien que te cuide la espalda.
Lo miré minuciosamente. Podría ser irritante, pero aun así era mi hermano, y
nunca mentía sobre las cosas importantes.
—Si digo que sí, me deberás una grande.
Una sonrisa se extendió con alegría por su cara.
—Nah, estaremos a mano.
—¡Mackenzie! ¡Sube tu bonito trasero aquí!
Rodé los ojos ante la no tan sutil orden de Corey.
—¡Voy! —grité. Entonces clavé un dedo en el pecho de Dylan—. No me
decepciones. —Debería preocuparme más por Corey. Darle carta blanca para
acceder a mi nuevo armario era una idea muy mala.
148
Cuando finalmente entré en mi habitación, encontré a Corey y a Melanie
suspirando por mi ropa. Habían transformado mi habitación de ordenada a
pareciendo que una fábrica de ropa hubiera explotado y arrojado su
contenido por todas partes.
—¡Ya era hora, maldita sea! —Resopló Corey—. De acuerdo, hemos creado
tres conjuntos para ti.
Melanie y yo intercambiamos miradas, y me llamó la atención lo fácil que se
había introducido en mi vida. Aún quería que Jane viniera con nosotros, incluso
si insistía en llevarse un libro, pero ya que no iba… bueno, me alegraba que
Melanie fuera.
—¿Qué esperas? —Preguntó Corey6—. ¡Pruébatelos! ¡Ahora! —Entonces centró
su atención en Melanie—. Veamos… creo que deberíamos mantener tu
aspecto sencillo.
—¡Ey! —protesté—. ¿Por qué no podemos mantener mi aspecto sencillo?
—Cállate y cámbiate —dijo Corey con clara diversión—. Tú no tienes la
estructura ósea que Melanie tiene.
—Gracias… supongo. —Melanie no parecía segura sobre cómo responder—.
Mackenzie, ¿te importa si paso la noche en tu casa? Iba a quedarme con
Isobel, pero entró en pánico y se arrepintió de ir. Sé que es un inconveniente
pero…
—Está bien —dije—. En serio. Será genial. Corey, ¿puedes recogernos después
de tu cita?
—Puedo jugar a ser tu chófer, pero será tarde cuando las traiga de regreso.
Los ojos de Melanie brillaron con emoción, y se las arregló para parecer aún
más increíblemente preciosa.
—Suena bien para mí.
—Genial. Oh, y Dylan quiere venir.
—Eso es fantástico —dijo Corey—. Ahora, ¿tengo que meterte en ese vestido o
te lo pondrás tú solita como una chica grande?
149
Quería protestar, pero en lugar de eso mantuve mi cabeza alta y me preparé
para mi primera fiesta de la secundaria.
Pero ni el vestido, ni el maquillaje, ni un conjunto de amigos comprensivos
podrían haberme preparado para lo que estaba por venir.
150
Capítulo 26
Traducido por Skye
Corregido por ☽♏єl
e alegré de que Dylan no hiciera ningún comentario sobre mi
atuendo. Abrió la boca, probablemente para decir que me
cambiara, pero la cerró rápidamente. No estoy segura de si fue mi
mirada de advertencia o su primer vistazo a Melanie lo que hizo que se callara.
Apuesto a que fue por Melanie, ya que nunca he inspirado miedo en mi
hermano y ella lucía, como Corey lo expresó, como una princesa del rock.
También me alegré de que mi mamá tuviera que trabajar el turno noche en el
restaurante, porque no estoy segura de cómo se hubiera sentido acerca de mi,
ejem, atuendo.
El vestido era corto, rojo, escotado, y gritaba ¡SEXO! Al menos, eso es lo que
pensé cuando Corey lo señaló en la cama. Melanie acordó en que era
perfecto para la fiesta. Me aseguraron que me parecía más a una prostituta
muy cara y discreta que a una puta. Tenía la esperanza de que la última parte
fuera una broma. Incluso con ellos dos insistiendo en que me veía bien y no
debía cambiar nada, casi regreso a mi habitación y me pongo mis jeans.
Así como estaban las cosas, sólo accedí a irme después que Jane diera su
opinión a través de Skype. Ella dijo que me veía impresionante y que quería oír
todo sobre la fiesta más tarde. Sentí un destello de envidia porque yo debería
haber estado como Jane: acurrucada con un libro de texto y un poco de
chocolate caliente, vestida con pantalones de franela de pijama y una vieja
camiseta. Eso es lo que habría estado haciendo si no me hubiera hecho
famosa.
Melanie y Corey agarraron cada uno de mis brazos y me escoltaron, por la
fuerza, de mi habitación, bajando las escaleras, por el pasillo, hacia la puerta, y
al coche de Corey, mientras Dylan se arrastraba silenciosamente detrás. Me di
cuenta que se había cambiado y despeinado su cabello en una manera que
habría descrito como atractiva si no fuera mi hermano menor. A menos que me
M
151
lo haya imaginado, el agarre que Melanie tenía en mí se apretó cuando lo vio.
Tendría que pensar en eso cuando mi estómago no se sintiera como un nudo
de serpientes retorciéndose.
Corey manipuló la radio y yo canté inconscientemente hasta que Melanie dijo:
—¡Wow, realmente puedes cantar!
Me salvé de responder cuando Corey se detuvo.
—Estamos aquí. Salgan.
Fue entonces cuando capturé un buen vistazo de la casa de Spencer. Sabía
que su familia era rica, pero una cosa es saber y otra es ver la riqueza de
primera mano. La casa era de un estilo victoriano transformado, que parecía
grande, blanco y clásico. Había balcones, columnas, y lo que parecía
claramente un mirador. Y había adolescentes por todas partes. La música
sonaba a todo volumen en la casa mientras la risa se derramaba en el aire.
—¿Están seguros...? —empecé.
—¡SÍ! —gritaron Melanie, Corey y Dylan al mismo tiempo.
Me deslicé fuera del coche y me acerqué debajo de la ventanilla del
conductor.
—Buena suerte en tu cita.
—Sí. —Corey sonrió con confianza, pero yo sabía que todavía estaba asustado.
Me incliné más cerca.
—Eres el mejor chico que conozco y la razón por la que estoy aquí. —Sonreí—.
Eres algo así como mi hada madrina.
—No te convertirás en una calabaza a medianoche, ¿o sí?
—¡No! —Me reí—. Además tú eres el que tiene una cita con un Príncipe Azul —
Lo alcancé a través de la ventana y le apreté el brazo—. Y nadie se merece un
“felices para siempre” más que tú.
—¡Vamos, Mackenzie! —Melanie se frotó los brazos—. Tengo frío.
152
—Está bien. —Di un paso lejos de Corey y hacia lo desconocido—. Nos vemos
más tarde, Corey.
—Cuenta con ello. —Entonces detuvo el ralentí en la calle y se fue a su
aventura.
No tuve tiempo para reflexionar sobre la forma en que me había separado de
mis dos mejores amigos. Melanie me agarró del brazo y me impulsó a la casa
de Spencer de la misma manera que me había sacado de la mía.
—¡Vamos!
—Eres mandona, ¿no es así? —comentó Dylan.
—Sí, lo soy. Especialmente cuando tengo hambre o frío. —Melanie caminó a
través de la puerta abierta y en torno a un grupo de chicas riendo
estúpidamente—. Mucho mejor.
No estaba muy segura de concordar.
La casa estaba llena de gente, colores, sonidos y movimientos. La música casi
ahogó mi cerebro mientras zumbaba en la sobrecarga sensorial. Estaba a
punto de inventar una excusa poco convincente para largarme, incluso si eso
significaba congelarme en mi vestido corto, cuando vi a Logan.
Estaba apoyado cómodamente contra una pared, hablando con Spencer,
que obviamente estaba mirando a una chica con jeans ajustados y una
camiseta sin mangas.
Tiré del brazo de Melanie y señalé.
—¡Ella lleva pantalones! ¡Ves! ¿Por qué Corey no me dejó usar algo como eso?
Melanie me sonrió.
—Ella probablemente no tiene un vestido como ese en su armario rogando por
una salida nocturna.
—Sí, pero ella no va a contraer una pulmonía si sale afuera.
—Vamos a entrar en calor muy pronto aquí. Este lugar es un horno.
Ella no estaba exagerando: el calor se desprendía de los cuerpos en olas.
153
—Vamos a ver si conocemos a alguien aquí.
Esas palabras acababan de salir de la boca de Melanie cuando Logan levantó
la vista por primera vez y sus ojos conectaron con los míos.
—Encontré a alguien —murmuré, obligándome a caminar como si nos
estuviéramos reuniendo para una sesión de estudio.
—Hola. —Traté de lucir confiada, pero me sentía estúpida. Me quedé parada
en mi corto vestido rojo como boca de incendio pensando, Vaya, gracias,
Corey. Buena forma de convencerme a usar este vestido y luego
abandonarme. En ese momento supe que Corey, Jane, y Melanie habían
estado horriblemente equivocados. No podía lucir un vestido sin mangas y sin
espalda, sobre todo uno con escote en la parte delantera. Seguramente hacía
que las chicas de Jersey Shore15lucieran elegantes en comparación.
Logan me miró de nuevo, y podría alegremente dar un puñetazo a Corey en el
intestino. Probablemente parecía una niña jugando a los disfraces. De repente,
todo se sentía demasiado: el maquillaje, el vestido, los pendientes, todo esto.
Sólo quería ponerme una sudadera holgada y acomodarme con un buen libro.
—Um... Hola —contestó. La casa estaba llena de gente, y cada centímetro del
mostrador estaba lleno de alcohol, aperitivos, y vasos de plástico baratos.
Había treinta centímetros de distancia entre nosotros, pero para mí todavía se
sentía muy cerca. Tuve la tentación de meter la mano en mi bolso, sacar mi
teléfono celular, y demandar a Corey que me recogiera inmediatamente. Lo
regañaría también. Entonces recordé con toda claridad que la vida real no es
como una estúpida película para chicas.
—Te ves... —Logan se detuvo cuando Spencer pasó un brazo por encima de mi
hombro. Al parecer, yo había ganado su interés sobre Jeans Ajustados.
Le sonrió a Logan.
—¿No vas a presentarnos?
No me reconoció. Habíamos ido a la misma escuela desde hace años y
Spencer aún no podía ubicarme. Estaba segura en mi disfraz de la zorra de rojo.
En un impulso, me apoyé en el brazo de Spencer y miré directamente a su
cara. 15Jersey Shore: es un reality show en el que 8 chicas y chicos promiscuos conviven en una casa.
154
—Mackenzie Wellesley. —No escondí mi diversión y le sonreí a los dos—. Pocas
veces llamada Mack.
La sonrisa de Spencer se ensanchaba mientras me echaba un vistazo.
—Quién lo hubiera imaginado —comentó suavemente—. Lindo vestido.
—Gracias. Es nuevo.
Logan dio un paso adelante, y para mi gran sorpresa Spencer desenganchó su
brazo. Era como ver algo en el Canal de la Naturaleza: lobos siendo territoriales
mientras se apresuraban por asumir el estatus de macho alfa, lo que era
incómodo en varias formas.
—Um, ella es Melanie... —me precipité a presentarla y casi palidecí al ver al Trío
del Mal abalanzarse sobre nosotros—. Y él es, uh, Dylan.
—Sí. No te he visto desde el campamento. ¿Cómo te va?
Me tomó por sorpresa cuando comenzaron a hablar de deportes al instante.
Me había olvidado que Dylan y Logan se conocían.
—¡Mackenzie! —La voz de Chelsea aún tenía ese tono amable que había
usado anteriormente—. ¡Estamos muy contentos de que hayas podido venir!
Evaluó la situación en un vistazo rápido, mirando por debajo de sus expertas
pestañas oscurecidas. Me tensé mientras su mirada se lanzaba en Melanie y
Dylan.
—Y trajiste a tu hermano menor y una amiga contigo. Qué dulce...
Pero era obvio que no creía que fuera dulce. Su tono dejó muy claro que
pensaba que era extraño que trajera a mi hermano de la escuela media a una
fiesta. Tenía razón, supongo. Mientras Falsa y Bronceada reían entre dientes, el
rubor Wellesley aumentó en Dylan y en mí.
—En realidad, Chelsea, él está conmigo. —La sonrisa de Melanie era a la vez
inocente y satisfecha. Metió su brazo en el de Dylan mientras su boca se
extendió en una sonrisa arrogante.
—Las mujeres mayores mandonas no pueden resistirme.
Me reí cuando Melanie le dio un puñetazo en el estómago.
155
—Vamos a bailar —dijo—. Nos vemos más tarde, Mackenzie.
—¡Ves! —dijo Dylan sobre su hombro—. Mandona.
Luego desaparecieron entre la masa de cuerpos balanceándose, dejándome
rodeada de Notables. Genial.
—Así que... —dije, incómoda—. Gran fiesta.
Spencer se acercó más, y lo sorprendí tratando de mirar hacia abajo de mi
vestido, lo que era ridículo, porque los hombres no hacen ese tipo de cosas
conmigo. Simplemente no lo hacen.
—¿Quieres dar un paseo? —preguntó.
Tenía la sensación de que detrás del exterior presumido, Spencer era un chico
muy agradable, y mientras estaba pensando, tal vez nosotros dos podríamos
llegar a ser amigos... mis ojos se clavaron en Logan. Fue una estupidez tratarlo
como a un salvavidas, pero él sabía lo que estaba haciendo, mientras que yo
estaba tratando de mantener mi cabeza fuera del agua.
—¡Esa es una gran idea! —declaró Chelsea—. Steffani y Ashley estaban a punto
de tomar un trago. —Se acercó a Logan, y su pequeño vestido negro brillante
se balanceaba seductoramente—. Tengo que tomarte prestado por un minuto.
Mis dedos se apretaron en el pequeño bolso que Corey y Melanie insistieron
que complementaba el vestido perfectamente. Alguien chocó contra mí y me
tambaleé vacilante en mis talones. Tuve que agarrar el brazo de Spencer antes
de caer de bruces.
—Un paseo suena muy bien —dije—. Aunque voy a tener que seguir
agarrándote para permanecer en equilibrio. —Sonreí con timidez—. No he
dominado estos zapatos todavía.
No me había equivocado sobre los tacones. Sin duda iban a matarme.
Spencer se limitó a sonreír.
—Nunca me molestó que una chica linda me agarrara.
Me eché a reír.
—¿Conquistas a muchas chicas con esa línea?
156
—Toneladas.
—Debe ser por la forma. —No solté su brazo y tuve que contenerme de
agarrarme con más fuerza cuando vi los ojos de todos fijos en nosotros.
Hice mi mejor esfuerzo para sonar casual como si coqueteara con Spencer
todo el tiempo.
—Nos vemos por ahí, chicos.
Y luego nos fuimos. Steffani y Ashley se quedaron detrás para que Chelsea y
Logan pudieran tener privacidad. No pude resistirme a mirar atrás una sola vez.
Estaban agarrados de la mano y moviéndose hacia la puerta. Los estudiantes
más populares de Smith High School estaban por volver juntos.
No sé por qué, pero se sentía como si alguien me hubiera golpeado en el
estómago.
157
Capítulo 27 Traducido por Shadowy
Corregido por Yonoestoyloca
sí que... ¿es divertido ser rico? —Está bien, no tenía intención de
preguntar eso, pero cuando estás siendo guiado alrededor de una
casa adornada con una lámpara de araña de lujo por encima de las
escaleras, es difícil resistirse a preguntar.
—Tiene sus ventajas. —Spencer hizo un gesto hacia el bar generosamente
abastecido de sus padres mientras Falsa y Horneada16 nos abandonaba para
animar a sus novios que estaban actualmente tomando tragos de cerveza
barata.
—Apuesto que sí.
—Entonces, ¿quieres ver las habitaciones?
Lo preguntó tan sugestivamente que no pude contener mi risa instintiva.
—Eres todo espectáculo, ¿no es así? —pregunté, sabiendo que nunca lo
confirmaría—. Vives en la obra de la insinuación y el juego.
—Ahora tú vas y lastimas mis sentimientos. —Pero su sonrisa fácil me dijo que yo
tenía razón. Luego la sonrisa de desvaneció—. Hay algunos juegos que incluso
yo no juego. Espero que Logan sepa lo que está haciendo esta vez.
—¿Esta vez? —repetí, notando el borde en su voz. Nunca antes lo había visto
serio.
Algo sobre Logan y Chelsea tenía que estar poniéndolo a la defensiva.
Se encogió de hombros, pero había tensión en el movimiento.
16
Falsa y Horneada: en inglés Fake and Bake. Utilizado normalmente para describir a aquellas
personas que se broncean exageradamente a propósito.
A
158
—Algunos chicos caen por los mismos trucos sin importar cuán evidente sea la
táctica. —Trató de sacudirse el estado de ánimo—. Es la maldición del hombre
a ser hechizado siempre por las mujeres —dijo filosóficamente—. Hablando de
lo cual... —Spencer asintió con su cabeza mientras Patrick caminaba a
zancadas hacia nosotros.
Está bien, admito que me entretuvo una breve fantasía de que Patrick me
besaría hasta que no pudiera pensar, como si estuviera en algún vídeo musical
de Taylor Swift y en cualquier momento la encantadora chica torpe (yo)
triunfaría con la ayuda del verdadero amor.
Desearía que el mundo real funcionara así.
En cambio, Patrick se paró frente a nosotros, viéndose como si tuviera algo que
decir y no tuviera idea de cómo hacerlo. Después de una larga pausa, quité mi
mano del brazo de Spencer, lo que significaba que tenía que preocuparme de
que perdería mi agarre provisional en equilibrio.
—Te veo más tarde —dijo Spencer al fin, con un guiño sugerente. Luego se
acercó a un gran grupo de chicas donde me pareció ver un destello de jeans
ajustados de color gris.
—He estado buscándote.
¿Por qué tenía que convertirme en un charco ante cinco palabras simples? Era
simplemente tan dulce. De repente, pensé, tal vez Corey y Melanie tenían
razón sobre este vestido.
—Uh, ¿realmente?
Sí, esa es mi oh-tan brillante respuesta cuando un chico súper lindo dice que ha
estado buscándome. Dispárame, ahora.
—Sí. Por qué no vamos a un lugar tranquilo para hablar. —Y antes de que
pudiera arruinar el momento, tomó mi mano y me llevó a la puerta principal,
justo como lo había imaginado tantas veces antes. Sólo que cuando lo
imaginaba, yo no llevaba tacones que cortaban mi circulación. Además me
imaginaba algo más entre las líneas de dar un paseo juntos en lugar de ser
arrastrada. Y en esos sueños despierta yo no seguía golpeándome con la gente
por lo que tenía que pedir disculpas a cada paso.
Aún así, era genial. En serio.
159
Podía ver por qué él decidió cambiar de lugar. El aire era refrescantemente frío
después del calor sofocante de la casa atiborrada más allá de su capacidad.
Podríamos hablar aquí afuera sin luchar por ser escuchados sobre la música. No
es que estuviéramos solos. Toneladas de niños disfrutaban del paisajismo que
debe haberle costado a los padres de Spencer una pequeña fortuna. Había
una fuente. No estoy bromeando, una fuente legítima que brillaba y
gorgoteaba hermosamente. Todo se sentía tan romántico. La barandilla del
porche delantero tenía blancos pernos en curva y era perfecto para que una
chica pusiera su peso encima en vez de quitarse sus tacones. Así que me
apoyé en ella mientras miraba a Patrick.
Algunas personas están hechas para la luz de la luna. Esta sacaba la oscuridad
en sus ojos marrones. Incluso sin una chaqueta empecé a sentir más calor.
—Hola —dije simplemente. Todo era perfecto. Incluso el olor de las malas
hierbas que flotaba en el aire era perfecto—. ¿Qué tienes en mente?
—Tú.
Se movió más cerca y mi corazón comenzó a latir seriamente rápido. Todo lo
que podía pensar era, ¡va a suceder! ¡Patrick va a besarme! En cualquier
segundo...
—¿Q-qué hay sobre mí?
¿Por qué no podía sólo callarme y dejarlo que lo hiciera?
—Que estoy enamorado de ti.
Me aparté de él de un tirón, rompiendo el hechizo de la luz de luna, mientras
me aferraba a la barandilla para mantenerme estable. Mis piernas se
tambaleaban.
—¡¿Estás qué?! —dije con incredulidad... y tal vez un poco de horror. Era como
si me hubiera dicho, “Soy parte cocodrilo” o “Soy un agente de narcóticos
encubierto”.
—Dije, que estoy enamorado de ti —repitió defensivamente.
Debería haber mantenido mi boca cerrada. Sólo asentir y susurar, “¿Oh? ¿Por
qué no me muestras?”. Entonces debería haberlo besado, pero simplemente
no podía hacerlo.
160
—No. —Sacudí la cabeza y oré para que en cualquier momento despertara y
él no estuviera lanzándome dagas con los ojos—. No, no lo estás.
—¿De qué estás hablando? ¡Creo que sé cómo me siento, Mackenzie!
Oh, sí, nadie puede matar un momento romántico como yo.
—Tú, simplemente no puedes amarme porque... ¡ni siquiera me conoces aún!
Y eso es lo que faltaba, me di cuenta mientras él me miraba con frialdad
pétrea. Patrick nunca había expresado ningún interés hasta hace una semana.
¿Una conversación en el almuerzo y él supuestamente me amaba?
Dudoso.
Hubo una pausa momentánea mientras que él asimilaba esto. Luego su
expresión se suavizó poco a poco, y pensé: Tal vez ahora lo entiende. Tal vez él
ve que para amar a alguien tienes que aceptarlos con peculiaridades
incluidas. Esperaba que dijera: “Entonces vamos a arreglar eso. Vamos a
conocernos mutuamente”. Luego sacudiría gentilmente mi mano como si
estuviéramos siendo presentados formalmente. “Soy Patrick y estoy listo para
decirte todo, pero primero me gustaría escuchar sobre ti”.
Yo sería chica muerta. Sería maldita masilla en sus manos.
En su lugar, me miró con el alma a los ojos.
—Te conozco, Mackenzie.
Lástima, tenía que decir eso.
—Eso es una falacia lógica. Se llama "petición de principio". En realidad no has
desafiado mi premisa de que no me conoces. En su lugar, sólo reafirmaste que
lo haces. —Traté de sonreír, pero me sentía enferma—. Así es como pienso,
todo el tiempo. ¿Todavía me amas?
Tomé su silencio helado como un infierno de retractación.
—No lo creo.
Eso dolió. Tal vez no debería haberlo hecho, ya que yo estaba haciendo la
retirada, pero eso picaba como una medusa. Supongo que eso es lo que
sucede cuando descubres que has tenido un flechazo gigantesco con un
chico que en realidad no existe... por años.
161
—Lo siento —dije, y lo decía en serio. Lo sentía, por los dos—. Ojalá fuera la
chica que estás buscando. Pero yo sólo... no lo soy.
Patrick no sólo se encogió de hombros y dijo: “Bueno, siempre podemos ser
amigos”. En cambio, su ira fluyó:
—Eso no es todo. Crees que puedes hacerlo mejor que yo, ¿no? —El disgusto
en su voz me hubiera hecho retroceder si no hubiera estado atrapada ya por el
porche.
—¿Qué? ¡No!
—Crees que ahora que eres famosa, eres demasiado buena para alguien de
secundaria. —La forma en que miró mi vestido me hizo sentir expuesta—. O tal
vez simplemente no soy lo suficientemente rico. ¿Es por eso que has estado
lanzándote a Logan y Spencer?
Una bofetada en mi cara se hubiera sentido menos dolorosa.
—Wow. —Eso es todo lo que pude decir por un segundo porque realmente,
¿qué más había?—. Del amor a buscador de oro en menos de treinta
segundos. Eso es... won. Supongo que si realmente me hubieras amado, me
habrías llamado una puta.
Me puse de pie derecha y solté la barandilla. Era hora de poner todo el peso
sobre mis propios pies.
—Si crees que persigo chicos basada en sus cuentas bancarias, entonces no
me conoces en absoluto. —Lo estudié cuidadosamente—. Ese es más tu estilo,
¿cierto? Sólo empezaste a verter tu encanto después de que Tim dijo que yo
era genial. Me habrías dejado si no conseguía tu foto en los periódicos. —Mi
estómago se apretó cruelmente—. Y fui lo suficientemente estúpida para
comprarlo. Creo que deberías irte ahora.
—Te vas a arrepentir de esto, Mackenzie. —Su voz era firme ahora. Fría y firme.
—Tal vez no hoy, tal vez no mañana. Pero pronto, y por el resto de mi vida —
cité Casablanca pero le di a la línea más sarcasmo del que Humphrey Bogart
había hecho.
—¿Qué? —Su rigidez vaciló en confusión.
—Nada... línea de película famosa. Olvídalo.
162
—Tú, Mackenzie —dijo lentamente—, tienes un diccionario de sinónimos donde
debería estar tu corazón.
Y con eso desapareció en la casa.
—Enciclopedia —corregí mientras miraba hacia la noche. Era hermosa y
solitaria al mismo tiempo, con pequeñas luces iluminando el camino de la
fuente a la glorieta—. Tengo una enciclopedia donde debería estar mi
corazón.
Eso es lo que murmuré cuando vi exactamente a dónde habían ido Logan y
Chelsea. Estaban de pie en el centro de la glorieta, y si yo no hubiera estado
mirando la estructura, obligándome a no llorar por Patrick, nunca habría visto a
Chelsea estirarse, tomar el rostro de Logan en sus manos, y besarlo.
Así que apagado era sin duda encendido de nuevo.
Y supe entonces que Patrick estaba muy equivocado sobre mi corazón, porque
si en realidad hubiera sido una enciclopedia, lo podría haber visto todo con
perfecta compostura. En su lugar, me di vuelta resueltamente y marché de
vuelta a la fiesta.
Me imaginaba que el alcohol era una angustia y un cliché de rebeldía
adolescente por una razón. Había llegado el momento para mí de que le diera
una oportunidad.
Lo cual, en cuanto a los planes iban, podría haber sido mi peor plan aún.
163
Capítulo 28 Traducido por Miranda.
Corregido por Haushiinka
lamé a Spencer inmediatamente. Considerando que él era la única
persona que conocía un poco más allá de los “Hey, ¿qué tal?” en los
pasillos, lo que no podría ser sorprendente.
Y me parecía que era una buena idea explorar nuevo territorio con un guía
que está familiarizado con la ruta, que es del estilo de bucear con un amigo.
De todos modos, lo agarré del brazo, pero esta vez era para apartarlo de un
grupo de chicas hacia la barra de bar improvisada.
—No es que no me gusten tus agresivas tácticas, pero… —Paró cuando vio la
forma en que mis ojos se posaban en el alcohol—. ¿Qué pasa?
Sonreí, y por primera vez desde que había llegado a esta estúpida fiesta,
empecé a relajarme.
—Vas a servirme una copa.
Su sonrisa se amplió.
—¿Yo, ahora?
—Sip. —Me incliné hacia delante y saqué un vaso rojo de plástico limpio de un
montón—. ¿Qué recomiendas?
—Eso depende. ¿Qué te gusta?
Me encogí de hombros.
—No tengo ni idea, y dudo que disfrute alguno de ellos.
—¿Pero aun así quieres beber?
Le pasé el vaso.
L
164
—Llénalo.
—Bueno, de modo que podemos coger alguna bebida de chica que sepa a
fruta, o —vertió líquido en el vaso—, puedes tomarte este trago de tequila y
acompañarlo con limón.
—Dilema erróneo —murmuré.
—¿Qué?
—Falacia de dilema erróneo. Solo diste dos opciones, y… simplemente me lo
entregaste.
Con unos prácticos movimientos, Spencer tenía sal en mi mano y una rodaja de
limón encima de la encimera.
—De acuerdo, es simple. Sal. Chorro. Limón. ¿Lo tienes?
Lo repasé unas cuantas veces en mi cabeza. Sal, chorro, limón. Sal, chorro,
lima. Oh, Dios mío, ¡¿he perdido la cabeza?! ¡Esta NO soy yo!
—Lo tengo.
—De acuerdo. Vamos.
Estábamos empezando a atraer a una ligera audiencia. Supongo que la gente
quería ver a la puritana Mackenzie Wellesley tomando su primera copa.
Hablando sobre presión grupal, estaba rodeada de extraños que estaban
diciendo cosas como, “¡Lo tienes!” y “¡Puedes hacerlo!”
Lamí la sal de mi mano, y bebí el tequila como había visto en las películas.
Casi me atraganto.
Me sentí como si hubiera sido calentada por un horno. Un fuego extraño bajó
por mi garganta, seguido de cerca por el sabor de algo fuerte, casi ácido.
Rápidamente chupé el limón mientras todos a mí alrededor me animaban.
Cuando miré a Spencer, el calor había pasado a mi estómago y se había
asentado allí, irradiando mientras el sabor del limón cubría mi boca.
—¡Lo hice! —Incluso mientras sujetaba el vaso vacío no me lo podía creer. No
sé qué esperaba: intervención divina, una bronca parental, o quizás un amigo
preocupado alejándome. Pero nunca pensé que tendría el valor de tomar un
trago de tequila.
165
—¿Viste eso? —Pregunté a Spencer—. ¡Lo hice!
—Sí, lo tumbaste como una campeona. ¿Quieres otro?
El calor se sentía verdaderamente bien, especialmente después de que Patrick
me hubiera congelado. Y quizás era mi imaginación, pero ya me sentía menos
rígida.
—¡Me apunto! —decidí. Otro grito se originó mientras sonreía a cada uno—.
¿Quién quiere unirse?
Media hora después estaba en un lugar muy feliz. Spencer servía las bebidas
hasta que un crujido de la cocina lo obligó a dejar su puesto. Otro jugador de
hockey llamado Kevin estuvo más que feliz de ocupar su puesto. Me sentía
como si estuviera flotando, solo conectada con mi cuerpo a través de un tenue
hilo. Me hubiera confundido si no hubiera sido por el hecho de que disfrutaba
la sensación.
—¡Esto es genial! —le dije a Kevin y su novia, Annie, con alegría mientras bebía
mi limón—. ¡Chicos son fantásticos! ¿No es loco que vayamos a la misma
escuela y en realidad nunca hayamos hablado?
Ellos rieron y estuvieron de acuerdo en que las personas que están un poco
borrachas apoyan a las personas que están borrachas.
Me giré hacia Annie.
—Eres realmente guapa. Apuesto que sería divertido ser tú. Kevin, ¿no crees
que sería divertido ser Annie?
Lady Gaga empezó a sonar a través de los altavoces.
—¡Tenemos que bailar! —declaré—. Es Póker Face. ¡Tienen que bailar! —No les
di tiempo para protestar. Riendo, los tres nos unimos a las masas en la
improvisada pista de baile que se había originado en el salón. Todo mi cuerpo
se sentía suelto, ya sea por el alcohol o la música, no podía estar segura, y no
quería que mi cuerpo parara de absorber cada latido.
—¡Melanie! —grité cuando la vi hablando con Dylan en una esquina lejos de la
acción. Corrí hacia allí—. ¡Tienes que bailar conmigo! Debes conocer a Kevin y
Annie también.
166
—Claro —dijo agradablemente, pero sus cejas se juntaron mientras me
examinaba—. Mackenzie, ¿estás bien?
—¡Estoy genial! Bueno, excepto por la enciclopedia.
Dylan nos siguió hasta la pista de baile, y Melanie se giró hacia él con alarma.
—¿Escuchaste eso?
Él sacudió la cabeza y se esforzó para mantenerme en el sitio.
—Mackenzie, ¿has tomado algo?
—Sal, chorro, limón. ¡¿Puedes creerlo?! No sé qué esperaba, pero es muy
caliente en realidad. El calor está radiando de mí —como si fuera nuclear o
algo así. ¡Como si fuera una bomba nuclear! ¡Soy la bomba! ¿Ha pensado
alguien en el alcohol como recurso energético? —Me concentré en decir las
palabras correctamente—. ¿Parezco un muñeco? Porque no puedo parar de
asentir. Me pregunto si las chicas hula de la encimera se sienten así.
Dylan empezó a tirar de mí hacia la puerta.
—¿Por qué todo el mundo está siendo arrastrado? —pregunté a nadie en
particular—. ¿Qué está mal con caminar? Me gusta caminar. Es agradable.
Patinar es mejor, pero no lo puedes hacer aquí.
—Dylan, ¿qué hacemos con ella? —le preguntó Melanie con urgencia—. Está
destrozada. No podemos dejar que tu madre la vea así.
Sonreí con sueño a Melanie mientras mi energía drenaba. Puse un brazo sobre
el hombro de Dylan.
—Mamá estará bien, pero ¿tengo que marcharme? Simplemente dormiré
sobre Dylan. —Dejé que mi cabeza descansara contra la suya—. Eres un
hermano verdaderamente fantástico. No te lo digo lo suficiente. Oh, y papá
debería haber preguntado hoy por ti.
Sentí que Dylan se tensaba.
—¿Papá llamó?
—Sí. Supongo que tuve que hacerme famosa para conseguir una llamada de
teléfono. —Él envolvió un brazo alrededor de mi cintura para mantenerme
167
derecha—. No debería haberte dejado —susurré, acercándome más—. Eres el
mejor.
—¿Qué le ha pasado?
Mi cabeza se levantó ante el sonido de la voz de Logan.
—Ah, ¡hola! Fantástica fiesta. Creo que el mundo está dando vueltas ahora. —
Vagamente me di cuenta de Spencer y Chelsea justo a su lado—. Hey,
compañero. Sal, chorro, limón —repetí—. ¡Aún lo tengo!
Logan se giró hacia Spencer.
—¿Cuántos tragos se ha tomado?
—Unos dos y medio cuando yo me fui. Iba a interrumpirla, Logan. ¡Lo juro!
Logan levantó mi cara de modo que podía mirarlo a los ojos.
—De acuerdo, Mack. ¿Bebiste después de que Spencer se fue?
—Claro —dije claramente, consiguiendo coger un segundo aire. Quizá porque
el roce de sus dedos en mi cara hizo que me sintiera como si acabara de beber
otro trago—. Con Kevin y Annie.
—¡Mierda! —Fue la forma de Dylan de resumir la situación. Le di un codazo.
—¡Cuida tu lengua! —dije con la mejor imitación de mi madre.
—De acuerdo, tenemos que mantenerla de pie. ¿Cómo iban a llegar a casa?
—Corey iba a recogernos más tarde —le dijo Melanie nerviosamente—.
Después de su cita. Pero no creo que vaya a mantenerse parada hasta
entonces.
Logan asintió.
—De acuerdo. ¿Están los dos sobrios? —Él espero a la afirmación de Dylan
antes de continuar—. Bien. Entonces pueden quedarse aquí y ocupar mi
puesto mientras la llevo a casa.
—Claro que lo harás —gruñó Chelsea—. ¡Eres tan idiota! —Entonces se marchó
dando una vuelta.
168
—Oh, oh. Problemas en el paraíso. —Miré a Spencer, que me estaba mirando
con una mezcla de preocupación y culpa—. Es verdaderamente el paraíso. Tu
casa es ridícula. ¡Incluso tiene una fuente! —Empujé a Dylan—. ¿Has visto la
fuente? Quizá deberíamos ir todos a ver la fuente.
Pero nadie parecía estar escuchándome. Logan estaba sacando las llaves del
coche de su chaqueta y dándoselas a Dylan.
—No las des a menos que estés seguro. Hay más en el armario de la barra. ¿Lo
tienes?
—Lo tengo.
—Bueno. Spencer, tú eres oficialmente un conductor designado. Encuentra un
remplazo para mí rápido. Llevémosla al coche.
Pero antes de que Logan pudiera envolver mi brazo libre sobre su hombro,
Dylan dijo en una voz que era bastante seria:
—Amigo, es mi hermana. Hazle daño y yo te lo haré a ti. ¿Queda claro?
Fue dulce de su parte advertir a un chico del instituto que lo podía poner verde.
Entonces de nuevo, Dylan empezaría un infierno de pelea.
—Queda claro.
—¡Hey! —protesté mientras Logan me agarraba—. ¡Estoy justo aquí! Estoy bien.
Fue increíble por tu parte, Dylan, pero puedo cuidar de mí misma. —Cerré mis
manos en puños—. ¡Mira!
—Sí, eres una fiera.
Me giré hacia Melanie.
—Sabes lo que quiero decir, ¿no? Están actuando como si fuera una damisela
en apuros, y ¡no lo soy!
Admito que esa parte sonó un poco llorona.
—No, tú eres solo una damisela. —Ella abrió la puerta del pasajero del coche
de Logan.
—Vaya, eso fue rápido. —Me vino a la mente entonces que estaba dejando la
fiesta—. ¡Espera! Sólo dame un segundo, no puedo dejar escapar esto.
169
Melanie. No era mi intención que esto pasara. ¡Lo siento mucho por haber
arruinado nuestra primera fiesta de pijama!
Ella retiró mi pelo.
—Está bien, Mackenzie. Solo recupérate, ¿sí?
Y con eso, mi cinturón de seguridad estuvo en su lugar y yo me alejaba de mi
primera fiesta del instituto oliendo como el suelo de un bar y sintiéndome
peor… con Logan.
Sí, no vi venir eso.
170
Capítulo 29 Traducido por LizC
Corregido por Haushiinka
ios, soy estúpida —le dije a Logan a medida que me balanceaba en el
asiento. El mundo no quería dejar de girar.
—No, no lo eres. —Logan tamborileó sus dedos sobre el volante—. Por lo
general.
—Te equivocas. Soy estúpida. Soy realmente estúpida. Sólo soy buena en
ocultarlo. —Estiré mi cabeza para mirarlo—. ¿Sabías eso?
—Nop. Debes haberme engañado.
Me senté más erguida.
—¿En serio? ¿Lo hice? Porque eres... —Lo consideré por un momento—. Brusco.
Tienes esa mirada cuando me miras realmente duro. —Imité su expresión—. ¡Es
como si tuvieras ojos de rayos X!
—Ojos de Rayos X —repitió, y me pareció oír diversión en su voz.
—¡Sí! Es como si supieras lo que todos están pensando. Aunque puedes ser
bastante tonto también, sin ánimo de ofender.
Apreté mi nariz contra la ventana y disfruté de la frescura.
—¿Cuándo dejará de girar el mundo?
—Pronto. Así que, ¿puedo ser tonto?
—Oh, sí. Pero sólo con las chicas, creo. Si no eres muy inteligente. Dios, yo soy
tonta.
—Ya has mencionado eso.
D
171
—Está bien. No quiero ser repetitiva. ¿Por qué bebí tanto? Eso no fue inteligente.
—Luché contra mi cinturón de seguridad para hacerle frente—. Y siempre soy
muy responsable. Mackenzie Wellesley nunca hace cosas como estas. Ella sabe
que no debe tomar chupitos de tequila en una fiesta. Mala decisión.
—No te reprendas, Mack. Entonces, ¿qué quieres decir con que soy tonto con
las chicas?
—Bueno, en primer lugar, te gusta Chelsea Halloway. Eso es muy tonto.
—Lo hago. —No podía decir si él lo decía como una pregunta o una
afirmación.
—O eso, o te gustan sus tetas. —Me reí—. Tal vez debería callarme ahora.
—Oh, no, por favor. Ilumíname.
—Bueno, algún día ustedes van a tener bebés Notables. Probablemente
tendrán superiores sistemas inmunológicos, por lo que es una ventaja. —Pude
sentir la intensidad de su mirada—. Por supuesto, los niños podrían llegar a ser
calculadores, despiadados, y crueles... así que eso es. —Me recosté en el
asiento cuando el mundo se inclinó de nuevo—. Calculadores, despiadados y
crueles —repetí—. Bueno, todavía puedo apreciar una buena aliteración. Eso
me hace inteligente, ¿no?
—Así es.
—Sólo tengo que trabajar en mis habilidades sociales. Aunque pareció que le
gusté a las personas esta noche. —Tiré de su manga, disfrutando de la
sensación del algodón llano entre mis dedos—. ¿Viste eso?
—Sí. —Sus dedos se tensaron sobre el volante—. Me di cuenta.
Me incliné hacia él para susurrarle confidencialmente:
—Creo que es el vestido. —Él sólo me estudió por un segundo mientras se
paraba en un semáforo en rojo, pero fue el tiempo suficiente para hacer latir mi
pulso más rápido.
—Es un infierno de vestido, Mack.
172
—Gracias. Mi sujetador es también lindo. ¿Ves? —Tiré mi correa en alto para
que un pequeño rincón de mi sujetador fuera visible. Pensé que el coche se
sacudió, pero eso podría haber sido yo.
—¡Jesús! ¡No hagas eso!
Luché por mantener los ojos abiertos.
—Bueno, esto es una pesadilla.
—No me digas.
—No puedo creer que estoy borracha... en tu coche. Mañana Mackenzie se va
a sentir realmente estúpida. —Mi estómago se quejó ruidosamente—. Se
supone que no debes beber con el estómago vacío, ¿verdad? Supongo que
eso es también una pesadilla.
—Por supuesto que no comiste nada primero. Perfecto. —Él corrió una mano
por su cabello frustrado—. Demonios, vas a mi casa, Mack.
—¿Disculpa? —dije con indignación hipócrita—. ¡No puedes hacer eso!
—¿Ah, sí? ¿Por qué es eso, Mack?
—¡Debido a Chelsea!
—¿Y qué tiene Chelsea que ver con esto? —preguntó.
Por el momento, no estaba del todo segura.
—Ella, uh... ¿lo va a averiguar? Y...
Yo no tenía nada más después de eso.
—Está bien —dije—. Hasta que el mundo deje de girar. Se detendrá, ¿verdad?
Porque ya no me gusta esto.
—Vas a estar bien. Simplemente no querrás alcohol por un tiempo.
Traté de acurrucarme contra la puerta del coche.
—¡Pero el calor era agradable! Casi compensó a Patrick diciendo que soy una
“McZorra Promiscua”. —Suspiré—. Qué modales.
—¿Por qué dijo eso?
173
¿Era sólo mi imaginación o había un hilo de ira en su voz?
—Bueno, primero me dijo que estaba enamorado de mí.
—Bueno, eso tiene sentido, entonces.
Me reí en voz baja y cerré los ojos. El mundo seguía balanceándose.
—Él piensa que yo dije que no gracias a ti... y Spencer.
—¿Qué pasa con nosotros?
Traté de sonreír, pero mi rostro no parecía estar cooperando.
—Incluso yo entiendo esa parte. Escalando la escalera social. Ustedes son
ardientes chicos ricos Notables. Tal vez si yo estuviera en la escena popular, no
sonaría tan loco. —Bostecé—. No le dije que fue un primer strike.
—Mantente despierta, Mack. Ya casi llegamos. ¿Es un strike contra mí o Patrick?
—Contra ti, por supuesto. Primer strike: eres un Notable. Segundo strike: Chelsea.
Y el tercer strike: puedes ser bueno. —Logan se detuvo en su camino de
entrada.
—Espera un segundo. Fui eliminado porque soy demasiado bueno. ¿Qué clase
de mierda es esa razón? —Traté de pensar en ello, pero mi cerebro estaba muy
brumoso.
—Bueno, eres un Notable y nunca eres torpe y nunca quedas mal. Nunca. No
es justo. Además, incluso sin Chelsea y bebés Notables, todos se preguntarían:
“¿Qué está haciendo con ella?” Y entonces tú dirías: “Hmm, buena pregunta”,
y me botarías. Eso no estaría bien.
—Así que no te gusta que yo sea popular y que puedo caminar sin tropezar —
dijo lentamente para transmitir mi estupidez—. ¿Nunca se te ocurrió que no
podría hacer eso de botar a alguien?
—No —dije honestamente—. Te gusta Chelsea. ¿Quieres escuchar algo loco?
—Seguro.
—Quiero odiarla. Realmente tengo muchas ganas de odiarla porque ella me
hace sentir tan patética. Pero tiene razón: soy patética. —Arrojo mis manos al
aire con disgusto—. ¿Sabes lo patética que era antes de YouTube? No podía
174
decir que no a nadie. “Hola, Mackenzie, ¿puedes mirar por encima de este
ensayo?” “Claro, no hay problema.” “¡Genial! Vamos a fingir que no existes a
partir de... ahora”. —Suspiré—. Estuve enamorada de Patrick durante cuatro
años. CUATRO AÑOS. Y me llevó hasta ahora darme cuenta que el chico que
me gusta no existe. —Busqué mi cinturón de seguridad a tientas—. No me siento
muy bien.
Logan me bajó de su coche y me puso frente a los arbustos en un tiempo
récord, que es donde mi cuerpo trató de deshacerse de toda la sal, tequila y
limón.
—Lo siento —dije antes de que una nueva oleada de náusea me doblara otra
vez. Todavía me sentía separada de mi cuerpo, como si fuera otra chica
derramando sus tripas. Alguien más arrojando su mala decisión en los arbustos,
alguna chica menos inteligente.
—Está bien, Mack. —Él sostuvo mi cabello hacia atrás—. Vas a estar bien. —Mis
piernas se tambaleaban por el cansancio, y lo único que quería era dormir
hasta que el mundo se enderezara de nuevo.
—Eres muy bueno.
—Sí —dijo Logan—. Ya mencionaste eso.
—Todavía no me siento bien. —Descansé mi cabeza contra su chaqueta y traté
de absorber el calor.
—Sólo tenemos que conseguir hidratarte. Conseguir meterte algunos
electrolitos. —Medio me cargó hasta la puerta—. Un poco de Gatorade,
agua... tal vez algo de comida. Vas a estar bien. Sólo no hagas ruido, mis
padres están durmiendo. —Él abrió la puerta mientras me apoyaba contra su
casa. Luego me llevó a la cocina que se había vuelto tan calurosamente
familiar. Me senté en uno de los taburetes en el mostrador y lo vi llenar un vaso
de agua. Me lo entregó antes de abrir el refrigerador para examinar su
contenido.
Tomé un sorbo.
—¿Por qué sales con ella?
—Por algunas razones. Bebe.
175
—Más allá de su aspecto —añadí antes de que obedientemente me
concentrara en el agua.
—Vamos a guardar esta conversación para otro momento. —Encontró el
Gatorade, destapó una botella y me la entregó—. Termina el agua y después
bebe esto.
—No —dije con fuerza—. Mañana me voy a sentir culpable por fisgonear. Dime
ahora. —Miré con recelo el Gatorade—. Si quieres que beba líquido azul, me lo
debes.
Él se echó a reír.
—Te lo debo. Así es. —Sin embargo, se sentó a mi lado—. Está bien. Bueno,
conocí a Chelsea mi primer día de escuela intermedia. Se acercó hasta mí y se
presentó. En un segundo estaba memorizando mi combinación del armario y al
siguiente esta chica hermosa estaba hablando conmigo. Bebe. —Tomé otro
trago—. Chelsea va siempre por lo que quiere, y ella no es estúpida. Puede que
no sea una estudiante de mérito, pero sabe cómo hacer que una situación
funcione a su favor. Bebe el Gatorade. —Se levantó para volver a llenar mi
vaso de agua mientras yo bebía provisionalmente el líquido azul brillante
delante de mí. No me sentía mejor, pero no lo mencioné.
—Así que, ¿por qué ustedes dos rompieron? Suena como si tuvieran algo. —
Presioné mi frente contra la fría superficie de granito de la encimera.
—No había suficiente terreno común, supongo. Chelsea le gusta estar en el
centro de todo. Así que empezamos a ir a fiestas juntos, y al principio ella
estaba bien con que yo estuviera de guardia ante los borrachos y ayudando al
conductor designado. Luego se cansó de que pasara todo mi tiempo con
personas que estaban vomitando. No la culpo. Ella estaba aburrida, molesta, y
sola, y yo no sabía cómo arreglar nada de eso. Así que cuando conoció a Jake
ella rápidamente rompió conmigo. —Pareció contemplativo por un segundo—.
Parecían estar muy bien juntos, así que me sorprendió que no trataran de hacer
todo lo de la larga distancia. Por otra parte, a Chelsea le gusta tener opciones.
—¿Fue una mala ruptura?
—Podría haber sido peor. Por supuesto, podría haber sido mucho mejor
también. No es exactamente divertido escuchar que tu novia ha estado viendo
a alguien más, al día siguiente del baile de séptimo grado. —Él se encogió de
176
hombros y colocó el vaso relleno de agua detrás del Gatorade—. Cuanto más
bebas ahora, mejor te sentirás mañana.
—Está bien. El mundo sigue girando. —Cerré los ojos con fuerza antes de que
los abriera de nuevo—. No sé por qué me estás diciendo todo esto.
—Tú preguntaste... y ahora tengo que hacerte preguntas.
Hice un gesto expansivo que casi derribó mi agua.
—Soy un libro abierto.
—Soy disléxico.
Me eché a reír.
—Pregúntame, entonces.
—¿Por qué le has dicho realmente que no a Patrick esta noche?
—Un montón de razones.
—Tales como...
—Yo seguía escribiendo sus líneas.
Logan me dio una mirada de exasperación.
—¿Qué significa eso?
—En mi cabeza. Seguía surgiendo con todas estas cosas para que él haga,
diga o piense. Fue como... fue como si pudiera creer lo suficiente que él sería lo
que yo estaba buscando. Y yo, bueno, quiero... —me interrumpí cuando mi
cabeza se puso difusa.
—Sí... —solicitó.
—Más —decidí—. ¡No quiero escribir sus líneas! Quiero que me sorprendan y
desafíen y... empujen a ser algo más que Mackenzie Wellesley, Reina de lo
Torpe. Y no quiero ser una marcadora de posición. Patrick me habría botado
tan pronto la popularidad se desvaneciera. No quería verlo, pero no por ello es
menos cierto. No es que esperara un “para siempre”, estamos en la escuela
secundaria, pero cuando me dijo que me amaba, pude ver el final como si
estuviera en alta definición. Estaría en el piso de la cafetería, justo como
177
cuando Alex Thompson me empujó, y Patrick se pararía por encima de mí y
diría: “Hemos terminado, Mackenzie”. Entonces, mientras yo tartamudeaba, él
remataría con algo así como: “Si te creíste ese montón de mierda, no debes ser
tan inteligente como cree la gente”. —Tomé otro trago—. Lo siento, ¿cuál era
la pregunta?
—Acabas de responder.
—Bien. Eso es bueno. —Sentí que se me revolvía el estómago—. Creo que voy a
vomitar otra vez.
Logan me llevó al baño. No paraba de decir cosas como: “Vas a estar bien”, a
medida que todo el Gatorade volvía azul el baño. Y cuando me hundí en la
pared entre el inodoro y el lavabo, fue a buscar el agua de la cocina.
—Tienes que mantenerte hidratada —dijo cuando yo sólo lo utilicé para
enjuagar mi boca antes de escupirla—. Vas a tener una terrible resaca
mañana.
Me encogí de hombros.
—Valió la pena.
—Lo dudo.
—No, de verdad —insistí—. Pensé que iba a oler mal y tendría peor sabor. —
Arrugué la nariz—. Todavía no me gusta la forma en que huele... pero el calor
es muy agradable. Y ahora sé cómo es. —Mi voz se convirtió en un susurro
confidencial—. Eso es siempre lo peor: el no saber. Porque entonces estás
atascado con un centenar de preguntas que nadie puede responder.
—Bueno, mañana lo sabrás todo acerca de resacas.
No pude evitar sonreír.
—Eres gracioso.
—Eres un desastre. —Él me arrastró a mis pies—. Y tengo que usar tu teléfono
celular.
—¿Por qué necesitas eso? ¡Espera! ¿Debería ser una borracha que hace
llamadas impertinentes? Eso es parte de la experiencia, ¿no? —Me lancé en el
178
taburete que seguía puesto en el mostrador de la cocina—. Esto es tan
emocionante. Bueno, ¿a quién llamo... o debería enviar un mensaje?
En una jugada hábil, Logan tenía mi teléfono celular.
—No vas a llamar a nadie en estos momentos. Vas a beber más Gatorade
mientras le digo a tu hermano que te vas a quedar aquí por la noche. Ahora,
bebe.
—Esto parece mucho más emocionante en las películas.
—Eso es Hollywood para ti. Hola, Dylan… no, está bien. —Me saqué los zapatos
y me reí cuando cayeron al suelo—. Todavía está borracha y vomitando, pero
va a estar bien. Voy a tener que dejarla aquí. ¿Por qué no le dices a tu mamá
que tiene una fiesta de pijamas sorpresa o algo así? —Hubo una larga pausa, y
luego—: Está bien. Sí.
—Logan —le susurré—. ¡Psst! ¡Logan!
Levantó la mirada y la irritación brilló en ella.
—¿Qué?
—Dile a Dylan que él es el mejor. ¡Dylan, eres el mejor! —grité en la dirección
general del teléfono celular.
—Ella dice que eres el mejor —repitió, probablemente sólo para hacerme
callar—. Está bien. Yo se lo diré. Sí. Gracias, amigo.
—Bueno —dije cuando él lo cerró de golpe—, ¿qué dijo?
—Que debería advertirte la próxima vez que desees destruir tu hígado. Él es un
buen chico.
—Es el mejor. —Metí el teléfono en la parte posterior de mi estuche—. Yo…
guau, mareada. —Relajé mi cabeza en su hombro—. ¿Puedo dormir ahora?
Logan movió mi brazo para que así descansara su hombro y me sostuvo
firmemente alrededor de la cintura. Cualquiera diría que dado que estaba
borracha, había acabado de vomitar, y estaba loca privada del sueño, no
habría sentido nada ante el toque. Pero lo hice. Yo simplemente no tenía la
energía para descifrar qué es exactamente lo que estaba sintiendo.
Logan tomó un cuenco de ensalada antes de que me sacara de la cocina.
179
—¿A dónde vamos? —murmuré cerca del hueco de su cuello—. No quiero
moverme más. Sólo quiero dormir.
—Es por eso que vamos a la cama.
Creo que en ese momento estaba tan agotada que podría haber dicho: “Es
por eso que tengo la intención de violarte hasta mañana”, y no habría ni
parpadeado. El alcohol y yo... no éramos una buena combinación.
180
Capítulo 30 Traducido pornorita_30
Corregido por Laurence15
ogan Beckett no intentó tomar ventaja de mí. Me prestó un par de
pantalones y una camiseta y salió de su habitación hasta que terminé de
cambiarme. Incluso salió de nuevo cuando me di cuenta que mi camisa
para dormir estaba al revés. Aunque tal vez no debió haber hecho eso, ya que
tomé ventaja de su ausencia. Subí a su cama y estuve a punto de caer en un
estado de coma cuando golpeó la puerta para checar mi progreso.
—Pasa —balbuceé—. Oh, hola, tienes una cama muy linda. Me gusta.
—Me alegro que la apruebes. Ahora sal que te mostraré la habitación de
huéspedes.
Tomé la almohada fuertemente.
—De ninguna manera.
Suspiró y colocó el platón junto a la cama.
—Bien, si te sientes mareada, usa esto. —Merodeó por toda la habitación hasta
que encontró una botella de agua y la dejó junto al tazón—. Tal vez deberías
beber esto, te veré en la mañana.
—¿Qué? —demandé—. ¿A dónde vas?
—A la habitación de huéspedes.
—Pero —articulé—, no puedes hacer eso. Tienes que quedarte y asegurarte de
que no muera.
—De verdad dudo que eso vaya a pasar.
—Se siente como si pudiera pasar. —Lo hacía, se sentía como si algo horrible
como malaria o algo despreciable pudiera pasarme. Di una palmada en la
L
181
cama junto a mí, y él vaciló antes de sentarse—. Será como una pijamada con
Corey.
—Sí, sólo que no soy gay.
—Pero mira, está bien porque no me gustas de esa manera. Y además no vas a
besarme. Probablemente podrías. Incluso sería agradable. Pero no lo harás. —
Lo jalé, así quedó recostado en la orilla de las sábanas. Él se acercómás
haciendo que besarse fuera una posibilidad—. Dime un secreto.
—¿Alguna vez te callas y duermes?
—Nop. Y soy una mandona. Dime un secreto.
—¿Además de la dislexia?
Me burlé contra mi almohada.
—Apuesto que un montón de gente sabe sobre eso.
—Perderías esa apuesta. No hago publicidad de mi “diferencia de
aprendizaje”.
Lo empujé con mi hombro.
—Aún no cuenta, dime un secreto.
Comenzó a reír y de repente se puso serio.
—Yo... —Hizo una pausa—. No te entiendo del todo.
—Eso tampoco cuenta.
—Ok. Ese día en Starbucks cuando miraste a Patrick como, no sé, como si
hubiera hecho un truco con un sombrero…
—¿Un qué? —interrumpí.
—Tres goles en un partido. Como sea, no me gustó.
—¿Por qué tú querías usar el truco del sombrero?
Logan sonrió y quería hacer a un lado su flequillo para poder ver si sus ojos eran
más azules o grises. Claro que para hacer eso primero tenía que dejar de ver
doble.
182
—No precisamente. —No había humor en su voz cuando se acercó más y
murmuró—: Ni siquiera es un secreto. Eres la única que no se ha dado cuenta.
Debí haberme desmayado. La siguiente vez que abrí los ojos estaba sola y
confundida. Despertar en la cama de un extraño y usar ropa de alguien más
no era un hábito que acostumbrara hacer. Me senté lentamente. Mi cabeza
estaba latiendo con fuerza mientras miraba adormilada alrededor de la
habitación que había estado demasiado exhausta para recordar la noche
anterior.
Estaba limpio. No había enormes pilas de ropa sucia en el suelo como en la
habitación de Dylan. Y no había posters sexys de Megan Fox en la puerta
tampoco. En su lugar había en una pared un enorme mapa del mundo con
alfileres rojos y amarillos clavados como las espinas de un puerco espín. Posters
de inmensas olas tomadas desde en medio alineadas en la pared. Había una
tabla de dardos con un montón de agujeros alrededor donde alguien tenía
seriamente problemas de puntería. Tenía un pequeño tanque de peces en su
escritorio donde un pez ángel apareció felizmente. Al menos parecía muy feliz
para mí. Claramente mi cabeza nadaba más que el pez.
Me puse de pie para conseguir una vista más cerca de los dibujos que estaban
sostenidos con tachuelas sobre su escritorio. Mis pies cantaron con dolor y por
poco caigo. Dejé salir un gemido bajo y tomé mi cabeza entre las manos. Oh sí,
estaba comenzando a arrepentirme de esos zapatos de tacón. Estúpida
cultura patriarcal con sus estúpidas ideas de belleza, tonta yo por dejarme
llevar por eso.
El recuerdo de mis talones trajo una serie de recuerdos. Yo caminando junto a
Melanie y Dylan. Saliendo con Spencer. Oficialmente matando la única
oportunidad de tener como novio a Patrick en la secundaria. Viendo a Logan y
Chelsea besándose en el mirador.
Me sentía mareada y culpé a mi resaca. ¿Cómo pude ser tan tonta? ¿Quién
decía: “Lo siento, estás equivocado” cuando un chico pone todo en juego? No
es de extrañar que Patrick después haya sido un idiota. Si él hubiera estado
realmente enamorado de mí, lo habría aplastado como un cacharro en un lote
de coches usados sin cuidado alguno.
Pero mis diapositivas mentales aún no terminaban, me froté la cabeza y
murmuré con disgusto:
183
—Sal, chupito, limón.
Vagamente recordé que bailé con Kevin y… ¿Amy? Debí haber estado
seriamente ebria.
Elegante.
Mi primer fiesta y necesito que mi hermano menor me ayude hasta a limpiarme.
Un pequeño hecho que Dylan probablemente me recuerde por el resto de mi
vida, particularmente cuando necesite un favor.
Me obligué a ponerme de pie y caminar hacia el pez mientras la noche se
volvía seriamente un revoltijo. Algo de Chelsea… y un coche conducido por
Logan. ¿Vomité? Estoy segura de que así fue, pero la gran pregunta era:
¿Dónde fue? ¿Vomité en el auto? Froté mis ojos y seguí caminando hacia el
escritorio. Había una tira de corcho en la pared y todas imágenes parecían una
obra de arte para mí. Me incliné más para conseguir una mejor vista. Era una
serie de dibujos que lucían como una detallada tira de comics. En el primero de
todos estaba una chica de aspecto tonto (¿Yo?) sentada en una mesa y
declarando: “¡Es tiempo de una revolución! Tengo el derecho de ser vista”.
Lo que era bastante agradable, en realidad.
Sólo que en el siguiente panel Chelsea me estaba lanzando una mirada de
disgusto y pensaba: “Te veo. ¿Has escuchado hablar del maquillaje?”
No es tan genial.
Miré había abajo hacia el pantalón y la playera en las que estaba envuelta y
comencé a entrar en pánico. ¿Exactamente cómo es que estoy usando esto
en particular? Me vino el pensamiento de que tuve que ponérmelo yo misma.
Froté mis ojos de nuevo y deseé con devoción que así fuera como las cosas
hubieran sido.
—Así que… conociste a Dog.
El latido de mi corazón se aceleró junto al latido de mi cabeza. Me giré para
enfrentar a Logan que se encontraba apoyado contra el marco de la puerta,
como si las chicas se despertaran en su habitación todo el tiempo.
—¿Qu...qué? —balbuceé.
—Mi pez.
184
—¿Has nombrado a tu pez Dog? —Masajeé mis sienes—. ¿Sigo ebria?
Él sonrió.
—Dog es en hebreo para pez, y ya que soy alérgico —se encogió de
hombros—, es lo más cercano que estaré de tener un perro.
Asentí y después deseé no haberlo hecho. Mi cabeza se sentía como si se fuera
a abrir en cualquier momento.
—¿Cómo te estás sintiendo? —Logan sonrió mientras yo le veía con evidente
incomodidad.
—Simplemente genial.
—Vamos a conseguirte el desayuno y un Advil—dijo empujándome hacia la
cocina.
Mi estómago se retorció ante el pensamiento de comida.
—¿Tal vez dos Advil y nada de comida?
—¿No fue hace una semana cuando declaraste en esta misma habitación que
conocías tus límites?
—Logan —gemí—, ¿puedes hacerme un favor? Cállate.
Una risa detrás de nosotros me hizo dar vuelta. Sus padres entraron
silenciosamente a la cocina y escucharon cada palabra.
—Lo…lo siento —me disculpé rápidamente. ¿Por qué? No lo sabía
exactamente. Tal vez por decirle a su hijo que se callara, o por estar de pie en
su cocina con resaca. Por vomitar en su baño o por pasar la noche en la
habitación de su hijo… Tal vez por todo.
—Oh, le decimos que se calle todo el tiempo —dijo su mamá, girándose hacia
mí—. ¿Te sientes bien, Mackenzie?
—Claro, estaré bien. —Mi cabeza quería abrirse en una grieta ancha.
El papá de Logan sirvió un enorme vaso de jugo de naranja y me lo pasó.
—¿Por qué no te sientas y dejas que te arreglemos con la cura de la resaca de
la familia Beckett? —Me guiñó el ojo—. Está aprobada medicamente.
185
Me hundí en uno de los taburetes del mostrador e intenté no estar celosa de
Logan por tener dos padres asombrosos. El trabajo en equipo entre los dos era
evidente. Se movían alrededor de la cocina cortando pimientos y rallando
queso sin tener que meterse uno en el camino del otro. Me pregunté si mis
padres alguna vez hicieron eso cuando estaban juntos… Si mi padre se rió y le
dijo a mamá que dejara de ser una cocinera tan subordinada. Tal vez era
mejor no pensar en eso.
Tomé un sorbo de jugo de naranja, agradecí a Logan por el Advil, y lo lancé
hacia atrás mientras el omelette se cocía y deslizaba una rebanada de pan en
la tostadora.
—¿Necesitan ayuda con algo? —pregunté.
—No, creo que ya lo tenemos ¿Por qué no nos cuentan de la fiesta de
anoche?
—Uhm, bueno creo que fue una buena. —Usé mi jugo como una excusa para
detenerme y reordenar mis pensamientos—. En realidad, no tengo punto de
comparación. —Me froté la frente molesta conmigo—. No puedo creer que
esto pasara y lo siento mucho. Emborracharse en las fiestas… ésa no soy yo.
—Bueno —dijo el papá de Logan—. ¿Vas a fiestas?
—No —respondió Logan por mí.
Lo miré y después suspiré.
—En realidad no.
—Entonces creo que la experiencia tenía que suceder.
Lo miré.
—¡Pero no debió suceder! Se supone que tenía que entender que es un cliché
de alguien mayor y despertar en mi propia cama. No esto. —Hice un gesto
amplio.
La Sra. Beckett rió.
—Suena como si tuvieras algo más de lo que esperabas. —Se giró hacia su hijo.
—Le hiciste tomar agua, ¿verdad?
186
Él le dio una mirada que probablemente había perfeccionado a lo largo de su
vida para responder lo obvio.
—Por supuesto.
—Bueno, entonces, come esto y estarás sintiéndote como nueva.
—Gracias. —Los abarqué a todos con mi sonrisa—. De verdad aprecio esto.
—No es problema. —El Sr. Beckett tomó de nuevo el salero y pimentero—.
Logan, ¿por qué no consigues papel? —No era una pregunta, todos nosotros
sabemos lo que esa orden significa: quieren decir algo… en privado.
Antes de que me diera cuenta, Logan estaba fuera de la habitación y la Sra.
Beckett dijo:
—Sabes Mackenzie, hemos querido hablar contigo desde hace unos días.
Asentí. ¿Qué más podía hacer?
—Sabemos que tu vida se ha vuelto un poco… complicada últimamente,
cuando vimos ese video en YouTube, bueno. —Su sonrisa se ensanchó—.
Pensamos que era bastante divertido, obviamente estamos encantados de
enseñarte RCP17 para eso. —El Sr. Beckett le dio un codazo y volvió al tema—.
Pero nunca esperamos que las cosas se volvieran locas para ti.
—Tampoco lo esperaba —les dije con honestidad.
—Queremos que sepas que entendemos si ser tutora es mucho para ti ahora,
cuidarte a ti misma necesita ser tu prioridad.
Intenté procesar todo lo que ella decía.
—¿Así... que... significa que estoy despedida?
Mi corazón se despedazó ante la idea y mordí mi pan para que no vieran lo
desesperada que estaba por mantener mi trabajo. Ni siquiera había tenido la
oportunidad de intentar alguna de mis nuevas ideas sobre Logan, no habíamos
visto películas de historia, ni reírnos de las ridículas películas empolvadas o…
nada eso. Y es inquietante lo mucho que había esperado para poder salir con
él.
17
RCP: Respiración cardiopulmonar.
187
—No, claro que no. —Su papá me sonrió—. Pero entendemos si es mucho para
ti ahora, sabemos que Logan no es exactamente la persona más fácil de
enseñar.
—Quiere decir debido a su dislexia. —No sé por qué lo dije, tal vez porque
parecía estúpido pretender que no existe.
—Eso puede hacer las cosas más difíciles. —La Sra. Beckett sonrió—. Pero en
realidad estaba pensando más en su trabajo de ética, él tiende a dejar todo
para después, eso es por lo que estábamos sorprendidos de que sugiriera
conseguir un tutor… no es que originalmente estuviera entusiasmado con la
idea.
Volví a pensar en la manera tan enérgica en la que me contrató.
—Sé, yo diría que estaba menos que emocionado, incluso fue hostil.
—Bueno, estoy agradecido que te dijera sobre la dislexia, no es algo de lo que
le guste hablar.
Asentí y traté de digerir toda esta nueva información. Había tanto saliendo y ni
siquiera había tenido oportunidad de digerir lo que pasó anoche, parte de mí
no estaba segura de que mereciera que el Dr. Beckett estuviera siendo
agradable conmigo… no después de que regresé de una fiesta sólo para
vomitar en su baño.
Todo fue tan raro.
Antes de que pudiera decir algo, Logan regresó sosteniendo el periódico y
viéndose molesto. La fuente de su irritación se volvió instantáneamente clara
cuando golpeó el papel justo enfrente de mí. El encabezado decía:
¡Wellesley se pone salvaje!
Sólo en caso de que alguien se pregunte qué clase de salvajismo, había una
gran fotografía de mí en mi vestido con un limón en la mano riéndome con
Kevin. No me di cuenta de que hubiera alguien tomando fotos en la fiesta, pero
el punto es que en ese momento tenía tres chupitos dentro y no me importaba
mucho.
188
Después de observar la tonta sonrisa y mis ojos a la mitad que se veían
acristalados, los cuales tenían más que ver con lo cansada que estaba que
con el tequila, leí el artículo.
Con diecisiete años de edad Mackenzie Wellesley puede haber alcanzado recientemente la fama
a través de sus dos muy populares videos de YouTube, pero su fama no muestra señales de
disminuir. En su lugar ha alimentado la controversia con su reciente conducta que incluye
fiestas, bebidas y se rumora que usó drogas.
Su vida amorosa parece incluso más confusa. A pesar de los informes de que ella y Timothy
Goff están “locos el uno por el otro” y que “hablan todo el tiempo”, la señorita Wellesley asistió
a una fiesta de su secundaria en lugar de ver a su presunto novio Timothy Goff en las cercanías
de Portland. De hecho, en un alto estado de embriaguez la Srta. Wellesley dejó la fiesta con un
chico desconocido, dando a su meteórico ascenso la atención del público. Por lo que este tipo de
mal juicio nos hace preguntarnos: ¿Puede la fama volver a una chica buena en una mala?
—¡Uso de drogas! —farfullé—. ¡Nunca en mi vida he usado drogas! —Extendí un
brazo hacia los padres de Logan.
—¡Lo juro! Puedes hacerme una prueba y saldrá limpia.
La mamá de Logan puso gentilmente su mano sobre la mía.
—No lo dudamos.
—No lo sé —dijo su papá bromeando—. Luce como una adicta para mí.
Me giré hacia Logan.
—Tienes el sentido de humor de tu papá.
—Ouch.
—Tengo que ir a mi casa. —Doblé el periódico encima de mi foto, así no podría
ver mi estúpido rostro—. Tengo que explicarle esto a mamá.
—Claro —concordó inmediatamente la Sra. Beckett—. Logan puede llevarte
de regreso.
—Genial. —Me giré hacia él—. Uhmm, ¿puedo tomar prestada tu ropa?
Preferiría no usar el vestido.
—No hay problema —dijo mientras caminábamos hacia el auto.
Pero estaba equivocado, estaba por haber algunos.
189
Capítulo 31 Traducido por norita_30
Corregido por Laurence15
inco minutos después de que Logan y yo estuviéramos solos en su auto,
tuve un borroso flashback.
—Detente —ordené cuando llegamos a la escuela primaria, me sentí
aliviada de que obedeció sin decir ni una sola palabra—. Tengo… tengo que
disculparme. Ésta es una disculpa general por anoche. No estoy
completamente segura de lo que dije o hice, pero sé que vomité, que fue
generalmente molesto. Y realmente no necesitabas a una chica ebria
arruinándote la noche del viernes. Así que gracias por aguantarme. Ahora si de
alguna manera pudieras olvidarte de todo, sería genial.
—No lo sé… tu striptease fue algo para recordar.
Me atraganté.
—¿¡Mi qué?!
—Broma.
—No es divertido, no es nada divertido.
—Mira, nada pasó. —Desabrochó su cinturón de seguridad y se acomodó para
mirarme directo a los ojos—. Te desinhibiste por una noche. Si alguna vez
quieres volver a hacerlo, deberías tener un conductor designado.
—Lo sé —gemí—. Y no debí haber ido a casa contigo. Eso fue estúpido. La
mayoría de las víctimas de violación conocen a sus agresores. Además dada la
cantidad de alcohol que consumí, dudo que hubiera podido manejar una
defensa decente. Soy afortunada de que anoche no fuera peor.
C
190
Mi entendimiento envió una lanza fría por mi columna. Cuando tomé mi primer
chupito anoche sólo estaba pensando: Patrick me odia y mi vida apesta. ¿Qué
tengo que perder?
La respuesta a eso es: Mucho.
—Espera un minuto, no fue estúpido que entraras en el auto. Estabas ebria y
necesitabas que alguien se asegurara de que bebieras agua y no te ahogaras
con tu propio vómito. —Hice una mueca visual—. Así que un amigo te ayudó a
salir.
—¿Eso es lo que eres? —pregunté en voz alta—. Un amigo.
—Seguro. Hablamos, nos colgamos y tenemos amigos en común. Sé que eres
buena para prestar y te ayudé a salir de un apuro. Al menos para mí parece
que somos amigos.
Estaba a punto de darle la razón. En serio, estuve muy cerca de decirlo.
—Bueno, mira eso, tengo un amigo Notable. —Pero, oh no… Tenía que
arruinarlo todo—. Así que… ¿de qué apuro me ayudaste a salir?
Logan de inmediato se quedó en silencio, lo que sólo me hizo ponerme más
curiosa.
—Vamos Logan —lo sonsaqué.
—No fue gran cosa —dijo finalmente—. Spencer y yo tuvimos una pequeña
plática con Alex después de que él te empujó en la cafetería, así que le
hicimos entender que tenía que dejarte en paz. Problema resuelto.
Lo miré fijamente.
—¡¿Estás loco?! ¡Problema NO resuelto! Yo lo afronté... YO le dije que me dejara
en paz. No te necesito para advertir a la gente de mí. ¿Piensas que porque eres
el capitán del equipo de hockey tienes el derecho de interferir?
—No, estaba obligado a interferir. Él te tiro al piso, Mack, y amenazó con
volverlo a hacer. Necesitabas ayuda.
—Sé exactamente lo que hizo. —Mi voz era fría—. Como dije, me encargué.
Puedo cuidarme a mí misma y deberías haber preguntado antes de que tú y tu
amigo decidieran jugar al caballero blanco con mi vida.
191
Su mirada se volvió fría.
—No fue así.
—¡Claro que así fue! ¿Qué esperabas que dijera? ¡Gracias Logan por ser mi
protector! —me burlé—. Me las he arreglado simplemente bien sin chicos
defendiéndome del grande y malvado mundo.
—Estás confundiéndome con tu padre, Mack. Eso es tonto. Deja de ser
patética y supéralo.
Balbuceé:
—Mi padre no tiene nada que ver con esto. Se trata de líneas, límites y espacio
personal.
Logan soltó un bufido.
—Cierto. Así que cuando comenzaste a husmear con mi dislexia y comenzaste
a preguntarme sobre Chelsea, sólo estabas interesada en los límites.
—¡Estaba ebria!
—Durante la semana pasada, no lo estabas. No cuando terminaste tu primera
misión de hacerme entender.
Y ahí fue cuando me golpeó… la epifanía de verdad no pudo haber llegado
en un peor momento: Estaba masivamente enamorada de Logan Beckett.
Él estaba en lo cierto. Desde que fuimos a patinar sobre hielo había estado
tratando de entenderlo. No porque quisiera husmear en su vida personal, sólo
pensaba que era interesante. Después comenzó a llamarme Mack y me gustó.
Eso debió ayudarme a darme cuenta al momento porque odio que me llamen
Mack… o al menos lo odiaba hasta que comenzó a hacerlo. Tal vez le gustaba
un poco antes de eso. Tal vez comenzó en Starbucks cuando dijo que le
gustaba mi trivialidad.
Debo ser la adolescente más lenta del planeta.
Podrías pensar que este descubrimiento podría significar algo, ¿cierto? En lugar
de discutir por algo tan pequeño e insignificante como es advertir a Alex
Thompson, debí decir algo como: “Mira, Logan, es sólo que me siento
terriblemente estúpida e insegura. Lo siento. Seré normal por sólo un momento.
192
¿Crees que sea posible que desees salir en una cita conmigo cuando no tenga
esta resaca del infierno?”
Eso es exactamente lo que debí haber dicho.
Pero claro que no lo hice.
Me gustaría señalar que mi entendimiento tuvo de manera espectacularmente
un ritmo pobre y además era completamente inoportuno. Me lo he dicho a mí
misma incluso antes de nuestra primera sesión de tutorías, que esto no pasaría.
No podía ser como cualquier otra chica en la secundaria Smith y enamorarme
de Logan Beckett. Tenía un millón de razones para eso también… no sólo las
tres que recuerdo vagamente haberle dado a Logan anoche. No funcionaría.
Lo de nosotros no funcionaría debido a que, ¿por qué un chico (un chico
Notable) quisiera tener una cita con una perdedora como yo cuando podía
estar con la súper fenomenal y maravillosa Chelsea Halloway?
Tendría que estar loco.
Así que entré en pánico. Después de la escena con Patrick anoche, creo que
merezco algo de crédito por no reventar en llanto como un niño de jardín.
Tenía un enamoramiento por Logan Beckett y por segunda vez en menos de
veinticuatro horas mi corazón volvía a ser pisoteado.
—Tal vez no deberíamos estar haciendo esto. —Me escuché a mí misma decir
las palabras y, sin embargo, no podía creer que estuvieran saliendo de mí.
Había perdido el control. Mi reflexión de respuesta o huida me golpeó y cada
célula de mi cuerpo chilló: Eres una estúpida Invisible para él, ¿recuerdas? Sal
de aquí antes de que se dé cuenta de lo patética que eres—. No quieres que
me entrometa, bien. Tiene sentido. No encajo en tu mundo de ninguna
manera. Estarás mejor con un tutor que no sea torpe y patético. Tal vez Chelsea
te pueda ayudar, ustedes dos se veían bastante cómodos anoche en el
mirador. —El recuerdo de eso hizo que mi estómago se retorciera en pequeños
nudos—. Ustedes encajarían mejor.
—Estabas espiándome. —Logan me miró con incredulidad mientras yo
desabrochaba mi cinturón de seguridad.
—¡No! —grité. Ni siquiera sé cuándo es que cambié a mi “voz alta”, pero sin
duda estaba sacándole provecho—. ¡No estaba espiándote! ¡No es mi culpa
que hayas estado haciéndolo con ella en público, sólo te aviso que si no
193
quieres que la gente te vea metiendo tu lengua en la garganta de alguien
intenta ir a algún sitio con paredes!
—Estabas espiándome —repitió como si yo no hubiera hablado en lo absoluto.
—No te hagas ilusiones. ¿O sabes qué? Adelante, estaba espiándote. Me
tienes. Estoy profunda, desesperada y apasionadamente enamorada de ti. Oh
nene, oh nene —dije lo último en un monólogo plano con alto y afilado
sarcasmo—. Sólo dime, ¿por qué clase de idiota me tomas?
La mandíbula de Logan estaba apretada.
—Porque sólo una idiota estaría con un deportista como yo.
—Sólo un idiota se dejaría a sí misma jugar con alguien que está más interesado
en la popularidad que en la gente.
No sé de dónde vino eso. Tal vez son los residuos de mi molestia con Patrick,
pero estaba demasiado loca, demasiado aterrada y muy herida como para
pensar en eso.
—Nunca he jugado contigo, Mack—dijo tranquilamente y con una rotundidad
feroz—. Tú me usaste para hacer dinero… y está bien. Querías el trabajo para
comprar tu preciosa McBook. Lo entiendo. Nadie te obligó a nada. Podrías
haber dicho que no a la tutoría y tampoco tendrías que haber cantado con
ReadySet. Además no tenías que beber chupitos de tequila en la fiesta de
anoche, o incluso aparecer. Tú eliges hacer todo lo que haces, así que no me
acuses de jugar cuando tú eres la que hace las reglas.
Cerró de golpe su cinturón de seguridad en su lugar y se retiró, vi como la
escuela primaria desaparecía mientras digería sus palabras en silencio. No tenía
idea de cómo la conversación y mi disculpa general por lo de anoche se había
jodido completamente.
—Mackenzie. —Mi voz sonó ronca cuando lo dije y me di cuenta que tenía que
salir fuera del carro y lejos de Logan y regresar a mi ropa pre-diseñada antes de
convertirme en una patética e idiota que llora. Tensé mi columna vertebral y
miré hacia adelante mientras sentía como si alguien hubiera puesto mi corazón
en una licuadora y estuviera triturándolo para hacerlo pulpa. Todo lo que tenía
era mi orgullo—. Mackenzie, no Mack.
—Claro. —Esto es todo lo que dijo—. Mackenzie, no Mack.
194
Y de alguna manera ese acuerdo se sentía como el golpe más duro de todos.
Capítulo 32 Traducido por norita_30
Corregido por Marce Doyle*
orrí escaleras arriba, abrí la puerta de mi habitación y caminé directo a
mi cama, con la esperanza de sacar la orilla de mis sábanas y ponerlas
sobre mi cabeza, como lo hice cuando el estúpido video tuvo su
primera visita en la red y todo cambió. Quería regresar al tiempo donde todo
era simple, regresar a cuando tenía un enamoramiento por Logan Beckett pero
ni siquiera lo sabía, regresar a antes de hacer una decisión torpe que me
pusiera en riesgo, de regreso a mi gran dilema de ver un episodio de Glee o The
Office mientras tomo un descanso de estudiar.
Quería regresar desesperadamente a cuando no era la responsable de
convertir mi vida en una mierda, porque lo era, y Logan tenía razón en algo,
tenía que admitirlo y tomar mi responsabilidad.
Tal vez con el primer video de YouTube mi fama comenzó a salirse de control,
pero eso no significaba que mis acciones tomaran forma en los eventos por
venir, si no me hubiera metido tan dentro, no me hubiera puesto la ropa de
diseñador, no me hubiera convencido a mí misma de que probablemente
podría ser una extraña imitación de algún Notable, nada de este desastre
hubiera ocurrido. Necesitaba un tiempo a solas en mi habitación, así podría
solucionar todo. Pero incluso eso estaba fuera de mi alcance, mi cama estaba
siendo ocupada.
—Oh, hey, estás de regreso —dijo Melanie mientras empujaba su largo cabello
fuera de sus ojos—. ¿Cómo te sientes?
C
195
No sabía cómo responder. Bueno, ya no tengo ganas de vomitar a causa del
tequila, ahora es mi propia idiotez la que hace que quiera vomitar. Sip, eso no
terminará bien.
Me senté en los pies de mi cama y abracé una almohada. Era extrañamente
reconfortante.
—¿Puedo preguntarte algo? —dije.
—Claro.
—¿Por qué quieres sentarte con nosotros? Me refiero a que ese video de mí
está por todo YouTube, y toda la escuela se estaba riendo de mí. Comer en mi
mesa podría haber sido un suicidio social, así que, ¿por qué lo hiciste?
Melanie se enderezó.
—¿Quieres la verdad?
—Creo que puedo manejarlo.
—Vi el video y pensé: “esta chica está haciendo el tonto de sí misma con su
RCP” hice una mueca. Pero luego pensé “eso es realmente genial de ella”.
Todos saben que Alex es un títere, pero seguías gritando pidiendo a una
enfermera y golpeando su pecho. —Se encogió de hombros—. Así que es por
eso que me siento contigo.
—¿No es por la ropa…o cualquiera del resto?
Melanie rió.
—No necesito amigos para ropa, el resto es genial, pero no funcionaría si
ustedes chicos fueran aburridos.
Tal vez haya vuelto loco al chico del que solía tener un enamoramiento, y al
chico del que estaba enamorada, pero de alguna manera hice una excelente
amiga.
—Déjame preguntarte algo —dijo ella—. ¿Por qué piensas que estaba
haciéndolo por los beneficios? —Me tenía, y ambas lo sabíamos. Abracé la
almohada aún más fuerte.
—No lo sé, Patrick sólo estaba interesado en eso.
196
Melanie me dio una mirada escéptica.
—Así que, ¿asumes que todos son unos aspirantes? No lo creo, vamos
Mackenzie, déjalo fuera.
—Mira, solo tenía más sentido. ¡Está bien! —Empecé a mecerme de atrás a
adelante—. Soy un bicho raro, y estoy defectuosa, no puedo siquiera caminar
sin tropezar, y cuando estoy nerviosa dejo salir datos aleatorios, aun teniendo
conocimiento de todo eso no puedo cambiarlo, así que... no entiendo por qué
la gente querría salir conmigo.
—Mackenzie —dijo gentilmente—, eres genial, eres divertida y sólo un poco
impredecible. Además nunca tengo que preocuparme de que te burles de mí
si digo algo equivocado, ustedes chicos tal vez hagan una broma al respecto o
se burlen un poco, pero nada despiadado. Ese es por qué le gustas a la gente.
Tal vez seas intimidante en clase, pero si alguien te pide ayuda, ahí estarás.
—Pero de eso se trata, ¡nunca digo que no! Siempre estoy ahí de pie
esperando que la gente camine hacia mí.
—Me estoy cansado de esta fiesta de compasión —dijo, con una sonrisa rápida
para tomar el control de sus palabras—. Mackenzie, tienes un montón de cosas
a tu favor. Tienes un gran aspecto, una buena voz y un cerebro ridículamente
grande, pero si no crees eso tú misma, entonces no importa lo que yo piense —
suspiró y frotó sus ojos—. ¿Entiendes?
—Lo tengo. —Y aunque mi vida era un desastre, nuestra plática me hizo sentir
un poco mejor.
—Bien, ¿por qué no vas a darte un baño mientras me cambio? —Bostezó—.
Después asaltaré tu nevera, estoy hambrienta.
Reí.
—Seguro, siéntete libre de servirte tú misma.
Eso fue exactamente lo que hizo. Cuando bajé las escaleras usando mi
pantalón holgado que compré en un remate y mi aburrida playera café, ella
estaba comiendo ruidosamente cereal en la cocina con Dylan, lo que
encontré muy divertido desde que eran las once en el reloj y él debía haber
comido hace rato, pero ahí estaba con otro tazón de cereal, acompañándola.
Alguien estaba enamorado… y duro.
197
—Ya era hora de que llegaras a casa —me dijo Dylan—. Estuve enviándote
mensajes y llamándote. —Eso debió ser lo que me despertó en la casa de
Logan, pero estaba tan envuelta en mi crisis y demasiado desorientada como
para reconocerlo.
—Oh, lo siento, no me di cuenta —vacilé no muy segura de cómo proceder—.
Así que… ¿cómo estuvo la fiesta después de que me fui?
—Genial —dijo Melanie, mientras Dylan se encogió de hombros indiferente.
—Estuvo bastante relajado, principalmente ayudamos a Spencer de
encargarse de los que estaban ebrios. Él estaba corto de ayuda con Logan
haciéndola de niñera contigo.
Intenté recordar que es mi hermano menor. Dylan tenía pase libre en un par de
comentarios hirientes, estuvo asombroso anoche cuando le necesité y
probablemente no fue divertido para él ver como su hermana mayor se ponía
ebria en la fiesta, así que estaré de acuerdo con eso de “niñera”.
—Estaba bajo control cuando Corey nos recogió, quiere que le devuelvas la
llamada ahora mismo.
Asentí y tomé un vaso de agua. Entonces, tuve un recuerdo de Logan
ordenándome tomar Gatorade. Dejé el vaso abajo como si me quemara.
—Seguro, lo haré en un momento. ¿Qué hizo… uhm, mamá dijo algo acerca
de… mí?
Dylan sonrió.
—Me debes una grande Mackenzie, quiero decir, grande por cubrirte. Le dije
que habías estado con una amiga y que probablemente te habías quedado a
dormir con ella, ni siquiera comprobó antes de ir al trabajo, por lo que no se
enteró que pasaste la noche con Logan. —Me dio una mirada inteligente, esa
que se reserva para cuando piensa que estoy a punto de mentir y me atrapa
en el acto—. ¿Está todo bien?
—Todo está bien.
Me dije a mí misma que no era una mentira. Cuando estuve en su casa todo
había estado bien entre nosotros, hablamos, sostuvo mi cabello cuando vomité
198
y fue tan malditamente bueno, que en el auto estuve a punto de decirle que
éramos amigos.
No quería pensar en lo mal que lo había jodido todo.
—Le recé a los dioses de porcelana —dije casualmente, como si el tiempo que
pasé en el baño mareada fuera una anécdota curiosa—. Pero estoy bien.
Dylan me estudió un poco más y regresó su atención a Melanie. Me pregunté si
era una gran prueba de su afecto de hermanos, el que pudiera concentrarse
en mí por ese tiempo cuando Melanie aún se encontraba en la habitación.
—¿Te quedarás un rato más? —preguntó mientras ella se levantaba a poner su
tazón de cereal en el lavaplatos, el tinte en sus mejillas me mostró que su
respuesta le importaba, pero no creo que Melanie se percatara.
—Probablemente debería irme pronto —me sonrió—. Creo que Mackenzie
podría querer tener la casa para ella por un rato.
Tenía razón, estaba en lo cierto. Por mucho que me gustara Melanie, estaba
comenzando a pensar que ella era una extensión de amistad de Jane Corey.
Necesitaba mi espacio. Tal vez mi vida debería haberse vuelto simple ahora
que no tenía trabajo, pero a pesar de eso, todo era más complicado.
Necesitaba ordenar mis prioridades y revisar mi cuenta bancaria, quería saber
qué tantas horas tendría que desperdiciar como niñera antes de que esa
laptop fuera mía.
Así que le di un abrazo.
—Estoy agradecida de que vinieras, y siento no haber sido una buena
anfitriona. La próxima vez será mejor, y prometo pasar la noche aquí también.
¡Lo prometo!
Ella rió.
—No te preocupes, dile a Corey que le mando saludos. —Después alzó en
brazos la bolsa que anoche trajo con ella.
—¿Vendrán a recogerte tus padres? —preguntó Dylan.
—Nah —dijo casualmente, y me pregunté si había alguna historia ahí—. Pensé
en caminar, hace un lindo día.
199
—Iré contigo —dijo él de manera tan casual que no fue una oferta, fue más
bien como una declaración—. Mackenzie puede tener la casa para ella si te
acompaño.
Melanie se veía sorprendida, pero se recuperó rápidamente.
—Ok —estuvo de acuerdo—. Puedes cargar esto entonces. —Empujó su bolsa
hacia él—. Bueno, te veré después Mackenzie. —Deslizó su brazo en el de
Dylan—. Ahora, dime sobre sus momentos más embarazosos.
—¡Díselos y mueres! —grité tras ellos. No estaba preocupada de que contara
nada demasiado confidencial.
Él es mucho mejor que yo manteniendo la boca cerrada.
Mientras ellos dos daban vuelta en la esquina, no pude evitar pensar que
nunca había cargado a nadie con mi bolsa. Si Logan y yo estábamos
caminando a su casa para una sesión de estudio, habría cargado mi bolsa…
treinta kilos de libros de texto… todo el camino.
No se me hubiera ocurrido pedirle ayuda porque, hola, mi cuerpo funciona
bien, pero me golpeó el ver que Dylan cargara el lindo bolso que contenía el
vestido, el par de zapatillas y una pequeña bolsa con cosas de tocador que
pienso que Melanie ni siquiera usó. Ni siquiera había contemplado que rodaría
los ojos. Wow, ahí había otra chica jugando con la expectación cultural de que
las mujeres son frágiles y necesitan ayuda masculina. Era algo lindo.
Ahí fue cuando me di cuenta de que para alguien que se enorgullecía de
tener una mente abierta de cosas como los derechos de homosexuales o
equidad de género, tenía un caso seriamente grave de visión de túnel.
Tener a un chico llevando algo o pidiendo ayuda, no te convierte
mágicamente en una frágil damisela en apuros. Así como usar mi corto vestido
rojo no le daba el derecho a Patrick de llamarme caza fortunas. Odiaba
admitirlo, pero mamá tenía razón: los términos mujerzuela y zorra apestan, un
montón, especialmente porque mi nivel de “promiscuidad sexual” no es algo
que puede ser definido a partir de un conjunto de ropa.
Había estado tan segura de que mi momento de fama no me cambiaría, que
bajo las luces, los jeans de diseñador y mi brillo de labios, debería recordar a
Mackenzie Wellesley. Pero estaba equivocada, tan pronto como me puse el
primer par de zapatos, cambié, y no estaba segura de que pudiera regresar.
200
No hay un botón para regresar a mi vida, podría donar todo a la Cruz Roja, y
aun así no podría ser la Invisible Mackenzie Wellesley.
Tal vez eso no fuera del todo malo. Fue fácil enorgullecerme de mi armario de
bajo presupuesto y elogiarme a mí misma por no dejarme afectar por el
materialismo. Pero sería una mentira, me gustó tener ropa nueva.
Recibir todos esos paquetes de ropa bonita había sido abrumador, pero lo
amé.
Tal vez fue débil de mi parte depender mucho de la ropa para sentirme
valiente, pero necesitaba algunos conjuntos seriamente asombrosos para el
escenario, para rechazar a Chelsea y salir a mi primera fiesta en la secundaria.
La ropa tal vez no haga a la chica, pero era más fácil sentirme bien en marcas
de diseñador, me hacía creer que no era un bicho del todo y una torpe social
como siempre me lo dije.
Logan tenía razón: yo tengo el poder para tomar decisiones, simplemente no
había tenido el valor suficiente para tomar una posición.
Enojada conmigo, me dirigí a la cocina y saqué un block de notas y comencé
a hacer algo en lo que siempre debí haber trabajado para mí: hice una lista.
Cosas que Mackenzie Wellesley necesita superar:
1. Baja auto-estima. En serio, ¿qué pasa con esto? Tengo amigos
asombrosos que no perderían su tiempo con un perdedor, es tiempo de
no ser tan dura conmigo.
2. Todas las cosas de la jerarquía Notable-Invisible. Patrick me demostró
anoche que no sólo su argumento es falso e insultante, sino que también
te hace sonar como un idiota.
3. Cualquier asunto residual de papá. Se fue hace 12 años. ¡Supéralo ya!
4. Mi torpeza (ver #1). Un poco de balbuceo nunca mató a nadie… creo.
5. Miedo al rechazo (ver #3). Sólo porque papá nos dejó, no significa que
cada hombre esté destinado a tratarme como basura.
6. Toda esa obsesión de dinero para la universidad. Alguna escuela me
querrá. Será una escuela que me dará suficiente ayuda financiera, no es
necesario saturarme con trabajo de clases AP ni tutorías para
probármelo.
201
7. Miedo a los reflectores, el periódico puede escribir lo que quiera: mamá
aún me amará, mi hermano aún me molestará y mis amigos aún se reirán
conmigo, eso es tal como lo quiero.
8. Cuidar lo que los demás piensen (ver #7). Necesito detener esa obsesión
de lo que Chelsea, Patrick, el dúo Fake y Bake, y cualquier otro que lea la
basura en los periódicos crean de mí.
9. Saltándome a las conclusiones, por todo lo que sé, Chelsea y Logan sólo
estaban compartiendo un último beso por los viejos tiempos. Dudoso,
pero posible, y hasta que lo sepa con seguridad, no debo asumir lo peor.
10. Logan (¿?)
Golpeé mi pluma contra mis labios mientras consideraba el último punto en mi
lista. El resto de repente parecía un juego de niños en comparación.
Probablemente sería inteligente cruzar el signo de interrogación y seguir sólo
con mi vida, almacenarlo en la creciente carpeta de nombre: Chicos de los
que Mackenzie se ha enamorado. Pensé de nuevo en su asesina expresión
cuando bajé de su auto esa mañana, definitivamente inteligente por dejarlo
completamente. Pero mientras miraba el nombre, recordé vagamente como
él, de mala gana, abandonó su cama por mí y estuvo ahí cuando me
desmayé.
Él fue el primer chico desde Corey que conoció a la real Mackenzie, la chica
que la mayoría de la gente perdió a causa de sus balbuceos, sus trivialidades y
su torpeza. Lo que significa que si me rechazó, no podía decirle que es sólo un
estúpido deportista que no sabría si una chica de calidad se paseaba de arriba
abajo y comenzara a gritar “¡YO! ¡ELÍGEME!” Por otra parte, si había la más
mínima posibilidad de que le gustara y él sólo había estado besándose con
Chelsea porque… bueno por alguna otra razón que no sea estar saliendo
juntos de nuevo, evitarlo por el resto del año podría ser otro error, sacudí la
cabeza y salté algunos renglones en el bloc de notas y comencé otra lista.
Cosas que Mackenzie Wellesley necesita hacer:
1. Tomar el control de las cosas locas de YouTube.
2. Confiar en mi instinto.
3. Tomar la vida que quiero con ambas manos.
Estaba a punto de hacer el #3 menos cursi, cuando sonó el teléfono. Estaba
tan preocupada con mi lista, que lo contesté al segundo tono, mientras me
preguntaba qué más merecía una entrada a mi lista para mejorar mi vida.
202
—¿Hola?
—Hola, ¿se encuentra Mackenzie Wellesley? —El tono serio me confundió.
—Uh, sí.
—Bien, es Mary Connelly, soy productora en el Show de Ellen Degeneres,
queremos que ella te entreviste el lunes y después tenerte en una presentación
en vivo con ReadySet, ¿qué tal suena?
Habló realmente rápido, como si estuviera a punto de perder el servicio de su
teléfono en cualquier momento. Incluso podría jurar que escuché a alguien
gritando en el fondo “Mocha Frapuccino grande”.
—Espera, ¿quieres que realice una presentación en el show de Ellen?
—Eso es por lo que llamo.
Miré hacia mi lista. Tomar control de los medios, confiar en mis instintos y tomar
la vida. Parecía como si estuviera a punto de ponerme a prueba.
—Lo haré. —Todo mi cuerpo entró en shock por la sorpresa, pero sostuve el
teléfono contra mi oído—. Es Ellen, así que lo haré. Dios mío, no puedo creer
que vaya a hacer esto.
—Es genial, cariño. Ahora, te pagaremos los boletos de avión y alojamiento
para ti y un acompañante, recibirás algo de dinero para comida, te
necesitamos lista en el estudio el lunes por la mañana.
—Lo siento, ¿mi qué?
—Tienes menos de dieciocho, ¿cierto? Todos los menores deben viajar con
alguien mayor de dieciocho, y necesitas un consentimiento de tus padres, te
puedo enviar las formas justo ahora. ¿Cuál es tu dirección?
Le di toda la información mientras digería la información.
—¿Me puedes dar tu número? Te llamaré tan pronto como pueda para
confirmar todo, necesito revisar y conseguir el permiso primero.
—Haz eso cariño, consíguelo y llámame de vuelta. Pensamos que sería mejor
programar a Lady Gaga para el martes, pero si no me consigues eso pronto,
ella estará tomando tu lugar.
203
Es tan raro escuchar mi nombre y el de Lady Gaga juntos en la misma oración.
—Entendido. —Apunté el número que me dio—. Gracias Mary, por… wow… por
la oferta.
—No hay problema cariño, solo asegúrate de que suceda.
Colgó, y estaba sola en casa tratando de formular mi primer plan de ataque.
204
Capítulo 33 Traducción SOS por Lalaemk
Corregido por Marce Doyle*
al vez era demasiado optimista, pero ya tenía mis maletas empacadas
para el momento en que mi madre llegara a casa para el almuerzo. No es
que hubiera sido fácil para mí, ya que empacar no era un procedimiento
sencillo. En lugar de eso había corrido alrededor de mi cuarto, tratando de
tomar decisiones rápidas sobre los elementos que había en mi armario de
diseñador que realmente reflejaran mi personalidad... y los que tenían que
encontrar una nueva casa, tal vez en eBay. A propósito escondí mi vestido rojo
en un cajón y lo cerré de golpe. No tendría que decidir sobre ello en unos
pocos días si todo iba de acuerdo al plan.
—¿Mackenzie? —dijo mi madre por las escaleras—. ¿Qué estás haciendo en
casa? ¿No deberías estar dando tutoría en este momento?
Puse la maleta a un lado y corrí hacia abajo.
—Tengo el día libre. Mamá, ¡nunca vas a adivinar quién me acaba de llamar!
¡La productora de El Show de Ellen DeGeneres! Quieren que vuele a Los
Angeles siempre y cuando tenga el permiso de mis padres y vayas conmigo, es
un hecho.
Después de hablar con Mary, me di cuenta de lo mucho que necesitaba este
viaje. Tenía que salir de Oregón, aunque fuera sólo por un día, y era hora de
que tomara el control de la prensa.
—Detente, cariño. —Mi madre levantó la mano para pedir silencio—. Tenemos
que hablar. Sé que te dije que fueras una adolescente, pero hay límites. No
puedes salir de fiesta todas las noches, salir de viaje a Los Ángeles y eludir tus
responsabilidades aquí. —Sostuvo una copia del periódico—. Y tenemos que
hablar de esto…
T
205
—Mamá, no fue de la forma en que lo hicieron parecer —interrumpí—. Nunca
estuve en drogas, ¡lo juro! Bebí demasiado y me siento muy mal por ello. Pero
Dylan y mis amigos se aseguraron de que nada me pasara. Estoy muy bien. Y te
prometo que nunca volveré a beber antes de sea legal… Tal vez ni siquiera en
ese momento.
Ella me dio una de sus miradas de mamá con ojos de acero.
—¿Por qué no me llamaste anoche? Yo te hubiera recogido. Prefiero despertar
por eso que por una llamada del hospital.
—Lo siento —dije, y lo dije en serio—. Debería haber llamado. Yo estaba tan
insegura como parece. Me dieron un viaje con un conductor designado, que
estaba completamente sobrio, lo prometo. Así que en ese momento me
pareció que estaba bien. Te juro que si esto sucede otra vez, que no pasará, te
llamaré.
—Bien. Ahora háblame de esta llamada.
—Sí, la productora me quiere allí la mañana del lunes, lo que significa que
tenemos que volar, como, ahora. Hotel y pasajes aéreos están cubiertos, e
incluso tendremos un estipendio de comida o algo así.
—No puedo hacerlo.
Mi boca se abrió.
—Mamá, es Ellen de quien estamos hablando.
—Sé de quién estamos hablando, Mackenzie. No puedo irme sin ninguna aviso.
Necesitaría que alguien me cubriera en el trabajo, y ya que Darlene está
enferma con un resfriado horrible, no creo que vaya a suceder. Lo siento,
cariño.
Me hundí en el sofá. Todos mis planes se habían arruinado. Sin mamá no hay
viaje, no hay escapatoria de mi vida normal, así que podría conseguir algo de
perspectiva. No sabía lo que estaba a punto de decir.
—No te preocupes, mamá. No es gran problema. Estaré en mi habitación
desempacando si me necesitas. —Fuera lo que fuera, mi teléfono celular me
interrumpió.
Necesito un Héroe resonó en la cocina silenciosa.
206
Lo abrí.
—Hey, Corey. ¿Cómo estuvo tu cita?
—¡Grandiosa! —Su voz burbujeaba como la sopa dejada en una estufa muy
caliente—. La mejor primera cita en la historia de las primeras citas.
—Oh, Corey, ¡estoy tan feliz por ti! —Y un poco celosa, una voz desagradable
en mi cabeza señaló, pero sobre todo feliz.
—Sí, ¡él me acaba de llamar con una gran noticia! Tim dijo que su agente llamó
y que ellos quieren que tú te unas a la banda con Ellen. ¿Te has enterado de
eso?
—Sí, también tuve esa llamada.
—Bien, antes de que hagas arreglos, escúchame. Tim dijo que hay espacio en
el autobús de gira para ambos. Podríamos viajar con ellos, volar fuera de L A la
mañana del martes, y estaremos de vuelta en la escuela para el miércoles a
más tardar. Perfecto, ¿cierto?
—Quieres que viajemos a Los Angeles con un montón de estrellas de rock —
clarifiqué— por dos días. ¿Tus padres estarán bien con eso?
Corey rió.
—Todavía debes estar fuera de ello desde la noche anterior. Estamos hablando
acerca de mis padres, ¿recuerdas? Les dije que era una oportunidad para que
obtuviera toda una nueva perspectiva de la industria del entretenimiento. Y
luego mencioné que era indispensable, ya que tu mamá nunca aceptaría
dejarte subir al autobús de gira con tres chicos extraños si no estaba yo allí
también.
Dejé salir un silbido mientras lo absorbía.
—Eres bueno. Podrías dar clases de cómo obtener lo que quieres.
—Preferiría concentrarme en Discurso y Debate. Ahora, tenemos que movernos
rápido. Tim, Dominic, y Chris quieren estar en camino en una hora, así que
obtén el permiso, empaca tus bolsos, ¡y salgamos de aquí!
Miré a mamá cautelosamente mientras rebanaba queso para su sándwich de
pavo.
207
—Te llamo en un rato.
—Pero…
—Te llamo en un rato —repetí, y colgué—. Mamá, ese era Corey.
Su expresión era estudiosamente en blanco.
—Me di cuenta sola. Supongo que se le ocurrió un arreglo alternativo de viaje.
Me senté en la mesa y doblé mis manos.
—¿Estaría bien si los dos hiciéramos en viaje en el… —mi voz se volvió más
suave y vacilante—, autobús del gira de ReadySet? ¿Por favor?
Mamá me miró fijamente.
—Nunca te diré que actúes como una adolescente de nuevo. Mackenzie, no
puedes eludir tus obligaciones e irte a socializar con alguna banda de chicos
que nunca has conocido. ¿Qué acerca de la escuela? ¿Qué sobre la tutoría?
—Los he conocido, mamá —protesté—. Son realmente agradables, y estaría
yendo con Corey. Estaré bien. Además, obtuve un descanso de mi tutoría.
No mencioné que este “descanso” podría ser permanente.
Sus labios se fruncieron y mi corazón se hundió. Estaba haciendo el lenguaje
corporal de mamá que decía: no lo creo, señorita.
—Fuiste a una fiesta anoche y a un concierto antes de eso. Has tenido tu
diversión. No creo que sea poco razonable para mí quererte aquí por el resto
del fin de semana.
Asentí.
—No es poco razonable. Esta es una petición de último minuto, y sé que mi
coordinación no podría ser peor. Me emborraché en una fiesta anoche, y
entiendo si confiar en mí justo ahora no parece como la mejor idea. Pero
mamá, soy yo. Tú sabes que puedes confiar en mí. Realmente necesito hacer
esta entrevista. Necesito probarme que puedo manejar esto de una vez por
todas. ¿Cuánto tiempo has estado intentando sacarme de mi capullo? Bueno,
estoy lista para hacerlo, mamá.
Ella consideró eso por un momento.
208
—Si cumples con ciertas condiciones… puedes ir.
Salté fuera de mi silla y la envolví en un abrazo enorme.
—Sólo di tus términos.
—Espera. Quiero llamadas telefónicas. Montones de llamadas telefónicas del
camino. Contestarás cada vez que te llame, cuando te llame. Nada de beber.
Nada de drogas. Nada de fiestas. Estoy confiando en ti, Mackenzie —dijo la
última parte lentamente, enfatizando cada palabra, para que realmente se
absorbiera.
—Hecho y hecho. —Corrí a la habitación de computadora para imprimir las
formas de consentimiento parental—. Sólo firma en la línea de puntos.
Eso es básicamente todo lo que tomó. Una firma y unas pocas llamadas
telefónicas después, estaba abordando el autobús de gira con mi maleta, mi
mejor amigo y mi banda de rock favorita.
Y no podía evitar pensar, Hollywood, muéstrame lo que tienes. Puedo
soportarlo.
209
Capítulo 34 Traducido por Jo
Corregido por MaryJane
os chicos eran increíbles. No sé si Tim hizo que los otros limpiaran antes
que llegáramos, pero el autobús estaba completamente presentable
cuando Corey y yo subimos con nuestras cosas. No había ninguna revista
Playboy o ropa interior sucia alrededor. Lo que era un alivio, de hecho, ya
que con dos nuevas adiciones el autobús estaba bastante apretado.
No es como si a alguno de nosotros pareciera importarle. El mini refrigerador
estaba lleno con bebidas suaves así que podía recostarme en el súper cómodo
sofá de cuero, abrir la tapa, y pasar el rato con cuatro chicos muy geniales. Y
cuando Tim y Corey comenzaron a sostenerse las manos de una forma tan
dulce de DPA así que nadie dijo nada en caso de que se arruinara el
momento.
—Así que, Mackenzie, todavía no he escuchado sobre la fiesta. —Las palabras
de Corey instantáneamente obtuvieron el interés de todos.
Bebí mi Coca e intenté pensar en alguna manera de salir de eso.
—Estoy un poco confundida en ciertas partes.
Dominicrió.
—¿Bebiste mucho?
—Síp, tequila. Nunca más.
Tim sonrió abiertamente.
—Culpa al alcohol.
Todos gimieron por la referencia a la canción de Jamie Foxx.
—Anoche fue… complicado. Patrick me dijo, no estoy inventando esto, que
sólo estoy interesada en chicos por su dinero y popularidad.
L L
210
Corey se tensó, y sus ojos brillaron con enojo.
—¡Qué idiota!
—Y luego vi a Logan besándose con Chelsea. —No quería que eso saliera. Iba
a mantenerlo para mí misma. Lo que ocurre de noche en un balcón debe
mantenerse privado. Por supuesto, ellos realmente debieron haber encontrado
un lugar mejor para su sesión de besuqueo si querían que fuera un secreto. Así
es como justifiqué haberlo soltado en la primera oportunidad.
—¿Quién es Logan? —preguntó Tim.
Corey respondió antes de que yo pudiera.
—Es un tipo realmente genial con el que Mackenzie quiere salir, pero es
demasiado cabeza dura para admitirlo.
—Yo no… bien, sí. —Puse la cabeza en mis manos. ¿Cómo era que Corey podía
ver todo mucho antes que yo? Hablando sobre injusticias—. Se pone peor.
Dominic, Chris, y Tim intercambiaron sonrisas y se inclinaron hacia atrás en sus
asientos como si amaran nada más que observar un choque emocional de
trenes.
—Primero comencé a beber. —Corey se estremeció—. Sí, lo sé. Mala idea. De
cualquier manera Logan me llevó a su casa ya que era bastante obvio que
necesitaba salir de allí rápido.
—Yo te habría recogido —dijo él con un fruncimiento de cejas—. Sabes que te
habría recogido.
—No quería arruinar su noche. —Incluí a Tim en mi sonrisa—. Los dos no
necesitaban a una idiota como yo arruinando la cita. De cualquier forma,
Logan me llevó a su casa.
Dominic se levantó para tomar otra lata de soda.
—Su casa. Eso es cómodo.
—No significó nada. —Esa era la parte que realmente apestaba—. Él era el
conductor designado antes… no es el punto. Así que vomité y él me dijo todo
sobre Chelsea. —Me encontré buscando detalles que no estaban
211
completamente claros—. Algo sobre cuán confiada es. Él dijo que ella lo dejó
justo antes de un gran baile.
—¿Cuál es el problema entonces? —preguntó Tim.
—Eso fue años atrás, antes de que empezara a coquetear y él mirara bajo su
camiseta en frente de mí y se besuquearan en un balcón.
—Bien, ¿qué más? —dijo Corey—. Estás dejando cosas afuera. Puedo decirlo.
—Él fue increíble. Me hizo beber agua. Me prestó ropa para dormir. Y, no, no
me ayudó a cambiarme —dije, sabiendo que Corey había estado a punto de
preguntar—. Todo era genial. Me contó un secreto o algo y luego me quedé
dormida.
—¿Cuál era el secreto? —Chris saltó de vuelta a la conversación. Luego se vio
a la defensiva mientras todos lo miraban fijamente—. ¿Qué? Quiero saber el
secreto.
—No era tan secreto. Algo sobre no gustarle la forma en que yo miraba a
Patrick esta vez.
La mano de Corey se había tensado reflexivamente para apretar la de Tim con
emoción.
—¡Él dijo eso!
—Sí, algo entre esas líneas. Luego dijo que éramos amigos y yo pensé: Bien, tal
vez no EXACTAMENTE lo que yo quería, pero podría ser peor. Y las cosas
estaban bien entre nosotros hasta que dejó que un secreto real se le escapara.
Aparentemente, fue detrás de mis espaldas y amenazó a Alex Thompson. —
Sentí mi indignación volver con todas sus fuerzas.
—Espera, ¿quién es Alex? —Quería saber Tim.
—El imbécil que estaba molestando a Mackenzie.
—Oh. —Absorbió esto—. ¿Entonces por qué nos importa si Logan lo amenazó?
—¡Porque no me pidió permiso! Fue estúpida basura de hombre macho que
realmente no necesito en mi vida.
212
—Espera un segundo —interrumpió Corey—. ¿Desde cuándo la gente tiene que
preguntarte antes de ayudarte? Él quería que Alex te dejara tranquila e hizo
que pasara.
—¡Yo hice que pasara!
—Así que el problema real fue que pasó sobre tu orgullo.
—Bueno. —Tuve que pensar en eso—. Tal vez…
—Aquí hay una pregunta para ti: ¿qué si hubiera sido yo?
—¿Qué si qué hubieras sido tú?
—Qué si yo te hubiera dicho que Alex continuaba molestándome en los
casilleros de chicos y seguía dirigiéndome insultos gays. ¿Qué harías?
Mis manos se habían apretado en puños, y podía sentir la rabia llenándome.
—¿Realmente te hizo eso, Corey? ¿Lo reportaste al Director Taylor?
—El bueno viejo Taylor cuya vida gira alrededor de los atletas de la escuela no
haría nada que pudiera arriesgar a su tacleador estrella. —La amargura estaba
de vuelta en su voz.
—Yo… yo, maldición, completamente pelearía con él. —Bajé la mirada a mis
manos apretadas—. Me llevaría una paliza, pero valdría la pena.
—Interesante, ¿no? No necesitaste pedir mi permiso antes.
—Eso es completamente diferente —protesté.
—No veo cómo. Quieres golpearlo, y eso no tiene nada que ver con creer que
soy débil. Tiene todo que ver con el hecho de que soy tu mejor amigo y él es
abiertamente homofóbico. Cuando crees que un amigo te necesita, no
siempre piensas con claridad. —Él me sonrió—. Tendríamos que rasparte fuera
del piso de la cafetería.
—¡Hey! —dije a la defensiva—. Lo haría bien.
—Mi punto es que puede que no te gusten sus métodos, pero lo que sea que
Logan hizo funcionó. Como tu mejor amigo, estoy feliz de que lo hiciera.
Desearía haber pensado hacerlo yo mismo, de hecho.
213
—Corey, eso es tan poco importante ahora. ¿Te dejará tranquilo?
Él sonrió.
—Mira, me encargué de eso, así que no hay necesidad de atacarlo con un
libro de texto, ¿bien? Luego de que Taylor me dejó pasar, dejé una queja en
orientación. Ellos arrastraron a todos por una “discusión”. —Su sonrisa estaba
llena de humor—. Mis padres usaron sus camisetas de “¿Qué Parte de Igualdad
no Entiendes?” Tengo mucha suerte de tener tanto apoyo. Un montón de
gente no lo tiene. —Su expresión se puso seria—. Sólo espero que no fuera
detrás de ti como una forma de llegar a mí.
Reí.
—No, estoy bastante segura de que me odia bastante por mi propia cuenta.
Desearía que me hubieras contado antes.
Su sonrisa se torció de vuelta en su lugar.
—No quería que hicieras algo estúpido. Así que… ¿qué pasó luego de tu
rabieta?
—No tengo rabietas —dije remilgada—. Tengo discusiones acaloradas.
—Cierto. ¿Qué pasó después?
Era extraño intentar tanto recordar lo que había sido dicho hace sólo unas
horas. Culpé al tequila.
—Estaba tratando de establecer límites, o algo… fue, raro. De cualquier
manera, terminé renunciando y enojándolo realmente. —Me encogí de
hombros como si no importara lo que Logan pensara de mí, aún a pesar, por
supuesto, que me importaba—. Pude haber dicho algo acerca de él y Chelsea
siendo perfectos el uno para el otro. Como que deberían haber estado allí. —
Escaneé los rostros incrédulos de los chicos en el autobús de gira conmigo—.
¿Qué?
—Esto es mejor que el cable —decidió Chris.
Dominic sacudió la cabeza.
—Ella es como un accidente a un lado del camino. Simplemente no puedo
alejar la mirada.
214
—¡No soy tan mala! —insistí. Me giré a Corey por una confirmación—. ¿Cierto?
—Eres peor. Por qué no solo le enterraste un lápiz número dos mientras estabas
en eso.
Miré a Corey en completa confusión. Entendía los libros de texto y podía
entender el sentido de las lecturas de historia, pero con gente real… bueno,
desearía que vinieran con tarjetas mnemotécnicas y traductores.
—¿De qué están hablando?
—A él le gustas. O le gustabas de todas formas. —Corey se giró a los otros tres
chicos para llegar a un consenso.
—Sí.
—Suena como que el chico estaba interesado en ti.
—Definitivamente.
Sólo muestra cuán extraña mi vida se ha vuelto que tener un tribunal de
estrellas de rock discutiendo mi vida amorosa se sentía normal para mí.
—De ninguna manera.
Corey sacudió la cabeza.
—Piensa en eso.
Así que lo hice. Me recosté en mi cómodo asiento de cuero mientras los chicos
hablaban entre ellos y pensé en Logan Beckett. Y esta vez pretendí que era
una observadora imparcial, una científica mirando comportamiento de
coquetería enlistado de adolescentes masculinos de la secundaria.
Esa imparcialidad no funcionó muy bien cuando recordé cómo él había
desviado la conversación de mí, se sentó junto a Jane, y había tomado el
tiempo para realmente escucharla. Me encogí de hombros mentalmente. Por
lo que sabía, tal vez él estaba interesado en Jane de esa manera. O tal vez era
sólo un chico agradable que había nacido con habilidades sociales. Ninguno
de esos significaba que a él realmente le gustaba yo.
Pero mientras recordaba nuestra casi-cita en el centro comercial ese primer día
con los paparazzi siguiéndonos, pensé que Corey podría tener un punto. La
manera que me había sonreído sobre el pollo kung pao antes de decirme
215
acerca de su dislexia podría haber significado algo. Pero combinado con todo
lo demás…
—¡Oh, mierda!
Corey asintió.
—Exactamente mis sentimientos.
Ellos me dejaron silenciosamente reflexionar cómo, exactamente, había fallado
completamente en notar que Logan, el más notable de los Notables, había
estado interesado en mí como más que una tutora.
Y ahora tenía que descifrar una manera de mejorar todo.
216
Capítulo 35 Traducido por Lalaemk
Corregido por Micca.F
lamé a mamá unas diez veces desde la carretera, lo que le parecía un
poco excesivo a los chicos, pero sabía que esto la haría feliz. Además,
pensé que cuando ella saliera del trabajo y se sentara a escuchar sus
mensajes, apreciaría los mensajes que le había dejado.
Mensajes como:
Yo:—¡Hola, mamá! Soy yo llamando otra vez. Sólo estamos pasando... Corey,
¿dónde estamos? Bien, bueno, Corey cree que estamos cerca de Ashland o
Medford... o algo. No está tan seguro. Pero el conductor del autobús sabe
exactamente dónde estamos, así que todo está bien. Gracias de nuevo por
dejarme hacer esto. Me tengo que ir puesto que Tim me está molestando para
que pruebe una de sus nuevas canciones a dúo. Tal vez se puede escuchar la
guitarra en el fondo. Ese es él. Sí, ¡lo sé, Tim! ¡Estoy al teléfono aquí! Bueno, me
tengo que ir. Te llamo pronto. ¡Te amo!
Clic.
Corey y yo llamamos a Jane desde la carretera también. Ella dijo que estaba
contenta de que nos estuviéramos divirtiendo, que se aseguraría de ver a Ellen
entrevistándome, y que los dos deberíamos tratar de hacer algo de tarea en el
autobús porque de lo contrario nunca íbamos a ponernos al día. Eso era
exactamente lo que necesitábamos oír para que en realidad abriéramos
nuestros libros de texto que habíamos traído con nosotros. Jane podía ser muy
formal, con su lado serio, pero es la mejor persona a quien acudir cuando un
verdadero chequeo es requerido. Incluso aunque lance unos pocos “Oh,
Kenzie”.
Así que me hice cargo de una gran parte de mi tarea, lo que sería demasiado
difícil para cualquier chica adolescente que se encontrara en un autobús de
gira con los muy atractivos miembros de una banda de rock. Eso es arruinar tu
L
217
concentración. Trabajé tanto como pude y luego traté con Dylan. Él llamó sólo
para encontrarse con un “sí, estoy bien” y “no, no le pediré a Chris, Tim, o
Dominic un copia firmada de su último disco para ti”.
Los pequeños hermanos. Incluso cuando están preocupados por tu bienestar,
pueden ser muy molestos. Pero incluso con las llamadas telefónicas y la tarea
para distraerme, la mayoría del viaje transcurrió pasando el rato y hablando, lo
que me dio suficiente tiempo para conocer realmente a los chicos.
Apuesto que quieres saber todo.
Muy mal.
Tendrás que ver VH1 Detrás de la Música, al igual que los demás.
Les puedo decir que tuvimos unas cuantas sesiones de improvisación a lo largo
de la Interestatal 5 y que sonaban muy bien. Pensé que tal vez el canto en el
escenario-con-Tim en el vídeo de YouTube había sido una especie de golpe de
suerte. Esperaba unirme a las voces sólo para que ellos gritaran, “¡Alto! ¡Alto!
¡Estás fuera de tono! ¡Esto es muy doloroso!”
Pero en cambio, Tim se mantuvo diciendo cosas como:
—Vamos a tratar que entres dos tiempos antes, para que en realidad empieces
antes que yo. Bien, suena bien. Ahora, que tal si tú…
Continuó así durante más de tres horas. Al final de ello, la canción sonaba muy
impresionante. Era como si todas las voces cayeran en capas unas sobre otras
para crear esta textura realmente grande. Algo así como baklava18: todo dulce
y delicioso, con capas y suavidad, y al final mi voz se entrelazaba, por lo que
pensé que la canción era mía también. Seguiría sonando bien sin mí... pero
estaba totalmente bajo la llovizna de miel que mantenía las capas pegándose.
Así es: la llovizna de miel.
Así que cuando el productor de Ellen llamó de nuevo, preguntando si cantaría
con ReadySet, de inmediato estuve de acuerdo. La canción me necesitaba, y
era una cita directa de Timothy Goff. De hecho, Tim ya había establecido un
tiempo para nosotros en un estudio de grabación después de la entrevista. No
me dejé pensar en eso. Tenía bastante de qué preocuparme sólo por ser
18
Baklava:es un pastel elaborado con una pasta de nueces trituradas, distribuida en la pasta filo
(phylo) y bañado en almíbar o jarabe de miel.
218
entrevistada por Ellen. La vieja Mackenzie habría estado volviéndose loca,
hiperventilando en una bolsa de papel marrón, y rogándole a Tim que llamara
a quienquiera que fuese necesario ¡para que me sacara de ello! Pero cada vez
que sentía que mi nivel de pánico crecía a la zona de peligro, me recordaba
que yo tenía el control. Estaba haciendo todas las decisiones. Incluso medio
disfrutaba la sensación. Podía sentir el salto rápido de mi pulso, y me hizo sentir
tan viva.
Esto es lo que había estado perdiéndome de mi vida. Había estado cómoda,
había sido invisible, y en su mayor parte, me había contenido.
Pero no me había sentido tan viva, tan terriblemente maravillosa y vulnerable
desde, bueno, nunca.
Cuanto más se acerca estaba el autobús de su destino, más electrificada me
sentía. Era como tener un mini derrame cerebral.
Me reía de una broma y estaba totalmente relajada, mientras comíamos la
comida que habíamos comprado en algún lugar grasoso de comida rápida y
luego pensé, En menos de doce horas, ¡estaré en el estudio con Ellen! Cada
músculo, tejido, y fibra de mi cuerpo se contraía y me preguntaba si había
soñado todo. Que en cualquier segundo me despertaría y sólo sería la pobre
tutora de Logan. ReadySet no había escuchado de mí, y no había sido invitada
a un programa de entrevistas. Todo esto tendría mucho mayor sentido si fuera
el producto de una imaginación hiperactiva o un sueño muy extraño.
Pero cuando Dominic me sacudió para despertarme después de mi segunda
noche durmiendo en el sofá de cuero, todo era tan real que yo no podía
haberlo inventado. Incluso después de haber comido un pan de plátano con
mi Moca Frappuccino tuve problemas en creer que nos dirigíamos a los
terrenos del estudio, a la grabación, y luego tener a pasantes bullendo en las
salas para preparar las cámaras.
Me las arreglé para tomar la mano de Corey antes de que pudiera ser
abducida por una mujer que seguía diciendo cosas en el auricular como:
—Necesitamos maquillistas y vestuario. Greg, ¿has hecho que los micrófonos
sean revisados? Ponte en eso por favor. —Ella sonrió y nos llevó a los pasillos
serpenteantes llenos de accesorios, equipo, y gente.
—Estamos muy entusiasmados con el programa de hoy. ¿Tuviste un buen viaje?
219
Antes de que cualquiera de nosotros pudiera responder, llegamos a la sala de
maquillaje.
—Genial. Bien, aquí estás. Siento que no tengamos tiempo para hablar. Las
cosas son una locura en estos momentos. —Ella presionó su auricular—. Cynthia,
dije que haríamos eso la próxima semana, cariño. Uh-huh. —Rodó sus ojos
expresivamente—. Bien, bueno, necesitas hacer que funcione.
Cortó cualquier réplica que Corey o yo pudimos dar con una rápida sonrisa
distante.
—Charlene te hará ver genial. —Dio unas palmaditas en mi hombro
rápidamente—. Rómpete una pierna, cariño.
Luego se abalanzó hacia afuera de la misma manera en que había entrado y
demandó que Bryant le diera una actualización inmediatamente.
—¿Piensas que todo el mundo en Hollywood utiliza nombres de mascotas? —
murmuré nerviosamente a Corey mientras Charlene se dirigía sobre una
montaña de cosméticos.
—Por supuesto que lo hacen, snookums. Así es como logran recordar los
nombres reales de alguien.
Charlene se echó a reír, y el sonido era rico, bajo y tranquilizador.
—Michelle siempre es un poco intensa, pero mantiene las cosas en marcha. —
En un movimiento que mostró la gracia y años de práctica, Charlene abrió
varios juegos de sombra de ojos—. Casi todo el mundo aquí está consumiendo
cafeína y determinación. Eso me incluye a mí. Ahora, vamos a arreglarte
cariño.
Ella le dio a mi cara un estudio intenso, como si cada uno de mis poros
necesitara un examen exhaustivo.
—Tienes una piel impecable —me dijo mientras sacaba una de sus brochas—.
No necesitas cubrir nada. —Ella negó—. Probablemente nunca has tenido
acné en tu vida, ¿cierto?
Yo no sabía qué decir a eso.
—Uh, sí. Eso nunca ha sido un problema.
220
Charlene dio otra de sus risas.
—Algunas personas tienen toda la suerte. Bueno, estás haciendo que sea más
fácil para mí. Cierra los ojos, por favor.
Era extraño oír que yo era descrita como con suerte. Había pasado muchos
años pensando que todo sobre mí (con unas pocas excepciones, como mi
mamá, hermano y amigos) era el producto de la desgracia. Nunca me había
considerado afortunada con mi apariencia. Todo era demasiado soso. Pelo
castaño, ojos castaños y piel que se ponía del color de un tomate maduro
cuando me sonrojaba.
Charlene mantuvo un comentario continuo mientras trabajaba en mí.
—Vamos a tener a Michael arreglando tu cabello una vez que haya terminado.
Él sabrá exactamente como destacar el vestido que tienes. Es precioso. ¿De
dónde lo sacaste? —Me encogí de hombros, lo que me di cuenta que había
sido un error cuando hizo un sonido entre dientes y limpió con su mano antes de
que se arruinara el trabajo que había hecho. Sabía que estaba en el atuendo
adecuado.
Ayer por la noche, no me había sentido tan casual cuando estaba buscando a
través de la ropa, me apresuré en tomar mi maleta en un intento desesperado
por encontrar algo que ponerme. Cuando vi el vestido, el rico azul que había
sostenido sin aliento en mi habitación el primer día cuando empezaron a llegar
los paquetes, sabía que había estado esperando por esto. Había estado
esperando darme cuenta de que era la simplicidad del vestido, la forma
elegante y discreta que tomaba mis curvas, que me hacía.
Mientras que el vestido halter rojo que había llevado a la fiesta era divertido y
llamativo, simplemente no me quedaba en la forma en que este lo hacía.
Tal vez sea estúpido, pero elegir ese vestido por mí misma se sintió como un
paso, uno grande. Mientras que estaba contenta de que Corey hubiera
asentido con aprobación después de un examen crítico, y el resto de los chicos
habían silbado como lobos, yo lo había usado aunque él dijo:
—Tú sabes, Mackenzie, es bueno, pero creo que puedes hacerlo mejor. —Sabía
que era el correcto, y por primera vez fue todo lo que importó.
—BCBG Max Azria. —Todavía sentía extraño para mí el etiquetar.
221
—Bueno, luce increíble —prosiguió ella—. Hace que tu piel se vea cremosa y
realmente resalta el marrón en sus ojos.
No tenía ni idea de lo que había querido decir. Quiero decir, mis ojos son tan
obviamente marrones que dudaba que necesitara un vestido para que se
vieran aún más marrón. Pero sonaba como si ella estuviera aprobándolo, por lo
que sabiamente mantuve la boca cerrada.
—¿Sabes a quién te pareces? —dijo pensativa mientras aplicaba otra capa de
algo en mis párpados. Realmente sólo quería que terminara—. Anne
Hathaway. ¿No parece una joven Anne Hathaway? Justo después de Diario de
una Princesa o algo así.
—Sí, en realidad así es. —Podía oír el regocijo en la voz de Corey y estuve
tentada a arriesgarme a la molestia de Charlene y furtivamente patearlo.
Entonces me acordé de que estaba haciendo delineador de ojos y
rápidamente cerré los ojos otra vez.
—Incluso se podría lograr un look de Keira Knightley. —Charlene se trasladó a mi
boca, y la sentí poner una capa sobre mis labios con algo que picaba, pero en
el buen sentido—. Es deslumbrante, pero demasiado delgada en mi opinión.
Luce como si pudiera utilizar una semana de comidas caseras —chasqueó—.
Ellos dicen que no hay tal cosa como demasiado delgada en Hollywood, pero
confía en mí, cariño, no es cierto. No vas a morirte de hambre ahora. Junta tus
labios.
—No —le prometí mientras seguía sus órdenes.
—Bien. —Cuidadosamente aplicó el rímel. Tuve que recordarme a mí misma
que debía confiar en el profesional mientras la varita acercaba más y más a mi
ojo. Fue difícil para mí no parpadear—. Ya estás lista para Michael, cariño. —
Cerró su estuche de maquillaje con un chasquido satisfactorio—. Sólo sé tú
misma y te irá bien.
Era un gran consejo, y seguí repitiéndolo mentalmente para mis adentros
mientras que Michael, Corey, y yo charlábamos sobre el espectáculo y las
celebridades cuyo cabello había estado en sus manos. En realidad, convertí las
palabras de Charlene en mi mantra personal. Sólo ser yo misma. Para mí misma,
ser auténtica.
222
Eso fue lo que pensé, seguido por, Oh, Dios mío, ¡realmente voy a hacer esto!
en un bucle sin fin mientras estaba en las alas esperando mi introducción, para
que la música se reprodujera, para que mi señal fuera dada.
Entonces era el momento del espectáculo.
223
Capítulo 36 Traducido por Aldebarán
Corregido por ☽♏єl
llen DeGeneres reprodujo el video de YouTube antes de mi
presentación… bueno, los últimos veinte segundos. Sólo lo suficiente para
que la audiencia viera mi expresión frenética y la conmoción de Alex
mientras yo comprimía su pecho. Mi estridente conjunto de preguntas (¿ESTOY
MATANDOLO AHORA?) sonaron para la diversión de todos en el salón. Así que
cuando caminé hacia el escenario con las piernas como gelatina, fue con el
sonido de aplausos y risas de la audiencia del estudio.
Sonreí a la audiencia a medida que me daba vuelta al son de un éxito de
ReadySet, mientras me concentraba en poner un pie frente al otro. De repente,
estaba obteniendo un amigable abrazo de Ellen, quien es incluso más bonita
en persona que en la TV. Su corto cabello rubio y ojos azules brillaban bajo las
luces del set.
Eso me hizo preguntar si ella tendría a alguien como Charlene siguiéndola por
todas partes detrás del escenario. Lo dudaba. Parecía muy discretamente
casual para eso, especialmente desde que estaba vistiendo jeans, zapatillas,
una camiseta blanca y un chaleco. No todo el mundo puede lucir un chaleco,
pero Ellen lo hizo ver sorprendentemente bien.
—Hola, Mackenzie —dijo, liberándome del abrazo así podíamos hundirnos en
los sillones.
—Hola. Gracias por tenerme en tu programa.
Bien. Las palabras estaban saliendo de mi boca. Era una muy buena señal.
—Gracias por estar aquí. Así que sobre ese video de YouTube…
Me reí consciente de mí misma.
—Sí. Fue muy vergonzoso.
E
224
—Es graciosísimo. Realmente es una de las cosas más graciosas que he visto
jamás. Cuando comenzó a retorcerse y tú sólo lo empujaste de nuevo al
pavimento. —Ella rió—. ¿Realmente no tenías idea de que él estaba bien?
Sacudí la cabeza.
—Me gustaría que todo hubiera sido un acto, pero el video no fue planeado.
No soy una buena actriz. Nunca podría convencer a nadie si esa no fuera
realmente yo, volviéndome loca.
—¿Has pensado en tomar clases de RCP?
Le sonreí incluso a pesar de que esa pregunta había estado atormentándome
a través de los pasillos de la escuela secundaria Smith. En realidad lo que más oí
fueron abucheos de “¡Oye Mackenzie! ¿Quieres practicar el boca a boca?”
pero era similar. Esto hizo preguntarme si Logan y Spencer habían hablado con
alguien más en la escuela por mí. Me concentré en la pregunta de nuevo. Mi
único momento en televisión nacional no era el lugar para obsesionarme sobre
algún chico. Incluso Logan.
—No tengo planes de RCP por el momento, y después de esa experiencia he
descartado definitivamente la medicina como posible carrera.
—Así que háblame sobre el video. ¿Quién hizo la filmación? Es notablemente
estable.
—¿Sabes qué? Honestamente no lo sé. Es un misterio que no he resuelto. Sólo
llegué a casa y encontré a mi hermanito, Dylan, enloquecido.
Ellen sonrío.
—¿Qué dijo él?
—Bueno, él grito sobre cómo estaba por todo Internet. Luego mencionó
enviarme lejos a alguna parte hasta que la vergüenza se calmara. Creo que
quería desconocerme.
—Bueno, ese sí que es un hermano. —La inexpresión de Ellen hizo a todos reír.
—No, él es genial. Tal vez no al principio, pero mi familia y amigos han sido
realmente geniales acerca de todo esto. No ha sido fácil para ellos, tampoco.
Cuando escuchas que me volví famosa a través de YouTube, suena como si mi
vida se hubiera convertido de repente en estrellas de rock y diseñadores de
225
ropa. Esas fueron parte de las cosas, por supuesto, pero ha sido mucho más
complicado. Estoy hablando de multitudes de personas tomando fotos y
paparazzi siguiéndome, y esas son sólo las cosas obvias. Ha habido todo tipo de
rumores rondando.
—¿Rumores sobre qué?
—Sexo… drogas… rock and roll.
—Hablando de rock and roll. —Ellen cambió de tema, y la audiencia rió,
sabiendo exactamente dónde estaba yendo con su explicación previa—.
Oímos que eras terriblemente cercana a cierta estrella de rock.
Y luego en la pantalla detrás de ella estaba una copia ampliada de Tim y yo en
el concierto. Ampliada a un trescientos por ciento podías realmente ver la
tonta, asombrada expresión de mi rostro, la cual tenía más que ver con cantar
en el escenario que con estar enamorada… pero nadie sabía eso.
—Uh, sí. —Me las arreglé para decir—. Ese es Tim.
—Oh, tú lo llamas Tim. ¿Lo llamas de alguna otra forma? Como, digamos, “mi
novio”.
No podía dejar de resoplar por la risa. Lo que debe haber parecido tan
atractivo en televisión, pero todo el asunto era ridículo. Oír a Ellen conjeturar
sobre mi vida amorosa (bueno la vida amorosa de Tim) me tentó a decir “No,
Ellen, mira, él está saliendo con mi mejor amigo Corey”. Luego Corey podría
saludar tontamente a la cámara desde su asiento en la audiencia. Pero
aunque sabía que Ellen podría amar eso, no podría sacar a mi mejor amigo y su
nuevo novio estrella de rock en televisión nacional.
En su lugar dije
—No, Ellen. Tim es sólo un amigo. Él es realmente un chico genial, pero no hay
nada como eso entre nosotros. Él en realidad está involucrado con alguien en
este momento.
La audiencia dejó salir un suspiro, lo cual probablemente incluía algo de
decepción de sus leales seguidoras. Si sólo supieran.
—Aunque él es realmente genial dando consejos sobre relaciones, todos los
chicos lo son, en realidad.
226
Tal vez sólo debería haber esperado a que Ellen hiciera otra pregunta.
—¿Te volviste muy cercana con los otros miembros de la banda?
—Uh, ¿Chris y Dominic? Claro. Viajé hasta aquí en su autobús de gira con todos
ellos.
—Suena a que estuviste rodeada por algunos jóvenes muy atractivos.
No estaba segura sobre cómo responder.
—Um, sí. Supongo que lo estaba. Aunque no es gran cosa. Los chicos son
geniales.
—Oh, apuesto a que sí.
Traté de aguantar otro bufido.
—No de ese modo. Los chicos son en realidad mis amigos, lo cual pasó
sorpresivamente rápido. Sin embargo, supongo que eso sucede cuando pasas
dos días en la carretera.
—Así que pasaste dos días en la carretera con un grupo de estrellas de rock.
¿De qué hablaron?
—Fue divertido, en realidad. Mi amigo Corey preguntó sobre mi vida amorosa,
así que de repente tenía a todos los chicos traduciendo el lenguaje de chicos
para mí.
—Ah, lenguaje de chicos. Es como la jerga, ¿verdad?
Ellen hacía todo más divertido. Aunque, supongo que ella tiene qué, ya que
ese es su trabajo.
—Sip, verás, los chicos no tienen sentido para mí. Así que ellos estaban
dándome consejos. Lo cual lo aprecio en gran manera.
Los ojos de Ellen brillaron con alegría.
—Realmente. ¿Es tu vida amorosa tan confusa?
—Oh, sí.
—Cuéntanos sobre ello.
227
—Bien, están estos chicos y… ¡no puedo creer que estoy compartiendo esto en
televisión nacional!
—¡No puedes detenerte ahora!
Pero probablemente debería.
—Bueno, supongo que estaba interesada en ambos, sólo que no me di cuenta,
y ambos apenas sabían que yo existía, así que no parecía importar qué
pensara. Hasta que los videos fueron un éxito en YouTube, y ellos realmente
comenzaron a hablarme.
—Ooh —dijo Ellen—. Me gusta cómo suena eso.
—Sí, aparentemente cuando eres famosa, las personas te prestan atención. De
todos modos, fui a una fiesta, donde no me drogué. Estaba sólo intentando no
ser una nerd, porque esa era la primera fiesta a la que fui invitada, cuando ellos
se acercaron.
Podía sentir todos los ojos pegados a mí, y supe que la historia estaría por toda
la escuela el día siguiente, pero no me importaba. Estaba haciéndome cargo.
—Oh oh.
—Correcto. Así que uno de ellos me llevó afuera, y estoy intentando no tropezar
con mis tacones ya que nunca los he usado antes y ellos estaban realmente
cortando mi circulación.
—Ouch —dijo sintiéndolo—. Es por eso que no uso zapatillas.
—Eso habría estado significantemente mejor. De todos modos, estamos afuera,
y es una hermosa noche, y él está mirando fervorosamente en mis ojos. —Giré
hacia ella y abrí los míos ampliamente para demostrarlo—. Algo como esto. Y
estoy emocionada de que incluso sepa mi nombre… cuando me dice que me
quiere.
Hago un gesto para que todos puedan decir que no estoy enamorada con la
declaración de Patrick. La cosa rara era que, mientras sabía que debería
mantener mi boca cerrada, pensé que era un juego justo. Patrick me había
acusado de sólo estar detrás de la fama, y estaba haciéndole lamentar sus
palabras en cada modo. Era más que un poco de diversión observar al karma
en acción.
228
—¡El caradura! Diciendo que te quiere. Que horrible cosa por decir. —Ellen no
podía mantener su rostro recto.
—Para ser justos, mi reacción fue mala. Realmente mala. Él dijo, “Te quiero” y
todo lo que se me ocurrió responder fue “No, no lo haces”.
La audiencia rugió con una risa apreciativa.
—En serio. Y mientras estábamos haciendo lo de “Si, lo hago” “No, no lo haces”
una y otra vez, vi al otro chico besándose con la chica más popular de la
escuela.
Todos dijeron “aw” con simpatía, lo cual en realidad me hizo sentir mejor. No
tenía idea que discutir mi vida personal en televisión se sentiría tan…
terapéutico.
—Así que por eso fue genial tener un grupo de chicos dándome consejos.
—Disculparse aquí podría funcionar. —Ellen giró hacia una cámara—. Ella no lo
decía en serio ¡Chico “Te quiero”!
—Bueno, en realidad lo hice.
—Estoy confundida. ¿Qué hay de malo con el chico “Te quiero”?
—Nada, realmente. Es sólo… está bien, él es el tipo que compra a alguien rosas
para San Valentín. Lo cual aparentemente es genial. Nada malo con las rosas.
Pero incluso si dejas caer algunas insinuaciones sobre que lo que realmente
querías era una alcachofa con un gran arco rosado en él de modo que
puedes tener un corazón de alcachofa, él aun así compraría rosas genéricas. Y
para mí…
—Tú quieres una alcachofa. —Ellen lo hizo sonar ridículo, pero no de mala
manera. Sólo como si fuera realmente gracioso.
—Sí, quiero una alcachofa.
Poniéndolo así, mi vida tenía mucho más sentido. Logan era una alcachofa. Él
era multicapas y un poco enojadizo, pero también provocador, divertido y
diferente. Debería haberlo reconocido antes, pero supongo que había estado
demasiado desconcertada por toda su Notabilidad.
229
—Bien, apuesto a que no tendrás problemas consiguiéndolos ahora. Así que
después de este primer éxito del video de YouTube, te convertiste en una
cantante. Tienes una hermosa voz. Por qué no nos dices acerca de eso.
—Bueno, Tim me envió una invitación a su concierto en Portland, y llevé a dos
de mis amigos tras bastidores. Así que Corey y Jane —me detuve y saludé a la
cámara con una tímida sonrisa—. ¡Hola, Jane!
Ellen saludó también.
—Hola, Jane.
—Ella va a amar eso. De cualquier forma, los tres fuimos al concierto, y después
de detenerme a gritar mentalmente por su proximidad, llegamos a conocer a
los chicos. Así que cuando Tim me invitó a salir al escenario, mi amigo Corey,
ese es Corey. —Lo señalé y sobresaltado, él sonrío a la cámara que había
girado hacia su rostro—. Él pensó que sería divertido hacerme ir al escenario.
Eso sacó el infierno de mí, ya que no soy demasiado confiada sobre mis
habilidades de baile.
Lo que era totalmente lo incorrecto para decir enfrente de Ellen. Ella sonrío.
—Eso es fácil. Déjanos ver lo que tienes.
Desde que ella estaba fuera de su silla y bailando con la música que estaba
instantáneamente sonando a través del cuarto, no podía exactamente
rechazarlo. Especialmente desde que la audiencia estaba alentándome. Así es
cómo terminé bailando en El Show de Ellen DeGeneresincluso después de
prometerme que no lo haría.
Fue afortunadamente corto, y mientras nos sentábamos de nuevo en nuestros
asientos ella me dio una cálida sonrisa que estaba llena de regocijo.
—Estuviste bien.
—Oh. Gracias. Es dulce que lo digas. Pero cuando estaba en el concierto me
congelé completamente, así que Corey se precipitó como una pareja de baile.
Luego Tim pensó que sería divertido hacerme cantar con él un poco… y el resto
está en YouTube.
—Bueno, sonaste estupenda. ¿Tienes algún plan de seguir cantando?
230
—Sabes, no realmente. Estoy halagada de que a las personas les guste el
video, pero sé que no tengo la dirección que necesitas para hacerlo en la
industria. En el autobús hasta aquí los chicos y yo tonteamos un poco…
—¡Ajá!
—¡Musicalmente! —Reí—. Nosotros trabajamos en una canción juntos que creo
vamos a tocar para ti. Y si nadie tira tomates, luego la grabaremos en el estudio
con ellos. Pero eso será todo. Después volveré a estudiar para mis clases
avanzadas y la tutoría.
Aunque, probablemente no debería haber mencionado la tutoría, dada la
precaria forma en que había dejado las cosas con Logan.
—Bien, no podemos esperar a oírlo. Pero antes de que lo hagamos, tengo algo
para ti.
Me senté derecha.
—No tenías que hacerlo. Realmente Ellen, sólo estar aquí es emoción más que
suficiente.
—Bueno, encontramos algo que cada estudiosa y torpe chica necesita.
Especialmente si ella va a permanecer en contacto con su “amigo” estrella de
rock.
Ella me entregó un paquete rectangular que tenía algo realmente pesado.
Rasgué la envoltura rápidamente, economizando movimientos para revelar
algo que francamente hizo que mi corazón se comprimiera de emoción.
Era una laptop. Una nueva MacBook. Estaba instantáneamente segura de que
lo era cuando sentí el estuche blando del portátil. Por supuesto, el rostro de
Ellen estaba marcado a través de la cubierta, y decía Ellen-Book, pero eso sólo
lo hizo incluso más genial.
No grité. Lo que fue un pequeño milagro considerando la forma en que Ellen
DeGeneres casualmente entregó la cosa con la que me había obsesionado
por meses. Había perdido mucho tiempo calculando: ¿Cuántas horas de
tutorías necesitaría para conseguirla? ¿Y si trabajara de niñera los fines de
semana? ¿Cuántos meses de apartar cada dólar antes de que una laptop
fuera mía? Todo ese trabajo, y la computadora sólo fue entregada a mí sin
restricciones adjuntas.
231
Recordé la acusación de Logan: que sólo lo había estado usando por una
laptop, y supe que al comienzo él podría haber tenido razón. Me preocupaba
por hacer el trabajo, ser responsable, ganar mi salario, pero no me preocupaba
particularmente por él. Y ahora, eso cambió. Si volvía a las tutorías él sabría que
la laptop no tiene nada que ver con eso.
Porque ahora la laptop es mía… y no tiene nada que ver con él.
Agarré la computadora con incredulidad.
—Oh, mi Dios —jadeé—. ¡Muchísimas gracias! ¡Me encanta!
Ellen sonrío ampliamente.
—Me alegra que te guste. La muy talentosa banda ReadySet estará aquí
después de estos mensajes. No se vayan.
Y con eso, el programa detuvo la grabación para un corte comercial.
232
Capítulo 37 Traducido por LizC
Corregido por Yonoestoyloca
ntes de que tuviera tiempo de respirar, Tim, Chris y Dominic se
establecieron en el escenario y listos para seguir. Justo al lado de Tim
estaba un micrófono vacío esperándome. Lo cual era una locura, pues
lo que le había dicho a Ellen era del todo cierto: tenía una pequeña voz bonita.
Énfasis en una pequeña. No iba a estar en American Idol en ningún momento.
—¿Nerviosa? —preguntó Ellen, aunque me pareció que la respuesta era obvia.
—Uh, realmente aterrorizada.
—Vas a estar genial.
Necesitaba oírle decir eso más de lo que quería admitir.
—Realmente aprecio todo esto —le dije, señalando a mi laptop—. Es una
sensación bastante surrealista, pero... gracias.
Me pasé una mano por el pelo y esperé que no acabara accidentalmente de
destruir el look que Michael había creado cuidadosamente.
—Simplemente, nunca he estado en el centro de atención antes. ¡Nunca lo he
querido! Siempre he sido la torpe muchacha que las personas sólo notan
cuando necesitan ayuda con la tarea. Y ahora estoy derramando mi vida
personal para todos en Estados Unidos y voy a cantar con un grupo de rock
famoso y... ¡es una locura!
Ellen escuchó. Creo que por eso es tan buena en su trabajo. Ella sí que sabe
escuchar.
—No tienes que ser nadie más que tú misma.
Ahogué un gemido.
A
233
—¡Lo sé! Quiero decir, eso es lo que la gente me dice. Pero no es tan fácil,
¿verdad? Porque, ¿y si ser yo es aburrido?
Ella se encogió de hombros.
—¿Crees que eres aburrida?
Me eché a reír y volví a mirar el micrófono.
—No por el momento.
—Entonces no creo que sea necesario que te preocupes por eso. Me pareces
bastante interesante a mí. Vas a estar genial.
—Ellen, estamos empezando en cinco, cuatro, tres, dos... —Uno de los
camarógrafos anunció en voz alta.
—Hola, entonces estamos de vuelta con Mackenzie Wellesley y ReadySet.
¿Estás lista, Mackenzie?
Sonreí.
—Creo que sí.
Y por primera vez en las últimas dos semanas, me sentí segura. Yo había
practicado en el autobús con estos chicos por horas. Si lo hubiera hecho mal,
me lo habrían hecho saber. Así que tomé mi posición en el grupo antes de
darle mi visto bueno a Tim.
La banda cobró vida, y yo estaba en el corazón de ello. Fue incluso mejor de lo
que había sido en el Rose Garden de Portland. Por un lado, esta vez sabía
exactamente lo que Tim quería: me lo había taladrado lo suficiente en el
autobús. Todavía sentía la agitación de la adrenalina y el pánico, pero lo
apisoné hacia abajo. Una parte de mí decía: ¡Esta es tu primera y última gran
presentación, Mackenzie! ¡Que sea buena!
Estallé junto a la música. Mantuve mis ojos en Corey entre el público y ceñí la
canción como si estuviera de vuelta en mi habitación en casa. Lo bueno de
cantar es que cuando lo haces, no esperan que bailes.
Así que Tim y yo sacudimos la parte vocal con todo lo que teníamos, y Corey
probablemente diría que yo canté con “actitud” en el micrófono. Era como si
234
mi propia Sasha Fierce hubiera saltado y asumido el control. Excepto que me
sentí de alguna manera bien. Más que eso, me sentí valiente.
Todo el asunto se terminó casi tan rápidamente como había comenzado. Me
sacaron fuera del escenario antes de que Ellen llevara a cabo una entrevista
con una verdadera estrella de gran categoría (creo que era Robert Pattinson
promocionando su última película).
No es que me importara, porque al segundo que estuvimos detrás del
escenario me envolvieron en un enorme abrazo de grupo. Tim se mantuvo
canturreando:
—¡Escuchaste eso! ¡Estuvimos jodidamente increíbles!
Sólo que él no dijo “jodidamente”, y no hice ningún comentario sobre su
lenguaje.
—Eso —dije cuando por fin pude hablar—, ¡fue increíble!
Tim sacó su teléfono celular.
—Voy a ver si podemos conseguir un intervalo de tiempo antes en el estudio de
grabación. Quiero sacar este simple de inmediato. —Él me mostró su sonrisa
más encantadora—. Estuviste de muerte. Maldita sea, Mackenzie. Estuviste
jodidamente perfecta. No puedes volver a Oregón ahora. Te necesitamos para
las vocalizaciones.
Tim no dijo “jodidamente” tampoco, pero estaba más distraída por la forma en
que Chris y Dominic asentían con la cabeza en acuerdo como muñecos
sincronizados.
Me di un momento para fantasear acerca de cómo mi vida podría ser como
un miembro de ReadySet. Pasando mi vida en la carretera y en estudios de
grabación, yendo a eventos como los Grammy, y charlando en las fiestas con
gente como Robert Pattinson acerca de Ellen y otros amigos en común.
Sonaba muy genial. Excepto...
—Tengo que volver a casa, al igual que tenía que venir aquí. Tenía que
demostrarme a mí misma que podía enfrentarme a la prensa. Pero ahora… —
Me encogí de hombros—. Estoy lista para decir adiós a la industria de la música
y desaparecer de la vista del público.
235
La boca de Tim cayó abierta.
—¡Me estás tomando el pelo! ¡Pensé que era sólo para construir la historia! No
puedes parar. ¡Te estabas divirtiendo tanto en el escenario!
Imaginé a Jane y Melanie almorzando juntas con las otras chicas de primer año
nuevas en mi ausencia.
—Voy a tener diversión en casa también. Voy a grabar la canción, y si alguno
de ustedes alguna vez se acerca a Portland, siempre pueden quedarse en mi
casa. Voy en serio a extrañarlos, muchachos. —Envolví mis brazos alrededor de
Chris y luego Dominic—. Pero por mucho que lo odie, no he terminado con la
escuela secundaria.
Tim no pudo aceptarlo tan fácilmente. Pasó el resto del día tratando de
convencerme de que cambiara de opinión o, en sus palabras, “parara de ser
una idiota”. Yo no me ofendí. En realidad, se sentía bien ser querida mientras
grabamos mi voz en el estudio... a pesar de que el proceso pareció no terminar
nunca. Tuvimos que pedir pizza porque la hora de grabación fue muy intensa,
con nuestro vuelo de regreso a Portland a la mañana siguiente. Incluso nos
habíamos traído castres al estudio para que pudiéramos dormir la siesta
mientras los técnicos jugaban con el equipo.
Al parecer, así es como las estrellas de rock se vuelven todos noctámbulos.
Cuando se terminó mi parte de la pista, todos estábamos tan cansados que
sólo teníamos la energía para intercambiar soñolientos adiós. Tim me hizo
prometer mantenerme en contacto incluso si persistía en “ignorar la
oportunidad de una vida”. Y aunque yo no pensé que estaba cometiendo un
error, incluso en mi estado de privación de sueño, sabía que iba a extrañarlos.
Dominic, Chris, y yo nos fuimos a llamar a un taxi para que Tim y Corey pudieran
tener un poco de intimidad con su despedida. A juzgar por el brillo en los ojos
de Corey definitivamente habían ido más allá de tomarse de las manos. Bueno,
eso y el hecho de que pasaron todo el viaje hasta el aeropuerto, así como el
vuelo de regreso a Portland discutiendo la posibilidad de una relación de larga
distancia para hacerlo funcionar. Yo escuché mientras él trataba de
convencerse a sí mismo que sería una tortura. Luego tuve que hacer ruidos
arrulladores de apoyo mientras me mostraba todos los mensajes de texto que él
y Tim se habían enviado el uno al otro.
236
Realmente esperaba que yo nunca fuera así de molesta con mis problemas de
chicos.
Toda la cosa era asquerosamente tierna. Sobre todo porque mientras más nos
acercábamos a aterrizar en Portland, más nerviosa me ponía. ¿Qué demonios
había estado pensando al decir tanto acerca de mi vida personal en Ellen? Yo
sólo había tenido que empezar a balbucear, sólo que esta vez lo que salió fue
mucho peor que un hecho histórico al azar. “Te amo chico” iba a hacerme
caer muerta. Él probablemente no era el único. Brevemente consideré a partir
de eso una lista de personas que tenían motivos para odiar hasta mis entrañas.
Patrick. Alex. Chelsea. Logan.
Poco a poco me di cuenta de que había mencionado a Logan en la televisión
nacional, peor aún, había admitido estar enamorada de él. Realmente
esperaba que toda la cosa de enrollarse-con-Chelsea no se supusiera ser un
secreto, ya que definitivamente ahora iba a salir a la luz. Spencer
probablemente me odiaba también… si no lo hacía desde antes.
Parecía que tendría que arrastrarme un montón.
Así que yo estaba perdida en mis pensamientos cuando los padres de Corey
nos recogieron en el aeropuerto. Menos mal que fue el único comité de
bienvenida. Al parecer, mi entrevista muy pública había hecho lo que mi
escondite no había hecho: hacerme pasar por una desconocida.
Tim me dijo anoche que desde que había dejado claro que los dos no éramos
novios, yo era oficialmente una estrella de bajo perfil. Al menos una cosa iba a
salir bien. No tuve que decir nada en el coche, ya que Corey estaba hablando
tan rápido que no pude decir una palabra, lo que me dejó continuar
divagando sobre mi vida en paz.
Mi situación financiera era diferente ahora. Yo ni siquiera había empezado a
procesar el frescor de grabar una pista cuando el agente de Tim me entregó la
documentación para los derechos de autor sobre la canción en la que ahora
estaba siendo incluida.
Así es: los derechos de autor.
Probablemente debería haberlo visto venir, pero para ser honesta, realmente
estaba haciendo todo lo de la grabación como un favor. Después de todo el
trabajo que pusimos perfeccionando la canción en el autobús, no había
237
manera de que pudiera retirarme de la grabación. Pero honestamente nunca
se me ocurrió que me estarían pagando. Aunque, de acuerdo con Tim, era una
miseria en comparación con lo que podría hacer si me quedaba.
Esa cosa de los derechos de autor había cambiado todo. Claro, era sólo una
canción, pero tan pronto como el álbum saliera (y sabes que va a ser platino.
¡Estamos hablando de ReadySet!) Iba a recibir cheques por correo. Todo era
una locura, sobre todo sabiendo que millones de personas la bajarían en iTunes.
Incluso si sólo tengo un centavo de cada descarga... serían un montón de
centavos.
Y sí, no iba a comprarle de pronto a mamá una casa más bonita, pero pagar la
universidad sin una montaña de préstamos estudiantiles no parecía tan
imposible. Por no hablar de que ahora tenía un tema impresionante para un
ensayo de aplicación.
Todo lo que necesité fue humillarme a mí misma a través de Internet para que
todos mis sueños se hicieran realidad.
Bueno, la mayoría de ellos.
Tal vez algunos de esos sueños, como tener a Patrick interesado en mí y
conseguir la atención de mi padre, habían sido horribles... pero al menos mi
familia estaba intacta.
Pero algunos de mis sueños, como ampliar mi grupo social más allá de Corey y
Jane, habían funcionado sorprendentemente bien.
También había sido valiente. Después de años de esconderme en las alas,
había conquistado el centro del escenario. Incluso había sido notada por los
Notables, y todavía pensaba que era más o menos la misma persona. Si pude
manejar todo eso, probablemente podría incluso manejar a Chelsea
Halloway... aunque sigo prefiriendo no hacerlo.
Ahora sólo tenía que ver si podía abrirme paso a través de una disculpa de
alguien que podría muy posiblemente quererme muerta.
238
Capítulo 38 Traducido por Jo
Corregido por Micca.F
ólo hice un par de pausas entre mi casa y la pista de hockey. Los padres
de Corey me dejaron y subí mis cosas a mi habitación, llamé a mamá para
que no se preocupara, y me duché la sudorosa asquerosidad que venía
de ser apretada en un lugar pequeño entre Corey y una enorme butaca.
No había manera en que pudiera llegar a ninguna parte del día de escuela.
Bien, técnicamente podría haber ido a la escuela a recoger más tareas, pero
eso podía esperar por otro día. Así que manteniendo vigilado el reloj, me puse
un casual atuendo de jeans, sandalias, y una camisa lisa suelta sobre una
simple camiseta y una chaqueta.
Nada brillante. Nada que llamara a gritos la atención, ropas normales y
regulares que se sentían como yo.
Una vez que estuve vestida, tomé mi espacioso bolso mensajero, un viejo par
de patines de hockey de Dylan, y mi iPod. Tuve que moverme rápido en caso
de que perdiera el valor. Pasé todo el camino pasando por escenarios de “y si”,
pero sólo había una forma de descifrarlo. Así que puse mi más feliz, más alegre
música e intenté disfrutar la caminata.
El clima era sorprendentemente agradable para diciembre en Forest Grove.
Todavía habían nubes pesadas (el clima de Oregón prácticamente requiere ser
nublado) pero habían trozos congelados de azul asomándose aquí y allí. Y
había luces brillantes colgando de los edificios y árboles que iluminarían el
pobre centro de la ciudad hermosamente cuando la noche cayera. El fresco
aire se sentía bien contra mi piel, haciéndome apreciar la calidez del banco
aún más cuando entré para sacar por primera vez después de años de
depósitos.
Era extraño tener dinero en mi bolsillo. Ni siquiera pensé en traer una billetera ya
que nunca había necesitado una antes. Apuré mi paso, entré a un Blockbuster,
S
239
e intenté no pensar demasiado en mi situación. Sólo sigue tus instintos, me dije,
como un gato montés o algo. Sacudiendo mi cabeza por la loca metáfora, me
detuve sólo para meter mi compra demasiado-pensada-así-que-no-cuenta-
realmente-como-un-impulso en mi bolso junto a los patines. Mientras me
acercaba a la pista me dije que estaba haciendo lo correcto. Esto era mucho
mejor que un mensaje de texto impersonal diciendo “Hablemos” o un mensaje
de voz incómodo de mí diciendo: —Uh, hola, Logan. Soy yo, Mackenzie. Um…
así que, esto es raro. ¿Podemos, um, juntarnos y hablar?
Encontrarlo en la pista de hielo no era acosar, me dije. No era mi culpa que
tuviera su horario memorizado. Si él no hubiera querido que supiera dónde
estaría entonces nunca debió haberme contratado en primer lugar. No era
como si ahora que no era más su tutora, su horario volaría fuera de mi cabeza.
Sería mejor que esta confrontación en particular no tuviera lugar en la escuela.
Entré a la frescura de la pista de hielo, mientras el frío se irradiaba desde el
hielo. Me abroché la chaqueta y sentí una corriente de adrenalina pasar por mi
sistema.
Tranquila chica, me dije. Pudiste salir en Ellen. Puedes hacer esto.
Me senté en la cabina, sólo que en lugar de sacar libros de texto para poder
pretender estar trabajando mientras secretamente observaba a los chicos,
saqué los patines y comencé a atarlos.
Esperé con nervios para que la práctica terminara. Me paré cuando el
entrenador sopló su silbato e hice mi acercamiento mientras todos estaban
prestándole atención a sus palabras de consejo o lo que sea que estuviera
diciendo.
Estaba de pie justo en la entrada del hielo cuando los chicos comenzaron a
irse. La mayoría de ellos me miraron con curiosidad pero siguieron avanzando
junto a mí hacia el camerino. Podía escuchar la vocecita en mi cabeza
gritando: —¡MAYDAY19! ¡MAYDAY! ¡ABORTEN LA MISIÓN! ¡¡¡ABORTEN LA MISIÓN!!!
¿La escuché? No-o-o.
19
Mayday: es un código de emergencia utilizado internacionalmente como llamada de auxilio,
derivado del francés m'aider (que se traduce como "ayúdenme").
240
—Uh, hola, Patrick —dije, mientras comenzaba a pasar junto a mí—. ¿Cómo te
va?
Tonta. Tonta.
Él me dio una mirada que tenía tanto calor como el hielo que acababa de
dejar.
—Bien.
—Genial.
Él asintió y se fue, dejándome extrañamente satisfecha de que hubiéramos
tenido una corta, cortés conversación.
Tal vez no me odiaba por completo. Eso era algo.
Spencer me envió una sonrisa amistosa cuando me notó de pie allí. Estaba en
una conversación con Logan y el entrenador, y mientras observaba él codeó a
Logan e inclinó su cabeza levemente en mi dirección.
Miré a Logan mientras sus ojos revisaban el área que Spencer había señalado
antes de que se posaran en mí. Hubo una larga pausa y no me pude mover.
Logan estaba cinco metros más allá escuchando al entrenador y mirando a
través de mí. Spencer murmuró algo que no pude entender, pero el
desinteresado encogimiento de hombros de Logan no necesitó traducción.
Luché ante la urgencia de huir recordándome que no podía correr cada vez
que me sintiera incómoda, avergonzada, o herida. Además no podía
realmente hacer una rápida o ágil salida en patines de hockey. A lo mejor
podía andar como pato de vuelta a la cabina e intentar cambiarme los
patines por zapatillas antes de que Logan me pudiera alcanzar, pero entonces
sólo me vería como una cobarde. Así que enderecé mi espalda y, agarrando
mi bolso de mensajero para la buena suerte, entré en el delgado hielo,
metafórica y literalmente.
El entrenador, un regordete hombre casi calvo en un cortavientos, apoyó una
gruesa mano en el hombro de Logan y dijo algo acerca de vigilar la línea
defensiva antes de alejarse patinando. Me moví lentamente dentro del hielo
hacia los chicos. Se sintió como un horrible sueño donde cada vez que estás a
punto de cruzar la línea de meta salta más allá unos seis metros.
241
Cuidadosamente me ajusté para tener hielo debajo de mí y fui capaz de
deslizarme hacia ellos.
—Uh, hola —dije, y me giré a Spencer primero porque mirarlo a él era más fácil
que ver el completo desinterés irradiando de Logan—. Lo siento por… tú sabes,
emborracharme en tu fiesta. No fue mi momento más fino.
Él rió.
—La próxima vez tendrás que apegarte a la Coca.
Lo que me hizo sentir un revoloteo de esperanza porque acababa de decir: “La
próxima vez” como en que volvería aún a pesar de que me había humillado a
mí misma la primera vez. Tal vez no estaba completamente en la casa del perro
después de todo. Miré a Logan para ver lo que hacía de todo esta cosa de “la
próxima vez”, pero él sólo parecía aburrido.
Así que estaba en la casa del perro después de todo.
—Suena bien —dije.
—Sólo pondremos un poco de ron en ella. —Su sonrisa fue rápida y llena de
humor—. Tengo que irme. Te veo después, hombre —dijo esa última parte sobre
su hombro para Logan mientras se movía con la rapidez confiada de una larga
práctica hacia la salida.
Eso dejó el lugar vacío excepto por Logan y yo. Lo que no era intimidante ni
aterrador para nada. Oh espera, sí lo era.
—Así que… —comencé con incomodidad—. Deberíamos hablar.
—Bien. Habla.
No iba a hacerlo fácil para mí. Determinada de ser tan casual como él lo era
acerca de todo esto, comencé a patinar vueltas, y no me sorprendió cuando
él igualó mi paso con mínimo esfuerzo.
—Te debo una disculpa. Fue realmente agradable de tu parte ayudarme en la
fiesta. No estabas obligado y lo aprecio.
Él se encogió de hombros y siguió viéndose aburrido.
—¿Era eso?
242
—No. —Me detuve con una oleada de molestia—. Siento haberte gritado
acerca de la cosa de Alex. Estoy acostumbrada a lidiar con las cosas por mí
misma. De hecho lo prefiero de esa manera, pero fue agradable de tu parte
decirle que se alejara aún si no estoy loca por la manera en que lo manejaste.
—Bien.
Sacudí la cabeza con incredulidad y me pregunté por qué había siquiera
gastado mi tiempo y energía en un tipo como Logan Beckett. Aquí estaba yo,
haciendo lo correcto e intentando aclarar el aire, mientras él se veía como si yo
estuviera explicando el ciclo de la vida de un ciempiés. En cualquier segundo
lo aburriría hasta un coma.
—¿Sabes qué? Es todo. Esa es toda la disculpa que vas a tener. Tómala o
déjala. —La indignación se sentía un infierno mejor que los nervios mareados
que había tenido en mi estómago. Busqué en mis bolsillos y saqué un billete de
cincuenta dólares.
—Aquí. —Se los pasé con rabia pulsando a través de mí. Él tomó el billete
instintivamente y luego sin pensar lo arrugó en su puño mientras su mano se
apretaba—. Ahora estamos a mano.
—No estamos ni cerca —respondió—. ¿Por qué estás haciendo esto,
Mackenzie? Dylan me dijo que volaste para salir en Ellen. ¿Necesitas más cebo
para la prensa? ¿Es por eso que me espiaste en primer lugar? ¿O estás aquí por
algo más? —Sus ojos brillaron con rabia, y por sólo un segundo se vio tan herido
como yo me sentía. Luego se había ido.
—Sólo estoy haciendo esto para aclarar el aire —dije, pero no pude evitar
preguntarme si era cierto. Era la razón por la que me había hecho verlo, pero
parte de mí, la parte estúpida, había esperado que todo funcionara entre
nosotros. Que podría volver a ser su tutora y Chelsea lo dejaría de nuevo y los
dos nos juntaríamos. Tonta. Muy tonta—. ¡Y no estaba espiándote! —Mi voz se
levantó una octava—. ¡Cuántas veces tengo que decirte eso! Sólo estaba
afuera y resulté verlos a los dos besándose, ¿bien? No fue una gran cosa.
Quiero decir: lo entiendo. Ustedes tienen una historia, y la historia se repite. Y no
es asunto mío que la estuvieras besando de todas formas. No lo mencionaré de
nuevo.
Decidí no decirle que ya lo había discutido involuntariamente en Ellen. Se
enteraría lo suficientemente pronto. Si llegaba a ver mi entrevista, vería cuánto
243
me gustaba. Nunca debería haber soltado esos detalles en televisión. Pero
ahora era demasiado tarde para retirarlo.
Demasiado tarde para decir que él estaría mejor con alguien inteligente y
dulce y (bien) rara que con Chelsea. Alguien que pudiera hacerlo reír. Alguien
como, oh, no lo sé, ¡yo!
—No lo estaba haciendo —dijo brevemente.
—¿De qué estás hablando? —demandé—. Estaba justo allí. Los vi a los dos
besándose.
—No, la viste a ella besándome a mí. Gran diferencia.
Mi corazón hizo un ka-thump que intenté muy duro ignorar.
—No parecía como si estuvieras alejándola con un palo.
—No, no lo estaba haciendo. Ella me besó, y luego expliqué que no iba a
ocurrir de nuevo. —Sonrió con frialdad—. ¿Satisfecha?
—Oh —dije, sintiéndome como una tonta—. Bueno, um. Qué bueno saberlo. No
es que sea, tú sabes, asunto mío.
Oh, infiernos, estaba a segundos de balbucear.
—Cierto. Mira, sólo olvidémoslo. No importa. —Se giró suavemente en el hielo y
comenzó a ir a la salida.
—¡Espera! —Casi me caigo de cara mientras intentaba seguirlo—. Yo… tengo
algo para ti.
Pude ver la sorpresa en sus oscuros ojos azules mientras se giraba para
enfrentarme.
—Tienes algo. Para mí —dijo lentamente.
—Fue una compra impulsiva. —Sonreí y sentí mi corazón hacer otro de esos
intensos ka-thumps mientras buscaba en mi bolso de mensajero y lo sacaba—.
Tú sabes, para aclarar el aire, supongo. Toma.
Lo empujé hacia él y observé como lentamente daba vuelta su regalo y me
miraba.
244
—¿John Adams?
—Sí. HBO hizo esta miniserie de él hace un tiempo y nunca la vi y escuché que
era buena. —Me encogí de hombros nerviosamente—. Entiendo si no la
quieres. Sólo pensé que sería divertido, tú sabes, verla. Juntos.
Estoy sorprendida de que pude hablar. Mi boca se sentía seca y mis manos se
habían puesto pegajosas.
La verdad es que hay algo mucho más aterrador que cantar en público, o
responder preguntas acerca de tu vida amorosa en televisión nacional, o ser
enjambrada por los paparazzi.
Y eso es decirle al chico (o chica) que te gusta, que te gusta. Personalmente,
tomaría el programa de Ellen cualquier día sobre esto.
Pero es por eso que tuve que hacerlo.
—Así que. —Logan miró de mí a la caja de DVD y luego de vuelta a mí—.
¿Quieres ser mi tutora de nuevo?
—Bueno, sí y no. —Tomé una respiración profunda de aire que se sintió más frío
por la frescura del hielo de la pista de patinaje. Realmente esperaba no estar
cometiendo un error, y mientras vacilaba por un último segundo recordé el
secreto que Logan me había dicho. El que probablemente pensó que estaba
demasiado borracha para recordar en la mañana. Acerca de cómo había
mirado a Patrick ese día en Starbucks… y como no le había gustado.
—Pensé-que-podría-ser-una-cita. —Las palabras salieron tan rápido que como
que se mezclaron—. O no. Eso está bien también. Y no tendría que ser gran
cosa. Sólo una película y algunas palomitas. O, tú sabes…
Pero ninguno de los dos supo que había estado a punto de balbucear porque
Logan tiró de mi chaqueta hasta que me deslicé por el hielo y choqué con él.
Sólo que a él no pareció importarle. No si la manera en que su boca
instantáneamente cubrió la mía era una indicación.
Me gustaría decir: wow.
Si alguien me hubiera preguntado el nombre del segundo presidente de los
Estados Unidos (John Adams, por supuesto) no habría sido capaz de
responder… porque cuando Logan Beckett me besó, mi cerebro se apagó.
245
Todos los pensamientos en mi cabeza, las preocupaciones, los problemas, los
estreses, se callaron y aquietaron como la vacía pista de hielo. Todo lo que
podía sentir eran sus labios en los míos. Oh, y mi corazón ya no estaba haciendo
ese solo ka-thump. Estaba latiendo cálido y rápido. Y yo estaba devolviéndole
el beso.
—Así que —dije cuando nos separamos para respirar—, tomo eso como un sí a
la cita.
Presionados contra el otro tan cerca que podía ver cada mota de gris en sus
ojos y podía observar la boca que acababa de besarme hasta quedar
descerebrada abrirse en una sonrisa. Una arrogante, confiada sonrisa que
nunca pensé que sería dirigida a mí. Pero entonces, había dudado que Logan
alguna vez me vería como algo más que una rarita tutora. Supongo que eso
demuestra cuán rápido las cosas pueden cambiar.
—Eso es un sí, Mack. —Metió un mechón de mi cabello detrás de una oreja—.
Tú sabes —dijo de modo conversacional mientras levemente rozaba sus labios
contra los míos—, creo que encontramos algo en lo que no eres rara.
—¿Besar?
—Mmm-hmm.
Mi cerebro casi se cortó cuando usó sus dedos para poner en ángulo mi
barbilla.
—Entonces supongo que deberíamos continuar haciéndolo.
Y eso es exactamente lo que hicimos.
Fin
246
Sobre la autora
Marni Bates
omenzó su carrera como
escritora a la edad de 19
años con su
autobiografía, Marni. Su novela
de ficción debut, Awkward, ha
sido traducida al portugués,
español y húngaro, y ha sido
elegida por Disney Channelpara
realizar la adaptación
cinematográfica. Tiene otras tres
novelas: Holly, Invisible, y Notable.
En su tiempo libre se la puede
encontrar leyendo novelas
románticas, patinando, cantando
muy fuerte (y fuera de tono) en público y viendo grandes cantidades de
programas de televisión.
C
247
Créditos Moderadora:
Paaau
Staff de Traducción:
Skye
Aldebarán
Little Rose
Lalaemk
Dai
Miranda.
Nanami27
Shadowy
Andy Parth
LizC
Paaau
norita_30
carmen170796
Jo
mel94_
Staff de Corrección:
☽♏є l
Marce Doyle*
yonoestoyloca
MaryJane♥
Haushiinka
Micca.F
Mlle_Janusa
Laurence15
Recopilación y revisión:
Micca.F
Diseño:
Yessy