Post on 02-Oct-2015
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Confederacin Espaola De Asociaciones de Padres y Madres de AlumnosPuerta del Sol, 4 | 6 A | 28013 MADRID | Telfono 91 701 47 10 | Fax 91 521 73 92ceapa@ceapa.es | www.ceapa.es
El objetivo de este cuento es aportar a padres y madres una herramienta ldica para ejercer de forma positiva su parentalidad y enfrentarse a situaciones conflictivas que pueden llegar a darse dentro de la unidad familiar, favoreciendo la convivencia y las relaciones saludables entre todos los miembros de la familia.
La comunicacin es una de las habilidades ms valiosas que pueden salvar las diferencias, crear conciencia y mejorar la comprensin. Mediante la lectura compartida, se puede favorecer esta comunicacin, fomentando el dilogo y la reflexin conjunta, compartiendo valores y actitudes para conseguir as unas relaciones familiares sanas y en armona.
Financiado por:
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Cuento sobre orientacin y mediacin familiar
Besos de galleta, abrazos de metal
Cuento sobre orientacin y mediacin familiar
Besos de galleta, abrazos de metal
Dirigidos a nias y nios de entre 6 y 12 aosAutora: Raquel Mguez. Ilustraciones: Mara Reyes Guijarro Ruiz.
Confederacin Espaola De Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos
Cuento sobre orientacin y mediacin familiar
Besos de galleta,
abrazos de metal
Autora:Raquel Mguez Parada
Ilustraciones:
Mara Reyes Guijarro Ruiz
Coordinacin:
Jess M Snchez Herrero
Nuria Buscat Cancho
Isabel Bellver Vzquez-Dodero
Olga Gmez Gmez
Edita:CEAPA
Puerta del Sol, 4 - 6 A
28013 MADRID
Edicin:Mayo de 2014
Maquetacin:IO Sistemas de Comunicacin
Imprime:IO Sistemas de Comunicacin
Enrique Granados, 24
28523 MADRID
JUNTA DIRECTIVA DE CEAPA:Jess M Snchez Herrero, Jess Salido Navarro, Nuria Buscat Cancho, Eusebio Dorta Gonzlez, Juan Manuel Jimnez Lacalle, Jos Pascual Molinero Casinos, Elena Gonzlez Fernndez, Carmen Aguado Cabellos, M Carmen Padilla Darias, Gema Ins Prez Ibez, Jos Luis Lupiaez Salanova, Emilia Ruiz Acitores, Rafael Mel Oliveras, Mustaf Mohamed Mustaf, Ascensin Pinto Serrano, Lois Uxio Taboada Arribe, Jos Luis Pazos Jimnez, Andrs Pascual Garrido Alfonso, Santiago lvarez Folgueras, Petra Angeles Palacios Cuesta y Manuela Carrero Garca.
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Introduccin
El objetivo de esta publicacin es aportar una herramienta a pa-
dres y madres para abordar de forma educativa con sus hijos, de
entre 6 y 12 aos, un tema sobre orientacin familiar.
La lectura es sin duda una de las maneras ms efectivas para
aprender sobre cualquier tema y no solo se trata de contenidos
como las matemticas o la lengua, sino, de la vida.
A travs de la lectura de cuentos, los nios y nias desarrollan y
potencian su imaginacin, as como, la afectividad. Las historias
que leen les ayudarn a entender su entorno y a comprenderse
mejor a s mismos.
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Los cuentos son el idioma que ms les motiva. Ledos conjunta-
mente con padres y madres aportan una herramienta divertida y
mgica que facilita muchsimo el abordaje de temas de inters
con los hijos e hijas dentro de un escenario ldico, relajado y
afectivo que fortalecer el vnculo familiar, clave para el desarro-
llo emocional y personal de los hijos e hijas.
Por ello, hemos escogido los cuentos para ensear a los nios
conceptos, actitudes y valores asociados con las relaciones que
se dan dentro de las familias.
El cuento es un instrumento muy atractivo e idneo para que pa-
dres e hijos se unan en torno a una misma actividad, convirtin-
dose as en un hilo conductor para establecer una comunicacin
clida y positiva entre ellos.
Un cuento puede ser (adems de una forma de aprendizaje) una
va muy importante para poder acercaros ms a vuestros hijos e
hijas y tener una mejor relacin familiar.
Con el objetivo de facilitar la comprensin de este libro, aporta-
mos una serie de preguntas que podis formular a vuestros hijos
e hijas para favorecer el dilogo y reforzar ideas positivas.
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Qu le ocurre al protagonista del cuento?
Qu consecuencias tienen las diferentes decisiones que van
tomando cada uno de los personajes del cuento?
Cmo resuelve el protagonista el conflicto que tiene en el
cuento?
Qu valores nuevos ha aprendido en el desenlace de la historia?
A lo largo de todo el cuento, se producen situaciones que po-
dris analizar con vuestros hijos e hijas, plantear posibles alter-
nativas y/o soluciones, y en definitiva, compartir un espacio de
comunicacin, dilogo y crtica constructiva.
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Besos de galleta, abrazos de metal
Raquel Mguez Parada
Dirigidos a nias y nios de entre 6 y 12 aos
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Todos los das, cuando llegaban de trabajar, los padres de Pepe
entraban en su cuarto y le daban un beso, aunque l no se ente-
raba porque ya estaba dormido. Y por la maana, antes de mar-
charse, le dejaban una notita en el frigo porque era tan tempra-
no que an no se haba despertado.
El da que cumpli ocho aos, Pepe se encontr este mensaje:
Feliz cumpleaos, Pepe! Te quieren: mam y pap.
El nio se fij entonces en una caja que haba junto a la ventana.
Era casi tan alta como el frigo y estaba atada con una cinta bri-
llante de color verde, su favorito.
Pepe se subi a una silla y nada ms tirar de la cinta, los cuatro
lados de la caja se soltaron y se cayeron al suelo. Al mismo tiem-
po, un milln de bolitas blancas se desparram por la cocina.
Al principio pens que el regalo de sus padres era ese: una pis-
cina de bolitas blancas. Un milln de bolitas blancas para nadar
por toda la casa
Good morning, buon giorno, bon jour, buenos das.
Al or la voz de Robota, Pepe se cay al suelo del susto.
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T eres el seor Pepe? pregunt ella saliendo de la caja
recin abierta, mientras se sacuda las bolitas que se le haban
quedado pegadas al cuerpo.
No Bueno s yo soy Pepe, y t quin eres?
Soy Robota. Tu regalo de cumpleaos: cocinera, cuidadora,
cantante, contadora de monedas y profesora de idiomas. Me
crearon inspirndose en Lady Rosemary Oldman, encargada de
la educacin de su majestad imperial, Luis V de la Baja Estofa.
Tena una voz como de metal.
T eres mi regalo?
S, oui, yes. Tus padres quieren lo mejor para ti, seor Pepe.
Pepe la mir de arriba abajo. Era alta, calva y un poco gorda.
Qu sabes hacer? le pregunt el nio.
Robota se rasc la cabeza y parpade. Tena las pestaas tan
largas que pareca que le pesaban y cada uno de sus parpadeos
duraba tanto como tres de los de Pepe.
S hacer casi cualquier cosa contest.
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Y aadi, como si fuera el mago de la lmpara de Aladino:
Hoy es tu cumpleaos: pdeme lo que quieras.
Quiero una tarta de tres pisos se pidi Pepe. El primero de
chocolate, el segundo de fresa, el tercero de limn. Y que tenga
una nave espacial de caramelo arriba del todo.
La har con leche desnatada: tus padres quieren lo mejor para ti.
Robota movi sus pestaas arriba y abajo un par de veces y pro-
voc un vientito que hizo cosquillas a Pepe en la nariz. A conti-
nuacin se puso el delantal, abri el frigorfico y sac seis hue-
vos, la mantequilla, la leche, las fresas, un yogurt y un limn. Y
pregunt al nio dnde estaban las galletas, la harina, el azcar,
la batidora y un recipiente hondo.
Entonces empez a trabajar. Tan rpido que pareca que tuviera
seis brazos en vez de dos. Pepe la miraba y miraba el reloj de la
cocina: Robota tard exactamente seis minutos en preparar la
tarta de cumpleaos.
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A continuacin, Pepe le pidi que ordenase los cajones, que le
cambiara el agua al pez, que arreglara un grifo que goteaba, que
recitara una poesa, que contara las bolas blancas que haban
salido de su caja (un milln cuatrocientas cincuenta y tres), que
las metiera todas en el cuarto del fondo para hacer una piscina,
que caminara con las manos, que contase un chiste de tomates
y que lo repitiese con acento coreano Y que fuese a buscar a
sus amigos para compartir la tarta y celebrar el cumpleaos en
la nueva piscina de bolas del cuarto del fondo.
Lo pasaron en grande, la tarta estaba buensima y a las ocho y
media en punto de la tarde, Robota les orden que se callasen
porque ya no eran horas y al da siguiente haba colegio. Llev a
los amigos de Pepe a sus casas y en menos de lo que tardaba en
agitar sus pestaas, ya estaba de vuelta. Y en lo que tardaba en
agitarlas de nuevo lo haba dejado todo tan limpio como si nadie
hubiese vivido nunca en la casa.
Seor Pepe: hora de dormir.
Le revis los deberes mientras l se pona el pijama y despus le
dio un beso de buenas noches.
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A la maana siguiente, Pepe corri a la cocina a leer la nota de
pap y mam:
Qu tal con Robota? Verdad que es la mejor? No dejes de practi-
car chino con ella. Te quieren: mam y pap.
Esa noche, antes de acostarse, les dej su respuesta:
Robota es genial. Me ha enseado a decir cucaracha en seis idio-
mas y sabe manejar el mando de la tele con los dedos de los pies.
Os echo de menos y os quiero mucho: Pepe.
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Y a la maana siguiente encontr esto:
Nosotros tambin te echamos de menos, Pepe. Pero tenemos que
trabajar duro para poder darte lo mejor. Te quieren: mam y pap.
Pasaron los das. Con Robota, Pepe poda hacer cosas que no
haba hecho nunca. Jugaban al ftbol en el saln (y al terminar,
ella arreglaba los desconchones de la pared). Le ense a tre-
par por el pasillo como el hombre araa, poniendo un pie en
cada pared (y luego borraba las huellas de los zapatos). Expli-
caba muy bien las matemticas y le ayudaba a hacer los debe-
res. Lo de los idiomas era un rollo, porque se pona seria y no
permita distracciones, pero Pepe aprendi a decir cucaracha
en tres lenguas ms. La vida era divertida, aunque echara de
menos a mam y pap.
Un da, la tutora convoc una reunin de padres.
Mam, pap, el viernes hay reunin de padres. Podris venir? S,
por favor, por favor, decid que s. Os quiero mucho: Pepe.
A la maana siguiente, Pepe corri al frigo:
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Querido Pepe: Ya sabes que te queremos ms que a nada en el
mundo, por eso trabajamos da y noche, para darte lo mejor, pero
an falta un poco para que tengamos unos das libres. Ya le hemos
dado las instrucciones a Robota para que te acompae a la reu-
nin de padres, no te preocupes por eso. Te quieren: mam y pap.
Mir a Robota. Ella agit sus pestaas y un vientecillo esparci
las migas del desayuno que haban quedado sobre la mesa. Al
nio le daba un poco de vergenza ir a la reunin con su robot.
Eran amigos, s, pero ella no era pap o mam.
Seor Pepe, es casi hora de salir le dijo Robota media hora
antes de la cita.
Ella nunca haba ido a una reunin de padres y se notaba que
le haca ilusin. Quera aprender de todo para ser muy lista y le
entusiasmaban las novedades: la haban programado as.
Qu rara es tu madre dijo Carolina a Pepe cuando llegaron a
la reunin. Tiene la cabeza como un queso de bola.
Esa es tu madre? pregunt Flix. Tiene las pestaas como
escobas.
Carolina y Flix nunca haban estado en casa de Pepe porque no
eran sus amigos.
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No es mi madre les aclar. Es mi es mi es Robota.
Soy su cuidadora Robota le haba puesto una mano en el
hombro. Profesora de idiomas, cocinera, cantante, contadora
de monedas y adiestradora. Me crearon inspirndose en Lady
Rosemary Oldman, la mejor institutriz de todos los tiempos.
Soy lo mejor para l.
Pepe hubiera querido desconectarla. Le ardan los mofletes de
or todo lo que les contaba Robota a aquellos dos, que la mira-
ban con la boca abierta, hasta que Carolina se trag una mosca,
tosi un poco y luego dijo:
Qu suerte tienes, Pepe!
S, que morro! aadi Flix.
Y no dejaron de hacerle preguntas a Robota: Sabes hacer nudos
marineros? Y mover un vaso sin tocarlo? Cuntos aos tienes?
Tienes novio? Cmo se dice cucaracha en chino?
Ella pareca contenta. Antes de contestar a cada pregunta agita-
ba las pestaas y el flequillo de Carolina se pona de punta un
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segundo y luego se le caa otra vez sobre la frente. Ese da, Flix,
Carolina y Pepe se hicieron amigos.
Flix se despidi de Pepe con un chcala y Carolina le dio un
beso. Justo en ese momento, Pepe se acord de su madre. Se dio
cuenta de que los besos de Robota sonaban como si golpeases
dos palitos metlicos. Y de que eran fros como la barriga de una
cucharilla.
Queridos mam y pap: Robota ha hablado con mi profesora. Han
dicho cosas muy chulas de m, la mejor, que he progresado muy
adecuadamente en idiomas. Que el da de maana ser presidente
o jefe de negociado (esto no s lo que es), o ingeniero interconti-
nental, como vosotros. Me han dado tres matrculas: en ingls, en
chino y en matemticas y Carolina y Flix son mis nuevos amigos.
Me han dicho que qu suerte, tener a Robota, y que cmo mola y
ella les ha dicho que es lo mejor para m. Os echa muchsimo de
menos y os quiere vuestro hijo: Pepe.
Querido hijo, estamos orgullosos de ti y claro que vas a ser un
hombre importante el da de maana. Ya le hemos dado instruc-
ciones a Robota para que hable contigo en chino, es lo mejor para
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ti. Nosotros tambin te echamos de menos. Ya queda poco para
que tengamos unos das de vacaciones y nos lo cuentes todo. Te
quieren: mam y pap.
Durante un tiempo Robota no habl ms que en chino. La pri-
mera semana fue horrible para el nio, no entenda nada! Se
le haba olvidado hasta cmo se deca cucaracha, menos mal
que de repente record una palabra y luego otra y otra, y al fi-
nal pudo dejar de hablar por seas. Pero era raro. No le gustaba
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hablar chino en casa a todas horas porque era como no estar
en casa. Y jugar al ftbol en otro idioma no es ni la mitad de di-
vertido que hacerlo en el tuyo. Por primera vez en su vida, Pepe
estaba deseando que llegase el lunes para ir al colegio.
Queridos pap y mam: Hoy no tengo nada que contaros. Os echo
muchsimo de menos. Vuestro hijo: Pepe.
Pepe, hijo, no nos has contado nada del da de ayer. Ya sabemos
que nos echas de menos, como nosotros a ti, pero dinos, qu tal
en el colegio? Qu nueva palabra has aprendido en chino? A qu
jugasteis Robota y t? Te quieren: mam y pap.
Pero Pepe no tena ganas de escribirles, quera contrselo de
verdad. Y que le escuchasen. Y or su voz. Quera ir al cine con
ellos, que mam le ayudase con las matemticas y pap con el
ingls. Que jugasen juntos al ftbol en el parque y que le diesen
un beso antes de quedarse dormido.
Queridos pap y mam; Robota me cae bien, pero no me gusta
hablar en chino en casa. No quiero que me acompae ella a la reu-
nin de padres. Aunque esas dos cosas sean lo mejor para m. Os
echo de menos: Pepe.
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Robota descubri que el nio estaba triste y empez a mirarle
todo el rato. Como si le estuviese haciendo radiografas. De vez
en cuando le preguntaba cosas como:
Si te hiciera una tarta de tres pisos, se te pasara la tristeza?
o: Si jugamos al ftbol en el pasillo y luego me cuelgo de la
lmpara, te reiras a carcajadas?, y tambin: Quieres que te
cuente la ltima versin del chiste de los tomates?.
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Se pas tres das sin parar de preguntar, se ley todos los libros
de Pepe (hasta los cuentos de cuando era pequeo) y el cuarto
da se sent en la banqueta de la cocina, muy tiesa, cerr los ojos
y se qued as, mientras el nio haca los deberes de Lengua.
Al cabo de un rato, no se sabe si mucho o poco, abri los ojos,
agit las pestaas y dijo:
Cuntame qu te pasa, seor Pepe. He intentado averiguarlo,
pero no lo consigo. Tus respuestas no me han servido para nada.
Pepe cerr el cuaderno y guard los lpices.
No me pasa nada contest sin mirarla.
S, te pasa. Tengo pistas: no hablas, no te res, tienes una arruga
entre las cejas y caminas con los brazos colgando hasta el suelo.
Y a ti qu te importa lo que me pase?
Me importa. Soy
Ya, ya, ya lo s: eres lo mejor para m. No hace falta que lo repitas.
Ella agit sus pestaas de nuevo y la notita de mam y pap sa-
li volando por la ventana.
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No iba a decir eso. Iba a decir: soy tu cuidadora, por eso me im-
porta lo que te ocurra. Algn problema en el colegio? Alguna
palabra china difcil? Quieres que asuste a chulitos de tu clase?
l fue negando todo con la cabeza. No le pasaba nada de eso. No
quera que asustase a nadie.
Echo de menos a pap y a mam, dijo por fin.
Robota se acerc y le dio uno de sus abrazos metlicos.
Y no quiero hablar chino en casa. Tambin echo de menos mi
idioma.
Robota asinti con la cabeza, sin soltarle, y luego dijo:
Solo lo mejor para ti, Pepe.
A partir de ese da, mandaron a la porra el chino cuando no es-
taban en clase de chino. Adems, Robota aprendi a sonrer y a
rerse a carcajadas. Y aunque su risa sonaba como si golpeases
una olla con un tenedor, a Pepe le gustaba.
Soy muy inteligente deca ella, programada para no parar
de aprender nunca.
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Sus besos de buenas noches seguan siendo fros como si te ro-
zasen la cara con la barriga de una cuchara, pero el nio casi se
haba acostumbrado.
Querido hijo: Empiezan las vacaciones! Esperamos llegar a tiempo
para acompaarte a la fiesta de fin de curso. Con cuntas matr-
culas saldremos del colegio? Seguro que con el maletero lleno. Te
quieren: mam y pap.
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Pero quien acompa a Pepe a la fiesta fue Robota. Se haba
comprado un sombrero de paja con una cinta verde y un vestido
de flores verdes para la ocasin.
Antes de salir de casa, se plant delante del espejo de la entra-
da, se alis el vestido y pregunt:
Dime, espejito, quin es la ms guapa?
A Pepe le dieron matrcula en chino y en matemticas y pens
que a lo mejor a pap y a mam les pareceran pocas. Sacar bue-
nas notas es mucho ms difcil de lo que se imaginaban los ma-
yores. Como bucear tres largos seguidos en la piscina sin respirar.
Durante la fiesta, Pepe miraba todo el rato hacia el portn del
patio, esperando que pap y mam apareciesen en cualquier
momento. Los echaba de menos.
Robota dijo en voz baja a lo mejor mam ha cambiado
Es baja, rubia, le brillan los dientes cuando sonre. Ojos gran-
des y verdes como los tuyos.
Mientras ella hablaba, el nio no perda de vista el portn. Enton-
ces entr: baja, rubia, dientes blancos como un helado de nata.
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Mam!
Pepe corri a abrazarse a su cintura. Le pareci que ola distinto.
Mam huele a su colonia de limn y aquel abrazo era de vainilla.
Entonces levant la cabeza y ella se quit las gafas. Tena los
ojos marrones y pequeos. Aquella seora no era mam.
La mujer dio a Pepe un golpecito con el dedo en la punta de la
nariz y se volvi para saludar a una nia que ola como ella y a un
nio moreno con los ojos marrones y pequeos como los suyos.
Pepe mir otra vez al portn y entonces s, entonces vio a mam,
que le haba visto abrazarse a la seora de los ojos marrones.
Estaba muy quieta, tena la sonrisa boca abajo, haciendo un pu-
chero, y se apretaba el bolso contra la barriga. Pap estaba a
su lado. Apretaba el brazo de mam, miraba a Pepe con la boca
abierta, y luego miraba a mam y luego otra vez a Pepe.
Ellos no se movieron y Pepe tampoco. Fue como si alguien tirara
de sus zapatos desde el suelo e intentase que se lo tragara la
tierra. La nica que dio unos pasos fue Robota. Le pas un brazo
por el hombro al nio y lo acerc a pap y a mam.
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Bienvenidos los seores a la ciudad y despus a la casa. Pepe
ha crecido tres centmetros, se le ha oscurecido el pelo, tiene
dos nuevos amigos, dos matrculas, tres sobresalientes, sabe
hacer volteretas sin tocar el suelo, dice cucaracha en veinte
idiomas y siete dialectos exticos, calza un 36 y ya no le sirve el
jersey de rombos.
Despus de un ltimo momento como estatuas, pap y mam se
acercaron despacio, abrazaron a Pepe y le dieron besos tpicos
de seres humanos, de los que suenan como cuando partes una
galleta.
Solo he sacado dos matrculas dijo el nio.
Pepe, ay Pepe, cuntas ganas tenamos de verte!
Le abrazaban los dos a la vez y Pepe pens que era como estar
en una cueva blanda y calentita donde ola a limn y a madera.
Solo en chino y en mates insisti, por si no se haban ente-
rado de lo de sus notas.
Dos matrculas! exclam pap. Y le abraz ms fuerte. Y
has crecido tres centmetros!
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Y ya calzas un 36 dijo mam, que haba empezado a llorar
y no par hasta que la camiseta y los pantalones de Pepe estu-
vieron tan empapados como si se hubiera cado en un charco de
lgrimas.
Vamos a casa, hoy preparo men especial de bienvenida
dijo Robota mientras los empujaba fuera del colegio. Y les
cuento todo.
No! exclamaron mam y pap a la vez. Que nos lo cuente
l. Pepe, queremos saber lo que te ha pasado desde el primer
da hasta hoy.
As que Pepe estuvo hablando sesenta y cuatro horas. Solo par
para dormir, porque le dieron permiso para hablar con la boca
llena y para no ducharse ni vestirse Hasta que se le acabaron
los recuerdos y salieron a dar un paseo.
Ahora juegan los cuatro al ftbol en el pasillo: mam, pap, Pepe
y Robota Y luego Robota arregla los desconchones. El vecino
de abajo subi una tarde a protestar, pero se pidi portero. Y el
vecino de arriba baj a decir que as no haba quien durmiera la
siesta, y se pidi delantero centro.
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[ 3 4 ]
Mam y pap mam ya no se marchan a trabajar sin despertar a
Pepe y darle un beso de los que suenan a galleta rota.
Y Robota sigue ensendole idiomas. El lunes empezaron con la
palabra abejorro.
Confederacin Espaola De Asociaciones de Padres y Madres de AlumnosPuerta del Sol, 4 | 6 A | 28013 MADRID | Telfono 91 701 47 10 | Fax 91 521 73 92ceapa@ceapa.es | www.ceapa.es
El objetivo de este cuento es aportar a padres y madres una herramienta ldica para ejercer de forma positiva su parentalidad y enfrentarse a situaciones conflictivas que pueden llegar a darse dentro de la unidad familiar, favoreciendo la convivencia y las relaciones saludables entre todos los miembros de la familia.
La comunicacin es una de las habilidades ms valiosas que pueden salvar las diferencias, crear conciencia y mejorar la comprensin. Mediante la lectura compartida, se puede favorecer esta comunicacin, fomentando el dilogo y la reflexin conjunta, compartiendo valores y actitudes para conseguir as unas relaciones familiares sanas y en armona.
Financiado por:
Cuen
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Bes
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e ga
lleta
, abr
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Cuento sobre orientacin y mediacin familiar
Besos de galleta, abrazos de metal
Cuento sobre orientacin y mediacin familiar
Besos de galleta, abrazos de metal
Dirigidos a nias y nios de entre 6 y 12 aosAutora: Raquel Mguez. Ilustraciones: Mara Reyes Guijarro Ruiz.