Canto Música Litúrgica

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Canto y Música en la liturgia

DEMUSLI

1. Melodía en el plan salvífico de Dios (Historia)

2. Valor y sentido de cantar los Salmos

3. Santidad y perfección de formas en la música sagrada

4. El canto en la celebración de la Eucaristía

Temas:

1. Melodía en el plan salvífico de Dios

El Catecismo de la Iglesia Católica, en el número 1067 cita lo siguiente respecto al plan salvífico de Dios:

a) “El Padre realiza el ‘misterio de su voluntad’ dando a su Hijo Amado y al Espíritu Santo para la salvación del mundo y para la gloria de Nombre”.

b) “Cristo el Señor realizó esta obra de la redención humana y de la perfecta glorificación de Dios, preparada por las maravillas que Dios hizo en el pueblo de la Antigua Alianza, principalmente por el misterio pascual de su bienaventurada pasión, de su resurrección de entre los muertos y de su gloriosa ascensión”.

c) “Por eso, en la liturgia, la Iglesia celebra principalmente el misterio pascual por el que Cristo realizó la obra de nuestra salvación”.

La Constitución Sacrosanctum Concilium, en el número 2 reitera:

“En efecto, la liturgia, por cuyo medio ‘se ejerce la obra de

nuestra Redención’, sobre todo en el divino sacrificio de la

Eucaristía, contribuye en sumo grado a que los fieles

expresen en su vida, y manifiesten a los demás el misterio

de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia”.

De este modo, existen varias razones que explican y dan sentido al canto en la liturgia:

1. La liturgia es acción del ‘Cristo total’: toda la comunidad, el Cuerpo de Cristo unido a su cabeza, es quien celebra.

2. La Iglesia continúa y desarrolla esta tradición: “Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor” (Ef 5, 19)

3. El canto y la música son signos y cumplen su función de una manera tanto más significativa cuanto más estrechamente se vinculan a la acción litúrgica, según tres criterios principales: belleza expresiva de la oración, la participación unánime de la asamblea y el carácter solemne de la celebración.

2. Valor y sentido de cantar los Salmos

Desde sus comienzos y siguiendo el ejemplo de Jesús, que oraba con los salmos, la Iglesia tuvo acceso al uso de los salmos en la plegaria común. La utilización del Salterio en la liturgia cristiana primitiva fue una consecuencia de la recepción en la Iglesia de las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento: La Ley de Moisés, los Profetas y los Salmos (Cf. Mt 26, 30 y paralelos; Mc 14, 34; 15, 34 y paralelos; Lc 23, 46), cuyo cumplimiento en Cristo y sentido último, reveló el Señor a sus discípulos. (Cf. Hch 4, 24 ss.; Rm 15, 9; 1 Co 14, 15.26; Ef 5, 19)

Sin esta certeza es imposible comprender la estructura de la liturgia de la palabra, formada por lecturas, cantos (salmos) y oraciones, como expresión del diálogo entre Dios y su pueblo y de la participación de los fieles, que tuvo en el salmo responsorial uno de los ritos que nutrieron más abundantemente la espiritualidad cristiana.

Así lo pusieron de relieve los Santos Padres en sus catequesis y sermones, como este texto de San Juan Crisóstomo: “Tú haces un pacto con Dios, tú firmas un pacto con él, sin tinta ni papel. Tu voz proclama que lo amas, que lo prefieres a todo, que vives encendido en amor por él. No cantemos la respuesta con rutina, sino tomémosla como bastón de viaje. Las respuestas que tú haz cantado, no una sola vez, ni dos, ni tres, sino muchas veces, recuérdalas con interés y entonces serán para ti de gran consuelo. Yo os exhorto a no salir de aquí con las manos vacías, sino a recoger las respuestas como perlas, para que las guardéis siempre, las meditéis y las cantéis a vuestros amigos”. (San JUAN CRISÓSTOMO, Comentario sobre el salmo 41: PG 55, 156-166)

Éstas son algunas características de los salmos, tomadas del libro “Los salmos nos enseñan a rezar”, Centre de Pastoral Litúrgica, Dossiers CPL 82, España, 1999; p. 9-43.

a) El mismo Espíritu que inspiró a Israel en su oración, es el que sigue animando a la Iglesia de hoy y a cada cristiano.

b) Los salmos no son “cristianos”, pero eso no quiere decir que no sean una magnífica pauta de oración que expresa poéticamente el gran diálogo entre Dios y el hombre.

c) En Cristo han adquirido nuevo valor las realidades positivas humanas de que hablan los salmos, en él la Pascua ha llegado a su cumplimiento, en él la injusticia y el dolor han tenido la experiencia decisiva.

d) Para aquellos cristianos de la primera generación, existía una unidad admirable entre lo antiguo y lo nuevo, en toda la historia de la salvación. AT, Cristo, Iglesia, constituyen una unidad indisoluble: lo que ya era realidad salvífica en Israel, se ve cumplido en plenitud en Cristo, y tiene su prolongación sacramental y vivencial en la Iglesia de Cristo.

e) En los salmos se refleja la historia de Israel, que es también la nuestra, porque es profundamente humana

f) En los salmos se encuentra una continua bipolaridad: la alegría y el dolor. Manifiestan nuestra vida de cada día, con los vaivenes de todo lo humano.

g) Los salmos son educadores para un cristiano. Nos comprometen, nos ayudan a ser solidarios con el hombre.

Ejemplos sobre la diversidad de los salmos:

1. Salmos de peregrinación (Sal 120-134) Expresan deseo de llegar a Jerusalén con el fin de agradecer, confiar en Dios, pedir su ayuda.

2. Salmos de alabanza (Dios creador/salvador) Sal 8; 113-118.

3. Salmos de alabanza (Dios cercano) Sal 23; 42-43; 119; 139.

4. Salmos mesiánicos. Se vuelven claros al cumplirse en Jesús. La Iglesia canta el triunfo de Cristo y prolonga su lucha. Sal 2; 110.

5. Salmos de petición y acción de gracias. Ocupan la tercera parte del salterio, signo de la miseria humana que invoca la misericordia de Dios. Entre otros: Sal 22; 27; 51; 61.

3. Santidad y perfección de formas en la música sagrada

La Sacrosanctum Concilium, en el número 121 señala:

“Los compositores verdaderamente cristianos deben sentirse llamados a cultivar la música sacra y a acrecentar su tesoro.Compongan obras que presenten las características de verdadera música sacra y que no sólo puedan ser cantadas por las mayores scholae cantorum, sino que también estén al alcance de los coros más modestos y fomenten la participación activa de toda la asamblea de los fieles.Los textos destinados al canto sagrado deben estar de acuerdo con la doctrina católica, más aún, deben tomarse principalmente de la sagrada Escritura y de las fuentes litúrgicas”.

En los números 116 al 120 se hace referencia a las formas musicales que se utilizan para la liturgia:

“La Iglesia reconoce el canto gregoriano como el propio de la liturgia romana; en igualdad de circunstancias, por tanto, haya que darle el primer lugar en las acciones litúrgicas.Los demás géneros de música sacra, y en particular la polifonía, de ninguna manera han de excluirse en la celebración de los oficios divinos, con tal que respondan al espíritu de la acción litúrgica…

…Foméntese con empeño el canto religioso popular, de modo que, en los ejercicios piadosos y sagrados y en las mismas acciones litúrgicas, de acuerdo con las normas y prescripciones de las rúbricas, resuenen las voces de los fieles.Téngase en gran estima en la Iglesia latina el órgano de tubos, como instrumento musical tradicional, cuyo sonido puede aportar un esplendor notable a las ceremonias eclesiásticas, y levantar poderosamente las almas hacia Dios y hacia las realidades celestiales”.

4. El canto en la celebración de la Eucaristía

¡No existe nada más grato en toda celebración litúrgica que una asamblea que canta y que expresa su fe mediante el canto!

Para los ministros de Música Litúrgica, es importante tomar en cuenta el modo en que deben participar y promover la participación de la asamblea. La Instrucción “Musicam Sacram”, en los números 29-31 mencionan tres grados de participación cantada en la Eucaristía:

A) Primer grado de participación:

1. En los ritos de entrada:• El saludo del sacerdote con la respuesta del pueblo.• La oración.

2. En la liturgia de la Palabra:• Las aclamaciones al Evangelio.

3. En la liturgia eucarística:• La oración sobre las ofrendas.• El prefacio con su diálogo y el Sanctus.• La doxología final del canon.• La oración del Señor –Padrenuestro- con su monición y embolismo.• El Pax Domini.• La oración después de la comunión.• Las fórmulas de despedida.

B) Segundo grado de participación:

•Kyrie, Gloria y Agnus Dei.•El Credo.•La oración de los fieles.

C) Tercer grado de participación:

1. Los cantos procesionales de entrada y comunión.2. El canto después de la lectura o la epístola.3. El Alleluia antes del Evangelio.4. El canto del ofertorio.5. Las lecturas de la Sagrada Escritura, a no ser que se juzgue

más oportuno proclamarlas sin canto.

La consecuencia de esta propuesta nos lleva a reflexionar lo siguiente:

las partes cantadas corresponden a toda la comunidad, al sacerdote y al coro.

El que canta, ora dos veces.

San Agustín