Post on 16-Aug-2015
DÍA
DEL
LIBRO
Reír, llorar, sentir, vivir, aprender… Éstas son sólo algunas de las posibilidades que
nos ofrece la lectura puesto que la literatura le habla a nuestro cuerpo, a nuestro
espíritu, sacude nuestros sentimientos, despierta nuestros sentidos, estimula nuestra imaginación, nutre nuestro
intelecto…
En ella está todo: la posibilidad de entrar en un mundo conocido y nuevo a la vez, porque
por un lado comparte el aspecto humano común a todos, y por otro nos conduce a
mundos extraños y sugerentes.
“El ejercicio de un profesor de literatura es hacer que sus estudiantes se enamoren de una obra, de una página o de una línea”,
decía Borges.
Éste es el objetivo que nos ha movido a crear este espacio de encuentro.
Celebremos el Día del Libro desde esa perspectiva de compartir, hoy 23 de abril de
2007, una misma acción:
LEER Y DISFRUTAR con el libro, desde PERÚ Y ESPAÑA.
“Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los Libros Olvidados. Desgranaban los primeros días del verano de 1945 y caminábamos por las calles de una Barcelona atrapada bajo cielos de ceniza y un sol de vapor que se derramaba sobre la Rambla de Santa Mónica en una guirnalda de cobre líquido.-Daniel, lo que vas a ver hoy no se lo puedes contar a nadie –advirtió mi padre-. Ni a tu amigo Tomás. A nadie.-¿Ni siquiera a mamá? –inquirí yo, a media voz.Mi padre suspiró, amparado en aquella sonrisa triste que le perseguía como una sombra por la vida.-Claro que sí –respondió cabizbajo-. Con ella no tenemos secretos. A ella puedes contárselo todo. “
(“La sombra del viento”, Carlos Ruiz Zafón, ed. Planeta, 2001.)
NUESTRA
INVITACIÓN
¿Qué tal si lees una de las grandes
novelas delos últimos años?
NUESTRA
INVITACIÓN
¿Te animas a leer una de las últimas
novelas más admiradas en los
últimos años?
“Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los Libros Olvidados. Desgranaban los primeros días del verano de 1945 y caminábamos por las calles de una Barcelona atrapada bajo los cielos de ceniza y un sol de vapor que se derramaba sobre la Rambla de Santa Mónica en una guirnalda de cobre líquido.-Daniel, lo que vas a ver hoy no se lo puedes contar a nadie –advirtió mi padre-. Ni a tu amigo Tomás. A nadie.”
(La sombra del viento, Carlos Ruiz Zafón, ed. Planeta, 2001.)
Todos juntos, en comunidad de lectores, seguimos participando.
¡¡¡Ánimo!!!
Aún nos faltan dos cuentos…