Post on 29-Sep-2020
CH. 21 Microempresarias: El papel de la mujer en el desarrollo de África
Introducción
Hassana, una viuda con cinco hijos, vivía en una aldea pequeña
de África Occidental. Con tantas bocas que alimentar, muchas
veces le faltaba dinero para comprar ropa y útiles escolares a sus
hijos. No contaba con ahorros por si alguien se enfermaba, y a
veces incluso le resultaba difícil comprar comida.
Pero Hassana tuvo una idea para crear una empresa pequeña,
o microempresa. Quería hacer pan y venderlo en el mercado local
al aire libre. Hassana pidió dinero prestado a una organización que
ayuda a las mujeres a iniciar un emprendimiento. Usó el dinero
para comprar un horno. Con las ganancias obtenidas por la venta
del pan, Hassana devolvió el préstamo. También amplió su negocio poco a poco y pudo
ocuparse mejor de su familia.
Hassana es una microempresaria. Los empresarios son personas que montan
empresas, y micro quiere decir diminuto. Los microempresarios son personas que crean
empresas muy pequeñas o emprendimientos. Puede que la empresa de Hassana sea
diminuta, pero el movimiento de microempresarios en los países en desarrollo no es para
nada pequeño. La historia de Hassana es una de tantas similares de mujeres en África
que intentan mejorar su vida montando empresas.
En esta lección, te enterarás de algunos de los retos que enfrentan las mujeres pobres
de África. Leerás cómo algunas mujeres están saliendo de la pobreza al convertirse en
microempresarias. Y descubrirás cómo estas mujeres están transformando sus
comunidades al ayudarse a sí mismas.
Las mujeres llevan una carga pesada
En África existe una división del trabajo tradicional entre los hombres y
las mujeres. Los hombres cazan, arrean ganado o trabajan a sueldo. Las
mujeres se encargan de la familia. Con frecuencia esto implica cargar
leña y agua grandes distancias.
1. El entorno geográfico
En esta lección, visitarás tres países africanos situados al sur
del Sahara. Mali está en África Occidental. Uganda está en
África Oriental. Botsuana se encuentra en el centro de África
Meridional.
Un país en desarrollo La mayor parte de África se compone de países en
desarrollo. Veinticinco de los 30 países más pobres del mundo están en África. En 21 de
estos países, más del 40 % de la población sobrevive con menos de $2 diarios.
La pobreza hace de la supervivencia un desafío diario. En 2016, casi 218 millones de
personas en el África subsahariana estaban desnutridas, es decir, no obtenían suficiente
comida para llevar una vida saludable. La falta de comida ha atrofiado, o lentificado, el
crecimiento de casi un tercio de los niños en el África subsahariana.
Las enfermedades son un problema serio en gran parte del continente. Por ejemplo, la
malaria afecta a los habitantes de muchas partes de África. Los mosquitos transmiten el
parásito que causa esta enfermedad que puede ser mortal, especialmente para los
niños. Los expertos en salud calculan que un niño muere de malaria cada 2 minutos y
que más del 95 por ciento de las muertes ocurren en África.
Los desastres naturales son otro problema. En los últimos años, la sequía ha azotado
a muchos países africanos. La falta de lluvia ha provocado la pérdida de las cosechas de
muchos agricultores y la muerte de los rebaños de muchos pastores nómadas. La
pérdida de cultivos y ganado ha llevado a una severa escasez de comida.
La guerra es otro problema serio. Muchos países africanos, como Somalia, Sudán del
Sur y la República Democrática del Congo, han quedado destruidos por la guerra
civil. Una guerra civil es una guerra entre grupos que habitan el mismo país. Cada uno
de estos conflictos ha producido cientos de miles de muertos.
La mujer enfrenta desafíos adicionales Los desafíos de la pobreza, las enfermedades,
los desastres naturales y las guerras afectan a una gran proporción de los africanos, pero
muchas veces pesan más sobre las mujeres. Una causa de esta situación es la división
del trabajo por género, que es tradicional en África. Se refiere a la división del trabajo en
una sociedad basada en el género de cada persona.
Según la tradición, los responsables de ganar dinero en África son los hombres. Para
ello, siembran cultivos comerciales o trabajan a sueldo. Las mujeres están a cargo del
cuidado de la familia, una responsabilidad que suele incluir el cultivo de alimentos en
parcelas pequeñas para alimentar a sus familias. Aunque este trabajo es muy importante,
no se recompensa con dinero.
Las mujeres pobres que necesitan ganar dinero enfrentan desafíos adicionales. Uno
de esos desafíos es la falta de educación. En 2016, más del 25 por ciento de las mujeres
entre 15 y 24 años en el África subsahariana no sabían leer, y eso limita su acceso al
trabajo.
Con frecuencia, las mujeres pobres se ven limitadas a la economía informal para
ganar dinero. Los participantes de la economía informal intercambian mercancías y
servicios con poco control gubernamental. Por ejemplo, pueden vender comida en un
mercado al aire libre o cuidar niños a cambio de leña. No cuentan con un permiso para
abrir su negocio y no suelen pagar impuestos por el dinero que ganan.
La economía informal ofrece una oportunidad a muchas mujeres africanas, ya que les
permite montar un negocio con poco dinero. En esta lección, conocerás a algunas de
estas microempresarias.
▶Términos geográficos
división del trabajo por género división del trabajo en dos categorías según el
género. El resultado es que los hombres y las mujeres realizan diferentes tipos de trabajo.
economía informal parte de la economía en la cual se intercambian mercancías y
servicios al margen del control gubernamental. En muchos casos las personas que
trabajan en la economía informal venden mercancías en la calle o en un mercado al aire
libre.
microempresa empresa muy pequeña con pocos o ningún empleado
microempresario persona que monta y dirige una empresa muy pequeña
Diferencias de género en África
Este mapa compara la condición relativa de los hombres y las mujeres en África. Se basa en un
sistema de clasificación llamado Índice de Desarrollo Relativo al Género (IDG). Este índice evalúa a
los países al comparar a los hombres con las mujeres en tres áreas: educación, nivel de vida y
expectativa de vida. En las tres áreas, las mujeres están peor que los hombres en África. Por lo
tanto, la categoría IDG de la mayoría de los países africanos es baja.
Mali
Mali es un país grande en África Occidental. El Sahara cubre la mitad
norte de Mali. A lo largo de la mayor parte de la mitad sur, se extienden
las praderas del Sahel.
2. Moler cacahuetes en el Mali rural
El sonido del choque de maderas es habitual en muchas
aldeas de Mali. Es el sonido que producen las mujeres al
preparar dos de los alimentos más comunes en la cocina de
Mali: los cereales y los cacahuetes. Se requiere mucha energía para moler estos cultivos
lo suficiente para poder usarlos en las comidas.
Mali es uno de los países más pobres del mundo, y gran parte de su población vive en
aldeas rurales. Las mujeres trabajan particularmente duro, pero las cosas están
cambiando en algunas aldeas de Mali… y las microempresarias son fundamentales para
ello.
Una máquina cambia la forma de trabajar de las mujeresEn la pequeña aldea de
Sanankoroni, en Mali, una máquina muele cacahuetes para que las mujeres del pueblo
no tengan que machacarlos a mano. La máquina muele los cacahuetes mucho más
rápido y mejor.
Moler cacahuetes es solo una de las tareas que puede realizar esta máquina
llamada plataforma multifuncional. La plataforma multifuncional es una máquina simple y
robusta que puede usarse de muchas formas. Su corazón es un motor pequeño que
funciona a base de combustible diésel o aceite vegetal. Unas correas de caucho conectan
el motor con diferentes herramientas. Las mujeres de Sanankoroni conectan su motor con
una herramienta moledora que convierte los cacahuetes en mantequilla de cacahuete.
Una máquina de usos múltiples
La plataforma multifuncional se basa en un motor sencillo. Pero las tareas
que puede realizar son todo menos sencillas. La máquina puede conectarse
con diferentes herramientas. Según la herramienta, puede moler granos,
bombear agua, generar electricidad para el alumbrado, cargar baterías y
hacer muchas cosas más.
La plataforma multifuncional fue creada por un inventor suizo que
creía que la máquina mejoraría la vida de las mujeres. Tenía razón.
Su invento cambió la forma en que las mujeres pasan el
tiempo.Muchas solían pasar tres días moliendo 100 libras de cacahuetes a mano. Ahora
la máquina muele esa cantidad en poco más de una hora. Las mujeres tienen más tiempo
para dedicarlo a otras actividades para ganar dinero, como vender mantequilla de
cacahuete. Una encuesta descubrió que en Mali, donde el 50 % de las personas viven
con menos de $2 diarios, el promedio anual de ingresos por hogar aumentó casi $70.
Ayuda de organizaciones internacionales Las mujeres de Sanankoroni compraron la
plataforma multifuncional con ayuda del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo. El PNUD es una organización internacional cuyo objetivo es reducir la
pobreza en los países en desarrollo. Las mujeres formaron un grupo y recaudaron la
mitad del costo de la máquina y el PNUD aportó el resto del dinero. Las mujeres formaron
un grupo y recaudaron la mitad del costo de la máquina y el PNUD aportó el resto del
dinero. El programa del PNUD en Mali es un modelo a seguir tanto para otras
organizaciones como para las naciones africanas.
Además de los fondos para la compra de plataformas multifuncionales, han surgido
organizaciones que ofrecen créditos, o préstamos, pequeños a las personas pobres. El
promedio de la cantidad que se otorga en préstamo en los países en desarrollo suele ser
menor de $1,000, pero puede ser menor de $100. Como las cantidades son tan
pequeñas, estos grupos se conocen como organizaciones de microcréditos.
Al igual que con la compra de las plataformas multifuncionales, las mujeres a menudo
trabajan en grupos para obtener préstamos pequeños. En estos acuerdos, ningún
miembro del grupo puede obtener un segundo préstamo de la organización hasta que
todas hayan devuelto el dinero de su primer préstamo. Las mujeres ejercen una presión
social en el grupo para asegurarse de que cada miembro pague su parte del préstamo.
El impacto positivo de la plataforma
Gracias a los beneficios económicos y el tiempo libre que ofrece la
plataforma multifuncional, las mujeres pueden ocuparse mejor de su
salud. Las mujeres ahora tienen tiempo para visitar las clínicas
locales con mayor asiduidad y pagar las consultas. Además, las
clínicas usan la electricidad generada por las máquinas y pueden
brindar atención después de que oscurece.
Ganar dinero y aprender nuevas destrezas La Asociación de Mujeres de Sanankoroni
montó un negocio de molienda de cacahuetes con su plataforma multifuncional. Los
clientes de Sanankoroni y las aldeas cercanas pagan una tarifa por el uso de la máquina
para moler cacahuetes, y las mujeres ganan dinero operando la máquina para sus
clientes.
Las nuevas empresarias tuvieron que aprender muchas destrezas nuevas. Por
ejemplo, aprendieron a operar la máquina y mantenerla en buen estado. Aprendieron a
crear un cronograma para sus trabajadores y sus clientes. Y aprendieron contabilidad
básica para asegurarse de tener dinero suficiente para comprar combustible y pagarles a
sus trabajadores.
Mejorar la calidad de vida Miles de aldeas en Mali y otras naciones africanas ya cuentan
con su propia plataforma multifuncional. La máquina mejoró la calidad de vida en estas
comunidades. Por ejemplo, los habitantes de Sanankoroni pasan más tiempo en familia
ahora que las mujeres no pasan todo el día moliendo cacahuetes a mano.
Otra mejora en las aldeas es el cambio de actitud hacia la educación. Antes de la
llegada de la máquina, solo 9 mujeres de esta aldea de 460 habitantes sabían leer y
escribir. Un año después, más de 40 mujeres asistían a clases para aprender a leer. Las
niñas que antiguamente permanecían en su casa para colaborar con las tareas
domésticas ahora asisten a la escuela.
En la aldea de Mountougoula, las mujeres compraron un generador para conectarlo a
su máquina y producir electricidad. El generador hace funcionar el sistema de alumbrado
que instalaron en su aldea. La aldea es más segura por la noche gracias al alumbrado, y
los dueños de las tiendas ganan más dinero ahora que la gente puede ir de compras de
noche.
La máquina también mejoró la vida de los hombres. La Asociación de Mujeres de
Sanankoroni contrató a varios hombres como mecánicos para que reparen y realicen el
mantenimiento de la máquina. “Es mejor que cultivar”, dice uno de los mecánicos.
Sin embargo, no todos los pueblos han experimentado los efectos positivos de la
plataforma multifuncional. Por ejemplo, algunos pueblos no tienen las herramientas o las
partes que se necesitan para mantener adecuadamente y reparar la plataforma
multifuncional. Obtener estos elementos puede aumentar los costos más de lo que se
gana con el uso de la máquina. Si la máquina no se mantiene ni se repara, los logros de
la comunidad se pueden perder.
Una máquina produce cambios
La plataforma multifuncional ha cambiado la vida de numerosos
habitantes de Mali. Más niñas asisten a la escuela porque ya no
necesitan quedarse en su casa ayudando con las tareas
domésticas, como la molienda. Las mujeres contratan hombres para
que arreglen y operen las máquinas. Los habitantes tienen más
tiempo para estar en familia.
Uganda
Uganda es un país densamente poblado en África
Oriental. Su capital, Kampala, está a orillas del lago
Victoria, el lago de agua dulce más grande de África.
3. Vender en el “mercado de los pobres” de Uganda
El mercado Kalerwe, en Uganda, es un lugar
asombroso para ir de visita. Desde el centro del
mercado, los puestos se extienden
interminablemente. Los compradores vagan por
las sendas enlodadas y abarrotadas entre los
puestos. Los vendedores pregonan a gritos la
comida, las mercancías y los servicios que
venden. Kalerwe se conoce como el “mercado
de los pobres”, pero atrae a una gran variedad
de personas de la cercana Kampala, la capital de Uganda, que llegan al mercado atraídas
por sus precios bajos.
Los mercados como Kalerwe son comunes en Uganda y la mayoría de los países
africanos. Forman parte de la economía informal. La gente puede vender mercancías y
servicios en estos mercados sin tener que obtener un permiso comercial. Muchas veces
pueden guardarse el dinero que ganan sin tener que pagar impuestos. Numerosas
microempresarias exitosas se iniciaron en los mercados de este tipo. Margaret Saajjabi
es una de ellas.
Una microempresa financiada por plátanos Margaret Saajjabi dirige varias
microempresas rentables en Uganda. Es dueña de unos terrenos en Kalerwe y alquila
espacios en el mercado a otras personas. Algunos de sus inquilinos han construido
puestos en su sitio, mientras que otros venden sus mercancías y servicios al aire
libre. Sus inquilinos incluyen peluqueros, electricistas, verduleros y cocineros.
Saajjabi nació en una familia muy grande. Ella estaba en la escuela secundaria
cuando su padre le dijo que no había dinero suficiente para que continuara sus
estudios. Saajjabi dejó la escuela y trabajó para la policía y después como telefonista,
pero su sueño era montar su propia empresa.
Saajjabi comenzó vendiendo plátanos al costado del camino. Luego, recibió un
microcrédito para ampliar su negocio. Pidió varios préstamos y, cuando tuvo dinero
suficiente, comenzó a comprar terrenos en el mercado de Kalerwe. Además de alquilar
espacios en el mercado, Saajjabi vende latas de agua grandes a los habitantes
locales. También creó un estacionamiento con capacidad para 50 carros. Las personas
que llegan a Kalerwe pagan para estacionar allí.
Los mercados al aire libre son populares
Gran parte de la compra y venta en Uganda tiene lugar en mercados al aire
libre como este. Algunos microempresarios construyen puestos, y otros
venden sus mercancías y servicios al aire libre. Los mercados de este tipo
forman parte de la economía informal de África.
Un salón de belleza al aire libre
Algunas de las microempresas más exitosas de África están en los
mercados locales. Muchas de ellas son propiedad de mujeres. Con el dinero
que ganan, las mujeres pueden enviar a sus hijos a la escuela o construir
casas para sus familias.
Las dificultades de las mujeres ugandesas en los negocios Saajjabi descubrió que
las mujeres enfrentan retos especiales en los negocios, como obtener financiación para
montar o ampliar una empresa. En Uganda, las mujeres con frecuencia no cuentan con la
educación o las garantías para obtener un préstamo. La garantía es un elemento de valor
que se usa para asegurar un préstamo. Por ejemplo, pocas mujeres poseen un terreno
que se pueda usar como garantía. Más aún, las mujeres a menudo tienen problemas de
dinero y necesitan préstamos para pagar la comida o la educación, más que para invertir
en su negocio. Saajjabi enfrentó esas dificultades y, en algunos momentos, tuvo
problemas para devolver los préstamos.
Para eliminar esta dificultad, Saajjabi creó un club de ahorros con otras mujeres para
que pudieran ayudarse mutuamente a ahorrar dinero. Cuando una mujer necesita un
préstamo, pide dinero a las otras en el club.
Una microempresaria en acción
Margaret Saajjabi creó una empresa exitosa a partir de un negocio
modesto. Alguna vez vendió plátanos. Actualmente alquila espacios a otras
microempresarias.
Mantener a una familia extendida Margaret Saajjabi es un buen
ejemplo de cómo el éxito de una sola mujer puede beneficiar a
muchas personas. En su caso, las personas que más se
beneficiaron son los miembros de su numerosa familia. Mantuvo a
sus seis hijos y ayudó a criar a diecinueve sobrinos. Saajjabi se
aseguró de que todos terminaran la escuela.
Saajjabi opina que tanto las niñas como los niños necesitan una buena
educación. También cree que todos los niños deben aprender el valor del trabajo, y
comprometió a los niños de su familia a trabajar en el mercado Kalerwe durante las
vacaciones escolares.
Crear nuevas oportunidades económicas El éxito de Saajjabi se expandió de su familia
extendida a otros miembros de su comunidad. Las personas que le alquilan un espacio
en el mercado ahora tienen una manera de ganar dinero para sus familias. Saajjabi
contrató guardias para su estacionamiento y piensa construir más tiendas y contratar más
mujeres jóvenes. También creó en su aldea una escuela primaria a la que asisten 450
estudiantes.
Saajjabi alienta a otras mujeres a montar sus propias empresas. “Tienes que tenerte
confianza —dice—. Desarrolla las destrezas que requiere tu oficio. No pongas excusas
diciendo que solo eres una mujer”. Si Saajjabi hubiera pensado de ese modo, seguiría
vendiendo plátanos al costado del camino.
4. Preparar comida reconfortante y casera en Botsuana
Kgosi vive y trabaja en Gaborone, la atareada capital de
Botsuana, un país del sur de África. Pero Kgosi se crio en una
aldea rural. A la hora del almuerzo, echaba de menos un plato
caliente de stampa (carne de vaca desmenuzada) o papa (una
combinación de maíz y frijoles). Ambas son comidas
reconfortantes que él comía de pequeño. Pero los únicos
restaurantes que había cerca de su lugar de trabajo en Gaborone
eran cadenas de comida rápida.
Un día Kgosi recorrió la calle con la mirada y vio un camión de comidas pintado con
colores vivos. Tenía un letrero que decía “Comida rápida de mamá”. Del camión salían
olores maravillosos. Kgosi supo de inmediato que, dentro del camión, alguien estaba
cocinando las comidas de su infancia.
La comida reconfortante de Kgosi
Además de stampa y papa, otras comidas tradicionales de
Botsuana son las orugas mopane secas, la papilla de
harina de maíz hervida y el madombi (en la
foto). El madombi es un plato tradicional de bolas de masa
cocidas al vapor y servidas con estofado. Los
microempresarios pueden ganar dinero vendiendo comida
como esta en un camión o remolque.
Un remolque usado se convierte en un restaurante callejeroKgosi es un caso típico
de una persona que vive y trabaja en Gaborone. Al igual que él, muchas personas se
criaron en el campo y después se mudaron a la capital en busca de trabajo. La mayoría
desayuna y almuerza cerca de su lugar de trabajo. Esta situación ha creado una
oportunidad para muchas microempresarias que montan restaurantes en remolques
modificados, similares a los que se usan en los Estados Unidos para ir de campamento.
Una mujer tiene que hacer varias cosas para abrir un restaurante de este tipo. Primero
tiene que comprar un remolque, generalmente en el país vecino de Sudáfrica.Debido al
costo del remolque, con frecuencia tiene que ahorrar dinero durante años para comprarlo,
o incluso pedir dinero prestado. Puede pedir ayuda a sus padres, familiares u
organizaciones que otorgan préstamos a los microempresarios.
La mayoría de los remolques incluye una estufa pequeña y un refrigerador, pero no
alcanzan para operar un restaurante. La mujer debe contratar a alguien para que instale
una cocina y coloque estantes y rejillas para almacenar los suministros y los tanques de
gas que hacen funcionar la estufa.
Por último, la mujer tiene que buscar un lugar para estacionar su remolque. Cualquier
lugar donde mucha gente trabaja y va de compras es una buena ubicación. También
necesita un carro o contratar a alguien que lleve el remolque al lugar elegido. Muchas
dueñas de restaurantes en remolques colocan un toldo de lona y sillas y mesas de
plástico para sus clientes. Así, las personas pueden disfrutar de una comida que les
recuerda su casa.
Generar empleo preparando comida Las dueñas de restaurantes en remolques que
tienen éxito ganan dinero suficiente para devolver sus préstamos y ampliar su
negocio. Algunas ahorran dinero suficiente para comprar un camión pequeño, lo que
facilita la compra de suministros en Sudáfrica, donde por lo general los precios son más
bajos.
Reunión de la comunidad
Los miembros de un grupo que recibió un microcrédito reúnen el
pago. Los miembros del grupo se aseguran de que todos devuelvan su
parte del crédito. Ningún miembro puede recibir otro crédito del
prestamista hasta que se haya devuelto todo el dinero del primer
crédito.
A medida que los negocios crecen, algunas mujeres pueden contratar
trabajadores. Con frecuencia, contratan familiares que ayudan a cocinar, limpiar y
transportar suministros. Algunas microempresarias también crean oportunidades para
otras mujeres que quieren montar su propia empresa. Por ejemplo, la propietaria de un
restaurante podría preparar almuerzos en caja para que otra mujer los venda en otra
parte de la ciudad. Las dos mujeres se benefician con este arreglo.
Las familias de las microempresarias también pueden beneficiarse. En algunos casos,
las mujeres ganan lo suficiente para enviar a sus hijos a la escuela, comprar un terreno y
construir una casa. Sin embargo, no todos los que reciben un préstamo de una
organización de microcréditos pueden ver esos beneficios. Estudios recientes sugieren
que los préstamos no son tan eficaces como se esperaba. La evidencia indica que la
mayoría de los que pidieron préstamos han mostrado pocas mejoras en sus ingresos o su
estado financiero en general.
Aunque es poco probable que los créditos pongan fin a la pobreza, han ayudado a los
microempresarios a crear negocios rentables. Los ciudadanos de Botsuana y otros países
africanos, como Uganda y Mali, se benefician de los nuevos puestos de trabajo que se
crean cuando un microempresario monta una empresa. Esto ayuda a aumentar el
crecimiento económico y el PIB del país.
Resumen
En esta lección, aprendiste que las mujeres de África enfrentan muchos retos. La
pobreza está muy extendida y la división del trabajo por género hace que para las
africanas sea difícil ganar dinero. Has conocido a microempresarias que han montado
empresas pequeñas en la economía informal. Con sus microempresas, estas ingeniosas
mujeres lograron montar negocios exitosos.
En todos los países hay microempresarias. La mayoría de ellas enfrentan problemas
similares, como reunir el dinero necesario para su emprendimiento. Aunque solo
necesitan cantidades relativamente pequeñas, por lo general los bancos no están
dispuestos a prestar dinero a los pobres. Como resultado, algunas recurren a las
organizaciones de microcréditos.
Las mujeres son parte de un movimiento más grande en el crecimiento de las
microempresas en toda África. Al consultar el mapa de organizaciones de microcréditos
de la próxima sección, considera los efectos de estos préstamos.
Conexiones globales
El mapa muestra los lugares donde las organizaciones de microcréditos otorgan la
mayor cantidad de préstamos en todo el mundo. Puedes aprender sobre estos préstamos
en la tabla bajo el mapa.
¿En qué partes del mundo las organizaciones de microcréditos son más
activas? ¿Por qué? Las organizaciones de microcréditos son más activas en África, Asia
y América Latina. Como la mayoría de los bancos de estas regiones no otorgan
préstamos a los pobres, han surgido organizaciones de microcréditos para ayudar a los
pobres a conseguir préstamos para crear empresas nuevas. Alrededor de 400 millones
de habitantes de países en desarrollo tienen un emprendimiento y muchos de estos
microempresarios se iniciaron en los negocios con préstamos para pequeñas empresas.
¿Qué género recibe la mayoría de los microcréditos? ¿Por qué? Más del 80 por
ciento de los préstamos para pequeñas empresas se concede a mujeres. En parte, esto
se debe a que las mujeres son las que más necesitan ayuda. La mayoría de las personas
que viven en la pobreza son mujeres y sus hijos. Además, las organizaciones de
microcréditos suelen considerar que las mujeres son un riesgo aceptable. Sin embargo,
los estudios han llegado a diversas conclusiones sobre si es cierto que es más probable
que las mujeres devuelvan un crédito. En general, se devuelve más del 95 % de los
microcréditos.
¿Cómo pueden las organizaciones de microcréditos ayudar más a las mujeres? Las
organizaciones de microcréditos ayudan a la gente a ayudarse a sí misma. Algunos
consideran que las organizaciones de microcréditos son demasiado universales y pueden
no ser apropiadas para todos los que buscan préstamos. Por ejemplo, muchos creen que
los que solicitan créditos deben contar con opciones más adecuadas para
devolverlos. Estas opciones podrían brindar a los que piden créditos una mejor
estabilidad económica a largo plazo.