CUATRO PILARES DEL CARACTER DEL CRISTIANO

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FE

ACTI

TUD

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INFL

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CIA

1.- EL PILAR DE LA FE

• Cada día ejercitamos una fe innata en alguien o en algo.

• Esto nos hace ver que existe una fe natural que viene con el nacimiento natural. Y la fe espiritual que es resultado directo del nacimiento espiritual.

• Ef. 2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”.

• Los cristianos son salvos por la Gracia de Dios, no por su fe.

• La fe es el único medio por el que se recibe esta gracia.

• La naturaleza de la fe es relacional, y expresa la dependencia de un Dios que es digno de confianza.

• La palabra fe está vinculada al lenguaje de los pactos, y alude al compromiso y confianza que vincula a dos partes:

• Dios hace promesas por su Gracia y se compromete con el pueblo.

• El pueblo, tiene que confiar en tales promesas y vivir a la luz de ellas.

• Dicho de un modo sencillo: “Dios se muestra fiel y cada creyente tiene que responder en fidelidad”

• Al decir, “Tengo fe” no estoy haciendo primordialmente una afirmación acerca de mí mismo, sino más bien proclamando que Dios es de confianza.

• La fe solo es posible a través de Cristo.

• El Apóstol Pablo da testimonio con respecto a la vida de fe:

• Gal. 2:20 “Con Cristo estoy conjuntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a si mismo por mí”*

• ¿Cómo podía Pablo estar tan confiado de que la vida cristiana podía funcionar de esa manera?

• ¿Debido a lo que dijo a los filipenses: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús (4:19)

• La clave verdadera para vivir una vida de fe es el medio divino suplido por la presencia constante y poderosa del Salvador y Señor Jesucristo.

• Es decir tener fe en que nuestro Señor Jesucristo está presente en todas las áreas de nuestra vida.

• La fe y la obediencia son inseparables. La obediencia es tan fundamental que si no está presente en la vida de quien se dice ser cristiano, la fe de esa persona debe ser cuestionada.

• Todos los que profesamos fe en Jesucristo tenemos también que demostrar esa fe mediante la obediencia a la Palabra de Dios.

2.- EL PILAR DE LA ACTITUD.

• Hay muchos cristianos que han sido transformados, sin embargo, no muestran cambios visibles en su comportamiento,

• ¿Por qué?

• Rom. 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

• La actitud es lo más poderoso que tenemos. *

• Dios le dijo al pueblo de Israel, que les daba a elegir entre dos actitudes: actitud de bendición o actitud de maldición.

• Hoy también Dios invita a elegir entre dos actitudes

• LAS ACTITUDES DETERMINAN TODO.

• Dt. 30:19 Hoy mismo hago testificar contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge la vida, para que vivas tú y tu descendencia .

• Nosotros elegimos nuestras actitudes.

• Nuestras actitudes afectan nuestras relaciones unipersonales.

• Nuestras actitudes determinan nuestro futuro.

• La actitud que usamos al iniciar una relación, un proyecto o fijarnos un propósito, determina si lo concluiremos o lo dejaremos a medio terminar. (Nún. 13:26-33)

• La actitud determina si soy un vencedor o un fracasado. Todo depende lo que guardamos en el corazón. (Prov. 4:23)

• La actitud determina si convierto los problemas en gigantes o en oportunidades de bendición. (Rom. 8:28)

• Nuestra actitud hacia los demás determina el trato que recibiremos. (Luc. 6:31)

• Nuestra actitud frente a las circunstancias y situaciones que nos rodean, puede convertirse en una actitud amiga o un actitud enemiga. Obra a nuestro favor o en contra. (Mar. 9:23)

• Nuestra actitud determina si somos felices con lo que tenemos o vivimos con lo que no tenemos. (Ecl, 2:11; 3:12-13)

• Nuestras actitudes negativas cambiarán cuando decidas cambiarlas. Nadie te obliga a hacerlo (Dt. 30:19)

• Nuestras actitudes deben ser sometidas a un ajuste constante, desechando pensamientos negativos (Fil 4:8)

• Nuestras actitudes siempre serán contagiosas para bien o para mal.

• Dios nos concedió el privilegio de poder tomar decisiones. Pueden ser acertadas o no. Si las tomamos en Dios o no.

• Pablo enseñó a los creyentes que es posible cambiar nuestra forma de pensar y por ende nuestras actitudes. (Rom. 12:2).

3.- EL PILAR DE LA INTEGRIDAD.

• EL Diccionario The American Heritage Dictionay, define a la integridad como “una firme adhesión a un estricto código moral o ético”, “el estado de mantenerse incólume; solidez”, o “la cualidad o condición de se íntegro o no dividido; totalidad”

• Procede de la palabra integer, que significa “entero” o “completo”. Esencialmente, la integridad significa ser fiel a las normas éticas de uno mismo; en nuestro caso, a las normas de Dios.

• Sus sinónimos son honestidad, sinceridad, incorruptibilidad. Describe a alguien sin hipocresía ni doblez, a alguien que es totalmente consiente de las convicciones que expresa.

• Una persona integra no hace concesiones. Cuando lo hace pierde algo valioso por algo temporal, que no lo satisface, por atender un deseo pecaminoso.*

• La integridad moral es una de las cualidades esenciales exigidas por Dios a su pueblo: “Serás íntegro para con Jehovah tu Dios” (Dt. 18:13)

• La integridad está estrechamente relacionada con la santidad y la perfección.

• Quien se afirma en la integridad, se guarda de la caída y la maldad. (Sal. 18:23; 119: 80)

• Cuando una persona no es íntegra compromete la Palabra de Dios, un mandamiento divino o una convicción acerca de Dios.

• Una persona íntegra vive lo que enseña. La firmeza y la sinceridad son las características principales.

• Una persona íntegra cumple lo que ofrece. Desarrolla la confianza.

• La falta de integridad lleva al descarrío, tal como se dice de Salomón en sus últimos días: “Su corazón no fue íntegro para con Jehovah su Dios”. Desviándose tras otros dioses (1R. 11:4)

• “Los ojos de Jehovah recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen un corazón integro para con El” (2Cro. 16:9; 2Sam. 22:26; 2R. 20:3; Is. 38:4)

4.- EL PILAR DE LA INFLUENCIA

• Jesús cuando estuvo aquí en la tierra, evidenció una vida sencilla, honesta, íntegra, llena de amor y de servicio a los demás.

• Su característica principal fue la obediencia a su Padre.

• La Biblia nos invita una y otra vez a seguir a Jesús.

• ALGUNAS ACTITUDES DE JESÚS.

Hombre de fe.

Obediencia.

Integro. Santo y perfecto.

Amor y servicio a los demás.

Dependencia absoluta de su Padre.

• Jesús fue una persona influyente.

• Su mirada siempre estuvo en las cosas eternas, no en las terrenales las cuales son temporales y efímeras.

• Su amor y servicio era incondicional.

• Jesús nos indica que debemos ser influencia:

La sal de la tierra: La Sal es diferente por naturaleza y propósito. Naturaleza nuevas criaturas, nacidas de Dios. Propósito para penetrar y cambiar el sabor de la tierra. Ser influencia.

Luz del mundo. Experimentar una transformación radical, semejante a Cristo y reflejar Su luz. Influencia.

• Para ser influyentes debemos seguir los pasos de Jesús, y servir en amor y en Su autoridad:

• RESPONSABILIDAD = AUTORIDAD + PODER

• Ni Adán ni Eva asumieron su responsabilidad por el pecado. La serpiente sí. Por eso es el príncipe de este mundo.

• Jesús asumió su responsabilidad de quitar el pecado del mundo, y Dios le dio un Nombre sobre todo Nombre..

• Influencia de Jesús en la Sinagoga.

Mar. 1:21-28: Llega al corazón de la pureza judía (sinagoga). El espacio más puro y limpio. Había un hombre de mucha necesidad, poseído por un espíritu inmundo. Era sábado. Los escribas imponen con detalle las leyes de pureza, pero resultan incapaces de encontrar al verdadero impuro. Jesús sana al poseído. Lo que importa es la libertad de los hombres y mujeres.

La autoridad e Jesús se identifica con su misma palabra sanadora que ilumina al oprimido. En la sinagoga impone una enseñanza que cura y transforma. Jesús había ofrecido en esa sinagoga su enseñanza nueva con autoridad para sanar a los enfermos. No cura como mago, con ensalmos de misterio, sino como maestro, con la palabra: su enseñanza desata, libera, purifica al ser humano que se hallaba oprimido en la sinagoga.

• Influencia de Jesús en la casa de Pedro.

Mar. 1:29-31: De la sinagoga pasa a la casa. Era sábado. La suegra de Simón esta en cama con fiebre. Jesús la sana. Conforme al ritual judío se hallaban todos obligados al descanso; esta mujer rompe ese rito, supera el sábado judío y comienza a realizar la obra mesiánica, sirviendo a Jesús y sus discípulos. Jesús le enseño todo al momento de curarle. Ser libertado para servir.

• Influencia de Jesús en la puerta de la casa.

Mar. 1:32-34: A la puesta del sol, terminando el descanso sagrado de los judíos. Llevan “todos: los enfermos y el cura a “muchos” a la caída de la tarde, tiempo normal de la vida, después del tiempo en que no se puede trabajar (El sábado terminó a las 6pm) Es como si se enseñara el fin de la religión (sábado) para recibir el don de Dios.

• Influencia de Jesús sanando un leproso.

Mar. 1:40-45: El leproso está expulsado de la sociedad, no puede entrar en el pueblo o sinagoga. Jesús lo toca y lo sana. El contacto y palabra transformante de Jesús llega a la hondura del enfermo, que está fuera de la sociedad sagrada, El no lo expulsa ni rechaza. Tampoco espera, como deben hacer los sacerdotes, para sancionar una curación ya realizada, sino que escucha la necesidad el enfermo y lo acoge, ofreciendo su toque y palabra sanadora.

• En estos casos podemos ver la influencia de Jesús en:

• La Sinagoga: Enseñando que la religiosidad y sus rituales no es los más importante, sino las necesidades de amor, perdón y liberación de las personas. El conocimiento del Dios verdadero.

• En la casa de Pedro: Después de conocer al Dios verdadero llevar la salvación a la casa. La respuesta a la salvación es el servicio.

• En la puerta de la casa de Pedro: El evangelio trae salvación a quienes buscan a Jesús. Jesús no rechaza a nadie.

• En la zona desértica. La gran comisión es “Id y predicar el evangelio”. Hay que ir a buscar a los que necesitan salvación. El amor al prójimo se evidencia identificándonos con su necesidad de salvación.