Parte 2 Cuidado intimo

La mamá de la Tortuga no puede creer que su hijo sea tan irrespetuoso y maleducado con sus familiares. La razón es que la Tortuga se niega a saludarlos cuando van a casa, porque la besuquean y a ella no le gusta.

Amanece en la ciudad, el hábitat de uno de los animales más feos y menos comprendidos de la naturaleza: los humanos. Estos enigmáticos animales generalmente viven en colonias en las que permanecen en constante proximidad con otros de su misma especie.

Sin embargo, se ha descubierto que cada uno de estos animales necesita una distancia personal y un espacio íntimo para sentirse cómodo. Estos espacios varían dependiendo de las circunstancias, de la cercanía emocional, de la cultura a la que pertenezcan y de la confianza que tienen unos con otros

Cuando existe cercanía emocional entre dos especímenes, este espacio íntimo es cruzado con alguna frecuencia. A esto, los humanos lo llaman muestras de afecto, que se pueden dar por medio de un abrazo, un beso en la mejilla, una palmada en la espalda o en el hombro.

En algunos lugares y situaciones específicas, la distancia personal se reduce considerablemente Por eso es que los humanos no tienen inconveniente en ir apretujados en cajones con ruedas que se desplazan de un lugar a otro, o de saltar frenéticamente empujados por otros al ritmo de la música.

Lo cierto es que aparte de estas situaciones excepcionales, los humanos requieren de una distancia personal prudente, en especial cuando no existe confianza, pero también cuando la hay.

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BIBLIOGRAFÍA