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INSTITUTO NACIONAL DE INNOVACIÓN AGRARIA
DIRECCIÓN DE DESARROLLO TECNOLOGICO AGRARIO
PROGRAMA NACIONAL DE TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA AGRARIA Y
DOCUMENTACIÓN CIENTÍFICA
CURSO VIRTUAL
MANEJO INTEGRADO DEL CULTIVO DE PALTO
Módulo II
Nutrición y Fertilización del Palto
PONENTE: ING. JUAN IGNACIO TINEO CANCHARI
Investigador del Programa Nacional de Investigación en Recursos Genéticos y Frutales
Instituto Nacional de Innovación Agraria
Noviembre 2018
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MÓDULO II
2. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL PALTO
2.1 Algunos conceptos básicos sobre suelos.
2.1.1 El suelo.
2.1.2 Composición ideal del suelo.
2.1.3 El perfil del suelo.
2.1.4 Tipo de suelos.
2.2 Principios de la nutrición mineral de las plantas.
2.2.1 Nutrición vegetal.
2.2.2 Criterios de esencialidad de los elementos nutritivos.
2.2.3 Elementos nutritivos esenciales.
2.2.4 Clasificación de los nutrientes.
2.2.5 Relaciones cantidad-intensidad y capacidad en la disponibilidad de
nutrientes.
2.2.6 Mecanismos de absorción y transporte de solutos.
2.3 Nutrición en palto.
2.3.1 Síntomas de deficiencia de nutrición en el palto.
2.3.2 Síntomas de deficiencia de macronutrientes.
2.3.3 Síntomas de deficiencia de micronutrientes.
2.4 Análisis foliar.
2.5 Fertilización en palto
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2. NUTRICIÓN Y FERTILIZACIÓN DEL PALTO
Introducción
La baja producción del palto en los valles interandinos se debe principalmente a la falta
de luminosidad, presencia de heladas, raleo de frutos, poda, utilización de inhibidores
de crecimiento, uso de portainjertos inadecuado y un manejo de suelos inapropiado,
déficit de agua y de nutrición.
Desde un ámbito técnico, los problemas de añerismo o producción alternada, los bajos
rendimientos y calidad de la fruta, se deben en parte a que la variedad Hass en nuestro
país, presenta limitaciones para manifestar su potencial de rendimiento en forma
estable, en el tiempo; ello debido a su gran sensibilidad a las condiciones ambientales,
al suelo y al manejo agronómico de dicha variedad. En ciertos lugares de los valles
interandinos, se ha observado que este problema radica fundamentalmente en la falta
de vigor de los huertos por factores como: el clima, suelo, riego, heterogeneidad de los
portainjertos utilizados.
La reducción de la calidad de la fruta, es otro problema que se asocia a la nutrición
mineral en palto; desbalances nutricionales en el árbol, generan desórdenes fisiológicos
en la fruta que se traducen en problemas de post cosecha, puesto que se obtiene fruta
de menor calidad para el almacenamiento, por lo que no llega en condiciones óptimas,
a los mercados distantes como Chile (Ferreyra et al., 2012).
A nivel de la fertilización, el palto se caracteriza por presentar una baja demanda de
nutrientes en comparación a otros frutales. La estrategia de fertilización en este frutal
en valles interandinos, se basa principalmente en la aplicación de nitrógeno (N), calcio
(Ca), boro (B) y zinc (Zn) al suelo. En general, los suelos donde se desarrollan los
paltos son de pH ligeramente alcalino a alcalinos (7.6 a 8.5) y de bajos niveles de
salinidad (menor a 4,0 dS/m). La acumulación de sales por riegos mal aplicados deben
ser bien manejados, ya que afecta notablemente el rendimiento; asimismo, en ciertas
condiciones se presentan, deficiencias de micronutrientes, lo que provoca una
restricción en la disponibilidad de micro elementos, contribuyendo a acentuar el
problema sobre la alternancia (añerismo), baja productividad y una disminución en la
calidad de la fruta de los huertos.
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2.1 Algunos conceptos básicos sobre suelos
2.1.1 El suelo
El suelo es la parte superficial de la corteza
terrestre, biológicamente activa, que
proviene de la desintegración o alteración
física y química de las rocas y de los
residuos de las actividades de seres
vivos que se asientan sobre ella.
Son muchos los procesos que pueden
contribuir a crear un suelo particular,
algunos de estos son: la deposición
eólica, sedimentación en cursos de agua,
meteorización, y deposición de material
orgánico.
De un modo simplificado puede decirse que las etapas implicadas en la formación del
suelo son las siguientes: «Instalación de los seres vivos
(microorganismos, líquenes, musgos, etc.) sobre ese sustrato inorgánico». Esta es la
fase más significativa, ya que con sus procesos vitales y metabólicos, continúan la
meteorización de los minerales, iniciada por mecanismos inorgánicos. Además,
estos vegetales y animales, a través de la fermentación y la putrefacción, enriquecen
ese sustrato «Mezcla de todos estos
elementos entre sí, con agua y aire de
manera intersticial». Inicialmente, se da la
alteración de factores físicos y químicos de
las rocas, realizada, fundamentalmente,
por la acción geológica del agua y otros
agentes geológicos externos, y
posteriormente por la influencia de los
seres vivos, que es fundamental en este
proceso de formación. Se desarrolla así
una estructura en niveles superpuestos,
conocida como el perfil de un suelo, y una
composición química y biológica definida. Las
Figura 1. Suelo arcilloso con falta de aireación para el palto.
Figura 2. Proceso de nutrición de la planta.
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características locales de los sistemas implicados litología y relieve, clima y biota y sus
interacciones, dan lugar a los diferentes tipos de suelo.
Los procesos de alteración mecánica y meteorización química de las rocas, determinan
la formación de un manto de alteración o aluvión que, cuando por la acción de los
mecanismos de transporte de laderas, es desplazado de su posición de origen, se
denomina coluvión.
Sobre los materiales del coluvión, puede desarrollarse lo que comúnmente se conoce
como suelo; el suelo es el resultado de la dinámica física, química y biológica de los
materiales alterados del coluvión, originándose en su seno una diferenciación vertical
en niveles horizontales u horizontes. En estos procesos, los de carácter biológico y
bioquímico llegan a adquirir una gran importancia, ya sea por la descomposición de los
productos vegetales y su metabolismo, por los microorganismos y los animales
zapadores.
2.1.2 Composición ideal del suelo
Están compuestos de materia orgánica e inorgánica, aire y agua. Un buen suelo
contiene, aproximadamente, 45% de materia inorgánica, 5% de materia orgánica, 25%
de agua y 25% de aire.
Figura 3. Composición ideal del suelo para una nutrición óptima del palto con 50 % de aireación.
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2.1.3 El perfil del suelo
Se llaman también horizontes del suelo a una serie de niveles horizontales que se
desarrollan en el interior del mismo y que presentan diferentes caracteres de
composición, textura, adherencia, etc.
El perfil del suelo es la organización vertical de todos estos horizontes. Clásicamente,
se distingue en los suelos completos o evolucionados tres horizontes fundamentales
que desde la superficie hacia abajo son:
Horizonte O: "Capa superficial del horizonte A".
Horizonte A, o zona de lavado vertical: Es el más superficial y en él enraíza la
vegetación herbácea. Su color es generalmente oscuro por la abundancia de
materia orgánica descompuesta o humus elaborado, determinando el paso del agua
arrastrándola hacia abajo, de fragmentos de tamaño fino y de compuestos solubles.
Horizonte B o zona de precipitado: Carece prácticamente de humus, por lo que
su color es más claro (pardo o rojo), en él se depositan los materiales arrastrados
desde arriba, principalmente, materiales arcillosos, óxidos e hidróxidos metálicos,
etc., situándose en este nivel los encostramientos calcáreos áridos y las corazas
lateríticas tropicales.
Horizonte C o subsuelo: Está constituido por la parte más alta del material rocoso
in situ, sobre el que se apoya el suelo, más o menos fragmentado por la alteración
mecánica y la química (la alteración química es casi inexistente ya que en las
primeras etapas de formación de un suelo no suele existir colonización orgánica),
pero en él aún puede reconocerse las características originales del mismo.
Horizonte D, horizonte R, roca madre o material rocoso: Es el material rocoso
subyacente que no ha sufrido ninguna alteración química o física significativa.
Algunos distinguen entre D, cuando el suelo es autóctono y el horizonte representa
a la roca madre, y R, cuando el suelo es alóctono y la roca representa sólo una
base física sin una relación especial con la composición mineral del suelo que tiene
encima.
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Figura 4. Perfil u horizontes del suelo.
2.1.4 Tipo de suelos
El suelo es una compleja mezcla de material rocoso fresco y erosionado, de minerales
disueltos y redepositados, y de restos de cosas en otro tiempo vivas. Estos
componentes son mezclados por la construcción de madrigueras de los animales, la
presión de las raíces de las plantas y el movimiento del agua subterránea. El tipo de
suelo, su composición química y la naturaleza de su origen orgánico son importantes
para la agricultura; por lo tanto, para nuestras vidas. Existen muchos tipos de suelos,
dependiendo de la textura que posean. Se define textura como el porcentaje de arena,
limo y arcilla que contiene el suelo y ésta determina el tipo de suelo que será.
a) Suelos arenosos, son aquellos que
están formados principalmente por
arena. Este tipo de suelo no retiene
el agua y, al poseer poca materia
orgánica, no es apto para la
agricultura, generalmente se
encuentra en la costa peruana y
lugares desérticos. Este suelo es
apto para el cultivo de palto pero
HORIZONTES DEL SUELO
O = Restos orgánicos
recientes
A=Mineral parcialmente
humificada, zona de lixiviación
intensa meteorización de color
oscuro presencia de M.O
E = Presencia de óxido de Fe y
Al
B=Zona de acumulación
moderada meteorización de
color claro
C= zona del material rocoso.
Figura 5. Suelos arenosos y desérticos en la costa.
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requiere incorporar varias toneladas de materia orgánica y sistema de riego
presurizado.
b) Suelos arcillosos, es un terreno
pesado que no filtra casi el agua. Es
pegajoso, plástico en estado
húmedo y posee muchos nutrientes
y materia orgánica. Este tipo de
suelo tiene mal drenaje porque
retiene el agua formando charcos.
Es un suelo propio de los valles
interandinos de la sierra y la selva
peruana, donde el palto tiene serios
problemas de asfixia radicular y muerte regresiva, el que se puede enmendar con
una mezcla de humus con arena para el cultivo, pero acompañado con el sistema
de camellones y riego por goteo.
c) Suelos limosos, son algo pegajosos y se filtra el agua con dificultad porque las
partículas son más finas que los de la arena. La materia orgánica que contiene se
descompone muy rápido pero se tiene problemas de drenaje, produciéndose
también la asfixia radicular, con la consiguiente muerte regresiva, pues requiere un
manejo de suelo al igual que los suelos arcillosos.
d) Suelos calizos, son aquellos que poseen
abundantes sales calcáreas por
contenido de CO3Ca. Este tipo de suelo
es de color blanco, seco y árido, por
ende no es apto para el palto por el
contenido de CO3Ca.> 4 % y con pH
alcalinos.
Figura 6. Suelos arcillosos con mal drenaje para el palto.
Figura 7. Suelos calizos con exceso de carbonatos y mal drenaje.
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e) Suelos humíferos, también llamados
tierra negra, son aquellos que poseen
gran cantidad de materia orgánica en
descomposición. Este tipo de suelo se
encuentra en zonas altas de la sierra
con pH ácidos y se puede utilizar
como sustrato para propagar
plantones e incorporar materia
orgánica a suelos pobres y bajar el
pH alcalino, de manera que pueda
estar más disponible los macro y micro elementos para la planta.
f) Suelos pedregosos, son aquellos
formados por rocas y piedras de todos
los tamaños. Este tipo de suelo no
retiene el agua, por ende no son
buenos para la agricultura. Sin
embargo, los suelos pedregosos de
menor tamaño son aptos para el
cultivo de palto por tener buen drenaje
y mayor aireación del suelo,
requiriendo incorporar también
materia orgánica.
g) Suelos mixtos, son aquellos suelos
que tienen características intermedias
entre los suelos arenosos y los suelos
arcillosos; es decir, están compuestos
de los dos tipos. Este tipo de suelo es
bueno para el cultivo de palto, por
tener buen drenaje y aireación, pero
se requiere incorporar regular
cantidad de materia orgánica y
aplicación de riego presurizado.
Figura 8. Suelos humiferos ácidos por encima de los 3500 msnm.
Figura 9. Suelos pedregosos no aptos para cultivo de plantas.
Figura 10. Suelos mixtos aptos para cultivo de palto.
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2.2 Principios de la nutrición mineral de las plantas
2.2.1 Nutrición vegetal
Se entiende por nutrición vegetal al proceso mediante el cual, la planta absorbe del
medio que la rodea, las sustancias que le son necesarias para su metabolismo,
crecimiento y desarrollo. Generalmente, se distingue dos clases de nutrición de las
plantas:
a) La que proporciona materia orgánica (vía fotosíntesis) llamada por algunos
especialistas “nutrición carbonácea”.
b) Nutrición mineral o inorgánica, que viene a ser la incorporación de los minerales del
suelo en el vegetal.
Figura 11. Proceso de nutrición de la planta.
2.2.2 Criterios de esencialidad de los elementos nutritivos
Los nutrientes esenciales requeridos por las plantas superiores, son de naturaleza
exclusivamente inorgánica; ellos difieren de los elementos vivos, por lo que necesitan
compuestos adicionales como alimento. Según Arnon y Stout (1939), un elemento es
esencial cuando cumple las siguientes condiciones:
a) Debe ser requerido para completar el ciclo normal de vida de la planta.
b) Sus funciones no pueden ser sustituidos por otros elementos químicos.
c) Debe estar involucrado directamente en la nutrición de las plantas, ya sea como
constituyente de un metabolito esencial o por participar en la actividad de un
sistema enzimático esencial.
d) Debe ser esencial para la mayoría de las plantas.
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Estos criterios de esencialidad (principalmente b y c) actualmente son algo restringidos
o demasiado rígidos, debido a que trabajos recientes de investigación, han demostrado
por ejemplo, que el cloruro, que es esencial para el crecimiento de las plantas
superiores, puede ser sustituido por el bromuro; el estroncio que parcialmente puede
reemplazar al calcio, el molibdeno por el vanadio, el potasio por el sodio. Por otro lado,
se ha detectado que el silicio es esencial para el arroz y el cobalto para la fijación
simbiótica del nitrógeno atmosférico. Se ha determinado también, que el sodio es
esencial solamente para algunas especies de betarraga, pero aumenta las cosechas de
la remolacha azucarera y del apio, etc.; más no puede considerarse, como esencial
según los criterios de Arnon y Stout.
2.2.3 Elementos nutritivos esenciales
A pesar del gran número de
elementos químicos encontrados
en el suelo, y en las plantas
superiores, sólo
aproximadamente 16 se cree
que son esenciales para el
crecimiento y desarrollo de
estas.
Estos elementos son los
siguientes:
Como se puede observar el C, H
y O, corresponde
aproximadamente al 92 % y el N,
P, K, S, Ca y Mg al 5.62% en
promedio, en conjunto suman el
97.62 %.
El C y O, las plantas lo toman de la atmósfera, mayormente a partir de CO2; el H procede
básicamente del agua de la solución del suelo y bajo condiciones húmedas de la
atmósfera. El resto de los nutrientes proceden de los diferentes compuestos minerales
y orgánicos que existen en el suelo.
Elementos
Forma
disponible
(%
promedio)
Contenido
en la m.s.
C CO2 42
H H2 – H2O 7
O O2 -H2O – CO2 44
N NH4-N03 1 - 3
P H2PO4 – HPO4 - PO4
0.1 - 0.3
K K+ 1-5
S SO4 - SO3 0.1 - 0.3
Ca Ca++ 0.1 - 0.2
Mg Mg++ 0.05 - 0.1
Fe Fe ++ - Fe+++ 0.01 - 0.1
Mn Mn++ 0.005 -
0.03
B H3BO3 - B407 0.005 - 0.03
Cu Cu++ 0.001-0.004
Zn Zn++ 0.001-
0.002
Mo MoO4 0.001 -0.004
CI Cl- 0.01 - 0.05
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2.2.4 Clasificación de los nutrientes
Los nutrientes de las plantas, pueden clasificarse en base a diferentes criterios:
a) Según la cantidad de nutriente presente en la planta o que es extraída del suelo.
En base a este criterio, los nutrientes se clasifican en:
Macronutrientes: Son el N, P, K, Ca, Mg y S. Algunos especialistas las subdividen
en primados (N, P y K) y secundarios (Ca, Mg y S).
Micronutrientes: Son el Fe, Mo, Cu, Mn, Zn, B y Cl. La cantidad de estos elementos
en las plantas, son comparativamente más pequeñas que la de los macronutrientes,
más aún con respecto al N-P-K; no obstante, éstos son igualmente esenciales en
la medida que puedan impedir el desarrollo del vegetal, si no están en las
cantidades adecuadas.
b) Según su comportamiento bioquímico y sus funciones fisiológicas. Tomando
el enfoque fisiológico, los nutrientes pueden dividirse en cuatro grupos:
Componentes básicos de los materiales orgánicos; C, O, N, S y P.
Nutrientes que son absorbidos como aniones inorgánicos o ácidos y que
esterifican con alcoholes de la planta: P, B y Si.
Nutrientes con funciones no específicas, tal como el mantenimiento del potencial
osmótico; o con funciones específicas en la actividad enzimática: K Mg Ca Mn y
Cl.
Nutrientes que están unidos a complejos orgánicos (formando quelatos), que
participan en el transporte de electrones por cambio de valencia: Fe, Cu, Zn y
Mo.
Disponibilidad de los elementos nutritivos
En el suelo los elementos nutritivos para las plantas, se encuentran en formas
disponibles y no disponibles.
Elementos disponibles.
Un elemento disponible y/o asimilable, podría definirse como aquel cuyas condiciones
físico-químicas en el sistema suelo-planta, le permiten ser absorbidos por la raíz de la
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planta. El término “disponibilidad” de un nutriente encierra, por tanto el status físico y
químico de ese nutriente en el suelo, así como también relaciones radiculares que
comprenden el metabolismo de la planta.
Los elementos disponibles se pueden clasificar en:
a) Disueltos en la solución del suelo: Es la forma más fácil de ser tomada por la
planta en vista que se encuentran tanto cationes, aniones y trazas de algunas sales
solubles, disueltas en el agua del suelo.
b) Elementos intercambiables: En este caso los elementos en estado iónico, están
adsorbidos en la superficie de las partículas coloidales del suelo en forma
intercambiable, gracias a la presencia de las cargas que presentan éstas partículas.
La tendencia a adsorber cationes o aniones, depende de la carga del sistema
coloidal del suelo (carácter anfótero) cuando predomina las cargas negativas,
predominará la retención de los cationes; sucede lo contrario con la retención de
los aniones que se presenta sobre todo en condiciones muy ácidas del suelo, en el
caso específico, del NO3 no se le puede considerar como intercambiable, por ser
muy móvil en el suelo y debido a que éste no puede retenerlo; sucede, todo lo
contrario con los fosfatos, es decir que son muy poco móviles y pueden ser
adsorbidos en el complejo de cambio, formando en algunos casos puentes con Ca++
como se puede apreciar en el siguiente gráfico:
Existe una tendencia a establecerse un equilibrio dinámico entre los iones de la
solución del suelo y los retenidos en la superficie del complejo coloidal, como se
puede observar en el siguiente gráfico:
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c) Compuestos orgánicos: Existen evidencias que las plantas pueden absorber
directamente de la solución del suelo, compuestos orgánicos. Así, por ejemplo, la
urea es absorbida como molécula entera por la raíz. Se ha comprobado también,
la absorción por las raíces de muchos azúcares y ácidos orgánicos. Reguladores
del crecimiento, pesticidas sistémicos, quelatos (complejo de sustancias orgánicas
y minerales), etc.
Elementos no disponibles
Son aquellos elementos inaccesibles para la planta y que se encuentran formando
compuestos inorgánicos y orgánicos (materia orgánica); los cuales para que dejen en
libertad sus componentes y sean disponibles para los cultivos, tienen que
descomponerse. Entre los compuestos inorgánicos se tiene a los minerales primarios
del suelo como piroxeno, olivino, biotita, mucovita, ortoclasa, plagioclasa, etc.
Entre los elementos no disponibles, se puede mencionar también, aquellos que estén
fijados por el suelo por diversos fenómenos por ejemplo, el NH4, fijado por algunas
arcillas.
2.2.5 Relaciones cantidad-intensidad y capacidad en la disponibilidad de
nutrientes
Para que las plantas cumplan con su ciclo vegetativo normal, deben ser abastecidas
adecuadamente con nutrientes durante todo este periodo; por esta razón, la
concentración de estos en la solución del suelo debe ser mantenida a un nivel
satisfactorio para el desarrollo de la planta. En tal sentido, se debe entender que la
disponibilidad de nutrientes en el suelo, está gobernado por tres factores: Cantidad (Q),
intensidad (I) y capacidad (C).
El factor cantidad, representa a la cantidad del nutriente disponible, relacionado de
alguna manera con las formas lábiles (retenidas débilmente por la fase sólida del suelo);
mientras que el factor intensidad, es la concentración del nutriente en la solución del
suelo y refleja la fuerza con que el nutriente es agarrado o retenido por la fase sólida. El
factor intensidad y cantidad del nutriente, fue propuesto por Schofield (1955), quién
comparó la disponibilidad del fosfato en analogía con la disponibilidad del agua; la
disponibilidad del agua en el suelo, no depende precisamente de la cantidad total del
agua presente, sino más bien de la fuerza, con que ella es retenida por las partículas
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del suelo; este mismo fenómeno, se cumple para el fosfato y otros nutrientes de las
plantas presentes en el suelo.
Otro factor importante es la disponibilidad de nutrientes, es la capacidad del suelo para
mantener la intensidad del nutriente, es decir su concentración en la solución del suelo.
Este parámetro, vendría a ser el factor del tamponamiento, que indica como varia la
intensidad con la cantidad. Los factores que influyen en la capacidad, son las
condiciones climáticas (temperatura y humedad), edáficas (pH, aireación, naturaleza
de la fase sólida del suelo, etc.) y el cultivo (cantidad de raíces).
2.2.6 Mecanismos de absorción y transporte de solutos
La absorción, es un término aplicado a la acumulación de solutos, en las células o tejidos
por medio de mecanismos pasivos y activos, principalmente. La absorción de los
nutrientes minerales por las plantas, comprenden los siguientes procesos:
a) Movimiento de los iones desde el suelo hasta la superficie de la raíz.
b) Acumulación de los iones en las células radiculares.
c) Movimiento de los iones hacia el xilema y transporte de los iones, desde las raíces
al ápice de los tallos.
2.3 Nutrición en palto
El propósito de cualquier programa de nutrición mineral, es suministrar los elementos o
compuestos minerales o nutrientes que son absorbidos por la planta, en la dosis y
momento oportuno para optimizar su utilización. El palto, como cualquier planta,
requiere elementos nutritivos imprescindibles o esenciales, es decir, aquellos que no
deben faltar para el funcionamiento fisiológico y el desarrollo completo del ciclo
vegetativo. Cabe señalar que los criterios de esencialidad de un elemento nutritivo son
la deficiencia del elemento impide que la planta complete su ciclo vegetativo y, por otro
lado, la falta de un elemento no puede ser reemplazado por otro. Diecisiete son los
elementos considerados esenciales para el crecimiento y producción de todas las
especies cultivadas, incluidos los paltos. Los tres elementos esenciales con mayor
requerimiento por parte de la biomasa frutal (raíces, tronco, ramas, hojas y fruta) son:
carbono (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O). Estos elementos representan el 90% de la
materia seca del árbol. De ellos, el C es suministrado desde la atmósfera, el cual es
transformado en carbohidratos a través del proceso de la fotosíntesis. El H y el O son
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proporcionados por el agua. De los nutrientes minerales esenciales para la planta se
distinguen los de mayor requerimiento que se encuentran en mayor proporción en ella
y son denominados macronutrientes. Entre éstos se consideran primarios: el nitrógeno
(N), el potasio (K) y el calcio (Ca). Son secundarios: el fósforo (P), el magnesio (Mg) y
el azufre (S). Aquellos elementos esenciales requeridos en menor proporción por la
planta se denominan micronutrientes, y son el zinc (Zn), manganeso (Mn), cobre (Cu),
hierro (Fe), boro (B), molibdeno (Mo), cloro (Cl) y, últimamente, pero sin importancia
práctica aparente, el níquel (Ni). Este criterio para diferenciar los nutrientes puede llevar
a confusiones ya que en casos de extremo el déficit de un micronutriente determinado
puede adquirir más relevancia que un macronutriente. La necesidad de agregar vía
fertilización algunos de los 14 elementos minerales esenciales, surge debido a que el
suministro del suelo es insuficiente para el requerimiento de la planta. Este déficit
nutricional se acentúa cuando el nutriente es poco móvil dentro de la planta y no logra
llegar al sitio estratégico de acción, tales como yemas, flores o frutos recién cuajados.
En uno u otro caso será necesario reponer la diferencia vía fertilización al suelo o foliar.
Cabe señalar que los suelos del área plantada mayoritariamente con paltos, como la
Región de Valparaíso, son de buena fertilidad, pero existen algunos problemas con la
disponibilidad de micronutrientes como Zn, B y Fe.
2.3.1 Síntomas de deficiencia de nutrición en el palto
La sintomatología que se presenta en las diferentes estructuras vegetales del árbol,
resulta ser una buena guía para identificar tanto deficiencias como excesos
nutricionales en palto. Sin embargo, como toda herramienta biológica tiene limitaciones
para su uso, entre las cuales se pueden mencionar:
a) Semejanza visual en algunas deficiencias en el estado incipiente.
b) Síntomas que difieren si se trata de hojas nuevas o adultas.
c) Similitud visual entre una toxicidad y una deficiencia específica.
d) Coexistencia de deficiencias y/o toxicidades simultáneamente.
e) Presencia de clorosis por su color amarillo, necrosis u otros síntomas originados
por problemas de falta de aireación o mal drenaje (Figura 12), o plagas o
enfermedades parecidos a los producidos por problemas nutricionales.