Post on 19-Sep-2018
LECCIÓN 9: LA SALVAGUARDA DE LA IGLESIA (DEBERES DEL CRISTIANO PARA CON LOS SIERVOS DE DIOS Y SU FAMILIA)
1 Timoteo 5.17-18; Hebreos 13.17
Deberes e identidad con la iglesia
VERDAD BÍBLICA APLICADA
Las congregaciones deben obedecer a Dios atendiendo a los pastores y sus familias.
OBJETIVO
Conozcamos la responsabilidad y el
privilegio que tenemos de obedecer y atender
las necesidades de nuestros pastores.
I. INTRODUCCIÓN El cuidado que Dios tiene
por la iglesia se manifiesta cuando el
Señor Jesucristo envía pastores y ministras para
la atención de su mies. Estos hombres y mujeres
aceptan el llamado de Dios y se disponen para
realizar la tarea encomendada; y van
acompañados de sus familias al lugar donde
Dios los necesita.
II. CONOCIMIENTO BÍBLICO
Análisis bíblico. “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos;
porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con
alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.” (He.13.17).
“Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan
en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero
de su salario.” (1Ti.5.17-18).
1. No llevar alforja. El Señor Jesucristo enseñó a sus discípulos que no se
preocuparan ni distrajeran su tiempo en buscar su sustento, porque todo lo que necesitaran les sería provisto (Mr.6.7-10).
2. El obrero es digno de su alimento. Aunque los pastores y ministras de Dios en la ICIAR
no reciben un sueldo, el Señor Jesucristo dijo que ellos son merecedores de recibir su sustento (Mt.10.10).
3. Donde entréis recibid lo que os pongan. El Señor Jesucristo instruyó a sus discípulos para que
en el ejercicio de su ministerio, recibieran con gratitud y contentamiento todo lo que les proporcionaran para su sustento en los lugares a donde fueran enviados (Lc.10.4-7).
A. La enseñanza del Señor Jesucristo. El Señor Jesucristo envía pastores y ministras a la iglesia para que le atiendan. La iglesia debe agradecer esto (Lc.9.1-2).
B. La enseñanza de los apóstoles.
1. La obediencia y sujeción a los pastores y ministras. La Biblia enseña que la
iglesia debe obedecer y sujetarse a sus pastores,
ya que ellos deben dar cuentas a Dios de cada
uno de los feligreses (He.13.17; 1P.5.1-2).
2. La atención espiritual de la iglesia hacia los pastores y sus familias. El apóstol Pablo pidió a la iglesia de Éfeso que
también lo apoyaran orando para que Dios respaldara su ministerio (Ef.6.18-20)
3. Cuidad de vuestros pastores. La iglesia no debe ser indiferente a las
necesidades de los pastores y sus familias, sino atentos y agradecidos, manifestando el fruto espiritual al compartir con ellos de las bendiciones materiales que reciben de Dios (1Co.9.7-11; Fil.4.10, 17).
4. Los que se dedican sólo a la obra son dignos de más atención. Todos los pastores y ministras de Dios se
esfuerzan en atender a la congregación con alegría. Pero hay algunos que no tienen un empleo, y todo su tiempo lo dedican al ministerio, lo cual amerita que se les considere de manera especial, al doble, como dice la Escritura (1Ti.5.17).
III. DISCERNIR EL ERROR Error. La atención no debe ser sólo para el pastor o ministra sino
también para su familia. Respuesta bíblica: El cuidado de la iglesia no debe centrarse
únicamente en el pastor y la ministra sino también en su cónyuge y sus hijos, ya que aunque no tienen las funciones ni responsabilidades pastorales, ellos los acompañan y apoyan en el desarrollo de su ministerio (Jos.24.15).
IV. ENDEREZAR LA DIRECCIÓN
Moisés, un siervo de Dios. Dios ve la necesidad de su pueblo y llama a hombres fieles para cumplir Sus propósitos.
(Ex.3.7-12; Sal.77.20). 1. Los profetas de Dios reconocieron el
cuidado y el amor de Moisés por la nación. “Y por un profeta Jehová hizo subir a Israel de
Egipto, y por un profeta fue guardado.” (Os.12.13).
Moisés, con el apoyo de Aarón y María, llevó al pueblo de Israel a través del desierto.
Cristo es el Buen Pastor porque nunca cayó en los errores de los pastores de Israel quienes fueron recriminados por su negligencia y falta de fidelidad en su desempeño. (Ez.34).
Cristo vio a Su pueblo desamparado y disperso como ovejas que no tienen pastor. (Mt. 9.36).
Él hizo lo que nadie jamás pudo hacer: Morir por sus ovejas para que éstas disfrutaran en abundancia de todas las cosas buenas, tanto materiales como espirituales.
2. Cristo, el Buen Pastor es ejemplo de los que ejercen el ministerio.
B. El Padre llama a siervos fieles que sigan el ejemplo de Cristo.
Por medio de ellos manifestará Su cuidado. Dios inclinará el corazón de ellos
para cumplir este oficio: Guardar a la iglesia de Cristo y anuncien el Evangelio a la sociedad necesitada. (Jer.3.15).
Algunas tareas de los pastores son: Convencer del engaño del pecado, cuidar a la iglesia de lobos vestidos de ovejas y consolar a los pobres y débiles.
V. CAPACITAR PARA VIVIR COMO A DIOS LE AGRADA
La ICIAR ha instituido la Comisión General de Ayuda Pastoral.
El pastor es un instrumento fundamental que coadyuva al desarrollo y mantenimiento de la obra de Dios.
Por lo cual, los miembros de la iglesia siempre deben estar atentos a la salud, bienestar y estabilidad del pastor y de su familia.
Esta Comisión realizará todo lo que se requiera para lograr los fines señalados.
Impulsar la creación de programas de atención y sostenimiento de las
necesidades básicas del pastor y su familia; de común acuerdo con la Comisión General de la Familia
Pastoral.
Procurar que los pastores y ministras tengas una cobertura de seguridad
social (que incluya la atención médica) a favor de ellos y su cónyuge.
Promover que en las iglesias se provean medidas permanentes para que los congregantes aporten para el sostenimiento y bienestar del pastor y
su familia.
Estar al pendiente de los casos urgentes que se presenten, para
apoyar a pastores que sean afectados por enfermedad grave, problemas económicos urgentes,
muerte de familiares cercanos, etc. (Estatutos de la ICIAR).
Algunas de las actividades de esta
Comisión son:
CONCLUSIÓN
Una iglesia sana y madura obedece a Dios obedeciendo a sus pastores con gozo y alegría; ora por ellos y les atiende adecuadamente junto con sus familias.