Post on 15-Jan-2016
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DESARROLLO
DEL NIÑO
(0-3)
29314 - DESARROLLO PSICOMOTOR EN LA PRIMERA INFANCIA
JOAN FRANCESC RAMOS JURADO
2º EDUCACIÓN INFANTIL
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ÍNDICE
1. JUSTIFICACIÓN …………………………………...………………………………..pag 4
2. DESARROLLO DE LOS SENTIDOS ……………………………………...……...pag 4
Visión
Audición
Gusto
Olfato
Tacto
3. DESARROLLO PSICOMOTOR …………………………………………………...pag 6
De 1 a 12 meses
Motricidad general
La base del desarrollo psicomotor
Logros del sistema locomotor
Control postural
Manipulación
Principales signos de alerta en el desarrollo psicomotor
Formando el concepto de su cuerpo
De 13 a 18 meses
Existen diferencias “naturales” en el desarrollo psicomotor
Hay estancamientos
La regresión no es normal
Evolución de la actividad motriz: logros que conseguirá e este periodo.
La manipulación y la prensión
Continúa descubriendo su cuerpo
Signos de alerta en el desarrollo psicomotor
De 18 a 24 meses
Logros psicomotores entre los 19-24 meses
El equilibrio
Andar decidido
La carrera
La manipulación y la presión
Signos de alerta en el desarrollo psicomotor
Descubriendo su imagen corporal
De 2 a 3 años
Los logros motrices entre los 2 y 3 años
El niño/niña ya corre
El niño/a ya sube y baja escaleras
El niño/a ya salta
El niño guarda mejor el equilibrio
El niño/a adquiere una mayor capacidad de coordinación
El niño es capaz de distinguir partes detalladas de su cuerpo
Signos de alerta en el desarrollo psicomotor
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4. DESARROLLO INTELECTUAL……………………………………………..…...pag 16
De 1 a 24 meses
La capacidad de imitación
De 2 a 3 años
El principal logro: la aparición del pensamiento simbólico
¿Cómo se manifiesta la nueva función simbólica?
El lenguaje
La imitación diferida
Juego simbólico
El dibujo
5. DESARROLLO LINGÜÍSTICO…………………………………………..............pag 19
De 1 a 6 meses
Los primeros intentos comunicativos
Logros del bebé en esta etapa
De 7 a 12 meses
Los logros en este período. La etapa del balbuceo.
Unas “palabras especiales”
El lenguaje gestual
La comprensión
De 13 a 18 meses
Logros lingüísticos
De 18 a 24 meses
Logros lingüísticos
De 2 a 3 años
Logros lingüísticos
6. TABLA COMPARATIVA…………………………………………........................pag 23
7. VIDEOS…………………………………………..................................................pag 25
8. CONCLUSIÓN…………………………………………........................................pag 25
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1. JUSTIFICACIÓN
El desarrollo psicomotor del bebé abarca un conjunto muy amplio de aspectos
que el niño desarrolla para, de esta manera poder alcanzar logros y convertirse
día a día en un ser más receptivo y autónomo. Nos permite hacer ver lo
cambiante que es la persona en cada una de sus etapas. Este desarrollo
depende de varios factores; biológicos, físicos, sociales, afectivos,.. y nos
permite observar como cada niño tiene su ritmo evolutivo.
Este trabajo lo he clasificado en cuatro bloques; el desarrollo de los sentidos, el
desarrollo psicomotor, desarrollo intelectual y el desarrollo del lenguaje que
realiza en niño desde que nace hasta los 3 años, para poder observar la
evolución de manera gradual que realiza el niño en cada área evolutiva.
Después he realizado una tabla comparativa de la teoría en un niño/a de 15
meses y mi hija. Puede resultar interesante y de mucha ayuda para los padres
y para los profesionales los aspectos que nos indican signos de alerta en la
evolución del niño, para poder anticipar mecanismos de ayuda y derivación,
cuando sea necesario.
Para finalizar me ha resultado muy gratificante y divertido, poder realizar la
comparativa de la etapa de 15 meses que coincide con la etapa evolutiva de mi
hija Emma y poder así, comprobar de manera práctica y documentada con
vídeos sus logros evolutivos. Con ella se refleja que cada niño tiene su ritmo, y
su propio estilo de aprendizaje.
2. DESARROLLO DE LOS SENTIDOS
Visión
Al nacer el niño visualiza objetos sin borrosidad siempre que queden dentro de
su campo visual, distancia 20/25cm.
1 mes: Tiene interés especial por la cara humana. La luz atrae su mirada.
3 meses: Se mira las manos. Puede desplazar la mirada de un objeto a otro.
4 meses: Puede ver objetos a diferentes distancias y percibir pequeños
detalles.
De 6 a 12 meses: Cada vez prestará más atención a los objetos que se le
presentan, se interesan por los colores, empiezan a mirar por el rabillo del ojo,
y a seguir con la mirada los objetos que se mueve a distinta velocidad y a
mayor distancia. Le atraen las cosas brillantes y de varios colores, e intenta
cogerlas y llevarlas a la boca. Será capaz de distinguir los gestos de enfado,
alegría o miedo que ve en la cara de los demás.
De 12 a 18 meses: Se desarrolla bien la visión total binocular. La percepción de
la profundidad continúa su desarrollo pero debido a la falta de coordinación
motora del niño las caídas desde las alturas siguen constituyendo un peligro
permanente.
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Audición
El bebé oye desde el mismo momento de su nacimiento, e incluso antes, en el
vientre de su madre ya puede percibir sonidos. Cuando el bebé escucha un
sonido se sobresalta, discrimina las voces de sus padres de las del resto de la
gente a los pocos días de vida.
1 mes: Reacciona a los ruidos fuertes. Se calma con la voz de los padres.
2 meses: Se interesa por diferentes sonidos. Reacciona a la voz de los padres.
3 meses: Presta atención al lenguaje humano , buscando con la mirada el lugar
de origen que está dentro de su campo visual.
4 meses: La agudeza auditiva está bien adquirida. Identifica ruidos familiares
girando la cabeza hacia la dirección adecuada.
6 meses: Localiza con seguridad un sonido girando la cabeza y dirigiéndole la
mirada.
Alrededor de los 7 meses, será capaz de cerrar los ojos si oye sonidos fuertes,
o de coger algún objeto que haga ruido con la finalidad de escucharlo (manojo
de llaves)
A los 10 meses podrá hacer palmas cuando se le canta una canción, o de
orientarse para atrapar un objeto, únicamente por el sonido que emite. Es muy
importante a esta edad la estimulación auditiva, que puedan escuchar
canciones, versos, nanas,…
De 18 a 24 meses: Va a ser capaz de imitar y reproducir sonidos que escuche,
por ejemplo, el del coche, avión,…La música y la diversión que ésta le produce
evidencia una mayor discriminación y percepción auditiva; canta al escucharla,
reconoce canciones favoritas,…
Gusto
La capacidad del gusto se desarrolla durante el embarazo alrededor de la
semana 20 de gestación.
Los bebés lactantes prefieren líquidos dulces a soluciones saladas.
De 6 a 12 meses: Responden de manera positiva a los sabores dulces y
rechazan los amargos, salados o agrios. A estas edades será frecuente que se
metan las cosas en la boca, de morder algún objeto para calmar las molestias
le ocasiona el nacimiento de los dientes. Experimentará nuevas experiencias
con los alimentos a medida que se va ampliando su alimentación.
Olfato
De 1 a 6 meses: Este sentido es muy sensible en el bebé, puede reconocer a
la semana de vida el pecho de la madre per su fragancia individual. El lactante
reconoce por el olfato cuándo su madre entra en una habitación.
De 6 a 12 meses: Perciben olores y distinguen entre agradables y
desagradables evitando estos últimos.
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Tacto
De 1 a 6 meses: La estimulación táctil es muy importante en el crecimiento y
desarrollo del bebé. El masaje o los golpecitos suaves son tranquilizadores
para el niño. El contacto piel con piel es una forma de relajar al lactante durante
horas. El bebé es capaz de responder a los estímulos dolorosos.
Manifestaciones conductuales propias de niños/as de unos 6 meses; intenta
tirar de los pelos, coger la nariz, las orejas o intenta tocar la cara al adulto es
una manifestación de las nuevas sensaciones que quiere experimentar.
Demostrará sus sensaciones táctiles respondiendo con sonrisas a las
cosquillas, o con placer a los masajes. Más adelante aprenderá a hacer
caricias o abrazar.
Alrededor de los 9-10 meses será capaz de dar besos.
A partir de los 10 su dedo índice adquiere un protagonismo especial (señalar y
tocar las cosas).
Cerca de los 12 meses disfrutará del contacto de la tierra, arena, agua…y
jugará y experimentará sensaciones nuevas con estos materiales.
3. DESARROLLO PSICOMOTOR
De 1 a 12 meses
Motricidad general
La motricidad durante el primer mes es aún primaria y condicionada por los reflejos
arcaicos de inestabilidad cefálica y actitud corporal. Los movimientos son bruscos e
incoordinados. Boca abajo el tronco es todavía débil. Puede lateralizar la cabeza y
separarla repetidamente del plano de la cama por breves instantes. Da pequeñas
patadas.
La base del desarrollo psicomotor
El niño a medida que crece va siendo capaz de organizar, cada vez, más funciones
corporales. Para que este proceso se produzca es necesario hacer intervenir una serie
de aspectos biológicos, madurativos y de también la estimulación física y social que
puede recibir en su vida cotidiana. Ambas cosas, maduración biológica y estimulación
ambiental, son necesarias para que el desarrollo siga un curso adecuado. El niño no
podrá andar hasta que no sea capaz de tener un determinado control postural y de
equilibrio, y esto es algo en lo que influye la biología, pero estimulándolo un poco se
puede ayudar a que este logro se dé con mayor riqueza y sin problemas.
Logros del sistema locomotor
Entre los 7 y los 12 meses las adquisiciones que más destacan en la evolución
psicomotora son la adquisición de la postura bípeda y la marcha, es decir, el
mantenerse de pie y ser capaces de desplazarse, de andar. Además se observan
otros logros a la hora de agarrar o soltar objetos, preferir una mano u otra para mano o
pie para actuar, de percibir o controlar mejor su cuerpo.
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Control postural
A medida que pasan los meses, el niño demuestra ser capaz de controlar mejor sus
movimientos y posturas, aunque en este aspecto tenga mucha importancia el
desarrollo psicomotor.
7/12 meses:
Estando boca abajo se apoya sobre las manos y es capaz de separar una
mano del suelo para alcanzar un objeto.
En decúbito es capaz de darse la vuelta pasando de una posición a otra.
Cuando está acostado se coge los pies y puede llevarlos a la boca.
Si le ofrecemos un dedo para que él pueda cogerse, se levanta por sí mismo
para sentarse.
Manteniéndolo de pie sobre una base, le gusta dar saltitos.
Alrededor de los 9 meses puede empezar a gatear, rastrear sobre el abdomen
hacia delante y voltear para desplazarse.
Puede iniciar el paso a bipedestación apoyándose en los muebles, pero cae
con gran facilidad. De pie y apoyado en un soporte puede mantener el
equilibrio y todo su peso durante uno segundos.
10/12 meses:
Puede gatear de manera poco coordinada o empezar a dar los primeros pasos
cogido de la mano del adulto o cogido de los muebles.
Va mejorando su equilibrio en las diferentes posiciones: sentado, gateo,
deambulación.
No debemos olvidar que algunos niños no alcanzan la posición de gateo,
pasando directamente a la deambulación, sin que ello suponga ningún
problema en su desarrollo psicomotor.
Manipulación
Va disminuyendo la tendencia a permanecer las manos cerradas. Puede llevarse la
mano a la boca de manera involuntaria.
Tercer mes: Sujeta un objeto activamente, pero no lo busca. Mantiene las
manos abiertas, tira de las mantas y de la ropa.
Cuarto mes: Examina y juega con las manos. Se pone la ropa o la manta sobre
la cabeza para jugar. Juega con los objetos y los agita, pero no puede cogerlos
cuando se le caen. Puede llevarse objetos a la boca.
Quinto mes: Juega con los dedos de los pies. Es capaz de coger objetos
voluntariamente y se los lleva a la boca directamente.
Sexto mes: Tira un objeto cuando se le da otro. Coge y manipula objetos
pequeños. Se coge los pies y se los lleva a la boca.
La habilidad para actual con las manos desde los 7 meses hasta el primer año
va a progresar muchísimo. Su capacidad de imitación y reproducción de las
conductas de los demás continua siendo muy importante.
Siete meses: El niño es capaz de coger los diferentes objetos con la base del
pulgar y parte lateral del índice. Puede retener un objeto en cada mano. Pasar
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los objetos de una mano a otra. Jugar con las manos y los pies. Progresar
notoriamente en la inspección manual de los objetos.
Nueve meses: Es capaz de coger objetos pequeños, lo que le proporciona
mayor independencia manual. Puede golpear dos objetos entre sí.
Diez meses: Va evolucionando en la manera de coger los objetos hasta ser
capaz de coger objetos pequeños con el pulgar y el índice. Hacer ruido con dos
cubos como si fueran platos.
A los doce meses: Al coger un objeto, la apertura de la mano se adapta a su
tamaño. Puede coger varios objetos a la vez y pasar páginas de un libro.
Principales signos de alerta en el desarrollo psicomotor
Primer mes: No fija la mirada en la cara humana. Irritabilidad persistente sin
causa clara. Trastornos de succión o rechazo permanente del alimento.
Tercer mes: No eleva la cabeza. Ausencia de fijación de la mirada en objetos.
Ausencia de seguimiento visual de la cara humana. Ausencia de respuesta a la
voz o a ruidos fuertes. Ausencia de sonrisa social.
Quinto mes: No se apoya en los brazos cuando está boca abajo. Desinterés
por el entorno. No sigue visualmente el objeto. Ausencia de verbalización
recíproca.
Sexto mes: No apoya las manos cuando está boca abajo. No lleva la cabeza
avanzada en relación al tronco. No hace presión del objeto. No dirige la mirada
a la voz. No varía la expresión.
Noveno mes: No se mantiene sentado con un mínimo de ayuda. No se pasa
los objetos de una mano a otra. No sostiene un objeto en cada mano. Muestra
falta de interés por el entorno más amplio.
Doce meses: No tiene estabilidad al estar sentado. No se mantiene de pie
cogido a un soporte físico. No puede hacer pinza con los dedos. No
inspecciona objetos con detenimiento. No introduce objetos en un recipiente.
No extiende los brazos para que lo cojan.
Formando el concepto de su cuerpo
El esquema corporal es un concepto que se refiere a cómo el niño va conociendo y
representando mentalmente su propio cuerpo, sus partes, las posiciones que ocupan y
las cosas que puede hacer con ellas. Es un proceso largo y complejo que se tiene que
ir dando desde el mismo momento de su nacimiento y que culminará entre los 11 y los
12 años.
El niño aprende a conocer su cuerpo y su funcionalidad, a través de la relación que
establece con las cosas, las va aprendiendo a diferenciar de sí mismo. Este proceso
de diferenciación entre el cuerpo y el objeto parece empezar a los seis meses. A
medida que pasa el tiempo, evoluciona la diferenciación de las partes del cuerpo, que
se refleja en la continua exploración que los niños/as de entre diez y doce meses
realizan: se miran, se toca, experimentan lo que son capaces de hacer con una mano,
con la otra, con los pies,…Aun así, hasta este momento, la evolución no es completa,
y tendrá que ir alcanzando metas.
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De 13 a 18 meses
Existen diferencias “naturales” en el desarrollo psicomotor
El desarrollo psicomotor depende tanto de la leyes biológicas como de aspectos de
relación, de interacción, práctica o aprendizaje. El desarrollo físico (biológico) es un
proceso muy organizado que evoluciona conforme a una pauta general y regular. Los
niños y niñas deben alcanzar cierto nivel de maduración biológica antes de poder
realizar nuevas conductas.
La edad en la que los bebés se sientan, se ponen de pie y caminan puede variar de
unos niños a otros (cada uno sigue su “calendario” de maduración regulado, entre
otros, por mecanismos interiores del organismo).
Hay estancamientos
Puede suceder que el bebé pasa perfectamente de un estadio a otro, pero en un
determinado momento parece “atascado” y no continua. Esto puede deberse a:
a. A que se concentra con más dedicación al juego con juguetes, al aprendizaje
del habla, a un mayor nivel de interacción,…abandonando sus avances en la
locomoción.
b. A que no dispone de suficientes horas de vigilia, o dela energía y la
concentración suficiente para poder progresar simultáneamente en varias
áreas de su desarrollo.
c. A la falta de confianza ocasionada, tal vez, por una caída que le hace
abandonar, momentáneamente, la marcha independiente. Unos zapatos o
suelas escurridizas pueden representar problemas difíciles de superar. En
estos casos, su capacidad para caminar continua, aunque vemos que insiste
en tener puntos de apoyo, pero cuando finalmente vuelve a adquirir la
confianza necesaria y se suelta, lo hace de una manera muy eficaz.
La regresión no es normal
Implica una vuelta atrás, un retroceso en el equilibrio o el control postural debe
consultarse, generalmente estas regresiones suelen coincidir con períodos de
enfermedad.
Las alteraciones emocionales provocan efectos semejantes; así la separación de la
madre puede conducir a una regresión, a hábitos más infantiles afectando a su
locomoción o marcha. La superación o conclusión de esta perturbación emocional le
dará de nuevo la confianza y las ganas de seguir avanzando.
Evolución de la actividad motriz: logros que conseguirá e este periodo.
15 meses
Puede caminar solo.
Sube escaleras gateando.
De pie puede agacharse para coger un objeto.
Puede arrodillarse sin ayuda.
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Puede pasar a la bipedestación, apoyándose solo en el suelo pero el equilibrio
es aún precario y no puede pararse de repente sin caerse.
No puede alcanzar una pelota sin caerse.
17 meses
Camina bien sin ayuda.
Se inclina para coger un juguete del suelo.
Camina transportando algún objeto, lo mira.
18 meses
Puede subir escaleras cogido de la mano.
Intenta saltar sobre los dos pies.
Inicia la carrera con las piernas separadas.
Puede caminar hacia atrás.
Corre torpemente aunque se cae con frecuencia.
Empuja y tira juguetes.
Se sienta solo en la silla.
Tira una pelota sin caerse.
Le gusta arrastrar juguetes tirados por una cuerda.
Salta un peldaño bajito.
La manipulación y la prensión
El desarrollo de la motricidad fina se evidencia por el aumento de la destreza manual.
Los niños son capaces de:
12 meses
Agarrar un objeto muy pequeño.
No lo puede soltar.
13 meses
Mejora día a día la prensión fina y precisa.
15 meses
Puede soltar una bolita en el interior de una botella de cuello estrecho.
Su función manual es cada vez más fina y precisa.
Saben sostener una cuchara de manera todavía imperfecta.
Pueden pasar las páginas de un cuento y hacer garabatos.
Constantemente lanzan objetos al suelo.
Utilizan bien una taza, pero le dan la vuelta a la cuchara.
Construyen una torre de 2 cubos.
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18 meses
Pueden sacarse los zapatos sin cordones y algunas piezas de ropa.
Pueden comer solos. Manejan la cuchara sin rotarla.
Les gusta hacer garabatos.
Saben hace torres con 3 o 4 cubos.
Tienen los movimientos de soltar, coger y alcanzar objetos bien desarrollados.
Giran las páginas de un libro de 2 en 2 o de 3 en 3.
Continúa descubriendo su cuerpo
El desarrollo de la imagen corporal corre en paralelo al desarrollo cognitivo. Con una
motricidad cada vez mayor, los niños de esta edad perciben la utilidad de las partes de
su cuerpo y aprenden de forma gradual cómo se llaman. Como ya he comentado el
conocimiento de su cuerpo es un proceso largo y complejo. Hasta los 3 años la
evolución del esquema corporal se encuentra en su primera etapa, caracterizada por
un comportamiento global; utilizará su cuerpo como un todo, casi como una pieza.
Para favorecer el desarrollo del esquema corporal, la comunicación es fundamental.
Proporcionarle la posibilidad de mirarse en un espejo y ante él ayudarle a conocer y
diferenciar las distintas partes de su cuerpo.
Signos de alerta en el desarrollo psicomotor
A los 15 meses
No pasa por sí solo de tumbado a sentado.
No hace la pinza con los dedos.
No colabora al vestirlo.
No se separa para nada de la madre.
A los 18 meses
No camina solo.
No se pone de pie por sí solo sin soporte.
Ausencia de los monosílabos como “pa-pa” y “ma-ma”.
No señala con el índice.
No se acerca el vaso a la boca.
No juega imitando.
No reconoce imágenes familires.
De 18 a 24 meses
Logros psicomotores entre los 19-24 meses
Desde el punto der vista psicomotor, el centro de atención sigue siendo la locomoción
y la manipulación. Las habilidades surgidas al inicio del segundo año de vida han sido
objeto de constante ejercicio, y han alcanzado en este período una notable destreza.
La marcha, el equilibrio, la coordinación, la prensión y, en general, el dominio de sus
movimientos es cada vez más afinado.
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El equilibrio
Conseguido el equilibrio que le posibilita poder caminar de manera independiente, ha
pasado a su mecanización, que se transforma en un andar suelto. Puede arrastrar
todo tipo de juguetes tirados por una cuerda, andar de lado, hacia atrás, etc.
18 meses
Puede subir y bajar escaleras o escalones muy bajitos sin ayuda, con más
facilidad en la bajada que en la subida.
Le gusta trepar a las sillas y a los sillones, y poder subir las escaleras a gatas.
19 meses
Dará un saltito sobre las plantas de los pies.
Empezará a subir y a bajar las escaleras ayudado, poniendo primero un pie y
después el otro en el mismo escalón.
22 meses
Puede jugar a marearse y caminar sobre las puntas de los pies.
23 meses
Algunos ya se pueden sostener solos sobre un pie sin ayuda.
Caminar en las puntas de los pies y saltar desde el último paso.
2 años
Con ayuda de una persona adulta, o apoyándose en la barandilla, podrá subir y
bajar escaleras con mayor facilidad.
Andar decidido
Al año y medio (18-19 meses) su marcha se hace más firme y segura y se desarrolla
con mayor soltura. Al andar adquiere ritmo y el balanceo de los brazos acompaña su
desplazamiento. Entre las conductas que consiguen en este período se encuentran las
siguientes:
Los pasos se alargan y la separación de los pies se reduce porque el equilibrio
es mejor.
Puede caminar de lado.
Puede caminar hacia atrás.
No necesita cogerse a ningún objeto para sentirse seguro, pero le gusta
arrastrar juguetes tras de sí o empujar algún objeto de ruedas.
Los giros son todavía torpes y no puede cambiar de dirección en el transcurso
de la marcha.
Sus paso son regulares y la marcha, estable. Al final de este período aparece
una nueva habilidad: la carrera.
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La carrera
El niño empezará caminando de prisa, este andar rápido se cambia por una carrera de
principiante ya que sus pasos no son más largos ni llega a quedar suspendido en el
aire. Hasta los dos años o dos años y medio, no empezará la carrera propiamente
dicha.
La manipulación y la presión
Cada vez va adquiriendo una mayor autonomía motriz que le permite participar más
activamente en las diversas situaciones de la vida cotidiana. Es capaz de:
19 meses
Lanzar una pelota a las manos de otra persona.
Construir torres de tres cubos.
22 meses
Construir torres de cinco o siete cubos.
23 meses
No se contenta con apilar las piezas de construcción, sino que se preocupa
también por combinar sus cubos o juguetes. Puede ponerlos en fila y
empujarlos simulando un tren, hacer un puente,…
Su coordinación dinámica general, así como la visomotriz (ojo-mano, ojo-pie)
se hacen cada vez más correctas y responde cada vez mejor a las
características del estímulo: pateando y lanzando una pelota, manejando la
cuchara, etc.
Su evolución manipulativa y le permite hacer garabatos en un papel, beber un
vaso de agua cogiéndolo con las dos manos, quitarse los zapatos o los
calcetines.
Al final de este período podrá girar las páginas de un libro y manipular objetos
pequeños.
Signos de alerta en el desarrollo psicomotor
21 meses
No corre, no obedece una orden verbal sencilla.
No dice al menos 3 palabras a parte de “papa” y “mama”
No señala con el dedo índice.
No se acerca un vaso a la boca.
Ausencia de juego imitativo.
No pasa las páginas de un cuento.
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Descubriendo su imagen corporal
Continúa descubriendo su cuerpo: diferenciando y organizando su esquema corporal.
El niño descubre a través de su actividad corporal, global o instintiva al principio,
diferenciada e intencional con el paso del tiempo. A su vez esta actividad corporal le
permite descubrir el mundo. Un esquema corporal bien integrado se traduce en una
buena percepción y control dl cuerpo, el equilibrio, la independencia de las piernas en
relación con el tronco, una lateralidad definida,…
De 2 a 3 años
Los logros motrices entre los 2 y 3 años
En esta etapa quizás habrá que hablar más que de logros en sí, de avance y
consolidación de procesos y habilidades o destrezas motoras que ya han empezado a
desarrollarse en edades anteriores y que ahora se van perfeccionando.
El niño/a ya camina y se desplaza con mucha seguridad.
Una vez que el niño ha adquirido el equilibrio estático y dinámico necesario para poder
caminar, y el suficiente control postural para andar con cierta soltura, el proceso de
marcha empieza a hacerse de una manera mecánica, transformándose en un
movimiento habitual y en un andar resuelto y seguro que le permite una mayor
independencia en los distintos movimientos, lo que le facilita la completa autonomía en
su desplazamiento.
El niño/niña ya corre
Va pasando de un simple caminar a un movimiento más fluido y rápido, hasta que
hacia los 2 años y medio empieza la carrera propiamente dicha.
El niño/a ya sube y baja escaleras
Hasta ahora, los desplazamientos de ascenso y descenso se limitaban a simples
movimientos en los que el niño/a se ayuda del gateo, y más que nada trepaba a una
silla o a un escalón de una escalera. Sin embargo a partir del año y medio va a
predominar la postura erecta en el proceso de ascenso, ya que el niño/a adquiere
mayor fuerza en los soportes motores y un mayor control postural y equilibrio.
Al principio empezará a subir escaleras de una manera torpe, colocando un pie
después del otro en el mismo peldaño antes de ir al siguiente y ayudándose de la
mano de la persona adulta o de la pared. Y no será hasta los dos años y medio
cuándo empezará a mostrar un movimiento de ascenso más fluido. El descenso
aparece siempre de modo más tardío que el ascenso. No es hasta el tercer año
cuando el niño/a podrá bajar las escaleras alternando los pies para descender paso a
paso.
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El niño/a ya salta
La capacidad de realizar un salto empieza a partir de la mecanización del proceso de
marcha y con la maduración de los procesos de equilibrio.
Alrededor del año y medio el niño salta por encima de objetos de poca altura, pero se
trata de un salto a manera de paso, aunque levantando las rodillas. Sin embargo,
aproximadamente a los dos años ya aparece el salto como tal.
El niño guarda mejor el equilibrio
A los dos años el niño es capaz de bajarse sin caer para recoger un juguete, o de
agacharse, y también se podrá mantener un instante sobre un solo pie sin ayuda;
además dará algún paso en las puntas de los pies. Y ya alrededor de los tres años
andará con soltura en la puntas de los pies, durante más tiempo, y también a la pata
coja, aunque pocos pasos. Por otro lado, a esta edad, el niño puede ya realizar giros
diversos con soltura hacia un lado y hacia el otro, y giros en ángulo.
El niño/a adquiere una mayor capacidad de coordinación
En cuanto a la coordinación global de las distintas partes del cuerpo, el niño adquiere
cada vez más una mayor integración de los movimientos de distintos elementos
corporales. Tanto es así, que a los dos años el pequeño ya puede practicar el pedaleo,
aunque en muchos casos hasta los dos años y medio no realiza el movimiento del
pedaleo con soltura. En esta edad los pequeños también se atreven a bajar por el
tobogán, y a los tres años son capaces de montar en triciclo y pedalear.
La coordinación visomanual, entre el ojo y la mano, tan necesaria para la posterior
adquisición dela escritura, progresa notablemente en esta edad, se hace más eficiente
el dinamismo manual con gestos cada vez más diferenciados. De esta manera, poco a
poco, el niño va ganando precisión en la prensión y la manipulación de los objetos. A
los dos años imita ya trazos gráficos concretos como líneas horizontales y verticales o
palotes, y garabatea espontáneamente sin salir del espacio gráfico de la hoja. A los
tres años pasa a llenar o colorear el interior de figuras y dibujos.
La definición de la lateralidad respecto al empleo de la mano derecha o de la izquierda
es posterior.
El niño es capaz de distinguir partes detalladas de su cuerpo
Entre los dos y los tres años, y gracias al inicio del pensamiento simbólico, con el que
el niño puede elaborar imágenes mentales de las cosas, va a interiorizar la imagen de
su propio cuerpo, es decir ahora tendrá una representación global de su imagen en la
mene, cuando antes tan solo lo podía reconocer per partes a través del tacto. Esta
imagen mental del cuerpo aparece primero de modo parcial haciéndose una idea de
los distintos elementos de su cuerpo, y después, se integran todas las partes en una
imagen global del esquema corporal, entendiendo el cuerpo como un “todo” que
además es diferente del resto del entorno, y nace la imagen del sí mismo”. A partir de
los dos años el niño tomará conciencia de los detalles cada vez más precisos de las
partes que componen el cuerpo, ya podrá distinguir los principales elementos
corporales (cabeza, tronco y extremidades), y además ya reconoce partes más
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detalladas como los ojos, las orejas, la boca, la nariz, los dedos,…tanto sobre su
propio cuerpo como en el cuerpo de los demás. A partir de aquí, el niño irá conociendo
cada vez partes aún más concretas como cejas, labios, muñecas,.. pero esto no
ocurre hasta edades posteriores (4-6 años).
Signos de alerta en el desarrollo psicomotor
24 meses
No sube peldaños cogido de la barandilla.
No señala, al nombrarla, al menos una parte de su cuerpo.
No utiliza la palabra “no”.
No se acerca la cuchara a la boca.
4. DESARROLLO INTELECTUAL
La capacidad de imitación
De 1 a 6 meses
Es la capacidad del bebé para reproducir un gesto o una acción de otra persona. Es
una capacidad fundamental para el desarrollo inicial de la inteligencia, ya que hace
posible que el niño ejercite los esquemas de movimiento que ya tiene y, además,
favorece el aprendizaje de conductas nuevas y aumenta las posibilidades de acción.
En el primer mes, aún no hay ningún tipo de imitación
Entre el segundo y cuarto mes aparecen ya algunos indicios, aunque el bebé
no imita con intención de hacerlo: si ve a una persona adulta mover la cabeza,
él puede hacerlo por simple analogía. Reproduce algunos gestos y
expresiones de la cara de la persona adulta, como sacar la lengua, sonreír,..
Después de los cuatro meses empieza l verdadera imitación. El niño imitará
aquellos movimientos de la persona adulta que él ya sabe hacer, no los que
son nuevos y aún no están en su repertorio.
De 7 a 12 meses
En este período, los avances en la imitación son muy importantes, reproduce las
acciones de los adultos, que ya dominan, y que ya habían comenzado meses atrás,
pero ahora se hacen cada vez más complejas.
Cumplidos los ocho meses, pueden imitar, aunque de manera muy amplia y global,
nuevos movimientos y acciones. También son capaces de imitar ciertos movimientos
con partes del cuerpo que no tienen en su campo visual.
Tiene mucha importancia la imitación en el proceso de desarrollo de los niños
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De 13 a 18 meses
A través de la imitación el niño ejercita nuevas conductas, nuevas maneras de actuar,
favoreciendo así el aprendizaje y su inclusión e el repertorio de conductas.
En este período el niño empieza a seleccionar las conductas que quiere imitar en
función d sus gustos o necesidades.
Empieza a hacer lo que hacen los padres, hermanos, adultos,.. como lo hacen, y lo
hace, con intención, sabiendo lo que está imitando. Es una imitación cada vez mas
activa, deliberada y adaptada al modelo.
De 18 a 24 meses
Las imitaciones en un principio eran rígidas, como automatizadas y mecánicas, poco a
poco se han ido haciendo más flexibles. En este período la imitación refleja un estado
más en el desarrollo, y cuando finalice (24 meses) el niño podrá imitar gestos o
conductas sin que el modelo esté (imitación diferida), y podrá así reproducir algo que
ha visto días u horas antes.
Esta nueva habilidad señala el comienzo de una capacidad muy importante que será
característica de edades posteriores: la función simbólica o capacidad de
representación.
La capacidad de imitar acciones en ausencia de la persona imitada implica que entre
el niño y la realidad objetiva se interpone ya una imagen mental. La imagen mental no
ha sido creada por él, sino adquirida a partir de la realidad, pero desde ese momento
la imagen se mantiene en ausencia de la realidad imitada, aparece un elemento nuevo
que es el mundo del pensamiento, un substrato de la realidad.
De 2 a 3 años
El principal logro: la aparición del pensamiento simbólico
La función simbólica se refiere, fundamentalmente, a la capacidad de evocar lo
ausente s través de una representación o imagen mental de las cosas, las personas o
las situaciones. Se trata de crear una seria de significantes diferenciados mediante los
que se evocan significativamente esos objetos, personas o acciones.
Para que sea posible elaborar una representación mental de las cosas, es lógico que
tenga que existir un cierto desarrollo de la noción de objeto permanente y de la
causalidad. Por eso, a partir del año y medio, una vez que tales capacidades están
completamente conquistadas, cuando empieza a aparecer un sistema primitivo de
símbolos con la aparición de las primeras imágenes mentales, que permitirán al niño
empezar a pensar sobre eventos o cosas, y anticipar consecuencias sin recorrer
siempre a las acciones. No obstante, es entre los dos y tres años cuando realmente se
puede hablar de la aparición de la función simbólica, y al comienzo de la interiorización
de los esquemas mentales de acción en representaciones mentales.
Por otro lado, hay que señalar que las primeras imágenes mentales son
representaciones muy sencillas y estáticas de la realidad, y se refieren en su mayor
parte a objetos y personas familiares. Así, el niño de dos años es capaz de recordar y
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pedir un juguete que le guste mucho, o un chupete si aún lo utiliza, aunque estas
cosas no estén presentes en ese momento, lo que indica que tiene una imagen menta
de estos objetos que hace que pueda evocarlos sin necesidad de verlos.
¿Cómo se manifiesta la nueva función simbólica?
Las imágenes mentales no son la única forma de simbolismo, sino que la función
simbólica tiene, además otras manifestaciones importantes, como son las siguientes:
El lenguaje
Las palabras son otro tipo de símbolo, quizás los símbolos por excelencia. En este
caso las palabras de convierten en significantes que representan las cosas de la
realidad a través de un código lingüístico que permite al niño evocar un objeto
simplemente por medio del nombre del mismo, es decir, mediante su símbolo mental
correspondiente. El símbolo, ahora, ya no son las imágenes mentales, sino las propias
palabras. Por tanto, el lenguaje es otra forma de simbolización muy importante.
La imitación diferida
Se refiere a la capacidad de llevar a cabo una acción que sucedió en el pasado, es
decir observar una acción y repetirla pasado algún tiempo. El pequeño puede llegar a
este tipo de imitación cuando posee una imagen mental de esa acción que le permite
evocarla o recordarla para poder copiarla y llevarla a cabo. El niño es capaz de de
encender la TV o de abrir un grifo sin ayuda porque tiene una representación mental
del momento de hacerlo e imita en diferido esa imagen que se deriva de su propia
acción repetida antes por imitación inmediata.
Juego simbólico
Se trata de un tipo de juego en el que el niño es capaz de dar a un objeto un
significado que no tiene, por ejemplo, dar de comer a un muñeco sin necesidad de que
tenga comida en el plato. Este tipo de juego no aparece hasta cerca de los dos años,
de los dos a los tres años las formas de juego simbólico son muy sencillas.
El dibujo
Representa también una forma de simbolización de la realidad de una manera gráfica.
El niño necesita tener una imagen mental previa de una cosa para poder representarla
en un papel a través del dibujo. No obstante esa forma de simbolización es más propia
de edades posteriores, ya que a los dos o tres años, aunque ya empieza el garabateo,
el nivel de elaboración se las imágenes mentales es muy sencillo, y además, sus
habilidades motrices tampoco le permiten una destreza suficiente.
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5. EL DESARROLLO LINGÜÍSTICO
De 1 a 6 meses
Los primeros intentos comunicativos
Cuando hablamos de comunicación, frecuentemente hacemos referencia a un
lenguaje de palabras, pero, de hecho, la comunicación es algo más rico que incluye no
sólo el lenguaje oral, sino también otro tipo de lenguajes, como los gestos, el llanto, la
sonrisa,…
Logros del bebé en esta etapa
1 mes
Llora para expresar disgusto.
Se consuela y deja de llorar cuando la madre lo coge en brazos o le habla.
Puede emitir sonidos vocálicos guturales.
2 meses
Amplía la variedad de sonidos.
El llanto empieza a ser diferenciado.
Empieza a hacer gorgoritos.
3 meses
Chilla para demostrar placer.
Hace gorgoritos y balbucea.
Llora menos y comunica más cuando se interesan por él.
4 y 5 meses
Hace sonidos de consonantes.
Su entonación se hace más variada.
Ríe a carcajadas.
La voz humana le es especialmente interesante.
Asocia el lenguaje, comunicación a un proceso de afectividad/bienestar.
6 meses
Empieza a imitar sonidos.
Habla a los juguetes y a la imagen del espejo.
Le gusta oír sus propios sonidos.
De 7 a 12 meses
El niño empieza a comunicarse ya desde los primeros momentos, aun sin tener un
lenguaje como el de las personas adultas. Sus gestos, sus expresiones emocionales,
como la sonrisa o el llanto, han sido sus primeros intentos para comunicarse.
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Pero en el complejo proceso de adquirir el lenguaje, el niño tiene que ir no sólo
aprendiendo a producir sonidos, sino también a reconocerlos.
Los logros en este período. La etapa del balbuceo.
A partir de los seis meses, más o menos, y hasta los ocho o nueve, aquellas primeras
vocales que emitía el niño, se van diferenciando cada vez más hasta dar lugar a
sonidos semejantes a las consonantes y que se asocian con ellos, como si fueran las
sílabas que componen una palabra. A partir de ahora los niños imitan los sonidos que
oyen a las personas que les que los rodean, los pronuncian y después se imitan a sí
mismos reproduciéndolos en numerosas ocasiones. Se están entrenando, para
articular muchos otros sonidos y llegar a pronunciar las palabras de su lenguaje.
Los balbuceos de los niños no surgen aleatoriamente, sino siguiendo un curso y una
lógica: por un lado, emitirán aquellos sonidos que más frecuentemente oyen en su
entorno y, por otro lado, aquellos que les son más fáciles de pronunciar.
Unas “palabras especiales”
Cumplidos los ocho o nueve meses y hasta su primer cumpleaños un nuevo avance
lingüístico va a tener lugar en el repertorio del niño, a partir de ahora de produce una
auténtica imitación del lenguaje de las personas adultas. Uno de los logros que se
observa es que empezará a decir “papá” o “mamá”. Con ello demuestra ser capaz de
unir ese abanico tan elemental de sonidos en sílabas y en palabras cortas, carentes
todavía de significado.
El lenguaje gestual
Ya a partir de los cinco meses, los niños han empezado a incluir en su repertorio
algunos gestos que, meses después, se convierten en una amplia gama de maneras
de comunicarse y de decir las cosas. No sólo vocalizan para llamar la atención, sino
que se acompaña de expresiones en su cara, y de gestos para señalar, indicar,
mostrar o reclamar la atención de los que lo rodean.
La comprensión
A partir, más o menos, de los nueve meses, el niño entiende el “no” y un poco más
adelante obedece órdenes muy sencillas, como: “ven”, “dame un beso”, “ponte de
pie”…Es capaz de entender el significado de estas emisiones, tanto por una
comprensión de las palabras como de los gestos que las acompañan, o por el tono de
voz.
De 13 a 18 meses
Logros lingüísticos
12 meses
Puede imitar sílabas
Puede comprender el significado de frases sencillas y responder con un gesto
o una acción a la propuesta de la persona adulta.
21
15 meses
Va perfeccionando su lenguaje global significativo.
Puede decir “mama” o “papa” de manera específica.
Puede ir expresando mejor sus sentimientos.
Puede repetir palabras sencillas.
La comprensión del lenguaje avanza rápidamente.
18 meses
Sabe decir el nombre de uno o dos objetos corrientes.
Nombra una parte de su cuerpo.
Puede decir 4 o 6 palabras aparte de papá o mamá.
Tiene una jerga propia.
Comprende órdenes cada vez más complejas.
Puede identificar, con la mirada o señalando, un objeto conocido.
De 18 a 24 meses
Logros lingüísticos
A partir de los 18 meses
Se comunica tanto por señales como por palabras, pero éstas empiezan a
reemplazar paulatinamente a los gestos.
Nombra diversos objetos familiares.
Utiliza jerga infantil.
Puede decir “no” cuando no está a gusto o no quiere algo, acompañando el
vocabulario con movimientos de cabeza.
Puede señalar en un dibujo objetos conocidos que suele nombrar: perro,
casa,…
Aparece el gesto unido a la palabra afirmativa “sí”.
Alrededor de los 21 meses
Combina frases de dos palabras: “nene come”.
Habla al mirarse en el espejo.
Repite las palabras que le dicen, o la última o las últimas de una frase.
Aumenta su vocabulario.
Dice su nombre.
Habla y utiliza palabras que ha aprendido recientemente.
A los 23-24 meses
El manejo del vocabulario es muy superior a la utilización gestual.
Su vocabulario aumenta rápidamente, aprende palabras en poco tiempo.
El habla acompaña constantemente su actividad.
En su vocabulario predominan los nombres de las cosas, animales, personas,
acciones y situaciones.
Utiliza algún adverbio: aquí, allí,…
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El lenguaje adquiere nuevos usos, nuevas funciones. Cuando el niño adquiere el
lenguaje debe integrar los tres aspectos del mismo: la forma (todo lo referido al
vocabulario y a la gramática), el contenido que se expresa y el uso (la función del
lenguaje).
De 2 a 3 años
Logros lingüísticos
Entre los 24 y los 30 meses
Empieza a abandonar la jerga infantil.
Habla consigo mismo mientras juega.
En su hable, emplea frases breves y sencillas.
Utiliza su nombre.
Verbaliza los objetos que ha visto o las experiencias que le acaban de ocurrir.
El habla acompaña su actividad: habla mientras juega.
Nombra objetos usuales que se le señalan: silla, mesa, cuchara,..
Construye frases de tres palabras (o más).
En su vocabulario predominan nombres de cosas, personas, acciones y
situaciones, y empieza a utilizar adverbios, pronombres y adjetivos.
Alrededor de los 30 meses
Nombra las cosas que va haciendo.
Designa acciones que ve dibujadas: andar, leer, dormir,…
Nombra acciones que simula hacer: peinarse, comer, jugar.
Utiliza expresiones como “quiero” o “no quiero”.
Puede emplear ya algunos pronombres “mí”, “tuyo”, “yo”,…
Los adjetivos, adverbios y preposiciones son minoritarios, pero se van
introduciendo cada vez con mayor frecuencia.
Empieza a conjugar los verbos.
Pregunta qué son las cosas: ¿qué es eso? Y muchas veces pregunta por
preguntar.
Inventa nombres para sus amiguitos/tas y para sus hermanos/as.
Su lenguaje es espontáneo, rítmico, y con repeticiones.
Hace largos monólogos (habla solo) con un lenguaje fluido.
Hacia los 36 meses
Expresa verbalmente y de una manera clara sus deseos.
Formula preguntas.
Expresa sus limitaciones, diciendo “no puedo”, “no sé” o cambia rápidamente
de tema.
En sus negativas emplea un menor número de elementos, es más frecuente
oírle un “no tengo ganas” que un “no”.
Utiliza con mayor frecuencia los adverbios (aquí, allí, cerca, lejos,…), los
posesivos (mío, tuyo), demostrativos (esto, eso) y las preposiciones (a, en,
para,…)
Sus descripciones de los dibujos o de las situaciones son cada vez más ricas.
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Pide ayuda, especialmente a su madre, aunque será capaz de hacer las cosas
solo/a.
6. TABLA COMPARATIVA
En la siguiente tabla he realizado unos ítems comparativos, cómo debe ser y cómo
debe comportarse teóricamente un niño/a de la edad de 15 meses, y cómo es y cómo
se comporta mi hija (Emma, 15 meses).
Esta tabla nos enseñará cuáles son las coincidencias entre la teoría y Emma.
TEORÍA (15 MESES)
EMMA
Desarrollo de los sentidos
Visión
La percepción de la profundidad continúa su desarrollo pero debido a la falta de coordinación motora del niño las caídas desde las alturas siguen constituyendo un peligro permanente.
si
Audición Localiza con seguridad un sonido girando la cabeza y
dirigiéndole la mirada. Podrá hacer palmas cuando se le canta una canción.
(1) Podrá orientarse para atrapar un objeto, únicamente
por el sonido que emite.
si
si
si
Gusto (desarrollado)
Responden de manera positiva a los sabores dulces y rechazan los amargos, salados o agrios.
A estas edades será frecuente que se metan las cosas en la boca.
Morder algún objeto para calmar las molestias por el nacimiento de los dientes. (2)
Experimentará nuevas experiencias con los alimentos a medida que se va ampliando su alimentación.
si
si
si
si
Olfato (desarrollado) Perciben olores y distinguen entre agradables y
desagradables evitando estos últimos.
si
Tacto
Disfrutará del contacto de la tierra, arena, agua…y jugará y experimentará sensaciones nuevas con estos materiales.
si
Desarrollo psicomotor
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Puede caminar solo/a. (3) si
Sube escaleras gateando. (4) si
De pie puede agacharse para coger un objeto. (5) si
Puede arrodillarse sin ayuda. si
Puede pasar a la bipedestación, apoyándose solo en el suelo pero el equilibrio es aún precario y no puede pararse de repente sin caerse. (6)
si
No puede alcanzar una pelota sin caerse. si
La manipulación y la prensión
Puede soltar una bolita en el interior de una botella de cuello estrecho.
si
Su función manual es cada vez más fina y precisa. (7)
si
Saben sostener una cuchara de manera todavía imperfecta.
si
Pueden pasar las páginas de un cuento y hacer garabatos. (8)
si
Constantemente lanzan objetos al suelo. (9) si
Utilizan bien una taza, pero le dan la vuelta a la cuchara.
si
Construyen una torre de 2 cubos. si
Desarrollo lingüístico
Va perfeccionando su lenguaje global significativo. si
Puede decir “mama” o “papa” de manera específica. (10)
si
Puede ir expresando mejor sus sentimientos. si
Puede repetir palabras sencillas. no
La comprensión del lenguaje avanza rápidamente. (11)
si
Signos de alerta en el desarrollo psicomotor
No pasa por sí solo de tumbado a sentado. si
No hace la pinza con los dedos. si
No colabora al vestirlo. si
No se separa para nada de la madre. si
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7. VIDEOS
174 (2).mp4
(1) 054.mp4
(2) 178.mp4
(3) 061.mp4
(4)
166.mp4
(5) 042.mp4
(6) 048.mp4
(7) 180.mp4
(8)
177.mp4
(9) 179.mp4
10 055.mp4
(11) 059.mp4
(11)
8. CONCLUSIÓN:
Emma supera sin ninguna dificultad los ítems teóricos de un niño/a de 15 meses. Tal
vez en el único desarrollo que no cumple todos los ítems es en el desarrollo lingüístico,
pero cabe destacar que en general los niños siempre tienden a tener alguna dificultad
en algún aspecto, y que como ya sabemos todos los niños son diferentes y tienen
diferentes ritmos de aprendizaje, unos evolucionan más rápido y otros más lento, lo
importante es respetar los ritmos del niño/a y dejar que el pequeño, avance y
progrese, gracias a la experimentación, manipulación, imitación o descubrimientos
entre otras cosas, que realizan por si solos.
También recordar que los adultos somos los referentes para los niños, y que para
ellos, todo lo que hacemos, decimos o como nos comportamos es muy importante, ja
que aquello que perciben por sus sentidos, es aquello que acaban reproduciendo.
BIBLIOGRAFÍA:
GOVERN BALEAR, Conselleria de Presidència Direcció General de Jovintut i Família
(1998). EN FAMÍLIA, Projecte educatiu. La familia a les Balears. Edt: Autor.
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