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Año 29 Nº 113 Primer trimestre 2009SEGURIDAD
Normativa sobre productos químicos en el trabajo● Evaluación de riesgos originados por compuestos orgánicos volátiles en ambientes
laborales ● Huella ecológica del campus de Vegazana ● Impuestos con finalidad verde
y Medio Ambiente
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2009
EDITORIAL
3Nº 113 Primer Trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
En los últimos meses está en boca de to-
dos la situación económica mundial, de
la que pocos pueden escapar. Se habla
abiertamente de una crisis global.
En paralelo, la opinión pública se en-
cuentra en un proceso de sensibilización
hacia las cuestiones medioambientales,
al cual han contribuido los medios de co-
municación con la difusión de asuntos co-
mo el calentamiento global, los biocom-
bustibles o las energías renovables.
El germen de esta conciencia medioam-
biental está ligado a las actividades del IPCC
o de líderes de opinión que han desarro-
llado campañas con una gran repercusión
mediática.
Cada vez es más habitual encontrar ini-
ciativas como la convocada el 28 de mar-
zo de este año por WWF con el nombre de
La hora de la Tierra. Con este apagón de
60 minutos se pretende mostrar tanto una
conciencia hacia el problema del cambio
climático como la voluntad de los ciuda-
danos, gobiernos y organizaciones para
tomar soluciones al respecto.
En este sentido, el pasado 24 de marzo
FUNDACIÓN MAPFRE presentó, en co-
laboración con el Ministerio de Medio
Ambiente y Medio Rural y Marino, el in-
forme «La sociedad ante el cambio cli-
mático: conocimientos, valoraciones y
comportamientos en la sociedad espa-
ñola», desarrollado por el equipo de in-
vestigación SEPA de la Universidad de San-
tiago de Compostela.
Este informe muestra la evolución de la
conciencia social y el conocimiento de las
cuestiones medioambientales, y en con-
creto del cambio climático, por parte de
la sociedad española.
A la vista del informe, llama la atención
el hecho de que el 95,6% de los encuesta-
dos han oído hablar del cambio climáti-
co, si bien sólo 4 de cada 10 afirma haber
modificado sus pautas de conducta en es-
te sentido, destacando entre ellas el reci-
claje y el ahorro de agua y energía.
El trasfondo que se percibe es que la cri-
sis está sirviendo como catalizador para
que ciertos temas a los que hace años no
se concedía demasiada importancia estén
saltando a la palestra y sean analizados en
su justa medida.
En estos tiempos, toda acción que su-
ponga un ahorro de costes, un ahorro de
energía, una mejora de la productividad o
una oportunidad de inversión o de desa-
rrollo de nuevos nichos de mercado es vis-
ta con muy buenos ojos.
De ahí que éste sea un buen momento
para pararse a reflexionar, para analizar
nuestros procesos, para optimizarlos en
todos los sentidos (y esto incluye aspec-
tos medioambientales y de salud laboral)
o para plantearse nuevas posibilidades de
desarrollo sostenible y que pueden supo-
ner la apertura de un mercado con un lar-
go recorrido.
En la carrera por el desarrollo hay mo-
mentos en los que necesariamente hay que
tomar un descanso, respirar profunda-
mente, y pensar en el camino a seguir. Po-
demos tomar vías escarpadas que nos con-
duzcan rápidamente a las alturas, pero asu-
miendo a su vez un riesgo elevado, o bien
dirigirnos hacia sendas menos transitadas,
pero que nos lleven finalmente a nuestro
destino de forma segura y sostenible. ◆
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Revista de FUNDACIÓN MAPFREAntigua revista MAPFRE SEGURIDAD
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Medio AmbientePaseo de Recoletos, 23.
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Año 29 Nº 113 Primer trimestre 2009SEGURIDAD
Normativa sobre productos químicos en el trabajo● Evaluación de riesgos originados por compuestos orgánicos volátiles en ambientes
laborales ● Huella ecológica del campus de Vegazana ● Impuestos con finalidad verde
y Medio Ambiente
Sy
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Tirada: 20.800 ejemplares.Difusión: 19.833 ejemplares entrejulio de 2007 y junio de 2008.
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Crisis y oportunidades
Sección española de la FederaciónInternacional de la Prensa Periódica
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SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer Trimestre 20094
SUM
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NORMATIVA
➔
Métodos comparados 20HIGIENE INDUSTRIAL
COMPUESTOS ORGÁNICOS VOLÁTILES. Estudiocomparativo de dos metodologías de toma demuestras y análisis para cuantificar lapresencia de compuestos orgánicos volátiles(VOCs) en ambientes laborales y determinarlos riesgos que afrontan distintos colectivos detrabajadores.
El estudio analiza losriesgos de pintores,barnizadores yempleados degasolineras expuestos avapores orgánicos.
Uso de productos químicos:obligaciones yresponsabilidades
6RIESGOS LABORALES. Investigación sobre el
contexto normativo y las responsabilidadeslegales que se derivan para fabricantes,distribuidores y empresas usuarias por lautilización de productos químicos en el lugarde trabajo.
5Nº 113 Primer Trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
66 INSTITUTO DE PREVENCIÓN, SALUD Y MEDIOAMBIENTE.
V Congreso Internacional sobre Ingeniería de Proteccióncontra Incendios.
Lanzamiento de la campaña «Tú y el medio ambiente»en colaboración con Cruz Roja Española.
Nueva sede para el Instituto dePrevención, Salud y MedioAmbiente.
Convocatoria de becas deespecialización en España.
Premio 2008 a la mejoractuación medioambiental.
X Encuentro EuroamericanoRiesgo y Trabajo.
NOTICIAS MEDIO AMBIENTE
74 BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO. Selección delegislación publicada sobre seguridad laboral y medioambiente en España.
74 DIARIO OFICIAL DE LA COMUNIDAD. La normativasobre seguridad y medio ambiente en la ComunidadEuropea.
76 NORMAS EA, UNE, CEI EDITADAS. Normativa desectores profesionales.
78 CALENDARIO DE CONGRESOS Y SIMPOSIOS.
AGENDA
NORMATIVA Y LEGISLACIÓN
Huella ecológica del campusde Vegazana 38SOSTENIBILIDAD EN LA UNIVERSIDAD. Estudio
para determinar el valor del indicador desostenibilidad «huella ecológica» en el campusde Vegazana de la Universidad de León, con lasposibles medidas a adoptar para su reducciónfutura.
Impuestos con finalidadverde52
FUNCIÓN EXTRAFISCAL. Elempleo del sistematributario de un paíscomo complemento delrégimen de comercio dederechos de emisión degases de efectoinvernadero.
NORMATIVA
Con relación al empresario, así como
respecto de las empresas usuarias en
general, la Ley de Prevención de Ries-
gos Laborales (LPRL) prevé todo un en-
tramado legal encaminado a convertir-
lo en el garante principal de la seguri-
dad y salud de los trabajadores,
sustentado, a raíz de la proclamación
genérica de su artículo 14, en el «deber
del empresario de protección de los tra-
bajadores frente a los riesgos labora-
les», y materializado, entre otros as-
pectos, por su acción preventiva en la
empresa a partir de una evaluación ini-
cial de los riesgos que deberá hacerse
con ocasión de la elección de las sus-
tancias o preparados químicos [artícu-
los 16.2.a) y 25.2 LPRL], a lo que el artí-
culo 4.2.a) del Real Decreto 39/1997, de
17 de enero, por el que se aprueba el Re-
glamento de los Servicios de Preven-
ción, añade que a partir de la respecti-
va evaluación inicial de los riesgos que
no hayan podido evitarse deberán vol-
ver a evaluarse los puestos de trabajo
que puedan verse afectados, entre otros
elementos, por sustancias y preparados
químicos.
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 20096
Normativa,advertencias y
responsabilidades
SEGURIDAD ANTE LA UTILIZACIÓN DE PRODUCTOS Q
Por JOSÉ RICARDO PARDO GATO. Abogado. Técnico Superior PRL. Asesor jurídico de APROSAL (Asociación de Profesionales de Seguridad y Salud Laboral de Galicia).
¿Cuáles son lasresponsabilidades legales defabricantes, distribuidores yempresas usuarias deproductos químicos en eltrabajo? A éste y a otrosinterrogantes sobre lautilización de este tipo deproductos en el ámbitolaboral trata de respondereste artículo, que sintetizauna investigacióndesarrollada por el autorentre febrero de 2006 yfebrero de 2007 (y actualizadahasta la fecha) con motivo dela beca concedida porFUNDACIÓN MAPFRE en lacategoría de HigieneIndustrial.
1. Contexto normativo: la seguridad del productoquímico en el seno del sistema de prevención deriesgos laborales
PRODUCTOS QUÍMICOS EN EL TRABAJO. Responsabilidades legales
7Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
OS QUÍMICOS EN EL TRABAJO
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NORMATIVA
obligados a asegurar que éstos no cons-
tituyan una fuente de peligro para el tra-
bajador, siempre y cuando sean instala-
dos, pero también utilizados, en las con-
diciones, forma y para los fines por ellos
recomendados.
Avanzando en su regulación, el párra-
fo segundo del precepto se dedica en ex-
clusiva a estipular las obligaciones con-
cretas en materia de seguridad que in-
cumben –ahora sí de manera específica–,
a los fabricantes, importadores y sumi-
nistradores de productos y sustancias
químicas de utilización en el trabajo, a
los que obliga expresamente «a envasar
y etiquetar los mismos de forma que se
permita su conservación y manipula-
ción en condiciones de seguridad y se
identifique claramente su contenido y
los riesgos para la seguridad o la salud
de los trabajadores que su almacena-
miento o utilización comporten».
Todos estos sujetos deberán sumi-
nistrar a los empresarios, y éstos reca-
bar de aquéllos, la información precisa
para que la utilización y manipulación
de dichos productos, así como de las
sustancias y preparados químicos, por
parte de los trabajadores se realice sin
riesgos para la requerida seguridad y sa-
lud en su labor, a la sazón del consabi-
do cumplimiento de la obligación de in-
formación que al empresario le compe-
te al respecto.
Y si bien, en particular, el fabricante
de productos y sustancias químicas ha-
brá de eliminar los riesgos en origen y
llevar a cabo una evaluación de los po-
sibles riesgos subsistentes, tanto éste co-
mo los importadores y suministradores
No obstante, lo anterior no debe lle-
varnos a pensar que el empresario vaya
a ser, siempre y en todo caso, el último
culpable, o al menos el único responsa-
ble, pues por ejemplo parecería igual-
mente razonable el poder exigir, en su
caso, responsabilidades al resto de agen-
tes que, de un modo u otro, intervienen
en las actividades de prevención de ries-
gos laborales (capataz, jefe de obra, tra-
bajador designado, técnico de preven-
ción, servicio de prevención propio o
ajeno, etc.), además, claro está, de las
obligaciones y consiguientes responsa-
bilidades exigibles al propio trabajador,
el cual, con arreglo a su formación y si-
guiendo las instrucciones del empresa-
rio, deberá usar y manipular adecuada-
mente las sustancias peligrosas, de acuer-
do con su naturaleza y los riesgos
previsibles (artículo 29.2.1 LPRL).
Ahora bien, por el contrario, no debe-
mos tampoco desconocer que esta po-
sibilidad choca un tanto con el hecho de
que nuestra normativa carezca de una
regulación siquiera esbozada de las res-
ponsabilidades que pueden asumir los
distintos operadores intervinientes en
el amplio abanico de la actividad pre-
ventiva, lo que ha originado más de un
problema a la hora de su interpretación
legal, tanto desde el punto de vista doc-
trinal como desde los propios posicio-
namientos jurisprudenciales habidos
hasta la fecha.
Esto no sucede, sin embargo, cuando
entramos en el terreno de la susceptible
imputabilidad de responsabilidad a los
fabricantes, importadores y suministra-
dores, por cuanto la misma, aunque sea
desde una perspectiva meramente enun-
ciativa, encuentra su correlativa trasla-
ción normativa desde su propio acogi-
miento en el artículo 41 LPRL, donde se
prescribe, con carácter general, que los
fabricantes, importadores y suministra-
dores de productos, además de maqui-
naria, equipos y útiles de trabajo, vienen
de tales productos y sustancias deberán
informar al empresario sobre las medi-
das complementarias o adicionales de
seguridad que se deban adoptar, así co-
mo de los distintos riesgos laborales que
implique tanto su uso normal como su
manipulación o empleo inadecuado.
En su conjunto, pese a haber levanta-
do más de una voz crítica, un tanto es-
céptica, sobre la viabilidad o funciona-
lidad práctica que presenta el artículo
41 LPRL 1, fundada las más de las veces
en la normativa preexistente y concu-
rrente de posterior promulgación, soy
de la opinión de que existen sobradas
razones para justificar la inclusión de es-
te precepto en el articulado de la ley 2,
sobre todo si tenemos en cuenta que la
complementariedad entre la normativa
de seguridad del trabajo y la de seguri-
dad del producto no exime de una pro-
tección específica frente a los riesgos in-
herentes a la actividad laboral; repárese
en su notorio enriquecimiento al incor-
porarse el elemento de prevención y pro-
tección ante el riesgo que implica el pro-
ducto químico en el trabajo.
Así, entendemos que este precepto,
además de suponer un punto de cone-
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 20098
Nuestra normativa carece de una regulación siquiera
esbozada de las responsabilidades que pueden asumir los
distintos operadores intervinientes en el amplio abanico
de la actividad preventiva
(1) En este sentido, SEMPERE NAVARRO, A.V.,GARCÍA BLASCO, J., GONZÁLEZ LABRADA, M. y
CARDENAL CARRO, M.: Derecho de la seguridad ysalud en el trabajo, 3ª ed., Civitas, Madrid, 2001, p.
67. Del mismo parecer, con cita en los anterioresautores, CABEZA PEREIRO, J. y LOUSADAAROCHENA, J.F.: Comentarios a la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales, Comares,Granada, 1998, p. 310.
(2) Opinión compartida con RODRÍGUEZ SANZ DEGALDEANO, B.: Responsabilidades de los fabricantes
en materia de prevención de riesgos laborales, LexNova, Valladolid, 2005, en particular p. 33.
xión entre ambas legislaciones, viene a
configurarse a modo de norma de cie-
rre al permitir la elaboración de un sis-
tema coherente, a la vez que unitario,
de las obligaciones de los fabricantes,
importadores y suministradores de pro-
ductos de trabajo, sin perjuicio de la re-
levante inclusión de las correspondien-
tes especificidades para los productos
químicos, marco jurídico en cuyo con-
texto global el resto de normativas en-
cuentran su nexo de unión, su funda-
mento y el espejo en el que mirarse.
Si de estas aseveraciones se despren-
de, inequívocamente, la necesidad de
referirnos a la normativa propia de la
seguridad del trabajo a la par de la del
producto, tomando como base legal de
esta última para todo producto desti-
nado al consumidor el Real Decreto
1801/2003, de 26 de diciembre, el pre-
tender proporcionar una justificación
adecuada a la responsabilidad del fa-
bricante, importador y suministrador
de productos químicos en el trabajo nos
urgirá, como en el caso del empresario,
volver la vista a los postulados clásicos
del Código Civil, conjugando las reglas
generales de responsabilidad contrac-
tual y extracontractual con las implica-
ciones propias del artículo 41 LPRL en
lo referente a la determinación del pro-
ducto seguro; e, igualmente, echar ma-
no de las normas de Seguridad Social,
aunque en principio pudieran suponer
sólo un recargo de prestaciones para el
empresario con motivo de la reparación
del daño; o, incluso, atender a los pos-
tulados del Código Penal para aquellas
responsabilidades que pudieren en-
cauzarse por vía criminal.
Ante este panorama normativo de con-
notaciones resarcibles, no faltaría tam-
poco el posible recurso a la legislación
de seguridad industrial en caso de in-
currir alguno de estos sujetos en su in-
cumplimiento; nos estamos refiriendo
concretamente a la Ley 21/1992, de 16
de julio, de Industria, norma que, a di-
ferencia de la general de seguridad del
producto, extiende su ámbito subjetivo
de protección a todas las personas, con
independencia de que se trate o no de
consumidores, circunscribiendo, eso sí,
su campo de aplicación a los productos
industriales, entre ellos los productos
químicos.
Toda esta legislación habrá de tener-
se en cuenta a tenor de la indefinición
o indeterminación que en cierto modo
refleja la política preventiva seguida por
nuestro legislador en relación con estos
agentes, pues si bien el mentado artí-
culo 41 LPRL hace las veces de faro de
guía de los caminos a seguir por los de-
rroteros de sus obligaciones prescritas,
ni inicialmente la LPRL, ni posterior-
mente el Real Decreto Legislativo 5/2000,
de 4 de agosto, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley de Infraccio-
nes y Sanciones del Orden Social, pre-
vieron precepto alguno que regulara la
responsabilidad de los fabricantes, im-
portadores y suministradores de pro-
ductos químicos de trabajo en caso del
incumplimiento de aquellas exigencias,
lo que unido a la ausencia de la necesa-
ria coordinación entre la normativa es-
pecífica de seguridad e higiene y la le-
gislación sobre seguridad del producto
e industrial, así como de éstas con la
LPRL, ponen en alerta las carencias le-
gales que deberían facilitar la articula-
ción de un sistema que debiera aspirar
a ser uniforme.
Este cúmulo de variantes, unido a los
problemas intrínsecos de la responsa-
bilidad de las empresas usuarias mani-
festados en la oscilante jurisprudencia
recaída, hacen del estudio de las obli-
gaciones y responsabilidades de los fa-
bricantes y distribuidores de productos
químicos en el trabajo un campo mina-
do en el que moverse, cuanto menos es-
pinoso, con abundantes perspectivas
desde las que observarlo y no pocas la-
gunas a las que ofrecer respuesta.
Por si fuera poco, a ello se une la obli-
gada observancia del resto de norma-
tiva que regula, con carácter específi-
co, los distintos aspectos que influyen
en la materia preventiva de los productos
y el riesgo químico en el ámbito labo-
ral, así como lo que podríamos deno-
minar como el actual y futuro régimen
jurídico europeo aplicable a las sus-
tancias y preparados químicos, legisla-
ción toda ella que viene a colmar el ya
de por sí profuso entramado normati-
vo al que enfrentarse a la hora de tener
que abordar el presente análisis, sin a
cuya ineludible referencia las conclu-
siones a extraer se verían de origen un
tanto cercenadas.
PRODUCTOS QUÍMICOS EN EL TRABAJO. Responsabilidades legales
9Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
El estudio de las obligaciones y responsabilidades de los
fabricantes y distribuidores de productos químicos en el trabajo
es un campo minado, con abundantes perspectivas desde las que
observarlo y no pocas lagunas a las que ofrecer respuesta
NORMATIVA
neral del local de trabajo, generar co-
rrientes de aire que impulsen los con-
taminantes químicos lejos del traba-
jador, etc.), o el cambio del puesto de
trabajo a otro en el que dadas las con-
diciones particulares del trabajador
(físicas, psíquicas, etc.) se halle más
seguro, se reflejan como las más ade-
cuadas a efectos de eliminación de
riesgos, siempre que no se pueda eli-
minar de raíz el peligro, o bien susti-
tuir el producto químico en cuestión
por otro menos peligroso. De hecho,
estimo que el uso de los EPIs debe que-
dar reservado a la última elección pre-
ventiva, previa justificación de que las
medidas iniciales a adoptar no resul-
taron viables.
4. El daño producido por un accidente
laboral en el que concurran sustan-
cias o preparados químicos puede dar
origen a diversos mecanismos de re-
paración, generando las correspon-
dientes obligaciones para sujetos tam-
bién distintos. En este sentido, es ne-
cesario establecer, en general, un
sistema coordinado y complementa-
rio de aportaciones económicas re-
paradoras, así como aquéllas que de-
ban dirigirse de manera específica so-
bre este marco concreto de actuación.
5. Los deberes de prevención descan-
san sobre el empresario, pero tam-
bién sobre los trabajadores, los fa-
bricantes, importadores y suminis-
tradores, sobre los productores y
Aunque con la concreción precisa, da-
da la imposibilidad de espacio para po-
der exponer, a modo de resumen, el ex-
tenso desarrollo del estudio objeto de
investigación promovida por FUNDA-
CIÓN MAPFRE, a continuación se ex-
pondrá una somera relación de las con-
clusiones extraídas, teniendo en cuenta
que, a mayor abundamiento, el análisis
de la legislación, junto con la distinta na-
turaleza de las responsabilidades exigi-
bles, será menester de la correspondiente
monografía.
2.1 Obligaciones
1. La LPRL es, básicamente, una norma
de prevención, de concienciación en
materia preventiva de los sectores im-
plicados que marca las pautas para
el resto de la normativa reglamenta-
ria, entre ella la dirigida, directa o in-
directamente, al ámbito de los pro-
ductos químicos en el trabajo.
2. Es necesario reforzar las obligaciones,
sobre todo las específicas, a través de
mecanismos que faciliten su aplica-
ción y puesta en práctica, teniendo
en cuenta la variabilidad y el distinto
tratamiento transversal dispensado
desde la normativa vigente a los pro-
ductos químicos en el trabajo.
3. En el ámbito de la prevención, debe
darse preferencia a las medidas de pro-
tección colectiva, antes de articular en
su caso las individuales (tales como la
protección dispensada a través de los
EPIs), pues éstas deben ser, por el con-
trario, las últimas a accionar como me-
dio idóneo de prevención. Entre las
primeras, la actuación sobre el origen
o el foco del contaminante químico
(extracción localizada, ventilación ge-
gestores de residuos tóxicos y peli-
grosos, órganos y servicios especia-
lizados de prevención, además de
otros posibles terceros que puedan
resultar igualmente susceptibles de
imputación de responsabilidad.
6. La diligencia exigible en cada caso de-
be adecuarse a las circunstancias del
supuesto concreto, de las personas,
del tiempo y del lugar, del sector del
tráfico y de la vida social en que se de-
sarrolla la actividad; diligencia común
que debe adquirir, por tanto, un plus
de intensidad cuando de lo que esta-
mos hablando es de la notoria peli-
grosidad que conlleva la utilización de
productos químicos en el trabajo.
7. En este sentido, y pese a que el sujeto
«imputado» típico en esta materia vie-
ne siendo habitualmente el empresa-
rio, como «deudor de seguridad», al
fabricante y al distribuidor, además
de al resto de sujetos intervinientes,
les son exigibles obligaciones especí-
ficas cuando –por ejemplo en ese ca-
so– en su actividad de fabricación o
distribución intervienen productos
químicos de trabajo.
2.2 Responsabilidades y sanciones
8. A sabiendas de que el empresario de-
be desplegar toda su diligencia debi-
da, que debe ir más allá de la dispen-
sada por el buen padre de familia del
Código Civil, si el empresario cumple
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200910
2. Conclusiones extraídas de la investigación realizada (Decálogo normativo yjurisprudencial)
El daño producido por un accidente laboral en el que concurran
sustancias o preparados químicos puede originar mecanismos
diversos de reparación, con obligaciones para sujetos distintos
rigurosamente con su deber legal in
vigilando y despliega diligentemente
la potestad disciplinaria que le viene
atribuida, a pesar de que la responsa-
bilidad administrativa difícilmente
podrá evitarla, sí contará, al menos,
con ciertas posibilidades de eximirse,
o en su caso aminorar, la responsabi-
lidad civil e incluso penal que pueda
llegar a serle imputable.
9. Los incumplimientos por parte del
empresario de sus deberes en mate-
ria de seguridad y salud pueden cons-
tituirle en responsable frente a sus
trabajadores (responsabilidad deri-
vada del contrato de trabajo) y fren-
te a los poderes públicos (responsa-
bilidad administrativa y penal), con
independencia de que en la actividad
realizada se opere o no con produc-
tos químicos.
10. La responsabilidad empresarial no de-
saparece por el mero hecho de que
existan en la empresa trabajadores o
servicios (internos o externos) con fun-
ciones preventivas, así como respec-
to a la existencia de recursos preven-
tivos, teniendo en cuenta la actividad
de riesgo inherente a la que nos refe-
rimos, siendo las obligaciones de unos
y otros complementarias entre sí.
11. En caso de incumplimiento por par-
te del empresario de las normas en
materia de prevención de riesgos la-
borales, de la interpretación conjun-
ta de los artículos 14, 15, 17 y 42 LPRL
puede inferirse la naturaleza objeti-
va de su responsabilidad, derivada de
los daños experimentados por los tra-
bajadores de cuya seguridad viene
obligado a responder, si bien esta res-
ponsabilidad ha sido modalizada ju-
risprudencialmente hacia la subjeti-
vidad, esto es, hacia el concepto más
estricto de culpa.
12. La jurisprudencia se manifiesta así ge-
néricamente partidaria de la consi-
deración de tales daños dentro del
marco de un sistema de imputación
subjetivo, sin perjuicio de la aplica-
ción de expedientes objetivadores, co-
mo el constituido por la exasperación
de la exigencia exigible.
13. En el orden social el criterio de im-
putación se presenta también de na-
turaleza subjetiva, teniendo en cuen-
ta que en actividades de riesgo, co-
mo es el uso o manipulación de
productos químicos en el trabajo, de-
ben mantenerse igualmente los prin-
cipios de responsabilidad subjetiva
y de causalidad.
14. La responsabilidad empresarial pue-
de no quedar compensada por la po-
sible existencia de responsabilidad
de los trabajadores, si bien en todo
caso podrá moderarse. Así, sólo ca-
be atemperar la indemnización cuan-
do se acredita la participación del
trabajador y su negligencia (com-
pensación de culpas).
15. La relevancia de la culpa de la víctima
debe limitarse a aquellos supuestos
en los que haya quedado probado que
el trabajador ha asumido, personal y
de manera libre, consciente y notoria,
un riesgo, incumpliendo las órdenes
concretas, precisas y claras del em-
presario o empleador, junto con los
supuestos de autolesión del propio
trabajador. De esta forma, para su ca-
lificación en el ámbito civil no existe
lo que se conoce como prejudiciali-
dad laboral.
16. Por lo que respecta a la responsabili-
dad en materia de recargo de presta-
ciones de la Seguridad Social, su des-
lavazada configuración normativa, así
como su peculiar carácter jurídico a
caballo entre las indemnizaciones ci-
viles y las sanciones administrativas
(con elementos característicos de unas
y otras), suscita cierta confusión en di-
versos aspectos de la tramitación del
expediente administrativo de recar-
go, como es el caso por ejemplo de la
caducidad o no del mismo conforme
a los principios fundamentales del pro-
cedimiento administrativo sanciona-
dor común. Parece apremiante, por
tanto, que se proceda a la revisión de
la actual configuración jurídica del re-
cargo, dispersa entre varias normas
de distinto rango, y se plantee, más
pronto que tarde, su supresión o no,
o bien su reformulación jurídica, lo
que entiendo sería más acertado te-
niendo en cuenta su notable impor-
tancia punitiva e inhibidora a los efec-
tos de la obligada prevención de las
enfermedades profesionales, que en
muchos de sus matices tanto tienen
que ver con el tratamiento dispensa-
do a los productos químicos en el tra-
bajo, lo que sin duda contribuiría a ce-
rrar de una vez las múltiples fracturas
que hoy subsisten en la aplicación
práctica de esta compleja institución.
2.3 Competencia jurisdiccional
17. En cuanto a la competencia jurisdic-
cional para la reclamación civil de da-
ños: en principio, cuando medie re-
lación contractual (ilícito laboral), ju-
risdicción social; cuando se trate de
PRODUCTOS QUÍMICOS EN EL TRABAJO. Responsabilidades legales
11Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
La responsabilidad empresarial puede no quedar compensada
por la posible existencia de responsabilidad de los trabajadores,
si bien en todo caso podrá moderarse
NORMATIVA
risdicción civil sigue mostrándose en
ese caso plenamente competente.
19. También debemos estar muy abier-
tos a la competencia jurisdiccional pa-
ra el conocimiento de la impugnación
de las sanciones administrativas (or-
den contencioso) y del recargo de pres-
taciones (en principio, orden social).
Pese a haber quedado demorada sine
die la previsión de modificación del
artículo 3.2 del texto refundido de la
Ley de Procedimiento Laboral (LPL),
contenida, primero, en la disposición
adicional quinta de la Ley de la Juris-
dición Contencioso Administrativa y,
posteriormente, en la disposición adi-
cional 24ª de la Ley de Medidas Fis-
cales, Administrativas y de Orden So-
cial para 1999, en el sentido de atribuir
a la jurisdicción social la impugnación
de las sanciones administrativas pro-
pias de dicho orden, entendemos que
su puesta en escena permitiría evitar,
entre otros posibles aspectos negati-
vos, el dislate de sentencias contra-
dictorias suscitado entre ambos ór-
denes (contencioso y social) por unos
una responsabilidad extracontrac-
tual debida a un acto ajeno a la esfe-
ra del contrato de trabajo o si concu-
rren sujetos externos a la relación con-
tractual, jurisdicción civil; sin embargo
habrá que estar atentos a las posibles
variaciones de criterio jurispruden-
cial al respecto.
18. En este sentido, la Sala 1ª del Tribunal
Supremo (TS) ha venido consideran-
do competente al orden jurisdiccio-
nal civil para el conocimiento de pre-
tensiones que se deriven de daños oca-
sionados como consecuencia de
accidentes de trabajo, precisamente
por no poder estimarse acae- cidos
dentro del estricto ámbito de la rela-
ción surgida del contrato laboral que
liga al trabajador con el empresario;
ello sin perjuicio de que también se
consideren competentes los órganos
del orden social, conforme la doctri-
na mayoritaria de la Sala de Conflic-
tos del TS. No obstante, ulteriormen-
te la mencionada STS, también de la
Sala de lo Civil, de 15 de enero de 2008,
ha reconocido, insistiendo sobre el te-
ma, que para que sea competente es-
ta jurisdicción el daño ha de deberse
a normas distintas de aquellas que re-
gulan el contenido de la relación la-
boral, de tal forma que las obligacio-
nes relativas a la seguridad de los tra-
bajadores se integran en el contenido
del contrato de trabajo, situación an-
te la que, en consecuencia, ha de ser
competente la jurisdicción social; a
excepción del supuesto de concu-
rrencia de responsables y cuando se
sustancien responsabilidades distin-
tas de las laborales, para el que la ju-
mismos hechos, esto es, incumpli-
mientos no constitutivos de sanción
administrativa a juicio de los tribuna-
les de lo contencioso, pero sí consti-
tutivos del recargo de prestaciones se-
gún el criterio de los órganos jurisdic-
cionales de lo social. Así, si bien es
cierto que los hechos declarados pro-
bados por sentencia firme del orden
contencioso administrativo vinculan
igualmente a la jurisdicción social en
lo que se refiere al recargo de presta-
ciones [STSJ Cantabria de 22 de octu-
bre de 2003 (JUR 2004\75662)], no lo
es menos que la valoración jurídica
que se desprende de dichos hechos
opera a modo de compartimento es-
tanco entre los diversos órdenes judi-
ciales; en otras palabras, cada juris-
dicción es libre de valorar jurídica-
mente de manera distinta unos mismos
hechos [que deben existir por igual
para cada tribunal, como apostilló la
STC 158/1985, de 26 de noviembre
(RTC 1985\158)], dato que, por otra
parte, provoca desajustes frecuentes
en la casuística [por ejemplo, STS, Sa-
la de lo Social, de 30 de junio de 2003
(RJ 2003\7694) 3]. No obstante, ante
esta situación, lo preferible, desde mi
punto de vista, es decantarse por la
orientación seguida por nuestra le-
gislación hasta el momento aproba-
da y determinar de esta manera la pre-
eminencia de la asunción por los tri-
bunales laborales de esta competencia.
20. La responsabilidad administrativa y
de recargo de prestaciones son per-
fectamente compatibles con la res-
ponsabilidad civil de indemnización
de daños. Por ello, la indemnización
de los daños experimentados por par-
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200912
(3) Sentencia en la que se comenta la aplicación dela doctrina de presunciones al nexo de causalidad
del recargo en un supuesto en que no se habíaapreciado incumplimiento de normas de prevención
de riesgos laborales por la Inspección de Trabajo.
La modificación del artículo 3.2 de la LPL permitiría evitar el
dislate de sentencias contradictorias suscitado entre los órdenes
contencioso y social por unos mismos hechos
te del trabajador –de la que sea acre-
edor éste o sus causahabientes– que
se obtenga en la vía jurisdiccional ci-
vil resulta perfectamente compatible
con las prestaciones a cargo de la Se-
guridad Social derivadas de acciden-
tes de trabajo o de enfermedad pro-
fesional, incluyendo, en su caso, el
recargo de prestaciones [(ex artículo
123 de la Ley General de la Seguridad
Social (LGSS)].
2.4 Aseguramiento
21. Respecto a la posibilidad de asegu-
ramiento, la responsabilidad civil es
susceptible de ser asegurada en todo
caso por entidades privadas, en par-
ticular las entidades aseguradoras ha-
bilitadas al efecto, y no así, por el con-
trario, las Mutuas Patronales, aun-
que las mismas, aun siendo entidades
colaboradoras en materia de acci-
dentes de trabajo y Seguridad Social
(artículo 202 LGSS), no pueden asi-
milarse a las compañías de seguros y
no disponen de facultad para fijar las
primas aplicables.
22. La responsabilidad penal y la ad-
ministrativa no son en ningún caso
susceptibles de aseguramiento, de-
biendo responder en todo caso la
persona física (caso de la responsa-
bilidad penal) o jurídica a la que se
le determine la consiguiente res-
ponsabilidad.
23. En el particular supuesto de la res-
ponsabilidad de la que se deriva el
consiguiente recargo de prestacio-
nes se ha defendido, bajo determi-
nadas situaciones y condiciones, la
posibilidad de su aseguramiento,
puesto que ya ha habido pronuncia-
mientos, al menos desde el sector
científico doctrinal, que han tratado
de derogar la prohibición de llevarlo
a término ante tales circunstancias
concretas. No obstante, desde mi pun-
to de vista, a día de hoy, a tenor de la
legislación vigente y de la doctrina ju-
risprudencial mantenida, podemos
sostener que la responsabilidad del
pago del recargo incidirá directamente
sobre el empresario infractor y no po-
drá ser objeto de seguro alguno, sien-
do nulo de pleno derecho cualquier
pacto o contrato que se realice para
cubrirla, compensarla o transmitir-
la, como así prescribe el propio tenor
del artículo 123.2 LGSS.
24. El artículo 76 de la Ley de Contrato
de Seguro (LCS) proclama abierta-
mente que «la acción directa es in-
mune a las excepciones que puedan
corresponder al asegurador frente al
asegurado», ante lo que, en princi-
pio, no cabe interpretación en senti-
do contrario.
25. Los prestadores de servicios de pre-
vención externos o ajenos están so-
metidos a un régimen de asegura-
miento obligatorio, con indepen-
dencia de que la labor que presten
recaiga o no sobre actividades de em-
presas en las que estén presentes sus-
tancias o preparados químicos.
26. Respecto a las denominadas cláusu-
las claim made (cláusulas en las que
se prevé expresamente que el asegu-
rador sólo se obliga a indemnizar en
aquellos supuestos en los que tanto
el evento dañoso como la reclama-
ción del perjudicado tenga lugar den-
tro del plazo temporal de vigencia de
la póliza o, en su caso, dentro de un
determinado periodo de tiempo pos-
terior a su extinción), el artículo 73
LCS –tras el párrafo añadido por la
disposición adicional 6ª de la Ley de
Ordenación y Supervisión de Segu-
ros Privados– veta su validez cuando
limiten la cobertura del seguro a los
supuestos en los que tanto el hecho
causal del daño como la reclamación
del perjudicado tengan lugar dentro
del plazo de vigencia acotado por la
póliza en cuestión.
27. A los efectos, sigue resultando de apli-
cación el artículo 20 LCS, si bien en
el orden social se mantiene un crite-
rio diverso del acogido en sede civil
a propósito de la determinación del
dies a quo del plazo de que dispone
la aseguradora para hacer efectivo el
pago al perjudicado.
28. Dado que, en principio, no existen ex-
clusiones de responsabilidad especí-
ficas para riesgos derivados de la uti-
lización de productos químicos en el
trabajo, pues, por lo habitual, las mis-
mas vienen genéricamente referidas
a seguros para empresas con activi-
dades de riesgo (si bien sí se hace alu-
sión, en su caso, al posible uso de ex-
plosivos, así como a su almacena-
miento o transporte, productos
cancerígenos, etc.), con ausencia no
obstante de una referencia explícita
en detalle a tal efecto, estimo que se-
ría conveniente su determinación con-
creta a tenor de su significativa singu-
laridad, bien con la manifestación ex-
presa de su exclusión, bien con la posible
constatación –poco presumible por
otra parte– a su cobertura.
PRODUCTOS QUÍMICOS EN EL TRABAJO. Responsabilidades legales
13Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
La responsabilidad penal y la administrativa no son susceptibles
de aseguramiento, debiendo responder la persona física o
jurídica a la que se determine la consiguiente responsabilidad
NORMATIVA
jo (ya sea para su depósito, almacena-
miento, transporte, manipulación, etc.),
así como el exigido cumplimiento de las
medidas pertinentes en cada supuesto.
Resulta evidente, por tanto, la exigen-
cia de una trazabilidad de los datos obran-
tes a la hora de discernir las causas que
han provocado, por ejemplo, la aparición
de una enfermedad derivada de la expo-
sición de los productos químicos exis-
tentes en el lugar de trabajo, sin la cual
sería muy difícil o, más bien, imposible
determinar el motivo de la misma y, por
ende, la responsabilidad exigible, así co-
mo su posible exoneración, por parte de
los distintos agentes intervinientes sus-
ceptibles de imputabilidad, ya sea por su
actuación o dejación.
3.2 Valores límiteA la hora de evaluar la exposición de
los trabajadores a un agente contami-
nante presente o generado en el ambiente
de trabajo, la legislación previene la ne-
cesidad de realizar mediciones y poste-
riormente elaborar una comparativa pa-
ra valorar el riesgo existente.
Si hacemos un repaso a la historia de
la evolución de los valores límite, podre-
mos observar que para muchos conta-
minantes existe una considerable ami-
noración de los valores propuestos ini-
cialmente y que la disminución de dichos
límites incluso se está produciendo de
forma paulatina en función de los estu-
dios epidemiológicos efectuados a lo lar-
go de los años, o dependiendo del avan-
ce en el conocimiento de la toxicología
de ciertos productos.
La aparición de enfermedades profe-
sionales, a pesar de respetar los valores
establecidos, obliga a reducir o limitar
dichos valores a otros propuestos, don-
de existe la probabilidad de que el nue-
vo valor no sea suficientemente bajo pa-
3.1 TrazabilidadEn el supuesto de sobrevenir una en-
fermedad profesional derivada de la ex-
posición a agentes químicos, existe la di-
ficultad de poder determinar en qué mo-
mento se ha producido la sobreexposición
por la cual el organismo se ha visto afec-
tado, por lo que la responsabilidad pue-
de recaer en todas las entidades mer-
cantiles o empresas usuarias en las que
el trabajador ha efectuado un trabajo del
que pueda provenir su dolencia.
En este sentido, estas empresas, a tra-
vés de las correspondientes evaluacio-
nes de riesgos, deben recoger todos los
supuestos en los que el trabajador haya
podido estar expuesto a uno o varios pro-
ductos químicos causantes del daño que
se hubiere manifestado en un momen-
to determinado.
Deben de realizar, así, un seguimiento
de la exposición de los trabajadores a los
diversos contaminantes químicos que
puedan estar latentes en el puesto de tra-
bajo. Además, habrán de conservar los
resultados de las evaluaciones, para que
en el momento que sobrevenga un pro-
blema relativo a la salud de los trabaja-
dores derivado del ambiente laboral se
pueda alegar, en su caso, que las condi-
ciones de trabajo durante el tiempo en
que duró la prestación de sus servicios no
fueron precisamente las causantes del
daño, o bien demostrar que en su mo-
mento se cumplía con la legislación vi-
gente según los conocimientos científi-
cos de aquel tiempo (riesgos de desarro-
llo), o que la información aportada por el
fabricante o suministrador no ponía de
manifiesto ningún peligro que requirie-
se especiales medidas adicionales, o in-
cluso que, del mismo modo, se respeta-
ban los requisitos específicos para la au-
torización de la disposición de residuos
tóxicos y peligrosos en el lugar de traba-
ra garantizar que con su cumplimiento
no puedan aparecer más casos de daños
a la salud por la exposición a un conta-
minante así considerado.
En todo caso, siguiendo los principios
generales previstos por el Real Decreto
374/2001, de 6 de abril, sobre la protec-
ción de la salud y seguridad de los traba-
jadores contra los riesgos relacionados
con los agentes químicos durante el tra-
bajo, es evidente que se debe de reducir
la exposición de los trabajadores a con-
taminantes químicos a aquellos niveles
tan bajos como la técnica disponible en
el sector lo permita.
3.3 Vías de entradaEn los riesgos derivados de la exposi-
ción a productos químicos es obligado
tener en cuenta todas las vías de entra-
da de los contaminantes en el organis-
mo: inhalatoria, dérmica, digestiva y pa-
renteral.
En este sentido, deben quedar perfec-
tamente identificadas todas y cada una
de las vías de entrada a tales efectos, de
acuerdo con la documentación aporta-
da por el fabricante o en función de la in-
formación toxicológica disponible, para
poder evaluar en condiciones los riesgos
y planificar correctamente las medidas
preventivas a adoptar, pues en caso con-
trario el mismo quedaría expuesto a las
distintas responsabilidades exigibles.
3.4 El cáncer laboral y susestimaciones
Aunque las estimaciones del número
de cánceres atribuibles a las exposicio-
nes en el lugar de trabajo dependen de
muy distintas variables, incluso las esti-
maciones más conservadoras indican que
algunos miles de cánceres que aparecen
cada año en la población española se pue-
den atribuir a exposiciones laborales a
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200914
3. Ciertas advertencias a tener en cuenta respecto de la utilización deproductos químicos en el trabajo
productos químicos, todos ellos suscep-
tibles de ser prevenidos si se adoptan y
acogen las medidas y recomendaciones
adecuadas, en caso contrario derivaría la
correspondiente responsabilidad.
3.5 Enfermedades profesionalesLa poca conciencia social frente a los
daños causados a largo plazo por los ries-
gos laborales, las enfermedades profe-
sionales, es un problema de primera mag-
nitud al que se enfrentan todos los sec-
tores y actores implicados en la prevención
de riesgos laborales y que adquiere sin-
gular protagonismo cuando dicha con-
tingencia es ocasionada por la exposición,
utilización o manipulación de productos
químicos en el trabajo, lo que dificulta
aún más su diagnóstico.
Con toda seguridad, el problema se de-
be a que a esa escasa conciencia se le ha
dotado de unos sistemas de registro y de
control acordes a dicha inconsciencia,
más si cabe que por el mero repunte de
la detección de tales enfermedades.
Así, el soterrado registro o subregistro
de las enfermedades profesionales no
puede escudarse en la supuesta y pre-
tendida complicación, confusión y difi-
cultad de su objetivación, cuando devie-
ne evidente que no existen los recursos
jurídicos, técnicos y sanitarios necesarios
para su adecuada regulación, control y
detección.
Arribando hacia un cierto postulado fi-
losófico, podemos decir que a la socie-
dad le resulta más fácil eludir su respon-
sabilidad ante los daños causados por el
mundo laboral de forma lenta, pero cons-
tante, que aquellos que se presentan de
manera brusca, a pesar de que los pri-
meros puedan ser más graves.
Sobre la base de la citada conciencia,
se comprende la notable desproporción
de recursos económicos, tecnológicos y
sanitarios destinados a la investigación
de los procesos de enfermedad profesio-
nal, frente a los del, más en principio pal-
mario, accidente de trabajo. De esta for-
ma, habría que preguntarse quién pue-
de responder a la pregunta de ¿cuántas
clínicas de enfermedades profesionales
existen en España?
El trasfondo de esa conciencia y la de-
bilidad de los recursos y mecanismos de
control a aplicar explican el hecho de que
la mayoría de los procesos de morbilidad
laboral acaban siendo declarados como
accidentes laborales, tomando como fun-
damento para ello el artículo 115 LGSS, o
asumidos y ocultados en los recovecos e
intríngulis del complejo sistema sanita-
rio público 4.
Justamente, se debe a ese pensamien-
to y a esa política el que al trabajador se le
diagnostique la enfermedad profesional
cuando, en muchos casos, ya se encuen-
tra fuera de la empresa, en situación de
paro o jubilación voluntaria o forzosa, y
no tiene o no cuenta con los apoyos ne-
cesarios para emprender una cruzada ju-
rídica, a buen seguro larga y tediosa, con-
tra su mutua de accidentes o contra el apa-
rato sanitario estatal.
Sin embargo, no es menos cierto que,
con la sana intención de salvar tales es-
collos o subsanar o mitigar en lo posible
algunos de estos problemas, se ha trata-
do de dar un impulso decisivo, o al me-
nos un paso importante, a través de la ul-
terior aprobación del Real Decreto 1299/2006
y la instauración de un nuevo cuadro de
enfermedades profesionales en el siste-
ma de la Seguridad Social, con criterios
más acordes para su notificación y regis-
tro. El nuevo sistema está inspirado en las
recomendaciones internacionales y sus-
tituyó al antiguo marco regulador, obso-
leto, rígido y cerrado, concretándose al-
gunas de sus novedades en la creación de
un cuadro de enfermedades profesiona-
les más dinámico, la apertura del sistema
de notificación y la inclusión de determi-
nados elementos de apoyo dirigidos a me-
jorar su detección.
Se vislumbra así un atisbo de luz en el
complicado mundo de la prevención de
las enfermedades profesionales. No obs-
tante, si bien debemos congratularnos de
la revisión normativa del sistema y de su
apertura, no hay tampoco que olvidar que
las reformas de los modelos de las listas
europeas e internacionales contemplan
un enfoque de tales enfermedades dirigi-
do más hacia su prevención que no a la
reparación, lo que, a nuestro entender, no
acaba de ser incorporado al sistema legal
actualmente vigente en nuestro país 5.
PRODUCTOS QUÍMICOS EN EL TRABAJO. Responsabilidades legales
15Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
(4) Vid., al respecto, los últimos fallosjurisprudenciales en torno al síndrome del burnout
o síndrome del quemado.
(5) También con esta orientación, FERNÁNDEZJIMÉNEZ, M.: «El nuevo enfoque de las
enfermedades profesionales en España», GestiónPráctica de Riesgos Laborales, núm. 28, junio de
2006, pp. 12-16 (pude verse en la dirección deInternet: http//: www.riesgos-laborales.com).
Hay una desproporción notable de recursos económicos,
tecnológicos y sanitarios destinados a investigar los procesos de
enfermedad profesional frente a los del accidente de trabajo
NORMATIVA
comprobar el riguroso cumplimiento de
tales requisitos.
Y es que esta Agencia debe aconsejar a
qué sustancias cabe conceder prioridad
en el procedimiento de autorización pre-
visto, para garantizar que las decisiones
reflejen tanto las necesidades de la socie-
dad como el conocimiento científico y sus
avances.
Asimismo, debe asegurarse la interac-
ción adecuada entre las disposiciones en
materia de autorización y restricción con
la finalidad de preservar el funcionamiento
eficaz del mercado único y la protección
de la salud, la seguridad y el medio am-
biente, por lo que la AESPQ habrá de con-
siderar si el riesgo derivado de las sustan-
cias presentes en los artículos está sufi-
cientemente controlado y, en caso contrario,
elaborar un expediente relativo a la intro-
ducción de ulteriores restricciones para
las sustancias cuyo uso requiera de la pre-
ceptiva autorización.
Se presenta así la AESPQ como una en-
tidad central dirigida a garantizar que la
normativa sobre sustancias y preparados
químicos, los procesos de decisión y la ba-
se científica en que reposan gocen de cre-
dibilidad entre todas la partes interesadas
y en el contexto de toda la opinión públi-
ca; papel central que debe extenderse a
la coordinación de la comunicación acer-
ca de las disposiciones contenidas en el
REACH y a su puesta en práctica.
En este sentido, es esencial insistir en la
necesidad de que las instituciones comu-
nitarias, los Estados miembros, la opinión
pública y los posibles interesados crean y
confíen en la AESPQ y en su efectividad,
por lo que resultará de vital importancia
preservar su independencia, así como cer-
tificar el elevado nivel de sus capacidades
científica, técnica y normativa, al igual que
su transparencia y eficacia, para lo que de-
berá disponer de una estructura lo más
acorde posible para llevar a término su sin-
La puesta en marcha del sistema REACH
o Reglamento (CE) núm. 1907/2006 del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 18
de diciembre de 2006, relativo al registro,
la evaluación, la autorización y la restric-
ción de las sustancias y preparados quí-
micos, por el que se crea a su vez la Agen-
cia Europea de Sustancias y Preparados
Químicos (AESPQ), ha traído como con-
secuencia el que se deriven una serie de
beneficios y oportunidades que se abren
para la conformación del adecuado en-
tramado normativo de prevención de ries-
gos laborales en la UE, al articular un úni-
co sistema integrado aplicable a la gene-
ralidad de las sustancias y preparados de
esta naturaleza, lo que redundará en la uni-
ficación de los procedimientos adminis-
trativos y en la siempre deseable simplifi-
cación normativa.
4.1 Retos y oportunidadesEl carácter «omnicomprensivo» del
REACH 6 permitirá acabar con el desco-
nocimiento sobre los efectos de muchas
de las sustancias químicas que se han ve-
nido comercializando, lo que, unido a una
mejor comprensión de la naturaleza de los
productos químicos empleados, posibili-
tará el mejorar los sistemas de gestión y
control de los riesgos, aumentando y con-
tribuyendo así a consolidar la confianza de
los consumidores en la industria química.
Es perentorio lograr que exista confian-
za en la calidad general de los registros y
garantizar que tanto la opinión pública en
general como todas la partes implicadas
en el sector industrial químico se fíen de
que las personas físicas o jurídicas cum-
plen las obligaciones cuya exigencia se les
presume. Para ello conviene establecer
disposiciones encaminadas al registro de
la información que ha sido revisada por
un evaluador con experiencia acumula-
da, así como para que la AESPQ verifique
un porcentaje de los registros en aras a
gular cometido. Y aunque la experiencia
contrastada de otras agencias comunita-
rias similares puede servir de orientación
al respecto, su estructura debe adaptarse
en cualquier caso a las necesidades espe-
cíficas del REACH.
También este Reglamento favorecerá, a
buen seguro, el flujo y el intercambio de
información a lo largo de toda la cadena
de suministro, lo que igualmente contri-
buirá a facilitar una mejor aplicación de la
normativa en materia de prevención de
riesgos laborales y de seguridad en el trans-
porte. Se propondrá así un control más ex-
haustivo y, a la postre, eficiente de los im-
pactos ambientales asociados a la pro-
ducción o manejo de sustancias químicas
y un conocimiento más ajustado a las ca-
racterísticas ecotoxicológicas de los pro-
ductos químicos, lo que ayudará a identi-
ficar cuáles son las medidas de prevención
del daño laboral, pero también medio-
ambiental, más adecuadas en cada caso.
La comunicación eficaz de información
sobre los riesgos químicos y el modo en
que deben gestionarse se configura, por
tanto, como uno de los ejes fundamenta-
les del sistema establecido por el REACH,
para lo cual en las orientaciones que ela-
bora la AESPQ para todas las partes inte-
resadas deberán tenerse en cuenta tanto
las buenas prácticas del sector químico
como de otros sectores.
En todo caso, los métodos para estable-
cer los umbrales para las sustancias carci-
nógenas y mutágenas pueden desarro-
llarse a tenor de los resultados de los pro-
yectos de aplicación del REACH. Así, el
anexo pertinente podrá o deberá modifi-
carse basándose en estos métodos para
permitir la utilización de tales umbrales,
al tiempo que se asegura un notable nivel
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200916
4. El Reach y la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos
(6) Así calificado por SEBASTIÁN DE DIEGO, E.: «Elrégimen jurídico aplicable a las sustancias y preparados
químicos», La Gaceta de los Negocios, Documentos,MA/384/2005, de 22 de junio de 2005, p. 7.
PRODUCTOS QUÍMICOS EN EL TRABAJO. Responsabilidades legales
NORMATIVA
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200918
de protección de la salud de los trabaja-
dores, de la salud humana en general y del
medio ambiente.
La experiencia a nivel internacional mues-
tra que sustancias con características que
las hacen persistentes, bioacumulables y
tóxicas o muy persistentes y muy bioacu-
mulables representan un grave motivo de
preocupación, lo que ha llevado a desa-
rrollar criterios dirigidos a identificar este
tipo de sustancias, y sin que, por otro la-
do, existan también otras que suponen un
elemento de complejidad a sumar lo sufi-
cientemente importante como para ser
tratadas de igual manera, considerando
cada caso de forma individualizada. Esta
circunstancia, nada desdeñable, obliga a
la revisión de los criterios que figuran en
el anexo XIII del REACH, teniendo en cuen-
ta la experiencia acumulada y todo nuevo
valor de conocimiento a aportar en la iden-
tificación de sustancias, así como a su po-
sible modificación, si procede, con el pro-
pósito de asegurar el mayor nivel de pro-
tección posible.
Es por ello por lo que la andadura del
nuevo régimen jurídico aplicable a las sus-
tancias y preparados químicos también
llevará aparejada una serie de beneficios
indirectos, como, por ejemplo, la estimu-
lación de la investigación de productos
menos dañinos y el desarrollo de nuevas
tecnologías. El diseño del nuevo sistema
está pensado para potenciar la I+D, al ex-
ceptuar el empleo de sustancias destina-
das a la investigación de las numerosas
obligaciones que hasta ahora le eran exigi-
das 7, o al menos el haber optado decidi-
damente por su flexibilización.
4.2 ResponsabilidadesRespecto de las responsabilidades exi-
gibles, el nuevo sistema permite profun-
dizar en la aplicación del principio de res-
ponsabilidad del productor, con inversión
de la carga de la prueba, cuyo peso proba-
torio pasa de los Estados miembros a la in-
dustria. El REACH identifica así a la indus-
tria como la responsable de evaluar la se-
guridad de los usos a los que se destinen
las sustancias y preparados químicos, que-
dando exclusivamente limitada la partici-
pación de los Estados miembros en lo re-
ferente a aquellas sustancias que presen-
ten especial peligrosidad, donde la figura
de la autorización adquiere singular pro-
tagonismo. No obstante, incluso en ese ca-
so será la propia industria quien deberá
acreditar que el uso de la sustancia quími-
ca sospechosa no implica riesgo alguno pa-
ra la salud o para el medio ambiente.
Por tanto, dada la responsabilidad cada
vez mayor de las personas físicas o jurídi-
cas para garantizar el uso inocuo de las
sustancias y preparados químicos, se an-
toja necesario, en definitiva, reforzar y
apuntillar el cumplimiento normativo. La
AESPQ debe, en consecuencia, propor-
cionar un foro adecuado para que los Es-
tados miembros intercambien informa-
ción sobre el cumplimiento de la legisla-
ción sobre sustancias y preparados químicos
y coordinen sus actividades en esta área,
pues consideramos que la cooperación
oficiosa que en la actualidad llevan a ca-
bo los distintos Estados saldría enorme-
mente beneficiada si se dispusiese de un
marco más formal en el que desenvolver
dicha cooperación.
Asimismo, dentro de la AESPQ se debe
crear una Sala de Recurso para garantizar
que cualquier persona, física o jurídica,
afectada por las decisiones adoptadas des-
de la Agencia pueda presentar una recla-
mación o procedimiento (recurso) si así lo
estima procedente.
Conviene, por último, habilitar a la Co-
misión para modificar, en determinados
casos, los anexos del REACH, establecer
normas sobre los métodos de ensayo, cam-
biar los porcentajes de los expedientes se-
leccionados para comprobación del cum-
plimiento y modificar las pautas para su
selección, así como fijar los criterios que
definen lo que constituye una justificación
adecuada de que los ensayos no resultan
técnicamente posibles en su caso. Estas
medidas de alcance general, cuyo objeto
se centra en variar elementos no esencia-
les del REACH o en su complementación
mediante la adición de nuevos elementos
no esenciales, deben acogerse con arreglo
al procedimiento de reglamentación con
control contemplado en el artículo 5 bis
de la Declaración 1999/468/CE.
También es primordial que las sustan-
cias y preparados químicos se regulen de
forma eficaz y diligente a lo largo de todo
el periodo transitorio previo a la plena apli-
cación del REACH y, especialmente, du-
rante el periodo inicial de la AESPQ. Es de
agradecer, así, el que la normativa recogi-
da en el REACH entre en vigor de forma
gradual para facilitar la racional transición
al nuevo sistema, lo que permitirá a todas
las partes (autoridades, personas físicas y
jurídicas, e interesados en general) con-
cretar en su momento los recursos para
cumplir las nuevas obligaciones aproba-
das, así como para articular adecuada-
mente, a cada uno de los posibles sujetos
objeto de imputación, la exigibilidad de
las responsabilidades que se deriven de su
incumplimiento, ya sean fabricantes, dis-
tribuidores o empresas usuarias. ◆
(7) De acuerdo con el sistema de notificación que seha venido aplicando, todas las sustancias nuevas cuya
producción supere los 10 Kg. anuales tienen que serinscritas, con los costes que ello implica en términosde ensayos y evaluaciones, lo que ha desincentivado
en la práctica la investigación e innovación del sector.Sin embargo, el nuevo sistema REACH, favoreciendo
la I+D, eleva el punto de corte, que pasa de los 10 Kg.anuales a una tonelada anual.
La AESPQ debe proporcionar un foro adecuado para que los
Estados intercambien información sobre el cumplimiento de la
legislación al respecto y coordinen sus actividades en esta área
PRODUCTOS QUÍMICOS EN EL TRABAJO. Responsabilidades legales
HIGIENE INDUSTRIAL
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200920
DIFERENTES METODOLOGÍAS PARA LA EVALUACIÓN DE RIESGOS ORIGINADOS PORCOMPUESTOS ORGÁNICOS VOLÁTILES (VOCs) EN AMBIENTES LABORALES
MétodoscomparadosEste estudio examina dos diferentes metodologías de toma demuestras y análisis para cuantificar la presencia de compuestosorgánicos volátiles (VOCs) en ambientes laborales, con objeto dedeterminar los riesgos que afrontan cuatro categorías de trabajadores(pintores, barnizadores de muebles, pintores de coches y empleadosde gasolineras) expuestos a agentes químicos tóxicos, cancerígenos omutágenos. El estudio arroja interesantes conclusiones para mejorarlas actividades preventivas en este tipo de tareas.
Métodoscomparados
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Los riesgos para la seguridad y
la salud de los trabajadores de-
bidos a la presencia de agentes
cancerígenos o mutágenos en
los lugares de trabajo son objetivo prio-
ritario de la Prevención de Riesgos Labo-
rales, teniendo en cuenta las consecuen-
cias de los mismos. Así, el Real Decreto
665/1997 y sus dos modificaciones pos-
teriores (R.D. 1124/2000 y R.D. 349/2003)
regulan la exposición de los trabajadores
a estos agentes cancerígenos y mutáge-
nos en el trabajo, a la vez que derogan an-
teriores disposiciones (benceno y cloru-
ro de vinilo), fijando nuevos valores lími-
te de exposición para ambos compuestos.
En este sentido, tanto la Autoridad La-
boral española, a través del Instituto Na-
cional de Seguridad e Higiene en el Tra-
bajo del Ministerio de Trabajo e Inmi-
gración (INSHT), como en otros países a
través de sus órganos técnicos tienen es-
tablecidos los límites de exposición pro-
fesional a agentes químicos [1,2].
Entre los agentes químicos tóxicos, can-
cerígenos o mutágenos presentes en el
ambiente de trabajo que causan daños a
la salud de los trabajadores ocupan un lu-
gar importante los compuestos orgáni-
cos volátiles (VOCs). Los VOCs se definen,
de acuerdo a la Organización Mundial de
la Salud, como el grupo de compuestos
orgánicos con puntos de ebullición en-
tre 50 y 250 ºC [3]. En un concepto más
amplio, los VOCs no sólo incluyen miles
de compuestos químicos que son tóxicos
para la salud, sino también sustancias
precursoras de oxidantes fotoquímicos
responsables del smog, que contribuyen
al efecto invernadero y/o a la degrada-
EVALUACIÓN DE RIESGOS. VOCs en ambientes laborales
21Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Por JAVIER CARO HIDALGO 1, MERCEDES GALLEGOFERNÁNDEZ 2, ROSA MONTERO SIMO 3. 1 Licenciadoen Ciencias Químicas. Departamento de QuímicaAnalítica, Universidad de Córdoba. 2 Catedrática delDepartamento de Química Analítica, Universidad deCórdoba. 3 Doctora en Ciencias Químicas. Directoradel Centro de Prevención de Riesgos Laborales deCórdoba, Consejería de Empleo, Junta de Andalucía.rosam.montero@juntadeandalucia.es
HIGIENE INDUSTRIAL
cientemente se ha publicado un artículo
en la revista Seguridad y Salud en el Tra-
bajo [5] en el que se recoge el estado ac-
tual del control de VOCs en el ambiente
laboral, así como la evaluación de la ex-
posición de trabajadores a estos com-
puestos; entre otros aspectos se comen-
tan también las técnicas (destructivas y no
destructivas) de eliminación de estos com-
puestos [6].
La mayoría de los efectos dañinos pa-
ra la salud causados por los VOCs se co-
nocen desde hace tiempo y se han estu-
diado en profundidad entre los trabaja-
dores sometidos a este riesgo, como son
los pintores de coches [7], de edificios [8],
barnizadores de muebles o trabajadores
de estaciones de servicio; los disolventes
orgánicos pueden causar trastornos tem-
porales como euforia, dolor de cabeza o
vértigo cuando se encuentran a concen-
traciones bajas o moderadas en el aire
ambiental, mientras que a mayores con-
centraciones pueden causar inconscien-
cia y fallos en el sistema respiratorio y car-
diovascular o incluso la muerte [7]. La ex-
posición prolongada a algunos disolventes
orgánicos puede originar daños en el sis-
tema nervioso central tales como altera-
ciones emocionales o cognitivas, así co-
mo encefalopatías crónicas [9] y efectos
tóxicos en el hígado, riñón y piel [10].
La exposición en el ambiente laboral a
mezclas de VOCs ha sido evaluada en mu-
chas actividades profesionales, tales co-
mo pintores, barnizadores, pulidores, za-
pateros, lavanderos, limpiadores, etc.
[11–13]. Varios de estos estudios se han
orientado a pintores de coches, ya que es-
tos trabajadores están sometidos a una
prolongada exposición a niveles relati-
ción de la capa de ozono atmosférico. Es-
tas sustancias se usan extensamente en
la industria como materias primas: sín-
tesis de plaguicidas; síntesis de políme-
ros sintéticos como plásticos y cauchos;
síntesis de productos farmacéuticos o quí-
micos; elaboración de lacas, pinturas, bar-
nices, resinas y adhesivos, etc. Estos com-
puestos, entre otros, son responsables de
lo que se ha dado en llamar síndrome del
edificio enfermo [4] y pueden haber sido
generados por más de un centenar de pro-
ductos, tales como: artículos de aseo, ma-
terial de oficina, fluidos de lavado en se-
co, combustibles, muebles tratados con
productos químicos, desinfectantes, etc.
Pueden ser contaminantes presentes en
la atmósfera que penetran en los edifi-
cios, provenientes del ambiente exterior
contaminado (tráfico, gasolineras, etc.).
Estas sustancias están presentes en una
gran mayoría de ambientes de trabajo a
concentraciones que rondan pocas ppm.
Los valores límite biológicos (VLB) de los
VOCs más comunes, así como su catalo-
gación como cancerígeno de categoría 1
o 2 (C1, C2), están recogidos en el docu-
mento «Límites de exposición profesional
para agentes químicos en España», 2008
[2]. Además, de acuerdo a la Agencia In-
ternacional de Investigación sobre el Cán-
cer (IARC, 1971-2007), existen suficientes
evidencias en los estudios experimenta-
les realizados sobre animales y hombres
para creer que algunos VOCs causan efec-
tos mutágenicos y carcinogénicos sobre
los seres humanos. Actualmente se esti-
ma que entre el 60% y el 90% de los cán-
ceres humanos pueden ser originados por
factores ambientales, fundamentalmen-
te debidos a carcinógenos químicos. Re-
vamente elevados de mezclas de una gran
variedad de disolventes orgánicos [14].
Afortunadamente, en los últimos 10-15
años, la exposición a VOCs de estos tra-
bajadores se ha reducido debido a una
normativa más estricta que implica la
obligatoriedad de aplicar medidas de pro-
tección colectiva y/o utilizar equipos de
protección individuales en el lugar de tra-
bajo, y a la sustitución o reducción de los
disolventes más tóxicos en estos pro-
ductos. Así, actualmente se emplean pin-
turas al agua que han reducido drástica-
mente la exposición a disolventes orgá-
nicos en pintores de coches [15].
Desde el punto de vista de salud labo-
ral, el tema es tan importante que re-
cientemente se han evaluado los efectos
agudos durante la exposición controla-
da a algunos compuestos orgánicos vo-
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200922
Actualmente se estima que entre el 60% y el 90% de los
cánceres humanos pueden ser originados por factores
ambientales, fundamentalmente debidos a
carcinógenos químicos
látiles emitidos incluso por pinturas al
agua [16]. En este estudio se ha seleccio-
nado mezcla de éteres glicólicos y amo-
niaco; los resultados no muestran dife-
rencias significativas en tres grupos de
voluntarios: atópicos, no atópicos y pin-
tores. En otros estudios se han encontra-
do alteraciones psicológicas como pér-
didas de concentración y memoria, y ele-
vados tiempos de reacción entre los pintores
de vehículos con una elevada exposición
a disolventes orgánicos cuando son com-
parados con individuos que no han esta-
do expuestos a estos compuestos [17].
La exposición a VOCs de los trabaja-
dores de las estaciones de servicio tam-
bién ha sido estudiada por varios inves-
tigadores. A modo de resumen, cabe des-
tacar las altas concentraciones de benceno,
tolueno y xilenos encontradas en el aire
ambiental de dichas estaciones mientras
se produce el reabastecimiento de com-
bustible en las mismas [18], y que existe
una alta correlación entre las concentra-
ciones de estos compuestos en el aire am-
biental y en el aire exhalado de los traba-
jadores de la estación de servicio. En es-
te contexto, los hidrocarburos aromáticos
requieren una atención especial dada sus
propiedades mutagénicas y carcinogé-
nicas bien establecidas. La exposición a
benceno y derivados es particularmente
relevante en las refinerías de petróleo tan-
to por inhalación como por el contacto
dérmico con el fuel, con los productos in-
termedios (durante su refinado) y con los
productos finales como la gasolina. Re-
cientemente se ha realizado un estudio
en trabajadores de una refinería con el
objetivo de determinar cómo afecta la ex-
posición a benceno, tolueno y xilenos me-
diante la obtención de orina (índice bio-
lógico) y sangre periférica (test de geno-
toxicidad) [19]. El análisis de orina
demuestra que los niveles de metaboli-
tos en los individuos expuestos está por
debajo del límite biológico y parece ser
que los valores más elevados se asocian
al consumo de tabaco; en el ensayo del
cometa (test de genotoxicidad) se han
puesto de manifiesto los efectos genotó-
xicos (daño por el ADN y posible riesgo
de incidencia de cáncer) ocasionados por
la exposición a estos compuestos.
Por todo lo expuesto, en este trabajo se
pretendió comparar los métodos de to-
ma de muestra y análisis, evaluando los
niveles de exposición a los que se halla-
ban sometidos los trabajadores que es-
tán en contacto con VOCs tales como pin-
tores de edificios, barnizadores de mue-
bles, pintores de coches y trabajadores
de estaciones de servicio.
Para ello se tomaron como muestras el
aire ambiental y el aire alveolar de los tra-
bajadores, que es más fiable que el aire
exhalado porque es el que está en con-
tacto con la sangre. Las muestras de aire
alveolar de los trabajadores se tomaron
antes (como blanco) y después de los tur-
nos de trabajo para evaluar la contami-
nación real por VOCs de los trabajadores
durante el mismo. Para ello se emplearon
dispositivos de manifiesta validez en la to-
ma de muestra de aire alveolar como son
los muestreadores Bio-VOC. Además, se
EVALUACIÓN DE RIESGOS. VOCs en ambientes laborales
23Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Entre los agentes químicos tóxicos, cancerígenos o
mutágenos presentes en el ambiente de trabajo que causan
daños a la salud de los trabajadores ocupan un lugar
importante los compuestos orgánicos volátiles (VOCs)
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HIGIENE INDUSTRIAL
los voluntarios que han participado en
el estudio son adultos y sanos. Los 6 pin-
tores de edificios fueron hombres con
edades comprendidas entre 30 y 55 años
y pasaron una media de 4 h pintando sin
utilizar equipos de protección individual
ni colectiva. Los barnizadores fueron 4
hombres y 2 mujeres de entre 22 y 49 años
que trabajan en fábricas de muebles don-
de barnizan distintas piezas de éstos du-
rante 4 h al día en una campana extrac-
tora sin emplear mascarillas de protec-
ción individual. Los pintores de coches
fueron 6 hombres con edades compren-
didas entre 19 y 51 años que trabajan en
recogieron simultáneamente muestras de
aire ambiental en los lugares de trabajo
para probar la eficacia de las medidas de
protección colectiva y de los equipos de
protección individuales, así como para es-
tudiar posibles correlaciones entre mues-
tras biológicas y ambientales.
Población estudiadaEl grupo ocupacional expuesto con-
sistió en 24 voluntarios de cada una de
las siguientes actividades profesionales:
pintores de edificios, barnizadores de
muebles, pintores de coches y trabaja-
dores de estaciones de servicio. Todos
distintos talleres mecánicos de repara-
ción de vehículos donde pasan unas 3 h
al día pintando distintas partes de la ca-
rrocería de los coches reparados en una
cabina extractora y empleando ropa y
una mascarilla homologada protectora.
Por último, también participaron en la
realización del presente estudio 6 traba-
jadores de una estación de servicio (la
mitad de ellos mujeres) con edades en-
tre 21 y 43 años que trabajan durante 8 h
al día atendiendo a los conductores y lle-
vando a cabo el reabastecimiento de los
coches sin emplear ningún tipo de pro-
tección. Todos los participantes en el es-
tudio firmaron un informe de consenti-
miento y se registraron los datos perso-
nales y los hábitos (consumo de alcohol
y de tabaco). Este estudio fue realizado
mediante diferentes sesiones de mues-
treo entre enero y agosto de 2008.
Método de toma de muestrasEl muestreo del aire ambiental en los
diferentes ambientes laborales objeto de
estudio y del aire alveolar de los trabaja-
dores se realizó de manera simultánea
con el objetivo de establecer la posible
correlación entre la concentración de
VOCs encontrada.
La primera etapa para la determinación
de los VOCs presentes en el aire ambien-
tal de los distintos lugares de trabajo es-
tudiados se llevó a cabo transfiriendo los
compuestos desde el aire a un determi-
nado soporte por medio de un equipo de
captación adecuado. Para ello se empleó
un método de captación activa (bomba
de muestreo personal) sobre un adsor-
bente sólido, contenido en tubos de ace-
ro inoxidable específicos (6,4 mm D.E. x
90 mm de longitud, 5 mm D.I.) para la
unidad de desorción térmica (Unity, Mar-
kes Internacional). Cada tubo contiene
200 mg del material adsorbente y se co-
necta a la bomba en el momento de lle-
var a cabo el muestreo. Aunque el méto-
do para la toma de muestra de aire
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200924
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MTA/MA-032/A98, aceptado por el Ins-
tituto Nacional de Seguridad e Higiene
en el Trabajo (Ministerio de Trabajo e In-
migración), utiliza tubos rellenos de car-
bón activo como adsorbente, este mate-
rial se descartó en nuestro método des-
pués de un amplio estudio en el que se
evaluaron además otros tipos de mate-
riales sorbentes como Tenax TA, Chro-
mosorb 102 y Carbosieve SIII. De todos
ellos es el Tenax TA el material adsorbente
seleccionado porque alcanzó un mayor
volumen de ruptura, capacidad de ad-
sorción y recuperaciones próximas al
100% para la mayoría de los 26 VOCs ob-
jeto de estudio. La bomba de muestreo
(Sidekick SKC) fue calibrada a 100 ml/min
con un rotámetro antes de cada toma de
muestra y calibrada de nuevo al concluir
la misma para comprobar que el flujo per-
manecía constante durante el muestreo.
La toma de muestra de los VOCs se reali-
zó pasando 1 l de aire ambiental a través
de los tubos rellenos de material adsor-
bente durante un periodo de 10 min. Pre-
viamente los tubos rellenos de Tenax TA
se acondicionaron mediante el paso de
una corriente de nitrógeno en caliente.
Para llevar a cabo la toma de muestra, el
dispositivo empleado (bomba y tubo ad-
sorbente) se situó cerca de la zona respi-
ratoria del individuo, sin provocar nin-
gún tipo de inconveniente al mismo, y lle-
vado por éste durante el muestreo (a
excepción de los pintores de coches en
cabina, en los que se situó en un lateral
próximo al trabajador). Una vez tomada
cada muestra, los tubos se sellaron in-
mediatamente, se transportaron al labo-
ratorio y se conservaron en frigorífico has-
ta el momento del análisis, que no exce-
dió de una semana en ninguno de los
casos. Durante cada sesión de muestreo
se recogieron 3 muestras de aire ambiental.
En relación a la monitorización bioló-
gica, aunque es evidente que la medida
analítica en sangre es el indicador usual
para compuestos orgánicos e inorgáni-
cos en general, debido a que es el indi-
cador biológico más claro de la exposi-
ción a un determinado compuesto, su
extracción es invasiva, requiere de per-
sonal especializado y, en definitiva, no
es popular. Como contrapartida se pue-
den emplear métodos no invasivos co-
mo el análisis en muestras de orina [20]
o en el aire alveolar del trabajador [21],
debido a que la concentración de los
compuestos orgánicos volátiles en san-
gre está directamente relacionada con
la presencia en el aire interior de los pul-
mones. Actualmente se comercializan
dispositivos de muestreo para estos con-
troles (Bio-VOCTM sampler, Markes In-
ternational Ltd.), de tal forma que la mo-
nitorización biológica es no invasiva y
simple. Con este dispositivo, la toma de
muestra se simplifica considerablemente
al no requerir personal especializado.
Las muestras de aire alveolar de los dis-
tintos trabajadores objeto de estudio se
tomaron utilizando los citados mues-
treadores Bio-VOC, que constan de un
recipiente cilíndrico de polietileno, con
un volumen de 100 ml, provisto de una
abertura en un extremo donde se aco-
pla una boquilla y de otra pequeña aber-
tura en el otro extremo por donde sale
el aire. En el momento del muestreo ca-
da trabajador, respirando de forma nor-
mal, exhala el aire soplando a través de
la boquilla hasta que vacía completa-
mente los pulmones. A medida que el ai-
re entra en el recipiente va saliendo por
el otro extremo, ya que la capacidad pul-
monar de una persona respirando nor-
malmente suele ser de unos 500 ml y, de
esta forma, sólo los últimos 100 ml de ai-
re quedan contenidos en el muestrea-
dor (recipiente de 100 ml), que se co-
rresponden con el aire de los alvéolos
pulmonares donde se da el equilibrio ci-
tado anteriormente entre la concentra-
ción de compuestos volátiles en sangre
y aire alveolar. Una vez finalizado, se sus-
tituye la boquilla del Bio-VOC por un ém-
bolo y se acopla por el otro extremo a un
tubo adsorbente relleno de Tenax TA
(igual que los utilizados para el aire am-
biental). Mediante el émbolo se impul-
sa el aire contenido en el recipiente (100
ml) hacia el tubo, con lo cual los VOCs
contenidos en la muestra quedan rete-
nidos en el material adsorbente. Cuan-
do se ha vaciado el muestreador, se qui-
ta el tubo y se sella inmediatamente. Si-
guiendo este protocolo, el muestreo del
aire alveolar de los trabajadores se llevó
a cabo antes y después de la jornada la-
boral. Las muestras de aire alveolar se
tomaron en una zona libre de exposición
a VOCs, fuera del lugar de trabajo, para
evitar el posible riesgo de contamina-
ción de las mismas. A continuación, los
tubos se transportaron al laboratorio en
neveras portátiles y se conservaron en
frigorífico hasta su análisis, que tampo-
co excedió de una semana.
Determinación de VOCs en aireambiental y alveolar
El MTA/MA-032/A98, como método
aceptado y aplicado por el laboratorio
del Instituto Nacional de Seguridad e Hi-
giene en el Trabajo (Ministerio de Tra-
bajo e Inmigración) para la determina-
ción de VOCs, es un método de capta-
ción activa sobre un adsorbente sólido,
carbón activo, basado en la desorción
EVALUACIÓN DE RIESGOS. VOCs en ambientes laborales
25Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
El control de la exposición a
agentes químicos a través
del análisis del aire alveolar
de los trabajadores
expuestos puede ser una
herramienta esencial, como
complemento al control
ambiental, para evaluar y
prevenir los efectos de
dicha exposición
HIGIENE INDUSTRIAL
mientras que la precisión del mismo ex-
presada como desviación estándar rela-
tiva varía entre 3 y 10%.
El método oficial MTA/MA-032/A98
–«Calidad del aire. Atmósferas en el lugar
de trabajo. Determinación de vapores or-
gánicos en aire. Método del tubo de car-
bón activo/desorción con disolvente/cro-
matografía de gases con detector de io-
nización de llama»– se aplicó en el
laboratorio de Madrid del INSHT para el
análisis de las muestras de aire ambien-
tal (sólo para seis barnizadores y dos pin-
tores de coches), tomadas por el perso-
nal técnico del Centro de Prevención de
Riesgos Laborales de la Consejería de Em-
pleo de la Junta de Andalucía en Córdo-
ba, en régimen dinámico en la zona res-
piratoria del trabajador, mediante tubos
de carbón activo. Paralelamente, noso-
tros tomamos las muestras, en régimen
dinámico próximo a la zona respiratoria
del trabajador, en tubos de Tenax TA.
Se señalan a continuación las indica-
ciones enviadas por el laboratorio. Mé-
todo de análisis empleado: análisis de
rutina de tubos de carbón activo desor-
bidos con sulfuro de carbono por cro-
matografía de gases, EAM 301.1.B/94. El
laboratorio participa regularmente en los
siguientes programas de control de cali-
dad en la determinación de vapores or-
gánicos en carbón activo: PICC-VO y WASP.
Los resultados se expresan en mg/mues-
tra con una incertidumbre estimada del
10%; los límites de detección oscilan en-
tre 0.01 y 0.02 (acetato de metilo y de eti-
lo, metil i-butil cetona, tolueno, acetato
de isobutilo y de n-butilo, xilenos y etil-
benceno) mg/muestra.
de los mismos con sulfuro de carbono
como disolvente, y su posterior inyec-
ción en un cromatógrafo de gases equi-
pado con un detector de ionización de
llama. Sin embargo, este tipo de desor-
ción presenta algunas limitaciones, ya
que no se puede aplicar a todos los VOCs
dado que algunos son más volátiles que
el sulfuro de carbono y el llamado «efec-
to solvent delay» del disolvente impide
la determinación de los mismos. Esta
metodología presenta además otras li-
mitaciones, como son las derivadas de
las interferencias procedentes de otros
compuestos orgánicos que presenten
tiempos de retención similares a los que
se desea determinar, debido a la escasa
selectividad del detector cromatográfi-
co empleado: detector de ionización de
llama. Algunas de estas limitaciones que
presenta el método oficial se pueden ob-
viar haciendo uso de alternativas más
actuales como es la desorción térmica,
con preconcentración en trampa fría (pa-
ra detectar VOCs a muy bajas concen-
traciones) y la detección por espectro-
metría de masas, propuesta por presti-
giosos organismos internacionales como
el Comité Europeo de Normalización
(CEN) [22] o la Agencia de Protección
Medioambiental estadounidense (EPA)
[23]. Por lo tanto, siguiendo estas reco-
mendaciones, la determinación de VOCs
en el presente trabajo se llevó a cabo me-
diante una unidad de desorción térmi-
ca (Markes Internacional Ltd.) acopla-
da a un cromatógrafo de gases 6890 (Agi-
lent Technologies) equipado con un
espectrómetro de masas 5973 como de-
tector. El programa de temperaturas se-
leccionado permitió la separación de los
26 VOCs y el empleo del espectrómetro
de masas la identificación inequívoca de
cada uno de ellos. Los límites de detec-
ción obtenidos por este método para un
volumen de muestra de 1 l fueron simi-
lares para todos los VOCs objeto de es-
tudio y oscilaron entre 0,03 y 0,20 μg/m3,
Exposición a VOCs en pintores(interior y exterior de edificios)
La exposición a VOCs en varios pinto-
res de edificios se evaluó analizando el ai-
re ambiental en la zona respiratoria de
los trabajadores así como en el aire alve-
olar de los mismos.Teniendo en cuenta
los efectos biológicos de la exposición, el
estudio se ha completado mediante la
monitorización de un indicador biológi-
co como el aire alveolar de los trabajado-
res expuestos.
La Tabla 1 muestra las concentraciones
de VOCs encontradas en el aire alveolar
de los pintores y en el aire ambiental del
lugar de trabajo. Como se puede apreciar,
en dicha tabla se han detectado 18 com-
puestos en el aire ambiental en una ma-
yor o menor concentración, los cuales
también se encontraron en el aire alveo-
lar de los trabajadores después de una jor-
nada de trabajo de 4 h. En la toma de mues-
tra de aire alveolar realizada antes del ini-
cio de la jornada laboral no aparecieron
la mayoría de estos VOCs, por lo que es-
tos datos no se han incluido en dicha ta-
bla. Solamente se encontró benceno a ni-
veles entre 15 y 30 μg/m3 en las muestras
de aire alveolar de los trabajadores 3, 4 y
6 (fumadores) tomadas antes de la expo-
sición (8 de la mañana), siendo estas con-
centraciones las habitualmente presen-
tes en el aire alveolar de personas fuma-
doras. Esto se corrobora porque el benceno
no se encontró en ninguna muestra de ai-
re ambiental durante los días de estudio,
luego los niveles de este compuesto en el
aire alveolar de dichos trabajadores sólo
pueden asignarse al consumo de tabaco.
En algunos trabajadores también se en-
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200926
El muestreo del aire ambiental en los diferentes ambientes
laborales objeto de estudio y del aire alveolar de los
trabajadores se realizó de manera simultánea con el objetivo
de establecer la posible correlación entre la concentración
de VOCs encontrada
contraron cantidades bajas de tolueno,
etilbenceno y mezclas de xilenos al inicio
de la jornada, lo que se asocia a la conta-
minación de días anteriores, ya que estos
disolventes sí se encuentran a elevadas
concentraciones en el aire ambiental.
Los niveles de concentración encon-
trados para cada contaminante en las
muestras de aire ambiental variaron en
función de donde se realizó la toma de
muestra. Así, los trabajadores 1 y 2 se ex-
pusieron a las concentraciones de VOCs
más altas mientras que los trabajadores
3 y 6 lo hicieron a las más bajas. Estas di-
ferencias en las concentraciones de VOCs
encontradas en aire ambiental se deben
al tipo de producto empleado por el tra-
bajador (pinturas, barnices, lacas, etc.)
durante la toma de muestra, así como a
la mayor o menor ventilación del lugar
de trabajo. Los compuestos que apare-
cieron a mayores concentraciones en el
aire ambiental fueron tolueno con nive-
les de concentración entre 147 y 8000
μg/m3, mezcla de xilenos con niveles en-
tre 225 y 12687 μg/m3 y 1,2,4-trimetil-
benceno con valores entre 127 y 7277
μg/m3. Por otro lado, compuestos como
tricloroetileno, tetracloroetileno y nafta-
leno, cuyos valores máximos fueron de
138, 146 y 28 μg/m3, respectivamente, só-
lo se encontraron en el aire ambiental de
los trabajadores 1, 2 y 4, y fueron los com-
puestos que aparecieron a una menor
concentración en las muestras de aire am-
biental. Como es lógico, los compuestos
que se encontraron a mayor concentra-
ción en el aire ambiental son los que apa-
recen también a mayores concentracio-
nes en el aire alveolar de los trabajado-
res. Se observan dos grandes grupos de
compuestos: aquellos en los que la pro-
porción aire alveolar/aire ambiental os-
cila entre 16-20%, que son los menos ab-
sorbidos por los trabajadores (2-butano-
na, acetato de etilo, acetato de isopropi-
lo, isobutil metil cetona, acetato de isobutilo,
acetato de n-butilo, acetato de 1-metoxi-
2-propilo, etilbenceno, propilbenceno,
estireno y naftaleno); y aquellos (tolue-
no, mezcla de xilenos, tetracloroetileno,
1,3,5-trimetilbenceno y 1,2,4-trimetil-
benceno) cuya relación se incrementa a
45-66%, siendo por lo tanto los derivados
del benceno los compuestos que se ab-
sorben en mayor proporción. Se puede
concluir que la contaminación por los 18
VOCs en los individuos objeto de estudio
tuvo lugar durante su jornada de trabajo
a excepción del benceno, que se asocia a
hábitos de tabaco. Estos pintores reali-
zan su trabajo sin ningún tipo de protec-
ción individual ni colectiva, por lo que a
EVALUACIÓN DE RIESGOS. VOCs en ambientes laborales
27Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Trabajador 1 Trabajador 2 Trabajador 3 Trabajador 4 Trabajador 5 Trabajador 6 Media ± desviación estándarAire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire
ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar
2-Butanona 245 40 190 30 12 0 57 10 21 2 4 0 88 ± 103 14 ± 17
Acetato de etilo 4392 711 3566 590 229 53 1173 194 401 72 67 12 1638 ± 1817 272 ± 302
Acetato de isopropilo 296 62 235 51 26 2 94 15 58 8 7 0 119 ± 119 23 ± 27
Isobutil metil cetona 2654 450 2290 405 189 35 864 162 270 55 62 15 1055 ± 1138 187 ± 194
Acetato de isobutilo 302 57 276 48 33 4 115 22 83 16 11 0 134 ± 124 24 ± 23
Acetato de n-butilo 3271 533 2931 502 210 51 1023 181 348 66 59 9 1307 ± 1432 224 ± 235
Acetato de 1-metoxi-2-propilo 554 100 514 91 65 5 244 49 157 31 23 2 259 ± 226 46 ± 42
Benceno 0 0 0 0 0 20 0 18 0 0 0 22 –– ––
Tricloroetileno 138 84 90 67 0 0 17 8 0 0 0 0 41 ± 59 26 ± 38
Tolueno 8001 5920 6509 4034 439 248 2201 1356 745 414 147 88 3007 ± 3398 2010 ± 2415
(m+p)-Xileno 4621 2113 3783 1705 274 120 1312 616 458 217 73 31 1753 ± 1961 800 ± 891
o-Xileno 8066 4630 7974 2874 342 216 4325 1210 738 350 152 30 3599 ± 3749 1552 ± 1838
Etilbenceno 2760 437 1817 428 172 64 792 137 248 51 49 10 976 ± 1092 188 ± 194
Propilbenceno 1539 360 1309 275 108 23 520 113 171 36 32 7 613 ± 654 114 ± 148
Tetracloroetileno 146 75 89 46 0 0 24 11 0 0 0 0 43 ± 61 22 ± 31
Estireno 246 45 204 33 15 0 63 13 22 3 5 0 92 ± 105 16 ± 19
1,3,5-Trimetilbenceno 4519 1920 3488 1540 247 135 1226 656 403 201 65 35 1658 ± 1888 748 ± 799
1,2,4-Trimetilbenceno 7277 2611 5941 2147 391 144 1927 709 628 232 127 46 2175 ± 3108 981 ± 1116
Naftaleno 28 5 23 5 0 0 10 0 0 0 0 0 10 ± 13 1.7 ± 2.6
Tabla 1. Concentraciones encontradas (μg/m3) en el ambiente laboral y aire alveolar
de 6 pintores de edificios después de 4 horas de trabajo
HIGIENE INDUSTRIAL
Se han detectado hasta 17 compuestos
orgánicos volátiles en el aire ambiental
tomado en la zona respiratoria del indi-
viduo objeto de estudio, que también apa-
recieron en el aire alveolar de los traba-
jadores. Los compuestos encontrados en
el aire ambiental fueron similares a los
del caso anterior, a excepción de triclo-
roetileno, tetracloroetileno y naftaleno,
que no aparecen, y sí aparecen por pri-
mera vez acetato de 2-etoxietilo y metil
ter-butil éter. Los compuestos que apa-
la vista de los resultados se hace necesa-
ria una adecuada ventilación localizada
durante el trabajo y la utilización de al-
gún tipo de protección de las vías respi-
ratorias para vapores orgánicos.
Exposición a VOCs enbarnizadores de muebles
Se ha evaluado la exposición a VOCs en
6 barnizadores (4 hombres y 2 mujeres).
La Tabla 2 muestra las concentraciones
de los VOCs en el aire ambiental recogi-
do en el lugar de trabajo durante varias
sesiones de muestreo, así como los nive-
les de VOCs encontrados en el aire alve-
olar de los trabajadores después de una
jornada laboral de 4 h. Se ha de indicar
que estos barnizadores realizan su tra-
bajo en habitaciones provistas de una
campana extractora.
recen a mayores concentraciones en el
aire ambiental de estas fábricas son ace-
tato de n-butilo, tolueno y mezcla de xi-
lenos, con niveles de concentración en-
tre 1193 y 51112 μg/m3, 1503 y 23799 μg/m3
y entre 1365 y 40514 μg/m3, respectiva-
mente. Por otra parte, acetato de isopro-
pilo, acetato de 2-etoxietilo, propilben-
ceno, estireno y 1,3,5-trimetilbenceno
aparecen sólo en algunos casos y a con-
centraciones medias de 88, 35, 51, 21 y 82
μg/m3, respectivamente.
Referente al indicador biológico a te-
nor de la Tabla 2, se puede concluir que:
1.Los valores más altos en el aire alve-
olar los presentan aquellos compuestos
que también aparecen a concentra-
ciones elevadas en el aire ambiental:
acetato de n-butilo, tolueno y mez-
cla de xilenos, además de acetato de
etilo.
2.Existen dos trabajadores (9 y 12) que
aunque trabajan en la misma fábri-
ca y emplean los mismos barnices
presentan concentraciones dispares
en el aire ambiental y alveolar debi-
do a que las muestras fueron toma-
das en distintos días. Esto es indica-
tivo de que a pesar de emplear cam-
panas extractoras en la fábrica, no
son lo suficientemente eficaces co-
mo para eliminar los disolventes y
mantener una atmósfera homogé-
nea, estando el ambiente muy con-
taminado.
3.La presencia de benceno en estos tra-
bajadores es muy baja (media en ai-
re alveolar 13 μg/m3) y se puede aso-
ciar fundamentalmente al hábito del
tabaco (trabajadores 9 y 11) y en me-
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200928
Se han comparado métodos de toma de muestras y análisis,
evaluando los niveles de exposición a VOCs a los que se hallan
sometidos pintores de edificios, barnizadores de muebles,
pintores de coches y trabajadores de estaciones de servicio
Latin
stoc
k
nor proporción a la contaminación
ambiental, ya que hay tres individuos
(8, 10 y 12) no fumadores que aun-
que presentan ligeras concentracio-
nes de benceno, se corresponde con
el 30% de la ambiental, siendo mu-
cho menor que en los anteriores.
De nuevo se observan, como en los pin-
tores de edificios, dos grandes grupos de
compuestos: aquellos en los que la pro-
porción aire alveolar/aire ambiental os-
cila entre 16-20%, que son los menos ab-
sorbidos por los trabajadores (2-butano-
na, acetato de etilo, acetato de isopropilo,
isobutil metil cetona, acetato de isobuti-
lo, acetato de n-butilo, acetato de 1-me-
toxi-2-propilo, acetato de 2-etoxietilo, me-
til ter-butil éter, etilbenceno, propilben-
ceno y estireno); y aquellos (tolueno, mezcla
de xilenos, 1,3,5-trimetilbenceno y 1,2,4-
trimetilbenceno) cuya relación se incre-
menta al 37-56%, siendo de nuevo los de-
rivados del benceno los compuestos que
se absorben en mayor proporción.
Se puede concluir que, aunque los tra-
bajadores de la sección de barnizado de
las fábricas de muebles desarrollan su la-
bor en campanas de extracción, su efica-
cia es muy baja, ya que las concentracio-
nes encontradas en el aire ambiental, y
por tanto en el alveolar, son muy eleva-
das. Considerando que estos trabajado-
res no emplean ningún tipo de equipos
protectores individuales (mascarillas),
inhalan los disolventes que están mani-
pulando a una distancia muy corta del
sistema respiratorio. Sería aconsejable la
inclusión de campanas extractoras de ma-
yor potencia como las cabinas de pintu-
ras de coches y el empleo de mascarillas
personales estandarizadas para vapores
orgánicos y guantes.
Exposición a VOCs en pintores de coches
El mismo tipo de estudio se realizó con
6 pintores de coches que trabajan en ta-
lleres mecánicos de reparación. Las con-
centraciones de VOCs (hasta 19 com-
puestos) encontradas en el aire alveolar
de estos trabajadores después de un tur-
no de trabajo de 3 h (máximo en cabinas
extractoras), así como las encontradas en
el aire ambiental tomado en la zona res-
piratoria, se muestran en la Tabla 3. Los
compuestos encontrados en el aire am-
biental fueron similares a los del caso an-
terior, incluyendo además tricloroetile-
no y naftaleno. Es importante resaltar que
los trabajadores 14, 17 y 18 son fumado-
res habituales, como se aprecia por las
concentraciones de benceno encontra-
das en sus muestras de aire alveolar, ya
que en los demás trabajadores no se en-
EVALUACIÓN DE RIESGOS. VOCs en ambientes laborales
29Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Trabajador 7 Trabajador 8 Trabajador 9 Trabajador 10 Trabajador 11 Trabajador 12 Media ± desviación estándarAire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire
ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar
2-Butanona 10 0 2024 340 206 37 1244 199 839 132 112 18 739 ± 790 121 ± 132
Acetato de etilo 1972 335 1143 186 8891 1517 511 88 481 79 24245 4209 6207 ± 9396 1069 ± 1632
Acetato de isopropilo 3 0 20 4 279 56 7 0 8 1 211 43 88 ± 124 17 ± 25
Isobutil metil cetona 2 0 118 21 301 54 15 3 20 3 561 97 169 ± 222 30 ± 39
Acetato de isobutilo 117 23 8 1 2711 530 5 0 5 0 4265 832 1185 ± 1851 231 ± 362
Acetato de n-butilo 1193 189 2112 347 32300 5195 1221 205 1996 330 51112 8043 14989 ± 21536 2385 ± 3402
Acetato de 1-metoxi-2-propilo 100 18 946 152 110 20 311 61 731 128 85 17 381 ± 371 66 ± 60
Acetato de 2-etoxietilo 66 14 0 0 98 20 0 0 0 0 45 9 35 ± 42 7.2 ± 8.6
Metil ter-butil eter 628 133 16 2 956 205 1 0 197 42 926 199 454 ± 440 97 ± 95
Benceno 0 0 15 4 28 25 17 6 18 22 63 19 23 ± 21 13 ± 11
Tolueno 1840 1003 2257 1229 15257 7881 1503 823 1680 881 23799 12020 7723 ± 9538 3973 ± 4814
(m+p)-Xileno 136 61 2451 1136 11864 5026 577 260 1118 493 15330 6894 5246 ± 6607 2312 ± 2910
o-Xileno 1229 204 4799 2989 22296 8071 1294 859 2971 874 25184 11928 9629 ± 11046 4154 ± 4782
Etilbenceno 82 36 789 324 4540 912 151 29 363 127 5710 919 1939 ± 2507 391 ± 420
Propilbenceno 0 0 124 25 15 3 29 5 118 25 17 3 51 ± 55 10 ± 12
Estireno 13 0 40 8 0 0 32 5 39 7 0 0 21 ± 19 3.3 ± 3.8
1,3,5-Trimetilbenceno 1 0 187 71 26 10 76 30 170 67 30 12 82 ± 79 32 ± 30
1,2,4-Trimetilbenceno 4 0 988 364 81 32 343 128 904 341 90 35 402 ± 438 150 ± 163
Tabla 2. Concentraciones encontradas (μg/m3) en el ambiente laboral y aire alveolar
de 6 barnizadores después de 4 horas de trabajo
HIGIENE INDUSTRIAL
trabajadores realizan su trabajo en las ca-
binas de pintura empleando mascarillas
de protección para vapores orgánicos, ro-
pa y guantes de protección, por lo que la
contaminación en este caso es mucho
menor. Así, en el análisis del aire am-
biental de estos almacenes (trabajadores
13 y 16) de mezclas de pinturas, se han
obtenido las concentraciones medias más
altas de acetato de n-butilo, tolueno y
mezclas de xilenos, con 47179, 42790 y
42744 μg/m3, respectivamente. Sin em-
bargo, como se observa claramente en la
Tabla 3, las concentraciones de VOCs en-
contradas en el aire ambiental recogido
en el lugar usual de trabajo (cabinas de
pinturas) para los trabajadores 14, 15, 17
y 18 fueron mucho más bajas que en los
anteriores, siendo los valores medios en-
contrados de 10057, 7359 y 9670 μg/m3
para acetato de n-butilo, tolueno y la mez-
cla de xilenos, respectivamente. Esta re-
ducción en los niveles de VOCs en el aire
ambiental es fundamentalmente debida
cuentra (ver trabajador 15) o está a mu-
cha menor concentración que en el aire
ambiental (trabajadores 13 y 16). Estos
trabajadores se pueden dividir en dos gru-
pos: los trabajadores 13 y 16, que realizan
parte de su trabajo en un almacén de pin-
turas sin extractor donde, sin emplear
ningún tipo de protección individual,
mezclan las diferentes pinturas que pos-
teriormente van a ser utilizadas en cabi-
nas e incluso pintan en ese almacén pe-
queñas piezas de coches; y los restantes
trabajadores, que realizan la mezcla de
pinturas en almacenes con campanas ex-
tractoras y mascarillas o bien mezclan las
pinturas en las propias cabinas de pintu-
ras; obviamente, los primeros trabajado-
res son los más contaminados. Los re-
sultados referentes al aire ambiental que
aparecen en la Tabla 3 corresponden a
los almacenes de mezclas de pinturas (tra-
bajadores 13 y 16) y a las cabinas de pin-
turas para los restantes trabajadores por
lo comentado anteriormente. Todos los
a la eficacia de los extractores empleados
en los almacenes de pinturas y cabinas,
ya que el tipo de pinturas es similar en to-
dos los casos.
En relación a los indicadores biológicos
de exposición a VOCs, como se decía an-
tes los trabajadores 13 y 16 realizan parte
de su trabajo en el almacén de pinturas
sin utilizar ningún tipo de protección, por
lo que su contaminación por VOCs fue
mucho más alta que la del resto de los ope-
rarios, como se puede ver también en la
Tabla 3. Los elevados niveles de concen-
tración de VOCs en el aire alveolar de los
trabajadores 13 y 16 podrían resolverse
mediante la utilización de mascarillas pa-
ra vapores orgánicos, además de equipar
el almacén de pinturas con extractores
adecuados o realizando la mezcla de pin-
turas en la propia cabina de pintura. Por
otro lado, la contaminación de VOCs de
los trabajadores 14, 15, 17 y 18 fue impor-
tante a pesar de realizar su trabajo con
medidas preventivas. Esto puede atribuirse
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200930
Trabajador 13 Trabajador 14 Trabajador 15 Trabajador 16 Trabajador 17 Trabajador 18 Media ± desviación estándarAire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire
ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar
2-Butanona 1402 253 358 41 272 33 1598 291 296 40 402 56 721 ± 608 119 ± 119
Acetato de etilo 4623 872 822 97 714 88 3398 569 620 65 546 63 1787 ± 1768 292 ± 346
Acetato de isopropilo 529 116 93 10 17 0 676 148 21 0 102 12 240 ± 287 48 ± 66
Isobutil metil cetona 7393 1398 2587 274 2340 251 7324 1501 1565 173 910 127 3687 ± 2905 621 ± 645
Acetato de isobutilo 312 64 58 7 7 0 431 88 10 0 72 9 148 ± 179 28 ± 38
Acetato de n-butilo 50371 7408 12236 1539 8536 1030 43986 6311 10431 1132 9027 983 22431 ± 19318 3067 ± 2964
Acetato de 1-metoxi-2-propilo 6217 1278 1369 171 513 72 5411 1092 731 90 1292 134 2589 ± 2532 473 ± 556
Acetato de 2-etoxietilo 6092 1423 1193 129 549 56 4976 1124 773 84 976 125 2427 ± 2442 490 ± 615
Metil ter-butil eter 1494 338 304 41 214 23 1616 380 257 28 353 42 706 ± 660 142 ± 169
Benceno 181 58 13 10 13 0 152 47 16 15 10 6 64 ± 80 23 ± 24
Tricloroetileno 19 7 0 0 0 0 8 2 0 0 0 0 5.3 ± 7.5 1.5 ± 2.8
Tolueno 48371 29840 8475 1026 6265 733 37208 20023 6692 790 8004 927 19169 ± 18651 8890 ± 12808
(m+p)-Xileno 14312 5695 3689 418 2600 321 12800 5179 3209 343 2978 284 6598 ± 5422 2040 ± 2637
o-Xileno 30460 12284 7962 841 4852 539 28096 11186 5999 604 7391 760 14127 ± 11810 4369 ± 5717
Etilbenceno 8024 1863 2381 245 628 77 9414 2074 663 78 1839 206 3825 ± 3876 727 ± 903
Propilbenceno 1301 277 409 51 166 18 1586 369 179 16 167 15 635 ± 640 124 ± 157
Estireno 909 164 140 17 13 1 719 131 10 0 259 24 342 ± 382 56 ± 72
1,3,5-Trimetilbenceno 7659 2892 944 116 74 11 6057 2340 86 12 671 82 2582 ± 3368 909 ± 1334
1,2,4-Trimetilbenceno 9210 3503 1176 123 412 48 8408 3096 457 61 593 65 3376 ± 4225 1149 ± 1671
Naftaleno 26 5 2 0 1 0 32 5 0 0 4 0 11 ± 14 1.7 ± 2.6
Tabla 3. Concentraciones encontradas (μg/m3) en el ambiente laboral y aire alveolar
de 6 pintores de coches después de 3 horas de trabajo
a una baja eficacia de las mascarillas de
protección individual usadas y de las cam-
panas extractoras, y/o a la absorción por
vía dérmica de estos compuestos cuando
no emplean guantes ni ropa especial. En
este contexto, un estudio publicado re-
cientemente [13] muestra que, aunque se
está reduciendo la contaminación por in-
halación de VOCs en estos trabajadores
debido al empleo de medidas de protec-
ción tales como mascarillas y campanas,
la absorción por vía dérmica aparece aho-
ra como la principal contribución a la con-
taminación de los trabajadores por VOCs.
Siguiendo el estudio de los trabajadores
anteriores (pintores y barnizadores), de
nuevo se observan dos grandes grupos de
compuestos: aquellos en los que la pro-
porción (pintores y barnizadores) aire al-
veolar/aire ambiental oscila entre 14-20%,
que son los menos absorbidos por los tra-
bajadores (2-butanona, acetato de etilo,
acetato de isopropilo, isobutil metil ceto-
na, acetato de isobutilo, acetato de n-bu-
tilo, acetato de 1-metoxi-2-propilo, ace-
tato de 2-etoxietilo, metil ter-butil éter,
etilbenceno, propilbenceno, estireno y
naftaleno); y aquellos (tricloroetileno, to-
lueno, mezcla de xilenos, 1,3,5-trimetil-
benceno y 1,2,4-trimetilbenceno) cuya re-
lación se incrementa al 31-36%, siendo de
nuevo los derivados del benceno los com-
puestos que se absorben en mayor pro-
porción. No obstante, esta relación ha ba-
jado notablemente respecto a los pinto-
res y barnizadores anteriores (40-60%) de-
bido a que no empleaban prácticamente
protección personal ni colectiva.
Exposición a VOCs en empleadosde gasolineras
Finalmente, se llevó a cabo un estudio
sobre la exposición a VOCs de 6 trabaja-
dores (ninguno fumador) de varias esta-
ciones de servicio. En estos ambientes la-
borales se debe tener especial cuidado
con compuestos como benceno, tolue-
no y la mezcla de xilenos; el primero de
ellos destaca por su poder mutágeno y
carcinogénico, mientras que los otros no
han sido clasificados como carcinogéni-
cos humanos. Con relación a la exposi-
ción ocupacional a estos compuestos, el
R.D. 374/2001 señala la necesidad de con-
trolar los niveles presentes, ya sea me-
diante monitorización de estos com-
puestos en el ambiente laboral o mediante
indicadores biológicos de exposición (ge-
neralmente sangre u orina). En este es-
tudio se ha seleccionado la monitoriza-
ción del ambiente laboral y del aire alve-
olar de los trabajadores ya que permite
emplear el mismo instrumento de medi-
da, lo que implica una ventaja ostensible
frente al resto de las metodologías pro-
puestas.
En la Tabla 4 se muestran las concen-
traciones de los VOCs encontradas en el
aire ambiental así como en el aire alve-
olar de los 6 trabajadores después de un
turno de trabajo de 8 h. Como era de es-
perar, la mezcla de xilenos, tolueno y me-
til-ter-butil eter, con valores medios de
3878, 2183 y 1818 μg/m3, respectivamente,
son los compuestos que aparecen a una
mayor concentración en el aire ambiental,
seguidos de etilbenceno y benceno, con
valores medios de 1293 y 1080 μg/m3,
respectivamente. Es razonable pensar
que las concentraciones en el aire alve-
olar de estos individuos sigan la misma
tendencia que en los trabajadores ante-
EVALUACIÓN DE RIESGOS. VOCs en ambientes laborales
31Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Latin
stoc
k
HIGIENE INDUSTRIAL
nes encontradas en el aire ambiental y
en el alveolar de los trabajadores, es de-
cir, entre el indicador ambiental y el bio-
lógico de exposición a VOCs. Debido a
que los pintores de coches (los más ex-
puestos) utilizaron por lo general duran-
te su trabajo ropa y mascarillas protec-
toras para vapores orgánicos y cabinas
de pinturas, y a que los empleados de las
estaciones de servicio (los menos ex-
puestos) realizan su trabajo sin ningún
tipo de protección pero en el aire exte-
rior, es decir, no guardan ninguna simi-
litud ni en medidas de prevención ni en
tiempo de exposición, todos se descarta-
ron de este ensayo. Por ello, el estudio se
centró en los pintores de edificios (no em-
plean ninguna protección y trabajan 4 h)
y en los barnizadores (pintan en habita-
ciones provistas de campanas extracto-
ras pero sin protección individual y tra-
bajan 4 h), que presentan una mayor ho-
mogeneidad en las condiciones de trabajo.
Es decir, los trabajadores seleccionados
son los enumerados del 1 al 12 en las ta-
blas. A modo de ejemplo, la Figura 1 mues-
tra la relación entre las concentraciones
de tolueno y acetato de etilo encontradas
en el aire alveolar de los 12 trabajadores
después de 4 h de exposición frente a los
niveles de estos compuestos encontra-
dos en las muestras de aire ambiental to-
madas simultáneamente en los lugares
de trabajo. Como se aprecia claramente
en la figura, los coeficientes de correla-
ción obtenidos están próximos a 1, lo que
riores (40-60% de absorción). No obs-
tante, el porcentaje de contaminantes
en el aire alveolar encontrado en estos
trabajadores con relación al aire am-
biental disminuye drásticamente. Así, la
proporción es del 20% para todos los
compuestos e incluso más baja para etil-
benceno y metil-ter-butil éter, que sólo
representa el 10%. Esto es realmente muy
importante porque estos trabajadores
no usan mascarillas de protección con-
tra vapores orgánicos. La explicación es-
triba en que la jornada laboral de estos
trabajadores se realiza en zonas bien
ventiladas y de manera intermitente (re-
abastecimiento), lo que evita una mayor
contaminación por éstos. De ahí que a
pesar de las altas concentraciones de to-
lueno y mezcla de xilenos en el aire am-
biental, las concentraciones relativas en
el aire alveolar son las más bajas de to-
dos los casos estudiados. Sin embargo,
cabe destacar que en la muestras de ai-
re alveolar de estos trabajadores es don-
de se han encontrado las mayores con-
centraciones de dos compuestos suma-
mente tóxicos como son el benceno y el
metil-ter-butil éter, debido a las eleva-
das concentraciones de estos compues-
tos en las gasolinas.
Posibles correlaciones entreindicadores de exposiciónambientales y biológicos
Se han estudiado las posibles correla-
ciones existentes entre las concentracio-
indica la excelente correlación entre am-
bos indicadores, ambiental y biológico.
Por otro lado, también se puede obser-
var que las pendientes de las rectas son
distintas, lo que indica que estos dos com-
puestos se absorben de forma diferente
por el cuerpo humano; de hecho, el por-
centaje medio de absorción para los 12
trabajadores es del 60% y el 17% para to-
lueno y acetato de etilo, respectivamen-
te. La Figura 2 representa los valores en-
contrados de acetato de n-butilo y la mez-
cla de xilenos en las muestras de aire
alveolar frente a las de aire ambiental en
los mismos trabajadores. De nuevo se
aprecia una buena correlación en los va-
lores obtenidos por ambos indicadores
de exposición, así como la diferencia exis-
tente entre las pendientes de las gráficas:
mientras que los compuestos derivados
del benceno, representados por la mez-
cla de xilenos, muestran un mayor por-
centaje de absorción (45%) por el cuerpo
humano, los ésteres, representados por
acetato de n-butilo en esta gráfica, son
los menos absorbidos (17%). Esta ten-
dencia se ha podido observar en las ta-
blas de datos presentadas a lo largo de to-
do el trabajo así como en las gráficas re-
alizadas con todos los compuestos
encontrados, algo que en las Figuras 1 y
2 se aprecia de una forma más clara y ro-
tunda para los cuatro disolventes repre-
sentados. La buena correlación existen-
te entre los indicadores de exposición am-
bientales y biológicos (R2 es mayor de
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200932
Trabajador 19 Trabajador 20 Trabajador 21 Trabajador 22 Trabajador 23 Trabajador 24 Media ± desviación estándarAire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire Aire
ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar ambiental alveolar
Metil ter-butil eter 1058 178 2292 403 576 98 1590 291 3022 704 2373 572 1818 ± 911 374 ± 233
Benceno 743 56 1441 124 339 40 1004 84 1690 179 1267 108 1081 ± 491 99 ± 50
Tolueno 1289 225 2690 512 702 131 1833 385 3582 782 3005 682 2183 ± 1095 453 ± 255
(m+p)-Xileno 1009 146 2167 389 558 92 1654 307 2870 691 2498 589 1793 ± 889 369 ± 238
o-Xileno 1340 231 2403 497 690 119 1956 388 3276 754 2845 649 2085 ± 960 440 ± 243
Etilbenceno 825 73 1748 213 453 54 1221 112 1908 223 1602 195 1293 ± 568 145 ± 75
Tabla 4. Concentraciones encontradas (μg/m3) en el ambiente laboral y aire alveolar
de 6 empleados de gasolineras después de 8 horas de trabajo
0.96 para todos los disolventes) es de gran
utilidad práctica, ya que permite llevar a
cabo el seguimiento de la exposición a
VOCs y un mejor conocimiento de la con-
taminación en los individuos expuestos.
Comparación entre los resultadosobtenidos por el métodopropuesto (TD-GC-MS) y el métodoMTA/MA-032/A98
Finalmente se ha llevado a cabo la com-
paración de los resultados obtenidos por
el método propuesto, basado en la de-
sorción térmica de los tubos rellenos con
Tenax TA y que está recomendado por
organismos internacionales (CEN, EPA,
OSHA), con los obtenidos por el método
MTA/MA-032/A98, que se basa en la elu-
ción con sulfuro de carbono. Ambos mé-
todos se han descrito en profundidad en
la sección de métodos. Los técnicos del
Centro de Prevención de Riesgos Labo-
rales recogieron muestras de aire am-
biental en la zona respiratoria de algunos
de los trabajadores que han participado
en el estudio (trabajadores 7, 8, 9, 10, 11,
12, 14 y 17). Los resultados obtenidos por
el método MTA/MA-032/A98 se mues-
tran en la Tabla 5 y a título comparativo
se incluyen los obtenidos por TD-GC-MS
(procedentes de las tablas 2 y 3). En este
estudio comparativo se incluyen todos
los barnizadores (trabajadores desde el
número 7 al 12) y sólo dos pintores de co-
che (trabajadores 14 y 17). Los resultados
del laboratorio del INSHT aplicando el
método MTA/MA-032/A98 sólo con-
templan 9 disolventes orgánicos, y algu-
nos como isobutil metil cetona sólo lo en-
cuentran en dos trabajadores (14 y 17); el
acetato de etilo tan sólo aparece en los
trabajadores 9 y 12; acetato de metilo y
acetato de isoamilo lo indican en el tra-
bajador 10 y trabajadores 9 y 12, respec-
tivamente, pero no se pueden comparar
EVALUACIÓN DE RIESGOS. VOCs en ambientes laborales
33Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
14.000
12.000
10.000
8.000
6.000
4.000
2.000
0
0 5.000 10.000 15.000 20.000 25.000 30.000
Concentración encontrada (ug/m3)en el aire ambiental
Con
cent
raci
ón e
ncon
trad
a (u
g/m
3 )en
el a
ire
alve
olar
AcAcetetatato de Etilo de Etiloo
TToluenoolueno RR22= 0.9796= 0.9796
RR22= 0.9998= 0.9998
Figura 1. Relación entre las concentraciones de acetato de etilo y
tolueno encontradas en el aire alveolar de los trabajadores
enumerados del 1 al 12 en las tablas, y las del aire ambiental
próximo a la zona de trabajo.
20.000
18.000
16.000
14.000
12.000
10.000
8.000
6.000
4.000
2.000
00 10.000 20.000 30.000 40.000 50.000 60.000
Concentración encontrada (ug/m3)en el aire ambiental
Con
cent
raci
ón e
ncon
trad
a (u
g/m
3 )en
el a
ire
alve
olar
AcAcetetatato de n-Butilo de n-Butiloo
XilXilenosenos
RR22= 0.9790= 0.9790
RR22= 0.9999= 0.9999
Figura 2. Relación entre las concentraciones de acetato de n-butilo y
mezclas de xilenos encontradas en el aire alveolar de los
trabajadores enumerados del 1 al 12 en las tablas, y las del aire
ambiental próximo a la zona de trabajo.
Aire ambiental (Ìg/m3)
Trabajador 7 Trabajador 8 Trabajador 9 Trabajador 10 Trabajador 11 Trabajador 12 Trabajador 14 Trabajador 17MTA/MA- TD-GC-MS MTA/MA- TD-GC-MS MTA/MA- TD-GC-MS MTA/MA- TD-GC-MS MTA/MA- TD-GC-MS MTA/MA- TD-GC-MS MTA/MA- TD-GC-MS MTA/MA- TD-GC-MS032/A98 032/A98 032/A98 032/A98 032/A98 032/A98 032/A98 032/A98
Isobutil metil cetona 2 118 301 15 20 561 2100 2587 1700 1565
Acetato de metilo 2600
Acetato de etilo 1972 1143 7500 8891 511 481 23000 24245 822 620
Acetato de isobutilo 117 8 3100 2711 5 5 4600 4265 58 10
Acetato de n-butilo 1193 1700 2112 35100 32300 1221 1996 55800 51112 14300 12236 8900 10431
Acetato de isoamilo 9300 14400
Tolueno 1300 1840 2100 2257 16500 15257 1800 1503 1100 1680 21300 23799 7500 8475 6692
Xilenos 2000 1365 7900 7250 28100 34160 2500 1871 3300 4089 45200 40514 14100 11651 9208
Etilbenceno 100 82 789 4540 200 151 300 363 5710 2500 2381 663
Tabla 5. Concentraciones encontradas (μg/m3) en el aire ambiental por el método MTA/MA-032/A98
y por el método TD-GC-MS propuesto
HIGIENE INDUSTRIAL
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200934
con nuestros resultados porque nosotros
no incluimos estos disolventes entre los
26 VOCs seleccionados; los derivados del
benceno (tolueno, xilenos y etilbenceno)
son los que aportan más información a
título comparativo salvo algunas lagunas
en etilbenceno para los trabajadores 8, 9,
12 y 17. Las discrepancias en los disol-
ventes detectados pueden deberse a que
no seleccionaron tantos disolventes co-
mo nosotros, o bien porque no se les re-
tiene en el carbón activo y no los detec-
tan. De cualquier modo, existen claras
discrepancias también en el muestreo,
ya que no contemplan la toma de mues-
tra alveolar sino la ambiental realizada
cerca de la zona respiratoria del trabaja-
dor (método dinámico). Si nos centramos
en aquellos resultados que se obtienen
por ambos métodos, se deduce que no
existen errores sistemáticos en ninguno
de los dos métodos, ya que las diferen-
cias en términos absolutos entre ambos
son a veces por exceso y otras por defec-
to. Para llevar a cabo la comparación en-
tre ambos métodos se ha empleado el mé-
todo de regresión lineal entre ambos gru-
pos de resultados con los datos disponibles
por ambos métodos. En la Figura 3 se
muestra la gráfica obtenida, junto con la
ecuación de la recta y el coeficiente de re-
gresión. Como se puede comprobar, la
correlación entre los datos obtenidos por
ambos métodos es muy buena, ya que la
ordenada es poco significativa y la pen-
diente está próxima al valor de 1. Por otro
lado, también se ha realizado un test de
la t por parejas para comparar los mis-
mos resultados: el valor de t experimen-
tal (0.51), es mucho menor que el valor
de la t crítica para 37 grados de libertad.
Los dos métodos de evaluación ponen de
manifiesto que no hay diferencias signi-
ficativas entre los resultados que pro-
porciona el método propuesto (TD-GC-
MS) y el método MTA/MA-032/A98, o lo
que es lo mismo, que ambos métodos
conducen a resultados que son similares.
ConclusionesEl control de la exposición a agentes
químicos a través del análisis del aire al-
veolar de los trabajadores expuestos pue-
de ser una herramienta esencial, como
complemento al control ambiental, pa-
ra evaluar y prevenir los efectos de dicha
exposición. En este trabajo se ha evalua-
do la exposición de 24 trabajadores de-
terminando las concentraciones de 26
VOCs (básicamente ésteres, benceno y
derivados, y cloroetilenos) en el aire al-
veolar y ambiental. Los resultados pre-
sentados muestran que en el aire alveo-
lar (distinto al exhalado) de los trabaja-
dores expuestos a VOCs se pueden
encontrar niveles altos de los compues-
tos existentes en el ambiente que son acor-
des a su exposición real. De esta forma,
la concentración de VOCs en el aire alve-
olar es mayor cuanto mayor es la exis-
tente en el aire ambiental, pero existen
dos cinéticas de absorción bien distintas,
una para los aromáticos derivados del
benceno (tolueno, xilenos y alkilbence-
no), con porcentajes de absorción media
del 50%, y otra para los ésteres, con por-
centajes medios de absorción inferiores
al 20%. Es decir, se absorben en mayor
proporción los más tóxicos, benceno y
sus derivados, que además son los que en
estudios de genotoxicidad se asocian a
aberraciones cromosómicas y daños en
el ADN [19]. Mención aparte merece el
benceno, ya que está asociado en nume-
rosos trabajadores a los hábitos del taba-
co; así, en pintores de edificios, barniza-
dores (salvo el trabajador 12) y pintores
de coches (exceptuando los trabajadores
13 y 16), los niveles de benceno en el aire
alveolar son superiores o similares a los
del ambiente en los fumadores. Los tra-
bajadores de gasolineras son los que pre-
sentan concentraciones más elevadas de
benceno en el aire alveolar de todos los
trabajadores estudiados, lo cual está re-
lacionado exclusivamente con los nive-
les ambientales, ya que no eran fumado-
res. De todos los trabajadores estudiados,
si nos centramos en los valores medios
encontrados en el aire alveolar, los más
60.000
50.000
40.000
30.000
20.000
10.000
00 10.000 20.000 30.000 40.000 50.000 60.000
Concentración encontrada (ug/m3)por el laboratorio del INSHT
Con
cent
raci
ones
obt
enid
as (u
g/m
3 )po
r el
mét
odo
TD-G
C-M
SRR22= 0.982= 0.982
y= 0.9442x + 389.97y= 0.9442x + 389.97
Figura 3. Comparación
entre las
concentraciones de
VOCs obtenidas en el
aire ambiental en el
recinto de trabajo (de
los trabajadores 7, 8,
9, 10, 11, 12 y 17)
mediante el método
propuesto por
nosotros y por el
método MTA/MA-
032/A98.
Se pone de manifiesto que el empleo de cabinas extractoras,
así como de ropa y mascarillas de protección, es
imprescindible para disminuir/evitar la contaminación por
VOCs en los trabajadores
EVALUACIÓN DE RIESGOS. VOCs en ambientes laborales
HIGIENE INDUSTRIAL
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200936
EVALUACIÓN DE RIESGOS. VOCs en ambientes laborales
PARA SABER MÁS
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[22] International Organization forStandardization, ISO 16017-1:2000 (E). Indoor, ambient andworkplace air. Sampling andanalysis of VOCs by sorbent tu-be/thermal desorption/capillarygas chromatography.
[23] US EPA Compendium Method TO-17. The determination of VOCs inambient air using active samplingonto sorbent tubes.
AGRADECIMIENTOSEste artículo ha sido subvencionado por los Pro-yectos CTQ2007-63962, concedido por el Ministe-rio de Educación y Ciencia, y SC/UNI/00013/2007,concedido por la Consejería de Empleo de la Juntade Andalucía. Los autores desean agradecer lacolaboración de todos los trabajadores que hancontribuido a este estudio.
expuestos son los pintores de coches, se-
guidos de los barnizadores. En cuanto a
los individuos expuestos, no se ha detec-
tado influencia de la edad, sexo, ni del
tiempo de exposición (años que cada in-
dividuo del grupo lleva realizando las mis-
mas tareas). Esto se debe a que se ha ana-
lizado el aire alveolar y generalmente los
tóxicos existentes se eliminan completa-
mente después de la jornada laboral, ya
que al inicio de la misma en los 24 traba-
jadores (8 de la mañana) no se detecta-
ron prácticamente ninguno de los 26 VOCs
analizados (excepto benceno en fuma-
dores). Otra cosa bien distinta es el daño
que estos disolventes provocan en el or-
ganismo, en donde los estudios de geno-
toxicidad evidencian que la exposición,
incluso a bajos niveles pero continuada
(sí afectan los años de trabajo en el mis-
mo puesto) de muchos de estos disol-
ventes (sobre todo benceno y derivados),
está asociada al riesgo de cáncer.
Por otra parte, se pone de manifiesto
que el empleo de cabinas extractoras, así
como de ropa y mascarillas de protec-
ción, es imprescindible para dismi-
nuir/evitar la contaminación por VOCs
en estos trabajadores, y que el personal
que lleva a cabo la actividad preventiva
en la empresa, mediante cualquiera de
las modalidades previstas en la legisla-
ción, debería controlar esta problemáti-
ca y contrastar la eficacia de estas insta-
laciones y equipos. Así, aunque los pin-
tores de vehículos son en teoría los que
tienen un mejor control de los agentes
químicos en el aire mediante el uso ge-
neralizado de cabinas de pinturas, se ob-
serva que durante las mezclas de las pin-
turas, si no usan equipos de protección,
la piel es la vía de entrada de los VOCs.
Por otra parte, deberían utilizar ropa y
guantes de protección adecuados para
eliminar la absorción dérmica. Final-
mente, en contra de lo que se cree, los
empleados de gasolineras no son una po-
blación de riesgo, y lo son cada vez me-
nos, habida cuenta de la proliferación de
gasolineras de autoservicio, con una mí-
nima manipulación de la gasolina por el
trabajador. En resumen, es necesario me-
jorar las actividades preventivas en este
tipo de tareas y formar a los trabajadores
en unas buenas prácticas laborales. ◆
MEDIO AMBIENTE
En las últimas décadas se han de-
sarrollado un gran número de
indicadores y aproximaciones
metodológicas para evaluar la
sostenibilidad de una región o de una de-
terminada actividad social. Algunos de es-
tos métodos de evaluación están relacio-
nados con la Tierra y los recursos con los
que una sociedad determinada vive y de-
sarrolla una actividad, como es el caso del
indicador huella ecológica.
La huella ecológicaEn la década de los 90, William Rees y
sus alumnos (Bicknell et al., 1998) de la
Universidad canadiense de la Columbia
Británica introdujeron el concepto de hue-
lla ecológica (en adelante HE) como un
nuevo indicador o aproximación al grado
de sostenibilidad de una población. La idea
fundamental de estos trabajos es que ca-
da individuo, cada proceso, cada activi-
dad y cada población tiene un impacto en
la Tierra debido a los recursos que consu-
me, a la generación de residuos que pro-
duce, así como al uso de los servicios pro-
porcionados por la naturaleza. Estos im-
pactos pueden convertirse o transformarse
en área biológicamente productiva.
El método de cálculo de la huella pro-
puesto por Wackernagel y Rees (1996) par-
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200938
Huella ecológica delcampus de Vegazana
UNA APROXIMACIÓN A SU VALOR. IMPLICACIONES EN LASOSTENIBILIDAD DE LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
En el año 1996, los científicos canadiensesMathis Wackernagel y William Rees publicaronel libro Our ecological footprint: reducinghuman impact on the earth, en el que se definióun nuevo indicador de sostenibilidad quedenominaron con el nombre de huellaecológica. En este trabajo se recoge el estudiorealizado para la aplicación del indicador de lahuella ecológica en el ámbito del campus deVegazana de la Universidad de León. El objetivofinal del presente estudio es la determinaciónde este indicador y las posibles medidas atomar para su reducción futura.
(Universidad de León)
Por PAULA ARROYO HERNÁNDEZ, JOSÉ MANUEL ÁLVAREZ, JORGE FALAGÁN FERNÁNDEZ, CARLOS MARTÍNEZ SANZ, GEMMA ANSOLA GONZÁLEZ Y ESTANISLAO DE LUIS CALABUIG. Instituto de Medio Ambiente.Universidad de León. Área de Ecología. Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales. Campus de Vegazana.Contacto: paula.arroyo@unileon.es
HUELLA ECOLÓGICA. Universidad de León
39Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
‘El pensador’, de Víctorde los Ríos, en el campus
de Vegazana de laUniversidad de León.
Jorg
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lagá
n Fe
nánd
ez
MEDIO AMBIENTE
El campus de Vegazana de laUniversidad de León
La mayoría de los estudios de la Uni-
versidad de León se concentran en el de-
nominado campus de Vegazana, situa-
do en la parte norte de la ciudad. En la
actualidad ofrece un total de 53 titula-
ciones impartidas en 17 centros por 26
departamentos. En el curso 2006/2007
el número total de estudiantes fue cer-
cano a 14.000.
Determinación del cálculo de lahuella ecológica
En este trabajo se han tomado los va-
lores de un total de 11 variables a partir
de las categorías clásicas de recursos es-
tablecidas por Rees y Wackernagel (Ta-
bla 1). Únicamente se ha dejado al mar-
gen la referente a alimentación, ya que
la aplicación de este aspecto no ha po-
dido contabilizarse por falta de datos y
motivos metodológicos (Tabla 1).
Consumo de energía En todos los edificios del campus de Ve-
gazana se utiliza como combustible el gas
natural; la única excepción es la Facultad
te de la asunción de que cada unidad de
materia o de energía consumida requie-
re una cierta cantidad de territorio para
abastecer de recursos destinados al con-
sumo o tratar los residuos que se generan.
Es por ello que para el cálculo de este in-
dicador se estima el área de territorio ne-
cesaria para la producción de cada ele-
mento de consumo por persona. Esta área
se obtiene dividiendo el consumo anual
medio de cada uno de estos elementos
(Kg /habitante) por la productividad anual
media (Kg /ha) (Mayor et al., 2003).
Objetivo: aplicación del cálculo de lahuella ecológica al campus deVegazana de la Universidad de León
Este trabajo presenta el cálculo del va-
lor de la HE para el año 2006 en el campus
de Vegazana de la Universidad de León.
Debido a las particularidades del ámbito
territorial de estudio, la metodología se ha
tenido que matizar en algunos aspectos,
para adaptarla así a lo que algunos auto-
res han denominado «HE de una econo-
mía cerrada», es decir, aquella donde no
existen intercambios comerciales con otras
economías de modo que el consumo no
supera a la producción interior, pues no
se pueden consumir más productos que
aquellos que provengan del área biológi-
camente productiva disponible. Por tan-
to, la HE no ofrecería información respecto
a la existencia de déficit o reservas ecoló-
gicas, perdiendo buena parte de su utili-
dad, en el sentido de que no existirían dé-
ficit ecológicos (Penela y Villasante, 2007).
Dentro de las dos metodologías más
estandarizadas para el cálculo de la HE,
The compound method y The component
method [ver Simmons et al., (2000) y
Chambers et al., (2000), para más infor-
mación sobre los mismos], este estudio
se enmarcaría en la segunda de ellas.
La realización de trabajos de cálculo
de la HE en otras universidades permi-
tirá una comparación relativa entre los
valores obtenidos.
de Ciencias de la Actividad Física y del De-
porte, que consume gasóleo para la cale-
facción. Junto a la energía consumida co-
mo combustible se contabiliza también
la energía eléctrica consumida por todos
los edificios del campus.
❙ Energía eléctrica
La energía eléctrica que se consume
en España presenta un origen de pro-
ducción diverso (Tabla 2).
Para cada tipo se ha utilizado un méto-
do de cálculo en función de su impacto
en el medio. En el caso de los combusti-
bles que emiten CO2 en su producción o
su consumo, se calculan los kilogramos
de CO2 que se emiten por cada Gj de com-
bustible consumido. En el caso de la ener-
gía eléctrica de origen nuclear, se ha asi-
milado su emisión a los combustibles fó-
siles líquidos, tal y como se plantea en
otros trabajos (Relea y Prats, 1998).
Los factores de emisión de CO2 utili-
zados son los presentados en el Plan de
Energías Renovables de España 2005-
2010 del Ministerio de Industria, Turis-
mo y Comercio (Tabla 3).
❙ Energía de uso térmico
En el cálculo de emisiones de CO2 se
ha empleado, al igual que en el caso de
la energía eléctrica, el factor de conver-
sión estipulado en el Plan de Energías
Renovables de España 2005-2010 del Mi-
nisterio de Industria, Turismo y Comer-
cio (Tabla 4).
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200940
Tabla 1. Categorías de recursosconsideradas en la HE del campusde Vegazana.
Energía
Electricidad
Gas natural
Gasoil
Movilidad
Coche
Autobús
Motocicleta
Bienes y servicios
Residuos no reciclados
Agua potable y depuración de agua
Materiales para la construcción de edificios
Superficie construida
Espacio ocupado por edificios
Espacio ocupado por aceras, jardines, etc.
Tipo de central GWh Total %
Carbón 66,006 27,78
Ciclo combinado 63,506 26,73
Nuclear 60,126 25,31
Hidroeléctrica 25,330 10,66
Eólica 22,631 9,52
Tabla 2. Origen de la energía eléctricaconsumida. Informe del año 2006 deRed Eléctrica Española.
Bienes y servicios
❙ Residuos no reciclados
La generación de residuos sólidos ur-
banos en su fracción no reciclable en la
provincia de León es conducida al Cen-
tro Provincial de Tratamiento de Resi-
duos situado en la localidad de San Ro-
mán de la Vega.
A pesar de que entre los objetivos ini-
ciales de este estudio se contemplaba la
inclusión de esta variable en el cálculo
de la HE, la falta de datos concretos ha
imposibilitado su cálculo.
❙ Agua
El agua potable del cual se abastece la
ciudad de León y el campus de Vegaza-
na proviene de la cuenca del río Porma.
En este trabajo se presentan los cálcu-
los relativos al consumo energético aso-
ciado al transporte, potabilización y de-
puración posterior del agua consumida.
Agua potable. El agua consumida en
el campus de Vegazana se potabiliza en
una estación localizada a pocos kilóme-
tros, situada en el municipio de Valde-
fresno. La planta carece de bombas de
abastecimiento, ya que el agua se capta
del río Porma por gravedad, a través de
un canal presurizado. El consumo ener-
gético final es de 0,016 Kwh/m3.
Se ha incorporado al cálculo el con-
sumo de agua empleada para el riego de
las zonas verdes que se encuentran en
el campus. La superficie ajardinada ocu-
pa una extensión de 100.098,89 m2 y es
regada con agua potabilizada. Como ex-
cepción, las instalaciones deportivas se
abastecen de un sondeo, no se potabili-
za el agua y la extensión regada es de
8.626,98 m2.
El consumo de agua para riego en el
campus es de 6 litros/m2/día. Durante
la estación invernal, las zonas verdes no
requieren de riego (Tabla 5).
Agua depurada. El agua residual del cam-
pus es conducida hasta la estación depu-
radora de aguas residuales de la ciudad de
León. El proceso de depuración con una
línea de agua (fangos activados) y una lí-
nea de fangos conlleva un consumo eléc-
trico de 0.03 kwh/m3 (Tablas 6 y 7).
❙ Papel
Debido a la actividad eminentemen-
te académica que se desarrolla en el con-
junto del campus de Vegazana, se ha
considerado necesario incluir en el cál-
culo de la HE el consumo de papel que
se realiza por parte de la comunidad uni-
versitaria.
Este consumo se ha estimado a partir
de los datos aportados por López et al.
(2008), que han realizado el cálculo de
consumo de papel en dos facultades de
la Universidad de Santiago así como me-
diante la realización de encuestas en el
campus.
El factor de emisión asociado a este
consumo de papel se ha calculado a par-
tir de los datos de López et al. (2008), que
a su vez se han elaborado a partir de da-
HUELLA ECOLÓGICA. Universidad de León
41Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Consumo % Kwh Gwh Factor de emisión t CO2
eléctrico CO2 (t CO2/Gwh)
Carbón 27,78 1.789.996,81 1,79 961,0 1.720,19
Ciclo combinado 26,73 1.722.340,34 1,72 372,0 640,71
Nuclear 25,31 1.630.843,03 1,63 262,8 428,59
Hidroeléctrica 10,66 686.874,23 0,69 0 0
Eólica 9.52 613.418,63 0,61 0 0
TOTAL (t) 2.789,48
TOTAL (kg) 2.789.483,09
Tabla 3. Emisión de CO2 debida al consumo eléctrico considerando el «mix eléctrico».
Consumo combustibles Kwh Factor de emisión Kg CO2
fósiles CO2 (kgCO2/Kwh)
Gas Natural 8.950.225,00 0,201 1.798.995,23
Gasóleo* 24.320,92 0,264 6.420,72
TOTAL (kg) 1.805.415,95
Tabla 4. Emisión de CO2 debida al consumo de energía de uso térmico.
Consumo agua Superficie de riego Días de riego Total (l) Total (m3)(l/m2/día) (m2)
6,00 100.098,89 210,00 126.124.601,40 126.124,60
Tabla 5. Consumo de agua para el riego de las zonas verdes del campus.
La mayoría de los estudios
de la Universidad de León
se concentran en el
denominado campus de
Vegazana, situado en la
parte norte de la ciudad
de León. En la actualidad
ofrece un total de 53
titulaciones impartidas en
17 centros por 26
departamentos. Durante
el curso 2006/2007 el
número total de
estudiantes fue cercano
a 14.000
MEDIO AMBIENTE
tos obtenidos del Departamento de Me-
dio Ambiente del Gobierno de Aragón,
de la Universidad Politécnica de Valen-
cia, de la Escuela Politécnica de Manre-
sa y de la organización Greenpeace.
Es preciso señalar que la industria pa-
pelera es el quinto sector industrial en
consumo de energía, con un 4% del uso
mundial de energía.
En este trabajo se han considerado las
emisiones de CO2 asociadas al gasto ener-
gético en la fabricación del papel (tabla
8) a partir de López et al. (2008) (Tablas
8 y 9).
MovilidadEl transporte de todos los individuos
de la comunidad universitaria hasta el
campus de Vegazana se ha estudiado
mediante encuestas. Se ha realizado un
muestreo estratificado entre los distin-
tos componentes, considerando como
variables la Facultad o Escuela de cada
persona encuestada, así como su situa-
ción de estudiante, personal docente in-
vestigador (PDI), personal de servicios
(PAS) y otros (como los pertenecientes
a los servicios de limpieza).
La encuesta ofrece información sobre
diversas variables o factores que influi-
rán en el cálculo de la HE. Se han reco-
gido datos sobre el tipo de transporte
utilizado para ir a la Universidad, la dis-
tancia recorrida, el número de ocupan-
tes del vehículo o el número de despla-
zamientos diarios hasta el campus, co-
mo cuestiones más importantes.
Los resultados de la encuesta reflejan
que casi la mitad de la comunidad uni-
versitaria realiza el desplazamiento en-
tre su punto de origen y el campus ca-
minando (49,87%). El coche (27,92%) y
el autobús (15,08%) son los dos siguien-
tes medios más empleados (Gráfico 1).
En función de la Facultad o Escuela de
destino se establecen diferencias en cuan-
to al medio empleado (Tabla 12). De tal
manera que los que más utilizan la bici-
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200942
Facultad, Escuela o Edificio Consumo Consumo Consumo (m3) energético energético
potabilización depuración(0.016 kwh/m3) (0.03 kwh/m3)
Fac. de Ciencias Económicas y Empresariales 1.846,00 29,54 55,38
Fac. de Educación 1.828,00 29,25 54,84
Fac. de Ciencias del Trabajo 797,00 12,75 23,91
Esc. de Ingenierías Industrial e Informática 2.138,00 34,21 64,14
Fac. de Filosofía y Letras 5.914,00 94,62 177,42
Fac. de Derecho 970,00 15,52 29,10
Edificio de Servicios 1.592,00 25,47 47,76
Cafetería I 2.097,00 33,55 62,91
Fac. de Ciencias Biológicas y Ambientales 8.343,00 133,49 250,29
Fac. de Veterinaria 25.046,00 400,74 751,38
Clínica Veterinaria 5.193,00 83,09 155,79
Biblioteca Univ. «San Isidoro» 2.435,00 38,96 73,05
Aulario 424,00 6,78 12,72
INDEGA 2.126,00 34,02 63,78
Pabellón 1.604,00 25,66 48,12
Fac. de CC. Actividad Física y del Deporte 7.688,00 123,01 230,64
Agua para riego 126.124,60 2.017,99
TOTAL 70.041,00 3.138,65 2.101,23
Tabla 6. Consumo energético necesario en el año 2006 para la depuración ypotabilización del agua consumida en el campus.
Consumo % Kwh Gwh Factor de emisión CO2 t CO2
eléctrico (t CO2/Gwh)
Carbón 27,78 1.468,14 0,0014681 961 1,41
Ciclo combinado 26,73 1.403,03 0,0014030 372 0,52
Nuclear 25,31 1.337,60 0,0013376 262,8 0,35
Hidroeléctrica 10,66 563,37 0,0005634 0 0,00
Eólica 9,52 503,12 0,0005031 0 0,00
TOTAL (t) 2,28
TOTAL (kg) 2.284,33
Tabla 7. Emisión de CO2 debida al consumo energético necesario para lapotabilización y depuración del agua consumida en el campus.
Número de hojas Toneladas de papel
Papel virgen Papel reciclado Papel virgen Papel reciclado
Hojas para apuntes 8.242.290 3.532.410 41.134 17.629
Hojas para trabajos 2.747.430 1.177.470 13.711 5.876
Fotocopias 10.030.000 50.056
Folios Total 104.901 23.505
Tabla 8. Número estimado de folios de papel utilizado en el campus en el año 2006.
Toneladas de papel Factor de emisión Emisiones de CO2 (kg)(t CO2/t papel)
Papel Papel Papel Papel Papel Papelvirgen reciclado virgen reciclado virgen reciclado
Folios total 104.901 23.505 1,84 0,61 193.017,84 14.338,05
Tabla 9. Emisiones de CO2 debidas al consumo energético de la fabricación de papel.
cleta son aquellos cuyo destino es la Fa-
cultad de Ciencias de la Actividad Físi-
ca y del Deporte; los que más emplean
la moto son los que van a la Escuela de
Ingenierías Industrial e Informática; el
coche, los de Ciencias Económicas y Em-
presariales; el autobús, aquellos que van
a la Facultad de Educación; y por últi-
mo, caminando, principalmente los que
se dirigen a la Facultad de Ciencias Bio-
lógicas y Ambientales (Tabla 10).
El medio de transporte empleado no só-
lo se diferencia en función del lugar de des-
tino, sino que también se hace un uso di-
ferente de acuerdo a los diferentes colec-
tivos estudiados (Gráfico 2), (Tabla 11).
HUELLA ECOLÓGICA. Universidad de León
43Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Gráfico 1. Medio principal de transporte
utilizado para ir al campus de Vegazana.
Gráfico 2. Medio principal de transporte
utilizado para ir al campus de Vegazana en
función del colectivo al que pertenece cada
integrante de la comunidad universitaria.
Tabla 10. Porcentaje de utilización de cada medio de transporte en función de laFacultad o Escuela de destino. Se ha sombreado con gris para cada medio detransporte el destino más frecuente.
Se define la huella ecológica
como «el área de territorio
biológicamente productivo
(cultivos, pastos, bosques o
ecosistemas acuáticos)
necesaria para producir los
recursos utilizados y para
asimilar los residuos
producidos por una población
determinada con un nivel de
vida específico de forma
definida sea donde sea que se
encuentre esta área». (Rees &
Wackernagel, 1996)
Edificio A pie % Bicicleta % Moto % Coche % Autobús % Otro %
Aulario 0 0 0 0,32 0 0
Biblioteca 0,18 0 0 0,32 0 0
Ciencias Biológicas y Ambientales 24,51 20,90 22,22 12,78 11,83 25,00
Ciencias de la Actividad Física y del Deporte 5,01 31,34 0 4,15 7,10 0
Ciencias del Trabajo 3,04 7,46 0 4,47 5,33 0
Ciencias Económicas y Empresariales 13,06 0 11,11 19,17 13,61 50
Derecho 6,44 2,99 11,11 7,03 7,69 0
Edificio de Deportes 0 0 0 0,32 0 0
Edificio de Servicios 0,18 0 0 1,28 0 0
Educación 12,34 7,46 11,11 15,65 18,34 0
Filosofía y Letras 5,19 1,49 0 6,39 10,65 0
Ingenierías industrial e Informática 12,16 11,94 33,33 13,74 11,24 0
Veterinaria 12,16 10,45 0 7,67 7,69 0
Otros 5,72 5,97 11,11 6,71 6,51 25,00
TOTAL 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00
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MEDIO AMBIENTE
Las encuestas reflejan que el 56,45%
de la personas que usan el coche como
medio principal de transporte realizan
el recorrido dos veces al día, es decir, van
al campus por la mañana, vuelven a su
domicilio y de nuevo retornan al cam-
pus en la jornada de tarde.
El parque móvil del campus se en-
cuentra muy repartido en cuanto al tipo
de combustible, ya que el 51% de los co-
ches utiliza gasóleo como combustible
y el 49% emplea gasolina.
A partir de los valores medios de des-
plazamiento, y teniendo en cuenta el ni-
vel de ocupación del vehículo y el tipo
de combustible empleado (todos estos
datos obtenidos mediante encuesta), se
ha calculado el valor total de emisión de
❙ Coches
En el Informe MIES, Cuchí et al. (1999)
indican que la emisión de CO2 del vehí-
culo es independiente del número de pa-
sajeros del mismo, ya que las emisiones
serían similares si fuera una única per-
sona, dos, tres, cuatro o cinco, y lo úni-
co que varía es que el impacto se repar-
te entre más gente.
Otros autores, como López et al. (2008),
proponen un consumo específico de
energía primaria de los coches en fun-
ción del número de pasajeros, así como
de la potencia del vehículo y si su com-
bustible es gasóleo o gasolina. En este
trabajo se ha considerado más acertada
la opción escogida por López et al. (2008),
de forma que los cálculos relativos a la
movilidad se han apoyado en lo realiza-
do por estos autores para dos facultades
de la Universidad de Santiago de Com-
postela (Gráfico 3).
CO2 del conjunto del campus. En la ta-
bla 14 se muestran los resultados obte-
nidos. El cálculo se ha simplificado rea-
lizando una media en la emisión de CO2
entre vehículos de gasolina y diésel (Ta-
bla 12).
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200944
A pie Bicicleta Moto
1,86 km 2,20 km 3,83 km
Coche Autobús Otro
4,36 km 5,41 km 3,67 km
Tabla 11. Distancia media (km) enfunción del medio de transporteprincipal utilizado para ir al campus.
La realización de trabajos de
cálculo de la HE en otras
universidades ha permitido
la comparación relativa
entre los valores obtenidos. El
valor de la HE del campus de
Vegazana (0,45 gha/cap) es el
segundo más bajo de los
calculados. Únicamente la
Universidad de Newcastle, en
Australia, presenta un valor
sensiblemente inferior
Gráfico 3. Ocupación media de los vehículos
que llegan al campus. Este cálculo se
realiza únicamente para el caso de que el
coche sea el principal medio de transporte
empleado.
Consumo Consumo Kilómetros Factor de Kg CO2
de energía de energía recorridos emisiónprimaria primaria por días lectivos kg CO2/km)***
por persona* vehículo* año 2006**(MJ/km) (MJ/km)
Ocupación baja 2,87 2,87 2.746.521,456 0,199 546.557,77
Ocupación media 1,43 4,29 2.532.903,121 0,298 754.805,13
Ocupación alta 0,95 4,75 376.578,023 0,329 123.894,17
TOTAL 1.425.257,07
* Dato extraído de Noy Serrano (1996). ** Se han considerado 150 días lectivos al año. *** Dato elaborado apartir de Revised 1996 IPCC Guidelines for National Greenhouse Gas Inventories: Reference Manual.
International Panel for Climate Change (IPCC).
Tabla 12. Emisión de CO2 asociada al transporte, en automóvil y por ocupación delvehículo.
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❙ Motocicletas
Al igual que en el caso de los automó-
viles, la distancia media de transporte
de la comunidad universitaria desde su
punto de origen al campus se ha obte-
nido a partir de encuestas. Los kilóme-
tros totales recorridos se han calculado
a partir de los datos recogidos en la en-
cuesta. Se ha considerado asimismo el
número de viajes realizados durante el
año por persona. Del mismo modo que
para los coches, se ha aplicado un fac-
tor de emisiones de CO2 por kilómetro
recorrido, con el fin de obtener un total
de emisiones (Tabla 13).
❙ Autobuses
El estudio de las emisiones de CO2 de-
bidas a la movilidad en autobús se ha
elaborado de la misma manera que en
el caso de los coches y motocicletas. La
distancia recorrida por el autobús se ha
estimado mediante encuestas, aunque
el método podría aplicarse también se-
gún la distancia recorrida por las líneas
de autobús que desde los distintos pun-
tos de la ciudad realizan su recorrido has-
ta el campus de Vegazana.
El gasto en energía primaria se ha es-
timado para una ocupación del 75% de
acuerdo con lo establecido por López et
al. (2008). No se ha diferenciado en los
cálculos entre los autobuses urbanos y
periurbanos (Tabla 14).
Suelo ocupadoEl estudio relacionado con el uso del
territorio y la construcción de todos los
elementos físicos que constituyen en
campus de Vegazana se ha abordado
desde dos puntos de vista: el análisis
de la ocupación del suelo y el impacto
asociado a la construcción del propio
campus.
❙ Suelo directamente ocupado por el
campus
El método seguido para la determi-
nación de la superficie ocupada ha con-
sistido en la digitalización en pantalla
sobre ortofotografía digital georrefe-
renciada de alta resolución espacial,
mediante apoyo en ficheros .dwg, pro-
pios de AutoCAD, de todos los edificios
e infraestructuras del campus, utili-
zando el software Arc GIS 9.2 (ESRI,
2006). Desde el nacimiento de la Uni-
versidad de León como entidad autó-
noma en el año 1979, y hasta el año 2006,
el campus de Vegazana ha tomado la
estructura que se muestra en la figura
1. A partir de esta digitalización se ha
obtenido la superficie ocupada por fa-
cultades, edificios de usos múltiples,
vías de comunicación rodadas y pea-
tonales, parkings, parcelas urbaniza-
bles para próximas construcciones y
zonas verdes (Tabla 17), (Figura 1), (Ta-
bla 15).
HUELLA ECOLÓGICA. Universidad de León
45Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Kilómetros Factor de emisión Kg CO2
recorridos días (kg CO2/km)*lectivos año 2006
Motocicleta 897,27 0,06 53,84
TOTAL 53,84
* Extraído de López et al. (2008).
Tabla 13. Factor de emisión y emisión final de CO2 asociados al transporte enmotocicleta.
Consumo de Kilómetros Factor de emisión Kg CO2
energía primaria* recorridos días (kg CO2/km)*(Mj/Km) lectivos año 2006
0,39 28.283,485 0,028 791,94
TOTAL 791,94
Tabla 14. Emisiones de CO2 debidas al transporte en autobús.
Descripción-Entidad Área (m2)
Escuela de Ingenierías Industrial e Informática 9.987,02
Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales 5.157,00
Facultad de Ciencias del Trabajo 2.462,13
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales 7.753,04
Facultad de Derecho 4.064,92
Facultad de Educación 2.462,13
Facultad de Filosofía y Letras 4.703,60
Facultad de Veterinaria 9.146,00
Instituto de CC. Actividad Física y Deporte 5.192,65
Instalaciones deportivas 12.802,24
Edificios de deportes 4.797,40
Aulario 703,45
Edificio de Servicios 1.125,23
Biblioteca Universitaria «San Isidoro» 1.497,71
Institutos de Investigación 2.323,59
Clínica Veterinaria 4.585,00
Animalario 687,76
Cafetería I 959,47
Cafetería II 621,15
Cafetería III 744,27
Caja España 252,04
Residencia Universitaria «Emilio Hurtado» 3.431,70
Centro TIC de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI) 1.905,88
Edificios de suministro eléctrico 299,87
Vial rodado 38.803,05
Vial peatonal 32.691,19
Zona verde 108.725,86
Parking 25.374,07
Parcelas urbanizables 129.500,64
TOTAL SUPERFICIE OCUPADA 422.760,06
Tabla 15. Superficie ocupada poredificios, vías de comunicación,parcelas urbanizables y zonasverdes en el campus de Vegazana.Año 2006.
MEDIO AMBIENTE
❙ Impacto de la construcción del
campus
El impacto ambiental asociado a la
construcción del campus se ha estudia-
do a partir de la cantidad y tipología de
materiales utilizados en la construcción
de los diferentes edificios del campus,
así como de viales rodados, peatonales
y zonas de aparcamientos. Estos valores
fueron determinados mediante consul-
tas a expertos técnicos de la Universidad
y ajenos a ella, y se muestran en las Ta-
blas 16 y 17.
Una vez cubicados mediante la mejor
estimación posible (superficie construi-
da total y altura media para cada uno de
De forma sintética, el campus de Ve-
gazana se extiende por una superficie
total de 422.760,06 m2 (42,28 ha). En la
misma se incluye no sólo el suelo ocu-
pado por las diferentes facultades y es-
cuelas, bibliotecas, cafeterías y edificios
de usos diversos (con un total de 87.665,25
m2), sino también la superficie ocupada
por vías de comunicación rodadas y pe-
atonales (71.494,24 m2), parkings (25.374,07
m2), parcelas urbanizables para próxi-
mas construcciones, que actualmente
albergan la nueva Facultad de Educa-
ción y el Centro de Alto Rendimiento
(129.500,64 m2), y zonas verdes (108.725,86
m2) (Gráfico 4).
los edificios, estimada en 3.5 m, 7 m y
12.5 m según los casos), se ha realizado
una aproximación de las emisiones de
CO2 totales siguiendo las pautas del In-
forme MIES (Cuchí et al., 1999). A partir
de los materiales empleados, y de su can-
tidad, se aplica una serie de factores de
conversión que aportan las toneladas de
CO2 emitidas por el uso de ciertas can-
tidades fijas de esos materiales.
A partir de esa información, y utili-
zando medidas relativas a la energía ne-
cesaria para fabricar diversos materia-
les usuales en la construcción de edifi-
cios, fue posible estimar la energía total
consumida en la creación del campus
de Vegazana, desde sus orígenes en 1979
hasta 2006. A través de los materiales in-
vertidos, se pueden finalmente calcular
las emisiones de CO2, sustituyendo la
cantidad utilizada de esos materiales por
la energía requerida para fabricarlos, y
ésta por las emisiones de CO2 asociadas
al uso de esa energía. Los cálculos reali-
zados se apoyan en los datos recogidos
en el Informe MIES (Cuchí et al. 1999).
Cabe señalar que los nuevos materiales
de construcción requieren cantidades
de energía mucho mayores para su fa-
bricación que otros más básicos.
Por tanto, la construcción del campus
de Vegazana, incluyendo edificios e ins-
talaciones viarias y zonas de aparca-
miento, ha supuesto la emisión de un
total de 31.919,29 toneladas de CO2 a la
atmósfera. La repercusión anual co-
rrespondiente a un periodo de 27 años
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200946
Figura 1. Vista en 3D del campus de Vegazana en el año 2006, digitalizado con Arc GIS 9.2 (ESRI, 2006).
Gráfico 4. Ocupación del suelo en el campus
de Vegazana en el año 2006.
es, pues, de 1.182,20 toneladas. Las fa-
cultades y resto de edificios del campus
son la estructura básica del mismo, así
como la imagen física de la Universidad
de León. La construcción de todos ellos
ha supuesto la emisión de 31.907,59 to-
neladas de CO2, implicando una reper-
cusión anual que asciende a 1.181,76 to-
neladas de CO2, nuevamente para el pe-
riodo comprendido entre 1979 y 2006.
Por su parte, la construcción de las su-
perficies asfaltadas para la circulación
de vehículos y las zonas peatonales in-
cluidas dentro del perímetro del cam-
pus han supuesto la emisión de 11,70 to-
neladas de CO2, con una repercusión
anual de 0,43 toneladas.
Huella ecológica del campus deVegazana
Una vez conocidos los consumos glo-
bales del campus de Vegazana en el año
2006, se presentan los cálculos relativos a
las hectáreas de superficie biológicamente
productiva necesarias para producir los
recursos utilizados en el campus.
Los consumos calculados han sido con-
vertidos a hectáreas globales dividien-
do la cantidad total consumida de cada
bien por su productividad biológica y
multiplicándola por un factor de equi-
valencia. En el caso particular de las emi-
siones de CO2, la cantidad total de emi-
siones se divide entre la capacidad de las
HUELLA ECOLÓGICA. Universidad de León
47Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
La mayor parte de las
emisiones proceden del gasto
energético, tanto para
electricidad (38%) como para
uso térmico (24%). La
movilidad o transporte
representa el tercer gran
bloque emisor de CO2 (19%)
Material Kg /10.000 m3 construidos Total toneladas campus
Áridos 2.000 2.623,00
Fábrica de ladrillo 3.000 3.934,49
Madera 200 262,30
Yeso 2.500 3.278,74
Tablero contrachapado 100 131,15
Cemento Portland 1.500 1.967,25
Asfalto 100 131,15
Tablero aglomerado 300 393,45
Vidrio 800 1.049,20
Pintura plástica 400 524,60
Acero 500 655,75
Poliuretano 160 209,84
Polietileno 100 131,15
PVC 300 393,45
Cobre 100 131,15
Pintura (esmalte) 150 196,72
Poliestireno expandido 200 262,30
Neopreno 100 131,15
Aluminio 400 524,60
Tabla 16. Kilogramos de materiales gastados en la construcción de todos los edificiosdel campus.
Material Kg /1.000 m2 construidos Total toneladas campus
Áridos 660 63.933,08
Fabrica de ladrillo 2.5 242,17
Cemento Portland 50 4.843,42
Asfalto 40 3,874,73
Acero 0,3 29,06
Polietileno 0,1 9,69
PVC 0,2 19,37
Tabla 17. Kg de materiales gastados en la construcción de todos los viales rodados,peatonales y parkings del campus.
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MEDIO AMBIENTE
ta constante. Un factor 3,2 significa que
esa categoría de tierra es 3,2 veces más
productiva que la tierra bioproductiva
media mundial (Tabla 18).
El resultado final muestra un valor de
huella ecológica por integrante de la co-
munidad universitaria del campus de
Vegazana de 0,45 gha/cap. La hoja de
cálculo elaborada por Domenech
(http://www.huellaecologica.com/) re-
sulta de gran utilidad para la realización
del cálculo final (Tabla 19).
El principal componente de la HE es
la superficie necesaria para absorber las
emisiones de CO2. Esta superficie abar-
ca 0,44 gha/cap, lo que supone el 99%
de la HE. Es necesario remarcar aquí que
en este cálculo no se ha calculado la su-
perficie asociada al consumo de pro-
ductos de origen agropecuario, superfi-
cie que en otros estudios de HE supone
también un importante factor de con-
tribución a la superficie total.
La biocapacidad disponible, según la
metodología de la HE, hace referencia al
consumo per cápita máximo que es po-
sible sostener con la superficie disponi-
ble en el planeta y sin alterar su produc-
tividad de forma permanente. De acuer-
do a los datos aportados por Rees y
Wackernagel (1996) y por el World Wild-
life Fund, WWF (2002), la superficie pro-
ductiva disponible en el mundo es de
aproximadamente 2 ha/persona (o de
1,75 ha/persona si se considera un 12%
masas forestales y de los océanos de fi-
jar CO2 y se multiplica por el factor de
equivalencia correspondiente. De esta
forma se obtendría la huella ecológica
de cada uno de los bienes consumidos.
Agregando las huellas ecológicas de
todos los bienes y dividiendo entre el nú-
mero de personas que integran la co-
munidad universitaria del campus de
Vegazana se ha obtenido la huella eco-
lógica per cápita total. Ésta vendrá a re-
presentar la superficie necesaria para sa-
tisfacer los consumos y absorber los re-
siduos de cada integrante del campus.
Los factores utilizados son los esta-
blecidos por la metodología clásica. De
acuerdo con Rees y Wackernagel, re-
presentan los factores de equivalencia
de la biomasa primaria. El ratio entre
ellos define su capacidad relativa para
producir biomasa. En adición, los fac-
tores son escalados por un índice que
mantiene la capacidad global per cápi-
de la superficie necesaria para preservar
la biodiversidad) según Rees y Wacker-
nagel, y de 1,9 ha/persona según WWF
(Tabla 20).
La comparación de la HE del campus
de Vegazana con la biocapacidad dis-
ponible a nivel mundial puede resultar
engañosa, y para su análisis es necesa-
rio considerar de nuevo las particulari-
dades del ámbito estudiado, así como
introducir el concepto de capacidad de
carga local o biocapacidad local, con
igual acepción que la de biocapacidad
disponible del planeta, pero referido a
la superficie real de cada tipo de terre-
no en el propio lugar en el que se calcu-
la la HE. La biocapacidad local del cam-
pus, como es sencillo comprender a par-
tir de los datos aportados en el trabajo
(ocupación de espacio improductivo en
un 74%, siendo el 24% restante casi en
su totalidad de área ajardinada no pro-
ductiva), es muy reducida.
Los resultados obtenidos no son com-
parables a otros estudios de HE realiza-
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200948
Factor de equivalencia
Energía fósil 1.138688
Tierra cultivable 2.821875
Pastos 0.541097
Bosques 1.138688
Terreno construido 2.821875
Mar 0.217192
Tabla 18. Factores de equivalenciautilizados en el estudio.
Superficies Hectáreas globales Hectáreas globales/per cápita (gha./cap)
Cultivos 0 0
Pastos 0,11 0,00001
Forestal productivo 6,72 0,00045
Mar 0 0
Superficie construida 51,64 0,00344
Absorción de CO2 6.587,57 0,43917
TOTAL 6.646,04 0,45
Tabla 19. Huella ecológica del campus de Vegazana.
Biocapacidad 1,75 gha/cap- disponible 1,9 gha/cap
Huella ecológica 0,45 gha/cap
Tabla 20. Biocapacidad del planeta y HEdel campus de Vegazana. Déficitecológico.
Puede estimarse, de forma
general, que el total de
superficie forestal de la
provincia de León es capaz
de compensar un total de
8.470.168,06 toneladas de
CO2 , lo que supone que el
46% de esa superficie boscosa
es necesaria como depósito y
sumidero del CO2 emitido
por el campus de Vegazana
dos en un ámbito nacional o regional,
debido a las particularidades de la co-
munidad estudiada. Sí son comparables,
no obstante, con los obtenidos por otras
universidades. En los últimos años han
sido varias las universidades que han ela-
borado estudios para conocer el valor de
su HE. En la tabla 21 se muestran los re-
sultados obtenidos en los diferentes es-
tudios, así como las categorías de re-
cursos consideradas.
El valor de la HE del campus de Vega-
zana (0,45 gha/cap) es el segundo más
bajo de los calculados. Únicamente la
Universidad de Newcastle, en Australia,
presenta un valor sensiblemente inferior.
Implicaciones en el cambioclimático. Emisión de CO2
El dióxido de carbono (CO2), el meta-
no (CH4), el óxido nitroso (N2O), los com-
puestos clorofluorocarbonados (CFC) y
el Ozono (O3) constituyen el principal
conjunto de los denominados gases de
efecto invernadero. Estos gases presen-
tan la particularidad de permitir la en-
trada de radiación solar de onda corta,
pero atrapan un gran porcentaje de la
radiación de onda larga saliente proce-
dente de la superficie terrestre. Una va-
riación en la concentración de estos ga-
HUELLA ECOLÓGICA. Universidad de León
49Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Universidad Localización Año de Categorías de Huellarealización recursos Ecológica del trabajo (gha/cap)
University of Toronto at Mississauga Ontario (Canadá) 2005 Alimentación, energía, transporte, residuos, agua y construcción 1,04
University of Newcastle Newcastle (Australia) 1999 Alimentación, energía, transporte y construcción 0,19
University of Holme, Lacy College Herefordshire (Inglaterra) 2001 Alimentación, energía, transporte, residuos y agua 0,56
Colorado College Colorado (EEUU) 2001 Alimentación, energía, transporte, residuos, agua y construcción 2,24
University of Redlands California (EEUU) 1998 Energía, transporte, residuos y agua 0,85
Universidad de Santiago, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Santiago de Compostela 579,5 Facultad de Formación de Profesorado (España) 2008 Energía, transporte, papel, agua y construcción ha/año
Universidad de León, Campus de Vegazana León (España) 2006 Energía, papel, transporte, agua y construcción 0,45
Tabla 21. Huella ecológica en diferentes universidades y su comparación con la huella ecológica del campus de Vegazana,Universidad de León. Modificado de López et al., 2008.
Origen Emisiones de CO2 (kg)
Consumo eléctrico 2.789.483,09
Consumo combustibles fósiles 1.805.415,95
Construcción campus 1.182.195,95
Consumo de agua 2.284,33
Consumo de papel 207.355,89
Movilidad (coches) 1.425.257,07
Movilidad (motocicletas) 53,84
Movilidad (autobuses) 791.94
TOTAL 7.412.838,06
Tabla 22. Total de emisiones de CO2 delcampus de Vegazana en el año 2006.
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MEDIO AMBIENTE
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200950
Análisis DAFO del campus de Vegazana
El análisis DAFO (Albert S Humphrey, 1970) surgió como un método
de análisis de la competitividad de empresas, así como de autoeva-
luación. Se trata de determinar las fortalezas, oportunidades, debilida-
des y amenazas con el objetivo de impulsar una estrategia efectiva en
función de la propia empresa y de las características del mercado. En el
caso del campus de Vegazana, salvando las diferencias respecto a una
empresa, se ha adaptado esta metodología formada por cuatro pasos:
1. Análisis externo (oportunidades y amenazas) frente a competidores.
Modelo de las cinco fuerzas de Porter, (Porter, 1979).
Oportunidad: situación favorable propiciada por el entorno.
Amenaza: situación desfavorable existente en el entorno.
2. Análisis interno
Debilidad: posición desfavorable de la universidad de carácter
interno.
Fortaleza: posición favorable de la universidad de carácter interno.
3. Confección de la matriz DAFO.
4. Determinación de la estrategia a emplear para reducir el impacto
de la huella ecológica del campus.
Situación de partidaDatos. La huella ecológica calculada para el campus de Vegazana en el año 2006 es de 0,45 (gha./cap), así como los impactos am-bientales derivados de su actividad.Actuaciones previstas. Reducción de la huella ecológica, desarrollo de estrategia de sostenibilidad del campus. Reducción de losimpactos ambientales: emisión de gases de efecto invernadero (CO2).Iniciativas de la ULE en ejecución. Creación de la Oficina Verde, desarrollo de estrategias de sostenibilidad.
Conclusiones y recomendaciones. El campus de Vegazana tiene una huella ecológica inferior a la media de universidades; aun así,los gastos derivados de los factores analizados amenazan su funcionamiento. Sería deseable su reducción para incrementar la soste-nibilidad de la Universidad.Potencial enfoque dentro de la huella ecológica. Reducción mediante la sensibilización ambiental del Impacto de la huella ecoló-gica que produce en la actualidad el campus.
UNIVERSIDAD POR LA POBLACIÓN (estudiantes, PAS, PDI)
Reducir consumos agua, electricidad, papel. Aumento alumbrado.Contenedores recogida selectiva de residuos.Aparcamientos para bicicletas.Carril bici.
Necesidades detectadas
UNIVERSIDAD POR LA POBLACIÓN (estudiantes, PAS, PDI)
Localización geográfica. Zonas verdes.Transporte público.
Valores actuales
FORTALEZAS DEBILIDADES
La huella ecológica del campus es inferior a la media de El consumo de papel es elevado.universidades (Ver tabla 21). El riego de las zonas verdes del campus supone, con un 64% deCercanía a la ciudad, reducción de distancia media de volumen total, el gasto más importante de agua en el campus.desplazamientos. El consumo eléctrico es elevado.
Utilización de vehículos particulares elevado.
OPORTUNIDADES AMENAZAS
El transporte público es eficiente. Reducción del número de matriculados.Posibilidad de instalación de paneles solares en tejados. Reducción del dinero público destinado a la Universidad.Reducción de zonas verdes por el Ayuntamiento.
Análisis DAFO
de CO2. La provincia de León, por su si-
tuación biogeográfica, ubicada en la zo-
na de ecotonía entre la región medite-
rránea y el mundo eurosiberiano, pre-
senta una alta diversidad de bosques.
Puede estimarse, de forma general,
que el total de superficie forestal de la
provincia de León es capaz de com-
pensar un total de 8.470.168,06 tonela-
das de CO2, lo que supone que el 46 %
de esa superficie boscosa es necesaria
como depósito y sumidero del CO2 emi-
tido por el campus de Vegazana. Esta
estimación se ha realizado considerando
únicamente que son las masas foresta-
les las depositarias o sumideros del CO2.
La realidad es que no sólo son las ma-
sas forestales las que realizan esta fun-
ción en la naturaleza, sino que también
se lleva a cabo en el suelo, el agua o los
cultivos. ◆
ses en la atmósfera conducirá a varia-
ciones en el clima de la Tierra.
En este trabajo se presentan los resul-
tados del estudio de las emisiones de uno
de estos gases de efecto invernadero, el
CO2, por efecto de la actividad del cam-
pus de Vegazana (Tabla 22).
La mayor parte de las emisiones pro-
ceden del gasto energético tanto para
electricidad (38%) como para uso tér-
mico (24%). La movilidad o transporte
representa el tercer gran bloque emisor
de CO2 (19%).
La provincia de León posee una am-
plia gama de sistemas forestales que son
capaces de fijar el CO2 atmosférico. De
acuerdo con el Inventario Forestal Na-
cional, se presenta en la siguiente tabla
la superficie boscosa en León.(Tabla 23).
No todos los tipos de bosque son ca-
paces de compensar la misma cantidad
HUELLA ECOLÓGICA. Universidad de León
51Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
SUPERFICIES (ha)
Año del inventario Monte Bosque Monte Total Monte Total Total Totalarbolado adehesado arbolado monte desarbolado de uso de uso provincial
no ralo y arbolado forestal no forestaladehesado disperso
2003 508.875 0 17.695 526.570 473.744 1.000.313 557.772 1.558.085
1992 167.281 0 101.928 269.209 590.316 859.525 698.560 1.558.085
Tabla 23. Superficie boscosa en la provincia de León. Datos extraídos del Inventario Forestal Nacional.
PARA SABER MÁS
[1] Arc GIS 9.2 (ESRI, 2006).[2] Bicknell K B, Ball R J, Cullen R,
Bigsby H R. New methodology forthe ecological footprint with anapplication to the New Zealandeconomy. Ecological Economics,1998, (27) 149-160.
[3] Cuchí A, López I. Informe MIES.Una aproximació a l´impacte am-biental de l´Escola d´Arquitecturadel Vallès. Bases per a una políticaambiental de l´ETSAV. UniversidadPolitécnica de Cataluña, con elapoyo del Departamento de Me-dio ambiente de la Generalitat deCataluña, 1999.
[4] Chambers, N, Simmons, C, Wac-kernagel, M. Sharing nature's inte-
rest: ecological footprints as an in-dicator of sustainability. Earths-can, 2000, London.
[5] Humphrey, A S. Stanford Rese-arch Institute, 1970, Informe iné-dito.
[6] López R, Taboada JL, López N. Im-pacto ambiental en centros daUSC. Vicerrectoría de Calidade ePlanificación, Universidad de San-tiago de Compostela. DirecciónXeneral de DesenvolvementoSostible. Xunta de Galicia, 2008.
[7] Mayor X, Quintana V, Belmonte R.Aproximación a la huella ecológi-ca de Cataluña. Consejo Asesorpara el Desarrollo Sostenible deCataluña, 2003.
[8] Plan de Energías Renovables deEspaña 2005-2010 del Ministeriode Industria, Turismo y Comercio.
[9] Porter, M. How competitive forcesshape strategy, Harvard BusinessReview, marzo/abril, 1979.
[10] Rees W, Wackernagel M. Our eco-logical footprint. Reducing humanimpact on earth. New Society Pu-blisher. Canadá, 1996.
[11] Relea F, Prat A. La petjada ecolò-gica de Barcelona. Una aproxima-ció. Ayuntamiento de Barcelona,Presidencia, Comisión de MedioAmbiente y Servicios Urbanos,1998.
[12] Serrano N. Una estimació delscostos reals de l’automòbil; Revis-
ta Medi Ambiente: Tecnología iCultura, número 15; El cotxe, me-sure de totes les coses, Departa-ment de Medi Ambient i Habitat-ge, Generalitat de Catalunya,1996.
[13] Simmons C, Lewis K, Barrett J.Two feet–two approaches: a com-ponent-based model of ecologicalfootprinting. Ecological econo-mics, 2000 (32) 375-380.
[14] Tercer Inventario Forestal Nacio-nal. 2003.http://www.mma.es/secciones/biodiversidad/inventarios/ifn/ifn3/pdf/estapridac_04_06_2007.pdf
[15] World Wildlife Fund. Living PlanetReport 2002,. Gland.
AGRADECIMIENTOSEste trabajo de investigación se ha realizado en elmarco de la convocatoria 2007 de Ayudas a la In-vestigación convocada por el Instituto de Preven-ción, Salud y Medio Ambiente de FUNDACIÓNMAPFRE.A todas aquellas personas e instituciones que noshan ayudado en la elaboración de este trabajo, encualquiera de sus fases.A URBASER y a GERSUL, en especial a Antonio Ni-colás, José Manuel y Secundino Prieto, por los da-tos aportados acerca de los residuos generadosen el campus de Vegazana.A Vicente Fernández, por todos los datos relacio-nados con el gasto energético de la Universidad.A Luis Roy, por la información relativa a la ocupa-ción del campus y los edificios que lo componen.Y a Nacho y Miguel, del SERCAR, que siempre es-tán ahí para lo que haga falta.A Francisco Gallego, por aportarnos informaciónsobre el consumo de papel y fotocopias de todaslas facultades.Y a todos vosotros por interesaros en saber cuán-to gastamos y cuál es nuestra huella ecológica. Ya todos vosotros, de nuevo, por empezar, poco apoco, a aplicar las medidas necesarias para en-contrar el camino de la sostenibilidad en nuestraUniversidad.
MEDIO AMBIENTE
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200952
Impuestos
EL SISTEMATRIBUTARIO COMOCOMPLEMENTODE LOSINSTRUMENTOSECONÓMICOSPREVISTOS EN ELPROTOCOLO DE KYOTO
con finalidad
Por IÑAKI BILBAO ESTRADA. Titular de la Cátedra ENDESA de «Fiscalidad y Cambio Climático».Instituto CEU de Derecho y Ética Ambiental
¿Cómo puede el sistema tributario de unpaís ayudar a combatir el cambioclimático en el planeta? En este artículose explica cómo los impuestos, empleadosen una función extrafiscal como uncomplemento del régimen de comercio dederechos de emisión de gases de efectoinvernadero, pueden actuar como unpoderoso incentivo o desincentivo de lasconductas de las personas y los agenteseconómicos en la lucha contra elcalentamiento global del planeta.
verde
Impuestoscon finalidadverde
Prima facie, y antes de aden-
trarnos en el estudio de có-
mo puede coadyuvar el sis-
tema tributario a combatir
el cambio climático como complemen-
to del régimen de comercio, cabe inci-
dir en que ya un gran número de medi-
das tributarias afectan a las emisiones
de gases de efecto invernadero1. Por es-
ta razón, resulta fundamental, a la hora
de establecer nuevas medidas, articu-
larlas de forma coordinada a efectos de
evitar la mera superposición de instru-
mentos con más que probables efectos
negativos. Teniendo en cuenta esta pre-
misa, vamos a intentar demostrar cómo
el sistema tributario puede ser emplea-
do con finalidad complementaria para
colaborar en la lucha contra el cambio
climático. Es decir, cómo los impuestos
pueden actuar como incentivo o desin-
centivo de las conductas de los particu-
lares para la consecución del fin men-
cionado. Como a continuación veremos,
esta posibilidad de utilizar el sistema tri-
butario para la consecución de deter-
minados fines públicos es la que nues-
tro Tribunal Constitucional ha denomi-
nado la función extrafiscal del tributo.
Llegados a este punto, queremos su-
brayar que la implantación del régimen
de comercio de derechos de emisión de
gases de efecto invernadero no implica
la exclusión de las restantes políticas me-
dioambientales, ni siquiera de la fiscal.
En este sentido, cabe señalar que no es
incompatible con un régimen de co-
mercio de derechos de emisión de gases
de efecto invernadero, al ser éste un ins-
trumento económico que carece de na-
turaleza tributaria, sin perjuicio de las
implicaciones que, en la citada materia,
puede tener su implantación2. Por el con-
trario, somos partidarios de aprovechar
la sinergia que se puede producir entre
las mismas a efectos de que los regla-
mentos técnicos, la fiscalidad3 y los acuer-
dos medioambientales puedan com-
plementar los nuevos instrumentos pre-
vistos en el Protocolo de Kyoto.
En concreto, y con respecto a la fisca-
lidad sobre las emisiones atmosféricas,
juzgamos que ésta debería asumir una
función complementaria con respecto
al régimen de comercio de los derechos
de emisión respecto de aquellos secto-
res no sometidos al ámbito de aplicación
de la Ley 1/2005: transporte, residencial,
etc. Esta vertiente de la función extra-
fiscal del tributo resulta especialmente
indicada para el gravamen de las emi-
siones difusas, dada su exclusión del ré-
gimen de comercio por las dificultades
de su control. A este respecto, podemos
hacer referencia entre, otras medidas, al
nuevo Impuesto Especial Sobre Deter-
minados Medios de Transporte, a la fis-
TRIBUTOS Y CAMBIO CLIMÁTICO. El modelo español
53Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
(1) Fondo Monetario Internacional: TheFiscal Implications of Climate Change,
Fondo Monetario Internacional, Washington,2002, pág. 3.
(2) A este respecto, vid. Bilbao Estrada, I. yMateos Ansótegui, A. I.: «Régimen tributario
de los derechos de emisión de CO2», TribunaFiscal, núms. 190-191, págs. 36 a 39.
(3) Buñuel González, M.: «Tributosmedioambientales frente a permisos de
emisión negociables en la lucha de la UniónEuropea contra el cambio climático: la
Directiva sobre comercio de derechos deemisión de gases de efecto invernadero»,
en la obra colectiva Tributaciónmedioambiental: teoría, práctica y
propuestas, Civitas, 2004, págs. 405 y ss.
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MEDIO AMBIENTE
gional, en aras de evitar supuestos de su-
perposición de instrumentos con efec-
tos distorsionadores y contraproducen-
tes con la finalidad perseguida.
La finalidad extrafiscal del tributoComo hemos apuntado, esta función
de complemento del sistema tributario
respecto al régimen de comercio de de-
rechos de emisión es posible gracias a su
función extrafiscal. En esta línea, el Tri-
bunal Constitucional ha afirmado, en su
Sentencia37/87, de 26 de marzo, que «es
constitucionalmente admisible que el Es-
tado, y las comunidades autónomas en
el ámbito de sus competencias, establezcan
impuestos que, sin desconocer o contra-
decir el principio de capacidad econó-
mica o de pago, respondan principal-
mente a criterios económicos o sociales
orientados al cumplimiento de fines o a
la satisfacción de interés públicos que la
Constitución preconiza o garantiza», in-
dicando con mayor rotundidad en la STC
186/1993, de 7 de junio (FJ 4), que «cons-
titucionalmente nada cabe objetar a que,
en general, a los tributos pueda asignár-
seles una finalidad extrafiscal».
En este sentido, y a tenor de las exi-
gencias constitucionales de protección
calidad sobre la energía, a un impuesto
sobre el CO2 para el sector de la aviación,
a un impuesto que grave la internaliza-
ción de los derechos de emisión asigna-
dos gratuitamente por las empresas eléc-
tricas, etc.
En cambio, en relación con el empleo
de la fiscalidad como elemento incenti-
vador de conductas favorecedoras de un
desarrollo sostenible a través de la pre-
visión de beneficios fiscales, podemos
hacer referencia a las deducciones en el
Impuesto sobre Sociedades por inver-
siones medioambientales, incentivos fis-
cales para las energías limpias, exencio-
nes para los medios de transporte me-
nos contaminantes, etc.
Como ya veremos, la lucha contra el
cambio climático no puede dejarse úni-
camente en manos de los Estados, sino
que también debe implicar a otros en-
tes territoriales como son las comuni-
dades autónomas y los ayuntamientos.
A mayor abundamiento, los destinata-
rios de las medidas tendentes a comba-
tir el calentamiento global del planeta
no pueden ser únicamente los agentes
económicos y los principales sectores
industriales contaminantes, sino que de-
be seriamente involucrarse al conjunto
de los ciudadanos de forma individual.
A este respecto, cabe destacar la espe-
cial idoneidad de las comunidades au-
tónomas y los municipios para el logro
de este último objetivo, principalmen-
te, respecto de aquellos sectores difusos
como son el transporte, el comercial y el
residencial. Empero, cabe subrayar que
la adopción de algunas medidas se ve-
rán condicionadas por nuestra perte-
nencia a la UE, aumentando su dificul-
tad por afectar a impuestos armoniza-
dos y por ser necesario que se adopten
a nivel comunitario. Sin embargo, la con-
secución de este propósito debe partir
necesariamente de la premisa de su ade-
cuada coordinación con las medidas vi-
gentes a nivel comunitario, estatal y re-
del medio ambiente4 y, en especial, con
el deber de los poderes públicos de ve-
lar por la utilización racional de todos
los recursos naturales, con el fin de pro-
teger y mejorar la calidad de vida y de-
fender y restaurar el medio ambiente,
resulta plenamente justificada la utili-
zación del sistema tributario en el obje-
tivo de la protección ambiental5 y, en
concreto, en la lucha contra el cambio
climático. A mayor abundamiento, ca-
be añadir que en el Tratado de la Unión
Europea, el artículo 191 (antiguo artícu-
lo 174 TCE) de la versión consolidada del
Tratado de Funcionamiento de la Unión
Europea establece que la política de la
Unión en el ámbito del medio ambien-
te se basará, entre otros principios, en el
de «quien contamina, paga».
Llegados a este punto, y si bien no se
trata de un principio constitucional tri-
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200954
(4) Vid. nota 2 (pág. 5).
(5) Bokobo Moiche, S.: «Gravámenes eincentivos fiscales ambientales», Civitas,
Madrid, 2000; Herrera Molina, P.M.: «Derechotributario ambiental: la introducción del
interés ambiental en el ordenamientotributario», Marcial Pons, 2000; Vaquera
García, A.: «Fiscalidad y medio ambiente»,Lex Nova, 1999.
Medidas como el Impuesto sobreDeterminados Medios de Transporte,la fiscalidad sobre la energía o elimpuesto sobre el CO2 para el sectorde la aviación están dirigidas acombatir el cambio climático.
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butario, queremos resaltar su impor-
tancia y la necesidad de estudiar su re-
lación con el deber de contribuir al sos-
tenimiento de los gastos públicos, pe-
ro prescindiendo de su ligazón con el
sistema tributario. Esto es debido a que,
dadas las necesidades en la luchas con-
tra el cambio climático, el empleo de
nuevos instrumentos económicos ca-
da vez tiene más difícil encaje en las fi-
guras tributarias actuales. Tal y como
señala Villar Ezcurra, «tal vez no pode-
mos encajar las fórmulas financieras de
hoy en el repertorio de instrumentos
tributarios de ayer. Se está intentando
liberar a la Hacienda Pública de obli-
gaciones futuras en la prestación de ser-
vicios públicos y de interés general, y
para ello se encomienda a la propia co-
lectividad una cooperación que evite o
haga innecesaria la intervención direc-
ta de las Administraciones públicas en
época futura»6.
En relación con la citada finalidad, y
tal y como hemos apuntado, cabe dis-
tinguir una doble vertiente, bien sea de
imposición, bien de desgravación7. En
el primer caso, cobra especial impor-
tancia la configuración del correspon-
diente tributo ambiental atendiendo al
principio de «quien contamina, paga» y
la idoneidad del gravamen «para devol-
ver, a través de un tributo ambiental, los
gastos y daños causados al medio am-
biente»8. No obstante, el principal obje-
tivo que debe perseguir esta clase de tri-
butos no es otra que la de creación de un
desincentivo de una magnitud tal que
sea suficiente para producir un cambio
en la conducta de los particulares y de
los agentes económicos.
Por esta razón, resulta fundamental
realizar una adecuada cuantificación
del gravamen, a fin de que el objetivo
ambiental no quede relegado a un se-
gundo plano y el tributo se mantenga
con una finalidad meramente recauda-
toria. En este sentido, la doctrina eco-
nómica ha afirmado en relación con de-
terminados impuestos ambientales que
«la propia evolución de la recaudación
parece indicar que no se están indu-
ciendo conductas correctoras. Los con-
taminadores se limitan a pagar el im-
puesto y a seguir emitiendo, lo que pro-
bablemente está relacionado con el bajo
tipo impositivo empleado. De hecho, las
empresas eléctricas (que son las que pa-
gan a práctica totalidad del Impuesto)
han apuntado que los efectos ambien-
tales son casi nulos porque no es renta-
ble para ellas introducir tecnologías co-
rrectoras»9.
TRIBUTOS Y CAMBIO CLIMÁTICO. El modelo español
55Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
(6) Vid. Villar Ezcurra, M., «Exigencias delderecho comunitario a la metodología del
derecho financiero y tributario», CrónicaTributaria, núm. 100, 2001, págs. 23 y ss.
(7) Casado Ollero, G.: «Los fines no fiscales delos tributos», Revista de Derecho Financiero y
de Hacienda Pública, núm. 213, 1991, págs.455 y ss.
(8) Bokobo Moiche, S.: «Tributaciónambiental. Una respuesta a las necesidades
económicas de los municipios turísticos», enla obra colectiva Municipios turísticos,tributación y contratación empresarial,
formación y gestión del capital humano, Tirantlo Blanch, Valencia, 2000, págs. 279 y ss.
(9) Labandeira, X.: «Instrumentos económicospara el control de fenómenos de lluvia ácida.
Una Ilustración para el caso español»,Información Comercial Española. Revista de
Economía, núm. 761,1997, pág. 171.
El Tribunal Constitucional
español justifica el empleo
del sistema tributario para
proteger y mejorar la
calidad de vida y para
defender y restaurar el
medio ambiente
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MEDIO AMBIENTE
neta. En definitiva, el sistema tributario
en el que este último es empleado como
instrumento de política económica al ser-
vicio de los intereses públicos10.
En estos casos, la merma de ingresos
viene compensada por el ahorro por par-
te de los poderes públicos a la hora de
afrontar el problema del cambio climáti-
co. Esta afirmación debe matizarse y li-
garse a la necesidad de que estos incenti-
vos sean «capaces de mover o dirigir la ac-
tuación de los particulares hacia aquellas
actividades en que se materializa el inte-
rés promovido. De no ser así, nos encon-
traremos ante incentivos que no incenti-
van»11. Por esta razón, debe incidirse en la
eficacia y efectividad real de estas medi-
das fiscales en la inversión privada, dado
que, en caso de que los incentivos fisca-
les sean simbólicos, esto no hace más que
En cambio, en el segundo, el objetivo
consiste en la introducción de un incenti-
vo fiscal lo suficientemente atractivo pa-
ra generar determinados comportamien-
tos acordes con un desarrollo sostenible y
con el freno del calentamiento global. Por
esa razón, debe insistirse en el estudio de
la eficacia y efectividad real de los benefi-
cios fiscales para que no se queden en un
mero brindis al sol que complique nues-
tro ya de por sí complejo ordenamiento
tributario. Llegados a este punto, cabe re-
cordar que el significado negativo del prin-
cipio de generalidad prohíbe la concesión
de beneficios fiscales, en sentido lato, sin
cobertura constitucional en casos de ma-
nifestación de capacidad económica. Sin
embargo, es plenamente legítimo que el
legislador dispense a determinados con-
tribuyentes de su deber de contribuir o mi-
nore sus cargas tributarias para conseguir
el cumplimiento de otros fines constitu-
cionales como son los del Capítulo III de
nuestra Constitución y, en concreto, en el
caso que nos ocupa, el medio ambiente.
Elemento incentivador deconductas favorecedoras de undesarrollo sostenible (beneficiosfiscales)
Como hemos apuntado, junto a la ob-
tención de los ingresos necesarios para
cubrir las diferentes necesidades públi-
cas, está plenamente legitimada la utili-
zación del sistema tributario para la con-
secución de otros fines reconocidos cons-
titucionalmente. Así, aunque desde el
punto de vista de la capacidad económi-
ca no sería aceptable la previsión de un
determinado beneficio fiscal en presen-
cia de la misma, el logro de otros fines pre-
vistos en la Constitución legitima su es-
tablecimiento. En este sentido, la conce-
sión de diversos incentivos fiscales
ambientales se justifica en los beneficios
que la actividad incentivada reporta en
aras del logro de un desarrollo sostenible
que frene el calentamiento global del pla-
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200956
(10) Cayón Galiardo, A.: «Los incentivosfiscales y su legitimación finalista» en la obra
colectiva Xornadas sobre fiscalidade noCamiño de Santiago, Xunta de Galicia, 1994,
págs. 39 y ss. Asimismo, vid. por todas la STC87/1987, de 26 de marzo, establece que «la
función extrafiscal del sistema tributarioestatal no aparece explícitamente reconocidaen la Constitución, pero dicha función puede
derivarse directamente de aquellospreceptos constitucionales en los que se
establecen los principios rectores de políticasocial y económica, dado que tanto el
sistema tributario en su conjunto como cadafigura tributaria concreta forman parte de losinstrumentos de que dispone el Estado para
la consecución de los fines económicos ysociales constitucionalmente ordenados».
(11) Barberena Belzunce, I.: «La protecciónfiscal del Camino de Santiago en el
ordenamiento tributario navarro», en la obracolectiva Xornadas sobre fiscalidade no
Camiño de Santiago, Xunta de Galicia, 1994,pág. 37.
(12) López Díaz, A.: «Conclusiones-II. Lafiscalidad y el Camino de Santiago:
propuestas de futuro», en la obra colectivaXornadas sobre fiscalidade no Camiño de
Santiago, Xunta de Galicia, 1994, pág. 169.
complicar el sistema tributario sin que
contribuya al logro de los fines que los jus-
tifican12. En este caso, será conveniente
sustituir el sistema de incentivos fiscales
por un sistema de subvenciones13.
A continuación, vamos a realizar un
somero análisis de los beneficios fisca-
les que, en aras de la lucha contra el cam-
bio climático, se están empleando o pue-
den emplearse en nuestro sistema tri-
butario. A la hora de abordar este estudio,
iniciaremos el mismo con los incenti-
vos existentes a nivel estatal así como
otros susceptibles de introducción en el
citado ámbito, para posteriormente se-
guir el mismo esquema a nivel autonó-
mico y local.
A este respecto, cabe destacar en pri-
mer lugar las deducciones por inversio-
nes medioambientales en el nuestro Im-
puesto sobre Sociedades (IS). En con-
creto, entre las deducciones previstas en
el capítulo IV del Título VI de la Ley del
Impuesto sobre Sociedades, el art. 39
prevé una del deducción del 10% en la
cuota del IS para tres tipos de actuacio-
nes: la inversión en instalaciones desti-
nadas a la protección del medio am-
biente, la adquisición de nuevos vehí-
culos industriales o comerciales de
transporte por carretera y, por último,
la inversión en instalaciones y equipos
para el aprovechamiento de fuentes de
energías renovables14. No obstante, tras
la reforma operada del IS a través de la
Ley 35/2006, estas deducciones van a ir
progresivamente reduciendo hasta su
total desaparición en el año 2011, elimi-
nándose todo incentivo fiscal en el cita-
do impuesto para las actuaciones de na-
turaleza ambiental.
Frente a esta situación, cabe destacar
la Proposición de Ley sobre los incenti-
vos fiscales para las inversiones destina-
das a la protección del medio ambiente
(núm. 122/000067), presentada por el
Grupo Parlamentario de Esquerra Re-
publicana-Izquierda Unida-Iniciativa
per Catalunya Verds. Esta propuesta ha
sido recientemente admitida a trámite
–23 de abril de 2008– y prevé la reinstau-
ración de las citadas deducciones así co-
mo una modificación en las mismas a
efectos de su mejora. En este sentido, la
finalidad que se persigue con la citada
Proposición es la del mantenimiento del
incentivo para las empresas que hagan
un esfuerzo económico en inversiones
para proteger y mejorar el medio am-
biente a efectos de introducir diferencias
respecto de aquellas que no realicen in-
versión ambiental alguna. En este senti-
do, señalan que, debido a la disminución
paulatina de las subvenciones a fondo
perdido para inversiones dirigidas a la
reducción de la contaminación, a partir
de 2011 los únicos «incentivos» para in-
vertir en mejora ambiental serán de tipo
coactivo. En relación con la modificación
del art. 39 del TRLIS, proponen su am-
pliación a actividades no necesariamen-
te industriales como pueden ser la ga-
nadería intensiva o la agricultura, o cen-
tros comerciales con una importante
producción de residuos.
Asimismo, se contemplan, igualmen-
te, las mejoras en el diseño y fabricación
del producto que reducen la contami-
nación en su fase de uso15.
De experiencias de Derecho compara-
do, podemos hacer referencia a la necesi-
dad de estudio de las siguientes medidas:
❚ Amortización acelerada para activos
que permitan un desarrollo sosteni-
ble y frenen el calentamiento global
del planeta.
❚ Arancel cero para la importación de bie-
nes que permitan un desarrollo soste-
nible y frenen el calentamiento global
del planeta, siempre y cuando la mis-
ma clase de bienes no exista en España.
❚ Regímenes fiscales especiales en el IS
para aquellas actividades que permi-
tan un desarrollo sostenible y frenen
57Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
La concesión de incentivos
fiscales ambientales se
justifica en los beneficios
que la actividad incentivada
reporta para lograr un
desarrollo sostenible que
frene el calentamiento
global del planeta
(13) Cayón Galiardo, A.: «Los incentivosfiscales y su legitimación finalista», en la obra
colectiva Xornadas sobre fiscalidade noCamiño de Santiago, Xunta de Galicia, 1994,
págs. 41, 51 y 52.
(14) Un estudio en profundidad de la citadadeducción puede encontrarse en Cobos
Gómez, J. M.: «Las deducciones porInversiones medioambientales: aproximación
legal, administrativa y jurisprudencial»,Aranzadi, Pamplona, 2004.
TRIBUTOS Y CAMBIO CLIMÁTICO. El modelo español
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MEDIO AMBIENTE
cimiento de determinados beneficios fis-
cales en el IAJD en los supuestos de crea-
ción de sociedades mercantiles que con-
tribuyan al freno del cambio climático,
como podrían ser las empresas de ener-
gía solar fotovoltaica.
A mayor abundamiento, en caso de
impuestos parcialmente cedidos, las co-
munidades autónomas podrían facilitar
el acuerdo con el Estado para el esta-
blecimiento de determinados beneficios
fiscales (ej.: impuestos sobre hidrocar-
buros y matriculación). Asimismo, es po-
sible la previsión de determinados be-
neficios fiscales en ciertos impuestos
propios de las comunidades autónomas
como puede ser el Impuesto sobre Gran-
des Establecimientos Comerciales, bien
por la previsión de medios de transpor-
te público que eviten la necesidad de
desplazamiento en transporte privado,
bien por la incorporación de medidas de
eficiencia energética, etc.
el calentamiento global del planeta a
semejanza de lo previsto para las en-
tidades dedicadas al arrendamiento
de vivienda.
❚ Deducciones en el IS por la utilización
de materias primas que contribuyan
a frenar el calentamiento global del
planeta.
❚ Tipos de gravámenes reducidos en el
IVA para productos verdes, tal y como
propuso el Gobierno francés, así co-
mo para determinados tipos de ener-
gía y/o carburantes. No obstante, ca-
be señalar las dificultades que conlle-
van las medidas en el IVA por ser un
impuesto armonizado.
❚ Beneficios fiscales en el Impuesto sobre
Hidrocarburos para varias clases de bio-
carburantes (biogas, biometanol, bio-
carburantes sintéticos, etc.), así como
en el Impuesto Especial sobre Determi-
nados Medios de Transporte que los uti-
licen. No obstante, cabe señalar que la
exención tributaria para los biocarbu-
rantes está sometida a autorización co-
munitaria, y debe ser objeto de un acuer-
do con las comunidades autónomas, por
tratarse de un impuesto cedido parcial-
mente a las mismas.
En el ámbito autonómico, y dada la li-
mitada capacidad de actuación de las co-
munidades autónomas, el campo de ac-
tuación es más bien reducido, pudién-
dose centrar más bien en beneficios fiscales,
en tasas y en impuestos cedidos. Esto es
debido a que, como ya veremos, el siste-
ma tributario autonómico tiene un ám-
bito de actuación más propicio en la ver-
tiente de imposición, desincentivando
conductas que contribuyen al cambio cli-
mático. Aun así, podemos constatar la
existencia de deducciones autonómicas
en el IRPF por cantidades destinadas a
inversiones para el aprovechamiento de
fuentes de energía renovables en la vi-
vienda habitual y por donaciones con fi-
nalidad ecológica16. Llegados a este pun-
to, también podría estudiarse el estable-
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200958
(15) El apartado 1 del artículo 39 del textorefundido de la Ley del Impuesto sobre
Sociedades, aprobado por el Real DecretoLegislativo 4/2004, de 5 de marzo, queda
redactado en los siguientes términos: «1.Las inversiones realizadas en bienes del
activo material destinadas a la protección delmedio ambiente consistentes en
instalaciones que eviten o reduzcan lacontaminación atmosférica procedente de
las instalaciones industriales o equivalentes,que eviten o reduzcan la carga contaminante
que se vierte en las aguas superficiales,subterráneas y marinas, que favorezcan la
reducción, recuperación o tratamientocorrecto, desde el punto de vista
medioambiental, de residuos industriales oequivalentes, darán derecho a practicar unadeducción en la cuota íntegra del 10% de las
inversiones que estén incluidas enprogramas, convenios o acuerdos con laAdministración competente en materia
medioambiental, quien deberá expedir lacertificación de la convalidación de la
inversión.La deducción se aplicará específicamente enel supuesto de inversiones para la reducción
de los niveles de ruido de losestablecimientos industriales o equivalentes,
así como para las mejoras en el diseño yfabricación del producto que reducen la
contaminación en su fase de uso».
(16) Algunas de estas medidas estánprevistas en Aragón, Canarias, Castilla yLeón, Comunidad Valenciana y Murcia.
Recolección de cereales parala producción de biogas.
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Como es sabido, uno de los instru-
mentos económicos con los que cuen-
tan las ciudades para combatir el cam-
bio climático no es otro que los tributos,
sin que su utilización conlleve necesa-
riamente un aumento de la presión fis-
cal. En este sentido, la fiscalidad puede
ser una conveniente herramienta me-
diante tanto la penalización de conduc-
tas contrarias al medio ambiente a tra-
vés de su gravamen como del estableci-
miento de beneficios fiscales para aquellas
actuaciones e inversiones dirigidas a fre-
nar el calentamiento global. Sin embar-
go, este objetivo pasa por una necesaria
reforma de la Ley de Haciendas Locales
para liberar a los municipios del estre-
cho corsé que representa el régimen ju-
rídico vigente.
A este respecto, cabe señalar que, a fe-
cha de hoy, los municipios tienen poco
margen para prever beneficios fiscales
en impuestos municipales para incen-
tivar conductas tendentes a la lucha con-
tra el calentamiento global del planeta.
Así, existe la posibilidad de establecer
bonificaciones en diferentes impuestos
locales:
❚ Impuesto sobre Actividades Económi-
cas: bonificación de hasta el 50% de la
cuota correspondiente para los sujetos
pasivos que tributen por cuota munici-
pal y que, bien utilicen o produzcan ener-
gía a partir de instalaciones para el apro-
vechamiento de energías renovables o
sistemas de cogeneración, bien esta-
blezcan un plan de transporte para sus
trabajadores que tenga por objeto re-
ducir el consumo de energía y las emi-
siones causadas por el desplazamiento
al lugar del puesto de trabajo y fomen-
tar el empleo de los medios de transporte
más eficientes, como el transporte co-
lectivo o el compartido.
❚ Impuesto sobre Bienes Inmuebles: bo-
nificación de hasta el 50% de la cuota
íntegra del impuesto para los bienes
inmuebles en los que se hayan insta-
lado sistemas para el aprovechamien-
to térmico o eléctrico de la energía pro-
veniente del sol.
❚ Impuesto sobre Vehículos de Tracción
Mecánica: bonificación de hasta el 75%
en función de la clase de carburante
que consuma el vehículo, en razón a la
incidencia de la combustión de dicho
carburante en el medio ambiente.
❚ Impuesto sobre Construcciones, Ins-
talaciones y Obras: bonificación de
hasta el 95% a favor de las construc-
ciones, instalaciones u obras en las que
se incorporen sistemas para el apro-
vechamiento térmico o eléctrico de la
energía solar.
A pesar de estas posibilidades, cree-
mos que es necesaria una mayor auto-
nomía normativa que permita prever
gravámenes o beneficios fiscales adi-
cionales a fin de modificar la conducta
de los ciudadanos respecto a aquellos
sectores difusos que escapan a los ins-
trumentos económicos basados en el
mercado. Por último, en aquellos casos
en que el éxito de la reforma fiscal local
conlleve una merma de los ingresos pa-
ra los municipios, será necesario prever
una compensación financiera por par-
te del Estado, atendiendo al ahorro que,
para este último, supone la consecución
de estos objetivos ambientales.
Como reflexión final, queremos poner
de manifiesto la necesidad de mantener
ciertas cautelas en materia de adopción
de beneficios fiscales, a fin de no malo-
grar los objetivos pretendidos. Así, en
primer lugar, y tal y como hemos apun-
tado, es necesario que su previsión se rea-
lice atendiendo a la normativa y juris-
prudencia comunitaria en materia de
ayudas de Estado. En segundo lugar, de-
be comprobarse que sus efectos no con-
duzcan a desvirtuar los efectos de otros
TRIBUTOS Y CAMBIO CLIMÁTICO. El modelo español
59Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Los ayuntamientos tienen
poco margen para prever
beneficios fiscales en
impuestos municipales
para incentivar conductas
tendentes a luchar contra el
cambio climático
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MEDIO AMBIENTE
de las empresas. No obstante, queremos
alertar del riesgo que esta política pue-
de suponer en el supuesto de que los tri-
butos ambientales cumplan su objeti-
vo. En este caso, la reducción de los in-
gresos como consecuencia de la función
desincentivo junto a la reducción de
otros impuestos puede generar colap-
sos presupuestarios.
No obstante, y frente a otros países que
han emprendido verdaderas reformas fis-
cales verdes19, España ha optado por una
vía diferente. A este respecto, cabe dis-
tinguir diversos marcos de actuación: el
estatal, el autonómico y el local. No obs-
tante, cabe destacar las iniciales reticen-
cias estatales a la implantación de tribu-
tos ambientales de carácter estatal, así
como las dificultades para su aplicación
en los restantes ámbitos territoriales –co-
munidades autónomas y entes locales–
dadas las limitaciones derivadas de la
Constitución y la legislación estatal y la
consiguiente tensión institucional20.
En el primero de ellos, y como ya he-
mos apuntado, el Estado español se ha
decidido básicamente por la previsión de
diversos beneficios fiscales en los im-
puestos directos –Impuesto sobre la Ren-
ta de las Personas Físicas y, principal-
mente, Impuesto sobre Sociedades21 – pa-
ra influir en la conducta de los agentes
económicos, declinando el estableci-
miento de nuevos tributos22 para evitar
poner en peligro el empleo y la produc-
tividad, así como por la preexistencia de
impuestos autonómicos ambientales. No
obstante, podemos constatar cambios en
esta tendencia con la reciente modifica-
ción del Impuesto Especial sobre Deter-
minados Medios de Transporte23.
A nivel estatal, cabe señalar como prin-
cipal manifestación de la vertiente de im-
posición de la finalidad extrafiscal del tri-
buto, hasta fechas relativamente recien-
tes, la fiscalidad energética, destacando
fundamentalmente el Impuesto sobre la
Electricidad y el Impuesto sobre Hidro-
instrumentos económicos adoptados en
la lucha contra el cambio climático.
Elemento desincentivador deconductas contrarias al medioambiente (gravámenesadicionales o más elevados)
Como hemos apuntado, los tributos
ambientales han sido los principales ins-
trumentos económicos utilizados hasta
fechas recientes como solución a los acu-
ciantes problemas de contaminación. Nos
encontramos ante una manifestación de
la vertiente de imposición de la finalidad
extrafiscal del tributo que da cumpli-
miento al principio de «quien contami-
na, paga». Sin embargo, llegados a este
punto, debe precisarse que para que un
tributo sea calificado como ambiental no
es suficiente que la recaudación obteni-
da por un determinado impuesto se des-
tine a un fin de carácter medioambien-
tal. Por el contrario, es necesario, además,
que el tributo actúe sobre los incentivos
de los agentes económicos, de forma que
éstos reduzcan los efectos nocivos que
sobre el medio ambiente tienen sus acti-
vidades17. De esta forma, y dado que los
citados tributos tienen una incidencia re-
caudatoria escasa18, cabe destacar su fi-
nalidad extrafiscal y, en concreto, orien-
tada a la protección del medio ambiente
mediante el establecimiento de un de-
sincentivo a actuar en contra del mismo.
Abundando en este planteamiento, la
introducción de tributos ambientales
en un ordenamiento ha sido calificada
por la doctrina económica como refor-
ma fiscal verde. A este respecto, una de
las principales características de la mis-
ma es la utilización de los ingresos pa-
ra reducir otros impuestos relacionados
con el factor trabajo así como las coti-
zaciones a la Seguridad Social. Mediante
esta política tributaria, se consigue una
neutralidad fiscal a pesar de la intro-
ducción de nuevos tributos y se evitan
pérdidas de competitividad por parte
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200960
(17) En el mismo sentido, Ordóñez de Haro, C. yRivas Sánchez, C.: «Los nuevos impuestos
ecológicos andaluces», Revista TécnicaTributaria, núm. 71, 2005, págs. 52 y ss.
(18) Gago A., Labandeira, X., Picos, F. yRodríguez, M.: «La imposición ambiental
autonómica» (Regional Environmental Taxationin Spain), en la obra colectiva La financiación de
las comunidades autónomas: Políticastributarias y solidaridad interterritorial. Edicions
i Publicacions de la Universitat de Barcelona,Barcelona, 2005. Los citados autores indican
que, en el año 2002, los tributos propiosambientales representaban únicamente un 2%de los ingresos tributarios ante el gran peso de
los tributos cedidos por el Estado.
(19) Vid. con respecto al concepto de reformafiscal verde, Gago, A. y Labandeira, X.: «La
reforma fiscal verde. Teoría y práctica de losimpuestos ambientales» (Green Tax Reform.
Theory and Practice of Environmental Taxation),Mundi Prensa, Madrid, 1999.
(20) Gago A., Labandeira, X., Picos, F. yRodríguez, M.: La imposición ambiental
autonómica' (Regional Environmental Taxation inSpain), en la obra colectiva La financiación de lascomunidades autónomas: Políticas tributarias y
solidaridad interterritorial. Edicions i Publicacionsde la Universitat de Barcelona, Barcelona, 2005.
carburos. En este sentido, su función de
desincentivo es secundaria, respondien-
do a una armonización de mínimos de la
fiscalidad energética en el ámbito de la
Unión Europea. Así, atendiendo a la Ex-
posición de Motivos de la Ley 38/1992,
de 28 de diciembre, de Impuestos Espe-
ciales, debe indicarse que principalmen-
te tienen una función recaudatoria deri-
vada de la armonización comunitaria an-
tes reseñada, sin perjuicio de que cumplan
una finalidad extrafiscal como instru-
mento de las políticas energéticas y de
medio ambiente.
Como ya hemos apuntado en epígrafes
anteriores, el principal problema de estos
instrumentos es la superposición de me-
didas que conlleva y los problemas que
genera en materia de competitividad pa-
ra las empresas. Circunstancias éstas que
puede llevar a la toma de decisiones en las
que se relegue el objetivo de protección
ambiental mediante el mantenimiento de
las asignaciones gratuitas de derechos,
frente a otras soluciones más controver-
tidas a nivel político como son los ajustes
en frontera. Por esta razón, el Libro Verde
sobre la utilización de instrumentos de
mercado en la política de medio ambien-
te y otras políticas relacionadasrecomienda,
en relación con la fiscalidad energética,
que las modificaciones en la misma se re-
alicen preferentemente a nivel comuni-
tario y no a nivel nacional, no sin antes
alertar de las dificultades que conlleva la
necesidad de unanimidad.
Sin embargo, como hemos indicado,
con la reciente modificación del Impuesto
Especial sobre Determinados Medios de
Transporte, éste se erige como el prin-
cipal tributo ambiental de carácter es-
tatal. A este respecto, se siguen las reco-
mendaciones del Libro Verde sobre la uti-
lización de instrumentos de mercado en
la política de medio ambiente y otras po-
líticas relacionadas, que sugiere la mo-
dificación de los impuestos sobre ma-
triculación y circulación en el ámbito de
la UE. Asimismo y atendiendo al Libro
Verde sobre el comercio de los derechos
TRIBUTOS Y CAMBIO CLIMÁTICO. El modelo español
61Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
(21) Vid. La deducción para incentivar lasinversiones medioambientales del art. 39
del Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 demarzo, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley del Impuesto sobreSociedades. En concreto, se prevé unadeducción del 10% para las inversionesrealizadas en bienes del activo material
destinadas a la protección del medioambiente consistentes en instalaciones que
eviten la contaminación atmosféricaprocedente de instalaciones industriales,
contra la contaminación de aguassuperficiales, subterráneas y marinas para la
reducción, recuperación o tratamiento deresiduos industriales para la mejora de lanormativa vigente en dichos ámbitos de
actuación.
(22) No obstante, cabe señalar que, si bienno podemos localizar ningún impuestoestatal que tenga por objetivo principal
influir en comportamientos contaminantes oen el fomento del uso eficiente de la
energía, sí existen impuestos que gravandistintas fuentes de energías. En concreto,
deben destacarse el Impuesto Especialsobre Hidrocarburos y el Impuesto Especial
sobre la Electricidad.
(23) Vid. al respecto Cornejo Pérez, A.: «Lareestructuración del Impuesto Especial sobre
Determinados Medios de Transporte en elcontexto de la implantación de una fiscalidad
verde por el Estado», Estudios financieros.Revista de Contabilidad y Tributación núm.
302, 2008, págs. 3 y ss.
Para influir en la conducta
medioambiental de los
agentes económicos, el
Estado español ha optado
por prever beneficios
fiscales en los impuestos
directos, en vez de establecer
nuevos impuestos
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MEDIO AMBIENTE
por la creación de tributos propios que
recaigan sobre la materia ambiental ba-
jo la máxima de «quien contamina, pa-
ga». Esta opción deriva del poder tribu-
tario de los citados entes territoriales que
reconoce la Constitución Española en su
artículo 133, aunque con las limitacio-
nes establecidas en el artículo 6 de la Ley
Orgánica de Financiación de las Comu-
nidades Autónomas26. A este respecto,
destaca la prohibición de crear tributos
que recaigan sobre hechos imponibles
gravados por el Estado, restricción ésta
que no afecta a las comunidades autó-
nomas en materia de emisiones atmos-
féricas ante la ausencia de un impuesto
estatal. A mayor abundamiento, y como
ya hemos apuntado, cabe señalar que no
es incompatible con un régimen de co-
de emisión de gases de efecto invernade-
ro en la Unión Europea, supone una uti-
lización de los impuestos para el grava-
men de las fuentes menores o las móvi-
les cuyas emisiones son más difíciles o
caras de supervisar.
Los principales puntos de esta reforma
pueden resumirse, según Cornejo Pérez24,
en los siguientes aspectos: los tipos de gra-
vamen se fijan en función de las emisio-
nes de CO2 por kilómetro recorrido; el ti-
po para los vehículos menos emisores es
cero; el tipo para los vehículos más emi-
sores es superior al tipo más alto vigente
el 30 de junio de 2007, y las motos acuáti-
cas y los quads tienen el tipo más alto. A
estos principios debe añadirse el princi-
pio de neutralidad impositiva, dado que
la recaudación obtenida por el impuesto
una vez modificado fuera la misma que
antes de dicha reestructuración. Al anali-
zar esta reforma, cabe objetar, siguiendo
a Cornejo Pérez, el mantenimiento de la
base imponible ad valorem, dado que, en
caso de coches muy contaminantes pero
de precio muy económico, el impuesto a
pagar será muy reducido25.
En relación con las propuestas de fu-
turo, cabe reseñar que las subastas de
derechos de emisión por parte del Es-
tado español pueden recaer dentro del
concepto de tasa, en el caso de que con-
sideremos que la atmósfera es un bien
de dominio público, tal y como apun-
tábamos al hablar de las global com-
mons. Asimismo, y si bien la propues-
ta se ha realizado desde el ámbito de los
impuestos mundiales, también cabe ha-
cer referencia al gravamen tanto de los
billetes de avión como un impuesto so-
bre el CO2 que emiten los aviones. En
este caso, el carácter armonizado que
tendría esta clase de impuestos nos lle-
va a realizar una mención en el presente
epígrafe, aunque su tratamiento se ha-
ya realizado en epígrafes anteriores.
Frente a la actuación estatal, diversas
comunidades autónomas han apostado
mercio de derechos de emisión de Gases
de Efecto Invernadero (GEI), al ser éste
un instrumento económico que carece
de naturaleza tributaria, sin perjuicio de
las implicaciones que, en la citada ma-
teria, puede tener su implantación.
En el ámbito de la fiscalidad ambien-
tal autonómica, debemos distinguir di-
versos tributos que recaen sobre distin-
tos tipos de contaminación. En concre-
to, los podemos agrupar en cinco grupos:
los que gravan instalaciones con inci-
dencia ambiental; aquellos relaciona-
dos con las emisiones contaminantes de
origen energético; los que recaen sobre
productos y procesos energéticos; aque-
llos relacionados con las emisiones de
residuos líquidos, y, por último, aque-
llos que gravan el depósito de residuos
sólidos de distinta naturaleza. Al objeto
de este trabajo, nos interesan funda-
mentalmente los tres primeros.
En relación con los impuestos sobre
emisiones atmosféricas, destacan el im-
puesto gallego sobre la contaminación
atmosférica, el canon murciano sobre
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200962
(26) En concreto, el art. 133 de la ConstituciónEspañola establece que «1. La potestad originaria
para establecer los tributos correspondeexclusivamente al Estado, mediante ley. 2. Lascomunidades autónomas y las corporacioneslocales podrán establecer y exigir tributos, de
acuerdo con la Constitución y las leyes». A mayorabundamiento, el art. 6 de la Ley Orgánica deFinanciación de las Comunidades Autónomas
establece que «1. Las Comunidades Autónomaspodrán establecer y exigir sus propios tributos de
acuerdo con la Constitución y las leyes. 2. Lostributos que establezcan las Comunidades
Autónomas no podrán recaer sobre hechosimponibles gravados por el Estado. 3. Las
Comunidades Autónomas podrán establecer ygestionar tributos sobre las materias que la
legislación de régimen local reserve a lasCorporaciones locales, en los supuestos en que
dicha legislación lo prevea y en los términos quela misma contemple. En todo caso, deberán
establecerse las medidas de compensación ocoordinación adecuadas en favor de aquellasCorporaciones, de modo que los ingresos de
tales Corporaciones locales no se veanmermados ni reducidos tampoco en sus
posibilidades de crecimiento futuro. 4. Cuando elEstado, en el ejercicio de su potestad tributaria
originaria, establezca tributos sobre hechosimponibles gravados por las Comunidades
Autónomas, que supongan a éstas unadisminución de ingresos, instrumentará lasmedidas de compensación o coordinación
adecuadas en favor de las mismas».
(24) Cornejo Pérez, A.: «La reestructuración delImpuesto Especial sobre Determinados Medios
de Transporte en el contexto de la implantaciónde una fiscalidad verde por el Estado», Estudios
financieros. Revista de Contabilidad y Tributaciónnúm. 302, 2008, págs. 3 y ss.
(25) El citado autor afirma que «convienedetenerse en este punto puesto que, idealmente,
un impuesto utilizado para influir endeterminados comportamientos, como en el de
adquisición de vehículos poco contaminantes,debería tener una base imponible específica
constituida, por ejemplo, por los gramos de CO2emitidos por kilómetro. Una reestructuración de
la tarifa en función de dicho parámetro, perodejando la base imponible expresada en euros,
resulta menos precisa para incentivar dichaadquisición de vehículos poco contaminantes,
pudiendo darse el caso de que un vehículo malconservado y muy contaminante pero de bajo
precio por su antigüedad soportara un impuestomás bajo que uno nuevo, relativamente poco
contaminante pero de precio sensiblemente máselevado. Por este motivo, se ha criticado el
nuevo Impuesto por parte de quienes pretendíanuna orientación más medioambiental del mismo.
Un buen ejemplo de la distorsión que podríadarse al mantener la base imponible ad valorem
podría venir dado por el reciente lanzamiento del‘automóvil más barato del mundo’, con un precio
cercano a los 1.700 euros, pero que no cumplecon la normativa de la UE sobre emisiones de
gases de efecto invernadero. Un coche así,relativamente muy contaminante, nunca pagaráun Impuesto de matriculación elevado (en caso
de que se permitiera su venta en la UE), al ser advalorem la base imponible, por lo que podría
argumentarse que tiene poca coherencia con lanueva estructura de un impuesto que pretende
favorecer la compra de vehículos pococontaminantes» («La reestructuración del
Impuesto Especial sobre Determinados Mediosde Transporte en el contexto de la implantaciónde una fiscalidad verde por el Estado», Estudios
financieros. Revista de Contabilidad y Tributaciónnúm. 302, 2008, pág. 25).
emisiones atmosféricas, el impuesto an-
daluz sobre emisión de gases a la atmós-
fera y el impuesto castellano-manchego
sobre determinadas actividades que in-
ciden en el medio ambiente27. Llegados a
este punto, y como ya hemos apuntado
al inicio de nuestro trabajo, cabe subra-
yar que la implantación del régimen de
comercio de derechos de emisión de GEI
no implica la exclusión de las restantes
políticas medioambientales, ni siquiera
de la fiscal. En concreto, y con respecto a
la fiscalidad sobre las emisiones atmos-
féricas, juzgamos que ésta debería asu-
mir una función complementaria con res-
pecto al régimen de comercio de los de-
rechos de emisión.
Así, a continuación, vamos a reseñar
el hecho imponible de los impuestos
autonómicos sobre emisiones atmos-
féricas, pudiéndose comprobar la cita-
da función al gravar, bien las emisiones
de CO2 cubiertas por la asignación gra-
tuita de derechos, bien las emisiones de
otros gases de efecto invernadero no
cubiertos por el régimen de comercio
transpuesto en la Ley 1/2005. A este res-
pecto, cabe señalar que el mismo vie-
ne constituido por la emisión de deter-
minados gases desde las instalaciones
emisoras:
❚ Galicia28 y Castilla-La Mancha29: emi-
sión de óxidos de nitrógeno (NOx) y
óxidos de azufre (SOx).
❚ Andalucía30 y Aragón31: emisión de óxi-
dos de nitrógeno (NOx), óxidos de azu-
fre (SOx) y dióxido de carbono (CO2).
❚ Murcia32: emisión de dióxido de azu-
fre SO2, óxidos de nitrógeno NOx, com-
puestos orgánicos volátiles (COV) y
amoniaco NH3.
Junto a los impuestos sobre emisio-
nes atmosféricas, destacan asimismo
los que gravan instalaciones con inci-
dencia ambiental, así como los que re-
caen sobre productos y procesos ener-
géticos. En el primer caso, debemos re-
señar los impuestos que gravan el daño
ambiental causado por los grandes es-
tablecimiento y, en concreto, por la ac-
tividad y el tráfico desarrollados en es-
tablecimientos comerciales que, por su
TRIBUTOS Y CAMBIO CLIMÁTICO. El modelo español
63Nº 113 Primer trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
(27) Un estudio detallado de estos tributosambientales autonómicos puede encontrarse en
Chico de la Cámara, P. y Herrera Molina, P.M.: «Lafiscalidad de las emisiones atmosféricas en
España», en la obra colectiva Tributaciónmedioambiental: teoría, práctica y propuestas,
Civitas, 2004, págs. 185 y ss.
(28) Art. 6 de la Ley 12/1995, de 29 de diciembre,del Impuesto sobre la Contaminación
Atmosférica.
(29) Art. 2 de la Ley 16/2005, de 29 de diciembre,del Impuesto sobre determinadas actividades que
inciden en el medio ambiente y del tipoautonómico del Impuesto sobre las Ventas
Minoristas de determinados Hidrocarburos.
(30) Art. 23 de la Ley 18/2003, de 29 de diciembre,por la que se aprueban medidas fiscales y
administrativas y que contiene la regulación delImpuesto sobre emisión de gases a la atmósfera.
Vid. al respecto Casana Merino, F.: «El hechoimponible del impuesto sobre emisión de gases ala atmósfera y la Directiva 96/61/CE, relativa a la
prevención y control integrados de lacontaminación», Noticias de la Unión Europea
núm. 261, 2006, págs. 3 y ss., y Galán Sánchez, R.M.: «El impuesto andaluz sobre emisión de gasesa la atmósfera. Análisis sistemático», Noticias dela Unión Europea núm. 261, 2006, págs. 19 y ss.
(31) Art. 15 de la Ley 13/2005, de 30 de diciembre,de Medidas Fiscales y Administrativas en materia
de Tributos Cedidos y Tributos Propios de laComunidad Autónoma de Aragón, que regula el
Impuesto sobre el daño medioambiental causadopor la emisión de contaminantes a la atmósfera.
(32) Art. 42 de la Ley 9/2005, de 29 de diciembre,de Medidas Tributarias en materia de Tributos
Cedidos y Tributos Propios que regula elImpuesto por emisiones de gases contaminantesa la atmósfera en la nueva redacción dada por la
Ley 12/2006, de 27 de diciembre, de MedidasFiscales, Administrativas y de Orden Social para el
año 2007. En la antigua redacción del art. 42, losgases gravados eran los siguientes: CH4, CO, CO2,
HFC, N2O, NH3, NMOV, NOx, PFC, SF6 y SOx.
Las comunidadesautónomas
presentan un amplioabanico de
impuestos sobreemisiones
atmosféricas.
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MEDIO AMBIENTE
En relación con las contribuciones es-
peciales, Rozas Valdés ha afirmado que
es posible establecer los citados tribu-
tos «por el establecimiento o ampliación
de servicios públicos para la financia-
ción de infraestructuras y servicios lo-
cales relacionados con la preservación
y mejora del medio ambiente, en tanto
en cuanto pueda definirse el sector de la
población específicamente mejorado
por la actuación pública desarrollada»,
no sin alertar de las complejidades y lí-
mites en su cuantificación y gestión36.
No obstante, debe señalarse que difícil-
mente serán establecidas cuando la in-
fraestructura o el servicio sea necesario
para el municipio por una cuestión de
salud. A mayor abundamiento, resulta
efecto de atracción al consumo, provo-
ca un desplazamiento masivo de vehí-
culos y, en consecuencia, una inciden-
cia negativa en el entorno natural y te-
rritorial (por ejemplo, el Impuesto sobre
el Daño Medioambiental causado por las
Grandes Áreas de la Comunidad Autó-
noma de Aragón). Entre los segundos,
destacan, por ejemplo, los que gravan
la producción termonuclear de energía
eléctrica (Impuesto sobre Actividades
que inciden en el Medio Ambiente de la
Comunidad Autónoma de Castilla-La
Mancha) y los que gravan las activida-
des de producción, almacenaje o trans-
formación de energía eléctrica así co-
mo las actividades de transporte de ener-
gía eléctrica, telefonía y telemática
efectuada por los elementos fijos del su-
ministro de energía eléctrica o de las re-
des de comunicaciones (Impuesto so-
bre Instalaciones que incidan en el Me-
dio Ambiente de la Comunidad Autónoma
de Extremadura).
En el ámbito local, las limitaciones de-
rivadas de la Ley de Haciendas Locales
dejan un estrecho margen a los munici-
pios33, pudiendo actuar prácticamente
sólo en materia de tasas y contribucio-
nes especiales. Así, entre las primeras34,
cabe destacar la proliferación de tasa por
circular por la zona centro de las gran-
des ciudades, con el fin de promocionar
el transporte público y disminuir el uso
del transporte privado. Asimismo, debe
hacerse referencia a la tasa por autori-
zación de emisiones de gases de efecto
invernadero y cuyo hecho imponible
vendría constituido por la actividad mu-
nicipal, técnica y administrativa, ten-
dentes a verificar si se dan las condicio-
nes necesarias para autorizar la conti-
nuación de las actividades35. No obstante,
en este último caso, queremos llamar la
atención sobre el riesgo de proliferación
de instrumentos económicos que recaen
sobre las emisiones y el riesgo de super-
posición y efectos negativos.
difícil pensar en la financiación de in-
fraestructuras y servicios locales que pue-
dan frenar el cambio climático y que pue-
dan generar el citado tributo.
No obstante, junto a las afirmaciones
anteriores, cabe hacer referencia a una
posible modificación del Impuesto de
Vehículos de Tracción Mecánica para
que, en consonancia con los criterios in-
corporados en la reforma del Impuesto
Especial sobre Determinados Medios de
Transporte, se fije el cuadro de cuotas
aplicable a los mismos sobre la base de
las emisiones de CO2, en lugar de sobre
la potencia y clase del vehículo, como se
dispone en la actualidad. ◆
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer trimestre 200964
(33) Galapero Flores, R.M.: «Tributaciónmedioambiental en el ámbito de las haciendaslocales», Nueva Fiscalidad núm. 9, 2003, págs.
39 y ss.
(34) Vid. Guervós Maíllo, M.A.: «Tasasambientales», en la obra colectiva Estudios en
homenaje al profesor Pérez de Ayala,Dykinson, Madrid, 2007, págs. 627 y ss.
(35) Vid. la Ordenanza de la Tasa FiscalReguladora de Emisiones de CO2 y SO2 del
Municipio de Cerceda. Vid. asimismo OrtegaMaldonado, J.M.: Tasas sobre molestias y
riesgos permitidos, Inv. Jurídica 1/05, Instituto deEstudios Fiscales, Madrid, 2005, págs. 231 y ss.
(36) Rozas Valdés, J.A.: «Haciendas locales ymedio ambiente», Impuestos núm. 13, tomo II,
1997, pág. 515.
A nivel local está
proliferando la tasa de
automóviles por circular
por la zona centro de las
grandes urbes, con el fin de
promocionar el transporte
público y disminuir el uso
del privado
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TIC
IAS
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer Trimestre 200966
INSTITUTO DE PREVENCIÓN, SALUD Y MEDIO AMBIENTE
Entre el 19 y el 21 de fe-
brero ha tenido lugar el
V Congreso Internacional so-
bre Ingeniería de Protección
contra Incendios, con asis-
tencia de más de 400 profe-
sionales. Este congreso or-
ganizado por FUNDACIÓN
MAPFRE, Metro de Madrid,
AFITI-LICOF, APICI y ALAMYS
ha contado con la participa-
ción de destacados especia-
listas de instituciones de re-
conocido prestigio, como el
National Fire Protection As-
sociation (NFPA), National
Institute of Stantards and
Technologies (NIST), Centro
Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC), Ministe-
rio de Vivienda o Ministerio
de Industria, entre otras. El
congreso ha constituido un
foro internacional de en-
cuentro de profesionales y
especialistas en la Protección
contra Incendios, que ha po-
sibilitado el intercambio de
conocimientos y experien-
cias sobre el estado actual del
diseño basado en prestacio-
nes (PBD). Como conclusio-
nes, destacan:
■ La legislación española vi-
gente en Seguridad con-
tra Incendios (SCI) permite
el diseño basado en pres-
taciones en SCI, aunque
no concreta aspectos ne-
cesarios para su desarro-
llo, tales como definición
de escenarios de incendio
ni criterios que permitan
establecer adecuadamen-
te los objetivos de diseño.
■ Existen, a nivel nacional,
normas, guías y fuentes
de datos suficientes para
dar completo soporte al
diseño prestacional, aun-
que el aspecto más crucial
es la formación profesio-
nal en ingeniería de SCI de
proyectistas y autoridades
responsables de la super-
visión de proyectos basa-
dos en prestaciones.
■ A pesar de disponer de he-
rramientas y equipamiento
suficiente para una ade-
cuada protección contra
incendios en la edificación
y el transporte, siguen pro-
duciéndose catástrofes
que reflejan una inade-
cuada respuesta a los ries-
gos, bien por fallos de di-
seño, de instalación o de
mantenimiento. Hay que
aprender de estos errores,
analizándolos detenida-
mente.
■ En España se manifiesta
la ausencia de una inves-
tigación de catástrofes en
profundidad, no con el áni-
mo de encontrar respon-
sables, sino de averiguar
qué pasó realmente y por
qué, para evitar que vuel-
van a ocurrir sucesos si-
milares en el futuro.
■ Deben definirse en el pro-
ceso de diseño prestacio-
nal los objetivos y criterios
de diseño, de acuerdo con
la autoridad responsable
de su autorización.
■ La protección de elemen-
tos constructivos debe ser
la adecuada para que la
evacuación pueda com-
pletarse con margen de
tiempo suficiente, antes
del fallo estructural.
■ Se precisa una buena for-
mación y experiencia de
los técnicos en ingeniería
de SCI para decidir qué ni-
vel de incertidumbre es
aceptable en cada caso.
■ La modelización debe con-
siderarse sólo como una
herramienta más en el es-
tudio del comportamien-
to del fuego, pero los re-
sultados de un modelo no
deben considerarse abso-
lutamente fiables, por lo
que deben ser analizados
a la luz de la experiencia y
siempre validados.
■ Es básica la formación al-
tamente cualificada en SCI
y un análisis de los incen-
dios reales, para servir de
contrapunto a las simula-
ciones computerizadas.
■ Las nuevas tecnologías en
detección y alarma de in-
cendios permiten un avan-
ce significativo en su efi-
cacia y en sus prestaciones
de cara a hacer los edificios
más seguros.
■ Los rociadores automáti-
cos siguen siendo uno de
los sistemas más robustos
y fiables en la SCI incluido
en el marco del DBP.
En la web del congreso
(www.congresosci2009.org)
están disponibles las po-
nencias y un foro de debate
sobre Seguridad contra In-
cendios.
V Congreso sobre Ingeniería de Protección contra IncendiosMás de 400 profesionales y especialistas han participado en este foro internacional
Mesa presidencial del V Congreso Internacional sobre Ingeniería deProtección contra Incendios, durante la inauguración.
67Nº 113 Primer Trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
D A S · C U R S O S · I N F O R M A C I Ó N · C O N V O C AT O R I A S · S E M I N A R I O S · J O R N A D A S
E l pasado 20 de febrero tuvo lugar, en
la Asamblea Provincial de Cruz Roja
en Soria, la firma del convenio de cola-
boración de la campaña «Tú y el medio
ambiente» entre Cruz Roja Española y el
Instituto de Prevención, Salud y Medio
Ambiente de FUNDACIÓN MAPFRE. El
acto estuvo presidido por Carlos Álvarez,
Presidente del Instituto de Prevención,
Salud y Medio Ambiente, y Modesto Fer-
nández, Presidente del Comité Provincial
de Cruz Roja Española en Soria.
«Tú y el medio ambiente» es un con-
junto de acciones promovidas conjun-
tamente por FUNDACIÓN MAPFRE y
Cruz Roja en Soria dirigidas a la pobla-
ción en general (y a la infancia y juven-
tud en particular) sobre la importancia
del consumo sostenible y la protección
del medio ambiente. Con esta iniciativa
se pretende fomentar hábitos de consu-
mo responsable en casa y en nuestro en-
torno más cercano.
Las actividades se llevarán a cabo en
las instalaciones que Cruz Roja tiene en
las localidades de Burgo de Osma, San Es-
teban de Gormaz y Almazán. Para ello se
contará con personal voluntario forma-
do en esta área, conjuntamente con el ma-
terial pedagógico aportado por FUNDA-
CIÓN MAPFRE. Dichas actividades ten-
drán lugar a lo largo de los meses de fe-
brero, marzo y abril del presente año.
FUNDACIÓN MAPFRE y el medio ambiente en SoriaInicio de la campaña «Tú y el medio ambiente» en colaboración con Cruz Roja Española
Carlos Álvarez, Presidente del Instituto de Prevención, Salud y Medio Ambiente, y Modesto Fer-nández, Presidente del Comité Provincial de Cruz Roja en Soria, durante la firma del convenio.
Durante el mes de marzo se ha abierto el pla-
zo de matriculación para cursar las espe-
cialidades de Seguridad en el Trabajo, Higiene
Industrial y Ergonomía y Psicosociología Apli-
cada, tanto en modalidad presencial como a
distancia (e-learning). Esta edición es la última
que FUNDACIÓN MAPFRE va a convocar, con
motivo de la puesta en marcha de las titulacio-
nes universitarias en Prevención de Riesgos La-
borales de acuerdo con el Proceso de Bolonia.
En concreto, actualmente están en mar-
cha la XIV promoción del Máster Universi-
tario en Prevención de Riesgos Laborales,
modalidad presencial que se realiza en co-
laboración con la Universidad Politécnica de
Madrid, así como la XVIII edición del Más-
ter e-Learning en Prevención de Riesgos La-
borales, a distancia.
Para más información, puede visitar la web
http://www.fundacionmapfre.com/prevencion
Matrícula abierta para los máster en prevención de FUNDACIÓN MAPFREÚltima convocatoria para las especialidades de Seguridad, Higiene y Ergonomía
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SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer Trimestre 200968
INSTITUTO DE PREVENCIÓN, SALUD Y MEDIO AMBIENTE
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IAS
El pasado 20 de diciem-
bre tuvo lugar el fallo
del Premio a la Mejor Ac-
tuación Medioambiental
que FUNDACIÓN MAPFRE
convocó por primera vez en
el año 2007 y con el que se
reconoce a una institución
que haya llevado a cabo un
proyecto o acción que con-
tribuya de manera especial
al desarrollo sostenible de la
sociedad.
El jurado, compuesto por
personas de reconocido pres-
tigio en el ámbito académi-
co y científico del mundo am-
biental, entre los que cabe ci-
tar a Gonzalo Echagüe Méndez
de Vigo, Presidente del Co-
legio Oficial de Físicos y de la
Fundación CONAMA; Mario
Calvo, Director de la Funda-
ción Apadrina un Árbol, o
Juan Carlos Dueñas, Direc-
tor del Centro Nacional de
Educación Ambiental (CE-
NEAM), alabó tanto la cali-
dad como el número de can-
didaturas presentadas. Entre
éstas destacó el número de
candidaturas procedentes de
países iberoamericanos.
Finalmente, y tras un in-
tenso debate, el jurado de-
cidió conceder el Premio a
la Mejor Actuación Medio-
ambiental 2008-2009 a SI-
GRE Medicamento y Medio
Ambiente.
SIGRE es una entidad sin
ánimo de lucro puesta en
marcha para que los ciuda-
danos puedan desprender-
se de envases vacíos de me-
dicamentos y de medica-
mentos caducados en unos
contenedores que se en-
cuentran en las farmacias,
especialmente diseñados pa-
ra este fin. Se trata de per-
mitir la recuperación de los
envases de medicamentos
para proceder al reciclado de
materiales y a la eliminación
de restos de productos que
pudieran contener.
La iniciativa ha sido dise-
ñada e impulsada por Far-
maindustria con la financia-
ción del sector farmacéuti-
coy con la colaboración de
las empresas de distribución
farmacéutica agrupadas en
FEDIFAR y el Consejo Gene-
ral del Colegio Oficial de Far-
macéuticos.
SIGRE es una respuesta a
la Directiva Europea 94/62/
CEE sobre gestión de enva-
ses, cuyos principios fueron
recogidos en la actual Ley
11/1997 de Envases y Resi-
duos de Envases. SIGRE op-
tó por adherirse a un SIG (Sis-
tema Integrado de Gestión)
con la finalidad de recoger
periódicamente envases y re-
siduos de envases en el do-
micilio del consumidor o en
sus proximidades.
La actividad de SIGRE es
la siguiente:
■ Recogida de los envases
de los productos farma-
céuticos.
■ Clasificación y tratamiento.
■ Impulso de medidas de pre-
vención para reducir la ge-
neración de envases.
SIGRE se extiende por to-
do el territorio español y cuen-
ta con 221 laboratorios ad-
heridos, 100 empresas de dis-
tribución y 20.496 puntos de
recogida situados en las far-
macias. Durante el primer se-
mestre de 2008, los españo-
les depositaron una media
mensual de 5,39 kilos de en-
vases por cada mil habitan-
tes, una cifra superior a los
4,45 kilos recogidos en el mis-
mo periodo del año anterior.
Asimismo, SIGRE coordi-
na y gestiona el plan em-
presarial de prevención del
sector farmacéutico mediante
el que se fomenta, por par-
te de los laboratorios farma-
céuticos, el uso de envases y
embalajes con materiales
menos contaminantes y más
fácilmente reciclables.
Premio 2008 a la mejor actuación medioambientalEl galardón recayó en SIGRE por su programa de recogida y tratamiento de medicamentos
El objetivo de SIGRE es
recuperar los envases
de medicamentos para
reciclar el material y
eliminar los restos de
productos que
pudieran contener
69Nº 113 Primer Trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
D A S · C U R S O S · I N F O R M A C I Ó N · C O N V O C AT O R I A S · S E M I N A R I O S · J O R N A D A S
Más de 10.000 personas han participadoen la campaña «Con mayor cuidado»FUNDACIÓN MAPFRE promueve una iniciativa que previene riesgosdomésticos en las personas mayores
H ace ya un año que FUNDACIÓN
MAPFRE presentó la campaña «Con
mayor cuidado», una iniciativa dirigida a
las personas mayores para prevenir los
accidentes domésticos que puede sufrir
este colectivo y mostrar cómo actuar ante
situaciones de emergencia.
La campaña no sólo sensibiliza a la po-
blación mayor, sino también a sus fami-
liares y a los profesionales del sector sobre
la importancia de la prevención. Asimis-
mo, tiene como objetivo el que los mayo-
res tengan un hogar más seguro, a la vez
que proporcionar a los profesionales y fa-
miliares un material práctico que ayude a
evitar los accidentes.
El material educativo, tanto impreso co-
mo audiovisual, se complementará con
acciones formativas y divulgativas que se
desarrollarán en centros de mayores, resi-
dencias y centros de ocio.
Durante el año pasado, la campaña ha
visitado 12 ciudades, en las que ha conta-
do con la colaboración de diversas Admi-
nistraciones locales, autonómicas y na-
cionales, que han apoyando la iniciativa
de FUNDACIÓN MAPFRE. A lo largo del
presente año serán 11 las ciudades donde
se presentará la campaña.
Si desea mayor información puede con-
sultar en www.conmyorcuidado.com o
bien www.fundacionmapfre.com
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SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer Trimestre 200970
INSTITUTO DE PREVENCIÓN, SALUD Y MEDIO AMBIENTE
E l objetivo de estas becas es poten-
ciar la formación continuada, la es-
pecialización y el intercambio de ex-
periencias de los profesionales iberoa-
mericanos y portugueses que desarrollan
su trabajo en prevención de riesgos hu-
manos y materiales, el medio ambien-
te y la salud, dentro de la administra-
ción pública, empresas privadas, ser-
vicios de prevención, asociaciones
profesionales, universidades, centros
sanitarios u hospitales, entre otros.
El importe de cada una de las becas,
sufragado por FUNDACIÓN MAPFRE,
será de 4.000 euros, siendo de aplica-
ción la deducción que marque la nor-
mativa fiscal española vigente. Con la
dotación económica, el becario de-
berá sufragarse los gastos de despla-
zamiento, estancia y manutención du-
rante el periodo de la beca.
Las becas de formación se desarro-
llarán entre el 13 de octubre y el 13 de
noviembre de 2009 y se convocan en
los siguientes ámbitos y programas:
13 becas de especialización
individual en Prevención y Medio
Ambiente (programa 1)
Tienen como finalidad el desarrollo
de un programa de especialización
adaptado a las necesidades de cada
profesional, individualizando el con-
tenido de las actividades a realizar en
función del área de especialización, los
niveles de conocimiento del becario y
los objetivos que cada uno de ellos pre-
tenda conseguir con esta formación.
Las becas se convocarán en las si-
guientes áreas temáticas:
■ Prevención de incendios.
■ Seguridad en el trabajo.
■ Higiene industrial.
■ Ergonomía y Psicosociología apli-
cada.
■ Protección del medio ambiente.
25 becas de formación especializada
en Salud (programa 2)
Desarrollo de un programa de for-
mación adaptado a las necesidades
de cada profesional, en las siguientes
áreas:
■ Traumatología y cirugía ortopédi-
ca. Rehabilitación.
■ Valoración del daño corporal.
■ Daño cerebral y medular (Neuro-
ciencias).
■ Gestión sanitaria: Calidad y Seguri-
dad Clínica.
12 becas para asistencia al XXII
Curso Superior de Dirección y
Gestión de la Seguridad Integral
(programa 3)
Diseñado para la adquisición y ac-
tualización de conocimientos, instru-
mentos y aplicaciones apropiados pa-
ra la dirección y gestión de las dife-
rentes áreas de la seguridad en la
empresa. El programa formativo, con
un total de 120 horas lectivas, aborda
los siguientes módulos: Dirección y
gestión de la seguridad en la empre-
sa, Seguridad industrial, Seguridad
contra incendios y actuación ante
emergencias, Prevención de riesgos
laborales, Medio ambiente y Gestión
integrada de Prevención, Calidad y
Medio Ambiente.
Los aspirantes deberán presentar
sus solicitudes, hasta el día 15 de ju-
nio de 2009, indicando la referencia
del Programa de Becas al cual optan,
a la siguiente dirección postal:
FUNDACIÓN MAPFRE. Instituto de
Prevención, Salud y Medio Ambiente
Paseo de Recoletos, 23. 28004 Madrid.
España.
Toda la información sobre las ba-
ses e impresos se encuentra disponi-
ble en:
www.fundacionmapfre.com/salud
www.fundacionmapfre.com/prevencion
Convocatoria de becas de especialización en EspañaFUNDACIÓN MAPFRE convoca 50 becas en las áreas de Prevención, Salud y Medio Ambiente
El importe de cada una
de las becas de
especialización,
sufragado por
FUNDACIÓN MAPFRE,
será de 4.000 euros
71Nº 113 Primer Trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
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LIBROS
El Instituto de Prevención, Salud y Medio Am-
biente de FUNDACIÓN MAPFRE ha colabora-
do con Editorial Modus Laborandi para la pu-
blicación de la obra Comprender el trabajo pa-
ra transformarlo, que forma parte de la colección
«Homo Faber».
Se trata de un texto que aborda la práctica de
la ergonomía desde un enfoque multidiscipli-
nar, como no podía ser de otra manera, pero
manteniendo una visión global y no perdiendo
de vista el objetivo: la implantación de solucio-
nes eficaces y factibles. Para ello es necesaria la
capacitación de ergónomos que vayan más allá
de aplicar o seguir un procedimiento descrito,
siendo capaces de efectuar un análisis fiable de
las condiciones de trabajo en la empresa.
Se incluyen casos reales que los autores han
podido encontrar a lo largo de su dilatada expe-
riencia profesional, y que ilustran y comple-
mentan a la perfección los conceptos compren-
didos en el texto.
La calidad de los contenidos viene avalada por
el prestigio de los autores, figuras reconocidas
de la ergonomía en Francia y con la riqueza de
enfoques que aporta su diversa formación de ba-
se en ingeniería, medicina o psicología.
Soluciones eficaces para el trabajo
Comprender el trabajo paratransformarlo. La práctica dela ergonomíaFrançois Guérin, Antoine Laville,François Daniellou, JacquesDuraffourg y Alain KerguelenEditorial Modus Laborandi.Colección Homo Faber. Madrid,Enero de 2009 296 páginasEncuadernación rústicaISBN: 978-84-936655-3-130 eurosPedidos y distribución: UDL Libros
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SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer Trimestre 200972
INSTITUTO DE PREVENCIÓN, SALUD Y MEDIO AMBIENTE
Los Institutos de Acción Social,
Cultura, Prevención, Salud y
Medio Ambiente y de Seguridad
Vial están instalados desde el pa-
sado 26 de enero en la nueva sede
de FUNDACIÓN MAPFRE en el pa-
seo de Recoletos, 23 (Madrid).
El edificio alberga también las
nuevas salas de exposiciones de la
Fundación, inauguradas el 13 de
octubre de 2008. Se trata de un área
de exposiciones de aproximada-
mente 1.000 m2, dividida en tres sa-
las: una en la planta baja (300 m2),
otra en la planta primera (400 m2) y
una tercera en la planta sótano (300
m2). La última de éstas se destina-
rá a mostrar una parte de las colec-
ciones propias.
Por otro lado, en fechas próximas,
el Instituto de Ciencias del Seguro
de FUNDACIÓN MAPFRE, situado
actualmente en el Palacete Monte
del Pilar, se trasladará también a la
nueva sede de la Fundación.
Nueva sede para el Instituto de Prevención, Salud yMedio Ambiente de FUNDACIÓN MAPFRE Las nuevas instalaciones están ocupadas desde el pasado 26 de enero
El Instituto de Prevención, Salud y
Medio Ambiente de FUNDACIÓN
MAPFRE convoca el XXII Curso Su-
perior de Dirección y Gestión de la Se-
guridad Integral, diseñado con el ob-
jetivo de adquirir conocimientos, ins-
trumentos y aplicaciones prácticas
apropiadas para la dirección y gestión
de las diferentes áreas de la seguridad
en la empresa: prevención de riesgos
laborales, patrimoniales – incendios
e intrusión– y medioambientales.
Este curso está dirigido a profesio-
nales de la prevención y seguridad con
titulación universitaria, o experiencia
práctica suficiente, que desempeñen
su labor o pretendan trabajar en la di-
rección y gestión de la seguridad en
empresas, organismos públicos, ser-
vicios de prevención, servicios de se-
guridad privada y consultoras.
El programa formativo, con 120 ho-
ras lectivas, está distribuido en cinco
módulos académicos que tratan las si-
guientes áreas: dirección y gestión de la
seguridad en la empresa, seguridad in-
dustrial, seguridad contra incendios y
actuación ante emergencias, preven-
ción de riesgos laborales, medio am-
biente y sistemas de gestión integrada.
La metodología incorpora una orien-
tación práctica que facilita el apren-
dizaje a través de la participación ac-
tiva de los asistentes, por medio de
sesiones de aula, casos prácticos en
grupo y debates, visitas a empresas y
organismos públicos y foros de inter-
cambio profesional entre los partici-
pantes.
Para acceder al curso se requiere es-
tar en posesión del una titulación uni-
versitaria o experiencia profesional
suficientemente acreditada. El plazo
de inscripción finaliza el 5 de octubre
de 2009.
Para más información e inscripcio-
nes dirigirse a:
www.fundacionmapfre.com/prevencion
FUNDACIÓN MAPFRE convoca la XXII edición del CursoSuperior en Dirección y Gestión de la Seguridad IntegralEsta edición se desarrollará del 13 de octubre al 13 de noviembre de 2009
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73Nº 113 Primer Trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Durante los días 21 al 23 de
octubre de 2009 tendrá
lugar el décimo Encuentro Eu-
roamericano Riesgo y Traba-
jo, fruto de la colaboración en-
tre FUNDACIÓN MAPFRE y la
Universidad de Salamanca des-
de 1990. Estos encuentros, ce-
lebrados de forma bienal, han
permitido el seguimiento de la
evolución de la prevención en
Europa e Iberoamérica, y en
particular el proceso de trans-
posición y aplicación de la nor-
mativa europea en España.
Como no podría ser de otra
forma, el encuentro se hará
eco de aspectos de total ac-
tualidad en estos momentos
en España.
Para más información puede
dirigirse a:
FUNDACIÓN MAPFRE. Pº de
Recoletos, 23. 28004 Madrid.
Tlf.: (+34) 915 812 353
Fax.: (+34) 915 818 535.
e-mail: fundacion.preven-
cion@mapfre.com
web: www.fundacionmapfre.
com/prevencion
X Encuentro Euroamericano Riesgo y TrabajoSe celebrará en Salamanca durante el próximo mes de octubre
Los cursos e-learning de for-
mación continua en Se-
guridad del Instituto de Pre-
vención, Salud y Medio Am-
biente de FUNDACIÓN
MAPFRE tienen como objeti-
vo complementar la capacita-
ción de aquellos profesionales
interesados en el área de Pre-
vención de Riesgos Laborales.
La metodología e-learning
permite la aplicación en el
aprendizaje de técnicas y he-
rramientas informáticas, las
cuales posibilitan al alumno
recibir la formación a su ritmo
independientemente del ho-
rario y desde cualquier lugar
que disponga de una conexión
a Internet. La duración apro-
ximada de los cursos es de 2
meses.
■ Curso de Sistemas de Ges-
tión en Prevención de Ries-
gos Laborales OHSAS 18001:
2007 (Mayo 2009).
■ Curso de Formador de For-
madores en Seguridad (Sep-
tiembre 2009).
Para más información pue-
de dirigirse a:
FUNDACIÓN MAPFRE. Pº de
Recoletos, 23. 28004 Madrid.
Tlf.: (+34) 915 812 603
Fax.: (+34) 915 818 535.
e-mail: fundacion.preven-
cion@mapfre.com
web: http://www.fundacion-
mapfre.com/prevencion
Cursos ‘e-learning’ de formación continua en SeguridadConvocatoria 2009 de formación a distancia
D A S · C U R S O S · I N F O R M A C I Ó N · C O N V O C AT O R I A S · S E M I N A R I O S · J O R N A D A S
Líneas del programa
■ Situación económica
actual y efectos sobre
la PRL.
■ Calidad de los servicios
de prevención.
■ Aplicación de la Ley de
Prevención en las py-
mes.
■ Modelos de asegura-
miento del accidente
de trabajo. Aspectos di-
ferenciales y resulta-
dos.
■ Situación actual y futu-
ro de la formación en
prevención de riesgos
laborales.
INFORMACIÓN
GENERAL
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer Trimestre 200974
NORMATIVA Y LEGISLACIÓN1
Referencia de legislación publicada - (BOE)
RESOLUCIÓN, de 25 de noviem-bre de 2008, de la Inspección deTrabajo y Seguridad Social, sobreel Libro de Visitas electrónico dela Inspección de Trabajo y Segu-ridad Social.
(B.O.E. nº 290 de 05.12.08)
CORRECCIÓN de errores en laResolución de 25 de noviembrede 2008, de la Inspección de Tra-bajo y Seguridad Social, sobre elLibro de Visitas electrónico de la
anexo I del Real Decreto 1406/1989,de 10 de noviembre, por el que seimponen limitaciones a la comer-cialización y al uso de ciertas sus-tancias y preparados peligrosos(dispositivos de medición que con-tienen mercurio).
(B.O.E. nº 37 de 12.02.09)
RESOLUCIÓN, de 20 de enero de2009, de la Secretaría de Estado deCambio Climático, por la que sepublica el Acuerdo del Consejo de
Inspección de Trabajo y Seguri-dad Social.
(B.O.E. nº 300 de 13.12.08)
REAL DECRETO 2060/2008, de 12de diciembre, por el que se aprue-ba el Reglamento de equipos apresión y sus instrucciones técni-cas complementarias.
(B.O.E. nº 31 de 05.02.09)
ORDEN PRE/222/2009, de 6 de fe-brero, por la que se modifica el
Diario Oficial de la Comunidad - (DOCE)
Reglamento (CE)
nº 1338/2008 del
Parlamento Europeo y
del Consejo sobre
estadísticas
comunitarias de salud
pública y de salud y
seguridad en el trabajo
Del 1 de diciembre de 2008 al 28 de febrero de 2009
DECISIÓN DE LA COMISIÓN, de 7de noviembre de 2008, relativa ala no inclusión de la napropami-da en el anexo I de la Directiva91/414/CEE del Consejo y a la re-tirada de las autorizaciones de losproductos fitosanitarios que con-tengan esta sustancia.
(D.O.C.E. nº L 326 de 04.12.08)
DIRECTIVA 2008/104/CE del Par-lamento Europeo y del Consejo,de 19 de noviembre de 2008, re-lativa al trabajo a través de em-presas de trabajo temporal.
(D.O.C.E. nº L 327 de 05.12.08)
DIRECTIVA 2008/113/CE de la Co-misión, de 8 de diciembre de 2008,por la que se modifica la Directi-va 91/414/CEE del Consejo a finde incluir varios microorganismoscomo sustancias activas.
(D.O.C.E. nº L 330 de 09.12.08)
DECISIÓN DE LA COMISIÓN, de 5de diciembre de 2008, relativa a lano inclusión de determinadas sus-tancias activas en el anexo I de laDirectiva 91/414/CEE del Conse-jo y a la retirada de las autoriza-ciones de los productos fitosani-tarios que contengan esas sus-tancias.
(D.O.C.E. nº L 333 de 11.12.08)
DECISIÓN DE LA COMISIÓN, de 5de diciembre de 2008, relativa a lano inclusión del ácido sulfúrico enel anexo I de la Directiva 91/414/CEEdel Consejo y a la retirada de lasautorizaciones de los productosfitosanitarios que contengan es-ta sustancia.
(D.O.C.E. nº L 334 de 12.12.08)
DECISIÓN DE LA COMISIÓN, de 8de diciembre de 2008, relativa a lano inclusión de determinadas sus-
tancias activas en el anexo I de laDirectiva 91/414/CEE del Conse-jo y a la retirada de las autoriza-ciones de los productos fitosani-tarios que contengan esas sus-tancias.
(D.O.C.E. nº L 335 de 13.12.08)
DECISIÓN DE LA COMISIÓN, de 12de diciembre de 2008, relativa a lano inclusión del aceite de huesos
en el anexo I de la Directiva91/414/CEE del Consejo y a la re-tirada de las autorizaciones de losproductos fitosanitarios que con-tengan esa sustancia.
(D.O.C.E. nº L 335 de 13.12.08)
DIRECTIVA 2008/125/CE de la Co-misión, de 19 de diciembre de 2008,por la que se modifica la Directi-va 91/414/CEE del Consejo paraincorporar el fosfuro de aluminio,el fosfuro de calcio, el fosfuro demagnesio, el cimoxanilo, el do-demorf, el éstermetílico de ácido2,5- diclorobenzoico, la metami-trona, lasulcotriona, el tebuco-nazol y el triadimenol como sus-tancias activas.
(D.O.C.E. nº L 344 de 20.12.08)
DIRECTIVA 2008/127/CE de la Co-misión, de 18 de diciembre de 2008,por la que se modifica la Directi-
Ministros por el que se aprueba elPlan Nacional Integrado de Resi-duos para el periodo 2008-2015.
(B.O.E. nº 49 de 26.02.09)
Publicación del Acuerdo
del Consejo de Ministros
por el que se aprueba el
Plan Nacional Integrado
de Residuos para el
periodo 2008-2015
75Nº 113 Primer Trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
Decisión de la Comisión, de 2 de diciembre de 2008,
por la que se establece, conforme a lo dispuesto en la
Directiva 96/82/CE del Consejo, relativa al control de
los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que
intervengan sustancias peligrosas, el formulario de
declaración de accidente grave
va 91/414/CEE del Consejo paraincluir varias sustancias activas.
(D.O.C.E. nº L 344 de 20.12.08)
DECISIÓN DE LA COMISIÓN, de 12de diciembre de 2008, relativa a lano inclusión del monóxido de car-bono en el anexo I de la Directiva91/414/CEE del Consejo y a la re-tirada de las autorizaciones de losproductos fitosanitarios que con-tengan esta sustancia.
(D.O.C.E. nº L 344 de 20.12.08)
REGLAMENTO (CE) nº 1338/2008del Parlamento Europeo y del Con-sejo, de 16 de diciembre de 2008,sobre estadísticas comunitariasde salud pública y de salud y se-guridad en el trabajo.
(D.O.C.E. nº L 354 de 31.12.08)
DECISIÓN DE LA COMISIÓN, de 8de diciembre de 2008, relativa a lano inclusión de la nicotina en elanexo I de la Directiva 91/414/CEEdel Consejo y a la retirada de lasautorizaciones de los productosfitosanitarios que contengan es-ta sustancia.
(D.O.C.E. nº L 5 de 09.01.09)
DECISIÓN DE LA COMISIÓN, de 2de diciembre de 2008, por la quese establece, conforme a lo dis-puesto en la Directiva 96/82/CEdel Consejo, relativa al control delos riesgos inherentes a los acci-dentes graves en los que inter-vengan sustancias peligrosas, elformulario de declaración de ac-cidente grave.
(D.O.C.E. nº L 6 de 10.01.09)
DECISIÓN DE LA COMISIÓN, de 13de enero de 2009, relativa a la noinclusión del flurprimidol en elanexo I de la Directiva 91/414/CEEdel Consejo y a la retirada de lasautorizaciones de los productosfitosanitarios que contengan es-ta sustancia.
(D.O.C.E. nº L 10 de 15.01.09)
DIRECTIVA 2009/2/CE de la Co-misión, de 15 de enero de 2009,por la que se adapta al progresotécnico, por trigesimoprimera vez,la Directiva 67/548/CEE del Con-sejo relativa a la aproximación delas disposiciones legales, regla-mentarias y administrativas enmateria de clasificación, embala-je y etiquetado de las sustanciaspeligrosas.
(D.O.C.E. nº L 11 de 16.01.09)
DECISIÓN DE LA COMISIÓN, de 26de enero de 2009, relativa a la noinclusión del ácido 2-naftiloxia-cético en el anexo I de la Directi-va 91/414/CEE del Consejo y a laretirada de las autorizaciones delos productos fitosanitarios quecontengan esta sustancia.
(D.O.C.E. nº L 23 de 27.01.09)
DIRECTIVA 2009/5/CE de la Co-misión, de 30 de enero de 2009,por la que se modifica el anexo IIIde la Directiva 2006/22/CE del Par-lamento Europeo y del Consejo so-bre las condiciones mínimas pa-ra la aplicación de los Reglamen-tos del Consejo (CEE) nº 3820/85y (CEE) nº 3821/85 en lo que res-pecta a la legislación social rela-tiva a las actividades de transpor-te por carretera.
(D.O.C.E. nº L 29 de 31.01.09)
CORRECCIÓN DE ERRORES delReglamento (CE) nº 1907/2006 delParlamento Europeo y del Conse-jo, de 18 de diciembre de 2006, re-lativo al registro, la evaluación, laautorización y la restricción de lassustancias y preparados químicos(REACH), por el que se crea laAgencia Europea de Sustancias y
Adaptación al progreso técnico de la Directiva
67/548/CEE del Consejo relativa a la aproximación de
las disposiciones legales, reglamentarias y
administrativas en materia de clasificación,
embalaje y etiquetado de las sustancias peligrosas
Preparados Químicos, se modifi-ca la Directiva 1999/45/CE y se de-rogan el Reglamento (CEE) nº793/93 del Consejo y el Reglamento(CE) nº 1488/94 de la Comisión,así como la Directiva 76/769/CEEdel Consejo y las Directivas91/155/CEE, 93/67/CEE, 93/105/CEy 2000/21/CE de la Comisión.
(D.O.C.E. nº L 36 de 05.02.09)
DECISIÓN DE LA COMISIÓN, de 10de febrero de 2009, relativa a lano publicación de la referencia dela norma EN 3-9:2006 «Extintoresportátiles de incendios. Parte 9:Requisitos adicionales a la Nor-ma Europea EN 3-7 relativos a laresistencia a la presión de los ex-tintores de CO2», de acuerdo conla Directiva 97/23/CE, sobre equi-pos a presión.
(D.O.C.E. nº L48 de 19.02.09)
REGLAMENTO (CE) nº 134/2009 dela Comisión, de 16 de febrero de2009, por el que se modifica el Re-glamento (CE) nº 1907/2006 del Par-lamento Europeo y del Consejo re-lativo al registro, la evaluación, laautorización y la restricción de lassustancias y preparados químicos(REACH) en cuanto a su anexo XI.
(D.O.C.E. nº L46 de 17.02.09)
INFORMACIÓN
GENERAL
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer Trimestre 200976
CABLES DE ACERO Y ESLINGAS
● UNE-EN 12385-1:2003+A1:2008.Cables de acero. Seguridad. Par-te 1: Requisitos generales.
● UNE-EN 13411-1:2002+A1:2008.Terminales para cables de ace-ro. Seguridad. Parte 1: Guarda-cabos para eslingas de cablesde acero.
● UNE-EN 13411-2:2002+A1:2008.Terminales para cables de ace-ro. Seguridad. Parte 2: Empal-me de ojales para eslingas decable de acero.
● UNE-EN 13411-3:2005+A1:2008.Terminales para cables de ace-ro. Seguridad. Parte 3: Casqui-llos y asegurado de casquillos.
● UNE-EN 13411-4:2002+A1:2008.Terminales para cables de ace-ro. Seguridad. Parte 4: Termi-nal cónico (encajadura) de me-tal y resina.
● UNE-EN 13411-5:2004+A1:2008.Terminales para cables de ace-ro. Seguridad. Parte 5: Abraza-deras con perno en U.
● UNE-EN 13411-6:2005+A1:2008.Terminales para cables de ace-ro. Seguridad. Parte 6: Termi-nales de cuña asimétricos.
● UNE-EN 13411-7:2006+A1:2008.Terminales para cables de ace-ro. Seguridad. Parte 7: Termi-nales de de cuña simétricos.
● UNE-EN 13414-1:2004+A2:2008.Eslingas de cables de acero. Se-guridad. Parte 1: Eslingas para
aplicaciones generales de ele-vación.
● UNE-EN 13414-2:2004+A2:2008.Eslingas de cables de acero. Se-guridad. Parte 2: Especificaciónsobre la información acerca dela utilización y el mantenimientoa suministrar por el fabricante.
● UNE-EN 1492-1:2001+A1:2009.Eslingas textiles. Seguridad.Parte 1: Eslingas de cintas teji-das planas fabricadas con fibrasquímicas para uso general.
● UNE-EN 1492-2:2001+A1:2009.Eslingas textiles. Seguridad.Parte 2: Eslingas redondas fa-bricadas con fibras químicas pa-ra uso general.
● UNE-EN 1492-4:2005+A1:2009.Eslingas textiles. Seguridad.Parte 4: Eslingas de elevaciónfabricadas con cuerdas de fi-bras naturales y químicas parauso general.
● UNE-EN 1677-1:2001+A1:2009.Accesorios para eslingas. Se-guridad. Parte 1: Accesorios deacero forjado, Clase 8.
● UNE-EN 1677-4:2001+A1:2009.Accesorios para eslingas. Se-guridad. Parte 4: Eslabones,Clase 8.
● UNE-EN 1677-5:2002+A1:2009.Accesorios para eslingas. Segu-ridad. Parte 5: Ganchos de ele-vación de acero forjado con len-güeta de seguridad. Clase 4.
● UNE-EN 1677-6:2002+A1:2009.Accesorios para eslingas. Se-
guridad. Parte 6: Eslabones.Clase 4.
● UNE-EN 13889:2004+A1:2009.Grilletes de acero, forjados, pa-ra aplicaciones generales de ele-vación. Grilletes rectos y grille-tes tipo lira. Grado 6. Seguridad.
HERRAMIENTAS MANUALES Y
PORTÁTILES
● UNE-EN 792-10:2001+A1:2008.Herramientas portátiles de ac-cionamiento no eléctrico. Re-quisitos de seguridad. Parte 10:Herramientas portátiles a com-presión.
● UNE-EN 792-11:2001+A1:2008.Herramientas portátiles de ac-cionamiento no eléctrico. Re-quisitos de seguridad. Parte 11:Contorneadoras y cizallas.
● UNE-EN 792-12:2001+A1:2008.Herramientas portátiles de ac-cionamiento no eléctrico. Re-quisitos de seguridad. Parte 12:Pequeñas sierras circulares,oscilantes y alternativas.
● UNE-EN 792-13:2001+A1:2008.Herramientas portátiles de ac-cionamiento no eléctrico. Re-quisitos de seguridad. Parte 13:Herramientas para clavar ele-mentos de fijación.
● UNE-EN 792-8:2001+A1:2008.Herramientas portátiles de ac-cionamiento no eléctrico. Re-quisitos de seguridad. Parte 8:Pulidoras y lijadoras.
● UNE-EN 792-9:2001+A1:2008.Herramientas portátiles de ac-
cionamiento no eléctrico. Re-quisitos de seguridad. Parte 9:Amoladoras de herramientas.
HIGIENE INDUSTRIAL
● UNE-EN 12198-1:2001+A1:2008.Seguridad de las máquinas. Eva-luación y reducción de los ries-gos debidos a las radiacionesemitidas por las máquinas. Par-te 1: Principios generales.
● UNE-EN 12198-2:2003+A1:2008.Seguridad de las máquinas. Eva-luación y reducción de los ries-gos debidos a las radiacionesemitidas por las máquinas. Par-te 2: Procedimiento de medi-ción de la radiación emitida.
● UNE-EN 12198-3:2003+A1:2008.Seguridad de las máquinas. Eva-luación y reducción de los ries-gos debidos a las radiacionesemitidas por las máquinas. Par-te 3: Reducción de radiacionesmediante atenuación o apanta-llamiento.
ERGONOMÍA
● UNE-EN 614-2:2001+A1:2008.Seguridad de las máquinas. Prin-cipios de diseño ergonómico.Parte 2: Interacciones entre eldiseño de las máquinas y las ta-reas de trabajo.
Normas EA, UNE, CEI editadas
Actualización de la serie
de normas UNE-EN-
13411 sobre terminales
para cables de acero y
UNE-EN-1677 sobre
accesorios para eslingas
77Nº 113 Primer Trimestre 2009 SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE
● UNE-EN ISO 7731:2008. Ergo-nomía. Señales de peligro paralugares públicos y lugares detrabajo. Señales acústicas depeligro. (ISO 7731:2003).
● UNE-EN ISO 9241-151:2008. Er-gonomía de la interacción hom-bre-sistema. Parte 151: Direc-trices para las interfaces de usua-rio Web (ISO 9241-151:2008).
● UNE-EN 12464-2:2008. Ilumi-nación. Iluminación de lugaresde trabajo. Parte 2: Lugares detrabajo exteriores.
● UNE-EN ISO 13732-1:2008. Er-gonomía del ambiente térmico:Métodos para la evaluación de larespuesta humana al contactocon superficies. Parte 1: Super-ficies calientes. (ISO 13732-1:2006).
● UNE-EN ISO 13732-3:2008. Er-gonomía del ambiente térmico.Métodos para la evaluación de larespuesta humana al contactocon superficies. Parte 3: Super-ficies frías. (ISO 13732-3:2005).
● UNE-EN ISO 15536-1:2008. Er-gonomía. Maniquíes informati-zados y plantillas del cuerpo hu-mano. Parte 1: Requisitos ge-nerales. (ISO 15536-1:2005).
FUEGO E INCENDIOS
● UNE-EN 13478:2002+A1:2008.Seguridad de las máquinas. Pre-vención y protección contra in-cendios.
● UNE-CEN/TS 15447:2008. Mon-taje y fijación en los ensayos dereacción al fuego bajo la Direc-tiva de Productos de la Cons-trucción.
● UNE-EN 60695-8-1:2008. En-sayos relativos a los riesgos delfuego. Parte 8-1: Desprendi-miento de calor. Guía general.
MÁQUINAS
● UNE-EN 500-2:2007+A1:2008.Maquinaria móvil para construc-ción de carreteras. Seguridad.Parte 2: Requisitos específicospara fresadoras de firmes.
● UNE-EN 500-3:2007+A1:2008.Maquinaria móvil para cons-trucción de carreteras. Seguri-dad. Parte 3: Requisitos especí-ficos para estabilizadoras de sue-los y máquinas de reciclado.
● UNE-EN 547-3:1997+A1:2008.Seguridad de las máquinas. Me-didas del cuerpo humano. Par-te 3: Datos antropométricos.
● UNE-EN 842:1997+A1:2008. Se-guridad de las máquinas. Seña-les visuales de peligro. Requisi-tos generales, diseño y ensayos.
● UNE-EN 981:1997+A1:2008. Se-guridad de las máquinas. Siste-mas de señales de peligro y deinformación auditivas y visuales.
● UNE-EN 999:1999+A1:2008. Se-guridad de las máquinas. Posi-cionamiento de los dispositivosde protección en función de lavelocidad de aproximación departes del cuerpo humano.
● UNE-EN 13367:2006+A1:2008.Máquinas para trabajar la cerá-mica. Seguridad. Plataformas detransferencia y cabinas móviles.
● UNE-EN 13418:2004+A1:2008.Máquinas para plásticos y cau-
cho. Máquinas de bobinado pa-ra películas u hojas. Requisitosde seguridad.
● UNE-EN 15163:2008. Máquinase instalaciones para la extraccióny transformación de piedra na-tural. Requisitos de seguridad pa-ra sierras de hilo diamantado.
● UNE-EN 15164:2008. Máquinase instalaciones para la extrac-ción y transformación de piedranatural. Requisitos de seguri-dad para las rozadoras de ca-dena y cinta.
● UNE-EN 547-1:1997+A1:2009.Seguridad de las máquinas. Me-didas del cuerpo humano. Par-te 1: Principios para la deter-minación de las dimensionesrequeridas para el paso de to-do el cuerpo en las máquinas.
● UNE-EN 547-2:1997+A1:2009.Seguridad de las máquinas. Me-didas del cuerpo humano. Par-te 2: Principios para la deter-minación de las dimensionesrequeridas para las aberturasde acceso.
● UNE-EN 861:2008/AC:2009. Se-guridad de las máquinas paratrabajar la madera. Máquinascepilladoras y regruesadoras.
● UNE-EN 12012-1:2007+A1:2008ERRATUM:2009. Máquinas pa-ra plásticos y caucho. Máquinasreductoras de tamaño. Parte 1:Requisitos de seguridad paragranuladoras de cuchillas.
● UNE-EN 12921-2:2005+A1:2009.Máquinas para la limpieza su-perficial y pretratamiento depiezas industriales que utilizan
líquidos o vapores. Parte 2: Se-guridad de las máquinas queutilizan líquidos de limpieza enbase acuosa.
● UNE-EN 12921-3:2005+A1:2009.Máquinas para la limpieza su-perficial y pretratamiento depiezas industriales que utilizanlíquidos o vapores. Parte 3: Se-guridad de las máquinas queutilizan líquidos de limpieza in-flamables.
● UNE-EN 12921-4:2006+A1:2009.Máquinas para la limpieza su-perficial y pretratamiento de pie-zas industriales que utilizan lí-quidos o vapores. Parte 4: Segu-ridad de las máquinas que utilizandisolventes halogenados.
● UNE-EN 14017:2006+A1:2009.Maquinaria agrícola y forestal.Distribuidores de fertilizantessólidos. Seguridad.
● UNE-EN 15061:2009+A1:2009.Seguridad de las máquinas. Re-quisitos de seguridad para má-quinas e instalaciones de tra-tamiento de laminación.
PRODUCTOS LÁSER
● CEI 60825-1:2007 + CORR. 1:2007. Seguridad de los produc-tos láser. Parte 1: Clasificaciónde los equipos y requisitos.
Actualización de la serie
UNE-EN-547 sobre
seguridad en las
máquinas en relación con
las medidas del cuerpo
humano del usuario
INFORMACIÓN
GENERAL
SEGURIDAD Y MEDIO AMBIENTE Nº 113 Primer Trimestre 200978
AGENDA2
CONGRESO/SIMPOSIO FECHA LUGAR INFORMACIÓN
Prevención de riesgos profesionales y medio ambiente
Seguridad
MIPS 2009: Feria de la Protección,
Seguridad y Protección contra el Fuego
Laboralia: Feria de la Prevención,
Protección, Seguridad y Salud Laboral
IX Congreso de los Servicios de
Emergencia
SCI 2009: Congreso de Seguridad
contra Incendios
Conferencia Internacional sobre
Exposición Ambiental y Laboral de la
Piel a Productos Químicos
Préventica Lyon 2009. Congreso para la
Prevención de Riesgos Profesionales
Safe 2009
America’s Fire & Security Expo 2009
17th World Congress on Ergonomics
Seguriexpo 2009
4ª Conferencia Internacional sobre
Nanotecnologías. Salud en el Trabajo y
Salubridad del Medio Ambiente
X Encuentro Euroamericano Riesgo y
Trabajo
Medio Ambiente
Ambientalia. IV Congreso Andaluz de
Desarrollo Sostenible
2º Cumbre de Concentración
Fotovoltaica
IV Simposio Nacional y II Internacional
de Gestión Ambiental en Centros
Sanitarios
5° Congreso Mundial de Educación
Ambiental
Genera '09, Feria Internacional de
Energía y Medio Ambiente. 12ª edición
Conferencia sobre Nanotecnología
«Análisis de aplicaciones inmediatas y
beneficios sociales de la nanotecnología»
Ecocity& Industry 2009. Salón del
Medio Ambiente
European Future Energy Forum
VII Convención Internacional sobre
Medio Ambiente y Desarrollo
Del 13 al 16 de abrilde 2009
Del 27 al 29 demayo de 2009
Del 27 al 29 demayo de 2009
Del 10 al 12 de juniode 2009
Del 14 al 17 de juniode 2009
Del 16 al 18 de juniode 2009
Del 1 al 3 de julio de2009
Del 28 al 30 de juliode 2009
Del 9 al 14 deagosto de 2009
Del 12 al 14 deagosto de 2009
Del 26 al 29 deagosto de 2009
Del 21 al 23 deoctubre de 2009
Del 16 al 18 de abrilde 2009
Del 28 al 30 de abrilde 2009
Del 6 al 8 de mayode 2009
Del 10 al 14 demayo de 2009
Del 12 al 14 demayo de 2009
Del 19 al 21 demayo de 2009
Del 27 al 29 demayo de 2009
Del 9 al 11 de juniode 2009
Del 6 al 10 de juliode 2009
Moscú
(Rusia)
Valencia
(España)
A Coruña
(España)
Madrid
(España)
Edimburgo
(Reino Unido)
Lyon
(Francia)
Roma
(Italia)
Miami
(Estados Unidos)
Beijing
(China)
Buenos Aires
(Argentina)
Helsinki
(Finlandia)
Salamanca
(España)
Jaén
(España)
Toledo
(España)
Toledo
(España)
Montreal
(Canadá)
Madrid
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Compostela
(España)
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Bilbao
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La Habana
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Laboralia. Tel.: 963 861 100. Fax: 963 636 111. e-mail: feriavalencia@feriavalencia.com Web: www.laboralia.feriavalencia.com
APTB. Tel.: 944 061 200. Fax: 944 061 201. e-mail: aptb@aptb.org Web: www.aptb.org/congreso
Tel.: 91 436 14 19. e-mail: info@tecnifuego-aespi.org Web: www.congreso-sci.org
Sociedad Británica de Higiene Laboral. Tel.: +44 01332 298101. Fax: +44 01332 298099. e-mail: admin@bohs.org Web: www.oeesc2009.pwp.blueyonder.co.uk/OEESC
Communica. Immeuble le Forum 2. 10 rue Haroun Tazieff. 33150 Cenone-mail: salon@preventica.com Web: www.preventica.com
Wessex Institute of Technology. Tel.: 44 (0) 238 029 3223 Fax: 44 (0) 238 029 2853 e-mail: cshiell@wessex.ac.uk Web: www.wessex.ac.uk/safe09
National Fire Protection Association (NFPA). Tel.: +1 630 271 8210. Fax: +1 630 271 8234 e-mail: info@rocexhibitions.com Web: ww.americasfireandsecurity.com/spanish/informacio
Sheng Wang, President. Chinese Ergonomics Society. Peking Univ. Tel.: +86 10 8280 1728. Fax: +86-10-8280-1533. e-mail: iea09secretariat@bjmu.edu.cn Web: www.iea2009.org
Messe Frankfurt junto con la Cámara Argentina de Seguridad Electrónica (CASEL) Tel.: +54 11 4514 1400. Fax: +54 11 4514 1404. e-mail: seguriexpo@indexport.com.ar Web: www.seguriexpo.com
Leila Ahlström. FIOH. Tel.: 358 30 474 285. e-mail: nanoeh2009@tavicon.fi Web: www.ttl.fi/nanoeh2009
FUNDACIÓN MAPFRE. Tel.: +34 915 812 336. Fax: 34 915 818 535 E-mail: fundacion.prevencion@mapfre.com Web: www.fundacionmapfre.com/prevencion
Casiopea Univ. Jaén. Campus Las Lagunillas s/n. Edificio C-2, desp. 402. 23071 Jaén. Tel.: 953 21 22 54. e-mail: info@ambientalia.org Web: http://andalucia.ambientalia.org/
e-mail: belen@cpvtoday.com Web: http://www.cpvtoday.com/eu09/es/
Pº de la Rosa, 1 Estación del AVE, local 2 - 45006 ToledoTel.: 925 22 04 28. Fax: 925 22 04 28. e-mail: priority@prioritysl.es
Secretariado del 5º Congreso Mundial de Educación Ambiental. JPdL. 1555 rue Peel, suite 500Montréal (Québec) H3A 3L8 Canada. Tel.: + 1 514 2871 070. Fax: + 1 514 2871 248e-mail: 5weec@jpdl.com Web: http://www. 5weec.uqam.ca
IFEMA, Feria de Madrid. Tel.: 902 22 15 15. Fax: 91 722 57 88. e-mail: genera@ifema.es Web: http://www.ifema.es/ferias/genera/default.html
Irene Vilar. Global Energy. Manuel Núñez, 4º, 4ª. Planta. 36203 VigoTel.: +34 986 356756. Móvil: +34 630884662. Fax: +34 986 355250. e-mail: eventos1@globalenergy.es
Tel.: 902 23 32 00 / 93 233 21 44. e-mail: ecocity@firabcn.es Web: http://www.ecocity.es
Web: http://www.europeanfutureenergyforum.com
Ms. C. Isabel Torna Falco. Secretaria Organizadora, Agencia de Medio AmbienteCalle 20 esq. a 18-A, Miramar, Playa. 11300 La Habana (Cuba). Tel.: (537) 203-0777. Fax: (537) 204-0852. e-mail: convencion@ama.cu Web: http:// www.cubambiente.com
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