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EL DESARROLLO DE LA IDENTIDAD EN LA FORMACIÓN DEL DOCENTE DE
EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE[2]
12 de diciembre DEL 2008
Reflexiones en torno a la identidad profesional
y cultural de los maestros
Por: Tupakusi Hugo cordero Calisaya
Introducción
¿Se puede hablar de la manifestación de una Identidad Profesional, una identidad cultural
y una identidad Intercultural en las acciones educativas de un educador popular
comunitario?
Las reflexiones que compartiré con ustedes, al intentar responder esas 3 preguntas,
tienen como origen el planteamiento de un nuevo modelo civilizatorio basado en los
fundamentos (Jhatas[3]) o principios de la cosmovisión (cosmosentimiento[4]) andina.
Lo anterior supone que los valores de libertad, Igualdad, dignidad, democracia y Mercado,
que son los sustentos de la racionalidad occidental, no son parte de esta reflexión.
Entonces, serán los valores de complementariedad[5], diferencia[6] (diversidad)
Identidad[7] y lógica del ayni[8], los valores o principios que guíen estas reflexiones.
Para nuestros abuelos todas las cosas del universo y del cosmos son un solo cuerpo
articulado complementariamente y relacionado, entre sus partes o componentes, con
respeto mutuo; esta concepción hace que se piense que el todo es uno y el uno es todo;
es decir, todos los seres vivos, animales, vegetales y minerales son parte de otro cuerpo
mayor. Donde todo es vida, todo es par y todo es compartido[9]. Y por tal motivo, todos
esos seres que hacen la pacha (el cosmos) tienen un crecimiento en cuatro dimensiones
existenciales. El Ajayu[10] dimensión espiritual donde se complementan los instintos
primigenios, los sentimientos, las ideas primigenias, las percepciones o concepciones y
por último los valores. El Yatiña[11] dimensión del hecho de saber, del hecho de
comprender y darle significado comunitario a la valoración del entorno, del otro o de uno
mismo. El Luraña[12] dimensión físico biológica donde se manifiesta la energía
transformadora y productiva. Por último, el Qamaña[13] dimensión de la convivencia
comunitaria, es la dimensión de la organización. Cuatro dimensiones que crecen en forma
armónica. En resumen, para nuestros abuelos todo y todos tienen sentimientos, razonan,
se desarrollan, se transforman y conviven entre ellos bajo el sistema de convivencia social
del ayni, solo así pueden crecer y desarrollarse en la comunidad..
Esa integralidad existente entre esas cuatro dimensiones donde ninguna es superior ni
inferior, donde ninguna tiene mayor valor, ni esta por delante o por detrás de la otra,
porque todas tienen la misma importancia; no nos permite separar lo individual de lo
colectivo, ni lo subjetivo de lo objetivo o lo abstracto de lo concreto, ni lo visible de lo
invisible Todos son uno.
Importancia de la identidad.
Los conceptos y los valores anteriores son parte fundamental de la identidad cultural
andina y estas están sustentadas en las siguientes ideas base de identidad:
Todo ser humano “es” y “está” siendo. Este ser y este estar (Para nosotros estar-siendo)
nos habla de una noción de tiempo, de un permanecer y de una noción de espacio, de un
pertenecer. (Nosotros definimos a este estar-siendo como PACHA[14]. En ese estar-
siendo nos relacionamos con nosotros mismos, con los otros, con el entorno y al
relacionarnos manifestamos sentimientos, ideas, pensamientos, acciones en actitudes y
comportamientos sociales o comunitarios.
La identidad cultural tiene que ver también con la forma como percibimos la realidad total,
como la interpretamos, como la representamos y como la organizamos cuando nos
relacionamos con nosotros mismos, con los otros y con el entorno. Pensar que la
naturaleza y yo somos uno mismo, un solo cuerpo o pensar que estamos separados, de
tal modo que uno es el sujeto y otro es el objeto, hace la diferencia básica de los modelos
civilizatorios.
El concepto de relacionalidad de la identidad cultural me hace pensar en el otro diferente.
Este otro diferente puede ser planta, animal, mineral; cada uno un ser vivo que siente,
piensa, reacciona. Entonces yo me relaciono con el otro del mismo modo que me
relaciono conmigo mismo, con mucho respeto.
Entonces cuando hablamos de identidad es muy importante saber, en términos de origen,
de que espacio provenimos, en que espacio y en que tiempo vivimos y con quienes nos
relacionamos y como nos relacionamos. Y básicamente como nos concebimos entre
diferentes
La esencia de lo INTERCULTURAL
Todas las identidades culturales necesitan definir con precisión su tiempo y su espacio y
dentro de ella la forma de relacionamiento que tienen entre los diferentes sujetos que
hacen la comunidad cultural. Estás precisiones identificarán su forma de concebir y
percibir el mundo, su entorno, al otro y a sí mismo. Es decir configurará su
cosmosentimiento.
Pero ¿Qué pasa cuando dos o más diferentes se relacionan o Conviven? Dos o más
culturas, géneros, generaciones, roles sociales. Y ¿qué pasa cuando al interior de una
cultura, los roles que desempeñan las personas son consideradas diferentes en
importancia y en jerarquía? Aquí es necesario precisar lo que entendemos por
interculturalidad, por relación de roles sociales, además definir las semejanzas, las
diferencias y las matrices civilizatorias que las producen.
La interculturalidad, generalmente, la definimos como una forma de relacionarse entre
diferentes culturas. Pero quisiera resaltar un aspecto dentro esta relación entre diferentes.
No tanto conceptual, ni ideológica. Digo lo anterior porque muchos pensamos que la
interculturalidad es una ideología, un método, un enfoque. Para mí, básicamente, es UNA
ACTITUD DE VIDA. Y la actitud de vida intercultural se reduce simplemente a tener
respeto al otro diferente. Cuando digo se reduce, no lo digo por quitarle importancia, sino
porque la interculturalidad es simple en su práctica. Sólo exige respeto, es decir,
aceptación al otro diferente tal como es, sin importar color de piel, estatura, forma
corporal, forma de percepción y de pensamiento, etc. La interculturalidad sólo pide
convivencia entre todas las diferentes culturas; no sólo para tolerarse, respetarse entre
diferentes; sino por ACEPTARSE, RECONOCERSE EN LAS FORMAS DIFERENTES DE
PENSAR, SENTIR, DE ORGANIZAR, DE PRODUCIR Y DE HACER POLÍTICA ENTRE
NOSOTROS.
Cuando hablamos de la relación de roles al interior de una cultura lo primero que
pensamos es en las diferencias existentes o creadas por el sistema. El hombre es más
fuerte que la mujer. En tono de broma el hombre fue creatura y la mujer es sólo la costilla
del hombre; el adulto sabe y es más importante que el adolescente o el niño, los abuelos
no sirven son tiempo viejo; el que sabe es profesional y el que imita (aprende) es el
alumno. El sistema de clases ha creado una serie de diferencias para la mantención de
determinados privilegios. Pensemos en el rol de padre de familia, en el rol de trabajador,
en el rol del profesional. Cada una de ellas tiene determinadas características
actitudinales y comportamentales frente a sí mismo y frente al otro. Tiene en el fondo
niveles de capacitación, niveles de dominio de conocimientos y tecnologías. Es este
dominio y esta capacitación que hace que uno sea comprendido como superior al otro. Un
trabajador nunca será igual de capaz que un profesional. (Diferencia = cantidad de
conocimientos adquiridos y ejecutados; resultado uno es más y otro es menos). En
términos de comportamiento la relación entre estos dos diferentes siempre será de
superior a inferior, aunque en la relación exista tolerancia para convivir con él. Yo te
acepto y comprendo como eres, pero lo que tú tienes que entender es que yo tengo
mayor capacidad y mis conocimientos tienen mayor valor que tu experiencia.
Por lo visto la forma de concebir las relaciones entre los diferentes no son iguales. Una es
la forma de los que respetan el equilibrio de la diferencia y otra es la que con actitud de
dominio toleran al diferente inferior. Ambas son semejantes porque en ambos casos se
refieren a relaciones entre diferentes y son diferentes porque parten de diferentes
modelos civilizatorios. La primera responde a un modelo civilizatorio que respeta la
diversidad cultural y considera a cada una con la misma capacidad de concebir,
comprender, transformar la realidad y convivir con su entorno dentro del código de
respeto mutuo y la segunda es parte del modelo civilizatorio que tiene como base la
competencia y el libre mercado, donde las capacidades y las potencialidades se definen
por las características de dominio o superioridad.
El conflicto de la identidad cultural y profesional del maestro.
Desde estos parámetros o estas concepciones la pregunta: Nosotros como maestros
¿Cómo nos relacionamos con la comunidad educativa? Si entendemos que la comunidad
educativa está conformada por territorio y cultura y dentro de ella por las Autoridades
originarias, las organizaciones, los Padres de familia, los maestros (yo y mis pares) y los
estudiantes ¿Cómo me relaciono con cada uno de los que componen la comunidad?
¿Será que mi ‘identidad Profesional’, mi identidad cultural y mi actitud intercultural hacen
que varíen mis formas de relacionamiento con ellos? Voy por otro lado. En el contexto
diverso en el que nos desenvolvemos ¿Es posible hablar de una identidad profesional, de
una identidad cultural y de una identidad intercultural separadas cuando hablamos de las
acciones educativas de un maestro? Pregunto esto porque ser profesor es toda una
identidad y una entidad. Dicho de otro modo: Un profesor en su vida cotidiana ¿Será otro
cuando está frente a sí mismo, frente a sus estudiantes, frente a su comunidad y más
aún, será diferente cuando se enfrenta a una comunidad cultural diferente a la suya?. Si
aceptamos la integralidad de las cuatro dimensiones existenciales del pacharuna (ser
humano integral) es imposible, siempre será el mismo, el mismo que carga los mismos
valores, los mismos sentimientos, los mismos pensamientos y las mismos
comportamientos lo que variará son las circunstancias de relacionamiento.
Entonces. ¿Quiénes somos? ¿Dónde pertenecemos y en que tiempo vivimos?
Somos herederos de la gran cultura milenaria dueña de estos territorios, somos hijos del
gran Tawantinsuyu. Y fuimos formados, educados con los esquemas mentales de la gran
modernidad. Fuimos convencidos que al profesionalizarnos dejamos de ser los hijos de la
cultura madre que no tiene ciencia, ni filosofía, ni religión, ni política, etc, etc. Nos
convencieron que pese a la piel cobriza que llevamos nuestra alma es blanca. Nos dijeron
que fuimos civilizados con los grandes valores y principios de la modernidad.
Desde hace mucho tiempo sabemos que el proceso de colonización nos ha hecho vivir en
dos modelos de civilización creando en nosotros actitudes y comportamientos muy
confusos; lo sabemos porque no los han dicho pero no lo sentimos así. Nos cuesta
convencernos de nuestra identidad dual y abigarrada. No queremos entender, porque
podemos entender que el proceso de formación en el que hemos sido forjados como
profesionales nos ha cambiado los esquemas mentales, nos ha cambiado las jhatas y las
raíces culturales propias.
¡Qué diablos… Pese a todo soy profesional..!
Cuando me miro en forma intracultural me veo aprisionado, negado, cambiado en mi
esencia cultural. Ya no quiero ser hijo de esta tierra quiero parecerme al hijo del otro
continente. Cuando me miro interculturalmente me veo enriquecido, me siento capacitado
en dos lógicas organizacionales diferentes, me siento parte de dos modelos civilizatorios,
pero tengo impulsos muy fuertes de actuar con el modelo dominante y negar al modelo
sometido. ¿Será que mi ‘identidad profesional’ es superior a mi identidad cultural?
Mi ‘identidad profesional’ o la competencia profesional no es nada más que el dominio de
conocimientos, habilidades y técnicas de una actividad productiva concreta. Dicho de otro
modo, es un oficio. Mi profesión es la actividad en la que trabajo a cambio de un salario;
me gano la vida con el ejercicio de mi profesión. Entonces la profesionalidad es una
dimensión existencial pero no es el todo. En una cultura existen muchas profesiones, el
que enseña, el agricultor, el panadero, etc. Uno se quema las pestañas y el otro se
encallece las manos. El primero memorizando, leyendo y el segundo produciendo,
haciendo. ¿Cuál es superior? ¿Cuál es inferior?
Dentro de la lógica del trabajo remunerado nos hemos olvidado de la lógica de servicio.
Los oficios son necesarios porque sirven a la comunidad, enriquecen su forma
organizacional y su vida comunitaria. Y dentro de la lógica del crecimiento espiritual y
cognitivo también nos hemos olvidado que el saber más está ligado a la sabiduría y no al
poder, hay que servir y no dominar. Los oficios y los conocimientos deberían lograr el
suma qamaña.[15] El vivir bien de la comunidad. Y dentro del sistema de convivencia
social del ayni nos hemos olvidado que en la medida que hacemos crecer a la comunidad
crecemos nosotros, en la medida que mejoramos, cualificamos sus formas
organizacionales nos cualificamos nosotros.
La hora del volver a estar siendo en nuestro espacio y nuestro tiempo: Ser en nuestra
Pacha.
Los maestros hemos transitado por otros thakhis (caminos) que no son los nuestros. Si lo
hicimos no es porque así lo quisimos, fue porque nos hicieron creer que era el camino
más adecuado. Lo creímos y nos negamos y nos desequilibramos en nuestro crecimiento
armónico. Parece que ha llegado el momento de la reconstitución y de la reconstrucción.
Momento en el que a partir de la deconstrucción de nuestro constructo imaginario
subjetivo; con nuestro sentir y nuestro pensar debemos reencontrarnos con las jathas
(semillas) primigenias, con el líquido seminal de nuestra cultura. Logrado el reencuentro
debemos comenzar a producir, a transformar y reorganizar nuestras relaciones de
convivencia logrando la unidad de nuestro constructo social concreto y nuestro imaginario
subjetivo.
Proceso posiblemente doloroso pero placentero al final. Leer en nosotros mismos para
encontrar las jathas fundamentales de nuestro vivir y leer en la naturaleza para identificar
las mismas jathas que producen vida; para luego escribir lo sentido y lo pensado con
acciones y hechos que transformen la vida y así escribir en la comunidad compartiendo
respetuosamente los beneficios del vivir bien en comunidad. Donde el maestro, nosotros,
seamos el componente más importante y más necesario, porque nos convertiremos en los
verdaderos forjadores de los procesos intraculturales e interculturales de nuestra
verdadera comunidad cultural
Dicho de otro modo, un profesor, durante su formación continua, durante su aprendizaje y
durante su desempeño profesional debe volver a relacionarse y aprehender el pacha (su
entorno) tal cómo se aprehende a sí mismo. Debe percibirla, comprenderla, representarla
y organizarla como un todo corporal entre él y la pacha misma.
Para finalizar. Parece ser que la identidad profesional creada por los Institutos Normales o
Universidades pedagógicas y basada en la perfección, el modelo y la profesionalización
ha generado rasgos de superioridad con relación a sus estudiantes y frente a la
comunidad, creando una contradicción entre la profesionalidad creada y la identidad
cultural heredada pero ignorada. Creencia de superioridad que es relativizada por la
emergencia de la diversidad que nos plantea la existencia de varias verdades relativas y
la no existencia de la verdad absoluta. Además, enseñar una sola verdad absoluta aliena,
obliga a imitar, obliga a aceptar las verdades vertidas por el poseedor de las afirmaciones.
Diremos junto a Ranciere que el ‘explicar atonta’, evita el largo camino de la búsqueda y
el encuentro de los verdaderos conocimientos perdurables.
Una identidad debe ser comprendida no como algo que confirma o afirma el ser
simplemente, sino debe ser entendida como un proceso de construcción, una búsqueda
de armonía entre la actividad productiva (profesional) personal y los propósitos que
buscan el vivir bien en comunidad.
Los desafíos, lo urgente[16]
Los desafíos son quizás más de una naturaleza personal, en el sentido del jaqi[17]
(persona integral en la comunidad). El sueño de nuestros países diversos es que el
sistema educativo cambie, pero sabemos que ese proceso va a durar mucho tiempo
mientras tanto ¿Quién asume lo urgente? ¿Nosotros? ¿Ima chay?
Si queremos:
Mejorar el compromiso cultural y la competencia profesional del futuro maestro en
educación intercultural indígena, (futuros educadores populares comunitarios).
Apostemos a una reafirmación identitaria, a una formación ideológica y filosófica; para
generar un pensamiento intracultural e intercultural desde la cosmovisión de los
pobladores indígenas:
Para:
1º Lograr un mayor auto reconocimiento de sí mismo y de su pertenencia cultural,
identificándose en su diferencia y en la diferencia del otro para elevar su autoestima
cultural.
2º Identificarse con la formas organizativas y de pensamiento del otro, proveyéndose de
instrumentos para posibilitar una excelente comunicación con niños, adolescentes y
adultos a los cuales presta su servicio profesional Profesores indígenas orgullosos de ser
indígenas y con capacidad para aprender junto a sus alumnos desde la identidad propia y
desde la cultura del otro.
Resultado:
|Profesores indígenas (educadores populares y comunitarios) orgullosos de ser indígenas
y con |
|capacidad para aprender junto a sus alumnos desde la identidad propia y desde la cultura
del otro. |
Si queremos:
Fortalecer el desempeño docente en el aula (espacios educativos diversos no
escolarizados), proporcionándoles herramientas teóricas y prácticas en Interculturalidad.
Apostemos a una reconstrucción memoria histórica y mítica, a una formación en ciencia y
conocimiento andino
Para:
1º Reconstruir la memoria histórica en ciencia y conocimiento andino para una enseñanza
teórico-práctica de las diferentes disciplinas y áreas de conocimiento, de manera integral,
partiendo de la realidad cultural y cotidiana de los estudiantes.
2º Adecuar los contenidos de las diferentes áreas de conocimiento a la lógica de
aprendizaje, a la realidad cotidiana y a la cosmovisión cultural, diferenciando las
estrategias metodológicas y de evaluación específicas requeridas para desempeñarse en
cada ciclo de aprendizaje y en cada situación sociocultural y lingüística Maestros de área
con conocimientos teóricos y prácticos, con destrezas para comunicar los conocimientos
universales en 2 idiomas, en forma holística e integrada y con la utilización de ejemplos
que partan de la vivencia cotidiana de los estudiantes.
Resultado:
|Maestros de área con conocimientos teóricos y prácticos, Educadores populares y
comunitarios con destrezas|
|para comunicar los conocimientos universales en 2 idiomas, en forma holística e
integrada y con la |
|utilización de ejemplos que partan de la vivencia cotidiana de los estudiantes. |
Si queremos:
Promover acciones de investigación participativa en procesos de aprendizajes
significativos en contextos interculturales.
Apostemos a una acción y producción educativa, a una; Formación En procesos
productivos
Para:
1º Desarrollar experiencias investigativas y Potenciar las capacidades constructivas, que
permitan al nuevo maestro reordenar la información existente en la cotidianidad, para
luego transformar los materiales didácticos naturales existentes en contenidos temáticos
2º Desarrollar habilidades de observación e investigación, para poder identificar el
contexto real del niño, descubrir los aprendizajes previos para conducirlo en un verdadero
proceso de autoaprendizaje y descubrimiento de la realidad. Investigadores capaces de
combinar los métodos de Investigación Acción Participativa y las estrategias de
conocimiento de la lógica andina.
Rsultado:
|Investigadores capaces de combinar los métodos de Investigación Acción Participativa y
las |
|estrategias de construcción de conocimientos de la lógica andina. |
Si queremos:
Generar espacios de investigación acción participativa en los mismos procesos de
aprendizaje y enseñanza desde las categorías del pensamiento andino y desde la
percepción comunitaria.
Apostemos por una Teorización de la acción político- educativa, a ua formación desde las
estructuras organizacionales de nuestros pueblos.
Para:
1º Formar una actitud científica abierta a las nuevas concepciones educativas propias y
foráneas, para desarrollar cambios en los procesos de aprendizaje - enseñanza
comprendiendo los aspectos conceptuales, metodológicos e instrumentales de los nuevos
enfoques de una pedagogía propia”.
2º “Desarrollar competencias para interpretar y teorizar el contexto social, cultural,
lingüístico, educativo y las particularidades del desarrollo de los alumnos y sus continuas
transformaciones para adecuar el currículo y los procesos de enseñanza a esas diferentes
realidades”. Resultado:
|Educadores potencialmente identificadores de necesidades y conflictos de la realidad
comunitaria y |
|nacional y con capacidad de poder traducir estos fenómenos sociales en términos
educativos y en |
|proyectos de aula. |
UN gran jallalla a todos los hermanos y a todas las hermanas.
UN Jailli Jailli
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[1] Conferencia virtual patrocinada por Tarea del Perú y dirigida a profesores de
Educación Intercultural Bilingüe de Lima, Cuzco, Huancavelica y Ayacucho,. Monitoreado
desde Cochabamba por la Oficina Educativa de la Fac. de Hum. De la Universidad Mayor
de San Simón Cochabamba Bolivia, 12 de diciembre del 2008
[2] Es una de las esencias formativas de un buen educador popular
[3] Jhatas. Palabra aymara que se traduce como semillas; pero al mismo tiempo se la
entiende como los principios o los fundamentos de las hechos; son los pilares que
sustentan el cosmosentimiento andino.
[4] (cosmovisión es igual a ver el mundo, ver la naturaleza, ver el cosmos) Lo anterior
supone separar el cosmos del se humano; es decir, el humano es el sujeto y e cosmos el
objeto. El uno observa, percibe, valora y utiliza al otro que es externo a él y considerado
como objeto, una materia prima, un recurso natural. Cosmosentimiento porque nosotros
sentimos la pacha (cosmos) porque es parte nuestra y nosotros somos parte de él; por lo
tanto, nos sentimos uno al otro como partes de un todo.
[5] Entendemos lo complementario no como un hecho de ‘completarse’ o completar al
otro. Complementario es caminar juntos, lado a lado, sin que ese caminar signifique que
uno somete o domina al otro. Es el caminar de dos energías diferentes, cada una con
diferentes capacidades y potencialidades que se colaboran mutuamente. La libertad es
otro pretexto para hacer lo que uno quiere. Es esencia del egoísmo y la individualidad.
[6] Estamos convencidos que no hay dos seres vivos ‘iguales’. La igualdad es una ficción;
hay semejanzas y diferencias, no hay igualdad. Plantear el respeto al diferente o a la
diferencia significa reconocer y aceptar al otro en su diferencia y su autenticidad. La
igualdad nos obliga a homogeneizar, a masificar. Creemos en el equilibrio de las
diferencias.
[7] Nosotros somos parte y estamos en el mundo, en el mundo esta nuestra comunidad y
con ella nosotros producimos aquello que nos identifica como miembros de la comunidad.
Somos cultura y producimos cultura y estos productos hablan de nosotros de lo que
somos. He ahí la importancia de la identidad cultural; ella nos muestra como una totalidad,
como prte de un territorio, de una historia y de unas acciones de producción y de
relaciones de convivencia. La dignidad sólo nos habla de una cualidad inherente a la
persona o de una parte del comportamiento frente a.
[8] Es el sistema de convivencia social de los Ayllus y Markas del Qollasuyu. Su base
fundamental es el respeto mutuo y el consenso. Y lleva dentro de su significación las
ideas de compartir, ayudar, apoyar, convivir, fiesta, alegría, obligación y servicio.
[9] Son los valores básicos de la comprensión del mundo y de las formas de relacionarnos
con ella. Puede decirse que el paradigma base del cosmosentimiento andino amazónico
son:
• Todo es uno y uno es todo.
• Todo tiene vida
• Todo es par
• Todo es cíclico
• Todo es ayni
[10] Ajayu palabra aymara que se traduce al castellano como alma, viveza, energía,
nosotros le damos la connotación más genérica de espiritual
[11] Yatiña, palabra aymara que se traduce como saber, conocer, tener noción. Nosotros
la traducimos como la acción de comprender de aprehender.
[12] Luraña: hacer,, ejecutar, consumar, elaborar, crear, componer, inventar una cosa,
nosotros la entendemos más como la acción productiva o la acción transformadora de los
recursos.
[13] Qamaña: vivir, morar, habitar, radicar. Para nosotros es la convivencia.
[14] Viene de dos palabras aymaras PA paya_ dos y CHA ch’ama, fuerza energía. Y la
mayoría la traduce como tiempo, espacio y vida.
[15] Allin kawsay o sumaj kawsay en quechua
[16] Las ideas planteadas en este acápite son planteamientos de la propuesta educativa
presentada al Ministerio de Educación boliviana en el año 2004. fue presentado en
coordinación de la CONAMAQ (concejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyu) con el
nombre de formación de profesores indígenas intra e interculturales.
[17] Jaqí palabra aymara que es traducido como persona integra. No se refiere sólo al
individuo masculino o femenino. Sino a la relación del hombre la mujer y su descendencia
cuando conviven en familia. Jaqi es igual a khary, warmi y wawa). En nuestra cultura sólo
se puede ser jaqi cuando ha formado pareja, cuando se reproduce. Si no formaliza pareja
es Yocalla (chico) nomás