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Lección 6 para el 8 de febrero de 2014
“Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte”(1ª de Corintios 1:26-27)
A. Jesús y las personas comunes.
Jesús, ejemplo de persona común.
Trabajando con las personas comunes.
Transformando a las personas comunes.
B. Las personas comunes a los ojos de Dios.
C. La igualdad de todos los hombres.
Pudiendo haber escogido su hogar de nacimiento, Jesús no escogió nacer en un hogar adinerado o socialmente influyente.
Su lugar de nacimiento:
“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”
(Lucas 2:7)
Su nivel económico:
“y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos” (Lucas 2:24)“Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos…” (Levítico 12:8 p.p.)
El “barrio” donde se crió:
“Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve” (Juan 1:46)
“El Redentor del mundo
fue hijo de padres
pobres, y cuando en su
infancia fue presentado
en el templo, su madre
pudo llevar tan sólo la
ofrenda establecida para
los pobres: un par de
tórtolas o dos palominos.
El constituyó el don más
precioso hecho por el
cielo a nuestro
mundo, un don que
escapa a todo cálculo, y
sin embargo se dio
testimonio de él sólo
mediante la ofrenda más
pequeña. Nuestro
Salvador, durante su
estada en el
mundo, compartió la
suerte de los pobres y
humildes. La abnegación
y el sacrificio
E.G.W. (Consejos sobre mayordomía cristiana, cp. 33, pg. 166-167)
Jesús trabajó especialmente entre la gente común, preocupándose por sus necesidades.
Realizó su primer milagro para sacar de apuros a una pareja de recién casados, transformando en vino unos 500 litros de agua (Juan 2:1-11)
En dos ocasiones, se compadeció de las multitudes que le seguían proveyéndoles de alimento con solo unos pocos panes y un poco de pescado (Mateo 16:9-10)
Muy a menudo, Jesús buscó personas que eran consideradas comunes u ordinarias, que no tenían suficiencia propia y estaban preparadas para confiar completamente en Dios para su éxito.
“Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús” (Hechos 4:13)
Pedro era una persona común, un pescador que vivía del fruto de su trabajo.
Pedro fue transformado de hombre común a un gran predicador, siendo usado por Dios para llevar el Evangelio a judíos y gentiles por todo el mundo.
Al igual que a él, Dios te puede transformar también a ti.
1. Percibió su indignidad, se postró a los pies de Jesús y le siguió (Lucas 5:1-11)
2. Se dejó influenciar por el Espíritu Santo (Mateo 16:13-17)
3. Se arrepintió sinceramente cuando pecó (Mateo 26:75)
¿Cómo fue transformado?
¿Qué valor concede Dios a las personas?
“Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé”
(Isaías 43:4 p.p.)
“Es sólo por medio de la cruz como podemos
estimar el valor del alma humana. Es tan
grande el valor de los hombres por quienes
Cristo murió que el Padre está satisfecho con el
precio infinito que él paga por la salvación del
hombre al entregar a su propio Hijo para morir
por su redención. ¡Qué sabiduría, qué
misericordia y qué amor en su plenitud se
manifiestan aquí! El valor del hombre se
comprende sólo al ir al Calvario. En el misterio
de la cruz de Cristo podemos estimar el valor
del hombre” E.G.W. (Exaltad a Jesús, 16 de agosto)
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28)
Es importante comprender que, ante Dios, todas las personas tienen el mismo valor(1ª de Pedro 1:17)
Por esta razón, no debemos nosotros despreciar ni ensalzar desmedidamente a nadie.
Ricos y pobres, hombres y mujeres, foráneos y extranjeros, personas de todas las razas… todos son ciudadanos del Cielo en potencia.
A todos debemos enseñar que Jesús es su Salvador.
“No es la posición, no es la sabiduría finita, no son las
cualidades, no son los dones de una persona los que la colocan
en eminencia en la estima de Dios. El intelecto, la razón, los
talentos de los hombres son los dones de Dios que han de ser
empleados para la gloria divina, para la edificación de su reino
eterno. Lo que es de valor a la vista del cielo es el carácter
espiritual y moral, y éste es el que sobrevivirá a la tumba y será
hecho glorioso con inmortalidad por los siglos infinitos de la
eternidad. La realeza mundanal, tan altamente honrada por los
hombres, nunca saldrá del sepulcro en el que entra. Las
riquezas, los honores, la sabiduría de los hombres que han
servido a los propósitos del enemigo, no pueden proporcionar a
sus poseedores una herencia, un honor, o una posición de
confianza en el mundo venidero. Tan sólo los que han apreciado
la gracia de Cristo, que los ha hecho herederos de Dios y
coherederos con Jesús, se levantarán de la tumba llevando la
imagen de su Redentor” E.G.W. (Mensajes selectos, tomo 1, pg. 303)