Post on 28-Jul-2015
El envejecimiento y la regresión demográfica: Dos grandes
problemas de San Andrés y Sauces.
José Domingo Fernández Pérez
Licenciado en Geografía. Doctorando en Desarrollo Regional.
Teléfono: 600262337
Avda. Los Sauces nº 1. Piso B-2-C
38720 San Andrés y Sauces
El envejecimiento y la regresión demográfica: Dos grandes problemas de San
Andrés y Sauces.
Resumen:
San Andrés y Sauces es actualmente un territorio en donde los principales
problemas son la regresión poblacional y el envejecimiento demográfico, resultado del
descenso brusco que la natalidad ha sufrido en las últimas décadas y, sobre todo, de la
emigración de la población adulta más joven, que no encuentra el aliciente necesario para
continuar su vida en la comarca noreste de La Palma.
Es por ello que en el municipio urge la necesidad imperiosa de elaborar y poner
en práctica estrategias coherentes de desarrollo territorial, poniendo en valor el potencial
endógeno que dispone. De no ser así, la tendencia al despoblamiento y al envejecimiento
demográfico continuará su caída libre tal y como lo ha ocurrió en la última década.
Palabras clave: envejecimiento demográfico, regresión demográfica, emigración,
desarrollo territorial, participación ciudadana.
Summary:
San Andres and Sauces is at the moment a territory where the main problems are
the demographic regression and the demographic, aging result of the abrupt reduction that
the natality has undergone in the last decades and mainly of the emigration of the adult
population more young person than does not find the incentive necessary to continue its
life in the northeast region of La Palma.
It is for that reason that in the municipality is urgent the urgent necessity to
elaborate and to put in practice coherent strategies of territorial development putting in
value the endogenous potential that arranges. Otherwise the tendency to depopulation and
the demographic aging will continue its free fall it has happened as it in the last decade.
Key words: demographic aging, demographic regression, emigration, territorial
development, citizen participation.
Introducción
El municipio de San Andrés y Sauces, enmarcado en la zona noreste de La Palma
es en la actualidad un municipio estancado demográfica, económica y socialmente.
Históricamente este municipio ha sido de los más importantes de La Palma, perdiendo
importancia de forma acelerada en los últimos años, si bien todavía es el municipio más
importante del arco norte-noreste insular, el cual lo conforma junto a Garafía, Barlovento
y Puntallana. En la actualidad, sus grandes problemas no son tanto el desempleo ni la
conectividad con el resto de la isla, como una mirada rápida al municipio nos pudiera
sugerir. Sus principales males van más allá, pues la regresión y el envejecimiento
demográfico son, sin duda, sus grandes problemas en la actualidad, quebraderos de
cabeza nada fáciles de solucionar a medio y corto plazo. Por ello se hace necesario un
cambio en la forma pensar y poner en práctica las políticas de desarrollo por parte de los
agentes públicos y privados.
1. San Andrés y Sauces, ¿un municipio agrícola?
El modelo económico del municipio en la actualidad se basa principalmente en la
agricultura de exportación del plátano y en la actividad comercial. Ambos ejes son
esenciales y sobre ellos penden el resto, ya que muchas empresas locales dependen
directa o indirectamente de que estas actividades tengan una mayor o menor rentabilidad
algo que, por ejemplo, para los agricultores ocurre según la época del año en la que nos
encontremos, debido a la variabilidad de los precios del producto en los mercados
externos así como a la llegada de las ayudas en forma de subvención que reciben los
cosecheros.
Sin embargo en los últimos años se ha procedido a una diversificación y un
progresivo proceso de tercialización de la economía, que ha hecho que la agricultura no
sea la única actividad económica importante, si bien ésta en muchos casos se mantiene
como una actividad complementaria importante para incrementar ingresos. Así en la
actualidad San Andrés y Sauces presenta una estructura económica altamente
equilibrada, con una importante presencia del sector servicio, agrario y en menor
medida del industrial. Ha comenzado por tanto, desde hace ya varios años, el declive de
la actividad agrícola.
De lo que no cabe duda es que el cultivo del plátano fue durante décadas el eje
central de la economía municipal, tal y como lo demuestran los datos de la Consejería de
Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias para 1998, en
donde se establece que este cultivo que cubría una extensión de 350 hectáreas, lo que
representa casi el 68% de la superficie cultivada en esta demarcación (517 hectáreas) en
ese año -a principios de los años 70 del siglo XX en donde la superficie cultivaba se
elevaba aproximadamente a unas 1.000 hectáreas-. En 2002, el 88% de la superficie
cultivada en el municipio correspondía al plátano, lo que nos indica el importante
retroceso de otros cultivos en la medianía municipal, en franco abandono.
Sin embargo actividades del sector servicios como el comercio, la restauración y
las reparaciones son importantes en la actualidad y son generadoras de empleo. Así en
2009 se registraron 731 empleos, un 66%, en el sector servicios (por sólo 179 en el
sector primario, tan sólo el 12,8%), lo que indica la importancia de este sector en la
economía del municipio, que también es el que mayor número de desempleados genera.
No se puede obviar el sector secundario, que si bien tiene menor importancia que el
primario y el terciario, genera empleo en las ramas de la construcción e industrial (160 y
71 empleos respectivamente).
De igual manera destaca el importante descenso que la población activa dedicada
a la agricultura ha experimentado en los últimos 40 años. En 1970 aproximadamente
2.800 personas se dedicaban exclusivamente a esta actividad, lo que suponía más del 50%
-51,86%- de la población de hecho y el 72,25 % del total de la población activa. Ya a
mediados de la década de los 90 (1996) la cifra había decrecido de forma importante al
contar con menos de 500 personas, suponiendo este valor el 32,22% de la población
activa y aproximadamente el 10% de la población de hecho. En 2009 sólo 137 personas,
el 2,8% de la población de hecho, se dedicaban exclusivamente a esta actividad de la
agricultura lo que muestra la importancia que ha perdido ésta como principal actividad
generadora de empleo.
En definitiva, el municipio en la actualidad se ha desprendido, al menos
teóricamente, de esa imagen inherente a la agricultura que ha llevado a lo largo de su
historia pero, aunque ésta sea importante en la realidad económica -y en el paisaje-
municipal, lo cierto es que no es la culpable de la emigración, algo que se le ha achacado
con bastante frecuencia.
Por otro lado San Andrés y Sauces siempre ha sido -hasta la última década- uno
de los municipios más poblados de la isla de La Palma, lo que le sirvió en un pasado, no
tan lejano, para obtener el título de ciudad así como albergar todo tipo de servicios
comarcales, convirtiéndose en este aspecto en el municipio más importante del arco
noroeste-noreste de La Palma (desde Tijarafe hasta Puntallana). Sin embargo en las
últimas décadas se ha estancado e incluso ha perdido población debido al envejecimiento
demográfico y a la emigración de población joven que no encuentra en la comarca las
expectativas necesarias para desarrollar su vida. Sin duda alguna, esta compleja situación
es merecedora de estudio.
2. Evolución demográfica de San Andrés y Sauces en el último siglo.
San Andrés y Sauces ha pasado de ser uno de los municipios más poblados de La
Palma, desde épocas prehispánicas, a insertarse en una dinámica de regresión poblacional
importante. Conozcamos su evolución en el último siglo.
El municipio entra al siglo XX con una de sus mejores etapas de crecimiento
demográfico. En este periodo se consolida como uno de los ámbitos más poblados y con
más importancia económica de La Palma. Sin embargo terminaría el siglo como un
municipio estancado y envejecido demográficamente.
El primer decenio del siglo XX se caracteriza por ser una de las décadas de mayor
crecimiento poblacional de la historia de San Andrés y Sauces duplicando prácticamente
el crecimiento de la Isla. Una tasa de crecimiento del 16,67% hace que el municipio
crezca en 568 personas en tan sólo una década, pasando de los 3409 habitantes en 1.900 a
los casi 4.000 (3.977) de 1910. En la década siguiente este espectacular crecimiento sufre
una parálisis ya que la coyuntura internacional afectó a San Andrés y Sauces, como se
aprecia en el descenso que el crecimiento experimento en la segunda década del siglo
XX, en donde la I Guerra Mundial (1914-1918) generó una crisis que también afectó a La
Palma. Importante en este momento fue la emigración palmera a Cuba, cuantiosa y
sostenida. En el bienio 1913-1914 Cuba acogía entre el 99,2% y el 99,9% de los
emigrantes que embarcan en Santa Cruz de La Palma. De los 4.677 pasajeros
considerados como emigrantes que parten en 1914 de Canarias con destino a Cuba, un
40,5% lo hacen del puerto de Tenerife, un 31,6% desde el Puerto de Las Palmas y un
27,9% de La Palma, es decir 1.305 palmeros partieron destino a Cuba. Para 1915 la cifra
se elevaba a 6.713 pasajeros y de ellos 1181 emigrantes (17,6 %) tenían origen en La
Palma. (González Pérez, T.:2002).
Sin embargo el municipio crece, aunque muy ligeramente en relación a la década
anterior y posterior. ¿Cómo afectó este conflicto a San Andrés y Sauces? Pues se produjo
una crisis en la agricultura debido a que la ruta de venta del Caribe experimentó una
importante crisis por lo que las exportaciones e importaciones sufrieron un retroceso que
afectó a la agricultura palmera -especialmente del plátano- pues Alemania, y sobre todo
Inglaterra, eran el principal destino de esta fruta saucera y estos países estaban inmersos
en este conflicto bélico (Hernández, N. y Batista, A.:2001).
Pero tras este conflicto bélico un proceso de modernización y crecimiento
económico se produce en Canarias, en donde la población en el archipiélago se
incrementa en un 17,6%. San Andrés y Sauces no se mantiene al margen de este proceso
gracias a la riqueza de su policultivo tanto de exportación (plátano, papas, cebolla) como
de consumo interno. Se produce un desarrollo económico que también estuvo impulsado
por la transformación industrial de la caña de azúcar así como de la conserva y la
repostería. La actividad comercial era importante en estos años y ello hizo que Puerto
Espíndola se convirtiera en el principal embarcadero del norte de La Palma, con lo que
el municipio se constituyó como cabecera comarcal en la distribución de productos.
Prueba irrefutable de ello es que en estos años (concretamente en 1927) el municipio
contaba con aproximadamente 4.500 habitantes y en el existían 23 establecimientos
comerciales, mientras que otros municipios importantes dentro del contexto económico
insular como Tazacorte contaba sólo con 5. Esta pujanza económica hace que San Andrés
y Sauces crezca demográficamente si bien el crecimiento anual es ligeramente por debajo
de la media insular.
En la siguiente década (años 30) se dejan sentir en Canarias y La Palma los
efectos del crack del 29, que hizo que cayese el precio del plátano, que además sufre en
otros aspectos de la comercialización como el empaquetado y el transporte. Además
aumentan las barreras arancelarias con Europa, con lo que la crisis se hace evidente. De
igual manera en esta década tiene lugar el conflicto de la Guerra Civil Española (1936-
1939). Sin embargo, paradójicamente, San Andrés y Sauces experimenta un gran
crecimiento poblacional, posiblemente el más importante de su historia (20,62%),
situando al periodo comprendido entre 1920 y 1940 como el más fructífero en cuanto a
crecimiento poblacional se refiere pues éste llega a superar el 30%.
Una apresurada reflexión induce a pensar en un aumento de la natalidad pero éste
no se suele producir en momentos bélicos, sino en periodos posteriores. Podríamos llegar
a pensar que al no autorizarse la emigración y la disminución del tránsito de barcos por
las islas hizo que los sauceros no emigrasen como en otros periodos de crisis. Cierto es
que esta situación tuvo su influencia pero para explicar este fenómeno es clave la
existencia y disponibilidad de agua en el municipio. En el municipio existía una variedad
de cultivos importante reforzada por la presencia de regadío, lo que permitía una
productividad anual mayor que en el resto de la Isla, al poderse obtener varias cosechas
anuales. Esto hizo que llegasen a San Andrés y Sauces muchas personas procedentes de
otros municipios de la Isla.
Este crecimiento sigue en los años de la postguerra, si bien es menor tanto en la
década de los años 40 (7,5%).Ya en los años 50, el crecimiento vuelve a ser importante
(14,1%). Si bien en este dato hay que realizar una pequeña e importante puntualización.
Los datos analizados corresponden a la población de derecho en estos años, la más fiable
para estos análisis. Sin embargo si comparamos este dato con la población de hecho
(6.208 para 1960, 5.399 para 1970) vemos como la diferencia entre la población de
derecho y la de hecho se dispara en las décadas con mayor corriente emigratoria en el
municipio, especialmente en los años 1960 y 1970, volviendo a ser similares tras la
década de los años 80. Por lo tanto aunque la población de derecho era la más importante
de la historia en los años 60 y 70, lo cierto es que un volumen nada despreciable de ésta
se encontraba fuera del municipio por la necesidad de emigrar al exterior en aquellos
años. En los territorios donde la población de derecho es mayor que la de hecho, esta
circunstancia es sinónimo de ser un espacio emigratorio, un foco expulsor de población.
En la década siguiente (1960) se tiende claramente al estancamiento, decreciendo
la población (-1,5%). En estos años baja la natalidad en Canarias pues son años difíciles,
pero además el régimen franquista tiene mucho que ver pues la autarquía -que limitó la
importación- hace que se emigre de forma importante en La Palma y en el archipiélago
aunque fue principalmente de forma ilegal y con destino a Venezuela. Además autores
como Hernández, N. y Batista, A. (2001) sostienen que en el municipio ya todas las
tierras estaban roturadas y se había llegado al límite de explotación de los recursos por lo
que la emigración era la principal vía de escape.
Estas circunstancias hacen que en los años 70 el crecimiento demográfico sea ya
bastante negativo en el municipio. Esta situación acaece a pesar de que en Canarias este
es un periodo de crecimiento, si bien esto no ocurre en La Palma ya que muchos efectivos
poblacionales han partido a las islas capitalinas atraídos por el boom turístico. El máximo
de efectivos poblacionales tuvo lugar en la década de los años 60 del pasado siglo. Se
entró en 1970 con algo más de 7.000 habitantes pero se produce en esta década un fuerte
retroceso poblacional al perderse en este periodo casi el 20% de la población (19,98%).
En este periodo toda la comarca se ve afectada por el éxodo migratorio, aunque con
diferente intensidad. En San Andrés y Sauces, la emigración se produce a pesar de la
llegada del regadío a los barrios de Las Lomadas y de Los Galguitos, que logran cultivar
plátanos en áreas históricas de secano. En este periodo de dos décadas abandonan el
municipio en dirección a Venezuela y Tenerife, fundamentalmente, cientos de sauceros.
En los años 80 la natalidad cae de forma más importante -ya se practican métodos
de control en este aspecto- a lo que se acompaña un proceso que Hernández, N. y
Batista, A. (2001) definen como emigración cualificada -que todavía perdura hoy-. Hasta
este momento, la emigración en San Andrés y Sauces afectaba fundamentalmente a las
clases menos cualificadas y más pobres. Pero a partir de los años 80 la educación se
generaliza y muchos sauceros obtienen educación superior, tantos que la demanda local,
escasa en el sector de titulados, no puede absorber tal contingente por lo que la población
cualificada del municipio (una importante parte de ella) tiende a emigrar, especialmente a
otros islas aunque también a otros municipios palmeros, al tener pocas expectativas
laborales en su tierra natal. Se sufre una etapa de estancamiento en el que la natalidad
palia en gran parte la emigración. Apenas se pierden habitantes (2% en la década).
Esta tendencia se repite en la última década del siglo XX en donde destaca una
leve recuperación demográfica que señalan los datos del padrón de 1996 para el conjunto
municipal en el quinquenio de 1991-1995. Sin embargo no es muy fiable pues los
resultados de este padrón de habitantes (1996) han sido muy cuestionados, en líneas
generales, por los investigadores, a causa de las distorsiones que introducen en la mayoría
de las series. El estancamiento es la nota predominante al perderse entre 1991 y 1999 tan
sólo el 0,9% de la población.
Con toda esta sucesión de procesos migratorios el municipio acaba el siglo con un
crecimiento de casi el 10%, que no va a ser sino un espejismo que pronto desaparecerá
con la llegada del nuevo siglo.
Cuadro 1. Evolución poblacional de San Andrés y Sauces. Siglo XVIII-XX.
Año Población Año Población Año Población Año Población
1768 1.097 1787 1.355 1842 2.635 1857 2.254
1860 2.171 1877 3.191 1887 3.383 1897 3.336
1900 3.659 1910 4.221 1920 4.546 1930 4.968
1940 5.798 1950 6.230 1960 7.113 1970 7.006
1981 5.606 1986 5.524 1987 5.520 1988 5.492
1989 5.525 1990 5.492 1991 5.392 1992 5.386
1993 5.383 1994 5.394 1995 5.399 1996 5.438
1997 5.441 1998 5.339 1999 5.339 Fuente: Datos del Censo de Aranda 1768, Censo de Floridablanca 1787, Censos de 1842 a 1981, Padrón municipal a
partir de 1986 excepto Censo de 1991: INE. Elaboración propia.
3. Inicios del siglo XXI: San Andrés y Sauces pierde población de forma acelerada.
El comportamiento demográfico del municipio en la última década no dista
mucho de la tendencia que comenzó en las últimas décadas del siglo XX, e incluso parece
estar agravándose a tenor de los datos del último decenio donde San Andrés y Sauces se
ha convertido en el tercer municipio canario con mayor regresión poblacional en
términos absolutos (-455), tras S/C de Palma y Moya, mientras que es el segundo en
términos relativos (sólo por detrás de Garafía) al perder el 8,6% de su población entre
1999 y 2009 (y el 4% entre 2005 y 2009, lo que ratifica aún más la actual regresión
poblacional que sufre el municipio).
Con ello el municipio ha perdido el 32,8% de su población en 30 años (1979-
2009, según datos del padrón de habitantes) si bien este para el año 1979 (7.273
habitantes) parece estar inflado de forma considerable pues en 1981 la población era de
5.606. En cualquier caso, desde los años 70 hasta finales de la primera década del siglo
XXI se ha perdido en torno al 30% de la población pues según la revisión del Padrón
Municipal de Habitantes a 1-1-2009 San Andrés y Sauces cuenta con 4.884 habitantes lo
que supone el mínimo histórico en los últimos 90 años.
En la última década la población canaria ha intensificado su ritmo de crecimiento
respecto al anterior, y aunque la Isla de La Palma ha tenido menor crecimiento
poblacional en el período, también ha vivido una trayectoria ascendente con una
población de 82.419 habitantes en 1999 y de 86.996 habitantes en 2009, que supone un
crecimiento aproximado del 5,6%, situación que en el marco de Canarias puede definirse
como crecimiento ligero tendente al estancamiento. La vertiente oeste, así la vertiente
este de la Isla, son las zonas responsables de este crecimiento, especialmente Los Llanos
de Aridane con un crecimiento superior al 10% (10,7%), Breña Baja (36,9%) y Breña
Alta (25,1%). Por el contrario se puede apreciar claramente un proceso de inicio de
despoblamiento en la zona norte y noreste de la Isla, es decir el arco de municipios como
Garafía (-10,7%), Barlovento (-1,7%) y San Andrés y Sauces (-8,6%). Otro municipio
que pierde población de forma importante ha sido Tazacorte, posiblemente por la crisis
del sector platanero y el crecimiento de Los Llanos de Aridane que ejerce como foco de
atracción de la población.
Cuadro 2. Variación poblacional de La Palma por municipios. 1999 y 2009.
Municipio Población
1-1-1999
Población
1-1-2009
Variación
(%)
Barlovento 2.403 2.363 -1,7
Breña Alta 5.866 7.337 25,1
Breña Baja 3.737 5.115 36,9
Fuencaliente 1.767 1.935 9,5
Garafía 2.020 1.804 -10,7
Los Llanos de Aridane 17.910 20.766 6,0
El Paso 7.268 7.815 7,5
Puntagorda 1.785 2.108 18,1
Puntallana 2.205 2.460 11,6
San Andrés y Sauces 5.339 4.884 -8,6
Santa Cruz de La Palma 18.337 17.084 -6,8
Tazacorte 6.500 5.755 -8,5
Tijarafe 2.637 2.768 5,0
Villa de Mazo 4.645 4.802 2,2
La Palma 82.419 86.996 5,6
Canarias 1.672.689 2.103.992 25,8 Elaboración propia. Fuente: Instituto Canario de Estadística (ISTAC).
En el cuadro superior podemos observar la evolución poblacional que sufren cada
uno de los municipios de la Isla, siendo San Andrés y Sauces uno de los que se pierden
efectivos poblacionales con un decrecimiento cercano al 9%.Sin embargo, municipios
limítrofes como Barlovento (-1,7%) no poseen una dinámica de despoblamiento tan
acusada como en el caso de nuestro ámbito de estudio, e incluso Puntallana (11,6%)
posee una tendencia al crecimiento en este periodo. Estos datos ponen de manifiesto la
pérdida de importancia en el contexto insular de San Andrés y Sauces puesto que se ha
convertido en el séptimo municipio más poblado de La Palma, posiblemente su
clasificación más baja a lo largo de su historia en este aspecto. Desde el momento de la
conquista de la Isla fue de los ámbitos más poblados de la Isla, albergando actualmente
sólo el 5,6% del total de la población insular cuando en la década de los años 80 era el
tercero alojando casi el 8% del total de la población palmera. Además esta posición se
encuentra seriamente amenazada por Villa de Mazo, que parece que en poco tiempo
superará en efectivos poblacionales a San Andrés y Sauces. Los datos actuales sitúan al
municipio con unos efectivos poblacionales similares a 1930. Desde entonces nunca,
salvo a partir de 2007, San Andrés y Sauces habían tenido una población inferior a los
5.000 habitantes.
Así se puede afirmar que mientras en La Palma ha experimentado un pequeño
crecimiento en este periodo, en San Andrés y Sauces se invierte esta dinámica y ha
continuado su proceso de caída libre en lo que ha despoblamiento se refiere y, aunque
este proceso sea lento, nos indica como el estancamiento demográfico de las últimas
décadas está dando paso a la regresión - y al envejecimiento poblacional como luego
veremos-. Sin duda esta tendencia es más que preocupante por lo que vamos a analizar
más detalladamente lo ocurrido en los últimos años.
Cuadro 3. Evolución de la población en San Andrés y Sauces (1999-2009)
Año Población Año Población Año Población Año Población
1999 5.339 2000 5.229 2001 5.263 2002 5.226
2003 5.102 2004 5.012 2005 5.086 2006 5.020
2007 4.975 2008 4.972 2009 4.884
Fuente: Padrón Municipal de Habitantes. ISTAC. Elaboración propia.
De la información de la tabla superior, y comparando los datos con el cuadro 1, se
extrae que el máximo de efectivos poblacionales tuvo lugar en la década de los años 60
del pasado siglo. Se entró en los años 70 con algo más de 7.000 habitantes, pero en los
tres últimos decenios el decrecimiento ha sido importante al situarse en cifras absolutas
en más de 2.100 personas, lo que supone de más del 30% de la población entre 1970 y
2009.
Si analizamos la evolución más reciente de la dinámica poblacional y nos
centramos en los últimos 20 años, se observa una tendencia decreciente en el número de
habitantes del municipio, lo que ha propiciado un descenso de efectivos poblacionales del
11,6% entre 1989 y 2009 mientras que en la última década el dato, como se expuso
antes, es de -8,6%. Estos datos contrastan con la dinámica demográfica de Canarias y La
Palma, que registra tasas de crecimiento positivas a lo largo de todo el periodo,
especialmente en el contexto regional.
Fuente: padrón de habitantes. Elaboración propia.
¿A qué puede deberse este decrecimiento de los efectivos poblacionales? Si
observamos los datos relativos al crecimiento vegetativo (diferencia entre las defunciones
y nacimientos) de los últimos años se aprecia, que a pesar de que éste es negativo, no es
la única causa que explica la regresión poblacional pues ésta es mayor que los valores del
crecimiento natural de la población.
Cuadro 4.Crecimiento vegetativo en San Andrés y Sauces. 1999-2008.
2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999
-21 -24 -15 -21 -26 -32 -4 -10 -21 -23 Fuente: Instituto Canario de Estadística (ISTAC). Elaboración propia.
Por lo tanto podemos deducir, sin temor a incurrir en error alguno, que la
emigración ha sido una de las constantes vitales en la reciente evolución demográfica del
municipio, fenómeno que no es nuevo y que se está dando en este territorio desde los
años 60 del pasado siglo.
Así especialmente en la última década -también en los años 90, pero en menor
medida-,varias decenas de sauceros, centenas en las últimas décadas, han debido
abandonar el municipio en dirección, fundamentalmente, a Tenerife -especialmente por
motivos de formación así como laborales- de los cuales sólo han regresado a la isla en
pequeña medida, para acabar instalándose en muchos casos en Los Llanos de Aridane o
en Santa Cruz de La Palma convirtiéndose la propia isla, en otro foco de atracción para
los ciudadanos de San Andrés y Sauces pues en la última década, ya en el siglo XXI, el
37,7% de los emigrantes sauceros se han establecido en otro municipio de La Palma,
mientras que el 38,3% han arribado en otra isla del archipiélago, cifras muy similares, en
contra de lo que la opinión pública pueda pensar al generalizar que la marcha se produce
en gran medida a las islas capitalinas como Tenerife.
Cuadro 5. Bajas padronales S/A y Sauces. 1990-2007
2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998
188 184 142 168 123 155 112 96 92 90
1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990
69 48 60 44 70 73 72 75 Fuente: Instituto Canario de Estadística (ISTAC). Elaboración propia.
Fuente: Instituto Canario de Estadística (ISTAC). Elaboración propia.
En el gráfico superior se aprecia como las bajas padronales superan desde 2001 la
cifra de 100 bajas al año. No es conveniente analizar las altas padronales recibidas
(cuadro 6) ya que inducen a un error claro, debido a la práctica generalizada de inflar los
padrones especialmente en años electorales, si bien en 2003 no se realizó dicha práctica
por parte del Ayuntamiento. Prueba de ello podemos ver como al analizar
específicamente el 2007, se realizaron en este año más altas padronales que bajas pero el
número de habitantes en el municipio decreció respecto a 2006. Para quien pudiera
pensar que se debió a un repunte de la natalidad, el crecimiento vegetativo de tal periodo
fue negativo, por lo que está claro una vez más que las cifras de los padrones tiene un
cierto grado de ficticias ya no sólo por el mero hecho de que se inflen en lo posible por
parte de los consistorios locales -según el padrón municipal de habitantes, entre 2006 y
2007 se produjeron 96 altas procedentes del extranjero justo la misma cifra que en el
periodo 1990-2000, debido a ¿motivos electorales?- sino que además parte de la
población que vive en el exterior del municipio e isla, siga empadronada en el municipio,
por diversos factores, especialmente afectivos, pero que no hacen su vida desde hace
años en el municipio, al que regresan en el mejor de los casos en periodos vacacionales.
Por lo tanto podemos afirmar que la población real del municipio a 1 de enero de
2009 es menor a 4.884 habitantes, que es la cifra de empadronados en dicho instante, con
los matices que esto conlleva debido al efecto de inflado generalizado y a la existencia de
personas que, tras emigrar, siguen empadronadas pero no viven en San Andrés y Sauces.
Cuadro 6. Altas padronales en S/A y Sauces. 1990-2007.
2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999
223 160 133 133 0 80 102 108 65
1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990
62 30 0 48 52 45 33 43 60 Fuente: Instituto Canario de Estadística (ISTAC). Elaboración propia.
Sea como fuere lo cierto es que el número de bajas supera al de altas por norma
general y ello, junto al crecimiento vegetativo negativo (cuadro 4) hace, que el municipio
pierda población de forma continua y preocupante.
4. Destino de una emigración constante.
Cuando analizamos el destino de las bajas padronales (cuadros 7, 8 y 9)
encontramos que se han producido 1.861 entre 1990 y 2007 (último dato publicado por el
ISTAC). De este grueso de emigrantes, el 37,2% (689) arribaron a otro municipio de La
Palma mientras que el 44% (818) se dirigieron a otro municipio canario fuera de la Isla.
El 16,1% (313) se marcharon hacia otro municipio español fuera de Canarias -sólo el
3,7% emigró hacia el extranjero -cifra concentrada desde 2002- destino tan importante en
gran parte del siglo XX-.
Por lo tanto prácticamente el destino preferido para los emigrantes sauceros en
las dos últimas décadas ha sido las otras islas del archipiélago, especialmente Tenerife, si
bien no podemos obviar la cantidad de oriundos sauceros que viven en el resto de
municipios palmeros.
Pero dentro de este periodo podemos introducir matices relativamente
importantes, como es el hecho que casi el 63% de estas bajas padronales se haya
producido desde el año 2000 y el 43% entre 2003 y 2007, lo que indica el aceleramiento
que está manteniendo la emigración en los últimos años. También hay matices en cuanto
a los destinos, pues en el periodo 2000-2007 se ha igualado el porcentaje entre los que
emigran a otra isla y los que lo hacen a otro municipio palmero (38% en ambos casos),
por lo que podemos inducir que la mejora de las comunicaciones (carretera LP-1 que une
el municipio con S/C de La Palma) ha podido inducir, favorecer, que la emigración hacia
el resto municipios palmeros se haya fortalecido, aumentado, especialmente hacia Santa
Cruz de La Palma, Breña Alta y Breña Baja, sin olvidar Los Llanos de Aridane. Tampoco
podemos olvidar que en los últimos años también se ha producido un ligero aumento de
la emigración a otra Comunidad Autónoma española, suponiendo el 20,5% del total de la
emigración entre los años 2000 y 2007.
Estos datos, en términos absolutos serían los siguientes:
Cuadro 7. Bajas padronales hacia otro municipio de La Palma.1990-2007
2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999
81 59 53 53 50 58 41 45 33
1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990
41 32 22 19 21 24 25 12 20 Fuente: Instituto Canario de Estadística (ISTAC). Elaboración propia.
Cuadro 8. Bajas padronales hacia otra isla canaria.1990-2007.
2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999
56 71 46 87 43 62 47 35 49
1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990
44 29 26 24 22 34 40 53 50 Fuente: Instituto Canario de Estadística (ISTAC). Elaboración propia.
Cuadro 9. Bajas padronales hacia otra Comunidad Autónoma.1990-2007
2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999
38 48 32 28 30 24 24 16 10
1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990
5 8 0 17 1 12 8 7 5 Fuente: Instituto Canario de Estadística (ISTAC). Elaboración propia.
Este éxodo continuado, fundamentalmente de los efectivos jóvenes -lo que
propicia que se haya creado una especie de “colonia” de sauceros en el exterior -hace que
la pirámide de población haya experimentado cambios en las últimas décadas y que éstos
tengan importantes consecuencias para el municipio.
Una de estas repercusiones es la ausencia de relevo generacional -de índole
demográfica- por la vía directa de la emigración de habitantes y por la vía indirecta,
debido a la caída de las tasas de natalidad, que se sitúan por debajo de la media insular, y
en la actualidad son inferiores a las de mortalidad.
Esto propicia que el grupo de personas de más de 65 años supere en la actualidad
ampliamente al de los jóvenes menores de 15 años, produciéndose una inversión
demográfica de la pirámide de población y que supone un importante problema de cara al
futuro.
Por todo lo anteriormente expuesto, si tuviéramos que caracterizar a San Andrés
y Sauces desde el punto de vista demográfico, la seña que mejor define la realidad actual
del municipio es la de la regresión poblacional pudiendo afirmar que durante las últimas
décadas este territorio ha conocido un relativamente importante descenso en la cantidad
de efectivos poblacionales.
5. Cambios en la distribución de la población.
Los cambios poblacionales experimentados en San Andrés y Sauces han
producido en las últimas décadas en el municipio ciertos cambios en la distribución
territorial de la población, especialmente merced a la emigración que ha propiciado un
proceso de despoblamiento acusado de varias entidades de población.
Cuadro 10. Pérdida poblacional según entidades de población. 1970-2009 (%).
Entidad de población Pérdida (%) Entidad de población Pérdida (%)
El Cardal 71 Verada de Las Lomadas 45
San Pedro 71 Quinta Zoca 40
Orotava 56 San Juan 33
Hoya Grande 52 Garachico 31
Ramírez 50 Verada de Bajamar 31
Llano La Palma 47 El Roque 27
Bermúdez 45 San Andrés 15
Fuente Nueva 45 Llano El Pino 10
El Tanque 45 Los Sauces 0,6
Fuente: Nomenclátor (INE). Elaboración propia.
En el cuadro superior se puede observar el despoblamiento continuo que desde los
años 70 azota a todos los caseríos municipales, que pierden en estas cuatro décadas la
importante cantidad de 2.056 habitantes, es decir el 49,4% de su población (4.163 en
1970 por tan sólo 2.107 en 2009). Sólo el núcleo urbano de Los Sauces, la capital
municipal, -y en menor medida la Villa de San Andrés- se libran de está brusca caída.
Mientras que núcleos como El Cardal o San Pedro llegan a perder el 71% de sus efectivos
poblacionales en el periodo. En siguiente cuadro nos muestra más detalladamente estos
datos.
Cuadro 11. Evolución poblacional según entidades de población.
Entidad poblacional 1960 1970 1981 1991 2000 2009
Bermúdez 121 140 82 100 98 77
El Cardal 307 420 198 147 153 123
La Cruz Chiquita* 176 308 85
Fuente Nueva 40 42 28 41 37 19
Garachico 334 417 361 322 310 286
Hoya Grande 408 562 326 289 312 270
Llano La Palma 84 105 88 62 65 56
Llano El Pino 255 148 210 152 140 133
Orotava 164 161 129 111 92 71
Quinta Zoca 507 486 283 294 322 299
Ramírez 171 173 92 82 95 87
Desaparecida desde 1991.
Fuente: Nomenclátor (INE). Elaboración propia.
Ante estos datos podemos afirmar que el municipio ha iniciado un importante
proceso de despoblamiento de las zonas periféricas de la capital, que ha visto una caída
importante en su población. La emigración como hemos visto en el capítulo anterior,
suele ser hacia otro municipio del archipiélago así como dentro de la misma Isla. Sin
embargo, también podemos constatar que el núcleo de Los Sauces es única entidad que
aguanta la embestida de la regresión poblacional de estos años atrayendo población
dentro de las fronteras insulares, especialmente municipales.
6. San Andrés y Sauces, un municipio envejecido.
El envejecimiento demográfico es uno de los principales problemas de países
como España que no sólo deben luchar contra el desempleo, por la sanidad o la
inmigración -aspectos más solicitados por la población- sino que tienen que hacer frente a
problemas como el envejecimiento progresivo de la población. Por lo tanto estamos
ante un problema de vital importancia pues nos hallamos ante un proceso mediante el
cual se producen transformaciones en la composición por edad y sexo de una población,
es decir, lo que también se conoce como estructura por edades y que con frecuencia se
representa de forma clara y eficientemente con la pirámide de edades.
De igual manera la situación tiende a agravarse en las zonas rurales y
municipios de pequeño tamaño algo que se acentúa en el norte y noreste de La
Palma, que reúne todos los requisitos principales para favorecer este proceso como lo
son la lejanía respecto a los grandes centros de trabajo insulares y regionales, zona
eminentemente rural, aislamiento, orografía que dificulta la actividad económica, baja
natalidad y mortalidad, retroceso de la fecundidad, emigración de la población joven,
entre otras causas. Por lo tanto San Andrés y Sauces no escapa a esta dinámica, y a
la pérdida de efectivos poblacionales en las últimas décadas hay que unirle el
El Roque 96 59 46 55 49 43
San Andrés 350 348 326 344 330 297
San Juan 72 64 63 77 59 43
San Pedro 78 113 43 44 36 33
Los Sauces 2.865 2.495 2.367 2.530 2.462 2.480
El Tanque 297 252 181 171 153 139
Verada de Bajamar 315 258 300 216 190 177
Verada de Las Lomadas 473 455 398 355 326 251
Total 7.113 7.006 5.069 5.392 5.229 4.884
progresivo envejecimiento de la población, originado por diversas causas y que generan
unas consecuencias que invitan a pensar en un futuro diferente en el municipio,
que ya tiene un presente bastante diferente a un pasado no tan lejano (Fernández
Pérez, J.:2010).
Sin lugar a dudas, las dos principales causas que explican el envejecimiento
demográfico son el descenso de la fecundidad y el aumento de la esperanza de vida,
afirmación comúnmente aceptada por la mayoría de autores estudiosos del tema. Por lo
tanto, no se puede hablar del envejecimiento demográfico obviando tales causas. De esta
realidad no escapa el municipio, en donde la fuerte bajada de la fecundidad y de la
natalidad en las últimas décadas -fenómeno extensible en toda Europa Occidental- se
encuentra acompañada por el otro gran fenómeno que favorece el envejecimiento: la
emigración de la población adulta más joven. Aceptando que estas tres causas son las
que principalmente explican el envejecimiento demográfico, debemos incidir que son
fenómenos comunes en muchos municipios, ya no de la comarca o la isla, sino también
en muchos países y por lo tanto es un fenómeno a escala mundial en las zonas rurales.
Analicemos seguidamente el caso que nos ocupa.
Cuadro 11. Población de San Andrés y Sauces por grupos de edad. 2009.
0-4 5-9 10-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49
119 157 179 215 270 332 388 386 385 357
50-54 55-59 60-64 65-69 70-74 75-79 80-84 85-89 90-94 95-99
306 330 325 273 274 263 175 87 46 12
100+ Total
5 4.884 Fuente: Padrón de Habitantes 2009. Elaboración propia.
Como apreciamos en el cuadro superior los grupos de menor edad tienen menos
efectivos poblacionales que grupos de personas mayores, en la recta final de su vida.
Lógicamente debemos descartar en esta afirmación los que tienen 85 o más años de
edad, que por razones naturales (alta mortandad) son los grupos con menos efectivos.
Sirva como botón de muestra que en 2009 había más habitantes en el grupo de edad de
80-84 años que en el grupo de 0-4 ó 5-9 años, mientras que el grupo de edad entre 75 y
79 años duplica al grupo más joven (0-4).
Es entre los 30 y 49 años donde se encuentra el grueso de la población del
municipio, lo que hace prevenir un mayor envejecimiento futuro, pues el grupo de
jóvenes no llega ni siquiera a la mitad en cuanto al número total de efectivos
poblacionales. Además no se prevé que la natalidad ascienda, mientras que se espera que
la emigración se mantenga si bien son afirmaciones que no tienen una demostración
científica, pero es lo que marca la tendencia de las últimas décadas.
Fuente: Padrón de habitantes. Elaboración propia.
Observando la pirámide de población de San Andrés y Sauces para el año 2009,
podemos afirmar que estamos ante una pirámide regresiva, que es aquella que presenta
una base reducida (es decir, la base es más estrecha que el cuerpo central) algo que es fiel
reflejo de índices de natalidad y mortalidad bajos, sinónimo de una población envejecida,
que tiende a disminuir y con la mayoría de efectivos de la población en edad adulta. En
definitiva, justo lo que está ocurriendo en San Andrés y Sauces en estos momentos.
Se observa como los grupos poblacionales más numerosos para ambos sexos son
aquellos que se sitúan entre los 30 y 50 años de edad, que corresponderían a los nacidos
principalmente en la década de los años 60 y 70, al amparo del Baby Boom español -
aumento, explosión, importante de la natalidad- que llegó al país aproximadamente en la
segunda mitad de los años 50, pero un poco más tarde al Archipiélago.
Recordar que en la década de los años 50 de la pasada centuria en Canarias la
natalidad baja al ser años difíciles desde el punto de vista social y económico, pero
además la Dictadura Franquista propició que se emigrara de forma importante -e ilegal-
en La Palma y en el archipiélago con destino a Venezuela. Como se expuse con
anterioridad, autores como Hernández, N. y Batista, A. (2001) defienden que el
municipio ya tenía casi todas las tierras roturadas y se había llegado al límite de
explotación de los recursos por lo que la emigración era la principal vía de escape. Es por
ello que los grupos de edad entre 50 y 55 años son inferiores, en lo que a número de
efectivos se refiere, a los inmediatamente inferiores y superiores. Este grupo corresponde
a los ciudadanos nacidos en la segunda mitad de la década de los años 50, que fue la de
mayor emigración canaria a Venezuela, con aproximadamente 60.000 canarios entre
1951 y 1958 (Hernández González, M.: 2008).
Pero ese fenómeno generó efectos colaterales afectando a las generaciones
posteriores (20-25 años después), pues la natalidad ha sufrido un descenso en el
municipio debido a que parte de la población joven emigró en estos años y por lo tanto no
hizo su vida en San Andrés y Sauces, no aportando efectivos al municipio, proceso que se
está dando también en la actualidad y que el municipio sufrirá en el futuro.
En la década de 1970 la natalidad desciende progresivamente pero la emigración
también se frena. En esta década el estancamiento es importante y apenas se pierde
población, por lo que es una buena década en lo que a la natalidad se refiere al
encontrarse la población adulta, y en edad de procrear, en su mayoría en el municipio. En
los años 80 la natalidad cae de forma más importante a lo que se acompaña un proceso de
emigración cualificada de los grupos de adultos más jóvenes el cual todavía perdura hoy
hasta el punto de acentuarse.
Esta emigración es la culpable, en gran medida, aunque también influyen el
retraimiento general en la fecundidad de la últimas dos décadas, de que la natalidad haya
bajado de forma importante en las dos últimas décadas, especialmente en la última. Es
por ello que encontramos la base de la pirámide cada vez más corta.
Por otra parte, en la pirámide podemos observar que dentro de la población
mayor, el grupo de las mujeres es más numeroso que el de los varones, algo común al ser
las primeras más longevas y tener una mayor esperanza de vida. Sin embargo, donde sí
existe variación es en los grupos de edad ya que en los grupos más jóvenes de edad y
prácticamente hasta los 55 años el número de varones supera al de mujeres, mientras a
partir de ahí, ocurre lo contrario. La explicación de esto es de índole natural pues
estadísticamente se ha comprobado que nacen más niños que niñas (por lo general nacen
105 hombres por cada 100 mujeres) mientras que la esperanza de vida de las mujeres es
más alta, por lo que en los tramos intermedios se equilibran y en los tramos altos supera
el número de mujeres al de hombres. Es decir el peso de los sectores más jóvenes es
mayor en la población masculina y, al contrario, la proporción de personas mayores es
más importante en la población femenina. Ello está relacionado con la norma
demográfica de que nacen más hombres que mujeres pero también mueren antes que
éstas- y por lo general su mortalidad es mayor en cada uno de los grupos de edad-.
En líneas generales lo que debemos extraer sin ninguna es que nos encontramos
ante una población envejecida, algo que queda fuera de duda al observar la cúspide de la
pirámide. Igualmente podemos también prever ligeramente un futuro que parece que en
este municipio, se presentará con una acentuación del envejecimiento, con un crecimiento
de la población mayor mientras que la población adulta tenderá a decrecer, especialmente
en los grupos poblacionales más jóvenes. La base podría mantenerse pues la natalidad es
ya bastante baja como para pensar que puede bajar mucho más en un futuro, al menos a
corto y medio plazo.
Veamos esta realidad desde otro punto de vista. En el cuadro inferior podemos
observar la edad media de la población en los diferentes municipios insulares de La
Palma en los últimos años.
Cuadro 12. Edad media de la población de La Palma según municipios. 2000-2008.
Espacio 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000
Barlovento 45,8 45,5 45,1 44,4 44,8 44,4 44,3 44,2 43,9
Breña Alta 38,9 38,5 38,1 37,9 37,6 37,8 37,8 38,0 38,2
Breña Baja 38,7 38,8 38,9 38,6 38,5 38,3 37,9 38,3 38,3
Fuencaliente 43,3 43,1 43,2 42,9 42,7 42,4 42,6 41,9 41,3
Garafía 47,7 47,7 47,5 46,9 46,6 46,1 45,6 45,2 44,4
Llanos de Aridane 40,0 39,7 39,5 39,0 38,6 38,3 38,1 37,8 37,6
El Paso 41,5 41,3 41,2 40,7 40,5 40,8 40,6 40,6 39,9
Puntagorda 43,4 42,5 42,5 43,1 43,1 42,1 41,6 41,5 41,1
Puntallana 43,5 43,3 43,7 42,7 42,8 42,2 42,7 43,0 43,3
San Andrés y Sauces 44,9 44,6 44,2 43,8 43,7 43,1 42,4 42,0 41,5
Santa Cruz de La Palma 40,8 40,3 39,9 39,7 39,2 38,7 38,4 38,1 37,7
Tazacorte 43,2 42,6 42,8 42,2 41,9 41,8 42,0 41,9 41,1
Tijarafe 43,8 43,3 43,1 42,7 42,3 41,9 41,3 41,2 41,1
Villa de Mazo 43,0 42,6 42,2 43,0 42,0 41,7 41,5 41,4 41,0
La Palma 41,5 41,2 41,0 40,6 40,3 40,0 39,8 39,7 39,4
Canarias 38,2 37,9 37,7 37,3 37,0 36,7 36,5 36,4 36,0
Fuente: Ficheros de microdatos del Padrón Municipal a 1 de enero de cada año (INE). Elaboración propia.
Resultado de lo anteriormente expuesto, se puede apreciar como la edad media de
los habitantes del municipio ha aumentado de forma paulatina en la última década,
incrementándose en más de tres años. Sin embargo, tan o más preocupante que esta
tendencia es el hecho de que San Andrés y Sauces (44,9) sea el tercer municipio con
mayor edad media de su población de La Palma, solo por detrás de Garafía (47,7) y
Barlovento (45,8) lo que confirma que se encuentra en la comarca más envejecida de la
Isla, en donde será muy difícil reinvertir la situación. La Palma tiene la peculiaridad de
que todos los municipios tienen una edad media mayor que la regional y, por
consiguiente, también la posee la isla, con 41,5 años (2008).
Y todo hace pensar que la tendencia continuará en ascenso ya que las expectativas
de los jóvenes a desarrollar su quehacer diario en el municipio son cada vez menores
(Fernández, J.: 2010).
De igual manera ocurre con el índice de envejecimiento en donde se mide la
cantidad de adultos mayores de 65 años respecto el total de población. En el caso de San
Andrés y Sauces se situaba en 22,43 (año 2007) lo que convierte al municipio en el tercer
más envejecido de La Palma, sólo superado por Barlovento y Garafía. Pero además se
encuentra entre el top-10 de municipios más envejecidos de Canarias, en el octavo lugar,
sólo superado por Vallehermoso, Agulo, Garafía, Barlovento, Santiago del Teide, Los
Silos y Hermigua.
Cuadro 13. Municipios más envejecidos de Canarias (2007)
Municipio
Índice de
envejecimiento (%)
Municipio
Índice de
envejecimiento (%)
1.Vallehermoso 30,20 6.Los Silos 23,55
2.Agulo 29,81 7. Hermigua 22,76
3. Garafia 28,39 8. S/A. y Sauces 22,43
4. Barlovento 25,56 9. Fasnia 22,27
5. Santiago del Teide 24,05 10. Tejeda 21,97 Fuente: ISTAC. Elaboración propia.
Fuente: ISTAC. Elaboración propia.
Sin embargo en 2005, ocupaba el 12º puesto por lo que la tendencia es al ascenso
si bien parece que superar a Barlovento, Garafía, Agulo y Vallehermoso no ocurrirá a
corto plazo.
0,00% 5,00% 10,00% 15,00% 20,00% 25,00% 30,00%
Barlovento
Breña Alta
Breña Baja
El Paso
Fuencaliente
Garafia
Los Llanos de A.
Puntagorda
Puntallana
S/A y Sauces
S/C de La Palma
Tazacorte
Tijarafe
Villa de Mazo
La Palma
Indice envejecimiento según municipios. (2007)
Cuadro 14. Municipios más envejecidos de Canarias (2005).
Municipio Índice de envejecimiento Municipio Índice de envejecimiento
1.Vallehermoso 29,61 11.Fuencaliente 21,43
2. Garafía 28,01 12. S/A. y Sauces 21,29
3. Agulo 27,51 13. Puntallana 21,16
4. Barlovento 24,53 14. Tijarafe 20,27
5. Villa de Mazo 24,24 15. Artenara 20,2
6. Los Silos 22,9 16. Puntagorda 20,06
7. Fasnia 22,88 17. Tazacorte 19,85
8. Hermigua 22,88 18.Valleseco 18,69
9. Santiago del Teide 21,87 19. Arafo 18,44
10. Tejeda 21,53 20. Garachico 18,13
Fuente: ISTAC. Elaboración propia
Cabe recordar que, según los demógrafos de las Naciones Unidas, un índice de
envejecimiento mayor al 10% indica que nos encontramos ante una sociedad envejecida
(Grinblat, 1986), por lo que San Andrés y Sauces supera tal umbral con creces -al igual
que el resto de municipios palmeros-.
El causante de este envejecimiento no es otro que el crecimiento vegetativo
negativo que el municipio soporta en la última década. La natalidad se encuentra por
debajo de la mortalidad, por lo que año tras años se pierde población de forma natural al
fallecer más personas de las que nacen.
Cuadro 15. Crecimiento vegetativo de San Andrés y Sauces (1997-2007)
2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997
-24 -15 -21 -26 -32 -4 -10 -21 -23 -17 -27
Fuente: ISTAC. Elaboración propia
7. Factores explicativos de esta dinámica: La emigración de la población joven.
Sin duda es uno de los principales problemas que afronta el municipio en la
actualidad por todos los efectos colaterales que genera. Es el causante directo de la
regresión poblacional así como del aceleramiento del envejecimiento demográfico que
vive San Andrés y Sauces. Cabe recordar que los grupos de población más jóvenes son
vitales para el futuro, pues son los que alimentan la base de la pirámide de población. Por
lo tanto si éstos emigran la pirámide se verá afectada en su base. Esto se agrava aún más
si la emigración es definitiva, pues los hijos de los emigrantes tampoco dejarán
descendencia en el municipio por lo que se entra en una espiral negativa en cuanto a lo
que a natalidad se refiere, que descenderá, mientras el envejecimiento demográfico se
verá reforzado. Este fenómeno propicia que baje la natalidad al producirse menos
nacimientos, por lo que los grupos de edad más jóvenes no encuentran reemplazo
generacional, algo que conlleva que con el tiempo sea el grupo de adultos quien
disminuya sus efectivos a lo que habría que añadir la posible emigración futura de gran
parte de ellos, en caso de mantenerse la tendencia de los últimos años. Es decir, que el
envejecimiento actual tendería a acentuarse en el futuro de forma paulatina. ¿Qué será de
la natalidad si cada vez es menor el grupo de población inferior a 40 años? La tasa de
natalidad tenderá a un descenso aun mayor, que afectará -ya lo hace- a todo tipo de
servicios municipales como guardería, colegios, etc.
Y es que una buena parte de los grupos de edad más jóvenes cuando cumplen el
ciclo escolar de la educación secundaria (18 años) decide continuar sus estudios en la
Universidad o en otros centros educativos del exterior de La Palma, emigrando por tanto
durante varios meses al año al exterior, principalmente a la isla vecina de Tenerife pero
también a otras universidades del territorio español. En este sentido hay que destacar el
nivel de escolarización de la población de San Andrés y Sauces en aquellas edades en que
no es obligatoria (a partir de los 16 años de edad) lo cual parece indicar la existencia de
un “afán de superación” entre ese colectivo de jóvenes que, tras superar la etapa de
educación obligatoria, siguen otorgando a la formación un papel importante en su vida.
Sirva como ejemplo el hecho de que en el año 2003, existían un total de 164 alumnos
procedentes del municipio cursando estudios superiores en las Universidades Canarias.
Sin embargo estos datos no son sino un botón de muestra pues el número de jóvenes
universitarios del municipio está descendiendo con el paso del tiempo, debido al descenso
de la natalidad que se ha experimentado desde la segunda mitad de la década de 1980.
Así se ha producido un ligero -y lógico- descenso como lo demuestran los datos del
curso 1998-1999 en donde el número de alumnos ascendía a 204 y en el curso 1999-2000
a 186. Sin embargo desde el punto de vista relativo, sigue siendo importante pues gran
parte de los alumnos al terminar bachillerato buscan formación fuera de la isla.
Otro aspecto significativo en este sentido son los datos publicados en el Avance
del Plan Insular de Ordenación, referentes al curso académico 2002-2003, los cuales
indican que San Andrés y Sauces es el municipio palmero como mayor número de
estudiantes universitarios en comparación al número de habitantes municipales (con 30
alumnos por cada 1.000 habitantes), afirmación que indica la importancia del fenómeno
comentado con anterioridad.
Esta situación, cada vez más generalizada en el municipio, provoca a medio plazo
el no retorno al municipio de esta juventud -a la postre población cualificada- por la falta
principalmente, pero no única, de expectativas laborales, que hará que falte relevo
generacional en el municipio al formar una familia en el exterior. Todo esto no hace más
que propiciar una emigración cada vez más evidente que además genera un efecto de
arrastre: la juventud se va a estudiar al exterior pero ni una minoría regresa. Esa mayoría
que sólo volverá -en el mejor de los casos- en periodos vacacionales, hará su vida en el
exterior, se reproducirán, crecerán y incluso fallecerán fuera del municipio. No habrá
relevo generacional pues los hijos de estos sauceros, jamás serán sauceros. ¿Qué
podemos predecir sobre el futuro de San Andrés y Sauces? Pues calles desiertas, casas
vacías y empresas cerradas (Fernández, J.: 2010).
7.1. Motivos que inducen a la emigración
Pero ¿qué causas explican esta emigración? Es difícil cuantificar y establecer las
causas que inducen a una persona a trasladar su vida de un territorio a otro. Aspectos
laborales, afectivos, familiares, recreacionales y de todo tipo tienen cabida en la
motivación de emigrar de una persona.
El problema emigratorio se ha visto agravado más aún en San Andrés y Sauces ya
que la mayor parte de la juventud que emigra se encuentra altamente formada, con
formación superior de índole universitaria, formación que no emplearán en su lugar de
nacimiento debido a que la demanda dista bastante de estar acorde con la oferta, pues los
puestos requeridos en la comarca noreste en particular y en la isla, en general, son la de
puestos de trabajo en donde se demanda una formación media o baja (agricultura,
construcción, comerciales, dependientes, etc.). Este hecho hace que muchos
universitarios se planteen su emigración definitiva del municipio, dado que tras finalizar
su periodo formativo han de plantearse la posible vuelta frente a la alternativa de
permanecer en el exterior. Además de la ausencia de perspectivas económicas y de
puestos laborales adecuados a su formación, también suponen un condicionante aspectos
como la no percepción de la existencia de alternativas atractivas en las que ocupar el
tiempo de ocio. Ambos aspectos motivan un planteamiento contrario al regreso al
municipio.
Esta afirmación explica los resultados obtenidos en el documento de desarrollo
sostenible de la Agenda 21 Local, en la que se le preguntaba a los encuestados respecto a
la afirmación “nunca me iría de San Andrés y Sauces”. De ella se desprendió que en los
jóvenes (menores de 30 años) existe un posicionamiento bastante débil respecto a nunca
irse del municipio.
Además se encuentran con el hándicap de que muchos puestos destinados, en
teoría, para titulados superiores de una rama determinada caen en manos de personas sin
esa formación o con una preparación en otra rama profesional diferente, fruto de la
tendencia que en la administración pública existe para dar empleo a personas más por
simpatía política y favores personales que por preparación idónea para el puesto
requerido, algo que se acentúa en los pequeños municipios.
Analizando algunos aspectos laborales del municipio encontramos varias
situaciones que potencian aún más la emigración. Así por lo general en los últimos años
las tasas de actividad en el grupo de edad más joven (inferior a 25 años) son inferiores en
comparación con las que presentan Canarias y el conjunto del estado español aunque esto
se explica, en gran medida, con la realidad fehaciente de que las tasas de escolarización
en niveles no obligatorios resultan superiores al de los otros dos ámbitos geográficos
analizados.
Sin embargo, documentos como la Agenda 21 Local nos expresan datos
preocupantes que se extraen de un análisis de los contratos realizados en el año 2002 que
ponen en relieve que la mayor parte de los contratos realizados son a personas con un
nivel de estudios igual o inferior al graduado escolar (el 70%), seguidos a gran distancia
de la formación profesional (13%), reservando sólo el 10% para titulados universitarios.
Con ello vemos claramente que tener estudios superiores no te garantiza trabajo en San
Andrés y Sauces, en donde el mayor número de puestos laborales son para la población
con baja formación.
De igual manera como podemos apreciar en el cuadro inferior (número 17), en
2007, antes de entrar en el periodo de crisis mundial que afectó al empleo en España de
forma brutal en 2008-2010 -así evitamos aspectos coyunturales-,la mayor parte de
empleo registrado correspondía al sector servicios, que en el municipio está conformado
principalmente por sectores como el comercio y la hostelería, mientras que el segundo
foco laboral era la construcción, que sin embargo ha sufrido una gran crisis en los dos
últimos años en el municipio. El abandono progresivo de la agricultura, si bien en
muchos casos se mantiene como actividad secundaria, hace que sea el tercer sector
económico del municipio en cuanto a empleo registrado se refiere.
En lo que a contratos registrados se refiere, decir que la estabilidad laboral en el
municipio es baja, algo que también genera incertidumbre en la población joven del
municipio, que ve como no solo su formación y demanda laboral no se ve adaptada a la
oferta sino que además ésta es inestable al predominar el demasía los contratos laborales
temporales. Los siguientes datos nos ayudarán a entender esta afirmación.
Cuadro 17. Contratos registrados en San Andrés y Sauces. 2000-2009.
Tipo/año 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000
Temporal 459 416 542 491 593 423 483 373 410 421
Indefinido 61 47 78 69 56 51 46 44 49 74
Totales 520 463 620 560 649 474 529 417 459 495
Temporal(%) 88 90 87 88 91 89 91 89 89 85
Indefinido(%) 12 10 13 12 9 11 9 11 11 15 Fuente. Servicio Público Estatal de Empleo. Elaboración propia.
Con estos datos podemos afirmar que casi el 89% de los contratos realizados en el
municipio durante estos años fueron temporales, lo que indica una inseguridad para el
trabajador. Este fenómeno sin duda, hace al ciudadano plantearse ciertas decisiones de
cara al futuro, respecto a la posibilidad de buscar estabilidad laboral en el exterior. Una
vez más destacan los datos realizados en los años 2007 y 2003 (años electorales) en
donde los contratos se disparan para luego descender al año siguiente un 34% y un 12%
respectivamente. Por lo tanto una de las principales características del empleo en San
Andrés y Sauces es la temporalidad de los contratos. Sea como fuere lo cierto es que estas
cifras nos dan indicios de una gran temporalidad en el mercado laboral del municipio que
es otro aspecto laboral importante por lo que en San Andrés y Sauces existe una acusada
temporalidad de los contratos registrados cada año, que superan ampliamente a los
contratos de modalidad indefinida, que son aquellos que dan seguridad al ciudadano y lo
asientan en un territorio determinado.
En lo referente a los contratos registrados por actividad, se aprecia la importancia
creciente del sector servicios y el decrecimiento de los contratos registrados en la
agricultura en el último decenio.
Cuadro 18. Contratos registrados por actividad en San Andrés y Sauces.2000-2009.
Actividad/Año 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000
Agricultura 13 16 11 21 20 5 23 18 24 38
Industria 25 24 74 186 137 131 149 108 125 138
Construcción 150 109 154 160 160 111 104 131 152 154
Servicios 332 314 381 193 332 227 253 160 158 165 Fuente. Servicio Público Estatal de Empleo. Elaboración propia.
Justamente mientras los contratos en el sector servicios han crecido un 101% en el
periodo analizado, los contratos registrados en la agricultura han caído un 66%.También
es llamativa la caída de los contratos en la industria (82%), mientras que la construcción
se ha mantenido si bien esto ha sido posible gracias a las obras de mejora de la carretera
que une el municipio con Garafía. En estos datos no debemos olvidar la crisis económica
en la que se ha visto inmersa el país en los dos últimos años.
Por otro lado la agricultura es la actividad que menos desempleo genera en la
última década, algo que se explica por la gran cantidad de empleo por cuenta propia
existente y al ser una actividad que está apoyada por una comercialización regular y
rentable así como por un sector de mano de obra en su mayoría de una cierta edad que
desea continuar con la actividad hasta la jubilación y no contempla un cambio en este
sentido. La baja demanda de esta actividad por parte de la población activa hace también
que la población desempleada en el sector sea baja.
La industria registra datos similares para toda la década, si bien resalta la caída en
la población parada del año 2009 que contrasta con la situación de la construcción, cuyo
volumen de parados casi se ha duplicado en los dos últimos años.
Estas afirmaciones se apoyan observando las cifras de empleos registrados por
actividad en la última década, en donde destaca la tendencia bajista de los empleos en la
agricultura a lo largo de los últimos años mientras que los empleos registrados en el
sector servicios se han incrementado -aunque con algún retroceso puntual- en los últimos
años. Por lo tanto el proceso de tercialización de la economía es un hecho, como también
lo es que las explotaciones plataneras no se han dejado de explotar, sino que en su
mayoría se siguen trabajando para obtener un complemento retributivo, pasando a ser
explotaciones familiares o de medianeros, que se dedican a la agricultura de forma
parcial. Por lo tanto la agricultura sigue siendo importante en el municipio pero ya no es
la actividad principal e incluso la construcción se ha convertido en una actividad de
empleo preferente antes que la agricultura para los ciudadanos.
Cuadro 19.Empleos registrados según actividad. 2000-2009.
Empleos/Año 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000
Agricultura 141 176 179 186 192 212 250 256 281 296
Industria 71 80 83 174 161 205 252 260 264 259
Construcción 160 153 207 208 200 180 221 215 174 157
Servicios 731 725 717 662 700 665 686 597 580 567
Total 1103 1134 1.185 1.230 1.252 1.262 1.410 1.329 1.301 1.281 Fuente: ISTAC. Elaboración propia.
Otro aspecto con cierta importancia es el predominio que hay en la contratación
como asalariado, es decir, empleos por cuenta ajena. Sólo en el caso de la agricultura
predomina el autónomo, el empleo por cuenta propia, mientras que en el resto de
actividades los asalariados superan a los trabajadores autónomos.
Pero si los datos considerados hasta ahora explican, en parte, el proceso de
despoblamiento por emigración del municipio, no es menos importante en este sentido el
desempleo, que es una de las mayores preocupaciones de los gobiernos y ciudadanos a
todas las escalas. Estudiando este aspecto extraemos que es el sector servicios el que más
desocupados genera en el municipio, acelerándose éste en los dos últimos años debido a
la crisis. Este dato muestra que en la economía del municipio el sector servicios está
siendo cada vez más importante y el que mayor demanda de empleo genera, hasta el
punto que es difícil que la oferta pueda absorber tal demanda algo que sí podría llegar a
ocurrir en las otras actividades, especialmente la agricultura.
Los datos facilitados por los Servicios Públicos de Empleo situaban la cifra de
parados en La Palma por encima de la barrera de los 9.000 en el mes de enero de 2010,
concretamente son 9.053 desempleados registrados en las oficinas, lo que representa un
aumento de 241 desempleados más en el primer mes de 2010, un 2,73% más que en
diciembre. Cierto es que en este momento temporal, España y Europa, se encontraban en
una situación de importante crisis económica que azotó el entorno de la UE desde 2008 y
sobre todo 2009 y 2010. Es una realidad dura para la Isla, pero también para el resto del
país. La Palma nunca contó con tanto desempleo, al menos de forma oficial, si bien este
hace más de una década que es relativamente alto. Por ejemplo, durante 2007 la cifra de
parados en La Palma fue de 6.549 mientras que en 2006 fue de 5.774, si bien en 2005 fue
más alta que estos dos años (6.629). Por lo tanto en los últimos años antes de la entrada
de la crisis la cifra de parados siempre estuvo por encima de los 6.000 efectivos, una cifra
alta para una isla de algo más de 86.000 habitantes.
Cuadro 20. Evolución del paro 2001-2009.
Año La Palma S/A. y Sauces % de parados
respecto a la isla
% población
respecto a la isla
2009 8812 401 4,6 5,6
2007 6549 271 4,1 5,8
2005 6629 329 5,0 6,0
2003 5071 282 5,6 6,0
2001 5221 267 5,1 6,2 Fuente: ISTAC. Elaboración propia.
En el cuadro anterior (20) vemos como el total de desempleados en el municipio
respecto a la isla apenas ha sobrepasado el 5% en los últimos años, mientras que en el
total de población insular San Andrés y Sauces representa en torno al 6% de la población,
si bien la tendencia aquí también es a la baja ante la pérdida que efectivos poblacionales
del municipio.
Cuando analizamos el desempleo se habla de tasas de paro, el porcentaje de
población activa que está en situación de desempleo. Para la escala local sólo podemos
conocer este dato mediante los censos de población y viviendas, por lo que el último dato
conocido para el municipio data de 2001 (13,7%). Sin embargo tenemos estimaciones
comarcales realizadas por el Instituto Canaria de Estadística (ISTAC). No olvidemos que
la comarca es el principal radio de acción que distingue un ciudadano para desarrollar su
actividad vital.
Cuadro 21. Tasa de paro. Noreste de La Palma.2002-2009
Año Tasa de paro Noreste Año Tasa de paro Noreste
2002 11,1 2006 10,5
2003 14,41 2007 9,8
2004 14,3 2008 17,6
2005 10,7 2009 24,9 Fuente: EPA. Estimaciones en pequeñas áreas de Canarias. Elaboración propia.
El cuadro anterior (21) nos indica, según estimaciones del ISTAC-es el dato más
cercano que podemos obtener para el municipio desde 2001- , que la tasa de paro de la
comarca noreste de la isla se ha mantenido alta en la última década, experimentando una
tendencia irregular e incrementándose bastante en los dos últimos años. Por lo tanto el
municipio habrá vivido también esta tendencia creciente. No debemos olvidar que en lo
que a San Andrés y Sauces se refiere, el desempleo es una preocupación debido a la
tendencia alcista en los últimos años. Según datos de la Agenda 21 Local (2004) existe
un volumen máximo de desempleo situado en el año 1990, con 503 desempleados
(pero con un volumen mayor de población que el actual) cifra que vive una importante
caída en los dos años siguientes, para volver a crecer en 1993 y 1994. A partir de este
momento, salvo en el año 1996, se registran tasas de crecimiento negativas del
desempleo, tendencia que se prolonga prácticamente hasta la actualidad. Los valores
absolutos de la última década son los siguientes:
Cuadro 22. Parados registrados en San Andrés y Sauces 2000-2010.
Fuente: Servicio Público Estatal de Empleo (SPEE).Elaboración propia. Datos referidos a 31 de marzo. Elaboración
propia.
Cuadro 23. Parados jóvenes de San Andrés y Sauces. 2000-2010.
2010
2009
2008
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
37
45
29
20
34
32
40
46
38
37
36 Fuente: Servicio Público Estatal de Empleo. Menores de 25 años. Elaboración propia.
El desempleo ha aumentado en los últimos años, acentuado por la crisis que vive
el país a todas las escalas territoriales. Sin embargo el número de parados ya era alto en
los años anteriores de la crisis. Posiblemente no sea más alto debido al envejecimiento
demográfico, acusado del municipio, y a la emigración de la población más joven, algo
que ayuda a paliar el desempleo al existir un menor volumen de población demandante de
empleo. También es un problema el desempleo en los jóvenes pues suele estar en torno al
10% del total de parados municipales y teniendo en cuenta que muchos de los jóvenes de
San Andrés y Sauces se mantienen inactivos hasta los 25 o más años por cuestiones de
estudios, los datos son preocupantes. Es decir, los jóvenes que no amplían su formación
tienen también dificultad para encontrar un empleo.
2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000
419 401 338 271 329 347 354 282 282 267 289
Cuadro 24.Desempleo en San Andrés y Sauces por edad y sexo. 2005-2009.
Año Hombres Mujeres Total
<25 25-44 >45 <25 25-44 >45 Hombres Mujeres
2009 29 94 72 25 100 73 195 198
2008 17 80 71 12 94 64 168 170
2007 7 54 56 13 86 55 117 154
2006 14 52 58 20 103 72 124 195
2005 13 68 61 20 119 66 142 205
Fuente: Servicio Público Estatal de Empleo. Elaboración propia. Datos referidos a 31 de marzo, salvo 2005 (31 de mayo).
Aunque vemos como los grupos de edad de 25-44 y sucesivos son los que
mayores valores en términos absolutos presentan (especialmente la población con edad
comprendida entre 25 y 44 años los mayores demandantes de empleo) lo cierto es que
destaca en el municipio, en términos relativos, el desempleo de la población más joven,
que hace que muchos terminen emigrando por falta de expectativas laborales, ya sean
acorde con su formación o no. Ya se apreciaba en 2001 (Censo de Población y Vivienda)
esta realidad al tener una tasa de paro masculina entre los 16 y 24 años de un 21,7%,
mientras que la femenina para dicho grupo de edad superaba el 41%, lo que también nos
daba una alta tasa de desempleo joven.
Por ello no debemos obviar que, posiblemente, uno de los principales causantes
de la pérdida de población en el municipio sea la escasez de empleo, especialmente el
cualificado. La población más y mejor formada no encuentra en el municipio un espacio
laboral adecuado con su formación por lo que terminan por emigrar.
8. Efectos y consecuencias derivadas de estos procesos.
Todo lo anteriormente expuesto se convierte en un arduo y molesto problema
para el municipio debido a los efectos que genera. Los aspectos más importantes a tener
en cuenta son, entre otros, los siguientes:
a) Caída de la natalidad. La pérdida de la población adulta joven lleva aparejada la
caída de la natalidad al ser menos numeroso el grupo poblacional en edad de
procrear. Se entra así en un círculo vicioso, pues no sólo no se perderá esa
generación de hijos de emigrantes sino que además se perderán muchas
generaciones futuras más (nietos, bisnietos de los hoy emigrantes).
b) Desequilibrios en la composición de la población, sobre todo en la edad pero
también en el sexo, pues aunque la emigración afecte a ambos sexos, en las
sociedades envejecidas, predominan las mujeres.
c) La emigración, especialmente la de los grupos más jóvenes, potenciará la
aceleración del envejecimiento de la población. La edad media de la población
tenderá a crecer y el municipio -como mínimo- seguirá entre los más envejecidos
de Canarias. Disminuye la vitalidad de la población, lo que genera un
empobrecimiento demográfico y el envejecimiento.
d) Desintegración familiar. Se produce la separación o alejamiento de las familias,
que tenderán a unirse en contadas ocasiones.
e) Pérdida de potencial emprendedor. Al emigrar la población adulta más joven y
formada, se pierde a un segmento poblacional ambicioso, con capacidad de
decisión, con un mayor espíritu emprendedor y capacidad de modernización. Se
pierde, en definitiva, población activa e innovadora (o con capacidad de serlo).
f) Cambios en el paisaje local. Se continuarán abandonando las medianías y
espacios agrícolas, lo que configurará un nuevo paisaje local. Además también
aparecerán problemas en la morfología urbana pues se abandonan viviendas, se
cierran empresas, etc.
g) Cambios económicos. Una serie de cambios económicos irán instaurándose en el
municipio: descenderá en consumo municipal, muchas empresas locales no
podrán sostenerse ante dicho descenso, la administración local tendrá menos
capacidad recaudatoria -e incrementará la presión fiscal como ha pasado en los
últimos años- y perderá ingresos provenientes de otras administraciones y por lo
tanto tendrá una menor capacidad para acometer inversiones quedando
condicionado en este sentido a las administraciones superiores. Además se
podrían encarecer los costes de los servicios al disminuir el número de personas
que reciben los mismos.
h) Pérdida potencial de inversiones. Las inversiones, especialmente las privadas,
tenderán a caer al perderse vitalidad económica en el municipio. Los pensionistas
no tienen ni la capacidad ni el interés inversor que pueda tener un empresario.
i) Se podrían generar efectos culturales de importancia al extenderse en la sociedad
la cultura de la emigración pudiendo correr el riesgo de que la población del
futuro vea la vía emigratoria como la salida principal a los problemas en su
vida cotidiana.
j) Cambios sociales. Al quedar la población de mayor edad, ésta se va volviendo
más reacia a posibles y diversos cambios -en ámbitos variados- y puede no mirar
con buenos ojos ciertos cambios y adaptaciones que el municipio deba acometer.
Al ser el grupo de ciudadanos mayoritario se fortalecerá su posición y capacidad
decisoria en aspectos importantes de la vida colectiva, sin olvidar que los
proyectos, iniciativas y esfuerzos municipales podrían volcarse hacia este grupo
poblacional.
k) Nueva oferta de servicios o potenciación y ampliación de los existentes
especialmente en los Servicios Sociales Municipales como el Hogar de Ancianos,
el Centro de Día, servicios sanitarios, asistencia a domicilio, transporte, etc.
l) Disminuirá la presión de la población sobre los recursos. Algunas consecuencias
de esta emigración pueden ser positivas al disminuir la presión de la población
sobre los recursos y los impactos de la misma sobre el territorio.
m) Tenderá a descender el desempleo en el municipio paliando este problema
histórico en la comarca pero también se producirá una menor demanda de
empleos en sectores como la educación. La desaparición de empresas también
generará que se oferten menos puestos de trabajo.
Éstas son sólo algunas de las consecuencias más importantes, que sin duda
cambiarán la configuración actual del municipio y que requerirán de un profundo estudio
e intenso trabajo para contrarrestarlas.
9. Conclusiones.
En definitiva el fenómeno de regresión poblacional y envejecimiento demográfico
en San Andrés y Sauces nos lleva a afirma, sin sobresaltos, las siguientes conclusiones:
1. San Andrés y Sauces, de pilar insular a municipio en decadencia.
No cabe duda que la situación del municipio en el marco insular ha cambiado. De
ser un municipio próspero y de los más poblados de la isla, ha perdido importancia
relativa en el contexto insular, transformándose en un municipio en decadencia con unos
importantes problemas a solucionar -o al menos paliar- de forma urgente para que estos
procesos no sigan acentuándose. Hoy por hoy el municipio no es un territorio atractivo
para vivir, ni para invertir. Esta situación se agrava por la perspectiva que se tiene por
parte de gran parte de la población local, de que el futuro no parece ofrecer una mejor
situación que la actual.
2. San Andrés y Sauces ha cambiado su configuración socioeconómica y
demográfica.
La agricultura ya no es la principal actividad generadora de empleo - si aporta
importantes ingresos extras- y el sector servicios, aunque es el que más empleo genera,
también es fuente de parados. La población local está dando la espalda a la actividad
agrícola al no ser ya una actividad con la rentabilidad de antaño, especialmente en el
sector platanero, y esto está propiciando la inexistencia de relevo generacional en la
actividad agrícola, lo que conllevará a futuros cambios en la configuración paisajística
local.
Además la emigración y el descenso de la natalidad han hecho que el municipio se
haya convertido en un territorio envejecido, mientras que la distante oferta laboral de la
comarca en relación con la demanda ha convertido al municipio en un territorio expulsor
de habitantes. Esta indudable realidad se ha configurado como los dos grandes problemas
de San Andrés y Sauces en la actualidad y de cara al futuro.
3. Necesidad de elaborar y poner en marcha de forma prioritaria una estrategia
de desarrollo territorial municipal-comarcal.
La inseguridad ciudadana respecto al mercado laboral es uno de los principales
desencadenantes de la pérdida poblacional en el municipio. Los ciudadanos,
especialmente los jóvenes, no ven un alentador futuro en la comarca -e incluso en la
Isla- al ver que la comarca mantiene un alto nivel de desempleo y cuando el
desempleado logra salir del “paro” se encuentra con una tendencia clara a los contratos
temporales, de una duración inferior al año lo que genera incertidumbre. Sin embargo
también es justo reconocer que está última tendencia se repite en el contexto regional e
insular, por lo que no es exclusiva de la comarca.
Ante ello surge la necesidad imperiosa de emigrar o de no retornar al municipio
tras finalizar su etapa de formación, ante la ausencia de puestos laborales adecuados a su
formación, a su demanda, no sólo en el municipio sino en la comarca e incluso en la Isla.
Esto trae efectos muy graves para el futuro el municipio, que ya en las últimas
décadas ha llegado a perder más del 20% de su población y que ésta ha envejecido de
forma considerable.
Por tanto se hace necesario frenar el despoblamiento y actuar de forma agresiva,
pero coherente, sobre el municipio. La solución principal, cuyos resultados no serán
visibles a corto plazo, debe ser la de llevar a cabo una política económica sostenible,
agresiva e innovadora, cuya orientación sea la de crear nuevos puestos de trabajo y unas
condiciones socio laborales capaces de detener la emigración, para fijar o incluso hacer
regresar a la población joven del municipio y si es posible atraer también a una pequeña
corriente inmigrante algo que sin duda no se consigue a corto plazo. Hace falta una
auténtica estrategia de desarrollo territorial que, poniendo en valor adecuadamente el
potencial endógeno, diversifique la economía mediante el establecimiento,
aprovechamiento y potenciación de actividades como el turismo rural, el senderismo
temático, la diversificación agrícola -producción ecológica- y la generación de empleo y
fomento de la emprendeduría. En definitiva que eleve la calidad de vida y frene, o al
menos palie, de forma importante, la tendencia migratoria de la población local con el
objetivo de que San Andrés y Sauces se convierta en un foco de atracción de población
joven y adulta y deje de ser un foco expulsor de habitantes. No se debe vacilar en este
sentido ni seguir dando bandazos con proyectos aislados y puntuales apartando a planes
como el PROPOM -principios de los años 90- y documentos estratégicos como la
Agenda 21 Local-que fracasó (2004) por el desinterés de la administración y parte de la
población local por el proyecto- del porvenir del municipio.
Para ello es vital el trabajo de los políticos. No debemos olvidar que son los
gobiernos locales e insulares -también el regional- los que están lo bastante próximos
para apreciar y combatir los cambios derivados de los distintos aspectos demográficos,
así como detectar tendencias demográficas y evaluar sus repercusiones. Algo que parece
que no ha ocurrido en San Andrés y Sauces, ya que este tema parece no haber sido tenido
en cuenta hasta que se ha descendido del nivel de los 5.000 habitantes –con la pérdidas
de ingresos y concejales en el Pleno Municipal que ello conlleva- hace ya tres años
(todavía hoy no se han realizado acciones ni propuestas locales –al menos públicamente-
con el objetivo de frenar el despoblamiento).
Y es que el gobierno municipal-o el insular- actúan en un nivel suficientemente
estratégico como para identificar y explorar las interacciones políticas y coordinar a otros
actores, como los gobiernos regionales que disponen de más autonomía política y
recursos financieros, para desarrollar las estrategias de envejecimiento que afectan
horizontalmente a múltiples ámbitos territoriales.
Es trabajo de estas administraciones poner en marcha proyectos que intenten
mejorar los servicios de estos lugares con un doble objetivo: frenar la emigración y atraer
a quienes deseen establecerse en zonas rurales.
De lo que no hay ninguna duda, y así lo exponen autores contrastados como José
León García (1999), es que los gobiernos locales deben modificar el entorno productivo y
social del municipio, para con ello mejorar el nivel de vida de la comunidad local. Para
lograrlo deben adoptar nuevas funciones municipales tales como promover el desarrollo
económico y el empleo, animar el asociacionismo, defender el medio ambiente y
valorizar el patrimonio histórico, planificar de forma estratégica, luchar por el desarrollo
sostenible, etc., ya que las administraciones locales no deben seguir desempeñando un
papel pasivo respecto al desarrollo territorial. Ayuntamientos como el de San Andrés y
Sauces deben apoyar decididamente las iniciativas de desarrollo que se den en el
municipio, deben promocionar, incentivar, potenciar el desarrollo territorial.
Sin embargo finalizando ya la primera década del siglo XXI el municipio carece
de la existencia de un proyecto definido de desarrollo territorial y su funcionamiento es
intermitente, siendo las incidencias del día a día quienes marcan el camino y no una
estrategia de futuro. Es de vital importancia resolver este dificultoso problema, pues
sólo solucionando el mismo se podrá comenzar a luchar de forma ordenada por acabar
con las tendencias de envejecimiento demográfico y pérdida poblacional. Es hora ya de
aunar esfuerzos por parte de los agentes locales -políticos, ciudadanos, empresarios, etc.-
en pos del desarrollo San Andrés y Sauces pues potencial y necesidad, tiene para ello.
4. San Andrés y Sauces necesita el fomento de actividades de ocio y de
participación ciudadana.
También debemos tener en cuenta, en su justa medida, que la escasa oferta de
ocio municipal también influye a la hora de plantearse una vida en el exterior de las
fronteras comarcales. La población saucera decide emigrar para encontrar una vida mejor,
con la intención de cambiar de modo de vida, encontrar un trabajo -o tener más
posibilidades de encontrarlo- adecuado a su formación, pero también buscar un espacio
de ocio y esparcimiento para ocupar el tiempo libre.
No son pocos los ciudadanos que aún con posibilidades reales de trabajar en La
Palma, deciden emigrar ante una mayor oferta de ocio en las islas centrales, mientras que
también muchos deciden simplemente cambiar de municipio dentro de las fronteras de la
isla por este motivo. Entre la población joven, la ciudad es un factor atrayente por la
diversidad de ocio y modo de vida que en ella se genera, en donde existe también una
mayor diversidad y disponibilidad de servicios. Los centros urbanos, sobre todo los más
grandes, tienen un nivel superior al del medio rural en lo que a oferta de servicios se
refiere (servicios asistenciales, educativos y culturales, transporte y comunicaciones,
servicios informativos, recreacionales, etc) que propician que las ciudades ejerzan un
atractivo muy poderoso sobre las poblaciones rurales como San Andrés y Sauces.
En las urbes o áreas metropolitanas (como el caso de Santa Cruz- Laguna, pero
también otros municipios tinerfeños, grancanarios y peninsulares) existe una mayor
diversidad de empleo y, aunque la competencia también puede ser mayor, también lo es
la oferta. Además es más fácil conseguir empleo no cualificado, así que funcionan como
centros de atracción de población no formada. En el caso de San Andrés y Sauces parte
de la población formada del municipio trabaja en el exterior en un trabajo no relacionado
con su formación y que podrían desempeñar en la Isla.
Para que una población se sienta bien en su entorno vital, además de los aspectos
laborales, importa mucho la existencia de actividades de ocio y las posibilidades de
participación que en ellas se tenga.
De la misma manera si se fomenta la participación ciudadana, la población local
se sentirá más identificada en el municipio y tendrá mayores ansias de mejorar la
situación del mismo, haciéndose partícipe del desarrollo de su territorio que, no
olvidemos, es una construcción social.
Para ello es fundamental la potenciación de la participación ciudadana mediante
una serie de técnicas y mecanismos variados, tales como la mejora y modernización de
los mecanismos de información para la ciudadanía, ya que los ciudadanos tienen derecho
al acceso rápido a cualquier información que les afecta de forma directa sin olvidar el
derecho también para incidir y participar en los problemas que les afecten. Otro aspecto a
estimular es la participación en la planificación y elaboración de estrategias y proyectos
de desarrollo local en donde se define una estrategia de acción que comprenden objetivos,
líneas y proyectos a desarrollar en donde la ciudadanía debe verse incluida, sin olvidar la
creación de presupuestos participativos en donde la opinión del ciudadano se tenga en
cuenta, algo que sirve para no sólo fomentar la participación de asociaciones y personas
sino para que también éstas tomen conciencia fiscal y vean la necesidad que existe en
priorizar las decisiones de gasto en materia de inversiones.
Con todo ello la población local se movilizará y aunará fuerzas para la mejora del
municipio, identificándose con el mismo. Para ello habría, sin duda, que superar esa
mentalidad equívoca que los gestores públicos locales tienen y que han evitado procesos
de participación social argumentando diversas razones como “la mayor parte del pueblo
es ignorante o apático”, “el coste del tiempo que hay que invertir en el proceso de
participación es desproporcionado respecto a los beneficios”, etc.
Pero no hablamos de la participación ciudadana de los jóvenes y adultos con
objetivo de olvidar a los grupos poblacionales de mayor edad. ¿Cómo un grupo tan
numeroso e importante podría quedar fuera? Es fundamental la creación de instancias
para su desarrollo cívico y ocioso (actividades de ocio asistencial, talleres de ayuda,
talleres de reinserción cultural) de todos los grupos de edad.
Se hace necesario por tanto incentivar el proceso participativo. Fórmulas hay
muchas y variadas pero para ello el municipio debe contar con gobiernos abiertos y
receptivos, que estén dispuestos a escuchar lo que los ciudadanos les desean aportar,
transmitir, para ayudar a mejorar la gestión de los asuntos públicos. No debemos perder
la perspectiva sobre el marco en el que nos encontramos: la democracia, y para
construirla es necesaria la democracia que resulta clave para favorecer el control de los
gobernantes, suavizar los conflictos, transmitir las preferencias de los ciudadanos,
proponer y favorecer los acuerdos e incluso hacer más fácil la toma de decisiones
políticas. Se trata de dar, de una vez por todas, un salto cualitativo de la democracia
representativa a la democracia participativa. Sin embargo a tenor de las acciones
realizadas no estamos ante un gobierno de estas características, algo demostrado en la
poca credibilidad que le dieron al Plan de Acción Local de la A21L y la inexistencia de
acciones en este sentido desde tal documento.
Potenciando la participación se fomenta la conformación de una ciudadanía que
tendrá un mayor interés por informarse acerca de los asuntos locales y por cooperar con
las demás personas, siendo además más respetuosa con las personas que opinan diferente,
lo que reforzará sin duda los vínculos sociales entre los mismos y la comprensión
intercultural.
De fomentarla se encargan muchos organismos, pero en el caso de municipios
como San Andrés y Sauces debe ser el Ayuntamiento el motor, o al menos la llave que
arranque el mismo, sin olvidar que lo importante es lo que se genere, y sobre todo se
mantenga, desde la propia ciudadanía.
Es de urgencia por tanto incentivar esta participación a través de asociaciones o
entidades ciudadanas, como clubes deportivos, asociaciones de la tercera edad,
recuperando el foro de la Agenda 21 Local, etc. Y para canalizarla se deben poner en
marcha diferentes instrumentos que tienen un gasto irrisorio, especialmente en
comparación a los beneficios que generan. El municipio debe en este sentido crear o
realizar múltiples vías como audiencias públicas, foros temáticos, consultas ciudadanas,
iniciativas o propuestas en la línea de la A21L.
Prueba del éxito son los ejemplos de participación que existen en el municipio
mediante dos blogs en donde se procede al debate y la crítica. Iniciativa Progresista
Saucera (http://iniciativaprogresistasaucera.blogspot.com) y Mirador Saucero
(http://miradorsaucero.blogspot.com/) son dos plataformas en la red, que desde el
anonimato, sirven como espacio de intercambio de opiniones y debate sobre la realidad
local, y aunque mantienen un tono bastante crítico, demuestran las ganas de participar de
bastantes sauceros, posiblemente muchos en el exterior, a tenor de las visitas acumuladas
en pocos años de experiencia (200.000 entre ambos portales). Sirven como antecedente y
prueba de que, encausando la participación de la forma adecuada, ésta sería importante en
el municipio pues no olvidemos que hay un sector importante y mayoritario de la
población que no tiene acceso a tales foros al desconocer el uso de internet.
Es decir que es viable, e incluso ya demandado por la población, la instalación en
San Andrés y Sauces de múltiples fórmulas de participación ciudadana a nivel municipal
como la creación de Consejos ciudadanos, de Reglamentos de participación ciudadana o
figuras como el defensor del vecino, el apoyo a la Iniciativa popular, la generalización de
referéndums para los temas de importancia municipal, en definitiva, la consulta de la
opinión ciudadana. E incluso se puede ir más allá y realizar presupuestos municipales
participativos o aplicando un porcentaje determinado de los presupuestos a las finalidades
determinadas por la ciudadanía. Estos sólo son algunos ejemplos de lo mucho que se
podría, y sobre todo, se debería hacer pues el ciudadano saucero tiene derecho a acceder
a la información y a que sus demandas sean tenidas en cuenta.
Ejemplo interesante en este sentido es el proyecto Ciudadanos2010.net
(www.ciudadanos2010.net), un proyecto basado en el programa europeo Europe2010 que
defiende una Sociedad de la Información para todos y cuyo objetivo es fomentar la
participación ciudadana en el ámbito municipal utilizando las nuevas tecnologías.
Esta iniciativa recrea en la red (internet) el concepto de la plaza pública en la que
los ciudadanos y sus representantes políticos y civiles exponen públicamente aquellas
propuestas que consideran de interés para la comunidad y las someten a discusión y
debate en conjunto. Resultado de este proceso es que las propuestas con un mayor
respaldo ciudadano son susceptibles de ser votadas por el Ayuntamiento en el pleno
municipal y puestas en marcha con la implicación de los ciudadanos y las asociaciones
que han participado en el proceso. Funciona a nivel estatal, con más de 130 municipios
inscritos, entre ellos los canarios de Ingenio, Arucas y Puerto del Rosario. Sin duda una
gran oportunidad en este sentido para que San Andrés y Sauces comience, o mejor dicho
retome ya de manera decidida, por la senda de la participación ciudadana.
En definitiva estas cuatro afirmaciones, duras pero reales, deben tenerse muy en
cuenta y estudiarse profundamente si San Andrés y Sauces se propone como objetivo
frenar la dinámica demográfica de los últimos años. Las tendencias son difíciles de frenar
pues cuando se originan, muchas veces, no se las detecta, no se tienen en cuenta o se
piensa que pueden detenerse, invertirse solas o que se tratan de situaciones coyunturales.
Flaco error. Invertir una tendencia requiere reflexión, análisis y trabajo, mucho trabajo, el
cual hasta ahora no se ha realizado -o al menos no de forma eficiente- en San Andrés y
Sauces. Otra cosa es que realmente se desee hacerlo (hasta hoy no lo parece a tenor de
las acciones impulsadas) o que quienes deben tomar el timón y coger las riendas del
proceso de cambio necesario no sean capaces de liderar una transformación inexcusable.
Hoy por hoy no es fácil encontrar ese líder, ese capitán que dirija la nave, pues lo
cierto es que en la actualidad hay una serie de deficiencias inmateriales muy preocupantes
y de complicada resolución, como es la falta de formación de los propios ediles
municipales, que son los que toman decisiones vitales para el desarrollo del territorio.
Ello trae importantes consecuencias para el devenir de un municipio y en parte se deben
–estas deficiencias- ya no sólo por las carencias educativas generales de la población
sino por el desprestigio general que en los últimos años ha adoptado la actividad
política. Esto ha apartado de la labor pública y del fomento del desarrollo local a muchos
de los posibles candidatos que probablemente estén mejor preparados para desempeñarla
(García Rodríguez, J.L:2009). En este sentido el municipio de San Andrés y Sauces es
víctima de ello y no parece que de ello no se ha hecho partícipe la población local, que no
valora en su justa medida este aspecto, pues ha priorizado otros aspectos en la elección de
cargos públicos situación que no debe prolongarse más en el tiempo pues de ser así el
futuro del municipio no parecer ser muy prometedor. Lo único claro, y en ello
prácticamente la totalidad de la ciudadanía está de acuerdo, es que San Andrés y Sauces
no puede seguir así…pero ¿cambiará?
Bibliografía
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GONZÁLEZ PÉREZ, TERESA: “La emigración canaria a Cuba”. La Opinión de
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HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, MANUEL: “La emigración a Venezuela en el siglo XIX.
La emigración reciente”. BienMeSabe, Revista Digital de Cultura Popular Canaria,
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