Post on 30-Jun-2015
1. LA VIDA DE FREINET
Célestin Freinet nació el l5 de octubre de l896, en Gars, pequeña población
montañosa de los Alpes Marítimos franceses. Su juventud, como la de los pequeños
campesinos de entonces, transcurre entre los trabajadores del campo, en una región
pobre, de clima duro, a pesar de la proximidad del Mediterráneo. Guardar los rebaños
no tiene secretos para él: como escribirá su esposa Elisa, “la experiencia pastoril será
para Freinet el leitmotiv de su experiencia educativa” (Elise Freinet, l977). Después de
haber estudiado en el curso complementario de Grasse, ingresa en la escuela normal
de maestros de Niza. Estalla la guerra de l9l4. Freinet es movilizado. En l9l5, cuando
tiene l9 años, es herido gravemente en el “Chemin des Dames”. Recibe la Cruz de
Guerra y la Legión de Honor. De hospital en hospital, vive 4 años de larga
convalecencia. Herido en el pulmón, nunca se curará completamente y durante toda
su vida respirará mal, a lo que en parte atribuirá él mismo la naturaleza de sus
innovaciones pedagógicas que otorgan a las actividades de los alumnos el lugar que
normalmente ocupa la palabra del maestro.
En l920 consigue el puesto de profesor adjunto de la escuela de dos clases de Bar-
sur-Loup, población de l.000 habitantes de los Alpes Marítimos, próxima a Grasse y a
Vence, región alejada de la costa, pintoresca y a menudo salvaje, con valles dominados
por montañas secas, con desfiladeros y olivares. Esta región, que posteriormente se
convirtió en eminentemente turística, será el marco en que se desarrollará su actividad
pedagógica y militante.
Partiendo de esta escuela de pueblo, introducirá la imprenta en la escuela, iniciará
un movimiento de ámbito nacional mediante sus artículos en la prensa profesional y
política, participará en los congresos internacionales de la “Nueva Educación”,
conocerá a los maestros de entonces, Ferrière, Claparède, Bovet y Cousinet, y leerá los
clásicos de la pedagogía contemporánea al preparar las oposiciones a la inspección
primaria, que no aprobará, antes de alejarse definitivamente no sólo de la pedagogía
tradicional sino también de la nueva pedagogía, a pesar de la revelación que le supone
la obra de Ferrière (Elise Freinet, l968).
También tiene tiempo para interesarse por el desarrollo de su pueblo natal, donde
funda una cooperativa de trabajadores para electrificar la población. Es miembro
activo del sindicato y del Partido Comunista. En l925 se traslada a la URSS con una
delegación sindical. Allí conoce a Krupskaia, esposa de Lenin y Ministra de Educación.
Esta actividad sindical y política tendrá una profunda influencia sobre la concepción de
la pedagogía popular que él va madurando. Volveremos a hablar de ello.
Cuando en l928 se va de Bar-sur-Loup a Saint-Paul-de-Vence, donde ha sido
trasladado con su mujer Elise, ya ha iniciado la parte fundamental de su obra: la
imprenta, la correspondencia interescolar, la cooperativa escolar y, a nivel nacional, la
Cooperativa de Enseñanza Laica. Freinet ya es conocido tanto a nivel nacional como
internacional, gracias a los congresos en los que participa o que organiza.
De l929 a l933, el matrimonio Freinet profundizará y desarrollará el movimiento
iniciado. Pero Saint-Paul-de-Vance no es Bar-sur-Loup. La pequeña población ya es un
centro turístico conocido y la instalación de una pareja de maestros comunistas es mal
recibida, tanto más por cuanto su acción nacional e internacional prosigue y se amplia.
Una sórdida historia de aseos atascados y sucios constituye el pretexto para el
ayuntamiento de derechas de conseguir el traslado de esos maestros molestos: los
textos que escribían espontáneamente los alumnos criticaban a los notables del
pueblo. En l933 se registrará en Francia, Alemania, Italia y España el avance de los
movimientos de extrema derecha. Los Freinet, trasladados nuevamente a Bar-sur-
Loup, no aceptan ese puesto a pesar de la buena acogida de padres y alumnos.
Dimiten y dedican todo su tiempo a desarrollar el movimiento y la Cooperativa de
Enseñanza Laica que se ha convertido en una verdadera empresa de producción de
material y edición de documentos pedagógicos.
Así nació la idea de una escuela libre experimental. En l934 y l935 Freinet, con el
apoyo del movimiento, amigos políticos y la prensa izquierdista, consigue construir una
escuela en Vence. El mismo participa en la construcción, en un lugar relativamente
aislado. El terreno se encuentra en una colina sobre un pequeño valle. El camino no
está asfaltado. Los edificios, construidos de manera artesanal, son sencillos, de una
sola planta. En medio del patio hay una piscina con sombra para los niños. Las aulas
son grandes. Predominan los colores verde y blanco. Los alumnos son en su mayoría
internos pertenecientes a las capas sociales desfavorecidas o a familias en apuros. “La
mayoría son hijos de obreros parisienses, casos sociales procedentes de la Asistencia
Social, hijos de maestros en su mayor parte inscritos por motivos de salud y,
aisladamente, cuatro o cinco alumnos de familias acomodadas que confían en
nosotros” (Elise Freinet, l968). Hay sol y el aire del campo meridional tiene el olor tan
característico de esa región.
Empieza la Segunda Guerra Mundial. A Freinet, comunista conocido, se le considera
peligroso por la posible actuación de su organización. La URSS está aliada con los nazis.
Detienen a Freinet que ingresa en un campo de concentración y después obtiene la
libertad. Durante la guerra, se une al maquis del Briançonnais, que posteriormente
dirige. Después de la liberación, preside el Comité de Liberación de los Altos Alpes y
reanuda su actividad en Vence. En l948, la Cooperativa de enseñanza laica se
transforma en “Instituto de la Escuela Moderna”, que se instala en Cannes,
convirtiéndose en centro importante de fabricación y difusión de material pedagógico.
En l950, Freinet es excluido del Partido Comunista con el que está en desacuerdo.
Como consecuencia de ello, se produce una conmoción en el seno de su movimiento,
que había adquirido importancia a nivel nacional. Los congresos se convierten en
enfrentamientos pedagógicos. Freinet muere en Vence en l966. El movimiento
prosigue después de su fallecimiento y Elise Freinet mantiene la memoria de su difunto
marido.
Puede intentarse entender mejor esta personalidad excepcional recordando
algunos de sus rasgos fundamentales: su juventud, vivida entre los campesinos de Alta
Provenza, que marcó profundamente su manera muy intuitiva y concreta de pensar la
educación o, más generalmente, esa Alta Provenza que nunca abandonó, con el
profundo sentido de la vida y la alegría de vivir que todavía se respira en ella a pesar
del desarrollo urbano e industrial de la costa; su dedicación a la causa del pueblo y su
sentido de la justicia social que le habían hecho concebir su acción pedagógica como
una liberación intelectual de la clase obrera, conduciéndolo a afiliarse al Partido
Comunista y, más tarde, a romper con él; su sentido de la organización y su tenacidad
tranquila, en medio de las peores dificultades físicas, psicológicas y, a menudo,
pecuniarias; su cultura y su siempre despierta curiosidad por todo lo que aportaban las
innovaciones técnicas y conceptuales; y, por último, su amor por las personas y su
cordialidad, que admiraban a los que le conocieron, entre los que me honro.
Las innovaciones pedagógicas que se examinarán a continuación sólo tienen pleno
significado en relación con su personalidad. Su pedagogía fue una actividad concreta,
vivida como “técnicas de vida”, según su propia expresión, al servicio de la liberación
de los hombres.
2. PEDAGOGÍA DE FREINET
Freinet tiene una confianza plena en la naturaleza del niño y en sus posibilidades; él
la concibe como un torrente cuya fuerza es preciso encauzar pero a la que la educación
no debe oponerse. Toma la vida en su movimiento y considera al niño en su plena
mutabilidad.
Freinet se empeñó en llevar a la práctica una pedagogía activa que deberá ser,
además, una pedagogía popular porque estará vinculada tanto al medio en que se
trabaja como a los intereses de los niños. Se debe buscar el material adecuado para
llevar a cabo la pedagogía, pues la propuesta de Freinet no radica sólo en el hecho de
dar un papel activo al niño, sino en construir una escuela viva, continuación natural de
la vida familiar, de la vida en el pueblo, del medio.
De esta manera se va construyendo una pedagogía unitaria, sin escisiones entre la
escuela y el medio social. La escuela activa de Freinet parte de la actividad del niño,
estrechamente vinculada al medio. El niño con sus necesidades, con sus propuestas
espontáneas, constituye el núcleo del proceso educativo y la base del método de
educación popular. Por lo tanto el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje no es
el maestro sino el niño.
Igualmente, la concepción constructivista se ha sustentado de aportaciones
epistemológicas, psicológicas y del pensamiento liberal y antiautoritario que produjo
las ciencias sociales y las nuevas teorías de la educación. La corriente constructivista se
centra al alumno en un papel más participativo, dinámico, y práctico, para la obtención
del aprendizaje, de habilidades y de aptitudes. Para ello, es necesaria la interacción del
sujeto, con su contexto social, histórico y cultural. Freinet se encuentra entre los
grandes autores que han enriquecido al pensamiento constructivo.
Otro concepto fundamental en la pedagogía de Freinet es el interés- las actividades
escolares deberán partir del interés, de las necesidades del niño y, por tanto, los
trabajos deberán estar percibidos por él como tareas útiles. Para cultivar el interés y
mantenerlo vivo, Freinet busca las estrategias más apropiadas para que el niño sienta
la necesidad y la importancia, individual y social, de lo que hace. Entonces la labor del
maestro se limitará a ayudarle a avanzar; de ahí que la base de las actividades
escolares sea el trabajo individual o por equipo de afinidades, siempre centradas en el
interés del educando.
2.1. Principios fundamentales y generales en su sistema pedagógico
Freinet propone principios fundamentales y generales en su sistema pedagógico:
- Expresión, comunicación y creación
Son funciones prioritarias del individuo que permiten al niño construirse como
persona.
- Tanteo experimental.
El saber no puede transmitirse unilateralmente del maestro “que sabe” al alumno
que no lo hace. El niño, a partir de lo que sabe y conoce adquiere otros saberes, al
mismo tiempo que pone en macha un método de búsqueda, medios de adquisición, un
espíritu crítico, un método de análisis y síntesis.
- Vida cooperativa y participativa.
El niño aprende a realizar las tareas escolares escritas y prácticas ayudando a los
demás en trabajos de equipo. Esto les da el sentido de la responsabilidad.
- Relación escuela/vida.
Las enseñanzas parten de la observación de la vida cotidiana. Hay una relación
estrecha entre lo que sucede diariamente fuera de la clase, que al ser observados dan
lugar a reflexiones que pueden ser para la clase de geografía, de aritmética, de ciencia.
2.2. Principios generales
- El niño al llegar a la escuela trae consigo su experiencia propia vivida, su saber, sus
preguntas y su curiosidad. Por lo tanto el niño busca junto con los otros niños la
respuesta a sus preguntas en los medios puestos a su disposición en la clase y
fuera de ella. Intercambia su trabajo. La pedagogía de Freinet toma en cuenta los
ritmos individuales de aprendizaje. Por eso, el niño utiliza las herramientas
específicas concebidas por Freinet.
- El niño desarrollará su personalidad en el seno de una comunidad racional que le
sirve y a la cual sirve.
- La enseñanza del mañana debe estar centrada en el alumno.
- El niño construye con nuestra ayuda su personalidad. Por lo tanto, los educadores
harán hincapié en la salud y el impulso del individuo, la persistencia en el niño de
sus capacidades creadoras y activas, en la posibilidad de realizarse siempre en un
máximo de potencia, en la riqueza del medio educativo, en el material y las
técnicas que en ese medio permitirán la educación natural, viva y completa que se
preconiza.
2.3. Consecuencias pedagógicas
- Autonomía.
Se logra a través de actividades personales de aprendizaje, de creación, de
experimentación, así como mediante un contrato de trabajo personal y cooperativo.
- Oposición al adoctrinamiento.
No se pretende definir desde ahora lo que será el niño que se educa; no se
preparará para servir y a continuar el mundo de hoy, sino a construir la sociedad que
garantizará al máximo el desarrollo pleno del niño. Se rechaza el plegar su espíritu a
cualquier dogma infalible y preestablecido. Se consagra a convertir los alumnos en
adultos conscientes y responsables que construirán un mundo del cual serán proscritos
el racismo, la guerra, y todas las formas de explotación del hombre.
- Responsabilidad.
Se obtiene por medio de las tareas de ayuda mutua, del trabajo en equipos, de la
responsabilidad del trabajo de clase para los diferentes aprendizajes, llegando a la
responsabilidad personal y colectiva.
- Socialización.
La clase es un lugar de vida con sus reglas dictadas por el grupo, incluyendo al
maestro. Las reglas reconocen a cada uno deberes y derechos así como también
protegen a los individuos.
- Cooperación y vida cooperativa.
Se vive a cada minuto al repartir las tareas de ayuda mutua. El niño aprende por sí
mismo y es ayudado por los otros. La vida cooperativa se opone a la competición
individual. Permite al niño ser autónomo y responsable. Además, da lugar al
aprendizaje de las reglas de la vida y de la sociedad. Por parte, los niños son
encauzados para administrar sus proyectos, organizar su trabajo y regular conflictos
propios del consejo de la cooperativa.
2.4. Funciones del educador
La primera tarea del educador que propone Freinet es conocer al niño. Dado que
éste crece y se desarrolla en un medio, se comprende que el conocimiento del niño
deba ser extensivo al ambiente en el cual se producen las relaciones educativas y el
aprendizaje.
El pedagogo francés refleja claramente su apuesta por elevar la figura del niño, por
dotarle de dignidad, porque “el niño es de la misma naturaleza que el adulto”.
Otro punto importante es la manera en que un educador ejerce su autoridad. Al
fomentar una relación más abierta y horizontal entre el alumno y el profesor, Freinet
critica los excesos autoritarios e invita a los educadores a “…buscar la crítica de los
niños…”.
Fruto de esta libertad promovida y aceptada por el maestro es el establecimiento
de un “clima de expresión libre y permanente”, en el cual el niño pueda dar rienda
suelta a todas sus necesidades sociales, intelectuales y afectivas.
Este concepto de expresión libre legitima las técnicas didácticas que vehiculan dicha
expresión: el texto libre, la correspondencia interescolar, el periódico escolar, la
investigación del medio, los talleres, la expresión gráfica. Es la labor de ayuda y de
apoyo uno de los argumentos más repetidos por Freinet para caracterizar al buen
profesor. El maestro debe ser un colaborador en la toma de decisiones del alumno y
no un controlador más o menos severo. La tarea de ayuda es, probablemente, la nota
más enfatizada al abordar el asunto del educador. Sin ella es imposible comprender
las formas educativas modernas: ayudar, ayudar, ayudar siempre, dejando al niño la
impresión de que lo ha conseguido, de que ha franqueado una etapa y puede, por
tanto, con toda confianza aventurarse nuevamente. Ayudar, ayudar, en lugar de
corregir y sancionar. Ésta debería ser la recomendación general a inscribir en la
portada de todos los tratados de pedagogía, a grabar en la entrada de las escuelas y
sobre la mesa de los maestros”.
Tenemos que señalar la necesidad para los educadores de ponerse al servicio de los
niños del pueblo. Y ésta es la razón de ser, según Freinet, de los diversos intentos de
una educación nueva: liberar al máximo a los niños de la autoridad irracional de los
adultos, mostrarles los caminos nuevos de desarrollo individual y social, ligar todas las
cuestiones pedagógicas a los grandes problemas humanos que las condicionan y volver
a situar de esta manera a la acción social y política en un puesto de primer plano entre
las preocupaciones educativas. Y señala como condición necesaria para esta nueva
educación la adhesión masiva y entusiasta de maestros, convertidos en “educadores
del pueblo”. En 1943, Freinet decía: “Desde hace veinte años estamos luchando para
hacer surgir del seno de la escuela pública esta escuela del pueblo…, se trata de
movilizar a la masa de educadores…”.
Freinet defiende que “si verdaderamente os habéis despojado del maestro a la
antigua, daréis a la cooperativa escolar el máximo de responsabilidades en la
organización de vuestra aula”.
Dado que el docente desarrollará una tarea de ayuda y colaboración, deberá actuar
más que hablar. Según Freinet, el hablar poco es una característica distintiva de un
buen profesor.
Por último, Freinet sitúa y coloca al educador en el entramado de relaciones
materiales e institucionales que modelan la Escuela Moderna. En este punto es donde
encuentra de nuevo el pedagogo galo la justificación de su materialismo escolar. No
importará, para una correcta educación, según esta hipótesis, tanto la forma de
enseñar cuanto la organización del medio físico, técnico, material y social que es la
escuela. Tras estas precisiones, es lógica la definición que Freinet ofrece del maestro:
“El maestro es el que sabe organizar mejor, animar y dirigir el trabajo…”. El nuevo
papel del educador freinetiano adquiere, así, toda su potencialidad pedagógica al
servicio del niño, pero en un medio concreto, que el maestro debe saber estructurar y
regular. Actuando así, “se verá promovido a la dignidad de su nuevo papel, que
consiste en perfeccionar sin cesar, individual y cooperativamente, en colaboración con
los alumnos, la organización material y la vida comunitaria de la escuela”.
El énfasis que pone Freinet en esta tarea de organización y planificación del medio
escolar y social, de una parte, y del material y las técnicas, de otra, le conduce a
contraponer enseñanza y organización. Para lograr el objetivo de la organización se
deberá prescindir, en lo posible, de la palabra y de la erudición del profesor y tener en
cuenta su nueva aptitud para crear un medio y facilitar la óptima utilización del
material. La interrelación entre el educador y el medio escolar preparado por aquel
debe ser tan auténtica y perfecta que la acción educativa surja de la interacción de
ambos, educador y medio estructurado, siendo impensable que una adecuada
enseñanza pueda prescindir de alguno de los términos del binomio. El maestro tiene
que dedicarse menos a enseñar y más a dejar vivir, a organizar el trabajo, a no
obstaculizar el impulso vital del niño, sino a reforzarlo y darle medios de realización.
Lejos de creer que la educación es de naturaleza exclusivamente intelectual,
independientemente de las condiciones materiales y el medio, lejos de aceptar que lo
único que cuenta es la personalidad del maestro, éste debe contentarse con ofrecer
posibilidades de actividad, con colocar a sus alumnos en una atmósfera de trabajo y
organizar en la escuela un embrión de sociedad. El papel del maestro es un papel
esencialmente antiautoritario; su esfuerzo debe tender a sustraer al niño del
dogmatismo y de los autoritarismos disciplinarios e intelectuales, a dar al niño
conciencia de su fuerza y a convertirlo en actor de su propio porvenir en el seno de la
sociedad. Y este nuevo papel “requiere una formación especial de los nuevos maestros
y una reeducación de los que han estado largo tiempo sometidos por la escolástica”.
2.5. El movimiento Freinet en España
La pedagogía Freinet empieza a dar sus primeros pasos en España durante la
década de los años treinta del siglo XX. Los avatares de la historia dificultaron su
expansión hasta que en 1977 se crea el Movimiento Cooperativo de Escuela Popular
(MCEP). Con una red que se extiende por toda España, el MCEP defiende que “la
educación no es una fórmula de escuela sino una obra de vida”.
Hay que remontarse a 1932 para encontrar al grupo Batec (Latido), constituido
principalmente por maestros y maestras de Lleida, que va a ser uno de los gérmenes
de la creación, un año después, de la primera asociación española divulgadora de la
pedagogía Freinet, la futura Cooperativa Española de la Imprenta en la Escuela. Tal es
la importancia de la difusión que están alcanzando en esos años las ideas de Freinet
entre los maestros y maestras de España que en 1932 la Revista de Pedagogía, en la
serie La Nueva Educación, publica un libro de Herminio Almendros titulado "La
imprenta en la escuela. La técnica Freinet"; y en 1934 el mismo Freinet asiste como
invitado a la Escola d’Estiu de Barcelona, con gran afluencia de asistentes.
Es en el verano de 1934 cuando la Cooperativa de la Imprenta celebra su I Congreso
en la ciudad de Lleida, y, como consecuencia de un acuerdo tomado durante el mismo,
se empieza a publicar la revista Colaboración, que en su corta vida (de marzo de 1935 a
junio de 1936) llegará a editar 15 números.
El II Congreso se celebrará en Huesca, en 1935, y ya entonces se constata la
existencia de escuelas cooperativas y escuelas con imprenta en Cataluña, Mallorca,
Valencia, Aragón, Castilla, Andalucía, Extremadura… Como decía Herminio Almendros
en "La escuela moderna en España": "Hasta hubo imprenta Freinet en la escuela
práctica anexa a la Escuela Normal de la Generalidad de Cataluña". Desgraciadamente,
el III Congreso de la Cooperativa de la Imprenta no se llegó a celebrar; estaba
convocado para el 20 de julio de 1936, en Manresa. La derrota de la República supuso
también el final de esta experiencia pedagógica. La muerte, la cárcel, la depuración y el
exilio significaron el final del Movimiento Freinet en España.
Patricio Redondo, José de Tapia, Herminio Almendros, Dolores Piera, Antonio
Benaiges Nogués, Ramón Costa Jou, Simeón Omella y Josep Alcobé son algunos de los
nombres que destacan en esa época, y que con el triunfo del fascismo se ven obligados
a marchar al exilio (Benaiges fue asesinado los primeros días de la guerra). Casi todos
ellos vuelven a tener un papel relevante en la difusión de la Pedagogía Freinet en
distintos países de Latinoamérica.
3. LA PEDAGOGÍA INSTITUCIONAL DE FREINET
Centró la educación en el trabajo, en la expresión libre, en la investigación. El
estudio del medio, el texto libre, la imprenta en la escuela, la correspondencia
interescolar, el fichero escolar cooperativo y la biblioteca de trabajo son algunas de las
técnicas que empleaba:
Al niño y al adulto no les gusta ser controlados y recibir sanciones.
Prefiere el trabajo individual o de equipo en una comunidad cooperativa.
El orden y la disciplina son necesarios en el aula.
La nueva vida de la escuela supone la cooperación escolar.
“La democracia del mañana se prepara por la democracia en la escuela. Un régimen
autoritario en la escuela no sería capaz de formar ciudadanos demócratas”.