Post on 11-Jul-2015
EL PAPEL DEL
LÍDER EN EL
REAVIVAMIENTO
Y LA REFORMA
Pr. Luis A. Morales
Leamos
2 Reyes 22: 8 – 14
2 Reyes 23: 1 – 3
2Rey 22:11 Y cuando el rey hubo oído las
palabras del libro de la ley, rasgó sus
vestidos.
2Re 22:13 Id y preguntad a Jehová por mí, y
por el pueblo, y por todo Judá, acerca de las
palabras de este libro que se ha hallado;
porque grande es la ira de Jehová que se ha
encendido contra nosotros, por cuanto
nuestros padres no escucharon las palabras
de este libro, para hacer conforme a todo lo
que nos fue escrito.
2Re 22:14 Entonces fueron el sacerdote
Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías, a
la profetisa Hulda, mujer de Salum hijo de
Ticva, hijo de Harhas, guarda de las
vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en la
segunda parte de la ciudad, y hablaron con
ella.
2Rey 23: 2, 3 Entonces el rey mandó reunir
con él a todos los ancianos de Judá y de
Jerusalén.
Y subió el rey a la casa de Jehová con todos
los varones de Judá, y con todos los
moradores de Jerusalén, con los sacerdotes y
profetas y con todo el pueblo, desde el más
chico hasta el más grande; y leyó, oyéndolo
ellos, todas las palabras del libro del pacto
que había sido hallado en la casa de Jehová
2Rey 23:3 Y poniéndose el rey en pie junto a
la columna, hizo pacto delante de Jehová, de
que irían en pos de Jehová, y guardarían sus
mandamientos, sus testimonios y sus
estatutos, con todo el corazón y con toda el
alma, y que cumplirían las palabras del pacto
que estaban escritas en aquel libro. Y todo el
pueblo confirmó el pacto.
“Josías sabía que era necesario que
los que ejercían la más alta autoridad
en Israel se comprometiesen
solemnemente con el pueblo delante
de Dios a cooperar unos con otros en
un esfuerzo para instituir cambios
decididos.”
PR pág. 295
VENDRÁN LAS BENDICIONES
“Cuando el camino esté preparado para elEspíritu de Dios, vendrá la bendición. Así comoSatanás no puede cerrar las ventanas del cielopara que la lluvia venga sobre la tierra, asítampoco puede impedir que descienda underramamiento de bendiciones sobre el pueblode Dios. Los impíos y los demonios no puedenestorbar la obra de Dios, o excluir su presenciade las asambleas de su pueblo, si sus miembros,con corazón sumiso y contrito, confiesan suspecados, se apartan de ellos y con fe demandanlas promesas divinas”. (pág. 7-8)
LA PALABRA DE DIOS SERÁALTAMENTE VALORADA
“Mientras la gente esté tan destituida delEspíritu Santo de Dios, no puede apreciar lapredicación de la Palabra; pero cuando elpoder del Espíritu toca su corazón, entoncesno quedarán sin efecto los discursospresentados. Guiados por las enseñanzas dela Palabra de Dios, con la manifestación desu Espíritu, ejercitando un sano juicio, losque asisten a nuestras reuniones obtendránuna experiencia preciosa y, al volver a suhogar, estarán preparados para ejercer unainfluencia saludable”. (pág. 6)
LA PROMESA DEL ESPÍRITU SERÁ CUMPLIDA
“Nuestro Padre celestial está más dispuesto a dar su Espíritu Santo a los que se lo piden que los padres terrenales a dar buenas dádivas a sus hijos. Sin embargo, mediante la confesión, la humillación, el arrepentimiento y la oración ferviente nos corresponde cumplir con las condiciones en virtud de las cuales Dios ha prometido concedernos su bendición”. (pág. 5-6)
LA CONTINUA PRESENCIA DIVINA SERÁ UNA REALIDAD
“Confesemos y abandonemos cada pecado, para que pueda estar aparejado el camino del Señor, para que él pueda estar en nuestras reuniones e impartirnos su rica gracia. Deben ser vencidos el mundo, la carne y el demonio”. (pág. 7)
NUESTRO DEBER
“Por la gracia de Dios, seamos constantes en los principios de la verdad, manteniendo firme hasta el fin el principio de nuestra confianza. Hemos de ser “no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” (Romanos 12: 11). Uno es nuestro Maestro, Cristo. A él hemos de mirar. De él hemos de recibir nuestra sabiduría. Por su gracia, hemos de preservar nuestra integridad, permaneciendo delante de Dios en humildad y contrición, y representándolo ante el mundo.” (pág. 10)