Post on 05-Nov-2018
El Santísimo Rosario Meditado en Familia
Misterios Luminosos
COMUNIÓN ESPIRITUAL
Yo quisiera Señor,
recibiros con aquella
pureza, humildad y
devoción con que os
recibió vuestra
Santísima Madre;
con el espíritu y
fervor de los santos.
• Por la señal + de
la Santa Cruz, de
nuestros +
enemigos líbranos,
Señor + Dios
nuestro. En el
nombre del Padre,
y del Hijo, + y del
Espíritu Santo.
Amén.
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser quien eres, bondad infinita, y porque te amo, sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberte ofendido; también me pesa porque he merecido las penas del infierno. Ayudado por tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar; confesarme bien, enmendarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.
• Abre + Señor mis labios.
Y mi boca cantará tus
alabanzas.
• Ven + Oh Dios, en mi
ayuda. Apresúrate,
Señor, a socorrerme.
• Gloria al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el
principio, ahora y
siempre por los siglos de
los siglos. Amén
Primer Misterio Luminosos del
Santísimo Rosario
• EL BAUTISMO EN
EL JORDAN.
• Te pedimos Señor por
este Misterio y por la
intercesión de la
Santísima Virgen
María, el ejemplo de la
aceptación de Dios como
Padre y Señor.
Por aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando
en el desierto de Judea: convertíos porque ha llegado el
Reino de los Cielos.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mt. 3, 1-2
Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice:
"Voz del que clama en el desierto: preparad el camino del
Señor, enderezad sus sendas".
Mateo 3: 3
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Tenía Juan su vestido hecho de pelos de camello, con un
cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y
miel silvestre
Dios te Salve María, llena
eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres entre
todas las mujeres y bendito es
el fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 3: 4
Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la
región del Jordán, y eran bautizados por él en el río
Jordán, confesando sus pecados.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 3, 5-6
Y proclamaba: detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y
no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus
sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará
con el Espíritu Santo y en el fuego.
Mateo 3: 11
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Entonces aparece Jesús, que viene de Galilea al Jordán
donde Juan, para ser bautizado por él.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 3: 13
Pero Juan trataba de impedírselo diciendo: soy yo el
que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
Dios te Salve María, llena
eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres entre
todas las mujeres y bendito es
el fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 3: 14
Jesús le respondió: Bautízame ahora, pues
conviene que así cumplamos toda justicia.
Entonces Juan Bautizo a Jesús.
Dios te Salve María, llena
eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres entre
todas las mujeres y bendito es
el fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 3: 15
Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se
abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en
forma de paloma y venía sobre él. Mateo 3: 16
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Y se oyó una vos del cielo que decía: este es mi hijo
amado, en quien he puesto toda mi complacencia.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 3: 17
• Gloria Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
• María Madre de gracia, Madre de Misericordia.
En la vida y en la muerte, ampáranos oh, gran Reina y
Señora.
• Oh, Jesús mío.
Perdona nuestras culpas, líbranos del fuego eterno del
infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a
las más necesitadas de tu misericordia.
Segundo Misterio Luminoso del
Santísimo Rosario
• La Autorrevelación en las Bodas de Cana
• Te pedimos Señor por este Misterio y por la intercesión de la Santísima Virgen María, cuando Cristo abre su corazón a los discípulos a la fe.
Jesús acudió con los discípulos y María a Caná
de Galilea, donde se celebra una boda.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Juan 2: 1, 2
Fue invitado también a la boda Jesús con sus
discípulos y María.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Juan 2: 2
Y, como faltara vino, porque se había acabado en la
boda, le dice a Jesús su madre: no tienen vino.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Juan 2: 3
Jesús le responde: ¿qué tengo yo contigo, mujer?
Todavía no ha llegado mi hora.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Juan 2: 4
Dice su madre a los sirvientes: haced lo que él
os diga.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Juan 2: 5
Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las
purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una.
Les dice Jesús: llenad las tinajas de agua. Y las llenaron
hasta arriba.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Juan 2: 6-7
Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al
mayordomo. Ellos lo llevaron.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Juan 2: 8
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Juan 2: 9
Al probar el mayordomo el agua se admira de la
calidad de aquel extraño vino; y Llamó al
esposo…
Y le dice: todos sirven primero el vino bueno y cuando
ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el
vino bueno hasta ahora.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Juan 2: 10
Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus
señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus
discípulos.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Juan 2: 11
• Gloria Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
• María Madre de gracia, Madre de Misericordia.
En la vida y en la muerte, ampáranos oh, gran Reina y
Señora.
• Oh, Jesús mío.
Perdona nuestras culpas, líbranos del fuego eterno del
infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a
las más necesitadas de tu misericordia.
Tercer Misterio Luminoso del
Santísimo Rosario
• La Proclamación del
Reino
• Te pedimos Señor por este
Misterio y por la
intercesión de la
Santísima Virgen María,
la llegada esperanzadora
del Reino de Dios.
Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a
Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios:
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Marcos 1: 14
El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está
cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Marcos 1: 15
En esto le trajeron un paralítico postrado
en una camilla.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 9, 2
Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico:
¡Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 9, 2
Pero he aquí que algunos escribas dijeron para
sí: este está blasfemando.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 9, 3
Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis
mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus
pecados te son perdonados", o decir: "Levántate y anda"?
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 9, 4-5
Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la
tierra poder de perdonar pecados - dice entonces al
paralítico: "levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 9, 6
Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la
vista de todos, de modo que quedaban todos
asombrados y glorificaban a Dios.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Marcos 2, 12
Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la
gente acudía a él, y él les enseñaba.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Marcos 2, 13
Y recorrió toda Galilea, predicando en sus
sinagogas y expulsando los demonios.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Marcos 1, 39
• Gloria Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
• María Madre de gracia, Madre de Misericordia.
En la vida y en la muerte, ampáranos oh, gran Reina y
Señora.
• Oh, Jesús mío.
Perdona nuestras culpas, líbranos del fuego eterno del
infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a
las más necesitadas de tu misericordia.
Cuarto Misterio Luminoso del
Santísimo Rosario
• La Transfiguración de
Jesús.
• Te pedimos Señor por
este Misterio y por la
intercesión de la
Santísima Virgen María,
reconocer al hijo amado
del Padre, escuchando su
Palabra.
Tomó Jesús aparte a Pedro, Santiago y
Juan y subió un monte alto.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 17: 1
Y mientras oraba se transfiguró y su rostro
resplandecía como el sol.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 17: 2
Sus vestidos eran de una blancura
fulgurante.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 17: 2
Aparecieron junto a Jesús, Moisés y Elías,
conversando con Él.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 17: 3
Hablaban de su muerte, que estaba para
cumplirse en Jerusalén.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 17: 3
Pedro y sus compañeros se caían de sueño,
pero espabilándose vieron su gloria.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 17: 5
Pedro dijo a Jesús: Que bien se está aquí,
vamos a hacer tres tiendas.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 17: 4
Entonces vino una nube que los cubrió con
su sombra y se llenaron de temor.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 17: 5
Se oyó una voz desde la nube: Éste es mi
hijo, mi Elegido; escuchadle.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 17: 6
Jesús dijo a los discípulos:
No tengáis miedo.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 17: 7
• Gloria Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
• María Madre de gracia, Madre de Misericordia.
En la vida y en la muerte, ampáranos oh, gran Reina y
Señora.
• Oh, Jesús mío.
Perdona nuestras culpas, líbranos del fuego eterno del
infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a
las más necesitadas de tu misericordia.
Quinto Misterio Luminoso del
Santísimo Rosario
• La Institución de la Eucaristía
• Te pedimos Señor por este Misterio y por la intercesión de la Santísima Virgen María, recordar que Cristo le dió un contenido redentor y nos mandó repetirlo en su memoria.
Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa
con los doce.
Dios te Salve María, llena
eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu
vientre Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén
Juan 6: 14
Y les dijo: Ardientemente he deseado comer este
cordero pascual con vosotros, antes de mi pasión.
Mateo 26: 21
Dios te Salve María, llena
eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu
vientre Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén
Porque yo os digo, que ya no lo comeré otra ves . Hasta
que tenga su cumplimiento en el reino de Dios.
Dios te Salve María, llena
eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu
vientre Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la
hora de nuestra muerte.
Amén
Mateo 26: 25
Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y
se los dio diciendo…
Dios te Salve María, llena
eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu
vientre Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén
Lucas 22: 19
Tomen y coman todos de él, porque esto es mi
Cuerpo, que será entregado por ustedes.
Dios te Salve María, llena
eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu
vientre Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la
hora de nuestra muerte.
Amén
Lucas 22: 19
Y tomando el cáliz dio gracias, lo bendijo, y se
los dio diciendo…
Dios te Salve María, llena
eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu
vientre Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la
hora de nuestra muerte.
Amén
Mateo 26: 27-28
Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre,
Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes
y por muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en
conmemoración mía.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 26: 27-28
Y os declaro que no beberé ya más desde ahora de este
fruto de la vid, hasta el día en que beba con vosotros
del nuevo cáliz de delicias en el reino de mi Padre.
Dios te Salve María, llena
eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres
entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu
vientre Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la
hora de nuestra muerte.
Amén
Mateo 26: 29
El que come mi carne y bebe mi sangre
tiene vida eterna.
Dios te Salve María, llena
eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres entre
todas las mujeres y bendito es
el fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Juan 6: 54
Y dicho el himno de acción de gracias,
salieron hacia el monte de los Olivos.
Dios te Salve María, llena eres
de gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén
Mateo 26: 30
• Gloria Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
• María Madre de gracia, Madre de Misericordia.
En la vida y en la muerte, ampáranos oh, gran Reina y
Señora.
• Oh, Jesús mío.
Perdona nuestras culpas, líbranos del fuego eterno del
infierno, lleva a todas las almas al Cielo, especialmente a
las más necesitadas de tu misericordia.
• Dios te salve María, Hija de Dios Padre, la más poderosa, alcánzanos la virtud de la Fe, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
• Dios te salve María, Madre
de Dios Hijo, la más sabia,
alcánzanos la virtud de la
Esperanza, llena eres de
gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas
las mujeres y bendito es el
fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la
hora de nuestra muerte.
Amén.
• Dios te salve María, Esposa
del Espíritu Santo, la más
amable, alcánzanos la virtud
de la caridad, llena eres de
gracia; el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas
las mujeres y bendito es el
fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén.
DIOS TE SALVE Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve, a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, Fruto Bendito de tu vientre. Oh clemente, Oh piadosa, Oh dulce Virgen María, ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Bajo tu amparo nos
acogemos Santa
Madre de Dios, no
deseches nuestras
súplicas en las
necesidades, antes
bien, líbranos de
todos los peligros, Oh
Virgen siempre
Gloriosa y Bendita.
Amén.
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla,
protégenos contra las
perversidades y acechanzas
del demonio. Sujétalo, Dios
mío. Te lo pedimos
suplicantes y a Vos,
Príncipe de la Milicia
Celestial, con el Divino
Poder de Dios, sepulta a
satanás en el infierno con
todos los espíritus malignos
que merodean por el mundo
buscando la perdición de las
almas. Amén.
Espíritu Santo, tu que me aclaras todo, que iluminas mi camino para que yo alcance mi ideal. Tu que me das el Don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo, yo quiero en este corto diálogo, agradecerte por todo y confirmar, una vez más, que nunca quiero separarme de ti, por mayor que sea la ilusión material. Deseo estar contigo y mis seres queridos en la Gloria Perpetua. Amén
AMEN