Post on 18-Jul-2015
Entrenamiento emocional para forjar la cultura de prevención de riesgos laborales en la empresa.
(El Método PREMAC®)
Luis López-Mena (Ph.D.)Psicólogo.
Director de PERSIST LTDA.
Desde hace algunos años, más precisamente a partir de 1994, hemos
ofrecido una interesante alternativa para la Seguridad de los
trabajadores basada en las técnicas psicológicas de educación
emocional y autoprotección, que facilitan el Autocontrol de la Conducta
Insegura en el Trabajo, llamado popularmente, Autocuidado. El éxito
obtenido con las primeras aplicaciones de esta nueva metodología, y la
amplia receptividad obtenida de parte de los trabajadores a pesar de su
renuencia inicial a asistir a otro curso de seguridad más, han animado
estos esfuerzos y han contribuido a formular un Método de Prevención
mediante AutoCuidado (PREMAC) en el trabajo.
¿Cuándo emplear este Método? En general, puede emplearse cuando en
la organización se observa: a) un elevado número de accidentes o
incidentes de Seguridad; b) relaciones interpersonales conflictivas; c)
conflictos con la supervisión; d) descenso en los niveles de producción;
e) trabajo aislado o con escasa supervisión; ó f) Sobreendeudamiento,
sedentarismo, obesidad, tabaquismo, alcoholismo o drogadicción.
2. FUNDAMENTOS GENERALES.
El uso de métodos conductuales para cambiar comportamientos
inseguros en la empresa ha puesto hasta ahora, y generalmente con
éxito, un fuerte acento en el control externo de las condiciones y de las
conductas del trabajador inseguro, pero diversas razones suelen
obstaculizar el empleo de estos métodos de control externo en la
empresa. En este caso, una alternativa interesante lo constituyen los
métodos de autocontrol. Básicamente, los métodos de autocontrol
utilizan un modelo participativo en el cual se enfatiza la responsabilidad
y el involucramiento del propio trabajador en el proceso de cambio de la
conducta insegura.
En particular este método se basa en la premisa que los trabajadores
son capaces de cambiar su propia conducta mediante: a) el empleo de
sus procesos cognitivos autorreguladores, b) el uso de nuevas
habilidades aprendidas y c) la reconfiguración de su medio ambiente
laboral, en especial, de los procedimientos que emplean al trabajar, en
la medida que éstos procedimientos se encuentren bajo su control
directo.
Se habla de autocontrol cuando se alude a conductas específicas,
directamente observables y controlables por el propio trabajador, antes
que a rasgos de personalidad, actitudes o motivaciones. Por
consiguiente, puede definirse autocontrol como el conjunto de
habilidades y técnicas que la persona utiliza para comprender, analizar
y administrar su medioambiente psicológico y físico.
Conforme con esta concepción, el accidente de trabajo puede ser
considerado el producto de una alteración o dificultad en la
autorregulación del propio comportamiento, facilitada por la repetida
vinculación existente entre la conducta insegura y consecuencias
psicológicas positivas inmediatas para el operario, (terminar antes una
faena) y, al mismo tiempo, la evitación de consecuencias negativas
(llegar más tarde una cita) aunque, a largo plazo, las consecuencias
sean, con elevada probabilidad, negativas, (daños o lesiones por prisas).
De acuerdo con este enfoque, el propósito del psicólogo o en su caso,
del prevencionista, es enseñar a los trabajadores a ayudarse a sí
mismos, para lo cual éstos aceptan aumentar su responsabilidad por
su propia conducta, con el propósito de administrar cambios en su
entorno y rediseñar su futuro. Por consiguiente, la intervención del
psicólogo industrial/organizacional suele estar dirigida a objetivos de
medio y largo plazo acordados con los trabajadores.
Entre estos objetivos pueden señalarse:
a) Cambios en una conducta específica directamente vinculada a la
seguridad, como por ejemplo, uso de gafas inactínicas para evitar
efectos dañinos de cebamiento o arco eléctrico;
b) Aclarar las razones y especialmente, las emociones en las cuales
se apoya la conducta insegura del trabajador;
c) Cambio en la sensación subjetiva de bienestar emocional,
incluyendo cambios en los niveles de ansiedad y tensión;
d) Cambios en la concepción intelectual del accidente de trabajo,
especialmente en los paradigmas e ideas irracionales que suelen
justificarle;
Una intervención con PREMAC, requiere el involucramiento activo del
trabajador por las siguientes razones:
a) Muchas conductas objetivo de cambio no son accesibles a la
observación directa de un observador externo, por lo que la
participación del trabajador como co-observador, informador y
agente de cambio, es esencial en este caso.
b) El cambio en la propia conducta es difícil y generalmente
incómodo. El interés de los trabajadores para efectuarlos suele ser,
especialmente al inicio, escasa. Por consiguiente, los procesos de
cambio deberían ser conducidos en un encuadre de diálogo que
enfatice la necesidad de decisiones conjuntas sobre los
procedimientos y las metas que se alcanzarán.
c) Una intervención de este tipo no apunta sólo a remover conductas
inseguras específicas y aisladas. Esta intervención se dirige
además, a proporcionar al trabajador nuevas estrategias para
enfrentar y solucionar sus dificultades conductuales en el futuro,
en forma más eficiente que en el pasado.
2.1. Fundamentos psicológicos:
Este tipo de intervención se encuentra basada en una serie de procesos
psicológicos propios de las premisas del aprendizaje social, el cual
sostiene que la mayoría de nuestras conductas cotidianas consisten en
cadenas de conductas, las que han sido aprendidas mayoritariamente
en forma previa, de forma tal que el comienzo de una, desencadena de
manera natural, la serie existente en la memoria de comportamientos
encadenados, hasta producir de forma completa, el comportamiento
requerido.
Es decir, la ejecución de este tipo de conductas encadenadas, no
requiere que la persona esté, permanentemente, tomando decisiones
sobre su conducta cotidiana. Si así ocurriese experimentaríamos como
personas, un proceso agotador. A este tipo bien aprendido de
secuencias de la mayoría de nuestras conductas cotidianas, se le ha
denominado procesamiento cognitivo automático. Una vez consolidados,
este tipo de comportamiento no requieren de nuestra atención, pueden
ser efectuados en forma paralela con otras actividades y son difíciles de
cambiar. Por ejemplo, las personas pueden conducir y conversar
simultáneamente.
Sin embargo, cuando se requiere aprender nuevas conductas, tomar
nuevas decisiones, cuando se alcanzan metas o, por el contrario
alcanzar estas metas se encuentra bloqueado, o cuando la secuencia
habitual de conductas está interrumpida o es ineficaz, entonces se
requiere poner en práctica un modo cualitativamente diferente de
funcionamiento cognitivo de las personas, denominado procesamiento
cognitivo controlado que es activado por autorregulación personal y
requiere una concentración de la atención y tomar decisiones en forma
continua entre respuestas alternativas.
La principal diferencia entre ambos procesos reside en el hecho que los
procesos automáticos son eficientes debido a la fácil realización de
muchas conductas encadenadas las cuales son familiares al trabajador,
razón por la cual muchas conductas inadaptadas, como el
comportamiento inseguro en el trabajo, suelen estar asociadas con
repertorios conductuales bien aprendidos, los que son ejecutados de
una forma automática.
En cambio, el esfuerzo que requiere el procesamiento controlado de la
conducta (como en la conducta segura necesaria para seguir
procedimientos de trabajo seguro, sin tomar atajos inseguros), tiene,
por una parte, la ventaja que hace a ésta más libre y flexible,
desprendiéndose de formas habituales de comportamiento,
seleccionando respuestas alternativas y desarrollando nuevas
conductas y planes deliberados, pero por otra parte también es cierto
que implica una interesante inversión de energía personal.
Por consiguiente, parece razonable que la intervención del psicólogo
industrial se dirija frecuentemente a enseñar a des-automatizar las
cadenas de conducta insegura haciéndolas accesibles a los procesos de
autorregulación conductual para establecer nuevos aprendizajes y
conductas más seguras.
Establecer el Método PREMAC® como un programa de auto
administración de la conducta en Seguridad del Trabajo, requiere como
mínimo efectuar:
a) Análisis del contexto en el que ocurre el problema conductual en
seguridad, lo que implica: i) Forma y severidad del problema
conductual; ii) consecuencias para el trabajador y para su medio
ambiente, iii) los recursos del trabajador y de su medio ambiente
para alcanzar el cambio iv) efectos que podría tener el cambio
conductual en el trabajador y en otros trabajadores. La
información puede provenir de entrevistas, observación directa,
historia laboral del trabajador, informes de otras personas que le
conocen u otras fuentes que proporcionen información confiable.
Si hay componentes físicos en el problema conductual, es
necesario buscar información de tipo médica o sanitaria.
b) De igual modo, es importante conocer las presiones a las que el
trabajador puede estar sometido por: i) el círculo de amigos, ii)
situación laboral, iii) la comunidad, iv) otras personas importantes
en su vida.
Los resultados obtenidos con este método en diversas empresas y
países puede verlos aquí: http://www.metodopremac.blogspot.com
Julio, 2010.