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Universidad Adventista del Plata
Facultad de Teología
UNA DESCRIPCIÓN BREVE DE TRES POSTURAS
ANTROPOLÓGICAS:
MONISMO, DUALISMO, TRICOTOMISMO
Ensayo
presentada en cumplimiento parcial
de los requisitos de la materia
Profundización en antropología
por
Daniel Alberto Vergara
Enero de 2014
UNA DESCRIPCIÓN BREVE DE TRES POSTURAS
ANTROPOLÓGICAS:
MONISMO, DUALISMO, TRICOTOMISMO
Introducción
Durante siglos el ser humano quiere saber más respecto de la
vida y de su propia esencia. Precisamente hay una rama de la
filosofía que se llama “ontología” (gr. “ontos” + “logos”) y trata de
estudiar al ser en su sentido general y trascendental. El debate
respecto de la esencia del ser humano lleva, literalmente, siglos. Y
entre los teólogos y líderes cristianos hay incesantes controversias
respecto de la naturaleza humana. Dentro de la teología cristiana
hay un área dedicada al estudio de lo relativo al hombre (o sea a la
humanidad) que se llama antropología. Las diversas ciencias y
sistemas de pensamiento tienen su antropología. Por ello
encontramos ramas de la misma que son llamadas antropología
filosófica, antropología teológica, antropología forense, antropología
genética, antropología cultural, etc.
Dentro de la antropología teológica hay diversas posturas y es
el interés de este ensayo presentar al lector una breve definición de
términos, seguida de una somera descripción de las principales
posturas encontradas en el estudio de lo “ontológico”. Las siguientes
escuelas de interpretación son un intento de explicar algo tan
1
complejo como la vida humana. Primeramente se presentará la idea
monista, seguida de la dualista y luego la tricotomista.
Definición de monismo
Es la idea filosófica, y en parte religiosa, que reconoce un único
tipo de realidad. Se considera como la antítesis del dualismo.1 Hay
variantes dentro de las creencias monistas2 así como diferentes
aplicaciones, pero ese ya sería tema para un diccionario o tratado
más extenso. A los propósitos de este ensayo basta mencionar que
volveremos sobre este punto ya que hay quienes consideran que ésta
es la postura bíblica y está siendo más ampliamente aceptada.3 A
veces al monismo se lo llama también “holismo”. Este término
designa la comprensión de la integralidad tanto de un ser como de
un sistema de pensamiento. Y postula la necesidad de abordar un
estudio de la totalidad del ser y no solamente de alguna de sus
partes.
Definición de dualismo
Es la teoría de que todas las cosas tienen su opuesto. Y por lo
tanto cada realidad se explica mejor al considerar su contraparte.
Por ejemplo el bien se entiende mejor al contrastarlo con el mal.
Muchas religiones y escuelas filosóficas tienen como base este
pensamiento. En términos generales el cristianismo acepta un
1 Alexandre Ganoczy, “Monismo”, Diccionario de teología dogmática, ed. Wolfgang Beinert, (Bercelona: Herder, 1990), 478.
2 Ibíd., págs. 478-479. Por ejemplo se habla de Monismo Absoluto, relativo, trascendental, teórico-cognitivo, etc.
3 Samuele Bacchiocchi, Immortality or resurrection: a biblical study on human nature and destiny, Biblical perspectives (Barrien Springs, Mich: Andrews Univ Pr, 1997), 36.
2
dualismo modificado, llamado dualismo moral, donde Dios tiene su
contraparte, Satanás (pero éste será luego destruido).4 Es decir, en
un sentido amplio el dualismo es la tensa relación de dos realidades
polares que están referidas la una a la otra; y en un sentido estricto
es la contraposición de dos principios que no pueden derivarse uno
del otro y que son incompatibles entre sí. En la teología esta idea ha
influido en la formación de los dogmas alma-cuerpo, gracia-ley y
pureza-pecado, etc.5
Definición de tricotomismo
Esta es la doctrina que enseña la división en tres partes. En
teología se la usa para hablar de la naturaleza tripartita del ser
humano, esto es: cuerpo, alma y espíritu.6 Esta visión es un
desarrollo de la doctrina dualista de Platón. Éste creía que el ser
humano era la suma del cuerpo y del alma. Aristóteles avanzó un
poco más al dividir el alma entre lo orgánico de la vida y el alma
racional o intelectual. Muchos creen ver esta doctrina en las
palabras paulinas encontradas en 1 Tesalonicenses 5:23 donde el
apóstol menciona el ser y enumera el cuerpo, el alma y el espíritu.
¿Se pueden armonizar estos modelos? A priori resulta difícil
imaginar un acuerdo entre tan contrastantes posturas. Si no hay una
posible concordia, ¿cuál es, entonces, la enseñanza bíblica? Para
responder esto se realizará un somero análisis teológico de estas
posturas a continuación.
4 Harold B. Kuhn, “Dualism”, Baker’s Dictionary of Theology, 174.5 Wolfgang Beinert, "Dualismo", Diccionario de teología dogmática, ed.
Wolfgang Beinert, (Bercelona: Herder, 1990), 222-223.6 Wayne E. Ward, “Trichotomy”, Baker’s Dictionary of Theology, 530-531.
3
Monismo (Holismo)
Como ya se expresara, el monismo, también llamado holismo,
es cada vez más aceptado como la comprensión que hace justicia a
las enseñanzas bíblicas. Una lectura sin preconceptos y un estudio
cuidadoso de toda la Biblia ha llevado a muchos a afirmar esto. Por
ejemplo, para Robinson “no tenemos un cuerpo, somos un cuerpo” y
“somos carne-animada-por-un-alma, siendo concebido el todo como
una unidad psico-física”.7 También para Andreasen: “la terminología
bíblica para la naturaleza humana es consistente con este punto de
vista holístico”8. Y según Bacchiocchi el énfasis de la Biblia es en la
unidad del cuerpo, el alma y el espíritu, cada una siendo parte de un
organismo indivisible.9
Un análisis del relato de la creación hace notorio que en
Génesis 2:7 la vida es el resultado de la unión de los materiales
químicos presentes en la tierra con el aliento de vida10 insuflado por
Dios. Estos dos elementos hacen posible la vida. El relato dice que
cuando convergieron estas partes se formó un “ser viviente”. En el
idioma hebreo en que se escribió originalmente este libro se destaca
exactamente esto mismo. Es esta unión de elementos que hace
posible que surja la vida, que ahora haya un “nepeshayyah”, o sea,
7 John Arthur Thomas Robinson, The Body: A Study in Pauline Theology (London: SCM Press LTD, 1974), 21.
8 Niels-Erick A. Andreasen, “La muerte: Su origen, naturaleza y destrucción final”, Teología: fundamentos bíblicos de nuestra fe, México, Gema editores y Asociación Publicadora Interamericana, 2006, tomo 3, pág. 208.
9 Bacchiocchi, Immortality or resurrection: a biblical study on human nature and destiny, 24.
10 Aunque muchos quisieran creer que este aliento de vida es el alma del dualismo griego que se encarna al momento de la creación, no hay sustento bíblico ni etimológico para afirmar esto. Se volverá sobre este punto bajo el subtitulo “dualismo”.
4
un alma viviente. ¿Y qué significa alma viviente? Un ser con vida.
Literalmente un ser con movimiento.11 Hasta en nuestro idioma
muchas veces usamos el término alma para significar una persona;
por ejemplo cuando decimos “no cabía un alma más en ese lugar”.
También es necesario destacar que en el concepto bíblico
monista u holista el ser humano no fue creado inmortal, pero sí con
la capacidad de convertirse en inmortal (Génesis 2:9; 3:22;
Apocalipsis 22:2, 14). Esto es, no “tenemos” un cuerpo mortal y un
alma inmortal. “Somos” un ser integral, mortal pero con la
posibilidad de ser inmortales. Esta inmortalidad es el regalo de Dios
(Romanos 6:23). Asimismo, es enfática la enseñanza bíblica de que
Dios es el único inmortal (1 Timoteo 6:16).
Volveremos sobre este tema al final en las conclusiones. Pero
antes haremos una rápida revisión del pensamiento dualista.
Dualismo
El dualismo es una enseñanza antigua que fue sistematizada y
difundida por Platón (Siglo IV a. C.). Platón afirmaba que un ser
humano era la combinación de un alma inmortal que estaba
prisionera de un cuerpo. Creía que el cuerpo era malo y que el alma
no se podía corromper. Esta doctrina resurgió a través del
neoplatonismo de Alejandría, (siglo III d. C.) e influenció el
pensamiento y la teología de Agustín de Hipona (siglo IV d. C.) y de
Tomás de Aquino (silgo XIII d. C.). A través de estos teólogos
11 Ánima es la palabra latina que se traduce por alma en castellano, y de la cual derivan también términos como “animado” y “animal” (que quiere decir “ser con movimiento”).
5
(además de otros) ingresó esta enseñanza en el cristianismo
tradicional. Pero la aceptación de esta doctrina causó debates,
controversias famosas y largas discusiones, y por supuesto, no todos
la aceptaron. Pero con el paso de los siglos logro afirmarse en el
cristianismo y luego servir de cuña para el ingreso de otras doctrinas
cristianas que no tienen base bíblica sino en conceptos filosóficos,
folclóricos o las tradiciones eclesiásticas (como por ejemplo el
infierno de tormento eterno, el purgatorio, el limbo, la intercesión de
los santos, la intercesión de María y todas las enseñanzas que se
derivan de la idea de que el ser humano tiene un alma inmortal.
No obstante el amplio grado de aceptación de esta visión
dualista del ser humano, ésta doctrina viene recibiendo ataques
constantes. Cada vez hay más teólogos, filósofos, sicólogos y otros
científicos que no encuentran ninguna evidencia para esta creencia.
Y es cada vez más frecuente leer propuestas que postulan que el
alma es un aspecto de el cuerpo humano y no un componte que
pueda ser separado al momento de la muerte. En este sentido,
estudios científicos afirman que cuando se termina la vida cerebral,
todas las funciones mentales cesan y ya no es posible que existan
pensamientos o percepciones. Para muchos hombres de ciencias está
confirmado con estos estudios la inexistencia de un alma inmortal o
de algún tipo de vida fuera del cuerpo.12
Por supuesto estas voces preocupan a los dualistas porque ven
sus creencias desafiadas y hasta socavadas. Entre ellos Cooper
12 Bacchiocchi, Immortality or resurrection: a biblical study on human nature and destiny, 26.
6
escribe en un intento de reafirmar la doctrina dualista. Y dice que si
los eruditos que afirman el monismo están en lo cierto entonces los
dualistas tienen dos grandes problemas. Primero, la doctrina que es
afirmada por la mayoría de las religiones cristianas es falsa. Y
segundo, hay una consecuencia personal y existencial, pues lo que
creen millones de cristianos que sucede cuando mueren resulta ser
un engaño.13
Refiriéndose a los posibles resultados de este debate,
Bacchiocchi dice que hay una “ansiedad existencial” entre los
dualistas por causa de este debate. Porque hay millones de sinceros
cristianos que creen que su alma inmortal se va al cielo cuando ellos
mueren, pero ahora ven desafiada esa creencia. Teniendo esto en
mente, Bacchiocchi, anima a los cristianos a estar dispuestos a
reexaminar profunda y concienzudamente sus creencias
tradicionales y cambiarlas si comprueban que no son bíblicas.14
Oscar Cullmann da testimonio de la crudeza que resulta de
semejante debate entre posturas tan contrapuestas. El escribió una
obra titulada: “¿Inmortalidad del alma o resurrección de los
muertos?” Y dice que ninguno de sus escritos a provocado tanto
entusiasmo o tan violenta hostilidad. De hecho su postura fue tomada
como una tremenda ofensa por muchos, lo que llevó a Cullmann a
deliberadamente guardar silencio por algún tiempo.15 Y refiriéndose
13 John W. Cooper, Body, Soul, and Life Everlasting : Biblical anthropology and the Monism-Dualism Debate (Grand Rapids, Michigan: Eerdmans, 1989), 1.
14 Bacchiocchi, Immortality or resurrection: a biblical study on human nature and destiny, 27.
15 John Joseph Collins, «Reflections on Cullmann’s immortality of the soul.», Catholic Biblical Quarterly 22, n.o 4 (1 de octubre de 1960): 410.
7
al mismo punto, Bacchiocchi agrega que a Cullmann no lo tomó por
sorpresa el ataque recibido, pero si le impresionó que sus
detractores no hablaron del análisis exegético de su obra, sino que
usaron argumentos emocionales, sicológicos y sentimentales.16 Y
Bacchicchi añade la visión de Pinnock que menciona que en éste y
muchos otros casos hay quienes usan la “táctica del hostigamiento”;
que consiste en un intento para desacreditar a la persona por
cualquier medio, para que de esa manera no haya necesidad de
debatir sus argumentos. Ésta táctica es inútil con personas
inteligentes pero puede ser muy efectiva con los ignorantes que se
dejan llevar por tal retórica.17
Pero como en las diferentes áreas de la vida, en la teología
también se pueden encontrar ideas nuevas a cada paso. Por ejemplo,
Cooper sostiene que el holismo y el dualismo no son incompatibles. Y
lo explica de la siguiente manera. Él cree que la vida de una persona
debemos comprenderla desde una perspectiva monista u holística;
asimismo luego de la resurrección no habrá otra cosa que un ser
integral. Pero sostiene que en el período intermedio se encuentra un
cadáver, que ya no es más una persona, y hay un alma inmortal. En
esta postura el holismo es comprendido de la siguiente manera.
Durante la vida el cuerpo y el alma están tan ligados que no se
16 Clark H. Pinnock, “The Contitional View”, Four Views of Hell, ed. William Crockett, Grand Rápids, Michigan: Zondervan, 1992, pág. 161. Citado en: Bacchiocchi, Immortality or resurrection: a biblical study on human nature and destiny, 27.
17 Ibíd.
8
pueden diferenciar uno del otro, pero es en el momento de la muerte
cuando se produce esa separación.18
El debate sigue abierto, pero me pregunto: ¿será que aún hay
muchos que piensan que una doctrina se debe fundamentar por el
voto de una mayoría (o más aún, por la tradición)? ¿Cuántos creerán
que una enseñanza debe ser establecida a través de un sólido estudio
de las escrituras (por cierto, libre de rígidos preconceptos)?
Tricotomismo
Para algunos teólogos, el tricotomismo es un pensamiento que
se originó en el apóstol Pablo. Según esta teoría, al concepto clásico
dualista (cuerpo-alma) Pablo le agregó su aporte, la dimensión
espiritual. Así el ser estaría dividido en tres partes: cuerpo, alma,
espíritu.19 Según esta visión la tricotomía es posible cuando el ser
humano se entrega a Cristo y se desarrolla su ser espiritual. Hay
quienes ven un desarrollo de esta postura en Filón de Alejandría,
pues el menciona que debemos observar que nuestra alma (psuche)
es triple y tiene un aspecto racional, otro emocional, y otro marcado
por los apetitos y deseos.20 Así también con más claridad se ve la
postura de Apolinario de Siria que llegó a aseverar que en Cristo se
encontró un cuerpo humano, un alma humana y un espíritu que no
18 Jeffrey H. Boyd, «A History of the Concept of the Soul During the 20th Century.», Journal of Psychology & Theology 26, n.o 1 (1 de marzo de 1998): 70.
19 A los fines de fundamentar esta postura hay quienes usan como insignia el texto de 1 Tesalonicenses 5:23, donde se mencionan estas tres palabras.
20 Una mención de esta cita se puede encontrar en: Basil Jackson, «Psuche in psychology and theology.», Journal of Psychology & Theology 3, n.o 1 (1 de diciembre de 1975): 4. Pero debo destacar que Jackson sólo la usa para estudiar la palabra psuche y que no propone en su artículo que Apolinario esté presentando la doctrina tricotómica en esta cita.
9
era humano.21 Uno de los exponentes modernos de esta teoría
tricotomista es el teólogo Watcham Nee.22 Y aunque no ha recibido
mucho apoyo de otros teólogos, su postura ha caído muy bien entres
los sicólogos y otros científicos del área de las ciencias humanas.
Esto se debe a que de acuerdo con esta concepción se diversifica y
especializa la atención de cada persona, pues los médicos se
encargan de tratar el cuerpo, los sicólogos el alma, y los clérigos el
espíritu.23
Pero claro, esta postura también es resistida por otros. Por
ejemplo Gundry no niega que el apóstol Pablo y otros autores
bíblicos usan expresiones que combinan las palabras “espíritu, alma
y cuerpo” (por ejemplo 1 Tesalonicenses 5:23). Pero él explica que
cuando se para habla de la constitución del ser humano el espíritu y
el alma habría que entenderlas como estando juntas y el cuerpo por
otro lado. La tesis de Gundry es que Pablo postula en sus enseñanzas
una antropología dualista.24 También Robertson se expresa de
manera similar cuando dice que no necesariamente esta mención
tricotómica de 1 Tesalonicenses 5:23 sea opuesta a la dicotomía que
se encuentra en las demás epístolas paulinas.25 Estos autores
proponen combatir la tricotomía con el dualismo clásico.
21 P. Schaff, D. S. Schaff, History of the Christian church, New York: Charles Scribner’s Sons, 1910, Vol. 3: pág. 710.
Un mayor estudio del tema se encuentra en: E. L. Carballosa, La deidad de Cristo. Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 1982, pág. 1329.
22 Boyd, «A History of the Concept of the Soul During the 20th Century.», 69.
23 Boyd, «A History of the Concept of the Soul During the 20th Century.», 69.
24 Robert H. Gundry, Sōma in Biblical Theology: With Emphasis on Pauline Anthropology, vol. Repr ed (Grand Rapids: Zondervan, 1987), 155-156.
25 Robertson, A. (1933). Word Pictures in the New Testament (1 Tes 5.23). Nashville, TN: Broadman Press.
10
En otra postura argumentatia es posible encontrar una idea
más conciliatoria respecto de estos dos conceptos: tricotomía y
dicotomía. Por ejemplo Duffield asevera que si se tiene en mente que
la diferencia entre las dos posiciones no es realmente grande se
descubrirá que ninguna “doctrina importante es afectada por esta
diferencia” de conceptos.26
Y en una tercera posición, más radical que la arriba
mencionada, encontramos la propuesta de que el tricotomismo tiene
que ser descartado, postulando en su lugar la comprensión monista u
holística.27
Últimas ideas y conclusiones
Como se ha visto hasta aquí, a pesar de los incesantes intentos
de imponer alguna de las tres posturas (y algunos pocos intentos de
fusionarlas), por ahora el debate sigue abierto. La postura más
difundida es la dualista. Pero ¿desde es correcto pensar que la
mayoría tiene la razón sólo por ser mayoría? ¿Se pueden aceptar las
doctrinas por votos o contando con mayor apoyo popular? Por
supuesto, yo prefiero la segura palabra profética, a la que hacemos
bien en estar atentos (2 Pedro 1:19).
Un estudio cuidadoso de las escrituras debe ser la única norma
para la elaboración de la doctrina. Ya lo dice el relato de Hechos
2:42: los cristianos “perseveraban firmes en la doctrina de los
26 G. P. Duffield, N. M. Van Cleave, Fundamentos de Teologı ́a Pentecostal, San Dimas, CA: Foursquare Media: 2006, pág. 146.
27 D. F. Burt, 1 Tesalonicenses 5:1-28: Viviendo como Hijos del Di ́a, Barcelona: Publicaciones Andamio, 2003, pág. 169.
11
apóstoles”. Las mismas escrituras neotestamentarias comprueban el
lento pero insidioso intento de infiltrar enseñanzas al cuerpo
doctrinal original. Por ejemplo Pablo hace una fuerte defensa del
evangelio al pedir a los cristianos que no acepten otro evangelio ni
aún si un ángel del cielo apareciera para enseñar algo diferente
(Gálatas 1:6-9).
Pero, ¿cuál es la postura antropológica original de la Biblia? El
ya citado texto de 1 Tesalonicenses 5:23 nos da algunas ideas muy
interesantes. El texto versa así: “y el mismo Dios de paz os santifique
enteramente; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea
guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”
(RV60). Sin pretender hacer un estudio exegético exhaustivo del
texto, expondremos algunas ideas.
En primer lugar, éste texto no es una declaración doctrinal,
sino que es una oración, una plegaria, en el cierre mismo de su carta.
Esta era una costumbre en las cartas paulinas.
Segundo, salta a la vista la doble mención de plenitud. De
hecho, en el original se usa la raiz “holo” (sí, la misma de la cual
deriva holismo) para expresar “enteramente” y “completo”. En
ambos casos estos son adjetivos que califican respectivamente la
santificación que obra Dios, así como el objeto de esa santificación:
el ser completo. Por lo tanto aquí estamos ante una mención holística
del ser. Nótese por ejemplo que el verbo y el adjetivo están en
12
singular. Esto muestra que Pablo concebía al hombre como un
individuo completo.28
En virtud de lo expresado arriba, los vocablos “espíritu, alma y
cuerpo” no están presentes para describir partes contrastantes del
organismo, sino para enumerar aspectos del ser que no deben ser
despreciados o minimizados para dar lugar a la exaltación de otro
aspecto. Por ejemplo, para muchos cristianos sólo la “espiritualidad”
pareciera ser el objeto de trabajo del Espíritu Santo. Pero ésta no es
una enseñanza bíblica. Dios quiere trabajar en el ser completo.
También sería bueno recordar que el mismo Jesús usó una
expresión con similitudes, pero también con diferencias al hablar del
ser humano. En el texto registrado en Marcos 12:30 dijo así: Y
amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Éste es el principal
mandamiento (RV60). Que yo sepa, nadie ha aseverado que Cristo
enseñara una naturaleza dividida en cuatro partes o “cuatritomismo”
(creo que no existe esta expresión). El ya citado Bacchiocchi
relaciona estos dos textos, junto a otros, para demostrar que en el
nuevo testamento la doctrina no era dualista ni tricotomista, sino
monista u holística.29
Por lo tanto, aún sabiendo que este pequeño artículo no
profundiza, ni menos aún agota este tema, deseamos que sirva para
alentar al lector a continuar estudiando a la manera de Jesús. Del
28 A. Robertson, “1 Tesalonicenses 5:23” Word Pictures in the New Testament.
29 Bacchiocchi, Immortality or resurrection: a biblical study on human nature and destiny, 92.
13
Salvador se escribió que “comenzando desde Moisés y siguiendo con
todos los profetas, les explicó lo que las Escrituras decían de él”
(Lucas 24:27). Y el resultado fue que sus oyentes comprendieron y
testificaron que “ardía su corazón cuando les explicaba las
escrituras” (Lucas 24:32). Podemos pedir su ayuda, pues Jesús sabe
como “abrir el sentido, para que podamos entender las Escrituras”
(paráfrasis de Lucas 24:45). Y prometió que “el Espíritu Santo, a
quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas,
y os recordará todo lo que os he dicho” (Juan 14:26).
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