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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA
Estrategias de afrontamiento ante la enfermedad, que
utilizan mujeres de 50 a 60 años que padecen de cardiopatía
isquémica, y asisten a consulta a una clínica privada.
TESIS
MÓNICA MUÑOZ CAMPBELL DE CASTELLANOS
Carné: 12557-07
Guatemala de la Asunción, enero de 2012
Campus Central
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA
Estrategias de afrontamiento ante la enfermedad, que
utilizan mujeres de 50 a 60 años que padecen de cardiopatía
isquémica, y asisten a consulta a una clínica privada.
TESIS
Presentada al Consejo de la Facultad de Humanidades
Por:
MÓNICA MUÑOZ CAMPBELL DE CASTELLANOS
Carné: 12557-07
Previo a optar al título de:
PSICÓLOGA CLÍNICA
En el grado académico de:
LICENCIADA
Guatemala de la Asunción, enero de 2012
Campus Central
AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
Rector P. Rolando Enrique Alvarado López, S.J.
Vicerrectora Académica Dra. Lucrecia Méndez de Penedo
Vicerrector de Investigación y Proyección P. Carlos Cabarrús Pellecer, S.J.
Vicerrector de Integración Universitaria P. Eduardo Valdés Barría, S.J.
Vicerrector Administrativo Lic. Ariel Rivera Irías
Secretaria General Licda. Fabiola de la Luz Padilla Beltranena
AUTORIDADES FACULTAD DE HUMANIDADES
Decana M.A. Hilda Caballeros de Mazariegos
Vicedecano M.A. Hosy Benjamer Orozco
Secretaria M.A. Lucrecia Elizabeth Arriaga Girón
Directora del Departamento de Psicología M.A. Georgina Mariscal de Jurado
Directora del Departamento de Educación M.A. Hilda Díaz de Godoy
Directora del Departamento de Ciencias
de la Comunicación M.A. Nancy Avendaño
Director del Departamento de Letras y
Filosofía M.A. Ernesto Loukota
Representante de Catedráticos Lic. Ignacio Laclériga Giménez
Representante ante Consejo de Facultad Licda. Melissa Lemus
ASESOR DE TESIS
Licda. Tania Guillioli
REVISOR DE TESIS
Dr. Julián Sinibaldi
AGRADECIMIENTO
A Dios por regalarme salud, voluntad y amor.
A mi esposo por compartir tu corazón de forma asombrosa, todos los que somos
amados por ti, nos sentimos únicos y privilegiados. Estos años he conocido que en
mi vida no sólo hay oportunidades y solidaridad gracias a tenerte a mi lado, sino
que puedo ser mejor persona con quien me relaciono siendo generosa, brindando
respeto y siendo paciente. Gracias por tu confianza, esfuerzo, interés y por ser mi
Gogo, que Dios te cuide y te conserve así lleno de valores.
A mis papás por comprender mi tiempo para hacer lo que me propongo y por
entender mis decisiones, cada día somos más fuertes gracias al respeto y amor
incondicional que nos tenemos.
A mis hijos por su interés en mis estudios, por su preocupación por mis intereses,
por su amor a quien soy realmente y por el tiempo que disfrutamos juntos siempre.
Desde que Dios me regaló la oportunidad de ser su mamá mi vida esta llena de luz,
risas y música.
A la Marichi y Ross definitivamente estos años y mi vida han sido diferentes
desde que la comparto con ustedes, agradezco sus puntos de vista, su entusiasmo y
amistad.
A la Licda. Guillioli por demostrarme que puedo ser mejor a base de esfuerzo,
constancia y planificación.
A mis catedráticos por ser profesionales en su actuar, por su firmeza y dedicación
y por tener confianza en mí durante estos años.
A la Universidad Rafael Landívar por permitir que se formen profesionales
intelectuales, visionarios y sobretodo con valores.
ÍNDICE
RESUMEN………………………………………………………….. 1
I. INTRODUCCIÓN…………………………………………………. 2
1.1. Edad adulta intermedia……………………………………….......... 11
1.2. Enfermedad cardiovascular………………………………………... 13
1.2.1. Cardiopatía Isquémica…………………………………………….. 14
1.2.2. Diagnóstico de cardiopatía isquémica……………………………... 15
1.2.3. Causas de las cardiopatía isquémica………………………………. 15
1.2.4. Síntomas de la cardiopatía isquémica……………………………... 16
1.2.5. Diagnóstico diferencial……………………………………………... 17
1.2.6. Prevención de la cardiopatía isquémica…………………………… 17
1.2.7. Tipos de cirugía……………………………………………………... 18
1.2.8. Rehabilitación cardíaca…………………………………………….. 19
1.2.9. Efectos psicológicos de la cardiopatía isquémica…………………. 20
1.3. Estrategias de Afrontamiento……………………………………… 21
1.3.1. Clasificación de estrategias de afrontamiento…………………….. 25
1.3.2. Recursos de afrontamiento……………….………………………... 30
1.3.3. Estrategias de afrontamiento en enfermos……………………….. 30
II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA…………………………. 34
2.1. Objetivos…………………………………………………………….. 36
2.2. Elemento de estudio………………………………………………… 36
2.3. Definición del elemento de estudio………………………………… 36
2.4. Alcances y límites…………………………………………………… 38
2.5. Aportes……………………………………………………………… 38
III MÉTODO…………………………………………………………… 40
3.1. Sujetos………………………………………………………………. 40
3.2. Instrumento…………………………………………………………. 41
3.3. Procedimiento……………………………………………………….. 42
3.4. Diseño………………………………………………………………... 43
IV. RESULTADOS……………………………………………………... 44
V. DISCUSIÓN………………………………………………………… 94
VI. CONCLUSIONES………………………………………………….. 104
VII. RECOMENDACIONES…………………………………………… 106
VIII. REFERENCIAS…………………………………………………….. 109
IX. ANEXOS…………………………………………………………….. 116
Anexo 1 Instrumento de investigación………………………………………. 116
Anexo 2 Transcripción de entrevistas………………………………………. 119
1
RESUMEN
La finalidad de la presente investigación de corte cualitativo fue identificar las estrategias de
afrontamiento ante la enfermedad que utilizan ocho pacientes diagnosticadas con cardiopatía
isquémica. Ellas son atendidas en una clínica privada y sus edades estaban comprendidas entre 50
y 60 años. Para ello, se aplicó una entrevista semiestructurada. Cada una de las entrevistas
realizadas en esta investigación se grabó con previa autorización de las mismas.
Se concluyó que las pacientes utilizaron estrategias dirigidas a la resolución del problema, al
confrontar los síntomas de la cardiopatía isquémica acudiendo de forma inmediata a sus médicos
tratantes y los servicios de emergencias, tanto a nivel privado como estatal. Además, las
pacientes reportaron los procedimientos interventivos propuestos por los médicos tratantes
cateterismos, bypass y marcapasos, según el caso lo requería. También se observó que utilizan la
planificación como estrategia de afrontamiento, contemplando la posibilidad de mantener de
ahora en adelante una vida saludable así como mostrar apego al tratamiento a base de
medicamentos, alimentación balanceada y ejercicio físico.
En relación a las estrategias dirigidas a la emoción, las pacientes han recurrido a sus familiares y
médicos para recibir apoyo de ellos, siendo pilares importantes para regular el estado afectivo de
las pacientes y sus planes futuros. También reportaron que el apoyo espiritual ha sido buscando
por las participantes. Y por otro lado, ante el diagnóstico de cardiopatía isquémica, las pacientes
han optado por distanciarse de su enfermedad, intentando no pensar en ella, evitando hablar sobre
lo que padecen y viviendo su vida como si no estuvieran enfermas. Además, han sentido deseos
de llorar y se han lamentado. Aún así, han encontrado que su enfermedad les ha dejado un
aprendizaje y una nueva forma de vida como reevaluación positiva, que conlleva autocontrol y
aceptación de la responsabilidad.
2
I. INTRODUCCIÓN
En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares ya ocupan el primer lugar mundial en
número de muertes que ocasionan y se estima que seguirá así en el año 2020. Se calcula que en
2004 murieron por esta causa 17.1 millones de personas, lo cual representa un 29% de todas las
muertes registradas en el mundo; 7.2 millones de esas muertes se debieron a la cardiopatía
coronaria. Las muertes por enfermedades cardiovasculares afectan por igual a ambos sexos y
más del 82% se producen en países de ingresos bajos y medios. Se calcula que en 2030 morirán
cerca de 23.6 millones de personas, sobre todo por cardiopatías (Muñiz y Castro, 2004).
En relación a la cardiopatía isquémica que es una enfermedad causada por el estrechamiento o
endurecimiento de las arterias coronarias, encargadas de suministrar sangre al músculo cardíaco,
se ha podido observar un aumento en la última década, de un 30% en los casos de mujeres
(Martínez, 2006). Según las estadísticas de la British Heart Foundation, citada por Porter (2009),
cada vez más mujeres menores de 74 años presentan infartos al miocardio, experimentando
pérdidas funcionales más intensas en lo que se refiere al trabajo, la actividad, la sexualidad, y
también niveles altos de ansiedad y depresión. La investigación sobre la cardiopatía isquémica ha
sido extensa. Incluye avances en el campo de prevención, diagnóstico y tratamiento tanto de la
enfermedad isquémica como de sus posibles complicaciones. Entre éstas, investigación de nuevos
fármacos, perfeccionamiento de pruebas diagnósticas y orientaciones para adecuar el tratamiento.
La enfermedad y las complicaciones por ésta han existido desde los inicios de la humanidad: los
efectos positivos o negativos de la misma dependerán del paciente, con control sobre la situación,
desarrollando sentimientos asertivos y siendo más realistas. Esto generará conductas más
saludables en los pacientes y de esta forma lograrán que los tratamientos sean más adecuados
para ellos; por ende, podrán alcanzar una mejoría en su calidad de vida. El poder ajustarse de
forma constructiva a cambios dependiendo de las circunstancias de la vida, hace que estas
modificaciones incrementen la calidad de vida en los pacientes y sus familiares. Esto mejora el
funcionamiento intelectual, psicológico, físico y afectivo por medio de estrategias de
afrontamiento. Además, le brinda al individuo herramientas hacia una adaptación afectiva, con
3
capacidades psicológicas dirigidas a su situación en especial (Enríquez-Blanco, Schneider y
Rodríguez, 2010).
Con base a lo descrito previamente, el objetivo de esta investigación es conocer cuáles son las
estrategias de afrontamiento que utilizan pacientes diagnosticadas con cardiopatía isquémica, ante
la enfermedad. Se planteó este objetivo porque la enfermedad atraviesa por varias etapas: la
primera es la percepción, que inicia con la aparición de los primeros síntomas y signos percibidos
por el enfermo, cuya interpretación depende de la experiencia previa, creencias, expectativas,
actitudes, opiniones y de la región afectada. Estas respuestas pueden ser estrategias de
afrontamiento hacia la enfermedad o ser expresión de falta de afrontamiento. La segunda es
cuando el paciente admite sentirse enfermo, asume este rol y toma una decisión, en conjunto con
la asistencia sanitaria. Y tercera es la adaptación ante el padecimiento, ésta puede ser entendida
como un proceso, analizando las reacciones del paciente por medio de las estrategias de
afrontamiento que utilice (Enríquez-Blanco et al., 2010).
A continuación se muestran algunas investigaciones realizadas en Guatemala, relacionadas con el
presente estudio. Muestran el manejo de estrategias de afrontamiento ante diversas
enfermedades:
Salguero (2010) realizó una investigación que tuvo como objetivo establecer las estrategias de
afrontamiento que utilizan los familiares de personas con insuficiencia renal crónica que han
pasado por un proceso de tratamiento de hemodiálisis o diálisis peritoneal. El estudio fue
cualitativo. Los sujetos que participaron en él fueron 10 adultos, familiares de 10 pacientes
diferentes que asisten a tratamiento de hemodiálisis o diálisis peritoneal en la Clínica Emanuel.
Se elaboró una entrevista con el fin de describir las estrategias de afrontamiento que utilizan los
participantes.
Los resultados obtenidos permitieron concluir que en cuanto a la resolución de problemas,
optaron por concentrarse en resolver el problema; pocas veces adquirieron una conducta
evitativa. Además, buscaron el apoyo familiar de amigos cercanos. Entre las emociones que
4
manejaron, estuvieron el enojo, la tristeza, la preocupación y la impotencia. Para dichas
emociones, 7 de 10 sujetos dijeron haber mostrado mayormente autocontrol.
Así mismo, Morales (2010) realizó una investigación cuyo objetivo fue identificar las estrategias
de afrontamiento que los padres utilizan ante la discapacidad visual de sus hijos. El estudio
estuvo conformado por seis familias y se entrevistó a ambos padres. Ellos tenían hijos con
discapacidad visual; algunos eran ciegos, otros presentaban baja visión, pero todos requerían
educación especial. Los niños estaban comprendidos entre las edades de 5 a 12 años de edad y
asistían a la escuela Santa Lucía, del Comité Pro Ciegos y Sordos de Guatemala. Las familias
pertenecían a un nivel socioeconómico medio bajo y residían en los departamentos de Guatemala
y Sacatepéquez. Se elaboró una entrevista semiestructurada. Este estudio fue de tipo cualitativo.
Se concluyó que los padres de familia utilizaron estrategias dirigidas a la resolución del
problema, al buscar un diagnóstico acertado en sus hijos, informarse en todo lo referente a la
discapacidad y luchar para sacar adelante a sus hijos. También utilizaron estrategias en relación
con los demás para apoyo y ayuda espiritual. Manifestaron emociones tales como tristeza, dolor,
desesperación, enojo y miedo, llevándolos a manifestar culpabilidad, preocupación por el
presente, el futuro y por lo que otras personas comentan sobre sus hijos.
Yela (2009) realizó una investigación que tuvo como objetivo establecer las estrategias de
afrontamiento que utilizan adultos con pérdida auditiva para manejar la ansiedad que les provoca
dicha pérdida. La muestra estuvo conformada por 5 pacientes adultos de una clínica privada
diagnosticados con pérdida auditiva, comprendida entre las edades de 30 y 62 años. Los
instrumentos utilizados fueron: El Inventario de Ansiedad Estado-Rango (STAI) de C.D.
Spielberger, y una Guía de Entrevista Estructurada. Esta investigación se realizó bajo un diseño
descriptivo.
Los resultados obtenidos en el Test de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI) mostraron un nivel alto de
ansiedad en los participantes, tanto para la subescala de Estado como para la de Rasgo. Se
concluyó, a través de las entrevistas, que los participantes utilizaban las siguientes estrategias de
afrontamiento: estrategias de control emocional, distanciamiento, aceptación de la
5
responsabilidad de mantener el problema, escape-evitación, reevaluación positiva de la pérdida
auditiva y creencias irracionales sobre sí mismos o la actuación de los demás. Son estrategias en
donde se integra el control emocional y la resolución de problemas, que consiste en la búsqueda
de apoyo social y aceptación de la condición de pérdida auditiva.
Yon (2008) realizó una investigación en la que analizó las estrategias de afrontamiento que
utilizan los padres de familia para enfrentar el cáncer de sus hijos. Fue elaborada desde la
metodología cualitativa. Los sujetos del estudio fueron los padres de familia de seis niños
diagnosticados con cáncer entre las edades de 5 a 12 años de edad; cuatro niñas y dos niños, de
nivel socioeconómico medio, que vivían en la capital y con estudios alcanzados hasta
diversificado. Se elaboró una entrevista semiestructurada para describir las estrategias de
afrontamiento que utilizan los padres de familia. Los resultados obtenidos indicaron que los
participantes consideran útiles las siguientes estrategias de afrontamiento: confrontación,
búsqueda de soluciones, búsqueda de apoyo social y el autocontrol; y menos útiles: el
distanciamiento, la reevaluación positiva y la evitación/escape.
Por su parte, Hernández (2005) realizó un estudio que tuvo como propósito establecer las
estrategias de afrontamiento más comunes en las niñas institucionalizadas, tomando como
muestra Casa Alianza y Mi Hogar Manchen. En el estudio participaron 36 niñas de Mi Hogar
Manchen y 64 de Casa Alianza, entre las edades de 12 a 18 años. El instrumento utilizado fue la
Escala de Afrontamiento para adolescentes ACS, la cual está conformada por 18 estrategias de
afrontamiento. El test ACS es un inventario tipo autoinforme compuesto de 80 elementos, 79 de
tipo cerrado y uno final abierto. Esta investigación fue de tipo descriptivo con un diseño
transversal. Los resultados indicaron que las estrategias de afrontamiento que más prevalecieron
y que presentaron punteo más alto en las dos instituciones fueron: esforzarse y tener éxito,
preocuparse y la búsqueda de apoyo espiritual. Así mismo, las estrategias de afrontamiento que
presentaron un punteo más bajo fueron: buscar pertenencia y buscar diversiones relajantes.
En los estudios consultados a nivel nacional se concluye que diversos tipos de estrategias de
afrontamiento fueron utilizadas tanto por participantes en estas investigaciones como familiares
de ellos. Es importante mencionar que debido al padecimiento o enfermedad presente los
6
individuos optaron por recurrir más a las siguientes estrategias: la resolución del problema,
informándose previamente, conociendo sus posibilidades, valorando los posibles cambios y los
intentos por planificar una posible solución. Y en relación al apoyo social, ante una enfermedad,
resultando ser la estrategia de afrontamiento más importante, ya que incluye la red social del
individuo, donde puede obtener información, una asistencia tangible y apoyo emocional. La
integración del individuo en su red social y ambiente, presenta datos relevantes para los estudios
sobre el afrontamiento en diversas situaciones.
A continuación se mencionarán algunos estudios internacionales que se han realizado en
referencia a las estrategias de afrontamiento:
González-Celis y Padilla (2006) realizaron una investigación en la que el objetivo fue describir la
calidad de vida y las estrategias de afrontamiento ante los problemas y enfermedades en 194
ancianos entre 60 y 88 años, de los cuales 162 fueron mujeres y 32 hombres. Ellos asistían con
regularidad, al menos un día a la semana, a uno de los cuatro centros culturales del Instituto
Nacional de Personas Adultas Mayores (INAPAM) de Ciudad de México. Se diseñó una ficha de
datos socio demográficos para la obtención de datos generales de los participantes: un
Cuestionario de Afrontamiento que constó de 50 reactivos (con categorías como Siempre 3, Muy
seguido 2, A veces 1 y Nunca 0), y el Instrumento de Calidad de Vida (WHOQoL-Bref, que mide
cuatro dimensiones: percepción de salud física, salud psicológica, relaciones sociales y medio
ambiente).
Los resultados mostraron que el 63.9% padece alguna enfermedad, principalmente crónico-
degenerativa (53.9%). La calidad de vida fue significativamente diferente para los enfermos vs
no enfermos, no así para el tipo de enfermedad, problemas reportados, ni para el nivel de
afrontamiento. El problema más frecuente, el familiar (33.7%) y el estilo de afrontamiento,
orientado a la conducta (54.2%). La composición factorial del cuestionario de afrontamiento
arrojó cuatro factores: activo, confrontativo, de reapreciación positiva y evitativo. Se concluyó
que la calidad de vida y la enfermedad van ligadas a las formas de afrontar esta última.
7
En España, Quiles, Terol y Marzo (2009) tuvieron como objetivo en su investigación, evaluar la
representación de la enfermedad en pacientes con un trastorno alimentario (TA), así como su
relación con el afrontamiento y el ajuste, utilizando como marco teórico el Modelo del Sentido
Común de Leventhal. Participaron 98 mujeres diagnosticadas de un TA. Para la representación
de la enfermedad se administró la adaptación española para los TA del Cuestionario de
Percepción de la Enfermedad Revisado (IPQ-R) y el Cuestionario de Estrategias de
Afrontamiento (CEA) que constó de 50 ítems presentando una escala de respuesta tipo Likert de
5 puntos, donde 1=Nunca, y 5= Casi Siempre. Se evaluaron 11 estrategias de afrontamiento:
búsqueda de apoyo social, búsqueda de soluciones, expresión emocional, religiosidad,
pensamiento de deseo, resignación, culpación de otros, pensamientos positivos, contabilizar
ventajas, auto culpación y escape. Se utilizó también el Cuestionario de Condición Física, que
constó de un listado de los principales síntomas físicos que se experimentan como consecuencia
de los trastornos de la alimentación y el Cuestionario de Ajuste Psicosocial (PAIS), y por último,
la Escala de Ansiedad y Depresión Hospitalaria (HAD).
En los resultados, respecto a la identidad se observó que los síntomas más señalados fueron la
“pérdida de peso” y las “alteraciones en la menstruación”. Los sujetos consideran que su
enfermedad tiene una larga duración y serias consecuencias. A la vez, sí tienen el control y
siguen un tratamiento es posible su curación. Las estrategias evitativas fueron explicadas por
diferentes dimensiones de la representación de la enfermedad. Se confirman los efectos directos
de la representación de la enfermedad sobre el ajuste, pero no los del afrontamiento. Se concluyó
que los resultados apoyan la necesidad de intervenir sobre las creencias que tienen estas pacientes
sobre su enfermedad con el fin de mejorar su ajuste psicosocial.
Así mismo, Niepp, López, Terol y Pastor (2008) realizaron un estudio en España que tuvo como
objetivo determinar qué estrategias de afrontamiento utilizan mujeres con cáncer de mama en la
etapa de seguimiento y se evaluó las relaciones entre estas estrategias y la adaptación social. Se
entrevistó a 69 mujeres con cáncer de mama adscritas a un protocolo de seguimiento de un
servicio de oncología. Se utilizaron tres cuestionarios para evaluar el afrontamiento y la
adaptación ala enfermedad: Cuestionario de Estrategias de Afrontamiento, Escala de Ansiedad y
Depresión Hospitalaria, y la Escala de Ajuste Psicosocial a la enfermedad.
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Los resultados mostraron que las mujeres que pertenecían al grupo que utilizan más estrategias
cognitivas tuvieron mejor adaptación que las otras mujeres. Las estrategias menos utilizadas
fueron culpabilizar a otro y auto culpabilizarse: sin embargo, fueron las estrategias que mostraron
las más fuertes relaciones negativas con algunas áreas de adaptación. Por esto, los esfuerzos de
los profesionales de salud deberían ir dirigidos a potenciar el uso de estrategias cognitivas y
aproximativas y reducir los sentimientos de culpa en las mujeres.
En Argentina, Giles y Moure (2005) examinaron por medio de su trabajo la literatura empírica
existente sobre el estudio de las estrategias de afrontamiento en pacientes con trastorno de pánico.
La metodología y el objetivo consistieron en la revisión de la literatura empírica en las bases de
datos de Medline y PsycINFO, en el período de tiempo desde 1990 hasta el año 2005. Las
palabras de búsqueda fueron coping y panic disorder. Se introdujeron las conceptualizaciones de
ambas palabras clave, luego se realizó una descripción de las conclusiones, y se hizo énfasis en la
aplicación de los distintos estudios en el ámbito clínico. Se resumió que las estrategias de
afrontamiento más utilizadas en pacientes con Trastorno de Pánico, en comparación con grupos
de control, fueron: la evitación, el pensamiento mágico, la rumiación, la culpa y la búsqueda de
apoyo social; mientras que las estrategias menos utilizadas fueron la confrontación, la
planificación y la evaluación positiva.
El estudio que realizaron en México, García y Font (2008) tuvieron como objetivo observar si el
síndrome de lipodistrofia en personas VIH positivas se relaciona con su calidad de vida, conocer
qué estrategias de afrontamiento utilizan las personas con este padecimiento y analizar si existe
alguna relación entre el tipo de estrategia utilizada y la calidad de vida. Se evaluó a 134 personas
infectadas con el VIH que posteriormente se dividieron en dos grupos, personas con lipodistrofia
y personas sin esta enfermedad. Hicieron un análisis mediante las correspondientes subescalas del
Cuestionario de Calidad de Vida, encontrando relaciones significativas entre las estrategias de
afrontamiento utilizadas y todos los niveles de calidad de vida (síntomas, autonomía personal,
satisfacción familiar y social y estado emocional) ante la presencia de determinadas estrategias de
afrontamiento. Los resultados mostraron que los sujetos con lipodistrofia utilizaron distintas
estrategias de afrontamiento, tanto positivas como negativas, frente a sus problemas de salud.
9
Entre ellas predominaron “pensar en superarlo uno mismo” y “mantener la esperanza y sentirse
optimista”.
En España, Martínez (2010) realizó un estudio que tuvo como objetivo conocer qué estrategias de
afrontamiento utilizaron los estudiantes universitarios ante el estrés y el rendimiento académico,
así como las diferencias entre los alumnos que aprobaron y los que suspendieron. La muestra
estuvo conformada por 358 estudiantes universitarios del Diplomado de Turismo. El instrumento
que se utilizó fue la Escala de Afrontamiento para Adolescentes que está conformada por 18
estrategias a puntear por el alumno en una escala tipo Likert de cinco elementos, de 1 a 5, según
el estudiante respondió “No me ocurre nunca o no lo hago” a “Me ocurre o lo hago con mucha
frecuencia”. Además, se consultó online los expedientes de los estudiantes para obtener sus
calificaciones finales. Los resultados demostraron que las estrategias de afrontamiento ante el
estrés correlacionan con el rendimiento académico, que diferenciaron al grupo de alumnos
aprobados del grupo de estudiantes suspendidos.
El estudio realizado en Argentina por Krzemien, Urquijo y Monchietti (2004) tuvo como objetivo
estudiar la relación entre el aprendizaje social y las estrategias de afrontamiento a los sucesos
críticos de la vejez femenina. Se utilizó un diseño cuasi-experimental del tipo pretest-postest con
grupo control. Se evaluó las estrategias de afrontamiento antes y después de una intervención de
aprendizaje social en una muestra de sesenta mujeres ancianas, entre 60 y 90 años, distribuidas en
dos grupos: intervención y control. El análisis comparativo y cuantitativo de los datos mostró
diferencias significativas en el estilo de afrontamiento: en el grupo de intervención aumentó el
uso de estrategias activas y adaptativas, de carácter conductual y cognitivo; disminuyó el uso de
las evitativas y de carácter emocional. El aprendizaje social se relacionó positivamente con un
afrontamiento activo y adaptativo a la crisis del envejecimiento femenino.
Por su parte, Gaviria, Quinceno, Vinaccia, Martínez y Otalvaro (2009) realizaron un estudio que
evaluó las estrategias de afrontamiento y la ansiedad-depresión en 92 pacientes de ambos géneros
diagnosticados con VIH/Sida en un tratamiento antirretroviral de Medellín, Colombia. La
investigación tuvo diseño descriptivo transversal correlacional mediante encuesta. Para medir las
10
estrategias de afrontamiento se utilizó la Escala de Coping Modificada (EEC-M) de 98 ítems y la
ansiedad-depresión se midió a través de los cuestionarios de Zung (SAS y SDS).
Los resultados evidenciaron muy bajos niveles de ansiedad y depresión. Un alto uso de
estrategias de afrontamiento de tipo cognitivo (focalizadas en el problema) así como búsqueda de
apoyo en la religión y profesionales de salud, evidencian un alto empleo de las estrategias de
control emocional. En conclusión, las estrategias como búsqueda de alternativas, refrenar
afrontamiento, reevaluación positiva e incluso religión y búsqueda de apoyo profesional son
fundamentales para encontrar soluciones a nivel cognitivo ante los síntomas físicos y reacciones
emocionales.
Así mismo, Olley et al. (2003) llevaron a acabo un estudio en África con el propósito de
comparar la comorbilidad psiquiátrica, las estrategias de afrontamiento y la incapacidad de 44
hombres y 105 mujeres diagnosticados recientemente con el VIH/Sida. Utilizaron como
instrumento el MINI International Neuropshychiatric Interview (MINI), el Carver Brief COPE y
el Sheehan Disability Scale, además fueron evaluados comportamientos de riesgo. De acuerdo a
los resultados, se encontró que un 56% de los pacientes fueron diagnosticados con un trastorno
psiquiátrico, como depresión mayor (34.9%), trastorno distímico (21.5%), trastorno de estrés
postraumático (14.8%), y dependencia al alcohol (10.1%).
No hubo ninguna diferencia de género en la incidencia de los trastornos del estado emocional en
la muestra. Sin embargo, los hombres cubrieron los criterios diagnósticos para el abuso de
alcohol o la dependencia y participar en ciertos comportamientos sexuales peligrosos. Las
mujeres presentaron mayor probabilidad en presentar el trastorno de estrés postraumático y como
estrategias de afrontamiento utilizaron la planificación y la religión para sobrellevar la
enfermedad. De otro lado, tampoco hubo diferencias de género importantes en la incapacidad.
La investigación en Chile de Lagos, Loubat, Muñoz y Vera (2004) tuvo como objetivo relacionar
las estrategias de afrontamiento de padres de niños con secuelas de quemaduras visibles con los
niveles de ansiedad presentados por sus hijos. Se utilizó una metodología cuantitativa y un
diseño de tipo descriptivo-correlacional. La muestra estuvo conformada por 49 niños (as) y sus
11
padres que los acompañaban en su tratamiento en COANIQUEM. Los instrumentos utilizados
fueron el Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo para niños de Spielberger y el Cuestionario de
Modos de Afrontamiento de Lazarus y Folkman. Los resultados señalan que las estrategias de
afrontamiento autocontrol, reinterpretación positiva, resolución planificada y aceptación de la
responsabilidad correlacionan significativamente con bajos niveles de ansiedad en los niños
quemados.
Los estudios realizados tanto a nivel nacional como internacional muestran que las estrategias de
afrontamiento son necesarias en los pacientes ante su padecimiento. Es importante que se
reconozcan, tenerlas en cuenta destacando la importancia en cada una de ellas, e información
relevante de cómo utilizarlas, para que con esto se demuestre que las estrategias que se utilizan
sobre todo ante la enfermedad, pueden llevar a una calidad de vida mejor y a una pronta
recuperación de la salud.
A continuación se presenta la descripción de diversas teorías y definiciones acerca de la edad
adulta intermedia, la cardiopatía isquémica y las estrategias de afrontamiento:
1.1.Edad adulta intermedia
De acuerdo con Cornachione (2006), “la era o estación de la edad media se ubica entre los 45 y
65 años. Se plantea como el período de máximo apogeo, aquí las personas logran el máximo
reconocimiento en el lugar de trabajo y la comunidad” (p.86). La estabilidad laboral, así como
sus posibles ascensos, genera en las personas motivación e interés en esta etapa de su vida,
brindando una posición económica holgada, permitiendo disfrutar de los bienes que en la vida se
han acumulado como relaciones exitosas (García et al., 2002).
Por su parte, Gómez (2008) cita a Erickson, quien refiere que en la etapa de creatividad frente a
estancamiento (40 a 60 años), “no sólo los niños dependen de los adultos, sino que éstos a su vez,
dependen de la generación siguiente. Ésta es la etapa en que en general se llega a una posición
´dominante´ en el grupo social. Es importante para el adulto sentirse necesitado, continuar
12
aportando a su grupo. Una vez lograda la intimidad y la identidad, la tarea vital es permanecer
productivo y creativo frente al riesgo del estancamiento y el vacío” (p.87).
De acuerdo con Potter (2002), muchos adultos de mediana edad encuentran gratificante ayudar a
sus hijos y a otros jóvenes a convertirse en adultos productivos y responsables. La utilización del
tiempo libre de forma satisfactoria y creativa es un reto que, cuando resulta gratificante, capacita
a los adultos de mediana edad a prepararse para la jubilación.
De acuerdo con Martín (2005), “el paso de una etapa a otra no se produce de golpe, hay un
período de transición, aparece una necesidad de cambio, un deseo de nuevas expectativas y
también miedo a la novedad, se producen cambios sutiles y bruscos; cuando la menopausia
empieza a manifestarse, la mujer sufre con más intensidad este período de transición debido a los
cambios bruscos experimentados en su cuerpo” (p.18).
Sin embargo, en esta etapa también se afrontan situaciones emocionales que pueden llegar a ser
conflictivas; la identidad personal puede verse cuestionada y con ella los valores que la
sustentan. La doble responsabilidad de velar, a la vez, por los hijos y por los padres, que ahora
son adultos tardíos, puede generar situaciones difíciles de afrontar. El Síndrome del Nido vacío
se enfrenta durante esta etapa de la vida y resulta, frecuentemente, emocionalmente complicado
(Peña, Cañoto y Santalla, 2006).
En esta etapa “se comienzan a notar diferencias importantes en cuanto a la calidad y la cantidad
en el desempeño, tanto físico como motor, incluso en el ámbito sensorial son notables ciertas
pérdidas, como lo revela la prácticamente ineludible presbicia, que normalmente aparece en la
primera mitad de la década de los 40 años” (Peña et al., 2006, p.84).
Sin embargo, “tanto los hombres como las mujeres deben adaptarse a los cambios biológicos
inevitables. Los adultos de mediana edad invierten una cantidad de energía considerable en
adaptar su concepto de persona y su imagen corporal a las realidades fisiológicas y a los cambios
en su aspecto físico” (Potter, 2002, p.243).
13
Por otra parte, es bien sabido que las mujeres viven más tiempo que los hombres, y esto se
atribuye a varios factores como la tendencia a cuidarse y búsqueda de asistencia médica.
Asimismo, al nivel de apoyo más alto del que disfrutan y a la vulnerabilidad biológica de los
hombres. La salud de la mujer comprende tanto la preservación del bienestar como la prevención
de la enfermedad, lo que incluye el estudio, el diagnóstico y el manejo de las condiciones que:
Son específicas de la mujer.
Son más frecuentes en la mujer.
Tiene mayor importancia en la mujer.
Y/o tienen manifestaciones, factores de riesgo o intervenciones que son diferentes
para las mujeres.
“Naturalmente, el término mujer no es una unidad compacta y uniforme en sí misma; los factores
asociados con la salud pueden variar, y de hecho varían, en gran medida de una mujer a otra; esto
depende de variables como el momento del ciclo vital en el que se encuentra la mujer; de la clase
social a la que pertenezca, de su etnia, de sus condiciones de trabajo; de su ambiente social y
familiar; de sus acontecimientos vitales recientes o lejanos; y, por supuesto, de sus estilos de
personalidad” (Sánchez , 2003, p.11).
Y por último, Valls (2010) cita a Levinson, quien enfatiza que “el desarrollo de las estructuras
vitales es un proceso continuo, y que ésta no es la última oportunidad de crecimiento y cambio;
hay otros períodos de transición a medida que uno se hace mayor. En la medida en que la vida
sigue, ningún período marca el fin de nuevas oportunidades o posibilidades de un mayor
desarrollo” (p. 18).
1.2.Enfermedad cardiovascular
El corazón es un músculo fuerte que actúa como bomba y es un poco más grande que el puño.
Bombea sangre a través del sistema circulatorio, que es la red de tubos elásticos que permiten que
la sangre fluya por todo el organismo. Se encuentra en el centro del tórax, dentro del mediastino
(González, 2008). Trabaja a un ritmo varias veces más intenso que los músculos de la pierna al
14
correr. El corazón necesita de un aporte constante de nutrientes para trabajar adecuadamente, en
especial de oxígeno (Velasco y Sinibaldi, 2001).
Por su parte, Dowshen (2009) indica que la enfermedad cardiaca se refiere únicamente a las
enfermedades del corazón y del sistema de vasos sanguíneos del corazón. De acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud citada por Aranceta (2007), las enfermedades cardiovasculares
se refieren a las enfermedades del corazón y a las enfermedades del sistema (arterias, capilares,
venas) de todo el organismo, tales como el cerebro, las piernas y los pulmones. “Cardio” se
refiere a corazón y “Vascular” al sistema de vasos sanguíneos.
1.2.1. Cardiopatía Isquémica
Sánchez, Bodes y Sáenz (2005) indican que la cardiopatía isquémica es una enfermedad cardíaca
producida como consecuencia de alteraciones que conllevan la aparición de déficit de oxígeno en
el músculo cardíaco. Por otra parte, Sopena, Vilar y Martí-Bonmatí (2006) evidencian que es un
síndrome producido como consecuencia de un desequilibrio entre la oferta y demanda de oxígeno
por el miocardio. La estenosis de los vasos coronarios produce una disminución del flujo e
isquemia miocárdica. La angina de pecho es el síntoma más característico de la cardiopatía
isquémica.
La cardiopatía isquémica es una patología multifactorial, resultado de interacciones complejas
entre factores genéticos y ambientales, que se encuentra englobada en el grupo de llamadas
enfermedades cardiovasculares. Presenta tres manifestaciones clínicas distintas: angina de pecho,
infarto agudo de miocardio y muerte súbita (Piédrola, 2002).
Puebla y Mercader (2007) citan a Braunwald y Packer cuando indican que “la insuficiencia
cardiaca es la situación en la que el corazón no es capaz de mantener un volumen adecuado en
relación con el retorno venoso y las necesidades tisulares de cada momento. Incluye evidencias
de anomalías en la estructura o función del corazón, así como la presencia de síntomas o signos
clínicos (disnea, fatiga, intolerancia al ejercicio y retención hídrica) con o sin tratamiento
farmacológico” (p.349).
15
1.2.2. Diagnóstico de cardiopatía isquémica
El primer paso es determinar si es probable que un paciente tenga una cardiopatía isquémica.
Esto se realiza en casi todos los pacientes de los que se disponga de datos clínicos sistemáticos
sobre la historia, la exploración física y el electrocardiograma. Aquellos con ninguna de estas
características tienen un bajo riesgo de complicaciones isquémicas y, en general, no requieren la
realización de más pruebas. Para Goldman y Braunwald (2010) “los pacientes con evidencia
coronaria son entonces sub clasificados tras una valoración de su estado funcional cardíaco, la
utilización de índices multifactoriales o, en el caso de sujetos sometidos a cirugía vascular,
valoración de los factores clínicos predictivos específicos” (p.196). El diagnóstico implica
condiciones desfavorables a corto o mediano plazo, y éstas pueden ser mejores o peores en
función del riesgo individual de cada paciente (Prior y Delgado, 2003).
1.2.3. Causas de la cardiopatía isquémica
La causa más importante y frecuente de la cardiopatía isquémica es la Arteriosclerosis y
Aterosclerosis, también conocida como endurecimiento de las arterias. Las arterias de una
persona se engrosan y pierden flexibilidad. Se tiene una acumulación de colesterol y grasa que
hace que las arterias sean más estrechas, de manera que la cantidad de sangre que fluye es menor.
Los depósitos se conocen como placa (Dowshen, 2009).
De acuerdo con Velasco y Sinibaldi (2001), “cuando la oclusión es parcial, el aporte de oxígeno
al miocardio disminuye de manera significativa y se manifiesta la angina de pecho; cuando la
oclusión de la arteria es total, el tejido miocárdico muere por falta de oxígeno y ocurre un infarto
del miocardio. La extensión, ubicación y consecuencias funcionales de este infarto dependerán de
la arteria o ramas de la misma que se ven afectadas, es decir, puede ir desde un infarto leve y con
grandes probabilidades de recuperación funcional, hasta uno extenso que producirá
irremediablemente la muerte” (p. 242).
16
Las pruebas que se realizan para determinar cómo está funcionando el corazón y los vasos
sanguíneos incluyen (Palmieri, 2000):
o Electrocardiograma: registra la actividad eléctrica del corazón. El médico
conecta al paciente a un monitor y observa la máquina para ver el latido cardíaco y
determinar si es normal.
o Ecocardiograma: usa ondas para diagnosticar los problemas cardíacos. Las
ondas rebotan en las partes del corazón y crean una imagen del mismo que es
visualizada en un monitor.
o Pruebas de esfuerzo: una persona realiza ejercicios mientras el médico observa la
máquina de electrocardiograma para ver cómo reacciona el músculo cardíaco.
o Cateterización: usa un tubo largo y delgado que se introduce en el cuerpo del
paciente para inyectar un colorante especial. Puede localizar áreas estrechadas en
las arterias debido a la acumulación de placa ateromatosa y detectar otros
problemas.
o Exploración de la arteria carótida: esta prueba usa ondas sonoras para detectar
la presencia de bloqueos en la arteria carótida, un vaso sanguíneo grande del
cuello que suministra sangre al cerebro.
1.2.4. Síntomas de la cardiopatía isquémica
Las personas que presentan angina sienten dolor en el pecho. Esto significa que el corazón no
recibe suficiente sangre. Funciona como una señal cuyo significado primario consiste en la
necesidad de protegerse frente al esfuerzo que impone una tarea que excede las posibilidades de
reaccionar sin perjudicarse (Chiozza, 2007). “El hecho de que un paciente refiere sentirse
´exhausto´ era el factor de riesgo más importante para predecir que el individuo sufriría un infarto
del miocardio. Los pacientes que más adelante desarrollarían un infarto se sentían por lo general
17
cansados, tenían problemas para conciliar el sueño, se levantaban varias veces durante el curso de
la noche, se notaban débiles, tenían dificultades para enfrentar los problemas de la vida diaria, se
percibían como en un callejón sin salida, mantenían un menor interés sexual, se sentían sin
esperanza, se mostraban fácilmente irritables, deseaban estar muertos, siempre se creían
rechazado y esto les ocasionaba la sensación de tener ganas de llorar, se levantaban cansados por
la mañana y presentaban dificultades para concentrarse” (Appels y Mulder, en Velasco y
Sinibaldi, 2001, p.244.). Ante estos síntomas García-Palmieri (2000) indican que “si existe
sospecha de un ataque agudo de trombosis coronaria, es esencial obtener asistencia médica
inmediata para la supervivencia del paciente. A menudo los familiares o el propio paciente
vacilan demasiado antes de buscar ayuda médica, pero es de vital importancia el transportar al
enfermo inmediatamente a una sala de emergencia o a un hospital para el tratamiento indicado y
evitarle consecuencias permanentes al afecto, para evitarle la muerte” (p.50).
1.2.5. Diagnóstico diferencial
Según Netter (2003), “el dolor anginoso debe distinguirse de otros síntomas dolorosos que
pueden presentarse en casos de espasmo esofágico o del cardias. En estos casos el esfuerzo no es
el factor desencadenante. Deben descartarse también los trastornos de la vesícula, el síndrome
del hombro doloroso, los dolores precordiales en estados de agotamiento nervioso (cardiofobia) y
otros diagnósticos diferenciales de los dolores torácicos” (p. 24).
1.2.6. Prevención de la cardiopatía isquémica
Los programas de prevención agrupan todas las medidas a disminuir la mortalidad y el riesgo de
presentación de nuevos episodios en pacientes con este padecimiento, mejorando la capacidad
funcional y la autoconfianza, para recobrar las relaciones familiares, sociales y laborales. Los
pilares fundamentales son: a) control clínico y factores de riesgo; b) entrenamiento físico: c)
tratamiento psicológico; y d) estudio de familiares de alto riesgo de padecer de cardiopatía
isquémica (Plaza, 2003). Velasco y Sinibaldi (2001) citan a Ibrahim, quien explica que “los
efectos del entrenamiento físico pueden resumirse en una mejor adaptación muscular a través de
una mejoría en el metabolismo aeróbico celular de las fibras musculares; aumento en la
18
oxigenación, el volumen sanguíneo y la masa cardíaca, además de una disminución en la
resistencia vascular periférica con su consecuente baja en la presión arterial y la frecuencia
cardiaca” (p.252).
Se puede prevenir de forma significativa si se controlan y conocen sus factores de riesgo
cardiovascular: más prevalencia en personas de mayor edad, se da más en los hombres, aunque la
frecuencia en las mujeres se iguala a partir de la menopausia, antecedentes de cardiopatía
isquémica prematura en la familia, aumento de las cifras de colesterol total, sobre todo del LDL
(Low Density Lipoprotein). Rakel (2009) refiere que la nutrición cardiovascular en los pacientes
con este padecimiento exige un método equilibrado y de formación, pero que sirve como
autoayuda para la prevención en relación a riesgos y consecuencias futuras. Así mismo,
disminución de los valores de colesterol HDL (High Density Lipoprotein), tabaquismo,
hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad y sedentarismo (Checa, 2006). El riesgo de
padecer una vasculopatía se eleva por fumar cigarro. Las estadísticas demuestran cómo aumenta
el riesgo de muerte por un infarto de miocardio o por otro evento cardiovascular a medida que
aumenta el número diario de cigarros fumados (Lüllmann, Mohr y Hein, 2008).
1.2.7. Tipos de Cirugía
Hay distintos tipos de cirugía para el corazón y los vasos sanguíneos (Palmieri, 2000):
o Angioplastía: se abre el vaso sanguíneo bloqueado usando un dispositivo
parecido a un globo en el punto más estrecho de una arteria. El médico puede
también introducir una endoprótesis vascular (stent), que es un diminuto tubo de
acero inoxidable que mantiene el vaso abierto y asegura que permanezca libre de
bloqueo.
o Aterectomía: esto involucra la extracción de la placa de una arteria, para que la
sangre fluya libremente.
19
o Cirugía de derivación aortocoronaria: ésta implica tomar parte de una arteria o
vena de otra parte del cuerpo (como el brazo o la pierna) y usarla para canalizar el
paso de sangre alrededor de un área bloqueada en una arteria.
o Marcapasos: es un dispositivo electrónico pequeño que se coloca dentro del
cuerpo para regular el latido cardíaco.
o Reemplazo de válvulas: el cirujano puede reemplazar una válvula cardíaca
dañada o que no funciona.
o Endarterectomía de la carótida: durante este procedimiento, el cirujano elimina
los depósitos de placa de la arteria carótida para prevenir un derrame cerebral.
1.2.8. Rehabilitación cardíaca
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la rehabilitación cardíaca como aquel
conjunto de actividades necesarias para asegurar a los cardiópatas una condición física, mental y
social óptima, que les permita ocupar por sus propios medios un lugar tan normal como les sea
posible en la sociedad. Este conjunto de actividades lo compondrán el ejercicio físico controlado,
el apoyo psicológico y el control de los factores de riesgo coronario, como son la hipertensión
arterial, diabetes, dislipidemia y el tabaquismo” (Salvat, 2002, p.67).
Los efectos del ejercicio físico sobre la cardiopatía isquémica actúan a tres niveles:
Sobre el organismo en general
Sobre los factores de riesgo coronario
Sobre los estilos de vida
Esto consigue en los pacientes, la máxima capacidad funcional que les permita la enfermedad.
Además, les permite llevar a cabo las actividades de la vida diaria y aprenden a controlar el
riesgo de futuras complicaciones (Serra, Díaz y Sande, 2005). La actividad física del paciente con
20
cardiopatía isquémica comprende tres fases: 1) el tiempo transcurrido durante la hospitalización,
2) ya en su casa y 3) la ambulatoria (Salvat, 2002).
Así mismo, es importante mencionar que la rehabilitación cardíaca está ligada también al cuidado
que debe existir en el control individualizado de cada paciente con cardiopatía isquémica en
relación a su tratamiento farmacológico encaminado a evitar los efectos secundarios y
contraindicaciones de los mismos (Necoechea y Estrada, 1995).
Diferentes tipos de respuesta podrían presentarse luego de sufrir un infarto al miocardio: 1) un
adecuado conocimiento del daño sufrido y la necesidad imperiosa de realizar una rehabilitación
completa, 2) el intento de auto controlar los altos niveles de ansiedad y depresión que puedan
presentarse, lo cual pueda aumentar el rol de enfermo en el paciente y 3) la negación de la
experiencia sufrida y sus consecuencias, lo que originaría que la persona continúe su vida como
si no estuviera enferma. Finalmente, la enfermedad cardiaca podría servir a la persona para
manipular y/o controlar a las personas en su entorno, obteniendo atención de parte de ellos por
medio de este padecimiento, consiguiendo manipularlos mediante el desarrollo de la culpa
(Lipowski, en Velasco y Sinibaldi, 2001).
1.2.9. Efectos psicológicos de la cardiopatía isquémica.
Para López y Macaya (2007), la incidencia de trastornos psicológicos en pacientes que han
sufrido un infarto de miocardio es del 37-58%. La actualización terapéutica efectuada lo más
tempranamente posible mejorará la calidad de vida del enfermo, muy deteriorada tras sufrir un
episodio agudo de insuficiencia coronaria. Los enfermos perciben la enfermedad crónica como un
hecho conflictivo y amenazador que está acompañado de una sensación de malestar,
preocupación y carencia de control, e inician de modo espontáneo una serie de mecanismos de
afrontamiento. La habilidad para afrontar el estrés, es decir, el uso de determinadas estrategias de
afrontamiento, es un determinante importante de la calidad de vida. Gracia (1997) refiere que “el
período posterior a la hospitalización es particularmente crítico para la persona que ha sufrido
una enfermedad coronaria. Una enfermedad de esta naturaleza crea con frecuencia sentimientos
de miedo y ansiedad” (p. 230).
21
Castillero y Pérez Lazo (2002) citan a Wallace, quien refiere que un gran número de evidencias
sugieren que mientras mayor es la ansiedad, más lenta y complicada resulta la recuperación
postoperatoria, lo que ocurre a través de mecanismos tanto conductuales como fisiológicos. El
estrés rompe la homeostasis neuroendocrina y retarda la reparación de tejidos. Esto dificulta la
cicatrización de heridas y se experimentan trastornos del sueño. La evaluación y tratamiento de
un paciente requiere por tanto, una gran variedad de aspectos como la racionalidad para
someterse al proceder, las sensaciones más comunes, y ofrecer las habilidades básicas para un
mejor afrontamiento ante estos procesos.
La persona con enfermedad coronaria experimenta una serie de pérdidas de rol, de estatus, de
función o parte corporal, alteración de la autoimagen y del auto concepto, pérdida de las
relaciones y lazos afectivos, e incluso el individuo establece una relación estrecha con su propia
muerte, tienen la sensación que probablemente algo se acabó o es el comienzo de algo nuevo,
quizás la lucha contra la muerte desarrolla la búsqueda de darle sentido a la vida y cuidado de sí
mismo para conservar la salud, cuidarla y protegerla (Botero y Sarmiento, 2009). En el caso de
las personas que padecen de cardiopatía congénita, F. Attie y L. Attie, citados por F. Attie (2003),
indican que “nacer con cardiopatía congénita tienen un profundo impacto en la vida emocional y
en el desarrollo psicosocial del que la padece. Algunos pacientes han tenido la experiencia de
crecer y llegar a adultos con una enfermedad que no se espera sobrevivirá” (p. 51).
Velasco y Sinibaldi (2001) indican que Lipowski refiere que una persona que sufre de un infarto
psicológicamente de forma inmediata intentará minimizar el daño que ha vivido no valorando
como es debido el miedo que surge luego de sufrir esta experiencia, negándolo como un
mecanismo de defensa frente a la posibilidad de perder la vida.
1.3. Estrategias de Afrontamiento
De acuerdo con Riso (2006), las personas cuentan con formas de pensar y de actuar que
generalmente van cambiando para poder lidiar con situaciones que se pueden enfrentar de forma
22
sencilla y situaciones que exponen demandas internas o externas percibidas como amenazantes y
que complican a los individuos, ubicándolos en situaciones desconocidas. Este esfuerzo que
realiza la persona es una estrategia de afrontamiento, sea funcional o no.
Según Bucher, Foret y Graber (2004), un individuo puede llegar a utilizar una diversidad de
estrategias de afrontamiento, dependiendo de factores precipitantes que incluyen el
enfrentamiento de un conflicto, la preocupación, lo desconocido del problema, lo intimidante, y
la inseguridad que una situación puede ocasionar.
Para Oldham (2007), una persona sobrelleva situaciones que le afectan tanto en su interior como
en sus relaciones con los demás. Esto causa ansiedad y estrés. La forma en que utilizan las
estrategias de afrontamiento hace que perseveren ante situaciones desconocidas o vividas
previamente. Perea (2009) también afirma que “las emociones negativas pueden distorsionar la
conducta de las personas que influyen en la toma de decisiones que interfieren en el proceso de
recuperación de la enfermedad” (p. 35).
De esta manera, Torre (2008) refiere que el afrontamiento que el individuo haga de estos cambios
dará lugar a una serie de reacciones emocionales, que pueden ser:
Ansiedad (cuando el factor amenazante es lo primordial).
Rabia (cuando se considera un ataque injustificado contra él).
Culpa (si se intenta dar una explicación a la enfermedad basada en una causa
justificable).
Depresión (si se interpreta como una pérdida o daño).
Jaureguizar y Espina (2005) citan a Lazarus y Folkman, quienes definen las estrategias de
afrontamiento como “aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes
que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas y/o internas que son evaluadas
como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo.
23
Arjona y Guerrero (2004) determinaron que el afrontamiento es una de las herramientas utilizada
psicológicamente por los individuos, que participa según su percepción ante una situación de
forma intrínseca y extrínseca, modificando las experiencias.
Así mismo, Miller et al. (2000) indican que la respuesta al estrés, y a la situación que ocasiona el
sentirse así, origina en el individuo el intentar desarrollar una estrategia que afronte de forma
cognoscitiva situaciones internas o externas que son percibidas por el mismo.
Por su parte, Bulbena, Berrios y Fernández (2003) citan a Folkman y Lazarus, quienes refieren
que “las estrategias de afrontamiento tienen como objetivo el analizar cómo se enfrentan las
personas ante elementos estresantes determinados como lo es una enfermedad crónica, estresores
cotidianos como un fuerte ritmo de trabajo o sucesos vitales estresantes como la pérdida del
puesto de trabajo o un diagnóstico de infertilidad. Este proceso es un esfuerzo dirigido a manejar
del mejor modo posible (reduciendo, minimizando, tolerando o controlando) las demandas
internas y ambientales” (p.426). Por su parte, Oblitas (2006), cita a Crane y Martin al referirse a
cómo “la implicación del estrés psicosocial en el malestar emocional puede ser mediado por el
empleo de inadecuadas estrategias de afrontamiento, en concreto las de tipo pasivo-emocional”
(p.351).
Ulla (2001) cita a Labrador, quien por su parte refiere “que distintos tipos de afrontamiento
tendrían diferentes consecuencias para la salud y se pueden considerar distintos aspectos
implicados en ese proceso de interpretación. Sin embargo, no siempre se darán estos pasos de
manera secuencial, sino que pueden producirse saltos, vueltas atrás, detenciones o reiteraciones,
haciendo más complejo dicho proceso” (p.71):
Recogida de información.
Filtrado de la información recibida para seleccionar lo que se considera importante
y lo que es desechable.
Dirección de la atención hacia unos y otros aspectos de la situación.
24
Interpretación de la información ya elaborada en términos de relevante-irrelevante,
amenazante-inocua. Así como, en términos más precisos, saber específicamente
qué quiere decir.
Determinar cuáles son las demandas de esa situación a las que hay que responder
(y en qué orden).
Revisar cuáles de las conductas de que se dispone pueden ser útiles para encajar o
controlar dicha situación.
Decidir la conducta que se pondrá en marcha.
Blanco et al. (2010) citan a Brown y Nicasio cuando denominan en activas y pasivas las
estrategias de afrontamiento que utilizan las personas ante diversas situaciones. Un estado de
ánimo bajo guarda relación con una disminución de las actividades gratificantes y la aparición de
pensamientos negativos referidos al desarrollo, evolución de la enfermedad y de la persona
misma (catastrofismo, inutilidad y desesperanza).
Por su parte, Paula (2007) cita a Lazarus incorporando el concepto de transacción, “el cual
implica interacción mutua de las variables de la persona y del entorno, lo que significa no
entender el estrés como un fenómeno estático y puntual en la vida de la persona, sino como un
proceso cambiante biográficamente longitudinal, en el que la persona va influyendo sobre sus
demandas ambientales. Así, podría definirse el estrés como el conjunto de cambios del
organismo asociado al esfuerzo de adaptación transaccional frente a demandas psicosociales”
(p.45).
Dentro del modelo transaccional del estrés y del afrontamiento, se define afrontamiento a
cualquier intento de hacer frente a la situación, ya sea modificando objetivamente la situación
ambiental, cambiado su apreciación subjetiva o controlando las reacciones orgánicas y
emocionales (Lazarus y Folkman en González, 2009).
Esta consideración de afrontamiento implica que:
Puede ser adaptativo o no en función de los factores que intervengan en el
proceso.
25
Es una aproximación orientada al contexto y unas estrategias son más estables que
otras.
Existen al menos dos funciones principales del afrontamiento, una centrada en el
problema y otra centrada en la emoción.
Depende de la evaluación respecto a que pueda o no hacerse algo para cambiar la
situación.
Lo anterior concuerda con Lazarus y Folkman, citado por Jaureguizar y Espina (2005), quienes
realizan otra distinción entre aquellas respuestas de afrontamiento centradas en el problema y
aquellas centradas en la emoción.
También concuerda Llaneza (2008), quien afirma que las estrategias de afrontamiento pueden
clasificarse en dos, las estrategias que tienen como objetivo la resolución de problemas, como
programas dirigidos a las estrategias instrumentales, y las estrategias cuyo objetivo son las
destrezas para el manejo de emociones, como los programas dirigidos a las estrategias de carácter
paliativo.
Una estrategia adecuada debería, en principio, partir de ese primer doble reconocimiento: hay un
proceso. Pudo ser anticipado, algunas de las consecuencias pudieron ser previstas y alertar para
el futuro. Es cierto, hay un problema, pero también existe una oportunidad de aprendizaje
(Martiñá, 2007).
1.3.1. Clasificación de Estrategias de Afrontamiento
Existen varias estrategias de afrontamiento que puede utilizar un individuo. La forma de
utilizarlas suele estar determinada por la naturaleza del estresor y las circunstancias en las que se
produce:
El afrontamiento orientado a la resolución del problema comprende las actividades dirigidas
directamente a la modificación, evitación o minimización del impacto estresante, mientras que el
afrontamiento dirigido a la emoción consiste en el intento de disminución y eliminación de las
26
emociones negativas, utilizando mecanismos de negación y pensamientos de deseo que eviten la
confrontación directa con el elemento estresante y regulan las emociones provocadas por los
problemas, con el fin de mantener equilibrio emocional. Las estrategias más frecuentemente
utilizadas que se enmarcarían en los mecanismos de afrontamiento centrado en el problema son
(López, Riu y Forner, 2004):
o La resolución planificada de problemas, en la cual se realiza una evaluación de las
medidas o estrategias que se han de adoptar para reducir o eliminar
completamente un estresor, una evaluación del coste y las posibles consecuencias
y la puesta en práctica o implementación de la estrategia seleccionada.
o El afrontamiento confrontativo, donde se dirige directamente a la fuente de estrés
e intenta cambiarla al momento que se presenta. Este tipo de afrontamiento en
muchas ocasiones puede tener más consecuencias nocivas que positivas. Una
variante de este tipo de afrontamiento es la negación, que en general, produce
mejores resultados.
o El apoyo social, el cual se refiere a la red de amistades o personas que tiene un
sujeto y de las que puede recibir ayuda, recursos afectivos y prácticos, en
momentos de crisis, malestar o cuando los necesita. En situaciones límite como
una enfermedad terminal, este tipo de apoyo es incluso más importante, desde un
punto de vista emocional, que la propia atención médica prestada.
Blanco et al. (2010), citan a Lazarus y Folkman, quienes indican que “las estrategias de
afrontamiento orientadas a la emoción, intentan aliviar el malestar que produce cierta situación o
experiencia y están dirigidas a regular una respuesta emocional ante dicho problema” (p.334).
Los modos de afrontamiento que tienen menor control sobre la emoción son utilizados
generalmente en situaciones que el sujeto valora como amenazantes, lesivas, desafiantes y sin
posibilidad de modificar, mientras que el focalizado en el problema conduciría a un mejor ajuste
y adaptación ante los estresores de la vida y a experimentar menos síntomas psicológicos. La
27
escala de Modos de Afrontamiento (Ways of Coping, WOC) evalúa una completa serie de
pensamientos y acciones que cubre al menos ocho estrategias diferentes (Popp, 2008):
Estrategias centradas en la solución del problema:
Confrontación: intentos de solucionar directamente la situación mediante acciones
directas, agresivas o potencialmente arriesgadas.
Planificación: pensar y desarrollar estrategias para solucionar el problema.
Estrategias dirigidas a la emoción:
Búsqueda de apoyo social: acudir a otras personas (amigos, familiares, etc.) para buscar
ayuda, información o también comprensión y apoyo emocional.
Distanciamiento: intentos de apartarse del problema, no pensar en él, o evitar que le
afecte a uno.
Escape-evitación: empleo de un pensamiento irreal improductivo o de estrategias de
comer, beber, usar drogas o tomar medicamentos.
Autocontrol: esfuerzos para controlar los propios sentimientos y respuestas emocionales.
Aceptación de responsabilidad: reconocer el papel que uno haya tenido en el origen o
mantenimiento del problema.
Reevaluación positiva: percibir los posibles aspectos positivos que tenga o haya tenido la
situación estresante.
Por su parte, Barón, Lacasta y Ordóñez (2008), refieren que Folkman “incluye una tercera forma
de afrontamiento que está relacionada con aquellas estrategias que se centran al significado, que
consisten en reinterpretar la situación abordándola desde otro punto de vista, por ejemplo, viendo
la parte positiva de las circunstancias negativas” (p.23). Este tipo de estrategias de afrontamiento
son especialmente importantes ante la adversidad; se reinterpreta la situación cuando, ante un
fracaso, se valora que aunque no se ha conseguido el objetivo se ha aprendido mucho, cuando se
consigue ver las amenazas como oportunidades de mejorar, cuando se valora la importancia de
las relaciones afectivas en situaciones adversas, etc.
28
Popp (2008), quien cita a Moos y Billings, sugieren tres dimensiones a las propuestas por
Lazarus y Folkman (centrado en el problema y centrado en la emoción), añadiendo el
afrontamiento centrado en la evaluación, que busca definir el significado para la situación
causante de tensión y reflexionar sobre sus causas y posibles soluciones. Cada dimensión cuenta
con tres estrategias de afrontamiento:
El afrontamiento dirigido al problema, que incluye las siguientes estrategias:
Requerimiento de información o asesoramiento a otras personas significativas.
Ejecución de acciones que resuelvan el problema, accionando ante la situación o
desarrollando planes alternativos.
Desarrollo de gratificaciones o recompensas alternativas, creando otras fuentes de
satisfacción.
El afrontamiento dirigido a la emoción, que se asociará a las siguientes estrategias:
Aceptar con resignación la situación y la imposibilidad de provocar cambios en
ella.
Control afectivo de las emociones que la situación produce para que no interfiera
en otros aspectos de la vida.
Descarga emocional por medio de la catarsis o el llanto.
Y el afrontamiento centrado en la evaluación, que incluye las siguientes estrategias:
Análisis lógico de la situación, sus causas, consecuencias y posibles acciones a
realizar para resolverla.
Redefinición cognitiva de los acontecimientos, encontrándole un significado
positivo.
Evitación cognitiva mediante el olvido de la situación y la focalización en deseos
y fantasías.
Solís y Vidal (2006) citan a Carver, Scheier y Weintraub, que por su parte también amplían el
panorama presentando quince estrategias: cinco escalas miden estrategias de afrontamiento
centradas en el problema (afrontamiento activo, planificación, supresión de actividades
29
competitivas, afrontamiento restringido, y búsqueda de apoyo social instrumental), cinco escalas
de afrontamiento orientadas a la emoción (búsqueda de apoyo social emocional, reinterpretación
positiva, aceptación, negación y refugio en la religión) y tres escalas que evalúan las respuestas
de afrontamiento (enfocado en la ventilación de emociones, desenganche comportamental y
desenganche mental, como lo son el uso del alcohol y drogas).
Por su parte, Doménech-Llabería y Baños (2005) citan los estudios realizados por Frydenberg,
que están basados en los conceptos de estrés y afrontamiento desarrollados por Lazarus. Cada
una de las estrategias de afrontamiento están bien definidas por la autora como:
o Concentrarse en resolver el problema (dirigida a resolver el problema, lo estudia
sistemáticamente y analiza los diferentes puntos de vista u opciones).
o Esforzarse y tener éxito (describe el compromiso, la ambición, y la dedicación).
o Invertir en amigos íntimos (busca la relación personal íntima).
o Buscar pertenencia (indica la preocupación e interés del sujeto por sus relaciones
con los demás en general y, más concretamente, por lo que ellos piensan).
o Fijarse en lo positivo (trata de buscar el aspecto positivo de la situación).
o Buscar apoyo social (consiste en una inclinación a compartir el problema con
otros).
o Buscar apoyo profesional (consiste en recibir la opinión de profesionales).
o Acción social (comunicar a otros el problema y obtener beneficios).
o Buscar apoyo espiritual (emplea la creencia en Dios).
o Preocuparse (indica incertidumbre por el futuro).
o Hacerse ilusiones (se basa en la esperanza).
o Falta de afrontamiento (refleja incapacidad personal para manejar el problema).
o Ignorar el problema (rechaza conscientemente el problema).
o Auto inculparse (hace responsable a la persona por su situación),
o Reducción de la tensión (refleja elementos para sentirse mejor y relajarse).
o Reservarlo para sí (refleja aislamiento ante otros sobre su problema y lo deja para
sí).
30
Así mismo, Ulla (2001) cita a Lieberman y Mullan, quienes refieren que el afrontamiento guiado
por el estímulo, en el que la atención estaría focalizada en las características de la situación y los
comportamientos estarían dirigidos a modificar la situación y superar el problema. Por otra parte,
Reynoso y Seligson (2002) citan a Suls y Fletcher al clasificar las estrategias de afrontamiento en
evitativas o no evitativas. Compararon la eficacia de las estrategias de evitación respecto a las
más centradas en el problema, llegando a la conclusión de que el afrontamiento de evitación y
centrado en la emoción parece ser más eficaz a corto plazo, mientras que a largo plazo lo es el
afrontamiento de aproximación.
1.3.2. Recursos de afrontamiento
Éstos pueden ser físicos, psicológicos, sociales, estructurales y culturales (Rodríguez-Marín,
Pastor y López-Roig, 2010). A continuación se describen:
Culturales: incluirán creencias, valores, símbolos estructurados por la persona, y
su reconocimiento ante la sociedad.
Estructurales: se refiere a los papeles sociales de un individuo en un sistema,
subsistema y una red. Sus compromisos, sus roles, y los acontecimientos
estresantes.
Sociales: indican interacción, apoyo social, ingresos adecuados y satisfacción
personal.
Psicológicos: incluyen los estados afectivos y cognitivos, repertorios
comportamentales y esquemas de acción.
1.3.3. Estrategias de afrontamiento en enfermos
López (2005) cita a Lazarus y Folkman cuando refieren que “los enfermos perciben la
enfermedad crónica como un hecho conflictivo y amenazador que está acompañado de una
sensación de malestar, preocupación y carencia de control, e inician de modo espontáneo una
serie de mecanismos de afrontamiento. La habilidad para afrontar el estrés, es decir, el uso de
determinadas estrategias de afrontamiento, es un determinante importante para la calidad de vida”
31
(p. 26). En relación a personas diagnosticadas con cardiopatía isquémica, Ward (2003) refiere
que “entre los pacientes sometidos a cirugía a corazón abierto por una enfermedad coronaria,
aquellos que experimentan fortaleza o apoyo proveniente de sus sentimientos espirituales son los
que tienen tres veces más probabilidades de sobrevivir que quienes carecen de soporte espiritual”
(p. 262). Y en relación al acompañamiento de la familia del enfermo, Velasco y Sinibaldi (2001)
citan Rolland, quien refiere que el cuestionar a una familia sobre la enfermedad como una
experiencia totalizadora, implica conocer cómo ésta ha influido en su sistema de creencias y éstas
en el padecimiento, así como conocer su experiencia “humana y personal” sobre la enfermedad .
La pareja también desempeña un rol importante ya que con su actitud y comportamiento ante el
padecimiento de su conyugue puede encausar al enfermo a intentar recuperar su salud de una
forma más rápida (Velasco y Sinibaldi, 2001). Según Shuman (1999), “la enfermedad puede
limitar o incluso destruir, ya sea sutil o incluso más drásticamente, gran parte de lo que las
personas asumen que es cierto respecto a lo que esperan de los demás y sus relaciones con ellos.
El rol del enfermo socialmente hace que las personas que tienen enfermedades admitan que se les
dispense de desempeñar o tomar parte de sus obligaciones habituales” (p.36).
En general, “las enfermedades estimulan el uso de unas estrategias de afrontamiento
determinadas, como son la planificación de soluciones y la evitación. La confrontación y la
búsqueda de información pueden ser útiles para calmar la ansiedad. Tanto la evitación como el
uso del sentido del humor o el distanciamiento del problema pueden dar temporalmente
tranquilidad” (Folkman, en López, 2005, p.27).
Según Watson y Greer, citados por Suárez, Barquero, Lodoño y Low (2005), se ha encontrado
una asociación significativa entre la evolución de la enfermedad y las siguientes estrategias de
afrontamiento:
o Espíritu de lucha: es una respuesta de afrontamiento activo, en donde el paciente
acepta el diagnóstico y adopta una actitud optimista, determinada por el deseo de
luchar contra la enfermedad y querer participar en decisiones concernientes al
32
tratamiento. Además, el paciente ve el diagnóstico como un reto, tiene una visión
optimista del futuro y cree posible ejercer el control sobre su enfermedad.
o Evitación: el paciente tiende a rechazar el diagnóstico o más comúnmente, tiende
a minimizar la seriedad de la enfermedad evitando pensar sobre ésta. El paciente
ve el diagnóstico como una amenaza mínima y toma una visión positiva del
pronóstico.
o Fatalismo: el paciente acepta el diagnóstico, pero en una forma de resignación,
que está acompañada de una actitud fatalista. El paciente ve el diagnóstico como
una amenaza menor, el resultado será aceptado con ecuanimidad y no es posible
ejercer control sobre éste.
o Preocupación ansiosa: el paciente está constantemente preocupado por su
padecimiento, frecuentemente refleja temor hacia el dolor y el desarrollo de la
enfermedad, y frecuentemente busca aliento. El diagnóstico es visto como una
preocupación mayor, el pronóstico es incierto y existe incertidumbre acerca del
control que pueda ejercerse.
o Desesperanza o indefensión: el paciente es desesperanzado por el diagnóstico,
siente que ya no puede hacer nada, adopta una actitud totalmente pesimista y
pierde cualquier esperanza. La enfermedad es vista como una pérdida y el
paciente considera el pronóstico como un resultado inevitable, negativo. Piensa
que es imposible ejercer algún control sobre la enfermedad.
La forma en que los pacientes perciben la enfermedad representa la influencia que las
experiencias que han tenido en su vida les han afectado. Una variedad de medidas cuantifican la
adaptación a las situaciones estresantes por medio de medidas de afrontamiento y de apoyo
social. No todos los individuos que encaran los mismos estresores tienen las mismas reacciones.
Esta ayuda que se recibe marcará de alguna manera el bienestar psicológico de las pacientes, ya
que ellas han tenido que cambiar su modo de vida, rutinas y expectativas por no poder realizarlas
33
más, debido a que su salud sufre riesgos (Velasco y Sinibaldi, 2001). Las medidas de apoyo
social y afrontamiento ayudan a explicar por qué unas personas pueden adaptarse mejor a
situaciones estresantes que otras (Kaplan y Saccuzzo, 2006).
Con lo presentado anteriormente en relación a la edad adulta intermedia, la cardiopatía isquémica
y las estrategias de afrontamiento, se puede resaltar que en los estudios consultados sobre
estrategias de afrontamiento ante la enfermedad, el mecanismo básico al que pueden recurrir las
pacientes que padecen de cardiopatía isquémica y que asisten a consulta a una clínica privada, es
la recuperación mediante el aumento del control, ya que con la información y expresión de las
emociones se pueden reevaluar sus propios recursos y los del entorno (apoyo social o personal
médico). Se podría conseguir a través de ellas el desarrollo de expectativas eficaces sobre sus
propias habilidades y la posibilidad de ponerlas en marcha. Entonces, las estrategias de
afrontamiento vendrían siendo formas específicas en que la persona podría afrontar, ajustar,
disminuir y minimizar el estrés causado por su padecimiento ante cualquier enfermedad, en este
caso la cardiopatía isquémica.
34
II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Actualmente, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo en
los inicios del tercer milenio (Organización Mundial de la Salud, 2003). En Guatemala, al igual
que en otros países, las cardiopatías de origen isquémico constituyen un grupo de enfermedades
que afectan a los vasos sanguíneos arteriales coronarios y provocan isquemia e infarto del tejido
miocárdico. Con frecuencia su origen es arteriosclerótico. Sus manifestaciones clínicas, en su
mayoría, son por sí mismas una emergencia médica (Organización Panamericana de la Salud,
2002).
De acuerdo con Becerra-Fernández (2003), esta afección tradicionalmente ha aportado mayor
letalidad en el sexo masculino. Factores endocrinos, como son los estrógenos, han sido factores
protectores para la mujer. Sin embargo, al disminuir durante la pos menopausia, igualan el riesgo
a fallecer por cardiopatía isquémica en ambos sexos. En ese momento, ellas manifiestan
síntomas de manera diferente que los hombres. Entre éstos están: náuseas, vómito, fatiga, dolor
en el brazo que se irradia al hombro, dolor abdominal, palpitaciones, dolor mandibular y de
cuello, pérdida de apetito, mareo y cefalea. Esto genera en ellas angustia, temor a morir y a dejar
desamparados a sus seres queridos. Lo anterior hace que aumente el dolor y haya mayor riesgo de
complicación del evento coronario. También merma la atención y la concentración mental.
Por otra parte, Bayés, López-Sendón, Attie y Alegría (2002) refieren que en estos pacientes es
usual la búsqueda de información pertinente sobre la enfermedad, los procedimientos de
tratamiento alternativo y sus probables consecuencias. Al obtener información, el enfermo puede
reducir la ansiedad y el miedo. Es particularmente importante el conocimiento de factores de
riesgo y de pronóstico. Aunque los pacientes pueden sobrevivir a las enfermedades
cardiovasculares, un elevado porcentaje de ellos quedan incapacitados y se acorta su vida útil
para la sociedad. Por ello, requieren prolongados tratamientos y cuidados especiales. El médico
deberá dedicar tiempo para hablar con los pacientes sobre su vida tras haber sufrido un infarto
agudo al miocardio. Al respecto, Velasco y Sinibaldi (2001) indican que “el comportamiento del
médico también puede influir en la actitud del paciente. Un comportamiento vago, poco
35
adecuado o incluso amenazante, si es confuso al dar sus indicaciones o muestra incapacidad para
resolver dudas (lo que genera miedo en el enfermo), puede conducirlo a desarrollar conductas
sumamente aprensivas y a que llegue a considerarse un inválido que necesita de cuidado o
protección, o bien, a manifestar exactamente la actitud opuesta, desarrollando actitudes
desafiantes y empezar a involucrarse en actividades desenfrenadas” (p.251). El médico deberá
insistirles en los hábitos de vida adecuados, tendrá que proporcionar instrucciones en el caso de la
aparición de síntomas. Además, deberá orientarlos sobre su incorporación progresiva a una vida
activa, motivarlos al abandono del hábito tabáquico y dar consejos sobre la dieta
cardioprotectora.
Las reacciones psicológicas más frecuentes después de ser diagnosticado con cardiopatía
isquémica son la ansiedad, la depresión reactiva, la regresión y la negación. Los pacientes que
han padecido de un infarto de miocardio suelen ser más fácilmente excitables, nerviosos,
neuróticos, depresivos y menos capaces de concentrarse que los individuos sanos (Serra et al.,
2005). “El individuo puede responder de manera muy particular ante un infarto del miocardio, el
hecho de que escoja una forma adaptativa o mal adaptativa dependerá de factores como la
personalidad, la familia, y las alteraciones físicas o laborales concomitantes” (Velasco y
Sinibaldi, 2001, p. 248.).
Luego de que el médico informa a los pacientes sobre su enfermedad cardiovascular, ellos optan
por escuchar una segunda y tercera opinión. Otros por el contrario, evitan contacto con médicos y
hablar de su condición médica y deciden refugiarse en lo espiritual para encontrar respuestas.
Algunos comparten sus padecimientos en las salas de espera, con pacientes con similares
diagnósticos buscando apoyo social. Y finalmente, otros se hacen más daño ignorando las
recomendaciones de sus médicos especialistas.
Por lo anterior, es importante contar con un estudio que permita conocer las estrategias de
afrontamiento que emplean las pacientes que asisten a una clínica privada, ya que es expresión
del papel activo del ser humano ante los desafíos de la vida cotidiana y se ha constatado que
puede mediatizar los efectos adversos del estrés sobre la salud.
36
Teniendo en cuenta lo anterior, el presente trabajo busca dar respuesta a la pregunta de
investigación:
¿Cuáles son las estrategias de afrontamiento ante la enfermedad, que utilizan mujeres de 50 a 60
años de edad que padecen de cardiopatía isquémica y asisten a consulta a una clínica privada?
2.1 Objetivos:
Objetivo General:
Determinar cuáles son las estrategias de afrontamiento ante la enfermedad, que utilizan mujeres
de 50 a 60 años que padecen de cardiopatía isquémica y asisten a consulta a una clínica privada.
Objetivos Específicos:
Identificar si las pacientes utilizan el estilo de afrontamiento dirigido a la resolución de
problemas.
Determinar si las pacientes recurren al afrontamiento dirigido a la emoción.
2.2. Elemento de estudio:
Estrategias de afrontamiento ante la cardiopatía isquémica.
2.3 Definición del elemento de estudio:
2.3.1. Definición Conceptual
Estrategias de afrontamiento son las formas de pensar y de actuar que usan las personas y que
generalmente van cambiando para poder lidiar con situaciones que se les pueden enfrentar.
Algunas son sencillas y otras exponen demandas internas o externas percibidas como
37
amenazantes y que complican a los individuos, ubicándolos en situaciones desconocidas (Riso,
2006).
La cardiopatía isquémica es una patología multifactorial, resultado de interacciones complejas
entre factores genéticos y ambientales, que se encuentra englobada en el grupo de llamadas
enfermedades cardiovasculares. Presenta tres manifestaciones clínicas distintas: angina de pecho,
infarto agudo de miocardio y muerte súbita (Piédrola, 2002).
2.3.2. Definición Operacional:
Para efectos de esta investigación, serán las herramientas utilizadas psicológicamente por las
pacientes de 50 a 60 años que padecen una patología cardiovascular para enfrentar las demandas
que implica la enfermedad que padecen.
Para poder conocer las estrategias de afrontamiento que utilizan estas pacientes se utilizó una
entrevista semiestructurada contando con los siguientes indicadores:
Afrontamiento dirigido a la resolución de problemas.
o Confrontación
o Planificación
Afrontamiento dirigido a la emoción.
o Búsqueda de apoyo social
o Distanciamiento
o Escape-Evitación
o Autocontrol
o Aceptación de la responsabilidad
o Reevaluación positiva
38
2.4. Alcances y Límites:
El estudio recopiló las estrategias de afrontamiento básicas que utilizan las pacientes que padecen
de cardiopatía isquémica para enfrentar esta enfermedad. Ellas tienen entre 50 y 60 años y
asisten a consulta a una clínica privada. La información obtenida se aplica únicamente a las
pacientes con las cuales se trabajó y a los sujetos que cuentan con características similares.
Una limitante en este estudio, ha sido la poca información teórica que hay sobre las estrategias de
afrontamiento posibles para ser utilizadas por una persona ante una situación desconocida. Se
encontró cierta información, resaltando ciertos indicadores para poder reconocer una estrategia
utilizada por un paciente ante un padecimiento, pero es relativamente escasa y general. Esto ha
limitado que el estudio cuente con mayor información relevante al respecto.
2.5. Aportes
La investigación permitió conocer las estrategias que un grupo de pacientes que padecen de
cardiopatía isquémica utilizan para afrontar su padecimiento. Esto brindará un aporte a las
clínicas, hospitales y centros de salud tanto privados como estatales que atienden pacientes con
enfermedades cardiovasculares. De esta manera, los médicos, enfermeras y personal
administrativo podrán conocer cómo estos pacientes enfrentan esta información relevante que se
les brinda sobre su salud. Ellos podrán aprovecharla al momento de ofrecerles un diagnóstico y
opciones de ayuda profesional que les permita sobrellevar esta situación de cambio en sus vidas.
Además, con base a la información recopilada, podrían brindar no sólo el diagnóstico a los
pacientes sino abordar temas relacionados con el empleo de estrategias de afrontamiento ante las
enfermedades cardiovasculares, ocupándose de la salud del paciente de una forma integral, tanto
física como psicológica.
Los psicólogos que atienden a pacientes con enfermedades cardíacas y cardiovasculares deberán
enfocarse en las necesidades y emociones de los pacientes, ya que lo que experimentan en
relación a la pérdida de su salud y su posible riesgo de muerte, les produce ansiedad y temor con
39
sensaciones difíciles de explicar. Esto afecta radicalmente su entorno y el de sus familias. La
información que se obtenga en esta investigación les orientará en su trabajo.
40
III. MÉTODO
3.1. Sujetos
En este estudio se trabajó con 8 personas de género femenino, guatemaltecas, de diferente nivel
socioeconómico y escolaridad. Sus edades oscilan entre 50 y 60 años. Todas fueron
diagnosticadas con cardiopatía isquémica y han sido intervenidas en UNICAR (Unidad de
Cirugía Cardiovascular de Guatemala). Posteriormente, optaron por consultar a un médico
cardiólogo privado para darle seguimiento a la enfermedad. La selección se realizó por
recomendación de su médico cardiólogo y porque llenaron las características determinadas para
esta investigación como casos típicos. Éste es un tipo de muestreo no probabilístico, en el cual se
seleccionan individuos, sistemas u organizaciones, que posee claramente las situaciones que se
analizan o estudian (Hernández, Fernández y Baptista, 2003).
Los datos generales de las participantes de este estudio se presentan en la tabla 3.1, así como el
tiempo en que han permanecido bajo cuidado médico (ver tabla 3.2). Para la confidencialidad de
las participantes los nombres utilizados en esta investigación son ficticios:
Tabla 3.1.
Características de las pacientes que forman parte de este estudio y que padecen de cardiopatía isquémica.
No. de
sujeto
Nombre
ficticio
Edad Estado
civil
No. de
hijos
Ocupación Lugar de residencia
1 MILDRED 56 años Viuda 3 Ama de casa Boca del Monte 2 OLGA 56 años Unida 1 Vendedora de
Mary Kay
Ciudad de Guatemala,
zona 6 3 GILDA 56 años Viuda 3 Ama de casa Ciudad de Guatemala,
Zona 12 4 MIRNA 59 años Viuda 4 Ama de casa Ciudad de Guatemala,
Zona 16 5 CAROLINA 53 años Soltera 3 Jubilada
Auxiliar de
Enfermería
Ciudad de Guatemala,
Zona 2
6 DULCE 53 años Soltera 2 Sistema
Penitenciario
Villa Hermosa
7 ALICIA 60 años Casada 4 Secretaria Ciudad de Guatemala,
Z. 15 8 ROCÍO 50 años Casada 3 Proyectos
educativos
y catedrática
universitaria
Ciudad de Guatemala,
Z. 16
41
Tabla 3.2.
Historia clínica de las pacientes participantes en el estudio que padecen de cardiopatía isquémica
No. de
sujeto
Nombre ficticio Tiempo de asistir a
consulta a la clínica
Tiempo transcurrido desde el
diagnóstico de cardiopatía isquémica
1 MILDRED 1 año 1 año
2 OLGA 5 años 6 años
3 GILDA 6 años 7 años
4 MIRNA 4 años 6 años
5 CAROLINA 1 año 1 año
6 DULCE 11 meses 11 meses
7 ALICIA 2 años 2 años
8 ROCÍO 3 años 14 años
3.2 Instrumento
Para realizar este estudio, se trabajó con una entrevista semiestructurada. De acuerdo con
Hernández et al. (2003) “se basan en una guía de asuntos o preguntas y el entrevistador tiene la
libertad de introducir preguntas adicionales para precisar conceptos y obtener mayor información
de los temas deseados” (p.445).
En la entrevista se plantearon varias preguntas, elaboradas por la investigadora, permitiendo
conocer las estrategias de afrontamiento que utilizaron las pacientes ante la enfermedad luego de
ser diagnosticadas con cardiopatía isquémica con base a los siguientes indicadores:
o Estrategias centradas en la solución del problema:
Confrontación
Planificación
o Estrategias dirigidas a la emoción:
Búsqueda de apoyo social
Distanciamiento
42
Escape-Evitación
Autocontrol
Aceptación de la responsabilidad
Reevaluación positiva
La entrevista constó de 50 preguntas abiertas basadas en las estrategias mencionadas
anteriormente, complementándolas con otras, cuando fue necesario. Se validó por medio de la
revisión de expertos sobre el tema de cardiopatía isquémica, psicología e investigación. Una
copia de la misma se encuentra en el anexo 1. Como complemento, se usó un diario de campo
para anotar lo que se observó. Este instrumento consigna cotidianamente las experiencias, ideas,
confusiones y problemas que surgen durante el proceso de recolección (Toro y Parra, 2006).
3.3. Procedimiento
Se seleccionó el tema de investigación. Luego, se plantearon el objetivo general y
los objetivos específicos.
Se recolectó información en estudios internacionales y nacionales relacionados
con el tema. Además, se recopiló información bibliográfica acerca del mismo,
tomada de libros, folletos y revistas. Con esta información se redactó el marco
teórico.
Se realizó un instrumento que recopiló información en relación al elemento de
estudio.
Se elaboró una entrevista semiestructurada, que permitió conocer las estrategias de
afrontamiento que utilizaron las pacientes que padecen de cardiopatía isquémica.
La entrevista fue revisada por expertos en el tema y en investigación. Se obtuvo la
validación de la misma y se realizó las modificaciones sugeridas.
El médico cardiólogo escogió a las pacientes que participaron en el estudio
previamente con las siguientes características: que comprendan las edades de 50 a
60 años, que padezcan de cardiopatía isquémica, que hayan sido intervenidas en
UNICAR, que asistan a consulta a una clínica privada y que brindaran su
consentimiento para participar en este estudio.
43
Se solicitó la colaboración de las pacientes, explicándoles que la información que
aportaron fue confidencial y que se utilizó solamente con fines de esta
investigación.
Se hizo una cita con las pacientes participantes, de acuerdo al horario en que
asisten a la clínica.
Se llevó a cabo la entrevista con las pacientes de forma individual. Las respuestas
obtenidas se grabaron con previa autorización de las mismas.
Las entrevistas grabadas se escucharon detenidamente y se realizó la transcripción
de forma literal.
Se analizaron los resultados. Con la información recopilada, se prosiguió a
clasificarla en categorías y fue posteriormente colocada en mapas conceptuales.
En la discusión se realizó una comparación de los resultados obtenidos en esta
investigación en relación a los resultados obtenidos en otras investigaciones y con
la teoría recopilada para este estudio.
Se procedió a realizar las conclusiones y se establecieron las recomendaciones.
3.4. Diseño
La investigación fue de tipo cualitativa. Según Hernández et al. (2003) es aquella que “utiliza
recolección de datos sin medición numérica para descubrir o afinar preguntas de investigación;
así mismo, consiste en reconstruir la realidad, tal y como la observan los actores de un sistema
social previamente definido” (p.5-6). De acuerdo con los mismos autores, el diseño fue estudio de
casos, en donde indican que este tipo de estudios son “investigaciones con una muestra de una
unidad de análisis y pueden ser intrínsecos, instrumentales o colectivos. Y son útiles par asesorar
y desarrollar procesos de intervención en personas, familias, organizaciones, etc., y desarrollar
recomendaciones o cursos de acción a seguir” (p332.). Este tipo de diseño requiere tratarse con
profundidad, buscando el completo entendimiento de las circunstancias, contexto y
características.
44
IV. RESULTADOS
A continuación se presentan los resultados obtenidos luego de realizar el trabajo de campo. Se
encuentra dividido en dos partes. En la primera parte se encuentra la descripción del caso de cada
una de las pacientes participantes. Ésta se hizo con base a la entrevista. La transcripción de la
misma se encuentra en el anexo 2. La segunda parte cuenta con esquemas para los ocho
indicadores. Los esquemas que se enlistan, recopilan y unifican la información recabada durante
las entrevistas a las pacientes. En ellos se encuentran frases textuales utilizadas por las
participantes que determinan su vivencia particular sobre el padecimiento que presentan. Algunas
ideas se parafrasean. Las pacientes serán identificadas como sujetos, denominadas del 1 al 8. Los
nombres de las participantes que aparecen en el trabajo son ficticios para guardar la
confidencialidad. Así mismo, los médicos que en su momento atendieron a las participantes y
ellas mencionaron en la entrevista serán identificados como “doctor”, denominados del 1 al 5.
4.1. SUJETO 1
Mildred tiene 56 años al momento en que se realiza la entrevista. Es viuda hace 30 años. Su
esposo trabajaba en la Policía Nacional y desapareció. En relación a esto la paciente refiere: “No
lo encontramos ni vivo ni muerto. Y desde entonces soy viuda, ya no volví a rehacer mi vida”. La
paciente tuvo tres hijos, dos hombres y una mujer. Es ama de casa y cuida de sus nietas, mientras
que su hija trabaja. Ella también quedó viuda hace siete años, debido a que mataron a su esposo
en la zona 13, cuando estaba embarazada de su primera hija. La niña ya no tuvo la oportunidad
de conocer a su padre. Mildred vive junto a su hija y sus nietas. Menciona: “…entonces nos
acompañamos…puras mujeres”.
La paciente solía visitar a un cardiólogo en Eventos Católicos. Ella menciona que el médico
había sugerido la posibilidad de que sufriera un infarto debido a que su corazón presentaba una
condición delicada. Debido a esta razón solía recetarle medicamentos. Aún bajo tratamiento
médico, Mildred sufrió un infarto. Confrontó los síntomas de la cardiopatía isquémica de la
siguiente manera: “…de repente me comenzó a doler el corazón. Un día en la tarde, sentí
como…un dolor me daba…no podía estar sentada ni parada…no sentía gusto por nada…por
aquel dolor que yo sentía que me moría”. Fue trasladada a UNICAR para su evaluación. Luego
45
de una serie de estudios y exámenes le informaron a la paciente que tenía una arteria tapada y que
debía de ser operada a corazón abierto. “Yo dije de todas maneras de qué me van a operar, pues
si ésa es la solución”. El médico tratante le explicó sobre la operación que debía efectuarse,
también sobre la posibilidad de tratarse sólo bajo medicamentos. Recalcó el riesgo que su
corazón corría. La paciente recuerda que le dijeron: “usted tiene cita para cirugía” me
dijo…”bueno doctor” le dije”.
Recuerda que sintió temor, pero al mismo tiempo se sentía respaldada por el tipo de institución
donde estaba ingresada, “yo estaba tranquila que estaba en un buen lugar…En la mañana, el día
de la operación, pues me bañé, y me acosté a esperar, me dieron una pastillita, con mi batita, y
me relajé”. Llegó a comprender que tomó una decisión adecuada al operarse, sobre esto comenta:
“Yo lo que pienso es que…bueno yo ya la enfrenté, ahora estoy bien y me siento bien…pues la
enfrenté con tomar la decisión de operarme y hacer caso al Dr. 3“.
Refiere que actualmente, presenta problemas en un riñón. Le encontraron quistes. Menciona la
paciente que ya se está animando a salir de su casa y que comenzará con los exámenes
pertinentes. “Mire, yo sí me estoy revisando, porque tanto que vi en UNICAR, personas
sufriendo, entonces mejor prevengo”.
Mildred comprende que ya no puede hacer las cosas que solía hacer antes. Sí desearía estar más
activa, pero por su situación planifica de ahora en adelante: “seguir siempre cuidándome y
cuidándome. No comer grasas, ni pan de manteca…y me duele y evito caer en la tentación, pero
hago lo que me dice el doctor”. Piensa continuar haciendo las cosas que hacía antes sólo que
siguiendo las reglas de visitar a su médico, revisándose “Estarme chequeando, esto es lo más
importante, porque imagínese si no me chequeo, cómo voy a saber lo que tengo o alguien tiene,
siempre hacerme mis exámenes para controlarme, seguir viviendo, y así”. También informa a
otras personas sobre su padecimiento de la siguiente forma: “yo hablo de mi enfermedad, para
que la gente se cuide, porque a veces uno no se cuida porque no conocemos la enfermedad y el
efecto que esto tiene. No hay que dejar pasar las cosas, nos debemos de dar importancia, y
querernos”. Les pide a las personas a su alrededor que se hagan exámenes sí los necesitan, “que
46
miren por su cuerpo, que se cuiden, que se quieran”. Está consciente de la importancia que tiene
el control que el médico lleva sobre su caso particular.
Enfrenta su padecimiento con apoyo que recibe de sus hijos, en especial el de su hija. “El único
apoyo que he buscado es el de mis hijos, ya ve mi hija me acompaña a donde quiere y también
aquí…Ella me ha apoyado en todo, no se quita de mi lado, los días que sean y como sea.
Menciona que su hija cuenta con permisos de su trabajo para acompañarla a consultas,
tratamientos médicos, etc. Comenta que cuenta con dos hijos más y que le brindan su ayuda de la
siguiente manera: “bueno, también cuento con uno de mis hijos, es que el otro en ocasiones toma
licor y se mete en… pero se preocupan por mí y me ayudan…”. Recuerda que cuando fue
informada sobre la cirugía, pensó que moriría, pero logró sentirse tranquila ya que sus hijos se
había esforzado porque ella ingresara a una buena institución para ser atendida.
Menciona sentirse agradecida con la ayuda recibida por sus médicos tratantes. En relación al
médico de Eventos Católicos recuerda: “el doctor muy bueno él, ya viejito él, me daba
medicinas”. Sobre el médico que la atiende en la clínica privada comenta: “la verdad que alguien
como yo está en las manos de los doctores, mire a dónde vengo a buscar al Dr. 3. Si él me vigila,
yo me siento tranquila. Estoy en sus manos y las de Dios, la verdad”.
La paciente presenta creencias religiosas fuertes. Considera que la voluntad de Dios rige su vida
y ella confía sus decisiones y resultados a él. “Bueno, yo lo que siento es que a través de la
operación que me hicieron es un milagro de Dios que yo esté viviendo, ya que era una operación
muy riesgosa, y gracias a él estoy aquí, él ha tenido misericordia de mí, y todo esto ha hecho que
yo me sienta bien”. Recuerda que cuando el médico le dijo sobre la cita programada para cirugía
ella le contestó: “…bueno doctor y que se haga la voluntad de Dios, si es que tengo que hacerlo
bueno y si es de Dios que tenga que vivir, y si es tarea de Dios llevarme, Él sabrá…”. Menciona
que cuando comenzó a pasar el tiempo de post operada, no era que se sintiera del todo bien.
Refiere sobre esto: “yo tengo la confianza en Dios. A veces me sentía re mal, pero ya con el
tiempo que está pasando me siento mejor”.
47
Así mismo, comenta que cuenta con vecinos y amigos que se preocupan por ella, que la estiman.
“Pues viera que aparte que me vistan y todo, yo soy consentida, se sienten contentos de verme
entre ellos, a mí risa me da, por sus comentarios…”. Al mismo tiempo, cuando se enteraron de
que la paciente debía ser operada quirúrgicamente, le recomendaron que no realizara dicha
intervención debido a que podía perder la vida. A pesar de los comentarios ofrecidos, ella se
operó. Sobre esto comenta: “Sí pero, yo dije, es lo que Dios quiere yo salgo y si él no quiere…”.
Ella no recibió apoyo de ellos en su decisión de operarse.
A pesar de que Mildred visitaba a un cardiólogo en Eventos Católicos, que fue a consulta varias
veces, e informada de los cuidados que debía tener (“tenga cuidado Mildred, su corazón está
muy mal y de repente le va a dar un infarto”), la paciente no buscó información sobre su
padecimiento en ningún momento, apartándose de él y arriesgando su vida. Recuerda que los
médicos le explicaron hasta que llegó a UNICAR sobre enfermedad en el corazón. “Ellos
llegaban y me atendían y me explicaban”. Menciona que: “No, yo no sabía, hasta que llegué ahí
me dijeron eso, si no, lo hubiera prevenido”. Refiere que sigue su vida como si no estuviera
enferma, “a veces me olvido que estoy enferma”.
Se cuestiona sobre cómo controla los cambios que se han presentado debido a su salud y
responde: “A pues no lo llevo tan bien, pero trato de ir asimilando las cosas una por una”.
Comenta que comienza a sentirse bien. El médico le dio pastillas para dormir y logró relajarse:
“ya puedo dormir bien” a pesar de haber sentido deseos de llorar, “pues cuando me da tristeza, a
veces digo yo, por qué me tocó pasar por esto, pero en el momento lloro y después digo
“perdóname Señor, que estoy viva”.
Sobre la posibilidad de que alguna actividad que haya realizado que la llevara a correr riesgos
sobre su padecimiento, comenta: “Yo comí mal siempre, no me cuidaba, nada balanceado, antes
no me cuidaba”.
Es importante mencionar que la paciente reconoce como reevaluación positiva el haberse operado
a corazón abierto. “¿Algo bueno? Pues que yo, ya no siento la enfermedad que tenía. Ya no
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siento el dolor, valió la pena la operación”. Agregó: “He aprendido a cuidarme y ver por mi
vida, y a agradecerla porqué aquí estoy aún”.
4.2. SUJETO 2
Olga tiene 56 años. Se encuentra unida a su esposo desde hace 26 años. Refiere que no pudieron
tener hijos, pero que adoptaron una niña. Viven en la zona 6. Se dedica a la venta de productos
Mary Kay. Es diabética, padece de la presión alta y sufrió un infarto hace seis años; desde
entonces padece de cardiopatía isquémica. Al momento en que se realizó la entrevista, los
médicos le indicaron que no se le pudieron destapar las arterias y que deberá tratarse a base de
medicamentos.
Relata su experiencia en torno al momento de sufrir el infarto. Todos los síntomas originaron en
la paciente un descontrol en su organismo, incertidumbre y malestar. Sobre esto la paciente
refiere: “yo sentía ahogarme, yo quería la puerta abierta, no sentía oxígeno, yo sentía que estaba
sacando fuego de adentro, era una cosa que me estaba quemando por dentro…”. Menciona que
fue llevada a un hospital público para recibir atención inmediata, de ahí fue enviada a UNICAR,
y de esto ya pasaron seis años. Ha padecido de la presión alta desde entonces. Se ha mantenido en
control médico, y recientemente le indicó su médico que sus arterias se encontraban tapadas de
nuevo. “Me dijo que me iba a dejar medicamento, porque no se habían podido destapar las
arterias. Entonces, yo…como le dijera…me agito mucho al caminar”. Refiere que los médicos
de la casa del diabético le habían sugerido que caminara ocho cuadras a diario. Olga lo hacía,
pero comenzó a sentir una opresión en el pecho, que impedía que lo lograra. Comentó: “yo
caminaba. Entonces, después fui disminuyendo una cuadra y otra. Me fatigaba…”.
Realizó una serie de preguntas a los doctores sobre su padecimiento y se las respondieron, pero
refiere que: “no me explicaron mucho, se van…bien a lo concreto”. Comenta que no conocía
sobre esta enfermedad, que ninguno de sus familiares presenta una enfermedad en el corazón y
que realmente no buscó información al respecto.
Ha logrado confrontar no sólo su padecimiento sino lo que conlleva el estar enferma. Comenta
que hay personas que cuestionan sobre su cicatriz en el brazo izquierdo luego del bypass. “Yo les
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digo que es parte de mi infarto, que me tuvieron que sacar la vena. No me da pena…Es parte de
mi enfermedad”.
Planifica mantenerse saludable a base de una adecuada alimentación, “ahora sí me cuido, como
ensaladitas”, tomar sus medicamentos, descansar y mantenerse lo más tranquila posible.
“Eh…trato la manera de ahí en la casa oigo la palabra de Dios, eh…coritos, me pongo a ver las
novelas, tomo mi medicina más que todo, ahí voy…”. Considera que su salud es importante y
debe resguardarla. “Hasta que uno no pasa las enfermedades, no comprende y no entiende. Es
que en la comida está todo, de verdad”. Confía en que cocinando a sus seres queridos comida
saludable estarán mejor, “trato de hacer la comidita sin grasa, mi hermana a veces me pide favor
de que le haga algo de comer, y yo trato de hacerlo lo más limpio y saludable”.
En relación al apoyo recibido por Olga, refiere que su esposo le ha brindado compañía,
comprensión y apoyo. “Ah, él se pone triste y preocupado”. Comenta que ella era amante del
cigarro, que por cualquier cosa fumaba, desde los quince años, al igual que su pareja. Ambos
dejaron de fumar en vista del daño que hace. Él trabaja en una gasolinera y atiende todos los
gastos de la casa. A parte de su esposo, ella cuenta con el apoyo de su hermano mayor. La
reacción de él fue de desesperación al enterarse de su enfermedad.
Olga refiere que con el salario devengado por su esposo no se pudo costear los gastos de
UNICAR. Por esto, recurrió a SOSEP, y se dirigió a la esposa del presidente Colóm. La paciente
comenta: “ahí me dieron una nota para llevarla allá a UNICAR y que se me hiciera la
angioplastia sin cobrarme nada verdad, porque me salían Q44, 000.00 y ni a mil llegaba yo…”.
Así mismo, ha recibido ayuda de los médicos tratantes. Ella y su esposo decidieron seguir
acudiendo a una clínica privada para ser atendida y controlada de una forma más directa, ya que
su condición médica ha sido riesgosa. De esto refiere: “El doctor me busca medicinas para
ayudarme, son bendiciones que yo recibo verdad…”.También el personal que trabaja en la
clínica de su médico la ha apoyado. Cuando le informaron que la angioplastia no podía ser
realizada debido a que sus arterias se encontraban tapadas, Olga comenzó a llorar en la sala de
espera. Las secretarias le brindaron apoyo, dándole importancia a su preocupación.
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Cuando se enteran sobre su enfermedad, ella contesta con su convicción espiritual, que es
cuidada y protegida por un ser supremo. “No me da pena porque yo sé lo que Dios ha hecho en
mi vida. Es parte de la enfermedad”.
Olga confía en la bendición de Dios en su vida. Al enterarse ella comenta que lo sobrelleva:
“pues ahí si que…confiando en el Señor…porque, qué me queda, yo no puedo hacer nada con mi
vida, sólo Dios verdad…, Él me tiene caminando”. Comenta que le gusta hablar sobre su
condición cardiaca para que otras personas consideren también el poner sus vidas en las manos de
Dios. “Sí…porque me gusta que sepan que uno debe confiar en el Señor…sí y me gusta que se
den cuenta de que para que Dios actúe en nuestras vidas, no hay necesidad de tener dinero”.
Refiere sentirse valiente, necesitada y apoyada por Dios. “Pues fíjese que me siento valiente, digo
yo por eso necesito mucho de Dios…”.
Se cuestiona a Olga sobre la posible información que haya buscado sobre su enfermedad del
corazón. Ella refiere que ha preferido distanciarse del problema, y no pensar en él, presentando
negación funcional…“ya que me da temor”. Ha tomado la opción de ignorar su condición
médica olvidando su padecimiento: “no me quedo ahí pensando en lo que tengo”.
La paciente refiere que la forma de controlar lo que siente debe de ser clara, sin demostrar lo que
experimenta realmente. “Ah…pues…Si me pongo triste de nada me sirve pues”. Menciona que
ha sentido deseos de llorar. Responde que siempre lo hace. Se indagó sí esto le sucedía antes o
después de su padecimiento. Contestó: “antes y ahora también”. Se procedió a preguntarle por
qué le sucedía ésto e informó que no lo sabía. La última vez que sucedió fue cuando el médico le
había informado que no podría hacerle la angioplastia. Ella refiere que su médico le dijo: “no se
pudo señora…Entonces yo ahí mismo me puse a llorar”.
La paciente refiere que cuando el médico tratante le explicó a qué se debía su enfermedad, ella
indicó que había fumado mucho en su vida. “El Dr. 4 me explicó que el cigarro me había hecho
daño”. Ella reconoce que el cigarro le perjudicó la salud. Acepta su responsabilidad y se siente
culpable. “Ah…si…pues me dijeron siempre que no fumara, y yo lo seguía haciendo”. Su vida
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ha cambiado bastante desde que la diagnosticaron de cardiopatía isquémica. “Bastante porque, yo
era muy amante del cigarro, entonces cualquier cosa fumaba, me sentaba y me terminaba mis
cigarros, por cualquier cosa…qué triste…yo fumé desde la edad de quince años…”.
La paciente fue cuestionada sobre lo positivo que ha sacado al encontrarse enferma. Ella contestó
que ha sido negativo todo.
4.3. SUJETO 3
Gilda tiene 56 años y es viuda. Su esposo murió de infarto. Tiene tres hijos, dos mujeres y un
varón. El esposo de Gilda sufrió un infarto antes que ella, y luego le tuvieron que colocar un
marcapasos. En el momento que la paciente sufre del infarto, fue su esposo quien reunió la
cantidad necesaria para que fuera atendida médicamente. Le practicaron un cateterismo y le
indicaron que debía de ser operada del corazón. Tiene tres bypass. Es diabética y padece de los
riñones. Ha ido perdiendo la vista poco a poco. No ve con el ojo derecho. En el ojo izquierdo le
colocaron un lente por medio de una operación, “poco a poco se me yendo la vista, perdiendo
poco a poco, y de repente ya no vi nada”. Deberá continuar su tratamiento para el corazón a base
de medicamentos. Antes de enfermarse del corazón era estilista, ahora se dedica a su hogar. Su
médico le informó que debido al marcapasos que le colocaron, no es conveniente que use una
máquina eléctrica.
La paciente es cuestionada sobre el conocimiento que tiene sobre la cardiopatía isquémica.
Comenta que no recuerda sí le brindaron la información sobre su padecimiento. Lo que recuerda
es que le dijo que “no podía ser como antes de andar con prisa o corriendo”. Además, le
informó que debía evitar realizar ciertas actividades que requieran mucho esfuerzo. Ella informa
que desea que su médico le explique sobre su padecimiento. No ha buscado información sobre su
enfermedad en el corazón. Refiere que la información con la que cuenta es la que los doctores le
han dado en su momento nada más.
Gilda comenzó a sentirse mal debido a su decisión de no cuidar de su salud. Ella se dedicaba a
trabajar en su salón de belleza y comenzó a sentirse cansada. La paciente recuerda: “yo sentía
como un sueño…y de repente me quedé así, pero yo ya no sentí nada (desmayada”). Una
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compañera la encontró tirada. Cuando intentaron levantarla, la paciente refiere que se encontraba
dormida la mitad de su cuerpo. Enseguida la llevan a la Liga del Corazón, donde le informan que
debía de ser tratada mejor en UNICAR.
Una noche, platicando con sus hijos sobre cómo habían pasado su día, refiere la paciente que su
salud empeoró: “ya casi a la una de la mañana me levanté porque me dolía mucho aquí (se tocó
el pecho)…y sentía náuseas…y sólo me hacía así (retorciéndose el brazo izquierdo)…y le dije a
mi hijo “mira… ¡es que no lo siento!”. Los hijos decidieron llamar al médico, y él les indicó que
llevaran a las siete de la mañana de ese mismo día. Después de revisarla, el médico les informó
que había sufrido de un infarto y la envió a UNICAR. La paciente comenta que se sentía cansada
sólo de intentar caminar: “sentía que no aguantaba caminar nada”.
Gilda sufrió cuatro infartos. Luego de que la operaron a corazón abierto, a los ocho días le
pusieron tres bypass. Después, los médicos le indican que volvió a sufrir de otro infarto. “Yo no
más me paraba, me caía o me sentaba y me desmayaba”. Le informan los médicos que le debía
de colocar un marcapasos debido a que su corazón estaba muy débil: “…muy haragán se había
quedado”. El marcapaso está colocado en el lado izquierdo, por lo que Gilda evita hacer
esfuerzos con ese brazo. Tampoco cree que puede usar con él, el celular.
Su médico le indicó que para lavar la ropa en su casa, debe meterla a la lavadora con la mano
derecha. Gilda se siente contrariada al no saber con exactitud si está bien cubrirse el pecho
cuando usa el celular con la mano derecha, o si el cansancio y deseos de desmayarse son debido a
que utilizó la lavadora de ropa. La paciente refiere: “pero no sé si es malo, la vez pasada que
vine donde el doctor se me olvidó preguntarle. Entonces, ahorita ya no lo he hecho…”.
Sobre los pensamientos que pasaron por la paciente al sentirse y verse enferma, ella comenta:
“pues pena y preocupación, pues no teníamos dinero y me daba pena salir solita…”
Gilda es cuestionada sobre la posible prevención que podrían tomar sus hijos, ya que ambos
padres sufrieron de cardiopatía isquémica; además, el abuelo materno sufrió de infarto y varios
familiares del padre también tuvieron esta condición cardíaca de cuidado. Ella menciona que
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deben de ir al médico antes de estar muy enfermos. Ella comenta que no han tomado
precauciones, aunque “fíjese que mi hijo mayor es enfermo renal, y mi hija más pequeña le digo
yo que debiera de ir a revisarse porque fíjese que le han tomado dos veces la presión y la tiene
alta, y le digo yo pienso que debe de controlarse”. Comenta que trata de decirles a las personas
que cuiden de su salud, que se revisen periódicamente, que se atiendan.
Sobre cómo imagina su vida de ahora en adelante, la paciente refiere que deberá continuar
tomando sus medicamentos, cuidando de su alimentación y siguiendo las indicaciones de los
médicos.
Así mismo, se le pregunta sobre la manera en cómo debe de enfrentarse una enfermedad como la
de ella. Refiere lo siguiente: “Pues yo digo que si uno tiene las comodidades, consultar rápido
con los doctores para ver y saber qué es lo que le va a pasar a uno, no dejarlo al tiempo…tomar
precauciones…que uno hasta que ya está bien enfermo va al doctor…”. La paciente en la
actualidad tiene más precaución, sigue instrucciones médicas, toma sus medicamentos, come bien
y se mantiene tranquila.
En relación a cómo expresa lo que siente, refiere que al principio ella no deseaba ir al hospital, a
pesar de los síntomas que se presentaron. Comenta que las personas deben aprender a darse
importancia, a valorarse. Recomienda que en la presencia de cualquier síntoma o anomalía física
o fisiológica, que visiten médicos: “aunque sea visiten un centro de salud…ahí más de algo le
hace, aunque no hayan tanto aparatos modernos”.
Para afrontar la enfermedad recibió el apoyo de sus hijos. Ellos tres están pendientes de ella y
colaboran en lo que pueda necesitar. “Ellos se angustian, pero también quiero hacer mis cosas.
Me dicen que me acompañe alguien. ´Mamá tené cuidado´.”
Cuando la paciente ingresó a UNICAR para realizarse un cateterismo, sus hijos se encargaron de
cubrir los gastos de la intervención. Refiere Gilda: “…mamá te van hacer eso, nosotros nos
encargamos de lo demás…”. También fueron ellos quienes reunieron la cantidad para comprar el
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marcapasos, para esto efectuaron préstamos. “Gracias a Dios me lo llevaron y me lo pusieron en
marzo”.
Los hijos de Gilda están pendientes de ella, sobre todo si desea salir sola, ya que les preocupa la
mala visión con la cuenta. “Ellos me llaman si ya llegué, si ya voy, que dónde estoy, que adónde
voy, y viera que antes hacía todo sola sin decirle a nadie… (se sonríe)”. Comenta que a ella le
agrada que la cuiden, pero que sí debe de estar encerrada esperando a que ellos vuelvan de sus
trabajos o quehaceres. “Yo los ayudo en cosas que puedo de la casa y ellos me ayudan (se
sonríe)”.
Prefiere estar acompañada por sus hijos en los momentos que debe practicarse algún tratamiento
o asistir a alguna consulta. “Ellos siempre están conmigo, me llevaron al hospital, les contaron a
mis hermanos”. Reconoce también que para sus hijos fue duro verla tan enferma. Comenta que
su hija pequeña se vio fuertemente afectada y cambió su conducta habitual, “pero de repente al
verme tan así, se siente ahora diferente, se preocupa, y es cariñosa…”. Cuenta también con el
apoyo de su hermana. Ellas viven cerca. Su hermana tiene una tienda, pero la acompaña cuando
es necesario a sus visitas médicas.
Gilda se encuentra agradecida también con los médicos tratantes. Menciona que no deja de
asistir a sus consultas, “ahí con el Dr. 3 me tratan bien”. “Siento que gracias a Dios, a los
doctores y enfermeras he estado bien pues somos como un equipo (se sonríe)”.
Comenta que otras personas reaccionan ante su enfermedad cardiaca con incredulidad, ya que
consideran que para la gravedad de su condición médica ella posiblemente no debería de estar
viva aún. “No creo que esté tan bien y les digo que gracias a los doctores y a Dios, que todavía
me tiene aquí un poquito todavía”.
La paciente comenta que no le molesta hablar sobre su padecimiento; por el contrario, que le
gusta. En ocasiones se da cuenta que ella puede saber o conocer más que otra personas y les
pueda explicar de una manera más asertiva sobre lo que ha padecido. “A veces si cuento a tiempo,
tal vez se puede evitar que le pase ha alguien la gravedad…”.
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La forma en que ella afronta su enfermedad ha cambiado con el tiempo. Después de que su
esposo falleció, la paciente decidió no seguir con las indicaciones de su médico: “Pero cuando él
murió, yo ya no me tomé más las medicinas, me dejé de cuidar…nada de nada…y sólo me
mantenía durmiendo”. Comenta la paciente que esperaba a que sus hijos se fueran a trabajar y
que ella se levantaba hasta cuando ellos iban a volver a casa. Luego pensó: “Pues imagínese que
ellos perdieron a su papá y dije yo, al poco tiempo yo también, y sería más triste para ellos,
imagínese sin papá ni mamá. No, aquí estoy yo ahora…”.
En relación a cómo le afecta el sentirse enferma, la paciente comenta que este padecimiento lo
tendrá de ahora en adelante. “Hasta que Dios me diga hasta aquí, pero no me ha afectado tanto
como a otras personas”. Informa que ha sentido deseos de llorar con frecuencia. Refiere que lo
hace debido a que no puede ya trabajar, ni ayudar a sus hijos. Ella comenta: “56 años no es tanto,
y podría estar trabajando en algo que me gustara y sentirme útil y activa, para ayudar y
ayudarme…A mí me da pena que ellos me dieran todo en UNICAR, ellos me respondieron…”.
Se cuestiona a Gilda si ha puesto en algún momento su vida en riesgo. Comenta: “Pues tal vez sí.
Porque fíjese que nosotros éramos doce y nuestros papás desde los siete años nos ponían a
ayudar…de pequeña siempre lloré mucho”. Sin embargo, no se siente responsable de su
padecimiento ni culpable. Menciona también que ha tratado de olvidar el problema. De adulto,
después de la muerte de su esposo, no tomaba los medicamentos, no comía sano y no se cuidaba:
“lo que pienso que me arruinó más fue cuando dejé de tomar las medicinas, y la tenía y no me la
tomaba, ni desayunaba ni nada, no me cuidaba, sólo dormía todo día…”.
Se le cuestiona a Gilda sobre lo que realiza para sentirse mejor, y contesta que cuando sus hijos
salen para el trabajo, ella se levanta antes para que la noten activa. Colabora arreglándoles los
almuerzos. “Hago lo que puedo, veo mi tele, platico con las vecinas, y preparo el almuercito,
todo despacito…Lo que me anima es hacer algo diferente como venir hoy aquí…”.
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Gilda no ha evitado hablar sobre su condición médica. Aprovecha para platicar de su
enfermedad. “No voy a estar pensando si no me hubiera pasado esto…Ahora pienso que gracias
a Dios mis hijos tienen trabajo, yo estoy controlado y me siento feliz y tranquila”.
4.4. SUJETO 4
Mirna tiene 59 años de edad. Es originaria de Cobán. Es viuda, tiene cuatro hijos, tres hombres y
una mujer. Es ama de casa y vive cerca del Hospital Militar, en un pequeño apartamento que le
construyó su hermana. Comparte el apartamento con una de sus nietas. Para ella esta relación es
afectiva, segura y de compañía; duermen juntas, están pendientes una de la otra.
Su condición médica es delicada. Es diabética y ha sufrido una serie de infartos. Fue operada a
corazón abierto y tiene tres bypass. Por el momento, los cardiólogos indicaron que sus arterias, y
los bypass están tapados y que ya no se puede hacer nada por destaparlos, más que continuar con
el tratamiento bajo medicamentos y seguir las indicaciones que ellos le han ofrecido sobre la
alimentación, reposo y la limitación en sus actividades.
El relato de la paciente comienza con la narración de cómo fue el impacto que tuvo el haber
sufrido un infarto. Los cambios físicos y fisiológicos descritos por la paciente indican que su
situación era una emergencia médica. Enseguida, condujeron sus familiares a la paciente debido
a su solicitud, a la sala de emergencia de un hospital privado y los cardiólogos actuaron de
inmediato, indicándole a la paciente sobre el proceder en relación a exámenes, pruebas,
procedimientos y resultados.
De esta forma, la paciente fue informada sobre una operación a corazón abierto a la que debía
someterse y realizarse cuanto antes en UNICAR, luego de que un cateterismo indicara que sus
arterias se encontraban seriamente tapadas. La paciente actuó convencida de que esa operación
se realizaría pronto y que saldría bien por la confianza en sus creencias religiosas. La paciente
tuvo que seguir varios pasos que se necesitaban para ser tratada en UNICAR y uno de estos
requisitos fue acudir a un médico, que al principio la hizo pasar una serie de momentos
incómodos. Pero ella, con temple y paciencia, logró contar con la actitud necesaria para esperar y
así poder recopilar la papelería necesaria y entregarla. Al respecto, la paciente refiere que su
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padecimiento debe de ser enfrentado:…”La enfrentó normalmente, porque si huyo de ella de
todos modos… la tengo verdad. Yo sé que estoy mala de eso y no lo tomo en cuenta y vivo
normalmente…”.
Se movilizó para poder establecer contacto con el médico que por referencias familiares
estableció que sería el adecuado para que la operara: “Entonces empecé, a ver qué hacía
y…recurrí al Dr. 1…Dr. 1, y él me dijo que efectivamente necesitaba operarme”.
Cuando llegó a UNICAR le informaron sobre el costo de la operación que debían de realizarle.
La paciente no dudó en explicar que no contaba con los recursos económicos. Platicó con una
trabajadora social y ella le indicó que hablaría con los médicos sobre su caso. Enseguida, de la
consulta externa le entregaron una receta con los exámenes que debía realizarse. “Y todos los
exámenes los hice así…particularmente para que no fuera tardado, porque yo cada día me sentía
peor, me sentía peor y me urgía que me hicieran la operación a corazón abierto, que yo a veces
sentía que no iba a regresar…y total es que …llevé mis exámenes a UNICAR y me dijeron que
esperara su llamada”.
Describe que en el momento que iba a ser operada a corazón abierto, uno de los médicos le indicó
que ella tenía una condición delicada por ser diabética y por el estado en el que se encontraban
sus arterias. Anticipó que los pacientes en esta condición corren de alguna manera peligro por la
anestesia durante el procedimiento y el tiempo que éste puede durar. Ella se sentía segura de que
todo iba a estar bien, y que de la operación saldría sin complicaciones. “Yo sentí que él era
negativo… pues yo soy positiva, yo tenía la certeza y la seguridad de que así como entré iba a
salir, yo digo “Señor… aquí está mi cuerpo, cuida mi vida, si así es tu voluntad, y así he
salido…. ¡Yo sé que tú me vas a sacar bien Señor!”.
Está consciente de lo delicada que se encuentra su salud. Así mismo, tiene esperanzas de poder
realizar actividades distintas siempre y cuando no la pongan en riesgo. “Hay veces que me pongo
a pensar si será posible que así voy a vivir de ahora en adelante a base de medicinas. Yo
quisiera preguntarle al doctor si no hay otra cosa más fuerte que me diera de medicamentos, yo
he luchado por comprarlos…que ése, es mi deseo…sanar”.
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Se le cuestionó sobre la forma en que busca informarse sobre la cardiopatía isquémica que
presenta. Mirna indica que no ha tratado de buscar o leer información acerca de padecimiento,
porque prefiere ignorar lo que tiene y siente.
También se observó la intención de evitar afrontar su enfermedad cuando el médico le informó
que por su condición delicada, ya que no pueden operarla ni intervenirla otra vez, sólo puede
continuar con su tratamiento farmacológico. Ella comento: “Y entonces me dijo que ya no se
animaban a operarme otra vez, pero la verdad no tuve el valor de preguntarle y creí que tal vez
ahora lo iba a ver y preguntarle que si definitivamente ya no se puede operar”.
Asimismo, comentó que si se mantiene ocupada, no piensa en que se encuentra enferma, presenta
negación funcional. Procura ocuparse sobre todo en actividades familiares que la llenan de
alegría y compañía…”y he tratado de olvidar, como cuando me pongo a realizar una actividad
así…algún cumpleaños (sonríe) y estamos todos en la casa, y ayudo en la cocina, colaboro con
el almuerzo, y así ya no pienso…”. Refiere que la forma de enfrentar su padecimiento es no
pensando, haciendo de caso de que está bien, aunque reconoce debilidad en sus fuerzas, ansiedad
y dolor en el pecho. La paciente refiere que sigue su vida como si no estuviera enferma,
indicando que es debido a que de vez en cuando “hay momentos en que tengo mis bajones”. En
relación a cómo controla la paciente la situación en la que se encuentra, duda y termina
contestando que lo controla acostándose y durmiendo: “Me pongo a dormir”.
“Yo sigo las normas de mi médico, no puedo auto medicarme porque entonces me va a ir mal.
No sé cómo me va a caer lo que…Incluso hay gente que me dice…´mire tome esto, haga lo otro´.
Soy muy incrédula para tomar algo que me den fuera de lo que me recetó el doctor, mi médico.”
Mirna desde que comenzó a sentirse mal, recurrió a su hermana. Ella le ha brindando apoyo
siempre, más ahora que está enferma. “Entonces, yo le dije a mi hermana cuando regresó de
trabajar que me sentía muy mal; entonces, ella me dijo que nos fuéramos a su trabajo, porque
ella trabaja en el Pilar, es jefa en el Pilar. Entonces ahí inmediatamente me hicieron un
ecocardio (grama)…”. La paciente también recurrió a otras de sus hermanas para poder ser
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atendida por el Dr.1. Se movilizó para ser atendida en una unidad cardiovascular y siguió las
instrucciones que fue recibiendo.
Cuenta con una familia que la apoya, la consienten y la consideran. Se preocupan por ella y la
comprenden. Los familiares le colaboran en lo que pueden, la ayudan y ella siente su apoyo y
cariño. Su cercanía es beneficiosa para Mirna. La paciente convive con su familia, y
generalmente no se siente sola. Cada vez que necesita de sus familiares, ellos le brindan la
seguridad de su apoyo. Esto hace que Mirna se sienta confortable y querida. “Mucho, porque él
es el que me ha levantado… Fíjese, al principio cuando quedé en silla de ruedas, mi hermana
que trabaja en el Pilar, me dijo…´mira Nita´, así me dicen también, me dijo ´vámonos para la
casa, yo te quiero mucho y tú para mí no vas a ser una carga, vas a ser de gran bendición en la
casa´. Me trató muy bien, yo no sentí que no era una carga, yo sentía y me daba cuenta que para
otros si…si…si me despreciaron un poco, todavía veo yo…”
La paciente presenta una relación estrecha afectivamente con su nieta. Conviven y disfrutan
bastante, esto hace sentir a la paciente especialmente querida…”Ella duerme conmigo, y me
dice…no te vaya a pasar nada mamita, porque yo me voy a volver loca, porque yo te amo, y
dormimos juntas. Entonces, yo le digo ´no pensés en eso mamita, pasá buenas noches´. Nos
dormimos, y mire…sólo es poner la cabeza en la almohada y mire bendito Dios, toda la
noche…duermo”.
Cuando se le cuestiona a la paciente por las personas que la apoyan, ella refiere que se siente
respaldada por sus hermanos. Desde el comienzo de su padecimiento han colaborado. También la
han apoyado los médicos y la unidad cardiovascular. “Sólo con mis hermanos….somos
evangélicos… (Silencio). Tengo que ser justa y agradecer que recibí apoyo en UNICAR y el Dr.
3 me recibe aquí en su clínica, como me dijo, ´Mirna tenemos que vernos seguido, la debo de
tener cerca´, y yo hago el sacrificio de pagar, y es que allá uno pierde mucho tiempo y los
doctores hablan ligero…fíjese…”.
La paciente y su mamá establecieron un lazo estrecho, debido a que vivieron siempre juntas,
aunque Mirna estuviera casada. La madre de la paciente falleció y la paciente aún se encuentra
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significativamente afectada por esta pérdida, demostrando que se encuentra en un duelo no
resuelto y está consciente que el sentirse así la perjudica:…” yo siento que mi mamá me va a
aparecer…y yo siento todo…yo voy al cementerio y pero ni eso me llena a mí, siento un vacío
muy grande por ella, no me llena nada, no me puedo dominar…hay veces no puedo dominar mi
mente…y fíjese que todo esto siento yo que me daña porque me da por llorar…”.
La paciente es miembro de una familia unida, que se apoyan unos a otros, pero desde que
presentó la cardiopatía isquémica sus seres queridos han brindado a Mirna aliento, apoyo y
amor…”Bueno…he sentido el amor y cariño de todos…me demuestran que me quieren, todos me
estiman y me respetan, me cuidan…me dan mi lugar”.
Presenta creencias religiosas fuertes. Éstas son para ella una fuente, no sólo de sabiduría, sino de
tranquilidad en relación a su enfermedad. Se le cuestionó sobre cómo se siente sobre las
reacciones de las personas al saber sobre su padecimiento y ella responde: “Me siento bien,
porque veo que la gente se admira de ver todo lo que Dios ha hecho por mí, pues él ha utilizado
a los médicos…a que yo quede bien. Incluso cuando me operaron en UNICAR, yo le dije al Dr.
4…Yo la voy a operar me dijo. Y le dije: ´Esperemos en Dios que todo salga bien, y que le
maneje sus manos. Él le da la inteligencia y la sabiduría´, y me agradeció”.
A pesar de la situación difícil por la que atraviesa durante la entrevista, la paciente presenta una
postura corporal tranquila y serena. Mantiene un contacto visual atento y sin distracciones. Su
discurso es fluido, y utiliza un tono de voz adecuado. “Pues para la obra y gloria de Dios la he
tomado con calma y tranquilidad, la he sabido sobrellevar porque soy diabética y voy para los
casi seis años de operada y Dios me tiene con vida. Entonces, sé que soy un testimonio de
Dios…”.
Se encuentra consciente de la importancia que conlleva el estar tranquila, pero también el que sus
actividades se manejen a base de pausas. Asimismo, sus familiares se han ido adaptando a este
cambio en relación al padecimiento de Mirna. Se cuestiona a la paciente sobre la forma de
controlar su situación e informa que “…Llevar una vida normal, tranquila…porque esto ayuda
mucho, sobre todo cuando uno no sale…ya siente uno…”.
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Sigue las indicaciones del médico. Su mismo cuerpo también le ayuda indicando hasta dónde
puede esforzarse, pero también es importante mencionar que confía en sus creencias religiosas
fuertemente y su voluntad también se rige por su espiritualidad. “Sí. Tomo mi medicina y le pido
a Dios, que así como me acuesto, así me levante (se sonríe).”
La paciente no se considera responsable de su padecimiento. Ella culpa a su ex esposo, debido a
que la hizo sufrir mucho y que esto afectó significativamente su salud: “Yo al que le hecho las
cargas es a mi esposo, aunque ya se fue…”.
Al momento en que se realizó la entrevista, la paciente reconoce que su vida cambió, ya no puede
ser activa como antes, debe de llevar una vida normal, pero normalmente tranquila, descansando.
La paciente considera que está llevando una vida activa a pesar de las limitaciones, sabe cuan
enferma se encuentra y acepta que ha aprendido a vivir así:”Ah…pues fíjese que he aprendido
mucho porque…Ay Dios, es un caso muy duro el mío… (Suspira y se lamenta)”. Refiere que…Le
baja a uno…como le dijera…le baja a uno la moral…la autoestima…piensa uno…como otros
son bien sanos…y me pregunto… ¿Por qué padezco yo de esto? Me pongo a pensar, y luego
pienso que Dios sabe lo que hace…yo digo…si Dios dispone, ¿yo qué puedo hacer?”. Se
cuestionó a Mirna sobre la posibilidad de mejorar su situación y ella respondió: “Le daría
gracias a Dios por mi vida, como la de los médicos…”.
4.5. SUJETO 5
Carolina tiene 53 años. Es soltera. Es jubilada de auxiliar de enfermería. Vive en la zona 2. Hace
1 año le diagnosticaron con cardiopatía isquémica. Sufrió dos infartos y le practicaron un
cateterismo. El doctor le indicó que la arteria principal del corazón estaba muerta y que, debido a
esta razón, ya no la podían operar. Debe continuar su tratamiento a base de medicamentos.
Además, es diabética.
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Tuvo tres hijos, dos mujeres y un hombre. Sus hijos mayores tienen 28 y 23 años. Cuando tenía
42 años, resultó embarazada siendo diabética y presentó angustia al pensar que correría riesgo su
vida: “Señor, será, yo no voy a aguantar este embarazo, pero bendito Dios salí”. Nació una
niña. A los once meses, ésta fue operada debido a que nació con ductos abiertos y había que
cerrarlos: “Bendito Dios desde entonces ha estado bien”. Le gustaría que su hija estudie y trabaje
como enfermera al igual que ella ya que ella la considera una carrera corta. La paciente refiere
que a pesar de su padecimiento, no ha cambiado la vida de sus hijos debido a su enfermedad, ya
que ella vive sola con su niña de once años.
Al ser cuestionada sobre si conocía sobre este padecimiento con anterioridad, recuerda que sí
había escuchado sobre el tema por personas que refirieron en su momento lo siguiente: “sí había
escuchado de infartos, de personas que se han muerto, y otras que decían, fíjese que no sé quien
se murió…seguro le dio un infarto”. Por otro lado, refiere que su doctor le explicó que una
persona diabética puede llegar a sufrir un infarto sin sentir dolor.
En relación a la información que obtuvo sobre su padecimiento, la paciente comenta que lo
primero que le dijo su médico era que ella había sufrido de un infarto. Ella procedió a
cuestionarlo sobre qué seguía ahora en su vida y él respondió: “a partir de hoy, descansar
mucho”. Carolina refiere que la información ofrecida por su médico la ayudó a enfrentar su
padecimiento de una mejor forma. También comenta que ha buscado en revistas, artículos que se
refieren al corazón. Éstos coinciden con lo que ella tiene.
Se le pregunta cómo ha enfrentado su padecimiento, y refiere que con tranquilidad, valor y fe,
natural: “hay que enfrentarlo, uno no lo pide”. Su vida ha cambiado, siendo ella más estricta
con alimentos, ejercicios y tratamientos. Menciona que su médico no le ha explicado a qué se
debe su enfermedad, pero refiere que “el doctor me dijo que las altas de azúcar no me había
ayudado. El último examen indicó que los triglicéridos no me bajan, que evitar carbohidratos.
Debo bajar mi azúcar con medicamentos, dos clases de insulina y dieta”.
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Hace un año sintió dolor en el pecho y esto la angustió. Le hicieron un electrocardiograma, ella
pensó que moriría. “Mi corazón estaba igual, no tenía inicios de infarto, se confunde con un
dolor muscular, y ya me tranquilicé. Mi angustia es la niña pequeña”.
Al sufrir el infarto, buscó ayuda y luchó para tenerla. “Pues en el momento, cuando los dolores,
yo no sabía qué era lo que tenía. Cuando me dijeron que era un infarto, antes me habían visto y
me habían mandando a mi casa, y ahí sí me afligí. Entonces, usé mis conectes entre enfermeras y
médicos”. Al ser enfermera, conoce sobre el trato a los pacientes y el posible manejo que se da:
“además, yo sé cómo es la cosa realmente, y lo que hacen en ocasiones con los pacientes…”.
Cuando el dolor incrementó, comenzó a llorar y le practicaron un electrocardiograma. “Alguien
con infarto y ese dolor espantoso, lo que necesita es atención”. Refiere que le inyectaron
soluciones para destapar las arterias y que en todo momento estuvo consciente de que no moriría.
Sus hijos firmaron las debidas formas para que ella pudiera ser atendida. Durante este proceso, la
intención de la paciente era poder dejar de sentir dolor. Recuerda que esa noche, escuchó a los
médicos decir: “la señora no responde, hay que enviarla al intensivo”. La paciente se afligió,
pero al mismo tiempo pensó que en el intensivo el cuidado sería mayor: “en el intensivo me van a
cuidar más intensamente (se sonrió), yo me daba valor y le pedía mucho a Dios que me sacara
del intensivo. Y bendito sea Dios así fue. Soy cristiana y tengo mucha fe y esperanza”.
La paciente refiere haberse sentido triste y afligida como reacción al enterarse sobre su
padecimiento en el corazón. Recuerda haber sentido deseos de morir. Comenta que una doctora,
cuando ella estaba siendo egresada del hospital, le dijo: “señora usted se va a ir a su casa, le
vamos a dejar un tratamiento mientras…”. Carolina cuestionó esta expresión: “doctora, para
mientras qué, ¿para mientras que me muera o qué?”. La doctora enseguida le indicó que no
había comprendido bien. La paciente considera que la doctora debe haber pensado esto, pero su
equivocación estuvo al mencionárselo a ella como paciente: “su expresión estuvo mal, estuvo
equivocada, porque me asustó”. Por su parte, otro doctor llegó con Carolina y le indicó: “señora,
usted ya tiene egreso, se va a quedar con éste y este tratamiento, pero queda propensa a otro
infarto”. Ella recuerda haberse sentido triste, porque su hija pequeña tiene solamente 11 años.
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Sobre posibles cambios que puede presentar su salud, refiere que casi no ha tenido. Su peso se ha
mantenido estable. Considera que cumple con las indicaciones de su médico, como lo son los
tratamientos, dietas, caminar treinta minutos (siendo éstos de diez en diez si hay presencia de
dolor, “cuando se me quita el dolor, vuelvo a empezar”).
En la actualidad, está consciente de las cantidades que debe ingerir de alimentos, siendo éstas en
pequeñas porciones. Asiste también al Club del Diabético a recibir charlas, y ha recibido cursos
de cocina para diabéticos también. Ella menciona que le ha servido mucho.
Las personas que frecuenta son incrédulas sobre el infarto sufrido por ella, ya que para ellas
generalmente las personas mueren luego de sufrir infartos. “Y no es cierto que todos se mueran,
depende de la rapidez con que se atiendan y los procedimientos adecuados. Ahora he conocido
varias personas con infarto y están vivas con sus tratamientos”.
Si pudiera mejorar su situación, iniciaría una vida diferente que la que ya tuvo. Reconoce que su
vida de alguna manera fue desordenada y debido a esto surgieron sus padecimientos.
“Exageración de comidas que uno no debe de tener”. Imagina su vida considerándola de una
mejor manera, “para poder tardar unos años más”.
Carolina es cristiana, siente mucha fe y esperanza. Confía en el Señor. Él le da fuerzas y aliento.
Agradece a Él todos los días, lo aprecia y se siente agradecida. Cuenta también con el apoyo de
su familia. Su hijo la ayuda llevándola a diversos sitios cuando ella así lo necesita. “Mi hijo me
apoya bastante, me saca a pasear…”. Le ha pedido que la ayude emocionalmente. Su vida ha
cambiado rotundamente, “ya no como tanto, ya no viajo tanto, la acumulación de personas me
sofoca…”. A la vez, cuenta con el apoyo de su hija. Deja que la apoyen como ellos más puedan:
“Me siento muy querida por todos”.
Carolina comenta que ha tratado de olvidar su padecimiento, pensando en otras cosas, saliendo de
su casa, asistiendo a reuniones, yendo a la iglesia. Aprecia las reuniones familiares.
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En relación a los deseos de llorar, comenta que lo ha sentido de vez en cuando. “Este año me
han dado más ganas de llorar que antes. A veces, cuando me empieza el dolor, pienso si será el
momento en qué me voy a morir (se sonríe)”. Refiere que le afecta sentirse así, pues llega el
bajón y siente tristeza, luego ella trata de subirse el ánimo, “porque si me pongo triste va a ser
peor, mejor me pongo a leer la biblia…y se me olvida lo que tengo…”.
Sobre su responsabilidad en este padecimiento que sufre, respondió que sí se siente responsable
ya que su familia ha padecido de diabetes por varias generaciones. “De mi familia hasta ahora
mi hermano y yo presentamos diabetes. Creemos que un hermano pequeño también y desde
entonces mi otro hermano también adquirió la enfermedad. Las impresiones nos afectan”. Así
mismo, fue cuestionada si sentía culpabilidad y mencionó que no, pero sí considera que puso su
vida en riesgo al no cumplir a cabalidad con las dietas. “Yo decía que hacía dieta, pero no lo era,
pues la dieta tiene que ver con cantidades y evitar carbohidratos. A un diabético le da hambre
cuando tiene el azúcar alta”.
Así mismo, considera que su enfermedad no tiene ni una ventaja. Le cuesta dormir, se siente
incómoda en diferentes posiciones, “que me paro, que me acuesto, me siento sofocada, si me
acuesto boca arriba, siento que el corazón me llega a la garganta, pero son días. Ella reconoce
que estos días puede verse afectada por ansiedad, nervios, preocupaciones, “pero no es de todos
los días, hay días que estoy tan tranquila y tan bien”.
Considera positivo en este momento que se siente bien de salud y ha aprendido a cuidarse mejor.
Comenta que ella le diría a otra persona con su mismo diagnóstico que se cuide, que siga las
indicaciones de su médico, que haga su dieta y, sobre todo, que piense positivo. “Si están
pensando que es feo comer tal cosa, o que comen grandes cantidades, o que se yo…el problema
es que si nos enfermamos y no nos cuidamos…hacernos padecer a otros”. Menciona Carolina
que el descuidarse no es sinónimo de muerte. Los familiares estarán pendientes de la persona
enferma y preocupados y para ella eso sí es un problema, “sufren los que están cerca de uno, ésta
es la clave”.
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4.6. SUJETO 6
Dulce tiene 53 años y es soltera. Tuvo dos hijos, un hombre y una mujer. Vive en Villa
Hermosa. Trabaja en el sistema penitenciario hace 19 años. Hace 10 meses la diagnosticaron con
cardiopatía isquémica. “Ya el doctor vio pues…que yo necesitaba operación. Y recuerdo que me
lo dijo cerca de Navidad. ¡Ay no! pensé qué regalo el que me vino a dar el doctor… “.
Su médico le practicó un electrocardiograma y otros exámenes. El resultado indica que tres de
sus arterias se encuentran tapadas. Ella piensa en ese momento que algún medicamento podrá
destaparlas. La intervinieron por medio de un cateterismo y le informaron que debía de ser
operada del corazón, “ahí fue un golpe duro para uno. Porque uno piensa ¿y si me voy a morir?
Porque eso es lo primero que pensamos los seres humanos”.
Luego añadió: “… y todavía lo sigo pensando, y si me muero, todavía lo pienso. Y hoy
precisamente le iba diciendo a un compañero, me voy satisfecha porque (se ríe) ya gocé
(continúa riéndose)”. En varias frases se refirió al temor de perder la vida, de ya no poder
realizar sus actividades de costumbre:”ya no voy a ser la misma. Ya no voy a poder subir gradas,
ya no voy a poder correr…eso es lo primero que uno piensa”.
Sobre sus pensamientos al enterarse de este padecimiento, ella refiere que pensó que tal vez el
doctor se habría equivocado, o que en realidad ella no había prestado la atención debida y que de
esta forma no había entonces comprendido. Pensó que si se operaba posiblemente moriría.
Dulce ha buscado información sobre su padecimiento. Ha tomado tiempo en leer y consultar.
Está considerando buscar una segunda opinión en Eventos Católicos, ya que se informó que hay
un cardiólogo allí competente. “Sí ha pasado por mi mente, voy a ir con otro cardiólogo y que
me diga, y a veces digo no…para qué. Pero y si de repente me dice lo contrario (se ríe)”.
Los médicos le han dicho que siga al pie de la letra con su dieta, con la toma de medicamentos
diarios, ya que esto es base para seguir adelante. Ella lo sabe y ha aprendido a cuidarse más,
“incluso le digo a quien pueda, cuídese. También por otras enfermedades”.
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Cuenta una máquina elíptica para hacer ejercicios. Realiza ejercicios aunque sean pocos minutos.
Su hijo le insiste en que haga ejercicio también, y si no su hijo le dice, “!señora haragana vaya,
vaya”¡, ´¡Ay!´ le digo, ´siento que esa máquina me mira, para qué me mira (se ríe)´. Pero sí, a
veces, yo misma me despierto pues”.
Visitó a la nutricionista y ella le indicó que puede y no debe comer. Dulce comenta sobre el daño
que hace salirse de la dieta. Sabe que esto depende de ella. Refiere que los doctores saben lo que
es mejor para cada paciente, pero que en ella está el cuidar de su salud. “Me cuido bastante”.
En relación al futuro, no planifica aún la operación. Sí logra visualizarse en el quirófano, pero
como en un momento en que su vida cambiará. El que sus hermanos estén enfermos también del
corazón ha brindado un panorama tanto positivo como negativo. Su hermano realiza todo lo que
desea sin dificultad ni alteraciones. Por su lado, su hermana se siente incapacitada, triste y
dudosa, “pienso que no quiero ser así, pero estos espejos los veo”. Refiere que los hombres son
diferentes a las mujeres. Percibe a las mujeres más débiles, “uno quiere que lo estén
contemplando como para que le tengan lástima”. Aunque, ella no se siente débil realmente; al
contrario, desea ser vista de otra forma, valiente.
Su vida ha cambiado debido a lo que padece y siente. No puede realizar sus actividades de
costumbre como las hacía antes, reconoce los días buenos en lo que su salud parece estar en
óptimas condiciones. Agradece lo que tiene. Siente deseos de esforzarse por lograr sus metas y
responsabilidades a pesar del malestar ocasional. Se motiva a continuar luchando, le gusta su
trabajo y a pesar de todo se siente activa. “Mire, mi trabajo es de subir y bajar gradas, yo subo
aunque ya por el segundo nivel debo de descansar, pero puede ver que no sólo yo, patojas
jadeando, diciendo que es insoportable. Entonces me digo a mí misma, ¿de qué te quejas…?”.
Ante esto comentó: “Odio no sentirme como antes, ya no ser la misma”.
“Ha sido bastante duro, pues no es lo mismo estar bien de salud…y…a estar tomando el montón
de pastillas, que para esto, que para aquello…esto sirve para el otro”. Reconoce que los
medicamentos hacen que ella se sienta bien, pero muestra apatía y cansancio de estarlas tomando.
Sin embargo, sigue las indicaciones para cuidar su salud. “Bueno, yo trato la manera de…bueno
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digo yo…póngale que me invitan a una copa de algo…yo pienso, eso me hace mal. Me tengo que
controlar y digo, no gracias.
Los hermanos la apoyan, le dan recomendaciones y le insisten en que se realice la operación en el
corazón. Desean hacerla razonar sobre el riesgo que está corriendo su vida al postergar esta
intervención. Sus hijos también la apoyan, ella les solicita que le brinden apoyo de tipo moral,
más que el económico. Cuenta con un grupo al que asiste y trata de no faltar. Ellos le comentan
que cuando ella falta se nota ya que cuenta con una personalidad vivaz y divertida. Cuando la
notan diferente, decaída, también se lo dicen, “si me ven triste, me dice, y yo les digo que no sé
por qué me siento así, y que ya se me va a pasar”.
Los médicos brindaron a la paciente la atención esperada por ella. Se siente agradecida y
complacida. “Me internaron, mire vengo encantada de la atención de los doctores, para mí me
dieron un buen trato desde el conserje hasta el mejor médico que hay ahí”.
Se refiere que la paciente presenta negación funcional. Ella comenta: “a veces me olvido de que
estoy enferma. Me olvido que tengo esto. Le digo a mis compañeras, dicen los doctores que me
tengo que operar, pero quién puede más, Dios o los doctores, y me contestan que si tengo fe así
será”. De acuerdo a la apariencia personal de Dulce, pareciera que no estuviera enferma. Su
lenguaje verbal y no verbal la muestran como a una persona joven, dinámica y agradable. A la
vez, ansiosa y emotiva. Ella comenta: “Será que estoy enferma, y me acuerdo cuando debo de
tomar pastillas” (se ríe).
El olvidarse de lo que padece por medio del trabajo y sus otras actividades, hace que ella se sienta
bien la mayor parte del tiempo. Evita hablar sobre su enfermedad, y trata de demostrar a todos
que se siente bien y que todo sigue igual. “Si estuviera mal, no estaría trabajando les digo (se
ríe)”. En relación a si enfrenta o huye de las dificultades, ella menciona que huir no es su mejor
opción, pero aún no se opera. Ella duda mucho debido a que realmente se siente bien, y el
operarse efectuará muchos cambios en ella, lo reconoce y le tiene temor. Al respecto, ella
comenta: “Lloré y dije, no…no…no…y no me opero. No acepto y no acepto esto. ¡Una operación
en el corazón, imagínese!”.
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Ella fue informada que debía hacerse una serie de exámenes previos a la operación. Esto le ha
ayudado a no tomar finalmente la decisión a operarse, ya que, como no ha hecho los exámenes,
aún no se opera. Ella reconoce que será por su bien, pero aún no lo acepta, “yo ya con el tiempo
medio voy aceptando la operación, porque a uno le hacen un montón de exámenes todavía”. Está
poniendo su vida en riesgo cada día que pasa, como le dice su hermano: “no m´ija, opérese, mire
usted parece una bomba caminando, hombre…opérese”.
Desde el momento que fue informada sobre la operación en su corazón, ella ha sentido temor:
“lloré…porque uno siempre llora verdad.”. Ella relaciona este diagnóstico con perder la vida,
con el cáncer, aunque enseguida recapacita: “Pero gracias a Dios lo que yo tengo pues no se
compara con lo del cáncer verdad, porque el cáncer es de esperar que Dios disponga de uno”.
Se demuestra afectada emocionalmente debido a que ya no siente lo mismo que antes, “uno está
pendiente que hoy tengo cita, y que el doctor le pregunta a uno con lo que se está haciendo y uno
baja. En lugar de decirme que ya no me voy a operar. Pero sí afecta emocionalmente”.
Dulce platicó con una persona que fue operada del corazón y ella le recomendó que no se hiciera
el procedimiento. Le mostró su cicatriz, y le narró sobre su arrepentimiento al operarse, ya que
considera que no se siente igual que antes, le molestan las miradas de las personas y delante de la
paciente se denotó emocionalmente afectada.
Le molesta que las personas a su alrededor la perciban como una persona enferma. Ella considera
que no se siente así. Los comentarios que le ofrecen no son bien recibidos por Dulce y producen
en ella decaimiento y enojo…”Pero si así lo miran a uno… ¡Ay miren, ahí viene la enferma! (se
ríe)”.
Comenta sobre lo que los problemas pueden hacer a la salud, puede enfermarse aún más. Se
controla sintiéndose tranquila. “Me tengo que sentir más tranquila a pesar de los problemas, más
aliviada, ya que los problemas afectan demasiado”.
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Informa que su médico le explicó sobre la cardiopatía isquémica. Ella comprende que tiene que
ver con arterias que se encuentran tapadas, con angina de pecho, debido a comer grasas. Exceso
de grasa, el colesterol y triglicéridos elevados identifica la paciente como causantes de su
padecimiento. Ella se siente responsable y reconoce su parte de herencia en la familia. “Todo
elevado, y yo que no puse de mi parte. Cuando me decían mire usted debe de llevar una dieta
porque está elevado el colesterol, y uno dice ´ay ese doctor´. Uno se enoja, pero ellos
previenen”. En fin, a no cuidar de su salud. Si ella pudiera explicarle a otra persona qué se siente
padecer del corazón, le diría: “estoy padeciendo de cardiopatía, si usted se puede cuidar hágalo,
porque fíjese que esta enfermedad como lo puede llevar a uno al otro lado de la vida, o puede
uno curarse”.
Sin embargo, no se siente del todo culpable, ella considera que esta enfermedad ella la debía de
padecer, debido a que muchos los sufren y otros no la desarrollan, “a mí me tocó la chibolita, me
tocó a mí”. Acepta lo que está padeciendo, pero deja la responsabilidad a Dios: “le he pedido
mucho a Dios. Le he dicho que si debo operarme lo haré, pero que me dé una señal de algo, y tal
vez no llegar a eso”.
No se siente responsable por su enfermedad, ni enferma actualmente, pero sí amenazada de cierta
forma, ya que surgen pensamientos sobre por qué a ella le dio esta enfermedad: “uno es egoísta,
porque pensamos porque no le tocó a alguien más, en lugar de pensar ¡ay, no Dios! ni a él, ni a
mí, a ninguna persona”. “Uno dice, si yo me enfermé, por qué no se enfermó otra persona”. Las
vivencias y experiencias, pueden endurecer los sentimientos de las personas, y volverse egoístas
hasta del dolor ajeno. Brinda un ejemplo ante la pérdida de un familiar, y cómo es que en
momentos no se le da la importancia a lo que conlleva esta pérdida.
4.7. SUJETO 7
Alicia tiene 60 años. Es casada. Tiene cuatro hijos, tres hombres y una mujer. Vive en la zona 15
y trabaja en una parroquia como secretaria. Su enfermedad cardíaca comenzó hace dos años. La
intervinieron por medio de un cateterismo y le colocaron dos stents. Se practicó una serie de
exámenes recientemente y salieron todos normales. Padece de la presión alta desde que nació su
última hija.
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Hace dos años sintió que el caminar la fatigaba, “sentía que se me abría el pecho”. Le realizaron
un cateterismo para destapar sus arterias tapadas, “sentí que me apretaba mucho el pecho, pero
no pensé que era el corazón que me estaba molestando”.
Ella desconocía la razón de su malestar. Su hijo mayor le indicó sobre el riesgo que corría al no
comenzar con los exámenes pertinentes. Alicia dudaba de que su enfermedad fuera grave. Él le
insistió de tal manera, que la paciente tuvo que hacerlo. “No, le decía yo, esperemos para el otro
mes”. Se realizó los exámenes y por sugerencia de su hijo y médico fue trasladada a UNICAR,
ahí la operaron. Por medio del cateterismo, le colocaron los stents.
Recientemente como seguimiento, se practicó exámenes médicos. Informa que los triglicéridos,
colesterol y ácido úrico se encuentran normales. Comenta que debe seguir las indicaciones de su
médico, hacer más ejercicio y comer menos: “si él dice ejercicio hay que hacerlo, tomar las
medicinas, hay que hacerlo”. Reconoce que ha subido de peso y le preocupa. Comenta que en
realidad no ingiere cantidades grandes de alimentos, aún así no entiende qué le puede estar
sucediendo. Considera que esto es importante. Si tuviera la oportunidad de explicarle a otra
persona sobre su padecimiento, le recomendaría que se realice la operación si ése es el caso y que
siga indicaciones de su médico.
Cuenta con el apoyo de sus hijos. Ellos se movilizaron para que Alicia fuera atendida en el
hospital de forma efectiva. Su hija también ha colaborado buscando información sobre su
condición médica, haciendo hincapié en la importancia que tuvo realizarse el cateterismo a
tiempo. Ella le acompaña a sus citas y está pendiente de sus medicamentos. Alicia prefiere que su
hija la acompañe a las citas “porque ella me dice que tengo que ir y que le tengo que hacer caso
al doctor, que me tengo que tomar las pastillas, está pendiente. Me dice ya te toca tu cita”.
Menciona en relación a sus hijos al enterarse en su momento de la intervención que le harían a su
mamá se preocuparon mucho, “son más conscientes de lo que puedo hacer o no. Ellos me
ayudan y mi esposo me dice ´deja ahí, yo te ayudo´ “.Cuando sus hijos se portan mal, Alicia los
amenaza diciendo que le puede dar un infarto:”ya van a ver…me voy a morir”. Sin embargo,
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ellos están bien informados de su padecimiento y le contestan que no es cierto que esto pueda
suceder.
Comenta que ha sentido el apoyo de su médico. Sus explicaciones le han ayudado a enfrentar de
mejor manera su enfermedad. Cuando le informaron sobre su condición cardiaca, comenta que no
sintió miedo de morir. Confió en la ayuda de Dios. Se siente tranquila, contenta y no se queja. Ha
tratado de llevar su vida normal. A partir de los tres meses de su intervención, Alicia regresó a su
rutina habitual. Trata de cuidar de su salud. La paciente comenta: “pues he seguido una vida
normal, no te estés…pues nada de acuchuchar, que uno no puede hacer nada, yo a los tres meses
ya hacía…mis cosas”. Ha viajado en avión y se siente saludable actualmente. No le gusta hablar
de lo que padece. En ocasiones escucha a personas con padecimientos parecidos, pero sólo lo
piensa.
Informa que se siente responsable y culpable de su padecimiento debido a que la dieta y el hacer
ejercicio se le dificulta en ocasiones, “…pues a uno le dicen que no coma mucha grasa, pero
como pero poquito y ejercicio sólo de mi casa a mi trabajo, vengo cansada y ¿hacer ejercicio?
Tengo que hacer pero, ay”.
4.8. SUJETO 8
Rocío tiene 50 años y es casada. Tiene tres hijos, dos hombres y una mujer. Es Máster en
Educación Superior y Proyectos Educativos; también es catedrática universitaria. Reside en la
zona 16, junto con su esposo y sus hijos mayores. Su hijo más pequeño tiene 20 años y estudia
fuera del país.
Desde pequeña la diagnosticaron con cardiopatía isquémica de forma congénita y un prolapso en
la válvula mitral. De esta manera, se ha visto afectada toda su vida. Ahora, de adulta, presenta
hipertensión y arritmias. Cuando era pequeña sus padres cuidaban de su salud, angustiándose.
“Ellos eran los que llevaban todo”. Menciona que desde pequeña tuvo que visitar hospitales
siguiendo tratamientos y diagnósticos. Le controlaban las actividades de manera que no se agitara
mucho, teniendo una vida más tranquila. A partir de que se volvió adulta comenta: “tuve mis tres
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hijos con parto natural, siempre me declaraban como riesgo, pero nacieron bien, sanos,
fuertes…”.
Cuando eran jóvenes con su esposo tuvieron que trabajar debido a la preocupación de los estudios
de sus hijos y su futuro como familia. Ahora siente deseos de poder realizar otras actividades ya
que sus hijos están realizándose profesionalmente y son independientes. “Entonces, se supone
que con mi esposo tenemos más tiempo para disfrutar, pero yo no puedo viajar como cuando era
patoja pues, cuando era adolescente o soltera. Yo ya sé que tengo una serie de limitaciones que
me impiden tener una vida…no que me esté metida todo el tiempo en la casa, pero si por lo
menos…”.
La paciente enfrenta la enfermedad desde corta edad, no la evade. “…imagínate, ya hubiera
pasado los cincuenta y pico que me quedan llorando por mi enfermedad, postrada en una cama
y no hubiera desarrollado, todo lo que he desarrollado”. Además, padece de presión alta, lo que
fue difícil de diagnosticar para los médicos. Está consciente que no se cura, pero sí se puede
controlar evitando “pues que llegue a niveles muy altos pues es ahí donde se pueden dañar los
órganos”. También comenta “yo la mayoría del tiempo no estoy pensando en me va a subir me
va a subir. Mira tengo allí lleno de aparatos que mi hijo me compró”.
Considera que ahora controla su presión de forma más adecuada. “Yo ya aprendí a controlarla.
Entonces, cuando yo estoy en un momento de crisis, aunque esté sudando y la esté pasando a
palitos, se me sube la sangre, porque se pone uno con sudoraciones frías. Se pone uno que siente
el corazón ya no va a responder, porque está bombeando a toda fuerza. Entonces, lo que hago es
prepararme un té, me tomo mi medicamento”.
Esta forma de controlarse ha funcionado. Aún así, comenta que no es fácil hacerlo y que suceda:
“…si te la ves dura, sentís que te vas a caer, estás super mareada…y sabés que tu corazón está
haciendo un esfuerzo muy, muy grande, que todo esto siempre va acompañado del dolor en el
brazo izquierdo y dolor de pecho”. Refiere que esta situación la asusta y preocupa.
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Logró obtener información sobre su padecimiento consultando a los médicos de forma
incansable. Si no se sentía satisfecha con las respuestas proporcionadas, optaba por investigar.
“El internet es fabuloso, uno puede diagnosticar cualquier enfermedad, saber cuáles son sus
consecuencias, sus causas, definir qué médicos hay”.
Informa que a pesar de tomar sus medicamentos, hay días en que comienza a sentirse mal.
“puedo amanecer un día super tranquila y de repente sentir que algo me está pasando, empiezo
a sentirme mareada, con los ojitos como que la sangre me sube, palpitaciones, sudor frío y
muchas situaciones horribles…y cuando llego tengo la presión totalmente fuera de control”.
Considera importante de ahora en adelante el comer saludablemente, cuidar su azúcar y no tomar
gaseosas, ya que esto la ayudará a sentirse mejor sin hacer una dieta establecida, de esto comenta:
“creo que no está entre mis posibilidades ponerme a dieta, pero sí evito ser glotona”. Menciona
que el ejercicio es indispensable para todos, no sólo para los que padecen de una enfermedad
cardiovascular, pero que realizarlo sola no le llama la atención, “no consigo caminar sola y con
el chucho hay no. Entonces, mejor me quedo en casa. Te digo, todo es una actitud de vida
personal”.
Su esposo y su hijo mayor son su mayor apoyo ante emergencias médicas, vigilar su salud y
lidiar con su padecimiento. Refiere que en relación a su esposo: “…sí que le debo mi vida porque
no sé, siempre que estoy enferma, nos conectamos, algo pasa, y ya estoy yo que…siento que me
voy a morir y es él al que le toca llevarme. Pienso que no ha sido una vida fácil para él, ni
tampoco para mis hijos y menos para mí que soy la que lo vive”. Al momento en que se realizó
la entrevista, también refiere que no le parece que la acompañen a sus citas médicas o posibles
tratamientos, debido a que considera que quien vaya se puede angustiar y preocupar.
Rocío es católica practicante al igual que su familia. Cuenta con el apoyo del Señor y confía en
sus decisiones. “Dios tiene destinadas las vidas de las personas y no es una enfermedad la que
va a acabar con uno”. Refiere que los planes que Dios tiene dispuesto para una persona: “pasa
los límites de lo que la ciencia puede pronosticar”. Se denomina una persona protectora de sus
seres queridos, el que su hijo pequeño esté de fuera del país hace que se sienta en ocasiones tensa
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y preocupada, pero menciona también: “sí, soy una mujer de fe, me voy a poner a orar, y le
pediré al Señor que lo cubra, pues él es su Padre. Yo ya no puedo hacer más. Él tiene el control
de su vida y el control de la vida de mis hijos y de la de mi esposo. Yo ya no puedo hacer nada”.
No siente amenaza por su vida, ya que ella considera que Dios tiene una misión para ella aquí en
la tierra. Mientras ese plan de Dios no se cumpla, la persona continuará viviendo. Ella comenta:
“entonces, yo creo que el Señor en su momento dirá ésta ya no tiene por qué estar aquí
quitándole el aire a los demás”. Refiere que una enfermedad no acaba con la persona, sino el
Señor, “…es Dios nada más”.
Al referirse al momento que el Dr. 5 le confirmó que ya no padecía del prolapso en la válvula
mitral porque la edad que ella presenta es razón frecuente para que este padecimiento
desaparezca, la paciente comenta: “…yo me quedé asombrada. Yo siempre pensé que él era
científico, pero a mí el que me salvó fue Dios”.
En los momentos en que la presión alta ha sido sinónimo de gravedad y emergencia para ella,
siente que Dios es quien le ha permitido continuar con vida más que nadie. “Comienzo a orar.
Tratar de relajarme, tratar de acostarme, ponerme el ventilador. O sea, darme los primeros
auxilios para que me vaya pasando. Te digo que se dice fácil”.
En relación a platicar sobre su padecimiento informa: “pues fíjate que a mí nunca me ha gustado
contarle a nadie, porque yo siento que son situaciones como muy privadas y particulares”. Ha
evitado hablar también en los trabajos que ha desempeñado por temor a que no tengan
conocimiento sobre el padecimiento y a que se pueda sentir excluida, “puede ser que te vean
como si eres un minusválido”. También comentó: “entonces, para mí no es andar contando. Es
la primera vez, con esta entrevista, que yo cuento de mi enfermedad, con una persona que no sea
un doctor, ni alguien de mi familia”.
Rocío menciona que la actitud que ella considera adecuada es la de ser positiva. Esta forma de
actuar se puede considerar beneficiosa ante un padecimiento. “…una actitud de vida”. “Yo creo
que sos una persona enferma cuando te dejás vencer por la enfermedad. O sea, por un
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diagnóstico me va a decir que no soy una persona sana, pero yo me preguntaría, será que hay
una persona completamente sana, yo creo que ninguna”. Para ella una actitud positiva puede
influir favorablemente en su vida teniendo control, moderación y estando tranquila. Por esto, ha
enfrentado el diagnóstico de la siguiente forma: “con bastante serenidad, tranquilidad, no me ha
inhibido en cuanto a mis actividades personales, he logrado lo que he querido personalmente”.
Menciona sentirse satisfecha también en su rol de madre. “He seguido la vida como una persona
normal, lo único es que no me puedo exceder”.
Recuerda que cuando le hicieron el primer cateterismo pensó, “yo sí estoy fregada del corazón”.
Pero esto no era razón para ponerse a llorar, asustarse sí, comenta Rocío. No ha sentido de llorar,
“yo soy de cuero duro chula. A mí esas cositas no me afectan”. Sin embargo, comenta que le
afectaría si le pasara algo o el no poder ver a sus hijos desarrollarse. Además, informa que resultó
con ataques de ansiedad: “esto fue a partir de una cólera muy grande que recibí”. De esta
manera visitaba frecuentemente el hospital, “porque sentía que me faltaba el aire”. Como el
padecer de la presión alta puede ser causa de muerte, Rocío comenta que “he tenido crisis tan
fuertes, en las que los médicos creen que será mi último momento porque me sube tan de
repente…”. Por eso, antes, cuando comenzaba a sentirse mal, la paciente corría al Hospital
Militar: “Entonces, yo me iba corriendo al hospital, pero yo no sabía que el estado de ánimo es
aún más perjudicial, ¿verdad? Porque cuando yo llegaba, llegaba ansiosa, con miedo. Me
estresaba más, me alteraba”.
Menciona que los médicos la conocen como una persona aprensiva. De esto ella comenta:
“Cuando una paciente es muy aprensiva, no es tan bueno contarle todas las cosas como son,
¿verdad? Unos prefieren como decirme… las cosas más sencillas más suaves. Otros me dicen
las consecuencias como son, además uno no es neófito, ha estudiado y también se ha
documentado y sabe de los riesgos que se corren al tener un problema como el mío”.
Se le cuestiona si se siente responsable por su enfermedad y responde que por “el padecimiento
de la presión alta creo que sí, porque uno debe de aprender a manejarse emocionalmente las
situaciones que se le presentan. Debemos de tener una madurez emocional adecuada y
conveniente”. Rocío comenta que las veces en que su salud ha empeorado ella se ha angustiado o
77
enojado, por lo que ella la responsable de esta situación. “Tal vez ahí estaría donde yo provoco la
situación o también me altero porque alguien me trata o me ofende, y me altero”. Menciona que
en la actualidad lo toma con calma, “pues la vida me ha cambiado…tomando las cosas como
vienen, de la forma más serena. Eh…trato de…darme mi tiempo, no presionarme”.
Ha comprendido que su vida ha estado dedicada en gran parte a los demás. El estar pendiente de
todos impone una gran exigencia de la persona ha causado desgaste significativo. “Por los hijos
uno se desvive, se muere, se angustia…eh…sobre dimensiona lo que puede ocurrir”. Especifica
que su preocupación no logrará cambios en lo que realmente pueda o no suceder en la vida de los
demás.
“Pero ya ahorita en esta etapa yo cada vez que puedo les digo que los quiero, que los amo, los
apapacho. Los bendigo todos los días. Porque no sé si va hacer mi última día, y digo puchica,
por lo menos que se vayan con el recuerdo de que su mamá los bendijo y no los maldijo o les
mentó la madre porque hicieron algo malo, tenía un montón de complicaciones”. Por esto,
decidió hablar con su mejor amiga y le pidió que en el momento que ella falleciera, se casara con
su esposo y se encargara de sus hijos. Su esposo se molestó por esto.
Se considera una persona decidida, siendo esto una ventaja en ella, debido a que las decisiones
que ha podido tomar las realiza profundamente, reevaluándolas y dándoles su importancia como
es debida en un tiempo prudencial. El salir vencedora de esta batalla dependerá de preocuparse
por llevar una vida sana, el saber valorarse tomando como fortaleza esta habilidad.
“Yo creo que las cosas, todo lo que está puesto en el mundo, tiene una razón de ser. Y tú puedes
aprender que tu enfermedad te puede servir si la tomas como enfermedad si yo te digo, para
hacerte más fuerte”. Ella comenta que las pruebas de la vida preparan a la persona, sabiéndola
enfrentar y vivir, sobre todo saberla sobrellevar. “Creo que una enfermedad te puede servir,
principalmente, para darle las gracias a Dios”.
78
Esquema 1: Buscaron atención médica cuando se presentó la fatiga y el cansancio.
ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDA AL PROBLEMA
S1. “Me ingresaron a UNICAR. Yo lo que
pienso es que bueno, yo lo
enfrenté…Ahora estoy bien y me siento
bien, pues la enfrenté con tomar la decisión
de operarme…”.
S2. “Cuando me dio el infarto en la casa,
me llevaron para el (Hospital) General”.
S3. Sufrió cuatro infartos. El médico les
dice a los hijos que la lleven a la clínica a
las 7am del siguiente día. Es referida a
UNICAR.
S4.Su hermana la lleva al Pilar.
S5. “Cuando me dijeron que era un
infarto… Entonces usé mis influencias
entre enfermeras y médicos”.
CONFRONTACIÓN
Sí sufrió infarto y buscó
atención médica No sufrió infarto y buscó
atención médica
S6, S8
Sí
S7,
S8
No
S7. Su hijo le pide que
vaya al médico. “´Él
me decía „te lo tenés
que hacer‟. No para
mañana, ahora. ¿Será
decía yo?, ¿no?, tal
vez no. „No‟, le decía
yo, ´esperemos para el
otro mes´”.
79
Esquema 2: Opciones de búsqueda de atención médica efectuada por las pacientes.
CONFRONTACIÓN
Cateterismo
A todas las pacientes
se les intervino por
medio de un
cateterismo.
Operación del corazón
S1, S2, S3, S4 y S5.
S6. Le indican que
debe operarse en
diciembre 2011.
Búsqueda de atención médica
S2. Tiene un
bypass“…Me
preguntan por esta
cicatriz y yo les
digo que es parte de
mi infarto, que me
tuvieron que sacar
la vena…Es parte
de mi enfermedad”.
S3. Tiene tres
bypass.
S4. Los médicos les
indicaron que los
tres bypass que le
fueron colocados se
taparon.
Bypass
S3. Le informaron
los médicos que le
debían de colocar
un marcapasos
debido a que su
corazón estaba
muy débil.
ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDA AL PROBLEMA
Marcapasos Sólo puede tratarse por
medio de medicamentos
Decidió no operarse
S3. “Y sí pienso
ahora me voy a
estar sólo con
medicinas”.
S4. “Hay veces que
me pongo a pensar
si será posible que
así voy a vivir de
ahora en adelante, a
base de medicinas”.
S5. “Hay que
enfrentarlo, uno lo
pide. Gracias a
Dios ya cumplí un
año y sigo con mi
tratamiento”.
S6. “Ya el doctor
vio pues…que yo
necesitaba
operación. Y
recuerdo que me
lo dijo cerca de
Navidad. Lloré y
dije, no…no…no
y no me opero.
No acepto y no
acepto esto”.
80
Esquema 3: Formas en que las pacientes buscaron información sobre su padecimiento.
ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDA AL PROBLEMA
CONFRONTACIÓN
El médico les informa sobre
su enfermedad
El paciente buscó información a
través de otros medios
S1, S2, S3, S4 y S5
Prefirió
Ignorarlo
El paciente no buscó
información adicional a la
que le proporcionó el médico S1. “Ellos llegaban, me atendían y me
explicaban”.
S2. Le respondieron todas sus dudas. “No me
explican mucho, se van…bien a lo concreto”.
S3. “Sólo lo que he oído ahí”.
S4. “…que tengo una enfermedad en el
corazón. Eso me dijo el doctor”.
S5. “…pues me ayudó que el doctor me
informara y explicara”.
S7. “He consultado sólo con el doctor, él me
ha ayudado”.
Sintió
Miedo
S4
S6. “Yo me meto a internet y busco y
miro”.
S7. Su hija buscó en el internet y…”me
enseñó lo que tenía”.
S8. “Bueno, yo creo que los médicos se
cansaban de mí, porque yo no me quedo
con dudas. Sino que siempre consulto, les
preguntaba a ellos y si no me contestaban
satisfactoriamente, me ponía indagar, a
investigar. El internet es fabuloso, uno
puede diagnosticar cualquier enfermedad,
saber cuáles son sus consecuencias, sus
causas, definir qué medicamentos hay. Y
también ver casos de personas que
explican su…propia situación”.
No se
interesó
S2 S1, S3, S5
81
Esquema 4: Conocimiento que tiene la paciente sobre la cardiopatía isquémica.
Narrativas ofrecidas acerca de cómo aparece la enfermedad
S2….”pues yo padezco de la presión, me quedé padeciendo de la presión cuando salí del hospital y ahorita se me taparon otra vez las
arterias…”.
S4. “Que tengo un pesor en el pecho, una enfermedad en el corazón. Eso me dijo el doctor”.
S5. “El doctor me dijo que mi corazón, la arteria principal está muerta y que ya no la podían operar…”.
S6. La paciente dudó en comenzar a explicar, no se sentía segura de hacerlo. “Como…se le tapan a uno las arterias y esto viene de
que uno no se cuida…. Ajá, la angina de pecho”.
S7. “Estoy padeciendo de la presión alta y hace dos años que me pusieron dos stents…”.
S8. “La cardiopatía isquémica que me han presentado a mí es que yo tengo un prolapso en la válvula mitral y que básicamente es una
situación congénita y que obviamente ha repercutido en mi salud, en mi calidad de vida”.
ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDA AL PROBLEMA
CONFRONTACION
82
Esquema 5: Diferentes formas como las pacientes han decidió cuidar de su salud.
ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDA AL PROBLEMA
PLANIFICACIÓN
Piensa seguir
cuidando de su
alimentación
Tomar sus medicamentos y
seguir instrucciones del médico
S1.”No comer grasas, ni pan
de manteca…y me duele y
evito caer en la tentación,
pero hago caso que me dice el
doctor”.
S2. …”ahora me cuido, como
ensaladitas”.
S3. “Como bien”.
S5. “Hacer dieta”.
S6….”seguir con la dieta”.
S8. “Evito ser glotona”.
Hacer ejercicio
S3. “Sigo instrucciones médicas, tomo mis
medicinas”.
S4. “Yo sigo las normas de mi médico, no
puedo auto medicarme porque entonces me
va a ir mal”.
S5. “Cumplir con los tratamientos”.
S6. “…tomar los medicamentos al día, que
eso no me falta, pues es una base para seguir
adelante”.
S7. “…llevar las indicaciones del médico,
como él las dice. Me siento tranquila media
vez me tome mis medicamentos”.
S5.”…caminar unos 30
minutos, pero de diez en
diez; si me da dolor,
descanso. Cuando se me
quita el dolor, vuelvo a
empezar”.
S7. La paciente se va de
su casa al trabajo de ida y
regreso a pie.
83
Esquema 6: Forma como la paciente imagina su vida de ahora en adelante.
PLANIFICACIÓN
S1. “De ahora en adelante lo que yo pienso es continuar haciendo
siempre mis cosas que hacía antes y seguir las mismas reglas de visitar
al doctor y de verme como estoy, estarme chequeando. Esto es lo más
importante, porque imagínese si no, no me chequeo, cómo voy a saber
lo que tengo o alguien tiene, siempre hacerme mis exámenes para
controlarme, seguir viviendo y así”.
S2. “Igual, sólo que debo de estar con medicamentos, pero bien,
bendito sea Dios, lo importante para mí es sentirme bien y apoyada”.
S3. “Pues siempre tengo que estar tomando la medicina, hasta que los
doctores me digan que siga tomando esto o ya no, no dejar de tomar
medicinas. Lo que pienso que me arruinó fue cuando dejé de tomar las
medicinas y las tenía y no me las tomaba, ni desayunaba ni nada, no
me cuidaba. Y sí pienso, ahora me voy a estar sólo con medicinas,
pero fíjese que ellos me las compran, ni modo que no me las voy a
tomar, si ellos tanto que se esfuerzan”.
S4. “Hay veces que me pongo a pensar si será posible que así voy a
vivir de ahora en adelante a base de medicinas, porque prácticamente
vivo a base de medicinas. Yo me pongo a pensar que… ¿Sí será real
que mi vida será a base de medicinas y, o que llegará el momento en
que ya no podré sanar un poco, digo yo”.
S6. “Por el momento no he llegado a la operación, pero si algún día
llega a ocurrir esto, y que esté en el quirófano…porque ya no es lo
mismo”.
S5. “Pues me la imagino tratando de vivirla lo
mejor que pueda, para poder tardar unos años
más en el mundo”.
S7. “Tranquila”.
S8. “Me visualizó con mi esposo, en esta gran
casa que construimos para ellos….me visualizó
bien de salud. Creo que si sigo con esta actitud
de no preocuparme de más y de no angustiarme”.
S8. “Pues fíjate que mi vida ya está bastante
definida, a estas alturas. Cuando tu estás, tus
hijos están chiquitos pensás…cuando pase tal
cosa, cuando pase tal otro. Pero creo que
cuando tenés 50 años tenés más o menos el
reflejo de lo que va hacer el resto y yo me
visualizo”.
Plano personal Plano familiar Apego al
tratamiento médico
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN
84
Esquema 7: Forma como ha enfrentado su enfermedad con el apoyo recibido por otros.
S2.”Eh, pues eh…pues con
la ayuda de Dios, y ahí que
con mi esposo. He sido muy
apoyada fíjese…estoy
agradecida”.
S8. Su esposo es como su
ángel guardián.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN
APOYO SOCIAL
Esposo Hijos/familiares Compañeros de trabajo y
otros servicios de apoyo Apoyo espiritual Apoyo del equipo de
salud
S1. Apoyo de sus hijos, en
especial de su hija.
S3.Apoyo de sus hijos.
S4. Apoyo de su hijo, su
sobrina y su hermana.
“Mi hermana que trabaja en
el Pilar me dijo: „vámonos
para la casa, yo te quiero
mucho y tú para mí no vas
hacer una carga, vas hacer
de gran bendición”.
S5. Apoyo de sus hijos.
S6. Apoyo de su familia.
“El que esté disponible”.
S7. Cuenta con sus hijos y
hermanos.
S8. Su hijo mayor.
S2. “Recurrí a la esposa
de Colom, ahí a SOSEP y
ahí me dieron una nota
para llevarla allá a
UNICAR y que me
hicieran la angioplastia sin
cobrarme”.
S6. Los compañeros de su
trabajo están pendientes
de ella.
S1. “Varios me aseguraron que
yo no iba a salir viva de ahí. Si
pero, yo dije „es lo que Dios
quiere, yo salgo y si él no
quiere”.
S2. …”ah…la verdad que sólo
con la ayuda de Dios. Creo
que si no, no lo podría
enfrentar”.
S3.”…les digo que gracias a
Dios, que todavía me tiene aquí
un poquito todavía”.
S4. “Mire, yo creo mucho en
Dios y pues le pedí como
siempre que no me
abandonara, que me ayudara”.
S5. Yo me daba valor y le
pedía mucho a Dios que me
sacara del intensivo. Y bendito
Dios, así fue”.
S6. Dios es su fortaleza.
S7. “No sentí que me fuera a
morir, en las manos de Dios
queda todo”.
S8. Siente que Dios la ha
fortalecido y unido con los
suyos.
S1. “La verdad que alguien
como yo está en las manos de
los doctores, mire a donde
vengo a buscar al Dr. 3. Si él
me vigila, yo me siento
tranquila”.
S2. “Allí en UNICAR son bien
bendecidos. Mire los doctores
tan lindos, como el Dr.3…me
busca medicinas para
ayudarme”.
S3. “Ahí con el Dr. 3 me tratan
bien, me siento bien. Yo estoy
muy agradecida con los
doctores, por eso no dejo de
asistir con ellos”.
S4. “Tengo que ser justa y
agradecer que recibí apoyo en
UNICAR y el Dr. 3”.
S6. “Vengo encantada de la
atención de los doctores”.
85
Esquema 8: Preferencia de las pacientes para ser acompañadas durante consultas y tratamientos.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN
S3. Hermana
S6. “Con mi
familia, bueno pero
con el que esté
disponible”.
S8. “Con nadie.
Para mí es muy
molesto estar
con una persona
que me
acompañe”.
Prefieren ir acompañadas a las consultas
o tratamientos, procedimientos.
APOYO SOCIAL
S2.Esposo
S1.Hija
S4. Hijo
S5. Hijo
S7. Hija
No Sí
Hijos Pareja Otros familiares
86
Esquema 9: Formas de distanciarse de su problema.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN
DISTANCIAMIENTO
Negación funcional
de su enfermedad
Ha evitado hablar de su
enfermedad
Ha tratado de olvidar su
enfermedad
S1, S2, S3, S4, S5, S6, S7, S8 S6, S7, S8 S1, S2, S3, S4, S5, S6, S7, S8
S3. “Pues ahorita sí, al principio
me costó un poco…pero ahora
siento yo que es un poquito
menos”.
S4. “Hay momentos…”
S6. “Sí, a todos les digo que me
siento bien”.
S8. “Sí, incluso en los trabajos,
creo que hay gente que no tiene
conocimiento de la enfermedad,
puede ser que te marginen…”.
S1. “Sí, a veces se me olvida que
estoy operada”.
S5. “Sí. Pienso en otras cosas,
salgo de mi casa, voy a
reuniones…”.
87
Esquema 10: Forma en que la paciente se distanció de la explicación que el médico le ofreció sobre su padecimiento.
ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDA A LA EMOCION
DISTANCIAMIENTO
S1. “Pues no me acuerdo fíjese”.
S3. Sobre la explicación que le dio el médico, la
paciente contesta: “No…o tal vez sí, no me
recuerdo, como yo ya no veía bien…”.
S5. El médico no le explicó.
S7. “Ay, ya no me acuerdo”.
No recuerda la explicación que el médico
le dio sobre su enfermedad
88
Esquema 11: Forma en que la paciente evade el tratamiento para su enfermedad.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN
ESCAPE-EVITACION
S6. “…si me opero me voy a morir. Eso es lo primero que uno piensa. Y
todavía lo sigo pensando, y si me muero, todavía lo pienso”.
Evade la operación a
corazón abierto.
89
Esquema 12: Forma como enfrenta el control de sus emociones ante la enfermedad que padece.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN
AUTOCONTROL
S1, S2, S3, S4, S5 y S6
S3. “Pues yo digo, „esto
ya no se me va a quitar,
y hasta que Dios me
diga hasta aquí‟, pero
no me ha afectado tanto
como a otra personas”.
S1. “Pues cuando me da
tristeza, a veces digo yo:
„perdóname Señor que
estoy viva‟, eso es lo
importante verdad”.
S4. “Pues para la obra y
gloria de Dios la he
tomado con calma y
tranquilidad, la he sabido
sobre llevar porque soy
diabética y voy casi para
los seis años de operada y
Dios me tiene con vida.”.
S5. “Pues con mucha
tranquilidad, valor y fe”.
S7. “Yo me siento bien
porque gracias a Dios ya
pasé todo eso y ahí voy”.
S8. “Creo que sigo con
esta actitud de no
preocuparme más y de no
angustiarme”.
S2. La paciente menciona
que ha tratado de
sobreponerse, “porque si
me pongo triste de nada
me sirve”.
Ha sentidos deseos
de llorar
Ha sentido
tristeza
Ha sentido
tranquilidad
Sobreponerse a
la enfermedad
Se ha
resignado
90
Esquema 13: Aceptación de la responsabilidad ante su enfermedad.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN
ACEPTACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD
Hábitos de alimentación
inadecuados Fumar Genético o congénito Otras causas
S1. “Yo comí mal
siempre…”
S6. …”empezó por el exceso
de grasa, se elevó el
colesterol”.
S7. “…por la grasa que uno
come y no siente que lo que
le hace daño”.
S8. La paciente comenta que
debería comer más
saludable.
S2. “El Dr. 4 me explicó que
el cigarro me había hecho
daño”.
S3. “Mi abuelo sufrió de
infarto”.
S5: “…el doctor me dijo que
las altas de azúcar no me
habían ayudado…creo que
mis antepasados fueron
diabéticos”.
S8. El padecimiento inicial
de la paciente es congénito.
S4. “…pues desde pequeña
ayudé a mi mamá…me
ponía en eso de acarrear
cosas pesadas”.
Sí es responsable No es responsable
91
Esquema 14: Culpa que la paciente siente por su padecimiento.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN
ACEPTACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD
Si No Se siente culpable
por su enfermedad
S2. “Ah…si…pues me dijeron siempre que no
fumara y yo lo seguía haciendo”.
S6. “Bueno digamos que una parte sí y otra no.
Pues yo algo tenía que padecer”.
S8: “Pues en un porcentaje sí, tal vez no en todo”.
S1, S3, S5.
S4. Menciona no sentirse culpable. “Yo al que le
hecho las cargas es a mi esposo, aunque ya se
fue…”.
92
Esquema 15: Cambios que la paciente observó en su vida luego del diagnóstico.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN
ACEPTACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD
Forma en cómo siente que ha
cambiado su vida
No es como antes y lo
lamenta Sigue como antes
S1. …”ahora no puedo hacer
las cosas como quisiera y me
hace sentirme mal”.
S2. “Bastante, porque yo era
amante del cigarro”.
S6. “No sé, tal vez por lo
mismo que uno tiene y siente,
me siento más inútil…”.
S3. “Pues mire, sí me siento
que puedo hacer tal cosa…”.
S5. “Sí he cambiado bastante
porque ya no como tanto…”.
S8. “Pues la vida me ha
cambiado…tomando las cosas
como vienen, de la forma más
serena”.
S7. Refiere que ha seguido
con su vida normal.
Reconoce cambios y los acepta
93
Esquema 16: Aprendizaje que las pacientes han tenido sobre su padecimiento y reevaluación positiva de éste.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN
REEVALUACIÓN POSITIVA
Ha aprendido a cuidarse La enfermedad como oportunidad
S5. “Este…de positivo…eh…pues yo me siento
bien”.
S7. “Pues yo creo que son más conscientes de lo
que puedo hacer o no”.
S8. “Una enfermedad te prepara. Si la sabes
enfrentar, si la sabes encausar, si la sabes vivir,
sobrellevar…”.
S1.”He aprendido a cuidarme y ver por mi
vida”.
S2. “Ah…sí que debo cuidarme”.
S3. “…pues sí, pues imagínese que ellos
perdieron a su papá y dije yo, al poco
tiempo yo también, y sería más triste para
ellos”.
S5. “He aprendido a cuidarme mejor”.
S6. “…cuidarse uno más. Incluso le digo a
quien pueda, cuídese”.
S7. “Ah…bueno a cuidarme, a mí me
gusta la comida…los chicarrones, como
poquito, no como antes”.
S3. “Pues yo trato la manera de estar bien,
de aprovechar la compañía de mis hijos”.
S4. “…He aprendido mucho porque
ay…Dios, es un caso muy duro el mío”.
S8. “Yo creo que todas las cosas, todo lo
que está puesto en el mundo, tiene una
razón de ser. Y tú puedes aprender que tu
enfermedad te puede servir…”.
La enfermedad como aprendizaje
94
V. DISCUSIÓN
En esta investigación se trabajó con el tema de estrategias de afrontamiento. Las diferentes
estrategias de afrontamiento que puede utilizar una persona dependerán de la naturaleza del
estresor y de la situación en la que se encuentre, así como sus consecuencias. Esto porque el
concepto de afrontamiento ante la enfermedad permite describir las reacciones de las personas
ante numerosos trastornos físicos. La enfermedad es un hecho estresante, y como tal, estimula
estrategias de afrontamiento específicas determinadas por las vivencias del propio enfermo, a las
respuestas emocionales negativas de la enfermedad, especialmente ansiedad y depresión, y a las
dificultades para seguir un tratamiento adecuado (López, 2005). Diversas investigaciones se han
interesado en este tema y lo han relacionado con enfermedades. Por ejemplo, Yela (2009) tuvo
como objetivo establecer las estrategias de afrontamiento que utilizan adultos con pérdida
auditiva para manejar la ansiedad que les provoca dicha pérdida. Así mismo, González-Celis y
Padilla (2006) tuvieron como objetivo el describir la calidad de vida y las estrategias de
afrontamiento ante los problemas y enfermedades en 194 ancianos. Y por su parte, Niepp et al.
(2008) determinaron qué estrategias de afrontamiento utilizan mujeres con cáncer de mama en la
etapa de seguimiento.
En este estudio se consideró trabajar con la cardiopatía isquémica, que es una patología
multifactorial, resultado de interacciones complejas entre factores genéticos y ambientales, que se
encuentra englobada en el grupo de enfermedades cardiovasculares y presenta tres
manifestaciones clínicas distintas: angina de pecho, infarto agudo de miocardio y muerte súbita
(Piédrola, 2002). La persona con enfermedad coronaria experimenta una serie de pérdidas de rol,
de estatus, de función o parte corporal, alteración de la autoimagen y del auto concepto, pérdida
de las relaciones y lazos afectivos, e incluso establece una relación estrecha con su propia muerte
(Botero y Sarmiento, 2009).
Varios autores han planteado clasificaciones sobre estrategias de afrontamiento. En esta
investigación se partió de la clasificación de Lazarus y Folkman, quienes las dividen en dos
grandes grupos: las estrategias centradas en la resolución del problema y las dirigidas a la
emoción. El afrontamiento orientado a la resolución del problema comprende las actividades
95
dirigidas directamente a la modificación, evitación o minimización del impacto estresante (López
et al., 2004). Las estrategias centradas en la solución de problema que se consideran en la
clasificación de Lazarus y Folkman y se utilizaron en este estudio fueron confrontación y
planificación. A continuación se analizan.
La confrontación es el intento de solucionar directamente la situación mediante acciones directas,
agresivas o potencialmente arriesgadas (Popp, 2008). Ésta es una estrategia importante en esta
investigación, ya que todos los sujetos del estudio tuvieron síntomas de cardiopatía isquémica.
Sánchez et al. (2005) indican que la cardiopatía isquémica es una enfermedad cardíaca producida
como consecuencia de alteraciones que conllevan la aparición de déficit de oxígeno en el
músculo cardíaco. Confrontar los síntomas de esta enfermedad es una estrategia que permite
buscar atención médica, tal como lo hicieron los sujetos de este estudio. Esto concuerda con la
investigación de Salguero (2010), quien al establecer las estrategias de afrontamiento que utilizan
los familiares de personas con insuficiencia renal crónica que han pasado por un proceso de
tratamiento de hemodiálisis o diálisis peritoneal, también encontró que ellos optaron por
concentrarse en resolver el problema.
Sopena et al. (2006) explican que la cardiopatía isquémica es un síndrome producido como
consecuencia de un desequilibrio entre la oferta y demanda de oxígeno por el miocardio. Esto
funciona como una señal, cuyo significado consiste en la necesidad de protegerse frente al
esfuerzo que impone una tarea que excede las posibilidades de reaccionar sin perjudicarse
(Chiozza, 2007). “Si existe sospecha de un ataque agudo de trombosis coronaria, es esencial
obtener asistencia médica inmediata para la supervivencia del paciente. A menudo los familiares
o el propio paciente vacilan demasiado antes de buscar ayuda médica, pero es de vital
importancia el transportar al enfermo inmediatamente a una sala de emergencia o a un hospital
para el tratamiento indicado y evitarle consecuencias permanentes al afecto, para evitarle la
muerte” (García-Palmieri, 2000, p.50). “Sentirse exhausto es el factor de riesgo más importante
para predecir que el individuo sufriría un infarto del miocardio” (Appels y Mulder, en Velasco y
Sinibaldi, 2001, p.244.). Por ejemplo, Olga lo sintió: “Yo sentía una opresión en el pecho. Me
fatigaba y como para subir donde vivo, hay que subir gradas, ya no aguantaba cuando
regresaba de caminar…”.
96
Ante síntomas como éste, el primer paso que dio cada una de las pacientes fue buscar atención
médica, tanto a nivel privado como estatal. Por su parte, Carolina refiere que cuando el dolor
incrementó, comenzó a llorar y le practicaron un electrocardiograma: “alguien con infarto y ese
dolor espantoso, lo que necesita es atención”. Mildred sobre esto comenta: “Me ingresaron a
UNICAR. Yo lo que pienso es que bueno, yo lo enfrenté…Ahora estoy bien y me siento bien, pues
la enfrenté con tomar la decisión de operarme”. En estos casos la confrontación fue útil para
calmar la ansiedad, tal como lo afirmó Folkman, en López (2005). Esto lo corroboraron en su
investigación González-Celis y Padilla (2006), quienes concluyeron que la calidad de vida y la
enfermedad van ligadas a las formas de afrontar esta última.
Los diferentes médicos tratantes indicaron a seis de las participantes a este estudio que debían ser
operadas a corazón abierto, debido a obstrucciones en sus arterias y por ende la consecuencia de
haber sufrido de infartos; ellas fueron: Mildred, Olga, Gilda, Mirna, Carolina y Dulce. Cinco de
ellas confrontaron la cirugía: Mildred, Olga, Gilda, Mirna y Carolina. De esto, Mildred refiere:
“estuvieron va de estudiarme todo lo del corazón, me practicaban muchos exámenes y finalmente
llegaron a la conclusión de que tenía una arteria tapada. Y de ahí llegó la operación…vi en
UNICAR personas sufriendo, mejor prevengo”.
En el caso de Gilda, se consideró además un marcapasos. Éste es un estimulador que genera
impulsos eléctricos cíclicos para estimular artificialmente al corazón con objeto de provocar la
contracción mecánica del músculo, en un corazón que carece de la actividad autónoma suficiente
(Torres, 2001). Ella comenta: “después de que me dieron los cuatro infartos…a los ocho días me
pusieron tres bypass, entonces, me volvió a dar otro infarto. Me dijeron que necesitaba un
marcapasos…me lo pusieron en marzo…estoy bastante bien”. Mirna comenta que el Dr. 1 le
indicó que la operación debía realizarse pronto. Ella reunió la papelería solicitada y a los
donadores sugeridos. De esto comenta: “entonces yo sentí que gracias a Dios salí muy bien…que
salí bien porque sólo una noche estuve en intensivo”. Al respecto, Gracia (1997) refiere que “el
período posterior a la hospitalización es particularmente crítico para la persona que ha sufrido
una enfermedad coronaria. Una enfermedad de esta naturaleza crea con frecuencia sentimientos
de miedo y ansiedad” (p. 230).
97
La estrategia de planificación se refiere a pensar y desarrollar estrategias para solucionar el
problema (Solís y Vidal, 2006). En esta investigación esta estrategia es importante porque las
enfermedades estimulan el uso de estrategias de afrontamiento específicos y una de ellas es la
planificación de soluciones (Folkman, en López, 2005). En los enfermos con cardiopatía
isquémica es vital, ya que determinará de alguna manera las decisiones próximas y futuras de
cada una de las pacientes. Los pacientes deben planificar cómo cuidarán su salud y qué
tratamiento médico van a seguir. Con relación a las actividades diarias a realizar, Mirna se mostró
consciente de lo riesgosa que se encuentra su salud. Se interesó por realizar distinto tipo de
actividades, siempre y cuando no la enfermarán más de la cuenta.
Algunas han planeado realizar ejercicio. De acuerdo con Serra et al. (2005), los efectos del
ejercicio físico sobre la cardiopatía isquémica actúan a tres niveles: sobre el organismo en
general, sobre los factores de riesgo coronario y sobre los estilos de vida. Esto consigue en los
pacientes, la máxima capacidad funcional que les permita la enfermedad. Alicia comenta que
hace ejercicio todos los días, ya que va y viene de su casa al trabajo a pie. Por su parte, Carolina
refiere que ha decidido hacer ejercicio: “caminar unos 30 minutos, pero de diez en diez; si me da
dolor, descanso. Cuando se me quita el dolor vuelvo a empezar”. La práctica de ejercicio
beneficia a las pacientes logrando que se sientan bien mejorando su estado de ánimo.
Varias de las pacientes planifican el tratamiento médico a seguir. Gilda, Mirna, Carolina, Dulce y
Alicia mencionan la importancia de continuar con su tratamiento farmacológico. En el caso de
Mirna, ella refiere: “yo sigo las normas de mi médico, no puedo auto medicarme porque
entonces me va a ir mal”. Por su parte, Dulce considera indispensable “tomar los medicamentos
al día, que eso no me falte, pues es una base para seguir adelante”. En relación a esto Alicia
comenta “me siento tranquila media vez tome mis medicamentos”. Es importante mencionar que
en la rehabilitación cardíaca debe existir control individualizado de cada uno de los pacientes con
cardiopatía isquémica en relación a su tratamiento farmacológico. Éste debe evitar los efectos
secundarios y contraindicaciones de los mismos (Necoechea y Estrada, 1995).
98
Mildred, Olga, Gilda, Carolina, Alicia y Rocío planifican cuidar su salud en base a una buena
alimentación. Rakel (2009) indica que “la nutrición cardiovascular a largo plazo exige un método
equilibrado y formación” (p. 293). Carolina y Dulce planean continuar su dieta establecida por
sus médicos. “En relación a la alimentación, ésta debe de ser equilibrada, pobre en grasas,
consumir menos sal y moderar el consumo de alcohol (García-Palmieri, 2000). Por esto Mildred
piensa: “no comer grasas, ni pan de manteca…y me duele y evito caer en la tentación, pero hago
caso…”. Olga comenta: “…ahora me cuido, como ensaladitas”.
Además de las estrategias centradas en la solución del problema, están las dirigidas a la emoción.
Blanco et al. (2010) citan a Lazarus y Folkman, quienes indican que este tipo de estrategias,
“intentan aliviar el malestar que produce cierta situación o experiencia y están dirigidas a regular
una respuesta emocional ante dicho problema” (p.334). Éstas son búsqueda de apoyo social,
distanciamiento, evitación, autocontrol, aceptación de la responsabilidad y reevaluación positiva.
La primera que se analizará es la que se dirige a la búsqueda de apoyo social. Ésta se refiere a la
manera que la persona acude a otras personas (amigos, familiares, etc.) para recibir su ayuda,
compresión y apoyo emocional (Popp, 2008). Las pacientes refirieron que han recibido apoyo de
sus familiares, amigos y médicos tratantes. Esta ayuda que se recibe marcará de alguna manera
el bienestar psicológico de las pacientes, ya que ellas han tenido que cambiar su modo de vida,
rutinas y expectativas por no poder realizarlas más, debido a que su salud sufre riesgos (Velasco
y Sinibaldi, 2001). La ayuda es conveniente para ellas, es bien recibida y se muestran altamente
agradecidas. El uso de esta estrategia también se observó en la investigación de Yon (2008),
quien encontró que los padres de familia consideran útil la búsqueda de apoyo social para
enfrentar el cáncer que padecen sus hijos.
Primero se analizará la ayuda que las pacientes han recibido de sus familiares. Velasco y
Sinibaldi (2001) citan a Rolland, quien refiere que el cuestionar a una familia sobre la
enfermedad como una experiencia totalizadora, implica conocer cómo ésta ha influido en su
sistema de creencias y éstas en el padecimiento, así como conocer su experiencia “humana y
personal” sobre la enfermedad. La importancia de esta estrategia se corroboró cuando se
cuestionó a las pacientes. Sobre esto se puede mencionar que Mildred, Gilda y Carolina han
99
recibido constante apoyo de sus hijos. Rocío refiere: “aquí mis ángeles guardianes son mi
esposo y mi hijo grande”. También Olga comenta que ha sido apoyada por su esposo y se siente
agradecida. Esto favorece a las pacientes porque la actitud y comportamiento de la pareja ante el
padecimiento de su conyugue puede encausar a que el enfermo intente recuperar su salud de una
forma más rápida (Velasco y Sinibaldi, 2001).
El apoyo por parte de los hermanos de Mirna y Dulce ha sido bien recibido. Al respecto, Tanner-
Nelson-Banonis, en Velasco y Sinibaldi (2001), refieren que una familia es fuerte si valora de
manera importante las relaciones dentro del grupo familiar y los integrantes de la misma se
apoyan tanto en los buenos como en los malos momentos (Tanner-Nelson-Banonis, en Velasco y
Sinibaldi, 2001).
Las pacientes también encontraron apoyo en profesionales de la salud. Los médicos y enfermeras
brindaron a las pacientes sus conocimientos médicos y sugerencias a seguir en relación a su
enfermedad en el corazón. Además, han sido participantes activos en la recuperación de estas
personas por medio de su preocupación, paciencia y auxilio. En el caso de Mildred, ella hace
referencia de la ayuda médica que ha recibido así: “la verdad que alguien como yo está en las
manos de los doctores, mire a dónde vengo a buscar al Dr. 3. Si él me vigila, yo me siento
tranquila”. Gilda comenta: “ahí con el Dr. 3 me tratan bien, me siento bien. Yo estoy muy
agradecida con los doctores, por eso no dejo de asistir con ellos”. Al respecto, Velasco y
Sinibaldi (2001) indican que “el comportamiento del médico también puede influir en la actitud
del paciente. Un comportamiento vago, poco adecuado o incluso amenazante, si es confuso al
dar sus indicaciones o muestra incapacidad para resolver dudas (lo que genera miedo en el
enfermo), puede conducirlo a desarrollar conductas sumamente aprensivas y a que llegue a
considerarse un inválido que necesita de cuidado o protección, o bien, a manifestar exactamente
la actitud opuesta, desarrollando actitudes desafiantes y empezando a involucrarse en actividades
desenfrenadas” (p.251).
Es relevante mencionar también que las ocho participantes a este estudio cuentan con una
creencia religiosa fuerte. El apoyo que mencionan recibir de Dios es vital para ellas, no sólo en
su recuperación, sino en la toma de decisiones en cuanto a los procedimientos a realizarse, etc.
100
Mencionaron en repetidas ocasiones que la bondad, bendición y amparo de Dios es razón
indispensable para enfrentar la cardiopatía isquémica que padecen. Han podido convencerse que
el estar vivas aún, es por gracia de Dios y por su benevolencia. Por ejemplo, Alicia menciona:
“no sentí que me fuera a morir, en las manos de Dios queda todo”. Por su parte, Mildred
recuerda cuando el doctor le indicó que ya tenía su cita para la operación, ella dijo: “bueno
doctor, que se haga la voluntad de Dios, si es que tengo que hacerlo bueno y si es de Dios que
tenga que vivir, viviré, y si es tarea de Dios llevarme, Él sabrá”. Al respecto, Ward (2003)
refiere que “entre los pacientes sometidos a cirugía a corazón abierto por una enfermedad
coronaria, aquellos que experimentan fortaleza o apoyo proveniente de sus sentimientos
espirituales son los que tienen tres veces más probabilidades de sobrevivir que quienes carecen de
soporte espiritual” (p. 262). Esto puede relacionarse con el estudio que realizó Hernández (2005),
quien encontró que entre las estrategias que más prevalecieron y presentaron punteo más alto está
la búsqueda de apoyo espiritual.
Otra de las estrategias que fue utilizada por las participantes en este estudio fue el
distanciamiento. Éste implica intentos por apartarse de su condición médica riesgosa, no
pensando en ella y lo que le afecta realmente a su salud (Popp, 2008). Una persona que sufre de
un infarto psicológicamente de forma inmediata intentará minimizar el daño que ha vivido no
valorando como es debido el miedo que surge luego de sufrir esta experiencia, negándolo como
un mecanismo de defensa frente a la posibilidad de perder la vida (Lipowski, en Velasco y
Sinibaldi, 2001). En estas pacientes, el uso de la estrategia se observó cuando se les cuestionó
sobre su enfermedad. Cada una de las pacientes fue atendida por médicos para una revisión
cardiológica. De acuerdo a la emergencia que presentaba la paciente, el médico procedió a
explicar sobre lo encontrado en las diferentes pruebas y tratamientos a seguir más urgentes. Sin
embargo, Mildred, Gilda, Carolina y Alicia refieren que no recuerdan la explicación sobre su
padecimiento. Esta forma de ignorar representa un esfuerzo por parte de la persona de aislar un
diagnóstico, dado que no es fácil de asimilarlo para ellas. Ésta puede estar presente en los sujetos
de este estudio porque ante un infarto la respuesta psicológica inmediata del individuo ante un
infarto es intentar minimizar el daño sufrido y subestimar el miedo que resulta el evento (Velasco
y Sinibaldi, 2001). Este resultado concuerda con el obtenido por Yela (2009), quien concluyó que
101
los participantes utilizaron la estrategia de distanciamiento al ser diagnosticados con pérdida
auditiva.
Es importante mencionar que las ocho participantes en esta investigación siguen su vida como si
nada. Mildred menciona “sí, a veces se me olvida que estoy operada” y Carolina prefiere pensar
en otras cosas realizando actividades que la distraigan. Sobre esto, Folkman, en López (2005),
dice que las enfermedades estimulan el uso de unas estrategias, como lo es el distanciamiento del
problema. Esta estrategia puede brindar temporalmente tranquilidad a la persona.
La estrategia de evitación implica emplear un pensamiento irreal improductivo o el uso de
estrategias como comer, beber, usar drogas o tomar medicamentos (Popp, 2008). Esta estrategia
se considera importante en estas pacientes porque “las personas que desarrollan estrategias
sumamente eficaces para ocultar o negar la ansiedad, la depresión y la culpa también se
encuentran en mayor riesgo de desarrollar un infarto del miocardio” (Velasco y Sinibaldi, 2001,
p. 247). Esta estrategia fue la menos registrada en las entrevistas efectuadas a las pacientes en la
investigación. Por ejemplo Dulce, quien hace diez meses fue informada que debía practicarse una
cirugía a corazón abierto, hasta el momento en que se realizó la entrevista no ha tomado la
decisión de realizarla; con esto pone su vida en riesgo, pero Watson y Greer, citados por Suárez
et al. (2005), explican esto: el paciente tiende a rechazar el diagnóstico o más comúnmente, esto
se presenta porque tiende a minimizar la seriedad de la enfermedad evitando pensar sobre ésta.
El paciente ve el diagnóstico como una amenaza. Esto también se observó en el estudio realizado
por Quiles at al. (2009), quienes indican en sus resultados que las estrategias evitativas fueron
explicadas por diferentes dimensiones de la representación de la enfermedad en pacientes con
trastorno alimentario. Velasco y Sinibaldi (2001) indican que Lipowski refiere que una persona
que sufre de un infarto psicológicamente de forma inmediata intentará minimizar el daño que ha
vivido no valorando como es debido el miedo que surge luego de sufrir esta experiencia,
negándolo como un mecanismo de defensa frente a la posibilidad de perder la vida.
En relación a la estrategia de autocontrol, Popp (2008) indica que ésta tiene que ver con los
esfuerzos que presenten dominio sobre los propios sentimientos y respuestas emocionales. Se
observó en algunos sujetos. En el caso de Rocío, ella menciona “creo que sigo con esta actitud de
102
no preocuparme más y de no angustiarme”. Mirna comenta: “pues para la obra y gloria de Dios
la he tomado con calma y tranquilidad, la he sabido sobrellevar…”. Carolina piensa “esto ya no
se me va a quitar, y hasta que Dios me diga hasta aquí, pero no me ha afectado tanto como a
otras personas”. En pacientes como ellas el uso de esta estrategia es importante porque según
Castillero y Pérez Lazo (2002), un gran número de evidencias sugieren que mientras mayor es la
ansiedad, más lenta y complicada resulta la recuperación postoperatoria, lo que ocurre a través de
mecanismos tanto conductuales como fisiológicos. Con ellos concuerda Perea (2009), quien
afirma que “las emociones negativas pueden distorsionar la conducta de las personas que
influyen en la toma de decisiones que interfieren en el proceso de recuperación de la enfermedad”
(p. 35).
La siguiente estrategia que se analizará es de aceptación de la responsabilidad. Se define como el
logro de reconocer el papel que haya tenido la persona en el origen o mantenimiento del
problema de forma individual (Popp, 2008). Dentro de la entrevista, las pacientes son
cuestionadas si se sienten culpables por padecer cardiopatía isquémica. De ellas Mildred, Dulce,
Alicia, y Rocío contestaron de forma positiva. Alicia comenta que no cuidaba de su alimentación,
“bueno digamos que una parte sí y otra no. Pues yo algo tenía que padecer”. Por su parte,
Mildred refiere lo siguiente: “Ah…si…pues me dijeron siempre que no fumara y yo lo seguía
haciendo”. Según Lüllmann et al., (2008), el riesgo de padecer una vasculopatía se eleva por
fumar cigarro. Las estadísticas demuestran cómo aumenta el riesgo de muerte por un infarto de
miocardio o por otro evento cardiovascular a medida que aumenta el número diario de cigarros
fumados. El uso de esta estrategia es importante porque estudios como el realizado por Lagos et
al. (2004) con padres de niños con secuelas de quemaduras visibles correlacionan
significativamente la aceptación de la responsabilidad con bajos niveles de ansiedad en los niños
quemados.
Sin embargo, hubo pacientes que adquirieron la enfermedad de forma congénita o genética.
Según L. Attie y F. Attie, citados por F. Attie (2003), “nacer con cardiopatía congénita tienen un
profundo impacto en la vida emocional y en el desarrollo psicosocial del que la padece. Algunos
pacientes han tenido la experiencia de crecer y llegar a adultos con una enfermedad de la que no
se espera sobrevivirá” (p. 51). Éste fue el caso de Rocío. Ella afirma que su enfermedad siendo
103
ella una niña era responsabilidad de sus padres. Pero reconoce que en el momento que ella se
convirtió en adulta, sí realizó situaciones que la pusieron en riesgo (como el no cuidar de su
alimentación y los altos niveles de ansiedad que se registran en ella por medio de la hipertensión).
La última estrategia que se analizará es reevaluación positiva. A través de ella perciben posibles
aspectos positivos que tenga o haya tenido la situación estresante (Popp, 2008). Barón et al.
(2008) refieren que Folkman incluye una tercera forma de afrontamiento que consiste en
reinterpretar la situación abordándola desde otro punto de vista, por ejemplo, viendo la parte
positiva de las circunstancias negativas. En ésta las ocho participantes refieren lo que aprendieron
luego de enfrentar este padecimiento y vivir con él. Por ejemplo, ellas aprendieron a cuidarse.
Gilda comenta: “he aprendido a cuidarme y ver por mi vida”, Olga considera que debe cuidarse
todo el tiempo y Mirna refiere: “he aprendido mucho porque… ¡ay Dios!, es un caso muy duro el
mío”. Esto se puede comparar con el estudio que hicieron Gaviria et al. (2009), cuyos resultados
evidenciaron que las estrategias focalizadas en la cognición, como reevaluación positiva, son
fundamentales para encontrar soluciones a nivel cognitivo ante los síntomas físicos y reacciones
emocionales que tuvieron los pacientes.
Para finalizar, se resume que las pacientes que padecen de cardiopatía isquémica que participaron
en esta investigación utilizaron varias estrategias de afrontamiento. Entre ellas, las estrategias
enfocadas en la resolución del problema confrontando no sólo los síntomas de esta enfermedad
cardiovascular sino que apegándose a las recomendaciones brindadas por los médicos
cardiólogos en relación a tratamientos a seguir quirúrgicos y farmacéuticos. Así mismo, se pudo
observar que utilizan estrategias que les llevan a apoyarse en otras personas: familiares, médicos,
amigos y compañeros de trabajo. Por otra parte, cuentan también con el apoyo espiritual. Las
pacientes demostraron su responsabilidad ante este padecimiento y el autocontrol necesario para
sobrellevar su nueva forma de vida. Demostraron que el llorar es una herramienta común y que
el vivir su vida como si no estuvieran enfermas las distancia a todas de su sufrimiento
permitiéndoles afrontar el día a día de su enfermedad a través del desarrollo de la negación
funcional. Presentaron además, aprendizaje y reevaluación positiva ante la enfermedad, logrando
planificar su futuro próximo bajo condiciones alimentarias adecuadas, con visitas médicas
continuas y ejercicio físico.
104
VI. CONCLUSIONES
En relación al afrontamiento dirigido a la resolución del problema:
Las pacientes, ante síntomas de cardiopatía isquémica, confrontaron su padecimiento
buscando atención médica inmediata tanto a nivel privado como estatal. Además, aceptan
las diferentes opciones de tratamiento propuestas por sus médicos cardiólogos. Así
mismo, algunas las pacientes preguntaron por información sobre su padecimiento a los
médicos tratantes. Esta información las orientó en relación a su padecimiento.
Las pacientes tendieron a utilizar la estrategia de planificación, demostrando interés en
continuar sus tratamientos a base de medicamentos si así fue su caso, cuidando de su
alimentación y realizando ejercicio físico.
Dentro de las estrategias dirigidas a la emoción:
La búsqueda de apoyo social fue la estrategia más utilizada en esta investigación por las
pacientes. Se abocaron a sus familiares próximos, a personas allegadas y personal de
salud; esto con el propósito de obtener apoyo en consultas, tratamientos y procedimientos
a los que deben de acudir. También buscaron apoyo espiritual, el cual consideran como
una fuerza superior que les brinda tranquilidad.
El distanciamiento se observó en esta investigación cuando las pacientes intentaron seguir
sus vidas como si no estuvieran enfermas, evitando hablar sobre su padecimiento y
tratando de olvidar su enfermedad.
La estrategia de escape-evitación la usó una de las pacientes, evadiendo la operación a
corazón abierto que debió realizarse en diciembre del 2010.
Las participantes mencionan que han sentido deseos de llorar desde que recibieron el
diagnóstico de cardiopatía isquémica. Unas han sentido tristeza, otras han logrado estar
tranquilas a pesar del cambio que han sufrido sus vidas. El autocontrol ha permitido
105
demostrar que el sentirse bien se puede lograr ante la adversidad, evitando sentir ansiedad
que podría complicar su salud.
Las pacientes aceptaron la responsabilidad que tuvieron de enfermarse a través de no
cuidar adecuadamente de su salud. Mencionaron hábitos alimenticios inadecuados y el
fumar cigarro.
Las pacientes han aprendido luego de su diagnóstico una nueva forma de vida en base a
cuidados de su salud, valorando la compañía de sus seres queridos y manteniendo una
actitud de cooperación y agradecimiento.
106
VII. RECOMENDACIONES
A las pacientes entrevistadas se les recomienda:
Continuar utilizando las estrategias de afrontamiento dirigidas a la resolución de
problemas, confrontando de forma inmediata la asistencia médica en cuanto se presenten
síntomas de la enfermedad. A quienes no la han confrontado, se les sugiere que lo hagan y
consulten a su médico cuál es el tratamiento más indicado. De esta forma, comprenderán
lo que les ocurre, participando activamente en el cuidado de su salud, descubriendo que el
hecho de adoptar un papel activo en su problema les ayudará a sentirse más fuertes y
preparadas ante las dificultades y cambios que se presenten.
Continuar aprendiendo sobre el cuidado que conlleva su padecimiento de manera que
puedan sentirse más cómodas y planificar de mejor forma cómo cuidar de su salud.
Recurrir a especialistas para la obtención de información y orientación. De esta forma, el
control individual y adecuado en cardiología evitará futuros riesgos.
Seguir buscando apoyo en familiares y amigos, ya que el soporte que les brindan es
adecuado y funcional en cada una de ellas.
Identificar los aspectos positivos que continúen surgiendo al continuar llevando una vida
saludable y tranquila.
A los médicos tratantes se les sugiere:
Continuar brindando orientación a las pacientes en relación a su diagnóstico y posibles
complicaciones. Esta información hará que se sientan más seguras y estén informadas
sobre la enfermedad que padecen.
Brindar una atención de calidad de forma individualizada, para que la paciente no sólo
comprenda que es importante lo que siente, sino que se interese por su cuidado personal y
por ende de los suyos.
107
A las familias de las pacientes de este estudio se les recomienda:
Continuar con el apoyo brindado a la paciente, por medio de atenciones, compañía y
comprensión, ya que su posición, actitud y conducta es vital para la mejora de su familiar
enfermo.
Se deberá tener presente que debido a que ustedes cuidan directamente a las pacientes,
sufrirán cambios sustanciales en sus vidas y una importante merma de salud física o
psíquica, pudiendo desarrollar un cuadro intenso conocido como “Burn-Out”. Se deberán
valorar adecuadamente las reacciones de agotamiento que en ocasiones son frecuentes y
previsibles que presenten, demostrando que necesitan apoyo.
Se recomienda que no se olviden de sí mismos, evitando ponerse en segundo lugar la
mayor parte del tiempo. No teman acudir a un profesional de la salud mental y grupos de
auto ayuda.
Solicitar información y formación sobre aspectos médicos de la enfermedad como
prevención de complicaciones, medicación y conocimientos prácticos para enfrentar los
problemas de nutrición, higiene, adaptación del hogar y movilización de las pacientes.
Esto incrementará el sentimiento de control y de eficacia personal.
Se deberán marcar objetivos personales reales, siendo capaces de delegar tareas en otros
familiares, no fijándose en las fallas y deficiencias que tengan.
Se recomienda cuidar especialmente de los propios descansos, la propia alimentación y
ejercicio físico, evitando el aislamiento.
Se recomienda el saber poner límites, expresando adecuadamente las frustraciones y
temores.
A los psicólogos se les sugiere:
Brindar asesoría no sólo al paciente sino a sus familiares, ya que la dinámica familiar en
estos casos debe ser trabajada para que se apoye al paciente sin que los miembros se
saturen ni se sobrecarguen.
Organizar grupos de apoyo a familias con un familiar que padezca de cardiopatía
isquémica. La idea es que conozcan sobre la enfermedad y apoyen al paciente.
108
Realizar talleres en los que tanto el paciente como sus familiares tengan la oportunidad de
aprender de estrategias de afrontamientos dirigidas a la resolución de problemas y a la
emoción.
A otros investigadores se les sugiere:
Investigar sobre estrategias de afrontamiento que utilizan hombres y mujeres, de
diferentes edades, con padecimientos en el corazón de diversos tipos.
Replicar esta investigación en pacientes que presenten cardiopatías congénitas.
Realizar una investigación acerca de la dinámica familiar en pacientes con cardiopatías
isquémicas. Esto permitirá establecer cómo evoluciona la relación entre los miembros de
una familia, al tener un enfermo con cardiopatía isquémica y cómo se apoyan
mutuamente.
109
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116
IX. ANEXOS
Anexo 1. Instrumento de Investigación
Entrevista dirigida a pacientes de género femenino
que padecen de cardiopatía isquémica.
Mi nombre es Mónica Muñoz Campbell. Estoy realizando mi trabajo de tesis y el objetivo es
determinar cuáles son las estrategias de afrontamiento ante la enfermedad que utilizan mujeres
que padecen de cardiopatía isquémica y asisten a consulta a una clínica privada. Agradezco su
colaboración respondiendo a esta entrevista. Solicito de su parte autorización para grabar sus
respuestas que servirán para enriquecer este estudio. La información será confidencial.
DATOS GENERALES
Edad: __________
Estado civil: __________
No. de hijos: __________
Ocupación: _____________________________________________________
Lugar de residencia: _____________________________________________________
Tiempo de asistir a consulta: _______________________________________________
Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: ________
1. ¿Cuál fue su reacción al enterarse que padece de cardiopatía isquémica?
2. ¿Conocía usted sobre este padecimiento? Si su respuesta es sí, ¿cómo lo conoció? ¿Qué
hizo para prevenirlo?
3. ¿Qué pensamientos pasaron por su mente al enterarse de este diagnóstico?
4. ¿Cómo ha afrontado este diagnóstico?
5. ¿Qué hizo luego de enterarse sobre este padecimiento? Describa.
6. ¿De qué manera se orientó acerca de la cardiopatía isquémica?
7. ¿De qué manera ha logrado obtener información acerca de su padecimiento?
8. ¿Ha consultado usted con especialistas sobre su padecimiento? Si su respuesta es sí,
¿cómo fueron estas consultas?
117
9. ¿A qué personas recurrió para contarles sobre su padecimiento? ¿Le gusta hablar sobre su
condición médica con otras personas? ¿Con qué frecuencia? ¿Cómo se siente ante las
reacciones de las otras personas?
10. ¿Ha buscado apoyo? ¿De quiénes? ¿De qué manera lo ha buscado?
11. ¿Con qué persona o personas prefiere estar acompañada durante el tratamiento?
12. ¿De qué manera preferiría que las personas con las que cuenta, la apoyaran?
13. Según su médico tratante, ¿a qué se debe su enfermedad?
14. ¿Se siente responsable de su padecimiento? Explique su respuesta.
15. ¿Se siente culpable por padecer de cardiopatía isquémica? Explique su respuesta.
16. ¿Considera que el origen de su enfermedad podría deberse a su estilo de vida? Explique
su respuesta.
17. ¿Puso usted de alguna manera su vida en riesgo? Explique su respuesta.
18. ¿Hizo algo que la llevara a enfermarse más? Si su respuesta es sí, describa esta respuesta.
19. ¿Cómo cree que debe enfrentarse este padecimiento?
20. ¿Qué actitud ha tomado ante este padecimiento?
21. ¿De qué manera sobrelleva este cambio de vida? Describa.
22. ¿Podría describir de qué manera expresa lo que siente?
23. Emocionalmente, ¿de qué manera le ha afectado este padecimiento? ¿Sigue su vida como
si no estuviera enferma?
24. ¿Cómo controla esta situación en la que se encuentra?
25. ¿Ha sentido deseos de llorar? ¿Con qué frecuencia?
26. ¿Se siente fracasada? Explique su respuesta.
27. ¿Se siente amenazada? ¿Teme por su vida? Describa su respuesta.
28. ¿Cómo le afecta sentirse así?
29. ¿Qué hace para sentirse mejor ante esta situación?
30. ¿Ha evitado hablar sobre el tema? Si su respuesta es sí, ¿por qué lo ha evitado?
31. ¿Ha preferido estar sola en estos momentos? Si la respuesta es sí, explique sus razones.
32. ¿Podría describirse como una persona que huye ante una dificultad? Si su respuesta es sí,
describa cómo lo hace.
33. ¿Ha tratado de olvidar el problema? Si su respuesta es sí, describa cómo lo ha hecho.
34. ¿Existe alguna actividad que realice para apartarse del problema?
118
35. ¿Ha intentado beber o ingerir sustancias que la ayuden a dejar de pensar en su
padecimiento? Si su respuesta es sí, ¿de qué tipo? ¿Cómo se ha sentido?
36. Describa qué cambios físicos ha tenido desde que padece de esta enfermedad?
37. ¿Se siente enferma actualmente? ¿Cómo le afecta sentirse así?
38. ¿Continúa haciendo su rutina de costumbre?
39. ¿Qué indicaciones le ha dado el médico para cuidar de su salud? ¿Ha seguido estas
indicaciones? Explique su respuesta.
40. ¿Cómo cree que la perciben las personas a su alrededor ahora que ha cambiado su estilo
de vida?
41. ¿Cómo cree que le afecta a sus familiares esta situación?
42. ¿Ha cambiado de alguna manera la vida de sus familiares debido a su padecimiento?
43. ¿Qué ha cambiado positivamente en su vida desde que se enfermó?
44. ¿Qué ha aprendido de su enfermedad?
45. ¿Podría mencionar si su padecimiento ha traído alguna ventaja a su vida?
46. ¿En algún momento a reevaluado el valor que tiene su vida? Si su respuesta es sí, describa
esta reevaluación.
47. Si tuviera que describir lo que se siente a otra persona que recién la diagnosticaron de este
padecimiento, ¿qué le diría?
48. Si pudiera mejorar su situación, ¿cómo lo haría?
49. ¿Preferiría tomar otras decisiones acerca de su enfermedad? Si su respuesta es sí, ¿qué
haría diferente?
50. ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?
119
Anexo 2. Transcripción de entrevistas
SUJETO 1
Datos Generales
Nombre: Mildred
Edad: 56 años
Estado civil: Viuda
No. de hijos/hijas: 2 hombres y 1 mujer
Ocupación: Ama de Casa
Lugar de residencia: Boca del Monte
Tiempo de asistir a la clínica: 1 año
Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: 1 año
E: ¡Buenas tardes Mildred! Gracias por venir y aceptar esta entrevista.
S1: Si…si.
E: ¿Podría decirme cuál es su edad?
S1: 56 años.
E: ¿Su estado civil?
S1: Viuda.
E: ¿Hace mucho?
S1: Desde…eh…1981…
E: ¿De qué falleció él?
S1: Él trabajaba en la Policía Nacional, a él lo hicieron desaparecido porque no lo encontramos ni
vivo ni muerto.
E: ¿En tiempo de quién fue?
S1: Ríos Montt.
E: Mmmm…Situaciones similares les pasaron a varias familias.
S1: Ah…si…. (Silencio). Y desde entonces estoy viuda, ya no volví a rehacer mi vida.
E: ¿Cuántos hijos tuvieron?
S1: Tres…dos varones y una hembra.
E: ¿A qué se dedica usted?
120
S1: Sólo de ama de casa, como me quedé sola, ahí con mi hija. Igual a ella también le tocó mala
suerte, como quedó viuda también.
E: ¿Cómo?
S1: Porque le mataron al marido ahí en la Santa Fe, zona 13. Es que antes vivíamos ahí, ya
pasaron siete años. Mi nieta que está afuera tiene esa edad, ella ni lo conoció.
E: Que lo siento.
S1: Si gracias. Entonces, nos acompañamos.
E: Puras mujeres.
S1: Sí. Somos cuatro, con mi hija y mis dos nietas.
E: ¿Cuánto tiempo tiene de ser atendida en la clínica?
S1: Mmmm…del 17 de febrero…eh…un año, y de que fui a UNICAR también.
E: ¿Usted me podría explicar qué padece?
S1: A mí me ingresaron porque me dio un infarto. Ahí estuvieron va de estudiarme todo lo del
corazón, me practicaban muchos exámenes y finalmente llegaron a la conclusión de que tenía una
arteria tapada. Y de ahí llegó la operación…pero ahorita solamente eso, no soy diabética…lo que
me molesta actualmente son los riñones, pero no tengo tratamiento ni nada. Hasta ahora que ya
me estoy animando a salir más estoy comenzando a hacerme exámenes y dicen que sí tengo malo
un riñón, uno está pequeño y el otro tiene un quiste. Mire, yo sí me estoy revisando porque tanto
que vi en el UNICAR, personas sufriendo, entonces mejor prevengo…
1. E: ¿Usted me podría explicar con sus palabras qué es la cardiopatía isquémica?
S1: No me acuerdo fíjese.
E: ¿A usted alguien le explicó que padece de cardiopatía isquémica?
S1: Pues…no me acuerdo, tal vez sí.
2. E: ¿Cuál fue su reacción al enterarse que padecía de esto?
S1: Yo dije de todas maneras de qué me van a operar, pues si ésa es la solución, y el doctor que
me estaba atendiendo me dijo que eso debía de hacerse no vi…por qué pues…yo dije
“bueno”…el doctor me dijo “usted tiene que decidirse si se quiere operar, porque la operación es
muy importante” me dijo. “Nosotros le podemos dejar un tratamiento para la casa”, pero “yo no
le recomiendo eso” me dijo, “usted se encuentra muy mala del corazón”. “Usted tiene cita para
cirugía” me dijo…”Bueno doctor” le dije, y que se haga la voluntad de Dios, si es que tengo que
121
hacerlo bueno y si es de Dios que tenga que vivir, viviré, y si es tarea de Dios llevarme, Él sabrá,
y ahí fue…
3. E: ¿Conocía usted sobre este padecimiento?
S1: No, yo no sabía, hasta que llegué ahí me dijeron eso, si no lo hubiera prevenido. Yo siempre
fui con un cardiólogo en los Eventos Católicos, fui a consulta varias veces…hace ya…Entonces,
el doctor muy bueno él, ya viejito él, y me decía “tenga cuidado Mildred, su corazón está muy
mal y de repente le va a dar un infarto”. Él ya me lo había dicho…
E: ¿Qué cuidados tuvo entonces?
S1: Pues él me daba medicinas, pero saber qué, de repente me comenzó a doler el corazón. Un
día en la tarde, sentí como…un dolor que me daba…no podía estar sentada ni parada…no sentía
gusto por nada…por aquel dolor que yo sentía que me moría. Entonces, fue cuando me llevaron y
ahí me estuvieron diciendo que era el corazón. O sea, que el doctor viejito ya me lo había dicho,
pero sentí de la nada ese dolor que yo sentía que me moría…y un dolor que ay…no me dejaba
nada…ni pensar…ni sentarme…ni nada. Trataba de acostarme, pero el dolor en el pecho no me
dejaba, era muy fuerte.
E: ¿Era muy fuerte?
S1: Muy fuerte, entonces me internaron, y estuve tres meses ahí…si.
4. E: ¿Qué pensamientos pasaron por su cabeza cuando se enteró de este diagnóstico?
S1: Yo tenía miedo. A mí me dio miedo porque dije yo me van a operar, cuando el doctor me
dijo que me tenía que operar para mí fue duro, porque pensé…”ya no voy a volver de la
operación, ahí me voy a quedar”. Pero de ahí, cuando nos dijeron que ya era la operación, yo
estaba tranquila que estaba en un buen lugar a pesar de los esfuerzos de mis hijos y los buenos
médicos y Dios que es tan grande. Entonces, realmente ya no sentí. En la mañana, el día de la
operación, pues me bañé. Y me acosté a esperar, me dieron una pastillita, con mi batita, y me
relajé. De ahí, ya no sentí si me llevaron o no me llevaron, ya no sentí nada. Cuando desperté ya
me habían operado, y mi pierna bien pues con lo del bypass…
E: ¿Y cómo le fue después de la operación?
S1: Pues bien, comenzó a pasar el tiempo, no es que me sienta bien, pues el pecho lo tengo
dormido y me da piquetazos, si…
E: ¿Y usted se aflige por eso?
S1: Pues mire yo tengo la confianza en Dios…
122
5. E: ¿Cómo ha enfrentado entonces esta enfermedad?
S1: Pues yo la he enfrentado con calma, yo no…a veces me sentía re mal, pero ya ahorita con el
tiempo que está pasando ya me siento mejor. Sólo siento los piquetazos, dolor, pero nada más.
Ya puedo dormir bien.
6. E: ¿Usted buscó información sobre esta enfermedad?
S1: No, yo no busqué.
E: ¿Los doctores no le explicaron?
S1: Sí.
E: ¿Y usted se quedó tranquila con la explicación?
S1: Sí. Ellos llegaban y me atendían y me explicaban. La verdad que alguien como yo está en las
manos de los doctores, mire a dónde vengo a buscar al Dr. 3. Si él me vigila, yo me siento
tranquila. Estoy en sus manos y las de Dios, la verdad.
7. E: ¿Cómo ha buscado apoyo y de quiénes?
S1: El único apoyo que he buscado es el de mis hijos, ya ve mi hija me acompaña a donde quiere
y también aquí…
8. E: Cuando se enteró de todo esto, ¿a quién o quiénes recurrió?
S1: A mi hija.
9. E: ¿A usted le gusta hablar de lo que padece?
S1: Sí.
10. E: ¿Y cómo siente las reacciones de las personas cuando escuchan sobre su
padecimiento?
S1: Viera que bastantes personas me dijeron que no me operara. Varios me aseguraron que yo
no iba a salir viva de ahí. Si pero, yo dije es lo que Dios quiere yo salgo y si él no quiere…
E: Y cuando ya se operó, ¿qué le dijeron?
S1: Que era un milagro… que Dios había hecho un milagro. Yo sí creo en Dios, soy cristiana.
Mire, no sé hasta cuándo voy a estar, pues es su decisión pero para mientras… (se sonríe).
11. E: ¿Por quién prefiere estar acompañada en sus consultas o tratamientos?
S1: Por mi hija.
12. E: ¿Usted le ha pedido a ella que la apoye como usted desea?
123
S1: Sí. Ella me ha apoyado en todo, no se quita de mi lado, los días que sean y como sea. Ella
me espera lo que sea. Bueno, también cuento con uno de mis hijos, es que el otro en ocasiones
toma licor y se mete en… pero se preocupan por mí y me ayudan…
13. E: Según su médico, ¿a qué se debe su enfermedad?
S1: La verdad, eso no me lo ha dicho, no me explicó. Yo he sabido que a veces molestan los
vicios como el cigarro, yo nunca he fumado, no me gusta. A mí no me gusta nada de eso. La
verdad yo no sé por qué me dio esto.
14. E: ¿Alguien de su familia había padecido de esto?
S1: No.
15. E: ¿Se siente responsable de su padecimiento?
S1: No.
16. E: ¿Culpable?
S1: Tampoco.
E: ¿O sea, que usted no sabe por qué se origina esta enfermedad en usted?
S1: No, no sé…por qué fue eso…
17. E: ¿Usted cree que alguna actividad la puso en riesgo?
S1: Yo comí mal siempre, no me cuidaba, nada balanceado, antes no me cuidaba.
18. E: ¿Y tomar licor?
S1: Bueno, sí he tomado, pero no siempre, tampoco creo eso haya sido. Ni que fuera…También,
bueno…me la he pasado comiendo mucha golosina, siempre. Eso sí me gusta.
19. E: ¿Cómo cree que debe enfrentarse su padecimiento?
S1: Yo lo que pienso es que…bueno yo ya la enfrenté, ahora estoy bien y me siento bien…pues
la enfrenté con tomar la decisión de operarme y hacer caso al Dr. 3.
E: Ajá.
S1: Seguir siempre cuidándome y cuidándome. No comer grasas, ni pan de manteca…y me duele
y evito caer en la tentación, pero hago lo que me dice el doctor.
20. E: ¿Le ha cambiado la vida?
S1: Eh…un aspecto sí porque yo ahora no puedo hacer las cosas como quisiera y me hace
sentirme mal. A mí me gustaría estar siempre activa, no puedo hacer fuerzas.
21. E: ¿De qué manera sobre lleva este cambio entonces?
S1: A pues no lo llevo también, pero trato de ir asimilando las cosas una por una.
124
22. E: ¿Cómo expresa usted lo que siente?
S1: Bueno, yo lo que siento es que a través de la operación que me hicieron es un milagro de
Dios que yo esté viviendo, ya que era una operación muy riesgosa, y gracias a él estoy aquí, él ha
tenido misericordia de mí, y todo esto ha hecho que yo me sienta bien y no sentirme mal, seguir
mi vida…pero cuidándome.
23. E: ¿Sigue su vida como si no estuviera enferma?
S1: Sí…sí. Sigo mi vida como si no estuviera enferma.
24. E: ¿Ha sentido deseos de llorar?
S1: Ah…sí. A veces sí.
E: ¿Con qué frecuencia?
S1: Pues cuando me da tristeza, a veces digo yo por qué me tocó pasar por esto, pero en el
momento lloro y después digo “perdóname, Señor que estoy viva”, eso es lo importante verdad.
25. E: ¿Se siente fracasada?
S1: No.
26. E: ¿Y amenazada por su enfermedad?
S1: No.
27. E: ¿Qué hace para sentirse mejor?
S1: Yo voy a la iglesia.
28. E: ¿Ha evitado hablar de su enfermedad?
S1: No, yo hablo de mi enfermedad, para que la gente se cuide, porque a veces uno no se cuida
porque no conocemos la enfermedad y el efecto que esto tiene. No hay que dejar pasar las cosas,
nos debemos de dar importancia, y querernos.
29. E: ¿Usted se describiría como alguien que huye o enfrenta las dificultades?
S1: Yo las enfrento.
30. E: ¿Ha tratado de olvidar su enfermedad?
S1: Sí, a veces me olvido que estoy operada.
31. E: ¿Qué cambios físicos ha tenido?
S1: Pues cambios físicos, lo único que he tenido después de la operación, hasta ahora que ya
empecé a dormir bien otra vez. Esto se lo dije al doctor, que no podía dormir, la pasaba en vela,
él me dio unas pastillas para relajarme y ya me siento tranquila.
32. E: ¿Usted se siente enferma actualmente?
125
S1: No.
33. E: ¿Sigue haciendo su rutina de siempre?
S1: Sí…siempre.
34. E: ¿Cómo cree que las personas a su alrededor la perciben debido a su
padecimiento?
S1: Pues viera que a parte que me vistan y todo, yo soy consentida, se sienten contentos de verme
entre ellos, a mí risa me da, por sus comentarios… (Se sonríe).
35. E: ¿Cómo cree que le afecta a sus familiares el que usted tenga este padecimiento?
S1: Les afectó bastante, pues se preocupan, al principio se afligieron mucho…fíjese que yo le
cuido a sus nenitas. Pero la jefa de mi hija es consciente y buena con ella y le autoriza todos los
permisos, y si andamos en vueltas de doctores, la otra abuela cuida a las nenas. Mi hija se vio
afectada porque se puso bastante delgada, hasta ahora está recuperando el peso.
36. E: ¿Qué ha cambiado positivamente en su vida, desde que presenta este
padecimiento?
S1: Bueno, lo único que ha cambiado por la enfermedad que yo no puedo comer cosas que me
hacen daño…
E: ¿Pero algo positivo que se pueda decir…?
S1: ¿Algo bueno? Pues que yo, ya no siento la enfermedad que tenía. Ya no siento el dolor, valió
la pena la operación.
37. E: ¿Qué ha aprendido de su vida ahora?
S1: He aprendido a cuidarme y ver por mi vida, y a agradecerla porque aquí estoy aún.
38. E: Si usted le tuviera que describir a otra persona que se encuentra enferma del
corazón, ¿usted qué le diría?
S1: Pues yo le diría que…se hagan exámenes, que miren por su cuerpo, que se cuiden, que se
quieran, y así.
39. E: Si pudiera mejorar su situación, ¿como lo haría?
S1: ¿Si pudiera mejorar mi situación?... (Silencio)… ¿En qué sentido?
E: En el que usted considere…
S1: Mmmm…tal vez me gustaría estar más activa, y como yo ya me voy a sentir bien, voy a
seguir con todo. Ahora porque no me siento al 100% todavía.
40. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?
126
S1: De ahora en adelante lo que yo pienso es continuar haciendo siempre mis cosas que hacia
antes y seguir las mismas reglas de visitar al doctor y de verme como estoy, estarme chequeando.
Esto es lo más importante, porque imagínese si no, no me chequeo, cómo voy a saber lo que
tengo o alguien tiene, siempre hacerme mis exámenes para controlarme, seguir viviendo y así.
E: Pues ya terminamos Mildred, muchas gracias.
S1: A vaya…estuvo bien.
DIARIO DE CAMPO
La paciente llegó acompañada por su hija y una de sus nietas. El parecido entre ellas era
bastante notorio. Mildred llevaba un sombrero tejido y un suéter del mismo color en
forma de abrigo. Se le escuchaba fatigada. Tomó varios sorbos de su botella de agua
pura. Se le percibía sudorosa. El taxi las dejó frente al edificio donde se encuentra la
clínica y el sólo hecho de caminar hasta el segundo piso, subiendo por el ascensor, hizo
que la paciente se descompensara físicamente.
127
SUJETO 2
Datos generales
Nombre: Olga
Edad: 56 años
Estado civil: Unida hace 26 años
No. de hijos/hijas: adoptó 1 niña
Ocupación: Vendedora de Mary Kay
Lugar de residencia: Zona 6
Tiempo de asistir a la clínica: Desde hace 5 años
Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: 6 años
E: ¿Usted sabe lo que padece?
S2: Sí, pues fíjese que a mí me dio un…infarto. Entonces, cuando me dio el infarto en la casa me
llevaron para el General.
E: ¿Eso cuando fue?
S2: Hace…ay no recuerdo, el siete de…de febrero…
E: ¿Cómo la atendieron?
S2: Bien, el Dr. 4, él miró la cosa…el electro, y me indicó que me llevaran para UNICAR.
E: ¿Eso cuándo fue, me dijo?
S2: Hace 6 años.
E: Ah, bueno.
1. E: Me puede explicar con sus palabras cuál es su padecimiento.
S2: ¿Lo que me está pasando ahorita o…?
E: Su enfermedad del corazón…
S2: Pues fíjese de que… ¿necesita saber la medicina que tomo verdad?
E: No.
S2: ¿No? A vaya… pues yo padezco de la presión, me quedé padeciendo de la presión cuando
salí del hospital y ahorita se me taparon otra vez las arterias, no me las pudo destapar el doctor…
E: ¿Y qué le dijo el doctor?
S2: Fíjese me dijo, que me iba a dejar con medicamento, porque no se habían podido destapar las
arterias. Entonces, yo…como le dijera…me agito mucho al caminar…
E: ¿Como cansancio?
128
S2: Sí.
2. E: ¿Cuál fue su reacción al enterarse que padece de esta enfermedad en el corazón?
S2: Pues ahí si que…confiando en el Señor…porque, que me queda, yo no puedo hacer nada con
mi vida, sólo Dios verdad…. Él me tiene caminando.
3. E: ¿Usted sabía de esta enfermedad?
S2: La verdad que no.
4. E: ¿A alguien más de su familia le ha pasado esto?
S2: No, ninguno.
5. E: ¿Qué pensó usted al sufrir el infarto y padecer esto?
S2: Me puse triste, porque fíjese que, que cuando me dio el infarto yo sentía ahogarme, yo quería
la puerta abierta, no sentía que me entraba oxigeno, yo sentía que estaba sacando fuego de
adentro, era una cosa que me estaba quemando por dentro, una cosa muy fea. Yo estaba con mi
esposo y una mi niña que tenemos de crianza, le dije que me pegara en la espalda…porque ya no
soportaba…Le pedí que me hiciera masajitos verdad…
E: ¿Antes había sentido esto?
S2: Yo sentía mucha opresión en el corazón, porque a mí me mandaron de la casa del diabético,
me mandaron a que caminara ocho cuadras a diario, y…yo caminaba. Entonces, después fui
disminuyendo una cuadra y otra…
E: ¿Se cansaba mucho?
S2: Me fatigaba y como para subir donde vivo, hay que subir gradas, ya no aguantaba cuando
regresaba de caminar…
6. E: ¿Cómo ha enfrentado esto?
S2: ¿Qué manda?
E: ¿Cómo lo ha enfrentado?
S2: Eh, pues eh…pues con la ayuda de Dios, y ahí que con mi esposo. He sido muy apoyada
fíjese…estoy agradecida.
7. E: ¿Ha buscado usted información sobre lo que es tener una enfermedad en el
corazón?
S2: No, me da temor (Sonrisas)…
E: ¿Prefiere…?
S2: Ignorarlo.
129
8. E: Cuando llegó con los doctores, ¿usted preguntó sobre su padecimiento a ellos?
S2: Sí, y me respondieron las dudas.
E: ¿De alguna manera la han ayudado explicándole bien?
S2: No me explican mucho, se van… bien a lo concreto…
9. E: ¿Ha buscado apoyo?
S2: Sí, ahorita que me hicieron la angioplastia tuve que recurrir a…porque de dónde voy a sacar.
Mi esposo trabaja en una gasolinera y son muchos los pagos que tenemos, de dónde voy a
sacar…Pues ahí tuve que recurrir a la esposa de Colón, ahí a SOSEP, y ahí me dieron una nota
para llevarla allá a UNICAR y que se me hiciera la angioplastia sin cobrarme nada verdad porque
me salían Q44, 000.00 y ni a mil llegaba yo… Allí en UNICAR son bien bendecidos. Mire los
doctores tan lindos, como el Dr. 3. Fíjese que me atiende después de que me hizo la angioplastia.
Yo y mi esposo pues…pensamos que es mejor…pues estar atendida y controlada en la clínica del
doctor…ya que me he visto tan mal…El doctor me busca medicinas para ayudarme, son
bendiciones que yo recibo verdad…Sí, porque fíjese que él me dice…”le voy a buscar unos sus
Plavix”, mire tan lindo, Dios lo bendiga…que me busca las otras medicinas también.
10. E: ¿A qué personas recurrió cuando comenzó a sentirse mal aparte de su esposo?
S2: A mi hermano Mario.
E: ¿Y cómo reaccionó él?
S2: Desesperado…
E: ¿Es mayor o menor?
S2: Es mayor que yo.
11. E: ¿A usted le gusta hablar de lo que padece con otras personas?
S2: Sí.
E: ¿Sí, por qué?
S2: Sí…porque me gusta que sepan que uno debe confiar en el Señor…si y me gusta que se den
cuenta de que para que Dios actúe en nuestras vidas, no hay necesidad de tener dinero.
12. E: ¿Y cómo se siente ante las reacciones de las personas, cuando usted está hablando
de su padecimiento?
S2: Me siento bien.
E: ¿Le hacen preguntas?
130
S2: Si, si, si…y me preguntan por esta cicatriz (enseña el brazo izquierdo) y yo les digo que es
parte de mi infarto, que me tuvieron que sacar la vena. Yo les explico porque hay personas que
preguntan verdad, porque tengo mi brazo así, y yo les explico. No me da pena porque yo sé lo
que Dios ha hecho en mi vida. Es parte de la enfermedad.
13. E: ¿Con qué personas prefiere usted estar acompañada durante sus consultas,
procedimientos, etc.?
S2: Mi esposo.
14. E: Y según su médico, ¿a qué se debe su enfermedad, le ha pasado a otros
familiares?
S2: No, yo soy la primera…y pues fíjese que allá en el hospital me preguntaron que si yo fumaba
y ya no. Ahí me puso el doctor que había sido porque había mucha grasa en mis arterias. El Dr. 4
me explicó que el cigarro me había hecho daño.
E: ¿Todavía fuma?
S2: No, ya no.
15. E: ¿Se siente responsable de lo que le pasó?
S2: Sí, la verdad que sí.
16. E: ¿Y culpable?
S2: Ah…sí…pues me dijeron siempre que no fumara, y yo lo seguía haciendo.
17. E: Aparte del cigarro, ¿cree que hay algo más que haya contribuido a que usted se
enfermara más del corazón?
S2: Eh…descuido con las grasas…
E: ¿Ahora sí se cuida?
S2: Sí, ahora sí me cuido, ahora como ensaladitas…
E: ¿Les dice a otras personas que se cuiden?
S2: Sí, a mi familia, trato la manera de hacer la comidita sin grasa, mi hermana a veces me pide
favor de que le haga algo de comer. Yo trato la manera de hacerlo lo más limpio y saludable…sin
mucha grasa…
E: Qué bien.
S2: Sí.
18. E: ¿Cómo cree que debe enfrentarse este padecimiento?
S2: Ah…la verdad que sólo con la ayuda de Dios. Creo que si no, no lo podría enfrentar…
131
E: ¿No?
S2: No fíjese, necesito apoyo de Dios.
E: Hay que cuidar su alimentación, descansar, estar tranquila…
S2: Sí.
E: ¿Cómo le ha cambiado la vida?
S2: Bastante porque, yo era muy amante del cigarro. Entonces, cualquier cosa fumaba, me
sentaba y me terminaba mis cigarros, por cualquier cosa…qué triste…Yo fumé desde la edad de
quince años…
E: ¿Y su pareja también fumaba?
S2: Sí, pero ahora ya no fuma pues ya vio el daño que hace.
E: ¿Y este cambio de vida ha sido entonces…?
S2: Mire pues, ahora estoy padeciendo de dolor aquí (se señala la pierna izquierda) tengo que
estar parando, porque rápido me agarra el dolor, tengo que parar porque siento como si me
agarraran los camotes así… (Señala con sus manos como si estuviera retorciendo algo)…
E: ¿Considera que antes era más activa?
S2: Ah sí… Pero como soy diabética también.
19. E: ¿Cómo expresa usted lo que siente?
S2: Ah…pues hay veces que así como se lo estoy diciendo a usted, porque si me pongo triste de
nada me sirve pues. Yo trato la manera de sobreponerme con la ayuda de Dios, de sobre ponerme
porque si yo lo estoy aceptando con mi boca, lo estoy confesando lo malo que tengo verdad, no
hay que confesar.
20. E: ¿Sigue con su vida como si no estuviera enferma?
S2: Si, si…pero con el cuidado que debo tener.
21. E: ¿Ha sentido deseos de llorar?
S2: Eh, siempre lloro (se sonríe).
E: ¿Esto era antes o a partir de su enfermedad?
S2: Antes y ahora también.
E: ¿Y por qué será?
S2: A saber qué será.
E: ¿Con frecuencia? ¿Es seguido?
S2: Eh…no, no.
132
E: ¿Cuándo fue la última vez?
S2: Ahora cuando me dijo el doctor que no me había podido hacer la angioplastia…
E: ¿Pero le dijo que con medicamentos puede estar mejor?
S2: Pues él no me dijo así precisamente, sino que sólo me dijo, “no se pudo señora”…
E: ¿Están muy tapadas? ¿Eso le causó preocupación?
S2: Sí, entonces yo ahí mismo me puse a llorar. Me dijeron las secretarias que estaban ahí…”no
llore Doña Olga, Dios tiene un propósito si no se pudo destapar” me dijeron. “El Dr. 3, como a él
lo tienen como buen médico, él es una eminencia, tal vez Dios quiere actuar con usted de otro
modo”, así me dijeron…
E: ¿Hay un tiempo para todo?
S2: Sí, para todo.
22. E: ¿Se siente amenazada por su vida?
S2: No, tengo paz, tengo reposo, tranquilidad.
23. E: ¿Qué actividades hace para sentirse mejor?
S2: Eh…trato la manera de ahí en la casa oigo la palabra de Dios, eh…coritos, me pongo a ver
las novelas, tomo mi medicina más que todo, ahí voy…
24. E: ¿Ha evitado hablar de su enfermedad?
S2: Pues no, constantemente lo hago.
25. E: ¿Se describiría como una persona que enfrenta o huye de la dificultad?
S2: Pues fíjese que me siento valiente, digo yo por eso necesito mucho de Dios, todos lo
necesitamos verdad. Pero sí le digo yo a Él qué hubiera sido de mí, si no me hubiera alcanzado
con su misericordia.
26. E: ¿Ha tratado de olvidar su padecimiento?
S2: Sí he tratado, no me quedo ahí pensando en lo que tengo.
27. E: ¿Y actividades que realice para no pensar?
S2: Pues mi cocina, pues vendo productos…
E: ¿Y cómo le va en la venta?
S2: Pues regular, viera que si, como me canso…
28. E: ¿Algún cambio físico aparte de dolor que presenta ahora?
S2: Sí, fíjese que yo quería consultarle al doctor que me ha salido alergia y no sé por qué.
E: ¿Otro cambio?
133
S2: No.
29. E: ¿Se siente enferma ahora?
S2: No, cansadita sí.
30. E: ¿Qué indicaciones le dio su médico para cuidarse?
S2: Sólo me dijo que tomara mis medicamentos.
31. E: ¿Cómo cree que las personas a su alrededor la perciben porque usted está
enferma del corazón?
S2: Pues normal…
32. E: ¿Cómo cree que le afecta a su esposo que usted se encuentre enferma?
S2: Ah, él se pone triste y preocupado.
33. E: ¿Qué ha sacado de positivo al estar enferma?
S2: Negativo todo.
34. E: ¿Ha aprendido cosas nuevas en su vida ahora que padece de esta enfermedad?
S2: Ah…sí que debo cuidarme, que la salud es importante. Hasta que uno no pasa las
enfermedades, no comprende y no entiende. Es que en la comida está todo, de verdad.
35. E: ¿Si tuviera que describirle a alguien qué es estar enferma del corazón?
S2: Ah…le diría, ¿lo que hicieron conmigo…o qué?
E: Sería, cómo si yo le pidiera que me explicara a mí, porque yo no sé qué es estar enferma del
corazón.
S2: Le hablaría con amor, y le diría que me siento bien…
36. E: Si pudiera mejorar su situación, ¿qué haría?
S2: Ah…de primero lo que haría sería darle las gracias al Señor, porque esto es lo primero en mi
vida…eh…No sé qué reacción tendría…
37. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?
S2: Igual, sólo que debo de estar con medicamento, pero bien, bendito sea Dios, lo importante
para mí es sentirme bien y apoyada.
E: Bueno Olga, hemos terminado la entrevista, le agradezco mucho su colaboración.
S2: No me agradezca, estuvo bonito, qué bendición fue conocerla, al igual que al doctor.
134
DIARIO DE CAMPO
La paciente se presentó tarde a la cita. Comentó que había sido difícil estacionarse por
que estaba lleno el lugar. Llegó acompañada por su esposo. Se le percibía tranquila,
cooperadora y anuente a la entrevista.
135
SUJETO 3
Datos generales
Nombre: Gilda
Edad: 56 años
Estado civil: Viuda
No. de hijos/hijas: 2 mujeres y 1 varón
Ocupación: Ama de casa
Lugar de residencia: Zona 12
Tiempo de asistir a consulta: Desde el 2005
Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: 7 años
E: Buenas tardes Gilda, desde ya le agradezco su colaboración en esta entrevista.
S3: Si.
E: ¿Voy a comenzar preguntándole su edad?
S3: Tengo 56 años.
E: ¿Es casada?
S3: No.
E: ¿No?
S3: (Se sonríe)…Si no soy casada, tengo que ser algo verdad… (Se sonríe de nuevo).
E: Bueno…
S3: Fíjese que soy viuda…
E: Gilda, ¿de qué murió su esposo?
S3: De un infarto.
E: ¿Era atendido médicamente?
S3: Sí y no, pues no lo atendió un cardiólogo, sino un doctor…
E: Ya…lo siento Gilda. Cuénteme, ¿y tiene hijos?
S3: Sí, dos mujeres y un varón.
E: ¿A qué se dedica Gilda?
S3: Antes cortaba pelo, era estilista pero por el marcapasos me dijeron que no puedo usar la
máquina eléctrica, y mis hijos ya no me dejan, me dicen que me quede en la casa.
E: ¿Se dedica al hogar?
136
S3: Sí, en la casa ayudo.
E: Cuénteme sobre su padecimiento.
S3: Yo he estado en tratamiento hace varios años ya, que me dijeran que me tenían que operar
hace 7 años. El papá de mis hijos juntó centavos para poder operarme en UNICAR. Pero cuando
él murió, yo ya no me tomé más las medicinas, me dejé de cuidar…nada de nada…y sólo me
mantenía durmiendo. Se iban a trabajar mis hijos y yo me levantaba hasta que veía que ya iban a
regresar. Me levantaba rápido a preguntarles cómo les había ido, si querían algo…me alegraba de
verlos…que encontraran algo de comer me gustaba, porque peor era que si me veían mal se
fueran a comer afuera. Pero la verdad…. (Silencio)…es que me fui poniendo peor y de repente
una noche platicando con mis hijos en la cama, contándonos todos cómo habían pasado su día,
les dije que yo sentía mucho sueño, y ellos siguieron ahí platicando porque ya eran las doce de la
noche…y que… sí me dormí y ya casi como a la una de la mañana me levanté porque me dolía
mucho aquí (se tocó el pecho)…
E: Mmhm.
S3: …y sentía náuseas…pensé que había sido la comida. Mi hijo se dio cuenta, y me dijo que tal
vez el frijol me había hecho mal, “no sé” le dije yo… y como me habían recetado la fibra porque
estoy muy estreñida, me levanté y agarré un vaso con agua y le eché una cucharada de fibra, qué
si cuando me la tomé comencé a vomitar…y qué si el brazo…este (señala el brazo izquierdo) lo
sentía así (señala con la mano dando a entender “hinchado”)…
E: Mmhm.
S3: … y yo sólo me hacía así (retorciéndose el brazo izquierdo)…y le dije a mi hijo, “mira… es
que no lo siento”, él me vio y me dijo “mamá, pero si no tenés nada”…y despertó a sus hermanas
y me sobaron con crema…pero qué si al rato…todo…pero todo…por arriba y por abajo. ¡Y el
dolor de estómago...aquel dolor de estómago! En eso me dijo ella, “mira mamá, yo voy a llamar
al doctor, porque estoy en tratamiento de los riñones, tal vez te cambiaron una medicina mamá”,
me dijo mi hija, “no” le dije yo, “voy a llamar mejor” me dijo. “Si no, te llevamos al
hospital”…Y lo llamó como a las dos de la mañana, él le dijo que me llevara a las siete. Y nos
venimos temprano con mi hija…y qué si me dijo el doctor que me había dado un infarto…pero
infarto pensé que no podía ser, pues según yo no tenía nada malo…”Infarto le dio”, me dijo el
doctor, y me dio una pastillita pequeñita…”Se va a ir para UNICAR de emergencia”. Y me llevó
mi hijo, él me ayudó porque me cansaba sólo de intentar caminar, sentía que no aguantaba
137
caminar nada. Que si ahí le dijeron a mi hijo que si tenía mi carné o si era referida del IGSS, ay
Dios, yo ni una ni la otra.
E: Mmhm.
S3: Entonces mis hijos dijeron que tenían que pagar pues había que internarme para hacerme un
cateterismo, y mis hijos me dijeron:…”mamá, te van hacer eso, nosotros nos encargamos de lo
demás”…Me hicieron el cateterismo, pero al salir me indicaron que me debían de operar. Bueno,
se llegó el día, me metieron a una salita, pero lo malo fue…que yo ya me había quedado sin
visión…
E: ¿Esto ocurrió después?
S3: Después de que me dieron los cuatro infartos, el día 15 de febrero me operaron y a los ocho
días que me había operado a corazón abierto me pusieron los tres bypass. Entonces, me volvió a
dar otro infarto me dijeron los doctores. Yo no más me paraba, me caía o me sentaba y me
desmayaba. Entonces, me dijeron que necesitaba un marcapasos porque mi corazón era
débil…muy haragán se había quedado…Entonces, se lo pidieron a mis hijos, y entre préstamos y
préstamos, gracias a Dios me lo llevaron y me lo pusieron en marzo…
E: Y, ¿cómo ha estado desde entonces?
S3: Eh…fíjese que estoy bastante bien, lo único es que un día metí la ropa en la lavadora, con la
mano derecha pues el doctor me explicó que con la mano izquierda no, por el marcapasos, que
evite hacer esfuerzo. Y yo siento un cansancio, como si me fuera a desmayar, no sé si es por usar
la lavadora, pero como el doctor me dijo que podía usar el teléfono celular con esta mano (señala
la derecha) “no lo vaya agarrar con ésta” me dijo, siempre me cubro acá (señala su pecho), pero
no sé si siempre es malo. La vez pasada que vine donde el doctor se me olvidó preguntarle.
Entonces, ahorita ya no lo he hecho…
E: ¿Ya no ha…?
S3: Ya no he lavado…
1. E: Gilda, ¿podría explicarme con sus palabras qué es la cardiopatía isquémica?
S3: ¿Eh?
E: Sí, quisiera que me explique para conocer so…
S3: … ¿sobre lo que tengo?
E: ¿Sí?
138
S3: El doctor me dijo que tenía que evitar hacer actividades que requieran mucho esfuerzo, nada
que incluya fuerza…nada pesado…
E: ¿Gilda, el doctor no le dijo el nombre de su padecimiento?
S3: No.
E: ¿El doctor no le dijo que usted padece de cardiopatía isquémica?
S3: No…o tal vez sí, no me recuerdo, como yo ya no veía bien, porque lo que recuerdo es que me
dijo que necesitaba tres bypass…no sé si tres o cuatro… y que yo ya no podía ser como antes de
andar con prisa o corriendo. Porque la verdad es que me canso un poco…ya no tanto verdad, pero
sí lo que me molesta bastante es la pierna (se señala la pierna izquierda). Pero como yo soy
diabética también, pienso yo, que me costó que me secara aquí (se señala la cicatriz) y de último
lo que me sacó el doctor fue una grampita y seguro con la limpieza que me hacían se me fue para
dentro…Entonces, la pierna se me puso así (señala la pierna izquierda en señal de hinchada) y
me curaron, tanto el doctor como la doctora. Estuve otros 15 días ahí pues me dijeron que se me
había infectado…
E: ¿Haber Gilda, para entender, usted sufrió una serie de infartos…le pusieron tres bypass y un
marcapasos?
S3: Sí.
E: Cuándo perdió la vista, ¿sólo de un ojo?
S3: La perdí de los dos, pues con uno no veo (señala el ojo derecho). Sólo me han operado del
otro (señala el ojo izquierdo), aquí me pusieron un lente. La vista de éste la perdí (ojo derecho)
poco a poco se me fue yendo la vista, perdiendo poco a poco, y de repente ya no vi nada.
2. E: Mire Gilda, ¿cuál fue su reacción cuando se enteró de que padecía de una
enfermedad en el corazón?
S3: Pues…que me dijeron que tenía tapadas las, pues me recetaron…me dieron medicamento
para ver si se me destapaban, después me hicieron un cateterismo y tampoco se me destapó. Me
dijeron que definitivamente necesitaba la operación…y también que necesitaba tres bypass y
entonces que me tenía que operar…
3. E: ¿Y cuál fue su reacción cuando se enteró que se encontraba con este
padecimiento?
S3: Ah…porque fíjese que yo al principio…pues fíjese que…lo único es que un año antes yo
hacía mucho ejercicio y trabajaba en mi salón, y de repente me sentí muy cansada y me fui a
139
sentar, pero un cansancio…yo sentía como que sueño…Y de repente me quedé así, pero yo ya no
sentí (desmayada), porque cuando entró una compañera yo ya estaba tirada y cuando me
quisieron levantar, yo ya tenía dormido medio cuerpo…Me llevaron a la Liga del Corazón y de
ahí me recomendaron que fuera a UNICAR.
4. E: ¿Conocía ya de este padecimiento por lo que le había pasado a su esposo, ya era
familiar para usted?
S3: No, porque fíjese que él necesitó un marcapasos por padecer de presión alta…
E: ¿Pero cuando a usted le pasó…?
S3: ¿A mí?...ya. Sí, porque a él le habían puesto ya…
5. E: ¿Qué pensamientos pasaron por su cabeza cuando se vio ya enferma, con los
desmayos…y?
S3: Pues pena y preocupación pues no teníamos dinero y me daba pena salir solita, como ahorita.
Mis hijos siempre me acompañan, pero cuando no pueden yo me aviento y aprovecho. Ellos se
angustian, pero yo también quiero hacer mis cosas. Me dicen que me acompañe alguien.
“Mamá, tené cuidado”, “si” les dije, “ahí con el Dr. 3 me tratan bien, me siento bien”. Yo estoy
muy agradecida con los doctores, por eso no dejo de asistir con ellos.”Mamá, fíjate bien por
dónde caminas” me dicen mis hijos, pues con un ojo malo y el otro medio medio (se sonríe).
Ellos me llaman si ya llegué, si ya voy, que dónde estoy, que adónde voy, y viera yo antes hacia
todo sola sin decirle a nadie… (Se sonríe).
E: Pero, ¿cómo se siente ante esto?
S3: Mire me agradan, pero si me estoy encerrada todo el tiempo esperando a que ellos
puedan…Yo los ayudo en cosas que puedo de la casa y ellos me ayudan (se sonríe).
6. E: ¿Cómo le ha afectado esto su vida?
S3: Fíjese que le digo yo a mis hijos, que tenemos que cuidarnos unos a otros, que está bien
así…No hay quién lo cuide a uno.
E: ¿Ellos han tomado algún tipo de precaución, debido a que a ustedes dos les dio infartos?
S3: Pues no, porque fíjese que mi hijo mayor es enfermo renal, y mi hija más pequeña le digo yo
que debería de ir a revisarse porque fíjese que le han tomado dos veces la presión y la tiene alta, y
le digo que yo pienso que debe de controlarse.
7. E: ¿De qué forma ha obtenido información sobre su padecimiento, aparte de lo que
le han dicho los doctores?
140
S3: No, sólo lo que he oído ahí.
E: ¿No ha buscado?
S3: No.
8. E: Cuando busca apoyo, ¿de qué forma lo hace?
S3: De mis hijos nada más.
9. E: ¿A quién recurrió cuando se enteró que estaba enferma?
S3: A mis hijos, ellos siempre están conmigo, me llevaron al hospital, les contaron a mis
hermanos…
10. E: ¿Le gusta hablar de lo que padece?
S3: Pues sí, porque a veces también sucede que uno sabe más que otros y puede explicar mejor lo
que le pasa a uno, verdad. A veces si cuento a tiempo, tal vez se puede evitar que le pase ha
alguien la gravedad…
11. E: ¿Cómo se siente ante las reacciones de las personas cuando se enteran de su
padecimiento?
S3: Pues fíjese que la mayoría de las personas que me conocen, no me creen que esté tan bien.
Me dicen que cómo puedo andar vivita y coleando, caminando por todos lados. Algunas personas
me iban a ver al hospital y me dicen “no creo que esté tan bien” y les digo que gracias a los
doctores y a Dios, que todavía me tiene aquí un poquito todavía.
12. E: ¿Con qué persona o personas prefiere ir acompañada a consulta?
S3: Pues fíjese que yo a quien molesto es a mi hermana, porque cuando mis hijos se van a
trabajar usualmente me quedo con ella, pues vivimos cerca.
13. E: ¿Y cómo le ayuda ella a usted?
S3: Pues gracias a Dios, bastante bien, pues recuérdese que no veo bien. Pero ahora me siento
bien y ella tiene una tiendita, pero me acompaña cuando es necesario. Cuando puedo salgo sola,
con precaución de todo.
14. E: A las personas que la apoyan, les ha dicho usted, ¿cómo le gusta que la apoyen?
S3: Sí.
E: ¿Cómo les ha dicho?
S3: Les digo yo que gracias por estar atentos de lo que me sucede, que les agradezco y despacio
les digo cómo quiero y qué me ayuden.
15. E: ¿Le explicó su médico a qué se debe su enfermedad?
141
S3: Pues mi abuelito sufrió de infarto, y en la familia de mi esposo había varios también, yo esto
lo comenté…
16. E: ¿Usted se siente responsable de lo que padece?
S3: Mmmm…a veces…mmm…no.
17. E: ¿Y culpable?
S3: No.
18. E: ¿Cree que de alguna manera puso su vida en riesgo?
S3: Pues tal vez sí. Porque fíjese que nosotros éramos doce, y nuestros papás desde los siete años
nos ponían a ayudar…de pequeña siempre lloré mucho…
19. E: ¿Cómo cree que debe enfrentarse una enfermedad como la suya?
S3: Pues digo yo que si uno tiene las comodidades, consultar rápido con los doctores para ver y
saber qué es lo que le va a pasar a uno, no dejarlo al tiempo…tomar precauciones…que uno hasta
que ya está bien enfermo va al doctor…
20. E: ¿Qué actitud ha tomado ante esto?
S3: Pues yo he tenido más precaución, sigo instrucciones médicas, tomo mis medicinas, como
bien, estoy tranquila…
21. E: ¿Cómo le ha cambiado la vida Gilda?
S3: Pues mire, sí me siento que puedo hacer tal cosa, pero la visión me afecta…y sentía que toda
la gente se me quedaba viendo…
22. E: ¿De qué manera expresa usted lo que siente?
S3: Eh…pues eh…este a mí cuando me preguntan, yo les cuento que al principio ni quería ir al
hospital, aunque tenía tanto dolor. Debe aprender uno a darse importancia, y recomiendo que
cuando sientan algo extraño en su cuerpo, aunque sea que visiten un centro de salud…Ahí más de
algo le hacen, aunque no hayan tantos aparatos modernos…
23. E: ¿Sigue usted su vida como si no estuviera enferma?
S3: Pues ahorita sí, al principio me costó un poco…pero ahora siento yo que es un poquito
menos…
24. E: ¿Ha sentido deseos de llorar?
S3: Sí (Se ríe).
E: ¿Con qué frecuencia?
142
S3: Pues fíjese que seguido, pues ya no puedo trabajar, ni ayudar a mis hijos, y digo yo 56 años
no es tanto, y podría estar trabajando en algo que me gustara y sentirme útil y activa, para ayudar
y ayudarme…A mí me da pena que ellos dieran todo a UNICAR, ellos me respondieron…
25. E: ¿Usted se siente fracasada ahora?
S3: Pues digo yo, pues por lo menos tengo a mis hijos…
26. E: ¿Se siente amenazada por su vida?
S3: Pues realmente si me acuesto de este lado (lado derecho), pero si me acuesto de este (lado
izquierdo) y a veces oigo ruiditos y me tocó el pecho y me pregunto qué será. Trató la manera de
no pensar, veo por la ventana y camino porque…si de repente siento unos golpecitos y la verdad
que si me da pena…
27. E: ¿Cómo le afecta sentirse así?
S3: Pues digo yo esto ya no se me va a quitar, y hasta que Dios me diga hasta aquí, pero no me ha
afectado tanto como a otras personas…
E: ¿Ah si?
S3: Fíjese que una señora que yo conozco se le encarnó el marcapasos, y tuvieron que quitárselo,
y anda feliz sin él…depende de los casos le dije yo…
28. E: ¿Qué hace usted para sentirse mejor?
S3: Todos se van a trabajar, pero me levanto antes para que me vean activa, les arreglo sus
loncheras para los trabajos, hago lo que puedo, veo mi tele, platico con las vecinas, y preparo el
almuercito, todo despacito…Lo que me anima es hacer algo diferente como venir hoy aquí…
29. E: Gracias Gilda. ¿Ha evitado hablar de su enfermedad?
S3: Pues fíjese que como me mantengo solita, pero sí aprovecho cuando veo a alguien de platicar
de mi enfermedad, no me importa…No voy a estar pensando si no me hubiera pasado
esto…Ahora pienso que gracias a Dios mis hijos tienen trabajo, yo estoy controlado y me siento
feliz y tranquila…
30. E: ¿Se podría describir como una persona que huye o enfrenta las dificultades?
S3: Mejor prefiero echarle ganas y salir adelante.
31. E: ¿Ha tratado de olvidar su problema?
S3: Eh…pues…sí.
E: ¿Sí?
S3: Sí.
143
32. E: ¿Ha sufrido de algún cambio físico?
S3: No, sólo fíjese que venía pensando en que no debo de subir gradas porque me duele la pierna.
Las evito, y si lo hago, de poco en poco.
33. E: ¿Usted se siente enferma ahora?
S3: No.
E: ¿No?
S3: No.
34. E: ¿Ha tratado de hacer su rutina de siempre?
S3: Ajá sí.
35. E: ¿Qué indicaciones le ha dado el Dr. 3 para cuidar de su salud?
S3: Pues fíjese que él me dijo que debía de estar tranquila, “no puede hacer fuerzas”… gracias a
Dios cuento con mis hijos…
36. E: ¿Cómo cree que les afecta a ellos que usted se haya enfermado tanto?
S3: Pues les afectó, pero más a la más pequeña, ya se me quería descontrolar, tiene 24 años
ahorita, se quería poner rebelde, por verme tan tranquila; pero de repente al verme tan así, se
siente ahora diferente, se preocupa, y es cariñosa…
37. E: ¿Usted cree que esto ha tenido algo de positivo en su vida?
S3: Pues sí, pues imagínese que ellos perdieron a su papá y dije yo, al poco tiempo yo también, y
sería más triste para ellos, imagínese sin papá ni mamá, no aquí estoy yo ahora…
38. E: ¿Qué ha aprendido de esto usted, Gilda?
S3: Pues yo trato de la manera de estar bien, de aprovechar la compañía de mis hijos, aprovecho a
ir a la iglesia, acompaño a hijo a sus diálisis, caminamos y paseamos…
39. E: ¿Cómo le diría a otra persona lo que se siente de estar enferma del corazón?
S3: A pues que se cuiden mucho, se siente ya diferente, le digo a las personas que se revisen y
cualquier cosa que los atiendan. Siento que gracias a Dios, a los doctores y enfermeras, he estado
bien pues somos como un equipo (se sonríe).
40. E: Si pudiera mejorar su situación, ¿qué haría?
S3: Ah…yo digo que tal vez buscaría un trabajo que no fuera pesado y que me gustara, vender
cosas…
41. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?
144
S3: Pues siempre tengo que estar tomando la medicina, hasta que los doctores me digan siga
tomando esto o ya no, no dejar de tomar las medicinas. Lo que pienso que me arruinó más fue
cuando dejé de tomar las medicinas, y la tenía y no me la tomaba, ni desayunaba ni nada, no me
cuidaba, sólo dormía todo el día…no que ahora…Y si pienso “ahora me voy a estar solo con
medicinas”, pero fíjese que ellos me las compran, ni modo que no me las voy a tomar, si ellos
tanto que se esfuerzan. Ahora me cuido mi alimentación…pues con la dieta de mi hijo y la mía
todos estamos re sanos (se sonríe).
E: Bueno Gilda hemos terminado, le agradezco su ayuda de verdad.
S3: No, no….gracias.
DIARIO DE CAMPO
Presenta problemas de pérdida de la visión en un ojo y con el otro su visión es
escasa. La paciente se presentó agitada a la entrevista. Aún así, se mostró animada
de haber realizado algo diferente, fuera de su rutina habitual, al conceder esta
entrevista.
145
SUJETO 4
Datos generales
Nombre: Mirna
Edad: 59 años
Estado civil: Viuda
No. de hijos/hijas: 3 hombres y 1 mujer
Ocupación: Ama de casa
Lugar de residencia: Zona 16, por el Hospital Militar
Tiempo de asistir a consulta: Desde el 2007
Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: 6 años
E: ¿Cuénteme Mirna?
S4: Es que a mí me agarró un dolor en las quijadas, me agarró en las orejas, mire yo sentía que ya
esto de aquí mire (se señaló el pecho) no me daba. . .
E: ¿Esto fue en el 2005?
S4: Aja; y entonces me agarró mucho dolor entonces…y fíjese que yo vi mis dedos estaban
hinchados, debajo de las uñas tenía morado…
E: Mmhm.
S4: Entonces, yo le dije a mi hermana cuando regresó de trabajar que me sentía muy mal;
entonces, ella me dijo que nos fuéramos a su trabajo, porque ella trabaja en el Pilar, es jefa en el
Pilar. Entonces ahí inmediatamente me hicieron un ecocardio (grama)…eh…un…
E: ¿Un electro?
S4: Un electro, entonces llegó el cardiólogo, lo fue a ver, me dijo de que había salido mal, que
debía quedarme una noche en observación. El día siguiente en la mañana, me volvieron hacer
otro, y me dijo que yo tenía necesidad de que hicieran el examen de la prueba de esfuerzo y no la
aprobé, sólo un ratito aguanté, y ahí me dijo otra vez el cardiólogo que necesitaba que me
hicieran un cateterismo para ver qué realmente tenía y me lo hicieron allí mismo en el Pilar.
Entonces, ahí me dijeron que me urgía que me hiciera una operación a corazón abierto porque
tenía tapadas las arterias. Entonces empecé, a ver qué hacía y… recurrí al Dr. 1…Dr. 1, y él me
dijo que efectivamente necesitaba operarme.
E: ¿Cómo recurrió a él?
146
S4: Por medio de una mi hermana, que una mi hermana me dijo de que…. una compañera de
trabajo, que trabaja allí en el Austriaco…y me dijo ella de que… fuera con él, y fui y gracias a
Dios me recibió muy bien y me mandó a UNICAR a hablar con la trabajadora social, me dio el
nombre de la trabajadora y fui… Entonces, platiqué con ella, y entonces me dijo que si yo tenía
la idea de cuánto costaba la operación, y yo le dije que no. Entonces, ella me dijo que costaba
Q.80, 000… ¡Ay!... primero me voy a morir y no voy a encontrar el dinero le dije. Entonces, ella
me preguntó si yo no recibía algún dinero y yo le dije que no. Entonces, ella me dijo que iba a
hablar con los doctores e iban a ver qué se podía hacer. Luego en la consulta externa me
entregaron una receta con los exámenes que debía de hacerme. Y todos los exámenes los hice
así…particularmente para no fuera tardado, porque yo cada día me sentía peor, me sentía peor y
me urgía que me hicieran la operación a corazón abierto, que yo a veces sentía que no iba a
regresar….y total es que…llevé mis exámenes a UNICAR y me dijeron que esperara su llamada.
E: ¿Cómo recuerda esa espera?
S4: Y…mire yo creo mucho en Dios y pues le pedí como siempre que no me abandonara, que me
ayudara, porque el malestar me estaba matando…que me autorizaran la operación sin pago pues
yo de dónde…
E: ¿Y recibió esta llamada?
S4: Sí…y entonces me atendieron y me dijeron que estaba bien, y entonces ya en UNICAR me
indicaron que tenía que llevar nada más la hoja de autorización que debía de estar firmada por un
Dr. 2, y para ganar tiempo decidí ir a su clínica privada por la firma…pues porque yo ya tenía
todo listo y entonces ese doctor me recibió muy mal…muy… muy mal. Desde que yo llamé a su
clínica y la señorita me dijo que me daba cita a tal hora…Entonces yo llegué y me dijo...”a mire”
me dijo…”aquí es caro”…”Seño disculpe”, le dije, “si yo vengo es porque tengo…tengo cómo
pagar la consulta”. “Pero usted trae papelería de UNICAR”. “Pero si gusta la dejo” le dije yo.
Entonces, sólo agarré el papel más importante que yo necesitaba que me firmara y lo guardé así
(se señaló el pecho), sin que ella lo viera. Entonces, me dejó entrar y entonces me dijo él,…
“¡yo no le dije que viniera!” me dijo. “Si doctor, pero es que yo me siento muy mal, es que
necesito que usted me atienda…”. “¿Qué es lo que quiere?” Y me agarró la hoja que yo llevaba
para que me la firmara y me la partió en dos…Entonces yo me sentí pequeñita…
pequeñita…verdad (se llenaron sus ojos de lágrimas y se le quebró la voz) y me sentí muy
mal…y sólo me tragué mis lágrimas…Entonces de ahí lo vio….y me dijo… “¿Qué es lo que
147
necesita?”. “Pues fíjese doctor que sólo necesito su firma en esta hoja porque ya hice todos mis
exámenes, y necesito que me operen en UNICAR”….”A vaya”, me dijo...
E: ¿Ese mismo día?
S4: Sí ese mismo momento. “Disculpe” me dijo. “No tenga pena, doctor” le dije yo, y me firmó
el papel y llamó a su secretaria para que lo remendara….y lo remendó y así fue…
E: Y se fue a UNICAR.
S4: Y me fui a UNICAR, entonces me habían dado orden de ahí para me operaran los primeros
días del mes de enero… ¿o a finales de enero creo?
E: ¿De qué año?
S4: Del 2006. Y entonces ahí ya no me operaron en enero, entonces tenía que ser 2007, porque
2006 me operaron…Entonces me dijo el Dr. 1, “mire” me dijo, “va a ver que operarla luego” me
dijo, “me urge” me dijo, “si no vamos a tener problemas” me dijo, y total es de que ya llevé los
donadores y me operaron el 17 diciembre del 2006 …Entonces yo sentí que gracias a Dios salí
muy bien…que salí muy bien porque sólo una noche estuve en el intensivo, no tuve problemas, a
pesar de que soy diabética, pero al poco tiempo fui sintiendo otra vez que era muy poco lo que
caminaba …sentía cansancio, sentía otra vez cansancio… y…entonces ya encontré al Dr. 3.
Gracias a Dios, Dios me lo puso en mi camino, y cabal…cabal al año él me una hizo una
angioplastia, y me puso tres stent, ya con eso pues mejore bastante…
E: ¡Qué bueno Mirna! ¿Sí ha cambiado?
S4: Sí mejore bastante, pero ahora volví a recaer otra vez, porque por eso me hicieron otro
procedimiento nuevamente, otra angioplastia, pero dice el doctor que se taparon los stent y tengo
tapado el bypass…
E: Que puede suceder eso verdad, ¿sí le explicaron que eso puede pasar?
S4: Sí.
S4: Y entonces me dijo que ya no se animaban a operarme otra vez, pero la verdad no tuve el
valor de preguntarle y creí que tal vez ahora lo iba a ver y preguntarle que si definitivamente ya
no se puede operar.
E: ¿A usted le explicaron qué padece? ¿Alguien lo hizo?
S4: Pues no…
1. E: ¿Cómo explica usted qué es lo que tiene?
148
S4: Que tengo y siento un pesor en el pecho, una enfermedad en el corazón. Eso me dijo el
doctor…
E: ¿Qué le dijo el doctor?
S4: Que tenía nuevamente tapadas las arterias de corazón, que se volvieron a tapar los stent y el
bypass.
2. E: ¿A usted le explicaron que eso se llama cardiopatía isquémica o no?
S4: No, sólo lo leí nada más…
3. E: ¿En dónde lo leyó?
S4: Lo leí en una orden que me dio el doctor para que me hicieran el cateterismo…
E: ¿Ahí explicaban de qué forma?
S4: Que me hicieran el cateterismo…por lo de mis arterias.
E: Porque usted padecía de cardiopatía isquémica, ¿ahí usted lo leyó, ningún doctor le explicó?
S4: No.
4. E: Cuando le dieron esa orden ¿cuál fue su reacción al enterarse que padecía de eso?
S4: Pues el doctor me dio una esperanza de que hubiera posibilidad de destapar los stent, o que a
ver cómo hacía para ponerme otro, pero al final me dijo que no se podía…
5. E: ¿Usted conocía de esta enfermedad por otras personas?
S4: No.
E: ¿Alguien de su familia ha padecido de esta enfermedad?
S4: No, no, no…no.
6. E: ¿Qué pensamientos pasaron por su cabeza cuando se enteró que estaba enferma
del corazón?
S4: Pues al principio, cuando me dijeron por primera vez me sentí mal… (Llanto). Sí, mal
porque…la verdad era yo muy activa….a mí me gusta mucho la actividad, hacer muchas
cosas….
7. E: ¿Y esta enfermedad cómo le ha cambiado la vida?
S4: Mucho….mucho (llanto).
8. E: ¿Cómo ha enfrentado usted esta enfermedad Mirna?
S4: Pues para la obra y gloria de Dios la he tomado con calma y tranquilidad, la he sabido
sobrellevar porque soy diabética y voy para los casi seis años de operada y Dios me tiene con
vida. Entonces, sé que soy un testimonio de Dios…
149
9. E: Cuando dice que ha cambiado mucho su vida… ¿a qué se refiere?
S4: Fíjese que yo hago las cosas pero me canso, hago las cosas, porque las hago…Por ejemplo, a
mí me gusta hacer toda clase de tamales, de elote de chipilín, de todo me gusta hacer para la
familia, somos una familia grande, me gusta compartir y a mí me gusta convivir….
E: ¿Cómo se da cuenta que ya está cansada y que ya no tiene fuerzas? ¿Qué le sucede?
S4: Por el dolor, me siento sin fuerzas…
E: ¿Toma algo para el dolor o sólo tiene que descansar…?
S4: Ahora tomo el Lingual que me recetó el doctor… Ahora que me hizo el procedimiento: si no
me recostaba, estiraba los pies y los ponía en alto y ponía los brazos así (los estiró en forma de
relajarlos sobre la cama)…y cuando ya me sentía tranquila me levantaba y seguía con mis
actividades, a mí me gusta que mi casa esté ordenada…
E: ¿O sea que no ha cambiado, sólo que si se siente cansada descansa, para y….tiene alguien que
la ayude?
S4: Ah! Sí…sí tengo.
10. E: Aparte de esa orden que recibió del doctor, ¿ha tratado de buscar o leer
información acerca de su padecimiento?
S4: No…. mejor lo ignoro….
E: ¿Lo ignora?
S4: Ajá, sí mejor lo ignoro.
E: ¿Lo ignora es como….no quiere que?
S4: Mmmm…pero si eh….el martes tengo que venir a cita con el Dr. 3 y sí quiero platicarlo, que
resultado, que me dice él, realmente no he platicado directamente con él.
E: Sí para que la próxima vez consulte….y…ya usted….
S4: Que me explique, yo soy operada 10 veces, me han operado dos veces de las cervicales, la
segunda vez quedé yo en silla de ruedas, como le repito Dios me ama…
11. E: Mire Mirna, ha buscado apoyo, no con los médicos sino que…
S4: Sólo con Dios
E: ¿Sí?
S4: Sólo con mi Dios.
E: ¿Y con personas?
150
S4: …Sólo con mis hermanos….somos evangélicos… (Silencio). Tengo que ser justa y agradecer
que recibí apoyo en UNICAR y el Dr. 3 me recibe aquí en su clínica. Como me dijo, “Mirna
tenemos que vernos seguido, la debo de tener cerca.” Y yo hago el sacrificio de pagar, y es que
allá uno pierde mucho tiempo y los doctores hablan ligero…fíjese…
12. E: ¿Pero de qué manera les ha pedido apoyo?
S4: …..En oración.
13. E: Cuando se enteró de lo que padecía… ¿a quién le contó?
S4: A mi mamá…y a pesar de que era ancianita…y me dijo vamos a orar, Dios sabe lo que puede
hacer por ti hija…
14. E: ¿A usted le gusta hablar de lo que padece?
S4: ¡Ah!...Sí me gusta, para dar mi testimonio de cómo Dios me ama…
15. E: Bien… ¿Y cómo se siente de las reacciones de las personas al saber lo que usted
padece?
S4: Me siento bien, porque veo que la gente se admira de ver todo lo que Dios ha hecho por mí,
pues él ha utilizado a los médicos…. a que yo quede bien.
E: ¿Sí?
S4: ….!Si!...Incluso cuando me operaron en UNICAR, yo le dije al Dr. 4…. “Yo la voy a operar
me dijo”. Y le dije “esperemos en Dios que todo salga bien, y que le maneje sus manos. Él le da
la inteligencia y la sabiduría”, y me agradeció. “Muchas gracias, Doña Mirna” me dijo…No que
el Dr. 5, él si no me dio esperanzas, me dijo: … “usted es diabética y tienen problemas…Le voy a
ser sincero, así como puede entrar así, no puede salir”, me dijo…”Porque pueden pasar
cosas…”Ay, ¿por qué?” le dije yo….”Pasan muchas cosas me dijo”…
E: ¿Cómo se sintió ante esto?
S4: Yo sentí que él era negativo… pues yo soy positiva, yo tenía la certeza y la seguridad de que
así como entré iba a salir. Yo digo; “Señor… aquí está mi cuerpo, cuida mi vida, si así es tu
voluntad, y así he salido…. ¡Yo sé que tu me vas a sacar bien Señor!”.
16. E: Cuando le hacen un procedimiento o tiene que venir a consulta, ¿con qué
personas prefiere ir acompañada?
S4: Sólo con mi hijo voy…
E: ¿Cómo le ayuda?
151
S4: Mucho, porque él es el que me ha levantado… Fíjese, al principio cuando quedé en silla de
ruedas, mi hermana que trabaja en el Pilar, me dijo…”mira Nita”, así me dicen también, me dijo
“vámonos para la casa, yo te quiero mucho y tú para mí no vas a ser una carga, vas a ser de gran
bendición en la casa”. Me trató muy bien, yo no sentí que no era una carga, yo sentía y me daba
cuenta que para otro si…si…si me despreciaron un poco, todavía veo yo…
E: ¿Como quién?
S4: La esposa de un mi hermano, porque antes cuando yo caminaba muy bien, yo tenía actividad
de un lado para otro, yo visitaba Cobán, y yo le decía “mire usted vénganse”. Yo iba a comprar
algo, se andaba conmigo, íbamos a la calle le dábamos vuelta a todo, yo la llevaba a todas partes.
Ahora, cuando le digo, me dice que no, que no tiene tiempo y yo me doy cuenta…
17. E: A las personas que la apoyan como su hermana y su hijo ¿les ha explicado cómo
quiere usted que la apoyen?
S4: Sí…les digo…a mi hijo le digo, me podés hacer tal cosa, es que yo creo que no puedo
hacerlo, lamentablemente no voy a poder…Y me contesta “con mucho gusto mamá”…Y mi
hermana me dice, “tú aquí mandas, tú aquí podes hacer lo que tú querrás….las cosas que podes
hacelas, las que no, no”….y así hago…”tú descansa” me dice…
18. E: ¿Su médico tratante le ha explicado a qué se debe su enfermedad?
S4: Yo lo cuento verdad, cómo está mi mano quedó mala (mano izquierda), puro trapo, fíjese que
yo voy con una doctora buena gente y persona, y ella con su plática me ayuda mucho…
19. E: ¿Usted se siente responsable de lo que padece?
S4: No…no.
20. E: ¿Culpable?
S4: Tampoco. Yo al que le hecho las cargas es a mi esposo, aunque ya se fue…
E: ¿Cómo?
S4: ¡Él me hizo sufrir mucho, él era muy mujeriego y el alcohol…!
21. E: ¿Podría considerar que la forma de vida que tuvo con él le afectó?
S4: Aja, sí mucho… ¡bastante!
22. E: ¿Considera que algunas actividades la pusieron en riesgo?
S4: ¡Ah sí!..., pues desde pequeña ayudé a mi mamá donde trabajó…Me ponía desde muy
pequeña en eso de acarrear cosas pesadas hacer mucho trabajo…Éramos vendedores de frutas y
verduras en la terminal, en un localito.
152
23. E: ¿Usted siente que esto le afectó?
S4: Mmhm… sí…yo cargaba cosas pesadas, y aquí (señala en la cadera izquierda) y aquí
(señala en la espalda) y aquí también (en la cadera derecha)….cargaba por todos lados cosas re
pesadas… ¡Demasiado!
24. E: ¿Algún doctor le explicó que podía deberse a esto y a todas estas actividades, que
su corazón se vio afectado?
S4: No, no, no. A mí lo que me explicó el doctor de las cervicales fue porque cargué demasiado.
E: Mirna ¿considera que usted pudo haber hecho algo para que se enfermara más?
S4: No…no.
25. E: ¿No? Así como me habla de estos esfuerzos… ¿no hizo algo para que pudiera
enfermarse más de su corazón?
S4: No.
26. E: ¿Cómo cree que debe enfrentarse esta enfermedad?
S4: Normal…
E: ¿Sí? ¿Normal, qué es?
S4: Normal de que no piense de que estoy mal, sino que yo hago de caso que estoy bien…
E: ¿Sí?
S4: Mmhm…sí.
27. E: ¿Ésta es la actitud que ha tomado?
S4: ¡Ajá!…Pero hay veces el decaimiento aquí mire (señala el pecho), lo que siento es una
ansiedad, que a veces siento que las fuerzas no me dan…y como que cuando…
E: ¿En el pecho?
S4: ¡Ajá!...Siento que las fuerzas no me dan, y que las fuerzas no me dan aquí (se señala el
pecho) y me levantan un poco de náuseas…siempre…
28. E: Entonces ¿qué actitud debe tomarse ante una enfermedad del corazón, según
usted?
S4: Llevar una vida normal, tranquila…porque esto ayuda mucho, sobre todo cuando uno no
sale…ya siente uno…
E: ¿Esto le ha servido?
S4: Mmhm… ¡Bastante!
29. E: ¿Esta actitud ha tomado usted entonces?
153
S4: Sí… porque fíjese que a veces me quedo solita en la casa…y como yo amaba mucho a mi
mamá, pero lamentablemente mi mamá murió, entonces me quedé sola…y esto es lo que a veces
no supero, no puedo superar, yo trato la manera de superarlo, me domina…
E: ¿Falleció hace poco?
S4: Ya hace cuatro años, casi, ya casi como cuatro años… pero como nunca nos separamos, yo
fui casada y todo…pero toda la vida vivíamos juntas…
E: ¿Le hace falta verdad?
S4: Mucho. Y yo siento que mi mamá me va a aparecer…y yo siento todo…yo voy al cementerio
y pero ni eso me llena a mí, siento un vacío muy grande por ella, no me llena nada, no me puedo
dominar…Hay veces no puedo dominar mi mente…Y fíjese que todo esto siento yo que me daña
porque me da por llorar…
E: ¿Sí?
S4: Mmhm…llorar…me da por llorar (suspira).
E: ¿De qué falleció su mamá?
S4: Ya de viejita…le afectaba mucho el colon, sufría mucho mi mamá de dolor de su estómago.
¡Pobrecita mi mamá!
E: Siento mucho la pérdida de su mamá, y qué fortuna haberla tenido con usted toda su vida…
S4: ¡Ay…sí, 87 años!
E: Que pudo compartir con usted, siento mucho el dolor que presenta…
S4: Gracias (solloza).
30. E: ¿Cómo expresa usted lo que siente con este padecimiento del corazón?
S4: Le baja a uno…como le dijera…le baja a uno la moral…la autoestima…piensa uno…como
otros son bien sanos…y me pregunto… ¿Por qué padezco yo de esto? Me pongo a pensar, y
luego pienso que Dios sabe lo que hace…yo digo…si Dios dispone, ¿yo qué puedo hacer?
31. E: ¿Se puede decir que usted sigue su vida como si no estuviera enferma?
S4: Hay momentos...pero hay momentos que tengo mis bajones…si.
32. E: ¿Cómo controla esta situación en la que se encuentra Mirna?
S4: ¿Cómo la puedo controlar?
E: Ajá…
S4: … (Suspira)…. (Silencio)…Ay…mire…fíjese que yo hay veces controlo esto (suspira)…hay
veces (silencio)… (Suspira)…me pongo a dormir… (Suspira)…
154
E: Ajá…y ¿cuando se despierta?
S4: Yo…ya… ya…mmm…me despierto…ya tranquila.
E: Cuando se acuesta a dormir… ¿en qué piensa haciéndolo?
S4: En nada, nada, nada, gracias al Señor no pienso en nada, nada…nada.
E: ¿Sólo se recuesta?
S4: Si. Tomo mi medicina y le pido a Dios, que así como me acuesto, así me levante (se sonríe) y
todo y hablamos un poquito con una mi nieta, que ella me quiere mucho, va para diez y siete
años, ahorita está para graduarse en Bachiller en Medicina…
E: Felicidades.
S4: Y me quiere mucho, vivimos juntas, la mamá me la dejó, es de mi hija, y fíjese que…ella
hace caso de que soy su mamá…
E: ¿Es compañía?
S4: Ella duerme conmigo, y me dice…”no te vaya a pasar nada mamita, porque yo me voy a
volver loca, porque yo te amo”, y dormimos juntas. Entonces, yo le digo “no penses en eso
mamita, pasa buenas noches”. Nos dormimos, y mire…sólo es poner la cabeza en la almohada y
mire bendito Dios, toda la noche…duermo.
E: Pues qué me alegro, pues el buen descanso alimenta también verdad…el cuerpo y el alma…
S4: Ajá…porque a mí no se me quita el sueño…
33. E: Mire Mirna, ¿ha sentido deseos de llorar?
S4: ¡Ah, mucho!
E: Mucho es ¿cuánto?
S4: Lloro mucho, mucho, mucho.
E: Antes de estar enferma del corazón, ¿también lloraba?
S4: Lloraba la tristeza de ver…cómo se comportó mi esposo conmigo porque de primero que no
teníamos nada, vivíamos mejor, ya después él trabajó, se metió a negocio de camiones, llegó a
tener cosas… y todo, y todo esto no, él no lo valoró…trabajamos los dos. Entonces, todo eso él
lo disfrutaba con otras personas…
34. E: ¿Se siente fracasada?
S4: …Pues con lo que tengo…yo no tengo nada…porque tuve…pero él lo vendió todo…él lo
destruyó todo…nos quedamos sin nada…le dije así amigablemente…que buscara su camino…
E: ¿Y qué fue de él?
155
S4: Entonces él se fue con los papás, los papás pues me dieron la espalda. Entonces, esta mi
hermana con quien yo vivo…que trabaja en el Pilar, ella tenía su casita en Cobán y me la cedió, y
me dijo que nunca pensara que no tenía casa…y me la dio y en ésa viví yo en Cobán…Y
entonces ahora que me puse mala de las cervicales me vine para acá…me quedé aquí con ella y
me dijo que ya no me fuera para Cobán, que vendiera mi casa…La vendí y con eso compré
medicinas y mi hermana me dijo que hiciera con el dinero lo que yo quería…Vendí la casa y me
vine definitivamente para acá. Yo sentí un cambio porque ella me hizo un apartamentito, y vivo
ahí con ella y me siento…
E: ¿Se siente cómoda?
S4: Ajá…sí.
35. E: ¿Se siente amenazada por su enfermedad?
S4: ¡No!
36. E: ¿Se describiría como una persona que enfrenta o huye de las dificultades?
S4: La enfrento…la enfrento porque… (Silencio).
E: ¿Cómo lo hace?
S1: La enfrentó normalmente porque si huyo de ella de todos modos… la tengo verdad. Yo sé
que estoy mala de eso y no lo tomo en cuenta y vivo normalmente…y he tratado de olvidar,
como cuando me pongo a realizar una actividad así…algún cumpleaños (sonríe) y estamos todos
en la casa, y ayudó en la cocina, colaboro con el almuerzo, y así ya no pienso…
37. E: Mirna, hay personas que cuando tienen una dificultad toman otras decisiones…se
podría decir que sus decisiones han tenido que ver con poner en riesgo su
vida….tomando algo que no debe…según usted para sentirse mejor….y que esto la
ayude a olvidarse….
S4: Yo sigo las normas de mi médico, no puedo auto medicarme porque entonces me va a ir mal.
No sé cómo me va a caer lo que…Incluso hay gente que me dice…”mire tome esto, haga lo
otro”. Soy muy incrédula para tomar algo que me den fuera de lo que me recetó el doctor, mi
médico.
38. E: ¿De los cambios físicos que usted menciona está el cansancio…?
S4: Ajá…
E: ¿Siente dolor?
S4: Ajá.
156
E: ¿Su mano izquierda no funciona como su mano derecha?
S4: No estaba como mi mano derecha, pero ha mejorado, se puede decir que funciona mejor de lo
que esperaba.
E: ¡Qué bien! Bueno… ¿Algún otro cambio físico?
S4: Sólo mi pierna, que es la que está operada, en la que me quitaron la vena para hacer los
bypass, pero de donde quedé más afectada fue cuando me operaron de las cervicales.
39. E: ¿Se puede decir que usted se siente enferma María? ¿Por qué menciona que no se
ha sentido bien?
S4: Sí, no me he sentido bien.
40. E: A pesar de que se ha sentido últimamente no bien, ¿ha seguido con su rutina?
S4: Sí.
41. E: ¿Qué indicaciones le ha dado su médico tratante para que cuide de su salud?
S4: Que descanse…cuando me siento así cansada o con un poco de dolor…que descanse, que
busque el reposo…y que no haga actividades fuertes, porque si no me viene el cansancio…Por
ejemplo, me dijo que ya no puedo salir sola, que cocine poco…
42. E: ¿Cómo cree que las personas que tiene usted a su alrededor perciben su
enfermedad?
S4: Fíjese que tengo a mis vecinos que me quieren mucho, muy buenos son conmigo…son muy
buenas personas conmigo…
43. E: ¿Cómo le afecta a sus familiares su enfermedad Mirna?
S4: Pues yo veo que hay veces que les preocupa y hay veces que no.
E: ¿Será dependiendo de cómo la ven a usted?
S4: Si…ajá.
44. E: ¿Qué ha aprendido de usted misma ahora con esta enfermedad?
S4: ¿Qué he aprendido?
E: Mmhm.
S4: Ah…pues fíjese que he aprendido mucho porque…Ay Dios, es un caso muy duro el mío…
(Suspira, se lamenta).
45. E: ¿Qué ha cambiado de forma positiva desde que usted está enferma?
S4: Nada.
E: ¿Nada?
157
S4: No…eh… ¡Todo esta bien!
E: ¿Sí?
S4: Sí. Todo está bien. Todo me lo llevo así… (Con su mano da la intención de “despacio”)…
E: Haber Mirna, pensemos bien qué tendrá de positivo su enfermedad…Hay que buscar un
poco…y
S4: Bueno…he sentido el amor y cariño de todos…me demuestran que me quieren, todos me
estiman y me respetan, me cuidan…me dan mi lugar.
46. E: ¿Mirna será que usted a reevaluado su vida desde el diagnóstico?
S4: Se ve la diferencia de una persona que está bien sana…
47. E: Si pudiera mejorar su situación ¿qué es lo que haría?
S4: Ay…Darle muchas gracias a Dios, primeramente…
E: Mmhm.
S4: Le daría tantas gracias a Dios por mi vida, como la de los médicos…
E: ¿Usted cuida de su alimentación?
S4: Sí la cuido mucho. Por la diabetes y el corazón.
48. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante Mirna?
S4: Hay a veces me pongo a pensar si será posible que así voy a vivir de ahora en adelante a base
de medicinas, porque prácticamente vivo a base de medicinas. Yo me pongo a pensar que… ¿si
será real que mi vida será a base de medicinas y, o que llegará el momento en que ya no podré
sanar un poco, digo yo. Yo eso quiero preguntarle al doctor, si no hay otra cosa más fuerte que
me diera de medicamentos, yo he luchado por comprarlos…que ése es mi deseo…sanar. Porque
incluso yo tengo mis patojos en los Estados Unidos y tengo deseos de irlos a ver fíjese…Pero la
verdad no sé si aguantaría…
E: Serían convenientes estas preguntas para hacerle al doctor, ¿verdad Mirna?
S4: Ajá.
E: Hasta hacer una lista, porque cuando uno está enfrente del doctor, ¡pum! Se le olvida lo que
uno realmente quería preguntar…
S4: Sí…se le olvida, me queda la mente en blanco…
E: Pero si usted en su casa, tranquilamente, piensa y agarra un lápiz y papel y se pregunta ¿Qué
quiero saber, qué necesito que él me responda y usted hace una lista con las preguntas, y le
indica...”Mire doctor traigo esta lista para que me haga el gran favor de respondérmelas”…Y
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usted le hace pregunta por pregunta…esto le va a ayudar a que le responda esas inquietudes sobre
su salud, bienestar y su vida. Usted necesita estar informada. Bueno Mirna, hemos terminado la
entrevista, no sabe cuánto le agradezco su colaboración respondiendo ya que esto me ayudará a
realizar este estudio y así poder culminar mis estudios universitarios.
S1: Para servirle, yo de verdad estoy muy agradecida con el doctor.
DIARIO DE CAMPO
La paciente se presentó puntual a la sesión. Informó que el ascensor no servía y que debió
subir un piso para llegar a la clínica. Se presentó agitada, con falta de aire y pálida.
Indicó que no sube gradas, y que cuando lo hace, va de una en una y haciendo paradas. Se
tuvo que tomar un tiempo prudencial para que se recuperara y así poder empezar la
entrevista. Llegó acompañada de su hijo.
La paciente falleció antes de concluir este estudio.
159
SUJETO 5
Datos generales
Nombre: Carolina
Edad: 53 años
Estado civil: Soltera
No. de hijos/hijas: 2 mujeres y 1 hombre
Ocupación: Jubilada de Auxiliar Enfermera
Lugar de residencia: Zona 2
Tiempo de asistir a la clínica: 1 año
Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: 1 año
1. E: Me puede explicar con sus palabras de qué padece usted.
S5: Yo padezco, en primer lugar, soy diabética, más de 25 años. He tenido muchas
complicaciones. Cuesta cumplir con la dieta, todo está muy caro y la vida difícil. La dieta es
especial y hace exactamente hace un año, me dieron dos infartos. Estuve en el intensivo, y salí.
Me hicieron un cateterismo y un examen que se llama eco estrés. Ahí el doctor me dijo que mi
corazón, la arteria principal está muerta, y que ya no la podían operar y que ya no se podía hacer
nada. Entonces sólo quedé con tratamiento.
E: ¿Usted siente que sí le explicaron bien sobre su padecimiento en el corazón?
S5: Sí. Él me explicó. El Dr. 3 me explicó que mi corazón quedó trabajando sólo con las dos
arterias pequeñas, que yo quedaba con tratamiento y propensa a otros infartos, pero gracias a
Dios ya cumplí un año y sigo con mi tratamiento, y gracias a Dios no he sentido molestias.
E: ¿Usted sabe cómo se llama lo que usted tiene?
S5: No.
E: ¿No le explicaron que usted padece de cardiopatía isquémica?
S5: No.
2. E: ¿Cuál fue su reacción al enterarse que padece de una enfermedad en el corazón?
S5: En primer lugar, triste y afligida, y yo pensé que me iba a morir, porque la doctora que me
dio el egreso me dijo “señora usted se va a ir a su casa, le vamos a dejar un tratamiento mientras”.
Entonces, yo le digo “doctora, para mientras qué, ¿para mientras que me muera o qué?”. “No
señora, tampoco lo entienda así”, me dijo. Es que si ella dijo mientras, es porque eso lo pensó,
pero se equivocó al decírmelo, su expresión estuvo mal, estuvo equivocada, porque me asustó.
160
Después ya se fue. Entonces, otro doctor llegó y me dijo “señora, usted ya tiene egreso, se va a
quedar con este y este tratamiento, pero queda propensa a otro infarto” me dijo. Yo estaba triste,
por la niña pequeña que tengo de 11 años. En ese tiempo, yo no pensaba tener más hijos. El
primero lo tuve de 23 años, la segunda lo tuve de 28 y ya era diabética. Entonces dije, ya no más
hijos, porque es riesgo. Pero en el estudio de la menopausia, me dijeron que tenía un mes de
embarazo, semanas de embarazo, cuando me hicieron el ultrasonido. Yo ya me moría de
angustia, porque no sólo ya grande de 42 años, diabética y embarazada. Yo dije “Señor yo no
voy a aguantar este embarazo”, pero bendito Dios salí. Y ahora ella tiene 11 años, aunque ella
nació con ductos abiertos, y se los cerraron cuando tenía once meses. Bendito Dios desde
entonces ha estado bien.
3. E: ¿Conocía usted de este padecimiento antes?
S5: Sí había escuchado de infartos, de personas que se han muerto, y otras que decían: “fíjese que
no se quien se murió…seguro le dio un infarto…”. El doctor me explicaba que a un diabético le
puede dar un infarto sin dolor. Es que yo hace poco sentí dolor en el pecho, y me angustié, creí
que me iba a morir, y me hicieron un electrocardiograma. El Dr. 3 me explicó eso. Mi corazón
estaba igual, no tenía inicios de infarto, se confunde con un dolor muscular, y ya me tranquilicé.
Como le dije, mi angustia es la niña pequeña. Yo le digo que estudie enfermería, es una carrera
corta, y que ella puede trabajar y seguir estudiando, pero hasta que aquí no sabemos.
4. E: ¿Qué pensamientos pasaron por su mente cuando se enteró que padecía del
corazón?
S5: Pues en el momento, cuando los dolores, yo no sabía qué era lo que tenía. Cuando me
dijeron que era un infarto, antes me había visto y me habían mandado a mi casa, y ahí sí me
afligí. Entonces usé mis conectes entre enfermeras y médicos, pues yo sentía morirme. Además,
yo sé cómo es la cosa realmente, y lo que hacen en ocasiones con los pacientes. Luego, me
arreció el dolor y me puse a llorar, y me atendieron por fin. Era mucho dolor el que tenía. Ya
inmediatamente, me hicieron un electrocardiograma. Alguien con infarto y ese dolor espantoso lo
que necesita es atención. Me pusieron unas inyecciones que abren las arterias, hicieron que mis
hijos firmaran. Yo estaba consciente que no me iba a morir. Yo lo que quería era que me
quitaran ese dolor. Luego, me dijeron que mi cuerpo no reaccionaba a esa medicina; además, me
pusieron morfina, me dijeron que me tenían que poner un catéter central. Yo pensaba, que con
todo eso, se me iba a quitar lo que tengo. Pero en el transcurso de la noche, yo escuchaba que
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ellos decían: “la señora no responde, hay que enviarla al intensivo”. ”Señor” dije yo. Pero, al
mismo tiempo, pensé y me tranquilizaba, pues en el intensivo me van a cuidar intensamente (se
sonríe). Yo me daba valor y le pedía mucho a Dios que me sacara del intensivo. Y bendito sea
Dios, así fue. Soy cristiana y tengo mucha fe y esperanza.
5. E: ¿Cómo ha enfrentado esta enfermedad?
S5: Pues con mucha tranquilidad, valor y fe.
6. E: ¿Cómo ha cambiado su vida?
S5: Pues ha cambiado en que tengo que ser más estricta con mis alimentos, los ejercicios y
tratamientos, y que Dios me iluminé y me dé fuerzas para llegar.
7. E: ¿Cómo obtuvo información de lo que tenía?
S5: A mí la primera información me la dio el doctor: “señora a usted le dio un infarto” me dijo.
Yo le pregunté qué hacía y me contestó “a partir de hoy, descansar mucho”. Pero en mis adentros
voy a estar en reposo. Pues información no, tengo la que me dio el doctor nada más. Esto podría
ser una forma de enfrentar, pues me ayudó que el doctor me informara y explicara.
8. E: ¿Ha buscado apoyo?
S5: En libros nada más.
E: ¿A sí, libros de qué?
S5: En revistas, leo cuando hablan del corazón y coincide con lo que padezco.
9. E: ¿A qué personas recurrió para contarles de su padecimiento?
S5: Cuando…mi familia.
10. E: ¿A usted le gusta hablar de lo que padece?
S5: Sí.
11. E: ¿Cómo se siente ante las reacciones de las demás personas, al enterarse de su
padecimiento en el corazón?
S5: Es que las personas no creen, me dicen que de plano fue un inicio, un pre infarto. Y me dicen
que con los infartos las personas se mueren. Y no es cierto que todos se mueran, depende de la
rapidez con que se atiendan y los procedimientos adecuados. Ahora he conocido varias personas
con infarto y están vivas con sus tratamientos.
12. E: ¿Con qué personas prefiere estar acompañada cuando debe de atenderse?
S5: Pues mi hijo a veces me hace favor de irme a dejar y a traer.
13. E: ¿Usted le ha dicho a las personas que la ayudan cómo desea que lo hagan?
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S5: Sí, le he dicho a mí hijo, que él me ayuda emocionalmente. Sí, porque mi hija también me
acompaña. Dejo que me apoyen como ellos puedan.
14. E: ¿Su médico le explicó a qué se debía su enfermedad?
S5: No. Pero el doctor me dijo que las altas de azúcar no me habían ayudado, el último examen
indicó que los triglicéridos no me bajan, que evitara carbohidratos. Debo bajar mi azúcar con
medicamento, dos clases de insulina y dieta.
15. E: ¿Usted se siente responsable de su padecimiento?
S5: Sí, porque yo siento que aparte de mí, sólo somos un hermano, pues creo que mis
antepasados fueron diabéticos. Pues antes se moría la gente y no se sabía ni de qué. De mi familia
hasta ahora mi hermano y yo presentamos diabetes. Creemos que un hermano pequeño también
y desde entonces mi otro hermano también adquirió la enfermedad. Las impresiones nos afectan.
16. E: ¿Se siente culpable de su padecimiento?
S5: No.
17. E: ¿Habrá puesto en algún momento su vida en riesgo y que esto le causara este
padecimiento?
S5: Yo digo que sí, pues no cumplí bien con las dietas. Yo decía que hacía dieta, pero no lo era,
pues la dieta tiene que ver con cantidades y evitar carbohidratos. A un diabético le da hambre
cuando tiene la azúcar alta. Tenemos que comer todo en cantidades pequeñas, ahora voy al Club
del Diabético a recibir charlas, he recibido cocina para diabéticos…Esto me ha ayudado bastante.
18. E: ¿Cómo cree que debe de enfrentarse este padecimiento?
S5: Este…explicarle a alguien lo que tengo. Diciéndolo de forma natural, hay que enfrentarlo,
uno no lo pide.
19. E: ¿Qué actitud ha tomado usted?
S5: Pues bien.
20. E: ¿Cómo le ha cambiado la vida?
S5: Sí, he cambiado bastante porque…yo ya no como tanto, ya no viajo tanto, la acumulación de
personas me sofoca…Mi hijo me apoya bastante y me saca a pasear…
21. E: ¿Cómo controla la situación en la que usted se encuentra?
S5: Con los medicamentos.
22. E: ¿Ha sentido deseos de llorar?
S5: A veces.
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E: ¿Con qué frecuencia?
S5: Muy de vez en cuando. Pero sí a veces. Este año me han dado más ganas de llorar que antes.
A veces cuando me empieza el dolor, pienso si será el momento en que me voy a morir (se
sonríe).
E: ¿Le afecta sentirse así?
S5: Si. Los días en que me siento de bajón y triste, yo misma me levanto el ánimo, porque si me
pongo triste va a ser peor, mejor me pongo a leer la biblia…y se me olvida lo que tengo.
23. E: ¿Se siente amenazada por su enfermedad?
S5: Sí. Porque en las noches me cuesta dormir, que me paro, que me acuesto, me siento sofocada.
Si me acuesto boca arriba, siento que el corazón me llega a la garganta, pero son días. Días que
me imagino que los nervios me molestan, por alguna preocupación. No es de todos los días, hay
días que estoy tan tranquila y tan bien. Le agradezco a Dios al amanecer y anochecer que pasé el
día bien.
24. E: ¿Ha tratado de olvidar su enfermedad?
S5: Sí. Pienso en otras cosas, salgo de mi casa, voy a reuniones, voy a la iglesia. Fiestas de mi
familia, cosas así…
25. E: ¿Qué hace para sentirse mejor?
S5: Este, me pongo a pensar en cosas buenas.
26. E: ¿Usted se describiría como una persona que enfrenta o huye de las dificultades?
S5: Las enfrento, prefiero.
27. E: ¿Qué cambios físicos ha tenido?
S5: Este…pues físicos casi no, pues mi peso se mantiene, ni subo ni bajo.
28. E: ¿Se siente enferma actualmente?
S5: Pues no.
29. E: ¿Está haciendo su rutina de siempre?
S5: Sí.
30. E: ¿Qué indicaciones le dio su médico para cuidar de su salud?
S5: Cumplir con los tratamientos, dietas, caminar unos treinta minutos, pero de diez en diez; si
me da dolor, descanso. Cuando se me quita el dolor vuelvo a empezar.
31. E: ¿Cómo cree que las personas a su alrededor la perciben por padecer de esta
enfermedad?
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S5: Pues gracias a Dios me siento muy querida por todos.
32. E: ¿Cree que le afecta a sus familiares que usted esté enferma del corazón?
S5: Pues yo digo que sí, se preocupan.
33. E: ¿Ha cambiado la vida de ellos?
S5: Pues como yo vivo sola con mi niña, creo que no.
34. E: ¿Qué ha cambiado de positivo en su vida desde que se enfermó?
S5: Este…de positivo…eh…pues yo me siento bien.
35. E: ¿Ha aprendido algo de usted misma en este año?
S5: A cuidarme mejor.
36. E: Si usted le explicara a alguien que recién la diagnosticaron de su padecimiento,
¿cómo lo haría?
S5: Que le cambió la vida, que siga las indicaciones, que haga dieta, y piense positivo. Si están
pensando que es feo comer tal cosa, o que comen grandes cantidades, o que se yo…el problema
es que si nos enfermamos y no nos cuidamos…hacemos padecer a otros. Acaso porque me
descuidé, me morí…no. Yo estoy aquí y todos pendientes de mí y preocupados, ése es el
problema. Sufren los que están cerca de uno. Ésta es la clave.
37. E: ¿Cree que su enfermedad tiene alguna ventaja?
S5: Pues de ventaja…que podría ser una ventaja…que podrá ser…no.
38. E: Si pudiera mejorar su situación, ¿qué haría?
S5: Mejorar la situación de mi salud…Este, si pudiera iniciar una vida diferente a la que tuve,
porque por la vida desordenada que tuve tengo estos padecimientos. Exageración de comidas que
uno, no debe de tener.
39. E: ¿Cómo se imagina su vida de ahora en adelante?
S5: Pues me la imagino tratando de vivirla lo mejor que pueda, para poder tardar unos años más
en el mundo.
E: Bueno Carolina, hemos terminado, muchas gracias por su ayuda…
S5: Está bien.
165
DIARIO DE CAMPO
Se presenta como una persona dinámica y jovial. Su postura corporal reflejó confianza y
seguridad. Se muestra simpática y conversadora. Mostró un contacto visual fijo y atento
durante la entrevista.
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SUJETO 6
Datos generales
Nombre: Dulce
Edad: 53 años
Estado civil: Soltera
No. de hijos/hijas: 1 hombre y 1 mujer
Ocupación: Sistema penitenciario
Lugar de Residencia: Villa Hermosa
Tiempo de asistir a la clínica: 10 meses
Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: 10 meses
1. E: ¿Usted me podría explicar con sus palabras, qué es la cardiopatía isquémica?
S6: (Silencio, y se coloca las manos en la cara)… (Se sonríe)… ¡Ay no! Me lo ha explicado el
doctor, no quiero hablar mal de él… (Se sonríe)… Él es muy buen doctor. Mire… tengo
entendido…que la cardiopatía es algo así como…eh…tal vez… no me voy a dar a explicar bien.
Como…se le tapan a uno las arterias, y esto viene de que uno no se cuida…de tanta grasa, pero
también es la angina de pecho. Ajá, la angina de pecho. Uno camino y le duele todo esto (Señala
su pecho y su brazo izquierdo). Siente uno que ya no llega al lugar.
2. E: ¿Cuál fue su reacción al enterarse de que padecía de una enfermedad en el
corazón?
S6: Eh…pues fíjese de que…cuando el doctor me dijo que me tenía que ir hacer un electro, me lo
hice. De ahí me dijo que tenía unas arterias tapadas. Bueno dije yo, tal vez hay algún
medicamento que me las destape, eso piensa uno primero. Entonces me empezó a tratar, me hizo
varios exámenes y todo eso verdad. Y me salieron no dos sino tres arterias tapadas, entonces me
dijo que yo tenía que ir a un cateterismo. Me indicó que UNICAR me lo harían, y luego él me
explicaría qué había visto al hacerme el procedimiento. Pero cuando sí me lo dijeron que tenía
que ser operada, ahí fue un golpe duro para uno. Porque uno piensa “y si me voy a morir”.
Porque eso es lo primero que pensamos los seres humanos. Y si me voy a morir…ya no voy a ser
la misma. Ya no voy a poder subir gradas, ya no voy a poder correr…eso es lo primerito que uno
piensa. Porque cuando me hicieron el cateterismo, sentí un poquito de temor, pero como yo
tengo dos hermanos que les hicieron eso.
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E: ¿A sí?
S6: Sí. Entonces, me dijeron “no m´ja, valor”…cuando salga de esto me dijeron “no vaya a
mover la pierna, porque es bastante delicado”. Cuando llegué a UNICAR, pues ni modo si es
para mi bien. Pues mire yo ya caminaba (Señalando fatiga). De aquí a la puerta tenía que
quedarme yo parada. Hubo un día que yo descubrí que iba caminando, y pensé…ya no…
(Señala fatiga) y sentí que me quedaba tirada… ¡Ay no!… ¡Dios mío! No, no yo tengo que
llegar, y llegué a donde tenía que llegar. Entonces, yo le dije al doctor, fíjese doctor es raro que
cuando camino yo siento esto…y comencé a explicarle verdad, y ahí en cardiología, el doctor me
mandó hacer el montón de exámenes, imagínese cuántos exámenes…un eco…uno de así que se
respira…me hicieron un montón. Me internaron, mire vengo encantada de la atención de los
doctores, para mí me dieron un buen trato desde el conserje hasta el mejor médico que hay ahí.
Ya el doctor vio pues…que yo necesitaba operación. Y recuerdo que me lo dijo cerca de
Navidad. ¡Ay no! pensé qué regalo el que me vino a dar el doctor… (Se sonríe) sentí una cosa
horrible verdad…lloré…porque uno siempre llora verdad. Lloré y dije, no…no…no…y no me
opero. No acepto y no acepto esto. ¡Una operación en el corazón, imagínese! Si yo he visto con
mis hermanos pues. ¡Ay Dios mío!, más sin embargo, ellos me dan valor diciéndome “no m´ja,
opérese, mire usted parece una bomba caminando, hombre…opérese, hay va a ver que va a
quedar bien, ahí están los mejores médicos”…es que ellos me dicen así, pero bueno…pero yo ya
con el tiempo medio voy aceptando la operación, porque a uno le hacen un montón de exámenes
todavía. En este momento estoy viéndome la dentadura, pues uno no tiene que ir con ninguna
infección. Pero sí, a un principio… ¡ay dije yo, qué ingrato el doctor, por qué me dijo esto, ya
cercanos a Navidad, qué regalo! Uno qué puede hacer. Pero bueno, si es para el bien de uno qué
se puede hacer…pero sí cuesta, como que le dijeran a uno…”mire, usted tiene cáncer”. ¡Ah…es
una cosa! Pero gracias a Dios lo que yo tengo pues no se compara con lo del cáncer verdad,
porque el cáncer es de esperar que Dios disponga de uno.
3. E: ¿O sea que usted conocía de este padecimiento por sus hermanos verdad?
S6: Sí.
4. E: ¿Qué pensamientos pasaron por su mente al enterarse de su diagnóstico?
S6: Bueno, la primera dije yo, será que el doctor se equivocó, o será que me explicó rápido y yo
no entendí. Y si me opero, me voy a morir. Eso es lo primero que uno piensa. Y todavía lo sigo
168
pensando, y si me muero, todavía lo pienso. Y hoy precisamente le iba diciendo a un compañero,
me voy satisfecha porque (se ríe) ya gocé (continúa riéndose).
5. E: ¿Cómo ha enfrentado este diagnóstico?
S6: Ha sido bastante duro, pues no ha sido lo mismo estar bien usted de salud…y… a estar
tomando el montonón de pastillas, que para esto, que para aquello….esto sirve para el otro. Hay
veces que uno mira las pastillas y hasta náuseas da. Es duro ver ese montón de pastillas y al
mismo tiempo es saber que por ellas uno está parado. Pero sí quiere ganas ese momento.
6. E: ¿Qué hizo luego de enterarse de este padecimiento?
S6: Mire, tiene uno ese bajón porque la gente ya no lo mira a uno igual.
E: ¿Cómo la miran?
S6: A veces…le dicen a uno, no se vaya a enojar porque le hace mal… (Se ríe). Es que usted se
cansa de subir las gradas (se ríe). Y todo por lo que estoy padeciendo.
7. E: ¿Y a usted cómo le caen estos comentarios?
S6: Pues la verdad es que molestan. Molestan porque a veces, uno sube más las gradas que uno
que esté alentado verdad. Pero si, así lo miran a uno… ¡Ay miren, ahí viene la enferma! (Se ríe).
8. E: ¿De qué manera ha logrado obtener información sobre su padecimiento?
S6: Yo me meto a internet, y busco y miro y leo, más la información que el doctor me ha dado.
9. E: ¿Ha consultado usted con especialistas?
S6: Pues sólo con el doctor, y en UNICAR tengo una cita abierta para la operación. Pero sí he
pensado, pues he platicado con una compañera, que en Eventos hay un magnífico cardiólogo y
quisiera una segunda opinión. Sí ha pasado en mi mente, voy a ir con otro cardiólogo y que me
diga, y a veces digo no…para qué. Pero y si de repente me dice lo mismo (se ríe).
10. E: ¿Cómo controla usted lo que siente?
S6: ¿Cómo controlo? Mmm…no sé responderle.
E: ¿No?
S6: ¿Cómo controlo lo que yo siento?
E: Sí.
S6: ¿En qué sentido? ¿Cómo?
E: Eh…mmm… póngale que voy en el carro y tengo calor, pongo el aire acondicionado y
controlo este calor con el aire que recibo.
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S6: Mire yo…a veces controlo y digo…yo no quiero operarme y también depende de mí porque
si no pongo de mi parte, sí me altero…o busco algo que sea malo para mí. Entonces, yo trato la
manera de…bueno digo yo…póngale que me invitan a una copa de algo…yo pienso, eso me hace
mal. Me tengo que controlar y digo, no gracias. Otro ejemplo sería que alguien me
dijera…corramos…y tal vez yo sé que me voy a quedar tirada ahí.
11. E: ¿Ha buscado apoyo? ¿De quién y de quiénes?
S6: No.
E: ¿No?
S6: No.
12. E: ¿Y a qué personas recurrió para contarles sobre su padecimiento?
S6: A mi familia, a mis hermanos, a mis hijos.
13. E: ¿Le gusta hablar sobre su condición médica?
S6: ¿Cómo así?
E: ¿Le gusta hablar de lo que padece?
S6: Mmm…pues sí, pues uno tiene que ser realista. Póngale que alguien me dice…”mire usted
que fea es”…si le digo…”yo soy fea, pero tengo algo por lindo”. Tal vez por fuera soy fea.
Entonces, si me gusta, porque a veces hablo con otra persona y salen pláticas y me cuentan que
así estaba fulano o mengano. A veces uno toca el punto y si también, si no hay que tocarlo
mucho mejor.
14. E: ¿Con qué personas prefiere estar acompañada durante sus consultas o
tratamientos?
S6: Con mi familia, bueno pero con el que esté disponible.
15. E: ¿Les ha explicado cómo le gusta que la ayuden?
S6: Como ellos puedan.
16. E: ¿Cómo le gustaría que las personas que la apoyan lo hicieran?
S6: Ante todo con un apoyo moral, aunque no sea económico. Así como hacen mis hermanos.
Ellos me dicen “m´ja opérese”. Ellos son mayores.
17. E: ¿Su médico le explicó a qué se debe su enfermedad?
S6: Sí. Mire primero me dijo que eso empezó también porque por el exceso de grasa, el colesterol
se elevó, también por los triglicéridos. Todo esto elevado, y yo que no puse nada mi parte.
Cuando me decían “mire, hay que llevar una dieta porque está elevado el colesterol”, y uno
170
dice:”ay, ese doctor”. Uno se enoja verdad, pero ellos nos previenen. El doctor me dijo: “¿ha
visto los desniveles que hace el alcalde?...así se le va hacer a usted, para que le corra la sangre,
en sus arterias” (se ríe). Ah que bueno, le digo, entonces iré donde Arzú (se ríe).
18. E: ¿Se siente responsable de su padecimiento?
S6: Sí. En realidad sí, uno no se cuida.
19. E: ¿Y se siente culpable?
S6: Bueno…digamos que una parte sí y otra no. Pues es algo que yo tenía que padecer.
Veámosla como una enfermedad que no nos desarrolla a todos, a mí me tocó la chibolita, como
así decimos, me tocó a mí.
20. E: ¿Podría decirse que esta enfermedad se debe a cómo usted vivió?
S6: Pueda ser y también como dicen hereditario, porque ya dos hermanos y yo la tercera.
21. E: ¿Puede ser que hábitos o actividades que usted tenía hayan contribuido?
S6: Si los mismos problemas, en todos los hogares hay problemas. Y como uno se hace el fuerte,
con el tiempo van saliendo las enfermedades.
22. E: ¿Usted habrá hecho algo para enfermarse más?
S6: Eso sí no.
23. E: ¿Cómo cree que debe enfrentarse su padecimiento?
S6: Aceptar lo que estoy padeciendo. Le he pedido mucho a Dios. Le he dicho que si debo de
operarme lo haré, pero que me dé una señal de algo, y tal vez no llegar a eso.
24. E: ¿Cómo le ha cambiado la vida este padecimiento?
S6: Bastante. No sé, tal vez por lo mismo que uno tiene y siente, me siento más inútil, como que,
uno quiere correr y no puedo hacer, quiero caminar rápido y ya no puedo hacerlo. Mire, hay días
que amanezco como quinceañera, no todos los días son malos (se sonríe). Mire, ya no es lo
mismo, uno se agita y pienso que siempre hay otros casos peores. Gracias a Dios tengo manos y
pies, estoy completa por fuera. Tal vez en otros casos, ni se puedan parar, y aunque sea así, sin
manos se van y llegan a donde van. Y como yo teniendo dos pies, aunque llegue agitada y
cansada (se ríe) debo de llegar. Tiene uno que hacer la lucha, porque si se deja uno caer… ¿qué
pasa?... que uno mismo se está matando. Mire mi trabajo es de subir y bajar gradas, yo subo
aunque ya por el segundo nivel debo de descansar, pero puedo ver que no sólo yo, patojas
jadeando, diciendo que es insoportable. Entonces, me digo a mí misma, “¿de qué te
quejas?”…Mira cincuenta y tres contra veintipico…Entonces ¿de qué te quejas?, y me doy valor,
171
dándome ánimo. Hasta tengo una máquina para hacer ejercicios en mi casa, elíptica. Me pongo
hacer ejercicios, aunque sea cinco minutos, pero lo estoy haciendo, ahí estoy. Y si no, mi hijo me
dice “señora haragana vaya…vaya”. “Ay” le digo, “siento que esa máquina me mira”, para qué
me mira (Se ríe). Pero sí, a veces yo misma me despierto pues.
25. E: ¿De qué manera expresa lo que siente?
S6: ¿Expresión? A veces me olvido que estoy enferma. Me olvido que tengo esto. Le digo a mis
compañeras, “dicen los doctores que me tengo que operar”, pero quién puede más Dios o los
doctores y me contestan que si tengo fe, así será. Yo espero en Dios, espero en Dios. Será que
estoy enferma, y me acuerdo cuando debo de tomar pastillas (se ríe).
26. E: Emocionalmente, ¿de qué manera le ha afectado este padecimiento?
S6: Emocionalmente sí afecta, como le digo uno ya no se siente el mismo, uno está pendiente que
hoy tengo cita, y que el doctor le pregunta a uno con lo que se está haciendo y uno baja. En lugar
de decirme que ya no me voy a operar. Pero sí afecta emocionalmente bastante.
27. E: ¿Ha sentido deseos de llorar?
S6: Sí.
E: ¿Con qué frecuencia?
S6: No seguido (se puso a llorar).
E: Este espacio es para todo.
S6: Gracias. Odio no sentirme como antes, ya no ser el mismo. Platicaba con una muchacha que
ya está operada, y me decía que no me operara. Y le dije pero que era necesario. Me contestó
que no lo hiciera. Pero, “¿por qué me lo dice usted?, “Mire me dijo” (señalando la cicatriz en
su pecho). ¿Usted está operada? “Sí, y me arrepiento de haberme operado”. Ya no es el mismo
uno, ya no, la gente la mira a uno, a mí no me importa, yo me valoro (llora). Dios dirá. Bueno,
desde el año pasado debía de haber operado, pero siento que se tenía que atrasar por todos los
exámenes que me pidió el doctor. Pero el doctor sí me dijo que me debo de operar, que es para
mi bien, y como le digo, uno no hace caso. La nutricionista me indicó todo lo que no podía
comer, le afecta a uno bastante, nadie se lo puede imaginar. Los doctores saben y dirán qué es lo
que deben de hacer con uno. Es su área. Mire, yo me cuido, pero en cumpleaños…pero sí me
cuido. Me cuido bastante, bastante.
28. E: ¿Se siente responsable por estar enferma?
S6: No.
172
29. E: ¿Y amenazada?
S6: Mmm…un poco, porque uno está pensando, por qué me tenía que tocar esto. Uno es egoísta,
por qué pensamos, por qué no le tocó a alguien más, en lugar de pensar “¡ay no Dios!”. Ni a él ni
a mí, a ninguna persona. Porque lo que voy a padecer, no se quiere para otra persona, pero a ratos
uno es egoísta. Uno dice, si yo me enfermé, por qué no se enfermó otra persona. Como cuando
se le muere la madre a uno o un padre, a veces le dicen a uno: “fíjate que se murió la mamá
de…”…y uno dice a bueno. Por qué, porque uno ha pasado eso, en lugar de decir “era su papá,
lástima que no siguió vivo”, y cosas así. Llega el momento que uno es egoísta. Si estoy enferma
por qué, no se enferma él, pero no debe de actuar uno así.
30. E: ¿Qué hace para sentirse mejor?
S6: A olvidarme de lo que padezco.
E: ¿Sí?
S6: Sí. Olvidarme de lo que padezco. Por lo menos, si el doctor me dice que tengo esto, hay
ratitos en el trabajo no lo siente, hasta en la casa. Uno piensa por qué tuvo que padecer esto.
Pero sí hay ratitos que uno logra olvidar. Cuando uno está trabajando, haciendo esto y aquello,
incluso a veces pienso que no debería de estar trabajando y después digo que es mejor que esté
ahí ocupada. Tengo más chispa que una patoja. A todos les digo que me siento bien.
31. E: ¿Ha evitado hablar sobre su enfermedad?
S6: Sí, un poco, a todos les digo que me siento bien. Si estuviera mal no estaría trabajando les
digo (Se ríe).
32. E: ¿Se describiría como una persona que huye o enfrenta las dificultades?
S6: Mire, no me gusta huir de mi enfermedad, cuando me preguntan que cuando me opero, les
digo que cuando termine de hacerme los exámenes (se ríe). Mire, yo me siento bien, y pienso
“¿será que me tengo que operar?” (se ríe). Para qué, si me siento bien. Yo siento que cuando
hay problemas, le afecta a uno más la enfermedad. Me afecta. Me tengo que sentir más tranquila
a pesar de los problemas, más aliviada, ya que los problemas afectan demasiado.
33. E: ¿Qué cambios físicos ha tenido?
S6: Mmm…mire físicos casi no.
34. E: ¿Se siente enferma actualmente?
S6: Pues no.
35. E: ¿Sigue haciendo su rutina de siempre?
173
S6: Sí, mire que en el grupo si falto, todos preguntan, dicen que no es lo mismo si yo no estoy, yo
bromeo, platico, alegre. Si me ven triste, me dicen, y yo les digo que no sé por qué me siento así,
y que ya se me va a pasar.
36. E: ¿Qué indicaciones le dio su médico para cuidarse?
S6: Seguir la dieta, y tomar los medicamentos al día, que eso no me falte, pues es una base para
seguir adelante.
37. E: ¿Usted cree que le ha afectado a sus familiares?
S6: Pues yo creo que no. Sólo me preguntan que cuando me voy a operar y ya. Y pienso que
tienen más prisa que yo (se ríe).
38. E: ¿Usted cree que la vida de ellos ha cambiado desde que usted se enfermó?
S6: No.
39. E: ¿Qué ha cambiado de positivo desde que usted tiene este padecimiento?
S6: Pues yo no he visto…tal vez…bueno tal vez me creen más inútil, no sé si es por mi
enfermedad o por mi edad…me dicen no haga esto o no haga aquello. O a veces me dicen que no
estoy enferma, entonces no los entiendo.
40. E: ¿Qué ha aprendido de usted misma ahora que se encuentra enferma?
S6: Sí, cuidarse uno más. Incluso le digo a quien pueda, cuídese. También por otras
enfermedades.
41. E: ¿Le ha traído su enfermedad alguna ventaja?
S6: No.
42. E: ¿Si tuviera que describirle a otra persona qué es padecer del corazón, ¿qué le
diría usted?
S6: Mire yo pues, lo primero sería decirle que yo tengo una cardiopatía. Estoy padeciendo de
cardiopatía, si usted se puede cuidar hágalo porque fíjese que esta enfermedad como lo puede
llevar a uno al otro lado de la vida, o puede uno curarse, pero es bastante dolorosa de estar uno
enfermo, pues con dolores no se mantiene uno. Como dicen los doctores, el corazón nunca duele,
lo que duele son los músculos. Le explicaría de manera que no llegue a padecerla pues es triste
verdad. Yo hace dos años me sentía bien, y sentí esto, y le digo esto es duro pues ya no es lo
mismo, uno tal vez quiere correr y la fatiga no lo deja a uno.
43. E: Si pudiera mejorar su situación, ¿qué haría?
S6: Ante todo cuidar de mi salud y alimentación más que todo.
174
44. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?
S6: Por el momento como no he llegado a la operación, pero si algún día llega a ocurrir esto, y
que esté en el quirófano…porque ya no es lo mismo. Yo lo veo con mis hermanos. Digamos con
mi hermana, es poco más débil, él es común y corriente, es pastor y va a la iglesia. Mi hermana
no. Yo siento que ella ha bajado bastante, sí se cuida bastante, pero miro yo a veces está que le
duele esto o aquello y pienso que si peor si voy hacer así yo. Luego, pues no puede cargar
nietos, no puede hacer casi nada. Si lo hace hay Dios, ya se enferma y pienso que no quiero ser
así, pero estos espejos los veo. Mi hermano es activo, maneja desde Xela hasta Tapachula. Va y
viene, él bromea, a él no le afectó, se siente igual…
E: ¿Qué tendrá que ver, que les afecte tanto a una persona y a la otra no?
S6: Yo siento porque él es hombre, y uno de mujer es más débil, uno quiere que lo estén
contemplando como para que le tengan lástima. A mí no me gusta que me tengan lástima.
Lástima ni siquiera a uno que esté tirado porque se puede levantar si realmente lo quiere hacer.
Ella hace cosas, pero todo es más lento y mi hermano más rápido.
E: Bueno Dulce hemos terminado la entrevista, le agradezco su colaboración.
S6: Gracias por ayudarme a hablar.
DIARIO DE CAMPO
Dulce es jovial, amable y extrovertida. Se le percibe como una persona divertida y
simpática. Tiene 19 años de trabajar para el sistema penitenciario. Trabaja en el control
de unidad de alimentos. Refiere que se preocupa por su trabajo y se siente a gusto en
su grupo en cuanto a las relaciones laborales y personales.
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SUJETO 7
Datos generales
Nombre: Alicia
Edad: 60 años
Estado civil: Casada
No. de hijos/hijas: 4 hijos, 3 hombres y 1 mujer
Ocupación: Secretaria en una parroquia
Domicilio: Zona 15
Tiempo de asistir a la clínica: 2 años
Tiempo de ser diagnosticada con cardiopatía isquémica: 2 años
1. E: Usted me puede explicar, ¿qué es lo que padece?
S7: Estoy padeciendo de la presión alta, y hace dos años que me pusieron dos stents, y he estado
con medicamentos y ahí me he mantenido. Vaya que no padezco del azúcar tampoco, sólo de la
presión.
E: Ay, que bueno, porque se pueden complicar de ahí las cosas, cuando a uno le resultan más…
S7: Sí, con la diabetes. Me he hecho exámenes de triglicéridos, ácido úrico, y el colesterol y todo
ha estado normal, sólo es la presión que me molesta.
E: Aunque esté tomando medicamentos…
S7: Aunque esté tomando medicamentos, a saber qué será.
2. E: ¿Cuál fue su reacción al enterarse que padecía de una enfermedad en el corazón?
S7: Yo decía, ¿será que padezco…? Pero lo que me comenzó a molestar fue que cuando
caminaba me fatiga mucho. Sentía que se me abría el pecho, ¿pero por qué será? Y yo decía a
saber por qué será. Y con eso que le mandaron a decir a mi hijo, me llamó y me dijo “mamá, eso
es urgente que te lo hagan”. Me mandaron un montón de exámenes. Pero, yo decía: “¿será?, ¿no?,
tal vez no… ¿será?”, decía yo. Él me decía “te lo tenés que hacer”. No para mañana, para ahora.
“No”, le decía yo, “esperemos para el otro mes”. Cuando me hicieron los exámenes, me dijo que
había hablado con el doctor y ya me llevaron a UNICAR y ahí fue donde me operaron y todo.
Pero yo sólo sentí que me apretaba mucho el pecho, pero no pensé que era el corazón que me
estaba molestando.
3. E: ¿Conocía usted sobre este padecimiento?
176
S7: No.
E: ¿No había escuchado antes de él?
S7: No. Yo sólo había escuchado que a no sé quien le dio infarto, y no sé que, pero de lo demás
no.
4. E: ¿Cree que hizo algo para prevenirlo?
S7: ¿Para prevenirlo? Pues desde que nació mi niña yo me quedé padeciendo de la presión.
E: A bueno.
S7: Entonces, yo sólo la pastilla de la presión, y pensé que con eso…No pensé que algo del
corazón.
5. E: ¿Y qué pensamientos pasaron por su mente cuando le dieron el diagnóstico?
S7: Pues no pensé que me fuera a morir, pero… (se ríe). Porque hay unos que se van a morir. Tal
vez no, pero no sentí que me fuera a morir, en las manos de Dios queda todo.
E: ¿Qué hizo luego de enterarse?
S7: Entonces sí, como ellos agilizaron los trámites para que me ingresaran y todo, entonces así
fue que me operaron.
6. E: ¿De qué manera ha logrado obtener información sobre su padecimiento?
S7: Después que me operaron, mi hija me buscó y me enseñó en la computadora lo que tenía, y
fue así que me dijo: “mira y tú dudando, te tenías que operar”. Yo sí estaba dispuesta a operarme,
pero realmente no sabía de los riesgos, de dejarlo así al tiempo, y ella me fue explicando cuando
se le van cerrando a uno las arterias o ¿las venas?
E: Las arterias.
S7: Las arterias son.
7. E: ¿Ha consultado usted con especialistas?
S7: Sólo con el doctor.
8. E: El que el doctor le explique, ¿le ha ayudado a enfrentar su enfermedad?
S7: Sí. Él me ayudado.
9. E: ¿Ha buscado apoyo?
S7: No.
10. E: ¿A qué personas recurrió?
S7: Mi familia, mis hijos, mis hermanos.
11. E: ¿Le gusta hablar sobre su condición médica?
177
S7: Pues no mucho, yo sólo oigo cuando me cuenta, y digo yo: “eso tengo yo”, oigo cosas
parecidas a las que tengo yo, pero sólo lo pienso, cuando cuentan y todo.
12. E: ¿Cómo se siente ante las reacciones de estas personas?
S7: Yo me siento bien porque gracias a Dios ya pasé todo eso y ahí voy.
13. E: ¿Con qué personas prefiere estar acompañada durante las consultas…y?
S7: Con mi hija. Con ella voy y vengo.
14. E: ¿Cómo la ayuda ella? ¿Por qué necesita usted de su ayuda?
S7: Porque ella me dice que tengo ir y que le tengo que hacer caso al doctor, que me tengo que
tomar las pastillas, está pendiente. Me dice ya te toca tu cita. Y como desde diciembre ya no
vine.
E: ¿Desde diciembre? Estamos en septiembre.
S7: Sí. Pero por el trabajo, se me sube la presión de ir y venir. Muy lejos.
15. E: ¿Y usted le ha pedido que la apoye como desea?
S7: ¿Ella? Sí. Ya no me digas nada. Yo me tomo mis pastillas, nunca he dejado de tomarlas.
E: Ah bueno.
16. E: ¿Su médico le ha explicado a qué se debe su enfermedad?
S7: ¿A qué se debe? Ay, ya no me acuerdo.
17. E: ¿Se siente responsable?
S7: Yo digo…pues a uno le dicen que no coma mucha grasa, pero como pero poquito y ejercicio
sólo de mi casa a mi trabajo, vengo cansada y ¿hacer ejercicio? Tengo que hacerlo pero, ¡ay!
E: Pero, ¿se siente responsable?
S7: Sí.
18. E: ¿Y culpable?
S7: También, pues eso es para mi beneficio.
19. E: ¿Puede considerar que su enfermedad se debe, a cómo usted vivió?
S7: Pues yo creo tal vez sí, pero es que uno no se da cuenta…por qué hice esto, por qué hice
aquello, o el otro, y ahí está la cosa.
20. E: ¿Cree que algún hábito o actividad puso en riesgo su vida?
S7: Yo digo que por la grasa, porque uno come y no siente lo que le hace daño, comer tanta grasa
y no hacer ejercicio, porque siempre lo recomiendan y uno no hace caso.
21. E: ¿Cómo cree que debe enfrentarse esta enfermedad?
178
S7: Yo digo…bueno…eh…llevar las indicaciones del médico, como él las dice.
E: Sí, verdad.
S7: Si él le dice ejercicio, hay que hacerlo, tomar las medicinas, hay que hacerlo.
22. E: ¿Y cuál ha sido su actitud? ¿Qué actitud ha tomado ante este padecimiento?
S7: Pues yo me siento tranquila, media vez me tome los medicamentos…bueno y el ejercicio que
no hago mucho.
23. E: ¿Le ha cambiado la vida?
S7: Pues yo he seguido…mi hijo me dice: “tu vida normal, no te estés…” pues nada de
acuchuchar, que uno no puede hacer nada, yo a los tres meses ya hacía…mis cosas.
E: Desde los tres meses, ¿usted ha llevado su vida…?
S7: Ajá, normal.
24. E: ¿Y de qué manera expresa lo que siente?
S7: Que me siento bien, contenta, no me estoy quejando.
25. E: ¿Le ha afectado este padecimiento?
S7: Pues eh…que me dicen “eso no lo podés hacer, eso otro tampoco”, pues no puedo levantar
cosas pesadas, no le digo, antes era haragancita porque antes hacía otras cosas y ahora ya no. Eso
nada más, para mí mejor.
26. E: ¿Usted diría que sigue su vida como si no estuviera enferma?
S7: Ajá, sí.
27. E: ¿Y cómo controla la situación?
S7: Pues llevo mi vida normal, no hago cosas que no tengo que hacer, o las hago normalmente.
28. E: ¿Y ha sentido deseos de llorar?
S7: No. Eso sí no.
E: ¿No?
S7: No.
29. E: ¿Y en algún momento se sintió amenazada por su enfermedad?
S7: ¿Cómo si me fuera a morir?...Eh…no. Yo a veces les digo a mis hijos, ya van a ver…me voy
a morir…es que a veces se portan mal.
E: ¿Y qué es lo que hacen?
S7: Son rebeldes, como están otros chiquitos y hacen lo que yo no quiero, ya van a ver me voy a
morir…” (se ríe).
179
E: ¿Y qué contestan?
S7: “Ay no mami”. Y es que dice los hermanos que…bueno es que les digo yo, si me da un
infarto me voy a morir, pero dicen los hermanos que con eso no me pasa nada, que con eso no
dan infartos. “Ah bien” les digo, sí dan. Mi hermano también me dice, “no m´ja”, con eso no te
da infarto”. Pero yo lo hago para amenazarlos.
E: ¿Ellos están informados?
S7: Ellos sí, todos saben, qué puedo y qué no debo.
30. E: ¿Qué hace para sentirse mejor?
S7: Pues, seguir con mi vida y tomar mis medicamentos.
31. E: ¿Sí? ¿Ha evitado hablar de su enfermedad?
S7: Pues…como le digo…son otras personas las que hablan del padecimiento…
E: ¿Pero usted sí entra en la conversación?
S7: Ah sí, platico…les platico que tengo esto y…hace poco operaron a una de las señoras, pero a
ella le pusieron marcapasos. Ella dice que no se agacha, que no hace esto, que no hace el otro y
que digamos que cuando hay un aparato eléctrico no se acercan, porque le dan descargas…”Ay
digo yo…tengo stents y voy y vengo, ya viajé en avión, todo…todo”.
32. E: ¿Usted enfrenta o huye de las dificultades?
S7: Yo las enfrento.
33. E: ¿Ha tratado de olvidar lo que padece?
S7: Pues se me olvida. Me preocupo por otras cosas, lo que sí es que siempre la medicina, se me
olvida que operaron.
34. E: ¿Ha tenido algún cambio físico?
S7: Pues yo lo que siento es que me engordé. No como mucho, pero sí me he engordado.
35. E: ¿Se siente enferma actualmente?
S7: No. Yo lo que me siento es gordita.
36. E: ¿Qué indicaciones le dio su médico para cuidar de su salud?
S7: Ejercicio, medicina, dieta…no grasas.
37. E: ¿Cómo cree que las personas a su alrededor la perciben?
S7: Eh…yo creo que normal.
38. E: ¿A sus familiares les habrá afectado esta situación?
S7: Tal vez al principio, estaban muy apenados.
180
39. E: ¿Qué cree que ha cambiado de positivo desde que usted se enfermó?
S7: Pues yo creo que en que son más conscientes de lo que puedo hacer o no. Ellos me ayudan y
mi esposo me dice “deja ahí, yo te ayudo”.
40. E: ¿Qué ha aprendido de todo esto?
S7: Ah…bueno a cuidarme, a mí me gusta la comida…los chicharrones, como poquito, no como
antes. Sí como de todo, pero menos.
41. E: Si tuviera que describirle a otra persona lo que siente al estar enferma del
corazón, ¿cómo lo haría?
S7: Pues que siguiera las indicaciones de su médico y que se operara si es de operación. Que siga
las indicaciones.
42. E: Si usted pudiera mejorar su situación, ¿cómo lo haría?
S7: Poner más de mi parte, hacer más ejercicio, comer menos
43. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?
S7: Tranquila.
E: Alicia, gracias, hemos terminado.
S7: Estuvo rápido… (se ríe).
DIARIO DE CAMPO
Alicia se presenta reservada y callada. Es educada y colaboradora.
Comenta antes de que comience la entrevista que vive cerca de su trabajo. Camina
de ida y de regreso todos los días. Va a almorzar a su casa, igualmente se va
caminando.
Su hijo mayor es médico, reside en los Estados Unidos, es un apoyo fuerte para ella.
181
SUJETO 8
Datos generales
Nombre: Rocío
Edad: 50 años
Estado civil: Casada
No. de hijas/hijos: 2 hombres y 1 mujer
Ocupación: Master en educación superior, proyectos educativos y
catedrática universitaria.
Domicilio: zona 16
Tiempo de asistir a la clínica: 3 años
Tiempo transcurrido del diagnóstico de cardiopatía isquémica: 14 años
1. E: Me puede explicar con sus palabras, ¿qué es la cardiopatía isquémica?
S8: Sí. La cardiopatía isquémica que me han presentado a mí es que yo tengo un prolapso en la
válvula vitral y que básicamente es una situación congénita y que obviamente ha repercutido en
mi salud, en mi calidad de vida.
2. E: ¿Cuál fue su reacción al enterarse que padecía de esto en su corazón?
S8: Pues realmente desde que era muy chiquita, viví prácticamente en los hospitales, con
tratamientos, diagnósticos. En ese tiempo la ciencia no había avanzado mucho. Pero lo que me
decían era que yo había nacido con un soplo en el corazón. Entonces, lo que trataban era que yo
controlara mis actividades, que no me agitara mucho, que tuviera una vida más o menos
tranquila, de ahí no pasaba. Ya cuando la ciencia fue avanzando y uno se va volviendo adulto y a
través de los adultos y diagnosticaron entonces el prolapso de la válvula mitral. Y que ese
prolapso daba de cierta forma un poquito de problema. A consecuencia de eso, padecí de
insuficiencia cardíaca…me tengo que acordar…mmm…de lo otro que me dijo el doctor…Que
era una cardiopatía irreversible, más o menos así, no me recuerdo de todo lo que me dijeron.
Pues me fueron tratando con diferentes medicamentos. Por lo demás puedo decir que no me ha
afectado mucho mi vida, tuve mis tres hijos con parto natural, siempre me declaraban como
riesgo, pero nacieron bien, sanos, fuertes…
E: Qué bien.
182
S8: Re bien en todo, esto es una prueba. Una prueba de fuego que pasa una mujer y que gracias a
Dios pues reveló que el problema sí era congénito, que sí afectaba mi corazón, pero que a la larga
no era que tan severo como lo planteaban. Posteriormente, comencé a padecer de la presión alta.
E: ¿A partir de cuando?
S8: Esto fue a partir de una cólera muy grande que recibí. Sí estoy definitivamente consciente
que fue por eso. Resulté con ataques de ansiedad, a cada rato me iba al hospital porque sentía
que me faltaba el aire. De repente no podía respirar…Ah, el otro problema que tenía yo también
era…ahorita me recordé…una arritmia cardíaca. Entonces, cuando me diagnosticaron esto de la
arritmia, yo llegaba al hospital con la arritmia, pero derivado de la ansiedad y con taquicardia. La
verdad que ahí comenzaron a detectar que tenía la presión alta, pero nunca me podían decir que
era hipertensa, porque apenas comenzaba a dar reflejo de ello, verdad. Posteriormente, sí tuve
varias crisis hipertensivas, y se fueron detectando con el tiempo, me tuvieron que dar varios
medicamentos, dosificarme varias dosis para poder controlarla. Ahora sé que la hipertensión no
se cura, sólo controlada adecuadamente y evitar pues que llegue a niveles muy altos pues es ahí
donde se pueden dañar los órganos blandos.
3. E: ¿Usted conocía sobre este padecimiento en otras personas?
S8: Pues realmente no. En mi núcleo familiar y amistades soy la única que padece.
4. E: ¿O sea que usted no hizo algo para prevenirlo?
S8: No, porque era algo congénito.
5. E: ¿Qué pensamientos pasaron por cabeza cuando se enfermó?
S8: Bueno, pues yo soy una persona muy positiva y tengo mucha fe en Dios. Yo por decirle algo,
yo he vivido situaciones que cómo le digo, mi cardiólogo de cabecera murió de un ataque
cardíaco. Y él era el que me aconsejaba, se preocupaba por mí. Entonces, yo me he dado cuenta
que Dios tiene destinadas las vidas de las personas y no es una enfermedad la que va acabar con
uno. Sino una actitud de vida. Esa actitud de vida, siempre que esté llena de positivismo y
confianza en Dios, pasa los límites de lo que la ciencia puede pronosticar.
6. E: ¿Cómo ha enfrentado este diagnóstico?
S8: Con bastante serenidad, tranquilidad, no me ha inhibido en cuanto a mis actividades
personales, he logrado lo que he querido personalmente. He trabajado donde he querido, como
he querido. He avanzado creo que bastante en cuanto a transmitirles a mis hijos valores, hacerlos
que sean profesionales, hombres de bien. He seguido la vida como una persona normal. Lo único
183
sí, es que no me puedo exceder. No puedo tener una vida de deportista. Ya no puedo ser una
persona muy, muy activa. Ni hacer actividades de alto impacto, sino actividades moderadas.
Pero sabiéndola llevar, se lleva divinamente.
7. E: ¿De qué manera logró obtener información de lo que padece?
S8: Bueno, yo creo que los médicos se cansaban de mí, porque yo no me quedo con dudas. Sino
que siempre consulto, les preguntaba a ellos, y si no me contestaban satisfactoriamente, me ponía
a indagar, a investigar. El internet es fabuloso, uno puede diagnosticar cualquier enfermedad,
saber cuáles son sus consecuencias, sus causas, definir qué medicamentos hay. Y también ver
casos de personas que explican su…propia situación.
E: ¿Sus vivencias?
S8: Sí. Su situación particular. Y en qué casos les ha funcionado una determinada situación. Lo
irrisorio de esto es que la última vez que me trató el Dr. 5, chequeó todos mis análisis y me dijo
usted no tiene el prolapso. Eso ya me lo había dicho unos años antes unos médicos que vinieron a
la Universidad del Valle a realizar unos estudios y que me mandaron hacer un examen al
Roosevelt, un ecocardiograma. Ellos estaban seguros que yo no tenía el prolapso, ni una arritmia,
ni un soplo. Cabal el resultado dio negativo. El Dr. 5 me dijo “tú no tienes ningún prolapso”. ¿Y
por qué? Porque es determinante la edad. Cuando pasas de cierta edad, que generalmente son los
cuarenta años, el prolapso tiende a desaparecer en la mayoría de los casos. Y tú eres uno de esos
casos. O sea, que a ti que ya no te preocupe el prolapso pues si lo tuviste alguna vez fue
mínimo, y ahorita ya no tenés nada, porque eso a tal edad tiende a desaparecer, así como es
congénito tiende a desaparecer. Entonces, yo me quedé asombrada. Yo siempre pensé que él será
científico, pero a mí el que me salvó fue Dios. Y entonces, ya me quedé tranquila. Pero, como
nunca faltan las cosas ahora mi padecimiento principal, es la presión arterial.
E: Le molesta.
S8: Sí. Es que la presión alta sí te puede matar. Y yo he tenido una crisis tan fuertes, que te digo
que sólo Dios me ha regresado a casa. Verdad, crisis fuertes, en las que los médicos creen que
será mi último momento porque me sube tan abruptamente, a pesar de tomar medicamentos. Los
medicamentos son ininterrumpidos, pero a pesar de ellos. Ponéte yo puedo amanecer un día
super tranquila y de repente sentir que algo me está pasando, empiezo a sentirme mareada, con
los ojitos como que la sangre me sube, palpitaciones, sudor frío y muchas situaciones
horribles…y cuando llego, tengo la presión totalmente fuera de control. Me tienen que inyectar…
184
E: Estabilizarla.
S8: Sí. El problema es que yo estoy consciente de que yo también antes corría mucho al hospital,
porque aquí nos queda cerca el Militar. Entonces, la idea era que yo me empezaba a sentir mal y
me decían…”no permitas que la presión se te suba, porque si se te sube, te puede dar un infarto,
un derrame en el momento y vos no tenés cómo”. Entonces, yo me iba corriendo al hospital, pero
yo no sabía que el estado de ánimo es aún más perjudicial, ¿verdad? Porque cuando yo llegaba,
llegaba ansiosa, con miedo. Me estresaba más, me alteraba. Ponéle que la presión la tenía en ese
momento, como lo normal es 120/80, ése es mi sueño, nunca he logrado tenerla verdad. Mi
presión normal es de 160/100 es lo que manejo, y cuando está muy alta es 160/110. Entonces
sube demasiado la mínima. Entonces, cuando la tengo así, del miedo de que me va a pasar algo,
yo misma me…la disparo.
E: ¿Usted ya aprendió?
S8: Yo ya aprendí a controlarla. Entonces, cuando yo estoy en un momento de crisis, aunque esté
sudando y la esté pasando a palitos, se me sube la sangre, porque se pone uno con sudoraciones
frías. Se pone uno que siente el corazón ya no va a responder, porque está bombeando a toda
fuerza. Entonces, lo que hago es prepararme un té, me tomo mi medicamento. Comienzo a orar.
Tratar de relajarme, tratar de acostarme, ponerme el ventilador. O sea, darme los primeros
auxilios para que me vaya pasando. Te digo que se dice fácil.
E: Pero, ¿sí ha funcionado?
S8: Ha funcionado. Pero no es tan fácil, porque sí te la ves dura, sentís que te vas a caer, estás
super mareada…y sabés que tu corazón está haciendo un esfuerzo muy, muy grande, que todo
esto siempre va acompañado del dolor en el brazo izquierdo y dolor de pecho. Éste es un dolor
precordial.
E: Asusta.
S8: Y que asusta, porque uno no puede dejar de preocuparse.
8. E: ¿Ha consultado con especialistas?
S8: Sí. Unos ya conocen que yo soy muy aprensiva, que es algo que he tenido que controlar.
Cuando una paciente es muy aprensiva no es tan bueno contarle todas las cosas como son,
¿verdad? Unos prefieren como decirme… las cosas más sencillas más suaves. Otros me dicen las
consecuencias como son, además uno no es neófito, ha estudiado y también se ha documentado y
sabe de los riesgos que se corren al tener un problema como el mío.
185
9. E: ¿Ha buscado apoyo?
S8: ¿En qué sentido? ¿Médicos? ¿Familia?
E: Mmhm.
S8: Mira, aquí mis ángeles guardianes son mi esposo y mi hijo grande. Que mi hijo grande, que
ahora es abogado, desde que tenía diez años ha tenido que lidiar con mi enfermedad. Y mi
esposo que toda la vida ha sido un amor conmigo. Él sí que le debo mi vida, porque no sé,
siempre que estoy enferma, nos conectamos, algo pasa, y ya estoy yo que…siento que me voy a
morir y es él al que le toca llevarme. Pienso que no ha sido una vida fácil para él, ni tampoco
para mis hijos y menos para mí que soy la que lo vive. Pero creo que ha sido como un recurso
que nos ha puesto Dios para ser más unidos pienso yo. Lejos de separarnos, nos ha unido. Nos ha
fortalecido mucho.
E: ¿Alguno de sus hijos tiene este padecimiento?
S8: No. Todos son super sanos a Dios bendito.
10. E: ¿A qué personas recurrió cuando se enteró de su padecimiento?
S8: Pues es que en ese tiempo, lo mío es desde el nacimiento, el prolapso. Yo veía que se
preocupaban por mí. Mis papás se angustiaban. Ellos eran los que llevaban todo.
E: ¿Y a quién recurrió cuando usted ya tenía razón de lo que le sucedía, comprensión?
S8: Pues fíjate que a mí nunca me ha gustado contarle a nadie, porque yo siento que son
situaciones como muy privadas y particulares.
11. E: ¿Ha preferido evitar hablar de ello?
S8: Sí. Incluso en los trabajos, porque por ejemplo, creo que hay gente que no tiene conocimiento
y que además que no tiene conocimiento sobre la enfermedad, puede ser que te marginen o te
vean como si eres un minusválido y no es nada de eso, ¿verdad? Entonces…
E: ¿Podrían tender a etiquetar…?
S8: Mira yo en el último trabajo me daban crisis, y cada vez eran más constantes. Entonces, sí
sabían que yo padecía de la presión y que tenía un problema, pero ahí paraba verdad. No me
gusta como andar contando. Porque es como hacerte la víctima, aprovecharte de la enfermedad
para que los demás te tengan mucha consideración y también tú misma como hacerte un sello,
una etiqueta que eres una persona que tienes una incapacidad y que por eso no puedes salir
adelante. Entonces, para mí no es andar contando. Es la primera vez, con esta entrevista, que yo
cuento de mi enfermedad, con una persona que no sea un doctor, ni alguien de mi familia.
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12. E: Yo le agradezco mucho la confianza. ¿Con qué persona prefiere estar acompañada
si debe asistir a una consulta?
S8: Con nadie. Para mí es muy molesto estar con una persona que me acompañe, inclusive que
mis hijos cuando me han tenido que acompañar, que me digan las cosas delante de ellos, como
son. Ellos me quieren mucho y se angustian. Se preocupan.
13. E: Entonces, su médico tratante sí le explico, ¿a qué se debe esta enfermedad?
S8: Mira, el médico tratante sí. Por ejemplo ahorita, te digo mi diagnóstico por lo que aún me
tiene controlada, es la presión arterial alta. Hipertensión.
14. E: ¿Se siente responsable de su padecimiento?
S8: Creo que sí. Creo que sí. El otro no porque ya te digo que es congénito. El padecimiento de la
presión alta creo que sí porque uno debe de aprender a manejarse emocionalmente las situaciones
que se le presentan. Debemos de tener una madurez emocional adecuada y conveniente. Cuando
uno se toma a pecho las cosas, se preocupa demasiado, se angustia, se atormenta. Como que se
sobre valoriza, una magnitud extrema a una situación de dificultad o de preocupación, o
dificultad en la vida, yo creo que uno mismo se autodestruye. Las cosas hay que tomarlas con
tranquilidad, con serenidad y saber de dónde vienen. La mayoría de las veces cuando yo me
enfermo es porque precisamente me sobre angustié, me enojé…uno mismo se lo provoca.
15. E: Entonces, ¿se podría decir que se siente culpable?
S8: Pues en un porcentaje sí, tal vez no en todo.
E: Entonces, la hipertensión ¿se podrá incrementar de alguna manera en situaciones que usted
vive y que no controla?
S8: Claro que sí.
E: Usted ya sabe hasta cuando es.
S8: También te voy a decir que es un poquito raro, porque a veces estoy super tranquila y feliz,
amanecí re bien. Me levanté y de repente me comienzo a sentir mal. Con un dolor fuerte de
cabeza y entonces yo sé que algo anda mal y yo no hice nada malo para provocarlo. No siempre
funciona así que uno se lo provoque. Ahora si hay otras cosas como el tráfico, y me altero
porque alguien se me pasó o me tiró el bus, encima del carro o una cosa así. Entonces, por mi
forma de ser tan preocupado y aprehensiva, yo sí me pongo malísima. Tal vez otra gente lo ve
más tranquilo. Tal vez ahí estaría donde yo provoco la situación o también me altero porque
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alguien me trata mal o me ofende, y me altero. Y aunque no le diga nada, me reprima y no
conteste, ya la presión de me sube. Sé que a veces son cosas internas y a veces externas.
16. E: ¿Qué actitud ha tomado entonces?
S8: Como que tomarlo con calma, pero ya de vieja me di cuenta. En el 2005, cuando empecé
fuerte con la hipertensión, si yo hubiera sabido que a mí me valía todo, a mí no se me hubiera
subido la presión.
17. E: ¿Cómo cree que le ha cambiado la vida?
S8: Pues la vida me ha cambiado…tomando las cosas como vienen, de la forma más serena.
Eh…trato de…darme mi tiempo, no presionarme.
E: Eso como funciona. Si todos aprendiéramos.
S8: Sí. Pero de verdad entendemos hasta que las enfermedades nos dan los sustos, ¿verdad?
Porque generalmente, uno se pide más, se exige mucho. Siempre pendiente de la vida de los
demás. Eh…Uno de mis problemas, es que he querido vivir la vida de todos, por mí misma.
E: Eso desgasta, ¿verdad?
S8: Es un desgaste tremendo. Por ejemplo, mi hijo no entrega un trabajo en la universidad y yo
atormentadísima, sufro más que ella o que él. ¿Y qué pasa de regreso? No pasó mayor cosa pues.
Por los hijos, uno se desvive, se muere, se angustia…eh…sobre dimensiona lo que puede ocurrir.
Y ahí está, si un hijo no ha venido a las 6 o a las 7, y se tardó y son las 9, no te contesta. Porque
así son los patojos, cierran el teléfono porque saben que uno de mamá va a estar llamando y
llamando para saber ¿dónde andan? Entonces, te pones a pensar si sufrieron un accidente, que si
les pasó esto, que si les pasó lo otro. Para esto mi presión ya… Me preocupo por sus vidas, por
sus trabajos, por su responsabilidad en la universidad, por todo. Entonces, llega un momento que
estás viviendo cinco vidas. En mi caso, la de mi esposo y mis tres hijos y la mía verdad. Te
pones a pensar que eso no es bueno ni para ti ni para ellos. ¿Por qué? No entiendo,
definitivamente por ser una madre sobre protectora y extremadamente preocupada. Pero ellos
deben de vivir sus situaciones y adaptarse a que cada cosa que se dé, ellos deben aprender a
solucionarlas por sí solos. El hecho de que me esté preocupando por ellos no va a minimizar ni a
maximizar la situación que se tenga que dar.
E: No.
S8: Pero eso uno no lo comprende. ¿Mira por qué no has venido temprano?, ¿No te dijeron nada
en la U? ¿Cómo te fue con tus alumnos? Entonces, ¿cómo vas a vivir cinco vidas? Es lo que he
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estado haciendo desde chiquitos. Por ejemplo, un caso específico, mi hijo que se fue a vivir a los
Estados Unidos. Me tenías las 24 horas pendientes de él. ¿Qué cómo le habrá ido? ¿Qué si se
adaptó? ¿Qué si tiene amigos? ¿Qué sus profesores cómo lo tratan? ¿Qué no se ha comunicado
conmigo, de plano está enfermo? Yo pensando que estaba enfermo y el otro haciendo un montón
de cosas. Entonces, esta segunda vez que se fue ya no me voy a atormentar. Si soy una mujer de
fe, me voy a poner a orar, y le pediré al Señor que lo cubra, pues él es su Padre. Yo ya no puedo
hacer más. Él tiene el control de su vida y el control de la vida de mis hijos y de la de mi esposo.
Yo ya no puedo hacer nada, porque estoy lejos, y porque ya son unos adultos, y porque tienen
una vida propia. Y porque yo definitivamente que voy a lograr con preocuparme. Entonces, eso
me ha ayudado un poco. Una vida más tranquila. Andás quedando bien con todo el mundo no se
puede. Andas preocupándote por todo el mundo, no se puede. Querés solucionar la vida de todo
el mundo y no se puede. Imposible. Entonces, uno se debe de poner límites. Saber que uno
puede trascender, pero a través de los valores que les fomentó. Ya después no podes hacer
mucho. Sólo darles el apoyo cuando te lo piden, pero ahí está y ya cumpliste. No angustiarte de
más.
18. E: ¿Cómo expresa usted lo que siente?
S8: Dependiendo si yo aprendí de vieja, bueno, no voy a decir que cuando era soltera y que le
vivía diciendo a mi esposo que lo amaba y que lo quería y que lo apapachaba. No te voy a decir a
estas alturas o cuando los hijos son chiquitos, de ahí pasa una etapa de distanciamiento, que los
hijos no quieren que uno los bese ni los abrace, máxime si son hombres. Ellos se sienten mal
porque uno los quiere seguir apapachando. Sobre todo si se hace delante de los amiguitos
verdad. Entonces, esa etapa, la pasas como alejada. Pero ya ahorita en esta etapa yo cada vez
que puedo les digo que los quiero, que los amo, los apapacho. Los bendigo todos los días.
Porque no sé si va hacer mi última día, y digo puchica por lo menos que se vayan con el recuerdo
de que su mamá los bendijo y no los maldijo o les mentó la madre porque hicieron algo malo.
19. E: Emocionalmente, ¿de qué manera le ha afectado esta enfermedad en el corazón?
S8: Pues me ha afectado en…mira en algún momento sí quisiera hacer más de lo que hago hoy.
Por ejemplo, yo todavía dudo que me pueda subir a un avión, verdad. Entonces, me da miedo.
Porque yo sé que la presión arterial no me está preguntando si en el camino se le va a
ocurrir…Porque a veces la altura te afecta ¿verdad?, por el cambio de atmósfera, no sé.
Entonces, por decirte, yo quisiera viajar y disfrutar cuando mis hijos estaban chiquitos porque
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tenía que trabajar. Yo trabajaba 18 horas al día y cuando llegaba, llegaba a trabajar en la casa con
ellos. O sea, que yo nunca tuve una cosa de poder eh…decir nos vamos a ir a conocer este lugar
o este otro. Tuvimos la preocupación de sacar los estudios de ellos adelante. Pero, ahora que ya
ellos tienen casi, porque el grande ya se vale por sí mismo, el chiquito forjó su futuro afuera, con
mucho esfuerzo y re bien. Y la mediana que ya está por graduarse de arquitecta. Entonces, se
supone que con mi esposo tenemos más tiempo para disfrutar, pero yo no puedo viajar como
cuando era patoja pues, cuando era adolescente o soltera. Yo ya sé que tengo una serie de
limitaciones que me impiden tener una vida…no que me esté metida todo el tiempo en la casa,
pero si por lo menos…
E: Tal vez, ¿no sentir ese temor?
S8: Sí ese temor verdad, que es lo que uno nunca va a saber. Cómo es que yo venga de un viaje
bien y que me suba al avión y no me afecte, puede ser que exista la probabilidad de que sí pueda
generar un riesgo.
20. E: ¿Ha sentido deseos de llorar?
S8: ¿Cuándo? ¿Por la enfermedad?
E: Mmhm.
S8: Ay no. Yo soy cuero duro chula. A mí esas cositas no me afectan. Te voy a decir por qué.
Me afecta el que me vaya a pasar algo, y no vaya a ver crecer al chiquito. Que para mí el chiquito
acaba de cumplir 20 años, verdad. Pero eso me afectaría. Siempre he sido de armas tomar. Por
ejemplo, cuando me hicieron el primer cateterismo, ahí sí la vi a palitos. Yo sí estoy fregada del
corazón. Tenía muy malo el corazón, una parte del corazón más grande que la otra. Tenía un
montón de complicaciones. Lo que hice fue hablar con mi mejor amiga y decirle que en el
momento que yo me muriera, se casara con mi esposo. Ya le había buscado esposa a mi esposo
para que se encargara de mis hijos (se ríe). Después, él ya me mataba ¿verdad? Que mientras yo
estaba enferma no me decía nada. ¿Vos cómo crees que me vas a estar buscando esta mujer a
mí? Si yo cuando vos te muras yo no voy a volver a ver a nadie, si olvídate…para qué…¡no!. Y
entonces, yo ya había organizado todo, hasta quién se iba a quedar con mis hijos, todo.
E: Siempre ha habido preocupación, ¿verdad?
S8: Siempre, siempre. Eso para qué lo voy a quitar. Pero ponerme a llorar, hacerme la
víctima…estoy enferma. Te asustas, psicológicamente sí te afecta.
21. E: Y amenazada por su enfermedad, ¿de alguna manera?
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S8: ¿Sentirme amenazada? No, mira…es que lo que siento es que la vida me ha dado muestras de
que cuando tú, a ti te va a pasar algo malo, te pasa aunque seas sana. Gente muy cercana a mí,
que una salud envidiable, nunca habían ido donde un médico. Si se tomaban algo con mucha
cautela, una nutrición super, todo al máximo que te podas imaginar. Y amigos míos que acabo de
estar viendo y acabo de estar con ellos y al otro día me dicen que se murieron. Entonces, qué te
da la prueba eso, que Dios definitivamente tiene una misión aquí para ti. Y media vez tú no
cumplas esa misión, seguirás aquí chula. Entonces, yo creo que el Señor en su momento dirá
“ésta ya no tiene por qué estar aquí quitándole el aire a los demás”. Él dirá cuándo, pero no es
una enfermedad la que va acabar con tu vida, ni con tu proyecto de vida, ni con tu destino, ni con
todo lo que tú tienes planeado, sino que es Dios nada más. Las enfermedades sirven para
escarmentar o para venir porque tú las provocaste o lo que sea, o por alguna enseñanza, pero no
son definitivas para que dejes de ser quien tú eres. Entonces, a mí una enfermedad no me va
hacer llorar. Me va a amenazar en cierta forma, me voy a sentir preocupada por mis hijos, pero
de que yo me haga la víctima porque padezco de algo.
22. E: Entonces, se podría decir que ante las dificultades, ¿usted opta por enfrentarlas o
huir de ellas?
S8: No las evado, las enfrento. Pues que te digo, desde chiquita me ha tocado llevar una vida
bastante dura, ya que no he sido una persona completamente sana. Entonces, imagínate ya
hubiera pasado los cincuenta y pico que me quedan llorando por mi enfermedad, postrada en una
cama y no hubiera desarrollado, todo lo que he desarrollado.
23. E: ¿Hay momentos en que se olvida que tiene esta enfermedad?
S8: Yo la mayoría del tiempo no estoy pensando en que me va a subir, me va a subir. Mira,
tengo allí lleno de aparatos que mi hijo me compró. Y me dice “mamá tomátela, cuando te
empezas a sentir mal, a marear, no dejes pasar el tiempo, tomátela”. Y me compran aparatos y
todo. Pero qué me saco estando tomándomela mañana, tarde y noche. Yo lo que veo es que,
amanezco y hago todo lo que me propongo hacer y punto. Cuando si me da alerta que se pasó la
onda haciendo muchas cosas o de que de plano hay algo que me está afectando, y siento que se
me va a subir…me relajo, pero me relajo eso sí, hasta que termine de hacer mis cosas, y me
empiezo a controlar y a relajar. Ahora cuando es así que te digo que abruptamente se puede
subir abruptamente, que no te da tiempo, que te sentís mareadita y te tomas las pastilla, te acostás
y ya. Que abruptamente se me va a subir, digo Padre y Señor Mío, ahí sí me asusto, me asusto.
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24. E: ¿Qué cambios físicos ha tenido?
S8: Yo creo que cambios físicos no te da ninguno, todo es interno. Los órganos se te van
afectando y tú sin saberlo. Aunque a veces siento que miro poco. Como que estoy perdiendo la
vista. Pero yo creo eso es resultado de tanto medicamento, que de hecho dice que uno de los
medicamentos que yo tomaba para el corazón, decía que una de las consecuencias posteriores era
perder la vista.
25. E: Usted se siente enferma, ¿actualmente?
S8: No. O sea, yo creo que sos una persona enferma cuando te dejás vencer por la enfermedad. O
sea, por un diagnóstico me va a decir que no soy una persona sana, pero yo me preguntaría, será
que hay una persona completamente sana, yo creo que ninguna. Yo creo que nadie, puede ser
que desconozca que tenga una enfermedad, que no se lo hayan detectado, puede ser que tenga un
padecimiento por años y que éste le vaya a resultar hasta a saber cuánto tiempo. Pero yo creo que
te podés declarar una persona completamente enferma cuando tenés actitud de enferma. Aunque
los médicos digan mil cosas, si tu actitud es de ser una persona enferma, obviamente estás
enferma. Pero, si tu actitud es de una persona positiva que puede hacer todavía muchas cosas en
la vida, que puede llevar una vida moderada, tranquila, pero siempre funcional y haciendo lo que
le corresponde hacer, creo que no.
26. E: ¿Cómo cree que la perciben sus familiares?
S8: Yo creo que sí me perciben como una persona muy preocupada.
E: ¿Sí?
S8: Sí. Muy angustiada, muy…que te dijera por mí, sino que por la vida de ellos. Su futuro.
Como que yo desde que me casé y tuve a mis hijos como que… me anulé en cierta forma, en
cierta forma…no que no me siguiera desarrollando como persona y profesionalmente, pero yo
creo que llega un momento en que tu misión y visión está enfocada absolutamente en la familia.
Y tu realización está en la familia. Entonces, el hecho de que ellos estén mal, el hecho de que en
algún momento les vaya a pasar algo, esto sí me afecta. Lo que yo esté sintiendo o me esté
pasando ya estoy acostumbrada a…como a sobre llevarlo.
27. E: ¿Qué ha aprendido de esta enfermedad?
S8: Yo creo que las cosas, todo lo que está puesto en el mundo, tiene una razón de ser. Y tú
puedes aprender que tu enfermedad, te puede servir si la tomas como enfermedad, si yo te digo,
para hacerte más fuerte.
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28. E: ¿Sería algo positivo esto?
S8: Muy positivo. Te sirve para afrontar cosas más duras que te podrán venir, como
preparándote. Una enfermedad te prepara. Si la sabes enfrentar, si la sabes encausar, si la sabes
vivir, sobrellevar, encausar o como se pueda llamar. Creo que una enfermedad de puede servir,
principalmente, para darle las gracias a Dios. No para recriminar, ni reprochar, ni blasfemar…
que ¿por qué yo? Yo siento que a mí mi enfermedad me ha hecho más fuerte.
29. E: ¿Sería esto como una ventaja?
S8: Podría ser que para mí ha sido una ventaja porque me ha hecho decidida. He tomado las
decisiones en el momento que las he tenido que tomar y el hecho de pensar que tu vida tal vez no
va a ser tan larga, hipotéticamente, te hace reevaluarlas. Además, lo que tenés pensado…hacerlo.
Más decidida. No estar dejando para después de 10 años, mira yo las cosas de una vez.
30. E: Si usted tuviera que describirle a otra persona que recién la diagnosticaron,
¿cómo lo haría?
S8: Yo lo que le diría es que no se atenga, que se preocupe por llevar una vida sana, que se
ayude, que valore eso para hacer sentir a los demás bien. Y que también es una fortaleza, más que
una habilidad es una fortaleza el poder…te hace como te dijera yo…vencedora en cada batalla.
Porque es una batalla diaria.
E: La decisión de vivirla así da otro resultado, ¿verdad?
S8: Sí. Definitivamente, porque lo que estás haciendo es estar en un campo de batalla diario. Que
así como te puede venir el enemigo, en mi caso, la hipertensión, y agarrarme como….que te diría
yo, enfrentarte desprevenido…es algo que puede ser que te ayude a saber que las batallas y los
obstáculos te hacen más decidida. Amas más la vida, yo creo que hay gente que no tiene ninguna
enfermedad y está muerta en vida, se sienten deprimidos, vencidos, acabados…He visto personas
no con lo mío, casos de la nada, angustiantes, que sobre valoran lo que tienen cada día, lo
agradecen al Señor. Hoy vi a mis hijos, vi a mi esposo, les pude preparar una sopita caliente para
que almorzaran. Los pude llevar al colegio, pude estar con ellos un rato, demostrarles que los
quiero, pelearme con ellos también, enojarme y todo. Eso es lo que te hace valorar la enfermedad
y valorar a los seres humanos que Dios te pone en el camino.
31. E: ¿Si pudiera mejorar su situación?
S8: Ah…bueno…primero que todo comería saludablemente.
32. E: ¿Ésta es una de las recomendaciones que le dio su médico?
193
S8: Coma sólo vegetales, que cuide el azúcar, que no tome gaseosas. Creo que esto le cae bien a
todo el mundo.
E: Sí. A todos nos cae bien.
S8: No está de más, tú tienes sobre peso y ¿en qué te afecta? A tu corazón porque está cargando
todo eso verdad. Entonces, de hecho cuando me operaron bajé 10 libras, pero creo que no está
entre mis posibilidades ponerme a dieta, pero sí evito ser glotona. Caminar más, eso me cuesta.
Cuesta tomar la decisión de salir a caminar.
E: Hábitos que no todo el mundo tiene verdad.
S8: No. La verdad es que no. El hecho de tener una vida sedentaria y una vida extremadamente
como que soy muy enfocada en la casa, y no meterme a un curso de yoga que te pueda ayudar a
tu salud, tal vez eso no he hecho y que me gustaría hacer.
E: Es de ver que es lo que más le gusta a uno.
S8: Sí, porque obligado cuesta y a veces uno no encuentra quién se interese en eso. Porque mira
gente que quiera caminar hay a pocos. Entonces, no consigo caminar sola y con el chucho hay
no. Entonces, sigo yo, mejor me quedo en mi casa. Mi esposo me compró una bicicleta, una
elíptica, me compran para que haga ejercicio aquí en la casa. Te digo todo es una actitud de vida
personal.
33. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?
S8: Pues fíjate que mi vida ya está bastante definida, a estas alturas. Cuando tu estás, tus hijos
están chiquitos pensás…cuando pase tal cosa, cuando pase tal otro. Pero creo que cuando tenés
50 años tenés más o menos el reflejo de lo que va hacer el resto y yo me visualizo. Bueno en
primer lugar, mis hijos son muy independientes, me visualizó con mi esposo, en esta gran casa
que construimos para ellos….me visualizó bien de salud. Creo que si sigo con esta actitud de no
preocuparme de más y de no angustiarme.
E: Como controlarse.
S8: Controlarme. Controlar los enojos las emociones. Si tomo el control, las cosas pueden ir
mejorando. No evadir tu responsabilidad. A veces uno se enferma porque se incomoda, porque
se enoja, porque uno se disgusta. Y uno lo friega la vida a los demás disgustándose. Si tú dedicas
a llevar una vida con calma, la podés sobrellevar muy bien. Excepto en esos momentos que son
pocos controlables, que gracias a Dios los podes ir manejando.
E: Pues ya terminamos, muchas gracias.