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EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA PREVENTIVA EN C/ ALFÉREZVILLALTA MEDINA Nº 5-7 DE ALGECIRAS (CÁDIZ)
ANTONIA Mª MARTÍN ESCARCENA, CIBELES FERNÁNDEZ GALLEGO,JOSÉ Mª TOMASSETTI GUERRA y JOSÉ SUÁREZ PADILLA
Resumen: la excavación de este solar al Norte de Al-yazirat al-Hadra corrobora los últimos planteamientos histórico-arqueo-
lógicos que la investigación ha aportado. Muestra el inicio de la ocupación urbana en el siglo XI y su pervivencia hasta el XIII,
cuando esta zona de la ciudad se abandona.
Abstract: The excavation from this lot to the North of Al-yazirat al-Hadra corroborates the last historical-archaeological expo-
sitions that the investigation has contributed. It shows the beginning of the urban occupation in XI century until the XIII, when
this zone of the city give ins.
Résumée: l’excavation de ce lot au Nord d’Al-yazirat al-Hadra renforce les dernières approches historique-archéologiques que
la recherche a apportées. Il montre le début de l’occupation urbaine dans le siècle XI et sa survivance jusqu’au XIII, quand cette
zone de la ville sera abandonnée.
la promoción inmobiliaria en el solar de referencia por la empresa DEBOSCO S. l. (SUÁREZ, 2005) planteaba la construcción de
un un bloque vertical de viviendas entre medianeras, de alturas baja más tres y sin sótano, quedando todo lo edificado por en-
cima de la rasante de la calle y cimentándose mediante losa de hormigón armado con canto de 50cm sobre capa de material
granular. la intervención arqueológica se ha ajustado a dichos condicionantes y todos los gastos derivados de ella han sido su-
fragados por la sociedad mencionada, previo contrato con Arqueotectura, Estudios de Patrimonio Arqueológico, S. l. l.
El solar ocupa las parcelas catastrales 9917924TF7091N0001Gy y 9917923TF7091N0001yy, con fachada única a la calle Alférez
Villalta Medina, superficie de 117 m2 y morfología pseudo-rectangular. Encontrándose dentro del perímetro de protección ar-
queológica establecido por el planeamiento urbanístico, se propuso la intervención de que ahora se informa, siempre conforme
a los preceptos establecidos por la legislación sectorial pertinente. Fue autorizada por la DGBC el 12-06-2006, designándose
como inspectora a Dª. Ana Troya Panduro, arqueóloga de la Delegación Provincial. los trabajos se desarrollaron entre los días
19 de julio y 13 de septiembre de 2006.
Se encuentra al Noreste de la villa vieja medieval (JIMÉNEZ-CAMINO y TOMASSETTI, 2006), en una zona amesetada de altitud
media dentro del conjunto de la población medieval cuyo entorno, según se desprende de las intervenciones realizadas, debió
pertenecer a la medina desde al menos el siglo XI hasta su abandono en el XIV, a unos 8 metros al Sur del tramo de murallas ex-
cavado entre la calle Alférez Villalta Medina y la prolongación de la Avenida Blas Infante.
los principales objetivos perseguidos atendían a la identificación de la paleotopografía previa a la ocupación humana de la
banda de ladera donde se encuentra el solar afectado; a la confirmación de la secuencia diacrónica de las distintas fases de
ocupación urbana; a la constatación de la existencia, o no, de estructuras arquitectónicas relacionables con ámbitos urbanos,
domésticos y/o públicos, en las distintas épocas y horizontes, con su caracterización funcional y espacial; y a la verificación de
la discontinuidad del poblamiento entre el fin de la Edad Media y el siglo XVIII, con reocupación moderno-contemporánea, y
el grado de afección de las modificaciones urbanísticas sobre la estratificación medieval subyacente.
Se ha ejecutado un sondeo de 5’75 x 6’00 metros (34’50 m2) en el centro del solar, hasta la cota de -1’25m bajo rasante, salvo en
una calicata estratigráfica de 1’80 x 2m, abierta en el centro del sector este, donde se ha alcanzado el manto geológico.
Se ha procedido mediante excavación manual con procedimiento estratigráfico, identificando y caracterizando cada unidad
estratigráfica despejada durante el proceso de excavación. Toda la información ha sido registrada en un inventario de materiales,
un libro diario de excavación y fichas normalizadas de registro. Se ha seguido un riguroso proceso de documentación gráfica,
concretado en la realización de dibujos a escala, plantas por fases y perfiles significativos (norte y este). Por último, se ha realizado
un exhaustivo seguimiento fotográfico del proceso de excavación.
El análisis descriptivo y relacional de las unidades estratigráficas que permite el montaje ordenado de la secuencia por fases, se
expone en la tabla que sigue.
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FASE 0. GEOLÓGICO
Sólo alcanzado en la calicata estratigráfica. Consiste en arena amarilla de grano medio con nódulos de manganeso. Se aprecia
una ligera pendiente Sur-Norte que no es natural sino consecuencia de la fosa UE-124i, de época almorávide (Fase II), que lo
excava. llega a su máxima profundidad en el ángulo noreste de la cata, a 14’51 m.s.n.m.
FASE I. EMIRO-CALIFAL
Corresponden a este momento dos estratos muy homogéneos: UE-121, sobre UE-126, y éste sobre el nivel geológico. Tienen
una composición similar al manto natural, con escasas cerámicas datables entre finales del siglo IX y el siglo X, lo que nos hace
pensar en la lenta formación de ambos estratos en un período dilatado de tiempo, proceso común en zonas deshabitadas.
Ambos aparecen cortados por la fosa UE-124i y afectados por la fosa de inserción del muro UE-106 y la posterior zanja de expolio
del mismo en época cristiana.
Existen restos in situ de enfoscado pintado en rojo en uno de los mampuestos del muro UE-106 (por debajo del retazo de suelo
UE-128, de principios de siglo XII). El sedimento relacionado con este fragmento de paramento es tan reducido (cortado por la
fosa UE-124i y por la zanja de expolio, ver fase IV) que proponer la existencia de una vivienda entre finales del siglo X y finales
del siglo XI resulta muy aventurado, pero, teniendo en cuenta la existencia de viviendas coetáeas muy cercanas (a 25 metros en
la misma calle), creemos interesante hacerlo constar.
FASE II. ALMORÁVIDE.
Subfase II. 1. Finales s. XI-principios s. XII: Abandono. Una gran fosa (UE-124i) de dimensiones desconocidas (se extiende más
allá de los perfiles de la calicata), de la que sólo nos consta su límite sur, se excava sobre UEs 121 y 126, alcanzando hasta el ge-
ológico. Es rellenada por varios depósitos (UEs-124, 123, 122, 120, 118 y 119), que contienen abundantes restos cerámicos -en
ocasiones piezas casi enteras o varios fragmentos de un misma pieza- y fauna; esto, unido al color oscuro (marrón-negruzco)
característico de sedimentos con gran carga orgánica y a la homogeneidad y potencia de los estratos depositados en el interior
de la fosa, nos hace pensar que se trate de un basurero. UE-119 es un estrato arenoso amarillo (de características similares al
geológico), con muy pocas inclusiones, que podría estar indicando el cierre de la fosa.
Subfase II. 2. Principios s. XII. Ocupación: ¿vivienda?. Sobre UE-119, un paquete de arcilla naranja con muy pocas inclusiones
(UEs 117, 116 y 114) nivela la pendiente del terreno y sirve de base al pavimento UE-128, perdido casi en su totalidad (manchas
puntuales de cal y un pequeño retazo asociado al muro UE-106). la escasez de los restos, muy alterados además por la fosa de
expolio UE-76i y posteriores afecciones contemporáneas, nos limita a la hora de considerarlos como las primeras evidencias de
una vivienda de época almorávide (cronología aportada por la muy escasa cerámica obtenida, de los primeros momentos del
siglo XII). la falta de contacto entre estos niveles horizontales y la cara del muro UE-106 se debe a la zanja realizada en época
cristiana para expoliar el paramento.
FASE III. VIVIENDA ALMOHADE
(2ª ½ del s. XII-1ª ½ del s. XIII). Se ha identificado para esta fase parte de la planta de un edificio, posible vivienda, en ambos sec-
tores del sondeo.
Sector Sureste. Sobre el nivel arcilloso UE-114 y los restos de UE-128 encontramos un estrato de nivelación del terreno (UE-113),
sobre el que se instalan una nueva preparación (UE-111) y otro pavimento de cal (UE-110), también muy deteriorado y sin relación
física con el muro asociado, UE-106. A pesar de las escasas inclusiones cerámicas, se han datado a mediados del siglo XII.
Una repavimentación (UE-72), directamente sobre el anterior, se conserva bien en gran parte del sector este, cortado por UE-
76i, la varias veces citada zanja de expolio del muro UE-106, el cual, con orientación noroeste-sureste, cerraba la habitación por
el Sur. Correlativamente, en la esquina noreste del sector existe otra zanja (UE-112i), que limita también al pavimento, y que,
igualmente, es el expolio del muro UE-77 (sector noreste).
Se dijo que el muro UE-106 ya existía desde principios del siglo XII, de modo que puede hablarse de su pervivencia a lo largo
de más de un siglo, aunque las alteraciones sufridas por la estratificación y la mala conservación de las superficies de uso impiden
concretar nada más.
Sector Suroeste. Aquí, el muro UE-106 se encuentra también expoliado (y afectado por un pozo contemporáneo: UE-42) y forma
esquina con UE-85i, fosilizando la primitiva localización del cierre de la habitación por su lado oeste. Del mismo modo, existen
restos de un suelo de cal (UE-84, igual a UEs 72a y 72b).
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Sector Noroeste. Encontramos la prolongación de la zanja UE-85i (aquí 101i). los muros -expoliados- son UE-104 y, girando
hacia el Este, UE-94. No hay restos de pavimentos. Todo indica que UE-101i continuaría hacia el Oeste, perdiéndose en el perfil,
siendo posible que UE-94 se prolongara en la misma dirección.
Sector Noreste. Finalmente, UE-94 pasa bajo UE-2 (muro contemporáneo), y se numera en este sector como UE-77, nuevamente
expoliado (zanja UE-108i). Un pequeño retazo de pavimento, UE-72b, está cortado por el muro contemporáneo UE-29.
FASE IV. ÉPOCA TARDOMEDIEVAL
Subfase IV. 1. Abandono de la vivienda: 2ª ½ del s. XIII. Encontramos de manera generalizada en todo el sondeo distintos niveles
de derrumbe de tejas y mampuestos que amortizan los pavimentos (UEs 90, 92 y 96 en el sector noroeste; en el suroeste, UEs
78, 80 y 81; y en el sureste, UEs 69 y 71). Todos ellos tienen características similares y en ocasiones son los mismos, cortados por
los muros más recientes de la secuencia.
Subfase IV. 2. Expolio cristiano: siglo XIV. lo más significativo son las zanjas de expolio de muros (UEs-76i, 108i, 101i, 85i), todas
ellas rellenas por sedimentos variados, por lo general con cerámica muy abundante. Además, colmatando los niveles de aban-
dono de la fase anterior, aparecen depósitos con cerámicas de Paterna y, en ocasiones, fragmentos de tejas (UEs 100, 79, etc.).
Subfase IV. 3. Amortización tardomedieval. Sobre estos niveles con cerámicas paterninas encontramos otros vertidos (UEs 88,
89, 52, 49, 70, etc.) donde ya no constan las producciones de Paterna, lo que puede ser significativo de un nuevo horizonte his-
tórico-arqueológico -nazarí- relacionable con el abandono definitivo de este sector urbano en la segunda mitad del siglo XIV.
FASE V. ÉPOCA MODERNO-CONTEMPORÁNEA
Subfase V. 1. Siglo XVIII. Sobre los niveles tardomedievales hallamos una serie de estratos, extensos y de potencia media, donde
conviven producciones del final de la secuencia medieval con otras caracterizadas por restos de loza azul y blanca. Relacionamos
estos niveles con el largo abandono que sufrió la ciudad durante cuatro siglos, sin signos de ningún tipo de actividad construc-
tiva, y sólo alterados por los muros contemporáneos de finales del siglo XIX que hunden sus cimientos en ellos. Es posible que
cuando se construyeron los muros aún quedaran emergentes o cercanas a la superficie los restos de las construcciones medie-
vales que sobrevivieron al expolio.
Subfase V. 2. Viviendas: finales siglo XIX-principio XX. Se contruye un muro de carga a lo largo sel solar, UE-2, orientado Norte-
Sur, que divide las dos casas que, con modificaciones, siguieron en uso hasta el siglo XX. Interiormente, las viviendas están di-
vididas por muros que compartimentan diversas estancias (UEs 5, 35, 29=58 y 64). No se ha conservado ningún pavimento
coetáneo, seguramente perdidos cuando la reorganización de los edificios en la primera mital del siglo XX.
Subfase V. 3. Nuevas viviendas contemporáneas: principios de siglo XX-c. 1960. En la vivienda situada al Este del solar distingui-
mos dos estancias: una al Norte con suelo de baldosas negras y blancas (UEs 21a=21b), separadas por un tabique (que reapro-
vecha el muro preexistente UE-29=58); y otra al Sur, identificada como patio, con pavimento de cantos rodados (UEs 30, 24a,
24b y 25).
Existe un desnivel de aproximadamente 1 metro entre ambas viviendas, sin que esta diferencia de altura responda a condicio-
nantes previos del terreno. En la situada al Oeste la distribución en planta es muy similar: habitación al Norte, con baldosas
rojas y blancas (conservadas fuera del sondeo), segregada por un tabique de la zona trasera, pavimentada como en la casa
vecina (UEs 11a y 11b), y con un pozo (UE-42) condenado bajo el pavimento de cantos.
Subfase V. 4. Última fase de las viviendas contemporáneas: 1960-actualidad. En ambas casas se lleva a cabo una remodelación
interna con inserción de nuevas tuberías y repavimentación. En la oriental, UE-26 corta los pavimentos previos y se modifica la
distribución, instalándose un aseo y una cocina (aún se conservaba el plato de ducha y la zona de ubicación del retrete). Pavi-
mentos de terrazo (UE-14) o cemento (UE-13) se superponen a los anteriores. las estancias están separadas por tabiques de la-
drillos (UE-16 y UE-15) y se cierra al Sur con el muro UE-12.
En la casa occidental, de modo similar, se producen remodelaciones que implican la sustitución de pavimentos (de cantos, UE-
11) y la instalación del saneamiento (UEs 18 y 19), cuya zanja de inserción, UE-17i, llega a romper algunos niveles tardomedie-
vales.
FASE VI. ABANDONO y DERRIBO DE LAS VIVIENDAS: SIGLO XXI
Tras el abandono de las mismas encontramos substrucciones (UE-7i) en los pavimentos y, finalmente, una gran capa de escom-
bros procedente del derribo y que lo cubre todo, en ocasiones con 1 metro de espesor.
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INTERPRETACIÓN HISTÓRICA
Se han evidenciado 140 unidades estratigráficas agrupadas en siete fases, correspondientes a seis momentos históricos y uno
geológico cuya solución de continuidad se ve interrumpida entre las fases 0-I, I-II y IV-V. Esta fasificación incluye una secuencia
constructiva donde puede establecerse la existencia superpuesta de, al menos, dos períodos arquitectónicos medievales, uno
altomedieval y el otro bajomedieval islámico, aparte las subfases constructivas del edificio del siglo XX. En esquema, la secuencia
se resume:
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FASE I. ORÍGENES DE LA OCUPACIÓN
Hasta la fecha, en el recinto norte de la Algeciras medieval se viene repitiendo un mismo esquema deposicional en las secuencias
que han proporcionado niveles fechables entre los siglos IX y X. Nos referimos a la presencia, directamente sobre el manto ge-
ológico, de niveles sedimentarios de composición muy parecida o igual al sustrato, en este caso arena, con mayor o menor pro-
porción de inclusiones culturales.
En el caso que nos ocupa estos “niveles fundacionales” serían las UEs 126 y 121, cuyo material cerámico está a caballo entre
finales del siglo IX (aparecen bordes de ollas típicos de estas fechas y apenas cerámicas vidriadas) y el siglo X (un fragmento
con decoración de cuerda seca parcial). lo único que podemos apuntar para este momento histórico en el solar es que efecti-
vamente se constata actividad humana, puesto que los niveles antrópicos estudiados así lo indican. Sin embargo, no parece
una zona habitada y aún menos urbanizada.
En conclusión, asimilamos nuestra Fase I a horizontes altomedievales entre el período de la fitna hafsuní (finales del siglo IX d.
C.) y el correspondiente a la llegada y toma de la ciudad por Abd al-Rahman III, hasta fines del califato, en torno al año 1011.
Con respecto a las exiguas evidencias constructivas identificadas (fragmento de revestimiento de pared, enfoscada y pintada
de rojo), no nos atrevemos a hablar propiamente de una fase taifa. Hay que indicar que en la cercana excavación en C/ Alférez
Villalta Medina 13-15 (SUÁREZ y TOMASSETTI, 2003), se documentaron restos de estructuras murarias y superficies de uso ads-
critas al periodo de la Taifa de Algeciras. Entre los potentes niveles de derrumbe, con material de desecho doméstico (fauna y
cerámica), se documentaron restos de enfoscados de paredes con pintura roja; estos estratos fueron horadados por grandes
fosas-basureros con material cerámico datable a principios del siglo XII. Puede que en nuestro solar, aunque desapercibida, se
repitiera la misma secuencia, y que a principios del siglo XI se inaugurase, hasta donde podemos saber, la presencia estable ur-
bana en esta zona de la ciudad.
FASE II. ÉPOCA ALMORÁVIDE
los almorávides entran en la ciudad de forma pacífica en el año 1086. Su estancia se prolonga hasta el año 1146, cuando son
sustituidos por contingentes almohades. Este período histórico está presente en el solar a modo de una gran fosa excavada
sobre los depósitos de la fase anterior hasta alcanzar el sustrato geológico. Estas fosas debieron utilizarse como basureros a
juzgar por su contenido y las características de los sedimentos que la rellenan. las cerámicas y los restos óseos animales y ma-
lacológicos son muy abundantes. Fosas muy similares son las citadas en el solar nº 13-15 de la misma calle, pero existen parecidos
procesos estratigráficos en otras zonas de la ciudad (en C/ Ruíz Tagle, 55, TOMASSETTI, 2003, describe niveles de abandono y
hogueras a cielo abierto).
Hemos identificado igualmente los restos de una posible vivienda prealmohade. Es realmente complicado precisar la cronología
cuando el material es tan escaso, pero, a expensas de aclaratorios estudios posteriores, pensamos que la vida urbana comienza
en la zona hacia la primera mitad del siglo XII, por lo tanto cuando los almorávides están aún gobernando la ciudad.
De nuestra Subfase II.2 se conservan retazos de un pavimento de cal y un muro. Hasta el momento apenas tenemos noticias de
la existencia de construcciones adscritas a este período histórico, siendo estos restos, junto a ciertos acondicionamientos de la
vivienda taifa de C/ Rocha nº 3 (sondeo B de TOMASSETTI, FERNÁNDEZ y SUÁREZ, 2004), lo primero identificado como tal. Con-
viene recordar que, si bien la llegada de los almorávides no fue traumática para la ciudad, sí que llevaron a cabo un cierto pro-
grama de remodelación edilicia, afectando a las murallas andalusíes, al reparo de los deterioros de los fuertes y a la construcción
de un foso, según se desprende de la lectura del Hulal al Mawsiyya. la dificultad de identificación de los conjuntos ergológicos
almorávides impide a menudo la datación en ese periodo de estructuras constructivas que, sin duda, existieron.
FASE III. ÉPOCA ALMOHADE
los almohades permanecen en la ciudad entre 1146 y 1238, momento en que se produce el sometimiento de la comarca por
los nazaríes. la vigencia de nuestra vivienda se corresponde también con este momento histórico, fechándose su derrumbe y
abandono en la segunda mitad del siglo XIII. Debemos, por tanto, hablar de continuidad urbana, ya que no existe ningún lapsus
de ocupación con la Fase II, constatándose repavimentaciones/reparaciones y supuesta pervivencia de estructuras murarias
(recuérdese que los muros se expoliaron en la Fase IV casi por completo).
En resumen, lo que hemos excavado es la planta de una habitación, de unos 3x2’50 m, con pavimento de cal y delimitada por
muros -los conocidos- de mampostería trabada con barro. Entendemos que éstos estaban -al menos en su base- enfoscados,
estucados y pintados en rojo, conservándose un fragmento in situ de este revestimiento en el sector Noreste, así como abun-
dantes fragmentos de estuco pintado en los niveles de derrumbe.
las investigaciones arqueológicas indican que el asentamiento de la población en esta zona de la ciudad era estable y denso
en época almohade. Estamos ante un momento de máxima expansión, agotando el espacio susceptible de ser urbanizado al
menos por el Norte, ya que alguna de las viviendas estudiadas fue incluso cortada por la muralla perimetral.
FASE IV. ABANDONO TARDOMEDIEVAL y EXPOLIO CRISTIANO
la estabilidad de la fase previa se ve interrumpida en el año 1238, con la ocupación nazarí, cuando se inicia un período confuso
donde se irán alternando en el gobierno de la ciudad nazaríes y meriníes. Este complejo proceso histórico lo documentamos
en nuestro solar con el derrumbe de la vivienda almohade, sedimentos fechados en la segunda mitad del siglo XIII donde abun-
dan tejas, mampuestos, ladrillos, restos de argamasa, estuco, cerámicas, etc., que amortizan los niveles de uso de y significan el
abandono de la ocupación en la zona. A partir de ahora no hay restos de ningún tipo de actividad constructiva.
De este momento es el horno alfarero encontrado en C/ Alférez Villalta 13-15 (SUÁREZ y TOMASSETTI, 2003), claro indicador de
una reducción del espacio habitado a expensas de actividades artesanales ligadas a la producción de cerámica.
las últimas acciones evidenciadas corresponden a expolios de muros cuyas fosas terminan rellenas por sedimentos que con-
tienen cerámicas de Paterna. la presencia de estas producciones identifican, hasta que se demuestre lo contrario, un horizonte
arqueológico asimilable al periodo de ocupación cristiana de la ciudad, que se inicia en 1344, cuando los contingentes caste-
llanos de Alfonso XI y sus aliados entran en Algeciras tras dos años de cerco.
la identificación de esta Subfase IV.2 resulta especialmente problemática debido a que existe una duda razonable sobre que el
expolio sistemático se corresponda exclusivamente con un momento tardomedieval. la sustracción de la mampostería no
afecta a los tramos murarios que se encuentran justo bajo las construcciones contemporáneas, que se apoyan en aquéllos, lo
cual implicaría una cronología muy posterior. Por contra, la estratigrafía demuestra que incluso las zanjas de expolio se encuen-
tran cubiertas por estratos que hemos datado como tardomedievales (Subfase IV.3), asimilables a la última ocupación nazarí
(1369-1379).
FASE V. MODERNO-CONTEMPORÁNEA
Algeciras queda despoblada durante cuatro siglos hasta que en el siglo XVIII se renueva con parte de la población huída de Gi-
braltar tras su pérdida a manos inglesas. Durante el siglo XVII parece que existieron cortijos dispersos por esta zona, aunque
esto no suele reflejarse en las secuencias estudiadas. Se documentaron algunos niveles de este siglo en C/ Sáenz laguna nº 16-
18 (TOMASSETTI, 2003), pero no en nuestro solar.
los únicos niveles de la Modernidad identificados pertenecen al siglo XVIII (UEs 65, 66, 67, 55, 54, etc.), estratos, todos sedimen-
tarios, que tampoco están relacionados con ninguna construcción, en coincidencia con lo mostrado en la cartografía histórica
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de que disponemos, derivada de los proyectos de fortificación de la ciudad por parte de los ingenieros militares bajo el mando
del Marqués de Verboon entre 1724 y 1736. En ellos, la esquina noreste de la ciudad, donde nos encontramos, se hallaba des-
poblada.
las primeras construcciones se realizan bien entrado el siglo XIX. Estas viviendas son reaprovechadas más tarde y en parte sus-
tituidas por otras durante el siglo XX, siendo así como llegaron hasta nuestros días.
BIBLIOGRAFÍA
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SUÁREZ ESTRUGO, M. (2005). Proyecto Básico de dos viviendas, oficina para uso privado profesional y local comercial en bruto en C/
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I. A. P. CALLE VICARIO Nº 2 y 4, ESQUINA CALLE GANADO,EL PUERTO DE SANTA MARÍA, CÁDIZ.
JAVIER RODRÍGUEZ PANDOZI y JAVIER A. FERNÁNDEZ BERMEJO
Resumen: En el año 2006, a consecuencia del proyecto de construcción de viviendas en el casco histórico de El Puerto de Santa
María, se llevó a cabo una labor de prospección arqueológica y control de vaciado del solar con el fin de documentar y analizar
la posible afección de dicho proyecto sobre los potenciales restos arqueológicos allí ubicados. Una vez realizadas estas activi-
dades se determinó la idoneidad del mencionado proyecto por no hallarse restos de interés arqueológicos que pudieran verse
afectados por el mismo, dándose por concluidas las actuaciones y liberando de cautelas el solar.
Abstract: In 2006, as a result of the project of construction of houses in the historical helmet of El Puerto de Santa María, it was
carried out a work of archaeological prospection, with the purpose of documenting and analyzing the possible affection of this
project on the potential archaeological rest located there. Once made these activities was determinated the suitability of the
mentioned project not to be archaeological rest of interest that could be affected.
INTRODUCCIÓN
las actividades arqueológicas realizadas en el solar de la CAllE VICARIO Nº 2 y 4, ESQUINA CAllE GANADO, El PUERTO DE
SANTA MARÍA, CÁDIZ se enmarcan dentro de la necesidad generada por el proyecto de construcción de viviendas en dicho
solar por parte de la sociedad EDIFICIO VICARIO 2, S. l. (vid. Fig. 1)
las características del solar así como su ubicación, en pleno centro histórico de El Puerto de Santa María (vid. lám I), hacen im-
prescindible cumplir con las cautelas impuestas desde el Servicio de Arqueología de la Delegación Provincial de Cultura de
Cádiz. De esta manera, y de acuerdo con las especificaciones del mencionado organismo oficial, se procede a la intervención
arqueológica que se concreta en la realización de 7 sondeos de 2x2m para la identificación y dimensionamiento del registro ar-
queológico así como el posterior control del vaciado del solar por parte de un arqueólogo inspector.
la finalidad de dicha actuación es doble: por un lado se establecen medidas preventivas de cara a corregir la posible afección
del proyecto sobre el potencial registro arqueológico de la zona, así como se delimita y valora el potencial arqueológico del
área y se interpreta el conjunto del registro material documentado, de tal manera que se puedan establecer las pautas de dis-
tribución espacial que perfilen el panorama acerca de la evolución del uso del espacio en El Puerto de Santa María.
OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN
la naturaleza y dimensionamiento de la actividad arqueológica desarrollada se basaron en el conocimiento de los precedentes
históricos de la zona así como de la importancia de la misma desde el punto de vista demográfico y económico.
De esta manera, la actuación a desarrollar respondía a garantizar la investigación arqueológica de los restos, susceptible de ser
documentados.
PLANTEAMIENTO DE LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA y METODOLOGÍA
El trabajo que se ha realizado obedece, en lo que se refiere a sus criterios epistemológicos, a un concepto procesual y sistémico
de intervención, en la que cada fase se ve complementada, pero también condicionada por el desarrollo de las demás. Asimismo,
se han tenido en consideración una serie de criterios territoriales de carácter fisiográfico y paisajístico, tanto en lo que se refiere
a la caracterización actual del territorio como a aquellos aspectos más relevantes de su morfología y composición, interpretadas
como elementos que inciden, ya sobre la conducta de establecimiento y vida de los grupos humanos, ya sobre las condiciones
de su conservación.
De acuerdo con estos criterios, las actividades desarrolladas se han encaminado a la constatación y documentación de restos
de interés arqueológico. A tal fin los materiales fueron documentados fotográficamente, consignándose en las correspondientes
fichas de campo las características del yacimiento y sus elementos más sobresalientes.
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De forma previa al desarrollo de los trabajos de campo, se procedió a la revisión bibliográfica de toda la documentación conocida
para el área de intervención y etapas históricas en cuyo ambiente se va a desarrollar el proyecto.
INTERVENCIÓN
Como primera actividad en el solar se procede a la confección de una malla topográfica ortogonal de referencia (de 5 m de
lado) que permitiera la exacta localización en el espacio de todos los elementos estructurales, materiales o paleotopográficos.
Por otro lado, se estableció un “punto 0” en el extremo Este del solar, desde el que se tenía dominio visual de todo el solar, y que
se encontraba, a + 9 metros sobre el nivel del mar. Una vez realizado esto, se procede a la realización de 7 sondeos de prospección
de 4 m2 de planta, (vid. lám II-IV) localizados a intervalos regulares, en toda la superficie del solar. Dichos sondeos tendrán una
profundidad que variará entre 1.25 metros y 1.50 metros quedando en ellos claramente definida la estratigrafía del área estu-
diada en sus niveles más superficiales.
El resultado de estos sondeos nos proporcionó un perfil estratigráfico bien definido y homogéneo en todo el solar, observándose
una estratigrafía idéntica en todos ellos; de hecho los diferentes estratos no superan 25 centímetros de desnivel entre sí. De
esta manera se elaboró un “perfil tipo” para la estratigrafía del solar (vid. Fig. 3)
Básicamente, se ha constatado la existencia de cuatro estratos o U.E.s. la cota más profunda de entre todos los sondeos se sitúa
en –1.50 metros bajo rasante. En primer lugar, encontramos el nivel de abandono del solar, tras el derrumbe y desescombro
(U.E. 01). Es una unidad de escasa potencia (0.20 metros), formada por tierra y arena fina mezclada con material de desecho.
la siguiente unidad (U.E. 02), es un nivel de compactación moderno con restos cerámicos, utilizado a modo de cimentación de
la antigua vivienda allí localizada, siendo estos los únicos restos de carácter antrópico localizados en el solar.
Bajo esta unidad aparecen los niveles geológicos propios de la zona, y totalmente estériles desde el punto de vista arqueoló-
gico.
El primero de estos niveles será la U.E 03, compuesto por un paquete poco potente de arcillas rojas (aproximadamente 50 cen-
tímetros) muy compacto y limpio. A continuación se documenta un nivel de arenas rojizas asociadas a un típico perfil de terraza
fluvial, de una potencia que oscila entre los 20 y los 90 centímetros, seguida de la U.E 05 compuesta por arenas alberizas y con
una potencia que va desde los 20 hasta los 30 centímetros. Por último, y sin intrusión de cualquier tipo se localiza a techo el
nivel identificado como U.E.06 caracterizado como un nivel de margas arenosas con nódulos de cal.
Junto a estos niveles de carácter natural aparecen otros niveles antrópicos denominados como U.E 07 y U.E. 08, que hacen re-
ferencia a restos de una cimentación de piedra y cal (U.E. 07) (vid. lám VI) y hormigón (U.E. 08) que sustentaban el inmueble allí
ubicado (vid. Fig.2).
Se utilizó un método de excavación por planos naturales, con subdivisiones artificiales flexibles, para la documentación también
se realizaron dibujos de campo y fotografías de los distintos sondeos.
Una vez finalizado el registro y documentación del contenido de cada uno de los sondeos, y al no documentarse niveles ar-
queológicos de interés, se procedió al control de los movimientos de tierra (vid. lám V) necesarios para la creación de la caja de
cimentación del edificio proyectado.
CONCLUSIONES
los restos de carácter antrópico documentados (identificados como U.E. 07 y U.E. 08) y relativos a la cimentación del inmueble
derruido, fueron excavados para su análisis con metodología arqueológica, agotándose el registro durante este proceso, ya que
se trataba de restos constructivos de muy poca entidad en mal estado de conservación.
Por tanto, se determinó por parte del arqueólogo inspector su escaso interés arqueológico, dándose por concluidos los trabajos
al no establecerse medidas correctoras sobre el proyecto constructivo inicial, pues no se documentaron restos de índole ar-
queológica en el resto del solar.
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fig. 2: Plano de localización de estructuras
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fig.3: Situación estratigráfica del solar.
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LÁMINAS
lám. I: Vista general del solar antes del desbroce.
lám. II: Foto Sondeo 1
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lám. III: Foto Sondeo 2
lám .IV: Foto Sondeo 4