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ESPECIALIZACIÓN SUPERIOR EN EDUCACIÓN PRIMARIA Y TIC OCTUBRE 2016
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Infancia, Escuela Primaria y TIC
Clase 2: La escuela primaria argentina en presente
Presentación
En la clase anterior trabajamos en torno de las características de la infancia, teniendo en
cuenta que los chicos son los destinatarios de la tarea docente en el aula, y también de las políticas
educativas en curso. En la clase de hoy, entonces, vamos a abocarnos al análisis de esas políticas,
que son el marco de las acciones desarrolladas desde el Estado para promover el uso de TIC en la
escuela.
Para ello nos abocaremos a caracterizar los rasgos actuales de la escuela primaria.
Mostraremos que, lejos de ser homogénea, la escuela primaria presenta formatos y modalidades
diversas y también situaciones diferentes en relación con los principales indicadores educativos1.
Una mirada de conjunto sobre el nivel primario
En 2006 se sanciona la Ley de Educación Nacional, actualmente vigente. En ella se
establece que las provincias podrán optar por una escolaridad primaria de 6 o 7 años. Actualmente,
12 provincias optaron por la primera posibilidad y 12 por la segunda, tal como se observa en el
cuadro siguiente:
REGIÓN PRIMARIA 7 AÑOS PRIMARIA 6 AÑOS
Centro CABA
Santa Fe
PBA
Córdoba
Entre Ríos
Sur Neuquén
Río Negro
Chubut
Tierra del Fuego
La Pampa
Santa Cruz
NEA Misiones
Chaco
Corrientes
Formosa
NOA
Jujuy
Salta
Santiago del Estero
Catamarca
La Rioja
Tucumán
Cuyo
Mendoza
San Juan
San Luis
1 Para quienes estén interesados en hacer una rápida revisión sobre el origen y evolución del nivel primario en nuestro país, hemos incluido un texto que toca el tema, a modo de bibliografía complementaria. Encontrarán el archivo al final de esta clase, pero de querer hacerlo recomendamos leerlo antes de continuar con la lectura.
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Asimismo, la ley establece la obligatoriedad de la enseñanza de al menos una lengua
extranjera y define que la totalidad de las instituciones del nivel deberán ser de jornada extendida o
completa.
Los llamados “regímenes especiales” especiales en la ley anterior (conocida como Ley
Federal de Educación) se reemplazan por modalidades. En el nivel primario son la educación rural,
la especial, la intercultural bilingüe, la domiciliaria y hospitalaria, la artística, la destinada a jóvenes
y adultos y la que se desarrolla en contextos de privación de la libertad.
La formación de los docentes para el nivel también tuvo importantes cambios. El principal
fue la extensión de la carrera de formación inicial a cuatro años de duración.
Son objetivos del nivel primario, entre otros:
Ofrecer las condiciones necesarias para un desarrollo integral de la infancia en
todas sus dimensiones.
Generar las condiciones pedagógicas para el manejo de las nuevas tecnologías de
la información y la comunicación, así como para la producción y recepción crítica
de los discursos mediáticos, y
Ofrecer los conocimientos y las estrategias cognitivas necesarias para continuar
los estudios en la Educación Secundaria.
En la actualidad la matrícula del nivel primario asciende a 4.871.157 alumnos y la
enseñanza se ofrece a través de casi 30.000 escuelas2. En la escuela primaria está comprendido
un 43% de todos los estudiantes del sistema educativo. En lo que se denomina Educación común,
el 48,9 % son niñas. Algo más de un tercio del total de escolares es bonaerense.
Casi el 90% de la matrícula es urbana y aproximadamente el 75% de los chicos y chicas
que cursan el nivel asisten a escuelas estatales. El promedio de alumnos por escuela al año 2010
era de alrededor de 210 alumnos, y el número promedio por sección era de 24. La educación
especial atiende al 1,3 % de la matrícula y un 5 % de los estudiantes asiste a escuelas de adultos.
Se contabiliza un 0,3% de alumnos en escuelas para personas privadas de libertad; un 0,2% de
chicos debe concurrir a escuelas hospitalarias o domiciliarias y un 0,8% es atendido por
establecimientos de educación intercultural bilingüe.
2 El número exacto es 29.465. Fuente: Ministerio de Educación (2013).
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Nuestro país tiene un alto nivel de incorporación escolar al nivel. La tasa bruta de
escolarización es del 99,2% (son los chicos de 6 a 11 años que asisten a la escuela) y la neta del
96,2% (son los chicos de la misma franja de edad que asisten a la primaria, específicamente).
Demos un vistazo a las instituciones: un 15,3% es de jornada extendida o completa,
alcanzando a cerca de medio millón de chicos. Más de la mitad (58,6%) cuenta con dos turnos de
jornada simple. Casi la tercera parte tiene un solo turno, preponderando el turno mañana. Hay un
5,2% de escuelas con plurigrado y un 2,5 % de secciones que agrupan chicos de más de un nivel
educativo. Las escuelas rurales tienen secciones independientes (por grado) en más de la mitad de
los casos (57,9%).
En cuanto a los docentes, hay que señalar que la información que se releva cada año no
está referida a personas, sino a cargos y horas cátedra, ya que el relevamiento se realiza por
escuela: si una maestra trabaja en dos turnos (en la misma escuela o en escuelas distintas) cada
escuela informará un cargo, independientemente de que se trate o no de la misma persona. La
información de 2012 nos dice que en el nivel primario se registran 350.470 cargos docentes (cada
uno implica aproximadamente 25 horas semanales) y 754.451 horas cátedra.
La información referida a las personas que ejercen la docencia se releva cada diez años,
mediante la realización del Censo Nacional Docente, desde 1994. A fines de 2014, como muchos
de Uds. recordarán, los tuvimos que censarnos. Como el relevamiento de información todavía es
muy reciente, por el momento seguimos manejando la información de 2004 y algunos datos muy
generales de esta última toma. Siempre se dice que un censo es una fotografía del universo
estudiado. Deberíamos decir que en realidad es un álbum de fotografías, porque los censos ofrecen
información sobre muchos aspectos de la población relevada. Así que tenemos el álbum de 2004 y
las primeras fotos del álbum 2014.
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¿Qué nos dicen estas primeras “fotos”? En principio, que somos más. La cantidad total3 de
docentes en actividad pasó de 731.580 a 908.733. Es decir, un 24% más. En el nivel primario la
variación fue algo mayor: de 267.057 en 2004, pasamos a ser, en 2014, 341.044 maestros y
profesores. Esto representa un aumento del 27,7%. Un dato interesante es que la cantidad de
alumnos por docente descendió significativamente en nuestro nivel: en 2004 teníamos una media
de 17,4 alumnos por docente, en tanto que diez años más tarde tenemos 13,3 alumnos por
docente.
Para el resto de la información tenemos que esperar. Pero vale la pena echar un vistazo a la
fotografía de hace 10 años. Entonces, la docencia en el nivel primario se presentaba como una
actividad preponderantemente femenina: un 87,4% de quienes la ejercían eran mujeres (MEN,
2006). La edad de maestros y maestras adoptaba la forma de una curva normal o campana: casi un
40% estaba en un rango de edad intermedio, entre 35 y 44 años. El 3% tenía entre 20 y 24 años,
en tanto una proporción casi igual superaba los 60. Agrupados en rangos de 5 años, ninguno de
estos rangos superaba el 20%: esto indica que la permanencia en el empleo y el ingreso de
jóvenes a la profesión estaban relativamente equilibrados.
En cuanto a las tareas que realizadas, el 81,5% desarrolla actividades frente a alumnos, en
tanto que el 5,5% conforma equipos directivos o de gestión. El 4,1% realiza tareas de apoyo a la
enseñanza, pero solo el 2,2% lo hace en forma exclusiva. Alrededor del 70% de los docentes
trabaja en una sola escuela, y el 19,4% lo hace en dos. Solo el 10,5% revista en 3 escuelas o más.
Algo más de la mitad (51,4%) trabaja entre 13 y 24 horas a la semana. Un 7,8% insume en la
docencia menos de 12 horas, y un 35,4% trabaja más de 25 horas. En cuanto a la situación de
revista, el 55,4% es titular, el 9,2% interino y el 18,1% suplente (el resto revista en más de una
situación).
En el censo de 2004 también se indagó acerca de otros aspectos del campo profesional.
Por ejemplo, por qué se elige ser maestro o maestra. Las respuestas confirman la tradición: un
71,4% aludió al gusto por enseñar y a un 42,5% le atrae trabajar con chicos. Un dato interesante es
que las opciones referidas a la posibilidad de estudiar otra cosa o desarrollar otra actividad tuvieron
escasas respuestas, lo que permite inferir que la docencia se percibe como una actividad
permanente. También se advierte la presencia de la capacitación como parte de la vida profesional:
casi un 75% de los docentes manifestó haber participado de alguna instancia de formación continua
durante los 5 años anteriores.
Cuando podamos ver el álbum 2014 completo, tendremos oportunidad de ver allí una nueva
generación de maestras y maestros. ¿Serán muy diferente las fotos?
3 Incluye tanto a docentes de educación pública como privada.
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En el apartado precedente, y por razones de extensión de la clase, hemos
trabajado con totales nacionales y no con datos a escala provincial. Quienes
deseen conocer la situación de su provincia, pueden acceder a la información
completa en las tres fuentes utilizadas para el desarrollo de esta parte de la
clase:
- El Anuario Estadístico 2012, disponible en
http://diniece.me.gov.ar/content/category/2/8/19/lang,es_AR/
- El informe El nivel primario. Un análisis cuantitativo, disponible en
http://repositorio.educacion.gov.ar/dspace/handle/123456789/109828
- El Censo Nacional de Docentes 2004, disponible en
http://diniece.me.gov.ar/content/category/2/9/20/lang,es_AR/
Las trayectorias escolares de los chicos en el nivel primario
Tal como venimos haciendo en los apartados anteriores, vamos a centrarnos ahora en los
recorridos de los estudiantes del nivel a escala del sistema. Para ello, nos resultará útil detenernos
un momento en el concepto de trayectoria escolar.
Convengamos que se trata de una expresión bastante transparente, referida a las
características que asumen los itinerarios seguidos por los alumnos en su tránsito por el sistema
educativo. Es obvio que siempre hubo trayectorias escolares, pero no siempre se las instituyó como
un problema pedagógico (en el sentido del saber académico sobre la educación y la enseñanza) ni
como un problema político (en el sentido de una situación que hay que mejorar a escala del
sistema). Históricamente, se entendía que la trayectoria era un problema individual, que
comprometía básicamente a la familia.
Hoy, en cambio, está más claro que las trayectorias escolares están fuertemente asociadas
a las características de la organización de la escuela, que tenemos bastante naturalizadas. Flavia
Terigi llama la atención sobre este hecho cuando diferencia las trayectorias escolares teóricas y las
reales. Las trayectorias escolares teóricas son los recorridos que suponen un paso continuo y lineal
por el sistema educativo, y configuran un modelo: Suponemos que un niño de cuarto grado tiene
aproximadamente nueve años. (Terigi, 2007). Las trayectorias reales son los itinerarios
efectivamente seguidos por los chicos. Podríamos decir que la trayectoria teórica es una, en tanto
las trayectorias reales son muy diversas4. Por eso se plantea la existencia de trayectorias
coincidentes con las teóricas y otras no encauzadas, por ser discontinuas o incompletas.
4 Siempre y cuando se trate de sistemas no organizados en diferentes modalidades, como advierte Terigi (2009). En ese caso habrá tantas trayectorias teóricas como modalidades.
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Para analizar estos procesos vamos a trabajar con estadísticas educativas denominadas
indicadores de proceso. Son las que nos sirven para inferir qué está pasando con las trayectorias
escolares a gran escala, y construir una representación sobre el funcionamiento de nuestro nivel,
visto desde el punto de vista de los recorridos escolares de los alumnos. Se trata entonces de leer
esta información para detectar problemas educativos y, especialmente, de tomarlos como fuente
para pensar formas de intervención sobre las dificultades que nos muestran.
Vamos a trabajar, entonces, con tres indicadores de proceso: promoción efectiva, repitencia y
sobreedad. Veamos qué significa cada uno de ellos:
- Tasa de promoción efectiva: Es el porcentaje de alumnos —sobre el total de inscriptos en un año— que se matriculan en el año/grado siguiente, en el período lectivo inmediatamente posterior.
- Tasa de repitencia: Es el porcentaje de alumnos —sobre el total de inscriptos en un año— que se matriculan en el mismo año/grado en el ciclo lectivo inmediatamente posterior.
- Tasa de sobreedad: Es el porcentaje de alumnos con edad mayor a la edad teórica correspondiente al año de estudio en el cual están matriculados.
El último indicador (sobreedad), es la resultante de procesos como la repitencia, el abandono
temporal, o bien del ingreso tardío al nivel.
Por razones de extensión de la clase omitiremos abordar otro indicador, habitualmente
trabajado cuando se abordan procesos y trayectorias escolares, que es el de abandono.
Para analizar estos indicadores trabajaremos con los últimos datos disponibles, basados en
los relevamientos anuales de 2009/20105. Quienes estén interesados en disponer de la información
completa pueden bajarlos desde el sitio de la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la
Calidad Educativa (DiNIECE), en http://diniece.me.gov.ar/content/category/2/11/25/lang,es_AR/
Otra aclaración importante: en este momento de la clase estamos analizando trayectorias
escolares, y esta es una cuestión clave que orienta varias de las líneas de política educativa que
veremos la clase que viene. Por eso, ahora sí, trabajaremos con información a escala provincial.
Esto nos permitirá visualizar que los promedios nacionales no permiten apreciar las diferencias -
significativas- entre las diferentes jurisdicciones. Veamos el siguiente gráfico:
5 Es importante señalar que los datos provisorios de los Relevamientos Anuales posteriores muestran, en promedio, una sensible mejora en los indicadores que abordamos aquí.
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Comencemos por mirar el índice de promoción efectiva. El promedio nacional para el 6° año es de
93,87%6. Pero si analizamos los guarismos por año de estudio, encontramos que en el primer año
o grado la promoción es inferior: 90,39%. Esto nos da un primer indicio acerca de los puntos
problemáticos que revela la información, tal como veremos más adelante.
Si observamos la columna celeste, que es la promoción de 6° grado, y tomamos como
referencia la línea del 95%, verán que hay 11 provincias que “pisan” o superan ese valor. Y si
tomamos como referencia la línea del 90%, contabilizamos 7 provincias que “pisan” o se ubican por
debajo de ese valor. Entre los dos extremos de la escala (las provincias con más alto y más bajo
porcentaje) hay casi 15 puntos de diferencia.
Pensemos esto en términos de oportunidades educativas y trayectorias reales de los chicos.
Ahora les proponemos que observen la columna violeta: es el índice de promoción de 1°
grado.
Por favor, anoten la respuesta a la pregunta que acabamos de formular: ¿Qué nos
indica en el gráfico la diferencia entre las columnas color violeta y las de color
celeste del gráfico?
6 Para calcular la promoción del nivel se toma el índice del 6° año de estudio, que es el último año en común para el conjunto de las provincias.
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Analicemos ahora el indicador de repitencia, en el gráfico siguiente:
¿Qué es lo primero que llama la atención? Nuevamente, la diferencia entre las dos barras.
Al igual que en el caso anterior, la celeste mide la repitencia en 6º grado y la violeta mide la de 1°
grado. No incluimos la repitencia de todos los grados de la primaria para facilitar la lectura, pero les
contamos que primer grado concentra los niveles más altos. Viéndolo así, es fácil apreciar que
tenemos dos grandes problemas: el alto índice de repitencia en 1° grado y las diferencias entre
jurisdicciones.
Como podemos ver, el promedio nacional muestra una amplia diferencia: en 6° grado
repitió, en 2009, un 2,59% de los chicos, mientras que un 7,54% tuvo que volver a hacer 1° grado.
Pero, nuevamente, al observar la información por provincia encontramos diferencias aún mayores.
En 6° grado (columna celeste), entre la provincia con más alto y más bajo porcentaje hay 6,17
puntos de diferencia. Pero en primer grado (columna violeta) esa diferencia aumenta casi a 19
puntos. En la provincia con mayor índice, repite 1° grado alrededor de 1 de cada 5 chicos. Y si
tomamos como referencia la línea del 10%, vemos que 7 provincias superan ese guarismo,
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mientras que solo una se ubica por debajo del 5%. El primer grado, entonces, representa una
situación realmente problemática, sobre la que volveremos en las clases que siguen.
Pasemos ahora al análisis de la sobreedad, que es el indicador que mejor resume los
problemas asociados a la trayectoria escolar.
Para esto nos concentraremos en el 6° año, por tratarse de un indicador “acumulativo”, que
refleja, como dijimos, la repitencia, el abandono temporario y el ingreso tardío al nivel. Por eso, es
en los últimos años donde se registran, por definición, los niveles más altos. El promedio nacional
muestra que tenemos mucho que hacer en términos de regularización de las trayectorias escolares:
un 26,64% de los chicos no termina la escuela primaria en el tiempo esperado. Pero, nuevamente,
observar el cuadro que resume la situación de las diferentes provincias argentinas muestra
desigualdades y situaciones realmente preocupantes.
Como puede apreciarse, la diferencia entre las provincias con más alto y más bajo
porcentaje fue, en el año estudiado, es de casi 40 puntos (38,63%). Pero en la provincia con mayor
sobreedad encontramos que más de la mitad de los alumnos del nivel primario no termina el nivel
en la edad esperada. Y, en la mitad de las jurisdicciones, la sobreedad supera el 30% de la
matrícula. En otras palabras, considerando el promedio nacional, uno de cada cuatro niños no
termina regularmente la escuela primaria. Y en algunas provincias esta proporción alcanza casi a la
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mitad de los chicos. En este contexto, para los chicos de 6 años de diferentes provincias, las
oportunidades de transitar por el nivel con una trayectoria escolar continua y completa
son bien diferentes según dónde lo haga, lo cual configura una situación injusta.
Es importante tener en cuenta que trabajamos con datos a escala provincial,
pero si hiciéramos foco al interior de las jurisdicciones también encontraríamos
profundas desigualdades, generalmente asociadas a las características socioeconómicas del
contexto.
En esta última parte de la clase, abordamos la lectura de datos estadísticos a escala
nacional, relacionados con la trayectoria escolar. En este sentido, nos gustaría realizar un último
comentario: esos datos se construyen sobre la base de la información que se produce en cada
escuela y en cada aula. Habitualmente los docentes encaramos esta tarea como una carga
burocrática, y a menudo no la conservamos. Sin embargo, es posible y necesario apropiarse de ella
para convertirla en material de trabajo al interior de cada institución. Tener claridad sobre el nivel
de promoción, repitencia o sobreedad en nuestras escuelas, y de cómo estos indicadores
evolucionan año a año, implica dar un primer paso para identificar problemas ligados a la inclusión
educativa, e intervenir para mejorarlos. Recientemente, en un encuentro con docentes, una
directora de la provincia de Buenos Aires nos decía que en su escuela se habían dado cuenta de
que además de preocuparse por la repitencia, debían trabajar sobre ella. Entonces, habituarse a
“manejar” estos indicadores a escala institucional implica fortalecerse como equipo docente para
intervenir sobre los efectos de nuestra tarea.
En nuestro encuentro de hoy hemos procurado mostrar la diversidad de nuestras escuelas y
de sus actores. Rurales, urbanas, especiales, de jornada simple, extendida o completa, albergues,
intensificadas en arte, deporte o lenguas extranjeras, flotantes, plurigrado, hospitalarias,
domiciliarias, interculturales y bilingües, y hasta universitarias, las escuelas primarias argentinas
configuran un paisaje diverso por el que transitan las infancias de los chicos. Como dijimos,
tenemos mucho por hacer en términos de regularizar las trayectorias escolares de nuestros
alumnos, y varias de las líneas de política educativa que se desarrollan en la actualidad tienen que
ver con ese propósito. En la clase que viene abordaremos ese tema.
¡Hasta la próxima!
Actividades Actividad optativa (no debe ser entregada al tutor):
Les proponemos realizar el siguiente ejercicio: realizar una lectura de datos estadísticos
relacionados con la trayectoria escolar -tal como vimos en el desarrollo de la clase-, ahora referidos
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a dos escuelas. Se trata de dos instituciones ubicadas en la zona oeste de una importante ciudad
argentina. Les pedimos que analicen los datos de cada escuela y:
Señalen en cada una dos problemas relativos a la trayectoria de los alumnos. Se trata
de analizar la información relacionada con la promoción, la repitencia y la sobreedad, no
de exponer cuáles podrían ser sus posibles causas.
Realicen un análisis comparativo de las dos instituciones.
Escuela 1 – Indicadores de proceso 2009-2010
Es necesario tener en cuenta que el cuadro no incluye
datos sobre abandono escolar por año de estudio. La tasa
general de abandono interanual de esta escuela es de 0,11
Escuela 2 – Indicadores de proceso 2009-2010
Es necesario tener en cuenta que el cuadro no incluye
datos sobre abandono escolar por año de estudio. La tasa
general de abandono interanual de la escuela es de 26,81.
Bibliografía de referencia:
- CSN, BC y BN (2010) Constitución de la Nación Argentina. Publicación del Bicentenario.
Disponible en: http://bibliotecadigital.csjn.gov.ar/Constitucion-de-la-Nacion-Argentina-
Publicacion-del-Bicent.pdf Fecha de consulta: junio de 2014.
- Latzina, Francisco (1885) Censo escolar Nacional. Comisión Nacional de Educación.
Talleres de la Tribuna Nacional, Bs. As. Tomo II. Disponible en:
http://www.deie.mendoza.gov.ar/tematicas/censos/censos_digitalizados/Censos%20Digitalizados/
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003%20-%201884-1885-%20Tomo%202-Censo%20Escolar%20Nacional/PDF/1884-
1885%201ra%20parte.pdf Fecha de consulta: junio de 2014.
- Ministerio de Educación (2013) Anuario Estadístico 2012. Dirección Nacional de Información
y Evaluación de la Calidad Educativa (DiNIECE). Disponible en:
http://diniece.me.gov.ar/content/category/2/8/19/lang,es_AR/ Fecha de consulta: junio de 2014.
- Ministerio de Educación de la Nación (2012). El nivel primario. Un análisis cuantitativo.
Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (DiNIECE). Serie
Informes de Investigación N° 7. Disponible en
http://repositorio.educacion.gov.ar/dspace/handle/123456789/109828 Fecha de consulta: junio
de 2014.
- Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (2006) Censo Nacional Docente. Resultados
definitivos. Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa
(DiNIECE).
- Morduchowicz, Alejandro (2008) Hitos y Hiatos del federalismo fiscal-educativo argentino.
IIPE-UNESCO Buenos Aires.
- Terigi, Flavia (2007). Los desafíos que plantean las trayectorias escolares. III Foro
Latinoamericano de Educación. Fundación Santillana.
Autora: Laura Pitman Lectura crítica: Analía Segal, Ana López y Silvia Storino Cómo citar este texto: Pitman, Laura. (2014). Clase N° 2: Pasado y presente de la escuela primaria argentina. Módulo 2: Infancia, escuela primaria y TIC. Políticas y perspectivas Especialización docente de nivel superior en Educación Primaria y TIC. Buenos Aires: Ministerio de Educación y Deportes de la Nación.
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