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SAltA, DoMiNGo 25 DE NoViEMBrE DE 2012 / E-MAil: DiArioPuNto1@GMAil.CoM
Una idea, un libroy toda la poesía
ViCENtE MulEiro
El escritor invitado
Humberto CachoConstantini
Poesía y teatro completo de
Humberto Costtantini
Por jorGE BoCCANErA
Buenos Aires, 8 de abril de 1924 – Buenos Aires,
7 de junio de 1987. Hijo único de inmigrantes ju-
díos italianos, residió en el barrio de Villa Puey-
rredón. Cuentista, novelista y autor teatral, parti-
cipó desde joven en revistas de tono polémico.
Entre 1963 y 1975 publicó Un señor alto, rubio,
de bigotes, Tres monólogos, Más cuestiones con
la vida, Una vieja historia de caminantes, Há-
blenme de Funes, Los héroes de Trelew, y Bandeo.
En 1976 se exilia en México. Regresa al país en
enero de 1984. Su novela "De dioses, hombrecitos
y policías" (Premio Casa de las Américas 1979),
fue traducida al inglés, alemán, hebreo y búlgaro.
Dejó inconclusa su novela Rapsodia de Raquel
Liberman. Ediciones R R acaba de publicar su
obra completa.
Inmortalidad
Ocurre simplemente que me he vuelto inmortal.
Los colectivos me respetan,
Se inclinan ante mí,
Me lamen los zapatos como perros falderos.
Ocurre simplemente que no me muero más.
No hay angina que valga,
No hay tifus, ni cornisa, ni guerra, ni espingarda,
Ni cáncer, ni cuchillo, ni diluvio,
Ni fiebre de Junín, ni vigilantes.
Estoy del otro lado.
Simplemente, estoy del otro lado,
De este lado,
Totalmente inmortal.
Ando entre olimpos, dioses, ambrosías,
Me río, o estornudo, o digo un chiste
Y el tiempo crece, crece como una espuma loca.
Qué bárbaro este asunto
De ser así, inmortal,
Festejar nacimiento cada cinco minutos,
Ser un millón de pájaros,
Una atroz levadura.
Qué escándalo caramba
Este enjambre de vida,
Esta plaga llamada con mi nombre,
Desmedida, creciente,
Totalmente inmortal.
Yo tuve, es claro, gripes, miedos,
Presupuestos,
Jefes idiotas, pesadez de estómago,
Nostalgias, soledades,
Mala suerte…
Pero eso fue hace un siglo,
veinte siglos,
cuando yo era mortal.
Cuando era
Tan mortal,
Tan boludo y mortal,
Que ni siquiera te quería,
Date cuenta.
Tarea
Han de saber
que cuando en la oficina no hay trabajo,
yo trabajo,
trabajo como un negro,
sudo tinta,
ando detrás de pájaros azules,
me meto en grandes líos con los sueños,
me desangro en palabras,
salgo a cazar ballenas y crepúsculos,
domestico elefantes
(hay que ver qué furor el de la selva)
le explico al faraón cosas del tiempo,
hago el amor a veces,
lucho con los zulúes cuerpo a cuerpo,
tengo que abrirme paso en un perfume,
volver para las doce,
morirme,
andar recuerdos.
Tengo que hablar con Dios,
volverme loco,
lanzar varias proclamas de justicia,
escapar de la hoguera,
vestirme de jamás para un entierro.
No descanso ni un minuto,
me doy ung ran trajín con las cigarras,
me cito con Lenin y arreglo el mundo,
llamo a larga distancia,
digo anote en mi agenda: Nazareno,
trato cosas del aire con gaviotas,
compro verdes, azules, amarillos
y los despacho por expreso al cielo.
Hago arreglo con nubes,
firmo tardes de otoño con llovizna,
corro a cambiar estrellas que andan flojas,
promuevo madreselvas,
dicto inviernos...
cuando el jefe me mira y dice ejem,
ya que usted no hace nada y tiene tiempo...
ME GUSTA
Cine: Los libros de PrósperoMúsica: JoraneLibros: Mujeres que inspiran
2SALTA, DOMINGO 25 De NOVIeMBRe De 2012
Los Goliardos me interesaron siem-
pre. Desde las lecturas del Arcipestre
de Hita, me interesaron figuras de
la Edad Media -época tan regimen-
tada- que tuvieran esas aperturas vi-
tales, tan diferentes a los aires de la
época. Finalmente me interesaron
para concretar algo que venía pen-
sando: hacer una propuesta lúdica
con la poesía. No manejar sólo la
cuerda de la melancolía. Sé que no
soy el primero que lo hace. Hay una
larga tradición. François Villon, por
ejemplo. Entre los argentinos, hay
un Tuñón que sigue a Villon y que
festeja a los ladrones, a las prostitu-
tas. Me interesaron esas figuras para
revertir este predominio de lo grave
en que nos mete la sociedad, de la
seriedad, del mundo de la respon-
sabilidad y este ignorar la dimensión
corporal. Y dentro de la dimensión
corporal, los goces del cuerpo, y el
disfrute de la risa. Eso es muy im-
portante. No sé si cuando pensé la
propuesta, pero leyendo y ajustando
las versiones, hay en los poemas una
idea de poesía ligada a lo corporal,
ya no separada del cuerpo. No abs-
tracta.
Como propuesta ideológica hay que
tener en cuenta que se dice que Aris-
tóteles escribió una sátira, la Sátira
Menipea, que fue ocultada porque
daba vuelta la severidad de su dis-
curso, y apostaba a un mundo
donde predominase el humor. De
eso trata, de hecho, la novela de
Humberto Eco El nombre de la
rosa. Es el libro que están buscando,
y que no se debe conocer. Porque si
existe en el hombre la idea de to-
marse las cosas a risa eso sería trans-
gresor. Llevaría al irrespeto a los po-
deres constituidos. Entonces como
propuesta ideológica, como una pro-
puesta ligada al mundo de las ideas,
la alternativa de celebrar el presente
como una cosa transgresiva, como
algo que no se busca. La civilización
occidental judeo- cristiana pide que
pensemos demasiado en el futuro,
y no en el hoy o en nuestra única
sede en este mundo, el cuerpo.
Hay una idea de adulto, aquí. La
adultez como dejar atrás los rastros
del juego. El hombre es un animal
que juega y si no juega no puede vi-
vir, está como un poco muerto. La-
can regalaba juguetes a sus amigos
para que recordaran que había una
dimensión de jugar con los elemen-
tos de la realidad y no sólo la de te-
ner una relación de utilidad y de efi-
cacia. Con lo existente, con los vín-
culos y con la materia se pueden
tener otras relaciones que no tienen
por qué pasar nada más que por una
especie de rendimiento, sino por otra
dimensión. Una dimensión en
donde entra la
joda. Entra la joda
como elemento
de la vida.
Esto va a apare-
ciendo en el libro
de distintas mane-
ras. Por ejemplo
hay un poema
que es el que en-
cabeza la serie de
“Los Goliardos”
que discute el
mito de Sísifo. Sí-
sifo con su roca,
subiendo la mon-
taña y que, al lle-
gar a la cumbre, se
le cae y tiene que volver a subir. Esa
especie de castigo como destino. A
mí me quedó siempre muy presente
el prólogo de un libro del poeta es-
pañol Félix Grande Lara donde se
pregunta “y, ¿si en lugar de este mito
donde hay que volver a cargar la
roca otra vez, la suelta y sube a la
cima de la montaña?”. Y que la roca
se vaya a cagar. Me pareció muy in-
teresante para dar vuelta esa idea de
la vida solamente como valle de lá-
grimas. La vida tiene sus tonalida-
des oscuras, melancólicas, y el mis-
terio nunca develado de la muerte;
eso está en la poesía, está en todos
los poetas. Pero no al punto de ha-
cernos olvidar otra dimensión según
la cual el mundo de los vínculos
puede tener sus placeres, el mundo
del contacto del cuerpo, con la
buena mesa, con la buena bebida
puede tener sus placeres. A los go-
liardos les interesaban estas cosas:
la poesía, la música, la buena mesa
y el amor no platónico precisa-
mente.
Esto implica una dimensión política.
Por ejemplo, una sociedad “go-
liarda” implicaría una sociedad que
rompe permanentemente los límites
de su emancipación y los va po-
niendo siempre un poco más allá.
En este sentido, una sociedad más
feliz, digamos, donde haya una di-
mensión individual y una dimen-
sión social más armónica, divertida
y más placentera implica derrotar a
aquellos que quieren todo para ellos
y tienen una manera, un estilo, que
pasa por el autoconsumo y creer que
la vida es solamente eso. Así que,
sin duda, una idea festiva implica
necesariamente una dimensión po-
lítica.
Sobre El Dictador- la historia secreta
y pública de Jorge Rafael Videla y
la literatura in-
fantil
Están los dis-
tintos tonos
porque de re-
pente a mí el
golpe me
agarra a
los veinti-
c i n c o
años, en un
momento
donde uno
tiene que des-
plegarse y nos
tuvimos que
encerrar. Y si
no hubiese sido
por la poesía y los amigos poetas
todo hubiese sido más difícil de lo
que ya de por si fue. Así que la vida
está llena de esa presión del poder
que te quiere arrinconar para que
vos no te despliegues y hay que de-
nunciar. En mi tarea de periodista,
con ese libro y en otras cosas, he tra-
tado de dar cuenta de que esas son
murallas contra la posibilidad de
desplegar la vida, de desplegar el
cuerpo. Una sociabilidad mejor en-
tendida.
Y en la literatura para chicos entra
esa dimensión de la cual venimos
charlando: la lúdica. A mí me di-
vierte mucho escribir para los chicos,
y lo que hago es mezclar el humor
con la historia. En la literatura para
chicos cruzo la historia argentina y
el humor. Sin duda que para escribir
para los chicos hay que tener en
cuenta el registro. Obviamente no
vas a hablar con cualquier tipo de
lenguaje, puesto que hay registros
del lenguaje que tienen una relación
con la edad. Pero también se los
puede transgredir. Entonces se trata
de hacer rebotar la piedra un poco
más allá. Que la piedra una vez que
la tiraste pique otra vez más, con
una palabra que no es del código,
con una situación que aparente-
mente es transgresiva para la edad.
Hay novelas para chicos excelentes,
como una de Roald Dahl que co-
mienza algo así como “mi abuelo
era un gran cojedor”. Y Dahl es uno
de los grandes escritores del siglo
XX. Siempre se puede intentar dar
un paso más allá, aun cuando estés
escribiendo algo tan de género. De
todas formas, yo no voy a poner en
una novela para chicos figuras de
corte epistemológico. Sé que no le
hago bien ni al cuento, ni al pibe
que va a leer, si acaso a mí mismo.
De esos hablamos cuando habla-
mos de registro del lenguaje. No vas
a hablar con registros académicos,
pero bueno, también respetar al lec-
tor de menos edad es ponerlo a bus-
car palabras en el diccionario, ¿por
qué no? O en Google. Que lo bus-
que en Wikipedia, ¿por qué no?
Así que todo tiene que ver con una
raíz de buscar siempre expandir los
límites de lo presente y de denunciar
aquello que no nos permite ser más
solares. Una vida más solar. El hom-
bre solar es una categoría de un fi-
lósofo anarquista, Michel Onfray.
La expone en varios libros. El hom-
bre que no se niega a los desafíos y
a los placeres del cuerpo, a una es-
tética sobre si mismo, y a una vin-
culación con los demás. En este sen-
tido también le da una dimensión
política, como veníamos hablando.
A mí me interesa eso, lo que no
quiere decir que me tome la vida
como un reparto de globos. ¡Sería
fantástico! Pero me interesa mucho
trabajar esa cuerda. Entre otras, por-
que hay distintos momentos en la
poesía. Sin duda repasando mis li-
bros de poesía, tengo momentos me-
lancólicos también. Más aún, en el
mismo libro pueden aparecer.
Sobre la poesía actual
A mí me interesan unos cuantos po-
etas de la poesía argentina. Me in-
teresa mucho su variedad de tonos.
Porque yo comienzo a escribir en
mi adolescencia frente a una varie-
dad de tonos. Hay un error, reduc-
cionista, según el cual la poesía ar-
gentina es coloquial y política-
panfletaria.
Y yo tengo que recordar siempre
que en los sesenta estaba Alejandra
Pizarnik, Juan Gelman, Eduardo
Romano, pero también Enrique
Molina, Joaquín Gianuzzi, pero
también Francisco Madariaga, Olga
Orozco. Y te estoy nombrando nada
más que algunos. Y algunas. Enton-
ces de ninguna manera, ese mundo,
muy variado, se lo puede reducir.
Yo salgo de esos cruces. De esos dis-
cursos diferentes, que me llevan, en
un mismo poemario, a variar la to-
nalidad porque tengo incorporado,
en mi historia de lector, todo ese
mundo variado. Hay poetas argen-
tinos que me interesan más que
otros. Me interesa mucho Jorge Boc-
canera, Laura Yasan, María del Car-
men Colombo. Entre los poetas jó-
venes: Anahí Mallol. Y pienso que,
por más que en los noventas haya
habido una suerte de recorte de esa
voz poética, que para mí siempre es
una voz en despliegue, que se en-
sancha, como un mar, que crece,
que toma al lenguaje como a un
gran cuerpo, pienso que en los no-
ventas hubo un repliegue hacia una
poesía con menos juego con el len-
guaje. Más sustantiva. Pienso que,
a pesar de eso, la tradición poética
variada hace que eso sólo sea un
momento y que después se rescata
la multiplicidad de voces. Eso es im-
portante. Este es un país que tiene
un poeta como Manuel J. Castilla,
como Juan L. Ortiz, como Bus-
triazo, como Leónidas Escudero,
como Gelman, como Luis Tedesco.
No se puede pensar que eso se va a
reducir a una especia de balbuceo
con un pequeño registro del len-
guaje. No. Pienso que son momen-
tos donde hay suficiente fuerza
como para salir. Yo no le pido a la
poesía que se plante con un discurso
programático. No creo que la poesía
deba cumplir deberes. Sino que debe
soltarse y jugar.
Hay casos muy interesantes también
en narrativa. Hay mucha eferves-
cencia. Hernán Ronsino me interesa
mucho. Pablo Ramos. Negar esas
vertientes diferentes es una ceguera.
No quiero ser tampoco falsamente
optimista, pero la verdad es que pro-
Punto Cultural reproduce esta entrevista por la amplia zona de lapoesía universal y argentina que Muleiro abarca.
Entrevista a Vicente Muleiro
El periodista y escritorVicente Muleiro, conversócon la revista LamásMédula acerca de su nuevolibro, Los Goliardos, y loque lo rodea. De cómo losgoliardos, clérigosvagabundos que durante laEdad Media celebraban losplaceres terrenales, lepermitieron desplegar yexpandir una poesíafestejante. Porque la vidatambién era eso:celebración y trasgresión.
Una idea, un libro y toda la poesía
CMAN
3SALTA, DOMINGO 25 De NOVIeMBRe De 2012
ductividad hay. Hay un renaci-
miento de la novela negra, con es-
critores como Daniel Sorín, Leo-
nardo Oyola, que tienen novelas
muy interesantes. Me parece que no
corresponde mucho la queja para la
productividad de la escritura en la
Argentina comenzado el siglo XXI.
Los Goliardos
La idea del goliardo en el libro es
central. Ocupa toda una primera
parte. Son veinticinco poemas y
luego aparece la otra parte “Juntu-
ras” que se refiere al mundo vincu-
lar, por eso tiene ese título. Yo creo
que tiene un puente con Los Go-
liardos, pero es otro tono. Muy po-
cas veces me ha pasado escribir po-
esía con una idea de libro previa. Y
acá sí me pasó. Una vez que tuve la
figura de los goliardos, dije “acá
voy”. Me dio para veinticinco poe-
mas, luego me
empezó a pare-
cer que se repe-
tían algunas fi-
guras. Y la
segunda parte,
“Junturas”,
tiene que ver
con un clima
de querer salir
del mal augu-
rio que te tira
permanente-
mente el sis-
tema. Abrirse
sobre el mal augurio, la índole reac-
cionaria de la ley de Murphy. Salir
de eso. Avanzar hacia el despliegue
del cuerpo, de los horizontes políti-
cos, de las ideas. De todas maneras,
como dice Pavese, “vendrá la
muerte y tendrá tus ojos”. O Miguel
Hernández: “muchos tragos son la
vida, un solo trago, la muerte”. Per-
mitirse, de vez en cuando, otro tono
en la vida cotidiana y en la relación
con la escritura. Además yo tengo
un precepto fundamental sobre el
cual, no soy el único que lo tiene, la
palabra poética, la palabra no repre-
siva está ligada a los humores cor-
porales, a mejores relaciones de con-
tacto con el otro.
Freud dice que el bebé y la madre
están embelesados entre sí. Viene el
padre y los separa para que se pue-
dan volver adultos y cada uno obte-
ner su sexualidad. Hay algunos fi-
lósofos entre nosotros, León
Rozitchner, pero también hay un
par de libros muy interesantes, el
que escribió Eugenio Zaffaroni so-
bre la pachamama y el que escribió
Ivonne Bordelois, Una etimología
de las pasiones que, más o menos,
apuntan a otra teoría. Ese romance
es un romance poé-
tico que no se tiene
por qué cortar de
una manera auto-
ritaria. Ya que el
Edipo es una mi-
tología, ¿por
qué no puede
ser una mitolo-
gía ese romance
con los otros? Y
el lenguaje que sal-
dría de esa otra pos-
tura sería el lenguaje
poético. Por eso ha-
blo de la cercanía de la poesía con
el cuerpo. Ese precepto es funda-
mental en tanto post psicoanalítico
y se opone a los discursos de la ley
y a aceptar al mundo sesgado. Los
goliardos. Hemos estado hablando
todo el tiempo de lo mismo. Los go-
liardos.
Este es un país que tiene unpoeta como Manuel J.Castilla, como Juan L.Ortiz, como Bustriazo,como Leónidas Escudero,como Gelman, como LuisTedesco. No se puedepensar que eso se va areducir a una especia debalbuceo con un pequeñoregistro del lenguaje.
A partir de la última obra de Shaskespeare, el cineastaPeter Greenaway, concibió una obra desbordante enimagen, imaginación. Una joya estética, que hace del séptimo arte unacompendio de todas las artes. Con este filme estenado en 1991, el también realizador de El libro decabecera, consiguió el favor de la crítica especializada con esta poco convencional reelaboración de La Tem-pestad, de William Shakespeare. La película, como la pieza del inglés, ubica la escena entre 1599 y 1611,cuando Próspero, ex duque de Milán, es desterrado con su hija Miranda a una isla muy alejada de Europa porsu hermano Antonio y el aliado de éste, Alonso, actual Rey de Nápoles. Pero, cuando Miranda y el hijo de suprincipal adversario se enamoran, se le presenta la oportunidad de vengarse de todos sus enemigos. Greena-way, (5 de abril de 1942, Newport, Gales), es un director de cine galés. En 1980 Greenaway producirá su másambicioso trabajo hasta ese momento, titulado The Falls: un monstruo fantástico, una enciclopedia de lo ab-surdo de material asociable con el vuelo, con la ley de la gravedad, 92 víctimas de algo que denominó (VUE),por sus siglas en inglés, Evento Violento Desconocido. Los años 80 vieron las mejores películas de Greenaway:El contrato del dibujante en 1982, A Zed & Two Noughts en 1985, El vientre del arquitecto en 1987, Drowningby Numbers (también traducida como Conspiración de mujeres) en 1988 y El cocinero, el ladrón, su mujer ysu amante en 1989, su película más conocida por el público. Los noventa, las más atractivas a nivel visual Loslibros de Próspero en 1991, la controvertida El niño de Mâcon en 1993, El libro de cabecera en 1996, y 81/2Women en 1999. Un cineasta original, con obras que abren un universo escondido del hombre y que estáen la historia del arte, que es la historia de la humanidad. Eso me gusta.
Cine
A esta hermosa chelista y cantante la descubrí hace poco enYouTube, viendo el recital que Bobby McFerrin, en el recitalque realizó en el 2005 en Canadá. Allí invitó a canta a la se-ductora Jorane. Bajo este nombre se esconde Johanne Pe-lletier, muchacha franco canadiense nacida en Quebec en1975. A los 19 años cuando estaba estudiando en el con-servatorio se enamoró del violonchello y aprovechandoque tenía una potente voz se lanzó de lleno a la música.Pero no se conforma con ser una más, realiza una personalmezcla de música clásica, rock alternativo, folk y ambient.Según alguno especialistas, se la podría comparar conartistas de la talla de Bjork, Kate Bush, Tori Amos, Lore-ena Mckennit... Ha trabajado entre otros artistas conSarah McLachlan y a pesar de llevar editados una decena
de discos no es muy conocida en nuestro país. La mejor definiciónde Jorane es la que la se describe como un cruce entre Yo Yo Ma y Lisa Gerrard. La artista aúna dos
talentos opuestos, el chelo y la voz. Y esto hace recordar a otra vocalista y chelista, joven extraordinaria, Spe-ranza Spalding. Una combinación que me gusta.
En el libro coral Mujeres que inspiran, la diseñadora María Cherñajovsky y la periodista Carla Czudnowskyentrevistan a 18 mujeres argentinas que, enfocadas y lanzadas a la defensa de una causa, reflexionan sobreel compromiso, los cambios, los mandatos y la posibilidad de abrir nuevos caminos para los que vienendespués. Las diferentes realidades e historias de vida de mujeres con estilos definidos y que con sus trabajosinspiran a otras son parte de este libro, que nació como corolario de los encuentros "Mujeres que inspiran"que la diseñadora, creadora de la marca María Cher, organiza anualmente desde 2009, con la misión de"construir un mundo mejor". Por sus búsquedas, trabajos o luchas, Estela De Carlotto, Adriana Varela, DianaMaffía, Malena Pichot, la nadadora María Inés Mato, la travesti Lohana Berkins y Marta Dillon, entre otras,dan testimonios de sus vidas y del impacto positivo de sus trabajos, pero también reflexionan sobre el arte,la maternidad, el trabajo, la discriminación y el placer. "Junto a ellas hemos revisado nuestros mandatos yderechos, los lujos, placeres y las características del género femenino en general, del que nos reímos, peroque también reflexionamos", cuentan las autoras y agregan: "Luchar contra los mandatos y vencerlos paraencontrarse y ser feliz sigue siendo una constante dentro del género femenino". El primer tópico del libroeditado por Planeta, que mecha con las historias personales de cada una, es el arte como transformador.
LibrosMujeres que inspiran
ME GUSTA
Los libros de Próspero
JoraneMúsica
4SALTA, DOMINGO 25 De NOVIeMBRe De 2012
Poesía y teatro completo de Humberto Costantini
Como un modo de interpelar a
la vida desde la oralidad de un
Whitman canyengue y con una
conciencia a la altura de su
tiempo, podría caracterizarse a
la producción literaria del poeta,
dramaturgo y narrador Hum-
berto “Cacho” Costantini (1924-
1987), de quien acaba de apare-
cer la antología Poesía y Teatro.
Obra Completa.
El libro que compendia su poe-
sía -las varias ediciones aumen-
tadas bajo un mismo título de
“Cuestiones con la vida” desde
1966- y siete piezas de teatro,
lleva el sello R y R (Razón y Re-
volución).
La reedición de los libros de
Costantini evidencian la popu-
laridad que gozaron con textos
convertidos en clásicos; como
los poemas “Porteño y de Estu-
diantes”, “Che” y “Gardel” -
éste último grabado en placa de
bronce al frente de la Casa Car-
los Gardel, en Medellín.
Para Rosana López Rodríguez,
autora del prólogo de esta anto-
logía, “Costantini no escribe
como una concesión a lo popu-
lar, sino como una expre-
sión genuina de su espí-
ritu involucrado con todo
lo que tiene de vital la ex-
periencia humana”; ex-
presión en la que late:
“una sed de vida colec-
tiva, de comunión, en los
que suele estar presente
la apelación al receptor
para una actividad con-
junta”.
Un amigo de Costantini,
el poeta Horacio Salas,
rememora con sabor de
anécdota cómo y cuándo
lo conoció: “Nos pre-
sentó en 1959 Ernesto
Sabato en el bar Que-
randí; allí se reunían los
escritores que acababan
de fundar la revista El
Grillo de papel”.
“De repente Sabato dijo con
tono sentencioso: ‘La guerra
saca a la superficie lo peor y lo
mejor de los seres humanos`;
Cacho replicó’: ̀ La guerra siem-
pre es una mierda, todo lo de-
más es retórica`; yo con mis die-
ciocho años creía que todos los
dichos de Sabato eran irrefuta-
bles; que alguien argumentara
con esos términos contra el ma-
yor escritor mediático me dejó
anonadado”.
Desde allí, Salas se integraría a
la revista y ensancharía una fé-
rrea amistad con Costantini:
“Por esos días le mostré un po-
ema y me dijo que eso no era lo
mejor que yo podía escribir, que
lo tirase; esa contundencia me
condujo a repensar mis creen-
cias y gustos poéticos”.
Entre el tono epistolar, el pasaje
narrativo, la letra de canción y
la oralidad del coloquio, la poe-
sía de Costantini es, según Salas,
heredera directa de Mario Jorge
de Lellis, poeta de quien fue ín-
timo amigo” y con quien coin-
ciden en un interlocutor a la
mano con frases que apelan a la
cercanía del gesto confidencial:
“te lo digo sin vueltas…”.
Salas ubica a Costantini en el
marco de la generación del 60;
por un lado un fra-
seo conversacional,
pleno de ironía y
locuciones popula-
res; por el otro: “Re-
pensar la Argentina,
su historia, su litera-
tura, el reflejo de su
cotidianeidad, sus
mitos y sus ídolos”.
Resaltan, además, po-
emas a sus amigos -
como el dedicado al
poeta Roberto Santoro,
desaparecido en plena
dictadura- y el destie-
rro, que le arranca ver-
sos como éstos: “…
.quiere decir exilio/ y
dice arena lenta,/ o dice
sombra, esa ceniza/ que
lo va sepultando poco a
poco”.
De su lado, la sección “Te-
atro” compendia un des-
empeño iniciado en 1964
con la publicación de los
monólogos: “Estimado pró-
cer”, “La llave”, “Un señor
alto, rubio, de bigotes”; a los
que siguió otro monólogo,
“¿De qué te reís?”, y tres
obras escritas en el exilio:
“La traición de Viborg”, la
pieza para niños “Una pipa
larga, larga, con cabeza de
jabalí” y “¡Chau Pericles!”.
El crítico de teatro Jorge Du-
batti sostiene que persiste:
“Una deuda con la drama-
turgia de este autor: “Au-
sente en las historias y los
estudios sobre el teatro
argentino de los 60 a
hoy”.
“Falta aún escribir un
libro sobre el Costan-
tini dramaturgo
-opina-, así como sobre
sus relaciones con otros
narradores que practica-
ron la dramaturgia en
esas décadas, entre ellos
David Viñas, Pedro Or-
gambide, Rodolfo Walsh,
Francisco Urondo, Manuel
Puig, Haroldo Conti y Abe-
lardo Castillo”.
Analizando las primeras obras
citadas, destaca Dubatti: “La
complementariedad natural en-
tre el monólogo y el cuento en
primera persona. Además, el
monólogo es uno de los géneros
más `literarios` del teatro, se
aparta por su convención del re-
alismo escénico y, al dar cuenta
de la palabra interna del perso-
naje, permite aproximaciones a
la representación de la subjeti-
vidad, al expresionismo”.
Coloca como ejemplo a “Un se-
ñor alto, rubio, de bigotes” y
“¿De qué te reís?, ambos textos
presentados por el autor como
piezas dramáticas, pero que
también integran sus libros de
relatos.
Dubatti ubica la concepción te-
atral de Costantini en el marco
del movimiento fundado por Lé-
onidas Barletta en 1930: “Que
con cambios internos, se pro-
longa a lo largo de las décadas
y sigue viva; una dramaturgia
de alto valor literario, de moder-
nización y búsqueda con el ob-
jetivo de crear conciencia so-
cial”.
Sobre “¡Chau Pericles!” -pieza
notable que se mueve entre la
denuncia, el absurdo y una sin-
gular metafísica-, señala Du-
batti: “Empieza como comedia
y termina como tragedia”.
“¡Chau Pericles!”, basada en la
profecía de un jubilado ferrovia-
rio que viaja por pueblos del in-
terior dando conferencias cen-
tradas en un único mensaje
(“Que tras el quiebre de la dic-
tadura, la Argentina se acabó”),
es un texto clave para pensar la
postdictadura como trauma y
consecuencia del horror histó-
rico”, concluye Dubatti.
“De repente Sabato dijocon tono sentencioso: ‘Laguerra saca a la superficielo peor y lo mejor de losseres humanos`; Cachoreplicó’: `La guerrasiempre es una mierda,todo lo demás es retórica`;yo con mis dieciocho añoscreía que todos los dichosde Sabato eran irrefutables;que alguien argumentaracon esos términos contra elmayor escritor mediáticome dejó anonadado”.
Por Jorge Boccanera