Post on 02-Mar-2016
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Jvenes,
universidad
Una aproximacin a la cultura poltica juvenil desde
las perspectivas de los estudiantes de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
y poltica
Csar R. Nurea
Ivn Ramrez
Diego Salazar
Lima, 2014
Ollanta Humala Tasso
Presidente de la Repblica
Jaime Saavedra Chanduv
Ministro de Educacin
Ren Alexander Galarreta Achahuanco
Secretario Nacional de la Juventud
Julio Ral Corcuera Portugal
Director de Investigacin y Desarrollo
Secretara Nacional de la Juventud Ministerio de Educacin
Calle Compostela 142, Santiago de Surco, Lima 33, Per.
Telfono (511) 271 4943
www.juventud.gob.pe
Procesamiento de datos estadsticos:
Gloria Medeleyne Contreras Snchez
Edicin de estilo y cuidado de la publicacin:
Csar R. Nurea
Diseo de portada:
Carlos Llufiri Rivero
Diseo y diagramacin del interior:
Cecilia Caparachn
Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per: 2013-20460
1ra. Edicin:
Diciembre del 2013
Impresin: Industria Grfica MACOLE S.R.L.
Jr. Caete N 129 - Lima 1
Telf.: 423-0594
Tiraje: 1000 ejemplares
Las opiniones expresadas en esta publicacin son de responsabilidad de sus autores
y no necesariamente representan las posturas oficiales del Ministerio de Educacin.
Tabla de contenidos
Reconocimientos
Presentacin
Prlogo
Introduccin
Captulo 1. Caractersticas de la muestra: un acercamiento al perl socio-
demogrco del estudiante sanmarquino
1.1. Sexo, edad y ao de estudios
1.2. Antecedentes sociales y familiares
1.3. Frecuencia de uso de internet
Captulo 2. Poltica y democracia: nociones, actitudes y tendencias polticas
2.1. Nociones sobre poltica y democracia
2.2. Tendencias polticas (izquierda - centro - derecha)
2.3. Referentes de aproximacin a las inclinaciones ideolgicas
Captulo 3. Participacin y miradas sobre la poltica en la Universidad
3.1. Inters por la poltica
3.2. Fuentes de informacin sobre la poltica en la Universidad
3.3. Participacin en actividades y agrupaciones
3.4. Participacin electoral
3.5. Representantes, demandas estudiantiles y solucin de problemas
Captulo 4. Percepciones sobre las instancias polticas, acadmicas y
administrativas de la Universidad
4.1. Opiniones sobre las instancias polticas de la Universidad
4.2. Opiniones sobre aspectos acadmicos y administrativos
4.3. Percepcin sobre la situacin de la Universidad
Captulo 5. Conocimientos y actitudes en relacin con la violencia poltica y
el senderismo
5.1. Conocimiento sobre la historia de violencia poltica en la UNMSM
5.2. Conocimientos y actitudes en relacin con Movadef/Sendero
Luminoso
5.3. Actitudes hacia el uso instrumental de la violencia en la poltica
Discusin y conclusiones
Recomendaciones
Referencias bibliogrcas
Anexo: Cuestionario del estudio
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Tablas y grcos
Tabla 1. Muestra de estudiantes encuestados por sexo, segn reas de estudio
Tabla 2. Muestra de estudiantes encuestados por sexo, segn edades y aos de
ingreso a la Universidad
Tabla 3. Lugares de nacimiento y residencia de los estudiantes
Tabla 4. Lugares de origen y nivel educativo de los padres de los estudiantes
Tabla 5. Percepcin de los estudiantes sobre el ingreso econmico mensual de
sus hogares, segn reas de estudio
Tabla 6. Financiamiento de los estudios, segn reas de estudio
Tabla 7. Actividades y antecedentes laborales y acadmicos de los estudiantes,
segn reas de estudio
Tabla 8. Percepciones sobre las caractersticas de la democracia, segn reas de
estudio
Tabla 9. Opinin sobre cualidades o valores que deberan ser enseados a los
nios, segn reas de estudio
Tabla 10. Percepcin sobre el signicado del concepto de poltica, segn reas de
estudio
Tabla 11. Preferencia por determinado rgimen de gobierno, segn reas de es-
tudio
Tabla 12. Actitudes en relacin con las propias convicciones personales, segn
reas de estudio
Tabla 13. Actitudes en relacin con las propias ideas polticas, segn reas de es-
tudio
Tabla 14. Opinin sobre la validez universal de las teoras sociales, segn reas
de estudio
Tabla 15. Medios de informacin sobre la poltica en la Universidad, segn reas
de estudio
Tabla 16. Participacin de los estudiantes en agrupaciones en la Universidad
durante el ltimo ao por reas de estudio, segn tipo de organizacin
Tabla 17. Participacin de los estudiantes en actividades en la Universidad
durante el ltimo ao por reas de estudio, segn tipo de actividad
Tabla 18. Criterios involucrados en la toma de decisiones al momento de votar
en las ltimas elecciones de representantes estudiantiles, segn reas
de estudio
Tabla 19. Valoracin de caractersticas esperadas en los representantes estudian-
tiles, segn reas de estudio
Tabla 20. Principales demandas que los estudiantes plantearan a sus represen-
tantes, segn reas de estudio
Tabla 21. Preferencias por mtodos para solucionar problemas en la Universi-
dad, segn reas de estudio
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Tabla 22. Opinin sobre la instancia encargada de resolver los problemas de la
Universidad, segn reas de estudio
Tabla 23. Percepcin de los estudiantes sobre el tipo de conicto ms comn en la
Universidad, segn reas de estudio
Tabla 24. Percepcin sobre el grupo poltico denominado Movadef, segn
reas de estudio
Tabla 25. Percepcin de los estudiantes sobre la presencia de grupos relaciona-
dos con Sendero Luminoso en la UNMSM, segn reas de estudio
Tabla 26. Conocimiento sobre la ideologa denominada pensamiento Gonza-
lo, segn reas de estudio
Tabla 27. Percepciones sobre la ideologa denominada pensamiento Gonzalo,
segn reas de estudio
Tabla 28. Opinin de los estudiantes sobre el uso de la fuerza como medio de ac-
cin poltica, segn reas de estudio
Grco 1. Estudiantes encuestados por grupos de edad, segn reas de estudio
Grco 2. Aos de ingreso de los estudiantes, segn reas de estudio
Grco 3. Tipo de escuela en que los encuestados estudiaron la educacin secun-
daria, segn reas de estudio
Grco 4. Frecuencia de uso de internet
Grco 5. Posicionamiento poltico de los estudiantes en el continuum izquierda-
derecha, segn reas de estudio
Grco 6. Opinin de los estudiantes sobre la relacin entre el cambio en las ideas
y las condiciones econmicas, segn reas de estudio
Grco 7. Opinin de los estudiantes sobre la existencia de leyes histricas uni-
versales, segn reas de estudio
Grco 8. Inters de los estudiantes en la poltica nacional, segn reas de estudio
Grco 9. Inters de los estudiantes en la poltica al interior de la Universidad, se-
gn reas de estudio
Grco 10. Nivel de informacin de los estudiantes con respecto a la poltica en la
Universidad, segn reas de estudio
Grco 11. Participacin de los estudiantes en huelgas o marchas en los ltimos
doce meses, por periodos de ingreso a la Universidad
Grco 12. Opinin de los estudiantes sobre la legitimidad de las tomas de locales
como forma de protesta, segn reas de estudio
Grco 13. Opinin de los estudiantes sobre las manifestaciones de protesta en la
Universidad, segn reas de estudio
Grco 14. Participacin en las ltimas elecciones estudiantiles, segn reas de es-
tudio
Grco 15. Opinin de los estudiantes sobre el Rector/Rectorado de su Universi-
dad, segn reas de estudio
Grco 16. Opinin de los estudiantes sobre el Decano/Decanato de su facultad,
segn reas de estudio
Grco 17. Evaluacin de los estudiantes sobre la transparencia/honestidad de
las autoridades universitarias, segn reas de estudio
Grco 18. Percepcin de los estudiantes sobre el carcter democrtico de las auto-
ridades de la Universidad, segn reas de estudio
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Grco 19. Opinin de los estudiantes sobre sus rganos de representacin, segn
reas de estudio
Grco 20. Opinin de los estudiantes sobre las organizaciones polticas estudian-
tiles, segn reas de estudio
Grco 21. Opinin de los estudiantes sobre las organizaciones polticas estudian-
tiles, segn periodos de ingreso a la Universidad
Grco 22. Percepcin de los estudiantes sobre el carcter democrtico de las orga-
nizaciones polticas estudiantiles de la Universidad, segn reas de es-
tudio y periodos de ingreso
Grco 23. Opinin de los estudiantes sobre los docentes de sus carreras, segn
reas de estudio
Grco 24. Evaluacin de los estudiantes sobre la calidad de la enseanza que reci-
ben, segn reas de estudio
Grco 25. Evaluacin de los estudiantes sobre la investigacin que se realiza en la
UNMSM, segn reas de estudio
Grco 26. Opinin de los estudiantes sobre el personal administrativo de sus fa-
cultades, segn reas de estudio
Grco 27. Evaluacin de los estudiantes sobre la eciencia administrativa en la
Universidad, segn reas de estudio
Grco 28. Evaluacin de los estudiantes sobre la infraestructura, equipos y labo-
ratorios de la Universidad, segn reas de estudio
Grco 29. Evaluacin de los estudiantes sobre las bibliotecas de la Universidad,
segn reas de estudio
Grco 30. Percepcin de los estudiantes sobre la situacin de la UNMSM, segn
reas de estudio
Grco 31. Percepcin de los estudiantes sobre la situacin de su Universidad en
relacin con aos anteriores, segn reas de estudio
Grco 32. Opinin de los estudiantes sobre la situacin de las universidades p-
blicas peruanas, segn reas de estudio
Grco 33. Nivel de informacin de los estudiantes sobre la historia de violencia
poltica en la UNMSM, segn reas de estudio
Grco 34. Informacin sobre el grupo poltico denominado Movadef, segn
reas de estudio
Grco 35. Percepcin sobre la presencia del grupo poltico denominado Mova-
def en la UNMSM, segn reas de estudio
Grco 36. Actitud de los estudiantes hacia las acciones y propuestas del grupo
poltico denominado Movadef, segn reas de estudio
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Reconocimientos
Esta investigacin no hubiera sido posible sin el respaldo institucio-
nal de la SENAJU y de sus directivos, de entre quienes debemos men-
cionar especialmente a Ren Galarreta, Secretario Nacional de la Ju-
ventud, y a Julio Corcuera, Director de Investigacin y Desarrollo.
Ivan Ramrez Zapata y Diego Salazar Morales coordinaron la valida-
cin del cuestionario y el trabajo de campo, en el que contaron con el
apoyo de Rossi Taboada, Cecilia Caparachn, Edson Villantoy, Ren-
zo Espinoza, ngela Vilca, Mayra Rodas, Sandra Tagle, Rubn Aya-
la, Kevin Martnez y Gabriela Sotelo. En la Direccin de Investiga-
cin y Desarrollo de la SENAJU, el trabajo de digitacin estuvo a car-
go de Erik Ambrosio, en tanto que Gloria Contreras y Gisela Cornejo
realizaron los anlisis estadsticos y la tabulacin de los datos. Ivan
Ramrez Zapata revis la bibliografa y realiz un primer reporte de
anlisis, que recibi comentarios de Edson Balden, Rommel Ruiz,
Diego Salazar Morales y Julio Corcuera. Por otra parte, Harold Her-
nndez Lefranc, docente e investigador de la UNMSM, revis los re-
sultados preliminares y nos ofreci valiosos aportes en un grupo de
discusin integrado tambin por Fabiola Maldonado y David Herre-
ra. Csar R. Nurea dise el estudio y el cuestionario, dirigi el an-
lisis de los datos y redact la versin nal de este informe, que fue
diagramado para su publicacin por Cecilia Caparachn, quien ela-
bor tambin los grcos. Debemos agradecer muy especialmente a
los cientos de estudiantes sanmarquinos que contribuyeron con este
estudio respondiendo a nuestro cuestionario. A ellos les dedicamos
este trabajo.
8
Presentacin
En los ltimos aos hemos venido siendo testigos de cmo los jve-
nes se han convertido en protagonistas principales de una serie de
grandes eventos y procesos de cambio social en todo el mundo. Ya
sea que se trate de reclamos por justicia social, democracia, libertades
o mejoras en la educacin, la juventud de hoy est marcando el nue-
vo rumbo de la historia, algo que no se tena muy en mente hasta hace
tan solo un par de dcadas, cuando se hablaba de una Generacin
X compuesta por jvenes a quienes muchos consideraban apti-
cos y apolticos. Pero al margen de si tales imgenes representa-
ban acertadamente o no a la juventud de aquellos aos, de manera
paulatina fuimos advirtiendo en el Per y en otros pases una suerte
de desajuste entre los intereses y demandas de la nueva sociedad del
Siglo XXI, por un lado, y por otra parte las formas polticas a las que
nos habamos habituado durante el Siglo XX (pautas de organiza-
cin, discursos y referentes ideolgicos, etc.) Y es justamente esa ins-
titucionalidad del siglo pasado la que comenz a verse relegada y
desbordada por el ms reciente despertar poltico juvenil en muchos
pases.
En el Per, en contraste con lo que comnmente se supone, los
jvenes difcilmente pueden ser caracterizados como apolticos o de-
sinteresados por los asuntos pblicos, como se ha evidenciado por
ejemplo en la Primera Encuesta Nacional de la Juventud (2011), don-
de encontramos que si bien la participacin en organizaciones polti-
cas es bastante baja, el inters por la poltica es entre ellos relativa-
mente alto. Esto nos sugiere que, al igual que en otros pases, los an-
helos y las demandas de los jvenes o bien se canalizan por medios
distintos de los tradicionales, o eventualmente podran conducir a
nuevas formas de expresin poltica y protesta.
9
De acuerdo con los Lineamientos de Poltica Nacional de Juven-
tudes (2005), la Secretara Nacional de la Juventud (SENAJU) tiene
como primer encargo el de promover la participacin de los jvenes
en el fortalecimiento del sistema democrtico. Este mandato nos obli-
ga a plantearnos una serie de preguntas acerca de la poltica, la parti-
cipacin, las sensibilidades y las demandas de los jvenes peruanos
del Siglo XXI. A propsito de esto, y siendo que la SENAJU tiene tam-
bin la funcin de realizar estudios y anlisis sobre diversos aspectos
que conciernen a nuestra juventud, desarrollamos un componente
de investigacin que march paralelo a un conjunto de actividades
de promocin de la democracia que comenzamos a disear desde -
nes del ao 2012 como parte de un proyecto piloto en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
El informe que presentamos en este volumen ofrece los prime-
ros resultados de esa tarea de investigacin que emprendimos en la
UNMSM. Como se podr apreciar en las pginas siguientes, a partir
de una encuesta sobre las perspectivas, opiniones y actitudes de los
estudiantes en relacin con el poder, la poltica y el gobierno al inte-
rior de esta Universidad, los investigadores de la SENAJU lograron
construir una imagen bastante completa sobre la cultura poltica de
los jvenes sanmarquinos. Y esta imagen resulta particularmente in-
teresante en tanto desafa varios de los prejuicios y estereotipos que
de tiempo en tiempo aoran en los discursos polticos y mediticos
que presentan a los alumnos de universidades pblicas como jve-
nes proclives al radicalismo y el desorden, cuando en realidad se tra-
ta de estudiantes que como veremos en este estudio en su gran ma-
yora rechazan la violencia y valoran los principios y las formas de-
mocrticas.
Esto ltimo nos permite ser optimistas en relacin con el presen-
te y el futuro de la democracia en nuestro pas. No obstante, los resul-
tados de esta investigacin muestran tambin que las necesidades de
los estudiantes y sus miradas crticas sobre la realidad universitaria
no encuentran canales adecuados de expresin poltica, tanto por las
actuales limitaciones de la estructuras institucionales y organizati-
10
vas, como por los rasgos autoritarios an presentes en la cultura pol-
tica de la Universidad, todo lo cual puede terminar desalentando la
participacin de los jvenes. En ese sentido, este trabajo incluye tam-
bin una serie de recomendaciones que conviene tomar en cuenta e
implementar para que las universidades, adems de generar y trans-
mitir conocimientos, contribuyan ms y mejor a la consolidacin de
la democracia en el Per, ofreciendo a los jvenes un espacio renova-
do de participacin y dilogo orientados a la bsqueda del bien co-
mn.
Finalmente, estamos seguros de que este trabajo ser apreciado
como un valioso aporte al conocimiento sobre los jvenes peruanos y
la poltica; y sabemos, asimismo, que la informacin aqu presentada
motivar nuevas reexiones sobre estos temas.
Ren Galarreta Achahuanco
Secretario Nacional de la Juventud
11
Prlogo
La investigacin que el lector encuentra a continuacin ha sido
realizada desde la Secretara Nacional de la Juventud SENAJU, por
Csar Nurea, Ivn Ramrez y Diego Salazar, abordando la relacin
entre la juventud universitaria sanmarquina y el mundo poltico con-
temporneo. A lo largo de las ltimas dcadas se ha producido una
serie de investigaciones sobre el mismo sujeto constituyendo una
tradicin en la cual se inscribe el presente estudio. Un trabajo pionero
de Nicols Lynch, titulado Los jvenes rojos de San Marcos, focaliz el
tema alrededor de la radicalidad de la juventud universitaria, sus
causas, procedimientos y resultados. Bastante bien articulado, este
trabajo de Lynch ofreci una explicacin de la cultura poltica estu-
diantil de tres dcadas: los sesenta, setenta y ochenta. Lynch comien-
za con el desplazamiento del APRA, se centra en el maosmo univer-
sitario y sus enfrentamientos con el gobierno de Velasco, anticipando
el auge del senderismo en los ochenta.
En ese momento, los tiempos cambiaron radicalmente. El pas se
precipit en un bao de sangre y San Marcos fue ganado por la vor-
gine. A causa de ello, en los noventa muchas universidades fueron
intervenidas, entre ellas la decana de Amrica, se instalaron cuarteles
en el campus y las tropas garantizaron el retorno del orden. La derro-
ta del senderismo fue un componente crucial de la profunda trans-
formacin neoliberal que estaba en curso.
Estos cambios propiciaron el surgimiento de una generacin re-
lativamente indiferente y despreocupada de la poltica. Esa nueva
actitud habra predominado durante unos diez aos, coincidente con
el ciclo poltico de Alberto Fujimori, para dar paso a los actuales estu-
diantes que se han formado en un contexto de democracia recupera-
da, aunque limitada por la ausencia de partidos e instituciones polti-
La cultura poltica de los estudiantes de San Marcos
12
cas consistentes en el escenario nacional. La prdida de inuencia de
las ideologas y doctrinas polticas es indudable, pero contina sien-
do un enigma el tipo de joven sanmarquino de nuestros das. Es aca-
so apoltico, como parece haber sido el caso de la juventud en los no-
venta, o presenta caractersticas singulares que debemos descubrir?
Ese es el tema de la importante investigacin que estamos pre-
sentando, sus preguntas son: quines son y, con respecto a la polti-
ca, cmo piensan los sanmarquinos de nuestros das?
Uno de los primeros estereotipos que trae abajo esta investiga-
cin es el supuesto origen popular y nacional de los estudiantes san-
marquinos. Esta condicin era exacta para los aos sesenta y setenta,
pero no lo es ms. La mayora de los estudiantes actuales pertenecen
al llamado nivel socioeconmico B y son nacidos en Lima. Es cierto
que sus padres fueron migrantes provincianos y provenan de secto-
res populares. Pero, los estudiantes actuales provienen de una expe-
riencia totalmente urbana y capitalina. Asimismo, son fruto de un
ascenso social que han vivido sus familias en los ltimos veinte aos.
En efecto, la gran mayora ha salido de la pobreza y sus ingresos los
ubican en los diversos estratos de la muy heterognea clase media
limea.
Sin embargo, ello no signica que no existan pobres y tampoco
que estn ausentes los provincianos. Simplemente que ya no son ma-
yora, como lo eran durante el ciclo del radicalismo. Incluso los estu-
diantes actuales provienen de familias integradas por padres profe-
sionales. Antes que emprendedores populares exitosos, los adultos
en sus hogares poseen carreras universitarias y proyectan destinos
semejantes en sus hijos.
Por otro lado, San Marcos atrae a jvenes que viven en su rea de
la ciudad. En poca del estudio de Lynch, muchos estudiantes eran
provincianos y San Marcos resuma al Per entero. Actualmente se
ha desvanecido esa impresin. La misma ciudad de Lima ha crecido
hasta alcanzar una poblacin cercana a diez millones de habitantes.
Al carecer de transporte pblico masivo digno de ese nombre, se ha
fragmentado en mltiples partes escasamente conectadas entre s.
13
Los diversos barrios han quedado encerrados en s mismos. Movili-
zarse es muy complicado y se invierten horas en el transporte a velo-
cidades increblemente bajas. Por ello, la gente preere organizase
cerca de sus lugares de residencia.
Ese principio vale tambin para la eleccin de universidad. As,
los sanmarquinos de hoy provienen mayoritariamente del Centro de
Lima, de Lima Norte y Este. Nmeros ms reducidos provienen de
Lima Sur o de los barrios clasemedieros de Miraores, San Borja,
Surco.
Este efecto se ha visto reforzado por la multiplicacin de la ofer-
ta universitaria, que ha reducido la antigua primaca de San Marcos
sobre el sistema universitario nacional. Por ello, actualmente San
Marcos, al igual que el conjunto de universidades, es un centro edu-
cativo superior de naturaleza local, cuyos estudiantes son limeos y
bsicamente residentes de su rea especca de inuencia.
Para terminar con quines son los universitarios contempor-
neos, dos datos relevantes. Algo ms del 60% provienen de colegios
pblicos y poco menos de la mitad son mujeres. As, la participacin
femenina se halla al alza en forma constante en las ltimas dcadas,
llegando a dominar en ciertas reas, como en las ciencias de la salud
por ejemplo.
Otro estereotipo bsico que desmiente la presente investigacin
se reere al radicalismo poltico. Al igual que la procedencia social de
los estudiantes, ese dato es un asunto del pasado. Por ejemplo, casi
todos conocen del MOVADEF, pero es rechazado en forma casi un-
nime. La universidad actual no parece caldo de cultivo para opciones
violentistas ni el pensamiento Gonzalo parece gozar de mayor acep-
tacin.
Pero, esta constatacin no signica que se registre satisfaccin
con el sistema imperante ni con la universidad concreta donde estu-
dian. Por el contrario, los estudiantes tienen una pobre opinin de
sus autoridades y de la calidad de sus facilidades acadmicas. Sobre
todo en Ciencias Sociales y Humanidades, donde el espritu crtico
domina a las mayoras.
14
La inconformidad se acrecienta conforme transcurren los aos
de estudios. En efecto, esta investigacin plantea que al comenzar sus
estudios, los alumnos sanmarquinos poseen mayores ilusiones.
Creen en la democracia entendida como tolerancia y aprecian la e-
ciencia y la capacidad para resolver problemas. Pero, encuentran una
institucin aquejada de mltiples problemas, que funciona mal, y
con escasa transparencia. Por ello, progresivamente se van desilusio-
nando y acaban descredos y preocupados exclusivamente por su ca-
rrera individual; al nal solo queda la ilusin del cartn. En el camino
se han perdido las esperanzas en la participacin ciudadana.
En ese sentido, San Marcos sigue siendo el Per. Un pas y su
universidad ms famosa que son capaces de desmoralizar hasta los
ms entusiastas proyectos colectivos. Aunque, tambin constituyen
potente estmulo para las carreras individuales ms talentosas y
creativas que he conocido.
Estas consideraciones y otras igualmente fecundas hacen de este
trabajo una fuente indispensable para la reexin sobre el Per de
hoy. En tanto trata sobre la juventud, en realidad, sus conclusiones se
dirigen al maana y anuncian el porvenir del pas. La clase poltica y
las elites dirigentes deben prestarle atencin a este tipo de estudios, si
quieren tener voz en la proyeccin del pas hacia los tiempos venide-
ros. Los autores ofrecen una foto bastante completa del San Marcos
de nuestros das. Su visin es sucientemente profunda para permi-
tirle al lector imaginar una pelcula sobre el maana. Esa es la invita-
cin y el reto que plantean los autores.
Antonio Zapata Velasco
Doctor en Historia por la Universidad de Columbia, Nueva York
Profesor del Postgrado en Ciencias Sociales de la UNMSM
Profesor de Historia en la PUCP
Introduccin
En muchos discursos pblicos y polticos se suele reconocer que la
educacin superior constituye en el Per como en muchos otros pa-
ses un mbito clave para el desarrollo socioeconmico y la formula-
cin de proyectos nacionales. Sin embargo, ms all del discurso, lo
cierto es que los problemas que afectan a las instituciones de educa-
cin superior no siempre han recibido toda la atencin que merecen.
De hecho, por lo que concierne tan solo al sistema universitario p-
blico, han pasado ya varias dcadas desde que se comenz a hablar
de una crisis de la universidad peruana (MINEDU, 2006), sin que
desde entonces haya sido posible concretar iniciativas para encami-
nar dicho sistema hacia el logro ecaz de objetivos como la consoli-
dacin de un desarrollo cientco, tecnolgico y productivo; una
comprensin profunda de los procesos sociales y polticos que atra-
viesa la sociedad peruana; o la formulacin de proyectos viables y
consensuados de pas. Por supuesto, hay esfuerzos de algunos inte-
lectuales e instituciones que, desde el medio universitario, aportan al
conocimiento y desarrollo de nuestra sociedad. No obstante, el de-
sempeo general de las universidades peruanas, pblicas o privadas
salvo honrosas y muy escasas excepciones, sigue relegado en cali-
dad y productividad cientca, si las comparamos tan solo con sus
1
pares latinoamericanas.
Pero las universidades no solo son importantes por lo que pue-
dan aportar en trminos de produccin, transmisin y aplicacin de
conocimientos. En realidad, particularmente en el sistema pblico,
son tambin un terreno en el que muchas generaciones de jvenes y
sus maestros han desplegado una constante actividad poltica, aun-
1 Ver por ejemplo las clasicaciones que publica SCImago Institutions Rankings
(www.scimagoir.com).
15
que con diferencias entre distintas pocas, tanto en las formas como
en las agendas polticas y el nivel de participacin.
Entre algunos de los ms importantes procesos histricos y co-
yunturas nacionales en que participaron miembros de la comunidad
universitaria peruana se encuentran, por ejemplo, la Independencia
nacional; las movilizaciones estudiantiles por la Reforma Universita-
ria a inicios del Siglo XX, que contribuyeron a dar origen y forma a las
tendencias y partidos que desde entonces marcaron el rumbo de la
poltica nacional (Klarn, 2004); el movimiento indigenista liderado
por acadmicos de Lima, Cuzco y otras regiones desde nes del Siglo
XIX hasta mediados del XX; las guerrillas de 1965 (Rnique, 2006); y
ms recientemente el surgimiento en Ayacucho de Sendero Lumino-
so en los aos setenta, que se produjo desde y en torno a la Universi-
dad Nacional San Cristbal de Huamanga (UNSCH) (Degregori,
2
2010; CVR, 2003).
Sucesos como stos y otros no menos relevantes para la confor-
macin histrica y social peruana dan cuenta de una profunda vincu-
lacin entre la poltica y el mundo universitario, que ha tomado ribe-
tes a veces heroicos y en ocasiones dramticos, ya sea fortaleciendo o
socavando la democracia. No obstante, an se comprende poco lo
que implica esta relacin, que muchas veces tiende a ser pasada por
alto cuando se discute por ejemplo sobre alternativas para mejorar la
calidad de la educacin superior, propuestas de reforma universita-
ria, o formas de lograr una mayor integracin entre la universidad y
el aparato productivo del pas.
A todo esto podemos agregar que ha surgido en el Per, en los
ltimos aos, un renovado inters por la participacin poltica de los
jvenes. Sin embargo, al menos parte de ese inters ha adoptado una
forma negativa y de preocupacin pblica por el riesgo de que algu-
2 Los dos ltimos hechos mencionados el movimiento guerrillero de mediados de los
sesenta y la guerra interna originada por Sendero Luminoso vinieron acompaados
por un escenario de alta radicalizacin poltica en universidades pblicas. Sendero Lu-
minoso (Partido Comunista del Per-Sendero Luminoso) es la organizacin maosta
sealada por la Comisin de la Verdad y Reconciliacin del Per (CVR) como la princi-
pal responsable del proceso de violencia poltica sufrido en este pas durante los aos
ochenta y noventa del Siglo XX.
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
16
nos o muchos estudiantes universitarios, especialmente, sean
atrados por grupos polticos cercanos o ligados a Sendero Lumino-
so, o por la posibilidad de que las universidades pblicas terminen
albergando renovados proyectos subversivos. En el nivel coyuntu-
ral, tales preocupaciones aoraron en su momento por la exposicin
meditica y las actividades polticas de algunos jvenes universita-
3
rios que reivindican la ideologa senderista. Esto ha tenido como
trasfondo las deliberaciones pblicas sobre las secuelas de la violen-
cia poltica en el pasado reciente; y es preciso reconocer tambin que
como se advierte en el tratamiento poltico y periodstico que ha re-
cibido este tema permanece en el imaginario colectivo el recuerdo
de un radicalismo estudiantil que se remonta a los aos sesenta y se-
tenta del siglo pasado, y que coincidi en los ochenta con las etapas
ms duras de la violencia poltica. Ese radicalismo lleg a jar, en la
percepcin pblica, imgenes persistentes de jvenes de izquierda,
estudiantes de universidades pblicas, enfrentndose violentamen-
te con la polica y las Fuerzas Armadas. En relacin con ese recuerdo,
el aspecto problemtico no es solo que desde la sociedad se perciba a
los actuales estudiantes de universidades pblicas como revolto-
sos o tirapiedras, sino tambin y principalmente que por las ac-
ciones de unos pocos se les estigmatice asocindolos a todos con la
subversin y el terrorismo, o incluso que se parta de esos prejui-
cios para justicar posturas autoritarias e intervenciones armadas
del Estado en las universidades, como ha ocurrido ya varias veces en
el pasado (CVR, 2012a).
Desde hace algunas dcadas, las protestas estudiantiles suelen
cobrar alguna notoriedad meditica cuando aora la violencia en los
reclamos, por ejemplo en pugnas partidarias, tomas de locales o
3 Nos referimos a jvenes seguidores del Movimiento por la Amnista y los Derechos
Fundamentales (Movadef), creado en el 2009 por los abogados de Abimael Guzmn y
ex convictos por terrorismo. Este grupo impulsa una agenda de reconciliacin que
propone la liberacin de Guzmn y otros condenados a prisin por crmenes cometi-
dos durante el conicto armado interno. En el ao 2012 le fue negada la inscripcin co-
mo organizacin poltica ante el Jurado Nacional de Elecciones, entre otras cosas por
su adhesin al pensamiento Gonzalo, ideologa que postula la lucha armada revo-
lucionaria para conquistar el poder en el Per. Sobre el pensamiento Gonzalo, vase
Ramrez y Nurea (2012).
I N T R O D U C C I N
17
movilizaciones callejeras por asuntos como el derecho al medio pa-
saje, sealamientos de corrupcin a autoridades universitarias, o
enfrentamientos entre grupos que se disputan recursos o espacios
polticos. A esto se agrega, ms recientemente, el activismo poltico
pro senderista en varias universidades pblicas, lo que se ha vuelto
un factor de alarma para casi todos los actores polticos y la opinin
pblica.
No obstante, una mirada ms cercana al escenario poltico de las
universidades pblicas permite apreciar que el Movadef no es el ni-
co grupo que se adhiere al pensamiento Gonzalo, y que en ese me-
dio compite, se enfrenta o convive con otras organizaciones de perl
radical (muchas de las cuales se autodenen como marxistas, leninis-
tas y/o maostas), con diversos niveles de presencia e inuencia en la
poltica universitaria (Sandoval, 2012). Gran parte de stas y otras or-
ganizaciones (no necesariamente todas de izquierda), reproducen en
este espacio una cultura poltica caracterizada por discursos confron-
tacionales, sectarismo, prcticas autoritarias e ideologas basadas en
visiones dogmticas de la sociedad y el mundo. Con relativa frecuen-
cia, esta cultura poltica se expresa en el empleo de la violencia o ame-
naza de violencia para el logro de objetivos polticos, insultos y des-
calicaciones contra adversarios concebidos como enemigos y prc-
ticas clientelares asociadas al control de los recursos y aparatos admi-
nistrativos de las universidades.
Ciertamente, no podemos armar que estos rasgos se encuen-
tren generalizados en las organizaciones estudiantiles, ni que sean
nicamente stas las que los presentan, pues tambin es posible iden-
ticarlos en no pocos grupos docentes o sindicales que funcionan al
interior de las universidades. Y aun cuando la violencia y el autorita-
rismo son visibles tambin en otros entornos polticos (partidos, mo-
vimientos sociales, sindicatos, etc.), nos interesa especialmente lo
que ocurre en las universidades, y especcamente en las universida-
des pblicas, debido por un lado a que son un espacio destacado y
hasta podramos decir privilegiado para la poltica y la participa-
cin juvenil, y por otra parte en razn de que algunas prcticas e
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
18
ideas polticas de tinte autoritario que se reproducen en este medio
entran en contradiccin con valores democrticos como la tolerancia,
el dilogo y el respeto por las diferencias.
Aunque no es este un tema sobre el que se haya investigado mu-
cho, s contamos con algunos referentes histricos y tericos que nos
permitirn, en principio, plantear brevemente el problema de fondo,
del cual se derivan los objetivos de nuestro estudio; y asimismo, esos
referentes nos ayudarn a contextualizar y darle sentido a los datos
que mostraremos en los siguientes captulos. Pero antes de entrar
ms en materia, cabe sealar desde ahora que, en el contexto de este
trabajo, entendemos por cultura poltica al conjunto de ideas, actitu-
des, formas de organizacin y pautas de comportamiento de las per-
sonas y los grupos en relacin con el poder y la poltica, asumiendo
desde luego que no se trata de rasgos esenciales, sino de elementos
asociados con determinadas condiciones sociales e histricas.
Como una primera consideracin para aproximarnos a un en-
tendimiento de la cultura poltica de los estudiantes universitarios de
hoy, podemos remitirnos al contexto histrico en que tomaron forma
algunas de las prcticas e ideas polticas que nos interesa analizar, en
particular aquellas en que se expresan rasgos autoritarios. Esto nos
lleva a examinar, de manera sucinta, las condiciones y procesos que
contribuyeron al surgimiento del radicalismo poltico estudiantil en
dcadas pasadas.
Ya desde mediados del Siglo XX, y con ms fuerza durante los
aos sesenta y setenta, muchos jvenes adoptaron ideologas y dis-
cursos que planteaban cambios revolucionarios en la sociedad (Co-
tler, 1986) y se sumaron a una u otra de las numerosas organizaciones
polticas de izquierda que se iban formando en aquellos aos, inspi-
rados en modelos que privilegiaban la conformacin de vanguardias
de activistas (cuadros o militantes), y con cierta frecuencia tambin
el trabajo poltico clandestino (Lynch, 1990). En esos aos pero tam-
bin desde mucho antes, la actividad poltica en las universidades
peruanas reejaba las preocupaciones de la poltica nacional, inclu-
yendo la crisis del orden oligrquico, el bloqueo a los canales de par-
I N T R O D U C C I N
19
ticipacin poltica por la precariedad de la democracia y la interven-
cin de regmenes militares, la postergacin y pobreza de amplios
sectores de la poblacin, entre otros problemas irresueltos hasta en-
tonces.
En un examen sobre la poltica y la juventud popular en el Pe-
r en la segunda mitad del Siglo XX, Julio Cotler (1986) identica dos
etapas de radicalizacin. En un primer momento, desde inicios de los
sesenta hasta mediados de los setenta, las migraciones internas ali-
mentaron un proceso de movilidad social ascendente en los sectores
populares, expandiendo sus expectativas de mejora en ocupacin,
ingresos, educacin y participacin poltica, expectativas que se vie-
ron bloqueadas por el carcter cerrado del sistema poltico, lo cual
habra generado una primera oleada de radicalizacin. Luego cam-
biara la situacin a partir de mediados de los setenta, pues mientras
se expanda la oferta educativa reforzando los anhelos de la juven-
tud y sus familias, con contenidos que impulsaban an ms la radi-
calizacin, paralelamente se deterioraban las condiciones econmi-
cas del pas y persistan los obstculos a una participacin poltica
plena. En estas circunstancias, que afectaban en particular a los jve-
nes, la confrontacin violenta e inorgnica se constituye en procedi-
miento habitual en los conictos polticos (ibdem).
En otro anlisis, esta vez sobre el radicalismo poltico estudian-
til, Nicols Lynch (1990) sostiene que la expansin de la oferta educa-
tiva universitaria pblica se dio bajo un esquema de masicacin
sin proyecto. Es decir, la apertura de nuevas universidades y de
nuevas plazas en las ya existentes no vino acompaada de la inver-
sin estatal correspondiente, aunque nalmente no se trata solo del
gasto social, sino de un proceso mayor en el que el Estado fue per-
diendo el inters en el desarrollo y fortalecimiento de las universida-
des pblicas, que ya para los aos setenta se encontraban dominadas
por organizaciones polticas de izquierda conformadas fundamen-
talmente por jvenes.
Todo esto ocurra en un contexto internacional marcado por la
Guerra Fra, la Revolucin Cultural china, la Revolucin Cubana, es-
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
20
tallidos guerrilleros en varios pases de Amrica Latina y guerras de
liberacin nacional en frica y Asia. Es as que muchos jvenes, y en
general los militantes peruanos de izquierda, vean el cambio social
revolucionario en el Per como una posibilidad real e incluso inmi-
nente, no solo por los hechos y tendencias internacionales, sino tam-
bin por sus evaluaciones del escenario nacional, que independiente-
mente de cun ajustadas estaban a la realidad, solan venir modela-
das por miradas histricas y teoras de la revolucin tributarias de un
4
marxismo ortodoxo y dogmtico.
Para la mayora de los grupos polticos formados entre los aos
cincuenta y setenta e integrados por jvenes universitarios, la lucha
armada era vista como un mtodo legtimo y viable de transforma-
cin social revolucionaria. En estos grupos, que competan unos con
otros en radicalidad, eran comunes tanto el respaldo a la idea de que
el poder nace del fusil como una serie de prcticas polticas violen-
5
tas y autoritarias. As, se empleaba muchas veces la violencia al tra-
tar de imponer determinado planteamiento ideolgico o program-
tico, pero tambin para alcanzar posiciones de representacin polti-
ca estudiantil y para expresar exigencias puntuales o de corto plazo
(Lynch, 1990).
Las posiciones verticales e irreductibles conuan entonces con
las demandas inmediatas y el clientelismo, congurando lo que se ha
calicado como un radicalismo economicista. Por ejemplo, mien-
tras que en sus discursos varios grupos invocaban a la revolucin
mediante la guerra popular, en sus prcticas reales se orientaban
hacia demandas ms pragmticas como la lucha por el ingreso di-
recto, el derecho a la graduacin sin tesis, el traslado interno y ho-
rarios especiales de clases, entre otras cuestiones vinculadas con los
4 Muchos lderes e intelectuales de izquierda, protagonistas de esas pocas, han recono-
cido el carcter dogmtico y ortodoxo del marxismo que haban asumido en su juven-
tud (Adrianzn, 2011). Degregori, por su parte, ha analizado los contenidos y usos de
los manuales de Materialismo Histrico, Materialismo Dialctico y Economa Poltica
provenientes de la Unin Sovitica y la China comunista, de fcil acceso y muy popula-
res entre la juventud universitaria de aquellos aos (Degregori, 2011).
5 Ya desde los aos cuarenta, por ejemplo, la juventud aprista en San Marcos utiliza co-
mo mtodo la confrontacin violenta a n de controlar la posible expansin de sus ri-
vales (CVR, 2012a). La diferencia que encontramos en los sesenta y setenta es el alto
componente ideolgico asociado a la violencia ejercida con nes polticos.
I N T R O D U C C I N
21
servicios de bienestar universitario, principalmente los comedores y
viviendas universitarias (CVR, 2012a, b).
En ese contexto, el autoritarismo, el dogmatismo y una visin
clasista de la realidad social peruana dieron forma a una cultura
poltica contenciosa, de confrontacin o lucha de contrarios (lu-
cha de clases, lucha ideolgica, etc.), profundizando la fragmen-
tacin al interior de la izquierda, cuyas organizaciones dentro y fuera
de las universidades se enfrentaban no solo con sus opositores de
otras vertientes polticas (conservadores y liberales de centro y dere-
cha), sino tambin muy comnmente y de maneras encarnizadas
entre ellas mismas, acusndose mutuamente de oportunismo, re-
visionismo, aventurerismo, intelectualismo, etc.
No obstante, hacia nes de los aos setenta, y luego de arduos
debates y nuevas rupturas internas, las organizaciones de izquierda
incluyendo a muchas de las que proponan la lucha armada revolu-
cionaria participaron en su gran mayora en el proceso de transicin
democrtica por la va de las elecciones iniciado en 1979 para la
Asamblea Constituyente, seguido de las elecciones nacionales de
1980, con las que lleg a su n ms de una dcada de gobierno militar.
Tan solo Sendero Luminoso, y luego tambin el Movimiento Revolu-
cionario Tpac Amaru (MRTA), optaron por la va armada, lo cual
tuvo repercusiones profundas en el mbito universitario, principal-
mente por la violencia poltica que durante los aos ochenta se insta-
l con mucho mayor fuerza en este escenario, en el que se producan
enfrentamientos constantes entre los grupos alzados en armas y las
dems organizaciones de izquierda, adems de desapariciones,
muertes y una represin policial y militar que se realizaba muchas
veces de manera indiscriminada sobre estudiantes y grupos de
orientacin marxista (ibdem).
Ms adelante, entre 1991 y 1992, se instalaron bases militares en
varias universidades pblicas, que permanecieron all hasta el ao
2000, junto a comisiones reorganizadoras designadas por el gobierno
de Alberto Fujimori. Todo esto contribuy a una signicativa reduc-
cin de la actividad poltica estudiantil durante los aos noventa,
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
22
cuando surgieron incluso a actitudes antipolticas entre los jvenes
(Montoya, 1993; Ponce Marios, 2002; Yalle Quincho, 2008), aunque
de hecho esta reduccin march en paralelo con un proceso mayor de
despolitizacin en la sociedad peruana, armacin del autoritarismo
y crisis general de los partidos polticos (Degregori, 2001).
La breve resea presentada hasta aqu nos permite evaluar algu-
nos cambios y continuidades en el mundo de la poltica estudiantil.
En ese sentido, una constatacin fundamental es que el panorama so-
cial, econmico y poltico del Per de hoy es enormemente distinto al
de la ltima mitad del Siglo XX. Atrs quedaron el orden oligrquico
que sobrevivi hasta los aos setenta, el gobierno militar que le dio la
estocada nal, los sucesivos perodos de crisis econmica, la violen-
cia poltica de los aos ochenta y noventa, y el proyecto autoritario
del gobierno de Alberto Fujimori. Y as tambin pasaron a la historia
la Guerra Fra, los regmenes militares que gobernaban buena parte
de Amrica Latina, y muchos de los proyectos armados inspirados
en las revoluciones socialistas del siglo pasado.
En el Per, casi todos los lderes y partidos de izquierda abando-
naron la idea de la revolucin y apostaron por una democracia cons-
titucional basada en elecciones. Sin embargo, an cuando la mayora
de los dirigentes, partidos y autoridades elegidas pueden reconocer
en el discurso que la democracia implica tolerancia, respeto por las
diferencias y rechazo a la violencia como medio de accin poltica, es-
tos principios no siempre ni necesariamente se reejan en sus accio-
nes.
Luego de analizar este tipo de fenmenos y paradojas, diversos
autores han coincidido en sealar que la cultura poltica en el Per es-
t enraizada en una tradicin autoritaria de muy larga data (Flores
Galindo, 1999; Portocarrero et al., 2010), que hoy en da lleva adems
la impronta de la reciente historia de violencia originada por Sendero
Luminoso. Esa tradicin estara aorando en diversos momentos e
instancias de la poltica nacional, pero tambin en mbitos que alcan-
zan incluso a las relaciones interpersonales en la vida cotidiana, bajo
I N T R O D U C C I N
23
la forma de mltiples formas de discriminacin (Ames, 2011). Desde
luego, el sistema educativo no sera ajeno a esa tradicin.
Las universidades pblicas constituyen precisamente uno de los
espacios en los que con mayor claridad se percibe la presencia de esa
cultura poltica autoritaria, a pesar de que las organizaciones estu-
diantiles han perdido buena parte del protagonismo que tenan aos
atrs. Y asimismo, esa manera vertical de entender la poltica persiste
an cuando en la actualidad ya no estn presentes varios de los ele-
mentos del contexto socio-histrico nacional e internacional que con-
6
dicionaron la aparicin de tales discursos y proyectos radicales.
Por todas estas consideraciones, es vlido entonces que nos pre-
guntemos por las condiciones y factores que contribuyen actualmen-
te a la reproduccin de una cultura poltica autoritaria, dogmtica y
clientelar en las universidades pblicas peruanas. Y as tambin, im-
porta conocer los intereses polticos, el nivel de involucramiento en
los asuntos pblicos y las actitudes hacia la democracia y los valores
democrticos entre los jvenes universitarios. No se trata, por su-
puesto, de cuestionamientos fciles de responder. Nuestra propues-
ta en esta ocasin es empezar a analizar la problemtica ensayando
una mirada general sobre un caso concreto, el de los estudiantes de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
El trabajo que presentamos en esta publicacin constituye una
aproximacin al mundo de la poltica estudiantil en la UNMSM. El
estudio, planteado como parte de una exploracin mayor sobre la
cultura poltica de los jvenes, est basado en una encuesta realizada
en diciembre del 2012 entre estudiantes sanmarquinos, en el marco
del Proyecto Juventud y Poltica en la Universidad Peruana, im-
plementado desde ese mismo ao por la Secretara Nacional de la Ju-
6 Los rasgos autoritarios, sectarios, dogmticos y clientelares en la cultura poltica uni-
versitaria son percibidos y reconocidos por los estudiantes, por ejemplo en la
UNMSM, segn se desprende de una exploracin mediante entrevistas y grupos foca-
les realizada all por la SENAJU en octubre del 2012. Y a esto se suma, con mayor clari-
dad en los ltimos cinco aos, la presencia cada vez ms activa de jvenes estudiantes
que reivindican la ideologa de Sendero Luminoso (el llamado marxismo-leninismo-
maosmo-pensamiento Gonzalo), desarrollan trabajo poltico en varias universida-
des pblicas, y comparten aquella concepcin contenciosa de la poltica.
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
24
ventud (SENAJU) a travs de su Direccin de Investigacin y Desa-
7
rrollo. El objetivo del estudio fue conocer las opiniones y actitudes
de los estudiantes de la UNMSM en relacin con diversos aspectos de
la poltica, la democracia, la educacin y la vida universitaria, para lo
cual empleamos un cuestionario estructurado, validado con partici-
8
pacin de alumnos y egresados (ver Anexo). Con esta herramienta
obtuvimos informacin de 470 estudiantes seleccionados en forma
aleatoria y en base a un diseo muestral estraticado, considerando
cuatro grandes reas acadmicas: Ingenieras y Ciencias Bsicas,
Ciencias de la Salud, carreras Econmico-Empresariales, y Ciencias
Sociales y Humanidades.
Este informe presenta los primeros resultados de la encuesta, a
partir de un anlisis bsico e inicial de estadstica descriptiva que in-
cluye frecuencias y porcentajes principalmente con arreglo a las cua-
9
tro grandes reas mencionadas. Hemos agrupado la informacin si-
guiendo un criterio temtico para mostrar una suerte de fotografa
actual del mundo poltico estudiantil en la UNMSM. Asimismo, en
algunos casos recurrimos a otros estudios y a fuentes secundarias o
complementarias para contextualizar mejor los datos ofrecidos.
Organizamos el reporte en cinco captulos, correspondientes a
los grandes temas abordados por la encuesta. El primero presenta las
principales caractersticas socio-demogrcas de los encuestados,
incluyendo datos como su procedencia, antecedentes sociales y edu-
cativos de los padres, adems de informacin bsica sobre sus estu-
dios y otras actividades. En general, los estudiantes de esta muestra
son de origen mayormente capitalino, por lo comn hijos de migran-
tes pertenecientes a un sector que podemos considerar de clase me-
7 Sobre el proyecto, vase (campaa informati-www.juventud.gob.pe/politica-joven/
va Poltica Joven Sin Violencia ni Dogmatismos).
8 Para la construccin del cuestionario tomamos en cuenta algunas preguntas y escalas
de instrumentos e informes de estudios como: Proyecto de Opinin Pblica de Am-
rica Latina (LAPOP) de la Vanderbilt University (v. Carrin, Zrate y Seligson, 2012),
Latinobarmetro (www.latinobarometro.org), Perl del Elector Peruano (JNE, 2010) y
II Censo Nacional Universitario 2010 (INEI, 2011).
9 La distribucin de facultades y escuelas profesionales incluidas en cada una de las cua-
tro grandes reas acadmicas gura en la pgina web de la UNMSM: www.unmsm.
edu.pe (Seccin: Facultades).
I N T R O D U C C I N
25
dia emergente asentado sobre todo en los distritos de Lima Norte,
Este y Sur.
El segundo captulo analiza algunos elementos de la cultura po-
ltica estudiantil, especialmente aquello que los estudiantes entien-
den por democracia y poltica; sus inclinaciones polticas, medi-
das en funcin de la ubicacin de los jvenes en el espectro que va
de la izquierda a la derecha; y ciertos elementos que podran ser-
vir como referencias para inferir sus orientaciones ideolgicas. En es-
tos aspectos, encontramos que en general los estudiantes tienden a
aproximarse a una visin liberal de la poltica y la democracia, con
predominancia del centrismo, pero con inclinaciones de izquierda
en algunas carreras.
El tercer captulo nos brindar una imagen de cmo se inserta la
poltica en el mbito ms amplio de la vida universitaria. Empieza
mostrando datos sobre el nivel de inters de los estudiantes en la po-
ltica, sus maneras de informarse sobre los asuntos polticos universi-
tarios y su participacin en diversas situaciones y espacios ligados a
la poltica: organizaciones, asambleas y deliberaciones, acciones de
protesta, procesos electorales, entre otros; y veremos tambin en este
captulo cules son las preferencias de los jvenes en cuanto a los li-
derazgos polticos y las demandas estudiantiles. Al respecto, destaca
en ellos una valoracin de los liderazgos pragmticos y ejecutivos
orientados a los resultados y la solucin expeditiva de los problemas.
El cuarto captulo muestra las opiniones y actitudes de los j-
venes frente al desempeo de diversas personas e instancias de la
estructura organizativa universitaria: grupos polticos estudiantiles,
docentes, autoridades, servicios educativos, etc. Esta seccin incluye,
por ejemplo, datos sobre cmo perciben los alumnos la calidad de la
educacin que reciben en la universidad, o cmo juzgan a quienes
ocupan posiciones polticas o administrativas, adems de sus opinio-
nes sobre el carcter democrtico o autoritario de determinados acto-
res universitarios.
El quinto captulo se ocupa de temas ligados a la memoria de la
violencia poltica en las universidades y el conocimiento sobre la
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
26
27
ideologa de Movadef y Sendero Luminoso. Aqu veremos que las
propuestas de esos grupos son ampliamente rechazadas por los estu-
diantes, quienes en su mayora reconocen la vinculacin entre am-
bos.
Finalmente, las conclusiones incluyen un resumen de los hallaz-
gos ms importantes de la encuesta y proponen una discusin acerca
de los aportes que brinda este informe al conocimiento de la cultura
poltica de los estudiantes universitarios, luego de lo cual ofrecemos
algunas recomendaciones que pueden contribuir al diseo y ejecu-
cin de polticas para el fortalecimiento de la democracia en las uni-
versidades peruanas.
I N T R O D U C C I N
Captulo 1
La historia de las universidades peruanas en general, y de San Mar-
cos en particular, registra desde mediados del Siglo XX un marcado
incremento del nmero de estudiantes, lo cual en buena medida apa-
rece como correlato de otros procesos sociales, principalmente las
migraciones del campo a la ciudad que se produjeron en esos aos en
todo el pas y especialmente hacia Lima. Pero si bien la UNMSM ha
albergado desde siempre a estudiantes de otras zonas del pas, du-
rante mucho tiempo stos provinieron comnmente de las elites re-
gionales o de los sectores ms acomodados de la sociedad. Para los
aos sesenta y setenta, en cambio, era ya visible en esta Universidad
una fuerte presencia de jvenes provincianos de extraccin popular,
migrantes o hijos de migrantes de diversas partes del pas asentados
en Lima, que en 1980 eran cerca de la mitad de la poblacin estudian-
til (Lynch, 1990), proporcin que fue creciendo en adelante hasta lle-
gar a la situacin actual, en que tenemos en esta Universidad a una
mayora de estudiantes limeos hijos de migrantes, as como una
considerable presencia de mujeres.
Empezamos mencionando estos aspectos debido a que, en bue-
na medida, los cambios que se han producido en la composicin so-
Caractersticas de la muestra: un
acercamiento al perl socio-demogrco
del estudiante sanmarquino
28
29
cial del estudiantado sanmarquino a lo largo de los ltimos 70 u 80
aos aparecen como un reejo de otros procesos mayores de cambio
demogrco en Lima y otras partes del pas, algo que no se limita a
los antecedentes familiares o regionales de los estudiantes, sino que
involucra tambin cuestiones como el acceso a la educacin y los in-
gresos econmicos, en el marco de una evolucin en las tendencias
de movilidad social en el Per.
A continuacin mostraremos una serie de caractersticas de los
estudiantes que conformaron la muestra de esta investigacin, sea-
lando en su momento algunas similitudes o diferencias de nuestros
datos con aquellos obtenidos en otros estudios, o informacin com-
plementaria que puede ayudar a contextualizar los datos.
1.1. Sexo, edad y ao de estudios
En lo que respecta a la distribucin por sexo en esta encuesta, la dife-
rencia en las proporciones de hombres y mujeres es casi la misma que
reporta el II Censo Nacional Universitario del ao 2010 realizado por
el Instituto Nacional de Estadstica e Informtica (INEI). Mientras
que en ese ao el INEI encontr en la UNMSM un 57,1% de hombres
y un 42,9% de mujeres, en nuestro estudio esos porcentajes fueron de
10
57,7% y 42,3% para hombres y mujeres, respectivamente. Aqu, al
ver la similitud en los porcentajes, hay que considerar que nos basa-
mos en los datos del censo universitario al momento de disear y es-
timar los tamaos de muestra para cada una de las cuatro grandes
reas acadmicas en las que agrupamos los datos, tomando en cuen-
ta tambin sus diferencias internas en la distribucin por sexo, para
representar mejor los desequilibrios que ocurren en la situacin real,
en la que se da una mayor presencia de hombres en ciertas carreras, y
de mujeres en otras. Esto se puede apreciar en la Tabla 1, que muestra
tambin una mayor concentracin de estudiantes, en trminos abso-
lutos, en las reas de Ciencias Bsicas/Ingenieras y en Ciencias So-
ciales/Humanidades, en comparacin con las carreras Econmico-
10 Estas cifras no se alejan mucho de los promedios nacionales para hombres y mujeres en
las universidades nacionales: 56.3% de hombres y 43,7% de mujeres, segn el INEI.
C A R A C T E R S T I C A S D E L A M U E S T R A
30
Empresariales y de Ciencias de la Salud. Considerando estas diferen-
cias, los datos mostrados a lo largo de este informe presentan porcen-
tajes ponderados de acuerdo al tamao de las reas acadmicas sea-
ladas.
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
Tabla 1
Muestra de estudiantes encuestados por sexo, segn reas de estudio
reas de estudio Total
Hombre
N %
Mujer
N %
Total
Ciencias Bsicas e Ingenieras
Ciencias Sociales y Humanidades
Econmico Empresariales
Ciencias de Salud
470
167
127
99
77
271
119
70
53
29
57,7
71,3
55,1
53,5
37,7
199
48
57
46
48
42,3
28,7
44,9
46,5
62,3
Fuente: SENAJU - DINDES. Encuesta sobre poltica y democracia en la UNMSM 2012.
Vale destacar la importante presencia de mujeres en la UNMSM,
que da cuenta de un proceso mayor de creciente participacin de las
mujeres peruanas en variados mbitos de desenvolvimiento social,
pues adems de la educacin, es comn ver su presencia y desempe-
o en campos profesionales y polticos, algo que ocurra con mucho
menor frecuencia hasta hace unas tres dcadas. Aqu cabe tomar en
consideracin que durante el proceso de masicacin del acceso a la
educacin superior la participacin femenina creci a un ritmo ma-
yor que la de los hombres: a comienzos de la dcada de 1960, las mu-
jeres representaban menos de un tercio de la poblacin universitaria
nacional, cifra que se elev a 43,4% en 1981 (Carrin, 1991), lo cual no
se ha modicado mucho desde entonces, posiblemente debido a la
facilidad de acceso y ampliacin de la oferta educativa para mujeres
en instituciones universitarias privadas, donde a nivel nacional el
31
C A R A C T E R S T I C A S D E L A M U E S T R A
nmero de mujeres alcanza un poco ms de la mitad (52,3% segn el
INEI). En nuestro estudio, las mujeres conformaron el 42,3% de la
muestra total. Sin embargo, en la distribucin por sexo resaltan las
diferencias entre las diversas reas acadmicas, pues resulta que en
las carreras de Ciencias Bsicas/Ingenieras las mujeres fueron una
minora (28,7%), mientras que las especialidades de Ciencias de la
Salud estuvieron pobladas mayoritariamente por mujeres (62,3%).
Conviene tener esto en cuenta al momento de interpretar las opinio-
nes y actitudes reejadas en los datos que veremos ms adelante.
La Tabla 2 ofrece informacin sobre las edades de los encuesta-
dos y sus aos de ingreso a la Universidad. Vemos que la muestra
comprende principalmente a jvenes que reportan tener de 20 a 24
aos de edad (61,1%), luego una menor proporcin de estudiantes
que declaran tener menos de 20 aos (28,7%), y casi una dcima parte
que seala tener ms de 24 aos. Se trata entonces de una muestra en
general un poco ms joven que la poblacin censada en el ao 2010
por el INEI, en la que el grupo de 20 a 24 aos de edad era algo menor
(51,3%) y haba una mayor presencia de estudiantes que superaban
los 24 aos.
Poco menos de la mitad de los encuestados (47,7%) inform ha-
ber ingresado a la Universidad en el mismo ao en que se realiz la
encuesta o en el ao previo (2012 y 2011), mientras que el resto seal
haber ingresado antes del 2011. Al respecto, podemos tomar en cuen-
ta que, segn datos del INEI, solo el 14% de los estudiantes de San
Marcos ingresa al ao siguiente de terminar la secundaria, en tanto
que el promedio de veces que el estudiante sanmarquino ha postula-
do antes de ingresar es de 2,8. Es decir, el grueso de la poblacin de
esta Universidad no suele ingresar inmediatamente despus de cul-
minar sus estudios secundarios (INEI, 2011). Esto tiene que ver con la
mayor dicultad que puede signicar el ingreso a la UNMSM, prin-
cipalmente debido a la cantidad de postulantes, en comparacin con
otras universidades del pas, sean pblicas o privadas.
32
Por otro lado, debemos sealar tambin que los estudiantes de
Ciencias de la Salud tienen en la muestra un perl ms joven que el
de sus compaeros de otras reas, y en su mayora se encontraban
11
cursando los dos primeros aos de sus carreras (Grcos 1 y 2), lo
cual se debera a un posible sesgo en la etapa de recoleccin de los da-
tos. En las otras reas, los datos aparecen algo ms equilibrados, aun-
que cabe mencionar que entre los encuestados de Ciencias Socia-
les/Humanidades tuvimos a una mayor proporcin de jvenes que
dijeron haber ingresado antes del ao 2011 (67%).
Tabla 2
Muestra de estudiantes encuestados por sexo, segn edades
y aos de ingreso a la Universidad
Total
Edades
Menores de 20 aos
De 20 a 24 aos
De 25 a ms aos
Ao de ingreso a la Universidad
De 2011 a 2012 (primeros aos)
Antes del 2011 (avanzados)
470
135
287
46
224
242
100.0
28,7
61,1
9,8
47,7
51,5
271
58
176
35
111
157
57,7
43,0
61,3
76,1
49,6
64,9
199
77
111
11
113
85
Nota: Excluye a seis encuestados que no respondieron las preguntas sobre la edad (2) y el ao de ingreso (4).
Fuente: SENAJU - DINDES. Encuesta sobre poltica y democracia en la UNMSM 2012.
Informacin del estudianteTotal Hombre
N %
Mujer
N % %N
42,3
57,0
38,7
23,9
50,4
35,1
11 En unos pocos grcos a lo largo del informe, la sumatoria de los porcentajes no arroja
exactamente 100% por efecto del redondeo de cifras decimales.
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
33
Grco 1
Estudiantes encuestados por grupos de edad, segn reas de estudio
(Distribucin porcentual)
100%
75%
50%
25%
0%
Ciencias Bsicas
e Ingenieras
Ciencias Sociales
y Humanidades
Econmico -
Empresariales
Ciencias de
la Salud
Menores de 20 aos De 20 a 24 aos De 25 a ms aos
24
63
13
18
69
13
26
68
6
61
36
3
Total de entrevistados: 468 que contestaron la pregunta sobre la edad.
Fuente: SENAJU - DINDES. Encuesta sobre poltica y democracia en la UNMSM 2012.
Total (%)
29
61
10
100%
Total de entrevistados: 466 que contestaron la pregunta sobre el ao de ingreso.
Fuente: SENAJU - DINDES. Encuesta sobre poltica y democracia en la UNMSM 2012.
Grco 2
Aos de ingreso de los estudiantes, segn reas de estudio
(Distribucin porcentual)
75%
50%
25%
0%
Ciencias Bsicas
e Ingenieras
Ciencias Sociales
y Humanidades
Econmico -
Empresariales
Ciencias de
la Salud
De 2011 a 2012 (primeros aos) Antes del 2011 (avanzados)
Total (%)
48
52
45
55
33
67
39
61
91
9
C A R A C T E R S T I C A S D E L A M U E S T R A
34
1.2. Antecedentes sociales y familiares
La Tabla 3 presenta datos sobre el lugar de nacimiento que reporta-
ron los estudiantes. Como vemos, se trata de jvenes que mayorita-
riamente sealaron haber nacido en Lima (72,5%), en tanto que solo
una cuarta parte de ellos manifest que provena de otras regiones
del pas. En este punto notamos ya una clara diferencia entre los san-
marquinos de hoy, mayormente de origen capitalino, y aquellos que
estudiaron en los aos setenta, cuando haba una mayor presencia de
inmigrantes (Lynch, 1990).
Este dato, sin embargo, no es nuevo. Segn informes
estadsticos emitidos por la UNMSM en 1997, el 67% de los alumnos
que en ese ao postularon para ingresar a San Marcos haba nacido
en Lima Metropolitana. En el 2002, la proporcin de alumnos matri-
culados nacidos en Lima Metropolitana era del 60%; mientras que
para el ao 2007 el 71% indic al departamento de Lima como lugar
12
de procedencia. Resulta clara entonces la predominancia de una po-
blacin sanmarquina de origen urbano y capitalino.
La misma Tabla 3 incluye informacin sobre los lugares de resi-
dencia de los participantes en el estudio. Encontramos aqu que un
62,7% manifest que vive en distritos de los llamados conos de la
ciudad de Lima, principalmente en las zonas Norte y Este. Es decir,
en las reas de la ciudad que crecieron como ncleos urbanos a partir
de las grandes migraciones ocurridas en la segunda mitad del Siglo
XX. Por otro lado, un signicativo 31% indic que vive en los distritos
de Lima Centro y la provincia del Callao.
12 Para este ao no existen datos referentes especcamente a Lima Metropolitana.
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
35
Tabla 3
Lugares de nacimiento y residencia de los estudiantes
Total
Lugar de nacimiento
Lima Metropolitana/Callao
Otras provincias/regiones del pas
No responde
Lugar de residencia
Distritos de Lima Norte
Distritos de Lima Centro
Distritos de Lima Este
Distritos de Lima Sur
Callao
Otras provincias de Lima
No responde
470
341
119
10
138
125
105
52
40
5
5
100,0
72,5
25,3
2,2
29,3
26,6
22,3
11,1
8,5
1,1
1,1
Fuente: SENAJU - DINDES. Encuesta sobre poltica y democracia en la UNMSM 2012.
Informacin del estudianteTotal
N %
Siendo el acceso a la educacin superior un indicador de estatus
social, podemos decir que, en cierto modo, la procedencia mayorita-
ria de los estudiantes sanmarquinos da cuenta de un largo proceso de
integracin y ascenso social de poblaciones que hasta hace algunas
dcadas eran vistas como marginales o urbano-marginales y
luego como sectores emergentes. Hoy en da, en cambio, se recono-
ce cada vez ms la consolidacin y el dinamismo social y econmico
de quienes viven en los distritos de las zonas Norte, Este y Sur de Li-
ma, que conforman lo que Arellano y Burgos (2008) han denominado
Lima Conurbana. Estos autores sealan que mientras Lima Centro
y el Callao pasaron de un milln y medio de personas en 1960 a cerca
C A R A C T E R S T I C A S D E L A M U E S T R A
36
de tres millones en el 2000, Lima Conurbana pas de cero a cinco mi-
llones de personas en ese mismo perodo, albergando as a casi dos
tercios de la poblacin de la capital en zonas que tenan, adems, ma-
yores espacios disponibles para la expansin urbana.
Resulta entonces que las caractersticas de la muestra de este es-
tudio estaran reejando un proceso de movilidad social ocurrido en
el pas en las ltimas dcadas, particularmente en Lima (Benavides,
2007). No obstante, no podemos dejar de lado que al menos una cuar-
ta parte de los encuestados seal como lugar de origen a otras regio-
nes del pas, lo cual agrega un importante componente de diversidad
al panorama social sanmarquino.
Ms de la mitad de los estudiantes (53,6%) report que tanto sus
padres como sus madres provenan de fuera de Lima o el Callao, co-
mo se muestra en la Tabla 4. Esto nos ayuda a conrmar y aclarar la
gura ofrecida en el acpite previo. Es decir, estamos ante una im-
portante proporcin de jvenes limeos que, en trminos sociolgi-
cos, pueden ser categorizados como migrantes de segunda genera-
cin por la procedencia de sus padres. Luego tenemos a una cuarta
parte que arm que al menos uno de sus padres (el padre o la ma-
dre) provena de fuera de la capital, mientras que solo una quinta
parte indic que ambos eran de Lima o el Callao.
Comparativamente, estos datos son algo distintos de aquellos
que presentaba el II Censo Universitario Sanmarquino de Pregrado
del ao 2007, en el que menos de la tercera parte de los estudiantes
(31%) reportaba que sus padres eran ambos de fuera de Lima o el Ca-
llao. Sin embargo, en trminos generales, hablamos de una mayora
de jvenes limeos que tendran un cierto perl provinciano por el
origen de sus padres y su socializacin familiar.
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
37
Tabla 4
Lugares de origen y nivel educativo de los padres de los estudiantes
470
95
118
252
2
3
25
138
155
144
8
53
151
150
102
14
100,0
20,2
25,1
53,6
0,5
0,6
5,3
29,4
33,0
30,6
1,7
11,2
32,1
32,0
21,7
3,0
Fuente: SENAJU - DINDES. Encuesta sobre poltica y democracia en la UNMSM 2012.
Informacin del estudianteTotal
N %
Total
Lugar de origen de los padres
Ambos padres son de Lima/Callao
Uno de los padres es de Lima/Callao
Ambos padres son de fuera de Lima/Callao
Al menos uno de los padres es del extranjero
No sabe/No contesta
Nivel de estudios del padre
Sin estudios/Primaria
Secundaria
Superior Tcnica/Superior no universitaria
Superior universitaria/Postgrado
No sabe/No contesta
Nivel de estudios de la madre
Sin estudios/Primaria
Secundaria
Superior Tcnica/Superior no universitaria
Superior universitaria/Postgrado
No sabe/No contesta
Ms de la mitad de los encuestados indic que sus padres y ma-
dres lograron alcanzar niveles superiores de escolaridad. Un tercio
seal tener padres con formacin superior tcnica o superior no
universitaria, un dato muy similar al que registramos para las ma-
dres (32%). Luego, una proporcin similar, aunque ligeramente infe-
rior (30,6%), report que sus padres tenan educacin universitaria o
C A R A C T E R S T I C A S D E L A M U E S T R A
38
de postgrado, mientras que un 21,7% dijo que sus madres haban al-
canzado estos mismos niveles educativos.
De acuerdo con estos datos, parece ser que un importante sector
de los estudiantes sanmarquinos proviene de hogares con antece-
dentes sociales que los ubican en sectores medios educados. Tam-
bin aqu habra cierta diferencia con una gura muy comn entre
los universitarios de la segunda mitad del Siglo XX, cuando muchos
estudiantes aparecan como los primeros que en sus familias alcanza-
ban la formacin superior universitaria, marcando la pauta de un
proceso colectivo de ascenso social en los nuevos sectores populares
urbanos. Actualmente esa gura persiste aunque quizs en menor
medida que en dcadas pasadas, por lo que sugiere la presencia de
una proporcin de alrededor del 30% de estudiantes que estaran su-
perando el nivel educativo logrado por sus padres con formacin b-
sica (primaria o secundaria). Es decir, para un sector de estudiantes y
sus familias, la Universidad parece seguir operando como un vehcu-
13
lo de movilidad social ascendente.
No est de ms mencionar lo que las diferencias en los antece-
dentes familiares y educativos pueden signicar tanto para el acceso
a la educacin superior como para el desempeo de los estudiantes
en el medio universitario. Al respecto, en un reciente anlisis de da-
tos de la Encuesta Nacional de Hogares para los aos 2008 al 2010, se
sostiene que si bien la expansin educativa de las dcadas pasadas
produjo una signicativa movilidad educativa inter-generacional,
sta se encontrara restringida y condicionada por los orgenes socia-
les, de tal suerte que son los hijos de padres con educacin superior
quienes tienen ms probabilidades de alcanzar ese nivel educativo
14
(Benavides y Etesse, 2012).
13 A manera de comparacin, podemos indicar que, segn la ENAJUV 2011, el 21,3% de
la poblacin peruana de 20 a 29 aos tiene niveles de educacin superior universitaria
completa o incompleta.
14 Esto tampoco es nuevo. En su clsico estudio sobre el sistema educativo francs, Bour-
dieu y Passeron (2009) sealaron que los orgenes sociales de los estudiantes franceses
inuan en sus resultados acadmicos. Estos autores encontraron que los reconoci-
mientos educativos se dirigan a quienes se encontraban en posiciones de ventaja cul-
tural, social o econmica, reforzando desigualdades sociales de origen.
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
39
Luego encontramos que el 62% de los participantes en la encues-
ta seal haber estudiado la educacin secundaria en escuelas pbli-
cas, mientras que solo el 38% indic haber estudiado en colegios pri-
vados, como se muestra en el Grco 3.
Grco 3
Tipo de escuela en que los encuestados estudiaron la educacin secundaria,
segn reas de estudio
(Distribucin porcentual)
100%
75%
50%
25%
0%
Ciencias Bsicas
e Ingenieras
Ciencias Sociales
y Humanidades
Econmico -
Empresariales
Ciencias de
la Salud
Escuela pblica Escuela privada / particular
Total de entrevistados: 424 que respondieron la pregunta sobre el tipo de colegio en que estudiaron la secundaria.
Fuente: SENAJU - DINDES. Encuesta sobre poltica y democracia en la UNMSM 2012.
Total (%)
62
38
5862
38
60
40
66
3442
En este aspecto, nuestros datos coinciden bastante con lo halla-
do en el II Censo Nacional Universitario del 2010, que para los estu-
diantes de la UNMSM arroj porcentajes de 63% y 37% para la proce-
dencia de escuelas pblicas y privadas, respectivamente. Sea como
fuere, la proporcin de estudiantes sanmarquinos que proceden de
escuelas privadas es mayor al 23% que se registr en aquel censo co-
C A R A C T E R S T I C A S D E L A M U E S T R A
40
mo promedio nacional para los matriculados en universidades p-
blicas.
Ofrecimos a los estudiantes una escala en la que les pedimos que
ubiquen los ingresos de sus familias. Aqu debemos mencionar que
no planteamos esta pregunta para conocer realmente ese nivel de in-
gresos. Lo que pretendimos en este caso fue obtener tan solo un dato
referencial aproximado, en primer lugar porque no podamos supo-
ner que los jvenes manejaban esta informacin, y adems porque la
pregunta misma se poda prestar para que ciertas formas de sesgo
afecten los datos, ya que por diversas razones algunos encuestados
podran querer presentar a sus familias como ms pudientes o ms
empobrecidas de lo que en verdad son. Desde luego, existen mto-
dos ms precisos para determinar esta variable (como por ejemplo el
que se emplea en la Encuesta Nacional de Hogares del INEI). En este
estudio, obtuvimos solamente la percepcin de los estudiantes sobre
los ingresos de sus familias, en parte para contrastar esta informacin
con la que reportaban para otros rubros, pero tambin para comparar
los resultados con los del II Censo Nacional Universitario, que in-
clua una pregunta muy similar.
La Tabla 5 presenta lo que los estudiantes reportaron ante esta
pregunta. Vemos que casi la mitad (48,9%) perciba que sus familias
tenan ingresos econmicos mensuales que no superan los dos mil
soles. Algo ms de un tercio seal que su familia tendra ingresos
que uctan entre los dos mil y los cuatro mil soles; y un poco ms de
la dcima parte declar ingresos familiares por sobre los cuatro mil
soles.
Es de resaltar la aparente brecha que parece presentarse en este
punto. Si nos jamos en la tabla, muy pocos encuestados sealaron el
rango de ingresos que va de los 2001 a los 3000 soles, pero s obtuvie-
ron porcentajes signicativos los rangos ubicados por encima o de-
bajo de esas cantidades (en todas las reas acadmicas). Es decir, al
menos aproximativamente, estas diferencias en las percepciones po-
dran ser indicativas de una brecha de desigualdad econmica entre
los estudiantes.
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
41
Tab
la 5
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167
127
99
77
123
43
24
27
29
26
,2
25
,7
18
,9
27
,3
37
,7
10
7
42
33
20
12
22
,8
25
,1
26
,0
20
,2
15
,6
21 4
12 5 0
4,5
2,4
9,4
5,1
0,0
14
5
55
29
34
27
30
,9
32
,9
22
,8
34
,3
35
,1
42
11
16
12 3
8,9
6,6
12
,6
12
,1
3,9
15 6 5 1 3
3,2
3,6
3,9
1,0
3,9
17 6 8 0 3
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3,6
3,6
6,3
0,0
3,9
C A R A C T E R S T I C A S D E L A M U E S T R A
42
Luego, viendo los porcentajes para las reas de estudio, encon-
tramos algunas diferencias que cabe sealar. En las carreras Econ-
mico-Empresariales hay un sector importante, cercano a la mitad de
los encuestados para esa rea (47,4%), que report ingresos familia-
res por encima de los 3000 soles, mientras que en Ciencias Sociales y
Humanidades quienes dijeron tener esos ingresos eran signicativa-
mente menos (39,3%). Por otro lado, en Ciencias de la Salud, ms de
la mitad de los encuestados (53,3%) seal que sus ingresos familia-
res se ubicaban por debajo de los 2000 soles.
En general, estos resultados contrastan con los del II Censo Na-
cional Universitario del 2010, en el que el 85% de la poblacin censa-
da en la UNMSM seal que sus ingresos familiares mensuales eran
de hasta dos mil soles, porcentaje que en el conjunto de las universi-
dades pblicas llegaba al 91%, mientras que en las privadas era de
73%. Aqu podemos hacer al menos un par de comentarios. En pri-
mer lugar, las diferencias entre lo que muestra el censo para el caso
de la UNMSM y los datos de nuestro estudio podran explicarse por
sesgos derivados de las distintas metodologas empleadas para reco-
ger la informacin, ya que en el censo se us un cuestionario accesible
va internet (formulario web estructurado, que requera datos perso-
nales de identicacin), y en nuestro caso recurrimos a cuestionarios
annimos auto-administrados que los encuestadores entregaban di-
rectamente a los alumnos. En segundo lugar, si nos remitimos solo a
la diferencia entre la percepcin de ingresos familiares entre los estu-
diantes de la UNMSM y los de otras universidades pblicas, segn
los datos del censo, parecera que en la percepcin de los sanmarqui-
nos stos tendran una posicin econmica algo mejor que el prome-
dio de sus pares de otras universidades pblicas.
En la Tabla 6 mostramos la informacin que los encuestados
ofrecieron sobre las fuentes de nanciamiento de sus estudios. Se
trat en este caso de una pregunta con mltiples opciones de res-
puesta. Vemos que poco ms de las tres cuartas partes de los alumnos
(76,2%) mencionaron a sus ncleos familiares ms prximos (padres
y hermanos), y una cuarta parte report autonanciamiento. Aqu
J V E N E S , U N I V E R S I D A D Y P O L T I C A
43
los datos desagregados por reas acadmicas presentan importantes
diferencias, pues mientras en Ciencias de la Salud la referencia al
apoyo familiar lleg al 92,2%, el porcentaje se reduca al 65,4% en el
caso de Ciencias Sociales/Humanidades, donde el autonancia-
miento se elevaba a un 37,8%, notablemente ms que en otras reas.
Estas diferencias podran deberse a varias razones, como los gastos
que implica estudiar determinada carrera, en comparacin con otras;
la posibilidad de realizar prcticas pre-profesionales tempranamen-
te; o el hecho de que en la muestra los estudiantes de Ciencias de la
Salud sean ms jvenes y de ms reciente ingreso a la Universidad,
comparados con sus compaer