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La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LA POLÍTICA CULTURAL DEL ESTADO MEXICANO:
ANTECEDENTES, SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS
NOTA METODOLÓGICA
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN. .............................................................................................................................. I
1.- JUSTIFICACIÓN DEL TEMA. .................................................................................................. X
2.- OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN. ............................................................................. XVII
3.- PLANTEAMIENTO Y DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA. .............................................. XIX
4.- PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN. ................................................................................. XXIV
5.- MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL DE REFERENCIA. ............................................... XXVII
6.- FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS. ....................................................................................... CVII
7.- COMPROBACIÓN-FALSACIÓN DE LAS HIPÓTESIS (PRUEBAS EMPÍRICAS O CUALITATIVAS). ........................................................................................................................ CVIII
CONCLUSIONES Y NUEVA AGENDA DE INVESTIGACIÓN. ........................................ CXXIV
FUENTES DE INFORMACIÓN. ........................................................................................... CXXXVII
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
I
INTRODUCCIÓN.
Todo depende del cristal con que se mira, y la cultura es el cristal por el cual
nuestra mirada comprende y aprehende el mundo, de ahí que ésta sea el común
denominador, lo que nos une e identifica en la vida cotidiana, nuestro ser y hacer
en el mundo está configurado por la cultura.
El estudio de la política cultura es el punto de partida que motiva esta
investigación, en el marco del proceso de modernización y globalización
económica que incide en el contexto sociopolítico de México y las afectaciones al
entorno y desarrollo de las manifestaciones culturales y educativas de nuestra
sociedad.
Hoy en día la globalización se ha estudiado, en la mayoría de los casos, como un
proceso fundamentalmente económico enfocado, en su esencia, al
establecimiento de un libre mercado internacional, es decir, un proceso de
globalización económico financiero que ve al mundo como un mercado, fuente de
insumos y espacio de acción, tanto para la producción como para la adquisición y
la comercialización de servicios, bienes, productos y tecnología a escala mundial.
En este sentido, podemos entender a la globalización cultural como la imposición
de un modelo cultural hegemónico que se da ante relaciones sociales, nacionales
e internacionales, principalmente a través de medios universales de comunicación,
que impacta en las culturas locales, nacionales y regionales; y ante lo cual, la
cultura debe asumir un papel prioritario en los asuntos nacionales, con el objetivo
de contrarrestar los efectos que tienden a homogeneizar los rasgos de identidad y
diversidad ya que, día con día, la “idea global” permite la mezcla de varias
culturas, o la disolución de algunas de ellas para ser absorbidas por las formas y
maneras dominantes de la “civilización” de los países centrales del capitalismo
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II
avanzado resultando en una especie de hibridación cultural global. Ante esta
situación, las culturas locales quedan sujetas a la explotación comercial, que hoy
en día es expresada en las llamadas industrias culturales del capitalismo mundial.
Estas industrias culturales, trastocan y alteran a la cultura y vida social; la forma
de verla, apreciarla, valorarla y consumirla no son más que la expresión misma de
una tendencia permanente por transformar a la cultura en mercancía para generar
plusvalía. Si bien es cierto, la industria cultural también es fuente de empleo y
crecimiento económico, no obstante, tiende a favorecer solo a un pequeño sector
o “élite”, el cual por lo general es ajeno a esa cultura de origen.
En este proceso de globalización cultural, el Estado Mexicano poco ha podido
hacer, y lejos de establecer políticas públicas que respondan a las necesidades de
defensa, afirmación y proyección de la identidad y la cultura de su sociedad, se ha
convertido en un gestor de la globalización económica, permitiendo que, a través
del libre mercado, se abran las puertas del territorio no solo a la liberalización
económica y financiera sino a modelos culturales, formas y hábitos de consumo,
así como a bienes, servicios y tecnologías ajenas a la identidad nacional.
Ante esta situación, podemos observar una falta de interés por articular políticas
públicas encaminadas no sólo a la preservación de costumbres y valores de la
identidad mexicana o a la expresión de las bellas artes, sino más bien a una
proyección cultural que procure un bienestar social, de ahí que en nuestro país se
percibe la ausencia de políticas culturales integrales.
En este sentido, son precisamente las políticas culturales, los medios y formas
públicas de las acciones encaminadas a revalorar y reafirmar la identidad cultural
de la nación, la esencia que trasciende sobre los intereses particulares. Para
lograr estas acciones, se debe poseer un soporte institucional; lo cual, no sucede
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III
en México, pues a diferencia de otros países, europeos por ejemplo, el nuestro no
posee un organismo cultural que sea integrador, con presencia y solidez jurídica,
como lo podría ser una Secretaría de Cultura; por ende, se dictaminan y
desarrollan políticas culturales de manera disgregada en instituciones como la
Comisión Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), la cual carece de
atributos para decidir de manera autónoma sobre cuestiones culturales, como
proyectos, presupuestos, investigaciones, etc., ya que para poder hacerlo,
depende de otras instituciones como el Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), o incluso de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Es así como la falta de
coordinación entre dichos organismos institucionales también genera que las
políticas culturales no se establezcan de forma integral, por lo que no se atienden
las necesidades que se presentan actualmente en nuestro país en materia de
cultura.
Asimismo, un aspecto que influye en la concepción y determinación de las
políticas culturales, es la relación entre cultura y desarrollo, mismo que no se ha
logrado consolidar toda vez que no se considera a la cultura como un generador
de desarrollo, y se supedita como un tema de discusión de último orden no
prioritario. Por su parte, el desarrollo, es una expresión de la cultura, al mismo
tiempo que la cultura es una fuente de desarrollo, por tanto, la correlación entre
ambas debe ser en términos de equidad socio-cultural para el crecimiento
nacional.
En México, es relevante hacer notar que el desarrollo y la cultura son elementos
que poco interactúan a favor de las necesidades sociales, y de la promoción, el
respeto y el reconocimiento de la diversidad cultural, por lo que se percibe que hay
una carencia en la integración de las políticas culturales y de desarrollo, dentro de
las estrategias del país que deben tener entonces como objetivo, hacer de la
cultura un asunto prioritario.
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La exploración del tema de Política Cultural es relativamente reciente, se trata de
un campo que tiene mucho que aportar a la ciencia política, sin duda, reviste
primordial importancia ya que es un ámbito que genera el uso de conceptos antes
soslayados como el pluralismo, el multiculturalismo, las formas de organización
autónomas, la democracia y la tolerancia, los cuales forman parte del contexto
global en la mayoría de los gobiernos.
En el caso de la Administración Pública el enfoque que propone la Política Cultural
es vincular áreas aun insuficientemente exploradas al ámbito institucional; pues no
sólo se trata de una administración cotidiana del patrimonio histórico, ni de
proporcionar cierto orden burocrático a los temas relacionados con el arte y la
cultura; sino que, por lo contrario, implica la intervención gubernamental en el
ánimo de promover, canalizar, proteger, rescatar y fomentar todas las
manifestaciones, al propiciar la participación de los distintos grupos involucrados y
adoptar decisiones conjuntas con el fin de consensuar acciones encaminadas a
lograr la transformación social no sólo para el desarrollo cultural, sino con
repercusión en el desarrollo político, económico y social.
Como parte de esas políticas, la educación es uno de los aspectos abordados con
gran interés por tales organismos, debido a su importancia para el desarrollo de un
país. Sin embargo, llama la atención el hecho de que una área antes considerada
dentro del ámbito educativo, haya merecido la importancia necesaria para darle un
tratamiento aparte, tal es el caso de la política cultural.
En 1970, en Venecia, por iniciativa de la UNESCO se iniciaron conferencias
intergubernamentales sobre políticas culturales, en las que se evidenció una
nueva dimensión, pues el crecimiento de los países no sólo puede ni debe
medirse por los índices macroeconómicos, ya que el desarrollo cultural implica el
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V
avance conjunto de la sociedad hacia el mejoramiento de sus condiciones de vida,
de ahí que sea otro el nivel de importancia de esta materia comparable con las
políticas de salud y alimentación, por tomar un ejemplo.
En México, la administración de la cultura cuenta con una organización muy
compleja, ya que abarca una extensa gama de actividades que van desde la
preservación del patrimonio cultural, las bellas artes, las culturas étnicas y
populares, hasta el fomento a la lectura. Por ello el interés de esta investigación es
analizar tal sistema, con la finalidad de aclarar cómo se aborda dentro del sector
educativo y qué tan conveniente es que se le considere un ámbito separado de
éste.
Por ello un elemento fundamental que distingue, caracteriza e incluso define a un
Estado es la cultura, pues involucra numerosas actividades realizadas
cotidianamente en todas las esferas que conforman la vida en sociedad. A primera
vista el concepto de la cultura resulta un tanto ambiguo y difuso debido a que
abarca las diversas interacciones que se dan entre lo público, lo privado y lo
social. Sin embargo, su mayor objetivo es el lograr el mejoramiento de las
condiciones de vida por medio de la superación del ser humano.
Por tal motivo, el objetivo general de esta investigación es analizar que, en un
contexto de global, las políticas culturales juegan un papel determinante para
México, aunque las actuales políticas se muestran limitadas y deficientes,
desvinculadas al tema del desarrollo cultural, y así, observar como dichas
políticas, son una herramienta para afrontar los retos culturales y de desarrollo que
hoy tiene el país en el contexto global. Para ello, se proponen alternativas en
materia de políticas culturales para el desarrollo social y económico de México. De
esta forma, éste análisis ubica a la cultura nacional, no como un bien, sujeto de
ser comercializado, sino como un elemento generador de desarrollo e integración,
que a través de instrumentos adecuados, como lo son las políticas culturales,
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pueden llegar a construir proyectos que fortalezcan, preserven y proyecten la
identidad y la cultura nacional.
Para el desarrollo de este objetivo, se observa en el primer capítulo el concepto de
cultura en México, redefiniéndose en un contexto histórico moderno, que no lo
condiciona a un determinado espacio geográfico, para entender así, sus nuevas
características derivadas de la interacción con la globalización.
El segundo capítulo comprende un diagnóstico de la situación en que se
desarrollan los antecedentes de la política cultural en México, y la definición de las
políticas culturales. A fin de identificar los efectos de la política cultural en la
estructura administrativa del ámbito cultural del país, expone el conjunto de
organismos que realizan la labor cultural en México, se argumenta la importancia
de la vinculación entre educación y cultura, así como se hace referencia al análisis
del marco legal del sector y de las consideraciones en el patrimonio cultural. Se
explican algunas cuestiones en torno a los temas de una agenda de la política
cultural, el estado actual de la política cultural en México, los dilemas que se
generan a partir de un contexto global y el desafío del Proyecto Nacional.
Considerando lo anterior, en el tercer capítulo vemos la implicación del término
políticas culturales como herramienta para coordinar proyectos culturales que
respondan a la realidad social de los Estados, así mismo, se abordan algunas
conferencias internacionales (Venecia, Helsinki, Bogotá, etc.). En torno al tema,
para poder evaluar las propuestas sobre una mejor gestión cultural y
contextualizar así la realidad cultural de México y satisfacer las carecías existentes
del sector cultural. se hace mención de como las industrias culturales se han
convertido en uno de los recursos más promisorios y rentables para el crecimiento
y la sustentabilidad económicos del mundo, aunque en ciertos sentidos esto va en
contra de la lógica de la cultura tradicional y popular que se muestra como una
expresión natural y espontánea de las sociedades.
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VII
El cuarto capítulo pretende dar respuesta a las inquietudes provocadas en esta
investigación, se plasma la aportación al tema por medio de un ejercicio de
reflexión en torno al futuro de la política cultural en México proponiendo una
reestructuración de la administración de la cultura a partir de una redefinición de
conceptos de acuerdo a los conflictos actuales, así como de la atención por medio
de políticas culturales específicas para cada ámbito de atención de la actividad
cultural. Se plantean alternativas al desarrollo cultural y se señala su importancia
para la consecución del desarrollo social.
En esta perspectiva general, consideramos, en consecuencia, que a México como
país poseedor de una gran diversidad y riqueza cultural, le resulta indispensable y
vital, definir, proyectar y apoyar sus capacidades y libertades culturales, basadas
en políticas culturales eficientes; que no solo preserven y fomenten los elementos
de nuestra identidad y cultura, sino se debe instrumentar en tanto política pública
cultural un trabajo conjunto, con la participación de todos los actores de la
sociedad. Solo así podremos afrontar el proceso de globalización cultural, que
pretende el establecimiento de un modelo cultural a nivel mundial, en donde las
culturas que se pretenden universales o monopólicas se imponen, deformando los
elementos constitutivos más esenciales de las identidades y las culturas
nacionales en el planeta.
Por ello, se debe construir una política cultural nacional vinculada al proyecto de
desarrollo nacional, que verdaderamente promueva las expresiones culturales e
identitarias tradicionales y alternativas; que defienda, la inclusión, la tolerancia y la
diversidad. Por tal motivo, se pretende, que esta investigación colabore a la
revalorización y el replanteamiento de la cultura, y la toma de conciencia y acción
política debido a su importancia central para el desarrollo nacional de México.
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VIII
Con el fin de facilitar la comprensión de la investigación y el diseño de la misma,
se presenta una nota metodológica, donde se explica detalladamente la
importancia del tema del estudio: “La política cultural del estado mexicano:
antecedentes, situación actual y perspectivas”, los objetivos planteados, la
delimitación y el planteamiento preciso del problema a estudiar, las preguntas de
investigación y las hipótesis desprendidas de éstas. Asimismo, se puntualiza la
forma en que se constataron y falsearon las hipótesis que guían este estudio, por
otra parte, se describirán las fuentes de información las cuales serán para el
apoyo de la formación del documento, por último, se describen las principales
conclusiones que se obtuvieron de la investigación realizada.
La investigación es de naturaleza no experimental, descriptiva y observacional, se
han identificado y descrito los principales elementos y características de “La
Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual Y
Perspectivas”, para lo cual se utilizaron bases de datos del pasado como son
estadísticas, así como documentos oficiales e informes y reportes de programas
de gobierno.
La actividad se centra en el uso de fuentes bibliográficas y hemerográficas, así
como referencias documentales como informes, evaluaciones y de manera
relevante memorias de los trabajos realizados diversos ámbitos de evaluación de
las condiciones de trabajo y forma de representación de los profesores de
educación básica en el país, haciendo referencia al marco normativo que le es
aplicable.
Las referencias utilizadas se encuentran adecuadamente registradas en el aparato
crítico y la bibliografía que acompaña al reporte escrito.
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IX
Asimismo, en cuanto al diseño de la investigación se encuentra el haber sido de
carácter retrospectivo y transversal, dado que se preparó con información obtenida
con anterioridad al proyecto y con fines ajenos al trabajo de investigación, así
como se miden las variables una sola vez y en un momento determinado.
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X
1.- JUSTIFICACIÓN DEL TEMA.
Abordar el tema "Cultura" implica adentrarse en un mar tan extenso como
polifacético, en el que la multiplicidad de sus formas, da lugar a una diversidad de
acepciones, así como amplias líneas de estudio e investigación.
La cultura es el común denominador que une a las personas y configura sus
formas de pensar y vivir, de ahí su importancia por estudiarla como un factor de
cohesión que integra, identifica y enriquece tanto individual como colectivamente a
una comunidad.
Para entender a la "cultura", existen una serie de acepciones que se
interrelacionan y se aplican en función del enfoque requerido.
Etimológicamente la palabra "cultura" proviene del latín "cultus", que hace
referencia al cultivo del espíritu humano y de las facultades intelectuales del
hombre.
Asimismo encontramos dos enfoques principales:
1) Cultura se puede referir al cúmulo de saberes o ideas que posee un
individuo y por ello manifiesta amplios conocimientos sobre temas muy
variados; se dice entonces, que una persona es culta.
2) Por otra parte, se entiende como el conjunto de formas y expresiones que
caracterizan a través del tiempo a una sociedad, a las costumbres,
creencias, prácticas comunes, reglas, normas, códigos, vestimenta, religión,
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XI
rituales y maneras de ser que predominan, en la mayoría de gente que
forma parte de ella.
De esta manera el término cultura se utiliza en múltiples sentidos, tales como: el
cultivo de algunas capacidades humanas, reconociéndose como "arte", mientras
que también se identifica, como “cultura popular”; a las formas de vida cotidiana
que la gente práctica.
Entre la variedad de acepciones, encontramos que el sentido más social, científico
y convencional es el que propone Peter Berger que la define desde un "sentido
social científico convencional, como: las creencias, valores, y estilos de vida de la
gente común en su existencia diaria” (Peter Berger, 2002: p. 2).
Las expresiones culturales tales como la música, danza, arte, diseños, signos,
símbolos, interpretaciones, ceremonias, formas arquitectónicas, objetos de
artesanía, narraciones, entre otras expresiones artísticas o culturales, se
consideran manifestaciones de la cultura y son parte de la identidad y patrimonio
de una comunidad tradicional o indígena, éstas agrupan experiencias y
conocimientos, transmiten valores y creencias fundamentales, se transmite de
generación en generación.
Al protegerlas se fomenta la creatividad y la diversidad, preservando así, el
patrimonio cultural.
La cultura es producida por el ser humano, es un bien exclusivo que unifica y da
identidad, todos podemos crearla, así mismo contribuye a establecer diferencias,
favorece y aumenta la riqueza y diversidad.
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XII
Si nuestros patrones de conducta, sistemas de creencias, pensamientos,
principios y formas de vida, emanan de la cultura, ésta se constituye como marco
de referencia. Nuestras percepciones están en gran medida influidas por
prejuicios, actitudes y emociones, factores estrechamente relacionados con la
cultura, determinando la estructura de nuestro pensamiento.
La cultura está presente en todo momento, demarca nuestro ser y hacer en la vida
cotidiana, su presencia permanente, hace indispensable reflexionar sobre su
importancia y valor, de ahí la actualidad y pertinencia del tema, estudiar a la
cultura para saberla apreciar, fomentarla y protegerla, es una tarea prioritaria, ya
que en la medida que nos conocemos y sabemos más de los factores que nos
conforman como personas, y nos hacen ser como somos, podremos atender y
respetar las diferencias culturales, la variedad de dificultades, o en su caso de las
potencialidades que pueden favorecer el desarrollo de una comunidad, que se
derivan de nuestra concepción del mundo.
Hoy en día, pese al tiempo y distancia, el mundo parece haberse reducido, todo
parece estar a nuestro alcance, podemos acceder a escenarios geográficamente
distantes, la instantaneidad de las comunicaciones y nuevas tecnologías, permiten
participar casi al mismo tiempo que cualquier persona en cualquier parte del
planeta, en cualquier suceso.
Esta situación marcada por la “globalización” determina en buena medida, nuestro
conocimiento y apropiación del mundo, nos permite estar cada vez más vinculados
a pesar de las diferencias y distancias, es así como estamos asistiendo a la
conformación de sociedades multiculturales.
La cultura no está exenta de los procesos de globalización, existe un modelo
cultural hegemónico claramente definido, sustentado principalmente por las
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XIII
relaciones sociales que potencian los medios masivos de comunicación,
homogeneizando los rasgos de identidad y diversidad, e impulsando la mezcla de
varias culturas, incluso en ciertos casos, la disolución de algunas, pues llegan a
ser absorbidas por “culturas dominantes” de la “civilización de los países centrales
del capitalismo avanzado”, configurando una mezcla cultural global; lo que
MacLuhan llama la “Aldea Global”, él dice que: “ver y oír permanentemente
personas y hechos -como si se estuviera en el momento y lugar donde ocurren-
revive las condiciones de vida de una pequeña aldea: percibimos como cotidianos
hechos y personas que tal vez sean muy distantes en el espacio o incluso el
tiempo, y olvidamos que esa información es parcial y fue elegida entre una
infinidad de contenidos”.
En este escenario las culturas locales quedan sometidas al predominio de las
industrias culturales del capitalismo mundial, en la mayoría de los casos siendo
explotadas comercialmente.
La hegemonía de la industria cultural, dificulta la protección de la cultura sus
diferencias, diversidad y riqueza, ya que el sentido y valor cotidiano de la cultura
local se ve absorbido y relegado por las prioridades del poder hegemónico, de tal
suerte que la cultura se convierte en mercancía para generar plusvalía; si bien es
cierto la industria cultural también es fuente de empleo y crecimiento económico,
tiende a favorecer sólo a un pequeño sector o “élite”, el cual por lo general, es
ajeno a la cultura de origen.
Como método para proteger las diferencias culturales, se suele instrumentar
mecanismos coercitivos, como la imposición de límites legales por ejemplo para la
importación de productos extranjeros o subsidios especiales para la producción
local de bienes culturales, etc., sin embargo este método no garantiza que una
cultura permanezca, para que se considere como una cultura viviente, debe ser
capaz de cambiar sin ser influenciada por otras culturas, “protegerla” detrás de
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XIV
barreras comerciales y otras formas de influencia externa, es condenarla a
marchitarse y morir, bajo estas circunstancias a la gente se le impone una
“identidad”, una visión de sí mismos que ellos no comparten, como indica Vargas
Llosa: “pretender imponer una identidad cultural sobre la gente equivale a
encerrarlos en una prisión y negarles la más preciada de sus libertades: la de
escoger qué, cómo, y quiénes quieren ser” (Mario Vargas Llosa, p. 40).
En este sentido, el Estado Mexicano, lejos de establecer políticas públicas que
respondan a las necesidades de defensa, afirmación y proyección de la identidad
y la cultura de su sociedad, se ha convertido en un gestor de la globalización
económica, permitiendo que, a través del libre mercado, se abran las puertas del
territorio no sólo a la liberalización económica y financiera sino a modelos
culturales, formas y hábitos de consumo, así como a bienes, servicios y
tecnologías ajenas a la identidad nacional.
Es imprescindible que todo estado cuente con un soporte institucional consciente,
eficaz y eficiente que garantice una correcta gestión cultural, desde sus políticas
públicas hasta la planeación y ejecución de programas o proyectos que integren y
den solidez a la preservación de la cultura.
En México, la administración de la cultura cuenta con una organización muy
compleja, pues abarca una extensa gama de actividades que van desde la
preservación del patrimonio cultural, bellas artes, culturas étnicas y populares,
hasta el fomento a la lectura. Por ello el interés de esta investigación es analizar
tal sistema, con la finalidad de aclarar cómo se aborda dentro del sector educativo
y qué tan conveniente es que se le considere un ámbito separado de éste.
Actualmente existen una serie de políticas culturales que se desarrollan de
manera desarticulada y por organismos varios, tales como la Comisión Nacional
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para la Cultura y las Artes (CONACULTA), sin embargo ésta no cuenta con
autonomía sobre cuestiones culturales, como proyectos, presupuestos,
investigaciones, etc., depende de otras instituciones como el Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), o
incluso de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Esta falta de
coordinación entre organismos institucionales, también genera que las políticas
culturales no se establezcan de forma integral, desatendiendo las necesidades
reales que en materia de cultura, requiere atender nuestro país.
Es imprescindible tener en cuenta que un país con tal extensión y diversidad como
lo es México, la cultura determina en buena medida las actividades realizadas
cotidianamente en todas las esferas que conforman la vida en sociedad,
recordemos que entre las múltiples acepciones del concepto cultura, ésta define la
manera de aprender y aprehender el mundo, el conocimiento previo de éste y las
reacciones que motivan nuestras acciones están mediados por los valores y/o
prejuicios que adjudicamos a nuestro entorno, tanto en lo público como en lo
privado y lo social; finalmente el objetivo primordial es mejorar las condiciones de
vida por medio de la superación del ser humano.
Para un país con una amplia diversidad y riqueza como México, es indispensable
y vital contar con políticas culturales eficientes, que definan, proyecten y apoyen
sus capacidades y libertades; además de preservar y fomentar los elementos de
nuestra identidad y cultura, acciones capaces de instrumentar políticas públicas
culturales en trabajo conjunto, contando con la participación de todos los actores
de la sociedad. Con una sólida base fundamentada en estas características, se
podrá afrontar el proceso de globalización, que pretende el establecimiento de un
modelo hegemónico cultural a nivel mundial, en donde las culturas que se
pretenden universales o monopólicas se imponen, deformando los elementos
constitutivos más esenciales de las identidades y culturas nacionales de cada
región.
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En este sentido es necesario construir una política cultural nacional vinculada al
proyecto de desarrollo nacional, que verdaderamente promueva las expresiones
culturales e identitarias tradicionales y alternativas; que defienda, la inclusión,
tolerancia y diversidad. Por tal motivo, esta investigación pretende colaborar a la
revalorización y el replanteamiento de la cultura, y la toma de conciencia y acción
política debido a su importancia fundamental para el desarrollo nacional e integral
de nuestro país.
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2.- OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN.
OBJETIVO GENERAL:
- Examinar el sistema de políticas culturales de gobierno federal vigentes que
abordan el desarrollo del ámbito de la cultura en México, con el fin de
determinar su eficacia o en su defecto proponer nuevas estrategias que
hagan frente a los efectos de la globalización, para preservar la cultura
nacional; sin permanecer al margen de los cambios que exige el entorno,
promoviendo a su vez, el desarrollo, integración y proyectando la identidad
y cultura nacional.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
- Identificar las diferentes acepciones del concepto “cultura”, sus aplicaciones
y orientaciones, así como el uso y enfoque en las diferentes políticas
culturales actuales.
- Describir de forma general la riqueza y diversidad cultural que caracteriza a
México, reiterando el valor e importancia de la atención, promoción y
desarrollo en este aspecto.
- Describir los orígenes y antecedentes de la formación de organismos
institucionales encargados de las políticas culturales en México.
- Distinguir las características que fundamentan el valor de la cultura en
México, con el fin de proporcionar elementos que sustenten políticas
públicas que fomenten la preservación de la cultura.
- Distinguir lo diferentes organismos gubernamentales que abordan el ámbito
de la cultura en México, así como las competencias que tienen y acciones
que desarrollan.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XVIII
- Identificar el papel que tiene el estado mexicano en el desarrollo de la
cultural y las áreas prioritarias que promueve.
- Describir las características de la norma vigente en temas de desarrollo
cultural.
- Identificar los lineamientos de la política cultural en México y su vínculo con
la política internacional.
- Detallar cómo las políticas culturales que juegan un papel determinante
para México, se muestran limitadas y deficientes en cuanto a su
desvinculación con el desarrollo cultural.
- Distinguir los vínculos que existen entre el sistema de políticas culturales y
el sector educativo, la existencia o ausencia de ellos, para identificar el
beneficio de este trabajo conjunto.
- Describir alternativas que fortalezcan las políticas culturales y que
promuevan el desarrollo social y económico del país.
- Desmitificar a la cultura como un bien sujeto de ser comercializado, sino
como un elemento generador del desarrollo e integración, que con
instrumentos adecuados, como son las políticas culturales, pueden llegar a
construir proyectos que fortalezcan, preserven y proyecten la identidad y la
cultura nacional.
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3.- PLANTEAMIENTO Y DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA.
Las políticas públicas enfocadas al ámbito de la cultura en México, han sido
afectadas tanto por el proceso de globalización como por la situación variable en
medio del cúmulo de cambios del que ha sido objeto el estado mexicano.
En el contexto actual, el binomio Estado-Cultura, no aparece como un tema de
primer orden en la agenda pública y política del país, sin embargo, la naturaleza
de una esfera como lo es la cultura, en buena medida puede convertirse en el eje
conductor tanto del ámbito educativo como social e incluso entendida en el sentido
amplio del concepto- debería llegar a rescatar a un país de una situación de crisis.
Es responsabilidad del estado garantizar que las políticas culturales cumplan con
los requisitos mínimos necesarios para que sean funcionales.
Un proyecto cultural proveniente del Estado, en lo ideal debería incluir acciones
dirigidas a preservar el patrimonio nacional, tanto el material como el inmaterial,
reglamentar las industrias culturales, incentivar la participación de la sociedad – no
sólo como público sino también como productor- establecer procesos de difusión
de la cultura, en fin, crear políticas tomando en cuenta a los públicos, la
sustentabilidad, los canales de comunicación, la investigación, etc.
Ante la cada vez más activa sociedad civil el Estado debería ceder espacios y
comenzar a tomar decisiones compartidas, comenzar a explorar con un rol más
catalizador e ir dejando de lado el papel de proveedor casi monopólico. ¿Cómo?
Con dinero, con gestiones, compartiendo decisiones, compartiendo espacios, no
operando, sí impulsando, así los grupos organizados de la sociedad civil tendrían
acceso al poder al momento de tomar decisiones, lo cual en teoría tendría que
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XX
propiciar las condiciones adecuadas para mayor diversidad y una sana
competencia. Si el Estado no comparte el poder de decisión, será muy fácil seguir
utilizando a la cultura como moneda de cambio, como un espacio para legitimarse.
La inclusión formal de la cultura dentro de las funciones de los Estados modernos
para hacerse cargo de su organización, regulación y administración, tuvo su
génesis hasta mediados del siglo XX. Esto obedece a que bajo la ideología del
progreso, en las sociedades industrializadas la atención había sido puesta
primordialmente en la educación como vía para el desarrollo y la cultura era
considerada un complemento.
El sistema educativo en la estructura social moderna, organizado a través de las
secretarías o ministerios de educación, cumple una función estratégica porque
permite la preparación para el trabajo requerida por las fuerzas económicas, la
socialización y porque a través suyo, se ha buscado la incorporación del individuo
a los proyectos nacionales. Al determinar contenidos y orientación, las élites de
poder pueden reproducir condiciones, suprimir ciertos elementos y ejercer, como
mencionábamos anteriormente, una hegemonía simbólica.
Siendo que la educación se institucionalizó bajo el ideario liberal e ilustrado: ser
educado es ser culto, la ocupación del Estado por los asuntos culturales se realizó
como sinónimo y a través de los asuntos educativos; las bellas artes, por su parte,
como el complemento para refinar las costumbres y los gustos.
Aunque la creación de instituciones especializadas en la administración cultural
sea tan reciente, cabe aclarar que la organización social en torno a la instrucción y
las artes se remonta a la génesis de las actividades mismas (Huges de Varine. p.
177), pero fue hasta el siglo XX que se multiplican los puestos de agregados
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XXI
culturales, así como los institutos culturales (British Council, Alliance Francaise,
USIS, Goethe Instituto).
La creación de ministerios de cultura tuvo como antecedente la fundación en 1946
del primer organismo internacional (como brazo de la ONU), ocupado de estos
asuntos: la UNESCO. En el contexto de posguerra, su propósito se fundaba en la
reconstrucción patriótica de Europa y en la promoción de una cultura de paz que
trabajara no en la dimensión política, sino en la del pensamiento, las ideas y las
prácticas sociales. (Arizpe, Lourdes. 2006, p. 26).
Los programas de la Unesco en la Primera Conferencia General de 1946 tenían
que ver con la reconstrucción de museos y bibliotecas destruidos durante la
guerra, la recopilación de datos a partir de traducciones, la estandarización de las
leyes de derechos de autor y la preservación de las tradiciones y las culturas
autóctonas. (Ibídem).
De esta manera, las políticas de Estado sobre cultura ocuparon un papel más
relevante dentro de las estructuras institucionales de los países. Además, en 1948,
fue proclamada la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en su
artículo 27 contemplaba: toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en
la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso
científico y en los beneficios que de él resulten (Declaración Universal de los
Derechos Humanos proclamada el 10 de diciembre de 1948. En: CINU, Centro de
Información de las Naciones Unidas).
Tomemos en cuenta que uno de los primeros directores de la UNESCO fue Jaime
Torres Bodet (1948-1952), Secretario de Educación Pública en México durante los
gobiernos de Ávila Camacho y posteriormente de López Mateos, y cuya influencia
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXII
fue tan significativa que la última reforma importante al artículo tercero de nuestra
Constitución está claramente influenciada por esta corriente humanista.
En el año 1959 se creó en Francia el primer Ministerio de Cultura, con tareas
específicas para el cuidado del patrimonio monumental y la protección a la obra
creativa. Esto no es de extrañar si tomamos en cuenta que tras la Segunda Guerra
Mundial, los distintos países europeos debieron atender la reconstrucción y
conservación de sus ciudades, ya que tras la emergencia masiva de las industrias
del entretenimiento (cine, radio y televisión), apuró la necesidad de regular la
propiedad intelectual y creativa.
Con la creación de este primer Ministerio, se inauguró una forma de
institucionalización de la cultura que aglutinando a todo el sector cultural en un
solo organismo resaltaba la importancia que, el Estado asignaba a la acción
cultural y el nivel de recursos (Nivón Bolán, 2006, p. 66). Evidenciando la
necesidad de establecer acuerdos y criterios para su atención. Esta
institucionalización ubicó a la cultura en un plano distinto al de la coyuntura
gubernamental para ser considerada una política de Estado, más allá del vaivén
del gobierno en turno, como bien señala Nivón Bolán, Es un proceso en el que el
Estado impone un tratamiento político –es decir, resultado del debate público
sobre el sentido de la acción del Estado- a aquello que llama cultura, desde el libro
hasta el grafiti, así sea mediante apoyo financiero o represión. (Ibídem. p. 60) El
sentido de esta acción implica entonces una inclusión de elementos y exclusión
deliberada o no- de otros, cuya totalidad define la política de Estado, su
concepción de cultura y su accionar.
Pero siendo a mediados del siglo XX que comenzó la institucionalización del
sector cultural, en la práctica fueron necesarias dos décadas más para el
establecimiento formal de acuerdos internacionales sobre la definición del ámbito
de competencia de lo que comenzó a nombrarse política cultual.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXIII
El primer resultado se concretó en la Conferencia Intergubernamental sobre
aspectos institucionales, administrativos y financieros de las políticas culturales
realizada en Venecia en 1970. El director general de la conferencia en su discurso
de apertura subrayó la responsabilidad del Estado hacia la cultura:
Si todos los hombres tienen derecho, como exigencia de su dignidad esencial, a
participar en el patrimonio y la actividad cultural de la comunidad […] se deduce
que las autoridades que tienen a su cargo esas comunidades tienen el deber de
facilitarles los medios, dentro de los límites de los recursos de que disponen, para
esa participación. (Nivón Bolán, Eduardo. p. 140).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXIV
4.- PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN.
¿Cuáles son las políticas públicas vigentes que abordan el ámbito de la cultura en
México?
¿Cuáles son las diferentes acepciones del concepto cultura?
¿En qué casos se usa y aplica las diferentes acepciones del concepto cultura?
¿Cuáles son los factores que sustentan la riqueza y valor de la cultura en México?
¿Cuáles son los antecedentes de las políticas culturales en México?
¿Cómo se formaron los organismos que abordan el ámbito de la cultura en
nuestro país?
¿Qué elementos caracterizan a las actuales políticas públicas enfocadas al
desarrollo de la cultura?
¿Qué líneas de acción abordan las políticas actuales y que actividades
desarrollan?
¿Cuáles son los organismos que actualmente centran su trabajo en el ámbito de la
cultura?
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXV
¿Cuáles son las competencias que guardan cada una de estas dependencias así
como el vínculo o dependencia que hay entre ellas?
¿Para el estado mexicano, el ámbito de la cultura se cuenta entre sus prioridades
para la promoción, protección y enseñanza?
¿Cuáles son los lineamientos de la normatividad vigente para el desarrollo,
promoción y protección de la cultura?
¿Los modelos de políticas públicas a nivel internacional han tenido repercusión en
los lineamientos de los organismos y normatividad vigente en relación al ámbito
cultural en México?
¿Cuáles son las actuales políticas culturales que están en funcionamiento?
¿Qué políticas públicas enfocadas al ámbito cultural ha tenido repercusiones
positivas y cuáles ha resultado deficientes en su ejecución y aplicación?
¿Cuáles son los alcances y limitaciones de las políticas culturales vigentes, son
ejecutadas de forma parcial y fragmentada por los organismos correspondientes o
existe un plan integral para su desarrollo y fortalecimiento de la cultura?
¿Cuáles son los factores que vinculan las políticas culturales con el sector
educativo?
¿Estas políticas tienen el objetivo de formar, fomentar la valoración y cuidado de la
identidad cultural y su preservación?
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXVI
A partir de las políticas culturales actuales, ¿qué alternativas se pueden fomentar
para promover el desarrollo de la cultura como detonador del crecimiento social y
económico del país?
¿Qué elementos fundamentan a la cultura como generador de desarrollo e
integración antes que como un sujeto comercializado?
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXVII
5.- MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL DE REFERENCIA.
Para abordar el marco de referencia, así como los aspectos teóricos y
conceptuales del tema “La política cultural del estado mexicano: antecedentes,
situación actual y perspectivas”, es necesario realizar una aproximación a varios
aspectos históricos, que resultan relevantes tales como los conceptos y diversas
acepciones de Cultura, cultural, institución, masificación, globalización, patrimonio,
diversidad cultural, multiculturalidad, interculturalidad, estado, políticas públicas,
políticas culturales.
Así mismo se repasa el surgimiento y evolución de las políticas culturales, así
como la creación y actividad de los diferentes organismos e instituciones que han
abordado el tema y desarrollado acciones al respecto.
La cultura en México
Para poder emprender un tema con cierta disposición y procedimiento, es
necesario partir de un consentimiento respecto de lo que se quiere hablar; en este
caso, el consenso al que se desea llegar es ¿Qué entendemos por cultura?
Ahora bien, definir el concepto cultura resulta complicado debido a que la palabra
trae consigo una alta dosis de interpretaciones, se puede hablar de la cultura
desde diversos enfoques, por ejemplo el económico, el estético y el político. Todos
los enfoques resultan indispensables para poder entender la historia del concepto
de la cultura.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXVIII
Al mismo tiempo, hablar de cultura implica también estudiar su contenido y el
recorrido de su estudio formal, por ello para entender mejor este tema
empezaremos por definir el concepto de la cultura.
1.1. DEFINICIONES Y CONCEPTOS GENERALES
Ante las múltiples definiciones que podemos encontrar nos parece que lo mejor es
partir del concepto más básico, es decir analizando la palabra desde su etimología
ante esto: Cultura del latín significa “cultivo, crianza” (cultura consultado en la
enciclopedia Espasa Calpe ), en español la palabra cultura se mantuvo asociada a
las labores de la tierra, es por esto que cuando una persona tiene un gran estudio
de un tema se dice que es una persona “cultivada” es decir, que ha trabajado
fuertemente en el cultivo de sus ideas.
Es evidente que no se puede reducir el significado de cultura a la crianza o cultivo
de ideas, es por ello que existen dos grandes disciplinas desde las cuales también
es posible definir la cultura, estas son la antropología y la sociología.
De hecho la cultura es una de los conceptos principales de los que se encarga de
estudiar la antropología. Esta disciplina define a la cultura como: “el conjunto
aprendido de tradiciones y estilos de vida, socialmente adquiridos, de los
miembros de una sociedad, incluyendo sus modos pausados y repetitivos de
pensar, sentir y actuar (es decir su conducta)” (Soto Hernández Juan, 2009, p. 20),
la cultura es todo aquello que tiene que ver con el humano, todo lo que se
adquiere, construye y transmite. Es la base de las identidades, de las conductas y
de las representaciones sociales.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXIX
Margarita Mass propone una definición más coloquial partiendo del concepto dado
por la antropología y dice que la cultura es: “la manera de relacionarnos con los
muertos, con los vivos, de entender la amistad, de hacer el amor, de participar en
una fiesta, de movernos, de gesticular, todo es cultura” (Margarita Mass Moreno,
2006, p. 22).
Por otra parte, la cultura entendida desde un sentido sociológico es el conjunto de
valores, normas y prácticas adquiridas y compartidas por una pluralidad de
personas. Esta definición incluye también las prácticas sociales de grupos que
comparten rasgos culturales en común.
Como es de esperar, cada una de las disciplinas conceptualiza a la cultura
partiendo de su área de experimentación, sin embargo podemos analizar los
conceptos y ninguno de ellos se contradice, sólo cambia la unidad de estudio.
Para la antropología la definición gira en torno a la persona, como ya lo vimos la
cultura es todo aquello en lo que el humano interviene. Por su parte, la sociología
dice que la cultura son un conjunto de rasgos y conductas resultado de las
acciones colectivas, dichas acciones colectivas son adquiridas y compartidas.
Además de tomar en cuenta los diversos conceptos las disciplinas como la
antropología y la sociología proponen, respaldados en importantes iconos en
estudios culturales los conceptos propuestos por:
• Uno de estos íconos es Antonio Gramsci, quien fiel a su tendencia política,
proponía estudiar a la cultura desde una perspectiva socialista, se oponía a
entender la cultura como un mero acumulamiento de conocimientos.
Sostenía que entender a la cultura como un saber enciclopédico era realmente
malo ya que no se le daba al individuo la oportunidad de analizar y extraer la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXX
información, para él la cultura debía ser organización, abstracción del
conocimiento, apropiación de la información que tuviera como etapa final la
formación de propias posturas e ideas.
A partir de las ideas anteriores, Gramsci propone el concepto de “cultura integral”;
lo que Gramsci buscaba era formar un grupo élite y al mismo tiempo elevar el nivel
de la cultura de masas, la cultura integral propone unir teoría y práctica, al entrar
en acción la práctica se deja de lado la acumulación de conocimiento.
Consideraba que una de las funciones esenciales de la praxis es hacer
desaparecer la separación entre alta cultura y cultura popular, ya que al poner en
acción los conocimientos adquiridos se da la oportunidad – sobre todo a las clases
bajas – de lograr una población más consiente tanto de sus derechos como de sus
obligaciones, por lo tanto y en teoría, el nivel cultural entre la población que ejerce
la praxis tiende a unificarse.
También existen estudios que definen a la cultura como un montón de
características ya dadas, en las que el hombre interviene sólo como vehículo. Para
Javier San Martín Salas la cultura es:
• El concepto gnoseológico pragmático de cultura que se ha impuesto como
el definitivo toma la cultura como algo ya dado, hecho, definitivo, y por tanto
sólo cabe ya describirlo y explicarlo. La cultura está dada como aquello que
se transmite o que hay que adquirir pero nunca se cuestionan los rasgos
ontológicos Que muestra eso que se trata de adquirir o transmitir. En ese
olvido se incluye también otro olvido importante que no dejará de tener
consecuencias: si la cultura es algo ya dado que hay que adquirir o
transmitir, no importa tampoco como se adquiere o cómo se transmite (San
Martín Salas, Javier, 1999, p. 49).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXXI
Nos parece que el concepto que propone San Martín Salas es extremista por dos
cosas, primero, porque deja completamente de lado la intervención del hombre
dentro del proceso de cultura ya que aun viendo al hombre como un mero vehículo
de ideas en el proceso cultural, éste interviene en cada una de las etapas, al
transmitir las ideas motivo por el cual no es ajeno al proceso de la cultura.
Segundo, porque definir a la cultura como un montón de cosas ya dadas, se olvida
que todo ese conjunto de cosas ya dadas fueron dadas por consenso social –
proceso en el que obviamente interviene el hombre como parte activa y
fundamental, no sólo como un vehículo transmisor de ideas- y que esas cosas
dadas no son estáticas, van siendo modificadas y responden a factores externos
por lo tanto, tampoco la cultura se trata de un hecho definitivo.
Como se puede observar, la idea de definir a la cultura es un hecho del que se
han ocupado diversas áreas y personajes, todos ellos se han esforzados por
encontrar la mejor definición y con ello mostrar la importancia que tiene entender a
la cultura como un catalizador de bienestar social.
En décadas recientes la creación de organismos internacionales que tienen entre
sus tareas principales difundir y preservar la cultura, han demostrado que de algo
han servido esos esfuerzos. Uno de estos organismos y quizá el más importante a
nivel mundial, es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la
Ciencia y la Cultura (UNESCO), para este organismo internacional, la cultura debe
ser entendida como: el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales,
intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que
abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir
juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias (UNESCO,
consultado el 20 de julio de 2012).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXXII
Esta definición engloba a su manera lo expuesto por los clásicos sólo que es un
poco más detallada al enunciar las áreas de desarrollo en las que la cultura
interviene - el medio ambiente (modos de vida), la gobernanza (las maneras de
vivir juntos) y la educación (los sistemas de valores) - con lo cual se pude entender
que la cultura da forma a las maneras de vivir en sociedad.
Retomando lo dicho en un inicio, el concepto de cultura es tan amplio que se
podría dedicar toda una serie de tomos sólo para analizar cada uno de los
conceptos y estudios propuestos en torno a la cultura, pero nos parece que es
momento de concluir con la revisión conceptual e intentar proponer un concepto
propio tomando como base las ideas ya analizadas.
Así que para fines del presente análisis proponemos que se entienda a la cultura
como todo aquello en lo que el hombre – ya sea en lo individual o colectivo –
interviene. Estas intervenciones son parte de un proceso cíclico que pueden
manifestarse en todas las formas posibles que el lector pueda imaginar y es
común que en dicho proceso intervengan medios, los cuales permitirán idealizar y
materializar la cultura.
Una idea o estímulo material que influye en el hombre y contribuye a formar su
identidad, y al mismo tiempo esta identidad contribuye a formar la ideología en la
que como miembro de una sociedad se desarrolla la cultura. La idea o estímulo
primario del cual parte éste ciclo pertenece a otra persona que a su vez fue
influenciada por otro estímulo o idea para formar su contorno cultural para que con
ello este hombre pueda entender su contorno, social, espiritual, existencial.
1.2. EL CONTENIDO DE LO CULTURAL Y SU DEVENIR
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXXIII
Etimológicamente, la palabra cultura viene del verbo latino colo, colere, cultus
(Guido Gómez de Silva 2009, p. 200) que significa cultivar, acción que aunque con
referencia directa a lo natural (la tierra), requiere de la intervención del hombre
para su realización. Por ello, se considera en principio que cultura, en oposición al
mundo natural, es el mundo humanizado, que se realiza cuando el hombre se
aleja de su estado salvaje y constituye una existencia con rasgos específicamente
humanos.
La utilización del concepto de cultura apareció por vez primera en las Tusculanas
de Cicerón. Él hablaba de cultura para referirse al perfeccionamiento espiritual
logrado a través de las buenas artes, como la poesía, la retórica y la filosofía. Se
trataba de un apremio moral muy común en la época de Augusto, en el que
participaron otros escritores como Horacio y Ovidio. Dejó de ser así una referencia
naturalista para concebirse como la formación de las cualidades internas del
hombre, alejándolo del salvajismo y barbarie a través del cultivo de las virtudes, el
intelecto y la moral.
Ya en la Edad Media, la supremacía religiosa y la regulación del orden feudal
remarcaron una diferencia entre la cultura espiritual y artística propia de nobles y
religiosos, y las expresiones de tipo pagano y popular de los siervos, no
consideradas cultura, sino prácticas ordinarias.
Tras el largo proceso de transformación histórica en que emerge el capitalismo, el
sentido de lo individual y lo social fue reorientado. Con el abandono de la antigua
idea del cultivo subjetivo del espíritu y bajo el principio de racionalización “se abrió
paso la idea de que también era posible domar los impulsos naturales y, por
consiguiente, refinar el estilo del comportamiento individual social. En el caso del
Mundo moderno, esto incluía a la creciente burguesía. En efecto, en el marco de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXXIV
los cambios producidos por la colonización, el mercantilismo y tras las
revoluciones sociales y económicas europeas, el pensamiento francés acuñó otro
término en pleno apogeo del pensamiento ilustrado: civilista. De hecho, en la
Enciclopedia de Diderot y Dalembert, aparece la referencia a cultura más que en
el sentido figurado de su origen naturalista, pero se incorpora el de civilización,
que pasó a entenderse o como el patrón de medida con el que la clase burguesa
evaluaba el nivel de desarrollo, tanto de los demás estratos que vivían dentro de
las fronteras, como de los pueblos extranjeros situados fuera de ellas (Teoría y
análisis de la cultura p. 171) Así, el concepto de cultura en la óptica del capitalismo
se fue bifurcando en dos direcciones: la tradicional, como mecanismo del
perfeccionamiento moral y espiritual de los individuos; y el progreso social,
identificándose cada vez más con el concepto de civilización; altamente rentable
para la vocación homogeneizante de la burguesía.
Hay que apuntar una dimensión de la cultura dada por los filósofos alemanes,
quienes comenzaron a utilizar el término Kultur en el siglo XVII, pero a diferencia
del entendimiento de ésta como una característica individual, propia del
humanismo y liberalismo, es el Alemán J.G. Herder en el siglo XVIII, quien señala
que la cultura es un conjunto de rasgos históricos y sociales que caracterizan a
una nación y emerge de lo colectivo.
Consideremos que estamos en el establecimiento de los Estados nacionales en el
que la posibilidad de creación de una identidad común era herramienta de
cohesión social, como diría Ortega Gasset, La nación, antes de conocer un
pasado común, tuvo que crear esa comunidad, y antes de crearla tuvo que
soñarla, quererla y proyectarla (Ortega y Gasset, José p 45). De ahí la importancia
que en estudios posteriores cobraría el asunto de la identidad asociada con lo
nacional.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXXV
Ahora bien, sabemos que el mundo moderno, a través de la organización racional-
capitalista del trabajo, fue testigo del cambio en el sistema social de valores,
relacionado con la propia desacralización de la vida, el liberalismo económico y la
emergencia de un sistema de educación que privilegió el mundo de la ciencia y la
tecnología; condición de la vida moderna, incluso la percepción espacio-temporal
cambió con el ensanchamiento del mudo o las innovaciones en el trasporte
comunicaciones derivadas de la revolución industrial. Para Max Weber, la
profesionalización y división del trabajo significó para el hombre moderno un
reflejo de su propia escisión, de la especialización que para realizarse, debe
renunciar a la integralidad. Señaló que pensamiento, moral, ciencia, cultura e
incluso arte, son racionalistas en el hombre moderno.
Los Estados europeos, ahora bajo el nacionalismo burgués, consideraron legítimo
derecho que la civilización y cultura occidental fueran el patrón válido que debía
combatir, incluso de manera violenta, los modos de vida no civilizados de cultura
de otras clases o pueblos extranjeros a nombre del progreso material y la
racionalidad. Algunos pensadores de esos tiempos, recurrieron a la interpretación
racial de la historia (Rousseau 2009, p. 75). A decir de Marvin Harris:
El racismo resultaba útil también como justificación de las jerarquías de clases y
de castas; como explicación de los privilegios, tanto nacionales como de clase, era
espléndido. Ayudaba a mantener la esclavitud y la servidumbre, allanaba el
camino para el despojo de África y para la atroz matanza de indios americanos y
endurecía los nervios de los capitanes de industria cuando bajaban los salarios,
alargaban la jornada de trabajo y empleaban más mujeres y más niños. (Harris,
Marvin. Op. cit. p. 92).
Otro aspecto resultante de la nueva organización del trabajo en la vida moderna,
fue la aparición del tiempo libre o de ocio. Esta situación y los avances
tecnológicos, permitieron una rápida conformación de la industria del
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXXVI
entretenimiento que absorbiendo buena parte de la producción cultural, influiría
masivamente en los modos de vida, originando nuevas reflexiones dentro de las
disciplinas sociales en el estudio de la cultura.
1.2.1. DIVERSOS ENFOQUES EN EL ESTUDIO DE LA CULTURA
Durante el siglo XVIII, las distintas disciplinas sociales fueron particularizando el
estudio de la cultura. Para la Antropología, la colonización había abierto grandes
interrogantes sobre las diferencias culturales entre los distintos pueblos, y como ya
se expuso, cuestiones como la división y profesionalización del trabajo, exigieron
una redefinición de la instrucción pública del tiempo libre de los sistemas de
valores.
Posteriormente, para la Sociología, Filosofía y Economía, producción, propiedad
privada, clases sociales, entre muchos otros tópicos, se relacionaron directamente
con lo cultural: ideología, identidad, patrimonio científico, intelectual, artístico,
valores, propiedad, consumo, etcétera.
Una breve reseña de las diversas corrientes y escuelas que se han ocupado del
tema de lo cultural, requeriría un amplio estudio que rebasa con mucho los límites
de esta investigación. Pero a continuación presentamos algunos enfoques teóricos
cuya reflexión han permitido delimitar la noción de cultura que pretende
fundamentar el análisis de este trabajo.
Sin lugar a dudas, la Antropología rompió el estrecho límite heredado de la
Ilustración que consideraba la cultura como el refinamiento. En 1871 Edward
Taylor definió cultura como el conjunto complejo que incluye el conocimiento, las
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXXVII
creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualquier otra capacidad o
hábito adquirido por el hombre en cuanto miembro de la sociedad.
Sobre la base de la apertura del concepto, se desarrollaron distintas corrientes.
Dentro del evolucionismo lineal, Spencer y Morgan hablaban de un proceso que
todas las culturas atraviesan y por lo cual se justifica que algunas se encuentran
en una madurez y otras apenas en un incipiente crecimiento, sus estudios
basados en el método comparativo, los llevaba a afirmar que aquellas culturas
bárbaras o atrasadas, terminarían por evolucionar inmediatamente como lo han
hecho las avanzadas. Estamos hablando de la segunda mitad del siglo XIX, en el
contexto de la aplicación biológica de las teorías de Darwin a la evolución
sociocultural. Spencer decía:
Las modificaciones que la humanidad ha sufrido y todavía está sufriendo son
resultado de una ley que subyace a toda creación orgánica. Y siempre que la raza
humana siga existiendo y la constitución de las cosas sea la misma, esas
modificaciones terminarán en la perfección […] Con la misma seguridad deben
desaparecer las cosas que llamamos mal e inmoralidad; con la misma seguridad
debe el hombre llegar a ser perfecto.
Dos décadas después, Edward Taylor añadiría desde una perspectiva muy similar
lo siguiente:
Las instituciones de los hombres están tan claramente estratificadas como la tierra
sobre la que viven. Se suceden las unas a las otras en series que son
sustancialmente uniformes en el mundo entero, independientes de lo que parecen
diferencias comparativamente superficiales de raza y de lengua, y conformadas
por una naturaleza humana similar que actúa en las condiciones sucesivamente
cambiadas de la vida salvaje, bárbara y civilizada.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXXVIII
No hay que perder de vista la tendencia histórica dirigida por la fuerza del capital,
que ganaba cada vez mayor supremacía en manos de la burguesía y exigía una
explicación eurocéntrica de todos los fenómenos socioculturales. Por ello, desde
un siglo atrás, las explicaciones basadas en el determinismo racial cobraban más
coherencia. Con apoyo de la ciencia, pero en la misma línea de explicación de los
pensadores de la ilustración, Taylor sostenía al respecto: la hipótesis de que la
última que se formó en la región templada fue la raza blanca, menos apta que las
otras para resistir el calor extremado o vivir sin las aplicaciones de la cultura, pero
dotada de las facultades de elevarse al conocimiento científico y gobernar,
facultades que han colocado en sus manos el cetro del mundo. (Burnet Tylor,
Edward. p. 16).
La oposición a esta corriente, así como a cualquier determinismo racial, encontró
más tarde su expresión en el relativismo cultural; Franz Boas y otros autores como
Lowie o Kroeber, consideraban que la validez de la cultura es relativa a cada
grupo, por lo tanto no existen categorías aplicables a todas las culturas, aun
tomando en cuenta que ciertos fenómenos pudieran encontrarse de forma similar
en lugares distantes, eso no resultaría suficiente para establecer una uniformidad
de la historia, hemos de insistir en la necesidad de emplear métodos críticos,
basados no en generalidades, sino en cada caso individual (Boas, Franz. Ibídem.
p. 226). Decía Boas. Desde esta perspectiva, se rechazó la idea de explicar el
desarrollo cultural desde la uniformidad evolucionista, pero consideró la existencia
de un fundamento de lo humano presente en toda la especie:
No queremos implicar que existan leyes generales de desarrollo. Antes al
contrario, el que se presenten analogías en regiones tan alejadas demuestra que
el espíritu humano tiende a alcanzar los mismos resultados no sólo cuando las
circunstancias son similares, sino también cuando son diversas. (Ibídem. p. 242).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XXXIX
Por su parte, el estructuralismo cultural, heredero de Durkheim, se concentró en la
perspectiva de la norma institucional y la regla social, así como Malinowsky en los
modos estandarizados de comportamiento y la creación del medio artificial. Vemos
que estas corrientes antropológicas clásicas consideraron el centro de la cultura a
las costumbres, la regla y herencia social de los grupos organizados. Actualmente,
la Antropología moderna ha incorporado el asunto del dinamismo cultual, que
considera a la herencia social como un proceso vivo y en constante
transformación que se renueva de generación en generación. Pondera así el
componente etimológico del término mismo: cultura (acción).
Siendo que la Antropología redimensionó la noción de cultura, Giménez Montiel
realiza una oportuna crítica al señalar que cuestiones como normas y reglas son
de facto inherentes a toda práctica social, quedando en ese caso sin distinción
cultura y sociedad, y por lo tanto, pudiendo en ese caso ser aplicable también al
mundo subhumano de las hormigas y abejas (Giménez Montiel, Gilberto p. 52), en
tanto grupo organizado de individuos. Esto nos lleva a buscar, como señalábamos
al inicio del capítulo, la especificidad de lo cultural dentro del extenso mundo
social.
Al respecto, Lévi-Strauss abrió una puerta importante al dimensionar el contenido
simbólico y semiótico de la cultura. Adscrito a esta corriente, sobresale el análisis
de Clifford Geertz sobre la organización social del sentido como pautas de
significados. Esta corriente hizo importantes críticas a las teorías clásicas al
sostener que el estudio de la cultura debía ser no una ciencia experimental en
busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones. Siendo
lo simbólico el mundo de las representaciones sociales materializadas en formas
sensibles, también llamadas formas simbólicas. Los sistemas de símbolos, dice
Geertz, son fuente extrínseca de información, está fuera de las fronteras del
organismo individual y se encuentran en el mundo intersubjetivo de común
comprensión en donde nacen todos los individuos humanos, en donde desarrollan
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XL
sus diferentes trayectorias y al que deja detrás de sí al morir (Op. cit. pp. 343-347),
dicho sistema hace posible contar con un modelo o patrón válido para un grupo.
La expresión simbólica, bajo esta perspectiva, es la representación del sentido que
se materializa en formas sensibles, se constituye intersubjetivamente y se
comparte.
Hasta este punto es conveniente señalar la controversia dentro de las discusiones
teóricas entre quienes señalan que el análisis de la cultura sólo es posible en su
expresión práctica, y quienes consideran posible su estudio como categoría
abstracta. Lévi-Strauss, refiriéndose particularmente al asunto de la normatividad
cultural, aclara al respecto diciendo:
Por un lado están las leyes de orden que operan en diferentes registros del
pensamiento y de la actividad humana, son de naturaleza inconsciente y se
presentan como invariantes a través de las épocas y las culturas. Estas leyes, que
pueden considerarse como los universales de la cultura, definen a la Cultura, con
mayúscula y en singular, como atributo distintivo de la condición humana. Por otro
lado están las reglas de conducta, que en su mayor parte son también
inconscientes y se caracterizan por su enorme variedad y diversidad. Son éstas
las que definen a las culturas, así, en plural, como manifestaciones variadas y
diversas de la misma condición humana (Lévi-Strauss, Claude. p. 43).
En el campo de lo teórico, podríamos hablar entonces de una esfera del estudio
de la Cultura como categoría de análisis o según Lévi-Strauss, como atributo
universal de la especie humana; y de culturas, para el mundo delimitado y
concreto en que este atributo se conforma y expresa en cada grupo, abriendo la
puerta así a la noción de pluri- culturalismo.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XLI
Este tipo de debates han sido constantes en foros internacionales especializados
en el tema, principalmente alrededor de la Organización de las Naciones Unidas
para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO), que como organismo
internacional, es plataforma para la discusión teórica y elaboración de las pautas
para la instrumentación de políticas culturales a nivel mundial desde mediados del
siglo XX. En 1952, Lévi Strauss escribió para este organismo Raza e historia, una
aporte para pensar la cultura desde la diversidad, que hacía ver al racismo como
teoría y práctica indefendible, carente de todo fundamento científico (Lévi-“taus. p.
47). Ahí hablaba del valor de la diversidad cultural y decía: que los grandes grupos
étnicos que componen la humanidad han aportado, en tanto que tales,
contribuciones específicas al patrimonio común (Ibídem).
La UNESCO, a partir de entonces y con el aporte de otros especialistas, fue
definiendo un concepto de cultura apegado a la disciplina antropológica. En 1982,
en la Conferencia Mundial sobre Políticas culturales (MONDIACULT), realizada
precisamente en México, se convino en: que, en su sentido más amplio, la cultura
puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos,
espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad
o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de
vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las
tradiciones y las creencias, - que la cultura da al hombre la capacidad de
reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente
humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella
discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se
expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado,
pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas
significaciones, y crea obras que lo trascienden (Conferencia Mundial sobre
Políticas Culturales, México, 1982).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XLII
Es observable que esta definición estuvo en su momento diseñada por el gran
peso de la antropología, resaltado como cetro los rasgos característicos de cada
grupo. ‘resulta destacable la alusión al sistema de valores, aunque no hace
referencia clara a la representación del sentido que se expresa en los modos de
vida, ni al contexto histórico que posibilita o limita la generación de cultura. Al
respecto, Giménez Montiel precisa diciendo:
La cultura podría definirse, entonces, como el proceso de continua producción,
actualización y transformación de modelos simbólicos (En su doble acepción de
representación y de orientación para la acción) a través de la práctica individual y
colectiva, en contextos históricamente específicos y socialmente estructurados
(Giménez Montiel, Gilberto. p. 75).
La cultura es entonces, condición de la existencia humanizada y por lo tanto,
fundamento de la vida social, como lo es la racionalidad o el trabajo. Así, la cultura
caracteriza a la especie, porque recubriendo sus impulsos y necesidades, la aleja
de lo natural, la humaniza.
1.2.2. DELIMITACIÓN DEL CONCEPTO Y CAMPO DE LO CULTURAL
Hemos visto cómo en el devenir de la historia, el contenido de lo cultural ha sido
llenado de diversos significados, como dice Adriana Munguía:
La cultura ha sido –y seguirá siendo- tema de reflexión y crítica sociológica,
antropología, de la teoría del enlace, de la filosofía…pero cada una de estas la
piensa desde el particular lugar de observación que le impone la tradición desde la
que se tematiza, con las ventajas y restricciones que ello implica. Efectivamente,
no hay nada en el mundo social que dicte las distinciones disciplinarias que se han
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consolidado. Sin embargo, estas distinciones se convierten en campos cognitivos
diversos. Ignorar este hecho, bajo la premisa de la necesidad de redefinir un
concepto, equivale a desconocer cómo evoluciona la ciencia, el papel que juegan
las tradiciones en la delimitación de las identidades disciplinarias y en la forma que
adquiere su discurso. (Murguía Lores, Adriana. 2009, p. 17).
Tenemos entonces que si bien el análisis de la cultura es enfocado de manera
distinta desde cada tradición científica y su definición no es unívoca, la propia
historicidad de la noción hace posible comprender su sentido general y delimitar
sus características, lo cual nos aleja del relativismo que diluye su fundamento.
Además, para el análisis de las intervenciones prácticas del Estado en la materia,
es necesaria una delimitación del campo acción.
Con base en esto, podemos señalar que remitiéndonos al sentido propio del
término y para los fines de esta investigación, por cultura entendemos:
La humanización de las necesidades naturales y del medio social (recubrimiento
de lo natural) a través de la sensorialidad-sensibilidad y el intelecto. Esta
humanización se expresa también simbólicamente, es decir, representa el sentido
a través de formas sensibles que se constituyen y expresan en los modos de vida
(ser, hacer y pensar).
Ahora bien, esos modos de vida se realizan en planos distintos y se materializan.
Distinguirlos, nos ayudará a comprender los ámbitos de intervención u omisión del
Estado para el diseño e instrumentación de las políticas culturales. Al respecto,
Severo Iglesias (Iglesias, Severo 2008, p. 9-17) ubica tres ámbitos que aunque se
implican entre sí, es conveniente distinguir para el análisis del tema:
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A) La cultura de base:
Se refiera al hábitat que el hombre genera tras imprimir su huella a lo natural.
Ligada a los impulsos y necesidades (reproducción, alimentación, descanso,
relación, etcétera) que se humanizan. Por ejemplo, al género humano no le basta
con nutrirse y satisfacer la función biológica: produce alimentos, los prepara, los
disfruta, presenta estéticamente y se sienta alrededor de ellos para compartirlos. A
través del tiempo, estas formas devienen en hábitos constitutivos de las
costumbres de una comunidad o pueblo. También se refiere a la humanización de
los sentidos (no sólo escuchamos, construimos obras para el disfrute del sonido,
de la visión, del olfato, etcétera), se origina con el contacto directo con el medio
natural y da por resultado los hábitos perceptuales, ligados a lo sensorial-sensible,
que se manifiestan en los modos de sentir y los gustos, es decir, en el modo de
ser tanto personal como de un pueblo.
La actividad, el modo de hacer, es también cultural cuando rebasa la acción
natural, a través del trabajo se construye el mundo humano y se generan las obras
que llevan implícito no sólo una funcionalidad, sino una sensibilidad.
B) La cultura como humanización del medio social:
Se refiere a los usos y tratos sociales. Es el modo de construir el medio urbano
rural, el industrial, el habitacional el escolar, el ambiente ecológico, (Ibídem). Con
las normas, procedimientos y referentes simbólicos que dan lugar a un modo de
convivencia colectivo, relaciones y creación del medio social.
C) La cultura artística y del espíritu:
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XLV
Concerniente a la producción estética e intelectual y elaboración de los grandes
modelos, estilos e ideales que marcan los cauces para la creación artística. Aquí
tiene especial importancia el lenguaje articulado, no sólo hace referencia a los
objetos, sino que permite sustituirlos en el interior de la conciencia y trabajar sobre
las implicaciones lógicas y semánticas. Como formación interior, recubre,
transforma y reconstituye las aptitudes, facultades, capacidades y habilidades del
sujeto, dándoles la profundidad del intelecto y del espíritu. (Iglesias, Severo. 2001,
p. 27).
Estas tres formaciones nos muestran que la cultura se conforma en los modos de
vida, es decir, en el modo en que recubrimos sensiblemente nuestras
necesidades, relaciones y obras, tanto en lo personal como en lo social. Siendo
así, lo cultural no se reduce al mero ámbito artístico o intelectual, como
mayormente ha sido considerado, pero tampoco se extiende a todo lo realizado
por el género humano, sino al modo de realización en estos tres distintos planos.
1.3. NIVELES CULTURALES
Una vez propuesto y definido el concepto de cultura, la idea de llegar a un
consenso de lo que a partir de ahora se entenderá como tal, es necesario entrar
en otra discusión, la cual tiene como tema principal una división que se hace en
los estudios y contenidos culturales. En nuestra opinión esta división tomó como
base una clasificación económica y a partir de ella nombró a los diferentes
“niveles” de cultura, así es como principalmente encontramos dos niveles de
cultura, una es la alta cultura que se asocia con la población culta, la clase
burguesa, la otra es la baja cultura, la cual ha sido relacionada con la clase baja, la
que no tiene acceso al disfrute de la cultura porque no tiene ni el dinero ni el
tiempo para dedicarlo a ese aspecto de la vida.
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XLVI
Para comenzar con el análisis utilizaremos algunos conceptos propuestos por el
sociólogo Hebert Marcuse; él habla de la existencia de una cultura afirmativa,
proponía entenderla como: aquella cultura que pertenece a la época burguesa y
que a lo largo de su propio desarrollo ha conducido a la separación del mundo
anímico- espiritual, en tanto reino independiente de los valores de la civilización,
colocando a aquel por encima de ésta (Marcuse Herbert, 1967, p. 50).
Marcuse ubica a la cultura afirmativa dentro del terreno de la burguesía, propone
que el desarrollo de esta cultura contribuye a elevar el mundo espiritual por
encima de los valores de la sociedad. Esta idea puede resultar muy en sintonía
con lo que los griegos proponían, ya que es bien sabido que uno de sus
principales discursos iba en el sentido de cultivar el alma y el espíritu.
En la polis decididamente el trabajo no gozaba de prestigio y era asociado a los
sectores que estaban en la base de la estructura social. En tanto que las clases
ociosas tenían la posibilidad de cultivar su espíritu y apreciar la belleza y la
bondad. (Entel Alicia, 1999, p. 25).
En América, uno de los trabajos más reconocidos en cuanto a la distinción de
niveles en la cultura fue Dwight MacDonald, entre sus trabajos más citados se
encuentra su libro: Against the American Grain, la principal premisa es la distinción
de tres niveles intelectuales: (Masscult, Midcult y High Culture).
Al nivel más bajo de cultura lo llamo Masscult, refiriéndose con ello a la cultura de
masas; “MacDonald describe este nivel como un nivel despreocupado de los
valores de la alta cultura y que además intentaba parecerse a la alta cultura (Mac
Donald Dwight, 1983, p. 3).
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Piensa que el Masscult visto desde el punto de vista del consumo tienen algunas
ventajas estratégicas respecto al High Culture pero a pesar de esto nunca será un
nivel intelectual que valga la pena en cuanto a valor cultural ya que nunca será
arte, además de valerse de recurso fáciles como apelar a las emociones para
causa empatía con el público. (Ibídem, p. 4).
Las ventajas estratégicas del Masscult ante el High Culture, están relacionadas a
la infraestructura a la que el Masscult tiene acceso, es decir, se habla de un nivel
cultural que tiene a su disposición la infraestructura necesaria para llegar a sus
consumidores de manera masiva.
El nivel más alto en la distinción que hace MacDonald es el llamado High Culture,
este nivel engloba a las expresiones más exquisitas de la cultura, se desarrolla en
el terreno de la aristocracia, apela a los sentimientos e ideas, y espera que exista
una retroalimentación con el público.
Para MacDonald, éste nivel es más rico en cuanto a contenido cultural, su
discurso no es fácil de entender, por lo tanto no va dirigido a cualquier persona, se
busca llegar a un público con tradición culta, son refinados y poseen una gran
cantidad de conocimientos, es por ello que se dice que este nivel se desarrolla en
el terreno de la aristocracia ya que comúnmente son ellos el grupo más cultivado.
MacDonald señala que existe un sector de la población que se encuentra en
circunstancia de libre elección en cuanto a consumo cultural, pueden elegir
consumir ciertos contenidos del Masscult y otros tantos del High Culture. (Ibídem,
p. 34).
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XLVIII
Por ello decide nombra a este nivel Midcult, dice que es un nivel híbrido de cultura
y que es el más engañoso debido a que se disfraza y simula respetar los cánones
de la alta cultura pero en realidad lo que hace es vulgarizarlos.
Es importante entender y hacer una distinción de los contenidos públicos de la
cultura ya que se debe comenzar a entender las características de cada uno de
los niveles, ser capaces de identificarlos por las características de los contenidos
y/o por sus públicos, al identificarlos seremos capaces de comprender el porqué
de los procesos que éstos niveles siguen.
Además de lo anterior es importante destacar que las distinciones en los
contenidos públicos culturales también se encuentran ligada a un hecho histórico
que cambió por completo la configuración del mundo en el que vivimos, nos
referimos a la revolución en las industrias relacionadas con la producción de
bienes culturales.
Con la llegada de la revolución en estas industrias los contenidos culturales
tuvieron la posibilidad de masificarse, sin embargo las preguntas obvias eran:
¿Todos los contenidos culturales se deben masificar? ¿Los públicos lo
entenderán? O peor aún. ¿Las clases dominantes estaban dispuestas a permitir
que las clases bajas tuvieran acceso a contenidos que eran exclusivos de ellos?
A partir de éstas y más interrogantes, es que se comienzan a hacer las
distinciones de las que ya hablamos con relación al término de lo que es la cultura.
1.3.1. MASIFICACIÓN DE LA CULTURA
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XLIX
Como es bien sabido la revolución industrial llego a poner al alcance de muchas
personas cosas que antes eran exclusivas de ciertas clases sociales, la razón es
simple: los costos y los tiempos de producción se vieron drásticamente reducidos,
así que había más mercancía para hacerla llegar a más consumidores.
Este evento no sucedió de la noche a la mañana, fue un proceso que llevó más de
dos siglos y que comenzó por pequeños cambios, en varias áreas, estos cambios
influyeron a otros cambios. (Outman L. James p. 9).
Estos cambios que la Revolución industria trajo consigo inevitablemente
alcanzaron a la cultura, por ejemplo, a partir de la invención de la imprenta existía
la posibilidad de hacer la reproducción masiva de gacetas informativas.
Con el cambio en los procesos de producción se tuvo la necesidad de darle
nombre a estos nuevos procesos, es por ello que a casi todo se le agrego la
palabra industria, es así como nace la industria cultural, que se presenta “como un
sistema de condicionamientos con los que todo operador de cultura deberá contar,
si quiere comunicarse con sus semejantes” (Eco Humberto1977, p. 33).
Ante un cambio de esta magnitud, muchos de los operadores culturales
comenzaron a tomar posiciones en contra y a favor. El sector de operadores
culturales que asumió un papel muy crítico respecto a la industrialización cultural y
por ende a la masificación cultural, mantenían un discurso desigual y aristocrático,
no estaban de acuerdo en perder o compartir los privilegios y la exclusividad de la
clase dominante.
Otro grupo de fuertes críticos respecto a la masificación de la cultura,
argumentaban que sentían desconfianza de las herramientas de la cultura de
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L
masas, porque podría convertirse fácilmente en una herramienta de poder
intelectual, lo cual sería nada favorable en manos de un grupo de personas con
ideas autoritarias.
En torno a esta discusión el semiólogo Humberto Eco propone la distinción de dos
posturas ante la cultura de masas. A un grupo lo nombra los Apocalípticos, para
ellos
“La cultura de masas es anticultura. Y puesto que ésta nace en el momento en
que la presencia de las masas en la vida social se convierte en el fenómeno más
evidente de un contexto histórico, “la cultura de masas” no es signo de una
aberración transitoria y limitada, sino que llega a constituir el signo de una caída
irrecuperable, ante la cual el hombre de cultura (último superviviente de la
prehistoria, destinado a la extinción) no puede más que expresarse en términos de
Apocalipsis”. (Ibídem, p. 36).
Al otro grupo lo llama los Integrados, dice de ellos que:
“Dado que la televisión, los periódicos, la radio, el cine, las historietas la novela
popular y el Reader`s Digest ponen hoy en día los bienes culturales a disposición
de todos, haciendo amable y liviana la absorción de nociones y la recepción de
información, estamos viviendo en una época de ampliación del campo cultural, en
que se realiza finalmente a un nivel extenso, con el concurso de los mejores, la
circulación de un arte y una cultura “popular”. Que esta cultura surja de lo bajo o
sea confeccionada desde arriba para consumidores indefensos, es un problema
que el integrado no se plantea” (Ibídem, p. 50).
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Para los Apocalípticos, la cultura verdadera se ha perdido con el surgimiento de la
cultura de masas, saben perfectamente que la presencia de las masas es un
factor que llegó para quedarse y que poco a poco todo lo que les es común se irá
adaptando para que también sea común a las masas.
Los Integrados, son un grupo de optimistas que agradece el surgimiento de la
cultura de masas ya que gracias a los nuevos medios -televisión, radio, revistas-
podrán tener acceso a los bienes culturales, sienten que por fin hay algo que les
pertenece porque ha sido pensado para ellos, aunque nunca se preguntan
quiénes son los que deciden los contenidos de la cultura que están consumiendo.
Ambas posturas coincidían en algo, diferenciar, clasificar a los consumidores de la
cultura, por un lado, se encuentran los que desde siempre habían tenido acceso a
ella, regularmente eran los grupos perteneciente a las clases altas de poder; los
otros, eran los nuevos iniciados, la masa que por primera vez podían tener acceso
a bienes culturales que antes les eran inaccesibles.
¿Quién tiene la razón? Nos parece que lo ideal sería encontrar un punto medio de
opinión respecto a la cultura de masas, ya que evidentemente la postura que
asumen los Apocalípticos nos parece exagerada, las masas no significan la
muerte de la cultura, sólo representan un nuevo paradigma al momento de
estudiar los procesos culturales.
Por otro lado, creemos que los Integrados deberían tomar un poco más de
conciencia respecto a los contenidos culturales que consumen, dejar de consumir
por consumir y comenzar a cuestionar el porqué de sus consumos.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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Es importante dejar en claro que las posturas que Eco propone son parte de
estudios hechos en los sesenta, época histórica en la que justamente se marca un
despertar de las masas en el mundo entero.
Retomando características de la Revolución Industrial es necesario decir que dado
el exceso en la oferta cultural se tenía la sensación de tener libertad de elección,
sin embargo, ésta idea no era más que una falsa libertad, debido a que las
opciones a tomar ya habían sido decididas por los grupos de poder.
Theodor Adorno, define perfectamente esta característica en una frase: “Todo lo
que ocurre, ocurre a los hombres, en vez de ocurrir por ellos” (Max Horkheimer y
Theodor W. 1994, p. 34).
Lo anterior resulta paradójico ya que se pensaba que ante la posibilidad de tener
mayor acceso y más diversidad a contenidos culturales se podría alcanzar una
situación democrática, en donde los consumidores decidieran lo que querían
consumir.
Dado que la característica de cultura democrática nunca se dio, la industria
cultural comenzó a analizar los públicos a los que quería llegar, los dividió y se dio
a la tarea de producir contenidos culturales con características especiales para
cada uno de sus públicos, es decir, comenzó a crear fórmulas de contenido. Al
respecto Adorno señala lo siguiente: “La industria cultural se caracteriza por la
repetición de lo ya aceptado y en ese sentido el arte de masas excluye la historia
mediante sus “congelados” modelos” (Ibídem, p. 34).
La producción estandarizada fue la principal herramienta de la industria cultural,
ofrecía la posibilidad aparente de “elegir”, ésta fue la principal característica por lo
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LIII
que la Escuela de Frankfurt criticó a la industria cultural, por aparentar ser
democrática.
Ahora bien, a partir de los razonamientos anteriores y con el fin de comenzar a
definir con la Revolución Industrial y el surgimiento de la cultura de masas, nos
parece importante tratar de enunciar un conjunto de características a favor y en
contra de ella, lo anterior con el fin de entender el cambio de paradigma que
significó la Revolución Industrial en la cultura.
Críticas:
1. Los contenidos van dirigidos a un público heterogéneo, por lo cual se busca
encontrar una fórmula media en los contenidos, como consecuencia resulta
muy difícil respetar las características culturales propias de cada lugar.
2. Al difundir contenidos faltos de características propias, es muy difícil que los
receptores de estos contenidos puedan desarrollar conciencia de sí mismos
y/o como grupo social con características propias, por lo tanto caen en la
incapacidad de exigir contenidos que sean propios de su entorno, al final
terminan consumiendo lo que la industria cultural propone.
3. Dado que lo que se busca son resultados rápidos y exitosos, resulta mucho
más fácil apelar al recurso de mostrar las emociones de manera explícita en
lugar de sugerirlas.
4. Los contenidos de la cultura de masas obedecen a las leyes de consumo,
dan al público únicamente lo que más se consume, lo cual se convierte en
un círculo vicioso porque lo que el público consume es lo que la misma
industria cultural ha decidido que necesitan.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LIV
5. La industria cultural ha sido diseñado sus contenidos para el
entretenimiento y el tiempo libre, son productos que no incitan a la
comprensión de la obra, solamente a su consumo.
En resumen, los contenidos que propone la industria cultural, se mimetizan en la
cultura popular, el problema es que en lugar de planear los contenidos tomando en
cuenta las necesidades de la población a la que van dirigidos, éstos son
planeados y decididos desde las altas esferas del poder.
Defensas:
A. La cultura de masas no han ocupado el lugar de la cultura superior, sin
embargo ha servido como amplificador de ésta última, ha servido como
vehículo para difundir contenidos que antes eran exclusivos de las clases
altas.
B. La industria cultural permite que se dé una homogenización de gustos, este
punto puede tener un lado positivo ya que se puede llegar a reducir las
diferencias de clases y unificar las sensibilidades.
C. La industria cultural abarata los costos de producción, lo que trae consigo
una mayor oferta de obras a precios accesibles a todos los públicos.
D. La industria cultural contribuye a sensibilizar a los públicos respecto a las
cosas que intervienen en su entorno, lo logra poniendo al alcance de los
consumidores grandes cantidades de información, confiando en que éstas
serán utilizadas por los públicos para formular criterios propios.
E. Han servido para introducir nuevos códigos de comunicación, nuevos
esquemas perceptivos.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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Como podemos darnos cuenta la concepción de la cultura de masas es muy
buena de origen, en teoría la idea de contar con instrumentos que ayuden a la
circulación libre de información con la capacidad de poder llegar a una gran
cantidad de población y además tener la posibilidad de que esta misma población
decida qué contenidos quiere consumir suena muy bien, sin embargo nos
olvidamos que la mayoría de las veces esta cultura de masas es producida por
grupos de poder, cuyo principal fin es buscar beneficio económico.
Al final de toda esta revisión de ideas a favor y en contra de la cultura de masas, la
reflexión principal es ¿Qué se puede hacer para que la cultura de masas en
verdad represente los intereses y valores de la sociedad en la que se desarrolla y
no sólo sea amplificador de los intereses de un grupo reducido de personas?
1.4. SECTORES EN EL ESTUDIO DE LA CULTURA
Hasta ahora se han expuesto los diversos conceptos que se pueden encontrar
para la palabra cultura, cada uno de estos conceptos varia en su enfoque de
estudio porque pertenecen a diferentes disciplinas, por lo cual resulta muy lógico
que cada una de ellas desarrolle diferentes corrientes de investigación.
Al respecto, encontramos que hay tres importantes vertientes de análisis en
relación a temas culturales.
Una de estas vertientes es la que representa a los estudios culturales, esta nueva
corriente de estudios surgió en los años cincuenta como respuesta a los grandes
cambios de comunicación e interacción en la sociedad, logrando institucionalizarse
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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en los años sesenta con la fundación del (Centre for Contemporary Cultural
Studies).
Los estudios culturales asumen un carácter multidisciplinario que estudia las
formas en las que se producen los contenidos culturales que llegan a la sociedad,
el cómo son difundidos, el impacto que tienen en la sociedad y la respuesta que
ésta tienen ante el estímulo cultural.
Se dice que los estudios culturales son:
“bisagra del tiempo al explorar el espacio social a través de una forma de observar
el cambio y las transformaciones por vía de las formas culturales en el tiempo y la
manera como estructuran la experiencia individual y colectiva a través de la acción
de los medios de comunicación. (Héctor Gómez Vargas, p 34).
La segunda corresponde a la industria cultural esta corriente es definida por
Néstor García Canclini como: el conjunto de actividades de producción,
comercialización y comunicación en gran escala de mensajes y bienes culturales
que favorecen la difusión masiva, nacional e internacional, de la información y el
entretenimiento, y el acceso creciente de las mayorías. (Néstor García de Canclini,
2004).
Esta vertiente tiene una faceta mayoritariamente económica, observando a la
cultura como un elemento más del mercado, es un bien y un servicio en el cual se
invierte esperando generar resultados, los cuales pueden ser económicos o
meramente de enriquecimiento cultural.
La tercera vertiente corresponde al enfoque de las políticas culturales, la cual se
define como:
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• “un conjunto de intervenciones, acciones y estrategias que distintas
instituciones gubernamentales, privadas o comunitarias, llevan a cabo con
el propósito de satisfacer necesidades y aspiraciones culturales, simbólicas
y expresivas, de la sociedad en distintos niveles y modalidades” (Ariel
Olmos Héctor, 2004, p. 25).
Este concepto es muy completo ya que al hablar de distintos niveles y
modalidades de la cultura no limita el campo de acción, de esta forma todos los
miembros de la sociedad se ven involucrados en las políticas culturales.
En el siguiente apartado se hará un recuento histórico de eventos que han
marcado la política cultural en México, pero justamente para entender los sucedido
en la historia de la política cultural en México es necesario entender la parte
conceptual y la relación de las vertientes ligadas a ella.
1.5. BREVE REPASO DE LA CULTURA EN MÉXICO
1.5.1. EL NACIMIENTO DE LA CULTURA INSTITUCIONALIZADA
Las bases de las instituciones culturales y educativas que conocemos actualmente
son el resultado de lo que dejó la revolución Mexicana tras de sí. No sólo significó
un conflicto armado, significó también una revolución en las conciencias – en
nuestra opinión, la revolución en las conciencias necesariamente ocurrió antes de
la revolución armada- Henríquez Ureña señala que:
• Para el pueblo, en fin, la Revolución ha sido una transformación espiritual.
Sobre la tristeza antigua, tradicional, sobre la “vieja lágrima” de las gentes
del pueblo mexicano, ha comenzado a brillar una luz de esperanza. Ahora
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LVIII
juzgan y ríen como nunca lo hicieron antes. Llevan alta la cabeza. (Caso
Antonio, Hernández Luna Juan, 2000, p. 153).
Con un pueblo que ya era consciente de sus derechos y obligaciones se tenía por
delante todo un nuevo panorama, una hoja en blanco, se necesitaba dejar atrás lo
que era nocivo para la sociedad y proponer nuevas políticas que contribuyeran a
llevar al país por un buen camino.
Indudablemente para un cambio de esta magnitud, se necesitan actores
intelectuales y en el México de principios del siglo XX, estos autores intelectuales
fueron un grupo de jóvenes pertenecientes a la élite mexicana. Este grupo de
jóvenes constituyó una masonería llamada el “Ateneo de la Juventud”, la cual era
definida como: “una asociación cuyo propósito principal consistía en “trabajar en
pro de la cultura intelectual y artística de México” dentro de tres ámbitos, la capital,
el país y el exterior” (Quintanilla Susana, 2008, p. 201).
Es fácil conocer la influencia política que tuvo este grupo de jóvenes cuando se
sabe que entre sus integrantes se encontraban Vasconcelos, Antonio Caso,
Alfonso Reyes y Pedro Henríquez Ureña por citar algunos. Vasconcelos fue quizá
el más famoso de los ateneístas, con su influencia en el medio público logró
amplificar la corriente ideológica del Ateneo; la influencia de la que hablamos se
manifiesta primero que nada con su nombramiento como rector de la Universidad
Nacional de México en 1910, ese mismo año propone los estatutos para la
creación de la Secretaría de Educación Pública, básicamente, lo que se buscaba
con la creación de esta nueva secretaría era institucionalizar la educación -la
creación de instituciones era común en esa época-.
La propuesta hecha por Vasconcelos tardó un año en ser firmada por el entonces
presidente Obregón, y es así como en 1921, sale a la luz el decreto de creación de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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la Secretaría de Educación Pública, nombrando a Vasconcelos secretario de la
misma.
Entre Obregón y Vasconcelos se crea el ámbito indispensable y el pacto no
verbalizado: el Estado apoya y hace suya una manera de comprender y ejercer la
cultura y el Estado, a cambio, se consolida de modo importante: representa ya,
según el punto de vista del sector intelectual que se difundirá mundialmente, a
toda la Revolución Mexicana (Pacheco José Emilio1982, p. 185).
Una vez que se contaban con las herramientas y el apoyo institucional,
Vasconcelos dio inicio a su proyecto educativo que consistió en cinco acciones
coordinadas: escuelas, bibliotecas, bellas artes, alfabetización y educación
indígena.
En cuanto a la alfabetización, tomó como antecedente lo hecho en Norteamérica
en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial, de esta manera, Vasconcelos
buscaba tener como aliados de su proyecto educativo a la clase media, ellos los
letrados, tenían que constituir el ejército que cultivara al pueblo, sin embargo esto
no fue así.
Debido a lo anterior, la campaña de alfabetización encontró su principal apoyo en
las primeras generaciones de alfabetizados que en cuanto aprendían a leer y
escribir tenían la misión de compartir sus conocimientos “la clase media participó
poco aunque hubo muchas excepciones, sobre todo mujeres misioneras, al final
fueron alumnos adolescentes (“el ejército de los niños”) quienes más participaron
en la campaña” (Ibídem, p. 91).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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Se decía que tal era la alegría del ejército de niños enseñando a los otros que
casi, casi se podía hablar de un ambiente evangélico para enseñar a leer y
escribir.
Hubo sin número de festivales de música y danza. El teatro era popular, de sátira
política, pero sobre todo, era espejo de las costumbres y aspiraciones de la vida
común. En este ámbito se puede decir que Vasconcelos contribuyó a sentar las
bases de lo que en el futuro constituirían un nuevo sector económico, me refiero a
las industrias culturales: “A la vera de Vasconcelos, en aquella Secretaría se formó
toda una nueva generación de artistas y escritores que formarían a su vez a
nuevas generaciones. Gracias a aquel pacto se dio el primer impulso a la nueva
industria editorial” (Krause Enrique1987, p. 150).
En cuanto al rubro de la educación indígena se impulsaron las escuelas rurales.
Se incentivó la creación de bibliotecas públicas, la edición de libros de texto
gratuito; se cultivaron y rescataron las bellas artes, ejemplo claro de ello es el
rescate que hace de los edificios que antes eran el colegio de San Pedro y San
Pablo para convertirlos en la sede de la nueva Secretaría, además de invitar al Dr.
Atl y Xavier Guerrero para intervenir los murales.
De manera global Vasconcelos buscaba elevar la calidad de vida de la población
usando como principal herramienta la educación, su silogismo básico era que con
una mejor educación se lograría llegar a una situación que permitiera la
democracia, es decir, llegar al ideal democrático que proponía la revolución.
Durante tres años Vasconcelos trabajó arduamente en su proyecto educativo, sin
embargo cuestiones políticas no le permitieron seguir por más tiempo y en 1924
deja la Secretaría de Educación.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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Algunos de los proyectos propuestos por Vasconcelos siguieron funcionando, sin
embargo, a la llegada de Calles al poder el tema cultural tomo un giro algo
desafortunado y el ímpetu cultural de inicio de los años veinte se vino abajo.
En 1928 mientras Calles estaba en el poder, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo,
Gilberto Owen y Antonieta Rivas Mercado, fundaron el Teatro Ulises, su
nacimiento es la primera señal de un intento por dar al teatro en México un giro
más innovador, sus creadores sostenían que en cuanto al teatro el problema no
era producirlos sino que el problema residía en hacer teatro de calidad, justo ésta
fue la base sobre la que se creó el Teatro Ulises, sus creadores lo consideraban
como “el pequeño teatro experimental en donde se representaba obras nuevas por
nuevos actores no profesionales” (Ibídem p. 380).
Entre 1928 y 1932 dos diferentes presidentes asumieron el poder en México, ellos
fueron Emilio Portes Gil y Pascual Ortiz Rubio, en la Secretaría de Educación
Pública hubo cinco diferentes secretarios, lo cual nos habla de la imposibilidad de
continuidad en un proyecto educativo.
A principios de los años treinta comienza a darse un importante crecimiento en la
industria del cine, el año 1933 fue el que marcó el gran salto en la industria ya que
se pasó de producir un par de películas al año a más de veinte, durante los
siguientes años la producción seguía creciendo, para 1936 se filma la película de
mayor importancia para el naciente cine mexicano, Allá en el Rancho Grande, de
Fernando de Fuentes.
La iniciativa que años antes tuvo Novo y Villaurrutia al formar el Teatro Ulises vio
su continuación en la fundación del Teatro Orientación, su creación representó la
acción más contundente del estado en favor del teatro. Varias características
distinguían su actividad ya que daba cabida a lo mejor del teatro extranjero
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cubriendo con ello lo mejor del teatro universal sin dejar de lado el teatro nacional
representado por obras de nuevos dramaturgos mexicanos.
Es así como se llega al año de 1934, año en el que Cárdenas llega a la
presidencia, él asignaba fines socialistas a la educación, decía que se debía
impedir el olvido de que “el patrimonio espiritual que reciben (los educandos) está
destinado al servicio de su clase” (Pacheco, op. cit, p. 103).
Entre sus principales preocupaciones sociales se encontraba la desintegración
social, económica, política, cultural, racial y lingüística del país.
Lo anterior resulta sumamente contradictorio teniendo en cuenta lo que
Vasconcelos había planteado en su proyecto cultural diez años atrás, esta idea de
educar a una nueva generación de mexicanos herederos de los frutos de la
Revolución Mexicana, conscientes de sus derechos y obligaciones, dispuestos a
defenderlos y exigirlos y orgullosos de su patria. ¿Qué fue lo que pasó, porqué
Cárdenas seguía preocupado por la desintegración social, cultural y lingüística?
Aguilar Camín da una posible respuesta. “México carecía, en su concepto, de una
auténtica conciencia nacional, ello a pesar de la Revolución, que no había podido
culminar su obra” (Ibídem, p. 200).
En temas educativos uno de los legados más importantes del gobierno cardenista
fue la creación del Instituto Politécnico Nacional, ahí, según palabras del mismo
Cárdenas el estudiante se capacitaba “técnica y biológicamente para intervenir en
el proceso de producción y se forman especialistas en distintas ramas de
investigación científica y técnica llamadas a impulsar la economía del país
mediante una explotación metódica de nuestra riqueza potencial” (Ibídem, p. 104).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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Como ya se dijo anteriormente, la idea cardenista de educación era socialista, por
lo tanto era muy importante preocuparse por capacitar al pueblo para que sea el
mismo el que explote las riquezas nacionales y además retribuya así, el pago de la
educación que en algún momento subsidió la comunidad trabajadora.
Durante los años de gobierno de Cárdenas se da un hecho que influyó en la
entonces casi inexistente industria editorial en México, nos referimos a la llegada
de un importante número de españoles que venían huyendo de la Guerra Civil,
entre los refugiados se encontraban muchos escritores y editores los cuales
incentivaron la producción editorial la cual estaba representada por muy pocas
editoriales entre las que destaca el Fondo de Cultura Económica (FCE), fundada
en 1934 y dirigida por Daniel Cosío Villegas. Un año más tarde de creado el FCE
Cárdenas funda la Productora e Importadora de Papel, S. A (PIPSA), con PIPSA y
el Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad, Cárdenas obtuvo dos nuevos
canales a través de los cuales el Estado podía ejercer influencia sobre los medios
periodísticos. Durante su gestión ordenó cerrar periódicos y revistas que no
apoyaban su política de reforma social a los otros medios los utilizó para difundir
sus declaraciones” (Bohmann Karin, 1989, p. 76).
En 1937 se funda Radio Gobernación, la emisora de la Secretaría de
Gobernación, la cual sigue hasta ahora bajo el nombre de La Hora Nacional. Ese
mismo año se funda la estación de la UNAM, Radio Universidad.
El sucesor de Cárdenas fue Ávila Camacho quien llegó a la presidencia a
principios de los años cuarenta, en su sexenio comienzan a darse acciones
relevantes en torno a la creciente industria del cine, en 1941 se constituye el
Banco Cinematográfico el Estado el cual se encargaba de otorgar anticipos a los
productores de las películas mexicanas, o subsidios recuperables. Su capital
inicial fue de $10 millones divididos en 10 mil acciones, el principal accionista era
el Banco de México con el 56.97%. En 1942 se funda la Cámara Nacional de la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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Industria de la Radio y la Televisión (CIRT), su primer presidente fue Emilio
Azcárraga Vidaurreta.
En 1945 se publica la Ley que establece el Premio Nacional de Ciencias y Artes,
con los campos de: Literatura, Artes plásticas, Música, Estética, Cultura e
Investigación Científica. Sobra decir que dichos premios obedecían al resalte del
discurso nacionalista.
El mismo año en el que se establece el Premio Nacional de Ciencias y Artes
asume el poder Miguel Alemán Velasco, durante ese año la industria teatral cobró
fuerza, en la ciudad de México los teatros comienzan a multiplicarse, se rescatan
los que estaban en abandono y se construyen nuevos, este renacer de la industria
teatral se acelera a finales de los años cuarenta.
Por otro lado la industria cinematográfica seguía creciendo, es por ello que en
1947 se funda la distribuidora de Películas Nacionales la cual distribuía películas
mexicanas en todo el territorio de la República, con un promedio de cincuenta
estrenos anuales que equivale a un poco más del 50% de la producción nacional”.
(México 50 años de la revolución, 1962, p. 410).
Otros hechos relevantes que sucedieron en el gobierno de Miguel Alemán es la
aprobación del voto de la mujer en elecciones municipales, además se hicieron
importantes obras públicas como la construcción de carreteras y grandes avenidas
en el Distrito Federal; pero la que sin duda fue la obra más destacada de su
sexenio fue la construcción de Ciudad Universitaria, inaugurada sin terminar el 20
de noviembre de 1952.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXV
Además se crea el Instituto Nacional de Bellas Artes 1946 y el Instituto Nacional
de la Juventud Mexicana.
“En 1950 fue creado el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana. Su misión:
preparar, dirigir y orientar a nuestra juventud dentro de las normas de la dignidad
humana en los problemas básicos nacionales, para alcanzar los más puros ideales
democráticos” (Pacheco, op. cit., p. 128).
En 1950 la población mexicana era de 25.8 millones de personas, de los cuales
15.69 millones eran menores de 24 años, evidentemente era necesario poner
atención en esa cada vez más creciente población juvenil.
Ese mismo año se otorga la primera concesión televisiva en México, se le otorga a
Rómulo O’Farril para el canal 4, al año siguiente en 1951 se otorga la segunda a
Azcárraga, ésta para operar el canal 2.
Durante el sexenio de Alemán en los medios periodísticos se comenzó a hablar de
ciertos “pagos extra” a periodistas y periódicos que apoyaban el discurso oficial del
presidente, paradójicamente y casi a manera de burla es justo Alemán quien
establece el “Día de la Libertad de Prensa” celebrado hasta hoy.
El sucesor de Alemán fue Ruiz Cortines. Él llega a gobernar un país con una
población joven y en crecimiento lo cual para los estrategas del gobierno
representaba la idea de tener una población fácilmente manejable.
En cuanto a medios de la industria cultural se refiere en 1954 se crea la
Cinematográfica Mexicana Exportadora (CIMEX) la cual se encargaba de distribuir
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXVI
las películas de México en los Estados Unidos, Canadá, Alaska, Europa, Asia,
África, Australia.
En 1958, se funda el Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional, el cual desde sus
inicios fue pensado para difundir programas de estudio del IPN y para transmitir
programas culturales. Ese mismo año asume el poder Adolfo López Mateos.
En 1960 se crea una rama dentro de la Secretaría de Educación Pública que será
el antecedente directo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
(Conaculta), esta es la Subsecretaría de Asuntos Culturales, además, es en este
mismo año que comienza la circulación de los libros de texto gratuitos y se funda
la agencia informativa INFORMEX S.A.
También en 1960 el gobierno de López Mateos publica la Ley Federal de Radio y
Televisión, en ella se sentaron las bases para tener la posibilidad de que el
gobierno pudiera utilizar cierto tiempo de las estaciones privadas de radio y la
televisión, para la promoción de programas supuestamente culturales.
Durante el sexenio de Díaz Ordaz, el cual fue de 1964 a 1970, la política cultural
se centraba en la difusión de la cultura y el arte, no se dieron grandes cambios
estructurales. En 1968 se crea la agencia de noticias NOTIMEX S.A., tras la cual
se encontraba el entonces secretario de Gobernación y posterior presidente de
México, Luis Echeverría Álvarez, el cual aprovechó la agencia para la preparación
de su campaña política como candidato presidencial.
Durante el periodo de 1971 a 1982, la Subsecretaría de Asuntos Culturales,
cambió de nombre en repetidas ocasiones, para 1982 se llamaba Subsecretaría
de Cultura, compuesta por:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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Órganos centrales:
• Dirección General de Publicaciones y Bibliotecas
• Dirección General de Materiales Didácticos y culturales
• Dirección General del Derecho de Autor
• Dirección General de Culturas Populares
• Dirección General de Promoción Cultural
• Unidad de Televisión Educativa y Cultural (consultado el 23 de agosto de
2012)
Esta Subsecretaría se mantendría dentro de la estructura de la SEP hasta el año
de 1988 cuando el presidente Carlos Salinas de Gortari, firma un decreto para la
creación del Conaculta.
Los años ochenta terminan con la creación de un consejo destinado a la cultura y
las artes y con la privatización de la mayoría de cadenas de televisión pública,
excepto por el canal 11 y el 22.
Hasta aquí nos parece necesario hacer un paréntesis en esta breve reseña de
hechos culturales para puntualizar algunas ideas respecto a lo sucedido a inicios
de los años veinte y hasta finales de los años ochenta.
Los ejes en materia de educación propuestos por Vasconcelos siguen en esencia
siendo la guía bajo la que funciona la actual Secretaría de Educación Pública, ya
que en discurso, parecían ser el camino por el cual se podría llegar a un México
de igualdad, la pregunta es: ¿Por qué no se logró consolidar ese ideal de país del
que se hablaba después de la Revolución?
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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Quizá porque de inicio hubo deficiencias en las bases del proyecto educativo,
deficiencias que se disfrazaron en un doble discurso y de las que quizá el mismo
Vasconcelos fue víctima ya que en nuestra opinión el principal problema de
Vasconcelos fue que él era más intelectual que político, al final sus ideas fueron
usadas como herramienta de los que sí eran políticos.
Uno, la idea que tenían en mente el principal grupo intelectual que impulsó el
nuevo programa educativo era la de incentivar entre la población el concepto de
un nacionalismo cultural, dejando de lado todo lo que no proviniera de México, sin
embargo, justamente ellos- sus ideas- constituían uno de los grupos más
europeizados –“El nacionalismo mexicano surge de las obras de Schopenhauer,
Wagner, Nietzsche, Dostoyevski, Ruskin, Bergson, Croce, Gorki, Lunatcharski y
Romain Rolland” (Pacheco, op. cit., p. 88), sus principales influencias fueron
grandes filósofos europeos- , lo cual no tiene nada de malo ya que es imposible
pensar que se puede desarrollar una nueva cultura a partir generación espontánea
o sin tener relación con el mundo, sin embargo fueron justamente este grupo de
intelectuales los que en discurso rechazaban todo lo que no entrara en la
categoría de nacional.
Dos, ¿Quiénes fueron los principales beneficiarios del nacionalismo cultural? En el
discurso, el principal beneficiario tendría que haber sido el pueblo, sin embargo
esto no fue así, quizá porque como muchos lo dicen las ideas de Vasconcelos
estaban adelantadas a su época y a su espacio o quizá porque los cambios fueron
tan drásticos haciendo imposible que el pueblo los valorara y se acostumbrara a
ellos. “Al principio, la respuesta interna es vacilante: el público se burla de los
murales y los califica de “monotes” mientras un sector intelectual habla de
“degradación estética” (Ibídem., p. 186). Es así, como la clase dominante se
convierte en la principal beneficiaría del nacionalismo cultural.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXIX
Tres, el México postrevolucionario además de buscar alcanzar un ideal
democrático entre la población, buscaba que el mundo se enterara de que era un
país orgulloso de sus raíces que poseía una muy rica cultura propia y que tenía
todo para emerger como una gran nación. Quizá por ello que se da tanto apoyo a
la cultura, en especial a los muralistas mexicanos –pocas cosas tan majestuosas
como los murales de Rivera, Orozco, Siqueiros-, es también dentro de este
proyecto educativo que se enarbola las culturas prehispánicas, las artesanías y es
justo aquí cuando se da el nacimiento del turismo cultural.
Por lo anterior resulta fácil concluir que el proyecto educativo de Vasconcelos, no
tuvo como fin principal buscar una cohesión social sino que respondió a un fin
político. Así, tristemente la cultura nacional se convierte en una idea chovinista, en
exceso de folklore, en la explotación de vestimentas tradicionales, en el recuerdo
nostálgico de los grandes muralista que aunque fueron herramienta de este
nacionalismo cultural a nuestro juicio siguen siendo lo más importante que ha
pasado en la vida cultural del país y gracias a lo cual la cultura mexicana es
conocida en todo el mundo.
1.5.2. LA CULTURA COMO ESPACIO DE DOMINIO
Definida la cultura como parte constitutiva y fundamento distintivo de la especie
humana, que se manifiesta de manera particular en cada grupo, debemos
ubicarnos en el contexto histórico y social en que se genera y donde se define en
la realidad.
Las corrientes marxistas introdujeron aportes teóricos para su análisis desde esta
perspectiva. Aunque en sentido estricto ni Marx ni Engels la explicitan dentro de
sus estudios, se le suele ubicar como un componente de la ideología, siendo así
parte de la superestructura. Sabemos que las interpretaciones más mecanicistas
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXX
del marxismo la consideran como una determinación de la producción material,
una derivación de ella (infraestructura), siendo que el mismo Marx siempre
consideró una interacción dialéctica, pero lo cierto es que su teoría ubicó la
producción cultural dentro de las condiciones históricas, la cual es una objetivación
de la propia trasformación material por la mano del hombre. Recordemos que él
pensaba inseparables ciencia social y acción política como decía: Los filósofos ha
interpretado el mundo de varios modos; pero la cuestión es cambiarlo (Marx, K.,
1975, vol. II, p. 426). De ahí que su teoría, al explicar la dinámica de explotación,
la enajenación y la lucha de clases, también lo hiciera sobre la socialización de los
medios de producción y liberación del hombre. Señalaría así que no basta la
liberación de las necesidades que constriñen materialmente, sino la liberación del
dominio ideológico espiritual: Las ideas de la clase dominante son las ideas
dominantes de cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el
poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su pode espiritual
dominante. (Ibídem p 50).
Es precisamente sobre este tema que Antonio Gramsci se ocupa, introduciendo la
noción de hegemonía y tomando un lugar central en las explicaciones culturales y
sociológicas modernas al decir que las clases sociales dominadas o subordinadas,
participan de una concepción del mundo que les es impuesta por la clase
dominante.
Por ello refiere que la cultura (al igual que la ideología), se convierte en
instrumento privilegiado de la hegemonía por medio de la cual una clase social
logra el reconocimiento de su concepción del mundo y, en consecuencia, de su
supremacía por parte de las demás clases sociales, siendo una esfera de poder,
dominación y lucha. (Gramsci, Antonio 2001, p. 12).
Asicomo la explotación del hombre por el hombre terminaría al socializar los
medios de producción, la hegemonía cultural es también un estado modificable.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXI
Una cultura transformada cualitativamente con fuerza crítica y validez universal,
tendría que incorporar las mejores cualidades de la cultura hegemónica y dejar
atrás las limitaciones y la estrechez de las culturas dominadas que, señalaba, ser
anacrónicas. Esto recuerda el viejo debate de Lenin con el partido bolchevique y
particularmente con la visión de Bogdanov al conducir El Proletkult (Asociación de
cultura proletaria), que logró afiliar a miles de artistas e intelectuales para la
generación de una cultura proletaria denunciante de la explotación de la clase
trabajadora y en permanente rechazo de la cultura burguesa. Contrariamente,
Lenin consideraba que desechar la herencia cultural del pasado era absurdo:
• La cultura proletaria no sale de una fuente desconocida, ni brota del cerebro
de los que se llaman especialistas en la materia. Sería absurdo creerlo así.
La cultura proletaria tiene que ser el desarrollo lógico del acervo de
conocimientos conquistados por la humanidad bajo el yugo de la sociedad
capitalista, de la sociedad de los terratenientes y los burócratas. (Lenin,
1970, p. 220).
Las formaciones de lo cultural, dentro de una sociedad en que se ejerce el poder
hegemónico, se expresan desde formas muy elaboradas y organizadas como el
sistema educativo, la filosofía o la religión, hasta las de uso común, conocidas
como cultura popular. Pierre Bourdieu rechazó la idea lineal de la dependencia de
la estructura que de manera simplista resulta en un comportamiento cultural
determinado, por ello en vez de hablar de aparatos ideológicos prefirió hablar de
campos culturales en los que se confrontan y contraponen los intereses de clase.
Relaciona así poder económico y poder simbólico para explicar cómo se
complementan la desigualdad económica y la cultural, la explotación material y la
legitimación simbólica: La clase dominante puede imponerse en el plano
económico, y reproducir esa dominación, si al mismo tiempo logra hegemonizar el
campo cultual. (Bourdieu Pierre, Passeron 1981, p. 20) Pongamos aquí como
ejemplo el Auto de fe de Maní, (Fray Diego de Landa p 134) en el cual la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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destrucción violenta de ídolos y códices mayas, no era una mera desaparición
física, sino una imposición simbólica de los conquistadores; la explotación de las
culturas prehispánicas no era suficiente, para someterlas se requería minarlas
desde adentro con la adopción de otros referentes simbólicos. Pero en ese
sentido, Bourdieu aclara que la violencia simbólica no, es determinación
automática, (Bourdieu Pierre, Passeron Op. cit. p. 20). Sino una relación compleja,
una lucha de legitimación en la que intervienen también las relaciones no
simbólicas y los lugares que en lo económico y político tienen sus maneras
específicas fuera de lo cultural.
El autor señala además, que las relaciones de producción han dejado de ser las
determinantes en el campo de lo cultural, en el que la apropiación y el consumo
pueden convertirse en prioritario. Por ejemplo, la clase dominante (burguesa),
dada la condición de su ideología esteticista y de contar con los medios
económicos para hacerlo, está en condición de consumir obra de arte y establecer
cánones de validez, mientras que la clase media y popular, dada su ideología
funcionalista, se orienta más hacia un consumo masivo.
Daniel Bell, sin embargo, nos dice que en el mundo contemporáneo es necesario
pensar la cultura en categorías distintas a las de clase social, poniendo el dedo en
los sistemas valorativos y su relación con la sociedad de consumo. Para
comenzar, señala que si bien en las organizaciones económicas anteriores podía
explicarse la cultura y política en relación a la estructura económica, en la
actualidad estos campos han adquirido su autonomía. Lo tecno-económico se
define en términos de eficiencia y racionalidad funcional y lineal que se desfasa de
los otros campos. Mientras que en la cultura, al desdibujarse las clases
tradicionales y con ello los vínculos primarios tradicionales, cobran supremacía los
estilos de vida individuales, el sincretismo de experiencias resultante del
crecimiento de las urbes, la movilidad geográfica y actualmente, la comunicación
cibernética. Separándose cada vez más de la necesidad natural, el hombre
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXIII
moderno se mueve por la idea de ir más allá de sí mismo, se niega a aceptar
límites, busca lo nuevo, lo que significa: la aceptación, en la esfera decisiva del
estilo de vida, de la idea del cambio social y transformación personal. (Bell,
Daniel1994, p. 73).
Existe una nueva sensibilidad social porque hay un quiebre en el sistema
valorativo, (Jamasen, Fredric 1998, p. 19). Fuente de cohesión que daba
respuesta a las necesidades de otros tiempos. Esa nueva guía orientadora de la
sociedad moderna, aparece gracias al ascenso del consumo masivo que hace que
los lujos del pasado sean constantemente redefinidos como necesidades. (Ibídem.
p. 73). Una organización económica que legitima el consumo masivo y el elevado
nivel de vida como fin, moldea las maneras, gustos, deseos y asuntos importantes
como: normas éticas, estructura familiar o el significado del logro social. Como
señala la cultura, ya no se ocupa de cómo trabajar o el significado del logro social
sino de cómo gastar y gozar", a eso se refiere cuando dice que la cultura deja de
ser simbolismo expresivo para convertirse en estilo de vida, justificado por un
conjunto de valores que son regulados por las instituciones en función de un
sistema.
Jameson Fredric aporta al análisis al hacer referencia a la cultura actual como una
cultura posmoderna que se ha integrado a la producción de mercancías en
general, directamente relacionada con el dominio norteamericano, dice: esta
cultura posmoderna, que podríamos llamar estadounidense, es la expresión
interna y súper estructural de toda una nueva ola de dominación militar y
económica norteamericana de dimensiones mundiales. La pauta cultural
dominante, en este caso, se convierte en norma sistémica constituida por una
nueva superficialidad, un debilitamiento de la historicidad que pondera lo
inmediato, un subsuelo emocional nuevo que busca intensidades y una nueva
tecnología que lo hace posible mundialmente. Señala:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXIV
• La frenética urgencia económica de producir constantemente nuevas
oleadas refrescantes de géneros de apariencia cada vez más novedosa
(desde los vestidos hasta los aviones), con cifras de negocios siempre
crecientes, asigna una posición y una función estructural cada vez más
fundamental a la innovación y la experimentación estética. (Ibídem)
De ahí la importancia y crecimiento del diseño industrial ligado a la promoción de
estilos de vida y modas, cuyo trasfondo cultural, es en realidad temático, ya que se
centra en la necesidad de consumo.
Aunque el dominio cultural se exprese en la actualidad de distintas formas (sea de
una sociedad a otra, de una clase social sobre otra, o dentro de un sistema de
consumo y explotación global), éste nos obliga a realizar algunas consideraciones
sobre el histórico mecanismo de imposición y subordinación cultural.
Desde los pueblos bárbaros que a través de conquistas dominaron otros territorios
(o en nuestro caso, en las luchas entre las culturas mesoamericanas), tenemos la
existencia a lo largo de toda la historia humana de procesos de conquistas,
migraciones, guerras, invasiones, intercambios comerciales, entre otros.
Dicho proceso que en ocasiones aconteció en exterminio, en sometimiento o en
ocupación, conlleva implícito el encuentro y/o la lucha (ya sea física o simbólica)
entre culturas y el resultante ejercicio del poder de la cultura dominante.
Para explicar la forma en que dicho dominio opera, Bonfil Batalla en su teoría del
control cultural, (Bonfil Batalla, 2010) diferencia los ámbitos de decisiones de los
elementos propios y ajenos en las culturas subordinadas. Existen ámbitos de
enajenación e imposición que se contraponen a los de apropiación y a los
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXV
autónomos. Señala claro está, que aunque se haga la diferenciación teórica, la
realidad presenta complejas formas de coexistencia.
En las culturas dominadas se realizan procesos de:
1) Resistencia: Se preservan elementos autónomos e incluso se rechazan los
ajenos.
2) Apropiación: Se asimilan los elementos ajenos, se usan y se es capaz de
producirlos y reproducirlos, haciéndolos propios y decidiendo sobre ellos.
3) Innovación: Se crean nuevos elementos culturales propios o a partir de la
apropiación de externos.
La cultura dominante por su parte, genera los siguientes procesos:
1) Imposición: Introduce elementos culturales ajenos, pero a diferencia de la
Apropiación, éstos continúan bajo su control.
2) Supresión: Elimina o descarta elementos de la cultura subalterna.
3) Enajenación: No elimina elementos culturales de la cultura subalterna, sino
que los retoma, decide sobre ellos y los utiliza de acuerdo a sus propios
intereses. Se apropia de ellos.
La pureza cultural resulta (además de conservadora, improbable en el devenir de
la especie humana. Toda cultura está en constante relación con otras y como
proceso vivo, en transformación al interior de ella misma; pero en la correlación de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXVI
fuerzas y la asimetría de condiciones de encuentro o confrontación, se generan las
condiciones posibles para el dominio o la subordinación. En el caso del mundo
moderno, este proceso se realiza a través de diversos mecanismos, desde los
tradicionales como la migración o el comercio, hasta los que la tecnología
cibernética y de las comunicaciones hace posible.
1.5.3. LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA CULTURA
La inclusión formal de la cultura dentro de las funciones de los Estados modernos
para hacerse cargo de su organización, regulación y administración, tuvo su
génesis hasta mediados del siglo XX. Esto obedece a que bajo la ideología del
progreso, en las sociedades industrializadas la atención había sido puesta
primordialmente en la educación como vía para el desarrollo y la cultura era
considerada un complemento.
El sistema educativo en la estructura social moderna, organizado a través de las
secretarías o ministerios de educación, cumple una función estratégica porque
permite la preparación para el trabajo requerida por las fuerzas económicas, la
socialización y porque a través suyo, se ha buscado la incorporación del individuo
a los proyectos nacionales. Al determinar contenidos y orientación, las élites de
poder pueden reproducir condiciones, suprimir ciertos elementos y ejercer, como
mencionábamos anteriormente, una hegemonía simbólica.
Siendo que la educación se institucionalizó bajo el ideario liberal e ilustrado: ser
educado es ser culto, la ocupación del Estado por los asuntos culturales se realizó
como sinónimo y a través de los asuntos educativos; las bellas artes, por su parte,
como el complemento para refinar las costumbres y los gustos.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXVII
Aunque la creación de instituciones especializadas en la administración cultural
sea tan reciente, cabe aclarar que la organización social en torno a la instrucción y
las artes se remonta a la génesis de las actividades mismas (Huges de Varine.p.
177) pero fue hasta el siglo XX que se multiplican los puestos de agregados
culturales, así como los institutos culturales (British Council, Alliance Francaise,
USIS, Goethe Instituto).
La creación de ministerios de cultura tuvo como antecedente la fundación en 1946
del primer organismo internacional (como brazo de la ONU), ocupado de estos
asuntos: la UNESCO. En el contexto de posguerra, su propósito se fundaba en la
reconstrucción patriótica de Europa y en la promoción de una cultura de paz que
trabajara no en la dimensión política, sino en la del pensamiento, las ideas y las
prácticas sociales. (Arizpe, Lourdes. 2006, p. 26).
Los programas de la Unesco en la Primera Conferencia General de 1946 tenían
que ver con la reconstrucción de museos y bibliotecas destruidos durante la
guerra, la recopilación de datos a partir de traducciones, la estandarización de las
leyes de derechos de autor y la preservación de las tradiciones y las culturas
autóctonas. (Ibídem).
De esta manera, las políticas de Estado sobre cultura ocuparon un papel más
relevante dentro de las estructuras institucionales de los países. Además, en 1948,
fue proclamada la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en su
artículo 27 contemplaba: toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en
la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso
científico y en los beneficios que de él resulten (Declaración Universal de los
Derechos Humanos proclamada el 10 de diciembre de 1948. En: CINU, Centro de
Información de las Naciones Unidas).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXVIII
Tomemos en cuenta que uno de los primeros directores de la UNESCO fue Jaime
Torres Bodet (1948-1952), Secretario de Educación Pública en México durante los
gobiernos de Ávila Camacho y posteriormente de López Mateos, y cuya influencia
fue tan significativa que la última reforma importante al artículo tercero de nuestra
Constitución está claramente influenciada por esta corriente humanista.
En el año 1959 se creó en Francia el primer Ministerio de Cultura, con tareas
específicas para el cuidado del patrimonio monumental y la protección a la obra
creativa. Esto no es de extrañar si tomamos en cuenta que tras la Segunda Guerra
Mundial, los distintos países europeos debieron atender la reconstrucción y
conservación de sus ciudades, ya que tras la emergencia masiva de las industrias
del entretenimiento (cine, radio y televisión), apuró la necesidad de regular la
propiedad intelectual y creativa.
Con la creación de este primer Ministerio, se inauguró una forma de
institucionalización de la cultura que aglutinando a todo el sector cultural en un
solo organismo resaltaba la importancia que, el Estado asignaba a la acción
cultural y el nivel de recursos (Nivón Bolán, 2006, p. 66). Evidenciando la
necesidad de establecer acuerdos y criterios para su atención. Esta
institucionalización ubicó a la cultura en un plano distinto al de la coyuntura
gubernamental para ser considerada una política de Estado, más allá del vaivén
del gobierno en turno, como bien señala Nivón Bolán, Es un proceso en el que el
Estado impone un tratamiento político –es decir, resultado del debate público
sobre el sentido de la acción del Estado- a aquello que llama cultura, desde el libro
hasta el grafiti, así sea mediante apoyo financiero o represión. (Ibídem. p. 60) El
sentido de esta acción implica entonces una inclusión de elementos y exclusión
deliberada o no- de otros, cuya totalidad define la política de Estado, su
concepción de cultura y su accionar.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXIX
Pero siendo a mediados del siglo XX que comenzó la institucionalización del
sector cultural, en la práctica fueron necesarias dos décadas más para el
establecimiento formal de acuerdos internacionales sobre la definición del ámbito
de competencia de lo que comenzó a nombrarse política cultual.
El primer resultado se concretó en la Conferencia Intergubernamental sobre
aspectos institucionales, administrativos y financieros de las políticas culturales
realizada en Venecia en 1970. El director general de la conferencia en su discurso
de apertura subrayó la responsabilidad del Estado hacia la cultura:
Si todos los hombres tienen derecho, como exigencia de su dignidad esencial, a
participar en el patrimonio y la actividad cultural de la comunidad […] se deduce
que las autoridades que tienen a su cargo esas comunidades tienen el deber de
facilitarles los medios, dentro de los límites de los recursos de que disponen, para
esa participación. (Nivón Bolán, Eduardo. p. 140).
Hay algunos aspectos relevantes que en la Conferencia de Venecia se
reflexionaron y abrieron pautas. Por ejemplo, se resaltó el carácter dinámico de la
cultura, lo que distaba de la tradicional concepción monumental:
[…] la política cultural no debe ocuparse exclusivamente de la producción y de la
distribución: la cultura no es principalmente el consumo o la conservación del
pasado sino fundamentalmente una experiencia y una participación compartida en
el proceso creador. (Ibídem. p. 142).
También se planteó la necesidad de superar su concepción ornamental:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXX
[…] la cultura no es simplemente un adorno sino una parte sensible de la vida
social, de tal manera que la política cultural debe ser apreciada en el amplio
contexto de la política general gubernamental y social, independientemente de las
disposiciones administrativas que se adopten. (Ibídem)
Un punto por demás destacable en esos momentos, fue la preocupación de
proteger a las culturas nacionales como factor de identidad:
Es necesario estimular la participación de grandes capas de la población en las
actividades culturales y sustituir así, una cultura de minorías, importada y
extranjera, por una cultura genuinamente popular y nacional, basada en formas
nacionales de expresión. En numerosos países en vías de desarrollo se considera
que la penetración de las culturas extranjeras comercializadas constituye una
amenaza. (Ibídem)
Las temáticas comenzaron a ampliarse, ya que incluir a la cultura como política de
Estado, con un ámbito diferenciado del educativo, fue obligando a definiciones y
reflexiones más puntuales. Si bien en las primeras Conferencias los asuntos del
patrimonio y del derecho individual a la cultura fueron lo destacable, con el paso
del tiempo la identidad y los derechos de las culturas ocuparon el foco de
atención. En la Conferencia Mundial (MONDIACULT) de 1982, se reconoció a la
identidad como principio rector de las políticas culturales, es decir, el derecho a la
defensa de los valores culturales y formas de expresión de cada pueblo, en
diálogo con los otros, pero así mismo, se incluyó una nueva noción: la dimensión
cultural del desarrollo, considerando que la idea de crecimiento de una nación
históricamente se había Concebido en términos cuantitativos, sin tomar en cuenta
la dimensión cualitativa. Por ello se recomendaba humanizar el desarrollo
buscando la plena realización individual y colectiva.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXXI
A lo largo de estas décadas, la UNESCO ha venido definiendo criterios para la
política cultural a través de una serie de declaratorias y recomendaciones que los
países miembros han signado bajo el compromiso de incorporarlas a sus
programas y normatividad. El perfil del organismo se ha adecuado al propio
devenir de la política internacional, por lo que su quehacer se orienta a nuevas
formas de interpretación cultural, destacando recientemente la relación cultura-
desarrollo económico y de la cultura como factor de Progreso, calidad de vida,
competitividad, etcétera.
Por ahora hay que apuntar que la política cultural internacional transita en planos
contradictorios, ya que la mayor parte de los ministerios, secretarías, o como en
nuestro caso, consejo de cultura, continúan estructuralmente organizados para la
atención y administración exclusivamente del arte y el patrimonio monumental,
dejando incluso a las llamadas industrias culturales en el terreno del sector
comunicaciones y turismo. La cultura ligada a los aspectos básicos (alimentación,
vestido, lengua, etc.), y medio social, donde a través de los modos de vida se
expresa el contenido simbólico de un pueblo, aparece en la mayoría de los casos
excluida de la atención institucional.
Como política de Estado, la política cultural se fundamenta en la noción de cultura
contenida dentro del Estado mismo, de ahí la importancia de conocer cuál es ésta
en nuestra historia nacional, ya que la noción es interpretada por la élite política en
turno, quien formula, diseña e instrumenta. Cabe aquí la distinción entre política
cultural y gestión cultural, ya que la primera hace referencia al sentido y
orientación general, y la segunda se refiere simplemente a las medidas
practicadas administrativas y gubernamentales que se instrumentan. Es necesario
señalar que aunque en el discurso oficial se haga alusión al término de política
cultural, éste no existe como tal aún en ninguna normatividad de nuestro país.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXXII
Por último, entre las tareas culturales que le corresponden al Estado a través de lo
institucional están el hacerse cargo de:
1) Lo normativo (cuerpo de leyes)
2) Lo organizativo y administrativo (referente a la instrumentación)
Pero su intervención no se agota ahí, ya que aunque la cultura emana del pueblo y
no del Estado (a quien corresponde garantizar los mecanismos de
representatividad, participación, protección y realización), es éste quien privilegia o
descarta elementos, y más allá de lo meramente administrativo o normativo,
decide mayoritariamente sobre la realización de bienes culturales como museos,
escuelas, bibliotecas, monumentos, ediciones, eventos, celebraciones, entre otros.
Dichas acciones sobre pasan las decisiones meramente materiales, repercutiendo
en el quehacer cultural colectivo y en la memoria histórica.
1.6. LA POLÍTICA CULTURA DEL ESTADO
Hasta ahora esta investigación ha abordado dos principales vertientes, una es la
conceptual y la otra la histórica en relación a la cultura. En la vertiente conceptual
se abordó a la cultura y sus muy variados conceptos, la cultura y su relación con
las diversas disciplinas que la estudian, la cultura y sus divisiones conceptuales –
alta y baja cultura-, la cultura y algunos conceptos que nacen de su relación con
otros procesos – estudios culturales, políticas culturales, industrias culturales, etc.
En la vertiente histórica se mostró la evolución que ha tenido la construcción de
las instituciones encargadas de administrar, difundir, preservar y promocionar la
cultura en México, para ello se tomó como punto de inicio el escenario del México
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXXIII
post revolucionario y las ideas culturales de Vasconcelos, se enunciaron también
los acontecimientos culturales más importantes que antecedieron a la creación de
Conaculta.
A partir de la puesta en marcha de éste nuevo órgano cultural se intentó describir
más a fondo los planes y acciones culturales que cada uno de los presidentes
pusieron en marcha durante su administración, además de destacar datos
relevantes en el desarrollo cultural del país.
Con este recuento histórico se llega al primer momento de aparición de Conaculta,
ello da pie a plantear una serie de cuestionamientos necesarios por hacer: ¿Ha
cambiado en algo la forma de administrar la cultura?, Cuantitativa y
cualitativamente ¿Hay mayor participación y/o interacción del sector social y
privado en la cultura?, etc.
1.7. CONACULTA Y LAS POLÍTICAS CULTURALES
El 7 de diciembre de 1988, el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, publicó un
decreto en el Diario Oficial de la Federación en el que se declara la creación del
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Con este decreto Conaculta nace
como un órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Educación
Pública (SEP) sustituyendo así a la Subsecretaría de Cultura.
SUS FUNCIONES
Subsecretaría de Cultura (Funciones hasta 1988)
Subsecretaría de Cultura:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXXIV
1) Planear y dirigir el funcionamiento de los órganos que le están adscritos.
2) Organizar y dirigir: publicaciones, bibliotecas, derecho de autor, promoción
cultural, culturas populares, T.V. educativa, divulgación y el programa
cultural de las fronteras.
3) Promover el estudio y desarrollo de las culturas populares.
4) Organizar actividades culturales para educandos, jóvenes y profesores.
5) Promover y difundir actividades culturales para los distintos sectores de la
población.
6) Coordinar la operación del INBA, el INAH, Radio Educación y demás
órganos del área.
7) Formular los proyectos de leyes, reglamentos, decretos, acuerdos y
órdenes en asuntos culturales.
CONACULTA (Funciones a partir de 1989)
a. Promover y difundir la cultura y las artes.
b. Ejercer las atribuciones de la SEP en promoción y difusión de las
artes.
c. Coordinar las unidades administrativas pertinentes.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXXV
d. Dar congruencia al funcionamiento del Subsector Cultura.
e. Organizar la educación artística, bibliotecas públicas y museos; así
como eventos de carácter cultural.
f. Establecer criterios culturales en la producción de cine, radio,
televisión y editorial.
g. Fomentar las relaciones culturales y artísticas con otros países, en
coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores.
h. Coordinar las tareas referentes a las lenguas y culturas indígenas y
promover las tradiciones y el arte popular.
i. Promover la política editorial del Subsector y proponer directrices
sobre
j. publicaciones y programas educativos y culturales para TV.
Dentro de los motivos que sirven como base para el decreto de creación de
Conaculta se encuentran: los cambios sociales ocurridos en México, la población
mayoritariamente joven y la idea de que al generar una activa política cultural se
podría propiciar el diálogo entre la comunidad artística e intelectual y la sociedad
en general.
Además el Estado asume algunas responsabilidades entre las que se encuentran:
fungir como promotor cultural al incentivar la creación artística, lo anterior en el
entendido de que los creadores tendrán total libertad creadora; alentar y promover
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXXVI
las expresiones culturales que se den en todo el país procurando su preservación
y enriquecimiento.
En pocas palabras el Estado buscará ser un instrumento eficaz para satisfacer las
necesidades de la sociedad mexicana, justamente la desconcentración de
Conaculta obedece a la búsqueda de hacer más eficiente la atención de los
asuntos culturales del país.
Un par de meses después de la creación de Conaculta se crea el Fondo Nacional
para la Cultura y las Artes (Fonca), el discurso oficial dice que “su aparición
obedece a una de las respuestas que ofreció el Gobierno Federal a la comunidad
artística para construir instancias de apoyo basadas en la colaboración, la claridad
de objetivos, el valor de la cultura para la sociedad y el aprecio de la diversidad de
propuestas y quehaceres artísticos.”
Desde su creación - el 2 de marzo de 1989- al Fonca le fueron asignadas las
siguientes tareas: apoyar la creación y la producción artística y cultural de calidad;
promover y difundir la cultura; incrementar el acervo cultural, y preservar y
conservar el patrimonio cultural de la nación.
En el discurso no oficial se dice que la creación de Conaculta y Fonca son una
más de las estrategias del estado por generar empatía con la sociedad y reducir el
descontento que tenía gran parte de ella con el entonces nuevo gobierno ya que
es importante recordar que Salinas de Gortari llega al poder en medio de una gran
controversia en las elecciones presidenciales.
Sea por cuestiones estratégicas o por una verdadera preocupación en los temas
culturales, la creación de Conaculta y del Fonca pone de manifiesto la necesidad
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXXVII
de contar con estructuras culturales con mayor autonomía y que fungieran como
punto de encuentro entre la comunidad artística y la sociedad.
Este punto de encuentro debería servir también como depositario de las
necesidades de los tres grupos – estado, comunidad creadora y sociedad- para
que a partir de este espacio se generaran las iniciativas de políticas culturales
necesarias en el país.
Las acciones que se llevaron a cabo durante los primeros años de Conaculta se
basaron en los seis puntos de acción establecidos en el Programa Nacional de
Cultura 1990- 1994, éstos eran:
“I. Preservación y Difusión del Patrimonio Cultural Nacional
II. Aliento a la Creatividad Artística y a la Difusión de las Artes
III. Desarrollo de la Educación y la Investigación en el Campo de la Cultura y las
Artes
IV. Fomento del Libro y la Lectura
V. Preservación y Difusión de las Culturas Populares
VI. Fomento y Difusión de la Cultura a través de los Medios Audiovisuales de
Comunicación” (Tovar y de Teresa Rafael, 1994, p. 8)
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXXVIII
Durante los primeros seis años de vida Conaculta tuvo dos presidentes Víctor
Flores Olea y Rafael Tovar y de Teresa.
Flores Olea estuvo al frente de la nueva institución durante los dos primeros años,
según versiones no oficiales su salida de Conaculta se dio por petición expresa de
Octavio Paz, debido a la abierta simpatía que el titular de la dependencia
gubernamental tenía hacia Enrique Florescano y Héctor Aguilar Camín, ambos
fuertes críticos de Paz.
Tovar y de Teresa toma las riendas de Conaculta en 1992, cargo que ocupará
durante ocho años de 1992 a 2000. Se dice que él fue uno de los encargados de
dar cauce a los intereses de Salinas de Gortari y utilizar al patrimonio cultural para
legitimar su poder político a nivel nacional e internacional.
Entre las acciones culturales más importantes del sexenio Salinista se pueden
enunciar las siguientes:
1) En 1990 se comienza con la discusión para otorgarle a la UNAM un canal
cultural, para estas fechas TV UNAM, ya producía seis series a la semana.
2) El 22 de junio de 1993, salió al aire canal 22. Inició con cinco horas de
difusión, para el siguiente año ya tenía ocho horas, con el fin de sexenio de
Salinas en canal 22 había mucha incertidumbre respecto a su futuro, las
opiniones se dividían entre los optimista que decían que el canal seguiría
creciendo hasta los que decían que se fusionaría con canal 11.
3) En el último mes de gobierno del sexenio de Salinas de Gortari se inauguró
el Centro Nacional para la Cultura y las Artes (CENART), su arquitecto fue
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LXXXIX
Ricardo Legorreta, las principales críticas que se hacían en torno a esta
construcción iban dirigidas a la centralización de la cultura, pero Tovar y de
Teresa decía que con el paso del tiempo habían cosas que se podrían
descentralizar, y usaba como ejemplo la creación de Ciudad Universitaria la
cual con el paso del tiempo logró descentralizar algunos servicios.
En lo económico el presupuesto ejercido por el subsector cultural se incrementó
considerablemente, pasando de $ 362, 517.7 en 1989 a 1’412,091.3 en 1993.
APARICIÓN DEL PROGRAMA NACIONAL DE CULTURA 2007- 2012
Las líneas de acción en torno a las políticas culturales que el gobierno de Felipe
Calderón prometía desarrollar si ganaba la presidencia fueron dadas a conocer un
par de semanas antes de las elecciones. Su entonces equipo de comunicación
repartió un folleto informativo titulado: “Propuestas de políticas públicas en materia
cultural”, estas propuestas tenían como lema: “Cultura para que vivamos mejor”.
(González Rosas Blanca, 2001, p. 66).
El documento estaba dividido en seis rubros, su principal premisa se enfocaba en
la necesidad de vincular los temas culturales en la agenda política del próximo
sexenio; sin embargo, el argumento anterior no fue suficiente para quienes
operaban en el sector cultural, los cuales criticaban el programa propuesto por el
candidato Calderón, decían que las propuestas habían sido planteadas sin un
diagnóstico real del estado de la cultura en el país.
Señalaban que entre los grandes desaciertos se encontraba “el fortalecimiento y
expansión de las políticas de apoyo a la creación a partir de becas otorgadas por
el Fondo Nacional para la cultura y las Artes. Y, entre los puntos más débiles, se
cuenta el posicionamiento de la cultura mexicana en los escenarios globales y el
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XC
desarrollo del sector económico de la cultura” (González Rosas Blanca, 2006, p.
84)
De igual manera, durante su campaña presidencial Calderón ofreció incrementar
el presupuesto de cultura al 1% del PIB, sin embargo, una de las primeras
acciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) fue presentar
una propuesta de recorte presupuestal para éste rubro – la reducción fue de 36
millones de pesos, lo que equivale al 2.7% menos que el presupuesto asignado en
2006: 5 mil 564 millones de pesos, 2007: 5 mil 600 millones 400 mil pesos
(Columba Vértiz de la Fuente, 2006, p. 74)
Unos meses después de asumir el cargo de presidente de la república, Felipe
Calderón Hinojosa presenta un proyecto nombrado “México 2030, Proyecto de
Gran Misión”, el cual decía que en 23 años México lograría ser un país donde no
existiera la desigualdad económica, ni social, un país “en el que existiera una
cultura de respeto y conservación del medio ambiente; una nación plenamente
democrática en donde los gobernantes rindan cuentas claras a los ciudadanos, en
el que los actores políticos trabajen de forma corresponsable y construyan
acuerdos para impulsar el desarrollo permanente del país” (Ibídem) En fin, un
modelo de país para América Latina y el mundo entero.
Según algunas investigaciones periodísticas este plan transexenal fue creado con
la intención de privatizar los sectores estratégicos y los bienes de la nación.
El proyecto “México 2030” también sirvió como punto de partida para desarrollar el
Plan Nacional de Desarrollo, dentro del cual se situó el Programa Nacional de
Cultura 2007-2012, presentado un año después de iniciado el gobierno
calderonista, éste programa buscaba trazar el camino para lograr un objetivo
nacional: que todos los mexicanos tuvieran acceso a la participación y el disfrute
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XCI
de las manifestaciones artísticas y del patrimonio cultural en el país como parte de
su pleno desarrollo humano.
Se señala la importancia de reconocer a las expresiones culturales como fuentes
de aprendizaje, crecimiento y entretenimiento y como factores indudables de
desarrollo económico y de generación de empleo.
Para lograr este objetivo se establecieron ocho líneas de acción, las cuales se
construyeron a partir de los resultados que se obtuvieron de una consulta pública
en la que participaron integrantes de la comunidad artística, intelectuales,
académicos y miembros de la sociedad civil.
Las líneas de acción para operar el plan fueron las siguientes:
1. Patrimonio y diversidad cultural
2. Infraestructura cultural
3. Promoción cultural nacional e internacional
4. Estímulos públicos a la creación y patrocinio
5. Formación e investigación antropológica, histórica, cultural y artística
6. Esparcimiento cultural y lectura
7. Cultura y turismo
8. Industrias culturales
Según Gerardo Ochoa Sandy- agregado cultural de México en Toronto- con este
programa Conaculta buscaba lograr cinco objetivos específicos:
1) “Promover la igualdad en el acceso y el disfrute de la cultura;
2) ofrecer espacios, bienes y servicios culturales de calidad;
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XCII
3) favorecer las expresiones de la diversidad cultural como base de unión y
convivencia sociales;
4) ampliar la contribución de la cultura al desarrollo y bienestar sociales, y
5) impulsar una acción cultural de participación y corresponsabilidad
nacionales” (Revista Este País, México, 2009).
Finalizado el sexenio de Calderón, resulta interesante contrastar algunos de los
objetivos anteriores con datos que Consuelo Sáizar entregó en su último informe
de gobierno.
Se tiene que en el presente sexenio se descentralizó la programación de la
Cineteca Nacional, lo cual se logró con la apertura de sedes en Tijuana,
Hermosillo, Jalisco y Oaxaca. Además, en 2011 se comenzó con la digitalización
del Fondo Reservado y Bibliotecas Mexicanas del Siglo XX, durante el primer año
de este proceso se digitalizaron 32, 000 ejemplares, la cifra de este año es de 8,
000 ejemplares más que el año pasado, logrando en los dos primeros años de
este proceso la digitalización de 72,000 ejemplares.
Las nuevas plataformas también fueron utilizadas para tener mayor contacto con
la sociedad y lograr una comunicación más horizontal, en el informe de Sáizar se
destacan la creación de los portales: MÉXICO ES CULTURA y www.arlab.gob.mx,
espacio de participación social para niños y jóvenes.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XCIII
La apertura de nuevas sedes de la Cineteca es un primer paso en los esfuerzos
por brindar servicios culturales de calidad y un acceso y disfrute igualitario de la
cultura.
Con los portales pasa lo mismo que con la digitalización de los libros. Al poner al
alcance de más personas este tipo de servicios y de bienes se da un primer paso
logra crear en los usuarios un ritual cultural que genera públicos asiduos y que
necesariamente lleva a la participación de estos en las acciones culturales de su
entorno.
En el mismo informe sexenal, Sáizar mostró que el presupuesto asignando a
Conaculta en el sexenio Calderonista se dividido principalmente en seis vertientes:
1. Infraestructura
2. Diseño: financiero/ estímulos
3. Proyectos: nacional/ internacional
4. Talento: Fonca
5. Pensamiento y Reflexión: Congresos, Discutamos México,
6. Digitalización: Palabra, sonido e imagen
De cada peso asignando a estas vertientes 41 centavos se destinaron a
operación, mientras que 59 centavos a inversión, a inicios de sexenio esta cifra
era casi a la inversa, 75 centavos eran gastados en la operación y apenas 25
centavos en inversión.
Nos parece importante destacar este cambio en la cantidad de presupuesto que
se gasta en la operación e inversión del presupuesto de Conaculta ya que muchas
veces se han hecho críticas a este órgano gubernamental respecto al crecimiento
de la estructura administrativa en comparación con el casi nulo crecimiento de
infraestructura cultural o de inversión en nuevos programas.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XCIV
Las cifras y datos presentados por la ex titular del Conaculta son parte de lo que
ella denomina el “Proyecto Cultural del Siglo XXI Mexicano” que tiene como fin
lograr “la preservación del legado cultural y artístico de nuestra nación; la decisión
de convertir a México en la plataforma intelectual del español y alcanzar una
profunda vinculación con la sociedad”.
El objetivo que plantea Sáizar en su proyecto cultural no suena mal, sin embargo,
discutir sobre él resulta ocioso ya que se debe ser realista y decir que su tiempo
planteamiento en Conaculta ya concluyó así que lo que queda es hacer un
balance de la situación en la que se deja al órgano gubernamental encargado de
la cultura.
Durante el sexenio pasado, se aprobó la nueva Ley del Libro, y la reforma
constitucional que reconoce el derecho de acceso a la cultura y da poder a los
diputados a legislar en la materia. Además de importantes inversiones en materia
de infraestructura cultural.
Al final la principal crítica que se le puede hacer a la ex titular de Conaculta, se
basa en la falta de un marco jurídico– el cual lleva cuatro sexenios sin ser
resuelto-. Al respecto, Sáizar declaró que: “Hacían falta muchas voluntades
políticas y no las encontramos. Pero más allá de una figura legal que se le pueda
dar; hace falta una autonomía financiera porque ahora es un camino complejo,
cuando podría ser directo”
Ante esta declaración la pregunta es: ¿En el próximo sexenio se logrará encontrar
esas voluntades políticas de mejora en las políticas culturales en el país?
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XCV
1.8. ÁREAS PRIORITARIAS DE DESARROLLO CULTURAL EN MÉXICO
Con la llegada de una nueva administración a Conaculta llegaba también un nuevo
programa de trabajo, el cual servía como base para desarrollar los proyectos de
acción de los próximos seis años.
Si se hace un comparativo de los Programas Nacionales de Cultura que han
regido la vida de este órgano, se pueden encontrar algunos comunes
denominadores. La siguiente comparación sexenal muestra cada uno de los
puntos que conformaron los PNC desde la creación de Conaculta.
PROGRAMAS CULTURALES
CARLOS SALINAS DE GORTARI 1990- 1994
1. Preservación y Difusión del Patrimonio Cultural Nacional
2. Aliento a la Creatividad Artística y a la Difusión de las Artes
3. Desarrollo de la Educación y la Investigación en el Campo de la Cultura y
las Artes
4. Fomento del Libro y la Lectura
5. Preservación y Difusión de las Culturas Populares
6. Fomento y Difusión de la Cultura a través de los Medios Audiovisuales de
Comunicación
ERNESTO ZEDILLO 1994- 2000
1. Preservación, Investigación y Difusión del Patrimonio Cultural
2. Educación e Investigación Artísticas
3. Difusión de la Cultura
4. Cultura en Medios Audiovisuales
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XCVI
5. Fomento del Libro y la Lectura
6. Estímulo a la Creación Artística
VICENTE FOX 2001- 2006
1. Investigación y conservación del patrimonio cultural
2. Culturas populares e indígenas
3. Patrimonio, desarrollo y turismo
4. Estímulo a la creación artística
5. Educación e investigación en el campo artístico y cultural
6. Difusión cultural
FELIPE CALDERÓN 2007- 2012
1. Patrimonio y diversidad cultural
2. Infraestructura cultural
3. Promoción cultural nacional e internacional
4. Estímulos públicos a la creación y patrocinio
5. Formación e investigación antropológica, histórica, cultural y artística
6. Esparcimiento cultural y lectura
Delo anterior es posible identificar cinco temas que han tenido presencia durante
estos casi veinticinco años de vida de Conaculta, estos son:
1. Investigación y preservación del patrimonio cultural.
2. Formación e investigación en áreas históricas, artísticas y culturales.
3. Fomento a la lectura y al libro.
4. Estímulo a la creación artística.
5. Promoción cultural nacional e internacional.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XCVII
La presencia constante de estos cinco temas hace suponer dos cosas; primero,
que quienes tienen el control del aparato institucional cultural del país consideran
estos temas de vital importancia para el desarrollo cultural de México; segundo,
que si su presencia ha sido constante, constante también ha sido su avance.
Para conocer que tan ciertas o falsas son estas suposiciones tomaremos como
muestra uno de los cinco indicadores anteriores, lo analizaremos tomando en
cuenta datos cuantitativos y cualitativos.
El tema cuantitativo se verá cubierto con una serie de datos duros que se aportan
a la discusión, sin embargo el tema cualitativo no puede ser cubierto sólo con las
interpretaciones que se hagan de los datos duros; para ello será necesario
acercarse al terreno de lo real, al grupo social que está siendo cuantificado y
afectado.
FOMENTO A LA LECTURA Y EL LIBRO
Como ya se dijo, el tema de fomento a la lectura y el libro ha estado presente en
las políticas públicas de por lo menos los últimos veinticuatro años, lo que lo
convierte en una política de estado, tan importante ha sido que en 2008 se elevó a
rango de Ley el fomento a la lectura y el libro.
También se han hecho importantes inversiones en infraestructura con el fin de
incentivar entre la población el gusto por la lectura.
Todos estos esfuerzos se han hecho porque el Estado considera que: “El
desarrollo humano está estrechamente vinculado con el acceso a la cultura, la
información y el conocimiento, por ello, una mejor calidad de vida incide en el
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XCVIII
bienestar social. El uso pleno de la lectura y la escritura, posibilitan el ejercicio de
la ciudadanía.”(México Lee, Programa de Fomento para el Libro y la Lectura).
Y el ejercicio de la ciudadanía abre un panorama de derechos y obligaciones que
todos los miembros de la sociedad debemos conocer y ejercer para vivir en una
sociedad funcional.
Hasta aquí todo suena muy bien, el Estado se ha dedicado a invertir y legislar en
esta materia, todo para dejar dispuesto un escenario ideal para que la gente lea,
sin embargo esto parece no ser suficiente.
A finales del 2012 se dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de
Lectura 2012, una de las cosas que se buscaban al realizar este estudio era
contrastar los nuevos datos con los obtenidos en 2006; de entre los datos más
representativos se tiene que los mexicanos siguen leyendo casi la misma cantidad
que se leía hace seis años.
En 2006 se leían 2.9 libros al año, seis años después se lee 2.94, incremento más
que insignificativo, lo que sí ha tenido un incremento considerable es el porcentaje
de población que declara que no le gusta leer, en 2006 era del 43.6% y ahora hoy
en día es del 53.8%.
¿Por qué a pesar de todos los recursos invertidos seguimos sin leer?
Para Gabriela Olmos, las acciones emprendidas por el gobierno han sido buenas,
sin embargo cree que es tarea titánica poder dictar políticas públicas que
abarquen una comunidad tan multicultural como la de México.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
XCIX
A esta multiculturalidad se agrega también la complejidad propia de la industria
cultural la cual según Gabriela funciona diferente de las otras: “todas las industrias
son industrias de la demanda, la cultura es una industria de la oferta, de la oferta
se genera más demanda.
¿Cuál es el camino? Ofrecer más libros, ofrecer más cine, si el círculo virtuoso de
ofrecer, ofrecer, ofrecer, se llega a cumplir, llegará el momento de que la gente
consuma cine mexicano, como llegó el momento en que la gente consumió
literatura infantil.” (Gabriela Olmos p 56)
Visto desde esta perspectiva, los recursos invertidos en estos veinticuatro años
que lleva el tema de fomento a la lectura y el libro, en el plano de las políticas
públicas sí han valido la pena, aunque las estadísticas digan lo contrario.
Desde una opinión optimista Gabriela espera se cumpla el círculo virtuoso del que
ella habla y “llegue el momento en que a fuerza de ver libros, la gente diga: ¡a que
interesantes libros, vamos a leerlos! “ (Ibídem). En su experiencia este círculo se
está cumpliendo con el público infantil, (feria del libro infantil y juvenil del
CENART) la esperanza es que estas generaciones que están creciendo con el
hábito de la lectura logren el cambio tan esperado en la adopción de la cultura en
el país.
1.9. EL PAPEL DEL ESTADO
“En México, y puede que el ejemplo sea extensivo a toda Latinoamérica, salvo
Argentina, los intelectuales trabajan para el Estado. El intelectual, por su parte,
puede ser un fervoroso defensor del Estado o un crítico del Estado. Al Estado no
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
C
le importa. El Estado lo alimenta y lo observa en silencio. (Bolaño Roberto, 2008,
p. 161)
En el párrafo anterior, Roberto Bolaño aborda un tema que ha sido punto de
discusión cuando se habla de política cultural. ¿Cuál debiera ser el papel del
Estado en la cultura? ¿Subsidiador, productor, mecenas, mediador o todo lo
anterior?
En un contexto político como el de nuestro país discutir respecto a la dualidad
Estado/Cultura parece sumamente difícil, principalmente porque la política misma
se encuentra en crisis y a esto hay que sumarle que desde siempre se ha visto a
la cultura como un tema de segunda importancia, como un tema accesorio al que
sólo se recurre cuando se necesita de legitimidad política. Paradójicamente es
justo ante una situación de crisis que la cultura – entendida en el sentido amplio
del concepto- debería llegar a rescatar a un país de su crisis.
La historia nos recuerda las escasas veces que la política mexicana a volteado a
ver a la cultura y regularmente cuando lo ha hecho es porque espera un beneficio
de ella, Bolaño lo dice muy bien: “Al Estado no le importa. El Estado lo alimenta y
lo observa en silencio”. Observa en silencio esperando el mejor momento para
utilizar ese accesorio llamado cultura.
En el último informe de actividades culturales del sexenio de Felipe Calderón se
mostraba con orgullo que en el último año de su mandato se logró dar a la cultura
un presupuesto histórico, el más alto en los veinticinco años de vida de Conaculta,
el hecho de que se destine mayor presupuesto a la cultura es sumamente
importante, sin embargo, también es importante saber administrarlo.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CI
En doce años el presupuesto destinado a la cultura se incrementó en 11 mil
millones de pesos, en promedio, menos de diez millones al año, esos doce años
es el mismo tiempo que tuvo de vida la Secretaría de Seguridad Pública, la cual en
tan sólo diez años su presupuesto se incrementó en 30 mil 403 millones de pesos
(casi 600% en doce años). La comparación es tendenciosa, pero inevitable.
Ahora bien, ¿En qué gastó Conaculta los 16, 663 millones de pesos que se le
otorgaron? De acuerdo a los datos, entre los mayores gastos destaca la
construcción de la Ciudad de los Libros y la Ciudad del Cine.
Para la construcción de La ciudad de los libros se gastaron 550 millones de pesos,
y para La ciudad del cine 546 millones, cifras escandalosamente altas en
comparación con el marginal presupuesto destinado al estímulo de pymes.
Estos datos parecen dejar claro el parámetro que se usa para repartir el
presupuesto cultural del país, si se trata de vistosas y grandes construcciones,
¡adelante! una vez más todo parece indicar que la cultura es usada como
accesorio.
No es negativo que se invierta en infraestructura, lo preocupante es que haya
brechas tan grandes entre una y otra área de la cultura. ¿Por qué se apoya con
tan poco a las pymes? Este tema no es cualquier cosa, ya que de entre todos los
sectores que se muestran en el ejemplo anterior, las pymes representan a la
sociedad civil, apoyarla significaría un intento por compartir el poder de decisión,
representaría también mayor pluralidad, representaría un intento de democracia
en la cultura.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CII
Cuando se trata de analizar el apoyo dado a la cultura no es suficiente hacer un
informe cuantitativo diciendo los millones de pesos que se gastaron, lo realmente
importante es conocer cómo se ejerce el presupuesto.
Se necesita conjugar los datos cuantitativos con un análisis cualitativo, se
necesitan crear indicadores para evaluar la pertinencia de los recursos invertidos
tanto económicos como sociales. Estos mismos indicadores servirían para idear y
gestionar políticas culturales integrales y funcionales.
Al respecto Sabina Berman y Lucina Jiménez proponen tomar en cuenta los
siguientes aspectos para estructurar políticas culturales:
1. Objeto de las políticas culturales. ¿Quedarse en los campos tradicionales o
asumir los nuevos fenómenos de la globalización, la migración, la
interculturalidad, el desarrollo científico técnico, los medios y las industrias
culturales?
2. Diversidad vs globalización. Definición de posturas frente a lo nacional, la
diversidad y el contexto internacional. Protección o apertura. Estas
definiciones debieran descansar en diversos niveles de análisis sectoriales.
3. Los circuitos de intervención. Necesitamos una postura pública frente y
sobre el mercado, políticas de apoyo a la producción, distribución y
consumo de la cultura.
4. Los agentes sociales. Supone la definición de reglas del juego para la
intervención de los diferentes sectores en los distintos campos artísticos y
culturales.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CIII
5. Los canales de comunicación. Definición respecto a las reglas de acceso,
propiedad y uso de las nuevas tecnologías, los medios de difusión, por
parte de los diferentes agentes sociales.
6. Los públicos. En este punto desempeña un papel fundamental la educación
artística dentro y fuera de la escuela básica. Políticas para fomentar el
interés por el consumo cultural y artístico, investigación y creación de
demanda para productos culturales, políticas de vinculación social,
comunitaria y con escuelas. Formas de participación de espectadores.
7. Sustentabilidad. Fuentes de financiamiento, generación de recursos,
estrategias de gestión y direccionamiento de procesos. Esto abarca la
formación en gestión cultural, la profesionalización de la gestión de
espacios, compañías, centros artísticos y comunitarios.
8. Investigación, información y prospectiva. Existencia de políticas deliberadas
para generar información, analizar el comportamiento de diferentes
sectores.
9. Estructuración administrativa de los procesos culturales. Formas de gestión
y de organización institucional, descentralización, representación, ámbitos
de competencia de iniciativa privada, instituciones y colectivos artísticos,
comunitarios o incluso sindicales.” (Sabina Berman, 2006: p. 293)
Los puntos anteriores demuestran que gestionar en el terreno de la política cultural
no es cualquier cosa, no sólo se trata de caer en un nivel de demagogia y dictar
políticas tomando en cuenta los aspectos más populares o con los que más
podrían lucirse. Es responsabilidad del estado garantizar que las políticas
culturales cumplan con los requisitos mínimos necesarios para que sean
funcionales.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CIV
Un proyecto cultural proveniente del Estado, en lo ideal debería incluir acciones
dirigidas a preservar el patrimonio nacional, tanto el material como el inmaterial,
reglamentar las industrias culturales, incentivar la participación de la sociedad – no
sólo como público sino también como productor- establecer procesos de difusión
de la cultura, en fin, crear políticas tomando en cuenta a los públicos, la
sustentabilidad, los canales de comunicación, la investigación, etc.
Ante la cada vez más activa sociedad civil el Estado debería ceder espacios y
comenzar a tomar decisiones compartidas, comenzar a explorar con un rol más
catalizador e ir dejando de lado el papel de proveedor casi monopólico. ¿Cómo?
Con dinero, con gestiones, compartiendo decisiones, compartiendo espacios, no
operando, sí impulsando, así los grupos organizados de la sociedad civil tendrían
acceso al poder al momento de tomar decisiones, lo cual en teoría tendría que
propiciar las condiciones adecuadas para mayor diversidad y una sana
competencia. Si el Estado no comparte el poder de decisión, será muy fácil seguir
utilizando a la cultura como moneda de cambio, como un espacio para legitimarse.
MARCO TEÓRICO
INTRODUCCIÓN CAPÍTULO I. LA CULTURA EN MÉXICO 1.1. DEFINICIONES Y CONCEPTOS GENERALES 1.2. EL CONTENIDO DE LO CULTURAL Y SU DEVENIR 1.2.1. DIVERSOS ENFOQUES EN EL ESTUDIO DE LA CULTURA 1.2.2. DELIMITACIÓN DEL CONCEPTO Y CAMPO DE LO CULTURAL 1.3. NIVELES CULTURALES 1.3.1. MASIFICACIÓN DE LA CULTURA 1.4. SECTORES EN EL ESTUDIO DE LA CULTURA 1.5. BREVE REPASO DE LA CULTURA EN MÉXICO 1.5.1. EL NACIMIENTO DE LA CULTURA INSTITUCIONALIZADA 1.5.2. LA CULTURA COMO ESPACIO DE DOMINIO 1.5.3. LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA CULTURA 1.6. LA POLÍTICA CULTURA DEL ESTADO 1.7. CONACULTA Y LAS POLÍTICAS CULTURALES
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CV
1.8. ÁREAS PRIORITARIAS DE DESARROLLO CULTURAL EN MÉXICO 1.9. EL PAPEL DEL ESTADO CAPÍTULO II. LA POLÍTICA CULTURAL EN EL ESTADO MEXICANO 2.1. LA EDUCACIÓN Y LA CULTURA 2.2. ORGANISMOS GUBERNAMENTALES 2.2.1. ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA DEL SECTOR CULTURA 2.2.2. CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES 2.2.3. INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA 2.2.4. INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES 2.2.5. INSTITUTO NACIONAL INDIGENISTA 2.3. ESTUDIO DEL MARCO LEGAL 2.3.1. PATRIMONIO CULTURAL 2.4. LOS ASUNTOS EN EL ACONTECER DE LA AGENDA DE LA POLÍTICA CULTURAL 2.5. DISYUNTIVAS EN UN CONTEXTO GLOBAL 2.6. EL PROYECTO NACIONAL CAPÍTULO III. LA POLÍTICA CULTURAL EN MÉXICO Y SU RELACIÓN A NIVEL INTERNACIONAL. 3.1. LA POLÍTICA CULTURAL MEXICANA 3.2. LAS POLÍTICAS CULTURALES MUNDIALES 3.3 CONFERENCIA DE VENECIA 3.4. CONFERENCIA DE HELSINKI 3.5. CONFERENCIA DE BOGOTÁ 3.6 CONFERENCIA MUNDIAL SOBRE POLÍTICAS CULTURALES 3.7. CONFERENCIA INTERGUBERNAMENTAL SOBRE POLÍTICAS CULTURALES PARA EL DESARROLLO 3.8. DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LA UNESCO SOBRE LA DIVERSIDAD CULTURAL 3.9. CONVENCIÓN SOBRE LA PROTECCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA DIVERSIDAD DE LAS EXPRESIONES CULTURALES. 3.10. AGENDA VEINTIUNO DE LA CULTURA. 3.11. ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS 3.12. CONSEJO INTERAMERICANO CULTURAL CAPÍTULO IV. EL FUTURO DE LA POLÍTICA CULTURAL EN MÉXICO. 4.1. LA REESTRUCTURACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA CULTURA 4.2. OPCIONES PARA EL DESARROLLO CULTURAL 4.3. LA IMPORTANCIA DE LA CULTURA EN EL DESARROLLO NACIONAL 4.4. LA COMUNICACIÓN PARA EL CAMBIO SOCIAL 4.5. NORMATIVIDAD Y LEGISLACIÓN CULTURAL 4.6. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDO MEXICANOS 4.7. LEGISLACIÓN CULTURAL Y OTRAS DISPOSICIONES 4.8. REFUTACIONES JURÍDICAS 4.9. INDUSTRIAS CULTURALES 4.10. LO PÚBLICO EN RETROCESO - LO PRIVADO EN AVANZADA 4.11. REGRESIÓN DE LAS POLÍTICAS CULTURALES EN MÉXICO 4.12. LAS POLÍTICAS CULTURALES DEL MÉXICO ACTUAL.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CVI
4.13. HACIA UNA NUEVA POLÍTICA CULTURAL PARA EL DESARROLLO EN MÉXICO. CONCLUSIONES BIBLIOGRAFÍA
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CVII
6.- FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS.
Hipótesis central
Pese a la recurrente referencia en el discurso político sobre las acciones de
fomento y difusión a la cultura nacional, se carece en la práctica de una
perspectiva unificada e integral que dé sentido a la política cultural; situación que
se refleja en la omisión de una realidad diversa y en ocasiones divergente, en el
tipo de acciones a ejecutar, incluyente en su ejecución y concreta en su
evaluación relativa al fomento y difusión de las diferentes expresiones culturales,
con ello se hace evidente un desfase entre los mecanismos jurídico-institucionales
establecidos y los resultados concretos reflejados en acciones y políticas públicas
explicitas orientadas al fomento a la cultura.
Hipótesis secundarias
1) A pesar de los avances en las acciones gubernamentales del estado mexicano
con relación a la implementación del andamiaje institucional necesario para
garantizar a promoción y difusión de las distintas expresiones de la cultura, se
carece aún de una perspectiva que integre las diversas formas de expresión de
la cultura que favorezca la integración social y el desarrollo humano
principalmente de las clases más desfavorecidas.
2) La baja presencia de mecanismos institucionales y la dispersión de esfuerzos,
evitan que pese a recientes recursos ejercidos por los tres niveles de gobierno,
faltan mecanismos que evalúen y certifiquen el pleno ejercicio de los derechos
de acceso a la producción y consumo de la cultura de la mayor parte de la
población convirtiéndose de hecho en una forma y expresión de la exclusión
social.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CVIII
7.- COMPROBACIÓN-FALSACIÓN DE LAS HIPÓTESIS (PRUEBAS
EMPÍRICAS O CUALITATIVAS).
Hipótesis central
Pese a la recurrente referencia en el discurso político sobre las acciones de
fomento y difusión a la cultura nacional, se carece en la práctica de una
perspectiva unificada e integral que dé sentido a la política cultural;
situación que se refleja en la omisión de una realidad diversa y en
ocasiones divergente, en el tipo de acciones a ejecutar, incluyente en su
ejecución y concreta en su evaluación relativa al fomento y difusión de las
diferentes expresiones culturales, con ello se hace evidente un desfase
entre los mecanismos jurídico-institucionales establecidos y los resultados
concretos reflejados en acciones y políticas públicas explicitas orientadas al
fomento a la cultura.
Para comprobar la hipótesis central que guio esta investigación, se desarrolló en
primer lugar (capítulo 1) un marco teórico y conceptual basado en los
posicionamientos explícitos que ha hecho la autoridad respecto a la relevancia del
fomento, producción y difusión de las expresiones culturales en declaraciones,
acuerdos y protocolos fundamentalmente a través de las Naciones Unidas. Dicho
enfoque teórico permite situar tanto en el tiempo como en el espacio la relevancia
que para el desarrollo de una vida democrática y constructiva tiene. En este
sentido la política cultural ha rescatado el largo andar de pensamiento ético y la
vivencia de una serie de principios que garantizan la existencia de un ambiente
que favorece la mayor diversidad en el plano de la expresión cultural, la cual se ha
erigido como un paradigma democrático que incide en el plano de la convivencia
social.
En este sentido, los planteamientos de las últimas administraciones federales
recogidos en el Plan Nacional de Desarrollo y en los programas específicos de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CIX
cultura, contrastan con el diseño, programación y ejecución de propiamente la
política cultural; por lo que resulta evidencia suficiente para considerar como el
camino más adecuados para evaluar el impacto y situación de la política cultural
propiamente dicha; cuyo acceso y disfrute podríamos catalogar como un derecho
humano de tercera generación en México. Asimismo, al ser la cultura un espacio
de cohesión social, así como de denuncia y contestatario es que se vuelve
altamente columna del sistema democrático por naturaleza, sus diferendos y
pluralidad encajan perfectamente con el periodo de alternancia en el poder; el cual
derivó en una mayor tolerancia hacia las expresiones culturales, aun contestataria.
En el capítulo 1 expusimos la relación que existe entre el concepto de la
promoción y difusión de la cultura, su evolución y su interacción con diversos
ámbitos como la democracia, la pobreza y la violencia. Ámbitos en los cuales se
desarrollan políticas que tienen como finalidad promover el principio del acceso y
oportunidad de la producción y difusión de la cultura como un espacio de vivencia
para todos de todos los derechos.
La hipótesis central quedó corroborada con la información presentada en los
capítulos 2 y 3. En el segundo capítulo, presentamos una selección de
mecanismos jurídico-institucionales, tanto a nivel internacional como nacional, que
promueven el respeto y fomento por parte del estado mexicano, así como la
implementación de los mecanismos existentes de formación y difusión de la
cultura. Para el caso de los mecanismos jurídico-institucionales, se presentaron
diversos instrumentos internacionales, entre declaraciones, pactos, convenios,
convenciones y programas de acción, en materia de fomento a los productos
culturales.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CX
En el ámbito nacional, además de la recuperación documental, que abarca desde
la Constitución Política hasta leyes y programas específicos. También se
consideraron los análisis que en distintas esferas de especialidad han realizado
diversas instancias tanto pública, privada y de la sociedad civil nacional e
internacional como las Comisiones estatales y federales de los derechos
humanos, la Organización de las Naciones Unidas y grupos independientes.
El desfase entre los mecanismos jurídico-institucionales establecidos y los
resultados concretos reflejados en acciones y políticas públicas explicitas
orientadas a garantizar su pleno disfrute por el ciudadano al que hace referencia la
hipótesis central quedó corroborada al enfrentar estos datos sobre los
mecanismos jurídico-institucionales, con una serie de indicadores que fueron
elegidos para evaluar los niveles de correlación entre los principios suscritos por el
estado mexicano y las acciones realmente puestas en práctica al amparo de
dichos principios.
De esta manera presentamos información empírica sobre tres grandes rubros:
1) La situación general de la política cultural en México, en tanto resultado de un
proceso histórico que tiene su origen en un intenso nacionalismo posterior a la
revolución mexicana, cuando fue concebido como parte de las acciones para
dar cohesión y distinguir a los gobiernos que emergieron del este proceso
histórico.
Los indicadores revisados fueron: acciones que fortalecen el ámbito ejecutivo-
institucional como la creación del Instituto Nacional de Bellas Artes, el Consejo
Nacional de la Cultura y las Artes, entre otras leyes y reglamentos que tienden
a dar sustento a la acción del gobierno en ámbitos culturales.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXI
2) Los esfuerzos que emanan de los distintos acuerdos y compromisos
internacionales donde México asume la obligación de establecer acciones
específicas a favor del fomento, consolidación y preservación de la riqueza
cultural nacional; teniendo como sustentante principalmente la acción de la
Secretaría de Educación quien da orientación a los diversos esfuerzos de los
tres niveles de gobierno.
Desde un enfoque de políticas públicas, la implementación y ejecución de las
acciones de fomento a la cultura nacional y difusión para el consumo de la
ciudadanía se sustenta en el ideal democrático, dónde la cultura aporta al
ejercicio de los derechos sociales y humanos inalienables en todos los
integrantes de la sociedad, permitiendo la más amplia difusión de los valores
culturales afines con principios democráticos fundamentales.
Los indicadores utilizados para evaluar la presencia de los principios y
garantías jurídicos-institucionales que dan sustento a la política cultural en
México fueron: la presencia de criterios afines a los principios de los derechos
humanos y sociales de la población, el carácter público abierto y gratuito que
tuvieron la creación de grupos especializados en diversas artes atestiguan ese
carácter democrático con el que nació la política cultural, sin embargo se
observa un escaso interés de profundizar en la articulación las acciones, y en
la definición de un marco jurídico que sustente los derechos de acceso a la
cultura por la ciudadanía en el país, número de recintos regionales, entre otros.
Indicadores que asimismo apoyan la comprobación de la primera hipótesis
secundaria.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXII
3) La baja presencia de mecanismos institucionales que garanticen la promoción,
garantía y ejercicio de todos los derechos sociales de acceso a los servicios y
manifestaciones culturales; de manera especial como parámetros de exclusión
social, utilizando los siguientes indicadores:
Coincidencia en el marco jurídico y acciones de políticas públicas del ámbito
federal y local de los principios rectores que definen los acuerdos
internacionales en materia de preservación y difusión de la cultural nacional:
En este sentido, no se trata solo de establecer el grado de presencia en el nivel
discursivo de las acciones de política cultural, si no de identificar primero la
presencia formal de dichos principios, sin importar si estos responden al interés
de cumplir con compromisos internacionales o ideológicos, o si provienen de
procesos coyunturales, pero que de alguna manera coinciden en su propósito.
Los indicadores utilizados para medir la correspondencia entre ambos factores
fueron: el análisis entre los elementos constituyentes en las leyes de
obligaciones estatales en materia de promoción y difusión de la cultura
nacional y su contraparte en los acuerdos internacionales, considerando que
estos, conforme lo establece la propia carta magna, tienen rango
constitucional.
Presencia de organismos e instituciones (andamiaje institucional).
En nuestro país, la dispersión de esfuerzos en materia de política cultural
evidencia el bajo compromiso por establecer un sólido andamiaje que estimule
y facilite la renovación generacional y la apertura a enfoques que renueven el
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXIII
escenario cultural, que por definición es un sistema dinámico que además de
aportar a la sociedad nuevas perspectivas, se significan por promover valores
significativamente constructivos orientados a la reflexión y a la participación;
contribuyendo a revitalizar el orden social y la prácticas que como sociedad
consideramos valiosas. La falta de una política cultural expresa también, la
afectación a los derechos humanos y civiles que inhabilita el buen desarrollo
socioeconómico de la población y que representa un ejemplo de la baja
presencia e incidencia del sistema democrático en la cultura cívica y política
del país. Asimismo, desde una perspectiva social se trata de una expresión
más de la desigualdad entre la ciudadanía.
Estos indicadores apoyaron la comprobación de la segunda hipótesis
secundaria.
Cabe señalar que los indicadores utilizados provienen de fuentes
gubernamentales e instituciones públicas como el INEGI, la CEPAL, Secretaría de
Educación Pública, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, entre otras
Hipótesis secundaria 1
1) A pesar de los avances en las acciones gubernamentales del estado
mexicano con relación a la implementación del andamiaje institucional
necesario para garantizar a promoción y difusión de las distintas
expresiones de la cultura, se carece aún de una perspectiva que integre las
diversas formas de expresión de la cultura que favorezca la integración
social y el desarrollo humano principalmente de las clases más
desfavorecidas.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXIV
Esta hipótesis se comprobó con la presentación de dos instrumentos jurídicos
específicos en materia de rectoría de la acción del gobierno federal y por lo tanto
valido a nivel nacional: el Programa Nacional de Cultura. Si bien dichos
instrumentos fueron diseñados y modificados para garantizar y promover diversos
ámbitos de la cultura nacional; la escases de cifras expuestas en materia de
acciones consolidadas o en líneas directa a lo definido en el programa, constata
que hace falta una verdadera política regulatoria que garantice que los apoyos que
son entregados a entes privados o de organizaciones y grupos culturales
independientes, por lo que se considera que la renovación de una política cultural
pasa por la rendición de cuentas y la transparencia en los procesos de asignación
de recursos públicos, por lo que la forma en que estos se asignan es
fundamental, la opacidad al contrario muestra que dichas acciones aún no han
tenido el efecto esperado.
Los indicadores utilizados para evaluar la baja presencia de organismos e
instituciones que garanticen el adecuado ejercicio de recursos fueron: la variedad
de grupos participantes en los programas de fomento, número de denuncias
presentadas ante irregularidades en la asignación de recursos, estudios realizados
por organismos y organizaciones privadas y de organizaciones sociales.
Hipótesis secundaria 2
2) La baja presencia de mecanismos institucionales y la dispersión de
esfuerzos, evitan que pese a recientes recursos ejercidos por los tres
niveles de gobierno, faltan mecanismos que evalúen y certifiquen el pleno
ejercicio de los derechos de acceso a la producción y consumo de la cultura
de la mayor parte de la población convirtiéndose de hecho en una forma y
expresión de la exclusión social..
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXV
Esta hipótesis se comprobó con la presentación de los marcos programáticos de
las diversas instituciones que participan en el desarrollo de las acciones ligadas
con la política cultural; en consecuencia se han diseñado y establecido una serie
de agencias gubernamentales para garantizar y promover en diversos ámbitos de
la vida cultural de todos los ciudadanos; sin embargo parece una paradoja el que
en estos años, la re funcionalización de muchas de estas instituciones las ha
alejado del cumplimiento de estos principios.
Los indicadores utilizados para evaluar la baja eficacia de organismos e
instituciones que garanticen la participación y disfrute de las diversas expresiones
artísticas fueron: evaluación propia de las accione programadas a partir de los
informes disponibles en las distintas agencias gubernamentales, la presencia
social de las actividades socioculturales en los diferentes organismos
involucrados.
Objetivo General Objetivos específicos
Preguntas Hipótesis Desarrollo
Analizar el sistema de políticas culturales vigentes que abordan el desarrollo del ámbito de la cultura en México, con el fin de determinar su eficacia o en su defecto proponer nuevas estrategias que hagan frente a los efectos de la globalización, para preservar la cultura nacional sin permanecer al margen de los cambios que exige el entorno, promoviendo a su vez, el desarrollo e integración y proyectando la identidad y cultura nacional.
-Identificar las diferentes acepciones del concepto “cultura”, sus aplicaciones y orientaciones, así como el uso y enfoque en las diferentes políticas culturales actuales.
-Describir de forma general la riqueza y diversidad cultural que caracteriza a México, reiterando el valor e importancia de la atención,
¿Cuáles son las políticas públicas vigentes que abordan el ámbito de la cultura en México?
¿Cuáles son las diferentes acepciones del concepto cultura?
¿En qué casos se usa y aplica las diferentes acepciones del
Hipótesis central
Pese a la recurrente referencia en el discurso político sobre las acciones de fomento y difusión a la cultura nacional, se carece en la práctica de una perspectiva unificada e integral que dé sentido a la política cultural; situación que se refleja en la omisión de una realidad diversa y en ocasiones divergente, en el tipo de acciones
Capítulo I. La cultura en México
1.1. Definiciones y conceptos generales
1.2. El contenido de lo cultural y su devenir
1.2.1. Diversos enfoques en el estudio de la cultura
1.2.2. Delimitación del concepto y campo de lo cultural
1.3. Niveles culturales
1.3.1. Masificación de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXVI
promoción y desarrollo en este aspecto.
-Describir los orígenes y antecedentes de la formación de organismos institucionales encargados de las políticas culturales en México.
-Distinguir las características que fundamentan el valor de la cultura en México, con el fin de proporcionar elementos que sustenten políticas públicas que fomenten la preservación de la cultura.
-Distinguir lo diferentes organismos gubernamentales que abordan el ámbito de la cultura en México, así como las competencias que tienen y acciones que desarrollan.
-Identificar el papel que tiene el estado mexicano en el desarrollo de la cultural y las áreas prioritarias que promueve.
concepto cultura?
¿Cuáles son los factores que sustentan la riqueza y valor de la cultura en México?
¿Cuáles son los antecedentes de las políticas culturales en México?
¿Cómo se formaron los organismos que abordan el ámbito de la cultura en nuestro país?
¿Qué elementos caracterizan a las actuales políticas públicas enfocadas al desarrollo de la cultura?
¿Qué líneas de acción abordan las políticas actuales y que actividades desarrollan?
¿Cuáles son los organismos que actualmente centran su trabajo en el ámbito de la cultura?
a ejecutar, incluyente en su ejecución y concreta en su evaluación relativa al fomento y difusión de las diferentes expresiones culturales, con ello se hace evidente un desfase entre los mecanismos jurídico-institucionales establecidos y los resultados concretos reflejados en acciones y políticas públicas explicitas orientadas al fomento a la cultura.
Hipótesis secundarias
1) A pesar de los avances en las acciones gubernamentales del estado mexicano con relación a la implementación del andamiaje institucional necesario para garantizar a promoción y difusión de las distintas expresiones de la cultura, se carece aún de una perspectiva que integre las diversas formas de expresión de la cultura que favorezca la integración social y el desarrollo humano principalmente de las clases más
la cultura
1.4. Sectores en el estudio de la cultura
1.5. Breve repaso de la cultura en México
1.5.1. El nacimiento de la cultura institucionalizada
1.5.2. La cultura como espacio de dominio
1.5.3. La institucionalización de la cultura
1.6. La política cultura del estado
1.7. Conaculta y las políticas culturales
1.8. Áreas prioritarias de desarrollo cultural en México
1.9. El papel del estado
Capítulo II.
La política cultural en el estado mexicano
2.1. La educación y la cultura
2.2. Organismos gubernamentales
2.2.1. Organización administrativa del sector cultura
2.2.2. Consejo nacional para la cultura y las artes
2.2.3. Instituto nacional de antropología e historia
2.2.4. Instituto nacional
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXVII
-Describir las características de la norma vigente en temas de desarrollo cultural.
-Identificar los lineamientos de la política cultural en México y su vínculo con la política internacional.
-Detallar cómo las políticas culturales que juegan un papel determinante para México, se muestran limitadas y deficientes en cuanto a su desvinculación con el desarrollo cultural.
-Distinguir los vínculos que existen entre el sistema de políticas culturales y el sector educativo, la existencia o ausencia de ellos, para identificar el beneficio de este trabajo conjunto.
-Describir alternativas que fortalezcan las políticas culturales y que promuevan el desarrollo social y económico del país.
-Desmitificar a la cultura como un bien sujeto de ser comercializado, sino como un elemento generador del
¿Cuáles son las competencias que guardan cada una de estas dependencias, así como el vínculo o dependencia que hay entre ellas?
¿Para el estado mexicano, el ámbito de la cultura se cuenta entre sus prioridades para la promoción, protección y enseñanza?
¿Cuáles son los lineamientos de la normatividad vigente para el desarrollo, promoción y protección de la cultura?
¿Los modelos de políticas públicas a nivel internacional han tenido repercusión en los lineamientos de los organismos y normatividad vigente en relación al ámbito cultural en México?
¿Cuáles son las actuales políticas culturales que están en funcionamiento?
desfavorecidas.
2) La baja presencia de mecanismos institucionales y la dispersión de esfuerzos, evitan que pese a recientes recursos ejercidos por los tres niveles de gobierno, faltan mecanismos que evalúen y certifiquen el pleno ejercicio de los derechos de acceso a la producción y consumo de la cultura de la mayor parte de la población convirtiéndose de hecho en una forma y expresión de la exclusión social.
de bellas artes
2.2.5. Instituto nacional indigenista
2.3. Estudio del marco legal
2.3.1. Patrimonio cultural
2.4. Los asuntos en el acontecer de la agenda de la política cultural
2.5. Disyuntivas en un contexto global
2.6. El proyecto nacional
Capítulo III.
La política cultural en México y su relación a nivel internacional.
3.1. La política cultural mexicana
3.2. Las políticas culturales mundiales
3.3 conferencia de Venecia
3.4. Conferencia de Helsinki.
3.5. Conferencia de Bogotá.
3.6 conferencia mundial sobre políticas culturales.
3.7. Conferencia intergubernamental sobre políticas culturales para el desarrollo.
3.8. Declaración universal de la Unesco sobre la diversidad
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXVIII
desarrollo e integración, que con instrumentos adecuados, como son las políticas culturales, pueden llegar a construir proyectos que fortalezcan, preserven y proyecten la identidad y la cultura nacional.
¿Qué políticas públicas enfocadas al ámbito cultural ha tenido repercusiones positivas y cuáles ha resultado deficientes en su ejecución y aplicación?
¿Cuáles son los alcances y limitaciones de las políticas culturales vigentes, son ejecutadas de forma parcial y fragmentada por los organismos correspondientes o existe un plan integral para su desarrollo y fortalecimiento de la cultura?
¿Cuáles son los factores que vinculan las políticas culturales con el sector educativo?
¿Estas políticas tienen el objetivo de formar, fomentar la valoración y cuidado de la identidad cultural y su preservación?
A partir de las políticas culturales actuales, ¿qué alternativas se pueden fomentar
cultural.
3.9. Convención sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales.
3.10. Agenda veintiuno de la cultura.
3.11. Organización de los estados americanos
3.12. Consejo interamericano cultural
Capítulo IV. El futuro de la política cultural en México.
4.1. La reestructuración de la administración de la cultura
4.2. Opciones para el desarrollo cultural
4.3. La importancia de la cultura en el desarrollo nacional
4.4. La comunicación para el cambio social
4.5. Normatividad y legislación cultural
4.6. Constitución política de los estados unido mexicanos
4.7. Legislación cultural y otras disposiciones
4.8. Refutaciones jurídicas
4.9. Industrias culturales
4.10. Lo público en retroceso - lo privado
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXIX
para promover el desarrollo de la cultura como detonador del crecimiento social y económico del país?
¿Qué elementos fundamentan a la cultura como generador de desarrollo e integración antes que como un sujeto comercializado?
en avanzada
4.11. Regresión de las políticas culturales en México
4.12. Las políticas culturales del México actual.
4.13. Hacia una nueva política cultural para el desarrollo en México.
Objetivo General Objetivos específicos
Preguntas Hipótesis Desarrollo
Analizar el sistema de políticas culturales vigentes que abordan el desarrollo del ámbito de la cultura en México, con el fin de determinar su eficacia o en su defecto proponer nuevas estrategias que hagan frente a los efectos de la globalización, para preservar la cultura nacional sin permanecer al margen de los cambios que exige el entorno, promoviendo a su vez, el desarrollo e integración y proyectando la identidad y cultura nacional.
- Identificar las diferentes acepciones del concepto “cultura”, sus aplicaciones y orientaciones, así como el uso y enfoque en las diferentes políticas culturales actuales.
- Describir de forma general la riqueza y diversidad cultural que caracteriza a México, reiterando el valor e importancia de la atención, promoción y desarrollo en este aspecto.
- Describir los orígenes y antecedentes de la
¿Cuáles son las políticas públicas vigentes que abordan el ámbito de la cultura en México?
¿Cuáles son las diferentes acepciones del concepto cultura?
¿En qué casos se usa y aplica las diferentes acepciones del concepto cultura?
¿Cuáles son los factores que sustentan la riqueza y valor de la cultura en México?
Hipótesis secundarias
1) A pesar de los avances en las acciones gubernamentales del estado mexicano con relación a la implementación del andamiaje institucional necesario para garantizar a promoción y difusión de las distintas expresiones de la cultura, se carece aún de una perspectiva que integre las diversas formas de expresión de la cultura que favorezca la integración social y el desarrollo humano principalmente de las clases más desfavorecidas.
Capítulo I. La cultura en México
1.1. Definiciones y conceptos generales
1.2. El contenido de lo cultural y su devenir
1.2.1. Diversos enfoques en el estudio de la cultura
1.2.2. Delimitación del concepto y campo de lo cultural
1.3. Niveles culturales
1.3.1. Masificación de la cultura
1.4. Sectores en el estudio de la cultura
1.5. Breve repaso de la cultura en México
1.5.1. El nacimiento de la cultura
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXX
formación de organismos institucionales encargados de las políticas culturales en México.
- Distinguir las características que fundamentan el valor de la cultura en México, con el fin de proporcionar elementos que sustenten políticas públicas que fomenten la preservación de la cultura.
- Distinguir lo diferentes organismos gubernamentales que abordan el ámbito de la cultura en México, así como las competencias que tienen y acciones que desarrollan.
¿Cuáles son los antecedentes de las políticas culturales en México?
¿Cómo se formaron los organismos que abordan el ámbito de la cultura en nuestro país?
¿Qué elementos caracterizan a las actuales políticas públicas enfocadas al desarrollo de la cultura?
¿Qué líneas de acción abordan las políticas actuales y que actividades desarrollan?
¿Cuáles son los organismos que actualmente centran su trabajo en el ámbito de la cultura?
¿Cuáles son las competencias que guardan cada una de estas dependencias, así como el vínculo o dependencia que hay entre ellas?
¿Para el estado
institucionalizada
1.5.2. La cultura como espacio de dominio
1.5.3. La institucionalización de la cultura
1.6. La política cultura del estado
1.7. Conaculta y las políticas culturales
1.8. Áreas prioritarias de desarrollo cultural en México
1.9. El papel del estado
Capítulo II.
La política cultural en el estado mexicano
2.1. La educación y la cultura
2.2. Organismos gubernamentales
2.2.1. Organización administrativa del sector cultura
2.2.2. Consejo nacional para la cultura y las artes
2.2.3. Instituto nacional de antropología e historia
2.2.4. Instituto nacional de bellas artes
2.2.5. Instituto nacional indigenista
2.3. Estudio del marco legal
2.3.1. Patrimonio cultural
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXI
mexicano, el ámbito de la cultura se cuenta entre sus prioridades para la promoción, protección y enseñanza?
¿Cuáles son los lineamientos de la normatividad vigente para el desarrollo, promoción y protección de la cultura?
¿Los modelos de políticas públicas a nivel internacional ha tenido repercusión en los lineamientos de los organismos y normatividad vigente en relación al ámbito cultural en México?
2.4. Los asuntos en el acontecer de la agenda de la política cultural
2.5. Disyuntivas en un contexto global
2.6. El proyecto nacional
Objetivo General Objetivos específicos
Preguntas Hipótesis Desarrollo
Analizar el sistema de políticas culturales vigentes que abordan el desarrollo del ámbito de la cultura en México, con el fin de determinar su eficacia o en su defecto proponer nuevas estrategias que hagan frente a los efectos de la globalización, para preservar la cultura nacional sin permanecer al margen de los cambios que
- Identificar el papel que tiene el estado mexicano en el desarrollo de la cultural y las áreas prioritarias que promueve.
- Describir las características de la norma vigente en temas de desarrollo cultural.
¿Cuáles son los lineamientos de la normatividad vigente para el desarrollo, promoción y protección de la cultura?
¿Los modelos de políticas públicas a nivel internacional ha tenido repercusión en los lineamientos de los
2) La baja presencia de mecanismos institucionales y la dispersión de esfuerzos, evitan que pese a recientes recursos ejercidos por los tres niveles de gobierno, faltan mecanismos que evalúen y certifiquen el pleno ejercicio de los derechos de acceso a la producción y consumo de la cultura
Capítulo III.
La política cultural en México y su relación a nivel internacional.
3.1. La política cultural mexicana
3.2. Las políticas culturales mundiales
3.3 conferencia de Venecia
3.4. Conferencia de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXII
exige el entorno, promoviendo a su vez, el desarrollo e integración y proyectando la identidad y cultura nacional.
- Identificar los lineamientos de la política cultural en México y su vínculo con la política internacional.
- Detallar cómo las políticas culturales que juegan un papel determinante para México, se muestran limitadas y deficientes en cuanto a su desvinculación con el desarrollo cultural.
- Distinguir los vínculos que existen entre el sistema de políticas culturales y el sector educativo, la existencia o ausencia de ellos, para identificar el beneficio de este trabajo conjunto.
- Describir alternativas que fortalezcan las políticas culturales y que promuevan el desarrollo social y económico del país.
- Desmitificar a la cultura como un bien sujeto de ser comercializado, sino como un elemento generador del desarrollo e integración, que con instrumentos
organismos y normatividad vigente en relación al ámbito cultural en México?
¿Cuáles son las actuales políticas culturales que están en funcionamiento?
¿Qué políticas públicas enfocadas al ámbito cultural ha tenido repercusiones positivas y cuáles ha resultado deficientes en su ejecución y aplicación?
¿Cuáles son los alcances y limitaciones de las políticas culturales vigentes, son ejecutadas de forma parcial y fragmentada por los organismos correspondientes o existe un plan integral para su desarrollo y fortalecimiento de la cultura?
¿Cuáles son los factores que vinculan las políticas culturales con el sector educativo?
¿Estas políticas tienen el objetivo de formar, fomentar la valoración y cuidado
de la mayor parte de la población convirtiéndose de hecho en una forma y expresión de la exclusión social.
Helsinki.
3.5. Conferencia de Bogotá.
3.6 conferencia mundial sobre políticas culturales.
3.7. Conferencia intergubernamental sobre políticas culturales para el desarrollo.
3.8. Declaración universal de la unesco sobre la diversidad cultural.
3.9. Convención sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales.
3.10. Agenda veintiuno de la cultura.
3.11. Organización de los estados americanos
3.12. Consejo interamericano cultural
Capítulo iv.
el futuro de la política cultural en México.
4.1. La reestructuración de la administración de la cultura
4.2. Opciones para el desarrollo cultural
4.3. La importancia de la cultura en el desarrollo nacional
4.4. La comunicación
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXIII
adecuados, como son las políticas culturales, pueden llegar a construir proyectos que fortalezcan, preserven y proyecten la identidad y la cultura nacional.
de la identidad cultural y su preservación?
A partir de las políticas culturales actuales, ¿qué alternativas se pueden fomentar para promover el desarrollo de la cultura como detonador del crecimiento social y económico del país?
¿Qué elementos fundamentan a la cultura como generador de desarrollo e integración antes que como un sujeto comercializado?
para el cambio social
4.5. Normatividad y legislación cultural
4.6. Constitución política de los estados unido mexicanos
4.7. Legislación cultural y otras disposiciones
4.8. Refutaciones jurídicas
4.9. Industrias culturales
4.10. Lo público en retroceso - lo privado en avanzada
4.11. Regresión de las políticas culturales en México
4.12. Las políticas culturales del México actual.
4.13. Hacia una nueva política cultural para el desarrollo en México.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXIV
CONCLUSIONES Y NUEVA AGENDA DE INVESTIGACIÓN.
Uno de los principales motivos de esta investigación consistía en reflexionar en
torno a la situación de la política cultural en México, para ello se llevó a cabo una
revisión documental sobre el significado de: cultura, desarrollo cultural, el rol y los
temas que el Estado debería atender en este campo, así como una reflexión
desde el plano de lo real.
La revisión histórica demostró que existe intención política por hacer de la cultura
una herramienta fundamental para el desarrollo de una sociedad sana. Sin
embargo en términos prácticos no se ha materializado dicha intención y asistimos
como testigos al reducido peso político que las áreas culturales tienen dentro de
las prioridades y decisiones del Estado; ejemplo claro es el escaso presupuesto
asignado a la cultura, el cual se logra gracias a grandes esfuerzos de algunos
funcionarios y a la presión de la sociedad civil que han intentado obtener mayores
recursos e intentar estar a la par de áreas como la seguridad nacional.
En términos presupuestarios, la respuesta casi automática en el discurso de los
políticos es que se debe dar prioridad a temas socialmente más vulnerables, como
la salud o la seguridad, estas reacciones dejan claro la poca comprensión de parte
de la clase política, acerca de la esencia y potencialidad de la cultura en nuestra
sociedad.
Entonces, surge la pregunta, “cultura” ¿para qué?, en un estado donde se da
prioridad a algunos rasgos sociales fundamentales, y lo educativo se deja a una
segunda instancia. La cultura debe tomarse en cuenta como un área fundamental
en el gobierno, siendo que ésta podría multiplicar la capacidad del Estado para
incluir e integrar socialmente a ciudadanos, educar y hacer comunidades más
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXV
seguras. La cultura como generadora de nuevos horizontes simbólicos y de
identidad en las comunidades.
Si estas razones no son suficientes y parecen demasiado idealistas, hay que
considerar que la cultura no sólo es implica gastos, también es una importante
fuente de recursos para el sector económico, sobre todo alrededor de las
industrias culturales, visto desde este punto, la cultura es una inversión necesaria.
Ahora bien, para que dicha concepción y realización del desarrollo humano pueda
llevarse a cabo, la cultura requiere de la participación activa del Estado, a través
del establecimiento de políticas culturales que permitan la organización de
proyectos para el fomento, proyección, producción y difusión de la cultura.
Si se toma en consideración el contexto de la globalización, se puede hacer
referencia a una política cultural mundial, en tanto que se trata únicamente de una
idealización, pues no existe una política que alcance y se puede adaptar a todos
los espacios y realidades del planeta; sin embargo, es importante considerar el
esfuerzo destacable que se ha realizado a través del establecimiento de Foros o
Cumbres Internacionales, que han servido como marco político para el posterior
establecimiento de políticas culturales a nivel nacional.
Si bien las conferencias organizadas por la UNESCO, retomadas en la presente
investigación, fomentan el interés por establecer lineamientos que sirvan de base
a las acciones de los Estados, en la búsqueda de la defensa y difusión de la
cultura, así como el libre e indiscriminado acceso a ésta; los esfuerzos conjuntos y
las reuniones de arduo trabajo y debates constantes, no han resultado suficientes
para que las líneas de trabajo establecidas en los Foros, puedan llevarse a cabo,
de manera independiente, en cada uno de los Estados miembros de las
conferencias.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXVI
Los gobiernos participes están parcialmente determinados por las prácticas
culturales del pueblo y a partir de su consideración e inclusión se puede incidir en
marcar las pautas del desarrollo integral; la cultura de un país refleja su historia,
costumbres, instituciones y actitudes, sus movimientos, conflictos y luchas
sociales, así como la configuración del poder político.
Por ejemplo en la década de los años setenta se comienza a tomar importancia el
tema de las Políticas Culturales, organismos mundiales como la UNESCO y otros
de carácter regional como el Consejo de Europa, la Organización de Estados
Americanos y el Convenio Andrés Bello impulsan iniciativas con el fin de discutir
este asunto en reuniones de carácter intergubernamental, con el fin de abordar el
ámbito cultural como una responsabilidad de Estado.
“La política cultural implica considerar el desarrollo cultural y social vinculado a su
carácter educativo, a fin de fomentar el acceso y la equidad a las diversas
manifestaciones culturales inculcando valores y actitudes para dotar de la
capacidad del goce artístico y estético la sociedad, así como para ejercitar la
reflexión y la crítica a través de las expresiones culturales”.
El reto para una política cultural es garantizar el respeto a los derechos humanos,
la equidad y la participación colectiva, por medio del reconocimiento e inclusión de
la diversidad de expresiones culturales en la ejecución y definición de las políticas.
En los niveles municipal, estatal y federal es preciso transitar a una manera
distinta de ejercer la administración cultural, buscando consolidar una forma
horizontal, interactiva, participativa, formativa, dinámica, incluyente, plural y
propositiva.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXVII
Es común encontrar como referencia de la labor cultural de una institución,
informes cuantitativos de espectáculos, de obras en las que se resalta más la
importancia del número de población atendida, de inaugurar, que en el divulgar y
sensibilizar sobre una propuesta cultural.
La cultura no se ciñe al periodo de gestión de un gobierno, los funcionarios están
de paso, lo que permanece son las comunidades a las que gobiernan y en donde
se recrea una amplia gama de manifestaciones culturales, por ello la
responsabilidad de gobierno implica un extenso análisis y estudio de la cultura
como un sector prioritario en el desarrollo social.
La democracia cultural sólo se dará en la medida en que los proyectos y la política
cultural, surjan de lo que realmente somos y hacemos los diversos entes culturales
del país, y se valore su efectiva capacidad de incidencia y propuesta en el ámbito
gubernamental.
La cultura implica un proceso de transformación en el que los individuos en un
incesante fluir de significados, se apropian de símbolos, conductas y actitudes,
que muestran una forma de ser y de vivir, crean y dan sentido a espacios,
territorios y símbolos, en este sentido la labor del gobierno en el desarrollo cultural,
se logra en la medida en que motive la acción de los individuos como sujetos y
protagonistas de la cultura.
La cultura se caracteriza por su papel constructivo, constitutivo y creativo; un país
multicultural como México corre el riesgo de que se generen diversos conflictos al
enmarcar la cultura en una sola dirección, de ahí que la política de gobierno con
un perfil incluyente y equitativo, sea de suma importancia.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXVIII
La cultura es de carácter dinámico, cambia, se transforma, está en evolución
constante, pero de igual manera existen tradiciones, costumbres y prácticas que
tienen el fin de preservar ciertas expresiones culturales que resisten pese al auge
de la modernidad, de ahí que uno de los puntos prioritarios en una política cultural
sea la recuperación de la memoria histórica como un referente vital en la
reproducción y consolidación de identidades.
La cultura no ejerce un papel puramente instrumental o estático, más bien es el
objetivo del desarrollo en sí mismo que alienta la transformación social, por ello es
indispensable la inclusión de la participación comunitaria a fin de considerar
sujetos y no objetos de atención.
La acción cultural cumple con su razón de ser en la medida en que signifique la
apropiación, participación y disfrute de los individuos; a partir de la toma de
conciencia y la formación de criterio, el individuo adquiere civilidad política y
mayores son las probabilidades de democratización y transformación.
La responsabilidad del Estado es impulsar proyectos educativos que equilibren los
excesos del mercado; así como para la administración pública, es una
responsabilidad el garantizar el acceso a la educación, al trabajo, y los servicios
de salud, merece la misma importancia garantizar el acceso a la cultura pues
también forma parte de las necesidades vitales de la sociedad.
Con el reconocimiento del derecho a la cultura, el Estado y su administración
pública tienen ante sí la responsabilidad de vigilar los abusos emanados de los
intereses privados y del mercado a fin de garantizar las condiciones de desarrollo
y difusión de la cultura reconociendo en ello la importancia de preservar la
memoria histórica y la reproducción de identidades.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXIX
La estructura organizativa del sector cultura y su administración afronta retos
importantes relacionados a la organización de recursos, la legislación vigente, el
financiamiento, la participación pública y privada, la descentralización, el perfil
profesional, la infraestructura, las tareas de divulgación, promoción y la definición
de prioridades.
Propiciar mecanismos de articulación y coordinación administrativa, implica una
compleja labor que se realizará mejor si se contempla el papel y la importancia de
la cultura en el desarrollo social así como la inclusión de la participación
comunitaria.
En la definición e implementación de políticas culturales es necesario considerar
criterios de oportunidad, equidad y demanda social, a fin de alentar el
mejoramiento de las condiciones de vida pues ello repercute en la legitimidad
política de los gobiernos.
Los distintos ámbitos de atención de la cultura necesitan de una política que
atienda a sus especificidades, coordine esfuerzos y no sólo tengan la capacidad
de reproducirse sino de interactuar entre sí con las distintas disciplinas con la
finalidad de ampliar el acceso y repercusión en el público y las comunidades.
La agudización de contradicciones y problemas como la migración, los conflictos
políticos internos, la polarización de la riqueza y las demandas campesinas desde
antes de la apertura comercial del TLC, intensificaron los efectos de una política
impuesta por el FMI que busca el predominio económico, ello repercute
significativamente en las relaciones interculturales que transforman formas de
producir y ejercer la cultura.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXX
Algunos cambios en el ámbito educativo y cultural de mayor visibilidad, en esta
lógica mercantil se dieron en la influencia de las industrias culturales nacionales y
transnacionales, el incremento de la cultura privada a domicilio que disminuyó los
usos colectivos del espacio urbano, y la transferencia de la responsabilidad del
Estado a empresas privadas, nacionales o multinacionales sobre los bienes
culturales.
Es preciso evaluar estrategias de financiamiento alternas, propiciando la
diversificación de fuentes tanto públicas y privadas, a fin de garantizar el acceso a
la población, y alentar la generación de beneficios económicos generados de las
actividades culturales.
La educación es la base que permite pensar crítica y conscientemente la realidad,
idear nuevos proyectos colectivos y aprender a vivir en un mundo en el que
conviven distintas formas de relacionarse. Por ello es imprescindible la conjunción
de esfuerzos entre la política educativa y la cultural.
La revisión del marco legal vigente es una tarea indispensable para avanzar en
una reestructuración administrativa que aliente la coordinación, eficacia y
articulación del sector; es indispensable una amplia participación en este terreno
de los diversos actores involucrados en la labor cultural.
La política cultural es pilar para la política exterior, es imprescindible una
cooperación multilateral para la preservación, promoción y participación en
actividades culturales y reproducción de identidades.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXXI
Es preciso impulsar proyectos interdisciplinarios e interinstitucionales con un perfil
cultural, pues ello permitiría un mayor impacto de la cultura en el desarrollo social,
con la inclusión y atención equitativa de las diversas prácticas y expresiones
culturales.
La definición de una política pública implica un proceso de construcción conjunto,
ni el gobierno tiene todas las respuestas ni la iniciativa privada, ni la población
vinculada a la labor cultural; es preciso elaborar un proyecto nacional que articule
los esfuerzos que realizan instituciones, organizaciones, y sociedad civil, que
unifique criterios y que logre la coordinación de este sector.
La cultura en sí, es el fin y razón de ser del desarrollo social, pues incide en el
mejoramiento y la calidad de vida de la población, fomentando valores y actitudes,
así como consolidando identidades; la necesidad en el reconocimiento del derecho
a la cultura, consiste en incentivar la participación, disfrute, sensibilización,
capacitación y apoyo a proyectos que surjan desde las comunidades a las que
están destinados, generando con ello, su apropiación.
Así pues, las políticas culturales deben reafirmar la diversidad cultural como un
hecho inalterable; con base en ello deben crearse proyectos de desarrollo,
generando cohesión social a nivel nacional y planteando lineamientos
democráticos, plurales y respetuosos de las diferencias culturales. En este
sentido, la participación del Estado, lejos de verse disminuida o desplazada por los
actores de la globalización (empresas transnacionales y multinacionales), debe
constituirse en una instancia renovada y sólida, cuyas decisiones y acciones
contribuyan a la conformación de espacios multiculturales, democráticos e
incluyentes, con el objetivo primordial de obtener un nivel más elevado de
desarrollo humano y libertad cultural.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXXII
Ahora bien, para que las políticas culturales sean realmente efectivas, es
necesaria la consolidación de una institución cultural, con una estructura sólida y
descentralizada con un marco jurídico y presupuesto propio, que cuente con la
participación de funcionarios profesionales y capacitados, para llevar a cabo la
gestión cultural en beneficio de la Nación, dejando de lado intereses propios o
partidistas. La nueva política cultural, debe establecer programas y proyectos,
asegurando la continuidad de éstos, con una trascendencia que vaya más allá de
los límites sexenales y de la ideología del partido en el poder.
Además, el hecho de hacer referencia a políticas culturales “nacionales”, no quiere
decir que estén completamente supeditadas a los planes y acciones estrictamente
del Estado-nación, por el contrario, la participación conjunta entre ciudadanía,
inversión privada y el propio Estado, permitirá la formulación de políticas culturales
diversas, que abarquen a todos los sectores de la sociedad, en beneficio de
“todos” los sectores de la sociedad, evitando favorecer a los particulares y
adinerados. En este sentido, el Estado tendrá que jugar el papel de árbitro en esta
dinámica de participación conjunta, evitando que, a través de la comercialización
de productos culturales (utilizando como herramienta a las industrias culturales), la
cultura nacional o la identidad se vean alteradas o trastocadas.
Es preciso elaborar un proyecto nacional que articule los esfuerzos que realizan
instituciones, organizaciones, y sociedad civil, que unifique criterios y que logre la
coordinación de este sector. La inclusión de todos los actores es fundamental en
la definición e implementación de una política cultural, respetando sus formas de
organización y participación a fin de coadyuvar a la justicia y equidad.
En conclusión, el establecimiento de las políticas culturales nacionales, deben
concebir y asimilar a la cultura como el principal elemento de desarrollo e
identidad nacional, centrándose en la satisfacción de las necesidades culturales
de la sociedad mexicana, en un contexto global en el que intervienen diversos
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXXIII
factores que obstaculizan el desarrollo cultural de los países menos beneficiados,
por el proceso de globalización. Una vez entendidos y asimilados los complejos
conceptos de cultura, diversidad e identidad, y la importancia vital de ellos para la
vida humana y social, será menos complejo establecer líneas de acción que
fomenten la creación, creatividad, difusión y consumo de la cultura, no sólo al
interior de las fronteras estatales, sino en el plano internacional, generando a su
vez la consolidación del respeto por la diferencia, la tolerancia y el pluralismo
cultural, permitiendo el intercambio y enriquecimiento entre naciones del sistema
mundial.
ACCIONES / PROPUESTAS DE POLÍTICAS
La puesta en marcha de políticas culturales enfrenta una serie de retos, entre
ellos, presentamos como propuestas:
1. Identificar y unificar el concepto de Cultura
Definir y establecer un marco conceptual de “cultura” y “política cultural” con el
objetivo de unificar, no sólo el concepto, sino los elementos de construcción que
constituyan un punto de partida, referencia e hilo conductor para las diferentes
instituciones, organizaciones y entidades que su labor se vincule con la cultura.
Dado que los enfoques de la políticas culturales son ampliamente diversos e
incluso imprecisos, a falta de conceso de lo que se entiende por cultura en las
diferentes áreas, instituciones y organizaciones que abordan la temática cultural,
es prioritario delimitar, concretar y unificar este concepto, que dé forma y
conduzca los lineamientos de los programas culturales, acciones de promoción,
fomento y fortalecimiento de la cultura.
En este sentido algunas acepciones a manera de propuesta son, la cultura como:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXXIV
- Conjunto de creencias, valores, y estilos de vida de la gente común en su
vida cotidiana.
- Conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y
afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social.
- Artes, letras, modos de vida, derechos fundamentales del ser humano,
sistemas de valores, tradiciones y creencias.
- Patrimonio cultural: creencias tradicionales, celebraciones religiosas,
festividades populares, gastronomía, trajes, joyerías ancestrales, artesanía,
paisajes naturales, diversidad biológica y su aplicación en la medicina
tradicional, etc.
2. Creación y consolidación de organismos institucionales que aborden la cultura
desde sus diferentes vertientes
Es importante considerar que las entidad, instituciones y organismos que existen
actualmente enfocados a la construcción de políticas culturales, así como su
fomento y práctica, se encuentran desvinculados a la vez que carecen de
autonomía tanto en sus acciones como en términos presupuestarios, en este
sentido proponemos dos ejes de acción.
- La creación o consolidación de un organismo que lidera las políticas culturales a
su vez que delegue, reparta y apoye a las diferentes entidades que existentes, la
naciente Secretaria de Cultura podría estar llamada a convertirse en la pieza clave
que protagonice este cambio unificando criterios, organizando y ejecutando eficaz
y equitativamente tanto las acciones, objetivos, programas y distribución de
presupuestos justos para el desarrollo y fomento de la cultura y su incidencia en la
educación.
Asimismo es importancia vital, consolidar el vínculo con las políticas educativas,
generar lazos y directrices de acción las Secretaría de Educación Pública y otras
instituciones que puedan generar una red de formación, educación y fomento de la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXXV
educación y la cultura encaminada a la construcción de una sociedad más
consciente de su identidad y más respetuosa de sus orígenes y patrimonio
cultural, a la vez que sea capaz de insertarse en la competitividad de la
globalización del mundo contemporáneo.
3. Apoyar la elaboración de una matriz que integre lo esfuerzos presupuestales.
Es indispensable reivindicar la importancia de destinar presupuesto público a la
cultura respaldada por una política de Estado clara y certera de la acción que
ejecutará con el fin de establecer a la política cultural como un componente central
de la política de desarrollo.
Es fundamental disponer de más recursos humanos y financieros a disposición del
desarrollo cultural, en este sentido bajo un criterio de transparencia tanto
económica como de objetivos, se concedan los presupuestos reflejándose en una
matriz que sume acciones y esfuerzos en lugar de duplicar y fragmentar las
acciones realizadas, ya que de esta manera se optimizarán tanto los recursos
económicos como los objetivos y acciones ejecutadas.
OTRAS APORTACIONES:
Finalmente se apuntan algunas ideas generales para complementar las acciones:
- Es necesario aumentar la eficacia en el apoyo a la creación y difusión de la
música, teatro, literatura, danza, cine y artes plásticas.
- Impulsar y ampliar la protección, investigación y puesta en valor de nuestro
patrimonio cultural (arqueológico, histórico y artístico).
- Estimular a la iniciativa privada en el apoyo a actividades culturales.
- Coordinar con las entidades correspondientes la difusión cultural de México
en el exterior.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
CXXXVI
- Promover la suscripción multilateral o bilateral de convenios para la
protección y recuperación del patrimonio cultural, natural e inmaterial.
- Concertar con los gobiernos regionales normas y lineamientos para la
protección defensa, conservación y difusión del Patrimonio Cultural de la
Nación, y la promoción, desarrollo de mecanismos, estrategias y programas
con criterios de interculturalidad.
La diversidad multicultural y geográfica de México, hace necesario que se
promueva el respeto, afecto y el diálogo entre las culturas con el objetivo de
fortalecer una cultura de paz.
Tenemos en la cultura un factor clave para el desarrollo de una sociedad, se
constituye como condición, medio y fin, el desarrollo cultural promueve la
autonomía y libertad de los seres humanos, de ahí que el Estado deba procurar
incrementar la autonomía nacional y regional en el contexto global, incrementar la
autonomía de cada uno de los grupos y personas que participan de la producción
cultural, e incrementar la autonomía de los ciudadanos frente a las opciones
culturales y la industria cultural.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
LA POLÍTICA CULTURAL DEL ESTADO MEXICANO:
ANTECEDENTES, SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS
DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 1
CAPÍTULO I. LA CULTURA EN MÉXICO ................................................................................. 10
1.1. DEFINICIONES Y CONCEPTOS GENERALES ........................................................... 10
1.2. EL CONTENIDO DE LO CULTURAL Y SU DEVENIR ............................................... 15
1.2.1. DIVERSOS ENFOQUES EN EL ESTUDIO DE LA CULTURA .......................... 18
1.2.2. DELIMITACIÓN DEL CONCEPTO Y CAMPO DE LO CULTURAL .................. 25
1.3. NIVELES CULTURALES .................................................................................................. 28
1.3.1. MASIFICACIÓN DE LA CULTURA ......................................................................... 31
1.4. SECTORES EN EL ESTUDIO DE LA CULTURA ........................................................ 38
1.5. BREVE REPASO DE LA CULTURA EN MÉXICO ...................................................... 40
1.5.1. EL NACIMIENTO DE LA CULTURA INSTITUCIONALIZADA ........................... 40
1.5.2. LA CULTURA COMO ESPACIO DE DOMINIO .................................................... 52
1.5.3. LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA CULTURA ................................................. 59
1.6. LA POLÍTICA CULTURA DEL ESTADO ....................................................................... 65
1.7. CONACULTA Y LAS POLÍTICAS CULTURALES ...................................................... 66
1.8. ÁREAS PRIORITARIAS DE DESARROLLO CULTURAL EN MÉXICO ................. 78
1.9. EL PAPEL DEL ESTADO ................................................................................................. 83
CAPÍTULO II. LA POLÍTICA CULTURAL EN EL ESTADO MEXICANO ............................ 89
2.1. LA EDUCACIÓN Y LA CULTURA .................................................................................. 91
2.2. ORGANISMOS GUBERNAMENTALES ........................................................................ 94
2.2.1. ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA DEL SECTOR CULTURA ...................... 94
2.2.2. CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES ........................... 97
2.2.3. INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA .......................... 103
2.2.4. INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES .................................................... 106
2.2.5. INSTITUTO NACIONAL INDIGENISTA ................................................................ 107
2.3. ESTUDIO DEL MARCO LEGAL ................................................................................... 109
2.3.1. PATRIMONIO CULTURAL ..................................................................................... 112
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
2.4. LOS ASUNTOS EN EL ACONTECER DE LA AGENDA DE LA POLÍTICA CULTURAL ............................................................................................................................... 114
2.5. DISYUNTIVAS EN UN CONTEXTO GLOBAL ........................................................... 120
2.6. EL PROYECTO NACIONAL .......................................................................................... 122
CAPÍTULO III. LA POLÍTICA CULTURAL EN MÉXICO Y SU RELACIÓN A NIVEL INTERNACIONAL. ....................................................................................................................... 126
3.1. LA POLÍTICA CULTURAL MEXICANA ....................................................................... 127
3.2. LAS POLÍTICAS CULTURALES MUNDIALES .......................................................... 139
3.3 CONFERENCIA DE VENECIA ....................................................................................... 141
3.4. CONFERENCIA DE HELSINKI. .................................................................................... 146
3.5. CONFERENCIA DE BOGOTÁ. ..................................................................................... 150
3.6 CONFERENCIA MUNDIAL SOBRE POLÍTICAS CULTURALES. .......................... 155
3.7. CONFERENCIA INTERGUBERNAMENTAL SOBRE POLÍTICAS CULTURALES PARA EL DESARROLLO. ..................................................................................................... 162
3.8. DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LA UNESCO SOBRE LA DIVERSIDAD CULTURAL. .............................................................................................................................. 164
3.9. CONVENCIÓN SOBRE LA PROTECCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA DIVERSIDAD DE LAS EXPRESIONES CULTURALES. ........................................................................... 168
3.10. AGENDA VEINTIUNO DE LA CULTURA. ................................................................ 170
3.11. ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS ........................................... 173
3.12. CONSEJO INTERAMERICANO CULTURAL ........................................................... 175
CAPÍTULO IV. EL FUTURO DE LA POLÍTICA CULTURAL EN MÉXICO. ...................... 177
4.1. LA REESTRUCTURACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA CULTURA ......... 185
4.2. OPCIONES PARA EL DESARROLLO CULTURAL ................................................. 195
4.3. LA IMPORTANCIA DE LA CULTURA EN EL DESARROLLO NACIONAL ......... 198
4.4. LA COMUNICACIÓN PARA EL CAMBIO SOCIAL ................................................... 201
4.5. NORMATIVIDAD Y LEGISLACIÓN CULTURAL ....................................................... 205
4.6. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDO MEXICANOS ............... 205
4.7. LEGISLACIÓN CULTURAL Y OTRAS DISPOSICIONES........................................ 206
4.8. REFUTACIONES JURÍDICAS ....................................................................................... 209
4.9. INDUSTRIAS CULTURALES ........................................................................................ 211
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
4.10. LO PÚBLICO EN RETROCESO - LO PRIVADO EN AVANZADA ....................... 218
4.11. REGRESIÓN DE LAS POLÍTICAS CULTURALES EN MÉXICO ......................... 226
4.12. LAS POLÍTICAS CULTURALES DEL MÉXICO ACTUAL. .................................... 241
4.13. HACIA UNA NUEVA POLÍTICA CULTURAL PARA EL DESARROLLO EN MÉXICO. .................................................................................................................................... 261
CONCLUSIONES ......................................................................................................................... 270
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................ 283
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
1
INTRODUCCIÓN
Todo depende del cristal con que se mira, y la cultura es el cristal por el cual
nuestra mirada comprende y aprehende el mundo, de ahí que ésta sea el común
denominador, lo que nos une e identifica en la vida cotidiana, nuestro ser y hacer
en el mundo está configurado por la cultura.
El estudio de la política cultura es el punto de partida que motiva esta
investigación, en el marco del proceso de modernización y globalización
económica que incide en el contexto sociopolítico de México y las afectaciones al
entorno y desarrollo de las manifestaciones culturales y educativas de nuestra
sociedad.
Hoy en día la globalización se ha estudiado, en la mayoría de los casos, como un
proceso fundamentalmente económico enfocado, en su esencia, al
establecimiento de un libre mercado internacional, es decir, un proceso de
globalización económico financiero que ve al mundo como un mercado, fuente de
insumos y espacio de acción, tanto para la producción como para la adquisición y
la comercialización de servicios, bienes, productos y tecnología a escala mundial.
En este sentido, podemos entender a la globalización cultural como la imposición
de un modelo cultural hegemónico que se da ante relaciones sociales, nacionales
e internacionales, principalmente a través de medios universales de comunicación,
que impacta en las culturas locales, nacionales y regionales; y ante lo cual, la
cultura debe asumir un papel prioritario en los asuntos nacionales, con el objetivo
de contrarrestar los efectos que tienden a homogeneizar los rasgos de identidad y
diversidad ya que, día con día, la “idea global” permite la mezcla de varias
culturas, o la disolución de algunas de ellas para ser absorbidas por las formas y
maneras dominantes de la “civilización” de los países centrales del capitalismo
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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avanzado resultando en una especie de hibridación cultural global. Ante esta
situación, las culturas locales quedan sujetas a la explotación comercial, que hoy
en día es expresada en las llamadas industrias culturales del capitalismo mundial.
Estas industrias culturales, trastocan y alteran a la cultura y vida social; la forma
de verla, apreciarla, valorarla y consumirla no son más que la expresión misma de
una tendencia permanente por transformar a la cultura en mercancía para generar
plusvalía. Si bien es cierto, la industria cultural también es fuente de empleo y
crecimiento económico, no obstante, tiende a favorecer solo a un pequeño sector
o “élite”, el cual por lo general es ajeno a esa cultura de origen.
En este proceso de globalización cultural, el Estado Mexicano poco ha podido
hacer, y lejos de establecer políticas públicas que respondan a las necesidades de
defensa, afirmación y proyección de la identidad y la cultura de su sociedad, se ha
convertido en un gestor de la globalización económica, permitiendo que, a través
del libre mercado, se abran las puertas del territorio no solo a la liberalización
económica y financiera sino a modelos culturales, formas y hábitos de consumo,
así como a bienes, servicios y tecnologías ajenas a la identidad nacional.
Ante esta situación, podemos observar una falta de interés por articular políticas
públicas encaminadas no sólo a la preservación de costumbres y valores de la
identidad mexicana o a la expresión de las bellas artes, sino más bien a una
proyección cultural que procure un bienestar social, de ahí que en nuestro país se
percibe la ausencia de políticas culturales integrales.
En este sentido, son precisamente las políticas culturales, los medios y formas
públicas de las acciones encaminadas a revalorar y reafirmar la identidad cultural
de la nación, la esencia que trasciende sobre los intereses particulares. Para
lograr estas acciones, se debe poseer un soporte institucional; lo cual, no sucede
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
3
en México, pues a diferencia de otros países, europeos por ejemplo, el nuestro no
posee un organismo cultural que sea integrador, con presencia y solidez jurídica,
como lo podría ser una Secretaría de Cultura; por ende, se dictaminan y
desarrollan políticas culturales de manera disgregada en instituciones como la
Comisión Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), la cual carece de
atributos para decidir de manera autónoma sobre cuestiones culturales, como
proyectos, presupuestos, investigaciones, etc., ya que para poder hacerlo,
depende de otras instituciones como el Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), o incluso de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Es así como la falta de
coordinación entre dichos organismos institucionales también genera que las
políticas culturales no se establezcan de forma integral, por lo que no se atienden
las necesidades que se presentan actualmente en nuestro país en materia de
cultura.
Asimismo, un aspecto que influye en la concepción y determinación de las
políticas culturales, es la relación entre cultura y desarrollo, mismo que no se ha
logrado consolidar toda vez que no se considera a la cultura como un generador
de desarrollo, y se supedita como un tema de discusión de último orden no
prioritario. Por su parte, el desarrollo, es una expresión de la cultura, al mismo
tiempo que la cultura es una fuente de desarrollo, por tanto, la correlación entre
ambas debe ser en términos de equidad socio-cultural para el crecimiento
nacional.
En México, es relevante hacer notar que el desarrollo y la cultura son elementos
que poco interactúan a favor de las necesidades sociales, y de la promoción, el
respeto y el reconocimiento de la diversidad cultural, por lo que se percibe que hay
una carencia en la integración de las políticas culturales y de desarrollo, dentro de
las estrategias del país que deben tener entonces como objetivo, hacer de la
cultura un asunto prioritario.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
4
La exploración del tema de Política Cultural es relativamente reciente, se trata de
un campo que tiene mucho que aportar a la ciencia política, sin duda, reviste
primordial importancia ya que es un ámbito que genera el uso de conceptos antes
soslayados como el pluralismo, el multiculturalismo, las formas de organización
autónomas, la democracia y la tolerancia, los cuales forman parte del contexto
global en la mayoría de los gobiernos.
En el caso de la Administración Pública el enfoque que propone la Política Cultural
es vincular áreas aun insuficientemente exploradas al ámbito institucional; pues no
sólo se trata de una administración cotidiana del patrimonio histórico, ni de
proporcionar cierto orden burocrático a los temas relacionados con el arte y la
cultura; sino que, por lo contrario, implica la intervención gubernamental en el
ánimo de promover, canalizar, proteger, rescatar y fomentar todas las
manifestaciones, al propiciar la participación de los distintos grupos involucrados y
adoptar decisiones conjuntas con el fin de consensuar acciones encaminadas a
lograr la transformación social no sólo para el desarrollo cultural, sino con
repercusión en el desarrollo político, económico y social.
Como parte de esas políticas, la educación es uno de los aspectos abordados con
gran interés por tales organismos, debido a su importancia para el desarrollo de un
país. Sin embargo, llama la atención el hecho de que una área antes considerada
dentro del ámbito educativo, haya merecido la importancia necesaria para darle un
tratamiento aparte, tal es el caso de la política cultural.
En 1970, en Venecia, por iniciativa de la UNESCO se iniciaron conferencias
intergubernamentales sobre políticas culturales, en las que se evidenció una
nueva dimensión, pues el crecimiento de los países no sólo puede ni debe
medirse por los índices macroeconómicos, ya que el desarrollo cultural implica el
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5
avance conjunto de la sociedad hacia el mejoramiento de sus condiciones de vida,
de ahí que sea otro el nivel de importancia de esta materia comparable con las
políticas de salud y alimentación, por tomar un ejemplo.
En México, la administración de la cultura cuenta con una organización muy
compleja, ya que abarca una extensa gama de actividades que van desde la
preservación del patrimonio cultural, las bellas artes, las culturas étnicas y
populares, hasta el fomento a la lectura. Por ello el interés de esta investigación es
analizar tal sistema, con la finalidad de aclarar cómo se aborda dentro del sector
educativo y qué tan conveniente es que se le considere un ámbito separado de
éste.
Por ello un elemento fundamental que distingue, caracteriza e incluso define a un
Estado es la cultura, pues involucra numerosas actividades realizadas
cotidianamente en todas las esferas que conforman la vida en sociedad. A primera
vista el concepto de la cultura resulta un tanto ambiguo y difuso debido a que
abarca las diversas interacciones que se dan entre lo público, lo privado y lo
social. Sin embargo, su mayor objetivo es el lograr el mejoramiento de las
condiciones de vida por medio de la superación del ser humano.
Por tal motivo, el objetivo general de esta investigación es analizar que, en un
contexto de global, las políticas culturales juegan un papel determinante para
México, aunque las actuales políticas se muestran limitadas y deficientes,
desvinculadas al tema del desarrollo cultural, y así, observar como dichas
políticas, son una herramienta para afrontar los retos culturales y de desarrollo que
hoy tiene el país en el contexto global. Para ello, se proponen alternativas en
materia de políticas culturales para el desarrollo social y económico de México. De
esta forma, éste análisis ubica a la cultura nacional, no como un bien, sujeto de
ser comercializado, sino como un elemento generador de desarrollo e integración,
que a través de instrumentos adecuados, como lo son las políticas culturales,
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6
pueden llegar a construir proyectos que fortalezcan, preserven y proyecten la
identidad y la cultura nacional.
Para el desarrollo de este objetivo, se observa en el primer capítulo el concepto de
cultura en México, redefiniéndose en un contexto histórico moderno, que no lo
condiciona a un determinado espacio geográfico, para entender así, sus nuevas
características derivadas de la interacción con la globalización.
El segundo capítulo comprende un diagnóstico de la situación en que se
desarrollan los antecedentes de la política cultural en México, y la definición de las
políticas culturales. A fin de identificar los efectos de la política cultural en la
estructura administrativa del ámbito cultural del país, expone el conjunto de
organismos que realizan la labor cultural en México, se argumenta la importancia
de la vinculación entre educación y cultura, así como se hace referencia al análisis
del marco legal del sector y de las consideraciones en el patrimonio cultural. Se
explican algunas cuestiones en torno a los temas de una agenda de la política
cultural, el estado actual de la política cultural en México, los dilemas que se
generan a partir de un contexto global y el desafío del Proyecto Nacional.
Considerando lo anterior, en el tercer capítulo vemos la implicación del término
políticas culturales como herramienta para coordinar proyectos culturales que
respondan a la realidad social de los Estados, así mismo, se abordan algunas
conferencias internacionales (Venecia, Helsinki, Bogotá, etc.). En torno al tema,
para poder evaluar las propuestas sobre una mejor gestión cultural y
contextualizar así la realidad cultural de México y satisfacer las carecías existentes
del sector cultural. se hace mención de como las industrias culturales se han
convertido en uno de los recursos más promisorios y rentables para el crecimiento
y la sustentabilidad económicos del mundo, aunque en ciertos sentidos esto va en
contra de la lógica de la cultura tradicional y popular que se muestra como una
expresión natural y espontánea de las sociedades.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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El cuarto capítulo pretende dar respuesta a las inquietudes provocadas en esta
investigación, se plasma la aportación al tema por medio de un ejercicio de
reflexión en torno al futuro de la política cultural en México proponiendo una
reestructuración de la administración de la cultura a partir de una redefinición de
conceptos de acuerdo a los conflictos actuales, así como de la atención por medio
de políticas culturales específicas para cada ámbito de atención de la actividad
cultural. Se plantean alternativas al desarrollo cultural y se señala su importancia
para la consecución del desarrollo social.
En esta perspectiva general, consideramos, en consecuencia, que a México como
país poseedor de una gran diversidad y riqueza cultural, le resulta indispensable y
vital, definir, proyectar y apoyar sus capacidades y libertades culturales, basadas
en políticas culturales eficientes; que no solo preserven y fomenten los elementos
de nuestra identidad y cultura, sino se debe instrumentar en tanto política pública
cultural un trabajo conjunto, con la participación de todos los actores de la
sociedad. Solo así podremos afrontar el proceso de globalización cultural, que
pretende el establecimiento de un modelo cultural a nivel mundial, en donde las
culturas que se pretenden universales o monopólicas se imponen, deformando los
elementos constitutivos más esenciales de las identidades y las culturas
nacionales en el planeta.
Por ello, se debe construir una política cultural nacional vinculada al proyecto de
desarrollo nacional, que verdaderamente promueva las expresiones culturales e
identitarias tradicionales y alternativas; que defienda, la inclusión, la tolerancia y la
diversidad. Por tal motivo, se pretende, que esta investigación colabore a la
revalorización y el replanteamiento de la cultura, y la toma de conciencia y acción
política debido a su importancia central para el desarrollo nacional de México.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
8
Con el fin de facilitar la comprensión de la investigación y el diseño de la misma,
se presenta una nota metodológica, donde se explica detalladamente la
importancia del tema del estudio: “La política cultural del estado mexicano:
antecedentes, situación actual y perspectivas”, los objetivos planteados, la
delimitación y el planteamiento preciso del problema a estudiar, las preguntas de
investigación y las hipótesis desprendidas de éstas. Asimismo, se puntualiza la
forma en que se constataron y falsearon las hipótesis que guían este estudio, por
otra parte, se describirán las fuentes de información las cuales serán para el
apoyo de la formación del documento, por último, se describen las principales
conclusiones que se obtuvieron de la investigación realizada.
La investigación es de naturaleza no experimental, descriptiva y observacional, se
han identificado y descrito los principales elementos y características de “La
Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual Y
Perspectivas”, para lo cual se utilizaron bases de datos del pasado como son
estadísticas, así como documentos oficiales e informes y reportes de programas
de gobierno.
La actividad se centra en el uso de fuentes bibliográficas y hemerográficas, así
como referencias documentales como informes, evaluaciones y de manera
relevante memorias de los trabajos realizados diversos ámbitos de evaluación de
las condiciones de trabajo y forma de representación de los profesores de
educación básica en el país, haciendo referencia al marco normativo que le es
aplicable.
Las referencias utilizadas se encuentran adecuadamente registradas en el aparato
crítico y la bibliografía que acompaña al reporte escrito.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
9
Asimismo, en cuanto al diseño de la investigación se encuentra el haber sido de
carácter retrospectivo y transversal, dado que se preparó con información obtenida
con anterioridad al proyecto y con fines ajenos al trabajo de investigación, así
como se miden las variables una sola vez y en un momento determinado.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
10
CAPÍTULO I. LA CULTURA EN MÉXICO
Para poder emprender un tema con cierta disposición y procedimiento, es
necesario partir de un consentimiento respecto de lo que se quiere hablar; en este
caso, el consenso al que se desea llegar es ¿Qué entendemos por cultura?
Ahora bien, definir el concepto cultura resulta complicado debido a que la palabra
trae consigo una alta dosis de interpretaciones, se puede hablar de la cultura
desde diversos enfoques, por ejemplo el económico, el estético y el político. Todos
los enfoques resultan indispensables para poder entender la historia del concepto
de la cultura.
Al mismo tiempo, hablar de cultura implica también estudiar su contenido y el
recorrido de su estudio formal, por ello para entender mejor este tema
empezaremos por definir el concepto de la cultura.
1.1. DEFINICIONES Y CONCEPTOS GENERALES
Ante las múltiples definiciones que podemos encontrar nos parece que lo mejor es
partir del concepto más básico, es decir analizando la palabra desde su etimología
ante esto: Cultura del latín significa “cultivo, crianza” (cultura consultado en la
enciclopedia Espasa Calpe ), en español la palabra cultura se mantuvo asociada a
las labores de la tierra, es por esto que cuando una persona tiene un gran estudio
de un tema se dice que es una persona “cultivada” es decir, que ha trabajado
fuertemente en el cultivo de sus ideas.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
11
Es evidente que no se puede reducir el significado de cultura a la crianza o cultivo
de ideas, es por ello que existen dos grandes disciplinas desde las cuales también
es posible definir la cultura, estas son la antropología y la sociología.
De hecho la cultura es una de los conceptos principales de los que se encarga de
estudiar la antropología. Esta disciplina define a la cultura como: “el conjunto
aprendido de tradiciones y estilos de vida, socialmente adquiridos, de los
miembros de una sociedad, incluyendo sus modos pausados y repetitivos de
pensar, sentir y actuar (es decir su conducta)” (Soto Hernández Juan, 2009, p. 20),
la cultura es todo aquello que tiene que ver con el humano, todo lo que se
adquiere, construye y transmite. Es la base de las identidades, de las conductas y
de las representaciones sociales.
Margarita Mass propone una definición más coloquial partiendo del concepto dado
por la antropología y dice que la cultura es: “la manera de relacionarnos con los
muertos, con los vivos, de entender la amistad, de hacer el amor, de participar en
una fiesta, de movernos, de gesticular, todo es cultura” (Margarita Mass Moreno,
2006, p. 22).
Por otra parte, la cultura entendida desde un sentido sociológico es el conjunto de
valores, normas y prácticas adquiridas y compartidas por una pluralidad de
personas. Esta definición incluye también las prácticas sociales de grupos que
comparten rasgos culturales en común.
Como es de esperar, cada una de las disciplinas conceptualiza a la cultura
partiendo de su área de experimentación, sin embargo podemos analizar los
conceptos y ninguno de ellos se contradice, sólo cambia la unidad de estudio.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
12
Para la antropología la definición gira en torno a la persona, como ya lo vimos la
cultura es todo aquello en lo que el humano interviene. Por su parte, la sociología
dice que la cultura son un conjunto de rasgos y conductas resultado de las
acciones colectivas, dichas acciones colectivas son adquiridas y compartidas.
Además de tomar en cuenta los diversos conceptos las disciplinas como la
antropología y la sociología proponen, respaldados en importantes iconos en
estudios culturales los conceptos propuestos por:
• Uno de estos íconos es Antonio Gramsci, quien fiel a su tendencia política,
proponía estudiar a la cultura desde una perspectiva socialista, se oponía a
entender la cultura como un mero acumulamiento de conocimientos.
Sostenía que entender a la cultura como un saber enciclopédico era realmente
malo ya que no se le daba al individuo la oportunidad de analizar y extraer la
información, para él la cultura debía ser organización, abstracción del
conocimiento, apropiación de la información que tuviera como etapa final la
formación de propias posturas e ideas.
A partir de las ideas anteriores, Gramsci propone el concepto de “cultura integral”;
lo que Gramsci buscaba era formar un grupo élite y al mismo tiempo elevar el nivel
de la cultura de masas, la cultura integral propone unir teoría y práctica, al entrar
en acción la práctica se deja de lado la acumulación de conocimiento.
Consideraba que una de las funciones esenciales de la praxis es hacer
desaparecer la separación entre alta cultura y cultura popular, ya que al poner en
acción los conocimientos adquiridos se da la oportunidad – sobre todo a las clases
bajas – de lograr una población más consiente tanto de sus derechos como de sus
obligaciones, por lo tanto y en teoría, el nivel cultural entre la población que ejerce
la praxis tiende a unificarse.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
13
También existen estudios que definen a la cultura como un montón de
características ya dadas, en las que el hombre interviene sólo como vehículo. Para
Javier San Martín Salas la cultura es:
• El concepto gnoseológico pragmático de cultura que se ha impuesto como
el definitivo toma la cultura como algo ya dado, hecho, definitivo, y por tanto
sólo cabe ya describirlo y explicarlo. La cultura está dada como aquello que
se transmite o que hay que adquirir pero nunca se cuestionan los rasgos
ontológicos Que muestra eso que se trata de adquirir o transmitir. En ese
olvido se incluye también otro olvido importante que no dejará de tener
consecuencias: si la cultura es algo ya dado que hay que adquirir o
transmitir, no importa tampoco como se adquiere o cómo se transmite (San
Martín Salas, Javier, 1999, p. 49).
Nos parece que el concepto que propone San Martín Salas es extremista por dos
cosas, primero, porque deja completamente de lado la intervención del hombre
dentro del proceso de cultura ya que aun viendo al hombre como un mero vehículo
de ideas en el proceso cultural, éste interviene en cada una de las etapas, al
transmitir las ideas motivo por el cual no es ajeno al proceso de la cultura.
Segundo, porque definir a la cultura como un montón de cosas ya dadas, se olvida
que todo ese conjunto de cosas ya dadas fueron dadas por consenso social –
proceso en el que obviamente interviene el hombre como parte activa y
fundamental, no sólo como un vehículo transmisor de ideas- y que esas cosas
dadas no son estáticas, van siendo modificadas y responden a factores externos
por lo tanto, tampoco la cultura se trata de un hecho definitivo.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
14
Como se puede observar, la idea de definir a la cultura es un hecho del que se
han ocupado diversas áreas y personajes, todos ellos se han esforzados por
encontrar la mejor definición y con ello mostrar la importancia que tiene entender a
la cultura como un catalizador de bienestar social.
En décadas recientes la creación de organismos internacionales que tienen entre
sus tareas principales difundir y preservar la cultura, han demostrado que de algo
han servido esos esfuerzos. Uno de estos organismos y quizá el más importante a
nivel mundial, es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la
Ciencia y la Cultura (UNESCO), para este organismo internacional, la cultura debe
ser entendida como: el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales,
intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que
abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir
juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias (UNESCO,
consultado el 20 de julio de 2012).
Esta definición engloba a su manera lo expuesto por los clásicos sólo que es un
poco más detallada al enunciar las áreas de desarrollo en las que la cultura
interviene - el medio ambiente (modos de vida), la gobernanza (las maneras de
vivir juntos) y la educación (los sistemas de valores) - con lo cual se pude entender
que la cultura da forma a las maneras de vivir en sociedad.
Retomando lo dicho en un inicio, el concepto de cultura es tan amplio que se
podría dedicar toda una serie de tomos sólo para analizar cada uno de los
conceptos y estudios propuestos en torno a la cultura, pero nos parece que es
momento de concluir con la revisión conceptual e intentar proponer un concepto
propio tomando como base las ideas ya analizadas.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
15
Así que para fines del presente análisis proponemos que se entienda a la cultura
como todo aquello en lo que el hombre – ya sea en lo individual o colectivo –
interviene. Estas intervenciones son parte de un proceso cíclico que pueden
manifestarse en todas las formas posibles que el lector pueda imaginar y es
común que en dicho proceso intervengan medios, los cuales permitirán idealizar y
materializar la cultura.
Una idea o estímulo material que influye en el hombre y contribuye a formar su
identidad, y al mismo tiempo esta identidad contribuye a formar la ideología en la
que como miembro de una sociedad se desarrolla la cultura. La idea o estímulo
primario del cual parte éste ciclo pertenece a otra persona que a su vez fue
influenciada por otro estímulo o idea para formar su contorno cultural para que con
ello este hombre pueda entender su contorno, social, espiritual, existencial.
1.2. EL CONTENIDO DE LO CULTURAL Y SU DEVENIR
Etimológicamente, la palabra cultura viene del verbo latino colo, colere, cultus
(Guido Gómez de Silva 2009, p. 200) que significa cultivar, acción que aunque con
referencia directa a lo natural (la tierra), requiere de la intervención del hombre
para su realización. Por ello, se considera en principio que cultura, en oposición al
mundo natural, es el mundo humanizado, que se realiza cuando el hombre se
aleja de su estado salvaje y constituye una existencia con rasgos específicamente
humanos.
La utilización del concepto de cultura apareció por vez primera en las Tusculanas
de Cicerón. Él hablaba de cultura para referirse al perfeccionamiento espiritual
logrado a través de las buenas artes, como la poesía, la retórica y la filosofía. Se
trataba de un apremio moral muy común en la época de Augusto, en el que
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
16
participaron otros escritores como Horacio y Ovidio. Dejó de ser así una referencia
naturalista para concebirse como la formación de las cualidades internas del
hombre, alejándolo del salvajismo y barbarie a través del cultivo de las virtudes, el
intelecto y la moral.
Ya en la Edad Media, la supremacía religiosa y la regulación del orden feudal
remarcaron una diferencia entre la cultura espiritual y artística propia de nobles y
religiosos, y las expresiones de tipo pagano y popular de los siervos, no
consideradas cultura, sino prácticas ordinarias.
Tras el largo proceso de transformación histórica en que emerge el capitalismo, el
sentido de lo individual y lo social fue reorientado. Con el abandono de la antigua
idea del cultivo subjetivo del espíritu y bajo el principio de racionalización “se abrió
paso la idea de que también era posible domar los impulsos naturales y, por
consiguiente, refinar el estilo del comportamiento individual social. En el caso del
Mundo moderno, esto incluía a la creciente burguesía. En efecto, en el marco de
los cambios producidos por la colonización, el mercantilismo y tras las
revoluciones sociales y económicas europeas, el pensamiento francés acuñó otro
término en pleno apogeo del pensamiento ilustrado: civilista. De hecho, en la
Enciclopedia de Diderot y Dalembert, aparece la referencia a cultura más que en
el sentido figurado de su origen naturalista, pero se incorpora el de civilización,
que pasó a entenderse o como el patrón de medida con el que la clase burguesa
evaluaba el nivel de desarrollo, tanto de los demás estratos que vivían dentro de
las fronteras, como de los pueblos extranjeros situados fuera de ellas (Teoría y
análisis de la cultura p. 171) Así, el concepto de cultura en la óptica del capitalismo
se fue bifurcando en dos direcciones: la tradicional, como mecanismo del
perfeccionamiento moral y espiritual de los individuos; y el progreso social,
identificándose cada vez más con el concepto de civilización; altamente rentable
para la vocación homogeneizante de la burguesía.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
17
Hay que apuntar una dimensión de la cultura dada por los filósofos alemanes,
quienes comenzaron a utilizar el término Kultur en el siglo XVII, pero a diferencia
del entendimiento de ésta como una característica individual, propia del
humanismo y liberalismo, es el Alemán J.G. Herder en el siglo XVIII, quien señala
que la cultura es un conjunto de rasgos históricos y sociales que caracterizan a
una nación y emerge de lo colectivo.
Consideremos que estamos en el establecimiento de los Estados nacionales en el
que la posibilidad de creación de una identidad común era herramienta de
cohesión social, como diría Ortega Gasset, La nación, antes de conocer un
pasado común, tuvo que crear esa comunidad, y antes de crearla tuvo que
soñarla, quererla y proyectarla (Ortega y Gasset, José p 45). De ahí la importancia
que en estudios posteriores cobraría el asunto de la identidad asociada con lo
nacional.
Ahora bien, sabemos que el mundo moderno, a través de la organización racional-
capitalista del trabajo, fue testigo del cambio en el sistema social de valores,
relacionado con la propia desacralización de la vida, el liberalismo económico y la
emergencia de un sistema de educación que privilegió el mundo de la ciencia y la
tecnología; condición de la vida moderna, incluso la percepción espacio-temporal
cambió con el ensanchamiento del mudo o las innovaciones en el trasporte
comunicaciones derivadas de la revolución industrial. Para Max Weber, la
profesionalización y división del trabajo significó para el hombre moderno un
reflejo de su propia escisión, de la especialización que para realizarse, debe
renunciar a la integralidad. Señaló que pensamiento, moral, ciencia, cultura e
incluso arte, son racionalistas en el hombre moderno.
Los Estados europeos, ahora bajo el nacionalismo burgués, consideraron legítimo
derecho que la civilización y cultura occidental fueran el patrón válido que debía
combatir, incluso de manera violenta, los modos de vida no civilizados de cultura
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
18
de otras clases o pueblos extranjeros a nombre del progreso material y la
racionalidad. Algunos pensadores de esos tiempos, recurrieron a la interpretación
racial de la historia (Rousseau 2009, p. 75). A decir de Marvin Harris:
El racismo resultaba útil también como justificación de las jerarquías de clases y
de castas; como explicación de los privilegios, tanto nacionales como de clase, era
espléndido. Ayudaba a mantener la esclavitud y la servidumbre, allanaba el
camino para el despojo de África y para la atroz matanza de indios americanos y
endurecía los nervios de los capitanes de industria cuando bajaban los salarios,
alargaban la jornada de trabajo y empleaban más mujeres y más niños. (Harris,
Marvin. Op. cit. p. 92).
Otro aspecto resultante de la nueva organización del trabajo en la vida moderna,
fue la aparición del tiempo libre o de ocio. Esta situación y los avances
tecnológicos, permitieron una rápida conformación de la industria del
entretenimiento que absorbiendo buena parte de la producción cultural, influiría
masivamente en los modos de vida, originando nuevas reflexiones dentro de las
disciplinas sociales en el estudio de la cultura.
1.2.1. DIVERSOS ENFOQUES EN EL ESTUDIO DE LA CULTURA
Durante el siglo XVIII, las distintas disciplinas sociales fueron particularizando el
estudio de la cultura. Para la Antropología, la colonización había abierto grandes
interrogantes sobre las diferencias culturales entre los distintos pueblos, y como ya
se expuso, cuestiones como la división y profesionalización del trabajo, exigieron
una redefinición de la instrucción pública del tiempo libre de los sistemas de
valores.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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Posteriormente, para la Sociología, Filosofía y Economía, producción, propiedad
privada, clases sociales, entre muchos otros tópicos, se relacionaron directamente
con lo cultural: ideología, identidad, patrimonio científico, intelectual, artístico,
valores, propiedad, consumo, etcétera.
Una breve reseña de las diversas corrientes y escuelas que se han ocupado del
tema de lo cultural, requeriría un amplio estudio que rebasa con mucho los límites
de esta investigación. Pero a continuación presentamos algunos enfoques teóricos
cuya reflexión han permitido delimitar la noción de cultura que pretende
fundamentar el análisis de este trabajo.
Sin lugar a dudas, la Antropología rompió el estrecho límite heredado de la
Ilustración que consideraba la cultura como el refinamiento. En 1871 Edward
Taylor definió cultura como el conjunto complejo que incluye el conocimiento, las
creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualquier otra capacidad o
hábito adquirido por el hombre en cuanto miembro de la sociedad.
Sobre la base de la apertura del concepto, se desarrollaron distintas corrientes.
Dentro del evolucionismo lineal, Spencer y Morgan hablaban de un proceso que
todas las culturas atraviesan y por lo cual se justifica que algunas se encuentran
en una madurez y otras apenas en un incipiente crecimiento, sus estudios
basados en el método comparativo, los llevaba a afirmar que aquellas culturas
bárbaras o atrasadas, terminarían por evolucionar inmediatamente como lo han
hecho las avanzadas. Estamos hablando de la segunda mitad del siglo XIX, en el
contexto de la aplicación biológica de las teorías de Darwin a la evolución
sociocultural. Spencer decía:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
20
Las modificaciones que la humanidad ha sufrido y todavía está sufriendo son
resultado de una ley que subyace a toda creación orgánica. Y siempre que la raza
humana siga existiendo y la constitución de las cosas sea la misma, esas
modificaciones terminarán en la perfección […] Con la misma seguridad deben
desaparecer las cosas que llamamos mal e inmoralidad; con la misma seguridad
debe el hombre llegar a ser perfecto.
Dos décadas después, Edward Taylor añadiría desde una perspectiva muy similar
lo siguiente:
Las instituciones de los hombres están tan claramente estratificadas como la tierra
sobre la que viven. Se suceden las unas a las otras en series que son
sustancialmente uniformes en el mundo entero, independientes de lo que parecen
diferencias comparativamente superficiales de raza y de lengua, y conformadas
por una naturaleza humana similar que actúa en las condiciones sucesivamente
cambiadas de la vida salvaje, bárbara y civilizada.
No hay que perder de vista la tendencia histórica dirigida por la fuerza del capital,
que ganaba cada vez mayor supremacía en manos de la burguesía y exigía una
explicación eurocéntrica de todos los fenómenos socioculturales. Por ello, desde
un siglo atrás, las explicaciones basadas en el determinismo racial cobraban más
coherencia. Con apoyo de la ciencia, pero en la misma línea de explicación de los
pensadores de la ilustración, Taylor sostenía al respecto: la hipótesis de que la
última que se formó en la región templada fue la raza blanca, menos apta que las
otras para resistir el calor extremado o vivir sin las aplicaciones de la cultura, pero
dotada de las facultades de elevarse al conocimiento científico y gobernar,
facultades que han colocado en sus manos el cetro del mundo. (Burnet Tylor,
Edward. p. 16).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
21
La oposición a esta corriente, así como a cualquier determinismo racial, encontró
más tarde su expresión en el relativismo cultural; Franz Boas y otros autores como
Lowie o Kroeber, consideraban que la validez de la cultura es relativa a cada
grupo, por lo tanto no existen categorías aplicables a todas las culturas, aun
tomando en cuenta que ciertos fenómenos pudieran encontrarse de forma similar
en lugares distantes, eso no resultaría suficiente para establecer una uniformidad
de la historia, hemos de insistir en la necesidad de emplear métodos críticos,
basados no en generalidades, sino en cada caso individual (Boas, Franz. Ibídem.
p. 226). Decía Boas. Desde esta perspectiva, se rechazó la idea de explicar el
desarrollo cultural desde la uniformidad evolucionista, pero consideró la existencia
de un fundamento de lo humano presente en toda la especie:
No queremos implicar que existan leyes generales de desarrollo. Antes al
contrario, el que se presenten analogías en regiones tan alejadas demuestra que
el espíritu humano tiende a alcanzar los mismos resultados no sólo cuando las
circunstancias son similares, sino también cuando son diversas. (Ibídem. p. 242).
Por su parte, el estructuralismo cultural, heredero de Durkheim, se concentró en la
perspectiva de la norma institucional y la regla social, así como Malinowsky en los
modos estandarizados de comportamiento y la creación del medio artificial. Vemos
que estas corrientes antropológicas clásicas consideraron el centro de la cultura a
las costumbres, la regla y herencia social de los grupos organizados. Actualmente,
la Antropología moderna ha incorporado el asunto del dinamismo cultual, que
considera a la herencia social como un proceso vivo y en constante
transformación que se renueva de generación en generación. Pondera así el
componente etimológico del término mismo: cultura (acción).
Siendo que la Antropología redimensionó la noción de cultura, Giménez Montiel
realiza una oportuna crítica al señalar que cuestiones como normas y reglas son
de facto inherentes a toda práctica social, quedando en ese caso sin distinción
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
22
cultura y sociedad, y por lo tanto, pudiendo en ese caso ser aplicable también al
mundo subhumano de las hormigas y abejas (Giménez Montiel, Gilberto p. 52), en
tanto grupo organizado de individuos. Esto nos lleva a buscar, como señalábamos
al inicio del capítulo, la especificidad de lo cultural dentro del extenso mundo
social.
Al respecto, Lévi-Strauss abrió una puerta importante al dimensionar el contenido
simbólico y semiótico de la cultura. Adscrito a esta corriente, sobresale el análisis
de Clifford Geertz sobre la organización social del sentido como pautas de
significados. Esta corriente hizo importantes críticas a las teorías clásicas al
sostener que el estudio de la cultura debía ser no una ciencia experimental en
busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones. Siendo
lo simbólico el mundo de las representaciones sociales materializadas en formas
sensibles, también llamadas formas simbólicas. Los sistemas de símbolos, dice
Geertz, son fuente extrínseca de información, está fuera de las fronteras del
organismo individual y se encuentran en el mundo intersubjetivo de común
comprensión en donde nacen todos los individuos humanos, en donde desarrollan
sus diferentes trayectorias y al que deja detrás de sí al morir (Op. cit. pp. 343-347),
dicho sistema hace posible contar con un modelo o patrón válido para un grupo.
La expresión simbólica, bajo esta perspectiva, es la representación del sentido que
se materializa en formas sensibles, se constituye intersubjetivamente y se
comparte.
Hasta este punto es conveniente señalar la controversia dentro de las discusiones
teóricas entre quienes señalan que el análisis de la cultura sólo es posible en su
expresión práctica, y quienes consideran posible su estudio como categoría
abstracta. Lévi-Strauss, refiriéndose particularmente al asunto de la normatividad
cultural, aclara al respecto diciendo:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
23
Por un lado están las leyes de orden que operan en diferentes registros del
pensamiento y de la actividad humana, son de naturaleza inconsciente y se
presentan como invariantes a través de las épocas y las culturas. Estas leyes, que
pueden considerarse como los universales de la cultura, definen a la Cultura, con
mayúscula y en singular, como atributo distintivo de la condición humana. Por otro
lado están las reglas de conducta, que en su mayor parte son también
inconscientes y se caracterizan por su enorme variedad y diversidad. Son éstas
las que definen a las culturas, así, en plural, como manifestaciones variadas y
diversas de la misma condición humana (Lévi-Strauss, Claude. p. 43).
En el campo de lo teórico, podríamos hablar entonces de una esfera del estudio
de la Cultura como categoría de análisis o según Lévi-Strauss, como atributo
universal de la especie humana; y de culturas, para el mundo delimitado y
concreto en que este atributo se conforma y expresa en cada grupo, abriendo la
puerta así a la noción de pluri- culturalismo.
Este tipo de debates han sido constantes en foros internacionales especializados
en el tema, principalmente alrededor de la Organización de las Naciones Unidas
para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO), que como organismo
internacional, es plataforma para la discusión teórica y elaboración de las pautas
para la instrumentación de políticas culturales a nivel mundial desde mediados del
siglo XX. En 1952, Lévi Strauss escribió para este organismo Raza e historia, una
aporte para pensar la cultura desde la diversidad, que hacía ver al racismo como
teoría y práctica indefendible, carente de todo fundamento científico (Lévi-“taus. p.
47). Ahí hablaba del valor de la diversidad cultural y decía: que los grandes grupos
étnicos que componen la humanidad han aportado, en tanto que tales,
contribuciones específicas al patrimonio común (Ibídem).
La UNESCO, a partir de entonces y con el aporte de otros especialistas, fue
definiendo un concepto de cultura apegado a la disciplina antropológica. En 1982,
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
24
en la Conferencia Mundial sobre Políticas culturales (MONDIACULT), realizada
precisamente en México, se convino en: que, en su sentido más amplio, la cultura
puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos,
espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad
o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de
vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las
tradiciones y las creencias, - que la cultura da al hombre la capacidad de
reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente
humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella
discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se
expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado,
pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas
significaciones, y crea obras que lo trascienden (Conferencia Mundial sobre
Políticas Culturales, México, 1982).
Es observable que esta definición estuvo en su momento diseñada por el gran
peso de la antropología, resaltado como cetro los rasgos característicos de cada
grupo. ‘resulta destacable la alusión al sistema de valores, aunque no hace
referencia clara a la representación del sentido que se expresa en los modos de
vida, ni al contexto histórico que posibilita o limita la generación de cultura. Al
respecto, Giménez Montiel precisa diciendo:
La cultura podría definirse, entonces, como el proceso de continua producción,
actualización y transformación de modelos simbólicos (En su doble acepción de
representación y de orientación para la acción) a través de la práctica individual y
colectiva, en contextos históricamente específicos y socialmente estructurados
(Giménez Montiel, Gilberto. p. 75).
La cultura es entonces, condición de la existencia humanizada y por lo tanto,
fundamento de la vida social, como lo es la racionalidad o el trabajo. Así, la cultura
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
25
caracteriza a la especie, porque recubriendo sus impulsos y necesidades, la aleja
de lo natural, la humaniza.
1.2.2. DELIMITACIÓN DEL CONCEPTO Y CAMPO DE LO CULTURAL
Hemos visto cómo en el devenir de la historia, el contenido de lo cultural ha sido
llenado de diversos significados, como dice Adriana Munguía:
La cultura ha sido –y seguirá siendo- tema de reflexión y crítica sociológica,
antropología, de la teoría del enlace, de la filosofía…pero cada una de estas la
piensa desde el particular lugar de observación que le impone la tradición desde la
que se tematiza, con las ventajas y restricciones que ello implica. Efectivamente,
no hay nada en el mundo social que dicte las distinciones disciplinarias que se han
consolidado. Sin embargo, estas distinciones se convierten en campos cognitivos
diversos. Ignorar este hecho, bajo la premisa de la necesidad de redefinir un
concepto, equivale a desconocer cómo evoluciona la ciencia, el papel que juegan
las tradiciones en la delimitación de las identidades disciplinarias y en la forma que
adquiere su discurso. (Murguía Lores, Adriana. 2009, p. 17).
Tenemos entonces que si bien el análisis de la cultura es enfocado de manera
distinta desde cada tradición científica y su definición no es unívoca, la propia
historicidad de la noción hace posible comprender su sentido general y delimitar
sus características, lo cual nos aleja del relativismo que diluye su fundamento.
Además, para el análisis de las intervenciones prácticas del Estado en la materia,
es necesaria una delimitación del campo acción.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
26
Con base en esto, podemos señalar que remitiéndonos al sentido propio del
término y para los fines de esta investigación, por cultura entendemos:
La humanización de las necesidades naturales y del medio social (recubrimiento
de lo natural) a través de la sensorialidad-sensibilidad y el intelecto. Esta
humanización se expresa también simbólicamente, es decir, representa el sentido
a través de formas sensibles que se constituyen y expresan en los modos de vida
(ser, hacer y pensar).
Ahora bien, esos modos de vida se realizan en planos distintos y se materializan.
Distinguirlos, nos ayudará a comprender los ámbitos de intervención u omisión del
Estado para el diseño e instrumentación de las políticas culturales. Al respecto,
Severo Iglesias (Iglesias, Severo 2008, p. 9-17) ubica tres ámbitos que aunque se
implican entre sí, es conveniente distinguir para el análisis del tema:
A) La cultura de base:
Se refiera al hábitat que el hombre genera tras imprimir su huella a lo natural.
Ligada a los impulsos y necesidades (reproducción, alimentación, descanso,
relación, etcétera) que se humanizan. Por ejemplo, al género humano no le basta
con nutrirse y satisfacer la función biológica: produce alimentos, los prepara, los
disfruta, presenta estéticamente y se sienta alrededor de ellos para compartirlos. A
través del tiempo, estas formas devienen en hábitos constitutivos de las
costumbres de una comunidad o pueblo. También se refiere a la humanización de
los sentidos (no sólo escuchamos, construimos obras para el disfrute del sonido,
de la visión, del olfato, etcétera), se origina con el contacto directo con el medio
natural y da por resultado los hábitos perceptuales, ligados a lo sensorial-sensible,
que se manifiestan en los modos de sentir y los gustos, es decir, en el modo de
ser tanto personal como de un pueblo.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
27
La actividad, el modo de hacer, es también cultural cuando rebasa la acción
natural, a través del trabajo se construye el mundo humano y se generan las obras
que llevan implícito no sólo una funcionalidad, sino una sensibilidad.
B) La cultura como humanización del medio social:
Se refiere a los usos y tratos sociales. Es el modo de construir el medio urbano
rural, el industrial, el habitacional el escolar, el ambiente ecológico, (Ibídem). Con
las normas, procedimientos y referentes simbólicos que dan lugar a un modo de
convivencia colectivo, relaciones y creación del medio social.
C) La cultura artística y del espíritu:
Concerniente a la producción estética e intelectual y elaboración de los grandes
modelos, estilos e ideales que marcan los cauces para la creación artística. Aquí
tiene especial importancia el lenguaje articulado, no sólo hace referencia a los
objetos, sino que permite sustituirlos en el interior de la conciencia y trabajar sobre
las implicaciones lógicas y semánticas. Como formación interior, recubre,
transforma y reconstituye las aptitudes, facultades, capacidades y habilidades del
sujeto, dándoles la profundidad del intelecto y del espíritu. (Iglesias, Severo. 2001,
p. 27).
Estas tres formaciones nos muestran que la cultura se conforma en los modos de
vida, es decir, en el modo en que recubrimos sensiblemente nuestras
necesidades, relaciones y obras, tanto en lo personal como en lo social. Siendo
así, lo cultural no se reduce al mero ámbito artístico o intelectual, como
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
28
mayormente ha sido considerado, pero tampoco se extiende a todo lo realizado
por el género humano, sino al modo de realización en estos tres distintos planos.
1.3. NIVELES CULTURALES
Una vez propuesto y definido el concepto de cultura, la idea de llegar a un
consenso de lo que a partir de ahora se entenderá como tal, es necesario entrar
en otra discusión, la cual tiene como tema principal una división que se hace en
los estudios y contenidos culturales. En nuestra opinión esta división tomó como
base una clasificación económica y a partir de ella nombró a los diferentes
“niveles” de cultura, así es como principalmente encontramos dos niveles de
cultura, una es la alta cultura que se asocia con la población culta, la clase
burguesa, la otra es la baja cultura, la cual ha sido relacionada con la clase baja, la
que no tiene acceso al disfrute de la cultura porque no tiene ni el dinero ni el
tiempo para dedicarlo a ese aspecto de la vida.
Para comenzar con el análisis utilizaremos algunos conceptos propuestos por el
sociólogo Hebert Marcuse; él habla de la existencia de una cultura afirmativa,
proponía entenderla como: aquella cultura que pertenece a la época burguesa y
que a lo largo de su propio desarrollo ha conducido a la separación del mundo
anímico- espiritual, en tanto reino independiente de los valores de la civilización,
colocando a aquel por encima de ésta (Marcuse Herbert, 1967, p. 50).
Marcuse ubica a la cultura afirmativa dentro del terreno de la burguesía, propone
que el desarrollo de esta cultura contribuye a elevar el mundo espiritual por
encima de los valores de la sociedad. Esta idea puede resultar muy en sintonía
con lo que los griegos proponían, ya que es bien sabido que uno de sus
principales discursos iba en el sentido de cultivar el alma y el espíritu.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
29
En la polis decididamente el trabajo no gozaba de prestigio y era asociado a los
sectores que estaban en la base de la estructura social. En tanto que las clases
ociosas tenían la posibilidad de cultivar su espíritu y apreciar la belleza y la
bondad. (Entel Alicia, 1999, p. 25).
En América, uno de los trabajos más reconocidos en cuanto a la distinción de
niveles en la cultura fue Dwight MacDonald, entre sus trabajos más citados se
encuentra su libro: Against the American Grain, la principal premisa es la distinción
de tres niveles intelectuales: (Masscult, Midcult y High Culture).
Al nivel más bajo de cultura lo llamo Masscult, refiriéndose con ello a la cultura de
masas; “MacDonald describe este nivel como un nivel despreocupado de los
valores de la alta cultura y que además intentaba parecerse a la alta cultura (Mac
Donald Dwight, 1983, p. 3).
Piensa que el Masscult visto desde el punto de vista del consumo tienen algunas
ventajas estratégicas respecto al High Culture pero a pesar de esto nunca será un
nivel intelectual que valga la pena en cuanto a valor cultural ya que nunca será
arte, además de valerse de recurso fáciles como apelar a las emociones para
causa empatía con el público. (Ibídem, p. 4).
Las ventajas estratégicas del Masscult ante el High Culture, están relacionadas a
la infraestructura a la que el Masscult tiene acceso, es decir, se habla de un nivel
cultural que tiene a su disposición la infraestructura necesaria para llegar a sus
consumidores de manera masiva.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
30
El nivel más alto en la distinción que hace MacDonald es el llamado High Culture,
este nivel engloba a las expresiones más exquisitas de la cultura, se desarrolla en
el terreno de la aristocracia, apela a los sentimientos e ideas, y espera que exista
una retroalimentación con el público.
Para MacDonald, éste nivel es más rico en cuanto a contenido cultural, su
discurso no es fácil de entender, por lo tanto no va dirigido a cualquier persona, se
busca llegar a un público con tradición culta, son refinados y poseen una gran
cantidad de conocimientos, es por ello que se dice que este nivel se desarrolla en
el terreno de la aristocracia ya que comúnmente son ellos el grupo más cultivado.
MacDonald señala que existe un sector de la población que se encuentra en
circunstancia de libre elección en cuanto a consumo cultural, pueden elegir
consumir ciertos contenidos del Masscult y otros tantos del High Culture. (Ibídem,
p. 34).
Por ello decide nombra a este nivel Midcult, dice que es un nivel híbrido de cultura
y que es el más engañoso debido a que se disfraza y simula respetar los cánones
de la alta cultura pero en realidad lo que hace es vulgarizarlos.
Es importante entender y hacer una distinción de los contenidos públicos de la
cultura ya que se debe comenzar a entender las características de cada uno de
los niveles, ser capaces de identificarlos por las características de los contenidos
y/o por sus públicos, al identificarlos seremos capaces de comprender el porqué
de los procesos que éstos niveles siguen.
Además de lo anterior es importante destacar que las distinciones en los
contenidos públicos culturales también se encuentra ligada a un hecho histórico
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
31
que cambió por completo la configuración del mundo en el que vivimos, nos
referimos a la revolución en las industrias relacionadas con la producción de
bienes culturales.
Con la llegada de la revolución en estas industrias los contenidos culturales
tuvieron la posibilidad de masificarse, sin embargo las preguntas obvias eran:
¿Todos los contenidos culturales se deben masificar? ¿Los públicos lo
entenderán? O peor aún. ¿Las clases dominantes estaban dispuestas a permitir
que las clases bajas tuvieran acceso a contenidos que eran exclusivos de ellos?
A partir de éstas y más interrogantes, es que se comienzan a hacer las
distinciones de las que ya hablamos con relación al término de lo que es la cultura.
1.3.1. MASIFICACIÓN DE LA CULTURA
Como es bien sabido la revolución industrial llego a poner al alcance de muchas
personas cosas que antes eran exclusivas de ciertas clases sociales, la razón es
simple: los costos y los tiempos de producción se vieron drásticamente reducidos,
así que había más mercancía para hacerla llegar a más consumidores.
Este evento no sucedió de la noche a la mañana, fue un proceso que llevó más de
dos siglos y que comenzó por pequeños cambios, en varias áreas, estos cambios
influyeron a otros cambios. (Outman L. James p. 9).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
32
Estos cambios que la Revolución industria trajo consigo inevitablemente
alcanzaron a la cultura, por ejemplo, a partir de la invención de la imprenta existía
la posibilidad de hacer la reproducción masiva de gacetas informativas.
Con el cambio en los procesos de producción se tuvo la necesidad de darle
nombre a estos nuevos procesos, es por ello que a casi todo se le agrego la
palabra industria, es así como nace la industria cultural, que se presenta “como un
sistema de condicionamientos con los que todo operador de cultura deberá contar,
si quiere comunicarse con sus semejantes” (Eco Humberto1977, p. 33).
Ante un cambio de esta magnitud, muchos de los operadores culturales
comenzaron a tomar posiciones en contra y a favor. El sector de operadores
culturales que asumió un papel muy crítico respecto a la industrialización cultural y
por ende a la masificación cultural, mantenían un discurso desigual y aristocrático,
no estaban de acuerdo en perder o compartir los privilegios y la exclusividad de la
clase dominante.
Otro grupo de fuertes críticos respecto a la masificación de la cultura,
argumentaban que sentían desconfianza de las herramientas de la cultura de
masas, porque podría convertirse fácilmente en una herramienta de poder
intelectual, lo cual sería nada favorable en manos de un grupo de personas con
ideas autoritarias.
En torno a esta discusión el semiólogo Humberto Eco propone la distinción de dos
posturas ante la cultura de masas. A un grupo lo nombra los Apocalípticos, para
ellos
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
33
“La cultura de masas es anticultura. Y puesto que ésta nace en el momento en
que la presencia de las masas en la vida social se convierte en el fenómeno más
evidente de un contexto histórico, “la cultura de masas” no es signo de una
aberración transitoria y limitada, sino que llega a constituir el signo de una caída
irrecuperable, ante la cual el hombre de cultura (último superviviente de la
prehistoria, destinado a la extinción) no puede más que expresarse en términos de
Apocalipsis”. (Ibídem, p. 36).
Al otro grupo lo llama los Integrados, dice de ellos que:
“Dado que la televisión, los periódicos, la radio, el cine, las historietas la novela
popular y el Reader`s Digest ponen hoy en día los bienes culturales a disposición
de todos, haciendo amable y liviana la absorción de nociones y la recepción de
información, estamos viviendo en una época de ampliación del campo cultural, en
que se realiza finalmente a un nivel extenso, con el concurso de los mejores, la
circulación de un arte y una cultura “popular”. Que esta cultura surja de lo bajo o
sea confeccionada desde arriba para consumidores indefensos, es un problema
que el integrado no se plantea” (Ibídem, p. 50).
Para los Apocalípticos, la cultura verdadera se ha perdido con el surgimiento de la
cultura de masas, saben perfectamente que la presencia de las masas es un
factor que llegó para quedarse y que poco a poco todo lo que les es común se irá
adaptando para que también sea común a las masas.
Los Integrados, son un grupo de optimistas que agradece el surgimiento de la
cultura de masas ya que gracias a los nuevos medios -televisión, radio, revistas-
podrán tener acceso a los bienes culturales, sienten que por fin hay algo que les
pertenece porque ha sido pensado para ellos, aunque nunca se preguntan
quiénes son los que deciden los contenidos de la cultura que están consumiendo.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
34
Ambas posturas coincidían en algo, diferenciar, clasificar a los consumidores de la
cultura, por un lado se encuentran los que desde siempre habían tenido acceso a
ella, regularmente eran los grupos perteneciente a las clases altas de poder; los
otros, eran los nuevos iniciados, la masa que por primera vez podían tener acceso
a bienes culturales que antes les eran inaccesibles.
¿Quién tiene la razón? Nos parece que lo ideal sería encontrar un punto medio de
opinión respecto a la cultura de masas, ya que evidentemente la postura que
asumen los Apocalípticos nos parece exagerada, las masas no significan la
muerte de la cultura, sólo representan un nuevo paradigma al momento de
estudiar los procesos culturales.
Por otro lado, creemos que los Integrados deberían tomar un poco más de
conciencia respecto a los contenidos culturales que consumen, dejar de consumir
por consumir y comenzar a cuestionar el porqué de sus consumos.
Es importante dejar en claro que las posturas que Eco propone son parte de
estudios hechos en los sesenta, época histórica en la que justamente se marca un
despertar de las masas en el mundo entero.
Retomando características de la Revolución Industrial es necesario decir que dado
el exceso en la oferta cultural se tenía la sensación de tener libertad de elección,
sin embargo, ésta idea no era más que una falsa libertad, debido a que las
opciones a tomar ya habían sido decididas por los grupos de poder.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
35
Theodor Adorno, define perfectamente esta característica en una frase: “Todo lo
que ocurre, ocurre a los hombres, en vez de ocurrir por ellos” (Max Horkheimer y
Theodor W. 1994, p. 34).
Lo anterior resulta paradójico ya que se pensaba que ante la posibilidad de tener
mayor acceso y más diversidad a contenidos culturales se podría alcanzar una
situación democrática, en donde los consumidores decidieran lo que querían
consumir.
Dado que la característica de cultura democrática nunca se dio, la industria
cultural comenzó a analizar los públicos a los que quería llegar, los dividió y se dio
a la tarea de producir contenidos culturales con características especiales para
cada uno de sus públicos, es decir, comenzó a crear fórmulas de contenido. Al
respecto Adorno señala lo siguiente: “La industria cultural se caracteriza por la
repetición de lo ya aceptado y en ese sentido el arte de masas excluye la historia
mediante sus “congelados” modelos” (Ibídem, p. 34).
La producción estandarizada fue la principal herramienta de la industria cultural,
ofrecía la posibilidad aparente de “elegir”, ésta fue la principal característica por lo
que la Escuela de Frankfurt criticó a la industria cultural, por aparentar ser
democrática.
Ahora bien, a partir de los razonamientos anteriores y con el fin de comenzar a
definir con la Revolución Industrial y el surgimiento de la cultura de masas, nos
parece importante tratar de enunciar un conjunto de características a favor y en
contra de ella, lo anterior con el fin de entender el cambio de paradigma que
significó la Revolución Industrial en la cultura.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
36
Críticas:
6. Los contenidos van dirigidos a un público heterogéneo, por lo cual se busca
encontrar una fórmula media en los contenidos, como consecuencia resulta
muy difícil respetar las características culturales propias de cada lugar.
7. Al difundir contenidos faltos de características propias, es muy difícil que los
receptores de estos contenidos puedan desarrollar conciencia de sí mismos
y/o como grupo social con características propias, por lo tanto caen en la
incapacidad de exigir contenidos que sean propios de su entorno, al final
terminan consumiendo lo que la industria cultural propone.
8. Dado que lo que se busca son resultados rápidos y exitosos, resulta mucho
más fácil apelar al recurso de mostrar las emociones de manera explícita en
lugar de sugerirlas.
9. Los contenidos de la cultura de masas obedecen a las leyes de consumo,
dan al público únicamente lo que más se consume, lo cual se convierte en
un círculo vicioso porque lo que el público consume es lo que la misma
industria cultural ha decidido que necesitan.
10. La industria cultural ha sido diseñado sus contenidos para el
entretenimiento y el tiempo libre, son productos que no incitan a la
comprensión de la obra, solamente a su consumo.
En resumen, los contenidos que propone la industria cultural, se mimetizan en la
cultura popular, el problema es que en lugar de planear los contenidos tomando en
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
37
cuenta las necesidades de la población a la que van dirigidos, éstos son
planeados y decididos desde las altas esferas del poder.
Defensas:
A. La cultura de masas no han ocupado el lugar de la cultura superior, sin
embargo ha servido como amplificador de ésta última, ha servido como
vehículo para difundir contenidos que antes eran exclusivos de las clases
altas.
B. La industria cultural permite que se dé una homogenización de gustos, este
punto puede tener un lado positivo ya que se puede llegar a reducir las
diferencias de clases y unificar las sensibilidades.
C. La industria cultural abarata los costos de producción, lo que trae consigo
una mayor oferta de obras a precios accesibles a todos los públicos.
D. La industria cultural contribuye a sensibilizar a los públicos respecto a las
cosas que intervienen en su entorno, lo logra poniendo al alcance de los
consumidores grandes cantidades de información, confiando en que éstas
serán utilizadas por los públicos para formular criterios propios.
E. Han servido para introducir nuevos códigos de comunicación, nuevos
esquemas perceptivos.
Como podemos darnos cuenta la concepción de la cultura de masas es muy
buena de origen, en teoría la idea de contar con instrumentos que ayuden a la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
38
circulación libre de información con la capacidad de poder llegar a una gran
cantidad de población y además tener la posibilidad de que esta misma población
decida qué contenidos quiere consumir suena muy bien, sin embargo nos
olvidamos que la mayoría de las veces esta cultura de masas es producida por
grupos de poder, cuyo principal fin es buscar beneficio económico.
Al final de toda esta revisión de ideas a favor y en contra de la cultura de masas, la
reflexión principal es ¿Qué se puede hacer para que la cultura de masas en
verdad represente los intereses y valores de la sociedad en la que se desarrolla y
no sólo sea amplificador de los intereses de un grupo reducido de personas?
1.4. SECTORES EN EL ESTUDIO DE LA CULTURA
Hasta ahora se han expuesto los diversos conceptos que se pueden encontrar
para la palabra cultura, cada uno de estos conceptos varia en su enfoque de
estudio porque pertenecen a diferentes disciplinas, por lo cual resulta muy lógico
que cada una de ellas desarrolle diferentes corrientes de investigación.
Al respecto, encontramos que hay tres importantes vertientes de análisis en
relación a temas culturales.
Una de estas vertientes es la que representa a los estudios culturales, esta nueva
corriente de estudios surgió en los años cincuenta como respuesta a los grandes
cambios de comunicación e interacción en la sociedad, logrando institucionalizarse
en los años sesenta con la fundación del (Centre for Contemporary Cultural
Studies).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
39
Los estudios culturales asumen un carácter multidisciplinario que estudia las
formas en las que se producen los contenidos culturales que llegan a la sociedad,
el cómo son difundidos, el impacto que tienen en la sociedad y la respuesta que
ésta tienen ante el estímulo cultural.
Se dice que los estudios culturales son:
“bisagra del tiempo al explorar el espacio social a través de una forma de observar
el cambio y las transformaciones por vía de las formas culturales en el tiempo y la
manera como estructuran la experiencia individual y colectiva a través de la acción
de los medios de comunicación. (Héctor Gómez Vargas, p 34).
La segunda corresponde a la industria cultural esta corriente es definida por
Néstor García Canclini como: el conjunto de actividades de producción,
comercialización y comunicación en gran escala de mensajes y bienes culturales
que favorecen la difusión masiva, nacional e internacional, de la información y el
entretenimiento, y el acceso creciente de las mayorías. (Néstor García de Canclini,
2004).
Esta vertiente tiene una faceta mayoritariamente económica, observando a la
cultura como un elemento más del mercado, es un bien y un servicio en el cual se
invierte esperando generar resultados, los cuales pueden ser económicos o
meramente de enriquecimiento cultural.
La tercera vertiente corresponde al enfoque de las políticas culturales, la cual se
define como:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
40
• “un conjunto de intervenciones, acciones y estrategias que distintas
instituciones gubernamentales, privadas o comunitarias, llevan a cabo con
el propósito de satisfacer necesidades y aspiraciones culturales, simbólicas
y expresivas, de la sociedad en distintos niveles y modalidades” (Ariel
Olmos Héctor, 2004, p. 25).
Este concepto es muy completo ya que al hablar de distintos niveles y
modalidades de la cultura no limita el campo de acción, de esta forma todos los
miembros de la sociedad se ven involucrados en las políticas culturales.
En el siguiente apartado se hará un recuento histórico de eventos que han
marcado la política cultural en México, pero justamente para entender los sucedido
en la historia de la política cultural en México es necesario entender la parte
conceptual y la relación de las vertientes ligadas a ella.
1.5. BREVE REPASO DE LA CULTURA EN MÉXICO
1.5.1. EL NACIMIENTO DE LA CULTURA INSTITUCIONALIZADA
Las bases de las instituciones culturales y educativas que conocemos actualmente
son el resultado de lo que dejó la revolución Mexicana tras de sí. No sólo significó
un conflicto armado, significó también una revolución en las conciencias – en
nuestra opinión, la revolución en las conciencias necesariamente ocurrió antes de
la revolución armada- Henríquez Ureña señala que:
• Para el pueblo, en fin, la Revolución ha sido una transformación espiritual.
Sobre la tristeza antigua, tradicional, sobre la “vieja lágrima” de las gentes
del pueblo mexicano, ha comenzado a brillar una luz de esperanza. Ahora
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
41
juzgan y ríen como nunca lo hicieron antes. Llevan alta la cabeza. (Caso
Antonio, Hernández Luna Juan, 2000, p. 153).
Con un pueblo que ya era consciente de sus derechos y obligaciones se tenía por
delante todo un nuevo panorama, una hoja en blanco, se necesitaba dejar atrás lo
que era nocivo para la sociedad y proponer nuevas políticas que contribuyeran a
llevar al país por un buen camino.
Indudablemente para un cambio de esta magnitud, se necesitan actores
intelectuales y en el México de principios del siglo XX, estos autores intelectuales
fueron un grupo de jóvenes pertenecientes a la élite mexicana. Este grupo de
jóvenes constituyó una masonería llamada el “Ateneo de la Juventud”, la cual era
definida como: “una asociación cuyo propósito principal consistía en “trabajar en
pro de la cultura intelectual y artística de México” dentro de tres ámbitos, la capital,
el país y el exterior” (Quintanilla Susana, 2008, p. 201).
Es fácil conocer la influencia política que tuvo este grupo de jóvenes cuando se
sabe que entre sus integrantes se encontraban Vasconcelos, Antonio Caso,
Alfonso Reyes y Pedro Henríquez Ureña por citar algunos. Vasconcelos fue quizá
el más famoso de los ateneístas, con su influencia en el medio público logró
amplificar la corriente ideológica del Ateneo; la influencia de la que hablamos se
manifiesta primero que nada con su nombramiento como rector de la Universidad
Nacional de México en 1910, ese mismo año propone los estatutos para la
creación de la Secretaría de Educación Pública, básicamente, lo que se buscaba
con la creación de esta nueva secretaría era institucionalizar la educación -la
creación de instituciones era común en esa época-.
La propuesta hecha por Vasconcelos tardó un año en ser firmada por el entonces
presidente Obregón, y es así como en 1921, sale a la luz el decreto de creación de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
42
la Secretaría de Educación Pública, nombrando a Vasconcelos secretario de la
misma.
Entre Obregón y Vasconcelos se crea el ámbito indispensable y el pacto no
verbalizado: el Estado apoya y hace suya una manera de comprender y ejercer la
cultura y el Estado, a cambio, se consolida de modo importante: representa ya,
según el punto de vista del sector intelectual que se difundirá mundialmente, a
toda la Revolución Mexicana (Pacheco José Emilio1982, p. 185).
Una vez que se contaban con las herramientas y el apoyo institucional,
Vasconcelos dio inicio a su proyecto educativo que consistió en cinco acciones
coordinadas: escuelas, bibliotecas, bellas artes, alfabetización y educación
indígena.
En cuanto a la alfabetización, tomó como antecedente lo hecho en Norteamérica
en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial, de esta manera, Vasconcelos
buscaba tener como aliados de su proyecto educativo a la clase media, ellos los
letrados, tenían que constituir el ejército que cultivara al pueblo, sin embargo esto
no fue así.
Debido a lo anterior, la campaña de alfabetización encontró su principal apoyo en
las primeras generaciones de alfabetizados que en cuanto aprendían a leer y
escribir tenían la misión de compartir sus conocimientos “la clase media participó
poco aunque hubo muchas excepciones, sobre todo mujeres misioneras, al final
fueron alumnos adolescentes (“el ejército de los niños”) quienes más participaron
en la campaña” (Ibídem, p. 91).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
43
Se decía que tal era la alegría del ejército de niños enseñando a los otros que
casi, casi se podía hablar de un ambiente evangélico para enseñar a leer y
escribir.
Hubo sin número de festivales de música y danza. El teatro era popular, de sátira
política, pero sobre todo, era espejo de las costumbres y aspiraciones de la vida
común. En este ámbito se puede decir que Vasconcelos contribuyó a sentar las
bases de lo que en el futuro constituirían un nuevo sector económico, me refiero a
las industrias culturales: “A la vera de Vasconcelos, en aquella Secretaría se formó
toda una nueva generación de artistas y escritores que formarían a su vez a
nuevas generaciones. Gracias a aquel pacto se dio el primer impulso a la nueva
industria editorial” (Krause Enrique1987, p. 150).
En cuanto al rubro de la educación indígena se impulsaron las escuelas rurales.
Se incentivó la creación de bibliotecas públicas, la edición de libros de texto
gratuito; se cultivaron y rescataron las bellas artes, ejemplo claro de ello es el
rescate que hace de los edificios que antes eran el colegio de San Pedro y San
Pablo para convertirlos en la sede de la nueva Secretaría, además de invitar al Dr.
Atl y Xavier Guerrero para intervenir los murales.
De manera global Vasconcelos buscaba elevar la calidad de vida de la población
usando como principal herramienta la educación, su silogismo básico era que con
una mejor educación se lograría llegar a una situación que permitiera la
democracia, es decir, llegar al ideal democrático que proponía la revolución.
Durante tres años Vasconcelos trabajó arduamente en su proyecto educativo, sin
embargo cuestiones políticas no le permitieron seguir por más tiempo y en 1924
deja la Secretaría de Educación.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
44
Algunos de los proyectos propuestos por Vasconcelos siguieron funcionando, sin
embargo, a la llegada de Calles al poder el tema cultural tomo un giro algo
desafortunado y el ímpetu cultural de inicio de los años veinte se vino abajo.
En 1928 mientras Calles estaba en el poder, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo,
Gilberto Owen y Antonieta Rivas Mercado, fundaron el Teatro Ulises, su
nacimiento es la primera señal de un intento por dar al teatro en México un giro
más innovador, sus creadores sostenían que en cuanto al teatro el problema no
era producirlos sino que el problema residía en hacer teatro de calidad, justo ésta
fue la base sobre la que se creó el Teatro Ulises, sus creadores lo consideraban
como “el pequeño teatro experimental en donde se representaba obras nuevas por
nuevos actores no profesionales” (Ibídem p. 380).
Entre 1928 y 1932 dos diferentes presidentes asumieron el poder en México, ellos
fueron Emilio Portes Gil y Pascual Ortiz Rubio, en la Secretaría de Educación
Pública hubo cinco diferentes secretarios, lo cual nos habla de la imposibilidad de
continuidad en un proyecto educativo.
A principios de los años treinta comienza a darse un importante crecimiento en la
industria del cine, el año 1933 fue el que marcó el gran salto en la industria ya que
se pasó de producir un par de películas al año a más de veinte, durante los
siguientes años la producción seguía creciendo, para 1936 se filma la película de
mayor importancia para el naciente cine mexicano, Allá en el Rancho Grande, de
Fernando de Fuentes.
La iniciativa que años antes tuvo Novo y Villaurrutia al formar el Teatro Ulises vio
su continuación en la fundación del Teatro Orientación, su creación representó la
acción más contundente del estado en favor del teatro. Varias características
distinguían su actividad ya que daba cabida a lo mejor del teatro extranjero
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
45
cubriendo con ello lo mejor del teatro universal sin dejar de lado el teatro nacional
representado por obras de nuevos dramaturgos mexicanos.
Es así como se llega al año de 1934, año en el que Cárdenas llega a la
presidencia, él asignaba fines socialistas a la educación, decía que se debía
impedir el olvido de que “el patrimonio espiritual que reciben (los educandos) está
destinado al servicio de su clase” (Pacheco, op. cit, p. 103).
Entre sus principales preocupaciones sociales se encontraba la desintegración
social, económica, política, cultural, racial y lingüística del país.
Lo anterior resulta sumamente contradictorio teniendo en cuenta lo que
Vasconcelos había planteado en su proyecto cultural diez años atrás, esta idea de
educar a una nueva generación de mexicanos herederos de los frutos de la
Revolución Mexicana, conscientes de sus derechos y obligaciones, dispuestos a
defenderlos y exigirlos y orgullosos de su patria. ¿Qué fue lo que pasó, porqué
Cárdenas seguía preocupado por la desintegración social, cultural y lingüística?
Aguilar Camín da una posible respuesta. “México carecía, en su concepto, de una
auténtica conciencia nacional, ello a pesar de la Revolución, que no había podido
culminar su obra” (Ibídem, p. 200).
En temas educativos uno de los legados más importantes del gobierno cardenista
fue la creación del Instituto Politécnico Nacional, ahí, según palabras del mismo
Cárdenas el estudiante se capacitaba “técnica y biológicamente para intervenir en
el proceso de producción y se forman especialistas en distintas ramas de
investigación científica y técnica llamadas a impulsar la economía del país
mediante una explotación metódica de nuestra riqueza potencial” (Ibídem, p. 104).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
46
Como ya se dijo anteriormente, la idea cardenista de educación era socialista, por
lo tanto era muy importante preocuparse por capacitar al pueblo para que sea el
mismo el que explote las riquezas nacionales y además retribuya así, el pago de la
educación que en algún momento subsidió la comunidad trabajadora.
Durante los años de gobierno de Cárdenas se da un hecho que influyó en la
entonces casi inexistente industria editorial en México, nos referimos a la llegada
de un importante número de españoles que venían huyendo de la Guerra Civil,
entre los refugiados se encontraban muchos escritores y editores los cuales
incentivaron la producción editorial la cual estaba representada por muy pocas
editoriales entre las que destaca el Fondo de Cultura Económica (FCE), fundada
en 1934 y dirigida por Daniel Cosío Villegas. Un año más tarde de creado el FCE
Cárdenas funda la Productora e Importadora de Papel, S. A (PIPSA), con PIPSA y
el Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad, Cárdenas obtuvo dos nuevos
canales a través de los cuales el Estado podía ejercer influencia sobre los medios
periodísticos. Durante su gestión ordenó cerrar periódicos y revistas que no
apoyaban su política de reforma social a los otros medios los utilizó para difundir
sus declaraciones” (Bohmann Karin, 1989, p. 76).
En 1937 se funda Radio Gobernación, la emisora de la Secretaría de
Gobernación, la cual sigue hasta ahora bajo el nombre de La Hora Nacional. Ese
mismo año se funda la estación de la UNAM, Radio Universidad.
El sucesor de Cárdenas fue Ávila Camacho quien llegó a la presidencia a
principios de los años cuarenta, en su sexenio comienzan a darse acciones
relevantes en torno a la creciente industria del cine, en 1941 se constituye el
Banco Cinematográfico el Estado el cual se encargaba de otorgar anticipos a los
productores de las películas mexicanas, o subsidios recuperables. Su capital
inicial fue de $10 millones divididos en 10 mil acciones, el principal accionista era
el Banco de México con el 56.97%. En 1942 se funda la Cámara Nacional de la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
47
Industria de la Radio y la Televisión (CIRT), su primer presidente fue Emilio
Azcárraga Vidaurreta.
En 1945 se publica la Ley que establece el Premio Nacional de Ciencias y Artes,
con los campos de: Literatura, Artes plásticas, Música, Estética, Cultura e
Investigación Científica. Sobra decir que dichos premios obedecían al resalte del
discurso nacionalista.
El mismo año en el que se establece el Premio Nacional de Ciencias y Artes
asume el poder Miguel Alemán Velasco, durante ese año la industria teatral cobró
fuerza, en la ciudad de México los teatros comienzan a multiplicarse, se rescatan
los que estaban en abandono y se construyen nuevos, este renacer de la industria
teatral se acelera a finales de los años cuarenta.
Por otro lado la industria cinematográfica seguía creciendo, es por ello que en
1947 se funda la distribuidora de Películas Nacionales la cual distribuía películas
mexicanas en todo el territorio de la República, con un promedio de cincuenta
estrenos anuales que equivale a un poco más del 50% de la producción nacional”.
(México 50 años de la revolución, 1962, p. 410).
Otros hechos relevantes que sucedieron en el gobierno de Miguel Alemán es la
aprobación del voto de la mujer en elecciones municipales, además se hicieron
importantes obras públicas como la construcción de carreteras y grandes avenidas
en el Distrito Federal; pero la que sin duda fue la obra más destacada de su
sexenio fue la construcción de Ciudad Universitaria, inaugurada sin terminar el 20
de noviembre de 1952.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
48
Además se crea el Instituto Nacional de Bellas Artes 1946 y el Instituto Nacional
de la Juventud Mexicana.
“En 1950 fue creado el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana. Su misión:
preparar, dirigir y orientar a nuestra juventud dentro de las normas de la dignidad
humana en los problemas básicos nacionales, para alcanzar los más puros ideales
democráticos” (Pacheco, op. cit., p. 128).
En 1950 la población mexicana era de 25.8 millones de personas, de los cuales
15.69 millones eran menores de 24 años, evidentemente era necesario poner
atención en esa cada vez más creciente población juvenil.
Ese mismo año se otorga la primera concesión televisiva en México, se le otorga a
Rómulo O’Farril para el canal 4, al año siguiente en 1951 se otorga la segunda a
Azcárraga, ésta para operar el canal 2.
Durante el sexenio de Alemán en los medios periodísticos se comenzó a hablar de
ciertos “pagos extra” a periodistas y periódicos que apoyaban el discurso oficial del
presidente, paradójicamente y casi a manera de burla es justo Alemán quien
establece el “Día de la Libertad de Prensa” celebrado hasta hoy.
El sucesor de Alemán fue Ruiz Cortines. Él llega a gobernar un país con una
población joven y en crecimiento lo cual para los estrategas del gobierno
representaba la idea de tener una población fácilmente manejable.
En cuanto a medios de la industria cultural se refiere en 1954 se crea la
Cinematográfica Mexicana Exportadora (CIMEX) la cual se encargaba de distribuir
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
49
las películas de México en los Estados Unidos, Canadá, Alaska, Europa, Asia,
África, Australia.
En 1958, se funda el Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional, el cual desde sus
inicios fue pensado para difundir programas de estudio del IPN y para transmitir
programas culturales. Ese mismo año asume el poder Adolfo López Mateos.
En 1960 se crea una rama dentro de la Secretaría de Educación Pública que será
el antecedente directo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes
(Conaculta), esta es la Subsecretaría de Asuntos Culturales, además, es en este
mismo año que comienza la circulación de los libros de texto gratuitos y se funda
la agencia informativa INFORMEX S.A.
También en 1960 el gobierno de López Mateos publica la Ley Federal de Radio y
Televisión, en ella se sentaron las bases para tener la posibilidad de que el
gobierno pudiera utilizar cierto tiempo de las estaciones privadas de radio y la
televisión, para la promoción de programas supuestamente culturales.
Durante el sexenio de Díaz Ordaz, el cual fue de 1964 a 1970, la política cultural
se centraba en la difusión de la cultura y el arte, no se dieron grandes cambios
estructurales. En 1968 se crea la agencia de noticias NOTIMEX S.A., tras la cual
se encontraba el entonces secretario de Gobernación y posterior presidente de
México, Luis Echeverría Álvarez, el cual aprovechó la agencia para la preparación
de su campaña política como candidato presidencial.
Durante el periodo de 1971 a 1982, la Subsecretaría de Asuntos Culturales,
cambió de nombre en repetidas ocasiones, para 1982 se llamaba Subsecretaría
de Cultura, compuesta por:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
50
Órganos centrales:
• Dirección General de Publicaciones y Bibliotecas
• Dirección General de Materiales Didácticos y culturales
• Dirección General del Derecho de Autor
• Dirección General de Culturas Populares
• Dirección General de Promoción Cultural
• Unidad de Televisión Educativa y Cultural (consultado el 23 de agosto de
2012)
Esta Subsecretaría se mantendría dentro de la estructura de la SEP hasta el año
de 1988 cuando el presidente Carlos Salinas de Gortari, firma un decreto para la
creación del Conaculta.
Los años ochenta terminan con la creación de un consejo destinado a la cultura y
las artes y con la privatización de la mayoría de cadenas de televisión pública,
excepto por el canal 11 y el 22.
Hasta aquí nos parece necesario hacer un paréntesis en esta breve reseña de
hechos culturales para puntualizar algunas ideas respecto a lo sucedido a inicios
de los años veinte y hasta finales de los años ochenta.
Los ejes en materia de educación propuestos por Vasconcelos siguen en esencia
siendo la guía bajo la que funciona la actual Secretaría de Educación Pública, ya
que en discurso, parecían ser el camino por el cual se podría llegar a un México
de igualdad, la pregunta es: ¿Por qué no se logró consolidar ese ideal de país del
que se hablaba después de la Revolución?
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
51
Quizá porque de inicio hubo deficiencias en las bases del proyecto educativo,
deficiencias que se disfrazaron en un doble discurso y de las que quizá el mismo
Vasconcelos fue víctima ya que en nuestra opinión el principal problema de
Vasconcelos fue que él era más intelectual que político, al final sus ideas fueron
usadas como herramienta de los que sí eran políticos.
Uno, la idea que tenían en mente el principal grupo intelectual que impulsó el
nuevo programa educativo era la de incentivar entre la población el concepto de
un nacionalismo cultural, dejando de lado todo lo que no proviniera de México, sin
embargo, justamente ellos- sus ideas- constituían uno de los grupos más
europeizados –“El nacionalismo mexicano surge de las obras de Schopenhauer,
Wagner, Nietzsche, Dostoyevski, Ruskin, Bergson, Croce, Gorki, Lunatcharski y
Romain Rolland” (Pacheco, op. cit., p. 88), sus principales influencias fueron
grandes filósofos europeos- , lo cual no tiene nada de malo ya que es imposible
pensar que se puede desarrollar una nueva cultura a partir generación espontánea
o sin tener relación con el mundo, sin embargo fueron justamente este grupo de
intelectuales los que en discurso rechazaban todo lo que no entrara en la
categoría de nacional.
Dos, ¿Quiénes fueron los principales beneficiarios del nacionalismo cultural? En el
discurso, el principal beneficiario tendría que haber sido el pueblo, sin embargo
esto no fue así, quizá porque como muchos lo dicen las ideas de Vasconcelos
estaban adelantadas a su época y a su espacio o quizá porque los cambios fueron
tan drásticos haciendo imposible que el pueblo los valorara y se acostumbrara a
ellos. “Al principio, la respuesta interna es vacilante: el público se burla de los
murales y los califica de “monotes” mientras un sector intelectual habla de
“degradación estética” (Ibídem., p. 186). Es así, como la clase dominante se
convierte en la principal beneficiaría del nacionalismo cultural.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
52
Tres, el México postrevolucionario además de buscar alcanzar un ideal
democrático entre la población, buscaba que el mundo se enterara de que era un
país orgulloso de sus raíces que poseía una muy rica cultura propia y que tenía
todo para emerger como una gran nación. Quizá por ello que se da tanto apoyo a
la cultura, en especial a los muralistas mexicanos –pocas cosas tan majestuosas
como los murales de Rivera, Orozco, Siqueiros-, es también dentro de este
proyecto educativo que se enarbola las culturas prehispánicas, las artesanías y es
justo aquí cuando se da el nacimiento del turismo cultural.
Por lo anterior resulta fácil concluir que el proyecto educativo de Vasconcelos, no
tuvo como fin principal buscar una cohesión social sino que respondió a un fin
político. Así, tristemente la cultura nacional se convierte en una idea chovinista, en
exceso de folklore, en la explotación de vestimentas tradicionales, en el recuerdo
nostálgico de los grandes muralista que aunque fueron herramienta de este
nacionalismo cultural a nuestro juicio siguen siendo lo más importante que ha
pasado en la vida cultural del país y gracias a lo cual la cultura mexicana es
conocida en todo el mundo.
1.5.2. LA CULTURA COMO ESPACIO DE DOMINIO
Definida la cultura como parte constitutiva y fundamento distintivo de la especie
humana, que se manifiesta de manera particular en cada grupo, debemos
ubicarnos en el contexto histórico y social en que se genera y donde se define en
la realidad.
Las corrientes marxistas introdujeron aportes teóricos para su análisis desde esta
perspectiva. Aunque en sentido estricto ni Marx ni Engels la explicitan dentro de
sus estudios, se le suele ubicar como un componente de la ideología, siendo así
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
53
parte de la superestructura. Sabemos que las interpretaciones más mecanicistas
del marxismo la consideran como una determinación de la producción material,
una derivación de ella (infraestructura), siendo que el mismo Marx siempre
consideró una interacción dialéctica, pero lo cierto es que su teoría ubicó la
producción cultural dentro de las condiciones históricas, la cual es una objetivación
de la propia trasformación material por la mano del hombre. Recordemos que él
pensaba inseparables ciencia social y acción política como decía: Los filósofos ha
interpretado el mundo de varios modos; pero la cuestión es cambiarlo (Marx, K.,
1975, vol. II, p. 426). De ahí que su teoría, al explicar la dinámica de explotación,
la enajenación y la lucha de clases, también lo hiciera sobre la socialización de los
medios de producción y liberación del hombre. Señalaría así que no basta la
liberación de las necesidades que constriñen materialmente, sino la liberación del
dominio ideológico espiritual: Las ideas de la clase dominante son las ideas
dominantes de cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el
poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su pode espiritual
dominante. (Ibídem p 50).
Es precisamente sobre este tema que Antonio Gramsci se ocupa, introduciendo la
noción de hegemonía y tomando un lugar central en las explicaciones culturales y
sociológicas modernas al decir que las clases sociales dominadas o subordinadas,
participan de una concepción del mundo que les es impuesta por la clase
dominante.
Por ello refiere que la cultura (al igual que la ideología), se convierte en
instrumento privilegiado de la hegemonía por medio de la cual una clase social
logra el reconocimiento de su concepción del mundo y, en consecuencia, de su
supremacía por parte de las demás clases sociales, siendo una esfera de poder,
dominación y lucha. (Gramsci, Antonio 2001, p. 12).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
54
Asicomo la explotación del hombre por el hombre terminaría al socializar los
medios de producción, la hegemonía cultural es también un estado modificable.
Una cultura transformada cualitativamente con fuerza crítica y validez universal,
tendría que incorporar las mejores cualidades de la cultura hegemónica y dejar
atrás las limitaciones y la estrechez de las culturas dominadas que, señalaba, ser
anacrónicas. Esto recuerda el viejo debate de Lenin con el partido bolchevique y
particularmente con la visión de Bogdanov al conducir El Proletkult (Asociación de
cultura proletaria), que logró afiliar a miles de artistas e intelectuales para la
generación de una cultura proletaria denunciante de la explotación de la clase
trabajadora y en permanente rechazo de la cultura burguesa. Contrariamente,
Lenin consideraba que desechar la herencia cultural del pasado era absurdo:
• La cultura proletaria no sale de una fuente desconocida, ni brota del cerebro
de los que se llaman especialistas en la materia. Sería absurdo creerlo así.
La cultura proletaria tiene que ser el desarrollo lógico del acervo de
conocimientos conquistados por la humanidad bajo el yugo de la sociedad
capitalista, de la sociedad de los terratenientes y los burócratas. (Lenin,
1970, p. 220).
Las formaciones de lo cultural, dentro de una sociedad en que se ejerce el poder
hegemónico, se expresan desde formas muy elaboradas y organizadas como el
sistema educativo, la filosofía o la religión, hasta las de uso común, conocidas
como cultura popular. Pierre Bourdieu rechazó la idea lineal de la dependencia de
la estructura que de manera simplista resulta en un comportamiento cultural
determinado, por ello en vez de hablar de aparatos ideológicos prefirió hablar de
campos culturales en los que se confrontan y contraponen los intereses de clase.
Relaciona así poder económico y poder simbólico para explicar cómo se
complementan la desigualdad económica y la cultural, la explotación material y la
legitimación simbólica: La clase dominante puede imponerse en el plano
económico, y reproducir esa dominación, si al mismo tiempo logra hegemonizar el
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
55
campo cultual. (Bourdieu Pierre, Passeron 1981, p. 20) Pongamos aquí como
ejemplo el Auto de fe de Maní, (Fray Diego de Landa p 134) en el cual la
destrucción violenta de ídolos y códices mayas, no era una mera desaparición
física, sino una imposición simbólica de los conquistadores; la explotación de las
culturas prehispánicas no era suficiente, para someterlas se requería minarlas
desde adentro con la adopción de otros referentes simbólicos. Pero en ese
sentido, Bourdieu aclara que la violencia simbólica no, es determinación
automática, (Bourdieu Pierre, Passeron Op. cit. p. 20). Sino una relación compleja,
una lucha de legitimación en la que intervienen también las relaciones no
simbólicas y los lugares que en lo económico y político tienen sus maneras
específicas fuera de lo cultural.
El autor señala además, que las relaciones de producción han dejado de ser las
determinantes en el campo de lo cultural, en el que la apropiación y el consumo
pueden convertirse en prioritario. Por ejemplo, la clase dominante (burguesa),
dada la condición de su ideología esteticista y de contar con los medios
económicos para hacerlo, está en condición de consumir obra de arte y establecer
cánones de validez, mientras que la clase media y popular, dada su ideología
funcionalista, se orienta más hacia un consumo masivo.
Daniel Bell, sin embargo, nos dice que en el mundo contemporáneo es necesario
pensar la cultura en categorías distintas a las de clase social, poniendo el dedo en
los sistemas valorativos y su relación con la sociedad de consumo. Para
comenzar, señala que si bien en las organizaciones económicas anteriores podía
explicarse la cultura y política en relación a la estructura económica, en la
actualidad estos campos han adquirido su autonomía. Lo tecno-económico se
define en términos de eficiencia y racionalidad funcional y lineal que se desfasa de
los otros campos. Mientras que en la cultura, al desdibujarse las clases
tradicionales y con ello los vínculos primarios tradicionales, cobran supremacía los
estilos de vida individuales, el sincretismo de experiencias resultante del
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
56
crecimiento de las urbes, la movilidad geográfica y actualmente, la comunicación
cibernética. Separándose cada vez más de la necesidad natural, el hombre
moderno se mueve por la idea de ir más allá de sí mismo, se niega a aceptar
límites, busca lo nuevo, lo que significa: la aceptación, en la esfera decisiva del
estilo de vida, de la idea del cambio social y transformación personal. (Bell,
Daniel1994, p. 73).
Existe una nueva sensibilidad social porque hay un quiebre en el sistema
valorativo, (Jamasen, Fredric 1998, p. 19). Fuente de cohesión que daba
respuesta a las necesidades de otros tiempos. Esa nueva guía orientadora de la
sociedad moderna, aparece gracias al ascenso del consumo masivo que hace que
los lujos del pasado sean constantemente redefinidos como necesidades. (Ibídem.
p. 73). Una organización económica que legitima el consumo masivo y el elevado
nivel de vida como fin, moldea las maneras, gustos, deseos y asuntos importantes
como: normas éticas, estructura familiar o el significado del logro social. Como
señala la cultura, ya no se ocupa de cómo trabajar o el significado del logro social
sino de cómo gastar y gozar", a eso se refiere cuando dice que la cultura deja de
ser simbolismo expresivo para convertirse en estilo de vida, justificado por un
conjunto de valores que son regulados por las instituciones en función de un
sistema.
Jameson Fredric aporta al análisis al hacer referencia a la cultura actual como una
cultura posmoderna que se ha integrado a la producción de mercancías en
general, directamente relacionada con el dominio norteamericano, dice: esta
cultura posmoderna, que podríamos llamar estadounidense, es la expresión
interna y súper estructural de toda una nueva ola de dominación militar y
económica norteamericana de dimensiones mundiales. La pauta cultural
dominante, en este caso, se convierte en norma sistémica constituida por una
nueva superficialidad, un debilitamiento de la historicidad que pondera lo
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
57
inmediato, un subsuelo emocional nuevo que busca intensidades y una nueva
tecnología que lo hace posible mundialmente. Señala:
• La frenética urgencia económica de producir constantemente nuevas
oleadas refrescantes de géneros de apariencia cada vez más novedosa
(desde los vestidos hasta los aviones), con cifras de negocios siempre
crecientes, asigna una posición y una función estructural cada vez más
fundamental a la innovación y la experimentación estética. (Ibídem)
De ahí la importancia y crecimiento del diseño industrial ligado a la promoción de
estilos de vida y modas, cuyo trasfondo cultural, es en realidad temático, ya que se
centra en la necesidad de consumo.
Aunque el dominio cultural se exprese en la actualidad de distintas formas (sea de
una sociedad a otra, de una clase social sobre otra, o dentro de un sistema de
consumo y explotación global), éste nos obliga a realizar algunas consideraciones
sobre el histórico mecanismo de imposición y subordinación cultural.
Desde los pueblos bárbaros que a través de conquistas dominaron otros territorios
(o en nuestro caso, en las luchas entre las culturas mesoamericanas), tenemos la
existencia a lo largo de toda la historia humana de procesos de conquistas,
migraciones, guerras, invasiones, intercambios comerciales, entre otros.
Dicho proceso que en ocasiones aconteció en exterminio, en sometimiento o en
ocupación, conlleva implícito el encuentro y/o la lucha (ya sea física o simbólica)
entre culturas y el resultante ejercicio del poder de la cultura dominante.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
58
Para explicar la forma en que dicho dominio opera, Bonfil Batalla en su teoría del
control cultural, (Bonfil Batalla, 2010) diferencia los ámbitos de decisiones de los
elementos propios y ajenos en las culturas subordinadas. Existen ámbitos de
enajenación e imposición que se contraponen a los de apropiación y a los
autónomos. Señala claro está, que aunque se haga la diferenciación teórica, la
realidad presenta complejas formas de coexistencia.
En las culturas dominadas se realizan procesos de:
4) Resistencia: Se preservan elementos autónomos e incluso se rechazan los
ajenos.
5) Apropiación: Se asimilan los elementos ajenos, se usan y se es capaz de
producirlos y reproducirlos, haciéndolos propios y decidiendo sobre ellos.
6) Innovación: Se crean nuevos elementos culturales propios o a partir de la
apropiación de externos.
La cultura dominante por su parte, genera los siguientes procesos:
4) Imposición: Introduce elementos culturales ajenos, pero a diferencia de la
Apropiación, éstos continúan bajo su control.
5) Supresión: Elimina o descarta elementos de la cultura subalterna.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
59
6) Enajenación: No elimina elementos culturales de la cultura subalterna, sino
que los retoma, decide sobre ellos y los utiliza de acuerdo a sus propios
intereses. Se apropia de ellos.
La pureza cultural resulta (además de conservadora, improbable en el devenir de
la especie humana. Toda cultura está en constante relación con otras y como
proceso vivo, en transformación al interior de ella misma; pero en la correlación de
fuerzas y la asimetría de condiciones de encuentro o confrontación, se generan las
condiciones posibles para el dominio o la subordinación. En el caso del mundo
moderno, este proceso se realiza a través de diversos mecanismos, desde los
tradicionales como la migración o el comercio, hasta los que la tecnología
cibernética y de las comunicaciones hace posible.
1.5.3. LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA CULTURA
La inclusión formal de la cultura dentro de las funciones de los Estados modernos
para hacerse cargo de su organización, regulación y administración, tuvo su
génesis hasta mediados del siglo XX. Esto obedece a que bajo la ideología del
progreso, en las sociedades industrializadas la atención había sido puesta
primordialmente en la educación como vía para el desarrollo y la cultura era
considerada un complemento.
El sistema educativo en la estructura social moderna, organizado a través de las
secretarías o ministerios de educación, cumple una función estratégica porque
permite la preparación para el trabajo requerida por las fuerzas económicas, la
socialización y porque a través suyo, se ha buscado la incorporación del individuo
a los proyectos nacionales. Al determinar contenidos y orientación, las élites de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
60
poder pueden reproducir condiciones, suprimir ciertos elementos y ejercer, como
mencionábamos anteriormente, una hegemonía simbólica.
Siendo que la educación se institucionalizó bajo el ideario liberal e ilustrado: ser
educado es ser culto, la ocupación del Estado por los asuntos culturales se realizó
como sinónimo y a través de los asuntos educativos; las bellas artes, por su parte,
como el complemento para refinar las costumbres y los gustos.
Aunque la creación de instituciones especializadas en la administración cultural
sea tan reciente, cabe aclarar que la organización social en torno a la instrucción y
las artes se remonta a la génesis de las actividades mismas (Huges de Varine.p.
177) pero fue hasta el siglo XX que se multiplican los puestos de agregados
culturales, así como los institutos culturales (British Council, Alliance Francaise,
USIS, Goethe Instituto).
La creación de ministerios de cultura tuvo como antecedente la fundación en 1946
del primer organismo internacional (como brazo de la ONU), ocupado de estos
asuntos: la UNESCO. En el contexto de posguerra, su propósito se fundaba en la
reconstrucción patriótica de Europa y en la promoción de una cultura de paz que
trabajara no en la dimensión política, sino en la del pensamiento, las ideas y las
prácticas sociales. (Arizpe, Lourdes. 2006, p. 26).
Los programas de la Unesco en la Primera Conferencia General de 1946 tenían
que ver con la reconstrucción de museos y bibliotecas destruidos durante la
guerra, la recopilación de datos a partir de traducciones, la estandarización de las
leyes de derechos de autor y la preservación de las tradiciones y las culturas
autóctonas. (Ibídem).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
61
De esta manera, las políticas de Estado sobre cultura ocuparon un papel más
relevante dentro de las estructuras institucionales de los países. Además, en 1948,
fue proclamada la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en su
artículo 27 contemplaba: toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en
la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso
científico y en los beneficios que de él resulten (Declaración Universal de los
Derechos Humanos proclamada el 10 de diciembre de 1948. En: CINU, Centro de
Información de las Naciones Unidas).
Tomemos en cuenta que uno de los primeros directores de la UNESCO fue Jaime
Torres Bodet (1948-1952), Secretario de Educación Pública en México durante los
gobiernos de Ávila Camacho y posteriormente de López Mateos, y cuya influencia
fue tan significativa que la última reforma importante al artículo tercero de nuestra
Constitución está claramente influenciada por esta corriente humanista.
En el año 1959 se creó en Francia el primer Ministerio de Cultura, con tareas
específicas para el cuidado del patrimonio monumental y la protección a la obra
creativa. Esto no es de extrañar si tomamos en cuenta que tras la Segunda Guerra
Mundial, los distintos países europeos debieron atender la reconstrucción y
conservación de sus ciudades, ya que tras la emergencia masiva de las industrias
del entretenimiento (cine, radio y televisión), apuró la necesidad de regular la
propiedad intelectual y creativa.
Con la creación de este primer Ministerio, se inauguró una forma de
institucionalización de la cultura que aglutinando a todo el sector cultural en un
solo organismo resaltaba la importancia que, el Estado asignaba a la acción
cultural y el nivel de recursos (Nivón Bolán, 2006, p. 66). Evidenciando la
necesidad de establecer acuerdos y criterios para su atención. Esta
institucionalización ubicó a la cultura en un plano distinto al de la coyuntura
gubernamental para ser considerada una política de Estado, más allá del vaivén
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
62
del gobierno en turno, como bien señala Nivón Bolán, Es un proceso en el que el
Estado impone un tratamiento político –es decir, resultado del debate público
sobre el sentido de la acción del Estado- a aquello que llama cultura, desde el libro
hasta el grafiti, así sea mediante apoyo financiero o represión. (Ibídem. p. 60) El
sentido de esta acción implica entonces una inclusión de elementos y exclusión
deliberada o no- de otros, cuya totalidad define la política de Estado, su
concepción de cultura y su accionar.
Pero siendo a mediados del siglo XX que comenzó la institucionalización del
sector cultural, en la práctica fueron necesarias dos décadas más para el
establecimiento formal de acuerdos internacionales sobre la definición del ámbito
de competencia de lo que comenzó a nombrarse política cultual.
El primer resultado se concretó en la Conferencia Intergubernamental sobre
aspectos institucionales, administrativos y financieros de las políticas culturales
realizada en Venecia en 1970. El director general de la conferencia en su discurso
de apertura subrayó la responsabilidad del Estado hacia la cultura:
Si todos los hombres tienen derecho, como exigencia de su dignidad esencial, a
participar en el patrimonio y la actividad cultural de la comunidad […] se deduce
que las autoridades que tienen a su cargo esas comunidades tienen el deber de
facilitarles los medios, dentro de los límites de los recursos de que disponen, para
esa participación. (Nivón Bolán, Eduardo. p. 140).
Hay algunos aspectos relevantes que en la Conferencia de Venecia se
reflexionaron y abrieron pautas. Por ejemplo, se resaltó el carácter dinámico de la
cultura, lo que distaba de la tradicional concepción monumental:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
63
[…] la política cultural no debe ocuparse exclusivamente de la
producción y de la distribución: la cultura no es principalmente el
consumo o la conservación del pasado sino fundamentalmente una
experiencia y una participación compartida en el proceso creador.
(Ibídem. p. 142).
También se planteó la necesidad de superar su concepción ornamental:
[…] la cultura no es simplemente un adorno sino una parte sensible de
la vida social, de tal manera que la política cultural debe ser apreciada
en el amplio contexto de la política general gubernamental y social,
independientemente de las disposiciones administrativas que se
adopten. (Ibídem)
Un punto por demás destacable en esos momentos, fue la preocupación de
proteger a las culturas nacionales como factor de identidad:
Es necesario estimular la participación de grandes capas de la
población en las actividades culturales y sustituir así, una cultura de
minorías, importada y extranjera, por una cultura genuinamente popular
y nacional, basada en formas nacionales de expresión. En numerosos
países en vías de desarrollo se considera que la penetración de las
culturas extranjeras comercializadas constituye una amenaza. (Ibídem)
Las temáticas comenzaron a ampliarse, ya que incluir a la cultura como política de
Estado, con un ámbito diferenciado del educativo, fue obligando a definiciones y
reflexiones más puntuales. Si bien en las primeras Conferencias los asuntos del
patrimonio y del derecho individual a la cultura fueron lo destacable, con el paso
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
64
del tiempo la identidad y los derechos de las culturas ocuparon el foco de
atención. En la Conferencia Mundial (MONDIACULT) de 1982, se reconoció a la
identidad como principio rector de las políticas culturales, es decir, el derecho a la
defensa de los valores culturales y formas de expresión de cada pueblo, en
diálogo con los otros, pero así mismo, se incluyó una nueva noción: la dimensión
cultural del desarrollo, considerando que la idea de crecimiento de una nación
históricamente se había Concebido en términos cuantitativos, sin tomar en cuenta
la dimensión cualitativa. Por ello se recomendaba humanizar el desarrollo
buscando la plena realización individual y colectiva.
A lo largo de estas décadas, la UNESCO ha venido definiendo criterios para la
política cultural a través de una serie de declaratorias y recomendaciones que los
países miembros han signado bajo el compromiso de incorporarlas a sus
programas y normatividad. El perfil del organismo se ha adecuado al propio
devenir de la política internacional, por lo que su quehacer se orienta a nuevas
formas de interpretación cultural, destacando recientemente la relación cultura-
desarrollo económico y de la cultura como factor de Progreso, calidad de vida,
competitividad, etcétera.
Por ahora hay que apuntar que la política cultural internacional transita en planos
contradictorios, ya que la mayor parte de los ministerios, secretarías, o como en
nuestro caso, consejo de cultura, continúan estructuralmente organizados para la
atención y administración exclusivamente del arte y el patrimonio monumental,
dejando incluso a las llamadas industrias culturales en el terreno del sector
comunicaciones y turismo. La cultura ligada a los aspectos básicos (alimentación,
vestido, lengua, etc.), y medio social, donde a través de los modos de vida se
expresa el contenido simbólico de un pueblo, aparece en la mayoría de los casos
excluida de la atención institucional.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
65
Como política de Estado, la política cultural se fundamenta en la noción de cultura
contenida dentro del Estado mismo, de ahí la importancia de conocer cuál es ésta
en nuestra historia nacional, ya que la noción es interpretada por la élite política en
turno, quien formula, diseña e instrumenta. Cabe aquí la distinción entre política
cultural y gestión cultural, ya que la primera hace referencia al sentido y
orientación general, y la segunda se refiere simplemente a las medidas
practicadas administrativas y gubernamentales que se instrumentan. Es necesario
señalar que aunque en el discurso oficial se haga alusión al término de política
cultural, éste no existe como tal aún en ninguna normatividad de nuestro país.
Por último, entre las tareas culturales que le corresponden al Estado a través de lo
institucional están el hacerse cargo de:
3) Lo normativo (cuerpo de leyes)
4) Lo organizativo y administrativo (referente a la instrumentación)
Pero su intervención no se agota ahí, ya que aunque la cultura emana del pueblo y
no del Estado (a quien corresponde garantizar los mecanismos de
representatividad, participación, protección y realización), es éste quien privilegia o
descarta elementos, y más allá de lo meramente administrativo o normativo,
decide mayoritariamente sobre la realización de bienes culturales como museos,
escuelas, bibliotecas, monumentos, ediciones, eventos, celebraciones, entre otros.
Dichas acciones sobre pasan las decisiones meramente materiales, repercutiendo
en el quehacer cultural colectivo y en la memoria histórica.
1.6. LA POLÍTICA CULTURA DEL ESTADO
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
66
Hasta ahora esta investigación ha abordado dos principales vertientes, una es la
conceptual y la otra la histórica en relación a la cultura. En la vertiente conceptual
se abordó a la cultura y sus muy variados conceptos, la cultura y su relación con
las diversas disciplinas que la estudian, la cultura y sus divisiones conceptuales –
alta y baja cultura-, la cultura y algunos conceptos que nacen de su relación con
otros procesos – estudios culturales, políticas culturales, industrias culturales, etc.
En la vertiente histórica se mostró la evolución que ha tenido la construcción de
las instituciones encargadas de administrar, difundir, preservar y promocionar la
cultura en México, para ello se tomó como punto de inicio el escenario del México
post revolucionario y las ideas culturales de Vasconcelos, se enunciaron también
los acontecimientos culturales más importantes que antecedieron a la creación de
Conaculta.
A partir de la puesta en marcha de éste nuevo órgano cultural se intentó describir
más a fondo los planes y acciones culturales que cada uno de los presidentes
pusieron en marcha durante su administración, además de destacar datos
relevantes en el desarrollo cultural del país.
Con este recuento histórico se llega al primer momento de aparición de Conaculta,
ello da pie a plantear una serie de cuestionamientos necesarios por hacer: ¿Ha
cambiado en algo la forma de administrar la cultura?, Cuantitativa y
cualitativamente ¿Hay mayor participación y/o interacción del sector social y
privado en la cultura?, etc.
1.7. CONACULTA Y LAS POLÍTICAS CULTURALES
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
67
El 7 de diciembre de 1988, el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, publicó un
decreto en el Diario Oficial de la Federación en el que se declara la creación del
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Con este decreto Conaculta nace
como un órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Educación
Pública (SEP) sustituyendo así a la Subsecretaría de Cultura.
SUS FUNCIONES
Subsecretaría de Cultura (Funciones hasta 1988)
Subsecretaría de Cultura:
8) Planear y dirigir el funcionamiento de los órganos que le están adscritos.
9) Organizar y dirigir: publicaciones, bibliotecas, derecho de autor, promoción
cultural, culturas populares, T.V. educativa, divulgación y el programa
cultural de las fronteras.
10) Promover el estudio y desarrollo de las culturas populares.
11) Organizar actividades culturales para educandos, jóvenes y profesores.
12) Promover y difundir actividades culturales para los distintos sectores de la
población.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
68
13) Coordinar la operación del INBA, el INAH, Radio Educación y demás
órganos del área.
14) Formular los proyectos de leyes, reglamentos, decretos, acuerdos y
órdenes en asuntos culturales.
CONACULTA (Funciones a partir de 1989)
k. Promover y difundir la cultura y las artes.
l. Ejercer las atribuciones de la SEP en promoción y difusión de las
artes.
m. Coordinar las unidades administrativas pertinentes.
n. Dar congruencia al funcionamiento del Subsector Cultura.
o. Organizar la educación artística, bibliotecas públicas y museos; así
como eventos de carácter cultural.
p. Establecer criterios culturales en la producción de cine, radio,
televisión y editorial.
q. Fomentar las relaciones culturales y artísticas con otros países, en
coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
69
r. Coordinar las tareas referentes a las lenguas y culturas indígenas y
promover las tradiciones y el arte popular.
s. Promover la política editorial del Subsector y proponer directrices
sobre
t. publicaciones y programas educativos y culturales para TV.
Dentro de los motivos que sirven como base para el decreto de creación de
Conaculta se encuentran: los cambios sociales ocurridos en México, la población
mayoritariamente joven y la idea de que al generar una activa política cultural se
podría propiciar el diálogo entre la comunidad artística e intelectual y la sociedad
en general.
Además el Estado asume algunas responsabilidades entre las que se encuentran:
fungir como promotor cultural al incentivar la creación artística, lo anterior en el
entendido de que los creadores tendrán total libertad creadora; alentar y promover
las expresiones culturales que se den en todo el país procurando su preservación
y enriquecimiento.
En pocas palabras el Estado buscará ser un instrumento eficaz para satisfacer las
necesidades de la sociedad mexicana, justamente la desconcentración de
Conaculta obedece a la búsqueda de hacer más eficiente la atención de los
asuntos culturales del país.
Un par de meses después de la creación de Conaculta se crea el Fondo Nacional
para la Cultura y las Artes (Fonca), el discurso oficial dice que “su aparición
obedece a una de las respuestas que ofreció el Gobierno Federal a la comunidad
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
70
artística para construir instancias de apoyo basadas en la colaboración, la claridad
de objetivos, el valor de la cultura para la sociedad y el aprecio de la diversidad de
propuestas y quehaceres artísticos.”
(http://fonca.conaculta.gob.mx/institucional.html consultado el 23 de agosto de
2012).
Desde su creación - el 2 de marzo de 1989- al Fonca le fueron asignadas las
siguientes tareas: apoyar la creación y la producción artística y cultural de calidad;
promover y difundir la cultura; incrementar el acervo cultural, y preservar y
conservar el patrimonio cultural de la nación.
En el discurso no oficial se dice que la creación de Conaculta y Fonca son una
más de las estrategias del estado por generar empatía con la sociedad y reducir el
descontento que tenía gran parte de ella con el entonces nuevo gobierno ya que
es importante recordar que Salinas de Gortari llega al poder en medio de una gran
controversia en las elecciones presidenciales.
Sea por cuestiones estratégicas o por una verdadera preocupación en los temas
culturales, la creación de Conaculta y del Fonca pone de manifiesto la necesidad
de contar con estructuras culturales con mayor autonomía y que fungieran como
punto de encuentro entre la comunidad artística y la sociedad.
Este punto de encuentro debería servir también como depositario de las
necesidades de los tres grupos – estado, comunidad creadora y sociedad- para
que a partir de este espacio se generaran las iniciativas de políticas culturales
necesarias en el país.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
71
Las acciones que se llevaron a cabo durante los primeros años de Conaculta se
basaron en los seis puntos de acción establecidos en el Programa Nacional de
Cultura 1990- 1994, éstos eran:
“I. Preservación y Difusión del Patrimonio Cultural Nacional
II. Aliento a la Creatividad Artística y a la Difusión de las Artes
III. Desarrollo de la Educación y la Investigación en el Campo de la Cultura y las
Artes
IV. Fomento del Libro y la Lectura
V. Preservación y Difusión de las Culturas Populares
VI. Fomento y Difusión de la Cultura a través de los Medios Audiovisuales de
Comunicación” (Tovar y de Teresa Rafael, 1994, p. 8)
Durante los primeros seis años de vida Conaculta tuvo dos presidentes Víctor
Flores Olea y Rafael Tovar y de Teresa.
Flores Olea estuvo al frente de la nueva institución durante los dos primeros años,
según versiones no oficiales su salida de Conaculta se dio por petición expresa de
Octavio Paz, debido a la abierta simpatía que el titular de la dependencia
gubernamental tenía hacia Enrique Florescano y Héctor Aguilar Camín, ambos
fuertes críticos de Paz.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
72
Tovar y de Teresa toma las riendas de Conaculta en 1992, cargo que ocupará
durante ocho años de 1992 a 2000. Se dice que él fue uno de los encargados de
dar cauce a los intereses de Salinas de Gortari y utilizar al patrimonio cultural para
legitimar su poder político a nivel nacional e internacional.
Entre las acciones culturales más importantes del sexenio Salinista se pueden
enunciar las siguientes:
4) En 1990 se comienza con la discusión para otorgarle a la UNAM un canal
cultural, para estas fechas TV UNAM, ya producía seis series a la semana.
5) El 22 de junio de 1993, salió al aire canal 22. Inició con cinco horas de
difusión, para el siguiente año ya tenía ocho horas, con el fin de sexenio de
Salinas en canal 22 había mucha incertidumbre respecto a su futuro, las
opiniones se dividían entre los optimista que decían que el canal seguiría
creciendo hasta los que decían que se fusionaría con canal 11.
6) En el último mes de gobierno del sexenio de Salinas de Gortari se inauguró
el Centro Nacional para la Cultura y las Artes (CENART), su arquitecto fue
Ricardo Legorreta, las principales críticas que se hacían en torno a esta
construcción iban dirigidas a la centralización de la cultura, pero Tovar y de
Teresa decía que con el paso del tiempo habían cosas que se podrían
descentralizar, y usaba como ejemplo la creación de Ciudad Universitaria la
cual con el paso del tiempo logró descentralizar algunos servicios.
En lo económico el presupuesto ejercido por el subsector cultural se incrementó
considerablemente, pasando de $ 362, 517.7 en 1989 a 1’412,091.3 en 1993.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
73
APARICIÓN DEL PROGRAMA NACIONAL DE CULTURA 2007- 2012
Las líneas de acción en torno a las políticas culturales que el gobierno de Felipe
Calderón prometía desarrollar si ganaba la presidencia fueron dadas a conocer un
par de semanas antes de las elecciones. Su entonces equipo de comunicación
repartió un folleto informativo titulado: “Propuestas de políticas públicas en materia
cultural”, estas propuestas tenían como lema: “Cultura para que vivamos mejor”.
(González Rosas Blanca, 2001, p. 66).
El documento estaba dividido en seis rubros, su principal premisa se enfocaba en
la necesidad de vincular los temas culturales en la agenda política del próximo
sexenio; sin embargo, el argumento anterior no fue suficiente para quienes
operaban en el sector cultural, los cuales criticaban el programa propuesto por el
candidato Calderón, decían que las propuestas habían sido planteadas sin un
diagnóstico real del estado de la cultura en el país.
Señalaban que entre los grandes desaciertos se encontraba “el fortalecimiento y
expansión de las políticas de apoyo a la creación a partir de becas otorgadas por
el Fondo Nacional para la cultura y las Artes. Y, entre los puntos más débiles, se
cuenta el posicionamiento de la cultura mexicana en los escenarios globales y el
desarrollo del sector económico de la cultura” (González Rosas Blanca, 2006, p.
84)
De igual manera, durante su campaña presidencial Calderón ofreció incrementar
el presupuesto de cultura al 1% del PIB, sin embargo, una de las primeras
acciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) fue presentar
una propuesta de recorte presupuestal para éste rubro – la reducción fue de 36
millones de pesos, lo que equivale al 2.7% menos que el presupuesto asignado en
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
74
2006: 5 mil 564 millones de pesos, 2007: 5 mil 600 millones 400 mil pesos
(Columba Vértiz de la Fuente, 2006, p. 74)
Unos meses después de asumir el cargo de presidente de la república, Felipe
Calderón Hinojosa presenta un proyecto nombrado “México 2030, Proyecto de
Gran Misión”, el cual decía que en 23 años México lograría ser un país donde no
existiera la desigualdad económica, ni social, un país “en el que existiera una
cultura de respeto y conservación del medio ambiente; una nación plenamente
democrática en donde los gobernantes rindan cuentas claras a los ciudadanos, en
el que los actores políticos trabajen de forma corresponsable y construyan
acuerdos para impulsar el desarrollo permanente del país” (Ibídem) En fin, un
modelo de país para América Latina y el mundo entero.
Según algunas investigaciones periodísticas este plan transexenal fue creado con
la intención de privatizar los sectores estratégicos y los bienes de la nación.
El proyecto “México 2030” también sirvió como punto de partida para desarrollar el
Plan Nacional de Desarrollo, dentro del cual se situó el Programa Nacional de
Cultura 2007-2012, presentado un año después de iniciado el gobierno
calderonista, éste programa buscaba trazar el camino para lograr un objetivo
nacional: que todos los mexicanos tuvieran acceso a la participación y el disfrute
de las manifestaciones artísticas y del patrimonio cultural en el país como parte de
su pleno desarrollo humano.
Se señala la importancia de reconocer a las expresiones culturales como fuentes
de aprendizaje, crecimiento y entretenimiento y como factores indudables de
desarrollo económico y de generación de empleo.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
75
Para lograr este objetivo se establecieron ocho líneas de acción, las cuales se
construyeron a partir de los resultados que se obtuvieron de una consulta pública
en la que participaron integrantes de la comunidad artística, intelectuales,
académicos y miembros de la sociedad civil.
Las líneas de acción para operar el plan fueron las siguientes:
1. Patrimonio y diversidad cultural
2. Infraestructura cultural
3. Promoción cultural nacional e internacional
4. Estímulos públicos a la creación y patrocinio
5. Formación e investigación antropológica, histórica, cultural y artística
6. Esparcimiento cultural y lectura
7. Cultura y turismo
8. Industrias culturales
Según Gerardo Ochoa Sandy- agregado cultural de México en Toronto- con este
programa Conaculta buscaba lograr cinco objetivos específicos:
6) “Promover la igualdad en el acceso y el disfrute de la cultura;
7) ofrecer espacios, bienes y servicios culturales de calidad;
8) favorecer las expresiones de la diversidad cultural como base de unión y
convivencia sociales;
9) ampliar la contribución de la cultura al desarrollo y bienestar sociales, y
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
76
10) impulsar una acción cultural de participación y corresponsabilidad
nacionales” (Revista Este País, México, 2009).
Finalizado el sexenio de Calderón, resulta interesante contrastar algunos de los
objetivos anteriores con datos que Consuelo Sáizar entregó en su último informe
de gobierno.
Se tiene que en el presente sexenio se descentralizó la programación de la
Cineteca Nacional, lo cual se logró con la apertura de sedes en Tijuana,
Hermosillo, Jalisco y Oaxaca. Además en 2011 se comenzó con la digitalización
del Fondo Reservado y Bibliotecas Mexicanas del Siglo XX, durante el primer año
de este proceso se digitalizaron 32, 000 ejemplares, la cifra de este año es de 8,
000 ejemplares más que el año pasado, logrando en los dos primeros años de
este proceso la digitalización de 72,000 ejemplares.
Las nuevas plataformas también fueron utilizadas para tener mayor contacto con
la sociedad y lograr una comunicación más horizontal, en el informe de Sáizar se
destacan la creación de los portales: MÉXICO ES CULTURA y www.arlab.gob.mx,
espacio de participación social para niños y jóvenes.
La apertura de nuevas sedes de la Cineteca es un primer paso en los esfuerzos
por brindar servicios culturales de calidad y un acceso y disfrute igualitario de la
cultura.
Con los portales pasa lo mismo que con la digitalización de los libros. Al poner al
alcance de más personas este tipo de servicios y de bienes se da un primer paso
logra crear en los usuarios un ritual cultural que genera públicos asiduos y que
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
77
necesariamente lleva a la participación de estos en las acciones culturales de su
entorno.
En el mismo informe sexenal, Sáizar mostró que el presupuesto asignando a
Conaculta en el sexenio Calderonista se dividido principalmente en seis vertientes:
1. Infraestructura
2. Diseño: financiero/ estímulos
3. Proyectos: nacional/ internacional
4. Talento: Fonca
5. Pensamiento y Reflexión: Congresos, Discutamos México,
6. Digitalización: Palabra, sonido e imagen
De cada peso asignando a estas vertientes 41 centavos se destinaron a
operación, mientras que 59 centavos a inversión, a inicios de sexenio esta cifra
era casi a la inversa, 75 centavos eran gastados en la operación y apenas 25
centavos en inversión.
Nos parece importante destacar este cambio en la cantidad de presupuesto que
se gasta en la operación e inversión del presupuesto de Conaculta ya que muchas
veces se han hecho críticas a este órgano gubernamental respecto al crecimiento
de la estructura administrativa en comparación con el casi nulo crecimiento de
infraestructura cultural o de inversión en nuevos programas.
Las cifras y datos presentados por la ex titular del Conaculta son parte de lo que
ella denomina el “Proyecto Cultural del Siglo XXI Mexicano” que tiene como fin
lograr “la preservación del legado cultural y artístico de nuestra nación; la decisión
de convertir a México en la plataforma intelectual del español y alcanzar una
profunda vinculación con la sociedad”
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
78
(http://www.conaculta.gob.mx/sala_prensa_detalle.phpid=22918 editado el 15 de
octubre de 2012).
El objetivo que plantea Sáizar en su proyecto cultural no suena mal, sin embargo,
discutir sobre él resulta ocioso ya que se debe ser realista y decir que su tiempo
planteamiento en Conaculta ya concluyó así que lo que queda es hacer un
balance de la situación en la que se deja al órgano gubernamental encargado de
la cultura.
Durante el sexenio pasado, se aprobó la nueva Ley del Libro, y la reforma
constitucional que reconoce el derecho de acceso a la cultura y da poder a los
diputados a legislar en la materia. Además de importantes inversiones en materia
de infraestructura cultural.
Al final la principal crítica que se le puede hacer a la ex titular de Conaculta, se
basa en la falta de un marco jurídico– el cual lleva cuatro sexenios sin ser
resuelto-. Al respecto, Sáizar declaró que: “Hacían falta muchas voluntades
políticas y no las encontramos. pero más allá de una figura legal que se le pueda
dar; hace falta una autonomía financiera porque ahora es un camino complejo,
cuando podría ser directo”
(http://eleconomista.com.mx/entretenimiento/2012/09/10/crecio-inversion-cultura
editado el 15 de octubre de 2012)
Ante esta declaración la pregunta es: ¿En el próximo sexenio se logrará encontrar
esas voluntades políticas de mejora en las políticas culturales en el país?
1.8. ÁREAS PRIORITARIAS DE DESARROLLO CULTURAL EN MÉXICO
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
79
Con la llegada de una nueva administración a Conaculta llegaba también un nuevo
programa de trabajo, el cual servía como base para desarrollar los proyectos de
acción de los próximos seis años.
Si se hace un comparativo de los Programas Nacionales de Cultura que han
regido la vida de este órgano, se pueden encontrar algunos comunes
denominadores. La siguiente comparación sexenal muestra cada uno de los
puntos que conformaron los PNC desde la creación de Conaculta.
PROGRAMAS CULTURALES
CARLOS SALINAS DE GORTARI 1990- 1994
7. Preservación y Difusión del Patrimonio Cultural Nacional
8. Aliento a la Creatividad Artística y a la Difusión de las Artes
9. Desarrollo de la Educación y la Investigación en el Campo de la Cultura y
las Artes
10. Fomento del Libro y la Lectura
11. Preservación y Difusión de las Culturas Populares
12. Fomento y Difusión de la Cultura a través de los Medios Audiovisuales de
Comunicación
ERNESTO ZEDILLO 1994- 2000
7. Preservación, Investigación y Difusión del Patrimonio Cultural
8. Educación e Investigación Artísticas
9. Difusión de la Cultura
10. Cultura en Medios Audiovisuales
11. Fomento del Libro y la Lectura
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
80
12. Estímulo a la Creación Artística
VICENTE FOX 2001- 2006
7. Investigación y conservación del patrimonio cultural
8. Culturas populares e indígenas
9. Patrimonio, desarrollo y turismo
10. Estímulo a la creación artística
11. Educación e investigación en el campo artístico y cultural
12. Difusión cultural
FELIPE CALDERÓN 2007- 2012
7. Patrimonio y diversidad cultural
8. Infraestructura cultural
9. Promoción cultural nacional e internacional
10. Estímulos públicos a la creación y patrocinio
11. Formación e investigación antropológica, histórica, cultural y artística
12. Esparcimiento cultural y lectura
Delo anterior es posible identificar cinco temas que han tenido presencia durante
estos casi veinticinco años de vida de Conaculta, estos son:
6. Investigación y preservación del patrimonio cultural.
7. Formación e investigación en áreas históricas, artísticas y culturales.
8. Fomento a la lectura y al libro.
9. Estímulo a la creación artística.
10. Promoción cultural nacional e internacional.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
81
La presencia constante de estos cinco temas hace suponer dos cosas; primero,
que quienes tienen el control del aparato institucional cultural del país consideran
estos temas de vital importancia para el desarrollo cultural de México; segundo,
que si su presencia ha sido constante, constante también ha sido su avance.
Para conocer que tan ciertas o falsas son estas suposiciones tomaremos como
muestra uno de los cinco indicadores anteriores, lo analizaremos tomando en
cuenta datos cuantitativos y cualitativos.
El tema cuantitativo se verá cubierto con una serie de datos duros que se aportan
a la discusión, sin embargo el tema cualitativo no puede ser cubierto sólo con las
interpretaciones que se hagan de los datos duros; para ello será necesario
acercarse al terreno de lo real, al grupo social que está siendo cuantificado y
afectado.
FOMENTO A LA LECTURA Y EL LIBRO
Como ya se dijo, el tema de fomento a la lectura y el libro ha estado presente en
las políticas públicas de por lo menos los últimos veinticuatro años, lo que lo
convierte en una política de estado, tan importante ha sido que en 2008 se elevó a
rango de Ley el fomento a la lectura y el libro.
También se han hecho importantes inversiones en infraestructura con el fin de
incentivar entre la población el gusto por la lectura.
Todos estos esfuerzos se han hecho porque el Estado considera que: “El
desarrollo humano está estrechamente vinculado con el acceso a la cultura, la
información y el conocimiento, por ello, una mejor calidad de vida incide en el
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
82
bienestar social. El uso pleno de la lectura y la escritura, posibilitan el ejercicio de
la ciudadanía.”(México Lee, Programa de Fomento para el Libro y la Lectura).
Y el ejercicio de la ciudadanía abre un panorama de derechos y obligaciones que
todos los miembros de la sociedad debemos conocer y ejercer para vivir en una
sociedad funcional.
Hasta aquí todo suena muy bien, el Estado se ha dedicado a invertir y legislar en
esta materia, todo para dejar dispuesto un escenario ideal para que la gente lea,
sin embargo esto parece no ser suficiente.
A finales del 2012 se dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de
Lectura 2012, una de las cosas que se buscaban al realizar este estudio era
contrastar los nuevos datos con los obtenidos en 2006; de entre los datos más
representativos se tiene que los mexicanos siguen leyendo casi la misma cantidad
que se leía hace seis años.
En 2006 se leían 2.9 libros al año, seis años después se lee 2.94, incremento más
que insignificativo, lo que sí ha tenido un incremento considerable es el porcentaje
de población que declara que no le gusta leer, en 2006 era del 43.6% y ahora hoy
en día es del 53.8%.
¿Por qué a pesar de todos los recursos invertidos seguimos sin leer?
Para Gabriela Olmos, las acciones emprendidas por el gobierno han sido buenas,
sin embargo cree que es tarea titánica poder dictar políticas públicas que
abarquen una comunidad tan multicultural como la de México.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
83
A esta multiculturalidad se agrega también la complejidad propia de la industria
cultural la cual según Gabriela funciona diferente de las otras: “todas las industrias
son industrias de la demanda, la cultura es una industria de la oferta, de la oferta
se genera más demanda.
¿Cuál es el camino? Ofrecer más libros, ofrecer más cine, si el círculo virtuoso de
ofrecer, ofrecer, ofrecer, se llega a cumplir, llegará el momento de que la gente
consuma cine mexicano, como llegó el momento en que la gente consumió
literatura infantil.” (Gabriela Olmos p 56)
Visto desde esta perspectiva, los recursos invertidos en estos veinticuatro años
que lleva el tema de fomento a la lectura y el libro, en el plano de las políticas
públicas sí han valido la pena, aunque las estadísticas digan lo contrario.
Desde una opinión optimista Gabriela espera se cumpla el círculo virtuoso del que
ella habla y “llegue el momento en que a fuerza de ver libros, la gente diga: ¡a que
interesantes libros, vamos a leerlos! “ (Ibídem). En su experiencia este círculo se
está cumpliendo con el público infantil, (feria del libro infantil y juvenil del
CENART) la esperanza es que estas generaciones que están creciendo con el
hábito de la lectura logren el cambio tan esperado en la adopción de la cultura en
el país.
1.9. EL PAPEL DEL ESTADO
“En México, y puede que el ejemplo sea extensivo a toda Latinoamérica, salvo
Argentina, los intelectuales trabajan para el Estado. El intelectual, por su parte,
puede ser un fervoroso defensor del Estado o un crítico del Estado. Al Estado no
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
84
le importa. El Estado lo alimenta y lo observa en silencio. (Bolaño Roberto, 2008,
p. 161)
En el párrafo anterior, Roberto Bolaño aborda un tema que ha sido punto de
discusión cuando se habla de política cultural. ¿Cuál debiera ser el papel del
Estado en la cultura? ¿Subsidiador, productor, mecenas, mediador o todo lo
anterior?
En un contexto político como el de nuestro país discutir respecto a la dualidad
Estado/Cultura parece sumamente difícil, principalmente porque la política misma
se encuentra en crisis y a esto hay que sumarle que desde siempre se ha visto a
la cultura como un tema de segunda importancia, como un tema accesorio al que
sólo se recurre cuando se necesita de legitimidad política. Paradójicamente es
justo ante una situación de crisis que la cultura – entendida en el sentido amplio
del concepto- debería llegar a rescatar a un país de su crisis.
La historia nos recuerda las escasas veces que la política mexicana a volteado a
ver a la cultura y regularmente cuando lo ha hecho es porque espera un beneficio
de ella, Bolaño lo dice muy bien: “Al Estado no le importa. El Estado lo alimenta y
lo observa en silencio”. Observa en silencio esperando el mejor momento para
utilizar ese accesorio llamado cultura.
En el último informe de actividades culturales del sexenio de Felipe Calderón se
mostraba con orgullo que en el último año de su mandato se logró dar a la cultura
un presupuesto histórico, el más alto en los veinticinco años de vida de Conaculta,
el hecho de que se destine mayor presupuesto a la cultura es sumamente
importante, sin embargo, también es importante saber administrarlo.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
85
En doce años el presupuesto destinado a la cultura se incrementó en 11 mil
millones de pesos, en promedio, menos de diez millones al año, esos doce años
es el mismo tiempo que tuvo de vida la Secretaría de Seguridad Pública, la cual en
tan sólo diez años su presupuesto se incrementó en 30 mil 403 millones de pesos
(casi 600% en doce años). La comparación es tendenciosa, pero inevitable.
Ahora bien, ¿En qué gastó Conaculta los 16, 663 millones de pesos que se le
otorgaron? De acuerdo a los datos, entre los mayores gastos destaca la
construcción de la Ciudad de los Libros y la Ciudad del Cine.
Para la construcción de La ciudad de los libros se gastaron 550 millones de pesos,
y para La ciudad del cine 546 millones, cifras escandalosamente altas en
comparación con el marginal presupuesto destinado al estímulo de pymes.
Estos datos parecen dejar claro el parámetro que se usa para repartir el
presupuesto cultural del país, si se trata de vistosas y grandes construcciones,
¡adelante! una vez más todo parece indicar que la cultura es usada como
accesorio.
No es negativo que se invierta en infraestructura, lo preocupante es que haya
brechas tan grandes entre una y otra área de la cultura. ¿Por qué se apoya con
tan poco a las pymes? Este tema no es cualquier cosa, ya que de entre todos los
sectores que se muestran en el ejemplo anterior, las pymes representan a la
sociedad civil, apoyarla significaría un intento por compartir el poder de decisión,
representaría también mayor pluralidad, representaría un intento de democracia
en la cultura.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
86
Cuando se trata de analizar el apoyo dado a la cultura no es suficiente hacer un
informe cuantitativo diciendo los millones de pesos que se gastaron, lo realmente
importante es conocer cómo se ejerce el presupuesto.
Se necesita conjugar los datos cuantitativos con un análisis cualitativo, se
necesitan crear indicadores para evaluar la pertinencia de los recursos invertidos
tanto económicos como sociales. Estos mismos indicadores servirían para idear y
gestionar políticas culturales integrales y funcionales.
Al respecto Sabina Berman y Lucina Jiménez proponen tomar en cuenta los
siguientes aspectos para estructurar políticas culturales:
10. Objeto de las políticas culturales. ¿Quedarse en los campos tradicionales o
asumir los nuevos fenómenos de la globalización, la migración, la
interculturalidad, el desarrollo científico técnico, los medios y las industrias
culturales?
11. Diversidad vs globalización. Definición de posturas frente a lo nacional, la
diversidad y el contexto internacional. Protección o apertura. Estas
definiciones debieran descansar en diversos niveles de análisis sectoriales.
12. Los circuitos de intervención. Necesitamos una postura pública frente y
sobre el mercado, políticas de apoyo a la producción, distribución y
consumo de la cultura.
13. Los agentes sociales. Supone la definición de reglas del juego para la
intervención de los diferentes sectores en los distintos campos artísticos y
culturales.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
87
14. Los canales de comunicación. Definición respecto a las reglas de acceso,
propiedad y uso de las nuevas tecnologías, los medios de difusión, por
parte de los diferentes agentes sociales.
15. Los públicos. En este punto desempeña un papel fundamental la educación
artística dentro y fuera de la escuela básica. Políticas para fomentar el
interés por el consumo cultural y artístico, investigación y creación de
demanda para productos culturales, políticas de vinculación social,
comunitaria y con escuelas. Formas de participación de espectadores.
16. Sustentabilidad. Fuentes de financiamiento, generación de recursos,
estrategias de gestión y direccionamiento de procesos. Esto abarca la
formación en gestión cultural, la profesionalización de la gestión de
espacios, compañías, centros artísticos y comunitarios.
17. Investigación, información y prospectiva. Existencia de políticas deliberadas
para generar información, analizar el comportamiento de diferentes
sectores.
18. Estructuración administrativa de los procesos culturales. Formas de gestión
y de organización institucional, descentralización, representación, ámbitos
de competencia de iniciativa privada, instituciones y colectivos artísticos,
comunitarios o incluso sindicales.” (Sabina Berman, Lucina Jiménez, 2006,
p. 293).
Los puntos anteriores demuestran que gestionar en el terreno de la política cultural
no es cualquier cosa, no sólo se trata de caer en un nivel de demagogia y dictar
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
88
políticas tomando en cuenta los aspectos más populares o con los que más
podrían lucirse. Es responsabilidad del estado garantizar que las políticas
culturales cumplan con los requisitos mínimos necesarios para que sean
funcionales.
Un proyecto cultural proveniente del Estado, en lo ideal debería incluir acciones
dirigidas a preservar el patrimonio nacional, tanto el material como el inmaterial,
reglamentar las industrias culturales, incentivar la participación de la sociedad – no
sólo como público sino también como productor- establecer procesos de difusión
de la cultura, en fin, crear políticas tomando en cuenta a los públicos, la
sustentabilidad, los canales de comunicación, la investigación, etc.
Ante la cada vez más activa sociedad civil el Estado debería ceder espacios y
comenzar a tomar decisiones compartidas, comenzar a explorar con un rol más
catalizador e ir dejando de lado el papel de proveedor casi monopólico. ¿Cómo?
Con dinero, con gestiones, compartiendo decisiones, compartiendo espacios, no
operando, sí impulsando, así los grupos organizados de la sociedad civil tendrían
acceso al poder al momento de tomar decisiones, lo cual en teoría tendría que
propiciar las condiciones adecuadas para mayor diversidad y una sana
competencia. Si el Estado no comparte el poder de decisión, será muy fácil seguir
utilizando a la cultura como moneda de cambio, como un espacio para legitimarse.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
89
CAPÍTULO II. LA POLÍTICA CULTURAL EN EL ESTADO MEXICANO
La administración de la cultura en el país es una organización muy compleja, ya
que abarca una extensa gama de actividades que van desde la preservación del
patrimonio cultural, las artes, las culturas étnicas y populares, hasta el fomento a
la lectura. Con la finalidad de aclarar estos puntos se aborda dentro del sector
educativo y qué tan conveniente es que se le considere un ámbito separado de
éste, pues hay quienes proponen la creación de una Secretaría de Cultura.
En el nivel institucional, la cultura es parte de las actividades asignadas
legalmente a la Secretaría de Educación Pública, la cual divide los distintos
campos culturales por medio de organismos abocados a realizar funciones
específicas y especializadas aunque en algunos casos se da cierta duplicidad en
funciones; del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el cual dependen el
Instituto Nacional de Bellas Artes y el Instituto Nacional de Antropología e Historia,
mención aparte merece el Instituto Nacional Indigenista que por su importancia
juega un importante papel en el ámbito cultural. Tal situación hace pensar que no
existe una Política Cultural rectora e integral, y cabe cuestionar qué tanto la
especialización alienta la integración de un sistema cultural preocupado por el
desarrollo social, así como que tan conveniente es que la cultura se encuentre
fragmentada dentro de una estructura tan compleja como la SEP. Son
precisamente tales aspectos estructurales los que hacen evidente la falta de
políticas que fortalezcan el desarrollo cultural.
En México, existe una gran cantidad de grupos culturales diversos, que se les
puede identificar ya sea a nivel nacional, local o regional, son grupos étnicos,
rurales y urbanos que cubren una amplia gama; así mismo, son cada vez más los
grupos llamados minoritarios que representan a sectores específicos de la
población, tal es el caso de grupos organizados como los ecologistas,
homosexuales, discapacitados, etc. Se trata de un caleidoscopio donde conviven
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
90
diferentes tradiciones, costumbres y cosmovisiones. Tal diversidad, al mismo
tiempo que otorga riqueza cultural, representa también cierta dificultad, tanto en la
convivencia como para ofrecer en forma equitativa canales de interacción y
comunicación con el gobierno.
Tal diversidad constituye un elemento importante para el sentido de identidad,
como también puede coadyuvar a fortalecer un proyecto de Nación y ser un
aspecto clave en el desarrollo humano integral. El papel de la equidad resulta un
punto de suma importancia para la Política Cultural, ya que debe dejar de
pensarse en una cultura elitista o selectiva, es decir, que se dé un trato especial o
diferencial por parte del gobierno a ciertos sectores, haciendo políticas “para”
ciertos sectores y no “con” ellos. Ante esta situación, el federalismo recobra
fundamental importancia, por ello es necesario realizar un balance nacional en lo
que respecta a la cultura y su vinculación con la educación en el marco del
proceso de Reforma política del Estado.
Ante el cambio en las preferencias electorales en el 2000, se dio un debate por
parte del gobierno de extracción panista, en torno al quehacer cultural, en el cual
se evidenció la necesidad de “transformar el proyecto cultural” con base en cuatro
ejes principales: la descentralización, la transformación integral de la cultura, la
reforma fiscal y de la Constitución política del país. Para la mayoría de los grupos
involucrados los tópicos coincidentes a analizar en este debate y que deben
incluirse en la formulación de la Política Cultural, son los siguientes: legislación
cultural, preservación del patrimonio histórico, incorporación de la educación
artística a la educación básica, el fomento a la lectura, industrias culturales,
estímulos a la creación, descentralización y fortalecimiento a los estados y
municipios, el papel de los medios masivos de comunicación, entre otros.
Una política cultural necesaria para el país, debe plantearse a fondo a partir de un
cuidadoso análisis estructural, legal, administrativo y financiero, es urgente la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
91
necesidad de replantear y proponer modelos conceptuales que marquen la pauta
para una lógica gubernamental distinta, ya que la política cultural no puede
basarse en conceptos como el de “cultura dominante”. Aunque la gravedad de los
problemas actuales es evidente, en México, en vez de sumar esfuerzos para
solucionarlos existen aún serias deficiencias, superadas en otras partes del
mundo, en lo que se refiere a cuestiones administrativas y legales; en ello es
preponderante el papel del Estado y del gobierno, ya que la administración de la
cultura implica mucho más que el simple orden burocrático del aparato estatal
dedicado a la educación, la cultura y el arte, requiere de un esfuerzo conjunto que
esté a la altura de los graves problemas que aquejan al país.
En síntesis, la política cultural puede definirse como “… el conjunto de principios
operativos, de prácticas sociales consientes y deliberadas, de procesos de gestión
administrativa o presupuestaria, de intervención o de no intervención, que deben
servir de base a la acción del Estado tendente a la satisfacción de ciertas
necesidades culturales de la comunidad mediante el empleo óptimo de todos los
recursos materiales y humanos de los que dispone una sociedad determinada en
un momento considerado” (Edwin Harvey R., 1990, p. 25).
2.1. LA EDUCACIÓN Y LA CULTURA
Sobre el delicado tema de una separación al nivel institucional de la cultura con
respecto a la educación, cierto es que la estructuración del sistema educativo por
su complejidad requiere distribuir tareas en organismos que ayuden a una mayor
eficiencia en esta labor, por ello el ámbito cultural reviste primordial importancia
para el Estado y merece autonomía administrativa, política e incluso financiera; sin
embargo, desvincular la formación educativa de la labor cultural conlleva
importantes desventajas.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
92
La cultura en el sistema educativo ha sido insuficientemente incluida en las
reformas estructurales, pues aunque comienzan a incluirse programas de
educación bilingüe para los grupos indígenas, los esfuerzos no son los mínimos
indispensables para generar una política pública orientada a la integración y
reconocimiento multicultural. Todavía es común que desde el ámbito
gubernamental se considere a la cultura en forma restringida como la preservación
de las artes y la conservación de manifestaciones estéticas ligadas a una visión
occidental; y no como el universo que plantea el reconocimiento y la interrelación
de las distintas visiones de mundo, producciones simbólicas, e identidades que
conviven en un mismo ambiente.
En el contexto actual para las democracias occidentales está el reto de generar
cierta gobernabilidad que permita recobrar la confianza en las instituciones; ante el
desarrollo de las industrias culturales, los medios masivos de comunicación y el
avance tecnológico, está también el desafío de incluir a los programas
gubernamentales soluciones de largo plazo en todos sus ámbitos de incidencia,
cada vez son más graves los problemas a enfrentar en el futuro relacionados con
los efectos de las políticas neoliberales. “La misma redefinición del
aprendizaje…supone un cambio paradigmático en el estilo de la educación: de la
memorización a la comprensión, de la incorporación de información a la
discriminación de mensajes, de la adquisición enciclopédica a la adquisición
selectiva, del aprender por aprender a aprender.” (Martín Hopenhayn 2002, p.
299). Ello no sólo con el fin de obedecer a criterios de eficiencia, sino incluso de
sobre vivencia en un panorama que visualiza a futuro graves problemas de
desempleo e iniquidad de oportunidades.
La educación tiene la cualidad de lograr la articulación entre integración cultural,
movilidad social y desarrollo productivo; en una perspectiva cultural, la educación
es la base que permite pensar crítica y conscientemente la realidad, idear nuevos
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
93
proyectos colectivos y aprender a vivir en un mundo en que conviven distintas
formas de relacionarse.
La generalidad ha sido implementar políticas con matices asistencialistas que por
su naturaleza inhiben la participación y la incidencia de los beneficiarios
involucrados, por lo contrario consideran a éstos meros objetos de atención y no
sujetos capaces de generar propuestas. Es necesaria una educación que otorgue
no sólo la capacidad de opción y de elección a los individuos, sino que garantice el
acceso a la diversidad, a la incidencia en el espacio público, la participación en el
terreno político, y la toma de conciencia, así como permita la existencia de las
colectividades que buscan decidir sobre su entorno. “Los conflictos de identidad,
sobre todo cuando la identidad está enraizada en una unidad cultural(o en una
diferencia cultural), y los conflictos entre el consumo de industria audiovisual y la
pedagogía en el aula, son probablemente los materiales más ricos sobre los
cuáles hay que trabajar para ver cómo pueden energizarse las políticas
educacionales con las políticas culturales.” (Ibídem, p. 319).
Es indispensable la vinculación de la labor cultural gubernamental con los planes
de estudio de educación básica, ya que a partir del fomento, sensibilización y toma
de conciencia desde la temprana edad es como puede generarse una importante
transformación de actitudes y valores a nivel social.
Es innegable que las industrias culturales, así como los movimientos migratorios,
tienen un papel preponderante en la formación educativa y la reformación de
identidades; en muchos casos se trata de productos efímeros, fácilmente
consumibles y de acceso masificado lo que representa un dilema para fines
educativos, pues así como pueden representar la oportunidad de que los medios
(audiovisuales, internet) ocupen un papel importante en la formación,
reproducción, transmisión de mensajes educativos, también se corre el riesgo de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
94
caer en lo instantáneo y efímero de la cultura de la imagen que por sí sola no
siempre repercute en una formación sólida.
Ante las deficiencias que puedan existir en la educación formal cabe señalar que
la cultura juega un papel primordial al representar la extensión y el detonador de la
educación informal, realiza una labor insustituible en la formación y sensibilización
de la sociedad. Por ello la cultura es uno de los asuntos prioritarios tanto en el
desarrollo social como en la legitimación de los gobiernos.
2.2. ORGANISMOS GUBERNAMENTALES
2.2.1. ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA DEL SECTOR CULTURA
El organismo superior de educación y cultura en el país es la Secretaría de
Educación Pública (SEP) creada en 1921 y, desde entonces, ha tenido un papel
estratégico en la vida de la nación. Esta Secretaría es una dependencia del Poder
Ejecutivo Federal. Según la legislación vigente (Ley General de Educación, 1993),
son funciones exclusivas de esta autoridad en materia cultural:
1) Fomentar, en coordinación con las demás autoridades competentes del
Ejecutivo Federal, las relaciones de orden cultural con otros países, e
intervenir en la formulación de programas de cooperación internacional en
materia educativa, científica, tecnológica, artística, cultural, de educación
física y deporte;
2) Organizar y desarrollar la educación artística impartida en escuelas e
institutos oficiales;
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
95
3) Patrocinar la realización de congresos, asambleas, reuniones, eventos,
competencias y concursos de carácter científico, técnico, cultural,
educativo y artístico;
4) Fomentar las relaciones culturales con otros países, en colaboración con
la Secretaría de Relaciones Exteriores;
5) Organizar y controlar el registro de la propiedad literaria y artística;
6) Otorgar becas para que estudiantes mexicanos realicen investigaciones y
estudios en el extranjero.
7) Estimular el desarrollo del teatro y organizar concursos para autores y
escenógrafos;
8) Formular el catálogo del patrimonio histórico nacional, así como elaborar y
manejar el catálogo de los monumentos nacionales;
9) Organizar, financiar y administrar museos históricos, arqueológicos,
artísticos, pinacotecas, galerías, procurando la integridad, mantenimiento y
conservación de los tesoros artísticos e históricos del patrimonio cultural;
además de proteger monumentos arqueológicos, objetos históricos,
artísticos, ruinas prehispánicas y coloniales, como también lugares
históricos o de interés por su belleza natural;
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
96
10) Organizar exposiciones artísticas, ferias, certámenes, concursos,
audiciones, representaciones teatrales y exhibiciones cinematográficas de
interés cultural;
11) Orientar las actividades artísticas, culturales, recreativas y deportivas que
realice el sector público federal; y
12) Establecer los criterios educativos y culturales en la producción
cinematográfica, de radio, televisión y en la industria editorial.
En años recientes, los cambios sociales demandan transformaciones en la
estructura del Sector Educativo. Así, una vez que se abren cada vez más nuevos
cauces para la participación y propuestas de la sociedad civil, el quehacer
educativo y cultural ya no es responsabilidad exclusiva del Estado, con todo lo que
ello implica, la política cultural exige ser concebida como un ejercicio plural y
democrático. Las instituciones culturales de los gobiernos locales (estatales y
municipales), se encuentran en coordinación con las instancias federales y
contribuyen de manera esencial al cumplimiento del programa cultural federal.
En el ámbito nacional el país cuenta con “32 institutos, secretarías, consejos o
direcciones de cultura que forman parte de esta lista federal. La mayoría
asumieron el esquema de institutos, salvo los que optaron por la figura de consejo
estatal- Chiapas, Hidalgo, Nayarit, Nuevo León y Querétaro- la de secretaría-
Colima, Jalisco y Puebla- o de dirección de investigación y fomento de la cultura
regional en Sinaloa. En su totalidad dependen directamente de los gobiernos de
cada entidad. Es decir, el CONACULTA procuró que los estados se hiciesen
responsables de su política cultural.” (Gerardo Ochoa Sandy, 2001, p. 48).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
97
El Gobierno Federal diseña y ejecuta su política cultural a través de una Secretaría
de Estado, la SEP, de la cual depende un Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes en calidad de órgano desconcentrado. De éste, a su vez, dependen
numerosas instituciones y organismos, que cubren todos los aspectos del
desarrollo cultural nacional; hasta antes de la creación de CONACULTA por
decreto presidencial, el INBA y el INAH (creados por leyes orgánicas cada uno)
fueron las instituciones rectoras de la política cultural en México, actualmente
enfrentan serios problemas de presupuesto, burocracia y centralismo.
2.2.2. CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES
Se ha cuestionado en distintos foros la creación del Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes, ya que aparece por un decreto presidencial, como un órgano
coordinado y rector de la política cultural, al margen de las leyes orgánicas que
dieron origen al INAH e INBA que cumplieron con esta tarea hasta su creación.
La Secretaría de Educación Pública creó órganos desconcentrados que le están
jerárquicamente subordinados y a los cuales otorga las facultades específicas
para resolver sobre determinada materia o para la prestación de servicios, de esta
manera, desde su creación por decreto presidencial del 6 de diciembre de 1988 el
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, es el órgano administrativo
desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública que ejerce las atribuciones
en materia de promoción y difusión de la cultura y las artes. Las directrices
establecidas para el nuevo órgano fueron coordinar, modernizar y otorgar
coherencia institucional a la multiplicidad de organismos que ejercen funciones de
preservación, promoción, difusión y animación cultural, el cual está estructurado
por las siguientes entidades:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
98
Órganos Desconcentrados:
• INBA Instituto Nacional de Bellas Artes
• INAH Instituto Nacional de Antropología e Historia
• Radio Educación
Órganos Descentralizados:
• Fondo de Cultura Económica
• Instituto Mexicano de Cinematografía
Empresas de Participación Estatal Mayoritaria:
• Centro Cultural y Turístico de Tijuana.
• Educal S.A. de C.V. (cadena de librerías)
• Televisión Metropolitana S.A. de C.V. (Canal 22)
Asociaciones Civiles:
• Centro de Capacitación Cinematográfica (ubicado en el Centro Nacional de
las Artes).
Direcciones Generales:
• Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
• Festival Internacional Cervantino.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
99
• Bibliotecas.
• Publicaciones.
• Culturas Populares.
• Biblioteca de México.
• Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural (en proceso actual de
transformación).
Cinco Centros:
• Centro de la Imagen.
• Centro Cultural Helénico.
• Centro Nacional de las Artes.
• Centro de Capacitación Cinematográfica.
• Centro Cultural Tijuana.
Otras dependencias:
• Sistema Nacional de Fomento Musical.
• Dirección General de Comunicación Social.
Cinco coordinaciones:
• Coordinación Nacional de Desarrollo Cultural
Infantil.
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100
• Coordinación Nacional de Desarrollo Cultural
Regional.
• Coordinación de Asuntos Internacionales.
• Coordinación Nacional de Medios
Audiovisuales.
• Coordinación de Nacional de Animación y Desarrollo Cultural.
Proyectos especiales:
• Programa Cultural Tierra Adentro.
• Coordinación de Proyectos Históricos.
• EDUCAL (sistema de librerías).
• Comisión Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural.
• Auditorio Nacional (administrado por un consejo privado, pero presidido por
el CONACULTA).
• Centro Cultural Oaxaca (en colaboración con el gobierno del estado de
Oaxaca y el Banco Nacional de México, BANAMEX).
Caben destacar dos proyectos fundamentales de la nueva política cultural: el
Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), establecido en 1989, y el
Centro Nacional de las Artes (CNA), inaugurado en noviembre de 1994. Ambos
han sido planteados como parte de un proyecto de reestructuración de la
educación, la investigación, el fomento y la difusión tanto artística como cultural. El
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
101
FONCA ha sido un mecanismo de financiamiento y aplicación directa de recursos
para la creación artística, para la investigación, la difusión artística y cultural. No
solamente estimula la producción individual y de grupos, sino la conservación del
patrimonio del país, bibliotecas, archivos y obras de arte. Se trata de un fondo de
financiamiento para la política cultural que suma no sólo recursos públicos, sino
también privados.
El CNA es parte de una reforma académica de la educación artística profesional, y
ha conjuntado a cinco escuelas profesionales de arte (danza, música, teatro, cine
y artes plásticas) así como cuatro centros de investigación (artes plásticas, danza,
música y teatro).También se cuenta con un Centro Multimedia y con una Biblioteca
de las Artes que resguarda. Para sus tareas de difusión artística, el Centro
Nacional de las Artes dispone de foros como el “Teatro de las Artes”, el Auditorio
"Blas Galindo", y la Galería: "La Esmeralda", entre otros.
Un espacio cultural de gran alcance lo es el Auditorio Nacional, que luego de ser
sujeto a un proceso equipamiento, es operado desde 1994 por un Consejo de
Administración de carácter privado, presidido por el CONACULTA, que asumió
entonces las funciones administrativas que en materia de promoción y difusión de
la cultura y las artes correspondían a la SEP, entre ellas:
a. Coordinar las acciones de las unidades administrativas e instituciones
públicas que desempeñan funciones culturales;
b. Dar congruencia al funcionamiento y asegurar la coordinación de las
entidades paraestatales que realicen funciones de promoción y difusión
para la cultura y las artes, inclusive en los medios radiofónico y televisivo,
que se agrupen en el Subsector Cultura de la Secretaría de Educación
Pública;
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
102
c. Organizar la educación artística, bibliotecas públicas y museos,
exposiciones artísticas, y otros eventos de interés cultural;
d. Establecer criterios culturales en la producción cinematográfica, de radio y
televisión así como la industria editorial;
e. Fomentar las relaciones de orden cultural y artístico con los países
extranjeros, en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores , y
decidir o en su caso opinar sobre el otorgamiento de becas para realizar
investigaciones o estudios en estas materias;
f. Planear, dirigir y coordinar las tareas relacionadas con las lenguas y
culturas indígenas;
g. Fomentar la investigación en estas áreas además de promover las
tradiciones y el arte popular;
h. Diseñar y promover la política editorial del Subsector Cultura y proponer
directrices en relación con las publicaciones y programas educativos y
culturales para la televisión.
Para la realización de sus fines, el CONACULTA cuenta con los recursos
destinados por la SEP a la promoción y difusión de la cultura y las artes, a través
de un presupuesto anual que se incluye dentro del presupuesto general de la SEP.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
103
El CONACULTA está a cargo de un presidente designado por el Presidente de la
República; cuenta con 11 programas sustantivos: Patrimonio Cultural, Cultura en
medios Audiovisuales, Educación e investigación artísticas, Difusión de la cultura,
Fomento al libro y a la lectura, Estímulo a la creación artística, Culturas populares,
Descentralización de bienes y servicios culturales, Cooperación cultural
internacional, Desarrollo cultural infantil, y animación cultural. Estos han
encausado las actividades de los distintos institutos, direcciones y centros del
ámbito cultural.
Uno de los asuntos más urgentes y polémicos es la reforma a la educación
artística, iniciada parcialmente en 1991 por el INBA con la creación del Centro
Nacional de las Artes inaugurado en 1994 por el presidente Carlos Salinas, éste
quedó integrado por el Conservatorio Nacional de Música, Escuelas de danza, de
arte teatral, de artes plásticas “La Esmeralda”, el Centro de Capacitación
Cinematográfica, y Centros de investigación.
En el caso de la educación musical, cabe señalar que tan sólo en el DF hay una
oferta concentrada de la enseñanza musical en el nivel superior, no existe la
especialización de estos centros de enseñanza, los planes de estudio no cumplen
con la labor de capacitar a los músicos, hay deficiencias tanto administrativas
como en el ámbito de la docencia; las escuelas que imparten educación musical
sólo en el Distrito Federal son: el Conservatorio Nacional de Música del INBA, la
escuela Nacional de música de la UNAM, la Escuela Superior de Música, y la
escuela de perfeccionamiento Ollin Yoliztli. El problema común en la formación
artística es la deficiencia de los planes de estudio y de la planta docente, pues
cómo consta en cifras el índice de titulación de estas carreras es muy bajo.
2.2.3. INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
104
La ley orgánica del INAH publicada en 1939 en el Diario Oficial que aún se
encuentra en vigor, dota al instituto de personalidad jurídica y patrimonio propios y
lo adscribe a la SEP. Su funcionamiento se basa en un Consejo Consultivo,
integrado por un director, jefes de departamento y personal técnico.
Por su parte el INAH cuenta con tres fuentes de ingreso anual: el presupuesto
federal, lo que genera el instituto y las aportaciones privadas. Su principal objetivo
es la investigación de la antropología e historia del país, así como tiene
atribuciones en la conservación, restauración y recuperación del patrimonio
cultural arqueológico e histórico; así mismo es de su competencia el difundir y
promover actividades relacionadas con tales fines. Entre las principales funciones
del instituto están:
1. Aplicar, en los términos del art. 3° de la Ley Federal sobre Monumentos y
Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, las leyes, reglamentos,
decretos y acuerdos en las materias de su competencia; así como otorgar
permisos y dirigir las labores de restauración y conservación de los
monumentos en estados y municipios.
2. Proponer a la autoridad competente la expedición de reglamentos que
contengan normas generales y técnicas para la conservación y
restauración, en coordinación con los gobiernos estatales y municipales.
3. Proponer al Secretario de Educación Pública la celebración de acuerdos de
coordinación con las autoridades federales, estatales y municipales, con el
fin de proteger y conservar el patrimonio cultural.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
105
4. Promover, conjuntamente con los gobiernos de los estados y municipios, la
elaboración de manuales y cartillas de protección del patrimonio cultural, en
su ámbito territorial, que adecuen los lineamientos nacionales de
conservación y restauración.
5. Efectuar investigaciones en arqueología, antropología, etnografía, historia y
paleontología; de índole teórica o aplicada, a la solución de problemas del
país, a la conservación y uso social del patrimonio.
6. Realizar exploraciones y excavaciones con fines científicos y de
conservación
7. Identificar, investigar, recuperar, rescatar, proteger, restaurar, habilitar,
vigilar y custodiar en los términos pre-escritos por la Ley de Monumentos,
los respectivos monumentos y zonas, así como los bienes muebles
asociados a ellos.
8. Proponer al ejecutivo federal las declaratorias de zonas y monumentos
arqueológicos e históricos.
9. Investigar, identificar, recuperar y proteger las tradiciones, las historias
orales y los usos como herencia viva de todos los pueblos y grupos del
país.
10. Llevar el registro público de las zonas y monumentos arqueológicos e
históricos y de los restos paleontológicos. (César Olivé Negrete1995).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
106
2.2.4. INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES
La ley de creación del INBA se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 31
de diciembre de 1946, se dota al instituto de personalidad jurídica propia. Su
objetivo es planear, organizar, dirigir y difundir el fomento, cultivo, estímulo,
creación e investigación de las bellas artes y de la educación artística y literaria en
sus diferentes modalidades. Las funciones que se atribuyen son:
• El cultivo, estímulo, creación e investigación de las bellas artes en las
ramas de la música, las artes plásticas, las artes arquitectura.
• Organizar y desarrollar la educación profesional en todas las ramas de las
bellas artes; la educación artística y literaria comprendida en la educación
general que se imparte en los establecimientos de enseñanza preescolar,
primaria, de segunda enseñanza y normal.
• Fomentar la organización y difusión de las bellas artes, inclusive las bellas
letras; por todos los medios posibles y orientada ésta última hacia el público
en general y en especial hacia las clases populares y la población escolar.
• Estudiar y fomentar la televisión aplicada a la realización, en lo conducente,
de las finalidades del instituto.
Las fuentes de ingresos del instituto son el presupuesto asignado, inmuebles y
muebles valiosos derivados de herencias, legados, e ingresos por cuotas y
servicios. El INBA es dirigido por un director y un subdirector general nombrados
por el titular de la SEP, además existe un consejo técnico; es de su competencia
otorgar los premios nacionales de arte y literatura.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
107
De su estructura administrativa dependen: el Conservatorio Nacional de Música, la
Escuela de Danza, la Escuela de Pintura y Escultura, Palacio de Bellas Artes,
Departamento de Música, Departamento de Artes Plásticas y Departamento de
Teatro y Danza.
2.2.5. INSTITUTO NACIONAL INDIGENISTA
Este instituto fue creado en 1948 como filial al Instituto Indigenista Interamericano,
está dotado de personalidad jurídica propia, sus funciones son:
• Investigar los problemas relativos a los núcleos indígenas del país.
• Estudiar las medidas de mejoramiento que requieran esos núcleos.
• Promover ante el ejecutivo federal la aprobación y aplicación de esas
medidas.
• Intervenir en la realización de las medidas aprobadas, coordinando y
dirigiendo la acción de los órganos gubernamentales competentes.
• Fungir como cuerpo consultivo de las instituciones oficiales y privadas en
las materias que son de su competencia.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
108
• Emprender obras de mejoramiento de las comunidades indígenas que le
encomiende el Ejecutivo en coordinación con la Dirección General de
Asuntos Indígenas.
El patrimonio del instituto está conformado por subsidio, ingresos propios, y bienes
recibidos por instituciones públicas o privadas; la dirección del instituto es
nombrada por el presidente de la república. De acuerdo con un decreto publicado
en 1986 en el diario oficial, se establece la inclusión de la participación de las
comunidades por medio de la institución de comités comunitarios de planeación.
Parecería obvio señalar la trascendencia que origino el levantamiento armado del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en la transformación institucional de la
política del reconocimiento de los derechos y cultura indígenas, no lo es cuando se
analiza el largo proceso de negociación y la firma de “Los acuerdos de San
Andrés”. Es evidente que las condiciones de vida poco se modificaron en las
comunidades que son marginadas por el sistema político mexicano; haciendo más
agresivo el tránsito entre modernidad y tradición. El principal problema en el
asunto de los derechos indígenas, es el choque entre la visión de y desde las
comunidades a sus formas de vida y de organización, y el radical contraste con la
visión moderna occidental de la institucionalidad.
El movimiento zapatista representó la oportunidad de reformular la política y la
cultura en México en 1994, cuestionó la política económica y social al estallar con
la entrada en vigor del TLC, con una estrategia basada en el uso de los medios
detonó la participación política y pública de la sociedad civil. Su propuesta apostó
al discurso de la inclusión, pluralidad y diversidad, discurso que posteriormente
sería usado hábilmente por el poder político gubernamental.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
109
2.3. ESTUDIO DEL MARCO LEGAL
En materia de educación de donde se desprenden las disposiciones legales
relacionados con la labor cultural, el derecho de la educación se contiene en
cuatro ordenamientos primarios: la Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal, el Reglamento Interior de la Secretaría de Educación Pública, la Ley
General de Educación y la Ley para la coordinación de la Educación Superior.
(Raúl Ávila Ortiz, 2000, p. 196).
Los diversos aspectos del derecho cultural en México, están predeterminados en
la Ley Orgánica de la Administración Pública, de ahí se desprenden las
disposiciones en materia de derecho educativo, el derecho autoral, de las artes,
del patrimonio cultural, de la promoción cultural popular, la vinculación entre
educación, cultura y medios de comunicación, y también la promoción
bibliotecaria. Existen relacionados al ámbito cultural “…el decreto de creación del
CONACULTA, nueve leyes, cinco reglamentos, 28 decretos, 21 acuerdos y
alrededor de 300 disposiciones con referencias a la cultura y las artes actualmente
existentes.” (Gerardo Ochoa Sandy, op. cit. p. 36).
Desde su creación el CONACULTA asumió las facultades que en su momento
correspondían a la Subsecretaría de Cultura de la SEP, constituyéndose en el
órgano desconcentrado responsable de la coordinación de las distintas
instituciones abocadas a este ámbito; sin embargo, resulta complejo coordinar una
estructura en la que en algunos casos dos o más instituciones tienen
competencias en un mismo tema, tal es el caso del patrimonio cultural por citar un
ejemplo, así mismo lo que otorga más confusión es el respeto a las disposiciones
legales que en ciertos asuntos están dispersas en distintas instituciones; es decir
no existe una articulación que haga posible una cabal atención a las distintas
exigencias del sector.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
110
La “Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos”
promulgada en 1972, otorgó al INAH la protección del patrimonio del período
prehispánico al siglo XIX y al INBA el del siglo XX. Ambas instituciones fueron las
ejecutoras de la política cultural antes de la creación del CONACULTA.
Por su naturaleza jurídica el INAH y el INBA, establecidos mediante procesos
legislativos conforme a leyes de creación publicadas en el diario oficial, el primero
en 1939 y el segundo en 1946, pueden ser considerados como órganos
desconcentrados, aun cuando en el orden jurídico mexicano se reconoce la figura
de órgano desconcentrado hasta la promulgación de la “Ley Orgánica de la
Administración Pública Federal” en 1976. Resulta contradictorio que teniendo el
carácter de organismos desconcentrados se les subordine a las funciones de una
coordinación como lo es el CONACULTA, ya que puede considerarse que las tres
instancias tienen el mismo nivel jerárquico; así mismo, debido a que ambas
instituciones cuentan con personalidad jurídica y patrimonio propio, podrían
considerarse como organismos descentralizados.
Con respecto al patrimonio cultural hay tres instancias que por sus competencias
generan cierta confusión en sus funciones: la Dirección general de sitios y
monumentos del patrimonio cultural del CONACULTA, la Coordinación nacional de
monumentos históricos del INAH responsable de realizar la catalogación del
patrimonio a nivel federal, y la Comisión nacional para la preservación del
patrimonio cultural CONACULTA abocada principalmente a la restauración; es
decir, los tres organismos realizan labores similares, que en algunas ocasiones, es
difícil identificar las competencias de cada instancia lo que genera confusión y en
cierta forma duplicación de funciones.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
111
Un aspecto imprescindible en relación a la legislación no sólo en el ámbito cultural
sino en muchas de las disposiciones legales del país, es el de la ejecución,
muchas veces por no existir una disposición formal en torno al cómo hacer
respetar la ley, ésta no se cumple, por ello la reglamentación es una de las
materias en que debiera estar ocupado el poder legislativo. Cabe mencionar, que
de acuerdo a lo dispuesto en sus leyes internas las universidades y centros de
educación superior, realizan una importante labor en materia de formación y
difusión cultural.
Un tema pendiente y urgente en torno a lo que se necesita legislar, es el derecho,
reconocimiento y respeto de las minorías; uno de los problemas que enfrenta la
democracia es que de acuerdo con la tradición liberal el reconocimiento de
derechos de los individuos se privilegia sobre el de las colectividades, en la
actualidad es urgente la incorporación de elementos que alienten el respeto a los
derechos humanos de migrantes, minorías étnicas, comunidades urbanas, y
grupos caracterizados por sus peculiaridades y diferencias.
En el contexto de globalización un tema también pendiente es el dotar a los
migrantes de ciudadanía plena, la delantera en este sentido la tiene la Unión
Europea con su política de reconocimiento de la ciudadanía en todos los países
miembros, aunque la situación es más compleja por las cuestiones políticas en
América Latina urgen medidas que eviten la violación de los derechos humanos de
los migrantes.
Hay una amplia gama de temas vinculados a la legislación en materia cultural, y
que implican análisis muy complejos, algunos ejemplos por mencionar son la
inversión en el desarrollo científico y técnico, el turismo cultural, las reformas al
sistema educativo, y el uso de los recursos emanados de la cultura. Sin duda, las
reformas legales y la adecuación del marco vigente, son las labores pendientes
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
112
que plantean el reto de otorgar ciertos criterios básicos en el ordenamiento del
ámbito cultural.
2.3.1. PATRIMONIO CULTURAL
El patrimonio cultural, se convierte en un tema de arduo análisis pues no sólo se
trata del patrimonio tangible: arqueológico, histórico y artístico, sino que también la
UNESCO ha intensificado el debate sobre lo aún no legislado que se conoce como
patrimonio intangible: documental, archivístico, música, conocimientos, dialectos,
danzas, es decir, falta reconocer y entender al patrimonio en un sentido más
amplio como todo aquello que aporta a una comunidad un sentido de pertenencia.
“El patrimonio cultural no es algo cerrado, sino abierto a redefiniciones,
interpretaciones y usos: sirve para reinventar, a partir de la memoria colectiva, las
formas plurales de vivir comunitariamente. Por eso, el patrimonio interactúa con la
urbanización, el desarrollo industrial, los medios masivos y el turismo. (Así)… se
plantea la necesidad de establecer quién decide qué conservar y según qué
criterios.” (Néstor García Canclini. 2002, p. 24).
Se requiere de un amplio esfuerzo de coordinación no sólo entre las distintas
instituciones vinculadas al tema sino entre las entidades federativas y los
municipios, así como de importantes recursos.
En el caso del patrimonio intangible danza, música, festividades, ritos,
cosmogonía, hay casos en que más que intervención lo que persiguen estas
prácticas son la identificación, reconocimiento, registro etnográfico, seguimiento,
divulgación y apoyo pues son elementos que fortalecen la identidad y reproducen
valores. Es importante destacar que el patrimonio en sí es un elemento
fundamental para la consolidación de la identidad colectiva, lo cual conduce a un
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
113
dilema pues tradicionalmente la legislación en esta materia atiende a una lógica
correctiva de omisiones, de conservación y de rescate, más que en razón de
fomentar una visión amplia e integral de su función social.
El reto de administrar el patrimonio cultural en México, es de gran complejidad
pues implica conservar y preservar innumerables monumentos históricos. Según
el Plan Nacional de Catalogación de Monumentos Históricos en 1997 existían 103
mil 876 monumentos históricos en el país, de los cuales entre 1989 y 1994 hubo
105 monumentos abiertos al público es decir, 0.1% del total. En el DF se supone
la existencia de 7 853 monumentos históricos, de los cuales están catalogados 3
133, el 39.8%. (Gerardo Ochoa Sandy, op. cit., p. 48). La conservación sólo tiene
sentido en la medida en que la gente, es decir, los beneficiarios tengan acceso a
los bienes culturales y al desarrollo de su creatividad como patrimonio vivo y
actual, así como se logre el mejoramiento de sus condiciones de vida, de ahí la
función social del patrimonio cultural, “… el patrimonio está constituido tanto por lo
que representa en términos simbólicos para la sociedad, como por lo que
potencialmente puede representar en la medida en que ésta se interese en
restituir o rescatar el agregado simbólico que el propio patrimonio tuvo para los
hombres del pasado.” (Lourdes Arizpe, op. cit., p.220).
Es indudable que uno de los serios problemas que enfrenta el patrimonio cultural
en las ciudades son los procesos de urbanización, pues raramente se considera
en la planeación urbana las repercusiones sociales y culturales de la falta de
consideración de las prácticas colectivas arraigadas en las comunidades.
En el caso de los diversos sitios arqueológicos del país un denominador frecuente
es también la marginación de las comunidades arraigadas en estos lugares ya que
no reciben beneficio directo traducido en servicios y el mejoramiento de su calidad
de vida, ejemplo de ello son los eventos como el de la Cumbre Tajín que desde el
2000, apoyado por el gobierno estatal, generó la atracción del turismo extranjero
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
114
principalmente; es impostergable la inclusión de las comunidades de origen ya que
de no ser así, los beneficios económicos del patrimonio quedarían en una falacia
al propiciar solamente un nivel de vida más caro y el deterioro ambiental de estos
lugares, y los únicos beneficiados son aquellos que lucran con el uso y explotación
turística del patrimonio cultural.
De por sí es evidente que un problema mayor sobre el que se tiene poco éxito en
su solución es el saqueo de piezas arqueológicas, problema poco atendido por las
instancias correspondientes pues obviamente la búsqueda de recursos se ha
convertido en la labor urgente para atender las zonas reconocidas.
Indudablemente, desde el gobierno aún prevalece“… la comprensión del
patrimonio… [Que]…obedece todavía a una visión única, dominada por criterios
estéticos e históricos. Una visión que privilegia la élite, lo masculino, y lo
monumental más que lo doméstico, concede más atención a lo escrito que a lo
oral, y respeta lo ceremonial, lo sagrado más que lo cotidiano o lo profano.”
(Informe de la comisión de Cultura y desarrollo, 1997, p. 119).
2.4. LOS ASUNTOS EN EL ACONTECER DE LA AGENDA DE LA POLÍTICA
CULTURAL
La intención de exponer los puntos más sensibles en la construcción de una
agenda de gobierno es con el fin de ubicar problemas vigentes que no cuentan
con alternativas de solución o al menos estas son insuficientes, la breve
exposición que a continuación se hace no pretende ser exhaustiva ni excluyente,
se trata sólo de elementos para la reflexión.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
115
La construcción de una agenda para la política cultural en México, implica un
amplio análisis del sector, así como asumir nuevos retos que impone el contexto
internacional, a fin de consolidar una visión integral del ámbito cultural. Así mismo,
requiere del concurso de diversos actores, para lo cual el Estado debe en primer
instancia definir claramente los objetivos que persigue su proyecto cultural, no sólo
en un puñado de buenos deseos, es decir, es imprescindible el establecimiento de
mecanismo claros y concretos que coadyuven al desarrollo social, cultural y al
respeto a la diversidad. La reforma al sector cultura no se agota en los cambios
estructurales o a las instituciones existentes, sino que implica considerar las
conveniencias o inconveniencias del actual planteamiento conceptual de los
programas sustantivos.
La administración de la cultura implica mucho más que el simple orden burocrático
del aparato estatal dedicado a la educación y la cultura, requiere de un esfuerzo
que esté a la altura de los graves problemas que aquejan al país; que deje de
planearse de acuerdo a “tiempos políticos electorales”, y se busque la incidencia
de proyectos a largo plazo donde lo permanente sea la consolidación de acciones
certeras.
Como política pública, no hay una clara postura por parte de los gobiernos, sobre
si la política cultural es una política asistencial o de inversión, si es un subsidio o
un financiamiento, si se trata de una política de coyuntura o implica un plan a largo
plazo, de hecho se ha considerado que la cultura no es prioritaria en los asuntos
de gobierno; es común que cada nueva administración plantee qué cultura apoyar
a partir de una visión clientelar, así, se da preferencia ya sea a las bellas artes o la
cultura popular, a difundir y crear o si se propone articular procesos sociales, si
prevalece el apoyo a la tradición o al cambio. Es urgente como principio primordial
que la labor cultural recobre sentido como una política capaz de impulsar el
desarrollo social.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
116
Un principio fundamental para que una política cultural sea legítima y viable es la
incorporación en su definición de la participación de los distintos grupos a los que
está destinada, con el fin de formular propuestas conjuntas, y reconocer los tipos
de organización y representación de los distintos sectores ya que sólo desde las
distintas disciplinas artísticas, identidades, y manifestaciones culturales, es posible
identificar las fallas, omisiones, propuestas y alternativas que precisen las
necesidades del sector.
La duplicación de funciones y esfuerzos muestra la falta de articulación de
proyectos culturales en la actual política gubernamental, lo que refleja una política
carente de orden y coherencia en sus objetivos. Es imprescindible contar con
proyectos que posean continuidad, a fin de impulsar una labor formativa educativa
a largo plazo en la sociedad. Cada uno de los distintos organismos como las
industrias culturales, instituciones gubernamentales, organismos no
gubernamentales, promotores independientes, etc., realizan cada cual por su lado
gestión en este terreno a fin de generar, difundir y ofertar cultura, usando sus
propios medios y en muchos casos duplicando funciones, lo cual más que
beneficiar la labor cultural frena sus resultados, aunque es cierto que los recursos
nunca serán suficientes en un ámbito de esta envergadura, también es cierto que
la cantidad no es sinónimo de calidad.
Los principios del acceso, participación y disfrute de la cultura están implícitos en
los distintos temas del derecho cultural; sin embargo, aún con la amplia legislación
en la materia, no se cumple a cabalidad con tal principio, tal vez sea necesario
priorizar el apoyo a los proyecto micros, es decir que se regule, y reglamente la
legislación de manera que procure la incidencia en lo cercano a las comunidades
e individuos a fin de lograr una mejor percepción de lo realizado en la sociedad.
No hay cifras claras de la relación costo acceso de las actividades culturales, la
importancia de contar con análisis de públicos y actividades culturales es
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
117
elemental pues ayuda a identificar los recursos públicos y privados empleados, los
beneficiarios reales, la derrama económica que generan estas actividades, la
ampliación de públicos y sobre todo la posibilidad de ampliar el acceso al común
de la población. El contar con resultados verificables, es decir con estadísticas
confiables sobre la actividad cultural ayuda a definir y corregir elementos de la
política cultural. La evaluación, diagnósticos, e indicadores confiables son una
asignatura pendiente, no hay suficientes instituciones e investigadores
especializados en el área de estudios culturales.
Existe una preocupante relación entre capacidad de la infraestructura cultural y los
contenidos y servicio ofrecidos, tal es el dilema de la cantidad y la calidad de los
servicios, en un medio donde muchas veces son subutilizados los inmuebles. En
este sentido, descentralizar implica generar condiciones desde los estados para el
mejoramiento de la infraestructura y oferta cultural, para que de forma permanente
se impulse la creación cultural desde los lugares de origen, descentralizar no
significa llevar conciertos, presentaciones o temporadas que finalmente dejan un
impacto efímero en la audiencia, significa generar condiciones desde los estados
que aseguren el desarrollo cultural y garanticen un adecuado equipamiento de
centros culturales.
Con el auge y buen resultado de la expansión de los museos comunitarios, la
labor de la gestión museística demostró que va más allá de lo meramente técnico
y estético, tiene una beneficio social y ha demostrado que un museo sirve como
registro y expresión pública de la identidad de un pueblo o cultura; uno de los
atributos de la función de los museos, es que definen por medio de la expresión de
un sistema de valores lo que es y lo que no es importante difundir, así, tienen la
habilidad de construir o destruir tradiciones, historias y valores. No sólo se
requiere de un museógrafo especialista en la definición de una exposición, pues
se trata de definir un discurso en el que es importante una visión multidisciplinaria
con conocimientos en ciencias sociales, historia incluyendo la participación de las
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
118
comunidades, pues su intervención en la recuperación y revaloración de su
historia, genera una dinámica que sin duda repercute en el ámbito formativo y
educativo.
Es indispensable la profesionalización de servidores públicos de la cultura,
especialistas que demuestren que la administración en este ámbito implica más
que contar con conocimientos administrativos, hay una importante diferencia entre
lo que es la creación cultural y la administración de las instituciones culturales, por
ello al frente éstas para lograr su mejor gestión y eficacia se requieren
administradores y no creadores que la mayoría de las veces terminan
favoreciendo sólo a su propio gremio.
La profesionalización del servicio público en el ámbito cultural, implica a la par
rectificar las limitaciones de carácter administrativo que se viven en el sector, tal
es el caso de los rigurosos procedimientos para realizar algunas labores, como:
los ejercicios presupuestales que en muchas ocasiones no tienen vinculación con
el desarrollo de los procesos culturales; el personal desmotivado por las inercias
de los sistemas de ascenso, cuotas sindicales, personal de confianza, la
inexperiencia en el campo de los titulares de cultura en los distintos niveles de
gobierno, los procesos de selección de personal con base en perfiles
profesionales independientemente de compadrazgos o amistades. La credibilidad
gubernamental se dará a partir del cumplimiento de las expectativas ciudadanas,
es decir, desde el logro de resultados.
Actualmente debido a la incursión de empresas e industrias en el ámbito cultural
se comercializa mucho la fórmula de ofertar actividades culturales en forma de
espectáculos lo cual tiene sus ventajas y cuestionamientos pues por un lado este
método puede significar la ampliación y formación de públicos que potencialmente
pueden ser asiduos a actividades culturales; sin embargo, se corre el riesgo de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
119
convertirse en ofertas espontáneas y efímeras cuyo objetivo principal es el lucro
que no dejan impacto en procesos sociales de largo plazo.
La migración es un proceso social que incide en la transformación de las
relaciones sociales y en el ámbito intercultural, representa una opción en la
búsqueda del mejoramiento de las condiciones de vida; tiene consecuencias
económicas, políticas, culturales y sociales. Pensar la cultura solamente en
relación con la nación, dadas las condiciones actuales que hacen evidente la
existencia de cuestiones interculturales ligadas al contexto de la globalidad, resulta
insuficiente para favorecer la redefinición de las políticas culturales; así mismo, la
experiencia de mirar y adoptar modelos exteriores para México ha dejado de lado
por mucho tiempo la inclusión de temas muy importantes para la cultura, que
tienen una lógica interna propia.
Sin duda un punto muy sensible en el contexto global se refiere al fenómeno de
las migraciones en México desde hace varias décadas, representa un tema central
en la agenda política y diplomática con Estados Unidos principalmente. Ante la
falta de oportunidades y el deterioro del apoyo a las poblaciones rurales
vinculadas con el campo, la alternativa es migrar en busca de mejoría en las
condiciones de vida, actualmente la población mexicana en Estados Unidos (así
como los inmigrantes de Latinoamérica) ha conquistado espacios importantes en
ese país. Esta situación plantea nuevos escenarios y retos en el ámbito cultural
pues se trata de comunidades que no se desvinculan de sus comunidades de
origen, antes bien amplían su pertenencia e incorporan elemento de otra cultura a
la propia.
La iniciativa del ejecutivo federal de gravar con IVA todo lo relacionado a la cultura
como los libros, significa que desde el gobierno un bien cultural como la
producción literaria se catalogue como un producto más del mercado, en vez de
encaminar esfuerzos al fomento de la lectura y en cambio se reacciona en un
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
120
sentido contrario; si bien es cierto que se requiere una mayor captación de
recursos también lo es que de fondo está la urgencia de una reforma fiscal integral
por lo que tal medida resulta incoherente.
2.5. DISYUNTIVAS EN UN CONTEXTO GLOBAL
La globalización plantea el reto de gobernar la incertidumbre, ante el desarrollo
desmedido de las industrias culturales y los medios masivos de comunicación, el
fenómeno de la homogeneidad en las conductas y ofertas culturales propicia cada
vez más la masificación e industrialización de la producción cultural, a lo que los
receptores o consumidores en muchas ocasiones juegan un papel pasivo y
consumista.
Las industrias culturales fueron definidas por T. Adorno en 1974 como los
aparatos económicos dedicados a la producción, distribución comercial y
comunicación masiva de las creaciones culturales, así como de la información y
entretenimiento, que también son cultura en un sentido amplio. Estas adquieren
rasgos que distinguen a las industrias: estandarización, división del trabajo y
consumo de masas. En este terreno hay una labor pendiente por medio de los
gobiernos pues la lógica mercantil invade en forma desmedida ámbitos de
competencia del Estado como el educativo.
Hay una nutrido debate entre multiculturalismo e interculturalismo, al primero se le
asocia con una gestión interna de la diversidad cultural la cual sin duda
establecerá en el fondo cómo se determinará la identidad cultural en el contexto
actual, el segundo se le relaciona con una dinámica de intercambios entre
sociedades abiertas y examina los procesos de intercambio entre culturas
singulares de rasgos particulares.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
121
Es claro que la cultura en su más amplio sentido se reproduce con apoyo, o sin
apoyo o en contra del Estado, tiene su propia dinámica, tiempos y conocimientos
que dependen sólo de los grupos sociales que la practican, es así como perduran
tradiciones, costumbres, usos y valores; la cultura no se adquiere naturalmente
sino que se aprende, transmite y desarrolla, no de forma consciente, son formas
de convivencia y desarrollo entre el hombre y la naturaleza, así como entre los
hombres mismos. La política cultural en este sentido tiene la cualidad de
coadyuvar a la estabilidad social y política, así como su objetivo primordial es
mejorar las condiciones de vida, por ello es indispensable considerar que el
fomento, difusión y recuperación de la cultura son tareas permanentes.
El sistema de “usos y costumbres” que prevalece en las comunidades étnicas ante
la ausencia e ineficacia del Estado de Derecho, es una materia pendiente en la
revisión del marco jurídico de los derechos culturales, el reconocimiento de otras
cosmovisiones implica el respeto del interés legítimo de otras culturas como las
indígenas, de acceder a mejores condiciones de vida; sus procesos no deben
ceñirse a lo que desde el gobierno se entiende como “su” cultura, en la cual
prevalece erróneamente una postura mesiánica al imponer una lógica de
protección, preservación, y rescate, en tales manifestaciones culturales, cuando
éstas también se transforman y cambian en la misma medida que en las mayorías.
“Hoy en día ser moderno significa tener acceso a los circuitos industriales del
comercio, las finanzas, las inmobiliarias y la industria turística. Ser marginal hoy
significa ser nacional, regional, local. Las élites internacionales son las que hacen
la historia; los marginales son los objetos de ésta: objetos de explotación.” (James
Petras, 1993, p. 208).
Desde la sociedad civil se generan órganos alternos a la vía institucional que
surgen del desencanto ante partidos y gobierno; son organizaciones formadas con
fines específicos, no abarcan mucho y por ello su campo de acción es reducido
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
122
pero efectivo, hay innumerables asociaciones conocidas como organizaciones no
gubernamentales, aunque en ocasiones su labor es más efectiva que el gobierno,
no pueden sustituir a éste pues hay principios que rigen a un Estado y que sólo él
puede salvaguardar.
Un factor común en las ciudades es el acelerado proceso de urbanización sin una
planeación integral, frecuentemente las decisiones gubernamentales al respecto
generan conflictos en lo local y en las comunidades que no son tomadas en
cuenta y quedan excluidas en su participación, esta situación se hace más severa
en un contexto en el que se privilegian los intereses económicos. “El movimiento
de mundialización no significa la negación de las culturas locales o nacionales. En
este sentido, tal vez fuese interesante distinguir entre los términos global y
mundial. Hay en la idea de globalización, una connotación que nos sugiere una
cierta uniformidad.
Cuando hablamos de una economía global, nos referimos a una estructura única
subyacente a toda cualesquier economía…Una cultura mundial no implica el
aniquilamiento de las partes. Ella debe cohabitar con una variedad de
manifestaciones culturales la aparición de procesos mundiales engendra una
nueva situación cultural en la cual las partes ya no se relacionan más entre sí
como antes, pues se encuentran articuladas a una totalidad distinta. En el mundo
se redefine los trazos particulares.” (Renato Ortiz, 1994).
2.6. EL PROYECTO NACIONAL
Es evidente que el discurso nacionalista ya no es capaz de dar soporte,
justificación y explicación a los actos de gobierno; la participación de las minorías
demuestra que la globalización es más un proceso de imposición que de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
123
convergencia, pues desde lo local y comunitario se han emprendido luchas por el
respeto a la diferencia que en ocasiones desembocan en graves conflictos
minoritarios y étnicos. “La pluralidad del mundo contemporáneo no es simétrica;
en verdad, tiene poco de democrática. Primero, porque la modernidad-mundo es
marcadamente occidental, colocando de inmediato un problema. ¿En qué medida,
otras tradiciones no occidentales, deben ajustarse a ella? Más podemos aún
preguntarnos sobre el sentido de esta mundialización (Ibídem, p. 178).
Un punto de suma importancia para el Estado liberal es que la democracia
funciona desde los individuos, es decir la participación y decisión se agota en el
voto, y se excluye a los conjuntos sociales, a las colectividades; si de pronto una
“mayoría” decide algo contrario a una minoría organizada la lógica democrática
respeta tal decisión sin importar los rasgos distintivos y vínculos de identidad de
las comunidades minoritarias. La democracia liberal pone en entre dicho los
principios del respeto a la diversidad, la pluralidad y el multiculturalismo. Así
mismo, un Estado que no puede erradicar la impunidad no puede establecer la
democracia, este es uno de los puntos más sensibles en la sociedad mexicana
actual, pues hacen falta los actos que reflejen una ofensiva a la impunidad y
corrupción.
Si bien es cierto que el discurso nacionalista muestra cada vez menos legitimidad,
debido a que por diversas luchas se evidencia la importancia del reconocimiento
de la diversidad y la pluralidad, cabe señalar que “…una cultura social es una
cultura territorialmente concentrada, centrada en un idioma compartido que se
utiliza en una amplia gama de instituciones sociales, tanto en la vida pública como
en la vida privada … la participación en esas culturas sociales proporciona acceso
a formas significativas de vida a lo largo de toda la gama de actividades humanas,
incluida la actividad social, educativa, religiosa, recreativa y económica, abarcando
tanto la esfera pública como la privada.” (Will Kymlicka, 1999, p.132). Por ello la
consideración y pertenencia a una cultura común en el contexto estatal, ayuda a
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
124
los estados modernos a fincar valores comunes y solidaridad al interior de una
país; lo cual representa un dilema que tiene que conciliar el Estado moderno al
fomentar la integración en una cultura común pues es esencial para la equidad
social y la cohesión política de los estados.
Sin embargo es natural la resistencia a la integración por parte de grupos
minoritarios que cuentan con idioma, identidad e instituciones propias; los casos
más graves se relacionan con los movimientos separatistas que luchan por una
independencia total de los estados nación a que pertenecen, para las democracias
occidentales que cuentan con diversos grupos étnicos como en nuestro país, la
alternativa es lograr la convivencia, respeto, equidad e interrelación con los grupos
que tienen una cosmovisión distinta. Ante los problemas que aquejan al país, es
urgente la búsqueda de conceptos y prácticas renovados y distintos, que tomen en
cuenta a los grupos minoritarios, integrándolos al proyecto nacional, el respeto del
pluralismo étnico, cultural y religioso debe concretarse en fórmulas que consideren
la autonomía nacional cultural de las personas, la autonomía territorial y local, así
como cierta distribución jurídico política del poder entre los diversos grupos étnicos
sólo así podrá lograrse el desarrollo en todos los ámbitos estatales. El discurso
identitario que pugna por el respeto a la diferencia tiene un claro mensaje político,
desafía al Estado nacional.
Hay una labor pendiente en la consolidación de planeación de proyectos a largo
plazo, que den continuidad a la labor cultural independientemente de los cambios
sexenales, es común que la “política cultural” obedezca más a criterios personales
del funcionario en turno, así, se apoya desde la difusión del cine, tal música o
lectura según se considere prioritario, el criterio cultural en muchas ocasiones se
da por cuestiones ajenas a la dinámica propia de las expresiones culturales; es
imprescindible considerar la cultura desde una política ligada a las visones,
realidades, y necesidades a nivel nacional, local y comunitario, que tome en
cuenta los intereses populares y minoritarios.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
125
En la consolidación de un proyecto nacional falta aún mucho camino por recorrer
pues la historia de México se caracteriza por basar su proyecto nacional en
coyunturas económicas, sociales y políticas, hace falta un ejercicio a conciencia
de las necesidades y el potencial que tiene el país para enfrentar los retos futuros,
la reforma política del Estado en el tema de la cultura es una propuesta que se
encuentra congelada desde hace tiempo y ya no es posible postergar.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
126
CAPÍTULO III. LA POLÍTICA CULTURAL EN MÉXICO Y SU RELACIÓN A
NIVEL INTERNACIONAL.
En este capítulo, definiremos nuestra concepción de las Políticas Culturales y su
relación de estas a nivel internacional para conocer a qué y a quién van dirigidas,
así mismo analizaremos como son desarrolladas a partir de la consideración de
varios factores que las condicionan (economía, política, etc.). De esta manera, se
podrá observar de forma general su situación, considerando el actual contexto
global donde impera la apertura de mercados y se hace necesaria la protección, el
fomento y el desarrollo de la cultura, ya que esta última enfrenta no sólo la pugna
por su reconocimiento y consideración, sino por su eficaz inmersión en los planes
de desarrollo de los diversos sistemas político-sociales en el entorno internacional.
En este plano general, se considera que la principal vía para lograr un mejor
aprovechamiento de lo cultural en una nueva dimensión del desarrollo es con la
formulación de eficaces políticas culturales como mediadoras de la nueva relación
cultura – globalización que contemplan tanto a nuevos como tradicionales actores
culturales, las esferas públicas y privadas, las necesidades sociales, y que
además procuren la promoción, distribución y uso de la cultura, por nombrar
algunos de los atributos necesarios a ser regulados por estas políticas públicas.
Asimismo, una vez esbozado anteriormente el concepto de “políticas culturales”,
también se llevará a cabo el análisis de algunas Conferencias Internacionales
(sobre políticas culturales regionales y mundiales), las cuales nos permitirán
entender la importancia que ha ido adquiriendo el estudio e investigación sobre las
políticas públicas en esta materia.
La revisión de dichos foros intencionales permitirá observar la evolución del
proceso de formulación de políticas encaminadas a preservar, satisfacer y difundir
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
127
las necesidades culturales de la sociedad en que dichas políticas se desarrollan,
así como también detectar los alcances y limites que se han tenido a nivel
nacional en el mismo ámbito.
También se analizará la conformación de algunos Acuerdos y Organizaciones
como la Organización de Estados Americanos (OEA) que también resultan
fundamental para el establecimiento de políticas culturales a nivel regional, y que
también nos permitirán vislumbrar el comportamiento que han tomado los poderes
públicos a nivel nacional, sobre todo para comprobar si la disposición de los
países miembros de las Conferencias y Organizaciones Intergubernamentales al
formar parte de éstas, es la misma que han tenido para el establecimiento de
políticas y prácticas culturales a nivel nacional, específicamente en el caso de
México.
Todo esto con la finalidad de establecer políticas culturales a nivel mundial, como
lineamiento a seguir por parte de los Estados, para una mejor determinación y
aplicación de políticas culturales nacionales y locales, que contribuyen
significativamente al desarrollo humano y económico a nivel nacional.
3.1. LA POLÍTICA CULTURAL MEXICANA
La cultura y la política son expresiones propias de la humanidad que suelen ser
consideradas contrarias entre sí. Por un lado la política mantiene una naturaleza
particular con tendencia a la organización, a dirigir los asuntos de manera
estructurada, y por el otro, la cultura evoluciona, es flexible y dinámica.
Existen diversas posiciones de sus actores, -en lo que respecta a la vinculación
entre ambas- los creadores de las políticas públicas suelen considerar a la cultura
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
128
como adjudicada a un pequeño sector de actores involucrados, es decir, que
mantiene interés sobre minorías; los hacedores de cultura consideran a la política
un peligro u obstáculo, como lo expresa Néstor García Canclini, “la mayoría de los
artistas e intelectuales, viven lo político como un territorio ajeno y amenazante.
Ven en los intentos de planificar la cultura conspiraciones contra la espontaneidad
creadora.” (Néstor García Canclini 1987, p.13) Sin embargo, estos dos aspectos
tienen correlación, desarrollan una dinámica y una interacción. Como Joaquín
Brunner nos señala; “la cultura tiene que ver siempre de alguna u otra forma con
los fenómenos de la dominación” y el medio de control para tales efectos es la
actividad política.
Principalmente, dentro del papel que juega el Estado frente a la cultura, la política
cultural se concibe como un sistema integral de actividades administrativas,
institucionales, jurídicas, políticas, y financieras, destinadas a cumplir funciones
específicas que le sirven de instrumento al Estado (José Joaquín Brunner 1992.
p.209) en favor de la cultura, para obtener determinados objetivos de corto,
mediano y largo plazo. (Edwin R. Harvey 1990. pp.289) Es decir, es un medio de
administración cultural que pretende conservar, proteger, divulgar y enriquecer los
valores y acciones culturales nacionales, “dejando en claro que cada Estado
define su política cultural dentro de un contexto social, histórico, económico, y
político propios.” (Extraído de la Mesa redonda celebrada en Mónaco convocada
por la UNESCO p. 15 1990).
Sin embargo, no solo es el conjunto de intervenciones realizadas por el Estado,
sino también por “las instituciones civiles y los grupos comunitarios organizados –
incluso las industrias culturales- con el fin de orientar el desarrollo simbólico,
satisfacer las necesidades culturales de la población y obtener consenso para un
tipo de orden o de transformación social”. (Néstor García Canclini, Op. cit. p. 26).
Esto en razón del actual contexto mundial en donde existen nuevos actores
culturales, evitando que sea una política unilateral. (Ibídem p. 15).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
129
La política cultural como tal no es un tema exclusivo de la actualidad, es un
instrumento que nos puede remontar al pasado, no obstante, el proceso de
globalización ha despertado un interés internacional para su comprensión y
análisis. Desde comienzos del siglo pasado, las políticas culturales eran temas
selectos y solos debatidos en ciertos espacios y por determinados actores
culturales, algunas veces con poco conocimiento del tema ya que existía un
rezago en la investigación de esta área, como refiere Néstor García Canclini “el
campo -de lo cultural - solo merecía especulaciones filosóficas y ensayos
intuitivos”. (Ibídem p.18).
En América Latina concretamente, la evolución de las políticas culturales ha sido
de forma homogénea, pero no muy favorable. En la década de 1930, los Estados
solían acoger el campo de las Bellas Artes, formando espacios suntuosos –
conservatorios, academias de música, museos, grandes archivos, bibliotecas etc.-
destinando subsidio y apoyo para la realización de eventos, en lo que se creía era
la forma adecuada de procurar la cultura. Posteriormente, a finales de ese
decenio, y a partir de 1940 nos encontramos con Estados que procuran proteger el
patrimonio histórico, aunado a las Bellas Artes, por lo que se crean organismos
estatales dedicados a la administración de estos.
Después de la Segunda Guerra Mundial viene una transformación ideológica, la
tendencia a integrar el sector cultural al ámbito de reconstrucción mundial no se
hizo esperar, con un objetivo humanista que procuraba la paz, se abre la pauta
para realizar modificaciones a las políticas culturales existentes, para ajustarse a
las demandas sociales. Principalmente, se replantean sus objetivos, a partir de
reconocer a la cultura y la educación como aspectos importantes para el
desarrollo. En este proceso, la UNESCO, fungió como una institución fundamental.
El sustento jurídico que viene a refrendar esto, lo encontramos en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos que menciona en su artículo 27 que: “Toda
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
130
persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la
comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los
beneficios que de él resulten”, es decir, que se reconoce mundialmente –al menos
en el texto- el derecho y la autodeterminación de que cada individuo ejerza su
cultura.
Hoy en día, la globalización ha marcado una nueva era, en donde la cultura
también resiente su presencia. En estos términos podemos considerar a las
políticas culturales como elementos conciliadores para replantear y fortalecer la
nueva relación e interacción entre globalización y cultura, en donde los temas
sociales, de desarrollo y de economía, se encuentran estrechamente vinculados.
En este contexto, para poder garantizar el ejercicio de las políticas culturales, se
han dado muchos cambios a nivel internacional, principalmente en lo que
concierne a llevar a la cultura a una esfera pública, y sujetarla al debate político al
mismo nivel de temas como la salud y la economía.
Así mismo, es importante hacer notar que la antigua forma de concebir estas
políticas públicas solo consideraba la participación del Estado, hoy día en cambio,
las políticas culturales intentan ser elaboradas de manera incluyente. La tendencia
es a hacer partícipes a sus receptores y promotores, como sujetos principales
inmersos en una nueva dinámica internacional que a su vez genera nuevas
condiciones de actores y escenarios. Lo anterior, nos conduce a conocer los
ámbitos de aplicación de estas políticas, es decir con base a qué y a quiénes van
dirigidas, así como las condiciones en que se formulan estas políticas públicas
sectoriales.
Las Políticas Culturales van a gestionar el conjunto de actividades relacionadas a
ciertos dominios, (Edwin Harvey p.17) sobre los que se definen objetivos
nacionales en materia de cultura. Dichos dominios son:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
131
1. el patrimonio cultural que es una de las más importantes por concentrar
múltiples aspectos de la humanidad, por lo que son nacional e
internacionalmente protegidos. De los conocidos como tangibles
encontramos monumentos arquitectónicos de arte, religiosos o históricos;
vestigios arqueológicos, acervos como fototecas, bibliotecas, hemerotecas,
cinéticas, videotecas, y pinacotecas; incluso elementos naturales como
lagos, grutas, etc. Sin olvidar el aspecto intangible, que se encuentra
relacionado al patrimonio intelectual, encontramos testimonios como
historias e incluso mitos; el folklore en todas sus expresiones como ritos,
ceremonias y fiestas populares, practicas artesanales, entre muchos otros
elementos;
2. las Bellas Artes, como ideas y expresiones particulares que se proyectan al
mundo, parten del aprendizaje, seguidas de la creación, interpretación,
reproducción y ejecución; por sus características suelen ser objeto de lucro,
como ya las hemos mencionado, en sus formas más tradicionales,
encontramos a las seis principales: música, danza, pintura, arquitectura,
teatro, y literatura, y la más reciente nombrada séptimo arte, la
cinematografía; con una connotación moderna también incluimos a la lista
al diseño, artes plásticas y gráficas, entre otras;
3. las Industrias culturales considerando también a las anteriores poseen una
visión tecnológica, en donde medios audiovisuales como música, televisión,
video, prensa escrita, industria sonora, Internet, etc. resultan ser elementos
que no se pueden dejar de considerar en las sociedades y;
4. los espacios culturales que no persiguen la comercialización de la cultura
sino su transmisión en todas sus formas como las casas de cultura.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
132
Por su parte los sujetos o actores que participan en esta política sectorial pública
son:
A) El principal sujeto, la Población de un Estado, como participe de la vida
cultural nacional, pero su función no es solo como generador de cultura,
también se ve en la necesidad de consumir bienes y servicios culturales.
B) Otros sujetos, tal vez los más perceptibles a nuestro razonamiento son los
artistas, escritores y creadores en general, sin olvidar las instituciones
civiles como fundaciones, ONG`s, asociaciones, universidades todas ellas
sin fines de lucro y
C) las industrias culturales que desarrollan proyectos culturales con beneficios
económicos importantes.
La función que estos actores tienen en el diseño y ejecución de las políticas es
fundamental, debido a que mediante su análisis particular determinan o influyen en
las problemáticas o necesidades culturales, emiten opiniones sobre temas de
interés colectivo e incluso a veces ejercen influencia sobre el nivel de recursos a
destinar.
En este contexto, las políticas culturales como instrumentos reguladores, deben
favorecer la realidad específica de cada sociedad, por medio de una serie de
acciones y estrategias que regulen ámbitos más allá de la cultura de “elites” (Elena
Moreira, Op. Cit. p. 127), la tradicional y la patrimonial, por ello es importante
entender como son concebidas y los dilemas entorno a ellas. Para Gilberto
Giménez, “…el sentido y la orientación fundamental de una política cultural resulta
siempre de la interacción compleja entre tres factores: las instituciones culturales
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
133
existentes, los procesos de política cultural y las ideologías políticas sobre la
función de la cultura” (Gilberto Giménez, p 37).
Es importante hacer notar que los elementos o factores que nos revelan cómo se
desarrollan y planifican las políticas culturales en los Estados, son aquellos que
parten no desde una base legislativa o ejecutiva sino desde la idea o concepción
que cada uno tiene de cultura y de la importancia específica que le adjudican. Por
ejemplo, si vemos que a la cultura se le atribuye una concepción elitista, la política
formulada favorecerá a un grupo selecto de creadores y consumidores, en otra
circunstancia, si entendemos a la cultura en aspectos más amplios como
expresión simbólica de significados, costumbres, rituales, creencias, hábitos, etc.,
se procurará formular una política cultural de carácter democrático, (Elena
Moreira, Op. cit. p. 43), que resalta no solo los productos artísticos, intelectuales o
históricos sino lo cotidiano de la vida en sí misma.
Las políticas culturales, por tanto, llegan a ser reflejo de muchos aspectos, entre
ellos de la organización política y económica de los Estados. La gran mayoría de
países desarrollados cuentan con políticas bien articuladas que trabajan a través
de Ministerios o Secretarías de Cultura con presupuestos propios, reflejando en
sus acciones la fortaleza de esas políticas, casos ejemplares se observan en casi
toda Europa, Francia, España, Alemania, etc., incluso en algunos Estados
latinoamericanos exitosos en este rubro como Chile, Brasil o Argentina. De forma
Menos favorable, vemos a aquellos estados en donde existe una relación
desasociada entre el Estado -los poderes públicos- y todos los actores
involucrados, por lo que las políticas culturales son poco provechosas, muchas
veces estos casos son el reflejo de políticas públicas casi inexistentes o el pretexto
para obtener parte del presupuesto estatal y apoyos privados, mismos que en
muchos casos no serán destinados al desarrollo y proyección de la cultura
nacional.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
134
En esta dinámica, hay que entender que cada Estado tiene, además de una visión
particular de lo que es cultura; formas ideológicas específicas de actuar sobre ella,
mismas que se ven reflejadas en sus políticas culturales. Para entender estos
modelos ideológicos, Néstor García Canclini (García Canclini, Op. Cit. pp.27-53).
Los divide en varios conceptos: Los primeros, precedidos por el tradicionalismo
paternalista y el estatismo populista, se expresan como formas tradicionales, en
donde principalmente la cultura está dirigida por los Estados y los partidos.
En los segundos, los conceptos conocidos como mecenazgo liberal y privatización
neoconservadora, justifican la participación de la iniciativa privada donde las leyes
del mercado imperan sin consideraciones a nacionalismos y el estado es un actor
más, por tanto, los medios masivos de comunicación son una herramienta
imprescindible. Se considera que otros actores deben ser los promotores, los
cuales ofrecerán las opciones culturales necesarias.
El tercero y último abarca los paradigmas de democratización cultural y
democracia participativa, en ellos se concentra la idea consensual de
necesidades, proyectos, condiciones de acceso igualitario, así como la
participación colectiva para poder brindar acceso a toda clase de expresión
cultural. (David Throsby. Op. cit. p. 149).
Estos paradigmas son las prácticas y concepciones ideológicas de las políticas
culturales en las que han incurrido los Estados, son discrepantes entre sí, ya que
obedecen a una evolución política, ideológica e histórica particular de cada país,
sin embargo, su concepción no es burocrática sino que proyectan una visión
analítica de cómo se estructura la cultura y la política en un contexto determinado
en donde el Estado es el principal gestor.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
135
Si bien, estas formas de pensar las políticas culturales son importantes para
comprender su actual estado, no hay que olvidar el complemento de estos
paradigmas, es decir, la forma en que son administradas dichas políticas y como
se distribuye el poder del estado. Estos modelos de administración política son la
expresión del Estado como forma de conducirse, ya que se asume que “la tarea
primordial de la política cultural consiste en aplicar la línea ideológica y política a la
vida cultural”. (José Joaquín Brünner. Op. cit. pp. 222-247). Para algunos Estados,
funciona proveer de cierta independencia a sus ministerios o instituciones
encargadas -administración descentralizada- para otros, el mantener políticas
exclusivas de Estado con tendencia a definir su ideología, persiguiendo un objetivo
invariable así como una relación jerárquica y estructurada administración
centralizada-.
En general, los organismos centralizados son aquellas unidades a través de las
cuales el Estado ejerce su función administrativa y se caracterizan porque entre
sus miembros existe una relación de jerarquía que le otorga al órgano superior
poderes de nombramiento, mando, etc.; por otra parte los órganos
desconcentrados tienen autonomía pero no se desligan del todo de un órgano
centralizado; en cambio un ente paraestatal o descentralizado se desliga de la
administración centralizada, –el Estado ejerce solamente tutela- adquiere un
mayor poder en la toma de decisiones que le competen y cuenta con facultades y
patrimonio propio.
Los aspectos que articulan a las políticas culturales como hemos visto son
fundamentales, no obstante, siendo concretos nos centraremos en algunos temas
que actualmente mantienen la atención de estas políticas por su poca o casi nula
consideración y que, sin embargo, actúan como factores de gran influencia sobre
las mismas. Nos referimos al aspecto económico, del financiamiento, y al debate
sobre las políticas culturales mundiales que se producen actualmente.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
136
Hay varios aspectos que vinculan a la economía con las políticas culturales, sin
embargo, hablar de las industrias culturales nos hace pensar en ellas como el
principal vínculo entre la economía y la cultura. Tradicionalmente podemos
reconocer a las Bellas Artes como generador de grandes industrias -sector
exclusivo de cierto círculo social- y en ciertos aspectos de actividad económica
significativa, pero debido al veloz crecimiento tecnológico que ha llegado a la
cultura, es posible mostrar este sector de forma masiva a más consumidores,
aunque no deja de ser reducido el número, esto de alguna forma crea una
situación provechosa en particular para aquellos que ven a la cultura como un
negocio.
La idea de concebir a la economía y a la cultura junta, aun no es muy clara en
términos de valores económicos, pocos análisis existen en cuanto a las cifras del
crecimiento del sector cultural (Elena Moreira, Op. Cit. pp. 76-77), considerando lo
complejo que es medir este sector por sus múltiples enfoques, por lo que
determinar sus impactos y sus consecuencias en cifras es aún complicado (la
cultura no permanece estática, evoluciona constantemente y hay aspectos como
los valores o costumbres que no pueden ser contabilizados). El no tener estas
cifras no refiere que no sean necesarias, incluso hay Estados que ya trabajan en
la creación de datos concretos del sector para poder manejar índices reales. De
esta manera, la economía debe ser partícipe dentro de las políticas culturales
como herramienta y no como directriz.
Pero, ¿qué es entonces lo que resulta importante al vincular las políticas culturales
con la economía?, si bien en términos económicos es difícil tener un parámetro del
sector cultural, hay aspectos que involucran a estas dos áreas que son
fundamentales para los Estados. Principalmente, como ya se mencionó se
necesitan herramientas para poder crear determinadas políticas culturales, en
donde el aspecto económico no puede dejarse aislado, por ejemplo, es necesario
recurrir a indicadores económicos para observar el impacto que determinado
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
137
proyecto o programa cultural podría tener, o saber el porcentaje del Producto
Interno Bruto (PIB) que determinada industria cultural representa.
Otro aspecto es la generación de empleos y el propiciar flujos económicos locales
y la atracción de divisas, por ejemplo el hacer de París un circuito cultural, donde
predominan los museos y el arte en diferentes expresiones, ha provocado gran
actividad cultural de la cual prescinden muchos trabajadores, sin olvidar la
derrama de divisas que eso favorece. Un aspecto aún más interesante y de
grandes magnitudes es lo que la economía del sector cultural encuentra en
términos de nuevas tendencia teóricas, como por ejemplo el incluir a la cultura en
la concepción, teoría y práctica del desarrollo.
Al respecto del financiamiento, desde que la mayoría de los Estados optaron por
tener economías de mercado las opciones para brindar apoyo a la cultura se han
diversificado, es el mismo sistema capitalista el que genera una exigencia mayor
en todos los rubros. Lo anterior recurre a las medidas y recomendaciones
internacionales de la UNESCO y otros organismos, que señalan que es necesario
financiar los proyectos culturales para satisfacer las necesidades sociales así
como otorgar estímulos fiscales para las inversiones culturales.
Hay Estados paternalistas que deciden subsidiar en grandes porcentajes la cultura
nacional, tal y como es el caso de Alemania y Francia, pero en la mayoría de los
casos occidentales se ha procurado que el Estado no cargue con todo el peso
presupuestal que costaría apoyar a la cultura, es decir, ha provocado la creación
de empresas estatales que manejen proyectos que requieren de mucha inversión
y que de otra forma serian poco costeables; y en un lado opuesto al
gubernamental, se ha dejado en manos de particulares la tarea de la producción
cultural que el Estado no puede atender y donde las industria culturales han
encontrado un “edén”, aun considerando los altos costos para hacer cultura. Lo
anterior es, en parte, consecuencia de nueva cuenta de la tecnología; hay más
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
138
abasto de oferta cultural y por tanto realizar actividades exclusivas y de calidad es
muy costoso, -solo hablando de industrias culturales- ya que implica la utilización
de una serie de servicios -desde la renta del espacio físico hasta el pago de los
actores involucrados- con costos enormes. Cabe señalar, que los fondos no solo
provienen del Estado, y de las industrias culturales, también de organizaciones,
fundaciones, e incluso de la sociedad civil.
Como se ha mencionado, en algunos casos el financiamiento privado ha hecho
que el Estado no resienta el gasto sobre este sector pero, ¿hasta qué punto debe
ser permitida la injerencia del sector privado como promotor de la cultura
nacional?, ¿qué alcances tendrá el Estado ante tal intervención? ¿Cuáles serán
las prioridades culturales? y ¿en qué sentido estarán orientadas dichas
prioridades? Estas preguntas deben ser reflexionadas en cada país de acuerdo
con su realidad económica, política y social, debido a que existe una tendencia de
las políticas culturales globalizadas -en un sentido comercial-, a ser influidas por
las empresas o industrias culturales, al alimentarlas con sus exigencias. Por
ejemplo, la promoción cultural que se realiza a través de instituciones públicas se
ve rebasada por el “marketing” que reciben los grandes eventos y muestras con
apoyo empresarial y que suelen dibujar realidades ajenas, anteponiendo el
fortalecimiento y protección cultural nacional.
De esta manera, nos encontramos con políticas culturales que se enfrentan a
diversas situaciones, primero su concepción dentro de un Estado es determinante
ya que se le puede o no dar un lugar prioritario dentro de las políticas públicas a
partir de una clara idea de las necesidades culturales, así mismo la forma en
administrarse siempre es un aspecto interesante de analizar por qué debido a una
inadecuada ejecución no se logra el objetivo de estas políticas que muchas veces
perecen en un escritorio por falta de implementación, seguimiento, presupuesto, o
difusión, así mismo otra situación que enfrentan es la referente a dominios y
actores económicamente fuertes -sector privado-, algunos nacionales y otros
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
139
trasnacionales y sobre los que hay que comenzar a replantear estas políticas
públicas. El reto más grande, será articular y apoyar a los tradicionales dominios y
actores culturales -en los que aún encontramos esa lucha por intentar ser
reconocidos como tales para su consecuente protección y difusión- y a esa nueva
ola que tiende a hacer de la cultura solo un objeto de lucro con un sentido
estrictamente mercantil.
3.2. LAS POLÍTICAS CULTURALES MUNDIALES
El proceso de globalización que se observa en el panorama actual, trae como
consecuencia el incremento de desigualdad entre los países desarrollados y los
que no los son. Esta desigualdad no sólo hace referencia a la situación económica
de los países del hemisferio norte y los del hemisferio sur, sino que además
implica cuestiones como la social y la cultural.
Efectivamente, la globalización ha sido un factor que ha dañado y trastocado los
valores de las culturas de naciones en vías de desarrollo, dejando a éstas fuera de
la dinámica mundial y convirtiéndolas en observadoras o incluso en presas del
proceso de globalización cultural del capitalismo mundial.
Toda esta problemática en donde el proceso de globalización pretende
homogeneizar a las culturas, al igual que los modelos económicos y políticos, ha
llevado a los Estados a repensar la situación cultural del mundo, causando
especial preocupación el hecho de que se pretenda crear una “cultura global”,
pues es evidente que los países del mundo poseen características y rasgos
identitarios muy particulares y resulta “imposible” tratar de implementar un modelo
cultural homogéneo o único.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
140
Ahora bien, aunando esfuerzos, ante tal problemática, entre las naciones (con la
disposición de defender la importancia de la identidad cultural de cada país, así
como de reconocer a la cultura como elemento fundamental para el desarrollo
integral nacional), y el Derecho Internacional (junto con la buena fe de que éste
depende), se han llevado a cabo, a lo largo de los años, Foros Internacionales de
participación, en que los Estados que los conforman se han comprometido a
formular y reformular cuantas veces sea necesario, y de acuerdo a las
necesidades culturales cambiantes de la sociedad, las políticas y prácticas
correspondientes a la cultura, así como la aparición de organismos encargados de
difundir la cultura.
“La UNESCO, nace en Londres el 16 de noviembre de 1945, como organismo
especializado de las Naciones Unidas conforme a las pautas de Dumbarton Oaks,
y reconoce como antecedente universal al Instituto Internacional de Cooperación
Intelectual de la antigua Sociedad de Naciones” (Edwin R. Harvey, Op. cit. p. 28).
La Conferencia Internacional que dio lugar a la UNESCO en Londres había sido
convocada por el Gobierno de Gran Bretaña con el fin de analizar y debatir las
proposiciones de la Conferencia Permanente de Ministros Aliados de Educación
(CAME), favorable a la creación de un organismo internacional especializado.
Así pues, la finalidad de la UNESCO es: “contribuir a la paz y a la seguridad
estrechando, mediante la educación, la ciencia y la cultura, la colaboración entre
las naciones, a fin de asegurar el respeto universal a la justicia, a la ley, a los
derechos humanos y a las libertades fundamentales que, sin distinción de raza,
sexo, idioma o religión, la Carta de las Naciones Unidas reconoce a todos los
pueblos del mundo” (Ibídem. pp. 28 – 29).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
141
El total de países que suscribieron la Constitución de la UNESCO fueron 51, de
los cuales 20 pertenecen a América Latina, lo cual reflejaba claramente que la
región tenía un peso cualitativo importante en las organizaciones internacionales,
situación que cambió drásticamente cuando comienzan a darse los movimientos
de independencia en regiones como Asia y África. (Edwin R. Harvey, Op. cit. p.
29).
Ahora bien, la UNESCO como organismo rector mundial, en cuanto a cuestiones
culturales se refiere, es quien va a encabezar y proponer las reuniones y
conferencias regionales e internacionales que han dado lugar a la implementación
de nuevos modelos de políticas culturales a nivel nacional, en todos aquellos
Estados que han seguido los lineamientos de dichas conferencias.
A continuación, se explicarán de manera breve los contenidos de la Conferencia
de Venecia (1970), la Conferencia de Helsinki (1972), la Conferencia de
Bogotá(1978), la Conferencia de México (1982), y la Convención sobre la
Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de París
(2005) , todas ellas convocadas por la UNESCO, además de revisar el Informe de
Nuestra Diversidad Creativa (1995) y la Declaración Universal de la UNESCO
sobre la Diversidad Cultural, también llevada a cabo en París (2001); con la
finalidad de observar cómo es que éstos foros han establecido parámetros y
lineamientos en los asuntos referentes a las políticas culturales, al mismo tiempo
demuestran la evolución que se ha conseguido a través de los años en dicha
materia(Edwin R. Harvey , Op. cit. p. 65).
3.3 CONFERENCIA DE VENECIA
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
142
En la Conferencia de Venecia, el principio básico se fundamentó en el hecho de
que los Estados partícipes reconocieran, al igual que la humanidad entera, que “no
se puede obtener un progreso o desarrollo integral si éste no va acompañado del
progreso cultural”, y justamente en razón de otorgarle la importancia que le
corresponde a la cultura, es que se lleva a cabo la apertura de la Conferencia
Intergubernamental sobre los Aspectos Institucionales, Administrativos y
Financieros de las Políticas Culturales, realizada en Venecia, del 24 de agosto al 2
de septiembre de 1970, bajo los auspicios de la propia UNESCO (Ibídem).
La reunión era trascendental pues era la primera ocasión en que se realizaba un
congreso intergubernamental mundial con la participación de los principales
funcionarios oficiales responsables de la política y la administración de los asuntos
culturales de los países miembros de la UNESCO; asistieron 39 ministros de
Cultura o titulares de carteras ministeriales encargadas de los asuntos culturales
en los Estados Miembros.
Con motivo justamente de la reunión de todos aquellos funcionarios, René Maheu,
el entonces director general de la UNESCO, señaló lo siguiente: “Es preciso tener
en cuenta, sobre todo, que esta Conferencia no tiene por objeto, como otras
tantas, las relaciones culturales internacionales, sino que, por primera vez, trata de
políticas culturales nacionales, es decir, de la función de los gobiernos en materia
de desarrollo cultural con respecto a sus propios ciudadanos” (Edwin R. Harvey,
Op. cit. p. 65).
La Conferencia enunciaba especialmente los siguientes temas:
a. La función de los poderes públicos en la determinación y la realización de los
objetivos del desarrollo cultural, en lo referente a:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
143
• El acceso y la participación en la cultura,
• la protección y el desenvolvimiento de las culturas nacionales y su amplia
difusión,
• las técnicas audiovisuales de creación y de comunicación,
• el contenido cultural de la educación.
b. El fomento y organización de la acción cultural por los poderes públicos:
• en sus aspectos institucionales,
• en sus aspectos presupuestarios y administrativos,
• en su financiamiento,
• en la utilización de los recursos humanos.
c. La investigación sobre las políticas culturales.
d. La cooperación cultural internacional y el papel de la UNESCO en la esfera
de las políticas culturales. (Edwin R. Harvey, Op. cit. pp. 65-66).
René Maheu agrega y destaca que las acciones de los poderes públicos no deben
limitarse a establecer las políticas públicas a seguir, sino que también deben
ejercer “funciones de estímulo, de organización y de asistencia, como parte
integrante de las sociedades modernas” (Ibídem, p. 66).
Uno de los principales objetivos de la Conferencia, en el ambiente de pluralidad
que se daba, fue que los funcionarios gubernamentales tuvieran la oportunidad de
analizar y comparar sus experiencias en materia de políticas y prácticas culturales,
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
144
lo cual también permitiría el debate sobre dificultades, éxitos y fracasos en dicha
materia (Ibídem).
De igual manera, la reunión intergubernamental pretendió exaltar la importancia de
los problemas culturales en el mundo y la necesidad de encontrar soluciones a
éstos; así como también buscar la formulación de recomendaciones dirigidas a los
Estados miembros para establecer los programas de cooperación cultural
internacional necesarios (Ibídem, pp. 66-67).
A la Conferencia de Venecia asistieron representantes de 86 Estados miembros o
miembros asociados de la UNESCO, junto con dos Estados no miembros y
observadores de dos organizaciones intergubernamentales, de 10 organizaciones
internacionales no gubernamentales (ONG´s) y de dos fundaciones. (Edwin R.
Harvey, Op. cit. p).
Como resultado de la Conferencia, “se aprobaron 24 Resoluciones conteniendo
proposiciones y recomendaciones a la UNESCO y a los Estados miembros”
(Ibídem p. 68).
En el desarrollo de los trabajos de la Comisión I se trató el tema “Fomento y
organización de la acción cultural por los poderes públicos, con exposiciones
sobre las estructuras administrativas de los respectivos países, sobre la necesidad
de la descentralización en materia de administración cultural, sobre materia
presupuestaria y sobre la importancia de la participación financiera privada.
Además se puso de relieve la necesidad de un mayor profesionalismo en materia
de gestión y administración de los asuntos culturales públicos. El patrimonio
cultural fue también motivo de análisis” (Ibídem, pp. 68-69).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
145
La Comisión II trató nueve temas en base a proyectos presentados en relación al
“fomento de las investigaciones sobre las políticas culturales, la reunión de datos
básicos, la previsión a largo plazo y el planeamiento, la valoración de las culturas
tradicionales, la importancia y la influencia cultural de los medios audiovisuales , el
problema de la juventud, el lugar de la formación estética en la enseñanza
general, la integración del patrimonio cultural en la animación cultural y el
acondicionamiento del ámbito de vida”. (Ibídem, p. 69).
Una de las principales contribuciones de la Reunión Intergubernamental de
Venecia fue la coincidencia de los países allí representados respecto de la
relevancia social del desarrollo cultural y de la necesidad de su indispensable
inserción en todo plan integrado de desarrollo nacional. Por ello, la Conferencia de
Venecia estableció el sentido primordial de “la existencia humana como objetivo
fundamental de todo progreso armónico de la sociedad” (Ibídem)
Finalmente, la Conferencia de Venecia se fundamentó en “la aceptación de dos
corolarios lógicos: a) el derecho a la cultura ha adquirido tanta relevancia social
como los derechos a la libertad de expresión, a la educación, al trabajo, a la
seguridad social, entre otros derechos humanos aclamados universalmente; b)
frente al derecho a la cultura, la actitud de los poderes públicos ya no puede ser
de indiferencia, sino que debe asumir una posición de responsabilidad social,
creando como obligación impostergable del Estado las condiciones que aseguren
su reconocimiento y el efectivo ejercicio de tal derecho por la población” (Ibídem,
p. 71).
A este respecto, René Mahue señaló que efectivamente el derecho a la cultura
debe ser considerado como fundamental, y por tanto, el Estado tiene el deber de
respetar y hacer respetar éste derecho que posee cada ciudadano, y que además
se convierte en el principal fundamento y fin último de la política cultural.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
146
3.4. CONFERENCIA DE HELSINKI.
La Conferencia Intergubernamental sobre las Políticas Culturales en Europa tuvo
lugar en Helsinki, capital de Finlandia, del 19 al 28 de junio de 1972, organizada
por la UNESCO. A ésta, “asistieron delegados en representación de 30 países,
observadores de ocho países, así como de 3 organizaciones
intergubernamentales, de 13 organizaciones internacionales no gubernamentales
y de 2 fundaciones. Asistieron 26 ministros de Cultura o encargados de asuntos
culturales” (Ibídem).
“Entre los temas a tratar durante la Conferencia se encontraban:
1) La situación y las tendencias de las políticas culturales de los Estados
miembros de Europa a) organización y mecanismos; b) recursos; c)
objetivos; d) progresos realizados y dificultades encontradas;
2) ampliación del acceso a la cultura y de la participación en ella;
3) Bases y perspectivas de la cooperación cultural a) cooperación cultural
entre los Estados miembros de Europa; b) papel de Europa en la
cooperación cultural internacional; c) programa de la UNESCO-”. (Edwin
R. Harvey, Op. cit. p. 74).
“Se aprobaron una Recomendación General y 32 Recomendaciones a los Estados
miembros de Europa y a la UNESCO, además de tomarse nota de los Informes de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
147
las Comisiones y Grupos de trabajo” (Ibídem). Y aun cuando las recomendaciones
se refieren a la acción de la UNESCO en Europa y a propuestas a los Estados
miembros del mismo continente, el contenido y las proposiciones de muchas de
ellas pueden ser extendidos al campo de las políticas culturales de otras regiones
del mundo y, en particular, de América Latina, enraizada también en una vertiente
cultural europea preponderante en varios de nuestros países.
Entre las recomendaciones que hace la Conferencia de Helsinki, pueden
señalarse las siguientes, cuya progresión con respecto a Venecia se manifiesta,
según lo señala René Mahue, “por una multiplicidad de nuevas ideas relativas al
análisis de los problemas de las políticas culturales, a las orientaciones de la
investigación y hasta ciertos atisbos de soluciones al menos teóricas” (René
Mahue, citado en Edwin R. Harvey, Op. cit. p. 75).
1) Que la formulación de las políticas culturales tenga en cuenta una noción
ampliada de la cultura y de los nuevos medios que permiten asociar a ella el
conjunto de la población.
2) Que se vaya más allá de una democratización de la cultura heredada,
nacional o internacional, y se promueva la democracia cultural, en la que
cada uno pueda, no solamente recibir, sino también participar y actuar
3) Que se considere que el desarrollo cultural no es sólo el complemento y el
correctivo cualitativo del desarrollo general, sino el objetivo del progreso
4) Que se garantice, efectivamente, el derecho a la cultura y el libre acceso a
los tesoros de la cultura nacional y universal de todos los miembros de la
sociedad sin diferencia ni discriminación basadas en la raza, el color, el
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
148
sexo, la lengua, la religión, las opiniones políticas, el origen nacional o
social, la situación económica u otras consideraciones
5) Que se dé una base jurídica al derecho a la cultura inscribiéndolo en las
Constituciones nacionales o en otros textos legislativos importantes
6) Que se emprendan estudios para la elaboración de programas de política
cultural a largo plazo
7) Que se estimulen el desarrollo y la evaluación de nuevos modelos para la
concepción y la aplicación de políticas culturales, tomando en cuenta que
se logre la participación activa de todos los grupos de la sociedad, y
especialmente del artista, y de ofrecer a todas las formas de creación
cultural la plena libertad de vivir y cumplir su importante función
8) Que se realicen esfuerzos para aumentar el nivel cultural general de la
juventud).
9) Que se estimule la creación y desarrollo de fundaciones con fines sociales y
culturales
10) Que no existe cultura sin comunicación y que, por consiguiente, toda
política cultural entraña una política de la información
11) Que reviste más importancia que nunca la conservación y la valoración de
los monumentos y de los conjuntos arquitectónicos, comprendidas las
realizaciones originales del siglo pasado y de la época contemporánea
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
149
12) Que la ordenación de la media forme parte integrante de la política cultural,
a causa, por un lado de los vínculos que existen entre la conservación del
medio cultural y la plena expansión de la personalidad humana y, por otro,
de la importancia del urbanismo y de la arquitectura como manifestaciones
y como marco de la vida cultural
13) Que el derecho del artista a trabajar libremente y a elegir con toda
independencia sus temas, sus objetos y sus modos de expresión,
constituye uno de los derechos humanos fundamentales
14) Que se tomen todas las medidas necesarias para la formación de
administradores, de animadores y de especialistas de las instituciones
culturales
15) Que se lleven a cabo investigaciones sobre la situación y la evolución del
desarrollo cultural y el acopio de nuevos datos estadísticos, indispensables
para formular políticas culturales eficaces
16) Que conviene fomentar todas las medidas que favorezcan la libre
circulación de obras de arte y que permitan que todos disfruten de las obras
maestras de la humanidad
Así pues, la importancia de esta conferencia, es resaltar la libertad de acceso a la
cultura, y el reconocimiento de esta última como factor fundamental para el
desarrollo.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
150
De igual manera, la Conferencia de Helsinki, se convirtió en la primera de cinco
conferencias regionales que permitieron llevar a cabo una mayor reflexión con
mira hacia el establecimiento y reformulación de políticas culturales a nivel
nacional, en un escenario de múltiples y constantes cambios, satisfaciendo las
necesidades básicas de la población.
3.5. CONFERENCIA DE BOGOTÁ.
“Al igual que en la Conferencia de Helsinki, el mensaje de Venecia fue recogido en
1978, con motivo de celebrarse en Bogotá, la capital de Colombia, la Conferencia
Intergubernamental sobre las Políticas Culturales en América Latina y el Caribe,
durante el transcurso del mes de enero del mismo año. Dicha reunión, convocada
por la UNESCO, tuvo carácter oficial, con asistencia de delegaciones
gubernamentales de ministros de Cultura de la mayor parte de los países de la
región de América Latina y del Caribe” (Edwin R. Harvey, Op. cit. p. 75).
Esta Conferencia fue convocada para abordar la temática de las políticas
culturales, específicamente en la región de América Latina. “La presencia de
representantes de 24 Estados miembros de América Latina y del Caribe, de un
territorio asociado, de 9 Estados miembros de la UNESCO no latinoamericanos,
de la Santa Sede, de 3 organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, de 8
organizaciones intergubernamentales, de 31 organizaciones internacionales no
gubernamentales y de 2 fundaciones, dieron un gran realce a las deliberaciones
que congregaron a 209 delegados, entre ellos 13 ministros y secretarios de
Estado” (Edwin R. Harvey, Op. cit. p. 77).
La Comisión I de la Conferencia, trató cuestiones y asuntos vinculados al
desarrollo cultural en general conforme al siguiente orden:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
151
a) investigación, planificación y financiamiento cultural,
b) integración de los valores culturales en los procesos educativos,
c) participación en la vida cultural y papel de la comunicación,
d) fomento de la creación y educación artísticas,
e) formación del personal para el desarrollo cultural. (Ibídem, p. 77-78)
Los más diversos aspectos de la cooperación cultural internacional constituyeron,
a su vez, el campo de preocupación de la Comisión II, la cual analizó tal aspecto
de la acción cultural de las naciones conforme al siguiente orden de temas:
a) organizaciones y mecanismos subregionales y regionales de cooperación
cultural,
b) nuevas perspectivas y estrategias que deberían aplicarse para favorecer y
desarrollar la cooperación cultural internacional,
c) participación de los Estados de la región en la cooperación cultural
internacional,
d) papel de la UNESCO (Ibídem. p. 79).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
152
Es muy importante señalar que la Conferencia de Bogotá se convirtió en la
primera reunión de ministros de la región de América Latina y del Caribe que
abordó temas exclusivamente sobre cultura, específicamente sobre políticas
culturales, asimilando a la propia cultura como un elemento a analizar distinto de
la Educación. (Ibídem).
El plenario de la Conferencia, a su vez, trató tres problemas esenciales vinculados
a la identidad cultural nacional:
a) el de la dimensión cultural del desarrollo, b) el del pluralismo cultural y la
unidad nacional, c) el de la preservación del patrimonio cultural y la
expansión de los valores a él ligados. (Ibídem, pp. 79-80).
Respecto al tema de la “identidad nacional”, en la Conferencia se destacó la
importancia que tiene el hecho de que “ninguna cultura puede permanecer ni
desarrollarse en forma aislada y que es necesario que América Latina y el Caribe
no rechacen aquello que siendo exógeno contribuya a su verdadero desarrollo
endógeno, preservando su identidad cultural. Se precisó que la unidad nacional y
la independencia internacional, siendo necesarias, son parte de la misma realidad
contemporánea” (Ibídem, pp. 80-81).
En este sentido es fundamental rescatar éste punto señalado por la Conferencia
de Bogotá, ya que en el ambiente internacional en que se dan las relaciones entre
Estados, las culturas deben aprender a entender, asimilar y respetar a todas
aquellas culturas que sean distintas a la propia, y que efectivamente, existen
elementos que de aquellas culturas distintas pueden “tomarse” para mejorar el
desarrollo cultural de un país determinado; sin embargo, el hecho de adoptar
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
153
ciertos elementos de otras culturas no debe implicar la pérdida de identidad
cultural y por ende la globalización cultural.
Otro aspecto fundamental retomado por la presente conferencia, fue el “relativo a
la dimensión cultural del desarrollo, existiendo amplio consenso en que el
desarrollo cultural es parte fundamental, si no lo primordial, del desarrollo integral”
(Edwin R. Harvey, Op. cit. p. 81).
También se señaló “un especial interés en definir el papel que debe desempeñar
el Estado en la elaboración y puesta en práctica de las políticas culturales,
evidenciándose un nítido consenso en la reafirmación de que la cultura no puede
sobrevivir si no es bajo el signo de la libertad” (Edwin R. Harvey, Op. cit. p. 81).
Respecto al patrimonio cultural “un amplio consenso se puso en evidencia al
considerar a ese patrimonio, no solamente con criterios conservacionistas, cuya
preservación esté dirigida únicamente a una función histórica y documental, sino
que se estableció claramente que el patrimonio cultural es toda la herencia social
en permanente y dinámica elaboración, es decir, toda la creación del hombre”;
razón por la cual la Conferencia de Bogotá le presta especial atención a la
preservación de dicho patrimonio, ya que éste ha sufrido gran deterioro (bajo el
falso estandarte de progreso y civilización), y debe ser rescatado, pues representa
un testimonio fehaciente del pasado histórico de nuestras culturas y naciones
(Ibídem p 83)
Se puso de relieve también que:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
154
a) La integración de la dimensión cultural en la programación del desarrollo es
un instrumento idóneo para favorecer el acceso y la participación creativa
de la población
b) Rescatar el patrimonio histórico cultural y reafirmar ponderadamente la
identidad nacional son metas vitales del desarrollo
c) Todo desarrollo cultural ha de concebirse a partir del concepto de libertad
de la persona humana y en ella deben inspirarse las políticas culturales
d) Las políticas culturales deben diseñarse con el mayor respeto la
originalidad, autenticidad y libertad de la cultura
e) La elaboración y práctica de la política cultural debe hacerse fomentando la
libre confrontación de los diversos componentes del pluralismo cultural
propio de los países (Ibídem p 81)
Así pues, la Conferencia de Bogotá tuvo a bien establecer un foro de participación
e interacción entre los países latinoamericanos y caribeños, congregando de esta
manera a culturas diversas en un mismo lugar y con los objetivos comunes de “.
precisar el concepto de política cultural en función de los problemas propios de los
Estados miembros de la región, ayudar a estos últimos a definir estrategias de
desarrollo cultural en relación con los objetivos que se proponen en materia de
desarrollo integral y facilitar la cooperación cultural a escala regional e
internacional” (UNESCO, Programa Presupuesto, 1977 – 1978, París, 1976, citado
en Edwin R. Harvey, Op. cit. p. 82).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
155
La presente conferencia resaltó como uno de sus fundamentos básicos la
formación y capacitación de recursos humanos para el desarrollo cultural, ya que
de ello depende que se dé una aplicación positiva y congruente de las políticas
culturales, pues es básico que personal apto y capacitado se encargue de la
administración de los recursos y medios financieros y materiales puestos a
disposición de los poderes públicos. (Edwin R. Harvey, Op. cit. p. 83).
La Conferencia de Bogotá fue muy importante, dado que en ella se evaluaron los
resultados, los obstáculos, los éxitos y los fracasos de las políticas efectuadas en
cada uno de los países miembros en materia de cultura, sirviendo a la vez como
foro de reflexión y también para el establecimiento de recomendaciones y
programas para la formulación de políticas culturales que vayan amoldándose a
las nuevas circunstancias de la vida cultural de cada nación, en el ámbito de la
dinámica de globalización mundial, pero sobre todo, para que las políticas
culturales de cada uno de los Estados de América Latina y el Caribe respondan
ante las necesidades, no sólo culturales, sino también de desarrollo integral
(entiéndase económico, político, social, educativo, tecnológico, etc.), de su
población.
3.6 CONFERENCIA MUNDIAL SOBRE POLÍTICAS CULTURALES.
Una de las acciones más importantes de la UNESCO ha sido, sin duda, la
convocatoria para la realización de la Conferencia Mundial sobre Políticas
Culturales (MONDIACULT) que se llevó a cabo en la ciudad de México, D.F., del
26 de julio al 6 de agosto de 1982 por invitación del Gobierno mexicano. (Ibídem.
p. 89).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
156
“Participaron en la Conferencia los representantes de 126 Estados miembros de la
UNESCO. Enviaron representantes a la Conferencia la Santa Sede, un
movimiento de liberación africano y la Organización de Liberación de Palestina,
así como 4 organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, 14 organizaciones
intergubernamentales, 62 organizaciones no gubernamentales internacionales y
11 fundaciones. Asistieron en total 960 participantes, entre ellos: un primer
ministro, 3 vicepresidentes de Consejo de Ministros, 77 ministros y secretarios de
Estado, 31 viceministros y subsecretarios de Estado y 21 embajadores, jefes de
delegación” (Edwin R. Harvey, Op. cit. p. 89).
La Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales, o también conocida como
MONDIACULT o Conferencia de México, tomó como elementos fundamentales a
la educación y la cultura, considerando la importancia que ambos conceptos han
adquirido a través de los años, ya que éstos dos elementos son esenciales e
indispensables para obtener un desarrollo real, tanto del individuo como de la
sociedad a la que éste pertenece (UNESCO. Conferencia Mundial sobre las
Políticas Culturales, México, D.F., 26 de julio 6 de agosto de 1982).
La Conferencia tenía por objeto “elaborar una síntesis de la experiencia adquirida
en materia de políticas y prácticas en la esfera de la cultura desde la Conferencia
Intergubernamental sobre los Aspectos Institucionales Administrativos y
Financieros de las Políticas Culturales (Venecia, 1970), fomentar un análisis más
profundo de los problemas fundamentales de la cultura en el mundo
contemporáneo y formular nuevas orientaciones encaminadas a fortalecer la
dimensión cultural del desarrollo general y facilitar la cooperación cultural
internacional” (Ibídem).
La Comisión I tenía como tema los problemas fundamentales de la cultura en el
mundo contemporáneo: evolución reciente de las ideas y reflexión sobre las
perspectivas futuras, y los siguientes subtemas:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
157
a) Cultura y sociedad: identidad cultural y relaciones interculturales;
especificidad y universalidad de los valores culturales
b) Dimensión cultural del desarrollo,
c) Cultura y democracia: derechos culturales, participación en la vida cultural y
creativa.
La Comisión II se centró en el tratamiento del tema sobre políticas culturales y
acción cultural, que comprendía los siguientes subtemas:
a) preservación y revalorización del patrimonio cultural,
b) fomento de la creación artística e intelectual y promoción de la educación
artística,
c) relaciones entre las políticas culturales y las políticas aplicadas en las
esferas de la educación, la ciencia y la comunicación,
d) producción y difusión de bienes y servicios culturales; las industrias
culturales,
e) planificación, administración y financiación de las actividades relacionadas
con el desarrollo cultural. (Edwin R. Harvey, Op. cit. pp. 91-93).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
158
En la sesión plenaria estaban considerados dos temas de fundamental
importancia:
1. Síntesis de la experiencia adquirida en materia de políticas y prácticas en la
esfera de la cultura desde la Conferencia Intergubernamental sobre los
Aspectos Institucionales, Administrativos y Financieros de las Políticas
Culturales, organizada por la UNESCO en 1970.
2. Cooperación cultural internacional.
a) La cooperación cultural internacional como factor de tolerancia mutua,
comprensión internacional, progreso de los pueblos y paz entre las naciones.
b) Naturaleza y forma actuales de cooperación cultural en los planos subregional,
regional, interregional e internacional y medios de fortalecerla (papel de la
UNESCO y de las organizaciones internacionales, gubernamentales y no
gubernamentales). (Ibídem p 93)
En la presente conferencia se examinaron, al igual que en las conferencias
precedentes, “los conceptos de cultura, derechos a la cultura, democracia cultural,
el desarrollo cultural como dimensión esencial del desarrollo, los vínculos que
existen entre la cultura y otras áreas de la vida social, cultura y educación, cultura,
comunicación e industrias culturales, cultura, ciencia y tecnología, cooperación
cultural internacional y cultura y paz”.
La Conferencia estimó que “La democracia cultural es el corolario del derecho de
todo ser humano a la cultura; es el fundamento de la democracia política y
económica. La Conferencia destacó los fuertes e indisolubles lazos que existen
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
159
entre la cultura y la libertad. Se reconoció que la libertad era esencial a la cultura;
no puede haber cultura sin libertad. Se ratificó unánimemente la igualdad y la
dignidad de toda cultura, rechazando cualquier jerarquización en este campo, ya
que nada puede justificar la discriminación entre culturas superiores y culturas
inferiores.” (Edwin R. Harvey, Op. cit. p. 94).
Respecto a la aseveración anterior, es importante destacar que aún en los arduos
intentos establecidos en la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales por
exaltar la libertad en el acceso a la cultura y apelar a la igualdad cultural de las
naciones, la propia conferencia realizo un acto de arbitrariedad al hablar de una
“discriminación entre culturas superiores y culturas inferiores”. Este hecho es
reflejo de los efectos que la globalización trae consigo en cuanto a disparidades se
refiere, pues es evidente que las culturas de los países menos desarrollados
tienen menos posibilidades de subsistencia sino llevan a cabo políticas de
protección a la identidad, los rasgos y costumbres culturales coherentes, situación
que ha llevado a la propia Conferencia de México a hacer una distinción entre
“superiores” e “inferiores”, lo cual resulta totalmente contrario a la “igualdad
cultural” a la que apela y defiende.
Por otra parte, se consideraron a la cultura y a la educación como campos que
deben estar compenetrados, pues por un lado la cultura nutre a la educación, y
por el otro, la educación es el medio por excelencia de transmisión de la cultura, y
por consiguiente, de promoción y fortalecimiento de la identidad cultural. (Ibídem,
pp. 94-95).
Al igual que en la Conferencia de Bogotá, en la Conferencia de México, se llevaron
a cabo un balance y un análisis de las políticas culturales llevadas a cabo en cada
uno de los países partícipes, así como de los logros y de las dificultades a que
tuvieron que enfrentarse, en la misma materia, con la finalidad de establecer
proyectos a futuro para mejorar el delineamiento y la posterior ejecución de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
160
políticas públicas en materia cultural. En este sentido es muy importante destacar
la disposición por parte de los países del mundo para emprender acciones
culturales, pues “desde 1970, 117 países cuentan con un ministerio o un
organismo central responsable de los asuntos culturales y la red de instituciones
públicas y privadas dedicadas a la cultura que se ha ampliado considerablemente
en todo el mundo” (Ibídem, p. 95).
Como resultado de los debates y deliberaciones, “la Conferencia aprobó la
llamada Declaración de México, que contiene un conjunto de principios que deben
regir las políticas culturales, en materia de identidad cultural, dimensión cultural del
desarrollo, cultura y democracia, patrimonio cultural, creación artística e intelectual
y educación artística, relaciones entre cultura, educación, ciencia y comunicación,
planificación, administración y financiación de las actividades culturales
cooperación cultural internacional. Se aprobaron además 181 recomendaciones
referidas a los aspectos citados y a diversos puntos del temario de la Conferencia”
(Ibídem, p. 96).
Varias resoluciones recomendaron a los Estados miembros la preservación y
promoción de la identidad cultural en los países, protegiendo el patrimonio
nacional que los caracteriza y la eliminación de la dominación cultural. Se afirma
que la autonomía cultural es inseparable del ejercicio pleno de la soberanía
nacional, la integridad territorial y las posibilidades de comunicación amplia con el
mundo.
Retomando los preceptos establecidos en la Conferencia de Venecia, la
Declaración de México reitera la necesidad de humanizar el desarrollo, por lo que
resulta indisociable el desarrollo social y económico del desarrollo cultural,
justamente por dicha razón los Estados deben establecer políticas que integren
todos los elementos para obtener un desarrollo integral, tomando en cuenta que la
identidad cultural nacional de cada país debe preservarse y respetarse.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
161
En la Conferencia de México, se aprobaron 39 recomendaciones en materia de
patrimonio cultural, que contemplan todos los aspectos y dimensiones que éste ha
adquirido. Se recomienda a los Estados miembros promulgar y poner en vigor
leyes nacionales aprobadas para salvaguardar y proteger los bienes culturales de
todos los tiempos; adherirse a las convenciones internacionales específicas;
aplicar dentro de sus fronteras nacionales las recomendaciones y resoluciones
aprobadas por la Conferencia General; incrementar la cooperación bilateral,
regional y multilateral para la protección del patrimonio cultural. (Ibídem, p. 99).
“La cooperación cultural internacional, bilateral y multilateral, fue objeto de
diversas recomendaciones por la Conferencia, señalando que una más amplia
cooperación y comprensión cultural es presupuesto importante para lograr un
clima de respeto, confianza, diálogo y paz entre las naciones, reiterándose el valor
y vigencia de la Declaración de los Principios de la Cooperación Cultural
Internacional (UNESCO, 1966) y sus fundamentos: el respeto a la identidad
cultural, la dignidad y valor de cada cultura, la independencia, las soberanías
nacionales y la no intervención, inspirándose en aquella para el desarrollo de
nuevas relaciones culturales internacionales” (Ibídem. p. 107).
Finalmente, uno de los fundamentos básicos y que rescata la Declaración de
México sobre las Políticas Culturales, es la consideración del respeto como factor
fundamental en la interacción entre los países miembros de la Conferencia
Mundial sobre las Políticas Culturales, y sus culturas, retomando así el lema que
en su momento Benito Juárez expreso: “Entre los individuos como entre las
naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz". Hecho que no hace más que
confirmar que la diversidad y el reconocimiento de culturas distintas a la propia, es
la base para el buen entendimiento ente las naciones y una subsecuente
cooperación que sea satisfactoria y productiva para los intereses de quienes la
conforman.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
162
3.7. CONFERENCIA INTERGUBERNAMENTAL SOBRE POLÍTICAS
CULTURALES PARA EL DESARROLLO.
La Conferencia Intergubernamental sobre Políticas Culturales para el Desarrollo
se llevó a cabo en Estocolmo, a partir del 30 de marzo hasta el 2 de abril de 1998.
La finalidad de la UNESCO al organizar esta Conferencia era “transformar las
ideas contenidas en Nuestra Diversidad Creativa en política y práctica. La
Conferencia fue concebida de manera deliberada para permitir que los
responsables gubernamentales y los dirigentes culturales, artistas, intelectuales,
eruditos y personalidades de la comunicación pudieran interactuar y debatir sobre
todo un conjunto de cuestiones clave” (Bernard Shaw, p 45).
Aproximadamente 2,500 participantes, procedentes de 149 países, plantearon la
posibilidad de replantear las políticas culturales en busca del desarrollo integral
humano. El resultado fue el Plan de acción adoptado por la Conferencia el 2 de
abril de 1998.
A lo largo de la Conferencia se puso especial énfasis al reconocimiento de la
diversidad cultural, así como a la importancia de preservar el pluralismo de las
iniciativas culturales fomentando el entendimiento y comprensión mutua, con la
finalidad de armonizar las políticas culturales nacionales. (Conferencia
Intergubernamental sobre Políticas Culturales para el Desarrollo (Helsinki 1998).
La importancia de la Conferencia de Estocolmo es el entendimiento de la
interdependencia entre el desarrollo sostenible y el auge de la cultura, por lo que
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
163
en ella se señaló que “la política cultural es uno de los principales componentes de
una política de desarrollo endógena y duradera, que debe ser implementada en
coordinación con otras áreas de la sociedad en un enfoque integrado. Toda
política para el desarrollo debe ser profundamente sensible a la cultura misma”
(Ibídem).
Ante tal aseveración, dicha Conferencia resalta la importancia de establecer
políticas culturales previsoras, que respondan tanto a los problemas persistentes
como a las nuevas necesidades de la sociedad; tomando en cuenta también que
el surgimiento de la sociedad de la información y la llegada de grandes avances
tecnológicos, así como el dominio general de las técnicas de información y
comunicación, constituyen una importante dimensión de la política cultural.
Por otro lado, siguiendo los objetivos y recomendaciones establecidos en la
Conferencia de Estocolmo, las políticas culturales deben “promover la creatividad
en todas sus formas, facilitando la accesibilidad a las prácticas y experiencias
culturales para todos los ciudadanos, sin distinción de nacionalidad, raza, sexo,
edad, incapacidad física o mental, enriquecer el sentimiento de identidad y plena
participación de cada individuo y cada comunidad, y apoyarles en su búsqueda de
un futuro digno y seguro” (Ibídem).
Al igual que las Conferencias Mundiales precedentes, La Conferencia de
Estocolmo recomienda la reformulación de las políticas culturales como
componente central del desarrollo, promoviendo, a su vez, la creatividad y la
participación de la sociedad en la vida cultural, teniendo como uno de sus fines
principales, preservar la importancia del patrimonio tangible e intangible, así como
la promoción permanente de las industrias culturales.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
164
Haciendo referencia a las industrias culturales, la Conferencia propone el apoyo a
artistas, diseñadores y artesanos, protegiendo y mejorando los derechos de
creadores y consolidando estos derechos en relación con el mercado, tanto
localmente como mundialmente, protegiendo a la cultura y a los creadores de la
misma, de los abusos comerciales, ya que los bienes y servicios culturales deben
gozar de un reconocimiento pleno y no deben ser tratados como una mercancía
más.
3.8. DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LA UNESCO SOBRE LA DIVERSIDAD
CULTURAL.
La Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural fue adoptada
por la 31ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO, en París, Francia, el
2 de Noviembre de 2001.
Esta Declaración fue aprobada por unanimidad en una coyuntura muy singular:
acababan de producirse los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 y la
31ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO, la cual constituía el primer
gran encuentro de nivel ministerial después de aquel suceso.
La situación que acababa de acontecer, brindó a los Estados la ocasión de
reafirmar su convicción de que el dialogo intercultural es el mejor garante de la
paz, y de rechazar categóricamente la tesis que auguraba un choque ineludible
entre las culturas y civilizaciones.
Ahora bien, la Declaración sobre Diversidad Cultural surgió del deseo de los
Estados Miembros de definir un instrumento que sirviera de marco normativo, en
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
165
el contexto de la globalización, con vistas a elaborar políticas culturales
nacionales, respetando las reglas internacionales y los derechos fundamentales.
Es la primera vez que la comunidad internacional posee un instrumento legal que
eleva la diversidad cultural al rango de “patrimonio común de la humanidad”.
Así pues, la Declaración tiene por objeto responder a dos preocupaciones
principales: en primer lugar, asegurar el respeto a las identidades culturales con la
participación de todos los pueblos en un marco democrático; en segundo lugar,
contribuir a la emergencia de un clima favorable a la creatividad de todos,
haciendo así de la cultura un factor de desarrollo.
Efectivamente, es necesario reconocer que la cultura adquiere formas diversas a
través del tiempo y del espacio, y justamente esta diversidad se manifiesta en la
originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan los grupos y las
sociedades que componen la humanidad. Es por ello que la presente Declaración
resalta la importancia de la diversidad cultural como un elemento
fundamentalmente necesario para la humanidad, ya que la sociedad, al igual que
la cultura, presenta cambios constantes.
Aunado a la exaltación de la importancia de la diversidad cultural, la Declaración
de la UNESCO indica que, se debe prestar especial atención en el carácter
específico de los bienes y servicios culturales que, en la medida en que son
portadores de identidad, de valores y sentido, no deben ser considerados como
mercancías o bienes de consumo como los demás.
Por otro lado, en la Declaración, se señala que, las políticas culturales, en tanto
que garantizan la libre circulación de las ideas y las obras, deben crear
condiciones propicias para la producción y difusión de bienes y servicios culturales
diversificados, reforzadas por la existencia de industrias culturales que dispongan
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
166
de medios para desarrollarse en los planos local y mundial; por lo que cada
Estado debe, respetando sus obligaciones internacionales, definir su política
cultural y aplicarla, utilizando para ello los medios de acción que juzgue más
adecuados, ya se trate de apoyos concretos o de marcos reglamentarios
apropiados.
Por su parte, los Estados miembros se comprometen a tomar medidas necesarias
para llevar a cabo la difusión de la Declaración sobre la Diversidad Cultural, y su
efectiva aplicación, cooperando para realizar algunos objetivos como:
1. Profundizar el debate internacional sobre los problemas relativos a la
diversidad cultural.
2. Desarrollar la definición de los principios, normas y prácticas en los planos
nacional e internacional.
3. Favorecer el intercambio de conocimientos y de las prácticas
recomendables en materia de pluralismo cultural para fomentar la inclusión
y la participación de las personas que poseen tradiciones y costumbres
culturales variadas.
4. Avanzar en la comprensión y la clarificación del contenido de los derechos
culturales, considerados como parte integrante de los derechos humanos.
5. Alentar, a través de la educación, una toma de conciencia del valor positivo
de la diversidad cultural.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
167
6. Luchar contra las desigualdades en materia de electrónica en estrecha
cooperación con los organismos competentes del sistema de las Naciones
Unidas favoreciendo el acceso de los países en desarrollo a las nuevas
tecnologías.
7. Elaborar políticas de preservación del patrimonio cultural y natural, en
particular el patrimonio oral y material, y combatir el tráfico ilícito de bienes
y servicios culturales.
8. Respetar y proteger los sistemas de conocimiento tradicionales,
especialmente los de las poblaciones autóctonas; así como reconocer la
contribución de éstos a la protección del medio ambiente y a la gestión de
recursos naturales, y favorecer la sinergia entre la ciencia moderna y los
conocimientos locales.
9. Apoyar la movilidad de creadores, artistas, investigadores, científicos e
intelectuales, y fomentar el desarrollo de programas de asociaciones
internacionales de investigación, procurando al mismo tiempo preservar y
aumentar la capacidad creativa de los países en desarrollo y en transición.
10. Ayudar a la creación y consolidación de industrias culturales en los países
en desarrollo, cooperando en el desarrollo de infraestructuras necesarias,
apoyar la creación de mercados locales viables y facilitar el acceso de los
bienes culturales de dichos países al mercado mundial y a los circuitos de
distribución internacionales. (Declaración Universal de la UNESCO sobre la
Diversidad Cultural)
Ahora bien, como señaló Koichiro Matsuura,
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
168
“La Declaración aspira a preservar la diversidad cultural, diversidad que no cabe
entender como patrimonio estático sino como proceso que garantiza la
supervivencia de la humanidad; aspira también a evitar toda tentación
segregacionista y fundamentalista que, en nombre de las diferencias culturales,
sacralice esas mismas diferencias y desvirtúe así el mensaje de la Declaración
Universal de Derechos Humanos.
La Declaración sobre Diversidad Cultural insiste en reconocer el carácter plural
dentro de una misma sociedad, pues sólo así es posible conservar la diversidad
cultural en su doble dimensión de proceso evolutivo y fuente de expresión,
creación e innovación. La Declaración, que se acompaña de las grandes líneas de
un plan de acción, puede convertirse en una formidable herramienta de desarrollo,
capaz de humanizar la mundialización. Desde luego, en ella no se prescriben
acciones concretas sino que se formulan orientaciones generales que los Estados
Miembros, en colaboración con el sector privado y la sociedad civil, deberían
traducir en políticas innovadoras en su contexto particular.
Esta Declaración, que a la cerrazón fundamentalista opone la perspectiva de un
mundo más abierto, creativo y democrático, se cuenta desde ahora entre los
textos fundadores de una nueva ética que la UNESCO promueva en el siglo XXI”
(Koichiro Matsuura, p. 37).
3.9. CONVENCIÓN SOBRE LA PROTECCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA
DIVERSIDAD DE LAS EXPRESIONES CULTURALES.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
169
La Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las
Expresiones Culturales se llevó a cabo en el marco de la Conferencia General de
la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura,
en su 33ª reunión, celebrada en París del 3 al 21 de octubre de 2005.
En ella se afirma, al igual que en la Declaración Universal de la UNESCO sobre la
Diversidad Cultural, que la diversidad cultural es una característica esencial de la
humanidad y se le contempla a ésta como patrimonio común humano, que debe
valorarse y preservarse en provecho de todos. Esta convención reconoce a la
diversidad cultural como uno de los principales motores del desarrollo sostenible
de las comunidades, los pueblos y las naciones.
De la misma manera, se destaca la necesidad de incorporar la cultura como
elemento estratégico a las políticas de desarrollo nacionales e internacionales, al
mismo tiempo que, reconoce la necesidad de adoptar medidas para proteger la
diversidad de las expresiones culturales y sus contenidos, especialmente en
situaciones en las que las expresiones culturales puedan correr peligro de
extinción.
En esta Convención, también se destaca la importancia de los bienes y servicios
culturales, de índole a la vez económica y cultural, pues son portadores de
identidades, valores y significados, y por consiguiente no deben tratarse como si
sólo tuviesen un valor comercial.
Ahora bien, tomando en cuenta el proceso de globalización, y haciendo referencia
al papel que juegan la tecnologías de la información y la comunicación, pese a que
estas últimas permiten la intensificación de la interacción entre las culturas,
constituyen también un desafío para la diversidad cultural, especialmente en los
que respecta a los riesgos de desequilibrios entre países ricos y países pobres.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
170
3.10. AGENDA VEINTIUNO DE LA CULTURA.
La Agenda veintiuno de la Cultura se inspira en las reflexiones sobre la
sostenibilidad ambiental y se articula como una propuesta que describe los
peligros y las amenazas que hoy sufren los ecosistemas culturales en el mundo. Al
mismo tiempo dibuja un nuevo mapa de la intervención de la cultura y de su
posición en el actual entorno globalizado como elemento esencial para la
cohesión, la inclusión, la identidad e incluso la seguridad.
Hoy en día, se puede afirmar con propiedad que “el desarrollo cultural genera
desarrollo económico, pero en cambio el desarrollo económico, por sí mismo, no
genera desarrollo cultural” (Agenda 21 de la Cultura, Barcelona, 2004). Como se
señaló en las conferencias anteriores, efectivamente el desarrollo cultural es la
base para poder alcanzar un desarrollo integral; la cultura es el elemento
primordial que nos brinda, un sentido de pertenencia nacional, así como rasgos
característicos e históricos, y es también el elemento que nos otorga la capacidad
de ser tolerantes y asimilar la existencia de personas y de naciones distintas a la
propia; asimismo, nos permite conocer nuestras oportunidades y limitantes frente
a un proceso tan complejo como lo es la Globalización.
Precisamente bajo esta dinámica de globalización, en que la cultura juega un
papel fundamental, nace la Agenda veintiuno de la Cultura como propuesta de los
ayuntamientos de Barcelona y de Porto Alegre; y como un compromiso que
aceptan los países firmantes para hacer respetar los derechos humanos, la
diversidad cultural, la sostenibilidad, la democracia participativa y la generación de
condiciones para la paz.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
171
Esta Agenda se estableció en Barcelona, (España) los días 7 y 8 de mayo de
2004, en el IV Foro de Autoridades Locales para la Inclusión Social de Porto
Alegre, en el marco del Foro Universal de las Culturas Barcelona 2004, y se
aprueba dicha Agenda como documento orientador de las políticas culturales y
como contribución al desarrollo cultural de la humanidad.
La elaboración de la Agenda 21 de la cultura es un proceso amplio de debate y
reflexión, que invita a participar a:
I) Todas aquellas instancias internacionales que han impulsado los
debates de cultura y desarrollo con anterioridad: UNESCO, Consejo de
Europa.
II) La Red de Autoridades Locales para la Inclusión Social
III) Las redes culturales internacionales como Euro ciudades, Merco
ciudades, entre otras.
IV) Expertos en cultura y desarrollo de las ciudades que quieran implicarse
en el proceso.
V) Borradores previos de los documentos que se presentarán en múltiples
reuniones y congresos (Ibídem).
Ahora bien, la idea de realizar una Agenda veintiuno de la cultura intenta
responder a los retos de desarrollo cultural que la humanidad debe afrontar en el
siglo XXI, el siglo de las ciudades. El documento está orientado a identificar
aspectos críticos y sobre todo, a enumerar con claridad aquellos ámbitos donde se
pone de relieve la dimensión cultural del desarrollo. El documento es
“comprometido”, en tanto que deberá llegar a las raíces de lo que hoy significa la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
172
cultura en el proceso de globalización, especialmente a partir de las diversas
tensiones que se manifiestan hoy en cualquier territorio: tradición/modernidad,
local/global, público/privado, identidad/diversidad, conocimientos/valores.
El documento apela básicamente al compromiso de las instancias públicas de la
cultura, desde los gobiernos locales, a las naciones y los estados. El documento
también constituirá un referente para las organizaciones privadas, las
organizaciones no gubernamentales y el tercer sector (no lucrativo) que desarrolla
una misión eminentemente cultural. Así, el documento “la Agenda veintiuno de la
Cultura” se convierte en un punto de partida y de apoyo para realizar procesos y
redactar documentos de compromiso específicos en cada uno de los territorios y
las entidades que lo suscriban.
Para la Agenda veintiuno de la Cultura, uno de los temas fundamentales es
resaltar a la cultura como elemento de civilización, pero efectivamente, la cultura
no puede llevar a cabo su función “civilizadora” si no se da anticipadamente una
mayor participación ciudadana, tampoco sin tomar en cuenta la importancia de la
identidad, o sin reconocer a la pluralidad de identidades y culturas, o dejando de
lado la importancia de la educación y la propia cultura como elementos
fundamentales en la vida de toda persona que pertenece a una nación.
La Agenda veintiuno de la cultura promueve la adopción de una serie de
principios, compromisos y recomendaciones para potenciar un desarrollo de la
cultura a escala internacional desde el ámbito local, considerándola un derecho
colectivo de participación en la vida de las sociedades.
El documento de la Agenda veintiuno de la Cultura, establece el “deber” por parte
de los Estados por asumir que la cultura es un derecho social básico de la
población mundial, así como también una vía de inclusión social para aquellos
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
173
sectores discriminados y marginados por fenómenos y situaciones provocados por
el proceso de globalización, por lo que es necesario refugiarse en el desarrollo
cultural para hacer frente a las problemáticas actuales del mundo globalizado.
3.11. ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS
La Organización de los Estados Americanos (OEA) reúne a los países del
hemisferio occidental para fortalecer la cooperación mutua en torno a los valores
de la democracia, defender los intereses comunes y debatir los grandes temas de
la región y el mundo. Es el principal foro multilateral de la región para el
fortalecimiento de la democracia, la promoción de los derechos humanos y la
lucha contra problemas compartidos como la pobreza, el terrorismo, las drogas y
la corrupción.
La Organización está compuesta por 35 Estados miembros: las naciones
independientes del Norte, Sur y Centro de América y el Caribe. La participación
del gobierno de Cuba, un Estado miembro, ha estado suspendida desde 1962, por
lo que participan activamente sólo 34 países. Naciones de otras regiones del
mundo participan en calidad de Observadores permanentes, lo que les permite
seguir de cerca los problemas que afectan al hemisferio. (Organización de los
Estados Americanos).
La Carta de la Organización de los Estados Americanos fue suscrita en Bogotá el
30 de abril de 1948, durante la celebración de la Novena Conferencia Internacional
Americana, estableciendo como propósitos esenciales de la organización los
siguientes:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
174
a. Afianzar la paz y la seguridad del Continente.
b. Prevenir las posibles causas de dificultades y asegurar la solución pacífica
de las controversias que surjan entre los Estados miembros.
c. Organizar la acción solidaria de éstos en caso de agresión.
d. Procurar la solución de los problemas políticos, jurídicos y económicos, que
se susciten entre ellos.
e. Promover por medio de la acción cooperativa, su desarrollo económico,
social y cultural. (Edwin R. Harvey, Op. cit. p. 29).
Al igual que la UNESCO, la OEA tiene como objetivo fundamental establecer la
paz y la seguridad entre las naciones que conforman América y el Caribe, creando
vínculos entre los Estados miembros, en materia política, social, económica, y
cultural, y además tomando en consideración que cada uno de dichos países se
encuentra en igualdad de condiciones que cualquier otro de la región. Es decir, la
Organización pretende que la paz se alcanza a través de la mutua comprensión y
el respeto a la soberanía de cada Estado, y asegurar al mismo tiempo el derecho
a cada uno de los ciudadanos de los países americanos a la igualdad, dejando de
lado la situación económica o postura política de cada uno de ellos.
Ahora bien, lo que se pretende en la Organización de Estados Americanos es que
a través de la cooperación continental se contribuya al progreso y a la civilización
de la región, y a su vez obteniendo desarrollo económico, social y cultural a nivel
nacional.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
175
En lo que se refiere a las normas culturales establecidas por la Organización, los
Estados miembros pretenden favorecer el derecho a la educación, haciendo de la
enseñanza primaria una actividad obligatoria, y gratuita cuando la enseñanza sea
impartida por el Estado.
Por otro lado, en la Organización de Estados Americanos, los Estados se
comprometen a facilitar el intercambio cultural a través de los medios de
expresión, y teniendo muy en cuenta el respeto que merece cada una de las
culturas de los países miembros. (Carta de la Organización de los Estados
Americanos (Aprobada el 30 de Abril de 1948).
Dentro de la Organización de Estados Americanos se encuentra el Consejo
Interamericano Cultural, que es el órgano encargado de establecer los
lineamientos y proyectos de cooperación en materia cultural para la región de
América y el Caribe
3.12. CONSEJO INTERAMERICANO CULTURAL
El Consejo Interamericano Cultural tiene como finalidad promover las relaciones
amistosas y el entendimiento mutuo entre los Estados americanos para afianzar la
paz a través del intercambio educacional, científico y cultural. (Artículo 73 de la
Carta de la Organización de los Estados Americanos) Y entre sus funciones
fundamentales para poder alcanzar dicho objetivo, se encuentran las siguientes:
a. propiciar actividades interamericanas de carácter cultural;
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
176
b. reunir y proporcionar información sobre las actividades culturales que se
lleven a cabo en los Estados Americanos y entre ellas, las de las
instituciones particulares y oficiales de carácter nacional e internacional;
c. promover la adopción de programas de educación fundamental adaptados a
las necesidades de todos los grupos de población de los países
americanos;
d. promover igualmente la adopción de programas especiales de instrucción,
educación y cultura para las masas indígenas de los países americanos;
e. cooperar a la protección, conservación y aumento del patrimonio cultural del
Continente;
f. estimular la cooperación entre los pueblos americanos en el campo de la
educación, la ciencia y la cultura, mediante el intercambio de materiales de
investigación y estudio, así como de profesores, estudiantes y técnicos y,
en general, de personas y elementos útiles para el logro de este propósito;
g. fomentar la educación de los pueblos para la convivencia internacional;
h. desarrollar cualquiera otras actividades que le encomienden la Conferencia
Interamericana, la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones
Exteriores o el Consejo de la Organización de Estados Americanos.
(Artículo 74 de la Carta de la Organización de los Estados Americanos)
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
177
CAPÍTULO IV. EL FUTURO DE LA POLÍTICA CULTURAL EN MÉXICO.
Si bien el contexto mundial ha definido las políticas a seguir en México, es
indispensable dar prioridad a las cuestiones y contextos internos para fortalecer el
desarrollo nacional, reivindicando la participación del Estado a nivel local. Es
necesaria la creación e implementación de elementos jurídicos y administrativos
que garanticen el respeto y ejercicio de los derechos culturales, a fin de propiciar
estrategias específicas, basadas en las necesidades y demandas locales, que
fortalezcan la integración multicultural del país sin confundirla con una visión de
fragmentación.
Por su naturaleza el ámbito cultural es amplio, la compleja estructura
administrativa del sector carece de una clara estrategia nacional que articule los
esfuerzos de las distintas instituciones y organizaciones, no hay transparencia ni
unificación de criterios en la atención a las distintas materias de la cultura, por ello
a pesar de los intentos por hacer del CONACULTA un organismo coordinador de
la política cultural reina una desorganización entre los distintos organismos
involucrados en esta labor, que afecta también a los niveles nacional, regional y
local.
La definición de la Política Cultural en México se dio a partir de la
institucionalización del sistema educativo, se multiplicaron organismos de diversa
índole sin una clara planeación cultural. Por principio existe cierta controversia
desde la creación de CONACULTA por que se basa en un decreto presidencial
cuando las instituciones más importantes del país INAH e INBA dependen de una
ley orgánica. La propuesta de creación de una Secretaría de Cultura a la cual se
adhieran todas estas instituciones no representa la medida más significativa para
dar coherencia a una política cultural, tal vez sea más relevante iniciar una
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
178
propuesta de Ley de Fomento Cultural que defina claramente las acciones de una
política de promoción y desarrollo cultural; en octubre de 2003 se aprobó la Ley de
Fomento Cultural para el Distrito Federal que contiene importantes propuestas,
habrá que evaluar los resultados en el ámbito práctico y si la experiencia puede
aplicarse a nivel federal.
La consideración en torno a la creación de un Secretaría de Cultura tiene ciertas
reservas, pues es más importante establecer principios, mecanismos y conceptos
claros de una política cultural que sean la base para todo organismo abocado a la
cultura, de no ser así y de crearse espontáneamente una Secretaría se corre el
riesgo de que suceda lo que en el Distrito Federal, con la transformación del
Instituto de Cultura en Secretaría, ésta se volvió más ineficiente y burocrática,
aunque cabe considerar que los recortes presupuestales generalmente se hacen
sobre áreas que no se consideran “prioritarias” como la cultura. Para legitimar los
parámetros en las leyes concernientes a la cultura no es una labor sencilla, se
requiere de un minucioso análisis de los factores que puedan alentar el desarrollo
cultural. Son necesarias propuestas que sustenten una política pública a partir del
mejoramiento de los elementos legales, normativos, administrativos, técnicos y
operativos, a fin de generar puntos de referencia sólidos en la interpretación y
ejecución de la política cultural.
Como parte del marco legal vigente de la cultura se contemplan aproximadamente
300 disposiciones, así como existen iniciativas sobre la incorporación del derecho
a la cultura en la Constitución, es preciso hacer una revisión en este terreno, en sí
se requiere de una adecuación de la situación y necesidades de las distintas
materias de la cultura al contexto actual. Cabe señalar que aunque se avance en
materia legislativa, es también indispensable la reglamentación y normatividad de
las leyes vigentes, es decir, las leyes generales en ocasiones señalan lo que se
debe hacer pero no profundizan en el cómo hacerlo, de ahí la necesidad de definir
reglas claras para la consecución del desarrollo cultural, un ejemplo de ello es la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
179
recién aprobada Ley de Fomento Cultural del Distrito Federal, que maneja muy
buenas intenciones de legislar en la materia pero nadie sabe cómo hacerla
operativa en el terreno práctico. Aunque esto representa una paradoja, pues
también debe considerarse la simplificación de procedimientos administrativos que
agilicen la labor cultural.
También en el terreno legislativo debe considerarse el contexto político, ya que el
actual sistema de partidos demuestra su crisis de legitimidad al no representar las
causas de la sociedad, como muestra, en la legislatura el presidente de la
comisión de cultura de la cámara de diputados es el Secretario del Sindicato de
Músicos. En este sentido, ¿cómo lograr generar las condiciones para avanzar en
el terreno legislativo si los representantes desconocen la importancia de su labor
en la cultura y carecen de una sólida formación política? A pesar de ello la opción
más viable es consultar la asesoría, experiencia e incluir la participación de gente
especializada en el campo que conoce de cerca los conflictos en materia legal,
académicos, investigadores, promotores y funcionarios.
Varias son las experiencias que demuestran que cuando se incluye la
participación de las comunidades en la definición de estrategias y acciones de la
labor cultural, se logran mejores resultados en la reproducción, consolidación y
difusión de valores, identidades y creaciones culturales, es decir, cuando los
destinatarios se convierten en sujetos coadyuvan a delinear el camino a seguir de
una política cultural y a incidir activamente en su propio desarrollo.
La cultura tiene cualidades que alientan significativamente el mejoramiento en las
condiciones de vida, la definición de estrategias de desarrollo con un perfil cultural
puede transformar en forma y fondo la acción gubernamental. “La formulación de
la política cultural y su aplicación debe ser un asunto de competencia
interministerial e intersectorial.” (Informe de la comisión de Cultura y desarrollo,
Nuestra diversidad creativa, 1997, p. 303), así como es un importante soporte para
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
180
las políticas y programas destinados al desarrollo social pues facilita la vinculación
local, nacional e internacional. También la política cultural es pilar para la política
exterior, es imprescindible una cooperación multilateral para la preservación,
promoción y participación en actividades culturales y reproducción de identidades.
Es preciso sustentar en un contexto más amplio la noción de patrimonio cultural
pues no sólo es el acervo, la preservación de monumentos y el instrumento que
alienta la cohesión nacional, sino también es un espacio vivo de transformación,
enfrentamiento y negociación social que reproduce identidades y diferencias, es
en sí una construcción social que cotidianamente recrean las distintas
comunidades. Es preciso ampliar y reconsiderar los conceptos vigentes en la
actual política cultural; lo mismo sucede con otras nociones, como la visión que
prevalece en el apoyo a las artes y la “alta cultura”, si bien es importante divulgar
la universalidad de la cultura, en realidad son opciones ajenas a las
manifestaciones culturales más próximas de la población mayoritaria, la creación
cultural se da en los contextos urbanos, rurales, locales, identidades juveniles, de
género, etc.
Es necesario abandonar la noción monolítica de cultura nacional y transitar a la
noción de diversidad otorgando prioridad a las propuestas de las minorías y
favoreciendo la equidad. Aunque se hacen significativos esfuerzos en el apoyo a
lo popular, éstos no son suficientes pues la demanda es mucho mayor que los
apoyos otorgados. La cultura es “… el conjunto de actos y discursos donde se
elabora la significación de las estructuras sociales. Entendida como parte de los
procesos simbólicos que contribuyen a la reproducción y transformación de las
sociedades, se la ve como un espacio clave en la formación de las naciones
modernas y en la reformulación de lo nacional que ocurre en las migraciones
masivas, en la integración de mercados y circuitos trasnacionales de bienes
económicos y culturales.” (Néstor García Canclini, 1996, p.16). Debe
considerársele como un universo de posibilidades y manifestaciones, tan diverso
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
181
como los grupos sociales, el reto es apoyar equitativamente la diversidad cultural
con parámetros tanto cuantitativos como cualitativos.
El financiamiento a la cultura es un desafío permanente, cualquier esfuerzo hecho
al respecto debe acompañarse de una evaluación de resultados y beneficios a fin
de coadyuvar en la equidad de los gastos y un constante replanteamiento de las
prioridades, no porque una actividad sea exitosa un año como es el caso de
festivales y encuentros que significa que deba preservarse su continuidad, ésta
depende de la incidencia en el desarrollo social y comunitario. Es preciso evaluar
estrategias de financiamiento, la diversificación de fuentes tanto públicas y
privadas, garantizar el acceso a la población, y los beneficios económicos
generados de las actividades culturales. En este sentido, existen varias
experiencias en festivales, encuentros y demás actividades culturales que se han
realizado con la colaboración entre gobierno, fundaciones y empresas privadas
desde la perspectiva de la mercadotecnia, el papel que debe asumir el gobierno es
vigilar que la cultura cumpla con su sentido social, así como también que estas
alianzas representen el acceso a la cultura y no se conviertan en actividades
elitistas, tal es el caso del Festival del centro histórico, la cumbre Tajín y Festival
Cervantino por citar ejemplos.
El papel de las industrias culturales plantea un escenario complejo para la
definición y acción de la política cultural, la innumerable gama de mensajes
culturales que ofrece el progreso tecnológico y que se reproducen a través del
mercado a escala mundial repercute significativamente en la labor gubernamental;
ante esta situación hay más cuestionamientos que respuestas.
Cualquiera que sea el rumbo, el Estado tiene la responsabilidad de evitar que las
fuerzas del mercado dominen el sector cultura debido a su importancia y sentido
social. En la relación gobierno, mercado y sociedad civil, es urgente que el Estado
impida los abusos del mercado en la expansión de manifestaciones culturales, se
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
182
trata incluso de un ejercicio de soberanía el atender y vigilar la reproducción de la
cultura en la sociedad de la información.
La investigación en el campo cultural cobra significativa importancia pues puede
incidir en temas de interés prioritario para el desarrollo social y la resolución de
problemas como la alimentación, contaminación, salud, población, etc. Hacen falta
indicadores culturales que otorguen confiabilidad en la toma de decisiones. La
política cultural tiene su margen de acción circunscrito al ámbito político e
institucional, son políticas de intervención en ocasiones ajenas a la cotidianidad e
inclusión de la participación social, lo cual debe transformarse a fin de consolidar
realmente un proceso de construcción social.
Los estudios culturales como un amplio terreno de investigación tienen mucho que
aportar, pueden alentar en forma determinante el desarrollo social si desde el
gobierno se incorporan tareas de diagnóstico y evaluación de los proyectos
culturales, a fin de obtener parámetros del impacto de la actividad cultural en la
transformación social. Es preciso ampliar la noción misma de política cultural si se
le considera desde la base del desarrollo, pues implica dotar de sentido acciones
encaminadas a los distintos sectores de la población desde el destino de políticas
para públicos de distintas edades, género e identidades; y en torno a temas
prioritarios como el cuidado del medio ambiente, la memoria histórica, etc. En los
procesos culturales, la sociedad retoma o rompe con su pasado para recrear su
futuro.
En la formulación de un proyecto de país se necesitan leyes, políticas y
mecanismos que garanticen la gobernabilidad de la diferencia a partir de una
especial consideración de los contextos comunitarios, locales y nacionales; no hay
una sola política a seguir, más bien se trata de un proceso de construcción
conjunto entre gobierno y actores sociales. Todos los actores involucrados tienen
responsabilidad colectiva en la definición de la política cultural, administradores,
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
183
autoridades, investigadores, artistas, públicos, y sociedad civil. “Las cuestiones
comerciales y las iniciativas no gubernamentales demuestran, por el contrario, que
la política cultural también la hacen las corporaciones, los medios masivos, las
fundaciones, los políticos y, en algunos casos, los ciudadanos.”(George Yúdice
2002, p. 337).
La inclusión de estos actores es fundamental en la definición e implementación de
la política cultural, respetando sus formas de organización y participación a fin de
coadyuvar a la justicia y equidad. Es preciso elaborar un proyecto nacional que
articule los esfuerzos que realizan instituciones, organizaciones, y sociedad civil,
que unifique criterios y que logre la coordinación de este sector. La construcción
de la política cultural implica incorporar este conjunto de acciones, a fin de
satisfacer las necesidades culturales, permitir la ampliación de símbolos y
significados de la vida cultural, conciliar los consensos y diseños que se dan en el
orden social y asegurar su convivencia.
El fundamento de la política cultural es el reconocimiento del derecho a la cultura.
Las políticas culturales modernas en mucho deben su desarrollo al impulso y
convocatoria de organismos como la UNESCO, que fortalecieron la reflexión,
quehacer, y la toma de conciencia sobre la importancia para los gobiernos de
intervenir en la cultura; de igual forma corrientes de carácter crítico como los
conocidos “globalifóbicos”, aportan reflexión y crítica a las acciones de gobierno.
Es indispensable en la jerarquización, ordenamiento e integración del conjunto
heterogéneo de expresiones culturales considerar la política cultural como política
pública; las acciones en éste ámbito generalmente se ciñen a las decisiones
tomadas por la administración pública, a partir de lo público se definen objetivos y
mecanismos de planificación. De la responsabilidad del administrador de la cultura
dependerá la eficiencia de una política cultural, se requiere de habilidad para
movilizar recursos humanos y económicos a fin de garantizar un desarrollo
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
184
equitativo en los distintos actores, instituciones y comunidades vinculados al
campo cultural.
Es importante considerar que no toda la cultura está contemplada en una política
cultural ésta sólo se ciñe a una dimensión social y pública de los procesos
institucionales, es decir, en la esfera privada se reproducen y generan
manifestaciones ajenas a la institucionalidad. Sin embargo, los órganos del Estado
tienen la obligación de al menos conocer las distintas formas de expresión cultural
por una razón elemental de inclusión en la vida social y política.
La acción mínima a que tiene obligación el gobierno, es la garantía del acceso a la
cultura entendida como “…la posibilidad efectiva que tienen los habitantes de un
país, para informarse, conocer y disfrutar libremente de las obras y bienes
culturales existentes y disponibles en su comunidad nacional, regional o local.”
(Ezequiel Ander Egg 2002, p. 1), lo que da posibilidad a un proceso de apropiación
de la cultura. La colaboración desde el gobierno en el desarrollo cultural, en un
sentido más amplio e idónea es favorecer en lo posible la democracia cultural de
manera que individuos y colectividades dispongan de instrumentos y espacios
para promover procesos de participación de los grupos sociales en la
administración, creación, gestión y transmisión de la cultura respetando sus
formas de organización.
Es importante señalar que la política cultural no es el Programa Nacional de
Cultura de cada sexenio que se desprende del Plan Nacional de Desarrollo
propuesto por el ejecutivo, pues éste es de carácter unilateral y establece sólo lo
que desde el gobierno se pretende hacer. El uso en plural de políticas culturales,
obedece a la necesidad de definir estrategias por ámbito de atención de la cultura,
lo deseable es su definición desde los distintos niveles de gobierno y las diferentes
materias de atención de la cultura estableciendo puntualmente principios,
mecanismos, prioridades y objetivos con un perfil incluyente.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
185
4.1. LA REESTRUCTURACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA CULTURA
Administrar las instituciones culturales significa, conservar el patrimonio histórico y
artístico nacional, impulsar programas nacionales de apreciación y educación
artística, fomentar la lectura, saber negociar con los sindicatos de las instancias
culturales INAH e INBA, favorecer con equidad a las distintas manifestaciones
culturales, fortalecer la política de difusión en el área audiovisual, considerar en
todo momento la necesaria vinculación de la educación formal con las labores de
difusión y promoción cultural.
La lógica de la administración cultural en los tres niveles de gobierno, desde lo
federal, estatal y municipal, tradicionalmente se da en forma vertical, centralista,
unilateral, clientelar, excluyente e impositiva, se visualiza al destinatario en forma
pasiva, y como mero objeto de atención. En este sentido el reto es transitar a una
manera distinta de ejercer la administración cultural, buscando consolidar una
forma horizontal, interactiva, participativa, formativa, dinámica, incluyente, plural y
propositiva.
Es imprescindible la claridad en los distintos niveles de gobierno de las prioridades
de atención con respecto al ámbito cultural, un proyecto cultural se define según
desde donde se ejerza, es decir, las direcciones de cultura a nivel local,
delegacional o municipal tienen la obligación de atender las demandas locales de
cultura, en este nivel es mayor la cercanía y oportunidad de conocer en lo próximo
las manifestaciones culturales que se gestan desde las comunidades, la
responsabilidad de gobierno en este sentido, implica facilitar, apoyar y atender
prioritariamente lo local, lo cual no sólo favorece la legitimación de identidades,
sino también la acción política de gobierno.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
186
La amplitud, cobertura y responsabilidad son mayores en el nivel estatal pues
implica trabajar en lo regional de manera que los recursos, demandas y criterios
de atención se den en forma equitativa propiciando el desarrollo social para ello
son las secretarías y direcciones de cultura de los estados. La labor desde lo
federal tiene un carácter significativamente distinto ya que implica considerar los
contextos anteriores y a partir de ello fomentar acciones de difusión de la cultura
de lo internacional a lo nacional y viceversa, es decir, en ocasiones se realizan
importantes festivales o expresiones artísticas de nivel internacional en las
principales ciudades, concentrando esta actividad en el centro del país, su
descentralización y distribución equitativa en las distintas entidades federativas es
un asunto que compete a un órgano federal que sea el responsable de articular los
procesos que se dan en lo nacional y lo mundial, pues al mismo tiempo se
requiere difundir al exterior del país las expresiones nacionales.
Por ello es imprescindible la definición de competencias y responsabilidades en
los distintos niveles, para evitar la duplicación de funciones y esfuerzos y conocer
cabalmente los procesos y rutas que se dan en las distintas expresiones
culturales, a partir de esta labor puede iniciarse un proceso de ordenamiento y
coordinación de esfuerzos para la administración pública, ésta sería la tarea a
realizar por parte de un organismo federal llamase Consejo, Secretaría,
Coordinación lo importante es establecer claramente sus competencias y su papel
en el desarrollo social.
Tal reestructuración a partir de los niveles de gobierno acompañada de
diagnósticos y evaluaciones ayudaría a recabar la información necesaria para una
vez que se conoce concretamente el estado en que se encuentra la cultura, se
definan entonces las estrategias, planes y programas de desarrollo cultural. En sí
la propuesta es consolidar un proceso inverso al modelo que predomina, es decir,
establecer los criterios de atención a partir del conocimiento de las causas y
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
187
factores externos a la administración pública con el fin de que las diversas
comunidades sean partícipes, y detectar así las necesidades y demandas del
sector.
La definición de una política cultural se daría a partir de dos vertientes, por un lado
por materia de atención en la cultura, es decir de la estructuración por cada ámbito
ya sea área audiovisual, artes escénicas, cultura popular, música, formación
artística, etc. Y por otro a partir de la comprensión de los contextos en los distintos
niveles de gobierno, la prioridad para una política cultural es favorecer las
propuestas comunitarias fortaleciendo las expresiones culturales del país con una
ardua labor de promoción, difusión y apoyo al interior y entre las entidades
federativas.
Un reto para la administración pública es la adecuación de los contenidos
sustantivos de la política cultural, desde la elaboración de proyectos y programas
con un carácter integral y multidisciplinario que defina las prioridades, a partir de
diagnósticos y evaluaciones que señalen las directrices a considerar en la
implementación de proyectos; se trata de transitar de la improvisación y el
favoritismo a una planeación basada en el conocimiento a fondo de los distintos
terrenos de la cultura. Por medio de un plan rector que defina responsabilidades a
nivel federal, estatal y municipal, consolide la integración y vinculación cultural al
interior del país, modifique estructuras y se establezca un órgano central garante
de la descentralización y optimización de recursos.
Sólo a partir de una labor con estas características se valorará no sólo la tradición
y las expresiones locales para favorecer el turismo, sino que implica un sentido
más profundo al promover la preservación de las raíces históricas ya que la
memoria histórica es fundamental en la vida de los pueblos y sus culturas,
fortalece su sentido de pertenencia, sus valores sociales, espirituales y de
identidad, es parte activa en la construcción colectiva de la conciencia crítica de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
188
los movimientos sociales, en el desarrollo de sus propias vidas y de su propia
historia.
Con esta propuesta se procura que se compartan experiencias entre las entidades
federativas y se fomente la interrelación cultural como alternativa a la pérdida de
identidades que se excluyen desde el pensamiento único. Es imprescindible
potenciar el pensamiento propio y el fortalecimiento de los valores de la diversidad
cultural con el objetivo de construir nuevos paradigmas para una cultura de
enriquecimiento, crecimiento y convivencia social.
En materia administrativa es indispensable compactar la estructura burocrática y
hacer eficiente el sector. Uno de los mayores obstáculos para la adecuada
coordinación sin duda es la estructura tan amplia que en más de un caso muestra
la duplicación de funciones, una labor importante sería sectorizar por ámbito de
atención de la cultura, a partir de una reestructuración interna, considerando la
disminución de direcciones abocadas a materias afines lo que implicaría reducción
de cargos, todo ello con el fin de obtener un sistema ágil, fluido e integrado.
La falta de proyectos a largo plazo ocasiona que los políticos despilfarren
presupuestos en grandes, costosos y en ocasiones inútiles proyectos culturales
encaminados frecuentemente a la construcción de infraestructura y a la
generación de espectáculos, cuando la necesidad es incentivar la participación,
disfrute, sensibilización, capacitación y apoyo a proyectos comunitarios, que por
su carácter son acciones menos vistosas para los funcionarios, pero de mayor
efectividad e impacto en la población. Así mismo, suele suceder que se destinan
enormes recursos a costosas producciones extranjeras sin priorizar el apoyo a las
expresiones del país, la opción sería procurar que la iniciativa privada invierta en
las acciones culturales provenientes del extranjero conjuntamente con los
organismos diplomáticos, y por su parte destinar los recursos públicos a los
proyectos de carácter local, regional y nacional.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
189
En la definición de proyectos culturales debe tomarse en cuenta que sus objetivos
no se cumplen o agotan en un evento o actividad aislada, se requiere implementar
proyectos que tengan una estrategia que conduzca a incrementar paulatinamente
los resultados, de ahí la necesidad de una evaluación permanente, sólo así se
logrará la continuidad y la formación de proyectos y públicos; la labor del
administrador cultural es propiciar la generación de procesos para que el receptor
se apropie de ellos.
Hay una consideración que en pocas experiencias sobre difusión se toma en
cuenta, tal es el caso de la formación de públicos, pues al margen de la
planeación e implementación de proyectos culturales generalmente elaborados
por los mismos creadores cuyo principal objetivo es dar a conocer su obra, es
común olvidarse del público destinatario. Para el gobierno la finalidad de alentar la
formación de públicos tiene como objetivo sensibilizar y generar conciencia en la
sociedad, desde la promoción cultural independiente, en muchas ocasiones, el fin
es convocar al público con estrategias de mercadotecnia favoreciendo la
creatividad de la vida cultural con la única intención de hacer rentable la “oferta”
cultural.
La acción normativa de la administración pública en este campo consiste en
definir, controlar y regular la acción de los distintos actores sociales en materia
cultural. Es responsabilidad de gobierno el regular en los diferentes campos como
en el patrimonio cultural, derechos de autor, museos, enseñanza artística, lectura,
cine, etc., ya sea, desde una perspectiva de fomento, ordenamiento o inhibición
para evitar los abusos; sin embargo, la labor normativa entraña diversos dilemas
en el momento de decidir e implementar medidas.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
190
En cuestiones operativas y técnicas, hay una gran disparidad en la administración
cultural en los distintos niveles de gobierno, muchas veces la labor que se realiza
depende de la infraestructura y las posibilidades logísticas para llevar a cabo una
actividad. En este sentido, no se requiere de un mero ejercicio de
descentralización de actividades que resultan ser ocasionales, sino más bien de
una descentralización de recursos a fin de generar en municipios o poblaciones
apartadas las condiciones para hacer posible la creación y generación de
manifestaciones culturales propias.
La intervención del gobierno en la cultura se da a partir del financiamiento a
proyectos, privilegios fiscales, becas, premios, subsidios y fondos mixtos; cabe
cuestionarse el carácter discrecional de la forma en que se apoya desde el
gobierno, si bien existen modelos de atención a la cultura, se debe considerar que
la cultura no es una dádiva, ni tampoco se trata de una labor menor, para los
gobiernos la utilidad de la política cultural se da en la legitimación de identidades y
el desarrollo simbólico de la sociedad, además de considerar que las actividades
culturales cuentan con un gran potencial económico ya que generan cuantiosos
recursos económicos y empleos Un acierto de la actual administración es la
puesta en marcha del Sistema de Información Cultural, base de datos desarrollada
por el CONACULTA, es un medio útil para creadores, promotores administradores,
artistas, que contiene información importante sobre convocatorias, difusión,
instituciones, programas. Aunque cabe señalar que no es el único espacio que
realiza esta labor, afortunadamente en internet hay una variada oferta de sitios
que aportan información indispensable para la gestión cultural, incluso
recientemente opera un proyecto impulsado por la Universidad Autónoma
Metropolitana, la Organización de Estados Iberoamericanos y el CONACULTA, se
trata de un programa virtual de especialización en Políticas Culturales y gestión
cultural con la opción de maestría o especialidad.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
191
El administrador o gestor cultural requiere de la capacitación y profesionalización
permanente, atendiendo a una metodología multidisciplinaria que logre un diálogo
entre las diversas disciplinas como la administración, conservación, la planificación
urbana y regional, las industrias, turismo cultural, elaboración e implementación de
proyectos comunitarios, etc. Por fortuna, la formación en gestión cultural es un
campo que se está incrementando, en fechas recientes se dan en forma
permanente diplomados, aunque cabe cuestionarse en qué medida se da el
reconocimiento a los promotores independientes que aprendieron de la
experiencia cotidiana.
Es indispensable la profesionalización de servidores en este campo, ya que el
perfil de puestos relacionados con la administración cultural es un elemento
indispensable para la correcta toma de decisiones, frecuentemente los altos
cargos directivos se otorgan a personas que no tienen experiencia ni conocimiento
sobre la labor cultural. El CONACULTA tiene un importante programa de
capacitación a promotores culturales, a éste tienen acceso los promotores
independientes pero la capacitación no significa la incorporación de promotores a
un puesto dentro de la institución, se capacitan pero sin la oportunidad de que ello
represente el acceso a un puesto.
En el caso de que se lograra definir en forma óptima la labor de una política
cultural, difícilmente ésta podrá instrumentarse sin una reestructuración
administrativa que agilice la implementación de proyectos culturales. Las
funciones instrumentales de una política cultural se relacionan con tareas de
financiamiento, planificación de recursos, áreas de atención, planes, programas,
labores de investigación, constante revisión y adecuación de la legislación, con la
formación y profesionalización de los recursos humanos, todos ellos son terrenos
en los que aún falta por corregir.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
192
Presupuestar la labor cultural del gobierno a partir de programas y proyectos,
contribuye a mostrar concretamente las tareas a efectuar, señalando objetivos
específicos y sus costos de ejecución, además de racionalizar el gasto público,
mejorando la selección de las actividades gubernamentales; partir de la
consideración de los servicios personales, materiales y financieros con los que
cuenta la administración pública.
Es de suma importancia consolidar las políticas culturales como mecanismo de
control para la administración pública, pues se lograrían establecer criterios en la
labor cultural del gobierno. Sería un mecanismo de control porque ayudaría a
evitar los abusos que cotidianamente se dan por parte de los “funcionarios” que
dirigen este sector, ya que abundan las experiencias en que se despilfarran
recursos injustificadamente sin que beneficien a las comunidades a las que sirven.
Es práctica común que la programación de actividades se base en criterios
personales, se contratan empresas que se dedican a la organización de conciertos
y espectáculos para que realicen las tareas que son responsabilidad de los
funcionarios públicos, sin realizar procesos de licitación pues no hay normatividad
el respecto; la mayor parte de los presupuestos se destinan al pago de renta de
recursos logísticos como son sonido, escenarios, sillas, especialistas, etc. En fin la
forma de trabajo, principalmente en el nivel local, se da sin una vinculación ni
relación alguna con la comunidad a la que se sirve, es decir se les toma como
meros objetos de atención sin que la cultura genere procesos de apropiación,
participación, reflexión, crítica y toma de conciencia, pues la mayoría de las veces
las actividades que se realizan tienen un carácter efímero que no sensibiliza a los
destinatarios.
El criterio de viabilidad de los proyectos culturales parece medirse por la cantidad
de boletos vendidos, el número de asistentes o por la duración en cartelera; la
eficacia de los proyectos suele basarse en criterios cuantitativos que se relacionan
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
193
con la idea de consumo ajena a la posibilidad de generar procesos de
participación y el logro del desarrollo cultural. Así, lo más significativo finalmente
son las estadísticas favorables en el caso de los programas de gobierno o las
buenas ganancias en el caso de las iniciativas independientes, dejando de lado los
criterios y balances cualitativos de la acción cultural que por su naturaleza son de
una difícil medición.
La definición de la acción cultural está de alguna manera condicionada según los
criterios de intervención de los diferentes niveles de gobierno, desde municipios
(delegaciones), estados y la federación, son distintos los alcances y la cobertura.
Para una mayor efectividad en las políticas culturales, lo óptimo sería priorizar la
atención a partir de procesos y proyectos culturales desde un carácter local,
regional y federal; es decir, atender necesidades y demandas según la comunidad
y en el nivel que se ejerza la función pública a partir del principio de vinculación
con la sociedad.
Actualmente empresas como las televisoras tienen una gran repercusión en el
consumo cultural y en la “formación” de público pues definen lo que éste ve,
consume o lee, es decir, su influencia se da directamente en las conductas y
valores de sus consumidores, tienen una amplia capacidad para infiltrarse en sus
preferencias debido a que manejan fundaciones, industria editorial, salas de
exposiciones, radio, medios masivos que fomentan hábitos de consumo. Otra
empresa de este tipo cuyo interés primordial es el lucro es Operadora de Centros
de Espectáculos S.A. OCESA, que en los últimos años ha incrementado su ámbito
de influencia en la industria del entretenimiento ya que monopoliza gran parte de
la cartelera teatral, así como organiza varios festivales de los estados, conciertos y
actividades masivas.
Por varios años la política estatal se caracterizó por ser hegemónica, nacionalista,
basada en la divulgación y construcción de la identidad nacional; y por su parte
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
194
con el auge de las empresas culturales, éstas se asociaron con el predominio de
las industrias del cine, televisión, radio, editoriales, abocadas primordialmente al
ocio y el entretenimiento. En ambos enfoques, es evidente la falta de una noción
de inclusión, sus fines, por un lado la legitimidad y por otro el lucro, son ajenos a
un proceso conjunto de construcción entre los agentes culturales, así como no dan
prioridad a la cultura en un sentido formativo y educativo.
Diversificar las opciones de la vida cultural es una práctica deseable, la
participación de la iniciativa privada y otro tipo de organizaciones
independientemente de sus criterios y parámetros de promoción cultural realiza
una importante labor en este sentido, lo que hace falta en la cultura son recursos;
sin embargo, es una responsabilidad de gobierno alentar la formación de hábitos
culturales duraderos a fin de cumplir con una labor educativa.
La producción, difusión y promoción de la actividad cultural requiere de una labor
complicada, pues implica infiltrarse en universos o campos de acción cada vez
más amplios a fin de obtener los recursos y públicos necesarios. Así, “…lo popular
y lo culto, mediados por una reorganización industrial, mercantil y espectacular de
los procesos simbólicos, requieren nuevas estrategias.” (Néstor García Canclini,
1989, p. 92). En este sentido, desde el ámbito gubernamental el reto es propiciar
que las distintas opciones culturales no sólo tengan la capacidad de reproducirse
sino de interactuar entre sí con la finalidad de ampliar el acceso y repercusión en
el público y las comunidades. No sería ajeno pensar en una mezcla de propuestas
entre el sector público y privado, nacional y local, marginal y dominante; se trata
de generar proyectos de participación amplia donde tengan cabida las diferencias
y la diversidad a través de alianzas estratégicas que coadyuven al desarrollo
cultural.
Cierto es que el gobierno no tiene la capacidad para cumplir a cabalidad el
desarrollo cultural, es decir, generalmente los recortes presupuestales son sobre
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
195
este sector y la estructura institucional demuestra su ineficacia para atender sus
demandas, en este sentido, es fundamental definir prioridades de atención por
parte del gobierno con una clara visión de los fines; pues hay áreas estratégicas
en el ámbito cultural como la preservación y cuidado del patrimonio; sin embargo,
en tareas de producción es evidente que cumplen mejor esa función las empresas
culturales. Otras actividades como la organización de festivales se realizan en la
asociación con patrocinadores. En la gestión cultural pueden intervenir distintos
actores, pero el gobierno debe tener en cuenta que la cultura es un bien prioritario
en el desarrollo social de la población.
4.2. OPCIONES PARA EL DESARROLLO CULTURAL
El informe de la Comisión Mundial de Cultura y desarrollo de la UNESCO de 1997,
enfatizo una serie de planteamientos importantes a considerar en el rumbo a
seguir en Política Cultural, plantean la urgencia de la adopción de una “ética
global” que comprenda como principios el respeto a los derechos humanos a fin
de “…brindar condiciones sociales y económicas mínimas que garanticen una vida
digna, tratar con justicia y asegurar el acceso equitativo a los mecanismos
capaces de reparar injusticias…” (Informe de la comisión de Cultura y Desarrollo,
op. cit., p. 28), la democracia y participación de la sociedad civil, la protección de
las minorías, el compromiso con la resolución pacífica de conflictos y su
negociación justa y la equidad; son los principios que corresponde aplicar a los
gobiernos.
Es importante considerar que además de gobiernos y estados, el contexto mundial
involucra otros actores decisivos en la dinámica global como son las
corporaciones internacionales, y las organizaciones que cada vez hacen más
visible su presencia como Amnistía Internacional, Greenpeace y las
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
196
organizaciones de la sociedad civil; las compañías internacionales y las industrias
culturales ejercen un poder que escapa al control mundial pues sus actividades
inciden en las políticas públicas, intervienen determinantemente en los índices
económicos y son una influencia decisiva en los consumidores.
La inclusión de las minorías es un reto de los más difíciles a afrontar por parte de
los gobiernos, no se trata sólo de asistir a grupos “marginados o vulnerables” sino
de respetar la diversidad y erradicar la discriminación por ser causa de graves
conflictos mundiales; un desafío es favorecer el acceso de las distintas
comunidades a la modernidad respetando su cosmovisión, a la educación, al
empleo, y a la representación política, este es uno de los puntos más sensibles
pues históricamente las tendencias que se han infiltrado en las dinámicas políticas
y económicas prefieren reconocer al individuo para evitar el empoderamiento de
las colectividades. Las luchas de las minorías son contra la imposición y la
discriminación, generalmente demandan equidad, recursos, libertad en el ejercicio
de sus prácticas culturales, espacios y formas de relación social vinculadas a los
distintos niveles de gobierno y actores sociales.
Es preciso un compromiso con el pluralismo cultural y la democracia política a fin
de propiciar un entorno que asegure el desarrollo e integración de las minorías
reconociendo los sistemas de valores de los pueblos indígenas, sus conocimientos
y su cosmovisión lo cual implica cierta complejidad debido a que en ocasiones las
prácticas y costumbres chocan con la visión occidental; sin embargo, el parámetro
a tomar en cuenta es el respeto a la dignidad humana, a los derechos humanos,
políticos, civiles y culturales. Se necesitan leyes, políticas y mecanismos que
garanticen y permitan el ejercicio de la oposición en los diversos espacios en que
se generan las manifestaciones culturales.
La cultura de cada región o comunidad es una diversidad en sí misma, es decir,
incluso en el sistema de valores, símbolos y conductas que comparte un grupo no
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
197
hay una homogeneidad, interiormente conviven formas distintas de percibir, vivir e
interpretar esa diversidad, pueden coexistir diferencias como el género, la religión
o el lenguaje sin embargo el reto para una política cultural es garantizar el respeto
a los derechos humanos, la equidad y la participación colectiva.
Para asegurar la garantía de derechos culturales es necesaria la inclusión y
participación de las comunidades, su reconocimiento y el respeto de las
identidades y sus formas de expresión y manifestación artística. La
responsabilidad del gobierno es otorgar las condiciones para fomentar la
creatividad a favor de la expresión, exploración y conocimiento del otro; así como
facilitar los medios para que los individuos participen de su patrimonio y de las
acciones culturales de su comunidad.
Atendiendo al significado estricto de la cultura, el de “cultivar” es necesaria una
visión que amplíe el horizonte de posibilidades, no basta la producción de formas y
objetos de valor estético, tiene mayor valía el cultivar alternativas de solución a
conflictos que perturben la convivencia social; el sentido social de la cultura
implica más que la práctica de actividades que enriquezcan el espíritu, es
necesario utilizar su potencial para transformar significativamente las condiciones
de vida de la sociedad. Es indispensable comprender que el desarrollo cultural
tiene una fuerte repercusión en el mejoramiento social, posee la capacidad de
alentar el bienestar individual y colectivo, así como la cultura genera ingresos y
oportunidades de empleo.
A fin de conseguir avanzar en el desarrollo cultural se hace indispensable una
articulación y vinculación entre la administración, la creación, la academia y la
sociedad; la cultura adquiere sentido cuando hay una estrecha relación y
retroalimentación entre los actores que intervienen en el proceso cultural.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
198
El respeto a las identidades, la consideración del territorio como problema
simbólico, la convivencia y el ejercicio de la ciudadanía, representan algunos de
los retos actuales para la administración cultural, la cual se convierte en una
disciplina compleja al analizar su importancia para el desarrollo nacional, pero
también porque se deben considerar numerosos elementos en la definición de una
política cultural.
La cultura se aprende y se transmite con la socialización, con la relación de un
individuo con otros seres humanos y con la educación informal y formal, debido a
lo cual perdura en el tiempo o se transforma. Por ello el ámbito gubernamental al
tener la rectoría en materia de educación desempeña un importante papel en la
reproducción, difusión y promoción de la cultura, así como en la transformación
social.
El proceso de la acción cultural implica distintas tareas y retos a enfrentar desde la
formación y capacitación artística, la creación, producción, distribución, consumo y
conservación, son labores que enfrenta al dilema de quién y cómo decide apoyar
tal o cual labor, y si a eso se suma la variedad de campos de atención de la
cultura se trata de una ecuación difícil. Sin embargo, es necesario considerar
criterios de oportunidad, equidad y demanda social a fin de tomar la mejor
decisión, pues los errores u omisiones en este sentido pueden incluso lesionar la
legitimidad política de los gobiernos.
4.3. LA IMPORTANCIA DE LA CULTURA EN EL DESARROLLO NACIONAL
Se requiere de una política que logre el equilibrio entre la adecuación del marco
legal a los acuerdos internacionales en materia cultural, así como se logre transitar
de las decisiones verticales a una política plural de Estado, de la duplicación de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
199
funciones a la coordinación entre los actores, de la centralización al federalismo y
la equidad, de los privilegios a la profesionalización tanto de creadores como de
administradores, de la desconfianza a la rendición de cuentas y transparencia, y
de la desarticulación a la evaluación del desempeño; son tareas complejas pero
que hacen la diferencia entre hacer de la política cultural una política
asistencialista o una política prioritaria para el desarrollo nacional.
El desarrollo comúnmente se le relaciona con índices macroeconómicos, se debe
considerar también a partir de su materialización en el mejoramiento de las
condiciones de vida a lo cual aporta mucho la cultura. Es indispensable
transformar la noción e importancia de la cultura desde el ámbito público y dotarla
de sentido social, de manera que la actividad cultural permita la posibilidad de
generar toma de conciencia e intervenir en la vida cotidiana del individuo a fin de
convertirlo en sujeto, la acción cultural debe dejar de ser contemplativa y volverse
un espacio de participación colectiva.
Incluir la diversidad cultural como principio de la política cultural ayuda a lograr la
convivencia y consolidar la democracia, por medio de la articulación y atención
equitativa de las diferencias culturales en una dimensión en que se ejerza la
participación e incidencia en la definición de la política cultural. Así mismo, el
contexto actual exige la consideración de las culturas locales, y su relación con lo
regional, nacional, mundial y global.
El reto para la administración pública es lograr que la cultura sea el fin del
desarrollo, es decir, que la consecución de una política cultural entendida como un
proceso de construcción y transformación social es primordial para coadyuvar al
desarrollo nacional. Esto será posible en la medida en que se promueva la
participación de la sociedad civil en la gestión y definición de las políticas
culturales, así como se aliente la interacción de los gobiernos con las empresas
privadas y organizaciones civiles e internacionales.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
200
La labor cultural no es unilateral, es erróneo considerarla sólo como una tarea de
gobierno se requiere del esfuerzo, aportación y concurso de todos aquello
involucrados con la cultura, de la sociedad en su conjunto. La cultura puede incidir
en los procesos de desarrollo económico y el fortalecimiento de las instituciones
democráticas; gobernar desde una perspectiva cultural significa interactuar con
otras áreas de la vida social, política y económica lo que significa un aporte a la
definición de las políticas públicas. “La cultura como recurso se considera una
forma de proveer asistencia social y calidad de vida dentro de la problemática de
una reducción progresiva de los aportes públicos y de la separación del Estado
como garantía de una vida digna. Aun los nuevos movimientos sociales que se
suponían controvertidos han hecho causa común con fundaciones internacionales
y con muchos organismos gubernamentales creando una sociedad civil
‘colaboradora’. Esta tendencia, a la vez global y local, marca un nuevo progreso
en la conceptualización del alcance de la cultura, y la política” (George Yúdice,
2002, p. 329).
La vinculación entre cultura y educación es fundamental para el logro de su
incidencia en el desarrollo social, incluir programas culturales en la educación
básica es una labor pendiente, ya que sólo fomentando valores y actitudes desde
la temprana edad, se puede transformar y generar conciencia en los individuos
inculcando valores éticos que fomenten su desarrollo integral.
Evidentemente la acción del gobierno en el campo de la cultura se ve rebasada en
lo que concierne a la vinculación entre educación, cultura y medios de
comunicación, en muchas ocasiones éste juega un papel pasivo en la regulación
del uso de los medios con fines educativos. El desempeño de una política cultural
no sólo depende de la administración pública sino que implica un ejercicio de
corresponsabilidad entre los actores que realizan alguna labor ligada al campo de
la cultura, universidades, creadores, promotores, iniciativa privada y sociedad civil.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
201
4.4. LA COMUNICACIÓN PARA EL CAMBIO SOCIAL
Esta comunicación generada para el cambio social emerge desde las
comunidades que empata perfectamente con el ímpetu participativo que tiene la
sociedad civil, cada vez es más evidente que la sociedad ya no se encuentra
conforme con sólo ser una masa pasiva, ahora también quieren ser escuchados,
participar en los proceso de decisiones en la toma de cambios en las políticas
culturales que los afectan, tanta es la necesidad de participación que si el Estado
no da los espacios, la sociedad los crea o los toma.
La comunicación para el cambio social busca justamente generar diálogo entre las
partes involucradas, su modelo de comunicación se diferencia de los modelos
clásicos porque el proceso que utiliza es de dos vías y en un ciclo horizontal.
El especialista en comunicación para el cambio social Alfonso Gumucio Dragón
propone la siguiente definición:
• “El concepto central que define a la comunicación para el cambio social, ha
sido encapsulado de esta manera: es un proceso de diálogo y debate,
basado en la tolerancia, el respeto, la equidad, la justicia social y la
participación activa de todos”. (Gumucio, op. cit., p. 22).
Al igual que su puesta en marcha, el éxito de este modelo también dependerá de
los ciudadanos, y de su capacidad de generar nuevos conocimientos y consensos
que faciliten el cambio.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
202
Este modelo que propone la comunicación para el cambio social se asocia con el
cambio de paradigma ya que lo que se propone es hacer que el público se apropie
de los procesos culturales, el doctor en pedagogía Iñaki López de Aguileta señala
muy bien el núcleo del problema:
“Donde los ciudadanos pueden ser creadores de su propia cultura y donde la
cultura deja de concebirse como un simple objeto, privándose más la participación
ciudadana en el proceso creativo que el acceso o capacidad de éstos de consumir
productos elaborados por otros” (López de Aguileta Iñaki, 2000).
Se puede decir que en el proceso de la comunicación para el cambio social la
participación de los diferentes miembros de los sectores que integran la sociedad
es fundamental porque se genera un compromiso de la comunidad para con los
proyectos, la comunidad adopta los proyectos porque su opinión fue tomada en
cuenta, con lo cual dejan de ser ajenos.
La sociedad es el individuo, sin embargo ésta siempre necesita de un grupo más
grande para poder ser representativa dentro del terreno de lo social, es por ello
que crea alianzas con otros individuos con los que comparte características en
común. Es así como se conforman los grupos sociales, cada uno de estos
representa un engranaje vital para cualquier proceso social.
En el caso específico del que se habla podemos identificar cuatro factores
fundamentales a tomar en cuenta de manera inicial en el proceso de cambio de
paradigma, como son:
1. Industria
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
203
2. Educación
3. Públicos
4. Estado
La industria la cual aglutina sectores como el cine, teatro, escritores, músicos,
productores, creadores, inversionistas, editoriales, turismo.
El Estado engloba dos importantes subsectores, por un lado el que corresponde a
la políticas públicas en materia de educación- es importante recordar que una de
la principales necesidades en cuestión de política cultural es que se incluya a la
cultura en los planes de trabajo de todos los niveles educativos- y el de
desempeñar su papel como administrador de recursos.
Los públicos representan a toda la población que se encuentra inmersa o no en
algún proceso cultural.
Una vez identificados los sectores, es necesario establecer ejercicios de diálogo,
tener códigos en común para que a partir de ello se dé inicio al proceso que tendrá
como fin un plan de acción para lograr el cambio buscado.
Es importante tener en cuenta que se requiere la presencia de ciertas condiciones
externas para poder cumplir con éxito un plan de acción.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
204
Gumucio Dragón, destaca una serie de cinco condiciones:
1. Participación comunitaria y apropiación
2. Lengua y pertinencia cultural
3. Generación de contenidos locales
4. Uso de tecnología apropiada
5. Convergencias y redes
Esta serie de condiciones deben de estar presentes durante todo el proceso de un
cambio social.
Lo propuesto por la comunicación para el cambio social sin duda alguna es una
idea innovadora y bastante incluyente que se ha probado con éxito en varios
proyectos sociales, la clave del cambio de paradigma parece ser asumir por
completo el asunto de la participación social en las políticas culturales que genere
el Estado.
Entender que estas no sólo se refieren a escuchar opiniones sino también a dar a
la sociedad la posibilidad de tomar decisiones, de poder influir en las audiencias,
políticas y programas culturales que los benefician o en todo caso los afectan
como es el caso de la cultura emanada por las televisoras nacionales.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
205
4.5. NORMATIVIDAD Y LEGISLACIÓN CULTURAL
El vasto ordenamiento jurídico en materia de cultura está compuesto por leyes,
decretos, acuerdos, reglamentos y otros cuerpos legales que se han ido sumando
y reformando a la par de la creación de las instituciones culturales que han
emergido dentro del país por ello empezamos con:
4.6. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDO MEXICANOS
Estando la cultura ligada a la idea de educación, en nuestra Constitución no
apareció ninguna alusión a la misma sino hasta la reforma del artículo 3ro de
1948, que de manera general permanece hasta nuestros días y en la que se
determinó que la educación impartida por el Estado, debía buscar el mejoramiento
cultural del pueblo, el artículo señala además, que la educación: contribuirá a la
mejor convivencia humana, a fin de fortalecer el aprecio respeto por la diversidad
cultural (Ochoa Sandy, Gerardo. Op. cit. p. 22).
Además del artículo 3º, otros se han relacionado a través del tiempo con asuntos
que conciernen a lo cultural, entendida casi siempre en su acepción ilustrada, es
decir, relacionada con el ámbito de lo intelectual, artístico o educativo. Tal es el
caso del artículo 6º y 7º que atienden la libre manifestación de ideas y de
publicación, o el 28º que señala que no constituyen monopolios los privilegios que
por determinado tiempo se concedan a los autores y artistas para la producción de
sus obras; o el 73º, que contempla la facultades del Congreso en materia de
cultura (Ibídem).
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
206
Pero fue el artículo 4º, reformado precisamente durante la administración salinista
en el año 1992, que incorporó una dimensión nueva de la cultura a nivel
constitucional: el pluricultural ismo. La última mención de las culturas indígenas en
una constitución se remontaba a la de 1824, ya que la de 1917 establecía las
mismas garantías para todo ciudadano nacido en territorio nacional. Dicha reforma
ocurrió en el marco de la conmemoración de los cinco siglos del entonces
nombrado encuentro de dos mudos, lo que daba oportunidad a la promoción de un
gobierno incluyente y plural. “sin embargo, eso o fue una Novedad, las iniciativas
para considerar la especificidad de las formas de organización comunitarias, sobre
todo en relación con sus prácticas jurídicas, venían de una constante lucha desde
décadas atrás cuando eran parte del proyecto de integración cultural. Al artículo se
le incluyó el siguiente párrafo:
• La Nación mexicana tiene una composición pluricultural sustentada
originalmente en sus pueblos indígenas. La ley protegerá y promoverá el
desarrollo de sus lenguas, culturas, usos, costumbres, recursos y formas
específicas de organización social, y garantizará a sus integrantes el
efectivo acceso a la jurisdicción del Estado. En los juicios y procedimientos
agrarios en que aquéllos sean parte, se tomarán en cuenta sus prácticas y
costumbres jurídicas en los términos que establezca la ley.
Tras la aparición del EZLN en el año 1994, que agudizó la exigencia por una
transformación en el estatus jurídico de las comunidades indígenas, se derogó en
el año 2001 el anterior párrafo, pero se elevó a derecho en el artículo 2º el de los
pueblos y comunidades indígenas a la libre determinación y autonomía social,
económica, política y cultural.
4.7. LEGISLACIÓN CULTURAL Y OTRAS DISPOSICIONES
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
207
En cuanto a la legislación cultural, contamos con diversas leyes correspondientes
a distintos momentos históricos que han terminado por conformar un gran cuerpo
legal, pero sin la existencia de una Ley General de Cultura.
Las cuatro más relevantes son:
1. Ley Orgánica del Instituto Nacional de Antropología e Historia, del 3 de
febrero de 1939.
2. Ley que crea el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, del 31 de
diciembre de 1946.
3. Ley Federal sobre Monumentos y zonas Arqueológicas, Artísticos e
Históricos, del 6 de mayo de 1972.
4. Ley Orgánica de Administración Pública Federal, del 29 de diciembre de
1976.
Posterior a éstas, es relevante la Ley General de Educación, publicada el 13 de
julio de 1993, que reconoce el derecho de todo individuo a la educación como
medio fundamental para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura. Señala que la
educación que imparta el Estado deberá fomentar actitudes que estimulen la
investigación y la innovación científicas y tecnológicas; además, deberá impulsar
la creación artística y propiciar la adquisición, el enriquecimiento y la difusión de
los bienes y valores de la cultura universal, en especial de aquellos que
constituyen el patrimonio cultural de la Nación.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
208
Siendo éstas las principales, además existen otras importantes en la materia, más
las relacionadas con la administración cultural en proporción a la función pública,
como leyes hacendarias, de ingresos y egresos, etcétera.
Además, en el ámbito internacional, existen diversos convenios y acuerdos,
principalmente los signados con la UNESCO. Por ejemplo, a partir de 1987,
México comenzó a figurar en la lista de Patrimonio de la Humanidad, contando
actualmente con 27 bienes materiales y naturales inscritos, así como 7 tradiciones
que forman parte de la lista de patrimonio material, en este caso, cuando un país
acepta y ratifica una Convención, adquiere el compromiso de generar el marco
legislativo, programas pertinentes para la salvaguarda y medidas encaminadas a
garantizar la viabilidad del patrimonio cultural. Por otra parte, la organización de
Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), registra
que nuestro país mantiene 61 convenios bilaterales de cooperación para
educación artística y actividades culturales; radio, cine, televisión y medios
audiovisuales; así como proyectos especiales (Tovar y de Teresa, Rafael. Op. cit.
p. 64).
En síntesis, contamos con 28 decretos vigentes, 21 acuerdos y 300 disposiciones
que hacen referencia al arte y la cultura, los cuales aunados a las leyes existentes,
dan por resultado un espectro legal amplio en materia de cultura. Ahora bien, en
tanto que no se ha contado con un proyecto de cultura a largo plazo, la
normatividad y legislación se han ajustado históricamente a las necesidades de
cada proyecto gubernamental y a los vaivenes políticos de nuestro país,
careciendo de jerarquización, articulación y de uniformidad, lo que se puso de
manifiesto precisamente tras la creación del CONACULTA.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
209
4.8. REFUTACIONES JURÍDICAS
Como se ha estado mencionando en lo concerniente a las normas jurídicas en lo
referente a las políticas culturales, fue creado un Consejo (CNCA) por decreto
presidencial como un órgano desconcentrado de la SEP, y le fueron atribuidas las
funciones ejercidas por la anterior Subsecretaría de Cultura, sin embargo no le fue
ni le ha sido creada una legislación propia que norme su quehacer. Quedaron bajo
su coordinación los dos institutos culturales más importantes, a la vez órganos
desconcentrados de la SEP y regidos por leyes orgánicas propias.
Como explica Ruiz Dueñas, En tanto órganos desconcentrados, el INAH el INBA,
tiene igual nivel jerárquico que el CNCA que los coordina hecho que pone en
cuestión su autonomía técnica y orgánica. En el decreto de creación del Consejo,
se declaraba que la desconcentración es una forma de organización que permite
mayor eficiencia de atención mediante órganos administrativos jerárquicamente
subordinados, con una autonomía técnica y administrativa (Ruíz Dueñas, Jorge.
Op. cit. p. 65).
Es contradictorio entonces, que un órgano desconcentrado coordine a otros dos
con el mismo estatus y más cuando el primero, que fue creado por decreto
presidencial, no está condicionado por la existencia de ninguna ley, mientras que
los otros dos cuentan con leyes expedidas por el Congreso de la Unión. En
cualquier caso, la finalidad de la autonomía técnica y administrativa es relativa.
INBA e INAH se encuentran subordinados al CONACULTA y éste último a la SEP
y a la SHCP.
Teóricamente, las facultades del Consejo son de carácter puramente normativo y
de coordinación, por lo tanto:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
210
no puede ejercer las atribuciones conferidas al INAH y al INBAL en sus leyes, ya
que la Secretaría de Educación Pública tampoco puede distribuir aquellas
funciones que la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal le asigna
cuando antes, como es el caso, fueron destinadas a otras instituciones por ley del
Congreso de la Unión (Ruíz Dueñas, Jorge. Op. cit. p. 65).
A pesar de este hecho, encontramos que en sus programas y direcciones, el
Consejo ejerce funciones ya designadas a otros institutos, es decir, existe la
duplicación de funciones. Ruíz Dueñas lo ejemplifica con lo que ocurre en el
ámbito editorial, ya que el Fondo de Cultura Económica, instancia coordinada por
el propio Consejo, está encargado por ley de las funciones de publicación, pero la
misma tarea la realiza también el Consejo con un departamento de publicaciones
y bajo su propio sello editorial. En contraparte, el establecimiento de criterios
educativos y culturales en la producción cinematográfica, de radio y televisión y en
la industria editorial (Decreto de creación del Consejo Nacional para la Cultura y
las Artes. Op. cit). Atribuidos al CONACULTA a través de la SEP y la Ley Orgánica
de Administración Pública Federal, son desatendidos por el organismo.
El vasto cuerpo legal existente alrededor de la cultura no garantiza su protección
ni su viabilidad, ya que la intención y el enunciado legal, por diversas
circunstancias institucionales, políticas y presupuestarias, no siempre aterriza en
el terreno de los hechos. En México es común el divorcio entre las prescripciones
legales y su aplicación en el terreno de la realidad; sirve de ejemplo la prohibición
del trabajo infantil contemplada en el artículo 123 constitucional. La misma suerte
corre la cultura, por ejemplo, los patios y salones del Museo Nacional de
Antropología son frecuentemente comercializados para actos privados de
refresqueras, bancos, aseguradoras, universidades privadas, entre otros; lo que
ha derivado en protestas incluso de los propios trabajadores del Museo que exigen
se respete la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas, la cual
especifica que no pueden ser utilizados para fines ajenos a su objeto o naturaleza.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
211
Desde la creación del Consejo, los sindicatos del INAH y el INBA (conformados
por personal técnico, administrativo, investigadores y docentes), así como
intelectuales y artistas, han pugnado por el esclarecimiento de la situación legal
del organismo a fin de contar con certeza jurídica para el sector, representación
directa y autonomía presupuestal, pero por ahora, las contradicciones aquí
mencionadas, continúan sin ser resueltas y la estructura del Consejo de cultura
vertical y dependiente de la SEP.
4.9. INDUSTRIAS CULTURALES
Debido a la capacidad que tienen para llegar a públicos masivos, las industrias
culturales son un punto estratégico en la economía moderna y México no es la
excepción. Así como han sido objeto de análisis sociológicos y filosóficos por ser
espacios propicios para la difusión de contenidos, influir en la sensibilidad, estética
o ideología a través de la imposición de sentidos, modas, gustos, etcétera; son
para la economía un detonante por la enorme circulación de capital en toda su
cadena productiva. Aunque el Estado ha terminado por permanecer ajeno a estas
industrias, constituyen la política cultural de mayor influencia social.
En términos económicos, el principal insumo de estas industrias es la creatividad,
por lo cual su producción genera bienes intangibles o simbólicos (ideas, sonidos e
imágenes), que se comercializan a través de la industria cinematográfica, editorial,
musical, audiovisual y del espectáculo. Natalia Sandoval, refiere que en la
UNESCO se ha definido a las industrias culturales como "aquellas industrias cuyos
bienes y servicios culturales son producidos, reproducidos, conservados y
difundidos según criterios industriales y comerciales, es decir, en serie y aplicando
estrategias de carácter económico. (Peña, Natalia 2011) La reflexión en torno a las
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
212
industrias culturales, se acuña en el trabajo de los alemanes Adorno y Horkheimer
en su dialéctica de la ilustración, a propósito de la Mercantilización del arte por la
industria norteamericana: La actual fusión de cultura y entretenimiento no se
realiza sólo como depravación de la cultura, sino también como espiritualización
forzada de la diversión (Adorno W. Theodor, Horkheimer Max., 1981, p. 156). con
la resultante estandarización que conlleva la racionalidad mercantil: Hoy la cultura
lo hace todo semejante. Cine, radio y revistas constituyen un sistema (Ibídem., p.
133) dirían. Muchas de las discusiones sobre el control de estas industrias, se
originan precisamente por el valor que fuera de lo económico tiene la circulación
de bienes intangibles como valores culturales que sobrepasan incluso a la
creación de un artista en lo individual, conformando sentidos colectivos que
proveen de identidad; la industria cultural se apropia de ellos y produce
consumidores homogéneos.
El sistema multilateral de liberalización del comercio mundial se ha basado desde
su puesta en marcha en la convicción que a mayor apertura comercial mayor
interdependencia, crecimiento económico y redistribución de la riqueza a escala
mundial. Pero el sector de la cultura tiene características propias que explican
tanto el predominio estadounidense como las resistencias al mismo. Su valor no
es sólo económico; también es un poderoso generador del imaginario simbólico
colectivo (Bonet Agustí, Lluís. 2004).
El principal mecanismo de funcionamiento de esta industria es la publicidad,
dirigida a impactar los impulsos y sensorialidad de los consumidores, de tal suerte
que no sólo promueve bienes materiales sino que produce también necesidades y
deseos (Iglesias, Severo. 2003, p. 61).
Los medios de comunicación juegan un papel protagónico para la transmisión de
esta publicidad y de la propia industria cultural. Umberto Eco señala que la masa
media se dirige a un público que como grupo social caracterizado no tiene
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
213
conciencia de sí mismo, de tal suerte que alienta una visión pasiva y acrítica del
mundo […] alientan una inmensa información sobre el presente y con ello
entorpecen toda conciencia histórica. (Eco, Umberto. Op. cit. p. 58).
Como control de masas, desarrollan la misma función que en ciertas
circunstancias históricas ejercieron las ideologías religiosas. Disimulan dicha
función de clase manifestándose bajo el aspecto positivo de la cultura típica de la
sociedad del bienestar, donde todos disfrutan de las mismas ocasiones de cultura
en condiciones de perfecta igualdad (Ibídem, p. 59).
Sobre las industria culturales, Estados Unidos ha manifestado en todas las mesas
de negociación internacionales que se trata simplemente de industrias del
entretenimiento que deben formar parte de la libre competencia como cualquiera
otra; para distintas naciones el contenido cultural específico de esta industria, con
implicaciones creativas y manejo de valores culturales (como la lengua), requiere
de un trato especial. Además, no desconocen el poderío norteamericano como
país dominante que las coloca en desventaja.
La era de la aldea global pone en un lugar privilegiado de la economía a los
componentes de conocimiento-información, con lo cual estos bienes simbólicos
pasan a ocupar un lugar más importante en la pugna redistributiva. Cuanto más
penetran en la competitividad global estos componentes, más se tensa la carrera
por apropiárselos y usarlos (Hopeha, Matí 2005, p. 17).
Las negociaciones en torno a la normatividad de la industria audiovisual remiten a
la creación del GATT, pero fue al final de la Ronda de Uruguay en 1993 en que se
constituye la OMC y se firma el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios
(GATS) y el Acuerdo comercial relativo a los derechos de propiedad intelectual
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
214
(TRIPS), cuando surgieron los grandes desacuerdos internacionales sobre el trato
a estas industrias.
Pese a las retenciones de esto, la cultura fue incluida como un servicio más en el
GATS, sin embargo la Unión Europea, con Francia a la cabeza, logró introducir
una cláusula de excepción cultual en la que por un periodo de diez años, los
países miembros podrían proteger su producción nacional, argumentando
precisamente la necesidad de resguardar su identidad cultural. Sin embargo, Su
inclusión en el GATS conlleva cumplir con el marco normativo general que rige la
OMC. Una de dichas normas establece el compromiso de las partes de no
incrementar el proteccionismo interno ni poner en marcha nuevos programas que
den ventaja a países terceros de manera que aumente la discriminación entre
extranjeros (Bonet Agustí, Lluís. Op. cit.).
En cualquier caso, Estados Unidos continúa presionando en los acuerdos
comerciales que suscribe por romper las excepciones y liberar al sector por el gran
control y poderío que esa rama representa en su economía, como señala Lluís
Bonet:
• Estados Unidos tiene un enorme interés en avanzar en la liberalización del
sector audiovisual y servicios relacionados, dada su gran importancia
económica en términos de volumen de exportación (el segundo rubro de su
balanza comercial), su preeminente posición internacional (como se ha
visto en la balanza audiovisual con la UE), y su capacidad de influencia en
la creación de hábitos y valores. Detrás de la aparentemente positiva
consigna de favorecer el libre flujo de información y cultura, Estados Unidos
no sólo defiende su posición de dominio sobre el mercado mundial sino que
difunde su universo simbólico. (Ibídem p 34)
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
215
En el caso de México, las industrias culturales quedaron contempladas dentro del
TLCAN que entró en vigor el 1ro de enero de 1994. Canadá logró sustraerse de
este apartado por los acuerdos signados anteriormente con Estados Unidos donde
se contempla precisamente la excepción cultural; pero México no Sólo incluyó
ciertas restricciones en materia de inversión extranjera uso del idioma español en
el caso de las transmisiones, establecimiento de una cuota de pantalla para el cine
nacional y otorgamiento de licencias de radiodifusión, únicamente reservadas a los
ciudadanos mexicanos (Sandoval Peña, Natalia Op. cit.).
Debido a la polémica que el tratado suscribió en nuestro país, el gobierno
argumentó que la cultura no estaba incluida (arte y patrimonio), únicamente lo
referente a las industrias culturales, como si éstas no tuvieran (su mismo nombre
lo dice), un componente también cultural.
Bernardo Mabire señala que durante la negociación trilateral los funcionarios
mexicanos no exhibieron inquietudes por la cultura en su país, seguramente
porque no había magnos planes en la materia ni legislación que resguardara
(Lorenzo Meyer. Op. cit. pp. 279, 307), a diferencia de la posición de Canadá para
el resguardo de su cultura.
Fue al negociar el TLC cuando México desnudó, en contraste con el mito
grandioso de su nacionalismo, la flaqueza de sus políticas respecto a la cultura,
porque se puso de manifiesto que no contaba, en esa materia, con un proyecto
articulado que defender o conciliar con las disposiciones del futuro tratado.(Ibídem.
p. 278)
En el artículo 2106 del TLCAN, se definió que se consideraban Industrias
Culturales a:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
216
• la publicación, distribución o venta de libros, revistas, publicaciones
periódicas o diarios impresos o legibles por medio de máquina, pero no
incluye la actividad aislada de impresión ni de composición tipográfica, ni
ninguna de las anteriores;
• La producción, distribución, venta o exhibición de grabaciones de películas
o video;
• la producción, distribución, venta o exhibición de grabaciones de música en
audio o video;
• la publicación, distribución o venta de música impresa o legible por medio
de máquina; o
• la comunicación por radio en la cual las transmisiones tengan el objeto de
ser recibidas por el público en general, así como todas las actividades
relacionadas con la radio, televisión y transmisión por cable y los servicios
de programación de satélites y redes de transmisión.
El tratado también contempló lo referente a la protección de derechos de autor y
propiedad intelectual, y aunque no se especificaron los asuntos educativos, siendo
un sector que brinda servicios ha venido incorporando mayor inversión extranjera
a través de las universidades internacionales y sus ofertas virtuales.
Tengamos en cuenta que las industrias culturales, suelen ser manejadas casi de
manera absoluta por grandes consorcios privados. Según datos presentados por
la UNESCO, éstas representan hasta el 12% de toda la producción industrial en el
mundo. Por su parte el comercio de bienes culturales representa cerca el 2.8. %
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
217
de las importaciones mundiales […] el crecimiento mundial del sector alcanzó el
300% para el periodo 1980 - 1989, alcanzando una cifra de U$,1.6 millones
(Cardona Montoya Giovanny, 2007)
Esto explica la importancia que ocupo en las negociaciones del TLCAN. Pero así
como este tratado ha sido cuestionado a casi dos décadas de su entrada en vigor
por las pocas ventajas comerciales que ha traído a nuestro país, en lo tocante a
las industrias culturales pasa lo mismo, pongamos de ejemplo el caso la industria
cinematográfica. Estados Unidos pasó de producir 459 largometrajes a principios
de los años noventa, a 680 largometrajes anuales tras haber firmado el tratado, lo
que significa un crecimiento de 32.5%; el caso contrario es el nuestro:
En diez años a la fecha, la producción de largometrajes cayó a niveles alarmantes
para un país con más de 100 millones de habitantes y el mercado hispanohablante
más grande de América. De 1994 a 2003 la producción de películas mexicanas se
redujo de 747 películas que se realizaban en la década anterior a sólo 212
largometrajes. La caída fue superior a 71.62%. Al dejarse de producir 532 filmes
se creó un brutal desempleo con el consecuente cierre de empresas, la reducción
del pago de impuestos, la subutilización de nuestra capacidad industrial instalada,
la caída de nuestras exportaciones y el incremento de las importaciones de
películas extranjeras (Ugalde, Víto 2004)
Cosa muy distinta ocurrió con Canadá, como lo dijo Gaetan Tremblay en la
conferencia Los medios y la cultura en México, Estados Unidos y Canadá a 10
años de la firma de TLC que tuvo lugar en la 14 Feria Internacional del Libro de
Monterrey "Hay una gran diferencia entre México y Canadá en cuanto los impactos
del TLC en las industrias culturales: Canadá tiene políticas culturales muy fuertes
que defendió en el Tratado de Libre Comercio y México no; no puso fuera del
tratado estas industrias y se acercó a la situación de Estados Unidos, no a la de
Canadá", a lo que agregó José Carlos Lozano eso ha permitido que tan solo, en
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
218
una provincia como Quebec, de 7 millones de habitantes, se hayan producido este
año 60 películas y que México, con 100 millones, haya hecho 24. Hoy hacemos
mejores películas y de mayor impacto internacional, pero el número ha disminuido
mucho. El TLC no ayudó a que mejorara el cine mexicano sino al contrario a
debilitarlo", (Ibídem).
Y es que las siete grandes compañías distribuidoras conocidas como majors, que
integran la Motion Pictures Association (MPA), dominan la distribución de cine en
todos los países, anulando a los productores pequeños o independientes. Además
en el caso de México, contamos con el monopolio de Televisa, que a través de
Video cine, se apropia del cine producido por productores independientes en la
distribución, ofreciendo poco dinero por los derechos por la transmisión en
televisión (Ugalde, Víto 2007,) dejando además, de producir con sus propios
recursos.
Hemos puesto este ejemplo notable para que se vea la enorme disparidad que
hay en relación al tema cultural en lo concerniente al cine, pero esta situación no
sólo se reproduce en toda la industria cultural (musical o editorial), sino en la
industria nacional en general, que depende de tecnología importada o se
encuentra en manos de consorcios multinacionales.
4.10. LO PÚBLICO EN RETROCESO - LO PRIVADO EN AVANZADA
El diseño y la oferta de contenidos culturales que conforman en la realidad el
panorama cultural de mayor vigor cuantitativo y cualitativo en México, tiene lugar
al margen de la política oficial en torno a la cultura, así como de las instituciones
creadas para tal fin, como indica Nivón Bolán al respecto del desarrollo cultural
mexicano de los últimos tiempos: observamos un panorama múltiple en que el
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
219
Estado mantiene una fuerte presencia en las áreas de patrimonio, alta cultura,
culturas populares e infraestructura y el sector privado se ha extendido hacia el
campo de la industria cultual el entretenimiento (Nivon Bólan, Eduardo, 2002).
La política cultural encumbrada se encarga del restringido ámbito artístico y
patrimonial hacia el pueblo, mientras que la verdadera política cultural
(Industriales) se realiza a través de la industria privada que penetra en los hogares
y los sistemas de valores, gustos y deseos de los mexicanos, principalmente a
través de los medios de comunicación.
El economista Ernesto Piedras ha realizado una serie de estudios para conocer la
riqueza que en términos económicos generan las industrias culturales en nuestro
país, mostrando que estas conforman uno de los sectores con mayor crecimiento
en la economía con una tasa promedio anual superior al de otras industrias vitales,
incluso por encima del de la economía mexicana en su conjunto (Piedras Feria,
Ernesto. Op. cit. p. 209). Señala que la contribución al PIB fue aproximadamente
de un 7.3% en el año 2003 y según estudios más recientes, este porcentaje podría
haber aumentado. Su medición se basa en los beneficios que generan las
industrias protegidas por derechos de autor, considerando no sólo el consumo,
sino también el empleo.
Tenemos entonces, que en las estrategias de libre mercado, las industrias
culturales son un gran espacio de oportunidad como se revalora en las reflexiones
recientes sobre política cultural en nuestro país. Pero nuevamente, éstas se han
ido concentrando en pocas manos, como el caso del consorcio Televisa y en años
recientes también de Televisión Azteca.
Sabemos que la televisión en México surgió a manos de la iniciativa privada, pero
el Estado había logrado consolidar un buen espacio de penetración de la televisión
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
220
pública cuando manejaba el Instituto Mexicano de la Televisión (IMEVISION), que
incluía canal 7, 13 y 22, el primero con 90 y el segundo con 78 estaciones,
finalmente privatizado en 1993.
Sabido es que en la última década y media la implantación del modelo económico
neoliberal ha erosionado la participación del estado en el fomento de las industrias
culturales. Con la desregulación y privatización de las telecomunicaciones, las
estaciones radiales y los canales públicos, y la reducción de subsidios a la
producción local se ha visto la concomitante penetración de los conglomerados
globales de entretenimiento, que no sólo adquieren los derechos a los repertorios
latinoamericanos sino que estrangulan gran número de productoras y editoriales.
(Yúdice, George. 2002)
Además, el manejo privado de las industrias culturales se da sobre la base de una
reglamentación que permite interpretaciones ligeras. El reglamento de la Ley
Federal de Radio y Televisión dice en el artículo 2, que los contenidos deben
constituir vehículos de integración nacional y enaltecimiento de la vida en común,
a través de sus actividades culturales, de recreación y de fomento económico; el
artículo 3, que la radio y la televisión orientarán preferentemente sus actividades a
la ampliación de la educación popular, la difusión de la cultura, la extensión de
conocimientos, la propagación de ideas que fortalezcan nuestros principios y
tradiciones, entre otros (García Rubio, Claudia 2008, p. 247).
Entre las prohibiciones se encuentra la de hacer apología de la violencia, el crimen
o los vicios, realizar transmisiones que causen la corrupción del lenguaje,
transmitir informaciones que causen alarma o pánico al público, todo aquello que
denigre el culto a los héroes o discrimen a cualquier raza, entre otros; sin
embargo, Claudia García Rubio, en su libro Para entender la televisión en México,
demuestra que la mayoría de las prohibiciones dejan un margen de interpretación
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
221
que puede ser muy flexible (Ibídem., p. 246) la realidad de los contenidos de la
programación da muestra de ello.
Se supone que al menos en cuanto a contenidos culturales se refiere, tanto en la
ley orgánica de la administración pública, como en las atribuciones del
CONACULTA, se determina como competencia del organismo VI.- Establecer los
criterios culturales en la producción cinematográfica, de radio, televisión y en la
industria editorial (Decreto de creación del Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes. Op. cit.). Pero su injerencia resulta mínima, ya que no atiende la
responsabilidad de supervisar los contenidos de los medios de comunicación y
tiene un alcance menor de las audiencias a través de canal 22 y Radio Educación,
que se circunscriben al área metropolitana o a través de la televisión de paga e
internet para el resto, lo cual las convierte en transmisiones verdaderamente
elitistas. El resto de los circuitos está en manos de las grandes televisoras, que a
la vez manejan buena parte de la industria musical y del espectáculo.
Los bajos estándares culturales y educativos de la población coinciden con el tipo
de programación que elige. Un ejemplo ilustrativo es el programa 100 mexicanos
dijeron de la barra de televisa que presenta un rating promedio de 15.84%,
premiando no al conocimiento, sino a la coincidencia con el sentir mayoritario,
mientras viola la Ley Federal de Radio y Televisión al causar corrupción del
lenguaje.
La desatención del Estado hacia el manejo de los contenidos y la regulación de las
Industrias Culturales, dificulta la ya de por sí compleja relación entre cultura y
comercio:
Algunos ministros de la cultura se disculpan diciendo que los medios masivos y las
tecnologías informáticas de escala transnacional sacaron de la competencia de los
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
222
Estados la gestión de las prácticas culturales de mayor influencia. Las empresas
que administran los medios y los servicios de tecnología comunicacional casi
nunca piensan en políticas públicas, sino en la gestión económica. De manera que
los problemas clásicos de las políticas culturales –la propiedad y el uso de los
patrimonios culturales, la diversidad de bienes y su difusión, la participación y el
consenso como campos de la cultura– parecen haberse diluido en la vorágine de
privatizaciones y transnacionalización, expansión de las clientelas y ritmo de
ganancia de las inversiones (García Canclini, Néstor 2005, p. 55).
El asunto se ha venido agravando, la Ley Federal de Telecomunicaciones y la Ley
Federal de Radio y Televisión (2006), conocida popularmente como ley Televisa,
son prueba del aumento de la tendencia del debilitamiento del Estado ante los
consorcios privados de las comunicaciones. Con el pretexto de modernización de
los medios electrónicos, se suscribió esta ley que garantiza el dominio duopolio de
Televisa y Grupo Salinas, en detrimento de las pequeñas transmisoras. Ha
significado también el paso para la posibilidad de competencia de Televisa al
grupo Carso (Telmex). La ley aprobada por unanimidad en la cámara de diputados
y publicada el 11 de abril de 2006, concede a las empresas privadas el uso del
espectro digital de radiofrecuencias con concesiones de 20 años, pudiendo ser
refrendada al mismo concesionario que goza de preferencia sobre terceros; un
verdadero regalo del Estado a la iniciativa privada.
Una vez que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes otorga la concesión
de una frecuencia el concesionario se encuentra en plena libertad de transmitir los
contenidos de su preferencia […] Esto significa que la SCT asigna las frecuencias
de radio y televisión sin atender las finalidades y la programación de éstas,
(García Rubio, Claudia Op. cit. p. 256) la única condición es que el concesionario
debe poner a disposición del Estado acceso a la pantalla en tres modalidades: la
primera en caso de urgencia nacional, la segunda de 30 minutos diarios con una
intención educativa y la tercera, conocida como tiempo fiscal. Los 30 minutos
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
223
diarios para fines educativos y de difusión cultural se pueden usar en spots de 20
segundos que son utilizados por las dependencias que integran el Poder
Ejecutivo, partidos políticos, IFE, CNDH, institutos electorales estatales, la
Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Pedagógica Nacional
(Ibídem. p. 263) En el caso de que sean producidos programas educativos o
culturales, son transmitidos en la madrugada.
La libertad de expresión y el manejo libre de contenidos en los medios de
comunicación es señalada como un logro de los países democráticos que
responsabilizan al control de Estado de la ausencia o manipulación de la
información. Pero hay que apuntar que los medios de comunicación en manos de
la iniciativa privada no garantizan per se veracidad, transparencia o pluralidad de
la información. Tanto en la esfera privada como en la pública existen intereses
políticos y económicos particulares y de distintas facciones. Como dice
Hopenhayn en la circulación, mucho más que en la producción, la cultura deviene
política (Hopenhayn, Martín Op. cit. p. 26), porque permite implantar visiones del
mundo, sensibilidades y tendencias.
La existencia de reglamentos y normas así sean ignoradas evidencia la necesidad
de un control en las industrias culturales, por el alto manejo de contenidos
simbólicos y reproducción de valores culturales. Por ejemplo, en cuanto a la
programación infantil, la Ley Federal de Radio y Televisión evoca de modo directo
en el artículo 72 a los menores de edad, diciendo que si los programas son
impropios para la niñez y juventud, deberán anunciarse como tal al inicio del
programa (García Rubio, Claudia I. Op. cit. p. 257).
En la hora actual debe superarse la aparente contradicción entre la acción de los
gobiernos y la libertad del espíritu, para reconocer las responsabilidades del
Estado ante la vida cultural de las naciones, a condición de limitarse a una función
instrumental, sin intervenir en el contenido ni en la orientación del acto cultural.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
224
Los Estados están obligados, pues, a ejercer las funciones de estímulo, de
organización y de asistencia, que son parte integrante de las sociedades
modernas. (Pesado, Alejado 2008).
Al Estado le corresponde la regulación y supervisión del cumplimiento de las
normas, entre otros.
Es imposible pensar que la empresa cultural tenga posibilidades de desarrollo sin
una participación activa del gobierno a través de la disposición de normas, apoyos
en infraestructura y subsidios. Las actividades organizadas desde el sector
público, a la vez, requieren de servicios especializados materia de múltiples
agentes privados. La publicidad o el desarrollo de sistemas de información
especializados, por ejemplo, obligan a una intensa relación (Nivón Bolán, Eduardo.
Op. cit. p. 65).
Estamos viviendo en las últimas décadas el desarrollo de la tecnología asociada a
la cibernética, abriendo nuevas perspectivas culturales. A diferencia del papel
pasivo ante una pantalla de cine, televisión o un aparato de sonido, en el uso de
internet ocurre una participación activa que modifica el medio de comunicación o
para precisar mejor, hace posible una comunicación (recepción y transmisión de
mensajes) Aparece la posibilidad de acceder y aportar a una diversidad cultural sin
precedentes, de acuerdo a preferencias o gustos vía blogs, redes sociales, sitios
web, etcétera. Inclusive aquellas expresiones underground sin posibilidades de
acceder a los grandes medios de difusión (que eran retransmitidas cuando lo
lograban), encuentran un campo de circulación para sus expresiones. Aparecen
comunidades internacionales de donde la identidad cultural ligada al arraigo
territorial se modifica, porque los participantes se identifican ahí en función de
edades, géneros, profesiones, deportes, gustos musicales, literarios, etcétera. Sin
embargo, el acceso no está garantizado ya que gran parte de los mexicanos no
cuentan con medios materiales para hacerlo; de ahí la importancia de hacer
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
225
posible los beneficios de la libre circulación de cultura con la preservación de una
diversidad real de contenidos culturales, propios y ajenos (Bonet Agustí, Lluís. Op.
cit).
Una vez más aquí, la imposición y enajenación, así como la apropiación,
resistencia e innovación, se encuentran presentes en las contradicciones de la
política cultural nacional; dominada por intereses hegemónicos, control
monopólico y condiciones asimétricas de participación.
Por último, cabe señalar que las consecuencias de todo el conjunto de
características que han definido a la política cultural en México, se constatan con
entera claridad en los resultados del Estudio Nacional de Hábitos, Prácticas y
Consumo Cultural (la primera realizada en su tipo), auspiciada por el
CONACULTA en agosto de 2010: el 87% de los consultados no asiste a ningún
tipo de centro cultural; al 79% no le interesa leer; cerca de la mitad nunca ha
pisado una biblioteca o un museo. En contraste el 90% de los encuestados
reconoció que ve cotidianamente programas de televisión, ya que el 97% cuenta
con al menos una televisión en casa (Estudio Nacional de Hábitos, Prácticas y
Consumo Culturales del 5 de agosto de 2010. Consultada el 2 de septiembre de
2012).
Semejantes efectos no son de extrañar si se considera que los medios de
comunicación y la industria cultural suplantan las funciones de la Secretaría de
Educación Pública, ya que de facto diseñan e instrumentan la política cultural de
este país. En contraparte, el Estado aumenta cada año su presupuesto para la
cultura, el cual se invierte (además de la burocracia) en la realización de eventos
diseñados para un público elitista, y no precisamente por su capacidad económica
para acceder a ellos, sino porque su nivel educativo y formación cultural se lo
permiten. Mientras tanto, el desinterés del pueblo mexicano formado en la cultura
comercial y con un bajísimo estándar educativo avanza. Los resultados de esta
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
226
investigación señalan no sólo los efectos, sino las futuras tendencias nacionales
en materia de cultura.
4.11. REGRESIÓN DE LAS POLÍTICAS CULTURALES EN MÉXICO
La construcción del Estado nacional mexicano, desde el siglo XIX, fue gradual,
pasó por largas pugnas, políticas y sociales entre liberales y conservadores, logró
consolidarse con el devenir de los años. A partir de esto, se dio la formación de
una representación política nacional apoyada en la creación de instituciones y en
la consecuente elaboración de políticas públicas, mismas que se convirtieron en la
parte ejecutora de todo el aparato gubernamental hablando en términos de la
administración pública. Estas políticas, tenían la finalidad de resolver y prevenir
asuntos sociales de gran demanda, de ahí su vital importancia. Como afirma el
Doctor Omar Guerrero: “Un gobierno puede ser calificado como efectivo si el
objeto que le da vida es alcanzado, o si sus rendimientos permanecen y crecen
ante los imperativos públicos que tienen encomendados. El grado de alcance de
tal objeto es variable y, por consiguiente, variable también el grado de
gobernabilidad” (Omar Guerrero Orozco 1999 p. 185). Por tal motivo esta etapa
resulta crucial en la definición del interés nacional por arraigar y enaltecer la
identidad del pueblo mexicano.
Sin embargo, considerando que el proceso de consolidación del Estado nacional
tardó muchos años, se puede entender que las acciones estatales emprendidas
durante el siglo XIX no fueron sólidas en términos de gobernabilidad, pero
instituyeron la base para un posterior fortalecimiento nacional. En este sentido,
como apunta Bernardo Mabire, las políticas.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
227
Culturales en México como parte de sus políticas públicas en este periodo no
representaron una fuente de cambios pero si de legitimidad (Bernardo Mabire.
2003. pp. 163).
La vida cultural de esta época, en términos generales, se basaba en la influencia
artística europea que había prevalecido en las altas esferas sociales, por lo que
existía aprecio por el baile, la pintura, el teatro, la escultura y la arquitectura,
mientras que el grueso de la población por su parte le confería importancia a otros
aspectos sociales, vivían su cotidianeidad en razón de la inestabilidad política. No
es sino hasta la segunda mitad de ese siglo, que la corriente liberal dominaría la
esfera política, y alejaría una visión conservadora, predominantemente guiada por
los dictámenes eclesiásticos, mismos que, posteriormente, se ven contrapuestos
con los enfoques de cultura y educación laica.
Los asuntos prioritarios de la reciente nación, estaban enfocados a temas como la
economía, los grandes niveles de pobreza, la alimentación, el debate continuo por
la organización política, dentro de toda esta crisis y proyectos de construcción
nacional, se le considero a la educación como elemento de desarrollo prioritario
mientras que “a la cultura se le confirió un papel social cohesionador, una forma
de orientar el esfuerzo de las diversas regiones y comunidades hacia objetivos
comunes de progreso y bienestar. Sobre todo, se recuperó y reivindicó el aprecio
por las costumbres populares de las regiones del país y a partir de ellas se insistió
en la caracterización de lo mexicano”. La política cultural de esta época,
explícitamente estaba contenida en la política educativa. En este contexto, Benito
Juárez le concedió un gran peso a la educación; proyecto de grandes dimensiones
imperantes para el desarrollo del Estado mexicano, mismo que incluía un
desarrollo social que serviría como plataforma para posteriores administraciones.
Para finales de siglo, la literatura era un nicho de poetas y escritores importantes,
en lo que era un intento de enriquecer la vida cultural del país con publicaciones
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
228
nacionales. La creación de pequeñas bibliotecas locales era más significativa, a
esto se sumó el establecimiento de escuelas como la Normal de profesores y la
construcción de museos; actividad que continuo fuertemente hasta el siglo XX. En
1905 se creó la Secretaria de Instrucción Pública y Bellas Artes, como un proyecto
centralista misma que le designó un papel de gran relevancia a la cultura y a la
educación, al considerarlas como temas prioritarios merecedores de una
Secretaria de Estado al menos en términos de las buenas intenciones de Porfirio
Díaz que por su gran influencia e interés en la cultura francesa, pionera en el tema
de las políticas culturales, alentaron los ánimos del ex Presidente para mostrarle al
mundo la cultura nacional como emblema de la estabilidad nacional que había
logrado.
La necesidad de construir una identidad y cultura nacionales sobre fundamentos
históricos dieron pauta a la creación de esta Secretaría, aunado a las favorables
condiciones económicas, para financiarlo, y políticas, para asumir que era
necesaria su creación, no como un órgano dependiente de otro sino como un
aparato independiente. Primero, seria encabezada por Justo Sierra quien
dedicaría su administración a la alfabetización, (Los años del águila. UNAM,
México D.F.1989, p.661), aunque no obtuvo los ambiciosos alcances que
pretendía, si logró instaurar las bases de un proyecto educativo que sería
concretado años después.
Las acciones comprendidas por esta Secretaria, en términos culturales, implicaban
promover las escuelas de bellas artes, la propiedad artística -como la literaria-,
promover bibliotecas, museos, la administración de teatros federales, fomento de
espectáculos, actividades artísticas, exposiciones, etc. Las expresiones físicas y
más representativas son: la Escuela de Bellas Artes y el Conservatorio Nacional
de Música. José Vasconcelos fue activo partícipe de esta Secretaría, a través del
Departamento Universitario y de Bellas Artes; cargo que incluía la rectoría de la
Universidad Nacional Autónoma de México. Sin embargo, no encontró en este
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
229
departamento la fortaleza para cohesionar su proyecto educativo. Propuso la
constitución de la Secretaria de Educación Pública (SEP) (Fell. Op. cit. pp. 224-
225), misma de la que sería Secretario en 1921.
En el aspecto cultural, podemos decir que se retomaron las funciones que en el
anterior organismo se venían efectuando, sin embargo, Vasconcelos se destacó
por ampliar los alcances de su administración centrando su interés en la
educación y el arte, incrementó el número de bibliotecas en toda la República
implementando programas escolares involucrados con las bellas artes, y la edición
de libros que creció aceleradamente, debido al apoyo de la imprenta, y desde
luego el fomento a la lectura; así mismo, se ocupó de integrar a la Arqueología
dentro de este órgano, ya que se encontraba suscrita a la Secretaria de
Agricultura. En este ámbito, la centralización de poderes que prevalecía,
sobrepasaban la aplicación de estos proyectos que no eran equitativos sobre el
resto del país, aunque es de reconocerse el esfuerzo por integrar a las culturas
populares como elemento fundamental de la cultura nacional, intentando abatir la
exclusión y la desigualdad, ya que por muchos años a este sector “popular” se le
caracterizó como elemento que impedía alcanzar la modernidad.
Otra expresión cultural que nos identifica con esta época, fue el muralismo, como
un movimiento artístico nacional, que por muchos años se vio apoyado por
diversos sectores intelectuales y gubernamentales. Desde principios del siglo XX
era ya una manifestación de pensamientos sociales y políticos; su expresión
artística se propagó por diversos edificios centrales que aún perduran y que nos
retratan la heterogeneidad de nuestra sociedad, la denuncia de las carestías
sociales, así como la evolución de un pasado en común como elemento de la
identidad mexicana.
Un recinto emblemático que contiene muestra de esta expresión cultural, es el
Palacio de Bellas Artes, que fue concluido en 1934. Aunque fue una concepción
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
230
de la época de Porfirio Díaz, la inestabilidad nacional retrasó unas décadas su
construcción, pero el significado cultural que retoma nos evidencia como un
México artísticamente influenciado por europeos. Lo contradictorio es que, si bien
muchos gozan de su arquitectura, pocos entienden y acceden a lo que ostenta en
realidad, aunque hay que admitir que es un símbolo nacional, con el que nos
sentimos muy identificados. De forma general, en este período, la política cultural
ejercida fue resultado de un desarrollado y ambicioso proyecto que intentaba
cortar con la inestabilidad política vivida tomando a la educación como elemento
fundamental de desarrollo social, aunque por su parte podemos decir que la
política cultural en esa época fue la expresión de ofertas, demandas y
concesiones sociales (Mary Kay Vaughan. 2000).
Posteriormente, después de dejar las revueltas sociales y las luchas por el poder
que habían aquejado a México, se emprende un proyecto de construcción
nacional, por medio de la consolidación de instituciones. Las nuevas condiciones,
nacionales e internacionales, dejaban en claro que la SEP debía ser reorganizada
para poder cumplir con las nuevas exigencias del país y su proyecto de
modernización, pero en el aspecto de la cultura era necesario brindarle la
importancia debida, tanto como la educación lo había demandado alguna vez.
La reacción ante estos cambios dio lugar a la creación de varias instituciones
culturales, dejando mucho que desear ante su ferviente apoyo por las bellas artes
y su poco interés en las culturas populares, sin considerar que su atención es una
inversión social que el país requiere y que se desarrolla de una forma natural.
Un factor internacional importante que marcó muchas dinámicas en materia
cultural lo impone Francia, al crear, en 1959, el primer Ministerio dedicado a la
cultura, como un instrumento político para reconstruir la identidad nacional
después de la guerra. En México por su parte, las décadas de los años 50´s y 60´s
marcaron la consolidación y el crecimiento del INBA.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
231
En estos años también comienza la etapa “de oro” del cine mexicano y una
difusión masiva de trasmisiones televisivas comienza el monopolio, instrumento
político, y cultural que años después se convierte en amenaza cultural, ya que “los
medios de comunicación masiva son el foco principal de atención, porque de
alguna manera se asume que sus mensajes moldean y uniforman una nueva
cultura, de la que participa un número mayor de mexicanos”(Bonfil Batalla 2000
p.12-13) y sobre lo que no se ha legislado para una protección identitaria y cultural
nacional.
A pesar de este aparente dinamismo, la gestión cultural no se vio favorecida por
proyectos concretos -de beneficio nacional- sino solo por algunos centralizados, y
sin continuidad. El resultado es un proyecto ambiguo de cultura nacional, que se
ve reflejado cuando la Cultura solo es representada en una Subsecretaria dentro
de la SEP, lo cual demostraba la poca importancia estatal atribuida a la cultura.
En la década de 1960, se evidencia una expresión cultural relativamente nueva,
compuesta dentro de la gran urbanización de las ciudades, proveniente de la
interacción del contacto de diferentes culturas, que expresan procesos culturales
nunca antes vistos, es decir, hablamos de una hibridación cultural que no es
contemplada por ninguna política cultural y que tardaría varios años para ser
abordada.
En otro aspecto, la prioridad educativa continuó siendo la alfabetización; se
mantuvo una política centrada en la difusión de la cultura y el arte (exposiciones,
conciertos, publicaciones). Se trató de un período de “consolidación” para la SEP.
Cuando Luís Echeverría asume la presidencia, en un ambiente hostil políticamente
hablando, debido a la inestabilidad vivida en 1968 y por la que debe reivindicarse
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
232
en todo el aparato gubernamental y frente a la población- utiliza sus
representaciones diplomáticas en el extranjero y sus viajes internacionales para
ostentar el folclor nacional y enviar un mensaje simbólico de lo que es la cultura
popular mexicana para enaltecer la imagen del país – elemento ya utilizado por
Porfirio Díaz-. Al no tener una sólida proyección de sus políticas culturales al
interior, hace uso de su política exterior para suplir estas funciones.
Dentro de su trabajo por lo cultural, para poder reponer la confianza y hacerse de
aliados políticos, apoya a intelectuales y artistas, crea instituciones como la
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (CONACYT). Así mismo, otorga diversas concesiones como lo hizo
con El Colegio de México, al brindarle el espacio físico que hoy ocupa, y a la
UNAM otorga apoyo económico relevante y abre más plazas para estudiantes; no
obstante, todo este apoyo y aparente trabajo sólido, en pro de la educación, es
solo una expresión de los planes políticos y estratégicos que le eran convenientes
al Presidente en este período coyuntural.
Los medios de comunicación por su parte, intentaron ser difusores culturales. La
radio pública, aunque era un popular medio de entretenimiento, comunicación y
difusión, era poco utilizada para fines culturales, y aún menos cuando se
concesiona su uso. Esto también se reflejó en los canales de televisión; por
ejemplo, el canal 13 prometía contrarrestar los ya monopolizados canales de
Televisa, y su programación de comedia, telenovela y series estadounidenses,
que tendían a la aculturación. Sin embargo, el canal fue presa de la apatía de
muchos televidentes, a los que la programación con grandes connotaciones
culturales, intelectuales y artísticas pareció poco entretenido; por tal razón, el
canal sucumbió a una programación comercial, lo que lo orilló -junto con otros
pretextos- a ser vendido.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
233
Para 1976, en un contexto en el que el país tenía un gran endeudamiento, el
modelo económico nacional se encaminaba a una fatídica crisis y se presenta lo
inevitable, una devaluación del peso. Los asuntos culturales se ven aún más
relegados y con pocas esperanzas de construir algún proyecto de cultura para
cimentar o consolidar la identidad nacional.
A la cabeza del nuevo sexenio (1976-1982), José López Portillo, lleno de
excentricidad, despilfarro e influyentismo, planea el futuro de un país favorecido
por el mercado petrolero. En palabras del propio presidente: "México, país de
contrastes, ha estado acostumbrado a administrar carencias y crisis. Ahora con el
petróleo en el otro extremo, tenemos que acostumbrarnos a administrar la
abundancia” (Palabras pronunciadas por el Presidente en un discurso a la nación
anunciando las futuras ganancias generadas por el petróleo).
El Plan Global de Desarrollo de 1976 define que, “la Política cultural de ese
período será mejorar la atmósfera cultural a partir de un mejor conocimiento de las
mejores manifestaciones culturales y principalmente a partir de acciones de
difusión” (Poder Ejecutivo Federal. Plan Global de Desarrollo, México1976). Para
tales efectos, colocó a la primera dama a la cabeza de las “políticas culturales”, y
con gran presunción de sus conocimientos artísticos, de corte europeo, intenta
instaurar grandes proyectos, a los que pocos podían acceder. El objetivo era
consolidar la identidad nacional a través de la promoción de México como un país
desarrollado. La verdad, es que la cultura, era un aspecto que al presidente poco
importaba, y consideraba su ejercicio como un adorno que las mujeres debían
atender. (Bernando Mabire. Op. cit. p.45- 51) Los asuntos culturales y educativos
atendidos, solo fueron la muestra de ese gran despilfarro de recursos, gracias a
los excedentes del petróleo.
En 1982, de nueva cuenta con una crisis a sus espaldas, la nueva administración
reduce presupuestos en áreas consideradas no prioritarias, por lo que
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
234
inevitablemente la cultura es afectada. Las políticas culturales, aun siendo la mejor
vía para reforzar la identidad nacional y de desarrollo, se veían como un lujo
impensable, ya que estaban insatisfechas necesidades materiales primarias
(Ibídem p. 54) El apoyo presupuestal rescatado para este sector se destinó,
principalmente, a la educación elemental, sector en el que todos los proyectos
anteriores han convergido, por ser un elemento fundamental para el desarrollo de
la población y, así mismo, porque es un instrumento político importante. A nivel
internacional, la imagen cultural del país era manejada por la política exterior. Se
firmaron varios documentos internacionales en torno al tema, principalmente
promulgando la diversidad cultural su respeto y fomento y la concepción de cultura
como generador de desarrollo.
Aunque a México se le reconocía como un buen planificador en la materia, muy
poco se hizo en torno a formular proyectos concretos y viables derivados de estos
instrumentos. Las causas en parte fueron por el gran control Estatal que había
sobre esta área cultural, a veces obedeciendo la voluntad y gustos presidenciales,
y en ocasiones con base en un aparente nacionalismo, representado por un
Estado –poco flexible- que toma decisiones alejadas de las necesidades culturales
reales.
Cabe destacar que antes de los años ochenta, se habían creado instituciones e
infraestructura de importante valor cultural, y el gobierno era aún ese gran aparato
concentrador de instituciones, incluso de las industrias culturales; no obstante, a
partir de esta fecha todo vino en declive, en parte por los evidentes recortes
presupuestarios eso incluye infraestructura, personal, rescate de obras y piezas,
etc. La forma más concreta de ejemplificar lo anterior, es considerando que al no
existir suficientes recursos para solventar a las instituciones culturales, proyectos y
programas, se permitió el uso de Contratos de comodato a empresas privadas,
para poder dar acceso a la creación de muestras culturales, y a la creación y
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
235
expresión artística que el Estado ya no podía cubrir. La cinematografía, canales de
televisión, entre otros, fueron algunos de los más buscados por el sector privado.
Derivado de esto, y considerando los cambios globales que comenzaban
fuertemente a expresarse, se generó un mayor número de reuniones, convenios,
cumbres, conferencias, etc., en torno al tema cultural, intentando hallar espacios
para dialogar la forma de afrontar los efectos de la globalización, y a su vez el
desplazamiento del Estado, en ciertas actividades.
En este contexto, se evidencia también la aparición de nuevos actores y medios
culturales ajenos a la realidad del país, mismos que requieren ciertos cambios
para ajustarse a la nueva realidad. Como ejemplo de la generación de nuevas
condiciones, el Presidente Carlos Salinas de Gortari influye mucho; convierte en
una prioridad de su sexenio, optimizar las relaciones comerciales con Estados
Unidos, y la firma de un Tratado comercial en donde se ve más evidente la
participación del sector privado.
Por primera vez en un mandato presidencial, son incluidos en los planes de
desarrollo apartados dedicados a la cultura, después de hacer consultas
nacionales sobre el tema, es decir, que las políticas culturales se expresan de
forma explícita y consensual, y no como un cúmulo de actividades dispersas.
En este rubro, la consigna del sexenio era “la modernización de la cultura.”, el
objetivo, era mejorar la relación entre el Estado y los actores culturales, sus
servicios, receptores, medios de comunicación, etc., debido a que los grandes
cambios sociales, culturales, económicos y políticos, -en un contexto de
globalización- requerían ser atendidos. Los ejes de esta modernización,
consideraban la idea de identidad nacional fundamentada en el reconocimiento de
la diversidad cultural nacional, y una participación del Estado menos paternalista,
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
236
es decir; sin ser directamente un productor cultural, y que implica la participación
de la inversión privada.
Una de las acciones importantes de esta administración fue la sustitución de la
Subsecretaria de Cultura, en 1988 por el Consejo Nacional de Cultura y las Artes,
hoy conocido por sus siglas como CONACULTA. De igual manera, creó el Fondo
Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), en 1989, para apoyar la creación y
la producción artística y cultural de calidad; promover y difundir la cultura;
incrementar el acervo cultural, preservar y conservar el patrimonio cultural, a
través de estímulos económicos que suelen ser muy criticados por el monto, y
forma de otorgarse.
El CONACULTA funge como un organismo desconcentrado de la SEP, tiene como
objetivo promover y difundir la cultura y las artes. Sus objetivos se centran en
promover la homogeneidad entre las instituciones culturales para coordinar
trabajos, y tener proyectos a largo plazo; fungir –en teoría- de manera autónoma
sin supeditarse a la Secretaria que lo precede, y hacer más eficientes los recursos
transparentes y canalizados adecuadamente.
Sin embargo, en un corto plazo, el aparato administrativo llega a alcanzar un gran
número de burócratas y es cuestionada su dependencia, principalmente
presupuestaria de la SEP. Además, el ejercicio del presupuesto sigue siendo
objeto de discusiones por no mostrar una clara administración.
Considerando su organización institucional, se puede observar la carencia de un
instrumento jurídico que le dé sustento, por ello encuentra rivalidad, en cuanto a la
organización y distribución de capacidades con el INBA, el INAH y otras nueve
instituciones pertenecientes al CONACULTA.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
237
Otro aspecto cuestionable de este organismo, es el hecho de que el Poder
Ejecutivo designa al director, y no es resultado de un proceso democrático en el
que la sociedad civil se haga escuchar. Pareciera en este sentido que la cultura
como en sexenios pasados –atendida por las primeras damas- no fuera un área
primordial de nuestro país.
La creación de este Consejo puede tener muchas interpretaciones, desde la visión
objetiva que requiere hacer más eficiente la implementación de las políticas
culturales, a través de un órgano incluyente con proyectos de gran alcance para
brindar un acercamiento con instituciones, artistas e intelectuales –con tendencia a
beneficiar a cierta elite-; hasta pensarlo como un instrumento político creado para
mantener un aliado del sector cultural.
Sin embargo, pese a los factores que determinan su creación, se pueden observar
diversos logros, como la creación del Sistema de Información Cultural, la Escuela
Nacional de Prácticas y Consumos Culturales, y la participación en diversas
reuniones internacionales, así como el apoyo a diversas investigaciones para
conocer mejor el sector cultural.
En este sexenio, la política cultural aunque pretendía ser modernista y ambiciosa,
fue austera; como en anteriores administraciones; para intentar cubrir las escasas
políticas culturales justificaron sus acciones con el apoyo a la educación básica.
En este sentido, se retomó a la educación como `parte de estas políticas, por la
importancia de este nivel educativo, ya que es elemento formativo que toca la
memoria colectiva. Por ejemplo, la publicación de libros de texto gratuitos,
intentaban ser la expresión de los proyectos culturales nacionales de ese sexenio,
sin embargo, pueden interpretarse como una herramienta utilizada por la política
como propaganda, más que un elemento formativo, pues los Presidentes en turno
tienden a expresar en ellos ciertas tendencias y posturas.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
238
El tema educativo, es un asunto controvertido en este sexenio, muestra de ello es
que se ampliaron matrículas para un mayor ingreso de alumnos, en diferentes
niveles, y creció la exigencia del nivel de educación básica, desafortunadamente,
estas acciones tuvieron repercusiones en detrimento de la calidad de la
educación. Otra acción determinante se mostró cuando el gobierno federal cedió
cierto control a los estados sobre la administración de partes estratégicas de la
enseñanza, elemento que puede ser positivo en términos de saber localmente las
necesidades educativas, aunque el delegar el manejo de la educación favorece
más a la federación económicamente (Instituto Nacional de Ecología-
SEMARNAT).
Otro ejemplo de la situación en que se encontraban las políticas culturales, se
mostró en torno del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).
Para México, el asunto de firmar un tratado no preocupaba mucho con respecto al
tema de la cultura por no ser tópico directamente incluido en las negociaciones.
Otras razones para no considerarlo como tema relevante fueron, primero, el poco
poder adquisitivo que tiene el país en esta área -en contraste con EE. UU. y
Canadá- no permite un fácil acceso a determinadas expresiones culturales –desde
la lectura, muestras cinematográficas, hasta obras puestas en escena-, por lo que
se consideraba que la influencia a través de estos medios era mínima; y segundo,
se pensaba que la barrera del idioma era tan marcado que difícilmente la cultura
podría ser un tema que llegara a ser objeto de consideraciones mayores. Sin
embargo, “fue al negociar el TLC, cuando México desnudó, en contraste con el
mito grandioso de su nacionalismo, la flaqueza de sus políticas respecto a la
cultura, porque se puso de manifiesto que no contaba, en esa materia, con un
proyecto articulado que defender o conciliar con las disposiciones del futuro
tratado”(Ibídem p.67)
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
239
Al respecto podemos reflexionar lo siguiente; Canadá tiene una frontera tan
amplia, como la nuestra, frente a EE.UU, pero en contraste con México, ha
manejado desde el siglo XX políticas y leyes que protegen a su Estado frente a la
influencia estadounidense, aun considerando que ambos son angloparlantes sus
ascendencias son muy distintas y obligan a Canadá a proteger su cultura nacional,
primordialmente frente a los medios masivos de comunicación. Canadá aplicó
medidas en las áreas y aspectos que percibía más vulnerables, y procuró
protegerse del TLC que firmó con EE.UU. en 1989 y a su vez del TLCAN en 1994.
Lo anterior, es resultado de un gran trabajo que implica la intervención de muchos
actores culturales; primero se comienza en detectar los asuntos que están siendo
atacados, dañados o influenciados; y segundo, se realiza una proyección de cómo
pueden ser contrarrestados. Así mismo, la disposición y coordinación política son
elementos determinantes para llevar a cabo planes de protección, y difusión
cultural. Este escenario no es retomado por la política cultural nacional y queda en
un imaginario colectivo de lo que nuestras políticas deberían ser. La realidad fue
que ante la carencia de un proyecto, en el contexto de la negociación del TLCAN,
la cultura no era un tema relevante, sin embargo, ante tal proceso de integración,
directa o indirectamente, la cultura ha sido afectada. Las Telecomunicaciones, la
propiedad intelectual, las industrias culturales; son solo algunos temas polémicos
que resultaron trastocados.
Pese a las evidentes necesidades culturales, este sexenio salinista no enfrenta
sus problemas, no se da a la tarea real de analizar las necesidades culturales
existentes, y aún menos visualiza las repercusiones sociales y culturales que
puede generar un Tratado en el aspecto de la cultura, por el contrario, la cultura se
integra a la dinámica del mercado.
El sexenio termina con una apertura comercial de gran magnitud que
inevitablemente afecta al sector cultural, pero asume la necesidad de pensar
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
240
diferente a la cultura, aunque en ello este implícito una mayor participación del
sector privado. Para concluir su gestión, Carlos Salinas de Gortari deja al país en
una de sus peores crisis económicas; crisis que repercutirá -como siempre ha
sucedido- en el sector cultural.
Posteriormente, el mandato del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León en
términos culturales, se ve expresado en el Programa Sectorial de Cultura 1995-
2000 (Memorias de CONACULTA www.conaculta.gob.mx) supone una
continuidad del proyecto modernizador que planteó Carlos Salinas, con una
especial atención a las culturas populares. De igual manera, las relaciones
internacionales, en materia cultural, se intensificaron, a través del CONACULTA
(Ibídem) y con apoyo de la Secretaria de Relaciones Exteriores se intentó
proyectar una imagen vinculada a otras culturas, “dialogo entre culturas” para
afirmar nuestra identidad en el contexto internacional. Ejemplo de estos esfuerzos
son las exposiciones permanentes y temporales, creaciones culturales,
manifestaciones artísticas, y toda muestra que refiera al legado arqueológico,
cultura popular, artes plásticas, y danza, así como una red de cooperación
internacional en esta materia.
Es evidente que, el caso del Presidente Ernesto Zedillo, frente a las políticas
culturales, es una repetida historia de sus antecesores. Si bien hay que acotar que
se ha creado mucha infraestructura en torno a la cultura, bien podemos constatar
que son “elefantes blancos” al no ser utilizados como las expectativas lo
proyectan.
En torno a la cultura, el discurso oficial manejaba lo siguiente: “Día con día,
renovamos la certeza de que la cultura, en México, es resultado de la diversidad
de nuestros pueblos y de nuestras voces, de nuestras costumbres y tradiciones,
de nuestro patrimonio histórico y artístico, del trabajo de nuestros creadores…
Reconocer con orgullo la pluralidad que nos constituye, es la base de nuestra
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
241
unidad, de nuestra soberanía, de nuestra identidad. La política cultural del
Gobierno de la República busca exclusivamente generar condiciones propicias
para las distintas y muy variadas expresiones de la cultura”. (Palacio de Bellas
Artes. México, D.F. 02 de Marzo de 1999) Al respecto, un elemento importante
que contradice -en parte- lo anterior fue el contenido en el marco de los Acuerdos
de San Andrés sobre Derechos y Cultura Indígena, firmados en 1996, pues en
ellos se intentaba incluir, en el proceso nacional, a los indígenas, reconociéndoles
derechos, ideas de democracia, justicia, desarrollo y pluralidad. Sin embargo, a
pesar de que en todo el país 10% de la población era indígena, y la firma de estos
acuerdos era un elemento representativo, éste proyecto quedo en el aire por falta
de disposición política y por la cuestionada solicitud de autonomía que puso en
aprietos al gobierno federal. En México, se reconoció que el desarrollo y el auge
de la cultura, dependen mutuamente. Basados en las resoluciones de la Comisión
Mundial sobre Cultura y Desarrollo (1995) y la Conferencia sobre las Políticas
Culturales para el Desarrollo (1998). En este sentido, las políticas culturales
concebidas fueron proyectos diseñados y planeados con cierta conciencia del
contexto nacional, proyectos que pretendían ser accesibles, plurales, e
incluyentes, sin embargo, la falta de coordinación administrativa, el favoritismo
hacia ciertos grupos, y la falta de implementación popular, hacen que esos
proyectos se queden en la medianía.
En general, considerando éste y los gobiernos anteriores, lo que caracterizó a las
políticas culturales durante 70 años de la presencia de un solo partido en el poder,
fueron objetivos y metas que parecen obedecer a intereses personales y acciones
coyunturales, que carecieron de continuidad y padecieron recortes
presupuestales, debido a las recurrentes crisis económicas.
4.12. LAS POLÍTICAS CULTURALES DEL MÉXICO ACTUAL.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
242
En los siguientes sexenios presidenciales que desplazaron al de los priistas
recayeron en un nuevo partido, al partido del pan. Vicente Fox Quesada,
candidato del Partido Acción Nacional (PAN) ganó las elecciones presidenciales el
2 de julio de 2000. Luego de que pasaran más de 70 años desde que el Partido
Revolucionario Institucional (PRI) llegara al poder.
No obstante, y aunque gran parte de aquellas personas que votaron por Vicente
Fox, en la contienda electoral del año 2000, esperaban un gran cambio en las
políticas planteadas por el nuevo Presidente, en materia cultural la situación no
cambio de manera significativa, y fue más bien la continuidad de las “políticas
culturales” llevadas a cabo por el anterior gobierno de Ernesto Zedillo Ponce De
León, que una nueva propuesta sobre el cambio cultural. De hecho, hasta se
podría hablar del inicio de la decadencia cultural mexicana durante éste período.
Ahora bien, uno de los principales objetivos del Presidente Vicente Fox era la
creación de una Secretaría de Cultura, que sustituyera al CONACULTA; no
obstante, tras el paso de los años y frente a los acontecimientos ocurridos en
materia cultural, además de los desaciertos en este sector, durante su presidencia,
la creación de dicha Secretaría nunca se concretó. Aunado a ello, el presupuesto
para la cultura se redujo en varias ocasiones, y en mayor proporción cada vez y de
manera continua.
Por otro lado, el programa de cultura propuesto por Vicente Fox, “La Cultura en tus
manos” (Programa Nacional de Cultura 2001-2006), se sustentaba sobre modelos
que parten de establecer una relación aparentemente democrática entre las
instituciones culturales y la sociedad a través de impulsar la ciudadanización de la
política cultural, que "identificaba la centralidad de los intereses y la participación
de los ciudadanos en los procesos de creación, promoción y difusión de la
cultura”(La Cultura en tus Manos. Programa Nacional de Cultura 2001-2006,
CONACULTA 2001, p. 21). Este Programa Nacional de Cultura, estaba basado en
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
243
cinco principios fundamentales que son: "respeto a la libertad de expresión y
creación, afirmación de la diversidad cultural, igualdad de acceso a bienes y
servicios culturales, ciudadanización de los bienes y servicios culturales, y
federalismo y desarrollo cultural equilibrado" (Ibídem., p. 25). Sin embargo, estos
principios y fundamentos del Plan Nacional de Cultura, se quedaron en el ideario
político del Presidente en turno, pues desde la entrada en vigor del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a partir de 1994, facilitando las
inversiones externas y acentuando la desregulación de los mercados de las
industrias culturales (primordialmente el mercado audiovisual), se ha visto
mermada la capacidad creativa, al igual que el acceso a los bienes y servicios
culturales, cuya producción ha quedado delegada preponderantemente a los
centros del capitalismo mundial, llevándonos a la monopolización cultural a través
de las industrias pertenecientes a países desarrollados, que ahora poseen
legitimidad por parte del gobierno mexicano para intervenir directamente en la vida
cultural de nuestro país.
Desde el inicio de su periodo presidencial, Vicente Fox, fue generando
incertidumbre política y por ende cultural, mostrando ignorancia y desconocimiento
total de la importancia que posee la cultura como generador de desarrollo
nacional. Con tal ignorancia, utilizó la expresión de “ciudadanización de la cultura”,
sin tener plena conciencia de lo que ello representaba para la propia cultura, y a
su vez, para la sociedad. De la misma manera, la arbitrariedad de sus decisiones,
lo llevó a designar a Sara Bermúdez como la presidenta del CONACULTA
(organismo rector de las políticas culturales en México) durante este período,
situación que generó problemas, pues era un hecho que tal nombramiento, como
bien señala Gloria López Morales poco (tuvo) que ver con méritos profesionales.”
(Gloria López Morales 2006. p. 18), más bien tuvo mucho que ver con su relación
amistosa con Martha Sahagún y el Presidente Vicente Fox.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
244
Así pues, la llegada de Sara Bermúdez a la presidencia del CONACULTA
ocasionó que en un grupo amplio de intelectuales y creadores de la cultura,
surgiera un considerable descontento, el cual expresaron a través de columnas de
opinión en diarios y programas de televisión, e incluso con manifestaciones. Ante
dichos personajes, la ignorancia de la nueva presidenta del CONACULTA, en
materia de cultura, era evidente, ya que no mostraba interés por las cuestiones
fundamentales en este rubro, ni atendía las necesidades más apremiantes de la
sociedad, sólo se encargó de desarrollar una “cultura” de “socialización”, junto con
los funcionarios asignados bajo su cargo. Se trataba de algo parecido a un “club
social” en el que se organizaban festines y convivencias, haciendo uso de la
infraestructura y patrimonio cultural, así como del presupuesto para la cultura.
Asimismo, los cambios derivados en las demás instancias culturales como el INAH
y el INBA, no fueron cambios estructurales de fondo, ya que dichos cambios se
limitaron a la designación de “nuevos” políticos y funcionarios (todos ellos
recomendados o conocidos ya fuera del propio presidente Fox o de su esposa
Martha Sahagún), que al igual que la presidenta del CONACULTA, no tenían
pleno conocimiento sobre cultura.
Respecto a ésta situación es fundamental resaltar que, más allá de elevar la
cultura al rango que le corresponde, el Presidente Vicente Fox y su esposa Martha
Sahagún se preocuparon por darle empleo a sus familiares y fieles amigos,
convirtiendo así a las instituciones culturales en centros de reunión y generación
de capital para aquellos que compartían e intercambiaban los mismos intereses
que la pareja presidencial, los cuales se alejaban demasiado de los intereses
culturales de la Nación.
Durante el sexenio del Presidente Vicente Fox, fue evidente la falta de interés en
el sector cultural, pues así como se llevaron a cabo nombramientos insulsos,
también se crearon instancias y dependencias gubernamentales (Gloria López
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
245
Morales, Op. cit., p. 37). pero ninguna de ellas se enfocaba en el planteamiento de
políticas culturales reales que respondieran a las necesidades culturales reales de
la sociedad. Por el contrario, se llevaron a cabo proyectos “magnánimos” como la
edificación de la Biblioteca José Vasconcelos, que a la fecha, no funciona de
forma integral, y mucho menos en el nivel que se pretendía que lo hiciera. Menos
no se podía esperar de un gobierno dirigido por un presidente que no sabía lo que
significa cultura, ni como necesidad humana y social de desarrollo, ni como simple
y vaga expresión. Y es que el perfil cultural del presidente Fox dejaba mucho que
desear, ya que en conjunto con la ineptitud que poseía para llevar a cabo cambios
estructurales fundamentales para el mejoramiento cultural, generó aún más
incertidumbre el hecho de que el presidente hiciera referencia a situaciones y
personajes de la cultura, sin tener idea de lo que hablaba.
De igual manera, el término de “ciudadanización y descentralización de la cultura”
(Primer Informe de Gobierno del presidente Vicente Fox Quesada) fue abordado
con especial relevancia durante el período foxista, aunque poco se entendía, para
fines prácticos, pues nunca quedó claro si pretendían que la sociedad participara
en la formulación de políticas culturales, o si solo pretendían abrir más foros,
realizar más eventos y ampliar la infraestructura cultural, sin fomentar un contacto
verdadero entre la cultura y los ciudadanos.
Así fue que cada quien abordó el tema y le dio la significación al término como
mejor convino, pues para efecto de la repartición de presupuesto para las
entidades federativas, ya no resultaba tan viable la idea de “ciudadanizar y
descentralizar”, pues en esos casos era el CONACULTA quien se encargaba de
distribuirlo o restringirlo. Este tipo de acontecimientos ponían en entredicho, la
supuesta descentralización, pues a simple vista podía observarse la presencia del
poder aún centralizado (como continuidad del sexenio precedente), diseñando
proyectos y asignando fondos para la cultura.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
246
Esta situación puede ejemplificarse de manera clara con el Programa de Apoyo a
las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC), el cual fue creado justamente
para resaltar la importancia cultural de los municipios y localidades pequeñas,
sobretodo en un país con una diversidad cultural como lo es México; sin embargo,
todo buen intento por rescatar territorios tan olvidados en esta materia, generó
poca credibilidad y desconfianza en el gobierno federal cuando este último retiró
los fondos destinados a diversos proyectos, entre ellos, por ejemplo, al PACMyC
en Michoacán, hecho que se inscribió en un “oficio de información pública en el
que se establecía que la federación retiraba el apoyo para dicho proyecto, el cual
(por cierto) consistía únicamente en 300 mil pesos” (Carlos F. Márquez 2006).
Es así que puede observarse la incongruencia en el establecimiento de las
políticas culturales federales, ya que el gobierno pretendía abarcar demasiados
aspectos de la cultura en México, sólo con la finalidad de generar altos indicadores
para mostrar ante la UNESCO, pero todas las instancias y proyectos creados, de
manera improvisada y poco planeada, evidentemente no generaron resultados
positivos para el desarrollo cultural del país, por el contrario, generaron
inestabilidad y retraso.
En esta misma dinámica, se creó la Dirección General de Vinculación Cultural y
Ciudadanización, en lugar de la Dirección General para la Descentralización. “Esa
Dirección definió cuatro proyectos básicos: la ciudadanización de la cultura, el
desarrollo cultural de las regiones, estados y municipios, la atención a públicos
específicos y la profesionalización de trabajadores del sector cultural” (Cecilia
Cervantes Barba 2005). No obstante, ocurrió lo mismo que con el PACMyC, las
intenciones eran buenas, pero las acciones eran completamente disconformes, ya
que de un presupuesto de “5000 millones que recibió CONACULTA en 2001, sólo
60 millones de pesos fueron utilizados para fomentar la cultura y mejorar la
infraestructura en más de 2400 municipios, además hay que señalar que de ésos
60 millones, sólo 20 fueron aportados por CONACULTA, otros 20 millones por los
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
247
estados y los 20 millones restantes por los propios municipios” (Ibídem) lo cual
hace aún más incongruentes las políticas culturales federales, y más incongruente
el gasto del presupuesto, pues los proyectos establecidos por las instancias
culturales debían llevarse a cabo con escaso e insuficiente capital.
Sucedió lo mismo con la Dirección General de Culturas Populares e Indígenas,
dentro de la cual se planteó la realización de cuantiosos y diversos proyectos, pero
el financiamiento resultó insuficiente. Pues resultaba evidente que, entre más
organismos, programas, direcciones, etc., existían, mayor era el número de
acciones, que a su vez se traducían en los indicadores tan buscados por el
presidente Vicente Fox, aunque el incremento de indicadores era inversamente
proporcional al incremento del presupuesto, pues este último se reducía (en
correspondencia al gran número de proyectos e instituciones creados de la noche
a la mañana), y por ende también disminuía la calidad de las acciones realizadas.
Así fue como el Presidente creó instancias gubernamentales que desarrollaran
proyectos culturales, en municipios y localidades indígenas pequeñas, pero
evidentemente dichas instancias y proyectos se crearon sin una verdadera
planeación previa, y solamente para “aparentar” que el gobierno federal estaba
interesado y trabajando en el desarrollo cultural de las ciudadanía en general (no
sólo de las élites); mientras que, en el trasfondo sólo buscaba cubrir los
requerimientos establecidos por la UNESCO.
Así, como resultado de la generación de tantos proyectos y tantas instancias, el
presupuesto para la cultura se fue reduciendo de manera considerable, sin contar
que del 100% del presupuesto sólo un 15%, aproximadamente, estaba destinado
realmente a las acciones de política cultural, por lo que la autora e investigadora
Cecilia Cervantes plantea una pregunta de suma importancia (Cecilia Cervantes
Barba, Op. cit.): “¿En qué se gasta el 85% restante del presupuesto para la
cultura?”(Ibídem) La respuesta para la propia Cecilia Cervantes, es concreta, y ella
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
248
alude al hecho de que seguramente el 85% restante se gasta en el pago de los
sueldos de todas aquellas personas involucradas en las instituciones culturales
(CONACULTA, INAH, INBA, Canal 22, etc.), aunque contrariamente, no todas
estas instituciones son creadoras de cultura, y el resto desconoce lo que la
palabra significa (Ibídem).
Ante tal situación, en la cual el presupuesto real que se utiliza para el fomento,
creación y difusión cultural es mínimo comparado con los salarios que se otorgan
a los funcionarios que participan en las instancias culturales, es importante señalar
que el panorama en el Distrito Federal no es del todo diferente.
A principios del 2003 se aprobó una Ley de Fomento Cultural en la que el gobierno
se comprometía a entregar el 2% del presupuesto general para la cultura (Ibídem).
lo que hace que la inversión cultural en el Distrito Federal sea mayor
equiparándola con la inversión en otras entidades federativas; para ejemplificar
podemos señalar la construcción de la biblioteca José Vasconcelos, en la cual se
invirtió quizás el triple (o incluso más) del presupuesto que se otorga para el
fomento y construcción de infraestructura cultural en el resto de las entidades
federativas. Es decir, mientras que en el Distrito Federal se gastan 80 millones de
pesos, del presupuesto Federal, en la construcción de una sola biblioteca, el
estado de Jalisco recibe aproximadamente 150 millones de pesos para llevar a
cabo todos los programas y proyectos en materia cultural.
Ahora bien, aunque el presupuesto cultural otorgado al Distrito Federal es
considerablemente mayor al que reciben el resto de las entidades federativas, ello
no implica que dicho presupuesto sea empleado de manera “transparente” y de
conformidad con los requerimientos culturales de la sociedad.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
249
Por otro lado, aún con la creación de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal,
la cual se concretó en el año 2001, la planeación y realización de proyectos y
acciones, formulados en el seno de dicha Secretaría, no han tenido una
repercusión importante en el fomento del desarrollo cultural de la Ciudad de
México, pues al igual que las políticas federales, las políticas culturales capitalinas
responden a intereses personales de los funcionarios encargados de la cultura. De
esta manera, al igual que las instancias gubernamentales federales, las instancias
locales, (específicamente la Secretaría de Cultura del Distrito Federal) presentan
desfalcos de cantidades considerables de dinero, y a la fecha no han quedado
justificados dichos gastos.
Esta situación nos lleva a comprender que en México, uno de los factores que
genera mayor debilitamiento y afectación al posible desarrollo cultural, es
justamente la preponderancia de los intereses personales por encima de los
intereses nacionales, y aunado a ello, debemos destacar como elementos
fundamentales a la corrupción y la nula profesionalización de los políticos
encomendados para el establecimiento de las políticas culturales, y su posterior
ejecución.
Justamente la escasa capacitación de quienes se encargan de la formulación de
las políticas, así como del fomento y preservación la cultura, fue uno de los
elementos que no permitió que el proyecto de Enciclopedia Electrónica, planteado
por el Presidente Vicente Fox, pudiera llevarse a cabo. Este proyecto no se
concretó debido a que la mayoría de las escuelas de gobierno carecen de
infraestructura adecuada para dar soporte a dicho plan, y los reducidos
presupuestos sólo sirven como pequeño paliativo para atender las necesidades
más elementales que poseen las escuelas, además de la escasa capacitación del
profesorado para operar y emplear dicha tecnología.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
250
Es así entonces, como se puede percibir que la política cultural se encuentra a la
deriva, en manos de los menos capacitados y con enormes deseos de
enriquecerse valiéndose de los recursos destinados para la cultura, no existe
transparencia en la asignación y el gasto de presupuesto para proyectos
“culturales”. Aunado a ello, la forma de trabajar de CONACULTA nos muestra que
no hay un proyecto de conjunto, sino que se trabaja sobre la base de programas y
proyectos separados, a los que se les asignan bajísimos presupuestos. A esto
habría que agregar, que la estructura administrativa y de gestión del CONACULTA
ha crecido; que una gran parte de su presupuesto se utiliza probablemente para el
pago de nómina y que, en su interior, hay áreas que duplican funciones y compiten
entre sí. En términos de política cultural se ha optado por la continuidad, en
ocasiones, siguiendo líneas de acción dictaminadas por la UNESCO (y no por las
necesidades ni realidades sociales actuales), sobre todo tratando de alcanzar los
indicadores que dicha organización exige, sin realizar diagnósticos profundos y
sistemáticos de la situación cultural del país, y sin reflexionar sobre la pluralidad
de propuestas que surgen dentro y fuera del mismo.
Irónicamente, la idea de descentralizar la cultura, y todo lo que ello conlleva,
reafirma la centralización que se da en este rubro, concentrando el poder, y
eliminando la posibilidad de una descentralización real de recursos y de toma de
decisiones.
Así pues, el período presidencial de Vicente Fox fue criticado por la comunidad
artística e intelectual, así como por la sociedad en general, respecto al desarrollo
cultural durante su sexenio, pues las políticas culturales tenían tendencias hacia a
la privatización. Por ejemplo, Orépani García, director de la Escuela Popular de
Bellas Artes (EPBA) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo,
indicó que: “Este sexenio,., no dio grandes aportes al desarrollo de la educación y
mucho menos de la artística, pero tampoco de la cultura en general. En este
sexenio vimos una política cultural cada vez más cercana a los intereses de
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
251
privatizar la cultura y realmente hacerla menos accesible a un mayor público”
(Carlos F. Márquez, Op. cit.).
Esta privatización a que hace referencia Orépani García, es justamente como la
observábamos en períodos presidenciales anteriores (como durante la presidencia
de José López Portillo), en que los más adinerados eran quienes tenían acceso a
la cultura y a todas sus expresiones, dejando al resto de la sociedad al margen del
consumo cultural de élites. A ello hay que agregar, por otra parte, que quienes
controlan la producción, fomento, y consumo cultural, son justamente las
industrias culturales extranjeras, que se introducen al territorio mexicano,
acaparando la producción de bienes culturales en detrimento de la propia cultura
mexicana, sus expresiones, sus valores, y sus costumbres, de su producción y
finalmente su consumo.
Por ello, Alejandro Sigler, Titular de Culturas Populares Unidad Michoacán,
reafirma la aseveración del director de la EPBA y señala que “en el estado (de
Michoacán) el perfil cultural se ha enfocado sobre todo a los espectáculos
internacionales de muy buena calidad y la realización de un número exorbitante de
eventos en comparación con años anteriores. Lo importante es analizar si de
verdad esto corresponde a una política cultural estatal. En cuanto a las políticas
culturales federales, es de dominio público que fue de obras de relumbrón
desarrolladas por CONACULTA. A un funcionario… lo que le gusta es que se vea
el monumento, y eso es una falta de madurez como país. Los mexicanos todavía
nos vamos mucho por el bulto., (pero) lo que es indispensable en nuestro país es.:
preparación intelectual, humanista y crítica” (Ibídem).
Ahora bien, el señalamiento que hace el director de la EPBA es una realidad
ineludible, cuando afirma que no importa si el presupuesto que se ha invertido y
gastado en la cultura es mayor o no al del sexenio precedente, lo que importa es
que ese gasto sea efectivo, y durante la presidencia de Vicente Fox, el gasto en
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
252
cultura “.no impactó de forma determinante y una absoluta realidad es que el
pueblo cada vez tiene menos acceso a la cultura por más millones que gasten.”
(Ibídem). El error, que es plenamente identificable, es que a la cultura se la ve
cómo “un requisito que debe tener un programa de gobierno. (Cuando en realidad)
la cultura es una necesidad de desarrollo humano” (Ibídem), más allá de ser una
simple mercancía.
En este sentido, es importante señalar que las industrias culturales son una
herramienta fundamental para la difusión y enriquecimiento del desarrollo cultural,
el problema surge cuando el gobierno, lejos de plantear proyectos y programas
nacionales, que beneficien directamente a la sociedad nacional, apoya intereses
particulares y empresariales que tienen poco que ver con la cultura. Lo que se
puede observar, como bien señala el director de la EPBA, es: “una pérdida de la
identidad y los valores. En cambio, ha habido una búsqueda de alternativas
comerciales donde la cultura significa nada más entretenimiento” (Ibídem).
Toda esta problemática se deriva de la falta de conocimiento que se tiene respecto
del quehacer político, pues en realidad muchos de aquellos que se encargan de
plantear las políticas culturales no tienen ni idea de lo que significa la cultura, ni
como simple concepto, ni como elemento fundamental para el desarrollo de una
Nación (como fue el caso de Sara Bermúdez). Justamente durante la presidencia
de Vicente Fox, se llevaron a cabo eventos de amplitudes impresionantes, como la
ya mencionada construcción de la Biblioteca Vasconcelos, pero en contraste
podemos observar la gigantesca pobreza intelectual y cultural (Gloria López
Morales Op. cit. p 20), identifica, que se refleja en la insuficiencia que en promedio
tenemos los mexicanos (por ejemplo) para leer siquiera un libro completo a lo
largo de un año.
Ante tal situación, cabe resaltar que los “creadores” de las políticas culturales,
como señala Sabina Berman: “no son los responsables en primera instancia de la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
253
inercia que impera entre los intelectuales, porque estamos ante un fenómeno de
dimensiones globales, pero sí tienen el deber de constituir sus plataformas con los
datos más actualizados sobre los desafíos de la cultura en nuestro tiempo” (Karina
Avilés, 2007. p. 44) y aunque los artistas, escritores y todos aquellos creadores
culturales han sobrevivido, para seguir promocionando la cultura, es un hecho que
el apoyo del gobierno resulta fundamental para mejorar tanto la infraestructura
como la difusión, promoción, y finalmente, el desarrollo de la cultura. Es por ello
que la analogía que lleva a cabo Sabina Berman resulta muy ilustrativa de la
situación cultural en México; ella señala que: “es como si esta cultura subsidiada
fuera un hospital con muy buenos doctores y equipos, pero la gerencia del hospital
piensa que sus clientes son los doctores y no se preocupa de interesar al resto de
la población de que existe el hospital, y eso pasa con las artes en nuestro país”
(Sabina Berman, p. 23).
Resulta necesario entonces emprender la profesionalización en el campo de las
políticas culturales y el de la gestión de la cultura, porque si bien es cierto que no
debemos esperarlo todo del Estado, tampoco se puede aceptar que el Estado y
las funciones de éste se debiliten al grado que dicho actor no pueda asumir su
cargo social o evada sus responsabilidades para con la cultura, en un país como
México, que es internacionalmente reconocido por su cultura tan rica y diversa,
aunque durante el periodo presidencial de Vicente Fox Quezada “México perdió el
liderazgo mundial que, en materia cultural, había sostenido a lo largo del siglo XX.”
(Jesús Alejo agosto de 2007) y desafortunadamente para todos los mexicanos,
hoy en día, como bien señala Lourdes Arizpe: “nuestro país ya no está en los
comités o los consejos principales donde se discute sobre cultura.”.(ibídem) Esto
es justamente lo que debe evitarse, día tras día en México se empobrece el
fomento, la preservación y el consumo cultural nacional, permitiendo la entrada de
bienes culturales extranjeros, y reduciendo la importancia que posee la cultura
para el desarrollo integral de la Nación Mexicana. Tras el paso de los años, la
situación cultural en México empeora, y justamente durante la presidencia de
Vicente Fox, tuvo un declive mayor en comparación con los sexenios anteriores.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
254
Así pues, tras la salida de Vicente Fox de la presidencia de México, atravesando
una serie de debates y polémica constante respecto a la “transparencia” en las
votaciones del 2 de julio de 2006, Felipe Calderón tomó posesión de la
Presidencia de la República, el 1º de Diciembre de 2006.
En cuanto a cultura se refiere, “En su tercer día de gobierno, el presidente de
México, Felipe Calderón Hinojosa, designó dentro de su gabinete a Sergio Vela
Martínez como el nuevo presidente del CONACULTA para el período 2006 –
2012”
Vela y el presidente Calderón, estudiaron juntos en la Escuela Libre de Derecho,
situación que permite observar nuevamente la expresión de una especie de
“nepotismo” en el gobierno, tal como en la administración de Vicente Fox; pues si
nos referimos al tráfico de influencias, podremos concluir que Sergio Vela pudo
haber sido designado presidente de CONACULTA únicamente por tener una
amistad con el Presidente Felipe Calderón, desde que fueron compañeros en la
escuela, aunque la diferencia radica en el hecho de que Sergio Vela puede poseer
un conocimiento más amplio de lo que significa la cultura, debido a su trayectoria
en el ámbito de las bellas artes (música), en contraste con el nulo conocimiento de
la señora Sara Bermúdez al respecto.
Ahora bien, la primera decisión tomada por el presidente de CONACULTA, fue el
planteamiento de un proyecto "para los siguientes 25 o 30 años" (Juan Solís 2006)
en materia cultural. En cuanto a los presupuestos para el sector, aseguró que
prefiere dedicar el mayor presupuesto posible "a la parte sustantiva y no a la
administrativa. Hay que optimizar los recursos y evitar las duplicidades. También
hay que luchar por tener mayores recursos, que pueden tener su origen tanto en el
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
255
gasto público como en la participación de la sociedad civil y la iniciativa privada"
(Ibídem).
Es importante rescatar la intención de Sergio Vela por evitar que los gastos del
presupuesto para la cultura se dupliquen, ya que se hace referencia a un plan que
ni siquiera se consideró durante el sexenio de Vicente Fox, pues el presupuesto
para desarrollar determinado programa o plan de trabajo, se gastaba por un lado
en el INAH y por otro lado en el CONACULTA (por ejemplo), situación que
ocasionaba un gasto doble para la realización de un mismo proyecto.
Asimismo, una de las estrategias centrales de la política cultural del presidente
Felipe Calderón, según el Plan Nacional de Desarrollo (PND), es realizar un
extenso programa cultural con motivo del bicentenario de la Independencia y el
centenario de la Revolución, alentando la participación de artistas, intelectuales,
científicos, instituciones culturales y educativas de toda la nación, mediante
actividades académicas, espectáculos, exposiciones, celebraciones, renovación y
conservación de infraestructura cultural en recintos, escuelas y monumentos, así
como en divulgación y promoción, sin descuidar la presencia internacional en
México de manifestaciones artísticas específicas.
No obstante, aun cuando los “festejos” con motivo del centenario de la Revolución
Mexicana y el bicentenario de la Independencia de México, conforman un factor
importante para el establecimiento de un probable Foro Cultural de convergencia
trascendente, las políticas culturales de nuestro país no deben limitarse
básicamente a dichos “festejos”, ya que existen deficiencias estructurales de
especial relevancia que deben ser atendidos (tal es el caso de la asignación y
gasto del presupuesto cultural), antes que planear eventos culturales,
exposiciones de pintura o fotografía, con motivo de celebración.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
256
Si bien es cierto que el Presidente Felipe Calderón señalo en varias ocasiones su
intención por incrementar el presupuesto federal para la cultura, no podemos dejar
de lado la intención que tenía, al inicio de su gobierno, de recortar el presupuesto
al sector cultural, cuando presentó al Poder Legislativo un presupuesto destinado
a la cultura 30% por debajo del que se había asignado en el último año de
gobierno del ex - presidente Vicente Fox, en contraste con la propuesta de un
incremento salarial que se pretendía entregar al ejército, de aproximadamente 2
mil millones de pesos.(Enrique Méndez, Roberto Garduño 2006) Este hecho
marcó permanente el sexenio presidencial de Felipe Calderón, pues desde ese
momento se pudo observar que para su gobierno existen otras “variables” de
mayor relevancia que la cultura. Resulta evidente, entonces, que al igual que el
anterior presidente (Vicente Fox), Felipe Calderón no comprende que la cultura es
fundamental para obtener un desarrollo integral.
Posteriormente, ante la reacción de intelectuales y creadores de la cultura, el
presidente Calderón reformuló sus líneas de trabajo en este sector, por lo cual, el
31 de mayo del 2007, presentó el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, en el
cual se reivindicó en cuanto a la asignación del presupuesto para la cultura, y no
llevó a cabo la disminución que anteriormente había considerado realizar.
Así pues, para diciembre del 2007, uno de los aspectos elementales de la política
cultural del Presidente Felipe Calderón, consistía en fomentar la cultura para
“generar ingresos, a partir de la enorme riqueza cultural del país” (Claudia Herrera,
Fabiola 2007) esto con la finalidad de atraer a un mayor número de turistas. Esta
idea de promover el turismo cultural resulta, indudablemente, beneficiosa para la
cultura, y a su vez, para la sociedad mexicana, pues la actividad turística genera
empleos, ingresos, y una mayor difusión y consumo de los productos culturales
nacionales; sin embargo, es muy importante señalar el énfasis con el que el
presidente Felipe Calderón hablaba de la “necesidad de generar ingresos”, lo cual
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
257
nos permite resaltar que, para él, es fundamental generar dinero, sin importar si
tenga que valerse de la cultura o de cualquier otro método para lograr el cometido.
Nuevamente, la cultura es vista sólo como un elemento que puede generar
divisas, y lo ideal sería fomentar, primero la cultura, la producción, el consumo y
difusión de ésta, al interior del país, y posteriormente pensar en el fomento del
turismo cultural internacional, o la proyección de la cultura hacia el exterior; y no al
revés, como lo planteaba el presidente Calderón.
Ahora bien, existe el “Programa Nacional de Cultura 2007-2012, el cual gira en
torno a ocho ejes: Patrimonio y diversidad cultural; Infraestructura Cultural;
Promoción Cultural nacional e internacional; Estímulos públicos a la creación y
mecenazgo; Formación e investigación antropológica, histórica, cultural y artística;
Esparcimiento cultural y lectura; Cultura y turismo, e Industrias Culturales”
(Ibídem).
Este programa plantea proyectos muy interesantes, y todos ellos fundamentales
para el desarrollo cultural del país, como el fortalecimiento de las instituciones
culturales (como el CONACULTA y el INAH), la reestructuración de la
infraestructura cultural nacional, la remodelación de monumentos históricos
(ejemplo de ello es la Catedral de la Ciudad de México), la modernización
tecnológica de instituciones culturales (museos y bibliotecas), el fomento a la
lectura, el estímulo y apoyo a los creadores culturales, y el impulso de la
participación social en los distintos sectores de la cultura, a través de su difusión
extensiva; todo ello con la finalidad de promover e impulsar la cultura para
identificarla como el punto de partida de una política de desarrollo.(Programa
Nacional de Cultura 2007 – 2012), Sin embargo, para que los proyectos (a largo
plazo), planteados en dicho Programa puedan llevarse a cabo y resulten exitosos,
se requiere, primordialmente, de un vasto presupuesto, debido a que las
dificultades que presentan las instituciones, los centros, los bienes y actividades
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
258
culturales (como problemas en el cuidado de zonas arqueológicas u obras
artísticas, y de infraestructura), son provocados por la carencia de un presupuesto
suficiente que permita darles un mantenimiento, difusión y funcionamiento
adecuados.
Asimismo, el presupuesto es el elemento que permitirá, o no, que se realicen los
planes y proyectos previstos en el Programa de Cultura, aunado a la estructura
organizacional de cada una de las instancias culturales, y las capacidades que
posea el personal para desarrollar de manera satisfactoria los proyectos
contemplados.
Ahora bien, es importante señalar que, aun cuando los proyectos concentrados en
el Programa Nacional de Cultura resaltan y enfatizan la importancia de la cultura
como el elemento fundamental del desarrollo integral y sustentable, y aun
considerando los esfuerzos que se han realizado, por parte del Gobierno Federal y
el entramado institucional del sector de la cultura, estos proyectos no se han
llevado a cabo satisfactoriamente. En su Primero y Segundo Informes de
Gobierno, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa demostró a través de cifras, el
crecimiento del presupuesto (con relación al sexenio anterior) que se ha invertido,
a lo largo de sus dos primeros años de gobierno, para el cumplimiento del
Programa Nacional de Cultura.
A pesar de ello, el presupuesto asignado al sector cultural (8,033.91 millones de
pesos, en 2007), no resultó suficiente para cubrir los requerimientos planteados en
el Programa de Cultura. El Gobierno Federal ha desarrollado innumerables
proyectos culturales, pero la mayoría de ellos únicamente con la intención de
generar credibilidad ante la sociedad a través de su propio engrandecimiento, ya
que dichos proyectos se han realizado sin ser completados y de manera
inconsistente. Por ejemplo, “en el primer semestre del año 2007 se realizó una
inversión en infraestructura cultural por 18.8 millones de pesos para la realización
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
259
de 37 proyectos culturales en 22 entidades federativas (ibídem), no obstante, 18
millones de pesos apenas alcanzan a cubrir, aproximadamente, la cuarta parte de
lo que se invirtió para la construcción de la biblioteca José Vasconcelos, un único
proyecto en el Distrito Federal que aun cuando “en el año 2008 realizó actividades
para su reapertura” continúa con serias fallas; mientras tanto, a los proyectos
culturales estatales y municipales se les asigna un presupuesto reducido e
insuficiente para su plena realización.
Además, los trabajos en el sector cultural, lejos de cubrir las necesidades de la
Nación Mexicana, en general, se han concentrado en torno a las “Fiestas del
2010, Año de México”, pues las acciones más significativas han sido justamente
con motivo del festejo del Bicentenario del Inicio de la Independencia y el
Centenario del Inicio de la Revolución Mexicana, dando cabida a la creación de la
Comisión Organizadora de la Conmemoración de dichos acontecimientos, adscrita
al CONACULTA (Primer Informe de Gobierno en: Op. cit.). Tomando en cuenta
esta situación, se puede señalar el caso específico de la línea del Metro bus de
Avenida Insurgentes, la cual está siendo remodelada en cada una de sus
estaciones, justamente con motivo de las Fiestas del año 2010; aunque cabe
destacar que dichas estaciones se encontraban en buen estado, pero sobretodo
eran funcionales, sin embargo, se está duplicando un gasto que bien podría ser
utilizado para otro proyecto de mayor relevancia.
Por otra parte, respecto al estímulo a la lectura, es importante destacar la
promulgación de “la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, en el mes de julio de
2008, la cual tiene como finalidad primordial promover el hábito de la lectura, la
edición y distribución de publicaciones periódicas, el desarrollo de librerías y
bibliotecas, y de hacer accesible el libro a los lectores en igualdad de
circunstancias en todo el país” (Segundo Informe de Gobierno en: Op. cit.). así
mismo, es necesario señalar que durante el año 2008 la Red Nacional de
Bibliotecas incrementó sus salas de lectura, al igual que el acervo de consulta,
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
260
aunque irónicamente, el promedio de lectura por persona, en México, sigue siendo
de un libro por año, lo cual refleja que, la difusión de los programas de fomento a
la lectura no poseen la proyección ni el impacto pretendidos, sin tomar en cuenta,
además, que los costos de un número considerable de libros son elevados, hecho
que condiciona en mayor medida el acceso a la lectura por parte de todos los
niveles de la sociedad.
Durante los dos primeros años de gobierno del Presidente Felipe Calderón, las
acciones se han enfocado en el incremento de cifras, y en abarcar la mayor
cantidad de proyectos culturales posibles, aunque con inconsistencias en su
desarrollo. En el Programa Nacional de Cultura 2007 – 2012 se plasmaron ideas y
objetivos primordiales para la vida cultural de nuestro país; no obstante, las
buenas intenciones se quedan en papel, mientras que la aplicación de las políticas
públicas, a la realidad y las necesidades culturales de la Nación, continúa
limitándose a responder a necesidades coyunturales, más que a subsanar las
carencias fundamentales que padece la cultura mexicana.
Hoy en día, México padece una gran decadencia cultural, se pierden los valores, y
junto con ellos rasgos identitarios nacionales; mientras tanto, las políticas
culturales, establecidas por nuestros dirigentes, son formuladas sobre los
intereses partidistas o personales de aquellos que las plantean, o bien, responden
a los intereses particulares de industrias extranjeras, que a través del Libre
Comercio y del proceso global del mercado mundial, ahora poseen la libertad para
trasladarse a cualquier lugar del mundo, influyendo y trastocando los modos de
vida, costumbres y tradiciones culturales de las naciones.
Es por ello que resulta fundamental establecer políticas culturales que conciban a
la cultura como un elemento de unidad e identidad nacional, compartiendo el
mismo idioma, los valores, las costumbres y todos aquellos rasgos que
culturalmente nos hacen formar parte de la Nación Mexicana. Resulta entonces,
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
261
elemental, no perder nuestra identidad en un contexto en donde imperan las leyes
del mercado global, y en donde lo más importante es convertirnos en “máquinas”
que trabajan todo el tiempo, con la única finalidad de generar ingresos, y con ello
obtener un “poder adquisitivo mayor”, aunado a todas las comodidades,
materiales, que esto conlleva. Es preciso no olvidar el lado humano, el lado social,
el lado cultural, porque justamente éstos son los factores que nos hacen diferentes
de las máquinas.
Uno de los retos principales para el gobierno mexicano, es generar políticas
culturales que fomenten la unidad y desarrollo nacionales, integrando a toda la
pluralidad y diversidades culturales (al interior), para que nuestra cultura pueda
desarrollarse y proyectarse a nivel mundial (hacia el exterior), en contacto
constante en una relación intercultural con otras culturas, enriqueciéndose,
integrándose y afirmándose día con día con el acontecer del mundo actual.
4.13. HACIA UNA NUEVA POLÍTICA CULTURAL PARA EL DESARROLLO EN
MÉXICO.
Hoy en día, en la dinámica de los procesos de globalización, se puede observar
una desvalorización de la cultura y de los proyectos culturales, ubicándolos como
elementos no prioritarios que asumen la categoría de productos que se venden y
se compran en el mercado mundial; en consecuencia, México se ha alejado cada
vez más de la concepción de cultura como elemento fundamental para el
desarrollo integral nacional.
Las políticas culturales, son la principal herramienta para poder afrontar los retos
culturales y de desarrollo que hoy tiene México en el contexto global. Por tal
motivo, estas políticas deben ser replanteadas en diferentes niveles económico,
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
262
institucional, administrativo, organizativo, jurídico y social, para satisfacer así, las
necesidades socio-culturales reales del país en el siglo XXI.
El reto fundamental, es asumir la condición pluricultural que se desarrolla al
interior de nuestro país y detectar los asuntos que requieren ser atendidos, para
poder definir las acciones nacionales a seguir, que sin lugar a dudas permitirán a
la cultura mexicana tener una mejor proyección enfocada al desarrollo nacional en
beneficio de la sociedad, sustentada por la diversidad, y el pluralismo que es
indisociable de un marco democrático.
En esta dinámica, la participación estatal es primordial. Si bien es cierto, que el
Estado ha perdido terreno sobre su capacidad para tomar decisiones autónomas
en el contexto de la globalización, en el sector cultural debe mantener su
presencia y liderazgo, permitiendo a su vez cambios que le sean necesarios,
dentro de los efectos y nuevas formas de relación social y política que plantea el
desafío de la globalización, pero preservando y afirmando la identidad cultural
nacional.
De esta forma, el Estado no debe quedar como un simple observador del proceso
mercantil global de la cultura, ni como simple distribuidor de recursos del sector
cultural; debe redefinirse ante el escenario global y frente a los impactos del
desarrollo tecnológico, asumiendo la gestión financiera y política de los proyectos
culturales. En este sentido, el CONACULTA, como órgano federal que representa
las políticas culturales en México, dista mucho en ser un organismo que defienda
la diversidad, y la pluralidad de los intereses de la población en materia cultural, ya
que por años se ha observado la precaria actividad que presenta al Sector cultural
nacional, reflejado en acciones dispersas, sin continuidad y poco objetivas.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
263
La actual situación del CONACULTA, es desde su origen consecuencia de una
inadecuada organización y planeación, sin sustento jurídico (No existe una Ley de
Fomento Cultural a nivel nacional, que respalde y justifique las líneas de acción en
materia cultural, y que evite que cada vez que un funcionario acceda a la
presidencia del Consejo,) establezca proyectos aislados y desorganizados, que
algunas veces satisfacen intereses particulares. Propio, ya que depende de otras
instancias para llevar a cabo determinados proyectos, pero sobre todo para
efectos de la distribución del presupuesto, pues en este rubro depende tanto de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), como de la Secretaría de
Educación Pública (SEP). A ello, hay que sumar la falta de profesionalización de
los funcionarios culturales y el uso inadecuado de los recursos nacionales
correspondientes al sector. Esto deriva en otro problema fundamental al interior
del CONACULTA, pues la utilización de los recursos carece de un rendimiento de
cuentas claras y precisas que den transparencia al gasto de éstos.
En consecuencia, se requiere la construcción de una estructura institucional que
articule un amplio conjunto de instituciones y organismos autónomos, de nueva
creación o reestructurados, según sea el caso; que promueva las tareas culturales
del gobierno federal; que favorezca la coordinación entre las entidades federativas
en estas materias; y que alimente las políticas culturales internacionales. (Eduardo
Nivón. Op. cit. pp. 35-45). En esta dinámica, es necesario precisar la necesidad de
realizar una reforma del Estado en materia cultural, que permita entender las
políticas culturales como parte de un gran proyecto que debe ser objeto de
compromiso de Estado, intentando abolir la rigidez administrativa, ya que la
cultura, es dinámica y debe ser gestionada -no burocratizada- y ajena, a intereses
partidistas o personales.
En cuanto a la forma que debe tomar el organismo central cultural en México, se
apoya la idea de algunos intelectuales, escritores, y artistas, en torno a la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
264
conformación de una Secretaria de Cultura, que conlleve a un mayor compromiso
presupuestario, legislativo y administrativo.
La creación de una Secretaria en este rubro, implicaría la descentralización de
funciones y el fortalecimiento de acciones; con características normativas
suficientes para ser un órgano autónomo, coordinador y promotor de la cultura
nacional; es decir, que posea la capacidad jurídica que permita beneficiar con
grandes proyectos al conjunto de las entidades federativas - no solo a la ciudad
capital, la cual físicamente alberga la cantidad más grande de bibliotecas,
hemerotecas, museos, exposiciones, proyectos artísticos, y todas aquellas
expresiones culturales- y que esté en coordinación con todas las instituciones
relacionadas, así como en colaboración con el sector privado, la sociedad civil y la
participación de la población en general.
Lo anterior es con el objetivo de garantizar que los proyectos culturales sean
abastecidos de suficientes bienes, servicios y apoyos, a través de su adecuada
formulación. Estos proyectos deben ser puestos en marcha con un seguimiento y
proyección a futuro, siendo sujetos a evaluaciones y considerando siempre la
opinión de sus receptores. Por ello, la participación de la sociedad resulta
fundamental, tanto en la difusión, como en la promoción, creación y consumo de la
cultura. Así pues, involucrar a la sociedad en la toma de decisiones (Para
involucrar a la sociedad civil se pueden crear foros, consejos o comités públicos
en los que se discutan los temas relevantes para ser tomados en cuenta por las
instancias a cargo, en materia de políticas culturales, así mismo el acceso público
a la información, resulta una herramienta para evaluar y proponer mejoras a los
proyectos culturales). Lo anterior no sería útil es un aspecto que se debe
considerar, no solo con respecto a las bellas artes, el patrimonio o los bienes
culturales, sino en la cotidianeidad de nuestra cultura. Esto garantizaría una
adecuada circulación de los bienes culturales y la adecuada expresión de las
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
265
características identitarias; considerando que la cultura no es un privilegio sino un
derecho.
Por ello también, la sociedad debe ser demandante y exigente, como creadora y
participativa. En este sentido, los mexicanos debemos exigir “productos culturales”
de calidad, ya que por ejemplo, los medios de comunicación -privatizados en su
mayoría- transmiten realidades manipuladas con contenidos de bajo e incluso nulo
nivel cultural. Este tema, es vital para el desarrollo cultural -protección y fomento-
de la sociedad mexicana y debe ser considerado dentro de la reforma cultural del
Estado, haciendo referencia a la defensa y promoción de la vida cultural frente a la
nueva apertura comercial, y la “revolución” de los medios de comunicación, en los
cuales no se tiene una determinante intervención estatal, y por el contrario, existe
un duopolio protegido legalmente que manipula la información. (La Ley de
Telecomunicaciones y la Ley Federal de Radio y Televisión, favorecieron en el
2006 a Televisa y a TV Azteca sobre el libre uso del espectro radioeléctrico;
espectro que estaba limitado y fue concesionado por el gobierno para su uso y
comercialización. Con el surgimiento de nuevas tecnologías como la televisión de
alta definición y otras más, se liberaron espacios que ahora ocupan canales de
TV, es decir, no se requiere tanto espacio o ancho de banda para transmitir
dejando libre espacio para otros canales y otros servicios como telefonía e Internet
inalámbrico, hay que recordar que este espectro era un bien público perteneciente
al estado mexicano, y ahora es controlado por dos empresas que controlan
mayoritariamente los contenidos informativos, de entretenimiento y culturales).
Los espacios mediáticos destinados a la cultura, desafortunadamente no tienen un
impacto masivo, y enfrentan a los grandes monopolios nacionales que tienen
control absoluto de los contenidos. Los medios más representativos son los
Canales 11, 22 y 34, sin embargo, su proyección y promoción es insuficiente para
captar más espectadores. En esta medida, habrá que reevaluar los proyectos
culturales anteriormente efectuados en este sector de las comunicaciones, para
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
266
detectar las fallas recurrentes y mejorarlas con el involucramiento de la sociedad
en las actividades culturales, fomentando a su vez un dinamismo cultural
participativo que desde el centro de la actividad cultural se haga escuchar. En este
caso, el Estado podría ejercer influencia por vía de otras instancias para promover
las expresiones culturales nacionales, protegiendo los contenidos, y reduciendo el
acceso de aquellos factores culturales externos, que puedan convertirse en
elementos nocivos para la cultura mexicana y sus industrias.
Por otra parte, con relación al aspecto administrativo, organizativo y jurídico, el
tema sobre financiamiento y presupuesto, se muestra como un elemento que
influye en la ejecución de las políticas culturales, ya que su empleo inadecuado e
insuficiente ha propiciado malas experiencias en el sector cultural. Como se ha
percibido, la cultura en México, a nivel institucional, es sensible a los cambios
económicos, este efecto se ha visto en cada cambio de sexenio y en cada crisis
económica, en razón de ser uno de los primeros sectores que son reducidos en
presupuesto, problema que no se limita a los pocos recursos que se le otorgan a
la cultura, sino también a la mala administración de éstos, pues en diferentes
ocasiones se ha mostrado la duplicidad de tareas y gastos, e incluso se han
llevado a cabo proyectos poco viables, como la construcción de la
“megabiblioteca” del sexenio del presidente Vicente Fox, misma que represento un
gasto elevado, y que finalmente a la fecha no es funcional.
Mientras tanto, se han descuidado otros sectores de la cultura que se encuentran
en precarias condiciones y requieren atención inmediata, como es el caso de
zonas arqueológicas, museos, casas de cultura regionales y locales, etc., sin
olvidar cientos de proyectos que no se han concluido por falta de recursos.
Lo anterior, también es reflejo del austero monto designado al sector cultural que
asciende, aproximadamente, al 0.075% del PIB (Erika P. Bucio, 2004), porcentaje
que no cumple con la recomendación emitida por la UNESCO, que propone la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
267
designación de al menos el 1% del PIB (Raúl Padilla. P 67) para el mantenimiento
de un proyecto cultural viable. En este sentido, se genera un estado de carestía al
no asumir la importancia de la cultura en beneficio del desarrollo nacional, y por el
desinterés político que no la favorece con mayor presupuesto, o acciones
encaminadas a incorporar más recursos provenientes de otras fuentes.
En esta misma dinámica, hay que enfatizar que algunas instituciones del sector se
muestran con grandes índices de gastos administrativos, por lo que el presupuesto
designado prácticamente es absorbido e invertido en gastos meramente
burocráticos – como el pago de nómina- de las instituciones, dejando pocos
recursos para la implementación de proyectos. Por consiguiente, habrá que
reevaluar el presupuesto asignado, y vigilar el gasto de recursos, a través de un
proceso transparente y evitando realizar gastos innecesarios.
Un elemento que ayudaría a mejorar la implementación de estas políticas y de su
presupuesto, es la creación de proyectos transexenales que hasta la fecha no se
han efectuado- que prolonguen las acciones del sector a largo plazo, teniendo
mejores resultados al darles continuidad y respaldo financiero. Para ello, cabría
pensar en la intervención de un Fondo – podría ser el FONCA- que procure
salvaguardar la inversión necesaria para llevar a cabo los proyectos, lo cual
también implica una coordinación entre proyectos e instituciones.
En este sentido, también se pretende propiciar la colaboración de diversos
sectores nacionales. Además de la participación del sector público, el privado es
importante y no sólo en las industrias culturales. Se puede vincular a cualquier
empresa al sector cultural principalmente con un tono filantrópico, otorgando
benéficos – que en su defecto podrían ser fiscales- para que inviertan en éste
sector, o incluso involucrando a aquellas empresas vinculadas a la
“responsabilidad social”, que promuevan acciones en pro de la cultura nacional,
propiciando proyectos culturales que puedan generar, a su vez, cohesión social,
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
268
con el objetivo de fomentar capital social y no sólo económico, dentro y fuera de
ellas.
Es un hecho que, la pobreza de las políticas culturales nacionales, no solo reside
en la falta de recursos, sino en la importancia que se le brinda al sector económico
como un “todo” en los temas nacionales. De esta forma el éxito de las políticas
culturales dependerá parcialmente, de los recursos estatales disponibles para
financiarlas. En la medida que se reforme al sector cultural en México, la cultura se
podrá vincular con los objetivos nacionales para combatir las nuevas formas de
exclusión, ya que “los protagonistas de la globalización no sólo son las grandes
empresas trasnacionales, los centros financieros y los estados hegemónicos, sino
también las pequeñas localidades, los migrantes, los grupos populares de las
ciudades, las expresiones culturales tradicionales” (Eduardo Nivón Bolán, Op. Cit.
p. 34). y los nuevos actores como productos del desarrollo urbano. Por ello se
insiste en la necesidad de un Estado que no sólo administre sus instituciones, sino
que sea capaz de interconectar las acciones a nivel nacional, con las acciones a
nivel internacional; es decir, que a partir de una buena dinámica de políticas
culturales, se pueda generar una relación de intercambio, respeto y
enriquecimiento cultural entre naciones.
Debido a ello, el Estado mexicano debe establecer las reglas y lineamientos a
seguir en materia cultural, para que el desarrollo de dicho sector se produzca en
beneficio de la sociedad, preservando sus rasgos, tradiciones, costumbres,
identidad, y modo de vida, pero ajustándose a las nuevas etapas y cambios
sociales. En esta dinámica, el desarrollo económico y el humano estarán
directamente influenciados por la cultura, y si esta relación se optimiza, se
traducirá en bienestar social, en donde la calidad de vida de la sociedad mexicana
será favorecida.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
269
Las políticas culturales nacionales, en esta medida, podrán trascender de manera
óptima el plano nacional -partiendo de la consolidación de la identidad y respeto a
lo multicultural en la diversidad-, teniendo una presencia y participación coherente
en los foros y cumbres en el exterior, que será fundamental para construir un
“retrato” del país en el plano internacional, y proyectar nuestras particularidades
como nación, sujetas al respeto y tolerancia de otras culturas. Es decir, se hace
referencia a una política accesible, plural, incluyente, libre, dinámica, e innovadora
a la vez.
En general, se puede concluir señalando la necesidad de adecuar algunas de
estas ideas al actual contexto nacional, para poder tener una política cultural
integral y efectiva. Así, podremos constituir un sector cultural fortalecido, que
pueda ser objeto y sujeto de la apertura a un mejor dialogo social, promotor de la
cooperación y competitividad nacional e internacional, y en consecuencia
generador de un modelo viable que sirva de herramienta para alcanzar los
objetivos de desarrollo que el país requiere sin la necesidad de subordinarse a la
lógica del mercado mundial.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
270
CONCLUSIONES
Uno de los principales motivos de esta investigación consistía en reflexionar en
torno a la situación de la política cultural en México, para ello se llevó a cabo una
revisión documental sobre el significado de: cultura, desarrollo cultural, el rol y los
temas que el Estado debería atender en este campo, así como una reflexión
desde el plano de lo real.
La revisión histórica demostró que existe intención política por hacer de la cultura
una herramienta fundamental para el desarrollo de una sociedad sana. Sin
embargo en términos prácticos no se ha materializado dicha intención y asistimos
como testigos al reducido peso político que las áreas culturales tienen dentro de
las prioridades y decisiones del Estado; ejemplo claro es el escaso presupuesto
asignado a la cultura, el cual se logra gracias a grandes esfuerzos de algunos
funcionarios y a la presión de la sociedad civil que han intentado obtener mayores
recursos e intentar estar a la par de áreas como la seguridad nacional.
En términos presupuestarios, la respuesta casi automática en el discurso de los
políticos es que se debe dar prioridad a temas socialmente más vulnerables, como
la salud o la seguridad, estas reacciones dejan claro la poca comprensión de parte
de la clase política, acerca de la esencia y potencialidad de la cultura en nuestra
sociedad.
Entonces, surge la pregunta, “cultura” ¿para qué?, en un estado donde se da
prioridad a algunos rasgos sociales fundamentales, y lo educativo se deja a una
segunda instancia. La cultura debe tomarse en cuenta como un área fundamental
en el gobierno, siendo que ésta podría multiplicar la capacidad del Estado para
incluir e integrar socialmente a ciudadanos, educar y hacer comunidades más
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
271
seguras. La cultura como generadora de nuevos horizontes simbólicos y de
identidad en las comunidades.
Si estas razones no son suficientes y parecen demasiado idealistas, hay que
considerar que la cultura no sólo es implica gastos, también es una importante
fuente de recursos para el sector económico, sobre todo alrededor de las
industrias culturales, visto desde este punto, la cultura es una inversión necesaria.
Ahora bien, para que dicha concepción y realización del desarrollo humano pueda
llevarse a cabo, la cultura requiere de la participación activa del Estado, a través
del establecimiento de políticas culturales que permitan la organización de
proyectos para el fomento, proyección, producción y difusión de la cultura.
Si se toma en consideración el contexto de la globalización, se puede hacer
referencia a una política cultural mundial, en tanto que se trata únicamente de una
idealización, pues no existe una política que alcance y se puede adaptar a todos
los espacios y realidades del planeta; sin embargo, es importante considerar el
esfuerzo destacable que se ha realizado a través del establecimiento de Foros o
Cumbres Internacionales, que han servido como marco político para el posterior
establecimiento de políticas culturales a nivel nacional.
Si bien las conferencias organizadas por la UNESCO, retomadas en la presente
investigación, fomentan el interés por establecer lineamientos que sirvan de base
a las acciones de los Estados, en la búsqueda de la defensa y difusión de la
cultura, así como el libre e indiscriminado acceso a ésta; los esfuerzos conjuntos y
las reuniones de arduo trabajo y debates constantes, no han resultado suficientes
para que las líneas de trabajo establecidas en los Foros, puedan llevarse a cabo,
de manera independiente, en cada uno de los Estados miembros de las
conferencias.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
272
Los gobiernos participes están parcialmente determinados por las prácticas
culturales del pueblo y a partir de su consideración e inclusión se puede incidir en
marcar las pautas del desarrollo integral; la cultura de un país refleja su historia,
costumbres, instituciones y actitudes, sus movimientos, conflictos y luchas
sociales, así como la configuración del poder político.
Por ejemplo en la década de los años setenta se comienza a tomar importancia el
tema de las Políticas Culturales, organismos mundiales como la UNESCO y otros
de carácter regional como el Consejo de Europa, la Organización de Estados
Americanos y el Convenio Andrés Bello impulsan iniciativas con el fin de discutir
este asunto en reuniones de carácter intergubernamental, con el fin de abordar el
ámbito cultural como una responsabilidad de Estado.
“La política cultural implica considerar el desarrollo cultural y social vinculado a su
carácter educativo, a fin de fomentar el acceso y la equidad a las diversas
manifestaciones culturales inculcando valores y actitudes para dotar de la
capacidad del goce artístico y estético la sociedad, así como para ejercitar la
reflexión y la crítica a través de las expresiones culturales”.
El reto para una política cultural es garantizar el respeto a los derechos humanos,
la equidad y la participación colectiva, por medio del reconocimiento e inclusión de
la diversidad de expresiones culturales en la ejecución y definición de las políticas.
En los niveles municipal, estatal y federal es preciso transitar a una manera
distinta de ejercer la administración cultural, buscando consolidar una forma
horizontal, interactiva, participativa, formativa, dinámica, incluyente, plural y
propositiva.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
273
Es común encontrar como referencia de la labor cultural de una institución,
informes cuantitativos de espectáculos, de obras en las que se resalta más la
importancia del número de población atendida, de inaugurar, que en el divulgar y
sensibilizar sobre una propuesta cultural.
La cultura no se ciñe al periodo de gestión de un gobierno, los funcionarios están
de paso, lo que permanece son las comunidades a las que gobiernan y en donde
se recrea una amplia gama de manifestaciones culturales, por ello la
responsabilidad de gobierno implica un extenso análisis y estudio de la cultura
como un sector prioritario en el desarrollo social.
La democracia cultural sólo se dará en la medida en que los proyectos y la política
cultural, surjan de lo que realmente somos y hacemos los diversos entes culturales
del país, y se valore su efectiva capacidad de incidencia y propuesta en el ámbito
gubernamental.
La cultura implica un proceso de transformación en el que los individuos en un
incesante fluir de significados, se apropian de símbolos, conductas y actitudes,
que muestran una forma de ser y de vivir, crean y dan sentido a espacios,
territorios y símbolos, en este sentido la labor del gobierno en el desarrollo cultural,
se logra en la medida en que motive la acción de los individuos como sujetos y
protagonistas de la cultura.
La cultura se caracteriza por su papel constructivo, constitutivo y creativo; un país
multicultural como México corre el riesgo de que se generen diversos conflictos al
enmarcar la cultura en una sola dirección, de ahí que la política de gobierno con
un perfil incluyente y equitativo, sea de suma importancia.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
274
La cultura es de carácter dinámico, cambia, se transforma, está en evolución
constante, pero de igual manera existen tradiciones, costumbres y prácticas que
tienen el fin de preservar ciertas expresiones culturales que resisten pese al auge
de la modernidad, de ahí que uno de los puntos prioritarios en una política cultural
sea la recuperación de la memoria histórica como un referente vital en la
reproducción y consolidación de identidades.
La cultura no ejerce un papel puramente instrumental o estático, más bien es el
objetivo del desarrollo en sí mismo que alienta la transformación social, por ello es
indispensable la inclusión de la participación comunitaria a fin de considerar
sujetos y no objetos de atención.
La acción cultural cumple con su razón de ser en la medida en que signifique la
apropiación, participación y disfrute de los individuos; a partir de la toma de
conciencia y la formación de criterio, el individuo adquiere civilidad política y
mayores son las probabilidades de democratización y transformación.
La responsabilidad del Estado es impulsar proyectos educativos que equilibren los
excesos del mercado; así como para la administración pública, es una
responsabilidad el garantizar el acceso a la educación, al trabajo, y los servicios
de salud, merece la misma importancia garantizar el acceso a la cultura pues
también forma parte de las necesidades vitales de la sociedad.
Con el reconocimiento del derecho a la cultura, el Estado y su administración
pública tienen ante sí la responsabilidad de vigilar los abusos emanados de los
intereses privados y del mercado a fin de garantizar las condiciones de desarrollo
y difusión de la cultura reconociendo en ello la importancia de preservar la
memoria histórica y la reproducción de identidades.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
275
La estructura organizativa del sector cultura y su administración afronta retos
importantes relacionados a la organización de recursos, la legislación vigente, el
financiamiento, la participación pública y privada, la descentralización, el perfil
profesional, la infraestructura, las tareas de divulgación, promoción y la definición
de prioridades.
Propiciar mecanismos de articulación y coordinación administrativa, implica una
compleja labor que se realizará mejor si se contempla el papel y la importancia de
la cultura en el desarrollo social así como la inclusión de la participación
comunitaria.
En la definición e implementación de políticas culturales es necesario considerar
criterios de oportunidad, equidad y demanda social, a fin de alentar el
mejoramiento de las condiciones de vida pues ello repercute en la legitimidad
política de los gobiernos.
Los distintos ámbitos de atención de la cultura necesitan de una política que
atienda a sus especificidades, coordine esfuerzos y no sólo tengan la capacidad
de reproducirse sino de interactuar entre sí con las distintas disciplinas con la
finalidad de ampliar el acceso y repercusión en el público y las comunidades.
La agudización de contradicciones y problemas como la migración, los conflictos
políticos internos, la polarización de la riqueza y las demandas campesinas desde
antes de la apertura comercial del TLC, intensificaron los efectos de una política
impuesta por el FMI que busca el predominio económico, ello repercute
significativamente en las relaciones interculturales que transforman formas de
producir y ejercer la cultura.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
276
Algunos cambios en el ámbito educativo y cultural de mayor visibilidad, en esta
lógica mercantil se dieron en la influencia de las industrias culturales nacionales y
transnacionales, el incremento de la cultura privada a domicilio que disminuyó los
usos colectivos del espacio urbano, y la transferencia de la responsabilidad del
Estado a empresas privadas, nacionales o multinacionales sobre los bienes
culturales.
Es preciso evaluar estrategias de financiamiento alternas, propiciando la
diversificación de fuentes tanto públicas y privadas, a fin de garantizar el acceso a
la población, y alentar la generación de beneficios económicos generados de las
actividades culturales.
La educación es la base que permite pensar crítica y conscientemente la realidad,
idear nuevos proyectos colectivos y aprender a vivir en un mundo en el que
conviven distintas formas de relacionarse. Por ello es imprescindible la conjunción
de esfuerzos entre la política educativa y la cultural.
La revisión del marco legal vigente es una tarea indispensable para avanzar en
una reestructuración administrativa que aliente la coordinación, eficacia y
articulación del sector; es indispensable una amplia participación en este terreno
de los diversos actores involucrados en la labor cultural.
La política cultural es pilar para la política exterior, es imprescindible una
cooperación multilateral para la preservación, promoción y participación en
actividades culturales y reproducción de identidades.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
277
Es preciso impulsar proyectos interdisciplinarios e interinstitucionales con un perfil
cultural, pues ello permitiría un mayor impacto de la cultura en el desarrollo social,
con la inclusión y atención equitativa de las diversas prácticas y expresiones
culturales.
La definición de una política pública implica un proceso de construcción conjunto,
ni el gobierno tiene todas las respuestas ni la iniciativa privada, ni la población
vinculada a la labor cultural; es preciso elaborar un proyecto nacional que articule
los esfuerzos que realizan instituciones, organizaciones, y sociedad civil, que
unifique criterios y que logre la coordinación de este sector.
La cultura en sí, es el fin y razón de ser del desarrollo social, pues incide en el
mejoramiento y la calidad de vida de la población, fomentando valores y actitudes,
así como consolidando identidades; la necesidad en el reconocimiento del derecho
a la cultura, consiste en incentivar la participación, disfrute, sensibilización,
capacitación y apoyo a proyectos que surjan desde las comunidades a las que
están destinados, generando con ello, su apropiación.
Así pues, las políticas culturales deben reafirmar la diversidad cultural como un
hecho inalterable; con base en ello deben crearse proyectos de desarrollo,
generando cohesión social a nivel nacional y planteando lineamientos
democráticos, plurales y respetuosos de las diferencias culturales. En este
sentido, la participación del Estado, lejos de verse disminuida o desplazada por los
actores de la globalización (empresas transnacionales y multinacionales), debe
constituirse en una instancia renovada y sólida, cuyas decisiones y acciones
contribuyan a la conformación de espacios multiculturales, democráticos e
incluyentes, con el objetivo primordial de obtener un nivel más elevado de
desarrollo humano y libertad cultural.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
278
Ahora bien, para que las políticas culturales sean realmente efectivas, es
necesaria la consolidación de una institución cultural, con una estructura sólida y
descentralizada con un marco jurídico y presupuesto propio, que cuente con la
participación de funcionarios profesionales y capacitados, para llevar a cabo la
gestión cultural en beneficio de la Nación, dejando de lado intereses propios o
partidistas. La nueva política cultural, debe establecer programas y proyectos,
asegurando la continuidad de éstos, con una trascendencia que vaya más allá de
los límites sexenales y de la ideología del partido en el poder.
Además, el hecho de hacer referencia a políticas culturales “nacionales”, no quiere
decir que estén completamente supeditadas a los planes y acciones estrictamente
del Estado-nación, por el contrario, la participación conjunta entre ciudadanía,
inversión privada y el propio Estado, permitirá la formulación de políticas culturales
diversas, que abarquen a todos los sectores de la sociedad, en beneficio de
“todos” los sectores de la sociedad, evitando favorecer a los particulares y
adinerados. En este sentido, el Estado tendrá que jugar el papel de árbitro en esta
dinámica de participación conjunta, evitando que, a través de la comercialización
de productos culturales (utilizando como herramienta a las industrias culturales), la
cultura nacional o la identidad se vean alteradas o trastocadas.
Es preciso elaborar un proyecto nacional que articule los esfuerzos que realizan
instituciones, organizaciones, y sociedad civil, que unifique criterios y que logre la
coordinación de este sector. La inclusión de todos los actores es fundamental en
la definición e implementación de una política cultural, respetando sus formas de
organización y participación a fin de coadyuvar a la justicia y equidad.
En conclusión, el establecimiento de las políticas culturales nacionales, deben
concebir y asimilar a la cultura como el principal elemento de desarrollo e
identidad nacional, centrándose en la satisfacción de las necesidades culturales
de la sociedad mexicana, en un contexto global en el que intervienen diversos
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
279
factores que obstaculizan el desarrollo cultural de los países menos beneficiados,
por el proceso de globalización. Una vez entendidos y asimilados los complejos
conceptos de cultura, diversidad e identidad, y la importancia vital de ellos para la
vida humana y social, será menos complejo establecer líneas de acción que
fomenten la creación, creatividad, difusión y consumo de la cultura, no sólo al
interior de las fronteras estatales, sino en el plano internacional, generando a su
vez la consolidación del respeto por la diferencia, la tolerancia y el pluralismo
cultural, permitiendo el intercambio y enriquecimiento entre naciones del sistema
mundial.
ACCIONES / PROPUESTAS DE POLÍTICAS
La puesta en marcha de políticas culturales enfrenta una serie de retos, entre
ellos, presentamos como propuestas:
1. Identificar y unificar el concepto de Cultura
Definir y establecer un marco conceptual de “cultura” y “política cultural” con el
objetivo de unificar, no sólo el concepto, sino los elementos de construcción que
constituyan un punto de partida, referencia e hilo conductor para las diferentes
instituciones, organizaciones y entidades que su labor se vincule con la cultura.
Dado que los enfoques de la políticas culturales son ampliamente diversos e
incluso imprecisos, a falta de conceso de lo que se entiende por cultura en las
diferentes áreas, instituciones y organizaciones que abordan la temática cultural,
es prioritario delimitar, concretar y unificar este concepto, que dé forma y
conduzca los lineamientos de los programas culturales, acciones de promoción,
fomento y fortalecimiento de la cultura.
En este sentido algunas acepciones a manera de propuesta son, la cultura como:
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
280
- Conjunto de creencias, valores, y estilos de vida de la gente común en su
vida cotidiana.
- Conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y
afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social.
- Artes, letras, modos de vida, derechos fundamentales del ser humano,
sistemas de valores, tradiciones y creencias.
- Patrimonio cultural: creencias tradicionales, celebraciones religiosas,
festividades populares, gastronomía, trajes, joyerías ancestrales, artesanía,
paisajes naturales, diversidad biológica y su aplicación en la medicina
tradicional, etc.
2. Creación y consolidación de organismos institucionales que aborden la cultura
desde sus diferentes vertientes
Es importante considerar que las entidad, instituciones y organismos que existen
actualmente enfocados a la construcción de políticas culturales, así como su
fomento y práctica, se encuentran desvinculados a la vez que carecen de
autonomía tanto en sus acciones como en términos presupuestarios, en este
sentido proponemos dos ejes de acción.
- La creación o consolidación de un organismo que lidera las políticas culturales a
su vez que delegue, reparta y apoye a las diferentes entidades que existentes, la
naciente Secretaria de Cultura podría estar llamada a convertirse en la pieza clave
que protagonice este cambio unificando criterios, organizando y ejecutando eficaz
y equitativamente tanto las acciones, objetivos, programas y distribución de
presupuestos justos para el desarrollo y fomento de la cultura y su incidencia en la
educación.
Asimismo es importancia vital, consolidar el vínculo con las políticas educativas,
generar lazos y directrices de acción las Secretaría de Educación Pública y otras
instituciones que puedan generar una red de formación, educación y fomento de la
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
281
educación y la cultura encaminada a la construcción de una sociedad más
consciente de su identidad y más respetuosa de sus orígenes y patrimonio
cultural, a la vez que sea capaz de insertarse en la competitividad de la
globalización del mundo contemporáneo.
3. Apoyar la elaboración de una matriz que integre lo esfuerzos presupuestales.
Es indispensable reivindicar la importancia de destinar presupuesto público a la
cultura respaldada por una política de Estado clara y certera de la acción que
ejecutará con el fin de establecer a la política cultural como un componente central
de la política de desarrollo.
Es fundamental disponer de más recursos humanos y financieros a disposición del
desarrollo cultural, en este sentido bajo un criterio de transparencia tanto
económica como de objetivos, se concedan los presupuestos reflejándose en una
matriz que sume acciones y esfuerzos en lugar de duplicar y fragmentar las
acciones realizadas, ya que de esta manera se optimizarán tanto los recursos
económicos como los objetivos y acciones ejecutadas.
OTRAS APORTACIONES:
Finalmente se apuntan algunas ideas generales para complementar las acciones:
- Es necesario aumentar la eficacia en el apoyo a la creación y difusión de la
música, teatro, literatura, danza, cine y artes plásticas.
- Impulsar y ampliar la protección, investigación y puesta en valor de nuestro
patrimonio cultural (arqueológico, histórico y artístico).
- Estimular a la iniciativa privada en el apoyo a actividades culturales.
- Coordinar con las entidades correspondientes la difusión cultural de México
en el exterior.
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- Promover la suscripción multilateral o bilateral de convenios para la
protección y recuperación del patrimonio cultural, natural e inmaterial.
- Concertar con los gobiernos regionales normas y lineamientos para la
protección defensa, conservación y difusión del Patrimonio Cultural de la
Nación, y la promoción, desarrollo de mecanismos, estrategias y programas
con criterios de interculturalidad.
La diversidad multicultural y geográfica de México, hace necesario que se
promueva el respeto, afecto y el diálogo entre las culturas con el objetivo de
fortalecer una cultura de paz.
Tenemos en la cultura un factor clave para el desarrollo de una sociedad, se
constituye como condición, medio y fin, el desarrollo cultural promueve la
autonomía y libertad de los seres humanos, de ahí que el Estado deba procurar
incrementar la autonomía nacional y regional en el contexto global, incrementar la
autonomía de cada uno de los grupos y personas que participan de la producción
cultural, e incrementar la autonomía de los ciudadanos frente a las opciones
culturales y la industria cultural.
La Política Cultural del Estado Mexicano: Antecedentes, Situación Actual y Perspectivas
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