Post on 19-Jul-2015
Vamos “Al rescate de nuestra
fauna”
Coquí dorado
Mide alrededor de una pulgada y su coloración varía de amarrillo verdoso a oliva dorado.
Cotorra puertorriqueña
Sus plumas son de color verde esmeralda, con puntas de alas azul cielo, un anillo blanco alrededor del ojo y una banda roja sobre el pico.
Pitirre
Es una de las aves más comunes de Puerto Rico. Lo vemos posado en los cables eléctricos,
construye mayormente su nido sobre una rama o, quizás, en una antena de televisión.
Iguana de Mona El color verde de su piel
les permite confundirse perfectamente con la vegetación que hay en su entorno. Su piel esta recubierta de pequeñas escamas, tienen una cresta dorsal que recorre desde su cabeza hasta su cola, esta es muy vistosa en los machos.
También se caracterizan por un gran repliegue debajo de la barbilla en un modo como de papada.
Carey de Concha
Se considera la más bonita de las tortugas marinas por sus colores. Los adultos llegan a pesar entre 40 y 80 libras y miden entre 28 y 36 pulgadas sobre el caparazón.
Ruiseñor
Pájaro que canta muy bien. Es pequeño y de color pardo.
Boa puertorriqueña Se le conoce como
culebrón es la culebra más grande de Puerto Rico. Alcanza hasta seis pies y medio de largo. El color es variable, pues puede ser color marrón pálido u oscuro, color gris o negro. También tienen una serie de manchas o barras negruzcas a lo largo de la parte dorsal.
Manatí
Tiene una piel muy gruesa y dura. Puede medir hasta 12 pies de largo y alcanza las 3,000 libras de peso.
Paloma sabanera
Su color es
gris-azulado con las alas de un marrón grisáceo claro, su pico es negro y las patas rojizas.
¡Amiguito mío!Recuerda que nuestra
fauna debes de cuidar. Porque
nuestros animalitos en peligro están.
Ven y vamos
“Al Rescate de Nuestra Fauna”.
Había una vez una solitaria y linda
tortuga que sus huevos quería
poner.
Pero, de pronto detrás de unos arbustos un hombre miraba
a la tortuga.
El hombre ansioso esperaba que la tortuga
se alejara para muy maliciosamente recoger
los huevos que ella dejaba.
De repente unas luces brillantes alumbraban la playa.
Eran los vigilantes del Departamento de
Recursos Naturales.
El hombre muy asustado
corrió a esconderse detrás de los
arbustos.
El hombre al esconderse entre los arbustos se dio
cuenta que había una cotorra que lo delato y los
vigilantes del Departamento de
Recursos Naturales lo atrapo.
Y la tortuga muy contenta se alejo al ver que sus huevos
protegidos por estos defensores de nuestros
animales en peligro de extinción.
Si nuestra fauna podemos cuidar las
tortuguitas al mar podrán llegar.
No debemos de olvidar que los mejores
defensores de nuestra fauna
somos nosotros los humanos .