Post on 25-Jun-2015
LA VIDA COTIDIANA EN LA PROVINCIA DE VALLADOLID DURANTE LA GUERRA
CIVIL
María Silvia López Gallegos
Doctora en Historia Contemporánea. Universidad de Valladolid.
Nuestra comunicación analiza la vida cotidiana de la provincia de Valladolid durante la
Guerra Civil. Desde fecha muy temprana, la provincia de Valladolid se sumo al bando
nacional lo que, a raíz de la documentación hasta la fecha inédita estudiada, no evitó la
violenta represión que los grupos socialistas y leales a la República sufrieron durante el
conflicto a manos del bando nacional, especialmente aquellos que intentaron que el
alzamiento militar fracasará, así como la dramática situación socio-económica de la
provincia durante todo el conflicto.
1. El contexto socio-cultural de Valladolid durante la Guerra Civil
A la altura de la Guerra Civil, Valladolid no había experimentado grandes
cambios desde principio de siglo, seguía siendo una pequeña provincia castellana
esencialmente agraria. La ciudad constituía el centro cultural y económico de
referencia, no sólo de la provincia vallisoletana, sino de toda Castilla la Vieja. Dionisio
Ridruejo, nos describe la situación durante los primeros momentos de la guerra:
“El Valladolid del 37 no ofrecía, salvo por el relativo trastorno de su vida un aspecto
muy diferente al del 24. (....) Valladolid era en 1937 una ciudad pequeña que no se
había decidido a cabalgar su río y lo mantenía al margen y a alguna distancia,
aunque muy ameno de arboladas. De lo viejo quedaba bastante pero en dispersión.
Piezas aisladas como la Universidad, la Antigua, San Pablo o San Gregorio,
Capitanía, los colegios, la mal lograda catedral y unas cuantas casonas y pandas de
soportales1”
Desde el punto de vista demográfico Valladolid había experimentado un ligero
crecimiento desde principios de siglo, así, la población pasará en la provincia de
244.023 habitantes de hecho en 1857 a 278.561 en 1900, 301.571 en 1930 hasta los
1 Ridruejo, D., Casi unas memorias, Editorial Planeta, Barcelona, 1976., pág. 73.
1
332.526 de 19402. Crecimiento que, por otra parte, se verá afectado por el estallido
de la Guerra Civil.
GRÁFICO I: EVOLUCION DE LA POBLACION CASTELLANOLEONESA (1900-1950)
0 500000
1000000 1500000 2000000 2500000 3000000 3500000
1900 1920 1930 1940 1950
zamora valladolid
soria segovia salamanca
palencia leon burgos avila
Fuente: Informe del II Consejo Industrial de la Provincia, OSE, Valladolid, 1962
Aunque durante la Guerra Civil se destruyeron algunas carreteras e
infraestructuras, la ciudad se mantuvo en general bien comunicada contando con dos
paradas de autobuses de línea que la comunican con Zamora y los pueblos más grandes
de la provincia y por medio de las cuatro estaciones de tren: la F.C. del Norte – con líneas
a Madrid, Irún, Bilbao, Coruña, Vigo, Zamora, Salamanca y Portugal-, la llamada de Ariza
(MZA) a dicho pueblo pero también con enlaces a Zaragoza y Barcelona y las de Campo
de Bejar y San Bartolomé pertenecientes al FC económico de Valladolid a Medina de
Rioseco. También contaba con el Canal de Castilla que era utilizado por algunas fábricas
de harinas y como medio de transporte de mercancías a través de barcazas.
Entre los lugares de ocio y esparcimiento de los vallisoletanos durante la guerra
destacan el pinar, los jardines del Campo Grande, los paseos en barca por el Pisuerga y
las piscinas en la temporada estival – como las piscinas Samoa que constituía un caro
divertimento de los vallisoletanos- o, en invierno, los bulliciosos cafés y bares como el café
del Norte o el Royalty, casinos, plaza de toros, estadio municipal, campos deportivos o a
los numerosos salones de baile. Los más privilegiados podían acudir al teatro o admirar las
actuaciones de la Masa Coral de la ciudad. Pero sin duda el punto de encuentro y
diversión de la mayoría de los vallisoletanos lo constituía el cine.
2 Anuario Estadístico de España, Presidencia del Gobierno, Instituto Nacional de Estadística, Año XXI, 1944-1945, Madrid, págs. 46 y 47.
2
A pesar de la Guerra Civil, Valladolid representaba una provincia llena vitalidad en
el plano cultural, educativo y artístico gracias a su importante Universidad, al Colegio
Mayor de Santa Cruz, a las Facultades de Medicina, Derecho, Historia y Ciencias, con
centros artísticos de relieve como el Museo Nacional de Escultura o el de Historia Natural,
Institutos de segunda enseñanza y a la Escuela Normal de Maestros y Maestras. También
en el plano educativo existían en Valladolid varios grupos escolares y escuelas
municipales, colegios dedicados a la enseñanza incorporados a los institutos y 25 colegios
privados para niños y 42 para niñas y 24 para párvulos atendidos fundamentalmente por
el clero3.
A esta oferta educativa debemos sumar la labor de algunas congregaciones o
asociaciones que impartían clases gratuitamente. La matrícula de todas estas escuelas de
congregaciones o asociaciones oscilaba en 1936 en torno a unos 2326 niños, 4306 niñas
y 2375 párvulos en 31 escuelas de niños, 48 de niñas y 28 de párvulos. La proliferación
de centros educativos y culturales se debió a la actividad de la República que se propuso
favorecer la extensión de la Escuela Nacional Primaria financiada por el Estado4.
Otras iniciativas culturales desarrolladas durante la República fueron los cursos
para obreros que se impartían dentro de la Universidad o la actividad desarrollada por
otros centros como el Ateneo Universitario o el Instituto Italiano de la Cultura. También
durante este periodo se crearon un importante número de bibliotecas que sumaban un
total de 122 en la provincia con 15.380 volúmenes con seis salas de lecturas. Algunas de
las más importantes bibliotecas serían la de la Casa de Cervantes, Universidad,
Ayuntamiento, Escuela Normal del Magisterio, de los ayuntamientos de pueblos como
Olmedo, Peñafiel o Valoria la Buena u otras mas pequeñas formadas en las escuelas
primarias. Todo ello tuvo un efecto positivo al acelerar la reducción de la tasa de
analfabetismo de la provincia vallisoletana.
Sin duda, el centro cultural más importante será la Universidad de Valladolid. Ya
durante la República, la Universidad se convirtió en el foco de conflicto de las diferentes
ideologías. Así, antes de la guerra diferentes programas políticos, como el falangista,
habían planteado la necesidad de una reforma universitaria. En este sentido, Ramiro
Ledesma insistía en la necesidad de la colaboración con la Universidad y en la
intensificación de la cultura de masas utilizando los medios más eficaces. Igualmente, José
Antonio Primo de Rivera había afirmado que “la Universidad no ha de ser considerada
3 De ellos funcionan en la capital 15 para niños, 27 para niñas y 16 para párvulos. Archivo del Gobierno Civil de Valladolid (en adelante AGCI): Informe sobre la cultura en Valladolid tras la Guerra Civil. Inspección de Primera enseñanza de la Provincia, Agosto 1938. 4 Fruto de la oferta educativa existente en la provincia se logró que en 1954 existiera sólo un 6,02 por ciento de analfabetismo. La Industria hacia el campo, Terceras Jornadas Sociales Católicas de Arquitectos, Ingenieros y Técnicos, Euroámerica, Madrid, 1959, pág. 421
3
como una oficina de expedición de títulos, sino como un organismo vivo de formación
total” 5. No podemos olvidar que la Falange se nutre de la Universidad de donde surgirían
muchos de sus seguidores; estudiantes universitarios menores de 21 años definidos por
Payne como “un grupo alegre, deportivo, de elevado espíritu, idealistas poco aficionados
al estudio, emborrachados con la retórica de José Antonio y sedientos de acción directa”.
Estos jóvenes se afiliarán a partir de su creación al SEU6. El SEU dio a conocer sus
puntos esenciales a través de Haz en 1935 donde afirmó que su objetivo era convertirse
en un “sindicato único” por medio del cual poder adquirir representación legal para luchar
“por una España grande y una universidad imperial” 7. Esta toma de posición llevó al SEU
a entrar en permanente conflicto con la organización mayoritaria republicana FUE8.
Además, también durante estos años previos al conflicto, los miembros del SEU
organizaron diferentes actividades culturales y deportivas.
A diario la población vallisoletana vivía muy al margen de los lentos cambios que se
producían así como de los enfrentamientos que conforme avanzamos en la República
comenzaron a ser mas frecuentes entre falangistas y republicanos. La mayoría de los
habitantes solamente conocían las disputas políticas, que en muchos casos acababan de
forma violenta, a través de los medios de comunicación: emisoras de radio y como
periódicos locales más relevantes cuenta con El Norte de Castilla, Diario Regional y
Libertad.
Por último, merece la pena insistir en como Valladolid se había ido consolidando
como una zona de cierto atractivo turístico en determinadas épocas como, por ejemplo,
durante la celebración de la Semana Santa. Sin embargo, este flujo turístico va a verse
afectado por la Guerra Civil y la durísima posguerra.
2. La vida cotidiana en Valladolid durante la Guerra Civil
Aunque desde muy pronto la provincia se sumó al “glorioso alzamiento”9 la vida
cotidiana esta marcada por las penurias propias de la guerra: la represión que ejercen los
5 Boletín Nacional de la Sección Femenina, Noviembre 1950. 6 Su acto fundacional “oficial” tiene lugar el 20 de enero de 1935 momento en que su Junta Sindical esta compuesta por Luis Alonso Otero, Anselmo de la Iglesia, Víctor Fragoso del Toro, y José Manuel González. Años más tarde, se convertirá en el único sindicato de estudiantes universitarios gracias al Decreto de 23 de septiembre de 1939 que obligaba a integrarse en el SEU a las Asociaciones Escolares de la Comunión Tradicionalista y las que pertenecían a la Confederación de Estudiantes Católicos de España. Archivo Universitario de Valladolid (en adelante AUVA), Leg. 6567, 1939. 7 Haz, 9 de abril de 1935. 8 FE, 1 de febrero de 1934 y 19 de marzo de 1934. 9Archivo Municipal de Valladolid. Leg 508-35. Caja 382-35. 1936.
4
vencedores10, la destrucción de los centros e instituciones republicanos11 o el número
elevado de bajas ocasionadas, además aquellas localidades que intentaron resistir al
ejercito nacional sufrieron una violenta represión.
El control de la ciudad se realizó con una relativa rapidez como se deducen de los
testimonios de los trabajadores del Ayuntamiento quienes afirman que todo se redujo a
unos disparos y algarabías el día 17 porque “se estaba quemando la Iglesia de San
Esteban y los bomberos no querían salir apagar el fuego”. Esa misma noche los tumultos
eran sofocados.
Si el control de los poderes locales – Ayuntamiento y Diputación-, fue
relativamente rápido, más difícil fue someter algunos centros socialistas, como la Casa del
Pueblo de la ciudad, situada en la céntrica calle Fray Luis de León.
La Casa del Pueblo socialista estaba ubicada en la que fuera la antigua Casa de
los Marqueses de Verdesoto durante S. XIX12 que, más tarde fue adquirida por la
Federación Local de Sociedades Obreras de Valladolid13 para construir, sobre ese terreno,
el edificio que en 1928 sería habilitado como “Casa del Pueblo”14 .
Ya, conservamos diferentes noticias sobre los continuos enfrentamientos y
ataques que se desarrollaban entre fuerzas socialistas y jonsistas durante la Segunda
República, donde en 1934 llegó a aparecer una bandera jonsista colgada en la fachada del
edificio a modo de provocación. Con un tono similar, en marzo desde las páginas
falangistas de Libertad se recomendaba que “todo el que pueda tener debidamente pistola
la tenga” y el que no que lleve “un instrumento cortante cuyo manejo resulte rápido y
10 La represión en Valladolid fue especialmente sangrienta tal y como señalan algunos autores en relación a la actividad de la Falange vallisoletana. Preston, P., Las derechas españolas en el S. XX, autoritarismo, fascismo y golpismo, Editorial Sistema, Madrid, 1986, pág. 131. 11 Encontramos la descripción del Alzamiento y de la “toma” del Ayuntamiento y de la Casa del Pueblo sita en la calle Fray Luis de León en la obra Liébana, M. y Orizana, G., El movimiento nacional, Talleres tipográficos Francisco G. Vicente, Valladolid, s.d. págs. 165-172. También sobre el conflicto militar en nuestra provincia y la represión han sido publicados los estudios de Ignacio Martín La guerra civil en Valladolid (1936-1939) Amaneceres ensangrentados, o, la obra bastante mejor documentada de J.Mª. Palomares La guerra civil en Valladolid, publicada por el Ayuntamiento de Valladolid en 2001. 12 Nomenclator de calles de Valladolid. Valladolid. 1960. págs. 180-181. 13 Archivo Histórico Provincial de Valladolid (en adelante AHPV), Organización Sindical, Caja 808: documentación de bienes marxistas, 1943. 14 López Gallegos, Mª.S.,"La labor desarrollada por el Departamento de Incautación de Bienes Marxistas de la Asesoría Jurídica en Valladolid (1936-1951)", en VII Congreso da Asociación de historia Contemporánea, Santiago de Compostela-Ourense, 21-24 setembro 2004, (Edición electrónica). Palomares describe como el proyecto socialista pretendía albergar oficinas y secretarías de las treinta sociedades que componían la Federación junto con la cooperativa de consumo, café, salas de recreo y teatro, la universidad “Pablo Iglesias” y la biblioteca ambulante. Palomares, J.Mª., El socialismo en Castilla, Partido y sindicato en Valladolid durante el primer tercio del S. XX, Universidad de Valladolid y Caja de Ahorros y M.P. de Salamanca, Valladolid, 1988, pág. 111 y sucesivas.
5
fácil”15.Y nuevamente, a partir de 1935, encontramos muertos y heridos en las cercanías
de la Casa del Pueblo fruto de los enfrentamientos entre fuerzas falangistas y socialistas.
Tras el estallido de la Guerra Civil, la Casa del Pueblo se resistía heroicamente a
ser sometida. De hecho, sólo pudo ser controlada por las fuerzas falangistas después de
sufrir un incesante bombardeo que destruyó una parte importante de las instalaciones y
que segó la vida de muchos de sus miembros que se habían atrincherado en su interior16.
Tras su caída, también fueron ocupados otros edificios republicanos y socialistas
ubicados en el centro urbano de Valladolid caso de la propiedad del Círculo Republicano de
la calle Leopoldo Cano nº 26 que sería habilitado provisionalmente como la Escuela de
Artes y Oficios Artísticos17.
La violencia contra estos centros socialistas y republicanos se inicia desde el
primer momento del Alzamiento. Gracias a las fuentes documentales conservadas
sabemos que inicialmente Milicias de Falange, la Guardia Civil o incluso las corporaciones
municipales saquearon los centros sindicales18 y cerraron las sedes socialistas y
republicanas e incautaron provisionalmente sus propiedades19. Los registros iniciales
fueron a todas luces fruto de la improvisación y del afán revanchista y estuvieron
marcados por dos premisas: la destrucción de los antiguos bienes socialistas y la
búsqueda de libros de registro20 o de otros testimonios que hablasen de los afiliados y
propiedades de estas organizaciones21. Sin embargo, en muchas localidades, las
15 Libertad, 8 de marzo de 1934, pág. 1. 16 Datos extraídos de la Tesis Doctoral de María Silvia López Gallegos:
“Cambios Sociales y transformación en el asociacionismo durante el primer
franquismo en la provincia de Valladolid (1936-1945)” en el Departamento de
Historia Moderna, Contemporánea y de América, Facultad de Filosofía y
Letras, Universidad de Valladolid, 2005.
17 AGCI DA- 94: Quejas del director escuela artes y oficios artísticos de esta capital, 15 febrero de 1944. 18 En el mismo momento en que estalla la Guerra Civil es frecuente que grupos falangistas o de la propia Guardia Civil quemen la documentación que se conservaba y saquean centros socialistas y republicanos caso de la Sociedad de Obreros Agricultores de Berrueces, del Sindicato Profesional de Oficios Varios de Nava de Rey o de la Agrupación de Trabajadores de Unión de Campos. AHPV, Organización Sindical, Caja 5166 y sucesivas: expedientes de asociaciones canceladas, varios años. 19 Como sucedió con la Unión de Trabajadores de Trigueros del Valle donde la Guardia Civil de Valoria incautó los libros y documentos que fueron transferidos junto con el mobiliario temporalmente a la Falange. AHPV, Organización Sindical, Caja 268, 1948. 20 Caso de los expedientes personales recopilados durante el informe realizado sobre la Sociedad de Socorros Mutuos de Serrada: “La Paz Social”; donde se manifiesta como en la Junta Directiva previa a la guerra casi todos sus miembros estaban afiliados a UGT o afiliados a la Izquierda Republicana. AHPV, Organización Sindical, Caja 3760: Informe de la asociación la paz social de Serrada, 1944. 21 AHPV, Organización Sindical, Caja 1989: Correspondencia, 1967.
6
organizaciones socialistas se disolvieron con el inicio de la guerra y sus afiliados huyeron
ante el temor certero de la dura represión falangista.
A la altura de 1940, todos los centros socialistas y republicanos que se conocían
habían sido incautados y transferidos a la Organización Sindical falangista con el fin de
facilitar la expansión de la nueva red sindical en la provincia.
TABLA I: BALANCE DE BIENES INCAUTADOS (1936-1964)22
Localidad Dirección Anterior propietario Fecha de
incautación
Nuevo uso
Castronuño General Mola, nº 8 Casa del Pueblo de
UGT
20 julio 1937
Castronuño Capitán Nolla, 12 Local de Trabajadores
de la Tierra
La Seca Ángel
Cantalapiedra, 17
Partido socialista
sociedad la
emancipación de La
Seca
20 julio 1936 Primero Cuartel
de Flechas y
luego almacén de
la Hermandad de
Labradores y
Ganaderos
Mayorga de
Campos
Primo de Rivera
35
Sociedad de
trabajadores de la
tierra “la flor del
campo”.
4 septiembre
1937
Vendido a
Francisco
Alejandro
Chamorro, por
11700 en 1956
Medina del
Campo
San Martín 14
Edificio denominado
Casa del Pueblo,
pertenecía a las
sociedades: La
Emancipación de
Agricultores, La Unión
de Obreros en
Madera, y la Unión de
Albañiles vinculadas a
UGT.
2 agosto 1937
Vendido al
ayuntamiento el
30 de agosto de
1946, por
3883,50 ptas.
22 Elaboración propia a través de datos manejados procedentes del AHPV, Organización Sindical, Cajas: 226, 231, 263, 268, 808, 810, 814, 1431, 1416, 1425, 1450, 1451, 1455, 1454, 1456, 1495, 1989, 1990, 2935, 4543, 4571, etc. y del AGA, Sindicatos Caja 4110.
7
Medina del
Campo
San Martín 18 Centro Obrero de UGT 19 agosto 1943
Medina Rioseco Román Martín 22 Circulo Artesanos de
Medina de Rioseco
Destinado a las
oficinas de la
Delegación
Sindical Comarcal
y Hogar del
Productor de la
O.S. de
Educación y
Descanso.
Medina Rioseco Lienzos 46 y 48 Federación Local de
Sociedades Obreras
de medina de Rioseco
vinculada a UGT
Usado como Casa
Sindical y luego
vendido a Servilio
Pino Ortiz, por
30.000 ptas.
Montemayor de
Pililla
José Antonio, nº
39
Cooperativa Agrícola Destinado para la
venta.
Nava del Rey José Antonio 12 y
13
La Aurora: Sociedad
de resistencia de
obreros agrícolas y
similares de Nava del
Rey
22 julio 1937 Vendido al
ayuntamiento:
12.938.95 ptas.
Pozaldez china 1º Sociedad Obrera Casa
del Pueblo de
Pozaldez
1 agosto 1945 En los primeros
años destinado a
depósito de
chatarra y luego
matadero
municipal.
Renedo de
Esgueva
Castillo nº 19 Sociedad de Socorros
Mutuos “la Luz” afecta
a la Casa del Pueblo
de Valladolid
24 noviembre
1936
Fue ocupado por
la Organización
Juvenil como
cuartel de flechas
y luego
8
desocupado por
temor de ruina.
Rueda Santísimo cristo
71
Casa del Pueblo 24 noviembre
1936
Vendido a Juan
Bayón Clemente
por 4000 ptas.
Rueda Santísimo cristo
27
Casa del Pueblo 24 noviembre
1936
Vendido a Daniel
Capellán López
por 35.373,60
ptas en 1959;
San Román de
Hornija
Ronda del Carmen Casa del pueblo 8 agosto 1936
Serrada Plaza España, 2 La Constante,
Sociedad de
Trabajadores de la
Tierra de Serrada
afecta a UGT
16 agosto 1937 Vendido a Félix
Sanz Martín, por
850 ptas, el 9 de
marzo de 1955
Simancas Barrera 1 Sociedad de Obreros
Agricultores y
Similares de Simancas
vinculada a UGT
22 julio 1937 Vendido a Blas
Cuadrado
Vaquero por
9250 ptas. en
1958
Simancas Barrera 4 Sociedad de Obreros
Agricultores y
Similares de Simancas
vinculada a UGT
22 julio 1937 Vendido a Juan
Pascual Fraile,
1350 ptas.
Tordesillas Arcipreste Don
Juan Fernández,
23
Sociedad de Obreros
Agricultores y Oficios
Varios de Tordesillas
vinculada a UGT
3 agosto 1937 Ocupado por la
Organización
Juvenil quien
realizó mejoras y
luego cedido
gratuitamente a
la Jefatura
Provincial del
Movimiento el 9
de julio de 1948
Torrecilla de la Onésimo Redondo Sociedad de Obreros 3 julio 1937 Fue empleada
9
Orden 39 Agricultores vinculada
a UGT
como Delegación
Sindical Local y
cuartel de
flechas. Desde
1941 desalojado
por su estado
ruinoso. Luego
vendido a Víctor
Capellán por
4500 ptas en
1956
Trigueros del
Valle
Carrera 5 Sociedad de Obreros y
Similares vinculados a
UGT; según
testimonio particular
propiedad de
Alejandro Gutiérrez,
desde 5 de mayo de
1934
8 septiembre
1937
Tudela de
Duero
Calvo Sotelo 25 Sociedad de Obreros
Agrícolas y Similares
vinculados a UGT
1937
Hogar del
Productor y luego
enajenado a
favor de la Caja
Rural Provincial
el 13 de junio de
1967 por la
cantidad de
120.606,40 ptas.
Villabañez Magdalena 4 Sociedad de Socorros
y Pensiones vinculada
a la UGT
24 mayo 1937
8 mayo 1937
Ningún destino
Villabañez Plazuela 4 Sociedad de Socorros
y Pensiones vinculada
a la UGT
8 mayo 1937
Villacid de
Campos
Queipo de Llano Casa del
Pueblo/Partido
Inicialmente fue
ocupada por el
10
socialista Frente de
Juventudes
Villalón de
Campos
Almendra 25 Casa de Trabajadores 22 agosto 1937 Vendido por 1600
ptas a Santiago
Gil Llorente
Villavaquerín Calvo Sotelo Casa del Pueblo 23 agosto 1937 Vendido al
ayuntamiento por
6187,50
Igualmente, algunas localidades de la provincia trataron de resistir y su control sólo
fue posible, a través del empleo de la fuerza y de una violenta represión tal y como
describen algunos testimonios:
“(...) Todo el mundo sabe que en Valladolid que las cocheras son una prisión
improvisada en los hangares en los que se guardaban los tranvías en reparación
o fuera de uso, y están situadas en las proximidades del Hospital Militar, en la
calle Filipinos. Al estar llena la cárcel, los calabozos de los cuarteles, de la policía
y de los juzgados, a alguna mente preclara se le ocurrió la idea, y los viejos
tranvías se han habilitado como dormitorios de reclusos. La totalidad de los
encarcelados en esa inhumana penitenciaría son presos políticos (...)
Coincidiendo con la derrota italiana Guadalajara, una mañana un avión de los
nuestros bombardeó Valladolid. Fue únicamente un simulacro de ataque aéreo,
pues no creo que cayesen más de tres proyectiles en la ciudad, pero hubo un
muerto, junto a la Academia de Caballería. Y los grupos de acción terrorista
decidieron dar un escarmiento a los rojos por su atrevimiento. Uno de estos
grupos se presentó en cocheras con una camioneta, y con un escrito, siempre de
origen incierto (...) El documento indicaba indefectiblemente que eran libertados
y se les llevaba, en el coche a sus domicilios. Era el proceder habitual, bautizado
como el paseo, (...)23”.
De hecho, en la misma ciudad, meses después de producirse en estallido de la
Guerra Civil, siguieron circulando por sus calles panfletos, pintadas y propaganda contraría
23 Quemada Sisniega, J.Mª., Luis Q. Cirujano de guerra, Ediciones Fuente de la Fama, Valladolid, 2001, págs. 128 y 129.
11
a las nuevas autoridades y algunas instituciones académicas y poderes militares sufrieron
diversos ataques.
Por este motivo, Falange rápidamente pondría en marcha en la provincia una doble
política que combinaba la represión con la propaganda. Esta doble política, represión y
propaganda sería la causa de que a partir de 1937 comenzará a crecer el número de
afiliados a Falange y a la Organización Sindical y su población colaborase más activamente
con el bando nacional. Dicha colaboración se produce tanto por parte de las instituciones
oficiales como por parte de la población civil.
En este sentido, la Universidad cedió sus clases a los militares y enfermos24 y para
constituir en ellas el “taller del soldado”, entregó sus equipos médicos a militares25,
organizó cursillos26, fomentó la incorporación como voluntarios de sus alumnos27 etc. De
una manera testimonial se recoge en los libros de actas de la Universidad como
“El Sr. Rector da cuenta al claustro del objeto de su reunión, diciendo con gran
emoción que la gloriosa conquista de Santander libera totalmente el distrito
Universitario de Valladolid y ante este hecho de importancia para la España
Nacional y de excepcional interés para Castilla, la Universidad no puede quedar
indiferente sino que, por el contrario, está en el patriótico deber de exteriorizar
solemnemente su fervoroso entusiasmo por tal acontecimiento.
La Universidad de Valladolid, sigue el Sr. Rector, que desde el primer instante
estuvo al lado del glorioso Movimiento Nacional, organizando equipos quirúrgicos
salidos de su facultad de Medicina, contribuyendo con el material de sus
laboratorios de esta Facultad y de la de Ciencias, donde se vienen haciendo
trabajos en relación con las necesidades de la guerra y que dio y esta dando la vida
de sus escolares, que luchan por Dios y por la Patria, debe mostrar su satisfacción
por los recientes triunfos obtenidos por nuestro glorioso Ejército y Milicias,
expresando sus sentimientos en tal sentido, por un acuerdo de su claustro, que
bien pudiera ser el de nombrar Rector Honorario de la Universidad de Valladolid al
Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos”28.
24 AUVA, Leg. 6560: Correspondencia, 1937. AUVA, Caja 6560: Solicitud de aulas de la escuela de comercio por la Guerra Civil, 24 agosto 1937. 25 AUVA, Caja 6561 y 6564: Correspondencia, 1937 y AUVA, Legajo 2901, 1938. 26 AUVA, Caja 6559: Correspondencia, 8 de febrero de 1937. 27 El profesor Vicente Gay describe el ambiente de 1936 “en las calles de Valladolid me paraban mis alumnos, los de ahora y los de antes, abrazándome porque creían sonada la hora profética y el triunfo de mis predicaciones. Don Vicente, Don Vicente, ¡queremos armas para combatir a los marxistas, para ir a la guerra¡, y con ellos fui al parque donde me canse de distribuir fusiles que días después se disparaban en el frente”. Diario de Burgos, 10 de septiembre de 1936. 28 AUVA, Leg. 1541: Libros de Claustro, 1936-1937.
12
Esta ocupación de la Universidad afectó a las clases y cursos de veranos impartidos
durante todos los años de la Guerra Civil. En este sentido, la documentación se hace eco
de como los alumnos que se matriculen en los cursillos de verano de la Faculta de
Medicina aún, en 1939, tendrán problemas para la realización de las prácticas de
laboratorios y clínicas porque “el hospital clínico sigue destinado aún en su mayor parte a
servicios destinados de la guerra”29.
Tras el triunfo de la guerra, la Dictadura sometió a la Universidad a una drástica
depuración de sus miembros, impuso la sindicación obligatoria de los estudiantes al SEU,
reformó los planes de estudios con la inclusión de nuevas asignaturas como la formación
política30 o censuró los contenidos de otras como la historia31, así por ejemplo, en un
artículo de la revista femenina Consigna podemos leer
“Un desgraciado a quien se le enseña que la “raza catalana” es la descendiente
más directa de la “raza ibérica”, está condenado a morir de mala manera, si ha
tomado eso en serio.
(...) La verdad, es que la Historia hay que entenderla desde las pocas grandes
naciones que han sido portadoras de Historia, sujetos de la Historia. Existe la
Historia de España, o de Francia, o de Alemania, o de Italia. Pero no existe la
Historia de Cataluña, de Eslovaquia (...)32”
Además de las depuraciones, otro efecto de la Guerra Civil sería el retroceso
intelectual y educativo que sufrió la provincia. La mayoría de las bibliotecas populares
sufrirán una importante depuración de sus fondos como consta en los informes
conservados en el Archivo del Gobierno Civil en donde podemos leer “la cifra de
volúmenes de estas bibliotecas era mayor antes del Glorioso Movimiento nacional, pero se
han retirado bastantes (unos 3000) cuyas doctrinas podían ser perjudiciales para sus
29 AUVA, Caja 6565, 14 julio de 1939 30 Consiste estas en una hora semanal para curso de la facultad que son impartidas en el curso de 1945-1946 por el Sr. Del Moral e Ibáñez y en años sucesivos por D. Juan Bautista Serrano y D. Fernando Uribe. Aunque los programas fueron cambiando, en general todos seguían el mismo esquema: se impartían para el primer curso nociones sobre patria, causas históricas y el desarrollo de la nacionalidad española; en el segundo curso sobre el desenvolvimiento económico, la labor social del movimiento y las reivindicaciones de tipo internacional y en un tercer curso el esbozo general de las doctrinas económico-sociales en el que se estudiaban las bases y estructuras de la Organización Sindical. AUVA, Leg. 1551. Varios años. 31 Desde el plano formal algunos autores como Beneyto interpretaban “la historia de España, al igual que Maeztu, como una “sinfonía interrumpida” desde 1700, fecha desde la que el curso histórico había devenido entre la copia de lo extranjero y la pura reacción” . Citado de Rivaya, B., Op. cit. pág. 48. Estas ideas son desarrolladas en las obras La educación en España. Bases para una política educativa nacional, MEC, 1969 o Mayor Pérez, Alejandro Historia de la educción en España. Breviarios de Educación IV, Nacionalcatolicismo y educación en España de la Postguerra I-II. 32 Tovar, A., Consigna, “La asignatura de Historia”, nº 10, (1941), págs. 8-9.
13
probables lectores33”. Tampoco se salvarían de la depuración el resto de centros
educativos de la provincia.
El control y la represión se sucedieron en otros centros de poder de la provincia. En
el caso del Ayuntamiento, es sometido rápidamente por el bando nacional quien realiza
una depuración de sus miembros colocando personas fieles al nuevo poder34. Muchos de
ellos eran grandes propietarios, profesores, abogados, procedían del Ejército o “tienen su
origen y asiento en los sindicatos35”. Por ejemplo de la Comisión de 1939 formada por el
Alcalde D. Luis Funoll y Mauro y los Gestores: D. Isidro Rodríguez Zarracina, D. Eleuterio
Gaite Campo, D. Felinio Ruiz del Barrio, D. Luis Inglada Ors, D. Jesús Rodríguez Crespo,
D. Mariano Tobalina Espinosa, D. Luis Martín Alonso, D. Javier Bustamante, Jesús Zaera
León, Joaquín Pérez Villanueva, Tomás Vega Villalonga, Vicente González Sanz, José
Elecheiguerra Moro, José San José Gómez, Mariano Sacristán, Antonio Moratinos Pérez,
Félix Garrido Arnaiz y Marcelino Caballero Peña36 ocuparan un cargo en los sindicatos al
menos cuatro de sus miembros: D. Isidro Rodríguez Zarracina37, D. José Elecheiguerra
Moro38, Félix Garrido Arnaiz39 y D. Mariano Sacristán40. Igualmente, algunos miembros de
otros poderes locales como la Comisión Gestora de la Diputación Provincial entre 1936-
1939 tiene miembros procedentes de los sindicatos, entre ellos, Eusebio Rodríguez
Fernández Vila (presidente) y Elías Iglesia Gómez (gestor)41.
Al igual que en el caso de la Universidad, la colaboración entre el Ayuntamiento y el
nuevo poder se manifiesto en la cesión del Ayuntamiento de algunas de sus estancias para
asentar los órganos de censura o de Prensa y Propaganda o “el Cuartel General del
Ejercito del Norte que ocupó el despacho del Alcalde que hubo de trasladarse para ceder
su mesa al llorado General Mola42”, como colaboró en la organización y celebración de
homenajes de soldados nacionales o en la “fiesta de la victoria”, etc.
33 AGCI: Informe sobre cultura tras la Guerra Civil. Inspección de Primera enseñanza de la Provincia, agosto 1938. 34 Conservamos los expedientes de algunos miembros del ayuntamiento que fueron procesados en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, Sección de Responsabilidades Políticas de la Audiencia Provincial de Valladolid , leg. 11, 1941. 35 AMVA, Libros de Actas del Ayuntamiento, 1939. 36 AMVA, Actas municipales del Ayuntamiento de Valladolid. Sesión extraordinaria del día 1º de diciembre de 1939. pág. 7. 37 AHPV, Organización Sindical, Caja. 2002: Lista de Delegados Provinciales de Valladolid, s.d. 38 AHPV, Organización Sindical, Caja. 2002: Lista de Delegados Provinciales de Valladolid, s.d. 39 AHPV, Organización Sindical, Caja 1402: Secretario del Sindicato de la Construcción de CENS. Mandos, varios años. 40 AHPV, Organización Sindical, Cajas 1045 y 2019: Profesor mercantil, Mariano Sacristán Repiso y Jefe del Sindicato de Vidrio y Cerámica entre junio y diciembre de 1943. 41 AGCI DA-9: Comisión Gestora Diputación Provincial. 42 AMVA, Actas municipales del Ayuntamiento de Valladolid. Sesión extraordinaria del día 1º de diciembre de 1939. pág. 8.
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Por su parte, desde fecha muy temprana las mujeres afiliadas a los sindicatos
falangistas (CONS) estaban obligadas a trabajar en la retaguardia en el Taller del Soldado
y otras dependencias cosiendo prendas para aquellos que luchan en el frente43. Así
leemos en la propaganda como las mujeres "para ser doblemente españolas y cristianas y
ser dignas de estos hombres, hemos de sacrificarnos, ayudándoles a forjar esta imperial
patria que nos brindan” para ello se las recomendaba que enviaran los recortes y hilos
sobrantes de sus prendas al taller de este sindicato de CONS (Francisco Zarandona 12 2º)
porque con ellos se podría elaborar “ropas ya limpias y arregladas de nuestros
combatientes y heridos44”. Más tarde, otras mujeres vallisoletanas seguirían su ejemplo a
través de las otras instituciones como el Auxilio Social y la Sección Femenina.
3. Los efectos de la Guerra Civil en la provincia vallisoletana
La ciudad pronto sufrió los rigores de la Guerra Civil como la falta de alimentos,
materias primas, desempleo y los problemas de abastecimiento; problemas que se
prolongaran hasta comienzos de la década de los cincuenta.
En 1938 los informes realizados por la Central de Empresarios Nacionalsindicalista
se hacían eco de la gravísima situación que atravesaba la provincia
“Valladolid - decían -, está abocado a una falta de subsistencias elementales, como
son patatas, alubias, tocino, leche, carbón, paños, huevos, café, etc. etc. de
algunos de los cuales se carece ya. En plazo más o menos corto ocurrirá lo mismo
con otros, debido a iguales causas. Si a esto se añade la previsora reducción del
sacrificio de ganado, y que está próxima la temporada en que se recibe menor
cantidad de pescado, es indudable que surgirá un grave conflicto, hoy ya latente,
muy acrecido por el sensible aumento de población flotante45”.
43 Esta correspondencia entre la Delegada Provincial y la Jefe Local de la Sección Femenina de Valladolid detalla como “aparte de las voluntarias, envía una relación de madres, huérfanas, mujeres de los caídos, refugiados de Madrid u obreras de la CONS a las que se les daría 1,25 Ptas. por camisa que hicieran”, AHPV, Sección Femenina, Caja 945, 1937. 44 AHPV, Organización Sindical, Caja 1366: Propaganda, 1938. o AHPV, Organización Sindical, Caja 1402: Donativos con destino al taller de combatiente instalado en CONS, 1937. 45 AHPV, Organización Sindical, Caja 1424: Informe sobre la provincia remitido por el Delegado Provincial de CENS, 1938. Sobre el estado de la economía durante el primer franquismo hay numerosas obras interesantes como García Delgado, J.L, El primer franquismo. España durante la segunda guerra mundial. Siglo XXI, Madrid. 1989 o Fontana, J., España bajo el franquismo, Crítica, Barcelona, 2000.
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No debemos olvidar que Valladolid es una provincia esencialmente agraria,
vinculada al cultivo de cereal, lo que en principio mitigó el hambre, sobre todo en los
pueblos. No obstante, la guerra supuso un brusco “frenazo” de la economía vallisoletana
que al no poder exportar sus productos agrícolas, carece de medios para adquirir otros
productos. La consecuencia fue que la provincia sucumbió a situaciones de acaparamiento
o al estraperlo46 y que llegase un momento en que la población prescindiese de todo
aquello que no era absolutamente necesario. Esta situación fue especialmente grave para
los obreros industriales de la ciudad que contaban con salarios bajísimos y que, en
muchos casos, se ven obligados a comprar sus alimentos en el mercado negro a precios
muy superiores a los oficiales. El informe del Gobierno Civil de 1938 describe el que, sin
duda, fue uno de los años más duros para la provincia:
“La provincia de Valladolid en general no produce los principales artículos de
primera necesidad que precisa para su consumo. A excepción de los cereales y sus
derivados, los artículos que se consumen, han de venir necesariamente de otras
provincias. La población esta desabastecida de garbanzos, alubias, patatas,
huevos, que constantemente solicitan de las regiones productoras. Lo mismo
ocurre con la carne (...) Los precios de los artículos de primera necesidad han
sufrido algunos aumentos, con relación a los que regían en 18 de julio de 1936 (...)
los que han experimentado grandes elevaciones son los artículos de vestido, uso y
calzado.47”
Tras la guerra, la situación fue denunciada incluso por los diferentes mandos
sindicales ya que afectaba a la productividad de los trabajadores:
" (...) el problema es grave, aquí escasea todo pero de lo que se puede decir en su
totalidad es la carne; el delegado en sus mejores deseos nos dijo (fui con el
alcalde) que viéramos a los ganaderos, y nos diera el deshecho, estos Srs. si todos
los años lo hacen en un 15% ahora dicen no tienen nada o un cuatro y medio y
esto es terrible, pues sin exageración los obreros no pueden trabajar, y comen
cosas que da hasta vergüenza decirlo, (...)"48.
46 AHPV, Organización Sindical, Caja 1424: Correspondencia del informe sobre la provincia remitido por el Delegado Provincial de CENS, 14 abril de 1937. 47 AGCI: Memoria del Gobierno Civil sobre la situación de 1938. 48 AHPV, Organización Sindical Caja 1367: Correspondencia del Delegado Sindical Provincial al Delegado Provincial de Abastecimientos y Transportes, 1939.
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Falta de alimentos que produjo una drástica subida de los precios de productos
básicos, problemas derivados del trabajo –aumento del paro y escasez de los salarios-, y
el problema de la vivienda, serían las grandes lacras que la ciudad sufrirá durante la
Guerra Civil y buena parte de la década de los cuarenta. La situación tardaría en remitir
hasta el punto de que aún en 1945, encontramos una descripción muy significativa de los
obreros encuadrados en el Sindicato del Azúcar realizada por los propios mandos como
“una masa de hombres muy cerca de la depauperación, mal alimentados y
miserablemente vestidos, que habitan viviendas infrahumanas, carentes de
entusiasmo y huérfanos de esperanza, para quienes no ha habido un sitio en las
conquistas revolucionarias del nuevo Estado49”.
También el escritor vallisoletano Francisco Umbral describe en alguna de sus
obras esta situación de posguerra:
“España tiene la inspiración del hambre y los españoles de los años cuarenta
hicimos del hambre una obra de arte, una forma de vida, una mística que se llamó
estraperlo, y que tenía la variante de comprar en el pueblo unos kilos de patatas y
venderlos en la ciudad, entre los vecinos de la propia casa, tres pesetas más caros,
o bien cambiar esas patatas por leche condensada para el niño, medicinas para la
abuela, bicarbonato para el marido o vitamina para la niña50”.
Por otra parte, la drástica subida de los productos básicos que no remitirá sino
hasta la década de los cincuenta,
TABLA II: ÍNDICES PARCIALES DEL COSTE DE LA VIDA
AÑO GASTOS DE LA
CASA
GASTOS DE USO Y
VESTIDO
GASTOS DIVERSOS
1922-26 100,0 100,0 100,0
1927 100,8 103,8 85,7
49 AHPV, Organización Sindical, Caja 2264: Informe del Sindicato del Azúcar, 1945. 50 Umbral, F., Memorias de un niño de derechas, Destino, Barcelona, 1972, pág. 38.
17
1928 98,7 101,6 85,0
1929 98,3 100,0 89,8
1930 99,0 102,1 90,7
1931 99,8 104,6 94,2
1932 97,6 101,2 99,1
1933 98,0 96,5 102,6
1934 99,1 92,3 101,0
1935 99,6 93,1 105,3
1936 99,5 87,8 107,9
193751 105,2 109,6 120,2
1938 134,7 170,3 133,3
1939 118,2 129,9 185,0
1940 153,8 206,4 232,5
1941 164,8 225,7 248,2
1942 181,7 269,2 258,5
Diciembre 190,6 283,7 260,5
Fuente: Boletín Oficial de comercio e industria de Valladolid. Año XXIV, nº 167, (Febrero
de 1944).
El aumento del paro fue otro de los problemas que sacudió al Valladolid de posguerra.
En 1939 el informe de la Dirección General de Seguridad informa de cómo se ha producido
un “ligero aumento de paro agrícola (...) esperándose que en sucesivos disminuya
notablemente consiguiéndose no sólo la ocupación a todos los parados sino hasta la
posible necesidad de obreros de otras provincias para las labores de recolección52”. De
esta manera, si prescindimos de la cínica visión de las autoridades sindicales que ya desde
mediados del año 1940 empiezan a afirmar “que el paro obrero había desaparecido53”, de
las manipuladas cifras de parados que recogen en algunos de sus informes o de
declaraciones como que “no existe paro en esta población, ya que buen número de
parados lo son por su ineptitud para el trabajo o poca afición al mismo54”, lo cierto es que,
a principios de la década de los cuarenta, el problema del paro en Valladolid se convirtió
en uno de los más difíciles de erradicar.
51 Índices de la zona nacional. 52 Informe sobre el paro realizado por la DGS (1939), extraído de Fundación Nacional Francisco Franco, Documentos inéditos para la historia del Generalísimo Franco, Tomo I, Azor, Madrid, 1992, pág. 452. 53 AHPV, Organización Sindical, Caja 1426, 1942. 54 Ibídem.
18
Un último problema de gravedad en nuestra provincia es el de la vivienda
acrecentado en los años de posguerra por el aumento de la emigración rural, crecimiento
de la población y la falta de materiales constructivos.
Otro efecto de la Guerra Civil en la provincia, además, de las muertes y represiones
que han sido analizadas por algunos autores, fueron las destrucciones provocadas por la
Guerra Civil de infraestructuras y el efecto negativo que ejerció en la economía local.
Sobre todo en muchas localidades de la provincia que trataron de resistirse al Alzamiento.
Durante la guerra se reduce el número de empresas en todos los sectores de la
economía. Este cierre de empresas lleva consigo el descenso del número de
trabajadores y, por tanto, el aumento del paro. La recuperación de los parámetros
anteriores a la guerra va a ser un proceso lento, que estará marcado por la escasez de
materias primas, la deficiencia en el suministro eléctrico y del agua, y por la
destrucción de las redes comerciales e infraestructuras. Así, por ejemplo, en 1938
existían un total de 53 empresas de producción pero esta es insuficiente hasta el punto
de que quedan 6764 habitantes sin suministro eléctrico en 23 pueblos y se caracterizan
además por
“las elevadas tarifas empleadas, lo que impide que de la energía eléctrica se
pueda hacer uso en las múltiples aplicaciones modernas en usos domésticos,
siendo causa a la vez de no permitir el desarrollo conveniente a las industrias en la
provincia establecidas” 55.
Solamente aquellos sectores que cubren las necesidades básicas de la población como
la alimentación, construcción y la metalurgia constituían el grupo de empresas más
numerosas y que mejor resistirán este período tan crítico.
En este sentido, según los datos aportados por los informes de la Organización
Sindical en 1942, el panorama industrial revelaba el siguiente panorama. Destacan en el
sector de la metalurgia las empresas de Talleres de Miguel de Prado S.A. con 109 obreros,
talleres Fundición Gabilondo con 220 obreros, una empresa de envases con 52 obreros y
diversos pequeños talleres repartidos por la provincia56.
55 AGCI. Informe y estadística industrial, 1938. Por otra parte, tal y como se desprende de la documentación, el abastecimiento de fluido no mejoró en los primeros años de la década de los cuarenta. 56 En una provincia eminentemente agrícola como Valladolid, era corriente que en todos los pueblos de la provincia existiera un pequeño taller dedicado a las reparaciones de la maquinaria del campo. También existían industrias importantes en la ciudad, Medina de Rioseco y Casasola de Arión, a parte de las fábricas de envases de Viana y Tudela de Duero que componen un total de 24 industrias que dan trabajo a unos 265 obreros. AHPV,
19
En el campo textil, existen seis fábricas de algodón con 320 productores; en la prensa,
papel y artes gráficas trabajan 232 obreros repartidos entre diferentes empresas entre
las que destacaría “zigzag” con 125 obreros mientras que existen en la provincia 21
fábricas de curtidos que dan trabajo a 82 trabajadores y 320 en industrias varias –
como la fábrica de guantes o marroquinería-, más otros 32 industriales en el campo de
la madera y el corcho.
Las industrias químicas están representadas por algunas empresas de
manufacturas de productos químicos así como por alguna fábrica de jabón.
Industrias de mayor importancia económica y social en la provincia son las
relativas a la alimentación y construcción. Existen en Valladolid cinco fábricas de
conservas (con 75 obreros), 1 de azúcar (que puede llegar a dar empleo a 234 obreros
pero que fijos contabiliza la no desdeñable cantidad de 129), 53 fábricas de harina (que
emplean a 544 trabajadores) y otras industrias relativas a la alimentación que emplean a
un total de 586 obreros; dentro del campo de la construcción destaca “la cerámica” con
140 trabajadores y tres empresas porlandistas que en total suman otros 40 empleados.
Por último, debemos referirnos a las empresas dedicadas al suministro de agua
como la Sociedad Industrial Castellana - que da ocupación a 93 obreros-, gas -caso de
Gas Madrid S.A. con un total de 40 obreros-, y Electra Popular Vallisoletana - con 232
productores- que como su propio nombre indica se ocupaba de producir energía eléctrica
para la capital y pueblos próximos.
Por tanto, podemos concluir como el tejido industrial vallisoletano se encuentra
asentado en la ciudad y se centra esencialmente en el sector de la alimentación seguido
de la industria metalurgia, textil o cerámica. Todos estos sectores se vieron afectados
negativamente por el estallido de la Guerra Civil, así como, otras actividades caso de la
construcción que a causa de las destrucciones y de la restricción de materiales producida
por el conflicto también va a experimentar un retroceso.
También a nivel agrario, la excesiva atomización, la falta de abonos y maquinaria
así como las destrucciones provocadas por la guerra tendrán un efecto negativo en la
producción agraria de la provincia
TABLA III: PROMEDIO DEL RENDIMIENTO DE PRODUCTOS AGRÍCOLAS
ENTRE 1936 Y 194057
Producto 1936 1937 1938 1939 1940
Organización Sindical, Caja 1017: Estadística Industrial. Relación de industrias vallisoletanas, 1938 y AGCI. DA-6. Delegación de Industria. 1938. 57 Datos expresados en toneladas.
20
Trigo 889.963 1.208.900 898.444 1.852.000 867.381
Cebada 446.212 615.400 330.682 872.900 428.880
Centeno 11.488 16.200 12.500 22.500 55.824
Avena 86.158 131.700 75.540 122.200 234.300
Garbanzo
s
10.387 20.000 9.140 16.100 34.705
Habas 2.800 2.580 1.110 1.400 1.824
Guisantes 15.192 14.260 5.166 15.740 14.855
Judías 2.200 2.530 1.894 1.408 2.140
Algarroba
s
133.043 91.600 47.643 56.000 64.828
Yeros 78.056 33.550 10.800 23.600 41.400
Lentejas 4.500 4.800 4.800 3.400 4.900
Almortas 11.007 13.750 5.500 14.820 25.020
Patatas 234.000 100.000 81.520 88.000 88.500
Remolach
a
azucarera
752.000 752.000 388.000 318.000 1.355.60
0
Viñedo 308.300 218.000 274.750 144.450 203.950
Fuente: AHPV, Organización Sindical, Caja 1426, 1942.
La provincia vallisoletana fue rápidamente controlada por el bando nacional pero
esto no impidió que los grupos socialistas y republicanos, intentarán oponerse al
Alzamiento Militar y fueran violentamente reprimidos. De hecho, las autoridades desde
fecha muy temprana conjugaron una doble política de represión y propaganda de los
nuevos valores, sobre todo, entre las mujeres y clases trabajadoras para asegurarse el
control de la población civil hasta el final de la contienda.
El clima de terror que se adueño de la provincia junto con la llegada de las fuerzas
militares y una rápida depuración de todos los poderes públicos propició que el nuevo
Ayuntamiento, Diputación y una parte de la población civil se mostrase proclive al bando
nacional y comenzará a colaborar con falangistas y militares. En algunos casos por
convicción ideológica pero en otros muchos por temor a las represalias. Esta colaboración
no evitó las represalias, las destrucciones y las lacras propias de una Guerra Civil que
tuvieron un efecto negativo a nivel social y económico el cual la provincia solamente
comenzaría a superar a partir de la década de los cincuenta.
21
22
Fotografía 1: Manifestación falangista durante el año 1939 en la provincia de Valladolid.
Fuente: Edición especial de la publicación del Sindicato de Prensa y Artes Gráficas de
Valladolid.
Fotografía 2: Planos de la antigua casa del Pueblo de Nava del Rey incautada por la
Organización Sindical para rehabilitarla como su sede en la localidad (1937-9). Fuente:
Archivo Histórico Provincial de Valladolid.
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