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2004
Tesis presentada con el fin de cumplimentar con los requisitos finales para la obtención del título en Licenciatura de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires en Antropología
Las representaciones culturales en los cuentos del noroeste argentino
Justo, Silvana
Lorandi, Ana María
IFVLTAD d FLOSQFII y LETrS1
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Universidad de Buenos Aires Faculiad de Filosofia y Letras
Tesis de Licenciatura en Ciencias Antropológicas
Las representaciones, culturales
en los cuentos del noroeste argentino
Silvana Justo
jr IÇ4CULTÁD DE FELOSOFL4. Y;IZtRA
cçi .dE:*j1j2g Directora: Dra. Ana María Lorndi
-2004-
-r-s io-3
Introducción
1- Presentación del tema.
El tema general de este trabajo son los cuentos popuiares. Estos tienen su origen en
la tradición oral; sonnarraciones que circulan entre los grupos y que representan, de alguna
manera, ciertas formas de pensar.
Dado que los cuentos populares constituyen un dominio de estudio demasiado
amplio, en este trabajo trataré particulannente los cuentos populares del noroeste argentino,
recopilados en distintos momentos históricos: la década de 1920, de 1950 y de 1970. He
llevado a cabo un relevamiento de los cuentos populares del noroeste argentino que han
sido así recopilados, para poder compararlos, analizarlos y construir el problema de
investigación, que consiste en una relación adecuada entre determinados elementos.
Fruto de ese análisis inicial, he constatado que la variedad de cuentos existente, a
pesar de la delimitación 'regional e histórica propuesta, continúa siendo excesiva. Por ello
me resultó necesario acotar más el objeto y tomar aquellos cuentos que pueden ser ubicados
dentro de una subcategoría relativamente bien definida. He elegido, por su riqueza, los
cuentos maravillosos, que se caracterizan por el abundante entrecruzamiento de elementos
naturales y sobrenaturales (sean o no éstos el motivo central de los relatos).
Como se verá más adelante, estos cuentos tienen varias características salientes,
entre las cuales caben destacarse dos. En primer lugar, muchos de los motivos que aparecen
en los cuentos maravillosos del noroeste argentino son muy antiguos y varios de sus
elementos se reproducen en épocas y lugares remotos a lo largo y ancho del planeta.
En segundo lugar, muchos de los cuentos considerados han permanecido sin sufrir
modificaciones a lo largo del tiempo. Esta estabilidad se manifiesta tanto en los elementos
temáticos (motivos de los cuentos) como en la estructura narrativa.
En mi opinión ambas características requieren una explicación teórica. Aunque la
explicación sea provisoria, la considero en este caso necesaria o provechosa, ya que dichas
características consisten en regularidades en un campo donde su existencia no es obvia. En
un contexto específico como el que me propongo estudiar, cuando no existen razones
evidentes para esperar la existencia de regularidades sistemáticas, la ausencia de éstas no
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r?51,5 1 p -
requeriría mayor elucidación teórica inmediata: un estudio descriptivo podría ser suficiente.
Si en cambio se observan regularidades sistemáticas, en virtud de su carácter relativamente
inesperado, una explicación teórica es necesaria.
La primera característica señalada, la reedición de motivos narrativos de otros
tiempos y lugares, no suscitaría sorpresa al considerar algunos de los temas recurrentes,
tales como cf amor —presente en la casi totalidad de los cuentos estudiados-, cuyo carácter
universal es dificil de negar. Pero la recurrencia de otros motivos —incluyendo muchos de
carácter fantástico—, y en consecuencia el interés popular que en ellos así se manifiesta,
escapa a uiia explicación trivial. En algunos casos, la explicación podría ser histórica. En
otros, me parece, un nivel de explicación complementario al histórico sería necesario. La
universalidad de los ternas y la descontextualización cultural que manifiestan es sin duda su
carácter más sorprendente. Porque es sorprendente que sus relatares hayan obviado que los
ternas y personajes no se ajustan a ninguna tradición local conocida y esto exige un análisis
que excede cualquier consideración de tiempos y espacios específicos.
La segunda característica, la llamativa estabilidad temática y narrativa de los
cuentos que son nuestro objeto de estudio, parece requerir aun más fuertemente la inclusión
de un nivel explicativo que complemente al histórico. En efecto, hay algunos motivos
temáticos que persisten a pesar de cambios en las circunstancias históricas. Además, la
estabilidad manifiesta en la estructura narrativa, en la "forma" de los cuentos (más allá de
su contenido temático), también parece necesitar la consideración adicional de factores no
históricos.
La estabilidad, tanto de los motivos como de la estructura narrativa de los cuentos
maravillosos aquí considerados, a mi criterio es tanto más sorprendente si tenemos en
cuenta la cantidad de elementos que han sido importados, y por lo tanto incorporados a un
imaginario extraño al del nativo. Los cuentos maravillosos que fueron recogidos en el
noroeste argentino parecen reproducir la realidad europea medieval, y muchos de ellos,
además, son variaciones o variantes de cuentos muy antiguos que han circulado y circulan
por diversas culturas y sociedades. Como si la de los cuentos maravillosos constituyera una
realidad extemporánea al lugar en el que han tenido lugar los distintos relatos. La observada
repetición de elementos -muchos de los cuales son importados- en los cuentos recogidos en
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distintos momentos históricos en el noroeste argentino, derivó en la formulación de
distintas preguntas que fueron guiando el curso de esta investigación.
Los cuentos maravillosos del noroeste argentino, como casi todos los cuentos de
este tipo, son historias de amor en las que siempre tienen lugar situaciones de peligro.
Independientemente de lo que se considere o no peligroso —y de la suerte que corren los
enamorados-, los elementos que componen estos cuentos podrían ubicarse en dos categorías
de análisis bien definidas: lo universal y lo particular. Lo universal sería lo que aparece en
todos los cuentos populares recogidos en distintas sociedades; lo particular equivaldría a lo
que se ajusta a la realidad local. En el primero podríamos mencionar la distinción entre la
bondad y la maldad, la figura de la bruja, el rey y el motivo de la envidia, por ejemplo; en
el segundo la del hilado junto con la del pastor, existentes aun en las relaciones cotidianas
de los habitantes del noroeste argentino.
¿Pero qué se cuenta, cuáles son los personajes de la historia y qué relaciones
establecen entre ellos en los cuentos maravillosos del noroeste argentino, recogidos en
diversos períodos históricos?, ¿qué analogías pueden establecerse con los cuentos recogidos
en otras partes del mundo?, ¿qué es lo que se mantiene constante y lo que se diluye sin
dejar rastros?, ¿en qué sentido se fueron modificando las historias relatadas?, ¿cuáles son
los elementos importados? El intento de aproximación a las respuestas pennitiría la
formulación del problema antropológico.
En este caso, el problema de investigación es el siguiente: los cuentos populares de
tipo maravilloso del noroeste argentino consisten en una combinación de elementos, varios
de los cuales son importados y algunos otros son locales, que pese al paso del tiempo
permanecen relativamente estables, tanto a nivel de motivos —o contenido- como de
estructura —o forma- narrativa. Es esta estabilidad, a mi criterio, la que debe ser explicada.
¿A qué se debe que algunos motivos tengan más difusión que otros?, ¿por qué la gente los
adopta para componer la historia relatada?, ¿qué narran los cuentos y de qué manera lo
hacen?, ¿qué representaciones resultan más atractivas por apárecer plasmadas en los
relatos?, ¿cómo cuentan las historias los relatores? Las respuestas a tales preguntas
permitirían la formulación de alguna hipótesis antropológica general y no trivial acerca de
los sistemas de creencias y la circulación —o comunicación.
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Objetivos generales:
E] Analizar teóricamente la observada estabilidad de motivos y estructura narrativa de
los cuentos maravillosos del noroeste argentino.
E] Dar cuenta del fenómeno: explicarlo.
Objetivos específicos:
11 Dar cuenta de los motivos que aparecen en esos cuentos populares en los distintos
momentos históricos para poder compararlos y analizarlos, y con ello dar cuenta de
las rupturas y continuidades.
E] Distinguir los elementos locales de los importados para intentar determinar sus
orígenes.
E] Promover la discusión de ciertos conceptos antropológicos como el de cultura y
sobre todo el de cultura popular. También la que compete al debate entre lo
universal y lo particular.
II- Justificación y enfoque metodológico.
Lo que nos interesa en este trabajo es poder dar cuenta y fundamentar la observada
estabilidad en los motivos y en la estructura narrativa de los cuentos populares de tipo
maravilloso del noroeste argentino, a partir de un estudio comparativo de los cuentos que
fueron recogidos en distintas coyunturas históricas: décadas de1920, 1950 y 1970, Elijo los
cuentos que fueron recogidos en el noroeste dada la numerosa cantidad de cuentos que han
sido recopilados en aquella zona, a diferencia de otras regiones. Y tomo ese período de
tiempo por varias razones: en primer lugar, porque ese lapso de tiempo es suficiente para la
percepción de la evolución de varios de los acontecimientos sociales, que pueden sér
relacionados con la de los relatos; en segundo lugar, porque el registro más antiguo al que
tenemos acceso es la Encuesta Nacional de Magisterio realizada en 1921, motivo por el
cual no podemos ir más atrás en el tiempo, y en tercer lugar porque son muy numerosos los
cuentos que han sido recogidos en esas décadas, enriqueciéndose con ello el análisis
- comparativo.
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Los cuentos populares de tipo maravilloso que comparo fueron recogidos en las
provincias de Jujuy, Salta, Catamarca y Tucumán en distintos momentos históricos del
siglo XX. La mayoría de los cuentos fueron recogidos en zonas rurales; sólo unos pocos
fueron narrados en ciudades, por lo general capitales de provincia.
El enfoque comparativo, en relación a otros enfoques, tiene la ventaja de posibilitar
el establecimiento de las rupturas y las continuidades que aparecen en esos cuentos
populares, y con ello es posible evidenciar las similitudes y las diferencias en tanto
instancia previa a la formulación de hipótesis antropológicas; a la vez permite el
establecimiento de relaciones luego de haber cotejado los datos, complejizándose con ello
nuestra mirada sobre esa realidad.
El análisis de los cuentos populares nos posibilita acceder a las representaciones
culturales que tuvieron lugar en el noroeste argentino, y la observación de la estabilidad
mencionada resulta paradigmática, al menos desde la perspectiva teórica que defenderemos
en este trabajo. Aquí consideraremos que la cultura está hecha, sobre todo, de ideas
contagiosas. Analizaremos, entonces, las ideas que aparecen en los cuentos maravillosos
del noroeste argentino. Pero el análisis teórico propuesto se topa, indefectiblemente, con los
límites que impone el problema nietodológico.
Esta investigación está basada en recopilaciones de los cuentos realizadas de
distintas maneras. Los cuentos de la década de 1920 son reconstrucciones de
reconstrucciones: fueron narrados por maestros que entrevistaban a los habitantes del lugar,
quienes relataban las historias en forma de cuentos; por eso en ellos encontramos los estilos
personales de los docentes y no de los habitantes del noroeste, perdiendo de este modo el
análisis justamente gran parte de su riqueza: el sujeto anónimo y rural aparece, en
consecuencia, desplazado.
Los cuentos de las décadas de 1950 y 1970 fueron recogidos, en cambio, por una.
especialista en la materia (Berta Vidal de Battini).; sus transcripciones respetan la semántica
y la sintaxis utilizadas por los relatores, permitiendo una mayor aproxñ ación- al sujeto, a
diferencia del modo de recolección de los cuentos que podemos encontrarn- la Encuesta
Nacional de Magisterio realizada en 1921, por orden de Ricardo Rojas.
Pero ambos modos de recolección, si bien son diferentes, comparten una
característica: la reproducción de los cuentos maravillosos no está acompañada de un
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análisis del contexto en los que fueron narrados. Esto, por supuesto, acarrea problemas para
la práctica antropológica, más atenta ahora a los límites impuestos por el obstáculo
metodológico. Estas fuentes adolecen la carencia del comentario descriptivo que permitiría
generar el conocimiento del contexto en el que aparecen los relatos, del que necesariamente
se vale la ciencia antropológica para realizar sus estudios sobre la cultura. Vida! de Battini
se preocupó por los aspectos literarios de los relatos y dejó de lado cua!quier tipo de
análisis antropológico o etnográfico. Al menos, en la publicación no se encuentra una
problematización de por qué esos cuentos, tan universales, fueron asumidos por una
población que parece haber sido tan ajena a las representaciones que aparecen en los
relatos. Se trata sin duda de una apropiación de un imaginario extraño a la sociedad que los
transmite, y que sin embargo parece haber tenido una vigencia que resulta, cuanto menos,
sorprendente. Si tenemos en cuenta que toda cultura es en sí un proceso de creación y de
simbolización, para adoptar los criterios de Geertz, es lamentable qtie este fenómeno no
haya sido acompañado por una indagación- que nos oriente sobre las explicaciones y . / o
interpretaciones que los portadores de los cuentos hubieran podido ofrecer sobre ellos.
Así, el presente trabajo sólo puede dar cuenta de la estabilidad en los motivos y en
la estructura narrativa de los cuentos maravillosos del noroeste argentino, posibilitando la
construcción de hipótesis generales y por lo tanto haciendo un aporte interesante a!
conocimiento. Sin embargo, en un punto —y no menos importante- resulta incompleto: el
sujeto portador de representaciones culturales no da cuenta de sus propias interpretaciones,
de por qué le atrajeron ciertas representaciones y de cómo se apropió de las ideas que
aparecen plasmadas en los cuentos populares de tipo maravilloso. Esto constituye un límite
fundamental para nuestro conocimiento sobre una cultura determinada, un límite
esencialmente metodológico, pero también teórico porque nos impide profundizar en una
auténtica investigación antropológica, si por ella. entendemos la. realizada, a partir del
trabajo de campo tradicional, con observación participante. Para completar el análisis sería
necesaria la investigación de campo, la investigación etnográfica, imposible- de realizar
porque en esta investigación los datos fueron construidos a partir- dei análisis - de fuentes,
carentes ellas mismas del comentario descriptivo del contexto en el que fueron recogidos
los relatos.
Se podría sostener, entonces, que no podemos entender la cultura sólo con eJ /
análisis de cuentos. Pero sí podemos fonnular, a partir de dicho análisis, algunas hipótesis
acerca de la naturaleza de ciertas representaciones culturales, y de cuál es el motivo por el
cual algunas ideas contagian más que otras. La sociedad del noroeste argentino aparece,
entonces, corno portadora de un fenómeno de contagio. ¿Pero cómo y por qué se produjo
ese contagio? Si bien no tenemos la respuesta, sabemos que sin un proceso de
europeización no hubiera podido darse.
III- Síntesis de la investigación.
El presente trabajo consta de tres partes. En la Primera Parte se desarrollarán los
aspectos más generales en los que se inscribe el tema específico, se presentarán las
perspectivas teóricas elegidas para tratar el tema (cuya relevancia se hará manifiesta en la
Tercera Parte), y se examinarán brevemente enfoques alternativos y complementarios.
Primero se presentarán, a grandes rasgos, los dos modelos básicos en ciencias humanas y
los tipos de explicación que desarrolla la antropología, para poder justificar qué enfoque
elegí y cuál es el que considero más apropiado para el desarrollo de este trabajo. En
segundo lugar, me referiré a los cuentos populares en tanto objeto de estudio: lo que puede
ser estudiado a partir de los cuentos, la posibilidad de hacer una "historia de las
mentalidades" y de aproximación a la cultura y a ls representaciones culturales a partir del
análisis de los cuentos populares; pero también a los límites de tal objeto, como son el
problema de la representación y de la demarcación de la cultura popular. También me
referiré a las características de los cuentos populares, relevantes en la explicación de la
estabilidad: el anonimato y la oralidad. Por último, tratará de fundamentar la importancia de
los estudios centrados en los procesos comunicativos para dar cuenta de los fenómenos
culturales. En esta sección tarnbin se presentarán las posiciones teóricas de distintos
autores cuyos trabajos pueden circunscribirse en el terreno de la comuricación.
La sección descriptiva está concentrada en la Segunda Parte, donde ejemplifico y
desarrollo los cuentos, su contexto y sus características. En primer lugar, entonces,
delimitará el objeto de estudio, que consiste en los cuentos de tipo maravilloso del noroeste
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argentino; para ello distinguirá los cuentos populares de los mitos y las leyendas, para
aclarar el significado de cada uno de los términos y propiciar, eventualmente,
investigaciones futuras. En segundo lugar, daré cuenta de los motivos que con mayor
frecuencia aparecen en los cuentos maravillosos del noroeste argentino recogidos en los
distintos períodos históricos anteriormente referidos.
En la Tercera Parte, de carácter teórico, retomo la perspectiva elegida en la primera,
desarrollando con mayor profundidad los aspectos de ésta que considero más relevantes
para el trabajo. El objetivo de esta parte es el de proponer una explicación tentativa de las
señaladas características de los cuentos, aplicando el modelo de la "epidemiología de las
representaciones".
Anexo, para ilustrar la estabilidad en los motivos y en la estructura narrativa
observada en los cuentos del noroeste argentino, distintas versiones de un cuento muy
popular y por ende preferido por la gente (dada la cantidad de variantes que fueron
recopiladas), recogidas en distintos mnentos históricos entre los habitantes de la zona.
Resulta llamativa la similitud entre las variantes de este cuento que lleva por nombre "La
Palomita", tanto a nivel de contenido como de forma narrativa. Sorprende también la
vigencia que tienen varias representaciones que provienen de otras tradiciones culturales.
Y, por supuesto, la riqueza de los acontecimientos que, encadenados, componen la historia
relatada.
Primera Parte
Dos modelos básicos en ciencias sociales
En las ciencias humanas existe un supuesto muy difundido, que probablemente es
también compartido por la mayoría de los antropólogos. Dicho supuesto, muchas veces
dado por sentado implícitamente por los autores, concierne la relación entre la mente
humana y la cultura donde está inmersa, así como sus influencias mutuas. Básicamente, se
trata de un modelo de cariz empirista que sostiene que la cultura moldea la mente de los
individuos, y que esta última, por estar virtualmente abierta a ser fonnada en cualquier
dirección y no imponer casi ninguna restricción por su lado, podría ser descripta, siguiendo
la metáfora de Locke, como una tabula rasa. La mente de los individuos estaría
masivamente preformada por la cultura en que están ijiinersós y más allá de la cultura no
existiría ninguna naturaleza humana espçcífica.
Se trata de un enfoque tan difundido que cabe considerarlo como clásico -Cosmides
y Tooby (1992), proponen llamarlo "el Modelo Stándard en Ciencias Humanas"-, a pesar de
tener implicaciones discutibles tanto por su costado antropológico como también el
psicológico. Desde un punto de vista psicológico, la idea de este enfoque es que la mente
humana consiste en. una especie de mecanismo general de aprendizaje que, como una
esponja, le posibilita asimilar todo tipo de contenido, el cual es proporcionado por la
cultura. Por el costado antropológico, la principal consecuencia teórica de este modelo es la
de desvincular radicalmente la cultura de todas las propiedades psicológicas de la mente
humana, que quedan automáticamente dejadas de lado corno irrelevantes para los estudios
culturales y, en consecuencia, la de entender la cultura como algo más o menos
contingente. Otra consecuencia teórica importante, derivada de la. primera, es la del
relativismo cultural, ya que se estaría afirmando que las características de los grupos
humanos dependen de la cultura, y que la cultura es algo que puede variar radicalmente. Y
una consecuencia en la práctica: lleva a los investigadores a interpretar los datos poniendo.
un excesivo énfasis en las diferencias entre los grupos humanos, dejando del lado o
subestimando las similitudes.
En este trabajo me apoyará en un enfoque alternativo, característico de la
antropología cognitiva (defendido especialmente por Dan Sperber, Cosinides y Tooby),
que niega el supuesto subyacente al "modelo stándard en ciencias humanas", al subrayar el
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rol determinante de algunas propiedades biológicas - psicológicas y universales (de la
especie humana) en los fenómenos culturales.
Este enfoque —al que adhiero- considera que sí existe una naturaleza humana
específica, proponiendo una concepción "modular" de la mente humana. Largamente
inspirado en los trabajos de Chomsky y Fodor, ve la mente como un conjunto de sistemas
de procesamiento de la información relativamente independientes (módulos). Cada uno de
estos módulos se desarrolla ontogenéticamente, segi.'in un patrón particular, guiado por un
mecanismo de aprendizaje especializado para su función. Ese mecanismo de aprendizaje
responde a una predisposición o facilitación de origen biológico, filogenético. Su
funcionamiento puede ser facilitado, desencadenado, o depurado por la cultura -los
patrones de experiencias que los congéneres y las instituciones proporcionan a los
individuos (Cosmides, L & Tooby, J, 1992)-, pero lo esencial (el mecanismo de
aprendizaje) pertenece al genoma. El ejemplo paradigmático y más famoso es el lenguaje:
según Chomsky, las lenguas se aprenden, pero la capacidad humana del lenguaje; su
mecanismo de aprendizaje específico (el sistema de reglas abstractas que rigen su
adquisición y funcionamiento) es innato.
Detrás del trasfondo de variaciones culturales (cuya existencia es innegable),
pueden también detectarse en todas las culturas fuertes predisposiciones cognitivas,
aparentemente unjversales, que llevan a los individuos a aprender algunos dominios (por
ejemplo el lenguaje) de maneras características. Las predisposiciones cognitivas también se
manifiestan en la manera en que está estructurada la memoria, la organización conceptual
básica en ciertos dominios (los principios de clasificación zoológica, por ejemplo) y hasta
la manera de razonar en ciertas áreas especiales del conocimiento -la aplicación de
principios básicos de cuantificación, o la aplicación de intuiciones relativas al
desplazaniiento de los objetos, por ejemplo.
Propongo, entonces, concebir a la antropología estrechamente ligada a la biología y
a la psicología. Porque la cultura, aunque existe objetivamente por si misma, es también
una construcción de nuestras sensaciones, percepciones, recuerdos y capacidades. Las
manifestaciones culturales no están exhaustivamente determinadas, pero sí condicionadas
por ciertos acontecimientos que tienen lugar y se desarrollan en el cerebro (Schrdinger:
1990).
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Cómo explicar las representaciones culturales
La palabra "explicar" puede ser entendida en dos sentidos. En un primer sentido
explicar una representación cultural, por ejemplo un texto sagrado, es volverla inteligible,
es decir, interpretarla, tal como sostendría por ejemplo Geertz. En otro sentido, el que
siguiendo a Sperber considero pertinente, explicar una representación cultural es mostrar
cómo ella es el efecto de mecanismos relativamente generales obrando en una situación
particular (Sperber: 1996).
Simplificando mucho, pueden distinguirse cuatro tipos de explicación en
antropología. Tres tipos de explicación son familiares: las explicaciones funcionalistas, las
explicaciones estructuralistas y las generalizaciones interpretativas. El cuarto tipo de
explicación es el que, siguiendo a Sperber, se lo conoce bajo el nombre de "epidemiología
de las representaciones". Se trata de un modelo que ha cobrado fuerza en los últimos
tiempos y se circunscribe en el terreno de la antropología cognitiva. Propone una
concepción naturalista de la cultura e intenta explicar los fenómenos culturales en virtud de
la combinación de factores psicológicos universales y factores ecológicos o que dependen
del contexto. Según esta perspectiva la cultura está hecha de ideas contagiosas, motivo por
el cual pretende explicar por .qué algunas ideas se propagan más que otras. A este modelo
adhiero en el presente trabajo. Estos tipos de explicación forman parte de las diferentes
maneras de concebir y con ello practicar, en particular, la antropología. A continuación inc
referirá brevemente a cada uno de ellos.
Las explicaciones funcionalistas
La antropología funcionalista se desenvuelve en el contexto colonial iniciado a fuies
del siglo XIX y en general los investigadores la acusan de contribuir con el imperialismo
británico, aportando los datos a partir de los cuales sería posible el sometimiento de las
sociedádes. El funcionalismo no considera al individuo promotor del cambio social; su
objetivo es conocer la estructura del tejido social y la función de las instituciones,
interesándose en el pasado de las sociedades pero sólo en la "corta duración". Como
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sostienen Ana María Lorandi y Mercedes del Río: "Al colocar el acento en la institución
como un molde coercitivo y supraindividual, e/funcional/sino de raíz durkheimiana, tanto
como la Antropología cultural norteamericana, ignoran al individuo como sujeto histórico
y, por lo tanto, lo consideran incapaz de tomar decisiones que modifiquen el molde cultural
y social en el que está inserto" (1992, pág. 11).
Según Malinowski, la cultura es una realidad sui generis y debe ser estudiada como
tal: es una unidad bien organizada que se divide en dos aspectos fundamentales: una masa
de artefactos y un sistema de costumbres. Las unidades componentes de la cultura son los
sistemas organizados de actividades humanas llamados instituciones, y cada institución se
centra alrededor de una necesidad fundamental que une a un grupo de personas con un
cuerpo especial de doctrinas; además, cada institución se basa en un sustrato de material de
medio ambiente compartido y de aparato cultural. La identidad cultural se sitúa dentro del
contexto cultural de una institución (Malinowski: 1986).
El funcionalismo malinowskiano asemejaba a la sociedad con el organismo, y cada
una de las instituciones tenía una función específica, así como los órganos del cuerpo
humano. La finalidad de la antropología, en tanto disciplina científica, era el
establecimiento de las leyes de los fenómenos culturales, el vislumbramiento de las reglas y
normas de la vida tribal. En palabras de Malinowski: "(.) el ideal primordial y básico del
trabajo etnográfico de campo es dar un esquema claro y coherente de la estructura social y
destacai de entre el cúmulo de hechos irrelevantes, las leyes y normas que todo fenómeno
cultural con//eva (.). Al mismo tiempo (.) la cultura tribal debe ser e/foco de interés de
la investigación. La estructura, la ley y el orden, que se han revelado en cada aspecto, se
aúnan también en un conjunto coherente" (1986, pág. 140). La meta del trabajo de campo
era llegar a captar el punto de vista del indígena, comprender su visión. Tal vez sea la
importancia que el autor le dio al registro de los imponderables de la vida real lo más
destacable del pensamiento malinowskiano, ya que tales imponderables serían algo así
como las normas hechas carne, las reglas sociales en uso. Y con esto se estaría
privilegiando la concepción de que el comportamiento está basado en regias precisas En
una palabra, para entender la cultura hay que desentrañar las nonnas en las que se basa.
u
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Las explicaciones estructiirallstas
Las explicaciones estructuralistas apuntan a mostrar que la extrema diversidad de
representaciones culturales se retrotrae a variaciones sobre un pequeño número de ternas
subyacentes, o bien es el efecto de una combinatoria actuando sobre un repertorio finito de
elementos, o es el producto de transformaciones operando sobre estructuras subyacentes
simples.
Los análisis estructurales parten siempre de generalizaciones interpretativas pero
apuntan más lejos (Sperber: 1996). Las generalizaciones interpretativas corno raíz del
análisis estructural son manifiestas en la obra de uno de los padres fundadores de este tipo
de análisis, Georges .Durnézil. Dumézil ha intentado mostrar que los mitos y ritos de los
indoeuropeos son variaciones sobre un mismo esquema fundamental: una tripartición de la
vida social en tres "funciones": la soberanía, la guerra y la producción (Dumézil, 1970).
Este esquema trifuncional constituye, por supuesto, una generalización interpretativa, pero
Durnézil lo ha explotado de una manera propiamente estructuralista: ha intentado mostrar
cómo este esquema conoce diferentes desarrollos estructurales según el tipo de fenómeno
cultural que se trate y según la sociedad en la que se manifiesta (Sperber: 1996). Durnézil
asociaba análisis estructural y explicación histórica.
Lévi-Strauss (1986) ha extendido el campo del análisis estructural al considerar que
las diferencias sistemáticas no son menos importantes que las semejanzas. Ha sostenido, en
particular, que un mito puede derivar de otro mito no solamente imitándolo, sino también
invirtiendo sistemáticamente algunos de sus rasgos. Se descubre así, entre las
representaciones, una red de correspondencias que no se limitan a la semejanza:
correspondéncias entre representaciones del mismo tipo, por ejemplo entre mitos, o entre
diferentes tipos de representaciones, por ejemplo entre mitos y ritos.
Lévi-Strauss articula el análisis estructural con una forma de explicación genética de
carácter psicológico. Las estructuras descubiertas por medio del análisis estructural son
consideradas como el producto de una mente humana inclinada a acuñar estructuras
abstractas a partir de la experiencia concreta y a explorar las variaciones a las cuales éstas
se prestan. Las transformaciones progresivas de un mito de un grupo a otro pueden volverlo
ineconocible, pero el carácter sistemático de sus transformaciones permitiría al análisis
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estructural poner en evidencia las estructuras subyacentes comunes que, a fin de cuentas,
serían las estructuras de la mente humana. (Sperber: 1996).
El estructuralismo lévi-straussiano parte de la idea de que a pesar de la diversidad
en las manifestaciones humanas hay una univérsalidad de lo humano; toma por objeto
aquello que presenta un carácter de sistema (conjunto constituido por una serie de
elementos; la modificación en alguno de ellos tiene como consecuencia la modificación de
los demás), y su objetivo está orientado hacia la construcción de modelos "que siinplfican
la realidad en virtud de pares de oposiciones" (Lorandi-del Río: 1992). Se trata de una
escuela de carácter sincrónico.
Generalizaciones interpretativas
Este tipo de explicación corresponde a la posición segm la cual la mejor manera de
llegar a hipótesis antropológicas consiste en partir de la interpretación de un fenómeno
particular en una cultura dada y generalizarla progresivamente a todos los fenómenos del
mismo tipo en todas las culturas, teniendo en cuenta datos diversos. El mayor representante
de este enfoque es Clifford Geertz.
Clifford Geertz (1987) propone un concepto de cultura semiótico: el hombre está
inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, y la cultura es esa urdimbre; por
eso su análisis es una ciencia interpretativa en busca de significaciones. El trabajo del
antropólogo consiste en hacer una descripción densa, porque el etnógrafo encara una
multiplicidad de estructuras conceptuales complejas, muchas de las cuales aparecen
entrelazadas o superpuestas, y deben primero ser captadas y luego explicadas.
Clifford Geertz, atraído por la hermenéutica de Dilthey y por la semiótica moderna,
considera que la cultura está siempre en relación a su contexto y que la misma puede ser
tornada como texto; y si la acción humana es tomada como texto, hay que entender el
sentido de los signos en relación con un sistema de lenguaje.
La perspectiva geertziana le otorga una importancia crucial a la signfficación.
Considera que la finalidad de la antropología, en tanto ciencia interpretativa, es llegar a
captar el punto de vista del nativo, es decir su ideología, que encuentra su manifestación en
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el discurso; y que como cualquier otra ciencia aspira a un conocimiento general y objetivo.
Desde esta perspectiva, la antropología social es análoga a la etnografia (Geertz: 1989).
Los modelos epidemniológicos
El modelo propuesto por Sperber (1996), llamado "epidemiología de las
representaciones", tiene corno principal característica la de reformular las preguntas que
son típicas de la antropología en términos de representaciones. Las representaciones, en
tanto que entidades teóricas, no son propias de la antropología: pertenecen también al
campo de la filosofia, y sobre todo de la psicología cognitiva, donde tienen un rol central.
Esto sugiere que un nexo entre la psicología y la antropología es posible, y tal vez
necesario. La teoría de Sperber tiene la virtud justamente de establecer dicho nexo,
explotando el concepto de representación cultural.
Las representaciones mentales son el basamento sobre el cual se apoyan todos los
demás tipos de representaciones, que heredan de ellas su significado. Las representaciones
públicas, en particular, tales como las palabras de una lengua o los cuentos, leyendas,
mitos, etc., tienen los significados que tienen en virtud de las representaciones mentales a
las que van asociados (Sperber: 1988).
Lo que nos interesa aquí son las representaciones culturales. Según Sperber,
podemos llamar "culturales" a las representaciones que son amplia y durabiemente
distribuidas en un grupo social. Llamaremos "culturales" a aquellas representaciones que
son lo suficientemente distribuidas como para ser compartidas por virtualmente la totalidad
de poblaciones o grupos (Sperber: 1996).
Explicar el carácter cultural de ciertas representaciones (la tarea del antropólogo
cognitivo, según Sperber) es responder a la pregunta siguiente: ¿por qué esas
representaciones son más "contagiosas " y más exitosas que otras en una población dada?
Responder esta pregunta requiere una epidemiología de las representaciones.
¿Cuáles son los factores que provocan que un individuo exprese una representación
mental bajo la forma de una representación pública?, ¿cuál es la representación mental que
el destinatario de la representación pública construirá en consecuencia?, ¿qué
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transfonnaciones entraña este proceso de comunicación?, ¿qué factores y condiciones
vuelven probable la comunicación repetida de ciertas representaciones?, ¿qué propiedades,
generales o propias a un contexto en particular, poseen las representaciones capaces de
guardar un contenido relativamente estable durante este proceso de comunicación repetida?
Para responder a estas preguntas, corno a todas las preguntas antropológicas, no
podernos evitar servirnos de algunas interpretaciones corno datos. Pero al menos las
interpretaciones sobre las que este enfoque se apoya son del mismo tipo que aquellas de las
cuales nos servirnos todo el tiempo en nuestras interacciones cotidianas (la capacidad
interpretativa básica, también a veces llamada "psicología intuitiva" o "psicología de
sentido común").
Me apoyaré en este enfoque para el desarrollo de esta investigación, que tiene por
finalidad la consideración concreta de cuentos populares de tipo maravilloso del noroeste
argentino.
Las ideas se transmiten y propagan y muchas de ellas aparecen plasmadas en los
cuentos populares. Es llamativo que en los cuentos aparezcan muy frecuentemente ciertos
elementos provenientes de épocas y lugares remotos. Esto podría estar indicando que
algunas representaciones son más contagiosas que otras y que por eso son adoptadas en
tantas comunidades. A partir de los cuentos debería ser posible acceder a las
representaciones culturales y hacer una historia de las mentalidades.
Explicar la cultura es explicar por qué y cómo las ideas son contagiosas. De este
modo el análisis de cuentos nos permite, además, introducirnos en discusiones acerca de lo
que se entiende por cultura y por cultura popular, y pensar los fenómenos culturales en
ténninos dinámicos en los que participan distintos sectores sociales. En este trabajo
importan, sobre todo, los sistemas de comunicación.
Los cuentos populares como objeto de estudio
Los antropólogos, para estudiar la cultura, pueden acampar con los nativos para
observar los comportamientos y aproxirnarse así a la comprensión de sus estilos de vida.
También pueden participar activamente en la vida de los otros para reparar en la relación
17
que se establece entre los participantes de la situación (incluido el investigador). Pueden
también analizar las producciones sociales para tratar de formular hipótesis generales y no
triviales. Una de las producciones culturales son los cuentos.
Los cuentos dicen algo sobre el mundo porque en ellos se plasman cosmovisiones.
En ellos pueden encontrarse distintas maneras de concebir el mundo y distintos elementos
que se fueron transmitiendo hasta penetrar en distintas tradiciones culturales. A través de
ellos debería ser posible, según algunos investigadores, hacer una historia de las
mentalidades. Tal la tarea que Robert Darnton le atribuye al historiador etnográfico.
Darnton (1994) sostiene que el historiador etnográfico estudia la manera corno la
gente común entiende el inundo; intenta investigar su cosmología, mostrar cómo la gente
organiza la realidad en su mente y cómo la expresa en su conducta. El autor parte de la idea
de que la gente, en lugar de formular proposiciones lógicas, piensa utilizando las cosas y
todo lo que su cultura le ofrece, como los cuentos y las ceremonias. Y sostiene que
"debería ser posible que el historiador descubriera la dimensión social del pensamiento y
que entendiera el sentido de los documentos relacionándolos con el mundo circundante de
los signficados, pasando del texto al contexto, y regresar de nuevo a éste hasta lograr
encontrar una ruta en un mundo mental extraño" (1994, pág. 13).
Son varios los autores que se refieren a la dimensión social del pensamiento. Uno de
ellos, muy influyente en otros pensadores, es Bajtín, quien pretende rescatar las distintas
voces que interactúan en lo constitutivo de lo social.
Bajt-mn sostiene que el lenguaje es una actividad social, porque la conciencia
individual se nutre de signos creados en interrelación social: "la conciencia adquiere forma
y existencia en el material de los signos creados por un grupo organizado durante el
proceso de su interrelación social. La conciencia individual se nutre de signos; su
crecimiento se deriva de ellos; ella refleja su lógica y sus leyes" (en Williams, R.: 1980,
pág. 49).
Desde la perspectiva bajtiniana el lenguaje no refleja la realidad sino que ella es
captada a través de aquel: el lenguaje es una experiencia social. El lenguaje es un sistema
de signos, y el signo es la fusión de un elemento formal y un significado capaz de
modificarse. Además, el signo es capaz de ser internalizado, con lo cual existiría un signo
material y un signo interior: organismo y mundo se encuentran en el signo. En este sentido,
18
la psique interior debe entenderse como signo. Lo cual remite al contexto interno, que en
última instancia es social: es de carácter ideológico, histórico, condicionado por factores
sociológicos. La ideología, de este modo, es social: lleva el sello de la individualidad de su
creador, pero esta individualidad, al no poder ser desligada de toda producción que se lleva
a cabo en sociedad, es social. Así, en el organismo la psique representa lo social que
penetra en el individuo biológico. De esta manera las representaciones mentales, al estar
basadas en el conocimiento compartido, son más o menos culturales (Sperber: 1996). Lo
que interesa en este trabajo es, justamente, la recuperación de lo que elige contar la gente y
el proceso de comunicación.
Los antropólogos relacionan los relatos con el arte de narrar los cuentos y con el
contexto en el que esto se realiza. Observan cómo un narrador adapta para sus oyentes un
tema heredado, con el objeto de que la especificidad del tiempo y del lugar se muestre
mediante la universalidad de los lugares comunes. No esperan encontrar comentarios
sociales directos ni alegorías metafisicas, sino que observan el tono del discurso o un estilo
cultural, que comunica un etlios particular y una visión del mundo.
Darnton considera que al analizar los cuentos se puede estudiar en su versión de
estructura, "señalando la manera corno está tramada la narración y la forma en que se
conbiiian los elementos, en lugar de centrarse en puntos sutiles de detalle" (1994, pág.
25). Luego se debe poder compararlos con otrós cuentos para trabajar con el conjunto de
los cuentos populares de una zona determinada, para distinguir características generales,
ternas repetidos y elementos de estilo y de tono predominantes. Eso es lo que haremos en
este trabajo.
Los cuentos desarrollan irarnas estandarizadas tornadas de temas convencionales,
recogidos en todas partes. Algunos motivos y elementos tienen más difusión que otros, y
por eso se repiten en muchas narraciones. Los cuentos populares del noroeste argentino
contienen muchos elementos importados de otras tradiciones culturales, aunque fueron
adaptados a un ambiente determinado. Es importada, por ejemplo, la representación de la
bruja; también la del liada, la del rey y la de la princesa: a ellas me referiré más adelante.
19
La ambición de Darnton es hacer una historia de las mentalidades. Para esto le
resulta apropiado el concepto de la cultura como lenguaje. Porque si la cultura es
idiomática, puede recuperarse. Según el autor, la finalidad del análisis de los cuentos es
ponernos en contacto con el mundo mental de la gente del pasado. Y la sugerencia que hace
el autor sobre la manera de hacer contacto en el análisis es buscar las partes oscuras de los
textos.
Cuando se trabaja con cuentos populares, es ineludible la inclusión en el análisis del
contexto en el que aparecen. El contexto se refiere no sólo al espacio fisico (discriminando,
por ejemplo, el campo de la ciudad) sino también a todo lo que rodea al narrador: su
condición social, el momento en el que narra la historia, la manera en que lo hace, la
importancia que le confiere a los instantes de sus relatos, las modificaciones personales que
en ellos aparecen. Un cuento es una historia, y la historia es una sucesión de
acontecimientos promovidos por un motor común: la intriga (Ricoeur: 1984). En suma,
cuando se trabaja con cuentos populares hay que tener en cuenta que se trata de narraciones
que están ligadas a sus contextos de actuación (Barnes: 1995). Y en la actuación misma
existen reglas que provienen de la tradición. Con esto nos introducimos en el concepto de
"matriz social del folklore" que promueven los enfoques más modernos sobre la materia,
que es el terreno en donde podría circunscribirse este trabajo. A ellos me referiré más
adelante, cuando trate la importancia de los estudios centrados en los procesos
comunicativos para dar cuenta de los fenómenos culturales.
La posibilidad de aproximación a la cultura y a la cultura popular
Lo interesante de trabajar con cuentos populares es tener la posibilidad de tratar con
narraciones anónimas que se fueron transmitiendo por vía oral a través del tiempo -a
diferencia de otros modos de transmisión como la lectura, que exige un tipo distinto de
actividad mental-, penetrando en distintos grupos humanos y transformándose a medida que
iban teniendo más difusión. Es tener la posibilidad de estudiar los sistemas de creencias y
su comunicación: organización del discurso y propagación de las representaciones
20
culturales —en tanto representaciones mentales difundidas, que atraviesan la red social-. De
esta manera, las representaciones culturales pueden ser estudiadas a partir de los cuentos.
Esto por un lado.
Por otro lado, también es interesante la dimensión politica que con el análisis de
ellos puede lograrse. Porque se trata de cultura popular: se trata de cuentos que circulan en
un ámbito distinto al de la cultura de élite o erudita, alejados de los centros de poder. Por
eso García Canclini considera que lo popular es lo excluído: los que no tienen patrimonio,
los artesanos que no llegan a ser artistas ni participar en el mercado de bienes simbólicos
"legítimos", los espectadores de los medios masivos. Como si se tratara de distintos campos
que se encuentran en tensión, para plantearlo en términos de Bourdieu.
García Canclini sostiene que la cultura es la producción de fenómenos que
contribuyen, mediante la representación o reelaboración simbólica de las estructuras
materiales, a comprender, reproducir o transformar el sistema social; es decir, todas las
prácticas e instituciones dedicadas a la administración, renovación y reestructuración del
sentido. Los procesos de representación o de reelaboración simbólica —es decir, los
procesos ideales- son referidos a las estructuras materiales, porque las prácticas e
instituciones que se ocupan de la cultura implican una cierta materialidad. Este autor
sostiene que "no hay producción de sentido que no esté insería en estructuras materiales"
(1984, pág. 42). En este sentido la cultura, además de representar las relaciones de
producción, contribuye a reproducirlas, transformarlas e inventar otras nuevas. He aquí la
dimensión política.
Lo que propone García Canclini es entender la cultura como proceso social de
producción Esto implica tornar en cuenta los procesos productivos materiales para inventar
algo, conocerlo o representarlo, porque la producción de cultura surge de las necesidades
globales de un sistema social y está determinada por él. Por último, estudiar la cultura
como producción supone considerar no sólo el acto de producir sino todos los pasos de un
proceso productivo: la producción, la circulación y la recepción: "(.) el análisis de una
cultura no puede centrarse en los objetos o bienes culturales; debe ocuparse del proceso
de producción y circulación social de los objetos y los significados que dferentes
receptores les atribuyen" (1984, pág. 48). Esto resulta particularmente interesante en este
trabajo, porque se le estaría confiriendo relevancia al proceso comunicativo (circulación
21
social cte los objetos y significados) en el análisis cultural. Analizar una cultura equivaldría,
así, a estudiar la propagación de las representaciones en la comunidad, representaciones
que, por otro lado, al igual que las instituciones tienen una cierta materialidad.
Junto con Gramsci y Rayrnond Williams —quien también concibe a la cultura en
términos de proceso social-, el autor mterpreta a la cultura como instnunento para la
reproducción social y la Jucha por la hegemonía. Esto porque los sistemas sociales, para.
subsistir, tienen que reproducir y reformular sus condiciones de producción, tal como
sostienen las comentes marxistas de pensamiento. Es la propiedad de los medios de
producción y la capacidad de apoderarse de todo excedente la base de toda hegemonía. El
poder cultural, que es necesario para sostener la hegemonía, cumple un papel importante
entre el poder económico y el poder represivo. "(.) e/poder cultural, al mismo tiempo que
reproduce la arbitrariedad sociocultural, inculca como necesaria y natural esa
arbitrariedad, oculta ese poder económico, favorece su ejercicio y perpetuación" (1984,
pág. 52).
La cultura, siguiendo con el autor, deberla abordarse simultáneamente en los tres
campos principales en que se manifiesta: los textos, las prácticas o relaciones sociales y la
organización del espacio. La hegemonía y contrahegeinonla son partes integrantes del
proceso cultural, y a través de esas. relaciones se produce la separación entre las clases
sociales. En particular, respecto de los patrones estéticos el autor manifiesta que "los
sectores dominantes controlabán exclusivamente los códigos del "buen gusto" consagrado
por ellos mismos, y esto ¡es servía como signo de distinción frente a la masficación
cultural. El arte para las masas y el folklore, a la vez que transmitían a las clases
populares tina concepción del mundo que legitimaba su opresión, reivindicaban sus
tradiciones y hábitos en un espacio dferenciado, donde la ignorancia de la "gran
cultura ", la incapacidad de comprenderla y disfrutarla, ratificaban el alejamiento entre el
pueblo y las élites" (1984, pág 75).
Todo esto se relaciona con el pensamiento de Bourdieu, quien intenta ver cómo un
capital cultural se transmite por medio de aparatos y engendra hábitos y prácticas
culturales. Los hábitos son sistemas de disposiciones, esquemas básicos de percepción,
comprensión y acción; son estructurados por las condiciones sociales y la posición de clase,
y estructurantes, en tanto generadores de prácticas y esquemas de apreciación y percepción.
22
El estilo de vida, según Bourdieu, es constituido mediante la unión de las dos capacidades
del hábito: la de ser estructurado y estructurar; además, el hábito hace que las prácticas de
un grupo sean sistemáticamente distintas que las constitutivas de otro estilo de vida. De los
hábitos surgen prácticas porque los sujetos que las intemalizaron están situados dentro de la
estructura de clases en posiciones que posibilitan que tales hábitos se actualicen.
Por otro lado, con respecto a lo que se entiende por cultura popular, García Canclini
prefiere referirse a culturas populares más que a cultura popular. Sostiene que las culturas
populares se configuran por un proceso de apropiación desigual de los bienes económicos y
culturales de una nación o etnia por parte de sus sectores subalternos, y como resultado de
una elaboración propia de sus condiciones de vida y una interacción conflictiva con los
sectores hegemónicos. Por este motivo, el autor propone entender a las culturas populares
en relación con los conflictos entre las clases sociales, "con las condiciones de explotación
en que esos sectores producen y consumen" (1984, pág 67).
Los cuentos populares remiten al pueblo, que aparece homologado a la masa
indifereiiciada y anónima que se encuentra excluída de la tenencia de los medios de
producción, colocándola en un lugar de subaltemidad en la lucha por la hegemonía.
Pero la hegemonía, siguiendo a Raymond Williams,cebe ser concebida como un
proceso activo: como un complejo efectivo de experiencias, relaciones y actividades que
tienen límites y presiones específicas y cambiantes. La hegemonía debe ser desafiada y
renovada por presiónes, como la contrahegemonla y la hegemonía alternativa (1980), e
incluye dos conceptos: cultura (proceso social total en el que los hombres definen y
configuran sus vidas; vívida dominación y subordinación de clases particulares) e ideología
(sistema de significados y valores que constituye la expresión o proyección de un particular
interés de clase).
Las clases populares, de este modo, se encuentran alejadas de los focos de poder
hegemónicos, pero participan de la dinámica social. Los cuentos populares no tienen un
contenido erudito, acorde a la estética del "buen gusto", pero pueden penetrar en los
sectores más refinados. Pero su manera de circular también se aleja de la que caracteriza a
la élite: el cuento popular se transmite por vía oral, y su estilo no tiene el sello de la
individualidad de su creador, como sí sucede en los ambientes "cultos": le pertenece no a
23
una persona sino a toda la sociedad. Más adelante me referiré a estas dos características de
los cuentos populares: el anonimato y la oralidad.
El problema de la representación y de la demarcación de la cultura popular
En la vida cotidiana los individuos desarrollan sus actividades naturalmente. No de
manera automática o instintiva, pero sí sobre la base de un conocimiento compartido. Los
sujetos, a través de la trama de significaciones que tejen. en su vida, "hacen ocurrir" las
regularidades, leyes o estructuras de la sociedad (Batallán, G.-García, F.: 1992). Es en la
vida cotidiana donde los sujetos interactúan atribuyendo sentido a su accionar mediante
categorías de significación compartidas. De esta manera los sujetos son "conocedores
prácticos" de la realidad social e intérpretes polémicos de la misma. Según estos autores,
esto significa descartar las nociones de "saber popular" o "sentido común" como unidades
homogéneas pertenecientes a las 'clases subalternas", en oposición al saber hegemónico de
las clases dominantes. Tal como sostiene Carlo Gínzburg, también, "es mucho más valiosa
la hipótesis de Bajtín de una influencia recíproca entre cultura de las ciases subalternas y
cultura do,ninane" (1981, pág. 20).
Cuando se admite la realidad en ténninos de proceso —como cuando se habla de
dinámica social- se le está otorgando movilidad al actor social. Son los sujetos mismos,
mediante las relaciones que establecen entre ellos, quienes construyen la realidad. Estas
Q relaciones recrean el sistema social. Son recreados, incluso, los significados que la gente le
atribuye a sus actos y al de los demás. Al respecto Roger Chartier (1996) considera que la
significación se construye y que la realidad es producida. Muchos de estos significados
pueden ser plasmados en los productos culturales, como son los espectáculos y los cuentos
populares. Pero no se trata de objetos estáticos o de productos que son consumidos por un
único grupo de individuos: aquellos circulan en la sociedad.
Peter Burke (1991) comenta el caso de un historiador del ocio "popular" en el París
del siglo XVIII que argumenta que los miembros de las clases elevadas participaron de tal
forma en los espectáculos representados en las ferias y en los bulevares, que se podría
hablar de una "convergencia entre la cultura de la élite y la popular". Esto nos enfrenta con
24
el problema del significado. Un espectáculo en París, ¿tenía el mismo sentido para las élites
que participaban en él que para las clases populares? Esto deriva en ciertas dificultades
relacionadas con el término "participación", ya que suele ser utilizado para referirse a una
serie de actitudes que van desde la total integración a la simple observación imparcial.
Varios investigadores plantean que los grupos sociales no se caracterizan por la
homogeneidad (García Canclini, Burke, Cliartier), motivo por el cual el problema de la
representación se vuelve más complejo.
Burke argurnenta que, si todos los miembros de una sociedad dada tuviesen la
misma cultura, no sería necesario utilizar el término "cultura popular". "La dflcultad para
definir "pueblo" nos sugiere que la cultura popular no era ni monolítica ni homogénea. En
efecto, tales ¡nanfesIaciones fueron extremadamente variadas" (1991, pág. 60). Es por eso
que hay que tener en cuenta la participación de las clases dirigentes en la cultura popular; y
este es un hecho de particular importancia en la vida europea, sobre todo a lo que a las
fiestas se refiere (el carnaval, por ejemplo, era una fiesta para todos). Y esto es algo que
sucede desde el siglo XV en adelante, donde al menos en las ciudades, ricos y pobres,
nobles y comunes, escuchaban los mismos sermones. Iván el Terrible, por ejemplo, era
aficionado a los bufones y enanos, y antes de dormirse le gustaba que le narren cuentos
populares.
Parece que no fueron únicamente los nobles los que participaron de la cultura
popular. Al menos durante el siglo XVI todos los clérigos lo hicieron. Era bastante común
que los sacerdotes cantasen, bailasen u organizasen mascaradas (festines con personas
enmascaradas) en la iglesia, con ocasión de las festividades, y eran los clérigos más jóvenes
los que organizaban el Festín de los Locos, una de las fiestas más importantes en algunas
partes de Em.iropa.
"Participación" es un término impreciso, y es fácil ver cómo participaban los
nobles en las fiestas sin que ello suponga la coincidencia de los sistemas de creencias. No
es lo mismo participar activamente en una obra de teatro popular (como los actores) que
hacerlo mediante la observación del espectáculo (como los nobles, que tenían clara
conciencia de no pertenecer a los sectores subalternos).
Pero, por otro lado, en algunos casos no era clara la diferencia entre el sector
popular y la élite. Como nos informa Burke, en el siglo XVI y XVII muchos nobles y
25
clérigos no sabían leer ni escribir, o lo hacían con mucha dificultad, tal como les sucedía a
los campesinos: el estilo de vida de algunos nobles y párrocos rurales no mostraba
excesivas diferencias con respecto a los campesinos de su entorno. Incluso, muchas de las
mujeres de los nobles eran como intermediarias entre el grupo al que pertenecían
sociahnente, la élite, y al que pertenecían culturalmente, las clases bajas. La diferencia
notable es que, mientras que la élite participó en la pequeña tradición (la popular), el pueblo
llano no lo hizo en la grande. Para la élite —y sólo para ellos- las dos tradiciones tenían
diferentes funciones psicológicas: la gran tradición era seria, mientras que la pequeña era
como una diversión. Sin embargo, las clases dirigentes se alejaron gradualmente de la
participación en la pequeña tradición entre los siglos XVII y XVIII. Y más aún: dentro del
"pueblo" cabe distinguir a distintos grupos, cuyas culturas no eran idénticas.
La falta de homogeneidad cultural, entonces, es un problema cuando se pretende
delimitar la cultura popular. Pero también hay otras situaciones problemáticas que
dificultan el análisis de las producciones que se supone populares. Lo que tiene su origen en
el pueblo puede invadir otros sectores que no son subalternos; también puede modificarse
en los sectores oficiales el contenido del cuento, del espectáculo, celebración etc. y después
circular nuevamente en los sectores subalternos, con nuevos ingredientes pasibles de sufrir
modificaciones. De esta manera cobra relevancia el problema de la circulación.
Lo popular ya no es considerado un monopolio de los sectores populares. Los
grupos no son organizaciones estables; no hay un conjunto de individuos propiamente
folklórico sino situaciones más o menos propicias para que el hombre participe de un
comportamiento folklórico (Blache, M.: 1988). Las prácticas culturales serían, más que
acciones, actuaciones: representan y simulan las acciones sociales, pero sólo a veces operan
como una acción (Barnes: 1984). Y, además, tal como expresa Chartier (1996), no es clara
la distinción entre la cultura popular y la de élite: se trata, más que nada, de mezcla cultural.
Mientras circulan y propagan los cuentos que son nuestro objeto de estudio, van
modificándose los significados. Importa el procesó de comunicaciótí pórque intetesa cóñio
se transmiten y contagian las representaciones. Este trabajo, al tornar por objeto las
representaciones culturales que aparecen en los cuentos populares de tipo maravilloso del
noroeste argentino, y al tornar como modelo el que se conoce bajo el nombre de
26
"epidemiología de las representaciones", le confiere importancia al problema de la
circulación. Porque los cuentos populares, en tanto producciones culturales, circulan entre
los grupos humanos y dan cuenta de ciertas representaciones que, de alguna manera,
manifiestan ciertas fonnas de pensar. Se trata de representaciones que, además, les resultan
atractivas a los integrantes de distintas comunidades dada su difusión —o popularidad.
El anonimato y la oralidad
Los cuentos populares, como todos los cuentos, son ficciones. Aunque puedan
referirse a sucesos históricos, son recreaciones que en última instancia tienen que ver con la
imaginación del narrador, aunque en ellas pueda percibirse la impronta social y por ello
poner en duda la autenticidad de la libertad del individuo respecto de su creación.
La nota característica de estos cuentos es que se transmiten por vía oral, aunque
muchos puedan ser escritos por ciertos eruditos para ser presentados ante un público
particular, como fue el caso de Perrault. ¿Pero dónde reside la peculiaridad de lo que se
transmite oralmente?; o mejor dicho, ¿qué aportes puede hacer al proceso de conocimiento
-un análisis centrado en la tradición oral?
Como sostienen Burke (1991) y Sperber (1996), las tradiciones orales se modifican
al transmitirse de unas personas a otras. Incidentes que tuvieron lugar hace siglos son
exagerados y hechos actuales se proyectan hacia el pasado.
Pero lo que me parece relevante para la antropología es la recuperación, a partir del
análisis de los cuentos, del sujeto anónimo. Como manifiesta Piña (1989), el actor anónimo
es portador de conocimiento relevante porque se relaciona con el sentido común; se trata de
la irrupción del sujeto anónimo como personaje que quiebra la racionalidad y la
transparencia del héroe.
Los cuentos son producciones cuyos autores se esconden en el anonimato. Lo
importai.ite es que se pretende volver la mirada hacia el fundamento del orden social: el
terreno del sentido común, que es el lugar de las representaciones y significaciones
compartidas. La importancia del sujeto anónimo no radica en su excepcionalidad sino en la
particularidad de su normalidad (Samuels, R: 1991).
27
El problema radica en cómo se transmite la cultura popular, cómo va pasando de
boca en boca y cómo las representaciones atraviesan la red social. Con motivo de la
transmisión de la cultura popular en la Europa moderna, Peter Burke comenta que "cada
artesano y cada campesino —así como sus madres, esposas e h/as- estaban involucrados
en la transmisión de la cultura popular. La mayoría de su tiempo lo pasaban contándose
unos a otros historias tradicionales, mientras que la educación de sus hUos comportaba
necesariamente el transmitirles los valores de su cultura o subcultura. La vida en la
sociedad preindustrial se organizaba alrededor del trabajo manual aulosuficiente en un
grado d/ícil,nente imaginable desde nuestros días" (1991, pág. 145). Esto quiere decir que
los artesanos y campesinos de aquella época organizaban sus actividades alrededor de la
vida doméstica, ya que la mayor cantidad del tiempo la pasaban en sus hogares, ya sea
trabajando o desarrollando tareas de ocio (muy escasas estas últimas, por cierto). Pero
algunos hombres o mujeres contaban historias o cantaban mejor que otros (1991).
Y qué tan importante era la contribución individual en la elaboración de los
cuentos populares? Lo que hace notar Burke es que, en la mayoría de los casos, los artistas
negaban su responsabilidad en la composición de los cuentos o las canciones, como si el
artista fuera conciente de su deuda con la tradición. "El individuo —desde luego- podía
inventar, pero en una cultura oral (.) era "la comunidad la que seleccionaba ". Si un
individuo producía innovaciones o transformaciones que coincidían con los gustos de la
comunidad, serían imitadas y pasarían a engrosar el stock común de la tradición. Por el
contrario, silos cambios no gozaban de su aprobación, desaparecerían con el autor, y en
ocasiones antes. De esta manera, las sucesivas audiencias ejercían una especie de
"censura preventiva" y decidían si una determinada canción o un cuento debía sobrevivir
yen qué forma lo haría" (1991, pág. 175).
Es así cómo el pueblo participaba en la creación y la transfonnación de la cultura
popular. El artista tradicional no era el portavoz de la tradición pero tampoco tenía la
libertad suficiente corio para inventar todo lo que quería. Y silo hacía, en última instancia
era el pueblo el que decidía si la creación podía circular - o no dentro del grupo.
28
Folklore, circulación y comunicación
Este trabajo, al tornar por objeto los cuentos populares, puede circunscnbirse en el
terreno del folklore. Pero en este terreno, como en el de las otras disciplinas humanísticas,
tienen lugar distintas discusiones que influyen, tanto desde lo teórico como desde lo
metodológico, en lo que se entiende por conocimiento y su producción.
Si dejarnos de lado los primeros enfoques folklóricos —que entendían el folklore en
tén'ninos de supervivencias o "residuos"- y adherimos, en cambio, a los enfoques más
modernos —que lo conciben en términos de proceso comunicativo-, el planteo de esta
investigación puede circunscribirse en este ámbito. Este trabajo, al tomar por objeto las
representaciones culturales que aparecen en los cuentos populares de tipo maravilloso del
noroeste argentino, y al tomar como modelo el que se conoce bajo el nombre de
"epidemiología de las representacionc", le confiere importancia' al problina. d . la'
circulación. Porque los cuentos populares, en tanto producciones culturales, circulami entre
los grupos humanos y dan cuenta de ciertas representaciones que, de alguna manera,
manifiestan ciertas formas de pensar.
Como sucede en otras disciplinas humanas, el Folklore también ha dejado atrás
paradigmas corno los del evolucionismo y el funcionalismo —que se preocupan por conocer
la función de las instituciones y que ignora al individuo como sujeto histórico (Lorandi-del
Río: 1992)-. En la actualidad hay otros enfoques, más modernos, que entienden el foildore
en términos de proceso comunicativo, haciendo hincapié en la función del habla corno nexo
entre el lenguaje y la vida social (Hymes: 1976). En este proceso se da una relación entre el
narrador, su relato y su audiéncia como componentes de un sólo continuurn, que es el
acontecimiento comunicativo (Ben-Amos: 1995). Estos son los enfoques que aquí nos,
interesan, ya que el objeto de estudio del presente trabajo son las representaciones
culturales que aparecen en los cuentos populares de tipo' maravilloso del noroeste argentino
y, así, el interés que en ellos se manifiesta. Iniportá el pÑcesó'a'partif del cüal sé'tránsiiiiten"
las ideas, contagian e invaden la red social, como así también el fenómeno de apropiación
de elementos importados. Este estudio podría ser fólldónco porque los cuentos populares
29
aquí considerados, que han llegado hasta nosotros porque han sido recogidos y recopilados,
han circulado entre los grupos por vía oral.
Ben-Amos (1995) considera que el folklore puede definirse corno la objetivación
colectiva de las emociones fundamentales y que su existencia depende de su contexto
social. Esto es muy importante, porque se vincula directamente con el problema de las
representaciones culturales. En este sentido, el folklore son las representaciones, recreadas
colectivamente, y que tienen profundidad temporal; es decir, existe una relación entre el
folklore y la tradición, así corno también existe una entre el folklore y la oralidad (los
materiales folklóricos se transmiten por vía oral). Por supuesto que una persona puede leer
un cuento y luego modificarlo y transmitirlo en forma oral (por ejemplo, "La Cenicienta"),
pero esto no contradice la proposición anterior: la transmisión sigue siendo oral.
Dundes sostiene que el término "folk" puede referirse a cualquier grupo de gente
que comparta un factor común, independientemente de- cuál sea él factor vinculante: lo qué
importa es que el grupo tenga tradiciones que considere propias (en Blache: 1995). Dei
mismo modo, Bauman (1971) hace mención de la matriz social del folklore, considerando
al grupo portador de folklore en términos de una identidad compartida. De esta manera el
folklore es entendido como fenómeno intragrupal. El folklore, desde esta perspectiva, es
compartido dentro de las fronteras del grupo, y es esta participación en el factor esotérico
(dentro del grupo) lo que lo hace distintivo. Con la expresión "matriz social del folklore" el
autor se refiere justamente a esto: el folklore es el producto de la creación, o recreación de
todo el grupo y de sus antepasados y expresión de su carácter común. La actuación
folklórica permite integrar los conceptos de pueblo y saber popular a nivel empírico. Esto
permite conceptuar la base social del folklore según el lugar que ocupa el saber popular en
las relaciones sociales y su uso en la interacción comunicativa.
Según el autor, la única participación folklórica relevante es una participación
comunicativa mediante la actuación. El saber popular (lore). se compárte porque constituye
un vínculo comunicativo entre los participantes; pero ellos se posicionan en el sistema
social de manera distinta: ellos mismos son diferentes, emplean formas distintas para
comunicarse y ven de distinta manera el folklore que está circulando entre ellos. De esta
manera existe una interrelación entre el foildore y sus portadóres.
30
Baurnan le confiere importancia al estudio de la actuación de los sujetos. El estudio
de las actuaciones culturales percibe a los eventos (rituales, festivales, ferias, ceremonias y
espectáculos) como representaciones metaculturales, ocasiones en las cuales miembros de
una sociedad despliegan su cultura ante ellos mismos y otros a través de la actuación.
La cuestión es, entonces, no abstraer el lenguaje de los seres humanos y sus
comportamientos, para lo cual resulta ineludible la consideración del aspecto creador del
lenguaje (Chomsky: 1992). Desde la perspectiva chomskyana, lo que una persona hace
depende, en gran medida, de lo que esta persona sabe, cree o desea; por este motivo el
estudio del comportamiento requeriría una formulación provisional de los sistemas de
conocimiento y creencia. En este trabajo consideraremos el modelo de la epidemiología de
las representaciones, inspirado en los trabajos de Chomsky pero que va más lejos.
31
Segunda Parte
32
Los cuentos populares del noroeste argentino
No es la finalidad aquí, desde luego, desarrollar todos los cuentos recopilados, pero
sí voy a incluir algunos que me parecen paradigmáticos. Porque si bien los cuentos
maravillosos del noroeste argentino que han sido recogidos y editados son muchos, hay
algunos en los que, me parece, se encuentran varios de los motivos que con mayor
frecuencia aparecen. Además, los cuentos que elijo para desarrollar (a diferencia de otros,
de los que extraigo sólo algunas de sus partes que considero ilustrativas para referirme a los
motivos aparecidos en los relatos) son los que, se supone, incumben a las preferencias del
grupo, dada la cantidad de variantes que han sido recogidas y editadas, en los distintos
momentos históricos.
Creo oportuno mencionar que he llevado a cabo, además de una recopilación de los
cuentos del noroeste, un relevamiento de los cuentos populares de tipo maravilloso del sur
argentino, recogidos en 1921, la década de 1950 y la de 1970, para hacerlo más completo
posible el análisis comparativo. He podido constatar que los motivos que aparecen en los
del noroeste argentino son similares a los del sur, como también sucede con la estructura
narrativa. Por supuesto que existen algunas diferencias entre los cuentos que fueron
narrados en esos contextos (por ejemplo en los cuentos del sur, a diferencia de los del
noroeste, se menciona con más frecuencia el mar como escenario en el que se desenvuelven
algunas situaciones), pero no implican cambios profundos. Esta observación exige, aun
más, la consideración de una explicación de dicha estabilidad, que parece no depender, al
menos enteramente, de factores históricos. Sólo a modo de ilustración, a lo largo de este
trabajo daremos algunos ejemplos.
Tal como anuncié en la introducción del presente trabajo, en esta parte, de carácter
descriptivo, delimitaré el objeto. de estudio. Luego me referiré específicamente a los
cuentos aquí considerados, tratando de compararlos y analizarlos. Daré cuenta de los
motivos que con mayor frecuencia aparecen para tratar de establecer relaciones entre los
elementos constitutivos de los relatos.
33
11
Mitos, leyendas, cuentos populares
Cuando en el siglo XIX se sistematiza la ciencia del folklore, también se revalorizan
el sentido y la trascendencia de los cuentos populares y tradicionales. Se intensifican las
recolecciones de los que circulan oralmente y las transformaciones de muchos de ellos en,
posteriores reelaboraciones literarias. Surgen los estudios del folklore comparado, el
análisis de los elementos componentes, funciones, migraciones y variantes lugareñas de las
temáticas (Chertudi: 1960).
Pero si los estudios folklóricos son posibles a partir de las comparaciones, resulta
fundamental la distinción que existe entre los mitos, las leyendas y los cuentos (los
fantásticos en particular), porque tales estudios s.e enriquecen cuando se clasifica el material
con el que trabajará el folklorista o el antropólogo.
La primera tarea consiste, entonces, en aclarar a qué nos estamos refiriendo cuando
hablarnos de ciertos géneros narrativos. Sin embargo no resulta sencillo delimilarlos,
porque las tres formas (mitos, cuentos fantásticos y leyendas) se superponen, y una de las
principales razones de ello es que los cuentos cambian constantemente de función y de
definición, mientras que las sociedades conquistan otras, se mezclan y cambian de
creencias. A continuación me voy a referir a cada uno de los géneros.
Mitos
El mito es un fenómeno cultural complejo que en general describe en lenguaje
simbólico el origen de los supuestos básicos de una cultura. El mito (o mythos) se
diferencia del logos, en tanto este último se emparenta con la razón, o con el modo analitico
y racional de llegar a una visión verdadera de la realidad. En palabras de Ernst Cassirer, "si
hay algo que puede caracterizar al ¡nito es el hecho de que está desprovisto de rinia y de
razón" (1992, pág. 113). Sus características son las siguientes: no es teórico, desafia
nuestras categorías fundamentales del pensamiento, su lógica es inconmensurable con todas
nuestras concepciones de la verdad, empírica o científica. Y también. J. P. Vernant establece.
una distinción entre mito y logos, adjudicándole al mito las siguientes características:
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fascina o seduce a través de la palabra, provoca una comunión afectiva entre la palabra y el
auditorio, aparece como ficticio por ser fantástico y alegórico, se ubica en el terreno de las
emociones, y tiene una expresión oral y poética. El logos, por su parte, presenta las
siguientes características: tiene relación con 19 escrito, se trata de relatos que buscan
demostrar la verdad de su discurso, apela a la inteligencia crítica del lector, está en el
terreno de lo inteligible y verdadero, y su discurso es verídico y explicativo.
Cassirer considera que el sustrato real del mito no es de pensamiento sino de
sentimiento. No es que el mito y la religión primitiva se hallan desprovistos de sentido o
razón, sino que su coherencia depende mucho más de la unidad del sentimiento que de
reglas lógicas. "El rasgo fundamental del tnito no es una dirección especial del
pensamiento o una dirección especial de la imaginación humana; brota de Ia emoción y su.
trasfondo emotivo tiñe sus producciones de su propio color especfico" (1992, pág 127).
En términos generales, los mitos pueden ser considerados comorelatos queÇ bajo Jw
forma de lo ficticio y lo Ñntástico, hablan de cosas esenciales y trascendentes. Según
Vernant sus personajes son agentes sobrenaturales y sus aventuras se desarrollan en otrO
tiempo y lugar; también poseen valor de enseñanza y adoptan la forma de alegoría.
Leyendas
La leyenda es una narración tradicionaL o una colección de narraciones relacionadas
entre sí y que se consideran reales aunque se trate de hechos imaginarios. Además la
leyenda se sitúa en un lugar y en una época específicos, y por lo general se ocupa de un
héroe humano, a diferencia de los mitos, que lo hace acerca de los dioses. El narrador y su
audiencia creen en ellas, y se diférénciali de la historia formal én su préstitación, énfasis y
propósito.
Como sostienen Silvia García y Diana Rolandi (2000), las leyendas pueden
dividirse en dos categorías: las leyendas históricas, heroicas o religiosas, ubicadas en un
tiempo y espacio lejano pero copocido y defmido, por un lado, y aquellas que suceden en
un pasado próximo o en el momento en el que se narra y se escucha, por el otro. Las del
segundo grupo son consideradas en téná os de "leyendas de creencia" y "de experiencia",
35
porque se refieren a algo que reahnente pasó, y lo que pasó tiene que ver con las creencias
folklóricas.
Berta Vidal de Battini (1983) sostiene que la leyenda popular tiene características
propias y que es común que los mismos narradores la identifiquen: no la confunden ni con
el cuento ni con la anécdota. Cree además que su condición general es la de ser explicativa,
estableciendo una relación con la realidad y con la fantasía, con el conocimiento tradicional
y con la creación ética y estética del pueblo.
La leyenda explica al pueblo las características llamativas del ambiente, el por qué
de los nombres que designan aspectos singulares del paisaje y de las cosas, las causas que
dan formas y condiciones a los animales, los astros, las plantas y el ambiente; el origen y la
razón de los conocimientos heredados, de sus creencias religiosas, de los héroes y genios
que se relacionan con las supersticiones.
La leyenda vive en el mundo real y en el sobrenatural, pero esto también sucede en
el cuento, por ejemplo. Veamos cuáles son las diferencias - entre una y olro.
En la leyenda de experiencia y de creencia, varios personajes sufren la misma
aventura, miéntras que en el cuento el héroe corre varias aventuras. En palabras de García y
Rolandi: "Esto se refleja en los nombres. El de los cuentos se refiere al héroe: "La estrella
de Oro ", "El Pobre y el Codicioso ", "El Flojo" o "El niño José" son algunos de los de
Anlofágasía. En cambio hablarnos de leyendas sobre el diablo, los duendes o en nuestro
caso, la Pacha" (2000, pág. 13).
Otra diferencia es que la leyenda tiene que ver con la ética, y un ejemplo de ello es
que el encantamiento es una consecuencia del exceso o del pecado; en los cuentos, en
cambio, el encantamiento sucede porque sí, síu motivo aparente. Además, el final feliz no
es una característica de la leyenda, pero sí del cuento.
Cuento popular
Los cuentos, se sabe, son ficciones. El cuento comienza con un conflicto que se
resuelve al fmal y sus personajes son tipos (García-Rolandi: 2000): el hermano menor, la
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niña encantada, la madrastra, la bruja, el rey, la princesa, el diablo, los hermanos, la vieja,
entre otros.
Los cuentos populares desarrollan tramas estandarizadas tomadas de temas
convencionales (Darnton: 1994), y a pesar de la fantasía que se encuentra en ellos están
enraizados en el mundo real. Por lo general son las mujeres las que se ocupan de su
transmisión; tal vez porque se trata de historias que circulan principalmente en el medio
doméstico. Y es muy iñipottante la consideración de cómo se transmiten y circulan las
historias que se relatan, porque eso puede estar dando cuenta de algunas prácticas culturales
relevantes para el análisis antropológico.
Si se comparan los cuentos populares se pueden revelar sus constantes
morfológicas, sus parentescos con mitos, ancestros e idiosincrasias de etnias instaladas en
confines opuestos. Las variantes y versiones determinan la difusión del tema y las
preferencias del pueblo, y muchos desus m tivos ya incomprensibles son reiíiniscefiias
de mitos, ritos; creencias y costumbres de pueblos primitivos. Para analizarlos son
necesarias las comparaciones, porque a partir de ellas es posible determinar ciertas líneas en
común que posibilitarían la construcción del problema antropológico.
Tratar con cuentos populares es tratar con el lenguaje. Y esto genera, al menos, un
problema.
Como sostiene Roger Chartier (1996), el lenguaje no puede ser considerado como la
expresión trañsparente de una realidad exterior o de un sentido dado previamente. Antes
bien es en su funcionamiento, en sus figuras y sus acuerdos, como la significación se
construye y la "realidad" es producida. Desde este punto de vista, las obras, que son
producidas en una esfera especffica —el campo artístico o intelectual,, que tiene sus reglas,,
convenciones y jerarquías-, se escapan y toman densidad peregrinando, a. través. del mundo.
social. Ellas, son descifradas a partir de los esquemas mentales y afectivos, que constituyen
la cultura propia de las comunidades que las reciben, y permiten reflexionar sobre lo que
para Chartier es esencial:' la construcción del lazo social; la conciencia de la subjetividad; la
relación con lo sagrado.
En suma, los cuentos populares están profundamente emparentados con la cultura
folklórica, que segón Chartier es el pedestal de la religión de la mayoría. Y, además, la
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cultura folklórica "estuvo profundamente 'trabajada' en cada época por las normas o
prohibiciones de la institución eclesiástica " (1996, pág. 35). Y más adelante veremos cómo
muchas de las representaciones que aparecen en los cuentos populares del noroeste
argentino responden a las impuestas por la teoría de los tres órdenes, que comenzó a estar
en vigencia a partir del derrumbamiento del imperio carolingio y durante todo el
feudalismo. Pero como sostiene el autor, "antes que nada importa descubrir la manera en
que, en las prácticas, las representaciones o las producciones se cruzan y se imbrican
distintas figuras culturales" (1996, pág. 35). De esta manera surge la idea de mezcla
cultural, con lo cual hay que poner en duda la pareja erudito / popular defendida por los
primeros intelectuales de la folklorística. La cultura popular no es monolítica sino que en
ella encontramos elementos provenientes de distintos sectores de la sociedad.
Los cuentos maravillosos
Los cuentos maravillosos figuran en gran número de la narrativa popular de la
Argentina y representan la casi totalidad de los detenninados en la tradición occidental, a la
que por herencia pertenecen. La magia desempeña un papel muy importante en estos
cuentos. Como sostiene Berta Vidal de Battini (1983), el narrador y su auditorio saben que
el cuento es una ficción en la que lo natural y lo maravilloso actúan sin exeluirse y sin
constituir categorías lógicas. En el mundo del cuento alternan con naturalidad los seres
humanos con los seres fantásticos y con los venidos de otro mundo.
Los cuentos que aquí consideramos tienen el sello de la tradición occídental
cristianizada y tal vez por eso presentan motivos parecidos. Esta consideración parece ser
muy importante, porque este puede ser uno de los factores que permitiría explicar la
estabilidad. Los prodigios y los milagros de nuestra narrativa son obras de Dios-, de la
Virgen, de los Santos y de las almas a las que Dios les ha otorgado ese- poder. El papel del
ogro lo cumplen los gigantes en distintos cuentos; y excepcionalmente figuran hádas y
enanos. También aparecen la figura de la bruja malvada, los animales protectores, el rey
codiciado, la mujer protectora, la huída mágica de los enamorados, el hombre trabajador y
las virtudes de la familia. Todos estos parecen ser elementos importados. Entre los objetos
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mágicos más potentes figuran la varita mágica o varita de virtud, el anillo, el pañuelo, el
mantel, y el agua posee un poder milagroso contra los seres maléficos. Y en varios de ellos
podernos encontrar una dualidad entre el campo y la ciudad.
En los cuentos fantásticos, en particular en los del noroeste argentino, aparecen dos
grandes ejes en los que se circunscriben dos grandes motivos: el amor y las supersticiones.
Cada uno de estos motivos presenta detenninados elementos que, vinculados
adecuadamente, dan cuenta de algunas creencias de la gente. Yo no sé a qué se debe, pero
en muchos de ellos son recurrentes la figura de la mujer corno mediadora entre el bien y el
mal (a la vez que protege al amor y al hombre); la figura del rey en tanto ser justo, protector
del pueblo (muchos cuentos hacen alusión a situaciones históricas, e mo por ejemplo la:
partida del rey para defender al pueblo cristiano contra los moros, tal como aparece en una
de las versiones de "La Palomita") tm y benevolente; el poder de la belleza; las brujas y los
encantamientos; la desobediencia y el peligro; la movilidad social en tanto posibilidad de
obtener la felicidad; el amor; que proporciona la felicidad; frente a la adversidad; las
represalias por las malas costumbres, y el final feliz que implica casamiento y recompensa.
Lo sobrenatural está imbricado con lo natural, como conviviendo en el mismo mundo.
Los cuentos maravillosos no son los más numerosos en la tradición oral del noroeste
argentino (segmuin Silvia García y Diana Rolandi (2000) los más numerosos son los de
animales), pero sí los que me resultan más interesantes. En ellos se combinan el mundo de
la fantasía y el de la realidad; no sólo los seres fantásticos se comportan tal como lo hiciera
naturalmente el humano, con lo cual se les adjudicarían 'propiedades reales, sino que
además el trasfondo de la mayoría de las situaciones que en ellos se plantean se relaciona
con el ámbito cotidíano en el que se desenvuelven los seres humanos: el problema del
amor, de la convivencia, de la venganza, de la desilusión,, de la muerte, de la posibilidad de
ascenso social, de los peligros y demás.
En términos generales, la mayoría de los cuentos- maravillosos" del' noroeste
argentino son historias de amor: un niño o muchacho que se enamora de la princesa, el rey
que conquista a una niña hasta convertirla en su esposa, un' muchacho valiente que recibe la
'Este motivo aparece en la versión que se titula "La Palomita", narrada en 1952, La Quiaca, Yavi, Jujuy, por María Elsa Salas de Varela, que ha cursado los grados de la escuela primaria. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1953): Cuentos y Leyendas Populares de la Argentina. Tomo y, pág. 39. Edicionescul.turales Argentinas, Buenos Aires.
ayuda de una niña con poderes mágicos, el menor de tres hermanos que como recompensa
por sus acciones heroicas se casa con la muchacha perteneciente a la nobleza, el enamorado
que va en busca de su pareja que por un encanto ha caído en el olvido, etc..
Viadimir Propp, en Las raíces históricas del cuento (1979), se propone examinar el
cuento maravilloso en las sucesivas partes que forman su composición. Sostiene que estas
partes son iguales para los distintos temas, y que surgen unas de otras y constituyen un
todo. Su intento consiste en descubrir las fuentes del relato maravilloso en la realidad
histórica.
Según Propp, este género de cuentos comienza con una disminución o un daño
causado a alguien (rapto, expulsión del hogar, etc.) o con el deseo de poseer algo. Se
desarrolla a través de la partida del protagonista del hogar paterno, el encuentro con un
donante que le ofrece un instrumento encantado o un ayudante por medio del cual halla el
objeto de su búsqueda. Luego el cuento presenta un duelo con el adversario —cuya forma
principal es el duelo con la serpiente-, el regreso y la persecución. En palabras del autor:
"Con frecuencia, esta composición presenta determinadas complicaciones. El protagonista
ya ha regresado a su hogar, sus hermanos le arrojan a un precipicio. Más adelante
reaparece, se somete a una prueba/levando a cabo actos dflciles, sube al trono y contrae
matrimonio, en su propio reino o en el de su suegro Esta es la breve exposición
esquemática del eje de la composición que constituye la base de muchos y variados temas"
(1979, pág. 17).
El autor parte de dos premisas importantes: ningún terna del cuento maravilloso
puede ser estudiado por sí mismo, y ningún motivo del cuento maravilloso puede ser
estudiado prescindiendo de sus relaciones con el conjunto. Porque el cuento maravilloso
constituye un todo: sus temas se hallan recíprocamente ligados y condicionados. Lo que
pretende el autor es hallar en el pasado el modo de producción que hizo posible el cuento;
porque adhiere a la premisa general según la cual el modo de producción de la vida material
coridiciona al proceso social, político y espiritual de la vida en general.
Desde esta perspectiva, el verdadero cuento maravilloso (con caballos alados,
serpientes de fuego, reyes y reinas de fantasía, etc.) no es un producto del capitalismo: es
un producto más antiguo. "El cuento maravilloso es más antiguo incluso que el eudalismo
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(.) El cuento maravilloso ha surgido sobre la base de las formas de producción y de vida
social anteriores al capitalismo; queda por averiguar cuáles son" (1979, pág. 20). Es por
esto que el autor propone confrontar el cuento maravilloso con la realidad histórica del
pasado y buscar allí sus raíces.
El planteo que hace Propp respecto de los cuentos maravillosos es interesante por
varios motivos. En primer lugar, intenta dar cuenta de sus orígenes, pero introduce la idea
de que el cuento no es producto del régimen social en cuyo ámbito existe. En segundo
lugar, hace una descripción exhaustiva de todos los motivos de los cuentos maravillosos,
concluyendo que el cuento maravilloso consta de elementos que se remontan a fenómenos
y a representaciones existentes en la sociedad anterior a las castas. En tercer lugar, se
refiere al origen del cuento maravilloso corno narración artística.
El autor argumenta que el ciclo de la iniciación es la base más antigua del cuento
maravilloso. Otro ciclo que revela su correspondencia con el cuento maravilloso es el de las
representaciones de la muerte; fonnan parte de él el rapto de la princesa, los nacimientos
milagrosos, el regreso del difunto, el bosque como entrada al otro reino, el olor del héroe, el
banquete en la casa de la bruja, el largo viaje sobre el águila, la llegada al otro reino, etc..
Estos motivos, que aparecen en casi todos los cuentos maravillosos del noroeste argentino,
no son propios de esta zona determinada:, los encontramos en ios cuentos. populares de
diversos tiempos y lugares. Sorprende la difusión que tienen a lo largo y ancho del planeta,
manteniéndose relativamente estables pese al paso del tiempo. ¿A qué se- debe esta
estabilidad?; si se trata de un fenómeno de contagio, ¿por qué contagiaron: esas ideas en el
noroeste argentino?; ¿un africano o un indígena dei Amazonas hubiera incorporado esas
ideas? Las respuestas, en mi opinión, no pueden eludir la combinación de factores
psicológicos universales y factores que dependen del contexto o ecológicos. Pero esto será
tratado más adelante.
Enmarcación de los motivos en los cuentos maravillosos
En los cuentos maravillosos podemos encontrar dos grandes ejes temáticos en los
que, me parece, pueden enmarcarse, si no todos, al menos la mayoría de los motivos que en
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ellos aparecen. Uno es el amor; el otro las supersticiones. Y me parece que la combinación
de ambos aporta la clave que permite entender el cuento maravilloso, a grandes rasgos,
como una historia en la que aparecen entrelazados elementos naturales y sobrenaturales que
parecen encontrarse en un equilibrio casi perfecto (Le Goff. 1986).
Con respecto al amor, es necesario aclarar que no baremos un tratamiento filosófico
de él en el presente trabajo. Aquí importan, más que nada, las representaciones que de él
aparecen en los cuentos populares de tipo maravilloso. Importan, sobre todo, cómo
aparecen representadas las relaciones que, en las historias relatadas, hombres y mujeres
establecen. Porque en definitiva y básicamente el cuento maravilloso es una historia de
amor.
Con respecto a las supersticiones, creo que no se puede dejar de referirlas, en tanto
relacionadas con la religión. Como veremos más adelante, muchos de los elementos que
componen el contenido de- los cuentos maravillosos son produtos del discur$o
antisupersticioso cristiano, que fue una construcción ideológica cuya imposición, a partir
del siglo X con el feudalismo, pretendía moldear el curso de las relaciones sociales y
establecer un orden en el mundo. Las supersticiones que aparecen reflejadas en los cuentos
maravillosos del noroeste argentino nos remite, nuevamente, al fenómeno de apropiación,
porque tales representaciones no parecen ser originarias de la sociedad que las porta: se
trata de un proceso de europeización. Este proceso de europeización, por supuesto, no es
idéntico en todas partes; queda por averiguar cuáles son las características del que tuvo
lugar en el noroeste de nuestro país.
La superstición es una creencia o práctica que por lo general es considerada corno
un hecho irracional, resultado de la ignorancia o el miedo a lo desconocido. Implica una
creencia en fuerzas invisibles y desconocidas sobre las que es posible influir a través de
ciertos objetos o ritos. Entre los ejemplos de superstición más comunes. se incluye la,
creencia de que la mala suerte caerá sobre aquel que se cruce con un gato negro (laj figura
del gato negro aparece en algunos cuentos populares del noroeste argentino, y- se lo -asocia,
por lo general, con la figura de la bruja) o que quien pase' por' debajo de una escalera sufrirá
una desgracia; del mismo modo que la consideración de que a quien se le rompa un espejo
le sobrevencfrán siete años de mala suerte. Los amuletos de la buena suerte, como
herraduras de caballo, colas de conejo, monedas, relicarios y medallas religiosas, se
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guardan o usan para alejar el mal o atraer la buena fortuna; esto también aparece en los
cuentos de tipo maravilloso, en donde elementos tales como escamas de peces, pelos de
caballo, pañuelos, anillos y varitas poseen la virtud de propiciar eventos milagrosos que
permiten la superación de ciertas dificultades atravesadas por los protagonistas de la
historia que los habitantes del noroeste argentino relataron.
Las prácticas y las creencias supersticiosas son comunes en situaciones que
implican un alto riesgo, azar o incertidumbre, así como en momentos de tensiones o crisis
tanto personales como sociales: cuando los acontecimientos parecen escapar al control
humano. Sin embargo, definir lo que es o no supersticioso es una cuestión relativa. Todas
las creencias y prácticas religiosas pueden ser tachadas de supersticiones por los no
creyentes, mientras que los líderes religiosos condenan con frecuencia determinadas
prácticas populares poco ortodoxas, calificándolas de parodias supersticiosas de la
verdadera fe.
Las supersticiones
Cuando el interés está puesto en las supersticiones no pueden dejar de considerarse
las estrategias implementadas por el poder hegemónico para contrarrestarlas. Como
sostiene Alejandro Campagne: "En definitiva, no se trata tanto de explicar el triunfo dei
racionalismo sobre el pensamiento mágico, sino las condiciones que permitieron que las
cosmologías derrotadas fueran descalificadas mediante términos semejantes —superstición,
pensamiento mágico, creencia vulgar- luego de la consolidación definitiva de la ciencia
moderna" (2002, pág. 27).
Según Campagne (2002) hay tres modelos de superstición: un modelo clásico,
surgido en el ámbito de la cultura greco-latina, considerado al margen de cualquier
influencia del cristianismo; el modelo cristiano, discutido por los Padres de la Iglesia,
cristalizado en sus componentes fundamentales por Agustín de Hipona en el siglo V,
refundado por la escolástica de Tomás de Aquino en el siglo XIII y sistetizado de manera
definitiva por el jesuita Francisco Suárez en el siglo XVII; y un modelo científico-
racionalista, afianzado a partir de la segunda mitad del siglo XVII con el triunfo de la
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revolución científica,, difundido posteriormente por el pensamiento ilustrado del siglo
XVIII y por el cientificismo positivista del siglo XIX.
Para el modelo clásico la superstición implica un temor infundado a los dioses. Uno
de los exponentes de este modelo es Cicerón, quien relaciona la superstición con una falta
intelectual y con una falsa comprensión del orden de causalidades existentes en el mundo, y
sostiene que hay que arrancar las raíces de la superstición. La ignorancia es, para Cicerón,
la principal responsable de la conducta supersticiosa, y termina conformando un continuo
con la religión y la impiedad.
El modelo cristiano de superstición difiere de los usos y sentidos clásicos del
término. La principal contribución de San Agustín consistió en unificar bajo un mismo
término, superstitio, prácticas de orden cultual con otros excesos y prácticas no cuituales.
Con San Agustín por primera vez se unifican bajo un mismo término prácticas disímiles,
que no poseen verdaderos - elementos comunes la idolatría; la adivinación, los amuletos
medicinales y las vanas observancias. La idolatría presenta un carácter explícitamente
cultual, a diférenciá de las otras tres; en estas últimas no existen características
intrínsecamente ligadas al culto.
La noción de pacto con el demonio estuvo destinada a cumplir, hasta fines del siglo
XVII, un papel central en las persecuciones religiosas de la Europa Occidental y de la
América colonial, a la vez que se convirtió en una herramienta para la aculturación de los
sectores populares campesinos. Y la propuesta de Santo Tóiiiás consistió en profundizar y
complejizar la noción de pacto con el demonio, pieza clave de la unificación agustiniana de
las prácticas cultuales y no cultuales. El demonio era el enemigo de la cristiandad y por eso
las prácticas religiosas se dividieron en culto al verdadero Dios y culto al falso Dios, o
brujería. La brujería fue, según algunos. autores como Marvin Harris. (1991).,, unaa, invención
de las- élites cuya fmalidad apuntaba al disciplinamiento de la población campesina
europea.
Uno de los más graves pecados cometidos contra Dios empezó a ser - el que suponía
una relación implícita o explícita con el demonio. El diablo, que en la tradición anterior de
los siete pecados capitales podía ser visto como una inversión de Cristo, enseñando a odiar
en lugar de amar, en el nuevo modelo del Decálogo empezó a desempeñar el papel de
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adversario de Dios Padre. "Las supersticiones y sus distintas variantes --culto falso contra
el Dios verdadero, idolatría, adivinación, falsas observancias- pasaron a integrar el grupo
de los más abominables pecados que ofendían la majestad de Dios, muy próximas a la más
horrenda de las fallas: la apostasía" (Campagne: 2002, pág. 78).
El discurso antisupersticioso español de los siglos XV a XVIII adoptó esta
definición ético-moral de superstición, que completó plenamente el sentido de la definición
teológico-filosófica. Esta había establecido la presencia de pactos tácitos o implícitos con el
demonio. En la ética de los Diez Mandamientos estos pecados son ubicados en el extremo
de mayor gravedad.
El agravamiento de la falta moral que implicaba el pecado de superstición se
relaciona con otra transformación teológica, ocurrida aproximadamente en la misma época:
el acercamiento entre superstición y herejía, apareciendo con ello la• intervención del -
inquisidor. Y son las brujas las quehacen un pacto con el deironiió, lás queierindú culto
en el aquelarre, las que llegan a él volando en escoba. Por eso son perseguidas las brujas
durante los siglos XV al XVII: porque hacen un pacto con el demonio y porque se reúnen
entre ellas mismas, con lo cual nadie puede tener acceso a lo que allí sucede más que ellas
(Marvin Harris: 1991). El delito de brujería implicaba la pertenencia a una secta de
individuos relacionados con el demonio mediante pactos individuales, pero
fundamentalmente por su participación colectiva en una ceremonia nocturna llamadá sabbat
(éxpresión acabada de un mundo al revés plagado de sacrilegios y apostasías). La figura de
la bruja, el motivo del pacto con el demonio, los viajes en escoba y los ungilentos son
monedá corriente en los cuentos maravillosos del noroeste argentino (como los son también
en los del sur, por ejemplo).
En cuanto al modelo científico-racionalista, este considera a la superstición en
términos de toda práctica o creencia que ignore, relativice o se oponga concientemente al
funcionamiento del mundo fisico real propuesto por la ciencia moderna (el positivismo),
vinculado al sistema de causalidad genéricamente- mecanicista. Este- modelo- considera a la
superstición como una falta intelectual; y en este sentido puede suponerse que retorna uno
de los postulados del modelo clásico,, pero no se encuentran ya en él las referencias a la
piedad y la religión, tal como si sucede en la reflexión ciceroniana. Este nuevo modelo es
completamente secular. Y el propio fenómeno religioso comienza a ser asimilado con la
45
superstición. "En el siglo XVIII, los pensadores de la Ilustración lucharon contra lodos los
dogmas —cristianos o paganos-, que en relación con la religión natural del filósofo, no
diferían demasiado externamente de las supersticiones reprobadas en el seno del propio
cristianismo" (Campagne: 2002, pág. 107). Por este motivo la antropología evolucionista
hizo de la identificación entre superstición y religión una de sus herramientas conceptuales
fundamentales: en tanto heredera de las concepciones iluministas el evolucionismo
considera a la superstición como un acto irracional y por lo tanto perjudicial para el
progreso de la humanidad.
Las supersticiones existen cuando alguien utiliza el término para denotar prácticas y
creencias de otros. De manera tal que las palabras conforman el material primordial de
estas formas culturales discriminantes, ya que los discursos- constituyen su- espacio natural.
Es así cómo la superstición no existe sino por el discurso anlisupersticioso que la nombra
La lucha del cristianismo contra las supersticiones es un combate plenamente ideológico:
brujas y supersticiosos integraban por igual la contra-iglesia-diabuMica. Ambos gnipos eran
ministros del demonio, y por eso ambos debían ser combatidos.
Las supersticiones, en tanto creencias descalificadas, son un ámbito interesante para
abordar el estudio de la cultura popular: se las supone provenientes del pueblo. Pero
debemos tener en cuenta, en el análisis, el proceso de interacción entre la tradición culta y
la popular. Según Burke (1991), uno de los ejemplos más expresivos de este proceso de
interacción es el de las brujas. Y el origen de las creencias en ellas comenzó a ser motivo de
discusión por parte de algunos investigadores: Jacob Grimm, por ejempló, pensaba que las
creencias sobre brujas venían del pueblo; por el contrario, Joseph Hansen a finales del siglo
XIX afirmaba que aquellas fueron elaboradas por teólogos utilizando un material recogido
de las tradiciones clásica y cristiana. Según el autor, investigaciones más recientes dan la
razón, al menos en parte, a ambos. autores. Se considera. que durante los, siglos XVI y XVII
la imagen que la gente tenía de la bruja reunía elementos de ambas tradiciones: aquellos
que procedían de la cultura popular, como las creencias de- algunas personas sobre- los
poderes de las brujas para volar o para perjudicar a sus vecinos por medios sobrenaturales;
y los de la tradición culta, especialmente la idea de la existencia de un pacto con el
demonio. Esto nos remite a la idea de mezcla cultural que mencionan, por ejemplo, García
Canclini, Burke y Chartier.
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En los cuentos maravillosos del noroeste argentino es moneda corriente la figura de
la bruja. Las creencias en brujas fueron atacadas por el discurso antisupersticioso cristiano
en Europa, entre los siglos XV y XVII, en tanto creencias de la cultura no oficial. El
discurso antisupersticioso español emparentó a la superstición con las creencias del vulgo,
las fábulas de niños y las creencias de anciana. Una hipótesis podría ser que tales cuentos
populares reproducen y son el producto del discurso antisupersticioso cristiano.
Pero no hay que dejar de tener en cuenta que el modelo cristiano de superstición
además de su poder simbólico de nominación, ejerce un poder efectivo de control,
disciplinarniento y coerción (Campagne: 2002). El discurso antisupersticioso apelaba con
frecuencia a los grandes poderes constituidos: reyes, obispos, jueces laicos y tribunales.
eclesiásticos; ellos eran los responsables máximos de la lucha contra la superstición. Tal
vez por eso en muchos cuentos populares de tipo maravilloso del- noroeste argentino
encontramos el motivo del rey que hace justicia y castiga a la bruja, ya sea con la prisión o
la ejecución, por los perjuicios que ocasiona en la comunidad. Los mecanismos de
disciplinainiento del horno superstitiosus —tal como lo expresa Campagne- requerfan formas
de ejercicio cotidiano del poder, micro-redes de vigilancia y de control, tal como lo
expresara también Foucault (1991).
Pero las pretensiones del discurso antisupersticioso no se limitaban a la erradicación
de las prácticas reprobadas, sino que aquel tenía como objetivo la imposición de ciertos
modos de hacer y de sentir, que debían extirpar otras simbolizaciones y otras conductas. Se
trata de relaciones de poder que influyen en el trabajo de organización simbólica de las
experiencias de la gente. Pero esto que se relaciona con el concepto de hegemonia de
Raymond Williams es un proceso qu debe ser continuamente recreado,, defendido,
modificado y renovado (1980). La cultura, desde esta perspectiva,, es mm proceso de diálogo
en el cual los interlocutores negocian activamente una visión compartida de la realidad. Un
estudio etnográficc- nos permitiría comprender cuál- es la visión que- los habitantes del
noroeste argentino tienen de la realidad; y a partir de elia debería ser posible conocer la que
tuvieron en el pasado, mediante el método regresivo.
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Tratando de precisar el origen de los cuentos maravillosos
Un mundo tripartito
Una pregunta que surge cuando se trabaja con cuentos populares es cómo se puede
determinar su origen, tanto espacial como temporal. Esto no es muy sencillo de descubrir,
ya (1EIC por lo general se trata de una sucesión y entrelazamiento de motivos diversos que se
fueron transmitiendo a la vez que modificando en función de las preferencias del grupo en
el que se los cuenta. Y una de las maneras de comenzar el análisis —me parece- es prestar
atención a las relaciones sociales que en los cuentos tienen lugar, para discernir si lo que se
cuenta tiene asidero en el mundo real.
- Si echarnos una mirada a la organización social que aparece representada en los
cuentos maravillosos del noroeste argentino, nos -es licito suponer que son varias las clases
sociales que se mencionan. Encontramos reyes, esclavos y siervos, trabajadores comunes,
combatientes, sacerdotes, y en algunos casos agentes de control (como policías, por
ejemplo).
Los reyes por lo general tienen servidores que viven en el palacio,, a quienes se los
llama "negros", y lo mismo sucede con los príncipes y princesas Con esto se hace evidente
la distinción racial y la discriminación: los reyes no son negros, mientras que sí- lo son los
sirvientes; la negra envidia la belleza de la niña blanca porque- sabe- que nunca podrá
enamorar al príncipe o al rey (si mantiene una relación amorosa con él, como aparece en
algunos cuentos —como por ejemplo en "La Palomita" o "Las Tres Naranjas"-, es corno
consecuencia de un engaño que produce La confhsiÓn del rey), y además los negros no
tienen posibilidad de favorecerse con el ascenso social: se ocupan solamente de tareas de
servidumbre.
Es cierto que no podemos estar seguros, por lo menos a simple vista, de las épocas
que aparecen reflejadas en los cuentos del- noroeste argentino-. Pero- lo que sí podemos
afirmar es que el mundo representado no es el americano: PórqtÁe una de las figuras que
más aparece es el rey, y en América meridional los únicos reyes que existieron fueron ¡os
incas, pero ellos no teníán al catolicismo corno religión oficial. Seguramente los cuentos
populares pudieron ser transmitidos luego de la conquista de América, a partir de la cual se
introdujeron valores y representaciones de un mundo extraño a los ojos de los nativos. Por
49
este motivo podemos remontarnos a un origen europeo mediante la asociación del
catolicismo con las diversas clases o sectores sociales. ¿Pero qué época aparece reflejada?
Dada la presencia, en los cuentos aquí considerados, de la figura del rey y de la
obediencia de los súbditos, una primera aproximación nos puede remontar al Imperio
Carolingio, a partir del siglo VII D.C., que consistía en una prestigiosa construcción
política basada en lazos de obediencia personales al soberano, forjados en el seno de los
agrupamientos familiares (Duby: 1977). Se irataba de una organización en cuyo centro se
encontraba el soberano, alrededor del cual estaban los monjes y clérigos, quienes formaban
parte de los sectores dominantes: imponian un sistema de creencias que ordenaba el mundo
en función de su privilegio. El Imperio Carolingio, en suma, era un imperio guerrero y
conquistador. Pero a comienzos del siglo X la autoridad del rey comenzó a derrumbarse por
la dificultad para dominar extensos territorios.
Alrededor del siglo X surgió el feudalismo, que se caracterizaba por la
descomposición de la autoridad monárquica y dispersión de su poder, por la instauración de
una nueva práctica de guerra y el establecimiento de una nueva concepción de paz: la Paz
de Dios, que consistía en la paz al interior del pueblo cristiano y La agresión ál exterior del
mismo (Duby: 1974).
Algo nos hace suponer que, por lo menos varios cuentos maravillosos del noroeste
argentino, contienen motivos que reflejan la realidad del mundo anteriormente explicitada.
Muchos hablan de varios principados y reyes ubicados en distintos puntos del espacio, y en
varios también se menciona al rey que debe partir de su fortaleza para pelear contra los
enemigos del pueblo cristiano. Es el caso, por ejemplo, del cuento "Los hermanos
envidiosos" narrado en 1951 en Tilcara (Jujuy) 2, en donde un chico es maltratado por su
hermano y debe dormir solo arriba de un árbol; más tarde llegaron unos gigantes al pie del
árbol y se pusieron a contar casos sobre naciones en las que sucedían fenómenos extraños,
aprovechando el chico la información que le permitiría convertirse en héroe. También es el
caso de una de las versiones del cuento "La Palomita" narrado en Tinogasta (Catamarca) en
2 cuento fue narrado por Rosendo Martínez, de 75 aflos de edad. Sacado de: Vida! de Battini, Berta (1983) Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo IV, pág. 469 Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
1 97O, en donde el rey debe partir para pelear contra los moros, en tanto enemigos del
pueblo cristiano.
El mundo feudal estaba organizado en función de la idea de Paz de Dios, que
legitimaba la explotación señorial. En cada una de las provincias del reino había Concilios
en los que se reunían los obispos y nobles para establecer prohibiciones, muchas de las
cuales dieron lugar a la teoría de los tres órdenes, que consistía en un modelo que
justificaba las desigualdades económicas sobre las que se apoyaba el sistema feudal.
El mundo tripartito estaba compuesto, en primer lugar, por los hombres de oración
que se encargaban de rezar para la salvación de las almas de los fieles servidores cristianos;
en segundo lugar por los guerreros encargados de combatir para velar por la seguridad de.
los fieles, y en tercer lugar por los campesinos —los fieles-., que se ocupaban de trabajar para
mantener a los estamentos sociales superiores (Duby: 1974).
Para reconstruir la manera como los campesinos vieron el' mundo en la época del
Antiguo Régimen, debe preguntarse qué tenían en común, qué experiencias compartían en
la vida cotidiana dé sus villas. Al respecto Damton (1994) comenta que "a pesar de lás
ocasionales pinceladas de fantasía, los cuentos están enraizados en el inundo real. Casi
todos se desarrollan en dos marcos de referencia básicos, que corresponden al escenario
dual de la vida campesina durante el Antiguo Régimen: por una parte, la casa y la villa;
por la o/ra, los caminos abiertos. La oposición entre las villas y los caminos abarca todos
los cuentos, igual que las vidas de los campesinos en todas partes en el siglo XVIII en
Francia" (1994, pág. 41). Según el mismo autor, los cuentos les decían a los campesinos
cómo era el inundo, y ellos ofrecían una estrategia para hacerle frente.
La movilidad
En el marco del feudalismo, a partir del siglo XI surgieron nuevas clases que
aspiraban a establecer un orden profuno. Comenzaron los enfrentamientos sociales que
perseguían un nuevo ajuste de las relaciones sociales, generándose cambios en la
Este cuento fue narrado por María Adela Oviedo de Nieva, de 68 años. Sacado de: Vidal de Battini,, Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo V, pág. 51. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
50
mentalidad como consecuencia del surgimiento de burgos instalados alrededor de las
fortalezas del señor. En los cuentos se mencionan poblados en los que se pueden encontrar
mercancías, distracciones, etc.; tal es el caso, por ejemplo, del cuento "Las Tres Naranjas",
narrado en Tafi del Valle (Tucumán) en 195l, en donde un príncipe parte una naranja de la
que sale una niña que le pide una serie de elementos que pueden ser conseguidos en el
pueblo, mediante una transacción económica.
Por aquella época los hombres empezaron a tener la sensación de que la realidad no
estaba preestablecida acorde al modelo anterior, que el destino dependía de cada uno, que
era posible la movilidad social.
A partir del siglo Xli la civilización occidental estuvo dominada por la vida urbana,
y con ella fue posible el progreso material, la estratificación social, la distinción entre la
iglesia secular y la regular, el enriquecimiento de algunos campesinos y los ascensos
sociales. Este motivo, el del enriquecimiento y ascenso social, lo encontramos en muchos
cuentos del noroeste argentino que tratan sobre el compadre pobre y el compadre rico, que
parece ser uno de los temas autóctonos preferidos dada la cantidad de variantes encontradas
desde 1920 en adelante. El compadre es un personaje muy importante en el noroeste
argentino porque establece relaciones de párentesco ritual y eso permite alianzas de tipo
social y económico. En los cuentos aparecen personajes pobres que salen a buscar trabajo, y
muchos lo encuentran en la casa del rey o del señor. Es el caso, por ejemplo, del personaje
principal del cuento "El chiquillo", narrado en Guayamba (Catamarca) en 1951, en donde
un niño le 'pidió 'la 'bendición a 'la -madre 'para 'salir a 'rodar 'tierra; 'llegó 'a 'la casa -de un
hombre que era muy rico y 'le pidió que 'le diera trabajo; al verlo el hombre 'le dijo que era
muy chico y q,ue no podía servirle de nada, pero el chico le pidió que lo emplee por lo
menos para darle fuego a los peones, y entonces el hombre rico decidió ocuparlo.
cuento fue narrado por Miguel' AngelLópez; de'7&años, en Tafi delValle; Sacado - de:'Vida'l' deBattini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo Y, pág. 44. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
Narrado por Celia Arévaio, de 18 años deedad. Sacado de: Vida.l de Baltini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomor W, pág. 551. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires'.
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También encontramos este motivo en el cuento llamado "La princesa que no sabía
reír", narrado en La Paz (Catamarca) en 195 16 . Nana la historia de un padre que tenía dos
hijos; el más grande, al cumplir veinte años, le pidió al padre que le diera la bendición para
ir a rodar tierra. Después de andar mucho llegó a un rancho donde vivía una viejita; el
muchacho le dijo que estaba buscando trabajo y la viejita le dijo que en el castillo del rey
estaban ofreciendo un puesto: el rey estaba buscando a alguien que pudiera hacer reír a la
princesa; quien lo hiciera se casaría con ella.
Del mismo modo, el cuento titulado "El chiquillo y los animales que lo ayudan",
narrado en Salta en 1970 7 , comienza de la siguiente manera: "había tres chiquillos; los dos
mayores querían desprenderse del menor, y corno andaban sin empleo fueron a pedirle
trabajo al rey".
En los cuentos maravillosos estudiados encontramos muy fuertemente marcado el
motivo de la movilidad social y el azar. Son muchos los que tratan sobre las aventuras del
héroe que decide partir de su casa paterna para "rodar tierra", para buscar una nueva vida
dada la carencia de trabajo, y previo a la partida le pide la bendición a los padres, como si
con ello tuviera asegurada su suerte.
Si a la movilidad social, al enriquecimiento de algunos campesinos, a la existencia
de ciudades o poblados, a la escasez de alimentos y carestía general que propicia la partida
del individuo de su hogar en busca de recursos y a la idea de azar le sumamos el motivo de
la existencia y quema de brujas (como producto del discurso antisupersticioso cristiano),
podemos suponer que muchos cuentos maravillosos contienen motivos que reflejan la
realidad del mundo del siglo XIV en adelante, en Europa. Por aquella época, como vimos,
la institución eclesiástica ideó un modelo antisupersticioso cristiano que se correspondía
con sus intenciones de detentar el poder, mediante el sometimiento de los distintos sectores
sociales. Y el sector más desfavorecido, en función del papel desempeñado en las
relaciones sociales, era el campesinado. En suma, la jerarquía eclesiástica era la principal
encarnación de la opresión (Ginzburg: 1981).
6 Cuento narrado por Juan Vega, de 70 años. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos yLeyendas populares de la Argenhina. Tomo Y, pág. 653. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
71 Cuento narrado por Teresita de Jesús Arroyo, de 32 años. Sacado de: Vida! de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo Y, pág. 571. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
52
Los motivos
La envidia
Uno de los temas que más se repiten en los cuentos populares, en todas las
recopilaciones que se hicieron, es el de la envidia de los hermanos mayores al menor. El
hermano menor (o shulca, como lo llaman en el noroeste argentino) es siempre el héroe
cuando están en juego las relaciones filiales o fraternales. Siempre es el que se supone
estuvo menos favorecido por el padre y el que sin embargo cuida de la mejor manera su
memoria y es capaz de enfrentarse a situaciones peligrosas para cumplir con las
indicaciones paternas. Tal es el caso, por ejemplo, del cuento "La flor del lirolay" (que en
algunos lugares es "La flor del ilulay", o "La flor del lirolá") 8, que a pesar del paso del
tiempo conserva todos los elementos que componen su contenido casi intactos. Este motivo
lo encontramos también en muchos de los cuentos recogidos en el sur argentino, como por
ejemplo el que se titula "La flor del jirilay", narrado en Catán Lii (Neuquén) en 1970, casi
idéntico a las versiones recogidas en el noroeste.
La flor maravillosa
Un señor muy rico tenía tres hijos y estaba ciego desde hacía un tiempo. Nadie
podía curarlo, hasta que un día un médico prestigioso dijo conocer el remedio que le
devolvería La vista: la flor del lirolay.
Esta flor se encontraba en un lugar muy alejado, en el que los peligros amenazaban
con la muerte de quien se internaba en el bosque para ir en su busca. Por eso el hombre rico
8 Este cuento ha sido narrado con mucha frecuencia enn el. noroeste argentino, y también en el sur del país, durante los períodos históricos considerados para este trabajo. Algunas de sus versiones son las siguientes: "La flor del lirolá", recogido porAngélica JYErrico, directora de la Escuela Nro. 54, La Unión, Salta, 1921; carpeta 27, pág. 6. Encuesta Nacional de Magisterio de 1921. "La flor del lirolay": narrado por María Angélica M. De Medina, una maestra de escuela de 50 años, Salta, 1950; sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina.. Torno VT,. pág.. 79, Edi.cioaes. Culturales Argentinas,. Buenos Aires. "La flor del .lirolay": narrado por Delia Corvacho de Saravia, de 46 años, Humahuaca 1970; sacado de: Vidal deBattini; Berta (1983): CuentosyLeyendaspopuiaresdelaArgentina. Torno VI; pág 84. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
Narrado por Ana Rosa Chandía, de 67 años. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1 983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo Vi, pág. 122. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
53
que habla perdido la vista encomendó a sus hijos la tarea de encontrar la flor, y a quien la
hallara le entregaría el reino, o la fortuna acumulada. No se trataba de una tarea sencilla, y
por eso la recompensa debía ser tentadora.
Los tres hermanos emprendieron la busca y tomaron tres caminos distintos, luego de
convenir el momento y el lugar en los que se encontrarían.
Al cabo del tiempo los hermanos vieron venir al menor con la flor, y de envidia se
la sacaron. Lo enterraron vivo y fueron a llevarle al padre la flor, quien a pesar de haber
conseguido la vista estaba muy triste por la pérdida de su hijo menor. Pero en el lugar
donde fue enterrado el niño creció un cañaveral.
Un leñador (o un carbonero, según algunas versiones) que pasaba por ahí vio la caña
y la arrancó para hacerse una flauta. La flauta sonó y cantó "No me toques leñador, no me
dejes de tocar, mis hermanitos me han muerto por la flor del lirolay".
El leñador, sorprendido, le llevó la flauta al señor rico, que en algunas versiones era
el rey, y con su canto descubrió la verdad. Enojado con sus hijos mayores, el hombre neo
mandó a sus hijos a que desenterraran al menor. Y castigó fuertemente a sus hijos, castigo
que finalmente no se efectuó gracias a la intervención del perdón del hij menor. El hombre
rico, agradecido por haber conseguido la vista gracias a la flor maravillosa que muy
valientemente había eticontrado el shulca, perdonó a sus otros hijos pero le entregó toda la
riqueza o el reinado a su hijo menor, quien se convirtió en el héroe de nuestra historia.
Este cuetito, que también fue narrado en variadas oportunidades en el sur del país,
me parece que puede ser considerado como la base sobre la cual se pueden incorporar una
cantidad de elementos, tomados de otros cuentos, que nos introducen en el tema de las
supersticiones y el amor.
Muchos de los valores que aparecen reflejados en este cuento corresponden a. los.
defendidos por el cristianismo.: la obediencia, el respeto al padre y el perdón a los pecadores
(envidiosos y traicioneros). A la vez, ciertas imágenes como la vuelta a la vida del hennano
menor luego de ser enterrado pueden asociare con la figura de Jesucristo: la resurrección
entre los muertos, la misericordia y el perdón de los pecados. Y, además, nuestro héroe es
traicionado por sus propios hermanos, de la misma manera que jesucristo (en la comunidad
de fieles los devotos son considerados hermanos). Pero también este cuento nos puede
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hacer recordar la leyenda de Caín y Abel que aparece en el Antiguo Testamento, con lo
cual quedaría confirmada la suposición de que los cuentos maravillosos del noroeste
argentino bien podrían estar emparentados con la religión y con algunas de las leyendas
bíblicas.
Caín y Abel eran los hijos de Adán y Eva (hay algunos estudiosos que afirman que
tuvieron tres hijos). Caín cultivaba Ja tierra y Abel era pastor, y ambos hennanos hicieron
una ofrenda a Dios: Abel ofreció al primogénito de su rebafío y Caín los primeros frutos de
su cosecha. Al ser rechazada la ofrenda de Caín, éste se puso celoso y mató a su hermano,
convirtiéndose con ello en el primer homicida (se supone que el pastoreo era la principal
ocupación de muchos nómadas y que complacía más a los dioses que la agricultura, de ahí
que el sacrificio de Abel fuera aceptado y no el de Caín). Dios lo maldijo y lo condenó a
vagar errante por la tierra, y lo anarcó con una seílal para que nadie que lo encontrase lo
atacara: quien lo hiciera lo pagaría con un castigo siete veces mayor. Más adelante veremos
que hay otros cuentos del noroeste argentino que contienen el motivo de la señal que Dios
puso en la frente de los individuos destacados: a la niña o al niño guiados por las buenas
costumbres les aparece una estrella luminosa en la frente; a la niña o al niño vanidoso y
orgulloso le aparece en la frente, en cambio, bosta de burro.
La ceguera
En el cuento "La flor del lirolay" se encuentra además el motivo de la ceguera -
que también aparece en muchos cuentos maravillosos del noroeste argentino-, que puede
asociarse con la imposibilidad de hallar la verdad: el padre ciego no puede ver que sus hijos
mayores envidian y perjudican al menor; cuando nuestro héroe le facilita el remedio y de
esa manera recupera su vista, con ella también obtiene la posibilidad de remediar la anterior
ceguera respecto del mal comportamiento de algunos de sus hijos.
Este motivo (el de la ceguera) también lo encontramos en otros cuentos, como por
ejemplo en uno titulado "El hermano envidioso", narrado en Santa Victoria (Salta) en
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1950 10 : dos hermanos se quedaron huérfanos de chicos y se criaron trabajando de peones.
Cuando fueron más grandes se casaron y uno de ellos, Juan, no tenía suerte: aunque
trabajara mucho siempre era pobre; el otro, Bernardo, era de suerte y se había hecho rico.
Juan, cuando se vio demasiado pobre, fue a lo de su hermano a pedirle que lo ayude con
algo de plata. Bernardo se enojó con su hermano por ir a pedirle, pero lo ayudó. Como Juan
no conseguía trabajo siempre iba a lo de su hermano a pedirle, hasta que un día le dijo a su
hennaiio que se iba a ir a otros lugares y no iba.a volver. Berñ.ardb quiso ir con su hermano
pero Juan le decía que no; finalmente insistiÓ tanto que Juan accedió. Bernardo llevó
mucha comida y Juan sólo un .pancito. A Juan se le terminó el pancito después de camínar
dos días, y Bernardo no quiso darle nada. Bernardo le dijo a Juan que si quería algo de
comida se deje sacar un ojo, y corno tenía mucha hambre se. Jo dejó, sacar; al día siguiente.
pasó lo mismo y le sacaron el otro ojo. Bernardo se fue y Juan quedó ciego, junto a un
árbol. Pero vino la Virgen María y le dijo a Juan que arranque unas hojitas del árbol y se las
pase por los ojos, y que después vaya a llevarle las hojitas a un rey ciego para curarlo, ya
que había perdido la vista.
Tal corno comenta Propp (1979), en los ritos de iniciación al neófito se le tapaban
los ojos. Según el autor el blanco es el color de la muerte y de la invisibilidad; de mod.o
semejante, la ceguera temporal es señal de partida para las zonas de la muerte. En un
segundo momento el neófito es limpiado de la cal y al hacerló vuelve a ver, lo cual
simboliza la adquisición de la nueva vista, igual que el iniciando adquiere un nuevo
nombre. Esta es la última fase de toda la ceremonia; después de ella el neófito vuelve a su
casa.
La fuente de belleza
El amor, en los cuentos maravillosos, va de la mano con la movilidad y el ascenso
social: el niño pobre y honrado que se enamora y conquista a la princesa, el rey que se
10 Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos yLeyendas populares de laArgentina. To.rno.VI, pág. 473. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
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enamora de la niña perdida en el bosque y la lleva a vivir a su palacio, el niño valiente que
se casa con la muchacha rica, el príncipe que se desvive por la muchacha maltratada por su
familia. En muchas ocasiones el casamiento es una recompensa por las buenas acciones,
que implican valentía, obediencia, respeto, sinceridad, laboriosidad y sacrificio. El rey
siempre es codiciado no sólo por su sentido de la justicia sino por su atractivo fisico, al
igual que la niña convertida en esposa. En suma, el amor se asocia con la belleza, tanto
fisica como espiritual. Y el casamiento como recompensa por las buenas costumbres,
independientemente de la clase social de la que provienen los protagonistas, bien podría
funcionar, en los cuentos maravillosos, como un instrumento que mantiene intacta la
esperanza, en particular de las mujeres, de poder escapar de la realidad poco confortable de
la mayoría de las mujeres que viven en el noroeste argentino.
La Cenicienta
Este cuento es uno de los que en más se contrapone la bondad y la maldad, la
belleza y la fealdad, el sacrificio y el aprovechamiento de los demás, la delicadeza y la
tosquedad. También aparece la envidia corno motor del deterioro de ¡as relaciones
fraternales y la recompensa por las buenas costumbres, que implica el casamiento con el
hombre rico. Varios de los motivos que en él aparecen se repiten en otros cuentos
maravillosos relatados en distintas épocas y lugares, y parece ser que es uno de los cuentos
populares más antiguos que todavía circulan entre los grupos humanos.
Darnton (1994) comenta el caso de una cenicienta china del siglo XI. "Esta
consigue sus zapatillas con un pescado mágico y no con un hada madrina, y las pierde en
una fiesta pueblerina y no en un baile de palacio, pero tiene una semejanza inequívoca con
la heroína de Perrault" (1994, pág 28). Y como para hacer un análisis de los cuentos hay
que tener en cuenta el contexto, e incluso el del narrador, cabe aclarar que. Perrault no
inventó los cuentos sino que los recogió- de la tradición oral para después adaptarlos o
acomodarlos al gusto de un público refinado. Perrault narró esos cuentos a fines del- siglo
XVII y principios del XVIII en Francia a la vez que participó de la política autoritaria de
Coibert y Luis XIV; no sentía simpatía por los campesinos ni por su cultura. "Perrault
representa algo único en la historia de la literatura francesa: e/punto supremo de contacto
entre los mundos aparentemente separados de la éiite y la cultura popular (.) Las
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corrientes culturales se entremezclan, suben y bajan, pasan por distintos medios y grupos
de relación muy alejados, como los campesinos y los salones refinados" (1994, pág. 71).
Se trata de mezcla cutural.
Este cuento es conocido por todos nosotros. Sintéticamente, nana la historia de una
niña hermosa que era maltratada y envidiada por su madre y hermanas, motivo por el cual
la tenían encerrada en la cocina para que desempeñara los trabajos domésticos que
habitualmente, en los hogares con ciertos recursos económicos, estaban destinados a las
sirvientas. La apodaron Cenicienta porque vivía junto a Las cenizas, y el motivo de Ja
envidia era su delicadeza y belleza.
Un día su madre y hermanas fueron a una fiesta organizada por el príncipe en el
palacio, y la dejaron a Cenicienta encerrada en la cocina haciendo los trabajos
encomendados y sufriendo por su vida tan desdichada. Mientras lloraba se le apareció su
hada madrina para concederle el deseo de poder asistir a esa fiesta, por lo cual convirtió
ciertos elementos en una carroza, un hermoso vestido y unos zapatitos tan delicados que
causarían la sorpresa de los asistentes. Pero el hada madrina le puso una condición: tendría
que retirarse del evento a una determinada hora: de lo contrario se convertiría en el
hazmerreír de los concurrentes.
Cenicienta fue a la fiesta y estaba realmente hermosa. Sus hermanas la vieron pero.
no la reconocieron, y el príncipe quedó perdidamente enamorado apenas la vio.
Llegó la hora en la que Cenicienta debía partir; y así lo hizo. Comenzó a correr por
temor de llegar tarde, y con el apuro perdió uno de los zapatitos. El príncipe, que salió
corriendo en su busca, encontró el zapato de su amada, motivo por el cual encornendó a los
guardias que emprendieran la búsqueda de la muchacha: a quien le entrara el zapato se
casaría con el príncipe tan codiciado.
Todas las muchachas del pueblo se sometieron a la prueba del zapato y ninguna
tuvo éxito. Cenicienta estaba escondida y sus hermanas no lograron que le quedara bien el
calzado. Finalmente el príncipe pidió que le presenten a la muchacha que faltaba, por lo que
apareció adelante suyo Cenicienta, a quien le probaron el zapato y se convirtió en la
flamante esposa, sorprendiendó a su madre y hermanas.
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Esta versión del cuento, que fue inmortalizada en producciones cinematográficas y
ediciones de cuentos para chicos, es muy similar a la narrada en Jujuy por un hombre de 77
años de edad en Puesto del Marqués (Jujuy), en 19211 1• Pareciera ser que alrededor de 1920
se reproducían con más exactitud las versiones europeas que, por ejemplo, en 1970. No
sabemos exactamente a qué se debe, pero podría suponerse que la inmigración que
comenzó en 1880 modificó los gustos de los nativos, favoreciéndose con ello la difusión de
versiones más típicamente europeas; luego, con el tiempo, comenzaron a tener vigencia
versiones más lugareñas que no estaban destinadas a un público cortés. Pero esta es sólo
una hipótesis que deberá ser rechazada o confirmada luego de haberla sometido a análisis.
Cotidianamente se imitaba a Europa, y en particular fue francés el modelo a seguir.
Tal vez por este motivo en 1920 haya circulado la versión del cuento "La Cenicienta"
adaptada por Perra•ult.
En 1970, en cambio, fueron relatadas en el noroeste argentino versiones
conipletamente diferentes del quer en principio parecería ser el mismo cuento. Pero si
comparamos estas versiones con otros cuentos recogidos en el noroeste argentino en 1921,
repararemos en que corresponden a los que en, aquellos tiempos se llamó "La envidja" 2,
corno si fuera una versión andina de este cuento. Veamos en qué consiste el cuento "La
Cenicienta" recogido en Tinogasta (Catamarca) en 1970'.
Una señora viuda tenía dos hijas y se casó con un hombre viudo que tenía una hija.
Las hijas de la señora eran feas y le tenían envidia a la hija del señor, a quien como era tan
bonita pusieron en la cocina. Como no la dejaban lavarse estaba siempre llena de ceniza, y
por eso le pusieron Cenicienta.
La mandaban a cuidar las ovejas a los cerros y le daban lana para que hile, y si no
traía la lana le pegaban. Ella tenía una. ovejita ala que le metía. lanapor la boquita y le salía
por la colita toda hiladita y torcidita. La ovejita era de virtud.
"Recogido por la maestra Ana Albertino Aparicio Escuela 20, Puesto del Marqués. Carpeta 2, pág. 4. Encuesta Nacional de Magisterio de 1921. 1.2 Este cuento frie recogido por la maestra Celia N. S. De Brizuela Escueta 4, Zapla, Jujuy. Carpeta 13, pág. 8. Encuesta Nacional de Magisterio de 1921. ' Cuento narrado por Jorge Eduardo Busto, de 13 años de edad. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas popufri res de la Argentina. Tomo V, pág. 343. Ediciones. Culturales Argentinas-, Buenos. Aires.
Un día una hermanastra le dijo a la madre que iba a ver cómo hilaba Cenicienta. Fue
al cerro y vio que le metía a la oveja la lana por la boquita y salía hilada. Entonces mataron
a la corderita y mandaron a Cenicienta a que le lave la panza al río. Cenicienta lloraba, y
mientras estaba lavando vino un pez y le llevó la pancita.
A. Cenicienta se le apareció Dios y le preguntó por qué lloraba, a lo que la muchacha
respondió que estaba triste porque un pez le había llevado la pancita de su corderita.
Dios le dijo que la pancita estaba en un plato puesto en la mesa de una casita, que
fuera y que tire todas las cosas que había ahí. La niña fue hasta esa casa; la acomodó y la
limpió. Más tarde fue a donde estaba el viejito (Dios) y le dijo que le traiga un vaso con
agua. Ella le hizo caso y él le encomendó que se lleve el vaso: que cuando cante el gallo
baje el vaso y que cuando rebuzne el burro lo suba, y que se ate bien. la cabeza así no la
veían en la casa.
La niña se fue. Cantó el gallo y ella baj& el vaso, y le cayó ilma estrella en la frente;
rebuznó el burro y levantó el vaso.
Al otro día le preguntaron por qué tenía atada la cabeza y la niña contestó que
porque le dolía. Entonces le desataron ¡a cabeza y le brilló la estrella. Las hennanastras le
preguntaron cómo había pasado eso y ella les contó.
Al otro día una de las hermanastras mató una oveja y se fue a lavar la pancita,
tratando de que le pase lo mismo que a Cenicienta. Vino un pez y se llevó la pancita.
Apareció el viejito y le dijo que la pancita estaba en un plato: que tire todas las
cosas, que las queme y que traiga un vaso con agua. La niña hizo lo que le dijo el viejito. Y
el viejito le dijo que levante el vaso cuando cante el gallo y que lo baje cuando rebuzne el
burro.
Luego de cantar el gallo y rebuznar el burro, le cayó en la frente el pene del burro.
Se desesperó y se ató la cabeza para que no se viera.. Las. hermanas. le preguntaron qué le
pasaba y ella dijo que le dolía la cabeza. Entonces se desató la cabeza y le colgó el pene del.
burro.
Ese día había una fiesta y el rey invitó a las hermanas. Como no la querían llevara
la Cenicienta le decían que era una sucia, que no vaya. Entonces apareció el viejito y le
preguntó si quería ir a la fiesta del rey. Ella dijo que sí y que sus hermanastras no la
quisieron llevar.
Entonces le dijo que vaya a la huerta, que traiga un zapallo grande. Y del zapallo
formó una carroza. De unos ratones fornió unos caballos. Le trajo unos zapatos y collares
hermosos. Quedó bien arreglada corno una princesa. Le dijo que cuando toquen las
campanas de las doce se vuelva, porque de lo contrario le iban a hacer desaparecer todo.
Cenicienta fue a la fiesta. Estaba el príncipe y la gente empezó a decir que había
llegado una princesa. Le dijeron al príncipe que -la reciba él, y quedó tan fascinado que
durante toda la fiesta bailó sólo con Cenicienta. Pero tocaron las campanas de las doce,
motivo por el cual Cenicienta tuvo que salir corriendo y perdió un zapatito.
Cenicienta llegó a su casa, dejó el zapallo en la huerta y cada cosa en su lugar. El
príncipe empezó a buscar a esta niña tan linda que tenía una estrella en la frente, y se quedó
con el zapatito.
Al otro día le empezó a medir el zapato- a todas 1-as niñas, en- todas- las- casas. Cuando-
llegó a la casa de la Cenicienta, una de- las hermanas se cortó los dedos para que le entre el-
zapato, pero la vieron. La otra se cortó el talón - pero tampoco tuvo éxito. Entonces
empezaron a preguntar de quién era el zapatito.
Salió Cenicienta de la cocina y dijo que se iba a medir el zapatito. Le dijeron que
cómo se lo iba a medir, siendo que era una sucia. El príncipe dijo. que la dejen medirse el
zapatito, que le calzó perfecto. Se casaron y fueron felices para siempre.
Esta versión, que en principio parecería ser andina, contiene varios elementos que
no aparecen en el cuento francés inmortalizado primero por Perrault - y luego por los
hermanos Grimm. En la versión europea no aparecen ni Dios, ni el burro, ni la pastora, ni el
hilado, como sí sucede en las narraciones de 1970 recogidas en el noroeste. Cabe resaltar
que estos elementos, que no aparecen en los cuentos europeos, son moneda corriente en el
noroeste. Se podría pensar, a partir de esto, que tales elementos- son propios. de. la.región del
noroeste argentino, pero- si comparamos las. versiones q.ue fueron- recogidas en el sur del
país podemos constatar que- las versiones son- casi idénticas. Tal- es el- caso, por ejemplo ; de
la versión titulada "Mariquita Cenicienta", hallada en Chos M- aial (Neuquén) en- 1960 14 , que-
narrado por Yolanda del Carmen Parada, de 24 años de edad. Sacado de: Vidal de Battini, Berta - (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo- V, pág- 3-79. Ediciones-Culturales Argentinas, Buenos Aires.
61
reproduce casi con exactitud los motivos que aparecen en "La envidia" (narrado en la
provincia de Jujuy, en 1921) y sus versiones posteriores. También es el caso de "María
Isabel y Mangoviana", narrado en Chos Malal (Neuquén) en 195915. Esta observación nos
invita a considerar la estabilidad de motivos independientemente de la zona de la que
provenga el relato.
A partir del relevamiento de los cuentos populares podemos sostener que el cuento
"La Cenicienta", dada su cantidad de versiones en distintos 'momentos históricos, tiene gran
difusión en el noroeste y sur del territorio argentino. Este cuento me parece paradigmático
porque en él se encuentran muchos de los motivos aparecidos en otros cuentos. Aparece el
motivo de la envidia, de la aparición de Dios, del casamiento de la muchacha con el hombre
rico y poderoso, del poder de la belleza, de la recompensa por las buenas. acciones (qUe por
lo general son llevadas a cabo por personas pobres, que luego tienen la posibilidad de
formar parte de otra clase social) y de' la felicidad que sólo es posible por la existencia del
amor. Parece que este cuento circula entre las personas desde hace mucho tiempo, ya que
existen testimonios que dan cuenta de haber sido relatado en China en el siglo XI, tal como
comenta Darnton (1994) a propósito de la importancia atribuida al contexto de quien nana
la historia en fonna de cuento, corno fue el caso de Perrault (quien con habilidad adaptó
varios cuentos populares, acorde a los gustos considerados refinados en la sociedad
francesa del siglo XVI, convirtiéndose en -una referencia obligada cuando se toma por
objeto de estudio este tipo de producción cultural).
La mujer
Que la mujer ejerce un rol fundamental en la dinámica de las relaciones sociales es
una obviedad que será sólo mencionada, sin profundizar en ella, al menos en esta
oportunidad. No porque lo obvio o evidente no merezca ser objeto de estudio sino porque
en el presente trabajo priorizo no -tanto la manera en que la mujer incide -en el
desenvolvimiento de las relaciones sociales cono las representaciones que de ella apareceli
por Yolanda del. Carmen Parada, de 24 años. Sacado- de: Vidal. de Battini, Berta (1983): Cuentos-y Leyendas populares de la Argentina. Tomo y, pág. 386. Ediciones Cultura-les Argentinas, Buenos Aires.
62
reflejadas, en tanto ficciones, en algunas creaciones artísticas como los cuentos populares
del noroeste argentino, los maravillosos en particular.
Pero antes de detenenne en la presencia femenina y en el lugar que ella ocupa en las
historias que componen los cuentos que aquí son considerados, me parece que no puedo
dejar de mencionar el contexto en el que circulan tales relatos.
Teniendo en cuenta que en este trabajo se comparan los cuentos de tipo maravilloso
narrados en distintos momentos históricos en una zona determinada, resulta pertinente
aclarar algunas de las particularidades que permiten definir algunos aspectos de la rea:lidad
política y social en la que se inscriben los comportamientos y las creencias de la gente que
vive (o vivió) en el noroeste argentino, que en defmitiva es la que hizo posible que los
cuentos llegaran a nosotros.
Durante el siglo XX el noroeste ha sufrido un constante desgranamiento de su
población en edad activa: un gran número de hombres y muchas mujeres han- abandonado
su hábitat, seducidos por las ciudades y las aparentes posibilidades de trabajo y recreación
que ellas brindan. El peso de la tradición ha quedado, dado el éxodo de mucha gente, en los
mayores de edád, en abuelos y abuelas que se quedaron con sus i*tos y en mujeres jóvenes
que junto a sus hijos y a su oficio de pastoras de ovejas y llamas aguardan, a veces sin
esperanzas, el regreso del hombre que marchó en busca de actividades que permitirían
completar el ciclo económico. De esta manera la memoria de la tradición queda depositada
en la mujer y en los ancianos (Kirbus: 1997). Así se le atribuye a -la mujer gran parte -de la
responsabilidad cii la circulación de los cuentos por vía oral, y con ellos es posible la
transmisión de algunas producciones de la cultura popular. Y un detalle: la lengua que
utilizamos para relacionarnos y comunicamos, se sostiene, es materna (y por lo general
resultan elocuentes los adjetivos que utilizamos para referirnos a las cosas y definirlas,.
aunque más no sea superficialmente).
La mujer ocupa un lugar privilegiado en el contenido- de la mayoría de los relatos.
Desde luego que en algunos de ellos no aparece (en "Los socios sembradores" 6 y sus
variantes, por, ejemplo, en donde los protagonistas de - la historia son un muchacho y el
16 Una de las versiones de este cuento fue relatada por Eusebio Maita, 46 años, Salta, 1958. Sacado de: Vida! de Battini, Berta (1983): Cueni'osyLeyendas.popula.resde IaÁrgen tina.. Torno- VI pág. 377. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
63.
diablo, que establecen entre sí una relación exclusivamente económica, como tampoco
aparece en "La flor del lirolay", cuento que ya mencioné con anterioridad), pero cuando lo
hace jamás ocupa un rol menor en la sucesión de los acontecimientos que se relatan; su
figura nunca es intrascendente. Veamos algunos de los modos en que aparece la mujer en
los cuentos maravillosos del noroeste argentino:
MUJER CUENTOS
Niña inocente "La niña perdida" narrado en Carahuasi (Salta) en 1921 17 .
"La palomita", narrado en La Quiaca (Jujuy) en 195218 y en
Tinogasta (Catamarca) en 197019, entre otros.
Muchacha indefensa "La Cenicienta", narrado en Puesto del Marqués (Jujuy) en
192120 y en Tinogasta (Catamarca) en 197021.
"La envidia", que fue narrado en Zapia (Jujuy) en 192122.
"La niña sin brazos", recogido en Belén (Catamarca) en
195 123 , entre otros.
Niña que fue víctima "La niña encantada", narrado en Santa María (Catamarca) en
17 Este cuento fue narrado por Doña Bernarda de Suárez, de 70 años. Fue recogido por la maestra Rosa Dessens de Vanotti, directora de la Escuela 45 de la localidad de Carahuasi, Salta, en 1921. Carpeta 103, lcr envío, pág. 7. Encuesta Nacional de Magisterio de 1921.
18 Narrado por María Elsa Salas de Varela, que ha cursado los grados de la escuela primaria. SacadG de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo V, pág. 39. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
19 Op. Cit.
20 Recogido por la maestra Ana Albertina Aparicio. Escuela 20, Puesto dei Marqués, Jujuy. Carpeta 2 1 pág. 4. Encuesta Nacional de Magisterio de 1921.
21 Narrado por Jorge Eduardo Busto, 13 años d.c edad Sacado de: Vidal.de BattiniBerta.(1.983):Cuen.1osy Leyendas populares de la Argentina. Tomo V, pág. 343. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
22 Recogido por la maestra Ana Albertina Aparicio. Escuela 20, Puesto del Marqués, Jujuy. Carpeta 13, pág. 8. Encuesta Nacional de Magisterio de 1921.
2-1 Narrado por Edelmira Contreras, de 78 años de edad. Sacado de: V.idai de Battini,Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de laArgen tina. Torno VI; pág. 221. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires
64
de un encanto 196824
"La sapita encantada", recogido en San Femando del Valle
de Catamarca en 196825.
Muchachita muy buena "La Belleza del Mundo", narrado en Tilcara (Jujuy) en
196826 .
con poderes mágicos "Las tres palomas hijas del diablo", recogido en Anta (Salta)
en 195227.
"Las Tres Naranjas", relatado en Carahuasi (Salta) en
192128 y en Tafi del Valle (Tucumán) en 1951 29.
"Los tres picos de amores" relatado en Chicoana (Salta) en
1 97O ° .
Princesa amargada "La princesa que no sabía reír" relatado en La Paz
(Catamarca) en 195131, en donde un niño se convierte en
héroe por haberle hecho esbozar una sonrisa a la princesa,
consiguiendo con ello el matrimonio.
24 Narrado por Juan Eloy Reales, de 75 años. Sacado de:. Vidal de Battini,.Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo 1V, pág. 686. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
25 Narrado por Ramona Virginia Villaiñe de Coronel, 86 años de edad. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la A rgen tina. Tomo VI, pág. 751. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
26 de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos yLeyendas populares de' la Argentina: Tomo1V, pág. 237. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
27 Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendaspopulares de laArgentina. Tomo 1V, pág. 231. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
28 Cuento narrado por la niña María Apaza y referido a esta por su abuelita, de 70 años de edad y conocida de todos en el lugar. Recogido por la maestra Rosa Dessens de Vanotti, directora dé la Escuela 45' dé Carahuasi, Salta, Carpeta 103, pág. 26. Encuesta Nacional de Magistorio de 1921.
29 0p Cit.
° Narrado por Felipa Guaymás de Arroyo, de 50 años de edad. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo V, pág. 135. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
31 Op. Cit
65
Bruja mala "La Palomita" y sus variantes halladas en varios momentos y
lugares32 .
"Los niños perdidos en el bosque La Bruja", recogido en La
Paz (Catamarca) en 195 133.
"La niña perdida" relatafo en Carahuasi (Salta) en 192 134,
que es una variante del cuento "La Palomita".
"La vieja bruja", hallado en Carahuasi (Salta) en 1921.
"La bruj a", que fue relatado en Abdón (Jujuy) en 1921
"La suegra bruja", que fue narrado en Tilcara (Jujuy) en 17 1953.
Niña secuestrada "El gigante", hallado en Valle Grande (Jujuy) en 195338
cuento tiene gran difusión en el noroeste argentino en los distintos momentos históricos considerados en este trabajo. Algunas de sus versiones son las siguientes: "La niña perdida": narrado por Doña Bernarda de Suárez de 70 años y conocida de todos en Guachipas; recogido por Rosa Dessens de Vanotti, Escuela 45 de Carahuasi, Salta; carpeta 103, leí envío, pág. 7, Encriesta Nacional de Magisterio de 1921. "La niña que se perdió y la negra": narrado por Bernardino Zóto de 52 años, Obraje Las Hacheras, Anta, Salta; sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo V, pág. 35. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires. "La Palomita": narrado por Rosario Pastrana de Gómez. 46 años, Fuerte Quemado, Santa María, Catamarca, 1968, Sacado de: Vida.1. de Battini, Berta. (1983).: Cuentos.y.Leyendas populares de la A,cn(jna. Tomo V, pág. 59. Ediciones culturales Argentinas, Buenos Aires.
33 Cuento narrado por Juana Herrera, de 55 años. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo 1V, pág. 457. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
34 Narrado por Doña Bernarda de Suárez de 70 años y recogido por la maestra Rosa Dessens de Vanotti, directora de la Escuela 45 de Carahuasi, Salta. Carpeta 103, ler envío, pág. 7. Encuesta Nacional de Magisterio de 1921.
35 Narrado por Don Pedro. Callo de 55 años de edad y conocido. de todos en el. lugar. Recogido por la maestra, Rosa Dessens de Vanotti, directora de la escuela 45 de Carahuasi. carpeta 103, 2do envío, pág. 39. Encuesta Nacional de Magisterio.
recogido por Castro Tolay, maestro de la Escuela 56 de Barrancas, Abdón, Jujuy. Carpeta 24 de En.cuesta Nacionai. de Magistorio de 1921
37 Cuento narrado por Presentación Zerpa, de 25 años de edad. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1 983): Cuentos y Leyendas popidares de la Argentina. Tomo 1V, pág. 361. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
38 Na.rrado por Fabriciano Cazón, 79 años. Sacado de: Vidai de Battin.i, Berta <1 983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina: Tomo 1V, pág. 125. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires:
que debe rescatarse
Mujer que se dedica "La vieja curiosa", relatado en Carahuasi (Salta) en 1921.
a espiar a los demás "La curiosa", recogido en Abra Pampa Chicoana (Jujuy) en
196840
"Las curiosas" que fue recogido en Humahuaca (Jujuy) en
197041 .
La hermana pobre que "La hermana rica y la hermana pobre", hallado en Ambato
sufre la desigualdad (Catamarca) en 195142.
"El compadre rico y la comadre pobre", que fue recogido
en La Quiaca (Jujuy) en 1951.
Mujer como trofeo "La princesa que nú sabía reír", narrado en La Paz
(Catamarca) en 195
En un tiempo lejano. La familia
Los cuentos maravillosos en general comienzan con una imprecisión: "En un tiempo
o reino lejano". Esta iiriprecisión, segiui Propp, hace que el oyente de pronto se sienta
39 Narrado por Don Pedro Delgado, de 53 años y conocido de todos en el lugar. Recogido por la maestra Rosa Dessens de Vanotti, directora de la Escuela 45 de Carahuasi. Carpeta 103, 2do envío, pág. 35. Encuesta Nacional de Magisterio de 1921. 40 Narrado por Josefa Lamas. de Mamaní, 63 años. Sacado de: Vidal..de Battini, Berta (1983): Cuentos y. Leyendas populares de la Argentina. Tomo VI, pág. 398. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
" Narrado por Delia Corvacho de Segovia, de 46 años. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo VI, pág 395. Ediciones Culturales Aigentinas, Buenos Aires.
42 Nado por Manuel González de 90 años. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo VII, pág 573. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
'° Narrado por María Elsa Salas de Varela, 28 años. Sacado de: Vidal de Baitini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas populares de la Argentina. Tomo VI, pág. 509. Ediciones Culturales Argentinas,.Buenos Aires.
44 Op. Cit
67
N
llevado a una atmósfera de épica calma. Pero esto rápidamente es revertido, ya que el relato
está repleto de escenas caracterizadas por la pasión interior y la dmámica trágica. Luego el
relato pone en escena a una familia; en el caso de "La Palomita" sus versiones cornienian
con: "Había una vez un matrimonio que tenía una hija...", o "Había una niña que tenía una
madre...", o "Un rey estaba casado con una reina...". Y según Propp la familia, en el cuento
maravilloso, vive tranquila y feliz, y podría seguir viviendo de esta manera si no fuese por
el desencadenamiento de acontecimientos que derivan en una catástrofe. Los cuentos tratan
sobre la resolución de esas catástrofes.
Resulta interesante notar que casi todos los cuentos del noroeste argentino contienen
el motivo de la desvinculación del héroe o la heroína del hogar de sus padres. Tal es el caso
de "La Palomita", en donde una niña que va a jugar al bosque se. pierde, y llega más tarde a
una casa, que ella entiende como de su nueva familia. Y el cuento hace mención de tres
tipos de familia que integra la heroín... su familia de origen, su fami.ja adoptada, y su
familia creada con su enamorado. De esta manera, el movimiento de la historia comienza
con la desvinculación de Ja familia de origen y con la inclusión o construcción de otra.
También encontramos la clesvinculacjón del héroe del hogar paterno en muchos
cuentos, algunos de los cuales son los siguientes: "Las Tres Naranjas" narrado en Carahuasi
(Salta) en 192 145 y en Tucumán en 195146, en donde un rey tenía un hijo que un día le dijo
que iba a viajar a un reino lejano llamado "Las Tres Naranjas"; también se puede hacer
referencia al cuento titulado "El chiquillo" que fue narrado en Amaicha del Valle
(Tucumán)47 y en Guayamba (Catamarca) en 1951 , en donde un niño que más tarde se
convertirá en el héroe de la historia por salvar a unos muchachos de las maldades de la
bruja, le pidió al padre su bendicíón para irse tranquilo a rodar tierra y usufructuar de esa
manera su suerte. Lo mismo sucede con el cuento "El chiquillo y los animales que lo
ayudan" narrado en Salta en 1970, en donde se relata la historia.de tres. hermanos. que. se
41 Op. Cit.
4'Op. Cit.
47 0p. Cit
48 Op. Cit.
49 0p. Cit.
68
van de su casa en busca de trabajo y que encuentran en la casa del rey, maltratando y
tratando de desprestigiar al hermano menor que más tarde será el héroe del relato.
El pasaje -
Varios cuentos del noroeste argentino comienzan con una transgresión, con una
desobediencia, o con una ruptura en la normalidad de. las situaciones. En una palabra,
muchos comienzan con el paso de un estado a otro, de una situación a otra. Tal es el caso,
por ejemplo, del cuento "La Palomita" en sus diferentes versiones, en donde una niña que
juega a las muñecas desobedece a su madre, va al campo y a partir de eso se enñenta a
distintas situaciones que constituyen la trama del relato. Se podría estar tratando, por lo
tanto, de una relación con los ritos de pasaS La niña deja de ser niña para convertirse en
muchacha; se convierte en muchacha cuando abandona la casa de sus padres y es adoptada
por sus nuevos hermanos, y deja de ser muchacha para Lonvertirse en mujer cuando se casa.
La Palomita50
Había una vez una niña a la que le encantaba jugar con, las muñecas.. Su madre le
decía que no vaya al bos que porque ahí había peligros, pero la niña fue igual. a jugar con
sus muñecas. En el bosque un carancho le robó la mejor muñeca y ella comenzó a coner
tras él, desesperada, para que se la devuelva; cuando el carancho le entregó al muñeca la
niña ya estaba perdida.
La nifla comenzó a caminar hasta que llegó a una casita, y entró. Arregló el
desorden y preparó la comida para las personas que vivían ahí (en la casa había dos camas,
50 cuento tiene gran difusión en el noroeste y sur argentino, dadila cantidad de versiones y variantes encontradas en los distintos momentos históricos considerados. Algunas de esas versiones son: "La muñeca": narrado por Don Ambrosi&Bazán de 53 años, y recogido por la directora de laEscuela- 159de-La-Majada, Catamarca, Asteria Sosa. Carpeta 304, pág. 14. Encuesta Nacional de Magisterio de 1921. "La niña que se perdió y la negra': narrado por Bernardino Zoto, 52 años, Obraje Las Hacheras, Anta, S'alta, 1952; sacadó de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas Populares de la Argentina. Tomo V, pág. 35. Ediciones Cuiturales Argentinas, Buenos Aires. "Las Tres Naranjas": narrado porMigue.l Angel López, 76 años, Tafi del Valle, Tafi, Tucumán, 1951; sacadode: Vidal-de Battini ; Berta-(1.983) CuentosyLeyendasPopuiaresde ¡a Argentina. Tomo V, pág. 44. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires. "La Palomita": narrado por María Adela Oviedo de Nieva, 68'años, Santa Rosa, Tinogasta, Catamarca, 1970; sacado de: Vidal'deBattini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas Populares de la Argentina. Tomo Y, pág. 51. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
dos platos, cuatro cubiertos, dos vasos ... ). Cuando llegaron los dos hermanos dueños de la
casa, se alegraron cuando vieron que estaba todo en orden: pensaron que Dios les había
mandado un ángel para que los atendiera. Cuando vieron a la chica fueron atentos con ella
y le dijeron que se quede en la casa con ellos, que fuera su hermana. La niña aceptó y los
hermanos le dijeron que tenga cuidado con el gato negro.
Un día la niña le pegó al gato sin darse cuenta, y por este motivo el gato se enojó,
orinó y apagó el fuego. Como la niña sin el fuego no podría hacer la comida, tuvo que salir
a buscarlo. Salió de su casa, comenzó a caminar y llegó a la cabañita de una bruja. La hija
de la bruja (quien le había abierto la puerta) le dio unas brasas y le dijo que se fuera rápido,
porque pronto llegaría su madre (la bruja) y si la encontraba iba a querer matarla.
Efectivamente la bruja llegó y olió a carne humana, motivo, por el cual salió, en su escoba a
perseguir a la muchacha.
La niña salió corriendo y se encerró en su casa; la bruja al rato llegó y golpeó la
puerta. Pero la niña no le abrió, con lo cual la bruja se cansó y se fue, pero antes le dijo a la
niña que le dejaba de regalo un almácigo de cebollas. La niña, ya con el fuego, pudo
preparar Ja comida y usar, para cocinar, las cebollas.
Cuando vinieron los hermanos y probaron la comida quedaron convertidos en
bueyes. La niña, desesperada, comenzó a pastar a los bueyes en el alfalfar: iba con ellos
todos los días porque había decidido dedicarse a cuidarlos.
Un día las ovejas del rey fueron al alfalfar. Cuando el pastor del rey fue a sacarlas
vio a la hermosa niña, y fue a coiitarle a su patrón lo que había visto. Entonces el rey fue a
ver de qué se trataba el asutno, y cuando vio a esa niña tan bella se enamoró de ella y le
pidió que se case con él. Luego de ínsístir la nífia aceptó, pero con la condición de llevarse
con ella a los bueyes para que vivieran en el palacio. Se casaron y fueron muy felices.
Tuvieron un hij.o y la niña nunca. se olvidaba de los. bueyes
Pero quien se enteró de la felicidad de la niña y de su nuevo estado. civil Ñe la bruja,
quien decidió hacerla desaparecer para convertir a su hija en reina. Entonces, en un
momento en que el rey no estaba, la bruja fue hasta el palacio y le dijo a la reina que ella
necesitaba a alguien que la cuidara, con lo cual le presentó a su hija (la negra que antes le
había abierto a la niña Las puertas de su casa y le dio las brasas) para ofrecerla como
sirvienta.
70
La reina, inocente, aceptó. Un día la negra, con la excusa de que su cabeza estaba
contagiada de piojos, le revisó la cabeza y le clavó un alfiler embrujado. Y la reina,
convertida con ello en una paloma, salió volando. Más tarde llegó el rey y cuando vio a la
negra pensó que era la reina pero cambiada.
Los bueyes fueron puestos a trabajar por la nueva reina y la paloma (la verdadera
reina) iba todos los días al palacio a preguntarle al pastor cómo iban las cosas. El pastor le
respondía que los bueyes estaban trabajando, que el nifio lloraba y que el rey estaba con su
nueva mujer. La paloma se lamentaba y salía volando.
Entonces el pastor le fue a contar al rey que todos los días iba una palomita, quien le
ordenó atraparla y llevársela. Al otro día fue nuevamente la palomita y luego de hablar con
el pastor salió volando, pero dejó pegados en el árbol sus zapatitos; el pastor se los, llevó al
rey y éste reconoció que se trataba de los zapatos de su verdadera esposa.
Al día siguiente volvió á ir la palomita, que 'qued& pegada en el árbi (el rey le había
pedido al pastor que lo encole). El pastor se la llevó al rey, quien la puso en tma jaula de
oro en el palacio, generando con ello los enojos de la impostora.
Un día el rey tuvo que abandonar el palacio para irse a pelear contra los enemigos, y
cuando volvió encontró la jaula vacía. Desesperado buscó a la paloma, que encontró casi
muerta en una tinaja. La agarró y la limpió, y mietitras lo hacía encontró el alfiler clavado
en la cabecita. Por supuesto le sacó el alfiler, y .cijando lo hizo apareció la verdadera reina.
La niña, entonces, le contó al rey todo lo que había sucedido, incluyendo que los bueyes
eran sus hermanos.
El rey, que ya conocía todo lo que había sucedido, mandó que ataran a la vieja y a
su hija a cuatro caballos para que las descuarticen en el bosque. Y la familia, ya repuesta,
siguió viviendo feliz durante muchísimos años.
Este cuento, dada la cantidad de variantes y versiones recopiladas, parece ser uno de
los favoritos de los habitantes del noroeste argentino. Presenta muchos motivos que
resultan ser típicos de los cuentos maravillosos, siendo uno de los más importantes el que
se refiere al pasaje.
El motivo del pasaje lo encontramos, también, en varios de los relatos que han sido
recopilados. Algunos de ellos son los siguientes: "La niña perdida" que se narró en
71
Carahuasi (Salta) en 192151, que es una de las versiones del cuento "La Palomita" y por lo
tanto trata de una niña que se perdió mientras jugaba con su muñeca; "La princesa que no
sabía reír" que fue narrado en La Paz (Catamarca) en 195152, que cuenta la historia de un
hijo mayor que le pidió la bendición al padre para irse a probar suerte y luego de caminar
mucho llegó a la casa de una viejita que le contó que el rey estaba buscando a alguien que
necesitara trabajo.
Podemos mencionar que este motivo se relaciona con los ritos de iniciación. Propp
comenta: "La edad en que los niños eran sometidos al rito de la iniciación, varía, pero
existe tendencia a cumplir este tipo de rito antes de la pubertad: recordemos que a la casa
de la mmzaga-devoradora, llegan únicamente niños" (1979, pág. 115). Los niños eran
enviados de alguna manera al bosque, donde se enfrentaban con un ser terrible y misterioso.
Las formas de esta partida varían. "Para el folklorista resultan interesantes tres formas: los
niños son conducidos al bosque por sus padres, o se escenflca un rapto de los niños en el
bosque, o, finalmente, el niño va al bosque por su propia iniciativa, sin la participación de
los padres" (1979, pág. 115).
El cuento maravilloso en su conjunto puede ser considerado corno un relato acerca
del pasaje. Es por eso que aparecen varios elementos, corno- ser el dedo cortado o alguna
parte del cuerpo mutilada. Y en los ritos de pasaje la extirç ación de un dedo se practicaba.
luego de la circuncisión. Tal es el caso, por ejemplo, del niño que- se rebana parte- de- su
pierna para darle de comer al águila que lo lleva a buscar a su enamorada a tierras - lejanas,
siendo este motivo muy frecuente en los cuentos populares del noroeste argentino.
El traslado
El traslado es el eje del cuento maravilloso y se encuentra relacionado al motivo
anteriormente detallado. Ya sea un traslado a partir del cual el protagonista busca nuevas
experiencias (como es el caso del cuento "La niña encantada", narrado en Catamarca en
11 Op. Cit.
52 0p. Cit.
72
1968, en donde un niño que vivía con su madre decide partir en busca de otro destino), o
un traslado como consecuencia de un secuestro (como es el caso del cuento "El gigante", 54 narrado en Jujuy en 1953, en donde un gigante rapta a una princesa y se la lleva a vivir a
su castillo), o un traslado fortuito (como en "La Palomita", en donde una niña se pierde en
el bosque mientras juega con su muñeca y llega a la casa de quienes serían sus nuevos
hermanos), siempre se presenta como el momento clave del relato. Propp dice: "El traslado
es el momento subrayado, relevante, lleno de color, del desplazamiento del héroe en el
espacio" (1979, pág. 295).
Según el autor, todos los tipos de traslado revelan un único origen: derivan de la
representación del viaje del difunto al otro mundo, con lo cual se estarían relacionando con
los ritos funerarios. Cabe destacar que Propp considera que existe una relación de origen
histórico entre los cuentos maravillosos y los ritos, en particular los ritos de pasaje.
En los cuentos maravillosos siempre aparecen las situaciones de traslado, eso es
cierto. Aparecen no sólo los cambios de lugar; sino la situación de viajc sobre mr animal;
por ejemplo un águila (según Propp la representación dei pájaro es de las más antiguas),
como en "Cuerpoespín", que es una historia narrada en La Candelaria (Jujuy) en I953 que
trata de un muchacho que luego de pelear con un cuerpoespín sale a buscar a su amada
sobre un águila. También se puede mencionar el caso del traslado de un muchacho de un
pueblo a otro para solucionar los problemas que en ellos aparecen, como en "El compadre
pobre y el compadre rico", narrado en distintos momentos y lugares del noroeste argentino,
y también el cuento llamado "Condipobre", relatado en La Paz (Catamarca) en 195256, que
trata de un muchacho que pierde a su amada y emprende su búsqueda mediante el vuelo
sobre el águila.
11 Op.. Cit. 14 Op. Cit.
" Narrado por Manuel Romero, 84 años. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cúenlosy Leyendas Populares de la Argentina. Tomo IV, pág: 681. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
56 CUentO narrado por Francisco Salas, de 35 años de. edad. Sacado. de: Vidal. de Battini, Berta (1983): Cueníos-y Leyendas Populares de la Argentina. Tomo IV, pág. 691. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
73
El bosque
En casi todos los cuentos maravillosos del noroeste argentino aparece el bosque
atravesado por el o los protagonistas: es en el bosque donde deben enfrentarse a situaciones
peligrosas (como la persecución de la bruja) y donde encuentran el objeto de su búsqueda
(como el caso de "La flor del lirolay" y sus distintas versiones, que trata sobre el menor de
tres hermanos que encuentra en el bosque la flor maravillosa que curará la ceguera de su
padre). Pero en el noroeste argentino no hay bosques, motivo por el cual podemos formular
las siguientes preguntas: ¿a qué se debe su existencia en el relato?, ¿por qué se desvincula
dei contexto en el que aparece?, ¿por qué lo encontramos aquí, allá y en todas partes? De
manera general, el bosque aparece en 'los cuentos maravillosos como un espacio tenebroso,
y según Propp (1979) generalmente se lo relaciona con el camino hacia el otro mundo.
En los cuentos maravillosos aparecen tres situaciones que se relacionan con el
bosque y con la partida del protagonista:
Los niños son conducidos al bosque por sus padres. Este motivo lo encontramos en el
cuento tan reiteradamente comentado "La flor del iirolay" También en el cuento.
"Blanca Nieve", narrado en San Francisco: (Tucumán) en 192 y que reproduce la
historia que fue llevada al cine una reina muy vanidosa le preguntaba al espejo quién
era la más linda; como un día éste' contestó que' la más' bella era su hijastra; la malvada
ordenó abandonar a la niña en el bosque para que la devoren las fieras. También
encontramos este motivo en "La niña sin brazos", que fue narrado en Belén
(Catamarca) en 195158 y que parece ser una de las versiones de "Blanca Nieve": trata
sobre una madre que le apostaba al rey que no había ninguna mujer más linda que ella,
motivo por el cual tenía escondida bajo siete llaves a su hermosa hija que le disputaba la
belleza, pero un día -el rey la descubrió y su madre ordenó que la abandonen en el
bosque para que sea devorada por las fieras.
Los niños se pierden y son raptados en el bosque. Esta escena la encontramos, por
ejemplo, en el cuento "Los niños perdidos en el monte La Bruja", narrado en La Paz
57 Cuento narrado por Isidora Maldonado, de 65 años y conocida de todos en el lugar. Recogido por la maestra de la Escuela 263 de San Franciso, Tucumán, Rosa Agüero. Carpeta 5, leí envío, pág. 13. Encuesta Nacional de Magistorio de 1921. 58 0p. Cit.
74
(Catamarca) en 1952, que trata de unos niños que se perdieron en el bosque, que
fueron encontrados por la bruja y que fueron raptados para ser devorados.
3- El niño va al bosque por su propia iniciativa, desobedeciendo a los padres. Este es el
caso de todas las versiones de "La Palomita".
La trama de "La Palomita" comienza con una niña que se pierde en un bosque. En
un bosque encuentra la casa de sus hermanos adoptados, se topa con los peligros de la
bruja, conoce y enamora al rey, y vuela sobre él convertida en una paloma que sufre por no
estar con su familia. Y en "Bianca Nieve" también encontrarnos varios de estos motivos: la
niña abandonada se interna en el bosque y encuentra allí una casita en la que hay siete
platos y siete vasos, y es en el bosque donde el rey- se enamora de la niña. De esta manera
se puede pensar el bosque en ténninos.de.lo incierto, de-lo aventurero-y- de-lo-desconocido,-
y como- escenario de las situaciones de pasaje.
Según Jacques Le- Goff (19-86), en el- Occidente medieval los bosques sirvieron de-
frontera o refugio para los cultos paganos -. Pero el bosque- (o-- la selva)- también era útil, ya
que era una reserva de presas de caza, un espacio para la recolección de los frutos de la
tierra y la explotación de la madera, y un territorio en el que pacían los animales
domésticos. Además, sobre todo en la literatura cortesana el bosque habrá de desempeñar
un importante papel material y simbólico; el bosque está - en el centro de la aventura
caballeresca.
Así, el bosque puede tomarse en tanto lugar común a -todos los sectores que
componían la sociedad europea medieval: los campesinos iban al bosque a trabajar y/o
cazar; los caballeros iban al bosque a luchar, y el rey era también un hombre del bosque que
de vez en cuando iba allí a cazar o a afianzar su carácter sagrado y su legitimidad (como
cuando iba a tratar con el eremita, quien de todos los personajes religiosos era, según Le
Goff, el que estaba más próximo a la auténtica cultura popular). Al respecto resulta
elocuente una cita de Le Goff: "En el Occidente medieval, en q/ecto j lc- gran oposición- no-
es la oposición de ciudad y campo- como- en- la- Antigüedad (.), sino- que el- dualismo
fundamental de cultura- y - naturaleza- se expresa más a' través de- la- oposición - entre- lo - que - es'
construido, cultivado y habitado ('ciudad, castillo, aldea) y lo que es propiamente salvaje
59 0p. Cit.
75
('mar, bosque, que son los equivalentes occidentales del desierto oriental,), universo de los
hombres en grupos y universo de la soledad" (1979, pág. 127).
La prohibición desoída
Muchos cuentos contienen el motivo de la prohibición y de la transgresión. Tal es el
caso, por ejemplo, del cuento "La Palomita", que comienza con una desobediencia, por
parte de la niña, primero a su madre (debía dejar de jugar con las muñecas y no debía ir al
bosque) y después a sus hermanos (debía tener cuidado con el gato negro). Este motivo
aparece también en el cuento "La niña y la mujer mala" narrado en Catamarca en 197460,
que narra la historia de una viejita que tenía una hija que la cuidaba y que siempre le decía
que no fuera a la casa de la bruja porque la podía comer; por curiosidad la niña fue a lo de
la bruj a y comenzó la persecución, con resultados favorables para la niña gracias a irnos
elementos mágicos proporcionados por una mujer buena que resultó ser la Virgen María.
Estas prohibiciones están relacionadas con la separación. Y este motivo aparece en
muchos de los cuentos de tipo maravilloso. En palabras de Propp, "La prohibición, claro
está, es desoída y eso provoca una desgracia terrible que en ocasiones llega fidminante e
inesperadamente (....).. Junto con la catástrofe nace el interés,, comienzan a desarrollarse
los acontecimientos" (1979, pág. 46).
Lo que llama la atención es que las prohibiciones tienen que- ver con el hecho de-
salir de la casa; en el caso de la niña que - se pierde en el bosque', desoyó la prohibición de su
madre de alejarse de la casa; en el caso de la muchacha que se enfrenta a la persecución de
la bruja, desoyó a sus hermanos que la instaron a tener cuidado con el gato negro porque si
no habría que salir de la casa para buscar fuego. En estos casos la desobediencia comporta
una desgracia.. Como si no se tratara de una normal preocupación sino de un temor nus
profundo. Este temor tiene como consecuencia la prohibición de salir de la casa y, en
algunos casos, la reclusión en una celda que provea seguridad. En una de las versiones del
cuento "La Palomita" aparece la escena en la cual el rey, para que su amada esté segura
60 Nado por Ernesto Gómez Molina, 72 año& Sacado. de: Vidal. de Ba.ttin.i, Berta. (1983.) Cuen1o.sy Leyendas Populares de la Argentina. Tomo f/ pág. 248. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
76
mientras él se encuentre ausente, decide dejarla recluida en lo alto de una torre tras su
partida —tras su obligación de partir para pelear contra el enemigo del pueblo cristiano 61 .
El salir de la casa pareciera constituir uno de los mayores peligros. Como si afuera
existiera el peligro de poder enfrentarse con fuerzas invisibles que rodean al hombre; de
hecho, cuando la muchacha desoye el consejo de los hermanos y tiene que ir a buscar fuego
debe enfrentarse a la bruja y sus poderes. El peligro a ciertas fuerzas sobrenaturales podría
ser un producto del discurso antisupersticioso cristiano.
La desventura
Luego de la prohibición desoída se produce la desventura. Esta es una característica
que comparten todos los cuentos maravillosos: "Una desventura de cualquier tipo es la
forma fundamental de. la trama. De la désventuray dé lá reacción contra ellá nace el tema.
Las formas de esta desventura son bastante variadas, tan variadas que no podemos
examinarlas todas jwltas" (Propp: 1979, pág. 60).
Las desventuras que por lo general aparecen en los cuentos maravillosos, en
particular en los del noroeste argentino, se relacionan con la figura del raptor: el ave, la
serpiente, el gigante, el diablo o la bruja. En el caso del cuento "La Palomita", la figura del
raptor le cabe en primer lugar al carancho, que roba la muñeca de la niña; en segundo lugar
a la bruja, que persigue a la muchacba y convierte a sus hennanos en bueyes; en tercer
lugar a la esclava que se convierte en impostora (le arrebata el puesto a la reina).
El relato por lo general comienza con una desventura, independientemente de la
especie de desventura de que se trate. Hacia el final del relato la desventura se supera y se
transforma en beneficio: "La princesa vuelve felizmente con su prometido ; la hastra
expulsada del hogar regresa a él con ricos presentes, y a menudo a su vuelta siguen las
bodas" (Propp: 1979, pág. 61). Y según el autor detrás de la variedad se puede encontrar
uniformidad. En suma, algunas fórmas de comienzo de cuento están unidas por un rasgo
común: la aparición de una desventura. Lo que se puede comparar es el tipo de desventura
61 Este motivo lo encontramos en la versión del cuento titulado "La Palomita", narrado por María Adela Oviedo de Nieva, de 68 años de edad, en Santa Rosa, Tinogasta, Catamarca, en 1970: Op. Cit.
77
que aparece en los cuentos populares, la manera de superarla y la consecuencia de ello, que
se refiere siempre al final feliz, que implica casamiento, recompensa económica o justicia
con el malvado.
El motivo de la desventura, así, podemos encontrarlo en todos los cuentos
maravillosos del noroeste argentino. Algunos de ellos son: "La niña perdida" narrado en
Carahuasi (Salta) en J 921, que es una de las versiones de "La Palomita"; "La envidia",
recogido en Zapla (Jujuy) en 1921, que narra la historia de dos hermanas, en la que una es
envidiada por la otra y le matan a su cordenta 62 ; "Un matrimonio feliz" que fue narrado en
Arroyo Colorado (Jujuy) en 192 163 , que cuenta la historía de un matrimonio que tenia como
íntimo amigo a un capitán que trata de enamorar a la esposa, motivo por el cual el marido
siente celos y decide ausentarse -generándose así una desventura que luego será superada
con el regreso del esposo al hogar-; "Pedrito", recogido en Ambato (Catamarca) en 195.064,
que cuenta la historia dre unos hermanos envidiosos que- mataron al cabrito- del- menor, que
lloró desconsoladamente- ante semejante pérdida, "Juan Flojo", relatado en Amaicha del
Valle (Tucumán) en 195 165 , que trata de un niño muy perezoso que genera la ira del rey,
quien decide arrojarlo a las fieras para que se lo devoren; "El torito de astas de oro",
narrado en La Quiaca (Jujuy) en 195266, que cuenta la historia de un matrimonio que tiene
un hijo y que, como en toda la comarca no había ninguna mujer disponible para que sea la
madrina del niño, tienen que elegir a la bruja, -quien -por supuesto hace maldades; "El
chiquillo que se convierte en burro", -recogido en Belén (Catamarca) en 196867, que cuenta
la historia de un niño que, inocentemente, comió un higo negro y se convirtió en mi burro
que por supuesto no podía hablar; 4'El cuento de los pelos de oro del diablo", narrado en
62 Todas estas versiones ya fueron referidas con anterioridad. 63 Cuento narrado por Modesto naranjo de 63 años de edad. Recogido por la niaestra de la Escuela 59 de Arroyo Colorado, Jujuy, Carmen- de Canarraze; Carpeta 20 ; pág. 9: EncuestaNacional-de-Magisterio-dei-921-. 64 Narrado por Francisco Cardoso, 54 años. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas Populares de lá Argentina. Tomo Vi, pág. 593. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
65 Narrado por Silvia Marina Tarifa, 19 años.. Sacado de: Vidal deBattini, Berta (1983): Cne.níos yLeyendas Populares de la-A rgeniina-. Tomo-V, pág. 672. Ediciones-Culturales Argentinas, Buenos- Aires
66 Narrado por Elsa Salas de Várela, 28 años. Sacadó de: Vidal de Battini, Berta (1983) Cuentos y Leyendús Populares de la Argentina. Tomo V, pág. 579. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
67 Narrado por Perfecto-Bazán, 49 años. Sacado de: Vidal- de Battini, Berta (1983.): Cuentos-y Leyendas Populares de la Argentina. Tomo VI, pág. 31. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
78
Tinogasta (Catamarca) en 1970 68 que es la historia de un rey que se enteró de la existencia
de un nifio que había nacido con un letrero en la frente que decía que iba a ser el yerno del
rey, y como venía de una familia muy humilde el rey decidió hacerlo matar, engaliando a
sus padres con la mentira de que lo iba a criar.
Entonces se puede decir que la trama del cuento maravilloso contiene una desgracia
y la salida del hogar del héroe o la heroína. A veces la propia circunstancia del alejamiento
del hogar constituye por sí misma una desventura; Esta desgracia debe ser súperada y
generalmente se consigue hacerlo mediante un medio mágico que cae en manos del
protagonista. -
El medio mágico
El motivo del medib mágico es el que, me parece, permite concebir al cuento como
maravilloso: introduce los elementos sobrenaturales que se imbrican con la naturalidad. En
el caso de "La Palomita" el medio mágico comienza a obtenerse cuando el gato (que en
algunas versiones es la bruja) orina y apaga el fuego (la figura del gato, además, se lo
asocia con la bruja; es por eso ql.te existe la creencia popular —en rigor, la superstición- de
que, si se cruza un gato negro por delante de uno, trae mala suerte: el gato negro infunde
temor); luego cuando la muchacha sufre la persecución de la bruja, y más tarde cuando la
esclava le clava a la reina un alfiler en la cabeza para convertirla en una paloma. Los
encantamientos, tan frecuentes en los cuentos maravillosos, fonnan parte de este medio
caracterizado por la magia.
En el medio mágico se incluyen, también los objetos de virtud (como el pañuelo, la
varita, el anillo, un pedacito de piel, etc.) y los animales protectores que comparten con los
humanos ciertas características como el habla, pero que a su vez se diferencian de ellos por
su capacidad de predecir, adivinar y ayudar. Uno de los cuentos que contienen el motivo
del medio mágico es "La Belleza del Mundo", narrado en Tilcara (Jujuy) en 196869.
68 Nanado por Mercedes Castro, 80 años. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos yLeyendas Populares de la Argentina. Tomo Y, pág. 284. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
69 Sacado de: Vida! de Battini, Berta (1983): Cuentas y Leyendas Populares de laArgentina Tomo-IV, pág. 237. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
79
La Belleza del Mundo
Esta es una historia de amor, de encantos y brujerías.
Hace mucho tiempo había reinados y brujos. Un joven buen mozo, en busca de
trabajo, llegó a la casa de unos brujos malvados que tenían unaliermosa hija llamada
Clara, a quien apodaban Belleza del Muñdo. Los jóvenes, apenas se vieron, se
enamoraron, y los dos brujos viejos decidieron jugarle al muchacho una mala pasada.
Entonces le dijeron que sí, que había trabajo para él (la siembra y la cosecha), motivo por
el cual el día siguiente sería su primera jornada laboral. Le ofrecieron comida y descanso
y el muchacho, tal cual habían quedado, comenzó al otro día su trabajo.
Pero comenzaron las exigencias desmedidas: desmontaría la tierra, la sembraría y
les llevaría los choclos para el almuerzo. Frenté a la desilusión del joven la niña consoló a
su amado, diciéndole que no se preocupe, que sus padres siempre eran así. Eñtonces le
dio un botón para que lo guarde, cual si fuera una llave mágica.
El joven hizo su trabajo asombrosamente rápido, y a las doce en punto les llevó a
los viejos los choclos de la clase más linda, que se fueron cociendo en el trayecto. Más
tarde le exigieron hacer una huerta y nuevamente el muchacho cumplió con los
requerimientos, y así sucesivamente.
La vieja, enojada porque sabía que la chica lo estaba ayudando, decidió comerlos
a los dos para deshacerse de ellos. La muchacha, al enterarse del asunto, le aconsejÓ al muchacho seguir una serie de indicaciones para evitar la tragedia,.,y tras dejar en el suelo
unos elementos se marchó, escupiendo previamente en el piso tres veces para que las
escupidas contestaran por ella cuando no estuviera, y así sucedió. La casa debía estar
limpia para poder disfrutar del banquete. Los jóvenes, mientras tanto, se marcharon en un
burro.
La vieja nuevamente reparó en la coartada que habían preparado los muchachos,
por lo cual se aprestó a seguirlos. Pero como la Belleza del Mundo era muy hábil,
convirtió con sus poderes al burro en árbol, al muchacho en unas flores y a ella misma en
una paloma, con lo cual no pudieron ser alcanzados pese a que la vieja malvada había
descubiertó la treta. Luego llegó el viejo para alcanzar a los amantes, pero nuevamente la
magia fue un medio utilizado por la muchacha para nuevas transfonnaciones que
devinieron en la muerte del viejo. La vieja, de luto por la muerte de su esposo,
prontamente atinó en continuar con su búsqueda, pero Clara le tiró unos polvos en la cara
que le impidieron lograr una buena visión, con lo cual tuvo que emprender el viaje de
vuelta, de manera resignada. Y como maldición dijo que quien la lleva (es decir, el joven
galán) la olvidará.
Los amantes siguieron su camino y llegaron a unos palacios del Rey. Pararon en
una casita del campo y el joven se dispuso a buscar trabajo, pidiéndole a su amada que se
quede en el campo hasta su regreso.
El, en el palacio, se olvidó de la chica. La chica, por su parte, hizo un hermoso
jardín en la casita que vivía y crió a una gallina y a un gallo. La gente, al ver lo que había
hecho la muchacha, sorprendida fue a contarle al Rey, quien quisover el espectáculo con
sus propios ojos. El joven., que era el asistente del Rey, lo acompañ4, pero no se acordaba
de nada. Entonces la gallina y el gallo comenzaron a dialogar, simulando todas las
situaciones por las que había pasado el muchacho para que rememorara este último todos
los sucesos. Por fin el joven comenzó a recordar; vio a la muchacha y la abrazó. El Rey,
sorprendido, ordenó el casamiénto entre ellos y se impuso como padrino.
Este cuento contiene el motivo de Iafiiga mágica, y con sus versiones y variantes
es muy antiguo; tiene difusión universa.l y ha sido objeto .de numerosos estudios. Como el
cuento de Occidente, conserva, en parte, el mito de Medea y Jasón. En su desarrollo
tienen lugar los siguientes motivos:
o Un joven llega a la casa de unos brujos en busca de trabajo.
• La niña de la casa, de gran belleza y con poderes mágicos, se enamora del joven y lo
defiende de la persecución malvada de los padres realizando las tareas sobrenaturales.
que le encomiendan a él.
• Ante el peligro de ser muertos, los jóvenes huyen y son perseguidos por los padres.
En la huida mágica toman diversas formas. En el último intento de apresarlos la
madre maldice a la hija: "el que te lleva te olvidará".
• Se cumple la maldición. La joven recurre a su ingenio y a sus poderes y reconquista al
joven que ha caído en olvido mágico.
• Los enamorados se casan, por orden del Rey.
gi
Podemos tornar a este cuento corno uno de los típicos y más ricos cuentos maravillosos.
En él aparecen. muchos de los motivos hallados en otros cuentos: la magia, el
encantamiento, la distinción entre el bien y el mal, el amor, la justicia, la importancia de la
mujer, el hombre trabajador, la bruja malvada, la niña buena y poderosa.
Ella ofrece lo vital
La preparación de comida aparece en muchos cuentos. Según Propp, la o-ferta de
comida se menciona siempre, no sólo en los encuentros con la maga sino- también- con
muchos personajes equivalentes a ella. En los cuentos aparecen las casas en las que se
come. "La misma cabaña se ve a veces obligada por el narrador a cumplir esa función:
está "apuntaláda por un pastel' "cubierta por un gran buñueió " lo cual corresponde a lá
"casita de mazapán" de los cuentos infantiles de Occidente" (1979, pág. 91).
En el cuento "La Palomita" encontramos también este motivo la niña, perdida en el
bosque, llegó a una casita. Esta casita estaba vacía, pero la niña descubre que allí vivía
alguien. Por este motivo preparó la comida, para comer ella y para darle de comer a los
dueños de casa. Más tarde prepara nuevamente la comida, pero esta vez con cebollas
embrujadas que convierten a sus hennanos en bueyes.
Este motivo aparece también, por ejemplo, en el cuento "El día de las almas",
narrado en Jujuy en 194970, que trata sobre una mujer que prepara comida para la venida de
las almas, que se celebra en el norte del país el primero de noviembre.. También aparece en.
"Los hermanos envidiosos", narrado en Tilcara (Jujuy) en- 195171, que comienza- con- una
madre que prepara la comida para sus hijos, que- deberán compartirla dadas las
circunstancias de escasez; uno - de los hermanos no le - quiere dar su ración de comida al
hermano, quien luego se convierte en el héroe de la historia: obtiene una ayuda fortuita,
° Narrado opr Eleutena Ramos, de 38 años. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas Populares de la Argentina. Tomo VI, pág. 391. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
71 Op. Cit..
92
hace proezas y como recompensa obtiene riquezas y se casa con la princesa, mientras su
hermano es castigado por Dios por no ser generoso.
El motivo de la comida es muy antiguo. En la Antigüedad Clásica nos topamos con
la misma representación: Calipso quiere que Ulises le acepte el néctar y la ambrosía,
porque sólo quien haya comido del alimento de los espíritus y haya bebido sus bebidas
queda por siempre en su poder.
El casamiento como recompensa
El motivo de la recompensa aparece en todos los cuentos fantásticos, en
particular en los del noroeste argentino. Lo que se recompensa son las buenas acciones,
que se refieren, al respeto, la sumisión a la autoridad (en el caso de "La flór del tirolay"
equivale a obedecer al padre, aunque tenga que enfrentar los peligros), el amor y la
fidelidad al padre (podemos recordar uno de los diez mandamientos: "Honrar al padre y a
la madre"), el sacrificio, la humildad, el saber perdonar y, sobre todo, la valentía.
Casi siempre la recompensa es el casamiento o mucha riqueza. En el caso "La flor
del lirolay', como en muchos otros, la recompensa es todo el reino: así corno el buen
cristiano se gana el reino celestial, en los cuentos fantásticos el buen hombre se gana el
reino terrenal.
El casamiento, por lo general, constituye el final feliz de la historia y a él asiste todo
el pueblo, tal como aparece en los cuentos maravillosos del noroeste argentino. Ya sea el
héroe que se casa con la princesa, o la niña que se casa con el rey, de lo que se trata es de la
conformación de una nueva familia Y que el protagonista se case en tierras lejanas es algo
que tiene que ver con la exogamia; además, el protagonista ocupa el puesto no de su padre
sino de su suegro (el trono). Esto se relaciona, también, con el pasaje de un status inferior a
otro superior.
El casamiento no es entre iguales sino entre una persona pobre y otra rica (se lo
podría plantear en términos de un casamiento entre un noble y un plebeyo), que comparten
entre si un amor sincero que, en muchos casos, intentará ser destruido por aquellas personas
83
envidiosas que son ajenas a las buenas costumbres, como la bruja. Tal es el caso, por
ejemplo, de "La Palomita", donde el rey se enamora y se casa con la niña bonita, luego de
lo cual la negra envidiosa trata de arrebatarle el puesto a la reina mediante el
encantamiento. También es el caso, entre otros, de "La planta de albahaca", narrado en La
Quiaca (Jujuy) en 195272, donde la menor de tres hennanas se casa con el rey porque fue la
única que no se avergonzó con una pregunta de él, generando la envidia de sus hermanas.
Este motivo, tan reiterado en los cuentos del noroeste argentino, permite suponer
que una de las posibilidades que tenían las mujeres para ascender en la escala social era el
casamiento, y por eso era tan anhelado el enlace con un superior, como ser el rey. Se trata,
por ende, de mujeres que desean.
El héroe y el honor
Podría ser que en el cuento "La Palomita" el título de héroe le correspondiera al rey.
Es el rey quien salvó a la muchacha, su esposa, y en definitiva de él dependió la felicidad
de la familia. Pero no puso en juego su vida, como sí lo hicieron otros héroes indiscutibles
en otros cuentos maravillosos del noroeste argentino, en donde el protagonista debe superar
pruebas muy peligrosas para salvar a una muchacha que estaba encantada, saliendo airoso
de la afrenta.
A este último caso —al del héroe indiscutible- conesponde la historia del muchacho
que se asocia con el diablo, por asuntos de negocios, y resulta ser el más hábil: 'San Pedro 73 y el diablo socios", narrado en Anta (Salta) en 1952, y "Los socios sembradores",
recogido en Salta en 1958. Tal es el caso también del muchaçho que salva a la niña
cautiva, teniéndose que enfrentar con un gigante gracias. a.. los, poderes.. mágicos. adquiridos.
como recompensa por sus buenas acciones: "El gigante", narrado. en Valle Grande (Jujuy).
72 Narrado por María Elsa Salas de Varela, de 28 afios. Sacado de: Vidal de Battmi, Berta (1983): Cuentos y Leyendas Populares cíe la.Argenlina.. TornoVI, pág 245 Ediciones Culturales Argentinas, Buenos- Aires
73 Cuento narrado por Bernardino Sóto, 52 años. Sacadó de: Vidalde &ttini, B&ta (1953): Cüenfosy Leyendas Populares de la Argentina. Tomo VI, pág. 380. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
74 Narrado. por Eusebio. Ma.ita, de 46 años- de edad.. Sacado. de: Vidal. de Battini Berta. (1983); Cuentos y Leyendas Populares de la Argentina. Tomo VI, pág. 377. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
84
en 1953. Lo mismo se puede decir del caso del niño que no le tenía miedo a nada, ni
siquiera a los muertos que hablaban, y supera pruebas violentas a partir de lo cual obtiene la
declaración del reconocimiento de su honor: "Juan sin miedo", narrado en Ancasti
(Catamarca) 76 y en Anta (Salta) en 195 177. Y también del niño que tiene poder porque sabe
cómo superar los peligros ocasionados por los brujos, logrando salvar al grupo: "El
chiquillo", narrado en Amaicha del Valle (Tucumán) y en Guayamba (Catamarca) en
195178, y en Tinogasta (Catamarca) en 1970.
Sin embargo, en los cuentos maravillosos del noroeste argentino aparece la figura
del rey como a la que más honorabilidad se le adj udica. El rey (y no así la reina) es el héroe
máximo, y a esto tal vez se refieran las razones de sangre. El rey tiene el poder para
infundir justicia, para castigar, para ordenar, y para enamorar aunque no se lo proponga. Es.
la persona más codiciada, y a veces llega a ser ingenuo. Tal es el caso- de "La Palomita", en
donde el rey logra ser engañado por su- esclava, que se hizo pasar por la reina.
El héroe muchas veces posee un don encantado, mediante el cual alcanza sus
propósitos. Este don se le fue entregado principainiente por sus buenas acciones en general;
aunque también por sus buenas acciones partientares (por ejemplo, haber salvado a la
princesa). En palabras de Propp: "Este don consiste en un objeto (un anillo, una varita, una
pelota, etc.), o un cm/mal, especia/mente el caballo" (1979, pág. 151).
El motivo del héroe -que salva a la princesa es muy comm en los cuentos
maravillosos del noroeste argentino. La salvación consiste en haber desencantado a la
princesa, en haberla convertido en una nifía hermosa. Tal es el caso de -! cuento
"Cuerpoespín", narrado en La Candelaria (Jujuy) en 195380. Es la historia de un muchacho
que se encuentra con una serpiente que le dice que es una niña encantada, y que para ser
desencantada el muchacho tiene que atravesar tres pruebas dificiles;. el muchacho logra
11 0p. Ct.
por Angel. Velázquez, 72 auios Sacado de: Vidaide Battini, Berta (1983):. Cuentos y Leyendas Populares de la Argentina. Tomo IV, pág. 391. Ediciones Cultura-les Argentinas, Buenos Aires.
77 Narrado por Gregorio Fernández, 43 años. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas Populares de la Argentina. Tomo IV, pág. 448. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires,
78 Op. Cit. 79 0p. Cit. 10 0p. Cit. - -
desencantar a la niña y esta le da un pañuelo como recuerdo, que más tarde le servirá como
elemento rememorativo del amor que promueve el casamiento.
Siempre hay un héroe en todos los cuentos maravillosos. El héroe es el menor de
tres hermanos en "La flor del lirolay" narrado en La Unión (Salta), en Arroyo Colorado
(Jujuy) en 192181, porque encontró la flor maravillosa tras enfrentarse a los peligros
ofrecidos por el bosque misterioso, curando así la ceguera de su padre. El héroe es también
un niño astuto en todas las versiones del cuento "El chiquillo", quien saliendo airoso de las
persecuciones de la bruja logra salvar al grupo de personas que iba con él. Lo mismo
sucede en "El torito de astas de oro" recogido en La Quiaca (Jujuy) en 195282, que narra la
historia de un niño que gana en el enfrentamiento con la bruj a,. ayudado por el torito de
astas de oro, motivo, por el cual se convierte más. tarde en un rey muy poderoso por haber
sido muy justo y valiente.
El héroe es, también, el niño que- desencanta a la muchacha, cuyo motivo- podemos
encontrarlo en "La sapa" narrado en San Lorenzo (Jujuy)' en 192183, en "Una niña en
encanto" narrado en Quilmes (Tucumán) en 192184, en "Las Tres Naranjas" narrado en Tafi
del Vallé (Tucumán) en 1951 85 en "La niña encantada' recogido en santa María
(Catamarca) en 196886, en "La sapita encantada" narrado en San Femando del Valle de
Catamarca en 196887,. entre otros. Y tenemos también al héroe que se convierte en tal por
no tenerle miedo a nada y seguir -las indicaciones de Dios, como en "La carta" narrado en
Carahuasi (Salta) en 192188, en "La carta -que Dios mandó a la madre" recogido en Fuerte
81 Op. Cit. 82 Op. Cit.
Cuento narrado por Ramón Centeno, 60- años, coñocido en-el-lugar. Recogido-por la maestra-de-laEscuela 7 de San Lorenzo, Jujuy, María P. Casas. Carpeta 22, pág. 31. Encuesta Nacional de Magisterio de 1921. 84 Ndo por Natalio Carmona, 79 años. Recogido por la maestra de la Escueta 27 de Quitmes (Tucumán), María H. Robles Orellana. Carpeta 276, pág. 4. Encuesta Nacional de Magisterio de 1921. 85 Op.. Cit. 86 Op. Cit.
Op. Cit. 88 Cuento narrado por Doña Tránsito E De Mamaní de 50-años de edad y conocida de todos en el lugar. Recogido por la directora de la Escuela 45 de Carahuasi (Salta), Rosa Dessens de Vanotti. Carpeta 103, 2do envío, pág. 37. Encuesta Nacional de Magisterio.
Quemado (Catamarca) en 196889, y en "La carta" que se recogió en Rosario de la Frontera
(Salta) en 1.970 90 .
Por último, podemos hacer referencia al niño que se convierte en héroe por, pese a
su pereza, lograr modificar el curso de las cosas; es el caso de "Juan Pereza" narrado en
Zapla (Jujuy) en 192191, en "Juan Flojo" narrado en Amaicha del Valle (Tucumán) en
195 192 , en "Juan Pereza" narrado en Salta en 1952, entre otros.
En una de sus obras Propp (1983) asocia el heroísmo con la épica. Sostiene que el
epos glorifica a quienes el pueblo elige como héroes y a sus méritos. Porque el contenido
del epos es siempre la lucha y la victoria.
El contenido de la lucha, por supuesto, ha sido distinta según las épocas históricas.
Pero hay un elemento que unifica el carácter de la lucha en todas las- fases de-desarrollo del -
epos: su móvil no son las intenciones mezquinas y limitadas sino- el más elevado- ideal de
los pueblos en cada época. Es por eso que la lucha no tiene carácter individual, sino popular
y nacional (Propp: 1983). En los cuentos maravillosos del noroeste argentino- encontramos-
al héroe luchando, sin vanidad, contra las mezquindades de algunos hombres; el héroe
distribuye gratitud y mnisericordiá.
Si el cuento maravilloso es la historia de un héroe, es importante reparar en su
comportamiento —las situaciones que atraviesa constituyen la trama del relato-. ¿Pero qué
es lo que define al héroe?
Un héroe es aquella persona que tiene dignidad, que tiene buena fama, adquirida por
la virtud y el mérito; es decir, se trata de una persona con honra. Luego de las acciones
heroicas, o como compensación por las buenas acciones, el héroe posee honor. Este honor
no se trata de la satisfacción de los intereses egoístas sino de un comportamiento justo y
89 Narrado por Rosario Paslzana de Gómez, 46 años. Sacado de: Vidal de Battini, Berta (1983): Cuentos y Leyendas Populares de la Argentina. Tomo V, pág. 186. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aíres.
° Narrado por MiguetBaimaceda,. Z1 años.. Sacado de:.Vidat de Batiili,Berta.(198.3):.Cuenlos y Leyendas. Populares de la Argentina. Tomo V, pág. 177. Ediciones Culturales Argentinas, -Buenos Aires.
91 Cuento recogido por una maestra de la Escuela 4 de Zapla (Jujuy), Celia N. S. De Brizuela. Carpeta 13, pág. 6. Encuesta Nacional de Magisterio de 1921. 92 0p. Cit.
Na.rrado por Eusebio Maita, 46 años. Sacado de: V.ida.l-de Batt.ini, Berta (1 983): Cuentos y Leyendas Populares de la Argentina. Tomo y, pá-g. 649 Ediciones- Culturales Argentinas, Buenos Aires
87.
generoso que el individuo tiene para con los demás, ya que está orientado hacia el bien
general.
Según Julio Caro Baroja (1968), las nociones de honor y vergüenza han influido
sobre las sociedades de la Europa meridional. Y sostiene que los que usan más las palabras
honor y vergüenza y otras ligadas con ellas en tratos y conversaciones corrientes, no son los
que se rigen más por los principios que aquellas palabras expresan. Con todo, se puede
sostener que lo que se considera honorable es relativo a las épocas y lugares de que se trate.
En palabras de Pitt-Rivers, quien en este punto coincide con Caro Baroja: "Un honor, un
hombre de honor, o el epíteto, honorable, pueden aplicarse apropiadamente en cualquier
sociedad, como términos valorativos que son, pero ese hecho ha tendido a ocultar a. los
moralistas que no sólo lo que es honorable, sino lo que es el honor, ha variado en Europa
de un período a otro, de una región a otra y, sobre todo, de una clase a otra" (1968, pág.
21).
Resulta interesante reflexionar acerca del honor en los cuentos maravillosos. El'
honor siempre aparece asociado, en los cuentos maravillosos dci noroeste argentino, con el
poder. El héroe es quien tiene el poder real (el rey) o quien tiene el poder (sobrenatural)
para hacer el bien —como el niño que tiene el poder para sacar a la princesa del encanto.
Julio Caro Baroja (1968) intenta mostrar cómo las 'ideas de 'honor y vergüenza se
desarrollan a partir de la conjunción de las tradiciones que vienen del mundo clásico, del
mundo bárbaro o germánico y del cristianismo. Además el autor comenta que los vocablos
Honore, onor, etc. aparecen en el castellano más antiguo y en femenino durante los siglos
XI a XIII, y luego va generalizándose el masculino. Por esas épocas la palabra era asociada
con la heredad, con el patrimonio; pero luego el honor es. analogado con la honra La
vergüenza nos da la base para vivir honradamente, y la desvergüenza para llegar a la
infamia.
La honra tiene su expresión social en lo que se llama "fama" y la desho'nra la tiene
en la `infamia". Así, las injurias, los agravios y las afrentas se convierten en enemigas de la
honra.
Algunos cuentos del noroeste argentino, corno por ejemplo "La curiosa" y sus
variantes —recogidas en distintos momentos históricos- 94, tratan sobre una mujer que se
dedica a espiar a los habitantes del pueblo y levanta injurias sobre una persona ya muerta.
Este es un comportamiento nada honroso: no es una buena costumbre hablar mal de los
demás; además, estos comentarios pueden perjudicar la reputación de la víctima del
agravio, desvaneciéndose de esta manera el honor.
Según Caro Baroja, los conceptos de valer más, honra y venganza (cuyo ejemplo
paradigmático es la vendet'ta) se hallan estrechamente unidos en la conciencia medieval.
Para la conciencia medieval, el concepto de valer más estaba asociado con la lucba armada,
y por eso aparece mejor reflejado en los libros de caballerías. Y por eso también se puede
afirmar que, en los cuentos- maravillosos. del noroeste argentino, el título de héroe en
muchas ocasiones lo llevaba el rey, quien peleaba -pór- la- -seguridad de su pueblo. -Pero
además, en estos cuentos, el honor se- asocia también con la justicia y con- la generosidad.
Por otro lado, Pitt-Rivers compara el' concepto de honor con el de - lo mágico, en el
sentido de que ambos son términos relativos (varían de un lugar a otro y de una época a
otra). "Igual que iá magia, el honor se vatida a sí mismo por un recurso a lós hechos
obre los cuales impone sus propias interpretaciones)., y se implica así en contradicciones
que reflejan los conflictos de la estructura social" (1968, pág. 21). Par-a este autor, el honor
es el valor de una persona a sus -pr-opios ojos y a los de la sociedad. Si hay honor hay
dignidad, orgullo; pero -se trata de un derecho al orgullo, como si estuviera basado en
cuestiones que le confieren objetividad. "El honor, por lo tanto, proporciona un nexo entre
los ideales de una sociedad y la reproducción de esos mismos ideales en el individuo, por
la aspiración de este a personficarios'1 (1968, pág. 22). Se puede sostener, a partir de las
recopilaciones de cuentos que se han hecho, que la valentía,, en tanto valor, es la' promotora
del honor del héroe que existe en el marco de los- cuentos mara..illosos. del noroeste
argentino. El derecho al orgullo es el derecho- a la categoría, y la categoría se establece por
el reconocimiento de- cierta identidad- sociaL Tal- es el- caso, por ejemplo, del cuento- "J-u-an
sin miedo" (este cuento fue narrado en - Ancasti (Catamarca -)- y' en-- Anta (Salta) - en- 1-952);
94 0p. Cit. 91 Op. Cit.
si
que trata sobre un niño que no le tenía miedo a nada, ni a los muertos, motivo por el cual
logra el reconocimiento del cura, de su madre y de él mismo.
Es decir que el honor es la reputación que tiene una persona por representar los
valores de la sociedad. El honor establece categoría pero también la categoría puede
establecer honor; tal es el caso de la categoría que se adscribe al nacimiento, donde el honor
procede no sólo de la reputación individual sino también de la ascendencia. (Pitt-Rivers).
¿Qué es lo que lo hace honorable al héroe que aparece en los cuentos maravillosos,
en particular los del noroeste argentino?, ¿cuáles son los ideales de la sociedad, que están
representados?
El honor se asocia con el poder en una relación que se retroalirnenta. Tal es así que
se puede advertir la relación íntima entre el honor y la persona fisica. En los cuentos: del
noroeste aparecen varias situaciones en las cuales se colocan elementos en las cabezas de
algunos de sus personajes, cuando- el- honor está presente: el' héroe- es coronado por el' rey,
como en "La flor del liroiay" 96, donde el héroe obtiene' la corona por haberse' enfrentado' a"
situaciones peligrosas habiendo salido airoso; o como en "El torito de astas de oro"
(narrado en La Quiaca (Jujuy) en I952), en donde a la princesa se le ponen en la cabeza
naranjas, como signo. de su condición honorable (naranjas a las que los pretendientes al
casamiento deberán hacer estallar con un arma, para probar la puntería); o como en el
cuento titulado "La Cenicienta" que ya hemos comentado, en donde a la heroína le cae del
cielo una estrella que se le coloca en su frente 98 . Así, el honor es exaltado por la persona
fisica y por las acciones relacionadas con ésta. -
La bruja
La figura de la bruja, o de la maga, está presente en casi todos los cuentos
maravillosos, y no sólo en los del noroeste- argentino. La bruja media entre- lo natural y lo
96 Op. Cit. 97 Op Cit. 91 Op. Cit.
MI
sobrenatural porque aparece en esos cuentos corno una persona de carne y hueso que posee
poderes mágicos, los cuales puede utilizar para hacer el mal. Ella es una figura temible.
En el siglo XIV se prepararon los fundamentos de una de las fonnas de represión
más incomprensibles de la cultura occidental. En el siglo XVIII, en cambio, la caza de
brujas era ya un recuerdo: nadie iba a sufrir la pena de muerte por participar en un
imaginario sabbat nocturno, sino que además se considerarían difamadores a quienes
acusaban de desarrollar supuestas actividades brujeriles.
Entre los siglos XV y XVII muchas personas fueron declaradas culpables de
brujería y murieron quemadas en Europa. Se las acusaba de haber Ihecho un pacto con el
diablo, de viajar en escobas y atravesar grandes distancias, de reunirse en aquelarres
(reunión nocturna de brujos y brujas en la que se supone. pactaban con. el demonio, y cayo
estereotipo surgió alrededor de la mitad del siglo. XIV en los Alpes occidentales)., de adorar
y copular con el diablo. Pero algunos historiadores consideran que tales acusaciones eran
inventos no de las brujas sino de sus quemadores. Porque si bien existen numerosas
"confesiones", estas eran obtenidas mediante tortura, motivo por el cual no puede confiarse
en su validez: las personas, para no soportar el dólor, terminaban diciendo lo que los
confesores querían escuchar (Harris, Marvin: 1991).
La bruja era el personaje contra quien apuntaba el discurso antisupersticioso
cristiano: ella mantenía trato con el demonio, con el adversario de Dios Padre. En palabras
de Campagne: "La bruja no sólo abandonaba la religión en la que había nacido y en la
que había sido bautizada: se entregaba a la adoración del máximo enemigo de la divinidad
cristiana, el demonio, con e/fin declarado de realizar todo el da;lo de que fueran capaces
para perjuicio de los buenos cristianos1 ' (1997, pág. XI). La caza de brujas, además de ser
una de las grandes características de la Europa Moderna (nunca antes ni después se repitió
un hecho semejante, y además, acaparó la atención de muchos. estudiosos) 1, fue un producto.
tal discurso antisupersticioso.
La bruja no era peligrosa individuaimente sino la actividad colectiva que ella
reflejaba. La imagen del aquelarre sugería la existencia de una secta de brujos y brujas
mucho más peligrosa que las figuras aisladas, conocidas desde hacía siglos, de los
hechiceros y los encantadores (Ginzburg: 1991), porque de ella brotaba una formación
cultural de compromiso: "Brujos y brujas se reunían por la noche, generalmente en
91
lugares solitarios, en los campos o en los montes. Unas veces llegaban volando, tras
haberse untado el cuerpo con ungüentos, cabalgando sobre bastones o mangos de escoba;
olras veces montados en animales o transformados en animales ellos mismos. Los que
acudían a la reunión por primera vez tenían que renunciar a la fe cristiana, profanar los
sacramentos y rendir hómenaje al demonio, presente en forma humana o, más a menudo,
en forma animal o semianimal. Seguían a continuación banquets, danzas y orgías
sexüaies. Antes de volver cada unó a su Cüsa, bujüs recibianm)iüentósniaiéficos
elaborados con grasa de niño y otros ingredientes" (Ginzburg: 1991, pág. 11).
Muchas de estas imágenes podemos encontrarlas en los cuentos maravillosos del
noroeste argentino: en el cuento "La muñeca" narrado en La Majada (Catamarcaf 9 en
1921, la bruja persigue a la niña, en el bosque, volando en una escoba también en. "La
Palomita" narrado en La Quiaca (Jujuy) en 1952100, y en "La Bellezadel Mundo" recogido
en Tilcara (Jujuy) en 1968101.
En el cuento titulado "El domingo siete", narrado en Libertador General San Martin
(Jujuy) en 1950102, podemos encontrar el motivo de un muchacho pobre que fue a rodar
tierra en busca de oportunidades; esperó cansado arriba de un árbol que se hiciera de día y
poder seguir viaje cuando escuchó que venía gente cantando y bailando al pie del árbol:
eran brujas y diablos que .se disponían a comer y disfrutar de la reunión, al tiempo que
contaban anécdotas y cuentos; también -encontramos este motivo en -el cuento -que se titula
•de la misma manera, narrado en Ancasti (Catamarca) en 1952103, y en "Salir con un
domingo siete" que fue narrado en Curva de los Vega (Tucumán) en 1921104,
A la vez, el motivo de la bruja que persigue a los niños montada en un animal lo
encontrarnos, por ejemplo, en el cuento "El Chíquíi1o" narrado en Catamarca en 1968105, en
99 0p. Cit. 00 Op. Cit.
10) 0p. Cit. 102 Narrado por Dorila de Cérdoba, 53 años. Sacado de: Vidal de Battini ., Berta (1983): Cuentosy Leyendas Populares de la Argentina.. Tom.o VL pág 147.. Ediciones. Culturales Argentinas,Buenos. Air.e&
'° "El domingo siete". Narrado rorLoretoRomerode47 aflos Sacado de: VidaldeBattini; Berta - (1- 983): Cuentos y Leyendas Populares de la Argentina. Tomo VI, pág. 151. Ediciones Culturales Argentinas, Buenos Aires.
104 Cuento narrado por Francisco Palavecino, -de 76 años. Recogido po.r la .rnaestrade la Escuela 113 -de Curva de los Vega (Tucumán), Susana Angélica Barros. Carpeta 42, pág. 4. Encuesta- Nacional- de Magisterio 105 Op. Cit. -
92
donde la bruja ensilla un chancho para perseguir al niño pícaro que le jugaba tan malas
pasadas. -
La persecución de la bruja, por lo general, en los cuentos cte tipo maravilloso del
noroeste argentino estaba orientada a los niños. Es dable suponer que uno de los motivos de
ello es que, tal como comentó Ginzburg (1991), en la Edad Media se creía que los
ungüentos maléficos que utilizaban las brujas eran elaborados con grasa de niños. Esta
persecución la encontramos en todas las versiones del cuento "La Palomita" 06; en el ya
comentado "Los niños perdidos en el monte La 3ruja" 107; también en "La Bruja" 108 narrado
en Abdón (Jujuy) en 1921; en "La vieja bruja" recogido en Carahuasi (Sa'ta) en 1921109; en
las versiones de "El Chiquillo", recogidas en 1921, 1951,. 1968 y 1970110.
Parece que la creencia en la existenciá de personas capaces de dañar la vida o
propiedad de las personas por medios mágicos, en particular de los vecinos, fue una
constante en el campo europeo pre-industrial. El daño' a terceros era un asunto que infundía
temor entre los campesinos y es' un motivo por' el cual, por' lo general; puede' ser" asociado'
con la religión. Hay un cuento narrado en Catamarca en 1968' que resulta bastante elocuente
al respecto y que se titula "EL' hijo del diábio' nana ras aventuras de un muchacho que
tiene contacto con el diablo, quien trata de sobomario para que le de el contrato (que
consistía en entregarle su alma a cambio de la devolución de su integridad fisica); como el
chico no quiere dárselo, el diablo lo amenaza con devolverlo a la vida y ponerle al lado de
su casa un mal vecino, lo que genera el pánico del protagonista ("todo menos un mal
vecino") y la consiguiente entrega del contrato.
El maleficio campesino será uno de los componentes principales utilizados por la
cultura de élite para la creación del estereotipo satínizado de la bruja. "Las brujas
voladoras de los siglos XV a XVII serán acusadas de crímenes y daíios concretos
realizados contra sus vecinos de comunidad, y no sólo de asistir a los aquelarres o adorar
al demonio" (Campague: 1997, pág. XXII». Parece ser que en la mayoría de los.juicios por
brujería iniciados a partir de acusaciones surgidas en el ámbito' propio' de la aldea, los
campesinos denuncian a algunos' de sus vecinos como' responsables de' algiir maleficio.
106 Op. Cit. 107 Op. Cit. 101 Op.. Cit. 109 Op. Cit. 110 Op. Cit.
93.
Pero "fueron los jueces laicos o eclesiásticos, durante los interrogatorios y las sesiones de
torlura, los que introdujeron las figuras del demonio, del pacto, dél vuelo nocturno y del
sabbat" (Campagne: 1997, pág. XXIII).
Tercera Parte
95
Estabilidad temática y narrativa de los cuentos
Los motivos anteriormente enunciados e ilustrados, desde luego, no componen la
totalidad de los que podemos encontrar en los cuentos maravillosos del noroeste argentino.
Pero ellos al menos pueden dar cuenta de gran parte de los contenidos de esos cuentos, que
como vimos permanecen relativamente estables en las décadas que consideramos en este
trabajo.
A partir de un estudio comparativo de dichos cuentos populares podemos
argumentar que en ellos son recurrentes los motivos religiosos. No sólo aparecen figuras
como Dios, la Virgen, diablos y brujas, sino que además se reflejan valores acordes a los
promovidos por el cristianismo. Las malas costumbres, que siempre son sancionadas, son
aquellas que no se corresponden con las disposiciones que aparecen en los Diez
Mandamientos, que a diferencia del sistema de los siete pecados capitales ponía el- acentor
en las obligaciones para con la propia divinidad.
El escenario en el que se relacionan los elementos que constituyen los cuentos aquí
considerados, como ellos, es maravilloso. La existencia de fuerzas sobrenaturales hace
menos seguro al inundo pero los hombres pueden hacerles frente si son capaces de
enfrentar el peligro y convertirse así en verdaderos héroes. Belleza, bondad y astucia son
los valores que se -premian con el -matrimonio, -en tanto motor -de la movilidad social y
procurador -de la -felicidad. Y además el contenido -de esos cuentos puede relacionarse con
los ritos de pasaje.
Por supuesto que algunos motivos no fueron siempre idénticos, pero pareciera que
la sociedad los ha ido seleccionando y depurándole el componente más puramente
circunstancial o histórico. Que en los años '20 se pueda apreciar la presencia de las hadas
(como en "La Cenicienta", en tanto reproducción del. cuento. de PerraulO. y que en décadas..
posteriores su- lugar lo ocupe Dios, no- parece implicar un- cambio- profundo. Se podría
argumentar que la temática permanece- idéntica, así- corno- la-- estructura arguniental- de- los
cuentos.
El matrimonio parecería ser una de las más valiosas recompensas por haber sido
enfrentado y superado el peligro, y en el argumento de los cuentos la nonnalidad de los
acontecimientos es interrumpida por el advenimiento de una desgracia que logra ser
superada mediante la valentía y el esfuerzo. Parece resultar atractiva para las sociedades
también la representación acerca del heroísmo del inexperto. Y dentro de las atracciones no
ocupa un lugar menor, además, la envidia que dentro de las familias corrompe las
relaciones filiales.
Muchos de los elementos constitutivos de los cuentos populares de tipo maravilloso
que han sido recogidos en el noroeste argentino hani sido incorporados al imaginario del
nativo a través de un mecanismo de apropiación, ya que muchos de ellos podemos
encontrarlos, también, en los cuentos populares de distintas tradiciones culturales. La
mayoría de estos elementos no son originarios de la sociedad que los porta. La sociedad del
noroeste argentino aparece, de esta manera, como portadora de un fenómeno de contagio.
¿Cómo explicar, entonces, la difusión de ciertas representaciones?, ¿a qué se debe la
similitud entre los cuentos maravillosos provenientes de épocas y lugares remotos?, ¿por
qué 'la gente los adopta?, ¿estos cuentos tienen (o tendrían) difusión en culturas distintas a
la que a grandes rasgos se conoce como la "occidental cristianizada"?, ¿cuál es el motivo
por el que algunas ideas contagian más que otras?, ¿por qué ciertas representaciones
penetran e invaden una red social de manera durable?, ¿cuál es el proceso mediante el cual
las personas seleccionamos y comunicarnos las ideas o. las. representaciones? ¿cómo.
explicar que en un ambiente tan regional o localista como el noroeste argentino tengan tanta.
difusión representaciones que parecieran ser universales?, ¿cómo y por qué se- produjc» el'
fenómeno de contagio?
Ya hemos prestado atención a la difusión de los motivos aparecidos en los cuentos
del noroeste, del sur y de culturas europeas —corno así también en los cuentos rusos que
fueron analizados por Propp-, con lo cual podríamos sostener que la explicación de la
estabilidad parece requerir un enfoque que complemente al histórico. Este complemento
bien podría estar dado .por el enfoque naturalista de la cultura y el modelo de la
epidemiología de las representaciones.
A continuación pretendo desarrollar el modelo de la epidemiología de las
representaciones, propuesto por Dan Sperber, para ofrecer una explicación tentativa de las
estabilidades observadas en los cuentos: la estabilidad en los motivos, por un lado,, y en la
97
estructura narrativa de los mismos, por el otro. Se trata de un modelo que pretende
combinar factores psicológicos universales con otros que dependen del contexto o
ecológicos para dar cuenta de por qué se propagan o contagian las representaciones: por
qué una representación mental —o privada- se hace pública y se transmite en sucesivas
oportunidades.
Epidernioloía de las representaciones
Explicar las representaciones culturales consiste en explicar por qué ciertas
representaciones son ampliamente compartidas.
Una idea nacida en el cerebro de un individuo puede tener, en los cerebros de otros
individuos, descendientes que se le asemejen. Las ideas no solamente pueden transniitirse,
sino incluso, al ser transmitidas de nuevo por aquellos que las reciben, pueden propagarse
sucesivamente. Ciertas ideas —creencias religiosas, recetas de cocina, o 'hipótesis científicas,
por ejemplo- se propagan tan bien que, bajo diferentes versiones, invaden poblaciones
enteras de manera durable. La cultura está hecha,, en primer lugar, de estas ideas
contagiosas. Está hecha también de todos los comportamientos (palabras, rituales, gestos
técnicos, etc.) y de todos los productos (escritos obras, instrumentos-, etc.)- cuya presencia
en el ambiente compartido de un grupo humano permite- a las ideas propagarse-. En- nuestro-
caso, el ambiente del noroeste argentino pareciera serun medio adecuado para que - las ideas'
que aparecen en los cuentos maravillosos se hayan propagado y se propaguen. En esta
propagación juega un rol fundamental la combinación de fáctores psicológicos y
ecológicos.
Los factores psicológicos y ecológicos son ellos mismos afectados, por supuesto,
-por la distribución de -representaciones. Las re-presentaciones culturales que ya han sido
interiorizadas constituyen -un 'factor clave en la -receptividad del individuo a nuevas
representaciones. Esto será tratado más adelante, cuando apliquemos el modelo a nuestro
caso.
¿Cómo se propagan las ideas? En opinión de Sperber, un proceso de comunicación
es fundamentalmente un proceso de transformación (la replicación estricta de
representaciones, si existe, no es la norma de la comunicación: debe ser considerada como
un caso límite de semejanza máxima). El grado de transfonnación puede variar entre dos
extremos: la duplicación por un lado, y la pérdida total de información por el otro. Las
representaciones se transfonnan casi cada vez que son transmitidas, y sólo se mantienen
estables en ciertos casos lúnite. En particular, una representación cultural comprende un
conjunto de versiones mentales y públicas. Cada versión mental es el producto de la
interpretación de una representación pública, que es ella misma expresión de una
representación mental.
Sólo las representaciones que son comunicadas de manera repetida y que, en ese
proceso sólo son transformadas de manera mínima, terminan perteneciendo a la cultura. En
este contexto se subraya la importancia de la estabilidad en los. cuentos su carácter
excepcional debe ser explicado.
Se trata de explicar por qué ciertas representaciones se revelan- contagiosas, ya sea
muy generalmente o en situaciones particulares Una tal explicaciáir implica una especie de
epidemiología de las representaciones.
En un grupo social, cada miembro tiene en su cerebro millones de representaciones
mentales, algunas efímeras, otras conservadas en la memoria a largo plazo constituyendo el
"saber" del individuo. Entre las representaciones mentales, algunas —una proporción muy
pequeña- son comunicadas, es decir que 1-levan a su utilizador a -producir una representación
pública que a su turno -llevará a otro individuo a construir una representación mental de
contenido similar ala representación similar.
Entre las representaciones comunicadas, algunas —una proporción muy pequeña-
son comunicadas de manera repetida y pueden incluso terminar por estar distribuidas en el
grupo entero; es. decir, ser el objeto de una. versión mental- en cada- uno- de- sus. miembros..
Cuando- hablamos- de representaciones culiurale hacemos- referencia- alas- representaciones-
que están así largamente- distribuidas en- un- grupo- social- y lo- habitan de- manera durable-. En-
palabras- de Sperber:- "Las representaciones culturales así concebidas son- un subconjunto
de contorno impreciso dei conjunto total de representaciones mentales y públicas que
habitan un grupo socwil " (1996, pág. 50). Los cuentos que son nuestro objeto de estudio en
este trabajo son populares porque las representaciones que contienen están distribuidas en
el grupo, y por lo tanto terminan perteneciendo a la cultura. En los cuentos maravillosos del
noroeste argentino encontramos varias representaciones culturales, muchas de las cuales no
son originarias de la sociedad que las porta. Esas representaciones son culturales porque
son contagiosas.
Explicar el carácter cultural de ciertas representaciones es responder a la pregunta
siguiente: ¿por qué esas representaciones son más "contagiosas" y más exitosas que otras
en una población dada? Para responder a esta pregunta, hay que considerar la distribución
de todas las representaciones. La explicación causal de los hechos culturales requiere una
epideiniólogía de las representaciones. La epidemiología de las representaciones buscará
explicar los macrofenómenos culturales por el efecto combinado de dos tipos de
micromecanismos: mecanismos individuales de fonnación y transformación de
representaciones mentales, y mecanismos inter individuales que, mediante
transformaciones del medioarnbiente, dan lugar a la transmisión de representaciones, y por
lo tanto a la comunicación.
Si lo que nos interesa es el contagió de las ideas -la epidemiología de las
representaciones-, debemos considerar que al propagarse las ideas se transforman. Este
proceso de transformación no se da de manera azarosa sino que obedece a detenninados
principios. En palabras de Sperber: "He aquí lo que la perspectiva epidemiológiea y
cognitiva sugiere: durante su transmisión, las representaciones se transforman. No se
ransforinan de manera aleatoria, sino en la dirección de contenidos que demanden un
menor esfuerzo mental y que conlleven efectos cognilivos más grandes. Esta tendencia a
optimizar la relación efecto / esfuerzo —y por lo tanto la pertinencia de las
representaciones transmitidas- favorece la transformación progresiva de representaciones
en el interior de una misma sociedad hacia contenidos pertinentes en el contexto" (1996
pág. 75). El contenido particular de una representación o práctica cultural será más- estable
cuanto más pertinente sea en el contexto de otras representaciones culturales de- la-
comunidad en cuestión. Las ideas se propagan; entonces; porque ellas opmizan la relación
esfuerzo mental / efecto cognitivo. EF noroeste argentino parece ser un contexto que
favorece la propagación de ciertas representaciones que, dada su difüsión, podemos
considerarlas culturales.
100
Desde una perspectiva epidemiológica, la explicación de un hecho cultural, es decir
de una distribución de representaciones, debe ser buscada en el efecto combinado de
innumerables micromecanismos, y no en un macromecanismo global.
El modelo de la "epidemiología de las representaciones" se interesa por proponer
una explicación al problema de las representaciones culturales. Se incluye bajo este término
todo lo que presente a la vez un carácter cultural y un çarácter de representación.
La transmisión de representaciones mentales que se hacen culturales al invadir una
red social, entonces, es un proceso de comunicación. En cuanto a las transfonnaciones que
entraña este proceso de comunicación, se podría sostener que las representaciones se
transforman en la dirección de contenidos que demanden menos esfuerzo mental para su
procesamiento, entrañando a la vez efectos cognitivos. más. grandes..
Sperber delimita con precisión un conjunto de problemáticas que el enfoque
epiderniológico, propuesto por él, necesita responder: "Cuáies son los factores que
jrovocan que un individuo exprese una representactón- m'ental bajo la forura' de un-a'
representación pública?, ¿cuál es la representación mental que el destinatario de la
representación pública construirá en consecuencia?, ¿qué transformaciones entraña este
proceso de comunicación?, ¿qué factores y condiciones vuelven probable la comunicación
repetida de ciertas representaciones?, ¿qué propiedades, generales o propias a un contexto
en particular, poseen las representaciones capaces de guardar un contenido relativamente
estable durante este proceso de comunicación repetida?" (Sperber: 1996, pág. 77). La
ventaja del enfoque propuesto es justamente la de permitir que tales problemas sean
planteados con claridad.
Como el autor señala, estas preguntas son dificíles, y las respuestas requieren un
esfuerzo de integración de la teorización antropológica y la teorización psicológica. En el
marco de esta. tesis, la pregunta acerca de los fuctores y condiciones. susceptibles. de volver
probable la comunicación repetida de ciertas representaciones y la pregunta acerca de las-
propiedades de las representaciones capaces de- guardar un contenido' relativamente- estable-
durante el proceso de comunicación repetida, son especialmente' relevantes: Haremos
hincapié en ellas, así como en la respuesta tentativa sugerida por Sperber, aplicándola al
caso que nos interesa: los cuentos populares del noroeste argentino.
10.1
Aplicación de los recursos teóricos del enfogue a nuestro caso
Explicar los- fenómenos- culturales- equivale a- explicar, según - este criterio, por- qué
algunas ideas contagian más que- otras. ¿Por qué-ciertas representaciones- se--distribuyen-en-
un- grupo de manera durable?
En los cuentos maravillosos del noroeste argentino encontramos una cantidad de
elementos que han sido importados e iñcoiorados al imaginario del nativo a través de un
proceso de europeización. Se trata, por ende, de un fenómeno de apropiación de ideas o
representaciones.
En la- Segunda- Parte de este trabajo- se mencionaron- loa- motivos- que con- más-
frecuencia aparecen en esos cuentos populares en -los distintos períodos históricos, y vimos
que muchos de los elementosconstitutivos de esos relatos han sido apropiados por el nativo
a través de un fenómeno de contagio. Algunas ideas parecen ser más contagiosas que otras
y por eso invaden Ea red social de manera durable, convirtiéndose con ello en culturales.
¿Pero por qué esas ideas que aparecen representadas en los cuentos maravillosos tuvieron
difusión en el noroeste?, ¿cuáles .son las características de ese ambiente que hicieron que
ciertas ideas se propaguen?, por qué la gente las adoptó?, ¿cómo explicar la similitud de
los cuentos provenientes de épocas y lugares remotos?, ¿a qué se debe que ciertas
representaciones sigan circulando entre nosotros?
El modelo de la epidemiología de las representaciones permitiría contestar estas
preguntas y explicar la estabilidad en los motivos y en la estructura narrativa de los cuentos
maravillosos del noroeste argentino. Este modelo cotisidera que la explicación debe tener
en cuenta factores psicológicos —propiedades cognitivas compartidas por todos los humanos
y por lo tanto universales- y factores ecológicos que penniten que ciertas representaciones
tenninen perteneciendo a la cultura. Porque- las ide-as, para propa-garse, necesitan de- un-
ambiente propicio. Podría tratarse de una interrelación entre lo universal y lo locaL Un
juego que nos podría aportar la clave que nos permitiría comprender la vigencia de ciertas
representaciones, en particular las que aparecen en los cuentos maravillosos del noroeste
argentino.
Consideraremos, primero, la estabilidad de los motivos, para lo cual resulta preciso
mencionar los factores psicológicos universales (pertinencia automática de ideas
102
contraintuitivas) y los factores ecológicos implicados (recurrencias típicas de la comunidad
y sus implicaciones cii la pertinencia, que se relaciona con la presencia de representaciones
culturales anteriores, que influyen en la receptividad de los individuos a representaciones
nuevas relacionadas).
Luego consideraremos la estabilidad de la estructura narrativa de los cuentos,
mencionando los factores psicológicos universales (propiedades de la memoria humana que
favorecen el recuerdo de historias por sobre las descripciones) y los flictores ecológicos
(ausencia de escritura, lo cual implica que las restricciones impuestas por la memoria
humana no se flexibilizan sino que siguen actuando).
Estabilidad en los motivos:
Factores psicológicos universales:
Cuando el interés recae cobre las representaciones culturales, resulta necesario
distinguir entre dos tipos de representación: representaciones internas o mentales, como por
ejemplo recuerdos, y representaciones externas o públicas, como por ejemplo los
enunciados. Las representaciones mentales son estados o procesos del cerebro y representan
algo para el poseedor del cerebro. Las representaciones públicas son fenómenos materiales
en el medio ambiente de las personas y representan algo para las personas que las perciben
y las interpretan. Pero como la representaciónmental que un individuo construye tiene sus
bases en el conocimiento compartido, no es neta la distinción entre los dos tipos de
representaciones: son más o menos culturales. Esto se relaciona con el pensamiento de
Bajtfn, para quien el signo lingüístico es social; incluso, la conciencia individual, en un
punto, es social: se nutre de signos creados en interrelación social.
Los sistemas cognitivos, como los cerebros, construyen representaciones internas de
su medio ambiente, en parte sobre la base de- interacciones fisicas con ese- ambiente-. A
causa de esa interacción las representaciones mentales están, en cierta medida;
regularmente conectadas con aquello que representan. Las representaciones públicas, por
otro lado, están ligadas a lo que representan sólo a través de la significación que les
atribuyen sus productores o utilizadores: no tienen propiedades semánticas propias. En
103
otros términos, las representaciones públicas sólo tienen significación por estar asociadas a
representaciones mentales.
La cultura, que existe objetivamente por, sí misma, es también una construcción de
nuestras sensaciones, percepciones, recuerdos y capacidades. Las manifestaciones
culturales no están determinadas pero sí condicionadas por ciertos acontecimientos que
tienen lugar y se desarrollan en el cerebro (Schródinger: 1990). Y como todos los humanos
compartimos los misnios patrones de base, podríamos argumentar que hay ciertos
mecanismos —en este caso de apropiación, por ejemplo- que son universales.
El cerebro es un órgano complejo. Y el cerebro humano, a diferencia del de los
otros animales, es particularmente complejo; según Pinker (2001), los, seres humanos
analizamos el mundo sirviéndonos de teorías intuitivas sobre los objetos, las fuerzas, las
maneras, los lugares, las creencias, los deseos, etc.: los huinanós componemos un nuevo
conociniientv realizando interacciones con representa —ciones1 que tienen lugar en nuestra
imaginación. El cerebro humano es lo suficientemente complejo como para permitir que el
hombre se adapte a su medió ambiente de variadás maneras.
Hay buenas razones para creer que el cerebro humano contiene numerosos sub-
mecanismos o "módulos", aparecidos como adaptaciones a las oportunidades o desaflos
ambientales (Cosmides & Tooby, 1992). Desde la perspectiva epidemiológica, los módulos
mentales tienden a fijar una masa de contenidos culturales en el interior y alrededor de
dominios cognitivos para el procesamiento de los cuales están especializados.
Es plausible que la evolución no sólo ha favorecido la emergencia de mecanismos
mentales especializados, sino también un cierto grado de eficacia cognitiva en los dominios
de esos mecanismos.
Sperber y Wilson han defendido la, idea de que la relación efecto / esfuerzo. en. el
procesamiento de toda- información determina su grado de pertinencia. (Sperber y:Wilson,
1986). Sostienen que los procesos cognitivos humanos tienen una organización que- tiende a
maximizar la pertinencia. Aunque ciertos factores de pertinencia dependen de factores
ambientales (el esfuerzo necesario para adquirir ciertas infonnaciones, por ejemplo); otros
dependen de aspectos genéticamente determinados de la psicología humana. Así, los
104
estímulos para cuyo procesamiento existe un módulo especializado demandarán
comparativamente menos esfuerzo y serán entonces potencialmente más pertinentes.
En cuanto a los factores y condiciones que vuelven probable la comunicación
repetida de ciertas representaciones, es necesario reparar en el interés o pertinencia de esas
representaciones: las representaciones culturales que entran en conflicto con creencias
intuitivas compartidas por todos los seres humanos adquieren automáticamente una gran
pertinencia. Un ejemplo es la consideración de que hay motivos que se repiten sin cesar en
los cuentos populares de todas las culturas: la existencia de divinidades o criaturas cuyas
capacidades resultan de una combinación de capacidades humanas (frecuentemente
potenciadas, pero de contenido casi idéntico) pero que violan restricciones fisicas
universales (intuitivas); criaturas híbridas entre varias especies (lo cual viola las intuiciones
acerca de la reproducción entre especies diferentes). Sean creídas o- no, las representaciones
que violan las intuiciones son inherentemente interesantes:' constituyen informaciones de'
las cuales "hay que estar enterado", y esto provoca que sean atractivas en contextos
comunicaciónales, muy atendidas, y en consecuencia niás fácilmente memorizables y
transmisibles repetidamente.
Pero a los factores psicológicos universales (pertinencia automática de ideas
contraiintuitivas), hay que sumaries otros para dar cuenta de la transmisión de las
representaciones culturales. La disposición cognitiva a dar espontáneamente preferencia a
las variantes más pertinentes en la vida de la gente interactúa con un factor ecológico: la
fiecuencia estadística de los tipos de cuento en su comunidad.
Factores ecológicos
Desde un punto de vista epidemiológico, la recurrencia de un tipo de evento en la
comunidad (por ejemplo enfermedad, eventos climáticos, etc.) es un factor ecológico de
estabilización de prácticas rituales particulares o de la focalización -en algunos temas
específicos, como el contenido de cuentos y otras representaciones -culturales. -(Por ejemplo,
toda práctica concebida como una defensa contra un tipo de peligro recurrente será
regularmente relanzada por el peligro mismo).
105
Corno vimos, el contenido de los cuentos maravillosos del noroeste argentino
pareciera reproducir la realidad del mundo europeo medieval, dada la existencia de fuerzas
sobrenaturales (corno producto del discurso antisupersticioso cristiano) y la composición de
la sociedad, representaciones que son moneda corriente en los cuentos populares aquí
considerados. El noroeste argentino, al menos cuando fueron recogidos los relatos, no
parecía reproducir o corresponderse con el contexto europeo: por ejemplo, en nuestró país
nunca hubo reyes y sin embargo ellos aparecieron -y aparecen- como héroes en nuestros
cuentos. Lo que se contaba, entonces, no tenía su correlación directa en el mundo concreto
y real. Muchas de las representaciones que aparecen en nuestros cuentos populares tíenen
su origen en otras tradiciones culturales, y por algún motivo el noroeste resultó constituir
un ambiente adecuado para su propagación. ¿Por qué ciertas representaciones, provenientes.
de otros lugares, "prendieron" en esa región argentina?, ¿por qué ciertas ideas les resultaron
atractivas a los habitantes del- noroeste?, ¿a qu& se- debe- su- difusión a lo largo del tiempo?,
¿por qué la gente las adoptó y las hizo propias?, ¿cuál es el motivo pot el que tales
representaciones se transformaron en culturales?
En particular, el tipo de ambiente ecoióguo del noroeste argentino continúa siendo
básicamente rural, motivo por el cual se podría sostener que plausiblemente no ha
cambiado lo suficiente como para modificar los focos de interés de los integrantes de la
comunidad, y que por ello los- motivos que aparecen en los cuentos populares de tipo
maravilloso permanecen relativamente estables. En el campo, a diferencia de la ciudad, no
se producían con tanta frecuencia grandes cambios las relaciones sociales, económicas y
políticas parecieron sufrir menos variabilidad. Una de las razones de esto podría ser que, tal
como sostiene Kirbus (1997), las necesidades económicas de los campesinos provocaban la
migración de los hombres a las ciudades en busca de mejores oportunidades, sin darse el
movimiento inverso;, por este motivo no había recambio de. personas. y con ello la
posibilidad de construir relaciones comunicativas diferentes-. Es- probable que esto haya
influido en la estabilidad- de las representaciones, dada la ausencia de- representaciones que
resulten más contagiosas y suplanten a las - anteriores.
El noroeste argentino es, básicamente, un medio rural (aunque existan algunas
ciudades), y por esta razón es menos permeable a los cambios, más que nada a los que
competen a los focos de interés de los integrantes de la comunidad. Lo que circula en el
106
medio rural, entonces, se vincula más con la estabilidad y la tradición (lo que perdura a
través del tiempo) que con lo vertiginoso y el movimiento. Al respecto los primeros
folkloristas pensaban que el hombre rural era más de su tierra que de su tiempo, y tal vez
sean adecuadas tales representaciones.
Las recurrencias típicas de la comunidad tienen implicaciones en la pertinencia. En
efecto, estos acontecimientos provocan que se propaguen aquellas representaciones cuya
relación esfuerzo mental / efecto cognitivo sea óptima. La presencia de representaciones
culturales anteriores influyen en la receptividad de los individuos a representaciones nuevas
relacionadas. Estas recurrencias detienen los cambios —o al menos los atrasan- y puede ser
una de las razones de la estabilidad en los motivos de los cuentos maravillosos del noroeste
argentino.
Estabilidad de la estructura narrativa
La estabilidad en la estructura narrativa debe ser explicada, segm este enfoque, por
la combinación de factores psicológicos y eco1ógicos Estos factores psicológicos y
ecológicos se refieren a la facilidad con la cual una representación particular es susceptible
de ser memorizada, a la existencia de un contexto de conocimientos sin e1 cual la
representación no sería pertinente, y a la motivación que puede tenerse de comunicar el
contenidó de la representación.
Factores psicológicos poíenciaimente pertinentes
Los cuentos populares de tipo maravilloso del noroeste argentino, como los que
pueden recogerse en otras regiones del mundo, son relatos acerca de sucesiones de
acontecimientos, varios de los cuales pueden sçr asociados con e! misterio. En estos
cuentos rara vez el relator concentra su discurso en algunas de las situaciones que
componen la narración. En el cuento todos los hechos son importantes y casi no aparecen
apreciaciones personales de los narradores.
10.7
Es la relación entre los elementos la que da lugar a la existencia de la historia. No
sobra ningún personaje y parecen relevantes cada una de sus aventuras. Se trata de historias
muy antiguas que han sido narradas por los relatores con una precisión que resulta
sorprendente. Es llamativo que el nativo siga reproduciendo esos cuentos a través del
tiempo, con algunos cambios que no parecen ser . profundos. Y es tanto más sorprendente si
tenernos en cuenta que muchos elementos han sido incorporados al imaginario del nativo a
través de un proceso de apropiación, y por lo tanto han sido extraños al medio ambiente
compartido. En los cuentos populares de tipo maravilloso que fueron recogidos en el
noroeste argentino priman las historias por sobre las descripciones. Todo esto parece estar
condicionado por ciertas propiedades de la mente humana.
La organización mental de los individuos determina, entre todos los, estímulos que.
están disponibles en el medio ambiente, cuáles y cómo serán procesados, y qué
informaciones guiarán los comportamientos que a su vez modificarán el medio ambiente
En la concepción de Sperber de la pertinencia de las representaciones culturales,
aquella es entendida como la relación entre el esfuerzo cognitivo y lbs efectos cognitivos.
Los esfuerzos cognitivos requeridos para procesar y almacenar representaciones culturales
tales como los cuentos populares conciernen factores psicológicos internos de los
individuos (pero compartidos por todos), como la organización de la memoria humana,
preferencia por la simplicidad, etc.. Los cuentos populares que proporcionan similares
efectos cognitivos (el "aprendizaje", o "moraleja", o efecto humorístico o información
relevante adquirida) a un "menor costo" (inexistencia de elementos innecesarios o
puramente anecdóticos en el cuento, complejidad argumental innecesaria) tenderán, según
el enfoque de Sperber, a adquirir mayor estabilidad y difusión en la comunidad que
aquellos que demanden mayor esfuerzo para los mismos efectos. La puesta en juego de esta
dinámica en la repetición y transmisión sucesiva a. un. conjuntc de cuentos de contenido
similar, tendrá corno resultado que,. tarde o temprano, se llegue a un. estado. en el. que los
cuentos transmitidos oralmente sean o se- acerquen a ser óptimos en este- sentido. Una vez
en este estado, en que la versión más ampliamente difundida del cuento se acerque a la
pertinencia óptima (en el sentido técnico definido por Sperber), las variaciones posteriores
del mismo cuento (debido, por ejempló, a olvidos o enores por parte dei que transmite)
serán forzosamente sub-óptimas, menos "económicas", y por esa razón serán menos
108
estables y más fácilmente descartables que la versión más difundida. Tal vez sea esta la
razón por la cual muchos cuentos recogidos en 1921, que reproducían más fielmente las
versiones europeas de los cuentos (como es el caso de "La Cenicienta"), con el tiempo
dejaron de tener vigencia y se normalizaron las variantes, con elementos andinos y por lo
tanto locales.
Existen propiedades de la memoria humana que favorecen el recuerdo de historias
por sobre las descripciones. Dado que existe una tendencia general a la maximización de la
pertinencia, los elementos superfluos de las historias (es decir, los elementos que no
participan del efecto cognitivo, a pesar de suponer un ligero aumento del esfuerzo cognitívo
para su procesamiento) tenderán a desaparecer en las versiones más difundidas de los
cuentos.
Factores ecológicos
El medio ambiente detennina los lugares y los momentos, variables según la
modalidad de transmisión empleada, en que la transmisión de representaciones es posible;
él impone restricciones sobre la fonnación y la estabilidad de diferentes tipos de
representaciones públicas. Los factores ecológicos se refieren a la recurrencia de
situaciones en las cuales la representación (cultural) suscita o ayuda a llevar a cabo una
acción apropiada, a la disponibilidad de memorias externas (la escritura en particular), y a
la existencia de instituciones abocadas a la transmisión de la representación. Porque una
idea o una representación necesita un ambiente propicio para contagiar y. propagarse.
Tal corno vimos en la Primera Parte, los cuentos populares tienen la característica
distintiva de circular orahnente: la forma de transmisión es oral; Esto resulta
particularmente interesante desde la perspectiva defendida en este trabajo, según la cual la
ausencia de escritura constituye un factor ecológico que; combinado a los psicológicos
universales (ciertas propiedades de la memoria humana); da cuenta de la estabilidad en la
estructura narrativa de los cuentos maravillosos del noroeste argentino.
La transmisión oral, que fónna parte del contexto de los cuentos y es clave para
explicar la estabilidad en la estructura narrativa de los mismos, se diferencia de la escritura
109
por varias razones. En primer lugar, algunos autores consideran que las estrategias mentales
que utilizarnos cuando escribimos y cuando hablarnos son diferentes: la escritura exige del
individuo un acto analítico deliberado, tal como sucede con la descripción; al hablar, en
cambio, apenas está consciente de los sonidos que pronuncia y no se percata de las
funciones mentales que lleva a cabo (Halipike: 1986).
En segundo lugar, las tradiciones orales se modifican al transntitirse de unas
personas a otras (Darnton: 1994), mientras que el texto escrito permanece intacto pese al
paso del tiempo. Las representaciones orales, a diferencia de las escritas, son, en el
medioambiente, no estados sino más bien eventos, que corno todos los procesos de
comunicación son procesos de transformación. La transmisión oral favorece, así, la
transformación de las representaciones en función de las preferencias del grupo, ya que lo.
que circula estaría dando cuenta de lo que le resulta atractivo a la gente del lugar. Incluso se
diría que, en este proceso de transfonnación, los narradores pueden agregar u omitir ciertos
elementos para que luego la sociedad se encargue de depurar o aceptar. Cotejando los
cuentos debería ser posible dar cuenta de lo que acapara el interés de la gente.
Por último, como vimos con anterioridad, la transmisión oral implica que los
elementos superfluos de las historias tenderán a desaparecer porque no son pertinentes en el
contexto, en este caso el noroeste argentino: la gente recuerda o memoriza con más
facilidad historias y no descripciones, dados los factores psicológicos universales. La
ausencia de escritura implica que las restricciones impuestas por la memoria humana no se
flexibilizan sino que siguen actuando. Por este motivo, seguramente, los cuentos populares
de tipo maravilloso que han sido recogidos en el noroeste argentino manifiestan estabilidad
en la estructura narrativa, que se refiere al privilegio de las historias por sobre las
descripciones.
La estabilidad en la estructura narrativa de los cuentos está dada por la combinación
de dos factores. Un factor psicológico crucial será la organización de la memoria humana
espontánea. Un factor ecológico crucial será la ausencia de escritura. La interacción de -
estos dos factores contribuirá a explicar por qué cierto cuento dotado de una estructura
narrativa de fácil memorización se transmite de manera relativamente estable en una
sociedad de tradición oral.
110
Conclusión
En el presente trabajo me propuse analizar los cuentos populares de tipo maravilloso
del noroeste argentino, en las décadas de 1920, 1950 y 1970. Me parecía que la
comparación de los cuentos podía permitir la construcción de algunos interrogantes
referidos al campo de la antropología. Sin duda, ellos pertenecen a la cultura y forman parte
de lo que circula entre los individuos: dan cuenta de algunas creencias de la gente.
Fueron dos las características de dichos cuentos populares que inc resultaron más
relevantes y hacia las que orienté mi atención. En primer lugar, a lo largo de la
investigación pude constatar que muchos cte los motivos que aparecen en los cuentos
maravillosos del noroeste argentino son muy antiguos y varios• de sus elementos se
reproducen en épocas y lugares remotos. En segundo lugar, me resultó interesante la
comprobación de que muchos de los cuentos considerados han permanecido sin sufrir
modificaciones a lo largo del tiempo. Esta estabilidad, que se manifiesta tánto en cuanto a
elementos temáticos (motivos de- los cuentos)- crno a la estructura narrativa (la forma
lógica de los mismos), pareció requerir una explicación teórica.
En este trabajo consideramos que la cultura está hecha, sobre todo, de ideas
contagiosas: representaciones que por alguna razón se propagan más que otras —y más
fácilmente. En los cuentos maravillosos encontramos representaciones que no son
originarias de la sociedad que las porta, motivo por el cual podemos considerar que el
noroeste es el escenario en donde se produjo el fenómeno de contagio.
Este fenómeno puede explicarse mediante la aplicación del modelo de la
epidemiología de las representaciones desarrollado por Sperber. Este enfoque, en mi
opinión, tiene el atractivo de ser muy relevante como marco explicativo de las estabilidades
observadas, y es muy plausible y fructífero como enfoque general. Pero una discusión
detallada de los fundamentos evolucionistas de su punto de vista escaparía a los propósitos
de este trabajo.
Varios son los elementos principales del enfoque de Sperber que son explotados en
esta investigación
En primer lugar, la noción de las representaciones culturales como representaciones
ampliamente compartidas por un grupo social. Se trata de representaciones que parecen ser
111
tan atractivas que están distribuidas y difundidas en la población: las que son comunicadas
de manera repetida y que en ese proceso son tiansformadas de manera mínima. Son estas
las representaciones que terminan perteneciendo a la cultura.
En segundo lugar, la hipótesis evolucionista según la cual hay una naturaleza
humana específica: hay intuiciones cognitivas compartidas, y por ende universales. Por
supuesto que son variadas las manifestaciones culturales, pero detrás de ellas podemos
encontrar ciertas regularidades dado que compartimos los mismos patrones cognitivos de
base; compartirnos, por ejemplo, el mecanismo de transmisión de las ideas y ciertas
intuiciones sobre los objetos.
En tercer lugar, esas intuiciones específicas están provistas por dispositivos
mentales "modulares", propios del humano. Lo que nos diferenciaría del, resto de los
animales seria justamente esa complejidad mental que nos permite adaptarnos al ambiente e
mteractuar con ól de maneras características.
Por último, el supuesto psicológico general según el cual la cognición tiende a
maximizar la pertinencia, entendida como relación esfuerzo cognitivo 1' efecto coguitivo. La
noción de pertinencia es relativa al contexto. Él contexto es el espacio en donde tienen
lugar las representaciones, motivo por el cual puede ser más o menos propicio para que se
produzca el fenómeno de contagio.
Esos elementos juegan un rol en la explicación de las estabilidades observadas.
Desde esta perspectiva, las intuiciones compartidas son el telón de fondo que tiende a
proveer pertinencia automática a los contenidos contraintuitivos, motivo por el cual juegan
un rol en la estabilidad de los motivos de las representaciones culturales que aparecen en los
cuentos populares del noroeste argentino. Las representaciones culturales que entran en
conflicto con creencias intuitivas compartidas por todos los seres humanos adquieren
automáticamente una gran pertinencia. En virtud de su carácter modular, esas intuiciones
no cambian; lo que cambia según otros factores (incluyendo los históricos) es la
disponibilidad de ciertos contenidos (incluyendo los contraintuitivos), pero las intuiciones
cognitivas básicas dependen de la organización estructural (modular) de la mente humana.
Las representaciones que violan las intuiciones son inherentemente interesantes:
constituyen informaciones de las cuales "hay que estar enterado", y esto provoca que sean
112
atendidas y atractivas en contextos comunicacionales, y en consecuenci.a más fácilmente
memorizables y transmíibles en sucesivas oportunidades. Tal' vez eso explicaría la
recurrencia de ciertos elementos en los cuentos maravillosos recogidos en tiempos y lugares
remotos: la existencia de divinidades o criaturas cuyas capacidades resultan de una
combinación de capacidades humanas (frecuentemente potenciadas, pero de contenido casi
idéntico) pero que violati restricciones fisicas universales (intuitivas). Es el caso, por
ejemplo, de la representación de la bruja y del gigante (que cumple el lugar del ogro en
otros cuentos populares). La pertinencia automática de ideas contraintuitivas es un factor
psicológico universal que juega un rol importante en la estabilidad de los motivos de los
cuentos maravillosos.
En la recurrencia de motivos repercuten también las representaciones culturales
anteriores, que influyen en la receptividad de los individuos a representaciones nuevas
relacionadas. En el noroeste argentino, que básicamente es una zona rural en la que tienen
lugar relaciones más tradicionales que las que se establecen en la ciudad, se producen
recurrencias típicas de la comunidad que tienen implicancias en la pertinencia. En
particular, el tipo dé ambiénte ecológico del noroeste argentino continúa siendo
básicamente rural, motivo por el cual se podría sostener que plausiblemente no ha
cambiado lo suficiente como para modificar los focos de interés de los integrantes dç la
comunidad, y que pcir ello los motivos que aparecen en los cuentos populares de tipo
maravilloso permanecen relativamente estables. Estas recurrencias típicas de la comunidad
que se producen en el ambiente rural provocan que se propaguen aquellas representaciones
cuya relación esfuerzo mental / efecto cognitivo sea óptima. 'Estas recurrencias detienen 'los
cambios —o al menos los atrasan- y puede ser una de las razones de la estabilidad
mencionada.
En cuanto a la estabilidad de la esíructu.ra narrativa, su explicación combina
factores psicológicos y ecológicos. Los primeros se refieren a que la memoria' humana tiene
propiedades que favorecen el recuerdo de historias por sobre las descripciones, dada la
tendencia general a la rnaxiinización de la pertinencia, que en la concepción de Sperber es
entendida corno la relación entre el esfüerzo cognitivo y los efectos cognitivos. Los
esfuerzos cognitivos requeridos para procesar y' almacenar representaciones culturales tales
113
corno los cuentos populares conciernen factores psicológicos internos de los individuos
(pero compartidos por todos), como la organización de la memoria humana, preferencia por
la simplicidad, etc.. Los cuentos populares que proporcionan similares efectos cognitivos a
un "menor costo" tenderán, según el enfoque de Sperber, a adquirir mayor estabilidad y
difusión en la comunidad que aquellos que demanden mayor esfuerzo para los mismos
efectos. Es así cómo los elementos superfluos tenderán a desaparecer en las versiones más
difundidas de los cuentos. Tal vez por eso no existan elementos iniiecesarios o anecdóticos
en los cuentos aquí considerados y su complejidad argumental sea innecesaria. Se podría
argumentar que, tarde o temprano, se llegará a un estado en el que los cuentos transmitidos
oralmente sean o se acerquen a ser óptimos en este sentido.
Entre los factores ecológicos que explican la estabilidad en la estructura narrativa de.
los cuentos podernos mencionar la recurrencia de situaciones en las cuales la representación
(cultural) suscita o ayuda a llevar a cabo una acción apropiada, la disponibilidad de
memorias externas (la escritura en particular), y la existencia de instituciones abocadas a la
transmisión de la representación. En nuestro caso, resulta fundamental que tengamos en
cuenta que lá sociedad que porta tas representaciones que aparecen en los cuentos
maravillosos del noroeste argentino es de tradición oral. Dado que la escritura exige una
actividad mental diferente, su ausencia implica que las restricciones impuestas a la
memoria humana no se flexibilizan sino que siguen actuando, .prior.izándose con ello el
recuerdo de las historias por sobre las descripciones.
Así, las estabilidades mencionadas pueden ser explicadas a partir del modelo de la
epidemiología de las representaciones, cuya aplicación extensiva requeríria, sin duda,
desarrollos ulteriores. .
114
ANEXO
1921: "La niña perdida"
Carahuasi. Salta.
(Cuento narrado por Doña Bernarda de Suárez, de 70 años de edad y conocida de
todos en Guachipas, y transcripto por la Directora de la Escuela Nro. 45 de Carahuasi, Rosa
Dessens de Vanotti).
Había una vez un viejo y una vieja que tenían tres hijas. Un día salieron al bosque
cercano a jugar con sus muñecas. Después que jugaron largo rato comenzaron a acomodar
los juguetes para regresar, cuando vino un enorme cuervo y se alzó con el pico la muñeca
de la más pequeña y tomó de nuevo el vuelo; la niña desconsolada y casi enloquecida
emprendió desesperada carrera tras el pájaro. Corrió todo el día, pues era tanta su tristeza
por la pérdida de la hennosa y amada muñeca que no sentía hambre ni cansancio. En vano
fue su rápida marcha y su llanto que no cesaba, pues el extraño cuervo desapareció en la
inmensidad del espacio. Entre tanto los últimos rayos de Apolo se ocultaban ya, cuando la
niña llegaba a los muros de un espléndido jardín; lo escaló con gran trabajo y luego se sentó
a llorar nuevamente. El jardinero la oyó y se acercó a ella inquiriendo, por la causa de su
llanto. La pequeña le contó el motivo de su desesperación, y entonces el jardinero trató de
consolarla. La hizo bajar al jardín y penetrar al palacio, pues allí habitaba un gran rey,
joven y hermoso como un ángel; vivía solo, es decir; huérfano de todo pariente. El rey
quedó encantado cuando vio a la niña, sintió imnensa lástima por ella y la animó con su
natural dulzura a quedarse a vivir en el palació. Le compró los más hermosos juguetes y
sobre todo muñecas de todas clases y tamaño y puso para su doncella a una negra
antipática. Así vivió la niña alli hasta la edad de quince años y contrajo enlace con el rey
que la amaba cada vez más. Eran muy felices, y más cuando la reina dio a luz su primer
hijo. La negra no permanecía indiferente ante aquella envidiable felicidad y con el alma
roída por la maldad y la envidia, comenzó a cavilar cómo haría para que desaparezca la
joven reina.
Un día le dijo, con gran cariño al parecer, que se recostara en sus faldas para
espulgarla, la niña accedió y después de un momento de hacerlo, le clavó en la corona un
115
alfiler, mmediatarnente la reina se convirtió en una blanca y pequeña paloma y voló
apresurada a las montañas. La malvada negra quedó satisfecha y dueña y señora del palacio
y del niño y quería serlo también del rey. Trataba por todos los medios de agradarle y
cuando él le preguntaba por la reina le decía que había huido con su amante y que le rogó y
pagó a ella para que no avisara, y que antes no le dijo a él porque la reina la había
amenazado con hacerla quemar viva si decía una sola palabra. El rey sufrió cruelmente y
creyó. Pasó el tiempo y con él el recuerdo de la reina del corazón del rey. Mientras lauto la
negra se apoderó del afecto del soberano y era su compañera. El tierno príncipe era
maltratado por al negra y manejado con tanta dureza en ausencia del rey, cuando era el odio
de su fiero corazón no sólo por el niño sino por todo cuanto pertenecía a la predilección y
cariño de la infortunada reina. Esta tenía un par de bueyes pequefíos que los hacía cuidar,
mucho, eran preciosos y mansos como un cordero, tenía idénticoS color y tamaño. La.
malvada negra dispuso que trabajaran todos los días.
Un día el hortelano trabajaba afanoso, cuando oyó una voz que le decía
"Hortelano". El miró y pudo distinguir que una paloma le hablaba desde un gran árbol, y
luego sintió que le preguntaba "qué hace el rey?"; él contestó "está encantado con la
negra, es corno su esposa". ",Y los bueyecitos?", preguntó la paloma. "Acarreando cal y
piedra todo el día", contestó el hortelano. "1 Y el niño?", interrogó de nuevo el ave. "La
negra y el rey lo hacen sufrir mucho y llora siempre", respondió el hortelano. Y dijo la
pobre palomita: "llora, llora niño de mis entrañas, que tu madre anda por estas montañas".
El trabajador oyó esto y se quedó pensativo y admiradó; luego continuó con su tarea.
Al día siguiente, cuando él trabajaba, volvió la palomita y le hizo las mismas
preguntas, y al tercer dia a la misma hora las repitió. Entonces el hortelano le contó al rey y
éste tuvo tan inmensa curiosidad que le ordenó pusiera bastante cera donde se asentaba la
palomita, y como quedaría peguda, alli que la tomara.y se. la lievara.. Así lo hizo el hortelano
y cuaimdo el rey la tuvo, entre sus manos, la acariciaba pasándole la mano por todo su
diminuto cuerpito.
Al cabo de un rato, sintieron sus dedos una dureza en la cabecita de la paloma; iiiirr
el rey apartándole las plumas y notó la cabeza de un alfiler; se lo arrancó y al instante se
paró la reina delante de él. Ambos se confúndieron en un largo abrazo y el llanto de los dos
brotó a raudales. La reina le explicó lo que le hizo la miserable negra y el rey se indignó de
116
tal manera que juró no perdonarle. Mandó traer al corral cuatro potros de los más
indomables y ordenó a sus vasallos ataran fuertemente a la negra un brazo y una pierna en
cada uno de los potros y los castigaran para que la hicieran pedazos a la negra. Esta lloró y
suplicó al rey pidiéndole perdón, pero él fue inflexible. Se cumplió su orden y quedaron
nuevamente felices los jóvenes esposos, mimando y adorando cada vez más al pequeño
príncipe, y salió por un saco roto para que usted me cuente otro.
1952: "La niña que se perdió y la negra"
Anta. Salta.
(Cuento narrado por Bernardino Zoto, de 52 años de edad; hachero de la selva
salteña, de Anta).
Diz que había un matrimonio que tenía una hijita. Esta niflita vivía jugando en el
monte —que la casa 'taba en el medio 'el monte-. Diz que esto era de cuanta [desde hace
mucho tiempo], del tiempo di ante.
Diz que un día vino un cuervo y le llevó la muñeca 'i trapo, pero muy churita
[bonita]. Diz que entonce la niña salió corriendo por atrás del cuervo. Iba llorando atrás del
cuervo. El cuervo se asentó en un árbol. Diz que llegó la niña y le pidió su guagüita [niño:
voz quichua]. Y el cuervo volvió a volar. Diz que así siguió toda la noche. Y la niña corría
y corría, y al fin, a la madrugada, el cuervo le dejó caer la muñequita. Y ella corrió y vio la
inufiequita que 'taba caida antarca [de espaldas: voz quichual, en el suelo. Ahí la alzó y
quiso volver a su casa, pero 'taba perdida.
Diz que la niña perdida ha andan todo el día en el monte,, y nada,. no encontraba a.
nadie. Y diz que ha dormido en el monte abrazada a su guagüita. Al otro día ha segulu
caminando y cerca de la hora de mediodía ha llegau a un ranchito. Diz que ha visto que
había dos camas igualitas y dos sihitas. Ha ido a la cocinita y ha vister una ollita 'i locro. Y
ahí qui había todo de dos: dos platos, dos cucharas, dos cuchillos, dos janitos, dos
banquitos. Diz que ha barrido con la pichana fescoba; voz quichua1 el ranchito y ha echado
leña en el juego y ha atendido l'ollita 'i locro.
117
Y diz que ha sentíu tropel de caballos y si ha escondido de miedo. Y diz que han
llegau los dueños de casa, que eran dos hermanos.
Y diz que han visto que hay gente en la casa y han buscado, y han encontrau a la
niña. Y la niña ha contau todo y ellos, que vivían solitos, Li han pedíu que se quede con
ellos como hennanita, porque ellos no han sabido di ánde era la niña. Estos hermanos
trabajaban de piones en el palacio del Rey de ese lugar. El Rey era soltero y muy güen
mozo.
Y diz que la niña si ha quedau y qui hacía todos los trabajos. Li han dicho los
jóvenes que tenga mucho cuidau con un gato negro qtu había en la casa, que no le pegue
porque le va hacer mucho perjuicio.
Y diz que vivían muy contentos los tres. Un día diz que el gato le comía la comida y
la niña le pegó. Ahí el gato ha ido y li ha orinado el juego y se lo ha apagado. La niña ha
corríu a una casa que 'taba cerca y ha ido a pedir juego. Y ha visto que había una niña yli
ha pedíu que corra, porque si la ve la madre; que es bruja, la iba a matar. Y la niña ha
corríu. La ha visto la bruja y ha salido por atrás, pero la niña logró llegar y encenarse en la
casa. La bruja ha orinado atrás de la casa y ha nacido un gran cebollar. Y si ha ido.
Ha salido la niña y ha hecho juego otra 'ez. Y ha visto el cebollar y ha cortado y ha
puesto en l'ollita. Y diz que decía:
",Cómo mis ñaños tnombre cariñoso con el cual se llama al hermano en el noroeste] no mi
han dicho que tenían estas cebollas tan lindas?"
Y diz que han llegado los hermanos y ella les ha estado contando todo. Y diz que
en ese momento ellos han probado la comida y áhi si han hecho gtieyes. Claro, eso ha síu
por las cebollas de la bruja. Y diz que el gato negro era también la bruja.
Y diz que la niña ha llorau todo el día. Y di áhi si ha dedicau a cuidar sus
güeyecitos. Y diz que los pastoriaba en el campo. Y. diz. que un día el Rey ha salido del
palacio, ha visto a esta niña tan. linda, y si ha enamorado de ella. Y después ha vuelto y Ii ha
dicho que se quiere casar con ella. Y ella ha dicho que se- casaba pero con el con que de-
llevar sus gñeyecitos y tenerlos muy cuidados.
Y diz que si ha casau la niña con el Rey y al año ha tenido un mfiito muy bonito.
Que estaban muy contentos.
lis
Diz que había una negra esclava que era bruja y quería ella ser reina. Y qui andaba
viendo cómo podía hacer pa que se vaya esta niña y le deje e! lugar.
Diz que el Rey ha tenido que viajar y ha dejado a la negra que cuide a la Reina.
Diz que un día Ii ha dicho la negra que la va a espulgar para que pase un rato. Y la
Reina ha dicho que sí.
Y ahí diz que la negra le ha clavado un alfiler embrujau en la cabeza. Diz que Ja
Reina si ha hecho una urpilita Ipaloma. UsaJo en el noroeste; de voz quichua], una
palomita, y si ha volado.
Diz que cuando ha vuelto el Rey la negra si ha hecho la que era la niña y ha dicho
que la negra si ha ido y que del dijusto si ha puesto así. El Rey 'taba muy triste con este
cambio, pero no podía hacer nada.
Diz que mandó a que hiciera trabajar a esos güeyes flojos y que al niño no lo
cuidaban.
Diz que un día llegó la palomita al palacio y le empezó a hablar , al hortelano. Y diz
que él le ha contestado:
"Buen día, hortelano".
"Buen día, urpilita".
",Quí hace el Rey?".
"Está acompañado con su mujer".
",Qui hacen los güeyecitos?".
"Tirando cal y piedra todo el día".
",Quí hace Ini niño?".
"Está sufliendo y siempre llora".
"Llora, llora niño de mis entrañas, que tu madre anda por als montañas".
Y áhi se volaba.
Y diz que ha venido tres días la palomita y ha dicho siempre lo mesmo. Y el
hortelano diz que le ha avisado al Rey, todo lo que decía, y diz que el Rey ha ordenadc que
le ponga cera en el palo que si asentaba la urpilita y que se la lleve. Y el hortelano ha
puesto la cera y lí ha llevado la urpilita al Rey.
Diz que el Rey ha acaiiciado a la urpilita y ha sentidó que tenía una alfiler clavado,
y se la ha sacado, y áhi mesmo si ha vuelto en la niña que era.
119
Y diz que la niña ha abrazado al Rey , y ha corrido anda 'taba el niño. Y ha hecho
trair los güeyecitos. Y claro, le ha avisado al Rey cómo ha hecho la negra esa brujería.
Y diz que entonce el Rey ha hecho trair cuatro potros de los más malos y ha hecho
atar a la negra que la maten, que la descuarticen. Y así han hecho. Y así ha pagado su maldá
esta negra.
Y los Reyes y el niño han quedado muy contentos y felices. Y estarán viviendo
todavía con los dos güeyecitos que volvieron a ser los güenos hermanos di antes.
1970: "La palomita"
Tinogasta. Catamarca.
(Cuento narrado por María Adela Oviedo. de Nieva, de. 68 años).
Se trata de una chica, ya era una señorita, que le gustaba mucho jugar con las
muñecas. Y no dejaba de jugat Ya 'taba siendo ya niña grande, pero siempre 'taba jugando
con las muñecas. La madre le decía siempre:
"Mirá, hija, no juegues, ya, con las muñecas, ya no tienes edá para jugar con las muñecas.
Pero a ella le gustaba. Seguía jugando. Y tenía muy arregladas las muñecas, muy bien
vestidas. Porque cosía, les hacía ropita.
Un día 'taba jugando en el patio y vino un carancho y le levanta la muñeca más
hermosa que tenía, y más bien vestida. Entonce-ella se-levanta corriendo.
"Traé! ¡Traé! —que corría tras el carancho-. jTraé! Traé!...".
Siempre corriendo, y el carancho se iba nomás. Y ha ido al campo, a un desierto que
ya no había nada. Y le ha soltado la muñeca ya destrozada la muñeca, porque la había roto.
Y entonces ella lo levantó a la muñeca, pero cuando ha querido volver a la casa ya no había
dado por donde. Ya si ha perdido. Andab&... y seguía., andando.. Y ya. iba haciendo. oraeión.
Y ya no podía dar por donde volver. Hasta que va y da con- una casa vacía, con una cas-a'
que había en el campo. 'Taba sola la casa, pero estaba abierta la puerta de la cocina. Va y
entra. Y encuentra todas las - cosas listas para cocinar; todo. Y ella; claro, tenía hambre -. Si
había ido a la mañana y había andado toda la tarde, todo el día se puede decir. Entonce que
dice, pensó:
120.
"Voy a cocinar. Corno y les dejo la comida. Deben ser algunos que van a trabajar y deben
cocinar recién" —pensó ella.
Si ha puesto a cocinar. Cocmó, comió ella, y dejó la comida lista. Y cuando ya
sintió la voz de unos hombres que venían hablando, y entonces ella se escondió detrás de
una batea quesque había parada ahí, en la cocina. Entonces, dice que llegaron los hombres,
quesque eran dos hennanos, y dicen:
"Pero, ve, quien habrá cocinau. Ve, la comida 'tá lista y tan linda que parece".
"Comela nomás" —que le dice el otro.
"No —que le dice- vaya a tener veneno. Será alguno que ha venido pa envenenarnos".
"Bueno, dale al perro, a ver; si no se muere el perro, ya podemos comer nosotros".
"No —que le dice-, le demos al gato primero porque el perronos hace.falta, es compañero".
Que siempre andaban con el perro, en cambio el gato quedaba en la casa. Bueno, le
dieron al gato. Y el gato comió y no l'hizo nada, quedó muy bien el gato Después le dieron
al peno y lo mismo. Y comieron ellos. Se animaron a comer Y la chica ésta, al entrar; al
esconderse, le había quedado el vestido salido para afuera.
Y uno, que ha volcado comida, y dice:
."AyJ,yoybuscar.witrapojaraIimpiar.
Se va a sacar el trapo. Era el vestido de la niña que se lo había recogido.
"Aquí hay alguien, che —que le dice.
"tPor qué decís que hay alguien?".
"Porque ese trapo que lii querido sacar se ha entrado para adentro.
Pero no se animaba de dar vuelta la batea para ver. Y entre los dos ha venido, la han
dado vuelta y sale ella. Muy asustada, claro, dice:
"Disculpen! Que yo m'lii perdido. Mi escondido. Hi cocinado porque tenía hambre. Y
m'hi escondido. Miii perdido en el campo..
Que le dicen:
"Bueno, ahora qué vamos hacer. Usté no sabepara dónde es su casa, y cómo se va ir, y
nosotros tampoco. Entonce, ¿por qué no se queda con nosotros? La vamos a tratar como a
hermaná. Usté cocina, nos atiende la casa, nosotros tenemos que salir a trabajar.
"Bueno" —que dice.
Y se quedó.
121
Y empezó a cocinar, a trabajar. Les lavaba la ropa, les cocinaba y estaba muy bien
ahí, la atendían. Pero lé dice uno:
"Ese gato es malo. Cuando le pida déle, dóle porque si no le va a orinar el. fuego —tenía el
fogón en al cocina-. Y hay que ir a buscar el fuego en la casa di una vieja bruja. Entonce le
dieron un atado de ceniza, una aguja y un peine, por las dudas tenga que ir a la vieja, a
pedirle fuego.
Y un día ella no le dió al gató de la caffle qüe 'taba picando, porque tanto la
molestaba a cada momento. Entonce el gato li orinó el fuego y se le apagó. Y entonce se
fue ella a pedirle el fuego a la vieja bruja. Se fue allá y no estaba la vieja, y ella levantó el
fuego y se vino disparando. Y cuando ya venía,, la vieja ya la vio a la chica, y entonce ya le
empezó a gritar, que se pare, que se pare, que se pare. Entonc.e ella largó. la ceniza —que
ellos le explicaron lo que tenía que hacer. Y se hizo una neblina, una niebla 'grande. Y
entonce ella logró de llevarle ventaja a la bruja. Y dice- que la vieja es que-gritaba:
"Por dónde voy, por dónde- vengo. Por dónde voy, por dónde vengo —que venía en la
neblina ésta, tan oscura.
Y dice que había tenidó tiempo cita dé lógrar de disparar un poco. Y ya lo había
alcanzado otra vez la vieja y le largó la aguja, y s'huzi un pencanal con unas semejantes
espinas. Y ya la vieja iba agatas por las espinas hasta que ella ya alcanzó a pasar un trecho
más. Pero ya la volvía alcanzar y le largó el peine S'hizo unas moiitaflas. Una montaña que
agafas, subía la vieja y podía pasar un poco. Y en eso tuvo tiempo la chica de llegar a 'la
casa, a la cocina; y encerrarse. Entonce la vieja llegó y empezó a golpearle, golpearle:
"Niña, abremé la puerta; niña, abremé la puerta".
Y ella nada, nada. Calladita nomás. Hasta que se cansó la vieja y se fue. Pero ahí
cerca nomás había ido y si había puesto a orinar. 'Había hecho un río de orines. Y en eso
había salido un cebollar.....Unas. cebollas, muy grandes. Si había hecho un cebollar, donde
había orinado la. bruja.
Ella no lu había visto. Ella ha seguío cocinando' y les dio de' comer a los hennanos.
Cuando vinieron les contó de' la vieja, de' lo que' le' había pasado, y' todo con el gato.
Después, otro día habían observado esto y dicen:
",Y esa cebolla, de dónde ha saiid'oT.
"No sé" —que dice.
122
"4 ,Por qué no le echa a la comida? Es muy rica la cebolla verde para la comida.
Bueno, ella corta y le pone en la comida. Ella no comió, no sé por qué sería, pero
los muchachos comieron, y se volvieron toritos, dos toritos. Entonce ella se puso muy
triste, pero los empezó a cuidar. Los llevaba para el campo y los cuidaba para que coman y
los volvía a traer a la casa.
Y ella era muy linda, la chica. Y en eso que andaba, todos los días, se iba al campo,
volvía con los tontos. Los cuidaba para que coman, los volvía a traer. Un día habia pasado
un rey, un príncipe, por ahí. Y le dice:
"jQué andará haciendo esta niña! —que le dice- ¿Qué andas haciendo?".
Y le cuenta lo que le había pasado. Taba cuidando los toritos. Que le había pasado
eso, que se le habían vuelto toros los hermanos porque habían comido- la cebolla ésa.
"Bueno, vamos. Yo te llevo para mi casa —que le dice- y allá- los vamos a cuidar-. a los
toritos".
Dice ella:
"Que no me los hagan trabajar a los toritos porque son mis hermanos. Pero se han vuelto
toros, son gente".
"Bueno —le dice el Rey-, los vamos a cuidar.
Entonce se va. Allá el Príncipe si había casado con ella. Y al año tuvo un niflito muy
hermoso. Y en ese tiempo taban en guerra con los moros. Y el rey tenía que ir a la guerra.
Entoncc hizo hacer una torre alta y la dejó a ella. Para que no le pase nada, arriba la dejó,
arriba a ella con el niño en la torre. Y entonce tenía una esclava, una negra. Una negra muy
motera [que tiene motas, el pelo típico del negro africano; en general se dice motosa], que
era ésa la que lo atendía. Bueno, la niña taba arriba, siempre, mirando cuándo podría venir
el esposo.
Bueno, un. día llegó muy, cansado el. Rey. Tenía. una negra.. Una esclav...que tenía
para que lo atendiera. Muy cansado, es que dice:
"No voy a verla ami esposa, y ali hijito Primero- me- voy a lavar, me- voy a-bañar. Y toy con-
sé, también. Negra dame agua".
Entonce la negra levanta un cántaro. Y al pie de la torre, donde 'taba la niña, tenían
un pozo de agua. Y había ido la negra a ver. Y la niña 'taba mirando para afuera. Y había
salido dar el reflejo en el pozo, ¿no? Se veía ahí. Viene la negra y se mira y dice:
123
"jAy!, ¡tan bonita que había sido yo!, y llevándole agua para el Rey. Yo no me voy
ocupare.
Y tira el cáintaro para un lado y sale disparando.
"Negra, ¿y el agua que te pedí?".
"Me corrieron los moros. Me corrieron los moros".
"Pero, qué mentira, andá traeme el agua".
Y ya es que volvía a ir. Y la otra 'taba arriba siempre. Y volvía a mirarse ella:
"Pero tan bonita que habré sido yo! Pero yo no voy a 'tar llevando agua para el Rey.
¡No!".
Y salía disparando otra vez. Y ella no pudo sufrir, porque sabía que el agua era para
el Rey. Que le dice:
"Negra, llevale el agua para el Rey, que te está pidiendo, para tu amo.
Y dice:
"jAy! —dice-, la señorita había sido. Yo creía que era yo".
Y sale corriendo y le lleva el agua.
Y en seguida viene y sube arriba.
"Pero, nfa, tan solita que 'tá aquí. Y que tal vé que tenía en la cabeza, tal vé le habían
entrado bichos. Déme, yo la voy a peinar, le voy a sacar".
Y había llevado un alfiler preparada. Y en cuanto le había dejado la cabeza ya le ha
plantado l'alfiler en la cabeza. Y la niña se ha hecho una paloma y ha volado. Llevaba sólo
los zapatitos, lo demás iba desnuda. Entonces ella se vistió con la ropa de la nuula y se sentó,
y se puso a esperarlo al Rey que sabía que iba ir a verla.
Y fue el Rey y se da con esta negra.
"Pero, mi esposa, ¿qué te pasa, por qué estás así?"
"Pero, ¡tantos sores que he pasaro.!"
"jTan negra!".
"Tanto sores que he pasaro me puse negra!".
"Y tuerta".
'Pero vino el gato y me sacó el ojo".
"Pero, estás así, que qué te ha pasado"
"No sé".
124
"Y estás motera, también".
"Por tanto sore que he pasaro!".
Y entonce lo baja él y lo lleva, y lo empieza a jabonar para que se vuelva blanca.
¡Qué iba a volver blanca la negra ojala la jabonara! Y dice que la tenía cuidando,
atendiéndola. Que le tenía lástima, en el estado que había quedado la pobre.
Y entonce tenía un jardinero, el Rey.
Que venía la palomita y se sentaba en una ralila, ei uña afta, se sentaba y le decía:
"Hortelado del Rey, ¿qué hace el Rey con su reina mora?"
"Ahí está, cuidandolá".
",Y el niño?"
"A veces calla y a veces, llora".
",Y los toritos?".
"Están trabajando".
"Y yo triste en los campos cautiva estoy!".
Y se volaba, y se iba.
Y así como tres veces que había ido la paLoma y había dicho lo mismo. Recién
esque va y le cuenta al Rey lo que pasaba con la paloma. Y dice:
"Torná, ponele esta pega —se sentaba en una sola parte siempre-. Ponele para que se pegue
ahí. Cuando se pegue sacala y traemelá para acá".
Bueno, fue y le puso la pega y vino y se sentó áhi. Y volvió a decir lo mismo:
"Hortelano del Rey, ¿qué hace el Rey con su reina mora?".
"Ahi está, cuidandolá, siempre".
",Y el niño?".
"A veces calla y a veces llora".
1,Y los toritos?".
"Están trabajando".
"1Y yo triste en los campos, cautiva estoy!"..
Y se voló y dejó los zapatitos pegados.
Bueno, entonces le trae los zapatos para él Rey.
Que le dice:
125
"Pero, mire qué raro, con los zapatos esta paloma —que dice el Rey-. ¿Qué puede ser? Esto
es un misterio".
Después que le dice:
"Volvele a poner pega".
Le puso otra vez. Y vino y vuelve a decir ella:
"Hortelano del Rey, ¿qué hace el Rey con su reina mora?".
"Ahí está cuidandolá, nomás".
"Y el niño?".
"A veces calla y a veces llora.
cc¿Y los toritos?"
"Están trabajando".
"jAy! —dice-. ¡Y yo triste en los campos cautiva estoy!".
Y se vuela y deja las medias.
Y le lleva las medias al Rey.
"U-m, bah! —que dice-. ¡Esta es una cosa tan rara! Volvele a poner".
Le vuelve a poner y vuelve otra vez la palomita a sentarse y vuelve a decir Jo
mismo.
"Hortelano del Rey, ¿qué hace el Rey con su reina mora?".
"Ahí está, cuidandolá, mimandolá".
¡Ay! —que dice-. ¡Y yo triste en los campos cautiva estoy!".
Y se quiere volar y ya no puso poque ya se quedó pegadita ella. Ya 'taba descalza.
Entonce empezó a aletiar. Corrió él y la sacó. La llevó.
"Ay!, -dice la negra cuando la ha visto-. ¡La palomal Dejá esos anímales".
"Qué, mirá qué bonita la palomita!" —que le dice el Rey.
"LAy!, que esos animales, yo no los quiero, no los puedo. ver. Lleven ese bicho para allá.
Que no ni.e vaya a picar. Esos son- muy malos esos- aniinales Matelón.. Matelón".
"No ¡Qué lo voy a matar! Tan- hermosa la palomita. Tan-bonita".
"No. Esos bichos no me gustan a mí. Matalo. Matalo.
Y lo lleva el Rey y lo guarda. Lo guarda en una jaulita, lo tiene. Lo cuidaba, lo
sobaba el Rey. Y cuando se ha descuidado éste, tenían una botija con miel, ha ido y lo ha
126.
tirado dentro de la vasija con miel a la paloma, la negra. Y el Rey, no sé qué buscando,
siente que aleteaba. Que dice:
",Qué habrá caído aquí?".
Va a ver... 1 1a palomita!
"Pero, a la palomita no le habían puesto agua. Tendrá sé que se ha puesto a querer tomar
agua y se ha caído aquí".
Y la saca y la empieza a lavar en una palangana con agua. Y lavar y lavar y va y le
toca en la coroníta.
"Pero, qué es esto. Una espina parece".
Y le tira el alfiler. Y se para la reina desnuda. Y la tapa con la capa, él. Y entonces
que dice él:
",Qué pasa?".
Y entonce que le cuenta todo ella. Y entonces que a la negra la agarran y la llevan, y
la habían atado a unos caballos, para que la maten ahf; Y los habían hecho aizrdary si había
muerto la negra. Pero como era bruja había vuelto a vivir. Y que al otro cha esque andaba
bailando arriba dé la casa.
"jAy! —que dice el Rey- ipillelán a esta bruja y quemelán y avientelán la ceniza para que no
vuelva!".
La quemaron y entonce no volvió más. Y todos vivieron felices muchos años.
127
Bibliografía
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132
Indice
Introducción 1
1- Presentación del tema 1
Justificación y enfoque metodológico 4
Síntesis de la investigación 7
Primera Parte 9
Dos modelos básicos en ciencias sociales 10
Cómo explicar las representaciones culturales 12
Las explicaciones funcionalistas 12
Las explicaciones estructuralistas 14
Generalizaciones interpretativas 15
Los modelos epidemiológicos 16
Los cuentos populares como objeto de estudio 17
La posibilidad de aproximación a la cultura y a la cultura popular 20
El problema de la representación y de la demarcación de la cultura popular 24
El anonimato y la oralidad 27
Folklore, circulación y comunicación 29
Segunda Parte 32
Los cuentos populares del noroeste argentino 33
Mitos, leyendas, cuentos populares 34
Mitos 34
Leyendas 35
Cuentopopular 36
Los cuentos maravillosos 38
Enmarcación de los motivos en los cuentos maravillosos 41
Las supersticiones 43
Tratando de precisar el origen de los cuentos maravillosos 48
Un mundó tripartito 48
133
La movilidad 50
Los motivos 53
La envidia 53
La flor maravillosa 53
La ceguera 55
La fuente de belleza 56
La Cenicienta 57
• La mujer 62
En un tiempo lejano. La familia 67
• El pasaje 69
La Palomita 69
El traslado 72
Elbosque 74
La prohibición desoída 76
La desventura 77
El medio mágico 79
La Belleza del Mundo 80
Ella ofrece lo vital 82
El casamiento como recompensa 83
El héroe y el honor 84
Labnija 90
Tercera Parte 95
Estabilidad temática y narrativa de los cuentos 96
Epidemiología de las representaciones 98
Aplicación de los recursos teóricos a nuestro caso 102
Estabilidad delos motivos 103
Factores psicológicós universales 103
Factores ecológicos 105
Estabilidad de la estructura narrativa 107
• Factores psicológicos potencialmente pertinentes 107
134
Factores ecológicos 109
Conclusión 111
ANEXO 115 D.
PAÇULTÁJ) DE FILOSOFÍA y LLT Biblioafia 128 de
135