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Universidad de Concepción
Facultad de Educación
Departamento de Educación Física
La incidencia de la Neurociencia en los deportes colectivos
Alumno: Gilmar Osorio Hormazábal
Profesor: Jaime Herrera
Fecha: 22/12/2014
Índice
Introducción Página 3
Neurociencia en el deporte colectivo Página 4
La toma de decisiones como factor principal Página 5 – 6
Neurociencia, programa y métodos Página 7 – 9
Neurociencia en el Basquetbol Página 10 – 12
Neurociencia en el Fútbol Página 12 – 15
Neurociencia en el Rugby Página 16 - 19
Citas Página 20
Resumen y discusión Página 21 – 22
Bibliografía y Linkografía Página 23
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Introducción
En el presente informe se darán a conocer las principales conexiones que
articulan a la neurociencia con los deportes colectivos dando forma un conjunto de
incidencias que pueden inducir a comportamientos determinados de los
deportistas, es por esto que es vital conocer a fondo a esta ciencia para
desarrollar conocimientos competentes con relación al deporte, tópico que nos
compete profundamente como futuros educadores de Ed. Física.
Se representarán en este trabajo las principales influencias que conllevan el
comportamiento examinado por la neurociencia en las actividades colectivas,
identificando los factores relevantes del comportamiento que dan pie a las
neurociencias, posteriormente se darán a conocer a lo menos 3 deportes
colectivos, en los cuales se indicarán las principales influencias, características y
consejos para desarrollar estas actividades deportivas de forma inteligente
teniendo a las neurociencias de nuestro lado, por consiguiente, se efectuarán
intervenciones de personas expertas en los deportes y en la ciencia, dando a
conocer sus opiniones y sus pensamientos con respecto a esta temática. Se
citarán sus palabras claves para dar énfasis al desarrollo del tema.
Finalmente, se propone en este informe la claridad y la precisión para dar a
conocer a la neurociencia como factor principal en la realización de actividades
deportivas, para esto es importante representar sus principales procesos,
incidencias y métodos. Que a final de cuentas van a explicar el comportamiento de
los individuos en deportes colectivos.
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La Neurociencia en el deporte
Neurociencias y deporte propone a los expertos una forma diferente de hacer
psicología del deporte y de ser psicólogos del deporte. Una psicología que, al igual
que la fisiología su pariente cercana, pueda dar respuestas también mediante
números y parámetros de laboratorio sin olvidar por ello la psique, ya que es
necesario conocer cada vez mejor al deportista en su conjunto, es decir, al
hombre, con sus sentimientos y sus emociones. Porque un deportista es una
mezcla de reacción muscular y biomecánica, pero ésta se hace posible y se
desarrolla únicamente a través de un delicado, fino y complejo proceso de
recogida de información, decodificación y programación que encuentra en el
cerebro, en su biología, en sus neurotransmisores y finalmente, en sus procesos
cognitivos.
Facundo Manes, neurocientífico Argentino, menciona tres cosas específicas que
ayudan al bienestar cerebral, lo primero es el ejercicio físico, no importa si es
caminar o jugar al fútbol. Según el neurólogo, “el deporte genera nuevas
conexiones cerebrales”, es “un buen ansiolítico (y barato)” y “un buen
antidepresivo”. En segundo lugar, mencionó una vida social activa: “La gente
aislada socialmente se muere antes, toma más medicación, la pasa peor”. Por
último, “al cerebro le hace bien el desafío intelectual, estar permanentemente
activo. Nunca hay que jubilarse intelectualmente”
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La toma de decisiones como un factor principal
La habitual elección de una decisión correcta por parte de un jugador durante el
desarrollo de un partido de basquetbol o futbol, es una condición para considerar
un jugador como creativo, y que jugadores de este tipo formen parte de un mismo
equipo, es algo muy importante, ya que al fin y al cabo la sucesión de decisiones
acertadas durante un partido tiene bastante correlación con el resultado del
mismo.
Una vez aclarada la importancia de la toma de decisiones en la competición, está
claro igualmente la necesidad de entrenarla en cada sesión de trabajo con
nuestros jugadores.
Los últimos avances que nos propone la neurociencia romperían este esquema
clásico de la toma de decisión, y por lo tanto nos obligarían a replantearnos
nuestra forma de entrenar esta cualidad tan importante en un jugador.
Estos estudios afirman que la mayoría de las decisiones que tomamos, son
tomadas en nuestro inconsciente mucho antes de que las podamos analizar
conscientemente, esto quiere decir que la posibilidad de entrenar una acción como
un proceso en el que conscientemente decidimos y posteriormente actuamos
queda descartada.
En realidad parece que nuestro cerebro decide y actúa en función de las
experiencias previas que tenga grabadas así que las fases de decisión y ejecución
no pueden ser separadas.
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En definitiva la toma de decisión se lleva a cabo a través de la percepción de las
similitudes que tiene la situación actual con una grabación previa y su emoción
asociada ya sea positiva o negativa. Por ejemplo un jugador que se encuentra
ante una situación de 2 contra 2 con unas características determinadas no tendrá
tiempo de analizar conscientemente esa situación, sin embargo su cerebro
inconscientemente decidirá y ejecutara la acción.
Como aplicación a estos avances científicos, podemos sacar, que ya que las
decisiones se toman recordando situaciones previas, no tiene ningún sentido
realizar acciones descontextualizadas, ya que no llevaran implícito ninguno de los
factores perceptivos que hagan que ese aprendizaje se active en la competición.
Por ejemplo:
- El partido va 1x0: Se da una instrucción previa de que si el defensor no llega a la
marca, se debe realizar una penetración hasta el cono y lanzar a portería. Tras la
realización de este ejercicio el jugador no habrá almacenado en su cerebro la
situación similar a la que pueda darse en la competición, por lo que luego en el
partido si el defensor no llega a la marca, esa situación será nueva para nuestro
jugador por lo que no se activaran los factores perceptivos que lleven a una
reacción inconsciente de penetrar y lanzar.
Cabe destacar que la toma de decisiones en la neurociencia va directamente
relacionada con los aprendizajes y la experiencia que haya adquirido el deportista
en su disciplina.
Como dijo el Dr James Zull: “El aprendizaje es físico. El aprendizaje implica la
modificación, el crecimiento y la poda de nuestras neuronas y redes neuronales, a
través de la experiencia.”
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La Neurociencia, Programas y métodos.
En el del mundo del deporte existen métodos que permiten mejorar distintas
funciones mentales, ayudando al deportista a realizar su tarea de la forma más
eficiente posible.
Entre los beneficios que puede aportar la práctica de este tipo de ejercicios al
deporte, podemos destacar los siguientes:
Aumento de la velocidad de reacción ante los movimientos del balón, como
así también de los movimientos estratégicos de otros jugadores.
Mejora de la visión periférica y del movimiento(la ilusión óptica que genera el
sentido de la vista cuando observamos algo que se mueve en forma rápida a
nuestro alrededor, ya sea un objeto o una persona).
Aumento de la capacidad de concentración.
Disminución del estrés.
A nivel cerebral, este tipo de entrenamiento permite activar una mayor cantidad de
neuronas, con lo cual se mejora no sólo la rapidez de los movimientos en el
campo de juego, sino también la velocidad en la toma de decisiones.
Por otro lado, el estudio del desarrollo neuropsicomotor implica el estudio de la
naturaleza neurocientífica del movimiento voluntario en sus tres fases (iniciación,
programación y ejecución)
La fase 1 de iniciación involucra la asociación de las áreas parietales, temporales
y occipitales. Esta área es la encargada de la recepción, procesamiento y
almacenamiento de la información. Allí se inicia el movimiento voluntario,
recepcionando la información interna y externa del sujeto, procesándola para su
interpretación y comparándola con experiencias previas para el inicio de un nuevo
movimiento.
La fase 2, fase de programación del movimiento voluntario, involucra los lóbulos
frontales. La información llega de las áreas pre frontales a la corteza motora en los
lóbulos frontales. Allí se empieza a programar el movimiento, el área motora
primaria ejerce el control y representación de la función muscular en forma contra
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lateral y presenta, codificación de la fuerza y dirección del movimiento, así como la
capacidad anticipatoria del movimiento; el área premotora APM, se encarga del
control postural axial y proximal, su función se relaciona con el inicio y la
preparación de la acción de los diferentes patrones motores, por lo que se activa
cada vez que se ejerce un nuevo programa motor diferente. Y el área motora
suplementaria AMS, es la encargada de organizar los planes y procesos motores,
además de diseñar las secuencias lógicas.
La fase 3 del movimiento voluntario o fase de ejecución, se conoce como la
retroalimentación de la ejecución motora, es decir, posterior al acto motor; la
medula espinal, por medio de impulsos nerviosos, envía información a través del
tálamo hacia los ganglios basales y el cerebelo, denominados moduladores del
movimientos. Éstos, cumplen funciones de automatización motriz y realiza el
enlace funcional entre el sistema límbico y sistema motor, que se observa como
transición entre la motivación y la emoción
Algunas modalidades deportivas (Individuales) como el tenis o el golf, dependen
más del funcionamiento neurocognitivo y de la habilidad de regulación emocional
que de factores físicos. En estos casos, la capacidad de concentración se
relaciona directamente con el desempeño, ya que se ha observado que, a pesar
de las horas de entrenamiento físico, son frecuentes las fallas durante el juego.
Ante estas circunstancias no deseadas, las nuevas técnicas basadas en el
desarrollo de la neurociencia permiten el diseño de estrategias que, en forma
acorde con el funcionamiento cerebral, facilitan la corrección de errores durante el
partido y aumentan la performance del equipo o del jugador (en el caso del tenis,
la natación, el golf u otro deporte individual).
Estas nuevas técnicas consisten en ensayar determinadas jugadas mentalmente,
sin movimientos físicos. Los resultados suponen una mejora en la performance
general (inducida por el mecanismo de neuroplasticidad) caracterizado por una
mayor activación en el cerebelo (responsable de la modulación del movimiento
muscular y del equilibrio postural), en las cortezas motora y parietal, y en el lóbulo
frontal.
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Los lóbulos frontales se consideran los “ejecutivos del cerebro” e intervienen,
además, en la asimilación de las emociones. Moderan las reacciones viscerales y
participan en la elaboración de planes y estrategias durante la práctica deportiva.
Uno de los efectos más estudiados corresponde al entrenamiento enfocado en la
memoria de trabajo, considerada la llave necesaria para que el resto de las
funciones neurocognitivas se desempeñen eficazmente.
La memoria de trabajo es la habilidad de mantener la información en la mente
durante un corto período de tiempo, por ejemplo, para controlar la atención y
administrar la información necesaria para resolver problemas y tomar decisiones
en pocos segundos. Algo que frecuentemente es utilizado por los deportistas
durante el desarrollo de su actividad deportiva.
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Neurociencia en el Básquetbol
La neurociencia en sus numerables avances nos entrega muchas veces
información sobre nuestro comportamiento, o como conviene comportarse para
sacar el máximo provecho a nuestro cerebro. Para esto no basta solo con realizar
sólo prácticas deportivas, debemos ejercitar nuestro cerebro de todas las formas
posibles, como bien dice la Dra. Judith S. Beck: “Entrene su cerebro para pensar
como una persona delgada”
En este caso también es posible entender la neurociencia como una estrategia
deportiva para actuar de forma inteligente. A continuación se dan a conocer cinco
claves que nos entrega esta ciencia a la hora de enfrentarnos a un partido de
Básquetbol.
1. Para encestar, lo mejor es no pensar.
Cualquiera que practique este deporte sabe que el mecanismo de lanzar el balón
está profundamente interiorizado, de modo que si uno intenta concentrarse y
ejecutarlo bien pensando en cada movimiento, lo más probable es que falle.
Varios estudios señalan que los jugadores de élite suelen bloquearse en los
momentos de más tensión precisamente por esto. Durante el proceso de
aprendizaje, mientras realizamos la nueva tarea reclutamos zonas de la corteza
cerebral, pero a medida que aprendemos el movimiento a base de repeticiones,
estas funciones empiezan a pasar al cerebelo, donde no hay un acceso tan directo
a nivel consciente. Un estudio con jugadores de baloncesto demuestra incluso la
plasticidad en esta área del encéfalo y que, en jugadores profesionales, se
producen alteraciones macroscópicas y engrosamientos en determinadas zonas
en las estructuras del cerebelo.
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2. El secreto está en la anticipación.
Los jugadores profesionales saben antes que tú si el balón va a entrar. En un
estudio publicado en “Nature Neuroscience” en 2008, un equipo de la Universidad
de Roma demostró que los jugadores tienen una habilidad especial para predecir
lo que va a suceder en la cancha. Para el experimento, los neurocientíficos
reclutaron a diez jugadores profesionales, a diez espectadores expertos de este
deporte (entrenadores y periodistas deportivos) y a diez estudiantes que no juegan
al baloncesto. Después les pusieron varias grabaciones de personas lanzando
tiros libres, con la particularidad de que interrumpían el vídeo a media acción y les
pedían a los sujetos que predijeran cómo iba a ser el lanzamiento. Los jugadores
no solo hicieron las mejores predicciones, sino que fueron infinitamente mejores
con sus pronósticos cuando el vídeo se paraba antes de que el balón saliera de
las manos del tirador.
Para conocer mejor lo que pasaba en su cabeza, los científicos repitieron la
prueba pero monitorizando su actividad cerebral, y descubrieron que la corteza
motora se activaba antes, pero con especial intensidad si el tiro era erróneo. Esto
sugiere, según los autores, que los jugadores tienen una habilidad especial para
predecir las acciones de los otros antes de que se produzcan. Y entre ellos hay
algunos mejor dotados para esta anticipación, por eso hay jugadores que, sin ser
los más altos ni los más fuertes, consiguen coger todos los rebotes.
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3. ¿Quién necesita un árbitro? El cerebro detecta las infracciones.
En un estudio más reciente, éste de la Universidad de Milán, los científicos
registraron mediante encefalograma la actividad cerebral de varios jugadores a los
que mostraron acciones correctas e incorrectas de baloncesto. Lo que vieron los
científicos fue que, a nivel visual, todos los sujetos presentaban la misma reacción,
pero en los cerebros de los profesionales se disparaba una señal, la P400, cada
vez que veían una acción antirreglamentaria. En este proceso, aseguran,
intervienen el lóbulo parietal y el cerebelo entre otras áreas.
4. ¿Dónde mira un jugador al tirar?
Para responder a esta pregunta se han realizado distintos estudios empleando la
técnica de “eye-tracking” (monitorización de la mirada). En un primer trabajo
(Vicker, 1996) descubrió que los jugadores habituales mantienen más tiempo la
mirada fija en el aro antes de lanzar un tiro, en concreto, el doble de tiempo.
Otros trabajos más recientes han descubierto que cuando el jugador lanza un tiro
en suspensión es muy relevante lo que mira en el último instante y si tiene
oportunidad de fijar la mirada en el objetivo. Si quieres que el tirador falle, no le
dejes ver.
5. Para la afición: ¿quieres molestar en los tiros libres?
En muchos estadios, especialmente en la NBA, lo de despistar al contrario cuando
lanza un tiro libre se ha convertido en un ritual. En 2005, el periodista de
Slate Daniel Engber fue un paso más allá y pensó en aplicar la neurociencia a este
tipo de despistes. Escribió al dueño de los Dallas Mavericks y le propuso aplicar su
método. En lugar de agitar los clásicos globos alargados en frente del rival y
quedarse en el mero ruido visual, Engber propuso que alguien coordinara a la
afición para que movieran sus globos de lado a lado al mismo tiempo. Cuando
todo el fondo se mueve a la vez, alegaba, el cerebro tiende a interpretar que es
uno el que se mueve y no el escenario.
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Neurociencia en el Fútbol
¿Si bien es cierto las neurociencias estudian la estructura y función del sistema
nervioso y como los diferentes elementos de este sistema interactúan y dan origen
a la conducta, pero como esta ciencia puede aportar al Fútbol?
Sin lugar a dudas en el futbol la toma de decisiones son de carácter vital a la hora
de decidir cómo elaborar la estrategia de juego o simplemente la ejecución de un
pase al compañero. Cada cerebro es diferente y único en las personas, por esto,
si existen once personas en un equipo de fútbol, ¿Cómo podríamos
complementar todos esos cerebros para que se vuelvan uno solo para el mejor
funcionamiento del equipo?, la respuesta es de la neurociencia ya que ayuda a las
personas a desarrollar una parte de su cerebro para el mejor desarrollo de alguna
disciplina deportiva.
Durante un partido de fútbol, la memoria de trabajo es esencial para mantener en
mente la ubicación propia y de los compañeros para organizar una jugada. Si bien
este entrenamiento es individual, su impacto en los resultados del equipo es
decisivo.
Afortunadamente, en la época en la que nos toca vivir el avance en el desarrollo
de las neurociencias contribuye, día a día, a la comprensión de los mecanismos
cerebrales implicados en el desempeño del deportista y permite no sólo conocer
las bases de su comportamiento, sino también el desarrollo de técnicas que
contribuyan a mejorar sus características generales que le permiten ser un buen
jugador.
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Neurofeedback
En el Fútbol al igual que el Básquetbol, se puede utilizar la neurociencia como
estrategia para que los jugadores puedan ser más efectivos a la hora de realizar
dichas actividades.
En el caso del fútbol hay antecedentes del uso del Neurofeedback (técnica usada
en Neurociencia que podría aumentar la precisión de un deportista en momentos
de máxima tensión)
La técnica emplea unos sensores que se ponen en la cabeza y muestran al
jugador sus ondas cerebrales. Así pueden ver en tiempo real cómo estas cambian
cuando se ponen nerviosos, por ejemplo, al ver un vídeo en el que fallan un tiro de
penal.
En teoría, esta tecnología puede ayudarles a dominar sus ondas cerebrales y
alcanzar un nivel de concentración superior que puede darles la victoria.
Algunos deportistas que han usado el neurofeedback dicen que, personalmente, la
técnica les ha ayudado a ganar. Pero aun así la utilidad real de esta tecnología
está en entredicho, por ahora, no hay pruebas concluyentes de que usar el
neurofeedback mejore a un deportista en competición.
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¿Cómo funciona el cerebro de un futbolista?
Si bien es cierto los futbolistas gozan de un gran estado físico, eso no es su único
atributo valorable, también poseen grandes cualidades cognitivas, según un grupo
de investigación del Instituto Karolinska de Estocolmo. Los científicos compararon
el rendimiento intelectual de los futbolistas de equipos de primera división de la
liga del país con jugadores de divisiones inferiores y con individuos “normales” de
la población.
El estudio mostró una diferencia notable entre los diferentes grupos, sobre todo en
lo referente a las llamadas “funciones ejecutivas del cerebro”: en el caso de un
futbolista, cuanto mayor es el “olfato goleador” (teniendo en cuenta su posición en
el campo), mejores resultados ofrece en unos test psicológicos diseñados para
evaluar funciones ejecutivas. Este tipo de inteligencia engloba varias aptitudes
cognitivas, entre ellas, la coordinación entre pensamiento y acción, la flexibilidad
mental para corregir al instante una decisión según lo que hagan otros jugadores y
la resolución creativa de problemas en situaciones cambiantes.
Los futbolistas manejan mucha información y resuelven en un plazo de tiempo
corto una situación compleja, por ejemplo, recibir un balón y chutar hacia donde se
había pensado, o dejarlo pasar para que lo controle un compañero mejor situado.
Este tipo de “inteligencia resolutiva“ no está ligada en exclusiva al deporte y se
puede transferir a la vida cotidiana.
Entonces, ¿de dónde procede el típico cliché del futbolista iletrado, incapaz de
expresarse con elegancia? Una posible explicación sería que las funciones
ejecutivas no tienen relación alguna con las aptitudes verbales; por eso, no es
extraño que incluso los mejores jugadores del mundo tartamudeen al estar delante
de las cámaras.
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Neurociencia en el Rugby
En la actualidad el rugby está más impredecible, más demandante, más
estratégico gracias al enorme avance en las metodologías y sistemas de
entrenamiento y de juego.
Ya no basta con tener jugadores talentosos, ya no alcanza con más horas o
sesiones de entrenamiento, en determinados momentos hace falta recurrir a los
aportes que la ciencia pueda darnos para desarrollar y utilizar el máximo potencial
posible de cada uno de los jugadores.
Dentro de éstas ciencias de apoyo y consulta se encuentra la Neurociencia, donde
se entrenan las capacidades cognitivas del deportista que nos ayudarán a
construir y desarrollar jugadores más inteligentes, más atentos, más enfocados,
más concentrados, lo que les permitirá resolver situaciones de juego con
mayor anticipación y velocidad.
“Dentro de éstas capacidades cognitivas esta la visión, que es una de las fuentes
de información más importantes en el ser humano” (Schmidt 1988) y ésta
relevancia se va acrecentando cuando hablamos de deportistas de rendimiento,
en especial cuando el entorno es variable y los objetos en movimiento adquieren
velocidades elevadas, variables y recorridos difíciles de anticipar.
En el rugby, el juego evoluciona cada día más en la ejecución veloz de gestos
técnicos y esto hace que el tiempo en la toma de decisiones sea cada vez menor y
crucial para el éxito de la acción, proceso por el cual una adecuada percepción
visual es imprescindible.
Por lo tanto el deportista debe emplear estrategias visuales destinadas a identificar
y resolver el problema que el oponente le presenta.
Percibir y decidir es un proceso constante y determinante en el rugby y se produce
innumerable cantidad de veces en un entreno y en un partido.
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Actualmente este proceso cognitivo está siendo estudiado y los aportes de la
ciencia son facilitadores para incorporar a los entrenos. El 80% de la información
que toman los jugadores ingresa a nuestro cerebro a través del sistema visual, la
imagen es captada por los ojos y viaja hacia los lóbulos occipitales en la parte
posterior - inferior del cerebro donde la imagen es “vista”, desde allí recorre un
camino hacia las áreas motoras para “decidir” que plan de acción es el adecuado.
Este camino que realiza la imagen se puede medir en milisegundos. La población
en general procesa la información visual y pone en marcha la respuesta motriz en
aproximadamente 400 milisegundos, los deportistas los hacen en
aproximadamente 250 milisegundos. Y se observó en deportistas destacados y de
elite hacerlo en 150 milisegundos.
Si llevamos estos tiempos al juego, esta diferencia de tiempo entre percibir y
actuar puede ser decisiva. Un jugador inteligente mantiene la mirada en lugares y
acciones donde la información es relevante y su lectura del juego le permite
anticipar con más precisión los movimientos planteados por el oponente y así será
un jugador más rápido y más eficiente a la hora de resolver situaciones de táctica
individual y/o colectiva.
Trabajar sobre las habilidades visuales, mirar hacia adelante para atacar y para
defender, como tener conciencia de la visión periférica y poder tomar información
para resolver las situaciones del juego en forma rápida y correcta, hoy en el rugby
son un elemento más a tener en cuenta a la hora de planificar el entrenamiento
diario.
Siguiendo con esto podemos decir que la mayoría de las acciones que se dan en
el rugby son de tarea abierta, predominantemente perceptivas, ya que se realizan
en un medio cambiante ante el cual, el jugador debe adaptar sus movimientos a
las situaciones de juego presentadas, teniendo que comprometerse en lo referente
a lo cognitivo para recibir la mayor cantidad de información posible, procesarla y
dar una respuesta correcta y rápida para lograr una acción motriz eficaz.
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Para todo esto el jugador deberá utilizar todos los exteroceptores. En concreto
será la visión la que aporte la información más relevante para responder a los
estímulos recibidos.
Una pequeña demostración para que se entienda bien la lógica de la secuencia,
es la siguiente:
VISIÓN = PERCEPCIÓN = TOMA DE DECISIONES
¿Qué es la percepción?
Es la capacidad que permite la organización, la articulación e integración de los
datos sensoriales que se estructuran en el jugador, dando información y sentido a
la realidad.
Habilidades relacionadas con la percepción visual, que pueden ser entrenadas por
un jugador de Rugby:
- Visión periférica
- Binocularidad
- Agudeza visual dinámica
- Flexibilidad focal
A continuación, algunos ejercicios de entrenamiento Según el Lic. Profesor Pablo
Martínez, de visualización y percepción que se puede realizar al entrenar Rugby:
1- Cuando el ataque identifica escudos ataca penetrante y cuando identifica
tortugas ataca los espacios y evade.
2- Detectar el mismatch para atacar en consecuencia, rápido-lento, fuerte-débil,
back-forward.
3- Entrar en apoyo con líneas de carrera hacia donde no hay defensores.
4- Defensor con pies paralelos lo ataco, defensor con buena postura juego un
pase.
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5- Son más jugadores defendiendo que atacando, adelante fuerte y rápido para
atraparlos.
6- Reconocer un tackle positivo, limpio la zona, reconozco un tackle neutro y
doble tackle
Éstos son algunos aspectos a entrenar para desarrollar la capacidad de
percepción y toma de decisiones de los jugadores, tomando a la visión como la
herramienta de mayor información que tienen para resolver las diferentes
situaciones que les presenta el juego.
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Citas
Dr. Rodolfo Llinas (Neurofisiólogo Colombiano): “Somos básicamente máquinas de soñar que construyen modelos virtuales del mundo real”
Dr. Facundo Manes (Neurocientífico Argentino): “El deporte crea nuevas conexiones cerebrales”
Dr. James Zull (Profesor de Biología y Ciencias cognitivas): “El aprendizaje es físico. El aprendizaje implica la modificación, el crecimiento y la poda de nuestras neuronas y redes neuronales, a través de la experiencia”
Dr. Goldberg (neuropsicólogo, profesor clínico de neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York): “El ejercicio de nuestros cerebros sistemáticamente maneras es tan importante como el ejercicio de nuestros cuerpos”
Dra. Judith S. Beck (Directora del instituto de terapia cognitiva): “Entrene su cerebro para pensar como una persona delgada”
Sra. Elsa Punset, (escritora y filósofa Española): “Puedes entrenar cualidades como la concentración, la compasión, la alegría, la creatividad... ¡Exactamente igual que entrenas tu cuerpo físico! Y además, empezamos a comprender como nunca antes que lo mental y lo físico están interconectados.
Dr Schmidt (1988): La visión es la fuente de información más grande del ser humano
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Resumen y discusión
Como ya sabemos, la Neurociencia ha sido abordada en este trabajo de
investigación como una parte incidente a la hora de realizar actividades
deportivas, específicamente cuando son de carácter colectivas.
Se comenzó mencionando la toma de decisiones como un factor determinante
para la obtención de buenos resultados. Este proceso cerebral se efectúa en
nuestro inconsciente mucho antes de que las podamos analizar conscientemente
y se descarta la posibilidad de entrenar una acción como un proceso en el que
conscientemente decidimos y posteriormente actuamos. Nuestro cerebro decide y
actúa en función de las experiencias previas que tenga grabadas así que las fases
de decisión y ejecución no pueden ser separadas.
A continuación de lo recién comentado, se expresa mediante los métodos y
programas de la neurociencia una serie estrategias para mejorar las funciones
mentales y los beneficios que puede aportar la práctica de este tipo de ejercicios al
deporte, considerando que el estudio del desarrollo neuropsicomotor implica el
estudio de la naturaleza neurocientífica del movimiento voluntario en sus tres
fases (iniciación, programación y ejecución). Estas fases van a consistir
principalmente en ensayar determinadas jugadas mentalmente, sin movimientos
físicos. Los resultados suponen una mejora en la ejecución general (inducida por
el mecanismo de neuroplasticidad) caracterizado por una mayor activación en el
cerebelo (responsable de la modulación del movimiento muscular y del equilibrio
postural), en las cortezas motora y parietal, y en el lóbulo frontal.
En el basquetbol la neurociencia es un agente influyente que en la mayoría de los
casos pasa desapercibido por gran cantidad de personas que practican este
deporte, y es aquí donde se puede comprender como la neurociencia nos brinda
estrategias para actuar de forma inteligente a la hora de realizar este deporte.
Se señalan estrategias para mantener la ciencia de nuestro lado, a modo de
contribuir a la obtención de mejores resultados
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En el Fútbol, la neurociencia tiene mucho que decir, y esto queda demostrado en
estudios donde se aclara que los futbolistas de alto rendimiento poseen variables
cualidades que contribuyen a los ejercicios de la neurociencia. Un futbolista goza
de memoria de trabajo, virtud que le permite determinar según la experiencia las
posiciones de sus compañeros y los movimientos de estos. Se suman a estas
cualidades la coordinación, flexibilidad mental e inteligencia resolutiva, entre otras.
El neurofeedback se hace presente acá como una estrategia que se ha utilizado
por parte de futbolistas, generando consecuencias positivas en la precisión en
momentos de máxima intensidad como por ejemplo, patear un penal. Se basa en
la observación de sus ondas cerebrales a modo de dominarlas y alcanzar un nivel
de concentración mayor.
Finalmente en el Rugby se enfatiza como principal puente entre la neurociencia y
este deporte las capacidades cognitivas y habilidades especiales que se deben
desarrollar en un jugador, y en estas se destaca la capacidad de visión en todas
sus dimensiones (Binocularidad, Visión periférica, agudeza visual y flexibilidad)
que sumado a la percepción y a la decisión van a dar paso a la toma de
decisiones. Este proceso da pie a una fórmula que resume el objetivo de un
entrenamiento constante de rugby ligado a la Neurociencia:
Visión = Recepción = Toma de decisiones.
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Bibliografía y Linkografía
https://es.noticias.yahoo.com/blogs/neurolab/neurobasket-2013-cinco-
trucos-neurociencia-para-ayudar-la-203829401.html
http://www.uprait.org/index.php?
option=com_content&view=article&id=1305:dal-calcio-alle-neuroscienze-
per-decifrare-i-misteri-del-cervello-&Itemid=315&lang=es
http://www.quo.es/salud/el-cerebro-del-futbol
http://www.rugbytime.com/blogs/psicologia-neurociencias-conociendo-el-
mecanismo-del-estres
Neurociencias y deporte. Psicología deportiva (Tamorri, 2004)
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