Post on 22-Mar-2016
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Más allá de Nº6 Capítulo 3: Los días de Shion.
Estaba lloviendo. Lloviznando… casi había niebla. Pero la lluvia era lluvia y empapaba las
calles nocturnas y a la gente sin paraguas.
Antes de entrar en su casa, Shion se pasó suavemente una mano por el pelo. Gotas de agua
salieron de sus mechones blancos y brillantes. Estaba más mojado de lo que pensaba. El aire
de la noche fría de primavera temprana se subía silenciosamente por sus pies. Si no entraba
en calor pronto, probablemente pillara un resfriado.
Shion sabía que lo pillaría, pero siguió delante de la puerta, incapaz de moverse. Tenía frío.
Anímicamente, estaba serio. Se mostraba reacio a ver la cara de su madre Karan.
La puerta trasera de su casa era de madera. La pintura se estaba despegando en bastantes
lugares y mostraba claras señales de su vejez. Bastantes veces, Shion había sugerido
cambiarla por una nueva. Pero cada vez, Karan había sacudido la cabeza.
- “Esta está más que bien. Es fuerte y robusta. Y, además, ¿no crees que tiene su propio
aroma? Creo que es mucho más agradable que el de esas puertas de metal brillantes y
horribles.”
Su madre estaba preocupada por el coste. Pero tal vez, realmente no le importara el
argumento de la renovación; a lo mejor realmente se había encariñado con la puerta trasera
raída. Shion entendió eso, así que nunca más volvió a hablar de cambiar la puerta.
Tenía razón en parte. El grosor de la puerta de roble rebosaba un ambiente que no se podía
encontrar entre las puertas de metal modernas y de colores vivos. El pomo redondo de latón
continuaba firmemente en su lugar.
Esa puerta no había cambiado un ápice desde que Shion y Karan se trasladaron por primera
vez a la Ciudad Perdida desde su residencia de primera clase en Chronos (en realidad, les
habían expatriado y no les daban otra opción para vivir que en la Ciudad Perdida, pero
raramente, ni Shion, ni Karan sintieron ningún tipo de apego prolongado a esos días). De
hecho, toda esa casa no había cambiado tanto.
Había pasado como un año desde la destrucción de la ciudad estado, Nº6. La confusión
seguía en el ambiente y todo el mundo seguía en medio de tantear la antigüedad como
habitantes de Nº6, al igual como pudieran adaptar a los que no eran habitantes a sus nuevos
alrededores sin paredes.
Los términos “el que estaba” y “el que entra”(1) (en la pared) habían echado raíces y entre
unos y otros se miraban como si fueran extranjeros que hablaban idiomas diferentes. “Los que
estaban dentro” se habían dado cuenta de que habían estado controlados hábi l y
estrictamente y agradecían su liberación de una sociedad de vigilancia. Pero, a la vez,
insistían en que no querían dejar ir sus riquezas… lo que quería decir que no querían que
inquietaran sus vidas. “Los que entraban” criticaban con crueldad los delitos de Nº6, que se
había construido a sí misma y prosperado con fundamentos parasitarios. Ambos exigían una
distribución igualitaria de las riquezas y compensaciones por los abusos que habían sufrido.
En ese momento, con el Comité de Restauración como centro, Nº6 (evidentemente, había
gente que pedía que se le pusiera un nuevo nombre a la ciudad, pero nadie había invertido su
tiempo en considerar nombres. También estaba el tema de las relaciones entre ciudades ; por
el bien de la comodidad, Nº6 se seguiría llamando Nº6) estaba deseando recuperar la paz y el
orden, para establecer rápidamente cuerpos gubernamentales, judiciales y legislativos , y
puntos de apoyo fiables.
Durante un tiempo, usarían las instituciones gubernamentales de Nº6. Designarían al Bloque
Oeste como área especial y una vía rápida para la creación de sistemas de suministros
necesarios para la vida. Crearían un cuerpo de policía temporal para disolver al ejército y
mantener la paz.
Había doce miembros en el Comité de Restructuración… antiguos habitantes de Nº6 y
antiguos representantes de cada bloque. Bajo el Comité, había doce Subcomités, con un
miembro del Comité al mando de cada uno. Shion era el más joven de todos los miembros.
Ese año pasado, todo había cambiado. Como el choque de una ola, como las aguas
torrenciales de los rápidos, como una avalancha, se lo había tragado todo y lo había llevado a
una espiral, haciéndolo pedazos y retorciéndolo. Las cosas serían más violentas en el futuro.
Shion exhaló y su mirada volvió a la puerta vieja, el maltrecho pomo de latón y la ventana
pequeña de la que salían pequeños destellos de luz.
Entonces, había lugares donde las cosas no cambiaban nunca. No importaba qué camino
tomara el mundo de la humanidad, había cosas que no iban a cambiar, tanto dentro como
fuera de la gente.
Shion, quiero que te quedes como eres.
El murmullo de Nezumi revivió en su interior.
Lucharía contra él. Lucha contra ti mismo.
Nezumi había suplicado a Shion mientras le decía esas palabras. Shion, no se te ocurra
cambiar.
¿Podría responder a los sentimientos de Nezumi que yacen desnudos frente a mí?
Shion cerró los ojos. Visualizó el bazar. Lo habían restaurado como un mercado al aire libre
y ofrecía gran variedad de opciones y bastantes cosas frescas, impensable en el pasado. Karan
también solía ir a comprar allí con frecuencia.
- “Es de un veinte a un treinta por ciento más barato que en las tiendas de la ciudad. Puede
que no sea lo más atractivo, pero no podrás encontrar productos con un sabor tan bueno en
ningún otro lado”- justo el día anterior, también, se había reído orgullosamente
desembolsando manzanas deformes y pepinos retorcidos.
Pero mamá no lo sabe… la cacería tuvo lugar en ese mercado. El ejército de Nº6 disparó
cruelmente a esas personas… les dispararon a la frente, al pecho… sin ni si quiera parpadear.
El aire se había densificado con la desesperación, el miedo y los gritos de angustia de la
gente; todas partes estaban manchadas con la peste de la sangre como cadáveres que
estaban por todos lados. Un brazo salía de los escombros derrumbados; un tanque del ejército
aplastó una pierna arrancada mientras pasaba por allí; las botas del ejército pisoteaban
aquellos que seguían vivos suplicando por ayuda. Ese era el primer tomo del infierno del que
Shion iba a ser testigo más adelante.
Mamá no lo sabe. Y se alegraba de que así fuera. Cuando cerraba los ojos, evocaba las
visiones de ese día, y no menos fuertes que el día en que las vivió. No sólo fue el mercado. No
sería capaz de olvidar las caras de la gente encerrada en el contenedor de carga; los ojos del
hombre que había suplicado a Shion que lo salvara; los cadáveres apilados y el olor de la
muerte que merodeaba a su alrededor; las paredes del Centro Penitenciario, derrumbándose
con las llamas; el humo negro que se levantaba de Nº6. Nunca lo olvidaría. Esas imágenes le
habían marcado de por vida, nunca desparecerían.
Y el hecho de que su dedo índice había apretado un gatillo. El hecho de que a propósito, no
por accidente, había matado a otro hombre.
Shion abrió los ojos y miró al cielo. Por supuesto, no podía ver ni las estrellas ni la luna. Una
gota de lluvia se deslizó por su mejilla. Le tocó los labios y cayó por su cara.
Ah, estoy vivo. De repente, le golpeó el entendimiento de que había vida dentro de él. La
sintió: por ese momento, estaba absolutamente seguro de que estaba vivo. Esa realidad
abrumadora casi le asfixiaba. Quería gritar.
Estoy vivo. Estoy vivo. Estoy vivo. Estoy vivo. Estoy vivo.
Nezumi, estoy vivo, le dijo al cielo oscuro, privado de luz. Estoy vivo y te estoy esperando.
Incluso en esas inmediaciones horribles, estoy atado a tus ojos, a tus palabras, a tus gestos, a
tus pensamientos… y lo que me apoyaron. Gracias a ellos, fui capaz de sobrevivir. Y ahora
mismo, sigo vivo.
¿Me puedes oír, Nezumi? Estoy vivo.
Un perro ladró de forma ruidosa. Salía del interior de la casa.
¿Qué? ¿Un perro? Espera, puede que sea…
La mente de Shion fue arrastrada desde el pasado hasta el presente. Su corazón latió con
fuerza. Empujó la puerta. Se le llenaron los oídos con ladridos. Eran ladridos de afecto y
alegría, no de agresividad o aprehensión. Un perro con el pelaje moteado se levantó de golpe
y saltó hacia Shion mientras ladraba. Movía su cola fuertemente y golpeaba su hocico contra
el muslo de Shion. Sus ojos negros contenían más alegría que su voz.
- “Los perros se rinden ante ti, como siempre ¿eh?”
- “¡Inukashi! Y Rikiga-san, ¡tú también!”
Rikiga hizo una mueca exagerada desde donde se encontraba en el sofá- “Eh, Shion. UN poco
irrespetuoso que te des cuenta de mi presencia después de la del niño perro, ¿no crees? La
forma adecuada de hacerlo habría sido gritar “¡Oh, Rikiga-san!” y abalanzarte sobre mí, como
el perro ese. Y entonces añadirías “Oh, Inukashi. También estás aquí” como una percepción
posterior.”
- “¡Ja!”- Inukashi enseñó los dientes y soltó una risotada- “¿Irrespetuoso? Yo y tú(2) no
necesitamos buenos modales, viejo. De la misma forma que mis perros no necesitarían un
abrigo de piel. ¿Qué son los modales? Definitivamente, no van a llenarme la tripa.”
- “Cállate”- le espetó Rikiga- “No me metas en el mismo saco que a ti. Tú eres
prácticamente medio animal. Yo soy un hombre decente y correcto, y un caballero a todo
esto.”
- “¿Caballero? Wow, no sabía que “caballero” hacía referencia a tipos que no pueden vivir
sin dinero, mujeres y alcohol. Eh, bueno, he aprendido algo nuevo. ¿Cuánto hace que los
significados han cambiado tanto? ¿De qué mundo vienen? ¡Lo que hay que oír!”- Inukashi dejó
escapar un suspiro largo y dolorido.
Shion estalló en carcajadas. Había pasado mucho tiempo desde que había oído a Inukashi y
Rikiga reñir así. Rio desde lo más profundo de su tripa por primera vez en muchísimo tiempo.
- “No habéis cambiado nada ninguno de los dos.”
- “Su actitud es muy mala para ser un chucho”- gruñó Rikiga- “Tiene una queja preparada
para todo lo que hago.”
- “Y tú eres demasiado ingenuo para ser un humano, viejo. Pierdes los estribos y no tienes
humor para todo lo que digo. Los son mucho más inteligentes. Aunque, de todas formas, los
perros son diez veces mejor que los humanos, tanto en cabeza, como en corazón. Además,
creo que estás más cerca de ser un mono que un humano, viejo.”
- “Sí, tienes razón”- dijo Rikiga enfadado- “Soy un mono. El simple hecho de ver un perro,
me cabrea hasta límites insospechados (3). Cada vez que veo uno, siento como si fuera a
destrozarlo con mis dientes. ¡Grrrrr!”- Rikiga levantó los brazos y envistió contra Inukashi.
Inukashi se rio burlonamente mientras bailaba ágilmente fuera de su alcance.
- “Vaya, ¿no estamos llenos de energía?”- Karan entró. Rikiga se quedó de piedra. Aclaró su
garganta a propósito y se sentó en una silla. Cepilló suavemente algo de polvo imaginario del
chaleco de su terno(4) y le sonrió afectivamente.
- “Conteneos un poco, por favor”- Karan meció suavemente al bebé en sus brazos. Parecía
haberse quedado dormido rápidamente.
- “¡Sion!”
- “Shhh, Shion, no tan alto. Acabo de hacer que Sion se quede dormido, por fin… hm, ahora
es algo confuso ¿no?”
Shion respiró suavemente envuelto en una manta vieja que estaba tan descolorida que era
imposible saber cuál fue su verdadero color. Sus pestañas largas hacían sombra en su cara y
sus labios abultados estaban ligeramente entreabiertos. Si la felicidad tuviera forma física,
entonces lo sería esa carita dormida. Daba felicidad a cualquiera que la mirara.
- “Parece que ha crecido desde la última vez que lo vi”- comentó Rikiga.
- “Eso es porque lo ha hecho”- dijo Inukashi- “Ahora es lo suficientemente grande como para
corretear por ahí y jugar con los perros. Pronto, será capaz de roer la carne de los huesos”--
Inukashi sonrió abiertamente y le dio un besito en la frente a Sion.
- “Eres muy bueno criando niños, Inukashi”- Karan sonrió- “he visto muchos bebés a lo largo
de mi vida, pero siento como si fuera la primera vez que veo a un bebé con un aspecto tan
feliz cuando está dormido.”
- “¿Lo dices en serio, mamá Karan?”
- “Claro que sí. Confía en ti desde lo más profundo del corazón y eres capaz de estar ahí
para él y estás a la altura de su confianza. De verdad, ambos hacéis una familia admirable.”
Un ligero rubor salió en las mejillas morenas de Inukashi.
- “Cuando mi perro apareció con Sion en la boca, realmente me molestó”- confesó- “Pensé
en abandonarlo y pretender que nunca lo había visto. Los bebés no son más que una carga. De
verdad, odié a Shion en ese momento por haberme empaquetado su carga.”
- “… lo siento. Sabía que era irresponsable, pero… no tenía otra opción salvo dejártelo a ti.
Sabía que podía confiártelo.”
Los ojos negros de Inukashi se movieron hacia Shion.
- “Shion… ¿eso significa…?”
- “¿Hm?”
- “¿Eso significa que confiaste en mí?”
- “Sí”- asintió. No era ni un cumplido ni una mentira. Con la confusión durante la cacería,
cuando sacó al bebé de los brazos de su madre joven, la única persona que estaba en la
mente de Shion era Inukashi. Además, Inukashi era la única opción en la que había pensado
Inukashi hará algo con él. Protegerá esta vida con todo lo que tenga. Inukashi lo hará. Eso
fue lo que pensó.
Inukashi sonrió. Levantó un dedo y lo giró.
- “Confiaste en mí y estuve a la altura de esa confianza. Eso es lo que estás diciendo ¿no?”
- “Sí. Eso es”- Nezumi, probablemente, lo haría igual. Confiaría en ti y te dejaría cualquier
cosa. Shion se tragó las palabras que no dijo y cerró la boca. No sabía por qué, pero sentía
que no tenía ganas de decir el nombre de Nezumi allí.
- “Eh, un momento, Shion. No estarás diciendo que confías más en el niño perro que en mí,
¿no?”
- “Eh, no… no es eso lo que… sólo es que no te asocié con bebés, eso es todo, Rikiga-san.”
- “Claro que no”- se entrometió Inukashi- “Porque si se lo hubieras dejado a alguien como
este viejo, habrían vendido al pobre muchacho al día siguiente. Ya sabes que dan muy buen
dinero por los bebés vivos.”
- “¿Qué? ¿Estás diciendo que la gente pone bebés en venta?”- la sangre se desvaneció de la
cara de Karan. Rikiga le indicó rápidamente a Inukashi que se callara con la mano.
- “N…no… no, no, Karan, no es así. Nunca haría eso. Sólo ha sido una broma pesada. Este de
aquí siempre se dedica a hacer bromas de mal gusto. No puedes imaginar la de dolores de
cabeza que me da. No deberías tomártelo en serio.”
- “… Tienes razón”- dijo Karan desconcertada- “nunca comprarías o venderías bebés. Es
completamente absurdo ¿no?”
- “Completamente”- Rikiga hinchó el pecho- “Karan, hay una cosa que quiero que sepas:
llevo muchos negocios en el viejo Bloque Oeste. Entre ellos, hay algunos que son… eh, no muy
apetitosos. Sí. No muy apetitosos. Y eso es un hecho.”
Inukashi encorvó los hombros. “¿No querrás decir “nada”? Creo que tu revista porno es lo
más decente.”
- “¡Cállate!”- le espetó Rikiga- “¿Por qué no te vas por ahí a roer un hueso de pollo o algo
así? Escúchame, Karan”- imploró- “Nunca se me he atrevido a usar niños o bebés. Nunca he
usado a los pequeños para conseguir sustento diario. Esa es la verdad. Por favor, créeme.”
- “Por supuesto que te creo”- dijo Karan- “No puedo imaginarte mirando a los jóvenes como
objetivo de tus beneficios.”
- “Karan”- Rikiga se sonrojó y se acercó un paso hacia ella- “Gracias. Siento como si tu
confianza en mí fuera todo el apoyo que fuera a necesitar.”
- “Vaya, Rikiga”- Karan retrocedió medio paso antes de sonreír con calma- “Nunca te
recordé como alguien que pudiera decir algo de forma tan teatral. Hablas sincera y
directamente, y deberías tener cuidado con tus palabras.”
Inukashi silbó.
- “Je, je, mamá Karan tiene razón. “Si tu confianza en mí fuera todo el apoyo que fuera a
necesitar” y una mierda. Ni si quiera encuentras una frase así en una novela barata hoy en
día.”
- “Tu cerebro de perrucho nunca ha leído antes un libro. Nadie te ha pedido una
contribución”- dijo Rikiga con amargura.
- “Mi cerebro está en mejores circunstancias que el tuyo. El mío no está nadando en alcohol.”
- “¿Qué has dicho?”- dijo Rikiga amenazadoramente.
- “¿Tienes algún problema?”- replicó Inukashi.
Ambos se miraron.
- “Dejadlo ya, vosotros dos”- dijo Karan exasperadamente- “Shion, no te quedes ahí
riéndote.”
Karan se agachó a la sombra del sofá y dejó cariñosamente a Sion en una cuna. La cuna era
sencilla hecha con mimbre sin decoraciones, pero su forma redonda era bonita por su
simplicidad. Parecía muy vieja, pero no mostraba signos de desgaste.
Una placa dorada con una inscripción colgaba de un lado.
Para Shion, mi hijo querido.
Sólo esa frase corta estaba grabada en ella.
- “¿Hm? Mamá, ¿esto es…?”
Karan meció suavemente la cuna- “Sí. Solía usar esto cuando tú eras un bebé.
Probablemente no te acuerdes.”
¿O debería? Pensó Shion. Tengo la sensación de recordar escuchar una nana cálida mientras
me mecían hacia adelante y hacia atrás, hacia adelante y hacia atrás…
- “No pensé que volvería a sacarla y a usarla de nuevo así. Me alegra haber pasado por
dificultades extra para traerla cuando nos mudamos.”
Cuando se fueron de Chronos, los muebles y las vajillas que podían llevarse con ellos estaban
severamente restringidos. Su casa, sus muebles, las comodidades, la abundancia y todo el
ambiente de primera clase en el que vivían y que les habían dado precisamente porque
habían clasificado a Shion como élite.
Una vez que su certificación fue anulada, tuvieron que devolver todo lo que les había dado
Nº6. Las pertenencias personales que Karan y Shion se habían llevado a la Ciudad Perdida eran
sorprendentemente pocas. ¿Estaba la cuna entre ellas? No. Shion se habría dado cuenta si
hubiera estado.
- “La traje después en secreto y la guardé en el desván”- dijo Karan.
- “¿Por qué tuviste que hacerlo en secreto?”
La mano de Karan se detuvo.
- “Porque esto… lo hizo tu padre a mano.”
La respiración de Shion se quedó en su garganta. Le bloqueaba las vías respiratorias.
Mientras exhalaba, la voz se le escapó con el aire.
- “¿Qué? ¿Mi padre?”
- “Sí. Tu padre hizo esta cuna para ti”- Karan apretó los labios y apartó los ojos de Shion.
- “¿Papá era… artesano?”
- “No. Era geólogo… eso era a lo que se dedicaba principalmente. Y creo que era muy bueno
como tal. Le eligieron como miembro del equipo del proyecto de renacimiento, después de
todo.”
Equipo del proyecto de renacimiento… era un grupo de individuos elegidos para hacer de Nº6
un paraíso en la Tierra, una utopía. El alcalde, que deseaba convertirse en el gobernante
absoluto de Nº6, fue miembro; Rou, e l científico que planeó tener al Dios del Bosque, Elyurias,
bajo control, fue miembro.
Pero sus aspiraciones y futuros se transformaron y se distanciaron: Rou se convirtió en un
hombre que vivía bajo tierra; Nº6 se transformó en una ciudad monstruosa que cayó al camino
de la destrucción.
Y el propio padre de Shion había sido uno de esos miembros. Shion estaba paralizado. Eso
era todo lo que podía decir. Estaba paralizado.
- “Pero mamá, dijiste… dijiste que mi padre derrochaba dinero y andaba con mujeres, que
era un caso perdido y estaba a un paso de ser alcohólico. Pero entonces, por lo que acabas de
decir, era amable y sincero.”
- “Lo dije. Porque es verdad”- Karan aumentó su puchero, parecía un niño antipático- “Se
gastaba todo el dinero que llegaba, y bebía todo el tiempo. Tan pronto como encontraba una
chica que le gustara, empezaba una relación con ella sin ni si quiera pensar en las
consecuencias… incluso después de casados, tuvo una novia tras otra…”
- “Tener una amante mientras estaba casado contigo, Karan… No creo que ese hombre.
Imperdonable”- Rikiga apretó el puño, sus cejas se arquearon con rabia.
- “Puedes decir eso de nuevo”- comentó Inukashi- “él está casi tan corrupto como tú, viejo.”
- “Eh, chucho. ¿Y qué está exactamente corrupto en mí? Estoy soltero, lo que puedo irme
por ahí para jug… ehm, pasar un buen rato con mujeres. Pero si me caso…”- Rikiga miró a
Karan furtivamente y tomó una respiración.
- “La querría mientras viviera. No volvería a mirar a otras mujeres. Y dejaría de beber. No
es por presumir o algo así, pero creo que sería un buen hombre de familia.”
- “Pamplinas”- le espetó Inukashi- “Tú como marido decente es como decir que mi perro se
convertirá en un gran cocinero.”
Inukashi miró a Karan antes de que Rikiga pudiera responder nada.
- “Pero mamá Karan, no puedo ni imaginar que semejante cerdo fuera el padre de Shion. Sus
personalidades son tan diferentes.”
- “Podrías decir eso. Pero él era sorprendentemente bueno con las manos y creo que Shion
heredó eso de él. Para ser exactos, esto…”- Karan apartó cuidadosamente la mantita de Sion.
Llevaba puesto una camisita blanca lisa con cuello. Los dobladillos del cuello y del bolsillo del
pecho de la camisita estaban bordados con hilo azul. Un azul vivo.
- “Lo cosió a mano. Igual que con las ropas de bebé y el babero. Lo terminó un día antes de
dejarnos, y los dejó sobre la mesa con una carta que decía que quería que Shion los llevara
puestos el día de su primer cumpleaños. Así que cuando cumpliste un año, Shion, te los puse.
Te quedaban un poco grandes entonces, pero creo que le quedarán perfectamente a este
Sion.”
Eso era real y verdaderamente, la primera vez que Shion oía hablar cosas tan detalladas
sobre su padre de Karan. Shion nunca había preguntado porque su madre nunca parecía
querer hablar sobre ello. Había vivido la vida sin padre aceptando simplemente que eso era
como era.
Su padre estaba perdido con las mujeres y el dinero, le encantaba beber y era un
especialista en geología, un miembro del proyecto de renacimiento, tenía unas manos
increíblemente habilidosas y había dejado a su familia tan rápido como había nacido Shion.
Shion echó un vistazo a la cuna. Miró al bebé durmiendo en su interior, con el mismo nombre
que el suyo. Tocó la camisita bordada.
Eso era lo que su padre había dejado.
Shion echó una mirada furtiva al perfil de Karan.
Así que la relación cercana de Karan con los miembros importantes de Nº6 no había sido por
Rou. Y su padre, como miembro, colega y poseedor de los mismos ideales en su corazón,
había pasado los días de su juventud al lado del alcalde y esos científicos.
- “¿Y el papá de Shion dejó la casa por… bueno, por esos problemas con las mujeres?”-
Inukashi se inclinó hacia adelante.
- “Eh, no cotillees en los asuntos personales de otros”- dijo Rikiga- “No tienes una pizca de
delicadeza dentro del cuerpo ¿eh?”
- “Ha, no me hables de delicadeza. Estás muriendo al oírte, viejo. Estás intentando
duramente impresionar. Je, no puedo parar de reírme”- los dientes de Inukashi repiquetearon.
El comentario parecía que había dado en el clavo, ya que Rikiga se puso rojo como un
tomate y se quedó callado. Karan tampoco parecía ofendida ni atónita con las palabras
bruscas de Inukashi. Siguió tranquila.
- “Puede que tengas razón. Eso se debe a una razón indirecta. Era joven y quería que dejara
de ser tan ridículo. Pero desde que se dio cuenta de que Shion estaba de camino, cambió un
poco. Toda su atención estaba en el bebé que iba a nacer, e incluso dejó de beber y de jugar
por ahí con mujeres, si sólo fue por un tiempo… recayó en la bebida no mucho después. Pero
siento como si hubiera seguido siendo así, puede que se hubiera convertido en un hombre de
familia decente. Interiormente, estaba orgullosa. Por eso sé que no dejó la familia por una
mujer… tuvo que tener otra razón…”
- “Porque Nº6 estaba cambiando.”
Karan parpadeó varias veces con la breve afirmación de Shion…
- “¿Puedes decirlo?”
- “Tengo una idea difusa.”
Mientras Nº6 tomaba forma de ciudad estado, un estado totalitario y autoritario, muchos de
los miembros dimitieron del equipo de proyecto de renacimiento durante el proceso. A
algunos se les quitó de en medio intencionadamente, mientras que otros lo dejaron por
voluntad propia. Estrictamente, dentro del campo de las posibilidades, a lo mejor algunos lo
habrían impedido presuntamente y fueron asesinados en secreto. Eso era más que probable.
- “Estaba abrumado por el hecho de que Nº6 estaba cambiando gradualmente… no,
realmente, con bastante rapidez… mientras desarrollaba su estructura de ciudad. Estaba
ansioso pero no tenía ni idea de qué hacer. Posiblemente tuviera miedo. Recuerdo oírle
decirse a sí mismo una y otra vez, “Esto no es posible. Esto no puede estar pasando.”
Entonces, un día… sin que hubiera pasado ni un mes desde el nacimiento de Shion… me dijo
“Vamos a dejar Nº6. Todavía podemos huir. Pero pronto, no seremos capaces de salir ilesos
de esta ciudad.” Su cara estaba tan seria cuando lo dijo. Probablemente debía haber
abandonado Nº6 por completo por entonces. Probablemente pensara “No puedo vivir más aquí.
Algún día me asfixiarán y acabaré quitándome la vida o asesinado si no lo hago yo.” Eso es por
lo que intentó convencerme para que huyéramos a algún lugar lejos de Nº6 y empezar una
vida nueva juntos en una tierra extranjera, los tres juntos.”
- “Pero le dijiste que no, mamá.”
- “Sí”- Karan dejó escapar una respiración larga- “Dije que no. No le dije claramente que no
quería ir con él. Sólo que no pude permitirme creer lo que estaba diciendo.”
Karan apartó la mirada y la dirigió hacia abajo, como si la mirada de Shion fuera tan
brillante como para soportarla.
- “Cuando le pregunté dónde iremos una vez que dejemos Nº6, dijo que no lo sabía.
Entonces estalló en una risa alegre y… dijo que no sería tan malo vagabundear libremente
como el viento. Pero tenía un bebé que apenas llegaba al mes de edad. Además de las seis
ciudades estado, sabía que sólo había tierras yermas y campos pequeños en esta tierra.
Supuse que mientras siguiera dentro de Nº6, no moriríamos de hambre o enfermaríamos. No
pude convencerme a mí misma de que pudiera protegernos mejor que Nº6. No pude confiar
en él.”
Entonces, otro suspiro se escapó de los labios de Karan.
- “No sé si tomé la decisión adecuada ese día. Definitivamente, no me arrepiento de no
haberme ido con él. Pero el hecho es que acabé siendo completamente dependiente de Nº6.
Estaba intentando vivir una vida de dependencia. Viví años y años si ni si quiera darme
cuenta… Desconocía por completo el olor a podrido de Nº6, cuando él fue el primero en
detectarlo. Y es… una cosa bastante lamentable.”
- “¿Y no tienes idea de dónde está papá ahora?”
- “No, no lo sé. Ni si quiera sé si está vivo o muerto. Pero conociéndole, tengo la sensación
de que está viviendo libremente, haciendo lo que le apetece.”
La voz de Karan cayó un poco.
- “¿Shion, querrías conocer a tu padre?”
- “Bueno… sólo te he conocido a ti, mamá, así que no siento realmente ningún tipo de
anhelo hacia él. Tampoco le echo de menos realmente. Pero me da curiosidad.”
- “¿Curiosidad?”
- “Curiosidad por cómo decidiste hablarme de papá tan de repente. Nunca hablaste de él
antes.”
Los labios de Karan se movieron, pero no soltaron ninguna palabra. Lo siguió un breve
momento de silencio. Estaba todo tan calmado que hasta la respiración ligera de Sion se
podía oír nítida y claramente.
- “K… Karan…”
Rikiga se levantó rápidamente.
- “Ah, um…así… ¿s… sigues teniendo problemas para olvidar a… tu exmarido? Eso se dice,
mmm, que estás… esperando que vuelva, o… ¿es… es eso lo que sigues sintiendo ahora? ¿O
estás… ah… libre de ese tipo de… eh, apego? Como si, um, algo fuera a ocurrir, acabaría…”
- “¿Qué especie de idioma estás hablando, viejo?”- saltó Inukashi- “creo que un cachorro
recién nacido haría sabría darlo más sentido que tú. ¿Verdad?”- un perro moteado que estaba
tumbado a los pies de Inukashi entreabrió los ojos. Abrió la boca de par en par para bostezar.
Karan sonrió.
- “Lo le estoy esperando, Rikiga”- dijo- “Para mí, es un completamente un hombre del
pasado. Por supuesto, espero que siga vivo en algún lado, pero…”
Una alegría inconfundible apareció en los rasgos de Rikiga.
- “No puede ser más obvio que eso”- murmuró Inukashi.
- “Eso es absolutamente cierto”- dijo Rikiga con entusiasmo- “No podemos vivir en el pasado
para siempre. Si fuéramos a vivir en algo, debería ser en el futuro. Mañana es mucho más
importante que ayer.”
- “Estoy de acuerdo.”
- “¿Ve… verdad? También lo piensas ¿no? ¿Así que… ah, Karan, no estarías de acuerdo con
que, um… alguien con quien pudieras vivir en el futuro es, ah, más importante que alguien
con quien viviste en el pasado?”
- “Sí, por supuesto. Por eso mismo te invité a cenar esta tarde. Quería cenar contigo.”
Una exclamación que sonó como algo entre “oh” y “ah” salió de los labios de Rikiga.
- “¿E… eso es cierto, Karan? Ha… has pensado en mí y por eso…”
Inukashi tiró de la chaqueta de Rikiga.
- “Viejo, viejo. Perdona por destrozar tus sueños, pero a mí también me ha invitado. No eres
el único. No te olvides de eso.”
Rikiga frunció el ceño enérgicamente e hizo un para espantarlo, como si estuviera
ahuyentando moscas.
- “¡Largo! ¡Largo! Vete por dónde has venido y llévate a ese chucho sucio contigo.
Probablemente seguramente te invitaras a ti mismo con el objetivo de aprovecharte de la
cocina de Karan.”
- “De hecho, me invitaron adecuadamente. ¿Verdad, mamá Karan?”
- “Sí, por supuesto. Tanto Inukashi como tú sois colegas de Shion. Y ambos sois muy buenos
amigos míos. Ese es el motivo por el que quería que vinierais los dos. No tengo gran cosa,
pero hay bastante pan recién horneado. También tengo mermelada casera y estofado hervido
a fuego lento durante bastante tiempo y muy bien. Un momento, lo iré a preparar. ¿Podrías
ayudarme, Shion?”
- “Claro.”
Karan abrió la puerta de la cocina y desapareció más allá. El aroma del pan y del estofado
flotaba en la habitación. Los dos olores distintos estimulaban la nariz. La nariz de Inukashi se
movió impacientemente.
- “¡Yo también ayudaré! Que me obsequien con comida gratis va en contra de mis
principios”- rio entre dientes- “¿Lo has oído? Pan reciente y estofado. Sólo oírlo hace que se
me caiga la baba, pero entonces lo hueles y… oh, esto es lo mejor. Mi estómago se está
quejando como si no supiera hacer otra cosa. ¿No tienes hambre tú también vie…? Viejo ¿qué
pasa? Pareces distraído. ¿Qué ha hecho que te desconcentres?”
- “… Colegas… amigos…”
- “¿Eh?”
- “Karan dijo que era un colega. Un amigo. Para Karan sólo he sido simplemente miembro de
un equipo, sólo uno de sus amigos…”
Shion e Inukashi se miraron el uno al otro. Inukashi inclinó la cabeza.
- “Hmm. Bien, “seamos buenos amigos” es una frase muy típica de rechazo. Los perros
serían mucho más directo y te diría que odia tu pelaje o que tus dientes son vulgares, pero los
humanos parece que disfrutan dando rodeos. Ja, pero en serio, viejo, ¿estabas intentando
pidiéndole matrimonio a mamá Karan?”
- “… Iba en serio”- dijo Rikiga melancólicamente- “El trabajo se me está dando bien y tengo
dinero suficiente de repuesto. Tenía confianza en poder hacerle feliz a Karan.”
Tras la destrucción de Nº6, los productos empezaron a encontrar salidas fuera de las paredes.
Rikiga se aprovechó del caos y los compró a bajo precio.
Se abasteció con obras de arte, trabajos manuales, material electrónico, pinturas, joyería,
muebles, máquinas médicas, coches, ropas, material de oficina, e incluso juguetes; cuando
las cosas empezaron a asentarse, lo vendió a precios altos y ganó un beneficio muy guapo. En
ese momento dirigía y manejaba una compañía editorial y otra de publicación, publicando
una revista de información semanal y un periódico diario.
- “Bueno, eres un triunfador en el negocio empresarial, Rikiga-san. Los rumores dicen que
eres un jugador bueno.”
- “¿Piensas eso sinceramente, Shion?”
- “Por supuesto que sí. Inukashi y tú no necesitáis cumplidos míos ¿no?”- Shion se quitó la
chaqueta y se arremangó.
- “Te seguiré diciendo que dejes de agruparme con el niño perro”- dijo Rikiga con
cansancio- “Pero ya he tenido suficiente con esto. Así que, ¿entonces lo admites, Shion?
¿Crees que sirvo para estar casado con Karan?”
- “¿Eh? Oh, yo… no me refería a eso… bueno, eh, no creo que ni que mi madre se haya
replanteado volver a casarse. Me estuvo diciendo el otro día lo satisfecha que estaba con su
vida y cómo le gustaría seguir siendo panadera durante todo lo que pudiera.”
Era cierto: la vida de Karan no había cambiado mucho, al menos desde fuera. Llevaba una
panadería en un rincón apartado de la Ciudad Perdida, hablando con clientes habituales y
amasando la masa para las primeras barras a primeras horas de la mañana.
Esa era su rutina diaria y la repetía todos los días. Incluso con fuerte confusión, Karan seguía
encendiendo el horno, cociendo el pan y dejándolo en frente de la tienda. La gente lloraba
con cada bocado de los bollitos y los mufins.
- “El mundo se ha desmoronado bajo nuestros pies, pero esto sigue sabiendo igual. Hay cosas
en este mundo que no han cambiado.”
Esas eran las palabras de un anciano, un cliente habitual. Murmuró esas palabras una y otra
vez, con las mejillas húmedas por las lágrimas. Shion se encontró el mismo tipo de murmullo
varias veces.
Hay algo aquí que nunca cambiará… para la gente, ese sentimiento de seguridad significaba
esperanza y una razón para seguir viviendo.
- “Tu madre es una mujer increíble”- le dijo Nezumi, con una nota extraña de asombro en la
voz.
Eso fue el día en que se despertó.
El día en el que todo había terminado… no, empezado… Shion había arrastrado su cuerpo
exhausto y derrotado de vuelta a su casa con Karan. Después de una especie de reunión
abrazo rápida, cayó en la cama con Nezumi y durmió como un lirón. Su sueño ligero fue lo
suficientemente profundo como para cortar todos sus sentidos y, cuando se despertó, ya era
el mediodía del día siguiente. Era la hora de comer cuando el sol estaba brillando
directamente desde arriba, emitiendo un vago brillo rojizo.
No había señales de Nezumi a su lado. Sólo había una manta doblada cuidadosamente y
colocada al pie de la cama. Shion puso un puño sobre la manta doblada. Un ruido
entrecortado se le escapó inconscientemente de la garganta.
¿Nezumi, te has ido? ¿Al igual que hace cuatro años?
Cuatro años antes, la mañana después de la tormenta, Nezumi había desaparecido del lado
de Shion. Había desaparecido descaradamente, como si todo lo de la noche anterior hubiera
sido una ilusión.
En aquel entonces, sólo se habían conocido. Malamente sabían nada el uno del otro… y ya ni
decir de pasados con los que cargaban, los futuros que contemplaban, y los sentimientos que
mantenían en sus almas.
Pero esa vez era distinto.
Sí, todavía había cosas que no podían captar, cosas que todavía no podían entender sobre el
otro. Había un abismo entre Nezumi y él que nunca podría llenar, sin importar lo mucho que
luchara por ello.
Lo sé, lo sé, lo sé. Lo sabemos, pero seguimos viviendo juntos. No en el pasado, ni en el
futuro, pero sí en presente. Vivimos juntos en el presente.
¿Pero me estás dejando de nuevo sin decirme una palabra?
Los pensamientos de Shion llegaron hasta ese punto antes de que sacudiera la cabeza
intensamente.
Por supuesto que no.
Hemos pasado mucho tiempo juntos y superado el infierno juntos. No se desvanecería sin
decir una palabra. Así no es nuestra relación. Y además, sería peligroso para él moverse por
ahí con una herida tan grave. No puedo imaginarme a Nezumi siendo tan imprudente.
Pilló el olorcillo del aroma del café y el pan. Era el olor de despertarse.
Shion abrió la puerta de la sala de estar.
- “¿Oh, el príncipe se ha levantado el príncipe?”- Nezumi estaba sonriendo con una taza de
café en la mano- “Aunque no puedo decir mucho de ti. Yo también me desperté no hace
mucho.”
Shion se tragó el suspiro de alivio y con muchos esfuerzos fingió una conducta tranquila.
- “¿Nezumi, cómo te encuentras?”
- “No podría sentirme mejor. O, al menos, desearía poder decir eso. Me está pasando
factura. ¿Tú?”
- “No podría estar mejor.”
La taza saltó en la mano de Nezumi.
- “Confiado ahora que estás en terreno casero, ¿eh? Aunque es algo bueno que tengas
energía suficiente para actuar duro. ¿Pero debería sugerirte que te des una ducha y te
adecentes un poco antes de empezar a ser un chico duro? Creo que incluso el Rey Lear que
divaga en la naturaleza tendría un poco más de encaje que tú.”
Shion se miró en el espejo que colgaba de la pared. Su cara y su pelo estaban cubiertos de
manchas de sangre, suciedad y sudor seco. Su camisa estaba rasgada en varios lados y parecía
que el brazo derecho estaba a punto de caerse.
Tiene razón. No creo que ni el Rey Lear en su locura tuviera una pinta tan mala como esta.
Sintió una extraña necesidad de reír.
- “¿Así que, su majestad, se dará un baño primero? ¿O tal vez debería preparar una taza del
mejor café para usted?”
- “Qué honor tan increíble que tú me sirvas café.”
- “Tu mamá me acaba de invitar a algo de pan delicioso… de lo mejorcito, debería decir… y
estaba tan bueno que sentí que mi lengua se iba a derretir. Creo que servirte un café sería un
pequeño servicio comparado a eso.”
- “Oh… mamá…”
- “Tu mamá ha estado yendo de un lado a otro por el trabajo desde esta mañana”- Nezumi
sacudió la barbilla. Shion sintió un ruido amortiguado desde más allá de la pared fina.
- “¿Eh? ¿Ha abierto la tienda?”
- “Eso parece. Dice que lo único que puede hacer es hornear pan, así que va a seguir
haciéndolo mientras pueda. Incluso con este caos, el horno sigue encendido y los bollos
daneses todavía se están haciendo. Dice que por la tarde, me hará algunos cravats.”
- “Ya veo… suena a algo que ella haría.”
Nezumi bajó la taza y sus ojos se movieron hacia la pared blanca. No había ninguna sonrisa
actuando en sus labios. Era como si su mirada perforara la pared, centrándose en Karan, que
estaba ajetreada al otro lado. La oscuridad vagó en las profundidades de su mirada.
- “Tu madre es una mujer increíble”- dijo Nezumi. Su voz era tan baja que casi parecía un
susurro, pero en ella había, indudablemente, una nota de asombro- “Es como la Madre
Todopoderosa. No sabía que hubiera alguien así dentro de Nº6, pero ella es una… y ha vivido
aquí como ciudadano.”
- “… Tienes razón.”
Una persona nunca podría teñirse completamente de un color, sin importar las
circunstancias. Puede que él se hubiera teñido temporalmente, pero algún día recuperaría su
color y siempre intentaría vivir siendo fiel a sí mismo. Intentaría sacar a la luz diferentes
variedades de colores a ese mundo.
Ciertamente, eso era la esperanza en sí misma.
¿Cuánto podría confiar en los días que se extendían frente a él, la gente de su vida y la
esperanza? Poco a poco, esa pregunta se la haría el mismo Shion. Sabía que Nezumi habría
tomado la misma tarea.
¿Nezumi, podremos confiar completamente en las personas? ¿Sin odiarlas, sin ser
condescendientes con ellas, sin abusar, sino creyendo en ellas?
¿Podremos hacerlo?
El aroma del café llenó el aire.
- “Pero primero, necesitas un maravilloso almuerzo con el mejor pan y el mejor café. Al
menos tómate el día hoy para descansar y pensar en nada en concreto. La forma valiente que
tiene tu madre de vivir es demasiado para que nosotros los jóvenes podamos con ella todavía,
creo.”
- “Estás siendo muy modesto.”
- “Es terreno “lejano”. Cuidaré mi boca”- dijo Nezumi a la ligera- “y para ser sincero, estoy
un poco cansado. No tengo la más mínima objeción en dormir, comer buen pan e irme a
dormir otra vez. Son unas vacaciones bastante agradables.”
- “Y vas a comer cravats por la tarde.”
- “Sí, eso”- Nezumi chasqueó los dedos- “Nunca he tenido el placer de contemplar una pasta
con forma de lazo. Y cocinada con las manos de tu madre. Debe ser deliciosa.”
- “Una vez que los tomes, estarás a su merced. Vendrán a atormentarte cada noche en
sueños.”
- “Imagino que será como se sintieron Hansel y Gretel cuando encontraron la casa hecha de
dulces. Es una de esas cosas donde “el placer y los problemas vienen dados de la mano”.”
- “¿Es algún tipo de refrán?”
Depositaron una taza de café frente a él.
- “Bébelo. Lo he hecho un poco fuerte, con mucha leche, justo de la forma en la que le
gusta a su Majestad.”
- “¿Qué? Nunca antes hemos tomado café juntos. ¿Cómo sabes cómo me gusta?”
- “Sólo lo sé. Te lo dije antes… eres muy fácil de leer, y también muy difícil de entender.”
- “Podría decir lo mismo de ti.”
- “Pero yo no soy tan difícil como tú.”
- “Mira quién fue a hablar. Deberías ser la última persona en llamarme difícil.”
- “¿Cómo demonios soy difícil?”
- “Me llevaría hasta mañana por la mañana enumerarte todo.”
- “¿Eh?”- Nezumi resopló- “Entonces te entretendré con mi presencia hasta mañana por la
mañana, así podremos oír todos los detalles.”
- “Ves, a eso es a lo que me refería”- Shion sorbió su café. Esa fragancia, el sabor amargo y
la suavidad que se extendía dentro de su boca. Los bollos sobre la mesa también estaban
deliciosos. Tal y como Nezumi había dicho, estaban tan buenos que sintió que su lengua
podría derretirse.
El sabor caló hasta lo más profundo de su cuerpo y su alma. Era inconfundiblemente el sabor
de la cocina de su madre.
- “En un minuto eres cabezota y te enfadas rápidamente, como un niño; y al siguiente
minuto tienes sonido de juicio y no le tienes cariño a nada, sea lo que sea. Estás cambiando
de opinión constantemente, y tienes diferentes tipos de humor de un minuto a otro. No puedo
ver cómo alguien podría ser más difícil que tú.”
- “Eh-heh, ya veo. No vas a endulzar nada ¿no? Bien, deja que te diga mi parte, Shion…”
- “Adelante. No tienes nada contra mí.”
Nezumi se burló- “Sólo la gente indecente sale con lo decente que son.”
- “¿Estás diciendo que no creo que seas decente?”- replicó Shion.
- “Ehm, bueno… no es que diga que no soy una persona decente, porque siempre estoy…
Caray, te estás haciendo más rápido con tus respuestas ingeniosas”- Nezumi retorció la boca y
entrecerró los ojos.
Shion casi resopló ante el cejo fruncido de Nezumi.
Todo parecía hermoso… esa conversación casual, la atmósfera amable, incluso los rayos del
sol poniente entrando a través de la ventana.
Era un momento precioso que había ocurrido entre la tormenta que había pasado y a la que
Shion estaba a punto de enfrentarse. También era un momento tierno que Nezumi había
dejado atrás para él.
Nezumi partió y Shion se quedó. Sus destinos enredados y superpuestos se habían separado,
y se estaban distanciando.
¿Cuándo volverían a cruzarse de nuevo?
- “Eh, Shion”- la cara de Rikiga se le acercó- “¿Quieres echarme una mano?”
- “¿Echarte una mano?”
- “Me gustaría que le dijeras… bueno, que le dieras a entender a Karan… discretamente, si
no te importa… lo bueno que soy para ella como candidato a marido.”
- “¿Qué? Pero, bueno… no estoy seguro de que pueda…”
- “Lo digo en serio. Quiero pedirle matrimonio porque tengo confianza en que puedo hacerla
feliz. Por supuesto, si Karan quiere seguir trabajando en su panadería, puede seguir
haciéndolo mientras ella quiera. ¡Lo sé!”- exclamó- “Podemos renovar todo esto. Hacer la
tienda más grande, poner una ventana grande en la fachada. Lo hará más sofisticado.
Arreglaremos también la casa, y pondremos más habitaciones.”
- “No creo que eso sea lo que mi madre querría. Parece muy satisfecha con lo que ya tiene.”
Rikiga acunó la cabeza en las manos.
- “Oh, Karan. Qué mujer más virtuosa, qué modesta con sus deseos. Es la auténtica
encarnación de una diosa.”
- “No sé, creo que está más en el lado regordete de ser una diosa”- se entrometió Inukashi-
“pero mamá Karan es guapa y demasiado para ti, viejo. Y, para tu información, creo que el
problema con el tipo de mujeres con las que te relaciones es que quieren demasiado. Cuando
miran a alguien, ven una moneda de oro en lo que debería ser su cara. De cualquier forma,
viejo, mamá Karan sólo te ve como un amigo. Las puntas de su pelo es lo más parecido a
candidatos a marido que tú que tiene en mente. Ja, sólo déjalo.”
- “No creo que un mocoso como tú pueda obstaculizar los asuntos de los adultos.”
- “Vale, vale. El señor Adulto puede seguir dando cabida a una esperanza que lucha en sus
asuntos de adulto. Shion, vamos a echar una mano a mamá. Me estoy muriendo por cenar.”
- “Claro.”
Pudieron oír cómo Rikiga dejaba escapar un suspiro afligido detrás de ellos.
La cena fue agradable. Todo el mundo comió, habló y se rio bastante.
Fue divertido… muy divertido.
Si Nezumi estuviera aquí… su corazón titubeó con incertidumbre. Si Nezumi estuviera allí,
he habría sentado en frente de Shion, habría alabado la cocina de Karan y se habría burlado
con sangre ría mientras miraba a Inukashi y Rikiga discutiendo. Habría usado su tenedor y su
cuchara con una gracia elegante y habría hecho feliz a Karan terminándose todo lo que
hubiera en su plato.
¿Dónde estás, Nezumi? ¿Qué estás haciendo ahora?
Ahora hace un año que no te veo.
Tres horas después, sus colegas salieron hacia sus casas en la noche. Inukashi dejó animado
su mochila abarrotada de pan. Rikiga parecía completamente deprimido.
- “Mamá”- Shion la llamó mientras limpiaba. Karan, que estaba pesando harina, giró sólo la
cabeza para mirar a Shion.
- “¿Qué pasa?”
- “¿Por qué has invitado hoy a Inukashi y Rikiga-san?”
- “¿Hm? Bueno… no creo que tenga realmente una razón. Pensé que sería agradable tener a
alguien por aquí para cenar. Has estado tan ocupado que no has tenido tiempo ni para
sentarte a disfrutar una comida.”
- “¿Así que hiciste esto sin preocuparte por mí?”
Esa vez, Karan giró todo el cuerpo hacia su hijo y sacudió ligeramente la cabeza.
- “No es algo así. Sólo que… ¿Shion, no te has dado cuenta? Ya no sonríes o te ríes mucho
para nada.”
- “¿Eh?”
- “Hacía mucho que no te reías a carcajadas como lo has hecho hoy.”
Shion se tocó la mejilla. La piel bajo sus dedos tenía un tacto duro y tirante. Karan miraba
constantemente los dedos de Shion.
- “Tu trabajo en el Comité de Restauración debe ser duro.”
- “Sí. Pero, quiero decir que estamos buscando una organización nueva por completo con un
grupo nuevo de funciones. Tenemos gente en todo tipo de posiciones en un lugar. No es como
si no estuviera preparado para enfrentarme con alguna dificultad.”
- “¿Las cosas no están yendo bien con Yoming y su grupo?”- Karan levantó la barbilla. Su
tono de voz y su mirada se endurecieron, como si estuviera desafiando a alguien- “Imagino
que vosotros dos tenéis que ser… creo que muy diferentes. ¿Shion, Yoming y los demás te
están haciendo pasar un mal trago?”
Shion se quedó desconcertado con esa respuesta.
- “Lo sabía”- dijo Karan- “Tenía un mal presentimiento cuando me enteré de que habían
seleccionado a Yoming como miembro del Comité de Restructuración.”
- “¿Conoces bien a Yoming-san, mamá?”
Una sombra revoloteó en los ojos de Karan.
- “Pensé que lo conocía. Es el tío de Lili, al fin y al cabo, y solía venir mucho a la panadería.
Dijo que Nº6 había asesinado a su mujer y a su hijo. Me enseñó lo que era Nº6 realmente
cuando, por aquel entonces, no tenía ni idea. Me ayudó. Es una persona muy inteligente ¿no?”
- “Sí. Es muy listo. Organizo la resistencia. Él es el que reunió a todas las personas que se
oponían a Nº6 y los convirtió en una organización. Sus acciones fueron las que dispararon la
caída de Nº6. Es algo normal que alguien como él haya sido elegido como miembro del
Comité.”
- “¿Normal? ¿De verdad lo es? ¿Shion, realmente crees que ese Yoming es un individuo
adecuado para el Comité de Restauración? Yo… parece que no puedo convencerme a mí
misma de que lo es.”
- “Mamá…”
Las ventanas repiquetearon. Parecía que el viento fuera se estaba levantando. Se barrería
las nubes y pondría fin a la lluvia.
Al día siguiente, probablemente se extendiera un cielo azul sobre ellos.
- “Odiaba Nº6 con intensa pasión”- continuó Karan- “y, también por una buena razón. Se
llevó a su querida familia de su lado. No estaba ciego como el resto de nosotros. Vio a Nº6 por
lo que era precisamente por el odio que la tenía. Y era por eso por lo que seguía viviendo
dentro de la ciudad.”
Karan acarició con la mano la bolsa de harina que estaba a su lado.
- “El odio era su energía y era efectivo para destruir Nº6. Pero… pero esa energía no iba a
crear nada nuevo. Eso es lo que pienso, Shion.”
Había una nota de tristeza en la voz de su madre que hizo que el corazón le doliera.
Uno tenía que desperdiciar su odio o derrotarlo para poder crear algo nuevo. Odiar nunca
podría convertirse en una fuerza para la restauración.
- “Justo un poco antes de que el caos llegara a su punto crítico en Nº6 por esa extraña
enfermedad… cuando empezamos a ver los signos claros del comienzo de la destrucción… vino
aquí y tuvimos una charla larga. Y me dijo “he perdido la esperanza en ti”.”
- “¿Yoming-san te digo que había perdido la esperanza en ti, mamá?”
- “Sí. Shion, hay un montón de cosas que no sé o que no puedo entender. Nunca he querido
que saber o entender. Y, de hecho, es una cosa muy vergonzosa. Si sólo los adultos
hubiéramos sido un poco más listos, tal vez podríamos haber salvado, también, a Safu…”
- “Mamá, sigamos hablando de Yoming-san”- dijo Shion en un tono de voz más firme, como
si estuviera intentando cortar las palabras de luto de su madre. Sus pensamientos y
sentimientos por Safu eran como una ciénaga sin fondo. No importaba lo mucho que
lamentara o se disculpase, no había forma de que pudiera ponerlo fin. No importaba cuantas
decenas de miles de palabras apilara, no importaba cómo siguiera rezando, nunca se le
perdonaría.
Así, como poco, no lo olvidaría.
Recordaría a Safu y desearía que hubiera pasado con él hasta el momento de su último
aliento.
Karan parpadeó y asintió suavemente.
- “Sí, perdió la esperanza en mí porque no estuve de acuerdo con él sinceramente. Estaba
intentando convertirse en un héroe, un héroe que derrocaba al estado dictatorial. No sé, no
era por venganza, o ira al ser oprimido todo este tiempo…siento como si hubiera estado
asumiendo de algún tipo de… ¿deseo?... de convertirse en un héroe cuyo nombre se
prolongara en la historia. Yoming dijo que esas pérdidas eran inevitables en un mundo que
estaba cambiando. Ignoró a la gente que estaba sangrando y muriendo y dijo que no podía
evitarse. Para él, si mil personas tuvieran que morir para salvar a diez mil, sus vidas no se
habrían perdido en vano… ¿pero no es algo incorrecto el terminar eso así? Hay algo incorrecto
en convertir las vidas humanas en números. Y creo que está mal que un héroe se suba a un
pedestal construido sobre sacrificios humanos.”
- “… Sí.”
- “¿Shion, puedes luchar contra Yoming?”
¿Luchar? ¿Yoming-san es alguien con quien tengo que luchar? ¿Es un enemigo?
El grupo de Yoming continuaba reivindicando que el Comité de Restauración establecido
temporalmente debería disolverse por completo y crear una organización nueva en su lugar.
Estaba claro de que si les dejaban hacer lo que quisieran, los puestos centrales del Comité
estarían controlados por los miembros del grupo de Yoming. Sería una salida considerable de
los principios del Comité, fundados en la idea de que el Comité era un lugar donde los
miembros con varios antecedentes y afiliaciones pudieran intercambiar opiniones libremente.
Pero en ese momento, Yoming y su grupo habían dejado de escuchar todas las objeciones y
opiniones del grupo de Shion, la minoría.
Se tiene que hacer algo. Tengo que hacer algo.
Nº6 ya había probado el ejemplo de lo que ocurría cuando la justicia recaía en las manos de
unos pocos cuando los otros desaparecían. El daño seguía en carne viva, seguía palpitando.
¿Por qué el grupo de Yoming estaba intentando seguir el mismo camino?
Tengo que hacer algo…
- “Shion, has adelgazado mucho”- la mirada y el tono de voz de Karan cambiaron a los de
una madre. Era una observación del amor de una madre, el amor estúpido, feroz, puro y
egoísta que sólo concernía al bienestar de su hijo y sólo deseaba su felicidad.
- “Deberías salir del Comité de Restructuración si es semejante carga para ti. Hay tantas
otras formas de ganarse la vida. Dijiste una vez que querías un trabajo en el que hubiera
niños. ¿Por qué no buscas uno?”
- “No…”- Shion sacudió la cabeza lentamente- “todavía hay cosas que tengo que hacer.”
- “Pero…”
- “Mamá, él me dijo que no huyera. Tengo que quedarme aquí porque tengo un trabajo que
acabar. Él dijo que no podía darlo la espalda ahora. No quiero ir en contra de esas palabras.”
Karan no preguntó quién era el “él”. En vez de eso, levantó silenciosamente la mirada a su
hijo.
El viento aumentó su fuerza. Las ventanas repiquetearon inquietantemente.
Karan dejó escapar un suspiro sutil.
- “Supongo que la vida habría sido menos incómoda si hubieras sido tan caprichoso como tu
padre.”
- “Oh”- Shion dijo habiéndose dado cuenta- “Ese es el motivo por el que de repente te
decidiste a hablar de papá.”
Era una forma de vida: no atreverse a hacer nada por uno mismo, deshacerse de las cargas
pesadas, darle la espalda a todo.
Tu padre eligió ese camino.
Una madre, que veía a su hijo luchando con la realidad, le había dicho la verdad sobre su
padre.
Pero no puedo. No puedo vivir como lo hizo mi padre.
Shion… no huyas.
Las palabras de Nezumi me están apoyando. Nezumi nunca huyó. Nunca se batió en retirada
de la cara del destino o de la realidad. Y yo siempre estuve a su lado.
Safu me legó su herencia.
No puedes huir.
No puedes traicionarles.
Tengo que luchar… no por nadie más, sino para permanecer tal cual soy.
Se agachó y besó a su madre en la mejilla.
- “Me voy a dormir. Buenas noches, mamá.”
Los dedos de Karan sacudieron amablemente el pelo de Shion.
- “Buenas noches.”
Sus labios se retorcieron, como si se estuviera obligando a sonreír a sí misma.
Un ratoncillo estaba acurrucado en la cama.
- “Tsukiyo.”
Levantó la cabeza al sonido de su voz y chilló suavemente. Shion ofreció a Tsukiyo unas
migas de pan y queso, poniéndolas justo delante de su nariz. Tsukiyo movió los bigotes dos,
tres veces, pero no tocó ninguno.
Cuando Shion acarició su espalda con la punta de los dedos, Tsukiyo cerró los ojos
débilmente.
Hamlet, Cravat y Tsukiyo. De los tres ratones que Nezumi conservó, sólo Tsukiyo se quedó
con Shion. Era una criatura pequeña, pero tenía tanto sabiduría como inteligencia. Era
probable que fuera un descendiente de los ratones salvajes que vivieron en las profundidades
del bosque junto al Pueblo del Bosque.
Shion había supuesto eso porque ese ratón no era uno normal, tendría la misma esperanza
de vida que un humano. Pero esos días, pudo ver a Tsukiyo envejecido y empezando a
debilitarse.
La esperanza de vida media de un ratón era, en cualquier lado, de un año y medio a dos
años. Aunque las mascotas llamadas “hámster” podían vivir como mucho tres años.
Tsukiyo estaba acercándose a su fin.
- “Aguanta, Tsukiyo. Tienes que vivir para ver a tu amo volver a casa”- Shion le acarició
cariñosamente con todo el dedo.
Chip… chip.
Tsukiyo chilló con satisfacción y cerró los ojos.
***
- “¿Qué es esto?” - unas arrugas profundas de formaron entre las cejas de Yoming.
Estaban en el primer piso de la oficina principal del Comité de Restauración, el antiguo
ayuntamiento que solía llamarse “la Gota de la Luna”.
Shion y Yoming se estaban sentados en los extremos de una mesita de la sala de reuniones.
Shion había llamado a Yoming. Una hoja electrónica estaba dispuesta sobre la mesa. Yoming
acababa de echar un vistazo a la pantalla y había fruncido el ceño.
- “Esta es la prueba de que ha estado desviando fondos de la antigua Nº6.”
- “¿Qué? ¿De qué estás hablando?”
- “Siempre ha estado, y todavía sigue, al cargo de la dirección de una enorme cantidad de
recursos de la antigua Nº6. Está tomando ventaja con su posición para reclamar la mayoría de
ese dinero como propio. Hablo de desfalco.”
- “Es absurdo”- se burló Yoming- “Estoy ocupado. No tengo tiempo para andar jugando por
ahí con una broma de niño pequeño.”
- “¿Una broma? ¿Es eso?”- le presionó Shion- “Los recursos de Nº6 quedaron desprotegidos
durante un tiempo porque, simplemente, su dirección no estaba funcionando. En ese
momento, un tercio de los fondos desaparecieron. Oro, especialmente, se perdió sobre el
sesenta por ciento.”
- “¿Y estás diciendo que es culpa mía?”
- “Sí.”
- “No te atrevas. Sí, puede que estuviera al cargo de la dirección de fondos. ¿Pero cómo
supones que pudiera guardarme el oro por encima de todas las cosas durante ese caos? No
debería ser responsable de eso.”
- “No sólo robaron el oro. Se pasó por contrabando y fue premeditado. Y si no estuviera
planeado de antemano, ¿cómo explicaría que quede el otro cuarenta por ciento? Los ladrones
se habrían llevado todo el oro. No sólo eso, era el núcleo de la cámara acorazada subterránea.
No importa lo grave que fuera la confusión, habría sido extremadamente difícil llevarse varias
toneladas que merecieran la pena sin que nos diéramos cuenta. Incluso las bandas
profesionales de ladrones no lo habrían podido conseguir. De hecho, es completamente
imposible. Yoming-san, déjeme repetirlo. No robaron el oro. Se usó como contrabando y fue
premeditado.”
- “¿Y estás diciendo que el contrabandista soy yo?”
- “No puedo pensar en nadie más.”
Yoming echó hacia atrás la barbilla y sonrió de forma insípida- “¿Me estás llamando ladrón?
Qué imputación. Si no lo retiras inmediatamente, te demandaré por injurias.”
- “Necesita una cantidad enorme de capital para expandir y mantener el poder de su grupo.
Por eso recurrió a los fondos de Nº6. Era la forma más fácil y la más rápida.”
- “¿Estás imputándome en serio?”
- “Estos datos…”- Shion señaló con su barbilla a la mesa- “es una copia de su solicitud y del
formulario de autorización que envió en nombre del Comité para alquilar un avión de carga.
Ambos tienen su propia firma manuscrita. Este avión de carga se usó en un viaje de ida y
vuelta a Nº4. Y esto…”
Shion golpeó la pantalla con la mano y aparecieron datos nuevos. Yoming miró atentamente
las series de números sin ni si quiera parpadear.
- “Esta es una lista de sus movimientos personales que nos ha proporcionado el banco de Nº4.
Es bastante grande ¿no? Digna de un rey. Creo que es más seguro suponer que esos
movimientos se deben a la conversión del oro. Los números se suman. Y hay más.”
Movió los dedos.
- “En ellos figuran los beneficios especiales que se reparten a los miembros de su grupo.
También es bastante. Ni si quiera los ejecutivos de la antigua Nº6 recibían esta cantidad.”
- “… Nuestros miembros pusieron sus vidas en peligro para luchar contra Nº6”- dijo Yoming
tranquilamente- “Estamos perfectamente autorizados a esa cantidad.”
- “Eso es algo que tiene que decidir el Comité y no una decisión por la que pueda hacer sus
propios juicios. Muchas otras personas también lucharon arriesgando sus vidas. Y muchas otras
tampoco viven, Yoming-san.”
Shion se levantó y empezó a enrollar la hoja electrónica.
- “Ha usado fondos públicos incorrectamente repartiéndolos como compensación por su
juicio único y exclusivo y embolsándose dinero para su uso personal. Es una traición
inconfundible. Ha traicionado a todos y cada uno de los ciudadanos.”
Las puertas se abrieron de par en par. Entraron dos hombres. Eran el segundo y el tercero al
mando del grupo de Yoming. Ambos debían estar en sus treinta y tenían el pelo marrón oscuro.
- “Ahora sí que la has hecho buena, Yoming.”
- “¿Cómo puedes haber cometido tal maldad a nuestras espaldas? ¡Qué vergüenza!”
- “¿A vuestras espaldas?”- replicó Yoming- “Esto es ridículo, estabais bien advertidos de
eso…”- Yoming se quedó sin respiración. Se mordió el labio. Rápidamente, se le fue el color
de la cara.
- “Me has engañado, Shion.”
Shion mantuvo una mirada firme frente a la cara pálida del hombre y no dijo nada. Sus ojos
no se movieron.
- “… Sabía que eras peligroso”- dijo Yoming suavemente- “te subestimé porque todavía eras
un muchacho. Ese ha sido mi error.”
- “Todos cometemos errores en la vida, Yoming-san. Pero el suyo se acabará costándole la
vida”- chasqueó los dedos. Una puerta, que llevaba a la habitación de al lado, se deslizó y
entraron dos hombres más. Eran tan altos que uno tenía que estirar el cuello para poder
verles las caras.
- “¿Qué se supone que puedes hacer conmigo?”- dijo Yoming desafiante- “¿Colgarme
públicamente?”
- “Por supuesto que no. Fue un miembro distinguido en la caída de Nº6. No seré tan
despiadado. En base al juicio del Comité, te concederemos una bonificación por sus hechos y
una pensión hasta que muera. Pero nos quedaremos con todos sus activos personales en Nº4.
Está, por supuesto, destituido como miembro del Comité de Restauración y también será
despojado de todos tus títulos. Habrá algunas limitaciones implementadas en sus actividades
y lugar de residencia. Tiene prohibido mudarse del lugar de residencia que se le designe,
independientemente de cual sea la razón.”
- “Si no obedezco…”
- “Entonces, no podré garantizar su seguridad.”
- “He, así que básicamente es un encarcelamiento aparentemente inofensivo. Una versión
moderna de exilio. Si me dan un tiro en la cabeza por actuar sin permiso, nadie podrá echarte
la culpa. Nadie será capaz de echarte las culpas.”
Los hombres enormes se movieron hasta quedar detrás de Yoming. Yoming caminó con pasos
largos hacia la puerta, medio empujándolos fuera de su camino. Entonces, se paró y se giró.
- “Shion, tienes el potencial de ser un líder como nadie. Ni ese alcalde, ni incluso yo
podríamos compararnos. Algún día, intentarás dominarlos a todos, intentarás tener todo al
alcance de tu mano. Reinarás como un dictador frío, cruel y extremadamente bueno.”
Una carcajada… una carcajada seca sonó y reverberó en la habitación.
- “Y cuando eso ocurra, me pregunto cómo te miraría Karan. ¿Qué tipo de ojos pondría a su
amado hijo, que se habrá convertido en un monstruo?”
Uno de los hombres puso su mano sobre el hombro de Yoming. Éste la quitó y camino hacia
el pasillo. La puerta se cerró.
- “No puede irse sin una última queja amarga.”
- “No sabe cuándo parar.”
El segundo al mando y el tercero se miraron el uno al otro y se encogieron de hombros de
forma cómica. Simultáneamente se giraron hacia Shion.
- “Shion, también hemos sido engañados. No nos habríamos imaginado que malversaría
fondos públicos.”
- “¿En serio? En esta lista están vuestros nombres claramente como receptores de grandes
sumas de dinero.”
Shion sonrió a ambos hombres con calma, que empezaban a palidecer.
- “Pero ya he borrado esa parte. Sin vuestra cooperación, no habría sido capaz sacar a la luz
el delito de Yoming. Os estoy agradecido.”
- “Así que estamos…”
- “Yo mismo no tengo nada por lo qué regañaros”- Shion les tendió la mano- “por favor,
seguid trabajando duro por Nº6. Debemos unir todas nuestras fuerzas para derrotar las
dificultades. Necesitamos vuestra ayuda. Espero que estéis dispuestos.”
El color se encendió en las mejillas de ambos hombres. Agarraron la mano de Shion y
asintieron con entusiasmo.
- “Entonces, nos vemos en la reunión de esta tarde”- dijo Shion- “Planeo declarar
detalladamente este incidente desde el principio. Cuento con vuestra asistencia.”
- “Sí, testificaremos adecuadamente. También mostraremos nuestros respetos por su
respuesta rápida y su juicio impresionante en la materia. Realmente es un líder fabuloso para
la próxima generación.”
- “Es un honor. Pero es algo vergonzoso recibir un alago tan brillante.”
- “No tiene que ser modesto. Nadie puede preparar unos datos tan detallados para probar
una fechoría. Incluso Yoming no tuvo nada con lo qué argumentar.”
- “Estaba subestimándonos, creo. Pensó que una vez convertido en el líder del Comité, sería
capaz de falsificar y reescribir los datos tanto como quisiera. Por eso luchó por llegar a lo alto
tan rápido como pudiera. Su desesperación dejó que ocurrieran negligencias y descuidos por
todas pares.”
- “Ah, ahora me doy cuenta. Increíble.”
- “Lo mismo digo, así fue”- asintió el otro hombre- “Impresionante. Creo que podremos
tapar esto y volver a nuestros trabajos. ¿Nos vemos luego, entonces?”
- “Sí.”
Los dos hombres se pusieron en fila y salieron. Shion se quedó solo.
- “Datos detallados ¿eh?”- desenredó la hoja electrónica y colocó su mano sobre ella. La
imagen de la pantalla se desmoronó y los números y las palabras se desvanecieron.
No había tales datos que probaran ese delito. Era como si existieran… pero Shion no tenía ni
el tiempo ni el método para conseguirlos. Y si no existían, simplemente tenía que crearlos.
Crear los datos dejaría a Yoming sin ninguna elección, salvo admitir sus delitos. No era fácil,
pero tampoco era una tarea tan ardua.
Fue al infierno. Fue capaz de quitar un obstáculo tras otro de su línea de visión. Eliminaría,
apartaría, destruiría sus obstáculos… ¿Y luego qué?
Shion echó un vistazo a través de la ventana.
¿Qué estoy haciendo?
Crear un estado en este mundo que sea diferente a Nº6… uno que sea para los humanos.
Hacer un país donde nadie mate y donde nadie muera.
¿Eso podía ser posible?
La carcajada burlona de Yoming estalló en sus oídos.
¿Qué me va a ocurrir?
Tap, tap. Oyó el sonido del viento. No, no era el viento… ¿Había alguien golpeando la
ventana?
¡Nezumi!
Shion corrió hacia la ventana y se lanzó a abrirla. El viento le alborotó el flequillo. No había
nadie. Sólo había sido una ráfaga de viento transitoria. Shion se dejó caer al suelo y se quedó
en cuclillas, cubriéndose la cara con las manos.
Nezumi… ¿Por qué no regresas? ¿Por qué no estás a mi lado? Sólo quiero mirarte a los ojos y
ver qué es lo que soy, si puedo continuar siendo el yo que soy. Son mi apoyo.
Nezumi, quiero verte.
No había lágrimas. Un gruñido se escapó de la apertura que había entre sus labios. Era el
gruñido de un animal, con una voz que difícilmente podía denominar suya.
Sonó una alarma. Siguió sonando. Shion se levantó y presionó el botón del interfono.
La voz de un hombre joven salió tranquilamente.
- “Miembro Shion, me gustaría escuchar sus órdenes para el boceto de las nuevas normas de
Nº6 que presentaremos en la reunión de hoy.”
- “Está bien. Me dirigiré de inmediato a la Sala de Conferencias 3.”
- “Muy forzado, Miembro Shion.”
Había una nota de emoción en la voz del hombre joven.
- “Nos estamos acercando ¿no? Vamos a acabar con los poderes políticos viejos y a abrir
camino para construir nuestro estado ideal. Finalmente, este es el principio.”
Shion tomó una respiración y llamó al hombre por su nombre.
- “Tori(4), quiero que cuides lo que dices. Para nosotros no hay tal cosa como poderes viejos
y poderes nuevos. Queremos conceder los deseos de todas y cada una de las personas para
seguir progresando, poco a poco cada vez. No tenemos otra opción.”
- “Oh… bien. Lo siento.”
- “No tienes por qué disculparte, pero…”- deberías ser precavido con los medios… lo que
usas, Tori. Shion cerró el interfono, y exhaló una vez más.
Se dio la vuelta para echar un vistazo a través de la ventana.
Un cielo azul perforante se extendía sobre él.
Shion cerró la ventana y se giró dándole la espalda a esa infinita expansión de azul.
Notas:
(1) “el que estaba” y “el que entra”: quería marcar de alguna forma el “in” (dentro) de
“inisider” y el ”out” (fuera) de “outsider” que pone en inglés. Sin embargo, la traducción de
respectivas palabras no lo dejaba del todo claro (infiltrado/iniciado y forastero). Espero
poder acceder algún día al texto en japonés y arreglarlo de alguna forma, de momento,
queda pendiente de corrección.
(2) Yo y tú: (me ‘n’ you, abreviatura de me and you), supongo que es uno de las expresiones
que dice mal Inukashi por falta de vocabulario, aunque también podría ser una abreviatura de
“between you and me”, que vendría a ser “entre nosotros” y tampoco quedaría mal en este
contexto.
(3) El simple hecho de ver un perro, me cabrea hasta límites insospechados: Nota de folclore
japonés que también aclara 9th avenue: los perros y los monos se llevan mal, de ahí el símil
entre Rikiga e Inukashi.
(4) Tori: Aunque 9th avenue lo ha traducido como “Torey”, lo quiero dejar con la lectura
japonesa (técnicamente, Torey se leería exactamente igual que Tori ^^U), al menos, hasta
que pueda comprobar la lectura y el significado del nombre de este hombrecillo.