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UNIVERSIDAD DE VALPARAÍSO
FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
CÁTEDRA DE PSICOLOGÍA SOCIAL I
Percepción y creencias de una agrupación otaku, en
relación a los jóvenes adscritos a la categoría social flaite
PROFESOR
Juan Sandoval Moya
INTEGRANTES
Kevin Gamboa Cáceres
Alejandro Fuentes Cadima
Vicente Ramírez Evans
Iria Herrero Peleteiro
Verónica Simon Pedernales
VALPARAÍSO, MIERCOLES 07 DE AGOSTO DE 2013
Índice
Resumen ................................................................................................................................. 3
Revisión de antecedentes ........................................................................................................ 5
La categoría social del flaite, distintos puntos de vista involucrados en la construcción de
su significado ...................................................................................................................... 5
Orígenes y características principales de quienes son denominados como otakus. ............ 7
Antecedentes del grupo estudiado: otakus de Curacaví ...................................................... 8
Resultados ............................................................................................................................... 9
La Apariencia Física: categorización a partir de cualidades estéticas ................................ 9
Estilo de Cabello ............................................................................................................. 9
Vestimenta ....................................................................................................................... 9
Aspectos Socio-Culturales Asociados a la Condición de Ser Flaite ................................. 10
Educación ...................................................................................................................... 10
Lenguaje ........................................................................................................................ 11
Nombre .......................................................................................................................... 12
Actitud ........................................................................................................................... 12
Origen poblacional ........................................................................................................ 13
Actividades delictivas y nocivas ................................................................................... 14
Gustos y/o preferencias: Las tendencias de moda … ....................................................... 15
Musica ........................................................................................................................... 15
Deporte .......................................................................................................................... 15
Television ...................................................................................................................... 16
Conclusiones ......................................................................................................................... 17
Referencias ........................................................................................................................... 19
Anexos .................................................................................................................................. 21
Consentimiento Informado ............................................................................................... 22
Transcripción de la Entrevista .......................................................................................... 23
Resumen
A través del siguiente informe se intenta dar cuenta de los estereotipos y prejuicios
asociados a los jóvenes adscritos a la categoría social del flaite, a partir de la percepción y
creencias que un grupo de otakus de la comuna de Curacaví, tiene respecto de ellos.
Este trabajo se enmarca dentro de la psicología social, y se nos propuso acercarnos al
objetivo de nuestra investigación por medio de la realización de entrevistas semi-
estructuradas a un grupo de jóvenes que se autodenominaran otakus, con el fin de extraer la
mayor cantidad de información relevante respecto del exogrupo: el cómo es éste percibido
por el grupo de otakus, cuáles son las características que definen a quienes son categorizados
en el exogrupo, cómo es su comportamiento y desenvolvimiento con el medio, y qué relación
tienen con otros grupos, además de qué piensa el endogrupo de por qué los flaites son de una
determinada manera, entre otras.
Para lograr lo anterior, se utilizó la técnica del Análisis de Contenido, que según como lo
define Klaus Krippendorff (1990), está destinada a formular, a partir de ciertos datos,
inferencias reproducibles y válidas que puedan aplicarse a su contexto. Esta técnica se
caracteriza por investigar el significado simbólico de los mensajes, los que no tienen un único
significado, puesto que "los mensajes y las comunicaciones simbólicas tratan, en general, de
fenómenos distintos de aquellos que son directamente observados" (Krippendorff, 1990:31).
Para entender de mejor manera lo anterior es preciso referirnos primeramente a que son
las categorías, éstas las podemos entender como aquellas que vendrían a describir la
percepción y el reconocimiento de que dos o más cosas son lo mismo o equivalentes, y que
a su vez son diferentes de otras cosas, esto, desde las perspectiva de la cognición social se
entiende como un proceso que tiene por finalidad simplificar el procesamiento de la
información (Herrera y Reicher, 2007:170). El ser humano es un experto en categorizar su
entorno, y las personas que conforman la sociedad no se excluyen de ello, a esto último le
conocemos como categorización social (Tajfel, 1982). Primeramente se observa que sucede
la categorización de la propia persona en su endogrupo, con el cual se identifica, y al cual se
asemeja (Turner, 1982, en Herrera y Reicher, 2007:183), lo que conduce a un proceso de
autoestereotipia, con lo que los sujetos se ajustan a las normas, creencias y valores que
caracterizan a la categoría, aun cuando reconocen la heterogeneidad de su endogrupo a nivel
interpersonal. Enseguida, se agrupa a quienes no comparten estas características básicas del
endogrupo, o que además cuentan con otras cualidades (orientación sexual, raza,
nacionalidad, ingresos económicos, etc.) en una otredad (o exogrupo), de la cual se intenta
en lo posible alejarse, exagerando las diferencias grupales, y asumiendo que existe una cierta
homogeneidad entre los integrantes del exogrupo, que es cuando se forman los estereotipos.
Revisión de Antecedentes
La categoría social del flaite, distintos puntos de vista involucrados en la construcción
de su significado.
El flaite, ya un típico término usado para referirse a quienes rompen con la estética de
consumo, tanto por su forma de vestir, como por su participación en el mercado, con un
origen en el mundo delictual y del cual la categoría toma su connotación más negativa, y que
cómo podremos observar más adelante, contiene una variedad importante de significados,
que dependiendo del punto de vista. A continuación se hará una revisión de distintos estudios
que se han acercado a tratar la temática del flaite.
Empecemos con Ossa (2005:117), que en un estudio cualitativo con jóvenes en situación
de calle, rescata las categorías sociales que estos perciben (o diseñan en realidad),
encontrando que una de las cuatro principales es la categoría social del flaite, correspondiente
a individuos de bajo nivel socioeconómico, “pero que por el hecho de estar inserto en el
mundo delictual, presentarían un alto poder adquisitivo”. Siendo así una categoría muy
valorada e incluso aspirada, puesto que logran satisfacer muchas necesidades económicas, al
manejar dinero. Además saldrían del país a cometer delitos internacionales, con lo que
presentan un estatus de mayor jerarquía tanto en la calle como en la vida carcelaria, Por
último agrega que también existe una categoría que pretende ser flaite, pero que no reúne las
condiciones para ello, los denominados picaos a choro, quienes también pertenecen al mundo
delictual, pero que sólo llegarían a cometer delitos menores.
Desde un punto de vista distinto, Salamanca & Valverde (2009:126) en su estudio respecto
de la valoración de los usos lingüísticos, señalan que “los sujetos jerarquizan las realizaciones
fónicas entre aquellas que consideran prestigiosas y aquellas que son objeto de
estigmatización”, explicando que quienes emplean variantes anteriorizadas de las
consonantes y vocales del español de Chile, serían categorizados por los otros como flaites,
y en general, de bajo nivel socioeconómico.
Por otra parte, en un estudio en el cual se pretende analizar el cómo los objetos de consumo
influyen en los procesos de individuación de los adolescentes, Pallavicini (2008:41)
encuentra que en general los grupos medios (C2 y C3) rechazan el estereotipo del flaite,
“asociado a una persona de bajo nivel cultural, con apariencia de rapero y descuidado, de
comportamiento agresivo y uso incorrecto del lenguaje, que se mueve en el mundo de la
marginalidad”. Además agrega que los padres suelen ser las personas que mayor rechazo
transmiten a los flaites y a la posibilidad que sus hijos se relacionen con ellos, también se
advierte la preocupación de estos adolescentes de ser categorizados como flaites, grupo del
cual intentan tomar distancia, identificándose con otros grupos de referencia. De esta manera,
rechazan la utilización de objetos y prácticas con las que pudiesen ser asociados con el mundo
flaite, desconociendo la posibilidad de ser ellos señalados como tales, tanto por sus pares
como por sujetos de nivel socioeconómico mayor.
Un poco más referido a lo estético y espacial, Pérez & Roca (2009:101), en un estudio
respecto de las representaciones sociales de la inseguridad urbana en niños de Peñalonén,
muestran que la categoría flaite sería una herramienta para entender las representaciones de
inseguridad, puesto que se aplica o asociaría el término principalmente a personas
antisociales o de nivel socioeconómico bajo (delincuentes o no) que están adscritos a barrios
exclusivos, por lo que en un barrio bueno no habría flaites de verdad, si no, pica’os a flaite.
Agregan además que el término flaite es polisémico, puesto que podría referirse tanto a
aspectos estéticos, de violencia, como de clase social. Destacan además que en la dimensión
estética, "flaite es una categoría ampliamente difundida para describir a los jóvenes que visten
zapatillas y ropa ancha de marcas deportivas costosas" y que además "escuchan música estilo
reggaetón y cumbia villera". En el mismo estudio Pérez & Roca (2009:102), agregan que los
medios de comunicación cumplen una labor relevante a la hora de construir la representación
de un colectivo social desacreditado denominado flaite, sin ser este necesariamente
relacionado a lo delictual, si no a circunstancias espaciales. A lo que luego agrega Pérez
(2010:85): “La estigmatización del flaite se aprecia, incluso, en aquellos autodefinidos como
tal, en una suerte de extensión sin fronteras de sus atributos a todo un barrio popular.”
Finalmente, adhiriendo a la postura de Hayward & Yar (2006:10) respecto del fenómeno
chav. Creemos que tanto el chav en Inglaterra, como el flaite en Chile vendrían a representar
una reconfiguración de la idea popular de las clases marginadas, en sus respectivos
contextos. A esto, Murray (2001, citado en Hayward & Yar, 2006:11) agrega que las clases
marginadas se pueden distinguir por una serie de disposiciones culturales que nos informa
patrones de comportamiento y elecciones, tales como la conducta antisocial.
Orígenes y características principales de quienes son denominados como otakus.
La palabra de origen japonés “otaku”, se usa para “designar a la persona que, inmersa en
su afición; en anime, manga, videojuegos, tecnología o el ciberespacio en general, ya no sale
de su casa y tiene poco o escaso contacto con las demás personas” (Balderrama & Pérez,
2009:23). El otaku japonés no es bien visto pues se asocia a un prejuicio, en el que un otaku
es “fundamentalmente un joven solitario y abstraído de la sociedad” (Dela Pena, 2006, citado
en Balderrama & Pérez, 2009:23).
A diferencia de la concepción japonesa, en el resto del mundo encontramos que “otaku”
se usa para designar exclusivamente a los fans de animación y manga japoneses, sobre todo
por parte de aquellos que no lo son, puesto que el autodenominarse otaku, no sería totalmente
aceptado, debido a la negativa connotación que se le atribuye desde el significado japonés
(López, 2011:94).
López (2011:102), señala que en Chile comienzan a aparecer los primeros fans a
principios de los '90, además de que el fanatismo se ve excluido a un ámbito más privado,
por la inexistencia de puntos de encuentro. Además, índica (2011:97-98) que actualmente se
relacionan a través de Internet (foros virtuales, facebook, etc.), o en tiendas que venden
productos relacionados, además de encontrarse en eventos o ciclos de animación japonesa.
Entre sus características, López (2011:130-131, 155) encontró que se autodefinen más
como un estilo o tendencia, que como una tribu urbana, pues niegan la existencia de un fuerte
sentido de grupo creado a partir de elementos y códigos afines a todos sus miembros, en ese
sentido, ver ese tipo de series es lo que les une. Además destaca que en su mayoría serían
jóvenes con un nivel cultural un poco más alto que el que poseen los participantes en otros
grupos, y que la afición no interfiere en su vida como estudiantes, profesionales, etc., siendo
su vida como otaku un rasgo más visible en el ámbito privado y en su círculo de amigos que
como un rasgo permanente. Por otra parte, Balderrama & Pérez (2009:24) encontraron que
la generación del conocimiento de lo que se es fanático, es una forma de reconocimiento
entre quienes comparten los mismos gustos, hasta convertirse en una afición que involucra
varias dimensiones, y que se instaura en la cultura juvenil.
Antecedentes endogrupo estudiado
El endogrupo estudiado comprende a jóvenes pertenecientes a sectores medios
(C2 y C3) que se autodenominan otakus, y que además viven en la comuna de
Curacaví. Además de lo anterior se reúnen sobretodo (mas no exclusivamente) los
fines de semana, para compartir (jugar videojuegos, ver series, promover y asistir a
eventos relacionados con el anime, manga, juegos, etc).
El grupo está formado por varios jóvenes entre 22-27 años de edad, que se
conocen desde pequeños y que han construido una identidad del ser otaku, siendo
entendido por ellos como la de un fanático, de aquel que se obsesiona con lo que le
gusta, sea esto jugar videojuegos, leer mangas, o ver series anime, pues consideran
que su afición es su refugio, su mundo privado, al que vuelven cada noche, y cada vez
que se sienten agobiados, agotados del “mundo real” en donde tienen que
desenvolverse trabajando o estudiando.
La toma de contacto con el grupo se realizó a través de internet, en donde se
publicó en el muro del grupo de facebook No eres de Curacaví si no..., “¿quiénes de
la comuna se denominan a sí mismos como otakus?”, ahí se nos sugirió hablar con
“N. H.”, quien nos contó sobre su grupo de amigos que también eran otakus, y que
accederían a ser entrevistados.
Finalmente la entrevista se llevó a cabo el día sábado 16 de Junio de 2013, en la
casa de N. H. En esa oportunidad sólo pudieron asistir 3 miembros del grupo que se
junta con regularidad, N. H., M. K. y M. V.
Resultados
La Apariencia Física: categorización a partir de cualidades estéticas
Los otakus consideran que la base del estereotipo, y principal razón por la cual incluyen
a alguien en la categoría social flaite, se encuentra en las características estéticas que una
persona presenta, sobre todo asociado a la apariencia física y la forma de vestir.
Estilo de Cabello
Parece ser que el estilo y corte pelo son unas de las características distintivas de los
flaites, según reconocen los otakus. Estos cortes de cabello (la “mohica”, el “chocopanda”,
la “sopaipapilla”), han sido adoptados de otros estilos como punkies, raperos, etc., pero hoy
en día, cualquiera que los use se le infiere cierta tendencia o agrado por características flaites.
«Tú ahora podís ver a un loco que sea punki o rockero que se haga una mohica; "Ahh... el
corte flaite que te hiciste”.»
Vestimenta
Otra de las principales características que son primeramente percibidas como tendencia
flaite, es la tendencia a usar “ropa de marca”; jeans o pantalones ajustados, poleras de
equipos deportivos , combinado con sweaters con rombos o cuadrados y zapatillas o zapatos
de marcas especializadas en deporte, son en su conjunto los elementos que más se asocian a
la idea de cómo un flaite se viste, siendo de forma tal que cualquier persona, incluso otakus,
que integre alguno de estos elementos, se le considere –parecido a-, un flaite.
« (…) yo recuerdo siempre en un ramo que nos decía que “si tu vei a una persona en la
calle, no sé pó, con jeans, una polera de un club deportivo, del Colo-colo, lo que sea, y con
un chaleco en la mano, tu sabí que ese va a robar” (…) Ese es como el principal
estereotipo que tienen de flaite».
También fue posible dar cuenta de que el flaite adopta y vuelve popular (masifica) estilos
ya existentes, como la mohica característica de los punkis, los diseños en el corte de pelo
como lo usan futbolistas, la ropa de los raperos (ropas anchas), el corte de sopaipilla
impuesto por “Los Wachiturros”, entre otras cosas. Respecto a lo anterior se obtuvo que los
otakus perciben a los flaites como imitadores, que roban los estilos y los vuelven flaites,
haciendo referencia a algo que ya no sirve, y que es poco estético o desagradable.
“(…) se hacen dibujos, cosas así en el pelo”
“ah pero esa cuestión es por él, por el futbol, y los hueones de los que juegan en Europa
parece que eran los que se hacen como monitos en el pelo”.
“han adoptado muchas cosas igual (…)”.
Aspectos Socio-Culturales Asociados a la Condición de Ser Flaite
Para Vygotsky (1985:80-81), el individuo es el resultado de un proceso histórico y social,
en donde el conocimiento resulta de un proceso de interacción entre el sujeto y el medio,
pero el medio entendido social y culturalmente. Es por ello que la cultura y la sociedad son
prominentemente fundamentales a la hora de aprender ciertas pautas de comportamiento,
como también el medio principal para adquirir habilidades que son distintivas del propio
nucleo de en donde se desarrolla una persona o a la cual está circunscrita. En el estereotipo
de flaite, para los otakus, se destacan lo relacionado a la comunicación (verbal y no verbal),
el lugar de residencia, como también la realización de actividades delictivas.
Educación
El grupo de otakus parece tener muy arraigada la concepción de que en donde hay un
flaite, habrá más, esto sobre todo aplicado a sectores que podríamos considerar populares,
como poblaciones, colegios municipales, etc. De esto es posible deducir que el grupo
categoriza al resto de la gente que vive y/o se relacionan en aquellos sectores, como gente
flaites, estereotipando el espacio físico, aún a sabiendas de que es posible encontrar
excepciones.
“(…) yo a veces tengo que entregar cartas allá arriba en la población con el olor a
marihuana ahí. Y la gente me recibe con el pito en la mano, me dice: "ah, espérate" Y me
firma con el pito en la mano, cachai. O sea es incómodo eso. O no sé, ver niñitos a la 1, 12
del día jugando en la calle”.
“El principio del entorno po, (…) la falta de los papas, la falta de atención, la falta de
mano dura del papa o de la mama. Porque yo recuerdo que, cuando cabro chico, hacia
una huea y mis papas me sacaban la xuxa (…)”.
“Yo no podría ser flaite porque yo, desde chico, (…) Nunca fui de comerme a hartas minas
o de (inaudible). No tomo, no fumo, no nada, cachai. (…) no me gusta ¿cachai? (...) Yo he
visto cabritos chicos acá de 12 años fumando marihuana”.
Según el grupo de otakus, es en espacios como estos en donde podemos encontrar niños
pequeños jugando e incluso drogándose o delinquiendo en la calle a altas horas de la noche;
sectores en donde la correspondencia –el correo, resulta ser primordialmente citaciones al
juzgado de policía local.
“(…) por lo general nacen flaites de donde hay flaites”
“(…) Santiago, tú te vay a puente alto, y ahí son todos así, son todos flaites, en Pudahuel
ahora no tanto, porque como que la arreglaron un poco, cachai, pero si te vay a Colina.
“(…) si una mina a los 18 años tuvo una guagua, y ahora debe tener casi 30 y tantos y el
cabro tiene 13. Y la mina está carreteando, dejando al cabro chico solo. El cabro sale
para la calle, se junta con flaites y se hace flaite, nace un nuevo flaite”.
También tienen la concepción de que en establecimientos educacionales municipales, a
los cuales ingresan sobre todo jóvenes de nivel socioeconómico bajo, se concentra y
producen una mayor cantidad de flaites, puesto que en la convivencia del día a día de jóvenes
flaites y otros que no lo sean, resulta en una modificación de la conducta de quienes no son
flaites e intentan adaptarse a los grupos que se reproducen en la escuela, quienes no lo hacen,
quedarían desplazados.
“(…) Nosotros acá teníamos un ahijado (…). Empezó a crecer y se empezó a juntar con
cabros que eran flaites y término siendo flaite.
Por último, respecto a este tema, se constató que el grupo entrevistado considera que los
flaites no son cultos, y que no se interesan en estudiar, investigar ni aprender. Se observó
además que el grupo de otakus señalaba la existencia de una superioridad intelectual en favor
de ellos (y de otros grupos además), en contraste con los flaites, a quienes consideran básicos,
sin temas de conversación más allá de lo que se transmitiera en la Televisión entre los
programas de farándula, el futbol y la telenovela de la tarde.
“Ahí hay otro factor que identifica a un flaite… La mala ortografía... Porque no saben
po', son incultos”
“Sipo, porque esos hueones no saben nada po'. O sea, voy a sonar como Sheldon, pero son
inferiores a uno”.
“(…) no se preocupan de estudiar, ni ponerle ganas. Se preocupan de como lucen, del
ultimo reggaetón que salió”.
“(…) va por un tema de inteligencia también po', Yo, no se po', no ando leyéndome libros
de historia, pero ya el hecho de ver noticias, series o películas, te hacen más culto, cachai.
Ellos no lo miran así pó”.
Lenguaje
Vigotsky (1986: 50-52) planteaba que el lenguaje es el principal instrumento de la
conciencia humana y que aparece en el ámbito de la relación con los demás. Lo anterior
cobra sentido cuando se observó que el grupo –otaku-, identifica que los flaites tienen una
forma particular de hablar, refiriendo principalmente a la entonación, acentuación, además
de la deformación de las palabras que utilizan. Por otra parte, también encuentran que los
flaites no respetan las reglas ortográficas, ni tampoco sintácticas, por lo que su discurso
muchas veces resultaría inentendible para personas que no mantengan contacto regular con
flaites. Lo anterior lo relacionan con un bajo nivel de escolaridad o mala educación; y en
algunos casos como una conducta de imitación, por lo que lo harían a propósito,
principalmente para relacionarse con sus pares y llamar la atención del resto.
“(…) algunas flaites no se visten mal, pero hablan y dejan la cagá, "me hize uno vizo en el
pehlo".
“¿los flaites no se preocuparían de estas cosas –ortografía? -No po, porque de partida no
sabe cómo es de palabra”.
Nombres
Los nombres en los flaites tienden a marcar características especiales, ya sea la
extranjerización del nombre o que derechamente están mal escritos; que incluso llegan a ser
de carácter irrisorio. Los nombres se deben según el endogrupo, al entorno de donde
provienen estas personas, específicamente las poblaciones, lugar en donde también se
establece la proveniencia del “flaite”.
“(…)son siempre nombres como extranjeros, o mal escritos(...)”
“(…)como cartero, sobre todo en las poblaciones allá arriba, he visto nombres pero
increíbles, yo nunca había visto nombres así cachai, no me acuerdo alguno en este
momento, pero nombres chistosos po cachai…”
“(…)es más que nada por el entorno donde viven, por las poblaciones, la población, hacen
ese nombre popular, y esa población es mala po.”
Actitud
La actitud de los flaites según los otakus, en referencia a la relación con el resto de la
sociedad, se basa en la idea de que el exogrupo tiene una actitud arrogante e ideas de
superioridad, con las cuales ofenden y se aprovechan del resto de las personas,
principalmente cuando están en grupo. Con respecto a su desarrollo personal, se hacen
entender con la idea de que el flaite tiene un acercamiento prematuro a tendencia delictuales
y acciones que se asocian tanto social como judicialmente, a personas con la mayoría de
edad, lo que tendría una muy alta perdurabilidad.
“van, no sé caminando como chueco, como aquí, aquí vengo yo, cachay, como que se
creen como los dueños de las calle”
“…podis ver weones que en grupo son todo lo que queriai, cachay, se creen y todo, te
pueden agarrar hasta pal leseo... A mi me ha pasada, cachay, cuando ando como cartero,
cachay, repartiendo cartas, pero después te topaí a ese mismo weon solo, no te va a decir
nada…
“…Yo he visto cabritos chicos acá de 12 años fumando marihuana, cachay.”
“…Nosotros acá teníamos un ahijado de mi papa que igual es flaite, cachay. Empezó a
crecer y se empezó a juntar con cabros que eran flaites y terminó siendo flaite, cachay.
Igual acá por ejemplo, salía y llegaba a las 4am con los ojos rojos, cachay. Pasa’o a pito,
le encontrábamos, no se... igual tiene 13 años, cachay. 14 o algo así. Le encontrábamos
cajetillas de cigarros debajo de la cama, cachay”
Origen
A los flaites en este sentido, se les asocia con la socialización que tuvieron en su entorno
con sus amigos, compañeros de curso o con sus familias directamente donde estos
funcionaron de influencia para el desarrollo de esta tendencia. Esta socialización estaría
ubicada espacialmente en las poblaciones, en donde estaría el origen del “flaite” aunque se
le relaciona más a los aspectos físicos y conductuales ya que en las poblaciones existen
personas que no entrarían en la agrupación flaite.
“…Hay muchos, muchos, muchos weones flaites que ven anime, pero siguen siendo flaites
por, porque viven a donde viven, por su entorno social), que tienen amigos que son flaites,
claro, por su entorno”.
“¿Tú puedes decir que alguien es flaite dependiendo de donde viva? Por lo general si, por
lo general nacen flaites de donde hay flaites.”
“..Yo estudie en el liceo (…) mis cuatro años de media, pero nunca me hice flaite ni nada,
cachay pero yo vi a muchos locos que si, por lo compañeros y eso,.. que llegaban normales
y se hacían flaites.”
“…Yo creo que el flaite se limita (…) no tanto a lo del tema de la poblaciones, si no que se
limita a la forma de vestir, como al estilo…”
Actividades delictivas y nocivas
A este grupo se le asocian frecuentemente aspectos delictivos tanto como faltas leves a
faltas graves. También asumen que el dinero obtenido por los “flaites” es directamente
robado o conseguido a través de un actuar ilícito, aunque no generaliza. Señala que son
capaces de robar hasta en las mismas familias y que estos se vuelven prácticamente una
costumbre dentro del mundo flaites. Muchas veces estos hechos son para satisfacer sus
necesidades de aparentar. Además se les asocia con la drogadicción y el abuso del alcohol.
Toda esta forma de pensar en ellos, los hace asociar inmediatamente la delincuencia con los
flaite.
“(…)trabajamos con las cartas corrientes, que son las cuentas, cachay y cartas
certificadas, que la persona tiene que firmar, yo voy a la población, a mi me pasan, no sé
po, 30 cartas certificadas, de esas 30, 25 van a ser notificaciones del juzgado de policía,
cachay, esos weones, no sé po, o por tomar, o por robar, o por hacer cuestiones así, a la
mina flaite le llevai siempre la de pensión de alimento, demando a el loco porque no le
quiere pagar por los veinte y mil hijos que deben tener.”
“¿Dónde sacan dinero, según ustedes? Robando po' haciendo cosas ilícitas. El flaite
no va a ser honrado, no va andar trabajando para comprar sus cosas.”
“(…) El cabecilla del grupo, y ese hueón va andan robando y va andar haciendo
hueas... Va a andar lanceando.”
“(...) Acá gritoneaba, nos robó a todos aquí en la casa; nos saco plata y cosas así.
Lo terminamos echando, Cachay. Igual ahora está con la mama y sigue haciendo las
mismas cosas, cachay. Porque ya la mama no lo puede mantener. Porque el universo esta
así po, contra personas que son así.”
Gustos y/o preferencias
El flaite es lo que consume, sus gustos, sus preferencias, lo que el mercado le ofrece, es
posible entender que un flaite tiene gustos particulares, o al menos así lo entienden los
otakus, aunque tienen en claro que muchas veces pueden compartir sus gustos.
Música
Al igual que la moda, los otakus reconocen un cambio en los gustos flaites, primero
señalan el gusto por la cumbia que luego varió por el hip-hop. Ellos reconocen que existe
una, por decirlo de cierta manera, “muerte de los estilos” en los cuales se insertan tendencias
flaites o viceversa. El reggeaton, la bachata y últimamente el wachiturro son los estilos
musicales que han llegado a ser emblema del “flaite”, siendo este último el que prevalece en
las tendencias de moda en los flaites actuales.
“(…) usaban cosas más anchas como los hip-hop. E hicieron cagar el hip-hop, te acordai
que un tiempo todos eran hiphoperos. Pero la mitad de esos hip-hop eran flaites. E
hicieron en Chile que el hip-hop fuera flaite, El hip-hop en Chile es flaite, Por eso po', con
esa aparición de los flaites, que todos los hueones empezaron a escuchar hip-hop, murió el
hip-hop.”
“(…) Se preocupan de como lucen, del ultimo reggaetón que salió.”
“(…)¿Ustedes partieron por los que escuchaban cumbia? Claro, ahora es la bachata. Los
flaites andan con esa huea.”
“(…) Ponte después salieron los temas de los wuachiturros y ahí salieron todos esos
wuachiturros que andaban con esos chalequitos cuadrilles, con camisita, con esas poleras
lacoste.”
Deporte
En este aspecto los otakus reconocen a los flaites como seguidores del fútbol, incluso
asociándolo a uno de sus pocos gustos y fuente de conversación. En el futbol podrían
encontrar influencias flaites y donde podrían forjar un grupo de estos refiriéndose a las
barras de los equipos de fútbol.
“(…) es que la diferencia de un punki con un flaite es el conocimiento, porque un buen
punki tiene un conocimiento más allá de un flaite, porque un flaite qué va a saber, futbol, y
si es que.”
“(…)Para mí, llegaron a un punto en que son normales, cachay?...” “ No normales, pero
más básicos, mucho mas básico. Porque, que hablaí con flaite? ... De futbol y de
reggaetón. Yo creo que principalmente de eso.”
“… esa es como su base, si no erí de un equipo y no le tirai putiadas al del otro equipo, no
eres de ese grupo, de hecho se juntan por equipos, y se pelean por su equipo, cachay, se
visten con sus camisitas del equipo y busitos de la U y el Colo, y pelean y van a los
equipos juntos, y se ponen afuera de los metros para juntar plata para ir a los partidos.”
Televisión
El otaku tiene una tendencia a pensar que el flaite tiene un mal gusto a la hora de
escoger sus preferencias y que existe un mundo en el cual los flaites tienen temas de
conversación dentro del mundo televisivo, programas de farándula y comedias apelan
principalmente a asociarla a los flaites.
“(…) creo que ven las cosas porque son las weas que va a poder hablar con los demás, oh
viste el reality? Igual tienen su mundo; y las minas flaite, ¿viste la comedia que salió
después del almuerzo?, igual tienen su mundo, bien malo su mundo.”
Conclusión
Hemos podido mostrar en los resultados que la principal base del estereotipo del flaite,
entendiendo este como una “imagen mental (…) de alguna categoría de personas (…) que
es compartida” (Stallybrass, 1977, en Tajfel, 1984:171), se encuentra en la apariencia
física (Zebrowitz, 1996, citado por Gómez, 2007), y que el prejuicio, particularmente se
enfoca en aquellos que usan zapatillas y ropa ancha de marcas deportivas costosas (Pérez &
Roca, 2009:101), además de quienes se depilan las cejas y se cortan el pelo a lo flaite.
Por otra parte dimos cuenta que es posible categorizar a un flaite por su forma de hablar,
y por una pronunciación de las vocales y consonantes que puede ser considerada
anteriorizada (Salamanca & Valverde, 2009:126), además de un uso incorrecto del lenguaje
(Pallavicini, 2008:41) tanto hablado como escrito.
También encontramos que los otakus entienden que la categoría social del flaite se
podría encontrar adscrita a barrios exclusivos (Pérez & Roca, 2009), aunque hacen hincapié
en que esto no sucede en la comuna en la que viven (Curacaví), pero si en otros sectores.
Lo anterior se puede explicar a partir de una necesidad del endogrupo, para evitar en lo
posible ser categorizados de flaites por otras personas ajenas al contexto en que se
desenvuelven, evidenciando la preocupación de estos jovenes a ser categorizados como este
grupo del cual intentan tomar distancia (Pallavicini, 2008:41), lo que explicaría además en
parte el por qué se identifican con otro grupos de referencia, como lo es el otaku.
Además encontramos que el grupo de otakus tiende a atribuir las conductas
negativamente valoradas del exogrupo, tales como escuchar música a alto volumen en
espacios públicos, a factores disposicionales internos (Rodríguez, 1996), como puede ser la
necesidad de llamar la atención y dar a conocer los gustos musicales que un flaite en
cuestión tiene.
Dimos cuenta por otra parte de la emoción social (Smith, 1993, en Molero, 2007) de ira
y resentimiento que se genera en el endogrupo, en razón del emplazamiento masivo de
tiendas comerciales que ofrecen productos que se consideran para flaites, lo que desplaza y
disminuye, en consecuencia, la oferta para grupos minoritarios como lo son los otakus. Se
entiende además que el alza de la propaganda flaite en los medios de comunicación
masivos también crea un sentimiento de rechazo a una sociedad que de cierta forma
alimentaría estas influencias. Además, cuando el exogrupo viola las normas del endogrupo,
vemos que el endogrupo experimenta emociones de rechazo inmediato.
Se observó además que el grupo de otakus señala en varios sentido, una inferioridad de
los flaites con respecto de los otakus en general, haciendo referencia a varios ítems, tales
como el intelecto, educación, cultura, etc., llamándolos incluso “muy básicos” e
“inferiores”. Esto encaja en la descripción del Allport (1954) acerca del prejuicio, en que
indica que en la mayor parte de los casos se da por hecho la existencia de una inferioridad
natural o genética en el exogrupo, o incluso que es una circunstancia cualquiera la que
establece esta inferioridad de los integrantes del exogrupo. También podemos incluir la
idea de que los otakus son superiores a los flaites en varios aspectos, desde la tesis del
favoritismo endogrupal (Turner, Brown & Tajfel, 1979), entendiendo que el juicio
valorativo, no es particularmente o exclusivamente negativo sobre o para los flaites, si no
que principalmente resulta positivo para los otakus como grupo general –más allá de la
muestra con la que se trabajó-, asumiendo que la categoría a la que el endogrupo se
adscribe es superior a cualquiera otra.
Por una parte además, podemos entender desde la perspectiva de la Teoría Integrada de
la Amenaza (Stephan & Stephan, 2000, en Molero 2007:609), que se pueden generar
prejuicios, cuando el endogrupo se siente en cierta forma amenazado, en el caso particular
de los otakus con respecto de los flaites, encontramos que esta amenaza resultaría ser de
naturaleza simbólica, puesto que el grupo percibe que los flaites poseen valores y
costumbres muy diferentes, o de plano completamente contrarias a las que tiene el
endogrupo, y por eso se produce el rechazo hacía ellos.
Como se puede ver a lo largo del trabajo, los aspectos individuales y grupales del
prejuicio afectarían de forma concreta y real la interacción que es mantenida con personas
que pertenecen a grupos estigmatizados (Molero, 2007:607), y más allá de cualquier otra
conclusión, cabe mencionar que los estereotipos resultan ser, a diferencia de cómo lo
señalaba Stallybrass (1977), muy ricos y cuentan con una gran variedad de expectativas de
cómo los miembros de un grupo pueden llegar a ser, en este sentido, los otakus sienten que
pueden conocer mucho respecto de alguien tan pronto como puedan identificar el grupo al
que esta persona pertenece, sobre todo si es flaite, pues resulta ser una categoría muy
masificada a juicio de ellos.
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