Post on 29-Jan-2016
PERMITIRS
E LLORARAutor desconocido
Bety
Permitirse llorar no
es fácil. Nos han
educado para ser
fuertes, ser árboles
de pie ante las
adversidades de la
vida.
Muchas veces
sentimos angustia,
tenemos el pecho
dolorido ante tantas
presiones y
seguimos
caminando, no nos
detenemos a llorar:
"debes ser fuerte",
"llorar es de los
débiles", "los
hombres no lloran",
"llorar es sinónimo
de debilidad".
Tantas frases hemos
escuchado en
nuestra infancia y
en nuestra juventud
que ante el dolor, la
pérdida, las
injusticias y el
fracaso, no nos
permitimos llorar…
Y tantas presiones y
exigencias en esos
pequeños instantes
íntimos, nos
dejamos llevar y las
lágrimas que
ahogan nuestro ser
empiezan a brotar.
Sufrir la pérdida de
ciertas cosas es
inherente a la vida
del ser humano.
Muchas veces las
cosas que perdemos
o que se rompen en
nuestras vidas son
irreemplazables y ni
siquiera nosotros
mismos podemos
repararlas.
Sin embargo, los
que nos quieren
pueden ayudarnos a
aliviar nuestro dolor
y a soportar las
pérdidas.
Cuando somos
padres, tratamos de
demostrar que
somos fuertes a
nuestros hijos, que
nada nos quiebra,
que nada nos duele
ya que tememos
dañarlos con
nuestras
debilidades, con
nuestras lágrimas y
¡qué equivocados
estamos!
Ellos saben de
nuestras tristezas y
de nuestras
alegrías. Sólo con
mirarnos, con
abrazarnos, con
acariciarnos
perciben nuestro
dolor.
No pidamos permiso
para llorar. Si
sentimos que no
podemos contener
nuestras lágrimas, si
sentimos que el
corazón nos duele:
lloremos.
No tenemos que ser
fuertes todo el
tiempo, toda la
vida. Debemos
permitirnos ser
débiles y dejar que
nuestros
sentimientos salgan.
Hay una frase que
dice todo con pocas
palabras: ”Si nunca
encaras tu pena, y
dejas de reír para
llorar, nunca
conocerás la dicha
del que deja de
llorar para reír".
21/05/201
1bety572000@yahoo.
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