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Perspectivas Económicas Mundiales 2010
Perspectivas
para la
Economía
Mundial
Crisis, Finanzas y Crecimiento
Apéndice: Perspectivas Económicas Regionales
América Latina y el Caribe
Banco mundial
2010
Perspectivas Económicas Mundiales 2010
2
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Perspectivas Económicas Mundiales 2010
3
América Latina y el Caribe
Acontecimientos recientes
Gracias a sus sólidas bases macroeconómicas, la
región de América Latina y el Caribe fue capaz
de sortear la crisis financiera global mucho
mejor que en anteriores choques externos. Sin
embargo, la actividad económica en la región se
desaceleró bruscamente después de la
contingencia. Se estima que en el año calendario
2009 el PIB cayó 2.6 por ciento, luego de una
expansión de 3.9 por ciento el año anterior
(cuadro A5). Esta cifra agregada oculta una gran
heterogeneidad entre los países de la región
respecto al momento y la magnitud de las
contracciones de la producción en cada país. Las
economías de América Central (México
incluido) fueron las más perjudicadas, con una
fuerte caída de 6.4 por ciento, en tanto que el
crecimiento de las economías del Caribe se
estancó.
Apéndice: Perspectivas económicas regionales
Perspectivas Económicas Mundiales 2010
4
Inmediatamente después de la crisis la región fue
golpeada por una fuerte desaceleración de los
flujos de capital privado. El aumento de la
incertidumbre y la restricción del crédito
llevaron a una marcada contracción del consumo
y la inversión privados. Las salidas de capital
causaron una aguda depreciación de las monedas
de la región, un declive de los mercados
accionarios y dispararon el costo de los
empréstitos. No obstante, la región se las ingenió
para evitar caer en una crisis financiera y/o de
balanza de pagos.
El consumo privado se contrajo casi 2 por
ciento, en tanto que la inversión fija cayó
abruptamente 13.6 por ciento, después de haber
crecido a tasas de dos dígitos en los años
anteriores. La región también resultó afectada
por el colapso de la demanda de exportaciones
de bienes básicos —cuyos precios se
desplomaron—, la disminución de los flujos de
remesas y el declive del turismo. El decaimiento
de la demanda interna se tradujo en una
contracción de 15.8 por ciento en los volúmenes
de importaciones. Como resultado, y a pesar de
una contracción de los volúmenes de exportación
de 11.2 por ciento, el comercio neto tuvo una
contribución de 1.6 por ciento al crecimiento.
Como reflejo de estos acontecimientos, la
actividad industrial se desplomó 20 por ciento a
tasa anual desestacionalizada en el último
trimestre de 2008 y 6 por ciento en el primero
trimestre de 2009 (figura A12).
Los países con una gran dependencia del
comercio con Estados Unidos resultaron
golpeados con especial dureza por la crisis. La
economía de México sufrió la contracción más
fuerte de la región (7.1 por ciento) y tuvo su peor
desempeño económico en siete décadas y media
debido tanto a sus estrechos vínculos
económicos con Estados Unidos en los sectores
más afectados por la crisis (construcción,
industria automovilística y fabricación de
electrodomésticos) como por la epidemia de
influenza AH1N1 en el segundo trimestre de
2009, lo que golpeó fuertemente al sector
turístico y se cree que redujo el PIB global en
0.5 por ciento. Además, empresas mexicanas que
invirtieron en el extranjero en productos
derivados sufrieron pérdidas en diciembre de
2008, luego que la crisis mundial llevó el peso a
una devaluación sin precedentes. Las
exportaciones se fueron a pique en el primer
semestre, lo que mermó la producción en 7
puntos porcentuales, en tanto que el colapso de
los volúmenes de importación impulsó el
crecimiento en cerca de 9 puntos porcentuales.
Se calcula que en 2009 el consumo privado se
contrajo 6.9 por ciento y que el mercado laboral
resultó severamente afectado por la
desaceleración económica: para septiembre el
desempleo formal casi se había duplicado, al
llegar a 6.1 por ciento, y las remesas se
desplomaron 13.4 por ciento en los primeros
nueve meses del año.
En Argentina, la recesión global, aunada a la
incertidumbre política, afectó la inversión y el
comercio. El colapso de las importaciones y la
disminución de los ingresos fiscales propiciaron
el debilitamiento de la demanda interna y una
producción relativamente pobre en el primer
semestre de 2009, mientras una severa sequía
agudizó el débil desempeño de la economía.
En la República Bolivariana de Venezuela, se
estima que el PIB disminuyó 2.4 por ciento
como resultado del colapso de la demanda
Perspectivas Económicas Mundiales 2010
5
externa, el debilitamiento del consumo privado y
un menor gasto de inversión. Las ventas de
bienes manufacturados y al consumidor se
desplomaron debido a la débil demanda interna y
la producción cayó 4.5 por ciento a tasa
anualizada en el tercer trimestre de 2009. El
sector petrolero se está volviendo cada vez más
dominan te en l a econo mía . Los
estrangulamientos en el suministro, un ambiente
de negocios difícil y la falta de confianza del
sector privado están socavando la nueva
inversión, lo cual obstaculiza la urgente
diversificación de la economía.
El fuerte recorte al gasto privado de inversión y
una acelerada disminución de los inventarios
(cercana a 1 por ciento del PIB) hizo que la
producción de Chile disminuyera 4.7 por ciento
a tasa interanual en el segundo trimestre. La
notoria debilidad de la demanda interna resultó
en una fuerte contracción de las importaciones,
que superó el desplome de las exportaciones.
El crecimiento económico de Perú pasó de una
tasa de dos dígitos en el primer semestre de 2008
a una parálisis en la primera mitad de 2009, con
una fuerte contracción del gasto de inversión que
llevó a un retroceso de 5.4 por ciento en la
demanda interna. La debilidad de la demanda
externa causó un declive de las exportaciones de
6.3 por ciento, aunque las importaciones se
redujeron aún más a causa del debilitamiento de
la demanda interna.
Los países de América Central y el Caribe se
vieron afectados por la recesión de Estados
Unidos y de sus principales socios económicos
en la Unión Europea, en particular España, que
derivó en una contracción del comercio, el
turismo, la IED y las remesas. Las economías del
Caribe se contrajeron sólo 0.1 por ciento en
2009, luego de haber registrado un crecimiento
de 3.6 por ciento en 2008. Jamaica sufrió uno de
los mayores descensos del PIB en la subregión,
debido a su fuerte dependencia de la economía
de Estados Unidos (las remesas bajaron 17 por
ciento en el primer semestre de 2009) y por la
baja de su producción minera. En República
Dominicana el desempeño de la economía sufrió
un grave deterioro, al retroceder 0.1 por ciento
luego de haber crecido 5 por ciento en 2008, lo
que refleja tendencias de la economía de Estados
Unidos que afectaron las remesas, la IED y el
turismo. Aunque los precios del petróleo
bajaron, la mejoría de las relaciones de
intercambio ha tenido un efecto positivo en el
comportamiento de la economía. Los países del
Caribe se beneficiaron en cierta medida de la
epidemia de influenza AH1N1 en México, pues
los visitantes cambiaron los destinos turísticos de
este país por las islas del Caribe, y en las etapas
iniciales de la crisis el turismo y los servicios
financieros extraterritoriales demostraron su
fortaleza.
Las economías de América Central, con
excepción de México, se contrajeron 1.0 por
ciento en 2009. La demanda externa de sus
exportaciones fue golpeada por la crisis
económica mundial, en tanto que las remesas y
los ingresos por turismo también mermaron.
Costa Rica se vio afectada por una caída de 10.3
por ciento en la llegada de turistas de Estados
Unidos en los primeros nueve meses de 2009,
pero la inversión en el sector servicios se
mantuvo y los servicios administrativos
resistieron la crisis. La disminución de la llegada
de visitantes ha propiciado grandes descuentos
en los precios de los paquetes de viajes, pues los
países compiten por un número decreciente de
turistas. Las remesas también han padecido el
debilitamiento de los mercados laborales en los
países de ingresos altos. Las remesas a
Guatemala y El Salvador durante el primer
semestre de 2009 disminuyeron en 9.5 y 10.3 por
ciento, respectivamente, en comparación con las
de un año antes. En el primer trimestre de 2009,
los flujos de IED a Costa Rica disminuyeron 19
por ciento a tasa interanual, y en República
Dominicana el desplome fue de 41 por ciento.
Perspectivas Económicas Mundiales 2010
6
En respuesta a la crisis, muchos gobiernos de la
región aplicaron medidas macroeconómicas
contracíclicas, en un esfuerzo por impulsar la
demanda interna. De hecho, el gasto
gubernamental fue el único componente de la
demanda que creció en 2009. La fuerza de las
políticas fiscales aplicadas estuvo supeditada al
margen de maniobra presupuestal de cada país y
al acceso de cada uno a los mercados
financieros. En estas condiciones, la región
enfrentó la crisis mucho mejor preparada en
términos fiscales y de cuentas externas. En
México, la reducción de los ingresos por ventas
de petróleo limitó el efecto de las políticas
contracíclicas. En Chile, el estímulo fiscal ayudó
a contener la caída de la producción, y el
gobierno proporcionó apoyo crediticio a las
pequeñas y medianas empresas mediante la
institución de desarrollo Banco Estado. La
aplicación de las medidas de estímulo fiscal en
Perú se vio obstaculizada en cierta medida por
las reglas de asignación y distribución
presupuestarias, que limitaron el aumento del
gasto gubernamental, aunque las normas para
adquisiciones se hicieron más laxas. Además, el
gobierno ofreció apoyo crediticio a las pequeñas
y medianas empresas por medio del Banco de la
Nación, institución de desarrollo, para ayudar a
paliar el impacto de la escasez de préstamos.
Para impulsar la demanda interna en momentos
en que la externa se estaba colapsando, los países
más integrados a la economía mundial aplicaron
fuertes recortes a sus tasas de interés y
permitieron depreciaciones del tipo de cambio
real (figuras A13 y A14). Durante el ciclo de
relajamiento de la política monetaria, el banco
central de Colombia aplicó a sus tasas un recorte
acumulado de 6.5 puntos porcentuales. Chile
redujo sus tasas en 7.75 puntos porcentuales
desde el comienzo de 2009, y Perú también
relajó su política monetaria de manera sustancial.
Brasil aplicó a la tasa SELIC12 un recorte sin
precedentes de 500 puntos base, para ubicarla en
8.75 por ciento.
Al igual que en el resto del mundo, en el
segundo semestre de 2009 muchas economías de
la región mostraron señales de que la recesión
había tocado fondo, con un repunte de la
demanda externa más rápido y vigoroso que lo
previsto (figura A15).
Perspectivas Económicas Mundiales 2010
7
En Brasil, la veloz recuperación de la demanda
interna fue impulsada con una política monetaria
expansiva y con una política fiscal contracíclica.
Estas medidas sacaron a la economía de la
recesión en el segundo trimestre de 2009. La
economía de Brasil también se está beneficiando
del cambio en la rotación de inventarios, lo que,
sumado al estímulo al sector automovilístico, ha
creado las condiciones para una firme
recuperación de la producción industrial, que
creció a tasas anualizadas de 17.6 por ciento en
el segundo trimestre y de 20.5 por ciento en el
tercero. Sin embargo, debido al efecto del
periodo base y a una recuperación más bien
moderada de la demanda externa —ocasionada
por una baja en la reposición de inventarios en
China—, se prevé que la producción se
mantendrá relativamente estancada en 2009, lo
que sería el peor desempeño económico desde
principios de la década de 1990.
En México, la tasa de contracción se moderó en
los segundo y tercer trimestres, gracias a que se
reportaron caídas menos drásticas en los sectores
manufacturero y de servicios. En Argentina, el
cambio de las condiciones externas ha
favorecido una modesta recuperación y mejorías
en el saldo de la balanza de pagos, gracias a que
los precios de los productos básicos se han
estabilizado y la demanda de exportaciones se ha
incrementado, en particular la de Brasil, su
principal socio comercial. En Chile, los
cuantiosos estímulos fiscales y monetarios
ayudaron a limitar la baja de la producción a 1.7
por ciento a tasa interanual en el tercer trimestre,
lo que llevó la contracción del PIB en los tres
primeros trimestres del año a 2.7 por ciento. En
Colombia, la mejoría del entorno externo y el
efecto desfasado del relajamiento de la política
monetaria ayudó a la economía a recuperarse a
principios de 2009. El crecimiento de la
producción en los dos primeros trimestres de
2009 también se vio favorecido por un fuerte
crecimiento del gasto público de inversión, a
pesar de que el consumo privado y la inversión
permanecieron débiles. En Perú, se espera que
una significativa restructuración de inventarios
insuficientes impulse el crecimiento en el
segundo semestre de 2009. La economía de
Uruguay creció 0.5 por ciento en el segundo
trimestre de 2009 en comparación con el periodo
anterior, apuntalada por crecimientos en la
construcción y el transporte, lo que refleja el
impacto de varios megaproyectos que
compensarán el decaimiento de los demás
sectores, en particular el energético, el agrícola y
el manufacturero.
El riesgo corporativo y el soberano han
regresado a niveles previos a la crisis en los
países más integrados al sistema financiero
mundial, lo que demuestra una recuperación de
la confianza de los inversionistas y una mejoría
en las condiciones de acceso a los mercados
internacionales de deuda. Los países de la región
con calificaciones más bajas siguen siendo
percibidos como de riesgo por los inversionistas
y esto se refleja en diferenciales que siguen por
arriba de los niveles observados antes de la
contingencia.
En general, los flujos de capital han regresado a
la región, especialmente a economías que
demostraron su fortaleza ante la crisis, como
Brasil, donde las entradas totales de capital
ascendieron a 57, 400 millones de dólares en
cuarto trimestre en 2009, arribe de los 15, 700
Perspectivas Económicas Mundiales 2010
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millones de dólares captados en el segundo
trimestre. La emisión de bonos crecieron casi
seis veces, a cerca de 30 mil millones de dólares,
en tanto que los flujos de capital accionario se
incrementaron más de tres veces a 14,800
millones de dólares. Mientras, el crédito
bancario se recuperó de manera modesta, al
totalizar 13,200 millones de dólares, 33 por
ciento más bajo en comparación con el segundo
trimestre de 2008 (figura A16).
.Perspectivas a mediano plazo
Las medidas de estímulo fiscal, el impacto
diferido de la política monetaria acomodaticia, el
cambio en la rotación de inventarios, mejorías en
los términos de intercambio, consumo y
confianza de los inversionistas al alza, una
mayor demanda en los países de ingresos altos y
un relajamiento de las condiciones de
financiamiento externo impulsarán el
crecimiento de la región en los próximos
trimestres. Se prevé que crecimiento del PIB de
la región se acelerará a 3.1 por ciento en 2010,
luego de una contracción estimada en 2.6 por
ciento en 2009, pero el crecimiento no
recuperará las tasas registradas durante los años
de auge, debido en parte al debilitamiento de la
inversión. En buena medida, la trayectoria de la
recuperación estará determinada por el curso que
siga el crecimiento de Estados Unidos y de otros
socios comerciales importantes de la región. Se
prevé que el repunte seguirá siendo fuerte
durante los próximos dos trimestres, pero se
debilitará en el segundo semestre de 2010, a
medida que el impacto de las medidas de
estímulo fiscal y la reposición de inventarios
deje de impulsar el crecimiento. También son
posibles escenarios de doble recesión o de mayor
crecimiento, como resultado de los estrechos
vínculos con países de ingresos altos.
Las economías más integradas mediante
vínculos comerciales y financieros con la
economía mundial han sido las más perjudicadas
por la recesión, pero también se espera que sean
las más beneficiadas con la recuperación
mundial. Se prevé que las exportaciones de la
región experimenten un fuerte repunte y que
crezcan 7.8 por ciento en 2010, conforme se
recupere la demanda de los principales socios
comerciales. El aumento de precios de los
productos básicos también beneficiará a los
exportadores de esas mercancías en la región, lo
que aliviará las presiones sobre la balanza de
pagos y, en algunos casos, también favorecerá el
equilibrio fiscal. Una pérdida de impulso del
crecimiento o incluso una doble recesión en los
países de ingresos altos (véase el capítulo 1)
podría desacelerar el crecimiento de las
exportaciones en el segundo semestre de 2010 y
en 2011.
Las proyecciones indican que el consumo
privado de repuntará con fuerza en la región y
crecerá 3.2 por ciento en 2010, debido en parte al
efecto del bajo crecimiento en el periodo base de
comparación (se estima que en 2009 la
contracción fue de 1.9 por ciento), pero también
debido a mejorías en los mercados laborales de
la región y en los países receptores de migrantes.
El crecimiento de la demanda interna podría
verse favorecida por una clara recuperación de la
inversión fija, conforme se reestablezca la
confianza y se diluyan las restricciones al
financiamiento (ver en el capítulo 1 el escenario
en caso de una respuesta más pujante del sector
privado). Se espera que la existencia de
condiciones de financiamiento menos restrictivas
en comparación con el periodo de crisis, el
restablecimiento de la confianza de los
inversionistas y la reanudación de las inversiones
suspendidas impulse la inversión fija en 6.1 por
ciento en 2010. Sin embargo, mientras persista la
capacidad excedentaria el crecimiento de la
inversión seguirá por debajo de las tasas de dos
dígitos registradas en los años de auge. Las
grandes brechas entre la producción potencial y
la efectiva, la debilidad del financiamiento
Perspectivas Económicas Mundiales 2010
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internacional y la endeble inversión del sector
público influirán sobre las perspectivas. En
algunos países, el impacto desfasado del
considerable relajamiento de las políticas
monetarias, junto con estímulos fiscales más
vigorosos y —por única ocasión— el beneficio
derivado de la acumulación de inventarios
apuntalarán el crecimiento en 2010. En otros
países, como Chile, habrá ajustes
presupuestarios, lo que moderará la contribución
del gasto gubernamental al crecimiento.
Se prevé que los sectores turísticos de muchos
países de la región entrarán en una etapa de
recuperación después de una fuerte caída de la
llegada de visitantes en 2009; sin embargo, la
recuperación del sector turístico de México
podría debilitar la reactivación en algunos países
del Caribe que en 2009 experimentaron una
reducción del número de turistas menor a la
prevista gracias a que ofrecieron paquetes de
viajes con descuentos.
Las remesas tendrán una mejoría modesta en el
periodo 2010-2011, debilitadas por las precarias
condiciones del mercado laboral de Estados
Unidos y otros países de ingresos altos. Sin
embargo, el hecho de que la crisis del sector
inmobiliario en Estados Unidos haya tocado
fondo es una buena señal para los países que
reciben remesas provenientes del sector de la
construcción. La frágil recuperación de las
remesas limitará la fuerza con que se
reestablecerá el consumo privado en muchos
países del Caribe y América Central.
La recuperación de Estados Unidos ayudará a
México a salir de la profunda recesión en que
cayó a raíz del colapso de la demanda de aquel
país. Se prevé que la economía de México se
expanda 3.5 por ciento en 2010 y que para 2011
el crecimiento se acelere ligeramente, a 3.6 por
ciento (cuadro A6). Se descarta que el gasto
público crezca, pues el gobierno aplica ajustes
presupuestarios a fin de compensar la caída de
los ingresos petroleros vinculada al declive de la
producción de crudo. Para 2010 se espera un
vigoroso repunte tanto de las exportaciones
como de las importaciones, a medida que se
fortalezcan la demanda externa y la interna; sin
embargo, el comercio neto será un lastre para el
crecimiento, pues el acelerado aumento de las
importaciones, causado por una demanda interna
fortalecida, sobrepasará el crecimiento de las
exportaciones. También se prevé un sólido
repunte del sector servicios, después de un débil
desempeño en 2009 ocasionado por el impacto
negativo de la epidemia de influenza AH1N1.
Sin embargo, las perspectivas de crecimiento
para México se ven ensombrecidas por
preocupaciones sobre la sostenibilidad de las
finanzas públicas a largo plazo. Se estima que en
el periodo 2009-2010 el déficit fiscal tendrá un
crecimiento acumulado de 6.6 por ciento del
PIB. Casi la mitad de este deterioro
corresponderá a la baja de precios del petróleo y
al descenso de la producción. La esperada
reforma fiscal deberá reducir el gasto
discrecional del gobierno, que puede tener un
efecto negativo sobre el crecimiento a (más)
corto plazo.
La demanda interna en Brasil deberá
beneficiarse de los vigorosos estímulos fiscales y
monetarios; en tanto, es probable que las
exportaciones aumenten, en respuesta a la fuerte
demanda de China. En términos generales, se
espera que la economía de Brasil entre en 2010
en una etapa de recuperación con un repunte de
3.6 por ciento. En gran medida, el crecimiento
económico estará impulsado por el repunte del
consumo privado, la inversión y una demanda
externa fortalecida.
La recuperación de la demanda externa ayudará
a fortalecer la reactivación económica de
Argentina en 2010. Al año siguiente, la
generación de empleos en las industrias
orientadas a la exportación sustentará una leve
mejoría del consumo privado. La actividad
económica se verá fortalecida por la esperada
Perspectivas Económicas Mundiales 2010
10
(variación porcentual anual, a menos que se indique lo contrario)
95-05 a
2006 2007 2008 2009 c
2010 d
2011 d
Argentina
PIB real a precios de mercado b
2.3 8.5 8.7 6.8 -2.2 2.3 2.4
Bal. en cuenta corr, % de PIB -0.2 3.6 2.8 2.2 2.3 2.2 2.2
Belice
PIB real a precios de mercado b
5.6 4.7 1.2 3.8 -0.1 1.7 2.3
Bal. en cuenta corr, % de PIB -12.1 -2.1 -4.0 -10.8 -7.7 -7.7 -7.6
Bolivia
PIB real a precios de mercado b
3.8 4.6 4.6 6.1 2.6 3.2 3.8
Bal. en cuenta corr, % de PIB -3.0 11.5 12.5 12.0 2.6 1.8 2.9
Brasil
PIB real a precios de mercado b
2.4 4.0 5.7 5.1 0.1 3.6 3.9
Bal. en cuenta corr, % de PIB -2.0 1.3 0.1 -1.7 -1.1 -1.6 -1.8
Chile
PIB real a precios de mercado b
4.2 4.6 4.7 3.2 -1.8 4.7 4.5
Bal. en cuenta corr, % de PIB -1.5 4.9 4.4 -2.0 1.5 1.1 1.4
Colombia
PIB real a precios de mercado b
2.4 6.9 7.5 2.5 -0.1 2.6 3.9
Bal. en cuenta corr, % de PIB -2.2 -1.8 -2.9 -2.7 -2.9 -2.6 -2.3
Costa Rica
PIB real a precios de mercado b
4.5 8.8 7.8 2.6 -1.8 2.1 2.9
Bal. en cuenta corr, % de PIB -4.0 -4.5 -6.3 -9.2 -4.2 -5.1 -6.3
Dominica
PIB real a precios de mercado b
1.4 3.2 0.9 3.1 -1.7 1.4 3.0
Bal. en cuenta corr, % de PIB -19.8 -17.3 -28.5 -36.5 -24.2 -24.1 -23.8
República Dominicana
PIB real a precios de mercado b
5.2 10.7 8.5 5.0 -0.1 2.4 2.6
Bal. en cuenta corr, % de PIB -0.8 -3.6 -5.1 -10.1 -6.8 -7.2 -6.7
Ecuador
PIB real a precios de mercado b
3.2 3.9 2.5 6.5 -2.2 1.7 3.0
Bal. en cuenta corr, % de PIB -1.4 3.9 3.6 2.2 -3.0 -3.3 -3.4
El Salvador
PIB real a precios de mercado b
2.7 4.2 4.7 2.5 -2.1 0.8 2.3
Bal. en cuenta corr, % de PIB -2.5 -3.6 -5.4 -7.2 -2.6 -3.5 -4.7
Guatemala
PIB real a precios de mercado b
3.5 5.4 6.3 3.8 -0.4 1.6 3.0
Bal. en cuenta corr, % de PIB -4.9 -5.2 -5.4 -4.8 -2.8 -4.1 -4.4
Guyana
PIB real a precios de mercado b
1.7 -2.4 5.4 3.2 1.1 2.5 3.0
Bal. en cuenta corr, % de PIB -9.4 -19.8 -17.8 -20.2 -12.6 -18.1 -18.2
Honduras
PIB real a precios de mercado b
3.8 6.3 6.3 4.0 -2.5 1.8 2.8
Bal. en cuenta corr, % de PIB -6.7 -4.7 -9.8 -14.3 -8.7 -10.9 -9.3
Haití
PIB real a precios de mercado b
0.9 2.3 3.2 1.4 -0.3 1.9 2.1
Bal. en cuenta corr, % de PIB -4.0 -9.0 -5.7 -8.2 -7.9 -9.1 -10.6
Jamaica
PIB real a precios de mercado b
0.8 2.7 1.5 -1.0 -3.7 0.3 2.2
Bal. en cuenta corr, % de PIB -5.5 -9.9 -15.3 -19.8 -14.3 -12.6 -9.9
México
PIB real a precios de mercado b
3.6 4.8 3.3 1.4 -7.1 3.5 3.6
Bal. en cuenta corr, % de PIB -1.9 -0.5 -0.8 -1.5 -1.4 -1.7 -1.9
Nicaragua
PIB real a precios de mercado b
4.1 3.7 3.2 3.2 -2.5 1.7 1.7
Bal. en cuenta corr, % de PIB -20.2 -13.4 -17.6 -23.8 -15.2 -19.8 -21.7
Panamá
PIB real a precios de mercado b
4.5 8.5 11.5 9.2 1.2 2.7 3.8
Bal. en cuenta corr, % de PIB -5.3 -3.1 -7.3 -12.3 -7.4 -10.1 -10.0
Perú
PIB real a precios de mercado b
3.3 7.7 9.0 9.8 1.2 3.9 5.2
Bal. en cuenta corr, % de PIB -3.3 3.0 1.6 -3.4 -2.4 -2.5 -2.3
Paraguay
PIB real a precios de mercado b
1.2 4.3 6.8 5.8 -3.8 2.6 3.7
Bal. en cuenta corr, % de PIB -1.5 1.4 0.8 -2.1 -0.3 -1.5 -1.9
Santa Lucía
PIB real a precios de mercado b
2.9 2.2 1.7 0.7 -1.4 1.5 2.7
Bal. en cuenta corr, % de PIB -13.8 -33.1 -32.6 -33.6 -26.5 -27.9 -29.0
San Vicente y las Granadinas
PIB real a precios de mercado b
4.2 10.8 6.7 2.3 -1.0 1.2 1.8
Bal. en cuenta corr, % de PIB -18.3 -24.1 -26.3 -27.8 -20.1 -21.4 -21.8
Uruguay
PIB real a precios de mercado b
1.5 4.6 7.6 8.9 1.3 3.2 3.4
Bal. en cuenta corr, % de PIB -0.9 -2.0 -0.9 -3.8 -1.4 -2.4 -2.5
Venezuela, Rep. Bolivariana de
PIB real a precios de mercado b
1.6 10.3 8.4 4.8 -2.4 -0.2 1.4
Bal. en cuenta corr, % de PIB 7.5 14.3 8.7 12.4 2.2 3.5 2.5
Cuadro A6. América Latina y el Caribe - Previsiones por país
Fuente : Banco Mundial.
Nota: Los pronósticos del Banco Mundial se actualizan con frecuencia a partir de nueva información y las cambiantes circunstancias (mundiales).
En consecuencia, las proyecciones presentadas aquí pueden diferir de las contenidas en otros documentos del Banco, incluso si las evaluaciones
básicas de las perspectivas de los países no difieren significativamente en un momento dado.
Por falta de datos, no se incluyen previsiones de Barbados, Cuba, Granada y Suriname.
(a)Las tasas de crecimiento para los intervalos son promedios compuestos; la influencia en el crecimiento, los coeficientes y el deflactor del PIB son
promedios.
(b) PIB en dólares de 2005 constantes.
(c) Estimado.
(d) Previsión.
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recuperación del sector agrícola y por menores
restricciones para el financiamiento externo. Sin
embargo, la recuperación será frágil, y la escasez
de inversión ocasionada por la incertidumbre
política se convertirá en un obstáculo para el
crecimiento. Más aún, es probable que las
insostenibles medidas de estímulo fiscal
aplicadas con miras a las elecciones
presidenciales desaparezcan en el segundo
semestre, lo que debilitará uno de los motores
del crecimiento.
Se anticipa que la República Bolivariana de
Venezuela irá en contra de la tendencia regional
de recuperación en 2010, y es probable que su
economía se contraiga por segundo año
consecutivo, pues el consumo privado, la
inversión y las exportaciones siguen
h u n d i é n d o s e . L o s d e s e q u i l i b r i o s
macroeconómicos, resultado de políticas
inadecuadas y altos niveles de inflación (aun con
una economía a la baja) socavarán la inversión.
Además, el fuerte crecimiento del gasto
gubernamental, financiado con una creciente
emisión de deuda pública y con el control
cambiario y de precios, está socavando el
crecimiento. Es probable que las presiones
inflacionarias sigan siendo alimentadas por la
mala administración de la moneda y por los
crecientes costos de importación, debido en parte
a la decisión del gobierno de importar por
Argentina en lugar de hacerlo por Colombia.
Además, la insuficiente inversión exacerbará la
escasez en el mercado interno, lo que a su vez
ejercerá más presiones alcistas sobre los precios.
Las economías pequeñas y abiertas, como Chile,
podrían ser las más beneficiadas de la
recuperación global, pues sus ciclos están
estrechamente relacionados con la economía
mundial. La reactivación de Chile también estará
sustentada en factores internos, como las
enérgicas políticas contracíclicas aplicadas al
comienzo de la crisis, que están empujando la
demanda interna. La mejoría de la relación de
intercambio, así como el aumento de la
confianza de consumidores y empresas también
apuntalará la recuperación y llevará el
crecimiento cerca de su potencial.
La recuperación de Perú se beneficiará de una
mayor demanda de productos básicos de
exportación, particularmente en Asia. Además,
el Tratado de Libre Comercio con China, en
vigor a partir de enero de 2010, impulsará aún
más las exportaciones, en especial las de carne
de pescado y minerales. El consumo y la
inversión gubernamentales deberán consolidarse
en 2010 si las autoridades siguen esforzándose
para apoyar el crecimiento económico mediante
el nuevo gasto en obras públicas y programas
sociales, que podrían ser una prioridad con miras
a las elecciones presidenciales y legislativas de
abril de 2011.
El crecimiento en América Central podría
repuntar en 2010, en línea con el
desenvolvimiento de Estados Unidos y de otros
socios comerciales importantes. La recuperación
en la región depende en gran medida de las
remesas de los trabajadores en Estados Unidos y
Europa (El Salvador, Guatemala, Honduras y
Nicaragua) será más paulatina, pues en los países
de ingresos altos se espera un crecimiento sin
generación de empleos, lo que generará
presiones sobre las remesas y retrasará la
reactivación del consumo privado en estas
economías. De manera similar, el turismo de la
región (de particular importancia para el Caribe)
sólo tendrá una recuperación moderada, pues los
mercados laborales de los países clientes se
reestablecerán gradualmente. La IED, que fue
una de las principales fuentes de crecimiento en
el periodo 2003-2008 difícilmente volverá a los
niveles observados antes de la crisis, en tanto
persista la capacidad excedentaria. Así, la
recuperación en la mayoría de los países de
América Central será anémica, en el mejor de los
casos. En Jamaica, la escasa producción de
alúmina y bauxita y sus bajos precios limitarán
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la recuperación. El desarrollo de estas regiones
se verá aún más socavado por el crimen, la
corrupción, la debilidad de las instituciones
democráticas y la falta de competitividad.
Riesgos
En países donde la demanda interna se fortalece
con rapidez, los retrasos en la eliminación de
políticas de estímulo podrían generar efectos
más positivos de lo previsto en términos de
crecimiento e inflación. En esos casos, las
brechas entre la producción efectiva y la
potencial podrían cerrarse antes de lo previsto, lo
que crearía un entorno inflacionario. En
particular, los riesgos para Brasil están
relacionados con el crecimiento, pues la
demanda interna está repuntando con fuerza y
tanto el relajamiento de la política monetaria
como la política fiscal contracíclica siguen
surtiendo efecto. Otro riesgo asociado al
crecimiento consiste en la posibilidad de que los
precios de los productos básicos propicien que la
economía mundial (en particular economías
intensivas en uso de recursos, como China)
experimente un repunte mayor al esperado.
La reciente oleada alcista en los mercados
accionarios y, en general, el fortalecimiento de
los flujos de capital, debido en parte a la
persistencia de grandes diferenciales de tasas de
interés, han generado presiones alcistas sobre el
tipo de cambio real en algunos países. El
incremento súbito de los flujos de capital hacia
la región, que en el segundo semestre llegaron a
87,200 millones de dólares (de los cuales 34,300
millones son de diciembre), en comparación con
los 36,800 millones de dólares en el primer
semestre del año, ha llevado al gobierno de
Brasil a aplicar a los flujos de inversión
extranjera de cartera un impuesto de 2 por ciento
sobre transacciones financieras. Sin embargo,
esta medida ha sido inútil para evitar las entradas
de capital y la apreciación del tipo de cambio
real. De persistir estos flujos, podrían surgir
nuevas burbujas de precios de los activos.
Además, algunas economías podrían comenzar a
perder competitividad con el exterior debido a la
apreciación del tipo de cambio real en un
momento en que la recuperación de la demanda
externa sigue siendo frágil.
Nota
12. SELIC significa Sistema Especial de
Liquidaçao e Custodia, la cual es la tasa de
préstamos de un día para otro del Banco Central
do Brasil.