Post on 26-Jul-2015
Escuela Normal Federal de educadoras “Maestra Estefanía Castañeda”
Clave: 28DNE0006V
Título: La concepción de la infancia a lo largo de la historia.
Curso: El niño como sujeto social.
Responsable del curso: Mtra. Ernestina González Cortés.
Alumna: Kimberly Mildred Amador Sánchez
Grupo: 3° “A”
Ciudad Victoria Marzo 2015.
Introducción
En el presente trabajo se abordarán diversas posturas teóricas de la infancia así
como también comentarios personales acerca de cómo se percibe a los niños en
la actualidad.
Es importante que se haga una relación y reflexión acerca de las observaciones
que se les hacen a los niños en su comportamiento y las aportaciones que ellos
tienen en la vida en sociedad. Las posturas de los autores ayudarán a la
comprensión de la transformación de la concepción que se tenía de los niños
como parte de un grupo social.
Asimismo, se fundamentará principalmente con citas textuales y/o referencias
bibliográficas que se proporcionaron en un primer momento para el apoyo de los
argumentos que se tienen acerca del tema.
En un último momento se concluirá el trabajo con aportaciones que apoyen la
importancia que se tiene el conocer estos referentes teóricos a la formación
profesional de la educadora, así como la importancia de la temática en la vida
personal.
Concepción de la infancia.
Según Ileana Ernesco, el interés por educar y criar a los niños es tan antiguo
como la historia pero las ideas sobre cómo hacerlo y las prácticas han sido muy
diferentes en distintos momentos históricos.
No obstante, la manera en que se tenía la concepción de la infancia dependía de
la dominación de casa sociedad y momento histórico. En un primer momento, en
Grecia y Roma, nació el concepto de educación liberal y de desarrollo “integral”
de la persona (cuerpo-mente). Además, en Grecia clásica se define la necesidad
de que los ciudadanos varones se escolaricen, primero recibiendo una instrucción
informal (hasta pubertad: leer, escribir, educación física), a continuación, se realice
una instrucción formal: literatura, aritmética, filosofía, ciencia.
Por otro lado, en Roma se pierde la relevancia de la educación liberal y se
encuentra mucha menos atención a la educación física y el deporte. La educación
tenía como objetivo formar buenos oradores, “embellecer el alma de los jóvenes
mediante la retórica”. Sin embargo, la escolarización se divide en tres etapas:
“Ludus “o escuela elemental la cual comprende de (7-12 años), gramática (12-
años): prosa, teatro, poesía; Retórica (desde los 16 años): estudio técnicas de
oratoria y declamación.
Hasta los 12 años, las escuelas eran mixtas y a partir de esta edad, el destino de
niños y niñas se separaba, sólo proseguían estudios los varones de familias
acomodadas, y en caso de que alguna mujer estudiaba lo hacía con un tutor y por
lo general las mujeres estudiaban filosofía o similares contenidos que no
representarán el libertinaje.
En el tiempo del cristianismo y edad media el objetivo de la educación era
preparar al niño para servir a Dios, a la iglesia y a sus representantes, con un
sometimiento completo a la autoridad de la iglesia. Además, se elimina la
educación física puesto que se creía que el cuerpo es fuente de pecado. Por otro
lado, no se observaba una preocupación por la infancia como tal, y la educación
no se adaptaba al niño. De hecho, la enseñanza de contenidos religiosos era en
latín. No obstante, el niño era concebido como un hombre en miniatura, en el cual
no se creía que tenía evoluciones, cambios cualitativos, cambio desde un estado
inferior a otro superior, adulto. En este tiempo, solo accedían a la educación
algunos varones, no las mujeres. Toda la Edad Media el niño es utilizado como
mano de obra.
En el renacimiento al siglo XVII surgen algunas ideas clásicas sobre la educación
infantil puesto que muchas observaciones de niños revelaron un nuevo interés
hacia el desarrollo de los mismos. A esta idea diversos autores realizaron su punto
de vista, como lo es Erasmo (1530) quien manifestó cierto interés por la naturaleza
infantil, Luis Vives (1492-1540) expresó si interés por la evolución del niño, por las
diferencias individuales, por la indaptación de la educación a los distintos casos y
niveles. Además, destacó su preocupación por la educación de las mujeres. A
esto, Comenius (1592-1670) insiste en que se debe educar tanto niñas como
niños, y en el papel de la madre como primera educadora. Defendió la
escolarización obligatoria hasta los 12 años y señaló las ventajas de la enseñanza
elemental en lengua materna, no en latín.
Sin embargo, es en los siglos XVII – XIX donde otros teóricos como lo es
Rousseau quién afirmaba que el niño es bueno por naturaleza, nace así, y por la
sociedad es la que puede llegar a pervertir las buenas inclinaciones del niño. Sin
embargo, defendió con vigor que toda educación debe adaptarse al nivel del niño,
la importancia de la acción y experiencia, y no sólo de la palabra, para adquirir el
conocimiento. Además, sostiene que el niño es un ser con características propias,
que sigue un desarrollo físico, intelectual, moral, para Rousseau la educación
debe ser obligatoria y debe incluir a la mujer.
Otros pedagogos promovieron la idea del “kindergarten” y destacaron la
continuidad educativa entre escuela-hogar-comunidad, puesto que la importancia
del juego infantil para su desarrollo y la necesidad de interacción contacto entre
padres e hijos. Por otro lado, estos dos siglos destacaron las observaciones de
niños, cada vez más sistemáticas.
Años más tarde, Darwin provocó una revolución conceptual en las ciencias y en la
concepción del hombre puesto que su influencia en la psicología era más tardía y
en su teoría destacaron conceptos clave, como la continuidad animal-hombre y
niño-hombre; una aproximación naturalista al desarrollo humano y una psicología
comparada.
En base a lo anterior y con las posturas teóricas, se puede afirmar que el estudio
científico del niño comenzó a partir de la segunda mitad del siglo XIX, siendo que
a finales de ese siglo se plantearon una serie de problemas prácticos en relación
con las técnicas de crianza y educación en los niños. Por otro lado, en algunos
países se planteó la necesidad de una educación obligatoria generalizada,
suscitando grandes debates sociales y políticos sobre el tema. Entre los primeros
problemas concretos que se planteó la necesidad de identificar a los niños que
tienen un desarrollo “normal” distinguiéndose de los retardados, esto sucedido en
Francia, lo cual llevó a desarrollar los primeros instrumentos de medida del
desarrollo.
Sin embargo, algunos de los primeros datos sobre la infancia a lo largo de la
historia se basó también en el infanticidio, el cual se practicaba con niños
deformes o con algún defecto físico, hijos ilegítimos o producto de relaciones
adúlteras de la mujer, además también por falta de recurso económicos para
mantenerlos. En ocasiones por razones religiosas oscuras, la prerrogativa de
aceptar y reconocer al hijo era del padre, si éste lo rechazaba, se abandonaba al
recién nacido en la calle, y podría recogerlo quien se lo encontrara, a esto se le
conocía como “exposición” del bebé. No es hasta el siglo IV cuando se consideró
al infanticidio como un asesinato, aunque esto se siguió practicando durante la
Edad Media.
Es importante destacar que durante siglos, hubo un interés por educar al niño, no
por su desarrollo y que es en el siglo XVII cuando aparecieron algunos
pensadores que se preocuparon por adaptar la educación al niño y criticaron las
prácticas pedagógicas tradicionales. Es hasta 1989, cuando la Convnención sobre
los Derechos del niño, es adaptada por la Asamblea General de la ONU y abierta
a la firma y ratificación por parte de los Estados.
Los primeros principios fundamentales, se identificaron como la participación; en
donde el niño como persona y sujeto de derecho, puede y debe expresar sus
opiniones en los temas que le afecte. Así como también la supervivencia y
desarrollo, el cual las medidas que tomen los Estados Parte para preservar la vida
y la calidad de vida de los niños deben garantizar un desarrollo armónico en el
aspecto físico, espiritual, psicológico, moral y social de los niños, considerando
sus aptitudes y talentos. Así como también, el interés superior del niño y la no
discriminación.