Post on 28-Dec-2015
Universidad de ChileFacultad de MedicinaEscuela de Fonoaudiología
Programa de detección temprana de la Hipoacusia: Importancia del seguimiento auditivo
Integrantes: Oscar AranedaNatalia PiñaMa Fernanda SalazarDanilo San Martín Pamela Vidal
Curso: 2° FonoaudiologíaAsignatura: Física Acústica
Programa de detección temprana de la Hipoacusia: Importancia del
seguimiento auditivo
El presente informe está basado sobre la investigación realizada por la
escuela de Fonoaudiología de la Universidad de Chile, la cual consiste en
determinar la importancia de la creación de un programa detección temprana de
de la Hipoacusia, y la importancia del seguimiento auditivo.
Para comenzar es importante aclarar el término de Hipoacusia, éste se
define como la disminución del umbral auditivo, es decir lo que se conoce
comúnmente como sordera, de ésta pueden existir dos tipos Hipoacusia: de
conducción en donde el sonido se ve impedido a llegar al órgano de Corti.
Hipoacusia neurosensorial: alteración en el órgano de Corti y/o nervio coclear
(MINSAL 2005), existen distintos tipos de hipoacusia.
La hipoacusia, según la sociedad Británica de Audiología y Asociación
británica de Profesores de sordos, 1998 determinaron que la Hipoacusia se puede
dividir en distintos tipos, según el umbral auditivo de la persona, pudiendo ser:
Tipo de Hipoacusia. Umbral auditivo
H. Leve. 20-40 (d.B)
H. Moderada. 41-70(d.B)
H. Severa. 71-95 (d.B)
Profunda. Sobre 95 (d.B)
El sistema auditivo se comienza a desarrollar aproximadamente durante el
quinto mes de embarazo, cuando la cóclea alcanza dimensiones adultas y además
es en esta edad cuando se produce la inervación de las células ciliadas externas,
y entre los seis y los siete meses es cuando aparecen las primeras sinapsis
consideradas maduras (Pujol, Lavigne-Rebillard y Uzile, 1991 citado en Enric
Munar, Jaume Rosselló, Carmen Mas, Pilar MOrente Y Miguel Quetgles, 2002).
Probablemente, la maduración del oído interno finaliza durante el octavo mes, con
la organización de las conexiones aferentes y eferentes. Si bien es cierto que esta
capacidad no es totalmente efectiva en sus inicios, a medida que transcurre el
tiempo y el niño madura esta facultad se va perfeccionado (Enric Munar y cols).
A partir de capacidad de audición el feto puede ir contactándose con su
medio externo, para posteriormente cuando nazca reconocer sonidos tan
familiares como la voz de su madre, y con esta al oírla lograr calmarse.
A medida que el niño se desarrolla su capacidad auditiva también lo hace y
cada vez esta se va haciendo más fina, lo que le permite al niño discriminar entre
las distintas tonalidades auditivas que existen en el medio en que se desenvuelve,
y esta facultad de audición es crucial dentro de los tres primeros años de vida del
niño, ya que se vuelve esencial para la adquisición del habla y lenguaje, debido a
que si un niño padece algún trastorno de esta índole, es probable que no reciba
una adecuada estimulación lingüística ni social, requisito esencial para su
evolución.
Si un niño no recibe una adecuada estimulación auditiva, lo más probable
es que sus capacidades de pensamiento, simbolización, imaginación, capacidad
de abstracción, entre otras no logren su correcta adquisición y desarrollo, por lo
que el lenguaje, que va muy de la mano con estas capacidades, es posible que no
se desarrolle del todo, lo que puede traer graves consecuencias para la
socialización del individuo hipoacúsico no detectado, ya que por su incapacidad de
comunicarse probablemente vaya quedando aislado, y tanto su autoestima como
otras características psicomotoras se vayan aminorando.
Según datos de la Organización mundial de la Salud (O.M.S) cinco de cada
mil niños nacen con algún grado de hipoacusia. Y de acuerdo a datos entregados
por American Speech Lenguaje Hearing Association, en Estados Unidos nacen
diariamente alrededor de 33 bebés con una pérdida significativa de la audición, es
decir que entre uno a tres niños de cada mil niños nacidos vivos presentan algún
grado de hipoacusia, en cifras esto se estima que tres de cada mil niños nacen
con hipoacusia moderada. Por lo tanto a partir de estas cifras es posible concluir
que si a estos niños se les sometiera a un screening auditivo, es decir que cuando
estos nacieran se les realizara un chequeo completo de su capacidad auditiva 6
de cada mil niños podrían ser detectados a tiempo y así evitar todos los
pormenores que trae consigo esta enfermedad.
Según el Comité Conjunto de Audición en Infantes, en el año 1994
determinó que más del 90% de los niños que nacen o presentan hipoacusia en su
desarrollo tiene padres normo-oyentes, es decir sin problemas en la audición. En
aproximadamente el 25% esta causa se debe a factores genéticos, otro 25%
correspondería a uno o más factores de riesgo mientras que el otro 50% restante
corresponde a causas desconocidas. El hecho que en este último grupo no se
conozca la causa de la sordera puede llevar a una detección tardía de la
enfermedad, ya que puede pasar mucho tiempo hasta que los padres no se den
cuenta que su hijo no oye, provocándole muchas veces un daño irreparable, ya
que las vías auditivas van madurando en conjunto con el niño por lo que si este no
desarrollo la capacidad de oír y no fue estimulado a tiempo difícilmente puede
volver a recuperar lo perdido, Es por esta razón que se hace tan imprescindible la
aplicación de un programa en el que se permita la realización de exámenes
audiológicos a los recién nacidos antes que estos sean dados de alta.
Además es importante destacar que el Comité Conjunto de Audición en
Infantes, respalda el screening universal en el recién nacido y alienta a la
investigación y mejoras de los exámenes a realizar, para así poder detectar con
mayor agudeza a los menores afectados.
En Argentina a partir del año 2001, dentro de la ASALFA (Asociación
Argentina de Logopedia, Foniatría y Audilogía) se creó un comité de expertos en el
tema de la audición, los que en el año 2002 determinaron la creación de un
Programa de Screening, Intervención y Seguimiento Auditivo, estableciendo
comenzar con pruebas electrofisiológicas .
El propósito de este programa es detectar la existencia de problemas
auditivos en niños antes de los tres meses de edad, proporcionándoles una
intervención adecuada a partir de los seis meses y realizando un seguimiento
hasta los doce años. Siendo así posible una detección y estimulación auditiva
temprana la que a su vez ayuda a la maduración de esta vía evitando el deterioro
por faltas de estímulos.
El principal punto al que orienta el programa es a poder intervenir en los
periodos críticos del desarrollo de un menor, ya que es en estos estadios del
organismo en donde es capaz de recibir y entregar feed-back auditivo, y una vez
acontecida esta etapa esta capacidad se pierde, es decir la acción de los
estímulos no permite cambiar esta cierta plasticidad del organismo, por lo que la
lesión es imborrable.
El propósito de este estudio es evaluar la implementación y aplicación del
screening auditivo universal a partir de otoemisiones acústicas, y dar cuenta de la
efectividad y sensibilidad del método para detectar hipoacusias tempranamente, y
así masificar su uso en distintos países de Latino América.
En lo que a objetivos se refiere, en el trabajo son los siguientes: 1) detectar
la existencias de problemas auditivos ante de los 3 meses de vida en un grupo de
recién nacidos, y 2) determinar la eficacia del método de detección a través del
seguimiento hasta los 12 y 18 meses de vida.
Metodología:
En la investigación se estudiaron 320 neonatos durante el período
comprendido entre abril de 1997 y marzo de 1999 en el Servicio de Neonatología
de un hospital público de la cuidad de Buenos Aires. Según sexo la distribución
correspondió a: un 44,38 % de niñas (n 142) y un 55,68% de niños (n 178).
En el estudio se incluyeron todos los bebés con y sin riesgo auditivo; se
consideran bebés sanos a aquellos que no presentan antecedentes mórbidos
perinatales (estos corresponden a 155 niños, es decir, un 48,14% del grupo) y
bebés con riesgo auditivos a aquellos que sí tienen estos antecedentes (165
bebés, los que corresponden a un 51,24% del grupo).
A continuación se muestra una tabla con la distribución de frecuencias
según el tipo de antecedentes encontrados en los niños de estudio:
Distribución de frecuencias según el tipo de antecedentes en los recién
nacidos
Antecedentes n %
Hipoxia 19 5,94
Inf. Congénitas 17 5,31
Hipoacusia familiar 3 0,94
Alterac. Craneofaciales 9 2,81
Trast. Visuales 2 0,62
Factor RH- 47 14,69
Prematurez 34 10,62
Bajo peso 30 9,38
Antibióticoterapia 1 0,31
(ototox.)
Drogadicción materna 3 0,94
Total 165 54,24%
También se estableció la mediana para los siguientes parámetros:
Edad gestacional, que correspondió a 38 semanas.
Edad cronológica, con un valor de 4 días.
Peso al nacer, correspondiente a 3.060 gr.
Procedimientos:
El muestreo fue consecutivo, vale decir que los niños se integraban al
estudio a medida que se iban produciendo los nacimientos. Los bebés sanos
fueron evaluados a las 48 hrs. de nacidos, antes de ser dados de alta y los niños
de riesgo auditivo en terapia intermedia o de bajo riesgo, en un período cercano al
alta.
El método de screening (pesquisa-detección) inicial fueron las otoemisiones
acústicas por producto de distorsión (PDOEA). Las otoemisiones acústicas
muestran la respuesta de las células ciliadas externas (CEE) en un amplio rango
de frecuencias, frente a un estímulo clic. Las PDOEA muestran la respuesta de las
CEE para una frecuencia determinada, es decir, corresponden a la respuesta
acústica generada frente a dos estímulos tonales cercanos en frecuencia (f1 y f2),
distinta de los dos primeros y que está representada por la ecuación matemática:
PD=2(f1-f2). Este método presenta una especificidad del 83%-92% y una
sensibilidad del 84%-86%. Destaca su sencillez, fiabilidad y rapidez.
El producto de distorsión en estudio resultó de la fórmula 2f1 – f2, tomando 3
frecuencias por octavas. El DP- Grama es registrado en cada oído de los bebés
durante el período de sueño fisiológico o en vigilia.
Los procedimientos para realizar los controles auditivos del seguimiento del
programa posteriores a la primera evaluación fueron:
Otoemisiones acústicas
Timpanometría e Impedianciometría
Pruebas comportamentales: en este caso se utilizaron juguetes sonoros
calibrados en diferentes frecuencias, estímulo de R.B.L. con audiómetro
pediátrico y el test de reforzamiento visual auditivo a campo libre.
Potenciales evocados auditivos (BERA).
Para cada uno de los procedimientos se utilizó como variable en estudio la
respuesta auditiva de los niños considerando el criterio: pasa o falla. Los sujetos
pasan la prueba se cumplen en 3 de las 5 frecuencias evaluadas los siguientes
criterios:
Diferencia señal-ruido (S/N): diferencia de intensidad del producto de
distorsión y ruido de base > 6 dB.
Criterio de reproductibilidad: > 85%, es decir, 3 de las 5 frecuencias
evaluadas.
Se debe tener claro, que todos aquellos niños que fallan los criterios
anteriormente mencionados, no se cumple en uno o en ambos oídos
(Hatzopoulus, 2000).
Otro elemento que se debe tener presente, es además la no linealidad de
la cóclea de todo ser humano como respuesta ante la intensidad máxima de
estimulación.
Se sabe que el ser humano puede escuchar sonidos que van entre un
rango que oscila entre los 0 a 120 dB. Si la intensidad supera los 80 dB, comienza
aparecer el reflejo de un movimiento pasivo de la membrana basilar (Collet,
Gartner, Veuiilet, Moulin, Morgon, 1993).
A continuación se describirá el proceso completo de desarrollo del
programa. Este proceso será explicado especificando las acciones que se debe
seguir en todos aquellos niños considerados normales y los con riesgo auditivo de
la muestra.
A. Normales
1. Detección
A todos los niños a partir de su nacimiento y antes de ser dado de alta del
centro hospitalizarío se le realiza un estudio objetivo con otomisiones acústicas
(DPOEA/TEOEA) o potenciales evocados auditivos BERA. Los resultados de
estos exámenes pueden ser:
- Pasa / falla
- A todos los bebés que fallan, se le realizo una reevaluación antes de su
primer mes de vida.
Ahora para aquellos bebés considerados normales (sin factores de riesgo
auditivo) que PASAN el screening, se les da el alta auditivo, y al mismo tiempo se
les hace entrega a los padres del menor una guía auditiva hasta los 2 años de
vida. Su evolución auditiva es controlada por su pediatra. Los niños que FALLAN
la prueba del screening, ingresan a una etapa de seguimiento (éste será explicado
en el ítem B: alto riesgo auditivo)
2. Seguimiento
Una vez que el niño a cumplido los 3 meses de edad se realizan las siguientes
evaluaciones:
- Evaluación médica: examen ORL
- Evaluación audiológica: pruebas objetivas de diagnostico.
- OEAS (otoemisiones acústicas) – timpanograma – potenciales evocados
auditivos BERA.
Si un niño falla en estas evaluaciones, de acuerdo a criterios ya establecidos,
él debe continuar en una etapa de seguimiento que se describe a continuación.
B. Alto riesgo auditivo.
1. Detección
Antes del alta neonatológica, el infante debe pasar por:
- Estudios objetivos: otomisiones acústicas (DPOEA/TEOEA) ó
- Potenciales evocados auditivos BERA y
- Resultados, estos son: Pasan / fallan (no pasan)
2. Seguimiento
Cuando el niño se encuentra entre los 3 a 6 meses de edad es necesario,
para finalizar su diagnostico audiológico, realizar ambos estudios objetivos OEAs y
BERA. Esto es necesario debido a que algunas etiologías que abracan el alto
riego auditivo, por nombrar algunas de ellas, están: la hipoxia, la asfixia y la
hiperbilirrubinemia.
Para llegar a este diagnóstico que compromete sin duda el desarrollo
lingüístico, más que una pérdida auditiva profunda (sin factores asociados), se
necesitan de los dos estudios objetivos para diagnosticarla (OEAs positivas BERA
alterado). (Norton, 1999; Lonsbury – Martin, Martin. Mc Coy, Whitehead, 1996).
A todos aquellos bebés que PASAN, se le realiza un continuo seguimiento
por medio de controles periódicos hasta que éste cumpla el año de vida, se
comienza en el septo mes, luego a los 9 meses, y el último control es al año). Lo
anterior se realiza porque este tipo de etiologías puede aparecer entre los
primeros años de vida, una hipoacusia progresiva por ejemplo.
Ahora aquellos bebés que NO PASAN se les realiza un control de oído
medio (O.M.) a través de la timpanometría para descartar la presencia de
cualquier patología en el tímpano. Si se presenta una alteración, se alteran las
respuestas de las otoemisiones acústicas (OEAS). Si los niños NO PASAN la
prueba dentro del periodo anterior a los 3meses, será necesario para estos niños
realizar una estimulación auditiva sin la presencia de ningún dispositivo.
A los 3 meses se realiza una evaluación completa, tanto medica como
audiológica, en esta última se efectúan nuevamente los estudios objetivos
mencionados anteriormente, tales como timpanometría, OEAS y BERA, además
de la evaluación subjetiva a campo libre.
Todo el personal de trabajo han llegado aun acuerdo, estimando que era
fundamental en este proyecto las sugerencias sobre intervención y participación
de la familia que incorpora el programa se seguimiento auditivo, a pesar de que la
familia no forma parte de la investigación
3. Intervención
A aquellos niños que se les ha detectado hipoacusia llamada
neurosensorial unilateral o bilateral, se les realiza la intervención correspondiente
entre los 3-6 meses de vida. Para esto se requiere un equipamiento adecuado y
estimulación auditiva sugerida.
Como dijimos anteriormente se efectúan controles audiológicos cada 3
meses durante todo el primer año de vida. Además el/la terapeuta tiene que
encargarse de su estimulación examinando el grado de cumplimiento de las
etapas prelingüísticas y todas sus características. Además se evalúa el beneficio
que el equipamiento empleado en el niño, en caso contrario, es necesario evaluar
junto a la familia y el otorrinolaringólogo el cambio de dispositivo.
4. Rol de la familia
El éxito de este programa auditivo no sólo depende del trabajo realizado por
los profesionales, sino que el apoyo de la familia es algo fundamental. Tanto los
profesionales, como la familia deben tener claros cuáles son sus roles y
responsabilidades en el tratamiento y terapia.
Es necesario darle información clara y adecuada de cada unas de las
etapas del programa en especial en todo lo referente a la estimulación del
lenguaje, donde los padres sí que juegan un rol fundamental. Se puede requerir
ayuda psicológica a la familia de los niños, si las condiciones las requiere.
Resultados:
Los resultados se presentan de acuerdo a la secuencia de evaluaciones
realizadas a los niños según lo estipulado en el programa.
La siguiente tabla muestra la proporción de niños recién nacidos que
“PASAN” Y “FALLAN” en la prueba de otoemisiones acústicas.
Resultados del screening auditivo inicial (n 320)
n %
PASA 289 90,31
FALLA 31 9,69
Total 320 100
Tal como se observa en la tabla anterior, el 9,69% de los niños falla al
aplicarles la prueba de screening inicial. Estos niños continuaron con el programa
de seguimiento auditivo y por ello fueron controlados al mes, a los tres, a los seis,
a los nueve, a los doce y a los dieciocho meses de vida. Al primer control del mes
de vida concurrieron solo 130 niños, lo que corresponde al 40,62% del grupo total.
Los resultados del primer control se muestran en la próxima tabla.
Resultados del screening auditivo en el primer control (n 130)
OEA BERA P.
Comportamentale
s
n % n % N %
Pasan 114 87,69 113 86,92 114 87,69
Fallan 16 12,31 17 13,08 16 12,31
En la tabla se consigna que 16 niños fallan en las evaluaciones del primer
control, lo que corresponde al 12,31% del grupo que concurrió al examen. Los 114
niños que pasan las pruebas (87,69%) también obtienen buenos resultados en los
controles siguientes; 8 vuelven a FALLAR (6,15%). Los dos casos restantes
fallecieron (1,53%).
De los casos que fallaron se confirmó hipoacusia neurosensorial bilateral en
3 niños (2,3%), 2 de ellos con hipoacusia profunda y uno con hipoacusia
moderada. Los 5 restantes (3,8%), pasan a otros centros hospitalarios, dos de
ellos con cuadros sindrómicos y no se conocen los resultados de los controles
posteriores. Uno de los niños con hipoacusia moderada pertenecía al grupo de
niños sanos sin antecedentes auditivos y se logró su equipamiento unilateral a los
8 meses de edad y a los 16 meses de manera biaural. Se realizó además la
estimulación auditiva necesaria para apoyar el desarrollo comunicativo.
Discusión:
Haciendo un previo análisis de los resultados obtenidos por los controles
aplicados, podemos resaltar que sin hacer distinción entre niños con riesgo de
padecer una hipoacusia y de no estarlo, el método de detección temprana de la
hipoacusia logra resultados de alta efectividad.
Claro está al analizar la especificidad obtenida en el método de
otoemisiones acústicas de un 82,6% y una sensibilidad de 85,71%.calculando con
valor predictivo-positivo y negativo con sus respectivos intervalos de confianza al
95%. Por lo cual los diagnósticos tempranos sobre déficit auditivos son bastante
acertados.
Ahora bien, una variable que suele afectar a este tipo de investigaciones, es
la alta deserción a los controles efectuados. Un claro ejemplo de esto se
representa en que el 60% de niños evaluados antes de ser dados de alta no
concurre al primer control. Las causas que más marcan la tónica de este tipo de
deserciones son la falta de educación de salud, la ignorancia frente a los amplios
beneficios que otorga una detección temprana y además de la falta de conciencia
sobre el daño irreversible que se puede alcanzar si no se aplica un tratamiento a
tiempo.
Tomando en cuenta que cerca del 50% de los niños que nacen con algún
tipo de hipoacusia, suelen ser faltos de antecedentes que puedan explicar su
patología, se hace cada vez más necesario para lograr una detección efectiva de
un mayor número de caso el poder aplicar estos métodos a todo niño recién
nacido. Además, este tema se hace urgente, al considerar que los primeros tres
años de vida son los más importantes para la adquisición del habla y el lenguaje,
logrando con un temprano diagnostico reducir los casos de niños con retrasos en
la adquisición del lenguaje y en cirugías que pudieran ser más efectivas si se
aplicaran a una edad más temprana.
Es destacable la importancia de comenzar con OEAs debido a su
efectividad, dando realce en el seguimiento auditivo para una oportuna
intervención. Mediante OEAs es posible evaluar de forma rápida y confiable a los
bebés tanto en sala de normales como de bajo riesgo.
Estas cualidades la hacen una herramienta altamente efectiva si se
combina con otras pruebas cruzadas, como BERA. Estas conjugaciones son la
piedra angular para detectar neuropatías en niños de alto riesgo audiológico.
También se arrojan resultados de mayor amplitud, al dirigir la prueba en
movimientos deglutorios, donde se destacan los niños prematuros, posiblemente
referido a la inmadurez del sistema eferente medio.
Se presentaros dificultades debido a ruidos propios de bebés con
dificultades de oxigenoterapia, dificultades respiratorias, etc. En estos casos
debieron ser retesteados. Es de notar que los conductos auditivos estaban limpios
de escamas o vernix caseoso.
Tomando en consideración los resultados, se encontró una baja incidencia
de O.M.S. en controles al mes y los tres posteriores, aumentando su frecuencia al
sexto mes de vida. Gracias a esto, podemos reflejar y comprobar la idea de la
necesidad de comenzar el programa en etapas tempranas del desarrollo de los
bebés.
Conclusión:
Los 3 primeros años de vida del ser humano son indispensables para la
adquisición del lenguaje, algo fundamental en nuestras vidas. Si un niño presenta
déficit auditivo en cualquiera de sus etapas iniciales del desarrollo, esto se traduce
en un gran problema. El niño al no recibir una adecuada estimulación auditiva, le
afecta también en el ámbito social y lingüístico. Recordemos que lenguaje,
audición, y sociedad son 3 conceptos relacionados entre sí. Un niño no puede
desarrollar lenguaje sin haber escuchado los fonemas de su lengua, si está
afectado su sistema auditivo, no podrá interactuar normalmente con sus pares o
sociedad en general. De allí la importancia de identificar tempranamente la
hipoacusia con el objetivo de prevenir efectos adversos, como los ya
mencionados.
Hay que reconocer la importancia de la física acústica en la detección
temprana de los distintos tipos de hipoacusia. La Física y la Medicina, son ciencias
que buscan alcanzar la mejoría de un paciente con una determinada enfermedad,
como es la hipoacusia.
Este estudio realizado en Argentina, publicado el año 2005, utilizó en la
evaluación de los niños otoemisiones acústicas, timpanometría, potenciales
evocados auditivos e impedanciometría, todos procedimientos que se requiere el
dominio de conceptos físicos. Por lo tanto ya podemos decir, que para la
evaluación completa de niños con hipoacusia, se requiere tanto atención médica
como audiológica.
Ahora si no existieran estas pruebas de detección de audición
anteriormente mencionadas todas las hipoacusias leves pasarían fácilmente sin
ser detectada en los primeros años de vida, observando posteriormente sus
consecuencias más graves.
Consideramos que la detección temprana de la hipoacusia en algo
fundamental, todo niño debe ser examinado en sus etapas iniciales. Su
importancia radica en que esta etapa (hasta los 3 años de edad) es considerada
un periodo crítico, en el sentido que ya una vez pasada esta fase, la acción de los
estímulos auditivos no permite cambiar la etiopatogenia, quedando la enfermedad
instalada para el resto de la vida. Esto llevo a la autoridad argentina a promulgar
una ley de detección temprana de la hipoacusia, una vez evidenciada la
efectividad y sensibilidad del método.
Cabe destacar que la eficacia, y el buen resultado que obtuvo este estudio
no se debe tan sólo a la evaluación de los niños. Además de evaluar, es
importante el seguimiento por parte del terapeuta, sus instrucciones deben ser
claras, ya que de esta manera ayuda a disminuir la frecuencia de la deserción al
tratamiento por parte de la familia. El rol que juegan los padres, es algo vital para
alcanzar el éxito, estos son los encargados de la estimulación auditiva en el hogar
del infante.
La importancia de la detección temprana es tanto para las hipoacusias
severas y profundas como para las leves y moderadas, radica en que cuanto más
precoz es el examen, mejores resultados terapéuticos se obtienen y hay mayores
posibilidades de que el niño adquiera una forma de comunicación.
La sordera, hoy llamada hipoacusia, en los niños puede tener varias
causas, como antecedentes de familiares con hipoacusia (por causa genética), y
puede estar asociada por otra parte a múltiples infecciones y enfermedades, como
por ejemplo la meningitis, hipoxia, entre otras. Cabe destacar que el 50% de la
hipoacusia es de origen desconocido.
Apéndice
Audiología:
Estudio de la audición y los trastornos auditivos
Emisiones otoacústicas:
Emisiones otoacústicas son la energía acústica generada por la cóclea en forma
espontánea (espontáneas) o en respuesta a un sonido externo (evocadas), y que
son detectadas (cuantificadas y estandarizadas en decibeles) en el conducto
auditivo externo por un micrófono.
La fuente de esta energía acústica son las células ciliadas externas. Estas
células presentan estereocilios. Al pasar la onda sonora convertida en movimiento
ondulante del líquido del oído interno y mover los estereocilios, provoca una
defección de ellos generando un cambio electroquímico dentro de la célula
externa. El cambio de voltaje intracelular induce contracciones cíclicas
(depolarizaciones) y elongaciones (hiperpolarización) de la célula externa que
sigue al estímulo frecuencia ciclo por ciclo. Esta electromotilidad de estas células
actúa mejorando la región de máximo desplazamiento del estímulo sonoro que
está viajando, aumentando su amplitud y mejorando su definición, produciendo un
ruido que es captado por el micrófono en el oído externo como emisión
otoacústica.
Es de mencionar que las emisiones otoacústicas son respuestas "pre
neurales", es decir, de células ciliadas que están ubicadas "antes" de las células
ganglionares. Por lo tanto, si hay lesiones en el tronco cerebral o en la corteza, las
emisiones serán normales aunque el paciente no escuche.
Una de las características que hacen de las emisiones ideales para
exámenes de screening auditivo de recién nacidos es su alta especificidad, es
decir, las emisiones evocadas aparecen en todos los niños con audición normal.
En cambio las espontáneas sólo están presentes en un 80% de niños con audición
normal. También es muy útil su alta sensibilidad (la tasa de rechazo de los
exámenes es bajo). El Instituto Nacional de Salud Americano ha puesto esta cifra
en alrededor de 5 a 7% (8).
Otras de las características que las hacen ideales para exámenes auditivos
son las siguientes: 1. Son objetivas, es decir, no responden al estado del paciente
ni tampoco interviene el paciente en su aparición. 2. No son invasivas. 3. Son
controladas y procesadas por un computador. 4. Están presentes en todos los
pacientes con audición normal. 5. Se pueden cuantificar. 6. Son de origen pre
neural (antes del nervio auditivo), es decir, son producidas por las células ciliadas
externas de la cóclea. 7. Son muy sensitivas. Responden al máximo a niveles de
estímulos bajos.
Dentro de las emisiones evocadas están las transitorias y los productos de
distorsión.
Las transitorias están presentes en todos los pacientes con audición normal
y fueron las primeras en ser utilizadas en forma masiva. Esta tecnología fue
desarrollada por David Kemp.
En los años noventa gracias a la aparición de pequeños microprocesadores
y la automatización de los equipos aparecieron los llamados productos de
distorsión (DP). Para producirlos se necesita un generador de estímulo (que está
dentro del computador). En la oliva que se coloca en el conducto auditivo externo
se coloca un micrófono y también una fuente de sonido. El computador tiene un
software que permite detectar y procesar la información obtenida dando un
resultado en forma automática una vez concluido el examen.
En resumen; dentro de las emisiones evocadas, las dos con connotación
clínica son las transitorias y los productos de distorsión.
Hipoacusia:
Es la pérdida parcial de la capacidad auditiva.
Impedanciometría:
Examen médico cuyo objetivo es evaluar la “impedancia” acústica, o sea la
resistencia que el oído medio opone a la propagación del sonido. Este tipo de
examen permite obtener información sobre el estado de la vía auditiva y realizar
diagnósticos en casos hipoacusia (sordera).
Potenciales evocados auditivos de tronco cerebral (BERA en inglés):
Consisten en la obtención de una serie de ondas en el ordenador, que nos indican
la transmisión y el viaje que hace el sonido desde la parte interna del oído o cóclea
(caracol) hasta el lóbulo temporal del cerebro, a través del nervio acústico.
Productos de distorsión
Los productos de distorsión (DP) corresponden a la energía acústica que
emiten (generan) las células ciliadas externas de la cóclea en respuesta a dos
estímulos tonales cercanos en frecuencia y presentados simultáneamente en el
conducto auditivo externo del paciente. Esto hace que el oído responda con
energía acústica en otra frecuencia (distinta) de los tonos estimulados y que
corresponde a una fórmula matemática representada por:
DP=2 f1-f2
DP = Producto de distorción
f1 =representa el tono de menor frecuencia
f2 =representa el tono de mayor frecuencia (Figura
3)
El poder obtener una frecuencia específica y poder manipular las
frecuencias ha permitido que la información que se obtiene sea específica de cada
frecuencia. Es así como es posible hacer un screening rápido y eficiente de las
frecuencias importantes (2-4-6 kilo Hertz) en el recién nacido.
En la práctica clínica éstas se usan tanto en screening de recién nacidos
como de lactantes. También en pacientes de edad, pacientes comatosos,
deficientes mentales o con handicap, y en personas que no hablan el idioma y
simuladores. Además son útiles para monitorizar pacientes sometidos a
quimioterapia, drogas ototóxicas, o a condiciones laborales riesgosas en cuanto a
exposición a ruidos.
El examen de emisiones otoacústicas se basa en estímulos que viajan a través del
conducto auditivo externo, tímpano y cadena de huesecillos antes de llegar a la
cóclea. Por lo tanto, líquido o vermix en el conducto auditivo o problemas de
transmisión en el oído medio van a afectar el resultado del examen. Un ambiente
ruidoso también lo afecta.
Screening:
Estrategia aplicada sobre una población para detectar una enfermedad en
individuos sin signos o síntomas de esa enfermedad. La intención del screening es
identificar enfermedades de manera temprana dentro de una comunidad.
Timpanometría:
Es una prueba desarrolla para evaluar la movilidad de la membrana timpánica
durante la variación de presión del aire, para realizar la timpanometría se inserta la
punta de una sonda en el conducto auditivo externo hasta obtener un sello
hermético.
Bibliografía
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