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RECAMBIO GENERACIONAL, OPORTUNIDAD DE INNOVACIÓN DE LA CARRERA ACADÉMICA EN LAS UNIVERSIDADES MEXICANAS
Angélica Buendía Espinosa
Oscar Comas Rodríguez Magdalena Fresán Orozco
Palabras clave: carrera académica, definitividad, recambio generacional, TIC´s y futuros.
Resumen: El futuro de la universidad es una preocupación presente; su análisis y consideración
en el debate actual, incitan a imaginar cómo conservará en las próximas décadas su papel de
institución trascendente para la sociedad, ante los retos y tendencias que hoy exigen su
transformación. De éstas, la globalización, las TIC´s y la producción, distribución y gestión del
conocimiento, simbolizan elementos detonadores de cambio y sugieren opciones de desarrollo
alternativas para las universidades. Por ello, en este trabajo, a partir de la confluencia de tales
variables consideradas críticas, los autores sugieren la coexistencia en el futuro de tres modelos
de universidad, cuyo elemento estructurador más importantes es la carrera académica. Esta
carrera, asociada actualmente a la figura de la definitividad constituye uno de los principales
obstáculos para el cambio institucional; sin embargo, el inminente recambio generacional que
vivirán las universidades en la próxima década podrá catalizar transformaciones sustantivas que
impulsarán a las instituciones educativas a un proceso de renovación necesaria frente a un mundo
cada vez más complejo.
INTRODUCCIÓN
Esta investigación incita al análisis y polémica sobre la dinámica de cambio y el futuro de la
universidad. La reflexión inicial del presente universitario y el análisis de escenarios futuros
condujo a los autores, a identificar procesos, cuyos principios y fundamentos apuntan a la
redefinición de roles de uno de los principales actores universitarios, los docentes.
Este trabajo intenta responder a las siguientes preguntas: ¿qué procesos y factores del contexto
demandan el cambio en la universidad como organización?, ¿en qué forma la institucionalización
de la carrera académica ha conducido al envejecimiento de la planta académica y a la resistencia
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al cambio institucional? ¿constituye el recambio generacional una oportunidad para abatir
resistencias y plantear una carrera académica que consolide modelos previsibles de la universidad
en las próximas décadas?
LA UNIVERSIDAD Y EL FUTURO: UNA TRANSFORMACIÓN NECESARIA
Durante siglos hemos comprendido a la universidad como el referente cultural de la sociedad
donde tiene lugar la reflexión sobre los problemas políticos, económicos y sociales. Es un espacio
donde la producción y socialización del conocimiento se fundamenta en elevados niveles de
calificación y en una organización que encuentra su razón de ser en la producción de sinergias
que, de otra manera, no se generarían (Acosta, 2000; Ibarra, 2000). Estas sinergias derivan de una
atención permanente a los avances en el conocimiento e impulsan nuevas configuraciones de la
institución universitaria, marcos alternativos de interpretación, así como otras formas de
producción. Según Gibbons, el nuevo modo de producción de conocimiento afecta: a) el tipo de
conocimiento que se produce; b) la forma en que se produce; c) el contexto en el que se da la
producción de éste; d) su organización; e) el sistema de recompensas que utiliza; y f) los
mecanismos que controlan la calidad de los productos y resultados (Gibbons, 1997).
Conservar el papel central de la universidad en la sociedad del siglo XXI le exige prever
escenarios para orientar su transformación organizacional. Estos escenarios están condicionados
por fuerzas y/o tendencias entre las que destacan la globalización, el uso de las tecnologías de la
información y comunicación (TIC’s) y la participación de “nuevos actores” en la generación,
aplicación y gestión del conocimiento.
Globalización y educación
La globalización es el concepto con el que designamos los arreglos complejos de la sociedad
contemporánea (Ordorika, 2006:31). Diversos autores coinciden al señalar que esta fase del
desarrollo del capitalismo se caracteriza porque los procesos económicos, las interacciones
sociales, políticas, culturales e incluso las relaciones individuales trascienden las fronteras
nacionales. Los intercambios ocurren en un mundo que ha ampliado virtualmente sus
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dimensiones utilizando las tecnologías de la información, las comunicaciones digitales y los
medios de transporte más modernos. El espacio y el tiempo se redefinen por interacciones que
ocurren en el tiempo real (Castells, 1996; citado por Ordorika, 2006).
En el debate sobre el impacto de la globalización en el ámbito de la educación superior
sobresalen dos perspectivas. La primera es optimista y visualiza la incorporación de las
universidades al mundo global a partir del uso intensivo de las tecnologías, a fin de transformase
en instituciones competitivas en la generación, aplicación y gestión del conocimiento. La segunda
aborda el análisis de las modificaciones sustanciales en la naturaleza del Estado contemporáneo
como organizador principal de la acumulación de capital y como articulador de la identidad
nacional, (Castells, 1996, Evans, Rueschemeyer y Skocpol, 1985; citados por Ordorika, 2006).
Desde esta perspectiva Slaughter y Leslie (1997) señalan que la estructura del trabajo académico
responde a la emergencia de mercados globales, bajo el fenómeno del capitalismo académico.
Los cambios inducidos en la universidad tradicional (o de investigación) a partir de la
instrumentación de políticas educativas han transformado la identidad de los profesores y su
relación con el Estado y el mercado. Las universidades y los académicos asumen conductas
propias de la sociedad mercantil al competir por recursos económicos externos a la universidad
transformando el trabajo académico, su forma de organización, y las funciones de docencia,
investigación y difusión de la cultura (Ibarra, 2001).
TIC´s y educación
La tendencia más visible en las transformaciones sociales del mundo contemporáneo es el uso de
las TIC’s, y particularmente del Internet, aunque el acceso a este recurso es aún limitado1. La
educación superior no ha sido ajena a la incorporación de las TIC’s, las cuales posibilitan la
creación de un nuevo espacio social para las interrelaciones humanas al que Javier Echeverría
(2000), llama el tercer entorno. Este espacio genera nuevos procesos de aprendizaje y transmisión
del conocimiento a través de las redes telemáticas, requiere de nuevos conocimientos, destrezas,
escenarios, instrumentos y métodos para los procesos educativos y genera múltiples percepciones
1 Para el 2005 en México había 103, 872, 328 habitantes; el porcentaje de usuarios de Internet era de 16.4%, aproximadamente 16, 995 400 habitantes, en http://www.exitoexportador.com/stats2.htm#central.
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y oportunidades en el ámbito educativo. Pero también, despierta grandes resistencias que dilatan
la asimilación de los diferentes lenguajes o marcos de inteligibilidad pedagógicos necesarios para
comprender la transformación que está viviendo el proceso de enseñanza aprendizaje.
Las TIC’s con su capacidad para producir simulaciones, aprendizaje en la acción y resolución de
problemas basada en el descubrimiento, facilitan y superan en ocasiones el aprendizaje basado en
la conferencia y el aula. Al nivel de los sistemas y las instituciones, la educación a distancia se
propone como estrategia para ampliar la cobertura en educación superior, al resolver problemas
asociados al aislamiento geográfico y a la escasez de recursos, a la necesidad de formación y
actualización. No obstante, Cabero (2006) abre un espacio de reflexión cuando señala que hay
más de un 80% de fracasos en la gestión de cursos a distancia y más de un 60% de estudiantes los
abandona (Cebrián, 2003:31, cit. por Cabero, 2006).
Nuevos actores y conocimiento
La transformación de la universidad también se asocia con la importancia económica, política y
social del conocimiento en la era postmoderna. Akrich y Miller (2006) señalan que la sociedad y
economía del conocimiento se caracterizan por la existencia de nuevos regímenes de producción
y circulación del conocimiento en donde aparecen actores que en el pasado dependían de los
investigadores universitarios. Estos actores interactúan hoy en redes complejas por su alcance,
pero eficaces por el papel que desempeñan en la conformación de comunidades de aprendizaje,
generando formas colectivas de producción del conocimiento e innovación. Entre ellos se
encuentran organismos e instituciones públicas o privadas, tales como las grandes empresas
nacionales y transnacionales dedicadas a la investigación y al desarrollo tecnológico, agencias de
investigación y desarrollo de los gobiernos nacionales y regionales y la propia sociedad civil. La
universidad dejó de ser el espacio privilegiado del conocimiento, para compartir su estatus con
actores, cuyo objetivo principal es la aplicación comercial y social del mismo.
Después de revisar las tendencias que orientan las transformaciones de la universidad en las
próximas décadas, es evidente la necesidad de pensar una nueva organización universitaria que
rompa con el peso del conformismo y proponga posibilidades que hoy resultan inimaginables.
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Tal es el desafío de este trabajo, para lo cual los autores proponen un ejercicio de construcción de
escenarios en donde un número limitado de variables críticas2 se entretejen y generan nuevas
configuraciones para la organización universitaria.
LA UNIVERSIDAD ACTUAL EN MÉXICO. UN MODELO VULNERABLE
La universidad es una institución social e históricamente trascendente cuyo análisis en México,
de acuerdo con Ibarra (2001), requiere recrear sus procesos de conformación y cambio3. El
desarrollo histórico de las universidades mexicanas ha forjado instituciones extraordinariamente
complejas y resistentes al cambio. Sus tiempos no corresponden al ritmo de las transformaciones
que observamos en la industria, en los servicios y en el avance mismo del conocimiento. Esta
rigidez les ha permitido mantener la estabilidad ante distintas amenazas del entorno a lo largo de
muchas décadas; no obstante hoy, en un contexto donde la globalización, la celeridad en la
proliferación de las TIC’s y la emergencia de nuevos participantes en la producción, aplicación y
gestión del conocimiento, constituye su punto más vulnerable.
La rigidez de los planes de estudio y la orientación hacia la enseñanza son sus características
definitorias. Se sigue procurando una formación terminal y especializada sustentada en la
adquisición de conocimientos y constatada mediante evaluaciones de contenidos, el proceso
formativo privilegia la enseñanza de carácter acumulativo. A esta inflexibilidad se suma una
esclerosis progresiva en la organización académica, en los procedimientos que sustentan la
operación cotidiana de las instituciones e incluso en su normatividad. Esta falta de maleabilidad
genera, a su vez, una pesada estructura burocrática que hace lenta e ineficiente las respuestas de
las universidades a las problemáticas que les plantea el entorno y dificulta la coordinación de los
sectores, los niveles y las jerarquías de la organización universitaria. Clark (1983), Becher y
Kogan (1992), coinciden en que para comprender el funcionamiento de las universidades es
necesario tipificarlas como un “sistemas flojamente acoplados” porque los elementos y las
2 Por variable crítica entendemos aquélla cuya intensidad es determinante en la configuración de una organización universitaria. 3 La historia del sistema de educación superior en México ha sido abordado por distintos autores, entre otros, destaca el trabajo de Ibarra (2001).
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funciones que se desarrollan dentro de las organizaciones educativas casi nunca tienen relaciones
que les permita ser funcionales (Weick, 1976).
La asunción de roles estereotipados, de comportamientos estandarizados y de tendencias al
control de fragmentos de los planes de estudio por núcleos reducidos de profesores, infunde a la
organización universitaria una suerte de monotonía funcional extremadamente resistente al
cambio, que se agudiza por el envejecimiento de la planta académica.
Con una planta académica envejecida y convencida de la conveniencia de las condiciones de
trabajo prevalecientes, sería difícil enfrentar las transformaciones necesarias para consolidar
modelos como los delineados a partir de este ejercicio. El ineludible proceso de recambio
generacional4 que vivirán las universidades mexicanas en los próximos 10 años posibilita la
introducción de variables que permitirían un ajuste dinámico a las exigencias de un entorno que
presenta un acelerado ritmo de transformación y amenaza a las instituciones con la sombra de la
obsolescencia y la pérdida del trascendente papel que han jugado en la historia de las sociedades
modernas. Este supuesto subyace al análisis que a continuación se presenta.
PROFESIÓN ACADÉMICA EN MÉXICO Y CARRERA ACADÉMICA EN LA UAM
Hablar de la carrera académica en México tropieza con la problemática de la diversidad
institucional del país. En este trabajo abordamos como estudio de caso la carrera académica de la
UAM, cuyo análisis, si bien impide la generalización a todas las instituciones de educación
superior nacionales, recupera una experiencia que ha servido de modelo a muchas de ellas.
La expansión de la educación terciaria, la necesidad de fortalecer a las universidades y
transformarlas en centros adecuados para el desarrollo de la docencia, la investigación y la
preservación de la cultura, la definición de mecanismos para atraer, estabilizar y retener a sujetos
con la formación y el interés necesarios que dedicaran su vida productiva a la universidad, fueron
4 Según información de la Coordinación General de Planeación de la UAM, en 2008 la edad promedio de los profesores es de 56 años.
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los principales factores del surgimiento, en la mitad del siglo XX, de una nueva profesión en el
mundo, que pronto fue denominada profesión académica.
En México la profesión académica como espacio laboral se constituyó a partir de 1960, cuando la
matricula universitaria ascendía aproximadamente a 76 269 estudiantes (Rangel, 1979) con 10
mil puestos de profesor universitario; la mayoría de los académicos tenía estudios de licenciatura,
el 95% eran de tiempo parcial (Gil, 2004) y laboraban en 50 instituciones fundamentalmente
públicas. La situación actual es distinta. En el año 2004 la matrícula de educación superior
alcanzó la cifra de 2, 012 962 estudiantes en el nivel licenciatura atendidos por 200 254
profesores (26.9% de tiempo completo, 6.8% de medio tiempo y 66.3% de asignatura) en 1,250
instituciones públicas y privadas (ANUIES, 2004). El incremento en los espacios para el trabajo
académico es reflejo de la ampliación de la cobertura para la educación superior en la segunda
mitad del siglo XX, pero también se asocia a otros fenómenos sociales como la industrialización,
urbanización y complejización de la vida social, que le dan sustento y sentido a la expansión de
los espacios para la formación especializada (Gil, 2006). Por otra parte, la política educativa en
los últimos 30 años ha enfatizado la necesidad de “contar con un sistema adecuado de formación
de maestros, de actualización de conocimientos y de perfeccionamiento de sus capacidades; así
como de fortalecer la función de investigación de las instituciones.”5
Las transformaciones sociales, económicas, políticas y tecnológicas ocurridas en el entorno de las
universidades tuvieron una escasa repercusión en el ejercicio de la profesión académica. Quizá el
efecto de las crisis económicas fue la influencia más evidente pues incidió inicialmente en las
percepciones de los profesores y luego en la retención de los académicos mejor preparados,
quienes por su capacidad accedieron a mejores oportunidades laborales fuera de la universidad.
Para contender con esta situación las instituciones de educación superior generaron sistemas de
5 Programa de Modernización Educativa (1988-1994), Programa de Desarrollo Educativo (1994-2000) y el Programa Nacional de Educación (2001-2006). Algunos programas son el SUPERA, el SNI y el PROMEP, cuyo objetivo es promover que las IES incrementen el número de profesores de tiempo completo y apoyen la formación de sus profesores en el posgrado (maestría y doctorado) fortaleciendo el nexo docencia-investigación. Según las cifras de la Secretaría de Educación Pública de 134 357 profesores (30.9% con posgrado, de los cuales 4.8% tenía doctorado) en el ciclo escolar 1994-1995 a 248 782 (42% con posgrado de los cuales 8.3% cuenta con doctorado) en el ciclo escolar 2004-2005, de los de tiempo completo de 38 398 (44% con posgrado y 10.2% con doctorado) a 68 923 (61.4% con posgrado y 19% con doctorado) y de los que están adscritos en el SNI de 5879 a 12 096 en el mismo periodo (Rubio, 2006).
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retención o permanencia que tuvieron consecuencias positivas al evitar la fuga de académicos.
Sin embargo, acentuaron la rigidez derivada del encasillamiento6 y el confort de la vida
académica difiriendo la jubilación, el recambio generacional y las oportunidades para el ingreso
de jóvenes a la docencia e investigación en el nivel superior.
Hoy la profesión académica constituye una opción laboral real para el universo de profesionales y
graduados de universidades nacionales y extranjeras que se formaron, en gran parte, al amparo de
la política educativa. Mientras que en los años 70´s, por el proceso de expansión de la matrícula,
las universidades tuvieron que contratar profesionales recién egresados e incluso estudiantes
avanzados para conformar su planta académica y realizar las funciones universitarias. Sin negar
que el proceso de contratación masiva tuviera resultados positivos, también es cierto que propició
la incorporación a la universidad de profesores sin vocación por la docencia y la investigación,
cuya presencia afectó negativamente el proceso de consolidación cualitativo de muchas
universidades mexicanas. A este fenómeno se agrega la influencia de la definitividad y los
sistemas de estímulos a la permanencia de los profesores que, en conjunto, incidieron en la
rigidización de la carrera académica en las instituciones.
La carrera académica en la UAM
La carrera académica en la UAM ha sido estudiada por Gil (2006), quien la define como el
conjunto de normas, procedimientos y mecanismos institucionales establecidos para propiciar el
cumplimiento de las funciones sustantivas de la universidad, mediante la regulación del trabajo
académico en general y de las trayectorias específicas a que da lugar en los diversos espacios
organizativos y disciplinarios en que se desarrolla. La carrera académica, según este autor, se
desglosa por tres dimensiones de análisis específicas: contractual, organizacional y simbólica y
un eje transversal que las modula: las disciplinas. Además, implica un conjunto de procesos
asociados a mecanismos decisorios que estructuran una red de interrelaciones que incluye desde
6 El encasillamiento se entiende como la aplicación del repertorio de habilidades de los profesionales académicos a un conjunto de contingencias también normalizadas. Implica diagnóstico de la situación y aplicación y ejecución de un programa determinado. Un ejemplo es la selección de estrategias didácticas para grupos pequeños y grandes (Mintzberg, 1989).
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los procedimientos de ingreso a la universidad, pasando por los mecanismos para incentivar la
permanencia hasta el diseño de trayectorias académicas (tabulador académico).
Gil (2006) reconoce cinco periodos en los modos de regulación y definición del trabajo
académico en la UAM. El primer periodo (1974-1976) de fundación se caracteriza por la
centralidad de los órganos unipersonales en la contratación del personal con un tabulador similar
al de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La creación del Sindicato Único
de Trabajadores de la UAM (SITUAM) en 1976, marca el inicio del segundo periodo (1976-
1982) caracterizado por la bilateralidad en los mecanismos en el ingreso, promoción y
permanencia del personal académico y la creación de comisiones dictaminadoras y comisiones
mixtas con participación sindical. La modificación, en 1980, de la fracción VIII del artículo 3°
constitucional que consagra el principio de la autonomía universitaria y define las características
especiales del trabajo en las universidades (Barkin, 1998) constituye el sustento del tercer
periodo, en el cual el Colegio Académico regula el trabajo académico al aprobar las normas para
el ingreso, promoción y permanencia del personal académico (1982-1985). Durante estos tres
periodos el tabulador no sufrió modificaciones significativas.
Con el fin de eliminar la discrecionalidad en la evaluación del desempeño y la producción
académica de los profesores, el cuarto periodo de regulación colegiada (1985-1989) se caracteriza
por la operación de un nuevo Tabulador para el Ingreso y Promoción del Personal Académico
(TIPPA) que cuantifica y acumula los productos del trabajo académico como mecanismo
fundamental para asignar la categoría y el nivel del profesor. Finalmente, el quinto periodo (1989
a la fecha) se orienta a la recuperación de la capacidad adquisitiva del salario de los académicos,
profundamente deteriorado por las subsecuentes crisis económicas nacionales. Este proceso se
sustenta en un modelo de deshomologación de los ingresos, a través de una diversidad de
modalidades para la obtención de estímulos y becas, la aprobación de un nuevo Reglamento para
el Ingreso, Promoción y Permanencia del Personal Académico (RIPPPA) y el diseño de criterios
por parte de las comisiones dictaminadoras para conducir la evaluación del personal académico,
de acuerdo con las pautas peculiares de cada área del conocimiento.
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En estos cinco periodos identificamos tres elementos centrales: 1) la existencia de un tabulador
que jerarquiza y ordena categorías y niveles para el personal académico; 2) la transición de las
decisiones unipersonales de la primera etapa a una regulación colegiada a partir de la segunda
fase, que teóricamente garantiza los valores de institucionalidad e imparcialidad en el ingreso,
promoción y permanencia del personal académico; y 3) la definitividad como característica del
modelo universitario sustentado en la figura del profesor-investigador, que da certidumbre laboral
a quienes consagran su vida al quehacer universitario.
El ingreso por tiempo indeterminado a la UAM es a través del concurso de oposición como
mecanismo de evaluación académica. En los requisitos para participar no es necesario tener
antecedentes de trabajo en la propia institución y la capacidad para el desempeño de las funciones
del puesto al que se aspira se valora a través de una entrevista y la exposición de un tema
asignado de antemano a los concursantes. El organismo evaluador carece de elementos para
conocer el compromiso del aspirante con las funciones para las que se le contrata. Por estas
razones en ocasiones se contrata a individuos para los cuales la universidad representa un salario
seguro y no un compromiso con las funciones centrales para el desarrollo de la sociedad.
La carrera académica está regida por instrumentos que, en teoría, debieron sustentar la diversidad
de la planta académica en la que los individuos se distribuyeran las tareas de acuerdo con su
formación, experiencia y méritos académicos. Sin embargo, hoy casi la totalidad de la planta
académica ostenta la categoría más alta del tabulador, independientemente de su nivel de
habilitación y de la calidad de su producción académica. El reconocimiento de estos elementos se
asignó a un conjunto de comisiones dictaminadoras integradas por pares. La evaluación de la
trayectoria de los profesores, en un principio estrictamente académica se transformó, quizá por la
sobrecarga trabajo, en una simple revisión acumulativa de productos del trabajo y asignación de
puntajes a las actividades.
Esta carrera, diseñada para consolidar la planta académica de la universidad, se orienta a partir de
la década de los noventa a la mejora de los ingresos de los profesores mediante la obtención de
becas y estímulos asociados a la productividad y desempeño de las funciones universitarias. La
evaluación en vez de promover una actualización constante y la mejora continua de la calidad de
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las funciones universitarias ha desembocado en un statu quo que se caracteriza por la
burocratización de la vida académica (acumulación de comprobantes con valor en el proceso de
evaluación), el descuido de la función docente principalmente en la licenciatura (las actividades
docentes reditúan menores puntajes que la investigación), la orientación hacia el trabajo
individual y la simulación (multiautorías y fragmentación de proyectos) pero, sobre todo, al
acopio de productos de trabajo de validez relativa.
La operación de la carrera ha implicado dedicar un gran esfuerzo y un excesivo número de
horas/hombre altamente calificadas al seguimiento, evaluación y dictaminación de los productos
académicos de los profesores. La importancia de sus decisiones en el ingreso, promoción y
permanencia del personal académico ha propiciado, también, la formación de grupos de intereses
particulares que se rotan el papel de dictaminadores generando presiones sobre las comisiones y
distorsiones en la aplicación de los criterios académicos.
DEFINITIVIDAD: DOS CARAS DE LA MONEDA
El análisis de la definitividad en educación superior considera al menos dos ópticas: la académica
y la económica. La primera significa estabilidad en el empleo para el resto de la vida de un
profesor universitario y el reconocimiento de sus méritos; actúa como motivador para continuar
con una carrera académica prestigiosa, garantiza el respeto a la libertad académica y la
posibilidad de que las universidades, a partir de la docencia y la investigación, sean las
responsables de la generación y distribución del conocimiento para los distintos sectores de la
sociedad. Además, constituye la vía para propiciar la participación en las estructuras y en los
procesos de distribución de autoridad de las universidades, principalmente en aquéllas que operan
bajo organizaciones y estructuras colegiadas en la toma de decisiones (McPherson y Owen,
1999).
En este mismo sentido, la definitividad limita la facultad de la universidad de intervenir en
situaciones que deterioran la calidad del trabajo, por ejemplo profesores que dedican un esfuerzo
mínimo a los deberes académicos, que tienen compromisos incompatibles con la jornada laboral
contratada, que se resisten a la actualización o superación académica, que se niegan a impartir
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docencia en el nivel de licenciatura, que no participan u obstaculizan las actualizaciones de los
planes de estudio y que no colaboran en la gestión universitaria.
Desde la óptica económica uno de los cuestionamientos más importantes a la definitividad
considera las limitaciones que impone al mercado de trabajo al reducir la flexibilidad y la
movilidad del personal académico dentro de las universidades y la competencia de posibles
candidatos a incorporarse al mismo. Además, requiere una alta inversión por parte de las
universidades y del Estado, aún después de que los profesores concluyen su vida útil. Por estas
razones hay quienes afirman que es injustificable y se ha convertido en un problema para los
recursos públicos asignados a la educación superior7. La disminución de la productividad
académica de los profesores en relación con la edad es otro argumento usado para cuestionar la
definitividad, dada la tendencia de los profesores a permanecer en la universidad hasta edades
avanzadas pues el escenario de retiro o jubilatorio no les ofrece condiciones para mantener un
nivel de vida decoroso y continuar con el desarrollo de su actividad intelectual (Lynn, 1997).
México no es ajeno a algunos de los problemas anteriores; la seguridad que supone la
definitividad, el confort de la vida académica y la resistencia al cambio forjaron una posición
conservadora que obstaculiza la renovación de las universidades. El encasillamiento en un
número reducido de tareas y de maneras de atenderlas; el automatismo derivado de la experiencia
y el poder de los académicos sobre tramos de los planes y programas de estudio en los cuales se
consideran expertos, constituyen los núcleos de la resistencia a cualquier intento de cambio.
LOS EJES DE LA TRANSFORMACIÓN
7 En Estados Unidos el debate sobre la definitividad es relevante. En 1995 en la Universidad de Minesota varios de los programas de ciencias de la salud experimentaron dificultades financieras. El Estado asignó a dichos programas $8.6 millones de dólares con el compromiso de que se cambiara el concepto de definitividad, bajo el argumento de que la universidad tenía el derecho a terminar la relación laboral con los profesores-definitivos cuando se eliminaran departamentos o de reasignar miembros de la facultad cuando un programa fuera cerrado. En 1997 fue aprobada una nueva política sobre la definitividad para toda la universidad, de la cual tres puntos son importantes: a) incrementos significativos en los salarios de los profesores definitivos, b) la facultad aprobó el sistema de revisión post-definitividad y c) cuando un departamento fuera eliminado la universidad estaba obligada a reasignar a los miembros de la facultad, con la salvedad de que podrían darse disminuciones salariales en el caso en que la universidad estuviera en una situación financiera delicada (McPherson y Owen, 1999).
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En este trabajo asumimos tres variables críticas para la construcción de los escenarios de futuro
de la universidad8 y de la posible transformación de la carrera académica: las TIC’s, la vocación
institucional en cuanto a la generación, aplicación y gestión del conocimiento y la definitividad y
Las dos primeras derivan de cambios relevantes en el contexto de las instituciones de educación
superior, mientras que la última ha contribuido de manera importante a la configuración de la
profesión académica favoreciendo la permanencia de una planta de personal académico que hoy
alcanza una media de 56 años. Por lo anterior, puede preverse que, a pesar de la resistencia al
abandono de la vida académica vía la jubilación, la educación superior mexicana se aproxima
inexorablemente a un periodo de recambio generacional impulsado por la incapacidad física, la
muerte o la cesantía por edad avanzada de los actuales académicos. Este recambio generacional
debilitará las fuerzas que hoy obstaculizan el cambio y constituirá una oportunidad única para la
transformación de las universidades mexicanas en lo que se refiere a la incorporación y uso
intensivo de las TIC’s y una posible mutación de la vocación institucional en el ámbito de la
investigación y la vinculación.
Cualquier modelo de universidad futura ubicaría la evaluación de los académicos en grupos de
pares conocedores de las pautas de producción propias del área disciplinar y del proceso de
maduración y consolidación de las trayectorias académicas, a fin de garantizar juicios
eminentemente académicos y no simples sumatorias de productos del trabajo de diferente
relevancia e impacto. Esta propuesta mejoraría en los departamentos la capacidad para orientar su
desarrollo con mayor flexibilidad, reconocer liderazgos académicos y prácticas emergentes, así
como ajustar armónicamente sus líneas de investigación y programas educativos. Incluso podría
mejorar la consolidación de los grupos de investigación si el proceso de evaluación incluye la
planeación de la investigación a realizar en el siguiente quinquenio.
La categoría y nivel que se asignaría al académico sería una tarea a realizar por una comisión
dictaminadora general. La presencia de expertos externos abatiría la posibilidad de que intereses
de grupo afectasen el juicio académico. Sólo se enviarían a la comisión dictaminadora general los
casos en que se considerara procedente la promoción del académico evaluado, o bien la reducción
de su categoría o nivel.
8 La metodología de escenarios se sustentó en la propuesta de Miller (2003, 2007) y Ak y Miller (2006).
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Las variables críticas
Intensidad en el uso de las TIC’s
La intensidad en el uso de la TIC´s, como se comentó en las primeras líneas, está produciendo
cambios dramáticos en la educación superior. La tensión generada entre la tendencia a la
innovación y la resistencia al cambio de una planta académica envejecida permite la construcción
de distintos perfiles institucionales en un espectro que ubicaría en un extremo a la universidad
virtual y en el otro, a las instituciones que no han incorporado las TIC´s al proceso educativo. La
universidad actual se encuentra próxima a este punto; la introducción de la enseñanza no
presencial es un proceso que crece sin la celeridad con que lo hacen los avances tecnológicos de
nuestra época.
Dado que cualquier modelo de universidad en el futuro debería utilizar las TIC´s para garantizar
la cobertura y la calidad de su oferta educativa, puede preverse que su dominio está llamado a ser
un requisito adicional para la evaluación de los profesores. El nivel de exigencia sería diferente
dependiendo del modelo de universidad. No obstante, es importante señalar que el dominio de las
TIC´s se asociaría muy probablemente al rejuvenecimiento de la planta académica, pues como se
mencionó antes, entre los académicos de mayor edad se observa una gran resistencia al uso de las
nuevas tecnologías.
Otra definitividad
En el eje que corresponde a la definitividad se encuentran, en un extremo, las instituciones con
las condiciones en las que el profesor obtiene la definitividad desde el ingreso (universidad
actual) y en el otro, se sitúan aquéllas donde la contratación por tiempo indeterminado no existe
dada la naturaleza y organización del trabajo académico, incluyendo la investigación y los
programas formativos (universidad virtual).
El cambio constante en la universidad admitiría la existencia de nuevas formas de vinculación
entre la institución y los profesores. Ello supone una concepción más asociada con el desarrollo
de proyectos que con la estabilidad laboral. Es posible que en algunos modelos de universidad el
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resultado del concurso de oposición no sea la definitividad, sino la contratación por un periodo
multianual (cinco años) que permitiría al profesor involucrarse en proyectos de largo aliento en la
universidad (contrato de estabilidad). Previamente, el académico accedería a contrataciones
temporales que permitirían a la universidad constatar la calidad y el compromiso del aspirante a
un puesto académico.
Estas alternativas generarían, a su vez, nuevas posibilidades de concebir la permanencia de los
profesores. Por ejemplo, el desempeño de los profesores y su producción académica se revisarían
cada cinco años para determinar si los resultados obtenidos corresponden o no a lo esperado. En
el primero de los casos el trabajador académico se promovería de categoría o nivel y su contrato
renovarse por cinco años adicionales. En el segundo, obtendría la renovación del contrato sin
ninguna promoción asociada. Las evaluaciones negativas conducirían a la reducción de categoría
o nivel o a la cancelación del contrato.
La periodicidad quinquenal de las revisiones integrales de la trayectoria del profesor tendría un
efecto potenciador de la calidad de la producción académica y en el rigor en el desempeño de las
funciones, es decir, tendrían un carácter dinamizador de la superación continua del académico en
lo que se refiere a su habilitación y al desempeño de sus actividades.
La participación en la generación, aplicación y gestión del conocimiento.
Durante las últimas décadas del siglo XX, la generación del conocimiento ha sido una de las
aportaciones centrales de las universidades mexicanas. Esta tendencia es de tal magnitud que la
fortaleza académica de una institución se asocia frecuentemente a la participación de sus
profesores en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) lo que implica una producción
académica sistemática y de calidad y una participación activa en la difusión de los resultados de
la actividad científica y humanística, a través de publicaciones en los espacios nacional e
internacional.
Sin embargo, el papel de la universidad en la gestión del conocimiento ha sido limitado. Las
universidades han participado poco en la transferencia de resultados de investigación producidos
16
por ellas o por otras instancias, su participación en la socialización y apropiación del
conocimiento por los grandes sectores de la sociedad necesitados de opciones para mejorar sus
condiciones materiales y culturales de vida, ha sido escasa. La expansión de espacios para la
generación de conocimientos ajenos a las universidades disminuye la relevancia de estas últimas
en tal proceso. En este momento y en las siguientes décadas, la universidad podría participar con
intensidad en la aplicación y gestión del conocimiento, aprovechando una oportunidad para
conservar su papel de vanguardia dentro de la sociedad (García González, 2007).
Según Van Ginkel la universidad del futuro debe desarrollar menos su propia investigación en
provecho de la aplicación y gestión. En otras palabras, se aproximaría a los modelos de gestión e
innovación tecnológica, mediante la creación de unidades u oficinas de transferencia de
resultados de investigación. Uno de sus papeles fundamentales sería ofrecer servicios de
información científica, humanística y tecnológica, buscando una inserción efectiva en su entorno
social, productivo y de servicios. Ello implicaría transformaciones en el esquema de organización
de la actividad científica, donde la divulgación y la gestión que hoy constituyen elementos
complementarios pasarían a ser actividades fundamentales.
Mostrar una comunidad científica integrada a las más importantes redes del conocimiento
universal para conformar comunidades de creatividad distribuida y participar de la
gnoseodinámica y la hipervinculación, será un imperativo de la investigación universitaria del
nuevo siglo, 9. Por ello, en este trabajo consideramos a la vocación institucional en cuanto a la
generación, aplicación y gestión del conocimiento como una variable crítica y eje de análisis. En
un extremo se ubicarían las instituciones abocadas casi exclusivamente a la generación del
conocimiento y en el otro, aquéllas cuya misión principal es la aplicación y gestión del mismo.
ESCENARIOS Y MODELOS EMERGENTES
9 Entendemos por gnoseodinámica la necesidad de atender a los cambios en las formas y modos de producción, así como a las variaciones que se producen en los medios de difusión de conocimiento y su incorporación oportuna y sistemática en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en su relación con los distintos actores sociales. Por creatividad distribuida nos referimos a la incorporación de múltiples visiones sobre un mismo objeto de estudio, cuyo análisis requiere de la participación de un grupo de trabajo multidisciplinario que revise de una línea de investigación, tanto antecedentes como comportamientos en el presente y los incorpore a una perspectiva de futuro. La hipervinculación recupera la propuesta de Raschke (2003) de la hiperuniversidad reflejada en la no localidad de una institución y la creación de redes que conduzcan a la reespacialización del aprendizaje.
17
En el espacio definido por la intersección de las variables críticas identificamos cuatro modelos
que se configuran de acuerdo con la intensidad de las variables. Estos modelos no son
excluyentes, es decir que pueden coexistir en el futuro. Adicionalmente, es posible esperar que la
transición entre uno y otro genere modelos intermedios derivados de diferentes combinatorias,
cuyo análisis rebasaría el alcance de este trabajo. En la tabla 1 se resume la intensidad con que
cada una de las variables críticas interviene en la construcción de los modelos emergentes.
Tabla 1. Escenarios para la universidad
VARIABLES ESCENARIOS
Universidad actual
Universidad renovada
Universidad innovadora
Universidad virtual
Definitividad ++++ ++ ++ - Intensidad en el uso de
las TIC´s +- ++ +++ ++++
Vocación institucional: generación del conocimiento
++++ ++++ +++ +
Vocación institucional: aplicación y gestión
del conocimiento + ++ ++++ ++
Carácter académico de la evaluación ++++ ++++ ++++ ++++
Fuente: Elaboración de los autores
Como puede observarse la universidad actual se caracteriza por la existencia de la definitividad
como mecanismo fundamental para garantizar la permanencia de los profesores, una débil
incorporación en el uso de las TIC’s y una vocación institucional orientada a la generación del
conocimiento. La universidad renovada por su parte, asumirá la regulación de la permanencia de
los profesores a través de esquemas para garantizar la calidad del desempeño y el compromiso
institucional, aspectos que ahora están fuera de su alcance. Como consecuencia migrará hacia
esquemas de estabilidad por periodos definidos sujetos a evaluación. Asistirá a un proceso de
intensificación en el uso de las TIC’s y adquirirá un paulatino protagonismo en el ámbito de la
aplicación y gestión del conocimiento. En la universidad innovadora la estabilidad del personal
académico Tendría un tratamiento similar al de la universidad renovada. Estas universidades
combinarán la educación presencial con todas sus ventajas (socialización, experimentación,
exposición directa a la cultura institucional) con programas no presenciales que favorecen la
revisión, ampliación y profundización del aprendizaje y la adquisición de herramientas necesarias
para el ejercicio profesional (idiomas, manejo de bases de datos, bancos de información y
18
software especializado). Otra de sus características sería un mayor énfasis en la aplicación y
gestión del conocimiento, que en su generación.
En la universidad virtual desaparecería la definitividad como elemento estructurante de la
relación entre la institución y los profesores, alcanzaría su mayor intensidad el uso de las TIC’s y
habría una débil vocación institucional tanto por la generación como por la aplicación y gestión
del conocimiento. En los cuatro modelos el carácter académico de la evaluación es un
componente común y estratégico.
La figura 1 muestra la ubicación espacial de los modelos emergentes y en la tabla 2 se comparan
las siguientes dimensiones: definición general, valores, misión, perfil de la formación, perfil del
profesorado y participación en redes.
19
Figura 1. Modelos de universidad
Nota: 1. Universidad tradicional, 2. Universidad renovada, 3. Universidad innovadora y 4. Universidad virtual
3
Alta intensidad en el uso de las TIC’s
Baja intensidad en el uso de las
TIC’s
Sin definitividad/trabajo por comunidades de
creatividad distribuida y
proyectos
Definitividad
Generación de conocimientos
Gestión y aplicación de
conocimientos
4
1
2
20
Tabla 2. Modelos de Universidad
DIMENSIONES UNIVERSIDAD RENOVADA UNIVERSIDAD INNOVADORA UNIVERSIDAD VIRTUAL
Definición
• Organización socialmente activa en la formación de profesionales al nivel licenciatura y posgrado, competentes a nivel nacional e internacional. Investigación orientada al avance del conocimiento y al desarrollo de la tecnología.
• Incorporación progresiva de las TIC’s, venciendo inercias y resistencias a través de la capacitación.
• Preocupación por anticipar y apoyar procesos de cambio para la solución de problemas socialmente pertinentes.
• Otorga títulos y grados académicos.
• Organización que forma individuos portadores de una cultura de aprendizaje continuo, capaces de actuar en ambientes intensivos en información, mediante un uso racional de las TIC’s (García González, 2007).
• Organización dinámica capaz de aprender y adaptarse a los cambios a través una cultura colaborativa, la descentralización en la toma de decisiones y la existencia de redes internas y externas de colaboración y comunicación (Terrén, 2004).
• Otorga títulos y grados académicos.
• Organización para el aprendizaje sin límite de edades y condición, sin límite de tiempo y espacio, y con una base tecnológica y logística muy importante (González Romero, 2002).
• Organización sustentada en a) Las TIC’s que procesan y transmiten información; b) los contenidos de los cursos y c) la prestación de un conjunto de servicios tales como tutorías, asistencia técnica, certificación, evaluación y mercadeo (San Martín Alonso, 2004).
• Otorga esencialmente diplomas y certificados de competencias. Eventualmente una institución consolidada otorga títulos y grados académicos.
Valores
• Vocación en favor del descubrimiento, la creación y la comunicación del conocimiento. Rigor, originalidad e inteligibilidad organizada y sistemática de la producción de conocimiento.
• Fundamentación en valores tales como la autonomía, la libertad de cátedra e investigación, el respeto a las diferencias y la diversidad.
• Vocación por la innovación (flexibilidad, aprendizaje continuo, movilidad, uso intensivo de las TICs). Conservación de los valores de la universidad tradicional
• Combinación de los sistemas presencial y a distancia para el logro de nuevas competencias para el ejercicio profesional, capacidad para la resolución de problemas y para la integración a colectivos locales y regionales
• Vocación por la innovación, la productividad y la comunicación, como exponentes del desarrollo; incorporación de las TIC’s en cualquier actividad individual o colectiva.
• Otros valores importantes son la interdependencia, la colaboración y la participación creativa (Diesbach, 2005).
Misión
• Formar profesionales, investigadores y técnicos, desarrollar investigación para contribuir a que el país cuente con las capacidades científicas y tecnológicas que requiere para competir en una economía mundial globalizada.
• Participar en el debate para la definición de políticas económicas, modelos de desarrollo social, gobierno y participación ciudadana, entre otros.
• Actualizar permanentemente a los profesionales en activo.
• Crear los cuadros profesionales y técnicos que la renovación de las estructuras de producción y de servicios del país requieren, formar profesionales e investigadores y gestionar y dirigir flujos de conocimientos.
• Desarrollar la gestión tecnológica de las investigaciones realizadas por la propia institución u centros científicos.
• Participar en el debate para la definición de políticas económicas, modelos de desarrollo social, gobierno y participación ciudadana, entre otros.
• Actualizar permanentemente a los profesionales en activo.
• Satisfacer necesidades particulares vinculadas con el “saber hacer” o con la adquisición de competencias de base mercantil (marketable skills) y competencias profesionales básicas y genéricas en algunas áreas del conocimiento, tales como administración, mercadotecnia, diseño, comunicación y computación, que hagan posible la adaptación permanente del egresado a las transformaciones económicas y a las necesidades del mercado (Laval, 2004).
• Estimular la indagación autodirigida, la selección de opciones curriculares y la construcción del conocimiento a través de programas interactivos.
21
Tabla 2. Modelos de Universidad
DIMENSIONES UNIVERSIDAD RENOVADA UNIVERSIDAD INNOVADORA UNIVERSIDAD VIRTUAL
Redes • Participación en redes incipiente. Avance
paulatino a partir de contactos individuales que devienen en redes de intereses grupales
• Cimentación de su capital social en redes y comunidades interdisciplinarias
• Interconexión total entre actores universitarios en todos los niveles, local, regional e internacional
Perfil de la formación
• Formación especializada. Planes y programas de estudio rígidos o incipientemente flexibles.
• Énfasis en los contenidos que se traduce en una enseñanza acumulativa y débilmente relacionada con las prácticas disciplinares emergentes y las nuevas exigencias del campo laboral.
• Gran interés discursivo en el desarrollo de la participación y la reflexión crítica que prospera poco ante las tendencias conservadoras.
• Formación generalista orientada al desarrollo de competencias básicas y genéricas seguidas de un proceso de especialización para el desarrollo de las competencias profesionales básicas con énfasis en alguna de las prácticas vigentes
• Impulso el desarrollo de una actitud participativa, crítica y argumentativa; a través de modalidades presénciales y por el uso de medios electrónicos.
• Aliento al debate, al respeto a la diferencia y la convivencia (Rojas Tapia, 2003).
• Formación profesionalizante, sustentada en el uso intensivo de las TIC’s.
• Énfasis el desarrollo de equipos colaborativos con base en proyectos de duración específica.
Perfil del profesorado
• Predominio de la figura de profesor investigador complementada con profesores de tiempo parcial
• Profesores investigadores organizados en cuerpos académicos con una alta productividad científica
• Preferentemente académicos con doctorado, en permanente actualización
• Profesores de tiempo parcial con una sólida formación disciplinaria y una amplia experiencia profesional.
• Proporción equilibrada de profesores investigadores y de técnicos académicos (particularmente del área de diseño de sistemas y de software) que se complementa con especialistas en pedagogía y profesores de tiempo parcial.
• Preferentemente académicos con doctorado, en permanente actualización
• Técnicos académicos con estudios de licenciatura y especializaciones o posgrado en áreas relacionadas con la producción de software y materiales educativos en línea.
• Profesores de tiempo parcial con sólida formación disciplinaria y amplia experiencia profesional.
• Proporciones variables de académicos expertos en áreas disciplinares, especialistas en pedagogía, desarrolladores de sitios web y de software educativo y administradores de la red con alta tasa de recambio. Los nuevos actores trabajarán juntos en igualdad de condiciones, sin jerarquías sustentadas en el prestigio académico o en la edad.
• Expertos en las disciplinas, en la pedagogía; en el desarrollo de material didáctico para uso en red y en la administración de programas en línea10.
• Profesores-investigadores con una carrera académica madura serán los mejores candidatos para enriquecer el entorno de aprendizaje de la educación virtual por su experiencia. El grupo de los desarrolladores de software será más joven por su apertura y flexibilidad.
10 En el futuro en lugar de tener puestos de trabajo a tiempo completo para el profesorado es posible que se especialicen en uno de los siguientes: una
combinación de expertos en contenido, expertos en diseño de procesos de aprendizaje, gestor de la operación del proceso, asesor experto en el aprendizaje y competencias (Massy, 2003).
22
El primer modelo (universidad renovada) será una institución con espacios para la formación de
estudiantes de pregrado y posgrado con laboratorios, talleres y áreas de experimentación que
paulatinamente incorporarán la TIC´s para mejorar su eficiencia y calidad. Aunque inicialmente
mostrará una incipiente participación en redes, avanzará de manera sostenida en su maduración, a
partir de los contactos individuales de sus académicos y de los productos de su trabajo.
Su operación se sustentará en una planta académica con un nivel progresivamente mayor de
habilitación. La simulación y el comportamiento tribal que comprometieron su sobrevivencia se
eliminarán gracias a la progresiva desaparición de los contratos de por vida inherentes a la
definitividad —valor supremo en las últimas tres décadas del siglo XX—. Los periodos de
prueba y la revisión académica periódica constituirán mecanismos para asegurar la productividad
y la calidad en el desempeño de los académicos. El reconocimiento de las necesidades de una
formación pedagógica y didáctica para el ejercicio de la docencia permitirá la implantación de
innovaciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
A partir de la segunda década del siglo XXI la excelencia científica se medirá probablemente por
la direccionalidad nacional e internacional del flujo de conocimientos que se observe en una
determinada temática de investigación en red, la universidad innovadora (segundo modelo)
deberá formar parte de una comunidad científica integrada a las más importantes redes del
conocimiento universal y contará con unidades u oficinas de transferencia de los resultados de
investigación, así como con espacios para la formación de estudiantes que enfaticen la
generación, aplicación y gestión del conocimiento con base en laboratorios, talleres y áreas
experimentales con equipamiento de vanguardia que soporten el trabajo multi e interdisciplinario.
Serán instituciones a las que el estudiante acudirá durante su formación universitaria y regresará
en varios momentos de su vida productiva para actualizar, enriquecer y diversificar su
empleabilidad. Este modelo de universidad mantendrá vigorosos procesos de vinculación que
orientarán sus transformaciones internas y la interacción de sus productos con los sectores
sociales y productivos.11
11 La universidad es parte activa del Sistema Nacional de Innovación, caracterizado por la calidad de los investigadores en campos científicos de excelencia para contribuir a solucionar problemas específicos de salud, ambiente, alimentación, en la incorporación de tecnología y el éxito innovativo y comercial de algunas empresas, así
23
Por último, en la universidad virtual (tercer modelo) los académicos abandonarán el centro del
proceso formativo para coexistir con un nuevo tipo de pares con formaciones diversas, pero con
experiencia y relevancia similares (especialistas en pedagogía, diseñadores de software y
administradores de red). Los equipos colaborativos integrados por individuos de formaciones
diversas trabajarán en grandes proyectos multirrelacionados de duración finita. La creatividad no
es un fenómeno individual, sino distribuido.
Será una institución dedicada fundamentalmente a la formación para las prácticas
profesionalizantes y los contenidos y su aprendizaje serán accesibles a cualquiera, dondequiera y
en cualquier tiempo porque no habría planes y programas de estudio; cada estudiante generaría su
propia trayectoria a través de un proceso de indagación activa, exploración e interacción.
La necesidad de expertos que se mantengan actualizados aseguraría la formación y superación
pedagógica constante del personal académico. El sistema de evaluación reconocería la
diversidad de las trayectorias académicas y ofrecería oportunidades de desarrollo a los
académicos con una sólida trayectoria y nivel de expertos.
En lugar de un campus universitario con aulas laboratorios, talleres, auditorios y áreas deportivas
se ubicará en un espacio virtual sin límites espaciotemporales que establecen nuevas formas de
articulación entre lo local y lo global, entre el individuo y la colectividad, entre el aprendiz y el
saber (San Martín Alonso, 2004), integrada por redes que permitirán la interconexión total entre
actores universitarios en los niveles, local, regional e internacional.
Un aspecto preocupante en el ámbito de la educación virtual sería el énfasis en la innovación
tecnológica que desplazaría al compromiso de la universidad con la pertinencia y servicio a la
sociedad. El predominio de este modelo, que seguramente coexistirá con otros, privaría a la
sociedad de un centro referencia, reflexión y apoyo a las necesidades y demandas de sectores
desfavorecidos que la han caracterizado como institución trascendente.
como en la emergencia de clusters regionales, es decir, se potencia la acumulación de capacidades de ciencia y tecnología (Lundvall, 1994).
24
La carrera académica en los escenarios analizados
Las diferencias que entraña cada uno de los perfiles institucionales emergentes supone carreras
académicas distintas, cuyo análisis se sistematiza en tabla 3. Como puede observarse habría
diferencias en los distintas etapas de la trayectoria de los profesores investigadores en los tres
modelos. En el caso de la universidad innovadora, se detalla la carrera de los técnicos
académicos, quienes compartirían con los profesores investigadores en igualdad de
circunstancias, las responsabilidades en la formación de los estudiantes12
12 Los profesores investigadores en este modelo tendrían una carrera similar a los docentes de la universidad renovada
25
Tabla 3. Modelos de Carrera Académica
DIMENSIONES UNIVERSIDAD RENOVADA UNIVERSIDAD INNOVADORA UNIVERSIDAD VIRTUAL
Definición de carrera académica
• Proceso integral de consolidación de las habilidades para el desarrollo de las funciones universitarias, acompañado de una estructura de reconocimientos académicos y económicos que propiciarán la permanencia y la productividad de los profesores a lo largo de varias décadas
• Coexistencia de dos tipos de carrera académica. La de los profesores investigadores que es similar a la de la universidad renovada y la del técnico académico, como personal estratégico para el diseño, la planeación y la organización de la educación en línea que complementará a la presencial.
• No existe propiamente una carrera académica asociada a una institución en particular. El trabajo por proyectos propicia una alta tasa de recambio La oferta de oportunidades de colaboración en este tipo de instituciones hace previsible que muchos académicos tengan una alta movilidad institucional hasta etapas tardías de su vida intelectual, por lo cual la definitividad no constituye un incentivo para permanecer en una institución.
Ingreso
• Evaluación curricular centrada particularmente en la formación del aspirante. Los jóvenes doctores no comprobarían al momento de su ingreso experiencia docente.
• Disposición para involucrarse en programas de formación docente.
• Contratación por tiempo determinado (tres a cinco años).
• Profesores de tiempo completo: se siguen criterios similares a los descritos en la universidad renovada.
• Técnicos académicos: evaluación curricular para comprobar, además de la formación disciplinar experiencia en el manejo de las TIC´s y en la educación en línea.
• Disposición para involucrarse en programas de formación para la educación en línea.
• Relación laboral por tiempo determinado (tres a cinco años).
• Evaluación curricular para constatar el carácter de experto en instituciones de educación superior.
• Académicos y especialistas en pedagogía: un manejo básico de las TIC´s.
• Desarrolladores de software y administradores de redes: conocimientos básicos en pedagogía y dominio de las TIC´s.
• Contratos temporales con base en la duración de los proyectos.
Iniciación
• Incorporación como colaborador a cuerpos académicos. Concreción de propuestas viables para nuevos proyectos de investigación.
• Intensa formación pedagógica. • Renovación de los contratos anuales mediante
evaluación del desempeño.
• Colaboración en cuerpos académicos preexistentes. • Formación en el ámbito de diseño de software
educativo y la educación en línea. • Intensa formación pedagógica. • Renovación de los contratos anuales mediante
evaluación del desempeño
• Incorporación a un equipo colaborativo a cargo de programas definidos después de un proceso de capacitación.
Maduración
• Obtención de contrato de estabilidad quinquenal mediante concurso cerrado de posición. Será necesario demostrar una sólida formación pedagógica. Responsabilidad de proyectos y grupos de investigación. Formación de recursos humanos al nivel de posgrado (dirección de tesis).
• Profesores de tiempo completo, similar al de la universidad renovada.
• Técnicos académicos: obtención de contrato de estabilidad quinquenal mediante concurso cerrado de oposición.
• Será necesario demostrar una sólida formación pedagógica para la formación presencial y en línea.
• Incorporación a equipos colaborativos para el diseño de programas en línea.
• Obtención de contratos temporales por periodos amplios (tres años) a través de evaluación de su desempeño y de los resultados en los programas a su cargo.
• Ampliación del número de programas o de la envergadura de los programas atendidos como resultado de la experiencia acumulada.
26
Tabla 3. Modelos de Carrera Académica
DIMENSIONES UNIVERSIDAD RENOVADA UNIVERSIDAD INNOVADORA UNIVERSIDAD VIRTUAL
Consolidación
• Renovación quinquenal de contratos de estabilidad. Posibilidad de optar por la definitividad a través de concurso de oposición cerrado.
• Alta producción académica. Participación en redes internacionales. Reproducción de grupos de investigación. Asesoría a proyectos de otros grupos. Investigaciones patrocinadas.
• Posibilidad de participar como experto a la universidad virtual.
• Renovación quinquenal de contratos de estabilidad para profesores de tiempo completo y técnicos académicos. Posibilidad de optar por la definitividad a través de concurso de oposición cerrado.
• Dirección de grupos de investigación. Difusión y comercialización de servicios de información científica, tecnológica y consultorías. Gestión y dirección del flujo de conocimientos derivados de investigaciones de la institución o de otros centros de investigación. Integración y soporte de importantes redes del conocimiento universal.
• Posibilidad de participar como experto a la universidad virtual.
• Renovación de contratos de estabilidad por tiempo determinado.
• Dirección de programas de educación virtual y proyectos de investigación educativa para lograr un nivel equiparable o superior a la enseñanza presencial o tradicional (Fresán, 2007).
Declinación
• Evaluación quinquenal para permanencia. • Producción de antologías. Producción de libros
de texto. Tutorías. Formación docente de nuevos profesores de tiempo completo. Asesorías a proyectos y grupos de investigación.
• Evaluación quinquenal para permanencia. • Para los académicos producción de antologías.
Producción de libros de texto. Tutorías. Para los técnicos producción de materiales didácticos para proyectos educacionales en línea
• Conclusión de proyectos • Es probable que no se encuentren académicos en
fase de declinación vinculados a una universidad virtual. Los equipos colaborativos se desintegran al concluir un proyecto.
27
La carrera académica en la universidad renovada
En la universidad renovada (primer modelo) la necesidad de avanzar en la flexibilización de las
actividades universitarias, particularmente de la docencia, sugiere que la edad para el ingreso
debería ubicarse preferentemente alrededor de los 30 años para posibilitar la realización de una
carrera académica de largo aliento. Lo anterior implicaría establecer una edad límite para el
ingreso cuando menos hasta lograr el recambio del 50 o 60% de la actual planta académica. La
universidad tendría la posibilidad de evaluar la capacidad académica y el compromiso
institucional de los aspirantes a formar parte de la organización. El primer contrato de estabilidad
requeriría un resultado positivo de la evaluación de su desempeño y la presentación de un
proyecto de investigación a desarrollarse en los siguientes años, destacando nexos con las líneas,
redes y grupos de investigación existentes.
Durante los periodos de maduración y consolidación el académico se sometería a evaluación de
promoción quinquenalmente, proceso en el cual evidenciaría los resultados de su producción
académica y la calidad de su desempeño docente, así como la realización de actividades de
superación (estancias en otras instituciones o investigación). En cada evaluación presentaría el
proyecto de investigación a desarrollar en los siguientes años.
Los criterios de ingreso y promoción serían públicos; los procesos de evaluación se llevarían a
cabo por comisiones académicas departamentales apoyado por pares externos. La evaluación del
personal académico no requeriría la participación permanente de muchos académicos. Una sola
dictaminadora realizaría la determinación de categoría y nivel de todas las áreas del
conocimiento en un momento posterior a la evaluación departamental. El sistema favorecería el
recambio del personal académico y las opciones de flexibilización al impedir la permanencia de
profesores improductivos (evaluación negativa) y favorecer la retención de los académicos de
calidad (evaluación positiva). El otorgamiento de la definitividad sería selectivo y a largo plazo.
La figura 2 sintetiza las características de la carrera académica en la universidad renovada:
28
La carrera académica en la universidad innovadora
Este modelo de universidad que combinaría la educación presencial y no presencial imprimiría
una mayor versatilidad y dinamismo a las instituciones educativas, ya que las diferencias en el
ritmo de avance de una y otra vertiente son distintas y el acelerado cambio tecnológico de las
TIC´s impulsaría vigorosamente el avance de los programas presenciales. Los estudiantes
obtendrían una formación más acorde con las demandas actuales y futuras del entorno y las
competencias necesarias para ajustarse a las nuevas exigencias del entorno laboral y social.
Este modelo implicaría un cambio en la posición central del académico que compartiría con los
técnicos académicos las posiciones jerárquicas en la vida institucional. Una situación que podría
debilitaría cíclicamente este modelo es la coexistencia de un segmento de la planta académica
(los profesores de tiempo completo) con tendencia a permanecer durante muchos años como
GA
5 años
5 años
10 años
Fase de prueba Fase de maduración Fase de consolidación Fase de declinación
EC
ER
ER
CO
R E
CD
3 a 5 años 10 años 10 a 15 años años
Integración del nuevo
académico a los grupos
preexistentes y formación
pedagógica.
Desempeño, producción académica y planeación a 5 años
Figura 2. Universidad Renovada
Responsabilidad de proyectos y
grupos de investigación.
Dirección de tesis de posgrado
Alta producción académica, participación en redes
nacionales e internacionales. Asesoría a proyectos de otros grupos,
investigaciones patrocinadas
Elaboración de libros de texto,
antologías. Tutorías,
proyectos de vinculación,
asesorías
5 años
5 años
ED
ED
Desempeño y producción académica
Edad
EC = Evaluación curricular. ER = Evaluación de revisión. CO = Concurso de oposición. RE = Renovación del contrato de estabilidad. CD = Concurso para obtener la definitividad. ED = Evaluación del desempeño y
ratificación de la definitividad
29
personal universitario, con otro sector (los técnicos académicos) con una alta tasa de recambio,
dada la demanda de este tipo de personal por otros modelos universitarios.
Como se observa en la tabla 3 la carrera académica de los profesores de tiempo completo se
equipararía a la de la universidad renovada. En este modelo, la diferencia fundamental recaería en
la centralidad de la figura de los técnicos académicos, quienes posiblemente por su formación,
imprimirían una mayor flexibilidad a la incorporación de las TIC´s en los procesos de enseñanza
aprendizaje.
Durante la fase de iniciación, los técnicos académicos se insertarían como colaboradores a los
equipos de creatividad distribuida preexistentes en el diseño de programas interactivos
multimedia. Participarían activamente en el diseño e instalación de espacios virtuales,
producciones de televisión, programas de videoconferencias (punto a punto y multipunto),
portales electrónicos (web) y administración de cursos en línea. Esta fase, los sujetos se
someterían a una evaluación anual durante al menos tres años que se acompañaría de una intensa
formación en el diseño de software educativo.
La conclusión de la fase formativa para el dominio de las TIC´s, el diseño, preparación y
operación de programas en línea, así como la obtención de resultados satisfactorios en la
docencia a través de programas virtuales podrían constituir el requisito para acceder al concurso
de oposición.
La aprobación del concurso de oposición implicaría un contrato de estabilidad por cinco años,
mismo que para renovarse por un periodo similar, requeriría de una nueva evaluación académica
y de la presentación de un proyecto de formación en línea para desarrollarse en los siguientes
años.
La trayectoria y proyección de las actividades de los técnicos académicos les permitiría acceder
como expertos a mejores oportunidades de desarrollo personal y profesional en otros modelos
universitarios, tales como la universidad virtual. Por lo tanto, para este tipo de personal
académico la definitividad no constituiría un atractivo para vinculase a una institución educativa.
30
La figura 3 sintetiza la carrera académica de los técnicos académicos que comparten la
organización de la universidad con los profesores investigadores.
La carrera académica en la universidad virtual
Como se mencionó, en la universidad virtual (tercer modelo) se contratarían expertos en áreas
disciplinares, en pedagogía y en educación en línea y a distancia. Los criterios de ingreso y
promoción del personal académico dependerían del mercado, pues trabaja sobre prácticas
disciplinares emergentes. En este modelo no habría una carrera académica como se concibe en
este momento; la estabilidad se obtendría por períodos relativamente cortos (tres años). El
sistema favorecería el recambio del personal académico por lo cual no propiciaría el compromiso
GA
5 años
5 años
10 años
Fase de prueba Fase de maduración Fase de consolidación Fase de declinación
EC
ER
ER
CO
RE
CD
3 a 5 años 10 años 10 a 15 años años
Colaboración con grupos de creatividad distribuida. Diseño e
instalación de espacios virtuales, programas multimedia, portales electrónicos (web) videoconferencias
formación en el diseño de software
educativo.
Desempeño, producción académica y planeación a 5 años
Diseño, y coordinación de la operación de programas en línea
Asesoría en implementación de modelos e-learning. Bibliotecas digitales Dirección de tesis de
posgrado
Dirección de grupos de investigación cuyos
resultados puedan ser llevados a soportes electrónicos para su
difusión y comercialización en el mercado del
conocimiento
Elaboración de libros de texto,
antologías, tutorías,
proyectos de vinculación,
asesorías
5 años
5 años
ED
ED
Edad
Dominio apreciable de los de las Tic´s
Figura 3. Carrera académica en la universidad innovadora. (Técnicos académicos)
EC = Evaluación curricular. ER = Evaluación de revisión. CO = Concurso de oposición. RE = Renovación del contrato de estabilidad. CD = Concurso para obtener la definitividad. ED = Evaluación del desempeño y
ratificación de la definitividad
31
de largo plazo. Sin embargo, la posibilidad de optar por mejores oportunidades a lo largo del
tiempo haría de la estabilidad una alternativa poco atractiva para el personal académico.
Los académicos jóvenes recién egresados del doctorado no serían candidatos para ingresar a este
modelo universitario. Los expertos en los distintos campo disciplinares, incluida la pedagogía,
serían posiblemente académicos entre 45 y 50 años. La experiencia de haber transitado por las
etapas de iniciación, maduración y consolidación en instituciones tradicionales o de haber
desempeñado cargos en instituciones u organizaciones de impacto educativo y social a nivel
mundial, constituiría una ventaja selectiva para el ingreso. El resto de los equipos colaborativos
se ubicaría entre los 25 y 35 años para garantizar la flexibilidad permanente en la planeación,
organización y operación de los programas virtuales.
La figura 4 esquematiza las características de la carrera académica en la universidad virtual:
3 años
Fase de prueba Fase de maduración
Fase de consolidación
EC
ER
ER
ER
C O
ED
Contrato por proyecto
Incorporación a proyectos de
educación virtual
3 años 3 a 10 años años
3 años
3 años
ED
Contrato por proyecto
Responsabilidad de proyectos de educación virtual
Contrato por tiempo determinado Estabilidad
Dirección de programas de educación virtual
3 años
Expertos de edad media en áreas disciplinares y
en pedagogía Desempeño, producción académica y planeación a 3 años
Figura 4. Carrera académica en la universidad virtual
EC = Evaluación curricular. ER = Evaluación de revisión. CO = Concurso de oposición. RE = Renovación del contrato de estabilidad. ED = Evaluación del desempeño y ratificación de la contratación por tiempo
determinado
32
Reflexiones finales
En este trabajo se analiza la forma en que la institucionalización de la carrera académica ligada a
un esquema escalafonario ha sido un eje estructurador de las universidades, dotándolas de una
fisonomía particular que, en un primer momento, se constituyó como un elemento básico de la
certidumbre laboral, pero en las dos últimas décadas ha contribuido a esclerosar el desarrollo de
las funciones universitarias.
Cualquier intento de modificación de la carrera académica tropieza con la resistencia inherente a
una organización rigidizada por las relaciones de poder generadas en todas sus instancias de
decisión. La renovación de la planta académica como consecuencia del recambio generacional
que vivirán las universidades mexicanas en la próxima década constituye una oportunidad para
la transformación de una organización caracterizada por su escasa flexibilidad.
Los tres modelos que surgen de la intersección entre los planos generados a partir de las tres
variables críticas (intensidad en el uso de las TIC’s, definitividad y vocación institucional por la
generación, aplicación y gestión del conocimiento) exigirían, nuevas formas de articulación entre
los académicos y las instituciones. Las resistencias al cambio son profundas; un ejemplo de ello
es la lenta asimilación de las TIC’s a las distintas funciones universitarias. Por otro lado, la
vocación hacia la aplicación y gestión del conocimiento demanda una apertura estructural de la
universidad hacia diversos destinatarios con los cuales no existen experiencias registradas.
Los modelos resultantes implicarían, en su caso, múltiples transformaciones en diferentes niveles.
De ellas, la más compleja, es la desaparición de la definitividad como elemento de cohesión de la
institución universitaria. Sin embargo, pensar en el futuro implica cuestionar las certezas
aparentes que, una vez cumplido su objetivo, se transforman en obstáculos, no sólo para el
desarrollo institucional, sino incluso para la sobrevivencia de la universidad.
En todos los modelos se plantea la conveniencia de revisar la edad al ingreso, con el fin de
favorecer la incorporación de visiones innovadoras que aportan los jóvenes investigadores
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formados en contextos caracterizados por las transformaciones tecnológicas, políticas y sociales.
Los tres modelos supondrían el aplazamiento en la obtención de la definitividad hasta que el
académico logre un nivel de madurez reconocido por sus pares. Plantean, también, periodos de
prueba con renovaciones anuales sustentadas en procesos de evaluación, antes de acceder a
contratos de estabilidad, los cuales requerirían a su vez, evaluaciones quinquenales.
Los periodos de prueba y la revisión académica periódica constituyen mecanismos para asegurar
la flexibilidad institucional y la calidad en el desempeño de los académicos. El reconocimiento de
las necesidades de una formación pedagógica y didáctica para el ejercicio de la docencia
redimensiona la posibilidad de innovaciones en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Los tres modelos implicarían recuperar el carácter académico de la evaluación. En todas las
evaluaciones se consideraría la producción académica y la superación sistemática del personal
académico en aspectos científicos-técnicos y pedagógicos, el dominio progresivo en el manejo de
las TIC´s y la planeación de la siguiente etapa de su vida académica. Los resultados de las
distintas evaluaciones (evaluación para el ingreso, evaluación para la renovación de contrato,
concurso de oposición y evaluación de revisión) serían ponderados en cada nueva evaluación.
La universidad renovada y la innovadora conservarían el carácter crítico del acontecer social de
las universidades públicas del siglo XX. En sus espacios se estimularía sistemáticamente el
debate sobre la agenda nacional e internacional y la definición de opciones de política económica,
de modelos de desarrollo social y de gobierno y se propiciará la participación ciudadana. En
cambio, la universidad virtual favorecería la individualización de la relación entre los actores y
propiciaría, junto con la adhesión al mercado, el alejamiento de la universidad de las necesidades
y demandas de otros actores sociales.
En el caso de la universidad innovadora la principal transformación sería la pérdida de la
centralidad del profesor investigador, quien compartiría este espacio con la figura del técnico
académico que resultaría estratégica para su operación y se apostaría al potencial de la
combinatoria entre los programas presenciales y no presenciales para dinamizar la vida
institucional y superar la rigidez actual.
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Los modelos de la universidad innovadora y virtual tienen un alto potencial de
internacionalización, pues favorecerían el uso de un lenguaje común entre naciones. Además,
serían útiles para promover la colaboración interinstitucional e internacional. Sin embargo,
particularmente la universidad virtual requeriría de un seguimiento de resultados sistemático y
una estrategia de integración de perspectivas multidisciplinarias para el trabajo con problemas
complejos. Constituye, sin duda el modelo ideal para incrementar la cobertura en forma
exponencial y resolver las dificultades de acceso a la universidad para estudiantes
geográficamente aislados, aunque paradójicamente, excluiría a los sectores menos favorecidos
de la sociedad que se caracterizan por su analfabetismo tecnológico. Este modelo sería útil para
abatir costos y tiempos de traslado para los alumnos y profesores y favorecería la combinación
de las actividades formativas y el trabajo, ya que los alumnos podrían continuar los estudios
mientras se desempeñan en el mercado laboral.
Los modelos emergentes en la trama generada por la intersección de las variables críticas
elegidas para este estudio, supondrían transformaciones de la universidad pública que ocurrirían
en un contexto dinámico en donde actúan otras tendencias tales como la adquisición de
universidades por consorcios internacionales o el impulso de políticas educativas que orienten la
matrícula hacia las instituciones privadas (voucher académico). Todo ello influenciaría nuevas
configuraciones institucionales que pueden coexistir con los modelos planteados.
Pensar en el futuro de la universidad pública mexicana implica reconocer que algunas de las
categorías que incidieron en la consolidación de los modelos actuales de la universidad, se han
convertido progresivamente en obstáculos para la renovación institucional. Desconocer estas
posibilidades, significaría renunciar a un debate necesario sobre el futuro de la universidad
pública y abrir un espacio para que las instituciones privadas, cuya estructura permite la
incorporación ágil de innovaciones con criterios de mercado, puedan ocuparlo desplazando a la
universidad publica como institución de trascendencia social y vanguardia científica y
tecnológica.
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