Post on 18-Apr-2020
Ruta por los barrios de Nueva York [ Por Caterina Úbeda ]
LA RUTA
Tal vez la clave para entender Nueva York desde el aire resida en pensar que hace más de
mil millones de años la ciudad de los rascacielos fue un conjunto de glaciares. Eso explica
que no sea una ciudad uniforme, sino diferentes conglomerados de asfalto separados por
agua. Algunos de ellos son pequeñas islas, como Ellis Island –donde está la Estatua de la
Libertad. Otros son grandes barrios delimitados por ríos que desembocan en el Atlántico:
si por un lado Manhattan está separado de New Jersey por el río Hudson, por el otro, el
East River es su frontera de barrios como Brooklyn o Queens. Hoy nada de esto es un
problema: puentes y túneles, el metro y los servicios regulares de ferry unen islas y barrios.
En este especial te proponemos que recorras una de las zonas menos turísticas de la ciudad
(Queens) y que descompongas Manhattan en cuatro submundos: Lower East Side, East
Village, Greenwich Village y Harlem. Una vez hecha la composición desde el aire, hay que
bajar a pie llano y andar kilómetros para entender qué se cuece en esta jungla de asfalto
de más de ocho millones de habitantes.
A TENER EN CUENTA EN MARCHA
LA RUTA A TENER EN CUENTA EN MARCHA
Siempre se puede buscar un vuelo directo,
pero una opción más económica es volar
con KLM (www.klm.com) haciendo escala
en Ámsterdam. También puedes buscar
vuelos a precios interesantes y hacer reservas
de hoteles en:
Expedia (www.expedia.com)
Hotwire (www.hotwire.com)
Orbitz (www.orbitz.com)
Last Minute (www.es.lastminute.com)
Pepetravel (www.pepetravel.com)
Seguramente llegarás al aeropuerto
internacional John F Kennedy
(www.panynj.gov). Para desplazarte hasta el
centro puedes coger un taxi; la carrera cuesta
45$, así que lo mejor es compartir el gasto
con compañeros de viaje o con algún que
otro turista. También puedes optar por el
bus New York Airport Service (12$ ida o 24$
ida y vuelta). Es una opción más barata, sin
embargo, no es un servicio fiable para
contratar de vuelta al aeropuerto. Te aseguran
que si llamas con 24 horas de antelación te
recogen en el hotel o en el hostal donde te
hospedas, pero algunos testimonios explican
que no es así.
Cómo llegarLos albergues YMCA, si no te importa dormir
en litera y compartir baño, son una buena
alternativa. Son limpios y baratos, están
ubicados en el centro y bien comunicados,
ofrecen comida barata y disponen de
conexión a Internet. Un ejemplo: la estancia
para dos personas en el West Side YMCA
(5 W 63rd Street) durante nueve noches, en
temporada alta (Fin de año) cuesta 918$
(unos 729 euros).
Dónde alojarseThe New York Trilogy (Trilogía de Nueva
York), de Paul Auster. Lée, especialmente,
la historia de City of Glass (Ciudad de
cristal). Busca la página 106, ya casi hacia
el final, en la que el autor describe con
todo lujo de detalles un largo paseo que
da el protagonista. Si lo sigues, pasarás
por lugares como Grand Central Station,
el Flatiron Building o el edificio de las
Naciones Unidas.
Caperucita en Manhattan, un precioso
cuento de Carmen Martín Gaite con una
visión encantadora y particular de
Manhattan.
Nueva York, de Eduardo Mendoza, donde
relata sus experiencias en la ciudad.
Máster en Manhattan.
Memoria accidentada de una becaria en
Nueva York, de Eva Domínguez. Una
historia situada en el Lower East Side.
Lecturas
LA RUTA A TENER EN CUENTA EN MARCHA
YMCA (www.ymcanyc.org/)
Queens Tourism Council(www.discoverqueens.info) (Web del
Ayuntamiento del distrito de Queens)
Gobierno de Nueva York (www.nyc.gov)
(Tiene versión en Español. En el apartado
Visitors –Visitantes– encontrarás información
de utilidad)
Time Out New York(www.timeout.com/newyork/) (Una
completa guía de actividades, entre las que
se incluyen las recomendadas por el equipo
de la revista y también un buen puñado de
actividades gratuitas)
Artículo de Idoya Noain sobre The SlipperRoom (corresponsal de El Periódico de
Catalunya: en Nueva York)
(www.elperiodico.com/default.asp?idpubl
icacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK
=509420&idseccio_PK=1007)
Saber +
LA RUTA A TENER EN CUENTA EN MARCHA
Queens multicultural, de díaAl norte de Brooklyn se encuentra el barrio de Queens, bautizado así
en el siglo XVII en honor de la reina Catalina de Braganza, esposa de
Carlos II de Inglaterra. Es el distrito más grande de Nueva York y uno
de los de mayor diversidad étnica del mundo: entre sus más de 2,2
millones de habitantes se encuentran representados 150 países. La
idea es que lo recorras a pie y de día (hay algunos puntos que siguen
siendo peligrosos de noche).
Empieza el recorrido en Roosevelt Avenue (parada homónima de la
Línea 7), en Little India, una zona situada en la calle 74 entre las avenidas
Roosevelt y 37, donde indios y bangladeshís con turbantes te invitarán
a entrar en sus comercios. No te lo pienses y acepta. Busca el India
Sari Palace (74th Street esquina con 37th Avenue), la música y las
películas de Bollywood de Today’s Music (37th. Avenue esquina con
73rd Street), los comestibles indios de Patel Brothers (74th Street
esquina con 37th Avenue) y el curry y los dulces multicolor de Jackson
Diner (74th Street entre Roosevelt Avenue y 37th Avenue).
Hecho esto, retoma la avenida principal Jackson Heights y cambia de
cultura: Ecuador y Colombia te esperan a la vuelta de la esquina. El
primer síntoma son los incontables puntos de distribución de El
Especialito, el semanario gratuito de la comunidad hispana de Jackson
Heights y las caravanas-cocina de tacos, burritos, salchipapas y guatitas,
entre otras especialidades mejicanas y ecuatorianas. Tienes que entrar,
pero con sigilo, en El Indio Amazónico, una tienda llena de reducciones
de cabezas de jíbaros y pócimas mágicas en la que puedes contratar
los servicios espirituales de un chamán.
Después, sigue avenida arriba y verás como los trazos
hispanoamericanos se diluyen hasta dejar paso a una serie de casas
con jardín y templos ortodoxos. Has llegado a Astoria, una de las
comunidades griegas más grandes del planeta fuera de Grecia.
Tras un paseo por sus calles, sube a la Línea 7 y baja en la parada
Long Island City, un barrio mojado por el East River y poblado de casas
adosadas del siglo XIX y antiguos almacenes hoy convertidos en lofts,
galerías de arte y paredes que sirven de lienzo para graffiteros. Long
Island City es el barrio más de moda de Queens y un hervidero de arte
contemporáneo de la ciudad. Una de las mejores colecciones de arte
urbano que se conserva en la ciudad está en 5 Pointz
(http://www.5ptz.com/), en Pearson Street con Jackson Avenue.
De allí dirígete al museo de arte contemporáneo, filial del MOMA, P.S.1
(www.ps1.org/), en 22-25 Jackson Avenue. El edificio en sí ya merece
la pena, pues es una construcción de 1895 de ladrillo blanco y
aglomerado verde, techos altos, suelos de madera que crujen. En su
origen fue una escuela –la primera que tuvo el distrito- que estuvo
abierta hasta 1960. No lo abandones sin visitar la boiler room, una sala
de exposiciones que conserva la caldera y los tubos de distribución
de la calefacción. Si quieres tomar una cerveza o comer algo antes de
continuar la ruta, el bar del P.S.1 es un buen lugar.
LA RUTA A TENER EN CUENTA EN MARCHA
Lower East Side de noche
¿Cansado de caminar? Seguramente, pero también estarás
excitado. Nueva York es una ciudad de sorpresas, contrastes
y cambios constantes. Por eso, tras dedicar el día a Queens,
te proponemos que disfrutes de la noche en Lower East Side,
uno de los submundos de Manhattan. Vuelve al metro y baja
en Essex Street (Líneas J, M y Z, transbordos incluidos). En
este barrio podrás ver los espectáculos y locales de moda.
Una idea es que tomes una copa en el Delancey (168, Delancey
Street), considerado el mejor bar tradicional de Nueva York,
antes de dirigirte a The Slipper Room (www.slipperroom.com),
en la esquina entre Stanton y Orchard Street. Se trata de un
local que ofrece shows de burlesque cada noche a partir de
las 22:30 horas (se recomienda ir antes para pillar asiento) La
entrada cuesta cinco dólares y, en los espectáculos, siempre
hay un presentador que anuncia a las vedettes de nombres
hilarantes, como Gigi La Femme, que van deshaciéndose de
corsés y plumas al son de la música. Las bromas políticas
nunca faltan y, si hay suerte, los desnudos se convierten en
integrales. Ahora sí; ha llegado la hora de dormir.
LA RUTA A TENER EN CUENTA EN MARCHA
Resulta curioso que el único lugar de Manhattan que carece de la
famosa estructura de cuadrícula tenga una historia rebelde. Cuartel
general en la costa Este de los poetas beat, las calles de Greenwich
Village han sido escenario de protestas de homosexuales, poetas,
socialistas, feministas o cantantes de folk. Precisamente, la ruta que
te proponemos es un recorrido por la historia de estas mini-revoluciones.
La parada de metro es Christopher Street (Líneas 1, 2, 3 ó 9) y el punto
de interés número uno, la Oscar Wilde Memorial Bookshop, una
pequeña librería donde se venden revistas y libros de temática gay y
lesbiana desde 1967. Enfrente se encuentra Gay Street, una pequeña
calle cuyo nombre habla por sí solo y donde encontrarás las típicas
fachadas con escaleras metálicas anti-incendios. Después hay que
dirigirse hasta Christopher Park, un parque muy pequeño con dos
estatuas blancas de tamaño real que simbolizan dos parejas del mismo
sexo. Justo enfrente está el Stonewall, local legendario porque fue
testimonio del inicio de la revolución gay en 1969, cuando dos drag
queens empezaron a protestar después de una redada policial.
Cruzando Seventh Avenue y siguiendo por Christopher Street hacia
el sur, llegas a Bedford Street. Gira a la izquierda y busca el Chumley’s,
una antigua taberna clandestina gestionada por socialistas. Es difícil
de encontrar (tienes que buscar una puerta marrón sin letrero), pero
el esfuerzo merece la pena, por la historia que se respira en el interior,
la comida de pub y los 11 tipos de cerveza que se ofrecen. Después,
dirígete a Minetta Street, a la parte trasera del Panchito’s Mexican
Restaurant, que fue sede de The Commons, local donde, en 1962,
Bob Dylan compuso e interpretó por primera vez Blowin’ in the Wind.
Cerca se encuentra la antigua sede del Folklore Center (110, MacDougal
Street), fundado por Izzy Young y frecuentado por artistas como
Dylan. También en el 133 de MacDougal Street se encuentra la
Provincetown Playhouse, sala teatral experimental fundada en 1915
y gestionada por Eugene O’Neill. A su lado se encuentra la que fuera
la sede del Liberal Club, un “lugar de reunión para los interesados en
las nuevas ideas” fundado en 1913 por librepensadores como Jack
London y Upton Sinclair y que hoy es la sede de una de las oficinas
de la Facultad de Derecho de la New York University (NYU)
(www.nyu.edu).
El rebelde Greenwich Village
LA RUTA A TENER EN CUENTA EN MARCHA
Domingo en HarlemSólo hay que fijarse en los nombres de las calles principales de Harlem
para saber que uno se encuentra en el barrio afroamericano más
importante de Estados Unidos: Malcom X, Martin Luther King Junior,
Adam Clayton Powell Junior… Todos estos personajes de la historia
de Estados Unidos tienen un boulevard en este barrio que, se caracteriza
por sus antiguas casas de piedra rojiza.
Una de las mejores formas de conocer la zona es asistir el domingo
por la mañana a una de las misas que se ofician en las múltiples iglesias
que pueblan el barrio (se dice que hay una en cada manzana). En los
últimos años se ha puesto de moda la Abyssinian Baptist Church (132
Odell Place), aunque las colas para entrar son interminables. Como
alternativa te proponemos la Mother African Methodist Epicospal Zion
Church (140-6 West 137 Street), justo detrás de la Abyssinian, sin colas
y que clama ser la iglesia negra más antigua de todo el estado de
Nueva York. No te decepcionará: la acogida es cálida, hay cantos de
Gospel (nunca falta el Amen final); gritos de los feligreses; un reverendo
entusiasta que se emociona hasta quedarse con un hilo de voz durante
el sermón y que intercala entre sus frases el grito de “Say Amen,
Brothers!” (Decid Amén, hermanos); dos coros, uno masculino y otro
femenino; trivials de la Biblia; un órgano, palmas, aplausos y cánticos.
Al salir de mesa, pasea por el barrio y entra en un bar o en un café.
No busques los míticos clubes de jazz de las décadas de 1920 y 1930
Savoy y Cotton Club, pues ahora no son más que simples complejos
de viviendas. Si aún así te pica la curiosidad, te diremos que se
encontraban en el 596 Lenox Avenue y en el 644 Lenox Avenue,
respectivamente.
Por último, una buena idea antes de abandonar el barrio es pasear en
dirección al campus de la Columbia University (www.columbia.edu)
(Broadway Avenue esquina con 116th Street), aunque sólo sea para
contemplar desde fuera sus instalaciones.
LA RUTA A TENER EN CUENTA EN MARCHA
Contra-cultura en East VillageBarrio de orígenes obreros, el East Village se separó en la década de los
60 del vecino Lower East Side y empezó a desarrollar su propia personalidad,
convirtiéndose al cabo de poco tiempo en la capital de la contra cultura.
Aquí nació el punk-rock y otros movimientos radicales más minoritarios
como el No Wave. En clubes como el CBGB
(http://www.bravadousa.com/cbgb/pano/) o el A7 actuaron grupos como
Ramones, Patty Smith, Sonic Youth o New York Dolls. Nosotros te
proponemos que vayas a buscar los restos de contra cultura que todavía
se aprecian en el barrio. ¿La parada de metro? Fácil, Lower East Side –
2nd Avenue.
Te recomendamos que busques el mencionado CBGB (315 Bowery, entre
E 1 Street y 2nd St.), la Joey Ramone Place (en la esquina de The Bowery
con Bond Street) y que recorras Saint Marks Place, una calle siempre
transitada y repleta de bares y tiendas con sabor punk. No la abandones
sin antes haber entrado en Trash & Vaudeville (en el número 4), una clásica
tienda gótica y punk; Mondo Kim’s (en el número 6), establecimiento de
discos con un gran surtido de punk; Fun City Tattoo (en el número 94),
donde se han tatuado personajes como Joan NET o Boy George y, por
último, si te sitúas enfrente de los bloques 96-98 estarás en el sitio elegido
por Led Zeppelin para la portada del disco Physical Graffiti. Pero sin duda,
uno de los sitios más divertidos del barrio es Love Saves The Day (1 South
Main Street), una tienda que es un auténtico santuario kitsch con portadas
de Playboy, juguetes y ropa vintage, joyería y un cartel en la entrada
avisando de que los niños no atendidos (por los padres, se sobreentiende)
serán utilizados como esclavos.