Post on 04-Jul-2015
description
El SERMÓN DEL MONTE
PARTE 6: El JUZGAR
IGLESIA DE CRISTO - RANCAGUA
EL JUZGAR A LOS DEMAS
Jesús en esta sección, (y después de todo lo visto en capítulos anteriores) nos
recuerda que nuestra vida terrena en toda su dimensión no es más que un viaje, un
peregrinar, y que conduce a un juicio final, a una evaluación última, y a la
determinación y proclamación de nuestro destino final y eterno.
INTRODUCCION
Es por esto que el tema principal de este capítulo es el juicio, visto desde varias
aristas (nuestro propio juicio y el que efectuamos nosotros en este mundo).
Mateo 7:1-6 “No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis,
seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá. ¿Y por qué miras la mota que
está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo
puedes decir a tu hermano: "Déjame sacarte la mota del ojo", cuando la viga está en tu ojo?
¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del
ojo de tu hermano. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los
cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen.”
2 Co 5:10 “Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que
cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con lo que
hizo, sea bueno o sea malo.”
Rom 14:10 “Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O también, tú, ¿por qué menosprecias a
tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Dios.”
Gran parte de nuestros problemas se deben al hecho de que vivimos como asumiendo
que ésta es la única vida y el único mundo. Pero alguno dirá; “claro que sabemos que
ello no es así”, a lo cual corresponde mencionar que; existe una gran diferencia entre
conocer cognitivamente un concepto y guiarse mediante este en la vida.
El cristiano debería andar por la vida consciente de que está sólo de paso, como un
transeúnte, que está como en una especie de escuela preparatoria. Debería saber
siempre que camina en la presencia de Dios, y que va a encontrarse con Dios, y será
juzgado por Dios. Este pensamiento debería determinar y controlar todas las facetas
de su vida.
1. El Juzgar.
Mateo 7:1 “No juzguéis para que no seáis juzgados.”
Esta frase generalmente ha causado mucha confusión dado el hecho de que se tiende
a pensar, que para el cristiano, esta prohibido juzgar.
Pero a través del este sermón hemos aprendido que su principal característica es el
“equilibrio”, por ejemplo:
Mateo 6:25 “Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis;
ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis.”
Claro que no quiere decir que no debemos trabajar, sino, que lo material debe estar en
función de lo espiritual. Es un asunto de equilibrio y prioridades.
Es por esto que cuando dice “no jugueiz” se refiere a juzgar con un juicio desviado, o
juzgar injustamente.
En efecto la escritura es imperativa que en ciertas circunstancias el Cristiano esta
“llamado a juzgar”, por ejemplo:
Mateo 7:15-16 “Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas,
pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de
los espinos o higos de los abrojos?.”
2 Juan 1:10-11 “Si alguno viene a vosotros y no trae esta enseñanza, no lo recibáis en casa, ni
lo saludéis, pues el que lo saluda participa en sus malas obras.”
Mat 18:15-17 “Y si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu
hermano. Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que toda palabra sea
confirmada por boca de dos o tres testigos. Y si rehúsa escucharlos, dilo a la iglesia; y si
también rehúsa escuchar a la iglesia, sea para ti como el gentil y el recaudador de impuestos.”
Caso de inmoralidad sexual y conflictos internos 1 Corintios capítulos 5 y 6.
1 Cor 6:5 “Para vergüenza vuestra lo digo. ¿Acaso no hay entre vosotros algún hombre sabio
que pueda juzgar entre sus hermanos?.”
Respecto a las citas antes mencionadas cabe preguntarse: ¿Cómo podemos poner en
práctica todas estas recomendaciones si no juzgamos, si no pensamos, si no tenemos
normas, si no estamos dispuestos a evaluar? O como dice el apóstol Pablo:
Por eso al juzgar debemos :
Juan 7:24 “No juzguéis por la apariencia, sino juzgad con juicio justo.”
Es un hecho Bíblico que en ciertas circunstancias es necesario emitir juicio en la
Iglesia y entre los hermanos, pero debemos hacerlo de manera justa, lo anterior es un
principio muy relevante dado que:
Mateo 7:2 “Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que
midáis, se os medirá.”
Si nuestro juicio en esta vida es inmisericorde, Dios será inmisericorde. Si somos
injustos en nuestros juicios Dios nos castigará. Al contrario si cumplimos con
nuestro deber y juzgamos apropiadamente según las circunstancias que nos dicta la
escritura seremos premiados. Debemos juzgar pensando que algún día Dios mismo
nos juzgara a nosotros según la medida con que juzgamos a nuestros hermanos.
Santiago 2:13 “Porque el juicio será sin misericordia para el que no ha mostrado misericordia;
la misericordia triunfa sobre el juicio.”
Pero ¿que es misericordia?; Misericordia es la disposición a compadecerse de los
trabajos y miserias ajenas. Se manifiesta en amabilidad, asistencia al necesitado,
especialmente de perdón y reconciliación. Es más que un sentido de simpatía, es una
práctica. Un ejemplo: Lucas 15:1-7 entre otros.
Cabe señalar, sobre la base de los visto hasta ahora, que alguien puede pensar que no
conviene juzgar, pero la escritura es imperativa que lo hagamos cuando hay motivos
para hacerlo, es un tema de equilibrio y sabiduría. Todos debemos estar preparados
para esto ya que son responsabilidades de nuestra vocación:
Levítico 19:15 y 17 “No actúes con injusticia cuando dictes sentencia: ni favorezcas al débil ni
te rindas ante el poderoso. Apégate a la justicia cuando dictes sentencia. (17) Reprende a tu
prójimo cuando debas reprenderle. No te hagas cómplice de su pecado.” Ver 1 Samuel 3:13
Este mismo concepto es repetido por Pablo cuando reprende a los Corintios dado su
actitud permisiva, negligente y pusilánime al dejar que un hermano viviera en pecado,
y por los conflictos que tenían ante jueces no creyentes (1 Co cap. 5 y 6).
1 Cor 6:5 “Para vergüenza vuestra lo digo. ¿Acaso no hay entre vosotros algún hombre sabio
que pueda juzgar entre sus hermanos?.”
2. ¿Como Juzgar con Justo Juicio?
Siendo así las cosas es muy importante que entendamos cuales son los principios
mediante los cuales debemos emitir juicios en la Iglesia, así como las ocasiones en
que debemos hacerlo y nuestra actitud al respecto.
1) Espíritu Farisaico
¿Qué es este espíritu? Es el espíritu orgulloso de su propia rectitud. El Yo Interior está
siempre en la raíz del mismo, y es siempre una manifestación de auto-justificación, un
sentido de superioridad, un sentido de que nosotros andamos bien mientras que los
otros no, que nosotros somos mas santos que el resto.
Esto conduce entonces al espíritu de censura, al espíritu que siempre está dispuesto a
expresarse en forma detractora. Y luego, junto con esto, se da la tendencia a
despreciar a los demás, a tenerlos en menos:
Lucas 18:9-14 “Jesús contó esta otra parábola para algunos que, seguros de sí mismos por
considerarse justos, despreciaban a los demás: «Dos hombres fueron al templo a orar: el uno
era fariseo, y el otro era uno de esos que cobran impuestos para Roma. El fariseo, de pie, oraba
así: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, malvados y
adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos. Yo ayuno dos veces a la semana y te doy la
décima parte de todo lo que gano.” Pero el cobrador de impuestos se quedó a cierta distancia, y
ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh
Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” Les digo que este cobrador de impuestos volvió a
su casa ya justo, pero el fariseo no. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y
el que se humilla, será engrandecido.”
El amor «todo lo espera», pero este espíritu espera lo peor; encuentra satisfacción en
encontrar faltas y defectos. Es un espíritu que busca minuciosamente los defectos
mínimos y sutiles para convertirlos en asuntos de importancia vital. Se puede decir
que casi sufre una decepción si no encuentra defectos.
Si en alguna ocasión siento que más bien me place el escuchar algo desagradable
acerca de otro, ahí existe este espíritu farisaico. Si alguien nos desagrada o estamos
celosos, o envidiosos de alguien, y de repente oímos que esta persona ha cometido un
error y descubrimos que ello nos produce placer, ahí esta. Estas son las actitudes que
conducen al Espíritu Farisaico.
Quizá podemos concluir la descripción y culminarla diciendo que: este espíritu en
realidad se manifiesta en la tendencia a emitir juicios definitivos acerca de las
personas como tales. Esto significa que no es tanto un juicio de lo que hacen o creen
o dicen, sino de las personas mismas. Cuando alguien nos desagrada o nos parece
peligroso se manifiesta este espíritu:
Lucas 20:20 “Y acechándole, enviaron espías que fingieran ser justos, para sorprenderle en
alguna declaración a fin de entregarle al poder y autoridad del gobernador.”
Lucas 9:51-56 “Y sucedió que cuando se cumplían los días de su ascensión, El con
determinación, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de El; y ellos
fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. Pero no le
recibieron, porque sabían que había determinado ir a Jerusalén. Al ver esto, sus discípulos
Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los
consuma? Pero El, volviéndose, los reprendió, y dijo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois,
porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para
salvarlas. Y se fueron a otra aldea.”
2) La Paja en el ojo Ajeno.
Mateo 7:3-5 “¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta
de la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: "Déjame sacarte la
mota del ojo", cuando la viga está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y
entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano.”
Uno de los principios que Jesús recalca en estos versículos tiene relación con el
hecho de que cuando nosotros juzgamos a otras personas tomamos conocimiento de
que aquello que juzgamos es incorrecto, por ende no tenemos escusa para hacer lo
mismo.
Juan 9:41 “Jesús les dijo: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero ahora, porque decís:
"Vemos", vuestro pecado permanece.”
En otras palabras, si uno se pone a sí mismo como maestro y autoridad, que recuerde
que será juzgado con su propia autoridad, uno será juzgado con el mismo criterio que
usa. ¿Se coloca uno delante de los demás como autoridad? Muy bien; esta será la
medida que se le aplicará a uno en «aquel día».
Santiago 3:1 “Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que
recibiremos un juicio más severo.”
Obviamente que no esta condenando el aspirar a ser maestros ya que:
Sino mas bien no creernos ser maestros siendo que no lo somos (cada uno no debe
pensar de si mismo con moderación, no creerse lo que no es- Rom 12:3), o como dice
Jesús no ser Hipócritas o mirar la mota en la vida ajena siendo que tenemos una viga
en la nuestra.
Hebreos 5:12 “Pues aunque ya debierais ser maestros, otra vez tenéis necesidad de que
alguien os enseñe los principios elementales de los oráculos de Dios, y habéis llegado a tener
necesidad de leche y no de alimento sólido.”
¿Pretendo tener un conocimiento excepcional de la Biblia? Si es así, seré juzgado en
función del conocimiento que alego. ¿Creo que soy irreprensible? Se me juzgara como
tal. ¿Pretendo ser servidor que conoce realmente estas cosas? Entonces no debo
sorprenderme si se me exige mucho.
Por consiguiente; debemos tener mucho cuidado, en cómo nos expresamos. Si con
autoridad juzgamos a otros, no tenemos derecho a quejarnos si se nos juzga con la
misma norma. Es completamente justo y adecuado.
Lucas 12:47-48 “Y aquel siervo que sabía la voluntad de su señor, y que no se preparó ni obró
conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que no la sabía, e hizo cosas que
merecían castigo, será azotado poco. A todo el que se le haya dado mucho, mucho se
demandará de él; y al que mucho le han confiado, más le exigirán.”
Si pretendemos tener este tipo de conocimiento; debemos demostrarlo viviendo de
acuerdo con el mismo. Según lo que pretendo ser, seré juzgado. Si, por consiguiente,
pongo mucho empeño en examinar la vida de otras personas, esa misma norma se me
aplicará, y no tendré motivo para quejarme en «aquel día».
Ser Hipócrita en nuestros juicios implica que no nos preocupa la justicia, porque si
estuviéramos preocupados por ello, nos ocuparíamos de eso primeramente en
nosotros mismos. Si realmente estuviéramos preocupados por la verdad, nos
juzgaríamos a nosotros mismos. «¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces
verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano».
En esta condición, en efecto, somos completamente incapaces de ayudar a otros.
Estamos deseosos de eliminar esa paja. Pero, dice nuestro Señor, que no lo podemos
hacer, porque es un proceso sumamente delicado y la viga que está en nuestros
propios ojos nos vuelve ciegos e incapaces de ello.
Romanos 2:1 “Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas,
pues al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque tú que juzgas practicas las mismas cosas.”
Para juzgar con Justo Juicio en primer lugar hay que sacar la viga de los ojos propios,
entonces uno podrá ver con claridad para sacar la paja del ojo del hermano.
Cuando el hombre se ha visto verdaderamente a sí mismo nunca juzga a los demás de
forma equivocada o inmisericorde. En primer lugar; se condena a sí mismo y trata de
purificarse.
Mateo 5:7 “Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia.”
El proceso de sacar la paja del ojo es difícil. No hay órgano más sensible que el ojo. En
cuanto el dedo u algún objeto lo toca, se cierra, es muy delicado.
Lo que se necesita por encima de todo al tratar de hacer esto es; afecto, paciencia,
calma, equilibrio, etc. Esto es necesario, debido a la delicadeza de la operación.
Es por esto que es una de las últimas cosas que logramos, porque gran parte de este
proceso (sino todo) se fundamente en el Don Perfecto, que es el Amor.
Hebreos 5:12-14 “Pues aunque ya debierais ser maestros, otra vez tenéis necesidad de que
alguien os enseñe los principios elementales de los oráculos de Dios, y habéis llegado a tener
necesidad de leche y no de alimento sólido. Porque todo el que toma sólo leche, no está
acostumbrado a la palabra de justicia, porque es niño. Pero el alimento sólido es para los
adultos, los cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal.”
Ya que es necesario que en la Iglesia hayan hermanos capacitados:
1 Cor 6:5 “Para vergüenza vuestra lo digo. ¿Acaso no hay entre vosotros algún hombre sabio
que pueda juzgar entre sus hermanos?.”
Stgo 1:19-20 “Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; pues
la ira del hombre no obra la justicia de Dios.”
Aun así, es necesario que cada uno de nosotros avance hacia la perfección:
3) Otras Consideraciones Practicas.
Cuando usted acusa a otro miembro de pecado, debe considerar de forma
responsable las siguientes preguntas:
a) ¿Esta seguro de que el hermano(a) hizo aquello de lo cual lo acusa o esta solo
repitiendo rumores?
o No debemos calumniar, traer falsos testigos o difundir desconfianza y
sospechas que no podemos probar. Debemos ser diligentes y responsables en
nuestras acusaciones y tener certeza de que lo que decimos es así.
Deuteronomio 13:13-14 “han salido hombres indignos de en medio de ti y han seducido a los
habitantes de su ciudad, diciendo: "Vamos y sirvamos a otros dioses" (a quienes no has
conocido), entonces inquirirás, buscarás y preguntarás con diligencia.….”
b) ¿Ha escuchado ambos lados de la historia?
o Antes de emitir cualquier tipo de juicio debemos hablar con los dos
involucrados para indagar todos los antecedentes. Lo anterior es así dado que:
Proverbios 21:2 “Todo camino del hombre es recto ante sus ojos, pero el Señor sondea los
corazones.”
c) ¿Es la conducta del hermano(a) pecaminosa acorde a la biblia o es solo su opinión
la que ha sido violada?
o Solo la Biblia determinado lo que es correcto o no, todo lo demás son
mandamientos de hombres.
o No demos juzgar a los hermanos por asuntos de opinión. Para estos casos se
debe actuar siempre con Amor. Esto es; no hacer lo que me es permitido, si
esto hará caer a un hermano de la Fe. Utilizar el principio del «Amor».
2 Timoteo 3:16-17 “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender,
para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado
para toda buena obra.”
Marcos 7:7 “En vano me rinden culto, enseñando como doctrinas preceptos de hombres.”
Romanos 14:3 “El que guarda cierto día, para el Señor lo guarda; y el que come, para el Señor
come, pues da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor se abstiene, y da gracias a
Dios.”
Romanos 14:13 “Por consiguiente, ya no nos juzguemos los unos a los otros, sino más bien
decidid esto: no poner obstáculo o piedra de tropiezo al hermano.”
Romanos 14:17 “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en
el Espíritu Santo.”
Romanos 14:21-23 “Es mejor no comer carne, ni beber vino, ni hacer nada en que tu hermano
tropiece. La fe que tú tienes, tenla conforme a tu propia convicción delante de Dios. Dichoso el
que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. Pero el que duda, si come se condena,
porque no lo hace por fe; y todo lo que no procede de fe, es pecado.”
Mateo 7:6 “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no
sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen.”
Esta frase que parece sacada de su contexto, veremos que trata sobre el discernimiento
espiritual.
Hasta acá hemos estudiado las formas y maneras de ejecutar un «Justo Juicio», esto
es; ayudar a nuestros hermanos a eliminar la paja que tienen en el ojo.
Pero si queremos hacerlo de una manera adecuada debemos poseer espíritu de
discernimiento. Tenemos que saber reconocer las pajas y las vigas, y discernir entre
persona y persona, esto es; el trato que debemos tener con cada tipo de persona.
Respecto del versículo en cuestión cabe mencionar lo siguiente:
o Las perlas son el mensaje de Dios, en este caso la amonestación/corrección
(contexto).
o Perros = animal fiero sinónimo de oprobio.
o Cerdos = animal impuro.
Cristo mismo, en su ministerio, distinguió entre persona y persona, por ejemplo;
Nicodemo y el resto de los fariseos, o a Herodes y Pilato.
Cuando Pilato lo interrogó, nuestro Señor contestó. Cuando le examinó Herodes, que
debía conocer mejor las cosas, y que buscaba señales y maravillas, no le respondió
nada, simplemente no le dirigió la palabra (Lucas 23:3-9).
Esto mismo lo encontramos en los ejemplos de los Apóstoles, a decir:
3. Perros y Cerdos
Hechos 13:46 “Entonces Pablo y Bernabé hablaron con valor y dijeron: Era necesario que la
palabra de Dios os fuera predicada primeramente a vosotros; mas ya que la rechazáis y no os
juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles.”
Hechos 18:6 “Pero cuando ellos se le opusieron y blasfemaron, él sacudió sus ropas y les dijo:
Vuestra sangre sea sobre vuestras cabezas; yo soy limpio; desde ahora me iré a los gentiles.”
Vemos que cuando a estas personas les fue presentada la verdad (las perlas) he aquí
que se opusieron de forma fiera como lo hacen los perros y los cerdos (blasfemaron y
pisotearon la verdad, esto es; las perlas).
Ahora bien, en el contexto, lo estamos estudiando significa que:
a) Cuando queramos ayudar a alguien sacando la paja de su ojo, en primer lugar
debemos «discernir» que en efecto la persona esta dispuesta a escuchar la
reprensión.
Proverbios 1:5 “El sabio oirá y crecerá en conocimiento, y el inteligente adquirirá habilidad.”
Proverbios 13:1 “El hijo sabio acepta la disciplina de su padre, pero el escarnecedor no
escucha la reprensión. “
o Caso contrario solo encontraremos fiera oposición al mensaje. Como perros y
cerdos blasfemaran y pisotearan la reprensión. Incluso podemos encontrar
oposición violenta; “y volviéndose os despedacen“.
b) En segundo lugar, cuando se exhorte, se debe discernir entre persona y persona ya
que no hay 2 que sean iguales, esto es; tratar de presentar la verdad o exhortación
según el tipo de personalidad con la que estamos lidiando.
1 Corintios 9:20-21 “A los judíos me hice como judío, para ganar a los judíos; a los que están
bajo la ley, como bajo la ley (aunque yo no estoy bajo la ley) para ganar a los que están bajo la
ley; a los que están sin ley, como sin ley (aunque no estoy sin la ley de Dios, sino bajo la ley de
Cristo) para ganar a los que están sin ley.”
o Uno no trata a un Herodes y a un Pilatos exactamente de la misma manera; se
contesta a las preguntas de un Pilato, pero no se le dice nada a un Herodes.
o Para algunos ciertas cosas resultan ofensivas aunque no lo sean para otros.
Colosenses 4:6 “Que vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal,
para que sepáis cómo debéis responder a cada persona.”
o Debemos tener siempre cuidado en no dar pie a nadie para que blasfeme o maldiga
(pisotee las perlas).
Cabe mencionar, como observación al margen, que el efecto del pecado es hacernos,
con relación a la verdad de Dios, perros y cerdos. Esto lo podemos apreciar cuando
se le presenta la verdad a ciertas personas y se ríen, hacen chistes, y la escupen.
Conclusiones
Cuando dice “no jugueiz” se refiere a juzgar con un juicio desviado, o juzgar
injustamente.
Es un hecho Bíblico que en ciertas circunstancias es necesario emitir juicio en la
Iglesia y entre los hermanos, pero debemos hacerlo de manera justa.
Para emitir un Juicio Justo debemos:
o Evitar el espíritu Farisaico: este espíritu espera lo peor; encuentra satisfacción en
encontrar faltas y defectos. Es un espíritu que busca minuciosamente los defectos
mínimos y sutiles para convertirlos en asuntos de importancia vital. Se puede
decir que casi sufre una decepción si no encuentra defectos.
o Sacar la viga de nuestros ojos y no ser Hipócritas: Ser Hipócrita en nuestros
juicios implica que no nos preocupa la justicia, porque si estuviéramos
preocupados por ello, nos ocuparíamos de eso primeramente en nosotros mismos.
Si realmente estamos preocupados por la verdad, en primer lugar, debemos
juzgarnos a nosotros mismos.
o Ser diligentes y no repetir acusaciones sin tener certeza de los hechos, así como
también; no juzgarnos por asuntos de opinión.
En general, el propósito y espíritu genuino del Juzgar radica en ayudar y no en
condenar (exhortaciones bíblicas).
Debemos discernir a quien debemos exhortar, caso contrario podemos encontrarnos
con fiera oposición. Por eso; debemos tener siempre cuidado en no dar pie a nadie
para que blasfeme o maldiga (pisotee las perlas).
FIN PARTE 6