SIGLO XIX EL POSITIVISMO

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El siglo XIX, entre el positivismo y la idea de progreso indefinido

El Positivismo. Silvia D. Maeso

El positivismo es una corriente filosófico-epistemológica fundada en el siglo XIX por el francés Augusto Comte (1798-1857).

Su pensamiento se articula sobre dos ejes conceptuales: 1) la noción de progreso

2) la noción de experiencia como fuente del conocimiento de los hechos.

Comte sostiene que la humanidad ha ido progresando a lo largo de su historia

Primera etapa: Teológica, en la cual se creía en dioses o fuerzas divinas que explicaban los fenómenos.

Marte desarmado por Venus y las Gracias .Jacques-Louis David, 1824 .Museos reales de Bellas Artes de Bélgica, Bruselas

Segunda etapa: Metafísica, en la cual los hombres recurrían a las nociones de “causa” y “esencia” para explicar los acontecimientos.

El Pensador. Auguste Rodin , 1880

Tercera etapa: Positiva, en la cual los fenómenos son explicados según leyes descubiertas por la ciencia empírica.

Museo de Ciencias de Londres

Comte presenta entonces,

un desarrollo progresivo

del espíritu humano, porque cada etapa supera y deja atrás

a la anterior.

La etapa positiva supera definitivamente a las anteriores. En esta etapa, los hombres sólo creen en lo que les muestra la experiencia, o sea, en los hechos (a lo sumo esta etapa podrá seguir perfeccionándose, pero sin abandonar sus presupuestos).

Su pensamiento se inscribe en la tradición empirista, en ningún momento pone en duda que la experiencia sea la fuente de conocimiento.

The Berlin-Potsdam Railway . Adolph von Menzel, 1847

Además, la razón cumple el papel de coordinar lo

dado a los sentidos (experiencia)

y descubrir así relaciones de similitud y de sucesión

entre los hechos.

Winslow Chemical Laboratory interior in the 19th century on the RPI campus.

La razón humana procede inductivamente

generalizando relaciones que descubre entre los

hechos dados a la experiencia

y de este modo llega a formular las leyes

que los rigen.

Esta es la tarea propia de la ciencia positiva: descubrir las leyes que rigen los fenómenos, leyes que expresan la regularidad según la cual ocurren los fenómenos.

La ciencia positiva representa el

estadio definitivo de la razón:

la humanidad ya no creerá más en causas ni en

dioses, sólo cree en las leyes

que son empíricamente verificables. Los manuscritos fundamentales de Isaac Newton

Universidad de Cambridge

Las leyes expresan la regularidad

con la que ocurren los fenómenos,

en consecuencia y de acuerdo con ellas, los hechos pueden ser

medidos, cuantificados, sometidos a número y medida;

pero, sin importar en qué consisten o en que consiste la

fuerza que los vincula.

Lluvia, vapor y velocidad, Turner W. 1844.

Comte indica que la etapa positiva comenzó en el siglo XVII y da como

ejemplo la ley de gravedad descubierta por Newton (1643-1727).

Newton. William

Blake 1795

Ley de la gravedad explica cómo se

atraen los cuerpos por medio de la posibilidad de

medir la fuerza de atracción universal,

expresarla numéricamente

según una relación permanente...

Statue of Isaac Newton at the Oxford University Museum of Natural History

Pero en ningún caso el hombre de ciencia se pregunta en qué consiste, o sea, cuál es la esencia de la atracción universal…

© National Portrait Gallery, LondonSir Isaac Newton

En síntesis, el supuesto fundamental

de toda la tradición positivista es que la

experiencia es la genuina fuente de conocimiento

y que ella nos pone ante la irrefutable realidad

de los hechos.

El taller de laminados. Adolph von Menzel, 1872/75

En otros términos, según la tradición positivista la

experiencia nos permite conocer los hechos tal como son, la

prueba de ello es que pueden ser medidos; la medición es una

característica fundamental sin la cual el conocimiento de la naturaleza no es confiable.

Las espigadoras. Jean-François Millet, 1857. Museo de Orsay de París.

El mismo ideal positivista que se aplica a los fenómenos

naturales alcanza también al estudio de la sociedad: esto facilitará para la sociedad la

búsqueda del ideal de ORDEN y el PROGRESO.

El vagón de tercera, de Daumier, 1862

El orden que posibilita el conocimiento de las

leyes impulsa el progreso científico técnico y social.

Manchester, Inglaterra ("Cottonopolis"), 1840

«Saber para prever, prever para

poder».

Comte

La libertad guiando al pueblo. E. Delacroix, 1831.

Piazza d’Erbe in Verona. Adolph von Menz, 1884

The Uprising . Honoré Daumier . c. 1860

View from a Window in the Marienstrasse. (1867) Adolph von Menzel