STEPHEN HAWKING

EL GENIO CON DISCAPACIDAD

Una de estas leyendas, que asombró al mundo por su perseverancia y sus descubrimientos científicos, fue el físico y cosmólogo Stephen Hawking.

Ha debido superar numerosas barreras y obstáculos:

• convencer a la comunidad científica de sus novedosas teorías

• superar su enfermedad.

Su interesante historia comienza el 8 de enero 1942 en Oxford, Reino Unido. A pesar de que durante el bachillerato nunca destacó por sus calificaciones, Hawking logró ingresar en la Universidad de Oxford de donde se graduó unos años después.

Gracias a una beca, realizó un doctorado en la Universidad de Cambridge, donde se especializó en Física Teórica y Cosmología.

Una de las características de Stephen Hawking es su perseverancia, tanto profesional como personal. A los 21 años, cuando Hawking finalizaba sus estudios universitarios, fue diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

Su silla no es cualquier silla de ruedas, está equipada con lo último de la tecnología para ayudarle a desplazarse y comunicarse.

Es un instrumento fundamental para su trabajo y vida.

Hasta 1985, Hawking aún podía, con cierta dificultad, moverse y hablar. Sin embargo, ese año enfermó de pulmonía y tuvo que ser sometido a una traqueotomía. La intervención lo despojó permanentemente del habla. Como recuerda en su página web, "por esa época, sólo podía comunicarme dictando letra por letra o levantando mis cejas". Un tiempo después, un especialista en ordenadores de California escuchó del problema del científico y le envió un programa informático que él había desarrollado, llamado Equalizer.

A través de la tecnología, pudo volver a comunicarse oralmente.

El programa Equalizer transforma en voz las palabras que el científico selecciona con un dedo, de una serie de menús en la pantalla del ordenador. También se controla a través de un interruptor sensible al movimiento de la cabeza o del ojo.

Gracias a esta tecnología, Hawking no solamente pudo recuperar el habla, sino que escribió tres libros, decenas de artículos científicos y dictó múltiples conferencias alrededor del mundo.

En un alarde de su popular sentido del humor, Hawking afirmó que lo único que le molestaba del programa es que le obligaba a hablar con acento estadounidense.