Post on 07-Dec-2015
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“AÑO DE LA DIVERSIFICACIÓN PRODUCTIVA Y DEL FORTALECIMIENTO DE LA EDUCACIÓN”
UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA
Subdesarrollo – Teoría de la Dependencia
Monografía para optar el Título Profesional de
Licenciado en Psicología
Manuel, Velásquez Huamán
Huancayo – Perú
2015
ASESOR
MG. ULISES CASTRO ARROYO
A nuestros padres, hermanos, como
expresión permanente de cariño e
inextinguible amor. Por su permanente e
incondicional apoyo por la superación
personal.
Manuel, Velásquez Huamán
AGRADECIMIENTOS
A la Universidad Peruana los Andes, alma mater y crisol de nuestra profesión por
acogernos en sus aulas formándonos y orientarnos para llegar a ser un buen profesional,
que contribuya con el desarrollo de nuestra sociedad.
A la Escuela Académico Profesional de Psicología, por formarnos como profesionales
con visión y misión a las exigencias actuales que nuestra región y país necesita.
A todas aquellas personas que con sus enseñanzas y consejos nos ilustran y guían por el
camino de ciencia y el conocimiento por ser el motor que nos impulsa a seguir adelante.
ÍNDICE
Pág.
PORTADA………………………………………………………………………………1DEDICATORIA…………………………………………………………………………3AGRADECIMIENTOS………………………………………………………………….4ÍNDICE………………………………………………………………………………….5
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………….......…..7
MARCO TEÓRICO
CAPÍTULO I
1. SUBDESARROLLO .......................................................................................9
1.1 Definición ………………………………………………………………9
1.2 Características de los países subdesarrollados…….………………………11
1.3 Causa del subdesarrollo……………………………………………..……..11
1.4 Problemas generados por el subdesarrollo…………………………………12
1.5 Efectos positivos……………………………………………………………14
1.6 Acciones contra el subdesarrollo……………………………………………15
CAPÍTULO II
2. Teoría de la dependencia…………………………………….. 18
2.1 Definición………..………………………………………………………18
2.2 Premisas básicas…………………………………………………………18
2.3 Auge y esplendor de la teoría de la dependencia…………………………22
2.4 Pensamiento cepalino desde los años 80…………..……………………..24
CAPÍTULO III
CONCLUSIONES...……………………………………………………………………26
CAPITULO IV
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS…………………………………………………27
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo monográfico tiene como principal objetivo informar y dar a conocer
los conceptos básicos de subdesarrollo y abordar el tema de la Teoría de la dependencia.
En los inicios del Siglo XXI, y en plena época globalizadora, son múltiples
los problemas a los que deben enfrentarse las naciones. El narcotráfico, el efecto
invernadero, el terrorismo y las crisis económicas mundiales son solo algunos de los
retos que plantea el nuevo orden internacional.
El subdesarrollo y la pobreza, como problemas no solo económicos, sino políticos y
sociales, requieren de la profundización en el estudio y la investigación de los mismos.
Es necesario clarificar acerca de lo que se habla y precisar sus características
particulares, solo de esta manera se iniciará el camino de modificación de la realidad.
Ambos temas conciernen a todos los países, desarrollados y subdesarrollados, a los
primeros por las presiones que generan las grandes masas migratorias proveniente de los
países en vías de desarrollo y a los segundos porque si no se logran establecer
equilibrios en sus estructuras económicas y sociales, no sería exagerado hablar que su
futuro estará seriamente comprometido.
En el presente trabajo estudiaremos los diversos conceptos existentes acerca del
subdesarrollo, las características de los países subdesarrollados y las posibles medidas
que se pueden ejecutar para superar ese estado.
En el Capítulo I abordaremos el tema de Subdesarrollo, se definirán conceptos básicos
del tema, en el capítulo II abordaremos el tema de la Teoría de la Dependencia.
Se considera en los capítulos III y IV las conclusiones y recomendaciones.
Finalmente, se registran las referencias bibliográficas.
MARCO TEÓRICO
CAPITULO I
SUBDESARROLLO
1.1 Definición
Terrajo R. (1994, p. 211 y 212), la denominación que no tiene un significado
claro. La Real Academia Española lo define como el atraso de un país o región,
que no habría alcanzado determinados niveles (socioeconómicos,
culturales). Respecto a la primera parte de la definición, atraso de un país o
región, el consenso entre expertos y no expertos suele ser unánime, las
discrepancias surgen cuando tratan de definirse los «determinados» niveles.
Una segunda aproximación podría ser: una de las etapas por las que atraviesan
los países y las sociedades en su progreso, especialmente progreso en Estado del
Bienestar y capacidad económica. Esta postura fue defendida por autores como
Roastod, sin embargo esta idea de ser una “etapa” dentro de un proceso más
largo cuenta con muchos detractores (Sampedro, 1996), quienes opinan que el
subdesarrollo puede llegar a no superarse nunca por múltiples factores, porque
no son dos sistemas sino uno solo, "como las ruedas de un coche en las cuales
por mucho que corran las de atrás jamás podrán alcanzar a las de adelante", entre
ellos la CEPAL o el citado Sanpedro.
Otra posible definición sería: el subdesarrollo es una estructura socio-económica
en la que predominan la agricultura, la ganadería, la pesca y la exportación de
materias primas por llevar al país por el desarrollo de auto independencia
observándose pobreza generalizada. Según estas pautas Corea del Norte no sería
un país subdesarrollado, o no al menos en la primera parte de su definición, pues
una parte considerable de sus ingresos por exportaciones lo constituyen los
misiles y la tecnología nuclear (Nitikin, 2009, p. 21).
Un cuarto punto de vista considerar países subdesarrollados a todo aquel
perteneciente al llamado Tercer Mundo, es decir, las naciones occidentales del
norte constituirían el Primer, las naciones del antiguo Bloque del
Este el Segundo Mundo y el resto sería el Tercer Mundo. Esta expresión fue
desarrollada por el sociólogo Peter Wosley en los años sesenta (Terragno, 1994,
p. 219) en una clara analogía con los tres estados de la Revolución Francesa.
Esta definición no deja de ser discutida; pues estaría el caso de Albania, país
dentro de la esfera socialista y por lo tanto perteneciente al Segundo mundo, que
claramente era una nación subdesarrollada. Una de las pocas diferencias
entre subdesarrollo y Tercer Mundo estriba en que el primero no suelen
emplearlo las personas que teóricamente pertenecen a él por ser (Terragno,
1994, p. 219), cada vez más, peyorativo; así, es muy difícil escuchar la
expresión Primer Mundo en países considerados desarrollados. Mientras, Tercer
Mundo es más aceptado por unos y por otros.
El subdesarrollo también está muy relacionado con la pobreza, como indicó José
Luis Sampedro en varias obras, llegándose a incluir como países
subdesarrollados a aquellos donde un tanto por ciento determinados de su
población vive bajo el nivel de la pobreza.
Esta definición choca con el problema de medición por un lado, ¿Cómo se
calcula la riqueza de un pueblo? ¿A partir de dónde una persona está bajo el
nivel de la pobreza?, y por el otro la duda de si el subdesarrollo es sólo una
cuestión económica; razones ambas por la cual los índices de desarrollo han ido
cambiándose y ampliándose con el tiempo, como se verá más adelante.
Generalmente la expresión hace referencia a países aunque también puede
utilizarse para designar a determinadas zonas o regiones e, incluso, a formas de
pensar o subsistir: “mentalidad subdesarrollada” por aquella que espera resolver
sus problemas con ayuda exterior.
1.2 Características de los países subdesarrollados
Como se ha indicado varios son los aspectos para considerar a un país o región
como subdesarrollada. Entre los más comunes podemos citar:
Economía basada en el sector primario.
Comercio exterior desfavorable.
Elevada tasa de mortalidad infantil.
Desocupación y subocupación masiva.
Sobrepoblación relativa.
Bajo nivel educativo.
Ingreso bajo, mal distribuido e irracionalmente utilizados.
Régimen político corrupto.
Falta de instituciones democráticas.
Dependencia política militar del extranjero.
Dependencia estructural que influye en toda la estructura
socioeconómica y condiciona muchos rasgos principales del sistema del
proceso de desarrollo.
Tecnología primitiva.
Desarrollo económico dependiente
Exportación de productos tropicales
Importación de productos manufacturados
1.3 Causa del subdesarrollo
Si se sigue la doctrina de la “Escuela alemana”, la causa del subdesarrollo sería
la falta de industrialización y, por consiguiente, la industrialización de una
sociedad constituiría la solución (Reinert, 2002, p. 15). Pero el paso del tiempo
parece indicar que o no es esa la solución o existen muchas otras causas que
impiden la industrialización, pues el desarrollo no se consigue por la inmensa
mayoría de naciones que lo intentan.
Las causas que pueden provocar y mantener los niveles de subdesarrollo son
muchas y no existe acuerdo sobre cuál es la más importante. A continuación se
recogen un lista lo más larga posible, tratando de organizarla siguiendo un
criterio de aceptación, de las menos aceptadas a las más, según los
conocimientos disponibles hasta el momento. Pero esta lista no debe tomarse
como única y menos aún como definitiva.
La raza: Decían los defensores de esta hipótesis, que las diferencias entre
poblaciones estaban marcadas por diferencias de raza, considerando unas
superiores a otras, o mejor dicho, por considerar que la “raza blanca” era
superior a todas las demás.
La religión: Autores como Max Weber han postulado a la religión, más
concretamente las iglesias protestantes, como impulsora de un progreso muy
superior a las demás (Weber, 2003).
El colonialismo: Ligado a las consecuencias del clima, la diferencia,
especialmente tecnológica, entre unas regiones y otras se fue acentuando con el
tiempo. A esto contribuyó el aislamiento que provocaron los océanos, los
grandes desiertos y las enfermedades.
La deuda externa: En numerosas ocasiones, políticos, intelectuales y ONGs
reclaman la condonación de esta deuda por considerarla imposible de pagar,
retardar del progreso o, incluso, impedir el desarrollo de las naciones
endeudadas.
La corrupción: Este es un capítulo escasamente tratado por las ONG para el
desarrollo, pero supone un lastre muy grande para el desarrollo de muchos
países.
El clima: A diferencia de las anteriores, pocas discrepancias existen respecto a
esta causa, cuestión diferente sería los distintos grados de su influencia.
1.4 Problemas generados por el subdesarrollo
Uno de los problemas inmediatos es la superpoblación. El país subdesarrollado no
puede alimentar, educar, atender y emplear a toda su población. Un fenómeno
relativamente periódico en la Historia de la Humanidad. Aparejado a este surgen
varios problemas más:
Emigración: No resulta fácil saber si la emigración será un problema o una solución
para el país subdesarrollado. Por una parte, los emigrantes suelen enviar divisas a
sus familiares que se han quedado, también regresan por vacaciones con ingresos,
ambas partidas suelen llegar directamente a la gente sin perderse en corrupciones.
Así, países como Marruecos deben el mayor porcentaje de PIB a los aportes
económicos de sus emigrantes (Malgesini, 1998, p. 25). Por el contrario, la
emigración suele privar al país emisor de sus ciudadanos más emprendedores y
decididos, además de la fuga de sus mejores cerebros, pese a que autores
como Lacomba (2004, p. 118) indican que la sociedad emisora también recibirá en
el futuro transferencias tecnológicas y de conocimiento cuando dichos emigrantes
retornen.
Inestabilidad política y social: Son sacudidas sociales que, si bien no tienen por
qué llegar a desembocar en movimientos armados, producen colapsos en la
administración, vandalismo, saqueos, un aumento de la inseguridad ciudadana,
venganzas, la fuga de cerebros y una reducción de la producción de riqueza.
The Fund for Peace lleva varios años realizando listas anuales sobre la estabilidad
política y social del mundo, en el informe de 2011 aparecían 177 países.29 La lista
se obtiene de la media aritmética producto de doce indicadores, cuanto más alta la
puntuación más inestabilidad existe y, por tanto, más cerca está el país de ser
considerado un estado fallido.
Pandemias: La falta de medicamentos, de una correcta alimentación, de higiene y
de infraestructuras que aumenten esta última forman uno de los mejores caldos de
cultivo para enfermedades de todo tipo. A epidemias cotidianas, como la malaria,
el dengue o la aparentemente inofensiva diarrea, se ha sumado el SIDAa finales del
siglo XX. Todas estas afecciones atacan con mucha más virulencia a las naciones
menos desarrolladas produciendo muertes, pérdida de rendimiento laboral o
académico, disminución de la esperanza de vida y mortalidad infantil.
Sobre explotación de los recursos: Las necesidades de los pueblos subdesarrollados
de alimentos, medicinas o simplemente una vida mejor, puede llevarlos a esquilmar
sus recursos naturales. También interviene la corrupción que permite prácticas
destructivas y no sostenibles a cambio de pagar pequeños emolumentos.
1.5 Efectos positivos
Como tantas otras facetas humanas el subdesarrollo no es enteramente malo,
también muestra rasgos positivos. Entre ellos se pueden citar.
Mínima contaminación atmosférica: El empleo de biocombustibles como la leña o
la biomasa, unido a su baja productividad, permiten a las naciones subdesarrolladas
presentar los niveles más bajos de anhídrido carbónico emitido en todo Planeta
(Jiménez y Higón, 2003, p. 21). Además la utilización de la energía, en el ámbito
doméstico o cotidiano, es de las más eficientes del mundo.
Máxima reutilización de los recursos: Por norma general, cuanto más
subdesarrollada es una población más emplea las llamadas tres R de
las sostenibilidad que son, de mayor a menor: reducción, reutilización y reciclaje.
1.6 Acciones contra el subdesarrollo
Pese a que el desarrollo no está relacionado con la felicidad de las personas, el
subdesarrollo si suele ser un estadio del que se desea salir.
Antes de seguir, debe hacerse hincapié sobre la existencia de poblaciones enteras
que no desean abandonar su estatus de lo que se conocería, no ya extrema pobreza,
sino la miseria más absoluta en el plano material, es decir, grupos sociales que
viven sin renta alguno o este es ocasional, carecen de vivienda estable y poseen
muy pocos bienes.
La industrialización: la industrialización no es que sea una posible vía para superar
el subdesarrollo, es la vía para conseguirlo, la industrialización de un sector puede
ser una consecuencia y no tanto un fin buscado. La mecanización de un sector,
como puede ser el agrícola, en ocasiones no se limita sólo a la mejora de
las cosechas, puede impulsar otro tipo de industrias.
La investigación y la inversión en tecnología: Muy unido a lo anterior estaría esta
iniciativa, pues si la solución para el desarrollo es producir bienes y servicios, antes
o después será necesario aumentar la eficiencia de las ya existentes para ser
competitivos, además de crear nuevos productos o servicios ante nuevas
necesidades.
La trasferencia tecnológica: Desarrollar tecnologías propias competitivas a veces
puede ser imposible, debido al gran abismo tecnológico que debe salvarse, la
necesidad de personal cualificado y experimentado, los largos periodos de tiempo
necesarios para lograr resultados, el capital requerido.
La educación: En la base sobre la que se sustentan las acciones anteriores reposa la
educación. Una población analfabeta o poco formada no puede investigar
tecnologías competitivas y tendrá muchas dificultades para manejar y reparar las
máquinas de cualquier industria. Existen pocas o ninguna discrepancia sobre la
importancia de contar con un pueblo bien educado para superar el subdesarrollo, al
menos educado en ciencias.
Otro problema distintos, aunque consecutivo al anterior, es el poder emplear a esa
población en un trabajo acorde con la especialidad en la que se ha formado. Allí A
Mazrui cuenta el caso de África y el fracaso de la educación de muchos niños para
lograr un nivel de vida superior al de sus padres, casi analfabetos.
Las infraestructuras de transporte y telecomunicaciones: Algo esencial para la
industrialización son las carreteras, puerto, aeropuertos o energía, tanto producción
como transporte. Estas infraestructuras permiten el tránsito diario de mercancías y
personas.
Sin la máquina de vapor y el motor de explosión
interna la Primera y Segunda revoluciones industriales no se hubiesen producido,
pero tampoco hubiesen aparecido de no contar con vías férreas, puentes, túneles y
aeropuertos para trasladar grandes cantidades de mercancías y personas desde las
zonas de cultivo y extracción a las de manufactura y después a las de
comercialización. Cuando estas infraestructuras no existen o son deficientes los
respectivos sectores que las necesitan se ven estrangulados (Rodríguez, 1993,
p. 95).
Tanto es así que cuando se desea destruir una economía los medios de transporte
son un objetivo prioritario, especialmente los terrestres que suelen ser los que más
se atacan y minan para obligar a utilizar los aéreos (Finnegan, 1993, p. 5).
Acceso a la energía: Autores como Andrés González García no duda en emplear
el kilovatio-hora per cápita como indicador del desarrollo alcanzado por una región
o país (González, 2009). Asimismo el autor español indica que cualquier vía hacia
el desarrollo tendrá que pasar, antes o después, por la garantía de un suministro
energético fiable y no excesivamente costoso. Pocas discrepancias existen en este
punto, pues los cuatro apartados anteriores no pueden realizarse, o muy
difícilmente, sin el acceso a la energía necesaria (González, 2009).
La seguridad: Existen pocas discrepancias, o ninguna, respecto a la importancia
capital que la seguridad física de las personas y los bienes tiene para el desarrollo
económico y social. Así lo explicaba la secretaria de estado de Estados Unidos
refiriéndose a los acuerdos de paz en Sierra Leona a finales de los años 90,
acuerdos en los que amnistiaba al FRU de cualquier atrocidad que podían haber
cometido durante la guerra civil de aquel país. Esta clemencia tan injusta, a ojos del
mismo Kofi Annan, la defendió la estadista estadounidense por la necesidad de
contar con un entorno seguro para permitir el desarrollo del país, destrozado por la
confrontación (Campbell, 2003, p. 116).
CAPÍTULO II
Teoría de la dependencia
2.1 Definición
Es una respuesta teórica elaborada entre los años 50 y 70 por científicos sociales a
la situación de estancamiento socio-económico latinoamericano en el siglo XX
como una respuesta a la teoría del desarrollo.
La Teoría de la Dependencia utiliza la dualidad centro para exponer que
la economía mundial posee un diseño desigual y perjudicial para los países no
desarrollados, a los que se les ha asignado un rol periférico de producción de
materias primas con bajo valor agregado, en tanto que las decisiones fundamentales
y los mayores beneficios se realizan en los países centrales, a los que se ha asignado
la producción industrial de alto valor agregado.
2.2 Premisas básicas
Desde fines de los años 50 hasta mediados de los 60, aparece, crece y se desarrolla
una vertiente teórica, de raíz académica y anclada en las disciplinas de la economía,
la sociología y las ciencias políticas, que se denominará “teoría de la dependencia”.
Su pensamiento estará íntimamente relacionado con la intervención de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en los debates en torno al
tipo de administración económica que debían adoptar los gobiernos
latinoamericanos, luego de la redefinición del escenario mundial, durante la
segunda posguerra.
Las primeras preocupaciones del pensamiento cepalino estarán fundamentalmente
mediadas por los problemas del desarrollo económico y de cuáles serán las
consecuencias de la redefinición económica mundial para nuestra región. La
primera tesis importante en este sentido, será la proposición de que el capitalismo,
como sistema económico, es básicamente un fenómeno de dimensiones
efectivamente globales. Sobre la base de esta noción, la de un sistema capitalista
mundial, la existencia de diferentes problemáticas en los distintos espacios políticos
y económicos se resolverá en una segunda tesis: la afirmación de que la economía
mundial se encuentra estructurada en un “centro” y una “periferia”, cuyas
realidades son divergentes.
Para el año de 1949, en una introducción teórica al “Boletín Económico” de la
recién creada CEPAL, el economista Raúl Presbich comenzaba su estudio
afirmando:
La realidad está destruyendo en la América Latina aquel pretérito esquema de la
división internacional del trabajo que, después de haber adquirido gran vigor en el
siglo XIX, seguía prevaleciendo doctrinariamente hasta muy avanzado el presente.
En ese esquema a América Latina venía a corresponderle, como parte de la periferia
del sistema económico mundial, el papel específico de producir alimentos y
materias primas para los grandes centros industriales.
Aquí encontramos las ideas claves sobre las que gravitará el pensamiento cepalino:
división internacional del trabajo, sistema económico mundial, grandes centros
industriales, periferia. Como se desprende de la cita, la preocupación por el
desarrollo económico estará pensada en términos de una industrialización de los
países periféricos.
En este sentido, ¿cuáles son los problemas que se deben afrontar en esa faena, dada
la particular estructura del mercado mundial? Presbich discutirá con la premisa, tan
cara al liberalismo, de que con la división internacional del trabajo el fruto del
progreso técnico tiende a repartirse parejamente entre toda la “colectividad”
mundial, ya sea por la baja de los precios o por el alza equivalente de los ingresos.
Contrariamente a esa tesis, Prebisch afirmará:
La falla de esta premisa consiste en atribuir carácter general a lo que de suyo es
muy circunscrito. Si por colectividad sólo se entiende el conjunto de los grandes
países industriales, es bien cierto que el fruto del progreso técnico se distribuye
gradualmente entre todos los grupos y clases sociales. Pero si el concepto de
colectividad también se extiende a la periferia de la economía mundial, aquella
generalización lleva en sí un grave error. Las ingentes ventajas del desarrollo de la
productividad no han llegado a la periferia, en medida comparable a la que ha
logrado disfrutar la población de esos grandes países.
Aquí aparecerá, entonces, una tercera tesis, también retomada por el pensamiento
de la dependencia, acerca del “deterioro en los términos de intercambio”: el
incremento en la productividad en los centros no se refleja en un descenso de los
precios de los bienes industriales sino en un incremento del ingreso real medio,
mayor que el de los países de la periferia. La estructura del mercado mundial será,
pues, desequilibrada, y esta contradicción o desequilibrio se traducirá en una
tensión conceptual entre la situación real de la periferia y la falsa “totalidad”
encubierta en la noción universal de “colectividad”, denunciada por Presbich en el
extracto citado.
La confusión entre las nociones de “desarrollo” y “sistema capitalista” permitiría
encubrir las relaciones de subordinación entre las regiones desarrolladas y las
“insuficientemente” desarrolladas, y presentar como característica fundamental de
éstas últimas el “atraso” o la “patología”.
En este sentido, dentro del amplio rango de propuestas elaboradas, existen algunos
puntos de consenso entre varios autores. Por un lado, frente al condicionamiento
impuesta desde los países centrales se propone la industrialización. Recordemos
que el clásico estudio de Cardoso y Faletto comienza con un análisis de por qué
para los años 60 los países económicamente más fuertes de Sudamérica (Brasil,
Chile, Colombia, Argentina) no logran cumplir con el promisorio destino de
industrialización plena y desarrollo económico que se preveía desde las dos décadas
precedentes.
Desde lo económico, la industrialización significa una modificación en la forma en
que está dada la interacción mutua entre el centro y la periferia, porque intenta
cancelar los perjuicios que se derivan del deterioro de los términos de intercambio
que sufren los países proveedores de materias primas a manos de los
industrializados.
Así, sin tener demasiado en cuenta los aspectos internos, para algunos autores la
industrialización estará íntimamente relacionada con la idea de “desarrollo”.
Los ejes principales sobre los que se rige esta propuesta son:
En primer lugar las naciones pobres del sur proveen a las naciones ricas de sus
recursos naturales, su mano de obra barata y un destino ideal para la tecnología
obsoleta, situaciones sin las cuales estas últimas naciones no podrían mantener el
nivel de vida al que están acostumbrados.
En segundo lugar las naciones ricas buscan perpetuar el estado de dependencia por
múltiples razones y por motivos por demás obvios. Esta influencia no se limita a lo
económico, sino que va más allá, llegando a los político, mediático, educativo,
cultural, deportivo y prácticamente cualquier aspecto que sea necesario para el
desarrollo humano.
En tercer lugar las naciones ricas buscan eliminar cualquier intento de las naciones
dependientes de resistir su influencia, mediante sanciones económicas o el uso
de fuerza militar.
2.3 Auge y esplendor de la teoría de la dependencia
La crisis capitalista de los años 30 fue uno de los contextos determinantes para la
tesis de la teoría de la dependencia, según la cual el Estado debía asumir el papel
principal de regular al Mercado; mientras que en el mundo desarrollado la respuesta
a esa crisis se expresó mediante el keynesianismo. En los años 40, el argentino Raúl
Prebisch fue quien instaló el debate en la intelectualidad latinoamericana con su
idea de centro-periferia que buscaba explicar la modernidad periférica. La CEPAL,
ubicada en Santiago de Chile, fue la sede de la teoría al albergar a los intelectuales
más destacados de esa época en América Latina.
La irrupción de intelectuales como Theotonio Dos Santos, Andre Gunder
Frank, Ruy Mauro Marini, Celso Furtado, entre otros, le dio un dinamismo
profundo a la teoría de la dependencia, marcando claramente la estrategia estatal
(Industrialización por sustitución de importaciones o ISI) de los países más
industrializados del sub-continente (Argentina, México y Brasil) en la que estos
países cerraron sus mercados (fomentando el mercado interno y aplicando altas
tasas a las importaciones) y promovieron la construcción de una burocracia que
pudiera interactuar con las élites decimonónicas que de paso contribuía a la
construcción de una clase media de peso que pudiera fomentar el dinamismo del
mismo mercado interno.
La inspiración teórica de esta corriente económica-social estaba en las tesis
marxistas en diálogo con los postulados de Max Weber, cuyo pensamiento influyó
notablemente en la estructura de este "pensamiento cepalino". Posteriormente, a
fines de los 60 un nuevo impulso redefinió las primeras ideas sobre la dependencia,
responsabilizando a las propias élites latinoamericanas por el atraso de estos países.
Así entonces, habría un factor interno y otro externo que producirían la situación de
subdesarrollo. La solución nuevamente estaba en el énfasis del rol del Estado, quien
debía tomar el control total de las políticas nacionales; entre éstas el control del
dinamismo estacionario del capital, creación de empresas estratégicas con dirección
y capital estatal y regulación bancaria. Esto último, a través de varios años, produjo
una hiperinflación que devino la mayoría de los casos en desorden civil y golpes de
Estado.
El Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 en Chile produjo un quiebre de
corto y mediano plazo en el pensamiento de la CEPAL, quiebre que marcaría la
progresiva marginación y pérdida de influencia del proyecto, a corto plazo, por la
imposibilidad de seguir contribuyendo a políticas de Estado frente a la cadena de
dictaduras latinoamericanas y las operaciones combinadas de la CIA y la política
norteamericana; y, a mediano plazo, por un contexto de agotamiento de la estrategia
de mercados internos y del mismo proyecto industrial (Industrialización) conocido
desde el siglo XVII y ampliado por el fordismo.
2.4 Pensamiento cepalino desde los años 80
Diseminados y en algunos casos perseguidos, hubo un nuevo giro en los proyectos,
pues la industrialización se caía a pedazos. Los intelectuales chilenos del
pensamiento de la dependencia comenzaron a escribir sobre las transformaciones
neoliberales chilenas, mientras que en otros países aún había intentos de resucitar el
proyecto industrializador en manos del Estado, pero la pluma estaba cargada de un
tinte crítico. Para una minoría radicalizada de estos intelectuales, la solución estaba
en la relación con los movimientos emergentes, para desde un grado cero intervenir
la burocracia.
En esta línea, donde destaca Samir Amin, se proyectaron hacia los años 90 las
revueltas civiles que se hicieron conocidas a fines de esa década en Latinoamérica
(la generación del "que se vayan todos"), que puso el debate sobre la
izquierdización del sub-continente.
Con la llegada de los años 90 y la caída del Bloque Soviético, estos intelectuales
tomaron diferentes rumbos. Mientras unos pocos se radicalizaron participando
activamente en el desarrollo de las teorías antiglobalización (Theotonio Dos
Santos, Samir Amin), otros trabajaron en el ámbito académico (Faletto, Marini) y
otros reestructuraron sus ideas, como es el caso de Fernando Henrique Cardoso,
quien llevó el neoliberalismo a Brasil bajo su presidencia.
CAPITULO III
CONCLUSIONES
1. Las naciones pobres del sur proveen a las naciones ricas de sus recursos
naturales.
2. Las naciones ricas buscan perpetuar el estado de dependencia por múltiples
razones y por motivos por demás obvios.
3. Las naciones ricas buscan eliminar cualquier intento de las naciones
dependientes de resistir su influencia, mediante sanciones económicas o el
uso de fuerza militar.
V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Presbich, Raúl; “El desarrollo económico de la América Latina y algunos de
sus principales problemas”; en: 50 años de Pensamiento en la CEPAL, FCE,
Santiago de Chile, 1998, p. 65.
2. García, Francisco (2009). El ingenio y el hambre. Barcelona:
Crítica. ISBN 978-84-7423-884-6.
3. Lacomba, Joan (2004). Migraciones y Desarrollo en Marruecos. Madrid:
Instituto universitario de desarrollo y cooperación. ISBN 84-8319-202-0.