Post on 10-Oct-2015
HosannaComisin Arquidiocesana de Msica Sagrada y Liturgia
Adviento 2007El Adviento en el Ao Litrgico
El calendario civil marca el 1 de enero como inicio del nuevo ao. Los
cristianos tambin empezamos cada ao un recorrido, que tiene como
acontecimiento importante la fiesta de la Pascua. Para el creyente, el
tiempo es sobre todo historia de salvacin; en torno a ella gira cada Ao
Litrgico. El comienzo de este ao no coincide con el del ao civil;
tampoco inicia un da preciso. Su comienzo se ubica en el Domingo ms
prximo al 30 de noviembre, fiesta de san Andrs Apstol. Ese
Domingo es el primer da del ao litrgico y el primer Domingo de
Adviento.
El Ao Litrgico se divide en tres grandes ciclos: tiempo de Adviento-
Navidad-Epifana, tiempo de Cuaresma-Pascua-Pentecosts y Tiempo
Ordinario, que ocupa el resto del ao. La Iglesia celebra en el desarrollo
del ao todo el misterio de Cristo (cf. SC 102).
Estamos habituados a empezar el Ao Litrgico con el Adviento, como
preparacin a la celebracin de la Navidad, esto podra hacernos
pensar que la Navidad es la fiesta ms importante del ao. Y no es as.
Es muy importante celebrar el Nacimiento del Salvador, pero la fiesta
cristiana ms importante es la Pascua. En ella celebramos el gran amor
de Jesucristo hacia nosotros, expresado a travs de su muerte y
resurreccin.
El Adviento y la Navidad nos sitan ante la venida
del Mesas y ante el desafo del Reino de Dios. Es
una ocasin muy propicia para considerar el
significado profundo de Jess como Salvador y el
modo de vida y compromiso que nos corresponde
como sus seguidores.
En Adviento-Navidad todos los cristianos hacemos
memoria agradecida de Jess, Dios hecho hombre
como nosotros, y participamos de aquella
esperanza del pueblo de Israel, que aguardaba la
venida del Mesas. Con el sacerdote Zacaras,
padre de Juan el Bautista, confesamos que Dios ha
visitado y redimido a su pueblo, suscitndonos una
fuerza de salvacin... (Lc 1,68-69). Dios ha querido
salvarnos desde dentro de la historia, arriesgndose
hasta el extremo en la aventura de la vida.
Ven,
Seor
Jess
Arquidicesis de Bogot
As como exista un tiempo de preparacin a la Pascua,
surgi la idea de destinar un tiempo de preparacin al
Nacimiento de Jess, manifestado al mundo como
Salvador.
La palabra Adviento tiene su origen en el trmino latino
adventus, que significa venida o advenimiento.
Desde el principio, el Adviento es considerado un
tiempo de espera.
En los escritos del Nuevo Testamento constatamos
cmo los cristianos de los primeros siglos esperaban el
regreso glorioso del Seor al final de la historia. Esta
espera lleg a crear ansiedad en las comunidades
cristianas, por la tardanza. San Pablo en las cartas a los
Tesalonicenses calma esa ansiedad explicando a las
comunidades el verdadero sentido de la esperanza
cristiana: Ustedes saben muy bien que el da del Seor
vendr como un ladrn en plena noche... Pero ustedes,
hermanos, no viven en la oscuridad. Por tanto, el da del
Seor no debe sorprenderlos como si fuera un ladrn
(1Tes 5,2.4). Este aspecto de espera se incorporar
tambin a la celebracin del Adviento.
El origen del Adviento
El primer dato que tenemos sobre el Adviento es de
san Hilario y se remonta al ao 360 de la era
cristiana. Habla de un perodo de tres semanas, que
empezaba el 16 de diciembre y terminara el 6 de
enero, fiesta de la Epifana del Seor.
A finales del siglo V se empieza a perfilar el Adviento
como un perodo de cuarenta das, que comenzaba el
15 de noviembre, fiesta de san Martn, y se
prolongaba hasta el da de Navidad. San Gregorio
Magno es quien establece la duracin de cuatro
semanas, tal como lo tenemos hoy.
En los siglos siguientes se afianz el Adviento como
tiempo de espera: espera del Seor en su venida
histrica en su nacimiento en el portal de Beln,
espera presente del Seor que viene en cada
momento a nuestra vida y quiere que reconozcamos
su presencia, y espera de su venida gloriosa al final
de los tiempos.
Que los cielos
lluevan al Justo,
que la tierra brote
al Salvador. Que
nos ilumine el
Sol de la Justicia.
Ven pronto,
Seor!
Smbolos para el Adviento
La corona del Adviento es el primer anuncio de
Navidad. Est hecha de follaje verde, generalmente de
ramas de pino. Su forma circular simboliza la eternidad
y su color verde la esperanza y la vida. El rojo con el
que se suele adornar, simboliza el amor de Dios que
nos envuelve y tambin nuestro amor que espera con
ansiedad el nacimiento del Hijo de Dios. Adems de
estas races simblicas universales, se aade el signo
cristiano de la luz como salvacin: los cirios expresan
la espera vigilante de Cristo Jess como Luz y Vida.
Los tonos morados de los cirios corresponden al color
propio del tiempo de Adviento, tiempo de preparacin
penitencial. La corona se coloca en el presbiterio, por
lo menos en un lugar bien visible. Cada semana se
enciende uno, acompandose con una oracin.
Algo muy hermoso y simblico consiste en invitar a
cada familia de la parroquia a preparar su corona;
stas sern bendecidas en las Misas del primer
Domingo de Adviento y luego las familias las llevarn a
sus casas para encenderlas en la noche y hacer un
momento de oracin en torno a ella. Esto ayuda a las
familias a vivir el Adviento, sin dejarse distraer tanto
por las propuestas vacas de la sociedad de consumo.
Corona de Adviento
En medio de un ambiente pagano y descredo, que
tiende a celebrar la Navidad solamente como fiesta
comercial, la corona de Adviento puede ser un
pequeo smbolo de los valores humanos y
cristianos que deberan centrar nuestra atencin en
estos das.
Que la Corona de Adviento nos ayude en el
crecimiento de la esperanza, fomente nuestra
oracin en familia, nos permita recuperar el sentido
del Adviento, sin adelantar la Navidad, y sea un
signo que nos recuerde la necesidad de estar
siempre vigilantes para el encuentro con Jesucristo
vivo, el Dios que vino, que viene y que vendr.
Oracin en familia
Proponemos este esquema de oracin para los cuatro domingos de Adviento, en torno a la Palabra de Dios
que acompaa cada Domingo. Sera muy significativo que cada Domingo encendiera la corona un miembro
diferente de la familia.
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
CICLO A
LECTURAS:
Isaas 2,1-5: El Seor rene a todos los pueblos en la paz eterna del Reino de Dios
Salmo 121: Haya paz dentro de tus muros
Romanos 13,11-14: Nuestra salvacin est cerca
Mateo 24,37-44: Estn en vela para estar preparados
Seor: encendemos esta luz
como aquel que enciende su
lmpara para salir, en la noche,
al encuentro del amigo que ya
viene.
En esta primera semana del
Adviento queremos levantarnos
para esperarte preparados
para recibirte con alegra.
Muchas sombras nos
envuelven. Muchos halagos
nos adormecen. Queremos
estar despiertos y vigilantes,
porque T nos traes la luz ms
clara, la paz ms profunda y la
alegra ms verdadera.
Ven, Seor Jess!
SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
CICLO A
LECTURAS:
Isaas 11,1-10: Con equidad dar sentencia al pobre
Salmo 71: Que en sus das florezca la justicia
Romanos 15,4-9: Cristo salva a todos los hombres
Mateo 3,1-12: Hagan penitencia porque se acerca el Reino de los cielos
Los profetas mantenan encendida la esperanza de Israel. Juan el Bautista
anunci la cercana de tu venida invitando al cambio de vida. Nosotros, Seor,
como un smbolo de preparacin, encendemos esta segunda vela del Adviento.
Desde lo profundo del corazn y con la mayor sinceridad te decimos, Seor, que
deseamos convertirnos. la forma de allanar el camino para que llegues, es la
nueva orientacin que, con tu ayuda, podamos dar a nuestra vida.
Que cada uno de nosotros, Seor, pueda prepararte el camino para que
experimentemos el gozo de tu presencia entre nosotros. Ven, Seor Jess!
TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
CICLO A
LECTURAS:
Isaas 35,1-6a.10: Dios vendr y nos salvar
Salmo 145: Ven, Seor, a salvarnos
Santiago 5,7-10: Mantngase firmes, porque la venida del Seor est cerca
Mateo 11,2-11: Eres t el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?
En las tinieblas se encendi una luz, en el desierto clam una voz. Se anuncia la buena
noticia: el Seor va a llegar. Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su
alma como una novia se engalana el da de su boda! Ya llega el mensajero, el Bautista, el
testigo de la luz.
En la mitad del camino del Adviento, te pedimos, Jess, que no permitas que te
desconozcamos. T ests ya en medio de nosotros construyendo los cielos nuevos y la
tierra nueva de la justicia, el amor y la paz. Vuelve a recordarnos que ests a la puerta
llamando.
Seor, al encender esta tercera vela, te pedimos que nos des la humildad para reconocer
nuestro pecado personal y en la vida concreta manifestar nuestra conversin.
Ven, Seor Jess! Envulvenos con tu luz, calintanos en tu amor, Ven, Seor Jess!
CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO
CICLO A
LECTURAS:
Isaas 7,10-14: La doncella concebir y dar a luz un hijo
Salmo 23: Va a entrar el Seor: l es el Rey de la gloria
Romanos 1,1-7: Jesucristo, de la estirpe de David, Hijo de Dios
Mateo 1,18-18-24: Jess nacer de Mara, desposada con Jos, hijo de David
Seor Jess: al encender esta cuarta vela, en el ltimo domingo de Adviento, pensamos en
ella, la Virgen, tu Madre y nuestra madre.
Nadie te esper con ms amor, con ms ternura, con ms amor. Nadie te recibi con ms
alegra. En sus brazos encontraste la cuna ms hermosa. En el silencio de la oracin y en
la apertura de su espritu, la Virgen Madre se reconoci humilde criatura, esclava del Seor.
Tambin nosotros queremos prepararnos a recibirte como Mara: en la fe, en el amor y en
el trabajo de cada da. Que esta ltima semana de preparacin a tu nacimiento sea un
momento de gracia para reavivar la conciencia de tu venida y de tu obra redentora.
Ven pronto, Seor! Ven a salvarnos!
El Canto Litrgico durante el Adviento
Todo prroco y grupo parroquial de liturgia conocen el
desafo de hacer vivir a la comunidad el espritu del
tiempo litrgico del Adviento. En los centros comerciales,
la televisin y estaciones de radio resuenan melodas
navideas ya desde noviembre; la decoracin es
navidea, todo el mundo empieza a comprar regalos y a
hacer preparativos para la Navidad, de modo que el
tiempo del Adviento pasa inadvertido para muchsimos
fieles. Varios prrocos se dejan arrastrar por ese
ambiente de navidad comercial y por eso hay templos
decorados ya desde inicios de diciembre con rboles y
adornos navideos, hasta con figuras de Santa Claus en
el presbiterio! y que tambin cantan villancicos en las
Misas, contribuyendo a la desorientacin litrgica y
espiritual sobre el sentido del Adviento.
Es verdad que en la Navidad celebramos la venida de Cristo luz al mundo. Es el tiempo para
proclamar con alegra el nacimiento del Salvador de las Naciones. Es el tiempo para exclamar con
Isaas: Un nio nos ha nacido, un hijo se nos ha dado y ser llamado maravilloso consejero, Dios
poderoso, Padre eterno, Prncipe de la Paz. Pero, cmo podremos apreciar la magnitud del don de
Dios si no hemos dedicado tiempo a meditar sobre la oscuridad en que vive el mundo, sobre nuestra
necesidad de un Salvador, sobre el anhelo de paz que tiene la humanidad?
El Adviento nos brinda la oportunidad de reflexionar acerca de la gran ansiedad con que el mundo
anhela la venida del Mesas. En medio de la oscuridad en que vive el mundo, resuena la voz de
Jeremas: Entonces, en aquellos das, suscitar a David un retoo legtimo, que practicar el derecho
y la justicia en la tierra (Jr 33,15). Slo cuando entendamos el ansia con que el mundo anhela su
salvacin, seremos capaces de celebrar con alegra el nacimiento del Salvador.
Durante el Adviento, la liturgia debe cultivar el sentido del misterio
que se celebra. Los cantos de Adviento deben resaltar la espera
vigilante del Seor y las dems actitudes espirituales propias de este
tiempo. Los temas y personajes claves del Adviento son: la Iglesia
en vela a la espera del regreso de su Seor, la Virgen Mara, la
mujer del primer y mejor Adviento, Juan el Bautista e Isaas, profetas
que preparan el camino del Seor, y los temas de la vigilia,
perseverancia, esperanza porque el Seor va a venir; la conversin,
la paz mesinica, la alegra por la cercana de su presencia entre
nosotros, la Encarnacin del Seor, la Virgen del Adviento.
Algo muy importante: reservemos los villancicos para la Nochebuena
y para el tiempo de Navidad; al menos para la Novena de
preparacin a la Navidad; esforcmonos por buscar y aprender
cantos propios de Adviento. Esta es la parte ms difcil en la
conservacin del espritu del Adviento, porque conocemos pocos
cantos propios. Por eso, a continuacin presentamos algunas
sugerencias para incrementar el repertorio musical.
El tiempo del
Adviento debe ser
preservado en su
integridad,
reservndose los
villancicos de
Navidad slo para
el tiempo
navideo(La msica en el culto
catlico, No. 48)
Qu a le- gr- a- cuan do- me di je- ron:- "Va mos- a la ca sa- del Se or"-
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Antfonas slmicas
Primer Domingo: Salmo 121
Segundo Domingo: Salmo 71
Tercer Domingo: Salmo 145
Ven, Se or,- a sal var- nos.-
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Que en sus d as- flo rez- ca- la jus ti- cia- y la paz a-
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bun- de e- ter- na- men- te.-
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Cuarto Domingo: Salmo 23
Va a en trar- el Se or:- l es el Rey de la glo ria.-
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Cantos de Adviento
VEN A NUESTRO MUNDO
Letra: Bernardo Velado
Msica: Antonio Alcalde
Coro
Ven a nuestro mundo, que tu amor nos salve.
Ven a redimirnos, ven, Seor, no tardes.
1. Qu larga es la noche!
Como el centinela que aguarda la aurora
los hombres te esperan.
Con la Virgen Madre te espera la Iglesia.
2. Qu bella es la noche cuajada de estrellas!
Si voy de tu mano, las veo ms cerca.
Ya pronto se cumplen, Seor, tus promesas
3. Levanta los ojos, del sueo despierta, que baja
el Mesas del cielo a la tierra; prepara el camino al
Rey que se acerca.
4. La noche ha pasado, el da se acerca; el Dios
con nosotros ya est en nuestra tienda; el Hijo
del Padre es hombre de veras.
Ven a nues tro- mun do,- que tu a mor- nos sal ve.- Ven a re di- mir- nos,-
affffCoro
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ven, Se or,- no tar des.- 1.Qu lar ga es- la no che!-
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Co mo el- cen ti- ne- la- que a guar- da- la au ro- ra- los hom bres- te es pe- ran.-
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Con la Vir gen- Ma dre- te es pe- ra- la I gle- sia.-
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Fam
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Cantos de Adviento
LA CORONA DEL ADVIENTO
Letra: Bernardo Velado
Msica: Antonio Alcalde
Vi gi- lan- tes- en cen- de- mos- la co ro- na- del Ad vien- to.- En los ci rios- o fre- ce- mos-
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cua tro e- ta- pas- de un en cuen- tro.- 1.Nos e vo- ca- ya el pri me- ro- el An ti- guo- Tes ta- -
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men- to:- los pro fe- tas,- voz del Ver bo,- lo a nun- cia- ron- des de- le jos.- Vi gi- -
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gra- os,- hom bre- nue vos;- sed tes ti- gos- de e van- ge- lio.- Id al mun do,- men sa- je- ros,-
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luz en me dio- de los pue blos.- Cua tro- ci rios- cual lu ce- ros- que ja lo- nan- nues tro Ad- -
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vien-- to.- Ex pec- tan- tes- son an he- los- con sus lla mas- con tra el- vien to.-
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kksk zk z kks o k k k k kk kk
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1. Nos evoca ya el primero
el Antiguo Testamento:
Los profetas, voz del Verbo
Lo anunciaron desde lejos.
2. El segundo trae el eco
del Bautista pregonero,
su mensaje del desierto:
Allanadle los senderos.
3. Los tres cirios van tejiendo
la esperanza del misterio.
De la Virgen en el seno,
el roco de los cielos.
4. Cuatro cirios encendemos
ya en la cumbre del Adviento.
Todo es gracia, luz y fuego
En la hora del encuentro.
Ven, Se or,- no tar des- ms. Ven, Se or- Je ss.- Ven, Se or,- no tar des- ms.
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Sol
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Sol
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Ven, Se or- Je ss.- Ven, Se or,- no tar des- ms. Ven, Se or- Je ss.-
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1.Des de el- fon do- de los si glos- va e le- vn- do- se un- cla mor- co mo un- gri to- de es pe- -
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ran- za- an si- an- do un- Re den- tor.- Co mo- tor.
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Re
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1.Sol
j z ktktJ
2.Sol
j z nD.S.x
VEN, SEOR, NO TARDES MS
Cesreo Gabarin
1. Desde el fondo de los siglos va elevndose un clamor
como un grito de esperanza ansiando un Redentor,
como un grito de esperanza ansiando un Redentor.
2. Desde el fondo de los siglos busca el hombre un salvador;
mira al cielo y a la tierra, va buscando al Dios Amor,
mira al cielo y a la tierra, va buscando al Dios Amor.
3. Las promesas se han cumplido. Va a nacer el Nio Dios.
Cielo y tierra ya se abrazan, la esperanza floreci.
Cielo y tierra ya se abrazan, la esperanza floreci.
Cantos de Adviento
Cantos de Adviento
VEN, NO TARDES MS
P. Wilson Cobaleda
Ven, Se or,- no tar des- ms, ven, Sal va- dor,- da nos- tu paz.
add 34
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Ven, Se or,- que te es pe- ra- mos,- vi gi- lan- tes- nos con ser- va- mos.-
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Pron to- ven drs,- Se or- Je ss.- 1.Cuan do- vi nis- te en- tu En car- na- cin,-
add
Sol
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dor mi- do el- mun do,- se des per- t,- por que- tu luz se hi zo- ms gran de y-
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te re fle- jas- te en- su co ra- zn.-
add
Sol
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jn
2. Sigues viniendo, oh buen Jess,
Te haces presente en todo lugar:
Al celebrar los sacramentos,
En la Palabra y la caridad.
3. Pronto vendrs lleno de poder,
El da y la hora no se saben;
Ven sin tardar, Jess, mi amado,
Coros celestes te anunciarn.
Las dos partes del Adviento
Es la que va desde el primer Domingo hasta el da 16 de diciembre.
Durante todo este tiempo, lejos an la inmediata preparacin de la
Navidad, las lecturas de la Misa invitan a vivir la esperanza en la venida
del Seor en todos sus aspectos: la venida salvadora al final de los
tiempos, la venida ahora, cada da, y la venida salvadora que tuvo lugar
hace dos mil aos. Todos estos aspectos se entremezclan y la lectura
de los textos de los profetas y de los evangelios nos permiten
reflexionarlos al mismo tiempo.
Los primeros das del Adviento (hasta el Mircoles de la segunda
semana), el centro de inters de las lecturas est en una seleccin de
textos del profeta Isaas que leemos como primera lectura. Los orculos
de Isaas nos van guiando en la espera de la vida nueva de Dios que el
Mesas viene a realizar. Y acompaando estas lecturas profticas, el
evangelio nos presenta un conjunto de escenas de la vida de Jess que
quieren mostrarnos que las esperanzas y anhelos de Isaas se van
cumpliendo en las palabras y hechos de Jess.
Despus, a partir del Jueves de la segunda semana, el protagonista de
las lecturas es Juan Bautista. Desde este da hasta el diecisis, vamos
leyendo fragmentos del evangelio en los que l se presentaba como
precursor del Seor. La primera lectura, estos das, ya no tiene tanta
importancia. Lo ms importante es centrarse en la persona y el mensaje
del Bautista, y en las actitudes de la gente ante l, y el contraste entre
su misin y la del Mesas.
LA PRIMERA PARTE DEL ADVIENTO
Otra vez es Adviento. Otra vez rezamos las oraciones de la
expectacin y de la constancia, los cantos de la esperanza y de la
promesa. Y otra vez toda miseria y toda expectacin... se
aglomeran en la palabra: VEN.
Oh extraa oracin! Ya has venido, pusiste tu tienda de campaa
entre nosotros, has participado de nuestra vida con sus pequeas
alegras, con su larga rutina y su amargo fin. Podramos invitarte
con nuestro VEN a algo ms que a esto? Y, sin embargo, llenos de
esperanza, te decimos: T eres el que tiene que venir.
T vienes. Esto no es el pasado ni el futuro, sino el presente que
se va llenando de s mismo. Siempre est presente la hora de tu
venida. Haz que vivamos en esta hora para que vivamos en Ti, oh
Dios que ha de venirKarl Rahner
Al llegar el da 17, cambia el decorado del Adviento. Es la ltima
semana, y todo se centra ya en la preparacin de la Navidad. Sea
cual fuere el da de la semana en que caiga, el da 17 se abandonan
las lecturas que se iban leyendo segn el orden semanal, y se
empieza el nuevo orden de las lecturas que va segn el nmero del
da.
Esta ltima semana ha sido llamada la semana santa que prepara la
Navidad, como una semblanza con la Semana Santa que concluye la
Cuaresma y conduce a la Pascua. Son unos das en los que se nos
invita a vivir con ms alegra, como ponindonos en la piel de todos
aquellos hombre y mujeres que vivieron tan cerca el acontecimiento
trascendental del nacimiento del Hijo de Dios en Beln: en la piel de
Mara, de Jos, de Zacaras e Isabel...
Los evangelios de estos das nos preparan ya directamente para el
nacimiento de Jess: leemos, en primer lugar, el captulo 1 del
evangelio de Mateo; y despus, las escenas del primer captulo del
evangelio de Lucas. As va desfilando ante nuestros ojos toda la
preparacin inmediata del cumplimiento de las promesas de Dios. Y
acompaando estos textos evanglicos, en la primera lectura
escuchamos los relatos y anuncios del Antiguo Testamento en los
que vemos tambin reflejadas las promesas de Dios, como un
anuncio de lo que haba de acontecer en Jess. En la devocin
popular se inscribe en estos ltimos das del Adviento la tradicional
Novena de preparacin a la Navidad que tan entraables recuerdos
evoca en todos nosotros o las Posadas en algunos pases de
Latinoamrica.
Junto con todo esto, hay que sealar que la Liturgia de las Horas de
estos das tambin contiene una serie de elementos lricos que
preparan la Navidad. Especialmente destacables en este sentido son
las llamadas Antfonas O. Se trata de las antfonas que se recitan en
el cntico del Magnficat en Vsperas, y son invocaciones a Jesucristo
aplicndole los ttulos que la Biblia va presentando como propios del
Mesas. Aquellas bellas plegarias se encuentran tambin como
versculos del aleluya en la Misa y en la Novena de Navidad han
inspirado a los Gozos. En la pgina siguiente presentamos la
adaptacin de dichas antfonas traducidas al espaol.
Las dos partes del Adviento
LA SEGUNDA PARTE DEL ADVIENTO
Ven, Emmanuel!
7.Oh ven, de las na cio- nes- T e res- Rey, y de la I gle- sia,- Pie dra- an gu- lar.- Del
6.Oh ven, O rien- te,- luz y res plan- dor,- Sol de jus ti- cia- e res- T, Se or.- Ven
5.Oh ven, oh ven, oh Lla ve- de Da vid- y ce tro- de la ca sa- de Is ra- el.- De
4.Oh ven, Ra z- del Tron co- de Je s,- al za- do- co mo- sig no- sal va- dor.- A
3.Oh ven, Se or- del pue blo- de Is ra- el,- que en zar za ar- dien- te ha- blas- te- con Moi ss,- y en
2.Oh ven, Sa bi- du- r- i- a- de Dios, sa li- da- de la bo ca- del Se or,- que or-
1.Oh ven, oh ven, Em ma- a- a- nu- el,- que das la ley y e res- nues tro- Rey. Ven,
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ba rro- nos for mas- te- u na- vez. Oh, ven a res ca- tar- la hu ma- ni- dad.-
e i lu- mi- na- la os cu- ri- dad.- Li b- ra- nos- de la som bra- mor tal.-
las ti nie- blas- y -es cla- vi- tud.- Li be- ra a- los cau ti- vos- con tu luz.
Ti los pue blos- cla a- man,- Se or.- Ven a li brar- nos,- ya no tar des- ms.
Si na- - le dis i- ste- la Ley. Oh, ven y l bra- nos- con tu po der.-
de- nas- con fir me- za y- sua vi- dad,- y con pru den- cia- gu as- nues tro an- dar.-
Es pe- ra- do,- ven -, Re den- tor,- ven a tu pue blo,- Dios y Sal va- dor.- A-
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Sol
k k kSi m
k kLa m
k k k kMi m
j zEstribillo Sol
k
l- gra- te,- oh Is- ra- el!- Ven dr,- ven dr- Em ma--- nu- el!-
ad Rej z
Mi m
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j zMi m
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k k k kMi m
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kSol
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Do
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La m
k k k
Si m
k
Mi m
j z
Las Antfonas O
OH VEN, OH VEN, EMMANUEL
Letra: las antfonas O, siglo IX
Msica: Veni, veni, Emmanuel, siglo XV
Canto gregoriano, modo I
Daos cuenta del momento
Una vez ms renace la esperanza.
Es Adviento, es esperanza,
esa nia esperanza,
una llama temblorosa
que atraviesa el espesor de los tiempos,
una llama imposible de apagar al soplo de la muerte,
una llama inmortal.
Con esta esperanza grita Isaas.
Con esta esperanza pregona Juan Bautista.
Con esta esperanza,
con la esperanza de los pobres de Israel,
con la esperanza de todos los pobres del mundo,
y de los siglos,
susurra la Seora Santa Mara una palabra de acogida.
Empieza el Adviento.
Daos cuenta del momento.
Adviento es esperar y confiar.
Adviento es aguardar y cambiar.
Adviento es gritar cantando al Dios vivo:
Ven a salvar a tu pueblo, cundo lo hars, Seor?
Adviento es levantar la mirada y decir a los cielos:
Lloved al justo.
Adviento es pedir la tierra:
Haz germinar al Salvador.
Comienza el Adviento. Viene Dios!
Aviva la alegra, la paz, la esperanza.
Con esa misma esperanza grita, pregona,
ora con el deseo ms profundo de tu existencia.
Viene Dios!
Y est ya a la puerta.
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