Post on 27-Mar-2020
Cavtat (Croacia). Autor: Iván Bueno S.
Revisiones
Papel de la enfermera
de Atención Primaria
en pacientes con
enfermedad celíaca 19
Cuidados de
enfermería al cuidador
familiar de personas
dependientes 30
Colaboración
BVgcSalud: biblioteca virtual del Sistema
Sanitario Público Asturiano 7
sum
ario
Vol.5 nº3, verano 2017 SOCIEDAD DE ENFERMERÍA FAMILIAR Y COMUNITARIA DE ASTURIAS
ISSN: 2254-8270
Editorial
Formación E.I.R.
familiar y comunitaria,
una realidad 4
Originales
Sesiones clínicas de enfermería
en Centros de Salud docentes
acreditados para la formación de
EIR: Análisis y reflexiones 45
Manejo interdisciplinar de úlceras
vasculares: compresión,
tratamiento local, tratamiento
complementario y coordinación
interdisciplinar 60
Colaboración
Decisiones
compartidas, una
visión enfermera 14
Entidad editora:
SEAPA (Sociedad de Enfermería Familiar y
Comunitaria de Asturias)
Directora:
Carmen Santano Vilchez SUAP. Centro de Salud El Quirinal (Avilés)
Comité Editorial:
Fernanda del Castillo Arévalo Centro de Salud de Contrueces (Gijón)
Ana Covadonda González Pisano Centro de Salud de Salas. Periférico La Espina.
Doctora en la Universidad de Oviedo. Profesora
asociada de la Facultad de Medicina y Ciencias de la
Salud de Oviedo. Doctora por la Universidad de
Oviedo. Miembro de Investén-isciii
Cristina González Aller Centro de Salud de Llanera (Oviedo)
Rosendo Argüelles Barbón
Coordinador de Continuidad de Cuidados (Gijón)
Comité Científico:
Santiago González Sánchez Centro de Salud El Llano (Gijón)
Berna García Menéndez Centro de Salud de Sama de Langreo (Sama)
Belén Fernández Suárez Hospital Álvarez Buylla de Mieres
Marta Pisano González Coordinadora Escuela de Pacientes. Servicio de
Promoción de la Salud. Dirección General de Salud
Pública. Consejería de Salud del Principado de
Asturias (Oviedo). Doctora por la Universidad de
Oviedo.
Enrique Oltra Rodríguez Doctor por la Universidad de Oviedo y Especialista
en Enfermería Familiar y Comunitaria. Profesor de
la Facultad de Enfermería de Gijón.
Rosario Riestra Rodríguez Vicedecana de la Facultad de Enfermería de Gijón
(Gijón). Doctora por la Universidad de Oviedo
Emilia Romero de San Pio UCI. Hospital Universitario Central de Asturias
(Oviedo). Miembro del Comité de Ética de la
Investigación del Principado de Asturias.
Fernando Alonso Pérez Decano de la Facultad de Enfermería de Gijón
(Gijón). Doctor por la Universidad de Oviedo.
Carmen Teresa Velasco González Jefa de Sección de Calidad de la D.G. de
Planificación Sanitaria. Consejería de Sanidad del
Principado de Asturias (Oviedo)
Emilio Velasco Castañón Centro de Salud Llano Ponte (Avilés)
Dolores Mirón Ortega Centro de Salud de Mieres Sur (Mieres)
Rubén Martín Payo Escuela Universitaria de Enfermería de Oviedo
(Oviedo). Doctor por la Universidad de Oviedo.
Sofía Osorio Álvarez Hospital Universitario de Cabueñes (Gijón)
Margarita Fernandez Garcia UGC de Sotrondio (Sotrondio)
Mª Ángeles González Fernández Subdirectora de Enfermería de Atención Primaria del
área del Bierzo (León)
Susana Navalpotro
Enfermera de UVI Móvil del SUMMA 112 (Madrid)
Francisco Javier Izurubieta Barragán Escuela Universitaria de Enfermería. Servicio
Riojano de Salud/Universidad de La Rioja (Logroño).
Doctor por la Universidad de Logoño. Miembro de
Investén-isciii
Estefanía Vegas Pardavila Doctora por la Universidad de Alicante. Enfermera
en el HUCA, Oviedo.
Sheila Sánchez Gómez Centro de Salud Zaramaga. Presidenta de la
Subcomisión de Enfermería de la Unidad Docente de
Álava (Álava). Doctora en Ciencias de la Enfermería
Manuel Rich Ruíz Director del Departamento de Enfermería. Facultad
de Medicina y Enfermería. Universidad de Córdoba.
Doctor por la Universidad de Córdoba. Miembro de
Investén-isciii
ISSN: 2254-8270
Título Clave: Revista (SEAPA. Internet)
Depósito Legal: AS 2340-2002
Periodicidad: Trimestral
EDITA: SEAPA
Dirección: C/ Víctor Sáenz 5, bajo-33012 (Oviedo)
Teléfono: 615 761 501
E-mail: revistaseapa@seapaonline.org
comiteeditorial@seapaonline.org
Web: www.seapaonline.org
Maqueta: Javier González Pisano
María Rodríguez Fernández
com
ités
Ángel Martín García
Centro de Salud San Blas (Parla).
Dirección Asistencial Sur. Gerencia de Atención
Primaria (Madrid)
Susana Fernández Pérez. Supervisora de Formación y Recursos Materiales
del Área V, Hospital de Cabueñes.
Jorge Minguez Arias Doctor por la Universidad de Alicante. Enfermero
Comunitario Centro de Salud Arnedo La Rioja
Ricardo de Dios del Valle Subdirector de Atención Sanitaria del Área IV de
Asturias
Luis Arantón Areosa Doctor por la Universidad de A Coruña (UDC).
Director de Procesos de Enfermería. Estructura
Organizativa de Gestión Integrada de Ferrol.
Servicio Gallego de Salud (SERGAS)
Sara Diez González Enfermera especialista en FyC. Unidad de
Epidemiología Laboral y Ambiental de la Consejería
de Sanidad del Principado de Asturias
Isabel Feria Raposo
Supervisora de enfermería. Coordinadora de
investigación en enfermería. Unidad de
agudos.Hospital Benito Menni (Barcelona)
M. Belén Suárez Mier Enfermera del Servicio de Medicina Preventiva y
Salud Pública del HUCA (Asturias). Profesora
asociada de la Facultad de Medicina y Ciencias de la
Salud de Oviedo.
Dolores Sánchez López Enfermera en el Centro de Salud de las Huelgas
(Burgos). Miembro de Investén - isciii
Xosé Manuel Meijome Enfermero.Bloque quirúrgico. Hospital El Bierzo
(Ponferrada). Creador del blog cuadernillosanitario
Beatriz Braña Marcos Enfermera de Atención Primaria de Asturias.
Miembro del Comité Científico del Centro
Colaborador Español del Instituto Joanna Brigg y del
Comité Ético de Investigación Clínica del Principado
de Asturias
José María Rumbo Prieto Doctor por la UDC. Supervisor de Cuidados,
Investigación e Innovación. Área Sanitaria de Ferrol
Formación E.I.R. familiar y
comunitaria, una realidad
“Lo que tenemos que aprender lo aprendemos haciendo”
Aristóteles
Filósofo, lógico y científico griego (384 a.C – 322 a.C)
l RD 450/2005 de 22 de abril sobre especialidades de Enfermería ha posibilitado el
desarrollo del programa formativo para la especialidad de Enfermería Familiar y
comunitaria, que culmina en el BOE Núm. 157 (martes 29 de junio de 2010) en el que se
aprueba y publica nuestro programa formativo (orden SAS/1729/2010 de 17 de junio),
base de la formación de las especialistas en enfermería familiar y comunitaria (Efyc). En España, el
desarrollo de la atención primaria de la salud en la década de los 80, con una atención específica
de enfermería comunitaria, junto con la incorporación de los estudios de enfermería en el ámbito
universitario y la incorporación de la salud Pública en los planes de estudios, sentaron las bases de
la actual enfermera familiar y comunitaria. Se ha caminado con mucho trabajo y sumado muchos
esfuerzos para conseguir hacer realidad este importante impulso para el desarrollo de la profesión
enfermera.
En Asturias, desde la primera promoción 2011/13, hemos formado en nuestra Unidad Docente
multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria (UDM Afyc) a 52 especialistas en Efyc
(enfermería familiar y comunitaria). Actualmente están en periodo de formación 33 E.I.R.
(enfermera interna residente) y ofertamos 16 plazas anuales en las áreas sanitarias III, IV, V y
VIII. Somos una especialidad joven, con un inicio fuerte y firme en la que sin duda, su gran
fortaleza son los recursos humanos: tutores, residentes, colaboradores docentes, personal de la
unidad…. Destacando a los tutores que con su motivación, altruismo, entusiasmo y buen hacer son
piezas claves e imprescindibles en la formación EIR.
La enfermera fyc tiene como misión el cuidado compartido de la salud de las personas, familias y
comunidades en el continuum de su ciclo vital y en los diferentes aspectos de promoción de la
salud, prevención de la enfermedad, recuperación y rehabilitación, en su entorno y contexto
sociocultural, el objetivo es conseguir formar excelentes especialistas en enfermería fyc que den
respuestas a las necesidades de nuestra cambiante sociedad actual, inmersa en un escenario de
globalización, desarrollo tecnológico, de “mercado” y medios de comunicación con gran influencia
en el concepto de salud y enfermedad que tienen las personas, de la tecnología de la información,
de envejecimiento y cronicidad, el mundo socio-sanitario, los determinantes de la salud, los
derechos de los ciudadanos, el avance científico, multiculturalidad…El compromiso es garantizar
una formación por y para las personas y la comunidad.
La formación está basada en la adquisición de competencias mediante un aprendizaje activo,
reflexivo y tutorizado, integrando el saber (conocimientos), el saber hacer (destrezas y
habilidades), el saber estar (actitudes) y el saber ser (valores y creencias). Este último es el
verdadero motor de todos los saberes, con un desempeño eficiente, ético y de compromiso social.
Estas competencias van desde la provisión de cuidados avanzados en atención clínica directa en el
ámbito familiar y comunitario, a las vinculadas con la salud pública y comunitaria, con la docencia
(dirigida tanto a familias y personas ,estudiantes u otros profesionales), con la gestión de cuidados
y servicios aplicando los principios de equidad, efectividad y eficiencia, con mejora continua de la
calidad de los cuidados y competencias vinculadas a la investigación, usando la mejor evidencia,
generando y difundiendo conocimiento contribuyendo así al desarrollo de la profesión.
E
editorial
Durante los 2 años de especialidad se organizan tiempos y dispositivos de manera individualizada
para cada residente en: centros de salud, hospitales de las áreas, centros de salud mental, equipos
de paliativos, centros de planificación familiar, SAMU, Consejería de Sanidad con sus direcciones
generales, servicios centrales SESPA, ONGs, … Con objetivos específicos en cada rotación,
complementado con formación teórica en forma de cursos o talleres impartidos en la Unidad
Docente junto con la formación transversal para todos los residentes de Asturias organizada por la
Dirección General de Planificación sanitaria en su área de Gestión del conocimiento. Además, deben
realizar un trabajo de investigación fin de especialidad que deben defender exponiendo en las
jornadas de residentes que de forma itinerante se organizan cada año en las áreas docentes.
Los EIR al finalizar su residencia son evaluados, con una evaluación formativa, motor del
aprendizaje, basada en el desempeño profesional. Son 2 años intensos para las residentes con una
formación exigente basada en la autoevaluación, el auto aprendizaje, el compromiso con su
proceso formativo, fomentando siempre la búsqueda de información, el pensamiento crítico, y
apoyados en la labor fundamental del tutor.
La sociedad y el sistema sanitario necesitan profesionales excelentes, debemos poner excelencia a
su servicio, pero ¿qué es excelencia? ¿qué podemos considerar excelente? Se define como un
adjetivo que se emplea para designar a alguien que destaca por sus magníficas cualidades o
características, citando a Doña Adela Cortina Orts Catedrática de Ética de la Universidad de
Valencia: “un profesional es excelente si busca desarrollarse desde la cooperación, no desde la
competición, posee competencia técnica y conocimiento científico, busca diálogo y comunicación,
trabaja en equipo, entiende el contexto, muestra empatía y actúa, tiene compasión, ayuda en la
vulnerabilidad, comprende y se compromete a reducir o eliminar sufrimiento, establece relaciones
de ayuda, se hace responsable de las consecuencias, y tiene sentido de la justicia y la equidad, dar
a cada uno lo que necesita.”
A mi modo de ver define muy adecuadamente lo que se espera de la enfermera especialista en fyc,
nuestro empeño es conseguir la mejor formación, que promueva en las residentes la motivación
para seguir aprendiendo y desarrollándose personal y profesionalmente. Es un trabajo
colaborativo, dinámico, coordinado desde la Unidad docente siendo fundamentales las
aportaciones de todos: EIR, especialistas, tutores, docentes...
Para que la formación especializada sea un proceso que genere profesionales de calidad necesita
mejoras en algunos aspectos: formación en metodologías docentes y de evaluación para una
mejor práctica docente, un buen soporte para la formación en los centros con tiempos para la
docencia en los centros de salud, liberación horaria para los tutores, mayor reconocimiento a los
centros docentes y a sus tutores, convenios de colaboración con otras instituciones
(Ayuntamientos, ONGs…) que permitan desarrollar una mayor perspectiva comunitaria, mayor
compromiso de las organizaciones sanitarias con la formación especializada, personal de perfil
enfermero en las unidades docentes a tiempo completo, mayor visibilidad en las instituciones socio
sanitarias y políticas, definición de puestos de trabajo en las organizaciones que permita un
desarrollo profesional posterior… pero creo que las bases están bien asentadas, nos avalan las
enfermeras especialistas ya formadas en la unidad, una buena estructura fraguada en los inicios
de la especialidad en Asturias con Enrique Oltra, un gran profesional, excelente compañero al que
le debemos mucho todas las enfermeras comunitarias; a Carmen Chamizo, tristemente
desaparecida, con su arrolladora capacidad de trabajo continuó la labor al frente de la Subcomisión
de docencia de Enfermería fyc dando un gran impulso a lo iniciado; con Jesús Vicente García del
Servicio de Investigación y Gestión del conocimiento por su confianza; Covadonga López, jefa de
estudios de la UDM de Atención fyc que ha sabido integrarnos en la unidad con naturalidad, con
gran disposición, todo un ejemplo para mí; María José Gómez, la técnico de la Unidad una ayuda
imprescindible y Julia, María José Covián, Teresa, Loreto, Joaquín y Ángela una verdadera “familia
laboral” sin ellos mi labor de coordinación en esta año y medio hubiera sido imposible.
Un reto personal, un trabajo apasionante contagiado por la motivación e ilusión de las enfermeras
que desean formarse en la especialidad, con un programa docente que recoge la esencia de una
enfermera en la que su ámbito son las personas, las familias y las comunidades, con compañeros
de viaje dispuestos y comprometidos, con la convicción de ser necesarios e imprescindibles en la
sociedad actual, todo el esfuerzo y la responsabilidad se convierten en un privilegio y una
experiencia única.
Quiero por último agradecer profundamente a mis compañeras del centro de salud de Sabugo su
complicidad y su ayuda, especialmente a Pilar Flórez, y a la Dirección de Enfermería del área III
con Ana Suarez Guerra al frente, por sentir siempre su apoyo.
Ana María González Fernández
Presidenta Subcomisión de Docencia de Enfermería fyc
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 7
BVgcSalud: biblioteca virtual del Sistema Sanitario
Público Asturiano
BVgcSalud: the virtual library of the Asturian Public Sanitary System
Carolina Pinín Osorio, Mercedes Corrales Canel
Hospital Universitario Central de Asturias
Manuscrito recibido: 11-01-2017
Manuscrito aceptado: 22-02-2017
Cómo citar este documento
Pinín Osorio C, Corrales Canel M. BVgcSalud: biblioteca virtual del Sistema Sanitario Público Asturiano. RqR
Enfermería Comunitaria (Revista de SEAPA). 2017 Junio; 5(2): 7-13
Resumen
BVgcSalud es la biblioteca virtual del Sistema Sanitario Público Asturiano (SESPA), es la
herramienta que sirve de apoyo a la actividad asistencial, docente e investigadora de los
profesionales sanitarios. Son varios los recursos que ofrece: acceso a bases de datos, recursos
de medicina basada en la evidencia, bancos de imágenes y catálogos de revistas y libros, tanto
electrónicos como en papel, de la Red de Bibliotecas del Servicio de Salud. También ofrece una
serie de servicios: el Servicio de obtención de documentos (SOD) que permite solicitar artículos no
accesibles a la biblioteca de referencia de cada usuario y el Servicio de Búsqueda Bibliográfica que
apoya a los usuarios cuando lo necesitan. La BVgcSalud dispone de un buscador propio,
denominado BuscaBvgcSalud que busca dentro de los recursos contratados por la institución. Y,
gracias a la implementación del acceso remoto, permite a sus usuarios conectarse a la biblioteca
desde casa o desde cualquier red. Todo ello está accesible desde el Portal Institucional Astursalud.
Palabras Clave
Bibliotecas virtuales, servicios de información, Internet, ciencias de la salud.
Abstract
BVgcSalud is the virtual library of the Asturian Public Sanitary System (SESPA), it is the tool that
serves as a support to the healthcare activity, teacher and researcher of health professionals.
There are several resources available: access to databases, evidence-based medicine resources,
image banks and catalogs of magazines and books, both electronic and paper, from the Network
of Libraries of the Health Service. It also offers a series of services: the Document Obtaining
Service (SOD), which allows users to request articles that are not accessible to each user's
reference library and the Bibliographic Search Service that supports users when they need them.
The BVgcSalud has its own search engine, called BuscaBvgcSalud, which searches within the
resources contracted by the institution. And, thanks to the implementation of remote access, it
allows its users to connect to the library from home or from any network. All this is accessible
from the Astursalud Institutional Portal.
Keywords
Virtual libraries, information services, Internet, health sciencs.
Cola
bora
ció
n
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Desarrollo
1. ¿Qué es la BVgcSalud?
1.1. Antecedentes
En el año 2002 la biblioteca de la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios del Gobierno del
Principado de Asturias y las bibliotecas de los hospitales del Servicio Sanitario Público Asturiano
(SESPA) comienzan a trabajar en el proyecto de creación de una red de bibliotecas biosanitarias y
de una biblioteca virtual que reuniera una colección básica de recursos y servicios electrónicos
para los profesionales del sistema sanitario público, dentro del Marco del Proyecto gcSalud
liderado por el entonces Servicio de Formación de la Consejería de Sanidad. No será hasta 2005
cuando la Dirección General de Salud Pública y Planificación, líder del proyecto, cree la BVgcSalud
con el fin de facilitar a los profesionales sanitarios un punto único de acceso a la colección,
primero desde la Intranet del Principado de Asturias y luego, ya en 2006, desde el Portal
AsturSalud por reconocimiento de dirección IP (Internet Protocol). Desde esta fecha la BVgcSalud
centra su actividad en dar la mejor información posible en cada momento a los profesionales
sanitarios, simplificando la manera de acceder a los recursos de información en ciencias de la
salud y contratando herramientas que permitan trabajar en red a las distintas bibliotecas. La
BVgcSalud coordina además la Red de Bibliotecas Biosanitarias del Sistema Sanitario Público
Asturiano. En marzo de 2014 se implanta el acceso remoto a los recursos de la BVgcSalud, así se
consigue que todo el personal mediante usuario y clave de acceso a la nómina pueda consultar
todos estos recursos desde un ordenador externo a la red institucional.
1.2. En la actualidad
La BVgcSalud depende estructural y orgánicamente de la Dirección General de Planificación e
Innovación Sanitarias, Servicio de Investigación y Gestión del Conocimiento de la Consejería de
Sanidad del Gobierno del Principado de Asturias.
La Red de Bibliotecas Biosanitarias está formada por las doce Bibliotecas presenciales del Sistema
Sanitario Público Asturiano, Consejería de Sanidad y el Centro de documentación de la Oficina de
Investigación Biosanitaria, tanto la biblioteca virtual como la red, son coordinadas por la
Bibliotecaria de la Consejería de Sanidad junto con la Bibliotecaria del Hospital Universitario
Central de Asturias.
Así, la BVgcSalud ofrece a los profesionales sanitarios, a través de un punto único, Portal
Astursalud, acceso a todos los recursos y servicios bibliotecarios, aunque estos no tengan
biblioteca física en su centro de trabajo.
2. Recursos de información en ciencias de la salud
La BVgcSalud permite el acceso a recursos de información a los profesionales sanitarios del SESPA
y Consejería de Sanidad.
La BVgcSalud ofrece, desde mayo de 2015, a sus usuarios un buscador, BuscaBVgcSalud, el cual
está integrado dentro de la Plataforma de Gestión del Conocimiento del Sistema Nacional de
Salud, que recupera documentos y recursos suscritos por la Biblioteca Virtual (bases de datos, e-
libros, revistas electrónicas) y una selección de documentación de acceso libre, como
publicaciones del Ministerio, la Base de datos CIMA (Centro de Información online de
Medicamentos de la AEMPS) y otros seleccionados por el personal responsable de la BVgcSalud.
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Sistema de información en ciencias de la salud más importante
de la Biblioteca Nacional de Medicina (NLM) de EEUU y base de
datos de referencias bibliográficas.
Desde el acceso de la BVgcSalud está enlazado con nuestro
Servicio de Obtención de Documentos.
Base de datos bibliográfica, que contiene más de 27 millones
de registros bibliográficos, incluye la base de datos Medline.
Cubre una amplia gama de materias de las que cabe destacar
las referentes a farmacología.
CINAHL es una base de datos, especialmente diseñada para
responder a las necesidades de los profesionales de
enfermería, fisioterapia y terapia ocupacional, así como otros
relacionados.
Es una plataforma especializada en la Gestión del
Conocimiento, en Cuidados de Salud del área de enfermería.
Incluye las bases de datos Cuiden, Cuiden Plus y la
Hemeroteca Cantárida.
ClinicaKey es una herramienta en Español, para la toma de
decisiones clínicas con la mejor base de documentación clínica
y práctica médica de forma integral.
Contiene Libros-e, revistas-e, bancos de imágenes, etc..
Requiere registrarse para usarla en su máxima potencialidad.
Recurso de información médica que, siguiendo los principios de
la Medicina Basada en la Evidencia, está diseñado para
responder a las preguntas clínicas que surgen en la práctica
diaria de una manera fácil, rápida y concisa.
Suscrita por el Mº de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Resúmenes de evidencia realizados por expertos que
seleccionan los documentos que tienen relevancia clínica y
valor informativo riguroso.
Plataforma con acceso a 23 revista del grupo BMJ.
Revista oficial de la Asociación Médica Estadounidense.
Accesible a través de la plataforma OVID.
Revista de médica generalista que publica temas de
importancia para la ciencia biomédica y para la práctica clínica.
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“Es posible optimizar los
resultados mediante la
opción de refinar mis
resultados”
Permite búsqueda sencilla y avanzada para combinar términos. En cuanto a los resultados, en la
parte izquierda vemos la opción de “Expandir mis resultados”, por defecto las búsquedas sólo
devuelven resultados con texto completo, si queremos ver referencias que no incluyan el texto
completo tenemos que marcar la opción “Incluir
referencias sin el texto completo”. Los documentos
que no puedan ser descargados tienen que ser
solicitados a la biblioteca. Además, podemos optimizar
nuestros resultados desde la opción “Refinar mis
resultados” que aparece, también, a la izquierda de la
pantalla: nos permite seleccionar el idioma, año, tipo
de documento, materia etc…
Imagen 1. Pantalla de resultados buscador BvgcSalud
La herramienta permite la opción de identificarse para crear nuestro propio perfil, en el que
guardar búsquedas y crear alertas de información.
La BVgcSalud cuenta con un buscador de e-revistas y e-libros, que facilita su localización y acceso.
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Imagen 2. Buscador de e-revistas y ebooks
En cuanto a los libros en papel la biblioteca cuenta con CATÁLOGO DE MONOGRAFÍAS DE LA RED
DE BIBLIOTECAS BIOSANITARIAS, que permite la consulta de los libros que están catalogados en
las distintas bibliotecas físicas. Y, mediante el préstamo interbibliotecario el usuario puede
disponer de los libros que aparecen en el catálogo.
3. Servicios que ofrece la BVgcSalud
Tradicionalmente estos servicios eran ofrecidos exclusivamente por las bibliotecas físicas de los
distintos centros sanitarios del SESPA, desde la creación de la BVgcSalud se ofrecen estos
servicios por igual a todos los profesionales sanitarios en activo.
- SERVICIO DE OBTENCIÓN DE DOCUMENTOS (SOD) proporciona a los usuarios información
sobre las revistas, tanto en papel como electrónicas, existentes en su biblioteca. Permite
solicitar los artículos no accesibles mediante a su biblioteca de referencia. A este servicio
se accede desde la página de la BVgcSalud o desde PubMed, siempre que hayamos
accedido desde el enlace personalizado disponible que en la BVgcSalud. Esto mismo,
podemos hacerlo también desde los artículos que nos interesen de EMBASE desde el
icono del Servicio de Obtención de documento y aceptando ser usuario de una de las
bibliotecas de la Red que aparecen en el desplegable.
- SERVICIO DE BÚSQUEDA BIBLIOGRÁFICA: a través un formulario, disponible en la web, la
BVgcSalud ofrece al usuario la posibilidad de solicitar ayuda con sus búsquedas
bibliográficas, se devuelven resultados con referencias y/o artículos científicos del interés
del tema propuesto.
- FORMACIÓN DE USUARIOS: mediante cursos, sesiones y talleres se imparte formación a
los usuarios de las distintas herramientas disponibles. Unas veces de manera reglada y
otras, a demanda, ya sea por grupos de usuarios o individualmente.
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4. El futuro y conclusión
Desde sus inicios la Biblioteca Virtual gcSalud no ha dejado de crecer, desarrollar e implementar
recursos y servicios en beneficio del profesional sanitario. El futuro de la Biblioteca Virtual gcSalud
lo determina la Dirección General de Planificación, Innovación Sanitaria de la Consejería de
Sanidad que es de quien depende orgánica y funcionalmente.
En cuanto a los proyectos de mejora podemos destacar:
La regulación tanto de la Red de Bibliotecas como de la Biblioteca Virtual gcSalud, los
profesionales a cargo de las bibliotecas pertenecientes al Sistema Sanitario Público
Asturiano y a la Consejería de Sanidad tienen un vacío legal al respecto.
Migración a un nuevo espacio web, destinado a alojar los contenidos de la Biblioteca
Virtual gcSalud, más amigable para el usuario.
Formación continuada de usuarios para sacar el mayor aprovechamiento a los recursos y
servicios ofertados en cada momento.
Consolidación y creación de alianzas con otras instituciones como son la Universidad de
Oviedo, el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad y otras bibliotecas virtuales,
etc… para mantener proyectos en común en beneficio de nuestros usuarios.
Podemos concluir definiendo a la BVgcSalud como la mejor herramienta disponible en que se
deben basar los profesionales sanitarios del SESPA y de la Consejería de Sanidad para apoyar
tanto la práctica diaria, como la docente e investigadora.
Bibliografía
1. Antonio Sánchez J, Pérez Irazusta I, Etxeberría A, Rivas MD, Montaño A, Villegas R, et al.
Declaración de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria sobre el acceso a las
fuentes de información científica para el médico de familia. Aten Primaria.2011; 43: 511-2.
2. Bibliosaúde GT. Bibliosaúde, la biblioteca virtual del sistema sanitario público gallego. Galicia
Clin. 2009; 33–6.
3. González Guitián C, Alonso ML. [Virtual library of health sciences: reality and opportunity]. Aten
Primaria. mayo de 2015;47(5):264-6.
4. Juan-Quilis V, Hernández-Morales JA, Carrión-Pérez JM, Barragán-Román V, Muñoz-González L.
La gestión del conocimiento en Ciencias de la Salud en Andalucía: una estrategia viable. Boletín de
la Federación Española de Archiveros, Bibliotecarios, Arqueólogos, Museólogos y Documentalistas
(ANABAD) [Internet]. 2013 [citado 13 de diciembre de 2016]; Disponible en:
http://www.repositoriosalud.es/handle/10668/1296
5. Juan-Quilis V. [Primary care resources available in digital libraries in Spanish Autonomous
Regions]. Aten Primaria. marzo de 2013; 45(3): 165-71.
6. Juan-Quilis V. Recursos bibliográficos para Atención Primaria en las bibliotecas virtuales de
salud de las comunidades autónomas. Atención Primaria. marzo de 2013; 45(3): 165-71.
7. Páez V. La Biblioteca Virtual de Ciencias de la Salud de las Islas Baleares: un proyecto
autonómico dede la cooperación bibliotecaria. 2005 [citado 13 de diciembre de 2016]; Disponible
en: http://eprints.rclis.org/handle/10760/6757
8. Servicio de Salud del Principado de Asturias. GcSalud, un espacio de conocimiento: formación
en salud. Oviedo: Consejería de Salud y Servicios Sanitarios; 2003. 35 p.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 13
9. AsturSalud - Inicio [Internet]. [citado 13 de diciembre de 2016]. Disponible en:
https://www.asturias.es/portal/site/astursalud/menuitem.a359c9ca2d0cd0e71720bc4720688a0c/?
vgnextoid=71a970d32f030110VgnVCM1000008614e40aRCRD
10. Informe 2013 CCAA(1).pdf [Internet]. [citado 16 de diciembre de 2016]. Disponible en:
http://www.redaccionmedica.com/contenido/images/Informe%202013%20CCAA(1).PDF.
11. MemoriaSIyGC2014.pdf [Internet]. [citado 13 de diciembre de 2016]. Disponible en:
https://www.asturias.es/Astursalud/Ficheros/AS_Formacion/AS_Formacion/Memoria%202014/Me
moriaSIyGC2014.pdf
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 14
Decisiones compartidas, una visión enfermera
Marta Isabel Villamil Díaz
C.S. Cudillero (Asturias)
Manuscrito recibido: 30-04-2017
Manuscrito aceptado: 25-06-2017
Cómo citar este documento
Villamil Díaz M.I. Decisiones Compartidas, una visión Enfermera.RqR Enfermería Comunitaria (Revista de
SEAPA). 2017 Agosto; 5(3): 14-18
Este artículo se corresponde a la ponencia presentada en el XXV Encuentro Regional de Residentes
de Medicina y Enfermería Familiar y Comunitaria y Jornadas de Atención Primaria del Principado
de Asturias, celebrado en Oviedo los días 19 y 20 de abril de 2017, en la Mesa titulada: Toma de
Decisiones Compartidas: ¿Quién decide?
La toma de decisiones compartidas es un estilo de relación colaborativa, entre un profesional
sanitario y su paciente, que deben decidir entre diferentes opciones, incluyendo la de no hacer
nada.
Es aplicable a todo tipo de intervenciones, procedimientos terapéuticos, diagnósticos, preventivos,
enfermedades crónicas o agudas (operaciones, pruebas, vacunas, cribados, vendajes curas, dieta,
ejercicio, medicación, estilo de vida…)
La base fundamental para la búsqueda de esta cooperación, sin la que cualquier herramienta sería
“inválida”, es la comunicación sincera y llena de respeto mutuo entre dos expertos. El profesional
experto en aspectos clínicos y evidencias, junto con el paciente experto en su propia vida, con su
experiencias, motivaciones, entorno, valores, capacidades y limitaciones.
Este respeto incluye también el que tendremos por aquellos que no quieren tomar decisiones en
ese momento, ni implicarse más de lo imprescindible y también, quizá lo más difícil, cuando no
coincide con nuestra opinión, por los que deciden NO Hacer nada. Nuestra postura debe ser
siempre de acompañamiento, de mostrar que seguiremos con él, abiertos a cualquier cambio.
Porque ¿A qué nos dedicamos?, ¿A quién nos dedicamos? No podemos trabajar solos.
Después de la ley de Autonomía del Paciente 41/2002, que le concede a éste “...el derecho a
decidir libremente, después de recibir una información adecuada, veraz y comprensible, entre las
opciones clínicas disponibles” se va cambiando lentamente de un trato paternalista del profesional
basado en principio de beneficencia, con un paciente sumiso y con menor responsabilidad, a otro
modelo más informativo, tipo consentimiento informado. Muchos recordamos cuando las cifras de
TA eran casi secretas para el paciente, y nos limitamos a decir “está bien” o no nos servían los
valores de glucemia o TA tomadas en domicilio, sin nuestra eficiente supervisión. Pero también es
difícil informar bien, se necesitan conocimientos y seguridad sobre la evidencia. Con las vacunas,
por ejemplo, ¿ cuánto y cómo contar?, ¿nos asusta saber que de ello va a depender la decisión de
una persona o unos padres?, ¿debemos extendernos con efectos secundarios y reacciones
adversas completas según la ficha técnica?. No, un profesional no debe escudarse tras un montón
de tecnicismos y efectos poco frecuentes sin más. Tenemos que saber que la ley dice: “la
información, será dada de manera que AYUDE al paciente a tomar la decisión, COMPRENSIBLE y
NO DESMESURADA NI EXCESIVA de manera que suponga padecimiento innecesario para el
paciente”.
Cola
bora
ció
n
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 15
La toma de decisiones compartidas aún va más allá y debe incluir el asesoramiento del profesional
y la sinceridad del paciente, compartiendo su expertía para llegar a un plan de acción
consensuado. No es fácil, supone dedicar nuestro tiempo y dar tiempo al paciente, implicación y
trabajo personal, así cómo dominar técnicas de comunicación y sobre todo, compromiso por
ambas partes. Pero, a pesar de todos los inconvenientes, es imprescindible para un buen ejercicio
profesional, porque realmente la decisión final es del paciente y si la toma solo, puede
equivocarse, o esta decisión ser un mecanismo de defensa, una fase del proceso de adaptación.
Nuestra ventaja desde Atención Primaria es la cercanía, la longitudinalidad, “seguiremos aquí”.
Estar atentos, como profesionales, a que esa decisión no sea sólo una manera de dar la espalda a
la enfermedad, de no enfrentar una realidad que avanza inexorable, es nuestra obligación. Como
dice Savater: “Libertad es decidir sobre lo que hay,...no lo que hay”.
Desde mi punto de vista la enfermera tiene un doble papel en este tema:
Por un lado como profesional sanitario, que es responsable de sus actuaciones y cuidados,
dependientes o independientes del médico y por otro como mediadora o interlocutora con
el sistema sanitario.
Y citando a Rosa María Alberdi, dos ideas fundamentales para las enfermeras. La primera, “para
conseguir un cuidado óptimo debemos situar el control en manos del paciente al máximo posible”.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 16
La segunda idea, relativa a los diagnósticos enfermeros, es que “tienen como característica
fundamental, a diferencia de los diagnósticos médicos, que están formulados en relación al grado
de independencia que puede lograr la persona cuidada”.
Uniendo las dos, es evidente que las enfermeras podemos diseñar planes de cuidados
personalizados que permitan devolver la aceptación del control al paciente. Esto será fundamental
para que la persona acepte el tratamiento, mejore la adherencia y sea el centro del cuidado.
Todo ello adquiere un cariz más duro y relevante si nos referimos a las decisiones al final de la
vida, etapa dolorosa y complicada muy diferente según la persona y sus circunstancias. Contar
con profesionales cercanos, que respeten y sepan explorar nuestros deseos y traducirlos en
decisiones consensuadas, que “reconozcan” a la persona, más allá de padecer una enfermedad, va
a ser la diferencia entre recibir o no unos cuidados paliativos integrales adecuados. No tiene
sentido una buena atención médica sin unos buenos cuidados de enfermería y así debería
contemplarlo la ley.
El papel de la Enfermera Responsable será de gran importancia para el paciente y para el resto de
equipo. Como profesional que desde su ámbito de trabajo, sea Equipo de AP, Equipo de apoyo en
Cuidados paliativos, u otros, realiza un plan de cuidados, que incluye una valoración frecuente y
exhaustiva, administración de los cuidados y gestión de recursos coordinándolos con el resto de
profesionales del equipo. Tiene un papel fundamental para compartir responsabilidades y de apoyo
a la hora de tomar decisiones sobre adecuación terapéutica. Cuenta con un criterio profesional que
puede incluso aportar otra visión e información muy valiosa para valorar la capacidad o
incapacidad de decidir del paciente. Así lo reflejan diferentes leyes autonómicas sobre derechos y
garantías de la dignidad de las personas en el proceso de morir (Ley 4/2015 /Comunidad Balear,
Ley 5/2015, Comunidad Gallega, Ley 1/2015, Comunidad Canaria).
La filosofía de los cuidados de enfermería en AP se basa en la ayuda al individuo, a la
familia o grupo a realizar sus autocuidados desde el nacimiento hasta la muerte mediante
una relación específica y terapéutica. La calidez en el trato a lo largo de la vida del
paciente y la escucha activa al hacer nuestros cuidados, permite que manifiesten sus
incertidumbres y consiguen un contacto especial con las personas, una cercanía y
confianza ganadas con empatía. Tener información que a veces solo nos confían de
manera profesional a nosotros, permite una labor de facilitadora en la relación con el resto
de profesionales. Exploramos realidades en cuanto a tratamientos o procedimientos
diagnósticos que, a pesar de estar clínicamente bien prescritos, no son aceptados o no se
adaptan a las características de esa persona en concreto o a ese momento vital.
Detectarlo y colaborar en la búsqueda de alternativas puede ser la solución a una mala
adherencia o control de la enfermedad (creencias erróneas del paciente, el que un
medicamento sea en pastilla, se pueda partir bien o tragar, se sepa utilizar el inhalador,
que haya un cuidador responsable…). Aunque las guías de evidencia son globales las
decisiones se toman de forma local en circunstancias concretas y sobre pacientes
concretos.
Todos sabemos que incluso en la realización de una técnica, la información y toma de
decisiones compartida se hace muchas veces imprescindible. Una cura, un vendaje
compresivo de una úlcera venosa, que cuente con todas las evidencias como tratamiento,
pueden durar poco tiempo si no hemos conseguido explicar su importancia, escuchar y
tener en cuenta las necesidades reales adaptándonos a ellas para hacer un plan de
cuidados conjunto.
LOS CUIDADOS SE DESARROLLAN EN EL MUNDO REAL (donde las zapatillas no caben con un
voluminosos vendaje, o no se pueden subir las 50 escaleras que hay hasta la casa sin apoyar...),
NO EN EL CENTRO DE SALUD.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 17
Debemos tener presente que, TODO lo que digamos antes de realizar una técnica a cerca de lo
puede ocurrir después, junto a recomendaciones consensuadas para dar seguridad sobre qué
hacer en ese caso, serán explicaciones. Todo lo que demos después de haber ocurrido sonarán
solo a excusas y para nosotros, serán frustraciones diarias, (“es que hacen lo que quieren, es que
no me escuchan, es que no merece la pena…”. El valle de “LOS ESQUES”, es muy profundo, y no
debemos caer en él).
En cuanto a enfermedades crónicas y autocuidados, que se extienden a veces durante
toda la vida, corremos el riesgo de ir “acumulando” sobre el paciente “nuestros
profesionales y bienintencionados” diagnósticos, análisis, pruebas, medicaciones, dietas,
recomendaciones de ejercicio...sin querer ver el verdadero soporte de esta “pirámide”: la
vida, los valores, el entorno, la salud percibida o deseada... Si esto falla nada más servirá.
Nosotras, las enfermeras, tenemos muchas consultas con estos pacientes. Llegamos a conocerles
muy bien. Al actuar como educadoras, hagamos del PACIENTE NUESTRO MEJOR RECURSO,
nuestro aliado en la búsqueda de su salud, informando pero también captando los problemas de
salud que vivencia realmente el individuo. Busquemos con él alternativas adaptadas a su vida, en
alimentación o ejercicio, esforzándonos en personalizar las dietas según gustos, cultura,
economía, personas que conviven, trabajo..., en ayudarles a encontrar el ejercicio necesario, pero
en tiempos más cortos o más divertidos, con pequeños cambios según sus posibilidades. Podemos
explorar la adherencia al tratamiento, comprobando periódicamente el uso de dispositivos,
cámaras, inhaladores, insulinas,... y llegar a acuerdos si no son adecuados o derivarlos a otro
profesional si es preciso.
Pedimos confianza en nuestra profesionalidad, compromiso y responsabilidad pero, sin libertad de
elección no hay responsabilidad, sin posibilidad de participar no hay compromiso.
Nadie quiere sentirse solo con una enfermedad o en situaciones de incertidumbre, y actualmente
eso lleva a consultar internet o redes sociales. Según los datos de INE el 80,6% de la población
entre 16 y 74 años usó internet en los últimos tres meses, un 40% búsquedas de enfermedades,
un 16,9% nutrición y un 16% medicamentos. NO PODEMOS IGNORARLO. Y según el tipo de
paciente el apoyo de las TICS será valioso, por eso podemos recetar páginas web fiables, foros,
apps que facilitan la adherencia, el ejercicio y la comunicación. No tener miedo a que el paciente
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 18
sepa más que nosotros, debemos convertirlo en nuestro colaborador, nuestros ojos y nuestras
manos fuera del centro de salud.
Como dice Joan Carles March: “Nunca desanimar su implicación”, con frases como:
“Lo que tienes que hacer es esto y punto, está demostrado, el profesional soy yo, alejate de
internet.” y yo añadiría: “pues allá tú, si no haces lo que yo digo”.
Sembrar nuestras consultas de verbos como escuchar, preguntar, empatizar, reforzar y
retroalimentar: “Comprendo tus dificultades del día a día”, “Entre los dos podemos trabajar en
equipo”, “aprende todo lo que puedas, te recomiendo estas páginas y puedes consultarme tus
dudas”, “piensalo y vuelves a verme”. “Si ahora lo ves dificil, yo seguiré aquí cuando quieras
enfrentarte a eso”. Quien siembra escucha, recoge escucha, la eficacia de nuestra intervención se
multiplicará y los cambios que buscamos, serán más duraderos.
Y no creáis que el paciente va a ser nuestro jefe y consumista, exigente (deme, mándeme,
hágame...) o pesado. Seguramente, será más responsable en sus peticiones y uso de sistema
sanitario.
Los pacientes quieren ser tomados en serio, que les escuchen y haya un feedback, sentir que
forman parte importante, que para nosotros sus problemas también cuentan. Por eso vienen a
enseñarnos los informes del especialista, (a veces porque no los entienden pero otras quieren
“hablarlo”, saber nuestra opinión y que les aconsejemos o les ayudemos en el camino a seguir).
Quieren compartir y DECIDIR. Quieren libertad para expresar, para decir y contradecir, sentir y
disentir.
Aunque para ellos, tampoco es fácil este nuevo rol y cambiar la manera de comunicarse con los
sanitarios. Cuesta trabajo perder el miedo a molestar o la vergüenza de decir algo inadecuado
ante el “experto”. Es difícil pensar qué y cómo decir, preparar la consulta, alertar de efectos,
síntomas nuevos, no esperar adivinos y tomar responsabilidades reales.
La única forma de lograr decisiones compartidas es un contacto humano y buena comunicación,
sin jerarquías, sin jueces ni culpables. Algún día los fonendos nos permitirán oír muchas más
cosas que también son importantes.
En resumen podemos hablar de “CUIDADOS PARTICIPATiVOS” en un mundo en el que pacientes y
profesionales trabajemos juntos por el bien de la persona, con roles diferentes pero con respeto al
otro y en equipo. Tener claro que NO podemos decidir por el paciente, sin contar con él.
Por último, unas palabras de J.L. Bimbela, de su libro “Yo decido”, dedicado para mis pacientes de
los que aprendo cada día y a mis compañeros que hacen que la Atención Primaria y el trabajo en
equipo sea nuestro orgullo: “Decidir, por fin, con quien viajar. Con quien compartir. Compañeros
de viaje, que ayuden a crecer, a aprender y a sentir. Personas que contagian entusiasmo,
esfuerzo, coherencia y además de hablar, escuchen y hagan. Profesionales (médicos y
enfermeras) que tengan claro que la calidad bien entendida empieza por uno mismo. Y el cambio
también. Y que en tiempos dificiles, pero tambien de “calimerismos galopantes” deciden recuperar
su poder (personal y colectivo) y seguir intentando cada día, desde su consulta...cambiar el
mundo.”
“Lo que tienes que hacer es esto y punto, está demostrado, el
profesional soy yo, alejate de internet.” y yo añadiría: “pues allá
tú, si no haces lo que yo digo”
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Papel de la enfermera de Atención Primaria en
pacientes con enfermedad celíaca
Role of Primary Health Care- Nurse about celiac disease-patiens
Paula Castaño García, Alba Pascual Martínez, Covadonga Vázquez-Díaz, Carmen Vega Díaz,
Teresa Castaño García, José Antonio Cernuda Martínez
Servicio de Salud del Principado de Asturias
Manuscrito recibido: 01-02-2016
Manuscrito aceptado: 10-02-2016
Cómo citar este documento
Castaño García P, Pascual Martínez A, Vázquez Díaz C, Vega Díaz C, Castaño García T, Cernuda Martínez JA.
Papel de la enfermera de Atención Primaria en pacientes con enfermedad celíaca. RqR Enfermería Comunitaria
(Revista de SEAPA). 2017 Agosto; 5 (3): 19-29
Resumen
Introducción
La enfermedad celíaca es una patología causada por una intolerancia al gluten, proteína presente
en el trigo y otros cereales que puede causar atrofia intestinal y malabsorción de nutrientes.
Afecta a todas las dimensiones de la vida y su único tratamiento es una dieta sin gluten. En esta
revisión bibliográfica se pretende compilar la información más relevante sobre el papel de la
enfermera de Atención Primaria en esta patología.
Descripción
La enfermedad repercute en la vida del enfermo a múltiples niveles como el social, el emocional y
el económico, de ahí que el profesional de enfermería debe asesorar al paciente y sus familiares,
detectar complicaciones de la patología y comprobar la correcta adherencia al tratamiento, por lo
que resultan necesarios programas estandarizados para la adecuada detección, seguimiento y
tratamiento de la enfermedad. Es importante señalar que, a pesar de todo ello, el paciente valora
de forma negativa la formación de la enfermera de Atención Primaria en todo lo relacionado con la
enfermedad celíaca, de ahí que sea necesario la creación de programas formativos para paliar este
déficit.
Conclusiones
No siempre el paciente con enfermedad celíaca podrá seguir la dieta precisa, por lo que la
enfermera de Atención Primaria tiene un papel fundamental en el asesoramiento acerca de todos
los aspectos necesarios para que el paciente logre sobrellevar la enfermedad de una manera
óptima. Es preciso planificar y desarrollar programas de salud para incluir a los pacientes
afectados por enfermedad celíaca para lograr un adecuado seguimiento de la patología.
Palabras clave
Enfermedad celíaca; gluten; educación en enfermería; enfermería comunitaria.
Revis
ión
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Abstract
Introduction
Celiac disease is a condition caused by intolerance to gluten, a protein present in wheat and other
cereals that can cause intestinal atrophy and malabsorption of nutrients. It affects all dimensions
of life and its only treatment is a gluten-free diet for life. This review aims to compile the most
relevant information about the role of the primary health care nurse in this pathology
Description
The disease affects the life of the sick at multiple levels such as the social, emotional and
economic, hence the nursing professional should advise the patient and their family members, to
detect complications of the pathology and verify the correct adherence to treatment, so that they
are necessary for the appropriate standardized programs detection, follow-up and treatment of the
disease.
Conclusions
Only sometimes the patient with celiac disease may follow the diet accurately, so that the primary
care nurse has a key role in providing advice on all aspects required for the patient achieve cope
with illness in an optimal way. It is necessary to plan and develop health programs to include the
patients affected by celiac disease in order to achieve an adequate follow-up of pathology.
Keywords
Celiac disease, gluten, education in nursing, community nursing.
Introducción
La enfermedad celíaca (EC) es una intolerancia al gluten, proteína presente en el trigo y otros
cereales, que atrofia la mucosa intestinal acarreando una mala absorción de nutrientes1. Esta
patología, clínicamente manifiesta, tiene una repercusión negativa sobre la salud y la percepción
de calidad de vida de los pacientes2.
Estimar su prevalencia es difícil debido a la variabilidad en su presentación, teniendo en cuenta
que muchos pacientes no presentan síntomas o éstos son de carácter leve3. En 2010 la
prevalencia mundial era de un 1%. En Europa los datos son similares4, 5.
En España, la prevalencia en 2008 era de 1/100, convirtiéndose en la enfermedad crónica
intestinal más frecuente1. Sin embargo, en la región de Asturias (España), en el año 2001, la
prevalencia de la enfermedad era de, al menos, 2,6 casos por 1000 personas (1/389)6.
Es una patología de distribución global. Se diagnostica a cualquier edad mediante pruebas
serológicas y biopsia intestinal, afecta a múltiples órganos y sistemas y el único tratamiento eficaz
es una dieta sin gluten de por vida1, 4.
La alimentación es un hábito ligado a la cultura y forma de vida de cada grupo socio-cultural, y
cambiarlo, requiere un proceso de adaptación y aprendizaje. Teniendo en cuenta que el trigo es el
cereal de consumo mayoritario en los países occidentales, adherirse a la dieta puede ser
realmente dificultoso1.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 21
Por todo esto, la enfermería tiene un papel trascendental, comenzando por la prevención y
continuando por el seguimiento del paciente. Entre los objetivos de la enfermera está asesorar al
paciente y sus familiares, constatar la mejoría sintomática, comprobar la adherencia a la dieta sin
gluten e identificar posibles complicaciones o enfermedades asociadas7.
La EC afecta a todas las dimensiones de la vida de los que la padecen, al ámbito social, familiar,
emocional y económico, interactuando factores como el diagnóstico precoz, la disponibilidad de
productos sin gluten, el etiquetado, la información sobre la enfermedad y la dieta y el apoyo
psicosocial1.
Objetivo
Objetivos generales
Conocer, a través de la literatura científica, el papel que desempeña la enfermera de
Atención Primaria en el manejo de pacientes con enfermedad celíaca
Determinar la importancia de la dieta en la enfermedad celíaca.
Objetivos específicos
Explorar los problemas emocionales, sociales y económicos del enfermo celíaco.
Conocer las recomendaciones dietéticas que el paciente celíaco debe seguir.
Identificar si a través de la dieta pueden evitarse recidivas de la enfermedad.
Evidenciar el papel de enfermería en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento del
enfermo celíaco.
Método
Se ha procedido a una revisión bibliográfica para responder a la pregunta: ¿qué papel desempeña
la enfermera de Atención Primaria en la ayuda a pacientes que sufren enfermedad celíaca? Para
ello se ha realizado una revisión bibliográfica a partir de fuentes documentales primarias y
secundarias en bases de datos de literatura científica en castellano, así como la búsqueda en
internet de portales de instituciones de reconocido prestigio en el ámbito sanitario que aportasen
evidencias sobre este tema.
Se realizó una restricción de fechas entre enero de 2005 y diciembre de 2015, para no emplear
literatura de más de quince años de antigüedad, salvo dos referencias publicadas con anterioridad
a 2005, incluidas por su valor científico. Se utilizaron los siguientes descriptores en Ciencias de la
Salud (DeCS): diagnóstico, gluten, enfermedad celiaca, enfermería comunitaria. Como criterios de
inclusión se emplearon: rango de fechas entre 2005 y 2015, que los artículos contuvieran los
descriptores anteriormente señalados y que, tras su lectura, aportasen información para
responder a la pregunta de investigación. Como criterio de exclusión se empleó el no
cumplimiento simultáneo de los tres criterios de inclusión.
Con esta estrategia de búsqueda se obtuvieron 45 referencias bibliográficas tanto en inglés como
en español. Se rechazaron 31 tras su lectura de las mismas por no ajustarse a los criterios de
búsqueda, y se han incluido finalmente 14. La Figura 1 resume la estrategia de búsqueda de los
artículos y la Tabla 1 indica la procedencia de cada artículo.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 22
Figura 1. Proceso de búsqueda y selección bibliográfica
Tabla 1: Procedencia de cada referencia bibliográfica
FUENTE REFERENCIA
Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad
8,9
Enfisipo 1
PubMed 2,4
Cochrane 3
Fisterra 7,10,11
Google Académico 6,12,13,14
Elsevier 5
Búsqueda: obtención de 71 artículos con las palabras clave
y fecha de publicación requerida y de 4 artículos
anteriores a las fechas restringidas, pero de interés
Se seleccionan definitivamente 14 artículos, que son los citados
en el apartado final de “Bibliografía
Se rechazan 36 por
no ajustarse al
objetivo del trabajo
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 23
Desarrollo
1. Concepto de enfermedad celíaca (EC)
La enfermedad celíaca, también denominada “Esprue celíaco, enteropatía sensible al gluten o
esprue no tropical”, es una enfermedad intestinal de naturaleza autoinmune. Es por tanto, una
enfermedad digestiva a la vez que sistémica3, 4, 7, 9.
Se trata de una patología en la que participan factores genéticos, dietéticos, ambientales e
inmunológicos. Se desarrolla en individuos genéticamente predispuestos y se caracteriza por la
intolerancia permanente al gluten, proteína presente en algunos cereales como trigo, cebada,
centeno, avena y sus derivados. El gluten actúa provocando una reacción inflamatoria que
ocasiona una inadecuada absorción de los nutrientes1, 3, 4, 7, 9.
La EC presenta distintas formas clínicas4, 7, 12:
Sintomática: los pacientes muestran manifestaciones clínicas e histológicas y una
serología compatible con la enfermedad.
Subclínica/ silente: el paciente no tiene signos ni síntomas pero el resto de pruebas son
positivas.
Latente: los marcadores serológicos son positivos pero no existen lesiones intestinales ni
manifestaciones clínicas.
Potencial: existe una predisposición genética y las biopsias pueden ir demostrando
cambios típicos de la enfermedad celíaca.
El número de pacientes con la clásica presentación de diarrea y malabsorción está disminuyendo,
mientras que los síntomas atípicos y las presentaciones silentes aumentan3,4. Los síntomas más
típicos son el dolor abdominal con hinchazón, la dispepsia o malas digestiones, el reflujo
gastroesofágico, las diarreas o estreñimiento, la disnea, las alteraciones del sueño, la pérdida de
peso, los trastornos anímicos y los dolores óseos2, 3, 9.
En el diagnóstico de la EC es fundamental la historia clínica y el examen físico del paciente, que se
lleva a cabo primordialmente desde Atención Primaria. El diagnóstico debe ir encaminado a la
búsqueda de sintomatología aparente. Una vez hecho esto, se deben hacer una serie de
determinaciones analíticas en sangre que deben incluir bioquímica, hemograma, coagulación y
serología que permite conocer los niveles de transglutaminasa tisular (TGT), que indican el grado
de intensidad y gravedad de la lesión histológica en el duodeno3,7,8,9,11. Existen otras pruebas
diagnósticas no invasivas, complementarias, pero que no dan el diagnóstico definitivo como son:
déficit de IgA, test genéticos y la cápsula endoscópica3, 7, 9.
La confirmación definitiva se hace mediante una biopsia duodenal distal, que da a conocer la
existencia o no de lesiones propias de la patología como son la hiperplasia de las criptas o atrofia
de las vellosidades intestinales3, 4, 7, 9, 11.
Existen tratamientos farmacológicos en fase experimental que podrían prevenir la aparición de las
lesiones intestinales secundarias a la patología, pero que aún no han sido probados en humanos9.
Por el momento, el único tratamiento eficaz para la EC es una dieta libre de gluten para toda la
vida. Por tanto hay que excluir el trigo, la cebada, el centeno y sus derivados de la dieta7,9. Sin
embargo esto puede ser complicado ya que el trigo es el cereal más consumido y utilizado en los
países occidentales7.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 24
“El personal de
enfermería debe
advertir a los
pacientes de las
contaminaciones
cruzadas de los
alimentos”
2. La dieta en la persona celíaca
La dieta sin gluten (DSG) tiene como pilares fundamentales y básicos el maíz y el arroz, pues son
los dos únicos cereales libres de gluten. El celíaco tiene que consumir preferentemente alimentos
naturales tales como carnes, huevos, leche, pescado, legumbres, frutas, verduras y cereales sin
gluten7,9.
La enfermera tiene un papel fundamental en este aspecto: debe ser la profesional encargada de
explicar la dieta al paciente y familiares, con todos sus detalles, así como de realizar un
seguimiento mediante controles periódicos para constatar la mejoría sintomática e identificar
complicaciones o enfermedades asociadas, tarea que no se está
llevando a cabo por no estar implantados los programas adecuados
para ello7, 9.
El personal de enfermería debe advertir a los pacientes de las llamadas
“contaminaciones cruzadas” de los alimentos, que se refiere a la
contaminación de las materias primas para alimentos que no contienen
gluten con aquellas materias primas de alimentos que si lo contienen,
y de aquellos menús que pueden no estar completamente exentos de
gluten, otra tarea que no se lleva a cabo por no existir la difusión de la
información necesaria al personal sanitario9,10,13.
Las personas con enfermedad celíaca han de tener presentes unas medidas higiénico-dietéticas
especiales para evitar complicaciones de su enfermedad, como son10,14:
No tomar alimentos no etiquetados o en los que existe la duda de si alguno de sus
componentes llevarán gluten.
Asegurarse de que los establecimientos y restaurantes pueden garantizar que las materias
primas, utilizadas para elaborar sus platos, no contienen gluten.
Revisar frecuentemente de los listados de alimentos que cuentan con la garantía de la
ausencia de gluten.
Comprar productos con el adecuado certificado de calidad de alimentos sin gluten.
Tener presente que ciertos medicamentos pueden utilizar gluten, harinas, almidones u
otros derivados en su composición.
Estas recomendaciones deben de darse en las consultas de Atención Primaria pero no se lleva a
cabo debido a la falta de programas estandarizados5,9.
En función del contenido en gluten, los alimentos se clasifican de la siguiente manera7 (Tabla 2):
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 25
Tabla 2: Alimentos con y sin contenido en gluten
Alimentos sin gluten
-Leche y derivados.
-Carnes, vísceras frescas, congeladas y conservadas al
natural.
-Pescados frescos y congelados, mariscos.
-Huevos.
-Verduras, hortalizas y tubérculos.
-Frutas.
-Arroz, maíz y derivados.
-Legumbres.
-Azúcar y miel. Aceites y mantequillas.
-Café en grano o molido. Infusiones o refrescos. Vinos o
bebidas espumosas.
-Frutos secos crudos.
-Sal, vinagre de vino, especias en rama y en grano
naturales.
Alimentos con gluten -Pan y harinas de trigo, cebada, centeno y triticale.
-Productos de pastelería.
-Pastas italianas.
-Bebidas malteadas, destiladas o fermentadas a partir de
cereales.
Alimentos con posibilidad de gluten -Embutidos.
-Productos de charcutería.
-Yogures de sabores y con trocitos de frutas.
-Conservas de carne o pescado.
-Quesos fundidos, en porciones o de sabores.
-Caramelos y gominolas.
-Sucedáneos de café y bebidas de máquina.
-Frutos secos fritos y tostados con sal.
-Helados y sucedáneos de chocolate.
Fuente: Fisterra
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 26
La legislación que regula lo relacionado con productos y medicamentos con gluten, es muy escasa
tanto a nivel nacional como a nivel europeo14.
Las únicas leyes existentes hoy en día referidas a los alimentos/medicamentos de los enfermos
celíacos son7,13,14:
Real Decreto 2220/2004 elaborado en España, por el que se obliga a que en el etiquetado
de los productos aparezcan las materias primas que contienen gluten.
Norma del Codex para Alimentos sin gluten que actúa a nivel internacional y define como
alimento “sin gluten” aquel que está preparado sólo con ingredientes que no contienen
prolaminas procedentes del trigo o Triticum cuyo contenido en gluten no supere los 20
ppm, aquel preparado con ingredientes a partir de trigo, cebada, centeno, avena y escaña
común a los que se les ha quitado el gluten y cuyo contenido en gluten no supera los 100
ppm, o la mezcla de los dos tipos de ingredientes anteriores cuyo contenido en gluten no
supere los 100 ppm.
BOE nº 179 publicado por la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios obliga a
referenciar el contenido de gluten, de aquellos medicamentos que lo contengan, en su
respectivo prospecto.
Es de crucial relevancia señalar que el paciente celíaco valora de forma negativa la asistencia
prestada y la formación de los profesionales de enfermería de Atención Primaria al respecto1,13.
Está demostrado también que la mayor parte de los celíacos está sin diagnosticar, ya que no
existe ningún tipo de cribado en Atención Primaria1,5. La enfermera debería tener un papel
fundamental y ser la base principal en la ayuda a la persona con enfermedad celíaca, lo que
implica un correcto control y seguimiento, una tarea que no se está llevando a cabo y por lo que
su actuación es valorada negativamente1,5. Los objetivos primordiales de enfermería, que no se
pueden practicar por la falta de programas, son: búsqueda activa de signos y síntomas,
seguimiento continuado del paciente por medio de revisiones periódicas, conseguir la adherencia a
la dieta sin gluten para evitar recidivas de la enfermedad, asesorar al paciente y a su familia,
tomar las prevenciones necesarias para evitar complicaciones y aportar valores de reforzamiento
positivo que favorezcan el aspecto emocional del enfermo y de las personas que le rodean en su
día a día1,5,7,8,12.
La EC sin un tratamiento y seguimiento adecuados ocasionará complicaciones importantes tales
como neoplasias digestivas y extraintestinales o inflamaciones de yeyuno e íleon que provocarán
úlceras crónicas, aumentarán los ingresos de estos pacientes, con el consiguiente empeoramiento
de su calidad de vida y mayor gasto sanitario3,4,7.
3. Repercusiones de la enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca tiene una serie de repercusiones a nivel social, emocional y económico en
la vida de la persona celíaca1,12,13:
En el ámbito social, está demostrado que el paciente cumple mejor el tratamiento y
controla mejor su patología si tiene un adecuado apoyo social12.
Los tres aspectos en los que la persona con esta enfermedad se ve más afectada son
comer fuera de casa, ya que la enfermedad en sí y la dieta sin gluten no se conocen en la
mayoría de establecimientos; la dificultad que se encuentra el enfermo al cocinar sin
gluten, pues no sabe exactamente que alimentos usar al preparar sus comidas y lo
complicado que le resulta evitar las contaminaciones cruzadas y la falta de conocimiento
que existe respecto a la patología, el paciente ve necesaria la formación e información
sobre la misma1.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 27
La enfermera debe crear un buen vínculo con el paciente, facilitando la información
necesaria para resolver todas las dudas que al enfermo le puedan surgir12.
Son las Asociaciones de Pacientes con Celíaquía las que, prácticamente de forma solitaria,
se encargan de dar a conocer a los enfermos la EC, la dieta sin gluten y los problemas que
conlleva el tener esta enfermedad14. En estas asociaciones, los pacientes con un buen
control dietético y salud, son los que informan y animan a aquellos otros de diagnóstico
reciente. Se ofrece apoyo tanto al enfermo como a la familia12,13,14.
Los objetivos de las asociaciones son aportar información y orientación al enfermo y
familiares, mantenerlos al tanto de avances y cambios científicos, difundir el conocimiento
de la enfermedad en los medios de comunicación o en publicaciones propias y no desistir a
la hora de conseguir posibles legislaciones que amparen al paciente. En definitiva,
conseguir un buen manejo diario de la EC12, 13. Las asociaciones cumplen estos objetivos
ya que instruir a la persona en un ambiente grupal consigue buenos resultados12.
La enfermedad celíaca, a nivel emocional, afecta al paciente y a su familia, pues algunos
de los miembros originan un temor sobre la herencia de la misma, sobre todo si hay una
historia familiar fuerte de celíacos12.
La enfermedad provoca un estrés al individuo al tener que asimilar que es una patología
crónica con la que convivirá de por vida, ocasionando una alteración de su ánimo. Hay que
tener en cuenta que estos enfermos no van a conseguir el éxito del tratamiento si no
cuentan con un buen apoyo emocional, lo cual se traduce en la aparición de una
autoestima negativa, una falta de esperanza, bajo ánimo y estrés12.
El apoyo debe dirigirse tanto al enfermo como a su familia. La enfermera tiene que ser un
soporte importante para el paciente para lograr que afronte su enfermedad, estableciendo
una relación terapeuta-paciente adecuada y que le proporcione sensación de equilibrio y
esperanza futura12.
En el ámbito económico, los afectados se quejan del elevado precio de los productos sin
gluten y de la falta de ayudas económicas1,14.
La EC es una enfermedad costosa de cara al elevado precio de los productos especiales sin
gluten1,13,14.
Según un estudio comparativo sobre la base de cereales consumidos por una persona
celíaca y no celíaca tomando como punto de partida las recomendaciones de la Sociedad
Española de Nutrición Comunitaria para la población española, el seguimiento de una dieta
sin gluten supone un gasto adicional de 122,2 euros al mes, que se traduce en 1.466,4
euros al año13.
En algunos países europeos, como España y Alemania, no existen ayudas económicas.
Otros por el contrario sí disponen de estas ayudas, en Portugal existe ayuda económica
hasta los 24 años y además el IVA de productos sin gluten es del 5% y desgrava en la
Declaración de la Renta, en Bélgica la ayuda económica se da hasta los 21 años, en
Dinamarca los pacientes disponen de una ayuda de 40 euros al mes hasta los 18 años, de
18-60 años 200 euros al mes y a partir de los 65 años no hay ayuda económica, en
Irlanda los productos sin gluten están libres de impuestos y existen beneficios en algunos
supermercados y para algunos gastos médicos generales13,14.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 28
Discusión y conclusiones
El único tratamiento eficaz, y que será para toda la vida, es
la dieta sin gluten, proteína presente en el trigo, cebada,
centeno, avena y sus derivados. Pero también se abre una
puerta con las nuevas investigaciones que en principio
presentan perspectivas esperanzadoras.
Esta enfermedad cuenta también con repercusiones a otros
niveles, a nivel social, por los problemas que conlleva el
comer fuera de casa, cocinar sin gluten y la falta de
conocimiento existente relacionada con la patología. A nivel
emocional, provoca estrés y alteraciones del ánimo tanto al
paciente como a su familia. A nivel económico, las quejas
derivan del elevado precio de los productos sin gluten y de la
falta de ayudas en el país. Por ello es necesario un correcto
vínculo profesional-paciente que genere un buen
entendimiento y trato con la familia y lleve a una correcta
adherencia al tratamiento.
En los estudios analizados la principal queja de la persona con enfermedad celíaca es la falta de
información que tiene, tanto él como su familia, sobre la dieta sin gluten, por tanto es necesaria
una mayor difusión de los aspectos básicos de esta enfermedad a los profesionales de enfermería,
ya que son los que contribuyen, en mayor medida, a mejorar la calidad de vida de los enfermos.
Para ello deberían desarrollarse programas específicos que tuvieran en cuenta todos estos
problemas mencionados, con un adecuado y estandarizado cribado, seguimiento y educación para
la salud de la enfermedad celíaca, así como contener recomendaciones clínicas actualizadas y
adaptadas al enfermo, una guía organizativa que cuente con los recursos necesarios para la
correcta organización y administración de los recursos sanitarios y sociales, un sistema de
monitorización que indique el grado de cumplimiento de dicho programa, difundirlo y proponer
estrategias y sugerencias para implantarlo y llevar a cabo un adecuado seguimiento de la
patología. Por otro lado, podría proponerse a los enfermos la asistencia a sesiones impartidas por
profesionales preparados, donde además de aprender a conocer su propia enfermedad, vayan
reciclando la información y novedades de forma periódica, y donde los enfermos más veteranos en
la materia puedan servir de apoyo a los de reciente inicio.
“Aunque el único
tratamiento eficaz es la
dieta sin gluten, se
abre una puerta con
las nuevas
investigaciones que
presentan perspectivas
esperanzadoras”
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 29
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RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 30
Cuidados de enfermería al cuidador familiar de
personas dependientes
Nursing care to informal caregivers of dependent people
Belén García Cueto, Cristina García Martínez
Área V (Gijón, Principado de Asturias)
Manuscrito recibido: 09-02-2017
Manuscrito aceptado: 19-05-2017
Cómo citar este documento
García Cueto B, García Martínez C. Cuidados de enfermería al cuidador familiar de personas
dependientes. RqR Enfermería Comunitaria (Revista de SEAPA). 2017 Agosto; 5(3): 30-44
Resumen
Introducción
La mujer ha sido la que desde siempre se ha encargado del cuidado de las personas
dependientes. Actualmente, al aumentar el número de dependientes y con la inclusión de la
mujer al mundo laboral, realizar dicho rol se ha vuelto más complicado.
Descripción
Se ha realizado una búsqueda bibliográfica entre los meses de noviembre de 2015 y febrero
de 2016 en diferentes bases de datos, revistas relacionadas con el ámbito sanitario y páginas
web de organismos oficiales.
Conclusiones
El perfil habitual del cuidador familiar es el de una mujer, de mediana edad, sin trabajo
remunerado, con bajo nivel de estudios y familiar de primer grado de la persona
dependiente. La percepción sobre el cuidado no es la misma para cuidadoras que para
profesionales. El método más utilizado para evaluar la sobrecarga del cuidador es el
cuestionario de Zarit. El cuidar conlleva una serie de consecuencias tanto positivas como
negativas para la calidad de vida y la salud de la cuidadora. La enfermera puede ayudar a las
cuidadoras mediante educación sanitaria sobre cómo cuidar de sí misma y cómo cuidar de la
persona dependiente, o a través de la consulta por teléfono o la atención domiciliaria.
Existen varios tipos de recursos a disposición de las cuidadoras, incluida la Ley de
Dependencia desde el año 2006. Los niveles de sobrecarga de la cuidadora familiar varían en
función del lugar de residencia. Han aumentado los recursos dirigidos a las cuidadoras,
aunque siguen siendo insuficientes, no llegando a todas por igual.
Palabras clave
Cuidadores, Enfermería, Atención primaria de salud, Familia.
Revis
ión
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 31
Abstract
Introduction
Woman has been the one who has always been responsible for the care of dependent people.
Nowadays, due to the increase in the number of dependents and the inclusion of women in
the workplace, performing that role has become more complicated.
Description
Information has been obtained from several official WebPages, magazines and related
database during a six-month period (November 2015 to February 2016).
Conclusions
The usual profile of the family caregiver is a woman, middle-aged, without paid work, with
low education and first-degree relative of the dependent person. The perception of care is
not the same for caregivers than for professionals. The most widely used method to assess
caregiver’s overload is Zarit burden interview. Caring involves a series of both positive and
negative consequences for the quality of life and health of the caregiver. Nurses can help
caregivers by health education on how to care for herself and how to take care of the
dependent person, or through consultation by phone or home care. There are several types
of resources available to caregivers, including the Dependency Act since 2006. Overload
levels of family caregiver vary depending on the place of residence. The resources targeted
to caregivers have increased, although they are still inadequate, not reaching all caregivers
alike.
Keywords
Caregivers, Nursing, Primary health care, Family.
Introducción
La dependencia según el consejo de Europa1 es un estado en el que se encuentran las
personas que por razones ligadas a la falta o la pérdida de autonomía física, psíquica o
intelectual, tienen la necesidad de asistencia y/o ayudas importantes a fin de realizar los
actos corrientes de la vida diaria y, de modo particular, los referentes al cuidado personal.
Existen tres grados de dependencia2:
I: moderada. La persona necesita ayuda al menos una vez al día para realizar las
actividades básicas de la vida diaria.
II: grave. La persona necesita ayuda dos o tres veces al día para realizar las
actividades básicas de la vida diaria.
III: gran dependencia. La persona necesita varias veces al día ayuda para realizar las
actividades básicas de la vida diaria.
De este mismo modo, también es importante conocer el concepto de cuidar, que hace
referencia a todas las acciones que están dirigidas a proporcionar a una persona el soporte
necesario para llevar a cabo las actividades más cotidianas así como a cubrir sus
requerimientos sanitarios3. De ahí, que la necesidad de cuidado aparezca cuando la persona
no sea capaz de afrontar por sí sola determinadas situaciones de la vida, siendo necesario
por tanto distinguir entre varios tipos de cuidados y cuidadoras3,4:
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 32
Profesionales, reciben una retribución económica por la realización del rol
No profesionales, informales o familiares, realizan el rol sin recibir retribución
económica
Principal o primaria, la que fundamentalmente se encarga del cuidado
Secundaria, la que colabora con la primaria o principal en el cuidado de la persona
dependiente
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la función de cuidar está asociada a un rol de
género, siendo la mujer la que desde siempre se ha encargado del cuidado de las personas
dependientes, sobre todo las de mediana edad, que guardan parentesco con la persona
dependiente, con bajo nivel de estudios y sin trabajo remunerado. De ahí que sea importante
destacar cómo la incorporación al mundo laboral de la mujer a principios de los años ochenta
supuso un cambio importante en los cuidados, a pesar de que todavía a día de hoy,
independientemente de que la mujer tenga o no un trabajo remunerado, sigue siendo la que
principalmente se encarga de las tareas domésticas y del cuidado de las personas
dependientes1,5.
España es uno de los países con mayor esperanza de vida, en torno a los 81,2 años, por lo
que debido al aumento de la población, las situaciones de dependencia han aumentado en
los últimos años. Esto significa una mayor necesidad de implicación por parte de la familia, la
cual ha sido desde siempre la encargada de ofrecer estos cuidados a las personas
dependientes1,5.
Así mismo, cabe destacar que los cuidados prestados por los familiares a las personas
dependientes son cuidados invisibles y de gran importancia, que tienen como objetivo evitar
la institucionalización de las personas dependientes. Para ello, colaboran con el sistema
formal de cuidados, que desde atención primaria y mediante la atención domiciliaria,
contribuyen a mantener a las personas dependientes en su domicilio. De ahí que, al ser los
cuidados el eje central de la enfermería, se compenetre el sistema informal de cuidados,
cuidadoras familiares, con el sistema formal de cuidados, el sistema sanitario, para atender
conjuntamente a las personas dependientes6.
Sin duda, este tema es de gran relevancia y actualidad ya que no es hasta finales del siglo
XIX principios del XX cuando comienzan las investigaciones sobre el papel de la mujer en el
ámbito familiar y laboral, principalmente sobre la división sexual existente en las tareas
domésticas y, más tarde, sobre las consecuencias del cuidado informal en las mujeres7.
Además, según la encuesta de discapacidad, autonomía personal y situaciones de
dependencia del Instituto Nacional de Estadística (INE)8, en el año 2008 había en torno a
3,85 millones de personas con discapacidad, siendo Galicia la comunidad autónoma que
presentaba mayor número de personas dependientes (112/1000 habitantes) y La Rioja la
que menos (61/1000 habitantes).
Por todo ello, cabe destacar la importancia y relación del cuidado formal y por tanto de la
enfermería con las personas dependientes y sus cuidadoras, ya que un 1,1 millones de
personas han recibido cuidados médicos y/o de enfermería así como asistencia sanitaria por
personal hospitalario9.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 33
Objetivos
General
Conocer los cuidados de enfermería al cuidador familiar de personas dependientes.
Específicos
Conocer la situación de los cuidadores familiares.
Conocer los motivos de sobrecarga del cuidador familiar.
Exponer las características de las intervenciones enfermeras sobre los cuidadores
familiares.
Enumerar los recursos existentes para los cuidadores familiares.
Método
Se ha realizado una revisión bibliográfica desde noviembre del 2015 a febrero del 2016 en
diversas bases de datos (Tabla 1), utilizando:
DeCS: cuidadores, síndrome, enfermería, epidemiología, salud, Atención Primaria de
Salud.
MeSH: Nurses, caregivers, dependency, long term care, public financing.
Términos libres: necesidades, cuidador familiar/informal, atención primaria,
repercusiones, cuidador principal, perfil, burnout, escala, Zarit, Ley de Dependencia,
dependencia.
Boleanos: AND
Además, se llevó a cabo una revisión bibliográfica en la biblioteca electrónica Scielo, en
fuentes primarias (libros), revistas disponibles en papel y/o electrónicamente (Gaceta
Sanitaria, Atención Primaria, Enfermería Comunitaria…) y páginas webs avaladas por
organismos oficiales (Instituto Nacional de Estadística (INE), Instituto de Mayores y Servicios
Sociales (INMERSO), Ministerio de Sanidad y Política Social).
Se realizó una restricción de fechas entre enero de 2010 y febrero de 2016, para no emplear
literatura de más de seis años de antigüedad, excepto cuatro documentos, incluidos por su
valor científico. Como criterios de inclusión se emplearon: rango de fechas entre 2010 y
2016 y que los artículos contuvieran los descriptores anteriormente señalados. Como criterio
de exclusión se empleó el no cumplimiento simultáneo de los dos criterios de inclusión así
como aquellos artículos cuyo método científico no fuera riguroso.
Finalmente, se realizó una lectura crítica de los artículos generados para filtrar su calidad de
evidencia científica y su relación directa o indirecta con el tema de estudio, descartando
aquellos que no se ajustaran a dichos criterios.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 34
Tabla 1: Tabla metodológica
MS PALABRAS CLAVE Y BOLEANOS Nº ARTÍCULOS
GENERADOS
Nº ARTÍCULOS
SELECIONADOS
Lilacs “Cuidadores AND síndrome de
Burnout”
4 1
“Cuidadores AND género” 24 2
“Cuidador familiar AND enfermería” 18 1
“Zarit AND cuidadores” 27 3
Dialnet “Cuidador familiar AND
intervenciones AND enfermería”
31 1
“Cuidador AND atención primaria
AND ley de dependencia”
3 1
“Cuidadores AND España AND
género”
29 2
“Cuidadores AND síndrome de
Burnout”
11 0
“Zarit AND cuidador informal” 8 0
“Cuidadores AND atención primaria
de salud AND dependencia”
23 1
Cuiden Plus “Cuidador informal AND
epidemiología”
1 1
“Cuidador informal AND
necesidades”
13 1
“Cuidador informal AND
intervenciones enfermería”
4 2
ENFISPO “Cuidadores AND 2015” 4 1
PubMed “Nurses AND caregivers AND
dependency”
11 2
“Long term care AND dependency
AND public financing”
10 3
Fuente: Elaboración propia
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 35
“El perfil de las cuidadoras
familiares varía en función
de si el lugar donde
desarrollan dicho rol es el
domicilio o el hospital”
Desarrollo
1. Epidemiología
En los últimos años ha aumentado el interés sobre el cuidado informal denominado también
cuidado familiar, debido fundamentalmente a tres sucesos: el envejecimiento de la población
que produce un aumento de las demandas en salud, la disminución de tiempo de las
cuidadoras familiares y las reformas tanto en el sistema sanitario como en otros sistemas de
bienestar. Debido a la incorporación de la mujer al mundo laboral y al envejecimiento de la
población, el sistema informal de cuidados se ha vuelto complicado5.
El perfil de las cuidadoras familiares varía en
función de si el lugar donde desarrollan dicho rol
es el domicilio o el hospital. En el primer caso,
suelen ser mujeres, de mediana edad, sin trabajo
remunerado fuera del hogar, familiar de primer
grado con la persona dependiente,
fundamentalmente hija o esposa y con un bajo
nivel socio-económico y de estudios,
generalmente primarios1,5,10,11.
Sin embargo, en el hospital, según Villar Dávila12, aunque mayoritariamente sigue siendo
una mujer la que se encarga del cuidado, suele ser una mujer más joven, con estudios
superiores, generalmente universitarios, y que comparte la tarea de cuidar con otros
miembros de la familia, cosa que rara vez ocurre a nivel domiciliario.
Por otra parte, en cuanto al perfil habitual de la persona dependiente, según Medina García 10, suele ser una persona con una edad media de 81,6 años, en la mayoría de los casos
mujeres (61,3%), que presentan bien sea una dependencia severa (40,3%) o moderada
(39,5%), así como múltiples enfermedades como la hipertensión arterial o la diabetes
mellitus, entre otras.
Finalmente, cabe destacar que según un estudio del INE del año 200013, se estima que en
España aproximadamente el 6,10% de las mujeres y el 2% de los hombres adultos,
desarrollan el rol de cuidador familiar.
2. Percepción del cuidado familiar por parte del cuidador informal y de los
profesionales sanitarios
Una persona puede decidir adoptar el rol de cuidador en su vida por diferentes motivos:
demanda explícita del paciente, decisión voluntaria del cuidador, decisión colectiva y familiar,
o adjudicación legal. Por ello, es importante conocer los factores que influyen en la decisión
de cuidar que, fundamentalmente son tres: el grado de dependencia, el parentesco (mayor
compromiso cónyuges e hijos), así como el género (mujer mayor predisposición a cuidar por
decisión familiar mientras que en los hombres se considera una decisión voluntaria por lo
general).
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 36
Por todo ello, cabe destacar la percepción propiamente dicha que las cuidadoras tienen sobre
los diferentes aspectos que engloba ejercer el rol de cuidador informal. Según diversos
estudios como Fernández Lao et al.6, las cuidadoras consideran que los cuidados que
dispensan engloban un todo, ya que abarcan desde responder a las actividades básicas de la
vida diaria, a la administración de la medicación. Así mismo, en relación a los valores y sobre
todo en el caso de las mujeres, consideran una obligación desempeñar el rol así como
destacar el bajo reconocimiento familiar a su labor, encontrando la mayoría de las veces más
apoyo en los vecinos. Sin embargo, destacan el gran reconocimiento profesional que existe
sobre todo por parte de las enfermeras, así como el creciente reconocimiento institucional
que, a pesar de no llegar a todos por igual, ha mejorado en los últimos años. De ahí, que
valoren la Ley de Dependencia, las residencias, los grupos de cuidadores, así como el trato y
la accesibilidad a los profesionales. Por ello, como únicas medidas de mejora figuran entre
sus prioridades: “mayor colaboración por parte de la familia, más información con más
antelación, y captación por parte de la enfermera, sin olvidar el grito unánime de que se
valore al cuidador”.
Así mismo, cuando se compara la percepción que cuidadoras y profesionales tienen sobre el
trabajo realizado por las primeras sobre todo a nivel hospitalario, las visiones son totalmente
distintas12. Las cuidadoras consideran que sobre todo realizan actividades como “dar soporte
emocional al anciano ingresado, acompañarlo, animarlo y mantenerlo entretenido, ayuda en
las actividades básicas de la vida diaria, participar en el cuidado con la supervisión de la
enfermera y actividades de control e intermediación”. Sin embargo, los profesionales creen
que las cuidadoras básicamente realizan otro tipo de actividades como “dar información a la
enfermera sobre cambios de salud, atender a las visitas y ayudarle con la medicación”.
3. Sobrecarga del cuidador familiar
Conocer la carga del cuidador familiar es de vital importancia debido a sus influencias
negativas sobre el cuidador y la persona cuidada, así como en su relación. De ahí que este
término haya variado a lo largo de los años, conociéndose la primera definición en la década
de los 60, como “cualquier coste para la familia”14.
Además del concepto anterior, otro cuya definición y componentes es importante resaltar, es
el concepto de sobrecarga del cuidador, definido como “el grado en el que la salud física y
emocional, vida social o situación financiera del cuidador se ven afectadas negativamente a
consecuencia del cuidado del enfermo”15.
Según Crespo M et al.14, para poder realizar una valoración de la sobrecarga del cuidador,
existen múltiples instrumentos que han variado a lo largo del tiempo, ya que en sus orígenes
eran instrumentos unidimensionales, siendo actualmente multidimensionales. De todos ellos,
el que más se utiliza a día de hoy en el ámbito gerontológico es el Cuestionario de Zarit.
Además de este, existen fundamentalmente otros cinco, que junto con él son los que más
frecuentemente se utilizan para valorar este concepto.
En el caso del cuestionario de Zarit, cabe destacar que tiene la capacidad de predecir la
institucionalización de la persona cuidada y que existe una versión validada en español. Sin
embargo, el principal inconveniente es su extensión (22 ítems), aunque existen versiones
abreviadas. Así mismo, este cuestionario nos permite cuantificar el nivel de sobrecarga de la
cuidadora mediante su puntuación total: ≤46: no sobrecarga, 46-55: leve y ≥55: intensa.
Según diversos estudios15,16, los cuidadores que presentan sobrecarga varían entre un 48,9 y
un 73,9% presentándose con más frecuencia en mujeres que en hombres y variando según
el parentesco entre cuidador y cuidado (hijos 83,6%, conyugues 77,27%).
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 37
4. Repercusiones sobre la salud y la calidad de vida del cuidador familiar de
personas dependientes17,18
Ejercer el rol de cuidador no solo afecta a la cuidadora, sino que también lo hace a los
empleados de la cuidadora, al receptor del cuidado y a la sociedad y la familia en general.
Pues, al fin y al cabo, el cuidado implica consecuencias que en unas ocasiones pueden ser
negativas y en otras positivas (Tabla 2).
Tabla 2: Consecuencias positivas y negativas en la cuidadora derivadas de la tarea de cuidar
Positivas Negativas
Nivel físico Mayor actividad de la cuidadora Cansancio
Alteraciones del sueño
Fatiga
Cefalea
Nivel emocional Empatía Apatía
Nivel económico Directos (prestación económica
de la persona dependiente)
Indirectos (herencia futura)
A corto plazo (pérdida del trabajo
remunerado, reducción de la
jornada laboral)
A largo plazo (menor contribución
y/o pensión en un futuro)
Relaciones sociales Reconocimiento familiar
Reconocimientos extra-familiar
(social)
Aislamiento social
Fuente: Elaboración propia
Por ello, es importante explorar las consecuencias que acarrea el cuidado pues estas están
en relación con la sobrecarga, la cual a su vez condiciona la calidad de vida del cuidador.
5. Intervenciones y cuidados de enfermería dirigidos a los cuidadores familiares
La educación sanitaria que la enfermera realiza con las cuidadoras familiares básicamente
engloba dos puntos: cómo cuidarse a sí misma y cómo cuidar de la persona dependiente 19,20.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 38
Respecto a lo primero la importancia radica en que si fallan los autocuidados del cuidador
este acabará sufriendo daño e incluso habrá una merma en la calidad de los cuidados que
otorga. Por ello, es importante que la enfermera informe a las cuidadoras sobre la
importancia de cuidarse a sí mismas y las pautas a seguir para conseguir dicho objetivo. Por
tanto, como recomendaciones para conseguir una vida saludable, las cuidadoras deben
dormir y descansar las horas necesarias, hacer ejercicio con regularidad, evitar el
aislamiento, salir de casa, tener aficiones e intereses así como saber organizar el tiempo.
En segundo lugar, a la hora de educar a las cuidadoras sobre cómo cuidar a una persona
dependiente, hay que tener en cuenta todos los aspectos de la vida cotidiana: alimentación,
higiene, vestido, movilización y transferencia, prevención de las úlceras por presión y las
caídas en el hogar, incontinencia urinaria, medicación, habilidades para la comunicación,
autonomía e incapacitación.
Por otro lado, además de la educación para la salud al cuidador familiar, las enfermeras
pueden ayudar a éste y a la persona dependiente que cuida, a través de otras herramientas
e intervenciones de enfermería como son la atención domiciliaria y la consulta telefónica21,22.
En el primer caso, la atención domiciliaria21 cumple un papel muy importante a la hora de
prevenir el deterioro funcional, de promover la salud así como de posibilitar la continuidad de
los cuidados utilizando los planes de cuidados de enfermería. De ahí que teniendo en cuenta
lo anterior, y que la demanda de la atención domiciliaria ha aumentado en los últimos años,
debido a que la mayor parte de las personas dependientes desean ser atendidas es su
domicilio, es importante destacar que la enfermera es la principal gestora y proveedora de la
atención domiciliaria, desempeñando por tanto un papel primordial e imprescindible en la
atención a las cuidadoras y las personas dependientes.
Otra de las herramientas con las que cuentan las enfermeras para ayudar a este tipo de
cuidadoras y las personas dependientes que tienen a su cargo, es la consulta telefónica22.
Ésta, sirve para que tanto las cuidadoras puedan contactar con las enfermeras, como para
que las enfermeras contacten con las cuidadoras y puedan realizarles una valoración, sobre
los cuidados que precisa la persona dependiente.
6. Fases de atención dentro del sistema sanitario a los cuidadores familiares
Para abordar las necesidades de salud de las cuidadoras familiares desde el sistema
sanitario, es necesario un enfoque biopsicosocial. Como la salud de las cuidadoras influye en
el desempeño de su rol y éste, a medida que pasa el tiempo va desgastando
progresivamente su salud, el papel de los profesionales sanitarios es el de prevenir los
riesgos derivados del ejercicio de este rol. Para ello, se realiza la atención a través de varias
fases23:
Detección: captar a las cuidadoras así como identificar al cuidador familiar principal
Valoración: recoger información sistemática y organizada tanto de la cuidadora como
de la persona dependiente
Intervención: contemplar a la cuidadora con una dobla visión, como recurso y como
paciente secundario
Seguimiento: comprobar que se cumplan los objetivos establecidos
Evaluación de las intervenciones realizadas por parte de las cuidadoras
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 39
7. Recursos para cuidadoras y cuidadores familiares24,25
7.1. Ley de Promoción de la Autonomía Personal y la Atención de las Personas en
Situación de Dependencia (Ley 39/2006).
Conocida también como Ley de Dependencia, dicha ley fue aprobada en diciembre del 2006
por las Cortes españolas, con el objetivo de mejorar los servicios sociales en España,
instaurándose así, el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), que
articula el funcionamiento del sistema dentro del territorio nacional, así como estandariza la
protección ante la dependencia de las comunidades autónomas. Este sistema engloba una
serie de servicios y prestaciones que serán otorgados a los beneficiarios de la ley en función
del grado de dependencia, por lo que es imprescindible una valoración previa de la misma,
así como de las circunstancias económicas, sanitarias y sociales de la persona, para en
función de ellas, determinar sus necesidades.
Por ello, cuando el solicitante cumpla con los requisitos necesarios, se elaborará un plan de
atención individualizado, que determinará qué servicios y prestaciones deba recibir el
solicitante, así como la frecuencia e intensidad de los mismos, de igual modo que una nueva
revisión, para poder adaptar el plan a los cambios que pueda experimentar el beneficiario.
No obstante, a pesar de todo lo anterior y de transcurridos más de 8 años desde la
implantación de esta ley, las sombras en relación a la aplicación de la misma son varias.
Pues, al fin y al cabo, no sólo el número de solicitudes entre una comunidad y otra varía,
sino que el tiempo transcurrido desde que se realiza la solicitud y la valoración, hasta que se
recibe el dictamen, también varía en función de la comunidad autónoma, algo que sin lugar a
dudas, puede influir en su aplicación. Por ejemplo, en el Principado de Asturias al igual que
en la Comunidad Valenciana, se supera el tiempo medio que el tribunal de cuentas estableció
que debía de transcurrir desde el momento de realizar la solicitud, hasta el momento de
cobrar la prestación (7 meses) y, sin embargo, en otras comunidades autónomas como
Cantabria o La Rioja, este tiempo de espera es inferior (3 meses). De ahí que no sea de
extrañar que muchas veces la ayuda llegue cuando la persona solicitante ya ha fallecido,
siendo muy común por tanto que la familia sufra problemas económicos, psicológicos y
laborales durante la espera de la resolución26.
Por otro lado, cabe destacar los servicios que presta el SAAD: servicio de prevención de las
situaciones de dependencia y promoción de la autonomía personal, de teleasistencia, de
ayuda a domicilio, centros de día y/o de noche y servicio de atención residencial. Así mismo,
este sistema incluye una serie de prestaciones: prestación económica para cuidados dentro
del entorno familiar, para la contratación de un servicio que no puede proveer la red pública
o concertada y/o prestación de ayuda económica para la contratación de un asistente
personal.
Por último, es importante resaltar que para acceder al SAAD, se debe de acudir a una cita
con los servicios sociales que debe solicitarse por escrito, para que el personal cualificado
realice una valoración del nivel de dependencia del solicitante. Además, con la solicitud se
deben presentar informes de salud sobre el familiar dependiente, el certificado de
empadronamiento así como otros documentos que se precisen en función de la comunidad
autónoma.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 40
7.2. Otros recursos para cuidadoras/es informales
Las cuidadoras tienen a su disposición otro tipo de recursos como son los grupos de ayuda
mutua, las ayudas técnicas, las adaptaciones y accesibilidad en el hogar en función de las
dificultades y necesidades concretas de la persona dependiente, así como otros servicios de
apoyo como los programas y servicios de respiro familiar, la formación de cuidadores y la
asistencia telefónica a cuidadores La Caixa-Cruz Roja Española. Así mismo, también tienen a
su disposición recursos en Internet o páginas webs como SerCuidadora.org o
http://www.cuidadorascronicos.com/.
Conclusiones
Uno de los temas controvertidos e interesantes para futuras investigaciones es el nivel de
sobrecarga de las cuidadoras, ya que según el autor y su correspondiente estudio, el
porcentaje de cuidadoras que presenta sobrecarga varía así como el nivel de esta. Por ello, al
encontrar en la bibliografía revisada datos muy dispersos a pesar de utilizar el mismo
instrumento, no queda claramente explicado el nivel de sobrecarga más frecuente. Quizá la
diferencia de datos se deba a la población en la cual se realizó el estudio, ya que donde se
encontró que el mayor porcentaje no presentaba sobrecarga fue en un estudio sobre
población chilena, mientras que, los dos realizados sobre población española coincidieron en
que el mayor porcentaje presenta sobrecarga leve (Tabla 3).
Tabla 3: Comparación del nivel de sobrecarga de las cuidadoras familiares.
Tipo de estudio Población (nº) Sobrecarga
cuidadores
Eterovic Díaz et al.
(27)
Cuantitativo de
corte transversal y
diseño descriptivo-
correlacional
Chilena (151) No (76.8%)
Medina García (15) Transversal Española (119) Leve (73.9%)
Yonte Huete et al.
(2010) (28)
Observacional
descriptivo
transversal
Española (50
cuidadores/dependientes) Leve (34%)
Fuente: Elaboración propia
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 41
La enfermera es el profesional de referencia para llevar a cabo la atención domiciliaria tan
demandada por parte de las cuidadoras familiares. Según García Alcaraz et al.21, un alto
porcentaje de pacientes recibe atención por parte de la enfermera en su domicilio, de ahí la
importancia de desarrollar y tener en cuenta esta modalidad. Por ello, a pesar de estar poco
desarrollado en la actualidad la formación de las cuidadoras por parte de las enfermeras, ya
que según Fernández Lao et al.6, una de las cosas que piden las cuidadoras es mayor
captación por parte de la enfermera y más información con más antelación, quizá sea
importante no solo responder a estas prioridades, sino también a la de intentar conseguir
una mayor valoración de la cuidadora por parte de la familia, ya que según Fernández Lao et
al.6, en la mayoría de los casos no existe reconocimiento familiar de la labor realizada, algo
muy difícil de sobrellevar por parte de las cuidadoras, hecho que quizá explique su demanda
de “valorar más al cuidador”.
Por otro lado, en relación a los recursos que tienen a su disposición las cuidadoras, hay que
tener en cuenta que a pesar de existir una amplia gama de recursos formales u oficiales
incluida la Ley de Dependencia desde el año 2006, la percepción que las cuidadoras tienen
sobre dichos recursos según Vázquez Merino et al.2, es que son escasos. Concretamente, la
Ley de Dependencia según el artículo 14.2 prioriza la aplicación de los servicios frente a la
ayuda económica, algo que en la práctica, según Correa et al.26, es a la inversa, es decir,
priman más las ayudas económicas que la aplicación de servicios. También Yonte Huete et
al. (2010)27 y Vázquez Merino et al.3, coinciden en sus estudios, que el tipo de ayudas más
demandadas por parte de las cuidadoras son las ayudas económicas, seguido de las ayudas
a domicilio y los centros de día y/o noche. Otro de los aspectos controvertidos de dicha ley,
es el tiempo transcurrido entre la solicitud y la resolución de la misma, ya que pocas
comunidades cumplen el tiempo establecido que debe transcurrir, pues en algunas es
superior y en otras inferior. Quizá por ello, independientemente de que haya aumentado la
disponibilidad de los recursos, su distribución sigue siendo no equitativa e insuficiente,
percibiendo el 67.4% de las cuidadoras las ayudas escasas según Vázquez Merino et al2.
Por último, cabe concluir que:
El perfil habitual del cuidador familiar es el de una mujer, de mediana edad, con
parentesco con la persona que cuida, sin trabajo remunerado fuera del hogar y con
un nivel bajo de estudios.
La percepción sobre el cuidado familiar varía según quienes opinen sean las
cuidadoras o los profesionales.
La escala de Zarit es el instrumento más utilizado para valorar el grado de
sobrecarga de los cuidadores, varía en función del sexo y el grado de parentesco con
la persona cuidada.
Ejercer el rol de cuidador provoca consecuencias negativas a nivel físico, psíquico,
emocional, social y económico.
Las enfermeras pueden ayudar a las cuidadoras familiares a través de la educación
para la salud, la consulta por teléfono y la atención domiciliaria.
Las cuidadoras tienen a su disposición recursos tanto formales como informales cuyo
objetivo es mejorar la atención a las personas dependientes, siendo actualmente
insuficientes.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 42
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RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 45
Sesiones clínicas de enfermería en Centros de Salud
docentes acreditados para la formación de EIR:
Análisis y reflexiones
Nursing Sessions at Teaching centers: Analysis and reflections
Alba Martinez Rozada, María Álvarez Fernández, Paula Gutierrez Diaz, Lidia Fernández
Villa
C.S. Contrueces (Gijón)
Manuscrito recibido: 26-09-2016
Manuscrito aceptado: 15-03-2017
Cómo citar este documento
Martínez Rozada A, Álvarez Fernández M, Gutierrez Díaz P, Fernández Villa L. Sesiones clínicas de
enfermería en Centros de Salud docentes acreditados para la formación de EIR: Análisis y reflexiones.
RqR Enfermería Comunitaria (Revista de SEAPA). 2017 Agosto; 5(2): 45-59
Resumen
Introducción
La legislación sobre las profesiones y especialidades sanitarias recoge la obligación y el
derecho a la formación continuada. Una forma de recibir dicha formación son las sesiones
impartidas en los centros sanitarios, recogidas en los diferentes planes formativos y
legislación de las especialidades. La importancia de este método de aprendizaje y la reciente
creación de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria, impulsan la realización de
un análisis de las sesiones clínicas de enfermería impartidas en los centros de salud de
Atención Primaria docentes acreditados para esta especialidad
Objetivo
Analizar las sesiones de enfermería impartidas en los centros de salud docentes acreditados
para realizar la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria en Asturias durante los
años 2014 y 2015. Detectar problemas para su realización y buscar posibles mejoras y/o
soluciones.
Metodología
El estudio consta de dos partes, una primera parte descriptiva para analizar y clasificar las
sesiones, y una segunda utilizando metodología cualitativa mediante la técnica del grupo
nominal, para detección de problemas y propuestas de mejora.
Resultados
Se impartieron un total de 139 sesiones. Éstas se clasificaron en función de la temática en
seis grupos y de acuerdo con los profesionales que las impartieron de la siguiente manera:
enfermero/a: 53 sesiones; Enfermero Interno Residente (EIR): 78; Ambos: 6. En los grupos
nominales organizados, se destaca el escaso número de sesiones realizadas, la ausencia de
algunas temáticas, la escasez de tiempo y de formación de los profesionales. Como
propuestas de mejora, se sugiere una mayor organización, asignar un responsable de
docencia en cada centro, compartir las sesiones entre los centros de salud y fomentar la
formación en búsqueda bibliográfica y comunicación.
Origin
al
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 46
Conclusión
Las dificultades encontradas en la elaboración e impartición de las sesiones de enfermería y
el escaso número de éstas, hacen necesario continuar una trayectoria con mejoras que
aumenten la calidad científico-técnica. Las sesiones, en general son escasas y la calidad y
organización de éstas mejorable. Por ello sería necesaria la formación del personal para
poder realizarlas, así como asignar tiempo para poder elaborarlas e impartirlas. Se precisa
una buena planificación, registro y difusión de las sesiones, para compartir conocimientos y
evitar duplicidades.
Palabras clave
Sesión clínica. Enfermería en Salud Comunitaria. Formación continuada
Abstract
Introduction
The legislation on health professions and specialities reflects the duty and right to continuous
learning. One way to receive such training sessions are given at health centers and they are
also collected in the different training plans and legislation speciality. The importance of this
method for learning and the recent creation of the specialty on Family and Community
Nursing motivated an analysis sessions. They were taught at nursing schools accredited for
this specialty in Asturias during years 2014-2015.
Objectives
To analyze sessions taught in accredited nursing schools and to detect problems for
implementation and seek possible improvements and / or solutions.
Methodology
The study consists of two parts according to each of the objectives. A first part, with a
retrospective study to analyze and classify the sessions. And a second part, using qualitative
methodology according to a nominal group technique for detection of problems and
improvement proposals.
Results
A total of 139 sessions were held. They were classified according to the subject (6 groups)
and the professionals who taught (nurse/a: 53 sessions, Nurse Internal Resident (EIR): 78,
or both: 6). At the nominal organized groups, the different ideas generated were prioritized.
Limited number of sessions, absence of some issues, lack of time or training to teach them
and to perform searching were highlighted. As future approach, we suggest the following:
organizational improvements, assign responsible for teaching in each center, and the
collaboration between health centers for training literature search and communication.
Conclusion
The development and delivery of nursing sessions are collected as duty and right to health
legislation. The drawbacks found in this study make necessary to continue a path with
improvements that increase the scientific and technical quality. It is important that sessions
are taught in schools as they improve the knowledge level of the group and increase the
quality of health care, therefore, deemed necessary staff training to perform and allocate
time to develop them. A good planning, recording and broadcasting of the sessions is needed
to share knowledge and to avoid duplication.
Keywords
Clínical Conference. Community Health Nursing. Education Continuing
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 47
Introducción
La enfermería como ciencia se clasifica dentro de las “Ciencias de la Salud”, y al igual que los
otros profesionales de este campo tiene su propio cuerpo de conocimientos. Por ello precisa
una actualización continua en el conocimiento y las habilidades prácticas. Las sesiones
clínicas son una parte muy importante para lograr dicha formación continua.
La acreditación de los centros de salud docentes para la formación de especialistas de
Enfermería Familiar y Comunitaria (EFyC) por la vía EIR (Enfermero Interno Residente), así
como el plan formativo de la especialidad, están recogidos en la ley 44/2003, de ordenación
de las profesiones sanitarias y en el Real Decreto 450/2005, 22 abril sobre especialidades de
enfermería. La ley 44/2003 recoge la metodología docente de dichas especialidades y hace
hincapié en que se lleven a cabo estrategias docentes que favorezcan el pensamiento crítico
del residente, asumiendo éste a su vez el compromiso con el proceso de formación
permanente a lo largo de toda su vida profesional. Dicha ley también hace referencia a la
formación continuada de los profesionales sanitarios, que es un proceso de enseñanza y
aprendizaje activo y permanente destinado a mejorar los conocimientos, habilidades y
actitudes para garantizar su competencia científico-técnica y ofrecer así una atención
sanitaria de alta calidad1,2,3.
En el año 2011, comenzó en Asturias la primera promoción de Enfermero Interno Residente
(EIR) de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria (EFyC). Los centros de salud
acreditados en esta primera promoción 2011-2013, formaban parte de las áreas III, IV y V
del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA). En el área III (centros de salud de
Sabugo y Las Vegas), en el área IV (centro de Pola de Siero) y en el área V (centros del
Coto, El Llano y Contrueces).
El programa formativo de la especialidad de EFyC menciona específicamente cómo deben ser
las sesiones.4.
En los equipos de atención primaria (EAP) dichas sesiones son muy valoradas por los
profesionales5 y cumplen diversas funciones, entre ellas:
Permiten la formación continuada de sus componentes.
Contribuyen al conocimiento interpersonal y a fomentar el buen ambiente de trabajo.
Ayudan a encontrar soluciones más o menos consensuadas a casos difíciles.
Informan sobre proyectos de estudio o casos clínicos.
En el caso de los residentes, son una actividad formativa, evaluable y computable
dentro de su evaluación sumativa. Por otra parte, constituyen una actividad que les
ayuda a integrarse en su contexto laboral cotidiano.
Otros profesionales como los MIR (Médico Interno Residente) regulados por la misma ley
44/2003 imparten sesiones en los centros de salud de Atención Primaria, según los registros
analizados y algunos estudios que mencionan dichas sesiones6.
Desde que comienza la primera promoción de EFyC en Asturias se han impartido sesiones de
enfermería en todos los centros docentes de Atención Primaria. Existe por parte de los
profesionales de enfermería y residentes, una presunción de variabilidad entre los diferentes
centros docentes en cuanto a la frecuencia, temática abordada, organización y otras
cuestiones, por lo que surge la necesidad de realizar un análisis de las sesiones de
enfermería impartidas con el objetivo de conocer cuál es la situación actual para intentar
plantear mejoras y unificar criterios que fomenten la realización de éstas.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 48
“El estudio consta de dos partes, de acuerdo a cada uno de los
objetivos. Una primera parte cuantitativa y una segunda
cualitativa”
Objetivos
Analizar cuantitativa y cualitativamente las sesiones de enfermería impartidas
durante los años 2014-2015 en los centros docentes de Atención Primaria
acreditados para la formación de EIR en Asturias.
Detectar problemas para su realización y buscar posibles mejoras y/o soluciones.
Metodología
El estudio consta de dos partes, de acuerdo a cada uno de los objetivos. Una primera parte
cuantitativa en la que se contabilizan y clasifican las sesiones realizadas y una segunda
cualitativa a través de la técnica del grupo nominal (TGN)7,8 para detección de problemas y
propuestas de mejora.
Se realizó una recopilación de las sesiones realizadas durante los años 2014 y 2015 por las
enfermeras y EIR de los centros acreditados para la docencia de EFyC del Servicio de Salud
del Principado de Asturias, mediante los registros habilitados a tal efecto en los Centros de
Salud (C.S). En los casos de ausencia de registro de sesiones en los centros, se realizó un
contacto telefónico con los responsables docentes o enfermeras tutoras de dichos centros.
En los registros facilitados por el personal de los centros de salud se incluyen también
sesiones de médicos tutores y MIR, pero se seleccionaron las de enfermería para su posterior
análisis en el GN.
Las sesiones se agruparon por centro docente, tema tratado y profesional que la impartió. La
clasificación temática se realiza en primer lugar de forma individual por cada uno de los
investigadores y posteriormente por consenso entre el grupo.
Tras la recogida y agrupación de las sesiones en categorías, se solicitó a las enfermeras
tutoras y a las EIR la participación en los grupos nominales y se fijó una fecha para la
celebración de éstos.
Se crearon dos grupos nominales intencionadamente, uno compuesto por tutoras de
enfermeras residentes en los años analizados y otro por EIR y especialistas. Los
investigadores se dividieron en ambos grupos actuando uno de moderador y otro de
observador para registrar las ideas que surgieron en cada grupo.
El día de la sesión con los GN, se explicó la metodología a seguir y se presentaron los datos
obtenidos en el análisis.
Fueron planteadas 3 cuestiones a los participantes:
1. Análisis global de los datos.
2. Dificultades y problemas para la realización de sesiones.
3. Propuestas de mejora.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 49
Resultados
Se registraron un total de 139 sesiones que fueron clasificadas por consenso en 6 categorías
en función de la temática tratada (Gráfico 1).
1. Temas generales (83 sesiones)
2. Historia informática (12)
3. Experiencias y rotaciones de residentes (3)
4. Metodología enfermera (2)
5. Experiencias comunitarias (23)
6. Investigación y presentación de trabajos (16)
Gráfico 1. Resultados de la Clasificación
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 50
“Temas generales”, se dividió, a su vez, en 12 subcategorías (Gráfico 2).
1. Diabetes (5 sesiones)
2. Vacunas (7)
3. Heridas, quemaduras y otras lesiones (13)
4. Educación para la Salud (EpS) (7)
5. Hábitos saludables (8)
6. Urgencias (4)
7. Mujer y sexualidad (11)
8. Seguridad (5)
9. Bioética (2)
10. Técnicas diagnósticas (7)
11. Comunicación (3)
12. Otros (13)
Gráfico 2. Subclasificación temas generales
De las 139 sesiones impartidas en el periodo estudiado, la distribución de sesiones en cada
uno de los 6 centros docentes acreditados fueron: 27,19, 33, 25, 17 y 18.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 51
El número de sesiones impartidas por las EIR fue de 78, por enfermeras 53 y por ambos 6
(Gráfico 3).
Gráfico 3. Por quién son impartidas las sesiones
Resultados grupo nominal
La participación en el grupo nominal fue satisfactoria para los participantes, integrado por 8
personas en el grupo de EIR y especialistas y 7 en el de tutores.
Los resultados de la primera cuestión planteada “Análisis global de las sesiones realizadas”
fueron similares en los dos grupos. Ambos coincidieron en que había pocas sesiones
realizadas en los dos años analizados. En el grupo de tutores esta idea fue compartida por 6
de las 7 asistentes. Teniendo en cuenta que en los centros docentes acreditados para
residentes de enfermería tienen un día reservado para sesiones de enfermería, estimamos
que habría que dar en torno a 50 sesiones anuales por centro y sin embargo la suma total en
6 CS fue de 139, un 44% de lo esperado. Destacan que la mayoría son impartidas por los
residentes de enfermería y también la innovación en los temas tratados desde su llegada a
los centros.
Han sido aspectos tratados en el grupo EIR y especialistas, el menor número de sesiones
realizadas en ciertos centros de AP, la ausencia de temas que se consideran esenciales
(investigación, metodología enfermera…) y la mayor proporción de sesiones basadas en la
práctica diaria en relación con el resto de los temas impartidos (Tabla 1).
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Tabla 1. Análisis global de los datos
Grupo tutoras P* Grupo EEFyC y EIR EIR
Temas más innovadores desde que
están EIR en los centros
32 Las enfermeras dan pocas sesiones (en
general, no sólo EIR)
39
Pocas sesiones en general (6) 27 Centros con muy pocas sesiones 37
Hay más sesiones impartidas por EIR
que por enfermeras
26 Los residentes en general, dan más
sesiones que las enfermeras (4)
37
Variabilidad del número de sesiones en
los distintos centros
25 Hay demasiadas sesiones basadas en
la práctica diaria (2)
36
Muchos cuidados de enfermería
(práctica diaria)
24 Hay pocas sesiones relacionadas con la
investigación (2)
34
Pocas de planes de cuidados 24 Pocas de experiencias comunitarias 32
Pocas experiencias comunitarias (Frente
a otros temas)
22 Hay pocas sesiones de “metodología
enfermera”
32
Temas sin abordar (2) 21 Hay pocas sesiones de “bioética“ 32
Muchas sobre “salud de la mujer” 16 Hay pocas sesiones de “EPS” 30
En algunos centros no hay
sesiones compartidas
16 Hay pocas sesiones compartidas
EIR/Tutor (2)
25
Déficit de datos en documentación 16 Pocas sesiones de “experiencias y
rotaciones de residentes”
23
Muchas sesiones en apartado “temas
generales”
22
Serían necesarias más sesiones sobre
cirugía menor
21
Demasiadas sesiones en el apartado
“mujer y sexualidad”
13
Bastantes sesiones “experiencias
comunitarias” Teniendo en cuenta lo
poco que se sale a la comunidad (2)
12
* P: Priorización
(n): Número de veces expuesto
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 53
En cuanto a la segunda pregunta planteada “Problemas o dificultades para la realización de
las sesiones”, en ambos grupos se destacó (62.6%) la falta de formación, de motivación y de
tiempo para su elaboración (Tabla 2). Surge por otro lado la problemática a la hora de
registrar las sesiones, la escasa muestra de interés por parte del equipo (salvo tutores y
residentes) y el hecho de que sean siempre los mismos profesionales los que las imparten.
Tabla 2. Dificultades y problemas para la realización de sesiones
Grupo tutoras P* Grupo EEFyC y EIR P*
Falta de motivación 33 Falta de tiempo en la consulta para
preparar las sesiones (5)
40
Falta de formación relacionado con
búsqueda bibliográfica
29 Poca muestra de interés por parte del
equipo, salvo los tutores y los
Residents
36
Siempre imparten las sesiones los
mismos
28 Poco iniciativa por parte de enfermería
(2)
36
Falta de iniciativa 26 Las sesiones son siempre sobre los
mismo temas, muy repetitivas
36
Falta de tiempo (2) 25 Se exigen demasiadas sesiones a los
residentes. No importa la calidad, sólo
el número
35
Cambios de personal en el centro 24 Falta de formación para realizarlas 31
Difícil organizar el calendario de
sesiones
22 No se oferta suficiente formación por
parte de la gerencia para la realización
de las mismas
31
Recursos informáticos obsoletos (2) 20 Poca experiencia en dar las sesiones,
vergüenza…
29
Falta de formación en general 17 Las diferentes rotaciones de los
residentes a veces dificultan la
realización de las sesiones
23
La dificultad que plantea elegir un
tema adecuado (2)
19
* P: Priorización
(n): Número de veces expuesto
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 54
Por último se procedió a analizar y priorizar “Propuestas para mejorar”. Ambos grupos
destacaron la necesidad de mejoras organizativas. En el grupo de tutoras se propuso crear la
figura de responsable de docencia en los CS y rechazar la acreditación a los CS en los que no
se imparta un número mínimo de sesiones. En el grupo de EIR se propone el acceso a las
sesiones de otros CS, mayor flexibilidad en las agendas para realizarlas y la creación de un
blog en el que se compartan las sesiones impartidas (Tabla 3).
Tabla 3. Propuestas de mejora
Grupo tutoras P* Grupo EEFyC y EIR P*
Organizar acerca de tiempo (crear un
calendario) y temática (3)
34 Establecer distintos días para realizar
sesiones médicas y de enfermería (2)
40
Nombrar un responsable de docencia (2) 34 Crear huecos en las agendas para
preparar las sesiones
38
Impartir sesiones sobre formación
individual recibida en cursos
32 Más sesiones sobre: investigación,
EPS, bioética y comunicación
38
Establecer nº mínimo sesiones para
poder ser centro docente
31 Acceso a sesiones de otros centros 37
Formación sobre búsqueda bibliográfica 30 Crear un blog/carpeta común con las
sesiones de todos los centros (2)
34
Bolsa de temas a proponer 29 Formación técnicas de comunicación 33
Fomentar participar en sesiones 26 Más variedad (EBE, casos clínicos…) 32
Más tiempo en la preparación de
sesiones
25 Conocer las sesiones que se imparten
en otros centros y poder asistir
31
Fomento de la motivación en formación
entre compañeros
25 Más sesiones de los residentes sobre
sus rotaciones (cosas interesantes)
30
Cursos sobre la realización de sesiones
para enfermería
29
Mayor nº de sesiones compartidas
(EIRtutor) para enriquecer las mismas
28
Qué temas interesan en el centro y
que la persona más formada los
prepare
28
Motivar la participación de enfermería 28
Sesiones conjuntas con medicina 28
Planificar las sesiones al inicio de la
Residencia
25
* P: Priorización
(n): Número de veces expuesto
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 55
Se planteó que sería interesante conocer la relación que hay entre el número de sesiones
totales realizadas en el EAP y el número impartido por enfermería.
Se comentó también la importancia de realizar una adecuada planificación de las sesiones,
con dos objetivos principales; que no se solapen y que disminuya el número de sesiones
clínicas realizadas en los EAP para médicos y enfermeras conjuntamente desarrolladas con la
financiación de la industria farmacéutica.
Discusión
El número de sesiones impartidas en los diferentes centros estudiados es muy variable de
unos a otros. Cabe señalar que la actividad docente requerida para la acreditación de los
dispositivos de Atención Primaria, contempla la obligatoriedad de impartir un mínimo de 4
sesiones/mes de cada especialidad. Por otra parte está establecido que se imparta al menos
1 sesión entre ambas especialidades1 (EIR-Médico Interno Residente en Familiar y
Comunitaria). En las sesiones que analizamos sí que se objetivan sesiones conjuntas pero se
analizaron sólo las realizadas por el binomio EIR-tutora enfermera. A pesar de que en este
trabajo no hemos analizado las sesiones impartidas en hospital, no nos constan análisis de
sesiones impartidas por EIR en estos dispositivos, en los que también deberían existir
sesiones clínicas y otras actividades docentes en las que pudieran participar estos
residentes3 .
Otro aspecto a destacar es el bajo número de sesiones impartidas durante el periodo
estudiado, teniendo en cuenta el mínimo exigido durante el periodo EIR, la importancia que
se les debería dar en los centros acreditados y la obligación implícita de las enfermeras en
cuanto la elaboración e impartición de éstas. En los dos grupos nominales se destaca que los
EIR dan más sesiones que las enfermeras. Como dato a tener en cuenta, en el centro que
menos sesiones se realizan, el porcentaje enfermeras/EIR también es más bajo.
Consideramos que la realización de sesiones es un aspecto muy importante dentro de la
formación de los EIR de enfermería familiar y comunitaria, ya que esto lleva a los
profesionales a buscar la máxima evidencia científica, mejorando los conocimientos y con
ello la práctica asistencial. Esto implica que los miembros del equipo estén actualizados y que
se hagan mejoras en cuanto a la asistencia, seguridad y funcionamiento en general de los
centros de salud.
Es importante destacar, que si bien el tener que desarrollar cierto número de sesiones es
importante para la formación, por sí solas no son una garantía de excelencia docente9, por lo
tanto aspectos como la calidad de las mismas no deben ser descuidados.
Esta reflexión también fue expresada por el grupo de residentes en el GN, que perciben que
se prima el número de sesiones en lugar de la calidad de éstas.
Se añadió también que en ocasiones la temática abordada es muy reiterativa. Esto puede
deberse a que se ven en conjunto pero señalamos que estamos ante centros y promociones
diferentes, además de que hay temas que necesitan de actualizaciones más frecuentes. Otro
tema que se refleja en los grupos nominales es que hay muchas sesiones sobre la práctica
diaria (asistencia sanitaria), esto se asemeja con la realidad ya que la mayor parte del
horario laboral se dedica a la actividad asistencial y es esperable que las sesiones que se
imparten sean relativas a la problemática que habitualmente se ve en las consultas:
diabetes, úlceras, heridas, vacunas, técnicas de enfermería, etc.
En el grupo de tutores se manifiesta que hay sesiones más innovadoras desde que los EIR
comenzaron en los centros, aspecto que podría asociarse, en parte, con la formación
adquirida en los rotatorios de diversos dispositivos a lo largo de la especialidad que invitan a
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 56
la práctica reflexiva. Sin embargo, esto contrasta con un escaso registro de sesiones
relacionadas con las experiencias y rotaciones de los residentes.
Uno de los grupos, considera que hay muchas sesiones clínicas sobre temas de Mujer y
Salud, siendo destacable el contraste con la poca actividad en los CS al respecto. La visión
de enfermería es que se trabajan insuficientemente estos temas (citologías, anticoncepción,
prevención…) y que hay mucho potencial por desarrollar.
Se dieron pocas sesiones sobre investigación y enfermería basada en la evidencia (EBE),
consideramos que son relevantes ya que la enfermera Familiar y Comunitaria toma sus
decisiones basándose en las evidencias científicas actualizadas1. También se señala que
apenas se tratan contenidos sobre el autocuidado, su abordaje lo calificamos de esencial
puesto que las enfermeras hacemos partícipes a las personas en la toma de decisiones que
afecten a su salud, teniendo en cuenta además, sus necesidades y expectativas.1
Del mismo modo, se percibe un bajo número de sesiones relacionadas con la metodología
enfermera, utilizada en la elaboración de planes de cuidados con las taxonomías Nanda
International (NANDA), Nursing Outcomes Classification (NOC) y Nursing Interventions
Classification (NIC). Dada la importancia de la utilización estandarizada del lenguaje
enfermero, llama la atención que, aunque salió mencionada, no fue priorizada en ninguno de
los grupos. Las posibles causas podrían ser que las enfermeras no lo tienen interiorizado en
su método de trabajo, o que su uso puede ser complicado si no tienen una formación
específica. Las sesiones clínicas de cuidados, cuya presencia se detectó deficitaria en el
grupo de tutores, nos permiten profundizar en la metodología enfermera y explorar posibles
alternativas de cuidado. Estudios demuestran que la realización de este tipo de sesiones
repercuten positivamente en los pacientes, además de aportar satisfacción y madurez
profesional”10.
Por otra parte, hemos de recordar las sesiones de discusión1, en las que se incluye la
celebración de sesiones de resolución de casos y talleres. Todos ellos son métodos
favorecedores del aprendizaje pero no salieron destacados en ninguno de los dos grupos
nominales. Creemos que sería muy interesante incluirlos en el programa de actividades
docentes de cada centro, ya que son una forma de compartir información y experiencia y
puede ayudar a tomar decisiones y aclarar dudas en el trabajo diario, además de enriquecer
el aprendizaje del equipo.
Otro aspecto comentado en el grupo de tutores, fue la percepción de que siempre son los
mismos profesionales los que dan sesiones en los centros. Este hecho creemos que puede
ser una consecuencia directa del carácter voluntario a la hora de impartirlas, excepto para
los residentes2 y las personas con más interés, formación y compromiso profesional. Por otra
parte refirieron la falta de formación sobre búsqueda bibliográfica.
Compartimos con otros autores10, la idea de que la administración debería adquirir un mayor
compromiso formativo con los profesionales sanitarios dando respuesta a sus necesidades.
Expusieron, así mismo, que se debería compartir la formación individual recibida a través de
cursos presenciales en forma de sesión de enfermería en el centro y de esta manera, se
haría extensible a otros miembros del equipo.
Algo que queda muy bien reflejado en el grupo nominal es la falta de tiempo para elaborar
las sesiones en horario laboral. Esta dificultad derivada de la alta demanda asistencial de
nuestras agendas ya viene recogida en otros estudios5 por lo que se necesitan mejoras y un
impulso desde la organización11. No olvidemos que la formación continuada es un derecho y
una obligación de los profesionales sanitarios1, por lo que la administración debería facilitar
dicho proceso reservando tiempo para impartir sesiones dentro de la jornada laboral.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 57
Una de las maneras de mejorar este aspecto podría ser dedicar tiempos específicos en las
agendas destinados a tal fin, ya que así se aumentaría la motivación e interés, el trabajo en
equipo y por tanto, el número de sesiones.
En cuanto a líneas de mejora, algunas de las propuestas coinciden con las descritas en la
literatura5. Los residentes propusieron la creación de una base de datos de sesiones en la
intranet del SESPA que recoja las desarrolladas en los centros, ya que de esta forma, se
facilita el intercambio de conocimientos entre compañeros, se evita la repetición de temas y
se muestran los déficits, lo cual podría ayudar a realizar sesiones más innovadoras. Dejar
abiertas las sesiones impartidas en cada centro, podría incentivar y motivar a los
profesionales de otros centros más rezagados a actualizarse y además aumentaría la calidad
de éstas enriqueciéndolas. En algunos de los CS participantes ya existe un blog donde se
cuelgan las sesiones impartidas, y a nivel autonómico, se pueden compartir en el Repositorio
Institucional de Asturias (RIA). Se considera necesario aumentar la información sobre estos
recursos y hacerlos extensivos a todos los profesionales.
La figura de un responsable de formación de enfermería, tal y como se abordó en el grupo de
tutores, no está presente en la mayoría de los centros, siendo muy recomendable que se
nombrase uno en cada uno de ellos. Este responsable de docencia podría asumir las tareas
de planificación, propuesta de temas y de ponentes y encargarse del registro de las sesiones.
Otra de las propuestas del grupo EIR fue la de mejorar la planificación creando unos días
fijos para la celebración de sesiones (enfermería por un lado y medicina por otro, además de
los comunes para todo el EAP), en los CS donde no se llevan a cabo. Esta idea la
consideramos muy acertada, puesto que además viene recogida en el programa de la
especialidad3. También se mencionó la necesidad de realizar o recibir sesiones sobre temas
de investigación, bioética y Educación para la Salud (EpS).
Sería interesante tener en cuenta estas propuestas, tanto desde las gerencias del SESPA,
como de la Unidad Docente Multiprofesional de FyC de Asturias, implementándolas en la
medida de lo posible, para poder mejorar así las sesiones clínicas de enfermería y que
puedan difundirse a más profesionales.
Limitaciones
Las deficiencias encontradas en los registros de algunos centros dificultaron la clasificación
de las sesiones, por lo que podría haber un sesgo en cuanto al número real de sesiones.
La valoración de los temas tratados por los participantes podría haberse mejorado mostrando
los títulos de las sesiones en lugar de, únicamente, la clasificación que se había hecho de
éstas.
En cuanto a la clasificación de sesiones, algunas se agruparon en el apartado “otros”, lo cual
pudo dificultar su análisis posterior. Por otro lado no se tuvieron en cuenta las impartidas por
otros profesionales de la salud, dato que sería conveniente analizar para tener una referencia
de las que realizan.
Otra posible limitación sería la representación del número de participantes en el grupo
nominal. Todos los asistentes eran personal del área V. Se invitó también a personal de las
áreas III y IV que no acudieron. La molestia del desplazamiento pudo dificultar la asistencia.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 58
Conclusiones
Se puede afirmar que en Asturias existe una trayectoria de sesiones clínicas de enfermería
en centros docentes acreditados en Atención Primaria. Las ideas generadas, permiten
continuar por un camino que impulse la estandarización de las mismas.
Es importante que se impartan sesiones clínicas en los centros de Atención Primaria
docentes, puesto que enriquecen el nivel de conocimientos del equipo e incrementan la
calidad de la asistencia sanitaria. Por ello se considera necesario impartir formación al
personal para poder realizarlas así como asignar tiempo para poder elaborarlas. A pesar de
que según los registros y experiencia de los profesionales se están llevando a cabo dichas
sesiones, éstas no se registran adecuadamente ni se analizan según estudios basados en la
evidencia.
En la actualidad, los profesionales precisan de una buena planificación, registro y difusión de
las sesiones, para compartir conocimientos y evitar duplicidades.
Agradecimientos
Damos las gracias por su participación altruista, a los participantes de los GN, que acudieron
al CS de Contrueces, para que pudiésemos llevar a cabo el presente trabajo. Sin su
colaboración no se hubiese realizado.
Fernanda Del Castillo (Contrueces), Mercedes García (Contrueces), Teresa Fernández
(Contrueces), Teresa Ramiro (El Llano), Beatriz Braña (El Llano), Elvira Menéndez
(Natahoyo), Montserrat Muñoz (El Coto), Paloma Fuente (El Llano), Laura Eiriz (El Llano),
Luis Argüelles (Montevil), Cristina Obaya (Montevil), Berta Cuervo (Natahoyo), Carla Busto
(Natahoyo), Anaí Izaguirre (El Llano) y Lara Menéndez (Contrueces).
A los compañeros de cada uno de los centros docentes que buscaron, recopilaron y nos
remitieron los registros de sesiones en el periodo requerido.
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Bibliografía
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280 (22-11-2003)
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Enfermería. Hygia de Enfermería. 2012;(81):50-56.
3. Orden PRE/861/2013, de 9 de mayo por la que se establecen los requisitos de
acreditación de las unidades docentes multiprofesionales para la formación de especialistas
en enfermería familiar y comunitaria y en medicina familiar y comunitaria. (Boletín Oficial del
Estado, nº. 119 (18 de mayo de 2013)
4. Orden SAS/1729/2010, de 17 de junio, por la que se aprueba y publica el programa
formativo de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria.; Boletín Oficial del Estado
nº 157 (29 de junio de 2010)
5. Cabrera Vélez R, Garrido Elustondo S, Miguel Calvo I, Sanz Sanz M, Arrojo Arias E,
Cervera Barba EJ. Sesiones docentes en Atención Primaria. Experiencia en los centros de un
Área de Madrid. Aten Primaria. 2011; 43(5): 263-8.
6. Castro Pazos M, Martínez Anta F, Lago Deibe FJ, Modroño Freire MJ, Ramil Hermida L,
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Aten Primaria. 2007; 14(3) 180-183.
7. Olaz Capitán AJ. La técnica de grupo nominal como herramienta de investigación docente.
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[acceso 26 de mayo de 2016]. Disponible en:
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9. Turabian JL, Pérez Franco B. Sesiones clínicas de medicina de familia ”haberlas, haylas”.
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10. Castillo Arévalo F. Variabilidad de la práctica enfermera. RqR Enfermería. Comunitaria.
[revista en Internet]. 2012 verano. [acceso 7 de Julio de 2005]. Disponible en:
http://www.seapaonline.org/uploads/revista/pdf/30/Seapa_VERANO_2012.pdf
11. Bellido Vallejo JC. Sesiones clínicas en cuidados: Experiencia en positivo. Inquietudes:
Revista de Enfermería. 2007; (36):3.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 60
Manejo interdisciplinar de úlceras vasculares:
compresión, tratamiento local, tratamiento
complementario y coordinación interdisciplinar
Interdisciplinary management Study on the treatment of chronic
vascular lesions of the lower limbs
Miguel Seller Arias, Carmen Anarte Ruiz, Ángel Masoliver Forés, Amparo Garralón Pérez
Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Castellón
Manuscrito recibido: 02-11-2016
Manuscrito aceptado: 14-06-2017
Cómo citar este documento
Seller Arias M, Anarte Ruiz C, Masoliver Forés F, Garralón Pérez A. Manejo interdisciplinar de úlceras
vasculares: compresión, tratamiento local, tratamiento complementario y coordinación interdisciplinar.
RqR Enfermería Comunitaria (Revista de SEAPA). 2017 Agosto; 5(3): 60-71
Resumen
Objetivo
Conocer el manejo interdisciplinar de lesiones vasculares de miembros inferiores (MMII):
compresión, tratamiento local, complementario y coordinación interdisciplinar.
Método
Estudio observacional longitudinal retrospectivo. Se analizaron guías de práctica clínica (GPC)
en busca de recomendaciones para un buen manejo de las lesiones vasculares. Se
determinaron las variables según esas guías y se seleccionaron todas las historias con un
diagnóstico CIE de patología vascular y uno NANDA de herida. Se comprobaron etiología y
localización de las lesiones y se valoraron las variables en las 31 historias resultantes.
Resultados
Se encontraron 3 lesiones mixtas y 28 venosas. La terapia compresiva se registró un 35,7%
durante la lesión y un 21,4% durante y tras la lesión. Se pautaron antiagregantes en el
100% de las heridas mixtas y pentoxifilina en el 10,7% de las venosas. El consejo de salud
en ejercicio y tabaco se encontró en el 66,7% de historias con patología mixta. Se dio el
consejo de ejercicio en lesiones venosas en un 10,7%. La localización se recogió en un
66,7% en lesiones mixtas y en un 21,4% en venosas. La palpación de pulsos se registró en
un 66,7% en lesiones mixtas y en un 17,9% en venosas. El registro del índice tobillo-brazo
fue del 66,7% en lesiones mixtas y 7,1% en venosas.
Conclusiones
Las recomendaciones para úlceras venosas de las GPC se encontraron registradas en
menos de la cuarta parte de las historias valoradas.
La patología arterial es llevada principalmente por cirugía vascular y la venosa por
atención primaria.
Palabras clave
Úlcera de la pierna, úlcera varicosa, enfermería, atención primaria, competencia clínica.
Origin
al
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 61
Abstract
Objective
To know the interdisciplinary management of vascular wounds of the lower limbs:
compression, local and complementary treatment and interdisciplinary coordination.
Methods
A retrospective longitudinal and observational study. Clinical practice guidelines (CPG) were
analyzed looking for vascular wounds good management recommendations. Variables were
determined according those guides, and every clinical history with an ICD's vascular disease
diagnostic and a NANDA's wound diagnostic were selected. Etiology and localization of the
wounds were checked and variables were analyzed on the 31 resulting histories.
Results
Three mixed injuries and 28 venous wounds were found. The compression therapy was
recorded by 35,7% during the injury and 21,4% during and after the injury. Antiaggregants
were prescribed in 100% of mixed wounds records and pentoxifylline in 10,7% of the venous
ones. The health recommendations in exercise and tobacco was found in 66,7% of histories
with mixed pathology. Exercise recommendation was given on venous injuries by 10,7%.
The location was recorded in 66,7% in mixed wounds and in 21,4% in venous ones. The
pulse palpation record was 66,7% in mixed injuries and 17,9% in venous ones. The ankle-
brachial pressure index was recorded in 66,7% in mixed injuries and in 7,1% in venous
ones.
Conclusions
Recommendations of CPG for venous leg ulcers were found to be recorded in less
than a quarter of the assessed histories.
The arterial pathology is carried mainly by vascular surgery and the venous
pathology by primary care
Keywords
Leg ulcer, varicose ulcer, nursing, primary health care, clinical competence.
Introducción
Las úlceras vasculares se definen como lesiones con pérdida de sustancia cutánea,
producidas por alteraciones en la circulación (venosa o arterial) que afectan a las
extremidades inferiores y habitualmente se localizan en el tercio distal de la pierna1. La
incidencia y prevalencia de éstas ha aumentado paralelamente al envejecimiento poblacional,
lo que supone un aumento de morbilidad y pérdida de autonomía del paciente, además de un
alto coste sanitario1,2. Esa prevalencia, aunque difícil de estimar, oscila entre el 0,1% y el
3% en países occidentales, aumentando con la edad3-4.
Estas lesiones están causadas por patologías como la insuficiencia venosa crónica5 o la
arteriopatía (arterioesclerosis fundamentalmente)6. Su abordaje requerirá por tanto el
tratamiento y control de la patología de base y el trabajo en equipo para tratar la úlcera y
sus causas6. Como parte del tratamiento de la patología de base, las guías nos hablan de
tratamientos farmacológicos como la pentoxifilina en el caso de la insuficiencia venosa y los
antiagregantes plaquetarios en el caso de problemas arteriales6,9. También dan unas
medidas preventivas que se deben aconsejar en la consulta, las más importantes serán
ejercicio, dieta equilibrada y el abandono de hábitos nocivos (principalmente el tabaco)6,9.
Estos consejos son aplicables tanto en heridas con componente arterial como aquellas con
insuficiencia venosa.
RqR – Vol. 5 Nº3, Verano 2017 62
La terapia compresiva está considerada la base del tratamiento de las úlceras venosas y está
recomendada en todos los casos, a menos que haya presencia de patología arterial que
pudiese verse agravada por dicha compresión4-6,8,9 . A pesar de esto, según el primer estudio
de prevalencia hecho en España sobre úlceras de miembros inferiores (MMII)10, la terapia
compresiva no se utilizaba al 100%, con un uso aún menor de las terapias de presión alta
como los vendajes multicapa, debido principalmente a que no están financiados, a la falta de
formación específica y a una necesidad de abordar estos problemas de una manera más
multidisciplinar11. En el estudio de Anderson de 2013 donde se analizaba el porcentaje de
recidivas de lesiones vasculares, se afirmó que las diferencias entre éstas se debían al escaso
uso de la terapia compresiva tras la cicatrización, lo que viene a reforzar la recomendación
de esta terapia en etapas posteriores a la cicatrización con el fin de prevenir nuevas
lesiones4-6.
El abordaje local de las úlceras requerirá varios elementos para que sea adecuado. Uno de
los parámetros básicos según las guías será registrar la localización de la lesión en la pierna,
ya que orientará el diagnóstico6. Otro elemento considerado importante en la orientación del
diagnóstico y la situación de la extremidad será el estado de los diferentes pulsos en los
MMII a todos los niveles: femoral, poplíteo, tibial posterior y pedio4-6,9. El índice tobillo-brazo
(ITB) se muestra como otra piedra angular del diagnóstico, orientándolo y resultando el
criterio determinante para aplicar o no terapia compresiva4-6,9 e incluso para derivar desde
atención primaria a cirugía vascular. En lo referente a las curas locales se remarcan dos
aspectos: la cura seca en lesiones isquémicas (ya que hasta que no se revascularice la zona
es preferible para evitar la progresión de la lesión y el riesgo de infección) y el uso de
apósitos no adherentes para cubrir las lesiones y gestionar la humedad/exudado4, 6.
En el estudio realizado por Weller y Evans en 2012 en Australia, se observaron deficiencias
en varios aspectos del manejo de estas lesiones. Este estudio, aunque no es totalmente
extrapolable dado que son países con poblaciones, sistemas sanitarios y profesionales
diferentes, puede indicar una necesidad de mejorar. Por este motivo se realizó un estudio
similar en nuestro entorno con el fin de conocer la situación actual.
Objetivos
Objetivo general
Conocer el manejo de las lesiones vasculares por parte de los profesionales de la zona básica
de salud de Rafalafena (Castellón de La Plana).
Objetivos específicos
- Conocer el grado de utilización de la terapia compresiva en lesiones venosas, durante
la lesión y después de cicatrizada.
- Conocer el grado de utilización de medidas de tratamiento complementarias a las
curas locales: tratamiento farmacológico y consejo en salud.
- Conocer la coordinación interdisciplinar: entre enfermera y médico y entre atención
familiar y comunitaria (AFyC) y cirugía vascular.
- Conocer el grado de cumplimentación de las recomendaciones de las guías de
práctica clínica (GPC).
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Métodos
1. Tipo de estudio
Se planteó un estudio observacional longitudinal retrospectivo. El estudio se realizó en el
centro de salud Rafalafena (Castellón de La Plana). Se recogieron datos entre mayo de 2015
y marzo de 2016. Se realizó un cribado de las historias del centro de salud para encontrar a
todos los usuarios que habían sido tratados por lesiones vasculares en MMII entre 2006 (año
en que se empieza a usar la historia de salud informatizada) y marzo de 2016 (fecha en que
se terminan de recoger datos).
2. Búsqueda bibliográfica
Se realizó una búsqueda con el fin de conocer el estado actual del tema y las
recomendaciones vigentes de las diferentes GPC. Se consultaron las siguientes bases
bibliográficas: PubMed, Scopus, CINAHL y la Biblioteca Cochrane Plus. Se emplearon las
siguientes ecuaciones de búsqueda:
"Clinical Competence” AND (((("Leg Ulcer") OR "Varicose Ulcer") OR "Postphlebitic
Syndrome") OR "Peripheral Vascular Diseases")
"Compression hosiery” AND (((("Leg Ulcer”) OR "Varicose Ulcer") OR "Postphlebitic
Syndrome") OR "Peripheral Vascular Diseases")
Los términos de ambas fórmulas se introdujeron como descriptores. Para la búsqueda de
GPC se recurrió primero a guiasalud.es y posteriormente a guidelines.gov. En este caso se
utilizaron los descriptores “lesiones” y “heridas” (“injuries” y “wound” en guidelines.gov).
Finalmente se procedió a la búsqueda manual de guías en las páginas web corporativas de
dos entidades de referencia: el Grupo Nacional para Estudio y Asesoramiento de Úlceras Por
Presión (GNEAUPP) como referente nacional y la European Wound Management Association
(EWMA) como referente europeo.
3. Criterios de inclusión y exclusión
3.1. Criterios de inclusión
Asignado al centro de salud Rafalafena.
Edad igual o superior a 18 años.
Presencia de al menos un diagnóstico de ambas clasificaciones:
CIE-9:
- 454: Venas varicosas de las extremidades inferiores.
- 459: Otros trastornos del sistema circulatorio.
- 440.2: Aterosclerosis de arterias nativas de las extremidades.
NANDA:
- 00046: Deterioro de la integridad cutánea.
- 00044: Deterioro de la integridad tisular
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3.2. Criterios de exclusión:
Lesión en localizaciones diferentes a los miembros inferiores o de etiología no
vascular.
4. Muestra
Se realizó el cribado de todas las historias informatizadas del centro de salud. Ese cribado
dio un total de 211 historias que cumplían con los criterios de inclusión. Se revisaron
exhaustivamente las 211 historias y se descartaron 180 por cumplir criterios de exclusión.
Finalmente quedaron 31 historias en las que se realizaría la valoración.
5. Variables
Se definieron las variables para valorar los objetivos propuestos en el estudio de acuerdo con
los criterios que se encontraron en las GPC consultadas:4-6, 9
Variables generales: tipo de lesión según la patología de base (pudiendo ser venosa,
arterial o mixta), tiempo (en cuanto a la secuencia de las actuaciones en el orden
indicado en las GPC), sexo y edad.
Variables relativas a compresión: registro de uso de compresión durante la fase
aguda de la lesión y/o tras su cicatrización.
Variables relativas a tratamiento complementario: registro de pauta de pentoxifilina
en heridas venosas y antiagregantes plaquetarios en heridas con componente
arterial, registro de consejo de salud antitabáquico, de ejercicio y dieta en ambas
patologías.
Variables relativas a coordinación interdisciplinar: profesional que registra la
actuación/pauta (enfermera/médico) y especialidad del mismo (AFyC/cirugía
vascular).
Variables relativas a cumplimentación de recomendaciones de GPC: registros de la
realización del ITB, localización de la herida, palpación de pulsos, cura seca previa a
la revascularización y uso de apósitos no adherentes.
6. Estrategia de análisis
Las variables son de tipo univariante cualitativas salvo la edad, por lo que se analizaron los
porcentajes de historias donde se hallaban y sus intervalos de confianza al 95% (IC95%).
7. Aspectos éticos
Previamente a la realización del estudio se presentó el correspondiente informe a la Comisión
de Investigación Clínica (CIC) del departamento de salud de Castellón para su evaluación. La
comisión dio su aprobación proponiendo unas modificaciones que se tuvieron en cuenta en el
estudio final.
Los datos procedentes de las historias clínicas se pasaron a la base de datos creada para el
estudio. Se codificaron de forma que no apareciesen datos personales. La base de datos se
conservó en el perfil informático del autor principal y bajo contraseña.
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Resultados
8. Resultados generales de las lesiones
De las 31 historias, en 3 las lesiones tenían componente mixto venoso/arterial (9,7%;
IC95%: 2,0% a 25,8%) y en 28 un componente únicamente venoso (90,3%; IC95%: 74,2%
a 98%). La edad media de los usuarios fue de 78,6 años (DE± 12,7 años) y 22 fueron
mujeres (71,0%) por 9 hombres (29,0%).
9. Uso de la terapia compresiva
Se encontró registrada compresión durante la fase aguda en 2 de las 3 lesiones mixtas
(66,7%; IC95%: 9,4% a 99,2%) y en 10 de las 28 venosas (35,7%; IC95%: ±19,5%). De
los 28 casos de úlceras venosas se registró además compresión posterior a la lesión en 2
casos (7,1%; IC95%: 0,9% a 23,5%) y compresión durante y después de la fase aguda en
otros 6 casos (21,4%; IC95%: 8,3% a 40,6%). Los resultados se detallan en la Tabla 1.
Tabla 1. Compresión según lesión y etapa
DIAGNOSTICO COMPRESION n % IC 95%
Herida mixta
n=3
Nunca 1 33,3 0,8 a 90,6
Durante 2 66,7 9,4 a 99,2
Herida venosa
n = 28
Nunca 10 35,7 ± 19,5
Durante 10 35,7 ± 19,5
Durante y post 6 21,4 8,3 a 40,6
Post 2 7,1 0,9 a 23,5
Fuente: Elaboración propia
La compresión usada en las 2 lesiones mixtas fue registrada por parte del cirujano vascular
en 1 ocasión (50%; IC95%: 1,3% a 98,7%) y en las dos ocasiones por la enfermera de AFyC
(100%; IC95%: 15,8% a 100%). En las 18 historias con heridas venosas con compresión
registrada, en 6 se pautó por el cirujano vascular (33,3%; IC95%: 13,3% a 59,0%), en 3
por el médico de AFyC (16,7%; IC95%: 3,6% a 41,4%) y en las 18 por la enfermera de
AFyC (100%; IC95%: 81,5% a 100%). La pauta se solapaba en varias ocasiones por parte
de los distintos profesionales. Se pueden ver los resultados resumidos en la Tabla 2.
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Tabla 2. Compresión según lesión y professional que pauta
DIAGNÓSTICO PROFESIONAL n % IC 95%
Herida mixta con
compresión
n = 2
Medicina cirugía vascular 1 50 1,3 a 98,7
Enfermería cirugía vascular 0 0 0 a 84,2
Medicina AFyC 0 0 0 a 84,2
Enfermería AFyC 2 100 15,8 a 100
Herida venosa
con compresión
n = 18
Medicina cirugía vascular 6 33,3 13,3 a 59
Enfermería cirugía vascular 0 0 0 a 18,5
Medicina AFyC 3 16,7 3,6 a 41,4
Enfermería AFyC 18 100 81,5 a 100
Fuente: Elaboración propia
10. Tratamiento adicional a las curas locales
10.1. Fármacos
Las 3 lesiones mixtas tenían registrada pauta de antiagregantes plaquetarios (100%;
IC95%: 29,2% a 100%). Pautado en todos los casos por el cirujano vascular. De las úlceras
venosa 3 tenían registrada pauta de pentoxifilina (10,7%; IC95%: 2,3% a 28,2%). Pautado
en todos los casos por el médico AFyC.
10.2. Consejo en salud
De las 3 historias con registros de lesiones mixtas se encontró registrado consejo
antitabáquico en 2 (66,7%; IC95%: 9,4% a 99,2%), consejo de dieta en 1 (33,3%; IC95%:
0,8% a 90,6%) y consejo de ejercicio en 2 (66,7%; IC95%: 9,4% a 99,2%). En las 28
historias con úlceras venosas se encontró registrado consejo de dieta en 2 (7,1%; IC95%:
0,9% a 23,5%), consejo de ejercicio en 3 (10,7%; IC95%: 2,3% a 28,2%) y no se encontró
consejo antitabáquico (resumen de resultados en Tabla 3). En cuanto al profesional que dio
el consejo:
Antitabáquico: cirujano vascular 1 de las 2 veces (50%; IC95%: 1,3% a 98,7%) y
enfermera de AFyC las 2 veces (100%; IC95%: 15,8% a 100%) en lesiones mixtas.
Nadie lo dio en lesiones venosas.
Dietético: enfermera de AFyC el 100% de los casos (IC95%: 15,8% a 100%) en los
dos tipos de lesiones.
Ejercicio: cirujano vascular en los 2 casos de lesión con componente arterial (100%;
IC95%: 15,8% a 100%); en lesiones venosas en 1 de las 3 (33,3%; IC95%: 0,8% a
90,6%) el cirujano vascular y en 2 (66,7%; IC95%: 9,4% a 99,2%) la enfermera
AFyC.
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Tabla 3. Consejo en salud
DIAGNOSTICO CONSEJO DE SALUD n % IC 95%
Herida mixta Tabaco 2 66,7 9,4 a 99,2
Herida mixta Dieta 1 33,3 0,8 a 90,6
Herida mixta Ejercicio 2 66,7 9,4 a 99,2
Herida venosa Dieta 2 7,1 0,9 a 23,5
Herida venosa Ejercicio 3 10,7 2,3 a 28,2
Fuente: Elaboración propia
11. Seguimiento de recomendaciones de las GPC
11.1. Localización de la lesión
Se registró la localización en 2 de las 3 lesiones mixtas (66,7%; IC95%: 9,4% a 99,2%). En
las heridas venosas se registró en 6 (21,4%; IC95%: 8,3% a 41,0%).
11.2. Palpación de pulsos
En las lesiones mixtas se registró la valoración de pulsos en 2 de las lesiones (66,7%;
IC95%: 9,4% a 99,2%), valorándose todos los pulsos en cada caso. En cuanto a las lesiones
venosas los pulsos femoral y tibial posterior se palparon en 2 de las lesiones (7,1%; IC95%:
0,9% a 23,5%), el pulso poplíteo en 3 (10,7%; IC95%: 2,3% a 28,2%) y el pedio en 5
(17,9%; IC95%: 6,1% a 36,9%).
11.3. Índice tobillo-brazo (ITB)
Se han valorado dos hechos:
Los ITB realizados separando los resultados por patologías: se registraron en 2 de las
lesiones mixtas (66,7%; IC95%: 9,4% a 99,2%) y en 2 de las venosas (7,1%;
IC95%: 0,9 a 23,5%).
Los ITB en función de los vendajes compresivos aplicados: De las 20 lesiones que en
algún momento llevaron compresión se registró ITB previo a la compresión en 3
(15%; IC95%: 3,2% a 38,9%).
11.4. Curas locales
En lo referente a las curas locales se remarcan dos aspectos:
Cura seca prevascularización: Se encontró registrada cura seca previa al registro de
revascularización en 1 de las 3 lesiones mixtas (33,3%; IC95%: 0,8% a 90,6%).
Apósitos no adherentes: De las 31 lesiones totales se encontraron registrados
apósitos no adherentes en 7 (22,6%; IC95%: 6,2% a 38,9%), apósitos adherentes
en 10 (32,3%; IC95%: 14,2 a 50,3%) y en 13 se encontraron registrados ambos
tipos de apóstito (41,9%; IC95%: 23,0% a 60,9%). En una historia no se pudo
determinar el tipo de apósito (Tabla 4).
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Tabla 4. Apósitos
TIPO DE CURA n % IC 95%
Apósito no adherente exclusivamente 7 22,6 6,2 a 38,9
Apósito adherente exclusivamente 10 32,3 14,2 a 50,3
Ambos apósitos 13 41,9 23 a 60,9
Apósito no especificado 1 3,2 0,1 a 16,7
Fuente: Elaboración propia
Discusión
1. Terapia compresiva
En el caso de las lesiones mixtas su uso debe ser reducido o muy controlado dado el
componente arterial, mientras que en las venosas se recomienda tanto durante el
tratamiento de la lesión como tras su cicatrización para evitar o disminuir las recidivas de
lesiones4-6,9,10,13,14. Aunque más del 50% de las lesiones venosas recibieron compresión en
algún momento durante la fase aguda, menos de la cuarta parte recibió compresión durante
la fase aguda y tras la cicatrización, como recomiendan las guías.
2. Tratamiento adicional
2.1. Tratamiento farmacológico
El tratamiento farmacológico de la insuficiencia arterial se encontró en todos los pacientes
con lesión, no así en aquellos con insuficiencia venosa, donde fue de menos de un 11%. El
tratamiento farmacológico se mostró pues más cumplimentado para patología arterial que
para la venosa.
Resulta remarcable el hecho de que el tratamiento farmacológico de la insuficiencia arterial
fue pautado siempre por cirugía vascular, mientras que el de insuficiencia venosa también
fue pautado siempre por el médico de AFyC.
2.2. Consejo en salud
Se puede analizar según el consejo:
Tabaco: Bastante presente en el consejo a pacientes con lesiones isquémicas, no así
en venosas. El consejo se llevó a cabo tanto por la enfermera de AFyC como por el
cirujano vascular.
Dieta: Consejo muy escaso en ambos tipos de patología. En las lesiones mixtas se
hizo exclusivamente por parte de la enfermera de AFyC, en las venosas por parte del
cirujano vascular y de la enfermera de AFyC.
Ejercicio: Presente en más de la mitad de los casos de patología isquémica por parte
del cirujano vascular. Muy poco recomendado en lesiones venosas, cuando se
recomendaron fue por parte del cirujano vascular y la enfermera de AFyC.
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3. Coordinación interdisciplinar
La enfermera de AFyC estuvo presente en todas las terapias compresivas que se han
realizado, no correlacionándose necesariamente su uso con la prescripción por parte del
médico (independientemente de la especialidad de éste). La enfermera de AFyC estuvo
también muy ligada en lo referente al consejo de salud en ambas patologías.
Por parte del profesional médico las variables relacionadas con patología arterial se vieron
más representadas en cirugía vascular (tratamiento farmacológico y consejo en salud). En
cuanto a patología venosa el tratamiento farmacológico recayó sobre el médico de AFyC.
4. Adecuación a las guías
Se recogió la localización en más de la mitad de las lesiones isquémicas, pero en menos de la
cuarta parte de las lesiones venosas.
La palpación de pulsos fue superior a la mitad en el caso de las lesiones isquémicas no
llegando al 18% en el caso de las lesiones venosas. En las lesiones venosas el pulso más
explorado fue el pedio. La palpación de los pulsos femoral, poplíteo y tibial posterior requiere
cierta pericia, esto seguramente sea la explicación a porqué se exploraron más en patología
arterial, controlada principalmente por cirugía vascular, y no así en lesiones de componente
venoso, que recaen más en AFyC.
La realización del ITB fue superior a la mitad de los casos en las lesiones isquémicas y poco
más del 7% en pacientes con lesiones venosas. Sólo se encontraron registros de ITB previos
a la aplicación de terapia compresiva en el 15%.
Menos de la cuarta parte de las lesiones se cubrieron de manera exclusiva con apósitos no
adherentes y en torno a un 40% usaron de los dos tipos, por lo no se puede concluir que la
elección de apósito viniera marcada por el tipo de lesión, sino por otros factores que no se
estudiaron en este caso.
Se puede resumir por tanto que se encontraron todos los registros recomendados valorados
en este estudio en menos de la cuarta parte de las úlceras de etiología venosa revisadas. En
los resultados para las lesiones con componente arterial sí se registraron estas
recomendaciones en más de la mitad de los casos.
5. Limitaciones del estudio
Las variables a valorar no eran en su totalidad iconos automatizados en la historia
clínica informatizada, sino redactados, lo que implica leer cada visita. El registro de
las visitas en la historia clínica informatizada era en ocasiones incompleto o la
redacción no clarificaba el icono a valorar, siendo este hecho más frecuente en las
primeras visitas registradas en formato de historia informatizada. En ocasiones no se
encontraba registrado el diagnóstico, lo que dificultaba distinguir las visitas referidas
al proceso en cuestión. Todo esto entorpeció el proceso aumentando la posibilidad de
perder datos durante la recogida.
La muestra resultó escasa, por lo que los resultados deben ser tenidos en cuenta con
prudencia, más aún en las lesiones con componente arterial.
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A pesar de haberse desagregado el diagnóstico “Deterioro de la integridad cutánea”
(NANDA 00046) según etiología y localización, la codificación de las lesiones se sigue
haciendo con el diagnóstico inespecífico original, lo que dificultó la realización de este
tipo de estudios al no ser capaz de distinguir las lesiones a estudio y aumentando la
posibilidad de sesgos de elección.
6. Aplicabilidad y utilidad práctica de los resultados
El estudio muestra una panorámica de varios aspectos referidos al manejo de lesiones
vasculares. Pone de manifiesto los puntos donde la atención es mejorable: uso de
compresión durante y después de las lesiones, uso del ITB, consejo de salud referente a
tabaco, ejercicio y dieta o mejoras en el tratamiento local o en la exploración.
Estudios que determinen qué factores pueden influir y mejorar estos puntos débiles podrían
ser útiles. Sería recomendable ampliar con futuros estudios los factores limitantes del uso de
la terapia compresiva (conocimientos del profesional, falta de medios, rechazo del
paciente…) y del resto de aspectos valorados en este estudio.
Sería de gran utilidad el poder avanzar (vía cursos, formación, información a los centros…)
en el aspecto de codificar de manera desagregada las lesiones, ya que permitiría trabajar
mejor en la realización de estos estudios. El uso del diagnóstico NANDA “Deterioro de la
integridad cutánea” (00046) en su acepción genérica no permite distinguir las lesiones
específicas, su desagregación puede ayudar a mejorar los estudios y, por tanto, mejorar en
la atención y cuidados.
Conclusiones
La terapia compresiva tiene un uso inferior al 60% en el tratamiento agudo de las
lesiones venosas e inferior a la cuarta parte tras su cicatrización.
Las medidas de tratamiento adicional no están completamente implementadas, no
llegando al 11% de los pacientes con lesiones venosas en cuanto a tratamiento
farmacológico y consejo de salud.
Las enfermeras de atención primaria son las profesionales implicadas que más
utilizan la compresión, usándola en el 100% de los pacientes que recibieron esta
terapia.
La patología arterial es controlada principalmente por cirugía vascular, no llevando el
mismo seguimiento sobre la patología venosa que recae sobre atención primaria.
Menos de la cuarta parte de las lesiones venosas son tratadas según las
recomendaciones de las guías consultadas.
Los autores declaran no tener conflictos de intereses en la realización de este trabajo, el cual
se ha realizado sin ningún tipo de financiación externa.
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